Sección central
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Estudios Artísticos: revista de investigación creadora
El caso de la risa en la pintura del
Nuevo Reino de Granada como
dispositivo de proto-disciplinamiento
Artículo de reflexión
Recibido: 16 de enero de 2019
Aprobado: 13 de febrero de 2019
Nicole Pinzón Hernández
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Colombia
Taniahelena91@gmail.com
—
Cómo citar este artículo: Pinzón Hernández, Nicole
(2019). El caso de la risa en la pintura del Nuevo
Reino de Granada como dispositivo de proto-disciplinamiento. Estudios Artísticos: revista de investigación creadora, 5(7) pp. 244-259. DOI: https://doi.
org/10.14483/25009311.14992
Resumen
En medio de una sociedad sacralizada, la Nueva
Granada del siglo XVII se constituyó como escenario en auge de la pintura colonial. Con las disposiciones de Contrarreforma y tridentinas, los
manuales de pintura, hagiografías y láminas europeas, las representaciones sagradas se dieron bajo
la mirada inquisidora de la iglesia, configurando
así un discurso visual centrado en la retórica y la
persuasión. Por lo tanto, considerando el término
acuñado por Foucault y estudiado por Agamben
de dispositivo, este artículo pretende aplicarlo al
uso que dio la iglesia a la pintura como herramienta
de adoctrinamiento, más específicamente como
dispositivo de proto-disciplinamiento del cuerpo
social, y centrando dicho dispositivo en la representación dicotómica de la risa, por un lado enmarcada en el deber ser, la sumisión, la templanza y lo
sagrado, y por otro lado como síntesis de las prácticas a evitar, lo profano, los vicios y la condena
eterna.
Palabras Clave
Dispositivo; iglesia; Nueva Granada; proto-disciplinamiento; representación; risa
<
Santa Bárbara. (Baltazar Vargas de Figueroa -atribuido- siglo
XVII). Óleo sobre tela, 69 x 54 cm, Siglo XVII, Colección Museo
Laughter as a Proto-disciplinary
Device in the Painting of the New
Kingdom of Granada
Colonial © Fotografía: Oscar Monsalve / Museo Colonial y
Museo Santa Clara. Bogotá D.C., Colombia.
Abstract
In the midst of a sacralized society, the New
Granada of the seventeenth century was a booming stage for colonial painting. With the pro-
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
visions of the Counter-Reformation and Trent,
El caso de la risa en la pintura del Nuevo Reino de Granada... / Nicole Pinzón Hernández
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European painting manuals, hagiographies and
Mots clés
plates, all sacred representations were put under
Dispositif ; Église; Nouvelle Grenade; proto-disci-
the inquisitive gaze of the Church, thus configuring
pline; représentation; rire
a visual discourse centered on rhetoric and persuasion. Therefore, taking on the concept of device,
coined by Foucault and furthered by Agamben,
this article applies it to the way in which the Church
O caso do riso na pintura do Novo
Reino de Granada como dispositivo
de proto-disciplinamento
used painting as a tool of indoctrination, more
specifically as a proto-disciplining device of the
Resumo
social body, and centered said device in the dicho-
Em meio a uma sociedade sacralizada, a Nova
tomous representation of laughter: on the one
Granada do século XVII se constituiu como cenário
hand framed in duty, submission, temperance and
em expansão da pintura colonial. Com as dispo-
the sacred, and on the other hand as a synthesis of
sições da Contrarreforma e tridentinas, os manuais
practices to avoid, including the profane, vices and
de pintura, hagiografias e reproduções europeias,
eternal condemnation.
as representações sagradas se deram sob a mirada
inquisidora da igreja, configurando assim um dis-
Keywords
curso visual centrado na retórica e na persuasão.
Device; Church; New Granada; proto-discipline;
Portanto, considerando o termo cunhado por
representation; laughter
Foucault e estudado por Agamben de dispositivo,
este artigo pretende aplicá-lo ao uso que deu a
Le rire en tant que mécanisme protodisciplinaire dans la peinture du
nouveau royaume de Grenade
igreja à pintura como ferramenta de doutrinação,
mais especificamente como dispositivo de proto-disciplinamento do corpo social, e centrando
tal dispositivo na representação dicotômica do
Résumé
riso, por um lado marcada pelo dever ser, pela
Au milieu d'une société sacralisée, la Nouvelle-
submissão, a temperança e o sagrado e, por outro
Grenade du XVIIe siècle fut une arène florissante
lado, como síntese das práticas a evitar, o profano,
pour la peinture coloniale. Avec les dispositions
os vícios e a condenação eterna.
