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OPEN ACCESS EDUCAÇÃO Educação, Porto Alegre, v. 43, n. 2, p. 1-12, maio-ago. 2020 e-ISSN: 1981-2582 ISSN-L: 0101-465X http://dx.doi.org/10.15448/1981-2582.2020.2.35967 DOSSIÊ El problema de la formación en la sociedad acelerada y la expropiación de la atención O problema da formação na sociedade acelerada e na expropriação da atenção The problem of education in the accelerated society and the expropriation of attention António Gómez Ramos1 orcid.org/0000-0003-3823-7057 antonio.gomezramos@gmail.com Recebido em: 11 out. 2019. Aprovado em: 26 mar. 2020. Publicado em: 2 dez. 2020. Resumen: La concepción clásica de la Bildung se construía sobre actividades culturales, sobre todo la de la lectura, que presuponían un grado alto de concentración, silencio y soledad, a partir de las cuales se esperaba producir una subjetividad reflexiva, autónoma y formada que era idealmente el sujeto de la Modernidad clásica. Los cambios tecnológicos y de hábitos sociales que se han producido paralelamente al orden neoliberal contemporáneo han erosionado ese tipo de actividades culturales, sobre todo la lectura, introduciendo un modo de vida acelerado y deudor de la inmediatez que, siguiendo a teóricos contemporáneos (Harmut Rosa, Jonathan Crary, Byung Chul Han) presentaremos como alienación. Sobre todo, la pérdida de la capacidad de atención y concentración, ligada al uso de las nuevas tecnologías, supone un reto para la Bildung clásica y obliga a una reformulación de esta. Palabras clave: Bildung, atención, aceleración, lectura, sociedad disciplinaria, sociedad del rendimiento. Resumo: O problema da formação na sociedade acelerada e na expropriação da atenção. A concepção clássica de Bildung foi construída sobre atividades culturais, sobretudo a leitura, que pressupunha um alto grau de concentração, silêncio e solidão, a partir dos quais se esperava produzir uma subjetividade reflexiva, autônoma e formada de acordo com o ideal de sujeito da Modernidade clássica. As mudanças tecnológicas e de hábitos sociais produzidos paralelamente à ordem neoliberal contemporânea têm deteriorado esses tipos de atividades culturais, sobretudo a leitura, introduzindo um modo de vida acelerado e devedor da imediatez que, de acordo com teóricos contemporâneos (Harmut Rosa, Jonathan Crary, Byung Chul Han), apresentaremos como alienação. Sobretudo, a perda da capacidade de atenção e concentração, relacionada ao uso das novas tecnologias, supõe um desafio para a Bildung clássica e obriga sua reformulação. Palavras-chave: Bildung, atenção, aceleração, leitura, sociedade disciplinar, sociedade do desempenho. Abstract: The problem of education in the accelerated society and the expro- priation of attention. The classical conception of Bildung was modelled on cultural activities, especially reading, which presupposed a high degree of concentration, silence and solitude; they were expected to produce a reflective, autonomous and formed subjectivity that was ideally the subject of classical Modernity. The technological changes and social habits that have taken place in the last decades, simultaneously to the contemporary neoliberal order have eroded this type of cultural activities, particularly reading, introducing an accelerated way of life that is dominated by immediacy and that, according to some contemporary theorists (Harmut Rosa, Jonathan Crary, Byung Chul Han) can be considered as a form of alienation. Above all, the loss of capacity for attention and concentration, linked to the use of new technologies, represents a challenge for classical Bildung and requires a reformulation of it. Artigo está licenciado sob forma de uma licença Creative Commons Atribuição 4.0 Internacional. 1 Keywords: Bildung; attention; acceleration; reading, disciplinary society, achievement society. Universidad Carlos III, Getafe, Madrid, España 2/12 Educação, Porto Alegre, v. 43, n. 2, p. 1-12, maio-ago. 2020 | e-.35967 A modo de introducción. Recuerdo del filósofo lector la lectura lenta, concentrada y solemne amueblaba de ecos y resonancias la mente del lector. En un ensayo del año 1978, Georg Steiner Hoy día, — esto es, a la altura de 1978 —, em- (Steiner, 1997) recurría a un cuadro de Chardin, pieza a lamentarse Steiner, ya no se lee así. Se lee Le Philosoph lisant, para lamentarse de que EN la rápido, en el metro o en el vestíbulo del aeropuer- segunda mitad del siglo XX ya no se leía como en to, en libros de bolsillo, libros que no se va a leer el siglo XVIII, cuando se pintó el cuadro. Ese óleo ya nunca más y que no son duraderos ni como nos enseñaba todos los elementos que, según objeto físico ni en el recuerdo de los lectores. Ya Steiner, iban aparejados a la lectura clásica, y que nadie sabe nada de memoria. La autoridad del él desgranaba con fruición melancólica: la lujosa autor ha desaparecido con todas las demás. El capa de piel y el sombrero con que se ha cubierto silencio no existe, ni tampoco la capacidad de el filósofo para leer como si fuera a celebrar una atención, o la concentración que desaparece ceremonia, el enorme tamaño del libro en formato “por el simple hecho de que nos interrumpa el de infolio, sin duda muy caro y objeto de lujo, el timbre del teléfono” (Steiner, 1997, p. 39) al que reloj de arena junto al lector, el silencio y concen- siempre contestamos. Los pequeños aparta- tración que se respiran, son para Steiner a la vez mentos modernos permiten acumular algunos índice de la cortesía del lector para con su objeto libros de bolsillo en estanterías, pero no los libros libro, de la solemnidad del acto de lectura, y del encuadernados, menos aún los infolios de antes. hecho de que, seguramente, estaba releyendo el libro, más que leyéndolo. También el cálamo era significativo de que anotaba y escribía en el libro comentarios; sobre todo, de que lo transcribía y formaba parte de su memoria. El tiempo era el elemento clave de la escena, Las relaciones de poder, la economía del ocio y del servicio doméstico, la arquitectura del espacio privado y la custodia del silencio, que sostienen y rodean este acto, son más que inaceptables para los fines igualitarios de las sociedades de consumo occidentales (Steiner, 1997, p. 40). como muestra el reloj de arena delante del libro y la calavera detrás del lector, en la estantería. Se