¿De profesión, intérprete? Entrevista con Mayra Parra y
Sônia Fernandes, intérpretes en el Circo del Sol
De profession, interprète? Entretien avec Mayra Parra
et Sônia Fernandes, interprètes au Cirque du Soleil
By profession, interpreter? Interview with Mayra Parra
and Sônia Fernandes, interpreters at Cirque du Soleil
CRISTINA ADRADA RAFAEL
Facultad de Traducción e Interpretación Universidad de Valladolid, Facultad de Traducción
e Interpretación, Campus Universitario Duques de Soria, 42004 Soria (España).
Dirección de correo electrónico: cristina.adrada@uva.es
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1635-9355.
MAYRA PARRA
Département de linguistique et de traduction, Université de Montréal, C.P. 6128, succ.
Centre-ville, Montréal (Québec) H3C 3J7, Canadá.
Dirección de correo electrónico: mayra.parra@umontreal.ca
ORCID: https://ordic.org/0000-0001-6314-7104.
SÔNIA FERNANDES
Université de Montréal, 3150, rue Jean-Brillant, Montréal, QC, Canada.
Dirección de correo electrónico: osnia3@gmail.com
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6067-4379.
Recibido: 10/7/2018. Aceptado: 15/10/2018.
Cómo citar: Adrada Rafael, Cristina, Mayra Parra y Sônia Fernandes, «¿De profesión,
intérprete? Entrevista con Mayra Parra y Sônia Fernandes, intérpretes en el Circo del Sol»,
Hermēneus. Revista de traducción e interpretación 20 (2018): 689-698.
DOI: https://doi.org/10.24197/her.20.2018.689-698
Resumen: El mundialmente conocido Circo del Sol, con sede en la ciudad canadiense de Montreal,
presenta, en todos sus espectáculos, un muy variado compendio de artistas internacionales que no
siempre dominan o, simplemente, entienden las lenguas inglesa o francesa. El ejercicio de la
interpretación se convierte entonces en imprescindible y, bajo estas circunstancias, en algo muy
peculiar. Por ello, en esta entrevista se recogen experiencias y anécdotas de dos intérpretes con gran
experiencia en el ejercicio de su profesión para esta institución dedicada al arte y al entretenimiento,
en un lugar donde la interpretación es mucho más que mera interpretación. Se trata de la venezolana
Mayra Parra y de la brasileña Sônia Fernandes. Todo un honor para Hermēneus poder contar con sus
testimonios.
Palabras clave: interpretación; Circo del Sol; entrevista; testimonios; Mayra Parra; Sônia Fernandes.
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Cristina Adrada, Mayra Parra y Sônia Fernandes
Abstract: The world-famous Cirque du Soleil, based in the Canadian city of Montreal, presents, in all
its shows, a very varied compendium of international artists who do not always understand or speak
English or French fluently. The exercise of interpretation then becomes essential and, under these
circumstances, something very peculiar. For this reason, this interview gathers experiences and
anecdotes of two interpreters with great experience in the exercise of their profession for this
institution dedicated to art and entertainment, in a place where interpretation is much more than
mere interpretation. We are speaking with Venezuelan Mayra Parra and Brazilian Sonia Fernandes. It
is an honor for Hermēneus to be able to record their testimonies.
Keywords: interpreting; Cirque du Soleil; interview; testimonies; Mayra Parra; Sônia Fernandes.
Mayra Parra1 y Sônia Fernandes 2 son dos intérpretes, venezolana la
primera, brasileña la segunda, que trabajan para el gran espectáculo circense
del Circo del Sol, o Cirque du Soleil, en su sede central de Montreal
(Canadá).
Movidos por la curiosidad de lo que, como meros espectadores, se nos
antoja como un escenario ameno de trabajo, nos hemos acercado a ellas por
medio de esta entrevista, que muy amablemente han accedido a responder.
