El poder de la sangre de Drácula
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5,6
991
Terror
Un depravado satanista, obsesionado con la idea de resucitar a Drácula, convence a tres caballeros para comprar unas reliquias pertenecientes al mismísimo Príncipe de las Tinieblas: su capa, un anillo y un frasco de sangre pulverizada. Reunidos en una vieja iglesia desconsagrada, practican un ritual en el que tienen que beber la sangre de Drácula. Los caballeros se niegan y acaban matando al joven satanista. Cuando Drácula vuelve a la ... [+]
17 de enero de 2017
17 de enero de 2017
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El poder de la sangre de Drácula" es para mí la úlltima película buena del Drácula que protagonizó sir Christopher Lee para la Hammer.
Partiendo de la base de que desde "Drácula: Principe de las Tinieblas", él no quería seguir interpretando al satánico conde transilvano, puedo decir que pese a las exigencias del estudio, nunca dejó de tomarse en serio a su personaje, y en esta película, Drácula está desatado, y en cuánto a tratamiento del guión, ésta es una de las apuestas más arriesgadas de la productora. Porque si "Drácula vuelve de la tumba" se arriesgó planteando una historia en la que el héroe es un ateo y el sirviente del villano es un cura, aquí se nos presenta una sórdida trama en la que observamos como se comportan algunas personas de talla respetable cuando no están cerca de sus familias.
Es una crítica a la hipocresía de aquellas personas que respetan aquellas normas que proclaman de cara al público, pero les dan la espalda cuando los suyos no miran.
Una crítica genial muy bien representada por los personajes de Geoffrey Keen, Peter Sallis y John Carson.
De hecho, fijaos si es fuerte la crítica, que cuando estrenaron la película en España le cortaron cuatro minutos de metraje, por tener, en teoría "escenas subidas de tono".
Por lo demás, la historia nos muestra una venganza de Drácula muy fría, calculadora y bien planeada, que destruirá la vida de aquellos que osaron desafiar al conde.
Entre los protagonistas tenemos a la preciosa Linda Hayden en el papel de Alice, a Isla Blair haciendo de Lucy Paxton y a Anthony Corlan como Paul Paxton.
Poco más puedo decir; la dirección de Peter Sasdy es bastante solvente, aunque el deus ex machina es demasiado conveniente y se siente muy forzado.
Por lo demás, ni excelente ni deplorable, una correcta película que cumple como un clásico más del mejor cine de la Hammer.
Puntuación: 6 sobre 10.
Partiendo de la base de que desde "Drácula: Principe de las Tinieblas", él no quería seguir interpretando al satánico conde transilvano, puedo decir que pese a las exigencias del estudio, nunca dejó de tomarse en serio a su personaje, y en esta película, Drácula está desatado, y en cuánto a tratamiento del guión, ésta es una de las apuestas más arriesgadas de la productora. Porque si "Drácula vuelve de la tumba" se arriesgó planteando una historia en la que el héroe es un ateo y el sirviente del villano es un cura, aquí se nos presenta una sórdida trama en la que observamos como se comportan algunas personas de talla respetable cuando no están cerca de sus familias.
Es una crítica a la hipocresía de aquellas personas que respetan aquellas normas que proclaman de cara al público, pero les dan la espalda cuando los suyos no miran.
Una crítica genial muy bien representada por los personajes de Geoffrey Keen, Peter Sallis y John Carson.
De hecho, fijaos si es fuerte la crítica, que cuando estrenaron la película en España le cortaron cuatro minutos de metraje, por tener, en teoría "escenas subidas de tono".
Por lo demás, la historia nos muestra una venganza de Drácula muy fría, calculadora y bien planeada, que destruirá la vida de aquellos que osaron desafiar al conde.
Entre los protagonistas tenemos a la preciosa Linda Hayden en el papel de Alice, a Isla Blair haciendo de Lucy Paxton y a Anthony Corlan como Paul Paxton.
Poco más puedo decir; la dirección de Peter Sasdy es bastante solvente, aunque el deus ex machina es demasiado conveniente y se siente muy forzado.
Por lo demás, ni excelente ni deplorable, una correcta película que cumple como un clásico más del mejor cine de la Hammer.
Puntuación: 6 sobre 10.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La muerte de Drácula sucede cuando el buen conde descubre que ha estado ocultándose en una iglesia y no un castillo gótico, y eso y encontrarse en una sala llena de crucifijos lo termina matando.
Una muerte un poco tonta, pero a decir verdad, el Drácula de Christopher Lee ha tenido muertes peores.
Una muerte un poco tonta, pero a decir verdad, el Drácula de Christopher Lee ha tenido muertes peores.