Hay, desde luego, una componente de dis- expresaban allí la vita brevis del lector frente a la cutible nostalgia conservadora y elitista en el ars longa del libro. Este iba a perdurar más allá de lamento de Steiner, que ya han abordado muchos lector y de su tiempo, pues la palabra escrita es críticos en varios lugares. La vamos a dejar de desde su invención una vía de eternidad; recuerda lado ahora. Para la discusión que voy a proponer Steiner que ya Píndaro se solazaba en que “Cuan- sobre la posibilidad de la Bildung hoy, me interesa do la ciudad que celebro haya muerto, cuando los destacar dos puntos de este ensayo de Steiner. hombres a quienes canto se hayan desvanecido Uno es esa escena de la lectura ligada a la en el olvido, mis palabras perdurarán.” El tiempo soledad — una soledad solidaria en conversa- y la palabra impresa, además, acaban por dictar ción con los ausentes —, al silencio, a la con- justicia. Podríamos añadir en este punto al poeta centración, a la mejora de la propia persona por español Francisco de Quevedo, quien en un sone- medio de este estudio, a la reflexividad que esa to sobre la lectura (“Desde la torre”) decía que la concentración y soledad conlleva; y sobre todo, imprenta era “de injurias de los años vengadora”, la dimensión temporal por la que el lector llena y le hacía justicia a los muertos. Por otro lado, las de sentido su presente a través de la conexión y horas de lectura son las mejor empleadas en la conversación con el pasado: aunque ilustrados propia vida y en la propia formación. Quevedo, con un cuadro del siglo XVIII, todos estos son los remataba su soneto “En fuga irrevocable huye la elementos de la Bildung que a partir del Romanti- hora/ pero aquella el mejor cálculo cuenta/ que cismo iba a ser el ideal definitorio y emancipador en la lección y estudios nos mejora” (Quevedo, de la cultura moderna. Concentración, reflexión, 1996, p. 98). Steiner recuerda con nostalgia cómo autonomía, interioridad, juicio, etc.: con eso se António Gómez Ramos El problema de la formación en la sociedad acelerada y la expropiación de la atención 3/12 formaba el sujeto moderno de la Bildung; en el somos capaces de calibrar ni de prever. Los su- límite histórico, la propia democracia se concebía jetos que habiten este planeta en los próximos como una sociedad de individuos racionales y decenios van a ser constitutivamente muy distin- razonables, esto es, gebildet, cultos y formados, tos — en su estructura psíquica, en su modo de que serían capaces de dialogar entre sí. Y es por comunicarse entre sí, en su modo de percibir el esa Bildung clásica por la que Steiner entona un mundo, de desear, de sentir y de razonar — de lo canto fúnebre en los inquietos años setenta del que era el filósofo lector del siglo XVIII o los mis- siglo XX, cuando los anhelos emancipatorios e mos contemporáneos de Steiner en los setenta. igualitaristas del sesentaiocho todavía estaban De hecho, puede ser que el trato con internet vigentes; desde luego, antes de internet. produzca en ellos tales cambios cerebrales que El segundo punto que quiero destacar es muy incluso quien se formó todavía en el mundo de obvio. A la altura de la segunda década del siglo los libros y de la lectura en papel, de la escritura XXI, transcurridos veinticinco años de la revolu- a mano — cualquier persona nacida hasta 1990 ción que han supuesto internet y todas las redes — haya experimentado en los últimos años una que van con ella asociadas –Google, Facebook, profunda metamorfosis cerebral, una vez que se Twitter, etc.-, la nostalgia de Steiner parece, por ha habituado al manejo de internet. un lado, desfasada y rancia, si es que no fuera de Algo así afirma Nicholas Carr en su libro Super- lugar. Pero, por otro, el contenido de esa nostalgia ficiales. Lo que Internet está haciendo con nuestras denuncia exactamente los mismos problemas es- cementes. (Carr, 2009). La maravillosa plasticidad tructurales a los que nos enfrentamos hoy cuando de nuestras conexiones neuronales, que capacita tratamos de definir el lugar y la posibilidad de la a nuestros cerebros humanos adaptarse cada Bildung en la era internet. La aceleración de los vez a nuevos entornos y aprender siempre cosas tiempos, la pérdida de la capacidad de concen- nuevas, ha permitido también que el antiguo lec- tración, el ruido incesante que domina todos los tor, habituado de joven a concentrarse durante ambientes, la confusión de presente y pasado, largas horas en las páginas de un libro, pueda la disolución de la autoridad en el maremágnum ahora en su madurez distribuir su atención entre de textos transmitidos y multiplicados instantá- la pantalla que lee, las posibilidades ilimitadas de neamente por la red, el carácter efímero de los consulta que le ofrece el hipertexto, los correos textos, la irreflexividad de los sujetos, la pérdida electrónicos entrantes u otras notificaciones en de la capacidad de juicio… todo esto, que Steiner el ordenador en el teléfono celular, más las mu- vislumbraba con preocupación en la cultura del chas tareas que cualquier sujeto contemporáneo libro de bolsillo, se ha multiplicado en el mundo puede resolver simultáneamente: en suma, ha de hoy. No sería muy exagerado afirmar que el desarrollado una “mentalidad de malabarista” lector de libros de bolsillo en el metro de 1978 (Carr, 2009, p. 143) que es totalmente distinta de –al que Steiner mira con compasivo desprecio– la atenta concentración con que, todavía en sus estaba más cerca del Philosoph lisant de Char- años de formación, podía quedarse fijado sobre din que del sujeto atado hoy por sus ojos y sus un libro, sobre una idea, durante un periodo auriculares a la pantalla de su teléfono celular o prolongado de tiempo. Pues la red “ofrece un de su tablet; y que es justamente a él a quien de tipo de estímulos sensoriales y cognoscitivos — verdad le ocurre todo lo que Steiner criticaba en repetitivos, intensivos, interactivos, adictivos– que sus contemporáneos de los años setenta. han demostrado capacidad de provocar alteraciones rápidas y profundas de los circuitos y las La Red y la crisis de la lectura Sin duda alguna, estamos ante una ruptura epocal que parece implicar también un cambio antropológico, cuyas consecuencias todavía no funciones cerebrales” (Carr, 2009, p.144). El uso de internet habría producido nuevas