Como todo "Nordic Noir" es una serie densa, estéticamente superior, con una trama elaborada y personajes profundos y ligeramente sombríos. Un investigador con rasgos de Sherlock Holmes, Sorjonen,(un Dr House policial, disfuncional pero brillante, cuyo apellido es el título original de la serie) que se aleja de Helsinski para recuperar su dinámica familiar luego de la enfermedad de su esposa,recala en el pueblo natal de ella, en la frontera con Rusia, junto a su hija adolescente. Lejos de esa utópica paz, se encuentra inmerso en una ola de crímenes con la misma sordidez de la que quiso huir. Esa existencia oscura casi invisible, tapada por la perfecta armonía social de primer mundo y los matices que siempre surgen de puertas para adentro cuando afuera todo transmite perfección.
Muy bien actuada, con ese ritmo tan nórdico en el relato y la actuación que nos aleja de las popcorn movies y nos ata frente a la TV. 11 episodios en la senda de la mejor Forbrydelsen, o de la temporada inicial de Bron-Broen.
Altamente recomendable

Terminado el quinto capítulo de la primer temporada de esta serie, no puedo más que declarar que tengo la cara llena de moretones y el cuerpo agotado. La intensidad, ritmo, vértigo y locura visual de estos 5 episodios me ha dejado mas cansado que un par de personajes, esos que se llevan a la rastra a una Londres multiétnica y marginal en pos de la supremacía de un negocio tan letal como supremo. La tan mentada lucha por la legitimidad social escalando desde la marginalidad (desde Scarface o El Padrino, hasta la misma Peaky Blinders sirven como medida de este traje) se apersona esta vez a través de un imperio inmobiliario inesperadamente en jaque y familias con lealtades al borde del quiebre total ante la mera posibilidad de que la teta deje de dar.
Padrinos de guante blanco y no tanto ( Finn, el tío Ed, ), la reconversión del poder gracias a los nuevos oficios que lavan la mugre ( Alex, quien consigue transparentar hasta la sangre) y abren puertas impensadas, personajes sacados de una licuadora mortal entre Sin City y Snatch ( el patriarca gitano es un héroe moderno sin más), díscolos herederos, ambiciones desmedidas, falta de escrúpulos a toda hora, historias desangrantes barridas bajo la alfombra, el este europeo como el nuevo enemigo bárbaro que amenaza al establishment civilizado y acomodado, y todo el cóctel que tanto nos gusta ver, aparecen en este acorazado que arrasa con tu mejor sillón y te estampa contra la pared ya con el primer capítulo. Gratísima sorpresa y hambre de más....como debe ser.
Importante: No es para críticas con champagne. Es para ver con protector bucal.

Counterpart es, en líneas generales, un enorme homenaje a la mejor literatura sobre el espionaje en la Guerra Fría, en el modo que expresó Le Carré, entre otros. Su tuviéramos que enumerar las virtudes de esta serie, ya culminada su segunda temporada, es que ha sabido reconstruir la estética, la atmósfera y el desarrollo argumental de dicho género. El modo en que los autores y el director nos trasladan a una Berlín atemporal ( no hay un solo rasgo de modernidad), gris, de mucho cemento de posguerra, repleta de burocracias "stalinistas" tan del Este europeo y que pareciera tener una velocidad menor a la nuestra, es sencillamente mágica. Como si leyéramos a Le Carré en lugar de verlo. Ver una oficina de la Administración, en cualquiera de sus mundos, es viajar al otro lado del Muro en cientos de filmes o literatura que hemos consumido. Los muebles, la meticulosidad, la densidad, la lealtad a ese supremo orden que todo lo garantiza...y todo lo castiga.
Hablar de JK Simmons sería redundante, pero los matices que consigue para diferenciar a sus Howard, de tan sutiles son geniales; casi imperceptibles, pero fundamentales. Olivia Williams, siempre eficiente, no le va en saga dotando a sus dos actuaciones de una precisión maravillosa, economizando gestos superfluos y haciendo suyas a ambas mujeres.
Dada la fecha en que hago esta crónica, ni me meteré en el argumento, por todos los foristas conocido. Solo me permitiré recomendarla como una gema entre tanta serie circulante. Distinta, artistica y gourmet. Una delicatessen absoluta, a otra velocidad. Como debe ser.

Comparto mi visión de esta serie luego de terminar la temporada 3, en el 2020, probablemente por descubrirla tarde. Llegué a esta serie luego de bucear entre algunos contenidos del Este ( "Rapl - la furia", serie policial checa y las polacas, "1983", enorme y oscura,y la misteriosa y atrapante "Bosque Adentro" ), donde me encontré sorprendido por la calidad de algunos libros, la manera virtuosa de llevarlos a la pantalla y la sordidez y dureza de los relatos.
Wataha transcurre en la frontera entre Polonia y Ucrania ( puerta de entrada a la UE, dato no menor) con el cuerpo de policía fronterizo como eje, y una serie de eventos que disparan la trama. El nombre de la serie significa "paquete", tal como se denomina al grupo de personas que son traídas ilegalmente a través de la frontera, y que es el principal foco de vigilancia del mencionado equipo policial. Un trágico evento contra el equipo policial dispara múltiples consecuencias, destapando complicidades y corrupciones varias, especialmente en la red de trata de drogas y personas, la vista gorda de la justicia y las múltiples trabas burocráticas e interesases varios en un negocio millonario.
Más allá de su calidad visual ( excelente fotografía, con mucho landscaping en modo nordic noir) donde se ve la mano de HBO en la producción, especialmente desde la temporada 2; algo que rescato de esta serie es el enfoque en los procesos personales de los involucrados, mas allá de su rol público (la fiscal, clave) u oficial ( Rebrow y Markovski, principalmente), que oscilan entre alianzas y enfrentamientos según evolucionan las sendas investigaciones. Un tratamiento crudo sobre el estado inhumano en que llegan los inmigrantes, la manera impúdica en que se sostiene el negocio a la vista de todos y la poca valía que tiene la vida del llegado, cuya vida, destino y dignidad penden de un hilo delgadísimo.
Muy bien actuada ( una vez que nos acostumbramos a looks o modos de actuar que no son los que habitualmente consumimos), escrita de manera perfecta y con intenciones de concientización. Sorpresa positiva, una serie para ver.

Lo que parecía encaminarse a una serie sobre las consecuencias de una infidelidad (Derailed, The Affair) da lugar a una excelente trama psico policial con la impecable factura del British Noir.
Apple Tree Yard nos regala 4 capítulos rebosantes de sordidez urbana escondida entre las buenas costumbres de una Londres snob, con pasiones escondidas, trampas maquilladas y seres humanos que lidian con ellas al mejor estilo victoriano. Lo público y lo privado nunca se asemejan, aun a riesgo de perder la cordura, la vida e incluso la libertad

Grandes actuaciones (Watson, quizás los ojos más expresivos del cine inglés), Chaplin y un típico elenco brillante de actores secundarios te atan a la silla durante 4 horas.
Altamente recomendable.