ESPAÑA
Política

Podemos y Sumar presionan a Sánchez y elevan sus exigencias para aprobar los Presupuestos

Exigen una reforma fiscal, rebajar por ley el precio de la vivienda y romper con Israel

Isa Serra, Catarina Martins, Jeremy Corbyn, Ione Belarra, Irene Montero, Rima Hassan y Pablo Fernández, ayer, en la 'Uni de Otoño' de Podemos.
Isa Serra, Catarina Martins, Jeremy Corbyn, Ione Belarra, Irene Montero, Rima Hassan y Pablo Fernández, ayer, en la 'Uni de Otoño' de Podemos.Sergio Enríquez-Nistal
Actualizado

Las dos formaciones a la izquierda del PSOE -Podemos y Sumar, esta última socia minoritaria del Gobierno- están decididas a vender caros sus apoyos para sacar adelante el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2025, que permitiría a Pedro Sánchez asegurar la continuidad de la legislatura.

La plataforma encabezada por Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, y el partido morado liderado por Ione Belarra, coincidieron ayer en poner sobre la mesa el precio que reclaman a cambio de respaldar con sus votos las futuras cuentas del Estado.

Ambos partidos hacen hincapié en sus exigencias justo cuando el Gobierno, siempre a la espera de que Junts y ERC solventen sus respectivos congresos y aclaren sus proyectos y liderazgos, ha empezado a sondear a algunos aliados parlamentarios a fin de tener a punto el proyecto de cuentas públicas para remitirlo en el momento oportuno al Congreso de los Diputados.

Desde Sumar, fuentes autorizadas explicaron que el acuerdo sobre una reforma fiscal, su principal condición para dar apoyo a los Presupuestos, «está lejos» de conseguirse «por diferencias clave en asuntos que deben permitir a España avanzar en justicia fiscal».

La formación de Díaz recuerda haber sido «muy clara desde el principio» defendiendo el principio de que «un Estado emprendedor se tiene que financiar con un importante esfuerzo fiscal que debe recaer exclusivamente sobre los hombros de quienes más tienen, es decir, las grandes fortunas y los oligopolios».

En este sentido, reclaman como innegociable hacer «permanente» e incluso «reforzar» los impuestos a la banca y a las compañías energéticas. «Desde Sumar», advierten, «no aceptaremos que el PSOE renuncie a la permanencia de estos impuestos y tampoco aceptaremos que se diluyan reduciendo su recaudación para favorecer a la banca y al oligopolio energético». La plataforma de Yolanda Díaz asegura estar decidida a «no retroceder» en esta materia que considera «esencial».

Podemos por su parte también ha dejado claras algunas de las reclamaciones que considera líneas rojas y sin las cuales no dará respaldo parlamentario al Gobierno de Pedro Sánchez. En el acto de apertura de la Uni de Otoño, la secretaria general de la formación morada y portavoz de la misma en la Cámara Baja, Ione Belarra, lanzó un claro aviso al presidente del Ejecutivo: sólo tendrá el respaldo de los cuatro votos de Podemos si rompe relaciones con el Estado «genocida y asesino» de Israel y, además, aprueba por ley una rebaja del precio de la vivienda.

"Lacayos de los especuladores"

Belarra hizo hincapié en que el «mayor patriotismo» se demuestra defendiendo los servicios públicos y al hilo de esta afirmación acusó a PP y PSOE de ser «desde hace décadas lacayos de los especuladores».

En este sentido, la demanda de los morados pasa por «sacar la vivienda del mercado» y «bajar su precio por ley».

Del mismo discurso se hizo eco la ex ministra de Igualdad y ahora eurodiputada, Irene Montero, para quien ha llegado el momento de luchar contra un «sistema neoliberal y capitalista que agoniza y sólo trae pobreza, machismo y destrucción del planeta».

Ella, más que Belarra, insistió en la exigencia de romper relaciones con Israel. «El PSOE y el PP», dijo, «mantienen que Israel es un Estado amigo y apoyan la complicidad de Europa y EEUU con los genocidas y asesinos». Montero fue más allá y responsabilizó directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de no ser capaz de romper con Israel, de pagar a terceros países para que devuelvan al desierto a los inmigrantes que tratan de entrar en España y de «aplaudir con las orejas a fondos buitre como BlackRock cuando se queda con las viviendas de la gente». «Quien hace negocio con un derecho como el de la vivienda es un ladrón», clamó antes de exigir, como Belarra, bajar por ley el precio de las casas y prohibir a los «buitres» comprarlas.

Todas estas demandas tendrán que ser negociadas por el Gobierno si quiere conseguir los apoyos suficientes para aprobar los Presupuestos. No será una labor fácil porque a estas exigencias se suman las de los restantes grupos parlamentarios y enfrente se encuentra un bloque de oposición muy potente que tiene garantizados como mínimo 171 votos. Sólo con que Podemos se uniera al bando del no, las cuentas públicas no saldrían adelante. Sánchez, aun con el respaldo finalmente previsible de Sumar más el de ERC, Bildu, PNV y BNG sólo sumaría 166 respaldos.

Los siete diputados de Junts, dirigidos desde Waterloo por Carles Puigdemont, serán hueso duro de roer así como los cuatro de Podemos. Tampoco puede contar con el voto de José Luis Ábalos, al borde de la imputación, ni tiene asegurado el de Coalición Canaria que fácilmente podría situarse en el bloque de oposición.

Ataques a los jueces

Marchena. Irene Montero arremetió contra el magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena, situándolo a la cabeza de una facción «reaccionaria» a la que atribuye estar dando «un golpe contra la democracia».

García-Castellón. También atacó al ex magistrado Manuel García Castellón por demandar a Belarra y exigirle 240.000 euros por llamarle «corrupto y prevaricador».