La niebla

Lo mejor de "La niebla", en mi caso, es que tanta blancura me sirvió para ver que la pantalla de mi televisión tenía mucho polvo. Pasé un trapo, pero la película siguió siendo una decepción monumental. Hasta la aparición del primer bicho, o tentáculo, o lo que sea, la historia estaba siendo de lo más intrigante, con atmósfera. Pero no hablamos más que de un rato al comienzo, tras el cual el suspense del "qué" y el "por qué" importaban menos que hacer caja en el dichoso supermercado. El interés, que sobrevolaba el pueblo y mi salón, cayó como una piedra, que es en lo que se convirtió la peli de mi adorado Darabont. Luego encima la –aparente- metáfora o alegoría de la integrista religiosa y su proselitismo es menos sutil que las cutres escenitas gore que ni dan asco, ni miedo, ni nada. Un bluf. Lo mejor: su toque de cine B y, por supuesto, su final, que al menos sorprende. Magníficamente rodados los últimos 5 minutos.

"Es una película B con aspiraciones a ser A, y es mejor cuando no está intentando ser algo que no es. (...) Puntuación: ★★★ (sobre 4)."

"Una de las películas de terror más asombrosas de los últimos años (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)."