Le tocó asumir en momentos complicados en el Partido Nacional. Sustituyó a Pablo Iturralde en la presidencia del Directorio blanco tras conocerse chats comprometedores con el condenado Gustavo Penadés, y a los pocos días de asumir Álvaro Delgado arrolló en las internas y eligió como compañera de fórmula a Valeria Ripoll. En entrevista con El País, Rubio destacó de la exsindicalista —cuestionada al inicio por varios blancos— atributos de cuando estaba “del otro lado del mostrador” y ella conoció como jerarca de la Intendencia de Florida. Dijo que la recuerda como “componedora, abierta al diálogo, conciliadora, (y) dispuesta a acercar las partes”.

-¿Cuál fue su primera reacción cuando se enteró que Valeria Ripoll iba a integrar la fórmula del Partido Nacional?

-Sorpresa, pero alegría también.

-¿Alegría también?

-Sí, alegría. Valeria es una mujer que, si bien ingresó hace poco al partido, defiende con mucha convicción sus posiciones y me parece que al partido siempre le viene bien abrir las puertas y no solo desde las palabras, sino testimonialmente, dando espacio y lugares.

-¿La conocía a Ripoll?

-Tenía un vínculo con ella por su actuación sindical. La recibí en varias oportunidades cuando estaba en la Intendencia de Florida, desde el otro lado del mostrador, porque yo era secretaria general de la comuna. Y tuvimos que negociar en varias instancias con Adeom. También desde el Congreso de Intendentes la recibimos en una oportunidad, en mi nuevo rol ya de secretaria ejecutiva del Congreso.

-¿Cómo era en ese rol? ¿Cómo la recuerda hoy?

-Componedora, abierta al diálogo, conciliadora, dispuesta a acercar las partes, a buscar siempre soluciones en conjunto. Tengo un buen recuerdo de esa instancia.

-¿Optar por una mujer para ocupar la candidatura de la vicepresidencia no es de alguna manera relegar a muchas otras mujeres nacionalistas, siendo que además es una mujer que recién llegó al partido? ¿Qué mensaje cree que se está enviando en ese sentido?

-Puede haber habido compañeros o compañeras que querían posicionar a alguna nacionalista de más tiempo. Pero yo vengo acostumbrada a cómo se trabaja en el interior, en donde las agrupaciones abren sus puertas. Y no necesariamente los que ocupan lugares son los que tienen la antigüedad o la trayectoria de la militancia de años. Quien venga a aportar, a enriquecer, a dar frescura, siempre es bienvenido; eso es querer aggiornarse, abrir las puertas de verdad para crecer, para encantar a nuevos ciudadanos.

-¿Le preocuparon los abucheos e insultos que se dieron en el acto de la Plaza Matriz por parte de la militancia?

-No fueron momentos lindos, por supuesto. Hubiera deseado que no ocurrieran, pero es parte de permitir que todo el mundo se exprese. Hubo sorpresas, no hay que desconocerlo. Los blancos además somos de por sí rebeldes. Pero lo importante es que la amplia mayoría de los blancos que respaldaron a Álvaro Delgado le dieron esa confianza y esa legitimidad para elegir a su compañera.

-¿Qué rol cree que tendría que tener Laura Raffo de aquí en más en el Partido Nacional ahora que quedó desplazada de la fórmula?

-Es muy importante todo el aporte de Laura. Ella misma ya ha expresado que va a empujar y que es más blanca que nunca. Hay iniciativas que ella presentó que tienen que ser consideradas dentro del equipo que está coordinando el plan único del gobierno nacional. Ella está comprometida, así lo ha manifestado, y va a tener su espacio para trabajar y para empujar por esta fórmula desde el lugar que ella elija.

-¿Es complicado el punto de partida de esta fuerza partida ahora que se inicia la carrera hacia octubre, dado el histórico bajo nivel de votación interna?

-No, creo que no. Es cierto que tuvimos una baja votación que fue producto de muchas cosas. De hecho, por lo que daban las encuestas, la interna no iba a ser muy competitiva, porque ya se veían algunas preferencias bastante marcadas que pudieron haber incidido en la baja votación. No necesariamente es una proyección de cómo se va a votar en octubre. Al contrario, lo que nosotros vemos es un gran apoyo al gobierno, un ánimo de continuismo.

Foto: Francisco Flores

-¿Pablo Iturralde renunció porque comprendió el error de intentar influir en la Fiscalía para que se designe una fiscal en el caso de Penadés o porque eso se hizo público?

-A ver, todos conocimos eso a partir de que se hizo público. Antes había sido una conversación privada. Pero fue una conversación; importa, más allá de lo que se dice, lo que se hace. No hubo efectivamente una interferencia ni un intento de presionar ni nada, pero Pablo consideró que lo mejor era renunciar. Y nosotros entendimos que esa conversación o lo que dejaba entrever había sido un error desafortunado y por tanto se aceptó esa renuncia.

-¿Ha hablado con Fernando Pereira?

-No, no hablamos. Yo he tratado de trabajar mucho la interna; va a haber oportunidades, pero no hemos intercambiado.

-¿Qué rol cree que está teniendo Pereira como presidente del Frente Amplio

-Ha tenido un rol de articulación que, en esta campaña interna, me parece que fue importante.

-¿Qué piensa de las alusiones que hace permanentemente sobre el Partido Nacional, reduciéndolo a la definición de “herrerismo”?

-Son visiones equivocadas. El herrerismo es un sector, pero tenemos un wilsonismo, tenemos representantes más de centro e incluso algunos actores que son exfrenteamplistas.

-¿Cree que le está faltando al sistema público uruguayo en general que las mujeres lleguen en primer plano de decisión?

-Sí, sí. Falta todavía. Se ha trabajado mucho, vino bien la ley de cuotas, pero hay que seguir insistiendo en generar oportunidades para que las mujeres se puedan desempeñar en cargos políticos como en la actividad privada.

-¿Estaba de acuerdo con la ley de paridad que promovió sin éxito la senadora Gloria Rodríguez?

-No lo sé, pero sí estoy de acuerdo con aquellos mecanismos que ayuden a que las mujeres tengan mayor participación en la vida pública.