Revista Científica Ra Ximhai
Paz, Interculturalidad y Democracia
Vol. 12 Número 4 Edición Especial Enero-Junio de 2016
Publicación de la Universidad Autónoma Indígena de México
Revista Científica Ra Ximhai
Editor General
Dr. Gustavo Enrique Rojo Martínez
Directora
Dra. Rosa Martínez Ruiz
Subdirectora
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ISSN-1665-0441
D.R. © Ra Ximhai
Hecho en México
Printed in Mexico
Ra Ximhai
El Nombre
La identificación de esta revista con el nombre de Ra Ximhai (escrito en lengua hñahñú), que
t adu ido al español sig ifi a el u do, el U i e so o la ida , ha e efe e ia a la atu aleza
desde un punto de vista cosmológico signado por los indígenas otomíes. La revista lleva este título
como un homenaje a las culturas indígenas del país que forman parte importante de la riqueza
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Revista de Paz, Interculturalidad y Democracia
Volumen 12, Número 4
Edición Especial / Enero - Junio 2016
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Revista de Paz, Interculturalidad y Democracia
Volumen 12 Número 4 Edición Especial / Enero – Junio 2016
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El mundo,
El universo o
La vida
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VOLUMEN 12 NÚMERO 4 EDICIÓN ESPECIAL
ENERO-JUNIO 2016
CONTENIDO
VOLUMEN 12 NÚMERO 4 EDICIÓN ESPECIAL ENERO-JUNIO 2016
PAZ, INTERCULTURALIDAD Y DEMOCRACIA
ISSN-1665-0441
ARTÍCULO CIENTÍFICO
15
Determinantes sociales de los hijos e hijas no deseados entre
mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas,
Chiapas
Gerardo Núñez Medina; María Georgina Rivas Bocanegra y Hilda
María Jiménez Acevedo
35
Estudios relacionados con la presencia africana en la identidad
cultural de Bahía Honda (Pinar del rio)
Silfredo Rodríguez Basso
43
Análisis de metales pesados en parque estatal “Flor del
Bosque”
José Carlos Mendoza Hernández; Janette Arriola Morales;
Gabriela Pérez Osorio; Ángel Silveti Loeza; Miriam Vega
Hernández; Ana Lilia Portillo Zapotitla; Olimpia Jaramillo
Hernández; Ricardo Morales Juárez
57
Socialización y transmisión intergeneracional en pautas del
consumo de alimentos: su impacto en la identidad cultural
alimentaria en mujeres mapuche urbanas de Chile
Marianela Denegri Coria; Yessica Knabe Álvarez; José Sepúlveda
Maldonado; Ligia Orellana; Olga Ruiz; Oscar Vivallo y Berta
Schnettler Morales
71
Las pensiones de cesantía-vejez e invalidez de la ley del IMSS,
un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES
Manuel Ildefonso Ruiz Medina; María del Socorro Borboa
Quintero y Dalia María Cuadras Borboa
93
Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo
decente
José Manuel Hernández Trujillo
111
Aprendizaje social en contraste político: resistencia o
dependencia gubernamental en comunidades indígenas de
Chiapas, México
Daniela Gallardo Olimón; Obeimar Balente Herrera Hernández;
Manuel Roberto Parra Vázquez y Francisco Guízar Vázquez
133
Condiciones laborales de la mano de obra rural de México
Felipe Contreras Molotla
153
Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del
parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México
Gabriela Pérez Osorio; Janette Arriola Morales; Tania García
Lucero; María Lourdes Saldaña Blanco y José Carlos Mendoza
Hernández
169
Creencias y prácticas religiosas de antecedente africano
presentes en Bahía Honda (Pinar del Río)
Silfredo Rodríguez Basso; Ana Bertha Ferrer Rodríguez y Maurilio
Concepción Domínguez
183
Microempresas y capital humano: un análisis para México
Claudia Sáenz Vota y Adanelly Ávila Arce
197
Posibilidades de crecimiento y éxito microempresarial: un
análisis a través de modelos logit
David de Jesús González Milán; Adanelly Ávila Arce y Eva
Alejandra Rios Luna
211
Género y desertificación.
programáticos
Verónica Vázquez García
Vínculos
conceptuales
RESEÑAS
225
Hombres maltratados. Masculinidad y control social
José Luis Rojas Solís
y
CONTENTS
VOLUME 12 NUMBER 4 SPECIAL EDITION JANUARY-JUNE 2016
PEACE AND DEMOCRACY INTERCULTURALITY
ISSN-1665-0441
SCIENTIFIC ARTICLE
15
Social determinants of sons and daughters unwanted among
indigenous and mestizo women in San Cristobal de Las Casas,
Chiapas
Gerardo Núñez Medina; María Georgina Rivas Bocanegra y Hilda
María Jiménez Acevedo
35
Related to the African presence in the cultural identity of
Bahía Honda (Pinar del Rio) studies
Silfredo Rodríguez Basso
43
Analysis of heavy metals in state park “Flor del Bosque”
José Carlos Mendoza Hernández; Janette Arriola Morales;
Gabriela Pérez Osorio; Ángel Silveti Loeza; Miriam Vega
Hernández; Ana Lilia Portillo Zapotitla; Olimpia Jaramillo
Hernández; Ricardo Morales Juárez
57
Socialization and intergenerational transmission of food
consumption patterns: their impact on cultural food-related
identity in urban women mapuche from Chile
Marianela Denegri Coria; Yessica Knabe Álvarez; José Sepúlveda
Maldonado; Ligia Orellana; Olga Ruiz; Oscar Vivallo y Berta
Schnettler Morales
71
The unemployment pension-age and invalidity of the law of the
IMSS, a practical theoretical analysis in workers of PyMES
Manuel Ildefonso Ruiz Medina; María del Socorro Borboa
Quintero y Dalia María Cuadras Borboa
93
Coffee cutters in Mexico. The underworld of decent work
José Manuel Hernández Trujillo
111
Social learning in political constrast: governmental resistance
or dependency of indigenous communities in Chiapas, Mexico
Daniela Gallardo Olimón; Obeimar Balente Herrera Hernández;
Manuel Roberto Parra Vázquez y Francisco Guízar Vázquez
133
Working condition of rural labor in Mexico
Felipe Contreras Molotla
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 13
153
Assessment of the quality of the water of four Jagüeyes in the
state park “Flor del Bosque”, Puebla, Mexico
Gabriela Pérez Osorio; Janette Arriola Morales; Tania García
Lucero; María Lourdes Saldaña Blanco y José Carlos Mendoza
Hernández
169
Beliefs and religious practices of African background present
in Bahia Honda (Pinar del Río)
Silfredo Rodríguez Basso; Ana Bertha Ferrer Rodríguez y Maurilio
Concepción Domínguez
183
Microenterprises and human capital: an analysis for Mexico
Claudia Sáenz Vota y Adanelly Ávila Arce
197
Growth and success possibilities on microenterprises: an
analysis through logit models
David de Jesús González Milán; Adanelly Ávila Arce y Eva
Alejandra Rios Luna
211
Gender and desertification. Conceptual and programatic links
Verónica Vázquez García
REVIEW
225
Abused men. Masculinity and social control
José Luis Rojas Solís
RA XIMHAI
ISSN 1665-0441
Volumen 12 Número 4
Edición Especial
Enero – Junio 2016
15-34
DETERMINANTES SOCIALES DE LOS HIJOS E HIJAS NO DESEADOS ENTRE MUJERES
INDÍGENAS Y MESTIZAS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS
SOCIAL DETERMINANTS OF SONS AND DAUGHTERS UNWANTED AMONG INDIGENOUS AND
MESTIZO WOMEN IN SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS
Gerardo Núñez-Medina1; María Georgina Rivas-Bocanegra2 y Hilda María Jiménez-Acevedo3
1
Director de investigación del Consejo de Investigación y Evaluación de la Política Social del Estado (CIEPSE), Chiapas. Circuito Abutilon
378, Cluster II, Bonanza. Tuxtla Gutiérrez. Chiapas. C.P. 29020. Correo electrónico: gerardo.nm1@gmail.com. Tel: 961 206 5252. 2
Profesora Titular de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH). Alamedas 23, San Cristóbal de las Casas, Chiapas 29200.
Correo electrónico: georgina.rivas@unicach.mx. Tel. 967 678 7608. 3 Profesor de Tiempo Completo en la Universidad Autónoma de
Chiapas (UNACH). Privada las Terraza 1155, Tuxtla Gutiérrez. Chiapas C.P. 29060. Correo electrónico: luzhec10@hotmail.com. Tel. 961
61 10844.
RESUMEN
La incidencia de hijos(as) no deseados en San Cristóbal de las Casas se estima del orden del 39% de los nacimientos, está
cifra tiene importantes implicaciones sobre la calidad de vida las mujeres y de sus hijos(as). El trabajo tiene por objeto
cuantificar la prevalencia de hijos(as) no deseados entre mujeres indígenas y mestizas, además de distinguir sus
características socioeconómicas.
La información presentada se recolectó a partir de una muestra probabilística levantada el mes de abril de 2014, a
mujeres que habitaban en la zona urbana del municipio de San Cristóbal de las Casas, de entre 15 y 54 años de edad, con
al menos un hijo(a) nacido vivo. Se trata de una encuesta probabilística por conglomerados en dos etapas representativa
para la zona urbana y para las mujeres indígenas y mestizas.
A partir de la aplicación de un modelo de regresión logística fue posible estimar el efecto que un conjunto de variables
socioeconómicas ejercen sobre las posibilidades de que una mujer tenga un hijo(a) no deseado. Los resultados indican
que la mayor incidencia de hijos(as) no deseados se concentra entre mujeres analfabetas, adolecentes (de 15 a 19 años),
solteras e indígenas Tseltales. Sin embargo, la prevalencia es alta en todos los grupos étnicos y todos los estratos
socioeconómicos, por lo que es muy importante entender el efecto de cada variable ejerce sobre la ocurrencia del
fenómeno, con el objetivo de proteger a las mujeres (y sus hijos(as)) quienes se ven vulneradas por los efectos de dichas
variables.
Palabras clave: prevalencia, embarazo, aborto, regresión logística.
SUMMARY
The incidence of unwanted children in San Cristobal de las Casas is estimated in the order of 39% of births, this figure
has important implications for the quality of life for women and their children. The work aims to quantify the prevalence
of unwanted children between indigenous and mestizo women, in addition to distinguish their socioeconomic
characteristics.
The information presented was collected from a random sample lifted in April 2014, to women living in the urban area
of the municipality of San Cristobal de las Casas, aged between 15 and 54 years old with at least one children ever born.
It is a probabilistic survey of clustering in two stages representative for urban areas and for indigenous and mestizo
women.
After the implementation of a logistic regression model it was possible to estimate the effect that a set of socioeconomic variables have on the chances of a woman having an unwanted child. The results suggest that the highest
incidence of unwanted children is concentrated among illiterate women, adolescents (15 to 19), single and indigenous
Tzeltal. However, the prevalence is high in all ethnic groups and all socioeconomic strata, so it is very important to
understand the effect each variable has on the occurrence of the phenomenon in order to protect women (and their
children) harmed by the effects of these variables.
Key words: prevalence, pregnancy, abortion, logistic regression.
Recibido: 17 de agosto de 2015. Aceptado: 18 de febrero de 2016.
Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4):
15-34.
15
16 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e
hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
INTRODUCCIÓN
Este trabajo surge o o u a i i iati a apo ada po el p o e to Prevalencia del embarazo no
deseado e “a C istó al de Las Casas, Chiapas , financiado por el Programa para el Desarrollo
Profesional Docente (PRODEP). El objetivo fue conocer la prevalencia del número de hijos e hijas
que son no deseados por sus madres así como conocer las características socio-económicas de las
mujeres que por algún motivo están criando al menos a un hijo o hija no deseado. El trabajo
indaga sobre las características educativas, laborales, étnicas, conyugales y familiares que
prevalecen entre las mujeres mestizas e indígenas con hijos deseados y no deseados, en la ciudad
de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Los hallazgos presentados se basan en los datos captados por una encuesta probabilística tomada
exprofeso a mujeres de entre 15 a 55 años con al menos un hijo o hija nacido vivo, residente en el
área urbana de la ciudad de San Cristóbal. A dichas mujeres se les aplicó un cuestionario acerca de
su deseo de haber tenido o no a sus hijos e hijas. La muestra se diseñó para ser representativa
entre mujeres mestizas e indígenas.
Se puede afirmar que desde la segunda mitad del siglo pasado ha habido un cambio en las
preferencias de las mujeres hacia un menor número de hijos e hija, en el municipio de San
Cristóbal; lo que ha ocurrido también en el resto del estado, aunque de manera desigual (INEGI,
2005), esta situación ha sido reforzada por las políticas implementadas en materia de planificación
familiar1. De esta forma, las políticas que impulsan la preferencia por un menor número de hijos se
contraponen a los roles tradicionales de género que aun enfatizan fuertemente el matrimonio y la
maternidad como proyecto de vida hegemónico; situación que es especialmente grave entre
mujeres indígenas, mujeres jóvenes o mujeres analfabetas.
Los roles de género tradicionales confinan a la mujer al hogar, le asignan un bajo nivel de
empoderamiento, una baja capacidad para tomar decisiones en distintos ámbitos de su vida, en
especial en los ámbitos sociales, laborales y económicos, pero sobre todo limitan su capacidad
para decidir sobre el uso de métodos anticonceptivos, el número de embarazos y por ende el
número de hijos e hijas que debe tener a lo largo de toda su vida reproductiva, especialmente al
inicio de la misma. En este sentido, se espera que las diferencias culturales entre mujeres mestizas
e indígenas sean un elemento capaz de explicar la prevalencia diferencial en el número de hijos e
hijas no deseados.
Mucho se ha escrito sobre las consecuencias del aborto, legal e ilegal, como un problema de salud
pública (Langer-Glas, 2003). Por otro lado diversos trabajos apoyados o financiados por
organizaciones civiles contrarias al derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad, han
tenido por objetivo convencerlas a través de múltiples argumentos, desde religiosos y natalistas
hasta de tipo médico-salubristas, de los daños que produce el abortar y la conveniencia de llevar
su e a azo a
ue té i o , pa a ue, u a ez o u ido el a i ie to, las ismas
organizaciones se desentiendan de los costos y las responsabilidades del cuidado del hijo o hija,
mismos que pasan directamente a la mujer, a la familia y a la sociedad. Por el contrario, son pocos
los trabajos enfocados a analizar lo que ocurre con los hijos producto de dichos nacimientos, en
1
La política demográfica actual, como política de Estado, nace en México en 1974 con la publicación el 07 de enero del mismo año de la
Ley General de Población, que dio paso a los programas de planificación familiar (CONAPO, 2014). En Chiapas, en 1979, el 24% de las
mujeres unidas en edad fértil utilizaba ya algún método anticonceptivo. En los años 80 el “Plan Chiapas” y los “Planes y Programas de
Gobierno 1982-1988” en el estado, explícitamente se proponían bajar la tasa de crecimiento de la población; y en 1984 se formula el
Programa de Planificación Familiar en Chiapas (Sánchez, 2000)
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 17
especial en sociedades pluriétnicas, donde el producto se convierte, muchas de las veces, en un
hijo o hija no deseado, con alcances y consecuencias que aún no han sido ni estimados, ni
documentados.
Antecedentes
México al igual que otros países latinoamericanos, se encuentra inmerso en un proceso de
transición demográfica, marcado por una importante reducción de la fecundidad (Brosius, 2008).
Actualmente, se estima que el número promedio de hijos por mujer es de 2.22 a nivel nacional
(INEGI, 2011), mismo que se espera continúe descendiendo hasta alcanzar el nivel esperado de
remplazo intergeneracional de 2.1 hijos, al finalizar el primer cuarto del presente siglo (Hernández
et al., 2013). La situación, sin embargo, no es homogénea al interior del país, pues en los estados
de la región sureste, aún se observa un número de hijos por mujer muy por encima del encontrado
en el resto de México (CONAPO, 2013); Esta situación puede explicarse por el atraso en el proceso
de transición demográfica presentado por la población indígena de Chiapas, que mantienen aún
muchos de sus usos y costumbres; situación que se ve reforzada por un alto porcentaje de
población que se encuentra viviendo bajo condiciones de pobreza extrema, 32.2% (CONEVAL,
2010) y porque 87 de los 122 municipios de la entidad están clasificados como de alta y muy alta
marginación (CONAPO, 2000).
Una de las consecuencias importantes producto de la reducción del número de hijos e hijas es
paradójicamente, el aumento en el número de embarazos no deseados2; se estima que en 2009, a
i el a io al % de los e a azos fue o o i te io ados , es de i , .
illo es. De esa
cifra, 30% terminó en un aborto inducido, 6% en un aborto espontáneo y 19% en un nacimiento
no planeado. La mayoría se contabilizó en los estados del norte y del centro del país así como en el
Distrito Federal, con porcentajes de hasta un 70%, mientras que para los estados más marginados
la proporción alcanzó un 45%. Es importante señalar que la tasa de aborto inducido ha ido en
aumento, de 25 abortos por cada 1000 mujeres en 1990 ha pasado a 38 por 1000 en 2009, lo que
implica un incremento de 52% en el periodo referido. De dicho incremento se desprenden dos
tesis importantes, (1) las mujeres están teniendo más embarazos no intencionados que en el
pasado, con las consecuentes dificultades para evitarlos o (2) la proporción de embarazos no
intencionados permanece constante, pero existe una mayor propensión por parte de las mujeres a
terminar dicho embarazo en aborto. La tasa de aborto inducido en Chiapas se encuentra entre 26
y 27 por 1000 mujeres, cifra menor a la reportada en regiones más desarrolladas, lo que sugiere,
en lo general, que existe una menor motivación para tener familias más pequeñas (Juárez et al.,
2013), o que el aborto no es visto aún como una alternativa viable para resolver un embarazo no
deseado.
Si bien, paulatinamente es posible encontrar mayor información acerca del aborto, visto como un
problema de salud pública, dado que suele practicarse de manera ilegal y por ende en condiciones
de alto riesgo, como ocurre en muchos países en vías de desarrollo, donde la práctica realizada
bajo los términos señalados incrementa las estadísticas de muertes maternas. Existe también
menos información en relación a la magnitud y las consecuencias que enfrentan las mujeres que
de cualquier forma continúan con un embarazo inoportuno o no deseado hasta el nacimiento del
hijo o hija, debido a que en general son las propias mujeres quienes finalmente enfrentarán los
El embarazo “no intencionado” se refiere a aquel que ocurre cuando no se desea, se haya usado o no algún método anticonceptivo;
engloba al embarazo no deseado en absoluto (unwanted) y aquel que ocurre inesperadamente y que no cancela la oportunidad de otro hijo
en el futuro (mistimed).
2
18 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e
hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
costos económicos y sociales de la crianza del hijo(a) con consecuencias en el largo plazo tanto
para ellas como para él o la menor.
Estudios realizados en diferentes países señalan que el estatus que las mujeres den a su embarazo
condiciona la búsqueda de atención y la utilización de cuidados prenatales, por ejemplo, las
uje es ue p ese ta u e a azo o i te io ado tie e
ás p o a ilidades de et asa
dichos cuidados y de hacer un uso inadecuado de los servicios de salud, independientemente si se
trata de países desarrollados o en vías de desarrollo (Dibaba et al., 2013). Mientras que otros
estudios, sobre el tema, concluyen que los embarazos inoportunos o no deseados se asocian a
pobres resultados en términos de la salud perinatal: productos de bajo peso, nacimientos pretérmino y pequeños para la edad gestacional (Shah et al., 2011).
Existe menos información sobre los efectos de los embarazos no intencionados en países en vías
de desarrollo. Singh y colaboradores (2013) encontraron desde un estudio prospectivo en la India,
que entre los nacidos de embarazos no deseados es más probable una inadecuada vacunación y
una mayor mortalidad neonatal, tal cual otros autores lo han evidenciado. En América Latina, los
casos de Guatemala y Ecuador muestran evidencias de que se han encontrado importantes
prevalencias de embarazos no deseados entre población indígena, caracterizada por sus
condiciones de marginación (Singh et al., 2006, López de la Cruz 2010, Goicolea y San Sebastián
2010); en Bolivia, Sahpiro Mendoza y colaboradores (Sahpiro-Mendoza, 2005) mostraron que
niños(as) menores de 3 años no deseados, por ambos padres, tenían mayor riesgo de sufrir
restricciones en su desarrollo físico que aquellos hijos(as) que fueron deseados,
independientemente del sexo o del estrato social.
Algunos estudios sugieren que los hijos e hijas inoportunos y no deseados reciben menos recursos
emocionales y cognitivos de sus padres que los hijos(as) que fueron deseados (Barber & East
2009). En los Estados Unidos, el seguimiento a una muestra de mujeres que tenían hijos pequeños,
unas de las cuales abortaron y otras que por el tiempo de gestación no tuvieron más alternativa
que continuar hasta el nacimiento del producto, evidenció un menor desarrollo psicomotor en
todos los menores de 5 años de las últimas, consistente con el deseo de las mujeres de no tener
otro hijo para no afectar el bienestar de los menores ya nacidos (Foster et al., 2006).
San Cristóbal de Las Casas en la región de los Altos de Chiapas
La ciudad fue desde la conquista española uno de los principales centros comerciales de la región,
hasta el año de 1894 cuando la ciudad de Tuxtla se convierte en la capital del estado de Chiapas.
San Cristóbal de las Casas es una ciudad media pluriétnica inmersa en la región de los Altos de
Chiapas; se encuentra dentro de una zona indígena conformada fundamentalmente por los
pueblos Tsotsil y Tseltal (Viqueira, 1995).
Actualmente el municipio de San Cristóbal de las Casas cuenta con un total de 185 mil habitantes,
mientras que su área urbana cuenta con 158 mil habitantes, es decir 85% de la población reside en
la ciudad, según cifras del censo para el año 2010. Se trata del tercer municipio con la mayor tasa
de crecimiento promedio anual3 del estado, se ha estimado un crecimiento sostenido del 3.3%,
entre los años 2000 al 2010 (INEGI, 2011); situación que se explica por el proceso de urbanización
3
La tasa de crecimiento promedio anual está determinada por el incremento o disminución de los nacimientos y defunciones, como por el
saldo neto migratorio (INEGI, 2012). La tasa de crecimiento media anual de la población estima el ritmo de cambio en el tamaño de las
diferentes cohortes producto de la dinámica demográfica natural y social.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 19
observado en todo el país, producto principalmente de la inmigración campesina e indígena de la
región de Los Altos, además de inmigración proveniente de otras regiones de Chiapas, de otras
entidades federativas de México y de otros países.
Es importante señalar que se optó por estudiar el comportamiento relacionado al deseo por los
hijos(as) de las mujeres en la ciudad de San Cristóbal de las Casas debido a que se trata de una
ciudad media, en la que puede observarse una importante mezcla de poblaciones mestizas e
indígenas, donde existen altos niveles de analfabetismo y de desigualdad económica y social
combinados con importantes niveles de rezago en el acceso a servicios educación y salud; tales
características permiten una importante reducción de costos y tiempos durante la etapa de
levantamiento de información y posibilitan el contraste de distintas hipótesis sin tener que recurrir
a seleccionar distintas poblaciones en diferentes territorios.
Diseño de la muestra
Entre los días 12 al 24 de abril del año 2014, se levantó la encuesta sobre Hijos Deseados y No
Deseados en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, a mujeres de la zona urbana del municipio de
entre 15 y 55 años de edad, con al menos un hijo o hija nacido vivo. El objetivo central de la
muestra es obtener información, a nivel municipal, para estimar con precisión las tasas de
anticoncepción, embarazos y abortos además de los niveles de prevalencia en el número de
hijos(as) no deseados, tanto para mujeres indígenas como mestizas. Adicionalmente se recabó
información sobre el número total de hijos nacidos vivos, el estatus de deseo por los mismos y el
nivel socioeconómico de las mujeres y sus parejas.
El marco geo-estadístico que sirvió de base para el diseño de la muestra, se conformó con
información obtenida del INEGI, cuya última fuente publicada fue el censo de población y vivienda
2010. A partir del marco muestral disponible, se diseñó un esquema de muestreo por
conglomerados en dos etapas de selección. Las unidades primarias de muestreo (UPM) se
constituyeron por áreas geo-estadísticas básicas (AGEBS) cuyo universo se conformó por 62 AGEBS
urbanas (se excluyeron 8 AGEBS que no contaban con un número suficiente de manzanas), de las
54 AGBS elegibles se seleccionaron 12 con probabilidad proporcional al número de manzanas.
Para garantizar un adecuado nivel de representatividad en la muestra de mujeres tanto indígenas
como mestizas, las manzanas fueron clasificadas con base en el criterio siguiente: Un manzana era
considerada como indígena cuando la proporción de mujeres hablantes de lengua indígena era
superior al 65% respecto del total de mujeres que habitan alguna de las viviendas de la manzana,
en caso contrario la AGEB era clasificada como mestiza. Dado que se requiere un tamaño de
muestra representativo para mujeres indígenas y mestizas, al interior de cada AGEB se
seleccionaron aleatoriamente dos manzanas mestizas y dos manzanas indígenas resultando en
una muestra total de 48 manzanas seleccionadas.
Es decir, se diseñó un esquema de muestreo bietápico por conglomerados. La primera etapa de
muestreo correspondió a la elección de AGEBS y la segunda a la selección de manzanas. Se
eligieron 12 AGEBS y 4 manzanas por AGEB, lo que dio por resultado la selección de un total de 48
manzanas; 24 de ellas mestizas y 24 indígenas; finalmente se censaron todas las viviendas donde
habitaba al menos una mujer de entre 15 y 55 años con al menos un hijo o hija nacido vivo. Por lo
que resultaron seleccionadas en muestra un total de 486 viviendas. Debido a problemas asociados
a la falta de respuesta, el total de encuestas levantadas resultó ser de 379 (Cochran, 1969) se
20 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e
hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
desecharon 8 encuestas con cuestionario incompleto, las mujeres encuestadas reportaron haber
tenido un total de 1,046 hijos e hijas entre deseados y no deseados.
Las mujeres de San Cristóbal de Las Casas
Dado que la muestra fue diseñada con el objetivo de proveer información representativa para las
poblaciones mestizas e indígenas de mujeres entre 15 y 55 años de edad con al menos un hijo(a)
nacido vivo en la Ciudad de San Cristóbal, es importante revisar la representatividad de cada
grupo. La proporción de mujeres según etnia de pertenencia resultó ser muy similar entre mujeres
indígenas 46% (de las cuales el 20.5% hablaba tzotzil y el 17.8% tzeltal) y mestizas 54%, con lo que
puede garantizarse el nivel de representatividad de cada grupo.
Cuadro 1.- Hijos deseados y no deseados según diferentes características de la madre (datos de
la muestra de hijos no deseados)
Variable
Total de
hijos(as)
hijos
deseados
hijos no
deseados
ideal de
hijos
Embarazos
Abortos
mujeres
con hijos
no
deseado
Total
Mestizas
Indígenas
Alfabetas
Analfabetas
Solteras
Casadas
o
unidas
Divorciadas
o
separadas
2.8
2.5
3.2
2.5
4.6
2.5
2.8
2.6
2.1
1.8
2.5
1.9
3.5
1.6
2.2
1.6
0.7
0.6
0.7
0.6
1.0
0.9
0.6
0.9
3.2
2.9
3.6
3.0
4.4
2.6
3.2
3.0
3.2
0.2
2.8
0.2
3.6
0.2
2.8
0.2
5.3
0.4
2.6
0.2
3.1
0.2
3.3
0.5
0.4
0.4
0.4
0.4
0.5
0.5
0.4
0.5
Las características más relevantes obtenidas de la muestra señalan que la media de hijos(as) que
las mujeres tuvieron fue de 2.8, mientras que el número ideal de hijos(as) fue de 3.2 por lo que en
términos generales, las mujeres no estarían alcanzando su ideal reproductivo, es decir, en
promedio las mujeres están teniendo 0.4 hijos(as) menos de los que idealmente desearían tener,
por lo que es de esperar que la proporción de hijos(as) nacidos vivos no deseados sea muy baja,
véase Cuadro 1. Sin embargo, de los 2.8 hijos(as) reportados, 2.1 son deseados y el resto 0.7 son
no deseados, lo que representa una cuarta parte (25%) de los hijos nacidos vivos.
En promedio, las mujeres indígenas fueron quienes presentaron una fecundidad mayor; en
promedio 3.2 hijos(as) (2.5 deseados y 0.7 no deseado) respecto de las mujeres mestizas cuya
fecundidad alcanzó 2.5 hijos(as) (1.8 deseados y 0.6 no deseados). El ideal de hijos(as) para las
mujeres mestizas fue de 2.9 mientras que para las mujeres indígenas fue de 3.6 hijos(as) lo que
representa una expectativa superior en un 24.9%, Cuadro 1.
Como era de esperarse dado el estigma que prevalece respecto al tema, 22% de las mujeres
admitió haber abortado alguna vez (sin diferenciar entre electivo o espontaneo). De las mismas,
17.8% tuvo un aborto y el restante 4.2% dos o más abortos. Del total de mujeres entrevistadas, el
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 21
19.2% declararon que sus embarazos fueron no deseados, lo que resultó en una prevalencia del
39.8% de hijos(as) no deseados, véase Cuadro 1, cifra menor a la reporta por Juárez y
colaboradores a nivel nacional.
5.0
4.5
4.0
3.5
3.0
2.5
2.0
1.5
1.0
0.5
0.0
15-19
20-24
total de hijos
25-29
30-34
35-39
hijos deseados
40-44
45-49
50-54
hijos no desados
Figura 1.- Hijos(as) deseados y no deseados por edad de la madre (datos de la muestra de hijos no
deseados).
Como es de esperarse, al analizar el comportamiento por grupos de edad, la proporción de
hijos(as) no deseados entre mujeres se incrementó de forma constante con la edad, salvo para el
grupo de mujeres entre 35 y 39 años; las mismas muestran un comportamiento atípico en relación
con el número de hijos deseados y no deseados; las mujeres de esta generación, en promedio
expresan haber tenido un mayor número de hijos no deseados que las mujeres de los grupos
aledaños, Figura 1. La proporción de hijos no deseados de las mujeres en el grupo de edad 35 a 39
fue del 38%, en relación al 22% de las mujeres del grupo 40 a 44 y del 18% del grupo 30-34. Es
decir, las mujeres del grupo de edad de entre 35 y 39 años se encuentran mucho menos
satisfechas con su fecundidad, lo que se refleja en una alta incidencia de hijos(as) no deseados.
Esta situación podría ser explicada en términos del porcentaje de abortos reportados por las
mujeres del grupo 35-39, cifra que alcanzó el 31.3% de abortos y que es superior al 22.2% y 28.9%
reportado por los grupos 30-34 y 40-44 respectivamente.
A medida que las mujeres incrementaron su edad, también incrementaron el número promedio
de hijos(as) y de hijos(as) deseados, sin embargo, la proporción de hijos(as) no deseados
permaneció en niveles más bien constantes en una franja de entre 0.4 y 1.1 hijos(as), y como ya se
señaló, el grupo de mujeres de 35 a 39 años presenta el nivel promedio más alto de hijos no
deseados (1.1), a la vez que el porcentaje de mujeres que se han practicado algún aborto es del
31.3% (en el grupo 35-39), nueve puntos porcentuales arriba del promedio general del 22.3%,
Figura 1.
La condición de analfabetismo en la población femenina de entre 15 y 55 años de edad, es
utilizada como un proxi para cuantificar el acceso y uso a los servicios de salud, en particular,
servicios de salud reproductiva, entre los que destacan salud materno infantil y prevención de
embarazos no deseados. En este sentido, la proporción de mujeres analfabetas alcanzó el 12.5%,
lo que contrasta con la media nacional que es del 6.9% al año 2010 (INEGI, 2011); se debe destacar
que la proporción de analfabetismo entre las mujeres se incrementa con la edad, como sucede
entre las generaciones que tuvieron menores oportunidades para asistir a la escuela.
22 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e
hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
Entre las mujeres analfabetas fue notorio el mayor número promedio de hijos(as) 4.6, con
respecto a las mujeres que sí sabían leer y escribir, cuyo promedio fue de 2.5; es decir, 2.1 hijos(as)
más en promedio, lo que evidentemente repercutió en la proporción de hijos no deseados 0.6
hijos(as) para mujeres alfabetas y 1.0 hijos no deseados en promedio para mujeres analfabetas,
Cuadro 1.
Modelo de regresión logística
Dado que la variable que se busca modelar es dicotómica (incidencia de hijos no deseados entre
mujeres), se optó por utilizar un modelo de regresión logística, el cual permite analizar la relación
entre una variable dependiente dicotómica (Y) a modelar y un conjunto de variables
independientes (x1, x2, x3,…, n), que reflejen algunas de las características socioeconómicas más
relevantes del fenómeno estudiado.
El modelo de regresión logística supone la existencia de una relación no-lineal entre la variable
dependiente y las variables independientes; forma parte de una familia de modelos conocida
como modelos lineales generalizados, cuya característica principal consiste utilizar una función
li k G •)) en lugar de asociar directamente la variable Y a la combinación lineal de variables
independientes xi s, lo ue de i a e u
odelo de la fo a:
� � =� +�
+ ⋯+ �
El tipo de la fu ió li k depe de di e ta e te de la dist i u ió aso iada a la a ia le
respuesta, que en el caso logístico se determina como una distribución binomial(n; P), donde la
función G(Y) representa el logaritmo del cociente de momios (odds) que modela el riesgo relativo
de ocurrencia de Y dados los valores que toma el vector (x1, x2, x3,…, n):
Por lo que
� � =
(
� =
�
)=� +�
−�
=
+ ⋯+ �
(
�
)
−�
Al despejar P de la ecuación (1.1) se obtiene el modelo de regresión logística:
� �= | ,
,
…,
=
� � +� � +⋯+�� ��
+� � +� � +⋯+����
.
(1.2)
Donde el vector β = β0, β1,...., βk) es el vector de parámetros a estimar (Hosmer & Lemeshow,
1989: xxxx).
La variable dependiente Y representa la respuesta de las mujeres al deseo explícito de tener o no
tener a sus hijos. Se consideró que un hijo era no deseado cuando la mujer declaraba
expresamente que no deseo el embarazo o cuando el embarazo se produjo a pesar del uso de
algún método anticonceptivo y no llevo vigilancia alguna durante el tiempo de embarazo del hijo
referido. En resumen, la variable Y puede tomar los siguientes valores:
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
�=
ú ℎ
| 23
ℎ
El criterio de selección de variables independientes se basó en la importancia teórica de la variable
para explicar el comportamiento respecto de la preferencia por tener hijos (deseados y no
deseados), por lo que de la totalidad de variables colectadas por la encuesta (34 variables), se
consideró que sólo once eran las más relevantes para el desarrollo del modelo (Cuadro 2). La
decisión para la selección de variables se tomó con base en la importancia asignada a cada
variable según los criterios establecidos en la literatura revisada. A partir de las doce variables
seleccionadas, se consideraron adicionalmente criterios de orden estadístico asociados al grado de
correlación entre variables, la capacidad explicativa de las mismas y su nivel de significancia, en
aras de construir un modelo de regresión parsimonioso.
La presencia evidente de problemas de correlación entre variables independientes, misma que
puede observarse en la matriz de correlaciones del Cuadro 2, hace necesario el uso de medidas
remediales estándares a los problemas de colinealidad en modelos de regresión. La presencia de
colinealidad entre variables independientes suele tener efectos muy importantes sobre la calidad
de los parámetros estimados, en especial, en la reducción de la capacidad explicativa de los
parámetros del modelo (Faulín, 2006). Una de las mejores soluciones a los problemas de
colinealidad consiste en eliminar las variables responsables de causar la colinealidad, para ello
debe prescindirse de las variables que sean menos significativas para el modelo.
Cuadro 2.- Matriz de correlaciones (datos de la muestra de hijos no deseados)
Edad
numero_hij
os
num_emba
Num_aborto
sUsaba_antic
alfabetismo
estudia_act
Nivel
a_esc
Trabaja
tipo_lengua
edo_civil
X1
X2
X3
X4
X5
X6
X7
X8
X9
X1
0
X1
1
X1
2
X1
X2
1.00
0.420
0.455
1.00
0.890
0.143
0.094
0.099
0.160
60.010.128
0.01
2
0.001
0.029
0.011
0.206
7-
50.302
0.32
0.06
3
0.075
0.13
0.07
0
2
0.109
2
X3
1.00
0.420
0.173
0.032
X4
1.00
0.140
0.022
6-
40.010.3040.320
0.06
0
0.078
0.116
0.040.0590
0.06
0.04
2
0.028
0.037
8
8
X5
1.00
0.040
0.052
0.141
0.146
0.025
00.17
0.06
2
7
X6
1.00
0.010
0.054
0.092
20.020
0.02
0.07
5
4
X7
1.00
0.160
0.139
0.122
0.095
00.04
0
X8
1.00
0.960
0.232
80.20
0.01
0
8
X9
1.00
0.210
10.19
0.04
2
3
X10
1.00
00.11
0.01
2
5
X11
1.00
0.020
0
X12
1.00
0
A partir del análisis de correlaciones presentadas en el Cuadro 1, se hizo evidente que existen dos
grandes bloques de variables correlacionadas. Uno asociado a las variables: número de hijos,
número de embarazos y número de abortos y un segundo bloque relacionado con: nivel de
escolaridad y años de escolaridad (cada bloque representa un concepto particular, el primero
asociado al tamaño del hogar y el segundo al nivel educativo de la mujer). Para seleccionar las
variables que aportan un mayor grado de explicación al modelo se ajustaron distintas curvas de
regresión intercambiando las variables correlacionadas, considerando los bloques anteriores y
24 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e
hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
tomando como base el modelo saturado4 intercambiando una variable de cada bloque. El criterio
utilizado para la selección del modelo se basó en la comparación de estadísticos que miden la
bondad del ajuste a partir del valor de máxima verosimilitud. A diferencia de los modelos de
regresión lineal, donde el estadístico de ajuste más popular es el R2, en regresión logística se utiliza
u estadísti o de ajuste glo al o o ido o o des ia ió 5 es u a edida de la o dad de
̂). Cuanto más grande sea la diferencia o
ajuste e t e los alo es o se ados Y los espe ados Y
desviación entre los valores observados y los esperados, el ajuste del modelo será peor. Por lo
tanto, se considera que un modelo es mejor cuanta más pequeña sea su desviación. A medida que
agregamos variables a la ecuación esperaríamos obtener una menor desviación, sin embargo, los
modelos se vuelven menos parsimoniosos, además de que se requerirá de un tamaño de muestra
mayor.
La regresión logística utiliza el método de máxima verosimilitud para encontrar la desviación más
pequeña posible entre los valores observados y los alo es esti ados a t a és de
étodos
ite ati os o los ue us a dife e tes solu io es hasta e o t a los pa á et os ue p o ee el
mejor ajuste posible o la menor desviación. Una vez encontrada la mejor solución se reporta la
desviación como:
�=− ∗
ℎ
Por lo que la desviación es efectivamente menos dos veces el logaritmo de la función de
verosimilitud. En general, para evaluar el ajuste de un modelo o para comparar distintos modelos
en competencia se utilizan medidas de información, basadas en la desviación. Para ello se utilizan
dos criterios centrales, el AIC (Akaike Criterio de Información) y el BIC (bayesian information
criterion).
El criterio AIC es uno de los más populares, se estima considerando el número de parámetros y la
desviación estimada a través del valor de máxima verosimilitud. El criterio de información AIC se
define como:
� =
�+
dónde p representa el número de parámetros en el modelo, mientras que el BIC o criterio de
información bayesiano permite comparar dos modelos empleando técnicas bayesianas, bajo el
supuesto de que no existe preferencia previa alguna sobre ninguno de los modelos (Hosmer &
Lemeshow, 2000). El estadístico BIC se calcula como:
� =
� + ln
∗
dónde p representa el número de parámetros en el modelo y n el total de observaciones.
4
Existen distintas estrategias para el desarrollo de modelos de regresión, una de las más populares recomienda la inclusión en el modelo
inicial de todas las variables independientes más las interacciones de las mismas, o al menos, las interacciones de primer orden (tomadas
de dos en dos). A estos se les llama modelos saturados. En nuestro caso consideramos el modelo saturado como el que incluye todas las
variables independientes sin interacciones, debido a que la inclusión de interacciones puede conllevar la introducción variables
correlacionadas al modelo.
5
El termino en inglés es “deviance”. La desviación proporciona una prueba de bondad de ajuste para el modelo, cuando el tamaño de
muestra no es suficientemente grande (n>30) la distribución de la desviación no converge a una distribución chi-cuadrada, en cuyo caso
se recomienda usar el estadístico chi-cuadrado de Pearson para datos binomiales.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 25
Cuadro 3.- Selección del modelo de regresión logística (datos de la muestra de hijos no
deseados)
Variable agregada
LR Chi2
Log Likelihood
AIC
Modelo base (MB)
MB + numero_hijos
MB + num_embarazos
MB + Num_abortos
MB + Nivel
MB + a_esc
MB + numero_hijos + a_esc
MB + num_embarazos + a_esc
MB + Num_abortos + a_esc
MB + numero_hijos + num_embarazos +a_esc
MB + numero_hijos + Num_abortos +a_esc
3391.0
3808.9
3552.4
3439.2
2828.5
2964.8
3859.6
3190.4
3484.8
4961.4
5083.9
-22362.2
-22153.5
-22281.8
-22338.4
-19063.8
-18888.0
-18440.6
-18775.2
-18628.0
-17889.1
-17828.5
44741
44325
44581
44694
38145
33794
36901
37570
37276
35811
35688
Los valores presentados en el Cuadro 2, muestran la correlación entre dos variables, lo que ocurre
cuando el valor absoluto de su coeficiente de correlación excede el 0.2. De esta forma se detectó
que las variables con mayores niveles de correlación eran: x1 (edad) con las variables x2 (número
de hijos), x3 (número de embarazos) y x10 (trabaja, si la mujer trabaja actualmente), x8 (nivel de
escolaridad) y x9 (años de escolaridad), y con x2 y x3; finalmente se encontró una alta correlación
de la variable x10 con las variables x8 y x9.
A partir de las correlaciones detectadas se ajustaron distintos modelos (modelos en competencia),
tomando como inicial un modelo base conformado por las variables x1, x5, x6, x7, x10, x11 y x12 e
intercambiando las variables independiente restantes. Se concluyó que el modelo de diez variables
ajustaba de mejor forma el comportamiento de las mujeres en relación con el hecho de tener
hijos(as) no deseados (Cuadro 3). El ajuste alcanzado por el modelo de diez parámetros fue el
mejor entre los modelos probados según el criterio AIC, además de resultar en un modelo con un
menor número de variables que el inicial.
El Cuadro 3 presenta los distintos modelos ajustados. La selección del modelo se realizó
comparando diversas medidas de bondad de ajuste entre las que se consideraron estadísticos
como: chi-cuadrado, razón de verosimilitudes, y medidas de información como el AIC. Los
resultados correspondientes a cada modelo se muestran en el Cuadro 3, donde el modelo de diez
parámetros corresponde al menor AIC.
Una vez seleccionado el modelo se procedió a validar la significancia estadística de cada una de las
variables incorporadas, con la finalidad de e o t a u
odelo edu ido o u
e o ú eo
de variables que continúe explicando los datos, para ello se utilizó el método de selección paso a
paso por inclusión "hacia adelante", forward-stepwise method (Hilbe, 2009). Es importante
mencionar que el uso del procedimiento tiene por objetivo validar cada variable con lo que se
evalúa secuencialmente al modelo cada vez que una variable es introducida.
26 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e
hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
Cuadro 4.- Selección de variables por inclusión hacia adelante (datos de la muestra de hijos no
deseados)
Block
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Variable
Introducida
Constante
Edad
numero_hijos
Num_abortos
Usaba_antic
Alfabetismo
estudia_act
a_esc
Trabaja
tipo_lengua
edo_civil
LL
-24916
-20332
-19701
-19574
-18606
-18586
-18521
-18509
-18509
-18508
-17828
LR
76.420
1262.950
253.960
1934.820
39.830
130.320
24.780
0.510
0.360
653.870
Df
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
Pr > LR
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.474
0.549
0.000
AIC
BIC
40668
39407
39156
37223
37185
37057
37034
37035
37037
35688
40685
39432
39189
37264
37235
37115
37100
37110
37120
35767
El resultado de agregar las variables individualmente puede verse en el Cuadro 4, el AIC del
modelo con diez parámetros fue de 35,688; un valor menor que el obtenido con el modelo nulo;
pero igual al presentado en el Cuadro 3, (ya que se trata del mismo modelo), sin embargo, debe
notarse que el AIC del modelo se incrementa con las variable x10 y x11 razón por la que se optó por
eliminarla la variable x10 del modelo6, de forma que el modelo quedo conformado por nueve
variables independientes, mismas que se enlistan en el Cuadro 6, que es el modelo que mejor
ajustada la variable Y, con el menor número de variables posibles. El AIC del modelo final
presentado en el Cuadro 6 es de 36,359. Cifra mayor a la presentada en el Cuadro 3 y 4, para el
modelo en competencia de diez parámetros. La decisión de elegir el modelo de nueve parámetros,
estimado el Cuadro 6, se justifica por el hecho de que la variable x10 (trabaja) adicionalmente
presentaba altos niveles de correlación.
Una vez validada la significancia individual de las variables de la regresión, es necesario realizar
pruebas para medir el grado de ajuste global del modelo, para lo que se utilizan métodos de
análisis de bondad de ajuste global. Los métodos de bondad de ajuste global se basan en comparar
las observaciones de la respuesta contra las predicciones hechas por el modelo, sin importar las
variables dependientes utilizadas. El estadístico chi- uad ado de Pea so χ2) compara frecuencias
observadas y esperadas en un escenario binomial con el que se construye una distribución
asintótica chi- uad ada. La hipótesis ula se e haza a u i el de sig ifi a ia α ua do χ2
χ2J− ‘+ ; lo que equivale a que el valor-p de la p ue a de hipótesis sea e o al i el α p e ia e te
establecido (Hosmer & Lemeshow, 2000). Los resultados del ajuste chi-cuadrado para el modelo
de regresión logística pueden observarse en el Cuadro 5.
Cuadro 5.- Bondad de ajuste del modelo
Logistic model for ind_hnodeseados, goodness-of-fit test
number of observations =
number of covariate patterns =
Pearson chi2(125) =
Prob > chi2 =
6
24899
162
19721.59
0.000
Pese a la evidencia estadística se decidió no eliminar la variable x11 debido a que se considera una variable fundamental para explicar las
diferencias en la prevalencia de hijos deseados y no deseados entre grupos étnicos.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 27
Una vez validada la significancia de cada uno de los parámetros y el ajuste global del modelo, el
siguiente paso consiste en interpretar los resultados. Como se mencionó con anterioridad, la
relación entre la variable dependiente de respuesta binaria Y y el vector de variables
independientes xi s, e el odelo de eg esión logística, es no lineal, por lo que la interpretación
de parámetros se vuelve más compleja que en los modelos lineales; dado que el vector de
parámetros cuantifica la probabilidad de ocurrencia de Y=1 (la probabilidad que una mujer tenga
al menos un hijo no deseado), condicionada a la información proporcionada por el vector (x1,
x2,....,x9); esto es P(Y=1 | x1, x2,…, 9).
Con la finalidad de facilitar la interpretación de los parámetros estimados por el modelo de
regresión es aconsejable despejar el momio (odds), definido en la ecuación (1.1), de la siguiente
forma:
�
=
� �� = | , , … ,
− � �� = | , , … ,
= exp(� + �
�,
+⋯+ �
�,
)
.
Una vez que se conoce el valor del momio (odd) es posible calcular su probabilidad
correspondiente como:
�� =
+
�
�
=
exp � + � �, + ⋯ + � �,
+ exp � + � �, + ⋯ + �
�,
Con lo que es más o menos simple pasar de un momio a una probabilidad y viceversa.
Los oefi ie tes βi del modelo de regresión logística pueden interpretarse directamente como el
efecto que el cambio de una unidad de la variable xi ejerce sobre el logito pronosticado por el
modelo, ua do todas las a ia les i depe die tes esta tes pe a e e o sta tes. Es de i , βi
refleja el efecto que el cambio de una unidad en xi ejerce sobre el logaritmo del cociente de
momios asociados a la ocurrencia del evento Y. Sin embargo, la interpretación más común de los
parámetros del modelo de regresión logística se realiza sobre el cociente de momios de la
regresión (y no sobre el logaritmo del momio).
El cociente de momios (odds ratio) del modelo de regresión logística se interpreta como el efecto
que una unidad de cambio de xi ejerce sobre el cociente de momios del evento Y; cuando la
variable toma los valores xi+1 y xi; lo que se representa como:
=
�| �+
�| �
=
� � = | , ,…, � + ,…,
− � � = | , ,…, � + ,…,
� � = | , , … , �, … ,
− � � = | , , … , �, … ,
Para obtener el cociente de momios (odds ratio) a partir del modelo de regresión logística es
necesario calcular la exp(�̂� ). El cociente de momios se interpreta como el momio de ocurrencia
del evento Y condicionado al cambio de xi (es el momio de Y dada la exposición a xi+1 sobre el
momio de Y dada la exposición a xi).
Cuando el cociente de momios es igual a 1.0 indica que el cambio en la variable xi no ejerce ningún
efecto significativo sobre la ocurrencia de Y. Si el cociente de momios es menor que 1.0 implica
28 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e
hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
que el cambio de una unidad de xi edu e la posi ilidad 7 de ocurrencia de Y (Faulín, 2006), por lo
que la variable ejerce un efecto protector. Si por el contrario si el cociente de momios es mayor
que 1.0, implica que el cambio de una unidad en xi i e e ta las posi ilidades de o u e ia de
Y. En todos los casos debe considerarse que el resto de variables independientes distintas de xi
permanecen constantes.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En el Cuadro 6, se muestran los resultados del modelo de regresión. Los mismos indican que las
posibilidades de que una mujer tenga un hijo no deseado se reducen en un 2% por cada año de
edad cumplido, cada año de escolaridad reduce las posibilidades de tener un hijo no deseado en
1.5%; mientras que la práctica del aborto reduce en un 42% las posibilidades de tener un hijo(a) no
deseado, el saber leer y escribir disminuye en un 40% las posibilidades de tener un hijo(a) no
deseado así como estudiar actualmente lo hace en un 52%.
En contra parte, tener un hijo más incrementa un 48% las posibilidades de que este sea no
deseado, a la vez que uno de los factores que ejerce mayores efectos sobre las posibilidades de
tener un hijo(a) sea no deseado es el uso de anticonceptivos, por parte de la mujer. Es decir, que la
concepción del hijo(a) ocurra a pesar del uso de algún método anticonceptivo moderno, multiplica
por tres y media veces las posibilidades de que el hijo(a) sea no deseado.
Si se toma como grupo de referencia a las mujeres mestizas (las mujeres cuya lengua materna es
el español y sus momios son iguales a uno), la posibilidad de que un mujer Tsotsil tenga un hijo no
deseado se reduce en un 57% respecto de las mujeres mestizas, mientras que se incrementan un
33% si la mujer es de origen Tzeltal (respecto del grupo de referencia).
Cuadro 6.- Modelo de regresión logística (datos de la muestra de hijos no deseados)
hijo_nodeseado
Edad
numero_hijos
Num_abortos
Usaba_antic
Alfabetismo
estudia_act
a_esc
tipo_lengua
Español
Tsotsil
Tseltal
edo_civil
Soltera
Casada o unida
Divorciada o separada
0.981
1.488
0.588
3.563
0.604
0.487
0.985
Std.
Err.
0.002
0.018
0.017
0.102
0.123
0.030
0.003
-11.290
33.680
-17.980
44.320
-2.480
-11.860
-5.470
1.000
0.434
1.337
0.017
0.047
1.000
0.372
0.289
0.017
0.021
Odds Ratio
Interval]
0.000
0.000
0.000
0.000
0.013
0.000
0.000
[95%
Conf.
0.977
1.454
0.555
3.368
0.406
0.433
0.980
-21.410
8.200
0.000
0.000
0.402
1.247
0.469
1.433
-21.260
-17.320
0.000
0.000
0.339
0.251
0.407
0.333
Z
P>z
0.984
1.522
0.623
3.769
0.900
0.549
0.991
7
Se optó por utilizar el término posibilidad en lugar de momio, para facilitar la lectura del documento. Algunos trabajos emplean el
término probabilidad o riesgo relativo, sin embargo, las acepciones son incorrectas. Un momio no es una probabilidad, aunque es posible
convertir un momio en probabilidad y viceversa (ver ecuación 1.4). El riesgo se define como el cociente de la probabilidad de que ocurra
un evento cuando se está expuesto sobre la probabilidad de que ocurra el evento cuando no se está expuesto.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 29
La mujeres con las mayores posibilidades de tener hijos(as) no deseados son las solteras con
relación a las mujeres casadas o unidas cuyas posibilidades se reducen en un 61.9%, las
divorciadas o separadas cuyo posibilidad se ve reducida en un 71%, mientras que la probabilidad
de tener un hijo no deseados es de tan solo 10.4% para las mujeres viudas, respecto de las
mujeres solteras.
Cuadro 7.- Capacidad Predictiva del Modelo (de la muestra de hijos no deseados)
Classified + if predicted Pr(D) >= 0.5
True D defined as hijo_nodeseado != 0
Sensitivity
Specificity
Pr( + D)
Pr( -~D)
65.09%
83.46%
Positive predictive value
Pr( D +)
73.88%
Negative predictive value
Pr(~D -)
76.88%
False + rate for true ~D
Pr( +~D)
16.54%
False - rate for true D
Pr( - D)
34.91%
False + rate for classified +
Pr(~D +)
26.12%
False - rate for classified -
Pr( D -)
23.12%
Correctly classified
75.77%
Otra forma de evaluar el modelo es a través de cuantificar el porcentaje de observaciones que
este es capaz de predecir correctamente. El porcentaje se calcula utilizando el modelo para
estimar la probabilidad de ocurrencia de Y como p = P(Y | x1,x2,…, n), y contrastándola con una
probabilidad de corte p0, en general fijada como 0.5, de forma que si p p0, el modelo predice
Y=1, en caso de que p < p0, el modelo predice Y=0. El porcentaje de aciertos del modelo se obtiene
contrastando las predicciones estimadas con los resultados observados en la muestra.
En el Cuadro7 se muestra que el porcentaje de casos clasificados correctamente por el modelo; el
mismo alcanzó el 75,7% de los casos observados en la muestra original. Otro punto importante a
evaluar es la sensibilidad del modelo, medida como la probabilidad de que un caso sea clasificado
como ocurrido dado que ocurrió (Pr( + D)), mientras que la especificidad cuantifica la probabilidad
de que un caso sea clasificado como no ocurrido dado que en realidad no ocurrió (Pr( -~D)).
Ambos valores son presentados en el Cuadro 7, con sus eventos complementarios, mutuamente
excluyentes, definidos como Pr( - D) y Pr( +~D) respectivamente.
De forma gráfica, la capacidad de clasificación del modelo frente a los casos verdadero positivo
(TP) y falsos positivos (FP) puede observarse en la curva ROC (Receiver Operating Characteristic),
una gráfica que compara la sensibilidad frente a la especificidad. La ventaja de la curva ROC es que
muestra el cambio de la sensibilidad respecto de la especificidad para todos los posibles puntos de
corte p0. El área bajo la curva también conocida como índice de exactitud (A), es una métrica de
rendimiento, cuanto mayor sea el área bajo la curva mejor poder de predicción, debido a que el
área bajo la curva ROC representa la probabilidad de clasificar correctamente un par de casos
(ocurrido o no ocurrido) seleccionados al azar. Los valores de A van de 0.5 (igual al azar) a un
máximo de 1. Se suele considerar que valores superiores a 0.7 son aceptables. En nuestro caso A =
0,8 para el modelo de regresión logística del Cuadro 6 y la curva presentada en la Figura 2.
30 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e
0.00
0.25
0.50
0.75
1.00
hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
0.00
0.25
0.50
1 - Specificity
0.75
1.00
Area under ROC curve = 0.8126
Figura 2.- Curva ROC (datos de la muestra de hijos no deseados).
CONCLUSIONES
La mayor incidencia de hijos(as) no deseados, en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, se
concentró entre mujeres analfabetas, adolecentes (de 15 a 19 años), solteras e indígenas
particularmente en mujeres Tseltales, lo que parece indicar que las mujeres social y
económicamente más desfavorecidas tienen mayores probabilidades de tener un embarazo
inoportuno y eventualmente un hijo(a) no deseado, cuyos cuidados, manutención y tiempo de
crianza van a recaer directamente sobre la madre, en detrimento de la calidad de vida de ella y su
hijo(a), limitando sus posibilidades de acceso los mercados laborales formales, sus oportunidades
educativas y sus oportunidades de tener una pareja estable.
Si bien, tener un hijo(a) puede limitar, posponer o truncar la asistencia escolar de la mujer en
función de su edad, la cantidad de apoyo familiar que reciba y el tipo de subvenciones sociales que
reciba, en general, la asistencia escolar es un factor protector, que en nuestro caso reduce un 52%
las posibilidades de tener un hijo(a) no deseado, a la par que cada año de escolaridad adquirido
reduce 2%. Los resultados parecen indicar que aumentar el acceso a la educación formal permite a
las mujeres disminuir sus posibilidades de tener hijos(as) no deseados al aumentar su capacidad
para tomar mejores decisiones, incrementar su nivel socioeconómico, a la par de su autonomía.
En contra parte, los efectos de una educación interrumpida especialmente por el nacimiento de un
hijo(a) no deseado pueden tener consecuencias en el largo plazo tanto para la mujer como para su
producto, al imposibilitar el cumplimiento de metas y/o expectativas, con lo que la relación con el
hijo(a) no deseado puede hacerse mucho más compleja o conflictiva. Las madres con hijos no
deseados tienen relaciones de menor calidad con sus hijos que persisten hasta la edad adulta
(Barber, Axinn, y Thornton, 1999).
Los resultados indican que los hijos(as) son menos deseados cuando se es soltera, (en general,
estar casada, unida o divorciada es un factor protector respecto de tener hijos(as) no deseados)
situación asociada a la falta de aprobación familiar y apoyo social. El apoyo familiar puede ser un
factor fundamental para enfrentar de forma exitosa la crianza de un hijo(a) no deseado, en
especial al inicio de la vida reproductiva (15 a 19 años), o cuando se carece de un esposo, cónyuge
o pareja.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 31
La edad es un factor protector muy importante respecto de tener hijos(as) no deseados, cuanto
más se espera a tener un hijo(a) existe una mayor probabilidad de que este sea deseado, debido a
ue la so iedad p esio a a ue las uje es espe ial e te adultas
asadas cumplan con su
papel de madre, en cuyo caso incrementa sus probabilidades de contar con una red familiar y
social de apoyo, con lo que su experiencia como madre suele ser más gratificante.
Un mayor apoyo social puede modificar la percepción en relación de lo que significa ser madre y
respecto del deseo por el hijo(a). Un resultado que es bastante controversial, desde nuestro punto
de vista, es que las mujeres Tseltales presentan posibilidades mucho menores de tener hijos(as)
no deseados, en relación con la mujeres mestizas o Tsotsiles, situación que podría estar asociada a
la factores de empoderamiento o a cambios culturales asociados a la percepción de lo que es o
significa tener un hijo(a) no deseado. Sin embargo, en este momento no contamos con
información más detallada de la percepción asociada al deseo de tener hijos entre los diferentes
grupos étnicos.
Otra limitación importante de la investigación, es que se trata de un estudio de cohorte
transversal, razón por la que no disponemos de información sobre cambios en el deseo por un
determinado hijo(a) en razón de modificaciones en las preferencias personales provocadas por
cambios en el estatus marital, laboral, educativo, económico, etc. Es decir, un hijo(a) puede
cambiar de estatus de deseado a no deseado (o viceversa) cuando una mujer tiene una nueva
pareja, por ejemplo.
Finalmente, fue posible asociar con éxito un conjunto de variables socio-económicas relevantes a
la posibilidad de que una mujer indígena o mestiza tengo un hijo(a) no deseado. Los resultados
muestran la importancia del contexto para proteger a las mujeres y a sus hijos(as), especialmente
de quienes se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, por lo que cuentan con menor
apoyo familiar y social. El nacimiento de un hijo(a) es un evento estresante para cualquier mujer,
pero sin duda lo es mucho más cuando se trata de un producto no deseado. Si la sociedad no es
capaz de proveer los medios para prevenir este tipo de situaciones, esta entonces obligada a
proporcionar, medios, apoyos y subvenciones que minimicen la carga emocional, económica y
social de criar un hijo(a) bajo esta situación, esto si se quieren prevenir los efectos nocivos en el
largo plazo de tener una sociedad con una prevalencia superior a un tercio de hijos(as) criados por
progenitoras que no los desearon.
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Guadalajara, pp. 219-236.
Síntesis curricular
Gerardo Núñez Medina
Doctor en demografía por la Universidad Autónoma de Barcelona. Maestro en demografía por el
Colegio de México y Actuario por la facultad de ciencias de la UNAM. Director de investigación del
Consejo de Investigación y Evaluación de la Política Social del Estado (CIEPSE), Chiapas. Circuito
Abutilon 378, Cluster II, Bonanza. Tuxtla Gutiérrez. Chiapas. C.P. 29020. Correo electrónico:
gerardo.nm1@gmail.com. Tel: 961 206 5252.
María Georgina Rivas Bocanegra
Doctora en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable por Colegio de la Frontera Sur. Profesora
Titular de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH). Alamedas 23, San Cristobal de
las Casas, Chiapas 29200. Correo electrónico: georgina.rivas@unicach.mx. Tel. 967 678 7608.
34 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e
hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
Hilda María Jiménez Acevedo
Doctora en Desarrollo Social por la Universidad de Londres, Inglaterra. Profesor de Tiempo
Completo en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH). Privada las Terraza 1155, Tuxtla
Gutiérrez. Chiapas C.P. 29060. Correo electrónico: luzhec10@hotmail.com. Tel. 961 61 10844.
RA XIMHAI
ISSN 1665-0441
Volumen 12 Número 4
Edición Especial
Enero – Junio 2016
35-41
ESTUDIOS RELACIONADOS CON LA PRESENCIA AFRICANA EN LA IDENTIDAD
CULTURAL DE BAHÍA HONDA (PINAR DEL RIO)
STUDIES RELATED TO THE PRESENCE AFRICAN IN THE CULTURAL IDENTITY OF BAHIA HONDA
Silfredo Rodríguez-Basso
Profesos Auxiliar. Universidad de Pinar del Rio. Cuba. Correo electrónico: antropol@upr.edu.cu
RESUMEN
El artículo realiza un análisis valorativo de los principales autores y obras relacionadas con los estudios sobre la
presencia de antecedente africano en la identidad cultural de Bahía Honda con una concepción de continuidad históricocultural. Este trabajo, con carácter de sistematización teórica, como métodos el dialecto-materialista y el de análisis y
recopilación de fuentes documentales y bibliográficas. Los resultados indicaron la dispersión de la información, la
variedad de orientaciones disciplinares realizadas además de la inexistencia de este tipo de valoración en los estudios
realizados hasta el momento.
Palabras clave: presencia de africana, identidad cultural de Bahía Honda.
SUMMARY
The present article refers to a qualitative analysis of the main reference authors and works related to the studies about
the presence of the African legacy in the cultural identity of Bahia Honda based on a continuing historical- cultural
conception. This study has a systematized theoretical character and includes methods like the dialectic- materialistic and
documental analysis. The results indicated a wide diffusion of information, the variety of disciplinary directions and also
a lack of this kind of qualitative evaluation in the previous studies carried out.
Key words: presence African, cultural identity of Bahia Honda.
INTRODUCCIÓN
El estudio de los aportes etnoculturales africanos constituye un asunto bastante reciente. En el
caso de Bahía Honda, actualmente incluida en la provincia de Artemisa, a partir de la nueva
División Política Administrativa aplicada en 2010, al igual que el resto de la región Pinar del Rio los
estudios de este corte hasta la primera mitad del siglo XX estuvieron matizados por una visión
positivista y racial del tema quedando prácticamente excluido de los estudios socioculturales,
proclives a la herencia hispana y canaria en Vueltabajo, de ahí que un análisis de este tipo, requirió
valorar en su justa dimensión las limitaciones y alcances por autores y obras sobre un fenómeno
que trascendió la esclavitud, al haber sido una expresión de lo pinareño y lo cubano.
De acuerdo a lo anterior, el presente artículo pretende analizar algunas de estas indagaciones
sobre un asunto aún pendiente en las investigaciones sobre el legado africano en la identidad
cultural local y regional de la Vueltabajo.
Recibido: 10 de diciembre de 2014. Aceptado: 19 de enero de 2016.
Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4):
35-41.
35
36 | Silfredo Rodríguez-Basso · Estudios relacionados con la presencia africana en la identidad cultural de bahía honda (Pinar del Rio)
MATERIALES Y MÉTODOS
A diferencia del resto de las localidades vueltabajeras, Bahía Honda constituyó un referente para
el presente trabajo. Para ello se tuvo en cuenta, el precedente dejado en la literatura cubana por
Cirilo Villaverde (1838, 1839), en la etnografía por Desiderio Herrera (1845), la organológica y la
música por Fernando Ortiz (1955), hasta los más recientes realizados por Jesús Guanche (1986),
Natalia Bolívar (1995, 1998) y Silfredo Rodríguez (2009), sin obviar otras contribuciones realizadas
por especialistas culturales del territorio, quienes de una manera u otra, indagaron en este tema,
tanto como practicantes o promotores directos de estas expresiones, pertenecientes a la cultura
popular tradicional, tal y como es definida por Jesús Guanche y Margarita Menjuto (2008), un
conjunto o sistema de actividades y valores creados, trasmitidos y heredados por el pueblo para la
satisfacción de sus necesidades cotidianas, lo cual responde a las aspiraciones de desarrollo de un
grupo o comunidad en un contexto espacial y temporal concreto.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El escritor vueltabajero Cirilo Villaverde, (1812-1894) dedicó su primera Excursión a Vueltabajo
(1838), a describir sus impresiones experimentadas en su recorrido hasta su natal San Diego de
Núñez, sin extenderlo hasta el poblado de Bahía Honda, al que incluyó en su segundo parte (1839),
a través del camino que separaba ambas poblaciones entre la Sierra del Aguacate al sur y los
ingenios de azúcar ubicados, en las proximidades costeras.
En 1832, Bahía Honda y San Diego de Núñez formaban un solo partido, aparte del partido de las
Pozas, y los pueblos de la Mulata y el Morrillo hasta la creación en noviembre de 1847 de la
Tenencia de Gobierno Político y Militar de Bahía Honda que incluyó al pueblo de Bahía Honda y
San Diego de Núñez, de ahí que este se mantuvo a los largo del siglo XIX bajo su jurisdicción junto
a Las Pozas.
La descripción realizada por Villaverde en 1838, enfatizan el problema del escaso volumen
poblacional existente tanto en el pueblo de Bahía Honda como en San Diego de Núñez, ambos con
posibilidad espaciales y económicas para un mayor número de habitantes en momentos en que la
producción agrícola se había intensificado. Para mediados del siglo XIX, este factor, estimulará el
poblamiento por concepto del incremento de las unidades productivas azucareras ante la
creciente demanda en el mercado internacional y la necesidad de fuerza de trabajo esclava.
De tan solo 5 ingenios existentes en la década del 70 del siglo XVIII, el Censo de 1841 contempló la
cantidad de 24, 16 de ellos ubicados en San Diego de Núñez. Este partido, además de poseer el
mayor volumen de población con respecto a Bahía Honda y Las Pozas, unos 5.846 de un total de
10.752 habitantes, de ellos el 39 %, 4.255, se concentraba vinculado al azúcar. Con una población
de africanos y sus descendientes esclavos y libres de 8,473 en los partidos de Bahía Honda, San
Diego de Núñez concentraba la mayor con respecto a los restantes partidos con 5.158, más del
60%.
En esta última cifra, se refleja una regularidad demográfica del poblamiento en Bahía Honda
relacionada a la superioridad de la población de africanos y sus descendientes con respecto a la
población blanca, estructurada en la plantación esclavista azucarera a partir de la década de 1830.
El propio Censo de 1841, estimo la cifra de blancos en 2, 867 blancos, con respecto a unos
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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africanos 8. 473 esclavos y libres vinculados al azúcar así como a las restantes producciones en su
mayor parte, agrícolas.
En este contexto socioeconómico, Villaverde se convirtió en el descriptor por excelencia de esta
localidad, con el mérito del haber moldeado con la descripción detallada del esclavo y el cimarrón,
junto al guajiro y al rancheador, los sujetos sociales por excelencia que configuran con sus
creaciones materiales y espirituales, los rasgos iníciales de la identidad vueltabajera. El
rancheador, formará parte del aporte literario de Villaverde a la cultura de esta región, mediante
el diario transcrito sobre las persecuciones de cimarrones realizadas por el rancheador Francisco
Estévez entre 1837-1842, por las localidades y serranías ubicadas al oeste de la Habana, más allá
de la Vueltabajo, con referencias sobre lugares, personajes, sucesos y objetos, que formaron parte
de estas historias donde el cimarrón es ubicado en el rango de un sujeto de valor cultural.
El partido de San Diego de Núñez, aparece en estas descripciones como uno de los escenarios de
resistencia esclava por excelencia, algunas veces con pasajes de cimarrones que provenientes de
lugares distantes se dirigían hacia los ingenios y barracones de esclavos de Bahía Honda, para
ocultos entre sus dotaciones, participar en las festividades católicas. Estos bateyes de ingenios,
devinieron en espacios públicos de interacciones étnicas y culturales, entre ellos el del ingenio La
Luisa (fundado en 1810, actualmente Pablo de la Torriente Brau, demolido en el 2002) mediante
cantos y toques de tambor por parte de esclavos lucumís, congos y ararás-magino, en honor a
entidades míticas como Akaró, culto arará surgido en 1827 en el ingenio San Teresa, sirviendo
además como un canal de comunicación interdialectal con propósitos incitadores hacia actos de
rebeldía.
Los juicios de estos rancheadores sobre las expresiones religiosas africanas, constituyen una
evidencia de la exclusión cultural que constantemente reflejaron hacia prácticas, muy común en el
discurso hegemónico de la sacarocracía criolla. Al referirse por ejemplo a los líderes de
cimarrones, parte de sus ideas despectivas fueron dirigidas a los usos de identificativos religiosos
empleados en Vueltabajo entre ellos Agustín Mandinga, apodado Madre de Agua, entidad
nombrada de esta forma en Palo Monte, sincretizada con Yemayá y la Virgen de Regla, en Ocha/Ifá
y el Catolicismo, respectivamente.
Otra posición desde los estudios enciclopédicos de corte demográfico e histórico, fueron los
realizados por Esteban Pichardo (1854) y Jacobo de la Pezuela (1863), sobre población africana
residente en los partidos de Bahía Honda y San Diego de Núñez, lo que contribuyó a los análisis
posteriores sobre población africana en Bahía Honda durante el siglo XIX, lo que en gran medida
influyó en las proyecciones de la intelectualidad criolla con respecto a las preocupaciones sobre el
p edo i io del eg o e la so iedad uelta aje a.
La Memoria sobre población en la Vuelta de Abajo, costa del norte (1845), perteneciente a
Desiderio de Herrera (1792-1856), informe en el que incluyó una etnografía sobre los rasgos más
característicos de los habitantes de norte y llanura sur, entre el Pan de Guajaibón y la Ensenada de
la Guadiana (límites actuales entre los municipios de la Palma y Bahía Honda hasta el municipio
Sandino, provincia de Pinar del Río) con una visión regional del reformismo burgués donde el
incremento de la cimarronearía, formó parte del a gu e to fu da e tal so e el pelig o eg o,
que se cernía sobre la colonia cubana a partir de la influencia ejercida por la Revolución Haitiana
de 1790 a 1804.
