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4
16 de enero de 2023
16 de enero de 2023
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me animé a ver Jeanne Dielman al saber que fue votada la mejor película de todos los tiempos, destronando a "Vértigo" y sin saber de su existencia antes de conocer la lista. Jeanne es una madre viuda que vive con su hijo adolescente y somos testigos de su vida diaria, desde que se levanta hasta que termina sus labores; de esta forma nos enteramos que durante las tardes es prostituta cuando termina de cocinar, limpiar, cuidar a un bebé por un rato y comprar.
Es una propuesta novedosa para la época, si uno quiere el primer intento de formato reality y donde seguimos a Jeanne en su aburrida rutina en casa, mostrando que la mujer sí tiene que hacer (y mucho!) en el hogar, derribando el mito de la ama de casa perezosa. Pero esto no justifica que se haga durar casi tres horas y media y que escenas como pelar papas, lustrar zapatos y hacer y deshacer el sofa cama, y guardar el dinero en la sopera del comedor, se repitan tantas veces, dejando algunos cabos sueltos que nunca se aclaran (¿dónde van Jeanne y Sylvain después de comer? o si la luz azul que entra por la ventana del comedor es un letrero o un farol, o porqué Jeanne no decide buscar un mejor trabajo en vez de la prostitución o porqué no terminó el chaleco después de haber comprado la lana y animarse a terminar una hilera siquiera).
Seguí el consejo que alguien comentó aquí de ver la película acelerada (2x en el reproductor) y ver a velocidad normal las partes habladas pero aún así me parecieron muy largas e innecesarias. Eso sí, ver la película a 2x en las escenas rutinarias disminuye la duración a 1:45 o 2 horas.
Lo claro es que Jeanne no se comunica con Sylvain más allá que ayudarlo en un par de tareas y comentarle unas pocas cosas en la cena y hay temas que los incomodan y prefieren no hablar. Más bien, ella no habla casi nada y cuando lo hace, lo hace con desgano y de forma inexpresiva, con tono similar a Daria Morgendorffer, sólo que Daria no lo hace como si estuviera leyendo.
SIGUE EN SPOILER
Es una propuesta novedosa para la época, si uno quiere el primer intento de formato reality y donde seguimos a Jeanne en su aburrida rutina en casa, mostrando que la mujer sí tiene que hacer (y mucho!) en el hogar, derribando el mito de la ama de casa perezosa. Pero esto no justifica que se haga durar casi tres horas y media y que escenas como pelar papas, lustrar zapatos y hacer y deshacer el sofa cama, y guardar el dinero en la sopera del comedor, se repitan tantas veces, dejando algunos cabos sueltos que nunca se aclaran (¿dónde van Jeanne y Sylvain después de comer? o si la luz azul que entra por la ventana del comedor es un letrero o un farol, o porqué Jeanne no decide buscar un mejor trabajo en vez de la prostitución o porqué no terminó el chaleco después de haber comprado la lana y animarse a terminar una hilera siquiera).
Seguí el consejo que alguien comentó aquí de ver la película acelerada (2x en el reproductor) y ver a velocidad normal las partes habladas pero aún así me parecieron muy largas e innecesarias. Eso sí, ver la película a 2x en las escenas rutinarias disminuye la duración a 1:45 o 2 horas.
Lo claro es que Jeanne no se comunica con Sylvain más allá que ayudarlo en un par de tareas y comentarle unas pocas cosas en la cena y hay temas que los incomodan y prefieren no hablar. Más bien, ella no habla casi nada y cuando lo hace, lo hace con desgano y de forma inexpresiva, con tono similar a Daria Morgendorffer, sólo que Daria no lo hace como si estuviera leyendo.