de la contre-réforme et de Trente, les manuels de
peinture, les hagiographies et les planches euro-
Palavras chave
péennes, toutes les représentations sacrées étaient
Dispositivo; igreja; Nova Granada; proto-disciplina-
placées sous le regard inquisiteur de l'église,
mento; representação; riso
constituant ainsi un discours visuel centré sur la
rhétorique et la persuasion. Ainsi, reprenant le
terme inventé par Foucault et étudié par Agamben,
le « dispositif », cet article l'applique à la manière
Kauai chi asirii Tiñisskapi Musu
Reino Granadamanda Kauaringapa
allillakanga
dont l'Église utilisait la peinture comme outil d'endoctrinement, plus précisément comme dispositif
Maillallachiska
de proto-discipline du corps social, et comment
Chagpepe sug sociedad sacralizadape Musu
elle centrait ledit dispositif dans la représentation
granada unai uata ( XVll) rurareska sug Colonial
dichotomique du rire : d’une part encadrée de
chi churaska kuna contrareforma i tridenti-
devoir, de soumission, de tempérance et de sacré,
nakuna, Tiñiska iukaska, hagiografías i lamina
et d’autre part comme une synthèse de pratiques
Europeokuna,chi kauachiskakuna sagrados kaua-
à éviter, y compris les profanes, les vices et la con-
chirirka iglesia kauakura,mirachispa sug atun rimai
damnation éternelle.
kauaichi chagpepe iuiachingapa suma, kai kilkaska
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Estudios Artísticos: revista de investigación creadora
iaikuchiskame iglesiapi iachachingapa, mas llilla
kauringapa tandariskapi chi allilla niska kauangapa
asiriipi, sugnemanda, kangapa kuna,apallitakangapa,allilla kaugsai taitiku suma iuiai, sugnimandak
kauachingapa mana rurangapa, taitikuta burlarei,
upiaikuna, i jiru luarma ringapa.
Rimangapa Ministidukuna
Dispositivo; Tailikupa uasi; Musu Granada; kauaringapa allilakangapa; kauachirii; asirii
Cuando el ángel oyó por primera vez la risa del diablo, quedó
estupefacto. Aquello ocurrió durante algún festín, estaba lleno
de gente y todos se fueron sumando, uno tras otro, a la risa del
diablo que era fantásticamente contagiosa. El ángel comprendía con claridad que esa risa iba dirigida contra Dios y contra
la dignidad de su obra. Sabía que debía reaccionar pronto,
de una manera o de otra, pero se sentía débil e indefenso.
Como no era capaz de inventar nada por sí mismo imitó a su
adversario.
Milan Kundera
El desarrollo de este artículo se dará, por un lado,
en torno a la representación de la risa, no desde
la comicidad, como podemos encontrar en Henri
Bergson, sino la risa como manifestación de lo
que se concibió como el bien y el mal durante la
colonia, encontrando algunas desavenencias teofilosóficas, como es costumbre, entre las órdenes
religiosas predominantes del s. XVII en el Reino
de Nueva Granada, frente a su parecer respecto
al significado de la risa, y por otro lado, al papel
que desempeñó la risa a través del dispositivo
empleado por la iglesia para imponer tras la conquista, la representación de lo sagrado y la virtud
de la templanza.
La representación dicotómica de la
risa colonial
Es bien sabido que, durante el Concilio de Trento,
la iglesia endureció las políticas de producción
de imagen, las cuales no se crearon, sino que se
reforzaron con la Contrarreforma y como vía para
defender e imponer el uso de la imagen tras las
críticas luteranas respecto a la idolatría. Dichas
políticas se centraron en:
1. Contener verdades dogmáticas.
2. Suscitar sentimientos de adoración hacia
Dios.
3. Incitar a la práctica de la piedad.
Si bien no había mayor novedad en las disposiciones tridentinas respecto a la imagen, la iglesia enfatizó en ciertos sacramentos como el matrimonio,
la confesión y la penitencia, que, como el primero,
significó un alto porcentaje de la producción pictórica de Nueva Granada, dictaminando a través
de representaciones ideales, los modelos a seguir.
A lo largo de la Conquista y la Colonia, “el arte
cesaba de concebirse como un objeto de puro
deleite estético dirigido a una minoría de conocedores, para convertirse en un formidable instrumento de propaganda orientado a la captación de
masas.” (Sebastián, 1989, p. 10).
Los aspectos iconográficos en la pintura neogranadina, tuvieron a diferencia de la producción de
imagen previa a la Contrarreforma, el interés no
de “instruir por la razón, sino persuadir por el sentimiento” (Borja, 2009, p. 40). En La Adoración de
los pastores, por ejemplo, además de promover
la obligatoriedad de la familia nuclear, la pintura
expresa el valor del sacrificio a través de las figuras
del buey y el burro, representando el segundo
el no reconocimiento a Cristo por parte de los
judíos. Así mismo, en varias de las representaciones
pictóricas del sacramento del matrimonio, ya sea
a través de La Sagrada Familia o los Desposorios
Místicos, la presencia de la eutrapelia.
