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Revista Argentina de Clínica Psicológica 2019, Vol. XXVIII, N°4, 461-470 DOI: 10.24205/03276716.2019.1122 461 EL SEXTING Y SU RELACIÓN CON LOS ESQUEMAS TEMPRANOS DE INADAPTACIÓN EN ADOLESCENTES S EXTING AND ITS RELATIONShIP wITh EARLy MALADAPTIVE SChEMES IN ADOLESCENTS Cesibel Ochoa Pineda1, Cayetano Aranda Torres2, Tesifón Parrón Carreño2 y Raquel Alarcón Rodríguez2 Resumen El objetivo de este estudio es analizar cómo influyen los Esquemas Tempranos de Inadaptación (ETI) en la práctica del sexting, tomando como muestra una población de 609 estudiantes de secundaria de Cuenca (Ecuador). La escala de Young (alfa de Crombach de 0,91) fue usada para identificar los ETI, y un cuestionario sobre sexting. En este estudio, la prevalencia de esta práctica asciende al 52,2%. Los adolescentes que intercambiaban material sexual a través de dispositivos electrónicos presentaron los siguientes factores asociados al sexting: abandono (p<0,001), insuficiente autocontrol/autodisciplina (p<0,001), desconfianza/abuso, (p<0,037), deprivación emocional (p<0,005), autosacrificio (p<0,028), estándares inflexibles 1/autoexigencia (p<0,005) y derecho/grandiosidad (p<0,001). Se considera como factor protector, al uso de anticonceptivos y el ser hombre; un importante factor de riesgo es el embarazo. Palabras clave: Sexting, Adolescencia, Sexualidad, Esquemas tempranos de inadaptación. Abstract The objective of this study is to analyze the influence of the Early Inadaptation Schemes (EIS) on the practice of sexting, taking as a sample a population of 609 high school students from Cuenca (Ecuador). The Young scale (Cronbach's alpha 0.91) was used to identify the EIS, and a questionnaire on sexting. In this study, a 52.2% prevalence of this practice was observed. Teenagers exchanging sexual material through electronic devices have experienced the following factors associated with sexting: abandonment (p <0.001), insufficient self-discipline (p <0.001), distrust, abuse, (p <0.037), emotional deprivation (p <0.005), self - sacrifice (p <0.028), inflexible standard 1 / self-demand (p <0.005) and grandiosity (p <0.001). Contraceptive use is considered as a protective factor, as well as being male; an important risk factor is pregnancy. Key words: Sexting, adolescence, Sexuality, Early Inadaptation Schemes. Recibido: 24-01-18 | Aceptado: 27-04-18 INTRODUCCIÓN Se considera sexting el envío de material sexual a través de medios electrónicos (Ahern, y Mechling, 2013; hua, 2012); este fenómeno se ha convertido en una forma habitual de relación erótica entre adolescentes. El acceso sin restricciones de muchos adolescentes a internet puede llevar a una serie de peligros que deben ser evitados (Montiel, Carbonell y Salóm, 2014), dado que este sector de la población no es plenamente consciente de los riesgos a los que se expone. Gordon-Messer, Bauermeister, Grodzinski y Zimmerman (2013) enfatizan que la mayor 1 Universidad del Azuay, Ecuador. 2 Universidad de Almería, España. E-Mail: cochoa@uazuay.edu.ec REVISTA ARGENTINA DE CLÍNICA PSICOLÓGICA XXVIII p.p. 461-470 © 2019 Fundación AIGLÉ. parte de historias negativas relacionadas con este fenómeno se dan entre preadolescentes y adolescentes. El motivo es claro: la difusión sin consentimiento de un material puede desencadenar aislamiento, culpa, rechazo, acoso entre adolescentes (Cooper, Quayle, Jonsson y Svedin, 2016). ybarra y Mitchel (2014) manifiestan que un gran número de menores de edad que practican sexting poseen serios problemas de autoestima y autoconcepto (yang, Sato, yamawaki y Miyata, 2013). Un aspecto clave que se ha encontrado además del riesgo sexual, es su asociación a conductas adictivas, o una “victimización de abuso físico o acoso cibernético” (Dake, Price, Maziarz y ward, 2012), que consiste en tendencias depresivas y riesgo suicida, más frecuente entre mujeres, por la vergüenza y la humillación que experimentan (Birjalal y Mungroo, 2012; Gordon- REVISTA ARGENTINA Vol. XXVIII 4 NOVIEMBRE 2019 DE CLÍNICA PSICOLÓGICA 462 CESIBEL OCHOA PINEDA, CAYETANO ARANDA TORRES, TESIFÓN PARRÓN CARREÑO Y RAQUEL ALARCÓN RODRÍGUEZ Messer et al., 2013). Sexting y comportamientos de riesgo: Rice et al. (2012) determinaron que esta práctica propicia conductas sexuales imprudentes en menores de edad. Ello está corroborado por otros hallazgos entre los que destaca la asociación de sexting con una mayor participación en actos sexuales orales y anales, propensión a tener múltiples parejas y contacto sexual sin protección (Benotsch, Snipes, Martin y Bull, 2013; Dake et al., 2012). Por otro lado, la audiencia imaginaria (Elkind y Bowen, 1979), explica por qué