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Censura y autocensura en la autotraducción: Xente ao lonxe / Aquella gente…, de Eduardo Blanco Amor Censorship and Self-censorship in Self-translation: Xente ao lonxe / Aquella gente…, by Eduardo Blanco Amor

2021, Hermēneus. Revista de Traducción e Interpretación

Resumen: En el presente artículo se analiza la relevancia de la censura y la autocensura en el ámbito de la autotraducción. Ante la imprecisión que se aprecia con frecuencia en lo que respecta a la aplicación de ambas nociones en esta clase particular de traducción, inicialmente se realiza una propuesta teórica para que puedan distinguirse con claridad, fijando como criterio la existencia de un poder imperativo que se manifieste directamente o de forma latente. A continuación, se ejemplifica tal esquema conceptual con el estudio de caso que depara la novela Xente ao lonxe, de Eduardo Blanco Amor, escrita en gallego y autotraducida al español con el título Aquella gente.... En esta obra, el autor padeció los efectos de la censura franquista y, por temor al rechazo de las autoridades, al mismo tiempo se autocensuró.

Censura y autocensura en la autotraducción: Xente ao lonxe / Aquella gente…, de Eduardo Blanco Amor Censorship and Self-censorship in Self-translation: Xente ao lonxe / Aquella gente…, by Eduardo Blanco Amor XOSÉ MANUEL DASILVA Universidade de Vigo. Departamento de Traducción y Lingüística. Campus Lagoas Marcosende, s/n. 36310 Vigo. España. Dirección de correo electrónico: jdasilva@uvigo.es ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3360-6995 Recibido: 19/6/2019. Aceptado: 2/10/2019. Cómo citar: Dasilva, Xosé Manuel, «Censura y autocensura en la autotraducción: Xente ao lonxe / Aquella gente…, de Eduardo Blanco Amor», Hermēneus. Revista de Traducción e Interpretación, 23 (2021): 125-149. DOI: https://doi.org/10.24197/her.23.2021.125-149 Resumen: En el presente artículo se analiza la relevancia de la censura y la autocensura en el ámbito de la autotraducción. Ante la imprecisión que se aprecia con frecuencia en lo que respecta a la aplicación de ambas nociones en esta clase particular de traducción, inicialmente se realiza una propuesta teórica para que puedan distinguirse con claridad, fijando como criterio la existencia de un poder imperativo que se manifieste directamente o de forma latente. A continuación, se ejemplifica tal esquema conceptual con el estudio de caso que depara la novela Xente ao lonxe, de Eduardo Blanco Amor, escrita en gallego y autotraducida al español con el título Aquella gente.... En esta obra, el autor padeció los efectos de la censura franquista y, por temor al rechazo de las autoridades, al mismo tiempo se autocensuró. Palabras clave: Autotraducción, censura, autocensura, Eduardo Blanco Amor, Xente ao lonxe, Aquella gente…. Abstract: This article analyzes the relevance of censorship and self-censorship in the field of selftranslation. Given the imprecision that is often seen in relation to the application of both notions in this particular type of translation, initially a theoretical proposal is made so that they can be clearly distinguished, establishing as a criterion the existence of an imperative power that is manifest directly or latently. This conceptual scheme is exemplified below with the case study provided by the novel Xente ao lonxe, by Eduardo Blanco Amor, written in Galician and selftranslated into Spanish with the title Aquella gente.... In this work, the author suffered the effects of Francoist censorship and, for fear of rejection by the authorities, he subsequently censored his own work. Keywords: Self-translation, censorship, self-censorship, Eduardo Blanco Amor, Xente ao lonxe, Aquella gente…. Sumario: Introducción; 1. La trayectoria de Eduardo Blanco Amor como autotraductor; 2. Los avatares de Xente ao lonxe ante la censura franquista; 3. Aquella gente, autotraducción de Xente HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X 126 Xosé Manuel Dasilva ao lonxe; 4. Aquella gente…, autotraducción censurada y autocensurada; 5. Final; Referencias bibliográficas. Summary: Introduction; 1. The trajectory of Eduardo Blanco Amor as a self-translator; 2. The avatars of Xente ao lonxe before the Francoist censorship; 3. Aquella gente..., self-translation of Xente ao lonxe; 4. Aquella gente..., censored and self-censored self-translation; 5. Conclusion; References. INTRODUCCIÓN La autotraducción es una actividad que sin duda atrae cada vez mayor interés dentro de los estudios traductológicos. Sin embargo, un repaso somero de la bibliografía ya profusa a día de hoy pone al descubierto la escasez sorprendente de contribuciones centradas en la relación entre el hecho autotraductor y, en una dimensión amplia, la censura. Como referencias poco menos que aisladas, hay que mencionar la aportación de Collinge (1998) sobre la novela Malone meurt (1951), de Samuel Beckett, vertida por el autor del francés al inglés con bastantes novedades bajo el título Malone Dies (1956). En otro trabajo, Kruger (2012) profundizó en la perniciosa influencia del apartheid sudafricano en las autotraducciones al inglés de un nutrido grupo de escritores en afrikáans. Por su parte, Tanqueiro y López López-Gay abordaron las obras Pequeño Karma (1988), de Carlo Coccioli, y Federico Sánchez se despide de ustedes (1993), autotraducidas respectivamente del italiano y el francés al español. Aquí se postulaba la definición de censura en el entorno autotraductor como una limitación, con independencia de que se inscriba o no en un marco represivo, «that one imposes on oneself when the self-translator is translating from one culture into another» (2008: p. 176). Al poco tiempo, una de estas autoras alargaría en buena medida dicha caracterización planteando la idea de que «la propia autotraducción puede ser entendida como autocensura creativa, esto es, como práctica por la que el productor se autodisciplina para no crear un nuevo original» (López-López Gay, 2008: p. 378). Prosiguiendo con nuestra breve revisión bibliográfica, hay que reseñar que Rădulescu (2010) se adentró en varios textos del intelectual rumano Paul Miclău forjados primero en francés, para esquivar el régimen comunista, y más tarde trasladados a su lengua nativa. A su vez, De Balsi se acercó a la producción de autores «translingues», es decir, que crean preferentemente «dans une langue seconde» (2015: p. 1). Tras HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X Censura y autocensura en la autotraducción 127 enunciar una