38 | Silfredo Rodríguez-Basso · Estudios relacionados con la presencia africana en la identidad cultural de bahía honda (Pinar del Rio)
En este informe, parte de los promovidos por la Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP),
constituyó uno de las primeras etnografías comparativas aplicadas a la región Vueltabajo con el
propósito de diagnosticar sus potencialidades desde el prisma de una sociedad colonial que
tardíamente comenzó a interesarse por la población ubicada al oeste de la Habana y más aún,
cuando la manufactura capitalista del extremo norte oriental, incidió en las dinámicas
o stituti as de su po la ió e t e ellas lo ue él ap e ió o o el o e
ez la o la aza
af i a a, a a te ísti o de la p odu ió tabacalera de la cuenca sur de Vueltabajo.
Los diarios, informes, censos y diccionarios geográficos, estadísticos e históricos, con su
perspectiva literaria e historiográfica respectiva sobre el siglo XIX, se mantienen como exponentes
más importante de una aproximación sociocultural hacia los africanos en Bahía Honda, en
contraste con la imagen positivista y racial que sustentada en el miedo al negro desde el prisma
del cimarrón, fue construida por los círculos intelectuales del occidente cubano como parte del
imaginario racista de las élites dominantes.
En la obra de Fernando Ortiz (1881-1969), Bahía Honda constituye uno de los exponentes locales
más utilizados en sus indagaciones sobre legado cultural de los africanos en Vueltabajo. Con sus
estudios etnohistóricos, continúa siendo una excepción dentro de la postura asumida por otros
autores a inicios del siglo XX, que incursionaron en este tema, más proclives al legado aborigen o
hispano en sus estudios culturales sobre esta región.
Lo anterior guarda estrecha relación con la obra de Adolfo Dollero, cuando al analizar el censo de
1862, cuestionó el sentido metafórico con que la prensa del siglo XIX llamó a Vueltabajo
Co ti e te Neg o , e este e to es o u a po la ió eg a del %, de ahí lo i e pli able del
calificativo utilizado según el criterio de esta autor, cuestión que lo lleva a omitir la herencia
cultural de estos componentes étnicos durante su recorrido por Bahía Honda, incluido en su obra
Cultura Cubana: La provincia de Pinar del Río y su evolución (1921), contemporáneamente con
Fernando Ortiz, cuando ya había advertido en sus indagaciones historiográficas y antropológicas,
su integración a la sociedad cubana.
En su estudio del negro, Fernando Ortiz rebasó los análisis anteriores con respecto a sus
pa ti ula idades e Bahía Ho da. E Los Neg os Es la os
, la o te pla o o u o de los
principales enclaves del contrabando de esclavos y con mayor población rural del país. Más tarde,
en su momento de solides intelectual con la creación del eologis o t a s ultu a ió e
,
aplicado a los estudios sobre el proceso formativo de la cultura cubana, en Los instrumentos de la
música afrocubana Volumen V. (1955), dedica un importante epígrafe al tambor Kinfuiti, con la
inclusión del resultado de su visita al ingenio Orozco, antiguo La Luisa en Bahía Honda junto al
lingüística Teodoro Díaz Fabelo, en 1946.
Su análisis integral sobre el tambor kinfuiti o manfula, denominación que recibió de acuerdo al
toque, baile e instrumento cuyas características organológicas lo distinguieron dentro de los
tambores, de fricación interno, formó parte de sus incursiones de campo por Bahía Honda, donde
llegó a realizar una observación directa de este peculiar instrumento, que acompañó los cantos en
congo musundi, en honor a San Antonio de Padua, santo sincretizado con Ta Makuende Yaya.
Natalia Bolívar Arosteguí y Carmen González Díaz de Villegas (1998), reconstruyeron
etnohistóricamente la génesis de esta entidad dentro de su estudio estructural del Palo Monte
Mayombe en el occidente cubano, con entrevistas a antiguos practicantes de la festividad.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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En 1986, Jesús Guanche Pérez desarrolló en el archivo parroquial de San José de Bahía Honda, un
exhaustivo estudio documental que le permitió mediante el método comparativo, analizar la
composición étnica africana en la región occidental durante periodo 1851 a 1860, así como la
evaluación de de las uniones matrimoniales africanas mixtas y homogéneas entre 1822 y 1870.
Este estudio realizado sobre la base del procesamiento de libros parroquiales depositados en
dicha institución, constituyó una aplicación práctica de la teoría sobre los procesos etnoculturales
con un enfoque local con el fin de considerar su incidencia en los procesos culturales acaecidos,
sobre la base del aparato referencial y conceptual, empleado cuyo resultado reflejó en su obra,
Componentes étnicos de la nación cubana (2008).
La revisión bibliográfica realizada, dirigida a la búsqueda de investigaciones específicas o estudios
de caso sobre prácticas de sustrato africano en Bahía Honda, con la integración del enfoque
histórico-cultural, evidenció el predominio de trabajos monográficos a través de ponencias,
memorias de eventos o monografías breves no publicadas en poder de los autores. Dentro de
ellas, de Barbará Ayala Roig, Los majinos: su influencia en la danza y el canto en el central Pablo de
la Torriente Brau, durante el I Simposio de la Cultura Pinareña, en 1983, Yenia García Zamora y
“o ia ‘i e a “pe gle o U a “a e dotisa Af o u a a , e
05 y Ana Bertha Ferrer Rodríguez,
so e el El Ki fuíti, sus pa ti ula idades e Bahía Ho da, Pi a del ‘ío , Bahía Ho da, Histo ia
Cultu a e Ide tidad , a os de
, esultados es asa e te isi les o espe to a su
publicación.
Como un intento de superación de esta limitación, se desarrolló como parte de un proyecto de
investigación multidisciplinar perteneciente a la Universidad de Pinar del Río, una sistematización
teórica de carácter etnohistórico y sociocultural desarrollada por el historiador Silfredo Rodríguez
Basso bajo el título, La presencia etno-africana en Bahía Honda en la primera mitad del siglo XIX.
Dimensión y proyección sociocultural (2009), cuyo propósito esencial estuvo dirigido a valorar el
legado africano en toda su dimensión y proyección cultural como aporte principal, en función del
rescate, revitalización y preservación de estas prácticas, en peligro de desaparición; primer estudio
teórico de rigor que con este objetivo lo concibe como un hecho de cultura, elemento esencial
para establecer su valor para la identidad cultural de esta localidad.
CONCLUSIONES
En resumen, podemos valorar por estos estudios que Bahía Honda se distingue por un legado
africano con manifestaciones de relieve que a pesar de haber sido distorsionadas u ocultadas en lo
cultural por algunos autores, se ha mantenido como un componente distintivo de su identidad
cultural.
Investigaciones de este corte, se han mantenido como una necesidad en la región Vueltabajera, lo
que posibilitara redescubrir una cultura que nos revela lo diverso de lo cubano desde el legado
africano.
Miniglosario
Akaró: Deidad de origen arará relacionada con la muerte representada por una máscara que
representa el fundamento de Olokun.
40 | Silfredo Rodríguez-Basso · Estudios relacionados con la presencia africana en la identidad cultural de bahía honda (Pinar del Rio)
Congo musundi: Etnia sundi, embarcados por la costa entre Cabo López y Cabo Negro, oeste de
actuales Repúblicas de Angola y el Congo.
Ta Makuende Yaya: Tal y como sucede con el registro de palabras de origen africano cuya fuente
es principalmente oral y ante las escasas evidencia escritas, la variabilidad de las transcripciones
por autores siempre es recurrente tal y como se aprecia en Fernando Ortiz y Natalia Bolívar al
transcribirla. Ta Makuenda yaya (Ortiz 1955) Tamacuende Yaya, Ta Macuende Yaya (Bolívar 1995),
Ta Makuende Yaya (Bolívar, González 1998), guarda relación con la leyenda sobre unos esclavos
congos que hallaron entre la mezcla del campo del ingenio Menocal a finales del siglo XVIII, una
figu a de ade a eg a tos as fa io es a la ue o
a o Ta Mak e da Ya a — uje
ue uida iño en lengua bantú; creencia que se trasladaría a esclavos de otros grupos étnicos,
sincretizada con San Antonio de Padua. En la Santería se asocia con Elegguá. (Consultar: Bolívar,
Natalia. Carmen González Díaz de Villegas y Natalia del Río Bolívar. 1998. Ob. Cit.).
Kinfuiti o manfula: Procede del vocablo bantú formado por ki-mfuá-ntí. Ki, es «prefijo de oficio,
condición de abstracción o diminutivo». Mfuá significa «muerte», Ntí un «tronco de árbol, madero
o palo». Todo ello equivaldría a «tronco o palo, es decir tambor, que funciona por la muerte»,
(Consultar. Fernando Ortiz. 1955. Ob.cit, y Lino A. Neyra. La tradición del kinfuiti y las Reglas de
Palo e Cu a, En Revista Enfoques, Corresponsalía CUBA de IPS. La Habana No.18, septiembre de
2005, segunda quincena, pp. 2-10.
LITERATURA CITADA
Ta Makuende Yaya y las Reglas de Palo Monte. Mayombe, Briyumba, Kimbisa y Shamalongo.
Editorial José Martí, La Habana.
Dollero, A. (1921). Cultura Cubana. La provincia de Pinar del Río y su evolución. Imp. Soane y
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Oshagriñán Adé Yerí.
AGRADECIMIENTOS
A los pobladores de Bahía Honda y a sus investigadores locales, en especial a Maurilio Concepción
Domínguez y Ana Bertha Ferrer Rodríguez, sin los cuales sería imposible proseguir con este
trabajo.
Síntesis curricular
Silfredo Rodríguez Bassó
Licenciado en Educación, Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Río. Máster en Desarrollo
Social Caribeño, Universidad de La Habana.
42 |
RA XIMHAI
ISSN 1665-0441
Volumen 12 Número 4
Edición Especial
Enero – Junio 2016
43-55
ANÁLI“I“ DE METALE“ PE“ADO“ EN PARQUE E“TATAL FLOR DEL BO“QUE
ANALY“I“ OF HEAVY METAL“ IN “TATE PARK FLOR DEL BO“QUE
José Carlos Mendoza-Hernández1*; Janette Arriola-Morales1; Gabriela Pérez-Osorio1; Ángel
Silveti-Loeza1; Miriam Vega-Hernández1; Ana Lilia Portillo-Zapotitla1; Olimpia JaramilloHernández1 y Ricardo Morales-Juárez2
1
Benemérita Universidad autónoma de Puebla. 1Facultad de Ingeniería Química, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México.
Instituto Tecnológico de Puebla. *correo electrónico: josecarlos.mendoza@correo.buap.mx
2
RESUMEN
Dada la importancia de conservar las aéreas naturales protegidas, y considerando que las actividades antropogénicas
puede afe ta a los egetales el suelo e el Pa ue Estatal Flo del Bos ue , se p opuso o o o jeti o del t a ajo
analizar la concentración de seis metales pesados tóxicos (Cr, Cd, Cu, Hg, Ni, Pb), en hojas de ocho especies vegetales
(Quercus mexicano, Quercus rugosa, Juniperus deppeana, Juniperus fláccida, Eucalyptus camaldulensis, Eucalyptus
globulus, Mimosa malacophylla y Euforbiáceas) y muestras de suelo agrupadas en cuatro zonas diferentes (pino, encino,
eucalipto y pastizales) dentro del área de estudio, para lo cual se colectaron muestras de vegetales durante un año y de
suelo en época de lluvias y de estiaje. Las muestras se trataron bajo lo establecido por la normatividad mexicana para
cuantificar metales. Cabe destacar que los seis metales analizados (Cr, Cd, Cu, Hg, Ni y Pb), se encontraron en todas
especies de vegetales y en la fracción total del suelo, mientras que en la fracción disponible del suelo el Cr no fue
detectable en ninguna zona, indicando que no será fácilmente adquirible por las plantas mediante las raíces. Se
encontró una elevada correlación entre Cr-Cu en la mayoría de los vegetales indicando una fuente común. Las
concentraciones de los metales están dentro de los límites permisibles para no causar una fitotoxicidad, pero estos se
pueden seguir acumulando en raíz, tallo, hojas y causar un daño a vegetales y un deterioro del área natural protegida
Flo del Bos ue Pue la .
Palabras clave: área protegida, metales en vegetales, contaminación.
SUMMARY
Given the importance of conserving protected areas, and considering that human activities can affect plants and the soil
and the "Flower Forest" State Park set a target of work analyzing the concentration six toxic heavy metals (Cr, Cd, Cu,
Hg, Ni, Pb) in sheets of eight plant species (Quercus Mexico, Quercus rugosa, deppeana Juniperus, Juniperus flaccid,
Eucalyptus camaldulensis, Eucalyptus globulus, Mimosa malacophylla and Euforbiáceas) and soil samples grouped into
four different areas (pine, oak, eucalyptus and pastures) within the study area, for which vegetable samples were
collected for a year and land in rainy and dry season. The samples were treated under the provisions of Mexican law to
quantify metals. It notes that the six metals tested (Cr, Cd, Cu, Hg, Ni and Pb), were found in all plant species and the
total fraction of the soil while the soil available in the Cr fraction was not detectable in any area, indicating that there be
readily available to plants through the roots. A high correlation between Cr-Cu was found in most vegetable indicating a
common source. The concentrations of metals are within permissible limits not to cause chemical injury, but they can
continue to accumulate in root, stem, leaves and cause plant damage and deterioration of the protected area "Flor del
Bosque Puebla."
Key words: protected area, metal plant, pollution.
Recibido: 01 de septiembre de 2015. Aceptado: 15 de enero de 2016.
Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4):
43-55.
43
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José Carlos Mendoza-Hernández; Janette Arriola-Morales; Gabriela Pérez-Osorio; Ángel Silveti-Loeza; Miriam Vega-Hernández;
Ana Lilia Portillo-Zapotitla; Olimpia Jaramillo-Hernández y Ricardo Morales-Juárez
“Flor del Bosque”
· Análisis de metales pesados en parque estatal
INTRODUCCIÓN
El proceso de la industrialización y la urbanización rápida, durante los últimos años, dieron lugar a
un aumento en la contaminación de la atmósfera y esto es debido a diferentes compuestos como
óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, plaguicidas partículas suspendidas y metales pesados. La
actividad industrial y el tráfico automotor cumplen un rol importante en la formación de partículas
y participan directa e indirectamente en la formación de aerosoles secundarios; en consecuencia,
la concentración de partículas en áreas urbanas es alta comparada con áreas no urbanas (Saskia
1998, Fernández et al., 2000). Los metales pesados, se emiten a la atmósfera mediante fuentes
industriales y otras antropogénicas (Cayir, et al., 2007, Das et al., 2007). La exposición a los
metales pesados, es un problema significativo de la toxicología ambiental; su contaminación, ha
aumentado considerablemente desde la década de 1900. Se sabe que los ambientes cercanos a las
carreteras son contaminados por metales pesados emitidos de la combustión de los motores de
los vehículos. Estos metales, se están depositando constantemente en pequeñas cantidades
durante periodos largos de tiempo, acumulándose en el ambiente y pueden ser un peligro para los
ecosistemas y la salud humana. (Srinivas et al., 2009; Affum et al., 2008, Gutiérrez-Ruíz et al.,
2007). Actualmente existe una gran preocupación a nivel mundial con relación a la contaminación
por transporte atmosférico de los metales pesados a gran escala debido a su capacidad de
asociación a masas de aire, por efectos de recirculación de los vientos, dichos metales tienden a
depositarse en areas alejadas a su fuente de orígen (Machado et al., 2008). La deposición
atmosférica se ha identificado como la fuente principal de metales pesados en las plantas y el
suelo, especialmente alrededor de áreas urbano-industriales. Los aerosoles del metal depositados
sobre el suelo, se pueden absorber a través de la raíz o depositar en las hojas y el fruto y absorber
directamente. (Pandey et al., 2009; Srinivas et al., 2009, Wu et al., 2008). Algunos oligoelementos,
son esenciales en la nutrición de la planta, pero las plantas que crecen en un ambiente
contaminado, pueden acumular los oligoelementos en altas concentraciones, causando un riesgo
serio a la salud humana. (Srinivas et al., 2009; Gharaibeh et al., 2010). El uso de plantas como
monitores de la contaminación atmosférica, se ha estudiado históricamente, pues las plantas, son
los aceptadores iniciales de la contaminación atmosférica pues actúan como limpiadores para
muchas macropartículas y aerotransportadas a través de la atmósfera. La demanda de medios de
transporte rápidos ha aumentado durante las últimas décadas debido a la explosión demográfica.
Esto ha llevado de manera paralela a un enorme aumento en el número de diversos tipos de
vehículos, que ahora se ha convertido en una fuente importante de contaminación atmosférica a
nivel global. El uso de automóviles, está creciendo rápidamente y la contaminación que estos
generan es mayor que la causada por la emisión del polvo y de los gases venenosos. Los vehículos
de motor de combustión interna de gasolina y diésel, originan un 60-70% de la contaminación
generada en ambientes urbanos (Joshi and Swami, 2009; Mohd et al., 2009).
Los etales pesados, se puede o
a o o ele e tos pote ial e te tó i os , los uales,
de acuerdo a la lista de contaminantes prioritarios de la Agencia de Protección Ambiental de los
Estados Unidos (USEPA), incluyen a los siguientes elementos: arsénico, cromo, cobalto, níquel,
cobre, zinc, plata, cadmio, mercurio, titanio, selenio y plomo (INECC).
En condiciones normales, la mayoría de los compuestos de los metales potencialmente tóxicos, se
encuentran en cantidades fijadas por consideraciones de orden geológico y en formas químicas
bastante insolubles, por lo tanto, no representan un peligro potencial para la biota. No obstante,
como consecuencia de las diversas actividades humanas, principalmente la industrial, esta
situación ha cambiado radicalmente, debido a que en los suelos, diversos compuestos de estos
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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elementos se presentan en grandes cantidades y/o en formas solubles, rompiendo el equilibrio
natural y causando la contaminación de acuíferos y en ocasiones, la introducción de estos
elementos en la red trófica. Dos factores esenciales que contribuyen a los efectos perjudiciales de
los metales pesados son: 1) Los metales no son destruidos a través de la degradación biológica
como es el caso de diversos contaminantes orgánicos y 2) Los metales tienden a acumularse en el
medio ambiente y a asociarse a la materia orgánica e inorgánica mediante procesos de adsorción,
de formación de complejos y combinaciones químicas (Alloway, 1990).
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio
Se realizaron muestreos de vegetales mensualmente entre el período de enero a diciembre del
2012 e el Pa ue Estatal Láza o Cá de as Flo del Bos ue Figura 1). Los sitios fueron elegidos
en base a las diferencias de vegetación y cada una considerada como una zona de estudio (pino o
zona 1, encino o zona 2, eucalipto o zona 3 y pastizales o zona 4).
Para las muestras de suelo se realizó un muestreo en época de sequía, alrededor de los vegetales
en estudio, considerando las cuatro zonas de estudio. Las muestras de suelo fueron de 0 a 30 cm.
Análisis de metales
En cada una de las zonas se realizó una recolección de hojas de las diferentes especies de
vegetales encontradas en cada una (Eucalyptus camaldulensis, Eucalyptus globulus, Juniperus
deppeana, Quercus mexicana, Euforbiáceas, Quercus rugosa, Mimosa malacophylla, Juniperus
fláccida). Las hojas se secaron en el horno Riossa H-41 a 60 °C durante 24 horas. Para el análisis de
los metales (Cr, Cd, Cu, Hg, Ni y Pb), las hojas de los diferentes vegetales que se recolectaron se
mezclaron y se trituraron, de esta mezcla se realizó una digestión ácida en el horno de microondas
SEV DIG-1 con 0.5 g de muestra, 5 mL de HCl, 10 mL de HNO3 y 2 mL de H2O2, y se determinó su
concentración mediante el equipo de absorción atómica Perkin Elmer Analyst 400 (EPA 3052).
El suelo recolectado, se preparó como lo indica la determinación AS-01 de la NOM-021- RECNAT2000, y posteriormente se eliminó la materia orgánica en una mufla a 400 °C, se procedió a
realizar la digestión con 10 mL de HNO3, 5 mL de HCl y 2 mL de H2O2 concentrado
respectivamente, se realizó la digestión en el horno de microondas, para la determinación los
metales totales.
Para los metales disponibles el tratamiento es: agitar 20 g de suelo con 40 mL de solución DTPATEA-CaCL2 durante 2 hr a 480 rpm, filtrar las muestras y aforar a 50 mL con agua desionizada
(NMX-AA-051-SCFI-2001; NOM-021-RECNAT-2000).
Tanto los metales totales como solubles fueron medidos en un espectrofotómetro de absorción
atómica Perkin Elmer Analyst 400.
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Ana Lilia Portillo-Zapotitla; Olimpia Jaramillo-Hernández y Ricardo Morales-Juárez
“Flor del Bosque”
· Análisis de metales pesados en parque estatal
Cuadro 1.- Distribución de las especies vegetales en cada zona
Nombre Científico
Nombre Común
ZN1
ZN2
ZN3
Quercus mexicano
Encino
x
x
x
Quercus rugosa
Encino
x
x
x
Juniperus deppeana
Pino
x
x
x
Juniperus fláccida
Pino
x
x
x
Eucalyptus camaldulensis
Eucalipto
x
x
Eucalyptus globulus
Eucalipto
x
x
Mimosa malacophylla
Uña de Gato
x
Euforbiáceas
Cola de Zorra
x
x
x
ZN1: Zona pino, ZN2: Zona encino, ZN3: Zona eucalipto, ZN4: Zona pastizales
Zona4
Zona3
Zona2
Zona1
Figura 1.- Dist i u ió de las zo as de
uest eo e el pa ue Flo del Bos ue .
ZN4
x
x
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Región
Zona 1
Zona 2
Zona 3
Zona 4
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Tipo de Vegetal
Pino
Encino
Eucalipto
Pastizales
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los valores promedio de los metales Cr, Cd, Cu, Hg, Ni y Pb obtenidos de un año en mg Kg -1
presentes en ocho especies de vegetales (Eucalyptus camaldulensis, Eucalyptus globulus, Juniperus
deppeana, Quercus mexicana, Euforbiáceas, Quercus rugosa, Mimosa malacophylla, Juniperus
fláccida) e suelo de las uat o zo as de estudio del pa ue estatal Láza o Cá de as, Flo del
Bos ue , fue o estudiados pa a o o e las posibles afectaciones a un área protegida y que
representa uno de los pulmones de la Ciudad de Puebla.
De acuerdo a las concentraciones obtenidas de metales en Eucalyptus camaldulensis (Cuadro 1)
los valores mayores corresponden al Cr (2.527 mg kg-1) y Pb (3.286 mg kg-1) en la zona 3 y los más
bajos a Cd (0.131 mg kg-1) en la zona 1. El estudio por zona indica que la zona 3 está más
contaminada que las demás. En el análisis estadístico se encontró una diferencia significativa
(p<0.05) en el Cu entre la zona 2 y 4, siendo mucho más elevada en la zona 4, y una correlación
entre el Cr-Cu de 0.617.
Cuadro 2.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Eucalyptus camaldulensis
Elemento
Concentración mínima
Periodo Total
Zona 2
Zona 3
Zona 4
Zona 2
Zona 3
Zona 4
Cr
0.401
1.526
1.209
1.128 ± 0.534
2.527 ± 0.857
2.384 ± 0.786
Cd
0.092
0.126
0.103
0.131 ± 0.061
0.159 ± 0.051
0.141 ± 0.063
Cu
0.169
0.248
0.347
0.236 ± 0.106
0.561 ± 0.192
0.681 ± 0.255
Hg
0.039
0.465
0.425
0.226 ± 0.119
1.024 ± 0.434
0.191 ± 0.067
Ni
0.405
0.223
0.047
0.970 ± 0.316
0.832 ± 0.362
0.248 ± 0.011
Pb
0.136
1.287
0.530
1.063 ± 0.458
3.286 ± 0.719
1.512 ± 0.346
Para Eucalyptus globulus los metales que presentaron mayor concentración corresponde a Cr
(2.239 mg kg-1) y Pb (1.257 mg kg-1) en la zona 3 y los de menor concentración a Cd (0.164 mg kg-1)
en la zona 2. Para la mayoría de los metales las concentraciones son más altas en la zona 3 y en el
análisis no se encontraron ni diferencias significativas ni correlaciones entre los metales analizados
(Cuadro 3).
48 |
José Carlos Mendoza-Hernández; Janette Arriola-Morales; Gabriela Pérez-Osorio; Ángel Silveti-Loeza; Miriam Vega-Hernández;
Ana Lilia Portillo-Zapotitla; Olimpia Jaramillo-Hernández y Ricardo Morales-Juárez
“Flor del Bosque”
· Análisis de metales pesados en parque estatal
Cuadro 3.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Eucalyptus globulus
Elemento
Concentración mínima
Zona 2
Periodo Total
Zona 3
Zona 2
Zona 3
Cr
0.437
0.657
1.301 ± 0.505
2.239 ± 0.877
Cd
0.012
0.031
0.028 ± 0.005
0.164 ± 0.041
Cu
0.032
0.213
0.182 ± 0.051
0.634 ± 0.046
Hg
0.215
0.023
0.572 ± 0.016
0.247 ± 0.017
Ni
0.033
0.649
0.247 ± 0.029
2.866 ± 0.361
Pb
0.476
0.362
1.152 ± 0.147
1.257 ± 0.132
Las concentraciones de los metales en Juniperus deppeana en donde se observa que los valores
más elevados corresponden a Pb (3.9181 mg kg-1) y Cr (2.7623 mg kg-1) en la zona 3 mientras que
los valores más bajos corresponden a Cd (0.1546 mg kg-1) en la zona 4. Los valores más elevados
para los diferentes metales se encontraron en la zona 3 excepto para el Hg, que fue más elevado
en la zona 1, mientras que en la zona 4 se presentaron los valores más bajos. No se encontraron
diferencias significativas en ninguno de los metales, pero si hay una correlación entre Cr-Cu de
0.523 y Hg-Ni de 0.538 (Cuadro 4).
Cuadro 4.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Juniperus deppeana
Elemento
Concentración mínima
Zona1
Zona 2
Zona 3
Zona 4
Cr
1.553
1.3826
1.5878
0.9435
Cd
0.1184
0.1276
0.1397
0.1230
Cu
0.2582
0.2637
0.1885
0.3223
Hg
0.7635
0.0345
0.2884
Ni
0.0492
0.0475
Pb
1.1243
0.5815
Periodo Total
Zona1
Zona 2
Zona 3
Zona 4
2.524 ±
0.967
2.4510 ±
0.865
2.7623 ±
0.923
2.0402 ±
0.814
0.1546 ±
0.732
0.6739 ±
0.988
0.1604 ±
0.093
0.6123 ±
0.220
0.1752 ±
0.033
0.5244 ±
0.293
0.1619 ±
0.096
0.6634 ±
0.016
0.1120
2.0825
±1.319
0.1471 ±
0.086
0.5124 ±
0.224
0.3173 ±
0.022
0.0587
0.4642
0.9376 ±
0.883
0.3023 ±
0.025
1.0447 ±
0.586
2.2234 ±
0.722
0.1097
0.5236
1.9806 ±
1.007
1.6573 ±
0.359
3.9181 ±
0.986
1.6042 ±
0.430
Las concentraciones de metales en Quercus mexicana, nos establece que los valores más altos
corresponden a Pb (5.5414 mg kg-1) y Cr (2.9489 mg kg-1) en las tres zonas, y los valores más bajos
corresponden a Cd (0.1366 mg kg-1), sin encontrarse diferencias significativas en ninguno de los
metales; sin embargo hay una correlación entre Cr-Cu de 0.520; Cr-Pb de 0.512; Cu-Pb de 0.688
(Cuadro 5).
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 49
Cuadro 5.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Quercus mexicana
Elemento
Concentración mínima
Periodo Total
Zona1
Zona 2
Zona 3
Zona1
Zona 2
Zona 3
Cr
2.0499
1.4535
1.7789
2.7347 ± 0.865
2.4062 ± 0.642
2.9489 ± 0.842
Cd
0.1037
0.1111
0.1288
0.1366 ± 0.026
0.1491 ± 0.305
0.1546 ± 0.062
Cu
0.3202
0.2032
0.2931
0.6496 ± 0.053
0.4780 ± 0.039
0.5951 ± 0.059
Hg
0.1075
0.0347
0.0175
0.3579 ± 0.078
0.2283 ± 0.081
0.6327 ± 0.058
Ni
0.5373
0.5352
0.5220
1.7146 ± 0.241
2.8133 ± 1.178
1.7948 ± 0.405
Pb
0.9527
0.6196
0.2514
3.9998 ± 0.369
4.7965 ± 1.495
5.5414 ± 0.778
En Euforbiáceas los metales con mayor concentración fueron Pb (9.3531 mg kg-1) y Cr (2.7626 mg
kg-1) y el más bajo Cd (0.0285 mg kg-1), y los valores más altos corresponden a la zona 3,
encontrándose diferencias significativas en el Cr entre la zona 2 y 3 y en el Cd entre la zona 1 y 2, y
una correlación entre Cr-Cu de 0.677 (Cuadro 6).
Cuadro 6.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Euforbiáceas
Elemento
Concentración mínima
Zona1
Zona 2
Zona 3
Cr
1.4739
0.2394
Cd
0.0824
Cu
Periodo Total
Zona1
Zona 2
Zona 3
1.76
2.4556 ± 0.045
0.9965 ± 0.331
2.7626 ± 0.729
0.0023
0.1315
0.1159 ± 0.930
0.0285 ± 0.009
0.1647 ± 0.089
0.1025
0.1429
0.2761
0.4354 ± 0.882
0.1825 ± 0.083
0.6344 ± 0.244
Hg
0.0609
0.5643
0.0983
0.3415 ± 1.483
0.1469 ± 0.068
0.3385 ± 0.099
Ni
0.3286
0.0100
0.2327
0.7997 ± 0.927
0.9883 ± 0.289
1.3462 ± 0.901
Pb
0.0953
0.0500
6.1786
0.9312 ± 1.634
0.0417 ± 0.016
9.3531 ± 1.553
En Quercus rugosa los metales con mayor concentración son Pb (5.2568 mg kg-1) y Cr (2.8159 mg
kg-1), y el de menor concentración corresponde a Cd (0.1298 mg kg-1); siendo en la zona 2 en la que
presentaron los valores más altos, sin encontrarse diferencia significativa en los metales en
ninguna de las zonas pero si una correlación entre Cu-Hg de 0.701 y Cu-Ni de 0.608 (Cuadro 7).
Cuadro 7.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Quercus rugosa
Elemento
Concentración mínima
Periodo Total
Zona1
Zona 2
Zona 3
Zona1
Zona 2
Zona 3
Cr
1.7768
1.2734
1.2289
2.8159 ± 1.253
2.4848 ± 0825
2.2965 ± 0.981
Cd
0.0853
0.0782
0.1071
0.1342 ± 0.569
0.1298 ± 0.069
0.1484 ± 0.099
Cu
0.1717
0.134
0.0956
0.4876 ± 0.922
0.4652 ± 0.049
0.4257 ± 0.145
Hg
0.0531
0.1985
0.5278
0.6035 ± 0.893
0.4231 ± 0.188
1.6328 ± 0.728
Ni
0.8606
0.4808
0.0749
1.9551 ± 1.205
1.6391 ± 0.323
0.6165 ± 0.323
Pb
1.3242
3.1194
0.5491
5.0757 ± 1.89
5.2568 ± 1.637
2.3553 ± 0.906
50 |
José Carlos Mendoza-Hernández; Janette Arriola-Morales; Gabriela Pérez-Osorio; Ángel Silveti-Loeza; Miriam Vega-Hernández;
· Análisis de metales pesados en parque estatal
Ana Lilia Portillo-Zapotitla; Olimpia Jaramillo-Hernández y Ricardo Morales-Juárez
“Flor del Bosque”
En los vegetales de Mimosa malacophylla los tres metales que presentaron la mayor
concentración fueron Pb (11.0072 mg kg-1), Cr (3.0645 mg kg-1) y Ni (2.3342 mg kg-1) y el de menor
concentración fue Cd (0.1393 mg kg-1). La zona 2 fue la que tiene los valores más elevados, no se
encontraron diferencias significativas entre las zonas en ninguno de los metales pero si una
correlación entre Cr-Cu de 0.725 (Cuadro 8).
Cuadro 8.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Mimosa malacophylla
Elemento
Concentración mínima
Zona 2
Periodo Total
Zona 3
Zona 2
Zona 3
Cr
2.04
0.02
3.0645 ± 0.817
2.5145 ± 0.876
Cd
0.02
0.02
0.1393 ± 0.021
0.1448 ± 0.012
Cu
0.17
0.20
0.8176 ± 0.132
0.5763 ± 0.123
Hg
0.51
0.58
0.1736 ± 0.012
0.1902 ± 0.032
Ni
6.34
8.24
0.7988 ± 0.134
2.3342 ± 0.876
Pb
116.92
4.03
11.0072 ± 1.29
1.4510 ± 0.564
En Juniperus flaccida los metales con mayor concentración son Cr (2.7373 mg kg-1), Pb (1.4393 mg
kg-1) Ni y Hg (1.2404 mg kg-1), mientras que el de menor concentración es Cd (0.1217 mg kg-1). La
zona 3 es la que presenta los valores más altos. El análisis estadístico indica que no hay diferencias
significativas, pero si correlaciones entre Cr-Cu de 0.545; Cr-Hg de 0.702; y Cr-Ni de 0.548 (Cuadro
9).
Cuadro 9.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Juniperus flaccida
Elemento
Concentración mínima
Periodo Total
Zona1
Zona 2
Zona 3
Zona1
Zona 2
Zona 3
Cr
1.1685
1.1042
1.3314
2.7373 ± 0.743
1.9460 ± 0.796
2.1974 ± 0.762
Cd
0.0858
0.0797
0.1159
0.1217 ± 0.315
0.1297 ± 0.033
0.1613 ± 0.077
Cu
0.0886
0.1092
0.2120
0.4203 ± 0.065
0.4360 ± 0.163
0.5024 ± 0.182
Hg
0.127
0.0814
0.0227
0.6388 ± 0.127
0.2536 ± 0.083
1.2404 ± 0.681
Ni
0.0131
0.0299
0.2374
0.5764 ± 0.196
0.5835 ± 0.121
1.2404 ± 0.498
Pb
0.5774
0.367
0.4180
1.4393 ± 0.958
1.2653 ± 0.796
1.2995 ± 0.263
Las concentraciones de metales totales en suelo en las diferentes zonas analizadas, en orden
descendente los metales se comportaron de la siguiente manera Cr>Pb>Cu>Ni>Hg y Cd. La zona 4
fue la que presentó los valores más elevados. En el análisis estadístico se encontró una diferencia
significativa p<0.05 en todos los metales entre la zona 4 y la zona 1 y 2 y una correlación entre CuNi 0.969, Hg-Ni 0.954, Cu-Hg 0.953, Hg-Pb 0.936, Cr-Ni 0.920, Cr-Cu 0.891, Ni-Pb 0.872, Cu-Pb
0.864, Cr-Hg 0.858, Cd-Hg 0.764, Cd-Cu 0.757, Cr-Pb 0.741, Cd-Ni 0.723, Cr-Cd 0.659 y Cd-Pb 0.654
(Cuadro 10).
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 51
Cuadro 10.- Concentraciones promedio de metales (mg kg-1) totales en suelo
Elemento
Concentración mínima
Periodo Total
Zona 1
Zona 2
Zona 3
Zona 4
Zona1
Zona 2
Zona 3
Zona 4
Cr
20.50
13.00
28.51
32.30
23.1086±
1.91089
18.6743±
3.49218
29.5400±
0.62624
33.7171±
0.57677
Cd
0.40
0.71
0.90
0.93
0.6629±
0.16461
0.7829±
0.04333
1.0046±
0.12030
1.0846±0
.10902
Cu
5.40
4.00
11.50
18.70
8.5080±
2.03601
6.4286±
1.73922
13.1343±
1.85395
19.8240±
1.03414
Hg
0.38
0.30
1.80
4.49
0.4060±
0.02741
0.4411±
0.10851
2.0966±
0.2936
4.8632±
0.28827
Ni
7.10
4.10
10.90
16.00
Pb
4.09
5.80
7.60
25.03
7.9171±
0.60596
4.9103±
0.60039
6.1291±
1.68961
6.4006±
0.51889
11.6434±
0.50046
8.5571±
0.67768
17.0314±
0.79256
30.4166±
4.88018
Para metales extractables las concentraciones mayores fueron para Pb seguidas de Ni, Cu, Cd y Hg,
y para el Cr los valores no fueron detectables. La zona 4 fue la que presentó los valores más
elevados en comparación con las demás. Se encontraron diferencias significativas en los metales
de Cd, Cu y Ni entre la zona 4 y la zona 1 y 2, así como correlaciones entre Cd-Ni 0.823, Cu-Pb
0.759, Cd-Cu 0.756, Cu-Ni 0.721, Ni-Pb 0.692, Cd-Pb 0.555 (Cuadro 11).
Cuadro 11.- Concentraciones promedio de metales extractables (mg kg-1) en suelo
Elemen
to
Concentración mínima
Periodo Total
Zona1
Zona 2
Zona 3
Zona 4
Zona1
Zona 2
Zona 3
Zona 4
Cr
nd
nd
nd
nd
Nd
nd
Nd
nd
Cd
0.0425
0.0423
0.0375
0.1236
0.0455±
0.0041
0.048±
0.0054
0.042±
0.0051
0.1343±
0.0106
Cu
0.1200
0.1205
0.2450
0.3375
0.2405±
0.0982
0.2380±
0.0969
0.3195±
0.085
0.5817±
0.1746
Hg
2.30E05
1.19E04
8.75E05
8.75E05
1.15E-04±
7.62E-05
1.53E-04±
4.23E-05
1.37E-04±
4.06E-05
1.36E-04±
4.09E-05
Ni
0.1800
0.2100
0.2800
0.6025
0.2270±
0.0441
0.2440±
0.0270
0.4600±
0.1160
0.7505±
0.1199
Pb
1.0600
1.1600
1.2450
1.3025
1.1080±
0.0408
1.2270±
0.0751
1.3830±
0.1540
1.5620±
0.2884
52 |
José Carlos Mendoza-Hernández; Janette Arriola-Morales; Gabriela Pérez-Osorio; Ángel Silveti-Loeza; Miriam Vega-Hernández;
Ana Lilia Portillo-Zapotitla; Olimpia Jaramillo-Hernández y Ricardo Morales-Juárez
“Flor del Bosque”
· Análisis de metales pesados en parque estatal
Los datos recopilados, a partir del año 2000, por la estación de Monitoreo del Servicio
Meteo ológi o Na io al de la Co isió Na io al del Agua Mé i o
i di a ue las di e io es
del viento predominan desde la zona norte hacia el sureste de la ciudad durante todo el año.
(Figura 2) Esta dirección del viento influye en el transporte de partículas y por consiguiente en la
deposi ió de las is as ue puede p o e i de los pa ues i dust iales Pue la
Cha hapa , así o o, desde zo as o u a alta de sidad de og áfi a u i adas al o o ie te de
la ciudad de Puebla.
Figura 2.- Mapa que indica la dirección de los vientos dominantes promedio anual que influyen en la zona de
estudio.
La presencia de los metales tóxicos Hg, Pb, Cr, Cd y Cu en los vegetales y suelos provenientes del
medio ambiente pueden ejercer una acción tóxica inhibiendo principalmente el crecimiento de las
plantas (Baderna et al., 2015), ocasionando una disminución de los vegetales en tiempos
moderadamente cortos. La vía por la cual los metales pueden causar una fitotoxicidad es mediante
la alteración del crecimiento y la germinación siendo dependiente del compuesto químico del
metal (Duan et al., 2015, Baderna et al., 2015). La inhibición de la germinación de las semillas y la
elongación de la raíz son el principal efecto tóxico por los metales pesados, y dependen de las
especies de las plantas y de las concentraciones de los metales. Pueden causar efectos directos e
indirectos sobre el crecimiento de las plantas y alterar muchas funciones fisiológicas por la
formación de complejos con O, N y S. Estos interfieren con la captación de minerales, el
metabolismo proteico, funcionamiento de la membrana celular, la captación de agua, inhibición
de la fotosíntesis (Hasan et al., 2009, Patra et al., 2004, Baderna et al., 2015). Aunque las
concentraciones de los metales encontradas en los vegetales y la fracción extractable en el suelo
no representan un riesgo fitotóxico directo ya que el Pb debe tener valores mayores a 20 mg Kg-1,
el Hg 5 mg Kg-1, el Cd 10 mg Kg-1, el Cu 30 mg Kg-1, de acuerdo a lo reportado por Patra et al., 2004,
Aiman et al., 2016, Duan et al., 2015, las plantas pueden seguir absorbiéndolos y acumularlos en
las raíces, tallo, nódulos radiculares y semillas por el incremento de las concentraciones externas,
y causar alteraciones como las antes mencionadas fundamentalmente en Mimosa y Juniperus
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 53
fláccida que son los vegetales que presentaron las concentraciones más elevadas de los metales.
Las poblaciones de Eucalyptus se pueden ver afectadas por la presencia de Cd, Cr y Pb
principalmente por alteraciones en la clorofila como lo sucedido en la región de Sonora México
que las poblaciones de Eucalyptus disminuyeron considerablemente por la contaminación
atmosférica como lo reporta García-Rico et al., 2010.
La correlación que se presentó en seis de las ochos especies de vegetales (Mimosa malacophylla,
Euforbiáceas, Eucalyptus camaldulensis, Juniperus fláccida, Juniperus deppeana y Quercus
mexicana) y en la fracción total y extractable correspondió a Cr-Cu con valores en un intervalo de
0.520 a 0.725, de ahí las correlaciones que solamente se presentaron en alguna de las especies de
vegetales son Cr-Pb, Cu-Pb, Cu-Hg, Cu-Ni, Cr-Hg, Cr-Ni y Hg-Ni. Estas correlaciones encontradas
indican una fuente común y pueden deberse a diversas actividades industriales como
metalúrgicas, de producción de pinturas, de generación de autopartes y cromado de las mismas,
las cuales se llevan a cabo en el parque Industrial Chachapa, localizado a unos kilómetros del
parque Estatal Flor del Bosque, y que debido a la influencia de la dirección del viento
determinadas influyen en la deposición de los metales en los vegetales, lo cual concuerda con lo
encontrado por Parizanganeh et al., 2010 y Duan et al., 2015, que cerca de zonas industriales
aumentan considerablemente las concentraciones de los metales y existen correlaciones positivas
mayores a 0.6 entre Pb-Ni, Cr-Cu, Cr-Pb, Zn-Pb. Estas correlaciones se pueden utilizar para explicar
la distribución espacial de los metales (Duan et al., 2015) y establecer una posible influencia de las
actividades industriales que se realizan cerca de esta área natural protegida.
CONCLUSIONES
Los resultados del análisis de los metales tóxicos Pb, Cd, Cr, Cu, Ni, Hg, efectuados indican la
presencia de éstos en todos los vegetales Mimosa malacophylla, Euforbiáceas, Eucalyptus
camaldulensis, Juniperus fláccida, Juniperus deppeana, Quercus mexicana, Quercus rugosa y
Eucalytus globulus, debido presumiblemente a las actividades industriales ya que el análisis
espacial indica que la zona 3 recibe las corrientes de aire, y mostro claramente mayor incidencia
en la concentración de metales, no así los puntos de zona 1 y zona 2 que se encuentran posterior a
este y en una zona más baja, al igual que la zona 4 que se ubica a una menor altitud del área
natural protegida. La correlación entre Cr-Cu fue la que se encontró en seis de las ocho especies
vegetales estudiados indicado una fuente común y que posiblemente sean los metales que más
puedan bioacumularse. Otras correlaciones que también son importantes de considerarse por que
incluyen elementos que no tienen actividad biológica conocida son Cu-Hg, Cr-Hg, Cu-Pb, Cr-Pb. Las
concentraciones de metales encontradas, no presentan fitotoxicidad en este periodo, sin embargo
las posibilidades de incrementar las concentraciones por el aumento de la emisión de
contaminantes y por la bioacumulación ponen en riesgo los vegetales del pulmón más importante
de la Ciudad de Puebla , ya que en el corto plazo pueden presentar afectaciones, por lo que es
necesario que se establezcan medidas de protección para esta área natural protegida, ya que su
seguridad se está viendo amenazada al seguir extendiéndose las actividades industriales, y los
desarrollos habitacionales hacia esta zona.
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José Carlos Mendoza-Hernández; Janette Arriola-Morales; Gabriela Pérez-Osorio; Ángel Silveti-Loeza; Miriam Vega-Hernández;
Ana Lilia Portillo-Zapotitla; Olimpia Jaramillo-Hernández y Ricardo Morales-Juárez
“Flor del Bosque”
· Análisis de metales pesados en parque estatal
AGRADECIMIENTOS
A FOMIX-CONACYT Gobierno del Estado de Puebla, a PRODEP y a la Vicerrectoría de Investigación
y Estudios de Posgrado (VIEP) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, por el
financiamiento otorgado para la realización de este trabajo.
LITERATURA CITADA
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56 |
RA XIMHAI
ISSN 1665-0441
Volumen 12 Número 4
Edición Especial
Enero – Junio 2016
57-70
“OCIALIZACIÓN Y TRAN“MI“IÓN INTERGENERACIONAL EN PAUTA“ DEL CON“UMO
DE ALIMENTO“: “U IMPACTO EN LA IDENTIDAD CULTURAL ALIMENTARIA EN MUJERE“ MAPUCHE
URBANA“ DE CHILE
“OCIALIZATION AND INTERGENERATIONAL TRAN“MI““ION OF FOOD CON“UMPTION PATTERN“:
THEIR IMPACT ON CULTURAL FOOD-RELATED IDENTITY IN URBAN WOMEN MAPUCHE FROM
CHILE
Ma ia ela De egri-Coria ; Yessi a K a e-Álvarez ; José “epúlveda-Maldo ado ; Ligia Orella a ;
Olga Ruiz ; Os a Vivallo Be ta “ h ettler-Morales
Depa ta e to de Psi ología. Nú leo Cie tífi o Te ológi o de Cie ias “o iales Hu a idades. U i e sidad de La F o te a. F a is o
“alaza Nº
, Te u o, Chile. a ia ela.de eg i@uf o te a. l. P og a a de Magíste de Psi ología, U i e sidad de La F o te a.
palo a
@li e. l. Depa ta e to de Psi ología, U i e sidad de La F o te a. jose.sepul eda@uf o te a. l. Ce t o de I estiga ió
e Psi ología E o ó i a Co su o, U i e sidad de La F o te a. L .o a@g ail. o . I stituto de Estudios I díge as. U i e sidad de
La F o te a. olga. uiz@uf o te a. l. Nú leo Cie tífi o Te ológi o de Cie ias “o iales Hu a idades. U i e sidad de La F o te a.
i allou a@g ail. o . Depa ta e to de P odu ió Ag ope ua ia, Fa ultad de Cie ias Ag ope ua ias Fo estales, U i e sidad de La
F o te a. e ta.s h ettle @uf o te a. l.
RE“UMEN
Esta i estiga ió a o dó la ide tidad ultu al ali e ta ia apu he, e fo á dose e la so ializa ió
t a s isió
i te ge e a io al de las pautas de o su o de ali e tos e
uje es apu he eside tes e zo as u a as,
o side a do fa to es de i flue ia e la o p a, p epa a ió
sele ió de ali e tos. La uest a fue de
uje es
adultas, auto-ide tifi adas o o apu he ue poseía al e os u apellido de di ha et ia. “e utilizó u a etodología
ualitati a, to a do el elato o o u idad de a álisis, los datos fue o e a i ados seg e ta do la uest a e
e o es
a o es de años. Los esultados uest a u de ilita ie to e las p á ti as de so ializa ió t a s isió
i te ge e a io al de pautas ali e ta ias apu he, espe ial e te e el g upo de e o es de
años, lo ue i ide e
la a te ió de la ide tidad ultu al ali e ta ia.
Palabras clave: t a s isió i te ge e a io al, so ializa ió , pautas ali e ta ias t adi io ales, ide tidad ultu al
ali e ta ia.
“UMMARY
This esea h add essed the Mapu he food- elated ultu al ide tit , fo usi g o so ializatio a d i te ge e atio al
patte s of food o su ptio i Mapu he o e esidi g i u a a eas, o side i g fa to s that i flue e the
pu hase, p epa atio a d sele tio of food. The sa ple o sisted of
o e pa ti ipa ts ho self-ide tified as
Mapu he a d had at least o e of thei su a es elo ged to that eth i it . A ualitati e ethodolog as used, the
u it of a al sis ei g the sto , a d the data e e a al sed o side i g a seg e tatio of the sa ple i to ou ge a d
olde tha
ea s. The esults sho a eake i g i so ializatio p a ti es a d i te ge e atio al t a s issio of
Mapu he dieta patte s, espe iall i those ou ge tha age , hi h affe ts the ai te a e of thei food- elated
ultu al ide tit .
Key words: i te ge e atio al t a s issio , so ializatio , t aditio al food patte s, food- elated ultu al ide tit .
INTRODUCCIÓN
Los há itos ali e ta ios las p á ti as pa a su ad uisi ió está i fluidos po u a a plia ga a de
fa to es psi oso iales, so io- ultu ales e o ó i os. Éstos i pa ta los pat o es de o su o de
ali e tos, o figu a do estilos p opios ue pe ite disti gui a di e sos seg e tos de la
Recibido: 06 de febrero de 2015. Aceptado: 01 de diciembre de 2016.
Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4):
57-70.
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Marianela Denegri-Coria; Yessica Knabe-Álvarez; José Sepúlveda-Maldonado; Ligia Orellana; Olga Ruiz; Oscar Vivallo y Berta
Schnettler-Morales · Socialización y transmisión intergeneracional en pautas del consumo de alimentos: su impacto en la identidad
cultural alimentaria en mujeres mapuche urbanas de Chile
po la ió Tojo et al.,
; Nestle et al.,
; Qui ta illa,
. La pe te e ia ultu al es u o
de los fa to es ue tie e a o i pa to en la conducta alimentaria. En todas las ultu as se
adopta u
o ju to de ee ias o a titudes, o pa tidas
so ial e te o st uidas, ue
i o po a aspe tos afe ti os
se so iales, o se ue ias a ti ipadas efe tos positi os
egati os de u a a e a de o e , este eotipos ideales, e t e ot os, ue i te ie e a la ho a de
a epta o e haza u ali e to de idi su o su o pe a e te o espo ádi o. E este o te to,
las p opiedades at i uidas a los ali e tos está fu dadas e alo a io es
ee ias espaldadas
po la t adi ió ultu al, ue les at i u e alo es sig ifi ados ás allá de sus a a te ísti as
o jeti as U i e,
. Ello i pa ta e la to alidad e o io al del o te to de o su o, juga do
u ol apital e la o st u ió de lo ue de o i a os gusto del ali e to “ h ettle
De eg i,
.
La Ide tidad Cultu al Ali e ta ia ICA se defi e o o la ide tidad ue se ate ializa e
p odu tos, té i as de o i a, platos
odos de o su o o side ados o o p opios po uie es
fo a pa te i teg a te de la ultu a, o o típi os po los e te os a ella Duha t,
. “egú
La o he et al.,
de t o de los i di ado es ás a eptados del g ado de ide tifi a ió ét i a
está la p efe e ia de ali e tos.
Fis hle
e o o e e la ela ió pe so a- o ida a la atu aleza del sí is o do de la
ela ió o los ali e tos i flu e fue te e te e la o st u ió de la ide tidad i di idual
ole ti a, po ello las t a sfo a io es ali e ta ias pod ía
o stitui igual e te
t a sfo a io es ide tita ias e la ide tidad ole ti a; al i te e i se la o i a de u g upo, se
i te ie e el se ti ie to ole ti o de pe te e ia. De este odo, la ela o a ió
o su o de
ali e tos está est e ha e te i ulado a la ep odu ió si óli a
ate ial de las
o u idades hu a as.
La pe a e ia de asgos uli a ios o eglas ali e ta ias e u g upo so ial es i di ati o de la
p ote ió ue ada g upo ge e a e o t a de la a ultu a ió o i teg a ió a ot os g upos. E
o t aposi ió , la ause ia o de ilita ie to de estas eglas i di a ía la p ese ia o iesgo de
asi ila ió po pa te de ot a ultu a a a do o de la p opia Fis hle ,
; Medi a,
;
G a ia,
. Ello po ue la ultu a ali e ta ia posee u a alta se si ilidad a te fa to es o o el
o ta to i te ét i o, la e olu ió te po al espa ial de las so iedades o g upos hu a os, las
o di io a tes geo e ológi as, e ge e al, todos a uellos estí ulos de a io so io ultu al,
i teg a ió so ial a ultu a ió Ca as o,
.
Ello es especialmente sensible en el caso de las culturas en contacto, especialmente entre los
pueblos indígenas y la cultura mayoritaria. En Chile, a partir de 1960 se produce la intervención
formalizada hacia el pueblo mapuche por parte del gobierno chileno, siendo esta década en la que
se introducen los primeros programas de transferencia tecnológica, de salud y educación
formulados para incorporar a los mapuche al desarrollo nacional (Carrasco, 2004), al mismo
tiempo a partir de 1962 se inicia un proceso de reforma agraria que permitió devolver territorios a
los mapuche, facilitando que mejorara su producción agrícola y de alimentos (Toledo, 2006).
Sin embargo, con la entrada de la dictadura en 1973, se puso en marcha un proceso de revocación
de las expropiaciones realizadas en el marco de la Reforma Agraria con el objeto de restaurar los
derechos y devolver las tierras a los antiguos dueños (Bengoa, 2004). A la vez, las tierras
expropiadas que se mantuvieron en manos del Estado fueron muchas veces transferidas a la
Corporación Nacional Forestal, quien posteriormente las vendería a precios bajísimos a las
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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e p esas fo estales o lo ue éstas o fo a o g a des supe fi ies ue van cercando y
asfixiando a las comunidades indígenas y a su cultura. Junto con expoliar los recursos hídricos y
alte a el e osiste a, o ge e a e pleos o ela io es de o ple e ta iedad CEPAL,
2012:34). Estas acciones provocaron la división de las tierras ancestrales, rompiendo el esquema
tradicional de uso de la tierra, la vida social y productiva del pueblo mapuche e impactando
dramáticamente en su posibilidad de producir sus propios alimentos.
A partir de los años 80, en la medida que se instalan los procesos globalizadores, en Chile se instala
un fuerte sistema económico neoliberal que impactará tanto a la economía como a la sociedad
chilena en su totalidad. De esta manera, a medida que la sociedad chilena cambia, el pueblo
mapuche impactado por las precarias condiciones de vida que estaban llevando en los campos
empobrecidos, experimenta a su vez una aculturación progresiva y fenómenos masivos de
migración hacia las grandes ciudades en busca de mejores condiciones de vida. En la actualidad,
entre un 70% u 80% de la población mapuche de Chile reside en áreas urbanas, principalmente en
la capital, Santiago, y en las ciudades intermedias de las regiones de poblamiento histórico, como
Concepción, Temuco, Imperial y Carahue, entre otras (Bello, 2002). Ello ha profundizado el
proceso de a ultu a ió , o asio a do a ios e la ali e ta ió , la fa ilia la so ializa ió
ási a, los ie es de o su o, la te ología las o di io es ate iales de ida, e t e ot os
aspe tos “aiz et al.,
; “epúl eda,
.
La glo aliza ió , o su e o o ía de li e e ado, ha afe tado las o du tas de o p a
o su o. Algu os auto es señala la i flue ia de los este eotipos ideales, de i ados de las
so iedades de o su o, su i flue ia e la o st u ió de ide tidad a t a és del o su o, ue
lle a ía a los sujetos a sele io a a uellos pat o es ali e ta ios ue les pe ita u pli o sus
e pe tati as del o ideal. Estos pat o es ta ié so glo alizados o ede e a este eotipos de
elleza, salud pode p opios de los países o ide tales desa ollados. Estos pat o es o so sólo
i di iduales, si o ue se o pa te e a uellos g upos o a a te ísti as si ila es Ditt a
Ho a d,
; Halli ell Ditt a ,
; De eg i Ma tí ez,
tie de a ge e aliza se ha ia
los disti tos ie
os de u a so iedad. Este fe ó e o o es aje o al pue lo apu he,
espe ial e te e el aso de a uellos de sus ie
os ue ha ita e las zo as u a as,
p o o a do p ofu dos a ios e sus há itos de o su o de ie es se i ios e los pat o es
de ela io es de so ializa ió
t a s isió ge e a io al al i te io de la fa ilia, debilitando
fuertemente las practicas alimentarias tradicionales y los gustos y preferencias de consumo de
alimentos, especialmente en la población mapuche infantil y juvenil (Errázuriz, 2006).
La so ializa ió e la ultu a apu he se a a te iza po la t a s isió o al de sa e es
o o i ie tos a las ue as ge e a io es, e el o te to de la fa ilia la o u idad. E este
es e a io, es la ad e las uje es de la fa ilia uie es asu e
a o ita ia e te la t a s isió
de los sa e es do ésti os, de t o de los uales esta ía las pautas de ali e ta ió Qui t i ueo
Maheu ,
. Los o te idos edu ati os ad ui idos du a te el p o eso de so ializa ió pe ite
la i te a ió de la pe so a o el e to o so ial, atu al espi itual de a ue do a las pautas
ultu ales apu hes esta le idas Qui t i ueo Quila ueo,
; Al hao et al.,
; Huai uilaf,
. “i estos o te idos so dé iles, o so t a s itidos o está ause tes, la p opia ide tidad
ultu al suf i á a ios, u has e es i e e si les
ue se p ofu diza á e las ge e a io es
poste io es Ca as o,
.
La t a s isió i te ge e a io al se p odu e a t a és de la ida dia ia, el t ato o al, los itos
dia ios ue a lle a do a a o la fa ilia, la i te a ió
a ital la i te a ió filial. E ella, los
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Marianela Denegri-Coria; Yessica Knabe-Álvarez; José Sepúlveda-Maldonado; Ligia Orellana; Olga Ruiz; Oscar Vivallo y Berta
Schnettler-Morales · Socialización y transmisión intergeneracional en pautas del consumo de alimentos: su impacto en la identidad
cultural alimentaria en mujeres mapuche urbanas de Chile
pad es, ad es los adultos sig ifi ati os, a ep odu ie do las pautas de i te a ió ue a su
ez tu ie o o p opios p oge ito es he a os, i flu e do a su ez e lo ue se á los estilos
de ida de sus hijos Gil e t,
; La so Al eida,
; Va gas e I áñez,
. E el aso de la
ultu a apu he, po t ata se de u a ultu a e i e te e te o al, este p o eso de t a s isió
i te ge e a io al es aú
ás íti o puesto ue de esta t a s isió o al depe de á efe ti a e te
la pe a e ia de los usos, ostu
es
os o isió ue a a te iza el se apu he . Es la
uje , la ad e o la a uela la ue t a s ite la a tesa ía, te tile ía, o o i ie tos de los
a tepasados de los usos edi i ales de disti tos ele e tos, la e a gada de ulti a la tie a
fa ilia , la ue sie
a hie as, f utos, así o o ta ié do esti a los a i ales t a s ite las
pautas de ali e ta ió
de los ali e tos ue os los alos Fa o ,
; Olea,
; Pai e al,
.
De t o de estas p á ti as ultu ales, la ali e ta ió juega u ol i po ta te dado ue u aspe to
e t al e la ultu a del pue lo apu he es el kü e oge , o side a do o o ase el
a te i ie to del e uili io o la atu aleza todo lo e iste te e ella. Este ie esta se us a
ta ié a t a és de los ali e tos, los uales so sele io ados de a ue do a las e esidades de las
fa ilias de ada te ito io. Así, la ali e ta ió a ás allá del á ito fisiológi o de e esidad de
i ge i ali e tos pa a te e las e e gías e esa ias pa a ealiza a ti idades dia ias: i o po a u a
i sta ia de salud físi a, so ial
e tal, ue fo tale e la i teg alidad de las pe so as, po ello si o
tie e e e espí itu la ge te sale o la sa g e ás dé il Vale zuela,
; Jel es ≥a o,
; “epúl eda,
.
“e ap e ia ade ás u a fue te aso ia ió del tipo de ali e to su p epa a ió o o asio es
otidia as festi as, dá dole u fue te o po e te si óli o a algu os ali e tos ue solo so
p epa ados e ie tas festi idades u o asio es espe iales ‘e e o,
.
Te ie do e ue ta estos a te ede tes, este estudio se e fo ó e
uje es adultas apu he po
su papel e la so ializa ió t a s isió i te ge e a io al de pautas de o su o ali e ta io. De
a ue do a ello, su o jeti o fue:
Ide tifi a cambios en la identidad cultural alimentaria mapuche en mujeres mapuche de distintas
generaciones, expresados en sus prácticas de socialización, transmisión intergeneracional y
selección alimentaria en la familia.
MATERIALE“ Y MÉTODO“
Parti ipa tes
“e t a ajó o u a uest a de
uje es apu hes, eside tes e la ‘egió de La A au a ía
sele io adas po
uest eo i te io ado. Los ite ios espe ífi os de i lusió fue o : se
espo sa les de la o p a de ali e tos pa a su hoga , esta e u a go eta io e t e a años
oe te
a
años, te e al e os u apellido apu he auto- e o o e se o o apu he. La
uest a fi al uedó o fo ada po u
, % de uje es e o es de
años,
, %
a o es de
años. El % eside te e la iudad de Te u o sólo u
%, si ie t a aja a e
Te u o, esidía e zo as u ales aledañas pe o est e ha e te i uladas o la u e.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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Té i as e i stru e tos
“e utiliza o g upos fo ales
e t e istas i di iduales, siguie do u a pauta de p egu tas
se iest u tu ada, pa a la e ole ió de datos a e a de los te as de so ializa ió
t a s isió
i te ge e a io al de la o du ta de o su o de ali e tos, del ite io de sele ió al o e to
de la o p a, los fa to es de i flue ia e la o du ta de o p a p epa a ió de ali e tos.
El i el so ioe o ó i o de las pa ti ipa tes fue
Ni el “o ioe o ó i o E“OMA‘ Adi a k,
.
edido a t a és del Método de E alua ió de
Pro edi ie to
U a ez o stituida u a ase de datos de posi les pa ti ipa tes, se e ia o i ita io es
pe so ales pa a pa ti ipa e el estudio. Todas las pa ti ipa tes fi a o
o se ti ie tos
i fo ados a e a de sus o di io es de pa ti ipa ió . “e ealiza o dos g upos fo ales, de o ho
pe so as ada u o, o side a do los lí ites de edad a tes
e io ados. E fo a
o ple e ta ia, se ealiza o e t e istas i di iduales se iest u tu adas pa a p ofu diza e
algu os aspe tos la e dete tados e los g upos fo ales. Las e t e istas se ealiza o e dos
sesio es pa a i i iza el a sa io pode p ofu diza e los sig ifi ados de las e t e istadas.
Pla de A álisis
“e t a s i ió e fo a lite al el dis u so de los g upos fo ales e t e istas. El te to p odu ido fue
so etido a a álisis de o te ido o e fo ue lógi o-se á ti o, edia te el ual se e o o ie o
las atego ías e e ge tes ue ag upa a los sig ifi ados at i uidos, po u lado, a la so ializa ió
t a s isió i te ge e a io al de la o du ta de o su o de ali e tos; , po ot o, a las
p á ti as a tuales de o su o de ali e tos, e ua to al ite io de sele ió
los fa to es de
i flue ia e la o du ta de o p a p epa a ió de ali e tos.
Se utilizó codificación abierta (Strauss y Corbin, 1990), en la que se trata de dar una denominación
común (código más abstracto o conceptual) a fragmentos del discurso. A continuación, estas
categorías fueron definidas operacionalmente, lo que permitió distinguir subcategorías. El a álisis
del elato se lle ó a a o o side a do las te de ias de dos ge e a io es etá eas: e o es de
años
a o es de
años. Pa a la alida ió
o fia ilidad de los datos, se ealizó t ia gula ió
po jui io de e pe tos.
RE“ULTADO“ Y DI“CU“IÓN
“i ie todas las pa ti ipa tes se auto- e o o ie o o o apu he, a t a és de las e t e istas fue
posi le e o o e dos te de ias; a ultu ados o
a o e a ía o la ultu a hile a po as
p á ti as t adi io ales apu he
i ultu ales, do de se o se a a el esfue zo po
a te e
ie tas p á ti as t adi io ales pe o a la ez lle a u a otidia idad p opia de la ultu a hile a. Esto
fue o se ado e a os g upos de edades.
E té i os de edad, es e el g upo de a o es de
años do de se o se a u a a o
te de ia
u esfue zo olu ta io ha ia el
a te i ie to de pautas t adi io ales de
ali e ta ió , las uales les fue o t a s itidas po sus fa ilias de o ige , o o se o se a e los
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siguie tes e t a tos:
…el udai… o lo eía e
i asa po ue i a á lo ha ía…po ue a ella le e señó
su mamá a hacerlo y yo trato de conseguirlo también.
… los atutos, i a uela los ha ia o ella ap e dí.
Por otro lado, algunas de las mujeres, especialmente las más jóvenes, relataron que no fue o
so ializados e pautas de o su o apu he:
Mi asa es u a asa de ali e ta ió o ide tal, a soluta e te, o tie e ada de
i flue ia ét i a, o o ap e dí de is pad es po ue ellos se fue o
u pe ueños
de su asa se ia o e a ie te o apu he.
Yo o ap e dí ada, puede se po ue e fui al i te ado u hi a solo llega a
los fi es de se a a.
A su ez ohe e te o lo ad ui ido a t a és de t a s isió i te ge e a io al, las pe so as e el
g upo a o de
años tie de a a te e el o su o t adi io al de ali e tos Ta la , a sea
a t a és de la o p a, a te ie do la t adi ió de la ela o a ió de platos de o pleja
p epa a ió e o asio es espe iales o a través de la adop ió de ue as fo as de p epa a ió :
Te go u a ase a a la ue le o p o atutos, llega
e di e, i a te t aje atuto,
ue i o pa a osot os, los tosta os, le olo a os la a te uilla…
El il ao…, es o o u lujo, u a está ha ié dose de fo a pe a e te, po ue
es difícil y requiere tiempo pero ocasionalmente en invierno o cuando vienen las
visitas del campo.
La ui ua, la o, a lo ejo o o e salada o dig eñes, pe o ta ié ueda
ue a o le he o de sada.
“i e a go, ua do estas uje es a o es de
años so o sultadas a e a de la t a s isió
de estas pautas p á ti as de sele ió o p epa a ió de ali e tos t adi io ales ha ia sus hijos, la
a o ía señala ue ello o se p odu e e o o e u o te e la t adi ió fa ilia de e seña la
o i a t adi io al. Las azo es pa a este o te e la so ializa ió ali e ta ia apu he adi a , po
u a pa te, e la difi ultad tie po ue e uie e esta e seña za po ot a pa te, e la po a
disposi ió e i luso esiste ia de sus p opios hijos e hijas pa a ap e de lo:
Es ue la o i a apu he es difí il, e esita i g edie tes ue o sie p e está
dispo i les e Te u o, así ue es o pli ado pode e seña les.
“o e etas la gas, difí iles, se e esita tie po ue es lo ue u o o tie e, e to es
p efie o e seña les e etas hile as ue so
ás fá iles.
Es ue o les gusta, o lo o e
e di e ue o uie e ap e de po ue es u a
o ida a a.
Ellos o o e ada apu he, so os i a ido o los ue segui os o ie do
atuto o to a do uda , a ellos les da o o as o, es pa a pu as peleas así ue a
o lo i te to.
E u g upo
i o ita io se o se a esfue zos po t a s iti la t adi ió ali e ta ia,
espe ial e te po la o ie ia del i pa to ue ello tie e e la ide tidad ultu al. “i e a go,
este p o eso se e f e ta a u has difi ultades:
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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Es ta difí il, o e ue t as los i g edie tes, so a os po ue so a os pe o igual
ha ue t ata . A is hijos los lle o u ho al a po, do de las iejitas de i
fa ilia, pa a ue ap e da
o se pie da esta t adi ió .
Me uesta u ho, las a o es a o uie e o i a o igo
e di e ue es
u difí il, ue ha ot as osas ue so
ás fá iles. Igual a e es las o ligo po ue
les digo: si o o i a uest a o ida, se a a pe de , o se á
apu he o o
de e se .
E ela ió a ello, a ias de ellas, e aliza el te o
la a gustia ue les p o o a la p o a le
pé dida de ide tidad apu he ue puede su ede si se ol ida de sus ali e tos t adi io ales:
“i o o e os uest a o ida i ap e de os a p epa a la se a a pe de u a
pa te i po ta te de se apu he, la o ida es la ue u e a la fa ilia.
Yo a e es llo o po ue pie so, o o esta á i a ita falle ida al e ue su hija
o es apaz de e seña le a sus ietos a a te e su t adi ió . Me da u ha pe a.
E
a io, e el g upo de uje es e o es de
años, se o se a u a e o te de ia ha ia la
a te ió de ali e tos t adi io ales apu he, señala do ue ha ha ido a ios e sus há itos
desde ue salie o de su asa ate a:
No, e los há itos ue te go ho asi o o su o ada apu he, lo tu e a tes, e
i asa, e a e los há itos de i fa ilia do de se o su ía ali e to apu he.
P á ti a e te ada desde ue e i e a Te u o, sólo o ida hile a. La
e ue t o ás fá il a iada.
“e o se a, au ue e
e o edida, la o p a espo ádi a de algu os ali e tos t adi io ales o
la ela o a ió de algu os platos de fá il p epa a ió e o asio es espe iales. “i e a go, o lo
justifi a po oti os de a te ió de la ultu a si o po a te e u a ali e ta ió saluda le e
i luso po oda:
E
i asa llega os a o su i u ho de eso, eso ue os uedó, de la ha i a
tostada o li aza, t ata os e la fe ia de us a algu a a uelita ue a de po ahí
e die do su ha i ita.
A e es o p o iste de a allo, pa a o asio es espe iales. Después he ido
le e do di e ue es ás sa a, ue p e ie e la dia etes p otege el hígado. “e á
po eso ue los iejos a tiguos e a
ás sa os.
A e es, ua do pode os a os a alg
estau a t do de haga o ida apu he
ahí la o su i os, o o aho a está de oda lo ét i o, he os t atado de
e upe a esa t adi ió .
Este g upo es ta ié el e os fa ilia izado o las pautas
p á ti as de ali e ta ió
t adi io ales de la ultu a apu he. “e o se a ue e i ie o
e o so ializa ió ali e ta ia
t adi io al, ta to e las p á ti as de o su o o o e las fo as de p epa a ió de los ali e tos,
lo ue e ide te e te pod ía esta i flue ia do su o su o a tual. Ha dos te de ias e los
elatos, u a e t ada e ha e sido so ializados e pautas de o su o apu he pe o o ha e las
i te alizado la ot a e o ha e sido so ializados e ello Cuad o :
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Mi
ta
No,
eje
Mi
a á t ató de e seña e pe o es ta difí il, es u a o ida ue e uie e u ho
ajo
eo ue po eso o uise ap e de .
e ada, e
i asa ua do é a os hi os u a o su i os osas, po
plo, típi as de lo ue ha e la et ia apu he.
a á u a ap e dió ada de o i a apu he po eso ta po o o sé ada.