revelar la vida íntima puede ser el motivo primordial de su vida. Esta nueva forma de expresión se ha denominado “extimidad”, una suerte de “soy visible, luego existo” (Sibilia, 2008, p.22). Las consecuencias abarcan un cúmulo de situaciones, desde la violencia psicológica, agresiones físicas, experiencias sexuales no deseadas, hasta la revelación y difusión de la información o la predisposición a acciones coercitivas derivadas del cibergrooming (Lacombe, 2010). El tipo de interacciones a qué nos referimos, como se ha visto, reduce las inhibiciones en el ciberespacio y puede producir una falsa identidad (Zimbardo, 1969). La autorrevelación se da por el proceso acelerado de la actualización tecnológica y la capacidad disminuida de los padres para educar en sexualidad, sumado a la alta capacidad de los adolescentes de interactuar on line (Kuss, Griffiths y Binder, 2013). Perfiles de los practicantes de sexting: Adicionalmente, entre los adolescentes que practican sexting se han identificado perfiles de personalidad caracterizados por un marcado narcisismo y culto a la imagen, puntuaciones altas en neuroticismo y baja estabilidad emotiva (Dong, wang, yang et al., 2013; Kuss et al., 2013), elevada búsqueda de sensaciones, apertura a nuevas experiencias (Kuss et al., 2013), niveles elevados de impulsividad (Lin, Ko y wu, 2011; wu et al., 2013) y bajas puntuaciones en afabilidad (Kuss et al., 2013). Variables cognitivas como la baja capacidad de autorregulación y autocontrol (Gámez-Guadix, Orue y Calvete, 2013), habilidades de gestión emocional disminuidas (Carbonell et al., 2012) y la carencia de habilidades de resolución de problemas (Kuss et al., 2013), profundizan la problemática que se pueda generar por esta práctica. El sexting está directamente relacionado con alta impulsividad, abuso de sustancias, alteraciones del estado de ánimo (depresión y ansiedad) y conductas de alto riesgo (Lin et al., 2011; Temple et al., 2014). Estudios en Europa concluyeron que las condiciones emocionales y psicosociales implicadas eran negativas durante la adolescencia, generando problemas y conductas que comprometen la salud física y mental (Van Ouytsel, walrave, Ponnet, y heirman, 2014; Ricketts, Maloney, Marcum y higgins, 2015). A la vista de lo referido, el motivo de este estudio es analizar la incidencia de este fenómeno y, a la vez, comparar los esquemas tempranos inadaptados de los adolescentes de secundaria que practican sexting, con los que no lo hacen, para describirlo de mejor manera. METODOLOGÍA Diseño: Estudio observacional, transversal. Población de estudio: 609 adolescentes de entre 15 a 18 años (hombres y mujeres), de la ciudad de Cuenca (Ecuador). Criterio de inclusión: desear participar de forma voluntaria en la investigación y que cursen los tres últimos años de bachillerato. Muestreo: Se muestreó sobre una población de 1200 alumnos de primero a sexto de bachillerato, de la zona austral del Ecuador. Consideraciones éticas: Los/as adolescentes fueron informados de los objetivos y alcances de la investigación. Se obtuvo la autorización de los directivos del colegio y de padres. Instrumentos Cuestionario sobre sexting (Fajardo, Gordillo y Regalado, 2013): El instrumento utilizado consiste en una adaptación de dos cuestionarios. El primero fue elaborado por Vagace (2013) para evaluar cómo el sexting afecta la convivencia entre estudiantes de secundaria; el segundo es el denominado Cuestionario sobre Tecnología y Sexualidad (CTS) que se derivó de la traducción y adaptación al español del cuestionario Sex and Tech construido por The National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy (2008), bajo la responsabilidad de una asociación no gubernamental norteamericana. Esta herramienta consta de 45 ítems en escala Likert. Su intención es identificar qué opinan los adolescentes respecto del envío y recepción de mensajes, vídeos o imágenes con contenido sexualmente explícito a través de teléfonos celulares, internet u otro medio audiovisual. Según el proceso validación obtuvo un Alfa de Cronbach de 0,752 (Fajardo et al., 2013). young Schema Questionnaire Long Form (young, 1990): Esta herramienta parte de una serie de revisiones realizadas sobre la segunda edición del young Schema Questionnaire Long Form (ySQ - L2), que plantea 205 ítems y evalúa dieciséis esquemas (young, 1999). En la presente versión (Castrillón et al., 2005) se analizan a través de 45 ítems los siguientes 11 factores: abandono, insuficiente autocontrol/autodisciplina, desconfianza/abuso, deprivación emocional, vulnerabilidad al daño y a la enfermedad, autosacrificio, estándares inflexibles 1, estándares inflexibles 2, inhibición