The Price We Pay

Lamentablemente (venga vamos a empezar por lo malo) no estamos ante una película tan disfrutona y bien dirigida como lo son algunas de su director. Blanco Perfecto o Nadie Vive, absolutamente recomendables para los cinéfilos, hacen gala de un manejo de la cámara y un dominio de como crear tensión sorprendentes. Y además lo hacían con humor y eso las convertía no solo en películas muy buenas sino además festivaleras. Eso no sucede con esta The Price We Pay. No es una mala peli, pero no brilla en nada en particular.

Tras atracar una tienda, Alex y Cody se llevan a Grace como rehén, aunque esto último no entraba en sus planes. En medio de la noche acaban en una granja semi abandonada donde deciden pasar la noche. Pero algo acecha en ese lugar más fuerte que ellos.

Kitamura cuenta esta vez con dos caras bastante conocidas que además hacen de productores ejecutivos. Emile Hirsch y Stephen Dorff se han metido en esta aventura y parece que el segundo sale mejor parado. A Hirsch le toca el papel que podría ser más jugoso: el malo desquiciado fuera de control, el típico delincuente sin sensatez ninguna que te mete en los líos más gordos. Suelen ser personajes dotados de cierto carisma, pero él lo hace de un modo un tanto histriónico que molesta a ratos en pantalla. Su personaje se usa para que se lie más las troca, porqué es el que toma las peores decisiones. Pero más allá de eso no sirve para nada más. Dorff está correcto, sin más.

Por lo demás, la historia puede recordar un poco a Nadie Vive, es decir, tú crees que eres el malo de la historia pero espérate a ver qué te encuentras por el camino, porqué siempre puede haber alguien peor que tú. Sin embargo aquella era pura fiesta y salvajada, y esta es sólo lo segundo. Hay sangre, mad doctor, y lugares oscuros de los que quieres escapar, pero ni un atisbo de risa festivalera en todo el conjunto.

A nivel de dirección tampoco hay mucho que destacar, algunos momentos videocliperos en la dirección, alguna especie de flash luminoso que no acaba de funcionar y resulta molesto. Aunque a nivel de fotografía destaca el uso de los tonos rojos cuando la cosa se va poniendo seria, y eso sí le da un toque interesante.

En definitiva, el gran Kitamura, del que siempre es una alegría ver algo nuevo o antiguo, pincha un poco con su nueva propuesta a pesar de tener a gente reconocible acompañándole y ser él un director de muy buen nivel. Pero haciendo un juego de palabras, quizás el precio que pagamos cuando alcanzamos la grandeza es inevitablemente el de tener que bajar tarde o temprano.

Eso sí, siempre se puede volver a subir.

https://www.terrorweekend.com/2022/10/sitges-price-we-pay-review.html

El director japonés Ryûhei Kitamura se ganó un hueco en la industria por algunas de sus obras más reconocidas como Nadie vive o Blanco perfecto. No obstante, El precio de la venganza no está a la misma altura.

Con una historia y unos personajes bastantes simples y poco trabajados, se presenta una cinta que debería ser comercial, pero su bajo presupuesto o su mala dirección dejan un resultado de sobremesa. El problema de hacer películas slasher y gore si no se tiene un buen equipo detrás, entre otros muchos factores, es que se obtiene un resultado pésimo que tiende a lo absurdo más que al terror.

Los efectos especiales de las muertes son pobres en comparación a los de otras producciones. Las cintas coreanas que están llegando últimamente tienen el terreno ganado en este aspecto o, sin ir más lejos, la ya consagrada Terrifier. Esta última, pese a ser una propuesta distribuida como serie B, sí que consiguió destacar por su buena gestión del género.

Por otro lado, la trama resulta ilógica y no alcanza a definir correctamente al oscuro villano con el que intentan fallidamente justificar las muertes mediante la venganza.

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El film está llena de suspense, emoción, misterio, mucha sangre, vísceras y con varios perniciosos y fuertes fotogramas. Esta película ruidosa y visceral contiene imágenes de violencia gráfica y puede no ser adecuada para todos los públicos; se recomienda discreción al espectador. Un festín sangriento que es un triunfo del estilo sobre la lógica cinematográfica. Está repleto de un abrumador número de cadáveres, excesiva sangre , asesinatos grotescos y ríos de sangre roja. Después de que un robo en una casa de empeño sale mal, dos delincuentes, Alex (Emile Hirsch) y Cody (Stephen Dorff) escapan. Siguiendo el intenso atraco en la casa de empeño, los ladrones toman como rehén a Grace (Gigi Zumbado). Haciendo caso omiso de todas las advertencias, buscan refugio en unas remotas tierras de cultivo. Se refugian en una solitaria granja para intentar calmar el calor y las heridas, pero encuentran algo mucho más amenazador. Descubren una mazmorra secreta con evidencia de violencia sádica, y cuando el "abuelo" regresa a casa, se desata el infierno. ¿Podrá Grace reunir el coraje para escapar del destino desgarrador que les espera a sus compañeros criminales? ¡Su destino se convierte en una pesadilla!. Cosecha lo que siembra !.