Cuadro .- “o ializa ió y tra s isió i terge era io al de pautas de o su o tradi io al de
ali e tos e
apu he adultos
Categorías e trales
“u ategorías
Dis urso
“e o p a espo ádi a e te
Ma te ió de
pautas de o su o
t adi io al
Co su o
t adi io al
I
“o ializa ió de pautas de
o su o
t adi io al
G upo de
a o es de
o a ió e el
o su o t adi io al
“e ela o a platos de o pleja p epa a ió
e o asio es espe iales
“e o p a espo ádi a e te se ela o a
platos de fá il p epa a ió e o asio es
Adop ió de ue as fo
as de p epa a ió
“i
a te ió del
o su o t adi io al
No se p epa a
t adi io ales
“o ializados e pautas
de o su o t adi io al
Fue o so ializados e pautas de o su o
apu he
No so ializados e
pautas de o su o
t adi io al
No fue o so ializados e pautas de o su o
apu he
años. G upo de
e o es de
años. A
i o p a ali e tos
os g upos
Pa a p ofu diza e los há itos de o su o ali e ta io dete ta la pe a e ia o ause ia de
p á ti as de sele ió de o ige ultu al apu he, a os g upos fue o o sultados a e a de los
ite ios de sele ió de la o p a de ali e tos e la a asta fa ilia otidia a. Lla a la ate ió
ue p á ti a e te i gu o de los pa ti ipa tes, o side ó e plí ita e te o o ite io la
pe te e ia a la et ia apu he de ellos is os o del ali e to a o su i . E ge e al, todos los
ite ios se ela io a o p á ti as o ide tales
o
ite ios o o el esgua do de la salud,
a a, alidad, p e io el sa o o el gusto. Ta ié ag ega o
ite ios estéti os efe idos a ue
o e go de el tie po ue e uie e su p epa a ió Cuad o .
Yo t ato de o juga lo ue sé ue es saluda le todo lo ue ha a pe o ta ié
o juga lo o los gustos, e la edida e
ue se pueda satisfa e a as
situa io es.
Me fijo e ue la a a sea ue a, ue o sea a o espe ial e te ue sea de
alidad pa a p otege la salud.
Elijo osas sa itas espe ial e te ue o e go de , ha ue uida la lí ea po
salud pe o ta ié po estéti a….las go ditas la pasa
al e uest a so iedad.
Co p o osas fá iles, ue se o i e ápido
o i pli ue
u ho tie po e la
o i a.
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Cuadro .- Criterios de sele ió de ali e tos y Fa tores de i flue ia so re la o pra y
prepara ió de ali e tos e
apu he adultos
Te a
Categorías
Co posi ió del p odu to e la eti ueta ,
“aluda le , Ali e to ue o p o o ue
au e to de peso , Nut iti o , Bala eado .
“alud
C ite ios de
“ele ió de
Ali e tos
Fa to es de
i flue ia so e la
o pa
p epa a ió de
ali e tos
G upo de
a o es de
“u ategorías
Ma a-Calidad- p e io
P e io , Ma a , Calidad .
“a o
“a o
P epa a ió
Tie po de p epa a ió , Fá il de p epa a
P ese ta ió
P ese ta ió
P efe e ia de los i teg a tes , De isió de la
dueña de asa , Cola ió de hijos , Costu
e
fa ilia
Fa ilia
Tie po dispo i le
Tie po dispo i le
Calidad
Calidad del p odu to
Dieta Bala eada
Tipo de T a ajo
Dieta Bala eada
Tipo de t a ajo
años. G upo de
e o es de
años. A
os g upos
La p i e a efle ió ue e e ge del a álisis de los esultados es ue la o st u ió de u a
ide tidad ultu al ali e ta ia, a sea de u g upo o de u a a ió e te a, p o ede de las
e olu io es e las p á ti as ali e ta ias, de la o st u ió
e o st u ió de dis u sos e to o
a ellas de los esfue zos ue los p opios pue los ealiza pa a a te e ie tas uti as o
ostu
es e u o pus ali e ta io ue les ep ese ta. Es el f uto de u a histo ia o pleja,
he ha de i flue ias, de i t odu io es o de a a do os de p odu tos, de p o esos de difusió
de flu tua io es e la est u tu a de la o e salidad. Así, la ide tidad ultu al ali e ta ia es el
p odu to de u a sedi e ta ió ultu al a la go plazo: se fu da e u a i a he e ia ultu al,
i te a a u g upo, e u o ju to de ep ese ta io es de sí is o del ot o Duha t,
.
Los esultados de la p ese te i estiga ió señala los a ios ue ha suf ido la ide tidad
ali e ta ia apu he e p esada e la p ese ia de pautas de t a s isió i te ge e a io al de
p epa a ió
o su o de ali e tos ue ha suf ido a ios p og esi os. La a te ió de
algu as de las p á ti as ali e ta ias t adi io ales e las pe so as a o es de
años, se e p esa
ta to e la a te ió de la ela o a ió de ali e tos t adi io ales pe o i u s itos a o asio es
espe iales o o e la o p a de ellos a p epa ados. Po ot o lado, se o se a a ios e la
p epa a ió de ali e tos t adi io ales, puesto ue los pa ti ipa tes adopta ue as fo as de
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p epa a ió a ase de i g edie tes t adi io ales, p opios, ez lados o i g edie tes de la ultu a
o ide tal. Así, la a te ió de las pautas t adi io ales, o su adapta ió a ue os i g edie tes,
da ue ta del o ta to o ot os pue los de las esiste ias ultu ales. La posi ilidad de
apu hiza u plato o igi al e te o ide tal es la ejo uest a de este p o eso de e ea ió
ultu al, do de uie o i a t a sfo a el ali e to lo dota de u a ide tidad dete i ada
Aguile a,
.
E este g upo se ap e ia u esfue zo pe a e te po a te e las pautas ultu ales pe o a la ez
o juga las o las de la ultu a hile a, e o pa a ió o el g upo de e o es de
años,
p o a le e te o o u a fo a de adapta ió a la ultu a a o ita ia, p odu to de sus p o esos
ig ato ios. Las
a o es de
años e ig a o sie do jó e es ha ia la iudad, pe o
pe a e ie o g a pa te de su i fa ia e o ta to o sus fa ilias de o ige e el se to u al
fue o
a o e te so ializado po ellos, e pautas de o su o de ali e tos t adi io ales. Po
ello sie te pe a e te e te u a espe ie de
a dato i te o po p ese a la ultu a
apu he les a gustia pe de sus ele e tos ide tita ios.
Este ele e to, si ie es u ial pa a la a te ió de algu as pautas t adi io ales la ús ueda
de a te e p ese tes ele e tos de la ultu a ali e ta ia, o es u
ite io ue p e alez a a la
ho a de o p a la a asta otidia a de ali e tos, la ual es sele io ada po p e io ot as
a a te ísti as ás e a as a la e talidad de o su o o ide tal. Ade ás, po esidi e la
iudad, tie e es aso a eso a i g edie tes t adi io ales, ue e su a o ía se o igi a e
ulti os p á ti as fa ilia es de auto suste ta ió . Po ot a pa te, este es u g upo ue, a pesa
de ha e sido so ializado e la ultu a
apu he, de la a o p o o e la t a s isió
i te ge e a io al, al o e seña a sus hijos estas is as p á ti as, lo ue pod ía p o o a u
uie e e la o st u ió de la ide tidad ali e ta ia “epúl eda,
. De este aspe to
uest a u a la a o ie ia ue les a tie e e u pe a e te o fli to pe o dado ue ha
asu ido las p á ti as de ia za o ide tales, sie te ue o puede p esio a u o liga a sus
hijos a ealiza a ti idades a las ue se iega po ue se de e a epta la i di idualidad de los
iños.
E o t aste, e el g upo de e o es de
años se epo ta e o o su o de ali e tos
t adi io ales
e o p ese ia de e pe ie ias de so ializa ió ali e ta ia apu he e sus
fa ilias de o ige , dado ue la a o ía de estos g upos fa ilia es a esidía e las zo as u a as,
lo ue p o a le e te p odujo u uie e e la t a s isió o al de di has p á ti as ue se da e
el se o de la fa ilia e te dida Huai uilaf,
. “i ie este g upo ta ié de la a fue te e te
su ide tidad ét i a, esta ads ip ió o a de la a o o la p á ti a ali e ta ia. Desde esta
pe spe ti a, sus p á ti as apa e e fue te e te ho oge eizadas o la ultu a a o ita ia
hile a. Pa e ie a ue se t ata ás ie de u a ide tidad o eptual, do de se asu e de odo
a st a to la pe te e ia a la ultu a, pe o ello o se efleja e las p á ti as de la ida otidia a,
u a de las uales es la ali e ta ió . P o a le e te este fe ó e o o edez a a los fue tes
p o esos ei i di ati os, p odu to de los o i ie tos de e upe a ió de tie as a est ales ue
ha lide ado algu os ie
os de la ultu a apu he,
ue al se ediatizados glo alizados
po los edios de o u i a ió , se uel e o te idos de alta ale ia afe ti a pa a estos
jó e es, e u a he a ie ta pa a la o st u ió de su p opia ide tidad Pi o Me i o,
.
De esta a e a, se ap e ia ue la ide tidad ultu al ali e ta ia apu he es se si le al o ta to
i te ét i o, al a io so io ultu al a la p esió eje ida po los odelos de la so iedad de
o su o o ide tal Aguile a,
. Así, ta to e el g upo de apu hes a o es de
años
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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o o el de e o es de años, se o se ó i flue ia de la a ultu a ió e la pautas de o su o
t adi io al. Vi i e la iudad, los ho a ios del t a ajo, el siste a e o ó i o e el ue se
desa olla la o du ta de o su o de ali e tos, ha e ue estos apu hes se adapte al siste a
u a o o ide tal
ue haga esfue zos po
a te e el o su o t adi io al, o p a do,
o i a do o asio al e te o, e últi o aso, i o a do a pa ti de la o i a apu he. De esta
a e a, la t a s isió i te ge e a io al de pautas de o su o de ali e tos apu he ha sido
afe tada
odifi ada e el p ese te. ‘esulta o plejo epeti las pautas de o su o a est ales
e u o te to u a o, po ue la fa ilia e te dida la o u idad so o te tos de ap e dizaje
a te i ie to de la ultu a apu he ue o está p ese tes e la ida u a a “aiz et al.,
;
“epúl eda,
. La e ig a ió de i di iduos fa ilias apu he ha ia las iudades es u a
situa ió ue o solida la desi teg a ió de u
odelo ali e ta io p ofu da e te a aigado e
la ela ió de la pe so a o su e to o Ca as o,
.
O igi al e te los ali e tos e a p epa ados e asa, lo ue e ue ía tie po el a eso a
i g edie tes ue se p odu ía e el e to o u al. Vi i e la iudad, i e sos e u o te to
ali e ta io p opio de la ultu a o ide tal, ha e ue pa a las pe so as e t e istadas la
o se a ió de su ide tidad ultu al ali e ta ia apu he sea u difí il. U e u so al ue los
i di iduos a ude es a la ús ueda de i g edie tes ali e tos t adi io ales p epa ados
a esi les e el e ado de o su o. “i e a go, estos ta ié so difí iles de e o t a
ad ui i , los sujetos e f e ta esta difi ultad edia te sus edes de apo o, o o las ase as ue
t ae el ali e to del a po o uie es lo e de e las fe ias li es. ‘esulta pa adóji o ue e los
supe e ados hile os se e ue t e ali e tos de países ás leja os,
o e ista ofe ta de
p odu tos p opios de u a ultu a o la ue se oha ita otidia a e te.
E o se ue ia, se ap e ia el i pa to ue ha te ido la so iedad de o su o e la ide tidad
ultu al ali e ta ia, a la ez ue se de uest a ue la o p a de ie tos ali e tos puede se u
edio pa a el esgua do de esta ide tidad desdi ujada. Ade ás, esulta i te esa te ue e las
p á ti as a tuales de los apu hes e t e istados e e ja elatos o e ie tes a p opiedades de
los p odu tos ali e ti ios de su p epa a ió si i gu a efe e ia a su o ige ultu al, pe o sí a
ele e tos o o ue el ali e to o p o o ue au e to de peso, aspe to ela io ado o los
á o es de elleza i pe a tes e la so iedad de o su o glo alizada.
Este estudio o stitu e u a ap o i a ió a la ide tidad ultu al ali e ta ia los a ios ue ésta
e pe i e ta f e te a los p o esos de a ultu a ió . Los dis u sos o te idos, so e las pautas de
ali e ta ió i uladas a la ide tidad e
apu hes, pe ite e t e e de ilita ie to e los
p o esos de t a s isió i te ge e a io al de p á ti as de o su o t adi io al, ue se agudiza e
las ge e a io es ás jó e es. Pa a futu as i estiga io es, se á de i te és u segui ie to ue dé
ue ta e
a o detalle de los a ios e la ide tidad ultu al ali e ta ia e la po la ió
apu he, e disti tos g upos eta ios zo as de eside ia,
ó o sus ie
os o ilia la
e esidad de p ese a ió de la ultu a la ide tidad o la adapta ió a e to os de la ultu a
o ide tal.
LITERATURA CITADA
Adi a k.
. El i el “o ioe o ó i o E“OMA‘. Ma ual de apli a ió . - . Dispo i le e :
http://
. i o e . l/id /do u e tos/E“OMA‘.pdf
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Marianela Denegri-Coria; Yessica Knabe-Álvarez; José Sepúlveda-Maldonado; Ligia Orellana; Olga Ruiz; Oscar Vivallo y Berta
Schnettler-Morales · Socialización y transmisión intergeneracional en pautas del consumo de alimentos: su impacto en la identidad
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RA XIMHAI
ISSN 1665-0441
Volumen 12 Número 4
Edición Especial
Enero – Junio 2016
71-91
LAS PENSIONES DE CESANTÍA-VEJEZ E INVALIDEZ DE LA LEY DEL IMSS, UN ANÁLISIS
TEÓRICO PRÁCTICO EN TRABAJADORES DE LAS PYMES
THE UNEMPLOYMENT PENSION-AGE AND INVALIDITY OF THE LAW OF THE IMSS, A PRACTICAL
THEORETICAL ANALYSIS IN WORKERS OF SMES
Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María CuadrasBorboa3
Dr. en Estudios Fis ales po la U i e sidad Autó o a de “i aloa, P ofeso e I estigado Titula C de la Fa ultad de Co tadu ía
Administración de la UAS1. Dra. En Estudios Organizacionales por la Universidad Autónoma Metropolitana, Profesora e Investigadora
Titula C de la Fa ultad de Co tadu ía Ad i ist a ió de la UA“ 2. Maestría en Ciencias administrativas por la Universidad de
Occidente, Profesor de asignatura base de la Facultad de Contaduría y Administración de la UAS3.
RESUMEN
En el presente estudio se analiza y se da a conocer el impacto que tiene el salario base de cotización en la determinación
de la cuantía de las pensiones de cesantía en edad avanzada e invalidez que ampara la Ley del Seguro Social vigente para
cada caso, se estudia también las causas del desconocimiento de las prestaciones del Seguro Social de parte de los
trabajadores. Para ello se utilizó un enfoque metodológico mixto, apoyado en la tradición cualitativa del estudio de caso,
cuyo objetivo es la particularización y no la generalización, mismo que permitió relacionar los datos obtenidos con la
teoría, así como describir, analizar y explicar los resultados encontrados con el objeto de estudio. Los resultados
surgieron de la aplicación de la encuesta elaborada con 22 ítems, cuyas preguntas fueron cerradas y estructuradas con
el método de Likert que fueron contestadas por 40 trabajadores de dos empresas conocidas como Pymes de la Ciudad
de Culiacán, Sinaloa, México, durante el mes de marzo del 2014. Una vez efectuado el análisis de los datos recolectados,
los resultados muestran un deterioro severo a las pensiones debido a los salarios bajos y la precariedad del empleo así
como disminución de recursos con el nuevo sistema de pensiones y de parte de los trabajadores un casi total
desconocimiento de las prestaciones que la Ley otorga motivado por la falta de difusión del IMSS y la falta de
capacitación de las empresas.
Palabras clave: Prestaciones de la ley del IMSS, salario base de cotización, salario diario integrado, requisitos para
pensión, asignaciones familiares, ayuda asistencial.
SUMMARY
The present study analyzes and discloses the impact of base salary contribution in determining the amount of pension
severance at old age and disability insurance, that covers the Law of the current Social Security for each case, is studied
also causes the lack of knowledge of Social Security benefits by the workers. This requires a mixed methodological
approach supported in the qualitative tradition of case study aimed to particularization and not generalization, which
made it possible to link the obtained data with the theory, and to describe, analyze and explain the results found with
the object of study. The results emerged from the application of the survey conducted with 22 items, whose questions
were closed and structured with the method of Likert that were answered by 40 workers at two companies known as
SMEs in the City of Culiacan, Sinaloa, Mexico, during the month March 2014. On completion of the analysis of the data
collected, the results show a severe deterioration of pensions due to low wages and lack of jobs and declining resources
with the new pension system of pensions and from the workers an almost total ignorance of the benefits that the law
provides motivated by the lack of diffusion by the IMSS and the lack of enterprise training.
Key words: Benefits of the Law of IMSS, base salary contribution, integrated daily wage, requirements for pensions,
family allowances, welfare assistance.
Recibido: 03 de noviembre de 2014. Aceptado: 08 de julio de 2016.
Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4):
71-91.
71
72 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES
INTRODUCCIÓN
En los últimos tiempos, la calidad de vida de los trabajadores mexicanos se ha deteriorado por
múltiples factores, entre ellos destacan los bajos salarios que perciben, el alto costo de la vida,
insuficiente alimentación, etc., situación que influyó para la realización del presente trabajo de
investigación, relativo al aprovechamiento de parte de los trabajadores de las prestaciones en
dinero de la Ley del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social), como medio de apoyo a su
subsistencia, particularmente el caso de las pensiones por cesantía y vejez.
El objetivo general de este trabajo de investigación es: Conocer el grado de conocimiento y
percepción de los trabajadores sobre las prestaciones económicas o en dinero que la Ley del
Seguro Social y determinar cuál ha sido su impacto en el aspecto económico y social de los
empleados de las pequeñas y medianas empresas de Culiacán, así como el rol que han seguido los
departamentos de recursos humanos de éste tipo de empresas y el IMSS para que los trabajadores
gocen de dichas prestaciones e identificar el impacto en su economía.
De la misma forma, en este trabajo se considera un caso teórico práctico de pensión por cesantía y
vejez en donde de manera sencilla se orienta a los estudiosos de la seguridad social y los
interesados en el tema y que desde la comodidad de su oficina y hogar puedan determinar
resultados previos al cálculo por parte del IMSS.
Planteamiento del problema
En México la expectativa de vida de los derechohabientes que ampara la Ley del Seguro Social (LSS)
se incrementó considerablemente durante los últimos años hasta llegar al promedio de más de 80
años, por lo que había la necesidad de replantear una serie de modificaciones que garanticen la
sustentabilidad del sistema de pensiones, esta situación obligó a la reforma de la ley a partir de
julio de 1997, que de haber prevalecido por mucho tiempo, hubiera obligado a la institución a
pagar pensiones no fondeadas a los trabajadores y sus beneficiarios, generando un déficit
financiero para la institución.
Sin embargo, con todo y las modificaciones la LSS está lejos de ofrecer un monto suficiente a los
beneficiarios de las pensiones que son la base para permitir a los trabajadores y sus familias un
mínimo de bienestar al retirarse de sus labores por diversos motivos, o al momento de fallecer,
debido a los salarios bajos y la precariedad del empleo así como la disminución de recursos con el
nuevo sistema de pensiones, bajo esquema de cobro de onerosas comisiones, que debieran
incrementar los fondos existentes.
Según cifras de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), 42 por ciento
de los trabajadores con Administradora de Fondos de Retiro (AFORE) perciben 2 salarios mínimos
de ingreso, 19 por ciento 3 salarios mínimos, 11.2 por ciento un solo salario y sólo el 9 por ciento
alcanzan los 4 salarios mínimos; lo anterior implica que sólo 18 por ciento de las personas con una
cuenta de Afore corresponde a trabajadores con ingresos superiores a 5 salarios mínimos, lo que
refleja el nivel de calidad de pensiones que llegarán a percibir los mexicanos en los próximos años.
De acuerdo con la CONSAR, la proporción de mexicanos con ingresos superiores a los 5 salarios
mínimos va disminuyendo de manera paulatina, de tal modo que las personas con 5 salarios
mínimos representan casi el 5 por ciento del total y con más de 25 salarios o más representan
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 73
apenas 0.5 por ciento. El salario promedio de los trabajadores cotizantes en el Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS) que tuvieron al menos una aportación a la subcuenta de retiro en los
últimos 36 meses, fue de 3.5 salarios mínimos. Cerca de tres cuartas partes de estos trabajadores
perciben un ingreso menor a cuatro salarios mínimos, y el 93.5 por ciento obtiene un ingreso de 8
salarios mínimos o menos y apenas el 1.2 por ciento de los cotizantes al IMSS percibe 18 salarios
mínimos o más.
Todo esto razona, que las aportaciones que realizan los patrones y trabajadores a las cuentas de
Afore (Administradora de Fondos de Retiro) sean bajas por su propio ingreso mínimo, lo que las
hace insuficientes para garantizar un retiro digno.
Para efectos de la determinación de la cuantía de la pensión por cesantía y vejez e invalidez, la LSS
aprobada en 1997 mantiene vigente el mecanismo de operatividad de la ley anterior, situación
que permite a los trabajadores y sus beneficiarios que mantienen sus derechos a obtener una
pensión más remunerable que la que ofrece la ley actual.
Sin embargo, aquellos trabajadores y sus beneficiarios que desconozcan este beneficio estarán
limitados a obtener recursos determinados con el esquema de la nueva ley, por lo que sus
recursos financieros serán bajos evitando un mejor bienestar económico para el trabajador y su
familia.
Pero, aún con las reformas, el sistema de pensiones de la LSS sigue teniendo problemas, y los
tendrán unas dos décadas más, porque a los trabajadores que ya tienen sus derechos adquiridos
no se les puede modificar el esquema de cuotas; problema que está pasando en todo el mundo no
sólo en México. Lo que permitió establecer la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo opera el
mecanismo para determinar las pensiones por cesantía y vejez e invalidez de acuerdo a la Ley del
Seguro Social y cuáles son las condiciones para obtenerlas?
La presente investigación está relacionada con un problema social, que afecta principalmente al
sector vulnerable de trabajadores que laboran y cotizan semanas en entidades privadas en un
régimen de seguridad social durante una gran cantidad de años para que al final puedan disfrutar
de una pensión ya sea por la edad o por la enfermedad. Nuestro principal aporte a la investigación
estriba en que los involucrados conozcan sus derechos, los requisitos y las bases para obtener una
pensión digna y contribuir de esa forma a dar respuesta a sus necesidades, de allí la pertinencia
del estudio.
Objetivo central
Analizar y explicar el mecanismo de operatividad de la Ley del Seguro Social 1973 y 1997 para
determinar las pensiones por cesantía en edad avanzada e invalidez, así como los requisitos de la
ley para su obtención e identificar las causas que impiden a los trabajadores disfrutar tales
beneficios.
Hipótesis
Los salarios base de cotización registrados a los trabajadores de las Pymes son insuficientes y los
requisitos los limitan para determinar una pensión digna, además existe en la mayoría de los
74 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES
trabajadores un casi total desconocimiento de los trámites y requisitos por falta de difusión tanto
de las empresas como del seguro social.
Marco teórico y legal
Bases de cotización y cuotas del Seguro Social
En la legislación mexicana de la seguridad social el término cotización se emplea para los efectos
de cálculo de las prestaciones a que un asegurado tiene derecho. Semanas de cotización se refiere
al número de semanas por los que se haya pagado la cuota respectiva que origina el derecho a una
determinada prestación en dinero o en especie; es el punto de referencia económico que sirve
para la determinación y pago de las cuotas obrero patronales (Diccionario de Seguridad Social,
2005).
De acuerdo al artículo 84 de la LFT el Salario Diario Integrado (SDI), incluye los pagos hechos en
efectivo por cuota diaria y las gratificaciones, percepciones, alimentación, habitación, primas,
comisiones, prestaciones en especie y cualquier otra cantidad o prestación que se entregue al
trabajador por sus servicios, excluyendo sólo los conceptos que la propia LSS permite. El concepto
de SDI debe quedar claro para los patrones porque un error en el cálculo o en el criterio para
integrarlo puede provocar diferencias que repercuten en hacer pagos en exceso, o pagos menores
que ocasionen actualizaciones y recargos (Ruiz, 2007).
Por otra parte, el artículo 27 de la LSS establece: para los efectos de esta Ley, se excluyen como
integrantes del salario base de cotización (SBC), dada su naturaleza, los siguientes conceptos:
I.
II.
III.
IV.
V.
VI.
VII.
VIII.
IX.
Los instrumentos de trabajo tales como herramientas, ropa y otros similares;
El ahorro, cuando se integre por un depósito de cantidad semanaria, quincenal o mensual
igual del trabajador y de la empresa; si se constituye en forma diversa o puede el
trabajador retirarlo más de dos veces al año, integrará salario; tampoco se tomarán en
cuenta las cantidades otorgadas por el patrón para fines sociales de carácter sindical;
Las aportaciones adicionales que el patrón convenga otorgar a favor de sus trabajadores
por concepto de cuotas del seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez;
Las aportaciones al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y las
participaciones en las utilidades de la empresa;
La alimentación y la habitación cuando se entreguen en forma onerosa a trabajadores; se
entiende que son onerosas estas prestaciones cuando representen cada una de ellas,
como mínimo, el veinte por ciento del salario mínimo general diario, que rija en el Distrito
Federal;
Las despensas en especie o en dinero, siempre y cuando su importe no rebase el cuarenta
por ciento del salario mínimo general diario vigente en el Distrito Federal;
Los premios por asistencia y puntualidad, siempre que el importe de cada uno de estos
conceptos no rebase el diez por ciento del SBC.
Las cantidades aportadas para fines sociales, considerándose como tales las entregadas
para constituir fondos de algún plan de pensiones establecido por el patrón o derivado de
contratación colectiva. Los planes de pensiones serán sólo los que reúnan los requisitos
que establezca la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR).
El tiempo extraordinario dentro de los márgenes señalados en la Ley Federal del Trabajo
LFT.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
X.
| 75
Para que los conceptos mencionados en este precepto se excluyan como integrantes del
salario base de cotización, deberán estar debidamente registrados en la contabilidad del
patrón. Dentro del marco anterior, la ley es clara en lo que trata el artículo 9 de la misma,
que en su contenido refiere que las disposiciones de la ley que establecen cargas a los
particulares y las que señalan excepciones a las mismas, así como las que fijan infracciones
y sanciones son de aplicación estricta.
Sin embargo, en lo que respecta a algunos conceptos de integración al salario, el Honorable
Consejo Técnico del IMSS emitió los siguientes acuerdos para tomarse en cuenta en la
determinación del salario diario integrado para efectos de seguro social (SDI) ó SBC: acuerdo
494/93 (Fondo de Ahorro); acuerdo 496/93 (Premio de asistencia y puntualidad; acuerdo 495/93
(Despensa) y acuerdo 497/93 (Horas extra), mismas que permiten determinar un SBC para reducir
legalmente el salario y que sean del conocimiento de las diversas dependencias del Instituto para
que se cumpla debidamente y difundirse adecuadamente, a fin de que los patrones y trabajadores
tengan un conocimiento preciso al respecto. Estos acuerdos fueron formulados basados en la Ley
de 1973 cuando la base de integración se especificaba en el artículo 32, sin embargo continúan
vigentes con la ley de 1997 en el artículo 27, pero en cualquier momento pudieran ser revocados
(Belmares, 2005).
Tasas o cuotas de seguridad social
Para que se pueda cumplir con la finalidad de la seguridad social: garantizar el derecho a la salud,
la asistencia médica, proteger los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios para el
bienestar individual y colectivo, así como el otorgamiento de una pensión que, en su caso y previo
cumplimiento de los requisitos legales, será garantizada por el Estado, se clasifican diversos tipos
de ramos de aseguramiento de acuerdo al artículo 11 de la LSS.
a)
b)
c)
d)
e)
Seguro de enfermedades y maternidad
Seguro de riesgos de trabajo
Seguro de invalidez y vida
Seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez
Seguro de guarderías y prestaciones sociales
Cada uno de estos ramos de aseguramiento es distinto porque protegen al trabajador y sus
beneficiarios contra situaciones diferentes, mediante prestaciones en especie y en dinero, pero en
este estudio nos concentramos específicamente en el tema de la investigación, las cuales se
detallan a continuación.
Seguro de invalidez y vida
Protege contra los riesgos de invalidez y muerte del asegurado o del pensionado por invalidez
cuando éstos no se presentan por causa de un riesgo de trabajo mediante el otorgamiento de una
pensión a él o sus beneficiarios.
Los recursos necesarios para financiar las prestaciones y los gastos administrativos del seguro de
invalidez y vida, así como la constitución de las reservas técnicas, se obtendrán de las cuotas que
están obligados a cubrir los patrones, los trabajadores y demás sujetos obligados, así como de la
contribución que corresponda al Estado según el artículo 146 LSS.
76 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES
A los patrones y a los trabajadores les corresponde cubrir, para el seguro de invalidez y vida el 1.75
% y el 0.625 % sobre el salario base de cotización, respectivamente (Artículo 147 LSS).
En todos los casos en que no esté expresamente prevista por la ley o por convenio la cuantía de la
contribución del Estado para los seguros de invalidez y vida, será igual al 7.143 % del total de las
cuotas patronales y la cubrirá en los términos del artículo 108 de esta ley (Artículo 148 LSS).
Seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez (RCV)
Es el seguro mediante el cual el trabajador cotizante ahorra para su vejez, y por tanto, los riesgos
que cubre son el retiro, la cesantía en edad avanzada, la vejez del asegurado, así como la muerte
de los pensionados por este seguro. Con la contratación de este seguro, el trabajador tendrá
derecho a una pensión, asistencia médica, y las asignaciones familiares y ayuda asistencial que
correspondan al cubrir los requisitos que marca la Ley.
Los patrones y el gobierno federal, en la parte que les corresponde están obligados a enterar al
Instituto el importe de la cuota obrero patronal y la aportación Estatal del seguro de retiro,
cesantía en edad avanzada y vejez.
Dichas cuotas se recibirán y se depositaran en las respectivas subcuentas de la cuenta individual
de cada trabajador, para ser administradas por las Administradoras de Fondos de Retiros (Afores),
en los términos previstos en la Ley para la Coordinación de los sistemas de ahorro para el retiro.
Artículo 168 LSS. Las cuotas y aportaciones a que se refiere el artículo anterior son:
En el ramo de retiro, a los patrones les corresponde cubrir el importe equivalente al 2% del salario
base de cotización del trabajador. En los ramos de cesantía en edad avanzada y vejez, a los
patrones y a los trabajadores les corresponde cubrir respectivamente las cuotas del 3.150 % y
1.125 % sobre el salario base de cotización. En los ramos de cesantía en edad avanzada y vejez la
contribución del Estado será igual al 7.143 % del total de las cuotas patronales, además, el
gobierno federal aportará mensualmente, por concepto de cuota social, una cantidad inicial
equivalente al 5.5 % del salario mínimo general para el Distrito Federal, por cada día de salario
cotizado, la que se depositará en la cuenta individual de cada trabajador asegurado. Estas cuotas y
aportaciones al destinarse, en su caso, al otorgamiento de pensiones, se entenderán destinadas al
gasto público en materia de seguridad social de acuerdo al Artículo 168 de la LSS.
La entrada en vigor de la nueva Ley del Seguro Social en 1997 sustituyó el sistema denominado de
reparto que era administrado por el IMSS, por uno de capitalización de cuentas individuales
operado por las Administradoras de Fondos de Retiro (AFORES), que son administradoras privadas
especializadas en el manejo de fondos para el retiro.
Bajo el sistema de reparto, las pensiones se pagaban con las aportaciones de los trabajadores en
activo, los patrones y el gobierno, más los rendimientos de los fondos de retiro acumulados.
Debido al envejecimiento de la población y a malas políticas de inversión, ya que la administración
de esos recursos no era la adecuada y era el gobierno quien garantizaba el pago de la pensión,
éste esquema empezó a generar un déficit financiero. Actualmente, bajo el nuevo sistema, las tres
aportaciones se depositan en una cuenta individual a nombre del trabajador y se destinan al pago
de su pensión. Así, el monto que recibe depende de las aportaciones realizadas y el rendimiento
de la cuenta individual.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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A los trabajadores en transición, es decir, aquellos que empezaron a cotizar antes de la nueva Ley
del Seguro Social, la actual legislación en su Artículo 11 Transitorio les concede el derecho a elegir
bajo que legislación quieren retirarse:
Primera opción: El régimen de la Ley del Seguro Social de 1973
Segunda opción: El régimen de la Ley del Seguro Social de 1997
Régimen de pensiones Ley 1973
El régimen de pensiones de la Ley del seguro Social de 1973, comprende los artículos: 137 al 159 y
del 167 al 171.
a) Pensión por cesantía en edad avanzada
Para pensionarse bajo esta modalidad es necesario que el trabajador tenga cotizadas en el IMSS
un mínimo de 500 semanas, edad entre 60 y 64 años y contar con trabajo remunerado, así como
renunciar a su actual empleo (Artículo 143 y 145 LSS 1973).
El anterior razonamiento se apoya en un elemental concepto laboral de acuerdo a la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, que manifiesta el derecho de recibir una prestación
compensatoria a regir en el ocaso de la vida y cuya denominación no interesa para el objetivo que
se persiga, a efecto de entender la necesidad del disfrute de una sobrevivencia decorosa cuando
se han perdido las facultades para el desempeño de una labor activa durante un periodo de mayor
o menor intensidad de la existencia de ese ser llamado trabajador (Barajas, 2000).
b) Pensión por vejez
Para pensionarse por Vejez, el mínimo de semanas requeridas es de quinientas (Artículo 138 LSS
1973) y la edad de 65 años o más. Además de que el trabajador tiene derecho a una pensión
vitalicia, también se aplica la conservación y el reconocimiento de derechos tanto para él como a
su familia. Articulo 137 LSS 1973.
Los artículos 164 y 165 de la LSS señalan el derecho del trabajador pensionado a recibir una
asignación familiar y una ayuda asistencial las cuales serán explicadas por separado.
Otra característica importante es que las pensiones otorgadas serán revisadas cada vez que se
modifique el salario mínimo del Distrito Federal. (Artículo 172 LSS 1973).
En términos de la Ley de 1973, articulo 171, la pensión por cesantía en edad avanzada se otorgará
dependiendo de la edad de retiro y de las semanas de cotización acreditadas. En el Cuadro 1 se
muestran los porcentajes que le corresponden al trabajador si acredita 500 semanas.
78 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES
Cuadro 1.- Porcentajes de pensión por edades en cesantía y vejez (LSS 1973)
Edad
60
61
62
63
64
65
8
% de pensión
75
80
85
90
95
100
De la misma forma el Artículo 167 LSS 1973 señala: las pensiones anuales de invalidez y de vejez se
compondrán de una cuantía básica y de incrementos anuales computados de acuerdo con el
número de cotizaciones semanales reconocidas al asegurado con posterioridad a las primeras
quinientas semanas de cotización, según la cuantía básica y los incrementos serán calculados
conforme el Cuadro 2.
Cuadro 2.- Excedente de 500 semanas cotizadas (LSS 1973)
SMGDF
9
Hasta 1
De 1.01 a 1.25
De 1.26 a 1.50
De 1.51 a 1.75
De 1.76 a 2.00
De 2.01 a 2.25
De 2.26 a 2.50
De 2.51 a 2.75
De 2.76 a 3.00
De 3.01 a 3.25
De 3.26 a 3.50
De 3.51 a 3.75
De 3.76 a 4.00
De 4.01 a 4.25
De 4.26 a 4.50
De 4.51 a 4.75
De 4.76 a 5.00
De 5.01 a 5.25
De 5.26 a 5.50
De 5.51 a 5.75
De 5.76 a 6.00
De 6.01 hasta el límite
superior
Cuantía básica
80.00 %
77.11 %
58.18 %
49.23 %
42.67 %
37.65 %
33.68 %
30.48 %
27.83 %
25.60 %
23.70 %
22.07 %
20.65 %
19.39 %
18.29 %
17.30 %
16.41 %
15.61 %
14.88 %
14.22 %
13.62 %
13.00 %
Incremento
anual
0.563 %
0.814 %
1.178 %
1.430 %
1.615 %
1.756 %
1.868 %
1.958 %
2.033 %
2.096 %
2.149 %
2.195 %
2.235 %
2.271 %
2.302 %
2.330 %
2.355 %
2.377 %
2.398 %
2.416 %
2.433 %
2.450 %
Para efecto de determinar la cuantía básica anual de la pensión y sus incrementos, se considera
como salario diario el promedio correspondiente a las últimas doscientas cincuenta semanas de
cotización (cinco años). Si el asegurado no tuviere reconocidas las doscientas cincuenta semanas
señaladas se tomarán las que tuviere acreditadas, siempre que sean suficientes para el
otorgamiento de una pensión por invalidez o por muerte.
8
9
En el caso de cesantía, se aumentará un año a los cumplidos, cuando la edad exceda en seis meses.
Salario Mínimo General del Distrito Federal
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El salario diario que resulte se expresará en veces el Salario Mínimo General para el Distrito
Federal vigente en la fecha en que el asegurado se pensione, a fin de determinar el grupo de la
tabla que antecede en que el propio asegurado se encuentre. Los porcentajes para calcular la
cuantía básica, así como los incrementos anuales se aplicarán al salario promedio diario
mencionado.
El derecho al incremento anual se adquiere por cada cincuenta y dos semanas más de cotización.
Los incrementos a la cuantía básica, tratándose de fracciones del año, se calcularán en la siguiente
forma:
a) Con trece a veintiséis semanas reconocidas se tiene derecho al cincuenta por ciento del
incremento anual.
b) Con más de veintiséis semanas reconocidas se tiene derecho al cien por ciento del
incremento anual.
El Instituto otorgará a los pensionados comprendidos en este capítulo, un aguinaldo anual
equivalente a una mensualidad del importe de la pensión que perciban.
Como complemento a lo anterior el artículo 168 de la Ley 1973 menciona: La pensión de invalidez,
vejez o cesantía en edad avanzada, incluyendo las asignaciones familiares y ayudas asistenciales
que en su caso correspondan, no podrá ser inferior al 100% del salario mínimo general que rija en
el Distrito Federal.
El monto determinado servirá de base para calcular las pensiones que se deriven de la muerte
tanto del pensionado, como del asegurado, al igual que para determinar la cuantía del aguinaldo
anual. En todo caso, el monto del aguinaldo a que se refiere el párrafo anterior, no será inferior a
treinta días.
La cuantía mínima de las pensiones derivadas de incorporaciones generadas por decreto del
Ejecutivo Federal o convenios celebrados por el Instituto en los términos de esta Ley, que
contengan las modalidades de aseguramiento en el ramo de los seguros de invalidez, vejez,
cesantía en edad avanzada y muerte, se sujetará a lo establecido en el segundo párrafo del
artículo 172 de la ley de SS 1973.
De la misma forma el Artículo 169 LSS 1973, establece: La pensión que se otorgue por invalidez,
vejez o cesantía en edad avanzada, incluyendo el importe de las asignaciones familiares y ayudas
asistenciales que se concedan, no excederá del cien por ciento del salario promedio que sirvió de
base para fijar la cuantía de la pensión. Este límite se elevará únicamente por derechos derivados
de semanas de cotización reconocidas, cuando el monto que se obtenga por concepto de la
pensión sea superior al mismo. Las anteriores limitaciones no regirán para las pensiones con el
monto mínimo establecido en el artículo 168.
Una vez cubiertos los requisitos y autorizada la pensión, corresponde al Gobierno Federal a través
del IMSS, calcularla de acuerdo al salario promedio que el trabajador ganó en los últimos cinco
años y la edad al momento del retiro, y pagarla durante el tiempo que le quede de vida.
Además de recibir la pensión que le corresponde de acuerdo con el cálculo que realiza el Seguro
Social, tiene derecho a disponer en una sola exhibición de los recursos de retiro y vivienda 92.
80 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES
De acuerdo con la Ley del Seguro Social 1997, los recursos correspondientes al Nuevo Sistema de
Pensiones, los que están en la AFORE se canalizarán al Gobierno Federal para que el IMSS pague su
pensión.
Además del monto mensual de la pensión, el trabajador pensionado tiene derecho a recibir otras
dos prestaciones sociales, las denominadas asignaciones familiares y la ayuda asistencial de
acuerdo a lo previsto en el artículo 164 de la LSS 1973 que señala lo siguiente:
Las asignaciones familiares consisten en una ayuda por concepto de carga familiar
y se concederá a los beneficiarios del pensionado por invalidez, vejez o cesantía en
edad avanzada, de acuerdo a las siguientes reglas: Para la esposa o concubina del
pensionado el quince por ciento de la cuantía de la pensión; Para cada uno de los
hijos menores de dieciséis años del pensionado, el diez por ciento de la cuantía de la
pensión; Si el pensionado no tuviere ni esposa, ni hijos menores de dieciséis años, se
concederá una asignación del diez por ciento por cada uno de los padres del
pensionado si dependieran económicamente de él; si careciera de los anteriormente
señalados, se le concederá ayuda asistencial.
De la misma forma, el pensionado tiene derecho a recibir un aguinaldo anual, tal y como lo señala
el artículo 168 de la LSS 1973 bajo lo siguiente:
El monto determinado por pensión, servirá de base para calcular las pensiones que se deriven de
la muerte del pensionado, como del asegurado, al igual que para fijar la cuantía del aguinaldo
anual.
En todo caso el monto del aguinaldo a que se refiere el párrafo anterior, no será inferior a treinta
días.
Cuando ocurra la muerte del asegurado o del pensionado por invalidez, vejez, o cesantía en edad
avanzada, el Instituto otorgará a sus beneficiarios, conforme a lo dispuesto en el presente
capítulo, las siguientes prestaciones: Artículo 149 LSS 1973.
Pensión de viudez; pensión de orfandad; pensión de ascendientes; ayuda asistencial
a la pensionada por viudez, en los casos en que lo requiera, de acuerdo con el
dictamen médico que al efecto se formule; y asistencia médica, en los términos del
capítulo IV de las prestaciones de la LSS.
Son requisitos para que se otorguen a los beneficiarios las prestaciones contenidas en el párrafo
anterior, según el artículo 150 LSS 1973, los siguientes:
1. Que el asegurado, al fallecer, hubiese tenido reconocido el pago al Instituto de un mínimo
de ciento cincuenta cotizaciones semanales, o bien que se encontrara disfrutando de una
pensión de invalidez, vejez o cesantía en edad avanzada; y
2. Que la muerte del asegurado o pensionado no se deba a un riesgo de trabajo.
Tendrá derecho a la pensión de viudez la que fue esposa del asegurado o del pensionado. A falta
de esposa, tendrá derecho a recibir la pensión, la mujer con quien el asegurado o pensionado vivió
como si fuera su marido, durante los cinco años que precedieron inmediatamente a la muerte de
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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aquél, o con la que hubiera tenido hijos, siempre que ambos hayan permanecido libres de
matrimonio durante el concubinato. Si al morir el asegurado o pensionado tenía varias concubinas,
ninguna de ellas tendrá derecho a recibir la pensión (Artículo 152 LSS 1973).
La misma pensión le corresponderá al viudo que estuviese totalmente incapacitado y que hubiese
dependido económicamente de la trabajadora asegurada o pensionada fallecida.
Cálculo según el artículo 167 LSS 1973
Ejemplo: Trabajador con edad de 60 años; total semanas cotizadas 2140; SMG: $73.04; salario de
los últimos cinco años: (últimas 250 semanas cotizadas al IMSS), el trabajador tiene esposa, el
Cuadro 3 indica los salarios con los que el trabajador cotizó en los últimos 5 años.
Cuadro 3.- Salarios últimas doscientas cincuenta semanas (datos hipotéticos)
AÑO
2009
2010
2011
2012
2013
TOTAL
SBC
900.00
950.00
1000.00
1,150.00
1100.00
5,000.00
Para aclarar la forma de determinar la cuantía de la pensión, se propone seguir los siguientes
pasos:
Paso 1. Se Determina el salario promedio de las últimas doscientas cincuenta semanas de
cotizaciones (5 años).
5000.00 / 5 años = 1000.00 Salario promedio
Paso 2. Se determinan las semanas cotizadas en exceso, restando al total de semanas cotizadas las
500 (quinientas) que como requisito establece la LSS, esto es: 2140 - 500 = 1,640 semanas en
exceso reconocidas. 1640/52 semanas del año = 31.53 semanas en exceso (32).
Paso 3. El salario diario que resulte del paso 1, se dividirá entre el salario mínimo general vigente
en la fecha en que el asegurado se pensione, a fin de determinar el grupo o renglón de la tabla en
que el propio asegurado se encuentre.
$ 1000/ 73.04 = 13.69 este resultado lo buscamos en la tabla del art. 167 de la Ley 1973.
Paso 4. El resultado del paso tres, nos ofrece dos datos: el % cuantía básica y el incremento anual
%, mismos que utilizaremos para calcular la pensión.
Paso 5. El porcentaje determinado por la tabla referente a la cuantía básica, se multiplica por el
salario promedio de los últimos cinco años y multiplicado el resultado a su vez por los 365 días del
año nos arrojará el importe de la cuantía básica de la pensión.
$ 1000.00 * 13.00 * 365 días = $ 47,450, importe de la cuantía básica de la pensión.
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Paso 6. El porcentaje determinado por la tabla referente al incremento anual se multiplica por el
número de semanas en exceso y multiplicado el resultado a su vez por los 365 días del año y el
resultado multiplicado por el número de semanas en exceso nos arrojará el importe del
incremento anual de la pensión.
1000.00 * 2.450 = 24.50 * 365 días = $8492.50 * 32 años que corresponden a las semanas
reconocidas en exceso del paso 2 = $ 286, 160.00 Incremento anual pensión.
Paso 7. Se suman los resultados obtenidos en el paso seis y determinamos el importe anual total
base para la pensión.
Cuantía básica anual + Incremento anual= pensión anual base
$47,450 + $ 286,160 = 333,610 pensión anual base
Paso 8. Si el trabajador tuviere cónyuge, se le adiciona un 15% del importe de la pensión anual
base determinado en el paso 7 (asignación familiar). (Multiplicar por 115= sobre el importe total
base). $333,610.00 * 115= 50,041.50 (15% esposa). Para el caso de las mujeres trabajadores en el
cuál el IMSS no reconoce pagos de asignación familiar directa por tener cónyuge ó concubinario, el
artículo 138 de la LSS establece que si el pensionado no tuviera ni esposa o concubina, ni hijos, ni
ascendientes que dependan económicamente de él, se le concederá una ayuda asistencial
equivalente al quince por ciento de la cuantía de la pensión que le corresponda, es decir, se
reconoce también un 15% como ayuda por soledad.
Paso 9. Si el trabajador tuviere hijos en edad escolar, que estuvieren en instituciones del sistema
nacional y hasta los 25 años, se le adiciona 10% adicional por c/u de los hijos (asignación familiar).
(Multiplicar por 110= sobre el importe total base). En nuestro ejemplo el trabajador no tiene hijos
en edad escolar, de acuerdo al art. 138 de la LSS las asignaciones familiares concedidas para los
hijos del pensionado con motivo de no poderse mantener por sí mismos, debido a inhabilitación
para trabajar por enfermedad crónica, física o psíquica, podrán continuarse pagando hasta en
tanto no desaparezca la inhabilitación.
Paso 10. De la misma forma se le adiciona un 11% adicional a la pensión de acuerdo al art. décimo
cuarto transitorio, decreto del 20/12/2001 (multiplicar por 111= sobre el importe total base).
333,610 + 50,041.50 = $383,651.50 * 111 = 42,201.67 (11% adicional).
Paso 11. Se suman los resultados obtenidos en los pasos 8, 9 y 10 y resultará el importe total base
acumulado de la pensión.
$333,610.00 + 50,041.50 (15% esposa) =$383,651.50 + 42,201.67 (11%adicional)
= $425,853.17
Paso 12. El resultado obtenido en el paso 11, se multiplica por el porcentaje de acuerdo a la edad
del trabajador y el resultado se divide entre 12 meses nos ofrece el importe de la pensión
mensual.
Importe total de la Pensión:
total pensión.
$ 425, 853.17 * .75% (cuadro 1) /12 meses = $26,615.82 importe
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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c) Pensión por invalidez Ley 1973
El procedimiento de cálculo para la pensión por invalidez, es similar al que se aplica en la pensión
por cesantía y vejez, con la única diferencia que en vez de aplicar los porcentajes de edad para
determinar la cuantía básica, al resultado del cálculo no se le aplica ningún porcentaje, se entera
íntegro al pensionado, de ahí que quien goce de una pensión por invalidez no podrá disfrutar de
una por vejez, cesantía en edad avanzada u orfandad (arts. 174 y 175, LSS 1973).
Régimen de pensiones Ley 1997
El 1 de mayo de 1992 se implementa el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) como seguro
complementario a las pensiones otorgadas por el IMSS y en el cual el patrón debe abrir para cada
trabajador una cuenta individual en el banco de su preferencia.
A partir de esa fecha, el ahorro obligatorio consistió y consiste en una cuota del 2 % del salario
base de cotización, a cargo del patrón que debe entregar a una institución de crédito a su elección.
Cada trabajador debe tener una cuenta individual, nominativa; debe tener el número de cuenta
del contribuyente y designarse beneficiarios por parte del trabajador en caso de su fallecimiento.
Cuando corresponda puede haber dos subcuentas; para retiro y para el fondo de vivienda
(INFONAVIT). Con la individualización de cuentas, el trabajador pasa a convertirse en el único
dueño de sus aportaciones, recibe los beneficios que le otorgan los recursos al momento de
pensionarse y pertenece a un sistema de aportaciones tripartitas. Además tiene la oportunidad de
saber, cuando lo desee, donde están y en que se invierten sus ahorros (Camacho, 2005).
La institución de crédito debe entregar al patrón el comprobante del depósito y éste debe
entregarla al trabajador así como informar al sindicato de las aportaciones hechas a favor de los
trabajadores. La misma institución debe informar al trabajador el estado de su cuenta, por lo
menos una vez al año.
En la operación de las cuentas, la institución crediticia debe entregar el dinero al Banco de México
para depósito en la cuenta del IMSS a más tardar el cuarto día hábil bancario.
El trabajador tiene derecho a retirar su saldo cuando en una nueva relación laboral no haya seguro
obligatorio; operación que requiere el depósito en otra cuenta similar de retiro, de las señaladas
en el Comité Técnico del SAR, así como de contratar un seguro de vida con cargo a los recursos de
subcuenta y a hacer depósitos adicionales.
El trabajador que cumpla sesenta y cinco años o tenga derecho a una pensión de cesantía en edad
avanzada, vejez, incapacidad permanente parcial de más del cincuenta por ciento; o disfrute de un
plan de pensiones del patrón o del contrato colectivo, tienen derecho a recibir sus fondos
situándolos en la entidad financiera que él designe, para obtener una pensión vitalicia, o, para
recibirla en una sola exhibición (Kurzyn, 1996).
En Diciembre de 1995 se aprobó la Nueva Ley del IMSS, y se estableció como fecha de inicio de
vigencia el uno de enero de 1997, aunque después se aplazó su puesta en marcha hasta el uno de
julio de 1997. En la exposición de motivos que dio lugar a ésta ley, se señala que:
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… la o liga ió estatal de o t i ui de a e a ás efe ti a al desa ollo a io al,
a la generación del ahorro interno y al crecimiento del empleo, coincide con la
necesidad de enfrentar las complejas circunstancias y de resolver urgentemente la
crítica situación financiera por la que atraviesa el Instituto, de adecuarse a los
cambios demográficos, de responder a las crecientes demandas de mayor eficiencia
en el uso de los cuantiosos recursos que se le confían para convertirlos en servicios y
prestaciones y de superar insuficiencias con la firme voluntad de dar plena vigencia
a sus principios y filosofía original de la seguridad social.
Todo esto hace impostergable emprender los cambios indispensables para
fortalecer al Instituto y darle viabilidad en el largo plazo; acrecentar su capacidad
de dar mayor protección; mejorar la calidad, eficiencia y oportunidad en el
otorgamiento de servicios de salud; así como garantizar prestaciones sociales
adecuadas y pensiones justas (Ramírez, 2004).
A partir de la entrada en vigor de la actual ley, en el año de 1997, comenta Budebo (2004), el
sistema cambió por el llamado contribución definida; porcentaje de cada sueldo que el trabajador
debe entregar a su plan de pensiones y que suele estar determinado por el Estado. El dinero del
trabajador se deposita en una cuenta donde acumula intereses hasta que el trabajador se jubila.
Este sistema tiene como base la existencia de cuentas individuales de contribución definida. En él
las pensiones dependen de lo que se acumule a lo largo de la vida laboral a través del esfuerzo de
los trabajadores, y su monto depende tanto de las aportaciones como de los rendimientos
obtenidos y las comisiones que se apliquen al sistema.
Por esta razón se requiere que las personas tengan presente de manera frecuente los indicadores
que les permitan recibir una orientación aproximada de su posible beneficio, dichos indicadores se
denominan tasas de reemplazo.
La tasa de reemplazo (TR), es la relación que existe entre salario promedio durante la vida laboral
de un trabajador y la proporción de la pensión a que tiene derecho una vez que cumpla los
supuestos de ley (Paredes, 2012).
En el caso mexicano la pensión tiene un piso mínimo, que significa el beneficio garantizado por el
Estado, que asegura una pensión equivalente a un salario mínimo general en el Distrito Federal, a
partir del mismo, las personas podrán incrementar su monto, de acuerdo a sus condiciones
particulares de contribución y de ahorro, que depende de cuatro factores y la combinación de
ellos determina la tasa de reemplazo TR 10:
a)
b)
c)
d)
Comisiones cobradas por las afores;
Años de cotización
Contribución
rendimientos
En el nuevo sistema de financiamiento de pensiones de retiro se crean dos seguros, por una parte
el denominado RCV, que comprende las ramas de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, con
una aportación tripartita de cuotas calculadas sobre salarios base de cotización. Asimismo, se crea
10
OCDE (2013). Panorama de las pensiones 2013. Información obtenida el 15/10//2014
http://www.oecd.org/centrodemexico/OECD-PensionsAtAGlance-2013-Highlights-Mexico%20SPA.pdf
en
la
web:
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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el IV: invalidez y vida, también con aportaciones tripartitas, por otra parte se determina una cuota
adicional por parte del gobierno, la creación de una cuenta individual de retiro de los trabajadores,
que serán manejadas a través de las administradoras de fondos de retiro (AFORES), que serán de
tres tipos (Ruiz, 2007):
a) Institucional (IMSS).
b) Sector Social
c) Privadas
Pérez Chávez, (2005) refiere que en 1997 al entrar en vigor el nuevo Sistema de Pensiones se
consideró que los cambios trastornarían los derechos de los trabajadores que en breve ejercerían
el beneficio de una pensión por cesantía en edad avanzada y vejez, por lo que fue necesario,
determinar algunas disposiciones transitorias para dejar vigentes algunos derechos de la ley
anterior. Así en el artículo tercero transitorio de la LSS vigente, se estableció que los asegurados
inscritos con anterioridad a la fecha de entrada en vigor de la ley de 1997, al cumplir los supuestos
legales para disfrutar cualquiera de las pensiones, podrán decidir sobre las opciones siguientes.
1. Acogerse al beneficio de la LSS, vigente hasta el 30 de junio de 1997.
2. Elegir el esquema de pensiones de la nueva ley.
Por su parte, el artículo transitorio de la misma ley, prevé la obligación del IMSS de calcular el
importe de la pensión para cada uno de los regímenes, esto a solicitud del trabajador, el cual
decidirá lo que a sus intereses convenga.
Continúa comentando Pérez Chávez que tanto las pensiones de cesantía en edad avanzada, como
las de vejez podrán ser pagadas por las compañías de pensiones (aseguradoras) o las propias
AFORES, una vez que existan los fondos suficientes en las cuentas individuales de los trabajadores,
pero mientras no suceda esto, seguirán siendo pagadas por el IMSS, bajo el régimen anterior.
En resumen, en la Ley 97 para pensiones de cesantía y vejez, la pensión se cubre con lo que tengan
en la cuenta individual y si no alcanza, se cubre una pensión garantizada que equivale a un mes del
SMGDF11, esto significa que bajo la Nueva Ley, el beneficio no se conoce de antemano, éste
dependerá de los rendimientos que obtenga la Afore elegida.
Con el régimen actual de pensiones, cada trabajador ahorra de forma individual a través de su
cuenta de ahorro, y además puede incrementar su ahorro para mejorar su pensión. Lo único que
garantiza la nueva Ley del IMSS es un salario mínimo.
Pensión por invalidez régimen 1997
Según el numeral 141 de la LSS vigente, el monto de la pensión por invalidez será igual a una
cuantía básica del 35% del promedio de los salarios correspondientes a las últimas 500 semanas de
cotización anteriores al otorgamiento de la misma, o las que tuviese siempre que sean suficientes
para ejercer el derecho a dicha pensión –esto es 250 al declararse aquélla o 150 si el dictamen
respectivo determina el 75% o más de invalidez– actualizadas conforme al Índice Nacional de
Precios al Consumidor (INPC), más las asignaciones familiares y ayudas asistenciales.
11
Salario mínimo General del Distrito Federal
86 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES
En este caso, el asegurado contratará su pensión y un seguro de sobrevivencia para sus
beneficiarios, con la institución de seguros que elija. Para ello, el IMSS le pagará a la aseguradora
la suma asegurada que resulte de la operación de restar al monto constitutivo para contratación
de la pensión y un seguro de sobrevivencia el saldo acumulado en la cuenta individual del
asegurado para dar por resultado la suma asegurada a entregar por el IMSS a la aseguradora
elegida por el derechohabiente.
Si el trabajador tiene un saldo acumulado en su cuenta individual mayor al necesario para integrar
el monto constitutivo para contratar los seguros de renta vitalicia y de sobrevivencia, podrá optar
por: retirar la suma excedente en una sola exhibición; contratar una renta vitalicia por una cuantía
mayor, o; aplicar el excedente a un pago de sobreprima para incrementar los beneficios del seguro
de sobrevivencia (art. 120, LSS 1997).
En ningún caso la pensión por invalidez, incluyendo las asignaciones familiares y ayudas
asistenciales, podrá ser inferior a un salario mínimo general vigente en el DF.
METODOLOGÍA
Esta investigación es de tipo mixta con enfoque de estudio de caso, ya que permite relacionar los
datos obtenidos con la teoría, así como describir, analizar y explicar los resultados encontrados
con el objeto de estudio.
El objetivo primordial del estudio de caso es la particularización y no la generalización, se toma un
caso particular y se llega a conocerlo bien, y no principalmente para ver en qué se diferencia de los
otros, sino para ver que es, que hace. Se destaca de la unicidad, y esto implica el conocimiento de
los otros casos de los que el caso en cuestión se diferencia, pero la finalidad primera es la
comprensión de éste último (Stake, 2007).
Al referirse al estudio de caso Merriam (1988) citado por Rovira, et al (2004) señala que: Es el
conocimiento en profundidad de un fenómeno concreto y no la obtención de resultados sobre el
caso general que el fenómeno seleccionado pueda representar; reconoce Merrian que el estudio
de caso es un método muy limitado y sugiere que una posible solución a este problema es utilizar
procedimientos estándar de muestreo, tanto en el interior del caso como en la selección de varios
casos para estudiar el mismo fenómeno.
La búsqueda constante de nuevos y mejores modelos explicativos de las organizaciones requiere
de metodologías que puedan, a partir del contacto con el objeto de estudio, generar nuevas
explicaciones requeridas. Por ello, dadas las limitaciones que existen para construir nuevas teorías,
el estudio de caso resulta una metodología particularmente útil en la investigación relacionada
con la empresa, la exploración y descripción de aspectos novedosos o poco conocidos de las
organizaciones presentan resultados con alto potencial de utilidad en la práctica, por lo que se
seleccionaron dos PyMes de la Ciudad de Culiacán, el tipo de muestreo que se utilizó para la
presente investigación fue el probabilístico, debido a que las entrevistas se efectuaron con
personas involucradas con la problemática sujeta a estudio, personas trabajadores de la empresas
elegidos al azar y de las que se pretendió conocer la percepción que tienen acerca de las
prestaciones económicas de la Ley del Seguro Social.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 87
Primeramente se realizó una revisión bibliográfica y documental, que permitió conocer las
investigaciones realizadas de acuerdo a los enfoques teóricos señalados como básicos para la
ejecución de este estudio y que constituyeron el marco teórico. En la investigación de campo se
utilizó, para la recolección de los datos, las fuentes documentales, entrevistas a profundidad,
observación, archivos grabados, análisis textual, y transcripciones. Asimismo, para lograr los
objetivos y dar respuesta a las preguntas de investigación planteadas y con la finalidad de que el
grado de validez y confiabilidad del estudio fuera mayor, se transcribió la información para realizar
su análisis y contrastación teórica y la elaboración del producto final con sus respectivas
conclusiones y recomendaciones.
RESULTADOS
La recopilación de información se sometió al análisis estadístico de los datos recopilados mediante
programa de computo Excell que permitió la ordenación categorización, tabulación y combinación
de estos pudiendo inferir el sentido de nuestras propuestas contenidas en esta investigación y de
la que se incluyen en este estudio tablas que explican los resultados de la percepción de los
trabajadores acerca de las prestaciones de seguridad social. Para ello, primeramente se procedió a
e t e ista a los t a ajado es de las e p esas A
B elegidos al aza , utiliza do pa a ello el
cuestionario-encuesta, mismo que se apli ó a t ei ta t a ajado es de la e p esa A
a diez
t a ajado es de la e p esa B , u total de
t a ajado es. De los uales
t a ajado es so
hombres y 18 son mujeres.
Para la realización del estudio se entrevistó a Directivos de la empresa, a la Contadora o Gerente
de Recursos Humanos y trabajadores. Las fuentes específicas que se utilizaron en la recolección de
la información fueron, notas de campo, como producto de las actividades de observación,
documentos internos de la empresa, otros materiales documentales y cuestionarios.
En relación al grado de conocimiento y percepción de los trabajadores sobre las pensiones, el
análisis se realizó en base a los datos que presenta el Cuadro 4, el cual muestra el grado de
conocimiento que los trabajadores tienen de las pensiones a que tienen derecho cuando se
presente la incidencia por pensión por invalidez y cesantía o vejez.
Cuadro 4.- Grado de conocimiento de Pensiones (información proporcionada por el personal)
Concepto
Pensión por
Invalidez
Pensión
Cesantía y V.
Si
%
No
%
Total
porcentaje
2
10.0
38
90.0
100%
7
17.0
33
83.0
100%
Al mismo tiempo en la entrevista, los trabajadores aducen que la causa que les impide aprovechar
las prestaciones son el desconocimiento de las prestaciones y la falta de difusión de parte de las
empresas y del mismo Seguro Social.
Además la información proporcionada por los trabajadores, reveló que aunque no se ha
presentado la incidencia, no conocen los requisitos para cumplir con las leyes vigentes.
88 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES
Buscando conocer la opinión de los trabajadores en referencia al sistema de pensiones, se les
cuestionó lo siguiente ¿considera usted que los pagos que reciben los pensionados del IMSS son
justos?, respuesta manifestada en el Cuadro 5.
Cuadro 5.- Opinión de los trabajadores sobre los pensiones (información proporcionada por el
personal)
Opción de respuesta
Frecuencia
%
Si son justos
No son justos
4
11
10.00
27.50
Algunos casos
No sé
3
22
7.50
55.00
Total frecuencias
40
100.00
La gran mayoría de los entrevistados, el 82.5%, desconoce la prestación, o la considera injusta.
Solo un 10 % la considera justa y únicamente el 7.50 % manifiesta que algunos casos de pensión
son justos. Respuestas que reflejan la baja aceptación de los trabajadores a las pensiones que
reciben actualmente los pensionados; aducen que los salarios que reciben son bajos y que
posiblemente también será de la misma forma la pensión que recibirán, pero desconocen la
mayoría de ellos la forma en que se calcularía una pensión, las causas que las motivan así como los
requisitos para recibirla.
Generalizando, en materia de pensiones, los asegurados desconocen los requisitos, plazos y
consecuencias para recibir una pensión. De acuerdo a estos resultados, los trabajadores de las
e p esas A
B , e t e el
el
po ie to de los t a ajado es des o o e los e uisitos
la forma de determinar la cuantía de su pensión, situación que coincide con la información
presentada por Rivero (2007), en relación a que entre el 85 y cien por ciento de los trabajadores
del país desconoce las prestaciones del IMSS12.
La información anterior permitió alcanzar el objetivo de este trabajo de investigación
denominado: Analizar y explicar el mecanismo de operatividad de la Ley del Seguro Social 1973 y
1997 para determinar las pensiones por cesantía en edad avanzada e invalidez, así como los
requisitos de la ley para su obtención e identificar las causas que impiden a los trabajadores
disfrutar tales beneficios.
De la misma forma permitió validar la hipótesis de investigación: Los salarios base de cotización
registrados a los trabajadores de las Pymes son insuficientes y los requisitos los limitan para
determinar una pensión digna, además existe en la mayoría de los trabajadores un casi total
desconocimiento de los trámites y requisitos por falta de difusión tanto de las empresas como del
seguro social.
Además la información proporcionada por los trabajadores, reveló que aunque no se ha
presentado la incidencia, no conocen los requisitos para cumplir con las leyes vigentes.
12
Nota obtenida del artículo “Desconocen prestaciones del IMSS” publicado en el Debate de Culiacán el día 29 de marzo de 2007.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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CONCLUSIONES
Se observaron los objetivos, características, legalidad, así como los elementos para la
determinación del salario base de cotización y su relación con los beneficios que recibe el
trabajador en materia de prestaciones, particularmente en pensiones de cesantía y vejez e
invalidez.
El método mixto, es decir una combinación de los métodos cuantitativo y cualitativo permitió
cuantificar e interpretar la información proporcionada por los trabajadores de pequeñas y
medianas empresas.
La gran mayoría de los entrevistados, el 82.5%, desconoce estas prestaciones, en qué forma se
calcularía una pensión, las causas que las motivan así como los requisitos para recibirla. Sin
embargo agregaron inconformidad de parte de los trabajadores pensionados, debido a que las los
salarios que reciben son bajos y que posiblemente también será de la misma forma la pensión que
recibirán.
Consideraciones finales
La importancia que reviste la seguridad social para el trabajador ha sido ampliamente comentada
en el desarrollo del presente trabajo de investigación.
En la medida que el trabajador sepa aprovechar las diferentes prestaciones en dinero, permitirá
que se conviertan en medios de subsistencia para su mejoría económica, el apoyo que reciba de
parte de las empresas y del IMSS será invaluable para tal fin, bajo este contexto, y en función de
las expectativas que tienen los resultados de éste trabajo de investigación, después de haber dado
a conocer las conclusiones a las que se alcanzó, las cuales fueron consideradas como las más
relevantes y pretendiendo aportar algunas ideas que pudieran servir para el mejoramiento de las
empresas investigadas, se presentan las siguientes recomendaciones:
El IMSS, como organismo responsable de la protección, observancia, promoción, estudio y
la divulgación de los derechos de los trabajadores previstos por la ley respectiva, necesita
realizar acciones bilaterales en conjunto con los patrones, tendientes a la protección de las
personas por medio de la difusión de sus derechos en materia de seguridad social.
Es necesario que las empresas investigadas mantengan informados a los trabajadores
sobre seguridad e higiene en el trabajo, es fundamental para que vean resultados
positivos, por los que las empresas deben iniciar y apoyar la investigación sobre la
seguridad e idoneidad del entorno de trabajo y sobre los comportamientos, actitudes,
procedimientos y actividades de riesgo.
Es recomendable para las empresas propiciar actividades en materia de seguridad social,
en donde las personas puedan participar con sus ideas, opiniones y pláticas
principalmente con el personal de nuevo ingreso. Es prioritario sensibilizar al personal de
los riesgos profesionales, mejorar la conciencia que tienen de sus derechos a un entorno
seguro de trabajo y de sus obligaciones, para protegerse y aumentar su seguridad y la de
otras personas.
Es ineludible para las empresas investigadas adoptar y aplicar todas las medidas
necesarias, para preservar la salud y el bienestar, así como obtener y difundir información
sobre las prestaciones de seguridad social.
90 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES
Las empresas y el instituto tienen la obligación moral y legal de darles a conocer mediante
cursos, pláticas, folletos, información suficiente para conocerlas y aprovecharlas, es un
derecho irrenunciable, que no puede perderse por falta de conocimiento o por falta de
reunir los requisitos que la ley exige.
Es recomendable que el IMSS establezca mecanismos que permitan que la mayoría acceda
a la información sobre las prestaciones contenidas en la Ley, ya que su página de Internet
donde se contempla la información relevante sobre dichas prestaciones, son inaccesibles
para la mayoría de los trabajadores.
De manera general y al margen de los resultados particulares de la investigación realizada
en las empresas A y B, se presentan además las siguientes propuestas:
Fomentar una cultura de capacitación en todos los sentidos, particularmente en dar a
conocer de manera continua las prestaciones en especie y en dinero de la Ley del IMSS.
Que las escuelas de administración y las de contaduría pública o similares concedan más
importancia a la materia: seguridad y beneficios sociales o aportaciones de seguridad
social, situación que permitiría a profesionistas mejores y más prácticos conocimientos en
esa materia.
Lo anterior se puede logar por medio de la participación de los docentes que imparten
dichas materias, quienes son los más indicados para llevar a cabo dicha tarea.
Es necesario contar en la localidad con profesionistas, consultores o asesores que dominen
el tema y que lo promuevan entre las empresas y de esta forma contribuyan a su difusión.
Es conveniente que las Universidades e Instituciones de Educación Superior y los
empresarios establezcan convenios de vinculación que permitan por un lado la solución de
problemas en la empresa en materia de seguridad social y otros y por otro lado que
estudiantes y maestros desarrollen en la práctica conocimientos, actitudes, aptitudes y
valores que favorezcan su desarrollo personal y profesional.
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92 |
RA XIMHAI
ISSN 1665-0441
Volumen 12 Número 4
Edición Especial
Enero – Junio 2016
93-110
CORTADORES DE CAFÉ EN MÉXICO. EL INFRAMUNDO DEL TRABAJO DECENTE
COFFEE CUTTERS IN MEXICO. THE UNDERWORLD OF DECENT WORK
José Manuel Hernández-Trujillo
RESUMEN
En este artículo se planteó como objetivo, explicar las dificultades que se presentan para lograr que los cortadores de
café, se inserten en relaciones laborales propias del trabajo decente.
Para lograrlo se diseñó la siguiente estructura de exposición de la investigación.
En el primer apartado, se analiza el entorno en el que se desarrolla el mercado de trabajo, en este, se caracterizó a los
empleadores, tratando de identificar la importancia de los diferentes estratos en la producción y en el empleo,
identificar las alternativas de empleo en las localidades productoras, algunas tendencias de la superficie cosechada, así
como de las dificultades existentes para la reconversión productiva.
En el segundo apartado, se señalan algunos factores que afectaron a la mayoría de los productores, a partir de la
desregulación del mercado de café y de los efectos que esto tuvo en su empobrecimiento, y en muchos casos, del
abandono de la actividad por parte de los productores.
En el tercer apartado, se analiza la condición socioeconómica de los jornaleros, enfatizando algunas características que
son relevantes en la incorporación de las personas al mercado de trabajo, tales como analfabetismo, reducida educación
formal, y hablantes de lengua indígena, con el propósito de explicar sus reducidas capacidades de movilidad laboral, en
mercados de trabajo formales.
En el cuarto se analizan las características de su ocupación, sus niveles de ingreso y se exponen algunos elementos sobre
la estructura del consumo. Ya que necesariamente, sus ingresos, determinan su consumo, y este es monótono, reducido
y de baja calidad nutricional.
Los cortadores de café, son un importante núcleo de los jornaleros agrícolas, que se emplea sin contratos, sin
prestaciones, que trabaja cuatro meses al año, en el café, donde una tercera parte de los ocupados supera los 50 años
de edad, y sus ingresos sólo le alcanzan para comer con regularidad, tortillas y frijoles en el período de mayor ocupación.
Por eso se señala, que si existe un piso en el trabajo decente, en él se encuentran los cortadores de café.