emocional, derecho, entrampamiento. No están presentes en esta escala tres esquemas como la búsqueda de REVISTA ARGENTINA Vol. XXVIII 4 NOVIEMBRE 2019 DE CLÍNICA PSICOLÓGICA EL SEXTING Y SU RELACIÓN CON LOS ESQUEMAS TEMPRANOS DE INADAPTACIÓN EN ADOLESCENTES aprobación/búsqueda de reconocimiento, negatividad/vulnerabilidad al error y la condena, propias versiones anteriores. Para Castrillón et al. (2005), el análisis de consistencia interna para cada uno de los factores, osciló entre 0,71 y 0,85 y un alfa de Cronbach global de 0,91. Para medir cómo se comportaba el test en nuestra población de estudio, se realizó análisis de fiabililidad, obteniéndose un alfa de Cronbach de 0,933 para el valor global y los siguientes para cada factor: abandono (0,87), insuficiente autocontrol/autodisciplina (0,84), desconfianza/abuso (0,78), deprivación emocional (0.73), vulnerabilidad al daño y a la enfermedad (0,84), autosacrificio (0,82), estándares inflexibles 1 (0,77), estándares inflexibles 2 (0,75), inhibición emocional (0,75), derecho (0,62) y entrampamiento (0,65). Tras el pilotaje se procedió a pasar las encuestas mediante la plataforma de Google. Los datos recogidos fueron analizados con el programa estadístico SPSS versión 21.0. Se realizó análisis descriptivo, bivariante y multivariante, este último mediante regresión logística binaria. Como medida de asociación se utilizó OR con intervalos de confianza (IC) del 95% y la significación estadística fue de p<0,05. RESULTADOS Datos generales de los participantes: La media de edad fue de 16,10 años con una D.E. de 0,91, un máximo de 18 años y un mínimo de 15. El 68,6% eran mujeres y la mayor parte (39,1%) estudiaba Primero de Bachillerato. La mayoría convive con los padres (68,8%). El 78,5% iniciaron su vida sexual, a una edad media de 14,78 años con una D.E. de 1,78. El más joven a los 9 años y el mayor a los 18. El 88,5% de forma consentida, pero un 6,6% manifestó que fue forzada. La mayor parte no usaba métodos anticonceptivos (79,8%) y el 95,9% no ha tenido embarazos. En general no tienen relaciones sexuales con regularidad (91,5%). Conocimientos, motivaciones y prevalencia y edad de la práctica de sexting: Para ellos el sexting se implica el intercambio de fotos o videos íntimos con un 58,3. El 88% manifiesta que considera pornografía las imágenes intercambiadas. El medio de difusión más utilizado fue internet (72,1%), seguido por el celular (21,2%). Opinaron que los adolescentes son la población más dispuesta para la práctica de sexting (88%). Como causas por las que se practicaba resaltaron como más frecuentes llamar la atención (40,6%) y la seducción (21,8%). La edad de práctica la sitúan entre los 16 a 20 años (44,8%) y entre los 14 a 16 años (40,9%). La práctica muy frecuente solo se dio en el 6,1%, pero el 41,2% de los adolescentes lo realizaba de forma “no muy frecuente”. Los adolescentes están de acuerdo que se comportan más atrevidos/as de lo habitual a través de las redes sociales (50,2%). El 54,5% está de acuerdo con que el envío de material sexual se da por atraer la atención. Repercusiones del sexting, acoso y presión: Un 30,9% de los adolescentes se han sentido acosados alguna vez en su vida y de ellas el 45% no acudió a nadie a solicitar ayuda a pesar que opinaron que el sexting puede provocar insultos (21,3%) y depresión (20,5%). El 24,5% de los/as adolescentes han sido acosados/as por un adulto a través de las redes sociales. Los adolescentes están muy de acuerdo (55,7%) con que el sexting sea visto como algo peligroso, frente a un 9,4% que lo considera como algo inofensivo. Los adolescentes están en desacuerdo en que exista presión entre pares (37,9%), pero el 44,5% piensa que el material sexual producido pueda ser visto por otras personas. La mayor parte (35,5%) piensa que no es muy frecuente la distribución en redes sociales; sin embargo, el 28,2% afirma que es algo frecuente. En lo concerniente a las repercusiones legales del sexting el 48,8% estuvo de acuerdo con que sí es un delito; para un 4,4%, no, porque creen que es algo inofensivo. Consideran que el envío de material sexual se da por presión de la pareja (52,4%) y que ello daña su reputación (64,4%) pudiendo meterlos en problemas (40,9%). Por otra parte, están muy de acuerdo con que el envío de material sexual podría afectarlos emocionalmente (60,3%), generar escarnio y burlas (56,8%), además de sentir arrepentimiento en un futuro (49,6%). Prevalencia de la práctica de sexting: El 8% de los adolescentes manifiestan haber practicado sexting con adultos de modo consensuado. El 52,2% de los adolescentes manifiestan haber practicado sexting en algún momento de su vida. Según la Tabla 1. las mujeres practican 2 