Redacción El País
La discriminación interpersonal no solamente impacta en el bienestar emocional y psicológico, sino que también puede acelerar los procesos naturales del envejecimiento, según un estudio reciente realizado por la Escuela de Salud Pública Global de la Universidad de Nueva York.
Publicado en la revista Brain, Behavior & Immunity - Health, este estudio arroja luz sobre cómo el trato discriminatorio diario puede desencadenar cambios moleculares que aceleran el envejecimiento biológico.
El estudio se centró en los efectos de la discriminación diaria, que incluye una gama de experiencias negativas desde comentarios despectivos hasta acciones discriminatorias más sutiles. Los investigadores encontraron que estas experiencias pueden generar un estrés crónico, el cual tiene un impacto significativo en la salud física. Este estrés crónico, según el estudio, está vinculado a la activación de ciertos procesos moleculares que aceleran el envejecimiento celular.
Los hallazgos indican que el estrés y la depresión provocados por la discriminación son factores clave en la aceleración del envejecimiento. Estos factores desencadenan respuestas inflamatorias y alteran los mecanismos de reparación del ADN, lo que conduce a un envejecimiento prematuro de las células. Este envejecimiento celular prematuro está relacionado con una mayor incidencia de enfermedades crónicas y una disminución en la esperanza de vida.
La doctora April Thames, autora principal del estudio, comentó: “Nuestros resultados subrayan la necesidad de abordar la discriminación como un problema de salud pública. No solo afecta el bienestar mental y emocional, sino que también tiene consecuencias profundas y duraderas en la salud física.” Esta investigación aporta evidencia de que las políticas y prácticas discriminatorias no solo son social y moralmente incorrectas, sino que también tienen impactos tangibles en la salud física de las personas afectadas.
Este estudio se suma a una creciente evidencia que señala los peligros del estrés crónico en la salud. Un informe de la American Heart Association también destaca que el racismo estructural es una causa fundamental de las disparidades de salud en Estados Unidos. El doctor Keith Churchwell, del Hospital Yale New Haven, explica que “el racismo provoca estrés, depresión y daños acumulativos en el cuerpo y el cerebro,” lo que refuerza los hallazgos del estudio de la Universidad de Nueva York.