SIGUE EN SPOILER
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aún así, la película adquiere más velocidad después de las 3 horas; Jeanne va a comprar y hacer otras cosas (como dejar zapatos en reparación) y después atiende a un cliente pero por desgracia y porque sí lo apuñala con una tijera que había en su dormitorio, y desde este punto la trama queda abierta para gusto e imaginación del espectador, donde uno no sabe si eso fue un intento desesperado por salir de la monotonía diaria u otra cosa, porque no se ve un motivo razonable para el asesinato, sino que el hombre hizo lo suyo ( y apenas se mueve!) y no hay pelea de por medio. Al final la trama queda abierta en dónde uno tiene que pensar por qué Jeanne mató a su cliente y qué va a pasar después con el cadáver, su hijo y su vida. Mismas preguntas que le quedan a uno después de ver "Peppermint Frappé" (la obsesión difícil de entender del protagonista por cambiar la apariencia de su asistente para que se parezca a la esposa de su amigo) o "Los 400 Golpes" con Antoine en la playa luego de haber huido del reformatorio, con la diferencia que conocemos más de él que de Jeanne Dielman.
De que hay que verla, hay que verla...a la velocidad que uno crea conveniente (2x para los ansiosos e impacientes como yo o a velocidad normal), donde rescato la novedad del formato (cámara fija y escenas comunes a lo reality), la exposición del ama de casa en su día a día, lo que no quita la extensión innecesaria de escenas sin ningún atractivo ( insisto en que no era necesario repetir tanto las secuencias de pelar papas, lustrar zapatos, empanar carne y armar un sofá) que llegaria a hartar a varios. Es innegable que tiene novedad y es poco común, pero no me termina de convencer para estar de acuerdo con los que hicieron el ranking de Sight & Sound. Ánimo y paciencia para los que la vean!
De que hay que verla, hay que verla...a la velocidad que uno crea conveniente (2x para los ansiosos e impacientes como yo o a velocidad normal), donde rescato la novedad del formato (cámara fija y escenas comunes a lo reality), la exposición del ama de casa en su día a día, lo que no quita la extensión innecesaria de escenas sin ningún atractivo ( insisto en que no era necesario repetir tanto las secuencias de pelar papas, lustrar zapatos, empanar carne y armar un sofá) que llegaria a hartar a varios. Es innegable que tiene novedad y es poco común, pero no me termina de convencer para estar de acuerdo con los que hicieron el ranking de Sight & Sound. Ánimo y paciencia para los que la vean!
5,6
170
6
30 de diciembre de 2024
30 de diciembre de 2024
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uberto Pasolini se pone al mando de esta nueva adaptación de "La Odisea" centrada en el regreso del héroe a ítaca y la superación de sus traumas a causa de la guerra y de los años posteriores fuera de su patria. Al llegar se encuentra con que la tierra se encuentra empobrecida, su esposa Penélope aún lo espera, el palacio está lleno de pretendientes esperando que ella elija un nuevo esposo, y que su hijo Telémaco, al que no conoce, ha partido a averiguar su paradero.
La película cuenta con un montaje austero y simple, que va desde el vestuario de los actores hasta el mismo palacio y los exteriores, a veces dedicando amplios planos a las riquezas de la zona donde se filmó, como Corfú, en especial los bosques, cascadas y playas. También abundan los primeros planos a los personajes, en donde la iluminación en interiores dan mayor protagonismo a las expresiones y miradas en vez de la ambientación, además de varias secuencias sin diálogos.
Ralph Fiennes encarna a un Odiseo atormentado por su pasado que hace que no se reconozca y que dude de quién es; su trauma pesa más que la alegría de volver a Ítaca con su esposa. De esta forma, se siente culpable por su comportamiento en la guerra y teme haberse convertido en un asesino. Juliette Binoche es una Penélope que al principio cree firmemente en que su marido está vivo en algún lugar, pero luego deja aflorar su resentimiento por los crímenes de guerra en una potente escena a solas con Fiennes (sin que ella lo reconozca) llegando a ser un personaje al que le gana la frialdad. Ambos actores se reúnen luego de 28 años de "El Paciente Inglés" y es su tercera película juntos (la otra era "Cumbres Borrascosas" en 1992), por lo que la dupla se convertía en un factor interesante para el espectador, pero que aquí por alguna extraña razón no se completa y ambos parecen fríos y distantes. De los secundarios se destacan Charlie Plummer como Telémaco, que toma peso bastante avanzada la película demostrando una rabia desmedida hacia su padre al que acaba de conocer, Claudio Santamaría como Eumeo, el porquero que rescata a Odiseo y lo aloja en su humilde cabaña y Ángela Molina como Euriclea, la criada de Penélope que reconoce al héroe pero que luego pasa a ser su cómplice.