“El Concilio de Trento (1563), es cierto, se dedicó
al tema, pero —como nos lo recuerda Delumeau—
solo en su penúltima sesión, afirmando que, si el
matrimonio era instituido por Dios, más santa era la
plena devoción a la vida religiosa.” (Casey, 1991, p.
73).
Ya desde la antigüedad clásica, las posiciones filosóficas frente a la risa eran contrarias:
Platón entiende que la risa debe reservarse a aquellos
momentos en los que se hable de las clases bajas, y
Aristóteles, en su Poética, reivindica una risa que no haga
daño a quien es objeto de ella, la misma idea que subyace
en el concepto de eutrapelia que expone en su Retórica.
(Arellano; Roncero, 2006, p.419)
El caso de la risa en la pintura del Nuevo Reino de Granada... / Nicole Pinzón Hernández
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Imagen 1. Adoración de los Pastores. (Gaspar de Figueroa -atribuido- siglo XVII). Óleo sobre tela, 137 x 181 cm. Colección Museo
Colonial © Fotografía: Oscar Monsalve / Museo Colonial y Museo Santa Clara. Bogotá D.C., Colombia.
Un pertinente ejemplo de la diferencia a la hora
de entender y explicar la risa, por parte de las
órdenes religiosas, nos lo ofrece Umberto Eco en
su libro El nombre de la rosa, a través del debate
entre Fray Guillermo y Jorge de Burgos:
-Me pregunto-dijo Guillermo-, por qué rechazáis tanto la
idea de que Jesús pudiera haber reído. Creo que, como
Eco, además de dar al lector un amplio repertorio
del contexto medieval a través del ámbito religioso, crea una historia en torno a la risa, una historia por medio de la cual expone el papel de esta
como una especie de fruto de la discordia, originando asesinatos y el extravío del segundo libro de
La poética de Aristóteles acerca de la comedia y
la risa.
los baños, la risa es una buena medicina para curar los
humores y otras afecciones del cuerpo, sobre todo la
melancolía.
-Los baños son buenos, y el propio Aquinate los aconseja
para quitar la tristeza, que puede ser una pasión mala
cuando no corresponde a un mal susceptible de eliminarse
a través de la audacia. Los baños restablecen el equilibrio
de los humores. La risa sacude el cuerpo, deforma los
rasgos de la cara, hace que el hombre parezca un mono.
-Los monos no ríen, la risa es propia del hombre, es signo
de su racionalidad. (Eco, 1993, pp.124-125)
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En el debate anteriormente citado, Fray Guillermo
de Baskerville, apela a la defensa de la risa, una
defensa que parte de la concepción franciscana
en la que la risa no se refleja como hecho condenable, siendo incluso un atributo de San Francisco de
Asís, el Hilaris Vultu (semblante alegre). En referencia a este tipo de risa franciscana, Marcos Cortés
Guadarrama, en su Brevísima historia de la risa en
la hagiografía del nuevo mundo: Tres tipos de la
prosa franciscana, desarrolla justamente este tratamiento positivo de la risa:
Estudios Artísticos: revista de investigación creadora
pensar que la sonrisa fue una de las creaciones de la Edad
La risa, no como expresión de la tontería y la maldad, la
Media. (Le Goff, 1999, p.49)
cual vive encarnada en graciosos marginales y villanos
sarcásticos en la comedia nueva y las innovaciones lopescas —género por excelencia del barroco hispánico—,
sino como expresión de la alegría (laetitia) temperada,
ejemplar; una risa que no responde necesariamente a lo
cómico, sino a lo meramente hagiográfico, a lo que insta la
santidad[...] (Guadarrama, 2018, p.80)
Así, mientras los franciscanos encontraban en esta
forma de risa calmada un atributo constante en
las narraciones hagiográficas de San Francisco de
Asís: “En las aflicciones, en presencia de aquellos
que los atormentan, siempre permaneced hilaris
vultu.” (Le Goff, 1999, p.52). La orden Benedictina
(representada por Jorge de Burgos en El Nombre
de la rosa), regía sus creencias a partir de una muy
estricta norma, la Regla de San Benito o Regula
Sancti Benedicti, escrita por Benito de Nursia en el
s. IV, como base comportamental para monjes, la
cual cuenta también con especificaciones frente al
tratamiento adecuado y existencia de la risa en la
vida de claustro.
- El undécimo grado de humildad consiste en que
el monje, al hablar, lo haga suavemente y sin risas,
con humildad, seriedad y pocas palabras. No hable
a voces, como está escrito: Al sabio se le conoce
por sus pocas palabras.
- El décimo grado de humildad consiste en no ser
de risa fácil y pronta, pues está escrito que el necio
ríe a carcajadas.
- No decir necedades o cosas que excitan la risa.
- No gustar de reír mucho o estrepitosamente.
