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ÍNDICE ENGRANAJES DEL CAMBIO 3 TIEMPO DE OFENSIVA CARLOS SAN JUAN VICTORIA 12 FRACTURAS DE PODER GUSTAVO OGARRIO 8 EXPERIENCIAS DE LOS GOBIERNOS PROGRESISTAS PARA MÉXICO LUCIO OLIVER 16 LA PROPUESTA EDUCATIVA DE LA 4T MAURO JARQUÍN RAMÍREZ AMÉRICA LATINA 34 EL CONTINUISMO EXTRACTIVO EN TIEMPOS DE CRISIS ANAHÍ DURAND 37 LA DERROTA ANUNCIADA DEL FMLN KRISTINA PIRKER 40 ¿SALIR DEL NEOLIBERALISMO? JOSÉ GUADALUPE GANDARILLA SALGADO PENSAMIENTO CRÍTICO 50 NEOLIBERALISMO: TRABAJOCAPITAL Y ACUMULACIÓN ALEJANDRO FERNANDO GONZÁLEZ JIMÉNEZ 58 ROSA LUXEMBURGO Y LA FORMACIÓN POLÍTICA COMO APUESTA INTEGRAL HERNÁN OUVIÑA 62 PORTAR LA PALABRA MAURICIO GONZÁLEZ GONZÁLEZ 2019-2 NÚMERO 270 25 CIENCIA, TECNOLOGÍA Y DESENAJENACIÓN ALBERTO BETANCOURT POSADA 30 LA PROPIEDAD INTELECTUAL EN LA ECONOMÍA SOCIAL DEL CONOCIMIENTO MANUEL BECERRA RAMÍREZ EMERGENCIA FEMINISTA 64 NUEVO FEMINISMO QUE POLITICE MARÍA HAYDEÉ GARCÍA BRAVO 67 MARXISMOS Y FEMINISMOS ELVIRA CONCHEIRO BÓRQUEZ LIBRERO 73 ANÁLISIS CRÍTICO DEL LIBRO PSICOPOLÍTICA, DE BYUNG-CHUL HAN NURIA ÁLVAREZ AGÜÍ HACER MEMORIA 76 CUADERNOS POLÍTICOS ENTREVISTA A ADOLFO SÁNCHEZ REBOLLEDO MARIANA BAYLE 79 ALFREDO STIRNER Y EL PCM ALEJANDRO MIGUEL REVISTA DE CRÍTICA MILITANTE DIRECTORA Elvira Concheiro Bórquez COMITÉ DE REDACCIÓN Gerardo de la Fuente, Diana Fuentes, José Gandarilla, Haydeé García Bravo, Samuel González Contreras, Fernando González, Argel Gómez, Aldo Guevara, Fernando Luna, Araceli Mondragón, Jaime Ortega, Joel Ortega, Víctor Hugo Pacheco, Matari Pierre, César Enrique Pineda y Perla Valero. CONSEJO EDITORIAL Hugo Aboites, Guillermo Almeyra, Armando Bartra, Barry Carr, Elvira Concheiro, Horacio Crespo, Gerardo de la Fuente, Enrique Dussel, José G. Gandarilla Salgado, Pablo González Casanova, Francisco López Bárcenas, Ricardo Melgar, Massimo Modonesi, Lucio Oliver, Carlos Payán, Enrique Semo, Raquel Tibol , Gabriel Vargas y Mario J. Zepeda. CORRECCIÓN DE ESTILO Ricardo Águila Sánchez y Juan Luis Concheiro DISEÑO Y FORMACIÓN Aurelio Gómez IMÁGENES DE INTERIORES Del libro Leonardo da Vinci, Cuadernos (2006), Parragon Books Ltd. CENTRO DE ESTUDIOS DEL MOVIMIENTO OBRERO Y SOCIALISTA, AC. Presidente y director fundador: Arnoldo Martínez Verdugo Directora: Elvira Concheiro Bórquez Memoria es una publicación del Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista, . Pallares y Portillo 99, colonia Parque San Andrés, Ciudad de México,  04040. Teléfono: 55490253.  0186-1395. revistamemoria.mx DA VINCI: LA BÚSQUEDA INCANSABLE A 500 años de la muerte de Leonardo da Vinci, tanto su obra artística como la investigación científica que desarrolló en diversos campos de las ciencias aún iluminan nuestros días. Como homenaje, este número de Memoria se ilustra con dibujos del cuerpo humano y de búsquedas teórico prácticas para producir tecnología, de uno de los sabios y creadores más notables de la humanidad. Da Vinci, con sus investigaciones y proceder, incomodó a los poderes oscurantistas establecidos. La ruptura con el conocimiento anterior, la utilización de prácticas vedadas por la religión, como el estudio del cuerpo humano, permitieron a Leonardo presentar estudios clínicos innovadores y la apertura de un camino inédito para la investigación científica. El sabio italiano puso en el centro del saber occidental la práctica científica, la búsqueda de la corroboración de las hipótesis por medio de datos empíricos y de observación, el método, en su caso, de disección, en un sentido literal, se lleva a cabo sin perder de vista la existencia integral de los objetos de estudio. Al desvelar mecanismos del movimiento de las alas de los pájaros o del estudio de las proporciones de los caparazones de las tortugas, siempre expresa la búsqueda de soluciones a la problemática que se enfrenta. La ciencia no