La película no es una cinta de acción tipo "Furia de Titanes" o "Troya" ni menos se asemeja a las anteriores adaptaciones de "La Odisea" (de 1954 y la miniserie de 1997), sino que la primera mitad se dedica a criticar las guerras, el ataque a la población inocente y a sus perpetradores, mientras que la segunda mitad se convierte en una cacería y un baño de sangre con gran tensión. Por ello, el espectador debe tener paciencia al verla, pues es una cinta carente de acción, dioses y criaturas míticas y se desenvuelve con bastante lentitud. De hecho, si a Odiseo no lo reconocen de inmediato es por su cambio físico, omitiendo la ayuda divina recibida por Atenea para pasar desapercibido y no morir. Puede que no sea un largometraje para todos y para ver más acción habría que esperar la adaptación de Nolan.
LO MEJOR: Ofrece una nueva perspectiva de los últimos cantos de "La Odisea" y es una feroz crítica a las guerras.
LO PEOR: Es un poco lenta y quizás el excesivo maquillaje de Juliette Binoche desentona con la austeridad del montaje. También las extensas críticas del estado físico de los personajes y extras, alegando que la película debería haber sido protagonizadas por actores griegos o que se les pasó la mano en el gimnasio.
La película cuenta con un montaje austero y simple, que va desde el vestuario de los actores hasta el mismo palacio y los exteriores, a veces dedicando amplios planos a las riquezas de la zona donde se filmó, como Corfú, en especial los bosques, cascadas y playas. También abundan los primeros planos a los personajes, en donde la iluminación en interiores dan mayor protagonismo a las expresiones y miradas en vez de la ambientación, además de varias secuencias sin diálogos.
Ralph Fiennes encarna a un Odiseo atormentado por su pasado que hace que no se reconozca y que dude de quién es; su trauma pesa más que la alegría de volver a Ítaca con su esposa. De esta forma, se siente culpable por su comportamiento en la guerra y teme haberse convertido en un asesino. Juliette Binoche es una Penélope que al principio cree firmemente en que su marido está vivo en algún lugar, pero luego deja aflorar su resentimiento por los crímenes de guerra en una potente escena a solas con Fiennes (sin que ella lo reconozca) llegando a ser un personaje al que le gana la frialdad. Ambos actores se reúnen luego de 28 años de "El Paciente Inglés" y es su tercera película juntos (la otra era "Cumbres Borrascosas" en 1992), por lo que la dupla se convertía en un factor interesante para el espectador, pero que aquí por alguna extraña razón no se completa y ambos parecen fríos y distantes. De los secundarios se destacan Charlie Plummer como Telémaco, que toma peso bastante avanzada la película demostrando una rabia desmedida hacia su padre al que acaba de conocer, Claudio Santamaría como Eumeo, el porquero que rescata a Odiseo y lo aloja en su humilde cabaña y Ángela Molina como Euriclea, la criada de Penélope que reconoce al héroe pero que luego pasa a ser su cómplice.
La película no es una cinta de acción tipo "Furia de Titanes" o "Troya" ni menos se asemeja a las anteriores adaptaciones de "La Odisea" (de 1954 y la miniserie de 1997), sino que la primera mitad se dedica a criticar las guerras, el ataque a la población inocente y a sus perpetradores, mientras que la segunda mitad se convierte en una cacería y un baño de sangre con gran tensión. Por ello, el espectador debe tener paciencia al verla, pues es una cinta carente de acción, dioses y criaturas míticas y se desenvuelve con bastante lentitud. De hecho, si a Odiseo no lo reconocen de inmediato es por su cambio físico, omitiendo la ayuda divina recibida por Atenea para pasar desapercibido y no morir. Puede que no sea un largometraje para todos y para ver más acción habría que esperar la adaptación de Nolan.