serie de supuestos en los que se tiende a cercenar el discurso propio, esta autora fijó su atención en escritos autobiográficos en francés de Jorge Semprún, Nancy Huston y Agota Kristof, donde se exterioriza lo que antes no habían podido plasmar en sus lenguas maternas. Finalmente, Vidal Claramonte (2015) se refirió a algunas autotraducciones inglesas de Rosario Ferré, en las cuales se percibe, en comparación con los originales en español, una formulación menos categórica de algunos mensajes de signo político y feminista. A pesar del reducido número de aproximaciones que se registran, lo cierto es que está fuera de cualquier debate la importancia de la censura en el fenómeno autotraductor. Antunes indicó que una de las motivaciones principales que suelen llevar a traducirse a los autores radica, no en vano, en la concurrencia de alguna prohibición en la primera lengua (2013: p. 45). Con todo, se advierte a menudo una confusión palmaria a la hora de delimitar la censura, por una parte, y la autocensura, por otra, en el terreno de la autotraducción, probablemente por la engañosa proximidad que sugiere la presencia del prefijo auto en dos de los términos. Por esta razón, es pertinente diseñar, a nuestro juicio, un esquema conceptual que permita distinguir entre censura y autocensura, por un lado, y sus manifestaciones en la traducción alógrafa y en la autotraducción, por otro. En cuanto a la frontera en el interior de esta segunda dicotomía, parece no haber ningún género de controversia a estas alturas. Ahora bien, resulta oportuno a todas luces establecer una línea divisoria en lo que concierne a la primera. De tal modo, como criterio fundamental, puede proponerse que el límite entre la censura y la autocensura resida en la existencia de un control de orden institucional, social, editorial u otro que determine expresamente la alteración de un texto. Cuando esto ocurre, corresponde hablar de censura en la traducción alógrafa o en la autotraducción. En contraposición, se entenderá por autocensura la alteración no obligada por una fuerza coercitiva directamente, sino de forma latente. En este caso, el traductor alógrafo y el autotraductor deciden, con carácter preventivo, las intervenciones que convienen para que la obra traducida alógrafamente o autotraducida no sea susceptible de repudio. Nuestro propósito consiste, precisamente, en ilustrar este esquema conceptual tomando como objeto de estudio la novela Xente ao lonxe (1972), escrita en gallego por Eduardo Blanco Amor y autotraducida al español con el título Aquella gente… (1976). Conforme comprobaremos, el texto primigenio fue víctima de una implacable poda demandada por la HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X 128 Xosé Manuel Dasilva censura franquista y, asimismo, experimentó cortes introducidos por el autor debido a un exceso de cautela. Al acometer la autotraducción, Blanco Amor transferiría tanto los cambios reclamados por los censores como los incluidos personalmente. En definitiva, el proceso de transformación de Xente ao lonxe en Aquella gente… constituye un excelente modelo de censura y paralelamente de autocensura en el campo de la autotraducción, evidenciándose así la diferencia entre ellas en el seno de esta modalidad traductora. 1. LA TRAYECTORIA AUTOTRADUCTOR DE EDUARDO BLANCO AMOR COMO Blanco Amor no era un autotraductor novato cuando trasplantó Xente ao lonxe al español, en los años 70. La primera autotraducción íntegra de un libro suyo había sido La parranda (Blanco Amor, 1960), versión española de la novela A esmorga (Blanco Amor, 1959). En la misma época que Aquella gente…, el escritor puso también en español la colección de cuentos Os biosbardos (Blanco Amor, 1962b), con el título Las musarañas (Blanco Amor, 1975). Por cierto, el resultado de La parranda no le agradaba a Blanco Amor, acaso por tratarse de su primera incursión autotraductora. A ello se sumó la dificultad de traer al español la potencia lingüística de la obra gallega, según se desprende de esta valoración del propio autor: «No quiero pecar de inmodestia, pero es preciso aclarar que el idioma gallego aplicado en la narrativa sufre una sacudida a raíz de la aparición de mi novela A esmorga» (Quiñonero, 1971: p. 3). Inversamente, la cota de calidad alcanzada en Las musarañas sí le satisfacía a Blanco Amor, sobre todo por haber encontrado entonces una estrategia traslativa más eficaz. Tenía esta versión de Os biosbardos incluso por superior al texto de partida, conforme desvelaba en una carta inédita del 17 de noviembre de 1974 a Manuel Portela Peñas, de la editorial Seix Barral: «Y Os biosbardos ⸻ahora Las musarañas⸻, me parece mejor que lo leyesen en castellano. Acabo de terminar su versión y, por vez primera, me parece que estilísticamente y sin alteración esencial es mejor que la original». Reiteraba lo mismo en otra misiva al escritor gallego Xosé Neira Vilas, presumiendo además de que la versión de Os biosbardos estaba causando sensación entre los lectores en español (Neira Vilas, 2010: p. 58). Aseguraba que, por bien de los dos idiomas, HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X Censura y autocensura en la autotraducción 129 había querido que la autotraducción fuese una tercera obra, aún sin prescindir de elementos específicos de cada una de las lenguas. En lo que se refiere al descubrimiento de un patrón para trasponer sus obras del gallego al español adecuadamente, Blanco Amor expuso que había dado con él por casualidad justo al traducir Xente ao lonxe. En una entrevista coetánea, a la pregunta de si traducirse en persona entrañaba un «suplicio», respondía que más bien representaba «una agonía, porque trabajas en carne propia, entonces lo que hay que hacer es no producir» (Ruiz de Ojeda, 1994: p. 120). Blanco Amor ponía el acento luego en que el mecanismo para afrontar esta complicada tarea lo había concebido no hacía mucho: «Yo traté de buscar la fórmula, la encontré a la altura de Xente ao lonxe». Y elucidaba en qué consistía el secreto: «Leo la frase entera, la pieza gramatical entera, no la oración, y pienso cómo la hubiera escrito yo en castellano; y eso no lo puede hacer el traductor, porque está metiéndose en terrenos que no son de él, pero el autotraductor, sí». Blanco Amor no solo se tradujo a lo largo de su vida del gallego al español, sino que lo hizo igualmente en sentido contrario, si bien de manera ocasional. El único título en la segunda dirección es el conjunto de piezas teatrales Farsas para títeres, primero escritas en español (Blanco Amor, 1953, 