veces más sexting que los hombres, siendo esas diferencias estadísticamente significativas con un Chi cuadrado = 17,22 (p<0,001); OR 2,08 (I.C. 95% 1,46-2,94). Asociación entre esquemas tempranos de inadaptación y sexting: Como lo ilustra la Tabla 2, la media de puntuación, tanto de forma conjunta como por sexos es menor entre los que practican y los que no, siendo estas diferencias estadísticamente significativas (p<0,001), tanto para el total como para las mujeres y de 0,041 en el caso de los hombres. De un modo más específico, los esquemas asociados al sexting son los siguientes: abandono (p<0,001), insuficiente autocontrol/autodisciplina (p<0,001), desconfianza/abuso, (p<0,037), deprivación emocional (p<0,005), autosacrificio (p<0,028), estándares inflexibles 1/autoexigencia (p<0,005) y derecho/grandiosidad (p<0,001). REVISTA ARGENTINA Vol. XXVIII 463 4 NOVIEMBRE 2019 DE CLÍNICA PSICOLÓGICA 464 CESIBEL OCHOA PINEDA, CAYETANO ARANDA TORRES, TESIFÓN PARRÓN CARREÑO Y RAQUEL ALARCÓN RODRÍGUEZ Tras el análisis de regresión logística se han determinado como factores de riesgo la edad de inicio de la vida sexual y una puntuación elevada en privación emocional. Ser hombre es un factor protector, así como el uso de anticonceptivos. Al realizar el análisis de regresión logística al grupo de las mujeres (con las mismas variables excluido el sexo) se concluye que el sexting está asociado con los siguientes factores de riesgo: embarazo (OR: 40.344), puntuación elevada en autosacrificio y en estándares inflexibles 2. El aborto es un factor protector. En el caso de los varones, se evidencia que el sexting está relacionado con la alta deprivación emocional como factor de riesgo (ver Tabla 3.). DISCUSIÓN El sexting es una práctica que se va generalizando en la adolescencia. Sin ánimo de patologizarla, más bien de conocer los patrones predictivos de la misma, esta investigación se ha enfocado a determinar si existe relación entre la práctica de sexting y los esquemas tempranos de inadaptación. Prevalencia, género, motivaciones y edad de práctica: La prevalencia de este fenómeno en la población de estudio fue de 52,2%. Al respecto, Fajardo et al., (2013) manifiestan que los/as chicos/as no suelen reconocer su participación en actos de sexting. Esto se confirma, por ejemplo, con el estudio de Van Ouytsel et al. (2014a) quienes refieren que solo el 11,1% reconoce haberse involucrado en esta práctica. Investigaciones revisadas han encontrado diversos porcentajes que indican que el fenómeno va en aumento (ver Doornwaard, Bogt, Reitz y Eijnden, 2015; Mitchell, Finkelhor, Jones y wolak, 2012; Strassberg, McKinnon, Sustaíta y Rullo, 2013; Strassberg, Rullo, y Mackaronis, 2014). Esta investigación evidencia que el sexting asciende al 52,2%. En cuanto a la edad promedio de los hombres y mujeres, se sitúa entre los 15 y 16 años. Es así que el sexting podría ser un factor que propicia la iniciación sexual temprana (factor de riesgo encontrado en este estudio), pese a sus inconvenientes (Strassberg et al., 2014). Es interesante observar que las mujeres lo practican dos veces más que los varones. La literatura refiere que ellas son más proclives, dada la generalizada normalidad en los medios de comunicación de una estereotipada ultraexposición de la figura femenina que deforma la verdadera imagen de las mujeres reales (Fajardo et al., 2013; Gordon-Messer, 2013; Temple et., al. 2014; Quayle y Jones, 2011). Sin embargo, debido a este nuevo modo de experimentar la sexualidad, autores como harvey y Ringrose (2015) consideran que los chicos, están en una continua búsqueda de su propia masculinidad a través de la autorepresentación en las redes sociales. De la misma manera, Delevi y weisskirch (2013) su- gieren que los varones son más propensos a esta práctica en una relación romántica e, incluso, miran al sexting como una clara oportunidad de encontrar citas, reafirmarse sexualmente (Doornwaard et al., 2015) o, incluso, elaborar sus propios videos sexuales de modo amateur (O'Sullivan, 2014). Con los resultados obtenidos, se evidencia que lo hacen por atraer la atención y verse atractivos como lo confirman varios estudios revisados (ver Cooper et al., 2016; Fajardo et al., 2013; Menjivar, Ochoa, 2010; Sibilia, 2008) que argumentan que estas son las principales causas que motivan esta práctica. Sexting: Presión de los pares vs. presión de la pareja: Contrariamente a lo esperado, la presión de los pares no es una razón importante para practicar sexting entre los adolescentes evaluados; tal parece que lo hacen como un medio para divertirse y hacer valer sus cualidades o gastar bromas y chistes (Mitchell et al., 2012); sin embargo, Van Ouytsel, Van