Palabras clave: jornalero, mercado de trabajo, agricultura.
SUMMARY
The objective of this article is to explain the difficulties implied in the coffee cutters insertion into labor relationships
suitable of decent work.
In order to do so, the following structure was designed for presenting the research.
The first section analyzes the labor market environment, while characterizing the employers aiming to identify their
importance both in the different production links and in the employment level, as well as the employment alternatives
in the producing localities, some tendencies of the harvested zones and the difficulties for the production
restructuration.
The second part, points out some factors that affected the producers majority, since the coffee market deregulation and
its effe ts o its i po e ish e t, a d i
ost ases, the p odu e s ease of thei a ti it .
The third section analyzes the socioeconomic state of day laborers, stressing out the relevant characteristics for their
insertion into the labor market, such as illiteracy, scarce formal education and indigenous language speakers, with the
objective of explaining their low capacities for labor mobility in formal labor markets.
In the fourth part their employment characteristics are analyzed, their income levels, and some elements regarding their
o su ptio st u tu e a e p ese ted due to the fa t that si e thei i o e dete i es thei o su ptio , a d it s
monotonous, limited and of low nutritional quality.
Coffee cutters are an important nucleus of day laborers, which is employed without contracts, benefits, works four
months per year in this activity, a third of the overall workers surpass fifty years of age, and their income only are
Recibido: 04 de junio de 2015. Aceptado: 04 de noviembre de 2015.
Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4):
93-110.
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94 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente
sufficient for eating only tortillas and beans during the high employment level period. Accordingly, it is stated that if
there is a floor in the decent work, the coffee cutters are on it.
Key words: day laborer, labor market, agriculture.
INTRODUCCIÓN
El trabajo en el campo, en cualquier lugar del mundo, es reconocido como un trabajo precario,
caracterizado por su discontinuidad, sus bajos salarios, frecuentemente desarrollado por
extranjeros pobres, donde los empleadores aprovechando esta condición los hacen sujeto, de las
formas más extremas de explotación.
En México, el mundo del trabajo de los cortadores de café, es un entorno en el que la mayoría de
los empleadores son pobres, sin alternativas de trabajo y en un ambiente donde la movilidad física
resulta costosa y la movilidad laboral es inexistente, por lo que, la mayoría de quienes se contratan
como cortadores de café, son pobres, que terminan como empleados de otro pobre.
Si se considera que el trabajo decente, es aquel en el que el trabajador obtiene un salario
remunerador, que tiene acceso a la seguridad social, y se desenvuelve en un ambiente donde
puede decidir libremente su derecho al trabajo. Hablar del trabajo entre los cortadores de café, es
hablar del extremo del trabajo precario, donde la brecha entre este y el trabajo decente, alcanza
su máximo en México.
La eliminación del trabajo precario, depende en primer término de las propias instituciones en las
que se basa el trabajo, es decir, del salario mínimo y su carácter remunerador, de las prestaciones
sociales establecidas en la ley y que se adquieren al establecerse la relación laboral, de las
organizaciones de los trabajadores, mediante las cuales exigen el cumplimiento de las leyes del
trabajo y de la seguridad social, y de las instituciones de gobierno que supervisan las relaciones
contractuales. Pero sobre todo, esto no puede lograrse, si los empleadores no cuentan con las
condiciones de rentabilidad que les permitan resolver, los conflictos que supone la relación laboral
Por ello, en el propósito de identificar las dificultades que significa la superación del trabajo
precario entre los cortadores de café y el logro del trabajo decente, se ha visto la necesidad de
desarrollar cuatro dimensiones de la relación laboral de los cortadores de café.
La primera es analizar las condiciones en que se desenvuelven los empleadores, ya que son ellos
quienes tienen que encarar la relación laboral, y de sus condiciones de rentabilidad, es que se
desprenden las posibilidades de mejorar la relación laboral. Para ello, elaboramos un breve
análisis de los principales problemas que enfrenta el mercado del café y la forma en que este
afecta a los productores.
En segundo lugar, cuando se realiza la caracterización de los cortadores de café, se trata de
exponer, no sólo cuáles son sus condiciones laborales, sino el ámbito en que estas se realizan y la
forma en que ellos asumen su relación laboral.
En tercer lugar, se analizan las condiciones en que se incorporan al trabajo y las condiciones que
presenta su empleo, es decir, niveles de ingreso regularidad en el trabajo y prestaciones sociales.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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En cuarto lugar, a partir de las características de la ingesta que arroja la encuesta a jornaleros,
expresar el significado de la pobreza alimentaria que sufren los cortadores de café, incluso cuando
se encuentran laborando en los picos de la demanda de trabajo.
El ámbito del mercado de trabajo
El café ocupa un lugar importante en el panorama agrícola mexicano. Es fuente de trabajo de
284,953 productores (estimado por Salinas, 2000), es uno de los principales productos
agropecuarios de exportación, en la época de cosecha llega a generar hasta 400,000 empleos, por
lo que dependen de su cultivo y cosecha aproximadamente dos millones de personas.
Es un cultivo de zonas serranas (de 500 a 1200 metros sobre el nivel del mar) de escasas
comunicaciones y, por tanto, marginadas. Sin embargo, se trata de un cultivo 100% comercial y
destinado a la exportación (Paré, 1990).
Cuadro 1.- Estructura de productores de café, 2000 (Salinas, 2000)
superficie Has
Estrato Social
Campesino
De 1 a 2
Minifundistas
2a5
Minifundistas
5 a 10
Pequeño transicional
más de 10 a 20 Campesino-empresarial
más de 20
Empresarial
Pequeño
Mediano
Grande
Total
Superficie
610,986
247,484
229,622
133,880
65,630
84,540
25,990
18,286
40,264
761,156
%
80.3%
32.5%
30.2%
17.6%
8.6%
11.1%
3.4%
2.4%
5.3%
100.0%
Productores
279,042
194,719
66,617
17,706
4,311
1,240
815
245
180
284,593
%
98.0%
68.4%
23.4%
6.2%
1.5%
0.4%
0.3%
0.1%
0.1%
100.0%
Como se advierte en la estratificación elaborada por Salinas, el 91.8% de los productores cuenta
con una superficie de cultivo de menos de 5 hectáreas, y tan sólo concentran el 62.7% de la
superficie de cultivo. Por las condiciones en que realizan sus actividades productivas, se considera
que estos propietarios se desenvuelven en condiciones de elevada marginalidad. Existe un
segundo estrato de productores, que posee predios con una superficie de 5 a 10 hectáreas, que
representa el 6.2% de los productores, y concentra el 17.6% de la superficie de cultivo. Así, se
tiene que el 98% de los productores, corresponden al estrato de productores campesinos, y
poseen el 80.3% de la superficie susceptible de cultivo. Una primer característica de estos
productores, es que desarrollan su actividad, en condiciones tecnológicas precarias, con muy baja
o nula asistencia técnica, y con bajo uso de insumos, lo que supone la obtención de rendimientos
reducidos, que se ubican en alrededor de 10 quintales de café por hectárea cosechada (Pare,
1990). Otra característica importante de este grupo de productores, es que aun cuando poseen
una superficie determinada de tierra bajo su control, sólo tienen en explotación alrededor del 60%
de la misma (Ramírez y González, 2006). Así, la producción promedio por productor, es de
aproximadamente de 18 quintales anuales para el primer subgrupo, y de alrededor de 80 quintales
para el segundo. Otra característica de este núcleo de productores, es que por lo regular, debido a
la precariedad de sus explotaciones, a su condición de sobrevivencia, y a la urgencia que tienen de
recursos monetarios, venden café cereza, lo que castiga aún más sus condiciones de ingreso y su
condición de vida.
96 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente
Existe un tercer estrato de productores, compuesto por quienes poseen superficies de cultivo
mayores a 10 hectáreas y menores a 20. Este grupo definido por Salinas, como campesino
empresarial, se caracteriza por participar de la estructura de subsidios a la producción, por un
mayor uso de insumos y por tener un mejor acceso a la estructura de créditos de los organismos
creados para el apoyo a la producción, lo que les permite la utilización de la mayor parte de las
superficies que detentan. Estos factores, posibilitan que los productores incrementen en forma
sustancial sus rendimientos, logrando un promedio de producción de 30 quintales de café por
hectárea.
El cuarto estrato, compuesto por los agricultores considerados como empresariales, poseen
predios con tamaños superiores a las 20 hectáreas, representan el 0.4% de los productores, y
poseen una superficie total equivalente al 11.1% de la superficie de cultivo, pero además de ello,
poseen un adecuado acceso a la estructura de subsidios a la producción, al crédito institucional y
comercial, y han sido dueños de la mayor parte de la infraestructura industrial, lo que les ha
permitido, incluso en la etapa en que el estado regulaba la producción, industrialización y
comercialización del aromático, tener el control de los mercados regionales del café y permanecer
vinculados a los circuitos de exportación.
La producción de café en México se genera en 15 entidades federativas, pero en 7 de estas, la
superficie en explotación y los volúmenes de producción son muy reducidos, por lo que el análisis
se centra en los que contribuyen en forma significativa en la producción. Pues estos expresan la
dinámica de la producción, los principales cambios en los sistemas productivos y de
comercialización, determinan la dinámica del empleo y son los que tienen la fuerza suficiente para
configurar los mercados de trabajo del café. Estas entidades son: Chiapas, Guerrero, Hidalgo,
Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí y Veracruz.
Desde 1958, en que se constituye el Instituto Mexicano del Café (INMECAFE), hasta el año de 1989
en que se disuelve, este organismo sirvió al gobierno mexicano, para la realización de
investigación, experimentación, asistencia técnica para contribuir a la producción y para el apoyo a
los productores cafetaleros (mediante el crédito, o los anticipos a la cosecha), así como para
organizar a los productores en las Unidades Económicas de Producción y Comercialización
(UEPCs), y para desarrollar las actividades de industrialización y la comercialización del café, en el
mercado interno y en los mercados internacionales (Pare, 1990).
Las UEPC´s al ser diseñadas con una estructura y propósitos específicos orientados a la
organización de los productores para ser funcionales a la estrategia del gobierno, de acopio,
comercialización, asistencia técnica organización del mercado en función de sus propósitos,
limitaron las posibilidades de desarrollo de organizaciones campesinas con mayor capacidad para
participar en los distintos mercados (de productos, financieros y de trabajo, entre otros), y con una
característica de gestión en que las decisiones se centraran en sus necesidades, considerando su
tamaño, sus condiciones de producción y sus necesidades de desarrollo.
La intervención del gobierno en todo el proceso de producción y comercialización del café,
ocasionó que los productores no desarrollaran capacidades autogestivas, ya que las UEPCs, fueron
promovidas por el INMECAFE, como organismos que al agrupar a los productores les facilitaban
todo el proceso de acopio, comercialización e industrialización del café, es decir, estas
organizaciones, al ser promovidas por un ente ajeno a los productores, eran funcionales a los
propósitos del gobierno.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 97
La o ga iza ió de los p odu to es e las UEPC s, le fa ilita a al go ie o, i da asiste ia
técnica, hacer anticipos a la producción y con ello programar los volúmenes de producción,
establecer condiciones y calidades del producto y precios en función del nivel de procesamiento
del café, entre otras actividades. Para los productores, los beneficios que obtenían de la
organización, se relacionaban con el acceso al crédito y a la comercialización. Al no estar
construidos para mejorar la capacidad competitiva de los productores, no brindaban economías
de escala, ni desarrollaban habilidades gerenciales, por lo que la única ventaja y habilidad que
adquirían sus dirigentes, era la política, es decir, la que provenía de estar al frente y representar a
grupos importantes de población.
A pesar de que con la desaparición del INMECAFE, se empezó a desarrollar un deterioro paulatino
de las condiciones de vida de los productores, esto no se ha traducido en modificaciones
importantes en la superficie sembrada total, pues si consideramos a 1990 como un período base,
la superficie se incrementó en un 9%, pero si consideramos a 1995 como el año base, esta se ha
mantenido sin cambios.
En la cafeticultura, se presenta una paradoja, donde interactúan las características mismas de la
actividad, de los productores y la falta de alternativas económicas en las regiones productoras. La
paradoja, surge porque el café es un producto comercial, orientado al mercado exterior, donde los
productores no responden a los lineamientos del mercado, por varias razones. La primera razón,
es que una proporción importante de la superficie en producción la detentan productores en
condiciones de infrasubsistencia, en regiones donde el cultivo de café es de las pocas opciones de
cultivo que tienen para sus tierras, pues lo desarrollan en terrenos de ladera. La segunda razón, es
que las regiones donde producen, se encuentran en zonas de difícil acceso, lo que presenta
fuertes dificultades para el traslado de grandes cantidades de productos frescos de alta
perecibilidad, constituyéndose en barreras naturales para la diversificación productiva y su
comercialización. La tercera razón, es que se trata de un cultivo perenne, por lo que los
productores tienen mayores dificultades para abandonar su cultivo, pues supone la pérdida de los
esfuerzos de varios años, por lo que los productores toman la decisión de esperar a que
sobrevenga un cambio en el mercado, que mejore su rentabilidad, postergando la decisión de
abandonar la actividad, en más tiempo que el que llevaría en otros cultivos.
Cuadro 2.- Superficie Cosechada en estados seleccionados (1990-2011) (Hectáreas) (SIACONSAGARPA)
Entidad
San Luis Potosí
Nayarit
Hidalgo
Guerrero
Puebla
Oaxaca
Veracruz
Chiapas
Total
1990
200
18159
15595
35877
44799
174657
124529
165000
578816
1995
23291
18263
43644
38998
67390
151067
152438
222892
717983
2000
20887
17866
37241
39552
70323
114458
152993
239373
692693
AÑOS
2005
19193
19304
29192
50944
73800
162728
148843
251605
755610
2010
21283
20097
25949
53914
51537
153105
153173
253541
732600
2011
18380
20101
26333
47046
53614
127217
143548
243667
679906
Al analizar la superficie de cultivo, no se aprecian modificaciones importantes, ya que esta apenas
se incrementó en 10% en los 21 años del período. En donde si se observan modificaciones es en la
superficie cosechada, lo que se debe, fundamentalmente a los efectos del clima. Si bien, el café
98 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente
presenta una siniestralidad promedio de 10% a nivel nacional, existen entidades donde la
siniestralidad es muy superior, como Querétaro, donde es de 38%, San Luis Potosí, con 27%,
Oaxaca con 15% y Puebla con 13%. En el resto de las entidades, la siniestralidad es menor al 10%.
Cuadro 3.- Producción de café en estados seleccionados (1990-2011) (Porcentajes por estado)
(SIACON-SAGARPA)
Entidades
Chiapas
Veracruz
Oaxaca
Puebla
Guerrero
Nayarit
Hidalgo
San Luis Potosí
Otras entidades
Total
1990
1995
2000
2005
2010
2011
35.7%
24.8%
21.5%
7.6%
3.7%
1.8%
3.7%
0.0%
1.2%
100.0%
36.8%
17.1%
17.4%
16.4%
3.9%
1.9%
4.6%
1.3%
0.6%
100.0%
30.4%
28.0%
9.8%
21.8%
3.7%
1.7%
3.0%
0.9%
0.8%
100.0%
39.9%
20.2%
9.8%
21.5%
3.0%
1.2%
2.7%
1.0%
0.6%
100.0%
41.0%
28.1%
11.6%
10.2%
2.9%
2.1%
2.2%
1.2%
0.8%
100.0%
42.4%
26.1%
12.2%
7.8%
3.8%
3.6%
2.1%
1.1%
0.9%
100.0%
La mayor parte de la producción cafetalera, se concentra en Chiapas. La participación de Chiapas
en la producción nacional se incrementó del 35.7% de la producción en 1990, al 42.4% en el año
2011. Veracruz mantuvo su posición como segundo productor, Oaxaca mantuvo su posición como
tercer productor, pero redujo sustancialmente su aportación, ya que de producir el 21.2% del total
nacional en 1990, paso a producir el 12.2% en el 2011. Hidalgo, es otra de las entidades que
perdieron participación en la producción, ya que pasó del 3.7% al 2.1%.
Efectos de la desregulación del mercado del café entre los productores
La desaparición del INMECAFE y su sustitución por el Consejo Mexicano del Café, marco el
principio del proceso de desregulación del mercado. Al desparecer el INMECAFE, los productores
vieron desaparecer con él, los mecanismos que garantizaban la comercialización del producto, así
como el marco en que lograban un ingreso precario, y los enfrentó de golpe a una caída de los
precios internacionales e internos de su producto, en un marco de inestabilidad permanente y
bajo las condiciones que marcan organismos que lejos de centrarse en la reproducción de las
unidades de producción, se centran en la obtención de ganancias cada vez mayores.
A partir de entonces, la comercialización del grano, queda exclusivamente en manos de agentes
privados (nacionales y trasnacionales), quienes han adoptado un sistema de compra de café a
partir de la calidad del grano, imponiendo castigos con base en el número de defectos encontrados
en muestras aleatorias de cada saco comercializado (Pérez; 2006).
Por otra parte, el gobierno mexicano, a través del Programa de Reconversión Productiva intenta
que los productores cuyos predios se ubican a alturas menores de 600 msnm, abandonen la
actividad. El proceso de reconversión ha enfrentado fuertes resistencias, en primer lugar porque
supone el abandono de las inversiones que constituyen la parte más importante de su patrimonio,
y por otra parte, porque en las regiones que habitan, de las inversiones que se encuentran a su
alcance y en las que tienen más experiencia, la del café ha sido la más rentable.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 99
Por tanto, se ven obligados a desarrollar estrategias de sobrevivencia, en las que se incluyen
modificaciones en sus unidades productivas, así como en sus fuentes de ingresos. Tienden a
reducir las inversiones en sus cafetales, a reducir el pago de mano de obra y a sustituirla por mano
de obra familiar, pero además tienden a solventar algunos gastos del cafetal, mediante la
utilización de recursos obtenidos a través de la migración.
Al espe to, Mest ies, señala ue la isis del afé ha o e tido a arias regiones del estado (de
Veracruz) en zonas damnificadas y ha originado cambios demográficos, agrarios y productivos de
su mapa. En lo relativo al cultivo del café, los productores tienden a abandonar las labores de
fertilización y limpia en 40 por ciento de las fincas de la cuenca cafetalera Jalapa-Coatepec
(Corecafeco, 21 de febrero de 2003), lo que ocasiona una caída drástica de los rendimientos y la
i festa ió po plagas o o la
o a Mest ies,
.
Esta falta de alternativas y la caída de sus ingresos, debido a la inestabilidad del mercado,
profundizaron aún más la crisis de los productores minifundistas, ya que al reducir las inversiones
en sus cafetales, caen sus rendimientos, lo que deteriora aún más su condición de ingreso
orillando a los productores minifundistas a buscar otras alternativas, entre las que se encuentra la
migración.
En el estudio realizado por Paré, en 1990, se señala que uno de los primeros efectos de la
desregulación de los mercados del café, fue el incremento de la migración de zonas cafetaleras
como consecuencia de los bajos precios tanto para los productores como para los cortadores.
Así, de acuerdo con Ramírez Ramos, se considera que la producción de café y la migración no son
necesariamente estrategias de supervivencia mutuamente excluyentes, sino que mediante los
recursos generados fuera de la comunidad se pueden apoyar la explotación del cultivo, y para ello,
es frecuente que las familias propietarias de predios minifundistas de café, envíen a los miembros
más jóvenes, en edad laboral, a trabajar fuera de la comunidad, con el propósito de contribuir con
el ingreso familiar, y de la misma manera, mantener la viabilidad de su explotación (Ramírez
Ramos, 2006).
De la misma manera se observa, que los procesos migratorios no son homogéneos, ya que
mientras Ramírez encuentra que los cafetaleros de Puebla, tienden a migrar hacia localidades
cercanas (Ramírez Ramos, 2006), Mestries aprecia una migración de larga duración, hacia los
Estados Unidos (Mestries, 2003).
En lo que coinciden ambos autores, es que los procesos migratorios de los cafetaleros son
fenómenos recientes, por lo que cuando se hacen hacia el extranjero, las condiciones son de
mayor vulnerabilidad. Los productores y jornaleros del café son el último eslabón de la historia
migratoria hacia Estados Unidos. Llegan a ella con la frontera cerrada, tarifas encarecidas,
carencia de redes de apoyo y desconocimiento de la geografía y la urbanización. Para emigrar los
caficultores deben endeudarse. Empeñan parcelas y casas (Ramírez Ramos, 2006).
Condiciones socioeconómicas de los jornaleros cafetaleros
Para el análisis de las condiciones socioeconómicas de la incorporación de los cafetaleros al
mercado de trabajo, consideramos los factores de estructura de edad y sexo, edad de inicio al
trabajo y nivel de estudios.
100 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente
El mercado de trabajo rural, es un mercado donde los trabajadores envejecen prematuramente,
ya que la forma de acceso es mediante una revisión física del empleador, por lo que a partir de
que las personas superan los 40 años, reducen sustancialmente su posibilidad de ser contratados,
y a partir de los 55 años, su participación en el mercado es de apenas 11.8% del total (calculado en
base a ENJO 2009). Esto se debe a que debido a la estacionalidad con la que se realiza la
contratación, y a la falta de medios para valorar la carrera, se hace una revisión física, basada en
los estereotipos de los reclutadores, en los que la edad y la fortaleza física cobran una gran
importancia (Hernández, 2007). Por ello, a partir de que los trabajadores cumplen alrededor de los
40 años, empiezan a perder la regularidad en el empleo, lo que hace que el costo de transacción
de buscar empleo se eleve, ya que manteniéndose constante el número de días que buscan
empleo, se reduce el número de días que lo obtienen, hasta que llega el momento en que el
número de días con trabajo a la semana se hace tan reducido que los ingresos obtenidos dejan de
ser atractivos. Así, en el estereotipo de los reclutadores de jornaleros, los mayores de cuarenta
años, son viejos.
Cuando los jornaleros tienden a abandonar los ciclos migratorios orientados a los mercados
intensivos en fuerza de trabajo, por lo oneroso de la búsqueda de empleo, regresan a sus
localidades de origen. En estas, el trabajo es irregular y con bajos salarios, pero la búsqueda de
empleo es menos costosa, ya que en ellas conocen los períodos de trabajo y hasta los
empleadores. En ellas también, han aprendido a sobrevivir precariamente, desarrollando diversas
formas de autoempleo, y se reducen los costos de sobrevivencia, ya que cuentan con una vivienda
y los ingresos derivados del trabajo, se centran en la satisfacción de las necesidades alimentarias.
Cuadro 4.- Trabajadores por edad y sexo (2009) (ENJO 2009, SEDESOL-PAJA)
Grupos de edad
Sexo
Masculino
Femenino
Total
15 a 19 años
20 a 24 años
25 a 29 años
30 a 34 años
35 a 39 años
40 a 44 años
45 a 49 años
50 y más años
Total
3.4%
11.2%
14.0%
12.4%
7.3%
9.6%
9.6%
32.6%
100.0%
7.1%
5.4%
8.9%
8.9%
17.9%
8.9%
17.9%
25.0%
100.0%
4.3%
9.8%
12.8%
11.5%
9.8%
9.4%
11.5%
30.8%
100.0%
El mercado de trabajo del café, tiene la característica de ser intensivo, pero en el que predominan
los empleadores en condiciones de marginalidad. Por ello, aun cuando la demanda de fuerza de
trabajo, supera las capacidades de las unidades de producción, y se genera una demanda intensa
de trabajo asalariado como producto de la cosecha, este no puede ser cubierto con trabajadores
de otras zonas, pues en la región no existen condiciones salariales que hagan atractiva la
migración de trabajadores, ya que esta demanda se acrecienta, pero en un entorno de salarios
deprimidos (que son los que pueden pagar la mayoría de las unidades de producción), y con la
existencia de una población local sin alternativas de empleo.
Así, la cosecha se atiende principalmente con trabajo familiar, que es complementado con toda la
oferta de trabajo disponible en la localidad, lo que explica que en este mercado de trabajo, el
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 101
estrato de trabajadores asalariados de 55 años y más, represente el 30.8% del total (el triple del
que se emplea a nivel nacional).
Los mercados de trabajo rurales del maíz, frijol y de otros cultivos en los que predomina el
productor minifundista, lo reducido de las demandas y la intermitencia con que se producen los
empleos, sólo puede ser abastecido por mano de obra local, pero además, esta mano de obra,
debe de tener un buen conocimiento de la oferta de trabajo, y de los agentes que lo ofrecen, para
poder emplearse con mayor frecuencia y en las mejores condiciones.
Otra característica, del corte de café, es la participación de las mujeres, mismas que participan en
el corte a todas las edades, casi en la misma proporción que los hombres. En el grupo de edad de
15 a 19 años, representa el 40% (son casi la mitad), en los grupos de edad de 20 a 39 años, su
participación se reduce a menos del 20% y se vuelve a recuperar a partir de los 40 años. Así, lo que
podemos ver, es que en el momento en que se presenta la demanda de trabajo en el corte de
café, se modifican los roles en la familia, por lo que todas las personas en condiciones de trabajar,
se incorporan al empleo asalariado y sólo las mujeres que se encuentran en la etapa reproductiva
y al cuidado de menores, se dedican preponderantemente a las funciones del hogar. Con esto, lo
que podemos ver, es que las familias refuncionalizan los roles de sus integrantes, aprovechando
las ventanas de oportunidad que les brinda la localidad, tratando de mantener aún en condiciones
extremas, el mejor nivel de vida posible.
En la mayoría de las entidades, los grandes productores, tienden a demandar trabajadores de
regiones cercanas, en las que prevalecen condiciones más precarias que en las mismas regiones
p odu to as, al espe to señala Ma ip, El g ueso de los t a ajadores, aquellos que se incorporan
al buen corte y arrase, proceden de la sierra de Zongolica-Negra y mayoritariamente de la parte
más alta y fría de la misma (municipios de Tehuipango, Veracruz y Ajalpan, Puebla). Étnicamente
está
a ados o o los ás i dios de los i dios . “u o t ata ió está li e de ela io es
recíprocas y compadrazgos. La marcación étnica de los trabajadores es muy importante, pues es
de acuerdo a los diferentes grados de indianidad que se naturalizan los excesos y miserias de la
cosecha. Así los trabajadores procedentes de la parte fría de la sierra son representados como
poseedores de una mayor resistencia a las inclemencias del tiempo, agotamiento y con mínimos
e uisitos de ida; se di e ue so
ue udos Ma ip,
.
Como se observa, cuando los productores transicionales y los empresariales (finqueros), acuden a
los enganchadores para aprovisionarse, definen las regiones de enganche en función de los
atributos que consideran que tiene los originarios de esos lugares, y del estereotipo que ellos
tie e de u
ue o tado de afé Goff a ,
, de la fo a e ue estos esulta
funcionales a las difíciles condiciones en que ellos los mantendrán durante el período de la
cosecha. En contraste, no gustan de contratar trabajadores de la región, ya que en función de su
este eotipo, los a lo ales o les gusta t a aja .
Chiapas es una región que podría ser considerada atípica, lo anterior se debe a que en ella, existen
aproximadamente 600 fincas de gran tamaño, de las que 132, se encuentran organizadas en la
Unión de Fincas Cafetaleras (Cruz, 2013) que ante la demanda de sus unidades de producción, se
han visto en la necesidad de establecer estrategias de aprovisionamiento de trabajadores, al estilo
de las unidades de producción de corte empresarial, es decir, atrayendo población migrante,
mediante programas de enganche de trabajadores extranjeros (preferentemente guatemaltecos).
102 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente
Debido a la precariedad de las condiciones salariales del mercado de trabajo, la única posibilidad
de mantener una condición competitiva que les permita atraer trabajadores y mantenerlos
durante todo el período de cosecha, es atrayéndolos de regiones en condiciones de mayor
pobreza relativa que las localidades donde se ubican y bajo condiciones contractuales en las que
se les dificulte la exigencia de condiciones mínimas de empleo. Por eso, los finqueros han
privilegiado el enganche de trabajadores guatemaltecos, ya que estos encuentran atractivas las
condiciones de empleo de las fincas cafetaleras de Chiapas, mientras que para los productores, las
ventajas que tienen los jornaleros guatemaltecos, es que carecen de documentación migratoria y
desconocen sus derechos, por lo que a pesar de que se encuentran obligadas por la Ley Federal
del Trabajo, a brindar a sus trabajadores migrantes, lugares para pernoctar, proveerles de
alimentos e inscribirlos al servicio médico (Instituto Mexicano del Seguro Social), los finqueros han
desarrollado un ámbito laboral, donde reducen a los cortadores de café de origen guatemalteco, a
una condición de semiesclavitud (Macip, 2007), que les permite incrementar sus ganancias y
mejorar su condición competitiva.
U pu to ue e e e ate ió es el a is o ha ia la po la ió i dia, ue se agudiza ua do se
trata de los centroamericanos. Sobre ellos, los tratos son siempre más crueles pues el Soconusco
comparte con el país una xenofobia velada hacia los centroamericanos, también son sometidos a
jornadas de trabajo extenuantes, salarios que muchas veces son retenidos por los contratistas y de
miseria cuando se les paga; generalmente los contratistas cobran una comisión y ellos establecen
las condiciones de trabajo (Cruz, 2013).
Cuadro 5.- Población por grupos de edad de incorporación al trabajo (Porcentajes respecto al
total del grupo de edad)
Grupos de edad
15 a 19 años
20 a 24 años
25 a 29 años
30 a 34 años
35 a 39 años
40 a 44 años
45 a 49 años
50 y más años
Total
Grupos de edad de inicio en el trabajo
6 a 12 años
13 a 17 años
18 años y más
50.0%
50.0%
0.0%
30.4%
56.5%
13.0%
26.7%
56.7%
16.7%
40.7%
48.1%
11.1%
34.8%
43.5%
21.7%
36.4%
50.0%
13.6%
33.3%
37.0%
29.6%
51.4%
29.2%
19.4%
39.7%
42.7%
17.5%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
Vivir en la pobreza, en regiones con pocas posibilidades de empleo remunerado y donde las
oportunidades para el desarrollo de actividades productivas alternativas también son limitadas,
obliga a las familias a utilizar todos los recursos posibles y disponibles, para garantizar un mínimo
de condiciones de sobrevivencia, aun cuando eso comprometa las condiciones para el desarrollo
futuro de sus miembros. Así, el 39.7% de los cortadores de café, se incorpora al trabajo asalariado
entre los 6 y los 12 años de edad. Lo preocupante, es que eso se presenta, incluso entre los
trabajadores que tienen entre 15 y 19 años de edad (donde el 50% de ellos se inició en el trabajo,
entre los 6 y los 12 años de edad). Lo que significa que se incorporan al trabajo, estando inscritos
en la escuela, y esto es un factor que actúa en detrimento de su desempeño escolar y afecta su
permanencia. Lo reducido de las oportunidades de empleo asalariado, y las nulas de trabajo
semicalificado en la localidad, son determinantes para que las familias no aspiren a brindar un
mayor nivel de educación a sus hijos.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 103
Cuadro 6.- Población por grado de estudios, según sexo (ENJO 2009, SEDESOL-PAJA)
Grado de estudios
Ninguno
Primaria inconclusa
Primaria
Secundaria inconclusa
Secundaria
Preparatoria inconclusa
Preparatoria
Estudios profesionales
Total
Sexo
Masculino
28.1%
35.4%
21.9%
0.6%
12.4%
0.0%
1.1%
0.6%
100.0%
Femenino
37.5%
35.7%
21.4%
0.0%
3.6%
1.8%
0.0%
0.0%
100.0%
Total
Masculino
30.3%
35.5%
21.8%
0.4%
10.3%
0.4%
0.9%
0.4%
100.0%
Entre los cortadores de café, se observa el mayor nivel de analfabetismo existente entre los
jornaleros agrícolas, pues este es de 30.3%. La población que no terminó la primaria representa el
65.8%, y la población que reconoció que no sabe escribir un recado, es de 65.4%. Lo anterior, nos
indica, que en sus comunidades existe una reducida accesibilidad a la educación, pero además, es
un indicador de que existen pocas posibilidades de practicar la comunicación escrita, por lo que
quienes no concluyen el nivel de educación primaria, terminan por perder las capacidades
comunicativas aprendidas en la escuela.
La importancia de la educación entre la población trabajadora, es que en los mercados de trabajo
formales, el grado de estudios es un requisito, y el tener determinadas capacidades comunicativas
es una condición para incorporarse al trabajo. Por eso, en las localidades donde existen
posibilidades de movilidad social en base al trabajo, el nivel de estudios de las personas, marca la
condición para que estas se empleen en condiciones de equidad.
Cuadro 7.- Población por grado de estudios, según grupos seleccionados de edad (ENJO 2009,
SEDESOL-PAJA)
Grado de estudios
Ninguno
Primaria inconclusa
Primaria
Secundaria inconclusa
Secundaria
Preparatoria inconclusa
Preparatoria
Estudios profesionales
Total
15 a 24 años
6.1%
18.2%
27.3%
3.0%
36.4%
3.0%
3.0%
3.0%
100.0%
Grupos de edad
25 a 39 años
22.5%
33.8%
31.3%
0.0%
11.3%
0.0%
1.3%
0.0%
100.0%
40 años y más
42.1%
41.3%
14.0%
0.0%
2.5%
0.0%
0.0%
0.0%
100.0%
Total
30.3%
35.5%
21.8%
0.4%
10.3%
0.4%
0.9%
0.4%
100.0%
Al analizar el nivel de estudios por grupos de edad, podemos obtener algunas conclusiones:
La primera es que se observa una diferencia muy marcada en el nivel escolar de la
población, ya que entre la población de 25 años y más, el principal nivel de estudios
concluido, es la primaria, mientras que en los menores a 25 años, es la secundaria, lo que
nos muestra que en la actualidad hay una mayor accesibilidad local a la educación.
104 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente
La existencia de un mayor nivel educativo, también nos habla de que la población joven,
tiene mayores posibilidades de desarrollar ciclos migratorios en búsqueda de trabajo, pues
el tener un certificado de nivel secundaria, les brinda la posibilidad de incorporarse a
trabajos en los que dicho certificado es un requisito.
Al analizar el nivel educativo de los jornaleros, en función de su condición de hablantes de alguna
lengua indígena, se encontró que no existe diferencia, entre unos y otros, lo que nos habla de que
las condiciones educativas de los cortadores de café, no sólo son indicadores de su deteriorada
condición de vida, sino de la reducida movilidad laboral en base a la educación, en sus localidades.
Otro aspecto que resulta importante señalar, es que existe una diferenciación muy marcada entre
el nivel de estudios logrado por las mujeres y el obtenido por los hombres, lo que es resultado, no
de las limitaciones locales para brindar servicios públicos, sino por la existencia de roles en las
familias, que sujetan a las mujeres a una doble discriminación, ya que mientras que en términos
globales, el 12.4% de los hombres logran terminar la secundaria, sólo el 3.6% de las mujeres la
obtiene. En este caso, la diferencia resulta de una decisión que no se encuentra marcada por las
limitaciones de ingreso o de servicios educativos, pues como se señaló, todas las personas en edad
de trabajar, lo hacen, sino en una decisión tomada al interior de las familias, donde el ir a la
escuela se encuentra íntimamente relacionada con el reconocimiento de la importancia que tiene
la educación, según el género.
Empleo, ingresos y condiciones de vida
La información de la encuesta nacional, presenta limitaciones para el análisis de las condiciones de
vida de los jornaleros agrícolas, ya que se encuentra dirigida a obtener información sobre las
condiciones de los jornaleros agrícolas en los períodos en que sus mercados de trabajo son muy
dinámicos, por tanto sus conclusiones no pueden ser expandidas a todo el año. Sin embargo, es de
suponer que por brindar información de los períodos en los que la regularidad de los empleos y los
ingresos es mayor, refleja condiciones de vida superiores, por lo que es de esperarse, que en el
resto del año, su condición de vida se vea deteriorada sustancialmente.
Cuadro 8.- Población por días trabajados a la semana, según grupos de edad (ENJO 2009,
SEDESOL-PAJA)
Grupos de edad
15 a 19 años
20 a 24 años
25 a 29 años
30 a 34 años
35 a 39 años
40 a 44 años
45 a 49 años
50 y más años
Total
Días a la semana que trabaja
1a3
4
5
20.0%
10.0%
30.0%
13.0%
8.7%
8.7%
6.7%
3.3%
10.0%
22.2%
14.8%
3.7%
8.7%
4.3%
17.4%
22.7%
0.0%
22.7%
18.5%
7.4%
3.7%
23.6%
8.3%
15.3%
17.9%
7.3%
12.8%
6y7
40.0%
69.6%
80.0%
59.3%
69.6%
54.5%
70.4%
52.8%
62.0%
Total
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
100.0%
En la temporada de cosecha de café, la oferta de trabajo se presenta con una gran regularidad y
existe una elevada posibilidad de obtener trabajo toda la semana. Así un 62% de los jornaleros
trabaja seis días a la semana, mientras que el 12.8% del total, trabaja sin descansar un solo día.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 105
Lo que se advierte es que la posibilidad de encontrar empleo es tan grande, que al parecer, los
días en los que no se logran emplear, obedecen principalmente al costo de transacción de empleo,
es decir, al tiempo perdido en la búsqueda de trabajo, como la demanda de trabajo no se
concentra como en un mercado de subasta, los trabajadores tienen que acudir a la búsqueda de
empleo, existiendo la posibilidad de no encontrarlo. Lo anterior explica, porque sólo el 17.9% de
los cortadores sólo se contrata entre uno y tres días.
Por otra parte, la forma en que se distribuye la ocupación de los cortadores por número de días
trabajados, no indica la existencia de procesos de exclusión por grupos de edad o sexo. Como
estamos hablando de un mercado de trabajo atendido fundamentalmente por mano de obra local,
en el que se trata de optimizar toda la oferta de trabajo local disponible, el mecanismo de pago
por kilogramo cortado, elimina la necesidad de establecer condiciones para la contratación, ya sea
por edad o sexo, e incluso se hace innecesario el proceso de supervisión, pues cada trabajador se
vuelve responsable de cortar el máximo de producto al día. Por lo que el ingreso máximo
disponible, es responsabilidad de cada persona.
A pesar de la intensidad con que se realiza el trabajo, y de la regularidad con la que se emplean,
los ingresos se encuentran tan deprimidos, que en función de los propios jornaleros, el 36% de
ellos, reconoce que el ingreso les resulta insuficiente para atender sus necesidades alimentarias.
De la misma manera, un 24.9% señala que la principal necesidad que no satisface es la de vestido y
calzado
Entre los cortadores de café, se advierte que sus condiciones nutricionales son precarias, pues el
41.5% de ellos sólo ingiere dos alimentos al día, mientras que el 55.6% lo hace tres veces al día.
Al analizar, el contenido de su dieta podemos advertir que esta es de menor calidad aún, pues el
alimento de mayor frecuencia, es la tortilla, y es consumida por el 97.9% de la población, todos los
días de la semana, por lo que es el alimento principal, y su principal fuente de carbohidratos y en
reducida proporción de proteínas.
El segundo alimento en importancia son los frijoles, en primer lugar, por ser el segundo de mayor
importancia en el consumo y en segundo lugar, por ser su principal fuente de proteínas. Por esto,
resulta preocupante que sólo sean consumidos por el 72.6% de los encuestados durante toda la
semana, mientras que el 14.1% los consume de uno a tres días, y el 9.4% lo consume de 4 a 6 días
semana, es decir, quienes no los consumen con regularidad, tienen elevadas deficiencias
nutricionales, ya que disponen de un consumo bajo de proteína y con baja regularidad.
El tercer alimento en importancia es el huevo, pero a diferencia de los dos anteriores, que son
consumidos por casi el 100% de la población, un 9.4% de la población no lo consume. El restante
90.6%, lo consume con muy reducida frecuencia, pues el 66.7% de la población encuestada, lo
consume entre uno y tres días, y sólo el 11.5% lo consume todos los días.
Las verduras (entre las que se incluye el jitomate, la cebolla y el chile), es consumida por el 84.2%
de la población, y el 24.8% las consume todos los días, pero a diferencia de los otros alimentos, la
mayor frecuencia de consumo se realiza con una periodicidad de 1 a 3 días, mientras que quienes
los consumen entre 4 y 6 días son una proporción muy reducida (12.3%).
106 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente
Cuadro 11.- Alimentos con mayor frecuencia de consumo, además de tortillas (ENJO 2009,
SEDESOL-PAJA)
Días a la semana que consume
Tortillas, con otros alimentos
0
1
2
3
4
5
6
7
Total
Frijoles
3.4%
2.1%
5.1%
7.3%
3.8%
2.6%
3.0%
72.6%
96.6%
Verduras
15.8%
17.9%
17.1%
12.8%
5.6%
3.0%
3.0%
24.8%
84.2%
Huevo
9.4%
19.7%
25.2%
21.8%
5.1%
3.4%
3.8%
11.5%
90.6%
Pollo
15.8%
56.4%
19.7%
5.6%
1.3%
0.9%
0.0%
0.4%
84.2%
El pollo, que es el quinto alimento en importancia, sólo es consumido ocasionalmente, ya que el
15.8% no lo consume ningún día y el 56.4% sólo lo consume un día a la semana.
Como se puede observar, la estructura de consumo de los cortadores de café, nos habla de una
existencia difícil, ya que realizan grandes esfuerzos para ocuparse, involucran a la mayoría de la
familia en el trabajo, tratan de trabajar, incluso sin descansar, y a pesar de ello, tienen una ingesta
monótona, reducida y de baja calidad nutricional.
Al analizar sus niveles de ingresos en la temporada de cosecha de café, se encontró que a pesar de
que se advierte una elevada regularidad en su empleo y en sus ingresos, esto son apenas
suficientes, para que el 78.2% de los jornaleros viva en esa temporada, en condiciones de pobreza
alimentaria, es decir, que sus ingresos monetarios les resultan insuficientes para atender sus
necesidades alimentarias, aun considerando que utilizaran exclusivamente todo su dinero para
ello, y que los consumieran tal cual se encuentra disponibles en el mercado, es decir, sin cocinarlos
y sin los implementos para hacerlo. Así, sólo el 21.8% de los cortadores de café viven por encima
de la línea de pobreza alimentaria.
También se observa, que él 83.8% de los jornaleros vive en pobreza de capacidades, es decir, no
tiene capacidades para atender sus necesidades de salud y de educación. Mientras que el 92.3%
de los cortadores de café, se desenvuelve en condiciones de pobreza patrimonial.
Cuadro 12.- Cortadores de café, según tipo de pobreza (Porcentajes por grupo de edad)
Población por
grupos de edad
15 a 19 años
20 a 24 años
25 a 29 años
30 a 34 años
35 a 39 años
40 a 44 años
45 a 49 años
50 y más años
Total
Población por tipo de pobreza
Alimentaria
Capacidades
Patrimonial
80.0%
90.0%
90.0%
87.0%
87.0%
91.3%
73.3%
73.3%
86.7%
74.1%
81.5%
92.6%
87.0%
87.0%
100.0%
86.4%
90.9%
95.5%
70.4%
88.9%
96.3%
76.4%
81.9%
93.1%
78.2%
83.8%
93.2%
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 107
Debido a la intermitencia de la ocupación, a la pobreza misma de la mayoría de los empleadores y
a la débil capacidad institucional de organismos como Secretaria del Trabajo y el Instituto
Mexicano del Seguro Social, para verificar las condiciones de contratación de los cortadores, no
cuentan con acceso a relaciones contractuales formales, y por tanto, a la seguridad social.
Los cortadores de café, enfrentan grandes dificultades para resolver sus necesidades básicas en
sus localidades y en el entorno inmediato. Habitan en localidades pequeñas, caracterizadas por
una gran dispersión, en un medio físico que si bien es apropiado para el cultivo del café, debido a
la altura y a su condición de ladera, es poco apropiado para el cultivo de bienes que
tradicionalmente forman parte de su dieta. Por otra parte, la elevada dispersión de las localidades
y la reducida población que las constituyen, y una fuerte orientación de las localidades pequeñas y
de las concentraciones urbanas hacia la producción agrícola, han sido factores que dificultan la
construcción de infraestructura educativa, y de salud pública, pero también, son factores que han
limitado el desarrollo de una infraestructura económica diversificada, que brinde empleos
alternativos en actividades industriales, comerciales y de servicios propios para la población con
habilidades laborales básicas.
Cuadro 13.- Acceso a programas de atención a la población en condición de Pobreza (ENJO 2009,
SEDESOL-PAJA)
Programa
Recibe Apoyo
Si
No
Piso Firme
Programa de Empleo Temporal
Seguro Popular
Adultos Mayores
Liconsa
PROCAMPO
Oportunidades
8.5%
0.9%
3.0%
0.9%
0.4%
12.4%
17.9%
91.5%
99.1%
97.0%
99.1%
99.6%
87.6%
82.1%
Por estas y otras condiciones, los cortadores de café, se encuentran entre los núcleos de población
en mayor condición de pobreza relativa en México, debido a que habitan en localidades donde las
oportunidades de empleo remunerado son reducidas, y las oportunidades de obtener bienes
mediante el autoempleo, también lo son. De la misma manera, el empleo en la agricultura, aún en
la temporada de mayor intensidad, se caracteriza por ser un empleo precario, con bajos ingresos,
en condiciones de una gran explotación, sujetos a las peores formas del trabajo, por lo que
quienes logran superar la línea de pobreza alimentaria con su empleo en el campo, sólo
representan el 21.8% de la población ocupada. Por otra parte, son excluidos de la mayor parte de
los programas que cuando menos a partir de sus enunciados, los involucran entre su población
objetivo preferente.
Entre los programas sociales de mayor importancia, y en los que expresan su participación, son
programas que los tienen virtualmente excluidos. El 97.0% de los cortadores, no tiene acceso al
seguro popular, la casi totalidad de los cortadores (99.6%), se encuentra excluida del programa
LICONSA, el 91.5% de los trabajadores se encuentra excluido del programa piso firme. El 82.1% de
los cortadores, se encuentra excluido del programa oportunidades. Como se observa, los
cortadores de café, en el ámbito de la política social, enfrentan una nueva paradoja, ya que existe
un numeroso grupo de programas sociales que se han elaborado para atenderlos, considerando
en su diseño elementos que les permiten incorporar a la población que ha sido excluida de
108 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente
programas de políticas universales, por su pobreza, por su dispersión y por otros factores propios
de la pobreza, mediante la focalización, pero el inadecuado diseño de sus reglas de elegibilidad, y
la ineficiente focalización y la inadecuada instrumentación, los hace sujeto de una nueva
discriminación que los excluye de los programas que fueron creados para atenderlos.
CONCLUSIONES
El análisis de las condiciones del mercado de trabajo de los cortadores de café, nos presenta un
panorama bastante sombrío.
Las localidades donde se cosecha café, se encuentran sumidas en la pobreza, marcadas por
reducidas posibilidades de utilización productiva de sus tierras, con limitadas posibilidades de
empleo alternativas a la agricultura y en particular a la agricultura del café.
La mayoría de los productores de café, enfrentan serias dificultades para mejorar las condiciones
de contratación de sus trabajadores, ya que también son pobres, y enfrentan un mercado del
producto adverso, en el que dada su elevada dispersión tienen pocas posibilidades para influir en
una mejora en sus condiciones de rentabilidad.
Así, se configura un mercado de trabajo, donde el 78.2% de los cortadores de café, en la
temporada de mayor oferta de empleo, obtienen niveles de ingreso por debajo de la línea de
pobreza alimentaria. La ausencia de alternativas de empleo diferentes a la agricultura, provocan
que fuera de la temporada de café, el empleo se vuelva más irregular, provoca que la mayoría de
ellos se desenvuelva el resto del año en condiciones de indigencia.
La precariedad de las condiciones de vida de los pequeños productores de café, es un factor que
afecta negativamente, la posibilidad de que más del 60% de los cortadores obtenga condiciones
para aspirar a establecer un régimen de relaciones laborales formales.
Por otra parte, la falta de oportunidades de empleos alternativos, en las localidades cafetaleras (el
entorno del mercado de trabajo), es otro factor que afecta las posibilidades de mejora de las
condiciones salariales, ya que las empresas que tienen mejores posibilidades económicas y que
producen café como negocio, aprovechan la competencia que existe por la búsqueda de empleo,
en las propias localidades, como un factor para proveerse de trabajadores de regiones lejanas en
condiciones salariales más deprimidas. Es decir, utilizan las mismas estrategias que los
productores hortaliceros (el enganche de trabajadores), para deprimir aún más los salarios
regionales e incrementar con ello sus márgenes de ganancia.
Por si esto fuera poco, las instituciones públicas (El instituto Mexicano del Seguro Social y la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social) que se encargan de regular las condiciones de
contratación no tienen presencia ni interés en operar en estas zonas. La atención a la salud, es
vista como un problema de acceso a servicios médicos para la población pobre, y es atendida
mediante el seguro popular, mientras que el problema de la seguridad social, también es visto, no
como un derecho de la población por toda una vida de trabajo, sino como sino como la obligación
del estado de atender a la población mayor a 70 años, que no ha logrado el derecho a ningún tipo
de pensión.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 109
Como se observa, el mercado de trabajo de los cortadores de café, representa el inframundo del
trabajo decente, ya que se encuentra fuera de la vista oficial, sus condiciones, se encuentran por
debajo de cualquier otro mercado de trabajo precario, los jornaleros son vistos como pobres y no
como trabajadores, y sus regiones, lejos de ser sujeto de acciones para regular su trabajo, se han
convertido en regiones inhóspitas para el ejercicio del derecho, donde las únicas miradas que han
centrado su atención en este marco laboral, son las de los derechos humanos.
Para posicionar a estas regiones en el ámbito del trabajo decente, es necesario reconocerlas
primero como un mercado de trabajo, e iniciar un proceso, para que quienes se desempeñan en
él, empiecen a construir las relaciones que les permitan aspirar a ser el piso del mercado de
trabajo, donde sus trabajadores tengan cuando menos el derecho, de que su salario les permita
satisfacer sus necesidades alimentarias durante el período de contratación.
Por si esto fuera poco, el análisis del mercado de trabajo de los cortadores de café, nos indica que
sus carencias son más profundas, ya que aparte de que no existe un marco institucional, para
hacer valer la ley en el ámbito de las relaciones laborales, se observa que el gobierno federal
también demuestra incapacidad para atender a la población en condición de pobreza extrema,
pues la mayoría de la población entrevistada, manifiesta que no es sujeto de atención de los
programas focalizados de atención a la pobreza.
LITERATURA CITADA
Cruz, A. R. (2013). Cafés negros y rojos en Chiapas: entre la barbarie y desarrollo desde abajo, El
México bárbaro del siglo XXI. Ed. UAM-X.
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Macip, P. R. F. (2007). Racismo y superexplotación: los jornaleros indígenas en el ejército industrial
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Mestries, F. (2003). Crisis cafetalera y migración internacional en Veracruz. Migraciones
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Paré, L. (1990) ¿Adelgazamiento del INMECAFE o de los pequeños productores de café. Revista
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Pérez, A. P. y Huacuja, F. E. Cadenas globales y café en México.
Ramírez, R. L. R., y Zapata, E. Derecho al juego de niños y niñas en fincas cafetaleras del
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110 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente
Ramírez, S. J., Palacios, N. D., y Velazco, S. D. (2006). Diagnóstico sobre la condición social de las
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Ramírez, V. B. R. y Romo, A. G. (2006). La migración como respuesta de los campesinos ante la
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SEDESOL-PRONJAG. (1996). Programa de mediano plazo, para la atención de los jornaleros
agrícolas (1995-2000).
SEDESOL. (2009). Encuesta Nacional de Jornaleros Agrícolas.
http://www.cipet.gob.mx/jornaleros/. Consultado en marzo 2012.
Disponible
en:
Síntesis curricular
José Manuel Hernández Trujillo
Doctor en Ciencias Sociales por la UAM. Profesor-investigador Titular C, en el Departamento de
Economía de la UAM-Azcapotzalco. Sus líneas de investigación, son: Mercados de trabajo rurales,
Migración y pobreza rural y políticas públicas para el desarrollo de regiones de elevada
marginalidad. México, correo electrónico: mhernanmx@gmail.com
RA XIMHAI
ISSN 1665-0441
Volumen 12 Número 4
Edición Especial
Enero – Junio 2016
111-132
APRENDIZAJE SOCIAL EN CONTRASTE POLÍTICO: RESISTENCIA O DEPENDENCIA
GUBERNAMENTAL EN COMUNIDADES INDÍGENAS DE CHIAPAS, MÉXICO
SOCIAL LEARNING IN POLITICAL CONSTRAST: GOVERNMENTAL RESISTANCE OR DEPENDENCY OF
INDIGENOUS COMMUNITIES IN CHIAPAS, MEXICO
Daniela Gallardo-Olimón1; Obeimar Balente Herrera-Hernández2; Manuel Roberto Parra-Vázquez3
y Francisco Guízar-Vázquez4
1
Estudiante de Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural, El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), San Cristóbal de
Las Casas, Chiapas, México. 2Investigador del Área Académica Estudios Socioambientales y Gestión Territorial, Ecosur, San Cristóbal de
Las Casas, Chiapas, México. 3Investigador titular del Área Académica Estudios Socioambientales y Gestión Territorial, Ecosur, San
Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. 4Investigador titular en Área Académica Estudios Socioambientales y Gestión Territorial,
Ecosur, Campeche, Campeche, México.
RESUMEN
En años recientes se ha desarrollado una discusión conceptual amplia sobre los procesos de Aprendizaje Social (AS)
como el motor de los procesos de gestión territorial. Del mismo modo se ha discutido el papel del gobierno y sus
implicaciones en los grupos de acción territorial. Sin embargo, no existen estudios que aborden el AS en comunidades
indígenas de la misma etnia que contrastan por su relación con el gobierno y su institucionalidad. En este estudio
abordamos esta comparación en el marco del concepto de control cultural y así explicar el rumbo de sus procesos de
desarrollo y gestión territorial. Mientras un grupo exhibe objetivos educativos y espirituales, el otro manifiesta intereses
técnicos y productivos, sin embargo, los dos procesos tienen una trayectoria hacia una cultura apropiada y de
autogestión a contrapelo de las presiones internas y externas. De este modo, exponemos posibilidades locales
diferentes que reemplazan los rezagos no cubiertos por el gobierno centralizado.
Palabras clave: gestión territorial, aprendizaje, desarrollo local, posdesarrollo, control cultural, e institucionalidad.
SUMMARY
In recent years there has been a broad conceptual discussion on processes of Social Learning (SL) as the driving force of
territorial management processes. Similarly, there has been a discussion on the role of the government and its
implications on groups of territorial action. However, there are no studies that deal with SL in indigenous communities
with the same ethnic roots but with a contrasting relation with the government and its institutionality. The present work
takes on this comparison within the framework of cultural control in order to explain the course of their processes of
development and territorial management. While one group shows goals towards education and spirituality, the other
reveals technical and productive interests. Nevertheless, both processes exhibit a trajectory towards a culture of
appropriation and self-management, against internal and external pressures. In this sense, we bring to light different
local possibilities that replace the unfullfilness and backwardness of the centralized government.
Key words: territorial management, learning, local development, postdevelopment, cultural control, and institutionality.
INTRODUCCIÓN
La frontera sur de México, y el estado de Chiapas en particular, refleja una realidad contradictoria:
gran riqueza biocultural asociada a una situación de pobreza social del 74% de sus pobladores
(Boege, 2008; CONEVAL, 2012). Frente a la incapacidad del gobierno mexicano de cumplir con la
distribución equitativa de servicios públicos aptos para el desarrollo en zonas rurales e indígenas,
presentamos la posibilidad de procesos de autogestión con acompañamiento como modo de
atender esa grieta. Comparamos dos estudios de caso como alternativas de procesos de
Recibido: 08 de junio de 2015. Aceptado: 19 de enero de 2016.
Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4):
111-132.
111
112 |
Daniela Gallardo-Olimón; Obeimar Balente Herrera-Hernández; Manuel Roberto Parra-Vázquez y Francisco Guízar-Vázquez
Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México
·
autogestión territorial con raíces originarias compartidas pero con posturas políticas
o t asta tes. Algu os us a el i i
ejo
ie t as ot os el ue i i . A aliza estos
caminos es de aporte transcendental para el laboratorio social y político de referencia nacional e
internacional en que se ha convertido el estado de Chiapas, México.
El vivir mejor está asociado al boom del neoliberalismo y la globalización. En este marco nos
encontramos frente a una fase del desarrollo del capitalismo donde los modelos de desarrollo,
enraizados en la economía neoclásica y conducta sistémica, pasan por encima de las
particularidades de los territorios campesinos e indígenas para amoldar una sociedad idealizada.
Los p og a as de t a sfe e ias gu e a e tales, o o e a ios países e desa ollo Cueto,
2009; Veras Soares et al., 2010), introducen elementos culturales y decisiones de fuera lo cual
resulta en una cultura de subordinación. No obstante, y afortunadamente, esta situación no es
estática ni definitiva. La puesta en juego de los diferentes elementos mediante acciones da para
dinamizar la condición cultural y caminar hacia rumbos diferentes.
Así identificamos el desarrollo rural como un proceso de gestión del territorio – espacio que
consiste tanto en aspectos materiales de naturaleza e infraestructura como en aspectos
inmateriales de ideologías y valores vinculados a esa tierra (Meek, 2015) – que se da en formas
distintas según los modos de vida y las trayectorias históricas que el mismo presenta. Dentro un
ámbito sometido que empieza a caminar hacia la recuperación de sus elementos culturales y el
poder tener más incidencia en sus decisiones, ubicamos el modelo de desarrollo local que se
caracteriza por optimizar el uso de los recursos locales disponibles en combinación con recursos
externos, como respuesta al desafío de la globalización y paradigma económico imperante
(Boisier, 1999; Méndez, 2001). Por su parte, la búsqueda del Buen Vivir, asociado al posdesarrollo,
acentúa preocupaciones morales para superar el eurocentrismo del pensamiento moderno sin
caer en el escepticismo radical y el cinismo político (Santos, 2010; Escobar, 2010). Esta teoría social
del sur se fundamenta en una visión colectiva en armonía con la naturaleza, el saber vivir en
comunidad, y la pluriculturalidad (Choquehuanca-Céspedes, 2010; Solón, 2014). En términos
culturales, el Buen Vivir se aproxima al ámbito donde los elementos culturales y las decisiones que
se toman en cuanto a ellos son internos. Sin embargo, es de reconocer que la existencia no es
siempre armónica, sino que también está inmersa en conflictos y dinámicas de poder.
En este marco analizamos dos procesos de gestión de territorial relativos a dos localidades del
pueblo Tseltal, una de las etnias mayas del estado de Chiapas del sureste mexicano, cada cual con
su visión diferencial de desarrollo. Este pueblo se ubica en una región inmersa en un marco
histórico de marginación de servicios públicos con altos índices de analfabetismo, y donde
demandas por una educación digna y no asistencialista han dado cabida a programas alternativos
para comunidades indígenas (García García, 2002). La desestructuración del campo después de la
aplicación de políticas económicas neoliberales ha provocado un despoblamiento rural como
nunca antes visto, acompañado de una disminución de recursos públicos (Rubio, 2006; Ortega
Hernández et al., 2010). Chiapas es también el vivo ejemplo de la aplicación incorrecta de políticas
públicas de arriba-abajo y de una mala distribución de recursos para el combate a la pobreza
(Villafuerte Solís, 2003; Cortés Sánchez, 2011; Aguilar et al., 2013).
Los dos territorios indígenas tseltales aquí analizados se ubican en municipios vecinos del estado
de Chiapas, sin embargo muestran claras diferencias de cómo viven su realidad particularmente
desde la posición política que han adoptado. Al primero lo ubicamos como un grupo en resistencia
principalmente porque se niegan a recibir apoyos gubernamentales en la medida de lo posible, y
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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simpatizan con el movimiento zapatista desde su levantamiento a principios de los años 90. El
segundo grupo se caracteriza por su colaboración abierta con el gobierno y por su alta
dependencia a las transferencias gubernamentales. Coincidentemente, en ambos casos se llevó a
cabo una acción paralela dentro de una misma temporalidad: construcciones de tanques de
ferrocemento para la utilización y almacenamiento de agua pluvial. Así tomamos este punto de
referencia como el foco de análisis y contraste, pues detrás de los dos casos existen procesos
complejos y de mucho tiempo atrás que han podido establecer las condiciones necesarias para
llevar a cabo las construcciones. En ambos casos nos interesa analizar los procesos preexistentes y
continuos que se ubican detrás de las metas trazadas y de los beneficios obtenidos a corto plazo
(Richy-Vance, 1999; Arreola et al., 2009).
Para el propósito utilizamos la teoría de Aprendizaje Social (AS) como principal eje teórico: el AS
empieza y termina con una acción intencionada donde se genera conocimiento a partir de la
experiencia de cambio (Cazorla et al., 2010). Así, los saberes son producidos y validados en forma
conjunta entre actores de la propia comunidad y externos. Los conocimientos generados acentúan
lo social cuando van más allá del individuo y se sitúan en la comunidad mediante la interacción de
los actores que participan en la acción intencionada (Reed et al., 2010; Vela, 2010). En este
sentido, nuestro argumento va en torno a que las comunidades caminan en la medida que
aprenden durante el proceso. Medir la intangibilidad del aprendizaje es tarea difícil, no obstante
to a os a io es i te io adas espe ífi as pa a u i a posi les o e tos de a io de
o o i ie to o o i di ado es pa a el AS. Identificamos cómo se dan estos procesos, quiénes
participan, y los espacios donde se genera aprendizaje.
Recopilamos la información etnográfica durante 18 meses de trabajo de campo e investigaciónacción participativa en los municipios tseltales de Chilón y Oxchuc, específicamente en las
o u idades de Ti a uil el Tza espe ti a e te Figura 1). La primera se encuentra en la zona
selva norte y la segunda en la zona de los altos; es interesante resaltar que a pesar de sus
realidades contrastantes, estas comunidades están a sólo aproximadamente 50 kilómetros de
distancia acentuando así la gran diversidad y complejidad de la zona, el estado, y el país.
Figura 1.- Mapa de u i a ió de los estudios de aso: Ti a uil el Tza .
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Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México
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Nuestra investigación comenzó con el acompañamiento de un diplomado en el poblado de
Bachajón, municipio de Chilón, impartido por los mismos tseltales previamente capacitados. En el
marco de aprender a hacer diagnósticos comunitarios, uno de los resultados más tangibles del
diplomado hasta el momento ha sido una serie de construcciones colectivas de cisternas en las
comunidades de los diplomantes. Para fines de una investigación más robusta, decidimos hacer un
contraste de este proceso con otro que fuera lo suficientemente similar por un lado pero con
elementos no compartidos por otro (Sartori, 1994; Rodríguez, 2011). De este modo analizamos de
manera paralela un proceso de construcción de cisternas en el municipio vecino de Oxchuc, sin
diplomado comunitario y con subsidio del gobierno, lo cual incrementó la pertinencia del
contraste. En estos territorios y espacios de encuentro, hicimos visitas semanales donde de
manera sistemática se realizó la observación participante, para posteriormente tener la confianza
suficiente de hacer entrevistas a profundidad a los actores clave de ambas experiencias. Para
finalizar el proceso de investigación-acción se facilitó un intercambio de experiencias entre los dos
grupos de trabajo. La información fue sistematizada y categorizada utilizando la herramienta
software Atlas ti, la cual fue útil para el análisis y organización de la información cualitativa. En
nuestro caso nos benefició ya que la herramienta permite mezclar categorías deductivas – las
preestablecidas que dieron pie a las entrevistas – así como categorías inductivas que salieron
durante las entrevistas y pláticas informales.
Los resultados parciales identifican condiciones que propician el aprendizaje en procesos de
gestión territorial. Encontramos que ambos casos tienen como fin construir un proyecto de
sociedad: mientras que el de Oxchuc está basado en una estrategia productiva, el de Chilón está
basado en una estrategia educativa. Ambos están encaminados, con un significativo
acompañamiento institucional, hacia una cultura de autogestión para, en un caso, superar la
dependencia paternalista y, en el otro, superar al aislamiento que la resistencia implica.
Desarrollo rural: aprendiendo a gestionar el territorio
Como respuesta a la frustración del desarrollo y efectos perversos del neoliberalismo, surge una
p olife a ió de desa ollos o sus espe ti os, o asio al e te edu da tes, adjeti os. El
propósito de este trabajo no es profundizar en las diferencias teóricas de los múltiples desarrollos,
sin embargo, en el intento de comprender la gestión de territorios particulares, tomamos el
desarrollo local como referencia. El desarrollo local es un proceso de transformación productiva e
institucional en un espacio rural determinado, cuyo fin es reducir la pobreza rural (Schejtman y
Be degué,
. Tie e u a lógi a de des e t aliza ió de egula ió ho izo tal ue a e túa los
procesos de crecimiento y acumulación de capital de territorios que tienen una cultura e
instituciones propias, sobre cuya base se toman las decisiones de i e sió
Váz uez Ba ue o,
2000). La generación de nuevos mapas productivos abre nuevas posibilidades para procesos más
complejos de desarrollo local utilizando elementos internos así como externos (Boisier, 2005). En
este sentido, la globalización es desafiante pero no ingobernable.
En la necesidad de regresar a lo local, surge una revalorización del municipio en la mayoría de los
países latinoamericanos durante los años 90. Se retoma la estrategia de descentralización y se
redistribuye mayor responsabilidad a los gobiernos locales mediante una serie de reformas
constitucionales (Mota Díaz y Díaz Muñiz, 2008). En México, la última modificación al artículo 115
Constitucional en el 2000 otorga reconocimiento al municipio como entidad de gobierno política
con poder de gobernar y no simplemente administrar (Pineda, 2001). No obstante, poco se ha
avanzado en este sentido. Los municipios siguen actuando como correas del gobierno central que
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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sirven para canalizar recursos, y no como tomadores de decisiones dentro del territorio local.
Aunado a esto, en un escenario municipal complejo y multicultural como es Chiapas, existe un
gran desequilibrio político y de poder entre la cabecera municipal y sus respectivas agencias en
términos de acceso a recursos (Santín del Río, 2001).
Como pensamiento crítico contemporáneo en América Latina, surge una visión del posdesarrollo
con preocupaciones éticas y una fuerte conexión entre la teoría y la práctica con valores de
igualdad, libertad, y reconocimiento de la diferencia. Así se populariza otra filosofía de vida que
intenta ir más acorde con las cosmovisiones de las poblaciones rurales indígenas: la búsqueda del
Buen Vivir. Desde la perspectiva de Solón (2014), este concepto no representa una regresión
utópica al pasado, sino un enfrentamiento a los problemas contemporáneos aprendiendo de
nuestras raíces. No es el bienestar que se resume al asistencialismo para los más marginados, sino
equilibrar objetivos culturales, ambientales, sociales y económicos, y más importante, llevar el
equilibrio a cabo sin competencia. El Buen Vivir es una constante búsqueda en espiral: es saber
comer, compartir, bailar, jugar, servir a la comunidad, cuidar a los mayores, proteger a la
atu aleza p a ti a sus p opias ee ias… la ida espi itual y la vida material son un todo
indisociable (Solón, 2014).
Sin duda la diversidad cultural es una fortaleza para asegurar la sustentabilidad de la vida por lo
que vemos el concepto étnico-cultural reivindicarse cada vez más (Santos, 2010; Albó, 2011). Para
entender mejor los procesos étnicos planteamos los modelos de desarrollo en función de la teoría
del control cultural propuesta por Guillermo Bonfil (1991). Cabe mencionar que las situaciones
reales presentan fenómenos complejos y difícilmente se amoldan a este tipo de literatura teórica
cultural, sin embargo y tomando esto en cuenta, el análisis de Bonfil sobre la resistencia de los
pueblos originarios ante la dominación cotidiana da luz a nuestro trabajo para fines narrativos
únicamente. Bonfil define a un grupo étnico como un conjunto relativamente estable de individuos
que mantiene continuidad histórica porque se reproduce biológicamente y porque sus miembros
establecen entre sí vínculos de identidad social distintiva (1991); asimismo se modifica a lo largo de
su trayecto de etnogénesis. El autor argumenta que el patrimonio cultural heredado nace a partir
de que en algún momento histórico cualquier grupo étnico se ha constituido en una unidad
política autónoma. Subsecuentemente ocurre lo que él denomina control cultural que, como
sistema y como proceso, forma un sistema dinámico de relaciones entre elementos culturales
requeridos para el día a día, y la capacidad de decisión que se ejerce sobre ellos. Bonfil resume su
argumento en una matriz de relaciones (Figura 4): la intersección entre elementos culturales que
son propios del grupo – los que la unidad social ha producido, reproducido, mantenido y
transmitido de generaciones pasadas – y los que son ajenos – aquellos que se viven en la unidad
social pero que no han producido ni reproducido ellos mismos – por un lado, y por el otro la
capacidad de la toma de decisiones – ya sean también propias o ajenas – que exige la puesta en
juego de los elementos para cualquier acción.
En este sentido, proyectamos los modelos de desarrollo previamente mencionados desde la
perspectiva del control cultural. Tomando los extremos como ejemplo, un modelo de desarrollo
económico neoliberal que aterriza en comunidades indígenas cae en el cuadrante de cultura
impuesta ya que ni los elementos ni las decisiones son propias del grupo. Por lo contrario, un
modelo de desarrollo como el del Buen Vivir en las mismas comunidades indígenas camina más
dentro del cuadrante de cultura autónoma ya que los elementos y decisiones son propias del
grupo sin haber dependencia externa. No obstante, las realidades a las que nos enfrentamos son
bastante más complejas que eso. En cualquier situación y cualquier grupo las decisiones se llevan a
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Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México
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cabo a múltiples niveles y escalas, y, sin entrar en el debate filosófico de la libertad, ninguna
decisión es completamente libre, sin embargo, se toma siempre en un contexto dado que ofrece un
número discreto de opciones posibles, en función de factores de muy diversa índole que forman
parte de la circunstancia (Bonfil, 1991). Así, dependiendo de cómo se utilice ese margen de
libertad se pueden manifestar procesos de resistencia, innovación y/o apropiación por parte del
grupo étnico. En este sentido, estos procesos de cambio y decisiones son apuestas como en un
tablero de ajedrez y más importante aún, son aprendizajes. Así, tomamos la teoría de Aprendizaje
Social (AS) como vehículo de los grupos para transitar de un cuadrante de control cultural a otro, o
de un modelo de desarrollo a otro.
Ante la crisis actual de la investigación y crecientes problemas socio-ambientales, ya no es
suficiente estudiar soluciones desde fuera y con una sola perspectiva. A manera de intentar llevar
a cabo un proceso de intercambio equitativo tanto del lado práctico como del lado de
investigación, vemos pertinente utilizar un enfoque que tenga cabida para el continuo proceso de
aprendizaje. El AS se concibe como un cambio en el conocimiento que va más allá del individuo y
que llega a situarse de manera amplia en unidades sociales o comunidades de práctica a través de
la interacción de los actores que participan en la red social (Reed et al., 2010). Es decir, es un
proceso de cambio social en el cual las personas aprenden uno del otro de manera que sea
beneficioso para el sistema socio-ambiental más extenso del que forman parte. Es una teoría de
aprendizaje informal con un giro dialógico (Díez Palomar y Flecha García, 2010; Martín et al., 2011)
donde es la misma experiencia de cambio a partir de una acción intencionada la que genera
conocimiento (Cazorla et al., 2010). Nosotros aplicamos el mismo enfoque pero en términos de
desarrollo rural y gestión del territorio. Durante el proceso de gestión territorial, simultáneamente
se efectúa uno de AS mediante acciones intencionadas y reflexiones entre individuos y grupos. El
aprendizaje de nuevas estrategias se lleva a cabo de modos instrumentales a nivel micro dentro de
una estructura social determinada por sus reglas y valores, mientras que con el tiempo, el
aprendizaje ocurre a mayor escala y de maneras más radicales, por ejemplo, en términos de
creencias y valores subyacentes. Los grupos circulan en este proceso de aprendizaje utilizando
elementos internos y/o externos, y luchan, o no, por su capacidad de decisión. Es decir, hay
movimiento en la medida que se aprende.