LO MEJOR: Ofrece una nueva perspectiva de los últimos cantos de "La Odisea" y es una feroz crítica a las guerras.
LO PEOR: Es un poco lenta y quizás el excesivo maquillaje de Juliette Binoche desentona con la austeridad del montaje. También las extensas críticas del estado físico de los personajes y extras, alegando que la película debería haber sido protagonizadas por actores griegos o que se les pasó la mano en el gimnasio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Como curiosidad, Uberto Pasolini y Ralph Fiennes ya habían trabajado juntos en la película "Lawrence Después de Arabia", donde el director figuraba como productor.
11 de enero de 2024
11 de enero de 2024
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A menudo calificada como una secuela no oficial de "Lawrence de Arabia" (1962), esta película para televisión trata el papel de Lawrence en la Conferencia de París (1919) como representante de las tribus árabes y de los británicos en defensa de los intereses de ambos. Esta instancia política se intercala con su pasión por las motos, sus recuerdos en la guerra, la muerte de su padre y su fama como héroe que choca con los intentos de dejarlo como un fraude.
El intento de dar una visión más íntima de Lawrence falla en ciertos momentos al colocar secuencias poco creíbles, como la escena de la francesa en la cama, y que contrastan con otros cuadros más interesantes, como la del encuentro con el soldado o la que ocurre en la casa familiar tras la muerte del padre. Se podría haber dado más hincapié a estas escenas o darle más fundamento a las otras, con la intención de mostrar un poco de carga psicológica.
El drama político queda bien expuesto, al igual que la visión de los militares británicos hacia el protagonista, buscando desacreditarlo constantemente y dejarlo como un fraude, e incluso usando a Gertrude Bell para ello; estos intentos se contraponen con el enorme éxito de los shows con las películas de la rebelión árabe, las que indudablemente coronaron a Lawrence como héroe y leyenda. A la vez, se nos muestra el deterioro de la relación entre Faisal y Lawrence, debido a la creciente desconfianza por parte del líder árabe al ver que la presencia de ambos era inútil en París.
Temas como ambientación, vestuario y música están bien elaborados para una película de televisión y le da credibilidad, aunque tenga pocas escenas exteriores. Respecto al elenco, hay que destacar la actuación de Ralph Fiennes como el complejo Lawrence; además de la ligera semblanza física, lo desempeña de buena manera a pesar que carezca de profundidad psicológica, pero queda bien parado y no caricaturizado como en otras producciones donde aparece este personaje. Por lo demás, la vara estaba (y diría que aún lo está) muy alta tras la actuación de Peter O'Toole y, (creo) que fue el primer trabajo de Fiennes en pantalla, antes de saltar a la fama en "La Lista de Schindler" y "El Paciente Inglés".
Se advierte que la película, al ser un drama político e histórico, no tiene escenas de grandes batallas o de acción, ni tampoco el aura psicológica del Lawrence del 62. No va a faltar quien se aburra con tanta sesión diplomática, así que es recomendable para un espectador quizás muy selecto, ese que de verdad le interese Lawrence o los dramas políticos.
El intento de dar una visión más íntima de Lawrence falla en ciertos momentos al colocar secuencias poco creíbles, como la escena de la francesa en la cama, y que contrastan con otros cuadros más interesantes, como la del encuentro con el soldado o la que ocurre en la casa familiar tras la muerte del padre. Se podría haber dado más hincapié a estas escenas o darle más fundamento a las otras, con la intención de mostrar un poco de carga psicológica.
El drama político queda bien expuesto, al igual que la visión de los militares británicos hacia el protagonista, buscando desacreditarlo constantemente y dejarlo como un fraude, e incluso usando a Gertrude Bell para ello; estos intentos se contraponen con el enorme éxito de los shows con las películas de la rebelión árabe, las que indudablemente coronaron a Lawrence como héroe y leyenda. A la vez, se nos muestra el deterioro de la relación entre Faisal y Lawrence, debido a la creciente desconfianza por parte del líder árabe al ver que la presencia de ambos era inútil en París.