Gool, Ponnet y walrave (2014b) consideran que la presión de los pares sí es un factor predisponente, mientras este estudio demuestra lo contrario. Sexting y acoso sexual: Dentro de los principales resultados queremos enfatizar que los estudiantes se han visto en una situación de acoso e incomodidad sexual, esto nos lleva a suponer que los adolescentes en general están en mayor riesgo de ataques sexuales, tal como lo confirman Mitchell et al. (2012) y Ricketts et al. (2015). Por otro lado, un buen número de los adolescentes encuestados afirmaron haber conocido a alguien que ha sido acosado sexualmente por redes sociales o directamente por medio de sus propios celulares. Esto resulta relevante, por la alta prevalencia de acoso cibernético actual (Lacombe, 2010; Montiel et al., 2014). De los datos resultantes, son los desconocidos, docentes, familiares o amigos quienes ejercen coerción sobre los adolescentes; además, la gran mayoría no se apoyaría en nadie para solicitar ayuda, lo que concuerda con varios estudios que afirman que estas prevalencias van en aumento por la evitación del castigo, el mito de la invisibilidad y el derrotismo, la incomprensión, el bloqueo emocional y la huida, por la falta de precaución y de supervisión parental (ver Carbonell et al., 2012; Montiel, Robredo y Carbonell, 2010; Montiel et al., 2014). Práctica de sexting entre adultos y adolescentes: El 8% del total de los adolescentes ha practicado sexting con personas adultas con su consentimiento. Este fenómeno podría ser consecuencia de la relativa normalización de los juegos y conductas sexuales de los/as chicos/as con adultos (henderson, 2011; Sibilia, 2008; Silva, Teixeira, Vasconcelos-Raposo y Bessa, 2016); esta situación se podría analizar desde la propuesta de Elkind y Bowen (1979), de la creencia de invulnerabilidad REVISTA ARGENTINA Vol. XXVIII 4 NOVIEMBRE 2019 DE CLÍNICA PSICOLÓGICA EL SEXTING Y SU RELACIÓN CON LOS ESQUEMAS TEMPRANOS DE INADAPTACIÓN EN ADOLESCENTES tanto de los adolescentes como de determinados adultos (haynes, 2012). Autores como Ringrose, Gill, Livingstone y harvey (2012), explican, de modo general, que la principal amenaza que perciben los adolescentes proviene de sus compañeros/as y no de las personas desconocidas que se pueden encontrar en la red; por ese motivo. Por ello, se sugiere que esta práctica los expone a cualquier tipo de abuso y, consecuentemente, de extorsión y acoso en línea. Riesgos percibidos a la hora de practicar sexting: Los encuestados están muy de acuerdo con que podrían decepcionar a su familia y amigos; conocen que el envío de videos eróticos propios podría meterlos en problemas en su centro educativo. Sin embargo, estas conductas prevalentes se manifiestan de modo común entre ellos, y al respecto vale reiterar la visión de invulnerabilidad presente (Elkind y Bowen, 1979). Adicionalmente, quienes lo practican regularmente afirman que se verían afectados emocionalmente si este material fuera de dominio público. Tienen la convicción de que sentirían vergüenza y claramente podrían arrepentirse en el futuro. Estos hallazgos entran en consonancia con lo expresado por varios autores (Dir, Coskunpinar, Steiner y Cyders, 2013; O' Sullivan, 2014) quienes están de acuerdo con la idea de que los/as adolescentes tiene pleno conocimiento sobre los riesgos propios del mal uso de las tecnologías. Las investigaciones han demostrado que son las mujeres quienes se ven más perjudicadas, también ponen de manifiesto que los varones se ven lastimados por este motivo (harvey y Ringrose, 2015; Ringrose et al., 2012). De manera más específica, el presente estudio evidencia los riesgos a nivel emocional. Esta apreciación general se ve confirmada por varios estudios que aseguran que la consecuencia principal de esta forma de comportamiento generaría en depresión y riesgo suicida (Van Ouytsel et al., 2014b; Kuss et al., 2013); a ello se suma, el escarnio público y el acoso del que serían víctimas al verse inmiscuidos/as en los problemas relacionados con la difusión masiva de sus fotos o videos. Adicionamente, ambos sexos creen que los insultos, la violencia psicológica, agresiones físicas y experiencias sexuales no deseadas son la consecuencia de este hábito, datos que ya han sido corroborados en diversas publicaciones (Ringrose et al., 2012; Van Ouytsel et al., 2014a; wolak, Finkelhor y Mitchell, 2012). Sexting y esquemas tempranos de inadaptación. Sexting y abandono: Según los hallazgos de presente estudio, en el factor “abandono” se observa una asociación con el sexting (p<0,001). Este factor tiene relación significativa con la ansiedad y la depresión, por el temor al aislamiento de las personas queridas, que han