conexiones sinápticas, o por decirlo coloquialmente, un “recableado del cerebro” que se manifiesta en 4/12 Educação, Porto Alegre, v. 43, n. 2, p. 1-12, maio-ago. 2020 | e-.35967 todas las nuevas habilidades ligadas al “multitas- las posibilidades de deliberación y diálogo que king”, y capacita así para una lectura somera y son la esencia de la democracia quedarían se- superficial de los textos que van a apareciendo en riamente restringidas. En lugar de ello, tenemos la pantalla; pero, como contrapartida, argumenta un mundo de “fake news” transmitidas y recibidas Carr, “impide una lectura profunda” (CARR, 2009, aceleradamente y políticos populistas que se p.152). Una larga serie de hallazgos empíricos manifiestan a golpe de tweet. de la neurología, así como un cúmulo de expe- Todo esto, como discutiremos enseguida, rimentos psicológicos vienen a corroborar esta puede estar propiciado por, o ser el resultado afirmación. En los lectores de libros, se activan de, una nueva estrategia adaptativa a las con- las regiones cerebrales asociadas a la memoria, diciones técnicas, materiales, de trabajo y de el lenguaje, o el procesamiento visual, pero no interacción social en el capitalismo más reciente. las regiones prefrontales asociadas a la adopción El multitasking, la toma rápida de decisiones, la de decisiones y resolución de problemas. Así, los superficialidad y la respuesta de sometimiento a lectores de hipertextos, y los de páginas web, un bombardeo incesante de estímulos es tanto van vagando de una página a otra, a golpe de una exigencia de las nuevas condiciones labo- clic, en lugar de leerlas con atención. Por decirlo rales como un requerimiento de la sociedad de sumariamente, las páginas web no se leen, sólo consumo en la fase neoliberal del capitalismo. se visitan. En cierto modo, es natural, pues Así lo explicaría un análisis marxista en el que, tendemos a buscar situaciones que exigen actividades simultáneas o situaciones en las que nos abruma el volumen de información. Si el lento progreso de las palabras por la página impresa atempera nuestro afán de inundarnos de estímulos mentales, la Red lo fomenta. Nos devuelve a un estado natural de distracción irreflexiva, nos coloca ante infinidad de distracciones que jamás tentaron a nuestros antepasados (Carr, 2009, p.147). Además, meticulosos experimentos psicológicos encuentran que este lector de internet, que ha pasado por muchas páginas en muy poco tiempo, o que ha leído un texto dejándose llevar por todos los vínculos hipertextuales que se le van ofreciendo, tiene muchas más dificultades que el lector tradicional para recordar y reconstruir lo que ha leído: dificultades, sobre todo, para reproducirlo en un relato. Esto es: con internet, habría entrado en crisis la propia capacidad narrativa, que en la Bildung tradicional es uno de los caracteres esenciales de lo humano (Bieri, 2012). Y porque este nuevo recableado impide la capacidad reflexiva de los sujetos, puede entrar en crisis la dimensión de interioridad y la capacidad para autoformarse con que la Bildung trataba de responder al mandato ilustrado de pensar por uno mismo (Koselleck, 2012). También de todos modos, Nicholas Carr no llega a entrar. Pero, sin necesidad de entrar en los fundamentos económicos y políticos de la red, la conclusión evidente es que ya no puede darse el lector lento y concentrado que hemos empezado dibujando con Steiner, pues “la red es un sistema de interrupción, y atrae nuestra atención para dispersarla” (Carr, 2009, p. 147). La sociedad acelerada y la sociedad del rendimiento Puede, entonces, que la pérdida de la capacidad de concentración y de atención, que la disminución del tiempo de reflexión y soledad corresponda a un cambio epocal. En tanto que la concentración, la soledad reflexiva y, desde luego, el tiempo, son elementos constitutivos de la Bildung moderna, será conveniente examinar brevemente en qué ha consistido ese cambio. Es un cambio que ha recibido muchos nombres y descripciones, según la perspectiva del autor que lo trate. Hay un acuerdo en que empieza a producirse en los años setenta del siglo XX, cuando la modernidad clásica llega a su límite, y justo cuando Steiner lanza su elegía por la (entonces solo supuesta) decadencia de la lectura. A lo que vino después, algunos lo llamaron postmodernidad — una categoría que hizo furor António Gómez Ramos El problema de la formación en la sociedad acelerada y la expropiación de la atención 5/12 en las últimas décadas del XX y que hoy ya solo de la vida laboral y la consecuente “corrosión permanecería como categoría estética, más que del carácter” (Sennet, 1998) que este conlleva, histórica o política: en lo último, se correspon- la casi total imposibilidad de forjarse un plan dería con el más que discutible fin de la historia. de vida, amenazan con destruir la construcción Otros han preferido hablar de una nueva fase de una subjetividad coherente. Con respecto a de la modernidad, en la que esta se habría radi- la Bildung, la conexión es aquí manifiesta, y ha calizado, o se habría hecho más reflexiva, más sido ya remarcada por muchos autores y críticos consciente de sí misma, de sus propios límites del ritmo educativo que impone la ideología y posibilidades. Geográficamente, esta nueva neoliberal: la formación requiere tiempo fuera época, que corresponde a los últimos cuaren- del tiempo, lentitud para la maduración, toda ta años, ha consistido en una globalización en una serie de procesos maduración e incluso de todos los aspectos de la vida, una globalización vías muertas que la obsesión neoliberal por el intensiva, irreversible y cargada de contradic- rendimiento inmediato no puede tolerar. ciones. Historiográficamente, se ha hablado de Para los propósitos de este texto, no obstante, una desaparición del futuro, o de una extensión y habiendo partido de la crisis de la lectura –o del indefinida del presente, un presente lento o un cambio en los modos de lectura– que introducía el tiempo estancado (Gumbrecht, 2011; Cruz, 2017). texto de Steiner, centraremos nuestra discusión en Política y económicamente, ha supuesto la ex- el tiempo y la atención: sin duda, son los dos aspec- pansión del llamado neoliberalismo a escala pla- tos que han experimentado un cambio más visible netaria, imponiendo unas formas de producción, y empíricamente comprobable en