Pa a a ota la u idad de a álisis ge e ado a de ap e dizaje, e u i os al o epto de G upos de
A ió Lo al GAL . Los GAL so o side ados o o ue as est u tu as de la so iedad i il
organizada, compuestas de una diversidad de actores involucrados con el objetivo de autogestión
de iniciativas y aprovechamiento de los recursos locales (de los Ríos Carmenado et al., 2011). En
uest o aso los e o
a os GAT a ue pe sa os pe ti e te efe i os a ellos o o G upos
de A ió Te ito ial . Los GAT so u idades, o al e te i te ultu ales, de pe so as ue
participan directamente en los procesos de acción y toma de decisiones compartidas; la misma
creación de los GAT es un proceso paulatino de aprendizaje. El propósito es crear un espacio y
grupo de reflexión conjunta sobre el diseño de estrategias para experimentar y aprender sobre la
marcha de las mismas. Roling y Pretty (1998) sugieren que son plataformas de negociación donde
se ge e a , as o t a sfie e , o ocimiento y tecnología de manera conjunta.
Fi al e te, o side a os los GAT o o u tipo de oope a ió lo al ue no se refiere
únicamente a la participación de los diferentes actores sociales en procesos territoriales, sino a la
consolidación misma de un grupo de agentes en un territorio que se capacitan para organizar y
asumir responsabilidad sobre un acuerdo de acción colectiva (Caspar et al., 1997). Tomamos la
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siguiente tabla de características de la cooperación como referencia para analizar los procesos de
gestión territorial (Figura 2):
Figura 2.- Tipos de cooperación local (Caspar et al., 1997).
Resultados sobre los procesos tseltales
Para el análisis de nuestros datos partimos de los siguientes temas como guía para las entrevistas:
contexto, actores, posición política, organización, espacios y relaciones, toma de decisiones,
escuela de pensamiento, finalidad de las acciones, proceso de construcción física, proceso de
construcción social, y resultados y aprendizajes. Nos apoyamos del programa Atlas ti para codificar
la información y establecer relaciones, familias y redes entre los códigos. De manera deductiva
surgieron los nodos articuladores de (1) objetivos y valores, (2) institucionalidad, y (3) gestión
territorial, que permitieron llevar a cabo el análisis y contraste entre las categorías. Por tal, la
siguiente sección se presenta en función de estas categorías integradoras.
1. Objetivos en función de valores
Según González Casanova (1987), en los estudios sociales los objetivos y valores son categorías
importantes que cubren funciones analíticas del fenómeno del desarrollo, ya que por un lado
a a te iza la o jeti idad po el ot o la ideología del p o eso. El p opósito es e te de los
valores como un factor de orientación de los objetivos, y por ende el rumbo de sus caminos de
desarrollo. En el caso del grupo de Chilón, los objetivos varían dependiendo la perspectiva de la
diversidad de actores involucrados en el proceso. La construcción de la cisterna en la comunidad
de Ti a uil fue un producto, de varios, del diplomado comunitario impulsado por la Misión de
Bachajón y financiado por la Fundación Kellogg. Este tuvo como objetivo concreto que los cargos
comunitarios que lo impartieron les transmitieran a sus compañeros lo que aprendieron en un
primer diplomado de un par de años atrás: hacer un diagnóstico comunitario para poder
identificar los problemas prioritarios de sus comunidades, atenderlos de manera organizada, y
encontrar los caminos de solución colectivamente. Uno de los cargos más jóvenes al preguntarle
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Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México
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sobre la finalidad del diplomado afirma: es para resolver necesidades familiares inmediatas (Juan
Deara Méndez, cargo jTijaw Lequil Cuxlejal13 de Ti a uil .
Los tanques se construyeron a partir de que la mayoría de los diagnósticos comunitarios
apuntaron hacia la escasez de agua como uno de los principales problemas en sus comunidades.
La construcción se hizo de manera colectiva por la misma gente de las comunidades con el
objetivo de que aprendieran a hacerlo con sus propias manos para posteriormente replicarla ellos
mismos si así lo quisieran. Se facilitó el apoyo de personas de fuera con suficiente experiencia en
ese tipo de construcciones y en contextos similares. Construyeron junto con la gente con el
objetivo de capacitar a algunos hombres como albañiles para que dirijan las construcciones
su se ue tes e las de ás o u idades. E Ti a uil seguido ha e eu io es e lesiales do de
llegan cientos de personas cada año, así que se cumplió el objetivo más inmediato del agua:
aho ita en las fiestas que se hacen ya no hay ese problema, ya no hace falta el agua, tenemos lo
sufi ie te Ma ia o Mo e o Ga ía, a go jTijaw Lequil Cuxlejal, p ediá o o de Ti a uil . Las
mujeres cuentan que acarreaban agua desde un río a media hora caminando, por lo que cuando
tenían fiestas difícilmente daba para acarrear tal cantidad de agua.
Al crear las condiciones para que se realice un diplomado comunitario, la Misión de Bachajón
como principal actor institucional y religioso, tiene un objetivo educativo más a largo plazo. Su
estrategia de acción es desarrollar un modelo educativo, basado en la corriente de educación
popular a partir del pensamiento de Paulo Freire, desde la cosmovisión y el sentir de las
comunidades tseltales: lo que busca la Misión es siempre tener un proceso educativo, afirma
Magaly Olivo Hernández (Coordinadora del área de Desarrollo Integral Sustentable y Organización
(DISO) de la Misión de Bachajón). Nos cuentan que es importante tener un sistema de educación
más pertinente a la región y situación que se vive, que fortalezca la identidad cultural, y que
desarrolle capacidades locales. Planean tener algo diferente que no estén ofreciendo las otras
universidades y que sea realmente para la gente tseltal (Magaly Olivo Hernández). Se tiene que
llevar a cabo en un contexto de procesos cognitivos y afectivos donde nada se entiende si antes no
se ha traído al corazón (Paoli, 2001). Este objetivo se empieza a manifestar en acciones
observables como el diplomado comunitario donde se crean espacios y condiciones para propiciar
el aprendizaje, sin embargo el largo plazo está todavía por verse.
Por el otro lado, los objetivos del grupo de Oxchuc están menos orientados a la cuestión educativa
y mucho más dirigidos a la cuestión productiva. El proyecto de los tanques de ferrocemento en la
o u idad del Tza se dio de a e a u dife e te al de Ti a uil: o hu o diplo ado fue u
proyecto completamente subsidiado por el gobierno. El objetivo por parte del gobierno fue
aproximarse a uno de los Objetivos del Milenio de la ONU del acceso igualitario al agua.
Originalmente el proyecto estaba dirigido a aquellas familias que no tuvieran agua entubada en su
hogar, por lo que la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) – instancia
gubernamental a nivel nacional que tiene un centro coordinador en Oxchuc – ofreció el proyecto a
líder local Salvador Gómez López (actor local clave, habitante del Tzay, y protagonista del proceso
de Oxchuc) para que lo promoviera en su comunidad. Aunque sí tuvieran agua entubada, se vieron
beneficiados principalmente los familiares de Don Salvador. En este caso las personas de la
comunidad no se involucraron en el proceso de construcción más que para acarrear los
13
El cargo jTijaw Lequil Cuxlejal es un cargo nuevo que surgió a partir del primer diplomado y son quienes impartieron el diplomado
posterior al que nos referimos en este trabajo. El nombre significa “Motivadores de la Buena Vida” por lo que son responsables de hacer
lo que el mismo nombre especifica en sus propias comunidades a través de diferentes actividades.
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materiales; solo decidieron dónde querían el tanque y en tres o cuatro días lo tuvieron hecho por
albañiles de fuera contratados por la CDI. A diferencia de las familias que aceptaron el proyecto,
Don Salvador decidió mandar a construir el suyo no en su casa, sino en su parcela con el objetivo
de crear un sistema de riego innovador de frutales y aguacates.
Don Salvador y su grupo de trabajo tienen como objetivo a largo plazo establecer una parcela
demostrativa: quiero hacer la parcela demostrativa y quiero hacer el ejemplo para mis familiares,
para los productores que quieran hacer. Como antecedente, unos años atrás El Colegio de la
Frontera Sur (Ecosur) acompañó al grupo de Don Salvador durante el proyecto de diversificación
productiva con el objetivo que los sujetos sean más partícipes de sus procesos de planeación
(Ramos Pérez et al., 2009). Observamos que este objetivo se ha cumplido parcialmente pues han
aprendido a bajar proyectos de gobierno por sí mismos, no nada más por obtener los recursos
económicos y comprobar los gastos como suele pasar en el municipio, sino utilizarlos para un fin
más a largo plazo: Don Salvador y todas esas personas de su grupo han aprendido a negociar
frente al gobierno entonces así puede funcionar de mejor manera que andar condicionando su voto
(Pedro Pablo Ramos Pérez, egresado de Ecosur, asesor técnico del proceso de Oxchuc).
Asimismo, la forma de pensar de las personas está directamente ligada a la cultura, los valores y
creencias que la gente tiene o que comparten con su familia, grupo o comunidad. Los valores son
acuerdos o códigos de comunicación que permiten la interacción y la formulación de objetivos
comunes: son las representaciones colectivas, las creencias y los valores integrados que motivan a
la participación y/o la aceptación de las acciones: la subjetividad como un elemento cultural
indispensable (Bonfil, 1991). En las comunidades tseltales afiliadas a la Misión de Bachajón lo
primero que observamos es el grado de espiritualidad como elemento transversal que vive en el
día a día. El tipo de espiritualidad que observamos hoy en día en todos los planos de la vida en las
comunidades tseltales es un sincretismo curioso entre las creencias de la religión católica y la
cosmovisión maya, entre Dios y la Madre Tierra, es una espiritualidad de darle gracias a Dios y a la
ida po ue os pe itió ha e u a o a ió … E es pa te de esta atu aleza, todo el tie po está
contemplando, estás viendo (Magaly Olivo Hernández). En los diplomados comunitarios, por
ejemplo, siempre se empieza la concentración con un altar maya, con una mezcla de significados
tseltales como los colores de las velas y símbolos católicos como la Virgen de Guadalupe. Cada
sesión en el aula se abre y se cierra con una oración para dar gracias, para estar en armonía con
sus corazones.
El lequil cuxlejalil, o la ida ple a , es su a e a de i i
ela io a se o la Mad e Tie a la
divinidad – corazón del cielo y corazón de la tierra – es la integración entre la sociedad y la
naturaleza. Es el consejo de los ancianos y de su saber sagrado:
La vida plena es tener tranquilidad dentro de la casa, ya que es donde nace la
unidad, el respeto, la educación que fortalece nuestra manera de ser y orienta a
vivir nuestra vida entre nuestros hermanos, hermanas, y hermanitos. Cuando hay
unidad en la familia, hay paz, hay serenidad, y los hijos viven tranquilos. Cuando no
hay armonía, repercute en los animales y en lo que sembramos (Guzmán Jiménez,
2009; Principal de Bachajón, maestro del Diplomado de Lengua y Cultura de la
Misión de Bachajón).
Es el poder estar en armonía a todo nivel desde uno mismo hasta con la familia, la comunidad, el
cielo, y la naturaleza, y así vivir en ju a o’ta il, o e u solo o azó , o sigo is o o ot os,
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sin rupturas o divisiones. Por eso la unidad y la colectividad son valores indispensables para cada
a ió ealizada. E esta si to ía, a tes de e peza a o st ui la p i e a iste a e Ti a uil, la
comunidad se reunió y decidieron colectivamente que en lugar de hacer una cisterna de 45mil
litros que abasteciera a un par de docenas de hogares, se hiciera mejor una más pequeña de 30mil
litros para uso comunitario y de la iglesia exclusivamente. Tomaron esta decisión como comunidad
para no abrir la posibilidad de conflicto con los hogares en las partes más altas donde no alcanza a
subir el agua. Es decir, para no romper con la armonía comunitaria. El proceso de construcción
misma también reflejó la unidad de la comunidad pues aportaron desde los niños, hombres,
mujeres y hasta los ancianos. Al terminar se llevó a cabo una gran celebración para inaugurar la
cisterna. Dar un servicio es parte de ellos y de la vida plena. Ser humilde y servidor hacia la
comunidad son actitudes y valores imprescindibles (Paoli, 2001).
En el proceso de Oxchuc por el otro lado, la gente de la comunidad no se involucró tanto en el
proceso de construcción de las cisternas. No hubo celebración ni oración. No obstante, la pérdida
del sentido de comunidad no significa necesariamente que han optado por el individualismo
absoluto. Observamos que más bien la fuerza de unidad se concentra en su linaje, en su familia, y
po eso los g upos se fo a a pa ti de sus ela io es de pa e tes o. La o ep ió de t a aja
ju tos es ta ié u alo
u i po ta te o pa tido e t e los o hu ue os “á tiz Gó ez,
2009). Lo que intenta transmitir el grupo de Don Salvador son valores más orientados al trabajo y
al ha e . Ellos tie e u a filosofía de po e el eje plo ha ie do , de ha e las osas pa a pode
enseñar a sus hijos y a la gente. Al tener cierta posición en su linaje y en su comunidad, Don
Salvador está consciente que es un objeto de observación por otros. El hecho de haber puesto los
tanques para riego en su parcela, Don Salvador está poniendo el ejemplo de lo que se puede hacer
cuando uno innova y va más allá de aceptar el subsidio gubernamental. Los oxchuqueros han
demostrado una mentalidad de cambio en el pasado mediante la conversión al cultivo de café en
los años 70 y en la gradual adopción del durazno diamante y aguacate hass en los últimos años
(Sántiz Gómez y Parra Vázquez, 2012). Los tanques en su parcela y el sistema de riego por goteo
son el vivo ejemplo de la noción de experimentación de Don Salvador.
Don Salvador y su grupo también han desarrollado un fuerte valor de compromiso. La confianza y
compromiso que Don Salvador ha construido con la CDI fue clave para la construcción de tanques
en el Tzay. Previamente, en un proyecto de diversificación productiva, a comparación de otros
beneficiarios de plantas de que las vendieron por el valor monetario, Don Salvador no nada más
las plantó sino también le apostó al inmenso e impresionante trabajo de construir terrazas para
sus árboles de aguacate. Al respecto, nos expresó su sentir: hice compromiso con el doctor, con
Pedro, pero todo cumplí, hasta pasé un poquito. Esto ha sido muy importante sobre todo para no
seguir alimentando un sistema del estado paternalista y de dependencia gubernamental que se ha
vivido en Oxchuc por mucho tiempo (Ramos Pérez et al., 2009; Sántiz Gómez y Parra Vázquez,
2010). Cabe mencionar que este grupo de trabajo en particular ha demostrado un cambio en
actitud y ha desarrollado el valor de la responsabilidad:
Don Salvador y su grupo han dejado de ver el dinero como una forma de obtener
recursos para comprar otras cosas. Más bien empiezan a verlo como una fuente
para invertir en cosas que les den algún provecho para tener más alimentos, para
poder mejorar su vivienda, para que sus hijos no se vayan (Pedro Pablo Ramos
Pérez).
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Por lo tanto vemos dos fuerzas completamente diferentes detrás de los procesos de construcción
de cisternas. Por un lado hay participación colectiva, espiritualidad, y armonía comunitaria, que se
pretende transmitir a un proyecto educativo más amplio, y por otro lado está el linaje, el poner el
ejemplo, la mentalidad de cambio, y el cumplir con responsabilidad como los valores que
alimentan un objetivo productivo más a largo plazo. Sin embargo, cabe mencionar que los dos
procesos están de alguna u otra manera motivando el aprendizaje y la gestión en sus respectivos
territorios a su modo de ver la vida; ambos buscan mejorar su calidad de vida desde su propia
cosmovisión ya sea espiritual o productiva.
2. El peso de la institucionalidad
En ambos casos partimos directamente de las organizaciones mediadoras que facilitaron la
construcción de los tanques: la Misión de Bachajón en el caso de Chilón y la Comisión Nacional
para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) para el caso de Oxchuc. Ambas son instituciones
con una larga trayectoria e historia de acompañamiento y presencia en los respectivos territorios,
no obstante con grandes diferencias operativas que dan sentidos diferentes a los procesos y que
se reflejan al interior de las comunidades.
La Misión de Bachajón es por definición una institución religiosa. Una vez digerido el trauma de la
colonización y la evangelización forzada de los pueblos originarios de hace casi medio milenio,
vemos resaltar aspectos importantes de la presencia reconfigurada de esta institución en
territorios indígenas. Desde su fundación en 1958 en el poblado de Bachajón, municipio de Chilón,
la Misión de Bachajón – como parte de la Diócesis de San Cristóbal de la Casas, Chiapas - ha venido
haciendo sus labores eclesiales y al mismo tiempo adaptándose para compaginar con las labores
cotidianas y creencias de los tseltales de más de 600 comunidades de las regiones altos y selva
norte de Chiapas. Algo que efectivamente comenzó como un catolicismo impuesto con tinte
colonialista, se fue dando de tal manera que se ha ido apropiando por parte de la gente y a la vez
redefiniéndose a través de su propia cosmovisión. La relación de mutuo fortalecimiento se ha
dado principalmente por la reorientación de la institución: de una estrictamente evangelista a una
de cohesión social e integración comunitaria. Los valores tseltales como la armonía comunitaria y
la vida plena, o lequil cuxlejalil, son ahora valores compartidos. La Misión de Bachajón ha
construido tal confianza con la gente que es vista como:
Una frondosa ceiba enraizada en la tierra tseltal, con un fuste extremadamente
robusto y apoyado por múltiples contrafuertes, que sostienen un sinnúmero de
a as ue e e o ti ua e te e u a at ósfe a de espi itualidad… estas aí es
buscan en la tierra los nutrientes para el fortalecimiento de la vida buena (Parra
Vázquez, En prensa, 1).
Esta relación simbiótica entre la gente tseltal y la Misión de Bachajón se ha dado a través de una
cadena de procesos históricos particulares de la región. Desde el acompañamiento durante la
lucha agraria de los años 70 hasta la concesión del sacerdocio indígena, son acciones que han
favorecido a comenzar lo que Appendini y Nuijten (2002) señalan como proceso de devolución de
poder a la población para hacer de ella socios activos. La Misión de Bachajón ha modificado sus
normas y reglas, dictadas desde el Vaticano, y ha logrado un diálogo sólido y flexible para dar lugar
a una Iglesia Autóctona y crear un entorno institucional de confianza con sentido de participación
y pertenencia de los tseltales. No obstante, como institución tiene su propia estructura jerárquica
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que va desde un Superior de los jesuitas a nivel nacional hasta los mismos cargos representantes
comunitarios.
Por el lado contrastante en el caso de Oxchuc, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los
Pueblos Indígenas (CDI), antes Instituto Nacional Indigenista (INI), es una instancia gubernamental
y por ende con un sentido distinto en la manera de operar de esta institución. El INI se fundó en
1948 por el gobierno mexicano como intento de integración nacional de los indígenas en un
contexto político posrevolucionario de ideología indigenista. El indigenismo es una postura un
tanto paternalista, que tienen los no-indígenas hacia los indígenas, similar a la que la Misión de
Bachajón tomó en un inicio, (Favre, 1998). En 1951 se fundó el primer Centro Coordinador en San
Cristóbal de Las Casas, Chiapas, lanzando programas de escolarización laica indígena y de técnicas
ode as de p odu ió ag í ola edia te la apa ita ió de p o oto es. Este p ograma fue
pa ti ula e te e itoso e el u i ipio a ue
% de los p o oto es de la egió e a
oxchuqueros (Corbeil, 2013). No obstante, esta iniciativa gubernamental no fue más que un acto
paternalista de adaptación de los indígenas como sociedad homogénea al nuevo marco mexicano
(Corbeil, 2013). A pesar de la destacada participación por parte de los oxchuqueros, atraídos por
las promesas de mejoramiento económico, fracasó como programa gubernamental al tener gente
elati a e te edu ada o ue os oficios y técnicas sin poder encontrar empleos suficientes al
interior del municipio. El INI apoyó a los habitantes de Oxchuc a resolver conflictos étnicos por vías
legales, como contra el abuso de poder de los ladinos finqueros, no obstante esta institución
desde el inicio se destacó por sus propias conductas de caciquismo y corrupción (Sántiz Gómez y
Parra Vázquez, 2010; Esparza, 2013). Muchos de los presidentes municipales de Oxchuc desde
entonces fueron promotores del INI en esa época por lo que también cambió la estructura del
poder local al dejar una política municipal – o cultura impuesta – enmarcada principalmente por el
capitalismo y asistencialismo del gobierno federal (Corbeil, 2013).
En el 2003 el INI cambia su nombre al de Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas (CDI) fungiendo más, según el gobierno mexicano, como un organismo descentralizado
para orientar, apoyar en temas de infraestructura, salud y vivienda, y para evaluar los programas y
acciones públicas para el desarrollo integral sustentable de los pueblos indígenas
. di.go .
. Algu os a gu e ta ue es la ue a épo a del eoi dige is o o la is a
políti a i dige ista, pe o aho a lla ada desa ollo de los pue los i díge as , ue sigue los
modelos de combate a la pobreza dictados por las grandes estructuras de poder del Banco
Mundial y Fondo Monetario Internacional (Korsbaek y Sámano Rentería, 2007). El asistencialismo
en el municipio de Oxchuc ha sido una condición latente donde la gente escucha, acepta y recibe
(Ramos Pérez et al., 2009; Sántiz Gómez y Vázquez Parra, 2010).
En este marco institucional, la CDI fue la organización mediadora para la gestión de los tanques de
ferrocemento en la comunidad del Tzay. La agenda del gobierno federal va de acuerdo con los
ODM establecidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas para el año de 2015, y por
ende la inclusión de acciones como dotar agua entubada, servicio de drenaje u otro sistema de
saneamiento dentro de las viviendas. La CDI obedece a una estructura nacional que, al igual que la
Misión de Bachajón, incluye desde un Director General hasta representantes comunitarios
mediante Centros Coordinadores a nivel municipal. Evidentemente la estructura institucional de la
CDI abarca un territorio mucho más amplio con miles más de personas involucradas a nivel
nacional. Desde el Centro Coordinador en la cabecera municipal de Oxchuc se dirigieron
directamente a Don Salvador para que promoviera el proyecto en su comunidad. Es decir, el
proyecto se dio en el Tzay por la influencia y agencia de Don Salvador. En este sentido, los
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coordinadores de la CDI en Oxchuc siempre han tenido buena disposición para este tipo de
proyectos y han apoyado a las comunidades independientemente del color14 (Calixto Gómez Sántiz,
Consejero indígena tseltal, miembro activo del grupo de trabajo de Don Salvador). Evidentemente
en la actualidad existe una buena relación entre la CDI en Oxchuc y el grupo de trabajo de Don
Salvador, probablemente porque es una relación que también se ha ido reconfigurando con el
tiempo para beneficio de ambas partes.
Aunque la CDI, comparada con la Misión de Bachajón, acompaña menos a la gente, al final ambas
organizaciones funcionan como una herramienta facilitadora para la gestión de sus territorios y el
aprendizaje social. Después de medio siglo de presencia en la zona, pareciera que ambas
instituciones están cada vez más a favor de proporcionar los recursos necesarios para la
movilización de los actores locales. Ambas instituciones procuran, retomando las palabras de
Appendini y Nuijten (2002), proporcionar mecanismos que permitan acrecentar la capacidad de
acción de los propios agentes – individuales o colectivos – para que puedan movilizar y/o
transformar las instituciones en beneficio de ellos mismos. No es exactamente que las
comunidades construyen de forma endógena sus propias instituciones para lidiar con asuntos
complejos como el manejo de recursos naturales (Pacheco Balanza, 2011), sino que vemos cómo
estas comunidades utilizan instituciones ya existentes y reconfiguradas, como herramientas a su
favor. El papel de estas organizaciones intermediarias es clave para el aprendizaje social.
Más allá de las instituciones como tal, vemos la dinámica institucional reflejada al interior de las
mismas comunidades, pa ti ula e te e la est u tu a de a gos. E Ti a uil, el siste a de a gos
está organizado en función de la Iglesia Autóctona. Este manifiesta el sincretismo de valores
católico-tseltales que resulta en una estructura compleja y cargada de significados muy
particulares. El sistema en su totalidad abarca territorios más allá de la comunidad, pero algunos
de los a gos ue e os e Ti a uil so a to histas, a ia hi/ o o, ate uistas, uidado es de la
Madre Tierra, promotores de salud y presidente de ermita entre otros. También hay cargos de
mayor rango como los prediáconos quienes fungen como autoridades comunitarias. El cargo más
i po ta te espeta le ue e o t a os e Ti a uil es el del Diá o o Miguel Mo e o Ál a o su
esposa Pet o a o o E g a de edo es del Co azó
uie es so lo ás e a o al sa e do io
tseltal. Don Miguel es un hombre mayor con un ánimo admirable y una presencia auténtica,
siempre sonriente, pulcro, y el principal bailarín en las fiestas de la comunidad. Se cree que los
ca gos o de e de a i a solos po lo ue la a o ía de los a gos se asu e e pa es de
he a o/a a o
he a ito/a e o
ea do u
í ulo disti to de o p o iso
aprendizaje (Ruíz Galindo Terrazas, 2010). Los cargos eclesiales son elegidos por la comunidad y
son para toda la vida. Esta estructura de cargos se formó como un intento de organización
autónoma para que, en la mayor medida posible, se puedan resolver conflictos internos
pacíficamente sin tener que involucrar a los cargos civiles vinculados al Estado.
En el Tzay, el sistema de cargos, más acorde a sus relaciones institucionales, está más orientado a
cuestiones civiles y políticas. Ahí todo hombre, desde que contrae matrimonio, tiene la obligación
de ocupar un cargo empezando por el más bajo en la estructura jerárquica, por ejemplo en los
comités de policía, clínica, carretera o de la tienda gubernamental CONASUPO. Posteriormente en
la escalera jerárquica le siguen los cargos de secretario, tesorero, comité de educación, agente
municipal hasta llegar a los principales de la comunidad. Todos los cargos tienen una duración
Se refiere con “color” a filiación política, pues cada partido político o movimiento sociopolítico se suelen representar con colores
distintivos.
14
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obligatoria de un año excepto los principales que mantienen el cargo hasta la muerte. Los cargos
en el Tzay se ocupan únicamente por el hombre sin tomar en cuenta a sus esposas. Esta tendencia
se presenta en otras partes del estado: los cargos religiosos ya no existen como antes, como
servicio a la comunidad y como escalón de prestigio en la comunidad, pues actualmente son
pagados (Santos-Chávez y Renard-Hubert, 2006).
El hecho de que los cargos sean obligatorios, pagados, que tengan un tiempo definido, y que no
esté i ulados a sus idas espi ituales o o e Ti a uil, uest a u a lógi a dife e te
ás
e a a al tipo de so iedad políti a do i a te. E Ti a uil o se amos un poco más de
compromiso moral y un sentido más comunitario por parte de los cargos que al final va más
acorde con sus creencias y normas subyacentes. Estas reglas implícitas en ambos casos se ven
reflejadas en sus relaciones institucionales dentro y fuera de su comunidad las cuales, según
Scoones (2009), son inevitablemente reguladas por relaciones de poder que operan en distintos
niveles, continuamente modificándose, e indispensables para sus respectivos procesos de
aprendizaje social. Desde la perspectiva de Bastidas Morales (2015) es el nuevo neoinstitucionalismo como alternativa regional mediante la reestructuración de arenas de poder y
negociación. Es una nueva relación sociedad-Estado-mercado que ayuda a entender el cambio
histórico de las reglas de interacción, normas, y códigos de conducta. Así, vemos que ambas son
instituciones que, a su manera particular de acompañamiento de procesos de gestión territorial,
han facilitado el proceso de aprendizaje social en los grupos.
Gestión Territorial
Nos referimos a cada proceso de desarrollo rural más específicamente como un acto de gestión
territorial: el tiempo y espacio que da lugar a la interacción de un cambiante número de actores
internos y externos, donde continuamente se toman decisiones en función de los objetivos y
valores compartidos, y, como resultado, donde constantemente se modifican las relaciones
sociales e institucionales. Más específicamente, es un espacio apto para los momentos y procesos
de aprendizaje. A manera de acotar la unidad de a álisis, e u i os al o epto de G upos de
A ió Te ito ial GAT o o he os e io ado.
El GAT que hizo posible la construcción de las cisternas en el proceso de Chilón fue el mismo grupo
de personas que se movilizó para el diplomado comunitario. Desde la Misión de Bachajón se
dieron decisiones significativas al plantear la educación tseltal como objetivo. La formación de
DISO por ejemplo, que es el equipo que acompañó el diplomado, pasó por un momento
importante en su historia: la decisión de despedir a la mayoría de los mestizos y contratar en su
lugar a tseltales para empezar a formar líderes indígenas. Hoy en día, vemos que DISO es un
equipo tseltalizado con la mayoría siendo indígenas jóvenes y profesionistas. Desde nuestro punto
de vista de fuera, el que más se destacó como facilitador del diplomado fue un joven tseltal
llamado Pedro Gutiérrez Cruz quien es recientemente egresado, con el apoyo de la Misión, de la
li e iatu a de Pla ea ió e Desa ollo ‘u al del Ce t o de Estudios pa a el Desarrollo Rural
(CESDER). Pedro es el prototipo ideal para este tipo de proceso: es alguien quien está inmerso en
su contexto pero capacitado con las herramientas necesarias para formarse como líder local. Es
alguien quien está consciente de la situación coyuntural y de los objetivos a largo plazo del que él
forma parte. Hablando de las finalidades de los diplomados, Pedro comenta: esta parte que
estamos haciendo es como desarrollar el capital humano con su sujeto sociopolítico para que ellos
mismos puedan empezar a reclamar, a gestionar. Pedro no nada más repite el discurso con la
terminología adecuada, sino que también lo entiende, y se apropia del papel que le toca
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desarrollar. Asimismo este tipo de jóvenes son quienes, con herramientas y acompañamiento, se
conviertan en tomadores de decisiones que seguro que se van a equivocar pero seguro que van a
aprender (Magaly Olivo Hernández).
Aparte de los integrantes de DISO, identificamos a los demás integrantes del GAT del proceso de
Chilón (Figura 3). En él se encuentran los jTijaw Lequil Cuxlejal quienes tienen un papel muy
significativo ya que ellos son los que les corresponde motivar y animar a sus compañeros en sus
espe ti as o u idades. E el aso de Ti a uil, Ma ia o Mo e o Ga ía Mi aela De esa
Guzmán son una pareja joven con el cargo de prediáconos de la comunidad, quienes se destacan
por su labor: él le gusta motivar a la gente, no es porque domine a la gente de la comunidad pero
es como motivador y es joven (Gerónimo Pérez Moreno, cargo jTijaw Lequil Cuxlejal, habitante de
Ti a uil . Po el lado del o te ido
etodología del diplo ado o u ita io está la apo ta ió de
los investigadores y técnicos de Ecosur quienes han acompañado el proceso desde tiempo atrás.
Finalmente, un último integrante silencioso pero sumamente importante del GAT es la Fundación
Kellogg como agencia financiadora del diplomado y construcción de cisternas; evidentemente sin
este apoyo no se hubiera podido llevar a cabo nada de lo mencionado. El GAT de Chilón
representa un proceso pedagógico intercultural como el propuesto por Bertely Busquets (2001) y
Gasché (2008) que requiere de la capacidad de diálogo y organización de un grupo comprometido
de una diversidad de actores con un objetivo de sociedad en común.
Ubicamos las ca a te ísti as de oope a ió del p o eso de Chiló
ás ha ia la a i a ió o el
objetivo de movilizar a los agentes locales y con una lógica menos tangible de aportar al proceso
de desarrollo (Figura 2). Por lo mismo, es complejo medir los resultados de la animación del
te ito io, si e a go sí pode os afi a ue la o st u ió de la iste a e Ti a uil tu o
buenos resultados tanto en su funcionamiento como en la motivación de la comunidad para
trabajar colectivamente y así seguir alimentando la armonía comunitaria. La motivación también la
encontramos más a nivel personal, por ejemplo con el joven Juan Deara Méndez quien, después
de construir un par de cisternas, se animó a hacer una réplica en su casa con la ayuda de su padre.
No basta con hacer la réplica, este joven ahora está pensando en aprender a gestionar sus propios
proyectos: sacar proyectos si lo quisiera hacer también algún día lo voy a lograr (Juan Deara
Méndez). Esto nos resalta dado el ambiente de resistencia ante apoyos del gobierno que hay en la
comunidad; de cierto modo este joven está dispuesto a abrir esa ventana de oportunidad. Al
respecto, vemos este cambio en actitud como resultado de los varios intercambios de experiencias
que se llevaron a cabo con otros grupos de campesinos durante el proceso de los diplomados.
Después de ver con sus propios ojos lo que otros grupos de indígenas han podido lograr con
apoyos de gobierno les ha motivado a expandir sus posibilidades. En la perspectiva de control
cultural de, están caminando de un ámbito un tanto autónomo a uno apropiado en la medida que
empiezan a tomar sus propias decisiones en cuanto a elementos aprendidos ajenos. Esto implica
un proceso de asimilación y el desarrollo de ciertos conocimientos y habilidades para su manejo, la
modificación de ciertas pautas de organización social y/o la incorporación de otras nuevas, el
reajuste de aspectos simbólicos y emotivos que permita el manejo subjetivo del elemento
apropiado (Bonfil, 1991).
El intercambio de experiencias también ha sido clave en el GAT del proceso de Oxchuc. Los
avances en producción que vemos hoy por parte de los oxchuqueros, especialmente en la parcela
de Don Salvador, ha sido en gran parte motivado por intercambios de experiencias donde
conocieron a primera mano producciones exitosas de durazno, de aguacate, y de construcción de
terrazas. Como integrante animador del GAT de Oxchuc, Ecosur ha aportado principalmente en la
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Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México
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planeación y logística de los intercambios de experiencias en años anteriores, por lo que lo
consideramos como actor importante aunque no haya tenido mucha incidencia en la propia
construcción de las cisternas (Figura 3).
Figura 3.- GAT Chilón y GAT Oxchuc.
En este caso evidentemente el actor principal del GAT es el grupo de trabajo de Don Salvador
quienes hoy en día son los que se movilizan para su propio beneficio. El proyecto de las cisternas
fue responsabilidad de Don Salvador como ya mencionado: se obtuvo el recurso a través de la CDI,
se comprobaron los gastos, y recibieron los tanques como estaba planeado. Así, consideramos
esta a ió i te io ada o o u tipo de oope a ió de gestió Figura 2). Sin embargo, para
llegar a este punto hubo un proceso previo de animación en los proyectos de diversificación
productiva:
La gente se empezó a emocionar al ver que el proyecto podría funcionar, al verlo
que podrían manejarlo, que tenían rendimiento, que tenía buen precio entonces la
gente se fue animando en el proceso al conocer experiencias locales (Pedro Pablo
Ramos Pérez).
Ahora el GAT oxchuquero se mueve principalmente para la gestión de proyectos acorde con sus
objetivos de producción, pero al mismo tiempo animan al territorio con sus acciones guiadas por
su le a de e seña ha ie do . El llega a te e u a pa ela de ost ati a es u a uestió tangible
y observable para animar al territorio. En este caso, también vemos un movimiento paulatino
hacia un ámbito apropiado desde la perspectiva de personas como Don Salvador que empiezan a
decidir cómo y cuándo utilizan los recursos gubernamentales de la mejor manera posible y no
tener que seguir dependiendo de ellos en el largo plazo. Sin que eso signifique que no existen
condiciones para mantenerse en un ámbito sometido ya que es cómodo y rentable políticamente
para los de dentro y fuera.
Sin duda, los intercambios de experiencias de campesino-a-campesino fueron espacios valiosos de
aprendizaje para todas las partes involucradas; nosotros aprendimos que esta es la estrategia más
efectiva para la construcción conjunta de conocimiento y diálogo de saberes. Pudimos concretar
esto después de facilitar un intercambio de experiencias entre ambos grupos: los oxchuqueros al
isita la o u idad de Ti a uil lo ue ás les lla ó la ate ió pa a epli a fue la o a de
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mecate que utilizan para sacar el agua de las iste as. Mie t as ue los de Ti a uil al isita la
parcela de Don Salvador en el Tzay, quedaron impresionados con sus árboles de aguacate:
Pues lo que quiero hacer es el injerto de aguacate porque si lo logro hacer entonces
tal vez puedo adquirir algún ingreso no sé si diera el aguacate comienzo a venderlos
por eso quiero hacer crecer (Mariano Moreno García).
Después de un caminar de reconfiguraciones y aprendizajes, vemos a ambos grupos transitar de
un modelo de desarrollo a otro, así como de un tipo de control cultural a otro:
Figura 4.- Resultados. Adaptado con base en Bonfil (1991).
Sugerimos que ambos procesos de gestión territorial están encaminados hacia una cultura
apropiada de autogestión, no estática, desde una visión de desarrollo propia para combatir las
asimetrías existentes y así construir un proyecto de sociedad. Basado en la educación o en la
producción, vemos que de cierta manera ambos comparten una lógica de desarrollo de
capacidades locales a largo plazo, en la medida que haya acompañamiento y aprendizaje en el
curso del camino. Convertirse en tomadores de decisiones desde y para su territorio, será una
alternativa para cubrir los rezagos de un gobierno contagiado y lastimado por el modelo
económico imperante.
CONCLUSIONES
A pesar de sus inicios imponentes, actualmente y después de un caminar histórico particular para
cada caso, tanto la instancia gubernamental (CDI) como la instancia religiosa (Misión de Bachajón)
son herramientas facilitadoras para la gestión de los territorios y el aprendizaje social de los dos
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grupos tseltales. La posición política contrastante y la forma de concebir el desarrollo desde las
dos organizaciones mediadoras se evidencian con fuerza en las distintas configuraciones del
caminar de ambos grupos. Esto se observa desde sus objetivos y valores, hasta sus acciones
concretas territoriales.
No obstante los caminos diferentes, ambos casos se presentan como posibilidades de procesos de
autogestión con acompañamiento frente a la incapacidad del gobierno mexicano de cumplir con la
distribución adecuada de servicios públicos. Como respuesta a los desafíos de la globalización,
ambos procesos se encaminan hacia una cultura apropiada de autogestión para, por una parte,
superar la dependencia paternalista y, por el otro, superar al aislamiento que la autonomía
implica. No obstante, siguen existiendo presiones desde dentro y fuera de las comunidades para
mantenerse en condiciones de subordinación. Por lo mismo, en este perímetro no-deseable es
donde habitan la mayoría de las familias campesinas rurales de México, y del mundo, que viven a
expensas de las transferencias gubernamentales permeando los espacios más profundos de sus
vidas cotidianas.
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RA XIMHAI
ISSN 1665-0441
Volumen 12 Número 4
Edición Especial
Enero – Junio 2016
133-151
CONDICIONES LABORALES DE LA MANO DE OBRA RURAL DE MÉXICO
WORKIN CONDITION OF RURAL LABOR IN MEXICO
Felipe Contreras-Molotla
Investigador Titular del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma
de México (CEIICH-UNAM). Correo electrónico: molotla_c@yahoo.com.mx
RESUMEN
El objetivo de este trabajo es mostrar el comportamiento de las condiciones laborales de la mano de obra rural de
México en el contexto de la apertura comercial (1990-2010). Por tal motivo, se revisan las tendencias de las ocupaciones
agropecuarias y no agropecuarias; actividades asalariadas y no asalariadas; el ingreso laboral; y las principales
característica sociodemográficas de la mano de obra como la edad y la escolaridad. El análisis empírico se desprende del
procesamiento de los microdatos de las muestras de los Censos de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010.
Entre los principales resultado se constata el bajo crecimiento del empleo asalariado en los contextos rurales, tanto en
actividades agrícolas como no agrícolas. El trabajo asalariado agropecuario femenino creció hasta inicios del siglo XXI y
posteriormente tuvo una contracción al final de la década del dos mil. Los varones continúan, predominantemente, en
actividades agropecuarias, pero se ha incrementado su participación en el trabajo agrícola asalariado. Las ocupaciones
no agropecuarias aumentaron en los contextos rurales. Sin embargo, en el último momento del estudio se volvieron más
precarias, ya que se incrementó el trabajo por cuenta propia, con bajos niveles de remuneración, esta situación
responde a la limitada demanda laboral de la mano de obra. Por lo tanto, en el contexto de la apertura comercial, no se
incrementaron las ocupaciones asalariadas de manera sostenida y se continúa con bajos niveles de remuneración.
La región geográfica de residencia permitió distinguir diferencias en las condiciones laborales de la población rural
ocupada y, en el tiempo se acortó ligeramente la brecha salarial regional. La región Noroeste, Norte fueron las que
mostraron los mayores niveles de remuneración laboral, en contraparte, las regiones Sur y Golfo fueron las que
presentaron las remuneraciones menores.
Palabras clave: Fuerza de trabajo rural; actividades rurales no agrícolas; población rural; condiciones laborales.
SUMMARY
The aim of this paper is to show the behavior of the working conditions of the rural labor force of Mexico in the context
of trade liberalization (1990-2010). Therefore, trends in agricultural and non-agricultural occupations are reviewed;
salaried and non-salaried activities; labor income; and the main demographic characteristic of labor as age and
schooling. The empirical analysis shows processing micro-data samples from the Census of Population and Housing
1990, 2000 and 2010.
Among the major results in low growth of wage employment in rural contexts, both agricultural and non-agricultural
activities is found. The female agricultural wage labor grew to early twenty-first century and later had a contraction at
the end of the decade two thousand. Males still predominantly in farming, but it has increased its participation in the
agricultural wage labor. Non-agricultural occupations increased in rural contexts. However, at the last moment of the
study became more precarious, as the increased work on their own, with low levels of remuneration, this situation
reflects the limited labor demand of labor. Therefore, in the context of trade liberalization, not salaried occupations
increased steadily and continues with low levels of remuneration.
The geographic region of residence enabled to distinguish differences in the working conditions of the rural population
and occupied in time regional wage gap it is slightly shortened. The Northwest, North region were showing the highest
levels of labor remuneration, in contrast, the South and Gulf regions were those that had the lowest wages.
Key words: rural labor force; rural no farm-activities; rural population; labor conditions.
Recibido: 10 de noviembre de 2015. Aceptado: 15 de enero de 2016.
Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4):
133-151.
133
134 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México
INTRODUCCIÓN
En México, como en otros países de América Latina, en décadas recientes se han registrado
importantes transformaciones sociales en todos los ámbitos, en especial en los contextos rurales,
vinculadas con la reestructuración económica, la expansión de las empresas mineras y agrícolas, la
mayor articulación de las ciudades con el ámbito rural, como consecuencia del mejoramiento de la
infraestructura, el transporte y el desarrollo de las telecomunicaciones, que han tenido una
influencia de lo urbano en el espacio local, modificando el contexto social y cultural.
Como resultado de dichas transformaciones, la producción agrícola en los contextos rurales, cada
vez más, tienen una menor importancia en el ingreso de los hogares, en contraparte, las
ocupaciones no agropecuarias han ganado mayor centralidad en el ingreso familiar. La
proliferación de las actividades económicas no agrícolas ha transformado la organización
económica de los hogares, debido a que ésta ya no gira exclusivamente en torno a la agricultura
como en el pasado.
Esas transformaciones se consolidaron a partir de la apertura comercial, la reestructuración
económica y la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Con éste, se
pretendía atraer inversión del capital nacional e internacional a la agricultura, lo que generaría
empleos asalariados en el sector agrícola y en los servicios demandados por las empresas agrícolas
(Rubio, 2004).15
También se esperaba una movilidad de empleo y de capital, de las actividades no competitivas
hacia las competitivas en el mercado interno y externo (Puyana y Romero, 2008). Sin embargo, el
balance de los resultados del TLCAN, indican que no ha contribuido al desarrollo económico y el
bienestar social de toda la población mexicana (Acosta y Álvarez, 2005).
Con la eliminación gradual de los aranceles en los productos agrícolas, un importante número de
pequeños y medianos productores quedó excluido del mercado, porque no logró competir con los
grandes productores nacionales y del exterior, dado que no contaban con las condiciones y apoyos
productivos necesarios para modernizarse y aumentar su productividad. Esta situación polarizó las
condiciones económicas de la población rural.
La baja productividad y rentabilidad de los pequeños minifundistas intensificó la pluriactividad de
los hogares rurales, es decir, sus integrantes combinaron de manera permanente actividades
agropecuarias y no agropecuarias (Grammont, 2009). Esta situación es distinta a la que sucedía en
el pasado, ya que hasta mediados de los ochenta podía observarse que los ingresos provenientes
de la migración interna e internacional sólo eran complementarios para el consumo, y la
producción agrícola permitía el funcionamiento de la economía campesina (Arizpe, 1980;
Appendini y Salles, 1983), a diferencia de lo que sucede en décadas recientes, los ingresos
generados a partir del trabajo agropecuario asalariado y no agropecuario se han vuelto centrales e
indispensables para estos hogares. Es por ello que resulta conveniente profundizar en las
características y condiciones laborales que prevalecen en los espacios rurales en el contexto de la
apertura comercial.
15
Algunas organizaciones de comercializadores y productores del campo han manifestado su inconformidad, a 20 años de la firma el
TLCAN, señala ue: o ha ada ue ele a , pues éste os e po e ió y el gobierno abandonó, despojó y excluyó del desarrollo"
(La Jornada, 2 enero de 2014).
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 135
El propósito de este trabajo es mostrar la evolución de las ocupaciones agropecuarias y no
agropecuarias, así como las condiciones laborales de la mano de obra rural de México en el
contexto de la apertura comercial (1990-2010). Con dicho análisis se construye un balance sobre la
situación de la población rural en el mercado de trabajo en el contexto de la apertura comercial.
MATERIALES Y MÉTODOS
Para revisar el comportamiento ocupacional de la mano de obra rural, sus condiciones laborales y
sus principales características sociodemográficas, se utiliza los microdatos de las muestras de los
Censos de Población y Vivienda de l990, 2000 y 2010. El procesamiento de los microdatos se
realizó con el paquete estadístico R (The R Proyect for Statistical Computing). Con dicha
información se revisan las tendencias de: a) las ocupaciones agropecuarias, referidas a las
actividades económicas agrícolas, ganaderas, silvícolas, acuícolas y forestales; las ocupaciones no
agropecuarias abarcan actividades económicas vinculadas con las industriales, la manufactura, la
construcción, los servicios y el comercio; b) ocupaciones asalariadas, en las que se recibe un pago
a destajo, por tarea o jornada desempeñada; ocupaciones no asalariadas, referida a los
trabajadores por cuenta propia principalmente;16 c) ingreso laboral, considera al ingreso
monetario reportado mensualmente por el producto de su trabajo; el ingreso laboral de las tres
fechas del estudio se encuentra en pesos de julio de 2010; el ingreso laboral por hora de trabajo se
refiere al ingreso mensual entre el total de horas trabajadas mensualmente; d) las principales
característica sociodemográficas de la mano de obra como la edad, se refiere a los años cumplidos
reportados; la escolaridad acumulada, referida al número de años cursados y aprobados.
Debido a la importancia de las diferencias económicas a lo largo del país, la información se analiza
según la región geográfica de residencia, para lo cual se construyeron nueve regiones: 1)
Noroeste, integrada por Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora; 2) Norte, integrada
por Coahuila, Chihuahua y Durango; 3) Noreste, integrada por Nuevo León y Tamaulipas; 4)
Occidente, integrada por Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit; 5) Centro Norte, integrada por
Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas; 6) Centro, integrada por
Distrito Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala; 7) Sur integrada por Chiapas,
Guerrero y Oaxaca; 8) Golfo, integrada por Tabasco y Veracruz; 9) Península, integrada por
Campeche, Quintana Roo y Yucatán (CONAPO, 2004).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En este apartado se muestran las principales transformaciones ocupacionales de la mano de obra
rural de México en el contexto de la apertura comercial (1990-2010). Por lo tanto, se revisan las
tendencias de las ocupaciones agropecuarias y no agropecuarias; la forma de remuneración,
asalariada y no asalariada; el comportamiento del ingreso laboral; y las principales característica
sociodemográficas como la edad y la escolaridad de la población rural ocupada. La información
estadística utilizada se desprende de los microdatos de las muestras de los Censos de Población y
Vivienda de 1990, 2000 y 2010.
16
Se excluye a los patrones.
136 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México
La evolución de la población rural de México indica un crecimiento moderado entre 1990 y 2010,
ya que pasó de 23.3 a 26.0 millones de habitantes. Esto obedece, en parte, a la persistencia de la
migración interna e internacional y al descenso de la fecundidad como lo muestra la información
de la última fecha censal. Es oportuno mencionar que más de la mitad de la población rural se
concentra en la región Sur, Centro y Golfo.
A lo largo de este tiempo se presentó un cambio en la estructura por edad de la población rural,
transitando de una sociedad predominantemente infantil a una con mayor presencia de población
en edad de trabajar. Esta tendencia es diferente cuando se analiza la dinámica demográfica por
región, mostrando una población más joven en el Sur y más envejecida en el Norte del país. En
tanto, las transformaciones expresadas en el mercado de trabajo se encuentran relacionadas con
el comportamiento señalado y el crecimiento de las ocupaciones no agropecuarias, como veremos
más adelante.
La población ocupada en los contextos rurales de México entre 1990 y 2010, mostró un
incremento considerable, ya que pasa de 5.5 a 8.1 millones, esta información sugiere una mayor
cantidad de población en edad de trabajar y un cambio en la estructura por edad de la población,
produciendo una mayor presión en el mercado laboral local y regional. Entre la población ocupada
masculina se manifestó un aumento de 4.9 a 6.2 millones. En el caso de la población ocupada
femenina se observó una dinámica considerablemente mayor, ya que se triplico su participación
en términos absolutos en el mercado laboral de 0.5 a 1.8 millones. Esto muestra que, cada vez
más, las mujeres se incorporan al mercado de trabajo, probablemente como una respuesta de los
hogares rurales frente a las presiones económicas y la baja rentabilidad que obtienen los
pequeños productores. Se debe advertir que la inserción en el mercado laboral es distinta por
región geográfica de residencia entre varones y mujeres, como se examinará más adelante.
Como se ha venido mencionando, las tendencias tienen matices particulares cuando se revisa la
información por región geográfica de residencia. Esto se debe, en parte, a que históricamente el
desarrollo económico y social de México ha sido asimétrico, sobre todo en el asentamiento de la
agricultura empresarial en la planicie de los estados del Norte y Noroeste, beneficiada por las
grandes obras de infraestructura; y la agricultura campesina asentada principalmente en las
regiones Centro y Sur (Reyes Osorio, 1975; CEPAL, 1982; Florez, 2012). De tal forma, se espera
encontrar diferencias en el mercado de trabajo y en las condiciones laborales vinculadas con la
región geográfica de residencia.
Actividades agropecuarias
De 1990 a 2010 desciende la proporción de la población en ocupaciones agropecuarias, pasa de un
poco más de dos terceras partes a menos de la mitad (67.6% a 48.8%), esta reducción
proporcional, en términos absolutos, significó un ligero aumento de la población en ocupaciones
agropecuarias de 3.7 a 3.9 millones. La información revela que no se ha modificado
significativamente su magnitud a lo largo de los últimos 20 años, probablemente esta variación
obedece al fin del reparto agrario, la demanda no sostenida de trabajadores agrícolas y a la
tecnificación de los procesos productivos, que se vinculan con una mayor productividad y ahorro
de la mano de obra,17 con excepción de la época de cosecha en que se requiere de una mayor
17
Incluso algunos trabajos de investigación mencionan el desempleo entre los jornaleros agrícolas, fenómeno que no se había presentado
en el pasado (Barrón, 2014; Rojas, 2015).
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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cantidad de fuerza de trabajo, a pesar de que se generó una demanda permanente de
trabajadores agrícolas en el sector más dinámico como resultado de la rotación de los cultivos.
Este cambio no se presentó de la misma forma y magnitud a lo largo de todo el país. Por ejemplo,
en las regiones Sur, Golfo y Península, la proporción de trabajadores agropecuarios fue
considerablemente elevada y el descenso proporcional que experimentó no fue tan drástico como
ocurrió en las regiones Noroeste, Centro-Norte y Centro, en las que han ganado terreno las
ocupaciones no agropecuarias, que se encuentran estrechamente vinculados con el acceso a los
mercados de trabajo cercano a las ciudades (Cuadro 1).
Cuadro 1.- Distribución de la población rural ocupada, según el tipo de actividad, región y sexo,
1990,
y 2010rural ocupada, según tipo de actividad, región y sexo, 1990, 2000 y 2010.
Distribución
de 2000
la población
Hombres
Mujeres
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Agropecuario
1990
2000
2010
67.3
58.4
50.5
69.5
53.2
59.8
70.7
59.8
56.1
72.4
65.2
59.5
63.6
53.6
49.9
63.9
53.5
45.2
84.7
78.5
75.0
78.8
72.5
62.2
75.8
64.0
59.6
72.8
64.2
58.4
55.9
33.1
18.8
9.4
7.5
15.5
11.9
10.4
10.8
20.7
17.4
16.1
17.4
15.4
12.5
13.3
25.3
15.3
25.7
40.4
29.0
17.8
28.2
10.9
8.9
12.5
8.1
21.9
26.1
16.9
65.4
52.9
42.9
63.4
43.6
51.6
65.5
52.0
48.2
66.6
54.9
48.6
58.6
45.4
40.4
57.9
46.6
37.0
79.8
69.9
65.6
74.6
64.1
51.9
70.9
53.9
49.0
67.6
55.9
48.8
No agropecuario
1990
2000
2010
31.1
40.1
48.7
29.3
44.8
39.2
28.1
38.6
42.9
25.4
33.3
39.9
34.1
43.3
49.3
34.6
45.0
54.1
13.9
20.4
24.3
20.1
26.5
37.2
23.0
35.1
40.0
25.7
34.3
40.9
41.2
64.3
80.7
84.8
88.4
83.4
83.1
86.7
88.0
67.9
79.5
83.2
74.4
80.5
86.7
79.4
72.3
83.9
61.0
54.9
70.1
70.8
69.2
88.4
83.2
85.7
91.2
69.3
70.6
82.3
32.8
45.3
56.4
34.9
53.9
47.4
33.0
46.1
50.8
30.2
43.3
50.7
38.5
51.3
58.8
39.9
51.7
62.2
17.8
28.2
33.7
23.6
34.6
47.5
27.4
45.0
50.5
30.1
42.2
50.5
1990
1.6
1.2
1.2
2.1
2.2
1.5
1.4
1.1
1.2
1.6
2.8
5.8
5.0
11.4
8.2
7.3
13.3
11.4
7.9
8.8
1.8
1.7
1.5
3.2
2.9
2.2
2.4
1.8
1.7
2.3
N.E.
2000
1.5
2.1
1.7
1.5
3.1
1.5
1.0
1.0
1.0
1.5
2.6
4.1
2.9
3.0
4.1
2.4
4.7
2.5
1.9
3.3
1.8
2.5
1.9
1.8
3.3
1.7
1.9
1.3
1.1
1.9
2010
0.8
1.0
1.0
0.6
0.8
0.8
0.7
0.6
0.4
0.7
0.5
1.1
1.2
0.7
0.8
0.8
0.9
0.7
0.6
0.8
0.8
1.0
1.1
0.7
0.8
0.8
0.7
0.6
0.5
0.7
Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010.
Regiones: Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora); Norte (Coahuila, Chihuahua y Durango); Noreste (Nuevo León y
Tamaulipas); Occidente (Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit); Centro Norte (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y
Zacatecas); Centro (Distrito Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala); Sur (Chiapas, Guerrero y Oaxaca); Golfo (Tabasco y
Veracruz); Península (Campeche, Quintana Roo y Yucatán).
Para ejemplificar, en la región Sur y Centro, dentro de las ocupaciones agropecuarias, en 1990
contó con altos porcentajes de trabajadores dedicados al cultivo de maíz y/o frijol, que aumentan
para para el año 2010 (de 48.4 a 56.0% y de 35.5% a 37.1%, respectivamente), el tipo de
138 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México
agricultura es predominantemente campesina. Por otro lado, en los cultivos relacionados con la
producción de frutas, hortalizas y flores aumentó en las regiones Occidente (10.5 a 23.9%) y
Centro-Norte (5.9 a 14.3%), que obedece a la expansión de las empresas agrícolas en productos de
exportación (Contreras, 2013).
Con la información se puede apreciar que la agricultura empresarial se afianzó en las regiones del
Norte y Noroeste del país, en tanto que la producción agrícola por cuenta propia ha sido
predominante en las regiones del Sur y Centro. Así pues, las transformaciones en la estructura
ocupacional y productiva se encuentran asociadas a la cercanía y mejor acceso a los mercados de
trabajo local, regional y a centros urbanos o semiurbanos, lo que configura distintos escenarios de
la ruralidad en el país.
Una diferencia clara en la inserción de las ocupaciones agropecuarias se presenta según sexo, ya
que la proporción de varones ha disminuido de manera distinta (72.8% a 58.4%), en comparación
con las mujeres (21.9 a 16.9%), y estas diferencia se expresan con mayor amplitud entre las
regiones. Los varones de las regiones Sur y Golfo fueron los que reportaron el porcentaje más
elevado de trabajadores agropecuarios entre 1990 y 2010 (Cuadro 1). Entre las mujeres, las
diferencias fueron claras en las regiones Noroeste y Occidente, ya que mostraron uno de los
principales descensos porcentuales (de 55.9 a 18.8% y de 20.7 a 16.1%, respectivamente). Estos
descensos no se observaron con la misma magnitud en las regiones Sur y Golfo, que siguieron una
tendencia contraria, por lo que aumentó la proporción de trabajadoras agropecuarias para el año
2000 y posteriormente descendió. La información de la participación femenina en el trabajo
agrícola, se debe matizar a partir de que, por lo regular, el trabajo agrícola femenino en las
parcelas familiares no se ha reconocido como trabajo sino como ayuda (González Montes, 1997).
En resumen, la variación de los trabajadores agropecuarios sugiere que existen diferencias al
interior del grupo, como una consecuencia del fin del reparto agrario y el aumento temporal del
trabajo agrícola asalariado. De esta forma, podremos suponer que los trabajadores agropecuarios
son completamente distintos a los que observamos antes de la firma del TLCAN, esto lo
revisaremos con mayor detalle cuando examinemos la evolución de los trabajadores asalariados y
por cuenta propia, que por lo regular, son campesinos con característica sociodemográficas
particulares.
Actividades no agropecuarias
La población ocupada en actividades no agropecuaria aumentó de 30.1% a 50.5% entre 1990 y
2010. En términos absolutos representó un incremento de 1.8 a 4.1 millones, estas
transformaciones se atribuyen a la demanda que se generó alrededor de los servicios de las
empresas agrícolas, al crecimiento de los servicios estatales, municipales y locales, al acceso y
difusión de las telecomunicaciones, el autoempleo que ha formado históricamente una alternativa
en la generación de ingresos frente a las políticas agrícolas excluyentes de los pequeños y
medianos productores.
Las diferencias en la inserción en el mercado de trabajo se presentan según género y región de
residencia. La población masculina, como se mostró en los párrafos anteriores, se inserta
predominantemente en ocupaciones agropecuarias, en tanto que la población femenina se inserta
en ocupaciones no agropecuarias, a pesar de que la participación económica femenina tuvo un
auge importante en las ocupaciones agropecuarias asalariadas a inicios de este siglo.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 139
Las regiones Centro y Centro-Norte se han caracterizado por tener un mayor acceso a ocupaciones
distintas a las agropecuarias y han mantenido altas proporciones de trabajadores no
agropecuarios (Cuadro 1), probablemente obedece a la instalación de algunas maquiladoras en
zonas rurales, la demanda de los centros urbanos de trabajadores no calificados en los servicios,
en la construcción y el trabajo doméstico, esto se ve favorecido con mejores condiciones en la
infraestructura, el transporte y las vías de comunicación, que han permitido traslados cotidianos
de manera más eficiente (Mummert, 1995).
Se manifestó un incremento sostenido de la población ocupada femenina en actividades no
agropecuarias entre 1990 y 2010 (de 69.3% a 82.3%). Estas proporciones fueron mayores en las
regiones Península (83.2 a 91.2%), Noreste (83.1 a 88.0%) y Norte (84.8 a 83.4%), regiones que
han tenido una dinámica económica creciente en las últimas décadas. En el caso de la población
masculina la proporción más elevada en ocupaciones no agropecuarias se registró en las regiones
Centro y Centro-Norte (Cuadro 1).
Las ocupaciones no agropecuarias predominantes entre los varones no han cambiado
sustantivamente, por lo regular, se encuentran en trabajos relacionados con la construcción,
conductores de camiones de carga y pasajeros, la elaboración de algunos productos de metal y
madera. En el caso de la población femenina se encuentran en trabajos vinculados con el
comercio, el trabajo doméstico remunerado y la preparación de alimentos (Contreras, 2013).
Como se puede apreciar, no son ocupaciones que demanden alta escolaridad y calificación de la
mano de obra rural.
Características por edad
El análisis descriptivo que se presenta utilizó como medida de tendencia central la mediana. Se
optó por este indicador porque se considera menos afectado por los extremos en la distribución
de edades. Se caracteriza a la mano de obra de acuerdo con la edad, señalamos que la población
rural tiene comportamientos demográficos distintos entre las regiones geográficas de residencia.
Con lo que se puede establecer que la población más envejecida se localiza en las áreas del norte
del país, ya que atraviesa por una etapa de transición demográfica avanzada o muy avanzada;
tienen una dinámica demográfica distinta en fecundidad y migración con respecto a la región Sur,
que se encuentra en una etapa moderada de la transición demográfica. Ahí prevalecen tasas de
fecundidad más elevadas y, en consecuencia, una población más joven (Conapo, 2001).
Por ejemplo, la edad mediana de la población rural aumentó entre los dos momentos del estudio
de 17 a 23 años de edad y no hubo mayores diferencias según sexo (Cuadro 2). Las principales
diferencias de edad aparecen entre las regiones Noreste (22 y 28 años) y Noroeste (20 y 27), que
tuvieron las mayores medianas de edad. La región Sur fue la que reportó la menor edad (16 y 20
años). La población rural ha seguido un proceso natural y social de envejecimiento de su
población, que se refiere principalmente al aumento en la expectativa de vida, la reducción de la
fecundidad y la migración de la población en edad de trabajar, aunque este proceso tiene distintas
características entre las regiones geográficas de residencia.
La edad mediana de la población ocupada rural para 1990 fue de 30 años y se incrementó en cinco
años para 2010 (35 años). La población ocupada masculina registró mayor edad que la población
ocupada femenina. Esta diferencia fue mayor para 1990 (31 vs. 24) que la de 2010 (36 vs. 34).
Entre las regiones Noreste, Noroeste y Golfo se registraron edades medianas superiores a la de la
140 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México
población ocupada rural. El aumento de la edad de la población ocupada femenina se encuentra
relacionada con la insuficiencia del ingreso masculino en el hogar, por lo que se presenta una
mayor participación femenina, sobre todo cuando ya no tienen hijos pequeños que demanda una
mayor atención y cuidado.
Cuadro 2.- Medidas de edad de la población rural ocupada., según tipo de actividad, región y
1990,
2000 y 2010
Medianas desexo,
edad de
la población
rural ocupada, según tipo de actividad, región y sexo, 1990, 2000 y 2010.
Hombres
Mujeres
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
1990
32
34
35
33
34
35
32
32
33
33
19
31
28
24
22
35
32
32
34
25
30
34
35
32
34
35
32
32
33
32
Agropecuario
2000
2010
34
38
36
38
37
42
34
38
37
39
36
39
33
36
34
40
36
38
35
38
25
33
31
34
38
38
30
34
31
33
36
40
33
37
34
40
36
40
33
37
32
38
36
38
37
41
33
37
36
38
36
39
33
36
34
40
36
38
34
38
No agropecuario
1990
2000
2010
31
33
36
29
31
35
30
31
35
30
31
34
28
30
33
29
30
33
30
30
32
29
31
34
28
29
32
29
30
33
25
30
36
22
27
35
22
29
35
24
28
34
22
25
30
24
28
33
27
30
34
25
31
35
25
28
33
24
28
33
30
32
36
27
30
35
28
31
35
28
30
34
26
28
32
28
30
33
29
30
33
29
31
34
27
29
32
28
30
33
1990
32
32
33
32
31
32
31
30
31
31
22
23
23
24
22
25
28
27
25
25
30
30
32
30
30
30
30
30
30
30
Total
2000
33
33
34
33
33
32
32
33
33
33
28
28
30
28
25
30
31
32
29
29
32
32
34
32
31
32
32
33
32
32
2010
37
36
39
36
35
35
35
37
35
36
35
34
35
34
31
34
35
36
33
34
37
36
38
35
34
35
35
37
35
35
Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010.
Regiones: Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora); Norte (Coahuila, Chihuahua y Durango); Noreste (Nuevo León y
Tamaulipas); Occidente (Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit); Centro Norte (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y
Zacatecas); Centro (Distrito Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala); Sur (Chiapas, Guerrero y Oaxaca); Golfo (Tabasco y
Veracruz); Península (Campeche, Quintana Roo y Yucatán).
La edad mediana para los ocupados agropecuarios fue de 32 años y de los trabajadores no
agropecuarios de 28 años en 1990. Veinte años después, la edad mediana de los trabajadores
agropecuarios se incrementó en 6 años y la de los ocupados no agropecuarios en 5 años. Entre los
hombres ocupados en actividades agropecuarias se incrementó la edad mediana (33 y 38), y en
menor medida entre los ocupados no agropecuarios, que pasó de 29 a 33 años, entre los dos
momentos del estudio. Entre las trabajadoras agropecuarias se registró una edad mediana mayor
(25 y 37 años) que la de las ocupadas no agropecuarias entre los dos momentos del estudio (24 y
33 años). Las regiones Noreste, Golfo y Norte correspondió una edad mediana superior entre la
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 141
población ocupada agropecuaria, que se expresa igual entre la población agropecuaria masculina y
femenina (Cuadro 2).
Esta información sugiere, claramente, diferencias en la inserción laboral de los trabajadores en
ocupaciones agropecuarias y no agropecuarias. Debemos mencionar que los más jóvenes se
insertan en ocupaciones no agropecuarias, en tanto la población con mayor edad, que ha tenido
acceso a las tierras de labor se encuentran en ocupaciones agropecuarias; y una parte de la
población masculina joven se encuentra en ocupaciones agropecuarias asalariado o como
trabajador familiar sin pago.
El incremento de la edad entre los trabajadores agrícolas es mayor que la de los trabajadores no
agrícolas. Este comportamiento en la edad se confirma también en el mismo sentido que en los
trabajos de Garay (2008), Pacheco (2010) y Florez (2012). La información nos revela la diferencia
generacional en la inserción al mercado laboral, ya que los más jóvenes se desempeñan en
ocupaciones no agropecuarias y los de mayor edad en ocupaciones agropecuarias.
Escolaridad
La mediana de escolaridad de la población ocupada en las áreas rurales de México ha pasado de 3
a 6 años de escolaridad entre los dos momentos del estudio. Estas cifras son importantes porque
refieren la calificación formal de la mano de obra rural y la desigualdad social en el país. Estos
resultados se relacionan con la migración de la población rural que ha alcanzado mayores niveles
de escolaridad y que las ocupaciones no agropecuarias, en gran parte de los contextos rurales, no
requieren escolaridad elevada.
Las medianas de escolaridad de la población femenina ocupada fueron mayores, en comparación
con las medianas de la población ocupada masculina. Los hombres en 2010 se mantuvieron con
seis años de escolaridad y entre las mujeres la mediana osciló entre siete y nueve años, de
acuerdo con las distintas regiones de residencia, sobre todo en el Norte, Noroeste y Noreste
(Cuadro 3). La información indica la forma diferenciada en que la población rural ha accedido a los
servicios educativos y que no se ha estimulado una demanda laboral que requiera de mano de
obra con mayor escolaridad, ya que la estructura ocupacional muestra que no se ha incrementado
sustantivamente las demanda de ocupaciones con mayor formación académica.
Al revisar las medianas de escolaridad de las regiones Sur, Golfo y Península (2, 3 y 3 años) para
1990, observamos que no sobrepasan la mediana de escolaridad nacional de los contextos rurales.
Es una situación a la que se debe poner especial atención porque concentran a parte de la
población rural del país. La única región que sobrepasó la mediana nacional de escolaridad rural
fue la región Noroeste con 7 años para el 2010, región que concentra a una pequeña proporción
de población rural (Cuadro 3).
Esta información confirma el bajo nivel de escolaridad de la mano de obra rural, que puede ser
una barrera para que esta población acceda a trabajos no agropecuarios, o agropecuarios más
sofisticados, donde la preparación signifique mejores condiciones de trabajo y vida, siempre que
esta demanda laboral se incremente en estos lugares. A inicios de este siglo se señaló que para
acceder a un trabajo no agropecuario en los espacios rurales era necesario, por lo menos, contar
con nueve años de escolaridad (Yúnez-Naude y Taylor, 2001; De Janvry y Sadoulet, 2002).
142 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México
Cuadro 3.- Mediana de escolaridad de la población rural ocupada, según tipo de actividad,
región y sexo,
1900, 2000
y 2010
Mediana de escolaridad
de la población
rural
ocupada, según tipo de actividad, región y sexo, 1990, 2000 y 2010.
Hombres
Mujeres
Total
Agropecuario
2000
2010
5
6
4
6
4
6
4
6
4
6
No agropecuario
1990
2000
2010
6
6
9
6
6
8
6
6
9
5
6
7
5
6
7
1990
4
4
4
3
3
Total
2000
6
6
6
5
6
2010
6
6
6
6
6
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro Norte
1990
4
4
4
3
3
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro Norte
3
3
3
3
3
5
4
4
3
4
4
4
3
4
4
4
5
4
4
4
6
5
5
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
5
6
9
6
6
6
6
6
6
6
6
6
8
6
7
6
6
9
8
9
9
9
9
9
9
8
9
4
3
3
3
3
6
6
6
6
6
6
4
5
5
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
9
9
9
6
8
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro Norte
2
2
2
3
4
4
4
3
3
3
2
3
3
3
5
4
4
4
4
5
3
4
5
5
6
6
6
6
6
6
6
6
5
6
6
6
6
6
5
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
9
6
9
6
9
9
9
9
7
8
6
3
6
4
6
5
5
4
3
3
6
4
6
6
6
6
6
6
6
6
9
6
8
6
7
7
6
6
6
6
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
3
2
3
3
3
4
3
3
4
4
6
5
5
6
6
6
6
6
5
6
6
6
6
6
6
9
6
9
8
9
4
3
3
3
3
6
4
5
5
6
6
6
6
6
6
Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010.
Regiones: Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora); Norte (Coahuila, Chihuahua y Durango); Noreste (Nuevo León y
Tamaulipas); Occidente (Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit); Centro Norte (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas);
Centro (Distrito Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala); Sur (Chiapas, Guerrero y Oaxaca); Golfo (Tabasco y Veracruz); Península
(Campeche, Quintana Roo y Yucatán).
Tipo de remuneración
Para ver el avance del proceso de salarización rural en el contexto de la apertura comercial,
presentamos su comportamiento entre los dos momentos del estudio a partir de tres categorías:
el trabajo asalariado, que incluye a los empleados, jornaleros y peones; el trabajo no asalariado,
que consideran a los trabajadores por cuenta propia; y los trabajadores familiares sin pago.
La tendencia del trabajo asalariado ha ido en aumento, llegando a 57.1% en 2010, en tanto, el
comportamiento de los trabajadores familiares sin pago ha tenido altibajos, mostrando un
aumento considerable en el año 2000 y un descenso para 2010, aunque no a los niveles de 1990.
Entre los varones se observó un incremento de 10 puntos porcentuales en su participación en
trabajos asalariados. A diferencia de lo que ocurrió en la tendencia de la población ocupada
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 143
femenina, que descendió en 12 puntos porcentuales, recordemos que en 1990 la participación
económica femenina, en términos absolutos, fue considerablemente menor que la de 2010.