Si bien existió en la cultura medieval (de la cual la
colonia de Nueva Granada es también heredera)
una risa prohibida, pecaminosa, proveniente de lo
cómico, hubo también defensores de la risa, que
desde la iglesia apoyaban y promovían el derecho
a la santa alegría, a la risa pascual, como menciona
Eco en su Historia de la fealdad.
Ejemplo de textos en los que la risa es empleada
o representada a modo de prosa desde lo positivo o en relación con la risa santa, es el Flos
Sanctorum con sus etimologías, texto del s. XV, de
autor anónimo y heredero de la Leyenda Áurea,
del hagiógrafo italiano Santiago de la Vorágine. En
este, el autor, basándose en el objetivo de los Flos
Sanctorum de relatar la mayor cantidad posibles
de vidas de santos por medio de la abrebiattio,
relata algunas historias en las cuales San Francisco
de Asís y la risa son los protagonistas:
Su risa (eutrapelia), en la mayoría de los casos, no pertenece al mundo profano, es decir, la realidad del defecto;
es una risa eutrapélica que proviene desde el ascetismo,
de la moderación, un paréntesis puntual a un mundo de
contención o la culminación premiada de un proceso de
perfección. (Guadarrama, 2018, p.84)
A pesar de esa risa aprobada, la que cabe relacionar con la eutrapelia o el Hilaris vultu, la que es
representada en parte de las obras que podemos
encontrar en el conjunto de pinturas del s. XVII
en la Nueva Granada, que evidencia la templanza
(como uno de los cuatro valores cardinales) ya sea
en el martirio, en los desposorios o en las vidas de
santos y santas. La risa a lo largo de la Edad Media
estuvo relacionada con el demonio y por lo tanto
con los vicios, contrarios a las virtudes atribuidas a
santos y santas. “Las criaturas que en el Tríptico de
las tentaciones de San Antonio asedian a la ermita,
no son los demonios de la tradición, demasiado
malos para ser tomados en serio. Son casi divertidos, como personajes carnavalescos.” (Eco, 2007,
p.102).
Contra la risa, Regla de San Benito (s.VI). No pronunciar
palabras ociosas o ridículas; y no complacerse en la risa
excesiva y desmedida.
San Basilio, Pequeñas reglas (s. IV). El señor se hizo cargo
de todas las pasiones corporales inseparables de la natura-
El latín sólo disponía de la palabra risus. El griego también
leza humana (...) sin embargo, como atestiguan los relatos
tenía una palabra para sonrisa, el latín tuvo que construir
evangélicos (...) jamás cedió a la risa. Al contrario, llamó
su equivalente: subrisus, cuyo uso se acabó difundiendo,
infelices a quienes se dejan dominar por la risa.
aunque no sin dificultades: durante mucho tiempo subrisus
Regla de los cuatro padres (s. V). Si se descubre a alguien
no significó “sonreír” sino “reírse para sus adentros” o “risa
riendo o haciendo bromas ordenamos que ese hombre
secreta”. Se convirtió en sonrisa cuando cambiaron los
(...) durante dos semanas sea reprimido con el látigo de la
valores y los comportamientos, quizá, en el siglo XII. Cabe
humildad. (Eco, 2007, p.134)
El caso de la risa en la pintura del Nuevo Reino de Granada... / Nicole Pinzón Hernández
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Imagen 2. La Virgen, el Niño y San Francisco de Asís. (Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos -atribuido- siglo XVII). Óleo sobre
piedra, 17 x 18 cm. Colección Museo Colonial © Fotografía: Oscar Monsalve / Museo Colonial y Museo Santa Clara. Bogotá D.C.,
Colombia.
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Imagen 3. Regreso de la Huida a Egipto. (Baltazar Vargas de Figueroa -atribuido- siglo XVII).. Óleo sobre tela, 170 x
131 cm. Colección Museo Colonial © Fotografía: Oscar Monsalve / Museo Colonial y Museo Santa Clara. Bogotá D.C.,
Colombia.
El caso de la risa en la pintura del Nuevo Reino de Granada... / Nicole Pinzón Hernández
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El dispositivo
Agamben, estudia el dispositivo a partir de la
genealogía que elabora de esta palabra desde la
mención de Foucault, quien construye la categoría partiendo de la noción “positividad” de Jean
Hyppolite, filósofo francés ampliamente conocido
por su trayectoria como estudioso de Hegel.
Foucault a lo largo de su carrera no expresa una
definición exacta de dispositivo, pero se acerca a
esta en una entrevista en la que responde que se
trata de: un conjunto de estrategias de relaciones
de fuerza que condicionan ciertos tipos de saber
y son condicionados por él. (Dits et écrits, vol. III,
pp. 299-300, citado por Agamben, 2015), tras la
cual Agamben nos ofrece una primera definición:
“dispositivo es: cualquier cosa que tenga la capacidad de capturar, orientar, determinar, interceptar,
modelar, controlar y asegurar los gestos, conductas, opiniones y discursos de los seres vivientes.”