Temas como ambientación, vestuario y música están bien elaborados para una película de televisión y le da credibilidad, aunque tenga pocas escenas exteriores. Respecto al elenco, hay que destacar la actuación de Ralph Fiennes como el complejo Lawrence; además de la ligera semblanza física, lo desempeña de buena manera a pesar que carezca de profundidad psicológica, pero queda bien parado y no caricaturizado como en otras producciones donde aparece este personaje. Por lo demás, la vara estaba (y diría que aún lo está) muy alta tras la actuación de Peter O'Toole y, (creo) que fue el primer trabajo de Fiennes en pantalla, antes de saltar a la fama en "La Lista de Schindler" y "El Paciente Inglés".
Se advierte que la película, al ser un drama político e histórico, no tiene escenas de grandes batallas o de acción, ni tampoco el aura psicológica del Lawrence del 62. No va a faltar quien se aburra con tanta sesión diplomática, así que es recomendable para un espectador quizás muy selecto, ese que de verdad le interese Lawrence o los dramas políticos.
5,5
141
3
10 de noviembre de 2022
10 de noviembre de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película que es mezcla de drama, romántica y comedia que trata sobre un artista que se traslada a una isla australiana en búsqueda de inspiración. Allí conoce a Cora, una joven del lugar que se convierte en su modelo.
James Mason representa nuevamente al maduro interesado en jovencitas, un papel que ya había hecho en "Lolita" y "Georgy Girl", acompañado de una jovencísima Helen Mirren como la bella isleña que desea independizarse lo antes posible de su abuela. Ambos dan actuaciones sólidas, lo que no quita que la película a ratos se vuelva lenta y un poco floja, destacando las escenas entre los protagonistas, donde Cora es una joven huraña y desconfiada, mientras que Brad se replantea su vida hasta ese entonces y busca un cambio.
Entre los secundarios, la cuota de comedia la pone Jack MacGowran ("El Exorcista", "Wonderwall") en el papel de Nat Kelly, el amigo de Brad que llega a quedarse...e incomodar al protagonista. Las escenas entre Nat y la vecina Brad (la pelirroja con el perro) son las únicas que hacen reír en toda la película y rompen un poco el letargo de la trama.
Resalta también los hermosos paisajes de la barrera de coral, potenciados por las pinturas del protagonista y los modelajes de Cora, que constituyen desnudos elegantes; entre estos, destaca la secuencia de buceo.
Por ello, podría decir que esta película les puede interesar a los fanáticos de Helen Mirren, ya que muestra su capacidad como actriz de realizar cualquier papel (cómo olvidar a Cesonia en la polémica "Calígula"!) o a quienes amen las películas con paradisíacas islas como escenario.
James Mason representa nuevamente al maduro interesado en jovencitas, un papel que ya había hecho en "Lolita" y "Georgy Girl", acompañado de una jovencísima Helen Mirren como la bella isleña que desea independizarse lo antes posible de su abuela. Ambos dan actuaciones sólidas, lo que no quita que la película a ratos se vuelva lenta y un poco floja, destacando las escenas entre los protagonistas, donde Cora es una joven huraña y desconfiada, mientras que Brad se replantea su vida hasta ese entonces y busca un cambio.
Entre los secundarios, la cuota de comedia la pone Jack MacGowran ("El Exorcista", "Wonderwall") en el papel de Nat Kelly, el amigo de Brad que llega a quedarse...e incomodar al protagonista. Las escenas entre Nat y la vecina Brad (la pelirroja con el perro) son las únicas que hacen reír en toda la película y rompen un poco el letargo de la trama.
Resalta también los hermosos paisajes de la barrera de coral, potenciados por las pinturas del protagonista y los modelajes de Cora, que constituyen desnudos elegantes; entre estos, destaca la secuencia de buceo.
