Patricio Julián Feldman
PROCESOS DE INNOVACIÓN SOCIO-TECNOLÓGICA EN EL SECTOR
DEL SOFTWARE Y SERVICIOS INFORMÁTICOS (SSI) DE LA CIUDAD DE
LA PLATA: REDES, ACTORES Y POLÍTICAS PÚBLICAS
Tesis para optar al título de Doctor en Ciencias Sociales
Facultad de Ciencias Sociales
Universidad de Buenos Aires
Directora: Dra. Susana Finquelievich
Ciudad de Buenos Aires
2017
1
AGRADECIMIENTOS
A mi familia, toda, por estimular el pensamiento crítico como una forma de vida y por reconocer la
utilidad de la investigación científica. Si los que te quieren, confían en vos, todo es mucho más
sencillo.
A mi compañera y gran amor, Ale, por soportar tiempos de ausencia y humores varios. Por
reconocer el valor del trabajo realizado y por brindarme el cariño necesario para superar con éxitos
los obstáculos que se me presentaron, y compartir la alegría de la tarea realizada.
A Susana Finquelievich, a quien considero no sólo mi directora, sino también una gran amiga,
consejera, y la responsable de abrirme la puerta de entrada al turbulento pero fascinante mundo de
la investigación. También por enseñarme con el ejemplo, y por brindarme apoyo en todo momento,
aún cuando las dudas se apoderan de uno. Tampoco quiero dejar de mencionar la dedicación,
paciencia y cariño para enseñarme a redactar no una, sino dos tesis y no morir en el intento.
A mis compañeros de oficina, Ulises Girolimo, Belen Odena, y tantos otros que pasaron alguna vez
a tomar unos mates, sin ellos, esta tarea sería demasiado solitaria y aburrida. De los compañeros
se aprende todos los días, y son ellos los que nos ayudan a escribir, reflexionar, e investigar mejor.
Al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) por permitirme dedicar
el tiempo necesario para realizar este trabajo y transitar con dignidad ese camino. Me llena de
orgullo y responsabilidad formar parte de este selecto grupo de investigadores que trabaja día a día
para producir conocimiento útil para el desarrollo del país. En tiempos de incertidumbre y
preocupación, refuerzó mi compromiso y convicción con la ciencia argentina, más alla de los
obstáculos que se presenten.
Y a todos los que, desde algún lugar del planeta, han contribuido a que mi tesis se finalice: amigos,
escritores, periodistas, colegas, docentes, familiares, etc.
Gracias
2
Resumen
La tesis investiga los procesos de innovación socio-tecnológica en áreas urbanas de tamaño
intermedio, por medio del estudio de caso del sector del Software y los Servicios Informáticos (SSI)
en la ciudad de La Plata. Se considera el periodo 2004-2016, en el cual se registró un crecimiento
pronunciado en la cantidad de empresas de diversos tamaños pertenecientes al sector SSI
radicadas en la ciudad; un rol activo por parte de los centros de investigación de la Facultad de
Informática de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en el campo del desarrollo de software y
las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC); así como también la implementación de
políticas públicas en los diferentes niveles territoriales (Nación, Provincia y Municipio) dirigidas al
sector.
El crecimiento y consolidación del sector SSI en la ciudad se enmarca en un contexto general de
avance del desarrollo del Capitalismo Informacional (CI) a nivel mundial, regional y local. El proceso
de reestructuración capitalista iniciado a fines de la década del setenta, la crisis del modo industrial
de desarrollo y del Estado de Bienestar constituyen fenómenos globales, pero que requieren ser
analizados localmente en cada uno de los territorios donde se expresan. Esta tesis pretende
construir una radiografía, aunque sea parcial, del modo de desarrollo informacional en su versión
argentina, a través del estudio de caso de una ciudad paradigmática.
La investigación analiza las tensiones y obstáculos encontrados para constituir una red de
innovación en el sector SSI de La Plata: divergencia de intereses, ausencia de un “proyecto
común”, tensiones entre actores sociales, y una marcada debilidad institucional que dificulta la
creación de sinergias entre los mismos. Asimismo, estudia el protagonismo que ejercen algunos
actores individuales y la red de vínculos personales constituida por ellos, que permite sortear
algunos obstáculos en el proceso de innovación socio-tecnológica estudiado.
El estudio describe también las políticas públicas de innovación socio-tecnológica implementadas
en la ciudad, y analiza sus impactos sobre el territorio. Con el cambio de gestión gubernamental
ocurrido en 2015, se registró una alineación entre los distintos niveles territoriales de gobierno
hacia una perspectiva favorable al sector privado con un enfoque orientado al emprendedorismo en
detrimento al financiamiento del sistema científico- tecnológico y la transferencia tecnológica al
sector productivo industrial.
Por último, la tesis se propone explorar los factores que favorecen u obstaculizan los procesos de
innovación socio-tecnológica en entornos urbanos de tamaño intermedio, así como también
dilucidar su impacto en el desarrollo económico, espacial y social de los territorios. Las
características del entorno urbano, así como también el rol que ejerce la Universidad Nacional de
La Plata (UNLP), son factores condicionantes del proceso de innovación socio-tecnológica en la
ciudad en términos de: retención de masa crítica, formación de capital social y humano, fomento de
una cultura emprendedora, etc. Los interrogantes que recorren de forma permanente la tesis
plantean: ¿De qué modo se relaciona el proceso de innovación socio-tecnológica en el sector del
SSI con la dinámica de desarrollo territorial? ¿Qué impactos ejerce este proceso sobre el espacio
físico y social urbano?
3
Abstract
The thesis analyzes the socio-technical innovation processes in middle urban areas trought a case
study of Software and Informatic Services (SIS) sector in La Plata city. It been considered 20042016 period, whereby it had been registered an stronger growth in the number of SIS enterprises in
many varying sizes, located in the city; an active role from research institutes of Informatic Faculty
of La Plata National University in the field of ICT and software development; as well as the
implementation of public policies in different territorial levels (nation, province, and town) aimed to
the sector.
The growth and consolidation of the SIS sector in the city is part of a general context of progress in
the development of Informational Capitalism (CI) at a global, regional and local level. The process of
capitalist reconstruction initiated at the end of the 1970s, the crisis of the industrial development
mode and the Welfare State are global issues, but they need to be analyzed locally in each of the
territories where they are expressed. This thesis aims to construct an x-ray, albeit partially, of the
informational development mode in its Argentine version, through the case study of a paradigmatic
city.
The research analyzes the tensions and obstacles devised to constitute an innovation network in
the SIS sector of La Plata: divergence of interests, absence of a "common project", tensions
between social actors, and a sharp institutional weakness that hinders the creation of synergies
between them. Likewise, it studies the protagonism exercised by some individual actors and the
personal links network constituted by them, which allows us to overcome some obstacles in the
socio-technological innovation process studied.
The study also describes the public policies of socio-technological innovation implemented in the
city, and analyzes their impacts on the territory. With the change of government management
occurred in 2015, there was an alignment between the different government territorial levels towards
a favorable outlook to the private sector with an approach oriented to entrepreneurship at the
expense of the financing of the scientific-technological system and the technological transfer to the
industrial productive sector.
Finally, the thesis aims to explore the factors that favor or hinder socio-technological innovation
processes in medium-sized urban environments, as well as elucidate their impact on the economic,
spatial and social development of the territories. The characteristics of the urban environment, as
well as the role played by the National University of La Plata (UNLP), are conditioning factors of the
process of socio-technological innovation in the city in terms of: retention of critical mass, formation
of social and human capital, fostering an entrepreneurial culture, etc. The questions that run through
the thesis permanently pose: How does the process of socio-technological innovation in the SIS
sector relate to the dynamics of territorial development? What impacts does this process have on
the urban physical and social space?
4
Índice
1. Introducción
9
2. MARCO TEÓRICO Y HERRAMIENTAS CONCEPTUALES
17
2.1. El informacionalismo en perspectiva
17
2.1.1. El modo de desarrollo informacional: entre el proceso de reestructuración capitalista y el nuevo
paradigma tecnológico
2.1.2. La tesis del capitalismo cognitivo.
2.1.3. El informacionalismo en países periféricos.
2.2. Procesos de innovación socio-tecnológica en ciudades intermedias: redes, actores y políticas
públicas
23
2.2.1. Redes de conocimiento e innovación
2.2.2. El rol del Estado en la innovación
2.3. Una mirada urbano-territorial de la innovación
27
2.3.1. El rol de las ciudades en los procesos de innovación socio-tecnológica
2.3.2. El impacto de los procesos de innovación socio-tecnológica en el espacio físico y social de las
ciudades
2.4. Lo global y lo local en tensión
2.4.1. La dialéctica de lo global y lo local
2.4.2. Los efectos de la globalización sobre los territorios
31
2.5. El sector SSI: algo más que BITS
2.5.1. Los Bienes Informacionales
2.5.2. Origen del sector del Software y Servicios Informáticos (SSI)
2.5.3. Hacía una clasificación del sector SSI
34
3. ESTRATEGIA METODOLÓGICA
39
3.1. Contexto de la investigación
3.2. ¿Por qué un estudio de caso?
3.3. ¿Por qué la ciudad de La Plata?
3.4. Los actores locales de la innovación
3.5. Principales hipótesis
PRIMERA PARTE: EL MODO DE DESARROLLO INFORMACIONAL
Capítulo 1. El proceso de reestructuración capitalista y el nacimiento del informacionalismo
55
1.1. La crisis del modo de desarrollo industrial y del Estado de Bienestar (EB)
1.1.1. Una propuesta analítica para el abordaje del modo de desarrollo informacional
1.1.2. Los inicios del Industrialismo
1.1.3. Definir al Industrialismo
1.1.4. El industrialismo de bienestar
1.1.5. El paradigma tecno-productivo taylorista-fordista
1.1.6. La decadencia del industrialismo
1.2. El nuevo paradigma socio-tecnológico
1.2.1. Tecnología y Sociedad: una relación dialógica
1.2.2. La revolución TIC como revolución tecnológica
1.2.3. Características centrales del nuevo paradigma
69
5
1.3 La revolución TIC y su centro precursor: Silicon Valley
1.3.1. Silicon Valley: un verdadero oasis en el desierto
1.3.2. Las principales innovaciones
75
1.4. Transformaciones socio-organizativas: la empresa red
1.4.1. La empresa red
1.4.2. El caso de Nokia
78
Capítulo 2. El Informacionalismo en los países periféricos
86
2.1. Los agujeros negros del Capitalismo Informacional
2.1.1. La noción de “agujeros negros”
2.1.2. La distribución geográfica de la riqueza, pobreza y desigualdad
2.1.3. La nueva división internacional del trabajo
2.1.4. El informacionalismo en América Latina
2.2. Nueva geografía de centros y márgenes: ciudades globales y periféricas
97
2.2.1. Ciudades globales de la periferia
2.2.2. Ciudades latinoamericanas: desigualdades estructurales y nuevas dinámicas de exclusión socioespacial
2.3. Informacionalismo y desarrollo
2.3.1. Informacionalismo y desarrollo: un cruce necesario
2.3.2. Silicon Valley y Finlandia: dos modelos contrapuestos
2.3.3. Neodesarrollismo e informacionalismo en América Latina
101
2.4. El modo de desarrollo informacional en Argentina
2.4.1. Neodesarrollismo e informacionalismo en la Argentina post-neoliberal
2.4.2. El desarrollo científico-tecnológico argentino entre 2004-2015
2.4.3. El crecimiento del sector SSI en el país durante el periodo 2004-2015
2.4.4. La reducción de la brecha socio-tecnológica de acceso a las TIC entre el periodo 2004-2015
111
SEGUNDA PARTE: INNOVACIÓN SOCIO-TECNOLÓGICA EN CIUDADES INTERMEDIAS
Capítulo 3. El rol de las ciudades y los territorios en la Innovación
126
3.1. Localizar la innovación
3.1.1. Las ciudades como espacio predilecto de la innovación socio-tecnológica
3.1.2. La innovación como producto urbano
3.1.3. Las ciudades como espacios de desarrollo
3.1.4. Las ciudades como sistemas territoriales de innovación
3.2. Tecnópolis, ciudades globales y el nuevo rol de las ciudades intermedias
3.2.1. Las tecnópolis: ¿Complejos industriales del siglo XXI?
3.2.2. Megaciudades, ciudades globales y ciudades-región
3.2.3. El rol de las ciudades intermedias: ¿nuevos núcleos de desarrollo?
3.2.4. Las ciudades intermedias como sistemas locales de innovación
136
3.3. El impacto de la innovación socio-tecnológica en las ciudades
3.3.1. Ciudades y TIC: el mito de las Ciudades inteligentes
142
6
3.3.2. La transformación del espacio urbano en los países latinoamericanos: entre la globalización y el
informacionalismo
3.3.3. Transformaciones en el espacio físico y social de las ciudades
3.3.4. Equipamiento urbano de uso colectivo: espacio público e innovación socio-tecnológica
3.4. La relación entre el tamaño poblacional de las ciudades y los procesos de innovación sociotecnológica
152
3.4.1. El tamaño de las ciudades y su relación con los procesos de innovación
Capítulo 4. Innovación y Políticas Públicas
156
4.1. El rol del Estado en la innovación
4.1.1. El Estado como actor social específico y la especificidad del rol del Estado
4.1.2. El Estado emprendedor
4.1.3. Una tipología del rol del Estado en la innovación
4.2. Hacia una tipología de políticas públicas de innovación socio-tecnológica
167
4.2.1. La importancia de contar con una tipología de políticas públicas de innovación socio-tecnológica
4.2.2. El “objeto” de las políticas
4.2.3. Los “tipos de políticas”, “objetivos” e “instrumentos”
4.3. Políticas públicas de innovación socio-tecnológica en Argentina
4.3.1. Las políticas nacionales de innovación socio-tecnológica
4.3.2. El Plan Argentina Innovadora 2020
4.3.3. Las políticas de la Provincia de Buenos Aires
4.3.4. Del discurso a la ideología emprendedorista
173
4.4. ¿Políticas públicas de innovación socio-tecnológica para el territorio?
4.4.1. Innovación y territorio: no todo lo que brilla es oro
4.4.2. El peligro del archipiélago
4.4.3. Bottom up vs Top down
189
TERCERA PARTE: PROCESOS DE INNOVACIÓN SOCIO-TECNOLÓGICA EN LA CIUDAD DE LA PLATA
Capítulo 5. La Plata: ¿ciudad del conocimiento?
197
5.1. La ciudad: historia y contexto actual
5.1.1. El origen de una “ciudad moderna”
5.1.2. La conformación de una ciudad universitaria
5.1.3. ¿Ciudad del Conocimiento? ¿Ciudad del futuro?
5.2. El medio local
5.2.1. Matriz productiva diversificada
5.2.2. El dinamismo del sector SSI local
204
5.3. Un mapa de actores locales de la innovación
5.3.1. La estructura de actores locales
5.3.2. El mapa de actores locales
210
5.4. El rol de la ciudad en el Sistema Nacional y Provincial de Innovación
5.4.1. Sistemas Nacionales y regionales de Innovación: una aproximación teórica
5.4.2. Algunas consideraciones sobre el SNI argentino: ¿Sistemas sectoriales?
5.4.3. La Plata: nodo del Sistema Metropolitano de Innovación de Buenos Aires
5.4.4. La Plata: ¿Sistema Local de Innovación?
215
Capítuo 6. El sector del Software y los Servicios Informáticos (SSI)
230
7
6.1. Clasificación del sector SSI
6.1.1. El sector informacional (SI): un primer recorte
6.1.2. El SI en Argentina: la gallina de los huevos de oro
6.1.3. El sector SSI considerado en este estudio
6.2. El SSI local: breve historia
6.2.1. Los inicios de la computación en Argentina
6.2.2. Las primeras empresas del sector SSI local
6.2.3. El surgimiento del DILP
236
6.3. Microempresas, Pymes y empresas grandes
6.3.1. Las empresas SSI situadas en el territorio
6.3.2. Microempresas: lo que importa es el proyecto
6.3.3. Pymes: las grandes beneficiarias de las políticas
6.3.4. Empresas grandes: productivas, competitivas e intensivas en conocimiento
246
6.4. Multinacionales y Unicornios
6.4.1. ¿Qué son los Unicornios?
6.4.2. El caso de Globant
6.4.3. Globant La Plata
258
Capítulo 7. Redes, actores y políticas públicas
264
7.1. Los actores locales y sus interacciones
7.1.1. Los actores locales
7.1.2. El sistema de interacciones
7.1.3. Red de innovación en la Ciudad de La Plata: el caso SSI
7.1.4. Nodos problemáticos
7.2. Traductores, enlaces, programadores, y embajadores
7.2.1. La definición de roles
284
7.3. El rol del gobierno local
7.3.1. Las políticas nacionales y provinciales
7.3.2. Las políticas locales
7.3.3. El rol del gobierno local
7.3.4. El cambio de gobierno
290
7.4. Los desafíos de cara al futuro
302
8. Conclusiones
304
Bibliografía
318
8
1.
Introducción
La crisis del Estado y las políticas de bienestar, y el agotamiento del modo de desarrollo industrial,
favorecieron la conformación de un nuevo modelo de acumulación capitalista, caracterizado por la
interacción entre el nuevo paradigma tecnológico sustentado en las Tecnologías de Información y
Comunicación (TIC) y las transformaciones socio-organizativas derivadas del proceso de
reestructuración capitalista iniciado a partir de la crisis de 1973 (Castells, 1995, 2001; Bauman,
2000; Falero, 2012; Sennett, 2000).
Diversos autores utilizan distintos términos para referir a esta etapa: Sociedad de la Información
(OECD, 1975; Castells y Himanen, 2002, Crovi Druetta, 2004), Sociedad del Conocimiento
(Drucker, 1994; UNESCO, 2005; Finquelievich, 2014, 2016), Sociedad Red (Castells, 2002;
Artopoulos, 2016) y Capitalismo Informacional o Cognitivo (Boutang, 1999; Rullani, 2000; Corsani,
2001; Zukerfeld, 2007, 2010; Miguez, 2012, 2016). El término Capitalismo Informacional (CI) es, tal
vez, el que mejor describe este proceso, ya que permite precisar la distinción entre modo de
producción (capitalista) y modo de desarrollo (informacional).
El proceso de reestructuración capitalista puede ser entendido como el proceso de conformación
de lo que Chomsky (1996:37) denomina: “(...) Capitalismo transnacional corporativo (...)”. Este
proceso globalizador del capital fue posible, gracias al: “(...) desarrollo de las tecnologías de
comunicación y transporte (...)” lo que “(...) proporcionó a los procesos de producción una movilidad
y flexibilidad geográfica, nunca antes visto en la historia (...)” (Dietrich, 1996:56). De Mattos
(2010:82) sostiene que se configuró: “(...) una nueva fase de modernización capitalista (...)” basada
en la: “(...) ampliación geográfica de un espacio de acumulación (...)”.
Castells (1995) señala que existen factores tanto organizativos como tecnológicos que hicieron
posible el paso del industrialismo al informacionalismo. Por un lado, las TIC permitieron incrementar
la productividad, descentralizar la producción, automatizar los procesos, y proveer la infraestructura
material que hizo posible la internacionalización de los procesos productivos. Por otro lado, se
generaron transformaciones de carácter organizativo: concentración de los procesos de generación
de conocimiento y toma de decisiones en pequeños sectores empresarios; flexibilización del
sistema organización social y productiva; y el desarrollo de redes descentralizadas en torno a la
producción, comercialización y consumo.
La economía global informacional generó, según la visión de Sassen (2007:143): “(...) una nueva
geografía de la centralidad y la marginalidad (...)”. El auge del sector informático y las finanzas
globales constituyeron un nuevo régimen económico, donde las actividades industriales y de poco
valor agregado van quedando marginadas. La reestructuración capitalista tuvo impacto en la
configuración socio-espacial, dando lugar a lo que Sassen denomina “ciudades globales” como los
espacios urbano-territoriales privilegiados en donde se ha insertado y consolidado en el nuevo
modo de desarrollo informacional. Castells (2001:371) sostiene: “las redes de capital, trabajo,
información, y mercados enlazaron, mediante la tecnología, las funciones, las personas y las
localidades valiosas del mundo, a la vez que desconectaban de sus redes a aquellas poblaciones y
territorios desprovistos de valor e interés para la dinámica del capitalismo global”.
9
En esta nueva geografía de centros y márgenes, Sassen (1991:375) plantea: “(...) mucho del nuevo
crecimiento descansa en el declive de lo que eran los sectores dominantes de la economía
nacional, en especial las ramas claves de la industria que eran la fuerza dominante en la economía
nacional, y promovían la formación y expansión de una fuerte clase media (...)”. El proceso de
reestructuración del capitalismo, el avance del modo de desarrollo informacional, la agudización de
la globalización no sólo incrementó las desigualdades entre regiones, ciudades, y países, sino que
también generó una mayor polarización entre grupos sociales que se expresa en: “(...) la expansión
de un nuevo estrato de altos ingresos, junto a una creciente pobreza urbana (...)” (Sassen,
1991:384).
La concentración de la producción y la comercialización en unos pocos centros ocurre a nivel
internacional, y se expresa a nivel interno en cada uno de los países1. Tanto Sassen como Castells
plantean que a pesar de la descentralización geográfica de ciertas actividades económicas -que no
impide su integración en el sistema- las funciones principales de comando, control y gestión se
concentran en determinadas empresas y mercados. Esto se debe en parte a que si bien la
información -en forma de datos- hoy se encuentra disponible y accesible a partir de la revolución
digital, una parte de la información- la que no es posible estandarizar- requiere de cierta: “(...)
infraestructura social necesaria para la conectividad global (...)” (Sassen, 2001:191). Esta
combinación de saberes técnicos con saberes sociales se encuentra principalmente en los grandes
centros financieros y en las ciudades globales. Como señala Castells (2001:377): “(...) las redes
financieras globales son el centro nervioso del capitalismo informacional (...)”.
Por otra parte, otros autores como Pablo Míguez (2012, 2016) y Mariano Zukerfeld (2008, 2010)
utilizan el término “Capitalismo Cognitivo” (Boutang, 1999; Rullani, 2000; Corsani, 2003; Varcellone,
2013). Zukerfeld (2008:57) lo define como: “(...) la etapa del modo de producción capitalista signada
por la contradicción entre relaciones sociales de producción orientadas a realizar los tres tipos de
bienes informacionales como mercancías, y el grado de desarrollo de las fuerzas productivas
asociado a la ontología replicable de la información digital, que amenaza el estatus mercantil de
esos bienes (...)”. Para poder comprender esta definición, hace falta entender el significado de los
términos: bienes informacionales (BI) e información digital (ID). La ID es definida como: “(...) un
conocimiento instrumental codificado binariamente mediante señales eléctricas de encendidoapagado (...)”. Mientras que los BI refieren a: “(...) bienes obtenidos en procesos cuya función de
producción está signada por un importante peso relativo de los gastos (en capital o trabajo) en la
generación de o el acceso a la ID (...)” (Zukerfeld, 2008:56)
Una de las características centrales del proceso de reestructuración capitalista es que la
replicabilidad de la ID casi que no tiene costo alguno (Zukerfeld, 2010; Rifkin, 2002, 2014). Los BI
utilizan como insumo fundamental la ID. Zukerfeld (2008) agrupa a los BI en tres grupos
diferenciados: a) los que están compuestos puramente de ID (software, música, imágenes, textos,
etc.); b) los que procesan, transmiten o almacenan ID (chips, computadoras, etc.); c) aquéllos en
los que la ID es su insumo decisivo (industria farmacéutica, aplicaciones vegetales o animales de la
1
Estas asimetrías entre regiones y países, se reproducen al interior de cada uno de los territorios. La relación entre lo
“global” y lo “local” puede analizarse a partir de la compresión de estos procesos sociales, económicos y políticos que
muchas veces constituyen lo que Sassen (2007) denomina “zonas de ausencia”. Los estudios sobre globalización se
concentran en los grandes movimientos financieros, los impactos urbano-espaciales de una nuevo modelo de
acumulación capitalista centrado en las tecnologías de información y comunicación, y dejan de lado la
transnacionalización de otros procesos sociales y económicos, como por ejemplo, los movimientos migratorios
transterritoriales.
10
genética, etc.). El modelo de acumulación capitalista actual le otorga a los BI un lugar destacado en
la producción, intercambio, comercialización, y consumo.
Los procesos de innovación socio-tecnológica pueden ser analizados desde diversas ópticas.
Algunos estudios enfatizan las capacidades tecnológicas desarrolladas por las empresas,
otorgándolo un rol destacado al sector privado emprendedor (Artopoulos, 2015; Anderson, Covin y
Slevin, 2009; Gross, 2005; Drucker, 1985); otros resaltan el papel de las universidades y/o centros
de investigación, planteando que la investigación básica es el motor principal de la innovación
(Brooks, 1986; Geuna, 1999); otros estudios, en sintonía con perspectivas sistémicas y no lineales
de la innovación (Casas y Luna, 2001; Edquist, 1997; Lundvall y Johnson, 1994; López y Lugones,
1998; Albornoz, 2009; Yoguel, 2006; Chudnovsky, López y Pupato, 2006) consideran fundamental
caracterizar, analizar y problematizar el sistema de interacciones entre los actores sociales de
innovación (empresas de diverso tamaño, universidades y/o centros de investigación, gobierno
local y asociaciones de la sociedad civil) presentes en el territorio, y analizar su impacto en los
procesos de innovación socio-tecnológica.
Esta tesis pretende inscribirse dentro del tercer campo de investigación, al considerar los análisis
sistémicos, centrados en las interacciones entre los diversos actores sociales de la innovación,
presentes en el territorio, y los sistemas de innovación construido por ellos, como la herramienta
analítica más adecuada para comprender los procesos de innovación socio-tecnológica en
ciudades intermedias de la periferia. El enfoque sistémico, señala que: “(…) la generación, uso y
difusión del conocimiento y la tecnología requieren necesariamente el acompañamiento de una
generación de instituciones en el marco de la cual ese conocimiento y esa tecnología puedan
desarrollarse (…)” (Erbes, Katz, y Suárez, 2016:48). Arocena y Sutz (2016:78) aclaran que: “(…)
los propios sistemas nacionales de innovación (sni), entendidos como el conjunto de actores e
instituciones y sus interacciones que propician la innovación y su difusión a nivel de una nación,
están muy lejos de cualquier hipótesis de paradigma único (…)”.
Siguiendo esta línea de los enfoques sistémicos y no lineales de la innovación, resulta pertinente
remarcar tres aspectos que no pueden desconocerse a la hora de profundizar el análisis de los
procesos de innovación socio-tecnológica en ciudades intermedias periféricas: a) no existe
posibilidad de construir sistemas de innovación, en distintas escalas, sin reforzar las relaciones
entre diversos actores sociales (empresas, universidades y/o centros de investigación, gobiernos
locales, comunidades, etc.); b) estos requieren de políticas públicas específicas, sostenidas en el
tiempo y un rol activo del Estado; c) su desarrollo no se encuentra exento de conflicto, tanto entre
actores sociales e instituciones, como entre grupos sociales, regiones, ciudades, y países (Arocena
y Sutz, 2016).
En el modo de desarrollo informacional: “(...) la principal fuente de productividad es la capacidad
cualitativa para optimizar la combinación y el uso de los factores de producción basándose en el
conocimiento y la información (...)” (Castells, 2001:32). Desde fines de la década del noventa
surgieron una importante cantidad de estudios que analizaron la dimensión urbana del
informacionalismo (Harvey, 1989; Castells y Hall, 1994; Sassen, 2001, 2007; Graham y Marvin,
2001; Castells y Himanen, 2002; 2014, Finquelievich, 2016). Sin embargo, en su mayoría, se
enfocaron en las grandes regiones urbanas, principalmente de los países centrales. Las ciudades
intermedias –en países de la periferia capitalista como Argentina- no fueron estudiadas en
profundidad.
11
Las ciudades, entendidas como espacio físico donde se materializan los procesos de producción y
sus estructuras económico-sociales, han sido por excelencia el espacio en el cual se sitúan las
grandes innovaciones socio-tecnológicas2. Tanto en el industrialismo como en el
informacionalismo, las ciudades ocupan esta posición de soporte material y simbólico de grandes
transformaciones económicas, sociales, culturales, políticas, tecnológicas, etc. Como sostiene
Singer (1975:39) “(...) la Revolución industrial tuvo por escenario, desde el principio, el área urbana
(....)”. Mumford (1961, Edición 2012:11) añade: “La fábrica se convirtió en el núcleo del nuevo
organismo urbano”.
Al repasar la historia de la formación de las ciudades entre los años 10.000 AC y 2000 AC, se
observa que uno de los requisitos para la producción de innovaciones es, además de la circulación
de ideas e información, su conservación como conocimiento para poder construir, sobre esa masa
crítica, conocimientos mayores y más innovadores. En aquellas ciudades las ideas comenzaron a
difundirse y a ser conservadas por vía oral, escrita, y/o por medio de imágenes para las futuras
generaciones. Esto no significa que los habitantes urbanos se volvieran más inteligentes o
creativos. Simplemente, aumenta el número de personas que podría producir nuevas ideas o
aprovechar ideas en circulación. No se trata aquí, como expresa Johnson (2010), de la sabiduría de
las masas, sino de la inteligencia de alguien en la masa que podría difundirse, concretarse, y
generar más y mejores innovaciones en las redes urbanas (Finquelievich, Feldman, y Fischnaller,
2014)
Para estudiar los procesos de innovación socio-tecnológica es indispensable adentrarse al estudio
de las ciudades en tanto espacio de producción, circulación, difusión, y adopción de conocimiento.
Sassen (2007) señala que una de las ventajas de la densidad urbana es que trae consigo
mercados de trabajo, redes de firmas, información sobre los últimos desarrollos, mercados
diversos, etc. Si bien las TIC podrían haber neutralizado las ventajas de la centralidad y la
densidad, al carecer de importancia la ubicación de una firma o un profesional, en los hechos, no
han eliminado tales ventajas, y por tanto persiste el rol distintivo de las ciudades para las firmas
globales líderes.
Las ciudades intermedias- analizadas cada vez menos por su tamaño en términos poblacionales y
cada vez más por el rol ejercido en términos de intermediación entre estructuras urbanas mayores
y menores (Jordan y Simioni, 1998; Gudiño, 2012)- pueden constituir sistemas territoriales de
innovación y cobrar una importancia relevante en los sistemas nacionales de innovación, en tanto
favorecen la configuración de redes de conocimiento entre actores de la innovación como
gobiernos locales, empresas, universidades y centros de investigación, así como también
organizaciones de la sociedad civil. El desarrollo del informacionalismo en este tipo de territorios,
pone de manifiesto la tensión- inherente al CI- entre lo global y lo local, y las diversas estrategias
de desarrollo territorial implementadas que se encuentran condicionadas por un marco general de
estructuras y redes globales en las que se inscriben (Arocena, 2000; Boiser, 2012; Vásquez
Barquero, 2000; Borja y Castells, 1998; Alburquerque, 2004; Pírez, 2014).
Michael Gurstein (2003) plantea que el aliento a la innovación se vuelve una prioridad política
central para las ciudades y regiones. El modelo de innovación, si bien está fuertemente ligado a los
2
Pírez (2014) propone analizar a las ciudades según tres dimensiones. Por un lado, como soporte material: suelo,
infraestructura, servicios, etc. Luego, como unidad de reproducción económica: espacio predilecto donde se organiza la
producción, comercialización y consumo. Por último, como instancia que condensa relaciones de poder y formas
culturales múltiples de pertenencia. Por esta razón, el autor señala que la ciudades incluyen/excluyen.
12
proyectos nacionales, provinciales y locales, no es necesariamente un modelo originado por el
Estado central, ‘desde arriba hacia abajo’, sino que puede ser considerado como basado en las
comunidades locales, en su red de actores sociales, o como construido desde abajo hacia arriba.
La dimensión socio-política cobra una importante relevancia: “la ciudad son sus interacciones”
(Zubero; 2012).
En la ciudad de La Plata, desde el año 2004, ha crecido de manera sostenida el sector dedicado a
la producción de Software y Servicios Informáticos (SSI). Más de 30 empresas de diverso tamaño
(Pymes, micro emprendimientos, y empresas grandes) se han agrupado en el Distrito Informático
del Gran La Plata (DILP, actualmente Polo IT), uno de los mayores clústeres de empresas del
sector en la Provincia de Buenos Aires; se han creado incubadoras de empresas tecnológicas tanto
del ámbito público como privado; y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), a través de
distintos institutos de investigación pertenecientes a la Facultad de Informática, ha desempeñado
un rol activo y protagónico en el campo de la investigación sobre desarrollo de software y TIC.
La investigación se propone dos objetivos fundamentales:
a) Analizar los procesos de innovación socio-tecnológica en áreas urbanas de tamaño intermedio,
por medio del estudio de caso del Sector del Software y los Servicios Informáticos (SSI) en la
ciudad de La Plata. Se trata de caracterizar, describir y analizar el desarrollo del Capitalismo
Informacional (CI) en el país, la provincia y en la ciudad seleccionada. La particularidad de la región
a la cual Argentina pertenece, radica en que se ha incorporado a la dinámica global del CI, pero
desde la posición de histórica dependencia y subordinación a los centros hegemónicos de poder, lo
que en la práctica se traduce en: dependencia tecnológica, déficit de inversión pública para el
sector de CyT, baja inversión en I+D del sector privado, poca o nula sinergia entre instituciones y
actores de la innovación (Universidades y/o centros de investigación, empresas, gobiernos locales,
etc.) (Finquelievich, 2011; CEPAL, 2008; Thomas y Kreimer, 2004; Dussel, 2014; Sutz, 2014;
Falero, 2012).
b) Caracterizar a los actores de la innovación (universidades activas en investigación, empresas de
tecnología avanzada de diverso tamaño, parques o polos tecnológicos, y el gobierno local)
presentes en la ciudad y analizar la formación y desarrollo de redes entre los mismos. En línea con
los estudios de Casas y Luna (2001), el análisis del sistema de interacciones entre los actores
sociales de la innovación presentes en el territorio permite comprender el impacto de estas redes
en los procesos de innovación socio-tecnológica, y su vínculo con las dinámicas de desarrollo
territorial.
La tesis se organiza en tres secciones. La primera parte elabora un abordaje teórico respecto al
desarrollo del Capitalismo Informacional (CI) en el marco de la crisis del modo de desarrollo
industrial y del Estado de Bienestar, con énfasis en el contexto latinoamericano en el cual se
inscribe Argentina. En esta sección se describen las transformaciones en el modo de desarrollo,
paradigma tecno-productivo, orden económico internacional, y tipo de Estado que dieron lugar al
desarrollo del informacionalismo. Se analiza el nuevo paradigma tecnológico con base en la
revolución de las TIC que se desenvuelve en paralelo al proceso de reestructuración capitalista
señalado.
13
La interacción entre los cambios tecnológicos y las transformaciones en la estructura social y el
modo de desarrollo se expresan en la configuración de un nuevo paradigma socio-tecnológico. Este
nuevo paradigma se originó a fines de la década del setenta en los Estados Unidos. El nuevo
paradigma socio-tecnológico se sustenta en las TIC como insumo fundamental de la producción, en
detrimento de la energía barata que constituye el insumo principal del modo de desarrollo industrial
(Castells, 1995, 2001; Artopoulos, 2016; Finquelievich, 2016; Zukerfeld, 2010).
El desarrollo del nuevo paradigma socio-tecnológico vino acompañado por una transformación en
la “lógica organizativa” de la producción, distribución y consumo. Esta nueva “lógica organizativa”
se materializó en nuevas trayectorias socio-organizativas que reflejaban los grandes cambios
tecno-económicos generados a partir de la década del setenta. El proceso de desarrollo de la
empresa red constituye la forma organizativa dominante en el Capitalismo Informacional en
contraposición a las organizaciones de la producción verticales propias del industrialismo (Castells,
2001; Castells y Himanen, 2002, 2014; Artopoulos, 2016).
El crecimiento y consolidación del sector SSI en la ciudad de La Plata se enmarca en un contexto
general de avance del desarrollo del Capitalismo Informacional (CI) a nivel mundial, regional y local.
El proceso de reestructuración capitalista iniciado a fines de la década del setenta, la crisis del
modo industrial de desarrollo y del Estado de Bienestar constituyen fenómenos globales, pero que
requieren ser analizados localmente en cada uno de los territorios donde se expresan. Esta tesis
pretende construir una radiografía, aunque sea parcial, del modo de desarrollo informacional en su
versión argentina, a través del estudio de caso de una ciudad paradigmática respecto al desarrollo
informacional en Argentina, como es la ciudad de La Plata.
Como señala Sztulwark (2005:9) en referencia al modo en que se desarrolla el informacionalismo
en los países periféricos, y la forma en que estos se insertan en el CI: “(…) pareciera estar
constituyéndose una nueva división internacional del trabajo, ya no como en el pasado, en torno de
la producción industrial de bienes duraderos frente a la especialización de bienes primarios o de
escasa elaboración, sino en función de quienes desarrollan bienes inmateriales y quienes les dan
su soporte físico (…)”. Por eso, señala, en acuerdo con el planteo de Vercellone (2004) que: “(…) la
competitividad de un territorio depende cada vez más del stock de trabajo intelectual movilizado de
manera cooperativa, en el marco de procesos de relocalización de actividades productivas que,
desde la crisis del fordismo, fueron objeto de una descentralización productiva hacia los países de
bajos salarios (…)”.
La segunda sección analiza la relación entre los procesos de innovación socio-tecnológica y las
ciudades como espacios físicos y sociales en los cuales se desarrollan estos procesos. Se
destacan tres elementos fundamentales de análisis:
a) El rol de las ciudades intermedias en los Sistemas Nacionales y Provinciales de Innovación;
b) La relación entre el tamaño de la ciudad y los procesos de innovación socio-tecnológica;
c) El impacto de los procesos de innovación socio-tecnológica sobre el espacio físico y social de las
ciudades.
14
El último capítulo de esta sección describe las políticas públicas de innovación socio-tecnológica
implementadas en Argentina y en la Provincia de Buenos Aires. Se considera como un factor
fundamental de estudio el impacto del cambio de gestión gubernamental registrado a partir del
2015 en los tres niveles territoriales.
Resulta fundamental analizar el rol de las ciudades en el desarrollo del Capitalismo Informacional
(CI). Es necesario caracterizar con mayor precisión el rol de las Tecnópolis (Hall y Castells, 1994)
en los inicios del informacionalismo, el desarrollo de lo que Sassen (2001, 2007) llama “ciudades
globales” en sintonía con el avance de la globalización neoliberal, y el nuevo rol que ocupan las
ciudades intermedias en los sistemas nacionales y provinciales de innovación como nodos que
enlazan estructuras socio-productivas mayores con estructura menores.
Las ciudades, además de ser el espacio privilegiado de las innovaciones socio-tecnológicas,
pueden constituirse en medios innovadores y conformar sistemas locales de innovación. Las
diferencias entre estos sistemas locales de innovación se explican no sólo por el tamaño y
extensión, sino por las características específicas de los actores productivos y sociales que forman
parte de los mismos (actividades productivas, presencia de Pymes o emprendedores tecnológicos,
interacciones entre universidades, empresas y gobierno local, etc.), así como las políticas públicas
de innovación socio-tecnológicas implementadas y su vínculo con las estrategias de desarrollo
territorial.
Para poder analizar los procesos de innovación socio-tecnológica, resulta imprescindible dilucidar
el rol que ocupa el Estado como un actor clave en estos procesos. Es necesario profundizar en los
recursos con los que cuenta el Estado, de qué modo puede, en tanto actor, articular las partes, y
orientar los procesos de innovación socio-tecnológica hacia el desarrollo económico y social de los
territorios. Esta tesis presenta una tipología del rol del Estado en la innovación con base en tres
categorías: a) Estado garante; b) Estado incubadora; c) Estado dinamizador. Esta investigación
señala que las políticas públicas de innovación socio-tecnológica se encuentran fuertemente
condicionadas por la valoración que se tiene respecto al rol del Estado en estos procesos.
Por último, la tesis aborda el estudio de caso del Sector SSI de la ciudad de La Plata. Se pone
especial énfasis en el análisis del sistema de interacciones entre los actores de la innovación
presentes en el territorio y su impacto en los procesos de innovación socio-tecnológica
desarrollados en la ciudad, así como en su vinculación con las dinámicas de desarrollo territorial.
No sólo se consideran las interacciones entre los actores sociales, sino también el impacto de las
políticas públicas implementadas en la ciudad a través de los diferentes niveles territoriales de
gobierno: Nación, Provincia y Municipio.
La investigación analiza las tensiones y obstáculos encontrados para constituir una red de
innovación en el sector SSI de La Plata: divergencia de intereses, ausencia de un “proyecto
común”, tensiones entre actores sociales, y una marcada debilidad institucional que dificulta la
creación de sinergias entre los mismos. Asimismo, estudia el protagonismo que ejercen algunos
actores individuales y la red de vínculos personales constituida por ellos, que permite sortear
algunos obstáculos en el proceso de innovación socio-tecnológica estudiado.
15
La investigación analiza también las políticas públicas de innovación socio-tecnológica
implementadas en la ciudad, y analiza sus impactos sobre el territorio. Con el cambio de gestión
gubernamental ocurrido en 2015, se registró una alineación entre los distintos niveles territoriales
de gobierno hacia una perspectiva favorable al sector privado con un enfoque orientado al
emprendedorismo, en detrimento al financiamiento del sistema científico- tecnológico y la
transferencia tecnológica al sector productivo industrial.
Esta investigación aspira a analizar los factores que favorecen u obstaculizan los procesos de
innovación socio-tecnológica en ciudades intermedias, así como las políticas públicas
implementadas para alcanzar el desarrollo tecnológico, económico y social de los territorios. Al
realizar un estudio de caso en una ciudad de la Provincia de Buenos Aires de un país
latinoamericano, como Argentina, a partir del estudio del sector SSI local, la investigación permite
obtener una radiografía parcial del modo en que se desarrolla el Capitalismo Informacional en un
país periférico.
16
2. MARCO TEÓRICO Y HERRAMIENTAS CONCEPTUALES
2.1. El informacionalismo en perspectiva
2.1.1. El modo de desarrollo informacional: entre el proceso de reestructuración capitalista y
el nuevo paradigma tecnológico
El proceso de reestructuración capitalista, iniciado luego de la crisis del petróleo de 1973, generó
una transformación radical en el modo de desarrollo dominante (Sennet, 2000; Wallerstein, 1997;
Bauman, 2001; Castells, 1995). En simultáneo, se desarrolló un nuevo paradigma sociotecnológico, con base en la revolución de las tecnologías de información y comunicación (TIC)
(Pérez, 2004; Castells, 1995, 2001; Lundvall, 1997; OECD, 1975). Tal como describe Castells
(1995:35): “Los modos de desarrollo surgen de la interacción entre los descubrimientos
tecnológicos y científicos y la integración organizativa de dichos descubrimientos en los procesos
de producción y gestión”.
El modo de desarrollo informacional no cuestionó el pilar del modo de producción capitalista. Por
eso Castells (1995:119) utiliza el término “reestructuración” en relación a la modificación de los
métodos institucionalizados por los cuales el sistema cumple sus objetivos, y no así la
transformación de los: “(...) principios estructurales de actuación (...)”. El proceso de
reestructuración del capitalismo generó una ruptura en el pacto social entre el trabajo y el capital
(característico del Estado de bienestar) así como también en la intervención del Estado en la
economía, dando lugar a la desregulación de las corrientes financieras y comerciales a escala
mundial que permitieron la ampliación del espacio de acumulación (Ferrer, 1996; Castells, 1995,
2001; Sassen, 2001, 2007, De Mattos, 1994, 2010).
Varios autores (Castells, 1995; Sassen, 2001; Sennett, 2000; Bauman, 2000) señalan que existen
factores tanto organizativos como tecnológicos que hicieron posible el paso del industrialismo al
informacionalismo. Por un lado, las TIC permitieron incrementar la productividad, descentralizar la
producción, automatizar los procesos, y proveer la infraestructura material que hizo posible la
internacionalización de la economía. Por otro lado, se generaron transformaciones de carácter
organizativo: concentración de los procesos de generación de conocimiento y toma de decisiones
en pequeños sectores empresarios; flexibilización del sistema organización social y productiva; y el
desarrollo de redes descentralizadas en torno a la producción, comercialización y consumo.
Según Castells (2001:32) cada modo de desarrollo: “(...) posee asimismo un principio de actuación
estructuralmente determinado, a cuyo alrededor se organizan los procesos tecnológicos: el
industrialismo se orienta hacia el crecimiento económico, esto es, la maximización del producto
(...)”. De esta manera, el crecimiento económico bajo el modelo de desarrollo industrial implicaba la
utilización de energía en dosis cada vez mayores, puesto que la base del industrialismo es el
consumo de materia/energía para producir bienes tangibles.
Castells (2001:32) define al informacionalismo como un: “(...) modo de desarrollo en el que la
principal fuente de productividad es la capacidad cualitativa para optimizar la combinación y el uso
de los factores de producción basándose en el conocimiento y la información (...)”.
Esta tesis utiliza el término “Capitalismo Informacional” para referir a este proceso de
reestructuración capitalista y nuevo paradigma socio-tecnológico, ya que permite explicitar la
17
diferenciación entre modo de producción y modo de desarrollo. En el primer caso: “(…) las
relaciones sociales de producción, y por lo tanto, el modo de producción, determina la apropiación y
usos del excedente (…)”. Mientras que el modo de desarrollo se define por: “(…) el elemento que
es fundamental para fomentar la productividad en el proceso de producción (…)” (Castells,
2001:42). El desarrollo del “Capitalismo Informacional” ha ido conformando una “Sociedad
Informacional” definida por Castells (2001:47) como: “(...) una forma específica de organización
social en la que al generación, el procesamiento, y la transmisión de la información se convierten
en las fuentes fundamentales de la productividad y el poder, debido a las nuevas condiciones
tecnológicas que surgen en este periodo histórico (...)”.
2.1.2. La tesis del capitalismo cognitivo
Como señala Míguez (2013), la teoría del capitalismo cognitivo tiene sus antecedentes en algunas
corrientes del marxismo italiano de la década de los setenta y ochenta que realizaron una nueva
interpretación respecto al concepto de trabajo en el régimen industrial. Estas corrientes, inscriptas
en el “obrerismo” italiano, recuperaron la noción de “General Intellect”, elaborada por el propio
Marx en el cuaderno IV de los Grundrisse, lo que se conoce como “El Fragmento de las maquinas”.
Gómez Villar (2014: 306) señala: “El general intellect es una inteligencia social, colectiva, creada
por conocimientos, técnicas y saberes acumulados”. Luego, agrega: “Marx sostenía en los
Grundrisse que el saber abstracto se encaminaba a convertirse en la principal fuerza productiva,
relegando el trabajo mecánico, repetitivo y parcial a un lugar residual”. Míguez (2013:31) agrega:
“(…) el General Intellect deviene cada vez más atributo del trabajo vivo en la medida que consiste
cada vez más en prestaciones lingüísticas, o sea, a medida que el proceso de trabajo es más
locuaz y menos “mudo”, taciturno o tímido y donde se destacan cada vez más los aspectos
lingüístico-relacionales y comunicativos. El saber social general es el actor fundamental del proceso
social de producción (…)”.
A partir de la década de los noventa, en consonancia con el avance de la globalización neoliberal y
la agudización de la crisis del fordismo, Negri y Lazzarato (2001) retomaron el concepto de
“General Intellect” y lo desarrollaron. Introdujeron el concepto de “Trabajo Inmaterial” para indicar:
“una creciente informatización de la producción, que va más allá de los cambios en la industria
informática y que remitía a una verdadera “posmodernización” de la producción, esto es, una
descentralización de la producción a nivel global acompañada, paradójicamente, de una inédita
centralización del control que altera las formas en que la cooperación social se cristaliza en las
nuevas “redes” productivas” (Míguez, 2013:30). Varcellone (2013:7) remarca que este proceso
generó: “(…) la apertura de una fase histórica completamente nueva relativa a la relación
capital/trabajo y al rol del conocimiento en la economía (…)”.
Esta nueva fase histórica supone un nuevo modelo de acumulación capitalista, denominado
“capitalismo cognitivo” en el cual: “La generación y apropiación de valor se mueven por nuevos
carriles y han transformado al conocimiento mismo en un objeto de acumulación”. Varcellone
(2013:9) agrega: “se trata de un nuevo sistema histórico de acumulación en el cual el valor
productivo del trabajo intelectual e inmaterial deviene dominante”. Luego, resalta: “Este proceso de
subsunción lo podemos ver a través de varios dispositivos como los derechos de propiedad
intelectual y los nuevos mecanismos de control sobre el trabajo que, en vez de favorecer el
desarrollo de una economía basada en el conocimiento, la bloquean con el objetivo de poder
18
capturar el valor y el saber producidos por el conocimiento para transformarlos en un capital, en
una mercancía ficticia3”.
La nueva lógica del proceso de valorización del capital no elimina ninguna de las formas del
capitalismo industrial, sino que las subsume en esta nueva dinámica de acumulación capitalista. En
relación a este punto, Míguez (2016:76) resalta: “Las formas clásicas de organización del trabajo se
desdibujan pero no desaparecen en los trabajos rutinarios menos creativos y tienden a disminuir en
los trabajos más creativos propios de la industria cultural”. En el marco del desarrollo del
capitalismo cognitivo, opera lo que Varcellone (2013:12) denomina “nueva división cognitiva del
trabajo”, esto es: “(…) la organización productiva depende cada vez menos de la segmentación
técnica de la producción del trabajo en partes elementales y repetitivas, caracterizadas por un débil
nivel de autonomía del trabajo mismo. Ella se basa, en cambio, cada vez más en la polivalencia y la
complementariedad de los distintos bloques del saber que los trabajadores movilizan
colectivamente para realizar un proyecto productivo y adaptarse a una dinámica de cambio
continuo (…)”.
2.1.3. La revolución TIC
Si bien la tecnología no determina la sociedad, no se podría comprender la conformación y
desarrollo de la Sociedad Informacional (SI) sin referir a la revolución tecnológica centrada en las
TIC. Castells (2001:31) señala: “La revolución de las tecnologías de la información, debido a su
capacidad de penetrar en todo el ámbito de la actividad humana, será mi punto de partida para
analizar la complejidad de la nueva economía, sociedad y cultura en formación”.
Tampoco la sociedad determina la tecnología, aunque puede afectar o favorecer su desarrollo. De
la interacción entre sociedad y tecnología surgen y se desarrollan las revoluciones tecnológicas que
alteran el rumbo de la historia. Las sociedades utilizan la tecnología, se apropian de ella en un
sentido específico, por eso Castells (2001:33) remarca: “(...) la capacidad, o falta de capacidad de
las sociedades para dominar la tecnología, y en particular las que son estratégicamente decisivas
en cada periodo histórico, define en buena medida su destino (...)”. Thomas, Fressoli y Lalouf
(2008:10) agregan: “(...) las sociedades están tecnológicamente configuradas, exactamente en el
mismo momento y nivel en que la tecnologías son socialmente construidas y puesta en uso. Todas
las tecnologías son sociales. Todas las tecnologías son humanas (...)”.
La interacción entre los cambios tecnológicos y las transformaciones en la estructura social y el
modo de desarrollo se expresan en la configuración de un nuevo paradigma socio-tecnológico. Este
nuevo paradigma se originó a fines de la década del setenta en los Estados Unidos, y como señala
Castells (2001:39): “(...) se difundió, y no por accidente, en un periodo histórico de reestructuración
global del capitalismo (...)”. La nueva sociedad que surge de este proceso es: “(...) tanto capitalista
como informacional (...)”. Esto quiere decir que el modo de desarrollo informacional, en palabras de
Garnham (2000:70): “(...) sigue siendo elaborado por, y puesto al servicio de, un conjunto de
relaciones de propiedad con fines de acumulación, y no a la inversa (...)”.
3
Entrevista realizada por Pablo Miguez a Carlo Varcellone (27/08/2012), publicada en la revista Herramienta, Debate y
Critica
Marxista:http://www.herramienta.com.ar/revista-herramienta-n-50/capitalismo-y-conocimiento-existe-unacontradiccion-sustancial-entre-la-log
19
La revolución tecnológica que da nacimiento a un nuevo paradigma socio-tecnológico centrado en
las TIC, es precisamente la revolución de las tecnologías de información. Castells (2001:58) señala:
“Lo que caracteriza a la revolución tecnológica actual no es el carácter central del conocimiento y la
información, sino la aplicación de ese conocimiento e información a aparatos de generación de
conocimientos y procesamiento de la información/comunicación, en un círculo de retroalimentación
acumulativo entre la innovación y sus usos”. De esta forma: “Las nuevos tecnologías de
información no son sólo herramientas para aplicar, sino procesos que desarrollar”.
Todas las sociedades han utilizado la información y el conocimiento para organizar la producción,
de una manera u otra, en todos los casos la tecnología influía en la forma de organización social y
económica. Mariano Zukerfeld (2008:54) aclara: “En la agricultura neolítica, el artesanado medieval
o la fábrica fordista, el conocimiento tenía efectivamente una función tan importante como la que se
le concede en la actualidad”. Sin embargo, Castells (2001:58) sostiene: “Por primera en la historia,
la mente humana es una fuerza productiva directa, no sólo un elemento decisivo del sistema de
producción”. El otro elemento distintivo de esta revolución tecnológica es su expansión territorial
medida en el tiempo. Si las revoluciones que le precedieron se situaban en un país o zona
geográfica determinada y tardaban tal vez siglos en extenderse a escala internacional, en este caso
el proceso surgió en Estados Unidos pero se expandió a nivel mundial con una velocidad nunca
antes conocida en la historia.
La revolución de las TIC han favorecido la conformación de un nuevo paradigma socio-tecnológico
basado en el procesamiento de la información como insumo fundamental de la producción, en
detrimento de la energía barata que constituía el insumo principal del modo de desarrollo industrial
(Freeman en Castells, 2001). Alejandro Artopoulos (2016:28) agrega: “La generación y distribución
de información y conocimiento ocupa hoy el mismo lugar que ocupó la distribución y aplicación de
la energía al proceso productivo en la Revolución Industrial. Por lo tanto, para los actores
económicos se volvió prioritario saber cómo aplicar las tecnologías para el procesamiento de esta
información y flexibilizar los procesos y las organizaciones de manera de poder aprovechar al
máximo el conocimiento ganado del feedback”.
2.1.3. El informacionalismo en países periféricos
El proceso de reestructuración capitalista, el avance del modo de desarrollo informacional a escala
mundial, la profundización de la globalización neoliberal, implicó a su vez, el crecimiento de las
desigualdades y asimetrías entre regiones, países, y ciudades. Como sostiene Cató (2011:3): “(...)
el envés de Sillicon Valley son las maquilas mexicanas (...)”.
El concepto que emplea Sassen al hablar de “nueva geografía de la centralidad4”, puede generar
confusiones a la hora de interpretar la realidad de regiones como América Latina. El proceso global
de polarización entre centro y periferia mantiene aún vigencia, a pesar de que se han constituido
nuevos centros en la periferia, y nuevas periferias en los centros (Falero, 2012; Sassen, 2001,
2007).
4
Este concepto hace alusión a nuevos centros y periferias que se crean producto de la globalización y el uso sistemático
de las tecnologías de información y comunicación. Según la autora se registra una nueva localización de las
desigualdades en consonancia con la pérdida de centralidad de los Estados-nación.
20
La particularidad de los países periféricos, radica en que se han incorporado a la dinámica global
del capitalismo informacional, pero desde la posición de histórica dependencia y subordinación a
los centros hegemónicos de poder. Que existan nuevas centralidades, no implica que se hayan
superado las existentes. Falero (2012:80) señala: “(...) se sigue reproduciendo la capacidad de los
centros de acumulación de vender equipamiento a los países periféricos (...)”.
Basta con utilizar tres indicadores diferentes, para sostener como aún se mantiene el nivel de
desigualdad y asimetría entre regiones y países centrales y periféricos: a) la brecha de acceso a las
TIC5 b) cantidad de patentes registradas c) porcentaje de inversión en I+D como porcentaje del
PBI. Este artículo no pretende desarrollar metodologías para medir las desigualdades en torno a la
producción y el acceso a la tecnología, pero resulta fundamental mencionar algunos números que
dan cuenta de estas asimetrías.
Tomando en consideración el grado de penetración de Internet6, las regiones que presentan los
números más elevados son: América del Norte (89%); Europa (73,9%); y Australia/Oceanía (73%).
Luego viene América Latina y el Caribe (61,5%); Medio Oriente (53,7%); Asia (44,2%); y África
(28,6%). Casi la mitad de la población mundial está conectada a Internet (49,2%) pero el reparto
continúa siendo extremadamente desigual, afectando sobre todo a regiones de África y Asia.
América Latina y el Caribe ha sido la región que más ha crecido en número de usuarios y
conectividad en todo el mundo, entre los años 2000 y 2016. Sin embargo, aún se encuentra por
debajo de otras regiones como América del Norte y Europa. Argentina dentro de la región, es uno
de los países con el mayor número de penetración de Internet: 79,4%, se ubica sólo por debajo de
Ecuador (83,8%) y Chile (79,9%7).
Ni América Latina y el Caribe, ni Argentina en particular, constituyen el núcleo central de
marginalidad que describen Sassen y Castells en vinculación al acceso a la información digital y los
mercados globales. De hecho, ambos autores reconocen a las ciudades de San Pablo, Ciudad de
México, y la ciudad de Buenos Aires como parte de las denominadas “ciudades globales”. Sin
embargo, no pertenecer al nuevo círculo de marginalidad asociado al informacionalismo y la
globalización, no implica afirmar que se ha revertido la histórica asimetría entre los países centrales
y periféricos8.
Al observar el número de patentes, es importante concentrarse en lo que se consideran
“Tecnologías de Propósito General” (OEI, 2015) que son las que se vinculan con la biotecnología,
nanotecnología y las TIC, siendo estas las área de Ciencia y Tecnología más dinámicas a nivel
mundial. Con 2.558 registros entre 2007 y 2013, los países de Iberoamérica son titulares de tan
5
El acceso a las TIC, implica considerar no sólo el acceso a una computadora, sino también a la conectividad. Se puede
hablar de dos niveles de brecha socio-digital. El primero refiere al acceso a lo mencionado anteriormente, vinculado
principalmente a la infraestructura tecnológica. El segundo nivel de brecha se vincula con el conocimiento, y tiene una
relación directa con la educación. No basta con disponer de un artefacto o conectividad, sino también de acceder a los
conocimientos respecto de la utilización con “sentido” de esas tecnologías (Rivoir y Lamschtein, 2012)
6
Se mide como: el porcentaje de usuarios de Internet en relación al tamaño de la población
7
Información obtenida de: http://www.internetworldstats.com/stats.htm
8
La brecha entre regiones constituye una sola manifestación de la brecha. Al interior de cada región, se evidencia
brechas entre países. En América Latina y el Caribe, por ejemplo, el grado de penetración de Internet es tan sólo del
41,9% en Bolivia, 28% Cuba, 30% en Honduras, y 12,2% en Haití. Diferencias más que sustanciales respecto a otros
países como Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Costa Rica, etc. Además, al interior de los países se registra otra brecha
entre grupos sociales, siendo los sectores populares los de menor acceso.
21
sólo el 1% del total de patentes PCT en TIC a nivel mundial (OEI, 20159). Los países que
concentran la gran cantidad de patentes en estos sectores son Estados Unidos, Japón, Alemania,
China y Corea del Sur. En el caso de las patentes registradas en nanotecnología, la Universidad de
California y el 3m Innovate Properties CO, ambos de origen norteamericano, lideran el ranking,
seguidos por el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, y el Instituto
Tecnológico de Massachusetts (MIT). En este campo, se registra una marcada supremacía
estadounidense: de las 15 instituciones con más patentes, ocho son norteamericanas (OEI,
2015:58).
En el área de biotecnología, vuelve a sobresalir la Universidad de California con 641 patentes, le
sigue Hoffmann la Roche, de origen suizo, y el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica
de Francia, quien desempeña un rol central en el registro de patentes tanto de biotecnología como
de nanotecnología. En el caso de las TIC, quienes lideran el ranking son empresas, no aparece
ninguna universidad entre los quince primeros titulares. Las tres empresas que lideran el ranking
son: la compañía china Huawei Tech Co LTD, con 7.811 patentes; seguida de la empresa japonesa
Panasonic Corp. con 6.860 patentes, y la tercera es ZTE corp también de origen chino con 6.781
patentes. A nivel comparativo, la empresa con mayor cantidad de patentes en el sector TIC en
Iberoamérica es Telefónica S.A, multinacional de origen Español, con 164 patentes, 7.647 patentes
menos que la empresa China Huawei Tech Co LTD (OEI, 2015). Al tratarse de una empresa de
origen español que opera en América Latina, podemos contemplar cierta incidencia de los sistemas
científico-tecnológicos regionales. Los datos son elocuentes respecto al grado de asimetría que
existe en este campo, entre los países centrales y los periféricos.
Por último, en relación a la inversión en Investigación y Desarrollo como porcentaje del PBI, los
números hablan por sí mismos. El único país de América Latina y el Caribe que ha invertido más
del 1% del PBI en I+D ha sido Brasil (1,25%). A nivel internacional, los países que más se destacan
son: Israel y Corea que superan el 4%, Japón y Finlandia por encima del 3%, mientras que
Alemania y EEUU están cerca del 2,8%. Argentina ha incrementado la inversión en I+D, pero aún
se mantiene por debajo del 1% (0,62%). Si tomamos en consideración que la mayoría de los países
centrales supera el 2%, las asimetrías en materia de inversión en I+D se torna evidente10 (OEI,
2015)
En este contexto de asimetrías globales que conviven con nuevos mecanismos de exclusión
urbano-territorial, Albornoz (2001:17) plantea: “(...) la brecha que debe ser cerrada es la que tiene
que ver con los problemas sociales, la vitalidad del sector productivo y la capacidad de aprovechar
al máximo los recursos disponibles (...)”. El aprovechamiento del conocimiento generado a nivel
local implica implementar una estrategia para generar: “(...) capacidades científicas y tecnológicas
comunes (...)” que permitan construir redes científicas, tecnológicas, y de innovación que
promuevan políticas de desarrollo económico y social.
El modo de desarrollo informacional en los países periféricos, se desarrolla en este contexto
general de dependencia tecnológica, déficit de inversión para el sector de CyT, baja inversión en
I+D del sector público y privado, poca o nula sinergia entre instituciones y actores de la innovación
9
De ese porcentaje, España concentra una gran cantidad de patentes producidas. Por ejemplo, en biotecnología,
Iberoamérica cuenta con 1.113 patentes PCT entre 2007 y 2013. De éstas, el 67% corresponde a titulares españoles .
10
Cabe aclarar que el 90% de la inversión en I+D en la región se concentra en tres países: Brasil, Argentina, y México.
En 2013, Brasil representó el 65% de la inversión regional en I+D (OEI, 2015). Es decir, no sólo se registra una diferencia
sustancial entre regiones, sino al interior de las mismas.
22
(Universidades y/o centros de investigación, empresas, gobiernos locales, etc.) (Finquelievich,
2011; CEPAL, 2008; Thomas y Kreimer, 2004; Dussel, 2014; Sutz, 2014; Falero, 2012).
En el caso concreto de las ciudades, es necesario retomar los conceptos de urbanización
dependiente (Jaramillo, 1981, 1988; Pírez, 2009; De Mattos, 1994, 2010; etc.). Como señala
Jaramillo (1981:137) el grado de dependencia del proceso de urbanización en los países
periféricos, está dado por: “(...) su posición subordinada en la cadena capitalista mundial (...)”.
Castells (2001:107) señala la presencia de “(...) agujeros negros del capitalismo informacional (...)”
que incluye vastas regiones de África, Asia y América Latina donde abundan la exclusión social, el
analfabetismo, la criminalidad, la pobreza, y el hambre. Estas regiones marginalizadas del
informacionalismo, se las puede agrupar en la categoría de “Cuarto Mundo”. Como sostiene el
autor: “En el contexto histórico actual, el ascenso del Cuarto Mundo es inseparable del ascenso del
capitalismo informacional global” (Castells, 2001:191).
2.2. Procesos de innovación socio-tecnológica en ciudades intermedias: redes, actores y
políticas públicas
2.2.1. Redes de conocimiento e innovación
Los procesos a que dan origen a las innovaciones son extremadamente complejos, y están
relacionados con la emergencia y difusión de conocimientos, así como con su materialización en
nuevos productos y procesos de producción, y la consecuente apropiación social de los mismos
(Edquist, 1997; Finquelievich, 2004, 2010; Casas, 2001, Thomas, 2008). Esta tesis sostiene que no
se pueden estudiar estos procesos, sin un análisis específico de la compleja trama de relaciones
interactivas entre diversos actores sociales, que ponen de manifiesto la ineludible vinculación entre
ciencia, tecnología y sociedad (Cimoli y Dosi, 1994; Lundvall, 1988; Lundvall y Johnson, 1994;
Thomas, 2008; Thomas y Kreimer, 2004).
La perspectiva de las redes de conocimiento se opone a los estudios lineales de la innovación.
Pinch y Bijker (2008:27) remarcan: “El fracaso en explicar el contenido de la innovación tecnológica
es el resultado del amplio uso dado al modelo lineal simple para explicar el proceso de innovación”.
Thomas (2008:2017) refuerza esta afirmación, al señalar que: “Describir los procesos de cambio
tecnológico e innovación a través de conceptualizaciones dinámicas, descriptivas en términos de
“relaciones”, “procesos” y “trayectorias”, ofrece particulares ventajas, en comparación con otras
centradas en el accionar de “sujetos” aislados, “artefactos singulares”, “situaciones originales”, o
“factores” de existencia “universal”.
Desde la óptica de Casas y Luna (2001), el análisis de las interacciones entre diversos actores
sociales, que participan de la generación y circulación de conocimiento, continua los pasos de la
teoría sociológica estructural (Hedstrom y Swedberg, 1994; Granovetter, 1973, 1985; Wellmann,
1983) que analiza a la sociedad en términos de redes. También se inspira en la teoría del actor-red
de Latour (1998) y Callon (1998), para poder pensar a los grupos como actores dentro de un
entramado amplio, complejo, de interacciones, conflictos, y cooperación en la producción y
circulación de conocimiento.
23
Algunos autores como Freeman (1991, 1993) y Saxenian (1991) analizaron la creación y desarrollo
de redes de producción, y sus impactos en términos de desarrollo económico para el caso de
Silicon Valley. Sin utilizar el término “redes de conocimiento”, estos autores le adjudicaron a la
transferencia y circulación de conocimiento entre los actores productivos, inclusive en ámbitos
informales, un rol determinante para explicar el despegue de Silicon Valley en materia de
innovación tecnológica.
En palabras de Casas (2001:7) el término redes de conocimiento refiere al proceso de creación de
redes: “(…) mediante intercambios entre un conjunto de actores que tienen intereses comunes en
el desarrollo o aplicación del conocimiento para un propósito específico, sea éste científico, de
desarrollo tecnológico y de mejoramiento de procesos productivos (…)”. La autora aclara que: “A
diferencia del concepto de redes de innovadores utilizado por los economistas y que implica una
transacción tecnológica, el concepto de redes de conocimiento no se finca en un intercambio de
tecnología sino de conocimiento que puede ser previo a un desarrollo tecnológico”.
El enfoque de las redes de conocimiento, recupera también a varios estudios que han demostrado
de forma cuantitativa, la escasa relación entre el sector académico y productivo, para el caso de los
países de América Latina (Casas, 2000; Casas y Luna, 2001). Inspirado, también, en el modelo de
la triple hélice de Eztkowitz y Leydesdorff (1997), este concepto problematiza la interacción entre
gobierno, academia y sector productivo. Casas (2001:2) señala que: “(:..) el enfoque para analizar
el tema de las relaciones entre la academia y los sectores productivos debe ser distinto al que
intenta encontrar exclusivamente transferencia tecnológica (…)”.
La superposición entre instituciones, el grado de conflicto entre las mismas, la conformación de
estructuras interinstitucionales, así como también el liderazgo ejercido por determinados actores
específicos de la red, son elementos que salen a la luz una vez avanzada la investigación de las
redes de conocimiento en cada uno de los territorios. Casas (2001:4) advierte: “(…) la visión para
nuestros países en la construcción de redes para generar y transmitir conocimientos se apoyaría
más en la idea de construir esa colaboración técnico científica para apoyar procesos en atención a
las necesidades sociales locales y regionales. Es decir, hacer llegar el conocimiento a los sectores
que requieren de él (…)”.
El tipo de conocimiento al cual Casas hace mención en sus estudios, refiere al conocimiento
técnico (know how) y también a la información respecto de mercados, productos y técnicas de
producción. A diferencia de las redes de conocimiento, las redes de innovación, comprenden,
además de la circulación y transferencia de conocimiento, su aplicación productiva.
En línea con Bresson y Amesse (1991: 363), se pueden distinguir distintas redes de innovadores:
a) entre oferentes y proveedores o usuarios; b) entre pioneros y adaptadores; c) entre industrias
regionales; d) entre empresas de tecnología que operan a escala internacional; e) entre
organizaciones de profesionales para desarrollar nuevos conocimientos. Steward y Conway (1996)
remarcan la existencia de varios tipos de redes que intervienen en los procesos de innovación,
entre las cuales sobresalen las redes de profesionales, las redes científicas, las redes de usuarios,
y las redes de amistad. En este caso, se da cuenta la existencia de redes informales ancladas,
muchas veces, en vínculos personales entre individuos, con un peso significativo en los procesos
de innovación.
24
Al estudio de las redes de innovación, resulta fundamental añadir: las redes territoriales (Casas,
2001). Como señala Méndez (2002:14): “(…) en el actual contexto de globalización, la existencia de
redes de innovación permite que ciertos territorios ofrezcan respuestas diferenciadas, generadoras
de ventajas competitivas dinámicas que propiciarán también el anclaje de sus empresas (…)”.
Los aspectos sustanciales a la hora de analizar a las redes de conocimiento e innovación, remite a
lo que Casas (2001:10) señala como fundamental en los procesos interacciónales: “(…) los niveles
de formalidad e informalidad en su construcción, las dinámicas horizontales o verticales que las
conforman, el carácter espacial o territorial y los procesos de comunicación que están implicados
en su construcción y génesis (…)”.
2.2.2. El rol del Estado en la innovación
El rol que ejerce el Estado en la innovación se explica a partir de dos dimensiones en las cuales
interviene de forma protagónica pero que difieren entre sí. Primero, el Estado es responsable de
elaborar e implementar las políticas públicas de Ciencia, Tecnología e Innovación a escala
nacional. De esta manera, define, selecciona y ejecuta determinadas áreas prioritarias de trabajo y
cursos de acción para lograr determinados objetivos (Finquelievich, 2011; CEPAL, 2008). Por otro
lado, el Estado es uno de los actores territoriales de la innovación a través de los distintos niveles
de gobierno (nacional, provincial y municipal). Como responsable de las políticas públicas de CyT
define la orientación general del sistema científico-tecnológico nacional y su articulación a nivel
regional, mientras que como actor de la innovación en el territorio desarrolla iniciativas y políticas
concretas para impulsar la innovación en los territorios (Finquelievich, Feldman y Girolimo, 2015,
2017).
El rol del Estado en la innovación se encuentra íntimamente ligado al enfoque general respecto de
las políticas públicas de CyT e Innovación. Las visiones más liberales y economicistas plantean un
rol instrumental y accesorio del Estado en los procesos de innovación ligado a la necesidad de
mejorar la competitividad del sector privado (Schumpeter, 1954; Kirzner, 1985; Freeman, 1991,
2009; Porter, 2002; Becker, 2011); mientras que otros enfoques pregonan el rol del Estado como
un actor dinamizador de la innovación capaz de encauzar estos procesos en una dinámica de
desarrollo económico y social de los territorios (Méndez, 2002; Arocena, 2000; Boiser, 2000;
Madoery, 2000; Casas, 2001). También existen otros enfoques más moderados que plantean un
equilibrio entre las visiones mercado-céntricas y estado-céntricas (Alburquerque, 2004; Artopoulos,
2016; Vásquez Barquero, 2000, 2009; Yoguel, 2006; Albornoz, 2009).
El siguiente cuadro expresa las tres corrientes principales que se posicionan respecto al rol que
debe desempeñar el Estado en la innovación:
Cuadro 1. Rol del Estado en la Innovación
Diversas Liberal/economicista
corrientes
Visión
Postulan
un
rol
general
accesorio y puramente
instrumental, asociado
a
mejorar
la
productividad
y
Estructural/sistémica
Señalan que el Estado
es
un
agente
dinamizador
de
la
innovación, sin el cual,
resulta
imposible,
Territorial/centrada en
actores
El Estado constituye un actor
central en el territorio que
cuenta
con
recursos
específicos y puede articular
a otros actores en pos de
25
competitividad
sector privado
del direccionar
los impulsar
estrategias
procesos
de desarrollo territorial
innovación
hacía
dinámicas
de
desarrollo económico y
social
Posición
que ocupa
el Estado
Mínima
Central
Posición
que ocupa
el mercado Central
Intermedia
Autores
Freeman, Schumpeter, Mazzucato,
Becker,
Kirzner, Yoguel,
Porter
Albornoz
de
Intermedia
Intermedia
Thomas, Méndez, Vásquez Barquero,
Peirano, Alburquerque,
Madoery,
Casas, Finquelievich
Fuente: elaboración propia en base a análisis bibliográfico
Si bien el esquema del triángulo de Sábato (1975) reconoció, desde un principio, el rol del Estado
en la innovación en alianza con las empresas y universidades, no explicita de qué forma se vincula
el Estado con los procesos de innovación. Tampoco se aclara por qué el Estado constituye un actor
fundamental a la hora de implementar las políticas de Ciencia y Tecnología vinculadas al desarrollo
económico y social, ni en qué grado la innovación repercute en una mejora en las condiciones de
vida de la población. El Estado se puede vincular con las empresas y/o universidades para
desarrollar determinadas áreas de interés sin necesidad de que estas representen un beneficio
para las grandes mayorías.
Dussel (2014:34) plantea que se debe: “(...) pensar más seriamente en la responsabilidad de la
ciencia y la tecnología para el desarrollo cualitativo de la vida concreta de nuestra población, donde
el hambre, la desnudez, la falta de habitación, de cultura, de educación, son flagelos que
deberíamos erradicar con ciencia y tecnología concretas (...)”.
Sutz (2014:38) cuestiona la visión hegemónica que vincula de forma directa a la innovación con el
incremento de la competitividad de una economía y señala: “(...) que no alcanza pensar ciencia y
tecnología e innovación para la competitividad. No alcanza. Básicamente por una razón de fondo
que ha sido reconocida ampliamente en toda América Latina y es imposible dudar de ella, a saber,
que el efecto derrame de la competitividad y el crecimiento económico deja fuera un cuarto o un
tercio de la población en países altamente desiguales (...)”.
Girbal y Blacha (2010:208) plantean la importancia de la dimensión social en las políticas de CyT:
“(...) las Tecnologías de la Información y Conocimiento (TIC), permiten la acumulación del saber y
podrían convertirse en medio para la innovación. Esta auténtica red de conocimientos puede ser
puesta o bien al servicio de la sociedad, o bien al servicio de la desigualdad social, en caso de que
no se garantice su uso socialmente compartido (...)”.
Desde estos enfoques, el rol del Estado en la innovación se vincula con la necesidad de reducir las
desigualdades estructurales que están presentes en la mayoría de los países periféricos. El Estado
tiene la función específica de direccionar las políticas de innovación hacia dinámicas de desarrollo
26
económico, social y humano que permitan enfrentar las problemáticas locales, y distribuir los
beneficios del desarrollo tecnológico.
La presencia del Estado en el territorio no es homogénea, como tampoco lo es para el resto de los
actores de la innovación (empresas, universidades, etc.). El Estado en tanto actor de la innovación
no es un agente monolítico. Así como el rol del Estado en cada uno de los territorios no es
homogéneo, tampoco lo es la visión que subyace respecto a su función a la hora de impulsar y
desarrollar los procesos de innovación socio-tecnológica (Finquelievich, Feldman, y Girolimo, 2015,
2017).
Más allá de la valoración respecto al lugar que ocupa el Estado en la innovación, y la función que
desempeña a la hora de direccionar estos procesos en los territorios, lo cierto es que, como señala
Mazzucato: “(…) Si queremos innovación necesitamos que el Estado asuma riesgos e invierta,
porque es lo que permite crear las dinámicas que a su vez crean nuevas áreas y formas de
colaboración en un país (…)11”.
2.3. Una mirada urbano-territorial de la innovación
2.3.1. El rol de las ciudades en los procesos de innovación socio-tecnológica
Como sostiene Singer (1975:39) “(...) la Revolución industrial tuvo por escenario, desde el principio,
el área urbana (....)”. Mumford (1961, Edición 2012:11) añade: “La fábrica se convirtió en el núcleo
del nuevo organismo urbano”. Las ciudades entendidas como espacio físico donde se materializan
los procesos de producción y sus estructuras económico-sociales, han sido por excelencia el
espacio en el cual se sitúan las grandes innovaciones socio-tecnológicas12. Tanto en el
industrialismo como en el informacionalismo, las ciudades ocupan esta posición de soporte material
y simbólico de grandes transformaciones económicas, sociales, culturales, políticas, etc.
Al repasar la historia de la formación de las ciudades entre los años 10.000 AC y 2000 AC, se
observa que uno de los requisitos para la producción de innovaciones es, además de la circulación
de ideas e información, su conservación como conocimiento para poder construir, sobre esa masa
crítica, conocimientos mayores y más innovadores. En aquellas ciudades las ideas comenzaron a
difundirse y a ser conservadas por vía oral, escrita, y/o por medio de imágenes para las futuras
generaciones. Esto no significa que los habitantes urbanos se volvieran más inteligentes o
creativos. Simplemente, aumenta el número de personas que podría producir nuevas ideas o
aprovechar ideas en circulación. No se trata aquí, como expresa Johnson (2010), de la sabiduría de
las masas, sino de la inteligencia de alguien en la masa que podría difundirse, concretarse, y
generar más y mejores innovaciones en las redes urbanas (Finquelievich, Feldman, y Fischnaller,
2014)
11
Fragmento de la entrevista realizada el 27 de Abril de 2016 en Buenos Aires. Accesible en:
http://www.unsam.edu.ar/tss/mazzucato-si-queremos-innovacion-necesitamos-que-el-estado-invierta/
12
Pírez propone analizar a las ciudades según tres dimensiones. Por un lado, como soporte material: suelo,
infraestructura, servicios, etc. Luego, como unidad de reproducción económica: espacio predilecto donde se organiza la
producción, comercialización y consumo, y por ende se cristalizan los conflictos inherentes a la relación entre el modo de
producción y las relaciones sociales de producción. Por último, como instancia que condensa relaciones de poder y
formas culturales múltiples de pertenencia. Por esta razón, Pírez señala que la ciudades incluyen/excluyen (Pírez, 2014)
27
Steven Johnson (2010:16) señala que: “(...) la ciudad y la Web han sido motores de la innovación
porque, por razones históricamente complejas, constituyen entornos poderosamente adecuados
para la creación, difusión, y adopción de buenas ideas (...)”. En las ciudades no sólo surgen las
buenas ideas, sino que estas encuentran una mayor posibilidad para materializarse en bienes y
servicios, y/o generar cambios en los modos de producción y comercialización de los mismos
(Finquelievich y Feldman, 2015).
Para estudiar los procesos de innovación socio-tecnológica es indispensable adentrarse al estudio
de las ciudades en tanto espacio de producción, circulación, difusión, y adopción de conocimiento.
Sassen (2007) señala que una de las ventajas de la densidad urbana es que trae consigo
mercados de trabajo, redes de firmas, información sobre los últimos desarrollos, mercados
diversos, etc. Si bien las TIC podrían haber neutralizado las ventajas de la centralidad y la
densidad, al carecer de importancia la ubicación de una firma o un profesional, en los hechos, no
han eliminado tales ventajas, y por tanto persiste el rol distintivo de las ciudades para las firmas
globales líderes.