1962a) y más tarde vertidas al gallego (Blanco Amor, 1973b). De esta forma, el primer rasgo que cabe identificar en el trabajo autotraductor de Blanco Amor se asienta en la bidireccionalidad de sus versiones, ya que se tradujo de modo indistinto entre el gallego y el español, aunque con un predominio objetivamente abrumador del segundo en la función de idioma meta (Dasilva, 2013b). Al margen del género teatral, ninguna de sus ficciones narrativas españolas, como La catedral y el niño (1948) y Los miedos (1963), o de sus obras poéticas en esta misma lengua, como Horizonte evadido (1936) y En soledad amena (1942), pasó nunca a tener expresión gallega. Un segundo rasgo de la labor autotraductora de Blanco Amor estriba en que practicó la autotraducción diferida en lugar de la autotraducción consecutiva o la autotraducción simultánea, con arreglo a la última tipología trazada al respecto por Grutman (2016: pp. 119-120), quien en un principio solo discernía entre autotraducción consecutiva y autotraducción simultánea (Grutman, 1998). Todas las autotraducciones de Blanco Amor se efectuaron, sin ninguna salvedad, una vez finalizado el texto primigenio, no a la par que se gestaba el texto primigenio, y tras un notorio recorrido editorial y una recepción crítica dilatada. Esta última HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X 130 Xosé Manuel Dasilva circunstancia, primordialmente, es lo que hace aconsejable separar, según Grutman, la autotraducción diferida de la autotraducción consecutiva. El tercer rasgo de Blanco Amor como autotraductor es que puso en circulación lo que denominamos autotraducciones transparentes, de acuerdo con nuestra concepción, no autotraducciones opacas (Dasilva, 2011). Esto es, sus versiones en español dejaban constancia a los destinatarios en español de forma visible en los peritextos ⸻cubierta, página de créditos, página de los títulos o contracubierta⸻ que se hallaban delante de la traducción de unos textos engendrados originariamente en gallego. En lo referente en particular a Aquella gente…, la transparencia de la autotraducción asoma por añadidura en los epitextos. En una recensión en la revista Cuadernos para el Diálogo, por ejemplo, se aludía así al texto de partida: «Blanco Amor se enfrentó conscientemente a un reto: demostrar que el gallego no es una lengua menor, sino que, al igual que cualquiera otra, es herramienta útil para las empresas más elevadas cuando el pueblo que la habla está vivo» (Mesa, 1976: p. 55). En otra nota crítica, la transparencia emergía al elogiarse la alta categoría estética del producto autotraducido, destacándose que «la reconstrucción del gallego hablado (…) constituye una flagrante prueba, en esta versión castellana hecha por el novelista, de lo preciosa que puede llegar a ser una traducción cuando conserva el espíritu del lenguaje, además de los consabidos paralelismos léxicos» (Medina, 1976: p. 23). En un comentario más, la singularidad transparente de la versión despuntaba del siguiente modo: «Novela confiada por entero al aroma cálido de la memoria, Xente ao lonxe, traducida al castellano por el propio autor, es un hermoso relato autobiográfico (…)» (Mendicutti, 1976: p. 32). En el mismo sentido, una nueva exégesis ponía énfasis en que «Aquella gente… es la versión castellana de Xente ao lonxe» (Pastor, 1976: p. 26). Por medio de la autotraducción, Blanco Amor desarrolló ciertamente una carrera literaria contrastada que le posibilitó ir más allá del monolingüismo. Creador en gallego o en español, en los inicios de los años 60 revelaba todavía sobre el cultivo de los dos idiomas en una carta a la escritora María Victoria Villaverde, con motivo de la salida del libro de esta Tres tiempos y la esperanza (1962): «Hay un momento en que los libros me escriben a mí, no yo a ellos. (…) Además eligen su lengua, unos en gallego (sin que sea posible hacerlos en castellano) y otros en castellano con la misma viceversa» (Mejía Ruiz, 2017: p. 572). Y HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X Censura y autocensura en la autotraducción 131 seguidamente puntualizaba: «Esto forma parte de las infinitas cosas que los galleguistas, soi disant, no entienden. Creen que, si uno se pone a hacer un guiso de pescado, lo mismo podría ser de carne o, mejor aún, que puede transformarse el pescado en carne dentro de la pota» (p. 572). A pesar de todo, Carlos Casares (1976) resaltaría que es menos fascinante el estilo de Blanco Amor en español que en gallego, ya que en el primer caso suele pecar de un barroquismo de tintes retóricos. 2. LOS AVATARES DE XENTE AO LONXE ANTE LA CENSURA FRANQUISTA La solicitud de permiso oficial para editar Xente ao lonxe se formalizó en el Ministerio de Información y Turismo, por parte de la editorial Galaxia, el 20 de abril de 1971. Por los documentos que componen el expediente administrativo (Exp. 3932-71), custodiado en el Archivo General de la Administración (Dasilva, 2013a), se tiene conocimiento de que dos censores escrutaron la obra. El primero no eludía poner de relieve los méritos de la novela, aunque especificaba que debían excluirse algunos pasajes, para que esta pudiese imprimirse, por su «obscenidad», «el lenguaje crudo y malsonante» y «el grafismo expresivo y conceptual de los bajos medios sociales». Más inflexible, el segundo censor juzgaba, por el contrario, que no había posibilidad de aceptar la publicación, anotando hiperbólicamente que en la narración aparecían «distintas descripciones realmente impublicables en cualquier país». Como los dos informes divergían, Xente ao lonxe fue a parar a manos de un tercer censor, quien se decantó por considerar que la obra «no era autorizable», aunque apostillando que «fácilmente el autor podría revisarla para salvar su sustancia sin los actuales caracteres tendenciosos». Este evaluador, al fundamentar su dictamen, aducía que el texto contenía «pasajes escabrosos», «palabras soeces», «blasfemias, burlas y sarcasmos» contra el obispo y otros representantes religiosos, «párrafos irreverentes y heréticos» y, en fin, «reticentes críticas en materia social y política». Coincidía con el primer censor, en todo caso, en que el texto atesoraba «interesantes valores literarios en cuanto al enriquecimiento del idioma gallego y a la descripción de su carácter y costumbres». La denegación de permiso para Xente ao lonxe se notificó a la editorial Galaxia el 29 de mayo, es decir, poco más de un mes después de haberse pedido. Una vez conocida la repulsa gubernamental, algunas HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X 