Con ellas, dejamos a un lado las cabinas y los auriculares, los discursos y los
1
Mayra Parra es licenciada en Traducción e Interpretación por la Universidad Central de
Venezuela, estudios que posteriormente completó con la especialidad de Lenguas
Extranjeras Aplicadas (Universidad París VIII), y con estudios de tercer ciclo en Ciencias
del Lenguaje (Universidad París III) y en Lingüística y Traducción (Universidad de
Montreal, Quebec, Canadá). Desde 1986, trabaja como traductora free-lance para
instituciones, públicas y privadas, de diversos países, y desde 1991 como intérprete de
conferencias en Venezuela y en Canadá. Igualmente, desde 1991 ha desempeñado labores
docentes en el ámbito de la traducción general y especializada, como profesora asociada en
varias universidades (Universidad Central de Venezuela, Universidad Metropolitana de
Caracas, Universidad de Montreal, Universidad de Laval y Universidad de Quebec en Trois
Rivières). Desde 2008, trabaja también, cuando le es requerido, como intérprete y traductora
en el Circo del Sol en Montreal.
2
Sônia Fernandes realizó sus estudios de primer ciclo en Sicología y en Traducción en la
Universidad de Brasilia (Brasil), completándolos con la licenciatura en Traducción en la
Universidad de Montreal (2013), donde termina actualmente sus estudios de doctorado en
esta misma disciplina. En esta universidad, trabaja como profesora asociada y es miembro
del grupo de Investigación Histal (Historia de la Traducción en América Latina). Sus líneas
de investigación se centran en la política lingüística, las lenguas minoritarias, la censura en
traducción, la traducción política y la historia de la traducción en América Latina, campos en
los que es autora de varias contribuciones científicas. Desde 2008, trabaja como traductora
profesional tanto en Brasil como en Canadá y, desde 2014, también como intérprete de
portugués y de español en el Circo del Sol en Montreal.
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ponentes, para ponernos bajos los focos del espectáculo. Les cedemos la
palabra.
Hermēneus (H): ¿Cuánto tiempo lleváis trabajando como intérpretes en
el Circo del Sol? ¿Con qué pares de lenguas principalmente?
Mayra Parra (MP): Empecé en el 2008 con la creación del espectáculo fijo
Zed, en Tokio, Japón. Para ese espectáculo contrataron a dos familias de
trapecistas de América Latina. Como la mayoría no hablaba inglés, había
que traducir sobre todo del español al inglés, aunque en algunas ocasiones
había que hacerlo también en español-francés.
Sônia Fernandes (SF): Trabajo en el Circo desde diciembre de 2014.
Empecé traduciendo portugués-inglés para un artista brasileño que estaba
entrenando para Toruk, un espectáculo inspirado en el mundo de la película
Avatar. Era la primera vez que el artista viajaba al extranjero. No hablaba ni
inglés ni francés.
H: ¿Cómo se accede a trabajar en el Circo del Sol?
MP: Una colega me enseñó un anuncio del Circo en el que buscaban
intérpretes de español. Lo dejé estar porque pensé que mucha gente
postularía. Mi colega me avisó unos meses después de que el Circo seguía
publicando el anuncio. Y una vez más lo dejé estar. Cuando mi colega me
avisó una tercera vez de que seguían publicando el anuncio, me dije: «Es
para mí». Fui al sitio web, tal y como lo indicaban, llené mis datos y anexé
mi currículo. A los pocos me días me llamaron para una entrevista, me
contrataron una semana de prueba en la creación del espectáculo Zed, y
luego pasé a ser miembro del equipo de intérpretes.
SF: Supe por una colega que una de las intérpretes de portugués del Circo
estaba buscando a alguien para reemplazarla temporalmente mientras estaba
de licencia de salud. Ellos estaban recibiendo currículos de personas con
experiencia en interpretación portugués-inglés e iban a hacer entrevistas
pronto. Envié mi CV y pocos días después me contactaron para una prueba
y una entrevista. Empecé a trabajar pocos días más tarde, en principio,
temporalmente. Dos meses después, me dijeron que yo formaría parte del
equipo de intérpretes. Y ahí estoy hasta hoy.
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H: ¿Cómo se realiza la selección de los intérpretes? ¿Con qué criterios?