Como señala Finquelievich (2016:33): “Desde el surgimiento de los primeros asentamientos
humanos, las innovaciones tecnológicas han actuado como determinantes de la organización social
y espacial, y a la vez han sido condicionadas por las diversas necesidades y características de las
estructuras sociales y del territorio”. Pascual Esteve (2002) menciona que a diferencia de las
ciudades de la Sociedad Industrial, cuya base tecnológica fueron las máquinas de vapor y la
electricidad, en la Ciudad Informacional la base tecnológica se asienta en las Tecnologías de
Información y Comunicación (TIC).
Más allá de las consideraciones generales respecto del entorno urbano y su relación estrecha con
los procesos de innovación, resulta relevante precisar las particularidades de las ciudades de
América Latina y el Caribe. Como señala Pírez (2009: 285): “(...) esas ciudades, en general, se
produjeron bajo el predominio de lógicas privadas (...)”. Desde la fundación de los primeros
asentamientos urbanos, caracterizados por su rol de “enclaves” en una economía
fundamentalmente agro-exportadora, hasta la formación de las ciudades industriales que
incorporaron de forma conflictiva y caótica a los sectores populares a las ciudades: “ (...) su
producción fue realizada fundamentalmente por procesos dirigidos y ejecutados por actores
privados capitalistas (...) ” (Pírez, 2009:285)
Las ciudades, además de ser el espacio predilecto de las innovaciones socio-tecnológicas, pueden
constituirse en medios innovadores y conformar sistemas territoriales de innovación. Según
Castells y Hall (1994:30), se puede definir un medio innovador como: “(...) el sistema de estructuras
sociales, institucionales, organizativas, económicas y territoriales que crean las condiciones para
una generación continua de sinergias y su inversión en un proceso de producción (...)”. Vásquez
Barquero (2000:88) remarca: “(…) lo importante y representativo de una ciudad no es su
dimensión, sino la funciones que realiza en el sistema de ciudades (…)”.
Lundvall (1994:22) categorizó el concepto de “sistemas nacionales de innovación” en referencia a
los: “(...) elementos y relaciones que interactúan en la producción, difusión y uso de nuevo, y
económicamente útil, conocimiento; un sistema nacional rodea los elementos y relaciones
localizados en -o enraizados dentro de las fronteras de un estado-nación (...)”. Las distintas
regiones y ciudades que integran un país forman parte de un sistema territorial complejo de
interacciones entre diversos actores sociales, en el cual la utilización y circulación del conocimiento
28
entre los mismos, resulta determinante. Johnson y Lundvall (1994:34) conciben a las innovaciones
como: “(...) un proceso social e interactivo en un entorno social específico y sistémico (...)”.
Gabriel Yoguel (2006) destaca la importancia de los sistemas territoriales de innovación en la
competencia global. En el ámbito local se tejen las relaciones entre los actores de la innovación
que resultan fundamentales a la hora de crear conocimientos y capacidades endógenas de
desarrollo. Las empresas y los centros tecnológicos no son la única pieza clave para potenciar los
procesos de innovación, la construcción de sistemas locales de innovación y la interacción de los
actores de la innovación en el territorio constituyen un eje central de análisis. Según el autor
(2006:8): “Además de sistemas productivos, los sistemas locales de innovación incluyen a
instituciones educativas y de formación de diversos niveles, a instituciones que agrupan a
trabajadores, técnicos, profesionales y empresas y a entidades de investigación y desarrollo
científico y tecnológico”.
Los sistemas locales de innovación en Argentina muestran una gran heterogeneidad. Yoguel
(2006) los clasificó en cuatro grupos bien diferenciados: a) sistemas locales metropolitanos
(regiones metropolitanas de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán y Alto Valle del
Río Negro); b) sistemas locales de ciudades de porte medio (más de 50 mil habitantes); c) sistemas
locales de ciudades pequeñas; d) sistemas locales rur-urbanos (que pivotean alrededor de
pequeñas localidades de hasta 10 mil habitantes).
Las diferencias entre estos sistemas locales de innovación se explican no sólo por el tamaño y
extensión, sino por las características específicas de los actores productivos y sociales que forman
parte de los mismos (actividades productivas, presencia de Pymes, interacciones entre
universidades, empresas y gobierno local, etc.) (Finquelievich, Feldman y Girolimo, 2015, 2017). La
importancia de las redes que se tejen entre los actores locales de la innovación responde al
contexto de la globalización y las nuevas condiciones de producción y de mercado, en el cual: “(…)
el proceso innovativo pasa de ser básicamente individual (y frecuentemente incremental), a
constituirse en un fenómeno colectivo (…)” (Yoguel, 2006:3)
2.3.2. El impacto de los procesos de innovación socio-tecnológica en el espacio físico y
social de las ciudades
La economía global informacional generó, según la visión de Sassen (2007:143): “(...) una nueva
geografía de la centralidad y la marginalidad (...)”. El auge del sector informático y las finanzas
globales constituyeron un nuevo régimen económico, donde las actividades industriales y de poco
valor agregado van quedando marginadas. La reestructuración capitalista tuvo impacto en la
configuración socio-espacial, dando lugar a lo que Sassen denomina “ciudades globales” como los
espacios urbano-territoriales privilegiados en donde se ha insertado y consolidado el nuevo modo
de desarrollo informacional. Castells (2001:371) sostiene: “las redes de capital, trabajo,
información, y mercados enlazaron, mediante la tecnología, las funciones, las personas y las
localidades valiosas del mundo, a la vez que desconectaban de sus redes a aquellas poblaciones y
territorios desprovistos de valor e interés para la dinámica del capitalismo global”.
En esta nueva geografía de centros y márgenes, Sassen (1991:375) plantea que: “(...) mucho del
nuevo crecimiento descansa en el declive de lo que eran los sectores dominantes de la economía
nacional, en especial las ramas claves de la industria que eran la fuerza dominante en la economía
nacional, y promovían la formación y expansión de una fuerte clase media (...)”. La nueva geografía
29
de la centralidad en el contexto de la metamorfosis de la ciudad industrial a la ciudad informacional
(Castells, 1989, 1995), incluye una reconfiguración socio-espacial a escala mundial que se expresa
dentro del límite geográfico de los Estados nación, y fuera de su alcance. Como explica Sassen
(2001:189): “Por tanto, presenciamos, tanto la consolidación de unos pocos centros muy
importantes, dentro de los países y entre ellos, como un notable crecimiento en el número de
centros que llegan a formar parte de la red global a medida que los países desregularizan sus
economías”.
La concentración de la producción y la comercialización en unos pocos centros ocurre a nivel
internacional, y se expresa a nivel interno en cada uno de los países13. Tanto Sassen como
Castells plantean que a pesar de la descentralización geográfica de ciertas actividades económicas
-que no impide su integración en el sistema- las funciones principales de comando, control y
gestión se concentran en determinadas empresas y mercados. Esto se debe en parte a que si bien
la información -en forma de datos- hoy se encuentra disponible y accesible a partir de la revolución
digital, una parte de la información- la que no es posible estandarizar- requiere de cierta: “(...)
infraestructura social necesaria para la conectividad global (...)” (Sassen, 2001:191). Esta
combinación de saberes técnicos con saberes sociales se encuentra principalmente en los grandes
centros financieros y en las ciudades globales. Como señala Castells (2001:377): “(...) las redes
financieras globales son el centro nervioso del capitalismo informacional (...)”.
Castells y Hall (1994:53) señalaron en referencia a Silicon Valley: “La marcada segregación
espacial fue una característica cada vez más notoria en Silicon Valley”. Más adelante añaden: “(…)
los atascos de tráfico, una densidad de residentes cada vez más elevada y la polución química
trajeron un importante deterioro de la calidad ambiental de la zona (…)”. Los autores sentencian:
“(…) los medios innovadores son un objetivo en sí mismo. La gente no vive en ellos por su calidad
de vida o por la belleza de su naturaleza (…)”.
En los grandes centros del CI, en las llamadas “ciudades globales”, el impacto sobre el espacio
físico y social de las ciudades, se traduce en: “(…) una inmensa expansión y la modernización de
las áreas urbanas centrales, incluso mientras la pobreza y el deterioro de la infraestructura afectan
a cada vez más a amplias zonas de esas mismas ciudades (…)” (Sassen, 2007:41). La formación
de redes transfronterizas y núcleos urbanos transnacionales, generan al menos, cuatro
problemáticas particulares, con implicaciones en la configuración física, social y política de las
ciudades: a) movimientos migratorios transterritoriales que modifican las características de las
ciudades en términos culturales, políticos, sociales, etc.; b) desarrollo de redes delictivas
transnacionales (trata de personas, narcotráfico, terrorismo, etc.); c) incremento de las escalas y
dimensiones de las ciudades y sus consecuentes problemáticas ambientales y urbano-territoriales;
d) debilitamiento de la capacidad de la esfera “nacional” para ordenar el espacio y definir los
marcos regulatorios (Sassen, 2007; Brenner, 1998; Harvey, 1989, 2007).
13
Estas asimetrías entre regiones y países, se reproducen al interior de cada uno de los territorios. La relación entre lo
“global” y lo “local” puede analizarse a partir de la compresión de estos procesos sociales, económicos y políticos que
muchas veces constituyen lo que Sassen (2007) denomina “zonas de ausencia”. Los estudios sobre globalización se
concentran en los grandes movimientos financieros, los impactos urbano-espaciales de una nuevo modelo de
acumulación capitalista centrado en las tecnologías de información y comunicación, y dejan de lado la
transnacionalización de otros procesos sociales y económicos, como por ejemplo, los movimientos migratorios
transterritoriales.
30
El declive de los sectores industriales tradicionales o la radicación de industrias de bajo valor
agregado promovidos por la subcontratación y la tercerización de empresas que operan a escala
mundial, reproducen mecanismos de exclusión y marginalidad urbana, tanto entre países, regiones,
ciudades y sectores sociales. De Mattos (2010:99) señala en relación a las aglomeraciones
urbanas de los países periféricos: “(…) se observa la coexistencia, con escasa relación entre sí, de
las áreas de la opulencia, en las que han comenzado a proliferar los guetos voluntarios de los
sectores de altos ingresos, con extensas zonas tugurizadas, donde los más pobres también tienden
a recluirse compulsivamente (…)”. Este proceso de formación de ciudades “duales” profundiza
problemáticas urbanas (violencia, segregación, procesos de gentrificación14, etc.) y altera el paisaje
urbano, al generar una: “(…) acentuación de los procesos de fragmentación social, que implica un
progresivo e irreversible debilitamiento de las relaciones entre un número creciente de partes del
sistema, que pasan a funcionar como islas en el archipiélago metropolitano (…)” (De Mattos,
2010:99).
Falero (2012:102) señala: “(…) la producción de los sectores informáticos requiere una
combinación de recursos determinados en un territorio: fuerza de trabajo calificada y en algunos
casos una enorme infraestructura física que permita la generación de nodos estratégicos con una
hiperconcentración de instalaciones (…)”. Estos requerimientos del espacio de flujos del
capitalismo informacional genera: “Nuevas espacialidades”. Estas nuevas espacialidades, no han
sido analizadas en profundidad por las Ciencias Sociales en parte por tratarse de un fenómeno
nuevo, y en parte, por carecer de un marco analítico lo suficientemente sólido para abarcar estas
transformaciones en el espacio urbano.
2.4. Lo global y lo local en tensión
2.4.1. La dialéctica de lo global y lo local
Los estudios sobre la globalización y el proceso de reestructuración capitalista iniciado a partir de la
década del setenta, han abordado la problemática del desarrollo en un mundo global con diversos
matices y apreciaciones respecto del poder que desempeña lo “local” como manifestación de
unidades político-territoriales en un escenario de internacionalización de los procesos productivos y
redes globales transnacionales (Arocena, 2000; De Matos, 1994; Borja y Castells, 1998; Vásquez
Barquero, 2000; Alburquerque, 2004).
Arocena (2000) plantea que en términos generales se ha analizado la tensión entre lo “global” y lo
“local” a través de tres posicionamientos diferentes: a) lo global determina lo local, reduciendo este
último espacio a la simple manifestación de procesos globales en los territorios (De Mattos, 2010;
Sassen, 2001, 2007; etc.) b) lo local como alternativa a la globalización. La globalización concentra
todos los atributos negativos, mientras que lo “local” renueva las esperanza de construir sociedades
más justas y democráticas (Debuyst, 2009; Beck, 1998; Harvey, 1989, etc.) c) la articulación entre
14
El término gentrificación urbana comenzó a utilizarse en Europa a partir de la década del sesenta (Glas, 1964) en
referencia al fenómeno de expulsión de habitantes de las áreas centrales de las ciudades. Dentro los estudios urbanos
han surgido distintas corrientes de interpretación de esta problemática. Como señala Vergara Constela (2016:222): “(:..)
por un lado se encuentran quienes explican la gentrificación acentuando la formación de una demanda de vida en el
centro – nacimiento de una “nueva clase urbana”- y por otro lado, quienes señalan que no es una nueva clase la que
emerge, sino que agentes urbanos públicos y privados producen una oferta para habitar en el centro de la ciudad,
sustentada por operaciones urbanas y planes de revitalización que cambian la percepción de las áreas centrales y el
valor de suelo (:..)”.
31
lo local y lo global en una trama compleja de contradicciones, tensiones, antagonismos y
complementariedades (Arocena, 2000; Vásquez Barquero, 2004; Borja, Castells, 1998; etc.).
La última posición permite alejarse de lo que Arocena (2000:35) define como: “(...) euforias
localistas utópicas y de las críticas inspiradas en determinismos estructuralistas (...)”. La
globalización neoliberal15 inspiró a numerosos autores a reconsiderar el rol de la dimensión local,
no como simple objeto de estudio, sino que también como alternativa al proceso de
descomposición del Estado de Bienestar y la crisis del modelo de desarrollo capitalista-industrial.
Como señala Iglesias Pérez (2011:237) se tornó necesario: “(...) imaginar otras formas de
desarrollo que superaran cualitativamente las formas anteriores; por tanto, se revaloriza “la
pequeña dimensión” como la respuesta acertada a la dinámica acelerada del cambio tecnológico,
sustituyendo la creencia en las macrodinámicas, los grandes proyectos y polos industriales por “lo
pequeño y lo local” (...)”.
Efectivamente la globalización supone un proceso de homogeneización cultural, social, y
económica a través del mercado y el consumo (Giddens, 2001). Además, incluye la conformación
de un espacio ampliado de acumulación del capital que trasciende las fronteras de los Estados (De
Mattos, 2010). Y es aún más evidente, el rol de las tecnologías de información y comunicación a la
hora de potenciar la intensidad, rapidez, e interdependencia de todos estos procesos (Castells,
2001, 2009; Sassen, 2001, 2007). El impacto de lo “global” en la particularidad y singularidad de los
territorios, constituye una realidad insoslayable.
Sin embargo, lo “local” también representa una red de actores sociales capaces de elaborar
estrategias de desarrollo, dentro de un marco general de estructuras y redes globales en las que
necesariamente se inscriben (Vásquez Barquero, 1994, 2004; Madoery, 2000). Poner el énfasis en
las relaciones entre los actores sociales y el sistema, permite eludir miradas demasiado optimistas
respecto del potencial de la singularidad en un mundo excluyente y con pretensión de
homogeneidad, y por otro lado, excesivamente pesimistas en relación las posibilidades de
desarrollo local o territorial en un contexto de creciente interdependencia y subordinación a los
poderes hegemónicos globales. Como señala Arocena (2000:36): “(...) toda sociedad local puede
jugar al interior de la estructura de acumulación capitalista (....) pero la globalización no representa
para todas el mismo abanico de oportunidades (Barvejillo, 1994).
Para Borja y Castells (1998:33): “(...) al mismo tiempo que las ciudades se sitúan en la economía
global, deben también integrar y estructurar a su sociedad local (...)”. Lo “local” y lo “global” no son
necesariamente dimensiones antagónicas, sino complementarias. Como describen estos autores:
“(...) los efectos socio-espaciales de esta articulación varían según el nivel de desarrollo de los
países, su historia urbana, su cultura, y sus instituciones (...)” (Borja y Castells, 1998:35). Además,
Castells y Himanen (2002: 19) señalan: “Existe una tecnología informacional común y una
economía global, pero en el seno de la diversidad humana”.
Se trata de incidir políticamente en la dialéctica de lo global/local (Boiser, 2000) reconociendo la
dificultad y tensión entre estas dos dimensiones. Identificar la estructura en la cual los actores
sociales se desenvuelven, al mismo tiempo que se identifica la singularidad propia de estos actores
15
Puede ser entendida como la fusión entre el neoliberalismo definido sintéticamente como la reacción teórica y política
contra el Estado de Bienestar (Anderson, 1997) y el proceso de globalización caracterizado por la internacionalización del
capital, desarrollo de una economía postindustrial, desplazamiento de un capitalismo estado-céntrico a un capitalismo
mercado-céntrico, etc. (Cavarozzi, 1997, Fair, 2008)
32
a la hora de definir estrategias y políticas de desarrollo dentro de estas estructuras, cada vez más
condicionadas por los flujos globales de información y conocimiento, pero con cierta capacidad de
desplazamiento de: “(...) la política hacia el territorio (...)” (Madoery, 2000:209).
2.4.2. Los efectos de la globalización sobre los territorios
La globalización impacta en los territorios, porque es en ellos donde se despliega y desarrolla,
donde encuentra resistencias, y al mismo tiempo, redefine espacios, estructuras y actores. En
palabras de Arocena (2000:32): “(…) la globalización genera un lógica que tiende a disminuir las
autonomías, a aumentar las interdependencias, a acrecentar la fragmentación de las unidades
territoriales, a producir marginación de algunas zonas (…)”. Sassen añade (2007:11): “(…) lo global
(ya sea una institución, un proceso, una práctica discursiva o un imaginario) trasciende el marco
exclusivo del Estado-nación y al mismo tiempo habita parcialmente los territorios y las instituciones
nacionales (…)”.
De Mattos e Iracheta (2008) señalan que la globalización impacta sobre los territorios en tres
sentidos diferentes, pero en profunda conexión: a) re-direcciona las migraciones de determinados
sectores sociales hacía los lugares donde se localiza el empleo; b) permite la internacionalización
de los procesos productivos, lo que provoca el flujo y crecimiento de empresas multinacionales que
operan a escala global, y multiplica la cantidad de empresas más pequeñas radicadas en los
territorios que dependen de las grandes cadena globales de valor; c) provoca la desregulación del
espacio urbano, lo que, en algunos casos, genera procesos de segregación y gentrificación urbana.
Uno de las paradojas que señalan estos autores, remite a la existencia de libre movilidad de los
capitales, pero restricciones que se imponen respecto a la libre circulación de las personas.
Barvejillo (1995:10) señala algunos aspectos centrales que describen la forma en que la
globalización se manifiesta en los territorios de la periferia capitalista, y los procesos de
reestructuración de los territorios en el marco de estos procesos: a) concentración de la actividad
económica en los grandes centros urbanos, al mismo tiempo que se rearticulan estos núcleos en
nuevas redes urbanas; b) focos de desarrollo local autónomo en ciudades intermedias, sostenidos
en sistemas locales de innovación; c) procesos de descentralización urbana-territorial con base en
la subcontratación y tercerización de ramas productivas de menor valor agregado; d) decadencia y
declive de ciudades asociadas al industrialismo, que no han podido adecuarse a la redes
informacionales nacionales, regionales y globales.
En línea con este análisis, la globalización representa una amenaza para los territorios en tres
sentidos específicos: a) exclusión y marginación de los territorios de las grandes cadenas de valor
que operan a nivel nacional y global; b) integración subordinada de los territorios a las redes
financieras y de producción globales (De Mattos, 1994, 2010, Falero, 2012); c) la desintegración
socio-económica de los territorios, leída en clave de “regiones ganadoras” y “regiones perdedoras”
(Benko y Lipietz, 1994; García Canclini, 1994; Sassen, 2001, 2007).
Sin embargo, en línea con el planteo de Borja y Castells (1998), la globalización puede brindar
algunas oportunidades para los territorios. En sintonía con Pérez (1989), estos autores resaltan que
frente al nuevo paradigma tecno-económico con base en las TIC, los territorios pueden reposicionarse en el escenarios global. Sin embargo, como señala Barvejillo (1995:18) dicha
“oportunidad” tiene una: “(…) pertinencia selectiva (…)”. Se sustenta en: “(…) niveles previos de
desarrollo y que, además, cuentan con cierta masa crítica de capacidades estratégicas (…)”. Por lo
33
tanto, está reservado para ciudades con niveles medios de desarrollo y una notable capacidad de
planificación estratégico-territorial.
La tensión entre procesos globales y estrategias de desarrollo centradas en los territorios, no se
resuelve ni en los territorios, como unidades de desarrollo con autonomía respecto a procesos de
valorización que operan a escala mundial, ni se dirimen, únicamente, en los flujos globales, como
determinación absoluta del lugar que ocupan los territorios dentro de las dinámicas de
inclusión/exclusión, propias del capitalismo informacional. Boisier (2012:86) señala: “Esta
capacidad de decodificación del entorno, absolutamente básica para diseñar forma
contemporáneas de intervención, es solo el primer- si bien el más importante- elemento que
configura la estructura de la piedra filosofal de la dinámica territorial”.
2.5. El sector SSI: algo más que BITS
2.5.1. Los Bienes Informacionales
El Sector de Software y Servicios Informáticos (SSI) se caracteriza por la producción de Bienes
Informacionales (BI), que están compuestos de información digital. La ID es definida como: “(...) un
conocimiento instrumental codificado binariamente mediante señales eléctricas de encendidoapagado (...)”. Mientras que los BI refieren a: “(...) bienes obtenidos en procesos cuya función de
producción está signada por un importante peso relativo de los gastos (en capital o trabajo) en la
generación de o el acceso a la ID (...)” (Zukerfeld, 2008:56)
Los bienes informaciones- además de ser intangibles o inmateriales16- tienen dos características
fundamentales a) pueden copiarse con costos muy reducidos o casi nulos; b) se encuentran
regidos y regulados por derechos de propiedad intelectual (Dughera, Yansen y Segura, 2012).
Dentro de los bienes informacionales existen diferencias entre, por ejemplo, textos, imágenes,
audios, información genética, y Software o aplicaciones para el celular. En este último caso, se
trata de: “(...) una forma de conocimiento codificado (como un texto) que, curiosamente, se parece
a las tecnologías (como una máquina) (...)”. En este caso, se trata de un producto y un medio de
producción (Dughera, Yansen y Segura, 2012:12).
Mariano Zukerfeld (2004:215) señala, en relación a los BI: “(:..) un libro o una película no son
bienes informacionales en cualquier tiempo o cualquier lugar. Lo son en el marco de la posibilidad
fáctica de que su costo de reproducción sea 0. Es decir, en las inmediaciones de determinado
equipo de computación, conexiones eléctricas, un operador que sepa utilizar ese equipo, etc. (...)”.
Esta capacidad que permite que la reproducción tienda a cero, Zukerfeld (2004) la denomina
“replicabilidad” y constituye la piedra angular del modo de desarrollo informacional.
Una de las características centrales del proceso de reestructuración capitalista es que la
replicabilidad de la ID casi que no tiene costo alguno (Zukerfeld, 2008, Rifkin, 2014). Los BI utilizan
como insumo fundamental la ID. Zukerfeld (2008) agrupa a los BI en tres grupos diferenciados: a)
los que están hechos puramente de ID (software, música, imágenes, textos, etc.); b) los que
procesan, transmiten o almacenan ID (chips, computadoras, etc.); c) los que la ID es su insumo
decisivo (industria farmacéutica, aplicaciones vegetales o animales de la genética, etc.).
16
El diccionario de la Real Española define lo “intangible” como lo: “Que no debe o no puede tocarse”. Y lo inmaterial
como lo que: “Carece de entidad física” (http://www.rae.es/). Zukerfeld (2004:219) señala que los bienes inmateriales
incorporan “trabajo humano mercantilizado” pero que “(...) no pasa por la mediación del objeto (...)”.
34
Además de la “replicabilidad”, los BI presentan dos características fundamentales vinculadas al
carácter que posee la información: a) no se consume con su uso, es decir, su uso no la erosiona ni
desgasta; b) no es escasa, porque no se obtiene de la naturaleza sino de la propia capacidad
humana de pensar y procesar símbolos17. Zukerfeld (2004) plantea que así como la información es
infinita, su utilización por parte del ser humano se encuentra con un límite irreparable: “la capacidad
de atención”. El propio cerebro humano constituye la principal maquinaria que pone límites al
acceso a la información disponible, de otro modo el ser humano no podría vivir frente a un abanico
infinito de estímulos sensoriales que lo rodea. Zukerfeld (2004:231) señala: “(...) el problema de la
captación de la atención no solo aumenta porque aumenta la información disponible, sino también
por el hecho de que buena parte de esa información no es capital. La impresionante cantidad de
sitios dedicados a distribuir BI de manera gratuita se lleva una cantidad creciente del total de
atención disponible (...)”. Por este motivo, en el capitalismo informacional la “escasez de
información” no constituye un problema (dado que no existe como tal) pero si la “limitación” a la
hora de captar la atención que no es otra cosa que la transformación de la información en
mercancía.
La producción, consumo y reproducción de BI se inscriben en un contexto general de
desmaterialización de la producción. Este proceso se evidencia tanto en el caso de los medios de
producción, la materia prima, como en el producto del trabajo (Zukerfeld, 2004: 223). Esto quiere
decir que en el Capitalismo Informacional: “(...) la materia prima principal es la información, el
medio de trabajo es la información y el producto de ese trabajo es cierta forma de información (...)”.
2.5.2. Origen del sector del Software y Servicios Informáticos (SSI)
Para poder comprender el crecimiento del sector SSI, resulta pertinente definir, aunque sea
brevemente, que se entiende por software. Pressman (2005:1) señala que el software: “(…) incluye
programas que se ejecutan en una computadora de cualquier tamaño y arquitectura, contenido que
se presenta a medida de que se ejecutan los programas de cómputo e información descriptiva tanto
en una copia dura como en formatos virtuales que engloban virtualmente a cualesquiera medios
electrónicos (…)”. El software tiene, al menos, tres características sustanciales que lo diferencian
del hardware: a) se desarrolla o modifica con intelecto, es decir, no se manufactura en el sentido
clásico; b) no se desgasta, ni es susceptible de reparación, por lo tanto las tareas de mantenimiento
resultan más complejas; c) se construye para un uso individualizado (Pressman, 2005:5).
El sector SSI comienza a tomar fuerza a partir de la década del sesenta, una vez que se produce el
desacople entre hardware18 y software. Steinmuller (1995, en Zukerfeld, 2012) reconoce los años
que van de 1965 a 1970 como el periodo de emergencia del sector. Con el avance y desarrollo de
las minicomputadoras y los microprocesadores, y la aparición de la primera PC de IBM en 1981, el
mercado de software se expandió, principalmente en Estados Unidos, al conformarse como un
sector productivo separado de la producción de hardware. Como señala Zukerfeld (2012:104): “A
partir de este momento la propiedad del software de poder replicarse o copiarse con costos
cercanos a 0 empieza a tener una importancia económica enorme: ya no se trata de desarrollar
17
Los grandes debates del presente y del futuro giran en torno de la capacidad humana no sólo de pensar, y procesar
símbolos, sino también de crear máquinas que sean capaces, por sí mismas, de imitar este comportamiento humano.
18
El hardware remite al aspecto físico de los aparatos tecnológicos. En este caso puntual, referidos a las tecnologías de
información y comunicación (TIC): PCs, dispositivos móviles, laptops, periféricos, etc.
35
programas para una única empresa, sino de crear software multipropósito y vender las copias o
licencias”.
El modelo de negocio imperante durante la década de los 80 y 90´ fue el del software privativo
empaquetado, con base en programas de código cerrado (Zukerfeld, 2012). El emblema mayor de
este modelo fue Bill Gates y la compañía que creó: Microsoft. Este modelo de negocios contradecía
el espíritu original de la comunidad de programadores de la década del setenta, que habían logrado
desarrollar lenguajes de programación con base en códigos abiertos. Como señalan Rodríguez
Prieto y Martínez Cabezudo (2016:54): “El comienzo real de Internet, al menos de la manera en la
que lo entendemos ahora, debe su principio fundamental al enfoque centrífugo que guió este
desarrollo y que permitió la generación de la manida, pero cierta, forma de definir Internet como la
Red de redes”.
A la par que se impuso el modelo de negociosos vinculado al software privativo, se formó una
comunidad de usuarios y programadores que pregonan un software de código abierto. Richard
Stallman (2004:59) define al software libre como: “(…) la libertad de los usuarios para ejecutar,
copiar, distribuir, estudiar, modificar y mejorar el software (…)”. Tal como aclara el propio Stallman
(2004:60): “El software libre no significa que sea «no comercial». Cualquier programa libre estará
disponible para su uso, desarrollo y distribución comercial”.
En la actualidad se pueden concebir dos grandes formas de producción y comercialización de
software en términos legales: el privativo y el libre de código abierto (Zukerfeld, 2012). Sin
embargo, como señala Zukerfeld (2012:107): “(…) junto con el desarrollo de un gran mercado para
los software empaquetados y con las restricciones legales de las copias, surgieron fuertes
incentivos para aprovechar la replicabilidad de la ID y reproducir ilegalmente esos programas (…)”.
De esta forma, se puede dividir la producción de software en tres partes: a) software privativo b)
software libre c) software ilegal. De estas tres partes, el software privativo legal e ilegal se reparten
más del 80% de la producción total, casi en partes iguales (IDC-BSA, 2009 en Zukerfeld, 2012).
Como señala Rifkin (2001:1): “Nos encontramos en medio de las primeras fases de una gran
transformación: del intercambio de propiedades en el mercado a las relaciones de acceso en
redes”.
El sector SSI es una parte constitutiva del Sector Informacional. El sector informacional es: “(…)
aquél compuesto por el conjunto unidades productivas cuyo output principal son Bienes
Informacionales primarios (empresas de software, call centers, estudios de diseño, audiovisuales,
periodísticas, etc.) (…)”. No se considera a este sector como parte del sector servicios, puesto que:
“(…) los que aquí llamamos Bienes Informacionales no tienen ninguna característica de los
servicios y tienen todas las de los bienes –no se consumen en el momento de su producción,
pueden circular independientemente de este momento, y pueden asignarse derechos de propiedad
sobre ellos (…)” (Zukerfeld, 2008:7)
2.5.3. Hacía una clasificación del sector SSI
En primer lugar, se reconoce a la actividad SSI como productora de bienes informacionales. No de
cualquier bien informacional, sino de aquél que está compuesto exclusivamente de información
digital. Luego, se especifica que la producción de software puede seguir dos caminos de acuerdo al
sistema normativo y marco regulatorio del CI: la legalidad o la ilegalidad. Dentro de la legalidad, se
36
destacan dos formas de producción: la privativa y la libre que se sustenta en el código abierto. La
ilegal, por otro lado, remite a dos mecanismos: a) las copias ilegales realizadas por usuarios
individuales; b) circuito capitalista de reventa ilegal (Zukerfeld, 2012).
Una vez realizada esta distinción, se puede clasificar al sector SSI, de acuerdo al ámbito en el cual
se desarrolla el proceso productivo. Siguiendo la clasificación de Segura, Yansen y Zukerfeld
(2012), el siguiente cuadro representa la primera variante:
Cuadro 2. Producción laboral/no laboral
Ocurre en el tiempo de
trabajo
Tipo de producción
SI
Laboral
NO
Producción no Laboral
Fuente: Segura, Yansen y Zukerfeld (2012)
La producción no laboral se relaciona con el software libre y la producción colaborativa, es decir, un
tipo de producción que no se realiza en entornos laborales ni obedece a intereses mercantiles.
Luego, dentro de la producción laboral se registran dos variantes:
Cuadro 3. Producción mercantil/no mercantil
Ocurre en
empresas
Tipo de producción
1. Producción Mercantil de Software
2. Producción Mercantil de otros bienes y servicios (Software in house)
SI
1. Producción Estatal
2. Producción Académica
NO
3. Producción de ONGs
Fuente: Segura, Yansen y Zukerfeld (2012)
La característica de la producción no mercantil es que opera por fuera de las empresas, por ende,
no responde a una lógica de negocio. Se distinguen tres tipos: la producción que se realiza dentro
de un organismo del Estado, la que se realiza en universidades y/o centros de investigación, y la
que se realiza en organizaciones sin fines de lucro.
La producción mercantil de software es la que se sitúa dentro de las empresas. Dentro de este
campo, es posible identificar dos tipos de producción: a) Producción mercantil de Software; b)
Producción mercantil de otros bienes y servicios (Software “In House”). En el segundo caso, se
trata de empresas que no se dedican a la comercialización de Software y Servicios Informáticos,
pero que realizan algún tipo de desarrollo para mejorar la productividad de los bienes en los que se
especializan (Zukerfeld, Yansen, y Segura, 2012).
37
Por último resulta fundamental, delimitar la producción mercantil de software:
Cuadro 4. Tipo de proceso productivo
Producción
Tipo de proceso productivo
Mercantil de
Software
Autónomo
La decisiones de qué y cómo producir se toman
en la unidad productiva misma
Las decisiones de qué y cómo producir están
Heterónomo
supeditadas a otras unidades productivas
Fuente: Segura, Yansen y Zukerfeld (2012)
Agrupamiento
1.
2.
3.
1.
2.
3.
Microempresas
Pymes
Grandes Empresas
Filial de Multinacional
Producción en Red
Producción Escalonada
Esta tesis se concentra en la producción de software en entornos laborales con objetivos
mercantiles, es decir, aquélla que se realiza en empresas de diverso tamaño que deciden por sí
mismas qué y cómo producir. También aborda el caso de las Multinacionales y Unicornios 19
presentes en la ciudad de La Plata. No se ha incluido dentro del análisis la producción no laboral,
no mercantil y que no se realiza en empresas.
19
Se denomina “Unicornios” a aquellas firmas nuevas, basada en el uso intensivo de tecnología, que en un periodo
menor a los siete años alcanzaron una cotización en bolsa superior a los 1000 millones de dólares (Artopoulos, 2016).
38
3. Estrategia metodológica
3.1. Contexto de la investigación
La tesis “Procesos de innovación socio-tecnológica en el sector del Software y Servicios
Informáticos (SSI) de la Ciudad de La Plata: redes, actores y políticas públicas” se inscribe dentro
de dos proyectos de investigación, dirigidos por la Dra. Susana Finquelievich y llevados a cabo por
el equipo de investigación, en el cual me desempeño como becario e investigador: el PIP 20122014: “Innovación en las áreas urbanas en la Sociedad de la Información: procesos, actores y
resultados en tres ciudades de la Provincia de Buenos Aires”; y el PICT 2014-2017: “Desarrollo
local e innovación productiva en la Sociedad de la información: redes, actores y procesos en tres
ciudades”.
Ambos proyectos tienen como objetivo general: analizar la relación entre las ciudades y los
procesos de innovación socio-tecnológica centrados en las TIC, esencialmente en el sector del
Software y Servicios Informáticos (SSI). Se consideran como factores fundamentales: a) el tamaño
de la ciudad en términos poblacionales; b) la presencia de los actores de la innovación
(universidades activas en investigación, empresas de diverso tamaño, gobiernos locales
comprometidos en desarrollar actividades innovadoras, organizaciones de la sociedad civil
interesadas en estos temas, etc.).
Los proyectos ponen especial interés en analizar, mediante el estudio de los actores de la
innovación mencionados y sus interrelaciones, los procesos de construcción de redes de
innovación a nivel local y regional, que permiten la formación de espacios y procesos innovativos
en sectores económicos relevantes para el desarrollo regional, como son los bienes y servicios TIC.
Se eligieron estudios de caso en tres ciudades de diferente tamaño en la Provincia de Buenos
Aires, que cuentan con universidades y en las que se desarrollan actividades de I+D en bienes y
servicios de base TIC: La Plata, Bahía Blanca y Tandil.
Las investigaciones en desarrollo, abordan principalmente los siguientes interrogantes: ¿Cuáles
son las relaciones existentes entre los actores sociales implicados en los avances o inhibiciones en
los procesos de innovación en las ciudades del país? ¿Se verifica la existencia de una relación
directa entre el número de habitantes de las ciudades, y la generación de innovaciones sociotecnológicas? ¿Cómo se producen los procesos de construcción de redes entre estos actores, y
cómo influyen éstas en los procesos de innovación socio-técnica en estas ciudades?
En el marco de estos proyectos he participado en la publicación de artículos, capítulos de libro, y
ponencias presentadas en distintos congresos científicos nacionales e internacionales. Además, el
equipo ha organizado el Seminario Nacional: “Políticas de innovación socio-técnica en ciudades” a
través de un subsidio otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva
(MINCYT). Esta tesis constituye una contribución a la producción científica colectiva del Programa
de Investigaciones sobre la Sociedad de la Información perteneciente al Instituto de Investigaciones
Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, de la Universidad de Buenos Aires, dirigido por la
Dra. Susana Finquelievich.
Los proyectos de investigación señalados abordan tres estudios de caso dentro de la Provincia de
Buenos Aires: La Plata, Bahía Blanca y Tandil. En esta investigación, se profundiza el análisis de
La Plata, como locus del sistema de interacciones entre los actores locales de la innovación. El
39
objetivo principal del estudio se centra en: la caracterización de los actores de la innovación
(universidades activas en investigación, empresas de tecnología avanzada de diverso tamaño,
parques o polos tecnológicos, y el gobierno local) presentes en la ciudad y el análisis de la
formación y desarrollo de redes entre los mismos. Se considera un factor relevante, la relación
entre estas redes y las estrategias de desarrollo económico y social del territorio.
A continuación, se introduce la justificación del estudio de caso, la descripción del trabajo de campo
y las entrevistas realizadas, así como también el mapa de los actores locales y las principales
hipótesis que guían la investigación.
3.2. ¿Por qué un estudio de caso?
Como señala Simons (2009:20): “La finalidad principal de emprender un estudio de caso es
investigar la particularidad, la unicidad, del caso singular”. La autora define al estudio de caso como
una: “(…) investigación exhaustiva y desde múltiples perspectivas de la complejidad y unicidad de
un determinado proyecto, política, institución, programa, o sistema en un contexto “real” (…)”
(Simons, 2009:42).
Liphardt (1971:685) sostiene que el principal mérito del estudio de caso se corresponde con el
análisis en profundidad de un caso, tomando en consideración la escases de recursos económicos,
de tiempo, etc.; propios del quehacer científico que impiden en algunos contextos atender más
casos. La debilidad de este método radica en la baja calidad de control de las hipótesis, al disponer
de “(…) muchas variables, pocos casos (…)”. Sin embargo, como señalan Neiman y Quaranta
(2006:219): “Los estudios de casos tienden a focalizar, dadas sus características, en un número
limitado de hechos y situaciones para poder abordarlos con la profundidad requerida para su
comprensión holística y contextual”. Es decir, lo que se considera debilidad metodológica, en
realidad constituye su razón de ser: analizar un caso específico en términos de “descripción densa”
(Geertz, 1973:22) a pesar de la limitación para construir una teoría solida a partir de su
singularidad.
Stake (1995) menciona tres tipos de estudios de caso: a) intrínseco (el caso representa un interés
en sí mismo); b) instrumental (el caso se utiliza para comprender un fenómeno u objeto de
investigación más amplio); c) colectivo (se utilizan varios casos para analizar un determinado
tema).
En esta tesis, la selección del caso se adecúa a la perspectiva instrumental: el estudio en
profundidad del caso de la ciudad de La Plata constituye un aporte a la investigación de los
procesos de innovación socio-tecnológica en ciudades intermedias de la Argentina, el análisis
especifico del sistema de interacciones entre los actores locales de la innovación arroja pistas para
interpretar y comprender como se construyen redes de innovación en ciudades intermedias, y que
impacto tienen estas redes sobre las dinámicas de desarrollo económico y social de los territorios.
La selección del estudio de caso no responde al interés específico del caso, entendido como hecho
inédito o singular, sino como parte constitutiva de un estudio más general: los procesos de
innovación socio-tecnológica en ciudades intermedias de la Argentina. Desde este punto de vista,
el caso forma parte de otros casos de análisis (Bahía Blanca y Tandil) no incluidos en esta tesis,
pero que forman parte de los dos proyectos de investigación ya mencionados, en los cuales este
estudio se inscribe. A partir del desarrollo del estudio de caso, esta tesis planea realizar un aporte
40
que permitan poner en discusión el caso con otros que resultan útiles para comprender los factores
que inhiben o favorecer la innovación socio-tecnológica en ciudades intermedias de Argentina.
La particularidad de esta estrategia metodológica radica en que se trata de un estudio de caso (la
ciudad de La Plata) en un contexto más amplio de estudios de caso (ciudades intermedias de la
Provincia de Buenos Aires). Esto implica que el caso en tanto singularidad, puede ser analizado en
profundidad, pero el objetivo, en última instancia, es poner a dialogar el caso con otros similares.
Como señala Martínez Carazo (2006:173): “(…) los resultados del estudio de un caso pueden
generalizarse a otros que representen condiciones teóricas similares (…)”. Siguiendo la línea de
Yin (1989,1998), un estudio de caso no permite una “generalización estadística”, sino una
“generalización analítica”, es decir: “(…) utilizar el estudio de caso único o múltiple para ilustrar,
representar o generalizar a una teoría (…)” (Martínez Carazo, 2006:174).
En esta tesis, la metodología utilizada es esencialmente cualitativa, centrada en el análisis
específico de los actores locales de la innovación (empresas de diverso tamaño, universidades y/o
centros de investigación, gobiernos locales, incubadoras, etc.) y sus interrelaciones; así como el
impacto que generan estas redes sobre el territorio.
A los fines de lograr este objetivo, se identifica el estudio de caso como la estrategia metodológica
más acertada en tanto permite: “captar y describir la complejidad de los fenómenos en estudio y su
contexto con la mayor riqueza posible, respetando la mirada de los actores sociales involucrados”
(Neiman y Quaranta, 2006:221).
3.3. ¿Por qué la ciudad de La Plata?
Como ya ha sido mencionado, esta tesis se inscribe en dos proyectos de investigación: el PIP
2012-2014: “Innovación en las áreas urbanas en la Sociedad de la Información: procesos, actores y
resultados en tres ciudades de la Provincia de Buenos Aires”, y el PICT 2013-0761, “Desarrollo
local e innovación productiva en la sociedad de la información: redes, actores y procesos en tres
ciudades” dirigidos por la Dra. Finquelievich, en el que me desempeño como investigador y becario
doctoral del CONICET. Las investigaciones se proponen analizar la relación entre las ciudades y
los procesos de innovación socio-tecnológica centrados en las TIC.
Se han elegido como casos de estudio tres ciudades de diferente tamaño que pertenecen a la
misma provincia (Provincia de Buenos Aires), para evitar diferencias provenientes de distintas
políticas provinciales que puedan influir en el desarrollo urbano y los procesos de innovación sociotecnológica. Se ha seleccionado una ciudad que pertenece a la Región Metropolitana de Buenos
Aires (RMBA), la ciudad de La Plata, una ciudad que se ubica en la región centro de la Provincia de
Buenos Aires, Tandil; y una ciudad que pertenece a la región sur de la provincia: Bahía Blanca. De
esta forma, se planea comparar los procesos de innovación socio-tecnológica de acuerdo no sólo al
tamaño de las ciudades seleccionadas, sino también a la ubicación dentro de los sistemas
nacionales y regionales de innovación.
Se ha escogido el periodo que comprende los años 2004-2016 como etapa de estudio, por diversos
factores: a) a partir del 2004 se comienza a impulsar desde el gobierno nacional y provincial
políticas de promoción del sector productivo informacional (la Ley Nacional de Promoción de la
Industria de Software es un ejemplo de ello); b) durante este lapso de tiempo se han constituido los
41
Polos, Parques científico-tecnológicos, y clústeres presentes en los casos seleccionados; c)
durante estos años han proliferado numerosas empresas del sector TIC, vinculadas sobre todo al
Sector del Software y los Servicios Informáticos (SSI); d) los gobiernos locales estudiados iniciaron
su gestión en este periodo, registrándose cambios de gestión a partir del 2015.
Los casos han sido seleccionados en base a los siguientes criterios: a) contar con Polos
tecnológicos, o clústeres de empresas del sector SSI; b) que se encuentren presentes
Universidades, centros de investigación, y Parques científico-tecnológicos en los cuales se
desarrollen actividades de I+D en bienes y servicios de base TIC; b) contar con estrategias, planes
e iniciativas planteadas y/o desarrollados en los últimos 12 años por gobiernos locales dirigidas a
impulsar procesos de innovación socio-tecnológica en áreas urbanas; c) poseer dimensiones
poblaciones diferentes, para evaluar si existen correlaciones entre los procesos de innovación para
el desarrollo y el tamaño de la población. En base a estos criterios, se han seleccionado tres
ciudades intermedias de distinto tamaño: Tandil (123.000 habitantes), Bahía Blanca (301.500
habitantes), y La Plata (753.378 habitantes). Entre las ciudades, existen diferencias demográficas
marcadas, así como también diferencias en la ubicación respecto de los engranajes socioproductivos.
En el marco del desarrollo de estas investigaciones, se detectaron determinados rasgos específicos
de la Ciudad de La Plata que la diferencian de los otros dos estudios de caso: a) la ciudad se
encuentra en una zona de frontera entre centro urbano de tamaño intermedio y ciudad grande20; b)
forma parte de la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA), ubicándose a sólo 56 kilómetros
de la Ciudad de Buenos Aires (CABA); c) se trata de la capital de la Provincia de Buenos Aires, lo
que implica que concentra las actividades administrativas del gobierno provincial, además del
gobierno municipal; d) contiene a la tercera universidad pública nacional más importante del país: la
Universidad Nacional de La Plata (UNLP), lo que le ha valido el mote de “ciudad universitaria” al
constituir un polo de atracción de jóvenes estudiantes de todas partes del país.
Además, la ciudad de La Plata posee una matriz productiva diversificada (agricultura, industria,
servicios, etc.). Las principales actividades agrícolas son la horticultura, floricultura, y la apicultura.
En la ciudad se producen el 70% de las hortalizas y el 65% de las flores de corte de todo el país,
siendo el cinturón hortícola platense el área de mayor tamaño del cinturón verde de la Provincia de
Buenos Aires (el 46,15% de la superficie productiva total y el 25,15% de la superficie hortícola
total). Además de la producción agrícola mencionada, existen en la ciudad más de 300 empresas
grandes, medianas y pequeñas dedicadas al rubro metalmecánica: la fabricación de autopartes
para automotores, de abertura de aluminio y chapa; repuestos para motos, cigüeñales y
engranajes; fabricación de cojinetes y biela bancada; carpintería metálica, insumos en la industria
metalmecánica, contenedores y cilindros para la industria química, entre otros. Sobresalen también
otros rubros industriales como la producción de ladrillos, el diseño de indumentaria, insumos
químicos, producción de aluminio y medicamentos21.
20
De acuerdo al Censo 2010, se trata de la cuarta ciudad más poblada del país y el quinto aglomerado urbano más
extenso a nivel nacional, detrás de Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza. Si bien, en este estudio se definen a las
ciudades intermedias, no sólo por su tamaño en términos poblaciones, sino por su función de intermediación entre
estructuras urbano-regionales mayores y menores (Jordan, 1998, Gudiño, 2012); lo cierto es que el caso de la Ciudad de
La Plata presenta una densidad demográfica bastante mayor a otros casos de ciudades intermedias de la Provincia de
Buenos Aires: Tandil, Bahía Blanca, Junín, etc.
21
Consultado en: http://www.laplata.gov.ar/
42
El Grafico 1 refleja la tasa de empleo registrado del sector privado en la ciudad, en la cual se
detecta una clara preeminencia del sector servicios (tanto comerciales, como sociales, de salud,
educativos, etc.):
50.000
Industria
45.000
40.000
Agricultura/Ganaderia/Pesca
35.000
Servicios
30.000
25.000
Mineria
20.000
15.000
Construcción
10.000
Transporte
5.000
0
Servicios Públicos
La Plata
Fuente: Observatorio del Conurbano Bonaerense, UNGS
Del total del empleo en la actividad privada registrado (125.476), el rubro servicios y servicios
sociales (salud, educación, cultura, etc.) se lleva más del 50% (arriba de 78 mil). Esto demuestra la
importancia del sector servicios en la generación de empleo registrado. Además. Tal como se
observa en el gráfico, la actividad industrial, la construcción, y el transporte también se destacan.
Vale aclarar que se trata del empleo registrado, siendo la actividad agrícola la que menos índice de
formalidad presenta a nivel nacional, provincial y municipal. La estructura productiva diversificada
se considera un factor que alienta el desarrollo del informacionalismo.
En la última década ha crecido de manera sostenida el sector de Software y Servicios Informáticos
(SSI). Un grupo de 32 empresas de este rubro han conformado el Distrito Informático del Gran La
Plata (DILP) orientado a motorizar el sector de las tecnologías de información y comunicación
(TIC) a través de la asociatividad y la búsqueda de complementariedad entre sus integrantes.
Como ha sido indicado en el marco teórico, no se considera a este sector como parte constitutiva
del sector servicios, sino como parte de un sector de la economía especifico denominado: Sector
Informacional (SI).
En el año 2016, con el cambio de gobierno a nivel municipal, el DILP pasó a denominarse Polo IT y
agrupa a más de 40 empresas dedicadas a la consultoría tecnológica, arquitectura, biotecnología,
desarrollo de software, servicios de soporte, experiencia de usuario, sistema de gestión de
negocios, ERP, CRM, entre otros22.
Además de las Pymes agrupadas en el DILP, se evidenció una gran cantidad de microempresas
que no forman parte del clúster, pero que participan activamente en el desarrollo de software y
servicios informáticos a nivel local. La particularidad de estas unidades productivas es que no
22
Consultado en: http: //poloitlaplata.com/
43
superan los 5 empleados, y tal como han manifestado los propios actores: “Somos pocos, y todos
hacemos todo23”.
En el siguiente cuadro se puede observar el crecimiento del sector SSI en la ciudad de La Plata.
Existen, en la actualidad, más de 70 empresas de diverso tamaño radicadas en la ciudad. Se
estima que generaron 2000 puestos de trabajo, aunque no se cuenta con datos oficiales24. Más del
70% de ellas han sido creadas a partir del 2004.
Cuadro 4. Cantidad de empresas del sector SSI
Distintos cortes
Porcentaje
temporales
Cantidad total de empresas SSI
del total
Total
de
empresas
(empresas
creadas
+
empresas ya existentes +
empresas desaparecidas) 90
100%
Total
de
empresas
creadas entre 2004-2017
66
73,30%
Cantidad de empresas
desaparecidas entre 200425
2017
13
14,4%
Total de empresas– año
2017
77
85,5%
Fuente: elaboración propia en base a la plataforma elaborada por la incubadora La Plata Hub:
http://laplataup.com/
Sobre la base del análisis especifico del sector SSI platense, agrupado primero en el DILP y luego
en el Polo IT que constituye un clúster de empresas del sector, así como también el rol de la UNLP
en materia de desarrollo de software y TIC, se sostiene que en la ciudad de la Plata se ha
conformado un medio innovador vinculado a este sector productivo informacional.
El Cuadro 5 presenta las características principales del medio innovador de la ciudad de La Plata:
Cuadro 5. Medio Innovador SSI La Plata
Tipo
de Actores locales de Condiciones
producción
la innovación
favorables
para
Características Políticas
el del
sector Públicas
23
Entrevista realizada en Abril de 2015 al fundador de Xaver, microempresa dedicada al desarrollo de software
Walas Mateo y Arazabal (2013) señalan que para el año 2013, se estimaba en 700 el número de puestos de trabajo
generados por el sector. La razón entre la gran cantidad de empresas y la cantidad de empleo generado, radica en qu e
existe en La Plata: “(…) una gran asimetría entre las empresas Multinacionales y Pymes Grandes (Globant, Softek,
Snoop, etc.) y las MiPyMes, en general nucleadas en el DILP, con una antigüedad promedio de 6 años (:..)”. Como parte
de un relevamiento al DILP, estos autores detectaron que se emplean 326 trabajadores fijos en 32 empresas pequeñas y
medianas, lo que da un promedio de 9 empleados por empresa. Mientras que entre dos empresas grandes concentran
148 empleados.
25
Se consideran empresas que han sido creadas, pero que en la actualidad no están funcionando, ya sea, porque han
cerrado o frenado la producción, o bien han sido absorbidas por compañías más grandes, como es el caso de Bvision
que fue comprada por Mercado Libre. Una parte de estas empresas figuran en el mapa de empresas del sector SSI
utilizada (www.laplataup.com), pero se ha detectado, a través del trabajo de campo y la búsqueda en internet, que no
están funcionando en la actualidad (carecen de un sitio web, no disponen de un espacio físico, no utilizan las redes
sociales, etc.).
24
44
existente
Software
medida
sector
a Universidades
Centros
investigación
Aplicaciones
móviles
Empresas
diverso tamaño
Outsourcing
y Presencia
de
tres
de Universidades
con
carreras de informática y
centros de Investigación
de del Sistema Científico
Tecnológico Nacional y
Provincial
Gobierno local
Tecnologías
emergentes (big Incubadoras
data, Internet de públicas y privadas
las cosas, etc.)
Clúster
de
Programación
empresas del sector
Offshore
Consultoría
Desarrollo
Videojuegos
Diseño Web
y
Existencia
de
incubadoras públicas y
privadas: EM-TEC, La
Plata Hub y MinervaUNLP
productivo
Promoción
Multinacionales
radicas
en
la de
ciudad (Globant, innovación
tecnológica:
Accenture,
Despegar, Softtek,
etc.)
FONTAR
Pequeñas,
FONTSOFT
medianas
y
agrupadas en el Proyectos
DILP
IBEROEKA
Microempresas no Marco
agrupadas en el normativo y
beneficios
Los
costos
de DILP
fiscales:
infraestructura (m2) y
servicios son inferiores a Empresas
los de Capital Federal
Grandes de origen Ley Nacional
local
(Snoop, de Promoción
Empresas de diverso FluxIT, etc.)
de la Industria
tamaño agrupadas en un
de Software
clúster
Formación
de RR.HH:
FOMENI
Programa de
Promoción de
las
Tecnicaturas
Superiores
Universitarias
en
Informática
Fuente: elaboración propia en base a Walas Mateo y Arazabal (2013)
La presencia de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP)- que cuenta con institutos de
investigación de lo más activos en I+D en el caso del desarrollo de software y TIC a nivel nacional y
regional- sumado al crecimiento exponencial de empresas del sector SSI de diverso tamaño y
micro-emprendimientos tecnológicos, ha favorecido la creación y el desarrollo de procesos de
innovación socio-tecnológica en el sector SSI de la ciudad.
El análisis especifico del sistema de interacciones entre los actores locales de la innovación, el
grado de desarrollo de redes entre los mismos, su vínculo con las estrategias de desarrollo
45
económico social del territorio, así como el impacto en el espacio físico y social de la ciudad,
justifican profundizar una mirada sobre este caso en términos de: investigar el vínculo entre los
organismos de CyT, el sector SSI y el sector productivo local; el impacto del desarrollo del sector
SSI sobre otros sectores de la economía (agro, servicios, industria, etc.); las transformaciones a
nivel infraestructura tecnológica y equipamiento urbano de uso colectivo de la ciudad; el rol de la
ciudad en el sistema nacional y provincial de innovación; entre otros.
3.4. Los actores locales de la innovación
Una vez definida la estrategia metodológica (estudio de caso) y justificada la selección del mismo,
resulta fundamental definir a los actores locales de la innovación, y los aspectos centrales que se
han considerado para analizar sus interrelaciones.
Las técnicas de recolección de datos utilizada fueron fundamentalmente cualitativas, centradas en
la investigación documental y bibliográfica, el análisis de fuentes secundarias (legislaciones
municipales, documentos de implementación de estrategias, iniciativas o planes, entre otros) y
primarias: entrevistas en profundidad a informantes clave en la ciudad.
Se han utilizado algunos indicadores cuantitativos a los fines de profundizar la caracterización de
algunos actores sociales, como las empresas del sector SSI, y para analizar con mayor precisión al
entorno urbano en términos de: infraestructura tecnológica, equipamiento urbano de uso colectivo,
índice de conectividad, brecha de acceso a las TIC, etc.
Se presenta a continuación un cuadro en donde se describen los actores locales de la innovación
identificados, agrupado de acuerdo a la función que desempeñan en los procesos de innovación
socio-tecnológica. Sobre la identificación especifica de los actores locales de la innovación en el
territorio, se realizó la planificación del trabajo de campo. Se considera al año 2015 como punto de
inflexión en tanto implicó un cambio de gestión gubernamental en los tres niveles territoriales de
gobierno (nación, provincia y municipio).
Cuadro 6. Los actores locales de la innovación en la ciudad de La Plata
Gobierno
Local-Gestión
Organismos
de
Ciencia
y
2004-2015
Tecnología
Sector privado
Secretaria
de Universidad Nacional de La Plata Microempresas
Modernización y (UNLP): Laboratorio de Innovación y (Xaver,
Avix,
Desarrollo
Formación en Informática Avanzada Shoor, etc.)
Económico
(LIFIA); Instituto de Investigación en
Informática (LIDI); Laboratorio de
Investigación en Nuevas Tecnologías
Informáticas (LINTI)
26
Sector asociativo
Distrito Informático
del Gran La Plata
26
(DILP)- Polo IT
El Distrito Informático del Gran La Plata (DILP) ha sido remplazado por el Polo IT en 2016: http://poloitlaplata.com/
46
Universidad Tecnológica
(UTN-La Plata)
Gobierno
Local-Gestión
2015-2017
Secretaría
de
ModernizaciónSubsecretaría de
Servicios
al
Ciudadano
Nacional Pymes
(Angras, Parque
Científico
Julasoft, QKStudio, Tecnológico de la
etc.)
Universidad
Nacional de La Plata
(UNLP)
Minerva-Incubadora dependiente de Grandes Empresas EMTEC-incubadora
la Unidad de Vinculación Tecnológica (Snoop,
FluxIT, de empresas de
de la Universidad Nacional de La Hexacta, etc.)
base tecnológica
Plata (UNLP)
Secretearía de Centro
Planeamiento
Tecnológico
Urbano
y La Plata
Desarrollo
EconómicoPrograma
La
Plata Emprende
-
Científico Multinacionales
CONICET (Globant,
Accenture,
Despegar, Softtek,
etc.)
La
Plata
Hub
incubadora
de
empresas TIC
Fuente: elaboración propia en base al trabajo de campo e investigación documental
En relación trabajo de campo, se han realizado 25 entrevistas en profundidad a informantes clave
de los respectivos actores locales de la innovación (responsables de políticas públicas de
innovación socio-tecnológica a nivel local y provincial; empresas de diverso tamaño, incubadoras, e
investigadores de los centros de investigación de las universidades).
El cambio de gestión gubernamental, ocurrido en el año 2015, implico un punto de inflexión en la
investigación. Lo que obligó a incorporar nuevas entrevistas, sobre todo a los responsables de
políticas públicas de innovación a nivel local y provincial, y volver a entrevistar a algunos
investigadores y empresas para detectar cambios en las políticas y en la valoración del sector
respecto al cambio de gobierno. Dado el poco tiempo entre que se realizó el cambio de gestión (
finales del 2015), y la finalización del trabajo de campo (principio del 2017), resulta difícil establecer
con precisión las principales diferencias entre las gestiones del gobierno local (Pablo Bruera-Frente
para la Victoria-Partido Justicialista (FPV-PJ) y Julio Garro-Propuesta Republicana (PRO)Cambiemos). Sin embargo, se incorporaron al análisis aspectos vinculados a la consideración
respecto al rol del Estado en la innovación, los principales instrumentos de política pública dirigidos
al sector, y el tipo de vínculo con otros actores, como empresas y universidades.
A continuación se presenta el mapa de entrevistas realizadas a los actores locales de la
innovación, según actor y cargo desempeñado:
47
Cuadro 7. Mapa de entrevistas a informantes clave en la ciudad de La Plata
Universidad Nacional de
Empresas del
Gobierno local y
La Plata (UNLP)
sector SSI local provincial
Incubadoras
Laboratorio de Investigación Multinacionales:
Secretaria de
La Plata Hub
y Formación en Informática
Modernización y
Pablo
Avanzada (LIFIA)
Globant
Desarrollo
Wanda Weigert Económico de la
Baldomá
27
Lic. Gabriel Baum
Directora de
Municipalidad de La Jones
Investigador/DocenteComunicación y Plata
Presidente
Miembro del directorio
Marketing
Gestión Pablo
Bruera
Néstor Nocetti
2007-2015
Co-Fundador y
socio de
Lic. María
Globant
Alejandra
Sturzenegger
Laboratorio de Investigación Empresas
en Nuevas Tecnologías
Grandes:
Informáticas (LINTI)
Flux IT
Lic. Javier Díaz
Ulises Chesini
Director
Socio y Gerente
de la empresa
Secretaria de
ModernizaciónServicios al
ciudadano
Gestión Julio Garro
2015-actualidad
Sector
asociativo
DILP
Periodo
2006-2016
Pablo
Baldomá
Jones
Presidente
EMTEC
Polo IT
Guillermo
Morales
Director
Ejecutivo
Pablo
Baldomá
Jones
Presidente
Maximiliano
Snoop Consulting Constantinis
Mercedes
Morera
Directora del
área Snoop
Pymes
27
En el caso de Pablo Baldomá Jones se lo entrevistó en cuatro ocasiones, dos veces antes del 2015, y otras dos en los
años 2016 y 2017. Se lo entrevistó en su condición de presidente del DILP y el Polo IT, gerente de dos empresas del
sector (Suyit y Celeretive) y presidente de la incubadora privada: La Plata Hub.
48
Instituto de Investigación en
Informática (III-LIDI)
Ing. Armando De Guisti
Director
Investigador del Conicet
Decano de la Facultad de
Informática-UNLP
Pymes:
QKStudio
Ana Paula
Sabelli
CEO
Infogestión
Diego Erbén
Gerente General
Subsecretaria para
la Modernización del
Estado-Gobierno de
la Provincia de
Buenos Aires
Lic. Magdalena
Acuña
MinervaUNLP
Marcelo
Otaño
Director de
Vinculación
Tecnológica
de la
Universidad
Qwertysoft
Alina Martínez
Co-creadora de
la empresa
Arzion
Lic. Juan
Rabadan
Socio Gerente
49
Microempresas:
Snik
Alan Yusim
Silvia
Co-fundador
Xaver
Gustavo
Molinari
Co-fundador
Director de
Innovación en la
Gestión Municipal
Gobierno de la
Provincia de Buenos
Aires
Sebastián Pellizeri
Huna
Organizaciones
conscientes
Leonardo
Giménez
Director
Avix Games
Nico Castez
CEO
Programa BA
InnovaSubsecretaría de la
Pequeña, Mediana y
MicroempresaMinisterio de la
Producción, Ciencia
y TecnologíaGobierno de la
Provincia de Buenos
Aires
Lic. Marcela A.
Kadjo
Fuente: elaboración propia en base al trabajo de campo realizado
50
Además de las entrevistas realizadas a informantes clave mencionadas, se destacan dos
entrevistas realizadas a referentes nacionales de las políticas públicas de promoción del sector SSI
desde el 2016:
Aníbal Carmona-Presidente de la Cámara de la Industria Argentina de Software (CESSI) y
Fundador de Unitech (empresa del sector SSI)
Ing. Carlos Pallotti- Subsecretario de Servicios Tecnológicos y Productivos-Ministerio de
Producción de la Nación-ex Presidente de la CESSI y ARGENCON
El objetivo de estas entrevistas fue recabar información sobre políticas públicas de promoción del
sector SSI a nivel nacional, y obtener una visión general de ciertos actores, con peso específico en
el diseño, implementación e impacto de estas políticas en la industria del software. A través de
estas entrevistas, se obtuvo un punto de vista, relevante al tema de investigación, sobre las
principales dificultades, desafíos y perspectivas del sector.
Para el análisis del sistema de interacciones entre los actores locales de innovación, se tomaron en
consideración los siguientes criterios:
Origen de las iniciativas de colaboración o intercambio
Liderazgo ejercido por algunos de los actores
El contenido de las transferencias realizadas entre los actores
La concretización de proyectos multiactorales en el territorio
La red de vínculos personales establecida entre los actores
A partir de investigaciones desarrolladas por el equipo de investigación dirigido por la Dra. Susana
Finquelievich, como parte del Programa de Investigaciones sobre la Sociedad de la Información del
Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de
Buenos Aires (IIGG-FSOC-UBA), y el trabajo de campo realizado, se ha diseñado una tipología de
redes de conocimiento que sirve como modelo para analizar el sistema de interacciones entre los
actores locales de la innovación en la ciudad de La Plata.
Cuadro 7. Tipología de redes de conocimiento
Tipo de Red
Institucional: existencia de
una agencia encargada de
gestionar la red. En ciertos
casos puede contar con un
espacio físico para su
funcionamiento
Formal: se define a partir de
la interrelación entre actores
de la innovación mediante la
aceptación de criterios y
principios explícitos de
funcionamiento
Grado de Reciprocidad
Alta: flujo constante de información y
conocimiento entre los actores de la
innovación. Existe un nivel elevado de
interacción sobre la base de intereses
comunes.
Media: la red se sostiene sobre la
base del liderazgo de uno o más
actores (puede ser un actor de la
innovación o inclusive una persona o
agente específico). El nivel de
interacción se da de forma limitada y
esporádica.
Dimensión espacial
Global: la red es un nodo
dentro de una red de
alcance global que
implica la existencia de
interacciones a escala
internacional.
Regional: la red se
vincula con otros niveles
territoriales (Provincia y/o
Nación) y su área de
influencia supera los
límites del municipio o
ciudad
Informal: carece de criterios
Baja: presencia de conflictos entre
Local: su vinculación es
51
explícitos para su
funcionamiento, sin embargo
se producen interacciones
producto de compartir
intereses comunes y
complementarios
actores de la innovación que impiden
el funcionamiento interdependiente de
la red. La interacción es limitada y
puede devenir en la eliminación de la
red
con los actores del
territorio y su alcance no
supera los límites del
municipio o ciudad
Fuente: Finquelievich, Feldman, y Girolimo (2015, 2017) en base a Casas y Luna (2001)
A partir de la tipología sobre redes de conocimiento elaborada, se analizó el caso específico de La
Plata, tomando como criterios fundamentales:
El tipo de red: formal, informal, o institucional
El grado de reciprocidad entre los actores: medido por el nivel de interacción (alto, medio o
bajo)
Dimensión espacial de la red: global, regional o local
3.5. Principales hipótesis
La hipótesis central de la investigación plantea que los territorios relativamente reducidos, como las
ciudades intermedias, estarían cobrando una importancia creciente en los sistemas nacionales de
innovación, por sus capacidades de generar y desarrollar sistemas locales de innovación mediante
la generación de redes, la interacción y el flujo de conocimiento entre los actores, como las
universidades y centros de investigación, las empresas, los gobiernos locales y el sector
asociativo.
En esta tesis se analiza la ciudad de La Plata como ciudad intermedia, siguiendo la línea de
Landriscini, Preiss, Rivero y Avella (2015) en la cual señalan: “(...) del concepto de ciudad media
centrado en el tamaño de población, se pasa al de ciudad intermedia, con foco en dimensiones
cualitativas, como la función en el territorio y la mayor o menor capacidad de articulación de los
espacios concretos con otros nodos y territorios más o menos lejanos, según su especialización
productiva, su trayectoria, los vínculos, y la dinámica institucional y social (...)”. De acuerdo al
planteo de Jordan (1998) y Gudiño (2012), el carácter de ciudad intermedia está dado por la
función de intermediación entre estructuras socio-productivas y urbanas mayores y menores.
Como señalan Yoguel, Borello, y Erbes (2006:3): “El ambiente social, económico e institucional en
el cual operan las empresas se vuelve crecientemente importante. La nueva situación competitiva y
la incertidumbre generadas por el proceso de globalización económica intensifican el rol de las
instituciones en el fortalecimiento de la capacidad innovativa de las firmas. Esto se manifiesta en la
generación de conocimiento tecnológico, organizacional y de mercado y en el desarrollo de
mecanismos formales e informales que facilitan su difusión a través de redes productivas internas”.
El rol de las ciudades intermedias en este proceso, resulta vital debido a que: “Gran parte de la red
de relaciones que establecen las firmas, como también sus fuentes de aprendizaje e innovaciones,
está geográficamente cerca de donde esas firmas desarrollan muchas de sus actividades
centrales”.
Casas y Luna (2001:35) destacan la importancia de: “(…) considerar espacios reducidos, como las
regiones y las localidades, en la creación de redes de conocimiento, por su importancia para
52
consolidar sistemas de innovación mediante la interacción y flujo de conocimiento entre los actores
(…)”. Para las autoras, considerar espacios más acotados, se sustenta en la relevancia de la: “(…)
cercanía física y geográfica de los actores, en el establecimiento de lazos de confianza entre ellos,
y en la transferencia de conocimiento tácito (…)”. Según los resultados de las investigaciones
desarrolladas por las autoras: “(…) la proximidad espacial, social y cultural facilita las interacciones
por el nivel de confianza mutua y el entendimiento que existe o puede generarse entre los actores a
través del contacto directo cara a cara (…)” (Casas y Luna, 2001:370).
De la hipótesis principal se desprende una hipótesis secundaria que plantea lo siguiente: los
procesos de innovación socio-técnica centrados en las TIC en ciudades intermedias de la
Argentina, estarían condicionados por la formación y consolidación de redes de conocimiento e
innovación entre diversos actores sociales (gobiernos locales, universidades y/o centros de
investigación, empresas, y sector asociativo). En la medida en que esas redes incrementan la
interacción y articulación entre los actores locales de la innovación, los procesos de innovación
socio-técnica centrado en TIC se potencian.
Arocena y Sutz (2000:4) utilizan el término “circuitos innovativos” para referir al: “(…) encuentro y la
interacción entre un actor que tiene un problema que exige soluciones nuevas y un actor con la
capacidad de aportar el conocimiento necesario para la construcción de tales soluciones (…)”. En
palabras de estos autores: “Los circuitos innovativos son “células” de los Sistemas de Innovación”.
Estos “circuitos innnovativos” se construyen en los distintos territorios y se caracterizan por un
fuerte componente “relacional”. Para avanzar en la investigación de estos procesos resulta
necesario: “(…) centrar la atención en la conectividad de los sistemas, reales o potenciales, en la
existencia, densidad y caracteres específicos de los vínculos entre actores (…)”.
Siguiendo la línea de Méndez (2001, 2002), se debe analizar al territorio como resultado de un
proceso signado por el aprendizaje colectivo, y el sistema de interacciones entre diversos actores
sociales. Este autor señala que el enfoque centrado en la interacción de los actores sociales parte
de la aceptación de: “(…) que la innovación es, con frecuencia, una actividad colectiva, resultado
de la acción de un conjunto de actores heterogéneos que establecen un sistema de relaciones
basadas en la cooperación (…)” (Méndez, 2001:40).
La segunda hipótesis sostiene que los procesos de innovación socio-tecnológica no estarían
orientados, necesariamente, a resolver las problemáticas del territorio y/o aportar al desarrollo
humano, económico y social de las ciudades. El desarrollo de los procesos de innovación sociotecnológica en ciudades intermedias de la Argentina, se encontraría desvinculado de estrategias de
reducción de la pobreza, desigualdad, resolución de problemáticas urbanas (movilidad,
ordenamiento territorial, medio ambiente, violencia, etc.), entre otros.
Como señala Gurstein (2014:29): “la innovación puede ser entendida como un factor que ejerce
impactos y beneficios significativos, no sólo a través del efecto “trickle down” o goteo hacia abajo
desde las élites y los altos emprendedores y ejecutores, sino también de un “trickle up” o goteo
hacia arriba de novedades y cambios basados en la comunidad o adaptadas que, pos sus mismas
características de estar basadas localmente y de ser potencialmente difundibles, pueden tener
impactos y beneficios ampliamente distribuidos”. En referencia a las redes construidas a nivel local,
el autor remarca que constituyen: “(…) primariamente la base para adhesión e inclusión social (…)”.
53
De esta hipótesis, se desglosa una hipótesis secundaria que señala: el rol activo y protagónico de
los gobiernos locales constituiría un factor diferencial a la hora de: a) conformar y desarrollar redes
de conocimiento e innovación para el territorio; b) articular los procesos de innovación con las
estrategias de desarrollo territorial. En la medida en que los gobiernos locales asuman un rol de
liderazgo y compromiso con los procesos de innovación socio-tecnológica desarrolladas en la
ciudad, existe mayor probabilidad de conformar y consolidar redes multiactorales y articular estos
procesos con estrategias de desarrollo de los territorios.
Casas y Luna (2001:365) destacan en sus estudios sobre redes de conocimiento: “El nivel de
acercamiento de los gobiernos locales al desarrollo de capacidades regionales se convierte así en
un factor importante para impulsar o frenar la construcción de redes”.
54
PRIMERA PARTE: EL MODO DE DESARROLLO INFORMACIONAL
Capítulo 1. El proceso de reestructuración capitalista y el nacimiento del informacionalismo
1.1. La crisis del modo de desarrollo industrial y del Estado de Bienestar (EB)
1.1.1. Una propuesta analítica para el abordaje del modo de desarrollo informacional
Antes de analizar la crisis del modo de desarrollo industrial y del Estado de Bienestar (EB), y el
nacimiento del modo de desarrollo informacional, resulta necesario mencionar la relación que existe
entre los modos de desarrollo, la forma histórica de Estado, los paradigmas socio-económicos y
tecno-productivos, y el orden económico internacional. Como menciona Castells (1995: 34): “Las
sociedades están constituidas por una compleja red de relaciones históricamente específicas que
son una combinación de modos de producción, modelos de desarrollo, experiencia, poder y
cultura”.
El cuadro 8 refleja dicho vínculo a nivel histórico:
Cuadro 8. Relación entre modo de desarrollo, tipo de Estado, paradigma socio-económicos y tecnoproductivo, y el orden económico internacional
Modo
de Tipo
de
Paradigma
Orden
económico
Desarrollo
Estado
Paradigma
tecnointernacional
socioproductivo
económico
Industrial liberal
Liberal
División
trabajo
Industrial
benefactor
De Bienestar KeynesianoBenefactor
TaylorismoFordismo
Patrón
oro-dólar
Bretton Woods
Guerra Fría
Neoliberal
ToyotismoEmpresa red
Globalización
Neoliberal
Informacional
Laissez affaire
MonetaristaNeoliberal
del Patrón oro
Hegemonía Británica
Elaboración propia en base a Castells (1995, 2001)
Se entiende por modo de desarrollo: “(....) las formas tecnológicas mediante las cuales el trabajo
actúa sobre la materia para generar el producto, determinando en último término el nivel de
excedente (...)”. Cada modo de desarrollo: “(...) queda definido por el elemento que es fundamental
para determinar la productividad del proceso de producción (...)” (Castells, 1995:33).
Resulta fundamental diferenciar el modo de desarrollo del modo de producción. Como señala
Castells (1995:34): “(...) se trata de diferentes niveles analíticos refiriéndose uno al principio de
organización social y otro a la infraestructura tecnológica de la sociedad (...)”. El modo de
producción estructura las relaciones sociales de producción, mientras que el modelo de desarrollo
estructura las relaciones técnicas de producción. Se reconoce una relación estrecha entre ambos
conceptos, puesto que existe: “(...) una adaptación continua y gradual de las nuevas tecnologías a
las cambiantes relaciones sociales de producción (...)” (Castells, 1995:35).
55
Se entiende por forma histórica de Estado a la articulación entre el modo de desarrollo o ciclo de
acumulación del capital y la estructura social imperante en un momento histórico determinado
(Tarcus, 1989; Thwaites Rey 1999; Castells, 1995; Alain Touraine, 1969). Además los tipos de
Estado cristalizan la correlación de fuerzas entre capital y trabajo en un periodo histórico específico.
Las clases sociales o fracciones de clase constituyen un bloque en el poder sobre la base de la
hegemonía ejercida por parte de la clase social dirigente respecto al resto de la sociedad. Esa
hegemonía se materializa en aparatos de Estado y superestructuras técnico-administrativas
(Poulantzas, 1977, 1979; Gramsci, 1977; Althusser, 1988 O´Donnell, 2008; Ozlak, 1997)
Se puede definir al paradigma socio-económico como un conjunto de ideas y presupuestos
científicos aceptados socialmente respecto a la compresión del funcionamiento de la economía y la
sociedad en un momento histórico determinado. Según la visión de Richard Rorty (1999) un
paradigma constituye un acuerdo científico que puede entenderse como un marco común de
entendimiento respecto de cómo analizar la sociedad, con la suficiente fuerza como para establecer
una cosmovisión del mundo en un periodo histórico determinado. La existencia de un paradigma
socio-económico no anula la posibilidad de que exista una crítica de ese paradigma dominante por
parte de otras corrientes de pensamiento (Rorty, 1999; Kuhn, 1995)
Los paradigmas socio-económicos no sólo reflejan una corriente de pensamiento social, científica y
políticamente aceptada en un periodo histórico determinado, sino que también expresan un modo
de comprender el modelo de desarrollo característico de esa etapa. La teoría general de Keynes
sobre el equilibrio y la demanda efectiva permitía explicar al modelo del capitalismo industrial de los
países desarrollados centrado en el pleno empleo y el impulso a la producción y el consumo como
motores del crecimiento económico28.
Por último, el paradigma tecno-productivo se vincula directamente con: “(...) la estructura y la lógica
del proceso de producción (...)”. La producción es definida por Castells (1995:31) como: “(...) el acto
intencional del ser humano de apropiarse y transformar la materia, obteniendo de este modo un
producto (...)”. La forma en que el ser humano transforma la materia en un producto a través de un
proceso de producción, implica el uso de determinados medios de producción, energía y
conocimiento29. Por tecnología se entiende: “(...) al tipo de relación establecida entre la fuerza de
trabajo y materia en el proceso de producción a través de la intermediación de medios de
producción que utilizan energía y conocimiento (...)” (Castells, 1995:31).
El paradigma tecno-productivo constituye la infraestructura técnica y social del modelo de
desarrollo. Dicho de otra forma, se trata del uso del conocimiento socio-técnico para alcanzar la
meta o el principio orientador de todo modo de desarrollo. Como menciona Castells (1995:34): “En
otras palabras, mientras que en los modelos de desarrollo pre-industriales el conocimiento se
utilizaba para organizar la movilización de mayores cantidades de trabajo y medios de producción
28
Felipe Serrano (2006:25) señala: “La teoría de Keynes, de hecho, es una teoría del corto plazo, es decir, puede trabajar
con relaciones causales entre las variables porque está suponiendo que el entramado institucional (entendido éste en
sentido amplio como para incorporar el estado de la técnica) es estable”. Por esta razón, los paradigmas socioeconómicos pueden ser reemplazados por nuevos paradigmas cuando no lograr hallar respuestas a los grandes enigmas
de su tiempo (Kuhn, 1995). El pensamiento keynesiano fue útil para explicar el modelo de desarrollo industrial de las
economías del mundo avanzado, pero no aportó respuestas para comprender su crisis.
29
Esta idea de la tecnología se centra en la perspectiva marxista del trabajo y en la teoría del valor de la economía
política clásica. En el capítulo I del Tomo I de “El Capital”, Marx sostiene que el trabajo: “(...) como creador de valores de
uso, como trabajo útil, pues, el trabajo es, independientemente de todas las formaciones sociales, condición de la
existencia humana, necesidad natural y eterna de mediar el metabolismo que se da entre el hombre y la naturaleza, y,
por consiguiente, de mediar la vida humana (...)” (Marx, 1867 en Edición 1973)
56
y en el modelo de desarrollo industrial el conocimiento se utiliza para proveer nuevas fuentes de
energía, y para de forma correspondiente reorganizar la producción, en el modo informacional de
desarrollo el conocimiento moviliza la generación de nuevo conocimiento como fuente clave de
productividad a través de su impacto sobre los otros elementos del proceso de producción así
como sobre sus relaciones”.