es independiente del curso histórico de la sociedad y no se entiende si no pone en el centro la solución de los problemas fundamentales que aquejan al ser humano y obstruyen su desarrollo. Quizá podamos, en la mirada en movimiento de la Monalisa, comprender la vocación de cambio que acompañó a Leonardo da Vinci, pues evoca la pasión y el deseo de saber como motor del aprendizaje. Su infinita curiosidad y el rechazo de los dogmas, ilumina aún hoy a los nuevos saberes que requieren el desarrollo y progreso de nuestra sociedad. LIBRERO ANÁLISIS CRÍTICO DEL LIBRO PSICOPOLÍTICA, DE BYUNG-CHUL HAN NURIA ÁLVAREZ AGÜÍ INTRODUCCIÓN Psicopolítica recopila un conjunto de ensayos escritos por el filósofo coreano radicado en Alemania Byung-Chul Han. Dado que sus libros tienen bastante divulgación entre el gran público, tiene interés estudiar sus principales ideas por su contribución a la formación del sentido común, como diría Gramsci. Los extractos aquí citados pertenecen a los primeros capítulos, pues en ellos quedan expuestos conceptos que luego aparecen de nuevo en capítulos posteriores. El procedimiento seguido consiste en contrastar las ideas más importantes de la obra con las perspectivas foucaultiana o marxista. 1. EXAGERAR A FOUCAULT IGNORANDO A LOS NEOFOUCAULTIANOS El concepto de “psicopolítica” desarrollado por Byung-Chul Han consiste básicamente en una forma de “poder inteligente” que, a diferencia del “poder disciplinario” descrita por Foucault, “no opera de frente contra la voluntad de los sujetos sometidos sino que dirige esa voluntad a su favor. […] Se esfuerza en generar emociones positivas y en explotarlas. […] No nos impone ningún silencio. Al contrario: nos exige compartir, participar, comunicar nuestras opiniones, necesidades, deseos y preferencias; esto es, contar nuestra vida” (página 29). Psicopolítica puede inscribirse así en la corriente neofoucaultiana surgida en las últimas tres décadas. En especial tiene mucho en común con los estudios anglosajones que aplican la teoría foucaultiana sobre gubernamentalidad a distintas problemáticas (aunque no los cita). Tales estudios parten de los escritos de Foucault desde 1977 en los que se refirió al liberalismo como una forma de gubernamentalidad que actúa a través de la libertad de los sujetos. El concepto de Byung-Chul Han de “psicopolítica” parece asimismo influido por el de “gobierno a distancia” desarrollado en el decenio de 1990 por Nikolas Rose, que lo considera característico de 73 la gubernamentalidad neoliberal. La bibliografía neofoucaultiana sobre gubernamentalidad ha continuado utilizando este concepto de “gobierno a distancia” que hace alusión a los dispositivos y técnicas de todo tipo (incluyendo técnicas como coaching o mindfulness) mediante los cuales los individuos nos autogobernamos de acuerdo con una racionalidad neoliberal. Sin embargo, Byung-Chul Han va un paso más allá que los neofoucaultianos y exagera o caricaturiza a Foucault al referirse a la cuestión de la libertad. Para el autor, no existe la libertad: sólo ha habido una “sensación de libertad” en el tránsito de una forma de vida a otra (página 11). En cambio, para Foucault las relaciones de poder, entendidas como relaciones de influencia, existen en la medida en que hay libertad. La caricaturización de Foucault aparece de nuevo claramente cuando el autor se refiere al poder como negación de la libertad (página 27). Sin embargo, tales afirmaciones parecen contradecirse con otro ensayo del libro donde afirma que la técnica de poder que llama psicopolítica “no niega o somete la libertad sino que la explota”, y eso genera “la presente crisis de libertad” (página 29). El autor se aleja en cualquier caso del marxismo, según el cual la libertad sí existe: por ejemplo, Marx afirma que el trabajo asalariado se basa en la existencia de hombres libres