Redacción El País
Empezó haciendo los sorteos en el programa de basquetbol de su tío en T&C (por eso su Instagram es @lasobrideperez), luego pasó a ser la chica del clima en esa señal. Saltó al Bailando surgieron obras de teatro, presencias en boliches y no paró. Sol Pérez supera hoy los seis millones de seguidores en Instagram y es panelista de Gran Hermano Argentina. El 16 de julio cumple 31 y, por eso, esta nota.

Protagonizó un fuerte altercado con Javier Milei en el programa Las Rubias. El hoy presidente de Argentina planteó su sistema, se enojó por las acotaciones de Sol y le lanzó: “No preciso que seas mi intérprete porque ni sabés de lo que hablo”. Marcela Tinayre, conductora del ciclo, pidió que la respetara, pero siguieron las agresiones, Sol se puso a llorar por unos retuits que Milei había dado, Marcela lo invitó a retirarse de la mesa, y la modelo también se fue, diciendo que no volvería más.

Marcela la apoyó: “Sol, te queremos, te esperamos, tenés toda la razón”. “Con mi trabajo no se mete nadie, todo me lo gané laburando”, se defendió ella en Involucrados.

El 2017 fue su año: pasó de dar el pronóstico al Bailando, y a brillar en Carlos Paz con La isla encantada, junto a Pedro Alfonso y Marcelo Polino. Pero la fama tiene sus contras, y esa temporada tuvo que salir a desmentir un romance con Pico Mónaco: se la acusaba de ser la tercera en discordia en la crisis del tenista con Pampita Ardohain.

“Nunca hubo nada, a Pico lo conozco de ir al programa (Con amigos así), no tengo su número ni él el mío”, declaró en Intrusos. Contó que Pico le pidió perdón y explicó por qué lanzó tuits contra Pampita: le cayó mal que cuando le preguntaron del tema dijera que no pensaba desmentir ni aclarar nada. “Eso me molestó. Después ella aclaró cuando le pareció necesario y ya está”.

El sitio Teleshow le planteó un picante cuestionario de 12 preguntas y ella contestó sin filtro. Las respuestas datan de cuando estaba soltera, ya que en noviembre de 2023 se casó con Guido Mazzoni. En aquel momento, el periodista quiso saber con qué famoso internacional tendría una noche de pasión, y respondió sin titubear:

“Mario Casas me encanta, es el famoso con el que tendría sexo; ese acento, todo me gusta”. Luego le hicieron nombrar a tres famosos argentinos que le parecieran “facheros” y eligió a Luciano Castro, Lucas Velazco y Nicolás Furtado (le erró, porque es uruguayo). En esa misma nota se calificó como un 9 a nivel sexual: “Soy mucho de charlarlo con amigas y en camarines”, confesó.

Siempre fue muy deportista (hacía patín) y en un momento se obsesionó con lo que veía en las revistas y las redes: “Empezó porque era chica, se usaban las revistas donde armabas looks, eran todas flaquísimas y yo toda mi vida hice deporte y siempre tuve mucha masa corporal. Mis compañeras eran todas flacas, altas y yo medía 1,60. Empecé a ir mucho al gimnasio y a seguir a una chica fit con un lomazo tremendo y dije, ‘la clave del éxito es no comer’”, contó en Infobae.

Tenía 16 años y no ingería bocado en todo el día, pero su familia no se enteraba porque iba del colegio a entrenar. Hasta que empezó con desmayos. Finalmente un médico le indicó un tratamiento: “Me daban gotitas para abrir el apetito. Me costaba mucho terminar mi plato. Mi padre me decía, ‘hasta que no lo termines no te levantás de la mesa’. Y se me caían las lágrimas porque no tenía hambre”, relató. El apoyo de sus padres fue clave para superarlo. Sin embargo, confesó que aún le cuesta generar un vínculo sano con la comida.

Se define como justiciera, y era la delegada del curso y la que defendía a sus compañeros, así que apenas terminó el liceo dijo: “Quiero ser abogada”. Se anotó en la Universidad de Buenos Aires (UBA), pero enseguida su tío, Fabián Pérez, le propuso que hiciera los sorteos en su programa de T&C. Y ella, a quien le fascinaba el espectáculo, aceptó chocha (por eso su cuenta Instagram con más de 6 millones de seguidores es @lasobrideperez).

Luego pasó a ser la chica del clima en el canal, la llamaron del Bailando, surgieron las presencias en boliches, las obras y se le complicó. “Hice cinco años en la UBA estaba trabajando muchísimo, tenía temporada de teatro, me quedé libre y dejé”, contó a Infobae. En pandemia retomó la carrera para darle un cierre. Se anotó en la privada Siglo XXI y en abril de 2024 salvó la última materia que le quedaba, y se recibió de abogada. “Volvería a estudiar derecho, me apasiona”, dijo, aunque prefiere los medios.