La región Noroeste fue la que contó con mayor participación de trabajadores asalariados, con
porcentajes superiores al 70%. La región Noreste mostró una dinámica creciente y se posicionó
como la segunda región con el mayor porcentaje de trabajadores asalariados. En contraparte, la
región Sur, históricamente ha reportado la menor proporción de trabajadores asalariados, lo que
muestra las limitaciones en su dinámica económica y sus alternativas en el mercado laboral, como
lo sugiere el incremento de trabajadores familiares sin pago que se duplicó, prácticamente, entre
1990 y 2010. Cabe destacar que la información no muestra considerables diferencias por género al
interior de las regiones.
Cuadro 4.- Distribución de la población ocupada rural según el tipo de remuneración, región
geográfica
y sexo,
1990,
2010
Distribución de
la población
ocupada
rural 2000
según y
tipo
de remuneración, región geográfica y sexo, 1990, 2000 y 2010
Hombres
1990
68.0
47.5
51.8
46.0
53.2
Asalariado
2000
74.9
58.3
63.6
55.7
60.5
2010
76.5
61.2
71.4
62.1
66.0
No asalariado
1990
2000
28.5
21.1
41.1
31.7
40.9
28.6
44.4
33.3
36.9
27.1
2010
20.5
30.6
22.4
30.9
24.7
54.4
26.7
51.1
44.0
47.0
58.9
32.0
59.1
49.0
54.0
61.5
32.1
62.4
50.3
56.7
38.3
63.9
40.7
50.7
44.5
29.1
52.5
29.5
41.2
34.3
29.1
49.7
30.2
42.4
33.1
7.3
9.5
8.1
5.2
8.4
12.0
15.5
11.3
9.9
11.7
9.4
18.2
7.4
7.3
10.2
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro
Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
88.7
83.0
82.8
68.8
79.7
81.2
66.0
72.2
58.5
68.7
73.2
68.3
70.4
66.1
68.4
10.5
13.5
15.4
26.0
16.4
14.7
22.0
20.5
27.7
19.1
23.0
24.8
23.6
27.7
23.9
.9
3.5
1.8
5.2
3.9
4.1
12.0
7.3
13.8
12.2
3.8
6.9
6.0
6.1
7.7
73.6
42.3
67.5
61.9
70.7
62.0
26.7
55.3
48.7
55.0
62.3
33.5
57.3
49.4
58.4
23.0
50.8
27.0
34.2
25.2
22.9
50.6
28.3
35.3
29.5
27.9
47.5
34.6
42.9
31.7
3.3
6.9
5.5
3.9
4.1
15.1
22.8
16.3
16.1
15.4
9.8
18.9
8.0
7.7
9.9
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro
Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
71.4
51.0
54.5
48.4
55.9
76.3
59.9
65.0
56.4
62.2
75.7
62.5
71.2
63.1
66.6
25.6
38.4
38.7
42.5
34.8
19.7
29.7
27.3
32.1
25.3
21.1
29.5
22.6
30.1
24.5
3.0
10.7
6.8
9.1
9.3
4.0
10.4
7.7
11.6
12.4
3.2
8.0
6.2
6.8
8.9
56.5
27.8
52.2
45.2
49.3
59.7
30.8
58.4
48.9
54.2
61.8
32.4
61.4
50.1
57.1
36.6
62.9
39.9
49.6
42.7
27.6
52.0
29.3
40.0
33.3
28.8
49.3
31.1
42.5
32.8
6.9
9.3
8.0
5.1
8.0
12.7
17.1
12.3
11.1
12.5
9.5
18.4
7.5
7.4
10.1
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro
Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Mujeres
Total
Total
Total
Trabajador familiar sin pago
1990
2000
2010
3.5
4.0
3.0
11.4
10.0
8.2
7.3
7.8
6.2
9.6
11.0
7.0
9.9
12.5
9.3
Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010.
Regiones: Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora); Norte (Coahuila, Chihuahua y Durango); Noreste (Nuevo León y Tamaulipas);
Occidente (Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit); Centro Norte (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas); Centro (Distrito
Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala); Sur (Chiapas, Guerrero y Oaxaca); Golfo (Tabasco y Veracruz); Península (Campeche, Quintana Roo y
Yucatán).
144 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México
En 1990 un poco más de la mitad del trabajo asalariado fue agropecuario. La distribución del
trabajo asalariado para los varones se concentró en las ocupaciones agropecuarias, a diferenciad
de lo que ocurría entre las mujeres, como lo indica la mayor proporción de trabajadoras
asalariadas en ocupaciones no agropecuarias.
La mayor proporción del trabajo no asalariado se concentró en las ocupaciones agropecuarias, y al
revisar la información por sexo, observamos que los varones no asalariados se dedicaban
principalmente al trabajo agropecuario, a diferencia de lo que ocurría entre las mujeres, ya que la
mayoría se encontraba en ocupaciones no agropecuarias.
En el 2010 se observó una situación distinta, debido a que comenzó a ganar mayor presencia el
trabajo asalariado no agropecuario, ya que 2 de cada 3 trabajadores se desempeñaban en dichas
ocupaciones. Esta información nos indica la contracción del trabajo agropecuario asalariado. Entre
los varones se observó una menor participación en el trabajo asalariado agropecuario y en el caso
de las mujeres aumenta su participación en el trabajo no agropecuario asalariado.
Cuadro 5.- Tipo de remuneración por tipo de ocupación, según sexo, México, 1990, 2000 y 2010
Asalariado
sexo
Hombres
Agropecuario
No agropecuario
No especificado
Total
Mujeres
Agropecuario
No agropecuario
No especificado
Total
Total
Agropecuario
No agropecuario
No especificado
Total
1990
56.4
42.1
1.5
100.0
19.8
78.6
1.6
100.0
51.4
47.0
1.5
100.0
2000
49.4
49.5
1.0
100.0
17.9
80.8
1.3
100.0
42.5
56.4
1.1
100.0
No asalariado
2010
44.2
55.4
.4
100.0
11.1
88.4
.4
100.0
36.3
63.2
.4
100.0
1990
85.4
14.0
.6
100.0
27.8
67.5
4.7
100.0
82.2
17.0
.8
100.0
2000
79.8
20.0
.2
100.0
29.3
68.2
2.5
100.0
70.1
29.2
.7
100.0
Trabajador familiar sin pago
2010
73.9
25.8
.2
100.0
15.6
84.3
.2
100.0
60.9
38.9
.2
100.0
1990
94.7
3.9
1.4
100.0
43.4
31.0
25.6
100.0
92.2
5.2
2.6
100.0
Total
2000 2010 1990 2000 2010
91.4
92.1 72.4 64.7 58.9
8.2
7.7 26.4 34.6 40.7
.5
.2 1.1
.7
.3
100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
51.8
57.3 22.8 26.5 17.1
44.8
42.4 73.8 71.6 82.6
3.4
.3 3.4 2.0
.3
100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
80.9
84.2 67.7 56.5 49.2
17.9
15.6 31.0 42.5 50.4
1.3
.2 1.3 1.0
.3
100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010.
En el trabajo no asalariado se observó un incremento considerable en las ocupaciones no
agropecuarias en el caso de los varones y en el caso de las mujeres se volvió predominante, es
decir, a pesar de que la población ocupada femenina aumentó su participación en el trabajo
asalariado, recientemente ha aumentado con mayor velocidad su participación como trabajadoras
no asalariadas. Estas condiciones nos indican la precariedad de los mercados de trabajo,
caracterizados por no generar una demanda sostenida de trabajadores asalariados.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 145
Debemos mencionar que en América Latina, en la gran mayoría de los casos, el trabajo asalariado
se encuentra en condiciones precarias y no permite superar las condiciones de pobreza (Klein,
2013). Por lo que sería un error considerar que todo el trabajo asalariado es una alternativa para
mejorar las condiciones económicas de la población rural, en tanto los salarios no recuperen su
poder adquisitivo.
De esta manera, se puede señalar que existe un conjunto amplio de la población rural ocupada
que se ha insertado en actividades por cuenta propia no agropecuarias, situación que nos sugiere
su participación en empleos denominados de refugio y probablemente con condiciones precarias.
Así pues, no todo el empleo no agrícola rural es una alternativa que les permita a las personas vivir
decorosamente.
Ingresos por hora de trabajo
El análisis de ingresos por hora de trabajo que se presenta a continuación se encuentra en pesos
de julio de 2010, por lo que no existe ninguna restricción para comparar los ingresos laborales. En
términos generales, el ingreso laboral en los contextos rurales representa la mitad de los ingresos
laborales reportados en los contextos más urbanizados; brecha que se ha ido acortando, como lo
muestra la información de 2010 (Cuadro 6). El ingreso laboral mediano de la población femenina
rural es menor frente a la población ocupada masculina, en la gran mayoría de los casos, brecha
que se ha diluido lentamente, probablemente por el descenso generalizado que ha experimentado
el salario real.
El ingreso mediano por hora de trabajo nos indica que se ha estancado y en algunos casos
descendió entre 1990 y 2010. Es claro que continúa existiendo una brecha entre los ingresos
generados por el trabajo agropecuario y no agropecuario, esta diferencia se ha reducido, aunque
persisten las diferencias. Al parecer el ingreso laboral no agropecuario se ha reducido más que el
ingreso laboral agropecuario como se muestra en el cuadro 6. Este debilitamiento y diferencia se
puede atribuir a la mayor participación de trabajadores en actividades no agropecuarias por
cuenta propia que tienen menores ingresos que los trabajadores asalariados no agropecuarios y al
descenso de los salarios reales.
Se podría decir que, en parte, el ingreso que proviene de actividades no agropecuarias se ha
precarizado, probablemente por el crecimiento del trabajo por cuenta propia, que en términos
generales, es menor que la remuneración por salario. Se podría decir que en los noventa las
ocupaciones no agropecuarias mostraban notables diferencias con respecto al trabajo agrícola, a
principios de siglo el trabajo asalariado era la diferencia en el ingreso por trabajo más notable, y
para el 2010, es claro que ni el trabajo asalariado ni el trabajo no agropecuario representan
notables ventajas económicas en los contextos rurales.
146 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México
Cuadro 6.- Ingreso laboral mediano por hora de trabajo de la población rural adecuada de
México,
1990, 2000
y 2010
Ingreso
laboral mediano
por hora
de trabajo de la población rural ocuada de México, 1990,200 y 2010
Hombres
Mujeres
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro
Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro
Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro
Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Agropecuario
1990
2000
16.7
13.2
13.0
12.9
11.2
10.5
17.0
13.2
11.2
9.9
2010
16.4
15.4
16.4
17.3
13.8
No agropecuario
1990
2000
2010
23.0
18.1
22.5
18.6
15.8
19.0
17.9
15.8
19.7
22.3
15.8
21.1
17.1
14.4
18.5
1990
18.6
14.9
13.4
18.6
13.4
Total
2000
15.1
14.8
12.7
14.1
12.1
2010
19.7
16.8
17.5
19.0
16.4
8.9
7.2
11.2
8.9
11.2
14.0
13.4
11.2
16.6
11.2
7.5
6.8
7.9
7.5
8.8
11.5
10.1
10.5
13.2
10.5
12.3
9.9
12.3
11.5
12.8
15.4
14.8
14.4
16.4
14.1
18.6
17.9
17.3
16.7
18.6
20.8
16.5
14.7
15.9
13.0
13.2
11.9
11.3
11.3
13.6
15.8
15.4
14.2
11.5
11.3
17.9
16.4
16.6
14.8
18.5
20.5
17.3
17.5
16.4
15.3
11.9
8.9
11.2
11.2
13.0
15.6
16.1
13.9
16.0
12.4
9.9
7.9
8.2
9.2
10.6
13.2
15.0
13.8
11.9
11.3
15.3
12.3
14.1
13.1
15.8
18.8
16.4
17.3
16.4
14.8
9.3
5.6
9.3
11.2
13.0
16.3
13.0
11.2
16.7
11.2
6.2
4.9
6.3
7.9
7.9
13.2
12.8
10.5
13.2
9.9
11.0
8.3
11.0
9.9
13.1
16.4
15.4
16.4
17.1
13.8
13.8
13.0
13.9
12.2
14.9
22.3
18.5
17.2
21.3
16.5
10.5
8.2
9.5
9.2
11.1
17.3
15.8
15.7
14.2
13.2
14.8
12.3
14.4
12.3
14.8
21.7
18.5
19.2
19.7
17.5
13.0
11.2
13.0
12.0
13.8
17.9
15.3
13.4
18.6
13.0
9.8
7.4
8.2
9.0
10.5
14.6
14.8
13.2
13.7
11.9
14.4
11.8
14.1
12.3
14.8
19.7
16.7
17.5
18.5
16.4
8.9
7.2
11.2
8.9
11.2
7.1
6.6
7.9
7.5
8.8
12.3
9.9
12.3
11.3
12.8
17.5
17.3
16.7
15.6
17.9
12.0
10.8
10.5
10.5
13.2
16.4
14.8
16.4
14.4
17.3
12.2
8.9
11.2
11.2
13.0
9.9
7.9
8.2
9.2
10.5
14.8
12.3
14.1
12.8
15.4
Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010.
Regiones: Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora); Norte (Coahuila, Chihuahua y Durango); Noreste (Nuevo León y Tamaulipas);
Occidente (Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit); Centro Norte (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas); Centro (Distrito
Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala); Sur (Chiapas, Guerrero y Oaxaca); Golfo (Tabasco y Veracruz); Península (Campeche, Quintana Roo y
Yucatán).
Ingreso laboral
Para ilustrar con mayor detalle los argumentos mencionados en el apartado anterior a
continuación mostramos el comportamiento de los ingresos mensuales medianos por trabajo que,
en su mayoría, fueron más elevadas en 1990 en comparación con 2010. Cabe mencionar que en el
año 2000 se observó un descenso de los salarios en comparación con el ingreso de 1990. El ingreso
mediano a lo largo de estos 20 años pasó de 2 345 a 3 000 pesos mensuales (Cuadro 7).18 A pesar
del aumento continúan siendo ingresos que no permiten elevar las condiciones económicas de la
18
Para tener una referencia con respecto al ingreso, mencionamos que la línea de pobreza rural patrimonial per cápita para 1992 fue de
226.99; el año 2000 fue de 819.75 pesos y para el 2010 fue de 1408.46 por persona (Coneval, 2012). Es decir, 953.35, 3443 y 5916 pesos
para un hogar de 4.2 integrantes en promedio.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 147
población rural, los ingresos reportados se consideran deprimidos y esa condición no ha variado
sustantivamente (Jiménez, 2007; Larralde, 2008; Grammont, 2010; Lara, 2011).
Cuadro 7.- Ingreso
laboral
mediano
delalapoblación
población
ocupada
de1990,200
México,y 2010
1990, 2000 y 2010
Ingreso
laboral
mediano de
ruralrural
ocuada
de México,
Hombres
Mujeres
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro
Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro
Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Noroeste
Norte
Noreste
Occidente
Centro
Norte
Centro
Sur
Golfo
Península
Total
Agropecuario
1990
2000
3,491
2,426
2,327
2,405
2,327
2,062
3,491
2,405
2,172
2,062
2010
3,214
3,000
3,000
3,343
2,571
No agropecuario
1990
2000
2010
4,654
3,437
4,400
3,801
3,161
3,857
3,608
3,299
4,071
4,510
3,299
4,286
3,491
2,941
3,857
1990
3,646
2,909
2,715
3,723
2,715
Total
2000
2,887
2,749
2,405
2,749
2,405
2010
3,857
3,429
3,429
3,857
3,400
1,862
1,396
2,250
1,745
2,165
3,064
2,637
2,327
2,793
2,172
1,374
1,236
1,374
1,374
1,650
2,062
2,062
2,062
2,062
2,062
2,143
1,671
2,143
2,057
2,143
2,871
3,000
2,571
2,786
2,571
3,758
3,608
3,608
3,491
3,879
3,879
3,103
2,715
2,715
2,327
2,749
2,474
2,474
2,405
2,749
2,749
2,612
2,405
2,062
2,062
3,857
3,429
3,857
3,200
3,857
3,171
2,700
3,000
2,743
2,571
2,327
1,629
2,327
2,250
2,327
3,258
3,067
2,715
2,793
2,327
2,062
1,604
1,717
1,924
2,062
2,405
2,577
2,405
2,062
2,062
3,200
2,143
2,571
2,571
3,000
3,000
2,871
3,000
2,786
2,571
1,784
1,164
1,862
1,939
2,521
3,258
2,327
2,327
3,491
2,172
1,031
824
1,031
1,236
1,374
2,405
2,405
2,062
2,405
2,062
1,371
1,286
1,500
1,286
2,143
3,086
3,000
3,000
3,214
2,571
2,706
2,327
2,598
2,017
2,715
4,636
3,491
3,491
3,879
3,297
2,027
1,374
1,374
1,374
1,924
3,437
2,887
2,968
2,749
2,749
2,571
1,800
2,400
1,714
2,571
4,286
3,429
3,857
3,857
3,429
2,327
1,939
2,327
1,939
2,706
3,491
2,909
2,715
3,491
2,599
1,717
1,203
1,374
1,374
1,717
2,749
2,749
2,405
2,474
2,199
2,571
1,714
2,143
1,714
2,571
3,814
3,343
3,429
3,429
3,000
1,862
1,396
2,172
1,745
2,250
1,374
1,236
1,374
1,374
1,650
2,057
1,600
2,143
2,000
2,143
3,491
3,491
3,491
3,103
3,491
2,405
2,062
2,062
2,062
2,566
3,429
3,000
3,400
2,571
3,429
2,327
1,629
2,327
2,172
2,345
2,062
1,443
1,650
1,717
2,062
3,000
2,143
2,571
2,571
3,000
Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010.
Regiones: Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora); Norte (Coahuila, Chihuahua y Durango); Noreste (Nuevo León y Tamaulipas);
Occidente (Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit); Centro Norte (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas); Centro (Distrito
Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala); Sur (Chiapas, Guerrero y Oaxaca); Golfo (Tabasco y Veracruz); Península (Campeche, Quintana Roo y
Yucatán).
Al revisar la información por tipo de ocupación desempeñada entre las dos fechas, los ocupados
no agropecuarios fueron los que tuvieron los ingresos más elevados (3 491 y 3 429 pesos), en
comparación con los ocupados agropecuarios (2 250 y 2 143 pesos), esta información muestra
claramente el estancamiento del ingreso por trabajo, independientemente del tipo de actividad
económica que se realiza.
Para precisar las diferencias en las remuneraciones en los grupos ocupacionales, es necesario
examinar la información por la región geográfica de residencia, ya que se ha mostrado en los
apartados anteriores que entre las regiones las brechas en las condiciones laborales se
manifiestan con claridad.
148 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México
En 1990, las regiones Noroeste y Norte fueron las de ingresos medianos más elevados. En el lado
contrario están las del Sur y Golfo con los ingresos medianos menores. Para 2010, se identifica que
la región Noroeste fue la que tenía los ingresos más elevados junto con las regiones Noreste y
Occidente. En el extremo opuesto se hallaban las regiones Sur, Golfo y Península.
En las ocupaciones no agropecuarias, el comportamiento en la remuneración por trabajo es
semejante al señalado, por lo que continúan figurando las regiones del Noroeste, Noreste y
Occidente como las que cuentan con las medianas de ingreso por trabajo más elevadas. Y las
regiones Norte, Centro-Norte y el Centro tuvieron ingresos ligeramente menores al primer
conjunto de regiones. Las regiones Sur, Golfo y Península, sobre todo esta última, tuvieron los
menores ingresos en ocupaciones no agropecuarias (Cuadro 7).
El ingreso laboral mediano por regiones nos ha proporcionado dos grupos que se distinguen
claramente, de acuerdo con sus niveles de remuneración. Por un lado, están las regiones Centro,
Sur, Golfo y Península, que ofrecen menor ingreso laboral. Por otro lado, las del Noroeste, Norte,
Noreste y Occidente, con mayores niveles salariales. En cualquier conjunto de regiones prevalecen
las diferencias entre los ingresos femeninos y masculinos.
De esta manera, es claro que el ingreso por trabajo ha descendido y en el mejor de los casos se ha
mantenido o ha crecido ligeramente en comparación con el nivel registrado en 1990, se aprecia la
diversidad entre las ocupaciones y sus niveles de remuneración por sexo y región de residencia
geográfica, ya que hay diferencias salariales considerables, pero también entre las ocupaciones
prevalecen diferencias.
CONCLUSIONES
La intención de este trabajo ha sido mostrar un panorama amplio sobre la evolución de las
condiciones laborales de la mano de obra rural de México en el contexto de la apertura comercial.
Se mostraron claras diferencias entre las regiones sobre el nivel de ingreso laboral, por tipo de
ocupación y sexo, situación que indica que los procesos de transición hacia ocupaciones no
agropecuarias ha avanzado sustantivamente, a pesar de que gran parte de estas actividades
difícilmente les permitirá a la población rural mejorar sus condiciones económicas.
En el contexto de la apertura comercias observamos que continúa prevaleciendo el trabajo
agropecuario por cuenta propia, a pesar de que ha descendido en algunas regiones del país, de
esta manera sigue siendo una fuente importante de empleo para la población rural, sobre todo
para la población masculina, no se descarta que esta población fuera de la época de cultivo y
cosecha desempeñe temporalmente otro tipo de actividad económica, se tendría que profundizar
con mayor detalle en esta situación.
La inserción por edad muestra que la población agrícola que se encontraba en ocupaciones
asalariadas era joven, en comparación con la población que se encontraba en ocupaciones
agropecuarias por cuenta propia. Este fenómeno se puede encontrar asociado a la preferencia de
contratar población joven y que las generaciones más antiguas tuvieron un mayor acceso a la
tierra. Y probablemente se estén generando conflictos intergeneracionales en la tenencia de la
tierra.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 149
Las principales diferencias en la inserción laboral de mano de obra rural según sexo, indica que la
población femenina se inserta preferentemente en ocupaciones no agropecuarias, a pesar de que
se incrementó su participación en actividades agropecuarias asalariadas entre 1990 y 2000. Sin
embargo, en el 2010 se observó un descenso de la participación de este conjunto de la población
y, en contraparte, aumenta la población masculina en ocupaciones agrícolas asalariadas.
Las ocupaciones no agropecuarias no son las mismas de los años noventa, ya que aquellas
presentaban mejores condiciones laborales en comparación con las del año 2000. Algunas
ocupaciones calificadas se han precarizado como el trabajo de profesionistas y técnicos, ya que
han proliferado las ocupaciones por cuenta propia con menores niveles de ingresos.
Es importante señalar que el proceso de salarización tanto en ocupaciones agropecuarias como no
agropecuarias avanzó de manera moderada hasta principios del siglo XXI, posteriormente
desciende de manera importante, en contraparte, comienzan a expandirse las ocupaciones por
cuenta propia, de la misma forma que ocurrió en algunas ocupaciones calificadas como los
técnicos y profesionistas. Es decir, el trabajo en los espacios rurales continúa precarizándose.
Todo ello ha ocurrido en el contexto de la apertura comercial y la firma del TLCAN, por lo que el
balance al final del trabajo puede constar que es necesario instaurar acciones diferenciadas entre
la población rural, con el propósito de que mejoren sus condiciones económicas. Una medida
inmediata podría ser el aumento del salario, no solamente de los trabajos agrícolas, como lo son
los justos reclamos de la organización de jornaleros agrícolas del Valle de San Quintin, Baja
California.
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152 |
RA XIMHAI
ISSN 1665-0441
Volumen 12 Número 4
Edición Especial
Enero – Junio 2016
153-168
EVALUACIÓN DE LA CALIDAD DEL AGUA DE CUATRO JAGÜEYES DEL PARQUE
E“TATAL FLOR DEL BO“QUE , PUEBLA, MÉXICO
ASSESSMENT OF THE QUALITY OF THE WATER OF FOUR JAGÜEYES IN THE STATE PARK FLOR
DEL BO“QUE , PUEBLA, MEXICO
Gabriela Pérez-Osorio1; Janette Arriola-Morales1; Tania García-Lucero2, María Lourdes SaldañaBlanco3 y José Carlos Mendoza-Hernández1
1
Profesor-Investigador. 2 Estudiante de Licenciatura. 3 Estudiante de Maestría. Facultad de Ingeniería Química. Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla. Av. San Claudio y 18 Sur S/N, Ciudad Universitaria, Col. San Manuel, Puebla 72570 Puebla, México.
RESUMEN
El abastecimiento de agua representa actualmente un problema, dada la sobre explotación de los mantos freáticos y la
contaminación de los cuerpos de agua superficiales, por lo que es de suma importancia encontrar alternativas de
suministro. La captación de agua de lluvia en zonas con escasez o déficit de agua potable se considera una de las
opciones más viables para el abastecimiento del vital líquido, algunos de los sistemas más utilizados para tal propósito
son los jagüeyes.
El Parque Estatal General Lázaro Cárdenas del Río ejo o o ido o o Flo del Bos ue u i ado al O ie te de la
Ciudad de Puebla y catalogado como Área Natural Protegida, cuenta con jagüeyes que permiten almacenar agua
proveniente de la lluvia. En este trabajo de investigación se determinaron los principales parámetros fisicoquímicos y
i o iológi os del agua al a e ada e uat o jagüe es de Flo del Bos ue , de a ue do a la o ati idad e i a a
correspondiente; con el objetivo de establecer su calidad y así determinar si los usos que se le dan como abrevadero y
riego forestal no representan un riesgo para la flora y fauna del parque. Se analizaron muestras compuestas de cada
jagüey, en dos temporadas de secas y dos de lluvias, entre noviembre de 2011 y octubre de 2012.
El agua de los cuatro jagüeyes presenta importante contaminación microbiológica por huevos de helminto, Fasciola
hepática, coliformes fecales (180 UFC) y totales (475 UFC), lo que representa un riesgo a la salud de la flora y fauna; así
como gran cantidad de sólidos sedimentables y suspendidos. Dado que estos sistemas se instalaron para contar con
agua para el riego de las zonas boscosas y como abrevadero de los animales que ahí habitan, sería recomendable que
antes de utilizarla se le diera un tratamiento apropiado, además de que se sugiere mejorar su diseño o construcción para
que sea apta para los usos planeados.
Palabras clave: características físicas, características químicas, características microbiológicas, contaminación del agua,
Índice de Calidad del Agua (ICA).
SUMMARY
The water supply is currently a problem, given the over-exploitation of groundwater and contamination of surface
water, so it is important to find alternative supplies. The rain water harvesting is considered one of the most viable
options for the supply of the vital liquid; some of the most utilized systems for this purpose are the jagüeyes.
State Park General Lázaro Cárdenas del Río better known as "Flor del Bosque", it is located east of the city of Puebla and
listed as Protected Natural Area, this park has jagüeyes which store water from rain. In this research, the main
ph si o he i al a d i o iologi al pa a ete s of ate sto ed i fou jagüe es of Flo del Bos ue e e easu ed
according to Mexican regulations, in order to establish its quality and determine the uses that are given as a watering
wooded areas and drinking trough do not represent a risk to the flora and fauna of the park. Composite samples of each
jagüey were analyzed, during two dry weather stations and two rainy weather stations between the moths of November
2011 and October 2012.
The water of the four jagüeyes has microbiological contamination by helminth eggs, Fasciola hepatica, fecal (180 CFU)
and total coliforms (475 CFU), this represents a risk to the health of wildlife; as well as lots of settleable and suspended
Recibido: 21 de octubre de 2015. Aceptado: 15 de enero de 2016.
Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4):
153-168.
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Gabriela Pérez-Osorio; Janette Arriola-Morales; Tania García-Lucero, María Lourdes Saldaña-Blanco y José Carlos Mendoza-
Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México
solids. Since these systems have been installed for watering wooded areas and drinking trough of animals live there, it
would be advisable before use be given appropriate treatment, plus it aims to improve its design or construction to be
suitable for the intended uses.
Key words: physics characteristics, chemical characteristics, microbiological characteristics, Water pollution, Water
Quality Index (WQI).
INTRODUCCIÓN
El agua es un recurso natural crítico debido a que de este dependen todas las funciones de los
ecosistemas y sobre el cual se sustentan todas las actividades sociales y económicas del ser
humano. La calidad del agua es tan importante como la cantidad para satisfacer las necesidades
ambientales y humanas básicas. Un agua de mala calidad tiene costos económicos asociados
incluyendo la degradación de los ecosistemas, problemas de salud, impacto en actividades como la
agricultura, turismo, producción industrial y desde luego se eleva el costo de su tratamiento
(UNESCO, 2000; UNESCO 2012; Ertug y Hoekstra, 2012).
Los jagüeyes, también conocidos como ollas de agua, cajas de agua, aljibes, trampas de agua o
bordos de agua, son depresiones naturales o artificiales sobre el terreno, que permiten almacenar
agua proveniente de la lluvia y de escurrimientos superficiales. Jagüey es un vocablo taíno que
significa balsa, zanja o pozo lleno de agua, en el que abreva el ganado. Los jagüeyes artificiales son
un caso particular de la captación de agua de lluvia, misma que ha sido conocida en nuestro país
desde las épocas prehispánicas. Captar agua proveniente de escurrimientos superficiales durante
la época de lluvia y utilizarla de manera controlada como fuente de abrevadero durante la época
de estiaje, es el principal objetivo de estas obras (SAGARPA, 2009).
Anualmente México recibe del orden de 1,489 miles de millones de metros cúbicos de agua en
forma de precipitación. Se estima que el 73.1% se evapotranspira y regresa a la atmósfera, el
21.1% escurre por los ríos y arroyos, y el 4.8% restante se infiltra al subsuelo de forma natural y
recarga los acuíferos. Tomando en cuenta las exportaciones e importaciones de agua con los
países vecinos, así como la recarga incidental, el país cuenta con 462 mil millones de metros
cúbicos de agua dulce renovable, por año, a lo que se denomina disponibilidad natural media. La
disponibilidad media per cápita (por habitante) de agua a nivel nacional disminuye con el aumento
de la población, ya que la disponibilidad natural media total se divide entre un mayor número de
habitantes. La disponibilidad natural media per cápita de agua a nivel nacional disminuirá de 4,090
metros cúbicos por habitante por año en el año 2010 a 3,815 en 2030. En algunas regiones
hidrológico-administrativas del país, el agua renovable per cápita alcanzará en 2030 niveles
cercanos o incluso inferiores a los 1,000 metros cúbicos por habitante por año, lo que se califica
como una condición de escasez grave (CNA, 2012).
La información climatológica recabada por el servicio meteorológico nacional, indica que durante
el 2011, la escasez de lluvia registrada se extendió y se acentuó en la parte de la meseta centro
norte de la república mexicana, con graves efectos agrícolas y ganaderos en varios estados. En
diversas zonas del país la sequía se clasificó como extrema y excepcional, afectando hasta por
periodos mayores a seis meses (CNA, 2012).
Aunado a los problemas de sobreexplotación y sequía, la sociedad enfrenta el grave problema de
la contaminación del agua. En México, la Comisión Nacional del Agua se encarga del monitoreo de
la calidad del agua superficial, subterránea y de las zonas costeras, siendo un total de 1627 sitios
analizados. Para la evaluación de la calidad del agua se utilizan tres indicadores principales: la
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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Demanda Bioquímica de Oxígeno a cinco días (DBO5), la Demanda Química de Oxígeno (DQO) y los
Sólidos Suspendidos Totales (SST). La DBO5 y la DQO se utilizan para la estimación de la materia
orgánica en los cuerpos de agua, mientras que los SST miden todos aquellos sólidos que no se
disuelven en el agua, y quedan suspendidos (CNA, 2012).
Dos son los principales desafíos en materia de agua que afectan a la sostenibilidad de los
asentamientos urbanos: la falta de acceso a agua potable y saneamiento y el aumento de
desastres relacionados con el agua como inundaciones y sequías. Estos problemas conllevan
enormes consecuencias para la salud y el bienestar humano, la seguridad, el medio ambiente, el
crecimiento económico y el desarrollo. De ahí la necesidad de buscar alternativas para el
suministro de agua con el fin de satisfacer las necesidades básicas del ser humano (Allen y Richard,
2005; CNA, 2011).
La determinación de los principales parámetros fisicoquímicos y microbiológicos asociados a la
calidad del agua, son indispensables para establecer su posibilidad de uso. Además, que permiten
establecer la causa u origen de contaminantes que pudieran estar presentes (Serwan, 1993;
Mckenzie, 2010).
El Pa ue Estatal Flo del Bos ue , está ubicado en el municipio de Amozoc de Mota, Puebla. Fue
inaugurado el 24 de enero de 1987, entre los objetivos establecidos al crear el parque destaca
constituir uno de los mejores parques de educación ambiental. Cuenta con una superficie de 699,7
hectáreas, donde se encuentran cuatro tipos de vegetación: el bosque de encino, el matorral
espinoso, el pastizal y el bosque de eucalipto. En cuanto a la fauna silvestre se han identificado 4
especies de anfibios y 14 especies de reptiles, mientras que para el grupo de las aves se han
registrado 105 especies y 14 especies de mamíferos. En las últimas décadas, la mancha urbana
fue creciendo y casi terminó con los bosques de esa zona, reduciendo el hábitat de animales como
el venado cola blanca, el mapache, la ardilla gris y la víbora de cascabel, que huyeron a refugiarse
a este espacio de bosque protegido, donde continúan habitando en libertad. Dentro de este
Parque Estatal se construyeron jagüeyes con el objetivo de captar el agua de lluvia y utilizarla
como abrevaderos para los animales que ahí habitan, así como para el riego forestal (SSAOT,
2012).
En esta investigación se realizó el muestreo y análisis del agua acumulada en cuatro jagüeyes del
parque con el objetivo de establecer su calidad y determinar si es adecuada para el propósito
establecido o si puede representar un riesgo para la flora y fauna del Parque. Se determinaron 20
parámetros fisicoquímicos y microbiológicos, asociados a la calidad del agua. Encontrándose que
el principal problema del agua acumulada en estos sitios es la contaminación microbiológica por la
presencia de coliformes totales y fecales, y por Fasciola Hepática.
MATERIALES Y MÉTODOS
El primer paso fue la ubicación geográfica de los cuatro jagüeyes de acuerdo al registro del Parque
y mediante el recorrido a pie. El Parque está ubicado en Carril a San Bartolo S/N, Ex hacienda San
Bartolo, Col. Casa Blanca, Amozoc de Mota, Puebla, entre los paralelos: 19° 02' 36'' y 19° 03' 11''
de latitud Norte, y entre los meridianos 98° 08' 10'' y 98° 08' 25'' de longitud Oeste, y una altitud
de 2300 m. s. n. m. y de 2200 m. s. n. m. La ubicación geográfica de los cuatro jagüeyes (Figura 1)
es:
º
.
Latitud No te
º
.
Latitud Oeste,
º
.
Latitud No te
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º
º
.
.
Latitud Oeste,
Latitud No te
º
º
.
.
Latitud No te
Latitud Oeste.
º
.
Latitud Oeste,
Posteriormente se realizó el muestreo del agua, que consistió en una muestra compuesta para
cada jagüey, donde se recolectaron tres litros de agua de tres puntos diferentes, teniendo un total
aproximado de 10 litros de agua por jagüey, la cual fue almacenada en recipientes de polietileno
con tapa. Durante el muestreo se realizó la medición de los parámetros de campo: conductividad
(NMX-AA-093-SCFI-2000), temperatura (NMX-AA-007-SCFI-2001), pH (NMX-AA-008-SCFI-2000),
oxígeno disuelto (NMX-AA-012-SCFI-2001) y materia flotante (NMX-AA-006-SCFI-2000).
Figura 1.- Ubicación de los cuatro puntos de muestreo del agua de los jagüeyes del Pa ue Estatal Flo del
Bos ue , Pue la, Mé i o.
Finalmente, en el laboratorio se determinaron los siguientes parámetros: sólidos sedimentables
(NMX-AA-004-SCFI-2000), disueltos, totales, suspendidos, fijos y volátiles (NMX-AA-034-SCFI2001); acidez y alcalinidad (NMX-AA-036-SCFI-2001), dureza (NMX-AA-072-SCFI-2001), demanda
bioquímica de oxígeno a cinco días (NMX-AA-028-SCFI-2001), nitritos (NMX-AA-099-SCFI-2001),
fósforo total (NMX-AA-029-SCFI-2001), huevos de helminto (NMX-AA-113-SCFI-1999), coliformes
totales y fecales (NMX-AA-42-1987), estos últimos reportados como Unidades Formadoras de
Colonias (UFC) por 100 mL de muestra. Las determinaciones se realizaron por triplicado para tener
un promedio representativo de cada parámetro. Los muestreos se llevaron a cabo en cuatro
periodos diferentes, dos de estiaje y dos de lluvia: 24 de noviembre de 2011 (Seca 1, S1), dos de
abril (Seca 2, S2), tres de julio (Lluvia 1, L1) y ocho de octubre del 2012 (Lluvia 2, L2). El muestreo y
las determinaciones de los 20 parámetros fisicoquímicos y microbiológicos mencionados se
realizaron de acuerdo a las Normas Oficiales Mexicanas de Análisis de Agua correspondientes.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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Dado que no existe una normatividad específica para determinar la calidad del agua de un jagüey,
se toman como referencia las siguientes Normas Oficiales Mexicanas (NOM), con el fin de
comparar los valores obtenidos con los Límites Máximos Permisibles (LMP) establecidos en ellas:
NOM-127-SSA1-1994, Salud ambiental, agua para uso y consumo humano-límites permisibles de
calidad y tratamientos a que debe someterse el agua para su potabilización, NOM-001SEMARNAT-1996, que establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las
descargas de aguas residuales en agua y bienes nacionales, NOM-002-SEMARNAT-1996, que
establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales
a los sistemas de alcantarillado urbano o municipal, NOM-003-SEMARNAT-1997, que establece los
límites máximos permisibles de contaminantes para las aguas residuales tratadas que se rehúsen
en servicios al público.
De acuerdo con varios especialistas en el área, se establece que existen nueve parámetros
fisicoquímicos y microbiológicos, que pueden utilizarse como indicadores de la calidad del agua. El
Índice de Calidad de Agua (ICA), propuesto por Brown y mejorado por varios investigadores
(Samboni, 2007; Varcarcel, 2009), es una suma lineal ponderada de estos nueve parámetros, como
se indica a continuación:
�
9
=∏ �
Donde:
�=
��
�
wi: Pesos relativos asignados a cada parámetro (Subi), y ponderados entre 0 y 1, de tal forma que
se cumpla que la sumatoria sea igual a uno.
Subi: Subíndice del parámetro i.
Finalmente, los índices por parámetro son promediados a fin de obtener el ICA de la muestra de
agua como se muestra en el Cuadro 1.
Cuadro 1.- Parámetros del ICA y ponderación de acuerdo a su importancia
I
subi
wi
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Coliformes fecales
pH
DBO5
Nitratos
Fosfatos
Temperatura
Turbidez
Sólidos disueltos totales
Oxígeno disuelto
0.15
0.12
0.10
0.10
0.10
0.10
0.08
0.08
0.17
El ICA adopta para condiciones óptimas un valor determinado de 100, que va disminuyendo con el
aumento de la contaminación del agua en estudio, hasta llegar al valor de cero que se asocia a
agua de pésima calidad, como se observa en la clasificación del Cuadro 2 (Samboni, 2007;
Varcarcel, 2009).
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Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México
Dependiendo del método utilizado, puede variar el valor para cada nivel de calidad, sin embargo
permanece la tendencia de que cercano a cero es mala la calidad y cercano al 100 se va teniendo
la mejor calidad del agua (UNEP-GEMS, 2007).
Cuadro 2.- Clasificación de la calidad del agua, de acuerdo al valor del ICA calculado
CALIDAD DEL AGUA
VALOR
Excelente
Buena
Regular
Mala
Pésima
91 a 100
71 a 90
51 a 70
26 a 50
0 a 25
Con los valores obtenidos experimentalmente, promediados de un análisis por triplicado en la
mayoría de los casos, se estimó el ICA para cada jagüey. En este trabajo, se calculó el valor del ICA
para los periodos S2 y L1 tomando las concentraciones de sólidos disueltos como turbidez y
nitritos como nitratos. Por lo anterior, se considera que los valores del ICA obtenidos son sólo una
aproximación del valor real. Sin embargo, representan una idea clara y rápida de entender y
conocer la calidad del agua de los jagüeyes en estudio.
La Figura 2, muestra las gráficas de los parámetros físicos: pH, temperatura y conductividad. La
Figura 3 presenta las gráficas de los parámetros físicos: sólidos sedimentables y totales. La Figura
4, muestra las gráficas de las concentraciones de sólidos suspendidos, disueltos, fijos y volátiles en
el agua de los cuatro jagüeyes en las cuatro temporadas de muestreo. Las concentraciones de
fósforo y nitritos en el agua de los cuatro jagüeyes en las temporadas S1, S2 y L1, se observan en la
Figura 5. La Figura 6 presenta los resultados de las determinaciones de los parámetros: oxígeno
disuelto, demanda bioquímica de oxígeno, acidez, alcalinidad y dureza. La Figura 7 presenta los
resultados de las determinaciones microbiológicas, donde se observa la presencia tanto de
coliformes totales como fecales. El Cuadro 4 presenta los resultados del cálculo del Índice de
Calidad del Agua, de acuerdo al modelo y procedimiento descrito anteriormente, para los cuatro
jagüeyes en las temporadas S2 y L1. Finalmente, en el Cuadro 5 se presentan los valores de la
desviación estándar por parámetro para cada jagüey.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
De manera general, no se observó materia flotante en los cuatro jagüeyes. En algunos casos, se
observó la presencia escasa de follaje de árboles circundantes al cuerpo de agua. Los resultados de
la mayoría de los parámetros analizados, muestran un gran incremento en la temporada de estiaje
S2 con respecto a las demás temporadas S1, L1 y L2, debido a que en dicha temporada la cantidad
de agua disminuye por lo menos en un 40% produciendo un aumento en la concentración de
varios de los parámetros analizados.
La gráfica correspondiente a pH muestra variaciones mínimas entre temporadas y jagüeyes, los
valores varían entre 6.3 y 8. Sin embargo, es apreciable la misma tendencia de variación en todos
los jagüeyes, valores cercanos a 6 en la primera temporada de secas (S1), aumenta ligeramente en
la segunda temporada de secas (S2), disminuye en la primera temporada de lluvias (L1) y aumenta
a pH de 8 en la segunda temporada de lluvias (L2). En general, los valores de pH medidos están
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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debajo del LMP (8.5) de acuerdo a la NOM-127-SSA1-1994 (Cuadro 3). En el caso de la
temperatura los resultados variaron entre 11 y 21 °C, estas variaciones corresponden a la época
del año y horario en los que se realizaron los muestreos. De manera general, estos valores están
por debajo del LMP (40°C) de acuerdo a la NOM-001-SEMARNAT-1996. La conductividad eléctrica
muestra variaciones notables entre temporadas y jagüeyes, sobresaliendo la segunda temporada
de secas en los jagüeyes 1 y 3, con valores superiores a 280 µS/cm, lo que indica mayor
concentración de sólidos y sales disueltas; mientras que el resto de temporadas los valores están
por debajo de 150 µS/cm. Siendo la segunda temporada de lluvia, la de valores de conductividad
eléctrica más baja dado que la cantidad de agua almacenada ha aumentado en todos los jagüeyes
(Figura 2).
Figura 2.- Resultados de medición de los parámetros de físicos: pH, temperatura y conductividad.
Los sólidos sedimentables tienen concentraciones menores a 2 mL/L en todos los jagüeyes y
temporadas, con excepción del J3 en la temporada S2 que contiene 17 mL/L. Por consiguiente, de
acuerdo a las normas NOM-001-SEMARNAT-1996 y NOM-002-SEMARNAT-1996 (Cuadro 3), las
concentraciones que se encontraron están por debajo de los LMP, excepto para el J3 en S2. Por
otra parte los sólidos totales presentan concentraciones variables, entre 200 y 2000 mg/L,
registrándose el valor de sólidos totales más alto en la temporada S2, para todos los jagüeyes
excepto para J1 (Figura 3).
Figura 3.- Concentraciones de sólidos sedimentables y totales.
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Las variaciones en los valores de sólidos obtenidos no muestran una tendencia particular ni por
jagüey ni por temporada. Sobresale el valor de sólidos disueltos en el J3 temporada S2, con un
valor de 1600 mg/L, mientras que en los demás casos los valores están por debajo de 800 mg/L.
Los sólidos disueltos únicamente están normados para el caso de agua potable (1000 mg/L,
Cuadro 3), se podría decir que todos los jagüeyes cumplen con la norma dado que los valores
medidos están por debajo del LMP, de la NOM-127-SSA1-1994, excepto para J3 en S2. Los sólidos
suspendidos tienen su valor máximo en la temporada S2, excepto para el J1. Teniendo la mayor
concentración en J4, cerca de 1000 mg/L, mientras que el valor más bajo se registró en J1 con 120
mg/L. Comparando las concentraciones de sólidos suspendidos con el LMP establecido en la NOM003-SEMARNAT-1997, se considera que en todos los casos no cumple con esta norma dado que
todos los valores están por arriba de 30 mg/L (Cuadro 3). En el caso de los sólidos fijos, la
temporada S2 registra las concentraciones más altas excepto para J1, mientras que para los
sólidos volátiles todos los jagüeyes contienen la concentración más alta en la temporada S2.
Siendo el J3, el que registra un mayor concentración de sólidos fijos y volátiles (Figura 4). Los
sólidos suspendidos totales (SST) en general, pueden tener su origen por contaminación con aguas
residuales o por procesos de erosión hídrica en este caso se considera este último la causa de SST
en los jagüeyes del Parque Estatal. La principal problemática asociada al aumento de este
parámetro, es que puede ocasionar turbiedad en el agua, además de una disminución en el paso
de luz solar a través del agua, impidiendo o reduciendo la actividad fotosintética de organismos
acuáticos, de gran importancia para la producción de oxígeno disuelto (Atlas Digital del Agua
México 2012). Lo anterior conllevaría a la descomposición del cuerpo de agua, imposibilitando el
uso del agua para ningún tipo de servicio. Los sólidos suspendidos (incluyendo sedimentables) en
combinación con el color, no deben reducir la profundidad del nivel de compensación de la luz
para la actividad fotosintética en más de 10% a partir del valor natural, de acuerdo con lo
establecido en los criterios ecológicos de calidad del agua (CE-CCA-001-1989).
Figura 4.- Concentración de los diferentes tipos de sólidos presente en el agua de los cuatro jagüeyes.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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Para ambos parámetros fósforo y nitritos, el periodo de S2, presenta los valores más altos, con una
diferencia notable para los demás periodos. En el caso de fósforo las concentraciones están por
debajo del LMP establecido en la NOM-001-SEMARNAT-1997 (Cuadro 3). Los valores encontrados
de nitritos presentan concentraciones altas, por arriba del LMP establecido en la NOM-127-SSA11994, excepto para el jagüey 1 (Figura 5). En este caso, la presencia del fósforo puede atribuirse a
la entrada de compuestos fosforados por el agua proveniente de las lixiviaciones de los suelos y
rocas. Los fosfatos totales, medidos como fósforo, no deberán exceder de 0.05 mg/ en influentes a
lagos o embalses ni de 0.025 mg/ dentro del lago o embalse, para prevenir el desarrollo de
especies biológicas indeseables y para controlar la eutroficación acelerada, como lo marcan los
criterios ecológicos de calidad del agua (CE-CCA-001-1989).
Figura 5.- Resultados de la concentración de nutrientes en el agua analizada.
Los valores de oxígeno disuelto están en un intervalo muy cercano entre 5.8 y 9.2 mg/L. Siendo el
periodo de lluvia 1, L1, el que tiene mayor concentración para los jagüeyes J1 y J2, mientras que en
el periodo de lluvia 2, L2, el mayor valor se observa en los jagüeyes J3 y J4. En el caso de la
demanda bioquímica de oxígeno, se observan los valores más bajos en el jagüey J3, en los tres
periodos medidos, alrededor de 4 mg/L. Mientras que en los demás jagüeyes, el periodo de secas
2, presenta las concentraciones más altas, entre 9.6 y 13.7 mg/L. Este parámetro está normado,
por lo que comparando con las normas oficiales correspondientes NOM-001-SEMARNAT-1996, y
de la NOM-003-SEMARNAT-1997, los valores encontrados están por debajo de los LMP
establecidos (Cuadro 4). El aumento en la concentración de la DBO5 significa una reducción en el
contenido de oxígeno disuelto en el agua, afectando considerablemente a los organismos y los
ecosistemas acuáticos (Atlas Digital del Agua México 2012). El agua de los cuatro jagüeyes
presenta acidez por debajo de los 5 mg/L, siendo mayor en el periodo S1 para los jagüeyes J1, J2 y
J4. Mientras que para el J3, el valor permanece casi constante en las dos temporadas de secas,
alrededor de 3 mg/L. Los valores de dureza del agua se encuentran entre 18 y 48 mg/L, siendo
mayor en la temporada de secas 2. Según la clasificación de dureza del agua, se considera que es
agua muy blanda (0 – 75 mg/L). La dureza del agua en los jagüeyes puede estar asociada con la
presencia de iones metálicos, especialmente Ca+2 y Fe+2 y por los aniones HCO3-, Cl-, NO3- y SO4-2, y
refleja que la naturaleza geológica de los sitios de estudio están relacionados con caliza y rocas
impermeables como el granito (Mackenzie, 2010) (Figura 6).
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Gabriela Pérez-Osorio; Janette Arriola-Morales; Tania García-Lucero, María Lourdes Saldaña-Blanco y José Carlos Mendoza-
Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México
Figura 6.- Resultados de los parámetros químicos: oxígeno disuelto, demanda bioquímica de oxígeno, acidez,
alcalinidad y dureza.
El J1 contiene la concentración más baja de coliformes totales, por debajo de 50 UFC. Mientras
que el J2, presenta una concentración por arriba de 200 UFC en el periodo S2. Finalmente, en J3 y
J4 se observa el valor más alto en el periodo L1, entre 200 y 500 UFC. En consecuencia las
concentraciones de los coliformes totales, en todos los jagüeyes y temporadas, se encontraron
arriba de los LMP de acuerdo a la NOM-127-SSA1-1994 (Cuadro 3). En el caso de los coliformes
fecales, el J1 presenta los valores más bajos, sin embargo en todos los jagüeyes se aprecia que la
temporada S2 muestra los valores más altos. El J2, presenta valores altos de coliformes fecales en
ambas temporadas de secas, entre 40 y 180 UFC. Por lo anterior, las concentraciones de
coliformes fecales se encontraron arriba de los LMP de acuerdo a la NOM-127-SSA1-1994 (Cuadro
3). Sin embargo, aunque no se trata de agua potable si representan un riesgo sanitario dado que
en las cercanías de los jagüeyes se encuentran ubicadas cabañas que se rentan al público en
general y por lo tanto hay gente que sin precaución tiene contacto directo con estas aguas (Figura
7).
La Gerencia de Saneamiento y Calidad del Agua (GSCA) de la Comisión Nacional del Agua (Centro
de Derecho Ambiental, 2006), establece que existe un grupo básico de variables que por su
representación y por la información que provee en cuanto a características y propiedades del agua
de cuerpos superficiales pueda dar una idea adecuada de la calidad del agua en un sitio y tiempo
determinados. Los indicadores ambientales desarrollados en la GSCA, junto con las variables que
se emplean, son:
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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Riesgo potencial sanitario: Coliformes fecales.
Tendencia a la eutrofización: Fosfatos solubles y nitratos.
Arrastre de sólidos: Conductividad específica y sólidos suspendidos totales.
Agua residual: Demanda bioquímica de oxígeno (DBO5), nitrógeno amoniacal, oxígeno
disuelto
Por lo anterior, las aguas de los jagüeyes se consideran con riesgo potencial sanitario, con
tendencia a eutrofización e importante arrastre de sólidos.
Figura 7.- Concentración de parámetros microbiológicos durante tres periodos de muestreo (S1, S2 y L1).
Los jagüeyes 1, 3 y 4 presentan contaminación por huevos de helminto en las dos épocas
evaluados, S2 y L1. Se encontró Fasciola Hepática (Figura 8), la cual está asociada a una
enfermedad conocida como fasciolosis común en animales herbívoros y eventualmente puede ser
adquirida por el hombre atacando principalmente al hígado. La Fasciola es un parasito eurixeno,
es decir, tiene un amplio número de mamíferos que pueden funcionar como huéspedes. Esta
puede medir entre 150-160 micras, estos se albergan en el intestino delgado e hígado donde
puede desprender sus huevos. La Fasciola hepática, es un parásito trematodo con distribución en
todo el mundo, es la causa de pérdidas importantes en la industria láctea. Algunas investigaciones
demuestran que su distribución está influenciada por los factores climáticos / ambientales como:
precipitación anual, siega de pastos, la proporción de hierba de los pastos en la dieta y la duración
de la temporada de pastoreo. Además, los resultados de estas investigaciones también indican
que en las zonas templadas, estos factores de manejo afectan la distribución espacial de F.
hepática, y tienen efecto sobre la supervivencia y la tasa de desarrollo del parásito en el pasto y en
el huésped intermediario (Bennema, et al., 2011; Howell, et al., 2015). Por lo anterior, el contacto
directo con el agua almacenada en dichos jagüeyes, representa un riesgo a la salud de la fauna que
habita en el parque, así como de la vegetación que se riega con dicha agua.
Cuadro 3.- Límites máximos permisibles (LMP) de algunos de los parámetros fisicoquímicos y
microbiológicos determinados en este estudio, establecidos en las Normas Oficiales
Mexicanas
Parámetro
Demanda Bioquímica
Oxígeno mg/L
Dureza mg/L
Fósforo Total mg/L
de
NOM-127SSA1-1994
NOM-001SEMARNAT1996
NOM-002SEMARNAT1996
NOM-003SEMARNAT1997
---------
150
---------
30
500
---------
--------30
-----------------
-----------------
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Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México
Nitritos mg/L
pH
Sólidos Sedimentables mL/L
Temperatura °C
Materia Flotante
0.05
6.5-8.5
-------------------------
----------------2
40 °C
ausente
----------------10
-----------------
-----------------------------------------
Coliformes Fecales UFC/ 100
ml de muestra
0
---------
---------
---------
Coliformes Totales UFC/ 100
ml de muestra
2
---------
---------
---------
Huevos de helminto
---------
---------
---------
h/L
Sólidos suspendidos mg/L
Sólidos disueltos mg/L
--------1000 mg/L
125
---------
-----------------
30
---------
e sual
En los resultados del cálculo del Índice de Calidad del Agua (Cuadro 4), se destaca el hecho de que
en todos los casos se tienen valores muy cercanos, entre 34.29 y 45.50, lo que corresponde a un
agua de mala calidad de acuerdo a la escala del método utilizado. A pesar de que estos son valores
aproximados, es importante considerar que ésta agua es utilizada para el riego de las zonas
boscosas y para el consumo de los animales que habitan en la reserva del parque, lo que podría
representar un riesgo para la flora y fauna en general.
Figura 8.- Fasciola hepática encontrada en los jagüeyes 1, 3 y 4.
Cuadro 4.- Resultados del cálculo del ICA, para los cuatro jagüeyes durante la segunda
temporada de secas y la primera de lluvias.
Temporada
J1
J2
J3
J4
S2
L1
39.71
45.50
34.29
39.40
37.84
45.37
36.17
42.14
Realizando una análisis estadístico de ANOVA (p<0.05) de los 4 jagüeyes se encontró una
diferencia significativa en ST entre 1 y 2, SST, alcalinidad a la fenolftaleína entre el 1, 3, y 4, acidez
entre 1 y 2, 3; temperatura 1 y 2; conductividad entre 1 y 2, 3, 4; y comparando entre el muestreo
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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de época de lluvias y el de secas se encontró diferencias significativas en todos los parámetros
analizados excepto para la temperatura.
Se observa que el pH y oxígeno disuelto no varían de manera notable a lo largo del año para los
cuatro jagüeyes. Los parámetros de temperatura, acidez, sólidos sedimentables y DBO5 muestran
poca variación a lo largo del año en los cuatro jagüeyes. Las concentraciones de sólidos y sales
disueltas tienen variación importante a lo largo del año, lo que se asume por los valores altos de
desviación estándar para conductividad y sólidos totales. Tales variaciones a lo largo del año son
resultado de las variaciones en el contenido de agua almacenada, concentraciones altas en la
temporada de secas por la evaporación del agua. Resalta el hecho de que los valores de coliformes
totales tienen grandes variaciones en los cuatro jagüeyes, siendo mayor para el jagüey 3. En
general, el jagüey 3 parece estar más expuesto a las variaciones climáticas y al contacto con la
fauna del lugar, dado que sus desviaciones estándar son mayores que los otros tres jagüeyes.
(Cuadro 5) Los coliformes fecales muestran la mayor variación el jagüey 2, seguido del J3, J4 y J1,
lo que nos indica que cerca del J2 y J3 hay materia fecal que es arrastrada por el viento hasta el
agua, o llega a estos por las escorrentías de las temporadas de lluvia.
Cuadro 5.- Valores de la desviación estándar por parámetro para cada jagüey
PARÁMETRO
J1
J2
J3
J4
Conductividad
Temperatura
pH
Oxígeno disuelto
Sólidos sedimentables
Sólidos totales
Sólidos disueltos
Sólidos suspendidos
Sólidos fijos
Sólidos volátiles
Acidez
Alcalinidad
Dureza
DBO5
Coliformes totales
Coliformes fecales
98.0938
1.6459
0.7274
0.8000
1.4174
172.1223
127.2533
59.7185
258.4688
115.2539
1.7929
7.2429
10.6096
1.7643
13.0766
6.5574
30.6485
2.6775
0.75
0.5480
0.3201
160.8195
108.6982
84.8804
107.5017
73.4551
1.3023
12.7017
7.2308
2.8498
94.8753
82.3731
179.6169
3.7536
0.6800
0.9979
8.6016
903.3774
680.1468
234.5992
686.0143
217.6148
0.5204
14.5349
9.4124
0.5414
243.3737
21.3853
36.5912
4.6765
0.8020
0.7047
0.9303
425.7080
77.8947
464.5890
372.1053
56.2699
1.8251
14.2374
8.2831
4.5008
100.0466
10.9696
CONCLUSIONES
Con los parámetros analizados se pudo identificar que en la temporada de estiaje la calidad del
agua de los 4 jagüeyes en general disminuye, de tal forma que no se considera adecuada para que
esta pueda ser consumida por la fauna que se encuentra en el parque y de la misma manera no es
viable utilizarla para riego pues no beneficia al mismo. El valor del ICA, es una forma clara y fácil de
interpretar la calidad del agua para cualquier usuario. En general, el principal problema en el agua
de los jagüeyes estudiados, es la contaminación microbiológica causada por la presencia de
huevos de helminto, Fasciola hepática, coliformes fecales y totales dado que está directamente
asociada a enfermedades hepáticas y gastrointestinales. Lo anterior representa un gran riesgo a la
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Gabriela Pérez-Osorio; Janette Arriola-Morales; Tania García-Lucero, María Lourdes Saldaña-Blanco y José Carlos Mendoza-
Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México
salud de la fauna que habita el parque y bebe del agua almacenada en los jagüeyes. Finalmente,
las aguas de los jagüeyes se consideran con riesgo potencial sanitario y tendencia a eutrofización.
LITERATURA CITADA
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electrónica de la Agencia de Medio Ambiente, 9 (16), pp. 1-5.
MÉTODOS DE PRUEBA
NMX-AA-093-SCFI-2000 Análisis de agua.-determinación de la conductividad electrolítica.- Método
de prueba.
NMX-AA-012-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de oxígeno disuelto en aguas naturales,
residuales y residuales tratadas.- Método de prueba.
NMX-AA-008-SCFI-2000 Análisis de agua.-determinación del pH- Método de prueba.
NMX-AA-004-SCFI-2000 Análisis de agua.-determinación de sólidos sedimentables en aguas
naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba.
NMX-AA-034-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de sólidos y sales disueltas en aguas
naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba.
NMX-AA-007-SCFI-2001Análisis de agua.-determinación de la temperatura en aguas naturales,
residuales y residuales tratadas - Método de prueba.
NMX-AA-036-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de acidez y alcalinidad en aguas
naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba.
NMX-AA-073-SCFI-2001Análisis de agua.-determinación de cloruros totales en aguas naturales,
residuales y residuales tratadas.- Método de prueba.
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Gabriela Pérez-Osorio; Janette Arriola-Morales; Tania García-Lucero, María Lourdes Saldaña-Blanco y José Carlos Mendoza-
Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México
NMX-AA-028-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de demanda bioquímica de oxígeno en
aguas naturales, residuales (DBO5) y residuales tratadas.- Método de prueba.
NMX-AA-030-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de la demanda química de oxígeno en
aguas naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba.
NMX-AA-072-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de dureza total en aguas naturales,
residuales y residuales tratadas.- Método de prueba.
NMX-AA-029-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de fósforo total en aguas naturales,
residuales y residuales tratadas.- Método de prueba.
NMX-AA-099-SCFI-2001Análisis de agua – determinación de nitrógeno de nitritos en aguas
naturales y residuales – métodos de prueba
NMX-AA-026-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de nitrógeno KJENDAHL en aguas
naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba.
NMX-AA-042-1987 Calidad del agua - determinación del número más probable (NMP) de
coliformes totales, coliformes fecales.
NMX-AA-113-SCFI-1999 Análisis de agua.- determinación de huevos de helminto.- Método de
prueba.
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a la Secretaría de Sustentabilidad Ambiental y Ordenamiento Territorial por
el apoyo y facilidades otorgadas para la realización de esta investigación dentro del Parque Estatal
Flo del Bos ue , Pue la.
Se agradece a la Secretaría de Educación Pública, por el financiamiento otorgado a través de
Proyecto PROMEP 2012. Tania García Lucero agradece la beca otorgada a través del proyecto
mencionado para la realización de su tesis de licenciatura.
Síntesis curricular
Gabriela Pérez Osorio
Doctora en Ciencias en Física de Materiales por el Centro de Investigación Científica y de
Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE). Profesor-Investigador de la Facultad de
Ingeniería Química de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), titular del Colegio
de I ge ie ía A ie tal e i teg a te del Cue po A adé i o P‘ODEP: Control de la
Co ta i a ió A ie tal . ‘e o o i ie to de pe fil P‘ODEP, e i teg a te del Pad ó de
Investigadores de la BUAP. Líneas de Investigación: Síntesis y caracterización de materiales para
aplicaciones ambientales; Análisis y determinación de la calidad del agua. Correo electrónico:
gabriela.perez@correo.buap.mx
RA XIMHAI
ISSN 1665-0441
Volumen 12 Número 4
Edición Especial
Enero – Junio 2016
169-181
CREENCIAS Y PRÁCTICAS RELIGIOSAS DE ANTECEDENTE AFRICANO PRESENTES EN
BAHÍA HONDA (PINAR DEL RÍO)
BELIEFS AND RELIGIOUS PRACTICES OF AFRICAN BACKGROUND PRESENT IN BAHIA HONDA
(PINAR DEL RÍO)
Silfredo Rodríguez-Basso1; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez2 y Maurilio Concepción-Domínguez3
1
Doctor en Ciencias sobre el Arte. Profesor Auxiliar. Docente en Historia y Antropología Social. Universidad de Pinar del Rio. Cuba.
Licenciada en Historia. Profesora Asistente. Docente e Investigadora. Universidad de Artemisa. Cuba. 3Licenciado en Educación.
Profesor Asistente. Docente e Investigador. Universidad de Artemisa. Cuba.
2
RESUMEN
El presente artículo forma parte de una tesis doctoral sobre la presencia de antecedente africano en la identidad cultural
de Bahía Honda, entonces municipio de la provincia de Pinar del Río, Cuba hasta diciembre de 2010. Con la
sistematización de las principales creencias y prácticas de este substrato existentes (Santería, Palo Monte y Arará
Magino), se abordaron cada uno de sus componentes con un enfoque sociocultural, parte integrante de su cultura
popular tradicional.
Además del Espiritismo, expresión que transversaliza sincréticamente las manifestaciones mencionadas, la principal
conclusión extraída ha consistido en las particularidades específicas presentes que han convertido lo religioso en un
universo representativo de la identidad cultural de esta localidad en Vueltabajo.
Palabras clave: identidad cultural, localidad, universo representativo.
SUMMARY
The present article is part of PhD thesis about the presence of the African legacy in the cultural identity of Bahia Honda,
former municipality of Pinar del Rio province, Cuba until December 2010. With the systematization of the main beliefs
and practices of this existent substratum (Santería, Palo Monte y Arará Magino), each component are analyzed based on
a socio- cultural approach as an integrated part as the cultural identity in the province.
Apa t f o
spi itis , a e p essio that osses a d i teg ates the diffe e t eligious a ifestatio s, the ai
conclusion we could arrive in this work consists on the present specific peculiarities that have converted the religious in
a representative universe of the cultural identity of this location in Pinar del Rio.
Key words: cultural identity, location, representative universe.
INTRODUCCIÓN
Cada una de las religiones populares cubanas, constituyen un sistema de creencias y prácticas en sí
mismas. En Bahía Honda, cuatro de ellas se han mantenido con sus peculiaridades: la santería; las
Reglas de Palo Monte, principalmente el Mayombe; la Regla Arará, en su variante magino; y el
espiritismo cruzado. Al interactuar entre sí, expresan un fenómeno que, en consonancia con el
criterio expuesto por Jorge Ramírez Calzadilla (2003), conforman la conciencia religiosa, la
actividad religiosa y la dimensión organizativa, con la inserción cada vez mayor del sentido
valorativo que contribuye a revelar la importancia que el autor de este resultado le concede a la
relación religión, cultura e identidad.
Recibido: 15 de diciembre de 2014. Aceptado: 23 de enero de 2016.
Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4):
169-181.
169
170 | Silfredo Rodríguez-Basso; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez y Maurilio Concepción-Domínguez · Creencias y prácticas religiosas de
antecedente africano presentes en Bahía Honda (Pinar del Río)
Los procesos de culturización que afectan al campo religioso contiene en su amplitud y
complejidad, como forma de la conciencia social, la dimensión valorativa entendida como
criterios, juicios, puntos de vistas, que ejercen un papel regulador de la conducta social del
practicante, con la inclusión del resto de la sociedad, cuestión que encierra un significado cultural
que, incluso, trasciende a la religión misma al ser integrante de la cultura; es cultura ella misma
(Ramírez, 2003) como lo es la identidad, tal y como se manifiesta en cada una de las creencias y
prácticas de origen africano presentes en Bahía Honda, que se abordan a continuación.
MATERIALES Y MÉTODOS
Los materiales y métodos empleados se han fundamentado en el trabajo de campo con una
perspectiva emic. La obtención de la información, se realizó mediante intercambios dialógicos
entre los investigadores y los practicantes portadores de la tradición religiosa con privilegio de la
entrevista no estructurada en profundidad y la observación participante sistemática de la práctica
religiosa. El procesamiento de los datos, mediante el método triangular y el hermenéutico, se
mantuvo respetando los códigos culturales de los sujetos implicados, uno de los componentes
básicos de la identidad cultural de substrato africano en Bahía Honda.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La Santería
La santería o Regla de Ocha-ifá, constituye el resultado del sincretismo entre santos católicos y
africanos pero, al ser cultura, es parte de un universo donde la conciencia, la actividad, la
organización y la valoración de lo santero, son atravesados por la identidad, algo que la gente de
Bahía Honda asume como el modo individual de ser uno mismo en la diversidad. De ese modo, la
santería continúa siendo una de sus fuentes de sentido; por ejemplo, en la forma de representarla.
Entre las más frecuentes se hallan las estatuillas de santos de yeso, situadas en un altar de
madera, de estructura piramidal, en cuya parte superior se ubica la de mayor veneración.
Como particularidad, suelen aparecer diferencias con otras regiones del país, y también locales,
como en el número de piedras que se asocian con cada oricha, las que, por lo general, responden
en cantidad a los caminos o avatares que los tipifican, tal y como se aprecia en las casas templo
ubicadas en La Habana y Matanzas. Durante la observación participante de una festividad
dedicada a Changó en la finca Santa Teresa, comunidad Pablo de la Torriente Brau, realizada en el
ua to de fu da e to de Flo e io ‘od íguez, se ap e ió el usto de Oyá, Las Mercedes y la
Virgen de Regla he hos de pied a F. ‘od íguez, e t e ista pe so al, de di ie
e de
, o
una sola de ellas situadas de manera respectiva, depositadas en un recipiente de barro. Cual
reminiscencias de formas arcaicas del culto hacia la naturaleza, también se encuentran tradiciones
similares en las zonas rurales del Corojal, en Harlem, lugares donde se venera a Changó, más
relacionadas con el credo y práctica ararás, como el de Akaró.
Tales ceremonias, acompañadas de cantos, danzas y música, canalizan los sentimientos,
emociones, ideas, juicios y estados de ánimo hacia esta y otras deidades. La más extendidas, junto
a las de Changó, han sido las ofrecidas a Oggún y Babalú ayé, que en las décadas del 40 y el 50 del
siglo pasado, Sarah Fidelzait y Juan Pérez de la Riva apreciaron en la población de la Sierra del
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 171
Rosario, insertas en un amplio tejido social que se extendió a representantes de la burguesía
azucarera cubana.
La santería, al ser también un proceso que contiene la apropiación de valores culturales por parte
de las clases hegemónicas sobre determinadas prácticas de la cultura dominada, fungió como un
factor de posibilidad para la preservación de la actividad religiosa, regularidad que explica por qué
personalidades de la política republicana, como Ramón Grau San Martín y Fulgencio Batista, se
implicaron en ceremonias de iniciación en Ifá, que se extendieron a representantes del
empresariado ganadero y azucarero, entre ellos José Miguel Fonte, dueño de la finca Corojal y
Juan Manuel Casanova y Diviño, propietario del central Orozco:
José Miguel Fonte, dueño de la finca Corojal, daba una novilla para la comida del
bembé, mataban puercos. La que estaba al frente de eso era la hija mayor de Carlos
Sandoval (tío de Emelina), allí no había día y noche, se daba mucha comida, se
cocinaba con una tropa de mujeres, la comida había que comérsela, duraba la
noche entera del día 31 y todo el día primero, mientras llegara gente (F. Collado,
entrevista personal, 7 de mayo de 2008).
En Bahía Honda, la figura más recurrente fue Juan Manuel Casanova y Diviño, al que Fernando
O tiz
alo ó de adi to fa o e edo de la eligió o regla de ocha, de los negros yorubas o
lucumí, en la cual lo tenían por «hijo de Santa Bárbara», o sea babalocha Oni-Changó , (Ortiz,
1955, p. 151) fiel reflejo del universo social que abarcó la santería. Cada 4 de diciembre realizaba
ceremonias en homenaje a Changó, y en ellas efectuaba el sacrificio de animales para comidas
rituales realizadas junto a la ceiba y capilla que hizo construir en devoción a esta deidad.
A eso de las tres de la madrugada llegaba Casanova acompañado de una comitiva
que incluía a la «china Rabeiro», que la encabezaba; era la hora del sacrificio del
carnero, al llegar Casanova se hacía una cruz en la frente con sangre de los
animales ya sacrificados y se iniciaba la peregrinación, y él permanecía hasta
concluir la matanza y entregar los animales a las cocineras que en ocasiones fueron
Sofía Lombillo, Teresa Castanedo, Agustina Labarrere, entre otras.
Cuentan que no fueron pocas las veces que el Oni-Changó, Casanova, montó el
santo, mientras bailaba en el tumulto, produciéndose verdaderas discusiones entre
los empleados presentes por despojarlo de los zapatos y demás impedimentas para
ejecutar esta función, sobre todo se recuerda una ocasión en que Papito Zamora y
Perico Barbería (tocadores) casi se fajan por cumplir esta tarea (Tradiciones
Culturales. Obtenida el 4 de febrero de 2009, de http://
www.pinarte.cult.cu/bahia).