dispuestos a vender su trabajo a cambio de un salario. Aunque el capitalismo restringe el uso de nuestra libertad y trata de dirigirla hacia la libertad de consumo, la libertad del sujeto sigue existiendo. Incluso puede considerarse que existe siempre, no sólo en el capitalismo: Sartre lo explica muy bien cuando afirma que incluso un hombre encadenado mantiene cierto margen de libertad. De todas formas, el marxismo se reduce para Byung-Chul Han al prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política, ignorando por ejemplo el concepto marxista de dialéctica que le permitiría no construir un hombre de paja (página 16). LIBRERO La negación de que exista libertad por Byung-Chul Han parece una manifestación más de una tendencia reciente a negar la agencia (y casi negar al sujeto), que también está presente entre otros seguidores de Foucault, en la “crítica de la crítica del valor” del grupo Krisis o en el análisis de mayo del 68 por Boltansky y Chiapello (en El nuevo espíritu del capitalismo). 2. LA AUTOEXPLOTACIÓN NO NOS CONVIERTE EN EMPRESARIOS El autor describe acertadamente cómo el neoliberalismo explota la libertad de los sujetos (¿que entonces sí existe?) para ponerla al servicio de la producción de mercado. Como ejemplo de explotación de la libertad menciona que se explota todo lo perteneciente “a prácticas y formas de libertad, como la emoción, el juego y la comunicación” (página 14). Esto no representaría en principio ninguna novedad frente a lo que ocurre en general con el trabajo asalariado, pero las reflexiones del autor parecen referirse especialmente a la autoexplotación: “Hoy creemos que no somos un sujeto sometido, sino un proyecto libre que constantemente se replantea y se reinventa. […] Pues bien, el propio proyecto se muestra como una figura de coacción, incluso como una forma eficiente de subjetivación y de sometimiento. El yo como proyecto, que cree haberse liberado de las coacciones externas y de las ajenas, se somete a coacciones internas y a coerciones propias en forma de una coacción al rendimiento y la optimización. […] La libertad del poder hacer genera incluso más coacciones que el disciplinario deber. El deber tiene un límite. El poder hacer, por el contrario, no tiene ninguno” (páginas 11 y 12). Prueba de este sometimiento interno en forma de “coacción al rendimiento y la optimización” es la proliferación de enfermedades como la depresión y el síndrome de burnout. Más tarde insiste en las consecuencias psicológicas de ello: “En el régimen neoliberal de la autoexplotación uno dirige la agresión hacia sí mismo. Esta autoagresividad no convierte al explotado en revolucionario sino en depresivo” (página 18). Para explicar la autoexplotación, el autor afirma: “El neoliberalismo […] convierte al trabajador en empresario. […] Hoy, cada uno es un trabajador que se explota a sí mismo en su propia empresa” (página 17). Sin embargo, el hecho de que nos autoexplotemos no nos convierte automáticamente en empresarios. Si se sigue un análisis marxista, los empleados por cuenta propia siguen perteneciendo a la clase trabajadora. Si tomamos las ideas de la economía liberal clásica sobre qué es un empresario, tampoco es lo que dice el autor: un empresario es el que únicamente se dedica a coordinar la producción, y no a realizar la actividad productiva de la empresa. El que los empresarios, los gobernantes neoliberales y diferentes instituciones que participan en la gobernanza traten de responsabilizarnos y de convertirnos en individuos autónomos con carácter emprendedor no nos convierte automáticamente en empresarios. La ideología 74 altera las representaciones y la subjetividad, pero no la realidad básica de nuestra situación laboral. Un trabajador por cuenta ajena que hace más de lo que le piden sigue siendo un trabajador. Un trabajador que se autoexplota