132 Xosé Manuel Dasilva personas del círculo de amistades de Blanco Amor se pusieron en contacto con el escritor, exhortándolo a que reformulase las páginas más conflictivas para que el libro no quedase inédito irremisiblemente. Este no se mostró reacio a atender tales peticiones que procedían de voces próximas, y se puso así a reelaborar lo que había suscitado la reacción de la censura. Para ello contaba con la copia del mecanoscrito, revisada por el primer censor, entregada por el Ministerio de Información y Turismo a la editorial Galaxia, pero no disponía de la copia utilizada tanto por el segundo censor como por el tercer censor, la cual había quedado en manos de las autoridades. Tras consumarse durante varios meses esta reescritura de Xente ao lonxe, el 1 de diciembre de 1971 se elevó a consulta ante el Ministerio de Información y Turismo la nueva versión, que fue sometida al criterio del tercer censor que la había examinado previamente. En su informe, este declaraba que algunos fragmentos controvertidos se mantenían, pero aun así recomendaba conceder la aprobación, si eran corregidos por el autor, con el argumento de que «la obra está en gallego y su difusión siempre será escasa» y, por otra parte, «las tensiones políticas» que están reflejadas en la novela «se presentan como algo de tiempo pasado». Transcurridos más de cuarenta años, la restauración del texto auténtico de Xente ao lonxe tuvo lugar todavía no hace mucho, gracias a la consulta de tres valiosos documentos inéditos (Dasilva, 2014: pp. 343344): 1º) El mecanoscrito de la novela que sirvió de base para las dos copias remitidas a la censura por la editorial Galaxia. Está depositado en la Fundación Penzol, en Vigo. 2º) Una primera copia de este mecanoscrito inspeccionada por el segundo censor y por el tercer censor. Se conserva en el Archivo General de la Administración, en Alcalá de Henares. No fue entregada nunca a la editorial Galaxia, por lo que Blanco Amor desconocía las anotaciones individuales de estos dos censores. 3º) Una segunda copia del mismo mecanoscrito con las observaciones del primer censor. Devuelta a la editorial Galaxia, Blanco Amor reformó sobre la misma el texto de Xente ao lonxe. Se encuentra en la actualidad en manos privadas. Es relevante hacer hincapié en que la cubierta de este tercer documento tiene pegado un recorte de papel, firmado por el propio Blanco Amor el 15 de septiembre de 1971, donde se dejaba claro lo HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X Censura y autocensura en la autotraducción 133 siguiente: «Las supresiones y modificaciones que recomienda la Oficina de Consulta Previa, y las introducidas espontáneamente por el autor en nuevo examen del original, y que se permite proponer, van indicadas con sus iniciales en lápiz: E. B. A.». Esto quiere decir, así pues, que el escritor incluyó en esta versión remodelada de Xente ao lonxe cambios tanto requeridos por la censura como intercalados por autocensura. Efectivamente, el cotejo minucioso de los tres documentos antes enumerados y de la primera edición de Xente ao lonxe acredita que Blanco Amor hizo estos tipos de cambios por imposición de la censura: 1) Cambios del primer censor en la primera versión. 2) Cambios del tercer censor en la segunda versión reiterando tanto los suyos propios como los del segundo censor en la primera versión. Por autocensura, además, el autor decidió otros: 3) Cambios que coinciden casualmente con los del segundo censor y el tercer censor, los cuales Blanco Amor ignoraba. 4) Cambios no señalados por ningún censor. En su versión mutilada, Xente ao lonxe saldría de la imprenta a principios del verano de 1972. Tras la experiencia traumática que había vivido, Blanco Amor optó por incorporar en la edición un contundente escrito, con el título «Adevertencia» («Advertencia») (p. 7), donde denunciaba valientemente las vicisitudes que el libro había sufrido ante la censura. Afirmaba con ironía que «debido a causas» que se daban por supuestas, la novela aparecía «non pouco esfolada» ⸻es decir, no poco desollada⸻ en algunos de sus «matices expresivos» (Blanco Amor, 1972: p. 7). La segunda edición de Xente ao lonxe se dio al público en 1976, sin ninguna diferencia textual. Tal pasividad aparente se explica porque a pesar de la muerte de Franco un año antes la censura seguía en vigor, de modo que hubo que sujetarse de nuevo al trámite de solicitar autorización ante el Ministerio de Información y Turismo. Blanco Amor fallecería tres años después, sin contar nunca con la oportunidad de reponer la versión genuina. 3. AQUELLA GENTE…, AUTOTRADUCCIÓN DE XENTE AO LONXE HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X 134 Xosé Manuel Dasilva Quien primero estimuló a Blanco Amor para que trasladase Xente ao lonxe al español fue tal vez Basilio Losada, profesor de Filologías Gallega y Portuguesa de la Universitat de Barcelona. En una carta inédita remitida al escritor el 4 de noviembre de 1972, se mostraba al tanto de los múltiples obstáculos con los que la novela había tropezado para publicarse en gallego. Por este motivo estimaba que era conveniente su inmediata traducción, que conllevaría una mayor difusión para la obra. Losada avanzaba que Seix Barral podría encargarse de la versión, por lo que le encarecía a Blanco Amor que le remitiese un ejemplar del texto en gallego a esta editorial. Hasta se ofrecía a ponerse en contacto con Pere Gimferrer, director literario de la misma por entonces. Esta primera tentativa de lanzar Xente ao lonxe en español no debió de cuajar o ni tan siquiera llegaría a realizarse, porque está documentado que Blanco Amor se hallaba en negociaciones un año después con el escritor y crítico literario Baltasar Porcel, quien ejercía influencia en los criterios del Grupo Planeta, donde desempeñaba el papel de responsable de algunas colecciones. En efecto, Porcel le transmitía a Blanco Amor, en una carta inédita del 19 de octubre de 1973, la aceptación de la obra tras la lectura del original en gallego, pudiéndose deducir de ello que este había sido ofertado a tal editorial. Lo expresaba en estos términos: «Lamento haberle hecho esperar sobre su novela. (…) Ya lo tengo todo dispuesto, al fin, para publicarla. El informe que me han dado, y que pasaré al señor Lara, es excelente». En cualquier caso, añadía que quedaba pendiente «el problema de la traducción», si bien era partidario de que el propio escritor la hiciese, interesándose por el período que le llevaría este quehacer: «¿La hará usted, como hablamos? Creo