Del mismo modo complacía a Oggún en las máquinas del central, con el concurso de dos
experimentadas practicantes, la negra Fortuna y «La China Rabeiro», hecho que mostraba las
difusas fronteras sociales presentes en el cuadro religioso de la sociedad cubana en el que, incluso,
la mujer practicante ocupaba un lugar protagónico en la actividad religiosa ejerciendo, además,
cierta influencia en la cultura dominante, a contrapelo de la tríadica exclusión de que era objeto:
por ser mujer, pobre y negra.
172 | Silfredo Rodríguez-Basso; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez y Maurilio Concepción-Domínguez · Creencias y prácticas religiosas de
antecedente africano presentes en Bahía Honda (Pinar del Río)
A la muerte de Manuel Casanova, en 1949, estas garantes de la ceremonia mantuvieron la
continuidad de la tradición al no implicarse en ella los descendientes de este empresario; pero la
misma se interrumpe en la década de los 70 del pasado siglo, entre otras causas, por el deceso de
ambas, siendo reasumida poco después por familias como los Arrozarena y los Leal, en sus «casas
de fundamento», las cuales se ubican, por lo general, en las viviendas de los oficiantes, y es ahí
donde se depositan los objetos e imágenes sagradas. En su entorno, la representatividad de la
mujer, no solo por su experiencia y prestigio, adquiere un sentido valorativo como uno de los
pilares del ejercicio ritual. Gran parte de sus criterios están basados en sus experiencias de vida.
Cua do se afi a: o t aigo i sa to desde ue i e al u do, i sa to, el ue e a a da a í,
a o lo t aigo … a esos de po ahí, sa to inventao si , les lla o o , E. Cla el, e t e ista a B.
Maldo ado,
de ju io de
o ue a uí el sa to se «asienta» desde de pequeño,
anteriormente se usaba un taburete de palma donde el niño era ubicado y se le asentaba en la
a eza el sa to, a ello se le de o i a a «sa to la ao», de « a igua» o «pa ao» o, desde ot o
ángulo, al ser la tradición un factor que relativiza la práctica religiosa:
Yo no tengo santo coronado, lo mío es de tradición. Todo aquí es trascendencia de
familia, mi abuelo murió con 120 años, campesino, dueño del fundamento y quien
lo heredó fue mi padre. Hay que cumplir con ellos. Yo no consulto, aquí han venido
mucha gente, yo no tengo ese poder. Yo no consulto sin tener ese poder (F.
Rodríguez, entrevista personal, 4 de diciembre de 2013).
Por otra parte, una practicante de la santería desde 1971, ratifica lo anterior al exponer que su
inicio vino solo, con un asiento de cabeza con Yemayá Olokum, ya que mi mamá me vio muy
desajustada, pero lo mío es natural (J. Arozarena, entrevista personal, 4 de diciembre de 2013). Su
convicción, en apariencias de una ingenuidad primitivista, permite delinear determinados rasgos
de un proceso religioso que se bifurca, entre el ajuste a los principios básicos establecidos y su
banalización, regularidad que demuestra el impacto, cada vez más efectivo, de las culturas locales
en las actuales coordenadas globalizantes.
Uno de sus efectos se expresa en el desplazamiento de los practicantes hacia entornos sociales
más atrayentes (como la capital del país), lo que revela un fenómeno de erosión cultural con
impacto local ante lo abrupto de los cambios socioeconómicos producidos, entre ellos, y en primer
orden, la repentina demolición del central, condujo a la inexistencia de Ifá en Orozco, ya que los
sacerdotes de aquí han emigrado hacia La Habana (M. Concepción, entrevista personal, 26 de
junio de 2013) aunque, y es pertinente pensarlo, por razones de índole ritual. Así, los integrantes
del grupo portador Magino Arará, principalmente los miembros de las familias Gómez y Sandoval,
residentes en Harlem, al igual que sus similares provenientes de la capital, los 4 de diciembre, se
t aslade a Gua aja , do de tie de a ee o t a se du a te las ele a io es a Babalú-ayé , F.
Collado, entrevista personal, 7 de mayo de 2018) al igual que los 17 de diciembre, o en los 31, en
las fiestas de comidas a los orichas de devoción, todo ello como alternativa solidaria encaminada a
sortear su eclipsamiento; actividades identitarias que continúan conformado rasgos distintivos de
una fisonomía familiar.
Pero ello no significa la tácita ausencia de la santería en Bahía Honda, aun cuando los criterios
científicos sobre el tema ubiquen sus nodos en La Habana y Matanzas. Lo expresado por Maurilio
forma parte de una visión particular sobre determinados procesos culturales en los que la
movilidad social comprende el debilitamiento del sentido de pertenencia que, en las
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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circunstancias concretas de transnacionalización de las religiones de origen africano, demeritan su
capital simbólico, uno de los desafíos de la identidad, manifiestos en la vida cotidiana, en este
caso, un fenómeno de desterritorialización física y espiritual, en tanto los sacerdotes de Ifá, cuyas
posibilidades económicas y jerárquicas les permiten fijar su residencia en otras zonas del país, con
mayores atractivos y potencialidades para el ejercicio de su práctica y que, en el caso concreto del
Pablo de la Torriente Brau, estimula, entre otras causas, la migración de sujetos portadores hacia
el interior o el exterior del país, cuestión que reduce el nivel y calidad de vida de la población.
Así se trasluce la incorporación, cada vez mayor, al universo religioso popular, según lo expuesto
por Jorge Ramírez Calzadilla, del componente práctico-valorativo de lo santero, sin que signifique
una supuesta yorubización, o retroceso al pasado africano, cuando realmente significa la
continuidad innovadora de este legado abierto a nuevas influencias internas y externas como un
sistema dinámico, algo que Rolando Zamora apreció en la relación identidad cultural y
transculturación.
Sin resultar un opuesto a la movilidad que caracteriza al universo santero en Bahía Honda, la
familia religiosa extendida permanece como el núcleo duro de preservación de la tradición. Las
reuniones de santo, las fiestas de comidas de todos los santos, denominadas bembés, actividades
religiosas en su integración dentro de un universo transcultural, contienen su base en linajes
rituales y consanguíneos, tal como se expresa en los Gómez y Sandoval.
Un proceso similar, con sus características específicas, ocurre en las Reglas de Palo Monte que, en
Bahía Honda, sincretizadas con la arará y el espiritismo, poseen una tradición religiosa de matriz
familiar que se extiende, en lo fundamental, en su vertiente Mayombe y que descansa en su
componente esencial: la nganga.
Las Reglas de Palo Monte
Al identificar, además del Mayombe, como las variantes existentes dentro del Palo Monte, la
Briyumba y Kimbisa (Fuentes, Schwegler 2005) las que, fuera de cualquier otra añadidura, poseen
como atributos básicos la nganga, las creencias en entidades espirituales; las ceremonias de
iniciación y rituales; los toques, bailes y cantos; los sacrificios de animales; las ofrendas de comidas
y bebidas; el cuarto de fundamento (munanso vela), y la creencia en el Supremo Hacedor, Sambia
Empungo, las cuales incluyen al padrino (tata nganga) y a la madrina (ngudi nganga),
representantes claves.
Sus raíces están asociadas al antecedente bantú, cuya actividad ritual, en el occidente cubano, se
erigió sobre antiguas ngangas. Además de las abordadas en el capítulo anterior, la Bejuco Nfinda,
surgida en Guanajay, bajo la égida de Mario Cuesta Laza durante el siglo XX, llegó, incluso, hasta la
ciudad de Pinar del Río en la década del 50, lo que convierte al occidente cubano en uno de los
epi e t os de la a ia te a o e a, si ila a la de Matanzas. Saca empeño y Bejuco Nfinda,
so pote ias ele a tes, esta últi a i i iada po Ma io Cuesta, pad i o de Ped o Leal M.
Concepción, entrevista personal, 26 de junio de 2013). Pero los procesos de cambio han
provocado transformaciones significativas que abarcan, incluso, el culto a los espíritus y a los
antepasados, siempre ganguleros de reconocida estimación, a quienes se le concede una
«canonización informal», al rango de «mpungu criollo», que contempla los sacrificios y toques en
su honor; una de las dimensiones donde el Mayombe prevalece como la más ortodoxa de las
reglas de la palería.
174 | Silfredo Rodríguez-Basso; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez y Maurilio Concepción-Domínguez · Creencias y prácticas religiosas de
antecedente africano presentes en Bahía Honda (Pinar del Río)
En Bahía Honda, la mixtura religiosa conduce a la integración del Palo Monte con los credos y
prácticas santeras y espiritistas, en los que es común apreciar ngangas de nombre arará, Amañó,
propiedad de Domingo Rivera Sandoval; y otras, como Lucero Mundo y Ceiba Mocha, fusionadas
en el kikongo, entre ellas: Tata Perico y Ceiba Ngundu, con diferencias en los materiales para la
elaboración: unos con recipientes de cocos, otras en los rituales de iniciación y toques
característicos ejecutados durante la celebración de las festividades religiosas.
La diversidad de deidades se caracteriza por su sincretismo y microlocalización. Algunas de ellas
denominadas de periferia (Guerra, Schwegler et al., 2005), o entidades locales (Figarola 2012),
aunque constituyen en lo conceptual miradas diferentes, no solo están restringidas a un reducido
espacio geográfico, sino que expresan una forma particular de asumir el credo o la práctica ritual,
características del Palo Monte.
El culto a Oggún, junto al de Changó, es uno de los de mayor difusión en Bahía Honda, pues
cuenta, entre sus pilares, a Pedro Leal (Peyo), ngangulero perteneciente a los Batalla Saca empeño
con la jerarquía reconocida gracias al concurso de su hermana Regla Leal, santera devota de
Changó, a quien Peyo recurre para propiciar la asistencia espiritual a la que el palero no puede o
no alcanza ofrecer en un momento determinado, alianza que refuerza, en gran medida, la
interacción de la santería y de la palería, entre miembros de una familia, además de lo inclusivo
que propicia al consolidar el rol desempeñado por la mujer en el acto ritual, sujeta a determinadas
prohibiciones, tal y como ocurre dentro del Mayombe.
Otra de sus aristas consiste en la armónica ilación con los ritos iniciáticos asumidos por la santería
del Palo Mo te, do de se o te pla los a a ie tos o as a illa ue, ju to al asie to de
cabeza, revelan lo participativo e incluyente del universo religioso africano.
E las asas de fu da e to, au ue el alta del sa to el de los o gos, ue o puede
t a aja se al is o tie po , está po sepa ado, la ep ese ta ió e eso de “a ta Bá a a, o
e tela de Ma ‘ufi a la do to a, la ue se iste de blanco, puesto que resuelve muchos
p o le as de salud , J. A oza e a, e t e ista pe so al, de di ie
e de
apo a la fu ió
predictivo-interpretativa que, a partir de los chamalongos, atesora el valor de esta fusión,
sustentado en su efecto funcional, encaminado a las soluciones de las necesidades vitales del
creyente. Si se visita la casa de la santera Juana Martha Illa Arozarena, en la comunidad Pablo de la
Torriente Brau, podrá constatarse tal práctica adivinatoria.
La misma consiste en un juego de cuatro o cinco chapillas (lascas de coco) o siete u ocho caracoles,
con un lado cóncavo y otro convexo para que, al ser lanzadas y al caer de una forma u otra,
presenten una letra o signo específico en relación con el solicitante del servicio oracular y cuya
traducción regula la actitud a ejercer para solucionar una urgencia existencial.
Del kikongo (Xiia, espíritu, Longo o Loango, lugar de África donde surge este culto), según (Bolívar,
1995), o (cha, pequeño tratado, malongo, enseñanza, doctrina, lección). Los chamalongos
expresan no una variante palera, sino un tratado común a todas las reglas (Fuentes, Schwegler et
al., 2005) cuya extensión a la santería revela el carácter basal de la función predictivointerpretativa, praxis ritual común a las religiones de sustrato africano, y que funciona a la vez
como regulador de la vida terrenal, sostén de la identidad individual y colectiva de los sujetos que
orientan su quehacer cotidiano de acuerdo a los significados simbólicos que encierra. Ello, por
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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supuesto, no excluye el apelar a otros medios proféticos que garantizan la efectividad de la
función predictiva.
La posesión religiosa, la mpaka nmensu (el tarro o cuerno, colmado de sustancias mágicas y por
cuya cavidad se avizora el futuro mediante un espejo), envueltos en un velo místico, propician
traducir los mundos personales tan complejos y contradictorios de la existencia humana y que
también, por mediación de la nganga, contribuyen al sentido de pertenencia mediante la relación
trascedente que esta última condiciona.
La tradución del kikongo de la palabra nga (yo) nga (yo), más que la metáfora sobre la existencia
de una dualidad antropológica que expresa el desdoblamiento del sujeto religioso en su condición
física y espiritual, es la concreción de la identidad del sujeto hablante (Figarola et al., 2012). El
autor del presente artículo, aprecia, más allá de una desacertada traducción de los remanentes de
esta lengua, una conexión entre el ngangulero y el muerto que en ella reside, eje de la energía
vital que existe en toda la materia, expresión de un referente que al convertirse en su alter,
estructura la identidad palera sobre la base de un ente situado en un plano personificado de lo
simbólico.
El pacto funcional entre el vivo y el muerto, aporte de las religiones de antecedente africano a la
cultura popular tradicional, en particular, de la palería cubana, consiste en la dialéctica que a
través de un proceso de comunicación sagrada, sobrenatural, trascedente, transforma al palo
monte en un hecho individual que entre el gangulero y su «muerto», se realiza en un espacio
particular de culto, la casa fundamento, una residencia donde se ejerce ajustado a la tradición
familiar y religiosa, una forma de construir su realidad.
Similar a la santería, los fenómenos de culturización que afectan a las Reglas de Palo Monte donde
resaltan la creciente deslegitimación de los nganguleros, los conflictos entre diversos espacios
sagrados basados en su mayor o menor ancestralidad, el número de ahijados que poseen y de
clientes que demandan sus servicios, revela un hecho social que genera nuevas formas identitarias
entre las que sobresale la capacidad de reutilizar, en su dimensión valorativa, mecanismos de
resistencia ante fenómenos de erosión cultural.
La crisis espiritual que atraviesa la comunidad Pablo de la Torriente ante el debilitamiento del
sentido de identificación, con algunos referentes en: las elevaciones del Cuzco, la bahía
homónima, el pasado remoto del pueblo, sus plantaciones de azúcar, las familias y personalidades
de la ultu a lo al, e fi , el p o eso su jeti o ue ge e a u se tido de pe te e ia
ie to
g ado de lealtad Gi é ez, 94) contiene el valor potencial de su desplazamiento a otros como
los presentes en el credo y práctica del Palo Monte, similar a las que la nganga recibe en cada acto
ritual.
De esta forma, Bahía Honda, en la conciencia y actuación colectiva de sus habitantes, con un
nuevo sentido metafórico, ha devenido en la expresión local de la gran nganga cubana, en cuya
integración con las demás manifestaciones religiosas, recibe nuevos ingredientes que le aportan
energías sobrenaturales, tan originarias como las provenientes de una de sus más valiosas
herencias: la arará.
176 | Silfredo Rodríguez-Basso; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez y Maurilio Concepción-Domínguez · Creencias y prácticas religiosas de
antecedente africano presentes en Bahía Honda (Pinar del Río)
La Regla Arará. Variante Magino
Las investigaciones recientes sobre la herencia cultural arará en el occidente de Cuba, se
o e t a ha ia las lo alidades de Jo ella os, Pe i o Ag a o te, de la p o i ia de Mata zas
(Rodríguez, 2006). Sobre Bahía Honda existen algunas referencias relacionadas con los ararás de la
comunidad Harlem y el grupo portador 1802, del Pablo de la Torriente Brau, proyecto que
estimuló algunos trabajos sobre el tema en las décadas del 80 y el 90 del siglo pasado.
La religiosidad de antecedente arará en Bahía Honda consiste en la variante magino en
comparación con las restantes conocidas en Cuba (Dahomey y Sabalú), sincretizada con la santería
y con la incorporación de significativos aportes de matriz bantú. Con respecto a Matanzas existen
notables semejanzas, dentro de ellas la existencia de la familia religiosa como núcleo trasmisor y
preservador de sus prácticas por generaciones, tal y como ocurre con los Baró en Jovellanos y los
Zulueta en Perico, con sus similares en Bahía Honda a través de los Sandoval y los Gómez, en
Harlem; o diferencias expresadas en la preservación de cabildos como el Arará «Espiritu Santo» y
el Magino, no así en la localidad de referencia, donde este rol lo ha desempeñado la casa templo o
la de fundamento.
Estas y otras características relacionadas con el ámbito religioso, músico-danzario u organológico
expresan, comparativamente, los rasgos que identifican la presencia arará en Matanzas y Bahía
Honda, lo que permite apreciar los específicos de cada territorio.
El ámbito ritual constituye el área fundamental de conservación de sus caracteres étnicos y unidad
cultural en torno a determinados cultos a deidades, en las que se aprecian remanentes lingüísticos
de origen fon. El culto a Ajorú (el Babalú ayé mayor), es similar al existente en la provincia de
Matanzas bajo el nombre de Asojano, el que se le nombra como Ojundegara o Alua, en el caso de
los Baró.
Magino, junto a Jimagua, Oggún Bankea, Centella, Lucero Mundo, Amañó, y Cuaviloro,
constituyen santos locales de Bahía Honda, todos entrecruzados con el palo y la santería, tal y
como se evidencia en las «reuniones o juegos de santos», una de las actividades que, desde
principios del siglo XX, eran organizadas y regentadas por Arturo Gómez junto a sus caballos u
omo orichas, en las que se invocaban a estas deidades con el propósito de predecir la ocurrencia
de huracanes o enfermedades y la obtención del favor o petición que provocase una buena
cosecha al propiciar las lluvias, lo que revela la reminiscencia de cultos agrarios en
correspondencia con el entorno ecológico del sujeto practicante, lugar donde el elemento hídrico
es predominante y cuyos procedimientos ceremoniales se ejecutan mediante procesiones
religiosas hacia este medio natural.
Logondo, vinculado con Yemayá (Virgen de Regla) y Ochún (Virgen de la Caridad del Cobre), se
relaciona con la procesión de La Laguna, presente en los cantos donde la concepción sobre el bien
y el mal es predominante, basado en un referente climático o de índole vital, ya sea en la
oposición lluvia-sequía, salud-enfermedad, vida-muerte.
La deidad Akaró se relaciona con la naturaleza sobre la base de un avatar marino deificado en
Olokun, donde Olo figura la extensión del océano, lo profundo y desconocido, en cuya vastedad
incorpora la idea sobre el fin de la existencia humana, representada en Akaró, y su antítesis en
Somuggaggá (Somu, pechos, mama, senos; ggaggá, grande, inmensa), expresión del órgano
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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femenino que nutre y favorece la vida. El culto local, por el influjo bantú, lo representa al modo de
una entidad que se materializa en una nganga, equiparada con este nombre, indicador de la
creencia en los muertos, presente en actos de posesión en la Santería y el Palo Monte, objeto de
respeto y obediencia.
Al ser Magino u sa to pa ti ula de A tu o Gó ez» Akaró … , que no le daba a todo el
u do, a a asi adie a uí le aja ese sa to E. Cla el, e t e ista pe so al, de a il de
,
ofrecen el desplazamiento de estas actividades a la memoria histórica cuya renovación ocurre
cuando brotan posibilidades para su recuperación en nuevos procesos identitarios. Uno de ellos
consiste en cómo Akaró, de santo exclusivo entre un reducido número de hombres, todos
inexistentes físicamente, en la actualidad se reencarna, singularmente, en una mujer: Isabel
Urquiola Crespo, regente de una casa de fundamento de Palo Monte.
Al referirse a esta renovación, Alfonso Urquiola, reconocida personalidad del deporte y de la
cultura vueltabajera, expone una perspectiva en que, aun con la presencia de la mujer, la
preservación y afianzamiento místico de esta entidad, no se reduce al olvido, cuando expresa:
Akaró tiene una fortaleza tremenda, a veces se echa un hombre encima, su
característica principal es ser un santo muy fuerte. Yo no soy fanático a eso, yo toco
en bembés, toco campana. Cuando veo un santo montado yo lo que hago es tocarlo
pero no me arrimo mucho a ellos a no ser que él me llame, pero ese santo, Akaró,
siempre me llama. Cada vez que me toca yo tengo que ponerme otra muda ropa (A.
Urquiola, entrevista personal, 11 de septiembre de 2015).
La creación de un grupo portador que asume como identificador cultural la deidad Magino y de un
proyecto sociocultural denominado Akaró-Wailero, expresan la resignificación de lo ritual en lo
individual y grupal.
La cooperación y unidad que propicia la persistencia de la tradición religiosa se advierte al implicar
sujetos en diversos grupos de edades durante la ejecución de las ceremonias rituales magino;
entre ellos, los pertenecientes a edades tempranas, ejecutan, en la denominada de La Laguna, en
Co ojal, a io es ua do: se a da a a ue se a ie a u pozo o u hue o e la tie a, se po ía
los niños delante y los mayores detrás, cada uno con un cubo, una lata, un jarro, y según se echaba
esa agua , o ua do pa a e ita los i lo es du a te las p o esio es se e p e día a i o ha ia
la a , los a ue os dela te, los iños det ás después los a o es Y. A osta, e t e ista
personal, 2 de abril de 2013) lo que reproduce por imitación el aprendizaje de la tradición religiosa
asegurando la comunidad de intereses en torno a sus prácticas.
El carácter social del hecho religioso arará, por su integración con las religiones presentes en Bahía
Honda, contribuye a la cualidad nueva que manifiesta el credo, actividad y su organización, cuando
concurren en ella formas diversas de ejercerlo. La iniciación en Oyá, y su fortalecimiento con
Centella, en la misma casa-templo, de la que fue objeto Emelina Clavel, revela el avance de este
proceso de sincretización, reflejado en la multiplicidad de entidades locales que intervienen en la
Santería:
Mamaíta oba, Logondo, Yare yare, Don fole, Siete años, Godopan, Pajarito
volandero, Guiriño, Minajo, Centella, Culebra rayo, Baloggún, Changocito, Aggalari,
Máximo guelele, Purita, Malegua, Oya de lanza, Oya gule, Oya la llimbe, Oya lari,
178 | Silfredo Rodríguez-Basso; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez y Maurilio Concepción-Domínguez · Creencias y prácticas religiosas de
antecedente africano presentes en Bahía Honda (Pinar del Río)
Oya dey ggalodde, Meddenu, Perengin, Ajulli, Mocofio, Chango, Cevarrayo, Cuatro
viento, Ceiba gondo, Batalla, Joseito taite (Y. Acosta, et al.).
Desprendidas de las principales, Babalú Ayé, Changó, Oyá y Oggún, expresan la diversidad de
componentes que concurren desde otras procedencias cuya amalgama contiene formas
particulares de concebir este universo sincrético, entre otras, que los maginos sostengan que
Akaró se fusione con Oggún, presto a nuevas influencias como las provenientes del espiritismo,
cuestión que conduce a su identificación como cruzado o «cruzao».
El Espiritismo cruzado
En Cuba se practica una versión del espiritismo que, procedente de Europa y los Estados Unidos,
surge en la región oriental a finales del siglo XIX, extendiéndose por resto del país durante el siglo
XX. Entre los factores que han promovido su popularidad, se encuentran: su adaptabilidad,
sincretismo, descompromiso con esquemas religiosos complejos, su no institucionalidad, la
afinidad grupal que posibilita el desarrollo heterogéneo de la práctica y la ayuda mutua, más allá
de las fronteras del grupo (I. Hogde, entrevista personal, 6 de marzo de 2003).
Sus variantes reconocidas se diferencian en cantidad, según el criterio de los distintos autores. La
propia Ileana Hogde considera la existencia de tres variantes del espiritismo: el kardeciano, el de
cordón y el cruzado. Se añade la de caridad, la muertera y de sanación (Lloga, 2013) características
que al ser intrínsecas de la tradición espirita no indican una u otra variante específica al responder
al modelo de conducta social del o de la practicante de la religión.
La diversidad de perfiles existentes se ajusta a las peculiaridades locales de su expansión por el
resto del país. En el occidente, la influencia de la santería ha dado lugar a un proceso de
asimilación de componentes de la Regla de Ocha, mixtura que en Bahía Honda es matizada con las
Reglas de Palo Monte, cuestión que conduce a la denominación popular de la variante cruzada
que, oriunda de Santiago de Cuba, refleja los límites imprecisos que la caracterizan.
La amalgama de ideas y prácticas que caracterizan a esta variante afectan, incluso, a los principios
centrales del credo. Alrededor de la idea sobre el alma se yergue un cuerpo de argumentos sobre
el nexo existente y el lugar protagónico que ocupan en el espacio sagrado el espíritu, el muerto y
el santo, relación que regula el ejercicio ritual. Practicantes consultados afirman que:
Aquí se cruza mucho el santo con el espíritu, hay personas que trabajan más el
santo que el muerto, pero en sí tienen el muerto, pero no lo trabajan. A veces el
santo se aparta para que entre el muerto al igual que el muerto lo hace con el
santo, son cruces. Donde no hay espíritu no hay santo y donde no hay santo, no hay
espíritu (F. Collado, entrevista personal, 1 de abril de 2013).
El cruce funciona por igual en la representatividad social de los practicantes, donde la dualidad
santero-espiritista y palero-espiritista se aprecia en la preeminencia de la mujer religiosa. Las
portadoras Antonia Duarte y Juana, de la Loma de los Cocos, cuyo principio de caridad las
o du ía a o o a a adie po sus sesio es espi ituales D. Go zález, e t e ista pe so al, de
abril de 2013), reafirman la idea de la indulgencia y la compasión por el otro como modelo
regulador y orientador de la conducta, mediante formas individuales de objetivarlo.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 179
En la santiguación, el pase de la mano y la curación, sobre la base de los conocimientos y la
experiencia adquirida en el seno familiar y social; en actos como la sanación —ejecutados por las
denominadas «curanderas»—, con diferencias singulares en la forma de elaborar la bóveda
espiritual, el prestigio de la mujer se ha consolidado al constituir un arquetipo de ayuda espiritual,
eafi ado e Laudeli a Valido, a uie lla a a «La de los Ma gos» o la de «Las Ma os
P odigiosas», a uie e u ía u ha ge te de todas pa tes D. Go zález, et al.), lo cual evidencia
las posibilidades que para la inclusión social ofrece el espiritismo en comparación con otras
expresiones religiosas, además de implicar una participación colectiva donde, incluso, el no
practicante puede experimentar momentos relevantes de la sesión espiritual.
La comunidad del central Harlem se distingue por la presencia de practicantes y lugares de culto
individuales, junto a los santeros y paleros que, en gran medida, ejercen la actividad espirita
dispersos por toda Bahía Honda, localidad donde se advierten, además, rasgos de otras variantes
del cordón espiritual. El empleo de la cascarilla, la miel de abeja, las plantas, junto a las imágenes
de los santos católicos, incluso del fuego para apartar algún «espíritu rebelde», son elementos
frecuentes que, desde la santería, la palería y el ritual católico asisten al espiritismo.
CONCLUSIONES
Las creencias y prácticas religiosas de antecedente africano presentes en Bahía Honda, expresan la
continuidad de un legado que se preserva en cuatro manifestaciones privilegiadas que se
entrecruzadas, en una interacción entre la cultura popular tradicional y la identidad cultural local,
como un resultado nuevo cuya cualidad mayor se percibe en su profundo sentido simbólico,
expresado en la conducta de los sujetos practicantes portadores de la cultura y en las formas
particulares individuales y colectivas de apropiación de esta herencia con la relevancia de aquellas
que resultan significativas por su valor funcional para la satisfacción de sus necesidades.
La cualidad de resultar un fenómeno vivo de cultura, revela el proceso natural en que algunas de
estas actividades se extinguen, preservan y revitalizan, en un continuo proceso de asimilación,
negación y renovación, donde sujetos, objetos y lugares de memoria como la familia de los
Gómez, la campana del ingenio La Luisa, o las ruinas del central Orozco, son expresiones que
revelan el significado de este legado y su vigencia en las actuales y futuras generaciones de esta
localidad.
Mini glosario
Akaró: Deidad de origen arará relacionada con la muerte representada por una máscara que
representa el fundamento de Olokún. En Bahía Honda se sincretiza con Oggún en santería y con
San Bartolomé en el catolicismo. La investigadora Natalia Bolívar sostiene su sincretismo en el
catolicismo con San Rosendo, santo patrón de la ciudad de Pinar del Río, criterio no compartido
por los autores por relacionarse con dos localidades con características físico-geográficas e
histórico-culturales diferentes.
Bajar el santo: Acto posesivo de carácter simbólico-ritual protagonizado por un creyente que
transcurre en la Santería como en Palo Monte Mayombe por parte del santo, deidad o entidad
religiosa objeto de culto por parte de un individuo o colectividad de practicantes.
180 | Silfredo Rodríguez-Basso; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez y Maurilio Concepción-Domínguez · Creencias y prácticas religiosas de
antecedente africano presentes en Bahía Honda (Pinar del Río)
Nganga: Receptáculo mágico, componente fundamental de las Reglas de Palo Monte. Caldero en
el que se depositan materiales orgánicos de origen vegetal y animal incluido resto humanos.
Nganguleros: Practicante de la religión de Palo Monte, recibe esta denominación por ser el
propietario de la nganga.
Reuniones de santo: Ceremonia ritual conformada por los caballos de santos en la santería.
Caballo de santo: Practicante que ejerce la función de médium del oricha o deidad de devoción en
la santería durante el acto de poseso.
Vinakho: Deidad arará-magino que representa las más reconocidas por este grupo (no se dispone
aún de información sobre su representatividad religiosa).
LITERATURA CITADA
Bolívar, N. (1995). Las distintas manifestaciones de Palo Monte en Cuba, Revista Anales del Caribe,
14-15.
Fidelzait, S. y De la Riva, J. P. (1987). San José de Sumidero. Demografía social del campo cubano.
La Habana: Editorial de Ciencias Sociales.
Fuentes, J. y Schwegler, A. (2005). Lenguas y ritos de Palo Monte Mayombe. La Habana: Editorial
Iberoamericana Vervuert.
Giménez, G. (1994). Apuntes para una teoría de la región y de la identidad regional, Estudios sobre
las Culturas Contemporáneas, 018 (6), 165-173.
James, J. (2012). Cuba, la gran nganga. Algunas prácticas de la brujería. Ciudad de La Habana.
Cuba: Editorial José Martí.
Lloga, C A. (2003). Cultura popular tradicional, religión y cubanía. Una mirada al relato
antropológico cubano desde la Casa del Caribe, Tesis en opción al título de Doctor en
Ciencias Históricas, Universidad de La Habana.
Ramírez, J. (2003). Cultura y reavivamiento religioso en Cuba, Revista Temas, (35), 31- 43.
Rauhut, C. (2013). La transnacionalización de la santería y su renegociación en Cuba, Revista
Temas, (76), 46- 54.
Rodríguez, R. (2006). Chinos y negros en el ajiaco cultural cubano, Arte et littérature d´Amerique
Latine, 1-7.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 181
Síntesis curricular
Silfredo Rodríguez Basso
Doctor en Ciencias sobre el Arte por la Universidad de las Artes de La Habana. Profesor Auxiliar de
la Universidad de Pinar del Río. Sus líneas de investigación son: Proyecto de gestión del patrimonio
vivo y la identidad cultural de la ciudad de Pinar del Río para el desarrollo local y sobre la Historia
Regional y Local. Miembro de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba y de la Sociedad Cubana
de Antropología Biológica. Correo electrónico: antropol@upr.edu.cu
Ana Bertha Ferrer Rodríguez
Licenciada en Historia por el Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Rio. Profesora Asistente de
la Universidad de Artemisa. Sus líneas de investigación son: Historia local y religiones populares de
antecedente africano. Miembro de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba.
Maurilio Concepción Domínguez
Licenciado en Historia por el Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Rio. Profesor Asistente de
la Universidad de Artemisa. Sus líneas de investigación son: Historia local y religiones populares de
antecedente africano. Coordina el proyecto sociocultural Akaró-Wailero. Miembro de la Unión
Nacional de Historiadores de Cuba.
182 |
RA XIMHAI
ISSN 1665-0441
Volumen 12 Número 4
Edición Especial
Enero – Junio 2016
183-195
MICROEMPRESAS Y CAPITAL HUMANO: UN ANÁLISIS PARA MÉXICO
MICROENTERPRISES AND HUMAN CAPITAL: AN ANALYSIS FOR MEXICO
Claudia Sáenz-Vota1 y Adanelly Ávila-Arce2
1
Maestra en Eco o ía E p esa ial. P ofeso a de Tie po Co pleto Titula B ads ita a la Fa ultad de E o o ía I te a io al. Co eo
electrónico: saenzvota@gmail.com. 2Doctora en Ciencias Económicas. Profesora Investigadora de Tie po Co pleto Titula B ads ita
a la Facultad de Economía Internacional de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Cuenta con el Perfil Deseable PRODEP. Miembro
del Sistema Nacional de Investigadores. Correo electrónico: adanelly.avila@yahoo.com.mx
RESUMEN
El concepto de capital humano es definido como el conjunto de habilidades, conocimientos, experiencias, valores que se
acumulan a través de la inversión en la educación dando lugar al crecimiento económico de la empresa, al progreso
social de los trabajadores, a que la tasa de rendimiento de dicha inversión sea positiva y que la distribución del ingreso
sea más igualitaria. La inversión de capital humano y su relación con el nivel de ingresos y la productividad es importante
para promover políticas de mejora, fundamentadas en el análisis y dónde los resultados conlleven a la eficiencia del
sistema educativo, a la optimización de los ingresos percibidos, a la disminución de la pobreza y a que las
Microempresas desarrollen niveles eficientes de productividad para sobrevivir en un mundo globalizado y cambiante en
aspectos culturales, económicos, sociales y tecnológicos. Clasificación JEL: I21, J31, J24, D21.
Palabras clave: capital humano, rentabilidad, microempresas.
SUMMARY
The concept of human capital, is defined as the set of abilities, knowledge, experiences, values, which accumulate
through the investment in education giving place to the economic growth of the enterprise, to the social progress of the
workers, and to the rate of performance in such investment to be positive and so the distribution of the income be more
equal. The investment in the human capital and its relation with the level of incomes and the productivity is important
to promote the improvement of policies, substantiated in the analysis and where the results involve the efficiency of the
educational system, the optimization of the incomes perceived, to the microenterprises to develop efficient levels of
productivity to survive in this globalized and changing world in the cultural, economic, social and technological aspects.
JEL Classification: I21, J31, J24, D21.
Key words: human capital, profitability, microenterprises.
INTRODUCCIÓN
En los últimos años se ha determinado que para aumentar el nivel de vida, la educación es uno de
los caminos, suponiendo que mientras mayor nivel educativo se tenga, se generarán productos y
servicios de mayor valor en el mercado y como consecuencia se recibirá un mayor nivel salarial.
La educación es una forma de inversión mediante la cual se espera que se incremente la
productividad de los individuos (Rojas, Angulo y Velázquez, 2000). Esta inversión es un
determinante en el crecimiento y en la competitividad a largo plazo. El mejoramiento de las
habilidades en el capital humano y como consecuencia, en la competitividad permite que el
individuo se inserte más fácilmente en el proceso productivo, aumentar su rendimiento, tener
mejores empleos y por ende mejores salarios (Urciaga y Almendarez, 2008).
Recibido: 21 de octubre de 2015. Aceptado: 19 de febrero de 2016.
Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4):
183-195.
183
184 | Claudia Sáenz-Vota y Adanelly Ávila-Arce · Microempresas y capital humano: un análisis para México
En el mismo sentido la escolaridad, es el proceso de enseñanza dentro de las escuelas como
formadoras, preparadoras o entrenadoras de capital, mientras que la empresa es productora de
bienes. Mencionado por Mungaray y Ramírez, en 1975 Becker establece que para tener el dominio
en ciertas habilidades se requiere la experiencia laboral y los estudios escolares, como
complemento, por lo que estos aprendizajes deben adquirirse parte en la escuela y parte en el
trabajo (Mungaray y Ramírez, 2007).
A través de los diversos estudios realizados y plasmados en la literatura económica, se ha
establecido que el capital humano que está formado por medio de la inversión en educación
formal, aporta mayor productividad y generación de valor para la empresa, mejores aptitudes de
la fuerza de trabajo y por lo tanto mejores ingresos así como mayor permanencia y competitividad
en el campo laboral a largo plazo.
La inversión educativa se refleja en el mercado laboral de dos maneras. Primero, la escuela es el
medio para desarrollar habilidades. Las empresas están dispuestas a pagar más a aquellos
candidatos que generan mayor valor para sus operaciones (Rodríguez, 2012). Segundo, el grado
educativo es una señal de mercado, es decir, una pista que las empresas usan para formarse una
idea acerca del potencial de los candidatos (Estrada, 2011).
En México, un profesionista gana alrededor de 75% más que una persona con estudios de nivel
preparatoria (Estrada, 2011). Así pues, la expectativa de mayores ingresos está relacionada con el
grado de preparación que posee la población. Una mayor especialización en los conocimientos y
habilidades se refleja en una mayor remuneración en el ámbito laboral (Laez y Jiménez, 2011).
Aunque en México existen oportunidades de trabajo para los profesionistas, les falta valor
agregado por lo que optan por empleos no calificados ya que es verdaderamente difícil cubrir el
perfil requerido (Rodríguez, 2012). A pesar de lo anterior, Ordaz (2007) menciona a autores como
Kane y Rouse quienes en el año 1993 identifican que un individuo por cada año adicional de la
Universidad, gana un 5% más que alguien que completó el bachillerato.
Dichos resultados son consistentes con la investigación de Rojas et al., (2000) quienes concluyen
que mientras una persona tenga mayores grados de educación, su ingreso salarial aumenta y un
universitario graduado recibe 78% más de salario al de una persona sin estudios.
En la actualidad es común observar que existen profesionistas que desempeñan cargos que no
están relacionados con sus estudios y vacantes que no son cubiertas por no cubrir el perfil
requerido, ya sea por falta de experiencia o por falta de habilidades específicas. Es por ello que a
través de este estudio se pretende analizar si en los últimos años un individuo podría verse
tentando a no proseguir sus estudios e incorporarse al mercado laboral dentro de las pequeñas y
medianas empresas.
Debido a lo anterior, entre los principales objetivos de la investigación se encuentran determinar si
el nivel de estudios de los empresarios es un factor indispensable para la obtención de mayores
ingresos y estabilidad de las Microempresas en México, y además identificar la relación entre el
nivel de educación y el valor de la Microempresa en México.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 185
Por otra parte la hipótesis que sustenta la investigación consiste en que el capital humano
formado a partir de la inversión en educación formal, se asocia directamente con mejores ingresos
dentro la microempresa en México y favorece su valor en el mercado laboral de la misma.
La estructura de la presente investigación está conformada por un segundo apartado donde se
analiza estadísticamente la relación que existe entre el capital humano y las empresas en México.
El tercer apartado hace una revisión de la literatura relacionada con el capital humano y dichas
unidades económicas. Posteriormente se describe el enfoque metodológico y el modelo utilizado.
Finalmente se presenta en el quinto y sexto apartado que incluye los resultados y las conclusiones
de la investigación.
Análisis descriptivo del capital humano y las empresas en México
El capital humano en los últimos años ha sido de gran relevancia, pasando de ser un criterio
utilizado para explicar los diferentes niveles de salarios entre las diferentes clases de trabajadores
a ser un concepto con una identidad en la ciencia económica (Falgueras, 2008), por lo que en la
actualidad las universidades están haciendo vinculación con las empresas para conocer e
identificar la demanda de habilidades y conocimientos que deben poseer los egresados, y
minimizar la brecha existente entre el nivel de conocimientos y el nivel de ingreso salarial, y como
consecuencia lograr la adecuada inserción de los profesionistas, cubrir las expectativas del
empleador y llevar a un progreso económico y social.
En México, de acuerdo con Mungaray et al., (2007) el sector empresarial se divide en cuatro
grandes grupos con base al número de empleados y sector de actividad económica donde operan
según la clasificación Oficial. Estos grupos están constituidos en micro, pequeñas, medianas y
grandes empresas, tal como se ilustra en Cuadro 1.
Cuadro 1.- Clasificación de las Empresas en México (con base en el Diario Oficial de la Federación
(2002)
Sector
Tamaño
Clasificación según el número de empleados
Industria
Comercio
Servicios
Micro
De 0 a 10
De 0 a 10
De 0 a 10
Pequeña
De 11 a 50
De 11 a 30
De 11 a 50
Mediana
De 51 a 250
De 31 a 100
De 51 a 100
Grandes
Más de 250
Más de 100
Más de 100
Por otra parte, la desigualdad de los salarios es una realidad comprobada que acompaña a la caída
de los ingresos salariales a los miembros más pobres y menos educados de la sociedad (Urciaga et
al., 2008).
El grueso de los trabajadores recibe salarios bajos. Estas diferencias se relacionan directamente
con el nivel educativo, como se puede observar en el Cuadro 2 en donde los profesionistas,
trabajadores de la educación y funcionarios y directivos de los sectores público, privado y social
reciben los salarios por hora más altos, quienes son los que poseen mayor nivel educativo en
comparación con las demás ocupaciones.
186 | Claudia Sáenz-Vota y Adanelly Ávila-Arce · Microempresas y capital humano: un análisis para México
Cuadro 2.- Ingreso por Hora trabajada de la Población Ocupada por Grupos (con base en INEGI,
Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. 2012)
Profesionistas, técnicos y
trabajadores del arte
Trabajadores de la educación
Funcionarios y directivos de los
sectores público, privado y social
Trabajadores en actividades
agrícolas, ganaderas, silvícolas y de
caza y pesca
Trabajadores industriales,
artesanos y ayudantes
Conductores y ayudantes de
conductores de maquinaria móvil y
medios de transporte
Oficinistas
Comerciantes
Trabajadores en servicios
personales
Trabajadores en servicios de
protección y vigilancia y fuerzas
armadas
Otros trabajadores con ocupaciones
insuficientemente especificadas
Primer
trimestre del
2013 ($)
Primer
trimestre del
2012 ($)
Primer
trimestre del
2011 ($)
Primer
trimestre del
2010 ($)
63.35
57
53.32
52.43
70.92
67.82
65.17
67.4
80.27
77.33
78.2
83.39
17.6
17.64
16.17
17.7
27.7
25.68
25.25
24.38
28.98
26.44
25.71
25.6
37.96
26.08
35.68
25.09
35.33
25.03
35.4
24.4
24.62
23.92
22.95
22.25
30.36
22.64
21.9
22.12
30.81
53.16
93.02
27.78
La Figura 1, señala que hasta el 2010, existe una relación directa entre el nivel de escolaridad y el
ingreso percibido por persona; el no terminar nivel básico o medio superior representa una
disminución en su ingreso promedio mensual, esta diferencia es más marcada si la persona no
culmina sus estudios de licenciatura y existe una gran diferencia si la persona cuenta con estudios
de posgrado ya que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares
(ENIGH), esta diferencia es en promedio de $10,000.00 (Montes, 2013).
Figura 1.- Ingreso Promedio Mensual y Nivel de Instrucción (Montes, 2013).
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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En un estudio realizado por Urciaga et al., (2008) en donde captan cerca del 62 por ciento de la
población del país, se hace notar que dependiendo del grado de estudios también se tienen
diferencias salariales como se puede ver en el Cuadro 3, haciéndose notar que la diferencia entre
el nivel posgrado y las personas sin instrucción es de más de 4 veces.
Cuadro 3.- Salarios por hora según Nivel Educativo (con base en Urciaga et al., 2008)
Nivel Educativo
Pesos ($)
Sin instrucción
Primaria
Secundaria
Preparatoria
Profesional
Posgrado
Promedio
32.11
40.52
48.34
56.42
96.47
144.45
69.81
Dentro de la división por zonas, existen diferencias salariales, siendo la zona centro quien más
paga a aquellos profesionistas con mayor nivel educativo, en donde existe un mayor porcentaje de
personas que poseen algún grado aprobado en estudios superiores, ya sea técnico superior,
profesional, maestría o doctorado.
Haciendo un análisis comparativo a nivel nacional, todas las Entidades Federativas a lo largo de los
años han ido incrementando su nivel de instrucción por lo que al comparar los porcentajes de la
población con 24 años y más, que tienen al menos un grado aprobado en estudios superiores, ya
sea técnico superior, profesional, maestría o doctorado por entidad federativa se reitera que los
dos estados con mayor porcentaje son, en primer lugar el Distrito Federal con un promedio de
22%, 25% y 30% para los años 2000, 2005 y 2010 respectivamente seguido de Nuevo León con un
17%, 19% y 24% de la población en los años mencionados respectivamente. Los estados de menor
población con algún grado aprobado en estudios superiores son Oaxaca y Chiapas (2010) con 11%
ambos, como se ilustra en el Cuadro 4.
Cuadro 4.- Porcentaje de la Población con algún Grado de Estudios Superiores por Entidad
Federativa (con base en INEGI. Censos de Población y Vivienda, 2000 y 2010.
Actualización marzo 2011)
Entidad
federativa
Estados
Unidos
Mexicanos
Aguascalientes
Baja California
Baja California
Sur
Campeche
Coahuila de
Zaragoza
Total
(%)
2000
Hombres
(%)
Mujeres
(%)
Total
(%)
2005
Hombres
(%)
Mujeres
(%)
Total
(%)
2010
Hombres
(%)
Mujeres
(%)
12
14.5
9.8
14.5
16.5
12.7
17.8
19
16.7
13.3
12.9
16.2
14.7
10.7
11.1
16.1
15.1
18.5
16.2
14
13.9
20.3
18.1
21.7
18.6
19
17.5
12.8
15.3
10.3
15.8
17.4
14.3
20.4
20.8
20
11.3
13.7
8.9
14.5
16.6
12.6
18.9
20.5
17.5
14.8
17.3
12.4
17
19.1
14.9
20.9
22.6
19.4
188 | Claudia Sáenz-Vota y Adanelly Ávila-Arce · Microempresas y capital humano: un análisis para México
Cuadro 5.- Porcentaje de la Población con algún Grado de Estudios Superiores por Entidad
Federativa (con base en INEGI. Censos de Población y Vivienda, 2000 y 2010.
Actualización marzo 2011). Continuación
Entidad
federativa
Colima
Chiapas
Chihuahua
Distrito
Federal
Durango
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
México
Michoacán de
Ocampo
Morelos
Nayarit
Nuevo León
Oaxaca
Puebla
Querétaro
Quintana Roo
San Luis
Potos_
Sinaloa
Sonora
Tabasco
Tamaulipas
Tlaxcala
Veracruz de
Ignacio de la
Llave
Yucatán
Zacatecas
Total
(%)
12.4
6.7
11.6
2000
Hombres
(%)
15.1
8.5
13.4
Mujeres
(%)
9.8
4.9
9.8
Total
(%)
15.4
8.6
13.4
2005
Hombres
(%)
17.6
10.4
15
Mujeres
(%)
13.4
7
11.9
Total
(%)
19.5
10.8
16.6
2010
Hombres
(%)
20.5
12.3
17.6
Mujeres
(%)
18.6
9.4
15.6
22.1
27.2
17.6
25.2
29.1
21.8
30.2
32.6
28.2
10.4
7.4
8.9
8
12.4
11.5
12.6
9.1
10.6
9.5
15.1
14.3
8.5
5.9
7.4
6.6
10
9
12.6
10
11.1
10.4
15.2
13.8
14.3
11.6
12.3
11.7
17.5
15.9
11
8.7
10.1
9.2
13.2
11.9
15.5
12.6
13.1
13.2
18.8
17.4
16.4
13.5
13.7
13.9
20.3
18.6
14.6
11.7
12.6
12.6
17.5
16.4
8.2
10.3
6.5
10.3
12.1
8.8
12.7
13.7
11.8
12.4
11
16.9
6.5
10.1
12.7
12
14.8
12.2
20.5
8
12
15.6
14.1
10.3
9.8
13.5
5.1
8.4
10.2
9.9
14.6
13.6
19.1
8.7
12.5
16.3
14.3
16.5
14.2
22
10.1
14
18.7
15.7
13
12.9
16.3
7.5
11.1
14.1
12.8
18.4
17.2
23.6
10.8
15.5
20.7
18.4
19.4
16.8
25.8
11.9
16.4
22.4
19.1
17.6
17.7
21.4
9.9
14.7
19.1
17.6
10.1
11.6
8.6
12.9
14.1
11.8
16.1
16.7
15.5
13.3
12.9
10.4
13.8
10
15.5
15.2
12.8
15.9
11.5
11.1
10.6
8.1
11.8
8.6
16.8
15.6
13.1
16.2
12.3
18.4
17.4
14.9
17.8
13.6
15.3
13.8
11.3
14.8
11.2
21.1
19.4
16.6
19
15.7
21.7
20.5
18
19.9
16.4
20.5
18.4
15.3
18.1
15.1
9.4
10.8
8
12.2
13.4
11.1
14.8
15.5
14.1
9.7
8
11.9
9.8
7.6
6.5
12
10.2
13.9
11.5
10.2
8.9
16.3
12.8
17.6
13.5
15
12.2
Finalmente Kantis, Postigo, Federico y Tamborini (2002) señalaron que las empresas son las
principales protagonistas para el crecimiento y desarrollo económico de un país. La relación entre
la educación y la creación de las mismas es positiva y tratándose de estudios relacionados con la
tecnología, el nivel de educación es relativamente elevado. Así mismo menciona que estudios
realizados para América Latina, revelaron que el 50% de las empresas más dinámicas son creadas
por graduados universitarios. Confirma que estas empresas se distinguen por varias características
como son: perfil más calificado en materia de dinamismo, recursos humanos y oportunidades que
aprovechan. Concluye Kantis et al., (2002) que dentro de los factores que son importantes para
que una empresa sea dinámica son los estudios universitarios ya que les brindan una plataforma
de conocimientos que ayudan a resolver problemas, a tener la visión para el acceso a la
tecnología, y a desarrollar el aprendizaje durante su vida laboral.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 189
Revisión de la literatura
El origen del concepto de capital humano se puede encontrar en las obras de los principales
autores clásicos, quienes establecieron a la actividad económica como una ciencia influida
también por aspectos cualitativos o habilidades poseídas por los seres humanos. Entre los autores
que dieron pie a este concepto se encuentra Adam Smith (1776/1994), John Stuart-Mill
(1864/1987), John Baptiste Say (1880/1964), hasta llegar a autores contemporáneos como
Theodore Schultz (1968), Gary Becker (1983) y Jacob Mincer (1974). A raíz de esto, se han
elaborado cientos de estudios dedicados al capital humano y la relación directa que tiene con los
salarios percibidos por los trabajadores. En el mismo sentido Falgueras (2008) propone un modelo
donde demuestra que los empresarios enlazan sus ofertas de salarios al nivel de educación ya que
pretenden lograr que los mismos trabajadores se autoseleccionen: las personas más productivas
son las que invierten más en educación y terminan con títulos mejores y se muestran como
buenos trabajadores. Este modelo concluye que las personas que han invertido más en educación
obtienen salarios mayores ya que: un trabajador con mayor educación tienen una productividad
marginal mayor, y en un mercado competitivo su salario también será mayor.
Por otra parte Barceinas (1999) considera que se debe de tomar a la educación como una forma
de inversión; los individuos más educados obtienen mayores salarios, mayor estabilidad en las
empresas y sus puestos y ocupaciones cuentan con mayor prestigio que los individuos menos
educados. Establece que para que un individuo lleve a cabo una inversión adicional en su
educación se le debe de compensar con ingresos adicionales suficientes, y en consecuencia se
tiene un aumento en la productividad.
En estudios a nivel internacional se encuentra Briceño (2010) que realiza una compilación de
varios autores quienes estudian el impacto de la educación en el capital humano, mencionando a
Danison que determina que entre el año 1910-1960 el crecimiento económico de Estados Unidos,
Argentina, México y Brasil se incrementó como resultado de la inversión en educación. En el
mismo sentido incluye a John Barro, Profesor de la Universidad de Harvard, quien determinó que
por un año adicional de educación superior se incrementa la tasa de crecimiento del producto per
cápita en casi 0.5 puntos en países en vías de desarrollo.
Para el caso de Colombia, Briceño (2010) menciona que la educación tiene una relación directa
con el nivel salarial ya que por cada año de estudio se espera que el ingreso aumente en 12.85% y
por cada año de experiencia se obtenga un 4.87%, dando un 17% aproximadamente de
rentabilidad a la educación superior según el estudio de Sánchez realizado en el año 2004.
Un estudio realizado por el Banco Mundial (1990), para 58 países en el período 1960-1985,
comprueba que la influencia de la educación es un factor con alta participación en el PIB de
cualquiera de los países, aumentando un 3% por cada año más de estudio de los habitantes y
manteniéndose constante las demás variables del crecimiento.
Para el caso de México, Mungaray et al., realiza un estudio sobre el capital humano y la
productividad en microempresas de México estableciendo como hipótesis que a mayor inversión
en la educación formal mayores ingresos corresponden a los trabajadores y mayor productividad y
eficiencia para la empresa. El enfoque dado por Mungaray et al. consiste en analizar que el nivel
de estudios de la persona y la experiencia que se tiene para manejar un micronegocio influyen de
manera sustancial en la productividad de la misma.
190 | Claudia Sáenz-Vota y Adanelly Ávila-Arce · Microempresas y capital humano: un análisis para México
A pesar de la situación económica que se ha venido observando y que gran número de
profesionistas se han empleado en ocupaciones con menor remuneración que el esperado, o bien
han tenido que incursionar como microempresarios, se puede concluir que la relación entre
ingresos percibidos por persona y el nivel de escolaridad es positiva y directa. Mostrando que la
población con escolaridad media superior y superior percibió 125% más salario que aquellos que
solamente cuentan con primaria incompleta, derivando que el trabajo de los profesionistas se
reconoce y se premia monetariamente de acuerdo a los conocimientos y competencias que se van
acumulando por cada año de estudio.
En el mismo sentido los estudios a nivel microeconómico, según Mungaray et al., se han enfocado
a analizar la relación del capital humano con la eficiencia asignativa, la permanencia en los
negocios y la productividad, dando como resultado que la inversión en capital humano y la
experiencia en el manejo de las microempresas favorecen la productividad de las mismas. En este
sentido menciona que lo que determina o favorece la permanencia en las empresas es la
experiencia en la administración del negocio.
METODOLÓGIA
En los últimos años se han venido realizando estudios referentes al impacto de la educación en el
nivel de ingresos, identificando que existe una relación positiva, sin embargo existe poca literatura
acerca de los estudios realizados para México. Dentro de los que miden la rentabilidad económica
de la escolaridad se encuentra el de Bracho y Zamudio (1994), quienes a través de la ecuación de
Mincer basados con datos de la ENIGH (1989) determinan que la tasa de retorno es de 11.7% por
cada año adicional de estudio.
Por su parte Barceinas (2001) mediante el cálculo de las tasas de rentabilidad en base en la ENIGH
1994 y 1996 en México y con el método directo, la función minceriana y el método elaborado,
encuentra que el mayor rendimiento de la educación se obtiene en los estudios de preparatoria
para la población en general, variando entre un 13.7% y 15.2%.
Utilizando el enfoque de las funciones de producción y el análisis de productividad total factorial,
Mungaray et al., en su análisis de la Microempresa en México, encontró que el aprovechamiento y
capitalización de la experiencia y educación son factores importantes para la sobrevivencia y
permanencia de la misma. Si bien, la microempresa está imposibilitada a adquirir capital físico
adicional, el cambio se centra en la acumulación de capital humano a través de su escolaridad,
brindando beneficios sustanciales en la productividad.
a) Descripción de la base de datos
Para efecto de este análisis se aplica un estudio descriptivo, exploratorio y transversal en donde se
analizan y revisan fuentes secundarias de información, tomándose en cuenta la Encuesta Nacional
de Micronegocios (ENAMIN) de los años 2008, 2010 y 2012; cuyo objetivo principal es profundizar
en el conocimiento de las condiciones de operación y el empleo de los micronegocios, así como las
principales características de recursos productivos, organización, monto y distribución de gastos e
ingresos (Social, 2010).
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 191
Por otro lado, se consideraron los datos de la Encuesta Nacional de Competitividad, Fuentes de
Financiamiento y uso de Servicios Financieros de las Empresas (ENAFIN), cuyo objetivo es
identificar el acceso que tiene las empresas en México a fuentes de financiamiento y sus
condiciones, recabar información sobre el uso de los recursos y estudiar los determinantes de su
nivel de productividad (Social, 2010).
b) Descripción del modelo
El modelo específico a medir o estimar en la presente investigación esta representado como:
Dónde:
�
=� +�
�
+�
+�
+
�
LogIngresos= Logaritmo de los ingresos de los empresarios
LogValempr= Valor de la empresa en el mercado
Micro= Empresas de tamaño micro de la muestra
Edusup= Educación superior obtenida por los microempresarios
Ui= Término de perturbación o de error
RESULTADOS
a) Resultados ENAMIN
Dentro del período 2008-2012, se presenta un aumento considerable de microempresarios en el
rango de edad 20 a 29 años con una tasa de crecimiento del 1% en el año 2010 con respecto al
2008, hasta un 11% para el año 2012 con respecto al 2010. De igual forma se tiene una tasa de
crecimiento positiva en el rango de 50 a 59 años. Cabe mencionar que en el rango de 30 a 39 años
se tiene una tasa de crecimiento negativa de un -1% para el año 2012 con respecto al 2010.
Por otra parte, se observa que los microempresarios se encuentran mas preparados ya que se
incrementa el número de éstos con estudios a nivel medio superior y superior en el período 20082012 siendo la tasa de crecimiento de un 30%, como puede verse en la Figura 2.
2012
2010
2008
0
Medio superior y superior
500 000
2008
1 833 576
1 000 000 1 500 000 2 000 000 2 500 000
2010
2012
2 091 721
2 375 641
Figura 2.- Microempresarios con educación medio superior y superior (ENAMIN 2008, 2010 y 2012).
192 | Claudia Sáenz-Vota y Adanelly Ávila-Arce · Microempresas y capital humano: un análisis para México
En relación a los ingresos de las microempresas el mayor número de éstas se encuentran
percibiendo hasta un salario mínimo19. Cabe hacer notar que comparando los tres años en
estudio, en cada uno de los rangos existe un aumento del número de microempresarios, teniendo
un incremento considerable en el rango de más de 5 hasta 10 salarios mínimos, lo que se traduce
en un ingreso mensual de más de $9,207.00 hasta $18,414.00 pesos, como puede observarse en la
Figura 3.
2,000,000
1,800,000
1,600,000
1,400,000
1,200,000
2008
1,000,000
800,000
2010
600,000
2012
400,000
200,000
0
Hasta uno Más de 1 Más de 2 Más de 3 Más de 5 Más de 10Más de 15Más de 20
a2
hasta 3 hasta 5 hasta 10 hasta 15 hasta 20
Figura 3.- Nivel de Ingresos al mes en salarios mínimos (ENAMIN 2008, 2010 Y 2012).
b) Resultados Econométricos ENAFIN
Para complementar la información se consideró la base de datos de la Encuesta Nacional de
Competitividad, Fuentes de Financiamiento y Uso de Servicios Financieros de las Empresas
(ENAFIN) 2010, utilizando las variables más significativas como son el ingreso, el valor de la
empresa y la educación de los propietarios. Al trabajar estas variables dentro del paquete
estadístico EViews (versión 7), se obtuvieron los siguientes resultados que se muestran en el
Cuadro 5.
Cuadro 6.- Modelo de Variación del Ingreso (con base en ENAFIN, 2010) LOGINGRESOS
VARIABLE
LOGVALEMP
MICRO
EDUSUP
COEFICIENTE
PROBABILIDAD
0.469859
-0.664352
0.294188
0.0000
0.0000
0.0115
R-Squared 0.490517
Durbin-Watson stat 1.763946
F-stastic 153.7227
Nota: Se realizaron las diferentes pruebas de normalidad y confiabilidad del modelo.
19
El salario mínimo se encuentra en $61.38 pesos diarios, según la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI). Vigente a
partir de 1 de enero del 2013
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 193
Como se puede observar, una variación en una unidad adicional del valor de la empresa
incrementa casi en 47% el comportamiento de los ingresos de la misma. Curiosamente el hecho de
que el tamaño de la empresa sea micro, afecta de manera negativa el comportamiento de los
ingresos de ésta. Y finalmente una de las variables de mayor interés dentro de esta investigación
era el comportamiento del capital humano donde se identificó que, el que el empresario tenga
una educación superior afecta de manera positiva al comportamiento de los ingresos de la
empresa. Este resultado corrobora que mientras exista una mayor inversión en capital humano, el
retorno a la inversión es mayor en el ámbito empresarial, dando como resultado mejor
desempeño (ingresos) de la empresa en el mercado laboral.
CONCLUSIONES
En los últimos años el estudio de las microempresas se ha enfocado en la importancia de este tipo
de unidades económicas sobre la generación de empleos, aportaciones a la dinámica económica,
comportamiento financiero, entre otras, señalando que las características con las que cuentan
(tanto endógenas como exógenas) han sido, en la mayoría de los casos, favorecedoras para su
inserción y buen funcionamiento.
Bajo ese escenario, autores como Mungaray et al., (2007) y González et al., (2013), han
demostrado que dentro de las características principales a analizar se encuentra el capital humano
o la educación. Dicha característica es fundamental para tener condiciones de éxito y crecimiento
dentro de la empresa.
En dicho sentido, de acuerdo al objetivo de este estudio se logró identificar, en relación a las
microempresas, que la persona con mayor nivel de estudios, influye de manera sustancial en el
manejo del micronegocio y en la productividad del mismo, así como su valor en el mercado,
determinando la permanencia en el ámbito laboral, sin embargo al hacer el análisis en los
negocios de mayor tamaño como son la pequeña y mediana empresa, específicamente para la
base de datos, se encontró que existen problemas de normalidad y los resultados no fueron
significativos.
Estos resultados confirman la hipótesis en dónde se afirma que la relación del nivel de estudios de
las personas se asocia directamente con mejores ingresos dentro de la empresa; también se
aprecia que el tamaño (micro) afecta de manera negativa el comportamiento de los ingresos por
lo que es conveniente buscar condiciones para modificarlo.
Por otro lado, es importante señalar que a partir de que se deja la escuela, los estudios del
empresario, conforme pasan los años, se van quedando obsoletos y el aprendizaje por la
experiencia en el trabajo viene siendo la única fuente de capital humano a largo plazo, por lo que
es recomendable que las universidades a través de la vinculación y la inserción de los estudiantes
por medio del servicio social a las mismas, establezcan una relación empresa-universidad de
capacitación continua en donde los empresarios puedan estar actualizándose acerca de las
mejoras tecnológicas, administrativas, y/o económicas, según sea su ramo.
194 | Claudia Sáenz-Vota y Adanelly Ávila-Arce · Microempresas y capital humano: un análisis para México
LITERATURA CITADA
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Metropolitana). Estudios Económicos XIV
Barceinas, F. (2001). Capital Humano y rendimientos de la educación en México". (U. A.
Metropolitana, Ed.) Tesis Doctoral, Universidad Autónoma de Barcelona.
Bracho, T. y Zamudio, A. (1994). Rendimientos económicos a la escolaridad I: discusión teórica y
métodos de estimación, México, CIDE.
Briceño, M. A. (2010). La Educación y su efecto en la formación de capital humano y en el
desarrollo económico de los países. 30(51), 51-54.
Estrada, R. (2011). Profesionistas en Vilo ¿Es la Universidad una buena inversión? (A. Centro de
Investigación para el Desarrollo, Ed.) México, D.F.
Falgueras, I. (2008). La Teoría del Capital Humano: Orígenes y Evolución. Temas Actuales de
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Kantis, H., Postigo, S., Federico, J. y Tamborini, M. F. (2002). El Surgimiento de Emprendedores de
Base Universitaria: ¿En qué se diferencían? Evidencias Empíricas para el caso de Argentina.
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Montes, F. (2013). La relación entre Ingreso y Educación. El Economista.
Mungaray, A. y Ramírez, M. (2007). Capital Humano y productividad en microempresas. (Vol.
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Ordaz, J. L. (2007). México: Capital Humano e Ingresos. Retornos a la Educación 1994-2005.
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Rodríguez, J. (2012). Sin ejercer, 60% de Profesionistas; Egresan con conocimientos obsoletos.
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Rojas, M., Angulo, H. y Velázquez, I. (2000). Rentabilidad de la Inversión en Capital Humano en
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Social, O. d. (2010). BDSOCIAL MX. Recuperado el 29 de 04 de 2014, de BDSOCIAL MX: disponible
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Frontera Norte de México. Un estudio de Capital Humano. (E. c. Sonora, Ed.) México, D.F.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 195
Zamudio, A. (1995). Rendimientos a la Educación Superior en México: Ajuste por sesgo utilizando
máxima verosimilitud. Economía Mexicana, Nueva Época, 87-89.
Síntesis curricular
Claudia Sáenz Vota
Maestra en Economía Empresarial por la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), Licenciado
en Mercadotecnia por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM)
Ca pus Chihuahua. P ofeso a de Tie po Co pleto Titula B ads ita a la Facultad de Economía
Internacional. Ponente en Congresos nacionales e internacionales.
Adanelly Ávila Arce
Doctora y Maestra en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Baja California
(UABC), y Licenciada en Economía por la UABC. Es profesora e investigadora de tiempo completo
titula B ads ita a la Fa ultad de E o o ía I te a io al de la U i e sidad Autó o a de
Chihuahua. Cuenta con el Perfil Deseable PRODEP y es miembro del Sistema Nacional de
I estigado es i el . Las líneas de investigación de cultiva son sobre el crecimiento y desarrollo
empresarial y competitividad agroalimentaria. Es autora y coautora de diversos artículos
arbitrados e indexados.
196 |
RA XIMHAI
ISSN 1665-0441
Volumen 12 Número 4
Edición Especial
Enero – Junio 2016
197-209
POSIBILIDADES DE CRECIMIENTO Y ÉXITO MICROEMPRESARIAL: UN ANÁLISIS A
TRAVÉS DE MODELOS LOGIT
GROWTH AND SUCCESS POSSIBILITIES ON MICROENTERPRISES: AN ANALYSIS THROUGH LOGIT
MODELS
David de Jesús González-Milán1; Adanelly Ávila-Arce1 y Eva Alejandra Rios-Luna2
1
Profesores de tiempo completo en la Facultad de Economía Internacional de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Miembros del
Sistema Nacional de Investigadores. Correos electrónicos: aknot17@yahoo.com.mx; adanelly.avila@yahoo.com.mx. 2Licenciada en
Economía Internacional, egresada de la Facultad de Economía Internacional, de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
RESUMEN
Este documento estudia la creación de microempresas como solución del desempleo, su crecimiento e impacto a nivel
nacional. La hipótesis que sustenta la investigación afirma que a causa del desempleo existe un crecimiento en la tasa de
apertura de microempresas incrementando la actividad microempresarial a nivel nacional. La metodologia consistió en
estimar un modelo logístico que permitió confirmar que el desempleo tiene una relación positiva con respecto a la
variable dependiente, ya que los efectos marginales muestran que un cambio discreto del desempleo incrementa la
probabilidad de ocurrencia del crecimiento microempresarial. Clasificación JEL: D22, L25, L26, L29.
Palabras clave: microempresas, crecimiento, desempleo, modelos logit.
SUMMARY
This paper studies the micro enterprises creation as unemployment solution, it´s growth and impact at a national level.
The hypothesis that holds the research affirms that there is growth in micro enterprises opening rate due to
unemployment, increasing the activity at a national level. The methodology consisted of estimate a logistical model that
allowed to confirm that there is a possitive relationship between the dependant variable and unemployment, due that
marginal effects show that a discret change in unemployment increases the microenterprise´s growht likelihood.
Classification JEL: D22, L25, L26, L29.
Key words: microenterprises, growht, unemployment, logistical model.
INTRODUCCIÓN
A principios de los años ochenta en México, se comenzó a dificultar la creación de nuevos empleos
para las personas en edad laboral. Dicha problemática del desempleo se convirtió desde entonces
en un gran reto para el país en términos de política económica. Para esta cuestión, el país ha
tratado de resolver la problemática, ya estructural, pero lamentablemente la capacidad de la
economía mexicana para generar empleos que sean productivos al mismo ritmo en que crece la
población, sigue siendo un gran desafío (Ruiz y Ordaz, 2011).
En México, aproximadamente el 60% de la población mayor de 14 años representa la Población
Económicamente Activa (PEA), lamentablemente la tasa de crecimiento medio anual ha
disminuido en los últimos años. Al país se le ha dificultado generar el suficiente número de empleo
Recibido: 06 de octubre de 2015. Aceptado: 19 de febrero de 2016.
Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4):
197-209.
197
198 |
David de Jesús González-Milán; Adanelly Ávila-Arce y Eva Alejandra Rios-Luna
microempresarial: un análisis a través de modelos logit
· Posibilidades de crecimiento y éxito
para toda la población, es decir no se ha podido aumentar el empleo a medida de que crece la
población (Ruiz y Ordaz, 2011).
A pesar de las dificultades, el país ha perseverado para lograr tener una base de empresarios, que
da como resultado un impresionante desarrollo empresarial. En el periodo de 1970-1998, se
crearon alrededor de dos millones de nuevas empresas. De esta gran cantidad de empresas que se
desarrollaron, en los años noventa hubo una fragmentación en el desarrollo empresarial, pues
1,021,417 de nuevos emprendedores, más del 96.95 % fueron microempresarios, y el resto fueron
pequeñas, medianas y grandes empresas (Ruiz, 2004).
Se podría considerar como un comportamiento natural e incluso racional que los individuos opten
por buscar soluciones a la situación crítica del desempleo, y por lo general encuentran como mejor
alternativa la de crear su propia empresa (Mungaray y Ramírez, 2007).
Sin embargo, en la actualidad, el nivel de desempleo ha aumentado y este es el momento en que
los individuos se enfrentan a un gran reto y es aquí en donde esta población según sus condiciones
son más propensos a ocuparse en la informalidad y en empleos de menor protección social (Ruiz y
Ordaz, 2011).
En el mismo sentido, el sector informal esta abundado por la población joven de entre 12 y 19
años, y por adultos mayores de 49 años. En la economía informal se pueden considerar actividades
como el comercio al por menor, los talleres de reparación, la construcción, los restaurantes, los
taxis, los alimentos en la vía pública y los servicios profesionales, entre otros (Flores y Valero,
2003).
Debido al panorama anterior, el objetivo principal de la investigación consiste en analizar la
creación de microempresas como solución a la problemática del desempleo. Por lo cual, se analiza
su eficiencia, crecimiento e impacto a nivel nacional a través de la aplicación de modelos
logísticos.
La hipótesis que sustenta la investigación afirma que a causa del desempleo, existe un crecimiento
en la apertura de microempresas incrementando la actividad microempresarial a nivel nacional,
considerando que entre de los elementos clave para el crecimiento y éxito de las mismas se
encuentran la educación, edad, y sexo.
La estrutura del documento consiste en un segundo apartado de análisis general del desempleo en
México, seguido por un tercer apartado que considera diversos postulados teóricos en torno al
tema del desempleo y su relación con la creación de microempresas. Por otra parte, en el cuarto
apartado se presenta el análisis metodológico a través de modelos logísticos y finalmente se
presentan los resultados y las conclusiones de la investigación.
Perspectivas del desempleo y las microempresas
De acuerdo con diversos resultados de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL), México se encuentra en los últimos lugares con respecto a la tasa media de desempleo a
comparación de América Latina, la cual ha obtenido resultados decrecientes al paso de los años a
diferencia de México que ha tenido tasas crecientes hasta el 2009, fecha en la cual se vio afectado
fuertemente por la crisis económica internacional (Ruiz y Ordaz, 2011).