nuestra época. comunicación y consumo sometidas al patrón de El filósofo coreano alemán Byung-Chul Han la inmediatez, que corresponden muy bien a lo (Han, 2012) vislumbra a la base de esos cam- que hemos empezado a describir en la sección bios una transformación sociopolítica, quizá una anterior (Gomez Ramos, 2013). También, es cierto, transformación psicopolítica. En su diagnóstico, ha impuesto un aumento de la desigualdad y un el paso de la modernidad clásica a esta nueva recrudecimiento de la explotación laboral que modernidad debe describirse como el final de no pueden ser objeto de análisis aquí, pero que, la sociedad disciplinaria de Foucault y su relevo probablemente, no dejan de tener relación con las por lo que él llama la sociedad del rendimiento. nuevas formas de consumo. También una nueva Foucault enseñó de modo muy convincente que forma de Bildung tendría que dar cuenta de ellas. lo propio de la modernidad clásica, desde el siglo Harmut Rosa (2016) ha puesto el énfasis en XVIII, XIX y XX — no lo olvidemos: durante la época que lo más característico de este nuevo giro de la Bildung — era un régimen disciplinario y epocal es la aceleración: una aceleración de de control (Foucault, 1986). Una arquitectura de los procesos sociales y los tiempos vitales que muros y opacidad que se reproducía por igual en coincide, paradójicamente, con un estancamiento las escuelas, los hospitales y las cárceles; unos del tiempo histórico. En el diagnóstico de Rosa, sujetos de obediencia sometidos al mandato de esta aceleración resulta incompatible con las la ley, a la autoridad del padre, a la culpa y al “Tú condiciones humanas para una vida buena, una debes”. Una sociedad que sólo incluía a los que vida lograda; por ello, la aceleración conlleva eran capaces de someterse y que condenaba una alienación, término que él propone recuperar a los incapaces a la exclusión de la locura y del de la filosofía clásica. A la vez que nos some- crimen: a la cárcel y al manicomio iban los que no temos voluntariamente a un ritmo de vida que habían sido capaces de adaptarse a la disciplina en realidad no quisiéramos, se hace imposible de la escuela y de la fábrica. realizarse como ser humano en las condiciones Una sociedad, también, de disciplinamiento del de aceleración de los tiempos a las que nos tiempo, que diferenciaba estrictamente los tiem- somete el presente neoliberal. La precarización pos de trabajo y los de ocio, los días de la semana 6/12 Educação, Porto Alegre, v. 43, n. 2, p. 1-12, maio-ago. 2020 | e-.35967 y el domingo, los días de fiesta. Pero esta socie- Evidentemente, como Han hace notar, y la dad disciplinaria, que se articulaba políticamente observación cotidiana en las sociedades occi- en los Estados nacionales modernos (ya fueran dentales contemporáneas pone de manifiesto, democráticos o totalitarios), que se expresaba en este sujeto del rendimiento es un sujeto auto ex- el arte de las vanguardias, que podía encontrar plotado — aparentemente autónomo, declarado en Kafka su autor paradigmático, ha ido dando empresario y jefe de sí mismo —, que no puede paso, según Byung Chul Han, — conforme se conocer el descanso ni el reposo, ya solo por el expandía el orden neoliberal — a una arquitectura hecho de estar, de tener que estar, conectado de cristales transparentes que se reproduce de permanentemente. Más que una aceleración tal modo similar en aeropuertos, bancos, centros como la describía Rosa, lo que padece es una comerciales y gimnasios — también en algunas disincronía, una dispersión temporal. El tiempo universidades de reciente construcción–. Con carece de ritmo ordenador, va dando tumbos esta transparencia — en realidad, una transparen- sin rumbo alguno. Como no hay límite a lo que cia aparente– llega una desregulación generali- puede, no puede tampoco conocer la gratifi- zada, no solo en la economía, sino en todos los cación, y vive en una insatisfacción y ansiedad órdenes de la vida. En el orden del tiempo, donde permanente. Vive lanzado hacia sus objetivos desaparece la distinción entre los días festivos y de rendimiento: objetivos de lo que puede, y los de trabajo, o las horas de descanso y las de por tanto debe producir, del dinero que puede, y labor: la producción y el consumo tienen lugar por tanto debe ganar, pero también de las expe- veinticuatro horas al día, siete días a la semana riencias que puede llegar a tener, las cosas que (Crary, 2015). También se desregula la moral y debe probar, los países que puede visitar. Sartre, el comportamiento cotidiano. En el sexo, en la y en parte Heidegger, caracterizaban al sujeto vestimenta, en el trato intersubjetivo, práctica- moderno como “proyecto”. Pero, apostilla Han, el mente nada está prohibido, o todo está permitido. sujeto del rendimiento, más que un proyecto, es Frente a la negatividad del mundo moderno, esta un “proyectil”. Puesto que no hay prohibiciones, desregulación prima la positividad, expresada de es difícil que se convierta en un loco o en un nuevo en todos los ámbitos de la vida, también criminal: los dos tipos de excluidos que no se en esa exhortación cotidiana al pensamiento sometían a la prohibición; pero sí es muy posi- positivo. Si en la sociedad disciplinaria primaba ble que termine quemado, burnt-out, eliminado el “Tú debes” kantiano, ahora parece no haber de la carrera laboral y orillado en los márgenes mandamientos; tan solo la exhortación única de de la vida por agotamiento. Las estadísticas lo “Tú puedes”: no tienes nada que obedecer, pues confirman: la depresión, y el burnt-out son hoy no hay autoridad externa que imparta órdenes; una auténtica epidemia planetaria. solo tienes que rendir hasta el máximo de tus Los análisis sociales y políticos mínimamente posibilidades, que no tienen más límites que las críticos del presente muestran que, no obstante, que tú pongas. Tus fracasos, por tanto, serán tu el diagnóstico de Byung Chul Han, la sociedad propia responsabilidad. La sociedad disciplina- disciplinaria descrita por Foucault sigue teniendo ria queda entonces sustituida por la sociedad vigencia. A pesar de sus discursos de transpa- del rendimiento. Los sujetos se constituyen so- rencia y positividad, el orden neoliberal no se ha bre el mandato de rendir, de sacar la máxima flexibilizado en ninguna de las líneas centrales de productividad de sí mismos