trabajando por cuenta propia también sigue siendo un trabajador, a no ser que haya contratado un volumen suficiente de empleados como para que se pueda ocupar únicamente de la coordinación de la producción. De hecho, la proliferación del propio término de emprendedor y del campo semántico asociado al emprendimiento tiene probablemente la función de confundir “emprendedor” y “empresario” para mejorar la consideración social de los empresarios. La narrativa neoliberal convierte en héroes a los trabajadores por cuenta propia que llegan a convertirse en grandes empresarios, y tiende así a confundir en el término de emprendedores a trabajadores por cuenta propia y empresarios. No confundamos esos velos ideológicos con la realidad de las relaciones laborales. 3. LA TRANSPARENCIA COMO DISPOSITIVO NEOLIBERAL El autor tiene el mérito de reconocer la importancia creciente de la transparencia en las sociedades actuales. Su razonamiento sobre la transparencia comienza comparando el panóptico benthamiano que describió Foucault con el “panóptico digital” que a su juicio constituyen hoy las redes sociales: “A los reclusos del panóptico benthamiano se los aislaba con fines disciplinarios y no se les permitía hablar entre ellos. Los residentes del panóptico digital, por el contrario, se comunican intensamente y se desnudan por su voluntad. Participan de forma activa en la construcción del panóptico digital. La sociedad del control digital hace un uso intensivo de la libertad” (página 21). Algo más cuestionable es su desdén de los reclamos de transparencia en nombre de la libertad de información. Según el autor, “no se exige transparencia frente ANÁLISIS CRÍTICO DEL LIBRO PSICOPOLÍTICA , DE BYUNG-CHUL HAN a los procesos políticos de decisión, por los que no se interesa ningún consumidor. El imperativo de la transparencia sirve sobre todo para desnudar a los políticos, para desenmascararlos, para convertirlos en objeto de escándalo. La reivindicación de la transparencia presupone la posición de un espectador que se escandaliza. No es la reivindicación de un ciudadano con iniciativa sino la de un espectador pasivo” (página 24). El desdén hacia los ciudadanos, reducidos a consumidores pasivos de información que reclaman transparencia por el mero placer de escandalizarse, es coherente con la postura del autor tendente a negar la libertad y anular la posibilidad de un sujeto que pueda desarrollar una subjetividad contraria al neoliberalismo. Para el autor, los escándalos acerca de políticos son sólo un divertimento y no contribuyen a ninguna forma de politización o de creación de un antagonismo social contra los gobernantes. De ambas formas de transparencia (la voluntaria en las redes sociales y los reclamos de transparencia en nombre de la libertad de información), el autor deduce que hay una “dictadura de la transparencia”, en realidad un dispositivo neoliberal que “de forma violenta vuelve todo hacia el exterior para convertirlo en información” (páginas 20-22). Hay que señalar aquí que, en primer lugar, según su descripción este dispositivo no actuaría “de forma violenta” como dice sino de acuerdo con las formas amables y seductoras de ese “poder inteligente” que es la psicopolítica. El suyo constituye en cualquier caso un ejemplo de razonamiento neofoucaultiano: el hecho estudiado se reduce a una forma de sometimiento, ignorándose cualquier otra dimensión. Por ejemplo, no se tiene en cuenta el papel de la transparencia en el funcionamiento de la democracia representativa (que de todas formas sería sólo otra manera de sometimiento y ausencia de libertad, suponemos), o el papel de la transparencia en el ejercicio de los derechos civiles. ¿Cómo encajaría en el esquema del autor el reclamo por conocer la verdad en el caso Ayotzinapa? La importancia de la transparencia en las redes sociales se