Por ello, podría decir que esta película les puede interesar a los fanáticos de Helen Mirren, ya que muestra su capacidad como actriz de realizar cualquier papel (cómo olvidar a Cesonia en la polémica "Calígula"!) o a quienes amen las películas con paradisíacas islas como escenario.
6,5
85.289
4
15 de enero de 2024
15 de enero de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Le he dado innumerables oportunidades a esta película pero no puedo con ella, se me hace muy lenta. William Shakespeare tiene serios problemas con su carrera y sufre de un bloqueo que le impide terminar su nueva obra, "Romeo y Ethel, la hija del pirata", pero luego se enamora de Viola de Lesseps, una noble comprometida con Lord Wessex, y eso le inspira a seguir escribiendo.
La idea inicial es buena, pero decae en los diálogos rebuscados que tratan de emular los parlamentos y escritos shakesperianos, quedando algo un poco cursi y cansino. En general saca pocas risas, excepto en la escena donde Will y Viola están en la habitación y la doncella se balancea sin parar en la mecedora, y se hace lenta a ratos. Aún así, la base histórica es buena, principalmente las condiciones del teatro de la época en el que las mujeres no pueden actuar y se abre y cierra constantemente por orden de la reina; a esto se le agrega una excelente ambientación y vestuario que caracteriza de buena manera el período isabelino.
Del elenco, se puede destacar a Geoffrey Rush como el mecenas de Will, y Gwyneth Paltrow en la etérea Viola, que es capaz de jugar con su apariencia y pasar como hombre en el teatro (aunque en el guión el barquero diga que el disfraz no engaña a nadie, excepto al protagonista). Judi Dench aparece poco como la reina Isabel I, Colin Firth como un Wessex que uno siente que le falta algo y queda un poco desabrido, y un Ben Affleck que queda eclipsado. El protagonista, Joseph Fiennes, se ve poco creíble en ese perfil de Shakespeare como niño bonito que pone caras y que pasa corriendo casi la mitad de la película (similar a Forrest Gump); da la impresión que escogieron a este actor de la misma manera que eligieron a Jonathan Rhys Meyers para Enrique VIII (Los Tudor), pero que en este caso no resultó. Incluso es raro que se le llame Will, como que uno no cree que es William Shakespeare, y tampoco se me ocurre qué otro actor pudiera haber hecho el personaje (no coincido con las críticas que preferían al hermano de Joseph para la película).
A mí, ni fu ni fa.
La idea inicial es buena, pero decae en los diálogos rebuscados que tratan de emular los parlamentos y escritos shakesperianos, quedando algo un poco cursi y cansino. En general saca pocas risas, excepto en la escena donde Will y Viola están en la habitación y la doncella se balancea sin parar en la mecedora, y se hace lenta a ratos. Aún así, la base histórica es buena, principalmente las condiciones del teatro de la época en el que las mujeres no pueden actuar y se abre y cierra constantemente por orden de la reina; a esto se le agrega una excelente ambientación y vestuario que caracteriza de buena manera el período isabelino.
Del elenco, se puede destacar a Geoffrey Rush como el mecenas de Will, y Gwyneth Paltrow en la etérea Viola, que es capaz de jugar con su apariencia y pasar como hombre en el teatro (aunque en el guión el barquero diga que el disfraz no engaña a nadie, excepto al protagonista). Judi Dench aparece poco como la reina Isabel I, Colin Firth como un Wessex que uno siente que le falta algo y queda un poco desabrido, y un Ben Affleck que queda eclipsado. El protagonista, Joseph Fiennes, se ve poco creíble en ese perfil de Shakespeare como niño bonito que pone caras y que pasa corriendo casi la mitad de la película (similar a Forrest Gump); da la impresión que escogieron a este actor de la misma manera que eligieron a Jonathan Rhys Meyers para Enrique VIII (Los Tudor), pero que en este caso no resultó. Incluso es raro que se le llame Will, como que uno no cree que es William Shakespeare, y tampoco se me ocurre qué otro actor pudiera haber hecho el personaje (no coincido con las críticas que preferían al hermano de Joseph para la película).
A mí, ni fu ni fa.
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