MP: Por regla general, el Circo pide a las personas interesadas en trabajar
allí que vayan a la página web y llenen el formulario de búsqueda de empleo
en la categoría que solicitan. El Circo busca ante todo gente profesional que
tenga un buen manejo de los idiomas y con mucho sentido común, porque el
trabajo es muy diferente de lo que se hace en otros lugares. Hay que ser una
persona abierta, flexible, dispuesta a aceptar los cambios constantes que se
producen durante el trabajo.
SF: En general, los profesionales interesados en trabajar en el Circo llenan
un formulario de empleo en su página web. En algunos casos excepcionales,
como el mío, buscan un profesional porque necesitan una sustitución
urgente. En todos los casos, según las lenguas que necesitan traducir y si son
considerados candidatos que tienen el perfil de trabajar en el Circo, algunas
personas son invitadas a hacer una entrevista y una prueba. Hacemos la
prueba con una intérprete experimentada en nuestras lenguas de trabajo.
Para eso, vamos directamente a los entrenamientos con los artistas y nos
piden que interpretemos lo que está sucediendo. El Circo busca
profesionales experimentados en interpretación, que se adapten fácilmente a
un ambiente de trabajo que es muy diferente de los otros, que sean abiertos y
empáticos.
H: ¿Cuál es la modalidad de interpretación que utilizáis con más
frecuencia en el Circo?
MP: Consecutiva, por teléfono, susurrada y no tan susurrada, depende del
momento y de la situación en la que trabajemos. Cuando un entrenador está
dando consignas a un grupo de artistas, normalmente se hace susurro.
Cuando el artista está haciendo alguna actividad o está en movimiento, pues
se traducirá en voz alta. En el caso de los trapecistas, había que gritar para
que me oyeran mientras estaban colgados en el trapecio. Cuando el artista
tiene que firmar acuerdos o le hacen entrega de documentos importantes, se
hace traducción a vista.
SF: Depende mucho de la situación. Los artistas participan en diferentes
actividades, según las necesidades de cada uno. En general, siguen clases de
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teatro y baile, se reúnen con médicos, sicólogos y nutricionistas, participan
en reuniones con el personal de recursos humanos, van al gimnasio y siguen
entrenamientos para realizar números específicos para un espectáculo (como
entrenamiento en trapecio, barra, gimnasia olímpica, etc.). Se utiliza una
modalidad de interpretación diferente en función de cada situación. Cuando
hay varios intérpretes traduciendo al mismo tiempo, por ejemplo, en lenguas
diferentes y para grupos de artistas diferentes, hacemos susurro. Si un artista
está entrenando en un trapecio, en unas argollas o está haciendo
movimientos como bailar o correr, hacemos una consecutiva en voz alta.
H: ¿Con cuántas lenguas trabaja cada intérprete? ¿Cuál es el papel del
inglés/francés, al ser Quebec una provincia francófona en un país
anglófono?
MP: Normalmente, cada intérprete trabaja con dos lenguas. Puede suceder
que un intérprete trabaje con tres lenguas, para dos artistas de origen
diferente, pero es muy esporádico; es, sobre todo, si falta alguien o si es por
un corto periodo de tiempo. En la creación de un espectáculo pueden
trabajar hasta cinco intérpretes con combinaciones de lenguas diferentes:
ruso, japonés, portugués, español y francés. La lengua para comunicarse con
todos los artistas es el inglés. El artista que no hable inglés al llegar al Circo
deberá seguir clases porque, una vez que se termine una creación o el artista
se integre en un espectáculo, ya no tendrá servicio de interpretación. La
mayor parte del trabajo que he hecho en el Circo es inglés-español, algunas
veces francés-español o inglés-francés, como en la última creación en la que
me tocó traducir a un artista de Camboya que entendía más el francés que el
inglés.
La interpretación se ofrece a los artistas que no hablan inglés cuando llegan
a la sede del Circo en Montreal para participar en la creación de un nuevo
espectáculo o para integrarse en uno ya existente, por ejemplo, para
reemplazar a un artista lesionado o a uno que se va.