(Agamben, 2015, p.23).
Agamben estudia además un término empleado
por Foucault previo al uso de dispositivo, positividad, con el cual, pudo haberse encontrado
por el texto El joven Hegel y la positividad de la
religión cristiana de Jean Hippolyte, quien fuera su
profesor. En el texto, Hippolyte explica la división
que plantea Hegel entre religión natural y religión
positiva, siendo la primera la relación inmediata de
la razón con lo divino y la segunda, el resultado de
una relación de mando obediencia que se implanta
fuera de una sociedad, y que en esta una serie de
reglas y creencias, que a su vez son asumidas por
dicha sociedad como un sistema de creencias y
sentimientos.
esposa, sacrificada, entregada a las labores que el
cuerpo social dictaba. Así mismo, Santa Rosa de
Lima “Por encontrarse a medio camino entre la vida
conventual y el estado seglar, el ascetismo devocional de la profesión beateril era considerado
como un modelo legítimo de perfección cristiana.”
(Mujica, 2001, p. 39).
El dispositivo, plantea Agamben, gira en torno a un
deseo muy humano de felicidad, a la imposibilidad
o dificultad de restituir al uso común, lo que el
dispositivo ha capturado y separado de dicho uso,
y llega a este argumento para entrar a lo sagrado
y lo profano, siendo lo sagrado, lo sustraído al
uso común de los hombres, y lo profano, como lo
que restituye al uso de los hombres, eso que fue
sustraído.
En la Suma Teológica, Santo Tomás de Aquino plantea tres series de virtudes a las que llama partes
potenciales, que se encuentran ligadas a una primera, en este caso, la templanza (una de las cuatro
virtudes cardinales). Se ha mencionado antes la
eutrapelia, como manifestación de una especie de
risa que no se contrapone al mandato católico, y es
justamente la eutrapelia, una de esas partes potenciales de la templanza, aunque expuesta desde la
perspectiva del juego y el sano divertimento que
no sobrepasan la línea de la virtud al vicio:
Es propio de la eutrapelia el que profiramos alguna increpación, no para deshonrar o contristar a aquel contra quien
se pronuncia, sino más bien por diversión y chanza, y esto
puede hacerse sin pecado si se observan las condiciones debidas. Pero si una persona no vacila en contristar a
aquella contra quien profiere tal improperio jocoso con
tal de provocar la risa en otros, hay vicio en ello, como se
expresa allí mismo. [...] . El filósofo, por su parte, pone una
La religión positiva, en la cita de Hyppolite a Hegel
“Implica sentimientos que se imprimen en el alma
a través de una constricción y comportamientos
que son el resultado de una relación de mando
y de obediencia y que se cumplen sin un interés directo.” (Hippolyte, 1983, p. 43, citado por
Agamben,. 2015).
Tanto la imagen 3. como la imagen 4., contienen
escenas propias del mandato tridentino frente
al valor del matrimonio y la familia nuclear, representan el ideal de mujer colonial, devota madre y
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virtud que se ocupa de los juegos, que él llama eutrapelia y
que nosotros podemos llamar alegría. (Aquino, sf, pp.6-10)
Para Foucault, en una sociedad disciplinaria, el dispositivo está enfocado en la creación de cuerpos
dóciles que se asumen como libres, que asumen
su identidad incluso en el proceso de su sometimiento. Y en la Nueva Granada 1 el uso de las
1
Podría ser problemático afirmar que la Nueva Granada
es una sociedad disciplinaria debido a que se corre el riesgo
de aplicar categorías a momentos históricos previos a su
planteamiento. De todas maneras, se puede decir que en la
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Imagen 4. Los desposorios místicos de Santa Rosa de Lima. (Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos, 1670). Óleo sobre tela, 176 x
130 cm. Colección Museo de Arte del Banco de la República. Colombia.
El caso de la risa en la pintura del Nuevo Reino de Granada... / Nicole Pinzón Hernández
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imágenes y sus políticas de representación fueron
claves para la formación del cuerpo social conformado por cuerpos particulares con sus sentidos
debidamente colonizados. El uso de sermones,
apoyados en la pintura como herramientas de
comunicación visual, impulsaron no solo la imposición, sino la persuasión hacia el involucramiento
cotidiano de lo sagrado en las vidas y comportamientos del cuerpo social colonial:
Pedagógicamente, la imagen, además de ayudar a convencer, motivar y enseñar, condicionará igualmente la
imaginación, encausando con su inteligible y bella textura
los pensamientos, y evitando a la postre, evitando posibles
desviaciones tanto para el que piensa o medita, como para
el que la escucha. (Ramos, sf, p. 295)
Y entramos a otro ejemplo de “dispositivo”, y es el
dispositivo penitencial, muy ligado al poder pastoral planteado por Foucault, que funciona a partir
del temor a Dios, por un lado, y la confesión por
otro (ambos profundamente arraigados durante la
colonia, pues como se mencionó anteriormente,
el sacramento de la confesión no solo fue uno de
los más promovidos por el Concilio de Trento, sino
uno de los más representados en Nueva Granada).
