Muy grata sorpresa este películilla de medio pelo para entretener un rato, que servirá para el público infantil, el juvenil, y el adulto con un mínimo de interés en la fantasía, la ciencia ficción y el mundo de los vídeo juegos.

La premisa es muy interesante, con el planteamiento de partida de la inteligencia artificial, los videojuegos y con el trasfondo del abuso de quienes están en el plano de la realidad. Con unos fundamentos así de sencillos las posibilidades son infinitas, y el elegido para la película es divertido y emocionante.

Tiene gran mérito las interpretaciones, que le dan el punto que necesita, entre lo cómico y lo dramático, con un Ryan Reynolds de 10 y con un acompañamiento bastante acertado. El acercamiento a la comedia es definitivo, dosis de violencia gratuita a las que acostumbran los videojuegos, romance imposible que lleva al crecimiento personal y autorealización, e historias paralelas que enlazan el toque cómico con el trágico de manera sorprendentemente solvente.

Taika Waititi en su histrionismo también está sobresaliente, destapándose ya de forma definitiva como la apuesta segura para este tipo de papeles y productos, aunque por saturación me temo que va a aburrir a muchos, espero que se tome un descanso o me lo tendré que tomar yo y evitarlo por un tiempo.

La película se desangra en la coherencia, tiene fallos y bugs que le impiden ser una historia completa y perfecta, pero a pesar de ello sigue siendo disfrutable.

Por mi parte una buena película, que con una temática por la que tengo predilección no puedo ponerle mejor nota a pesar de que visualmente está de 10, apartado música y sonido deficiente, personajes unos abusados y otros olvidados y traídos sin ton ni son, interpretaciones unas muy bien y otras pasables... pero el sabor de boca que queda es muy bueno en general.