En la tierna infancia te divertían mucho estas casas-árboles del terror. No obstante, también te dabas cuenta de que el público adulto casi parecía disfrutarlo más. Y es que hubo una edad no soñada de los Simpson donde funcionaban a cualquier nivel inimaginable. Sus chistes eran disfrutables siembre; en caso de entender también la referencia, llegaba el nirvana.

Tal es el caso de una de las más agudas versiones que se han hecho sobre "El resplandor" de Kubrick. Estamos en los días donde Homer campaba a sus anchas y era uno de los personajes más punteros de la televisión. No es casual que sea el gran protagonista del asunto en dos de las tres historias (en este caso, como remedo de Jack Nicholson y en un viaje espacio-temporal muy peculiar con una máquina tostadora).

La capacidad de síntesis de los guionistas roza la perfección, dejando como frutilla del postre una última trama donde el alumnado de la escuela primaria de Springfield descubre el oscuro secreto que el director Skinner ha lograd para reducir gastos del comedor escolar.

Delicioso especial de Halloween para chuparse los dedos.