Después de haber disfrutado poco viendo la primera parte de "Princesa por sorpresa", sinceramente tenía pocas esperanzas de que su continuación fuera a gustarme. Cuando terminé de verla, me reafirmé en mi teoría, y comprobé que en muy escasas ocasiones una segunda parte no gusta cuando la primera no es del agrado de uno.
Uno vuelve a enfrentarse a una historia simple, ñoña y sin ninguna chispa. En ningún momento me enganchó y por supuesto es totalmente predecible. Conforme va avanzando el tiempo, uno sufre porque llegue el final lo antes posible y se libre de esta tortura, que la verdad Garry Marshall nos podría haber ahorrado.
Aun así mi nota es un 2. Un punto es para Julie Andrews y otro para Anne Hathaway. Ambas hacen unas interpretaciones divertidas aunque para nada brillantes. Lo que llamaba la atención de su actuación en la primera entrega, en esta ocasión no resalta porque el guión es muy mediocre. Aun así concedo este salvavidas, y rompo una lanza a favor de estas dos grandes actrices.
Por lo demás la película no tiene ningún interés. Aburre, cansa, produce bostezos, uno intuye en todo momento lo que va a ocurrir...
En fin, innumerables detalles hacen que esta película no merezca la pena ni para una sesión de tarde, salvo que uno esté deseando pegarse una buena siesta.