que sería lo mejor. Confírmemelo, por favor, así como quisiera que me dijera cuánto tiempo cree que invertirá en ello». No se puede saber si esta preferencia de Porcel por una autotraducción, en vez de una traducción alógrafa, respondía a motivos literarios o al deseo de ahorrar el dinero que comportaba la contratación de un traductor. Sea como fuese, a consecuencia de la queja de Blanco Amor a ese respecto, Porcel le aclaraba, en otra carta del 29 de octubre, que la traducción de Xente ao lonxe se abonaría independientemente, no como parte de los derechos de autor: «Comprendo perfectamente los problemas económicos que me planteas. (…) Naturalmente, te pagaremos la traducción». En esa misma comunicación, Porcel no ocultaba un cierto recelo con relación a la autotraducción, ya que HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X Censura y autocensura en la autotraducción 135 apuntaba que había ojeado la de A esmorga y no le había gustado, más que nada por su rigidez: «En cuanto a la traducción, miré la de A esmorga, y me pareció algo acartonada, mucho menos vivaz que el original gallego. ¿Crees que con Xente ao lonxe podrás lubrificarla más? Me parece un punto importante». Por otra carta a Blanco Amor, con fecha del 15 de septiembre de 1974, es plausible calcular el lapso que ocupó la autotraducción de Xente ao lonxe, más o menos entre las últimas semanas del año anterior ⸻el contrato con Planeta para la edición está firmado el 16 de noviembre de 1973⸻ y los primeros meses siguientes. En ella, Porcel pedía disculpas por los retrasos que acumulaba la salida de la versión, de los cuales el autor se había lamentado: «Comprendo tu impaciencia, pero era difícil, y todavía lo es, decirte algo concreto. Primero nos encontramos, a causa de la corrección ortográfica del original, con que había que aguardar turno». Comentaba que la lengua de la autotraducción, con abundantes galleguismos manejados por el autor de modo consciente, había provocado que el revisor equivocadamente se hubiese extralimitado: «Luego, el corrector pensó por su cuenta, deduciendo que estaba muy mal escrito, que era más gallego que castellano, y comenzó a enderezarlo. Cuando lo paré, se tuvo que restituir el antiguo original: más tiempo…». Para interpretar la desconfianza de Porcel ante el desempeño de Blanco Amor como autotraductor de A esmorga, es preciso tener en cuenta que ya el propio escritor se había culpado de la excesiva literalidad del texto de llegada: «Cuando me puse a la traducción, tardé tres meses, lo que demuestra la radical dependencia del idioma original» (Pérez Coterillo, 1977: p. 8). La razón descansa seguramente en la profunda peculiaridad del idioma desplegado en la versión gallega, como realzaba Luís Seoane al sostener que A esmorga está escrita «en un gallego rico, desenfadado, inusitado hasta entonces en la novelística de Galicia» (Seoane, 1975: p. 17). En aquella carta a Neira Vilas citada anteriormente, Blanco Amor no podía ser más explícito respecto a las insuficientes virtudes de La parranda, proclamando que le había salido en «extremeño» (Neira Vilas, 2010: p. 58). En una carta inédita remitida por aquellos días desde Barcelona a Francisco Fernández del Riego, de la editorial Galaxia, que había dado a la luz Xente ao lonxe, Blanco Amor se refería al esfuerzo enorme que había supuesto la autotraducción, por fin culminada, como contaba, después de tres versiones y novecientas carillas «discutidas con Baltasar HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X 136 Xosé Manuel Dasilva Porcel, que dirige la colección más escogida de Planeta». Confirmaba que la versión española ⸻titulada provisionalmente Aquella gente, lejos…⸻ había implicado meses de lucha, como si se hubiese enfrentado a una «muralla china o velo de Penélope». El autor subrayaba la extrema meticulosidad de Porcel, quien tenía como obsesión que «la versión al castellano conservase, en el carácter de idioma recipiente, la plasticidad y la gracia estilística que hace tan insólita esta novela gallega aun en el panorama más amplio de la narrativa española». Pese a todo, el propio José Manuel Lara, propietario de Planeta, se ponía de contacto inopinadamente con Blanco Amor, a través de una carta del 5 de marzo de 1975, para anunciarle que, debido a «causas de fuerza mayor», no le era posible hacerse cargo de la autotraducción dentro del plazo estipulado en el contrato, por lo que podía «disponer libremente de los derechos de la obra». En una carta de respuesta del 23 de mayo, el escritor daba rienda suelta a su malestar por este asunto, que calificaba de «amargo e inmerecido», aunque no sin antes tener ya otro contrato con Seix Barral, firmado en concreto el 17 de abril. Así se desahogaba: «Lo que resta de este penoso incidente, el primero de esta índole en mi ya larga vida profesional, es un agravio y un descrédito, tosco y gratuito, en el orden moral y profesional». Por otra parte, en una entrevista de aquellas fechas, Blanco Amor evocaba este incidente como «una charranada del frecuente chalaneo editorial cuando no es más que trato de negociantes, y soberbia del dinero» (Costa Clavell, 1975: p. 17). Después de tantos sinsabores, la autotraducción de Xente ao lonxe se estampaba bajo el sello de Seix Barral, con el título definitivo Aquella gente…, por fin en mayo de 1976, es decir, todavía más de un año después, según reza el colofón. No obstante, su distribución aún se demoraría un tiempo, a la vista de estas palabras de Blanco Amor en una entrevista de septiembre de ese año: «Aparece también en Seix Barral Xente ao lonxe autotraducida con el título Aquella gente…» (Clemente, 1976: p. 7). Aquella gente… estaba incluida en la prestigiosa colección Biblioteca Breve, donde acababan de salir títulos narrativos de autores tanto españoles e hispanoamericanos como de otras nacionalidades, entre ellos Rosa Chacel, Barrio de Maravillas, Juan Goytisolo, Juan sin Tierra, Jorge Semprún, El largo viaje, Marío Vargas Llosa, Pantaleón y las visitadoras, Guillermo Cabrera Infante, Vista del amanecer en el Trópico, Carlos Fuentes, Cambio de piel, Carson McCullers, La balada del café triste, Doris Lessing, El último verano de Mrs. Brown, y Giorgio Bassani, El olor del heno. HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X Censura y autocensura en la autotraducción 137 En los peritextos de Aquella gente…, quedaba patente que la traducción había sido hecha por el propio Blanco Amor. En la página de créditos constaba: «Título original: Xente ao lonxe, Editorial Galaxia, Vigo, 