21 de agosto de 2008
21 de agosto de 2008
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película prometía, vaya que sí, pero al final se queda en un aprobado justito. Es la cuarta en la saga de la hammer del más famoso vampiro transilvano que conecta con el final de "Drácula vuelve de la tumba". En general tiene muy buena atmósfera gótica (como ya nos tenían acostumbrados estos de la Hammer). Las interpretaciones son bastante buenas. El desarrollo te tiene enganchado al ver como el Conde va persiguiendo uno a uno a los artífices de su venganza. Pero en la parte final, en la gran confrontación, pese a que es bastante original le falta gancho. Y es una pena porque de haber hecho el final de una manera distinta esta película tendría mucha más nota y soportaría muchos más revisionados.
Tiene partes muy buenas como la "misa negra", y además la cinta está cargada de erotismo. No hay más que ver los mordiscos de Drácula a las féminas, y la cara de gustazo que ponen. Unos dirán que cuando Drácula muerde a su víctima sus colmillos son como la penetración del falo. Otros dirán que es simplemente la seducción del mal, hacia un alma cándida, o porque el sabor de la sangre es envilecedor y nos convierte en bestias. ¿Quien sabe?.
También a destacar como digo la preciosa fotografía y las escenas en las que nos muestran los ojos de Drácula (en este caso su poder de hipnosis) o cuando le lloran ensangrentados. Apruebo a esta película porque a pesar de su final, que no me terminó de convencer, está muy currada en cuanto a atmósfera, fotografía y buenas actuaciónes de Lee y sus acompañantes.
Tiene partes muy buenas como la "misa negra", y además la cinta está cargada de erotismo. No hay más que ver los mordiscos de Drácula a las féminas, y la cara de gustazo que ponen. Unos dirán que cuando Drácula muerde a su víctima sus colmillos son como la penetración del falo. Otros dirán que es simplemente la seducción del mal, hacia un alma cándida, o porque el sabor de la sangre es envilecedor y nos convierte en bestias. ¿Quien sabe?.
También a destacar como digo la preciosa fotografía y las escenas en las que nos muestran los ojos de Drácula (en este caso su poder de hipnosis) o cuando le lloran ensangrentados. Apruebo a esta película porque a pesar de su final, que no me terminó de convencer, está muy currada en cuanto a atmósfera, fotografía y buenas actuaciónes de Lee y sus acompañantes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
* La muerte del vampiro es muy original. Crucifijos colocados por todas partes mientras el Conde dormía. Cuando despierta no puede escapar por ningún lado. Ni por la puerta ni por los lados. Se podría pensar que el Conde podría haber escapado por la ventana hecho murciélago pero los crucifijos imagino debían de debilitarlo lo bastante como para tenerlo gritando y débil para volar.
* Los guionistas se dejaron al menos en apareciencia un cabo suelto que ni se molestan en explicar.. Uno de los novios de las dos parejitas de jóvenes de la película, Jeremy Secker es mordido por Drácula y convertido en su esclavo... ¿Al morir Drácula, qué pasa con él?. Es posible que le ocurra como en otras historias de vampiros, que muerto el vampiro jefe, sus hechizados recuperan su humanidad. Me imagino que es esta la explicación pero los guionistas no se molestan en explicarlo. También hay cosas raras como que en la película una de las dos mujeres, Lucy, parece convertirse del todo en vampiro mientras que Alice, no, pese a haber sido mordida antes que su amiga. (Quizás sea porque cuando Drácula va a morder a Alice por segunda vez, ve como amanece y se va corriendo a su sepulcro y por eso quizás se salvara a mi entender). Según los guionistas para ser vampiro basta con una mordedura o con varias, como gustos colores. En la obra "Drácula" de Stoker, Mina recibió varios ataques del Conde y no llegó a ser vampiro aunque le faltó poco. Y con un número X de mordeduras se llegaba a la muerte y la subsiguiente transformación en un ser de la noche.
* Respecto a la lucha final, está bastante mal hecha. Lo del crucifijo no puede faltar, y hacer que brille tanto es un simbolismo perfecto porque es la luz contra las tinieblas, el bien contra el mal. Pero ya no me cuadra ver a Drácula lanzando maderos a Paul y todos le pasan rozando y el protagonista ni se molesta en agacharse para esquivarlos. Drácula coge una piedra... y se queda colgando en la lámpara sin alcanzar a nadie... muy cutre quedó todo, porque si un tío te lanza travesaños de madera para darte en la cabeza, queda totalmente subrrealista que la pareja de novios se quede hablando debajo en vez de salir corriendo por patas a guarercerse detrás de alguna columna o intentar salir de la cripta inglesa. Finalmente, Drácula muere porque Paul dejó iconos religiosos en toda la iglesia-cripta y al estar rodeado el vampiro se debilita totalmente y muere. (Y aquí entramos en otro fallo de la saga al igual que hace Marvel con sus personajes cuando un guionista se los carga), resucitar mil veces al vampiro, que nunca muere totalmente, creo que se llegaron a hacer 6 ó 7 partes) con razones cada vez más inverosímiles y ya al final ni siquiera lo revivían para hacer buen cine de terror, sino para hacer taquilla y ganar dinero con el personaje de Drácula.
