Secuela de aquella del mismo título del 2013, que si ya era mala, espérate a ver ésta. Y eso que más o menos es lo menos, a pesar de cambiar de piloto, Louis Leterrier cede el testigo a Jon Chu, más algún retoque menor en el elenco. Pero en esencia, es presunta magia aderezada con robos. Al final les acaba saliendo una especie de cruce entre las sagas "Misión Imposible" (1996-Se anuncia una para este 2018) y la de "Ocean's" (2001-2007). Por supuesto, esto no es lo peor ni mucho menos de "Ahora me ves 2". Lo que la mata básicamente es que carece de lógica, tanto argumental como sobre todo "mágica". Es decir, que se ponen a hacer trucos como locos que no hay quien se coma porque son imposibles de realizar. Para disimular te explican uno, el fácil, y se olvidan de cuatro o cinco. En realidad, estos señores de la magia con megapoderes no son de “El Ojo” sino de “El Ojete”.

¿Cuenta con el alguna virtud o es simplemente una tomadura de pelo al espectador? Pues aunque parezca lo segundo, algo, más que bueno, hay pasable. Por ejemplo. el reparto no está mal, el ritmo es dinámico y te acaba transmitiendo las ganas de averiguar en qué consiste el "gran truco". Al final es todo una parida pero bueno, hasta ese momento capta tu atención, algo es algo. De las nuevas caras, sobresale Daniel Radcliffe, que juega con ventaja como mago consumado, guiño a "Harry Potter", y por parte femenina Lizzy Caplan. La chica no es fea pero da vida a un personaje aborrecible, una paliza de tía. Le ha tocado hacer de la bufona del grupo pero sin tener ninguna gracia y el hecho de que vaya como de mujer muy feminista, soy la mejor del globo, no ayuda en absoluto. Eso sí, por lo menos lleva casi todo el metraje botas negras, las mejores, cuando van a robar el chip.