1972. Autotraducción del autor». Y en la contracubierta se recogía: «Aquella gente… ⸻versión castellana, hecha por el propio autor, de Xente ao lonxe⸻ es una de las mejores novelas de Eduardo BlancoAmor y posiblemente la más ambiciosa y lograda literariamente». En este mismo lugar, en lo relativo a la semblanza del autor, se citaban las autotraducciones de otros de sus títulos en gallego, como La parranda (1960) y Las musarañas (1975). La misma transparencia en cuanto a la cualidad de autotraducción de la novela se traslucía en el preámbulo «Justificación» (pp. 9-17), firmado en febrero de 1976 en Auria, trasunto literario de Ourense, adaptación del texto introductorio «Prólogo útil» (pp. 9-24) de la versión gallega, datado en mayo de 1970 en Barcelona. Blanco Amor hacía referencia diáfanamente a la distinta naturaleza de este preliminar de Aquella gente…, en comparación con el que había puesto en Xente ao lonxe: «Van aquí, pues, unas pocas abreviaturas de aquel abusivo documento, destinadas al lector que se dispone a roer esta versión, ante quien me siento obligado a ser menos confianzudo que con mis gallegos, raza sufriente e irónica, y por tanto condenada a tener paciencia» (Blanco Amor, 1976: pp. 9-10). Más adelante, insistía en las numerosas variaciones que sin esfuerzo se podían detectar: «El Prólogo útil de la edición original, con sus cuarenta páginas, aún daría para muchos más saqueos, paráfrasis y abreviaturas. Fue escrito hacia dentro, para gallegos, y su abundancia era indispensable. El lector de la versión se hallará suficientemente abastecido con los datos que aquí van (…)» (Blanco Amor, 1976: p. 14). En otro orden de cosas, Blanco Amor confesaba en esta «Justificación» las «deformaciones y licencias» en que había incurrido al transportar la novela del gallego al español. Reconocía que, por lo común, esto sucede «con todas las traducciones cuando no se trata de obras de contenido mostrenco, de estilo convencional o de nada entre dos páginas» (Blanco Amor, 1976: p. 14). Pero agregaba que, en este caso, «lo normal se convierte en pavoroso cuando, como ahora, el traductor es el autor» (Blanco Amor, 1976: pp. 14-15). Por ende, se hacía eco de sus «invenciones» sin pedir perdón por ellas a los lectores, aunque sí les rogaba que se compadeciesen «por el suplicio que supone la autotraducción sin que uno pueda consentirse, en lo posible, la autotraición» (Blanco Amor, 1976: p. 15). Esto es, el autor admitía que al HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X 138 Xosé Manuel Dasilva verter la novela en calidad de autotraductor había prevalecido la faceta de autor sobre la de traductor, apostando de tal manera no pocas veces por la libertad. Verdaderamente, un análisis contrastivo de Xente ao lonxe y Aquella gente… conduce a constatar diferencias abundantes en forma de permutaciones, supresiones y, en número superior, adiciones. Se ha alegado con acierto que hay una sustancial dosis de recreación en el texto autotraducido, hasta el punto de catalogarse como la «reescritura de una novela que puede considerarse también perteneciente a la literatura castellana» (Pérez García, 1995: p. 148), remarcándose la biliterariedad de Blanco Amor. Desde una óptica de conjunto, sus autotraducciones han llegado a ser tildadas, en consonancia con esto, de «auténticas recreaciones que alteran buena parte del material original y se convierten así en testimonios de la literatura castellana» (Martínez Olmo y Pérez García, 1999: p. 353). El componente recreador que es ostensible en Aquella gente… se extiende a modificaciones que, en nuestra opinión, habría que clasificar como de carácter lúdico, pues resultan intrascendentes y denotan una actuación netamente arbitraria del autor. Repárese en los siguientes ejemplos, destacados en cursiva: O cuio Potras herdara do seu pai un tenderete de estampas e rosarios no paredón (…) (Blanco Amor, 2014: p. 59) El Subela heredera de su madre un tenderete de estampas y rosarios en el paredón (…) (Blanco Amor, 1976: p. 50) (…) que adeprendía francés aos fillos dos maragatos (Blanco Amor, 2014: p. 61) (…) que le aprendiera francés a las hijas de los tenderos maragatos (Blanco Amor, 1976: p. 53) E un día as rapazas da Juventud, que eran unha ducia, foron cos rapaces (…) (Blanco Amor, 2014: p. 121) Y un día las rapazas de la Juventud, que eran seis, se fueron con los socios de su edad o algo más (…) (Blanco Amor, 1976: p. 119) … que si non lles dou ben adeprendidos de coro, pra atrás e pra diante, o Papuxas esmágame con outra chaqueta, que ás cinco pódeme botar (Blanco Amor, 2014: p. 127) HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X Censura y autocensura en la autotraducción 139 … y que si no me los llevo aprendidos de coro el Papujo me revienta con otra falta, y a las diez me puede echar (Blanco Amor, 1976: pp. 126-127) Debe consignarse que Blanco Amor, curiosamente, no decidió integrar todos los desvíos textuales de la versión española en el texto primigenio en gallego, completando la operación que denominamos retroautotraducción del texto autotraducido, según la cual un autor efectúa una nueva versión del texto en la primera lengua partiendo del texto autotraducido a la segunda lengua (Dasilva, 2018: pp. 28-29). Como ya hemos dicho, de Xente ao lonxe salió una segunda edición en 1976, cuando la autotraducción ya había sido hecha, donde se transcribe sin la más pequeña variación la primera edición. Blanco Amor moriría en 1979, antes de que se brindase a los lectores la tercera edición en 1983. En su momento, Aquella gente… fue recibida entre una parte de la crítica favorablemente. Sirva como exponente este testimonio extraído de una recensión en la histórica revista Triunfo: «Aquella gente es la autotraducción de Xente ao lonxe, de Eduardo Blanco Amor. Una terrible novela pensada en gallego, contando Galicia y vuelta a ese castellano imparable, inseparable ya de la tradición literaria de esas tierras especiales que fundó un día don Ramón del Valle-Inclán» (Pereda, 1976: p. 77). Sin embargo, la novela no logró la justa bienvenida que le correspondía especialmente por su prominente lugar en las letras gallegas. Para Ruiz Silva (1999: p. 122), quien aseveraba que era la «más importante novela de toda la literatura gallega», la versión autotraducida «tuvo una acogida de bastante indiferencia en el panorama literario español, muy alejada de sus verdaderos merecimientos». 