en un entorno que su sistema de dominación, recurre a la represión ofrece infinitas posibilidades en lo tecnológico, cuando es preciso y se sostiene sobre la exclusión en lo moral, en lo vital. El foucaultiano sujeto de que produce. Ni ha disminuido el gasto militar, ni obediencia moderno (que era, en cierto modo, la han dejado de existir las prisiones –que sí que han cara negativa del sujeto de la Bildung) ha dado modificado su arquitectura y se han desplazado paso al sujeto del rendimiento. del centro de las ciudades–; la marginación de António Gómez Ramos El problema de la formación en la sociedad acelerada y la expropiación de la atención 7/12 amplias capas de la población ha sustituido a la un libro de bolsillo en un momento casual, frente antigua exclusión, y la apertura de fronteras que a la solemnidad del acto de leer en el cuadro de la globalización requiere va paradójicamente Chardin. Pero lo que él describe como falta de acompañada de muros físicos y dispositivos de etiqueta apunta a algo más profundo y más grave. control fronterizo cuyos deliberados efectos Lo característico de esta sociedad del rendi- mortales se rebelan cada día en el Mediterráneo miento, del exceso de positividad, o visto desde o en el paso entre México y los Estados Unidos. la dimensión temporal, de esta inmediatez, es El orden neoliberal contemporáneo no deja de la sobrecarga de estímulos y la aceleración con asentarse sobre un disciplinamiento violento. Sin que se plantean y se resuelven –se tienen que embargo, en su discurso en “positivo” sobre la resolver– las tareas (Rosa, 2009; Han, 2012). La formación de los sujetos, en su exhortación al ren- tendencia al multitasking, que los sujetos ejecutan dimiento y al aprovechamiento ilimitado de todos desde la infancia hasta la edad adulta, provoca los ámbitos de la vida, en el trabajo y en el ocio una dispersión y fragmentación de la atención que entendido como consumo, en los espacios que se manifiesta en la propagación, casi epidémica, propicia para que los individuos aparentemente del llamado síndrome de déficit de la atención e integrados, no excluidos, den el máximo de sí y, hiperactividad o TDAH, particularmente extendido efectivamente, acaben quemándose, el análisis entre los niños y los jóvenes. Ciertamente, como de Byung Chul Han parece certero. Cuando se han señalado algunos críticos (García, González, trata de la formación de los sujetos, del acceso Pérez, 2014), este síndrome es menos el diagnós- de estos al conocimiento y a la información, de tico de una patología real que señala hacia nuevas los modos de procesarla en la relación consigo formas de comportamiento difíciles de catalogar, mismos y con los otros, son los patrones descritos las cuales no se deberían patologizar de modo de la sociedad del rendimiento los que dominan automático. Pero, sea o no una enfermedad, da hoy el discurso teórico y práctico. muestra de un cambio en los procesos cognitivos y En tanto que los sistemas educativos y los perceptivos de los sujetos actuales frente a los de dispositivos ideológicos apuntan a este sujeto la modernidad clásica de la Bildung. Puede incluso, del rendimiento, y el propio entorno tecnológico como afirman algunos, que se esté produciendo un en que se desenvuelve también lo hace, nos de- cambio psíquico tan drástico como el que supuso bemos preguntar, entonces, por la posibilidad de la invención de la escritura hace diez mil años. una Bildung en estas condiciones de rendimiento, Byng Chul Han lo expresa en el contraste entre de mandato de positividad y de logro. ¿Cuáles son la capacidad contemplativa humana y la actividad las posibilidades de formación, de educación de frenética a la que se ven abocados los sujetos de la propia subjetividad en estas condiciones de la hoy, ya desde la infancia, que les hace incapaces sociedad acelerada y del rendimiento? de mirar, de escuchar, de leer, o simplemente de aburrirse. Ya casi nadie parece capaz de mirar como La psique desasosegada Retornemos ahora al contraste con el Philosoph lisant de Chardin, y al fenómeno de la lectura, al acto material mismo de la lectura. Pues lo que el entorno tecnológico actual, el orden socio-económico y los hábitos asociados a él propician como lectura, como relación con miraba Cezanne, quien, según Merleau Ponty, Al comienzo, trataba de hacerse una idea de los estratos geológicos. Después, ya no se movía más de su lugar y se limitaba a mirar, hasta que sus ojos, como decía Madame Cézanne, se le salían de la cabeza. […] El paisaje, remarcaba él, se piensa en mí: yo soy su consciencia (Han, 2012, p.38). los signos y el conocimiento, es necesariamente muy distinto de la lectura clásica que Steiner Este limitarse a mirar, sin moverse del lugar, de describía nostálgicamente. Steiner acusaba la manera que el propio yo queda indiferenciado del falta de ceremoniosidad, la informalidad de leer objeto al que mira es lo que, de un modo aun no 8/12 Educação, Porto Alegre, v. 43, n. 2, p. 1-12, maio-ago. 2020 | e-.35967 suficientemente explicado, se ha llamado “aten- que estar siempre activo”, el entorno perceptivo y ción”. Lo primero que caracteriza a la atención, tecnológico favorecen ese movimiento continuo cuando se contempla exteriormente al sujeto y esa exhortación a la “actividad”. atento, es su capacidad para ofrecer resistencia a Ciertamente, corrige Han, esta “actividad” es los estímulos externos, para mantenerse fijado en más bien una pasividad, toda vez que el individuo un objeto sin dejarse llevar por otra estimulación se ve llevado y traído sin autonomía alguna de un distinta. Mientras que ese dejarse una persona estímulo a otro, de una tarea a otra, y su frenesí no llevar y traer por el bombardeo de sensaciones es acción, sino el movimiento agotador y estéril exteriores es lo que, a su vez, la convierte en un ser del hámster en la rueda. Ya en el mismo acto de desasosegado, sometido a una actividad frenética lectura, del que hemos partido, se puede afirmar que él no determina. Tampoco es una novedad de que la actividad psíquica del lector atento que nuestro mundo tardo moderno. Ya Nietzsche, el lee continuadamente un solo texto –ya sea el gran crítico del siglo XIX, lo expresaba diciendo que philosoph lisant de Chardin o el lector de libros de por falta de sosiego, nuestra civilización lleva camino de desembocar