Se nos presentó al cura como el pastor del rebaño,
el encargado de guiar dicho rebaño, y los pecados
de dicho rebaño le dan al pastor el poder sobre
ellos, el poder, a través del temor a Dios y posterior
confesión, confesión por medio de la cual el sujeto
encuentra la propia verdad, en la no verdad del
yo pecador rechazado. El cura es entonces quien
tiene el poder en dicha confesión: el dispositivo
penitencial.
La confluencia de dispositivo a
proto-disciplinamiento
Tenemos entonces, el dispositivo como manifestación de un deseo humano de felicidad, como
herramienta para moldear y controlar comportamientos, como generador de cuerpos disciplinados. Por lo que cabe preguntarse, no tanto por el
papel de la pintura, por ejemplo, como instrumento
Nueva Granada existen “prácticas de disciplinamiento” (aunque
como tal esta no sea una sociedad disciplinaria en un sentido
moderno).
254
para la estrategia de conquista y adoctrinamiento
a lo largo de la Colonia por parte de la iglesia, sino
por una forma específica de representar qué es lo
que puede o no llevar a la felicidad en una sociedad como la del Reino de Nueva Granada, en este
caso, la representación de la risa.
La risa y el cristianismo no han ido a lo largo de la
historia propiamente de la mano, la risa ha sido vinculada al defecto o imperfección, y el cristianismo,
busca moderar los impulsos propios del hombre,
entre ellos, la risa (Cortés, 2018, p.81), aunque,
como se expuso anteriormente, se dieron ciertas
salvedades respecto a la aparición de la risa en textos sagrados (como en los Flos Sanctorum, o tratados de pintura de los que se sabe, fueron material
altamente consultado por los maestros pintores a
la hora de representar la doctrina y dogma cristianos desde la inventío).
Jacques Le Goff, en el texto La risa en la Edad
Media, presenta una serie de versiones de la risa
y distingue también la presencia de la risa en el
Antiguo Testamento: ‘sakhaq’ risa desenfrenada,
feliz, ‘iaag’ risa burlona denigrante, la segunda risa
“iaag”, está vinculada además a Isaac, cuya madre
Sara, en un pasaje de La Biblia, se reiría incrédula
tras la revelación que le hizo un ángel, el cual
le afirmó, quedaría embarazada de su esposo
Abraham. Génesis 18:12, Por eso Sara no pudo
contener la risa al pensar en sus adentros: «¿Ahora
que ya estoy seca voy a tener placer con un
marido tan viejo?»
La pasión de Cristo era imitada a través de la mortificación del cuerpo, la flagelación y el suplicio de
este, eran, por tanto, una vía para replicar los pasos
de las vidas ejemplares representadas en santos y
santas, uno de los principales intereses del catolicismo Barroco. Nada que produjera más felicidad
y propiciara más cercanía con lo sagrado, que el
dolor, el dolor autoinfligido o provocado por paganos o infieles, o la austeridad alimenticia o económica, básicamente el martirio es el eje central
de la santidad. Santa Bárbara, por ejemplo, quien,
tras vivir encerrada en una torre y por convertirse
a la fe cristiana, fue martirizada y posteriormente
decapitada, razón por la cual forma parte del martirologio católico; fue una de las santas más representadas en Nueva Granada, con un aproximado
Estudios Artísticos: revista de investigación creadora
Imagen 5. Santa Bárbara. (Baltazar Vargas de Figueroa
-atribuido- siglo XVII). Óleo sobre tela, 69 x 54 cm, Siglo
XVII, Colección Museo Colonial © Fotografía: Oscar
Monsalve / Museo Colonial y Museo Santa Clara. Bogotá
D.C., Colombia.
de 40 representaciones según la tabla de los principales temas iconográficos elaborada por Jaime
Humberto Borja (2012, p.72)
La imitación de los comportamientos de los mártires, que se hizo popular con la Contrarreforma
y tras las críticas de Calvino contra la veneración
a estos, propiciaba la aceptación y sumisión en la
cotidianidad del cuerpo social colonial, tan necesaria para la iglesia. (Pastor, 2004, p.186)
La ausencia en el libro sagrado de una historia en la
que Jesús haya reído fue legada para hagiografías
o textos cristianos en los que la risa se referenció
de manera negativa, lo que no quiere decir que el
tema de la risa esté ausente en dichos textos o que
aluda solo al carácter negativo de esta.