El orden económico internacional refiere a un conjunto de reglas y normas que no sólo regulan el
comercio internacional, sino que definen las pautas bajo los cuales los países se relacionan entre sí
y con el sistema internacional. El orden económico internacional incluye a numerosos factores que
definen las “reglas del juego” de las relaciones económicas internacionales y al mismo tiempo, la
posición que ocupan los distintos países en el mapa económico internacional. Esto incluye a las
instituciones internacionales (ONU, FMI, BM, OIT, UNESCO, etc.); al sistema de regulación del
comercio internacional (GATT, OMC, etc.) al sistema monetario internacional (patrón oro, tipos de
cambio fijo, fluctuantes, etc.); a la movilidad de los factores productivos (alta, baja, media, etc.); y a
las políticas económicas dominantes a escala mundial (control de precios, pleno empleo, etc.)
(Gilpin, 1990; Krugman y Obstfeld, 2001)
La posición que ocupan los países en el sistema internacional está vinculada a estructuras
hegemónicas de poder. Por lo tanto, el rol de estos se define por las relaciones de poder que
operan a nivel internacional que son históricamente asimétricas. De esta forma, el orden económico
internacional se evidencia en la relación centro-periferia, con un claro dominio político y económico
por parte de las grandes potencias que son quienes definen las premisas fundamentales del mismo
(Gullo, 2012; Pinheiro Guimarães, 2005; Jaguaribe, 2001)30.
Una vez definidos estos conceptos, resulta necesario analizar brevemente el desarrollo del
industrialismo en sus dos etapas. La primera vinculada a su formación, es decir, los inicios del
modo de desarrollo industrial. La segunda corresponde al desarrollo del capitalismo industrial
predominante durante gran parte del siglo XX. Las dos etapas del industrialismo convivieron con
dos tipos de Estado- el liberal y el de bienestar- con dos paradigma socio-económicos- el liberal y el
keynesiano-benefactor- y con dos formas tecno-organizativas- la división del trabajo según la teoría
clásica, y el taylorismo y fordismo, y con dos tipos diferentes de ordenamiento económico
internacional- el liberalismo clásico bajo hegemonía británica y el sistema de Bretton Woods hecho
a medida de Estados Unidos.
1.1.2. Los inicios del Industrialismo
Resulta difícil identificar el periodo exacto en el cual se inició el modo de desarrollo industrial. Como
sostiene Eric Hobsbawm (1971:91): “(:..) Es claro, naturalmente, que esto no significa que en 1760
(o en cualquier otro año que se prefiera) Inglaterra fuera un país por completo carente de industrias
y que en 1830 (o en cualquier otro año que se elija) estuviera totalmente industrializada (...). Se
puede convenir que los inicios del industrialismo tienen su centro en Gran Bretaña, hacía finales del
siglo XVIII e inicios del siglo XIX. El historiador inglés menciona la importancia del caso británico:
30
En todo orden económico internacional impera una o más potencias que-dependiendo de varios factores (económicos,
políticos, militares, culturales, etc.)- pueden constituirse en hegemón. Durante el periodo de laissez faire, quien definió las
“reglas del juego” de las relaciones económicas internacionales fue el Reino Unido; mientras que en la etapa del
capitalismo de bienestar, el mundo se dividía en dos polos contrapuestos- el occidental capitalista dominado por Estados
Unidos y el oriental socialista bajo el mando de la URSS; el neoliberalismo se desarrolló en el marco de un mundo
unipolar hegemonizado por Estados Unidos a partir de la caída de la URSS.
57
“En ningún otro país (en ninguno de extensión y población comparables, al menos) los agricultores
y los productores y comerciantes de la pequeña actividad mercantil fueron eliminados hasta tal
punto; en ningún otro país la urbanización fue tan completa, ni el liberalismo económico aceptado
con tan pocos reparos31” (Hobsbawm, 1971:93).
La expansión del capitalismo no se puede limitar al análisis de un sólo país, por esta razón
Hobsbawm (1971:105) remarca: “(...) la naturaleza y la importancia del mercantilismo británico; es
decir, la política sistemática de expansión económica belicista y colonialismo, y la no menos
sistemática protección de los industriales, comerciantes y armadores británico (...)”. Chueca Goitia
(2011:167) afirma: “Pudo desarrollarse el industrialismo británico de los textiles gracias
precisamente al imperialismo, que había abierto un ancho mercado a todos estos productos”.
La primera etapa del industrialismo estuvo localizada principalmente en Gran Bretaña. El epicentro
del desarrollo fue la industria textil, ubicada en las ciudades de Manchester y Liverpool32. La
energía utilizada provenía fundamentalmente de la máquina de vapor y la fuerte expansión de la
producción obedeció a numerosos factores, entre los que se destaca la expansión comercial y la
colocación de las manufacturas en las colonias del imperio británico, así como también el
monopolio del comercio marítimo y la gran capacidad militar para controlar y colonizar bastas
tierras de África, Asia y América (Hobsbawm, 1971; Chueca Goitia, 2011; Gullo, 2012).
Recién con la Segunda Revolución Industrial, el modo de desarrollo industrial se expande a escala
mundial, sobre todo por Europa y Estados Unidos. Al respecto, Hobsbawm (1971:111) señala:
“¿Cuál fue la causa que creó una base verdaderamente adecuada para el desarrollo posterior de la
economía británica? La respuesta es bien conocida: fue la construcción de los ferrocarriles entre
1830 y 1850, con su capacidad de consumir hierro y acero que —medida con el patrón del
tiempo— resulta ilimitada”. El gran despegue del modo de desarrollo industrial comenzó con el
“boom ferroviario” que permitió la expansión a un ritmo mucho más acelerado del comercio de
manufacturas británicas al resto del mundo.
El ferrocarril a vapor no sólo redujo los costos del transporte de mercancías, sino que además
permitió la movilidad de la fuerza de trabajo. Sobre la base de la abundancia de trabajadores,
crecieron las grandes ciudades industriales del siglo XVIII y XIX. Chueca Goitia (2011:169) señala:
“(...) para que los nuevos capitalistas pudieran tener los sueldos a un bajo nivel y hacer frente a
cualquier demanda imprevista de productos, era necesario contar con una masa de obreros mal
pagados (...) “. El incremento de la productividad- generado por medio de la mecanización y la
división del trabajo- también estaba asociado a los salarios de hambre que cobraban los
trabajadores textiles33.
31
Las explicaciones de por qué la revolución industrial comenzó en Gran Bretaña se amparan en diversos factores: a)
crecimiento demográfico; b) innovación tecnológica; c) estadio de desarrollo económico previo; d) condiciones
geográficas óptimas; e) supremacía y control del transporte marítimo. De todos modos, Hobsbawm (1971:104) plantea
que todos esos factores contribuyeron, pero ninguno de ellos por sí mismos explican el fenómeno: “(...) es cada vez más
claro que los orígenes de la revolución industrial de Gran Bretaña no pueden ser estudiados exclusivamente en términos
de historia británica (...)”.
32
Como señala Chueca Goitia (2011:168):”Manchester, que en 1760 tenía entre treinta y cuarenta y cinco mil habitantes,
en 1800 creció, gracias al empleo de la máquina a vapor, hasta alcanzar setenta mil habitantes, de los cuales diez mil
eran inmigrantes irlandeses, atraídos por el desarrollo industrial de la gran urbe”
33
Marx lo plantea con mucha claridad cuando menciona dos conceptos fundamentales para explicar el surgimiento y
desarrollo del industrialismo: “el proceso de acumulación originaria” y “la formación de un ejército industrial de reserva”.
Como señala Marx (Edición 1973:102) la acumulación originaria: “(:..) No es fruto del régimen capitalista de producción,
sino punto de partida de él (...)”. Para que el capitalismo pudiera desarrollarse era necesario crear una masa de
trabajadores disponible que no tuviera otro medio de producción en su poder más que su fuerza de trabajo. Para ello fue
58
Como se ha mencionado, a diferencia de la primera, la segunda revolución industrial se caracterizó
por la expansión industrial hacia el resto de Europa- la región occidental- Estados Unidos y Japón.
Los ferrocarriles ya dejaron de ser patrimonio exclusivo de Gran Bretaña y comenzaron a ser
utilizados en otros países y ciudades del mundo como Francia, Alemania, Holanda, y luego Estados
Unidos. Hacía finales del siglo XIX, las principales metrópolis de América Latina también disponían
de este medio de transporte, lo que le permitía a las grandes potencias conservar esos mercados,
expandirlos y proveerse de las materias primas- requeridas para continuar la industrialización- a un
precio conveniente.
Es importante remarcar algunas diferencias sustanciales entre la Primera y Segunda Revolución
Industrial que marcaron a fuego la primera etapa del industrialismo como modo de desarrollo
dominante a escala mundial:
Cuadro 9. Diferencias entre la Primera y Segunda Revolución Industrial
Primera Revolución
Segunda
Industrial
Revolución Industrial
Periodo
Fines del siglo XVIII hasta Mitad del siglo XIX hasta principios del
mitad del siglo XIX
siglo XX
Ubicación
geográfica
Gran Bretaña
Europa, Estados Unidos y Japón
Innovaciones
Maquina
a
vapor,
telar Motor
de
combustión
interna,
tecnológicas
mecánico, Imprenta
electricidad, Telégrafo, Teléfono
Energía
e
insumos
industriales
Carbón, Algodón y Hierro
Petróleo, Químicos, Acero, Cobre
Ramas de la
Industria
Industria Liviana (Textil)
Industria Pesada (Acero)
Tracción a sangre, barco a Ferrocarril, Locomotora, Barco con
Medios
de vapor, primeros ferrocarriles a turbina a vapor, primeros automóviles
transporte
vapor
Elaboración propia en base a Artopoulos (2016) y Hobsbawm (1971)
1.1.3. Definir al Industrialismo
Castells (2001:32) define al industrialismo como: “(...) un modo de desarrollo en el que las
principales fuentes de productividad provienen del aumento cuantitativo de los factores de
producción (trabajo, capital, y recursos naturales), junto con el uso de nuevas fuentes de energía
(...)”. Puyo Tamayo (2003:18) señala que la característica central del industrialismo consiste: “(...)
en la utilización en el proceso de producción de bienes de fuentes inanimadas de energía material
en combinación con el papel central de la máquina en el proceso productivo (...)”.
necesario generar un proceso de acumulación de capital por desposesión. Es decir, expulsar a las masas campesinas de
los campos y obligar a este número creciente de personas a engrosar las filas de la clase trabajadora de las incipientes
ciudades industriales. El propio Marx (Edición 1973:107) agrega: “Los grandes señores feudales, levantándose
tenazmente contra la monarquía y el parlamento, crearon un proletariado incomparablemente mayor, al arrojar
violentamente a los campesinos de las tierras que cultivaban y sobre las que tenían los mismos títulos jurídicos feudales
que ellos, y al usurparles sus bienes comunales”. Como ha demostrado Marx, no es posible explicar y comprender al
modo de desarrollo industrial sin remitir al origen del proceso de acumulación capitalista moderno. El desarrollo del
industrialismo, vino acompañado por el desarrollo del capitalismo.
59
Según Castells (2001:32) cada modo de desarrollo: “(...) posee asimismo un principio de actuación
estructuralmente determinado, a cuyo alrededor se organizan los procesos tecnológicos: el
industrialismo se orienta hacia el crecimiento económico, esto es, la maximización del producto
(...)”. La esencia del industrialismo es el consumo de energía, mediado por la mecanización del
proceso productivo para elaborar productos en cantidades cada vez mayores. La particularidad del
industrialismo en el capitalismo es que esas cantidades de producto son vendidas en el mercado, y
que las relaciones sociales de producción se caracterizan por la contradicción y antagonismo de
clase entre los propietarios de los medios de producción y aquellos que sólo disponen de su fuerza
de trabajo.
Como sostiene Zukerfeld (2012:35) hasta la década del 70: “(...) había un fuerte vínculo entre los
incrementos en la riqueza y los consumos de energía (...)”. Este vínculo está asociado directamente
al sector de la economía que motoriza el crecimiento económico. Durante la hegemonía del
industrialismo, tanto en su primera como en su segunda etapa, fueron el sector primario y
secundario los que motorizaron el crecimiento, y en estos sectores: “(...) las cantidades de materia
y energía involucradas están fuertemente asociadas a las riquezas producidas (...)”. Por esta razón,
Inglaterra medía su comercio exterior en función del peso de las mercancías. El consumo de
materia/energía en dosis cada vez más alta- de acuerdo al principio orientador de maximización del
crecimiento económico- mediado por la mecanización y el uso de maquinaria- en un proceso de
continua modernización-constituyen las características fundamentales del modo de desarrollo
industrial (Castells, 1995, 2001; Zukerfeld, 2008, 2010, 2012; Touraine, 1971)
La otra característica del modo de desarrollo industrial es la producción de bienes materiales:
metalurgia, textil, químicos, electricidad, etc. Esto significa que el trabajo humano, mediado por la
máquina, produce valor objetivado en materia tangible. Hill (1999:437) define la categoría de bien
como: “(...) un ente transable y pasible de adjudicación de derechos de propiedad (...)”. Más
adelante, define un ente como: “(...) un objeto material que existe más allá de su propiedades o
relaciones (...)”.
Un bien tiene dos características fundamentales: a) su consumo ocurre de forma separada de su
producción; b) todos los componentes del producto le pertenecen al productor (Hill, 1999). De esta
manera, los bienes pueden ser tangibles o intangibles. La diferencia radica en la dimensión
física/material de los mismos. El modo de desarrollo industrial se caracterizó por la producción de
bienes tangibles. La materialidad de los bienes contiene, al mismo tiempo, el trabajo material34, es
decir, el proceso por el cual el trabajador utiliza los medios de producción para producir una
mercancía en la cual, el fruto de su trabajo se ve objetivado, materializado. El industrialismo tuvo
como base y pilar fundamental el trabajo material por sobre el trabajo intelectual35. Sin embargo, a
34
Marx señala en los Grundrisse (Edición 1971:240) que entiende por trabajo material:“(...) la materia prima se consume
al ser modificada, formada por el trabajo, y el instrumento de trabajo se consume al ser desgastado, utilizado en este
proceso. Por otra parte, también el trabajo se consume al ser aplicado, puesto en movimiento, con lo cual se gasta cierta
cantidad de fuerza de muscular, etc., del obrero, agotándolo. Pero el trabajo no sólo se consume, sino, que al mismo
tiempo, se fija, se materializa, al pasar de la forma de la actividad al objeto; en cuanto transformación del objeto, modifica
su propia figura y se convierte, de actividad que era, en ser. El término del proceso es el producto (...)”.
35
Marx fue el primero en diferenciar el trabajo manual del intelectual. Por trabajo manual entiende al trabajo repetitivo,
mecánico y rutinario realizado por el trabajador, mientras que el trabajo intelectual implica un saber abstracto puesto al
servicio de la producción. En los Grundrisse introduce el concepto de general Intellect, a partir del cual se monta la
escuela marxista Italiana para sostener que se trata del conocimiento general objetivado en el capital fijo (Virno, 2003;
Gómez Villar, 2014)
60
medida que se fue desarrollando, el trabajo inmaterial fue cobrando cada vez más protagonismo en
el proceso de producción y valorización del capital (Negri y Hardt, 2000; Lazzarato, 1996; Virno,
2003).
El cuadro 10 resume las principales características del industrialismo:
Cuadro 10. Características principales del Industrialismo
Principales características del Industrialismo
Fuente de productividad
Incremento cuantitativo de los factores productivos
Principio orientador
Maximización del crecimiento económico
Energía/Riqueza
Relación directamente proporcional
Bienes
Materiales/Tangibles
Trabajo
Material
Sector de la economía
Primario (agro) y Secundario (industria)
Elaboración propia en base a Castells (1995, 2001) y Zukerfeld (2010, 2012)
1.1.4. El industrialismo de bienestar
Una vez caracterizada la primera etapa del industrialismo, resulta necesario describir la etapa que
le sucedió: el industrialismo de bienestar. El industrialismo de bienestar es también definido por su
paradigma tecno-productivo dominante, denominado: fordismo. En esta tesis, utilizamos el término
“industrialismo de bienestar” al considerar que el “fordismo” es una característica central de este
periodo, pero no la única. La distinción parte de la base de separar las dimensiones de análisis de
un proceso socio-histórico sin definir al todo por una de sus partes.
Durante este periodo del industrialismo se configuró el Estado de bienestar, como un tipo particular
de Estado dentro del modo de acumulación capitalista. A continuación se van a señalar algunas de
sus principales características que lo contraponen al Estado liberal dominante durante la etapa
anterior del industrialismo.
El Estado de bienestar constituyó la forma de Estado dominante desde finales de la Segunda
Guerra Mundial en el mundo occidental capitalista. La característica central de esta forma de
Estado fue el pacto social entre el capital y el trabajo. La fuerza de trabajo aceptó el sostenimiento
del modelo de acumulación capitalista a cambio de una mejora sustancial en sus condiciones de
vida (derechos sociales, acceso al consumo, acceso a la educación, salud, vivienda, etc.). Para
poder llevar a cabo este pacto, fue necesario incrementar la intervención del Estado en la
economía a través de la creación de empresas públicas, programas y medidas de incentivo a la
producción, y un incremento sustancial en la inversión pública en salud, educación, vivienda, etc.
Ese aumento en la intervención estatal se cristalizó en instituciones y un incremento notable en el
aparato de Estado (Castells, 1995, 1997; Castel, 2010; Offe, 1990; O'Connor, 1973; Thwaites Rey,
1999; Tarcus, 1989).
El Estado de bienestar se diferenció de otras formas de Estado no sólo por su tamaño. El grado de
orientación de los actos de gobierno constituía un factor diferencial respecto al Estado liberal. Por
esta razón, varios autores define a esta forma de Estado como “Estado social” (Negri, 1994) y
algunos señalan la orientación social del gasto público estatal como su carácter distintivo
61
(Therborn, 1983, 1989). No se trató sólo de un Estado con mayor densidad institucional y política,
regulador del mercado, sino que además, mediado por el pacto social entre el trabajo y el capital,
presentó un sesgo marcado hacia la mejora material de las condiciones de vida de los
trabajadores.
A pesar de reconocer algunos elementos centrales
aclarar que hubo diversos regímenes de bienestar
regulación de los mercados, la intervención activa
ampliación de los derechos social, se dieron de la
(Esping-Andersen, 1990).
que definen a esta forma de Estado, vale
y que no en todos los casos, el nivel de
del Estado en la economía, la garantía y
misma forma y con la misma intensidad36
En cierta medida, la fusión entre el modo de desarrollo industrial y la forma de Estado definida
como “Estado de bienestar” dan lugar al término “industrialismo de bienestar”. La maximización de
la ganancia y el crecimiento económico como principios orientadores del modo de desarrollo
industrial se mantuvieron intactos, pero se generó, a la par, un proceso de distribución del ingreso
inédito en la historia del capitalismo. De todos modos, resulta necesario describir los paradigmas
socio-económico y tecno-productivos de este periodo para terminar de elaborar una definición más
precisa que contenga todos los elementos de análisis presentes.
En el industrialismo liberal, el paradigma socio-económico dominante fue el laissez faire. En esta
nueva etapa del industrialismo, el paradigma socio-económico hegemónico fue el Keynesianobenefactor. Este paradigma se compone de las ideas principales del economista inglés John
Maynard Keynes y el programa económico aplicado en Estados Unidos luego de la “gran
depresión” entre 1933 y 1938, conocido como “New Deal”, inspirado en las mismas.
Con el paso del tiempo, el pensamiento económico keynesiano excedió la teoría del propio Keynes
y comenzó a constituir el sustrato principal de la doctrina económica y social del Estado de
bienestar. La economía entendida por Negri (1994) como “ciencia del Capital” asistía al nacimiento
de una nueva matriz de pensamiento contraria al liberalismo clásico de Adam Smith, David Ricardo,
Jean-Baptiste Say, etc. La antítesis respecto de la economía clásica no estaba dada por la crítica al
36
Esping-Andersen (1993: 41) señalan: “El Estado de Bienestar no puede ser entendido sólo como los derechos que
concede. También debemos tener en cuenta como las actividades del Estado están entrelazadas en la provisión social
con las de mercado y el papel de la familia”. El punto nodal del Estado de Bienestar es el efecto desmercantilizador que
produjo en varias esferas de la vida social. Al garantizar derechos sociales, el Estado de Bienestar generó un ciclo de
desmercantilización: “(...) la introducción de los modernos derechos sociales implica una pérdida del estatus de mera
mercancía (...)” (Esping-Andersen, 1993:42). Siguiendo el criterio de la “desmercantilización”, el autor divide al Estado de
Bienestar en tres regímenes: liberal, conservador y socialdemócrata. En relación al primero, señala: “(...) minimiza los
efectos de desmercantilización, limita con efectividad los alcances de los derechos sociales y construye un orden de
estratificación que es una mezcla de una relativa igualdad de pobreza entre los beneficiarios de la protección social, de
un bienestar social para mayorías diferenciado por el mercado y un dualismo político de clase entre los dos. Los ejemplos
arquetípicos de este modelo son Estados Unidos, Canadá, y Australia (...)” (Esping-Andersen, 1993: 48). Por otra parte,
el Estado de Bienestar conservador supone: “(...) la conservación de las diferencias de estatus; por lo tanto, los derechos
sociales fueron vinculados a la clase y al estatus social. Este corporativismo fue subsumido bajo una estructura estatal
perfectamente preparada para desplazar al mercado como proveedor de bienestar social; de aquí que los seguros
particulares y los beneficios adicionales en el empleo jugarán de hecho un papel marginal (...)” (Esping-Andersen,
1993:48). Por último, el Estado de Bienestar socialdemócrata que agrupa a los países escandinavos se diferencia
sustancialmente de los dos regímenes anteriores: “(...) más que tolerar un dualismo entre Estado y mercado, entre la
clase obrera y la clase media, los socialdemócratas buscaban un Estado de bienestar que promoviera una igualdad en
los estándares más elevados, no una igualdad en las necesidades básicas como se buscaba en otros sitios (...)” (EspingAndersen, 1993:49).
62
capitalismo, sino por superación de algunas de sus premisas fundamentales, como la teoría del
equilibrio general (Negri, 1994).
El dogma clásico formulado por Jean-Baptiste Say que sostenía que toda oferta encuentra su
demanda y la idea formulada por la teoría clásica de que el mercado, por sí mismo, es capaz de
asignar eficientemente los recursos, constituía para Keynes más que una regla, una excepción. Al
respecto, señala: “Sostendré que los postulados de la teoría clásica son aplicables solamente a un
caso especial, y no al caso general, y que la solución de equilibrio que supone es un caso límite de
todas las posibles posiciones de equilibrio. Además, las características del caso especial supuesto
por la teoría clásica no son las de la sociedad en la que realmente vivimos, razón por las que sus
enseñanzas resultan engañosas y funestas si intentamos aplicarlas a los hechos reales” (Keynes
en Lekachman, 1968:32).
En la óptica de Keynes, el mercado de trabajo no se autorregula como cualquier mercado que
atañe a cualquier otra mercancía. No es el precio lo que determina el equilibrio entre la oferta y la
demanda, sino la producción. El desempleo involuntario es una condición real y por ende la teoría
económica debe explicar sus causas. Los trabajadores no se encuentran desempleados por motu
propio sino por el nivel de la demanda efectiva que está determinada en última instancia por los
niveles de consumo y producción. El mundo que intentaba explicar Keynes, era un mundo en el
cual la teoría clásica y neoclásica ofrecía pocas respuestas. Hablar de desempleo voluntario luego
del estallido de la crisis de Wall Street de 1929 era poco menos que mal intencionado37.
Keynes (en Lakechman, 1968:64) fue consciente, en relación a la falencia de la teoría económica
ortodoxa, del peligro de: “(:..) no haber tenido en cuenta la traba que puede significar para la
prosperidad económica la inexistencia de una demanda efectiva suficiente (...)”. La existencia de
una demanda efectiva insuficiente es considerado por Keynes como “la paradoja de la pobreza en
medio de la abundancia” y constituye en definitiva el problema principal que debe resolver la teoría
económica, porque es la causa principal del freno al proceso productivo, y por consecuencia, de la
imposibilidad de garantizar el pleno empleo38.
La Teoría General de Keynes- considerada la obra madre de la macroeconomía- no sólo criticó los
presupuestos fundamentales de la teoría clásica y neoclásica respecto al mercado de trabajo y el
nivel de empleo, sino que incorporó al cuerpo teórico la noción de “crisis sistémica”39. Por esta
razón Negri (1994:13) plantea que el postulado keynesiano piensa en un Estado que “(...) debe
37
En relación a este tema, Luis Ángeles Rojo (en Lekachman, 1968: 223) señala: “El modelo macroeconómico de los
economistas clásicos y neoclásicos, con sus insistencia en que un sistema capitalista posee mecanismos automáticos
que tienden a impulsar la economía hacía la situación de pleno empleo, habría sido refutado decisivamente por la
evidencia empírica proporcionada por las sucesivas depresiones periódicas que culminaron en la Gran Depresión iniciada
en 1929; y habría sido sustituido por un modelo- el keynesiano- capaz de explicar situaciones de equilibrio de renta con
paro involuntario”.
38
He aquí su aporte más relevante: no hay posibilidad de salvar al capitalismo si no se resuelve este dilema. Si el
mercado, por sí mismo, se ve imposibilitado de garantizar el pleno empleo, se requiere entonces de la intervención del
Estado como actor económico fundamental a la hora de mantener la ruta de crecimiento de la demanda efectiva (Paul
Sweezy en Lakerchman, 1968:79).
39
La idea de crisis cíclica del capitalismo se encuentra íntimamente relacionada con la crítica keynesiana a la ortodoxia
liberal. La falta de inversión repercute en una caída de la tasa de empleo que, al mismo tiempo, repercute negativamente
en el consumo, lo que acentúa aún más la caída de la inversión. Para Keynes el elemento central que explica cualquier
crisis económica de envergadura es la caída en la tasa de empleo. Sin embargo, el aporte fundamental de Keynes se
corresponde con el vínculo que encontró entre las causas de la crisis y los elementos presentes en el sistema capitalista.
No se trata de crisis coyunturales sino de crisis sistémicas.
63
defender al presente del futuro (...)”. El propio Keynes señalaba: “(:..) a largo plazo, todos estamos
muertos (...) (Rojo en Lakechman, 1968:231).
Esta visión de corto plazo se correspondía con la idea general de Keynes, en la cual la intervención
del Estado en la economía era deseable en el corto plazo para evitar la crisis de la economía de
mercado, pero a largo plazo, las premisas de la ortodoxia clásica deberían aplicarse nuevamente.
Tal es así que señala: “Si nuestros controles centrales logran establecer un volumen global de la
producción correspondiente a la ocupación plena la teoría clásica vuelve a cobrar fuerza de aquí en
adelante” (Keynes, 1971:333).
En esta tesis se utiliza el término keynesianismo-benefactor definido como la implementación del
pensamiento económico keynesiano (que ya ha sido explicado con anterioridad) a las políticas de
bienestar. Esto significa que la intervención del Estado en la economía, guiado por la necesidad de
mantener los niveles de demanda efectiva, se complementa con la conformación del Estado de
bienestar y el desarrollo de políticas asociadas a la ampliación y reconocimiento de derechos
sociales para los trabajadores. Si bien, como ya ha sido mencionado, una distribución más
equitativa de la renta constituye una premisa fundamental del pensamiento económico keynesiano,
lo cierto es que no necesariamente la implementación del modelo keynesiano debe estar
acompañada de políticas de bienestar40.
Una vez hecha la aclaración, en este estudio se plantea que el paradigma keynesiano-benefactor
ha sido implementado en el mundo occidental capitalista avanzado a partir de la Segunda Guerra
Mundial (con la salvedad de Estados Unidos que comenzó a partir de la Gran Depresión) y que
permaneció vigente hasta mediados de la década del setenta. La crisis del industrialismo
constituyó, en parte, una crisis de este paradigma, y del Estado de bienestar. Resta por explicar el
paradigma tecno-productivo dominante durante el industrialismo de bienestar: el taylorismofordismo.
1.1.5. El paradigma tecno-productivo taylorista-fordista
El paradigma tecno-productivo dominante en el industrialismo de bienestar, definido como
taylorismo-fordismo, remite no sólo a la configuración de una sociedad industrial a las que algunos
autores como Marcuse (1968), Mattelart (1999), y Gramsci (Edición 2000) asocian con la “filosofía
del norteamericanismo”, sino también a un cambio profundo en el modelo de producción industrial.
Frederick Winslow Taylor (1856-1915) fue el primero en introducir el método de control de la fuerza
trabajo a partir de la medición de los movimientos en base al tiempo de trabajo. Si bien el
liberalismo ya había incorporado la división del trabajo como método de control del obrero y fuente
del incremento de la productividad, la propuesta de Taylor perfeccionó: “la ciencia de la
organización del trabajo” (Mattelart, 2002:46). Hobsbawm (2007:8) plantea que este método
40
Castells (1995) y Mosley (1985) ha utilizado el término “Keynesianismo pervertido” para referirse al gobierno de Ronald
Reagan en la década del ochenta en Estados Unidos. En este caso, la intervención del Estado en la economía, a través
del impulso a la producción e incremento del gasto público, no tenía como objetivo la redistribución del ingreso, sino el
incremento del poder militar. Otros autores como Brenner (1987) y Anderson (1999) utilizan el término “Keynesianismo
militar” para referir a este proceso. Siguiendo esta línea, el propio Therborn (1983, 1989) considera que es un error utilizar
el término keynesianismo como sinónimo de políticas de bienestar, puesto que el incremento del gasto público y la
intervención del Estado en la economía no necesariamente expresan, por sí mismos, una orientación social de dicho
gasto ni se focalizan en reducir las desigualdades sociales.
64
seguido para optimizar el rendimiento de los trabajadores obedeció a tres premisas fundamentales:
a) incremento del control de cada trabajador, a través del aislamiento y el refuerzo de la dirección
general en jerarquías bien definidas que ordenan al trabajador que es lo que tiene que hacer y en
qué tiempo; b) el estudio sistemático de tiempo y movimiento para reducir los tiempos muertos en
la jornada de trabajo y extraer de cada trabajador el mayor potencial posible; c) sistemas de pago
de salario diferenciado según productividad para incentivar la producción.
Lipietz (1996:116) señala que el método taylorista buscaba: “(...) reforzar el control de los gerentes
sobre los trabajadores (...)”. Carmen Añez Hernández (2007: 461) agrega: “El modelo tayloriano
requiere de una estructura jerárquica vertical que también especializa empleados en el trabajo de
vigilancia del proceso, al mismo tiempo que ejerce un control directo sobre su desarrollo”. El
incremento del control gerencial del obrero, partía de la separación, cada vez más abrupta, del
trabajo manual respecto al trabajo intelectual.
El taylorismo se implementó en Estados Unidos durante la década del veinte y treinta del siglo XX,
mientras que cruzó las fronteras a Europa recién después de la Segunda Guerra Mundial. Como
señala Hobsbawm (2006:12) a principios del siglo XX, el Reino Unido ya no concentraba la mayoría
de la producción industrial, Estados Unidos aportaba el 46% de la producción total, mientras que el
Reino Unido, Alemania y Francia se repartían el porcentaje restante. El historiador inglés remarca:
“La era del Imperio ya había dejado de ser monocéntrica”. Es posible que el aporte de Taylor fuera
fundamental para dar vuelta la ecuación y colocar a Estados Unidos a la vanguardia del proceso de
industrialización41.
En 1908 Henry Ford (1863-1947) diseña un automóvil que se vende a un precio módico en el
mercado. A partir de 1913, comienza a implementar en sus fábricas la cadena de montaje. Esta
técnica tenía como objetivo central la racionalización extrema de la producción y la búsqueda
máxima de eficiencia y productividad. Las dos características centrales de la cadena de montaje
son: a) permite producir las 24hs del día, dividiendo la producción en tres turnos, de modo tal que la
fábrica nunca cierra sus puertas b) todos los productos que pasan por la cadena de montaje son
idénticos (Vidal Villa, 2004:106).
Como señala Vidal Villa (2004:106): “(...) la cadena de montaje va al ritmo, que marca la cadena de
montaje, no al ritmo que marcan los obreros (...)”. Ésta es la base de la producción en serie:
permite el control absoluto de los tiempos y la uniformidad de los productos.
La producción en serie requería sin embargo un elemento más, y tal vez, el más determinante de
todos. No había posibilidad de mantener el ritmo de producción sin expandir las posibilidades de
consumo. Para lograr este objetivo, resultaba necesario incrementar los salarios (claro que
asociándolos a la producción) de modo tal que permitieran a los trabajadores no sólo subsistir sino
consumir. El modelo taylorista-fordista no sólo implicó una modificación significativa de los métodos
y técnicas de producción sino también una transformación en la estructura social. La incorporación
de la clase trabajadora al consumo fue el factor desencadenante a la hora de explicar el éxito
industrial norteamericano y su exportación a todo el mundo avanzado occidental.
41
Inclusive el fordismo se aplicó en la URSS socialista. Mattelart (2002:46) señala en relación a la “ciencia de la
organización del trabajo”: “Disociada de su función de explotación capitalista, esta última es consagrada como el prototipo
de organización racional del conjunto de la sociedad socialista
65
Respecto al sistema de trabajo, tal como se aprecia en el Cuadro (10), el paradigma tayloristafordista se caracterizó por: a) la predominancia de tareas de baja calificación; c) una exacerbación
de la división del trabajo manual del intelectual; d) incremento del control a los trabajadores por
parte de la gerencia; e) poca movilidad entre puestos de trabajo; f) estabilidad laboral y salarios
altos (Frassa, 2008:5).
Cuadro 11. Sistema de trabajo Taylorista-Fordista
Sistema de trabajo Taylorista-Fordista
Escala de producción
Masiva
Tipo de producción
Estandarizada y en serie
Movilidad de la fuerza de
trabajo
Escasa
Organización interna
Fuerte control de los trabajadores por parte de la gerencia
Estructura jerárquica
Vertical
Salarios
Altos. Asociados a la producción
Permanencia del trabajador Fuerte estabilidad laboral. El trabajador comienza y termina su
en la fábrica
carrera en la misma empresa
Fuente: elaboración propia en base Sennett (2000) y Castells (2001)
1.1.6. La decadencia del industrialismo
Un de las principales banderas que levantaba el industrialismo era la fe absoluta en el progreso, lo
que Bauman (2000:141) considera: “(...) confianza del presente en sí mismo (...)”. Esa confianza
se sustentaba en la presencia de un agente capaz de “mover el mundo hacía adelante”. La fábrica
fordista y los Estados nacionales planificadores-administradores se adjudicaban ese rol (Bauman,
2000). La paulatina decadencia de estos agentes dinamizadores de progreso, llevó a que: “Esa
base de confianza en el progreso hoy se destaca fundamentalmente por sus quiebres, sus fisuras,
y sus crónica fisiparidad” (Bauman, 2000:142).
Bauman (2000:144) señala como un aspecto determinante de la fase de decadencia del
industrialismo, la individualización, desregulación y privatización de la idea de progreso: “(:..) el
mejoramiento ya no es una empresa colectiva sino individual (...)”. Si el progreso es la confianza
del presente en sí mismo, la crisis del industrialismo vino aparejada con una metamorfosis del
agente que articula la acción social en el presente: del agente colectivo al individuo. Como plantea
Ulrich Beck (en Bauman, 2000:144): “(...) el individuo en sí mismo se transforma en la unidad
reproductiva de lo social en el mundo vital (...)”.
La decadencia del industrialismo, expresó, al mismo tiempo, una transformación radical en el
concepto del trabajo. El trabajo en la era industrial significaba: “(...) el esfuerzo colectivo en el que
cada uno de los miembros de la humanidad debió tomar parte (...)” (Bauman, 2000:146). El trabajo
como eje ordenador de la vida social implicaba aceptar que había futuro, porque había presente. La
idea de progreso, acumulativa y a largo plazo, se fue modificando hacia un plano individual,
acotado al corto plazo y la ausencia de planificación42.
42
En este contexto: “(...) el trabajo se ha desplazado al ámbito del juego; el acto de trabajar se parece más a la estrategia
de un jugador que se plantea modestos objetivos a corto plazo sin un alcance que vaya más allá de las próximas dos o
tres jugadas (...)” (Bauman, 2000:148). Ya no se trata de contribuir a la misión común de la humanidad, sino de jugar un
juego en solitario, en el cual el próximo paso es impredecible y riesgoso. Robert Castel (2010) utiliza el término
66
La crisis del concepto de progreso y el aporte del trabajo a esa “confianza del presente en sí
mismo”, vinieron acompañadas de un cambio más profundo y problemático: la ruptura del pacto
entre capital y trabajo. Como señala Bauman (2000:154) “Capital y trabajo estaban unidos,
podríamos decir, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, y hasta que la
muerte los separará”. La razón de este matrimonio por conveniencia, cuyo domicilio fue la gran
fábrica fordista, fue: “(:..) la relación de comprar y vender (...)”. La armonía entre ambas partes se
encontraba intermediada por el Estado de bienestar, cuya función era velar por la estabilidad de
este compromiso mutuo.
Esta estabilidad, propia del industrialismo de bienestar, combinaba sindicatos fuertes, un Estado
intermediario e interventor, y grandes corporaciones (Sennett, 2000). Esa estabilidad se
desarrollaba en el marco de un mayor control de los obreros por parte de la gerencia, y en el
contexto de la mecanización extrema, característica del trabajo fabril. Sin embargo, Sennett
(2000:42) menciona: “(...) la rutina puede denigrar, pero también puede proteger, la rutina puede
desarticular el trabajo, pero también puede articular una vida (...)”. La exacerbación de la alienación
y la explotación de los trabajadores, tenía como contraparte la estabilidad laboral y los altos
salarios, que a su vez contribuían a sostener la demanda agregada mediante el consumo43.
Además de la crisis de la idea de progreso, que se vio reflejada en el mercado de trabajo, y la
ruptura del pacto social entre el capital y el trabajo, la crisis del industrialismo expresó una
transformación profunda del paradigma tecno-productivo: el paso del taylorismo-fordismo al
toyotismo y la empresa red44 (Castells, 1995, 1998, 2001). Como señala Castells (2001:376): “La
flexibilidad, expresada desde el punto de vista organizativo por la empresa red, requiere
trabajadores en red y a tiempo flexible, así como una amplia gama de relaciones laborales,
incluidos el autoempleo y la subcontratación recíproca. La geometría variable de estas relaciones
laborales conduce a la descentralización coordinada del trabajo y a su individualización”.
No sólo entró en declive el horizonte temporal del trabajo (un mismo trabajo, toda la vida) sino la
característica específica del mismo, es decir, la tarea que desarrollan los trabajadores dentro del
ámbito laboral. Castells (2001:375) plantea que se puede diferenciar al “trabajador genérico” del
“trabajador autoprogramable”. El primero desarrolla una tarea específica en la cual: “(:..) recibe y
ejecuta señales (:..)” sin necesidad de incorporar información y conocimiento al proceso productivo.
En cambio, en el segundo caso, el trabajador puede “(...) reprogramarse hacia las tareas en cambio
constante del proceso productivo (...)”. La diferencia no se explica sólo por la morfología de la
“incertidumbre” para reflejar este proceso en el cual el horizonte temporal lejano del capitalismo pesado, ha mutado hacia
la inestabilidad y el cortoplacismo.
43
El matrimonio por conveniencia entró en crisis desde mediados de la década del setenta, razón por la cual ya no
resulta necesario ni la seducción, ni la aceptación del acuerdo mutuo entre las partes. Sin ese matrimonio, lo que colapsa
es la estabilidad y certidumbre. El capital busca la maximización de la ganancia, y le importa poco la estabilidad laboral,
los contratos y el sueldo que percibe el obrero; y el trabajador resiste, en soledad, naufragando entre un empleo y otro. Si
en la era industrial, el obrero nacía y moría en la misma fábrica, con su crisis, un trabajador puede tener más de diez
empleos distintos durante toda su trayectoria laboral (Castel, 2010; Bauman, 2000; Sennett, 1998).
44
Se utilizan ambos términos (toyotismo y empresa red) que refieren, por un lado a la organización del trabajo y la
producción (toyotismo) y por el otro a la relación entre las relaciones sociales de producción y los cambios tecnoproductivos (empresa red). El toyotismo, impulsado en Japón a partir de la década del ochenta, se desarrolló en el
contexto de transición del industrialismo decadente y el informacionalismo incipiente, mientras que la empresa red se
instaló como paradigma tecno-productivo en el informacionalismo pujante de fines del siglo XX y principios del siglo XXI.
Castells (2001: 195) señala: “(...) el toyotismo es un modelo de transición entre la producción en serie estandarizada y
una organización del trabajo más eficiente (...)”.
67
estructura productiva, sino también por el nivel de educación de la fuerza de trabajo, entendida
como la: “(...) capacidad de redefinir constantemente la cualificación necesaria para una tarea
determinada y de acceder a las fuentes y métodos para adquirir dicha cualificación (...)”.
Otros autores (Boutang, 1999; Rullani, 2000; Varcellone, 2013; Negri y Lazzarato, 2001) partidarios
de la tesis del capitalismo cognitivo, sostienen que el declive del industrialismo de bienestar vino
aparejado del desarrollo de una nuevo modelo de acumulación capitalista, centrado en el paso de
la división industrial del trabajo a una división cognitiva del mismo. Miguez (2013:40) señala: “El
carácter cognitivo del trabajo remite a que está mercado por la reflexividad, reposa sobre una
actividad relacional y reticular, esto es, capaz de desarrollar una red de relaciones de jerarquías
complejas basadas en la coordinación y la comunicación lingüística y/o simbólica”. Ya no se trata
de una forma de trabajo repetitiva, manual, rutinaria, sino de una diversidad de modalidades de
trabajo, mediadas y estructuradas de forma reticular sobre la base de la utilización de las TICs.
Estas nuevas formas de trabajo no eliminan el control ejercido sobre los trabajadores, sino que
modifica el modus operandi de la dominación, sostenido ahora por dinámicas de “autocontrol”
permanente.
Respecto a la organización del trabajo, el modelo fordista anclado en la cadena de montaje, el
parcelamiento y especialización del trabajo, y la producción masiva estandarizada, de raíz
norteamericana pero de extensión por todo el campo industrial avanzado, entró en crisis y fue,
paulatinamente desplazado por otra forma de organización del trabajo, de origen japonés, conocida
como “toyotismo”.
Las dos modificaciones sustanciales que introdujo el toyotismo se vinculan con la implementación
del mecanismo de ajuste entre oferta y demanda conocido como “Just in time” (Justo a tiempo) en
detrimento de la producción en serie estandarizada, y la polifuncionalidad de los trabajadores en
contraposición al enfoque de “un trabajador, una tarea45”. El trabajo en grupo en detrimento de la
tarea individual del operario dentro de la cadena de montaje, así como la conformación de
mecanismos más sofisticados del control de calidad de los productos, constituyeron aportes
también a resaltar.
El mecanismo de “Just in time” se pensó como solución al problema de la escasez de demanda,
definido por Torres López y Soler (1993:55) no sólo como: “(...) la incapacidad de responder ante
una demanda cuyos segmentos son cada vez más diversos, sino que también el sistema presenta
un límite intrínseco derivado de la progresiva saturación de los mercados, como muestra
especialmente el mercado interno de Estados Unidos: en 1970, el 99 por ciento de las familias ya
poseían un aparato de televisión, y en 1979 ya existía un automóvil por cada dos residentes (...)”.
Este mecanismo aplicado a la industria automotriz japonesa, permitía: “(...) fabricar la cantidad
necesaria en el momento preciso (...)” (Torres López y Soler, 1993:51). Para atender la diversidad
de la demanda se requería profundizar la flexibilidad mediante la polivalencia, adaptabilidad y
autonomía de la fuerza de trabajo. Sin embargo, como señalan Torres López y Soler (1993:56):
“(...) los incentivos que se generan en el seno de las empresas, los mecanismos de primas, y sobre
todo, la garantía de perdurabilidad de la que disfrutan los trabajadores lo caracterizan como un
45
Como revela Ohno (1991:41): “En el sistema americano, un operador de torno es siempre un operador de torno y un
soldador es siempre un soldados hasta el final. En el sistema japonés, un operario tiene un abanico de posibilidades.
Puede trabajar con un torno, manejar una perforadora y hacer funcionar una fresadora”.
68
sistema de trabajo, como un mercado interno, francamente rígido (...)”. Es decir, la flexibilidad vino
acompañada de la necesidad de que los trabajadores puedan desempeñar más tareas en la
fábrica, dispongan de mayor cualificación, sin abandonar los beneficios sociales adquiridos46.
Según Castells (2001:186) lo que resulta importante de este modelo, más allá del método de “Just
in time”, el control de calidad y la flexibilidad y polifuncionalidad de los trabajadores, es: “(...) la
desintegración vertical de la producción en una red de firmas, proceso que sustituye la integración
vertical de los departamentos dentro de la misma estructura empresarial (...)”. Siguiendo esta
línea, Castells (2001:186) señala: “(...) la flexibilidad está en el proceso, no en el producto (...)”.
Esto quiere decir que la innovación se registra, fundamentalmente, al interior de la fábrica cuando
los trabajadores son capaces de comunicar el conocimiento aprendido en el trabajo y ponerlo a
disposición de la empresa, estableciendo un compromiso en el cual el interés individual del
trabajador debe coincidir con el interés general de la empresa47.
El toyotismo expuso los límites del paradigma tecno-productivo taylorista-fordista, pero como ya se
ha mencionado con anterioridad, no terminó de configurarse como el nuevo paradigma tecnoproductivo dominante en el informacionalismo. Castells (2001:196) sostiene: “Las redes son el
elemento fundamental del que están y estarán hechas las nuevas organizaciones”. Por este motivo,
para entender el nuevo paradigma tecno-productivo propio del informacionalismo, definido como
“empresa red”, resulta necesario adentrarse en el estudio de la revolución socio-tecnológica
generada a partir del desarrollo de las tecnologías de información y comunicación (TIC).
1.2. El nuevo paradigma socio-tecnológico
1.2.1. Tecnología y Sociedad: una relación dialógica
Si bien la tecnología no determina la sociedad, no se podría comprender la conformación y
desarrollo de la Sociedad Informacional (SI) sin referir a la revolución tecnológica centrada en las
TIC. Castells (2001:31) señala: “La revolución de las tecnologías de la información, debido a su
capacidad de penetrar en todo el ámbito de la actividad humana, será mi punto de partida para
analizar la complejidad de la nueva economía, sociedad y cultura en formación”.
Tampoco la sociedad determina la tecnología, aunque puede afectar o favorecer su desarrollo. De
la interacción entre sociedad y tecnología surgen y se desarrollan las revoluciones tecnológicas que
alteran el rumbo de la historia. Las sociedades utilizan la tecnología, se apropian de ella en un
sentido específico, por eso Castells (2001:33) remarca: “(...) la capacidad, o falta de capacidad de
las sociedades para dominar la tecnología, y en particular las que son estratégicamente decisivas
en cada periodo histórico, define en buena medida su destino (...)”. Thomas, Fressoli y Lalouf
(2008:10) agregan: “(...) las sociedades están tecnológicamente configuradas, exactamente en el
mismo momento y nivel en que la tecnologías son socialmente construidas y puesta en uso. Todas
las tecnologías son sociales. Todas las tecnologías son humanas (...)”.
46
La subcontratación permitía descargar en las empresas subcontratadas el sistema de prácticas pro-patronales como
los despidos masivos, la rebaja de salarios, las suspensiones y el castigo a la sindicalización de los trabajadores.
47
Castells (2001:187) plantea que una empresa “creadora de conocimiento”: “(...) se basa en la interacción organizativa
entre el “conocimiento explícito” y el “conocimiento tácito” en la fuente de innovación (:..)”. Esto quiere decir incorporar el
conocimiento que poseen los trabajadores que proviene de la experiencia que no puede ser comunicado formalmente.
Para lograr una situación de interacción permanente entre estos tipos de conocimiento, se requieren dos condiciones: a)
participación plena de los trabajadores en el proceso productivo b) estabilidad laboral (Castells, 2001)
69
La interacción entre los cambios tecnológicos y las transformaciones en la estructura social y el
modo de desarrollo se expresan en la configuración de un nuevo paradigma socio-tecnológico. Este
nuevo paradigma se originó a fines de la década del setenta en los Estados Unidos, y como señala
Castells (2001:39): “(...) se difundió, y no por accidente, en un periodo histórico de reestructuración
global del capitalismo (...)”. La nueva sociedad que surge de este proceso es: “(...) tanto capitalista
como informacional (...)”. Esto quiere decir que el modo de desarrollo informacional, en palabras de
Garnham (2000:70): “(...) sigue siendo elaborado por, y puesto al servicio de, un conjunto de
relaciones de propiedad con fines de acumulación, y no a la inversa (...)”.
La revolución tecnológica que da nacimiento a un nuevo paradigma socio-tecnológico centrado en
las TIC, es precisamente la revolución de las tecnologías de información. Castells (2001:58) señala:
“Lo que caracteriza a la revolución tecnológica actual no es el carácter central del conocimiento y la
información, sino la aplicación de ese conocimiento e información a aparatos de generación de
conocimientos y procesamiento de la información/comunicación, en un círculo de retroalimentación
acumulativo entre la innovación y sus usos”. De esta forma: “Las nuevos tecnologías de
información no son sólo herramientas para aplicar, sino procesos que desarrollar”.
Todas las sociedades han utilizado la información y el conocimiento para organizar la producción,
de una manera u otra, en todos los casos la tecnología influía en la forma de organización social y
económica. Zukerfeld (2008:54) aclara: “En la agricultura neolítica, el artesanado medieval o la
fábrica fordista, el conocimiento tenía efectivamente una función tan importante como la que se le
concede en la actualidad”. Sin embargo, Castells (2001:58) sostiene: “Por primera en la historia, la
mente humana es una fuerza productiva directa, no sólo un elemento decisivo del sistema de
producción”. El otro elemento distintivo de esta revolución tecnológica es su expansión territorial
medida en el tiempo. Si las revoluciones que le precedieron se situaban en un país o zona
geográfica determinada y tardaban tal vez siglos en extenderse a escala internacional, en este caso
el proceso surgió en Estados Unidos pero se expandió a nivel mundial con una velocidad nunca
antes conocida en la historia.
El cuadro 12 expone los rasgos centrales de esta revolución tecnológica:
Cuadro 12. Rasgos centrales de la revolución TIC
Elemento central
Componentes tecnológicos
Procesamiento de
información
y
comunicación digital
la
la
Microelectrónica
Informática
Telecomunicaciones
Optoelectrónica
Ingeniería Genética
Periodo histórico
Origen
Década
del USA
ochenta/noventa
Elaboración propia en base a Castells (2001)
El desarrollador de Software y autor del libro “El auge de los robots” publicado en 2016, Martin
Ford, señala: “Aunque las tecnologías de la información y comunicación han avanzado en las
últimas décadas de una manera exponencial, la innovación en otras áreas ha sido básicamente
gradual”. Es decir, la revolución tecnológica se dio, sobretodo, en el campo de las tecnologías de
70
información y comunicación. Ford recupera la frase de uno de los co-fundadores de Paypol48, Peter
Thiel que expresa con claridad esta situación: “Nos prometieron coches que volarían y en cambio
nos han dado 140 caracteres” (Ford, 2016:70).
1.2.2. La revolución TIC como revolución tecnológica
La revolución de las TIC han favorecido la conformación de un nuevo paradigma socio-tecnológico
basado en el procesamiento de la información como insumo fundamental de la producción, en
detrimento de la energía barata que constituía el insumo principal del modo de desarrollo industrial
(Christopher Freeman en Castells, 2001). Artopoulos (2015:28) agrega: “La generación y
distribución de información y conocimiento ocupa hoy el mismo lugar que ocupó la distribución y
aplicación de la energía al proceso productivo en la Revolución Industrial. Por lo tanto, para los
actores económicos se volvió prioritario saber cómo aplicar las tecnologías para el procesamiento
de esta información y flexibilizar los procesos y las organizaciones de manera de poder aprovechar
al máximo el conocimiento ganado del feedback”.
La relación entre revolución tecnológica y cambio de paradigma socio-tecnológico ha sido
analizada por numerosos autores (Kuhn, Freeman, Kuznets, Pérez, Dosi, etc.). Como señala Pérez
(2004: “(:..) Cada revolución tecnológica ineluctablemente induce un cambio de paradigma (...)”.
Luego, añade: “(:..) cada revolución tecnológica trae consigo, no sólo la reorganización de la
estructura productiva sino, eventualmente, también una transformación tan profunda de las
instituciones gubernamentales, de la sociedad, e incluso de la ideología y la cultura (...)” (Pérez,
2004:51). Desde la óptica de Pérez, se puede definir a una revolución tecnológica como: “(:..) un
poderoso y visible conjunto de tecnologías, productos e industrias nuevas y dinámicas, capaces de
sacudir los cimientos de la economía y de impulsar una oleada de desarrollo de largo plazo (...)”49.
Estas transformaciones tecnológicas no sólo introducen nuevos productos, conocimiento, y
prácticas, sino que además impulsan un cambio de paradigma socio-tecnológico50. Por esta razón,
Pérez (2004:52) sostiene: “(...) El nuevo paradigma tecnoeconómico asume gradualmente la forma
de un nuevo ‘sentido común’ (...)”. El nuevo “sentido común” se puede interpretar como: “(:..) un
mapa mental de opciones óptimas, que se resuelven en la práctica aplicando la revolución
tecnológica a las tecnologías genéricas (...)” (Andrada, 2013:20). Desde la óptica de Kuhn (en
Adrada, 2013:24) los “paradigmas” refieren a un sistema de pensamiento aceptado por la
comunidad científica en un momento histórico determinado que delinea una matriz técnica de
problema/solución. Dentro de ese sistema de pensamiento, la tecnología ofrece respuestas a los
problemas, pero a medida que avanza el modo de desarrollo vigente surgen nuevos problemas que
48
Paypol es una empresa norteamericana creada en 1998 en Palo Alto, Estado de California. Opera en todo el mundo y
es una de las principales empresas que ofrecen el servicio de pago en línea.
49
Pérez destaca cinco revoluciones tecnológicas en la historia: a) la Revolución industrial originada en Inglaterra a partir
de 1771 b) la Era del vapor y los ferrocarriles situada también en Inglaterra a partir de 1829 c) la Era del acero, la
electricidad y la ingeniería pesada en la cual aparecen Estados Unidos y Alemania compitiendo con Inglaterra a partir de
1875 d) la Era del petróleo, el automóvil y la producción en serie situada fundamentalmente en Estados Unidos y
Alemania a partir de 1908 e) la Era de la informática y las telecomunicaciones situada en Estados Unidos a partir de 1971
(Pérez en Andrada, 2013:19).
50
Carlota Pérez utiliza el término paradigma tecnoeconómico, pero en esta tesis se prefiere utilizar el concepto de
paradigma socio-tecnológico sobre la base de considerar que la cosmovisión del mundo, el sistema de prácticas
asociados a las innovaciones tecnológicas se encuentran íntimamente ligados a la estructura social. Así como el modo de
desarrollo industrial logró conformar una sociedad industrial, el modo de desarrollo informacional se encuentran en un
proceso de constitución de una sociedad informacional. Es decir, los cambios tecnológicos son sociales, y los cambios
sociales son, a la vez, tecnológicos. Las revoluciones tecnológicas no generan sólo un cambio de instrumentos, máquinas
y “modo de hacer”, sino un cambio estructural en la forma de organización de la economía y la sociedad.
71
sólo un cambio tecnológico permite resolver, y de esta manera se puede generar una
transformación en el propio sistema de creencias51.
Cada revolución tecnológica se encarga de incluir las innovaciones tecnológicas que le resultan
digeribles al paradigma, y excluir aquellas que le resultan impracticables o incompatibles. Sin
embargo, aquellas que son excluidas se desarrollan en el marco del paradigma vigente que las
restringe, hasta que su uso trasciende ese mismo marco. Sobre la base del agotamiento de la
revolución tecnológica anterior, se va edificando el nuevo paradigma naciente. Sin embargo, Pérez
(2004:53) advierte: “ (...) mientras las fuerzas competitivas, la búsqueda de ganancias y las
presiones de supervivencia ayudan a difundir los cambios en la economía, las vastas esferas social
e institucional, donde también se necesita el cambio, permanecen rezagadas por la fuerte inercia
derivada de la rutina, la ideología y los intereses creados (:..)”.
Para constituir un nuevo paradigma, se requiere un periodo de tiempo de entre 20 a 30 años
producto del desajuste entre los procesos productivos y la forma de organización social. Pérez
(2004:60) remarca: “(...) los espacios de lo científicamente concebible y lo tecnológicamente posible
son mucho más amplios que los espacios de lo económicamente viable o lo socialmente aceptable
(...)”.
El siguiente gráfico muestra el ciclo de las revoluciones tecnológicas según Pérez (2004:58):
Gráfico 2. Fases de las revoluciones tecnológicas
Fuente: Pérez, 2004
51
El caso del ferrocarril resulta esclarecedor. A medida que se fue extendiendo por Europa hasta transformarse en el
medio de transporte más rápido concebible, sólo era utilizado para el transporte de carga. El convertidor Bessemer
permitió producir rieles de acero y acelerar la velocidad del ferrocarril, lo que no sólo posibilitó utilizar ese medio de
transporte para pasajeros, de modo tal que cualquier otro resultará infinitamente peor, sino que además posicionó al
Ferrocarril como uno de los grandes logros tecnológicos del siglo XIX. La posibilidad de acelerar los tiempos y las
distancias eran inconcebible bajo el paradigma de la Primera Revolución Industrial, esa frontera de lo posible se corrió
producto de una innovación tecnológica que inició un nuevo sistema de pensamiento, en el cual acortar los tiempos y las
distancias constituye el eje principal (Andrada, 2013)
72
Las fases del cambio tecnológico atraviesan distintos periodos. En una primera instancia, dentro del
paradigma vigente se va gestando el cambio tecnológico, lo que la autora denomina “Big Bang” en
referencia al periodo de germinación de las innovaciones tecnológicas. Este cambio se insinúa,
pero todavía no se concreta. Desde que irrumpe hasta que logra establecer una sinergia entre el
cambio tecnológico y el mercado, va avanzando en el proceso de maduración. Este proceso puede
durar entre veinte y treinta años. En él se registra un crecimiento exponencial de productos,
industrias e infraestructura asociada a esa tecnología naciente. Por último, el proceso alcanza la
madurez suficiente para desatar la posibilidad de una nueva transformación que se puede
concretar en la medida que se genere nuevamente el fenómeno de “Big Bang” o “destrucción
creadora52”.
Siguiendo la línea argumentativa de Pérez, la revolución TIC fue, de modo gradual y en un contexto
de fuerte resistencia social de las instituciones del paradigma anterior, conformando un nuevo
paradigma socio-tecnológico caracterizado por: “(:..) la estructura en red, el conocimiento como
capital, la segmentación de los mercados, la proliferación de nichos, la cooperación, los clústeres y
la comunicación global instantánea (...)” (Andrada, 2013:20). Dicho paradigma se pudo desarrollar
no sólo por el grado de avance científico-tecnológico sino que también por la disponibilidad de
capitales para invertir en innovación y emprendedores “rupturistas53” no asociados al sistema
tecno-productivo anterior. Las condiciones científico-tecnológicas se entremezclan con las
condiciones socio-institucionales que suelen tardar un tiempo más en adecuarse al nuevo
paradigma. La revolución tecnológica iniciada a partir de la década del setenta, recién se pudo
establecer como paradigma a fines de la década de los noventa y principios del siglo XXI.
¿Cuáles son las características de este nuevo paradigma socio-tecnológico? ¿En qué fase del
proceso de maduración de la revolución TIC nos encontramos en la actualidad? ¿Qué nuevas
industrias, máquinas y conocimientos se generaron? ¿En qué consiste el nuevo “sentido común”?
1.2.3. Características centrales del nuevo paradigma
Castells (2001) señala cinco características fundamentales de este paradigma socio-tecnológico: a)
la información es la materia prima fundamental; b) se expande la capacidad de penetración de las
nuevas tecnologías en todos los aspectos de la vida humana; c) existe una lógica de interconexión
de todo el sistema y una forma de funcionamiento en red; d) la flexibilidad del paradigma para
reconfigurarse sin afectar la organización; e) la convergencia de tecnologías en un sistema
altamente integrado.
Artopoulos (2015:29) remarca: “El dominio de la generación y la distribución de la información y el
conocimiento mediante estructuras adaptables y flexibles en red a escala global es la clave de este
paradigma”. El procesamiento de la información y el conocimiento se vuelve una prioridad en todos
52
El término “destrucción creadora” fue introducido por el economista austro-estadounidense, Joseph Alois Schumpeter.
Hace alusión a los procesos de innovación que son los que explican la dinámica de progreso y cambio dentro del
capitalismo. La innovación supone un acto de “destrucción creadora” en términos que “destruye lo que existe” y “crea algo
nuevo”. Los emprendedores no sólo crean nuevas empresas que reemplazan a sus antecesoras, sino que modifican
patrones culturales, sociales y económicos, creando nuevas formas sociales y económicas. Los ciclos de revolución
tecnológica se inician como un proceso de “destrucción creadora” (Schumpeter, 1997; Pérez, 2004)
53
Carlota Pérez (2004:61) considera que es altamente probable que las innovaciones radicales, aquellas que rompen la
estructura del paradigma vigente, sean impulsadas por “gente de afuera”. En relación a este punto, señala que estos
emprendedores normalmente se presentan como: “(:..) tecnólogos o empresarios no imbuidos del paradigma anterior,
pudiendo perfectamente ser jóvenes y no formar parte de las firmas poderosas establecidas, como fueron los casos de
Andrew Carnegie o Alexander Graham Bell, Edison o Ford, Noyce, Steve Jobs o Bill Gates (...)”.
73
los sectores de la economía, a partir de que la información se constituye como la materia prima
fundamental. Como señala Castells (2001:88): “(:..) son tecnologías para actuar sobre la
información, no sólo información para actuar sobre la tecnología (...)”.
La morfología de la red a la que hace alusión Castells, se basa en el principio de la interconexión
sin la presencia de un único centro director. Como señala el pensador catalán: “(:..) lo no
estructurado es la fuerza impulsora de la innovación en la actividad humana (...)” (Castells,
2001:88). Esta estructura descentralizada que funciona en red, sólo es posible a través del
desarrollo de las TIC. Artopoulos (2015:30) agrega: “Lo que da valor y fuerza a las redes es la
interconexión a escala global de quienes usan los recursos (financieros, insumos, humanos,
tecnológicos, etc.)”.
La necesidad de interconexión parte de la base de que la nueva economía es informacional y
global (Castells, 1997, 2001)54. Las tecnologías de información y comunicación constituyen la base
material que hace posible este proceso.
Un componente fundamental del nuevo paradigma socio-tecnológico es la capacidad para
reconfigurarse, debido a que: “(...) la base material de la organización puede reprogramarse y
reequiparse (...)” (Castells, 2001:89). Esta capacidad se explica a partir de la flexibilidad. Como
señala Artopoulos (2015:30): “La flexibilidad de los procesos, las organizaciones y las instituciones,
la reversibilidad de los procesos y la reordenación de los componentes es condición del
funcionamiento de las redes”. La base de la flexibilidad es la posibilidad de cambiar de forma
continua sin afectar la organización general.
De todos modos, Castells (2001:89) advierte: “(...) la flexibilidad puede ser una fuerza liberadora,
pero también una tendencia represiva si quienes reescriben las leyes son siempre los mismos
poderes (...)”. Rifkin (2000:22) agrega: “Estas redes electrónicas, en las cuales un número creciente
de personas basan buena parte de su experiencia cotidiana, están controladas por pocas y muy
poderosas compañías multinacionales de medios que son las propietarias de los canales de
distribución mediante lo que nos intercomunicamos y que controlan gran parte de los contenidos
culturales que configuran las experiencias de pago en un mundo posmoderno”.
El último aspecto del nuevo paradigma socio-tecnológico es la convergencia. Se puede definir este
proceso como la integración de las diversas trayectorias tecnológicas en un único sistema de
información (Castells, 2001). Una empresa dedicada a la producción de alta tecnología, no sólo
fabrica microchips, sino que además se dedica a producir Software. La microelectrónica, las
telecomunicaciones, la optoelectrónica, etc.; ahora se encuentran integradas a la red, operada por
las computadoras. Los teléfonos inteligentes son el reflejo más claro de este proceso de
convergencia entre telefonía móvil e informática, que a medida que avanza y se desarrolla esta
tecnología, el proceso de convergencia se acentúa. La convergencia y la estructura en red se
retroalimentan. Como señala Artopoulos (2016:55): “(:..) En tanto las tecnologías se hicieron
portátiles, el poder de cómputo se nomadizó (...)”.
54
Es informacional en la medida en que: “(...) la productividad y competitividad de las unidades y agentes de esta
economía (ya sean empresas, regiones o naciones) depende fundamentalmente de su capacidad para generar, procesar,
y aplicar con eficacia la información basada en el conocimiento (...)” (Castells, 2001:93). Es global, dado que: “(...) la
producción, el consumo, y la circulación, así como sus componentes (capital, mano de obra, materias primas, gestión,
información, tecnología, mercados) están organizados a escala global, bien de forma directa, bien mediante una red de
vínculos entre los agentes económicos (...)”.
74
El cuadro 13 refleja las principales características de la estructura de la red del nuevo paradigma
socio-tecnológico informacional:
Cuadro 13. Estructura de la red
Convergencia
Estructura de la red
Interacción creciente entre nodos y pautas de desarrollo impredecibles que
surgen del poder creativo de esa interacción
Capacidad de reprogramación, reestructuración y reordenamiento sin afectar
la organización general
Integración de las diversas trayectorias tecnológicas en un único sistema de
información
Alcance
Global. Unidad en tiempo real a escala planetaria.
Base material
Tecnologías de información y comunicación (TIC)
Interconexión
Flexibilidad
Fuente: elaboración propia en base a Castells (2001) y Artopoulos (2015)
El nuevo paradigma socio-tecnológico se ha desarrollado sobre la base de la revolución tecnológica
de las TIC que se inició a fines de la década del setenta, y se mantiene vigente hasta la actualidad.
Algunos autores (Ford, 2016; Mason, 2016, etc.) avizoran el advenimiento de una nueva revolución
tecnológica que podría dar lugar a un nuevo paradigma socio-tecnológico basado
fundamentalmente en la robótica y la inteligencia artificial.
1.3. La revolución TIC y su centro precursor: Silicon Valley
1.3.1. Silicon Valley: un verdadero oasis en el desierto
No resulta extraño que la revolución de las TIC se haya originado en Estados Unidos. En el campo
del desarrollo tecnológico y científico, la supremacía norteamericana resultaba innegable desde
fines de la Segunda Guerra Mundial. Lo que puede llamar la atención a más de uno es que se haya
originado en un sitio como Silicon Valley, ubicado en el condado de Santa Clara, 48 km al sur de
San Francisco, entre Stanford y San José, en el Estado de California.
¿Cómo se explica que en una zona semirrural de California del Norte se hayan instalado la
principal industria de electrónica e informática del mundo? ¿Por qué ahí y no en otro sitio? La
respuesta no sólo permite conocer en profundidad la experiencia pionera de la revolución TIC, sino
también conocer cuáles fueron los factores sociales, políticos, económicos e institucionales que
permitieron que surja en ese sitio, y no en otro, y de esta manera, arrojar algunos elementos útiles
para el análisis de los procesos de innovación socio-tecnológica en entornos urbanos.
Rogers y Larsen (1986:21) señalaban a fines de la década del ochenta: “A menos que Ud. sepa
cómo buscarlo, Sillicon Valley es prácticamente invisible”. La razón por la cual se llama Silicon
Valley (Valle de Silicio) es porque en ese sitio se encuentra una gran reserva de Silicio, metal que
se utilizaba, en ese entonces, para fabricar los chips de los semiconductores. Además de la
conformación de industrias locales de alta tecnología, la región comenzó a ser observada como un
paraíso de oportunidades en la cual se podía encontrar: “(...) asombros productos electrónicos,
millonarios de la noche a la mañana, y el afianzamiento de nuevas industrias como la de
microordenadores y bioingeniería (...)” (Rogers y Larsen, 1986:22).
75
La región se había dedicado tradicionalmente a la agricultura, de hecho se la consideraba la capital
de la ciruela de Estados Unidos, sólo disponía de 800 obreros industriales, y las únicas industrias
de la zona eran las fábricas de conservas y alimentos. Unos treinta años después, en esa misma
región se inventaron: “(:..) las calculadoras de bolsillo, los video-juegos, los ordenadores
personales, los teléfonos inalámbricos, la tecnología del láser, los microprocesadores, y los relojes
digitales (...)” (Rogers y Larsen, 1986:24).
Castells (2001:80) esboza una primera respuesta, al señalar que en ese sitio se concentraban: “(:..)
un gran mercado de expertos ingenieros y científicos de las principales universidades de la zona;
de financiamiento generoso y un mercado asegurado por parte del Departamento de Defensa; y, en
la primera etapa, del liderazgo institucional de la Universidad de Stanford (...)”. Respecto al rol de la
Universidad de Stanford, Rogers y Larsen (1986:23) señalan que se trataba de: “(...) la firma de
más éxito (...)”.
La Universidad de Stanford tuvo la visión de apostar a Fred Terman y William Shockley, inventor
del transistor en 1956. Desde la propia universidad se comenzó a impulsar la industria de la
electrónica, que en ese entonces se encontraba mucho más desarrollada en el MIT de
Massachusetts. La explosión de Silicon Valley en la década del ochenta, no se podría comprender
si la experiencia previa de formación de recursos humanos altamente capacitados en ingeniería
electrónica. Steve Jobs, Ted Hoff y tantos otros emprendedores tecnológicos forman parte de una
red mucho más extensa que concentra: “(....) centros de investigación, instituciones de educación
superior, las empresas de tecnología avanzada, una red auxiliar de proveedores de bienes y
servicios, y redes empresariales de capitales de riesgo para financiar las primeras inversiones (...)
(Castells, 2001:83)
Más allá del rol particular de algunos inventores y emprendedores tecnológicos, Silicon Valley se
constituyó en uno de los medios innovadores más importantes del mundo porque se agruparon allí:
“(...) aglomeraciones de conocimiento científico/técnico, instituciones, empresas, y trabajo
cualificado (...)”. Una vez consolidado el medio, la inercia misma del proceso de innovación
comienza a atraer conocimiento, investigación, estudiantes y trabajadores de todo el mundo. La
concentración del talento, multiplica las posibilidades de tejer redes empresariales y tecnológicas.
Castells (2001:82) señala: “Las conversaciones nocturnas en el Walker´s Wagon Wheel Bar and
Grill de Mountain View hicieron más por la difusión de la innovación tecnológica que la mayoría de
los seminarios de Stanford”.
Rogers y Larsen (1986:69) agregan: “Deberíamos pensar en Silicon Valley no sólo como un lugar,
ni tampoco únicamente como el principal centro de la industria microelectrónica, ni como varios
cientos de empresas de alta tecnología, sino como un entramado”. Este entramado permite un nivel
de intercomunicación y circulación de la información y el conocimiento y mismo de personal de las
empresas, que favorece el desarrollo de una cultura colaborativa que se impone por sobre la
competencia en el mercado. Rogers y Larsen (1986:71) señalan: “(:..) un informe de la Federal
Trade Comission decía que la gran fuerza de la industria de semiconductores de los Estados
Unidos se deriva de la rapidez con que sus empresas copian los nuevos chips unas de otras (...)”.
Otra de las características centrales de Silicon Valley que explica gran parte de su crecimiento es la
presencia de capitales de riesgo y promotores. En palabras de Rogers y Larsen (1986:56): “Una
firma de capital-riesgo actúa como intermediario entre los inversores que buscan altos beneficios y
los promotores que necesitan capital. Las firmas de capital-riesgo frecuentemente invierten dinero
76
sobre la única base de una idea prometedora, garantía a la que los banqueros convencionales no
conceden valor. A cambio del capital los promotores entregan parte de sus derechos de propiedad
sobre la compañía (a menudo el 50%)”. El dinero proviene de fondos de pensiones,
multimillonarios, universidades e inclusive bancos y compañías de seguros que esperan conseguir
un alto rendimiento, y en general lo hacen. Este vínculo entre capital y negocios con un alto
componente de riesgo, ha permitido el desarrollo de las empresas de alta tecnología más
importantes del mundo.
En síntesis, los factores que explican la conformación de Silicon Valley como el medio innovador
más importante de la revolución TIC están asociados a: a) la presencia de una Universidad activa
en investigación y desarrollo como la Universidad de Stanford; b) instituciones públicas que
apoyaron y financiaron algunas de las investigaciones más importantes como el Departamento de
Defensa; c) capitales de riesgo y promotores de proyectos de innovación tecnológica; d) la
conformación de un entramado de capital social y cultural, y masa crítica que estimula la
generación de redes informales entre emprendedores tecnológicos, empresarios e investigadores
científicos (Hall y Castells, 1994;Castells, 2001; Rogers y Larsen, 1986).
1.3.2. Las principales innovaciones
Hubo tres etapas de producción tecnológica de vanguardia en Silicon Valley. La primera inició a
fines de la década del cincuenta y tuvo a Fred Terman y William Shockley de la Universidad de
Stanford como actores fundamentales. El oscilador de frecuencias de Hewlett-Packard y el
transistor de Shockley hicieron crecer a la industria electrónica de Palo Alto. Luego, a partir de la
década del setenta se comenzó a desarrollar el mercado de los microordenadores y
microprocesadores. Steve Jobs fundó Apple y lanzó al mercado la primera Apple, una computadora
de uso personal que tuvo amplia repercusión en el mercado. Esta segunda oleada de innovaciones
se vincula con el desarrollo de la informática y terminó de explotar en la década del noventa. La
última producción tecnológica de vanguardia se vincula con la industria asociada a Internet, las
redes sociales y los teléfonos inteligentes. La Silicon Valley del siglo XXI se concentra
fundamentalmente en el desarrollo de Software, aplicaciones para la telefonía móvil y apuesta
fuerte a la Inteligencia Artificial.
El cuadro 14 muestra estas tres oleadas de innovaciones tecnológicas de Silicon Valley que
constituyen el eje central de la revolución TIC:
Cuadro 14. Las tres oleadas de innovaciones tecnológicas en Silicon Valley
Primera oleada
Segunda oleada
Tercera oleada
Principales
innovaciones
Transistor
integrado
Sector tecnológico
Electrónica
Microelectrónica
y
Circuito Microordenador,
Internet,
Teléfonos
Microprocesador, Fibra Inteligentes, Inteligencia
Óptica
artificial
y Microelectrónica
e Informática
Informática (Hardware (Software)Industria
y
Software)
y Digital Telefonía Móvil
Optoelectrónica
77
Principales
compañías
Bell
Labs,
Fairchild Cromemco, Bell Labs, Google,
YouTube,
Semiconductors, H-P
Apple, IBM, AMD, Intel Facebook,
Twitter,
Yahoo,
EBay,
What
Sapp, Oracle
Emprendedores
científicos
y Frederick
Terman, Ted Hoff, Steve Jobs, Larry Page, Sergey Brin,
William Hewlett, David Steve Wozniak, Morton Mark Zuckerberg, Jerry
Packard,
William Panish, Izuo Hayashi
Chang,
David
Filo,
Shockley y Bob Noyce
Lawrence
Joseph
Ellison
Periodo histórico
1950-1970
1970-siglo XXI
Siglo XXI
Elaboración propia en base a Castells (2001) y Rogers y Larsen (1986)
Las tres oleadas de innovaciones tecnológicas, comenzando por la electrónica y microelectrónica,
luego dando lugar a las microcomputadoras y microprocesadores, y finalmente el avance de
Internet, las redes sociales y la inteligencia artificial que constituye el núcleo central de la tecnología
del futuro, tuvieron su epicentro en Silicon Valley, pero bajo ningún punto de vista se puede reducir
el enorme campo de la innovación en alta tecnología a esa región del mundo. Por ejemplo, el
sistema operativo de Windows lo creo Microsoft, cuya sede se ubica hoy en Washington, pero en
sus orígenes se radicaba en Albuquerque, Nuevo México. En el campo de la telefonía móvil,
Samsung y Nokia, dos empresas líderes en innovación en esta área se radican en Corea del Sur y
Finlandia. En el campo de la electrónica, otros países como Alemania e Inglaterra han tenido
también un rol destacado en las décadas del cincuenta y sesenta. Las compañías japonesas como
Sanyo, Hitachi o Panasonic, lideraron el mercado de la electrónica durante la década de los
ochenta.
Sin embargo, en relación a la revolución de las tecnologías de información y comunicación, Castells
(2001:79) afirma: “Si la primera Revolución industrial fue británica, la primera Revolución de la
tecnología de la información fue estadounidense, con una inclinación californiana”. La razón por la
cual Silicon Valley ocupa este lugar destacado ya ha sido analizada con anterioridad, Castells
aclara que no sólo es importante explicar porque la revolución TIC comenzó y se desarrolló en este
entorno sino entender que gracias a ello pudo evolucionar. Castells (2001:87) remarca: “En efecto,
es por esta interfaz de programas de macroinvestigación y extensos mercados desarrollados por el
Estado, por una parte, y la innovación descentralizada por una cultura de la creatividad tecnológica
y modelos de rápido éxito personal, por la otra, por lo que las nuevas tecnologías de la información
llegaron a florecer”.
1.4. Transformaciones socio-organizativas: la empresa red
1.4.1. La empresa red
El desarrollo del nuevo paradigma socio-tecnológico vino acompañado por una transformación en
la “lógica organizativa” de la producción, distribución y consumo. Esta nueva “lógica organizativa”
se materializó en nuevas trayectorias socio-organizativas55 que reflejaban los grandes cambios
55
Castells (2001:181) define estas nuevas trayectorias organizativas como: “(...) los dispositivos específicos de los
sistemas de recursos orientado hacia el aumento de la productividad y competitividad en el nuevo paradigma tecnológico
78
tecno-económicos generados a partir de la década del setenta. Castells (2001:181) señala: “(...)
estas trayectorias evolucionaron de las antiguas formas de organización industrial, como la
empresa integrada verticalmente y la pequeña firma comercial independiente, que ya no eran
capaces de realizar sus tareas en las nuevas condiciones estructurales de producción y mercados,
una incapacidad que se hizo plenamente evidente en la crisis de los años setenta (...)”.
Estos cambios organizativos han sido abordados de forma parcial, cuando se hizo mención a la
crisis del fordismo y el surgimiento de nuevas experiencias organizativas como el toyotismo. En
este caso, se hará hincapié en el proceso de desarrollo de la empresa red que constituye la forma
organizativa dominante en el Capitalismo Informacional. Si bien la revolución TIC generó un efecto
multiplicador, lo cierto es que estas transformaciones socio-organizativas situadas en el terreno de
las grandes firmas internacionales se fueron desarrollando con antelación56. Castells (2001:181)
señala: “(...) la difusión de las nuevas formas organizativas, algunas de las cuales ya se habían
practicado en algunos países y empresas durante muchos años, fue la respuesta a la crisis de
rentabilidad que sufría el proceso de acumulación de capital (...)”.
La empresa red se desarrolló sobre la base de tres procesos convergentes: a) la transición de la
producción en serie a la producción flexible; b) crisis de la integración vertical y la gestión funcional
jerárquica de las grandes compañías; c) el desarrollo de nuevos métodos de gestión tendientes a
optimizar los recursos disponibles, descentralizar la producción, incrementar los controles de
calidad, ajustar la oferta a la demanda, jerarquizar el trabajo en equipo, y reducir la incertidumbre
(Castells, 2001). Como señala Rifkin (2000:14): “En esta nueva era, los mercados van dejando sitio
a las redes, y el acceso sustituye cada vez más a la propiedad”.