en una nueva barbarie. En ninguna época se han cotizado tanto los activos, es decir, los desasosegados. Cuéntanse, por tanto, entre las correcciones necesarias que deben hacérsele al carácter de la humanidad el fortalecimiento en amplia medida del elemento contemplativo (Nietzsche, 1988, p. 232). Y, ciertamente, en la Modernidad más temprana, como han mostrado reiteradamente Koselleck o Harmut Rosa (Koselleck, 2000; Rosa, 2009), por ejemplo, se daba con frecuencia la queja por el frenesí y la aceleración de los tiempos, que impiden la contemplación. En ese sentido, la época que estamos aquí analizando como sociedad del rendimiento o sociedad acelerada debe ser considerada como una radicalización de la modernidad, más que una ruptura sobre ella. Lo que se radicaliza es, como veíamos más arriba, la aceleración de los procesos vitales y sociales. En la vida cotidiana, y sosteniéndose ahora en el inmenso cambio tecnológico que han traído los ordenadores, internet, las comunicaciones cibernéticas, la proliferación de la imagen y de lo visual, esa aceleración ha supuesto una multiplicación de las tareas a realizar por los individuos en un tiempo muy corto –de ahí el multitasking– y una sobreestimulación perceptiva que reclama un cambio continuo en la mirada bolsillo– es mucho más intensa que la de quien salta agitadamente de una website a otra, respondiendo de modo reflejo, pero sin reflexión, a los estímulos que aparecen en la pantalla, los cuales le ofrecen la pequeña satisfacción inmediata de una nueva información. La ilusión de omnipotencia que produce el leve toque del dedo en el ratón o en la pantalla digital esconde una sujeción a la satisfacción veloz y una ausencia de autonomía. Para un estudio sobre la posibilidad actual de la Bildung, sobre las vías educativas del presente, sería, sin duda, imprescindible detenerse en esta pérdida de autonomía del sujeto lector: la conversión del lector quieto que interpreta activamente en un agitado internauta sometido pasivamente a un esquema de estímulo visual o sonoro-respuesta táctil. La autonomía del lector frente a la heteronomía del internauta. Esto llevaría a un estudio más amplio y profundo. Nuestra hipótesis aquí, sin embargo, es que la escena material de la lectura (la del libro frente a la de la pantalla de ordenador, por ejemplo) no es tan decisiva como la capacidad de atención y contemplación que se pone en juego en esas escenas y que, como sugería Byung Chul Han a propósito de Cezanne o de Nietzsche, se pierde peligrosamente en la tarda modernidad de la sociedad del rendimiento. La atención y la Bildung. y en el oído sobre todo; en cualquier caso, un El problema, pues, está en la atención, y en cambio continuo en el foco de atención. Si el su pérdida. Un invitado en un programa de te- mandato laboral, económico, social, es “no te levisión no debe hablar más de cuarenta se- pares, muévete, emprende siempre algo, tienes gundos seguidos, se dice, porque transcurrido António Gómez Ramos El problema de la formación en la sociedad acelerada y la expropiación de la atención ese tiempo el telespectador cambiará de canal, en busca de otra imagen y otro discurso. Pues pocos pueden escuchar durante un rato largo. 9/12 su escasa tolerancia al hastío, tampoco admite aquel aburrimiento profundo que sería de cierta importancia para el proceso creativo (Han, 2012, p.38). El cine, a su vez, requiere imágenes rápidas, muy dinámicas, evitando los planos fijos.2 Las No en vano, la sociedad del rendimiento es tam- consecuencias sociales, políticas, o morales bién una sociedad del entretenimiento, que garan- de esto se han hecho ver. Si no es posible ha- tiza que ningún minuto del ciudadano-consumidor cer en público un argumento prolongado, que esté vacío de ofertas, desocupado, quizá justamente lleve varios minutos y demande un esfuerzo de para compensar esa sensación de tedio, hastío y atención, la democracia se resiente. Como he aburrimiento que, como muestran varios estudios, venido sugiriendo, en la Modernidad clásica, sin es también un fenómeno típicamente moderno, realizarse nunca de modo efectivo, pero siempre que no se conocía apenas antes del siglo XVIII como promesa y supuesto, más al alcance de las (Dalle Pezze, Salzani, 2009). La infra estimulación, clases dominantes que de las masas, funcionaba el vaciado del mundo que se da en el momento del una ecuación por la que el adiestramiento en la aburrimiento debe compensarse con esa sobreex- lectura concentrada, la capacidad de escucha citación que la modernidad ha tendido a producir (particularmente, la escucha de música clásica), y que en la actualidad es casi la norma diaria. Ya propiciaban una reflexividad y una autonomía nadie es capaz de aburrirse porque siempre tiene personales que, a su vez, capacitaban para la a su disposición algo con lo que entretenerse: es acción política, la vida pública y la ciudadanía. casi imposible encontrar a alguien mirando al vacío En las sociedades occidentales actuales, el mientras espera en la parada de autobús, pues ese grito, o el tweet, o la noticia impactante pero falsa, momento de espera se llena inmediatamente con las “fake news” determinan el curso de los acon- el teléfono celular o con los estímulos publicitarios tecimientos y las decisiones colectivas mucho del entorno urbano. Sin embargo, ese momento más que la discusión racional. La democracia de vaciedad y de aburrimiento, puede ser, para requiere tiempo y atención. También lo requiere Walter Benjamín, en su ensayo sobre “El narrador”, la moral, el cuidado del otro y la sensibilidad y un momento de la creación, pues, “[A]así como el atención hacia su necesidad y precariedad. Por sueño es el punto álgido de la relajación corporal, eso, también la moral está en juego. Y, como el aburrimiento lo es de la relajación espiritual. El resultado, está en cuestión la posibilidad misma aburrimiento es el pájaro de sueño que incuba el de formarse como sujeto, de constituirse hasta huevo de la experiencia” (Benjamín, 1977, p.446). pensar por sí mismo y tener juicio propio, que exige autodisciplina y una paciencia. O bien, para Heidegger, el aburrimiento profundo es uno de los momentos culminantes de Parte de esta autodisciplina, apostilla aún Han la existencia, donde el Dasein se descubre a sí en un giro que hubiera sorprendido a los teóricos mismo, se