otorgado un vínculo o apoyo es- peciales. Tal como viene recogido en la literatura científica (Kuss et al., 2013), los adolescentes, dado el bajo apego a sus padres y la baja educación en sexualidad, se verían abocados a esta práctica. Por otra parte, existiría una motivación subyacente para la práctica de sexting: evitar el abandono real o imaginario de su pareja. De esta forma, la presencia de esta variable resulta importante ya que indicaría porqué existe una afectación negativa derivada de esta práctica en la adolescencia (Van Ouytsel et al., 2014a). La revisión respecto de esta variable nos indica que existe la necesidad inherente de aceptación, lo que explica por qué las personas que practican sexting ceden a las presiones de la pareja como el medio para evitar perder el apoyo emocional (walrave, heirman y hallam, 2014). Este patrón de conducta es muy arriesgado porque disminuye la estabilidad emotiva y aumenta la predisposición los síntomas depresivos, (Cooper et al., 2016; Kuss et al., 2013; Temple et al., 2014; yang et al., 2013). Insuficiente autocontrol/autodisciplina y Sexting: El esquema de “insuficiente autocontrol/autodisciplina” se asocia también de una forma significativa con esta práctica (p<0,001). De hecho, las dificultades por limitar la expresión de emociones negativas y controlar la impulsividad a expensas de dolor ajeno es preocupante, si tomamos en cuenta que no existe responsabilidad por asumir los retos de la vida. Este hallazgo está en consonancia con varias investigaciones, que aducen que la participación en estos actos se debe precisamente a una búsqueda de sensaciones que van en contra de los derechos de los demás (Dir et al., 2013; Drouin, Ross y Tobin, 2015; Van Ouytsel et al., 2014b). Investigadores como Temple et al. (2014) y Ricketts, et al. (2015), manifiestan que el descontrol se asocia directamente con comportamientos sexuales de riesgo. Siguiendo esta línea, Dir et al. (2013) y Drouin et al. (2015) concluyen que el bajo control, la desregulación y la tendencia a buscar sensaciones nuevas constituyen un serio problema si se asocia al sexting. Como se comprobado en otras publicaciones (ver Lin et al., 201; wu et al., 2013), los niveles elevados de impulsividad y bajo control de las emociones, han dispuesto actitudes frente a la sexualidad que podrían provocar daños a corto y largo plazo, por su inclinación a la divulgación inapropiada de material íntimo. Esta baja regulación y autocontrol (Gámez-Guadix et al., 2013; Viñas, 2009) resulta preocupante, por las consecuencias negativas asociadas, sobre todo en aquellos que poseen habilidades disminuidas en la resolución de problemas personales (Kuss et al., 2013). Como sabemos, los esquemas de inadaptación se relacionan directamente con la personalidad (young, 1990); de manera que el bajo autocontrol con puntajes altos de neuroticismo y bajos en afabilidad (Delevi y weisskirch, 2013) son también un predictores de conductas inadecuadas REVISTA ARGENTINA Vol. XXVIII 465 4 NOVIEMBRE 2019 DE CLÍNICA PSICOLÓGICA 466 CESIBEL OCHOA PINEDA, CAYETANO ARANDA TORRES, TESIFÓN PARRÓN CARREÑO Y RAQUEL ALARCÓN RODRÍGUEZ relacionadas con el sexting. Pero, como la personalidad en la adolescencia se va consolidando, existen muchas oportunidades para gestionar un modo de ser más adaptado (Thomas y Cauffman, 2014). Sexting y patrones de desconfianza y abuso: Respecto del esquema de “desconfianza/abuso” (p<0,037), este factor predice que los/as adolescentes conocen que pueden ser utilizados y llevar la peor parte si las imágenes se difunden. Sin embargo, sus puntajes altos en neuroticismo y baja estabilidad emocional (Kuss et al., 2013), podrían sugerir que envían mensajes de este tipo para evitar prácticas coercitivas, o evitar las amenazas de las que podrían ser víctimas por parte de sus parejas (Ringrose et al., 2012). Un factor protector para los varones es puntuar bajo el factor desconfianza. Estos resultados se pueden asociar con estudios que manifiestan que quienes practican sexting consideran estar en un espacio de confianza y que pueden controlar la situación (walrave et al., 2014). Sexting y privación emocional: Es otro de los dominios que se presenta en relación a la práctica de sexting (p<0,005). Es un factor de riesgo sobre todo para los hombres. Esta percepción de falta de satisfacción de sus necesidades, la poca atención y dirección se puede relacionar con estudios que concluyen que entre quienes practican sexting se han identificado perfiles de personalidad caracterizados por un marcado narcisismo y culto a la imagen (Drouin et al., 2015; walrave et al., 2014); todo ello, para volcar su atención sobre ellos y obtener la retroalimentación