La siguiente parte sería "Las cicatrices de Drácula" y la siguiente "Drácula 72 (también conocida como Drácula 73, o Drácula AD. 1972).
* Los guionistas se dejaron al menos en apareciencia un cabo suelto que ni se molestan en explicar.. Uno de los novios de las dos parejitas de jóvenes de la película, Jeremy Secker es mordido por Drácula y convertido en su esclavo... ¿Al morir Drácula, qué pasa con él?. Es posible que le ocurra como en otras historias de vampiros, que muerto el vampiro jefe, sus hechizados recuperan su humanidad. Me imagino que es esta la explicación pero los guionistas no se molestan en explicarlo. También hay cosas raras como que en la película una de las dos mujeres, Lucy, parece convertirse del todo en vampiro mientras que Alice, no, pese a haber sido mordida antes que su amiga. (Quizás sea porque cuando Drácula va a morder a Alice por segunda vez, ve como amanece y se va corriendo a su sepulcro y por eso quizás se salvara a mi entender). Según los guionistas para ser vampiro basta con una mordedura o con varias, como gustos colores. En la obra "Drácula" de Stoker, Mina recibió varios ataques del Conde y no llegó a ser vampiro aunque le faltó poco. Y con un número X de mordeduras se llegaba a la muerte y la subsiguiente transformación en un ser de la noche.
* Respecto a la lucha final, está bastante mal hecha. Lo del crucifijo no puede faltar, y hacer que brille tanto es un simbolismo perfecto porque es la luz contra las tinieblas, el bien contra el mal. Pero ya no me cuadra ver a Drácula lanzando maderos a Paul y todos le pasan rozando y el protagonista ni se molesta en agacharse para esquivarlos. Drácula coge una piedra... y se queda colgando en la lámpara sin alcanzar a nadie... muy cutre quedó todo, porque si un tío te lanza travesaños de madera para darte en la cabeza, queda totalmente subrrealista que la pareja de novios se quede hablando debajo en vez de salir corriendo por patas a guarercerse detrás de alguna columna o intentar salir de la cripta inglesa. Finalmente, Drácula muere porque Paul dejó iconos religiosos en toda la iglesia-cripta y al estar rodeado el vampiro se debilita totalmente y muere. (Y aquí entramos en otro fallo de la saga al igual que hace Marvel con sus personajes cuando un guionista se los carga), resucitar mil veces al vampiro, que nunca muere totalmente, creo que se llegaron a hacer 6 ó 7 partes) con razones cada vez más inverosímiles y ya al final ni siquiera lo revivían para hacer buen cine de terror, sino para hacer taquilla y ganar dinero con el personaje de Drácula.
La siguiente parte sería "Las cicatrices de Drácula" y la siguiente "Drácula 72 (también conocida como Drácula 73, o Drácula AD. 1972).
5 de julio de 2007
5 de julio de 2007
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se nota que es una secuela. No está al nivel del "Drácula" original de la Hammer, dirigida por Terence Fisher. Incluso parece que aquí el Conde más chupador de la historia va a ser un mero comparsa en un argumento plagado de erotismo, satanismo, personajes respetables con vicios de lo más bajo y jóvenes enamorados. Por ello piensas que como entretenimiento no está mal, pero que la película aprueba justita.
Sin embargo, a los 40 minutos la cosa cambia. Tarda en entrar en escena, pero cuando Drácula resucita la cinta se anima. Y lo mejor es el final, que cuento en spoiler:
Sin embargo, a los 40 minutos la cosa cambia. Tarda en entrar en escena, pero cuando Drácula resucita la cinta se anima. Y lo mejor es el final, que cuento en spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- Por lo menos en ésta el vampiro muere sin estacas en el corazón ni desintegrado por la luz solar. Le dan varios mareos consecutivos por una sobredosis de crucifijos colocados estratégicamente en la cripta y cae sobre el único lugar donde la religión vence al diablo: Un altar sagrado. No es tan creíble como los métodos tradicionales para destruir a Drácula, pero resulta original.
De todas formas, la ya consabida estaca en el corazón aparece también al principio, aunque en esta ocasión lo han matado con un cruz atravesándole el pecho (imagino que esa forma de acabar con él proviene de la película precedente de la saga).
No obstante, lo mejor del "Drácula" de Christopher Lee es su poder de hipnosis y esos ojos rojos cuando se excita antes de morder a las muchachas.