encuentra con su yo y con sus deseos. clásicos de la Bildung, estaba en la capacidad de Quizá por eso, se pregunta él en su curso sobre aburrimiento. La cultura, escribe los Conceptos fundamentales de metafísica, “el hombre moderno se ha vuelto aburrido para sí requiere un entorno en el que sea posible una atención profunda. Esta es ahora reemplazada cada vez más por una atención por completo distinta, la hiperatención. Esta atención dispersa se caracteriza por un acelerado cambio de foco entre diferentes tareas, fuentes de información y procesos. Dada, además, mismo porque no reconoce, no es capaz de reconocer ese aburrimiento profundo?” (Heidegger, 1983, p.240). El carácter formativo y creador del aburrimiento se pierde definitivamente en un sujeto permanentemente entretenido. Por supuesto, hay movimientos estéticos en contra, para compensar esto: cine de autor, la obra de John Cage y Morton Feldmann en música, todas las tendencias slow que se ofrecen en la sociedad contemporánea. Pero parece claro que se trata de movimientos de compensación frente a una corriente dominante. 2 10/12 Educação, Porto Alegre, v. 43, n. 2, p. 1-12, maio-ago. 2020 | e-.35967 En todo caso, esta incapacidad contemporánea el observador de una pintura, o en el lector de para el aburrimiento –que supone, sin duda, un un libro, sino en una sujeción a un torrente de serio obstáculo a métodos más clásicos de apren- potentes estímulos externos que van atrayendo dizaje– puede ser considerada dentro del marco y exigiendo la atención. Como ese torrente de socioeconómico de la atención, la distracción y el estímulos, sobre todo en la pantalla, no es tam- entretenimiento. O, por decirlo con las palabras de poco casual, sino que está dirigido de una u otra Jonathan Crary, resulta de una nueva economía manera, a veces impersonalmente, pero siempre de la atención que viene impuesta en el orden dentro de las dinámicas de trabajo y consumo, neoliberal. La tesis de Crary (Crary, 2001) es que, Crary puede concluir que la expropiación de la puesto que el modo de mirar y de percibir está atención es la forma capitalista contemporánea determinado culturalmente, esto es, no es un de alienación. Los individuos de lo que hemos mero proceso fisiológico natural, sino que tiene llamado la sociedad del rendimiento viven con una historia, se hace preciso estudiar cómo ha la atención secuestrada. Si en las fases primeras modelado la Modernidad el modo de mirar. De de la modernidad capitalista el trabajador se hecho, tal como muestra él, el arte ha cumplido un veía desposeído de su cuerpo y de su tiempo importante papel en este sentido, y la evolución sin saberlo; si la industria cultural posterior, tal de la pintura en el siglo XIX no puede entenderse como la analizaba la Escuela de Frankfurt, le fuera de los marcos de percepción definidos por despojaba también de su ocio e incluso de su la sociedad industrial capitalista. Esta, a la vez que inconsciente, el paso último, en esta época de determinaba los modos de trabajar, de consumir internet y de comunicación inmediata y globali- o de habitar, y con ello modelaba a los individuos, zada, ha sido la expropiación de la atención: es también les educaba en una cierta mirada. En otra instancia ajena al individuo la que determina última instancia, les exigía que se definiesen en de manera continua dónde pone este sus ojos función de cómo “prestan atención”. La Bildung y sus oídos, a dónde dirige la mirada y, además, clásica también jugaba un papel en este sentido. controla constantemente cómo tiene eso lugar. El giro de la modernidad clásica a la sociedad Visto así, despojado de su capacidad de atención, acelerada de la que venimos hablando tiene permanentemente distraído, este individuo tardo lugar porque, de manera creciente, la sociedad moderno podrá estar dotado en principio de to- moderna somete a los individuos a un bombardeo das las libertades políticas, estéticas, morales e de estímulos tan grande que exige una atención incluso físicas y corporales para configurar su vida, dispersa, y un aparato perceptivo capaz de dis- pero no es dueño de sí mismo, si es verdad que la traerse, o incapaz de una atención fija y constante. atención es lo que en última instancia define a un En otras palabras, se ha pasado del observador sujeto. El control de la propia atención, de hacia pasivo, distante que contemplaba un cuadro en dónde enfoca un sujeto su energía psíquica y su un museo y quizá emitía un juicio sobre él, a un sistema perceptivo es, al fin y al cabo, el grado sujeto de atención inestable, que salta de una cero de la autonomía individual. imagen a otra, de una información a otra, con la El valor de la atención y su tensión con la dis- rapidez y habilidad que hemos descrito antes y tracción ha estado presente, a menudo como un que tanto su trabajo como su ocio le requieren, conflicto normativo, en la historia de la filosofía al pero que ya no puede mirar o concentrarse en menos desde Platón. En cierto modo, este venía algo durante un tiempo prolongado. a apreciar la atención con la que se contemplan En suma, ha tenido lugar una poderosísima las ideas por encima de las distracciones que las transformación social del observador. En las sombras ofrecen a los prisioneros de la caverna; la condiciones de la cultura actual se dan y se distracción era para Descartes causa del error que imponen nuevas estrategias de subjetivación se comete por no seguir atentamente el método, que no discurren ya de modo predominante en o era para Pascal “nuestra mayor miseria, pues António Gómez Ramos El problema de la formación en la sociedad acelerada y la expropiación de la atención 11/12 son el principal obstáculo para pensar en nosotros por el arte burgués, la masa disipada, distraída, mismos, y nos llevan a la depravación.” (Pascal, “sumerge la obra de arte en sí”, la toca, más que 1981, p.126). Es “la verdadera oración natural por la ve y, desde un sistema perceptivo distinto a la la que accedemos a lo que la razón nos ilumina”, estética clásica, puede juzgar, esperaba Benjamin, apostillaba Malebranche (Löffler, 2014, p. 37). Se de una manera nueva y liberadora. Por eso con- condenaba así la diáspora, la disipación que era fiaba en el cine como el gran arte revolucionario, lo contrario del recogimiento y la concentración. donde la estética se hacía