4. AQUELLA GENTE…, AUTOCENSURADA AUTOTRADUCCIÓN CENSURADA Y Cuando transfiguró Xente ao lonxe en Aquella gente…, Blanco Amor no tuvo otro remedio que traspasar al texto español los cambios insertados por censura y autocensura en el texto primigenio en gallego. No era la primera vez que se veía empujado a hacer una cosa así, ya que unos pocos años antes había tenido que reproducir en la primera edición de La parranda publicada en territorio español (Blanco Amor, 1973a) las mismas amputaciones que acababa de introducir, coaccionado por el régimen franquista, en la primera edición también española de A esmorga (Blanco Amor, 1970). Aunque no totalizan un número grande, esas HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X 140 Xosé Manuel Dasilva mudanzas afectaban esencialmente a la interpretación cabal del desenlace de la obra (Dasilva, 2015a, 2015b). Resulta factible verificar, en efecto, que los cuatro tipos de cambios expuestos con anterioridad que Blanco Amor había interpolado por razones políticas, religiosas y sexuales en la versión mutilada de Xente ao lonxe se transvasaron, de modo estrictamente fiel, a Aquella gente… Inicialmente, en cuanto a los cambios del primer censor en la primera versión, véase este ejemplo, donde las partes eliminadas por censura están en cursiva: PRIMERA VERSIÓN DE XENTE AO LONXE (AUTÉNTICA) ⸻Pois non o saben, ¡probes! Pois mira… Daquela sacouna inteira e apuntando pra o Paquito coela, grosa e refucida, que noxo, dixo: «Si foras femia furábate con ista parafusa e aos nove meses sacabas un fillo. Os fillos fanse con isto». O sangue véuseme á cara, mais o Paquito, sempre máis espilido, díxolle que lle dese a volta e se sentase nela, e o Miguel gardouna, que lle custou traballo e tívose que erguer pra botala pra enriba (Blanco Amor, 2014: pp. 105-106). SEGUNDA VERSIÓN DE XENTE AO LONXE (CENSURADA) ⸻Pois non o saben, ¡probes! Pois mira… Si foras femia furábate con ista parafusa e aos nove meses sacabas un fillo. Os fillos fanse con isto. O sangue véuseme á cara, mais o Paquito, sempre máis espilido, díxolle que lle dese a volta e se sentase nela, e o Miguel gardouna (Blanco Amor, 2011: pp. 105-106). AUTOTRADUCCIÓN AQUELLA GENTE… ⸻Pues no lo saben, pobriños… Pues mira, se hacen con esto. Y si fueras niña te pinchaba con esta parafusa, ¿la ves bien?, y a los nueve meses me hacías padre. Me vino la sangre a la cara, pero el Paquito de la Vendona, siempre más dispuesto y sobre sí, fue y le dijo que le diese la vuelta y se sentase en ella, con lo cual el Miguel la guardó (Blanco Amor, 1976: p. 102). Otra muestra bien significativa del mismo tipo, donde se prescinde de un extenso fragmento por su audacia ideológica, ya que en él se relata un episodio de violencia protagonizado por la Guardia Civil, es la siguiente: HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X Censura y autocensura en la autotraducción 141 PRIMERA VERSIÓN DE XENTE AO LONXE (AUTÉNTICA) Sin máis toques de cornetín, os cabalos galloparon por enriba da xente; logo recuaron, sempre co tenientiño a carón; botaron pé a terra e fixeron dúas descargas seguidas, cerradas, a queimarroupa. Cando o xentío se esparexeu quedaron nas lousas nove mortos e trinta feridos. Entre os mortos estaba unha muller moza, preñada xa pra parir, e asegún despois se soupo, o home entoleceu. Na face dun santo de pedra da Orden Bieita, na fachada apareceron escochados uns miolos. En todo o adral o sangue ía escoando polas rendixelas das lousas. Os mortos quedaron alí até que chegou o xuez o día seguinte. As campás de toda a parroquia e doutras que dende alí non se ouvían, tocaron a morte dous días coas súas noites, até que os enterraron. Os xendarmes entraron ao solpor na cidade, co tenientiño ao frente, sin unha ferida, sin un croque de pedra, sin un arrabuñazo, cos uniformes ben cepillados, cos amarelos do correaxe como acabados de pintar, e fóronse á casa cuartel da Praza de San Cosme a cear quente e a dormir coas súas mulleres. O deber ten isas mágoas, que se lle vai facer… (Blanco Amor, 2014: p. 255). SEGUNDA VERSIÓN DE XENTE AO LONXE (CENSURADA) Sin máis toques de cornetín, os cabalos galloparon por enriba da xente; logo recuaron, sempre co tenientiño a carón; botaron pé a terra e fixeron dúas descargas… (Blanco Amor, 2011: p. 255). AUTOTRADUCCIÓN AQUELLA GENTE… Sin más toques de cornetín, los caballos galoparon por encima de la gente; luego recularon, echaron pie a tierra y, siempre con el tenientillo al frente, hicieron dos descargas cerradas, casi a quemarropa (Blanco Amor, 1976: p. 265). En segundo lugar, con respecto a los cambios del tercer censor en la segunda versión reiterando los suyos y los del segundo censor en la primera versión, obsérvese este fragmento: PRIMERA VERSIÓN DE XENTE AO LONXE (AUTÉNTICA) HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X 142 Xosé Manuel Dasilva A miña muller ponse un irrigador de auga fría despois de ocupármonos. Recomendoullo o Barada vai pra dez anos, e quedamos en dous fillos. Sábeno moitas, pro, naturalmente, é millor quedarse ao quente na cama, raio de porcas, sin erguérense nin pra se lavar, que eisí anda iste país, que todo ten que saír do miragre. Cun litro de auga fría e un irrigador posto ben alto, aforraríamos a mitade dos patriotas que lle saen a iste país por orde da providencia (Blanco Amor, 2014: p. 103). SEGUNDA VERSIÓN DE XENTE AO LONXE (CENSURADA) A miña muller ponse un irrigador de auga fría despois de ocupármonos. Recomendoullo o Barada vai para dez anos, e quedamos en dous fillos. Sábeno moitas, pro, naturalmente, é millor quedarse ao quente na cama, raio de porcas, sin erguérense nin pra se lavar, que eisí anda iste país, que todo ten que saír do miragre… (Blanco Amor, 2011: p. 103). AUTOTRADUCCIÓN AQUELLA GENTE… Pues mi mujer se pone un irrigador de un litro de agua fría después de ocuparnos. Se lo recomendó Barada va para diez años, y nos quedamos en dos hijos. Muchas lo saben y no lo hacen; claro, es mejor quedarse en la cama caliente, tías cerdas, con el pebre en conserva, y sin siquiera lavarse, que así anda este país que todo tiene que salir del milagro (Blanco Amor, 1976: p. 99). Ahora ya no por censura sino por autocensura, en tercer lugar, en lo que atañe a los cambios que coinciden por azar con los del segundo censor y el tercer censor, todos ellos desconocidos por Blanco Amor, atiéndase a esta escena: PRIMERA VERSIÓN DE XENTE AO LONXE (AUTÉNTICA) ⸻¿Non te pos cachondo…? ¿Que che pasa? Soltouma, e acendeu unha bombilla con tulipa que estaba amarrada a un adorno da cabeceira. O espello recolleunos doutro modo, coa cor de cada un: a muller macia, verdosa; o meu corpo san, certeiro, amigo de si mesmo. Sentín