Dr. Carlos Sarroca Solé | Montevideo
@|Se valora el crecimiento intelectual con el objetivo de ser mejores. Éste avanza desplegándose e incrementándose en lugares impensados del país. Basados en la informática, la inteligencia artificial, la robótica, física, ciencias biológicas y otras, interconectadas en terrenos muy disímiles que han puesto al país en la mira del mundo. Por otro lado, están aquellos aferrados al estatismo y su dependencia a ultranza, causantes del estancamiento.
Ocurre que el tiempo corre y la grieta aumenta. La reticencia es evidente en ciertos rivales de estas lides políticas, quienes critican, pero revelan trivialidades e inconsistencias en sus afirmaciones; con vehemencia para ocultar sus deficiencias. Hasta remedar sujetos de esa categoría, caricaturas del desenfreno y enfrentamiento que apetecen; donde la mejor idea es atacar y desmerecer evitando o careciendo de ideas nuevas o positivas.
Los intentos de confrontar ideas no se concretan. ¿Por rehuir?, ¿o miedo a la incompetencia dialéctica? El pueblo merece que revelen ideas y capacidades defendiéndolas e ilustrando a los futuros sufragantes. No con cánticos, bombos, ni grupos exaltados sin ideas. Los secretismos ya sabemos qué consecuencias desatan. Las realidades están presentes. Una gran parte del Uruguay aprendió cuando se miente y sus resultados en atrasos y desmanes que hay que pagar.
Por lo tanto, volvemos a la expresión: el pueblo quiere saber para decidir en octubre.