La formación de la empresa red obedeció a diversos factores, según distintas interpretaciones:
Castells (2001), siguiendo la línea de Piore y Sabel (1984) y Sennett (2000), considera la crisis del
sistema de producción en serie como factor desencadenante de estos cambios organizacionales;
Harrison (1994) añade la crisis de rentabilidad como factor explicativo; Coriat, Mandel y Boyer
(1985,1986) enfatizan la caída en la tasa de ganancia asociada al incremento de los costos
financieros y de la fuerza de trabajo; mientras que Negri y Lazzarato (2001) consideran las luchas
obreras contra “los regímenes disciplinarios” como la principal causa que originó esta
transformación (Zukerfeld, 2012). Otros autores como Varcellone (2008, 2013), inspirado en la obra
de Boutang (1999), Rullani (2000) y Virno (1999), reconoce los cambios en la organización de la
producción responden a un cambio en la organización del trabajo: “(…) en una organización
cognitiva del trabajo, no hay tanta prescripción de tiempos y métodos como en el taylorismo, sino
que tenemos la colaboración de más sujetos donde cada uno lleva una parte del conocimiento para
la realización de un proyecto, de una idea, de una intervención del hombre sobre el hombre. Un
ejemplo que se podría pensar es la diferencia entre el trabajo en la cadena de montaje y el trabajo
en un hospital donde, sobre una patología, más conocimientos de combinan en forma
complementarias, como por ejemplo el conocimiento del enfermero, del médico, del psicólogo. Es
y en la nueva economía global (...)”. El mismo autor define organización como: “(...) un sistema de medios estructurados
en torno al propósito de lograr fines específicos (...)” (Castells, 2001:199).
56
La empresa red se desarrolla con anterioridad, y en paralelo, al nuevo paradigma socio-tecnológico centrado en las
TIC. Zukerfeld (2012:68) señala: “La empresa red apareció como respuesta tentativa a la crisis de acumulación del capital
mucho antes de que las tecnologías digitales ganaran momentum. Sin embargo, el punto clave es que en una segunda
instancia el éxito de la empresa red, su estabilización y consolidación, sí son indisociables del advenimiento de esas
tecnologías”.
79
decir: hay un proceso de complementariedad entre bloques de saber que se integran para obtener
un resultado (…)57”.
A pesar de las diferencias en los enfoques, en todos los casos se comparte la idea de que: “(...) el
modelo de la empresa integrada verticalmente entró en crisis en los años 70 y que las
transformaciones consecuentes compartieron la necesidad de adecuar las firmas a un contexto de
creciente incertidumbre y variabilidad- de la demanda de productos, de la oferta de insumos, de las
tecnologías, de los procesos productivos (...)” (Zukerfeld, 2012:59).
En el contexto de crisis del modelo fordista, de crisis del modelo de acumulación capitalista, de
crisis de las instituciones modernas, y de avance y desarrollo de un nuevo paradigma sociotecnológico, Castells (2001:199) define a la “Empresa Red” como: “(...) aquella forma específica de
empresa cuyo sistema de medios está constituido por la intersección de segmentos autónomos de
sistemas de fines (...)”. Esto quiere decir que los elementos que componen la red son autónomos
pero dependientes frente a ella. No responden a órdenes emitidas de forma vertical por los
estamentos jerárquicos, pero tampoco toman sus propias decisiones. Por este motivo, Castells
(2001:199) señala dos aspectos centrales de la empresa red: a) su capacidad de conexión- que la
comunicación fluya libremente entre sus nodos; b) consistencia- el grado en que los distintos nodos
comparten un mismo fin.
El cuadro 15 expone las principales características de esta forma socio-organizativa denominada
“Empresa Red”:
Cuadro 15. Empresa red
Empresa red
Estructura organizacional
Modelo de gestión
Sistema de producción
Relación
Empresa/proveedores
Tipo de trabajo
Horizontal y en red (nodos que se conectan, pero que disponen de
cierta autonomía relativa)
Flexible, descentralizado, y reticular
Just in time (producción a pedido, reducción de stocks, control de
calidad en cada puesto del proceso productivo, etc.)
Subcontratación. Cada proveedor constituye un nodo de la red
Desplazamiento del trabajo manual al Intelectual o inmaterial.
Distinción difusa entre tiempo de ocio y tiempo de trabajo
Organización del trabajo
Desplazamiento de la tarea individual al trabajo en equipo
Organización de la fuerza
de trabajo
Flexibilidad y precariedad laboral
Anclaje productivo
Global
Principal Insumo
Información y conocimiento
Fuente: elaboración propia en base a Castells (2001), Sennett (2000) y Zukerfeld (2012)
Una de las características centrales de la empresa red es la flexibilidad tanto en el proceso
productivo, como en el producto. El nuevo paradigma socio-tecnológico centrado en las TIC
57
Entrevista realizada por Pablo Miguez a Carlo Varcellone (27/08/2012), publicada en la revista Herramienta, Debate y Critica
Marxista:http://www.herramienta.com.ar/revista-herramienta-n-50/capitalismo-y-conocimiento-existe-una-contradiccionsustancial-entre-la-log
80
permitió: “(...) la transformación de las cadenas de montaje característica de las grandes empresas
en unidades de producción fáciles de programar que pueden ser sensibles a las variaciones del
mercado (flexibilidad de producto) y a los cambios de los insumos tecnológicos (flexibilidad del
proceso) (...)” (Castells, 2001:183). Sennett (2000:52) utiliza el término “especialización flexible” en
referencia a: “(...) conseguir productos más variados cada vez más rápido (...)”. Luego, añade: “La
especialización flexible es la antítesis del sistema de producción encarnado por el fordismo”. La
principal diferencia radica en que la especialización flexible se encuentra dispuesta a dejar que:
“(...) las demandas cambiantes del mundo exterior determinen la estructura de las instituciones (...)”
(Sennett, 2000:53). Por esta razón, señala que: “(...) la red redefine constantemente su estructura
(...) (Sennett, 2000:22).
Esa flexibilidad en el proceso y en el producto, se trasladó también a la contratación de la fuerza de
trabajo. Sennett (2000:59) denomina “horario flexible” al proceso por el cual: “En lugar de turnos
fijos que no varían de un mes a otro, la jornada de trabajo es un mosaico de gente con horarios
diferentes y más personalizados”. Respecto a este proceso, Sennett (2000:60) aclara: “Si el horario
flexible ha de considerarse una recompensa, también coloca al empleado bajo el estricto control de
la institución”. Más adelante añade: “De esta manera, los trabajadores cambian una forma de
sumisión al poder- cara a cara- por otra que es electrónica”.
La otra cara de la empresa red es la marginalidad y exclusión de los “trabajadores rutinarios” que
en términos de Baumann (2000:162): “(...) tienden a ser las piezas más prescindibles, desechables
e intercambiables del sistema económico (...)”. La flexibilidad del mercado de trabajo conduce a
que los viejos trabajadores rutinarios, propios del sistema de producción fordista, no sean valorados
por la nueva organización del trabajo y se encuentren sometidos a distintos mecanismos de
precariedad laboral: contratos a corto plazo, despidos sin causa, salarios bajos, extensión de la
jornada laboral, empleo no registrado, etc. Esta flexibilización laboral se encuentra íntimamente
ligada a la subcontratación, mecanismo por el cual las grandes empresas se encargan de no
absorber esta fuerza laboral mecanizada, y delegarla en empresas más pequeñas que suelen
disponer de estos regímenes de contratación precarios58. Miguez (2013:41) señala que: “La
individualización de la relación de trabajo proveniente de la segmentación del trabajo cognitivo
depende de conocimientos jerarquizados por diferentes niveles de formación y del predominio de la
negociación individual del salario y las condiciones de trabajo por sobre las convenciones
colectivas”. Es decir, no sólo los trabajadores excluidos del nuevo proceso de valorización del
capital asisten a un proceso de precarización de las condiciones de trabajo.
La otra característica central de la empresa red es su estructura horizontal y reticular. Castells
(2001:192) sostiene: “Cabe definir el cambio principal como el paso de las burocracias verticales a
la gran empresa horizontal”. La forma organizativa de las grandes empresas se compone de
distintos proyectos empresariales interconectados a través de redes59. Sennett (2000:49) agrega:
“En la red, la unión entre módulos es más flexible; se puede separar una parte-en teoría, al menossin destruir a las demás”. Sennett (2000:56) define este proceso como “(...) concentración del poder
58
Sassen (2007) menciona el caso de los inmigrantes como parte constitutiva de esta fuerza laboral precarizada en las
“ciudades globales”. Este sector, que crece a medida que se profundiza la globalización, ocupa los puestos de trabajo de
menor remuneración y nivel educativo, empujando a que se reduzcan, como consecuencia, los salarios de los
trabajadores nativos de las economías avanzadas. Esta competencia entre fuerza de trabajo migrante, y fuerza de trabajo
local no sólo incrementa la conflictividad social y étnica, sino que profundiza el proceso de precarización y flexibilización
laboral.
59
Estos nodos compiten entre sí y otras veces cooperan. Zukerfeld (2012:64) afirma: “(...) el eje es el proyecto, y no la
empresa individual (...)”.
81
sin centralización del poder (...)”. Esto quiere decir que se mantiene el control por parte de la
jerarquía institucional, pero de forma descentralizada y con aparente autonomía relativa de cada
uno de los nodos de la red. Harrison (en Sennett, 2000) señala que: “(...) desafiar el viejo orden
burocrático no ha traído consigo menos estructura institucional (...)”.
Esta idea de concentración sin centralización remite a que la transmisión de mando continúa en
pocas manos pero la estructura de mando no tiene la forma de una pirámide. Sennet (2000:58)
señala que: “(...) la dominación desde arriba es, a la vez, fuerte y amorfa (...)”. Además, Rifkin
(2000:15) señala: “En la era de las redes los suministradores que acumulan un valioso capital
intelectual comienzan a ejercer el control sobre las condiciones y los términos en que los usuarios
se aseguran el acceso a las ideas, los conocimientos, y las técnicas expertas que resultan
creativas”.
Las redes empresariales a la que se ha hecho mención se pueden clasificar en tres grupos: a)
redes de proveedores; b) redes de comercialización; c) redes de empresas con las que se realizan
acuerdos o alianzas estratégicas (Zukerfeld, 2012; Castells, 2001).
El Cuadro 16 expone las principales características de estas redes y su interconexión:
Cuadro 16. Tipos ideales de redes
Redes de proveedores
Permiten el funcionamiento del
Just in time. Se caracterizan
por la subcontratación. La casa
matriz delega en unidades más
pequeñas la producción de
determinados insumos. La
interconexión entre la casa
matriz y estas unidades más
pequeñas permite asociar de
modo más preciso la oferta con
la demanda de inputs y reducir
los costos de producción. Un
ejemplo: Nike y su red de
proveedores en el sudeste
asiático
Redes de comercialización
Remite al fenómeno de las
franquicias. Permite absorber
la variedad de la demanda en
un mercado caracterizado por
la
diferenciación
y
heterogeneidad de productos.
Además permite desplazar el
negocio de la gestión de la
materia por la gestión del
conocimiento. La casa matriz
vende el know how a sus
franquicias que se dedican a
vender los productos. Un
ejemplo: Benetton o McDonald
Red de empresas aliadas
Desplazamiento de la unidad
operativa
central
por
el
“proyecto
empresarial”
representado por una red en la
cual
interactúan
distintas
empresas que compiten y
cooperan entre sí. El proyecto
empresarial
se
aplica
a
diversos campos de actividad
como cadena de productos,
tareas de organización, o
ámbitos territoriales. El eje es
el proyecto y no la empresa
individual. Un ejemplo: distritos
industriales italianos o fábricas
manufactureras de Hong Kong
Fuente: elaboración propia en base a Castells (2001) y Zukerfeld (2012)
1.4.2. El caso de Nokia
Se podrían utilizar muchos ejemplos de empresas que reflejan esta nueva modalidad organizativa
denominada “empresa red” como Google, Apple, YouTube, etc. Sin embargo, se ha elegido el caso
de Nokia, una empresa de telefonía móvil de origen finlandés por dos motivos fundamentales: a)
porque ha logrado reconvertirse a lo largo del tiempo a diferencia de otras empresas como Google
que nacieron en el contexto de la expansión y consolidación de las redes informacionales; b)
82
porque Nokia refleja el paso de la economía industrial finlandesa a una economía informacional
(Castells y Himanen, 2002).
En primer lugar, vale destacar que Nokia es una empresa con más de 60 mil empleados, que tiene
centro de investigación y desarrollo en 15 países, plantas de producción en 10, y sucursales de
venta en más de 130. La compañía se divide en dos líneas de negocios: a) Nokia Mobile Phones
(que produce teléfonos celulares) b) Nokia Networks (distribuye redes de telefonía móvil y servicios
asociados) (Castells y Himanen, 2002). Se trata de una empresa de origen finlandés pero que
opera a escala mundial. Si bien en la actualidad ha perdido peso en el mercado de los teléfonos
inteligentes (por su fallida alianza con Microsoft), continúa siendo una de las empresas que más
teléfonos celulares vende en el mundo y líder en el mercado de las telecomunicaciones.
Esta posición que ocupa en la actualidad, siendo una firma referente en el mercado de telefonía
móvil, se debe a un proceso de reconversión que le permitió superar una etapa crítica hacia fines
de la década del ochenta y comienzos de los noventa que casi la lleva a la quiebra. Como señalan
Castells y Himanen (2002:39): “(…) la imagen pública de Nokia (una compañía cuyo éxito depende
de su capacidad para renovarse) oculta una discontinuidad histórica importante (…)”.
Nokia fue creada a través de la fusión de tres compañías que se ubican en la ciudad que lleva el
mismo nombre: una fábrica de celulosa y papel, fundada en 1865, la Compañía Finlandesa de
Caucho establecida en 1898, y la Empresa Finlandesa de Cable, creada en 1882. En 1966 el grupo
Nokia se fusiona con la compañía de Caucho que había adquirido, después de la primera Guerra
Mundial, a las otras dos empresas. En la década de los setenta y ochenta, Nokia se expande al
mercado de la electrónica (televisión) y un grupo comienza a explorar el mercado de las
telecomunicaciones60.
Esta estructura jerárquica, de fuerte control por parte de la cúpula, condujo a que Nokia apostará
con fuerza al negocio de los televisores, situación que puso en peligro a la compañía. El
responsable máximo de las decisiones comerciales de la compañía, era Kari Kairimo, consejero
delegado en 1977 que se suicidó en 1988. Su remplazo por Simo Vourilehto y el enfrentamiento
con el entonces presidente de Nokia, Kalle Isokallio, complico severamente a la firma, que tuvo que
reducir la plantilla de personal de 44.000 a 22.000 trabajadores. La disolución de la Unión Soviética
en 1991, el mercado por entonces más importante para Finlandia, constituyó un duro golpe
también. Hasta 1992, Nokia hubiera servido como ejemplo de una empresa que no logró
reconvertirse y adecuarse al contexto de la economía postindustrial. Sin embargo, la compañía
experimentó una transformación radical en la década del noventa que le permitió salir de la crisis
(Castells y Himanen, 2002).
Para explicar el resurgimiento de Nokia, Castells y Himanen (2002:44) afirman: “(…) pasó de ser
una compañía industrial a una compañía informacional (…)”. Mucho tuvo que ver Jorma Olilla,
director de la sección de telefonía móvil, que había sido relegado en la etapa de jerarquización del
mercado de electrónica, al tomar las riendas de la empresa, echó a los directivos que ocupaban los
puestos jerárquicos y colocó a profesionales afines a su línea de pensamiento. Esta nueva
generación de jóvenes se hizo cargo de la empresa y generó una revolución organizativa. Paso de
60
Castells y Himanen (2002:42) sostienen: “El modelo de negocio era un conglomerado de actividades independientes,
que derivaban escasa sinergia de su integración en el mismo grupo. La gestión se basaba en el antiguo estilo de patrono
industrial: una estructura jerárquica con una fuerte control de la cúpula del grupo sobre todos sus componentes”.
83
una estructura jerárquica y burocrática de mando a un modelo innovador en red (Castells y
Himanen, 2002).
El primer paso que permitió esta modificación sustancial fue la venta de toda la línea de negocios
que no estuviera vinculada con la telefonía móvil y las redes de telecomunicaciones. Para poder
escapar a la crisis, se pretendía apostar a un sector tecnológico que se avizoraba como importante,
pero que aún se encontraba en una etapa de incipiente desarrollo. Entre 1992 y el 2000 la empresa
creció tanto que superó a otras compañías del mismo rubro que en ese entonces eran mucho más
grandes como Ericsson y Motorola (Castells y Himanen, 2002). La razón del éxito fue la sencillez y
usabilidad del producto que se desprendían de lo que Castells y Himanen (2002:45) consideran:
“(...) la experiencia simbólica como fuente de valor (...)”.
Además de la apuesta al sector de telefonía móvil y redes de telecomunicaciones, en
contraposición a la electrónica, Nokia modificó su estructura financiera. La apertura de la empresa
al mercado de capitales internacional, le permitió incrementar la cotización en bolsa y atraer
numerosas inversiones que le garantizaban independencia de los accionistas mayoritarios. La
cotización en los principales mercados financieros del mundo posibilitó posicionar alto a la empresa
dentro de la economía informacional. Salir de Finlandia y proyectarse a nivel mundial fue una
decisión disruptiva (Castells y Himanen, 2002).
Todas estas transformaciones se producen de forma simultánea. Castells y Himanen (2002:46)
remarcan: “La compañía decidió que productos, procesos, y organización debían innovarse a la vez
(...)”. Además de fabricar productos innovadores, la empresa utilizó las redes electrónicas para:
“(...) intercambio de información, de las ventas y apoyo comercial (...)”. Estos autores señalan que
el factor diferencial de Nokia respecto a sus competidores, ha sido: “(...) su forma holista de pensar
(...) (Castells y Himanen, 2002:47).
Volviendo a los tipos ideales de redes, elaborado en base a Castells (2001, 2002) y Zukerfeld
(2012) se expone a continuación la adaptación del caso de Nokia al mismo, al cual se agregan dos
redes adicionales: redes de I+D y redes globales:
Cuadro 17. Análisis del caso Nokia como ejemplo del paradigma de “Empresa Red”
NOKIA
Redes
de Como empresa de telecomunicaciones no produce los componentes de sus
proveedores
equipos. La subcontratación le ha permitido ser menos vulnerable a la
innovación tecnológica que se produce fuera de la empresa y al
desabastecimiento de insumos. Esta red de proveedores se extiende a nivel
mundial, siendo China uno de los principales centros de producción
Redes
de Nokia tiene sucursales de venta en más de 130 países. Si bien no dispone
comercialización
de un sistema de franquicias, tiene un modelo de gestión descentralizado e
interconectado. Existen redes de decisión y un sistema de rotación de
puestos en todos los niveles jerárquicos. Si bien no hay un centro bien
definido, las decisiones más importantes se concentran en los “Cinco
Supremos” que son los principales ejecutivos de la firma
Redes de aliados
Nokia tiene una red directa de 300 empresas asociadas sólo en Finlandia.
84
Redes de I+D
En el 2011 la compañía se asoció con Microsoft para vender el modelo de
61
celular Lumia que tiene Windows Phone . Para el caso de I+D la empresa
se ha asociado con otras grandes compañías como: Intel, IBM, Toshiba, etc.
La empresa tiene un Centro de Investigación Corporativo y áreas de I+D en
cada unidad de negocio: Nokia Mobile Phones, Nokia Networks, y Nokia
Ventures Organization. La compañía destina los recursos a investigación
orientada al desarrollo, y se vincula con las Universidades finlandesas e
internacionales que se especializan en investigación básica. Esta red de
universidades con las que Nokia coopera incluye: MIT, Universidad de
Stanford, Universidad de Tokio, la Universidad Tecnológica de Helsinki, etc.
Esta red de cooperación le permite captar talentos, masa crítica, información
sobre nuevas tendencias, etc. En el 2001, la empresa disponía de 55
unidades de I+D en 15 países distintos, conectadas entre sí por laboratorios
virtuales.
Redes globales
A pesar de ser una empresa finlandesa, menos del 2% de las ventas se
realizan en ese país. El 90% de la compañía le pertenece a inversionistas
extranjeros y el grueso de la mano de obra se radica en otros países. Si bien
la empresa es una multinacional, el entorno de innovación se sitúa en
Finlandia. Este país constituye un nodo de una red global en la cual Nokia
participa. Esta red global incluye mercado de capitales, producción de
conocimiento tecnológico, redes de comercialización y marketing, etc.
Elaboración propia en base a: Castells y Himanen (2002) y Zukerfeld (2012)
En el primer capítulo se ha desarrollado la crisis del modo de desarrollo industrial, del Estado de
Bienestar, y el nacimiento del modo de desarrollo informacional, en consonancia con el proceso de
reestructuración capitalista iniciado en 1973, y la aparición de un nuevo paradigma sociotecnológico centrado en las tecnologías de información y comunicación (TIC).
En el segundo capítulo se analizará el informacionalismo en los países periféricos: ¿De qué modo
se insertan estos países en las nuevas redes globales? ¿Cómo se desarrolla el informacionalismo
en las regiones marginadas del mundo? ¿Cuál es el vínculo entre procesos globales y realidades
locales? ¿De qué modo impacta el avance del informacionalismo sobre el espacio físico y social de
las ciudades periféricas? ¿Cómo se construyen estas nuevas espacialidades en los márgenes del
capitalismo informacional?
61
http://www.clarin.com/economia/alianza-nokia-microsoft-funcionaExtraído
del
artículo:
funcionando_0_HJoMZ7DsPXx.html consultado el 31/03/2017
85
Capítulo 2. El Informacionalismo en los países periféricos
Este capítulo analiza el modo de desarrollo informacional en los países periféricos, con especial
énfasis en América Latina y el caso argentino. Resulta primordial distinguir el proceso global del
desarrollo del informacionalismo, con núcleo en las grandes economías centrales, del proceso de
incorporación de la periferia a estas nuevas redes globales.
2.1 Los agujeros negros del Capitalismo Informacional
El desarrollo del CI coincide con el incremento de la desigualdad y pobreza a nivel mundial. Este
subapartado analiza la relación entre el informacionalismo y la creciente polarización entre
centro/periferia tanto entre regiones y países, como al interior de los mismos. La globalización
neoliberal exacerbó las dinámicas de inclusión/exclusión respecto de las redes informacionales
globales, segregando y discriminando a regiones, países y ciudades. La metáfora de “agujeros
negros” es utilizada por Castells (2001) para referir a este proceso de tensión entre fenómenos
globales y realidades locales.
Se analiza de forma particular la inserción de América Latina en esta dinámica global de
inclusión/exclusión.
2.1.1. La noción de “agujeros negros”
El término “agujeros negros” fue introducido por Castells (2001:195) en referencia al: “(:..) conjunto
de vinculaciones que existen entre las características del capitalismo informacional y el aumento de
la desigualdad, la polarización social, la pobreza y la miseria en la mayor parte del mundo (…)”.
Más adelante, agrega: “Las nuevas tecnologías de la información conducen a un torbellino global
de acumulación de riqueza y difusión de pobreza”.
Las regiones marginadas de este proceso de valorización en torno a las redes informacionales
globales, incluyen en su densidad: “(…) toda la energía destructiva que afecta a la humanidad
desde múltiples fuentes (…)” (Castells, 2001:196). Los “agujeros negros” expresan todas las
falencias y desigualdades a las que están expuestos millones de seres humanos en distintas
regiones y ciudades del mundo: analfabetismo, hambre, criminalidad, drogas, enfermedades,
violencia, etc. La exclusión social adopta una dimensión espacial. Ciudades, regiones, países del
mundo permanecen en los márgenes del informacionalismo y conforman una nueva geografía de la
exclusión social en el mundo.
Castells (2001) denomina a esta conjunto de regiones excluidas como “Cuarto Mundo”. La división
entre países centrales y periféricos, si bien representa, en parte, las asimetrías existentes en
términos de distintos niveles de desarrollo y posiciones dominantes en el sistema internacional, no
permite visualizar esta nueva geografía de la exclusión social que opera, también, al interior de los
países centrales. En sintonía con Sassen (2001, 2007), la nueva geografía de centros y márgenes,
constituye un fenómeno complementario al desarrollo del informacionalismo, y al mismo tiempo,
responde a su propia dinámica de crecimiento. Así como Castells y Hall (1994) revelaban el “lado
oscuro” del chip, al estudiar el impacto urbano del desarrollo de la industria de la informática en
86
Silicon Valley62, para analizar con profundidad el desarrollo del informacionalismo es necesario
detenerse en estos “agujeros negros”.
Castells (2001:198) señala que el “Cuarto Mundo” se encuentra compuesto tanto por regiones de
África, América Latina y Asia, como por: “(…) los guetos estadounidenses, los enclaves españoles
de desempleo juvenil masivo, las banlieues francesas que almacenan a los norteafricanos, los
barrios de yoseba japoneses, y los poblados de chabolas de las megaciudades asiáticas (…)”.
Esta desigualdad aumenta a medida que: “(…) el criterio selectivo del capitalismo informacional y la
quiebra política del Estado de bienestar intensifican la exclusión social (…)”.
Más allá de señalar que las categorías de centro, periferia y semiperiferia, o la división entre Norte
y Sur, no resultan del todo adecuadas para explicar la conformación de la economía global a partir
del desarrollo del informacionalismo y el proceso de reestructuración capitalista, Castells
(2001:135) señala: “(…) un grupo de países que se corresponden de forma aproximada con los
pertenecientes a la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE),
concentran una proporción aplastante de capacidad tecnológica, capital, mercados y producción
industrial (…)”. Más adelante, Castells (2001:137) agrega a la: “(…) poderosa economía semiintegrada del Pacifico asiático, que se está convirtiendo en el nuevo centro de acumulación de
capital del mundo (…)”.
La concentración de capital, capacidad tecnológica, mercados en determinadas regiones, ciudades
y países, refleja una nueva división internacional del trabajo entre los espacios que se insertan en
la economía global informacional, y aquellos que quedan marginados. Estas dinámicas de
exclusión golpean con mayor fuerza en África subsahariana, determinadas zonas rurales de Asia y
algunos grandes centros urbanos no vinculados con la producción tecnológica de la región del
Pacifico, y en determinadas regiones de América Latina y el Caribe. Estos espacios de exclusión
social constituyen los “agujeros negros” del informacionalismo.
2.1.2. La distribución geográfica de la riqueza, pobreza y desigualdad
Los “agujeros negros” del informacionalismo responden a una dinámica de exclusión/inclusión que
opera a nivel mundial, acentuada por la globalización neoliberal y por los nuevos flujos del poder
financiero, tecnológico y económico. Para poder atender la dimensión “espacial” de la pobreza y
desigualdad, resulta necesario visualizar como se expresa en la geografía mundial. Se presentan
tres indicadores que permite comprender la distribución de la riqueza, pobreza y desigualdad a
nivel mundial: a) índice de desarrollo humano; b) índice de riqueza por adulto; y c) coeficiente de
Gini.
El Gráfico 3 muestra la división entre países y regiones según el Índice de Desarrollo Humano
(IDH) medido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)63.
62
Los primeros autores en describir el “lado oscuro del chip” fueron Lenny Siegel y John Markoff (1985). Castells y Hall
(1994:53) retomaron el análisis de estos autores sobre las consecuencias urbanas del desarrollo del informacionalismo
en Silicon Valley, y afirmaron: “La marcada segregación espacial fue una característica cada vez más notoria en Silicon
Valley”. Más adelante, añaden: “(…) los atascos de tráfico, una densidad de residentes cada vez más elevada y la
polución química trajeron un importante deterioro de la calidad ambiental de la zona (…)”.
63
Para medir el IDH se consideran una variedad de indicadores que condensan tres áreas: Educación, Salud y Riqueza. Algunos de los
indicadores que se utilizan para determinar estas tres áreas son: esperanza de vida al nacer, años promedio de escolaridad, tasa de
alfabetización, ingreso familiar disponible, PBI per cápita en dólares, etc. Información accesible en:
http://hdr.undp.org/es/content/el-%C3%ADndice-de-desarrollo-humano-idh
87
Gráfico 3. Agrupamiento de países según IDH Muy Alto, alto, medio y bajo
Fuente: PNUD, 2016
Los “agujeros negros” del informacionalismo ocupan las regiones de desarrollo humano medio o
bajo. Como muestra el Gráfico 3 estas se distribuyen por algunas zonas de América Latina y el
Caribe (Paraguay, Bolivia, El Salvador, Nicaragua, etc.), África (casi toda la región central y
subsahariana), y Asia (Algunos países de Asia Occidental como Siria, Irak, etc.; Asia del Sur como
India, Afganistán, Pakistán, etc.; y del Sudeste Asiático como Camboya, Filipinas, Timor Oriental,
Brunei, etc.).
El Grafico muestra con claridad las regiones con mayor desarrollo humano: Norteamérica, Europa,
Asia del Norte y Oceanía. En este caso no se considera sólo la riqueza disponible, sino la calidad
de vida de la población.
El Gráfico 4 permite observar la distribución de la riqueza/pobreza medida en términos de riqueza
por adulto64. En este caso se considera la producción de riqueza como parámetro para agrupar a
los distintos países del mundo. Se puede observar la distribución de los países más pobres y más
ricos, no así los países con mejor y peor calidad de vida.
Gráfico 4. Distribución de países según índice de riqueza por adulto
64
La riqueza por adulto se mide considerando los stock de riqueza generados por un país- activos (ingresos, propiedades, etc.)
menos pasivos (deuda)- divido la población adulta (15-64 años)
88
Fuente: Global Wealth Report, 2015 (Credit Suisse)
A pesar de utilizar indicadores distintos, el mapa de la distribución de la riqueza y pobreza no difiere
demasiado. Ubica a los países más pobres en África Central, Sur de Asia, y algunos países del
Caribe (Haití, Jamaica, por ejemplo), y denomina “zonas de frontera” a las que se localizan entre
los niveles intermedios de riqueza y las regiones más pobres del mundo (incluye la mayoría de los
países de América del Sur salvo Chile y Uruguay, la parte sur de África, China, India, Rusia y todo
el Sudeste Asiático, entre otros).
Nuevamente, los países más ricos se ubican en Norteamérica, Europa, Oceanía y sobresale los
casos de Japón, Corea del Sur y algunos países de Medio Oriente (Arabia Saudita, Israel, etc.).
Dado que se utiliza el índice de riqueza por adulto, no sólo se considera el stock de riqueza, sino la
cantidad de población adulta. Por esta razón, China, por ejemplo, se ubica entre los países
pertenecientes a la “zona de frontera” descripta anteriormente.
Para poder graficar la desigualdad, resulta necesario utilizar un indicador útil para este fin: el
coeficiente de Gini. Este indicador permite medir hasta qué punto la distribución del ingreso entre
individuos y hogares de una economía se aleja de una distribución perfectamente equitativa.
Cuanto más se acerca a 0, la distribución del ingreso resulta más equitativa, cuanto más se aleja
de 0, lo contrario.
El Gráfico (5) muestra esta distribución a nivel mundial:
Gráfico 5. Distribución de países según Coeficiente de Gini
89
Fuente: Banco Mundial, 2014
En el caso del índice de Gini, se puede apreciar algunas diferencias respecto a los dos indicadores
anteriores. Este indicador mide distribución del ingreso, no generación de riqueza. Por lo tanto, un
país pobre puede ser más igualitario que un país rico (por ejemplo, Afganistán tiene mejor índice de
Gini que USA). Sin embargo, se encuentran algunas coincidencias respecto a los mapas de
distribución de riqueza anteriores: Norteamérica, Europa, el Sudeste Asiático y Oceanía mantiene
su predominancia en términos de riqueza, desarrollo humano y distribución equitativa de la riqueza;
mientras que la región de África Subsahariana y el Caribe vuelven a estar dentro de las zonas más
postergadas e inequitativas del mundo. El dato que sobresale es la posición que ocupa América del
Sur: es una de las regiones más desiguales del mundo a pesar de no ocupar los peores puestos
cuando se considera IDH e índice de riqueza por adulto.
Si bien los tres indicadores permiten visualizar la distribución geográfica de la riqueza/pobreza y
desigualdad, como se mencionó con anterioridad, para pensar la exclusión/inclusión en el
informacionalismo resulta necesario pensar el espacio más allá de los límites del Estado-nación.
Estos mismos mapas podrían rediseñarse pensando en la concentración de la pobreza en regiones
que incluyen varios países, en zonas específicas de grandes ciudades, en determinadas aéreas
geográficas que pertenecen, incluso, a los países centrales con mejores índices de desarrollo
humano, riqueza por adulto y coeficiente de Gini.
La manifestación espacial de los “agujeros negros” del informacionalismo se puede comprender en
términos de países (los gráficos son elocuentes al respecto), pero resulta mucho más esclarecedor
atender esta nueva geografía de centros y márgenes que no dispone de un mapa mundial
disponible pero que constituye la superficie por la cual transita el modo de desarrollo informacional.
2.1.3. La nueva división internacional del trabajo
La estructura de la economía global es descripta por Castells (2001) como una arquitectura estable
y una geometría variable. La arquitectura del orden global se encuentra representada en una
90
estructura de poder asimétrica en base a tres grandes centros (Europa, Norteamérica y el Pacifico
asiático) y múltiples periferias dependientes de los centros, económicamente pobres y socialmente
excluidas. Esta composición del orden global ha variado a lo largo del siglo XXI, pero no ha mutado
lo suficiente para sostener que estamos frente a una nueva arquitectura del poder global. Las
regiones hegemónicas continúan ejerciendo el liderazgo, mientras las zonas marginadas aún
continúan excluidas.
La nueva división internacional del trabajo ha generado una geometría variable, en la cual los
países, ciudades o regiones se insertan en la economía informacional global, a través de cuatros
variantes principales: a) productores de alto valor agregado, vinculados con los resortes del
informacionalismo (tecnología, información y conocimiento); b) productores de gran volumen,
basados en la reducción de los costos unitarios y las economías de escala; c) productores de
materias primas o derivados de recursos naturales; d) productores redundantes, reducidos a
sectores de la economía devaluados (Castells, 2001:174).
Estas posiciones no responden a un país determinado. Castells (2001:174) señala: “(…) todos los
países se encuentran penetrados por las cuatro posiciones indicadas debido a que todas las redes
son globales en su realidad o en su objetivo (…)”. Esto quiere decir que tanto las zonas marginadas
tienen, en alguna proporción, aún menor, un centro directriz vinculado con los productores de alto
valor, como los grandes centros de producción de la riqueza, poseen segmentos dedicados a la
producción económicamente devaluada65.
El Gráfico 6 elaborado por Schteingart (2014) permite agrupar a los distintos países según la
especialización productiva entre 2000-2012. De esta forma, se puede visualizar la nueva división
internacional del trabajo que menciona Castells (2001).
Gráfico 6. Agrupación de los países según porcentaje de exportaciones de media y alta tecnología,
capacidades tecnológicas y especialización de la canasta exportadora, promedio 2000-2012
65
Esta nueva geometría es por definición variable y dinámica. Un país dedicado a la exportación de materias primas,
puede hacer crecer el segmento que se especializa en producir bienes de alto contenido tecnológico. Las redes globales
no impiden que los gobiernos puedan diseñar e implementar políticas públicas para modificar la inserción de los países
en esta nueva división internacional del trabajo. Fomentar la innovación, invertir en I+D, proteger determinadas industrias,
aplicar políticas activas de inclusión de la tecnología en la producción, mejorar la productividad a través del conocimiento,
etc.; son herramientas útiles para salir de la exclusión espacial del informacionalismo.
91
Fuente: Schteingart (2014)
El Gráfico 6 muestra la distribución de un grupo de países según las capacidades innovadoras
(gasto en I+D como % del PBI y patentes per cápita) y el componente de las exportaciones
(manufacturas de media o alta tecnología, manufacturas de baja tecnología, y los bienes primarios).
Se los puede agrupar en cinco grupos: a) países innovadores industrializados; b) países
innovadores en base a los recursos naturales; c) países ensambladores; d) países no innovadores
primarizados; y e) países intermedios (Schteingart, 2014).
La nueva división internacional del trabajo no se explica a partir del clivaje bienes primarios vs
bienes industriales. Un cruce entre las capacidades tecnológicas y el perfil productivo orientado a
las exportaciones, permite obtener una fotografía más precisa de la posición que ocupan los países
en el mercado mundial.
El grupo de países más desarrollados coincide con el cuadrante noreste (ubicado en la parte de
arriba a la derecha del gráfico). Se trata de los países innovadores industrializados (Estados
Unidos, Alemania, Japón, Italia, Reino Unido, Corea del Sur, Taiwán, Suecia, Finlandia, etc.). La
característica principal de este grupo es que poseen una elevada capacidad tecnológica (fuerte
inversión en I+D y una elevada cantidad de patentes) y un grado de especialización bajo y mediobajo (un bien no tiene hegemonía por sobre los demás en la canasta exportable) lo que revela un
nivel mucho menor de vulnerabilidad externa.
El cuadrante sudeste pertenece a los países innovadores en base a los recursos naturales
(Australia, Nueva Zelanda, y Noruega). En este caso, se trata de países con una gran capacidad
tecnológica orientada a la producción de manufacturas derivadas de recursos naturales. Respecto
92
al grado de especialización, Australia y nueva Zelanda tiene un nivel medio-bajo, mientras que
Noruega se especializa mayoritariamente en la exportación de hidrocarburos.
El cuadrante Sudoeste pertenece a los países no innovadores primarizados (Nigeria, Argelia, Irán,
Qatar, Paraguay, Ecuador, Venezuela, Perú, Colombia, Argentina, India, Brasil, etc.). Estos países
cuentan con un grado bajo de capacidades tecnológicas y se especializan, mayoritariamente, en
exportar productor primarios o manufacturas de poco contenido tecnológico. La mayoría de estos
países tiene un grado de especialización alto, salvo algunos casos como Argentina, Sudáfrica,
Brasil, India, Grecia e Indonesia.
El cuadro noroeste pertenece a los países ensambladores (Filipinas, México, Tailandia, Rumania,
Polonia, Ucrania, Turquía, Costa Rica, Malasia, China, Portugal, etc.). En este caso, se trata de
países con un nivel bajo de capacidades tecnológicas que exportan manufacturas de media y alta
tecnología. Este grupo de países se ha insertado en las grandes cadenas de valor, pero en los
eslabones de menor valor agregado66.
Por último, se encuentran los países intermedios (España, República Checa, Malasia, Hungría,
China, Portugal, Grecia, Sudáfrica, Brasil y Rusia). Estos poseen niveles medios de capacidades
tecnológicas y presentan una gran heterogeneidad respecto a los bienes en los que se
especializan67.
Esta clasificación permite visualizar la posición que ocupan los diferentes países en la nueva
división internacional del trabajo. Los ensambladores ocupan las posiciones de menor valor
agregado dentro de las grandes cadenas de valor, los innovadores industrializados se encuentran
en la vanguardia de la innovación tecnológica y dominan los grandes mercados financieros,
tecnológicos y de conocimiento, los innovadores en base a recursos primarios han logrado agregar
valor y conocimiento a la industria de los bienes primarios o derivados de recursos naturales, los no
innovadores primarizados se encuentran en las posiciones más frágiles, vulnerables y de menor
valor agregado dentro de la cadena productiva mundial.
2.1.4. El informacionalismo en América Latina
Las categorías de centro y periferia permiten, aun con las limitaciones mencionadas por Castells
(2001) y Sassen (2001, 2007), describir la posición que ocupa América Latina tanto en el mercado
mundial como en la estructura de poder global. Como señala Falero (2012:83): “Este tipo de
categorías, bien comprendidas, pueden alimentar una potente visión global no eurocéntrica de lo
nuevo pero sin dejar de comprender lo que se mantiene”. Más adelante, el mismo autor se
pregunta: “(…) ¿por qué suponer que la revolución informacional o cognitiva disuelve el proceso
global de polarización centro-periferia? (…)”.
66
Schteingart (2014) señala que este cuadrante se puede registrar a partir de la década del 60´, desde que comenzó el
proceso de deslocalización mundial de las cadenas productivas.
67
Algunos pertenecen al grupo de países no innovadores primarizados (Brasil, Sudáfrica y Rusia) pero se encuentran
cerca de pertenecer al grupo de los ensambladores, o bien se encuentran en una zona de frontera respecto a los países
innovadores en base a recursos naturales; otros son ensambladores (Malasia, China, Portugal, Hungría) en una zona de
frontera con los innovadores industrializados; y otros son innovadoresindustrializados (España, República Checa) que se
encuentran en una zona de frontera con los ensambladores.
93
El informacionalismo se desarrolla en América Latina como manifestación de un fenómeno global
(proceso de reestructuración capitalista, nuevo paradigma socio-tecnológico y modificaciones en la
organización internacional de la producción, crisis del Estado de bienestar, entre otros aspectos)
que no borra ni suprime la particularidad de la región en torno a la posición que ocupa en la división
internacional del trabajo. Esto quiere decir, en línea con lo expresado en el subapartado anterior,
que la gran mayoría de los países de la región continúan produciendo, mayoritariamente, bienes
primarios o manufacturas de poco contenido tecnológico.
Esta posición de dependencia tecnológica, coincide con niveles bajos de desarrollo del
informacionalismo en la región, lo que evidencia un proceso que se retroalimenta. No es una
casualidad que la posición periférica se encuentre definida y, al mismo tiempo, favorecida por el
nivel de bajo desarrollo del informacionalismo, y viceversa. Así como en la etapa del modo de
desarrollo industrial los países que lograron avanzar en el proceso de industrialización fueron
capaces de incidir en las estructuras de poder global, en el informacionalismo los países
innovadores industrializados que son protagonistas de la revolución tecnológica, definen los
lineamientos generales de las grandes cadenas de valor. Por esta razón, Falero (2011:99) señala la
importancia de: “(…) diferenciar una «globalización» de posiciones sociales dominantes de una
«globalización» de posiciones sociales dominadas (…)”.
Sin embargo, ubicar a América Latina dentro de la periferia del CI no agrega ningún elemento
novedoso al análisis. Lo interesante es poder analizar de qué modo se desarrolla el
informacionalismo en la región, cuáles son sus principales limitaciones, desafíos, y proyecciones
futuras. También puede resultar útil atender la heterogeneidad en los grados de desarrollo del
informacionalismo en la región, y agrupar a los países de acuerdo a estos niveles.
En relación a las características que adopta el desarrollo del informacionalismo en América Latina,
se pueden mencionar cinco aspectos principales que condicionan su evolución y desarrollo a lo
largo del tiempo: a) la brecha de acceso a las TIC que se ensancha entre los países de América
Latina, entre la propia región y los países más desarrollados, y que se expresa al interior de los
países entre sectores sociales68; b) la baja inversión en I+D tanto a nivel público como privado; c)
capacidades de innovación limitadas asociadas a un perfil productivo primarizado o un modelo de
industrialización con base en la sustitución de importaciones de carácter imitador; d) sistemas de
innovación poco robustos, con escasa sinergia entre actores sociales (gobiernos, empresas,
universidades y/o centros de investigación, etc.) y un grado muy alto de “informalidad” en los
procesos de innovación; e) escases de capital humano y déficit de formación de los recursos
humanos para el sector informacional (Artopoulos, 2016; Yoguel, 2006; Finquelievich, 2009, 2011;
CEPAL, 2008, 2014).
El siguiente cuadro agrupa a los países de América Latina de acuerdo al grado de desarrollo del
informacionalismo69. Se consideran tres indicadores: a) recursos científicos y tecnológicos
68
La brecha de acceso a las TIC se mide a través de dos indicadores fundamentales: a) acceso a telefonía móvil y
conexión a Internet; b) acceso a computadoras (PCs y laptops) y celulares. Sin embargo, además de la brecha de
acceso, resulta necesario atender la brecha de conocimiento que incluye los usos sociales de las TIC (Rivoir y
Lamschtein, 2012; Finquelievich y Prince, 2010). Las desigualdades entre países, regiones y estratos socio-económicos
no sólo se expresan en la brecha socio-digital de acceso, sino y fundamentalmente en los usos sociales de las TIC.
69
No se consideran todos los países de la región, solamente algunos que permiten dar cuenta de la heterogeneidad en
los niveles de desarrollo del informacionalismo en el continente. Se tomaron como casos: a) siete países de América del
Sur (Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, Paraguay, Bolivia); b) México; c) cuatro países del Caribe (Costa Rica,
El Salvador, Guatemala, Panamá).
94
(medidos a través de la inversión en I+D como porcentaje del PBI año 2013, y cantidad de
investigadores por población económicamente activa en el año 2013); b) cantidad de patentes70 en
el periodo 2007-2013; c) participación de los bienes informacionales71 dentro de la canasta
exportable.
Se consideran tres niveles de desarrollo del informacionalismo adecuados al contexto regional que
pueden resultar útiles para comparar países de América Latina, no así para comparar a la región
con el resto del mundo:
Bajo: una inversión en I+D inferior al 0,3% del PBI, menos de 1 investigador cada 1000
integrantes de la PEA, menos de 25 patentes TPG en el periodo 2007-2013, menos del 1%
de las exportaciones corresponden a bienes informacionales
Medio: una inversión en I+D que se ubica entre el 0,3 y 0,5% del PBI, 1 investigador por
cada 1000 integrantes de la PEA, entre 25 y 50 patentes TPG en el periodo 2007-2013,
entre el 1 y el 5% de las exportaciones corresponden a bienes informacionales
Alto: una inversión en I+D superior al 0,5% del PBI, más de 1 investigador por cada 1000
integrantes de la PEA, más de 50 patentes TPG en el periodo 2007-2013, más del 5% de
las exportaciones corresponden a bienes informacionales
Cuadro 18. Agrupamiento de países según el grado de desarrollo del informacionalismo
Bajo
Medio
Alto
Bolivia, Paraguay, El Salvador,
Argentina, Brasil,
Guatemala, Panamá
Chile, Colombia, Uruguay Costa Rica
Fuente: elaboración propia en base a informe de la OEI, 2013; Banco Mundial, 2014
México,
Los tres grupos de países representan tres tipos distintos de estadio en el grado de avance del
modo de desarrollo informacional en la región. Los países con un grado bajo de desarrollo del
informacionalismo se caracterizan por tener una cantidad muy baja de recursos científicos y
tecnológicos, una participación casi insignificante en la producción de patentes vinculadas al sector
TIC, y una débil e incipiente participación del sector informacional en la actividad económica. Si a
este sector le sumamos otro indicador, como el grado de penetración de Internet72, podemos
identificar una correlación entre niveles bajos de acceso a Internet y un grado bajo de desarrollo del
informacionalismo. En este grupo de países, más de la mitad de la población no tiene acceso a
Internet, salvo el caso de Panamá que tiene un nivel de penetración alto para la región (75,6%)
(Internet World Stats, 2016).
En el caso de los países de desarrollo medio, se puede registrar un sistema científico-tecnológico
más avanzado (mayor número de investigadores, un porcentaje más elevado de inversión en I+D,
etc.), una producción de patentes aún baja pero bastante superior a los países de bajo desarrollo, y
un nivel de actividad económica vinculada a la producción de bienes informacionales en
70
Se consideran las patentes vinculadas a las tecnologías de propósito general (TPG): TIC, nanotecnología y
biotecnología.
71
En este caso se consideran los Servicios Informáticos y Software (SSI), Hardware, y productos de la industria
farmacéutica.
72
Los datos pertenecen a Internet World Stats: http://www.internetworldstats.com/stats2.htm
95
crecimiento. En este caso, si agregamos al análisis el nivel de penetración de Internet, salvo el
caso de Colombia (58%), más del 70% de la población tiene acceso a Internet.
Los países de alto desarrollo del informacionalismo se caracterizan por disponer de recursos
científicos y tecnológicos en abundancia, un nivel de producción de patentes más cercana a
algunos países europeos como Portugal o España, y un sector informacional con un peso
significativo en las exportaciones y actividad económica. Si consideramos la inversión en I+D total
de América Latina, los datos son elocuentes.
El Gráfico 7 representa la fuerte concentración en manos de Brasil, México y Argentina de la
inversión en I+D total de América Latina y el Caribe:
Gráfico 7. Distribución de la inversion en I+D en ALC (año 2013)
Fuente: OEI, 2013
Brasil es el país que lideró el proceso de crecimiento del informacionalismo en la región, sobre todo
en el periodo que va desde el 2007 al 2013. Tiene una inversión en I+D superior al 1% del PBI, una
cantidad de patentes TGP superior a 600 entre los años 2007 y 2013, superando inclusive a países
europeos como Portugal, y ha logrado consolidar el sector informacional, asociado mucho más al
mercado interno que al externo (Silveira Marques en CEPAL, 2009).
Argentina, se destaca por el nivel de inversión en I+D (0,6 del PBI) aunque se encuentra bastante
por debajo de Brasil (1,25% del PBI) y una cantidad superior a 3 investigadores cada 1000
trabajadores PEA, una cantidad patentes TGP mucho menor a la brasilera e inclusive por debajo de
otros países como México, pero con un sector informacional en ascenso, con una participación
destacada en las exportaciones (superior al 10%). El sector del Software y Servicios Informáticos
de la Argentina es uno de los más destacados de la región en términos de cantidad de empresas,
ventas al exterior, generación de empleo, etc.73.
México y Costa Rica son países con menor inversión en I+D (0,5%), una cantidad de
investigadores cada 1000 trabajadores PEA inferior a Brasil y Argentina, una cantidad de patentes
TGP superior a la Argentina, para el caso de México, y superior a la mayoría de países del Caribe y
América del Sur, para el caso de Costa Rica, y un sector informacional con participación destacable
en la región74.
73
Datos obtenidos de CESSI, 2015: http://www.cessi.org.ar/opssi-reportes-949/index.html
El caso de Costa Rica merece ser destacado. Según Govare y Brenes (2008) este país aporta el 93% de patentes de
todo Centroamérica, y un tercio de sus exportaciones son productos de alto componente tecnológico. Invierte más del
74
96
2.2. Nueva geografía de centros y márgenes: ciudades globales y periféricas
En línea con el análisis de Sassen (2001, 2007) respecto a la nueva geografía de centros y
márgenes, este subapartado explora el concepto de “ciudades globales” como los espacios urbanoterritoriales privilegiados en donde se ha insertado y consolidado en el nuevo modo de desarrollo
informacional, y profundiza el análisis de las ciudades que se encuentran en los márgenes de estos
núcleos que comandan las redes del capitalismo global. El rol que ocupan las ciudades intermedias
de la periferia capitalista, las características de las redes globales que conectan y marginan a
distintas regiones, ciudades y países, y las nuevas formas en las que se expresan estas
desigualdades socio-urbanas son algunos puntos que se profundizan en esta subsección.
2.2.1. Ciudades globales de la periferia
En palabras de Sassen (2007:38) las ciudades globales: “(…) acumulan concentraciones inmensas
de poder económico, mientras que las ciudades que en tiempos fueron importantes centros
manufactureros experimentan decadencias desmesuradas; los centros de las ciudades y los
centros de negocios de las zonas metropolitanas reciben inversiones en propiedad inmobiliaria y
telecomunicaciones en gran escala, mientras que las zonas urbanas y metropolitanas de bajos
ingresos carecen de recursos suficientes; los empleados muy especializados del sector de las
grandes empresas ven aumentar sus ingresos hasta niveles inhabituales, mientras que los
trabajadores con una especialización media o baja ven desplomarse los suyos (…)”.
La conformación de ciudades globales obedece a una tendencia mundial de incremento de la
desigualdad que se expresa en el espacio urbano75. Desigualdades entre estratos socioeconómicos, clases sociales, pero también desigualdades entre regiones, ciudades y países.
Desigualdades que se expresan en una división espacial entre: ciudades que logran insertarse
“exitosamente” en los flujos globales del informacionalismo, y las ciudades que aún permanecen
insertas en el viejo modo de desarrollo industrial.
Esta organización espacial de la economía urbana se evidencia en la predominancia de
determinadas actividades económicas como las finanzas, los servicios y la producción de bienes
informacionales, y un efecto de desvalorización de otros sectores de la economía como la industria
y los servicios con poco valor añadido como su principal correlato (Sassen, 2001, 2007). Este
nuevo orden socio-espacial genera la concentración de riqueza en algunas zonas de las ciudades,
y como contracara las dificultades de acceso a suelo y espacio urbano por parte de los sectores
que se encuentran marginados de los grandes flujos financieros y de servicios especializados.
Sassen (2007:40) señala: “Los altos precios y los niveles de beneficios en el sector
internacionalizado y sus actividades ancilares, como, por ejemplo, los restaurantes y hoteles de la
mayor categoría, dificultan cada vez más a los demás sectores la competencia por el espacio y las
inversiones”.
0,5% del PBI en I+D y tiene un nivel de penetración de Internet superior al 80% (Internet World Stats:
http://www.internetworldstats.com/stats12.htm ).
75
Según el Informe de Oxfam (2017) tan sólo 8 personas concentran la riqueza de la mitad más pobre de la humanidad
(3.600 millones de personas). El 1% más rico del planeta posee más riqueza que el resto de la población mundial.
Tomando en consideración el caso de Estados Unidos, como emblema de la desigualdad, los ingresos del 50% más
pobre del país se han congelado durante los últimos 30 años, mientras que los del 1% más rico han alcanzado un
incremento superior al 300% en el mismo periodo.
97
Las características presentes en las ciudades globales de los países centrales como Londres,
Nueva York, Paris, Tokio, Los Ángeles, etc., se encuentran igualmente presentes en las ciudades
globales de la periferia: Bangkok, Taipéi, San Pablo, Ciudad de México, Buenos Aires, etc. Una
creciente polarización entre zonas de la ciudad, entre clases sociales y espacios de habitabilidad,
presencia de empresas multinacionales e infraestructura tecnológica, pero también espacios
culturales de encuentro entre trabajadores de distinta nacionalidad76.
Las ciudades globales de la periferia reúnen una serie de características que vale la pena resaltar:
a) se enmarcan en procesos de “metropolización”- es decir, crecimiento exponencial de las
poblaciones que se concentran en los grandes centros urbanos y sus periferias (De Mattos,
2001)77; b) forman parte de dinámicas de transnacionalización de los procesos productivos, flujos
de capital, trabajo, información, turismo, y comercio que amplían el alcance geográfico de sus
interacciones (Soja, 2006); c) son policéntricas y multimodales- el límite entre la región urbana y no
urbana se diluye y se van formando concentraciones urbanas alejadas de los grandes centros y su
predominio (Soja, 2006); d) se desarrollan en el contexto del avance de los procesos de
segregación socio-espacial que favorecen la polarización social entre la población de altos ingresos
y los sectores sociales más vulnerables que se expresa en los espacios donde habitan unos y otros
(Soja, 2006; Sassen, 2007; De Mattos, 2010); e) una escasa y débil regulación del suelo urbano,
así como también una creciente informalidad en el acceso a la vivienda, como contracara del
proceso de valorización del suelo urbano en determinadas zonas de la ciudad, promovida por la
especulación inmobiliaria y financiera (Pírez, 2012; Maricato, 2010); d) se inscriben en una
estructura de relaciones económicas asimétricas, en las cuales el rol de América Latina se
encuentra subordinado a los poderes económicos globales y ejerce un papel secundario en materia
de producción industrial, comercio, flujo de capitales, innovación tecnológica respecto a la
economía mundial (Pradilla, 2008); e) se inscriben en sociedades altamente desiguales que
arrastran problemáticas estructurales vinculadas a niveles muy altos de pobreza, marginalidad,
violencia, exclusión social, racial, étnica, etc. (De Mattos, 2010; Pradilla, 2008; Pírez, 2009); f) se
puede identificar en ellas lo que Harvey (1989) define como “empresarialismo” en relación al modo
de gestión pública de lo urbano que busca posicionar a las ciudades como centros de atracción de
capitales (financieros, inmobiliarios, etc.) orientados al desarrollo urbano.
En el Cuadro 19 se incluyen las ciudades globales de la periferia que pertenecen a América Latina:
Cuadro 19. Ciudades globales latinoamericanas
Puesto
en
el
Ciudad
País
Población
ranking mundial
San Pablo
Ciudad
México
Brasil
20,850,000
10
México
20,400,000
12
de
Buenos Aires
Argentina
15,355,000 20
Fuente: elaboración propia en base a Sassen (2001) y Demographia World Urban Areas (2017)
76
La similitud en la diferencia (centro-periferia) radica en la dimensión global de las redes informacionales y financieras
que aun teniendo centro de comando espacialmente ubicados en los países centrales, actúan, operan y se desarrollan en
las grandes ciudades del mundo como “espacio ampliado de acumulación” (De Mattos, 2010).
77
En el caso de la Ciudad de México y San Pablo, las áreas metropolitanas de ambas ciudades supera los 20 millones de
habitantes. El caso del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se trata de la tercera aglomeración urbana más
grande de América Latina, detrás de las dos anteriores. Estas tres se ubican entre las 20 más grandes del mundo
(Demographia World Urban Areas, 2017).
98
La ubicación de estas tres ciudades como ciudades globales de la periferia latinoamericana
responde a tres factores fundamentales: a) el tamaño y dimensión de las aglomeraciones urbanas
(se encuentran entre las 20 más grandes del mundo); b) su inserción en los flujos globales de
capital, conocimiento, migraciones, tecnología, comercio y producción mundial78; c) el grado de
desarrollo del informacionalismo y el sector productivo informacional79.
A pesar de constituir “ciudades globales”, resulta necesario aclarar que: “(…) su localización en
términos de dinámica de crecimiento económico, poder de negociación en el contexto mundial,
dotación de infraestructura y equipamiento, nivel de ingreso por habitante y calidad de vida de la
población, es sustantivamente distinta a la de las ciudades dominantes del mundo desarrollado
(…)” (Pradilla y López, 2007:195).
2.2.2. Ciudades latinoamericanas: desigualdades estructurales y nuevas dinámicas de
exclusión socio-espacial
Como señala Pradilla (2014:37): “La histórica mundialización del capital – ¿globalización? – no
homogeniza a las formaciones urbanas; las diferencia”. Las ciudades latinoamericanas se
desarrollan en el marco de la “generalidad capitalista” pero con rasgos particulares: subsistencia
indígena, urbanización acelerada, industrialización tardía, desindustrialización temprana,
tercerización, informalidad laboral, mercado informal del suelo y vivienda, desempleo estructural,
violencia, pobreza, marginalidad, etc. (Pradilla, 2014).
La urbanización dependiente de América Latina se expresó de diversas maneras a lo largo de la
historia. Pírez (2013:48) señala en relación a la primera urbanización de la región: “(…) fue el
resultado de la incorporación de sus sociedades en la división internacional del trabajo,
insertándose en la industrialización que se consolidaba en otros territorios (…)”. El proceso de
urbanización en esta primera etapa no fue acompañado por el desarrollo industrial de las ciudades,
sino que las formaciones urbanas se construyeron en relación a la exportación de materias
primas80. Estas ciudades se constituyeron en intermediarias entre la economía primaria
exportadora y la producción industrial europea.
Luego, con la formación de los regímenes de bienestar latinoamericanos post segunda guerra
mundial, las ciudades comenzaron un proceso de industrialización con base en el modelo de
sustitución de importaciones. A partir de este momento, las ciudades se transformaron en
verdaderos centros metropolitanos (Pírez, 2013). La urbanización se despliega sobre la periferia,
alejándose cada vez más del centro. Este movimiento de la urbanización lleva a que se diferencien
78
Un rol definido a partir de la condición “periférica”. Pradilla (2008:6) señala: “(…) América Latina y el Caribe, en general,
representan una parte relativamente pequeña de la economía, la producción industrial, el comercio, los flujos financieros,
y las inversiones mundiales, ampliamente dominados a lo largo del capitalismo por las llamadas “economías
desarrolladas” (…)”. Las ciudades globales de Latinoamérica ocupan una posición destacable en la economía mundial,
pero a través de un rol subsidiario de los centros económicos y financieros mundiales.
79
Esto implica no sólo la radiación de filiales de multinacionales dedicadas a la producción de bienes informacionales,
sino el crecimiento y consolidaciones de empresas de origen nacional que operan a escala global (Globant, Sofitek,
Mercado Libre, Despegar, Itautec, Stefanini, Scopus, Vexilo, Sideus, Medley, Teuto, etc.). Estas ciudades constituyen
nodos de las redes globales informacionales.
80
Pírez (1999) menciona el caso de la Ciudad de Buenos Aires como el más claro exponente de este proceso. La ciudad
se conformó con base en el Puerto por donde salían los productos agropecuarios al mercado mundial e ingresaban las
manufacturas de origen europeo. Con la finalidad de incorporar la ciudad al mercado mundial, se construyó una red de
infraestructura que incluía ferrocarriles, tranvías, redes de agua, electricidad y teléfono. Las ciudades crecieron, sobre
todo por la llegada masiva de inmigrantes europeos, y se fue reconfigurado el espacio urbano entre centro y periferia
dentro de las mismas ciudades, entre norte y sur, entre barrios populares y otros destinados a una elite oligárquica.
99
territorios que constituyen el mismo núcleo urbano81. Otra de las características de esta etapa de
urbanización, fue la conformación de asentamientos informales en zonas céntricas de las ciudades.
Como señala Pírez (2013:18) este proceso de urbanización generó: “(…) fuertes discontinuidades
en el territorio que consolidan los dos ejes de la diferenciación socioterritorial: centro/periferia y
norte/sur (…)”. Lo que Duhau (en Pírez, 2013) denomina “ciudad informal” constituye una porción
muy importante de las ciudades latinoamericanas: procesos de urbanización popular,
autoconstrucción de vivienda, loteos irregulares, toma de tierras, usurpación de inmuebles, lo que
constituye, en suma, un proceso de urbanización precaria. Si bien, durante este periodo, los
gobiernos centrales destinaron recursos financieros para la construcción de viviendas sociales y
servicios públicos en el marco de un proceso de urbanización acelerada (Pradilla y López, 2007) no
lograron garantizar la inclusión de una parte considerable de la población urbana (Pírez, 2000).
El proceso de reestructuración neoliberal afecto notoriamente la organización del espacio urbano
en los países periféricos. No sólo se acentuaron las desigualdades estructurales existentes entre
centro y periferia, entre norte y sur, sino que además se incrementaron las desigualdades entre los
niveles de urbanización al interior de los países y regiones. Pradilla y López (2007) señalan: “El
sistema urbano mundial y los nacionales se estructuran hoy como la combinación desigual y
jerarquizada de distintas formas territoriales y sus diferentes grados de desarrollo: comunidades
dispersas, aldeas y pueblos rurales, ciudades pequeñas y medianas, metrópolis, ciudades-región y
sistemas urbanos regionales” (Pradilla y López, 2007:178).
De esta manera, las grandes metrópolis y las ciudades-región se constituyen en “formas
territoriales dominantes”, mientras que las formaciones urbanas de menor tamaño y las zonas
rurales quedaron relegadas. En las formaciones territoriales dominantes se localizan las principales
actividades económicas, mientras que en el resto se radican las actividades de menor valor82. Las
desigualdades no sólo se expresan en los niveles de desarrollo, sino también en el acceso a las
TIC, tanto entre ciudades, como entre sectores sociales, y con mayor énfasis entre zonas urbanas
y rurales. El acceso a infraestructuras, servicios públicos, y equipamiento urbano también expresa
desigualdades entre los distintos territorios (Pradilla y López, 2007).
Una de las características principales de las ciudades latinoamericanas en el contexto de la
globalización neoliberal es la privatización de los bienes públicos urbanos: infraestructuras,
servicios, transporte, etc. El “empresarialismo” como forma de gestión pública urbana, transforma a
las ciudades en grandes polos de atracciones de capitales especulativos que modifican el
ordenamiento del territorio (Harvey, 1989). De esta forma, el Estado se deshace de las
herramientas principales de regulación del desarrollo urbano (Pradilla y López, 2007). Este proceso
conduce a incrementar el valor del suelo urbano y la vivienda, lo que genera un efecto expulsivo
para los sectores populares.
Las ciudades latinoamericanas se van constituyendo como ciudades fragmentadas (centros donde
habitan los sectores de mayores ingresos y una periferia donde se concentra la masa de
81
La ciudad de Buenos Aires fue creciendo hacía la periferia, nuevos territorios se urbanizaron pero muchos de ellos
pertenecían a distintos niveles de gobierno. Así se formó la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, una
diferenciación territorial bajo la cual subyacía una diferenciación de clase y estrato socio-económico. Los sectores
populares fueron desplazados hacia la periferia, y una parte sustancial de los mismos decidieron permanecer en el centro
de la ciudad, conformando asentamientos urbanos informales conocidos como “Villas Miseria” (Pírez, 2013).
82
Esta diferenciación se puede evidenciar entre industria y agro, o, muchas veces, entre actividades industriales de
mayor valor agregado, y otras de menor.
100
asalariados de menores ingresos), ciudades privatizadas (lo público y colectivo se mercantiliza),
ciudades excluyentes (expulsan a los sectores populares a la periferia), y ciudades desiguales
(donde una porción pequeña de la población vive de las actividades económicas mejor
remuneradas, modernas, y con un fuerte componente global, mientras que la inmensa mayoría de
la población trabaja en la informalidad y precariedad laboral). El cumulo de desigualdades genera,
así mismo, una gran conflictividad social y transforma a las ciudades en espacios de fuerte tensión
y violencia social, étnica, racial, etc. (Pradilla y López, 2007).
Se puede reconocer, al menos, cinco procesos históricos con efectos sustanciales sobre el espacio
físico y social de las ciudades latinoamericanas: a) el crecimiento y metropolización de las
formaciones urbanas dominantes-caracterizado por una fuerte expansión urbana y un corrimiento
de los límites entre lo urbano y lo “no urbano”; b) el crecimiento de los procesos de segregación y
gentrificación urbana, vinculados a la expulsión de los sectores populares de los centros de las
ciudades, y como proceso simultaneo, la aparición de forma alternativas de urbanización popular;
c) procesos de fragmentación y polarización entre sectores sociales que se expresan en los
espacios donde habitan unos y otros, que incrementó los niveles de conflictividad social y violencia
urbana; d) un deterioro de las condiciones de vida de la población urbana, a partir de la
exacerbación de determinadas problemáticas urbanas: contaminación, problemas de tránsito,
violencia, deterioro de la salud, delincuencia, etc.; e) la privatización de la gestión pública de las
ciudades bajo el modelo del “empresarialismo”: bienes públicos en manos privadas, crecimiento del
sector inmobiliario especulativo, políticas de ordenamiento territorial urbano destinadas a captar
inversión extranjera, entre otros (Harvey, 1989, Pírez, 2000, 2009, 2013; Pradilla, 2006, 2014;
Pradilla y López, 2007; Soja, 2008; De Mattos, 2008, 2010).
La nueva geografía de centros y márgenes, definida por Sassen (2001, 2007) se expresa en el
espacio urbano-territorial de la periferia, pero bajo el paraguas de tres desigualdades estructurales
que determinan las condiciones de desarrollo de la periferia latinoamericana: a) la desigualdad
entre las ciudades de la periferia y las del centro desarrollado que se encuentra condicionada por la
posición de cada uno en los procesos de valorización del capital y en el orden económico y político
internacional; b) la desigualdad entre grandes ciudades y centros metropolitanos y formaciones
urbanas de menor tamaño y jerarquía, y con mayor énfasis entre las regiones urbanas y rurales al
interior de los países y las regiones; c) la desigualdad entre sectores sociales al interior de las
ciudades, condicionada por la distribución de la riqueza, el acceso a los bienes públicos urbanos, y
las condiciones de vida: acceso a educación, salud, espacios verdes, etc.
2.3. Informacionalismo y desarrollo
Este subapartado explora la relación entre el informacionalismo y las políticas de desarrollo
económico, social y territorial. El informacionalismo en su faceta originaria (norteamericana y
californiana) fue impulsado fundamentalmente por fuerzas del mercado, utilizando las capacidades
tecnológicas desarrolladas con anterioridad e impulsadas por el Estado. Sin embargo, no
representa el único modelo. En el caso de Finlandia, el informacionalismo convive con políticas de
bienestar y desarrollo humano, y una fuerte intervención del Estado (Castells y Himanen, 2014).
Esta tesis pretende indagar en el modelo propio impulsado a nivel regional y nacional. El
informacionalismo se ha desarrollado en la región, con mayor o menor intensidad, según cada
caso, bajo el modelo neodesarrollista impulsado desde los inicios del siglo XXI.
2.3.1. Informacionalismo y desarrollo: un cruce necesario
101
La relación entre el informacionalismo y el desarrollo económico, social, humano, y territorial, no ha
sido abordada en profundidad por parte de las Ciencias Sociales. Por un lado, surgieron numerosos
estudios respecto a teorías del desarrollo poniendo el acento en diversas dimensiones: distribución
de riqueza, incremento de la calidad de vida, acceso a bienes públicos, reducción de
desigualdades, fomento de las capacidades endógenas de desarrollo, etc. (Amartya Sen, 1999;
Willis, 2011; Brett, 2009; Rapley, 2007; Piketty, 2014; Rahnema, 2013; Vásquez Barquero, 2004).
Por otro lado, se multiplicaron los estudios referidos al nuevo modo de desarrollo informacional y la
crisis del modelo industrial de desarrollo (Castells, 1995, 2001; Sasses, 2001, 2007; Castells y
Himanen, 2002; Boutang, 2000; Roullani, 2004; Senett, 2000; Bauman, 2000).
Castells y Himanen (2014:28) señalan: “Nos situamos dentro de la corriente de investigaciones que
ve el desarrollo como resultado de la interacción entre economía, tecnología, sociedad y cultura, en
un conjunto complejo de relaciones que estamos tratando de develar de manera que estos resulten
útiles para quienes hacen política en el mundo real”. Más adelante, agregan: “El triángulo de
relaciones entre producción material, bienestar humano y organización sociocultural está en el
núcleo del proceso de desarrollo” (Castells y Himanen, 2014:29).
La producción material se vincula directamente con la competitividad y la productividad que, en el
informacionalismo, se encuentran íntimamente condicionadas por la incorporación de información y
conocimiento al proceso productivo y por una nueva forma organizativa de la producción: flexible y
con un funcionamiento en red. De esta manera, pensar el desarrollo implica atender el modo en
que se desenvuelve el informacionalismo. Por otro lado, el desarrollo remite de igual manera a la
necesidad de mejorar la calidad de vida de los seres humanos, entendida no sólo como el
incremento de la riqueza producida sino también como la mejora del bienestar. Castells y Himanen
(2014:33) afirman: “(…) la cuestión central en las actuales políticas de desarrollo, en todos los
contextos, es la relación entre el desarrollo informacional y el desarrollo humano (…)”.
No es el objetivo de esta tesis realizar un aporte a las teorías de desarrollo, ni dirimir las diferencias
entre diversos enfoques en la materia. Sí, resulta necesario primero diferenciar tres dimensiones
del desarrollo y profundizar su conexión con el modo de desarrollo informacional: a) desarrollo
económico- implica no sólo el incremento de la riqueza producida, sino también su distribución
entre sectores sociales; b) desarrollo humano-refiere al mejoramiento de la calidad de vida en
términos de acceso a salud, educación, transporte, servicios públicos, ambiente saludable, etc.; c)
desarrollo territorial- entendido como la puesta en movimiento de los recursos y capacidades de las
comunidades localizadas en un territorio especifico al servicio del desarrollo económico, social y
humano autónomo y endógeno.
Estas tres dimensiones del desarrollo se encuentran, íntimamente, condicionadas por el avance del
informacionalismo. El Cuadro 20 expresa esta relación:
Cuadro 20. Vínculo entre informacionalismo y desarrollo
Informacionalismo
Desarrollo El incremento de la competitividad y la productividad se vinculan directamente con el
Económico proceso de reestructuración organizacional, determinado por el funcionamiento reticular
de la economía global y la incorporación de las TIC al sistema productivo. Surge un
nuevo sector de la economía dedicado a la producción de bienes informacionales, y los
otros sectores también dependen de las redes globales informacionales: industria, agro,
102
servicios, etc.
Desarrollo
Humano
El mercado puede impulsar el desarrollo del informacionalismo pero no necesariamente
distribuir equitativamente sus beneficios. Las políticas de bienestar continúan siendo
trascendentales para poder conducir el proceso de desarrollo de la economía global
informacional hacía una mejora sustancial de la calidad de vida de la población: calidad
laboral, sustentabilidad medioambiental, seguridad personal, protección de los derechos
humanos, el libre acceso a la información y el conocimiento, etc. El acceso a las TIC
permite mejorar la eficiencia en la producción, consumo, y acceso a los servicios
sociales como educación, salud, etc. La difusión de las tecnologías en los sectores
sociales más vulnerables y su apropiación social favorecen la reducción de la pobreza,
marginalidad, violencia, etc. Por otra parte, las TIC contribuyen al empoderamiento de
las comunidades en la defensa de la democracia y los derechos sociales, políticos,
humanos, etc.
Desarrollo La incorporación de los territorios a la nueva economía global informacional depende
Territorial del incremento de la competitividad y productividad, que se encuentran condicionados
por el avance del informacionalismo a nivel local. Los territorios que logran mejorar la
calidad de vida, promover la educación con base en las TIC, y traducir esos éxitos en
un mejoramiento de la calidad del empleo y la forma organizativa reticular de la
producción y comercialización, crecen y se desarrollan. Sin embargo, no siempre el
crecimiento de la competitividad repercute en una mejora de la calidad de vida. Para
ellos, resulta fundamental el rol de los gobiernos locales y las estrategias de desarrollo
de los territorios ancladas en la participación activa de las comunidades locales.
Fuente: elaboración propia en base a Castells y Himanen, 2014
Como señala Artopoulos (2016:33): “Las condiciones de vida de la población tales como educación,
salud, vivienda, transporte, capital cultural, seguridad dependen de la generación de riqueza
material. Así como la productividad del proceso de producción depende de las condiciones de vida
antes mencionadas. En tanto el desarrollo informacional adquiera ritmo y gane espacio en la
economía nacional, la sinergia entre el desarrollo informacional y el humano se incrementará. Sin
embargo no sucede a la inversa, ya que el mercado no es buen asignador de recursos. Por lo
tanto, el rol del Estado para asegurar el bienestar que luego sea condición para un desarrollo
informacional equilibrado es fundamental”.
Analizar en profundidad la relación entre informacionalismo y desarrollo, requiere ampliar la mirada
a otros factores que también resultan fundamentales: a) desarrollo institucional- incluye el rol de los
gobiernos en términos de redistribución de la riqueza, la información y el conocimiento, y regulación
del mercado, así como también las políticas públicas orientadas a generar sinergias entre los
diversos actores sociales (empresas, universidades, organizaciones de la sociedad civil, gobiernos,
sector asociativo, comunidad local, etc.); b) identidad cultural-se vincula con la identidad colectiva
que en los Estado-nación se puede expresar como identidad nacional, que puede favorecer la
cohesión social y adaptar el desarrollo del informacionalismo al contexto cultural de los territorios
en los que se inserta: costumbres, valores, lenguaje, hábitos, etc. (Castells y Himanen, 2014).
2.3.2. Silicon Valley y Finlandia: dos modelos contrapuestos
En el cruce entre el desarrollo del informacionalismo y las condiciones de desarrollo económico,
humano y territorial, se pueden detectar, a grandes rasgos, dos modelos contrapuestos: Silicon
Valley como emblema del modo de desarrollo informacional, y el caso de Finlandia como referencia
103
principal de lo que Castells y Himanen (2002) denominaron “Sociedad de la Información
finlandesa”.
La diferencia principal entre estos dos modelos, se vincula con los niveles de desarrollo del
informacionalismo y de desarrollo humano. Silicon Valley representa el estadio más elevado de
avance del informacionalismo, pero en términos de desarrollo humano presenta índices bajos,
mientras que Finlandia representa ambas cosas: un nivel alto de informacionalismo y desarrollo
humano83.
Poner estos dos modelos en contraposición, se inscribe dentro de la perspectiva que sostienen
Castells y Himanen (2002:19) en relación al desarrollo del informacionalismo en el mundo: “Existe
una tecnología informacional común y una economía global, pero en el seno de la diversidad
humana”. Esto supone que: “(…) el mundo no está a punto de componerse de un conjunto de
Silicon Valleys, o de aspirantes a Silicon Valleys (…)”. Para analizar la diversidad de formas en las
que se desarrolla el informacionalismo, resulta necesario partir de una premisa: “(…) la experiencia
de cualquier país no se puede replicar directamente en condiciones institucionales, culturales, y
tecnológicas muy diferentes (…)” (Castells y Himanen, 2014:44).
Artopoulos (2015:35) señala: “(…) en el caso de Finlandia la construcción de la Sociedad de la
información es una empresa colectiva, no el producto de las fuerzas del mercado (…)”. Mientras
que en el caso de Silicon Valley: “(…) el informacionalismo es dependiente sólo del
emprendedorismo, con poco apoyo del gobierno (…)”. En ambos casos el informacionalismo es
elevado, sin embargo: “Si el capital acumulado en el sector dinámico de la economía no es
redistribuido para mejorar las condiciones sociales, alimenta crisis financieras autodestructivas
como sucedió en el origen de la crisis financiera del 2008 en EEUU” (Artopoulos, 2015:34).
En el Cuadro 21 se exponen las principales diferencias entre los modelos:
Cuadro 21. Los casos de Silicon Valley y Finlandia
Identidad Cultural
Silicon Valley
Individual, centrada en el
emprendedorismo
e
impulsada por las fuerzas
del mercado
Nivel de desarrollo
del
informacionalismo Alto
Nivel de desarrollo
humano
Bajo
Rol del Estado
Bajo.
No
participa
activamente
de
la
distribución social de los
Finlandia
Colectiva, anclada en la identidad nacional. El
informacionalismo constituye un desafío de
interés nacional y se ajusta a la cultura
finlandesa que se encuentra en un proceso de
desplazamiento de la ética protestante del
trabajo a la ética hacker
Alto
Alto
Alto. Garantiza las políticas de bienestar e
impulsa
activamente
el
desarrollo
del
informacionalismo en el país
83
En relación a la comparación, Castells y Himanen (2014:43) aclaran que se trata simplemente de: “(…) una
herramienta heurística (…)”. Esto quiere decir que resulta útil a los fines de pensar la relación entre desarrollo
informacional y desarrollo humano, a pesar de presentar algunas inconsistencias metodológicas, como por ejemplo,
comparar una región (Silicon Valley) con un país (Finlandia).
104
beneficios
del
informacionalismo ni regula
al mercado
Empresa emblema Google. Es una empresa
global con epicentro en
Silicon Valley
Efectos
del Procesos de segregación
informacionalismo urbana, gentrificación y
sobre el espacio deterioro general de las
urbano
condiciones de vida de la
población
de
ingresos
medios
y
bajo:
contaminación,
tráfico,
incremento del precio del
suelo y encarecimiento de
los servicios públicos, etc.
Nokia. Es una empresa finlandesa que opera a
escala global
Las políticas de desarrollo regional para reducir
las
desigualdades
entre
los
centros
metropolitanos y las zonas rurales han
favorecido la distribución equitativa de los
beneficios del informacionalismo. El crecimiento
de Helsinki se vio acompañado por el
crecimiento de ciudades intermedias, donde se
radicaron
universidades,
centros
de
investigación y empresas.
La lógica de
bienestar implementada en el país permitió
paliar los efectos del informacionalismo sobre el
espacio urbano a partir de la regulación estatal.
Fuente: elaboración propia en base Castells y Himanen, 2002, 2014
El desafío de Silicon Valley para acompañar el desarrollo del informacionalismo con índices más
elevados de desarrollo humano, responde a: “(…) la creación de un marco más fuerte de
gobernanza en el nivel regional y la otra implica la reforma de los gobiernos estatales y locales para
hacerlos más responsables y eficaces (…)” (Saxenian, 2014:65). En definitiva, más Estado para
encauzar el desarrollo del informacionalismo en una senda de distribución equitativa de sus
beneficios y mejoramiento de la calidad de vida de la población.
En el caso finlandés, el desafío principal se vincula con: “(…) ciertos rasgos mentales de su cultura
de la creatividad (…)” (Himanen, 2014:100). Por un lado, la identidad cultural que permite que el
desarrollo del informacionalismo constituya una empresa colectiva, disminuye el incentivo al
emprendimiento personal. Se percibe a la actividad emprendedora como riesgosa, innecesaria y
hasta imprudente. Esto conduce a que: “El precio habitual para fracasar o tener éxito suele ser
demasiado alto” (Himanen, 2014:101)84.