“La risa se constituye en sí como emblema de esa
victoria moral, pero lo hace, ante todo, a partir
del reconocimiento de superioridad intelectual
del santo, otorgando un sentido trascendente a la
sabiduría, al ingenio, a la astucia incluso” (Aragüés,
2005, p. 250, citado por Cortés, 2018). Una risa
apenas dibujada que no vaya en contravía con
la moderación y la templanza, característicos
de los protagonistas de las vidas ejemplares, “es
imposible reflexionar sobre la risa sin atender a su
relación con la sacralidad.” (Aragüés, 2005, p. 253,
citado por Cortés, 2018).
En cuanto a las distinciones de la risa, en el texto
Demócrito áureo los códigos de la risa en el siglo
de oro, de Ignacio Arellano, se nos presenta otro
tipo, y es la risa satírica, la risa provocada por la
necedad de los malvados, por lo tanto, se distingue
entre la risa demoniaca y la utilizada en su contra,
la risa que se burla del demonio.
Tenemos entonces en contraposición a la eutrapelia y a la hilaris vultu, o risa callada o hacia adentro
El caso de la risa en la pintura del Nuevo Reino de Granada... / Nicole Pinzón Hernández
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Imagen 6. Milagro de Santo Domingo en Soriano. (Baltazar Vargas de Figueroa -atribuido- siglo
XVIII). Óleo sobre tela, 100 x 85 cm. Colección Museo Colonial © Fotografía: Oscar Monsalve /
Museo Colonial y Museo Santa Clara. Bogotá D.C., Colombia.
que define Le Goff, a la scurrilitas, que vendría
siendo en las hagiografías medievales y barrocas,
la risa del demonio, la que tiende a las bromas
ofensivas.
En un Doctrinal de Religiosos del s. XVII “se diferencia entre
una risa «reprehensible» y una «honesta y disciplinada». En
la primera categoría se incluye la desordenada, la liviana, la
quebrada, («a manera de las mugercillas»), la soberbia y la
maliciosa; la segunda debe caracterizarse por ser escasa y
Catalina de Alejandría (a lado izquierdo sosteniendo el retrato y con la corona, uno de sus atributos tras pertenecer a la nobleza en Alejandría),
y Santo Domingo de Guzmán (retratado con las
azucenas que representan su pureza), un gesto
facial que indica templanza frente la presencia de
un hecho milagroso, asimilado si bien con alegría
por parte de las tres mujeres, lo suficientemente
moderado como para referenciar a la eutrapelia o
risa callada.
sin estruendo para alcanzar el ideal del varón sabio y discreto que se ríe callando.” (Lacarra, 1998, p. 380)
En Milagro de Santo Domingo en Soriano, por
ejemplo, podemos encontrar en María Magdalena
(a lado derecho, con el frasco de perfume que es
uno de sus atributos iconográficos), la Virgen María
(ubicada en el centro señalando el retrato), Santa
256
Así mismo, como en gran parte de las representaciones pictóricas coloniales, en las que hacen presencia varios referentes de las vidas ejemplares,
se da tanto La transmutación de personas de lugar
a lugar o antipopeya, como el anticronismo, evidente en la aparición de referentes pertenecientes
Estudios Artísticos: revista de investigación creadora
Imagen 7. Flagelación. Gaspar de Figueroa -atribuido- siglo XVIII). Óleo sobre tela, 134
x 110 cm, Colección Museo Colonial © Fotografía: Oscar Monsalve / Museo Colonial y
Museo Santa Clara. Bogotá D.C., Colombia.
a contextos históricos disímiles (Carducho, 1865,
pp. 246-260).
la historia y los hombres que representan lo esencial e
importante (reyes, jefes militares y héroes) no pueden ser
cómicos; el dominio de lo cómico es restringido y especí-
Otro ejemplo de los dictámenes frente a la risa en
la Edad Media se presenta en las Reglas Monásticas
del siglo V, “La forma más terrible y obscena de
romper el silencio es la risa, si el silencio es virtud
existencial y fundamental de la vida monástica, la
risa es gravísima violación”.
fico (vicios de los individuos y de la sociedad); no es posible expresar en el lenguaje de la risa la verdad primordial
sobre el mundo y el hombre; sólo el tono serio es de rigor;
de allí que la risa ocupe en la literatura un rango inferior,
como un género menor, que describe la vida de individuos
aislados y de los bajos fondos de la sociedad; la risa o es
una diversión ligera o una especie de castigo útil que la
En La cultura popular en la Edad Media y el
Renacimiento, Mijaíl Bajtín nos ofrece una clara idea
de lo que representó la risa desde el s. XVII:
La risa no puede expresar una concepción universal del
mundo, sólo puede abarcar ciertos aspectos -parciales y
parcialmente típicos de la vida social, aspectos negativos;
lo que es esencial e importante no puede ser cómico;
sociedad aplica a ciertos seres inferiores y corrompidos.