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 199
En el Cuadro 1 se muestra la distinción de la tasa de desempleo entre México y la región a partir
del año 2000. Estos indicadores muestran que la diferencia entre estos era de 7 % para este año y
para el 2009 disminuyó hasta 1.5 puntos. Según el promedio de ocupación del Cuadro 1, se calcula
que el desempleo abierto ha afectado aproximadamente a 2.5 millones de personas (Ruiz y Ordaz,
2011).
Cuadro 7.- Tasa anual media de desempleo en América Latina (con base en Ruiz y Ordaz, 2011)
2000
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
América Latina y el Caribe
10.4
11
10.3
9.1
8.6
7.9
7.4
8.3
Argentina
15
17.3
13.6
11.6
10.2
8.5
7.9
8.8
Bolivia
7.5
N.A.
6.2
8.1
8
7.7
6.7
6.8
Brasil
7.1
12.3
11.5
9.8
10
9.3
7.9
8.1
Chile
9.7
9.5
10
9.2
7.8
7.1
7.8
9.8
Colombia
17.3
17.1
15.8
14.3
13.1
11.4
11.5
13
Costa Rica
5.2
6.7
6.7
6.9
6
4.8
4.8
7.6
Ecuador
9
11.5
9.7
8.5
8.1
7.4
6.9
8.6
El Salvador
6.7
6.2
6.5
7.3
5.7
5.8
5.5
N.A.
Guatemala
2.9
5.2
4.4
N.A.
N.A.
N.A.
N.A.
N.A.
Honduras
N.A.
7.6
8
6.5
4.9
4
4.1
4.9
México
3.4
4.6
5.3
4.7
4.6
4.8
4.9
6.8
Nicaragua
7.8
10.2
9.3
7
7
6.9
8
N.A.
Panamá
15.3
15.9
14.1
12.1
10.4
7.8
6.5
7.9
Paraguay
10
11.2
10
7.6
8.9
7.8
7.4
N.A.
Perú
7.8
9.4
9.4
9.6
8.5
8.4
8.4
8.3
República Dominicana
13.9
16.7
18.4
17.9
16.2
15.6
14.1
14.9
Uruguay
13.6
16.9
13.1
12.2
11.4
9.6
7.9
7.7
Venezuela
13.9
18
15.6
12.4
9.9
8.3
7.4
8
Uno de los principales afectados por el desempleo son los jóvenes entre 14 y 29 años, ya que estos
en su mayoría no estudiaron ni desempeñaron alguna actividad económica. El Programa Nacional
de la Juventud (PNJ) resalta que el desempleo les afecta más a ellos puesto que la tasa de
desempleo abierto de los jóvenes, dobla a la de los adultos. En la Figura 1 se puede observar las
tasas de desempleo según el nivel educativo de la población, el desempleo se encuentra en los
niveles educativos más altos y lamentablemente éstas han ido aumentando conforme al paso del
tiempo, lo que resulta extraño es que la desocupación para todos los niveles de educación sea
mayor que al mayor nivel de capacitación (Ruiz y Ordaz, 2011).
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microempresarial: un análisis a través de modelos logit
· Posibilidades de crecimiento y éxito
8
7
6
5
4
3
2
1
0
Sin instrucción
Primaria
2005
Secundaria
2007
2008
Media
Superior
2009
Superior
2010
Figura 1.- Tasas de desempleo (Ruiz y Ordaz, 2011).
Las personas que no tuvieron poca educación tienen menor nivel de desempleo, ya que tienen una
mayor capacitación y/o experiencia laboral. Lo que se concluye con esta información es que no es
suficiente la educación si no que debe ir de la mano con la capacitación ya que la falta de ello es
un obstáculo para la generación de empleo (Ruiz y Ordaz, 2011).
Con base en esto se hace un análisis de la relación que existe entre la educación y los motivos para
iniciar un negocio, el cual se puede ver como una solución económica al problema del desempleo,
como se ilustra en el Cuadro 2. Según Ocegueda y Mungaray (2002), de las personas que iniciaron
un negocio por iniciativa propia, solo el 7 % de los emprendedores cuentan con un nivel medio
superior y el 2.3 % con estudios técnicos, quienes lo abrieron por recomendación, la mayoría solo
cuenta con secundaria terminada y de quien lo abrió por necesidad económica, sólo el 2.32 % de
los propietarios cuentan solamente con primaria.
Cuadro 2.- Relación entre el nivel de estudios del microempresario y los motivos por iniciar el
negocio (número de empresarios) (con base en Ocegueda, et al., 2002)
Nivel de estudios
Motivos
Sin
estudios Formales
Primaria
Secundaria
Preparatoria
Nivel
Técnico
Iniciativa propia
4
19
7
3
1
Recomendación
2
2
2
NA
NA
Necesidad
económica
Total
NA
1
NA
NA
NA
6
22
9
3
1
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 201
Los resultados demuestran que la mayoría de los empresarios cuentan con estudios formales por
que los propietarios tuvieron mayores elementos de análisis antes de la apertura de sus
actividades dentro del ámbito empresarial.
La educación es evidentemente una gran variante ante la apertura de empresas, en México
afortunadamente (o bien, desafortunadamente) la creación de empresas es muy alta según
estudios realizados en los años 90 por parte de Comisión Económica para América Latina y el
Caribe de las Naciones Unidad (CEPAL). Sin embargo la mayoría de estas son entre micro y
pequeñas empresas (Kantis, 2002).
Por otra parte, el Cuadro 3 muestra la distribución específicamente de las micro y pequeñas
empresas del país por sector, industrial, comercio y de servicios, así como el porcentaje que tiene
cada uno de estos sectores sobre el total de empresas según sus características.
Cuadro 3.- Las MYPES por sector en México (con base en Americarum Universitas (s.f.)
Sector
Micro
Pequeñas
Total
Industria
6.70 %
31.76 %
8.32 %
Comercio
71.58 %
34.88 %
69.20 %
Servicios
21.73 %
33.36 %
22.48 %
Total
100.00 %
100.00 %
100.00 %
Se puede observar que las microempresas en el sector comercial tiene un nivel porcentual
considerable a comparación del industrial que solo cuenta con el 6.70 % sobre el total y en las
pequeñas empresas todos los sectores tanto industrial, comercial y servicios se encuentra nivelado
entre el 31.76 % y el 34.88 %, teniendo más apertura el sector comercial.
Postulados teóricos del desempleo y las microempresas
E el año del
o u ió u a atást ofe ue a ó u pe iodo de i esta ilidad pa a el país,
con la falta de acuerdos interbancarios y sobre todo con la bancarrota de la empresa Lehman
Brothers en Estados Unidos y la cuál, como consecuencia afectó a otras naciones. A pesar de que
Estados Unidos haya tomado medidas de control y regulaciones en actividades financieras, para el
caso de México, esta crisis tuvo consecuencias desfavorables, ya que agravó problemas
económicos y en materia de generación de empleo y en las débiles condiciones de vida de un
número considerable de la población (Correa, 2012).
Pero más allá de culpar a los viejos desequilibrios, Maldonado (2010) asegura que la crisis influyó
en la mala situación de México, ya que está se tornó muy difícil después de esta recesión, y de
igual manera América Latina corrió con la misma suerte, puesto que en el 2009 experimentó una
caída del PIB como resultado a la disminución de exportaciones, flujo de capitales, inversiones,
ingreso de sector turismo y del flujo de remesas.
Aunado a los resultados previstos a partir del 2008, la Organización Internacional del Trabajo
informó que para 2012 el desempleo comenzó a incrementar, dejando a 197.3 millones de
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microempresarial: un análisis a través de modelos logit
· Posibilidades de crecimiento y éxito
personas sin empleo y 39 millones de personas se vieron obligadas a abandonar el mercado de
trabajo, proyectando la misma tendencia para el 2013 (Almonte, 2013).
Es evidente entonces, que las tasas de desempleo y ocupación parcial, han aumentado después de
esta fecha tan marcada, y aunque los indicadores denotan un proceso de deterioro en el mercado
laboral, esto se puede deber al escaso campo de trabajo dentro del sector formal, lo que define
que la producción se base mayormente en el uso intensivo de trabajo más que de un proceso de
calificación que genere condiciones de ingreso diferentes y que correspondan a mejores niveles de
productividad (Leobardo, 2010).
Por otra parte, las microempresas (consideradas como pequeñas unidades económicas)
constituyen una pieza clave del empleo. Representan el cambio estructural a escala nacional y
mundial de este fenómeno y son una afable alternativa para hacer frente a las dificultades en
cuestión de empleo, desigualdad y pobreza (Mac-Clure, 2001).
Se tiene la certeza de que la empresarialidad atrae beneficios al desarrollo económico y social, a la
innovación y a la generación de nuevos puestos de trabajo. Estudios demuestran que los
aumentos de las tasas de nacimientos de empresas, entre los años 1988 y 1996, están
relacionadas de manera positiva con un benéfico desarrollo económico para los países miembros
de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y al mismo tiempo se
comprueba que son mayores las tasas de creación y crecimiento de empresas en los países
industrializados (Angelelli y Listerri, 2003).
Sin embargo, considerando el panorama anterior, el éxito de la microempresas es atribuido a
diversos factores entre los que destaca la edad, puesto que se considera determinante del
desempleo y creación empresarial, ya que tanto el desempleo como la pobreza en la sociedad
actual, se relaciona con la dificultad de oportunidades para encontrar trabajo en edad laboral y
orilla a los individuos a buscar otras opciones de desarrollo (Ruiz y Ordaz, 2011).
Otro elemento que se considera de suma importancia para el éxito en una microempresa, es el
nivel de mercado potencial, ya que sin demanda no podrían las empresas seguir en operación
(González y Ávila, 2013). Mientras que Marroquín (2008) señala que el éxito empresarial se le
atribuye a diferentes factores, ya sean internos o externos, pero a pesar de la variedad de estos
factores, el fundador será pieza fundamental para definir el éxito o fracaso de la empresa.
METODOLOGÍA
Diversos autores han estudiado temas relacionados con la presente investigación. En la literatura,
autores como Leobardo (2013), hace un análisis de empleo, con un comparativo para el periodo
2010-2013, donde con base en datos a la OCDE (2012), afirma que la tasa promedio de desempleo
fue de 7.3, viendo los efectos de la crisis 2008-2009. Debido a esto, se encontró una relativa
relación entre este fenómeno y la creación de fuentes de empleo a través de las Pymes (INEGI,
2013), esto también incluyendo al sector informal como válvula de escape del mercado de trabajo.
En lo que respecta al modelo utilizado para probar la relación entre las variables comentadas, se
encontró el trabajo de González y Ávila (2013) quienes aplican un modelo de respuesta cualitativa
(modelo logit), para analizar la relación entre las características de las microempresas y su
potencial de crecimiento.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 203
a) Especificación del modelo logístico o logit
Se consideró usar el modelo logístico20 (
) de elección binaria como modelo de regresión.
Recuérdese que el modelo está considerado para la participación del desempleo en la apertura y
crecimiento de las microempresas. En el periodo que se realizó la encuesta. Es posible que exista
un crecimiento microempresarial � =
o bien que no haya �=0). El modelo se pantea como
sigue:
�
�
�=
= �, �
�=
= − − �, �
Donde representa un vector de variables independientes, el cual, a su vez tiene una probabilidad
de ocurrencia, representada por el vector de parámetros �, es decir, refleja el impacto que � tiene
sobre la probabilidad. Por ejemplo, uno de los factores de mayor interés es el efecto que tiene el
desempleo sobre la probabilidad de abrir un micro negocio. Con esto, se plantea un modelo de
regresión,
Al ser [ | ] =
�, � = �´�.
�, � , se construye el siguiente modelo de regresión logística:
= [ | ]+
− [ | ] = �´� + �
Una característica importante de este modelo es la forma como se distribuyen los datos que dan
origen a los valores dependientes21. Entonces, en su mayoría, la distribución logística es aplicada
también, por sus buenas propiedades matemáticas.
�
�=
=
�´�
+
�´�
= Ʌ �´�
La función de distribución logística se representa como Ʌ �´� . Este modelo es el definido como
.
b) Descripción de la muestra e información disponible
Los datos utilizados en la investigación parten de la Encuesta Nacional de Microempresarios
(ENAMIN 2012), el cual es un proyecto desarrollado por el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI) y el trabajo de campo es aplicado cada dos años.
La información de la encuesta se constituye de la caracterización de los micros negocios, como lo
son: su forma de operación, ingreso, gastos, inventarios y características del personal ocupado en
ellos, ya sea del sector de comercio, manufactura, servicios, transporte, entre otras pequeñas
unidades económicas.
Véase Greene (1999). “Análisis econométrico”. 3ra edición.
De acuerdo con Greene (1999), la distribución que da origen a la variable aleatoria dependiente es un criterio importante al elegir el
modelo de respuesta cualitativa.
20
21
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microempresarial: un análisis a través de modelos logit
· Posibilidades de crecimiento y éxito
La cobertura geográfica de esta encuesta es nacional, abarcando 32 entidades federativas, mismos
que forman parte de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), excluyendo áreas
rurales, debido a que sus actividades se concentran en la agricultura y crianza de animales.
El tamaño de la muestra es de 34,183 observaciones distribuidos en todo el país. Sin embargo, el
total de observaciones que tuvieron la información completa es de 4,372.
c) Descripción del modelo base
Con base en una amplia serie de criterios, el modelo fue adaptado con variables explicativas con
mayor relevancia para el comportamiento del crecimiento microempresarial, finalmente el
modelo quedo en función de:
_
=
,
ó ,
Variable dependiente: Crecimiento Microempresarial (
_
,�
)
El crecimiento de la empresa, es definida como el crecimiento de los beneficios y los dividendos
(Fernández, 1999). Debido a que no se tiene una variable especifica del crecimiento
microempresarial, se utilizara una variable
, bajo a criterios propios, adecuándolos ante la
literatura, con autores como lo son Mac-Clure (2001), tomando en cuenta conceptos como el
ingreso y las ganancias. Bajo a estos términos se relacionó la variable dependiente con la
rentabilidad microempresarial que es el beneficio de la empresa dividida por el valor contable de
las acciones (Fernández, 1999) y según De Mel (2008) la rentabilidad media microempresarial se
encuentra en 4.6 % y 5.3 %.
Por lo tanto, considerando que esta variable es binaria, luego de haber obtenido los porcentajes
pertenecientes a cada empresa de la muestra, se toma como 1 a las que tienen una rentabilidad
mayor o igual a 4.6 %, y el valor 0 a todas aquellas que no cuentan con este requisito.
Variables independientes: Desempleo, Educación, Edad, Sexo
Son cuatro las variables independientes, ya que se tomaron solo las más convenientes para la
investigación con base a la literatura. Las variables de desempleo y sexo, son consideradas de igual
manera que la variable dependiente, como binaria, pero este caso se le otorga el valor 1 a aquellos
que no contaban con un empleo tres meses antes de haberles hecho la encuesta, y el valor 0 a
aquellos que se encontraban laborando en ese tiempo; y para la variable sexo el 1 es para los
hombres y el 2 para las mujeres.
Se toma en cuenta que la Educación y Edad son variables numéricas, en el caso de la edad la cifra
ya está dada y en el de Educación se realizó una codificación22 para cada nivel de educación según
los años pertenecientes a cada uno de ellos, es decir, el nivel primaria=6, Secundaria=9,
Preparatoria o bachillerato=12, Carrera Técnica=14 y Profesional=16.
22
Este criterio se usa para convertir una variable cualitativa a cuantitativa y no necesariamente representa los años de estudio.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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Cuadro 4.- Tipología de variable
Núm. De Variable
Tipo de Variable
Crecimiento Microempresarial
Binaria
Criterio de dicotomización
1.
1.
Desempleo
Binaria
Educación
Edad
Numérica
Numérica
Sexo
Binaria
1.
>
−
0. >4.6
.6
Inicia por motivo desempleo
0.
Otro
Años de educación
0.
.99
Hombre
2. Mujer
RESULTADOS
Los resultados obtenidos en la regresión logística se presentan a continuación en el Cuadro 5,
donde se encuentran especificadas las variables, el coeficiente y la significancia de cada una de
ellas.
a) Significancia de las variables
En la fila tres se encuentran especificados el nivel de significancia individual de la distribución z
(P>z), donde se muestra que las variables son significativas a todos los niveles.
Cuadro 5.- Regresión logística, variable dependiente: Crecimiento microempresarial
Variable
Constante
Desempleo
Educación
Edad
����
Sexo
Núm. Observaciones válidas
Pseudo R2
Log verosimilitud
Coeficiente
P>|z|
.0779924
.2382101
-.0866123
-.0660296
.0006677
1.183726
0.831
0.002
0
0
0
0
4372
0.1069
-2647.9454
b) Interpretación de resultados
U
a io dis eto de la a ia le Dese pleo
Edad2 i e e ta la p o a ilidad de
o u e ia del e i ie to i oe p esa ial. E el aso de las a ia les edu a ió
Edad , el
signo es negativo, lo que se interpreta de la siguiente manera: como un cambio discreto en la
variable Educación y Edad disminuye la probabilidad de ocurrencia del crecimiento
microempresarial.
Al ser el sexo una variable binaria, es decir, que toma el valor 1 si el microempresario es hombre y
2 si es mujer, la interpretación se refiere a que un cambio discreto de la variable (pasa de 1 a 2), la
probabilidad de ocurrencia de la variable dependiente cambia 1.18 %.
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microempresarial: un análisis a través de modelos logit
· Posibilidades de crecimiento y éxito
c) Efectos marginales
En el Cuadro 6 se muestran los efectos marginales de las variables, el cual, hace que la
probabilidad de ocurrencia de la variable es mayor.
Cuadro 6.- Efectos marginales Logit, variable dependiente: Crecimiento microempresarial
Variable
Desempleo
Educación
Edad
dy/dx
.0575355
-.0208163
-.0158695
P>|z|
0.002
0
0
����
Sexo
.0001605
.284495
0
0
Un cambio discreto de las variables, influyen en el incremento o disminución de la probabilidad de
ocurrencia de la variable dependiente, que a continuación se explican con mayor precisión según
los resultados de la regresión realizada:
En la variable de desempleo, un cambio discreto incrementa la probabilidad de ocurrencia del
crecimiento microempresarial en 5.75 %, en la educación disminuye un 2.08 %, en la edad de igual
manera disminuye, pero en un .15 %, caso contrario a la
que aumenta 0.0016 %, esto
debido a su signo.
En el caso del sexo si el microempresario es hombre se le da el valor de 1 y 2 si es mujer, entonces,
si la variable tiene un cambio discreto, es decir, si pasa de 1 a 2, la probabilidad de ocurrencia de la
variable dependiente cambia en 2.84 %.
CONCLUSIONES
De acuerdo con los resultados cuantitativos y cualitativos obtenidos en los apartados anteriores,
se concluye que para la problemática del desempleo, principalmente en México, se pudo observar
que aunque es un problema estructural, ha tenido mayor impacto en tiempo de crisis, como lo fue
la del 2008, tiempo en el cual fue notoria una mayor creación de microempresas.
Además, se responde positivamente al primer cuestionamiento de la investigación, es decir, el
desempleo si influye en la apertura microempresarial, y ya en el efectivo crecimiento de estos
establecimientos intervienen las variables a estudiar en un principio, es decir, la educación, edad,
y sexo. Para Marroquín (2008) existen otras variables que influyen en el éxito empresarial, como lo
son los criterios financieros y administrativos y los no financieros como son la atención al cliente, o
las de carácter personal del emprendedor: la entidad geográfica, número de dependientes
económicos y horas laboradas.
Realizando pruebas econométricas, se analizaron a fondo las variables de estudios para medir con
mayor precisión su influencia en el crecimiento y mejora de las microempresas. Al aplicar un
modelo logit y al saber los resultados, la respuesta fue más clara. Con esto se pudo confirmar que
el desempleo si tiene una relación positiva con respecto a la variable dependiente incluso es la
variable que mayor relación tiene, puesto que en los efectos marginales, un cambio discreto del
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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desempleo incrementa la probabilidad de ocurrencia del crecimiento microempresarial en 2.38 %
es decir, el desempleo además impulsar a los empresarios a iniciar un nuevo negocio, también es
un incentivo para la mejora y crecimiento del mismo, tomando en cuenta claro, las demás
variables que también son importantes.
En el caso de la educación, se pensaría que entre mayor educación mayor nivel de crecimiento,
pero en este caso existen contradicciones a esta afirmación. Esto debido a que en las pruebas
econométricas resultó que un incremento en la educación disminuye la probabilidad de tener
crecimiento.
En la literatura, se encontraron a autores como González y Ávila, (2013), quienes afirman que
tanto la educación como la edad, tienen un impacto positivo ante la creación y crecimiento de las
microempresas y este concepto coincide con el de Mungaray (2007), lo que los diferencia es que
este autor plantea que el capital humano puede ser adquirido también, a través de la educación
informal, con la experiencia adquirida.
Por otro lado, la relación existente entre la edad del empresario y el crecimiento la microempresa,
es decreciente, hasta que éste alcanza los 49 años de edad, la relación se vuelve creciente. La
relación creciente se debe a que a medida que el individuo crece va adquiriendo experiencia y el
manejo de la empresa mejora.
LITERATURA CITADA
Almonte, L. de J. (2013). Empleo y desempleo en el Estado de México: Una revisión paralela a la
dinámica de la economía.
Angelelli, P. y Llisterri, J. (2003). El BID y la promoción de la empresarialidad: Lecciones aprendidas
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Correa, L. G. (2012). Crisis económica y bienestar. Universidad Autónoma de México.
De Mel., S. D. M. y Woodruff, C. (2008). Returns to capital in microenterprises: evidence from a
field experiment. The Quaterly Journal of Economics.
Fernández, P. (1999). PER, crecimiento y rentabilidad de una empresa. En Temas de Actualidad.
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González, M. D., Ávila A. A. y Aguilar, B. J. G. (2013). Monotonía microempresarial y posibilidades
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Kantis, H. (2002). Empresarialidad en economías emergentes: Creación y desarrollo de nuevas
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Economic Literature. Vol. 8, No 23.
Correa, L. G. (2012). Crisis económica y bienestar. Universidad Autónoma de México.
Síntesis curricular
David de Jesús González Milán
Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Maestro
en Ciencias Económicas por la UABC y Licenciado en Economía por la UABC. Es profesor e
i estigado de tie po o pleto titula B ads ito a la Fa ultad de Economía Internacional de la
Universidad Autónoma de Chihuahua. Cuenta con el Perfil Deseable PRODEP y es miembro del
Sistema Nacional de Investigadores. Las líneas de investigación de cultiva son sobre el crecimiento
y desarrollo empresarial y competitividad agroalimentaria. Es autor y coautor de diversos artículos
arbitrados e indexados.
Adanelly Ávila Arce
Doctora y Maestra en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Baja California
(UABC), y Licenciada en Economía por la UABC. Es profesora e investigadora de tiempo completo
titula B ads ita a la Fa ultad de Economía Internacional de la Universidad Autónoma de
Chihuahua. Cuenta con el Perfil Deseable PRODEP y es miembro del Sistema Nacional de
I estigado es i el . Las líneas de investigación de cultiva son sobre el crecimiento y desarrollo
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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empresarial y competitividad agroalimentaria. Es autora y coautora de diversos artículos
arbitrados e indexados.
Eva Alejandra Rios Luna
Licenciada en Economía Internacional en la Facultad de Economía Internacional de la Universidad
Autónoma de Chihuahua. Asistente de investigación y ex becaria Promep. Ha participado como
ponente en diversos congresos nacionales e internacionales.
210 |
RA XIMHAI
ISSN 1665-0441
Volumen 12 Número 4
Edición Especial
Enero – Junio 2016
211-224
GÉNERO Y DESERTIFICACIÓN. VÍNCULOS CONCEPTUALES Y PROGRAMÁTICOS
GENDER AND DESERTIFICATION. CONCEPTUAL AND PROGRAMATIC LINKS
Verónica Vázquez-García
Profesora Investigadora Titular, Desarrollo Rural, Colegio de Postgraduados, Carretera Federal México-Texcoco km. 36.5, Montecillo,
Estado de México, 56230, verovazgar10@gmail.com
RESUMEN
En la Cumbre de la Tierra de 1992 surgieron tres convenciones diseñadas para contrarrestar la crisis ambiental
planetaria: la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el Convenio sobre la Diversidad
Biológica y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. Este artículo se enfoca en la última,
con el propósito de construir puentes entre la desertificación y la perspectiva de género. Primero se definen ambos
términos para establecer vínculos conceptuales entre ellos. Posteriormente se analizan diversos documentos de la
Organización de las Naciones Unidas que hacen referencia a la equidad de género, así como los esfuerzos para
incorporarla a la Convención de Lucha contra la Desertificación. Se concluye que ésta es la más avanzada de las tres en
integrar la perspectiva de género. Sin embargo, aún es necesario transitar del compromiso de palabra a las acciones
concretas.
Palabras clave: degradación de tierras, equidad de género, política ambiental, convenciones, ONU.
SUMMARY
Three conventions emerged from the Earth Summit of 1992 in order to counteract the world environmental crisis: the
United Nations Framework Convention on Climate Change, the Convention on Biological Diversity and the United
Nations Convention to Combat Desertification. This paper focuses on this latter, with the purpose of building links
between desertification and gender. Firstly, both terms are defined in order to establish conceptual links between them.
Various documents on gender equality of the United Nations are also discussed in order to analyze the efforts to
mainstream gender into the Convention to Combat Desertification. It is concluded that this is the most advanced of the
three, although a transition from lip service to concrete actions remains to be seen.
Key words: land degradation, gender equality, environmental policy, UN, conventions.
INTRODUCCIÓN
En 1992 tuvo lugar en Río de Janeiro, Brasil, la Cumbre de la Tierra, evento convocado por la ONU
con el propósito de concientizar sobre el impacto del desarrollo económico en el medio ambiente
(Gabaldón & Rodríguez, 2002; Guimaraes & Bárcena, 2002). A la cumbre asistieron delegados de
cerca de 170 países, además de cientos de representantes de organizaciones no gubernamentales
(ONG). En ella se elaboraron varios documentos que ahora constituyen hitos en la historia de la
política ambiental: la Declaración de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo, serie de
principios para el cuidado ambiental; la Agenda 21, plan de acción para el desarrollo sustentable.
También se firmaron dos instrumentos: la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (CMNUCC), que afirma la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero; y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que promueve la conservación de
la herencia genética de la humanidad. Asimismo se iniciaron negociaciones para elaborar la
Recibido: 17 de julio de 2015. Aceptado: 23 de septiembre de 2015.
Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4):
211-224.
211
212 | Verónica Vázquez-García · Género y desertificación. Vínculos conceptuales y programáticos
Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), que fue firmada en
1994 por 191 países para entrar en vigor en 1996 (Lambrou & Laub, 2004).
El presente artículo se enfoca en esta última convención. En muchos países, la lucha contra de la
desertificación equivale a impulsar el desarrollo, dada la importancia de los recursos naturales
para el sistema productivo y el grado de deterioro en el que se encuentran. La CNULD pretende
establecer alianzas globales para revertir y prevenir la degradación de tierras, mitigar los efectos
de la sequía, reducir la pobreza y promover la sustentabilidad ambiental (CNULD, 2011ª). En la
octava Conferencia de las Partes (COP) realizada en Madrid, España, en septiembre de 2007, se
plantearon cuatro objetivos estratégicos: 1) mejorar las condiciones de vida de las poblaciones
afectadas; 2) mejorar las condiciones de los ecosistemas afectados; 3) generar beneficios globales;
4) movilizar recursos y crear alianzas para tal fin (ONU, 2007). Esto implica, necesariamente, la
participación de poblaciones locales en la definición del problema y la búsqueda de soluciones.
El enfoque de género es indispensable para alcanzar tales objetivos. Este artículo se propone
construir puentes conceptuales y programáticos entre la desertificación y la perspectiva de
género. La metodología consistió en la revisión de varios documentos sobre el tema para
identificar, proponer y desarrollar tales vínculos. El texto está dividido en cuatro apartados
además de esta introducción. En el primero se definen brevemente los dos conceptos clave
(desertificación y género), para luego establecer vínculos entre ellos en la segunda sección. La
tercera analiza los elementos de equidad de género presentes en algunos documentos de la ONU,
en particular aquellos que se refieren a la desertificación, mientras que la cuarta y última concluye
destacando la necesidad de formar equipos capaces de formular alternativas para combatir la
desertificación desde la interdisciplina.
El punto de partida
¿Qué es la desertificación?
El término desertificación remite tanto al desierto físico donde no se siembran alimentos, como a
áreas desertificadas, donde las precipitaciones son breves y se practica la agricultura de
subsistencia. El concepto de degradación es más amplio puesto que incluye el proceso de
deterioro del suelo, la capa vegetal y la biodiversidad en relación con la capacidad productiva del
ecosistema. El término aceptado por los países signatarios de la CNULD se refiere a la degradación
de tierras en zonas áridas, semi-áridas y sub-húmedas secas producto de la interacción entre
actividades humanas y variaciones climáticas (Morales, 2005). La degradación implica la reducción
de la productividad y diversidad biológica de tierras de cultivo, praderas, pastizales y bosques,
disminuyendo su capacidad para mantener la vegetación natural, cultivos y animales.
Según la ONU, alrededor del 70% de las tierras agrícolas del mundo se encuentran empobrecidas,
involucrando a más de 100 países del mundo (Graña, 2007). Los pastizales suponen 43% de las
tierras degradadas y las tierras de cultivo, el 18%. Cada año se pierden aproximadamente 18
millones de hectáreas, lo equivalente a la superficie de Bulgaria. Alrededor de 1,500 millones de
personas dependen de áreas en proceso de degradación y viven en condiciones de pobreza, lo cual
trae consigo mayores posibilidades de degradación al ampliarse las fronteras agrícolas (CNULD,
2011ª).
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 213
Las causas de la degradación han sido divididas en dos: las de origen natural y las de origen
humano. Entre las primeras se encuentran las características climatológicas, geomorfológicas,
edafológicas, fitogeográficas e hidrológicas de una región en particular, además de la influencia de
la erosión hídrica y eólica. Entre las segundas se encuentran prácticas inadecuadas de cultivo,
pastoreo, uso de maquinaria, sistemas de riego y agroquímicos; predominio de monocultivos;
actividades mineras, petrolíferas y urbanísticas; además de talas e incendios forestales (CNULD,
2011ª).
La problemática es severa, pero la desertificación no es un monstruo imparable que consume
lentamente las plantas, el ganado, las personas y las tierras más fértiles del mundo (CNULD,
2011ª). Se puede combatir con la incorporación de materia orgánica en el suelo, la revegetación y
reforestación, la fijación de dunas, innovaciones en el manejo de hatos rumiantes, técnicas
sustentables para la distribución del agua y de la agricultura (compostas, barreras vivas, terrazas,
diversificación), entre otras medidas. Para que estas propuestas tengan éxito es necesario
elaborar un marco político y legal que favorezca las innovaciones, desarrollar las capacidades de
las instituciones correspondientes y, sobre todo, construir sinergias y consensos con los y las
usuarias de la tierra, incluyendo a mujeres y hombres. Esto involucra directamente a la
perspectiva de género, la cual se define a continuación.
¿Qué es el enfoque de género?
El concepto de género es producto de la segunda ola del feminismo que surgió en los años sesenta
del siglo pasado. Ha sido utilizado para analizar la construcción simbólica del mundo social a partir
de la diferencia sexual. A partir de este análisis ha sido posible documentar la existencia de un
sistema educativo y un mercado laboral segregado por género, la doble o triple jornada laboral de
las mujeres, distintas formas de violencia de género, la escasa participación femenina en espacios
formales de la política, entre otras muchas contribuciones.
En el campo de la agricultura y los recursos naturales, el trabajo pionero de Boserup (2007),
publicado por primera vez en 1970, dejó claro que la modernización tiene un impacto diferenciado
en hombres y mujeres, en detrimento de estas últimas en lo que se refiere a las políticas de
reforma agraria, transferencia tecnológica y servicios crediticios. Las mujeres han recibido mucho
menos tierra que los hombres, han sido excluidas de innovaciones tecnológicas y del acceso a
créditos. Esta es una realidad que todavía se constata en la mayoría de los países del mundo, a
pesar de que fue detectada hace ya varias décadas (Banco Mundial, 2009).
Distintas autoras han desarrollado conceptos que ayudan a explicar la persistencia de estas
desigualdades. Mies & Shiva (2004) documentan cómo la visión mercantilista de los recursos
naturales, por ejemplo los forestales, constituye una forma de violencia en contra de las mujeres,
ya que se concentra sólo en la explotación y comercialización de maderables en detrimento de la
gran cantidad de recursos forestales no maderables que ellas conocen y utilizan. En otras palabras,
las fuerzas del mercado y la política estatal han afectado los intereses de las mujeres, debilitando
su papel en la soberanía alimentaria y conservación de la biodiversidad.
Otras autoras, entre ellas Agarwal (2004), Leach et al. (2004) y Rocheleau et al. (2004) han
aportado nuevos elementos a la discusión, por ejemplo la importancia de considerar diferencias
no sólo entre mujeres y hombres, sino también entre distintas mujeres ubicadas en contextos
culturales y ecosistemas específicos. Hay diferencias de clase, etnia, parentesco y edad que
214 | Verónica Vázquez-García · Género y desertificación. Vínculos conceptuales y programáticos
determinan el acceso y control sobre los recursos naturales. También hay todo un juego
institucional que moldea dicha relación, empezando por la familia, que debe ser analizada a
profundidad para ubicar desigualdades en su interior, hasta instituciones de gobierno y fuerzas del
mercado, cuyo accionar impacta de manera diferenciada en las relaciones de género. Estas
propuestas entran dentro de la corriente denominada Género, Medio Ambiente y Desarrollo
(GMAD), cuya preocupación central es transitar hacia la sustentabilidad ambiental con equidad
social y de género (Rico, 1998).
La corriente de GMAD se propone analizar las diferencias de género en la división del trabajo, el
acceso y control sobre recursos naturales y productivos, y el papel que juegan distintas
instituciones en recrear o, por el contrario, reducir la inequidad de género. A partir del concepto
de género ya que no se habla sólo de las mujeres sino de las relaciones sociales que éstas
establecen y del sistema de poder en el que están insertas. Con los estudios de género se
establece una nueva mirada de la problemática socio-ambiental, basada en el análisis de las
diferencias de género, clase, etnia y edad en relación a los recursos propios de cada ecosistema.
Los estudios de género enfocados en la problemática de la desertificación son escasos e
incipientes. En la próxima sección se proponen algunos puentes conceptuales entre la
desertificación y el enfoque de género en torno a siete temáticas identificadas a partir de una
revisión de la literatura.
Vínculos conceptuales: la desertificación bajo los lentes de género
Pobreza
La gente que vive en zonas proclives a la desertificación se encuentra muy por detrás del resto de
la humanidad en términos de bienestar humano. La pobreza es tanto una causa como una
consecuencia de la desertificación, puesto que la presión económica puede obligar a ampliar
fronteras cultivables. Pero la pobreza tiene un rostro de género: las mujeres constituyen dos
terceras partes de los 1,300 millones de personas que viven en pobreza extrema (Mutepfa, s.f.). La
jefatura femenina del hogar abarca hasta el 25% en algunas comunidades rurales y urbanas, y
estos hogares tienden a ser más pobres que los demás (PNUMA, 2004).
La degradación de suelos reduce el rendimiento de los cultivos y pone en peligro la seguridad
alimentaria de los hogares, situación que afecta en particular a las mujeres que son las encargadas
de planificar las comidas y cocinar. En condiciones de pobreza resulta complicado comprar
fertilizantes artificiales, semillas resistentes a la sequía, etc. Es indispensable diseñar
intervenciones que contemplen la plena participación de las mujeres en la definición y combate a
la desertificación (Mutepfa, s.f.; López, 2008). También se requieren herramientas de acción
afirmativa que atiendan específicamente la problemática de los hogares encabezados por mujeres:
mayor pobreza, menos acceso a los recursos, menos manos para trabajar, menos voz en
localidades donde las estructuras de poder formal e informal son esencialmente masculinas
(PNUMA, 2004).
Conservación de la biodiversidad
Las mujeres rurales dependen de los recursos naturales para la subsistencia, es decir, para
alimentar y cuidar la salud propia y de sus familias. Los conocimientos tradicionales sobre calidad
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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de suelos, uso de plantas, prácticas agrícolas y manejo de rebaños están diferenciados por género.
Las mujeres poseen muchos de ellos y son importantes trasmisoras a nivel intracomunitario e
intergeneracional. Cuando los alimentos (frutos, raíces, hongos, gusanos, insectos, mariscos),
plantas medicinales y otros recursos (por ejemplo material artesanal) dejan de estar disponibles,
se deteriora la nutrición y salud de la familia y el estatus de las mujeres, al tiempo que se pierden
importantes reservorios de conocimientos que podrían ser de utilidad para la humanidad entera
(Mutepfa, s.f; López, 2008).
La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son prerrequisitos importantes para la
conservación medioambiental y el desarrollo sostenible. Las iniciativas deben contribuir a la
igualdad por medio de la creación de posibilidades, beneficios y revaloración de conocimientos de
mujeres y hombres (Blanco & Velázquez, 2003; CDB, 2010).
Leña y agua
Las mujeres son las principales responsables de tener leña en casa. Cuando su disponibilidad
disminuye, la jornada laboral de las mujeres aumenta y su calidad de vida decae. Esta situación ha
llevado al diseño y difusión de estufas ahorradoras de leña. Estudios realizados sobre estas estufas
demuestran que su uso sí logra reducir la concentración de contaminantes al interior de la
vivienda, las cantidades de leña utilizadas y la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI)
(Berrueta et al., 2007; Johnson et al., 2008). También disminuye la incidencia de ojos irritados,
problemas respiratorios y dolores de cabeza en mujeres, así como la duración de infecciones
respiratorias en niños pequeños, lo cual se traduce en ahorros de tiempo y dinero (Armendáriz et
al., 2008; Schilmann et al., 2014). Sin embargo, todavía se desconoce si esta tecnología ha
contribuido a la igualdad de género. Generalmente las mujeres son vistas como simples usuarias
de una nueva tecnología en lugar de participantes activas en su diseño, fabricación, mercadeo,
distribución, venta y otras actividades relacionadas con su empoderamiento económico. Para
lograr estos cambios es necesario respetar el sistema cultural de cada localidad que establece
espacios, tiempos y formas de trabajo, así como construir alternativas desde una lógica
participativa (Cordes, 2011).
Las mujeres necesitan agua para la realización de todas las actividades asociadas con su rol
tradicional de género: preparación de alimentos, limpieza del hogar y de la ropa, aseo y atención a
la salud humana, cuidado de animales. Cuando el agua escasea, deben ir cada vez más lejos a
conseguirla, y su salud y la de sus familiares suele verse afectada (Blanco & Velázquez, 2003;
López, 2008). Schenerock et al. (2011) describen algunas de las estrategias que las mujeres utilizan
para enfrentar la sequía, las cuales implican más trabajo, conflicto y costo económico: [en] el
tiempo de estiaje el río baja y las mujeres tienen que desbloquearlo y destaparlo para lavar. Las
mujeres tienen dificultades con las personas de los invernaderos cuando tienen que desbloquear el
ío… Te e os ue o p a pipas pa a te e agua… Te e os ue i po agua al pozo a las : o
5:00 am, ya que más tarde no hay agua.
Seguridad alimentaria
En muchas de las tierras áridas del mundo las mujeres cultivan, elaboran, administran y
comercializan alimentos y otros recursos naturales. La pérdida de fertilidad de suelos a causa de la
degradación provoca una disminución en el rendimiento de los cultivos (Mutepfa, s.f). Cualquier
propuesta relacionada con abonos orgánicos, técnicas de labranza, construcción de terrazas y
216 | Verónica Vázquez-García · Género y desertificación. Vínculos conceptuales y programáticos
barreras vivas, implica nuevas cargas de trabajo. Antes de proponerlas, hay que analizar y
problematizar la división genérica del trabajo y no asumir la permanente e infinita elasticidad del
trabajo femenino, ya que la sobrecarga de actividades repercute de manera negativa en la salud y
estatus de las mujeres al interior del grupo doméstico (PNUMA, 2008).
Tenencia de recursos clave (tierra, árboles, ganado)
En la mayoría de los países del mundo, la tenencia de tierras agrícolas y forestales es
predominantemente masculina. Según varias autoras (Rocheleau y Edmunds, 1997; Bose, 2011),
los procesos de legislación y titulación de tierras no han tomado en cuenta las necesidades
femeninas. Este es el caso de las habitantes de Biehl en la India, país donde la legislación utiliza
conceptos patriarcales para regular la herencia y transferencia de la tierra, lo que ha aumentado la
dependencia de las mujeres hacia sus maridos (Agarwal, 1994). En Nigeria, las mujeres pueden
extraer forraje, caracoles y hongos en áreas de uso común, pero necesitan el permiso de los
hombres para sembrar en la parcela familiar (Mai et al., 2012).
La tenencia de la tierra y la tenencia de los árboles no son equivalentes. Las mujeres pueden
utilizar frutos pero no todo el árbol. Generalmente, la comercialización de maderables es una
actividad masculina, mientras que las mujeres están más centradas en la leña de uso doméstico y
recursos no maderables (PNUMA, 2004). En Uganda, los líderes de cada tribu controlan el acceso
a la tierra. Las mujeres no siembran árboles en la parcela familiar porque temen ser desposeídas
de la cosecha. Los hombres tienen bosques privados (naturales y plantaciones) de los cuales ellas
solo pueden extraer leña sólo después del aprovechamiento de la madera (Mukasa et al., 2012;
Banana et al., 2012). En Camerún, las relaciones de parentesco determinan el aprovechamiento
femenino de los recursos forestales, de tal forma que las mujeres pierden derechos de usufructo al
casarse para adquirir nuevas prerrogativas a través de su suegra y cuñadas (Tiani, 2001).
Las mujeres manejan rebaños de ganado, en particular pequeños rumiantes, cerdos y aves,
ie t as ue el ga ado a o suele esta e
a os as uli as. Las uje es ha sido asi
u i e sal e te e o o idas o o las p i ipales espo sa les de la ia za de a es pe ueños
rumiantes, así como de la elaboración y venta de productos lácteos (Banco Mundial, 2009). Sin
embargo, esto no quiere decir que formalmente sean las dueñas de los animales o que se
beneficien de manera directa de su procesamiento y venta; pueden encargarse de ellos, pero no
necesariamente venderlos o utilizar el recurso producto de la venta. En general, tienen menos
acceso y control sobre tierras de pastoreo, agua, forraje, crédito, servicios veterinarios y
mercados. Además, su trabajo no ha sido adecuadamente reconocido en el diseño e
implementación de políticas públicas dirigidas al sector (Eade & Williams, 1995; Banco Mundial,
2009; FAO, 2012).
En pocas palabras, las mujeres generalmente tienen acceso (posibilidad de uso), pero no control
(posibilidad de disponer, tomar decisiones) sobre recursos clave para la sobrevivencia. Esta
carencia dificulta a su vez su acceso a otros beneficios, por ejemplo el crédito, que debe ser
avalado con un título de propiedad. El análisis de género de los derechos de propiedad es
indispensable para hacer propuestas de combate a la desertificación (PNUMA, 2004). Los
programas y proyectos tendrían que poner a disposición de las mujeres los medios de vida y
sistemas alternativos de crédito que puedan ayudarles a rehabilitar tierras o implementar nuevas
prácticas agrícolas, forestales y de manejo de rebaños (Mutepfa, s.f). Ya existen experiencias
positivas en este sentido, por ejemplo la reforma agraria en Zimbabue que favorece la tenencia
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 217
femenina de la tierra o la cotitularidad a favor del hombre y la mujer en Colombia. También se ha
logrado avanzar en la formulación de medidas legales para que los derechos consuetudinarios no
incrementen las desigualdades de género en países como México (PNUMA, 2004).
Acceso a información
Información es poder. ¿Pero información sobre qué? Sobre los proyectos que llegan a una
comunidad, las oportunidades de capacitación, los cambios de poderes a nivel nacional, etc. Las
mujeres tienen menos niveles de educación formal que los hombres, algunas son analfabetas, y no
participan en espacios de política formal e informal. Empaform (2006) indica que 80% de las
mujeres, personas con alguna discapacidad y de la tercera edad de Uganda no conocían las reglas
básicas de los proyectos implementados en sus comunidades e ignoraban del todo sus derechos.
Lewark et al. (2011) identificaron condiciones similares al estudiar los conocimientos de las
mujeres de Nepal en torno a los procesos de certificación maderera. No solo eran menores que los
de los hombres, sino que apenas 10% del total de la población era beneficiada. Las mujeres no
participaron en las etapas iniciales de conformación de grupos, por lo que nada más poseen
pequeños fragmentos de información.
Conflicto y migración socio-ambiental
En algunas regiones con tierras en estado de degradación se presentan conflictos que pueden
desembocar en la lucha armada, con un impacto diferenciado por género y edad. La violación de
mujeres y niñas frecuentemente es utilizada como arma de guerra. Los niños son reclutados en
grupos armados, sobre todo cuando sus familias se desintegran por la pobreza, la migración, la
seguía, o más bien el encadenamiento de todos estos fenómenos. Mujeres, niños y niñas
generalmente son excluidos de procesos de mediación y resolución de conflictos a pesar de que se
encuentran entre los principales afectados (Mutepfa, s.f).
Los periodos severos y prolongados de sequía pueden producir abandono de tierras y procesos
migratorios. En general el asunto de la migración se considera masculino, puesto que se asume
ue el jefe de fa ilia
p o eedo deja su hoga pa a a te e a los su os. Pe o este supuesto
está lejos de la realidad. La migración constituye una estrategia de sobrevivencia de toda la
familia, como muchas otras, por ejemplo, cambiar el patrón de siembras. Ruiz (2010, 2012),
Jungehülsing (2010) y Laako (2012) estudian la migración en relación con el cambio climático en la
frontera sur de México. En algunos casos migran tanto hombres como mujeres, particularmente
las jóvenes y/o madres solteras, mientras que otras permanecen en sus comunidades, esperando
remesas y acumulando responsabilidades relacionadas con la supervivencia y bienestar de sus
familias. Para las tres autoras la violencia es un factor detonante y acompañante del proceso
migratorio. Existe el riesgo de perder la vida en el camino o ser víctima de la trata de personas en
centros nocturnos; en estados militarizados como Chiapas, las mujeres enfrentan violencia sexual
de parte del ejército. La falta de estadísticas desglosadas por sexo y región dificulta un diagnóstico
certero del fenómeno. Es necesario generarlas para tomar decisiones acertadas de política pública
relacionada con el tema (López, 2008).
Vínculos programáticos: el enfoque de género en la ONU
La Agenda 21 producto de la Cumbre de Río (1992) reconoce a gobiernos, comunidades, grupos
empresariales, comunidad científica, organismos no gubernamentales y agencias internacionales
218 | Verónica Vázquez-García · Género y desertificación. Vínculos conceptuales y programáticos
como protagonistas del desarrollo sustentable. A su vez, entre los grupos principales se
encuentran las mujeres, infancia y juventud, poblaciones indígenas, autoridades locales, sindicatos
y agricultores como actores clave en la definición de las políticas ambientales (Gabaldón &
Rodríguez, 2002; Guimaraes & Bárcena, 2002).
En la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing en 1995 se planteó la
importancia de la equidad de género para el desarrollo. Los gobiernos firmantes
(aproximadamente 180) se comprometieron a crear instrumentos de política pública con
perspectiva de género, incluyendo la ambiental. El objetivo K de la Plataforma de Beijing se
compromete a la protección y promoción de los conocimientos ambientales de las mujeres y a su
participación en actividades encaminadas al desarrollo sustentable (Salazar, 1999).
El tercer objetivo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio promulgados en 2000 se propone
promover la equidad de género. El documento identifica tres dimensiones del empoderamiento
femenino: igualdad de oportunidades en salud y educación; igualdad de acceso a oportunidades y
recursos; capacidad de las mujeres para ejercer derechos y participar en procesos de toma de
decisiones. Otros documentos de la ONU, como la CNULD, tienen que alinearse con este
planteamiento (Mutepfa, s.f.).
Las tres convenciones producto de la Cumbre de Río de Janeiro han retomado el tema de género
de manera desigual. La CMNUCC ha omitido cualquier mención sobre la desigualdad de género y
la participación de las mujeres. Por su parte, el párrafo 13 del CDB reconoce el papel de las
mujeres en la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad, por lo que se confirma la
e esidad de su pa ti ipa ió total e el diseño e i ple e ta ió de políti as La
ou & Lau ,
2004).
La CNULD hace varias referencias explícitas y recurrentes al papel de la mujer en la búsqueda de
soluciones a la desertificación. Es la convención más avanzada en la tarea de integrar la
perspectiva de género debido a que emergió en países del sur y afecta a las personas más pobres
del mundo. Desde su formulación en 1994, los considerandos del documento señalan,
textualmente, lo siguiente:
Destacando el importante papel desempeñado por la mujer en las regiones
afectadas por la desertificación o la sequía, en particular de las zonas rurales de los
países en desarrollo, y la importancia de garantizar a todos los niveles la plena
participación de hombres y mujeres en los programas de lucha contra la
desertificación y mitigación de los efectos de la sequía (ONU, 1994).
El artículo 5 menciona las obligaciones de los países afectados, entre las cuales se encuentran
facilitar la participación de las poblaciones locales, especialmente de las mujeres y los jóvenes
(ONU, 1994). El artículo 10 señala que los programas nacionales de acción asegurarán la
participa ió … ta to de uje es o o de ho
es… e la pla ifi a ió de políti as, la adop ió de
decisiones, la ejecución y la revisión de los programas de acción nacionales (ONU, 1994). El artículo
19, referente al fomento de capacidades, educación y sensibilización del público, demanda la
plena participación de la población a todos los niveles, especialmente a nivel local, en particular de
las mujeres y los jóvenes (ONU, 1994). Para lograr tal fin, el mismo artículo indica que las
instituciones evaluarán las necesidades de educación en las zonas afectadas, elaborarán planes de
estudios adecuados y ampliarán, según sea necesario, los programas de educación y de instrucción
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
| 219
elemental para adultos, así como las oportunidades de acceso para todos, especialmente para las
jóvenes y para las mujeres (ONU, 1994).
En 1997, Hama Arba Diallo, secretario ejecutivo de la CNULD declaró que las uje es a u da …
e e u sos e apa idad de adapta ió … ua do tie e la opo tu idad, ha de ost ado se
perfectamente capaces de encontrar fuentes de ingresos alternativas, particularmente en periodos
de sequía intensa en las tierras secas, y de adquirir los conocimientos necesarios para ello (PAN,
2008). En ese mismo año, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) diseñó un
plan de acción para reforzar la participación femenina en la planificación, ejecución,
financiamiento y toma de decisiones de la CNULD. Se planteó la importancia de sensibilizar a
representantes políticos y asegurar el derecho de las mujeres a administrar los recursos de su
entorno. Dos años después (1999) el tema del Día Mundial Contra la Desertificación fue El papel
de la mujer, lo cual dio aún más relevancia al enfoque de género en la Convención. Varios
gobiernos asumieron el tema con entusiasmo, por ejemplo los de Marruecos, Senegal y Sudáfrica,
al organizar eventos específicos. El PNUD llevó a cabo algunas iniciativas de más largo plazo en
Gana, Nigeria y Burkina Faso (PNUMA, 2004).
Con todas estas acciones, la CNULD se ha puesto a la vanguardia en la incorporación de la
perspectiva de género a una problemática ambiental de alcance global. Sin embargo, esto no
necesariamente se ha traducido en acciones concretas de programas nacionales. Se han
enfrentado los siguientes obstáculos: poca comprensión de las cuestiones de género; escasez de
datos desagregados; opiniones tradicionales sobre las funciones propias de cada género. Es por
ello que varias organizaciones han insistido en el tema. En la COP 8 (2007), las ONG ahí presentes
hicieron un llamado sobre la importancia trascendental de la equidad de género y su significado
para la lucha contra la desertificación... Debiéndose garantizar por los gobiernos la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres y el reconocimiento de las mujeres como agentes claves en
la gestión de recursos naturales, especialmente en el manejo sostenible de la tierra (López, 2008).
En esa misma COP se tomó la decisión de elaborar un plan estratégico a diez años (2008-2018)
para fortalecer la implementación de la CNULD. El plan incluye áreas de acción para la incidencia,
ciencia y fortalecimiento de capacidades. A partir del análisis del plan, una encuesta y tres talleres,
el Comité para la Revisión de la Implementación de la Convención (CRIC por sus siglas en inglés)
propuso una Política Marco sobre Género (PMG) con cuatro objetivos principales: transversalizar
la perspectiva de género en la CNULD; promover la equidad de género al implementar el plan
estratégico; demostrar los beneficios de hacerlo; incrementar la efectividad del trabajo de la
secretaría y las partes de la Convención (CNULD, 2011b).
La propuesta del CRIC fue reforzada por una resolución de la Asamblea General de la ONU
realizada en 2010 orientada a promover la equidad de género en el sector ambiental, un taller
convocado por UICN-Costa Rica en 2011 para definir la ruta de la integración de la perspectiva de
género en las tres convenciones de la ONU, y una jornada completa de trabajo en la COP 10 de la
CNULD.
En la COP 10 (2011) realizada en Corea se insistió en que el compromiso de palabra con la equidad
de género se traduzca en acciones concretas como las siguientes: crear un grupo de expertos y
expertas; designar a alguien competente para un puesto en la Secretaría de la CNULD; otorgar
recursos adicionales, adecuados, accesibles y oportunos para lograr los objetivos de la PMG. Luc
Gnacadja, secretario de la CNULD, asumió el reto al declarar que la plataforma de género sería uno
220 | Verónica Vázquez-García · Género y desertificación. Vínculos conceptuales y programáticos
de los pilares de la lucha contra la desertificación, mientras que Sergio Zelaya, coordinador de
políticas globales de la CNULD, destacó que el cumplimiento del PMG permitiría aumentar el
rendimiento de tierras en un margen de 2.5 a 4%, lo cual, a su vez, reduciría entre 12 y 17% el
número de personas hambrientas en el mundo y haría más equitativa la división de labores entre
mujeres y hombres. En esta COP se asumió el compromiso de ayudar a gobiernos nacionales a
desarrollar e implementar acciones para lograr estas metas, asunto en el que actualmente se está
trabajando (El Porvenir, 2011).
El papel de la comunidad científica es vital en el logro de los objetivos de la CNULD, incluyendo el
cumplimiento del PMG. El Plan Estratégico 2008-2018 señala que la CNULD debe convertirse en
autoridad mundial en materia de conocimientos científicos y técnicos sobre la desertificación y la
degradación de las tierras y sobre la mitigación de los efectos de la sequía (CNULD, 2008). Para
lograrlo, es necesario crear equipos de trabajo capaces de superar las oposiciones binarias que
separan (ciencia dura/ciencia blanda, tecnología/aspectos sociales, hombres/mujeres), entender
la relevancia de todos estos aspectos para atacar el problema, y diseñar estilos horizontales de
trabajo entre distintos especialistas con la misma voz y poder de decisión. Según el Marco
Estratégico de la FAO 2000-2015, la interdisciplina es un prerrequisito indispensable para alcanzar
el desarrollo rural sustentable (FAO, 1999).
CONCLUSIONES
Este artículo se propuso construir puentes entre la desertificación y la perspectiva de género. Se
partió de la definición de degradación de tierras propuesta por la CNULD y el concepto de género
desarrollado por la corriente GMAD. Los puentes fueron de dos tipos: conceptuales y
programáticos. En relación a los primeros, se mostró la relevancia de la perspectiva de género
para siete temas centrales al combate a la desertificación. En los segundos, se retomó la historia
misma de la Convención para destacar los años (1994, 1997, 1999, 2007, 2011) en los que la
perspectiva de género ha sido sobresaliente, empezando por varias secciones del documento
donde se habla del tema hasta llegar a la PMG presentada en la COP 10 realizada en 2011 en
Corea.
La CNULD es la más avanzada de las tres convenciones de la ONU en sus esfuerzos para incorporar
la perspectiva de género en la política ambiental, tanto a nivel de su plan estratégico decenal
(2008-2018) como de los esfuerzos individuales realizados por algunos países, particularmente los
de África. Sin embargo, sigue siendo necesario transitar con mayor determinación de las palabras
a la acción para implementar la PMG presentada en la COP 10. El esfuerzo tiene que ser
sistemático y realizarse en cada proyecto impulsado por la Convención y en todas sus etapas:
diagnóstico, elaboración, implementación, monitoreo y evaluación. Los roles de género, las
diferencias en el acceso y control sobre recursos, los conocimientos diferenciados por género, el
empoderamiento femenino, deben ser identificados desde el diagnóstico y considerarse a lo largo
de todo el proceso. Asimismo, los resultados deben ser beneficiosos no sólo para el ecosistema en
cuestión, sino también para los hombres y mujeres que participan, en condiciones de equidad, en
nuevos estilos de gestión ambiental. Es indispensable formar equipos de trabajo que contribuyan,
desde distintas disciplinas, a esta labor. Sólo así podrá hablarse del desarrollo rural sustentable
que todavía constituye una de las aspiraciones más importantes de la comunidad internacional.
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
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Síntesis curricular
Verónica Vázquez García
Doctora en Sociología por la Universidad de Carleton en Ottawa, Canadá. Es Profesora
Investigadora Titular del Colegio de Postgraduados, donde realiza actividades de investigación,
vinculación y docencia a nivel postgrado. Sus áreas de interés son género, medio ambiente y
desarrollo rural sustentable. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II. Es
integrante de la Academia Mexicana de Ciencias desde 2012.
RESEÑA
REVIEW
Título: Hombres maltratados. Masculinidad y
control social
Autora: Laia Folguera Cots
Edición: Edicions Bellaterra
Lugar: Barcelona, España
No. de páginas: 216 pp.
Año: 2014
Si se argumenta que dar voz a varones
maltratados por una mujer no es razonable
debido a que esta violencia es minoritaria e
inocua comparada con la que sufren las
mujeres, esta afirmación tiene, ya en sí
misma, relevancia para el estudio sociológico
(Folguera, 2014).
Hombres maltratados. Masculinidad y
control social es el fruto de un extenso
trabajo y rigurosa investigación cuya génesis
se e o ta a la tesis do to al El a ó
maltratado. Representaciones sociales de la
as uli idad dañada suste tada e la
Universidad de Barcelona (UAB) y cuya
autoría pertenece a Laia Folguera Cots,
profesora del Departamento de Sociología y
Análisis de las organizaciones de la UAB y
especialista en masculinidades, estado del
Bienestar y técnicas cualitativas y
cuantitativas de investigación.
Se trata de un texto que pretende colaborar
con el llenado de un enorme vacío sobre un
problema tabú del que se habla poco, pero
se
especula
mucho:
los
hombres
heterosexuales como víctimas no normativas
de la violencia de pareja. Una aportación
realizada desde una perspectiva sociológica
que podría calificarse de novedosa y valiente
debido a que ofrece una postura disidente a
la gran influencia de las perspectivas
feministas en el estudio de la violencia en la
Recibido: 20 de abril de 2015. Aceptado: 01 de octubre de 2015.
Publicado como RESEÑA en Ra Ximhai 12(4): 225-228.
José Luis Rojas Solís
pareja y, a su vez, complementaria a otras
investigaciones que ya se han acercado al
estudio del fenómeno de la violencia hacia
los varones, como por ejemplo las obras de
Díaz (2006), Fairman (2005) o Toldos (2013).
El objetivo central de la autora ha sido
entender el proceso de construcción de la
identidad masculina en un contexto de
e ep io alidad e i ade ua ió
o las
normas sociales establecidas en medio de
grandes
y
veloces
transformaciones
socioculturales que complican más el
panorama para estos hombres al obligarlos a
convivir con nuevos parámetros de
masculinidad y sin discursos a los cuales
adherirse. Todo ello desde una perspectiva
de género que analiza el proceso de
victimización del hombre –paradójicamentepo se a ó
ue se ha e e te si le a
su capacidad de expresión pública y a su
posicionamiento en el marco de la violencia
en el ámbito de la pareja en el que la mujer
es la víctima por defecto y él la víctima no
o ati a Folgue a,
.
225
226 | José Luis Rojas Solís · Reseña. Hombres maltratados. Masculinidad y control social
Así, nos encontramos ante un interesante
análisis del enfrentamiento entre la realidad
de hombres maltratados y el control social
que les orilla a replegarse en sí mismos y
optar por el mutismo o rebelarse ante ello y
desarrollar su capacidad de asociacionismo.
Un valeroso intento de aplicación de la teoría
de género a la violencia que sufren los
hombres, un reto tan enorme como
políticamente incorrecto al pretender
expa di al gé e o ás allá de su atu al
frontera: las mujeres; de tal forma que
plantea la posibilidad de que la violencia
contra las mujeres sea una de las muchas
formas de violencia de género que existen.
Para conseguir tan profundas aspiraciones la
autora ha optado por un enfoque cualitativo
acercándonos a la realidad de diez hombres
que señalan haber sufrido maltrato por parte
de sus parejas, una elección metodológica
afortunada ya que, como ella misma declara,
no trata de cuantificar casos o generalizar
resultados sino de entender la realidad y la
interpretación que de ella hacen los
participantes. Hombres cuyas edades oscilan
entre 37 y 67 años, que han convivido con su
pareja agresora, señalando la existencia de
violencia psicológica, física y económica así
o o di e sos p o esos de judi ializa ió
de ida .
Con respecto a la organización y estructura
del libro es preciso mencionar que, sin
detrimento de la rigurosidad y riqueza con
que la doctora Folguera aborda su objeto de
estudio, encontramos una organización en
cuatro secciones muy concisa en donde en el
primer apartado la autora ofrece un marco
teórico y su propia definición de violencia de
género, aunque desde una perspectiva de
género incluyente con los varones en la que,
entre otras cuestiones, se tenga en cuenta la
evolución de los roles de uno y otro sexo en
una sociedad determinada y en un momento
dado. Asimismo expone la violencia
simbólica que pueden sufrir los varones,
aquella que abreva en la creencia de que los
varones no pueden ser víctimas debido a
patrones asociados a la masculinidad y que
por defecto las mujeres sean vistas como las
víctimas exclusivas.
En el capítulo siguiente se revisan aspectos
relativos a la masculinidad, las motivaciones
de las mujeres para agredir como parte de
patrones culturales de género así como las
investigaciones realizadas fuera del ámbito
español sobre el fenómeno y su relevancia
como objeto de estudio sociológico. Es muy
llamativo que la autora advierta la posible
interpretación de esta segunda parte como
una necesidad de dar legitimidad a un objeto
de a álisis i popula
así o o las
reacciones burlescas e incrédulas ante la
posible existencia de hombres víctimas, sin
olvidar las dudas sobre la viabilidad de su
aportación en el ámbito académico.
En el tercer epígrafe se presentan diez
relatos de hombres maltratados en los que
existen algunos elementos comunes como
po eje plo el p o eso de su isió
ue se
inicia por medio de la agresión psicológica, el
aislamiento gradual de los varones y el
capital social -principalmente sus familias y,
en segundo lugar, sus amigos- para salir de la
relación de maltrato; sin olvidar el
sentimiento de indefensión que la mayoría
de ellos señalan sentir ante las leyes e
instituciones así como su conciencia de la
necesidad de elaborar un discurso
convincente que justifique el reclamo de una
consideración social y jurídica no limitada
por razón de su sexo. No menos llamativas
son las características de la agresora entre
las que se puede encontrar, por ejemplo, la
diversidad de edad y formación académica.
En la cuarta y última sección la investigadora
finaliza su obra realizando un análisis breve,
pero muy atinado, sobre la invisibilización
del fenómeno, la definición de género desde
una perspectiva distinta a la habitual así
como la espiral del silencio y algunos
Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016
aspectos jurídicos que rodean a la
problemática de los hombres maltratados.
Valoración general de la obra
Co side a do ue e el aso del a ó , la
sociedad española se resiste a reconocerle el
estatus social de maltratado y, en el ámbito
judi ial, el de í ti a ul e a le Folgue a,
2014), el valor de este tipo de obras es
indudable para las ciencias sociales, humanas
y de la conducta, pues la violencia de pareja como hecho social- no solo atañe a la víctima
y el victimario o victimaria, sino también
quienes rodean al fenómeno en su
entendimiento, valoración, prevención y
tratamiento.
En ese sentido, si la realidad social puede
entenderse de otras maneras a través del
estudio de los colectivos estigmatizados
socialmente, al dar –y escuchar- la oz a los
si oz tal ez poda os e te de os de
otras maneras a nosotras o nosotros mismos
por medio de los discursos alternativos. Así la
autora nos ofrece un texto alejado de
dis u sos
ole ti izados ,
de
reivindicaciones jurídicas vacuas o ánimos
comparativos entre la violencia hacia la
mujer y el hombre, y a cambio se aproxima
con pericia a los patrones de la masculinidad
que delimitan y condicionan la expresión
pública y el reconocimiento mismo de la
experiencia violenta así como los modelos de
género que influyen en la valoración social
del acto violento. Por ello este libro
representa un viaje de conocimiento y
autoconocimiento, de crítica y autocrítica
por el cual la autora nos dirige con sobrada
sencillez y claridad por en medio de sinuosos
caminos teóricos e ideológicos para que, sin
menospreciar en ningún momento a la
violencia hacia la mujer, el o la lectora
interesada tenga un acercamiento a las
experiencias de hombres maltratados.
Sin lugar a dudas su postura disidente con los
discursos ortodoxos dominantes sobre la
| 227
violencia de pareja requiere de un proceso
de reflexión sobre los propios presupuestos
del lector o lectora. Un proceso que con
mucha probabilidad ha vivenciado Folguera
por medio de su investigación en la que, por
momentos, añade comentarios de sorpresa e
incluso cierta suspicacia ante los relatos de
los hombres maltratados, detalles que lejos
de ser máculas en su obra se constituyen en
un dechado de autenticidad al mostrar la
confrontación de sus propios presupuestos
teóricos e ideológicos con la realidad de los
hombres maltratados y sus relatos que, no
está de sobra decirlo, merecen el beneficio
de la duda como el de cualquier otra víctima
de violencia interpersonal sin importar su
sexo.
Así tenemos entre manos un trabajo
novedoso para las ciencias sociales en la
región iberoamericana -en especial para la
Sociología- y complementario en el quehacer
de otras ciencias como la Psicología o la
Criminología y un llamado a la reflexión de
hasta qué punto y de qué manera no solo la
sociedad, sino también algunos sectores de
la comunidad académica pudieran estar
contribuyendo al control social sobre los
asos o o ati os de iole ia e la
pareja.
Sin detrimento del gran valor general de la
obra es oportuno decir que una vez más
queda pendiente el estudio de la violencia en
parejas homosexuales. Si bien es cierto que
incluir a hombres y mujeres como posibles
víctimas o agresores de pareja constituye un
gran avance en un contexto dominado por
discursos simplistas de la violencia
interpersonal (Hamby y Grych, 2013; Toldos,
2013), no lo es menos la necesidad de seguir
implementando con mayor profundidad e
inclusividad la categoría de género para
alejarse de los presupuestos acríticos en
torno a la masculinidad, como forma de
control social y sobre todo del
heterocentrismo.
228 | José Luis Rojas Solís · Reseña. Hombres maltratados. Masculinidad y control social
En ese sentido futuras investigaciones
podrían ayudar a arrojar más luz acerca de
cuestiones como la emergencia de nuevas
masculinidades y su asociación en la vivencia
de los hombres más jóvenes como víctimas
de violencia de pareja. En ese sentido, y solo
por poner un ejemplo, hay diversas
investigaciones que sugieren la existencia de
violencia sexual hacia hombres la cual brilla
por su ausencia en los relatos incluidos en el
libro, quizás debido a la gran influencia de la
masculinidad hegemónica -tan presente en
otras generaciones- que les dificultó
reconocerse como víctimas, minimizando la
violencia física de las que fueron objeto y,
por ende, obviando las agresiones de tipo
sexual. De la misma forma sería importante
profundizar en la emergencia de las nuevas
feminidades sobre todo en aquellas con
características no deseables como la
violencia así como también sería pertinente
ahondar en hasta qué punto puede
considerarse al trato institucional y jurídico
como una forma de violencia hacia estos
hombres por el solo hecho de ser varones y
estar en el lado que no se considera
normativo.
Sin menoscabo de lo anterior y sin lugar a
vacilación alguna, es preciso señalar la
necesidad de continuar luchando contra la
violencia hacia la mujer, en ese sentido este
libro de ninguna manera trata de comparar o
equiparar la violencia sufrida por hombres y
por mujeres.
Superada esta posible crítica es preciso
reconocer la importancia de seguir dando
voz a otras víctimas no oficiales de la
violencia de pareja en aras de favorecer un
trato igualitario en beneficio de ambos sexos
y la sociedad en general. En ese tenor esta
obra se constituye en una aportación
altamente recomendable para todas y todos
aquellos interesados en el estudio y análisis
riguroso e incluyente del fenómeno de la
violencia de pareja.
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su mujer: una realidad oculta.
Buenos Aires: Lumen.
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Dordrecht,
The
Netherlands:
Springer.
Toldos, P. (2013). Hombres víctimas y
mujeres agresoras. La cara oculta de
la violencia entre sexos. Alicante:
Cántico.
Síntesis curricular
José Luis Rojas Solís
Doctor en Psicología por la Universidad de
Salamanca (USAL, España), maestro en
Ciencias Sociales (USAL), experto en Género
y Comunicación (Universidad Pontificia de
Salamanca) y licenciado en Psicología
(Benemérita Universidad Autónoma de
Puebla), licenciado en Humanidades (USAL) y
licenciado en Comunicación audiovisual
(USAL). Ha publicado diversos artículos en
revistas
indexadas
nacionales
e
internacionales sobre: género, relaciones de
parejas jóvenes y violencia entre sexos.
Recientemente ha finalizado su investigación
posdoctoral en la Universidad de La Laguna
(España) sobre la detección de patrones de
violencia en parejas jóvenes. Miembro del
Sistema Nacional de Investigadores (SNI),
CONACYT–México.
Correo
electrónico:
jlrojassolis@gmail.com
COLABORACIONES
INSTRUCCIONES PARA POSTULAR ARTÍCULOS
A LA REVISTA RA XIMHAI
La revista Ra Ximhai de la Universidad Autónoma Indígena de México, Institución Intercultural del
estado de Sinaloa, tiene como objetivo la publicación de artículos y ensayos científicos inéditos,
revisiones bibliográficas y reseñas de libros en español, inglés, francés, italiano y portugués,
vinculados a las ciencias sociales y de manera particular a los temas relacionados con la Paz, la
Interculturalidad, los Conflictos y la Democracia en México, América Latina y el mundo en
general.
Los trabajos deben ser originales e inéditos. Los textos deben de ser un aporte al conocimiento de
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donde se sistematizan y analizan teorías, metodologías y resultados de investigaciones en un campo
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expongan las condiciones teóricas, metodológicas, epistemológicas y analíticas del libro reseñado.
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Dos autores. Ejemplo: (Martínez y Muñoz, 1999, p. 265).
Más de tres autores. Ejemplo: (Ortega, et al., 2002, p. 45).
Una referencia con tres o más fuentes. Ejemplo: (Muñoz, 2003; Martínez, 2001; Potter y
Whetherrell, 1987; Shotter, 2001).
Citando una fuente indirecta. Ejemplo: (Citado por Martínez, 1999, p. 297-298).
Todas las referencias citadas en el texto deberán incluirse en la sección
continuación algunos ejemplos:
Bibliografía. A
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Versión electrónica de un libro re-publicado
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Salas Luévano, Ma. de Lourdes (2013). Migración y feminización de la población rural en
México.2000-2005.Tesis (doctorado), Universidad Autónoma de Zacatecas. En:
http://www.eumed.net/tesis-doctorales/2013/mlsl/index.htm
Referencias de entrevistas
Las referencias de las entrevistas se colocan al final de la bibliografía.
Entrevista a Juan Pérez García, Los Mochis, Sinaloa, 27/3/2013.
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Universidad Autónoma Indígena de México (UAIM). Diseño de
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