2.3.3. Neodesarrollismo e informacionalismo en América Latina
La relación entre informacionalismo y desarrollo ha sido abordada en los subapartados anteriores,
dando cuenta que no se puede analizar una dimensión sin la otra en tanto que el desarrollo
informacional constituye el: “(:..) conductor de la creación de riqueza material en el siglo veintiuno
(:..) y el desarrollo hace alusión: “(:..) cumplimiento del bienestar social en lo multidimensional de la
experiencia humana (…)” (Castells y Himanen, 2014:21).
El informacionalismo en su faceta originaria (norteamericana y californiana) fue impulsado
fundamentalmente por fuerzas del mercado, utilizando las capacidades tecnológicas desarrolladas
con anterioridad e impulsadas por el Estado, pero con una fuerte impronta del sector privado. Sin
84
Además, la identidad colectiva refuerza la identidad nacional pero le quita capacidad de apertura. Esto se puede
evidenciar en la escasa cantidad de inmigrantes que recibe Finlandia, y la poca predisposición por parte de sus
ciudadanos a recibirlos. Profundizar la cultura de la creatividad requiere una apertura a los “otros” en el marco de una
economía global que intensifica los vínculos sociales, culturales y tecnológicos entre las distintas regiones del mundo
(Himanen, 2014)
105
embargo, no representa el único modelo. En el caso de Finlandia, el informacionalismo convive con
políticas de bienestar y desarrollo humano, y una fuerte intervención del Estado (Castells y
Himanen, 2014).
Esta tesis indaga sobre el modelo propio impulsado a nivel regional y nacional. Un primer
acercamiento, dada la complejidad de este desafío y lo inabarcable que resulta, es analizar la
relación entre el informacionalismo y el modelo neodesarrollista impulsado desde los inicios del
siglo XXI por los gobiernos de Argentina, Brasil y Uruguay, a los que se puede caracterizar como
“posneoliberales85” (Sader, 2013; Boron, 2003).
Los gobiernos del PT de Ignacio “Lula” Da Silva, y Dilma Russef en Brasil (2002-2016), los
gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner (2003-2015) en Argentina, y los gobiernos de
Tabaré Vásquez y José Mujica (2003-actualidad) del Frente Amplio en Uruguay, pertenecen a este
grupo de gobiernos “posneoliberales” pero se diferencian de otros como el de Hugo Chávez en
Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador, en tanto no han impulsado un
quiebre respecto al sistema capitalista sino procesos de desarrollo que se pueden denominar como
“neodesarrollismo”. El neodesarrollismo según Katz (2014:1) “(…) propone mayor intervención
estatal, políticas económicas heterodoxas, retomar la industrialización, reducir la brecha
tecnológica e imitar al Sudeste Asiático (…)”.
Tzeiman (2013:9) agrega: “(:..) el neodesarrollismo pregona la construcción de un Estado con
solidez fiscal, administrativa y política, de modo tal que cuente con la capacidad para garantizar un
buen funcionamiento del mercado y la competencia económica tanto interna como externa de las
empresas nacionales (…)”. Esto quiere decir que se fortalece tanto al Estado como el Mercado86.
La razón para elegir estos tres países87, responde, asimismo, al nivel de desarrollo del
informacionalismo (medio y alto dentro de la región). Se trata de encontrar puentes de conexión
entre los niveles de desarrollo del informacionalismo y el avance del neodesarrollismo en estos
países entre el periodo 2004-201588. Como señala Artopoulos (2015:42) en relación a la estrategia
85
El concepto de “posneoliberalismo” remite a las experiencias políticas del “progresismo” latinoamericano que
remplazaron la década de hegemonía neoliberal. El término permite diferenciar a estos gobiernos de los que permanecen
subordinados a la política exterior de Estados Unidos y aplican las recetas neoliberales propias del consenso de
Washington: Chile, Perú, Colombia, etc. Emir Sader (2013:9) señala que los gobiernos “posneoliberales”: “(…) privilegian
las políticas sociales y no los ajustes fiscales; la integración regional y los intercambios Sur-Sur y no los Tratados de Libre
Comercio con Estados Unidos; la dinamización de la economía y la garantía de los derechos por el Estado y no el Estado
mínimo y la centralidad del mercado (…)”.
86
Bresser-Pereira (2007:110) agrega: “el nuevo desarrollismo no es una simple teoría económica, sino una estrategia
nacional de desarrollo que apuesta a que los países en desarrollo exporten bienes manufacturados o productos
primarios de alto valor agregado”.
87
Calderon y Castells (2014) agrupan a los países de América Latina en cuatro grupos de acuerdo a las diversas
tendencias políticas: a) modernización conservadora (gobiernos que impulsaron una modificación del sistema de partidos
orientados a generar cambios institucionales afines a una economía de mercado y una alianza estratégica con Estados
Unidos: Colombia, Perú, Costa Rica, etc.); b) reformismo práctico (renovación del sistema de partidos políticos,
conformación de alianzas y coaliciones de gobierno entre posiciones políticas moderadas, intervención del Estado para
maximizar el crecimiento económico y el bienestar social, vinculo estratégico con Estados Unidos: Chile); c) nacionalismo
popular (búsqueda de hegemonía política, papel dominante del Estado, una fuerte participación y movilización popular,
liderazgos carismáticos, antiimperialismo: Venezuela, Ecuador, Nicaragua, etc.); d) indigenismo neo-desarrollista ( alianza
estratégica entre el Estado y organizaciones indígenas comunitarias: Bolivia). Argentina, Brasil y Uruguay se podrían
insertar dentro de las opciones B y C. Se puede sostener que han atravesado distintas etapas, una de tipo “reformista”
orientada a impulsar el modelo neodesarrollista en un sentido puro, y otra etapa más “populista” en la cual lograron
articular el neodesarrollismo con estrategias de confrontación con Estados Unidos y los poderes concentrados locales.
88
Se ha seleccionado esta década en tanto representa el periodo en el cual los tres gobiernos “posneoliberales” y
“neodesarrollistas” coincidieron en el tiempo. Además, durante este periodo, con diferentes etapas e intensidad, se dieron
106
neodesarrollista: “De alguna forma es la mejor interpretación regional de lo que empíricamente
sucedió en los países de alto desarrollo informacional”. Esto quiere decir: coordinación entre las
esferas público/privada, incremento de la renta nacional y los niveles de bienestar social, fuerte
intervención del Estado para regular al mercado e invertir en el desarrollo de las capacidades
tecnológicas y educativas (Artopoulos, 2015; Boschi y Gaitan, 2005; Bresser-Pereira, 2007;
Tzeiman, 2013).
Katz (2014) propone analizar al neodesarrollismo bajo cinco premisas: a) fuerte intervención del
Estado en la economía, no se trata sólo de un intervencionismo de tipo keynesiano sino un
posicionamiento intermedio entre los enfoques estado-céntricos y mercado-céntricos; b) una
política económica expansiva a través del uso de herramientas de la política monetaria, cambiaria y
fiscal (control del tipo de cambio, superávit en la balanza de pagos, control de los flujos financieros
especulativos, etc.); c) una apuesta al proceso de industrialización bajo el modelo de sustitución de
importaciones lo que implica un control del comercio exterior, incentivos al consumo, y el
fortalecimiento del mercado interno; d) reducción de la brecha tecnológica mediante el incentivo a
la innovación local, la alianza con empresas transnacionales que permitan la transferencia de
conocimiento, y una fuerte inversión pública en I+D; e) imitación del avance exportador del Sudeste
Asiático lo que se traduce en políticas activas para mejorar la productividad, subsidiar la industria, e
incrementar su competitividad en el mercado mundial a través de la modernización del proceso
productivo y la reducción de los costos laborales.
A continuación se presenta el Cuadro 22 que refleja la relación entre informacionalismo y
neodesarrollismo, y los nodos problemáticos de este vínculo:
Cuadro 22. Informacionalismo y neodesarrollismo
Informacionalismo
Estado
Sin Estado fuerte no hay mercado
fuerte/mercado fuerte.
Esto
supone
el
fuerte
establecimiento de un tipo de
cambio competitivo que permita a
las empresas nacionales competir
en el mercado mundial y la
creación o nacionalización de
empresas estratégicas: petróleo,
gas,
transporte,
etc.
El
informacionalismo
ha
logrado
nutrirse de esta perspectiva:
muchas empresas del sector
informacional supieron aprovechar
el tipo de cambio competitivo para
incrementar las exportaciones, el
Estado a través del apoyo al
sector productivo nacional logró
favorece
la
modernización
tecnológica
de
determinadas
ramas
de
la
industria,
el
Nodos problemáticos
A pesar de los incentivos estatales,
muchas empresas nacionales no
logran transitar un sendero de
aprendizaje e innovación productiva.
El vínculo entre el Estado y otros
actores de la innovación como
universidades y empresas continúa
siendo débil y son escasas las
sinergias establecidas. El incentivo
del Estado para el impulso del
informacionalismo
no
necesariamente
garantiza
su
desarrollo en tanto que existen otros
agentes en el mercado menos
interesados
en
la
innovación
tecnológica, y más preocupados por
el incremento de la rentabilidad vía
reducción de costos de producción.
tres fenómenos regionales y globales: a) incremento del precio de las commodities; b) relanzamiento del Mercosur y
creación de otras instancias de integración regional como Unasur y Celac; c) fuerte crecimiento económico y reducción de
los niveles de pobreza e indigencia y desigualdad.
107
fortalecimiento del consumo y el
mercado
interno
permitieron
impulsar al sector informacional
nacional, y surgieron empresas
estatales orientadas a impulsar el
desarrollo científico, tecnológico y
productivo.
Garantizar un tipo de cambio
competitivo y fortalecer el mercado
interno a través del estímulo al
consumo ha permitido fortalecer al
sector productivo informacional
exportador y a aquel que produce
para el mercado interno. El boom
de las commodities actúa como
incentivo al desarrollo productivo
del sector primario/extractivista, un
eslabón de la cadena de valor que
se puede informacionalizar.
El crecimiento de las exportaciones,
sumado a un descenso de las
inversiones a partir del agotamiento
del uso de la capacidad instalada,
generó un proceso de apreciación
cambiaria que dificulta la expansión
del sector informacional exportador
(sobre todo el SSI) que compite en el
mercado global. Una reducción del
gasto fiscal conspira, así mismo con
la necesidad de inversión pública en
áreas
estratégicas:
ciencia,
tecnología, educación, etc. El
desarrollo informacional en los
países periféricos requiere de una
fuerte inversión por parte del Estado.
El proceso de industrialización
Industrialización permite generar incentivos para el
desarrollo informacional a través
de
la
incorporación
de
conocimiento y tecnología a las
distintas cadenas de valor. El
modelo de industrialización por
sustitución
de
importaciones
favorece el desarrollo de las
capacidades
institucionales
y
tecnológicas
necesarias
para
impulsar el informacionalismo.
Este modelo industrial estuvo
orientado
a
la
innovación
incremental
(imitadora
y
adaptativa). El informacionalismo
encuentra en la industria un nicho
para crecer y desarrollarse,
mediante
un
proceso
de
diferenciación en la producción y
Uno de los principales defectos del
proceso de industrialización en
América Latina se vincula con el
"stop and go": cuando la industria
crece, a partir de la fuerte
dependencia de insumos importados
necesarios para la producción, crece
también la importación y se genera
una crisis de divisas y de la balanza
comercial. Este proceso presiona
para modificar el tipo de cambio lo
que produce brotes inflacionarios y
una reducción del poder adquisitivo
del salario. Para superar este "cuello
de botella" se requiere un desarrollo
tecnológico autónomo. Se podría
decir que el desarrollo industrial va a
un ritmo más acelerado que el propio
desarrollo informacional. Otro déficit
del sector industrial regional es la
Política
económica
expansiva
108
comercialización
determinados escasa cultura innovadora lo que le
productos, así como también en quita competitividad en el mercado
los modos de organización del mundial.
trabajo y el marketing.
Reducción
brecha
tecnológica
Para reducir la brecha tecnológica,
de se incentiva la innovación local
mediante acuerdos con empresas
multinacionales. La modernización
productiva constituye un factor
fundamental para el desarrollo
industrial, lo que implica la
incorporación del conocimiento en
el
proceso
productivo,
conocimiento apropiado por las
grandes empresas. Mediante la
transferencia de conocimiento y
tecnología, los países en vías de
desarrollo pueden ir acortando la
brecha tecnológica respecto a los
países desarrollados. El modo de
desarrollo informacional en los
países periféricos se inserta en
esta polarización entre países que
producen
y
comercializan
tecnológica, y países que la
consumen, ocupando el segundo
lugar como países dependientes.
Los
acuerdos
con
empresas
multinacionales
no
derivan
necesariamente en mecanismos de
transferencia de conocimiento. Estas
empresas que opera a escala global
no derraman necesariamente el
conocimiento hacía la periferia, sino
que a través de las distintas filiales
manejan un control bastante acotado
vinculado a prácticas requeridas
para sostener el proceso de
producción dentro de un eslabón
bajo de la cadena de valor. Para
reducir la brecha tecnológica se
requiere impulsar el desarrollo
tecnológico autónomo, a través de
una fuerte inversión pública en I+D.
109
Avance
exportador
Se busca copiar el modelo
asiático: fuerte apoyo estatal a la
industria, orientación hacía el
incremento de productividad vía
presión sobre el factor trabajo,
implementación de un tipo de
cambio
competitivo,
mantenimiento
del
superávit
comercial, etc. El sector productivo
informacional se vio favorecido por
estas políticas e incremento
notablemente sus exportaciones,
sobre todo en el periodo 20032013. A partir de un tipo de
cambio competitivo, el costo de
capital humano calificado se
reduce y permite mejorar la
competitividad
de
algunos
sectores informacionales.
Sin embargo, la inserción de los
países en el mercado mundial
responde a patrones de valorización
del capital. Resulta difícil copiar el
modelo del Sudeste asiático, por el
nivel de productividad alcanzado a
partir de las pésimas condiciones de
trabajo, los salarios percibidos, la
escala que permite reducir los costos
unitarios, y una débil regulación
laboral. Por otro lado, a medida que
se ha avanzado el neodesarrollismo
lejos de mejorar el nivel de
exportaciones
de
productos
industriales, se ha avanzado con un
proceso de primarización de la
economía a partir del incremento de
los precios de las commodities, lo
que empujó el extractivismo y el
agro-negocio en la región. El avance
del
informacionalismo
y
el
crecimiento de las exportaciones del
sector productivo informacional se
ven obstaculizadas en parte por la
apreciación cambiaria, y en parte por
problemas de competitividad y déficit
de capital humano calificado.
Fuente: elaboración propia en base a Artopoulos (2015) y Katz (2014)
El neodesarrollismo ha sido la estrategia principal para avanzar en un proceso de crecimiento
económico, desarrollo humano y desarrollo informacional. Sin embargo, a la luz de los resultados,
el neodesarrollismo no logró modificar sustancialmente los problemas estructurales de desigualdad
y dependencia propios de la región. Al menos tres procesos se agudizaron durante el auge
neodesarrollista: a) la primarización de la economía favorecida por el incremento de los precios de
las commodities que llevo a que los países se especializaran en la exportaciones de productos
agroindustriales de poco valor agregado; b) un proceso de extranjerización y concentración de la
propiedad y producción, sobre todo en el caso de la agroindustria en la cual la mayoría de las
empresas exportadoras de estos bienes son unas pocas compañías extranjeras; c) una
110
profundización del modelo extractivista y del agronegocio que constituyen mecanismos directos de
acumulación de capital por desposesión89 (Harvey, 2004; Katz, 2014; Santos, Narbondo,
Oyhantacabal et al, 2013; Falero, 2013).
2.4. El modo de desarrollo informacional en Argentina
Se puede analizar el modo de desarrollo informacional en Argentina, a partir del estudio de cuatros
aspectos principales que lo describen: a) la relación entre informacionalismo y neodesarrollismo b)
la política de Ciencia y Tecnología implementada en Argentina entre los años 2004-2015 y algunos
resultados alcanzados c) el crecimiento del sector SSI en el país durante el periodo 2004-2015 d)
los niveles de acceso a las TIC y la reducción de la brecha socio-tecnológica entre el periodo 20042015.
2.4.1. Neodesarrollismo e informacionalismo en la Argentina post neoliberal
El avance del modo de desarrollo informacional en Argentina coincidió con la implementación del
modelo neodesarrollista por parte de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015). Sin
embargo, se pueden diferenciar con claridad dos etapas de ese modelo: a) neodesarrollismo sin
populismo (una política económica expansiva, tipo de cambio competitivo, proceso de
reindustrialización, alianza estratégica con los sectores económicos de poder (nacionales y
extranjeros) y formación de coaliciones de gobierno con partidos políticos moderados sin
confrontación directa contra poderes hegemónicos locales y mundiales); b) neodesarrollismo
populista (búsqueda de hegemonía política a través de la polarización, fuerte liderazgo de tipo
carismático, confrontación con sectores económicos concentrados (un sector de la industria,
terratenientes y exportadores de granos, multimedios, etc.). Entre las dos etapas hay nexos
comunes: apuesta a la integración regional, fortalecimiento del consumo y el mercado interno, pago
de la deuda externa, etc. Sin embargo, resulta útil diferenciar estas dos etapas y analizar en cada
una de ellas de qué modo se favoreció el desarrollo del informacionalismo.
La primera etapa- neodesarrollismo sin populismo- ocupa el periodo que va desde el 2003 hasta el
200890. En esta etapa gobernó Néstor Kirchner (2003-2007) y en el 2007 asumió Cristina
Fernández de Kirchner. A partir del 2002 comienza una nueva etapa económica conocida como
pos-convertibilidad91, caracterizada fundamentalmente por la decisión de adoptar un tipo de cambio
89
David Harvey (2004:104) señala que el nuevo imperialismo se caracteriza por el avance del proceso de acumulación de
capital por desposesión, esto es: “(…) los nuevos espacios dinámicos de acumulación de capital terminan por generar
excedentes que deben ser absorbidos a través de la expansión geográfica (…)”. La acumulación por desposesión se la
suele analizar dentro de la teoría marxista como “acumulación originaria” que da lugar a la acumulación vía proceso de
valorización del capital. Sin embargo, Harvey (2004:113) señala: “Una mirada más atenta de la descripción que hace
Marx de la acumulación originaria revela un rango amplio de procesos. Estos incluyen la mercantilización y privatización
de la tierra y la expulsión forzosa de las poblaciones campesinas; la conversión de diversas formas de derechos de
propiedad – común , colectiva , estatal ,e t c.– en derechos de propiedad exclusivos; la supresión del derecho a los
bienes comunes; la transformación de la fuerza de trabajo en mercancía y la supresión de formas de producción y
consumo alternativas ; los procesos coloniales, neocoloniales e imperiales de apropiación de activos , incluyendo los
recursos naturales; la monetización de los intercambios y la recaudación de impuestos, particularmente de la tierra ; el
tráfico de esclavos ; y la usura, la deuda pública y, finalmente, el sistema de crédito”.
90
Si bien el periodo en el cual se implementa la estrategia neodesarrollista comienza en el 2002, a partir del 2003
comienza a reconfigurarse el sistema político argentino luego de una crisis de representación que produjo una
inestabilidad en el sistema de partidos. Entre 2001 y 2002 asumieron cinco presidentes que no pudieron sostenerse, en
un contexto general de rechazo al sistema de representación política reflejado en la consigna: “que se vayan todos”.
91
El periodo de la convertibilidad se sitúa entre los años 1991 y 2002. Rapoport (2000:20) en relación a la ley de
Convertibilidad sancionada en Abril de 1991, señala: “La ley dispuso la libre convertibilidad de la moneda nacional con
respecto a cualquier moneda extranjera, y estableció que los contratos deberían ser cumplidos en la moneda que fijaran
111
competitivo que en la práctica significo una fuerte devaluación del peso, que permitió un
crecimiento económico sostenido. Como señala Piva (2015:27): “El primer rasgo de la nueva fase
expansiva iniciada a fines del 2002 está dado por los altos índices de crecimiento del PBI”92.
Los rasgos fundamentales del modelo económico neodesarrollista 2002-2008 se pueden resumir
en cuatro aspectos principales: a) proceso de reindustrialización93 motorizado en un principio por la
demanda externa que permitió el crecimiento de las exportaciones de manufacturas, sobre todo
agroindustrias, commodities y algunas actividades de ensambladura, y favorecido luego por la
demanda interna, producto del incremento del salario real que se registró sobre todo a partir del
2005; b) fuerte crecimiento del empleo, motorizado por el crecimiento del sector fabril que entre el
año 2002 y 2008 creció más de un 40%, que estuvo acompañado también por una generación muy
significativa de empleo informal94; c) superávit gemelos a nivel fiscal y comercial, lo que se tradujo
en un crecimiento notable de los recursos del Estado y el ingreso de divisas producto de las
exportaciones, motorizadas por un tipo de cambio competitivo y un mejoramiento de los términos
de intercambio95; d) un crecimiento de la inversión, tanto interna como la inversión extranjera
directa (IED), que permitió que para el año 2008 el coeficiente de inversión (la relación entre el
valor de la inversión y el PBI) alcanzará el 23%, siendo sólo el 11% en 200296 (Piva, 2015; Azubizu
y Schorr, 2010; Grottola, 2010; Katz, 2014; Arceo y Basualdo, 2006)
las partes. Se prohibió la emisión de dinero no respaldada en un 100% por reservas de libre disponibilidad (oro, divisas,
títulos de otros países y títulos nacionales emitidos en moneda extranjera) y se anularon las indexaciones, intentando
evitar la traslación de la inflación pasada hacia el futuro. El Banco Central fue autorizado también a cambiar la
denominación del signo monetario. En consecuencia, a partir del 1 de enero de 1992 se estableció el peso como moneda
de curso legal, equivalente a 10.000 australes y se fijó el tipo de cambio de 1 peso por dólar”. Este periodo se caracterizó
por la aplicación de políticas neoliberales: apertura indiscriminada de la economía, endeudamiento, privatización de los
servicios públicos, desregulación financiera, desindustrialización, etc.
92
Schorr y Azpiazu (2010:2) agregan en relación al periodo 2002-2008: “(…) en Argentina los ritmos de crecimiento anual
acumulativo (8.5% y 9.4%, respectivamente) duplicaron holgadamente a los registrados en los principales países de la
región (Brasil: 4.1% y 3.6%; y México: 3.0% y 2.2%, respectivamente), así como a los de América Latina en su conjunto
(4.8% y 4.2%, respectivamente) (…)”. Los autores remarcan que este periodo se puede analizar como un “espejo
invertido” del periodo 1997-2002.
93
Este proceso de reindustrialización se asentó sobre la base de la capacidad instalada ociosa existente que una vez
modificadas ciertas variables macroeconómicas, se puso en marcha. Como señala Piva (2015:28): “Esta parece ser una
consecuencia, fundamentalmente, de la política de tipo de cambio alto y de la reducción del costo salarial real”. Basualdo
y Arceo (2006:16) afirman en relación a este proceso: “(…) tenía como supuesto la extrema concentración de la riqueza y
del ingreso heredadas de las anteriores fases y que, al avanzar a etapas más complejas, recurría crecientemente a las
inversiones de empresas extranjeras, a la par que se acentuaba el proceso de concentración y centralización del capital y
la desigualdad en la distribución del ingreso, elementos esenciales para la reproducción ampliada de las formas de
consumo y de producción propias del centro en economías con niveles de ingreso per cápita sustancialmente menores
(…)”. Bresser Pereira (2009) considera que el neodesarrollismo se diferencia del viejo desarrollismo por la búsqueda de
favorecer un proceso de industrialización con perfil exportador y con capacidad de competir en el mercado mundial, a
diferencia del viejo modelo de sustitución de importaciones amparado en políticas proteccionistas. Este perfil exportador
se encuentra asociado a la promoción de ramas de la industria trabajo intensivas (Grottola, 2010).
Piva (2015) señala que el proceso de reindustrialización no logró modificar las deficiencias estructurales del sector
manufacturero argentino que se evidencian como dualidad entre un sector altamente competitivo y otro bastante más
atrasado, de baja productividad.
94
Según INDEC/EPH, entre los años 2002 y 2008 el empleo registro un incremento del 14, 84%. Los sectores
económicos que impulsaron este crecimiento del empleo fueron el sector primario, la construcción, el sector industrial, y
el comercio y los servicios (Panigo y Neffa, 2009).
95
Se estableció un círculo virtuoso entre crecimiento de las exportaciones, incremento de la recaudación por parte del
Estado a través del impulso al consumo y vía retenciones a las exportaciones, y una reducción significativa de la deuda
externa a partir del proceso de quita de la deuda defaulteada en más del 60% (Frenkel y Rappetti, 2011). Piva (2015:44)
señala: “De conjunto, la persistencia- más allá de cierta volatilidad manifestada durante la crisis de 2008/2009-de altos
precios de las commodities y la menor dependencia financiera supusieron una menor fragilidad externa de la economía
argentina”. Respecto a las exportaciones, sobresalían las manufacturas de origen agropecuario (MOA), los bienes
primarios, y combustibles y energía (casi el 70% del total), y se registró un crecimiento de las manufacturas de origen
industrial (MOI) alcanzando el 31% del total de exportaciones (CEI, 2008).
96
Respecto a la inversión interna, su incremento responde al aumento del consumo producto del incremento del empleo
registrado, el crecimiento del salario real a partir del 2005, y cierta redistribución progresiva del ingreso (Azubizu y Schorr,
112
El neodesarrollismo populista comienza a partir del 2008, y se mantiene hasta el fin del mandato de
Cristina Fernández de Kirchner (2015). El punto de quiebre en términos políticos respecto a la
etapa anterior, se puede evidenciar en lo que se denominó: “conflicto con el campo97”. Como bien
define Varesi (2014:8) en relación a este conflicto: “(:..) se traspasó el grado gremial de la disputa y
se la llevó a una dimensión específicamente política, sobre la base de la constitución de dos polos
beligerantes con sus respectivas construcciones identitarias (…)”. El énfasis puesto en la
polarización implico un cambio de estrategia política: el paso de la “transversalidad98” a la
crispación. En esta estrategia de polarización se: “(…) enfatizó el contraste en la acción colectiva
de las patronales agrarias, contraponiendo los “piquetes de la miseria” de 2001 frente a los
“piquetes de la abundancia” de 2008. De este modo, comenzó a tejer una estrategia de
confrontación directa, que negaba legitimidad al reclamo y reforzaba la polarización (…)99” (Varesi,
2014:10).
Desde el punto de vista económico, el neodesarrollismo populista coincidió con una etapa
económica caracterizada por una inflación alta, un descenso en el crecimiento del empleo, un
incremento del gasto fiscal en consonancia con el incremento del gasto social y la inversión pública
en educación, salud, ciencia y tecnológica, etc.; y el fin del superávit en la cuenta corriente. A
diferencia del tipo de cambio competitivo de la etapa anterior, en este periodo se dio un proceso de
apreciación cambiaria que perjudicó notoriamente el crecimiento de las exportaciones. Katz
(2014:226) señala: “En el 2007-2010 comenzó la inflación y se frenó el crecimiento. El modelo
persistió con los nuevos impulsos aportados por la introducción de un ingreso universal asistencial
2010). No fue sólo la industria el sector económico que explica este crecimiento, los autores señalan que a partir del
2005: “(…) por su aportación al incremento del PIB total, la industria fue superada por el transporte, las
telecomunicaciones y las actividades comerciales (…)”. En relación a la inversión extranjera directa (IED), esta se orientó
fundamentalmente a actividades extractivas y a la producción primaria (Piva, 2015). Sobresalieron los inversores
brasileros, chinos y en menor medida rusos, una modificación relevante en relación a la década de los noventa.
97
El “conflicto del campo” se originó en el año 2008 a partir de la sanción de la resolución 125 del Ministerio de Economía
que planteaba la adopción de un régimen de retenciones móviles, de acuerdo a la variación del precio internacional de la
soja, girasol, cereales y oleaginosas, y en menor medida trigo y maíz. Como señala Varesi (2014:8): “El planteo inicial
contenía un conjunto de debilidades: no hacía diferenciaciones entre los distintos agentes (por ejemplo, en relación a su
tamaño y ubicación geográfica); contenía una cláusula que establecía que al pasar los 600 dólares la alícuota subiría al
95%, lo cual tendía a anular los “mercados futuros”, una práctica de financiamiento habitual del sector, y además fue
desplegada la Resolución 125 sin realizar una estrategia adecuada de comunicación y construcción de consensos”.
Como consecuencia de esta medida, el sector concentrado del campo, así como pequeños y medianos productores,
comenzaron un proceso de fuerte rechazo que implico, en la práctica: piquetes, cortes de rutas, fuertes enfrentamientos
en los medios de comunicación, etc. Grottola (2010) agrega que el conflicto con el campo puso de manifiesto la
imposibilidad de conforma una “coalición nacional desarrollista” capaz de articular Estado, trabajadores y empresarios en
una estrategia común de competencia en el mercado mundial.
98
La “transversalidad” implico un acuerdo entre el partido de gobierno (FPV) y otros actores no aglutinados directamente
con estructuras políticas tradicionales, y en algunos casos, como el “radicalismo k”, expresiones territoriales rebeladas
contra la conducción nacional de sus propios partidos políticos. La estrategia de la “transversalidad” puso en evidencia la
debilidad del sistema de partidos, razón por la cual Néstor Kirchner debió abandonar la simbología peronista y se alejó
del PJ como resorte del poder político (Natanson, 2004). Según Lucca (2011) la transversalidad reflejó la construcción de
un “espacio político inorgánico” que permitió contener a dirigentes que provenían de distintos sectores políticos pero que
no tuvo como objetivo la construcción de una estructura política formal.
99
El populismo como mecanismo de construcción de hegemonía, utiliza dos procedimientos que se aplican de forma
simultánea: por un lado, se delimita el campo “antagónico”, al que se vincula con determinadas figuras caracterizadas por
el pensamiento neoliberal que constituye el “adversario” a derrotar, y por el otro, se conforma un pacto social con
determinados actores y núcleos de sentido, encolumnados detrás de un liderazgo carismático que constituyen el campo
amigo. De esta manera, se construye una lógica binaria de amigo/enemigo, ellos/nosotros puesta al servicio de la
conformación de una hegemonía política (Varesi, 2014, Laclau, 2005). Como señala Varesi (2014:11) en relación a esta
lógica populista de construcción política: “(…) el oficialismo buscaba construir una identidad que conquistara un amplio
conjunto de significantes en el delineamiento de la comunidad, como pueblo, nación y democracia, al tiempo que
procuraba definir al polo opositor como la anti-comunidad, asignándole un grupo de rasgos como: a) su carácter
oligárquico en tanto poderoso sector minoritario, b) su carácter desestabilizador con tendencias golpistas y c) su
vinculación a la restitución del proyecto neoliberal (…)”.
113
y la estatización de los fondos de pensión. Con esas medidas se intentó sostener un esquema ya
amenazado por el deterioro de sus principales variables”.
Vale destacar que esta etapa del neodesarrollismo coincidió con la emergencia de la crisis
internacional del 2008. Si bien los efectos devastadores de esta crisis no se sintieron de forma
directa en la economía argentina, en parte por el bajo endeudamiento y en parte por la baja
dependencia externa, sus efectos sobre otros países y regiones no tardaron en generar un impacto
restrictivo. Piva (2015:48) sostiene que la crisis supone un: “(…) giro en las condiciones
internacionales que otorgaron un mayor margen de maniobra a Estados periféricos como el
Argentino (…)”.
Algunas deficiencias en materia de política económica comenzaron a hacerse sentir a partir del
2008. El sostenimiento de los subsidios al transporte y la energía, como un incentivo al consumo y
el sostenimiento de la demanda agregada, comenzó a generar un claro agujero en las cuentas
fiscales. El déficit fiscal provocó el incremento de la emisión monetaria lo que generó algunos
desajustes en la política de tipo de cambio alto y causo algunas tensiones inflacionarias. A partir del
2008, el consumo público crece más que el privado, lo que en la práctica se tradujo en una medida
contracíclica de política económica. Esta situación incentivo aún más el crecimiento del déficit
fiscal. Según Piva (2015): “(…) centralmente, desde 2008 se evidencia un desfase entre política
económica y acumulación de capital (…)”. Este desfase conduce: “(:..) a niveles crecientes de
desequilibrio y de contradicciones macroeconómica (…)”.
El Cuadro 23 incluye la relación entre cada etapa del neodesarrollismo y el avance del
informacionalismo:
Cuadro 23. Etapas del neodesarrollismo y su relación con el informacionalismo
Neodesarrollismo sin
populismo
Informacionalismo
En términos del informacionalismo, el crecimiento del sector
industrial exportador puede ser interpretado como un elemento
que favorece el avance del modo de desarrollo informacional,
en la medida en que se puede "informacionalizar" la industria.
Por otro lado, el tipo de cambio competitivo favoreció el
crecimiento del sector de software y servicios informáticos
(SSI) que se valió de una baja considerable del costo de la
fuerza de trabajo y condiciones muy favorables: disponibilidad
de capital humano, presencia de universidades y centros de
investigación, etc. Este sector creció de forma intensa entre los
años 2002 y 2013 (CESSI, 2015). La política de superávit
gemelos permitió que el Estado pueda contar con los recursos
necesarios para impulsar el desarrollo científico y tecnológico,
sin alimentar el déficit fiscal. Durante esta etapa se comenzó
un proceso de repatriación de investigadores que habían
emigrado a otras regiones del mundo. Además, fue a partir de
este periodo que se registró una llegada relevante de
inversiones en materia de telecomunicaciones que permitió
mejorar la infraestructura tecnológica. Podríamos sostener que
en este periodo se generaron las condiciones materiales para
el avance del informacionalismo.
114
Neodesarrollismo populista
A partir del 2008, comenzó un proceso de apreciación
cambiaria que perjudicó, sobre todo a partir del 2013, al sector
SSI exportador. Frente al ritmo de continuo crecimiento del
periodo anterior, el sector reveló un estancamiento (CESSI,
2015). El incremento del costo de la fuerza de trabajo y un
déficit de trabajadores calificados fueron algunas de las causas
que explicaron este estancamiento, sumado a la restricciones
externas generadas por la instalación del llamado cepo
cambiario. También se redujo la IED en áreas como las
telecomunicaciones y el sector ensamblador. Sin embargo, la
inversión pública en CyT y educación creció y se orientó al
incremento de la inclusión socio-tecnológica. Se comenzaron a
implementar programas como Conectar Igualdad y Argentina
Conectada que mejoraron los índices de acceso a las TIC en
todo el territorio nacional. Frente a la ausencia de inversiones
privadas, el Estado incremento su participación en áreas
estratégicas como energía, infraestructura tecnológica, y
tecnología espacial. Un icono del desarrollo tecnológico
nacional fue el lanzamiento de ARSAT en el año 2014.
Podríamos denominar a esta etapa como el avance de un
proceso de democratización del acceso a la información y
conocimiento que constituye un factor de aliento para el
desarrollo del informacionalismo en sociedades altamente
desiguales.
Fuente: elaboración propia
En relación al rol del Estado como agente fundamental de la estrategia neodesarrollista respecto al
avance del informacionalismo, Artopoulos (2016:43) señala: “(…) sus intervenciones no sólo se
limitan a las fronteras nacionales financiando la investigación aplicada, el desarrollo de tecnología,
modernizando la infraestructura o mejorando la calidad educativa, sino que tratan también de influir
en terceros países para ayudar a sus empresas multinacionales. Es una nueva forma de
intervención estatal, vinculada con la estrategia explicita de competitividad, productividad y
(autonomía) tecnológica (…)100”.
El neodesarrollismo supone un fenómeno mucho más amplio que el apoyo estatal a empresas
nacionales en el camino de la internacionalización productiva. Sería contradictorio incluso cuando,
tal como se ha expresado anteriormente, se analiza este periodo como una etapa de consolidación
de la concentración y extranjerización de sectores fundamentales de la economía. La interacción
entre un mayor protagonismo del Estado, un mejoramiento de las condiciones de vida de una parte
mayoritaria de la sociedad, un robustecimiento del mercado y un contexto internacional favorable
explica, en gran medida, el desarrollo informacional en la argentina post-neoliberal.
100
Artopoulos (2016:54) señala que los “pioneros informacionales” son aquellos actores que: “(…) resuelven la tensión
entre viejas tecnológicas industriales con las nuevas informacionales porque enfrentan el cambio de paradigma tecnoeconómico sin referencias ni normas establecidas de antemano (…)”. En su estudio, Artopoulos analiza cuatro casos de
empresas que se han constituido como “pioneros informacionales” y que cumplen los siguientes requisitos: a) fueron
fundadas por argentinos; b) son competitivos a nivel global; c) representan a tres sectores de la economía; d) tienen
vínculos con instituciones del conocimiento (escuelas y universidades); e) sus fundadores se han convertido en actores
sociales relevantes. Estas son: Globant (desarrollo de software), Los Grobo (agronegocios), Tenaris (tubos de acero sin
costura), y Core Security Technologies (seguridad informática). Durante la etapa neodesarrollista, en Argentina crecieron
y se desarrollaron estos “pioneros informacionales”, favoreciendo el avance del informacionalismo.
115
2.4.2. El desarrollo científico-tecnológico argentino entre 2004-2015
Además de analizar la relación entre el neodesarrollismo y el avance del informacionalismo, resulta
necesario indagar, aunque sea de forma acotada, la política científico-tecnológica aplicada entre los
años 2004 y 2015. Esta tesis incluye las políticas de ciencia y tecnología dentro de un abanico
amplio de instrumentos de política pública que buscan promover la innovación tecnológica, el
desarrollo informacional, y el desarrollo económico, social, y humano. Como señala Ladenheim
(2015:1): “La inversión en actividades de investigación científica, desarrollo tecnológico e
innovación (I+D+I) constituye una herramienta estratégica de generación de capacidades
competitivas, crecimiento económico, mejoramiento de la calidad de vida e integración social”.
El análisis de la política de CyT en el periodo señalado, puede desagregarse en cuatros variables
principales a estudiar: a) inversión en I+D entre 2004-2015; b) crecimiento de la planta de
investigadores, becarios y los recursos económicos destinados a la investigación; c) creación de
universidades y centros de investigación en todo el territorio nacional; d) institucionalización de las
políticas de CyT.
En relación a la inversión en I+D de Argentina, se puede utilizar un indicador que sirve para
analizar su evolución a lo largo del tiempo, y comparar, asimismo, el país con otros, tanto de la
región como del mundo: inversión en I+D como % del PBI. Si utilizamos este indicador, se
evidencia un crecimiento sostenido desde el año 2004, con algunas fluctuaciones menores, que
llevaron la inversión en I+D de 0,4% del PBI en 2004 a 0,6% en 2015101. (MINCYT, 2013 y 2015).
Sin embargo, la inversión en I+D como % del PBI continua por debajo de los países desarrollados y
de Brasil, por ejemplo. En el año 2013, países como Japón (3,49%), Alemania (2,94%), Estados
Unidos (2,8%), y Francia (2,2%) superaban el 2% de la inversión en I+D como % del PBI, y Brasil
(1,2%) superaba el 1%. Si bien a nivel latinoamericano, después de Brasil, Argentina es el segundo
país con mayor nivel de inversión en I+D como % del PBI, se encuentra todavía lejos de los países
desarrollados del hemisferio norte y Europa (MINCYT, 2013).
Otra de las características a remarcar de la inversión en I+D de la argentina entre los años 2004 y
2015, es la composición de ese gasto. Entre los años 2004 y 2007, un 66% de la inversión en I+D
correspondía al sector público, y un 34% al sector privado (Ladenheim, 2015). En el año 2013, esa
proporción se profundizó, siendo un 76% lo que corresponde al sector público, y tan sólo un 24% al
sector privado (MINCYT, 2013). Aquí radica una gran diferencia respecto a los países
desarrollados y algunas economías emergentes, en los cuales el sector privado tiene una
participación mucho mayor en la inversión en I+D. Como señala Ladenheim (2015:4): “El llamado
"estilo latinoamericano" de desarrollo científico y tecnológico (donde el gobierno invierte más que el
sector privado) difiere del aplicado en países recientemente industrializados, donde las firmas
realizan el mayor aporte en este esfuerzo”.
En relación al segundo punto, el crecimiento de la planta de investigadores y becarios, constituyen
elementos ineludibles para analizar el crecimiento del sector de CyT. Para poder analizar el
crecimiento en términos cuantitativos y cualitativos, se pueden utilizar dos indicadores: cantidad de
101
En valores absolutos, la inversión en I+D alcanzó 2.194,5 millones de pesos constantes en el 2004, mientras que en el
2015, ese monto se incrementó a 4.529,3 millones de pesos. A precios constantes (año 2004), el incremento entre 2009 y
2013 fue superior al 50% y en relación a la inversión en I+D como % del PBI, el incremento fue superior al 24%,
constituyendo uno de los mayores saltos en el periodo estudiado (MINCYT, 2015)
116
investigadores de jornada completa por cada 1000 trabajadores de la PEA, y el gasto por
investigador. De esta manera, se puede analizar si creció el número de recursos humanos
destinados a la investigación y el desarrollo tecnológico, y si creció la cantidad de recursos con los
que cuentan cada uno de ellos102.
En relación al primer indicador, los datos resultan elocuentes. La cantidad de investigadores y
tecnólogos por cada 1000 integrantes de la PEA (expresado en EJC) paso de 1,70 en 2004 a 2,7
en 2009 (Plan Argentina Innovadora 2020). En términos absolutos, paso de 29.471 investigadores
en 2004 a 43.717 en 2009. Al extender el análisis a becarios, los números arrojan un resultado de
mayor crecimiento aún. Considerando becarios e investigadores, el incremento entre 2003 y 2008
supera el 46%, casi se ha duplicado la cantidad. Si se toman en consideración la cantidad de
becarios, el incremento es del 80%103. En el año 2015, se da una merma que implica una reducción
de 1430 investigadores, pasando de 83.887 en 2014 a 82.407 en 2015. En ese mismo año, la
cantidad de investigadores por 1000 habitantes de la PEA alcanzo el valor de 3,0, superando a
países de la región como Brasil, Uruguay, México, Chile, pero permaneciendo por debajo de otros
como Italia, España, Portugal, Canadá, Alemania, etc. (MINCYT, 2015).
Respecto al gasto por investigador, también se registra un incremento considerable. En el año 2003
el gasto era de 35.424 dólares por investigador por año. En el año 2013, se incrementó a 77.163.
Vale aclarar que la comparación se realiza considerando dólares a precio constante. En el año
2014, el monto trepo a los 110.011 dólares por investigador por año. Si bien, el incremento resulta
significativo, a comparación de otros países de la región, todavía resulta insuficiente. Brasil,
México, y Chile invierten montos cercanos a los 200 mil dólares por investigador por año. Brasil
inclusive supera ese monto. Alemania, Estados Unidos, Japón, y otros países de Europa superan
ampliamente el monto argentino, inclusive lo duplican (MINCYT, 2014).
Tomando en consideración los datos analizados, se puede sostener que Argentina ha logrado
incrementar la cantidad de investigadores de forma notable, pero que no ha podido, hasta el
momento, dotar de mayores recursos a cada uno de ellos. Un elemento que puede aportar para
comprender porque la cantidad de recursos aún resulta insuficiente, se relaciona con el piso del
cual se partió. En el 2003, el gasto por investigador fue inferior al del año 1993. Esto indica que en
una década se pulverizó la inversión en I+D en la Argentina. Si bien en el año 2014, se logró casi
triplicar ese monto (35.424), resulta insuficiente en términos del esfuerzo fiscal que se requirió para
recomponer el sistema de CyT luego de su debacle durante el periodo 1993-2003.
En relación a la cantidad de universidades y centros de investigación creados durante el periodo
2004-2015, se entrecruzan dos políticas que son complementarias: por un lado, la expansión del
sistema de educación superior en clave de inclusión socio-educativa, por el otro el crecimiento en la
formación de capital humano necesario para el desarrollo científico-tecnológico. En el año 2013, el
75% de la inversión en actividades de CyT correspondía al sector público, y tan sólo el 22% al
sector privado, lo que evidencia un peso abrumador del sector público respecto a la inversión en
CyT (MINCYT, 2014). En el año 2015, la inversión en actividades de CyT del sector público subió
102
Como señala la OEI (2012:36): “En primer lugar, y sobre todo en ciertas disciplinas, la menor cantidad de recursos
afecta necesariamente el grado de novedad de la I+D que se realiza en la región, muchas veces asociada a la
disponibilidad de equipamientos de alto costo. Al mismo tiempo, si se forman nuevos investigadores pero no se
incrementa el nivel de gasto por investigador, la atracción de los países de mayor desarrollo haría que la fuga de cerebros
continúe -pudiendo incrementarse- amenazando seriamente la evolución del sistema de ciencia y tecnología”.
103
En términos absolutos, la cantidad de becarios e investigadores en el año 2003 alcanzaba los 43.609, mientras que en
el año 2013 ese número se incrementa a 83.225 (MINCYT, 2013)
117
del 75% al 77%, mientras que la participación del sector privado se redujo del 22% al 19%
(MINCYT, 2015).
Dentro del sector público, el CONICET y las universidades públicas desempeñan un rol
considerable. Para el año 2015, el 24,7% del total invertido en I+D del sector público corresponde a
las universidades públicas. Otros organismos públicos, entre los cuales sobresale el Conicet
invierten el 51%. Esto quiere decir que entre el Conicet y las universidades públicas se invierte más
de la mitad del presupuesto en I+D del sector público (MINCYT, 2015).
Entre los años 2003 y 2015, el Estado Argentino creó 16 universidades públicas nacionales
nuevas104. La creación de estas universidades vino acompañada por el incremento de la cantidad
de estudiantes que ingresan a la universidad (tanto del ámbito público como del privado). En 2003,
el 3.9% de la población total del país accedía a la educación superior, mientras que en el 2014 ese
porcentaje se elevó al 4,4% (CEA, 2016). Esto implicó un incremento del presupuesto destinado a
las universidades públicas nacionales entre 2003 y 2015 del 0,5% al 1% del PBI, un incremento de
más del 2014%. En valor absolutos, el presupuesto paso de 1.992 millones a 42.117 millones en
2015 (Ministerio de Educación, 2015).
La matrícula universitaria creció un 33% entre los años 2001-2014, y el porcentaje de crecimiento
de los graduados, un 93% en el mismo periodo105 (Ministerio de Educación, 2015). Sin embargo, si
se considera la “eficacia en la graduación”, es decir la relación entre el número de estudiantes y la
cantidad que se gradúa, Argentina ha avanzado de forma lenta, pasando de un 27% en 2009/2003
a un 33% en 2014/2008 (CEA, 2016). Al considerar la población de estudiantes cada 10.000
habitantes, Argentina presenta índices más altos que Brasil o Chile (431 alumnos cada 10.000
habitantes, en tanto que en Chile es de 361 y en Brasil de 380) pero al considerar la proporción de
graduados cada 10000 habitantes, los números cambian: en nuestro país esa cifra es de 28, y en
los países vecinos, aun con un porcentaje de alumnos por habitante menor, es de 48 y 50
graduados cada 10.000 habitantes, respectivamente en Chile y en Brasil (CEA, 2016).
El último aspecto a analizar de la política en CyT implementada en el periodo 2004-2015, refiere a
la institucionalización del sistema científico-tecnológico. En el año 2007 se creó el Ministerio de
Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT), lo que significó un hito en la
institucionalidad científica: que la política de CyT obtenga el rango de ministerio le otorgaba mayor
jerarquía política y económica106.
104
Las 16 universidades públicas nacionales creadas son: Universidad Nacional Arturo Jauretche, Universidad Nacional
de Avellaneda, Universidad Nacional del Chaco Austral, Universidad Nacional de José C. Paz, Universidad Nacional de
Moreno, Universidad Nacional de Río Negro, Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Universidad Nacional de Villa
Mercedes, Universidad Nacional del Oeste, Universidad Nacional de Comechingones, Universidad Nacional de las Artes
(Ex Instituto Universitario Nacional de las Artes), Universidad Nacional de Hurlingham, Universidad Nacional del Alto
Uruguay, Universidad de la Defensa Nacional, Universidad Nacional de Rafaela, y el Instituto Universitario Nacional de
Derechos Humanos “Madres Plaza de Mayo” (Ministerio de Educación, 2015)
105
En el año 2001, había 1.412.999 alumnos y en el 2014, 1.883.532. En el 2001, la cantidad de graduados era de
65.104, mientras que en 2014, ese monto trepó a 125.738 (Ministerio de Educación, 2015)
106
El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT) se creó en el año 2007, a través de la Ley Nº
26.3384. Antes de su creación, existía la secretaria de ciencia y tecnología, dependiente del entonces Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología. Esta modificación le dio un rango de mayor jerarquía a las políticas de CyT que implicó
en la práctica un mayor presupuesto destinado al área y la separación de las políticas de educación superior de las
políticas de promoción de la ciencia, tecnología e innovación productiva. La Secretaría de Políticas Universitarias (SPU)
continuo permaneciendo en la órbita del Ministerio de Educación, mientras que las políticas científico-tecnológicas
pasaron a depender del MINCYT (Ortiz, Cuello, y Zuccarino, 2015).
118
A partir de la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT) en
el 2007, el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI) quedó compuesto de la
siguiente forma:
Cuadro 24. SNCTI a partir del 2007
SNCTI
Ministerio de Ciencia,
Productiva (MINCYT)
Tecnología
e
Tipo de intervención
Innovación Diseña la orientación estratégica de la
inversión en I+D y en actividades de
CyT en todo el territorio nacional
El Gabinete de Ciencia y Tecnología (GACTEC), la
Comisión Interinstitucional de Ciencia y Tecnología
(CICYT) y el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología
(COFECYT)
El Consejo de la Demanda Social y el Consejo la
Demanda Privada
Financia la actividad de CTI
Promueven
la
articulación
interministerial, interdisciplinaria, y
entre las distintas provincias del país
Realizan tareas de asesoramiento para
favorecer la interacción entre el
sistema CyT y las demandas sociales
y productivas
El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Realizan la tarea de promoción de la
Técnicas (CONICET), la Agencia Nacional de Promoción ciencia y la tecnología, y también
Científica y Tecnológica (ANPCYT) y la Fundación financian actividades de I+D
Argentina de Nanotecnología (FAN)
Las universidades públicas y privadas, los institutos Realizan actividades de I+D
descentralizados de ciencia y tecnología, los laboratorios Forman los recursos humanos para el
provinciales, las empresas y las organizaciones sin fines desarrollo científico-tecnológico
de lucro
Fuente: elaboración propia en base a Ladenheim, 2015
Además de la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT), en
el año 2013, el propio ministerio lanzó el Plan Argentina Innovadora 2020 que establece los
lineamientos de la política científica, tecnológica y de innovación a seguir por el país. Los objetivos
principales del Plan son: “(…) impulsar la innovación productiva inclusiva y sustentable sobre la
base de la expansión, el avance y el aprovechamiento pleno de las capacidades científicotecnológicas nacionales, incrementando así la competitividad de la economía y mejorando la
calidad de vida de la población, en un marco de desarrollo sustentable (…)107”.
El Plan define líneas estratégicas correspondientes a la inversión en I+D, el rol del sector privado
en el financiamiento de esa inversión, la cantidad de investigadores, becarios, y tecnólogos, y la
expansión geográfica de la CyT. De cara al 2020, el Plan estipula reglas de acción para lograr que
la inversión en I+D como % del PBI supere el 1,5% en el 2020; una participación del sector privado
cercana al 50% en el 2020; 5 investigadores, becarios y tecnólogos cada 1000 habitantes de la
PEA para el 2020, y un 37% de inversión en I+D ejecutado en provincias distintas a la Ciudad de
Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe para el 2020 (Plan Argentina
107
http://www.argentinainnovadora2020.mincyt.gob.ar/?page_id=312
119
Innovadora 2020). Estos objetivos de largo plazo constituyen la línea directriz de la política
científico-tecnológica impulsada a nivel nacional.
El Plan determina, así mismo, distintas áreas estratégicas en las cuales resulta necesario orientar
la actividad científica:
Agroindustria
Ambiente y desarrollo sustentable
Desarrollo social
Energía
Industria
Salud
Dentro de cada área se identifican los Núcleos Socio Productivos Estratégicos (NSPE) que
constituyen los ejes orientadores de la actividad científico-tecnológica perteneciente a que cada
área estratégica108.
En el periodo 2004-2015, la política de ciencia, tecnológica e innovación coincidió con una política
económica expansiva, con una participación activa del Estado en materia de políticas sociales,
educativas, culturales, etc.; y con la definición de lineamientos estratégicos de acción política
orientados a fortalecer el vínculo entre industria, ciencia, y desarrollo social. Pero también coincidió
con la estrategia neodesarrollista, lo que se tradujo en un acercamiento entre el modelo de
desarrollo científico-tecnológico y el modelo extractivista y dependiente de la economía argentina.
El sistema científico-tecnológico, a pesar de su crecimiento y consolidación, todavía no ofreció
respuestas satisfactorias a los problemas de primarización, concentración y extranjerización de la
economía, deterioro del medio ambiente, exclusión y marginalidad social, y desigualdades de
género, étnicas, socio-económicas, etc.
2.4.3. El crecimiento del sector SSI en el país durante el periodo 2004-2015
El crecimiento del sector SSI109 en Argentina, en el periodo 2004-2015, ha sido un proceso continuo
y sostenido en el tiempo. Hubo algunos momentos de estancamiento, pero en líneas generales, el
sector creció con mucha intensidad. Algunos datos permiten sostener esta afirmación: entre 2002 y
2014, el empleo asalariado del sector SSI se incrementó un 292%; entre 2003 y 2014, los ingresos
en dólares crecieron un 424%; entre 2002 y 2014, el sector multiplico por tres su participación en el
empleo total, y entre 2003 y 2010, se crearon más de mil firmas lo que implicó un crecimiento del
sector cercano al 239% (CIECTI, 2016).
108
Por ejemplo, dentro del área “Agroindustria” se identifican 8 NSPE: a) Mejoramiento de cultivos y producción de
semillas; b) Procesamiento de alimentos: c) Biorrefinerías: bioenergía, polímeros y compuestos químicos; d) Maquinaria
agrícola y procesadora de alimentos; e) Producción animal tradicional; f) Producción animal no tradicional; g) Producción
y procesamiento de productos frutihortícolas; h) Producción y procesamiento de recursos forestales; i) Producción y
procesamiento de recursos oceánicos (Plan Argentina Innovadora 2020).
109
El sector del Software y los Servicios Informáticos (SSI) es una parte constitutiva del sector informacional, cuya
característica principal es la producción de Bienes Informacionales (BI) que están compuestos de Información Digital (ID).
Dughera, Yansen y Zukerfeld (2012) agrupan a los BI en tres grupos diferenciados: a) los que están hechos puramente
de ID (software, música, imágenes, textos, etc.) b) los que procesan, transmiten o almacenan ID (chips, computadoras,
etc.) c) los que la ID es su insumo decisivo (industria farmacéutica, aplicaciones vegetales o animales de la genética,
etc.). Esta tesis se concentra en los BI que están compuestos puramente de ID que constituyen los BI a los que el sector
SSI se especializa.
120
Si bien el empleo formal creció fuertemente en otros sectores de la economía también, luego del
2003, el sector SSI reflejó un crecimiento en el empleo mucho mayor al total: el empleo formal
creció entre 2002 y 2014, un 83%, mientras que en el caso del sector SSI, el crecimiento entre
2002 y 2014 fue de 292%. El incremento de los ingresos por exportaciones del sector SSI, entre
2003 y 2014, crecieron a un promedio de 16,9% anual, muy superior a la media nacional (CIECTI,
2016).
El siguiente Gráfico 8 refleja el crecimiento del sector SSI en el país:
Gráfico 8. Cantidad de empresas SSI entre 2004-2014
Fuente: OPSSI, 2016
La senda de crecimiento del sector, comienza con mayor intensidad entre los años 2003 y 2008 (un
93% de empresas más), luego reduce la intensidad entre 2009 y 2014 (un crecimiento del 18%),
con mayor énfasis entre los años 2012 y 2014 producto de una dificultad que comienza a
registrarse con fuerza a partir del 2009: el déficit de personal calificado (OPSSI, 2016).
El siguiente Gráfico 9 muestra la evolución de las ventas al exterior, los ingresos provenientes del
exterior, y el crecimiento del empleo del sector SSI entre los años 2003 y 2014:
Gráfico 9. Evolución interanual de ventas (en millones de pesos corrientes), ingresos desde el exterior (en
millones de pesos corrientes y empleo (en miles de trabajadores) del sector SSI Serie 2003-2014
121
Fuente: OPSSI, 2014
Resulta necesario señalar algunos aspectos que permiten analizar porque ha crecido con tanta
intensidad este sector en el periodo señalado: a) la devaluación del peso en el año 2002, le otorgó
competitividad al sector; b) un fenómeno global vinculado a la generalización del “outsourcing110” de
grandes empresas, impulsó la demanda externa; c) la presencia de capital humano disponible,
producto de contar con universidades activas en el desarrollo de software y servicios informáticos;
e) la implementación de políticas públicas específicas: financiamiento nacional a través de
diferentes subsidios como el Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR), el Fondo Fiduciario de
Promoción de la Industria del Software (FONSOFT); y la sanción de la Ley de Promoción de la
Industria del Software de 2004 (Ley del Software) como marco regulatorio e incentivo al crecimiento
del sector; f) el crecimiento económico y el fortalecimiento del mercado interno empujó la demanda
interna, lo que permitió que se formaran una gran cantidad de Pymes del sector (CIECTI, 2016;
CESSI, 2014, 2015, 2016)
2.4.4. La reducción de la brecha socio-tecnológica de acceso a las TIC entre el periodo 20042015.
La ampliación de la inclusión socio-digital, entendida no sólo como acceso a las TIC, sino también
como un proceso de apropiación social de las mismas (Finquelievich, 2009), constituye un
elemento más de análisis del desarrollo del informacionalismo en el país. El acceso a Internet no
sólo amplifica las posibilidades de avance del modo de desarrollo informacional que se nutre de las
redes como infraestructura tecnológica principal, sino que también permite democratizar el acceso
a la información y el conocimiento (Feldman, 2015).
Para analizar la reducción de la brecha socio-tecnológica de acceso a las TIC entre el periodo
2004-2015, resulta necesario utilizar algunos indicadores: a) crecimiento de la conexión a Internet
(sobre todo la banda ancha); b) nivel de penetración de Internet en la población (acceso y uso de
Internet); y c) crecimiento de la cantidad de computadoras y teléfonos móviles111.
En esta tesis se describe, fundamentalmente, la reducción de la brecha socio-tecnológica de
acceso a las TIC entre los años 2004 y 2015. A pesar de constituir una mirada acotada respecto a
la problemática de la brecha socio-digital, permite abordar los cambios en el acceso a las TIC
registrados en el periodo señalado. Además, como indica Linne (2015:153): “Uno de los
condicionamientos principales que genera desiguales accesos a las TIC es la posesión o carencia
de una computadora personal”.
El siguiente Gráfico 10 refleja con mucha claridad la evolución del acceso TIC en Argentina entre
los años 2003-2012:
Gráfico 10. Indicadores TIC en Argentina entre los 2003-2012
110
Refiere a la tercerización de ciertas actividades productivas que realizan las grandes empresas del sector SSI.
Si bien estos indicadores resultan pertinentes para medir el acceso a las TIC, resultan insuficientes para analizar la
reducción de una segunda brecha socio-tecnológica que constituye una brecha de conocimiento que refiere a los usos y
capacidades para utilizar las TIC (Rivoir y Lamschtein, 2012, Linne, 2015; Van Deursen y Van Dijk, 2014). Ambas
brecha se superponen, la de acceso y uso, y se vinculan con el entorno, las trayectorias culturales, capital social, y
fundamentalmente las desigualdades estructurales referidas al nivel socio-económico, zona geográfica, etnia, hábitat,
etc.; presentes en el tejido social
111
122
Fuente: Prince Consulting, 2012
Tal como se observa en el gráfico, salvo las conexiones de telefonía fija, el resto de los indicadores
registraron un crecimiento. Los usuarios totales de Internet se incrementaron de 7,6 millones de
personas en 2004 a 31, 1 millones en 2012. En términos de porcentaje: se pasó de un 20% de
penetración a un 66,4% en 2012. El crecimiento siguió en ascenso, llegando al 80% de penetración
en 2015 (Internet World Stats, 2015). Esto quiere decir que en el 2004, 2 de cada 10 habitantes del
país disponía de una conexión a Internet, mientras que en el 2015, esa proporción se incrementó a
8 de cada 10. Como señalan Prince y Jolías (2011:37): “Estas penetraciones nos posicionan entre
los primeros países de la región y por encima del doble de los promedios mundiales”.
Las conexiones a Internet a través de banda ancha también se han incrementado en el país,
aunque a un ritmo marcadamente menor que el acceso a Internet. Como refleja el cuadro, entre los
años 2004 y 2012, casi se sextuplicó la cantidad de conexiones a Internet. A fines del año 2014, la
cantidad de conexiones a banda ancha en Argentina superaba los 14 millones, siendo tan sólo 1,6
millones en 2004 (ENTIC, 2015). Este número implica que más del 25% de la población dispone de
una conexión fija a banda ancha.
La cantidad de líneas de telefonía Móvil aumentaron de forma exponencial. En el año 2003,
lograron igualar la línea de la telefonía fija. A partir de allí, comenzaron una senda de crecimiento
continuo. En el año 2012, ya había cuadriplicado a las líneas de telefonía fija (40 millones frente a
10). Si se considera a los usuarios únicos de telefonía móvil, y no a las líneas en uso, el número se
reduce, pero permanece en niveles muy altos: 33 millones de personas para el año 2013 (Prince y
Jolías, 2014). Los usuarios únicos de celular se triplicaron entre los años 2004 y 2013, pasando de
11 millones a 33 millones de personas. Tomando en consideración las líneas en uso, en el año
2015, Argentina disponía de más de 60 millones de conexiones móviles, un 139% de penetración.
123
Es probable que considerando a los usuarios únicos de telefonía móvil, el 100% de la población
disponga de una conexión móvil.
Respecto a la cantidad de computadoras (PC, notebooks, netbooks, etc.) el crecimiento también es
destacado. De 4,4 millones de computadoras en 2004 a 17 millones en 2012. En el año 2011, el
56,4% de la población argentina disponía de acceso a una computadora, mientras que en el año
2015, ese porcentaje se incrementó al 67% (ENTIC, 2015). A partir del 2010, se registra un salto
considerable en la cantidad de computadoras. El programa nacional Conectar Igualdad112 que
comenzó a implementarse en el 2010, y los distintos programas provinciales de “una computadora
por alumno” favorecieron la reducción de la brecha de acceso a las computadoras, y explican, en
gran medida, este salto.
Según el relevamiento del INDEC, en el año 2015, en Argentina 7 de cada 10 personas utilizan
computadora o Internet, y 8 de cada 10, celular. En relación a otros países de la región, la situación
de Argentina es muy similar a la de Uruguay, con niveles bastante más altos que otros países como
Brasil y México. En términos de acceso a Internet, Argentina (79%) y Uruguay (71%) se encuentran
por encima de Brasil (67%), México (56%), Paraguay (45%), Colombia (58%), entre otros.
Respecto al porcentaje de la población con acceso a computadoras, Argentina (67%) y Uruguay
(70%) sobresalen en relación a Brasil (49%) y México (34%) (ENTIC, 2015).
Los números de Argentina se acercan a países como Italia, España y Portugal, y en algunos casos
lo superan113. Prince y Jolías (2014:39) agregan: “Las tendencias globales en tecnología se
cumplen en nuestro país algo más tarde pero de forma similar a los países industrializados, aunque
las curvas de adopción muestran un corrimiento”. En relación al lugar de conexión a Internet, los
autores señalan: “La gran mayoría de los usuarios de Internet se conectan habitualmente desde su
casa (96,1%) o desde el trabajo (35,7%), una tendencia que comenzó a vislumbrarse claramente
con la recuperación económica del país luego de la crisis del 2001 y la creciente penetración de
servicios de Banda Ancha en hogares” (Prince y Jolías, 2014:58). El desplazamiento en el uso de
las computadoras, de los “Cibercafés” emblemáticos durante la década del noventa a los hogares,
revela un crecimiento significativo en el acceso a esta tecnología por parte de la población.
El análisis del desarrollo del informacionalismo en Argentina, requiere profundizar una mirada
integral de este tema. Su vínculo con el neodesarrollismo como propuesta de desarrollo,
implementada en Argentina entre los años 2004 y 2015, a través de diferentes vertientesneodesarrollismo puro y neodesarrollismo populista- permite comprender de qué modo el contexto
económico, político y social afecta el avance o inhibición de los procesos de innovación sociotecnológica que, necesariamente, impactan en el modo de desarrollo informacional. La política de
Ciencia y Tecnología implementada en el mismo periodo, también arroja elementos valiosos para
analizar el grado de avance del informacionalismo. La investigación científica, el desarrollo
tecnológico, la formación de capital humano, el vínculo entre ciencia, tecnológica, sociedad, y
mercado, constituyen aspectos relevantes de la característica especifica que asume el modo de
desarrollo informacional argentino.
112
El programa Conectar Igualdad fue el modelo de “una computadora por alumno” implementado a nivel nacional. Se
entregaron más de 3 millones de netbooks entre los años 2010 y 2015 a alumnos y docentes del nivel secundario de todo
el sistema educativo público nacional (Feldman, 2015).
113
Por ejemplo, el porcentaje de población con acceso a una computadora de Argentina (67%) resultan un poco menor
que el de España (74%), pero superior a la de Italia (63%) (ENTIC, 2015)
124
El crecimiento del sector SSI entre los años 2004 y 2015, releva también el avance del
informacionalismo en el país. Como piedra angular del sector informacional, el sector SSI Argentino
registra un grado de avance significativo, y una proyección de continuo ascenso. Más adelante, se
identificaran las características específicas de este sector y su relación con los procesos de
innovación socio-tecnológica en las ciudades. Su análisis permite profundizar la caracterización del
informacionalismo periférico nacional.
Por último, la reducción de la brecha socio-tecnológica de acceso a las TIC en el periodo señalado,
arroja datos relevantes respecto a la relación entre informacionalismo y desarrollo humano. El
incremento de la inclusión socio-digital favorece el acceso democrático a la información y
conocimiento, lo que no sólo estimula el crecimiento del sector productivo informacional, sino que
contribuye al empoderamiento de las comunidades y la defensa de la democracia (Castells y
Himanen, 2014).
125
SEGUNDA PARTE: INNOVACIÓN SOCIO-TECNOLÓGICA EN CIUDADES INTERMEDIAS
La segunda sección analiza la relación entre los procesos de innovación socio-tecnológica y las
ciudades como espacios en los cuales se desarrollan estos procesos. Se destacan tres elementos
fundamentales de análisis: a) El rol de las ciudades intermedias en los Sistemas Nacionales y
Provinciales de Innovación; b) La relación entre el tamaño de la ciudad y los procesos de
innovación socio-tecnológica; c) El impacto de los procesos de innovación socio-tecnológica sobre
el espacio físico y social de las ciudades. El último capítulo de esta sección describe las principales
políticas públicas de innovación socio-tecnológica implementadas en Argentina y la Provincia de
Buenos Aires entre los años 2004 y 2016.
Capítulo 3. El rol de las ciudades y los territorios en la Innovación
Este apartado describe la relación entre los procesos de innovación socio-tecnológica y las
ciudades como espacio predilecto en el que se sitúan y desarrollan estos procesos. Se pone
especial énfasis en el rol de las ciudades intermedias en los sistemas nacionales y locales de
innovación, la relación entre el tamaño de las ciudades y los procesos de innovación, así como
también en el impacto de la innovación socio-tecnológica sobre el espacio físico y social de las
ciudades.
3.1. Localizar la innovación
Al estudiar los procesos de innovación, sus características, y relaciones con factores económicos,
sociales, culturales, políticos; resulta imprescindible preguntarse en qué entorno territorial emerge y
se desarrolla un proceso tan complejo y dinámico como la innovación socio-tecnológica. Las
ciudades, entendidas como soporte físico donde se materializan los procesos de producción y sus
estructuras económico-sociales, han sido por excelencia el espacio en el cual se sitúan las grandes
innovaciones socio-tecnológicas. Tanto en el industrialismo como en el informacionalismo, las
ciudades ocupan esta posición de soporte material, físico y simbólico de grandes transformaciones
económicas, sociales, culturales, políticas, tecnológicas, etc.
Localizar la innovación implica estudiar estos procesos en su contexto. No es lo mismo analizar la
innovación en grandes metrópolis que en ciudades de tamaño intermedio. En esta tesis, se
abordan algunas directrices para analizar los procesos de innovación en ciudades intermedias de
países periféricos. Estas ciudades ocupan- cada vez más- un rol destacado en los sistemas
nacionales y provinciales de innovación, y han logrado constituir, en algunos casos, medios
innovadores114.
3.1.1. Las ciudades como espacio predilecto de la innovación socio-tecnológica
114
Uno de los interrogantes que recorre esta tesis de modo permanente, refiere al grado en que los “medios innovadores”
constituyen también “sistemas territoriales de innovación”, es decir sí estos se encuentran o no enlazados con estrategias
de desarrollo humano, social y económico de los territorios.
126
Los procesos de innovación socio-tecnológica emergen en un entorno especifico, un espacio en el
cual se reúnen determinadas características (disponibilidad de capitales, recursos humanos,
concentración de emprendedores y tecnólogos, presencia de universidades, mercados de trabajo,
diversidad cultural, etc.) que favorecen su desarrollo. Las grandes innovaciones tecnológicas no
sólo se produjeron en las ciudades115, sino que alteraron la organización espacial y social de las
mismas. Como señala Mumford (1979:614): “En lugar de algunas clase de reglamentación o plan
municipal, de carácter general, se dejaba a cargo del ferrocarril la definición del carácter y la
determinación de los límites de la ciudad”.
Finquelievich (2004:2) afirma en relación a la ciudad informacional: “La innovación tecnológica
basada en el conocimiento, traducida en la producción de bienes y servicios intensivos en
tecnologías de información y comunicación (TIC), o en empresas que actúan en redes
organizacionales basadas en las TIC, se concentra en general, en áreas metropolitanas de grandes
ciudades, o en sus zonas de influencia”. En sintonía con el planteo de Tuomi (1999), Finquelievich
(2007:140) afirma: “(…) la tecnología existe en tanto que la tecnología es usada (…)”. Existe un
vínculo directo entre innovación y práctica social116, por lo que no es posible pensar el cambio
tecnológico sin referir a un proceso de transformación profunda de la organización social. Y
precisamente, la sociedad se organiza, desarrolla, transforma, produce, y reproduce
fundamentalmente en las ciudades. Esto no quiere decir que no existan otras formas u espacios de
habitabilidad, pero resulta claro que las urbes constituyen el espacio hegemónico en el siglo XXI
(Serra, 2011).
Las ciudades constituyen el espacio predilecto de las innovaciones socio-tecnológicas en tanto
concentran, al menos, cuatro aspectos fundamentales que posibilitan y potencian estos procesos:
a) instituciones del conocimiento: universidades, centros de investigación, laboratorios de I+D,
bibliotecas, escuelas, etc.; b) capitales (de riesgo, inversión extranjera directa, etc.) y mercados (de
trabajo, de consumo, etc.) ; c) redes: sociales, productivas, multiactorales, etc.; d) población y
diversidad: cultural, étnica, racial, etc. Sobre la base de esta premisa es que resulta necesario, si lo
que se pretende es estudiar y analizar los procesos de innovación socio-tecnológica, contemplar a
las ciudades, sus particularidades, problemáticas, y transformaciones a lo largo del tiempo, como
factores condicionantes de estos procesos.
3.1.2. La innovación como producto urbano
Una de las razones por la cuales las ciudades conforman el entorno natural para que la innovación
emerja y se desarrolle, se debe en gran medida al poder creativo disponible en ellas (Knight, 1995;
Bontje, 2011; Yigitcanlar, 2011). Johnson (2010:238) señala: “Hay ambientes que aplastan las
nuevas ideas, mientras que en otros parecen florecer sin esfuerzo”. Una de las características
centrales de los entornos innovadores es su capacidad de “conectar” ideas en un sentido de
115
Resulta necesario distinguir la invención de la innovación. Finquelievich (2007:139) remarca la diferencia al señalar
que es fundamental analizar: “(…) la invención como un proceso de insight creativo y de esfuerzos heroicos para resolver
un problema, mientras que la innovación era descripta como un proceso que redefine las invenciones y que las traduce
en objetos utilizables (…)”. Mientras que la invención remite al acto creativo, la innovación se vincula con las prácticas
sociales que define el uso o no uso de los objetos creados. En el capitalismo, los usos sociales se encuentran
íntimamente ligados a la compra/venta de mercancías.
116
Fischer (1992) señala que no son los creadores y promotores de las nuevas tecnologías quienes determinan su uso,
sino los propios usuarios. Es la sociedad la que determina el uso concreto de los objetos tecnológicos, o su uso
predominante. La sociedad, de forma colectiva, define el “uso con sentido” de los artefactos (Tuomi, 1999).
127
experimentación constante. Johnson (2010:16) sostiene: “(...) la ciudad y la Web han sido motores
de la innovación porque, por razones históricamente complejas, constituyen entornos
poderosamente adecuados para la creación, difusión, y adopción de buenas ideas (...)”. Como
señalan Finquelievich, Feldman y Girolimo (2015:3): “En la densa trama de las ciudades, las ideas
innovadoras tienen mayores posibilidades de circular, almacenarse, recrearse y concretarse en
bienes y servicios”. Una buena idea que no logra materializarse, constituye simplemente una buena
idea, como remarca Johnson (2010:75) en relación a las ciudades: “(…) facilitan la diseminación de
buenas ideas, por supuesto, pero realizan algo mucho más sublime: colaboran para completar
ideas (…)”117.
La innovación constituye, ante todo, un producto urbano. Dado que las ideas creativas que
permiten impulsar las fuerzas sociales, tecnológicas, económicas y políticas de la innovación, se
localizan en entornos de conectividad e intercomunicación. Johnson (2010:45) señala: “Una buena
idea es una red”. Al respecto, el autor señala: “No se trata de que la red en sí sea inteligente, sino
de que los individuos se hacen más inteligentes al estar conectados con esa red”. Zubero (2012)
añade: “La ciudad son sus interacciones”.
Finquelievich (2016:63) remarca la importancia de concebir a las ciudades como: “(…) espacio de
las redes: redes técnicas, redes financieras, pero sobre todo redes sociales, de potentes efectos
transformadores (…)”. Este enfoque de “ciudad-red” (Randolph, 2000) permite comprender por qué
la innovación socio-tecnológica, que necesariamente requiere ser analizada en términos reticulares,
constituye un producto urbano. Finquelievich y Feldman (2014:173) agregan: “Uno de los requisitos
para la producción de innovaciones es, además de la circulación de ideas e información, su
conservación como conocimiento, para poder construir sobre esa masa crítica conocimientos
mayores y más innovadores. En las redes de relación de aquellas ciudades, las ideas comenzaron
a difundirse, y a través de esta difusión fueron conservadas, por vía oral, escrita, por medio de
imágenes, para las futuras generaciones. Esto no significa, que, concentrados masivamente, los
habitantes urbanos se volvieron más inteligentes o más creativos. Simplemente, se aumentaba el
número de personas que pudieran producir nuevas ideas o aprovechar aquellas que estaban en
circulación”. Este último concepto es relevante: en las ciudades se incrementa la posibilidad de que
una idea producida en el cerebro de una persona haga sinapsis en otro u otros cerebros.
Cuando se analizó el caso de Silicon Valley en el primer capítulo, se reconoció la importancia del
entorno urbano y los espacios de “sociabilización” de los emprendedores tecnológicos en torno al
avance científico-tecnológico. La cultura colaborativa, las redes sociales vinculadas a la industria
del microchip en los orígenes de la revolución TIC, ponen de manifiesto la importancia del entorno
urbano en los procesos de innovación socio-tecnológica. Castells y Hall (1994:56) señalan: “(…) la
vitalidad y la elasticidad de Silicon Valley a lo largo del tiempo y la consecución de su nivel de
excelencia tecnológica sólo fueron posibles gracias a que el propio “Valley” creó redes sociales de
información entre sus ingenieros, sus directivos y sus empresarios, generando un sinergia creativa
que transformó el afán por competir en los negocios como en un deseo por cooperar para la
innovación tecnológica (…)”.
117
Schumpeter (1979) señalaba tres fases diferenciadas: invención, innovación y difusión. En el capitalismo, las buenas
ideas para materializarse, deben traspasar la frontera de la invención hacía la producción y comercialización. Por esta
razón, las ciudades constituyen el espacio predilecto para que la innovación y difusión se pueda desarrollar. Al respecto,
el economista austriaco señala: “De qué sirve el jabón, si las personas no se lavan las manos”.
128
3.1.3. Las ciudades como espacios de desarrollo
Las ciudades, además de constituir el espacio predilecto de la innovación socio-tecnológica,
pueden conformar verdaderos espacios de desarrollo económico, social, tecnológico y humano.
Sassen (2007) señala que una de las ventajas de la densidad urbana es que trae consigo
mercados de trabajo, redes de firmas, información sobre los últimos desarrollos, mercados
diversos, etc. Hall y Castells (1994:27) agregan: “(…) en una economía mundial cuya
infraestructura productiva está compuesta de flujos de información, las ciudades y las regiones se
están convirtiendo de forma creciente en agentes decisivos del desarrollo económico (…)”.
Schiavo, Rodríguez y Vera (2014:142) señalan: “Desde una perspectiva histórica se observa que
las ciudades, lejos de ser meros escenarios, son actores claves del desarrollo de sus sociedades,
por ende, su estudio ha ido adquiriendo mayor significación con el tiempo, en consonancia con la
creciente importancia de la población urbana”118.
Finquelievich (2007) sostiene que no eran pocos los expertos urbanos que sostenían a fines de la
década de los noventa que, en el contexto de la globalización y la revolución TIC, las ciudades irían
perdiendo fuerza como núcleos de desarrollo económico119. Sin embargo, en línea con el planteo
de Sassen (2001, 2007), lo que se ha generado es: “Una red mundial de ciudades como lugares
estratégicos de la economía global”. Esta situación, lejos de disminuir el valor de las ciudades, lo
potenció a tal punto que, en el marco de una nueva geografía de la economía mundial, la dicotomía
centro/periferia se traslada al interior de las ciudades120.
Esta coexistencia de redes globales y anclajes territoriales puso de manifiesto una tensión respecto
al rol de las ciudades en torno a las políticas y estrategias de desarrollo. Schiavo, Rodríguez y Vera
(2014:142) destacan: “Así, el espacio geográfico permanece como el territorio de los estados, con
límites físicos y fronteras político administrativas, en cambio, el espacio que traen consigo las TIC,
es un territorio autorregulado con otros límites y otras fronteras”. La configuración del espacio de
los flujos121 supone que: “Dentro de cada país, la arquitectura de redes se reproduce en los centros
regionales y locales, de tal modo que el conjunto de sistema queda interconectado a escala global”
(Castells, 2001:414).
118
La revalorización de las ciudades como espacios de desarrollo no sólo responde a la crisis de los Estados-nación, sino
a la aparición y fortalecimiento de nuevas perspectivas de desarrollo en las cuales lo “local” cobra relevancia.
Finquelievich (2007:23) señala en relación a este punto: “(…) supone dejar de lado la concepción clásica de desarrollo
que conjetura que el crecimiento económico está ligado exclusivamente a la implantación de empresas multinacionales
externas al territorio en el que se asientan y que responden a la lógica del mercado global y no a las necesidades locales
(…)”.
119
Existían varias razones para suponer que las ciudades irían perdiendo peso. El avance de las TIC, la conformación de
redes sociales virtuales, el desarrollo del comercio electrónico, teletrabajo, etc.; permitía suponer que la sociedad
buscaría nuevas formas de habitabilidad, alejadas de la conflictividad urbana: tráfico, violencia, contaminación, estrés,
etc. Castells (2001) señala en relación al “fin de las ciudades”: “(…) los lugares de trabajo, los colegios, los complejos
médicos, las oficinas de servicio al consumidor, las zonas de recreo, las calles comerciales, los centros comerciales, los
estadios deportivos y los parque aún existen y existirán, y la gente irá de unos lugares a otros con una movilidad
creciente debido precisamente a la flexibilidad recién adquirida por los dispositivos laborales y las redes sociales: a
medida que el tiempo se vuelve más flexible, los lugares se vuelven cada vez más singulares, ya que la gente circula
entre ellos con un patrón cada vez más móvil (…)”.