relaciona con la evolución económica hacia lo que Alejandro Dabat ha denominado “capitalismo informático global”. En este sentido, Byung-Chul Han se suma a los autores que hablan del trabajo inmaterial (característico según Tony Negri de un “capitalismo cognitivo”). El autor afirma que la generación de información a través del dispositivo de la transparencia se relaciona con que “en el modo actual de producción inmaterial, más información y comunicación significan más productividad, aceleración y crecimiento. […] La comunicación se acelera [...] cuando se eliminan todas las barreras, muros y abismos. También a las personas se las desinterioriza, porque la interioridad obstaculiza y ralentiza la comunicación. […] El dispositivo de la transparencia obliga a una exterioridad total con el fin de acelerar la circulación de la información y la comunicación” (página 22). El autor no explica más acerca de esta “producción inmaterial”, pero se le pueden hacer extensibles las críticas formuladas a esta corriente: el trabajo no puede ser considerado “inmaterial” si es una actividad que utiliza instrumentos de trabajo materiales (como un ordenador), supone un desgaste físico y mental y se objetiviza en un producto (aunque ese producto sea un software). Christian Fuchs y otros especialistas en economía política de internet han criticado en más detalle la idea del “trabajo inmaterial”. 4. ¿NO EXISTE EN EL NEOLIBERALISMO LA BIOPOLÍTICA? Como se dijo al inicio, esta obra se asemeja a los estudios neofoucaultianos sobre gubernamentalidad, pero el autor no los cita ni explica el concepto de gubernamentalidad elaborado por Foucault como punto de partida para escribir de “psicopolítica”. En su lugar, parte del concepto foucaultiano de biopolítica para negar su transcendencia actual y 75 plantear como alternativa el concepto de psicopolítica. Según el autor, que resume a Foucault, “el tránsito del poder soberano al disciplinario se debe al cambio de la forma de producción; a saber, de la producción agraria a la industrial. La progresiva industrialización requiere disciplinar el cuerpo y ajustarlo a la producción mecánica. En lugar de atormentar el cuerpo, el poder disciplinario lo fija a un sistema de normas. Una coacción calculada atraviesa cada parte del cuerpo y está presente hasta en el automatismo de las costumbres” (página 36). De esto se encargan las disciplinas, como métodos que permiten el control minucioso de las operaciones del cuerpo. Aunque la técnica disciplinaria también opera sobre la mente, y Bentham indica que su panóptico edifica moralmente a los reclusos, “la psique no está en el punto de mira del poder disciplinario”, que no puede penetrar profundamente en ella. Más bien, “el poder disciplinario descubre a la ‘población’ como una masa de producción y de reproducción que ha de administrar meticulosamente. De ello se ocupa la biopolítica. La reproducción, las tasas de natalidad y mortalidad, el nivel de salud, la esperanza de vida se convierten en objeto de controles reguladores” (página 37). El argumento de Byung-Chul Han es que la biopolítica ya no es la forma disciplinaria por excelencia del capitalismo, apoyada ahora más en la psique como fuerza productiva. En ello se aleja de multitud de académicos que estudian la legislación actual sobre aspectos biológicos o sobre biotecnología. Otra aplicación reciente del concepto de biopolítica es la de Didier Fassin, quien destaca en su artículo “The biopolitics of otherness” cómo las peticiones de asilo en Francia se legitiman cada vez más en patologías físicas, mientras que el reconocimiento de la discriminación racial ha generado atención sobre el cuerpo racializado como el objeto más ilegítimo de diferenciación social. “El cuerpo se ha convertido en el sitio de inscripción de las políticas de inmigración”, afirma Fassin (2001: 4).