SF: Lo más común es que un intérprete traduzca del inglés a su lengua
materna y viceversa. En algunos casos, cuando hablamos otra lengua y esta
se necesita, podemos trabajar temporalmente con ella. A veces los
entrenadores también usan el francés, ya que la sede internacional se
encuentra en una provincia francófona y la mayoría de los intérpretes
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maneja bien esa lengua. En mi caso, además de la traducción que más
practico, portugués-inglés, ya he interpretado en inglés-español (mi cuarta
lengua de trabajo) e inglés-francés (mi tercera lengua de trabajo).
H: ¿Cuál es exactamente el papel del intérprete en el Circo? ¿En qué
aspectos se manifiesta vuestra labor, además del lingüístico?
MP: El papel del intérprete es ante todo acompañar al artista desde su
llegada a la sede del Circo. El artista está muy perdido al principio porque
son muchas las cosas que tiene que entender y asimilar. Además, la sede es
muy grande y se pierden un poco. Guiamos al artista en el laberinto de cosas
que debe hacer a su llegada: llenar los papeles del seguro y de los impuestos
(con la consiguiente explicación), firmar el contrato, pasar una prueba
médica, tomarse las medidas del cuerpo y de la cabeza, medirse los zapatos,
etc. Me ha tocado alguno que no sabe leer ni escribir, por lo tanto le lleno yo
las planillas. Los artistas aprovechan nuestra presencia para hacernos
preguntas de toda índole, como dónde comprar cosas que necesitan, adónde
salir a pasear los fines de semana, o cómo vestirse en invierno. En general
hay una buena relación entre el artista y el intérprete, a tal punto que el
intérprete a veces llega a ser su confidente, sobre todo cuando hay
momentos de tensión o de frustración. El intérprete es el primero en saber si
algo anda mal con un artista y, según la circunstancia, hablará con el
encargado de la formación de los artistas. Por ejemplo: a un artista se le
estaba muriendo un familiar en su país de origen, no se lo había dicho a
nadie, y todos lo notaban triste y ausente, lo que constituía un peligro
potencial para su trabajo que consistía en saltar de un columpio en
movimiento a otro. Su intérprete lo comunicó en cuanto se enteró y le dieron
varios días libres al artista para que pudiera viajar a su país.
SF: Cuando comenzamos a trabajar en el Circo, entendemos rápido que,
para los artistas, el intérprete llena muchos otros espacios además del
lingüístico. El artista llega a un ambiente completamente nuevo, con
muchas expectativas y con la misión de cumplir el sueño de participar en
un espectáculo del Circo. Pero, al inicio, no habla inglés, no conoce a
nadie y debe adaptarse rápido a su nueva vida. Entonces,
automáticamente él se apoyará en el intérprete. Muchas veces, nosotros
somos el enlace entre el artista y la realidad, una voz, un amigo, un
confidente. Aún recuerdo al primer artista con el que trabajé... Llegó a
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Montreal en pleno invierno. Nunca había viajado fuera de Brasil, nunca
había visto la nieve y nunca «había sentido tanto frío en su vida». No
sabía cómo lidiar con el invierno y me preguntó: «¿qué tengo que
hacer?». Me senté a conversar con él largamente sobre el invierno (dónde
comprar ropa y botas, las tormentas de nieve, su duración, etc.). Cada vez
más, los intérpretes son vistos como participantes activos en las
relaciones y en el discurso en el que intervienen, y ya no tanto como
simples comunicadores de mensajes o como sujetos invisibles en su
medio de trabajo. En el Circo, ese papel lingüístico y social es bastante
visible y valorado.
H: ¿Qué diferencias o similitudes existen frente a otros intérpretes
autónomos (horarios, tarifas, contratos)? ¿Cuáles serían, en vuestra
opinión, los incentivos o las desventajas de vuestro trabajo con respecto
a aquellos?
MP: Los intérpretes que trabajan en el Circo son autónomos, solo trabajan
cuando hay artistas que requieren interpretación. Significa que, cuando hay
una creación, podemos trabajar de martes a sábado durante cuatro meses con
horarios hasta las diez de la noche, pero, el resto del año, solo se trabajarán
algunas semanas con algún artista recién contratado que viene a aprender un
número, y puede que no haya nada más durante meses. Las tarifas son por
horas y no son comparables con las de la interpretación de conferencias,
pero por otro lado nos dan entradas para los espectáculos. El incentivo de
trabajar en el Circo es lo diferente que es de lo que uno hace normalmente.