120
Según Sassen (2007:26): “Esto no significa que las viejas jerarquías hayan desaparecido, sino que junto a las
anteriores surgen nuevas escalas, y que con frecuencia estas pueden vencer a aquellas”.
121
En palabras de Castells (2001:445): “El espacio de los flujos es la organización material de las prácticas sociales en
tiempo compartido que funciona a través de flujos. Por flujo entiendo las secuencias de intercambio e interacción
determinadas, repetitivas, y programables entre las posiciones físicamente inconexas que mantienes los actores sociales
en las estructuras económicas, políticas, y simbólicas de la sociedad”.
129
El desplazamiento del espacio de desarrollo de los Estados-nación a las ciudades se vincula con la
transformación en el modo de desarrollo: el paso del industrialismo al informacionalismo. Sassen
(2003:16) señala: “(…) observamos en las ciudades la formación de un nuevo núcleo económico
urbano de banca y actividades de servicio que viene a reemplazar el viejo núcleo típicamente
orientado a la manufactura (…)”. Más adelante agrega: “En el caso de ciudades que son centros de
negocios internacionales mayores, la escala, el poder y los niveles de ganancia de este nuevo
núcleo sugieren que estamos ante la formación de una nueva economía urbana” (Sassen,
2003:17). Finquelievich (2016:62) señala que las ciudades viven una nueva coyuntura, definida por:
“Su revalorización como motor económico, centro de innovación y difusión tecnológica y cultural, y
lugar de encuentro/asociación/cooperación entre el Estado y la sociedad civil, entre lo público y lo
privado”.
3.1.4. Las ciudades como sistemas territoriales de innovación
Las ciudades en tanto espacios de desarrollo económico, social, tecnológico, y humano, pueden
constituir medios innovadores y conformar sistemas territoriales de innovación. Según Castells y
Hall (1994:30), se puede definir un medio innovador como: “(...) el sistema de estructuras sociales,
institucionales, organizativas, económicas y territoriales que crean las condiciones para una
generación continua de sinergias y su inversión en un proceso de producción (...)”. La capacidad de
las ciudades para constituirse en medios innovadores define, en gran medida, la ubicación de las
mismas en la economía global como ciudades centrales o periféricas. Las ciudades-medios de
innovación sería aquellas que logran concentrar: la producción de bienes y servicios
informacionales, la atracción de empresas que ejercen un rol preponderante en la economía
informacional, el consumo de este tipo de bienes, la utilización de las TIC en la administración
pública y al gestión urbana, la formación y desarrollo de redes ciudadanas en torno a las TIC, etc.
(Finquelievich, 2007).
Lundvall (1994) categorizó el concepto de “sistemas nacionales de innovación” (SNI) en referencia
a los: “(...) elementos y relaciones que interactúan en la producción, difusión y uso de nuevo, y
económicamente útil, conocimiento; un sistema nacional rodea los elementos y relaciones
localizados o enraizados dentro de las fronteras de un estado-nación (...)”. Las distintas regiones y
ciudades que integran un país forman parte de un sistema territorial complejo de interacciones
entre diversos actores sociales, en el cual la utilización y circulación del conocimiento entre los
mismos, resulta determinante. Johnson y Lundvall (1994) conciben a las innovaciones como: “(...)
un proceso social e interactivo en un entorno social específico y sistémico (...)”122.
Yoguel (2006) destaca la importancia de los sistemas territoriales de innovación en la competencia
global. En el ámbito local se tejen las relaciones entre los actores de la innovación que resultan
fundamentales a la hora de crear conocimientos y capacidades endógenas de desarrollo. Las
empresas y los centros tecnológicos no son la única pieza clave para potenciar los procesos de
innovación, la construcción de sistemas locales de innovación y la interacción de los actores de la
innovación en el territorio constituyen un eje central de análisis. Según el autor (2006: 8): “Además
122
Las ciudades constituyen nodos de los SNI, se encuentran influenciados por las políticas nacionales de innovación
socio-tecnológica, pero conforman entornos territoriales específicos con la capacidad de: “(…) alimentar círculos virtuosos
de innovación con base en mecanismos interactivos de producción de conocimiento tecnológico localizado (…)” (Antonelli
y Ferrão, 2001:13).
130
de sistemas productivos, los sistemas locales de innovación incluyen a instituciones educativas y
de formación de diversos niveles, a instituciones que agrupan a trabajadores, técnicos,
profesionales y empresas y a entidades de investigación y desarrollo científico y tecnológico”.
Méndez, Michelini y Romero (2002:4) agregan: “(…) si bien los procesos de innovación
(empresarial, institucional o social) localizados tienen lugar a partir de la presencia de todo un
conjunto de recursos –productivos, naturales, intelectuales, etc.- que configuran el capital
endógeno del territorio, son los recursos específicos, es decir, aquellos de naturaleza única y
diferenciada que surgen en determinados territorios como consecuencia de dinámicas
socioeconómicas propias, los que se constituyen en pieza clave explicativa en la creación y
mantenimiento de la ventaja competitiva en los territorios innovadores (…)”.
3.2. Tecnópolis, ciudades globales y el nuevo rol de las ciudades intermedias
Resulta fundamental analizar el rol de las ciudades en el desarrollo del Capitalismo Informacional
(CI). En este caso, se trata de caracterizar el rol de las Tecnópolis (Hall y Castells, 1994) en los
inicios del informacionalismo, el desarrollo de lo que Sassen (2001, 2007) llama “ciudades
globales” en sintonía con el avance de la globalización neoliberal, y el nuevo rol que ocupan las
ciudades intermedias en los sistemas nacionales y provinciales de innovación como nodos que
enlazan estructuras socio-productivas mayores con estructura menores. Se hará mención al
Sistema Nacional y Provincial de Innovación de Argentina, siguiendo la tipología sobre sistemas de
innovación elaborada por Yoguel (2006).
3.2.1. Las tecnópolis: ¿Complejos industriales del siglo XXI?
Hall y Castells (1994:17) en su obra: “Las Tecnópolis del mundo. La formación de los complejos
industriales del siglo XXI” señalan: “La estructura de ciudades y regiones está siendo
profundamente modificada y condicionada en su dinámica del crecimiento por la interacción de tres
grandes procesos históricos: la revolución tecnológica, la formación de una economía global y el
surgimiento de una forma institucional de producción económica y gestión”. Según los autores, las
“Tecnópolis” constituyen el producto urbano de estas transformaciones. Los autores (1994:17) la
definen como los: “centros planificados para la promoción de la industria de alta tecnología”. Más
adelante, agregan que en definitiva, las Tecnópolis: “(…) representan los diversos tipos de medio
innovador que podemos encontrar realmente en el mundo actual (…)”. Esto no sólo incluye las
ciudades planificadas bajo esta óptica, sino también a: “(…) la mayoría de las principales metrópolis
más antiguas (…)” (Hall y Castells, 1994:30).
El Cuadro 25 refleja los cinco tipos de “tecnópolis” de acuerdo a la tipología elaborada por Hall y
Castells (1994):
Cuadro 25. Cinco tipos de Tecnópolis
Complejos
Ciudades de la
industriales de ciencia
alta tecnología
Tipo
Casos
Silicon Valley
La
ciudad
siberiana
de
Corredor de la Akademgorodok
carretera
128
Parques
Tecnópolis
Tecnológicos japonesas
Los casos de Incluye
26
Hsinchu
en emplazamientos
Taiwán
de tecnópolis, la
mayoría
se
Grandes zonas
metropolitanas
del
mundo
desarrollado
Incluye
las
viejas
metrópolis
(Paris,
Tokio,
131
Características
Boston
la experiencia Sofía Antipolis encuentran
coreana
de en Francia,
alejados
Taedok,
Tokio
Cambridge en
la
ciudad Inglaterra
multinucelar
japonesa
de
Kansai
Algunos han sido
creados de forma
planificada y otros
no. En el caso de
Silicon Valley el
impulso se dio por
el desarrollo de
empresas de alta
tecnología,
mientras que en
el caso de la
carretera 128 de
Boston,
el
proceso
fue
impulsado
por
una
ola
de
reindustrialización
y un proceso de
reconversión
industrial
Son complejos
científicos
sin
relación con la
industria.
Se
busca generar
sinergias
a
partir
del
aislamiento y la
extrema
especialización
científica
Buscan
conformar
polos
producción
base a
atracción
empresas
alta
tecnología
de
en
la
de
de
Londres),
las
de metrópolis que
perdieron
su
preponderancia
como centros
industriales
(Nueva York y
Berlín), y las
metrópolis
tecnológicoindustriales
(Los Ángeles y
Múnich)
Son
ciudades
que
forman
parte
del
programa
de
creación
y
desarrollo
de
tecnópolis por
parte
del
Ministerio
de
Comercio
Exterior
e
Industria
de
Japón
(MITI).
La selección de
las
ciudades
responde a dos
objetivos:
a)
desarrollar
ciudades
periféricas
y
atrasadas
de
Japón;
b)
promocionar
nuevas
tecnologías
No
son
reconocidos
habitualmente
como medios
innovadores,
pero
constituyen en
esencia
grandes
centros
de
producción de
alta tecnología
Fuente: elaboración propia en base a Hall y Castells (1994)
Las “tecnópolis” como medios innovadores responden a tres objetivos fundamentales:
a) reindustrialización (remplazar los viejos sectores tradicionales de la industria por los nuevos
ensamblajes tecnológicos)
b) desarrollo regional-favorecer la redistribución espacial del desarrollo tecnológico
132
c) creación de sinergias-entendida como la “(…) generación de nueva información de alto valor
a través de la interacción humana (…)” (Hall y Castells, 1994:314)
Sobre la base de estos tres objetivos fundamentales, se extiende una gran diversidad y
heterogeneidad de experiencias concretas. Hall y Castells (1994:311) son enfáticos al afirmar que:
“No existe, ciertamente, una formula general para el éxito de un proyecto basado en la tecnología”.
La idea de “tecnópolis” como la nueva ciudad industrial del siglo XXI, se vio remplazada por un
concepto posterior que Castells definió como “Ciudad Informacional” (Castells, 1995). El avance del
nuevo paradigma socio-tecnológico, junto al proceso de reestructuración capitalista, conformaron
un escenario de transformación en el modo de desarrollo: el paso del industrialismo al
informacionalismo. Castells (2001:432) señala: “La era informacional está marcando el comienzo
de una nueva forma urbana, la ciudad informacional”123. El concepto de tecnópolis se encuentra
ligado a cierta organización espacial de la producción industrial de alta tecnología, mientras que la
ciudad informacional no constituye un proyecto planificado ni orientado a motorizar un sector de la
economía, sino un proceso de transformación del espacio urbano impulsado por un nuevo modo de
desarrollo: el informacionalismo. Más allá de las diferencias, el concepto de “tecnópolis” resulta útil
para analizar las características que asumen los distintos tipos de “medios innovadores”124.
El estudio elaborado por Hall y Castells en la década de los noventa sobre las tecnópolis, permitió
arrojar algunas conclusiones relevantes para el estudio de los procesos de innovación sociotecnológica en la actualidad:
a) la importancia de las sinergias producidas en el territorio- entendida como redes que
conectan a diversos actores sociales que se sustentan por la libre circulación de información
y conocimiento125;
b) la intervención del Estado en tanto actor fundamental del desarrollo tecnológico126;
c) el rol fundamental de las universidades en la generación de nuevos conocimientos y
formación de capital humano127;
d) la industrias innovadoras requieren financiamiento, no sólo público sino también de
capitales de riesgo;
e) la importancia de la organización social de los medios innovadores- se destacan las redes
sociales de información128;
123
La característica central de la ciudad informacional es que no se trata de una forma, sino un proceso: “(…)
caracterizado por el dominio estructural del espacio de los flujos (…)” (Castells, 2001:432).
124
El análisis de las ciudades como posibles “medios innovadores” requiere incorporar estas lecciones extraídas del
estudio de las “tecnópolis”, a pesar de haber sido elaboradas en la década de los noventa. La evolución del
informacionalismo modificó algunas de las condiciones de desarrollo de medios innovadores, pero aún continua siendo
preponderante el rol del Estado, las sinergias construidas entre diversos actores sociales, la participación activa de las
universidades, el aporte sustancial de los capitales de riesgo, las redes sociales de información, etc.
125
Estas sinergias no sólo se registran en Silicon Valley, sino también en el corazón de las grandes ciudades
metropolitanas (Berlín, Tokio, Londres, Paris, Los Ángeles, Múnich, etc.). Hall y Castells (1994:315) señalan: “Tanto los
nuevos como los antiguos lugares se hallan, al menos, visiblemente inmersos en una red de información”.
126
Se menciona el caso del Estado desarrollista japonés y de los cuatro tigres asiáticos (Singapur, Hong Kong, Taiwán, y
la República de Corea), pero también el caso de Silicon Valley. Hall y Castells (1994:320) aclaran: “(:..) es evidente que
los contratos de defensa de los primeros años fueron cruciales para el rápido desarrollo tecnológico (…)”.
127
Hall y Castells (1994:324) señalan que, en algunos casos, las universidades pueden actuar como empresas y
dedicarse también a la producción. Sin embargo, los mismos autores remarcan: “(…) las universidades sólo podrán
desempeñar su papel innovador si sigue siendo instituciones fundamentalmente autónomas, fijando sus propias agendas
en la investigación y estableciendo sus propios criterios de calidad científica y de promoción interna (…)”.
133
f)
la localización de las cadenas de innovación- se destaca la dificultad de generar medios
innovadores en pequeñas ciudades, aisladas de los grandes centros urbanos y en las
cuales no existe un feedback con la industria;
g) la importancia del tiempo- no se construyen medios innovadores en el corto plazo, estos
requieren al menos entre quince y veinte años (Hall y Castells, 1994; Finquelievich, 2004).
3.2.2. Megaciudades, ciudades globales y ciudades-región
El desarrollo del informacionalismo en el nuevo milenio, vino acompañado de la creación de una
nueva forma urbana: las Megaciudades. Estas son descriptas por Castells (2001:437) como: “(:..)
aglomeraciones de seres humanos muy grandes (…)129”. Luego, añade: “Pero el tamaño no es la
cualidad que las define. Son los nodos de la economía global y concentran las funciones superiores
de dirección, producción y gestión en todo el planeta; el control de los medios de comunicación; el
poder de la política real; y la capacidad simbólica de crear y difundir mensajes (…)”.
Se describen como Megaciudades a Tokio, San Pablo, Nueva York, Ciudad de México, Shanghái,
Bombay, Los Ángeles, Buenos Aires, Londres, Paris, Seúl, pero también Dacca, Lagos, Rio de
Janeiro, Yakarta, El Cairo, etc. No todas constituyen los grandes centros del poder global, pero
conectan a grandes segmentos de la población mundial a la economía global. Castells (2001:437)
señala: “Las megaciudades concentran lo mejor y lo peor, desde los innovadores y los poderes
existentes hasta gente sin importancia estructural, dispuesta a vender su irrelevancia o hacer que
los demás paguen por ella”.
El propio Castells (2001:438) sostiene en relación a esta nueva forma urbana: “(…) son
constelaciones discontinuas de fragmentos espaciales, piezas funcionales, y segmentos sociales
(:..). Esto quiere decir que las megaciudades se encuentran conectadas globalmente y
desconectadas localmente. Esta contradicción entre la dimensión global y local se manifiesta tanto
en el espacio físico como social. Castells (2001) diferencia estas dos esferas, a las que denomina:
espacio de los flujos y espacio de los lugares. El espacio de los flujos se define en términos
globales y se vincula directamente con las redes que se construyen a nivel global y que determinan
los centros de poder mundial, mientras que el espacio de los lugares tiene un claro centro de
referencia en el espacio físico, localizado en un espacio concreto, geográficamente delimitado.
Mientras que el primero no tiene una constelación física, más bien virtual, el segundo,
necesariamente asume una forma, significado y función anclado en un territorio específico. La
superposición de estas dos espacialidades genera: “(…) una esquizofrenia estructural entre dos
lógicas espaciales que amenazan con romper los canales de comunicación de la sociedad (…)”
(Castells, 2001:461).
Sassen introdujo el término “ciudades globales” para referirse a un proceso similar al que analizó
Castells. Se trata de: “(…) nuevas formas de centralización territorial de las operaciones de gestión
y control de alto nivel (…)”. Es decir: “Los mercados nacionales y mundiales, como también las
organizaciones mundialmente integradas, requieren lugares centrales en los que se lleve a cabo la
labor de mundialización” (Sassen, 2001:37). Estas nuevas formaciones urbanas reflejan una nueva
geografía de centros y márgenes: “Las ciudades globales acumulan concentraciones inmensas de
128
Se destacan los casos de Silicon Valley y Japón: los bares de Tokio y los restaurantes de Mountain View conformaron
espacios de sociabilización de ingenieros, empresarios e informáticos que permitían el intercambio de información y
conocimiento (Hall y Castells, 1994:326).
129
Ciudades que concentran a más de 10 millones de habitantes según Naciones Unidas (1992).
134
poder económico, mientras que las ciudades que en tiempos fueron importantes centros
manufactureros experimentan decadencias desmesuradas; los centros de las ciudades y los
centros de negocios de las zonas metropolitanas reciben inversiones en propiedad inmobiliaria y
telecomunicaciones en gran escala, mientras que las zonas urbanas y metropolitanas de bajos
ingresos carecen de recursos suficientes; los empleados muy especializados del sector de las
grandes empresas ven aumentar sus ingresos hasta niveles inhabituales, mientras que los
trabajadores con una especialización media o baja ven desplomarse los suyos. Los servicios
financieros producen beneficios descomunales, mientras que los servicios industriales apenas
sobreviven”.
Así como las megaciudades de Castells, las “ciudades globales” constituyen el espacio
hegemónico del proceso de valorización del capital informacional, y en muchos casos, constituyen
el puente que conecta a grandes aglomeraciones de seres humanos con la economía global.
Sassen (2007:147) denomina a este proceso como la conformación de “un nuevo orden
socioespacial”, caracterizado por:
a) la expansión del sector internacionalizado de la economía urbana;
b) la conformación de un nuevo régimen económico que favorece a los sectores de la
economía ligados a la actividad financiera y los servicios especializados, en desmedro de la
actividad industrial tradicional, lo que se desplaza a la curva de ingresos de unos y otros;
c) una exacerbación de la polarización social como contracara del nuevo régimen económico,
lo que se traduce en la creación de una nueva forma de pobreza y marginalidad urbana
centrada en el trabajo (Sassen, 2007:147)
El nuevo orden socioespacial se inscribe dentro de una perspectiva general que no diluye las viejas
dicotomías entre países ricos y pobres, pero reconoce nuevos mecanismos de expresión espacial
de las desigualdades. Sassen (2007:151) señala: “El conjunto de estas tendencias constituye
nuevas geografías de la centralidad y la marginalidad, que atraviesan la vieja división entre países
ricos y pobres”. Esta nueva geografía de centros y márgenes no sólo reproduce las desigualdades
estructurales existentes, sino que genera nuevos mecanismos de segregación y fragmentación
social.
Soja (2006) introduce el concepto de ciudades-región en base a los estudios de Friedmann y Wolf
(1982), como una alternativa a la aplicación del concepto de “ciudades globales” a la realidad
latinoamericana. Estas ciudades constituyen: “(…) nodos esenciales espaciales de la economía
global y como actores políticos singulares sobre la escena mundial (…)” (Soja, 2006:15). Desde la
óptica de este autor, la globalización reconfigura el espacio urbano, conduciendo a un proceso de
evolución de las metrópolis hacía la postmetropolis130.
En esta tesis, se utiliza el concepto de ciudades-región como una categoría complementaria a la de
“ciudades globales”. Se trata de un segundo eslabón de ciudades que desempeñan una función de
centralidad para sus regiones pero que no constituyen, en sí mismas, nodos relevantes a nivel
global. Estos espacios urbanos actúan como centros en sus propios países, y operan como núcleos
130
La postmetrópolis son policéntricas y multimodales. Los límites entre la ciudad y la no-ciudad se diluyen. Soja (2008)
define a este proceso como “urbanización regional”.
135
de desarrollo económico, social, cultural, político a nivel regional131. Estas ciudades constituyen un:
“(…) complejo mosaico de nodos, niveles, escalas y morfologías superpuestas e interdependientes
(…)”. Lo urbano se “regionaliza” revalorizando los sub-espacios nacionales que son capaces de
establecer relaciones directas con otros territorios, inclusive más allá de las fronteras nacionales
(Soja, 2006:26)
Si bien tanto las ciudades globales, como las ciudades-región, operan según Pradilla (2008:6)
como: “(:..) correa de transmisión de las decisiones tomadas en los centros hegemónicos (…)”, las
segundas ocupan un rol secundario en materia de desarrollo del informacionalismo, mientras que
las primeras son el espacio predilecto en el que el modo de desarrollo informacional se expande. El
término ciudades-región se adapta mucho mejor a la realidad de una gran cantidad de ciudades de
la periferia, en tanto no desconoce el proceso de crecimiento de la urbanización y centralización,
así como también el nuevo orden socioespacial, pero reconoce en muchas ciudades periféricas la
falta de elementos, estructuras y procesos propios de la ciudades globales132 (Pradilla, 2008).
3.2.3. El rol de las ciudades intermedias: ¿nuevos núcleos de desarrollo?
En paralelo al proceso de desarrollo de las megaciudades, ciudades globales y ciudades-región, en
algunas regiones, como América Latina, se fue generando un proceso en parte inverso, y en parte
complementario, de crecimiento de las ciudades de tamaño intermedio133. Como señala la CEPAL
(2017:41): “Las señales de agotamiento de las ventajas comparativas de las megaciudades,
producto de las deseconomías de escala, dan un espacio para que ciudades de menor tamaño
afirmen un nuevo papel económico dinámico en los sistemas urbanos”.
Resulta difícil encontrar un consenso claro en la academia respecto a la definición de ciudad
intermedia. Según Michelini y Davies (2009:7), si se consideran los umbrales demográficos: “(…)
no sólo varía en función de las características poblacionales de cada país, sino que,
principalmente, se encuentran establecidos arbitrariamente por cada autor (:..)”. Bellet y LLop
(2004) señalan que las ciudades intermedias constituyen “los otros espacios urbanos”, al
diferenciarlos de los grandes centros urbanos y las pequeñas localidades. El límite cuantitativo
resulta variado e impreciso: la Unión Europea (UE) considera una ciudad intermedia aquella que
tiene entre 20.000 y 500.000 habitantes (Bellet, 2000); algunos autores como Méndez (2008) y
Vilagrasa (2001) lo ubican entre 20.000 y 250.000-300.000 habitantes; y Sassone (2000) en el caso
argentino, lo ubica entre 20.000 y 149.999 habitantes; mientras que para Vapñarsky (1995) toda
ciudad que supere los 50.000 habitantes, salvo el Gran Buenos Aires, debe ser considerada ciudad
intermedia (Michelini y Davies, 2009).
131
Estas ciudades se encuentran insertas en los flujos informacionales globales, pero con un rango mucho menor a las
ciudades globales descriptas anteriormente.
132
Estos elementos se vinculan con el comando de: “(…) las redes financieras mundiales, el desarrollo cuantitativo y
cualitativo de los servicios especializados de la producción, y la centralización de las redes informáticas de alta tecnología
(…)” (Pradilla, 2008:3). El autor mexicano resalta en relación a las ciudades latinoamericanas que se consideran
“ciudades globales”: “(…) lo único parecido que tienen es que son tanto o más grandes en población y extensión que las
estudiadas por Sassen, pero cuyo papel estructural en la acumulación está en la antípoda del que estas tienen (…)”
(Pradilla, 2008:4).
133
Se trata de una contratendencia al proceso de concentración urbana en los grandes centros metropolitanos, pero, al
mismo tiempo, coexiste con este fenómeno. Algunas de las ciudades intermedias de la región experimentaron un
crecimiento considerable, pero este crecimiento no se trasladó a una desconcentración de las grandes aglomeraciones
urbanas. La transformación de las ciudades industriales metropolitanas en ciudades de servicios, y en algunos casos,
ciudades globales, ha disminuido la atracción de mano de obra destinada al sector industrial, una parte de esta población
eligió migrar a algunas ciudades intermedias en busca de mejorar su calidad de vida (CEPAL, 1998; CEPAL, 2017).
136
En términos cualitativos, la definición de ciudad intermedia refiere a: “(…) la función que la ciudad
juega en su entorno más o menos inmediato -la influencia y relación que mantiene con el mismo-,
por un lado, y al rol de la misma en la jerarquía urbana, es decir su papel de potencial
“intermediación” entre las ciudades de mayor rango y los espacios rurales (…)” (Michelini y Davies,
2009:8). Vilagrasa (2000:1) agrega que estas ciudades son: “(:..) susceptibles de generar
crecimiento y desarrollo en su entorno próximo y de equilibrar el territorio frente a las macrocefalias
metropolitanas (…)”. Para Gudiño (2015:86) resulta fundamental considerar el contexto de: “(:..) las
redes y jerarquías urbanas existentes en diferentes áreas socioeconómicas y culturales (…)”. Más
adelante, añade: “la ciudad intermedia debe definirse por el papel y función que la ciudad juega en
su territorio más o menos inmediato, por la influencia y relación que ejerce y mantiene en ese
territorio y por los flujos y relaciones que genera hacia el exterior (…)” (Gudiño, 2015:87). En esta
tesis, se define a las ciudades intermedias no sólo por su tamaño, sino por la función de
intermediación entre estructuras urbanas mayores y menores, entre espacios de acumulación
global y realidades locales, y por el rol, cada vez más importante, que cumplen dentro de los
sistemas nacionales y provinciales de innovación.
Gudiño (2015:88) señala en relación al análisis de las ciudades intermedias en contexto del
capitalismo informacional: “La diferencia entre la ciudad media de la etapa anterior y la ciudad
intermedia en la red global depende fundamentalmente de la posición y posibilidad de conexión a
grandes redes y flujos”. Michelini y Davies (2009:8) agregan: “En ese contexto, éstas enfrentan una
nueva oportunidad de resituarse en la red global”.
Las ciudades intermedias crecen como ninguna otra formación urbana, pero esto no implica que las
“megaciudades” experimenten un proceso de desconcentración. Gudiño (2011:5) señala: “(…) es
posible que el Siglo XXI sea conocido como el Siglo de las “meta-ciudades”, o conurbaciones
urbanas de más de 20 millones de habitantes. Se espera que para el 2020 existan más de 600
ciudades de esta dimensión (…)”. Sin embargo, aclara: “(…) las ciudades de tamaño medio
concentran un poco menos de la mitad de la población del planeta pero este rango de ciudades
crece más rápido que cualquier otro tipo de ciudad en el mundo de tal forma que ellas absorberán
más del 50 por ciento del crecimiento urbano mundial en los próximos veinte años (…)”134.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) utiliza la categoría “ciudades emergentes” para referir
a las ciudades intermedias de América Latina y el Caribe que crecen en términos poblaciones y
económicos más que la media nacional. Estas constituyen más de un tercio de las ciudades
intermedias de la región135. A pesar de reflejar un crecimiento económico superior a la media
nacional, muchas de estas ciudades: “(…) tienen dificultades para manejar la rapidez de la
urbanización, para generar condiciones estructurales capaces de superar la pobreza y para aportar
a la creación de empleo (…)” (BID, 2016:29).
134
El BID (2016:1) señala que desde los años setenta: “(:..) las tasas de crecimiento de las ciudades con una población
de 50.000 a un millón de habitantes han sobrepasado el crecimiento de la ciudad principal (…)”. Sin embargo, aclara:
“Pese al dominio de las megalópolis, el reciente crecimiento de la población está concentrado en las ciudades pequeñas
y medianas, lo cual refleja tanto la importancia creciente de las ciudades intermedias como el crecimiento suburbano
dentro de las áreas metropolitanas de las ciudades principales”. Carrión (2013:29) señala que: “(…) se considera que en
la región tendríamos una pirámide trunca, producida por una alta primacía urbana que distorsiona los equilibrios
territoriales: pocas ciudades con mucha población y poca población en muchas ciudades (…)”.
135
Según el BID (2015) una ciudad intermedia disponen de una población entre 100.000 y 2 millones de habitantes.
Algunas de las ciudades emergentes reconocidas por el BID son: Asunción (Paraguay), Paraná (Argentina), Joao Pessoa
(Brasil), Cumaná (Venezuela), Huancayo (Perú), Cuenca (Ecuador), etc.
137
Las ciudades intermedias pueden constituir sistemas locales de innovación y espacios regionales
de desarrollo económico, social, humano y territorial. El concepto de “sistema urbano136” permite
analizar a cada ciudad como: “(…) nodo de interconexión y no solo una cantidad de población
contenida en un territorio (…)” (Carrión, 2013:21). Dentro del sistema urbano, las ciudades
intermedias despliegan la función de ser articuladoras entre ciudades grandes y/o megaciudades
con otras más pequeñas. Además, muchas de estas ciudades también articulan los territorios con
las redes globales. En todos los casos, el término “intermedia” refiere a procesos de intermediación
entre estructuras mayores y menores, nacionales y subnacionales, locales y globales.
El Cuadro 26 y 27 se reflejan los desafíos que afrontan las ciudades intermedias en tanto células
de desarrollo territorial, económico, humano, etc.; así como también los recursos, presentes o no
en el territorio, requeridos por poder afrontar esos desafíos:
Cuadro 26. Desafíos para el desarrollo de las ciudades intermedias
Desafios
Competitividad
económica
Descripción
Generar ventajas competitivas que permitan aprovechar los
recursos disponibles para crear empleos de calidad; atraer
inversiones productivas; fomentar el crecimiento de las
empresas locales; etc.
Bienestar social
Mejorar la calidad de vida de la población, garantizando el
acceso a los servicios públicos esenciales (cloacas, agua
potable, luz, calefacción, etc.) y el acceso a salud, educación,
cultura, etc.
Sustentabilidad
ambiental
Garantizar que el crecimiento económico no deteriore el medio
ambiente; proteger el entorno natural; garantizar un turismo
responsable con el medio ambiente; mitigar las consecuencias
del desarrollo industrial sobre el medio ambiente; garantizar una
correcta gestión de los residuos; etc.
Participación
ciudadana
Fomentar la participación de la comunidad en la definición de los
lineamientos estratégicos del desarrollo territorial
Sociedad del
conocimiento
Estimular la creación de sistemas locales y territoriales de
innovación con perspectiva de desarrollo territorial con base en
la innovación socio-tecnológica
136
El concepto de sistema urbano hace alusión a la formación de una red de ciudades, conectadas entre sí a través de
caminos, rutas, oleoductos, redes telefónicas, internet, etc. Cada ciudad constituye un nodo del sistema. Se puede definir
al sistema urbano como: “(…) un conjunto de asentamientos ubicados en un determinado territorio, creado y organizados
por la sociedad que los habita, y que mantienen relaciones entre sí (…)” (Fernández Güell, 2006:148).
138
Fuente: elaboración propia en base a Méndez (2008, 2015)
Cuadro 27. Recursos para el desarrollo de las ciudades intermedias
Recursos
Capital social territorial
Densidad institucional
Recursos
Especializados
Actores locales
Descripción
Refiere a la red de relaciones sociales-con cierto nivel de
institucionalización- basada en la confianza, cooperación y
circulación de información y conocimiento entre actores sociales,
con fuerte anclaje en el territorio
Se vincula con las normas, reglas, valores culturales,
convenciones, y organizaciones formales existentes en el
territorio. Refiere también al rol de los gobiernos locales en
términos de políticas públicas activas de promoción del
desarrollo territorial con base en la articulación de los actores
locales
Se dividen en cuatro: a) recursos materiales (equipamiento,
infraestructura, servicios avanzados, etc.); b) recursos humanos
(población altamente capacitada, saber hacer local, etc.); c)
recursos productivos (estructura productiva, perfil productivo,
cultura empresarial, etc.); d) recursos patrimoniales (recursos
naturales, historia, cultura, etc.)
Hace alusión a las características, intereses, valores,
mecanismos de interacción, y estrategias de desarrollo,
elaboradas y desarrolladas por los actores sociales locales
(empresas, universidades, gobiernos locales, asociaciones de la
sociedad civil, etc.)
Refiere a las distintas redes que se construyen en los territorios:
Redes
a) redes de empresas (clúster, redes de proveedores, etc.);
b) redes de innovación (universidades, empresas, gobierno local,
139
etc.);
c) redes sociales formales e informales (basadas en vínculos
personales, confianza, y conocimiento mutuo)
Fuente: elaboración propia en base a Méndez (2008, 2015).
3.2.4. Las ciudades intermedias como sistemas locales de innovación
Como se mencionó anteriormente, las ciudades intermedias puede constituirse en espacios de
desarrollo económico, social, humano y territorial. También son capaces de conformar sistemas de
innovación locales. Estos sistemas se definen como: “(…) el espacio de interacción definido por las
relaciones entre empresas (tanto de carácter competitivo como cooperativo) y entre empresas e
instituciones, en el contexto de una ubicación geográfica común (…)” (Yoguel, Borello y Erbes,
2006:7). Más adelante, agregan: “Además de sistemas productivos, los sistemas locales de
innovación incluyen a instituciones educativas y de formación de diversos niveles, a instituciones
que agrupan a trabajadores, técnicos, profesionales y empresas y a entidades de investigación y
desarrollo científico y tecnológico” (Yoguel, Borello y Erbes, 2006:8).
Los autores plantean cinco aspectos fundamentales a analizar de los sistemas locales de
innovación:
a) delimitación del área económica local (tipo de ciudad, cantidad de población, número de
empresas y ocupados, numero de gobiernos municipales incluidos, etc.) y las
características físicas del sistema local (forma y extensión, conectividad interna,
subsistemas internos, etc.)
b) estructura económica y de empleo (producto, puestos de trabajo, ramas de actividad,
tamaños de firmas, tramas productivas y clúster, actores económicos locales y sus
interrelaciones, etc.)
c) restricciones internas y externas (financieras, falta de sensibilización respecto al desarrollo
local, excesiva centralización, etc.)
d) instituciones locales (estructura y funcionalidad de las instituciones, programas y proyectos
locales)
e) relaciones entre los diversos actores sociales locales (articulación entre actores públicos y
privados, circulación de conocimientos y recursos humanos entre empresas e instituciones,
etc.) (Yoguel, Borello y Erbes, 2006:14)
Los sistemas locales de innovación en Argentina muestran una gran heterogeneidad. Yoguel,
Borello y Erbes (2006:9) los agruparon en cuatro grupos bien diferenciados: a) sistemas locales
metropolitanos (regiones metropolitanas de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán y
140
Alto Valle del Río Negro) b) sistemas locales de ciudades de porte medio (más de 50 mil
habitantes) c) sistemas locales de ciudades pequeñas d) sistemas locales rur-urbanos (que
pivotean alrededor de pequeñas localidades de hasta 10 mil habitantes).
Las diferencias entre estos sistemas locales de innovación se explican no sólo por el tamaño y
extensión, sino por las características específicas de los actores productivos y sociales que forman
parte de los mismos (actividades productivas, presencia de Pymes, interacciones entre
universidades, empresas y gobierno local, etc.). Yoguel, Borello y Erbes (2006:9) reconocen la
importancia de: “(…) la presencia y características de las instituciones existentes en cada sistema
local y las interacciones que establecen entre sí y con los agentes económicos del sistema (…)”.
Algunas de las principales dificultades encontradas en los sistemas de innovación locales de
Argentina se vinculan con:
a) las competencias de los agentes (tanto las empresas como las instituciones revelan
deficiencias en materia de desarrollo organizacional, capacidad de trabajo en equipo, y nivel
de profesionalismo y conocimiento técnico del personal137)
b) la interacción entre los agentes (se identifica una débil articulación e interacción entre los
agentes económicos y con las instituciones, lo que evidencia la escasez de intercambio de
conocimiento y experiencias entre los mismos)
c) la integración de los sistemas locales y regionales (se registra una débil concientización
respecto a la importancia del desarrollo local, así como también deficiencias en materia de
especialización productiva, y falta de continuidad en las políticas públicas nacionales,
provinciales y locales)
d) la identificación de las inversiones físicas prioritarias (se revelan dificultades para jerarquizar
inversiones sustanciales en materia de infraestructura vial, de comunicaciones, productiva,
tecnológica, etc.) (Yoguel, Borello y Erbes, 2009:78).
Además de los recursos, características y dinámica interna, los sistemas locales de innovación se
relacionan con otros sistemas de orden regional, nacional y global. Si bien el análisis de las
interacciones entre los actores locales, constituye un aspecto central de estos sistemas, sería un
error analizarlos sin tomar en cuenta el contexto en el que se inscriben: sistema nacional de
innovación, políticas públicas implementadas en distintos niveles territoriales, incentivos y
obstáculos del mercado internacional, coyuntura económica, inversión en formación de recursos
humanos y capacidades científico-tecnológicas, etc.
En esta tesis se pone el acento en el análisis de los sistemas locales de tamaño medio (más de 50
mil habitantes) cuya característica fundamental es la concentración de diversos actores locales de
la innovación (empresas, gobiernos locales, universidades y/o centros de investigación, etc.), y la
existencia de cierto nivel de interacción entre los mismos. Estos sistemas son capaces de
137
No sólo refieren a las entidades empresariales (cámaras de comercio y asociaciones de empresas) sino también al
tercer sector (ONGs, organizaciones sociales, etc.).
141
conformar, por un lado, Sistemas Productivos Locales (SPL)138, y por el otro, redes en un sentido
amplio (de información, de conocimiento, de innovación, etc.) que pueden estar orientadas a
favorecer el desarrollo económico, humano, social, y político de los territorios. Como señalan
Yoguel, Borello y Erbes (2006) reúnen también una serie de problemáticas comunes a nivel
regional: deficiencias en materia de interacciones entre los actores, déficit de competencias en
algunos actores específicos (empresas, gobierno local, etc.), restricciones financieras, debilidades
institucionales, etc. La ciudad utilizada como estudio de caso- la Ciudad de La Plata- constituye en
sí misma un sistema local de innovación de porte medio, pero, dada su condición especial (capital
de la Provincia de Buenos Aires, cercanía con la Ciudad de Buenos Aires, y pertenencia al Área
Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), entre otros) también se puede analizar como un nodo
relevante del sistema local metropolitano de Buenos Aires139.
3.3 El impacto de la innovación socio-tecnológica en las ciudades
La mayoría de los estudios sobre innovación centran el análisis en su impacto económico, social y
científico, sin abordar el impacto en las ciudades y territorios. Este subapartado plantea algunos
interrogantes: ¿Los procesos de innovación socio-tecnológica, unidos al impulso y desarrollo del
sector SSI, modifican el espacio físico y social de las ciudades? ¿Promueven transformaciones en
las infraestructuras y equipamientos urbanos de uso colectivo? ¿Alientan innovaciones sociales?
3.3.1. Ciudades y TIC: el mito de las Ciudades inteligentes
El avance de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) y del modo de desarrollo
informacional, generó una serie de transformaciones sobre el espacio urbano. Se puede analizar
dicho impacto de tres maneras:
a) como potencialidad de desarrollo económico, social, humano de las ciudades a partir del
uso de las nuevas tecnologías de información y comunicación para la gestión urbana
b) como desplazamiento del espacio físico/presencia hacia el espacio virtual, lo que implica
una reconfiguración del espacio público urbano y una supremacía de las redes virtuales
digitales por sobre el espacio analógico/presencial
c) como coexistencia entre un espacio de flujos (reticular y virtual) y un espacio de lugares
(físico, anclado en la historia y cultura de los lugares).
Respecto a la potencialidad de las TIC para favorecer el desarrollo económico, social, y humano de
las ciudades, se puede rastrear en el ambiente académico y de la gestión pública, el uso de
categorías como “ciudades inteligentes” (smart cities) o “ciudades digitales” para referir a este
proceso. Como señalan Prince y Jolías (2016:17) existen una diversidad de enfoques sobre
“ciudades inteligentes” que evidencian al menos cuatro aportes fundamentales de las TIC a las
138
Los Sistemas Productivo Locales (SPL) refieren a: “sistemas que vinculan unidades productivas -en particular micro,
pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) localizadas en un territorio- para desarrollar acciones o estrategias
conjuntas” (Naclerio, 2010:26). Naclerio (2010:26) añade: “(…) la asociatividad permite innovar (clúster y distrito
industrial) y, por tanto, producir competitivamente (clúster y trama productiva), permite desarrollar nuevos eslabones y
reforzar los existentes para consolidar la cadena de valor (…)”. Naclerio (2004) afirma el carácter estratégico de los SPL
en tanto permiten reformar la Base Social de Conocimientos y el Sistema Nacional de Innovación (SNI).
139
En esta tesis se analiza al sector del Software y Servicios Informáticos (SSI) como una parte sustancial del sistema
local de innovación de la Ciudad de La Plata.
142
ciudades en términos de: a) utilizar de forma más eficiente los recursos, reduciendo costos,
ahorrando energía, mejorando los servicios al ciudadano, etc. (Cohen, 2014; Kanter y Litow, 2009);
b) generar empleo y desarrollo económico en base al mejoramiento de la calidad de vida de los
ciudadanos (Amara, 2010); c) mejorar las infraestructuras y los servicios al ciudadano, mejorando
la interconexión y eficiencia de los mismos (Belissent, 2010; Washburn, 2010); d) potenciar la
innovación socio-tecnológica (Constain, 2014). En general, estos enfoques presentan una
valoración positiva respecto de la utilización intensiva de las TIC, y adhieren a la noción de
“ciudades inteligentes” como un proyecto de ciudad al que resulta necesario aspirar.
Por otro lado, Borja (2014) se pregunta: “¿Hubo alguna vez ciudades tontas?140” La calificación de
las ciudades en más o menos inteligentes, de acuerdo al grado de utilización de las TIC, comete el
error de subsumir lo “inteligente” con el uso intensivo de las tecnologías. De esta forma, el
imaginario tecnológico y el discurso dominante de la “Smart City (SC)” opera como: “(:..)
mecanismo legitimador al proponer una nueva lectura sobre qué es una buena ciudad y una mala
ciudad (…)” (Fernández González, 2015:84). De esta forma, el discurso de la SC no sólo reproduce
un imaginario sobre la necesidad ineludible respecto al uso intensivo de las TIC (asociando
directamente tecnología con desarrollo), sino que además representa: “(:..) también un imaginario
socio-político que propone o se alinea con nuevas fórmulas de gobierno y gestión de la ciudad
(…)”. Las ciudades inteligentes como horizonte estratégico de la gestión urbana se alinean con una
agenda específica para el desarrollo urbano, razón por la cual Borja (2014) acusa la utilización de
esta categoría como: “Una operación publicitaria para que empresas o grupos empresariales
vendan sus “tecnologías” al papanatismo de gobiernos nacionales y locales, mientras se pretende
convencer a la ciudadanía de vivir en “ciudades verdaderamente inteligentes141”.
Evitar la etiqueta de SC, no implica reusar a analizar las TIC como instrumentos, herramientas y
procesos que pueden favorecer el desarrollo de las ciudades, y constituir aportes útiles en al menos
cuatro aspectos relevantes: a) participación ciudadana (las TIC pueden contribuir a profundizar la
relación entre gobernantes y gobernados, incentivar nuevas formas de intervención política, y
ampliar la agenda de discusión política más allá de los límites de las instituciones políticas
tradicionales); b) gestión de los servicios públicos (las TIC permiten mejorar la eficiencia,
transparencia, y gestión de trámites de diversos servicios públicos como agua potable, transporte,
electricidad, gas, etc.); c) acceso a la información y conocimiento (el acceso a las TIC permite
democratizar la generación, uso y difusión de información por parte de los ciudadanos, lo que
posibilita empoderar a las comunidades y enriquecer la democracia); d) ahorro energético y
cuidado del medio ambiente (la tecnología permite hace un uso más eficiente de los recursos
energéticos, disminuir la emisión de gases de efecto invernadero, y contribuir a la concientización
respecto a temáticas fundamentales como: separación de residuos, contaminación sonora, tráfico,
etc.).
Greenfield (2013) señala que uno de los peligros de adoptar la visión de SC es volver a caer en
viejas utopías142. Por eso sostiene que la noción de “ciudades inteligentes” no tiene nada que ver
140
http://www.plataformaurbana.cl/archive/2014/03/21/ciudades-inteligentes-o-cursileria-interesada/
http://www.plataformaurbana.cl/archive/2014/03/21/ciudades-inteligentes-o-cursileria-interesada/
142
Los milagros del “solucionismo tecnológico” (Morozov, 2013) no constituyen una creación del siglo XXI, ya estaban
presentes durante el siglo XX. Las utopías tecnológicas sobre ciudades del futuro en las cuales la tecnología resolvería
todos los problemas, fueron productos del modelo industrial hegemónico de la post-guerra. El optimismo en el progreso,
propio de la época dorada del capitalismo, se evidenció en la Feria Mundial Futurama, realiza en Nueva York en 1939. El
ideario de una ciudad hecha a medida del automóvil, avizoraba una ciudad de progreso y bienestar. Las desilusiones
posteriores confirman el escepticismo presente, respecto a las bondades de la toda poderosa tecnología (Fernández
141
143
con las ciudades143. Como señala Fernández González (2015:118): “De esta forma es como opera
el mito de la suficiencia tecnológica que revisaremos más adelante, al trasladar la idea de que el
consumo de energía es una cuestión puramente tecnológica (smart grids y sus diferentes
componentes), la seguridad pública es una cuestión puramente tecnológica (las cámaras de videovigilancia, los sistemas de reconocimiento facial,…), la ordenación del tráfico es una cuestión
puramente tecnológica (el procesamiento de datos en tiempo real, los sistemas de identificación
automática de matrículas para las multas, etc.) y así sucesivamente en todos los vectores
horizontales y verticales de la representación sistémica de la smart city”.
La utilización de etiquetas como SC esconde, en realidad, una visión hegemónica de ciudad
asociada al capital financiero, la especulación inmobiliaria, la gestión privada del espacio público
urbano, etc. Fernández González (2015:36) señala en relación a la construcción de la SC como
modelo hegemónico de ciudad, que ésta obedeció a una: “(…) acción decidida y consciente de un
grupo muy reducido de empresas globales (…)”. La inteligencia de las ciudades proviene de los
grados de organización comunitaria de sus ciudadanos, y el modo en que utilizan la tecnología para
resolver problemáticas locales, no de la incorporación intensiva y acrítica de tecnologías
globales144.
3.3.2. La transformación del espacio urbano en los países latinoamericanos: entre la
globalización y el informacionalismo
En relación al espacio urbano- entendido como: “(…) un proceso de relaciones intrínsecas entre la
urbanización, la transformación de la morfología, la planeación y gestión urbana, las nuevas formas
de producción y los agentes sociales, políticos y económicos (…)” (Fuentes y Sánchez Hernández,
2015:3)- el desarrollo de las TIC modificó sustancialmente su configuración, en consonancia con
diversos fenómenos como: la internacionalización de los procesos productivos, el declive de las
actividades manufactureras tradicionales, el incremento de los flujos migratorios y las
modificaciones en sus patrones, las transformaciones en los hábitos de consumo, la diversificación
del uso del suelo, la reconversión de determinadas funciones urbanas, etc. (Borja y Castells, 1998).
Como se mencionó anteriormente, la exacerbación de la globalización generó un proceso de
creciente conexión global de las ciudades, pero en el marco de una decreciente conexión local
(Castells, 2001).
Esta reconfiguración del espacio urbano adquiere características globales y se expresa de forma
diferente en cada territorio. El espacio de los flujos (Castells, 2001) constituye una característica
central de la ciudades del capitalismo informacional. El soporte material del espacio de los flujos se
González, 2015:116). Morozov (2013:384) señala: “El futuro desarrollo de nuestras tecnologías digitales dependerá no de
cómo funcionen “Internet” o las computadoras, sino de cómo decidamos que funcionen”.
143
Greenfield (2013) sostiene que las ciudades son caóticas, dinámicas y sin estructura, todo lo contrario a la idea de
ciudades inteligentes que remite a la previsibilidad y el orden. La inteligencia de las ciudades no responde a los
dispositivos tecnológicos, sino a la inteligencia colectiva generada por los ciudadanos. Borja (2014) agrega que los
dispositivos tecnológicos no dicen nada respecto a la “inteligencia” o no de las ciudades, porque muchas veces se
incorpora tecnología que no resuelve ninguna problemática local sino que responde a intereses comerciales de empresas
que venden esa tecnología por todo el mundo. Un caso emblemático es el del voto electrónico. Sin brindar garantías en
cuanto transparencia y fiabilidad, numerosos gobiernos locales, provinciales y nacionales se vuelcan a la compra de
máquinas tanto para la emisión como para el conteo de los votos emitidos. Sin embargo, numerosos estudios demuestran
lo innecesario de esta acción y lo perjudicial para el funcionamiento de las democracias representativas. Resulta muy
difícil la fiscalización del proceso eleccionario. Países, como Alemania o Corea del Sur, que incorporan la tecnología de
forma permanente y que constituyen grandes centros de innovación mundial, han desistido de esta práctica.
144
Morozov (2013:33) afirma: “(:..) “Internet” se ha convertido en el motor que impulsa mucha de las iniciativas
solucionistas contemporáneas, y, al mismo tiempo, es el velo que nos impide ver sus defectos (…)”.
144
relaciona con un “circuito de impulsos electrónicos145” (Castells, 2001:446). Las redes construidas
por las TIC constituyen nodos y ejes. Las ciudades pueden constituir nodos de una red global, y al
mismo tiempo ejes de la misma, es tanto pueden desempeñar la función de intermediarios entre los
componentes de la red. Las redes globales definen, en gran parte, la jerarquía urbana146. Los
nodos de la red requieren: “(…) una infraestructura tecnológica adecuada, un sistema de firmas
auxiliares que proporcionen los servicios de apoyo, un mercado laboral especializado y el sistema
de servicios requerido por la mano de obra profesional (…)” (Castells, 2001:447).
El avance tecnológico y la inclusión de las TIC a la vida urbana, modificaron sustancialmente la
dinámica espacial de las ciudades. Fernández González (2015:25) señala que la conectividad y las
funciones digitales: “(…) hacen realidad corpórea las visiones que en décadas pasadas
aventuraban una hibridación de los espacios físicos y digitales (…)”. En su faceta digital, las
ciudades pueden constituir nodos por donde circula la información que conforma la piedra angular
del proceso de valorización en el modo de desarrollo informacional147. Pero las ciudades también
son “lugares”, en tanto su: “(…) forma, función, y significado se contiene dentro de las fronteras de
la contigüidad física (…)” (Castells, 2001:457). La dicotomía físico/virtual constituye otra forma de
expresión espacial de la dicotomía global/local.
El proceso de reestructuración capitalista iniciado en la década del setenta, la conformación de un
nuevo paradigma socio-tecnológico sustentado en la TIC, y el avance del modo de desarrollo
informacional, ha generado una profunda transformación del espacio urbano. El proceso
globalizador del capital generó al menos tres tensiones que se expresan de modo diferente según
el tipo de inserción de los territorios en la economía global: a) las dificultades referidas a la
“gobernabilidad” de estructuras urbanas que ocupan más de una jurisdicción político-administrativa
y procesos sociales, económicos y políticos transnacionales y transterritoriales148 (Sassen, 2007;
Pírez, 2008; Cicolella, 2009); b) el avance de un proyecto hegemónico de ciudad, sostenido en el
“empresarialismo” y el comando del capital financiero y la especulación inmobiliaria como
mecanismos dominantes del ordenamiento territorial (Harvey, 1989; Brenner, 2003; Cicolella,
2016); c) el agravamiento de las desigualdades sociales, económicas, y territoriales estructurales
(Cicolella, 2009). El correlato de estas tres tensiones se evidencia en: el desplazamiento de los
sectores populares hacía la periferia urbana; una exacerbación de la violencia, segregación y
discriminación racial, étnica, etc.; la fragmentación del espacio urbano entre norte/sur,
centro/periferia, alto/bajo, en consonancia con procesos de valorización del suelo urbano; el
agraviamiento de problemáticas urbanas como la contaminación, tráfico, falta de acceso a la
vivienda, delincuencia, etc.; entre otros.
145
Los circuitos de impulsos electrónicos refieren a la microelectrónica, telecomunicaciones, procesamiento informático,
sistemas de radiodifusión y transporte de alta velocidad, etc. (Castells, 2001:446).
146
Como señala Castells (2001:449): “El espacio de los flujos no es la única lógica espacial de nuestras sociedades. Sin
embargo, es la lógica espacial dominante porque es la lógica espacial de los intereses/funciones dominantes de nuestra
sociedad”.
147
El término “nodo” puede interpretarse también en su función de “intermediación” entre procesos globales y realidades
locales.
148
Como señala Pírez (2008:3) en relación al Área Metropolitana de Buenos Aires: “La ciudad no aparece como objeto
específico de gobierno, sino como parte de las atribuciones de los gobiernos de los territorios menores (municipios) y
aún, en muchos casos, de los gobiernos de los territorios intermedios (provincias)”. Existe una contradicción entre las
ciudades como “territorio-formal” y “territorio-real”, es decir: “En la medida que la ciudad se “independiza” de su territorio
“original” (por expansión territorial, por ejemplo), la organización estatal deja de corresponderse con la nueva forma
urbana y con la unidad de los procesos que la caracterizan y determinan” (Pírez, 2008:6).
145
Cicolella (2016:30) señala en relación a las metrópolis latinoamericanas: “(…) los procesos de
“informacionalización” y globalización de la economía han repercutido en las metrópolis
latinoamericanas más dinámicas, dando lugar a la aparición de nuevos distritos de negocios,
densificación de áreas centrales y subcentros metropolitanos, expansión de periferias más o menos
compactas, y difusión de nuevos formatos de suburbanización residencial privada de baja densidad
(:..)”. El autor señala la división entre territorios-zona (son territorios anclados en las viejos patrones
de producción y sectores tradicionales de la economía, con fuerte apoyo estatal en clave de
sostenimiento del orden socio-territorial) y territorios-red (territorios que emergen como resultados
del avance y desarrollo de un medio técnico-científico-informacional (Santos, 1996), impulsados por
el mercado, que en algunos casos generan formas discontinuas y difusas de suburbanización)
(Cicolella, 2016:31).
Las transformaciones del espacio urbano vinieron acompañadas de la aplicación de una visión
hegemónica de la “gobernanza” de cuño neoliberal, en la que se privilegia: “(…) la subsidiaridad
estatal y las estrategias de “partenariado” público-privada (…)”. Esta visión hegemónica, que
previamente Harvey (1989) denominó “empresarialismo”, recupera un discurso dominante tecnocentrista en el cual la adopción y utilización de las TIC constituye el eje central de la política de
gestión urbana (De Mattos, 2016:50). Etiquetas como “ciudad moderna”, “ciudad inteligente”,
“ciudad sostenible”, “ciudad del conocimiento” son utilizadas para imponer un modelo de ciudad
afín a la especulación inmobiliaria, el crecimiento urbano ilimitado, la privatización del espacio
público, la expulsión de los sectores populares, etc. (Harvey, 2013).
Las consecuencias de este modelo de “gobernanza neoliberal” se evidencian en tres procesos
diferentes pero complementarios: a) la creciente financiarización de las ciudades, entendida como
un: “(:..) fuerte impulso al despliegue, a través de las debilitadas fronteras nacionales, de una
multitud de circuitos globales productivos, financieros y de consumo, con lo que se intensificó la
articulación de los flujos financieros a escala global (…)” (De Mattos, 2016:56); b) el incremento de
la mercantilización y privatización del espacio urbano, a través de estimulación de mercado
abiertos, competitivos y no regulados como instrumento de crecimiento económico y atracción de
capitales149; c) el avance de los procesos de gentrificación y segregación urbana en sintonía con el
despliegue de procesos de auto-organización del espacio urbano150 (Harvey, 2013; Brenner, 2013;
De Mattos, 2016). La utilización de las TIC se promueve desde esta posición hegemónica de la
gobernanza neoliberal de las ciudades, y al mismo tiempo, como señala De Mattos (2016:53): “El
149
El empresarialismo se enfoca en la “(…) economía política del lugar más que en la del territorio (:..)” (Vicuña del Rio,
2013:183). De esta forma: “(:..) el empresarialismo urbano fomenta el desarrollo de aquellas actividades y
emprendimientos que tienen la capacidad localizada más fuerte para aumentar los valores de la propiedad, la base
impositiva, la circulación local de ingresos y el crecimiento del empleo (…)”. De Mattos (2016:78) agrega: “(…) la plusvalía
urbana se ha ubicado como criterio urbanístico dominante, cuya incidencia en el aumento de la mercantilización de la
metamorfosis urbana tiende a ser creciente (…)”.
150
El avance de la especulación inmobiliaria y la “financiarización” de las ciudades, contribuye a exacerbar las
contradicciones sociales que se expresan en el territorio. Mediante procesos de valorización del suelo, de producción de
plusvalía urbana, los sectores sociales más vulnerables (aquellos que viven de la economía informal o se insertan en las
actividades económicas en declive que representan los eslabones de menor valor en las redes globales) son desplazados
del centro de las ciudad hacía la periferia metropolitana. El mecanismo de expulsión no se produce sólo por la regulación
estatal, a través del uso de las fuerzas represivas del Estado y la búsqueda de estigmatización y criminalización de
algunos sectores de la economía informal, sino por los efectos del mercado del suelo e inmobiliario. Janoschka y Sequera
(2014:7) sostienen que la: “(…) articulación entre gentrificación, abandono y desplazamiento es atravesada por la
creación de nuevos mercados inmobiliarios (…)”.Sin embargo, frente a este proceso, se reproducen mecanismos de autoorganización del espacio urbano que constituyen una respuesta popular a la problemática de segregación y gentrificación.
Sin contar con servicio públicos esenciales, con una irregular apropiación del suelo urbano, estos sectores privilegian la
habitabilidad del centro urbano, antes que el acceso a una vivienda más digna en zonas más alejadas. Esto pone de
manifiesto la contradicción entre los valores de uso y los valores de cambio del suelo urbano (De Mattos, 2016).
146
aporte de las NTIC tuvo crucial importancia en hacer posible el despliegue en tiempo real, y a
escala planetaria, de la nueva arquitectura financiera y productiva, que entonces paso a constituirse
en uno de los componentes medulares de la globalización”.
Las transformaciones urbanas en América Latina son producto de procesos globales- la
coexistencia y contradicción entre el espacio de los flujos y el espacio de los lugares, y la
conformación de un espacio ampliado de acumulación de características urbanas globales (De
Mattos, 2010)- y se inscriben en realidades locales que le confieren cierta “particularidad” y
“especificidad” en tanto representan actores sociales locales localizados en territorios definidos151.
La idea de “red urbana global” (Taylor, 2004) refiere a la conformación de una estructura urbana
global que funciona en términos de nodos y redes. Como señala Dematteis (2002:173): “(…) la
globalización desterritorializa el mundo (…)”. Sin embargo, los nodos de esta red constituyen
anclajes territoriales locales que si bien se encuentran sujetos a dinámicas económicas globales,
son capaces de expresar cierta autonomía relativa frente a estos grandes flujos financieros.
3.3.3. Transformaciones en el espacio físico y social de las ciudades
Antes de comenzar a describir las transformaciones en el espacio físico y social de las ciudades,
resulta indispensable definir qué se entiende por “social” y “físico”. La dimensión física de las
ciudades refiere a: “(…) un conjunto de soportes materiales necesarios para la aglomeración de
población y actividades, que hacen posible que las sociedades urbanas contribuyan a la
reproducción social (…)” (Pírez, 2013:46). Estos soportes materiales remiten tanto al suelo urbano
como a los servicios (agua, luz, gas, movilidad, etc.), y las infraestructuras (puentes, rutas, puertos,
etc.) de las ciudades. Pero las ciudades pueden analizarse también en tanto: “(…) sociedad local
(…)”. Es decir, como una manifestación especifica de la relación entre sociedad y territorio. Esa
relación refiere a: “(…) un sistema de relaciones entre personas, clases y grupos sociales que es
posible identificar (…)” (Pírez, 1995:2). La dimensión social de las ciudades remite,
necesariamente, a un sistema de interrelaciones entre actores sociales locales (económicos,
políticos, culturales, etc.). La conjunción de estas dos dimensiones, la social y la física, define a las
ciudades como condensación de estructura social y soportes materiales concentrados en un
territorio (Pírez, 1995).
Las transformaciones de los procesos de innovación socio-tecnológica sobre el espacio físico y
social de las ciudades se pueden analizar atendiendo a cuatro aspectos fundamentales: a)
infraestructura en un sentido amplio (tecnológica, productiva, de movilidad urbana, etc.)152; b)
actividad económica (radicación de empresas globales, creación de empresas locales, incremento
del empleo formal de alto valor agregado, creación de economías de escala, etc.); c) equipamiento
urbano de uso colectivo (bibliotecas, centros culturales, escuelas pero también laboratorios
urbanos, centros de inclusión digital, espacios públicos de co-working para emprendedores, usinas
151
Theodore y Brenner (2002:2) utilizan el término “neoliberalismo realmente existente” en referencia a la especificidad
de cada ciudad en materia de implementación del modelo neoliberal. Como señalan los autores, existe un: “patrón
prevaleciente de reestructuración regulatoria, que está tomando cuerpo a lo largo de un escenario institucional irregular y
en el contexto de procesos político-económicos que co-evolucionan”.
152
Pírez (2013:46) define infraestructura como: “(…) el conjunto de obras que soportan la configuración y el
funcionamiento de las ciudades, posibilitando el uso del territorio urbano. Se trata del conjunto de redes que conducen y
distribuyen bienes y servicios fundamentales: agua y saneamiento, electricidad, comunicaciones, movilidades, etcétera
(…). En este caso, se extiende el uso del término a las infraestructuras de información y comunicación (redes de fibra
óptica, conexiones móviles, servidores, terminales de almacenamiento de datos, ancho de banda, etc.).
147
de innovación abierta, etc.); d) nuevas formas de expresión cultural y política153 (nuevas
mecanismos de acción colectiva, nuevos colectivos culturales y políticos asociados a la innovación
tecnológica como gamers, software libre, hackers, etc.; nuevas formas de apropiación del espacio
público, etc.).
Las transformaciones físicas y sociales de las ciudades se inscriben en un proceso general de
inserción de estas en las redes informacionales globales. Finquelievich (2016:63) señala que las
ciudades del tercer milenio se enfrentan a nuevos desafíos: “La primera es la ruptura de la relación
salarial estable que ha conformado el sistema conocido en el siglo XX, y que obliga a nuevas
estrategias de supervivencia individual y social. La segunda es la transformación de conceptos
tales como “urbano” (extendido tanto por modos de vida, crecimiento de espacios periurbanos
construidos, etc., a lo antes considerado como “rural”), o “local”, que ya no se circunscriben a las
fronteras municipales. Le sigue la modificación del binomio integración-exclusión, ya que integrados
y excluidos lo son ahora, además de por su pertenencia-localización en el sistema socioeconómico, por su pertenencia o localización entre los ricos y los pobres en información, por su
integración o no a la sociedad informacional”.
En la dimensión física de las ciudades, el avance del informacionalismo supone el desarrollo de
infraestructuras de comunicación (tanto redes de fibra óptica, ancho de banda, como autopistas,
puertos, carreteras, etc.). El desarrollo de redes informacionales
globales aún requiere
infraestructuras tradicionales (puentes, puertos, autopistas, etc.), además del propio soporte físico
de las redes electrónico-digitales (fibra óptica, data centers, centros de almacenamiento de datos,
servidores, etc.)154. Un ejemplo relevante para comprender la conexión entre las infraestructuras en
sentido amplio y las redes digitales-informacionales es el del comercio electrónico. La posibilidad
de vender y comprar a través de Internet modificó sustancialmente los hábitos de consumo, y
generó modificaciones en las formas de comercialización de diversos productos. Sin embargo,
sería imposible pensar el crecimiento del comercio electrónico sin referir a una mejora de las
infraestructuras en sentido amplio: mejora de la conectividad, construcción de puertos y rutas por
donde los productos ingresan, transitan, y se exportan, etc. La economía real requiere
infraestructuras físicas. Como señala Méndez y Romeiro (2008:15): “(:..) la conectividad física de
una ciudad con el exterior (buenas vías de comunicación, aeropuerto, tren de alta velocidad, etc.)
se asume como una clave fundamental para la capacidad de atracción de personas y actividades,
en definitiva, para la capacidad de inserción de una ciudad en el contexto global (…)”.
Respecto al crecimiento económico, se encuentra condicionado por la capacidad de las ciudades
para concentrar servicios especializados que, dependen también, de las capacidades científicotecnológicas y las infraestructuras disponibles. Sassen (2007:139) señala que: “(:..) el sector
informático también requiere una enorme infraestructura física de nodos estratégicos con una
hiperconcentración de instalaciones. Resulta indispensable trazar una diferencia entre la capacidad
153
Martel (2015:395) señala: “(…) Internet no es hostil a la cultura, a las lenguas, a las comunidades ni a los territorios; la
web es compatible con la diversidad cultural y hasta con la “excepción cultural”. Internet no es un tube, es un puzle. El
mundo no se vuelve “plano” a medida que se amplía, sino que se desarrolla en profundidad. No horizontalmente, sino
verticalmente. Internet no allana las diferencias, sino que las consagra (…)”. Esto quiere decir que las TIC están
arraigadas en el territorio, que comprenden redes digitales pero que se encuentran conectadas por vínculos físicos y
materiales.
154
Las infraestructuras incluyen también: “(…) equipos relacionados el procesamiento de información y la creación de
registros y su almacenaje (…)” (Peirano y Guidicatti, 2004:6). Es decir, además del ancho de banda, terminales de
almacenamiento de datos, servers, se incluyen también cantidad de celulares, computadoras, números de licencias de
software, etc.
148
de transmisión y comunicación global, y las condiciones que lo posibilita (…)”. Además de las
infraestructuras, las ciudades que logran concentrar capital humano (población con acceso a
educación, profesionales altamente calificados, técnicos especializados, etc.); cultura
emprendedora (comportamiento organizacional favorable a la creatividad e innovación, actitud
positiva al cambio por parte de las empresas, liderazgos favorables a la innovación, etc.155) y
políticas públicas activas en materia de democratización del acceso a la información y el
conocimiento, se vuelven más competitivas en la economía global. La formación de “clústeres
innovadores” permite conformar un polo de atracciones de capitales, conocimientos, y empresas,
orientados al crecimiento económico156.
La presencia de servicios especializados, “clústeres de innovación”, infraestructuras, capital
humano, generan modificaciones en la dimensión física y social de las ciudades. Los impactos más
directos de estas transformaciones remiten al incremento del empleo asalariado, la formación de
economías de escala, la atracción de inversiones que se vuelcan, en algunos casos, al desarrollo
urbano, la modernización de las infraestructuras urbanas (servicios, movilidad, conectividad, etc.); y
en algunos casos, dependiendo de varios otros factores, una mejora de la calidad de vida de las
poblaciones. Sin embargo, se pueden mencionar al menos tres transformaciones, menos visibles,
pero que pueden contribuir a reproducir desigualdades estructurales o producir nuevas fuentes de
inequidad: a) exacerbación de la polarización socio-territorial157-las ciudades pueden crecer de
forma desigual y fragmentada, los procesos de modernización y crecimiento económico pueden
generar una presión expulsiva hacía los sectores sociales más vulnerables que viven de la
economía informal o son asalariados de bajos ingresos, mediantes mecanismos mercantiles como
incremento de los servicios urbanos y el acceso al suelo y la vivienda; b) generación de nuevas
problemáticas urbanas o profundización de algunas existentes- el crecimiento económico y la
construcción de infraestructuras en las ciudades puede generar o profundizar problemáticas
urbanas como el incremento del tráfico, la contaminación, el estrés, y la violencia urbana, entre
otros158; c) dificultades en la gestión urbana- el surgimiento de nuevas problemáticas urbanas, la
155
La cultura emprendedora remite una variedad de factores: estructura organizacional, tipo de liderazgos, apertura al
cambio, sistemas de valores, prácticas y creencias arraigados en la sociedad, aceptación positiva de nuevas ideas,
vocación de tomar riesgos, etc. (O´Reilly, 1989; Hisrich, 1989). Saxenian (2014:51) señala en relación al caso de Silicon
Valley: “Los ingenieros locales aspiraban cada día más a ser emprendedores, y no ejecutivos de empresas, y la región se
tornó el hogar de una red creciente de mentores y modelos de emprendimiento”. Pero también, aclara Saxenian
(2014:51): “(…) el emprendimiento es primordialmente un proceso social e institucional antes que individual (…)”. Esto
quiere decir que existe una cultura emprendedora pero fuertemente condicionada por las instituciones, redes e
interacciones entre diversos actores sociales.
156
La formación de clústeres no se reduce sólo a la industria de base TIC o la producción de alta tecnología, sino también
a las industrias creativas, el sector audiovisual, y algunas ramas del sector servicios de alta especialización.
157
Sassen (2001, 2007) señala que el avance del proceso de globalización modifica la estructura de clases sociales:
surgen y se afianzan las elites transnacionales, emerge una red de funcionarios públicos especializados, y los sectores
sociales vinculados a las actividades económicas propias del industrialismo de base nacional en declive sufren un sinfín
de carencias urbanas (déficit habitacional, violencia, contaminación, pobreza extrema, etc.). Esta nueva estructura de
clases se expresa en la nueva geografía de centros y márgenes que acompaña el avance del informacionalismo en las
ciudades. Sassen (2007:145) indica: “(…) la sobrevaloración de los servicios especializados y de los trabajadores
profesionales ha signado a las “otras” actividades económicas y a los “otros” trabajadores como innecesarios o
irrelevantes para las economías avanzadas (…)”. Saxenian (2014:47) señala, en relación al caso de Silicon Valley: “El
área de la Bahía de San Francisco todavía ofrece una envidiable calidad de vida a los individuos que pueden pagar los
altos y crecientes costos de vida, de la educación, y otros servicios. Los que no pueden, se verán más y más,
marginados”.
158
El estudio de Hall y Castells (1994:54) sobre Silicon Valley resulta esclarecedor. Los autores señalan: “(…) los atascos
de tráfico, una densidad de residentes cada vez más elevada, y la polución química trajeron un importante deterioro de la
calidad ambiental de la zona. La mayor parte de las famosas orquídeas de la mitología de Silicon Valley ya no existen. La
superficie de espacios abiertos por persona en la ciudad de San José es aproximadamente de un tercio de la ciudad de
Nueva York. El crimen es un problema de primer orden, al igual que ocurre en todas las grandes áreas metropolitanas de
Estados Unidos (…)”. Una problemática que surge de la creciente conexión de las ciudades con la economía global
149
exacerbación de las polarizaciones socio-territoriales, complejizan la gestión del espacio urbano,
que, además, se encuentra inmerso en una tensión entre redes sociales, económicas, y
tecnológicas de características globales y herramientas de política pública y gestión urbana
centradas en el ámbito local159 (Pírez, 2013).
3.3.4. Equipamiento urbano de uso colectivo: espacio público e innovación sociotecnológica
El equipamiento urbano de uso colectivo refiere a las condiciones materiales colectivas de la
calidad de vida urbana (Delfim Santos, 2002). Estas se pueden agrupar en: equipamiento cultural,
deportivo, social y de salud, patrimonio histórico y arquitectónico, movilidad, y dotación de
comercios y servicios. La calidad de vida de los ciudadanos que viven en las ciudades depende, en
gran medida, de este equipamiento: cantidad de bibliotecas, galerías de arte, centros culturales,
clubes de barrio, monumentos, espacios públicos históricos, escuelas, hospitales, jardines de
infantes, hogares para ancianos, bancos, comercios, estacionamientos, transporte público, etc.
(Leva, 2005). El avance de las TIC generó una modificación sustancial en la percepción del
equipamiento urbano de uso colectivo160. En la actualidad, además de escuelas, hospitales, centros
culturales, galerías de arte, las ciudades deben promover y garantizar el acceso a la tecnología y el
conocimiento. Finquelievich (2004:14) aclara: “(…) la conectividad no es un fin en sí mismo, sino
una herramienta que ayuda a encontrar soluciones concretas para las necesidades y problemas de
la población: empleo, salud, generación de ingresos, organización comunitaria, participación
política, etc. (…)”.
El equipamiento urbano de uso colectivo en las ciudades del siglo XXI, se amplió a: bibliotecas con
computadoras y conexión a Internet, centros comunitarios de inclusión socio-digital, espacio público
de libre acceso a Internet, etc. Pero además las escuelas requieren disponer de conectividad, de
computadoras, así como también el resto del equipamiento urbano debe contar con cierta
infraestructura tecnológica. Las TIC constituyen tecnologías transversales a todas las áreas de
gestión urbana. El espacio público urbano se redefinió con la incorporación activa de las TIC a la
vida social, cultural, económica, y política de las ciudades. Como señala Páramo (2010:174): “El
espacio público ha funcionado como un medio gracias al cual se sostiene la comunidad; ha sido
posiblemente, uno de los medios más antiguos de comunicación; sin embargo, la vida social en el
espacio público se está transformando”.
En relación a la incorporación de las TIC al espacio público urbano, se pueden encontrar dos
posicionamientos: a) algunas apreciaciones pesimistas que sostiene que el espacio público en su
función de encuentro, interacción y comunicación social va a desaparecer, producto del
refiere a la globalización de la economía criminal , asociada a las redes transnacionales de narcotráfico, trata de
personas, tráfico de armas, etc. (Castells, 2001).
159
Los problemas vinculados a la gobernanza urbana se pueden dividir en dos: a) tensión entre lo global y lo localentendido como la imposibilidad para los gobiernos locales de gobernar la globalización que si bien constituye un
fenómeno global, se expresa en los territorios (Sassen, 2007); b) tensión entre las formas político-administrativas y el
territorio- esto quiere decir que si bien las ciudades disponen de recursos y capacidades instituciones de gestión urbana,
estas son insuficientes frente a la unidad socio-territorial real (Pírez, 2009, 2013). Estas dificultades de gestión urbana se
visualizan en la incapacidad e imposibilidad de los gobiernos locales de resolver problemáticas vinculadas a la movilidad
urbana, déficit habitacional, y el control de los flujos migratorios, entre otros.
160
Finquelievich (2016:235) señala: “(…) la creciente polarización entre ricos y pobres, concerniente al acceso,
apropiación y uso de las herramientas de la Sociedad del Conocimiento es otra manifestación de graves y más
tradicionales separaciones y luchas entre clases y grupos socioeconómicos. Los cibercafés, en todas sus modalidades,
ayudan sin dudas a paliar la brecha digital, pueden influir sobre la inclusión social, cultural, y educativa de niños y
adolescentes, pero esto no redunda necesariamente en la disminución de las otras fisuras socioeconómicas (…)”.
150
desplazamiento de esa función a la conectividad individual, privada y virtual161 (Loflan, 1998; Vidler,
2001; Caldeira, 2007); b) algunas consideraciones más optimistas que señalan que las TIC
reconfiguran el espacio público en términos de la relación persona-persona y persona-entorno
urbano, conformando nuevos espacios de encuentro (cyberlugares) (Coate, 1997; Sommer, 2002;
Páramo, 2010). El uso de redes sociales no implica el deterioro del encuentro social, de hecho
muchas veces lo potencia, pero modifica la forma de interacción. Gergen (2002) define a este tipo
de vínculo como: “presencia ausente”. Monreal (2016:109) agrega que el espacio público: “(…) está
siendo apropiado, resignificado y definido por la gente para luchar por sus derechos, el acceso a
los recursos y decidir en qué ciudad desean vivir (…)”.
Más allá de la discusión en torno a los cambios en el espacio público urbano, que en parte
responden a las transformaciones generadas por el desarrollo de las TIC y su incorporación a la
vida urbana, y en parte se desprenden de transformaciones más estructurales (gobernanza
neoliberal, vínculo entre lo global y lo local, nuevas problemáticas urbanas, etc.), lo cierto es que
como manifiesta Monreal (2016:101): “(:..) el espacio público es una producción social y cultural
construida por una variedad de agentes sociales: el Estado y las administraciones públicas, los
técnicos y profesionales cuya misión es ordenarlo y planificarlo, los movimientos sociales que
reivindican equipamientos y servicios y defienden diferentes modelos de ciudad, la iniciativa privada
con sus intereses mercantiles y de enriquecimiento y una gran heterogeneidad de individuos
pertenecientes a diferentes grupos sociales: mujeres, jóvenes, inmigrantes, pobres, ricos, mayores
(…)”.
En tono con lo señalado en subapartados anteriores en relación a los procesos de innovación
socio-tecnológica, el espacio público y las ciudades constituyen entornos propicios para la
innovación. Existen “espacios sociales de innovación” (Serra, 2013) en los cuales los ciudadanos
son “prosumidores162” (Finquelievich y Feldman, 2015). Esto quiere decir que la innovación no se
reduce a la interacción entre gobierno, empresas, y universidades (modelo de la triple hélice), sino
que incluye también a la comunidad que no sólo se apropia de la tecnología, determina su uso
social, sino que la modifica y contribuye a una disputa por su adaptación a las realidades locales.
Desde este punto de vista, las ciudades pueden ser percibidas como “laboratorios ciudadanos163”
en tanto producen, adaptan, mejoran, y modifican las TIC y sus usos sociales. Schiavo, Nogueira y
Vera (2013:2) señalan: “Desde esta perspectiva, se entiende a las comunidades de práctica o
laboratorios ciudadanos como experiencias donde las prácticas sociales innovativas se desarrollan
preponderantemente desde “abajo hacia arriba”, modificando el modelo clásico de innovación que
va desde “arriba hacia abajo”, dirigido por el sector privado (empresas) y el público (universidades y
gobiernos)”.
161
Algunos enfoques críticos de la “ciudad neoliberal” adhieren a esta corriente. Sin embargo, el foco de la discusión no
son las TIC y sus transformaciones en el espacio público urbano, sino la privatización y mercantilización del mismo como
consecuencia de las políticas neoliberales de gestión urbana (Harvey, 2013). Monreal (2016:108) señala: “Una de las
consecuencias del modelo de crecimiento urbano actual es el incremento de la dinámica que lleva la conversión del
espacio público en una mercancía, en un mecanismo clave en el proceso de acumulación, lo que implica el desarrollo de
políticas urbanas e iniciativas privadas que tienden a convertir lo público en algo residual, a la concepción del disfrute de
la ciudad sólo para aquellos que tengan el poder adquisitivo para pagársela o como un mecanismo de invisibilización de
los conflictos sociales”.
162
El término “prosumidores” hace alusión a que: “(…) los ciudadanos consumen pero también producen información y
conocimiento, e intervienen en innovaciones tecnológicas y sociales (…)” (Finquelievich y Feldman, 2015:182).
163
La ciudad comprendida como “laboratorio” condujo a que se generaran algunos proyectos de “laboratorios
ciudadanos” o “living labs” en distintas ciudades del mundo: Citilab (Barcelona), MediaLab (Madrid), Helsinki Living Lab
(Helsinki), y otras experiencias menores en Brasil y Argentina, entre otros (Schiavo, Nogueira, y Vera, 2013). Existen tres
formas de analizar los “laboratorios ciudadanos”: a) como mecanismos de “innovación abierta”; b) como nuevas
instituciones científico-tecnológicas; c) como espacios de democratización de la ciencia y la tecnología.