positiva que les ha hecho falta. Sexting y autosacrificio: El “autosacrificio” presenta también una relación con el sexting (p<0,028). Esta tendencia puede ser explicada por habilidades de gestión emocional poco desarrolladas (Carbonell et al., 2012). Este tipo de subyugación a expensas de la satisfacción del otro/a, se asocia a una baja autoestima que deriva en situaciones que atentan contra su la de tomar decisiones responsables (Drouin et al., 2015); así ya lo manifestaron otros investigadores cuando relacionaron al sexting con una mayor exposición a actos sexuales sin protección (ver Benotsch et al., 2013; Dake et al., 2012; Trub y Starks, 2017; walrave et al., 2014). Sexting y estándares inflexibles: En lo referente al esquema de “estándares inflexibles 1/autoexigencia”, se encontró, así mismo, una asociación significativa (p<0,005). Según su conceptualización existe una necesidad de aprobación para alcanzar estándares elevados de desempeño y así evitar críticas. Estas expectativas alteran la visión de lo común, del respeto propio (walrave et al., 2014). Sumado a ello, el culto al cuerpo genera una retroalimentación positiva de los pares, a la par una mayor facilidad de tener encuentros sexuales. Para Peris, Maganto y Kortabarria (2015), esta preocupación corporal y el despertar sexual desarrolla en los/as adolescentes una necesidad imperiosa de verse bien. En este estudio se hace evidente, que para las mujeres puntuar bajo en este esquema es un rasgo protector, dada la seguridad que les proporciona tener un autoconcepto que les permita hacer frente a las presiones grupales (Peris et al. 2015). En el caso de “estándares inflexibles 2/perfeccionismo”, asociado con el sacrificio, la prolijidad y la poca conformidad con los logros alcanzados, se hace evidente un factor de riesgo si se asocia con el sexting. Esquemas de derecho y sexting: Finalmente, en el caso de “derecho/grandiosidad” se aprecia también una asociación con el sexting (p<0,001). Este factor debe ser revisado con cautela dados los peligros asociados de quien lo posee. Se conoce que esta creencia de superioridad ante los otros, y de derechos y privilegios poco equitativos suponen una actitud de marcado narcisismo para lograr objetivos a costa del sufrimiento ajeno. Peris et al. (2015) sugieren que los chicos/as con estas características pueden tener la tendencia a usar estrategias coercitivas y de presión a la pareja, con el objetivo de obtener satisfacciones inmediatas; ello nos hace suponer que en este grupo, por su poca empatía y alto neuroticismo (Delevi y weisskirch, 2013), existiría la tendencia a la difusión del material obtenido sin pensar en las consecuencias. Este esquema podría responder a por qué los adolescentes practican sexting irresponsablemente pese a las repercusiones legales (Strassberg et al., 2013; Trub y Starks, 2017); en este contexto, se podría inferir que este tipo de presión generada por el derecho/grandiosidad propicia una práctica sexual que bien puede violentar los derechos de la pareja (walrave et al., 2014). Particularmente, las mujeres que puntúan bajo en este dominio poseen un mayor grado de empatía, circunstancia que las protege potencialmente, según nuestros datos encontrados. CONCLUSIONES El sexting es un tipo de relación erótica que podría acarrear consecuencias negativas como la ansiedad, depresión y sensación de abandono; además que la difusión de las imágenes podría estar mediada porque uno de los participantes se crea con derecho a hacerlo, a presionar a la pareja, por su bajo autocontrol. Estas variables, sumadas al autosacrificio, a la deprivación emocional y la baja consciencia que tienen los adolescentes de las repercusiones legales, sanciones y consecuencias de participar en el envío de material sexual explícito, podrían desembocar en serios problemas. Con estos resultados, se hace imprescindible que REVISTA ARGENTINA Vol. XXVIII 4 NOVIEMBRE 2019 DE CLÍNICA PSICOLÓGICA EL SEXTING Y SU RELACIÓN CON LOS ESQUEMAS TEMPRANOS DE INADAPTACIÓN EN ADOLESCENTES existan políticas de educación sexual que promuevan un uso adecuado de las redes sociales, con el objeto de prevenir experiencias sexuales negativas en la adolescencia. Por otro lado, los centros educativos deberían implementar procesos que conciencien de los riesgos inherentes al uso de las redes sociales. En Ecuador, se carece de una verdadera implicación en estos temas, debido a los mitos relacionados con la sexualidad y el modo de abordarlos. Por ello, estos hallazgos podrían dar luces sobre este fenómeno y servir como base de nuevas investigaciones que aporten herramientas de intervención y que involucren varios ejes como la educación sexual, fortalecimiento