De todas formas, la ya consabida estaca en el corazón aparece también al principio, aunque en esta ocasión lo han matado con un cruz atravesándole el pecho (imagino que esa forma de acabar con él proviene de la película precedente de la saga).
No obstante, lo mejor del "Drácula" de Christopher Lee es su poder de hipnosis y esos ojos rojos cuando se excita antes de morder a las muchachas.
19 de agosto de 2013
19 de agosto de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de algunas críticas, la película resulta interesante y el personaje no es manoseado como lo sería en la pobre Drácula 73. Tiene algunos puntos bajos, pero sin duda no resulta despreciable. Las chicas Hammer están cada vez más eróticas en esta película y lo demuestra la cara de placer cuando son mordidas por Drácula, como si en vez de clavarle los colmillos, le clavaran un gran falo.
Las escenas de exteriores son acertadas y bellas. La iglesia, utilizada para el sacrilegio tiene una atmósfera agobiante. Aparece Geoffrey Keen, que posteriormente interpretó al Ministro de Defensa británico en parte de la serie de películas de James Bond.
Las escenas de exteriores son acertadas y bellas. La iglesia, utilizada para el sacrilegio tiene una atmósfera agobiante. Aparece Geoffrey Keen, que posteriormente interpretó al Ministro de Defensa británico en parte de la serie de películas de James Bond.
2 de noviembre de 2010
2 de noviembre de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa aproximación al mito de Drácula, y que para los muchos seguidores de este personaje, este film al menos es una variante (por lo menos en su primera hora) a lo que nos tenía acostumbrados la Hammer en su particular visión del conde vampiro.
El personaje principal, Drácula, tarda en salir casi cincuenta minutos, ya con esto, estamos ante algo completamente distinto a lo visto en las películas precedentes de esta productora. Y como el conde tarda tanto en salir, nos da tiempo a conocer a los personajes que provocan su resurrección, y ver que su nivel de hipocresía solo esta a la altura de su perversidad, y que casi deseamos que el conde ajuste las cuentas a los susodichos…lo más rápidamente posible. Es tan diferente, que el personaje de Van Helsing (el habitual Peter Cushing), no aparece en este film. Estamos ante una secuela en toda regla que además enlaza en su inicio con el final del film anterior “Drácula vuelve de la tumba” (1968) de Freddie Francis, y es la quinta, de las ocho que la Hammer dedico a Drácula, aunque en la segunda parte, “Las novias de Drácula” (1960), nuestro amigo Lee, no fue el encargado del personaje.
Dirige el húngaro Peter Sasdy , que también se aproximo al mito, pero desde el lado femenino, en la irregular “La condesa Drácula” (1971), también para la Hammer Films. El inolvidable Christopher Lee, repite en el personaje de su vida... una vez más, y comparte cartel con Geoffrey Keen (Nacida libre,1966) , Gwen Watford (The Ghoul, 1975), Linda Hayden (Mansión sangrienta, 1974),y John Carson (La plaga de los zombies, 1966). Casi todos habituales en mayor o menor medida en las películas de esta prestigiosa productora.
Interesante, en casi todos los conceptos, y especialmente en el original final.
El personaje principal, Drácula, tarda en salir casi cincuenta minutos, ya con esto, estamos ante algo completamente distinto a lo visto en las películas precedentes de esta productora. Y como el conde tarda tanto en salir, nos da tiempo a conocer a los personajes que provocan su resurrección, y ver que su nivel de hipocresía solo esta a la altura de su perversidad, y que casi deseamos que el conde ajuste las cuentas a los susodichos…lo más rápidamente posible. Es tan diferente, que el personaje de Van Helsing (el habitual Peter Cushing), no aparece en este film. Estamos ante una secuela en toda regla que además enlaza en su inicio con el final del film anterior “Drácula vuelve de la tumba” (1968) de Freddie Francis, y es la quinta, de las ocho que la Hammer dedico a Drácula, aunque en la segunda parte, “Las novias de Drácula” (1960), nuestro amigo Lee, no fue el encargado del personaje.
Dirige el húngaro Peter Sasdy , que también se aproximo al mito, pero desde el lado femenino, en la irregular “La condesa Drácula” (1971), también para la Hammer Films. El inolvidable Christopher Lee, repite en el personaje de su vida... una vez más, y comparte cartel con Geoffrey Keen (Nacida libre,1966) , Gwen Watford (The Ghoul, 1975), Linda Hayden (Mansión sangrienta, 1974),y John Carson (La plaga de los zombies, 1966). Casi todos habituales en mayor o menor medida en las películas de esta prestigiosa productora.
Interesante, en casi todos los conceptos, y especialmente en el original final.
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