151
Las transformaciones en el equipamiento urbano de uso colectivo, las reconfiguración del espacio
público urbano, su entrecruzamiento con la irrupción de las TIC, fue dando lugar a un proceso de
redefinición de las pautas de innovación socio-tecnológica y su vínculo con las ciudades. Si la
innovación es, esencialmente, un producto urbano, puesto que las universidades, instituciones de
la ciencia y la tecnología, y las empresas, se concentran principalmente en las ciudades, también lo
es en tanto: concentración de personas y conocimientos164”. Finquelievich (2016:240) reconoce en
la existencia de los nuevos equipamientos de uso colectivo (espacios de co-working, espacios
urbanos con Wi-Fi, nuevos centros de inclusión digital, etc.) la confirmación de una norma que,
trasciende los cambios urbanos generados por la ampliación del acceso a las TIC: “(…) los
habitantes urbanos tienden a buscarse y conectarse, no sólo de manera virtual, sino también física,
como en los espacios de co-working o hot spots, donde los encuentros y las conversaciones son
posibles (…)”. Luego, agrega en relación a los espacios públicos con conexión a Internet: “El Wi-Fi
no ha modificado el paisaje físico urbano, pero sí está cambiando los hábitos de los habitantes, sus
necesidades, sus consumos culturales y (aunque no está fehacientemente comprobado) sus
desplazamientos por la ciudad” (Finquelievich, 2016:239).
Abrir a la comunidad la producción de información y conocimiento, supone como señala Gurstein
(2014:29) que: “los beneficios y las mismas innovaciones pueden verse como ampliamente
dispersas y contribuyendo directamente al bienestar general, antes que indirectamente y
únicamente a través de la creación de tecnologías avanzadas competitivas y la participación en los
beneficios de estas competencias de un número relativamente limitado de individuos”. La
innovación como proceso social requiere una mirada comunitaria, sustentada en la certeza de que:
“El uso de redes de información, redes sociales, Internet, el acceso a websites y bases de
información digitalizadas es tan importante para el uso comunitario al intentar responder a las
nuevas oportunidades y desafíos, como lo son los sistemas de alta performance para los científicos
e investigadores de élite” (Gurstein, 2014:37).
3.4 La relación entre el tamaño poblacional de las ciudades y los procesos de innovación
socio-tecnológica
En este subapartado se analiza la relación entre el tamaño de las ciudades y los procesos de
innovación socio-tecnológica. Se sostiene que el tamaño de la ciudad condiciona los procesos de
innovación socio-tecnológica, pero no los determina.
Las ciudades además de ser el espacio privilegiado de las innovaciones socio-tecnológicas,
pueden constituirse como medios innovadores y conformar sistemas locales de innovación. Las
diferencias entre estos sistemas locales de innovación se explican no sólo por el tamaño y
extensión, sino por las características específicas de los actores productivos y sociales que forman
parte de los mismos (actividades productivas, presencia de Pymes o emprendedores tecnológicos,
interacciones entre universidades, empresas y gobierno local, etc.), así como las políticas públicas
de innovación socio-tecnológicas implementadas y su vínculo con las estrategias de desarrollo
territorial.
3.4.1. El tamaño de las ciudades y su relación con los procesos de innovación
164
Serra (2013:292) sostiene: “Efectivamente, las ciudades son un actor estratégico en la sociedad del conocimiento del
siglo XXI. Son un factor clave tanto en la generación del problema clave como el calentamiento global, así como en su
posible solución”.
152
En los subapartados anteriores se mencionó el rol de las ciudades en los procesos de innovación
socio-tecnológica. Las ciudades constituyen el espacio predilecto en el que emergen y se
desarrollan estos procesos. Frente a esta certeza ineludible, surge un interrogante más complejo
de responder: ¿Cuál es el vínculo entre el tamaño de las ciudades y los procesos de innovación
socio-tecnológica?
A grandes rasgos, se pueden encontrar tres formas de responder a esta pregunta:
a) el tamaño de la ciudad determina el grado de innovación socio-tecnológica (mientras más
grande sea la ciudad, dispone de mayores posibilidades de constituirse en un medio
innovador);
b) el tamaño de las ciudades no determina el nivel de innovación socio-tecnológica (las
ciudades de tamaño intermedio comienzan a consolidarse como los medios innovadores del
futuro);
c) el tamaño no determina, pero condiciona los procesos de innovación socio-tecnológica (las
ciudades intermedias comienzan a desempeñar un rol cada vez más importante en los
sistemas nacionales y regionales de innovación, pero las ciudades de mayor tamaño aún
concentran el grueso de los procesos innovativos, beneficiadas por la cantidad y calidad de
sus equipamientos colectivos y sus reservorios de conocimiento).
En esta tesis, se adhiere a la tercera posición.
Los partidarios de la primera posición señalan que existen, en líneas generales, tres ideas-fuerza
para sostener que el tamaño de las ciudades constituye un factor fundamental para explicar los
procesos de innovación: a) la función de intermediación que ejercen las grandes aglomeraciones
urbanas, entre el territorio y las redes financieras, informacionales, económicas, políticas y
culturales globales (Sassen, 1991, 2001, 2007; De Mattos, 2010); b) el atributo de estas ciudades
de concentrar: capitales de riesgo, empresas, instituciones de CyT, universidades, capital humano,
capital social, etc. (Hall y Castells, 1994; Castells, 2001; Castells y Himanen, 2014; Saxenian, 1993,
2014); c) la densidad poblacional y su capacidad de generar redes sociales “inteligentes” que
transforman en factible la materialización de “buenas ideas” que surgen, al mismo tiempo, de la
interacción entre la sociedad y el entorno urbano (Johnson, 2010; Lévy,2004).
Johnson (2010) recupera los hallazgos del físico Geoffrey West, del Santa Fe Institute (2007, citado
por Johnson, 2010), quien ha generado un modelo que manifiesta que la manera en que las
ciudades han sido construidas proviene de los patrones de la biología: mientras mayor es la ciudad,
más rápidamente se generan en ella las ideas innovadoras. Siguiendo esta línea, una metrópolis
con una población de 5 millones de habitantes es tres veces más creativa que una ciudad de
100.000 habitantes. Una de las razones es que a mayor número de gente concentrada en un
territorio, existe mayor número de conexiones posibles que puedan ser formadas en el grupo y, por
consiguiente, mayores posibilidades de derrame de ideas. Las buenas ideas podían encontrar su
camino hacia otros cerebros y ser desarrolladas en ellos. Los economistas definen a estos flujos
como “information spillover” o derrame de información. Efectivamente, la humanidad aceleró el
ritmo de producción de innovaciones a partir del período situado entre los años 10.000 a. de C. y
2000 a. de C., cuando las ciudades comenzaron a construirse y se desarrollaron (Johnson, 2010).
153
Estas teorías se sustentan en una premisa: uno de los requisitos para la producción de
innovaciones es, además de la circulación de ideas e información, su conservación como
conocimiento, para poder construir sobre esa masa crítica conocimientos mayores y más
innovadores (Finquelievich y Feldman, 2015). En las redes de relación de aquellas ciudades, las
ideas comenzaron a difundirse, y a través de esta difusión fueron conservadas, por vía oral, escrita,
por medio de imágenes, para las futuras generaciones. Esto no significa que, concentrados
masivamente, los habitantes urbanos se volvieran más inteligentes o más creativos. Simplemente,
se aumentaba el número de personas que pudieran producir nuevas ideas o aprovechar aquellas
que estaban en circulación. No se trata aquí, como expresa Johnson (2010), de la sabiduría de las
masas, sino de la inteligencia de alguien en la masa, que podía difundirse, concretarse y generar
más y mejores innovaciones en las redes urbanas.
Castells y Hall (1994:30) en su estudio sobre las “Tecnópolis” del mundo- que ya ha sido
mencionado con anterioridad- señalan: “(…) en nuestra investigación llegamos a la conclusión que
la mayoría de las principales metrópolis más antiguas, tales como Paris o Londres, seguían
estando verdaderamente entre los principales centros de innovación y alta tecnología del mundo, y
desde luego, de sus respectivos países (…)”. Sassen (1991:3) agrega: “La combinación de
dispersión espacial e integración global ha creado un nuevo papel estratégico para las principales
ciudades. Más allá de su larga historia como centros para el comercio internacional y la banca,
estas ciudades funcionan ahora de cuatro formas nuevas: primero, como puesto de mando
altamente concentrado en la organización de la economía mundial; segundo, como emplazamiento
clave para las finanzas y las firmas de servicios especializados; tercero, como centros de
producción, incluida la innovación en los sectores punta; y cuarto, como mercados para los
productos y las innovaciones producidas”. Resulta necesario aclarar que el tamaño de las ciudades
no constituye el único factor explicativo de su rol como “ciudades globales”165. Sassen (2007:140)
señala que no se trata, únicamente, de la concentración de población, sino de otros recursos
relevantes para el proceso de valorización del capital: “(…) desde la infraestructura informática de
vanguardia hasta el talento de los recursos humanos (…)”.
El crecimiento de las ciudades intermedias, la posibilidad de que se conviertan en “medios
innovadores”, y el rol, cada vez más protagónico, que ejercen en los sistemas nacionales y
regionales de innovación, condujo a que se depositen expectativas en torno a estas unidades
urbanas como los grandes centros de innovación del futuro. Estas expectativas se sustentan en
tres características principales de las ciudades intermedias: a) la proximidad física y geográfica
como un factor favorable a la conformación de redes de conocimiento e innovación166 (Camagnani,
2005; Casas y Luna, 2001; Méndez, Michelini y Romeiro, 2006); b) su trayectoria de expansión a
nivel económico y demográfico en los últimos años (CEPAL, 2015; BID, 2015)167; c) la presencia y
165
Esto quiere decir que no necesariamente las ciudades con mayor población constituyen “ciudades globales”. Nueva
Delhi, Bombay, o Manila difícilmente pueden ser incluidas en esta categoría, mientras otras ciudades con un nivel muy
inferior de población, como Ámsterdam, Paris o Londres, constituyen grandes nodos de la red global de ciudades.
166
Casas, Luna y Santos (2001:369) señalan: “Un elemento primario de la confianza técnica en las redes que se ha
analizado, es la cercanía física, de aquí la importancia del carácter local y regional de las redes. Más aun, este tipo de
redes son una condición para el establecimiento de los llamados clústeres tecnológicos y para la conformación de los
sistemas de innovación regionales y/o sectoriales”. Méndez, Michelini y Romeiro (2006:389) agregan en relación a la
proximidad física: “(:..) Pese a las posibilidades que hoy ofrecen las nuevas tecnologías de información y comunicación
para organizar redes virtuales espacialmente dispersas, se pone de manifiesto la importancia de esa proximidad para
realizar una transferencia personalizada de conocimientos tácitos, no formalizados, ligados al saber hacer de los
individuos y difícilmente codificables (…)”.
167
El BID (2015) utiliza la categoría “ciudades emergentes” para referir a un grupo de ciudades intermedias que
representa un crecimiento sostenido en términos económicos y demográficos por encima de la media nacional, medido
154
radicación de los actores fundamentales de la innovación: empresas de diverso tamaño,
universidades y/o centros de investigación, gobiernos locales y la propia comunidad local (Méndez,
2008; Méndez, Michelini y Romeiro, 2006; Michelini y Davies, 2009). El caso de Silicon Valley se
utiliza como ejemplo para argumentar la factibilidad de convertir a una ciudad intermedia en un gran
medio innovador a nivel mundial. Sin embargo, como señala Saxenian (2014:53): “La experiencia
de Silicon Valley en las cuatro últimas décadas sugiere que la innovación exitosa requiere de la
recombinación de capacidades cambiantes más que del dominio de cualquier subconjunto de
competencias”. Esto implica que: “Si bien algunas localidades pueden obtener temporalmente
alguna ventaja competitiva fundada en el estatus del que primero mueve ficha y en bajos costos de
producción, esa ventaja no será durable”.
Méndez, Michelini y Romeiro (2006:383) sostienen: “(…) la capacidad de algunas ciudades
intermedias para generar y/o difundir e intercambiar conocimiento y aprovechar sus recursos
patrimoniales, junto a la construcción de redes locales de actores y su inserción en redes
supralocales de estructura horizontal, permite la consolidación de entornos innovadores, capaces
de promover no tanto mayor crecimiento como mejor desarrollo (…)”. Estas perspectivas centran el
análisis de los procesos de innovación en relación a las necesidades de desarrollo de los territorios.
A pesar de reconocer el rol fundamental de las ciudades intermedias para conformar entornos
innovadores, no todas las ciudades de este tamaño se encuentran en condiciones de lograrlo. La
presencia de los actores locales de la innovación (empresas, instituciones de CyT, universidades,
gobiernos locales, y la propia comunidad) y su participación en la definición de las estrategias de
desarrollo territorial, constituyen factores fundamentales para transformar a las ciudades
intermedias en “ciudades innovadoras” (Méndez, Michelini y Romeiro, 2006).
El tamaño de las ciudades guarda una relación estrecha con los procesos de innovación sociotecnológica, en tanto posibilita tres condiciones fundamentales para que emerjan y se desarrollen
estos procesos: a) concentración de capital económico, social, cultural, institucional favorable a la
innovación; b) densidad poblacional que permite el flujo de información y conocimiento, y la
materialización de ideas innovadoras en bienes y servicios, con sus respectivos mercados; c)
posición de intermediación entre grande segmentos de la población mundial y las redes
informacionales globales.
Sin embargo, Finquelievich, Feldman y Girolimo (2015:15) señalan: “(:..) el tamaño de una ciudad
puede constituir un factor condicionante respecto del grado de innovación socio-productiva, pero no
obstaculiza ni garantiza por sí mismo la posibilidad de avanzar en procesos innovativos (…)”. Las
ciudades intermedias están cobrando una importancia creciente en los sistemas nacionales y
regionales de innovación, por su capacidad de generar y consolidar redes que posibiliten la
interacción y el flujo de conocimiento entre diversos actores sociales: gobierno locales, empresas
de diverso tamaño, universidades y/o centros de investigación, y la propia comunidad local
(Finquelievich, Feldman, y Girolimo, 2015, 2016, 2017). Tampoco el mero atributo de conformar
una ciudad intermedia genera potencialidad de desarrollo de procesos de innovación, resulta
fundamental: “(…) el desarrollo de empresas intensivas en conocimiento, con visión global y fuerte
crecimiento, dispuestas al aprendizaje permanente, lo que repercute favorablemente en la
economía de las regiones implicadas, el desarrollo de centros de investigación universitarios y de
en el último periodo intercensal. El informe señala que las megaciudades latinoamericanas se encuentran en una
situación de declive en términos de merma en su crecimiento, y que las ciudades emergentes (una parte de las ciudades
intermedias de la región) están llamadas a ocupar un rol fundamental para el desarrollo sostenible a nivel regional.
155
una sociedad más permeable a la innovación, preparada para actuar proactivamente en la
Sociedad del Conocimiento (…)” (Finquelievich, Feldman y Girolimo, 2017:136).
La pregunta central a responder, aquella que guarda una relación directa con las perspectiva de
desarrollo humano, social, económico y territorial, no tiene que ver con el vínculo entre el tamaño
de la ciudad y los procesos de innovación socio-tecnológica, sino aquella que busca profundizar la
conexión entre los territorios como espacios catalizadores de desarrollo, y la innovación sociotecnológica como condición de posibilidad para resolver problemáticas locales y mejorar la calidad
de vida de las poblaciones.
Capítulo 4. Innovación y Políticas Públicas
Este capítulo analiza las políticas públicas de innovación socio-tecnológica implementadas en
Argentina y en la Provincia de Buenos Aires entre los años 2004-2016. Se introduce una tipología
de políticas públicas de innovación socio-tecnológica, así como también una clasificación respecto
del rol del Estado en la innovación. Este estudio señala que sobre la base del análisis específico de
las políticas públicas de innovación socio-tecnológica implementadas, resulta factible dilucidar la
valoración y el rol ejercido por el Estado en estos procesos.
4.1. El rol del Estado en la innovación
Para poder analizar los procesos de innovación socio-tecnológica, resulta imprescindible dilucidar
el rol que ocupa el Estado como un actor clave en estos procesos. Con qué recursos cuenta el
Estado, de qué modo se puede constituir como un actor capaz de articular las partes, y orientar los
procesos de innovación socio-tecnológica hacia el desarrollo económico y social de los territorios,
constituyen elementos a ser profundizados. Esta tesis presenta una tipología del rol del Estado en
la innovación con base en tres categorías: a) Estado garante b) Estado incubadora c) Estado
dinamizador. Esta tesis señala que las políticas públicas de innovación socio-tecnológica se
encuentran fuertemente condicionadas por la valoración que se tiene respecto al rol del Estado en
estos procesos.
La concepción de Estado Garante plantea que las políticas públicas de innovación sociotecnológica deben estar dirigidas a generar las condiciones para que este proceso emerja
impulsado por el mercado: normativa, estímulos fiscales, acceso al crédito, etc. Bajo esta
concepción el sector privado es el motor de la innovación. La idea de Estado Incubadora sostiene
que las políticas públicas deben constituir instrumentos para la creación de empresas de base
tecnológica, y que el Estado puede constituirse como el gran consumidor de productos y servicios
innovadores provisto por estos. De este modo, el Estado puede actuar como un gran laboratorio de
innovación. Por último, el concepto de Estado Dinamizador considera que el Estado constituye el
actor central en las políticas de innovación en tanto permite articular a otros actores (universidades,
centros de investigación, empresas, etc.) y orientar los procesos de innovación hacia una política
de desarrollo económico, social, humano y territorial.
4.1.1. El Estado como actor social específico y la especificidad del rol del Estado
Antes de comenzar a analizar el rol del Estado en la innovación, resulta necesario definir ambos
conceptos: “rol” y “Estado”. No es objeto de este estudio referir al extenso debate en torno a la
156
teoría del “Estado” que implica reconocer una variedad de puntos de vista y corrientes de
pensamiento en torno a su definición, por lo tanto se adhiere a una definición acotada pero lo
suficientemente precisa: “(...) El Estado es, de este modo, relación social y aparato institucional
(...)” (Oszlak, 1997:2). Vale aclarar que el autor se refiere al Estado-nación que es la forma
moderna capitalista que ha asumido el Estado desde finales del siglo XIX y que hace alusión a la
relación social capitalista168. En relación al término “rol”, Borrastero (2016:3) señala: “Entenderemos
un rol como un conjunto de comportamientos prescritos para los agentes que ocupan posiciones
sociales particulares, vale decir, acciones que se espera que cada cual realice”. En este caso,
entendemos por “rol del Estado en la innovación”: un conjunto de acciones que se espera que el
Estado realice en relación a la innovación socio-tecnológica, dada la posición que ocupa como
actor y los recursos y capacidades que dispone169.
Para profundizar el estudio de los procesos de innovación socio-tecnológica en ciudades
intermedias, resulta fundamental analizar el rol del Estado en su doble condición: como actor social
especifico, en tanto opera en los territorios a través de los entramados institucionales locales,
provinciales y nacionales y se vincula con otros actores sociales locales; y como responsable
fundamental del diseño e implementación de las políticas públicas nacionales de innovación sociotecnológica. Finquelievich, Feldman y Girolimo (2017:148) señalan: “Como responsable de las
políticas públicas de ciencia y técnica, define la orientación general del sistema científicotecnológico nacional y su articulación a nivel regional, mientras que como actor de la innovación en
el territorio desarrolla iniciativas y políticas concretas para impulsar la innovación en un lugar
específico”. Se puede analizar al Estado como un actor nacional, con mayor o menor presencia en
los territorios de acuerdo a una variedad de factores, tales como la relevancia del territorio en el
sistema nacional o provincial de innovación, el rol del gobierno local, la abundancia de recursos
naturales, humanos, culturales, etc.; y como un actor local que forma parte de la red de actores
sociales locales y que interactúa, en mayor o menor medida, con estos (empresas, universidades,
asociaciones de la sociedad civil, etc.).
Además de ser un actor nacional y local, el Estado constituye también un actor regional y global, en
la medida en que pueden articular los espacios nacionales y locales con espacios regionales,
transnacionales y transterritoriales. Si bien el Estado constituye una unidad político-jurídica
referenciada en un territorio especifico, donde habita una población con determinadas
168
Un definición, un tanto más extensa, señala que el Estado para ser considerado como tal debe ostentar ciertos
atributos de “estatalidad”: “1) capacidad de externalizar su poder, obteniendo reconocimiento como unidad soberana
dentro de un sistema de relaciones interestatales; 2) capacidad de institucionalizar su autoridad, imponiendo una
estructura de relaciones de poder que garantice su monopolio sobre los medios organizados de coerción; 3) capacidad de
diferenciar su control, a través de la creación de un conjunto funcionalmente diferenciado de instituciones públicas con
reconocida legitimidad para extraer establemente recursos de la sociedad civil, con cierto grado de profesionalización de
sus funcionarios y cierta medida de control centralizado sobre sus variadas actividades; y 4) capacidad de internalizar una
identidad colectiva, mediante la emisión de símbolos que refuerzan sentimientos de pertenencia y solidaridad social y
permiten, en consecuencia, el control ideológico como mecanismo de dominación” (Oszlak, 1997:3).
169
Vale aclarar que “lo que se espera” que realice el Estado es un campo abierto de disputa. La variedad de intereses
que defienden cada uno de los actores sociales se pone en tensión al momento de interactuar con el Estado. El Estado
puede poner límites al accionar de las empresas, o bien puede operar en su favor. El Estado puede potenciar la
investigación a través del sector público (universidades, centros de investigación, etc.), o puede apoyar la investigación
en el sector privado. El conjunto de expectativas depositadas en el accionar del Estado constituye una construcción
política, lo que implica por definición: conflicto, intereses en pugna, actores hegemónicos, etc. Mazzucato (2011:18)
señala que la mayoría de los gobiernos actuales opinan que: “(…) el rol del Estado en estimular la innovación refiere
simplemente a proveer las condiciones para que la innovación florezca (…)”. Siguiendo esta línea, la autora señala que
los grandes medios de comunicación, los políticos liberales y el empresario construye un sentido común dominante en el
cual lo “público” se asocia a lo “obsoleto”, “anticuado”, “burocrático”, “entrometido”, mientras que el sector privado
representa lo “innovador”, “competitivo”, y “dinámico”. Este constituye un contexto posible, sobre el cual se construye el
imaginario respecto a las expectativas y demandas sobre el accionar del Estado en los procesos de innovación.
157
características culturales, lingüísticas, étnicas, históricas, etc. que define la condición de “nación”, y
es reconocido como tal por el resto de la comunidad internacional; puede integrar unidades
políticas que superan ampliamente los límites del Estado-nación. El proceso de reestructuración
capitalista, el avance del informacionalismo, y la revolución de las TIC, generó una transformación
del Estado respecto a sus funciones, facultades de control, estructuras político-administrativas, y su
capacidad de acción en los territorios170. Castells (1998) señala: “El Estado rígido, centralizado,
anclado en una soberanía ficticia, superada por los flujos globales, y osificado en la ideología
nostálgica de ser una unidad de destino en lo universal, ha quedado obsoleto171”. El desarrollo del
informacionalismo vino aparejado también de un impulso a los procesos de integración regional a
nivel mundial. Castells (1997:365) utiliza la figura de “Estado-red” al que define como: “Un Estado
caracterizado por compartir la autoridad (es decir, en último término, la capacidad de imponer la
violencia legitimidad) a lo largo de una red”. Esa red no sólo refiere a estructuras políticoadministrativas superiores a las del Estado-nación, sino también a flujos informacionales globales.
Más allá de las transformaciones en el Estado en el contexto de la globalización e
informacionalismo, este actor aún mantiene tres “atributos” fundamentales para el desarrollo de los
procesos de innovación socio-tecnológica: a) concentra la capacidad de representar “intereses”
diversos (atributo político); b) dispone de ciertas capacidades, recursos e instrumentos específicos
(atributo operativo-institucional); c) no ha perdido vigencia (atributo temporal). Esto quiere decir que
el Estado es capaz de aglutinar “intereses diversos172”, dispone de recursos, capacidades e
instrumentos de acción que permiten generar, dinamizar y consolidar los procesos de innovación,
dotándolos de financiamiento, estructura institucional, capacidades cognitivas, etc.; y que estos
atributos, que ningún otro actor social posee, se mantienen a lo largo del tiempo. Sin embargo,
estos atributos del Estado requieren ser analizados en la práctica, lo que supone referir a
170
Estas transformaciones en el Estado, algunos autores (Dupuy, 2009; Wallerstein, 1984; Taylor y Fint, 2002; Sassen,
1991) la definen como crisis del Estado-nación. Dupuy (2009:4) señala que la crisis del Estado-nación se puede analizar
como “crisis del Estado” y “crisis de la nación”. En el primer caso: “El proceso de reestructuración económica del
capitalismo ha alcanzado de lleno en el sustento mismo del Estado a partir del fenómeno de la mundialización y
financiarización de la economía global, en detrimento de sus elementos constitutivos: el conjunto de la población,
alcanzada por las políticas de ajuste ultraliberales, el territorio, sobre el cual el Estado ya no ejerce casi su soberanía, en
beneficio de los grupos trasnacionales, o la subdivide mediante políticas de descentralización, y el sistema jurídicoinstitucional, debilitado por sucesivas reestructuraciones y desregulaciones”. En el segundo caso: “El surgimiento de
nuevas identidades colectivas derivadas de los procesos migratorios y la influencia ejercida por los medios de
comunicación y de información, así como las transformaciones económicas, sociales y políticas recientes, han producido
grandes cambios en las configuraciones culturales tradicionales –nación, etnia, grupo lingüístico, grupo religioso,
comunidades regionales, clases sociales...- y la aparición de nuevas -nuevos nacionalismos de base étnica, expresiones
de las formas fragmentadas de la sociedad urbana, organizaciones reivindicativas de género, edad o sectores excluidosactuando sobre sus formas de apropiación y transformación del espacio.” (Dupuy. 2008:9). Sassen (2007:98) señala que
las funciones que desempeña el Estado se encuentran condicionadas por las problemáticas que enfrenta: “Considero que
el peso de los intereses privados nacionales y extranjeros en esta labor especifica del Estado se vuelve un elemento que
constituye nuevas capacidades estatales y un nuevo tipo de autoridad estatal y produce un hibrido que no es ni
totalmente público ni totalmente privado”. De la óptica de esta autora, el Estado-nación resulta insuficiente para “gobernar
la globalización”, pero no desaparece sino que muta hacía “(…) una mayor diversidad de formas de participación estatal
(…)” (Sassen, 2007:100).
171
https://elpais.com/diario/1998/04/20/opinion/893023211_850215.html
172
El Estado en tanto representación del “bien común” es capaz de articular una diversidad de intereses, muchas veces
antagónicos y en clara confrontación. Esto no implica que el Estado es neutral frente a la lucha de clases, sino que es
capaz de construir hegemonía que supone defender unos “intereses” y no “otros”, pero en nombre del “interés general”.
Lo que es innegable, es que el Estado es el único actor social capaz de defender intereses distintos a los de un actor
particular, como las empresas o las universidades. Mientras las empresas buscan maximizar su ganancia, las
universidades, incrementar los recursos del conocimiento, el Estado puede pensar más allá del “interés particular” y
priorizar tanto a uno como a otro, así como también a otros sectores de la sociedad. Su condición hegemónica podrá
detectarse en relación a que empresas defiende, que universidades prioriza, que investigaciones impulsa, etc. La
diversidad de intereses no son de naturaleza “objetiva” sino “política”, por lo tanto no se encuentra exentas de conflicto.
Esa capacidad de velar más allá del interés como “actor” dentro de una red de actores sociales, constituye un atributo
sustancial del Estado y una facultad inalienable.
158
orientaciones generales de los gobiernos que hacen uso de sus estructuras, recursos, capacidades
e instrumentos en un periodo histórico determinado.
Sobre la base de esos “atributos”, resulta necesario sostener que el Estado continúa
desempeñando un rol preponderante en los procesos de innovación, en relación a seis aspectos
fundamentales:
Diseño e implementación de políticas públicas que constituyen instrumentos específicos y
herramientas determinadas para promover, facilitar y potenciar procesos de innovación en
sus distintos niveles territoriales.
Financiamiento público para el sector de CyT y las instituciones públicas del conocimiento
(universidades, centros de investigación, escuelas, etc.) en términos de recursos financieros
propios y por la posibilidad de acceder al financiamiento externo.
Comando de empresas públicas que resultan vitales para los sistemas nacionales de
innovación en áreas como: energía, servicios públicos, transporte, minería, industria
aeroespacial, telecomunicaciones, etc.
Disposición de recursos institucionales únicos para promover y facilitar las interacciones
entre diversos actores: empresas, universidades, centros de investigación, asociaciones de
la sociedad civil, etc.173
Consumo y demanda de bienes y servicios intensivos en conocimiento;
Orientación y encauzamiento de las políticas de innovación socio-tecnológica con las
estrategias de desarrollo económico, social, humano y territorial.
De acuerdo a las teorías neoschumpetereanas de innovación y desarrollo, Borrastero (2016:3)
reconoce tres tipos de “roles” que desempeña el Estado que vale la pena resaltar:
Sustantivos: “Se trata de roles propios del Estado como actor “universal". Prefiguran las
cuestiones que éste debiera garantizar en el interior del sistema, en tanto ello no es posible
para el resto de los agentes, que tienen unos intereses particulares y una capacidad y
posibilidades de acción más restringidas en tal sentido”
Vinculares: “aquellos que ponen de manifiesto la relación esperada con los agentes de la
sociedad civil y, en particular, con los agentes económicos privados”
Operativos: “aquellas acciones específicas tendientes a garantizar el ejercicio efectivo de
los roles vinculares y sustantivos”
173
El Estado dispone de recursos y capacidades para transformarse en un gran constructor de redes, a través de
diversos mecanismos: facilitar infraestructuras, promover interacciones, favorecer la cooperación internacional, acceder a
fuentes de financiamiento, desarrollar programas e iniciativas concretas de articulación (clústeres, polos tecnológicos,
parques científico-tecnológicos, etc.), entre otros.
159
Estos tres roles diferenciados que ejerce el Estado, interactúan con funciones, recursos y
características específicas. El siguiente Cuadro 22 refleja estas interacciones:
Cuadro 28. Roles, funciones, recursos y características del Estado respecto a la innovación socio-tecnológica
Roles
Sustantivos
Vinculares
Funciones
Recursos
Cohesión del sistema
Capacidad
de
como un todo (no es la
dialogo con todos
sumatoria de las "partes"
los actores sociales
sino la coordinación de
en
tanto
no
intereses diversos)
representa
a
ninguno
en
Cohesión social (refiere a
particular
la distribución equitativa
Orientación
del
de la riqueza)
gasto
público
de
Promotor del aprendizaje
acuerdos a las
colectivo (capital social,
necesidades
mejora
de
las
sociales
instituciones,
formación
Definición de la
de capital humano, etc.)
orientación general
de la política de
CyT y Educación
Usuario de innovaciones
producidas en el sector
privado
Constructor
de
redes
productivas, técnicas, de
conocimiento, etc.
Intermediario entre el
espacio nacional/local y el
regional/global
Consumidor
y
demandante
de
bienes y servicios
del sector privado
Proveedor
de
financiamiento
e
infraestructura para
proyectos
multiactorales
Impulsor
de
mecanismos
de
Características
No es un atributo en
abstracto, sino que
se corresponde con
procesos
políticos
específicos
con
determinadas
características
políticas,
ideológicas,
culturales,
y
económicas
No es unidireccional,
existen
tensiones,
negociaciones
y
construcción
de
consensos entre los
actores sociales
160
cooperación
internacional
Operativos
Diseña e implementa
políticas públicas
Invierte
recursos
monetarios
en
áreas
estratégicas
como:
educación,
ciencia
y
tecnología,
energía,
industria, etc.
Presupuesto
Agenda
de
gobierno y líneas
de
acción
delimitadas
Acceso
a
financiamiento
externo
Implementación de
líneas
de
financiamiento del
sector público
Legitimidad
de
origen
No son neutrales,
sino que cristalizan
una
toma
de
posición del Estado
frente
a
una
"cuestión"
socialmente
problematizada
Fuente: elaboración propia en base a Borrastero (2016)
Por último, el rol desempeñado por el Estado, así como también las funciones, recursos y
capacidades que dispone, se articulan con una estrategia de desarrollo económico, social, humano
y territorial determinada. Mazzucato (2011) resalta el papel desempeñado por el “Estado
desarrollista” japonés en el cual: “(…) el Estado es activo no sólo en términos keynesianos de
impulso a la demanda, sino también en su condición de liderar el proceso de industrialización (…) “.
Chacón (2014:244) agrega el caso de Costa Rica (un país de Centroamérica, históricamente pobre,
especializado en la producción y exportación de café), en el cual el Estado diseñó una estrategia:
“(…) para crear sectores modernos orientados a la exportación y para ofrecer la base de recursos
humanos para su competitividad (…)”. La intervención del Estado resulto trascendental para
superar las limitaciones de una economía agraria y avanzar en el desarrollo de una economía
informacional que requiere, necesariamente, de capital humano que permita atraer capitales e
inversiones de empresas de alta tecnología (microelectrónica, software, etc.).
4.1.2. El Estado emprendedor
161
Más allá de identificar los recursos, capacidades, funciones y diversidad de roles que desempeña el
Estado, resulta necesario reconocer una facultad propia que, normalmente, se invisibiliza: su
carácter “emprendedor174”. Mazzucato (2014) denuncia la visión “minimalista” del Estado respecto a
los procesos de innovación socio-tecnológica en la que se le asigna al Estado sólo cuatro funciones
principales: a) garantizar una sólida base científica; b) asegurar un marco normativo estable; c)
garantizar estabilidad macroeconómica; y d) apoyar la formación de clústeres tecnológicos. Los
factores restantes quedan en manos del mercado que constituye la verdadera fuerza que impulsa
la innovación.
La autora señala que la evidencia empírica indica otra cosa: “(…) el Estado puede crear una
estrategia proactiva en torno a un área novedosa de creciente proyección, antes de que su
potencial sea comprendido por la comunidad de negocios (desde Internet hasta la Nanotecnología),
financiando esta etapa de incertidumbre que el sector privado no está dispuesto a afrontar dado el
alto riesgo que implica; poniendo en marcha nuevos desarrollos, e incluso supervisando el proceso
de comercialización. En este sentido ha desempeñado un importante rol emprendedor (…)”
(Mazzucato, 2014:19).
La idea de “Estado emprendedor” implica sostener que el Estado actúa como: “(…) catalizador, e
inversionista principal, provocando la reacción inicial en una red que luego permite que el
conocimiento se disemine (…)” (Mazzucato, 2014:20). El Estado no constituye un obstáculo para el
emprendimiento privado, sino su condición de posibilidad. Mazzucato (2014:53) recupera la historia
de grandes innovaciones y señala que: “(:..) No sólo los gobiernos han financiado las
investigaciones, ya sea en ciencia básica o aplicada, más riesgosas, sino que además han sido la
fuente de las innovaciones más radicales y los tipos de innovación más rupturistas (…)”. La
mayoría de las tecnologías más complejas han sido impulsadas por el Estado: aeronavegación,
tecnología espacial, tecnologías de información y comunicación, Internet, energía nuclear, etc. Para
el desarrollo de estas tecnologías, el apoyo del Estado ha sido trascendental en las primeras
etapas. El caso de la industria farmacéutica resulta emblemático: 2/3 de las nuevas entidades
moleculares halladas en los últimos diez años han sido producto de laboratorios e investigaciones
financiadas e impulsadas por el Estado. El sector de la biotecnología reviste las mismas
características (Mazzucato, 2014).
El “Estado emprendedor” refiere también a ciertas funciones específicas que desarrolla el Estado
que resultan indispensables para promover, potenciar, y consolidar los procesos de innovación
socio-tecnológica:
Cuadro 29. Funciones del Estado emprendedor
Funciones
Invertir en investigación básica
Ejemplos
Nuevas vacunas
174
Esto quiere decir que el Estado dispone de algunas cualidades que comúnmente se le adjudican al sujeto
“emprendedor”: a) mirada prospectiva; b) aceptación del riesgo como “valor” positivo; c) aceptación del “fracaso” como
parte constitutiva del proceso innovador; d) vocación de trabajo en equipo; e) dinamismo. Estas cualidades no siempre
prevalecen, y en numerosas ocasiones existen otros atributos que obstaculizan la innovación (conservadurismo,
burocratismo, inacción, problemas de financiamiento, etc.). Esta tesis señala que, en muchos casos, ambas dimensiones
coexisten y entran en tensión dentro del Estado, y que estas cualidades requieren ser analizadas en el contexto de la
sociedad, tipo de régimen político, estructura socio-económica, y tipo de Estado, en el que se inscriben. Mazzucato
(2011) define esta facultad en referencia a la experiencia norteamericana y europea, considerando la historia de las
principales innovaciones socio-tecnológicas que se han originado en estas regiones.
162
Impulsar una nueva área de I+D
Invertir en I+D en etapas tempranas e inciertas de
desarrollo (funcionar como capital de riesgo)
Identificar necesidades de modificación de los marcos
normativos y regulatorios
Crear e impulsar redes intragubernamentales y
multiactorales
Estar a la vanguardia de nuevas aceras estratégicas que
todavía no han explotado
Fuente: elaboración propia en base a Mazzucato, 2014
Internet o el Genoma Humano
Nuevas entidades moleculares
Cambios en la regulación de la
propiedad intelectual
Los casos de SBIR y DARPA en
175
USA
Nanotecnología y tecnología verde
Al observar un teléfono móvil inteligente (IPhone), y detenerse en las principales tecnologías
presentes en este dispositivo (GPS, Touchscreen, Internet, Microchip, Siri, Batería de Litio, etc.) se
puede identificar la presencia activa del Estado en la creación, promoción y desarrollo de sus
componentes esenciales. En este ejemplo puntual, la intervención del Estado norteamericano a
través de diversas agencias gubernamentales ha resultado trascendental, sobre todo en las etapas
tempranas de investigación y desarrollo, para que luego el sector privado pudiera comercializar y
masificar el uso de estos dispositivos176. El siguiente grafico (11) describe con claridad este
proceso:
Gráfico 11. La presencia del Estado en la creación, promoción y desarrollo de la las innovaciones
tecnológicas
175
Los Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada en Defensa, conocido como Defense Advanced Research
Projects Agencia (DARPA) fue una agencia encargada de promocionar la investigación básica en áreas estratégicas
como: informática, electrónica, ingeniería, etc. Si bien su objetivo principal era garantizar la superioridad tecnología del
ejército norteamericano, en la práctica constituyó un actor fundamental en la promoción de la ciencia y la tecnología,
garantizando fondos para sostener las investigaciones en etapas tempranas. También se amplió a la financiación de
pequeñas start up en la década del sesenta, lo que constituyó una pieza clave para que la industria del semiconductor se
desarrollara con fuerza en la década de los setenta y ochenta (Mazzucato, 2014). Esta agencia nucleaba no solamente al
pentágono, sino a ingenieros, científicos, universitarios, etc. El Programa de Investigaciones en Innovación para
Pequeñas Empresas, conocido como Small Buisness Innovation Research Programme (SBIR) comenzó a implementarse
bajo el Gobierno de Ronald Reggean. El objetivo de este programa fue proveer de financiamiento a pequeños startup en
tecnología de punta. El resultado de esta iniciativa fue la creación de una verdadera red de innovación entre pequeñas
empresas, una agencia federal que proveía fondos, e instituciones locales que funcionaban como intermediarias
(Mazzucato, 2011).
176
Se suele considerar a Steve Jobs como el gurú de la innovación tecnológica por la creación del Ipad, iPhone y otros
dispositivos de uso masivo. Sin embargo, estos dispositivos funcionan y se pueden comercializar gracias a sus
componentes tecnológicos (tanto hardware como software): Internet, GPS, Siri, Touchscreen, Chip de memoria RAM,
Batería de Litio, Pantallas de cristal líquido, etc. Nadie duda de las capacidades innovadoras de Steve Jobs y su
compañía Apple, pero sin el desarrollo de estas tecnologías, el iPhone hubiera sido, cuanto mucho, un buen juguete pero
nunca un teléfono inteligente. El componente “inteligente” de los teléfonos móviles está provisto por tecnologías
impulsadas y desarrolladas por parte del Estado a lo largo de décadas. Sin embargo, cuando se observan estos
dispositivos, el rol del Estado queda completamente invisibilizado (Mazzucato, 2014).
163
Fuente: Mazzucato (2015:116)
Mazzucato (2015:122) señala: “(…) el Estado no sólo impulsó las tecnologías actuales (como las
computadoras, Internet, energía solar y eólica, etc.) sino que también creó una red descentralizada
de actores públicos y privados (una “red estatal de desarrollo”) que proveyó fondos para empresas
en etapas tempranas de desarrollo que las agencias de riesgo no estaban dispuestas a financiar, e
implementó créditos fiscales especiales para favorecer determinadas actividades por sobre otras
(…)”. Más adelante, agrega: “Por cada Tesla (empresas que recibieron fondos públicos y se
transformaron en agentes prestigiados por el mercado) hay muchos Solyndras (empresas que
recibieron fondos públicos pero que luego entraron en bancarrota). Por cada Internet (tecnología
impulsada por el Estado con un gran éxito) hay muchos Concordes (proyectos impulsados por el
Estado que fracasaron comercialmente)”. Sin embargo, se utilizan los casos que han fracasado
(Solyndras) para cuestionar la eficacia del Estado, sin reconocer que este proporciona, en muchos
casos, los capitales de riesgo fundamentales para financiar la innovación, que como todo capital de
riesgo, se equivoca mucho más de lo que acierta (Mazzucato, 2015:124). Un Estado que
promociona la innovación socio-tecnológica debería aceptar el fracaso como una parte constitutiva
del camino a recorrer, lo que implica, necesariamente, apostar a largo plazo, que no es otra cosa
que aceptar que se necesitan muchos Solyndras para lograr un Tesla.
4.1.3. Una tipología del rol del Estado en la innovación
En el marco teórico se incluyó la diversidad de enfoques en relación al rol del Estado en la
innovación (ver Cuadro 1). Desde aquellas corrientes de pensamiento que sostiene que el sector
emprendedor privado constituye la pieza clave de la innovación socio-tecnológica- incluye
neoshumpetereanos y liberales- hasta los enfoques opuestos que le asignan al Estado un rol
central y prioritario para encauzar los procesos de innovación en una senda de desarrollo
autónomo e inclusivo que permita superar las desigualdades estructurales y la dependencia
tecnológica de los países periféricos- vinculadas al progresismo y algunas corrientes del
neodesarrollismo. Existen también posiciones intermedias, algunas que depositan en el Estado
ciertas funciones específicas que el mercado no puede desempeñar (la formación de capital
humano, por ejemplo), pero sobre la base de fortalecer y consolidar el emprendedorismo del sector
privado; y otros enfoques, cercanos a la perspectiva de Mazzucato, que señalan que resulta
imposible promover y fortalecer la innovación socio-tecnológica sin la participación activa del
Estado.
164
Recogiendo la diversidad de enfoques presentes en la literatura, y fruto del trabajo de campo
realizado que permitió apreciar la valoración que realizaron los diversos actores sociales en las
ciudades de Tandil, Bahía Blanca y La Plata177 en referencia al rol de Estado en la innovación, así
como también el enfoque predominante para elaborar las políticas públicas de impacto territorial
identificadas en los estudios de caso, se elaboró una tipología sobre el rol del Estado en la
innovación:
Cuadro 30. Tipología del rol del Estado en la innovación
Tipo
de Relación
Enfoque de
Estado
Estado/Mercado desarrollo
Características
Su accionar se centra en aspectos normativos:
garantiza el cumplimiento de los marcos
regulatorios que promueven las condiciones para
que la innovación “emerja”. La hipótesis sería que
la innovación se producirá de forma relativamente
espontánea, si el Estado prepara adecuadamente
el terreno. Este tipo de Estado no constituye un
actor central de la innovación, debido a que este
proceso se ubica por fuera de su ámbito y
competencias. En este caso, la innovación es
Estado
MercadoLiberalmotorizada fundamentalmente por el sector
Garante
céntrico
Minimalista
privado emprendedor
Apoya y fomenta el desarrollo de innovaciones
facilitando recursos y conocimientos en ciertas
áreas prioritarias para el mercado. Además actúa
como gran laboratorio de ideas y proyectos
innovadores. Constituye un actor que promueve la
innovación en tanto se posiciona como consumidor
y demandante de bienes intensivos en
conocimiento. La innovación es impulsada por el
Estado
MercadoLiberalsector privado emprendedor, pero requiere de
Incubador
céntrico
Instrumental incentivos por parte del Estado
Define líneas estratégicas y explicita los temas
prioritarios de innovación. Provee recursos
institucionales y financieros. Su trabajo está
centrado en la instrumentación de entornos
innovadores, y es el que convoca a los actores de
la innovación para su participación en dichos
entornos, asumiendo un rol de liderazgo.
Direcciona los procesos de innovación hacia
estrategias de desarrollo económico, social,
humano y territorial.
La innovación depende
Estado
Estratégica- fundamentalmente de una fuerte intervención del
Dinamizador Estado-céntrico Desarrollista Estado
Estado
Intermedia
Sistémica-
Constituye un actor central dentro del sistema
177
En la primera parte de la tesis se mencionó el contexto de este estudio: los proyectos de investigación PIP 2013-2015
“Innovación y ciudades en la Sociedad de la Información: procesos, actores y resultados en tres ciudades de la provincia
de Buenos Aires” y PICT 2015-2018 “Desarrollo local e innovación productiva en la Sociedad de la información”. En
ambas investigaciones se analizan tres casos: La Plata, Bahía Blanca y Tandil. La construcción de esta tipología del rol
del Estado en la innovación constituye un resultado de estas investigaciones.
165
Emprendedor
Desarrollista
nacional de innovación: ejerce el rol de funcionar
como capital de riesgo para etapas tempranas de
I+D, promueve y financia actividades de I+D en
áreas que todavía no han explotado, construye
redes de innovación en sectores estratégicos, etc.
La innovación depende tanto del Estado como del
mercado
Fuente: Finquelievich, Feldman, y Girolimo, 2015
La categoría de “Estado Emprendedor” referida al estudio de Mazzucato (2014) fue incluida en esta
tipología, porque se considera que condensa características de las otras tres categorías. Según el
análisis especifico del caso norteamericano, el Estado ofició como garante de las condiciones
materiales, cognitivas y normativas que favorecen la innovación del sector privado, desempeño el
rol de “gran laboratorio” de proyectos e innovaciones de los emprendedores tecnológicos privados,
y además encauzó la innovación socio-tecnológica con los intereses nacionales vinculados a
garantizar la superioridad tecnológica de USA. Este enfoque de Estado Emprendedor no
necesariamente desprecia o desvaloriza al mercado, pero considera que sin la participación activa
del sector público muchas tecnologías no se hubieran podido desarrollar. En sintonía con el
enfoque de Pérez (1997, 2001), la propuesta de Estado Emprendedor posee algunos elementos
comunes con el planteo de “Estado Desarrollista dinámico”, comprendido como aquel actor que
permite la administración local de un sector estratégico, considerado “remolque de la economía”
(conjunto de actividades económicas competitivas a nivel global, capaces de romper la frontera
tecnológica y favorecer el desarrollo económico) no mediante el “efecto de goteo” sino
incorporando a todos los sectores sociales en las actividades generadoras de riqueza.
Como toda tipología, resulta útil para ordenar el análisis, pero difícilmente las distintas categorías
diseñadas en base al análisis empírico y teórico, se expresen en la realidad de forma pura. Al
analizar las políticas públicas de innovación socio-tecnológica implementadas en la ciudad de La
Plata, se identificaron variantes de todos los tipos de Estado presentes en la tipología178. Las
categorías elaboradas reflejan, así mismo, diversas valorizaciones del rol que “debería” ocupar el
Estado respecto a los procesos de innovación, según otros actores sociales (universidades,
empresas, organizaciones de la sociedad civil, etc.), pero no siempre esas valoraciones coinciden
con las políticas públicas implementadas en el territorio. Las políticas públicas constituyen un
espejo que no siempre refleja de modo lineal y directo el papel que desempeña el Estado para
favorecer e impulsar la innovación socio-tecnológica, pero que permite identificar las coordenadas
generales de la estrategia de gobierno respecto a estos procesos179. Por este motivo, se torna
indispensable construir una tipología de políticas públicas de innovación socio-tecnológica que
178
Vale mencionar que el análisis del rol del gobierno municipal de la ciudad de La Plata sirvió como disparador para
construir la categoría de “Estado Incubadora”. Mediantes entrevistas a distintos funcionarios del gobierno municipal, se
detectó una orientación general respecto al rol que debe desempeñar el gobierno local: ser un acompañante de empresas
pequeñas, articulando y apoyando a los emprendedores. Se mencionó la importancia de acompañar el proceso de
contrastación con la realidad de los desarrollos, lo que significa trabajar con las empresas cuando desarrollan servicios
para la ciudad, puliendo los desarrollos para que su implementación sea efectiva. El beneficio de la empresa sería lograr
un producto útil para un municipio y a partir de allí, intentar comercializarlo a otras ciudades. Un ejemplo es la experiencia
del Botón de Pánico vía SMS, desarrollado por una pequeña empresa, que -mediante el trabajo con la Municipalidadlogró implementar y comercializar este producto a otras ciudades.
179
Borrastero (2012:106) señala: “La intervención estatal está siempre presente en cualquier tipo de modelo productivo e
institucional que configure la economía nacional. Esto es, su existencia no depende de la voluntad de los gobiernos, sino
sólo su orientación específica, que dará forma a su vez al tipo de articulación público-privada, y así, al modelo productivo
e institucional vigente”.
166
posibiliten ordenar el análisis de esta dimensión que, sin lugar a dudas, constituye un factor
condicionante de los procesos de innovación estudiados.
4.2. Hacia una tipología de políticas públicas de innovación socio-tecnológica
Este subapartado expone una tipología de políticas públicas de innovación socio-tecnológica, en la
cual se incluyen los “tipos de políticas”, los “objetivos” e “instrumentos” que permiten agrupar a las
distintas variantes de políticas públicas de innovación socio-tecnológica analizadas.
4.2.1. La importancia de contar con una tipología de políticas públicas de innovación sociotecnológica
Edler y Fagerberg (2017:15) argumentan: “La gobernanza de las políticas de innovación,
posiblemente muy importantes para el diseño e implementación de políticas de innovación
efectivas, es un tema sub - investigado, sobre el cual se necesita más trabajo, que se beneficie de
una perspectiva interdisciplinaria (incluyendo la ciencia política y la administración pública)”. Para
poder analizar con mayor profundidad las políticas públicas de innovación socio-tecnológica, resulta
indispensable definir, en primer lugar, que se considera “innovación”, que tipos de políticas existen,
y cuales constituyen los principales instrumentos y recursos estatales al servicio de esas políticas.
Como señalan estos autores las políticas de innovación no constituían un asunto primordial dentro
de la agenda gubernamental, ni un tema relevante para la academia, hace algunas décadas atrás,
pero en la actualidad constituye un eje central de las políticas de cualquier gobierno, y abunda su
mención en el buscador de Google. No se trata de que antes no existieran, como señalan los
autores: “(…) las políticas de innovación (entendidas como políticas que afectan la innovación)
pueden haber existido por siglos (…)”. Sino que no se estudiaban como “políticas de innovación”
más bien como “políticas que se diseñaron con otros propósitos pero que podían tener algún
impacto en la innovación” (Elder y Fagerberg, 2017). Finquelievich (2010:135) agrega: “El tema de
las políticas públicas para la sociedad de la información (en adelante, PPSI) es relativamente
nuevo. Aun los países que han dedicado esfuerzos estables y continuos a elaborar estrategias
nacionales o locales, como Canadá, Australia o Nueva Zelanda, entre otros, comenzaron estas
tareas a mediados de la década de 1990”.
En la actualidad, tal como señala la OECD (2011:10): “(…) las políticas públicas juegan un papel
determinante para apoyar el desarrollo científico, tecnológico y la innovación, especialmente en
contextos donde la especialización productiva está orientada hacia sectores intensivos en recursos
naturales, o mano de obra, que operan con bajo contenido tecnológico y que de por si demandan
poco conocimiento (…)”. Más adelante, se reconoce que: “(:..) las políticas de Ciencia, Tecnología
e Innovación han ido evolucionando hacia modelos más abiertos en los cuales se contemplan tanto
acciones para apoyar la generación de capacidades científicas y tecnológicas en sectores de
frontera, como instrumentos para fomentar la modernización del aparato productivo y la adopción
de innovaciones “soft” que permitan mejorar la competitividad de las empresas operantes en los
países de la región (…)”. La identificación de las políticas de innovación como parte constitutiva de
las estrategias de desarrollo, ha jerarquizado notablemente su estudio, al comprender que: “(…) el
desarrollo tecnológico es el sustento último del crecimiento económico en el largo plazo” (CEPAL,
2011).
167
En segundo lugar, la construcción de una tipología de políticas públicas de innovación sociotecnológica responde a dos necesidades fundamentales de la investigación sobre estos procesos:
a) conformar un marco general respecto a las capacidades, recursos e instrumentos con lo que
cuenta el Estado para promocionar, favorecer y consolidar los procesos de innovación sociotecnológica en el caso específico de los países periféricos; b) precisar el análisis del accionar de los
gobiernos que intervienen en los procesos de innovación localizados en los territorios que se
pretenden estudiar, en términos de balance de la utilización de esas capacidades, recursos e
instrumentos estatales. La mejor forma de analizar la intervención del Estado en los procesos de
innovación socio-tecnológica es encuadrar dicho accionar en el marco de las “capacidades
concretas de acción” (“que se puede esperar”), y comparar esas capacidades con el resultado
concreto de las acciones desarrolladas (“que se hizo”).
En términos generales, el uso y construcción de tipologías, obedece a dos objetivos metodológicos
distintos pero interconectados: a) una operación clasificatoria formulada o construida teóricamente
(“ordenar el objeto de investigación”); y b) una operación técnica de construcción empírica a través
del tratamiento de una matriz de datos (“ordenar el trabajo empírico”) (López Roldán, 1996). En
esta tesis la construcción de “tipologías” responde a la dinámica propia del método de investigación
cualitativa seleccionado, que considera que: “(…) La tipología como forma es una abstracción
expresada en términos clasificatorios que nos permite afirmar que las sociedades, la acción social,
el capital o el empleo, se pueden reconocer a través de una diversidad de tipos (…)” (López
Roldán, 1996:12). Como señala López Roldán en base a Marradi (1990): “(…) las clasificaciones,
las taxonomías y las tipologías, en tanto que conceptos, permiten la organización de nuestro
pensamiento sobre la realidad, y en tanto que instrumentos de la actividad científica no son ni
verdaderos ni falsos en sí mismos ni mejores ni peores que otros; por contra, lo que debe juzgarse
es la adecuación de esos instrumentos a los problemas de la investigación tratada y a los objetivos
que se quieren alcanzar (…)”.
4.2.2. El “objeto” de las políticas
Antes de definir los “tipos de políticas”, resulta pertinente precisar el “objeto” de esas políticas: la
innovación socio-tecnológica. Para poder avanzar en una definición, se requiere primero, eludir tres
preconceptos referidos a este término: a) la innovación se circunscribe a la producción de alta
tecnología en entornos altamente sofisticados que explotan los últimos grandes avances científicos
que suelen ubicarse normalmente en los países de alto desarrollo; b) la innovación constituye un
proceso localizado en las grandes cadenas de producción y conocimiento ligado, exclusivamente, a
la generación de “ideas novedosas” que pueden devenir en nuevos bienes y servicios; c) la
innovación constituye una dimensión puramente económica/mercantil en la cual intervienen las
grandes empresas transnacionales. Esta tesis considera que la innovación no es un asunto
exclusivo de las economías centrales (Fagerber et al., 2010) reducida al campo de la tecnología de
punta (Von Tuzelman y Acha, 2004); tampoco se subsume a una dimensión puramente “creativa”
prefabricada en los grandes laboratorios de investigación y las grandes empresas transnacionales,
ni refiere únicamente a procesos económico/mercantiles liderados por el sector privado (Osborne y
Brown, 2013). Como señalan Elder y Fagerber (2017:4): “(…) si queremos maximizar la
contribución de la innovación al cambio social y económico, no es suficiente con focalizarse en que
dimensiones explican la emergencia de la novedad, necesitamos además un entendimiento
acabado de su adopción y su posterior aprovechamiento (…)”. Kline y Rosemberg (1986:283)
señalan: “(…) las mejoras posteriores a la invención, después de su primera introducción, pueden
168
ser mucho más importantes, en términos económicos, que la disponibilidad de uso inicial de la
invención en su formato original (…)”.
El manual de Oslo de la OECD (2005) define la innovación como: “(…) la introducción en el
mercado de un producto o proceso nuevo o significativamente mejorado o el desarrollo de nuevas
técnicas de organización y comercialización (…)”.Schiavo et ál. (2013) plantean que la innovación
consiste en la transformación de una idea en producto, servicio o proceso, nuevo o mejorado, cuya
aplicación o introducción en el mercado genera valor adicional. Este valor puede ser económico,
socio-ambiental, político, etc.; y se da en diferentes casos. Puede tratarse de la introducción de un
producto nuevo o de un cambio cualitativo en un producto existente. Finquelievich y Feldman
(2015:4) señalan: “(…) en el nuevo sistema de innovación que posibilitan las TIC, su validación, si
bien no excluye al mercado, implica a otros sectores de la sociedad, como son el espacio científicotecnológico, el gubernamental y la propia sociedad civil (…)”. Finquelievich (2012) considera
innovación al proceso que lleva a la difusión de un nuevo producto o procedimiento (ya sea este
tecnológico, organizacional o de difusión) o a su mejora significativa, así como a su apropiación por
diversos actores sociales.
Los procesos a que dan origen a las innovaciones son extremadamente complejos, y están
relacionados con la emergencia y difusión de conocimientos, así como con su materialización en
nuevos productos y procesos de producción (Edquist, 1997:1, citado por Casas, 2001).
Finquelievich, Feldman y Fischnaller (2014:242) señalan: “El proceso innovador no es
unidireccional: es cíclico, no lineal, provocado por variadas causas y productor de múltiples y
diversos efectos”. Más adelante, agregan: “La innovación se relaciona con el conjunto de acciones
necesarias para transformar una situación particular, que incluyen entre otros nuevos bienes y
servicios, el rediseño o reingeniería de los procesos existentes, y el desarrollo de nuevas
capacidades en las personas, ya que toda innovación supone una nueva competencia”. Este
proceso necesariamente incluye una diversidad de factores (sociales, culturales, políticos, etc.) que
exceden lo meramente económico. Morin (2001), citado por Rodríguez Herrera y Ugarte (2008),
señala que las condiciones socioculturales de la innovación pueden ser positivas al prescribir “lo
que hay que pensar y conocer”, o pueden ser negativas al excluir normativamente “lo que no se
puede concebir ni hacer”.
Por lo tanto, el “objeto” de las políticas remite a los procesos sociales que o bien dan origen a
nuevos bienes o servicios que se introducen en el mercado, o implican una mejora de los
existentes, o remiten a nuevos usos sociales de los mismos, que permiten añadir valor o
simplemente, como expresa Mulgan (2010), se trata de “nuevas ideas que funcionan”, y se vinculan
tanto con aspectos meramente económicos (mejora de la productividad y competitividad) como
sociales, ambientales, políticos, culturales, etc. Elder y Fagerberg (2017:4) indican: “Existe una
perspectiva estrecha, que solo considera la invención, y existe una perspectiva holista, más amplia,
que enfatiza la importancia de mirar el ciclo entero desde la creación de nuevas ideas hasta su
implementación y difusión”.
4.2.3. Los “tipos de políticas”, “objetivos” e “instrumentos”
Edler y Ferberger (2017:5) señalan que las políticas de innovación: “(…) consiste en una variedad
de políticas diferentes (e instrumentos de política pública) que han sido introducidos a lo largo de la
historia, con diversas motivaciones, y utilizando una diversidad de etiquetas (…)”. Muchas políticas
que hoy se describen como “políticas de innovación”, anteriormente se denominaban como:
169
políticas industriales, científicas, tecnológicas, etc. Reconociendo esta complejidad, los autores
proponen tres “tipos de políticas” que han guiado, a lo largo del tiempo, los esfuerzos estatales para
impulsar, promover, facilitar y consolidar la innovación, a pesar de no haber sido identificados, en
todos los casos, como “políticas de innovación”:
Políticas orientadas a un objetivo (“Mission-oriented policies”): se trata de la búsqueda
de soluciones dirigidas a un objetivo concreto que forma parte de la agenda política. En
este caso, los esfuerzos no se concentran únicamente en la etapa de la “invención”, sino
también en su implementación y difusión social. Han sido aplicadas durante años sin referir
explícitamente al término “políticas de innovación”. Un ejemplo: Internet
Políticas orientadas a la invención (“Invention-oriented policies”): se trata de políticas
propias de una enfoque acotado, en el sentido que se concentran en la fase de I+D dirigida
a la “invención”, relegando al mercado la función de diseminación y difusión. Estas políticas
fueron hegemónicas en muchos países desde fines de la segunda guerra mundial, con
mayor énfasis en la década del sesenta, en la cual se crearon muchas agencias públicas
de investigación de diverso tipo. Un ejemplo: muchas de las políticas que se consideran de
“CyT” (inversión en I+D, por ejemplo) pero que hoy se incluyen dentro del abanico de
“políticas de innovación”.
Políticas orientadas al Sistema (“System-oriented policies”): refiere a políticas sistémicas,
de mayor actualidad, vinculadas al grado de interacción entre los diversos nodos del
sistema, el mejoramiento de ciertos componentes vitales del sistema, o las capacidades de
los actores que forman parte. Estas políticas se refuerzan a partir de la década de los
noventa, cuando cobran relevancia los “sistemas nacionales de innovación” y organismos
como la OECD comienzan a diagramar modelos de políticas ajustadas a estos modelos. Un
ejemplo: la formación de clústeres tecnológicos impulsados por el Estado.
Frente a la clasificación de Edler y Fagerberg (2017), esta tesis propone dos “tipos de políticas”
más:
Políticas orientadas al desarrollo: se trata de políticas cuya búsqueda principal remite a
encauzar las políticas de CyT e innovación productiva con las estrategias de desarrollo
económico, social, humano y territorial. Este “paquete” de políticas consideran a las
comunidades como actores centrales en el diseño de las políticas de innovación, y
sostienen que estas deben estar orientadas a resolver problemáticas locales. Un ejemplo: la
promoción de capacidades tecnológicas del sector de la economía social y popular, o la
generación de espacios urbanos abiertos de innovación social.
Políticas orientadas al emprendedorismo: refiere a políticas direccionadas al sector
privado emprendedor, forma parte del enfoque acotado que considera al mercado como el
actor principal de la innovación. Estas políticas se diferencia de las “políticas orientadas a la
invención” en tanto no remiten a la I+D en las fases de “invención”, sino a un paquete de
medidas dirigidas a promover la formación y consolidación de nuevas empresas, sobre la
base de aprovechar el “potencial” creativo y las tecnologías de información y comunicación.
170
Un ejemplo: la formación de incubadoras públicas, o líneas de financiamiento específicas
para nuevos emprendimientos.
Edler y Fagerberg (2017:11) diferencian a los “objetivos”- planteados por los responsables de
políticas públicas respecto a las distintas dimensiones de los procesos de innovación- de los
“instrumentos de política”- definidos como: “(:..) las técnicas implementadas para alcanzar esos
objetivos (…)”. Los autores remarcan: “El diseño de esos instrumentos se encuentra influenciado
por nuestra comprensión (teórica) de la materia, lecciones de la propia práctica, y el
involucramiento de diversos actores en distintos planos de la sociedad”.
Edler et al. (2016) diseñaron una tipología de “instrumentos de política” que reconoce quince “tipos”
diferentes de instrumentos vinculados a siete objetivos de política pública: incremento del I+D,
desarrollo de nuevas capacidades, acceso al conocimiento experto, mejoramiento de la capacidad
sistémica de complementariedad entre las partes, incremento de la demanda para la innovación,
mejora del marco regulatorio, y aliento a la discusión política. Se pueden mencionar algunos
ejemplos: incentivos fiscales para impulsar la I+D, apoyo directo a empresas que invierten en I+D,
políticas de capacitación y formación profesional, promoción del emprendedorismo, incentivo a la
formación de clústeres, asesoramiento técnico al sector productivo, promoción de la cooperación
multiactoral, formación de redes de innovación, cambios en la regulación, entre otros.
Fagerberg (2015:11) reconoce también cinco “procesos generales” de los sistemas nacionales de
innovación que afectan la “dinámica de cambio tecnológico” a los que deben apuntar las políticas
de innovación:
Conocimiento: refiere a las instituciones de I+D públicas, los laboratorios privados, las
universidades, etc. Estos procesos de aprendizaje se encuentran condicionados por la
interacción de diversos actores sociales: gobierno, universidades, empresas, etc. Se trata
tanto del desarrollo de la investigación básica como aplicada.
Capacidades: constituyen las habilidades especializadas y generales que permiten la
generación de cambios tecnológicos. Intervienen los diversos ministerios encargados de la
educación y la capacitación profesional de los ciudadanos (Ministerio de Educación,
Industria, etc.). Se asume que para innovar se requieren ciertos conocimientos básicos y
habilidades específicas.
Demanda: remite a la demanda de soluciones innovadoras, en la cual el Estado cumple un
rol relevante en términos de crear nuevos mercados, modificar los marcos regulatorios, y
utilizar herramientas para fomentar la innovación de las empresas.
Financiamiento: se vincula con los diversos mecanismos de financiamiento de la
innovación para el caso de las pequeñas y medianas empresas, que difícilmente puedan
acceder a capitales de riesgo para costear innovaciones riesgosas. En este caso, el Estado
constituye un actor central para promover y financiar estas innovaciones.
Instituciones: definen las “reglas del juego” al establecer los marcos normativos y
regulatorios que permiten incentivar la innovación. Pueden garantizar también estabilidad
del sistema de normas que alienta la innovación en el largo plazo.
171
En el Cuadro 31 se cruzan los “objetivos” con los “instrumentos” señalados, se agregan también
los “procesos generales” y se mencionan algunos impactos posibles de estas políticas:
Cuadro 31. Objetivos, instrumentos, procesos e impacto de las políticas de innovación
Objetivos
Instrumentos
Incentivos fiscales y apoyo
directo a las empresas que
Incremento de la I+D invierten en I+D e innovación
Desarrollo
de Políticas de formación y
nuevas capacidades capacitación profesional
Acceso
conocimiento
experto
Procesos
Conocimiento y
Financiamiento
Capacidades y
Conocimiento
al Asesoramiento técnico al
sector productivo y promoción Conocimiento y
Capacidades
del emprendedorismo
Creación
de
clústeres,
Complementariedad construcción de redes de
de los nodos del innovación, y promoción de la Conocimiento e
sistema
cooperación multiactoral
Instituciones
Política
de
contratación
pública, adquisiciones preIncremento de la comerciales, establecimiento Demanda
y
demanda
de premios a la innovación
Financiamiento
Mejorar
de
los Modificación
del
marco
marcos regulatorios normativo y regulatorio
Instituciones
Prospectiva tecnológica
Creación
de
instancias
Aliento
a
la públicas
de
debate
y Conocimiento e
discusión política
concertación
Instituciones
Fuente: elaboración propia en base a Edler y Fagerberg (2017)
Impacto
Nuevas patentes
Nuevos bienes o servicios
Mejora de un producto
existente
Cambios en los procesos
de
producción
o
comercialización
Incremento del capital
humano
Formación de nuevas
empresas, modernización
del aparato productivo,
incremento
de
la
productividad
Formación de medios
innovadores
Radicación de empresas
de alta tecnología
Nuevos bienes y servicios
Leyes y normas que
promuevan la innovación
Conformación de una
Agenda de políticas de
innovación de largo plazo
Las políticas de innovación, así como sus diversos objetivos e instrumentos, se encuadran en
distintos niveles de gobierno: nacional, provincial, y municipal. El financiamiento de la I+D
difícilmente pueda ser implementado sólo por un gobierno local, ya que en general no cuenta con
las capacidades financieras e institucionales necesarias. Sin embargo, los gobiernos locales son
capaces de, por ejemplo, desarrollar políticas vinculadas a la construcción de redes de innovación
entre diversos actores sociales presentes en el territorio o programas específicos de promoción del
emprendedorismo local. Para poder avanzar en un análisis preciso de las políticas de innovación
socio-tecnológica en ciudades intermedias, resulta imprescindible no superponer los distintos
niveles de gobierno ni confundir las distintas áreas de competencia. Los procesos de innovación
socio-tecnológica se encuentran fuertemente condicionados por las políticas nacionales,
provinciales y locales, pero no en la misma medida, bajo las mismas lógicas, y de acuerdo a los
mismos mecanismos. Además, el análisis requiere una mirada particular sobre la articulación entre
172
los diferentes niveles de gobierno, siendo esta, una variable que condiciona también estos
procesos180.
4.3. Políticas públicas de innovación socio-tecnológica en Argentina
En este subapartado se mencionan las principales políticas públicas de innovación sociotecnológica impulsadas por el Estado Nacional y Provincial entre los años 2004-2016. Estas
políticas se agrupan según la tipología descrita en el subapartado anterior. Sobre la base del
análisis específico de las políticas públicas de innovación socio-tecnológica implementadas en este
periodo, es posible determinar cuál ha sido el rol del Estado en la innovación en sus distintas
variantes territoriales y evidenciar algunas transformaciones generadas a partir del cambio de
gestión gubernamental ocurrido en 2015.
4.3.1. Las políticas nacionales de innovación socio-tecnológica
Una vez definidos los “tipos de políticas” de innovación, los diversos “instrumentos” y “objetivos”, se
puede agrupar las distintas políticas públicas de innovación socio-tecnológicas, implementadas
entre 2004 y 2016, de acuerdo a estas categorías. Al tratarse de construcciones teóricas, no
siempre se expresan de forma nítida en la realidad. Como resultado del trabajo empírico y la
investigación documental, se puede “ajustar” estas categorías al caso argentino, reformulando
algunas de ellas.
En primer lugar, se puede identificar en el periodo señalado tres “tipos de política” predominantes:
a) Políticas orientadas a la “invención”-refiere a las políticas orientadas a promover y fortalecer
la I+D, tanto pública como privada;
b) Políticas orientadas al “Sistema”-se trata de los esfuerzos estatales para articular los
distintos nodos del sistema mediante la formación de Polos Tecnológicos o Parques
Científico-tecnológicos, Clústeres, etc., así como también las políticas que buscan fortalecer
algún sector productivo en especial a través de la creación de redes multiactorales; o
aquellas políticas focalizadas que buscan fortalecer determinadas áreas estratégicas;
c) Políticas orientadas al “emprendedorismo”-se proponen, principalmente, incrementar el
número de empresas, alentar el fortalecimiento de pequeñas y medianas empresas
existentes, y promocionar la generación de micro emprendimientos económicos, sociales,
tecnológicos, etc.
En cuanto a las políticas de formación de capital humano (formación de profesionales
universitarios, número de investigadores y becarios, calidad educativa del sistema de educación
primaria, secundaria y terciaria, etc.), no se las considera como un “tipo” de política de innovación,
sino como políticas de CyT y Educación, cuyo objetivo principal consiste en conformar una base de
180
En el caso Argentino, por ejemplo, las relaciones políticas entre Municipio, Provincia y Nación suelen constituir un
factor relevante para la implementación local de políticas provinciales o nacionales. Esto implica, desde obras de
infraestructura, acceso a financiamiento, hasta el interés de “bajar” al municipio iniciativas generadas por el Estado
Nacional. En el caso concreto de los proyectos de investigación en curso (ya han sido señalados en el marco teórico), se
identificó que la conformación de polos tecnológicos en la Provincia de Buenos Aires requiere de la presencia de cierto
consenso entre Municipio, Provincia y Nación. En la medida en que ese vínculo se tensiona, proyectos de este tipo
suelen estancarse.
173
capacidades y conocimiento que permite el desarrollo de los otros tres “tipos” de políticas
descriptos181.
Por el lado de los “objetivos”, se detectan fundamentalmente seis:
Incremento de la I+D;
Desarrollo de capacidades y conocimiento experto;
Articulación de los nodos del Sistema;
Inyección de demanda;
Modificaciones institucionales y normativas;
Fortalecimiento al sector productivo;
Promoción de determinadas áreas estratégicas de desarrollo tecnológico.
Estos “objetivos” permiten potenciar la “invención”, fortalecer el sistema nacional de innovación, y
promover el emprendedorismo que constituyen las principales políticas nacionales de innovación
socio-tecnológica implementadas en el periodo señalado. Además, se destaca la preponderancia
de las políticas focalizadas a partir de la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva (MINCYT) en el año 2007 y la formulación del Plan Argentina Innovadora
2020, en el 2013. Los objetivos de las políticas de innovación se encuadran en un grupo de áreas
estratégicas de desarrollo tecnológico contenidas en este Plan: energía, agroindustria,
biotecnología, TIC, nanotecnología, industria, salud, desarrollo social, etc.
Se pueden definir nueve “instrumentos” específicos que se encuentran al servicio de los “objetivos”
indicados:
Aumento de la inversión en I+D;
Política de subsidios a empresas que inviertan en I+D;
Políticas de asesoramiento técnico al sector productivo tendientes a su modernización;
Políticas de promoción del emprendedorismo de base tecnológica;
Formación de clústeres, Polos, o Parques Científico-Tecnológicos;
Creación de redes de innovación multiactorales;
Incremento de la demanda estatal de bienes y servicios intensivos en conocimiento;
Sanción de leyes favorables a la innovación socio-tecnológica;
Creación de instituciones que promuevan la innovación socio-tecnológica, así como también
el diseño de un Plan Nacional de Desarrollo de la Innovación a largo plazo y la selección de
áreas estratégicas de desarrollo tecnológico.
Nuevamente, las políticas de CyT constituyen un eje transversal a todos los objetivos e
instrumentos de política pública de innovación socio-tecnológica.
181
En esta tesis se diferencian las políticas de CyT “generales” de las políticas de innovación. No porque se considere
que se encuentren desconectadas y que no exista un vínculo directo entre unas y otras, sino porque se considera que
analizarlas por separado mejora su capacidad de comprensión. Otros estudios (Del Bello y Abeledo, 2007; Chudnovsky,
1999; Colombo y Araya, 2002; Loray, 2016) analizan estas políticas en términos de Ciencia, Tecnología, e Innovación
(CTI). Estos estudios dividen los “tipos de políticas” en: a) horizontales-transversales a todo el sector de CyT; b) verticales
o sectoriales-orientadas a un sector específico de la economía y/o un área específica de conocimiento; c) focalizadasdestinadas a fortalecer sectores y áreas tecnológicas estratégicas. Loray (2016) señala que en la última década (20042014) se ha seleccionado como áreas estratégicas de desarrollo tecnológico a las Tecnologías de Propósito General
(TPG): biotecnología, TIC´s, y Nanotecnología.
174
En el Cuadro 32 se entrecruzan los “tipos de política”, “objetivos”, “instrumentos”, y se agregan
ejemplos concretos de programas, planes o iniciativas implementados entre 2004 y 2016:
182
Cuadro 32. Tipos de política, objetivos, instrumentos, Programas, Planes e Iniciativas, e Instituciones
Programas, Planes
Tipo de política
Objetivos
Instrumentos
o Iniciativas
Instituciones
Políticas
Incremento de Aumento
de
la Plan
Argentina Ministerio
de
orientadas a la la I+D
inversión en I+D del Innovadora 2020
Ciencia,
invención
sector público
Tecnología e
Ley Nacional de la Innovación
Promoción de Política de subsidios a Promoción
de
la Productiva
determinadas
empresas
que Industria de Software (MINCYT)
áreas
inviertan en I+D
estratégicas de
Programa
de Agencia
desarrollo
Sanción
de
leyes Fomento
a
la Nacional
de
tecnológico
favorables
a
la Inversión
Promoción
innovación
Emprendedora
en Científica
y
Tecnología
Tecnológica
183
Desarrollo de
(PROFIET)
(ANPCT )
capacidades y
conocimiento
Proyecto IBEROEKA Consejo
experto
Nacional
de
Fondos
para
la Investigaciones
Investigación
Científicas
y
Científica
y Técnicas
182
Se considera el periodo 2004-2016 que incluye tres gobiernos, dos del mismo signo político (Néstor Kirchner y Cristina
Kirchner del Frente Para la Victoria (FPV)-PJ) y el triunfo de Mauricio Macri en 2015 (de la alianza CambiemosPRO/UCR) que constituyó no sólo un cambio de gobierno, sino de etapa política. En este contexto, se reformularon
algunos programas, se crearon nuevos, y se modificaron ministerios, secretarias, y organismos dependientes del Estado.
Más adelante se hará mención a los cambios en la orientación general de las políticas de innovación, sobre la base de
reconocer continuidades y rupturas respecto al proceso anterior. Esta Tesis señala que no se evidencia, hasta el
momento, un viraje radical en las políticas de CyT y las políticas de innovación, en parte por la propia resistencia de la
comunidad científica y en parte por el poco tiempo que lleva el nuevo gobierno, pero que se puede identificar una
transformación profunda en el discurso y en el impulso a algunos programas e iniciativas, en el cual se deposita en las
políticas orientadas al emprendedorismo un énfasis primordial.
183
Dentro del MINCYT, se destaca la intervención de la Agencia Nacional de Promoción Científico Tecnológica (ANPCyT)
que constituye un organismo nacional descentralizado, dependiente de este Ministerio. Dentro de la Agencia se
encuentran los principales Fondos para promocionar la innovación científico-tecnológica y productiva: FONCyT,
FONSOFT, FONTAR, y FONARSEC. Loray (2015:3) señala: “(…) una de las tareas fundamentales de la Agencia es la de
promover, en forma simultánea y complementaria, la investigación científica y la innovación empresarial, dos fenómenos
complejos y con distintas lógicas de funcionamiento, que hasta ese momento no habían sido abordados desde la política
pública por una única institución (…)”. Angeleli (2011:69) agrega: “El conjunto de estos elementos hicieron que la agencia
sea en sí misma una innovación institucional”. La Agencia atravesó cuatro etapas desde su creación en 1996 (se
conformó cuando todavía no se había creado el MINCYT, como parte de la vieja Secretaria de Ciencia, Tecnología, e
Innovación): a) fundacional (1996/2001)- caracterizada por el uso de fondos provenientes del BID y orientada
fundamentalmente al otorgamiento de créditos al sector Pyme; b) diversificación de instrumentos (2002-2005)-se
incluyeron fondos del Tesoro Nacional y una perspectiva orientada a fortalecer el sistema de CyT, como hecho
sobresaliente se destaca la creación del FONSOFT; c) innovación asociativa (2006-2009)-se enmarcó dentro del Plan
Bicentenario 2006-2010 con un enfoque orientado a promover proyectos de investigación e innovación de carácter
asociativo con impacto social y productivo; d) enfoque de sectores y áreas estratégicas (2010-actualidad)- en el 2007 se
crea el MINCYT y en el 2012 se diseña el Plan Argentina Innovadora 2020 que estipulan los lineamientos generales de
las política de CyT e Innovación con un claro enfoque de políticas focalizadas, orientado a definir sectores y áreas
estratégicas (Loray, 2015; Angelelli, 2011). En esta última etapa, Agelelli (2011:77) señala el surgimiento de una nueva
modalidad de funcionamiento entre el MINCYT y la Agencia: “(-(…) donde el primero se hace cargo de los procesos de
identificación y priorización de sectores y temas estratégicos, y la segunda se encarga instrumentar los mecanismos de
selección y financiamiento de proyectos (…)”.
175
Tecnológica
(FONCYT)
(CONICET)
Universidades
Fondo
Argentino Públicas
Sectorial
Nacionales
(FONARSEC);
Organismos de
Fondo Tecnológico CyT
Argentino (FONTAR)
Políticas
orientadas
Sistema
Articulación de Formación
de
los nodos del clústeres, Polos, o
Sistema
Parques
CientíficoTecnológicos
Fortalecimiento
del
sector Creación de redes de
al productivo
innovación
multiactorales
Promoción de
determinadas
Políticas
de
áreas
asesoramiento técnico
estratégicas de al sector productivo
desarrollo
tecnológico
Creación
de
instituciones
que
Modificaciones promuevan
la
institucionales innovación
socioy normativas
tecnológica
Inyección
Demanda
de
Diseño de un Plan
Nacional
de
Desarrollo
de
la
Innovación a largo
plazo y la selección
de áreas estratégicas
de
desarrollo
tecnológico
Proyectos
de
incorporación
de
Servicios
Tecnológicos
en
Parques Industriales
o
Sectores
Industriales
Planificados
Poder
Ejecutivo
Legislativo
y
MINCYT
Ministerio
Industria
de
Creación del Área de Ministerio
de
Apoyo
al
Sector Economía
y
Productivo (ASEP)
Finanzas
Públicas
Fondo Fiduciario de
Promoción
de
la Ministerio
de
Industria del Software Producción
(FONSOFT)
Cámaras
Conformación
del empresarias
Polo
Científico
Tecnológico Nacional Gobiernos
Provinciales y
Formación de redes Municipales
de
vinculación
(formación
Universidades
interdisciplinaria,
Públicas
prospectiva
Nacionales
tecnológica, sistemas
nacionales, etc.)