a vaga de calor que me viña por embaixo da pel. O membro esquecido comenzou a revivecer, branco, tépedo, voltando ao longo da súa proporción, sortindo da súa moleza caída a par do muslo; afirmándose, coasi a choutos, naquel seu feitío rexo e natural que me atormentaba días inteiros sin saber que facer con il, sin saber pra onde poñelo sin que se me notase. HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X Censura y autocensura en la autotraducción 143 Subinme á muller como a un cabalo quedo, sin ilusión, sin espetativa, sin xiquera medo. Ogallá se dormira. ⸻Cóllema ti. Aquela muller desconecida, ausente, estoxada de si, dalgún xeito debeu sentir a apelación inxel e anovada daquil sangue que a chamaba dende algún lugar coasi esquecido do seu corpo (Blanco Amor, 2014: p. 316). SEGUNDA VERSIÓN DE XENTE AO LONXE (CENSURADA) ⸻¿Non te pos…? ¿Que che pasa? Soltouma, e acendeu unha bombilla con tulipa que estaba amarrada a un adorno da cabeceira. O espello recolleunos doutro modo, coa cor de cada un: a muller macia, verdosa; o meu corpo san, certeiro, amigo de si mesmo. Sentín unha vaga de calor que me viña por embaixo da pel. Aquela esquecida parte de min, caída á par do muslo, comenzou a revivecer pouco a pouco… Subinme á muller como a un cabalo quedo, sin ilusión, sin espetativa, sin xiquera medo. Ogallá se dormira. Aquela muller desconecida, ausente, estoxada de si, dalgún xeito debeu sentir a apelación inxel e anovada do sangue que a chamaba dende algún lugar coasi esquecido do seu corpo (Blanco Amor, 2011: p. 316). AUTOTRADUCCIÓN AQUELLA GENTE… ⸻Chico, no acabas de ponerte… Me la soltó y encendió una bombilla con tulipa que estaba amarrada a un adorno de la cabecera. El espejo recogió nuestros cuerpos de otro modo, con la condición de cada uno: el de la mujer, blancuzco, tenue, con partes agrisadas; el mío, sano, seguro, amigo de sí mismo; creo que me gustó verlo así, como desde fuera, sintiéndome «otro» en su posibilidad, en su disponibilidad. Sentí una oleada de calor de afuera adentro como si la alcoba se hubiese templado de repente. Aquella parte involuntaria de mí, caída hacia el muslo, revivía poco a poco tomando conciencia, como una voluntad aparte. Me subí a la mujer como a un caballo quieto, sin ilusión ni expectativa, sin siquiera miedo. Ojalá se durmiera… (Aquella desconocida, ausente, tal vez asqueada de sí misma, debió de sentir la nueva apelación de una parte, olvidada ya, de su cuerpo) (Blanco Amor, 1976: pp. 343-344). También por autocensura, en cuarto y último lugar, en lo que hace a los cambios no señalados por ningún censor, este es un ejemplo: HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X 144 Xosé Manuel Dasilva PRIMERA VERSIÓN DE XENTE AO LONXE (AUTÉNTICA) ⸻¡Olla, con que sae iste…! ¿Quen folla pensando na paternidade? (Blanco Amor, 2014: p. 102). SEGUNDA VERSIÓN DE XENTE AO LONXE (CENSURADA) ⸻¡Olla, conque sae iste…! ¿Quen usa de elas pensando na paternidade? (Blanco Amor, 2011: p. 102) AUTOTRADUCCIÓN AQUELLA GENTE… ⸻Mira con qué sale éste… ¿Quién se casa pensando en la prole? (Blanco Amor, 1976: p. 98). Una prueba más del mismo tipo es la siguiente: PRIMERA VERSIÓN DE XENTE AO LONXE (AUTÉNTICA) Anque cando fun medrando gostábame máis que todas a Xulia Cordeiro, que cando quedábamos sós ⸻xa andaría eu nos once⸻, facíame apreixarlle as nádegas até facela xemer (Blanco Amor, 2014: p. 123). SEGUNDA VERSIÓN DE XENTE AO LONXE (CENSURADA) Anque cando fun medrando gostábame máis que todas a Xulia Cordeiro, que cando quedábamos sós ⸻xa andaría eu nos once⸻, facíame apreixarlle as carnes até facela xemer. (Blanco Amor, 2011: p. 123) AUTOTRADUCCIÓN AQUELLA GENTE… … aunque, cuando fueron creciendo, la que más me gustaba de todas era la Julia Cardero, que cuando quedábamos solos, yo ya andaría en los diez bien cumplidos, me hacía apretarle las carnes hasta hacerla quejarse (Blanco Amor, 1976: pp. 122-123). 5. FINAL Como hemos analizado, Blanco Amor censuró y autocensuró su novela en gallego Xente ao lonxe, en el primer caso porque se vio forzado a hacerlo respondiendo a exigencias concretas del Ministerio de HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X Censura y autocensura en la autotraducción 145 Información y Turismo y en el segundo caso según su propio punto de vista, sin que nadie se lo pidiese manifiestamente, ante la inquietud que le generaba la amenaza de los censores. He aquí el criterio fundamental, a nuestro entender, que distingue los conceptos de censura y autocensura. Posteriormente, Blanco Amor censuró y autocensuró la autotraducción al español Aquella gente… de modo análogo a como lo había hecho en la obra original. Una disparidad capital entre Xente ao lonxe y Aquella gente… es que la novela ha podido ser restaurada con fidelidad, merced a la localización del mecanoscrito en el que figuraban fehacientemente los cambios perpetrados por el escritor tanto por censura como por autocensura. Resulta complejo rehabilitar, al revés, el texto legítimo de la autotraducción, pues Blanco Amor partió para hacerla de la versión en gallego ya censurada y autocensurada. Una solución hipotética para esta contrariedad podría ser traducir alógrafamente solo los trozos restaurados en gallego, de manera que Aquella gente… se convertiría en una autotraducción y una traducción alógrafa simultáneamente. Antes de concluir, nos gustaría esbozar una reflexión de alcance general acerca de la censura y la autocensura en el ámbito de la autotraducción. Y es que la censura como tal equipara al traductor alógrafo y al autotraductor, situándolos a un nivel similar, al depender ambos de las directrices provenientes de una instancia superior que deben acatar. Sin embargo, el autotraductor detenta una capacidad absolutamente discrecional para limitarse a sí mismo, a diferencia del traductor alógrafo, por ser el propietario intelectual de aquello que traduce. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Antunes, Maria Alice Antunes (2013), «The decision to self-translate, motivations and consequences: a study of the cases of João Ubaldo Ribeiro, André Brink and Ngugi wa Thiong’o», en Christian Lagarde y Helena Tanqueiro (eds.), L’autotraduction aux frontières de la langue et de la culture, Limoges, Éditions Lambert-Lucas, pp. 4551. Blanco Amor, Eduardo (1953), Farsas, Buenos Aires, Ediciones López Negrí. HERMĒNEUS, 23 (2021): págs. 125-149 ISSN: 2530-609X 146 Xosé Manuel Dasilva Blanco Amor, Eduardo (1959), A esmorga, Buenos Aires, Editorial Citania. 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