del autoconcepto y autoestima de los adolescentes, disminución de las prácticas de riesgo alrededor de la sexualidad y herramientas para evitar las presiones sociales y de pareja. REFERENCIAS Ahern, N. R., & Mechling, B. (2013). Sexting: Serious Problems for youth. Journal of Psychosocial Nursing and Mental Health Services, 51(7), 22-30. doi: http://dx.doi.org/10.3928/02793695-20130503-02 Benotsch, E., Snipes, D., Martin, A., & Bull, S. (2013). Sexting, substance use, and sexual risk behavior in young adults. Journal of Adolescent Health, 52, 307-313. doi:10.1016/j.jadohealth.2012.06.011 Birjalal, A., & Mungroo, V. (2012, Apr, 08). School sexting crisis pupils as young as 10 swopping images. Sunday Tribune. 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Distribución de la práctica de sexting, según el sexo de los adolescentes Sexo de los/as adolescentes Hombres Mujeres n % n % Sí practica 76 39,8% 242 57,9% No práctica 115 60,2% 176 42,1% Total 191 100,0% 418 100,0% Nota: Chi cuadrado = 17,22 (p<0,001) Tabla 2. Relación entre los esquemas tempranos inadaptados y la práctica de sexting Esquemas tempranos inadaptados Total Mujeres hombres Abandono Insuficiente autocontrol/autodisciplina Desconfianza/abuso Deprivación emocional Vulnerabilidad al daño y la enfermedad Autosacrificio Estándares inflexibles 1/autoexigencia Estándares inflexibles 2/perfeccionismo Inhibición emocional Derecho/grandiosidad Entrampamiento Práctica de sexting N M ±SD Sí 318 123,62 ± 35,87 No 291 134,28 ± 34,42 Sí 242 125,09 ±34,40 No 176 136,85 ±33,47 Sí 76 118,96 ±40,08 No 115 130,36 ±35,63 Sí 318 15,27 ± 7,40 No 291 17,10 ± 7,53 Sí 318 14,34 ± 6,65 No 291 16,59 ± 6,72 Sí 318 15,43 ± 5,74 No 291 16,56 ± 5,54 Sí 318 11,61 ± 5,15 No 291 12,68 ± 5,04 Sí 318 11,58 ± 5,92 No 291 12,30 ± 5,72 Sí 318 14,12 ± 5,11 No 291 15,07 ± 5,00 Sí 318 10,55 ± 4,77 No 291 11,64 ± 4,90 Sí 318 9,44 ± 3,95 No 291 9,74 ± 3,88 Sí 318 8,81 ± 4,10 No 291 8,81 ± 3,98 Sí 318 7,40 ± 3,15 No 291 8,50 ± 3,24 Sí 318 5,01 ± 2,56 No 291 5,26 ± 2,62 p-value 0,001** 0,001** 0,041** 0,001* 0,001* 0,037* 0,005* 0,093* 0,028* 0,005* 0,270* 0,981* 0,001* 0,234* * Valores para U de Mann Whitney; **Valores para T de Student. Como lo ilustra la Tabla 2, la media de puntuación, tanto de forma conjunta como por sexos es menor entre los que practican y los que no, siendo estas diferencias estadísticamente significativas (p<0,001), tanto para el total como para las mujeres y de 0,041 en el caso de los hombres. De un modo más específico, los esquemas asociados al sexting son los siguientes: abandono (p<0,001), insuficiente autocontrol/autodisciplina (p<0,001), desconfianza/abuso, (p<0,037), deprivación emocional (p<0,005), autosacrificio (p<0,028), estándares inflexibles 1/autoexigencia (p<0,005) y derecho/grandiosidad (p<0,001). REVISTA ARGENTINA Vol. XXVIII 4 NOVIEMBRE 2019 DE CLÍNICA PSICOLÓGICA 470 CESIBEL OCHOA PINEDA, CAYETANO ARANDA TORRES, TESIFÓN PARRÓN CARREÑO Y RAQUEL ALARCÓN RODRÍGUEZ Tabla 3. Análisis de la práctica de sexting en función de las variables estudiadas y el sexo Análisis de la práctica de sexting en para ambos sexos Análisis de la práctica de sexting para el grupo de mujeres Análisis de la práctica de sexting para el grupo de hombres Parámetros OR 95% C.I. P valor Sexo 371 0,151-0,911 < 0,030 Edad de inicio de vida sexual 1406 1,036-1,907 < 0,029 Uso de anticonceptivos 321 0,113-0,908 < 0,032 Insuficiente autocontrol 882 0,808-0,963 < 0,005 Deprivación emocional 1149 1,025-1,287 < 0,017 Estándares inflexibles1 893 0,805-0,990 < 0,032 Constante 39 Embarazos 40344 2,655-613,102 < 0,008 Abortos 0,04 0,002-0,961 < 0,047 Autosacrificio 1161 0,995-1,354 < 0,058 Estándares inflexibles 1 768 0,607-0,972 < 0,028 Estándares inflexibles 2 1,35 0,985-1,849 < 0,062 Derecho 699 0,504-0,969 < 0,032 Constante 675 Usar anticonceptivos 187 0,034-1,024 < 0,053 Desconfianza 727 0,591-0,895 < 0,003 Deprivación emocional 1258 1,033-1,532 < 0,023 Constante 2891 < 0,198 < 0,742 < 0,410 * Bondad de ajuste mediante la prueba de Hosmer y Lemeshow (Sig,= 0,23). ** Variable dependiente: practica de sexting; Variables independientes: edad, sexo, inicio de vida sexual, edad de inicio de la vida sexual, uso de anticonceptivos, embarazos, abortos, mantenimiento de relaciones sexuales regulares y las variables correspondientes a la puntuación de los dominios y el total del test de Young (abandono, insuficiente autocontrol, desconfianza, deprivación emocional, vulnerabilidad al daño, autosacrificio, estándares inflexibles1, estándares inflexibles 2, inhibición emocional, derecho, entrampamiento y puntuación total). REVISTA ARGENTINA Vol. XXVIII 4 NOVIEMBRE 2019 DE CLÍNICA PSICOLÓGICA