Es muy interesante participar en un proceso de creación, ver desde dentro
cómo se crea un espectáculo, ver de cerca a los artistas que hacen cosas
fantásticas, logran proezas. En el Circo he interpretado cosas que nunca
hubiera pensado, como clases de yoga, de pilates, de actuación, de canto, de
baile, de maquillaje, etc. Acompañamos a los artistas en todas las
actividades y durante su entrenamiento. La desventaja es que, durante una
creación, los horarios llegan a ser muy exigentes, la presión es muy fuerte y
algunos artistas no lo llevan bien, y uno tiene que manejar esa situación
además de la carga de trabajo. También puede tocar un artista con un
carácter difícil o indisciplinado, pero no es frecuente.
SF: Es muy difícil comparar el trabajo de un intérprete del Circo con
intérpretes autónomos. El trabajo y las tarifas son muy diferentes. El Circo
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tiene la desventaja de que nunca sabemos si tendremos trabajo. Todo
depende de si, para un determinado espectáculo, habrá artistas que necesiten
interpretación y en qué lenguas. Las ventajas, en cambio, son numerosas. En
general, los artistas son personas muy trabajadoras, que tienen una disciplina
impresionante. Están en busca del sueño de formar parte del Circo y dan lo
mejor de sí para conseguirlo. Siempre es un placer trabajar con ellos.
Aprendemos mucho con la fuerza y capacidad de creación que tienen.
Además de ello, es un trabajo muy diversificado. Siempre trabajamos con
personas diferentes en situaciones diferentes. No nos molesta hacer un
trabajo repetitivo. Eso es siempre una motivación. Además, tenemos
descuentos en las entradas y algunas entradas gratuitas para los espectáculos.
Eso nos permite ver en los espectáculos las habilidades que los artistas han
desarrollado desde que llegaron al Circo.
H: Viendo la relación que mantenéis con los artistas, ¿cómo se
desarrolla esta con los entrenadores?
MP: La relación hasta ahora ha sido excelente tanto con los artistas como
con los entrenadores. Ambos aprecian mucho nuestro trabajo. Muchos se
toman la molestia de agradecer nuestro trabajo y reiterar lo útiles que somos.
Los artistas son los que más nos aprecian, somos un gran apoyo para ellos y
esto va más allá del trabajo de intérprete; los ayudamos a entender su nuevo
entorno.
SF: Siento que nuestro trabajo está muy valorado, tanto por parte de los
artistas como de los entrenadores. Todos muestran tener mucha confianza en
lo que decimos. Nunca he tenido el problema de parecer invisible durante el
trabajo. Los artistas, principalmente, están siempre hablando con los demás
y muchas veces, en momentos de pausa, comparten sus emociones y
sensaciones con nosotros. Ellos tienen realmente mucha confianza en
nosotros.
H: Teniendo en cuenta lo que habéis contado de vuestra importante
labor, ¿hay algún otro aspecto que valoréis de manera especialmente
positiva en el trabajo? O bien, al contrario, ¿alguno que lamentar?
MP: Es un trabajo serio, pero es informal la mayoría del tiempo. Si una
palabra no te viene enseguida a la mente, no se detiene el trabajo, tienes la
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posibilidad de explicar o pedir explicaciones. Hay que estar muy alerta
porque se puede pasar de algo muy general a algo muy técnico, o pasar un
par de horas sin interpretar y de repente tener que traducir durante un buen
rato. Me gusta que no haya espacio para el aburrimiento, sobre todo cuando
se interpreta para un payaso, algo que me ha tocado con frecuencia. Es
difícil interpretar cuando se tienen ganas de reír, pero, como todos alrededor
se ríen, pues es más fácil.