política. En cambio, Montaigne celebraba la distracción El tiempo no ha dado la razón al optimismo de como “médico supremo de nuestras pasiones” Benjamin, y la poderosa tecnología de la imagen (Montaigne, 2007, p. 1048), pues la variación ali- móvil ha propiciado más bien una forma más via, disuelve y diluye. Y Kant recomendaba una profunda de alienación, como sugiere Crary. No “dietética del alma”, una técnica que consiste en obstante, los términos del debate entre atención distraerse, “desviar la atención (abstractio) desde y distracción parecen ser decisivos para cualquier ciertas ideas dominantes, repartiéndolas en otras reformulación de la idea de Bildung en un mundo distintas” (Kant, 1964, p. 518) para así reunir fuerzas y modelado por el orden neoliberal y las nuevas tec- seguir trabajando luego, con la atención reforzada. nologías. Tal como he sugerido, ese mundo hace ya Como puede verse, los frentes de esta dis- inviable, y seguramente innecesaria desde el punto cusión están curiosamente cruzados. Todavía de vista económico y político, la realización de una en el siglo XX, Simone Weil se convierte en la Bildung clásica que empezábamos describiendo en valedora de la atención, a la que atribuye un el acto de lectura del Philosoph Lisant de Chardin. enorme valor moral: Era una Bildung que se pretendía universalmente La atención consiste en suspender el pensamiento, en dejarlo disponible, vacío y penetrable al objeto, manteniendo cerca del pensamiento […], los diversos conocimientos adquiridos que deban ser utilizados […]. Y sobre todo el pensamiento debe estar vacío, a la espera, sin buscar nada, pero dispuesto a recibir en su verdad desnuda el objeto que va a penetrar en él (WEIL, 1988, p.260). En cambio, Walter Benjamin, a quien veíamos reivindicando la necesidad del aburrimiento y que inspiraba en gran parte las concepciones de Jonahtan Crary sobre la determinación tecnológica y económica del sistema perceptivo, fue el primero en apreciar sistemáticamente la influencia del cine en el modo de mirar y percibir. Su ensayo sobre “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica” (Benjamin, 1977) estaba imbuido de un ambiguo optimismo histórico; buscando las posibilidades emancipadoras del cine, Benjamin podía apreciar en este arte, entonces muy reciente, una nueva forma de percepción: la “percepción distraída”, o la “percepción en la distracción (Wahrnehmung in der Zersteuung)” con que las masas trabajadoras se acercaban a las salas de cine. Frente al “recogimiento” y “devoción” preconizado emancipadora, pero que fue históricamente deudora de un orden socio-cultural jerarquizado; en sus pensadores clásicos, se “proponía como una Bildung despolitizada, ignorando la realidad” (Mas, 2010, p.49), pues, a pesar de sus orígenes ilustrados, fue hasta cierto punto cómplice de una sociedad disciplinaria. El orden actual, que aquí hemos caracterizado, con matices, como una sociedad del rendimiento, disuelve aparentemente esa disciplina, e incluso promete un acceso universal al conocimiento — de hecho técnica, materialmente, hace realizable esa promesa —; pero instaura a la vez un control tan intenso de la atención y de los movimientos psíquicos que hace imposible la autonomía, la reflexión y el grado de conciencia que eran objetivos de la Bildung. Probablemente, no podremos evitar que nuestro aparato perceptivo futuro sea distinto del lector, del observador, del oyente clásico que ha sido el protagonista de la formación cultural durante los últimos tres siglos. Apenas seremos capaces de concentrarnos en una lectura durante unas horas sin atender a un mensaje del teléfono celular o a una notificación en la pantalla, pero seremos muy duchos en la multitarea, repartire- 12/12 Educação, Porto Alegre, v. 43, n. 2, p. 1-12, maio-ago. 2020 | e-.35967 cuestión será si en esta nueva habilidad hay au- Mas, S.(2010). La Grecia de Wilhelm von Humboldt o Ilustración y Clasicismo, In W. Humboldt, W. Historia de la decadencia y ocaso de los Estados libres griegos. Madrid: Plaza y Valdés. tonomía y reflexión, o si tendremos toda nuestra Montaigne, M.(2007). Los ensayos. Barcelona, Acantilado. mos nuestra atención entre objetos diferentes, en espacios de tiempo cada vez más breves. La atención alienada. Tal vez, aprender a leer, mirar uno o lo otro sería la Bildung. Definir esto es, sin Nietzsche, F. (1988). Menschlisches, Allzumenschliches I. In F. Nietzsche, Kritische Gesamtausgabe (Bd. 2). Berlin: De Gruyter. duda, una de las labores decisivas en cualquier Pascal, B. (1981). Pensamientos. Madrid: Alianza Editorial. teoría de la educación de hoy. Quevedo, F. (1996). Poesía original completa. Barcelona: Planeta. REFERENCIAS Rosa, H. (2016). Alienación y aceleración. Buenos Aires: Katz. Benjamin, W. (1977). Gesammelte Schriften (Bd. II/2). Franfurt: Suhrkamp. Steiner, G. (1997). El lector infrecuente. In G. Steiner, G. Pasión intacta (pp. 19-45). Madrid: Siruela. Bieri, P.(2012). Wie wäre es, gebildet zu sein. In H. Hastedt (Ed.), Was ist Bildung. Eine Textantologie. Reklam: Stuttgart. Weil, S. (1988). Réflexions sur le bon usage des études scolaires. In S. Weil, Oeuvres Completes (Vol. IV). Paris: Gallimard. y pensar a la vez, y también a parar de hacer lo Carr, N. G. (2009). 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Profesor Titular de Filosofía en la Universidad Carlos III de Madrid, Departamento de Humanidades: Filosofía, Lenguaje y Literatura. García F., González H., Pérez Álvarez, M. Volviendo a la Normalidad. La Invención del TDAH y del Trastorno Bipolar Infantil. Madrid: Alianza Editorial, 2014. Dirección Gomez Ramos, A. (2013). La inmediatez de la crisis y la experiencia del tiempo. In L Cadahia y G. Velasco (Eds.), Crisis de la normalidad. Normalidad de la crisis (pp. 101-122). Madrid: Katz. Universidad Carlos III Gumbrecht, H.U. (2011). Lento presente. Madrid: Escolar y Mayo. Han, B. Ch. (2012). La sociedad del cansancio. Barcelona: Herder. Heidegger, M. (1983). Grundbegriffe der Metaphysik. Welt-Endlichkeit-Einsamkeit. Frankfurt: Klosterman. Kant, I.(1964) Anthropologie im pragmatischer Hinsicht. In Kant Werke (Bd. 6). Frankfurt: Insel Verlag. Koselleck, R. (2000). Zeitschichten. Frankfurt: Suhrkamp. Koselleck, R. (2012). Bildung ist weder Ausbildung noch Einbiludung, In H. 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