(Bajtín, 2013, p.55)
Si bien la risa en tanto scurrilitas, no podría catalogarse como una constante en la imagen colonial, sí
pueden contarse algunos ejemplos que exponen
este tipo de risa profana provocada por la aflicción
del martirio. La proliferación de la peste negra en
El caso de la risa en la pintura del Nuevo Reino de Granada... / Nicole Pinzón Hernández
257
el s. XIV, provocaría en las artes el síntoma de los
temas alusivos al sufrimiento y a la muerte como
situaciones cotidianas y necesarias, como un
tránsito hacia la vida eterna, siempre enfatizadas
a través de la retórica y la teatralidad barrocas
(Nápoles, p. 19).
absolutista, no adoptó del mismo modo que
Francia o Inglaterra o incluso Italia, el proyecto de
la modernidad.
El absolutismo fue esencialmente eso: un aparato reorganizado y potenciado de dominación feudal, destinado a
mantener a las masas campesinas en su posición social
Así que escenas como la crucifixión, el Ecce Homo,
La coronación de espinas, entre otros fragmentos
de la pasión, se difundieron también en Nueva
Granada, significando para la producción de pinturas cristológicas, un 46%, seguido de la Sagrada
Familia, la infancia, la resurrección (Borja, 2009,
p.75). En la imagen 7, alusiva a la flagelación de
Cristo narrada de diferentes maneras por los cuatro evangelistas, pueden verse algunos aspectos
iconográficos que aunque varían en la historia de
esta representación, son constantes en todas las
escenas de flagelación de Cristo: Los soldados
legionarios con sus respectivos flagelos, Cristo
semidesnudo, espectadores indiferentes que
dramatizan aún más la escena, y en este caso, un
personaje que se mofa de la actual situación del
martirizado, alusivo posiblemente a quienes, como
narra el pasaje bíblico, se mofaban de él:
Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle. Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la
cabeza y le vistieron un manto de púrpura; y, acercándose
a él, le decían: "Salve, Rey de los judíos". Y le daban bofetadas. (Juan 19:1-3)
El cuerpo social colonial regido por España, que
crecía en medio del avance del Estado Absolutista,
contó con una considerable distancia frente a
Inglaterra y Francia en cuanto al paso hacia la
modernidad. Esta brecha, condicionó entonces
la llegada del fundamento de la razón, y dejó en
España y sus colonias rasgos culturales de la edad
media, que se vieron prolongados a causa también
del dominio árabe.
Un llamado frecuente de la historiografía, es el de
evitar aplicar categorías modernas a contextos
históricos que le preceden, de allí que se hable
de proto-disciplinamiento, en la medida en que,
en términos de Foucault, el disciplinamiento es un
mecanismo de la modernidad para individualizar,
para separar, para producir individuos -de la mano
con la emergencia del auge de la propiedad privada, valga decir- y España, si bien era un Estado
258
tradicional, a pesar y en contra de las mejoras que habían
conquistado por medio de la amplia conmutación de las
cargas. (Perry, 1998, p.12)
Tenemos entonces en el Reino de Nueva Granada,
una relación visible entre la imagen y el uso de
esta por parte de la iglesia, como herramienta no
solo de adoctrinamiento, sino como dispositivo de
proto-disciplinamiento, una imagen sagrada que
más allá de provocar que los indígenas del “Nuevo
mundo” se convirtieran y encontraran en la fe católica, la verdad, logró establecer en la población
mestiza, a lo largo de la Colonia, la reafirmación de
dicha verdad, moviendo los sentimientos de estos,
evocando en el sacrificio, el martirio, la devoción y
la obediencia, el camino hacia la santidad y por lo
tanto, hacia Dios.
La representación de la risa, se dio así mismo,
como una fórmula que hacía visible una norma
básica de comportamiento y de reacción frente a
diferentes situaciones, una risa que contaba con
dos extremos, y cuya línea de división era muy
delgada, burlarse de otro sería referenciado con
la scurrilitas, a menos que fuera una risa provocada
por una persona o ser que estuviese ligado al
demonio, la risa por ejemplo frente al fracaso de
un cometido diabólico, sería hilaris vultu.
En cuanto a lo abordado con anterioridad, y a través de los ejemplos pictóricos y referencias literarias recopiladas en el artículo, es posible visibilizar
el uso de la imagen colonial por parte de la iglesia,
como una estrategia de proto-disciplinamiento
de las actitudes y comportamientos del cuerpo
social colonial, que si bien contó con una fuerte
influencia europea, adecuó según las necesidades
de difusión, control y características devocionales en América y en este caso, en el Reino de
Nueva Granada, una serie de aspectos como qué
representar, qué virtudes y valores promover, etc.,
teniendo a demás muy encuentra elementos como
la risa y evidenciando su valor dicotómico como
una representación entre el bien y el mal.
Estudios Artísticos: revista de investigación creadora
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