SF: El aspecto principal que me gusta en este trabajo es el poder mantener
siempre un contacto con las personas que participan en el proceso de
traducción. Los intercambios son muy enriquecedores. Siempre aprendo y
tengo además la oportunidad de ayudar a esas personas, ya sea a través de la
interpretación o del aspecto social. Es un trabajo que me remite mucho a mi
antiguo trabajo de sicóloga. En general, el ambiente es tranquilo e informal.
No tenemos el estrés de un intérprete, por ejemplo, que trabaja en cabina y
que debe hacer búsquedas rápidas y eficientes durante una interpretación.
Por otro lado, siempre hay un factor de estrés por la gran responsabilidad
que implican las decisiones lingüísticas que tomamos. Pienso siempre en la
responsabilidad que conlleva el interpretar, por ejemplo, para un artista que
está en un trapecio y que una consigna errónea pueda tener consecuencias
fuera de nuestro control.
H: Antes de concluir, ¿podríais contarnos alguna(s) anécdota(s) que os
haya(n) ocurrido en estos años en el Circo?
MP: Una vez me tocó interpretar para un payaso que no era del todo
sordomudo: solo oía un poco de un oído y cuando hablaba no siempre se le
entendía. Me estresaba un poco trabajar con él, ya que no sabía cómo
manejar esa situación. Ninguno de los dos conocía ni usaba la lengua de
signos. Como muchos payasos, era una persona encantadora y divertida, y
pronto encontramos la manera de trabajar. Yo me debía poner a su derecha,
del lado del que oía un poco, y de frente para que me leyera los labios.
Cuando le tocaba ensayar en el escenario, yo debía ubicarme siempre frente
a él a una distancia suficiente para que pudiera leerme los labios sin
necesidad de estar a su lado cuando le daban alguna consigna. La ventaja era
que con él no tenía que gritar. Con el tiempo logramos entendernos
perfectamente gracias a una mezcla de interpretación silenciosa y gestos que
funcionó para nosotros.
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En otra ocasión tuve que interpretar por teléfono a un artista que nunca
quería hablar sin que la esposa estuviese con él, y casi todo se lo preguntaba
a ella. Esa situación tenía a todos un poco tensos e irritados, porque frenaba
las negociaciones. Cuando empecé a trabajar en ese proyecto, observé el
mismo comportamiento, y me di cuenta de que el artista era analfabeto y la
esposa lo ayudaba con los documentos. Cuando el equipo de Montreal
entendió lo que pasaba, la tensión bajó y se pudo negociar su contrato.
SF: Durante el entrenamiento de los artistas del espectáculo Luzia, traduje
del español al inglés y viceversa. Había muchos artistas que necesitaban
interpretación al español. Así, siendo oficialmente intérprete de portugués,
hice una prueba y empecé a interpretar también para el español. Trabajé con
tres artistas que entrenaban para manipular marionetas gigantes para el
espectáculo. El entrenamiento exigía que corriesen en círculo e hiciesen
varios movimientos dentro de las marionetas. Por lo tanto, para poder
interpretar, debía correr a su lado, medio agachada y gritando para que
pudiesen escucharme hablar español, que no era mi lengua materna. Fue, de
hecho, una experiencia única que requirió que pusiera en práctica varias
habilidades al mismo tiempo.
H: Muy interesante. Al escucharos, no queda duda de que el intérprete
de circo debe tener a punto muchas habilidades, y no solo intelectuales.
Muchas gracias por vuestros testimonios.
***
Desde aquí, damos las gracias a Mayra y Sonia, por dedicar parte de su
tiempo a acercarnos este aspecto de su profesión, que revela rasgos poco
conocidos e incluso inesperados de esta labor de mediación lingüística y
cultural. Una labor que, como ellas mismas han evocado, se encuentra muy
alejada de la del intérprete de conferencias que estamos acostumbrados a ver
desarrollando su trabajo en un marco más institucional o académico. Lejos
de infravalorar la gran labor de este, que debe trabajar en condiciones muy
exigentes en forma y tiempo, descubrimos aquí el aspecto más humano de
este tipo de mediación oral, que hace del intérprete de circo no solo un
malabarista de las lenguas, sino también un maestro del acercamiento
intercultural.
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