Esta aterradora película muestra un horror increíble, fuertes conmociones, duro drama e imágenes espeluznantes. Film de terror corriente y moliente de bajo presupuesto que contiene horror espantoso, caos, sangre a borbotones y mucha violencia y gore. Del director de 'Midnight Meat Train' llega este apasionante y terrorífico thriller protagonizado por Emile Hirsch (Into the Wild) y Stephen Dorff (Blade), en el que un grupo de delincuentes se ven obligados a refugiarse en una remota granja a altas horas de la noche, para luego tropezar con una familia psicópata, despachándolos sin ceremonias y sin piedad. La historia no es original, debido a que la trama de la película es similar a otras muchas y mejores historias, incluyendo el famoso film ¨La Matanza de Texas¨ que es realmente influyente, tomando prestadas varias imágenes de esta película clásica, como la de un criminal horriblemente mutilado que tiene notables parecido con 'Leatherface'.

El film está elegantemente diseñado, pero es muy mediocre y está fotografiada con estilo, filmando en luces y sombras. Los artesanos del cine crean un maquillaje espeluznante con llenos de imágenes horriblemente sangrientas y suficientes marcos aterradores. Los asesinatos se ejecutan de manera espantosa y son igualmente espantosamente gráficos. La película está formada por algunas escenas de terror aceptablemente hechas con una atmósfera espeluznante, no siendo aconsejada para los débiles de corazón. La espantosa apariencia del asesino distribuye las más aterradoras escenas provocando francos escalofríos y completos sustos. Sumando una música chirriante y punzante con sonidos que tensionan el espíritu y una cinematografía adecuada con una atmósfera oscura del camarógrafo Matthias Schubert, así la cámara a menudo adopta una postura marcadamente agresiva. La película fue escrita, producida y dirigida regularmente, aunque hábilmente, por Ryûhei Kitamura. El nació en Osaka, Japón y ha rodado tanto en Japón como en Estados Unidos, dirigiendo películas de todo tipo de géneros: acción, suspense, aventuras, samuráis, wuxia, pero también con especial inclinación por el Terror, entre las que destacan estas siguientes películas : ¨Heat After Dark¨ (su debut cinematográfico), ¨Versus¨, ¨Lupin the Third¨, ¨Downrange¨, ¨Baton¨, ¨Lovedeath¨, ¨Azumi¨, ¨Live¨, ¨Longinus¨, ¨Sky High¨, ¨Aruzami¨, ¨Doorman¨, ¨Midnight Cinema¨, ¨Midnight meat train¨, y este ¨ El precio de la venganza ¨(2022), entre otros. Calificación: 4,5/10. Solo para los fanáticos entusiastas del terror y los gore-maniacos.

Un grupo de delincuentes atracan una gasolinera, matando a todo el personal y llevándose a una rehén sin rumbo alguno, con la mala suerte de quedarse tirados en la carretera y llegar hasta una casa aislada dónde pronto sucederán cosas que nadie espera. Esta sería la premisa resumida de "El precio de la venganza", película con mucha acción, violencia, terror y con abundantes escenas de gore, puro entretenimiento para los fans del terror.

Es una película que cumple con su casi hora y media de duración, consigue que permanezcas pegado al sofá hasta su final para ver como termina toda esa fiesta brutal de sangre y acción. Los actores están a la altura, y Stephen Dorff tampoco decepciona, se crea una ambientación de tensión y mal rollo continuo.

Si tuviéramos que agrupar algunas referencias del cine de terror, podríamos combinar. "No respires", "Haunt, la casa del terror" e incluso "La matanza de Texas" ¿por qué no?. Para no ser una gran producción, el film es solvente y consigue enganchar, totalmente recomendada, aunque pienso que pasará sin pena ni gloria, incluso creo que los fans del terror podrían hacerla una película de culto, tiempo al tiempo.

Ryuhei Kitamura, vuelve a su género preferido, el thriller de terror y gore a partes iguales. Todo el que le siga sabe lo que va a encontrar pues ya lo viene demostrando en su filmografía, así tenemos buenos ejemplos con "El vagón de la muerte" (2008)"Nadie vive" (2012), o "Blanco perfecto" (2017).
Con "El precio de la venganza" se aproxima mucho a su cinta "Nadie vive" mezclando thriller de terror con escenas gore bastante subidas de tono que les gustará al buen aficionado.
Cuando un robo a una casa de empeños cometido por un trio de atracadores no sale todo lo bien que hubiesen deseado optan por raptan a una victima que se hallaba en el local en esos momentos.
Después de tener que abandonar el coche de fuga deciden refugiarse en una siniestra granja. Nunca se les habría pasado por la cabeza que dicha decisión sería la peor decisión de sus vidas. En la granja les aguarda algo parecido a alguna de sus peores pesadillas.
La película está dirigida a buen ritmo y no escatima en darnos escenas difíciles de digerir, guardando para el tramo final lo mejor de ella.