Organismos de
CyT
Plan
Argentina
Innovadora 2020
Sanción de la Ley
Nacional
de
Promoción
de
la
Industria del Software
176
INVAP
YTEC
Políticas
orientadas
al Fortalecimiento Políticas
de
emprendedorismo al
sector promoción
del
productivo
emprendedorismo de
base tecnológica
Promoción de
determinadas
Financiamiento
al
áreas
sector emprendedor
estratégicas de
desarrollo
tecnológico
FONARSEC
MINCYT
FONCYT
Ministerio
Industria
FONSOFT
EMPRE-TECNO
de
Ministerio
de
Producción
PROFIET
Programa INCUBAR
Universidades
Públicas
Nacionales
Semana Nacional del
Emprendedor
Incubadoras
Tecnológico (SNET) públicas
y
privadas
Fuente: elaboración propia en base a investigación documental
Dentro del campo de las políticas de innovación en el periodo 2004-2016, resulta necesario, al
menos de forma breve, mencionar dos casos emblemáticos: INVAP e YTEC. Estas dos empresas
evidencian el impacto del desarrollo científico-tecnológico en un sector productivo intensivo en
conocimiento, y el rol del Estado para potenciar la innovación en determinadas áreas estratégicas:
energía nuclear, satélites, petróleo, etc. El caso INVAP resulta paradigmático en, al menos, tres
aspectos:
a) se trata de una empresa estatal184 orientada a producir bienes y servicios de alto valor
agregado, intensivos en conocimiento, con un componente científico-tecnológico muy
elevado, destinada a producir para el Estado y exportar a otros países (India, Argelia,
Venezuela, Australia, etc.) que se ha especializado en áreas bien definidas, orientadas al
desarrollo nacional: energía nuclear (reactores, plantas, etc.), tecnología espacial
(satélites185), gobierno y defensa (radares, sistemas de control fiscal, etc.), energías
184
Resulta necesario aclarar que se trata de una empresa, creada en la década del setenta, cuya figura jurídica remite a
una “sociedad del Estado” cuya propiedad pertenece al Gobierno de la Provincia de Rio Negro. Si bien recibe fondos y
desarrolla proyectos de alcance nacional, además de exportar sus productos, no se trata de una empresa estatal
nacional, sino provincial, ubicada en la Ciudad de Bariloche. (http://www.invap.com.ar/es/la-empresa/acerca-deinvap.html). Sin embargo, la fabricación de los satélites AR-SAT I y II, se realizó en alianza con la Empresa Argentina de
Soluciones Satelitales Sociedad Anónima AR-SAT que si constituye una empresa estatal nacional que hoy se encuentra
bajo la órbita del Ministerio de Modernización (http://www.arsat.com.ar/).
185
INVAP ha fabricado en total cuatro satélites puestos en órbita. Se trata de la única empresa latinoamericana capaz de
desarrollar proyectos satelitales completos, desde su fabricación hasta la puesta en órbita, exceptuando el lanzamiento.
Dentro de estos proyectos, sobresale el caso de AR-SAT que constituye el primer satélite argentino geoestacionario de
comunicaciones. Ya se lanzó al espacio, AR-SAT I y II, y el proyecto de construir AR-SAT 3 se encuentra en un proceso
177
alternativas (turbinas eólicas, plantas de inyección de vapor, etc.), TICs y servicios
tecnológicos (televisión digital terrestre, sistemas médicos, etc.);
b) permitió crear una red extensa de proveedores y Pymes industriales orientadas al desarrollo
de estos productos tecnológicos intensivos en conocimiento, lo que constituye en la práctica
un ejemplo de política de innovación vía “inyección de demanda”;
c) conformó una red de conocimiento entre distintos organismos estatales, organismos de CyT
y diversos actores socio-institucionales: La Comisión Nacional de Energía Atómica de
Argentina (CNEA), Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), Dirección
General de Fabricaciones Militares, Fuerza Área Argentina, Administración Nacional de
Aviación Civil (ANAC), CONICET; Ministerio de Defensa, Instituto de Investigaciones
Científicas y Técnicas para la Defensa (ITEFA), entre otros.
El caso de la empresa Y-TEC reviste de mayor actualidad. Fue creada en el 2012 entre la empresa
petrolera argentina, renacionalizada ese año186, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y el
CONICET, con el objetivo de: “(…) brindar soluciones tecnológicas de alto impacto para el sector
energético (…)187”. La empresa se especializa en I+D+I (investigación, desarrollo, e innovación) en
el área específica de los hidrocarburos y nuevas energías. Se destacan seis áreas principales de
carácter estratégico para el país: a) Recursos no convencionales; b) Gas; c) Nuevas Energías; d)
Refinación y Petroquímica; e) Campos Maduros; f) Sostenibilidad Ambiental. En una línea similar a
INVAP, Y-TEC impulsa lo que denomina “espacios de innovación”: “Se trata de ámbitos comunes
de trabajo impulsados por la compañía para complementar capacidades científicas con
instituciones públicas y privadas, que permitan generar productos tecnológicos de alto impacto188”.
El caso de Y-TEC ha cobrado relevancia con el descubrimiento de “Vaca Muerta” que constituye
una de las reservas de Recursos hidrocarburiferos no convencionales más grande del mundo. No
exenta de controversia- debido al mecanismo por el cual se extrae este recurso, conocido como
“fracking”- la posibilidad de explotar este yacimiento se considera vital para el desarrollo energético
argentino. Y-TEC impulsó desde su creación el programa, “Tecnologías para el Desarrollo de
Yacimientos No Convencionales” cuyo objetivo principal consiste en impulsar un: “(…) programa
tecnológico y multidisciplinario para desarrollar herramientas, técnicas y metodologías que faciliten
la optimización de las técnicas de estimulación y de producción del gas y petróleo no
convencionales (…)” (Y-TEC, 2016:10).
4.3.2. El Plan Argentina Innovadora 2020
Tal como señalan Herrera (1995), Loray y Pineiro (2014), las políticas de innovación, así como
también de las de CyT, contienen elementos “explícitos” e “implícitos”. Los primeros se evidencian
de renegociación y conflicto a partir de la posibilidad de conformar una alianza con una empresa de capitales
norteamericanos que, en la práctica, supone “privatizar” la empresa al otorgar la mayor parte del directorio a una empresa
extranjera (https://www.pagina12.com.ar/62160-para-que-no-se-pierdan-los-satelites consultado el 21/09/2017)
186
YPF fue creada por el presidente Hipólito Irigoyen en año 1922, su primer director fue Enrique Mosconi. En 1992 fue
privatizada, durante el gobierno de Carlos Saúl Menem y en 1999 fue adquirida por la petrolera española, REPSOL. En el
año 2012, el Estado argentino decidió expropiar el 51% del paquete accionario de la empresa, obteniendo de esta forma
el control operativo de la misma. El paquete accionario corresponde al Estado Nacional y las Provincias
(http://www.lanacion.com.ar/1470358-por-abrumadora-mayoria-se-aprobo-la-expropiacion-de-ypf
consultado
el
21/09/2017).
187
https://y-tec.com.ar/Paginas/sobre-ytec.html
188
https://y-tec.com.ar/Paginas/espacios-de-innovacion.html
178
en el diseño de Planes o Programas que adoptan un carácter “público” y constituyen los
lineamientos generales que ordenan las políticas de CyT e Innovación, mientras que los segundos
refieren a las políticas implementadas bajo la superficie, vinculadas a la macroeconómica,
educación, industria, etc., que tiene impacto en los procesos de innovación socio-tecnológica y que
no siempre responden a esa orientación general. Herrera (1995:130) señala que las políticas
“explicitas” constituyen, en muchos casos, una “fachada” formal y declarativa, sobre la cual se
extiende la política “implícita” que constituye: “(…) la política científica verdaderamente en acción
(…)”. En este caso, el diseño e implementación del Plan Argentina Innovadora 2020 responde a las
políticas “explicitas” que si bien, en algunos casos, pueden actuar como “fachada” formal y
meramente declarativa, también resulta necesario analizarlas como principios generales que
orientan y definen los lineamientos a seguir tanto de las políticas de CyT como de las políticas de
innovación.
El Plan Argentina Innovadora 2020 - diseñado en 2012, pero que entró en vigencia a partir del
2013- tuvo como antecedente inmediato el Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación “Bicentenario” (2006-2010). El Plan señalaba: “Desde el punto de vista de la ciencia, la
tecnología y la innovación, este escenario supone la conformación de un Sistema Nacional de
Innovación caracterizado por la articulación de las instituciones científicas y tecnológicas entre sí y,
a su vez, por su mayor vinculación con los sectores productivos y los programas de desarrollo
social, educativo y cultural” (Plan Bicentenario, 2006:5). El Plan Bicentenario coincidió con algunas
reformas importantes en materia de políticas de CyT e Innovación- la creación de un nuevo fondo
administrados por la ANPCYT, el Fondo Fiduciario de Promoción de la Industria del Software
(FONSOFT), la sanción de la Ley Nacional de Promoción de la Industria del Software en 2005, y la
creación del programa de Proyectos Tecnológicos Integrados (PI TEC), entre otros- y anticipó el
cambio más importante a nivel institucional: la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva (MINCYT) en el año 2007 (Loray y Pineiro, 2014).
El Plan Argentina Innovadora 2020 se propone como objetivo general: “Impulsar la innovación
productiva inclusiva y sustentable sobre la base de la expansión, el avance y el aprovechamiento
pleno de las capacidades científico-tecnológicas nacionales, incrementando así la competitividad
de la economía, mejorando la calidad de vida de la población, en un marco de desarrollo
sustentable” (PNCTI 2020, 2014:38). Se puede analizar el Plan a través de la diferenciación de
cuatro aspectos fundamentales: a) el enfoque general del Plan que se describe formalmente como
“Fundamentos conceptuales y empíricos”; b) la metodología de diseño del Plan- participativa,
definida como “de abajo hacia arriba”; c) la delimitación de áreas estratégicas de desarrollo
científico-tecnológico, denominadas “Núcleos Socio Productivos Estratégicos”; d) la determinación
de objetivos específicos de políticas de CyT e Innovación que permiten proyectar dichas políticas
hacía el largo plazo.
En relación al primer punto, el Plan reconoce como enfoque general: “el viraje gradual de políticas
horizontales hacia políticas diferenciadas y focalizadas”. Este viraje responde a la identificación de
tres necesidades: a) contar con un enfoque sistémico; b) la importancia de considerar las redes
como motor de la innovación, sobre todo, en el campo de las tecnologías intensivas en
conocimiento; c) la visión de que las políticas de CTI deben estar orientadas a mejorar las
condiciones de desarrollo e inclusión social (PNCTI 2020, 2013:33). Como señalan Loray y Piñeiro
(2014:15): “(…) el Plan reconoce los límites de la visión lineal de la relación CTI, entendiendo que
los procesos de innovación no se traducen automáticamente en mejoras competitivas o de
bienestar social (…)”.
179
Referido a la metodología, el Plan sostiene: “Esto supone un proceso de planificación flexible,
abierto, descentralizado y con un fuerte énfasis procesal, cuya misión no es definir taxativamente
los pasos a seguir por los actores sino generar las condiciones para que ellos definan sus propios
cursos de acción, los evalúen y reorienten de ser necesario” (PNCTI 2020, 2013:35). La
planificación de “abajo hacia arriba” se realizó en tres etapas: 1) revisión de antecedentes y
elaboración de diagnósticos de problemas y oportunidades; 2) puesta en funcionamiento la
metodología participativa a través de tres mesas de trabajo189; 3) tareas de consulta y validación
con ámbitos jerarquizados del sistema científico-tecnológico.
Este proceso abierto y participativo no culmina con la elaboración del Plan, sino que permanece
permeable a: “(…) la posibilidad de abrir procesos de seguimiento y evaluación de resultados y,
más adelante, de impactos, para poder producir un ciclo completo de política pública de ciencia,
tecnología e innovación (…)” (PNCTI 2020, 2013:36).
Sin lugar a dudas, el punto más significativo del Plan se vincula con la definición de los “Núcleos
Socio Productivos Estratégicos (NSPE)”. El Plan señala: “La estrategia de focalización busca
direccionar los esfuerzos hacia la producción de impactos significativos en sectores sociales y
productivos de nuestro país a través del apoyo de la ciencia, la tecnología y la innovación” (PNCTI
2020, 2013:59). La definición de áreas específicas de desarrollo tecnológico a priorizar, refleja la
modificación señalada anteriormente: el paso de políticas transversales a políticas focalizadas.
Este proceso supone: “(…) en una mayor direccionalidad de los fondos de financiamiento (…)”
(Loray y Piñeiro, 2014:18), hacia las áreas consideradas estratégicas para el desarrollo nacional. El
Plan contempla seis áreas estratégicas a desarrollar: agroindustria, ambientes y desarrollo
sustentable, energía, desarrollo social, industria, y salud190. En el marco de las áreas escogidas, la
estrategia de focalización apunta a: “(…) combinar el aprovechamiento de las potencialidades que
ofrecen las tecnologías de propósito general (TPG) en distintos sectores socio-productivos y en
entornos territoriales determinados, a fin de generar ganancias cualitativas significativas en
términos de competitividad productiva, mejoramiento de calidad de vida de la población y
posicionamiento en términos de tecnologías emergentes y desarrollos tecnológicos esperables en
el mediano y largo plazo (…)”. Esto significa que la biotecnología, TICs, y Nanotecnología que
conforman las TPG, encuentran en las áreas señaladas, los “nichos de innovación” a explorar y
profundizar191 (PNCTI 2020, 2013:60).
Por último, la delimitación de objetivos específicos y proyecciones de cara al futuro, constituye un
avance en materia de planificación de la política de CyT e Innovación. Como señala el Plan: “(:..)
las proyecciones realizadas expresan la expectativa de alcanzar determinados niveles de
189
Fueron definidas tres mesas: “Las mesas transversales; las mesas sectoriales con el propósito de definir los objetivos
y prioridades sectoriales y avanzar en la identificación de los principales Núcleos Socio-productivos Estratégicos (NSPE);
y las mesas de Tecnologías de Propósito General (TPG)” (Loray y Piñeiro, 2014:16).
190
Cada área se desglosa en subáreas que constituyen los NSPE identificados. Por ejemplo, para el caso de
agroindustria, se identificaron ocho NSPE: mejoramiento de cultivos y producción de semillas, procesamiento de
alimentos, biorefinerías, maquinaria agrícola, producción animal no tradicional, producción y procesamiento de productos
frutihorticolas, producción y procesamiento de recursos forestales, y producción y procesamiento de recursos oceánicos
(PNCTI 2020, 2013:62).
191
No es el objetivo de esta tesis, discutir la pertinencia de los NSPE seleccionados. Simplemente, se trata de retratar la
estrategia de focalización propuesta por el Plan Argentina Innovadora 2020. Vale reconocer que se puede cuestionar la
orientación seleccionada, a pesar de reconocer que contar con una orientación determinada, constituye un avance de las
políticas de CyT e Innovación al construir un horizonte que permite ordenar todos los instrumentos de política pública.
180
desempeño del SNCTI en función de las necesidades tanto del propio sistema como,
principalmente, del aporte que éste puede realizar al desarrollo social y productivo del país.
Asimismo, las proyecciones toman en consideración los niveles de crecimiento de los recursos
disponibles para la CyT desde la creación del Ministerio y las acciones que éste viene llevando
adelante para el fortalecimiento del SNCTI, así como las acciones propuestas en este Plan para
consolidar y expandir los resultados ya alcanzados (…)”.
Las proyecciones contemplan cuatro aspectos que disponen de un indicador para evaluar su
avance o retroceso:
expansión de la inversión en I+D como porcentaje del PBI;
financiamiento privado de la I+D;
investigadores, becarios, y tecnólogos por cada 1000 integrantes de la PEA;
I+D ejecutados por Provincia (excluidas la Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos
Aires, Córdoba y Santa Fe).
Se realizaron dos proyecciones, una para el 2015 y otra para el 2020, y dos escenarios (A y B), uno
más optimista y otro menos. En líneas generales, el escenario deseable planea lleva la inversión en
I+D del 0,65% del PBI en 2011 al 1,65 en el 2020; el porcentaje de I+D financiado por el sector
privado, de 26% en 2011 a 50% en 2020; la cantidad de investigadores, becarios y tecnólogos por
cada 1000 integrantes de la PEA, de 2,9 en 2011 a 5 en 2020; y el porcentaje de I+D ejecutado por
Provincia (excluidos CABA, Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe) del 28% en 2011 al
37% en 2020 (PNCTI 2020, 2013:40). Esto supone incrementar los recursos del Estado destinados
a financiar la inversión en I+D, construir herramientas que permitan incrementar la participación del
sector privado, federalizar el sistema de CyT, e incrementar el número de becarios, investigadores
y tecnólogos, como políticas de largo plazo a seguir por los sucesivos gobiernos de turno192.
4.3.3. Las políticas de la Provincia de Buenos Aires
Las políticas de innovación socio-tecnológicas implementadas en la Provincia de Buenos Aires, en
el periodo 2004-2016, se ajustan a los tres “tipos” de políticas señaladas para el caso nacional:
a) Políticas orientadas al Sistema- con énfasis en la promoción de clústeres, Polos o Parque
científico-tecnológicos, así como también el fortalecimiento del sector productivo vía
procesos de modernización de la estructura productiva de las Pymes provinciales;
b) Políticas orientadas al emprendedorismo-incluye programas de incentivo a la generación de
nuevas empresas de base tecnológica vía incubadoras públicas y público/privadas, y
fortalecimiento y acompañamiento a micro emprendimientos y Pymes con énfasis en
proyectos tecnológicos;
192
Vale recordar el conflicto generado por una disminución del número de investigadores ingresantes a carrera del
CONICET en el año 2016. Como argumento por parte de los investigadores y la comunidad científica se utilizaba la
mención al Plan Argentina Innovadora 2020, en el cual se estipula con claridad el objetivo de ir incrementando
gradualmente el número de investigadores. Este ejemplo demuestra la diferencia entre políticas “explicitas” e “implícitas”.
El Plan aún permanece vigente, a pesar de que el gobierno nacional y el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva, Lino Barañao, quien fue autor del Plan y Ministerio del gobierno anterior, se muestre reacio a seguir sus
lineamientos
(http://www.lanacion.com.ar/1969954-los-cientificos-del-conicet-aceptaron-la-propuesta-del-gobierno,
consultado el 22/09/2017)
181
c) Políticas orientadas a la “invención”- en una magnitud inferior a las políticas nacionales, la
Provincia de Buenos Aires cuenta con la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC),
perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología, e Innovación de la Provincia de Buenos
Aires, que se encarga de impulsar, financiar y promover la I+D+I a nivel provincial193.
En relación a las políticas provinciales de innovación socio-tecnológica, es fundamental
diferenciarlas de las políticas de modernización del Estado194. La razón por la cual resulta necesario
hacer esta distinción, remite a dos aspectos sustanciales: a) el “objetivo” de las políticas- si bien la
promoción de la innovación socio-tecnológica, incluye aspectos de la propia gestión del Estado,
constituye un objetivo enteramente distinto a la búsqueda de eficiencia, trasparencia y eficacia en la
administración pública que persiguen las políticas de modernización; b) los actores que intervienenlas políticas de innovación incluyen al Estado como un actor fundamental, pero incluyen,
necesariamente, una diversidad de actores sociales (empresas, universidades, centros de
investigación, asociaciones de la sociedad civil, etc.), mientras que las políticas de modernización
se reducen a los esfuerzos estatales para modificar sus propios “modos de gestión”.
En el Cuadro 33 se incluye el cruce entre tipos de política, objetivo, instrumentos, programas, e
instituciones de la Provincia de Buenos Aires:
Cuadro 33. Tipos de política, objetivos, instrumentos, programas e instituciones de la Provincia de Buenos
Aires
Tipo de política
Políticas
orientadas a
invención
Objetivos
Instrumentos
Programas
la Incremento de la Aumento
de
la Proyectos de
I+D
inversión en I+D de la Innovación y
Provincia
Transferencia en
Areas Prioritarias de
Desarrollo
de Formación de capital la Pcia. de Bs. As.
capacidades
y humano
para
el
conocimiento
sistema
científico- Proyectos de
experto
tecnológico
de
la Investigación
Provincia
Orientados
Impulso de áreas
estratégicas de Subsidios
para Programa de
desarrollo socio- proyectos
de vinculación con
productivo de la investigación
escuelas
Provincia
orientados a áreas
socio-productivas
Formación de
Instituciones
Ministerio
de
Ciencia,
Tecnología e
Innovación de
la Provincia de
Buenos Aires
Consejo
de
Investigación
Científicas
(CIC)
Universidades
Públicas
Nacionales
ubicadas en la
193
La CIC trabaja de forma articulada con las Universidades Públicas Nacionales que forman parte de la Provincia de
Buenos Aires, y con los Organismos de CyT de Nación, como por ejemplo el CONICET. De este modo, estructura el
sistema científico-tecnológico de la Provincia de Buenos Aires. La función de la CIC refiere, por un lado, a la formación
del capital humano para el desarrollo científico-tecnológico de la Provincia, el financiamiento de proyectos de I+D a
desarrollar en conjunto con las Universidades, y proyectos puntuales de apoyo a la innovación del sector Pyme provincial
(http://www.cic.gba.gob.ar/?page_id=31)
194
Si bien las políticas de modernización del Estado pueden actuar como incentivo o “inyección de demanda” de bienes y
servicios intensivos en conocimiento, constituyen un conjunto diferenciado de las políticas de innovación sociotecnológica. Esto quiere decir que se puede agrupar a las políticas de modernización como “instrumentos” de política
pública, pero no como “tipo” de política de innovación. Las políticas de modernización tienen, como objetivo principal,
mejorar la eficiencia y transparencia de la gestión pública, más que promover, consolidar o favorecer la innovación sociotecnológica. Esta tesis diferencia la innovación en las políticas de las políticas de innovación. Con el cambio de gobierno,
efectuado en el año 2015, las políticas de modernización adoptaron una marcada preponderancia. Sin embargo, esto no
implica, necesariamente, un fortalecimiento de las políticas de innovación socio-tecnológica de la Provincia.
182
estratégicas
Recursos Humanos
del Sistema de
Ciencia y Tecnología
Provincia
de
Buenos Aires
Organismos de
CyT
Políticas
orientadas
Sistema
Articulación
al los nodos
Sistema
de Formación
de
del clústeres, Polos, o
Parques
CientíficoTecnológicos
Fortalecimiento
del
sector Creación de redes de
productivo
innovación
multiactorales
Promoción
de
determinadas
Políticas
de
áreas
asesoramiento técnico
estratégicas de al sector productivo
desarrollo
tecnológico
Sanción de leyes que
favorezcan
la
articulación
entre
actores productivos
Programa
INNOVA
Programa
Productivos
BA Poder
Ejecutivo de la
Provincia
de
Distritos Buenos Aires
Programa
Agrupamientos
Industriales
Poder
legislativos de
la Provincia de
Buenos Aires
Ley de Promoción
Industrial
Ministerio
de
Ciencia,
Proyectos
de Tecnología e
Innovación
y Innovación de
Transferencia (PIT- la Provincia de
AP-BA)
Buenos Aires
Programa
Crédito Consejo
de
Fiscal para Pymes
Investigaciones
Científicas
(CIC)
Subsecretaria
de Articulación
Institucional y
Subsecretaria
de Tecnología
e
Innovación
del Ministerio
de
Ciencia,
Tecnología e
Innovación de
la Provincia de
Buenos Aires
183
Ministerio
de
Producción de
la Provincia de
Buenos Aires
Subsecretaria
de
Industria,
Comercio,
y
Minería
del
Ministerio
de
Producción de
la Provincia de
Buenos Aires
Subsecretaria
de la Pequeña,
Mediana,
y
Microempresa
del Ministerio
de Producción
de la Provincia
de
Buenos
Aires
Federación
Bonaerense de
Parques
Científicos
y
Tecnológicos
(Parque CyT)
Políticas
Fortalecimiento
Políticas
de Programa
BA Ministerio
de
orientadas
al al
sector promoción
del INNOVA
Ciencia,
emprendedorismo productivo
emprendedorismo de
Tecnología e
base tecnológica
Programa
Jóvenes Innovación de
Promoción
de
Empresarios
la Provincia de
determinadas
Financiamiento
al
Buenos Aires
184
áreas
estratégicas
desarrollo
tecnológico
sector emprendedor
Programa AllTec
de
Comisión
de
Creación
de Proyecto Plataforma Investigaciones
instituciones
que de Innovación
Científicas
promuevan
el
(CIC)
Creación
de emprendedorismo
Programa
de
micro
Formación
de Ministerio
de
emprendimientos
Emprendedores
Producción de
tecnológicos
la Provincia de
Creación de EM-TEC Buenos Aires
(incubadora pública
de la Provincia de Subsecretaria
Buenos Aires)
de
Pequeña,
Mediana
y
Microempresa
del Ministerio
de Producción
de la Provincia
de
Buenos
Aires
Universidades
Públicas
Nacionales
ubicadas en la
Provincia
de
Buenos Aires
Confederación
Económica de
la Provincia de
Buenos Aires
(CEPBA)
Fuente: elaboración propia en base a investigación documental
Respecto a las políticas de innovación socio-tecnológica implementadas por la Provincia de Buenos
Aires, en el periodo 2004-2016, resulta necesario realizar dos aclaraciones: a) incluye tres
gobiernos de la Provincia: Felipe Sola (2002-2007) del FPV-PJ, Daniel Scioli (2007-2011/20112015) del FPV-PJ y María Eugenia Vidal (2015-actualidad) del PRO-Cambiemos195; b) se analizan
195
Si bien Felipe Sola se alejó del gobierno del FPV y hoy integra otra fuerza política (Frente Renovador), cuando fue
gobernador pertenecía a la coalición gobernante, presidida por Néstor Kirchner. Daniel Scioli cumplió dos mandatos a
cargo del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, y María Eugenia Vidal significó un quiebre respecto al signo político
que gobierna la Provincia, al constituir la primera gobernadora no peronista en 28 años. A pesar de la ruptura generada
con el triunfo de Vidal, se puede evidenciar un fenómeno político que permanece vigente durante el periodo analizado
(2004-2016): el gobierno de la Provincia de Buenos Aires forma parte del mismo proyecto político y la misma coalición
gobernante que preside el Gobierno Nacional. Sin embargo, vale remarcar una diferencia entre los gobiernos que le
185
las políticas estrictamente provinciales, no las que refieren a la implementación de políticas
nacionales y el desarrollo de políticas locales por parte de los 135 municipios que integran la
Provincia. En este contexto, la Provincia de Buenos Aires presenta ciertas particularidades que vale
la pena reconocer:
a) Se trata de la Provincia con mayor cantidad de población (15 625 000 habitantes196),
representando el 40% del total del país;
b) Es la segunda Provincia de mayor extensión territorial (307 571 km²197), si se considera a
Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur en su conjunto como la primera;
c) Se encuentra constituida por 135 partidos, y la Región Metropolitana de Buenos Aires
(RMBA) constituye el aglomerado urbano más grande del país y se encuentra entre los
veinte más grandes del mundo, albergando más de 11 millones de habitantes;
d) En términos productivos, la Provincia dispone de una matriz diversificada, en la cual
concentra el grueso de la actividad industrial (94 distritos industriales) y produce casi el 40%
del PBI del país, destacándose también actividades como Turismo, Comercio, Servicios, y
el sector primario198;
e) En relación a la formación de clústeres y polos tecnológicos, la Provincia se ubica, junto con
la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Rosario, como uno de los centros más dinámicos en
materia de actividad tecnológica y aglomeración de empresas de Software y Servicios
Informáticos (SSI). Sobresalen los casos de los polos IT de las ciudades de La Plata, Bahía
Blanca, Tandil, y Mar del Plata (Federación Bonaerense de Parques Científicos y
Tecnológicos, 2009).
4.3.4. Del discurso a la ideología emprendedorista
Las políticas orientadas el emprendedorismo, constituyen un pilar central de las políticas de
innovación socio-tecnológica provinciales, en el periodo 2004-2016. Sin embargo, el cambio de
gobierno provincial, efectuado en 2015, exacerbó esta orientación, siendo en la actualidad el sostén
principal de las políticas de innovación en la Provincia199. Este proceso coincide con la construcción
precedieron a Vidal, y el triunfo de la dirigente del PRO: por primera vez, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires
coincide en términos políticos con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El tándem Nación-Provincia-Ciudad
constituye un hecho inédito, generado por el triunfo de Mauricio Macri en las elecciones presidenciales del 2015 y el de
María Eugenia Vidal en las elecciones a gobernador de la Provincia de Buenos Aires celebradas el mismo año, y la
revalidación del gobierno del PRO en la Ciudad con la elección de Horacio Rodríguez Larreta.
196
Datos arrojados por el Censo 2010 (INDEC)
197
http://www.ign.gob.ar/NuestrasActividades/Geografia/DatosArgentina/DivisionPolitica (datos 2010)
198
Panorama productivo de la provincia de Buenos Aires, Dirección Provincial de Estudios y Proyecciones Económicas,
Ministerio de Economía, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires (datos 2012)
199
En este punto, resulta necesario señalar cambios y continuidades de las políticas provinciales orientadas al
emprendedorismo. El Ministerio de Producción de la Provincia de Buenos Aires creó el Programa de Jóvenes
Emprendedores, anclado en la ley 14.029 sancionada por el Congreso de la Provincia de Buenos Aires en 2016, que
constituye una adhesión de la Provincia a la Ley Nacional 25.872 de creación del Programa Nacional de Apoyo a
Jóvenes Empresarios. Este programa incluye: exenciones impositivas, asesoramiento a emprendimientos, Premio al
Joven Empresario del año, etc. Esta iniciativa, si bien representa un cambio, constituye una adaptación provincial a una
política nacional. El Programa BA INNOVA, también del Ministerio de Producción, fue creado por la gestión anterior y
continuado por la actual. Se trata del financiamiento a micro emprendimientos, orientados a la creación de pequeñas
empresas y a la modernización de emprendimientos existentes. Por el lado del Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación, se destacan dos iniciativas nuevas: “Plataforma de Innovación” y “AllTec”. En el primer caso, se trata de una
186
política de un “discurso emprendedorista” por parte del gobierno nacional, en la cual: “(…) El
emprendedor no es el que se abre camino a los codazos, pisoteando a los demás: es el que arma
equipos y desarrolla innovaciones que pueden colaborar con su entorno, tiene una dimensión ética
que no está presente en la figura del empresario individualista (…)200”. El discurso emprendedorista
no sólo se introduce en el entorno de producción de tecnologías y en los ambiente vinculados a la
innovación, sino que se inserta en todas las dimensiones de actividad económica. Adamovsky
señala: “Hay algo de la ideología emprendedora que es que permite que se imagine a sí mismo
como emprendedor desde una vendedora de limones de la calle hasta el fundador de
MercadoLibre201”.
El nuevo discurso “emprendedorista” se traduce en ideología, cuando en palabras del propio
presidente Macri en plena campaña electoral, antes de ser elegido Presidente de la Nación,
manifestó: “queremos una Argentina con 40 millones de emprendedores202” o cuando el Jefe de
Gabinete actual, Marcos Peña señaló: “No vamos a cambiar la Argentina sino a darle las
herramientas para que los argentinos la cambien203”. Esta ideología se manifiesta de la siguiente
manera: “(…) En una constelación de prácticas aparentemente heterogéneas, se impone el
mandato de que cada uno devenga un “emprendedor” (…)” (Hernández, Nepomiachi, y Ré,
2017:51). El “ser emprendedor” se expresa en el campo de las creencias religiosas (nuevas
prácticas espirituales como el “Arte de Vivir204”), en los medios de comunicación (a través de la
omnipresencia de “casos exitosos” de emprendedorismo en programas de Radio y TV), en la
Sociedad Civil (a partir de la proliferación de ONGs que promueven el emprendedorismo), en los
centros de producción de conocimiento (por ejemplo, Universidades que dictan cursos sobre
emprendedorismo), entre otros. Hernández, Nepomiachi y Ré (2017:52) sostienen: “De este modo,
la subjetividad “emprendedora” se torna decisiva en la coyuntura actual a través de la difusión de
parámetros, significantes y afectos ligados a lo empresarial. En la medida en que las distinciones
entre tiempo de trabajo y tiempo de ocio se desdibujan, y que cada trabajador se autoadministra
como capital humano, el “emprendedurismo” aparece como un modelo de vida”.
iniciativa destinada a la Región Centro de la Provincia, impulsada por el Ministerio y la Universidad Nacional del Centro
de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) destinada a financiar ideas/proyectos productivos con un claro componente
innovador, incluye también el financiamiento de viajes a Silicon Valley. La segunda es impulsada por el Ministerio de
Ciencia Tecnología e Innovación, la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires, el Instituto
de Investigaciones Biotecnológicas de la UNSAM y la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB), y está orientada a
otorgar financiamiento a emprendimientos con base en la bioeconomía. Si bien, se evidencia continuidad en las políticas
orientadas al emprendedorismo, se han generado mayores iniciativas provinciales en el contexto de la construcción de un
discurso emprendedorista de carácter nacional.
200
Entrevista realizada a Ezequiel Adamovsky en el Diario Clarín (17/07/2017): https://www.clarin.com/cultura/ezequieladamovsky-ideologia-emprendedora-macrismo-antipolitica_0_S1kq2BKSb.html (Consultado el 25/09/2017)
201
Ídem
202
Como parte de las propuestas de la campaña presidencial del 2015, el PRO utilizaba esa consigna:
http://assets1.pro.com.ar/documentos/emprendedores.pdf
203
Extraído de la nota: http://www.perfil.com/economia/el-pro-consagra-al-emprendedor-como-su-modelo-de-empresario0313-0006.phtml (Consultado el 25/09/2017)
204
El Arte de Vivir es una ONG dedicada a promover el yoga, la meditación e impulsar proyectos de intervención social
como: programa educativos en cárceles, voluntariado social, y programas destinados a reducir el estrés en empresas
(https://www.artofliving.org/ar-es/informaci%C3%B3n-general). Fue fundado por Sri Rabí Shankar, un líder espiritual de la
India que promulga el “arte de vivir” por todo el mundo. En la actualidad, la ONG tiene presencia en 151 países del
mundo. Como señalan Vommaro, Morresi y Belloti (2015:418): “(…) el Arte de Vivir no se diferencia mucho de otros
casos de las nuevas religiosidades que enfatizan los tópicos de la felicidad y la redención que todos pueden alcanzar
aquí y ahora; todos, inclusive aquellos que en su afán de éxito terrenal incumplieron algunos de los deberes de las
tradiciones judías, cristiana, o islámica (…)”. El PRO tuvo, desde sus inicios, una relación estrecha con esta ONG, a tal
punto que el Gobierno de la Ciudad organizó en 2012 un megaevento en Palermo que contó con la presencia de Ravi
Shankar y declaró a la Ciudad de Buenos Aires como “Capital Mundial del Amor”.
187
Santos Ortega (2014:36) señala que el discurso “emprendedor” constituye un subtema del
“gerencialismo205” como ideología dominante. El autor señala: “El emprendedor supone hoy la cara
publicitaria más eficaz para divulgar la forma empresa”. Retomando los postulados de Deleuze y
Foucault, que señalan que el neoliberalismo logró imponer la concepción del trabajador como
“empresario de sí mismo”, la ideología emprendedorista cala hondo en un sentido común
aspiracional: para ascender socialmente, el individuo debe transformarse en emprendedor. De este
modo, se identifica a la forma “empresa-individuo” como puente de acceso a condiciones dignas de
vida: salario digno, salud, educación, etc. Esta actividad resulta individualizante, a pesar de
promover el trabajo en equipo, en tanto se sustenta en: “(…) una matriz de mandatos como el de
autosuperación y autoexigencia sin límites (“¡Vos podés!”, “¡Sí se puede!”); de introspección y
autoconocimiento como medios para la realización de los propios sueños (“La verdad está en vos”,
“La sabiduría está en tu interior”); de flexibilidad y adaptación al cambio (“Si sucede, conviene”); de
creatividad; de desapego (“La felicidad también consiste en lo que dejas ir por tu propio bien”); de
gusto por el riesgo (“¡Salí de tu zona de confort”!); de rechazo de la rutina (“¡Reinventate!”,
“¡Revolvete!”); de gestión eficaz de recursos (tiempo, energía, dinero, relaciones personales) en
función del máximo beneficio personal; de autovalorización permanente mediante la exaltación de
la propia singularidad como capital a conservar y a acrecentar (…)” (Hernández, Nepomiachi y Ré
(2017:53).
Santos Ortega (2014:41), al estudiar el caso europeo, señala que el “discurso emprendedorista”
oculta mecanismos de precarización laboral, al remplazar el término “subcontratado” por
“emprendedor”. Esto quiere decir que si antes una empresa contrataba empleados, hoy compra
servicios provistos por emprendedores individuales. El autor señala: “El régimen salarial queda
ladeado y se impone una lógica socioeconómica de relaciones entre empresas”. Lo que se
presenta como el éxito del emprendedorismo, constituye en realidad el éxito del avance del capital
sobre el trabajo. El término “lumpenemprendedor” evidencia este proceso. En el plano local, la
referencia permanente de distintos funcionarios del gobierno nacional al éxito del emprendedorismo
en su expresión más banal y cotidiana, da cuenta de este mecanismos de ocultamiento de la
precarización de las relaciones laborales, sociales y económicas206. Al considerar “emprendedor” al
desempleado que realiza “changas”, se impone un discurso en el cual los defectos del modelo
económico y la política socio-económica excluyente, se transforman en virtudes del individuo
devenido emprendedor. Ese vacío que deja la exclusión, se intenta llenar con el ideario
emprendedorista de carácter aspiracional que invita a cualquier ciudadano a crear su propia
empresa.
205
El discurso gerencialista busca extrapolar el imaginario respecto al manejo eficiente y eficaz de las organizaciones
empresariales a la gestión pública. En palabras de Fernández Rodríguez y Medina-Vicent (2017:8): “(…) ejerce un papel
clave en la definición y legitimación social de los significados e imágenes sobre la empresa, permitiendo que las lógicas
económicas asociadas a la actividad empresarial y el mercado se difundan en todos los ámbitos sociales (:..)”. Las
autoras remarcan las consecuencias del enfoque gerencialista, en términos de: “(…) proliferación de ideas productivistas
asociadas a la gestión de uno/a mismo/a –llámese excelencia, emprendimiento, flexibilidad, innovación– que están
teniendo unos efectos extraordinarios no ya sobre el paisaje laboral, sino particularmente sobre las subjetividades
contemporáneas, poniendo el tiempo vital, las tareas y las ideas creativas al servicio de la rentabilización de las
actividades productivas y de la lógica mercantil (…)”.
206
El Ministro de Educación de la Nación, Esteban Bulrrich, manifestó que los despedidos por el cierre de fábricas en la
Provincia de Buenos Aires deberían avocarse a crear sus propios emprendimientos, tomando como ejemplo el boom de
las cervezas artesanales (https://www.pagina12.com.ar/51243-a-bullrich-le-subio-la-espuma, consultado el 25/09/2017).
La Ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, compartió un Tweet en el que mostraba como “éxito del
emprendedorismo” el caso de un desempleado que se puso una parrilla en la puerta de su casa
(https://www.pagina12.com.ar/63314-si-hay-miseria-que-no-se-note, consultado el 25/09/2017).
188
La ideología neoliberal encuentra en el discurso emprendedor un canal de diseminación de
hegemonía. Se puede apreciar en la ideología emprendedorista cuatro núcleos de sentido:
a) Revisionismo histórico. Se reconoce la existencia de una cultura emprendedora de
raigambre histórico, sustentada en determinados hechos de la historia como la llegada de
inmigrantes europeos que vinieron al país sin nada y lograron construir un futuro207;
b) Emprender como acto moral patriótico. No se trata de una actitud individualista (la búsqueda
de hacerse rico) sino una acción ética que comprende el esfuerzo personal y la cultura del
trabajo referenciada en el hecho de estar haciendo “algo útil” para el desarrollo del país 208;
c) El emprendedor como sujeto de derechos. El Estado debe garantizar el derecho de que
cada ciudadano pueda constituir su propia empresa, lo que implica impedir “poner palos en
la rueda” y facilitar este proceso: reducción de trámites, financiamiento inicial, reducción de
impuestos, etc.209;
d) El emprendedorismo como motor de innovación. Se sustenta en la idea de que la
innovación surge fundamentalmente como producto del esfuerzo y talento emprendedor210.
4.4. ¿Políticas públicas de innovación socio-tecnológica para el territorio?
En este subapartado se analiza el grado de articulación entre las políticas públicas de innovación
socio-tecnológica y las estrategias de desarrollo económico, humano, y social de los territorios. Se
introducen y desarrollan algunos interrogantes que recorren de forma permanente la tesis: ¿Las
políticas de innovación socio-tecnológica contribuyen a mejorar las condiciones de vida de las
poblaciones? ¿Favorecen la reducción de la pobreza y promueven la inclusión socio-digital de los
sectores sociales excluidos? ¿Están dirigidas a resolver las problemáticas locales? ¿Posibilitan la
conformación de ciudades sostenibles, inclusivas e innovadoras?
4.4.1. Innovación y territorio: no todo lo que brilla es oro
Al analizar la relación entre innovación y desarrollo, se profundizó en los aportes generales de las
políticas de innovación al desarrollo de las ciudades intermedias: formación de capital humano,
generación de redes de conocimiento, construcción de sinergias entre actores sociales, generación
de empleo de calidad, etc. Sin embargo, antes de adentrarse en el estudio concreto del caso (la
Ciudad de La Plata), resulta necesario abordar, al menos, tres interrogantes fundamentales que
arrojan algunas directrices generales para pensar la relación entre innovación y desarrollo
207
Esta interpretación de la historia ha llegado al absurdo de considerar que San Martin fue un gran emprendedor:
https://www.pagina12.com.ar/59361-el-emprendedor-de-america (consultado el 25/09/2017).
208
Sobre la base de este supuesto, el PRO utiliza el slogan: “40 millones de emprendedores”.
209
La Ley de Emprendedores resulta elocuente en este sentido. Uno de sus programas se titula “Tu empresa en un día” y
consiste en la posibilidad de conformar una Sociedad por Acciones Simplificada que implica reducir tramites y obstáculos
para los jóvenes que deseen conformar una empresa (http://www.produccion.gob.ar/quieroemprender). De forma
subyacente e implícita, el enfoque que se encuentra presente en estas políticas, sostiene que el Estado debe garantizar
el “derecho a emprender”.
210
Esto supone que muchas de las políticas de innovación actúan bajo la lógica de “selección de talentos”. Se trata de
detectar el potencial innovador existente en muchos jóvenes y darle las herramientas para que se desarrolle. Se podría
trazar un paralelismo con el mundo del futbol y sostener que las políticas que promueven el emprendedorismo, ofician
como “seleccionadoras” de posibles grandes jugadores. El objetivo no sería “jugar en el Barcelona o el Real Madrid”, sino
en “Silicon Valley”.
189
territorial: ¿Los procesos de innovación socio-tecnológica contribuyen a mejorar la calidad de vida
de las poblaciones? ¿Favorecen la resolución de problemáticas locales? ¿Posibilitan la
conformación de ciudades inclusivas e innovadoras?
Muchas veces estos interrogantes son atribuidos a los proyectos de innovación social, es decir,
aquellas iniciativas que se plantean explícitamente contribuir al desarrollo local mediante el impulso
de nuevas formas de interrelación entre comunidades y territorios211. Sin embargo, esta tesis
señala no sólo como una inquietud sino como una necesidad, incrementar los estudios sobre el
vínculo entre los procesos innovativos, en sus diversas vertientes (productivos, tecnológicos,
empresariales, sociales, etc.) y las estrategias de desarrollo de los territorios. En apartados
anteriores, se mencionó la relación entre los procesos de innovación socio-tecnológica y las
ciudades intermedias, considerando el potencial que tienen estas ciudades para construir “medios
innovadores”. En este caso, el enfoque no se centra en analizar cómo el “entorno” favorece la
innovación, sino cómo la innovación favorece al entorno y contribuye a mejorar las condiciones de
vida de las poblaciones locales. Como señalan Cloete y Gillwald (2014:189) en relación al
desarrollo informacional sudafricano: “(…) mientras más domine la identidad individual y el
informacionalismo dependa de emprendedores que buscan desarrollo personal sin preocuparse del
desarrollo humano de la comunidad territorial, más lleva esto a un deterioro de las condiciones de
vida de la comunidad a pesar de la mejora personal de los innovadores (…)”.
Para poder abordar estos interrogantes, resulta necesario mencionar cuatro aspectos que deben
tomarse en consideración al momento del análisis: a) no todas las problemáticas sociales,
económicas, políticas, etc., presentes en los territorios, se pueden resolver desde el territorio212; b)
los territorios concentran, al mismo tiempo, problemáticas específicas que son atribuidas al
ambiente, el entorno productivo, la presencia de actores sociales particulares, la historia del lugar,
etc., que sí pueden ser resueltas desde la especificidad del territorio213; c) los procesos de
innovación socio-tecnológica que se localizan en territorios específicos, también se encuentran
enlazados con redes globales, lo que genera una contradicción entre “localización” y
“deslocalización” territorial; d) el vínculo entre procesos innnovativos y estrategias de desarrollo no
se genera de forma espontánea, sino que depende de iniciativas concretas por parte de los actores
211
Respecto al término “innovación social” no existe unanimidad de criterios respecto a cómo definir este concepto. En
palabras de Karlsen y Larrea (2015:40): “(…) desarrollar nuevos patrones para la interacción entre actores que generen
valor es innovación social (…)”.Moulaert y Nussbaumer (2005) consideran que el termino es complementario al de
“innovación tecnológica”, se trata de la innovación orientada a mejorar el bienestar social y llegar “ahí donde el Mercado
no llega”. De este modo, existe un doble carácter de la innovación social: a) resolver las fallas del Mercado, es decir,
colaborar a distribuir equitativamente los beneficios de la innovación; b) favorecer nuevas formas de interrelación entre
seres humanos y comunidades. En relación al desarrollo local, Karslen y Larrea (2015:41) agregan: “Los procesos de
innovación social empiezan cuando los individuos generan un cambio en su conciencia y lo aplican a su comunidad o a
un grupo en particular con el fin de transformar el territorio o la sociedad”.
212
El concepto de “territorio” abordado en esta tesis, condensa tres atributos: a) localización espacial de un conjunto de
población (componente local); b) propiedades específicas: recursos naturales, patrimonio histórico y cultural, presencia de
determinados actores sociales, paisaje, etc. (componente patrimonial); c) expresión espacial de un conjunto de
fenómenos estructurales: pobreza, desigualdad, violencia, etc. (componente sistémico). Sobre la base de estos tres
atributos, Furió (1996:5) señala: “El rasgo distintivo y característico del territorio es ser un factor estratégico de
oportunidades de desarrollo y definidor de las características que el mismo puede asumir”. Asumir el desafío de introducir
una dimensión “endógena” del desarrollo, implica reconocer también sus limitaciones: los territorios no siempre pueden
ofrecer todas las soluciones a todos los problemas. Teixido agrega (2013:20): “El territorio no se comporta como un
substrato neutro para la actividad económica, sino que puede describirse como un sistema dinámico de actores que se
interrelacionan entre sí y que presentan capacidades evolutivas específicas”.
213
En este caso se hace referencia a la dimensión propiamente “endógena” del territorio. Es decir, sus recursos locales:
“(…) conjunción de algunos rasgos socioculturales de una comunidad (un sistema de valores, actitudes e instituciones),
de características históricas y naturales de una zona geográfica (redes de comunicación, enlaces viarios, formas de
asentamiento, etc.) (…)” (Furió, 1996:5).
190
sociales territoriales en la búsqueda de profundizar dicha articulación, en el cual el rol de los
gobiernos locales resulta trascendental.
El desarrollo del informacionalismo y el avance de los procesos de innovación socio-tecnológica en
las ciudades intermedias, no siempre conduce de forma lineal a una mejora de las condiciones de
vida de la población local. Si bien estos procesos generan, en muchos casos, una dinámica de
crecimiento económico y mejora de las infraestructuras, también generan otros tipos de impactos
que, generalmente, suelen ser invisibilizados: problemáticas ambientales, segregación socioespacial, problemas de movilidad urbana, etc. El caso de Silicon Valley resulta ejemplificador, a
pesar de que constituya un medio innovador en muchos sentidos “excepcional”. Castells y Hall
(1994:54), tomando la investigaciones de Siegel y Markoff (1985) sobre el “lado oscuro del chip” y
la tesis doctoral de Saxenian (1991) que reveló el proceso de segregación espacial de la región de
Palo Alto, señalaron que la innovación no siempre conduce al favorecer el desarrollo humano de
las poblaciones donde se desenvuelve. En parte porque los medios innovadores constituyen: “(…)
un objetivo en sí mismo (…)”. Es decir, no se piensan como instrumentos o herramientas al servicio
de mejorar la calidad de vida de las ciudades, sino como puentes de acceso a los grandes centros
de producción de conocimiento, riqueza, poder, etc.
En una escala mucho menor, Prieto, Schroeder, y Formiga (2011:14) señalan en relación al caso
de Bahía Blanca y el crecimiento de la ciudad: “(…) es preciso considerar que, además, se va
configurando un espacio de conflictos: problemas ambientales por contaminación, mayor demanda
que oferta de tierras productivas disponibles, un antiguo centro portuario y áreas residenciales
próximas afectadas por el deterioro, la marginalidad y la pobreza (…)”. Estos autores remarcan: “En
este sentido, cobra especial importancia la búsqueda de un desarrollo territorial integrado, capaz de
hacer compatible la competitividad económica (desarrollo económico), el bienestar social
(desarrollo social), la sostenibilidad ambiental (desarrollo sostenible) y la reducción de los
desequilibrios territoriales (cohesión territorial)”.
4.4.2. El peligro del archipiélago
Las ciudades intermedias que logran construir entornos innovadores, con mayor o menor grado de
especialización productiva, afrontan el desafío de evitar la conformación de “archipiélagos” de
innovación. Estos se pueden definir como: espacios dinámicos de innovación socio-tecnológica
desconectados y aislados del territorio214. Este fenómeno se puede explicar a partir de tres
consideraciones generales:
a) la aglomeración no siempre conecta con el territorio. Se pueden conformar distritos
industriales, clústeres o polos tecnológicos que permiten conectar y articular a los actores
sociales locales (empresas, universidades, gobierno local, etc.) pero sin articular dicha
conexión con las estrategias de desarrollo del territorio215;
214
Resulta necesario no reducir el vínculo con el territorio a la localización espacial de procesos económicos, sociales,
técnicos, etc.
215
La conformación de redes de innovación y medios innovadores se nutre de la red de actores locales, dispone de un
anclaje local (espacial, social, cultural, institucional, etc.), pero no necesariamente se orienta al ámbito local, esto implica
que los recursos y capacidades del territorio no se utilizan para el territorio, sino para otros fines: mejorar la
competitividad económica, concentrar capital humano, mejorar la productividad de las empresas, etc.
191
b) la innovación no se orienta de forma espontánea a la resolución de problemáticas locales.
Esto tiene que ver con la dimensión mercantil de estos procesos, que implica que el destino
de las innovaciones suele ser el mercado y que no siempre resulta posible congeniar
intereses comerciales y empresariales con el interés de la comunidad local;
c) la innovación no necesariamente genera un efecto derrame sobre los territorios. Conformar
medios innovadores no garantiza per se el impulso de estrategias de desarrollo humano,
social y económico de los territorios.
El concepto de “archipiélago” de innovación surge a partir de la identificación de cuatro factores
presentes en los procesos de innovación socio-tecnológica analizados216:
a) desconexión entre la producción de conocimiento e innovación socio-tecnológica generada
en sectores dinámicos de la economía como el SSI y otras actividades económicas
(industria, agricultura, servicios, etc.);
b) descoordinación entre las políticas de innovación socio-tecnológica implementadas en los
territorios y otras políticas: sociales, educativas, industriales, culturales, etc.;
c) escasez de espacios de innovación abierta y networking en las ciudades que busquen
integrar a la comunidad local;
d) la escasez de productos o servicios creados en el territorio con la finalidad de resolver
alguna problemática local.
Estas limitaciones de los procesos de innovación estudiados, contribuyó a reforzar la idea de que
los territorios requieren un “proyecto local de innovación”, entendido como: la puesta en marcha de
estrategias, iniciativas y políticas específicas de innovación socio-tecnológica, construidas e
impulsadas desde los actores locales para el territorio.
El desafío de evitar la conformación de un “archipiélago” de innovación (espacio local
deslocalizado), parte de la necesidad de superar también una visión instrumentalista del territorio.
Este enfoque, muy presente en los gobiernos locales, se sustenta en tres premisas que determinan
la relación entre innovación y territorio: a) el territorio como recurso especifico-esta idea señala que
el territorio como entidad socio-espacial y conjunto de recursos particulares, permite generar
ventajas competitivas y diferenciales; b) el territorio como “no lugar”- con el avance de la
globalización y el informacionalismo, el territorio simplemente constituye lo localización espacial de
procesos globales, lo que se necesita es integrar el territorio a la economía global; c) el territorio
como red-se piensa al territorio como espacio de redes: de conocimiento, sociales, culturales,
productivas, etc., de esta forma lo que se necesita es integrar esa red a otras redes más amplias.
En esta tesis, se considera que el territorio constituye tanto un recurso específico, un espacio de
flujos, una red de redes, pero además incluye un conjunto de problemáticas vinculadas a la
comunidad local que habita todos esos espacios diversos, contradictorios y en abierta tensión. El
territorio constituye, ante todo, un producto social. Esta mirada menos instrumentalista, implica
216
No sólo el caso de la Ciudad de La Plata, sino también otras ciudades intermedias de la Provincia de Buenos Aires
como Bahía Blanca y Tandil que forman parte de las investigaciones desarrolladas por el equipo (ya han sido señaladas
previamente).
192
reconocer necesidades no satisfechas de los territorios, a las que los procesos de innovación sociotecnológica pueden contribuir a superar.
4.4.3. Bottom up vs Top down
Para profundizar el análisis de la relación entre los procesos de innovación socio-tecnológica y las
estrategias de desarrollo humano, social, económico de los territorios, resulta fundamental estudiar
los modos de gestión local de la innovación. Esto es: los instrumentos de política pública local
utilizados para encauzar los procesos de innovación al desarrollo del territorio. Como menciona
Gurstein (2014:27) en relación a la característica que adoptan la mayoría de los procesos de
innovación: “se trata de “innovaciones” que son novedosas para todos, más que para contextos
específicos (…)”.
La gestión local de la innovación incluye, a grandes rasgos, tres dimensiones principales: a) la
participación de las comunidades en los procesos de innovación socio-tecnológica en términos de:
expectativas, intereses, motivaciones, ideas, demandas, etc.; b) la orientación de la innovación, al
menos una parte de ella, hacía la resolución de problemáticas locales: movilidad urbana, medio
ambiente, pobreza, desempleo, etc.; c) la inclusión de las comunidades en las redes de actores
locales de la innovación: empresas, universidades y/o centros de investigación, gobierno local, pero
también asociaciones de la sociedad civil, comunidad de usuarios, etc.217.
Vale diferenciar la gestión local de la innovación de la innovación en la gestión local. En el primer
caso, se trata de las estrategias implementadas por el gobierno local para direccionar y orientar los
procesos de innovación al desarrollo del territorio218. En el segundo caso, refiere a los cambios
implementados por el gobierno para mejorar la eficiencia y transparencia en la administración
pública219. Si bien, la innovación en la gestión local puede constituir una herramienta útil para
encauzar los procesos de innovación socio-tecnológica al desarrollo del territorio, se trata de dos
dimensiones diferentes. En muchos casos se confunden las políticas de innovación con la
innovación en las políticas. Resulta relevante diferenciar el que del cómo, y el para qué y el quiénes
de las políticas de innovación a nivel local. El siguiente Cuadro 34 refleja estas diferencias:
Cuadro 34. El que, cómo, para qué y quienes de las políticas de innovación a nivel local
Que
Cómo
Refiere al contenido Se
Para qué
trata
de
Quienes
la Refiere a la orientación y Refiere a los
217
Siguiendo esta línea de razonamiento, Tecco (2001:58) señala la diferencia entre “iniciativas locales” e “iniciativas
localizadas”: “Por oposición a las genuinas iniciativas locales, denominamos iniciativas localizadas, a aquellos programas
o proyectos de promoción económica y/o desarrollo social que, habiendo sido formulados por organismos provinciales,
nacionales o internacionales, se implantan en la jurisdicción de un municipio concreto sin tomar en consideración las
características del sistema de acción local ni producir las adecuaciones necesarias”.
218
En este aspecto, Gurstein (2014:28) remarca el peligro de las estrategias locales que buscan “clonar” la experiencia
de Silicon Valley como modelo exitoso de innovación: “(…) la consecuencia de este enfoque relativamente limitado y
altamente focalizado sobre la innovación es que en muchos países y jurisdicciones regionales que persiguen una
“estrategia de innovación”, se destinan montos relevantes de recursos a apoyar a un segmento de la población (y de la
economía) relativamente estrecho, particularmente a instituciones académicas y centros de investigación de élite,
primariamente urbanos y sobre todo, existentes en zonas ya aventajadas social y económicamente. La justificación para
esto es que estos individuos e instituciones están creando conocimiento y tecnologías que, una vez traducidos a
productos y servicios, van a proporcionar empleos y riqueza a un gran número de ciudadanos (…)”.
219
Cravacuore (2001:91) señala: “Innovar en la gestión municipal es enfrentar las situaciones de manera original
mejorando la eficacia y la eficiencia del gobierno local, permitiendo el logro de resultados más efectivos en términos de
los requerimientos de la sociedad. Esto supone que las tecnologías y procedimientos no necesariamente se refieren a
algo nuevo y original, dado que muchas veces una innovación es el resultado de la combinación de elementos existentes
o de soluciones conocidas, adaptadas a circunstancias específicas en formas o procesos nuevos”.
193
de las políticas de
innovación
implementadas
desde el gobierno
local,
así
como
también
la
adecuación local de
políticas nacionales
y provinciales
metodología de diseño e
implementación de las
políticas que incluye:
instituciones,
mecanismos
de
incorporación
de
la
comunidad local a la
toma
de
decisiones,
marco normativo, etc.
objetivos de las políticas. Sí
éstas buscan conformar un
sector tecnológico innovador,
motorizar
el
crecimiento
económico,
impulsar
el
desarrollo urbano, o encauzar
las
políticas
hacía
el
desarrollo del territorio
actores locales
que participan
en el diseño e
implementación
de las políticas
de innovación,
así
como
también
los
beneficiarios de
las políticas
Fuente: elaboración propia
En la implementación de políticas locales de innovación socio-tecnológica, uno de los ejes
centrales de discusión se vincula con el grado en el que se incluyen a las comunidades en estos
procesos220. En líneas generales, se puede evidenciar tres lógicas de integración: a) la comunidad
como beneficiaria- se trata de una intervención pasiva, la comunidad interviene sólo como “objeto”
de las políticas; b) la comunidad como interlocutor y participe de la elaboración, diseño e
implementación de las políticas-en este caso, la comunidad forma parte del ciclo entero de la
política (diseño, implementación, seguimiento e impacto) y se reconoce cierto feed back entre
gobierno local y comunidad221; c) la comunidad como actor de la innovación- refiere a la
incorporación de la comunidad como actor especifico que puede contribuir a potenciar los procesos
de innovación socio-tecnológica222.
220
En este caso, se considera “comunidad” no sólo a los actores sociales organizados como tales (empresas,
universidades, centros de investigación, instituciones de gobierno, etc.), sino al conjunto de la sociedad que habita el
territorio. Finquelievich y Prince (2010) plantean la necesidad de extender el modelo de triple hélice (Etzkowitz,
Leydesforff, Sábato, etc.) a uno de cuádruple hélice, en el cual además de las empresas, universidades, y gobiernos, se
incluya a las comunidades.
221
Marulanda y Tancredi (2010: 18) realizaron un estudio sobre iniciativas de innovación social en América Latina y el
Caribe, en la cual destacaron la participación de las comunidades como un factor de éxito. Los autores remarcan no sólo
la participación de la comunidad en el diseño, ejecución y seguimiento de las políticas, sino también de organizaciones de
la sociedad civil: “(…) estas organizaciones han sido claves en la búsqueda de recursos, en la transmisión de tecnología,
en el apoyo organizacional y en muchas dimensiones que facilitaron la consolidación de los proyectos. Sin la participación
de la comunidad, los proyectos no tendrían el arraigo que demuestran, pero posiblemente su trayectoria hubiese sido
mucho más difícil sin el apoyo que recibido de estos agentes externos (…)”.
222
En este caso, los enfoques de “innovación abierta” resultan un aporte sustancial. Chesbrough (2003) fue quien
introdujo el término para referir al proceso de innovación que excede el ámbito endógeno de las empresas y laboratorios
de I+D. La revolución TIC ha contribuido a que los propios usuarios se transformen en sujetos de la innovación.
Finquelievich y Fischnaller (2014) recuperan el concepto de “prosumidores” para referir a este proceso. Las autoras
señalan que el modelo de “Innovación abierta” utilizado en el ámbito empresarial, también puede ser útil en el ámbito
científico. En este caso, las comunidades pueden transformarse en productoras de conocimiento y colaborar en la tarea
científica, a pesar de no forma parte de las instituciones de CyT, dado el cumulo de “saberes” que sin estar anclados en
las prácticas científicas, pueden contribuir a su desarrollo. El modelo de “innovación abierta” parte de la base de sostener
que las comunidades no constituyen sujetos pasivos de la innovación, sino que también pueden contribuir a generar
nuevos bienes o servicios, nuevos usos sociales de productos existentes, detectar nuevas necesidades no exploradas ni
por el Mercado ni por el Estado, generar nuevas formas de organización de la producción y el consumo desde su
condición de usuarios, etc.
194
Se trata de evaluar en qué medida los procesos de innovación socio-tecnológica benefician a las
comunidades locales, incorporan sus demandas, intereses, visiones y “saberes”, y además se
nutren del aporte que pueden realizar para fortalecer estos procesos y colaborar a que se
encausen hacía el desarrollo del territorio. Como señala Gurstein (2014:28): “En la práctica es
posible y aún deseable adoptar un enfoque alternativo a “innovación”, en el que ésta es un cambio
o introducción de nuevos procesos o productos novedosos en el contexto en el que se introducen, y
en el que tales innovaciones ejercen el efecto de estimular una adaptación y cambios localizados”.
En el debate sobre los mecanismos de participación de la comunidad en los procesos de
innovación, se reconocen dos posiciones contrapuestas: “bottom up” (de abajo hacia arriba) vs “top
down” (de arriba hacia abajo). Gurstein (2014:29) remarca con claridad esta discusión: “En este
contexto la innovación puede ser entendida como un factor que ejerce impactos y beneficios
significativos, no sólo a través del efecto “trickle down” o goteo hacia abajo desde las élites y los
altos emprendedores y ejecutores, sino también de un “trickle up” o goteo hacia arriba de
novedades y cambios basados en la comunidad o adaptadas que, pos sus mismas características
e estar basadas localmente y de ser potencialmente difundibles, pueden tener impactos y
beneficios ampliamente distribuidos”.
En el Cuadro 35 se expresan las diferencias entre ambos enfoques:
Cuadro 35. Top Down vs Bottom Up
Top Down
Modelo
de Cerrado
innovación
Participación Pasiva. No participa en el diseño ni
de
la implementación de las políticas de
comunidad
innovación. En alguno casos, puede ser
beneficiaria de las políticas
Bottom up
Abierto
Activa. Participa del diseño, ejecución
y seguimiento de las políticas. Se la
considera no sólo beneficiaría, sino
un actor local de la innovación sociotecnológica
Hacía el desarrollo de un sector Hacía el desarrollo integral del
Orientación
económico específico, el impulso de una territorio
de
la rama
productiva,
una
área
de
innovación
conocimiento, etc.
Actores de la Modelo de triple hélice: empresas, Modelo
de
cuádruple
hélice:
innovación
universidad y gobierno
empresas, universidad, gobierno y
comunidad
Estrategia de Focalizada. Impulso de tecnologías Contextualizada. Adaptación a la
innovación
avanzadas
concentradas
en realidad local, consideración de una
determinados actores: universidades de variedad de actores sociales y
excelencia y empresas dedicadas a la comunitarios
producción de tecnologías de punta
Distribución
de
los
beneficios de
la innovación
Indirecta, mediante el modelo de "goteo Directa y equitativa, basada en la
hacía abajo" desde las elites y los difusión y uso comunitario de las
emprendedores tecnológicos a las innovaciones generadas
comunidades
Fuente: elaboración propia en base a Gurstein (2014)
195
En este capítulo se profundizó el análisis de las políticas nacionales y provinciales de innovación
socio-tecnológica implementadas en el periodo 2004-2016, así como algunas consideraciones
generales respecto a la relación entre estos procesos y las estrategias de desarrollo humano,
social, y económico de los territorios.
En el análisis sobre el avance del informacionalismo en el país, resulta relevante indagar el modo
en que se desarrolla y el grado de arraigo, anclaje y conexión con las realidades locales. Es
necesario retratar la versión nacional del informacionalismo. En este proceso es también preciso
conformar una imagen que reconstruya el modo local en el que se desenvuelve, así como el peso
relativo de las redes y el sistema de interacción entre diversos actores sociales locales en los
procesos de innovación que se localizan en ciudades intermedias.
La tercera parte de la tesis aborda el estudio de caso- los procesos de innovación socio-tecnológica
de la Ciudad de La Plata en torno al sector del Software y los Servicios Informáticos (SSI)- con el
objetivo de realizar un aporte a esta tarea de estudiar el vínculo espinoso, complejo, y dinámico
entre innovación, desarrollo, y territorio. Esta tesis adhiere a la perspectiva de Castells y Himanen
(2014:21) que sostiene: “(…) los recursos que se obtienen por el proceso de desarrollo
informacional son decisivos para la sustentabilidad de todas las dimensiones del desarrollo
humano, incluso la sustentabilidad ambiental, la equidad y la libertad”.
196
TERCERA PARTE: PROCESOS DE INNOVACIÓN SOCIO-TECNOLÓGICA EN LA CIUDAD DE
LA PLATA
La tercera sección de la tesis aborda el estudio de caso. En primer lugar, se identifican las
principales características de la ciudad de La Plata: el perfil productivo, el mapa de actores locales
de la innovación, y el rol que ocupa la ciudad dentro del Sistema Nacional y Provincial de
Innovación (SNI y SPI). Luego, se analiza el entorno de innovación que se ha generado en la
ciudad de La Plata en relación al Sector del Software y los Servicios Informáticos (SSI). Se trata de
describir cómo está compuesto el sector productivo informacional local.
Por último, se analiza el sistema de interacciones entre los actores locales de la innovación, y su
impacto en los procesos de innovación socio-tecnológica, así como también en el espacio físico y
social de la ciudad. Como ya se ha mencionado, un interrogante que recorre de manera
permanente este estudio se vincula con la relación entre los procesos de innovación sociotecnológica y las dinámicas de desarrollo territorial.
Capítulo 5. La Plata: ¿ciudad del conocimiento?
En este capítulo se profundiza la caracterización de la ciudad de La Plata como territorio innovador.
Se incluyen elementos claves para su comprensión, como historia de la ciudad, su perfil productivo,
el mapa de actores locales de la innovación y el rol que ocupa la ciudad de La Plata dentro del SNI
y SPI.
5.1. La ciudad: historia y contexto actual
Este subapartado describe brevemente la historia de la ciudad de La Plata poniendo el acento en
su conformación como ciudad universitaria. En la tesis se señala que existe un interrogante vigente
respecto a la evolución de su condición de “ciudad universitaria” a “ciudad del conocimiento”. La
conformación de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y el hecho de que se trata de la
ciudad capital de la Provincia de Buenos Aires, son algunos aspectos que se resaltan para
comprender el rol que ocupa la ciudad a nivel provincial y nacional.
5.1.1. El origen de una “ciudad moderna”
La Ciudad de La Plata, localizada en la Provincia de Buenos Aires, 56 km al sudeste de la Ciudad
de Buenos Aires, fue fundada en el año 1882 por parte del entonces Gobernador de la Provincia de
Buenos Aires, Dardo Rocha223. La Plata fue una ciudad especialmente constituida bajo el
paradigma iluminista, Vallejo (2001:2) señala: “Su modelo urbanístico no repetido es así portador
de una racionalidad iluminista -sólo comparable en su complejidad y en las condiciones que le
dieron origen, a Belo Horizonte en Brasil, la otra “nueva Capital” latinoamericana fundada quince
223
Como señala Vallejo (2001:3) en relación a la fundación de la Ciudad de La Plata como capital de la Provincia de
Buenos Aires: “(…) nacida como una manifestación de la disciplinadora idea de “civilizar” el desierto, irradiadora de
cultura urbana hacia vastos territorios bonaerenses que habían sido librados drásticamente de la amenazante presencia
indígena (…)”. Más adelante, agrega: “La “cuestión Capital”, como la llamó Dardo Rocha, desde el momento de asumir en
1881 el cargo de Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, implicaba resolver rápidamente la localización de los
poderes públicos, pero también y por sobre todas las cosas, disciplinar la sociedad desde los valores de la ideología del
progreso, impulsando para ello la creación de una Capital, en el sentido de cabeza -política, administrativa, económica y
cultural-, y núcleos poblacionales funcionales a la propagación de normas de urbanidad, libre comercio y un rol productivo
que diera sustento cultural y material a aquel propósito central”.
197
años más tarde- que alentó una casi saintsimonianamente identificación con un sitio del nuevo
continente en el que podían gestarse todas las cosas buenas que tenía para deparar un progreso
indefinido, dejando atrás, en contrapartida, el lastre de un pasado que interfería en esta tendencia
evolutiva”. La ciudad fue diseñada por el ingeniero Pedro Benoit, quien diagramó un trazado
cuadrado perfecto que contiene numerosas diagonales, de allí que se la conoce como “la ciudad de
las diagonales”. El diseño urbano respondía, entre otras cosas, a la intención de: “(…) recrear el
modelo de Buenos Aires –o más bien de sus ideas, muchas de las cuales no habían sido
materializadas aún en el plano urbanístico-, y al mismo tiempo de trascenderlo en cuanto a
modernidad valiéndose para ello de los beneficios que –como se creía- reportaría operar
racionalmente sobre una naturaleza “débil” (…)” (Vallejo, 2001:6).
En el Gráfico 12 se puede ver el trazado original de la ciudad de La Plata en 1882:
Grafico 12. Trazado original de la Ciudad de La Plata 1882
Fuente: Museo de La Plata
198
La Plata representó desde su creación un modelo ideal de “ciudad moderna” contrapuesto al
modelo colonial de Buenos Aires, caótico, desordenado, antiguo y, al mismo tiempo, claramente
diferenciado de la típica ciudad pampeana, monótona y “salvaje” (Vallejo, 2001). De allí, la
fascinación de Sarmiento: “estuve en La Plata y he quedado asombrado de lo que he visto […] de
la vitalidad del país y su fuerza de expansión. […] La Plata sale a luz con luz eléctrica, con palacios
y monumentos clásicos, con parques antiguos, calles empedradas, bulevares que se cruzan en
ángulos rectos y en diagonales y con un puerto profundo, elaborado a la holandesa y que de a dos
leguas vendrá a la puerta de los almacenes a depositar su mercadería. Estamos pues muy
avanzados en inteligencia creadora en arte y ciencias aplicadas al bienestar. […] Me parece que
me iré a morir allá, entre cosas nuevas y formas elegantes224”. Barba (1998) señala que la Ciudad
de La Plata fue creada en el marco del proyecto de federalización de Buenos Aires, al instalarse allí
la capital de la Provincia se creía que era posible desplazar la centralidad de Buenos Aires.
Desde su creación, la ciudad creció de forma exponencial en muy poco tiempo. La llegada de
inmigrantes, producto de la primera gran ola de inmigración que recibió el país (entre 1878 y 1889),
constituyó un factor fundamental, ya que la ciudad se encontraba muy poco poblada. Según el
primer Censo, realizado en 1884, la ciudad tenía 10 mil habitantes, pero en 1890 ese número se
incrementó a 65 mil habitantes, una cifra muy superior a la gran mayoría de ciudades de la
Provincia. De estos habitantes, tan sólo un 10% era de origen argentino225. Barba indica: “En la
década del 80’ se hicieron, en 10 años, 7 mil kilómetros de vías226”. En 1886, cuatro años después
de su fundación, la Ciudad de La Plata contaba con una red de alumbrado público eléctrico única
en Sudamérica, dos años después el alumbrado pasó a las casas particulares. La empresa “Luz y
Tracción Eléctrica del Río de La Plata”, integrada por los hermanos Cassels y con el aporte de
capitales británicos, fue fundamental para permitir el desarrollo industrial de la ciudad y sus
alrededores227. Un año después, en 1887, fueron inaugurados los servicios de telegrafía y telefonía
en la ciudad, y ese mismo año se inició la construcción del Teatro Argentino, todo un emblema
cultural de la ciudad228. En 1895 funcionó el primer tranvía eléctrico de toda Sudamérica, un medio
de transporte absolutamente innovador para la época229.
La ciudad de La Plata recibió dos premios en la Exposición Universal de Paris de 1889, un evento
que contenía las principales obras arquitectónicas del mundo, cuya estrella principal fue la Torre
Eiffel presentada ese año. Se la premió como “Ciudad del Futuro” y “Mejor realización construida”.
Más allá de lo anecdótico de los premios, el diseño de la ciudad contenía un claro mensaje: el paso
de la época colonial a la modernidad. “La Plata demostraba que dándole “espacio al espíritu
moderno argentino”, podía trazarse “como sobre el papel del ingeniero, la ciudad futura”, saliendo
“del modo colonial” “para inventar habitantes con moradas modernas” (Vallejo, 2001:7).
5.1.2. La conformación de una ciudad universitaria
La primera Universidad, la Universidad Provincial de La Plata, fue fundada en 1897 por iniciativa
del senador Rafael Hernández. Su primer rector fue el Dr. Dardo Rocha. Entre 1897 y 1905
funcionó como Universidad Provincial con marcadas dificultades: falta de recursos económicos,
224
Sarmiento, Domingo F.; Epistolario íntimo, 2 vol., Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires, 1961, vol. 2, p.168.
http://www.laplatamagica.com.ar/web/?q=node/48
226
http://www.lacapitalmdp.com/noticias/La-Ciudad/2009/01/19/98203.htm
227
http://www.edelap.com.ar/historia
228
El Teatro Argentino original sufrió un incendio en 1977. Se reconstruyó en 1980, pero recién pudo abrir nuevamente
sus puertas en 1999 (https://dacapoteatroargentino.wordpress.com/, consultado el 1/10/2017).
229
http://historiadelaplata.blogspot.com.ar/
225
199
crisis económica de la ciudad230, escasez de alumnado, etc.231. Por esta razón, el Ministro de
Justicia e Instrucción Pública de la Nación, Joaquín V. González, comenzó a pensar un proyecto
para constituir una Universidad Nacional moderna con una sólida base científica que permitiera
transformar a La Plata en una ciudad universitaria modelo. En 1905 este proyecto se concretó. La
Universidad Provincial pasó a llamarse Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Así como la
ciudad de La Plata fue estrictamente planificada, la UNLP formó parte de un proyecto integral
diseñador por Joaquín V. González en el que: “El modelo no era la universidad humboldtiana,
orientada hacia la investigación científica pura sino el de la educación superior y liberal
anglosajona” (Buchbinder, 2005:56). Vallejo (2001:17) agrega que la perspectiva general de
Joaquín V. González respondía a un interés particular: “(…) cada Universidad, se convertiría en “la
metrópolis intelectual de una región” (…)”. Su función era formar la élite dirigente del futuro.
El contexto que rodeó a la creación de la Universidad es descripto por el historiador Vallejo
(2001:8): “La Plata exhibía ya en 1885 un habitus educativo fundado en rígidos principios liberales y
laicistas, organizado a partir de la preeminente presencia de masones y librepensadores232”. Este
habitus233: “(…) reprodujo a lo largo de tres décadas en La Plata el papel central asignado a una
modernidad sobrevaloradora del disciplinamiento de la sociedad desde los valores de una
educación de carácter laicista y cientificista (…)”. Además del Colegio Nacional, de inspiración
anglosajona, sobresalían los: “(…) tres pilares del pensamiento ilustrado decimonónico que preveía
el proyecto fundacional de La Plata, el Observatorio astronómico, la Biblioteca Pública y el Museo
(…)” (Vallejo, 2001:11).
Este contexto permitió que el desarrollo de La Plata como ciudad universitaria estuviera
acompañado de ciertas características diferenciales respecto a la Ciudades de Buenos Aires y
Córdoba (las otras dos ciudades que albergaban estudiantes universitarios): un perfil menos
tradicionalista y conservador (Buchbinder, 2005). Vallejos (2001) remarca la fuerte orientación
científica de la UNLP con preponderancia de las Ciencias Exactas, Naturales y de la Educación,
una tendencia que se contraponía a la fuerte profesionalización de las universidades argentinas.
La conformación de La Plata como ciudad universitaria se enmarcó en una disputa, más profunda y
subyacente, entre modernidad y colonialismo. Como expone Vallejo (2001:18): “Ciudad
universitaria, impregnada del pensamiento republicano francés y los planteos educativos
anglosajones, que, en su laicismo con fuertes pretensiones disciplinadoras, mantuvo latente una
intensa puja con la tradición hispana y su perduración en la sociedad moderna identificada con la
Iglesia”. Con la reforma universitaria, se generó otra tensión- mucho más presente en el siglo XXentre el pensamiento elitista y la búsqueda de democratizar las instituciones de educación superior
(Buchbinder, 2005). Biagini (2007:157) señala el clima que se vivía durante esa época en la UNLP:
“(:..) Rodolfo Rivarola, nuevo presidente de la UNLP, también evidencia su restringido enfoque
230
Este periodo de crisis de la Universidad Provincial coincidió con un periodo de crisis económica de la ciudad que
comenzó en 1890. Las razones de la crisis se vinculan con el fuerte endeudamiento y la especulación inmobiliaria que si
bien permitió hacer crecer en muy poco tiempo a la ciudad, luego explotó. La ciudad dependía fuertemente de los
recursos del Estado y muchas obras fueron paradas, el caso del Puerto que había constituido un polo de atracción de
mano de obra, fue paradigmático (http://historicoslp.ar.tripod.com/pag/1_dela.htm, consultado el 2/10/2017).
231
https://www.unlp.edu.ar/historia/historia-de-la-universidad-nacional-de-la-plata-7946
232
La Plata tuvo desde sus origines, una fuerte influencia masónica. Estaban radicadas en la ciudad una gran variedad
de Logias: Abraham Lincoln, Unión de Lobos, Tolerancia, Progress 28, Regeneración, Caridad, Unione Italiani, Liberi
Pensatori, Verdad, y 20 de junio (Vallejo, 2001). Esa influencia masónica llevaba una fuerte impronta liberal y laicista.
233
Vallejo (2001:8) define habitus como: “(…) un clima de ideas conformado por la internalización individual de lo social y
externalización de lo absorbido (…)”.
200
cívico-pedagógico, al calificar al sufragio universal como una “elección a ciegas”, mientras
caracteriza al adolescente como un “alma virgen de experiencia” (…)”.
En 1919 los estudiantes nucleados en la Federación Universitaria de La Plata (FULP) tomaron el
rectorado como medida de fuerza para exigir la destitución del Presidente de la UNLP, Rodolfo
Rivarola, objetivo que lograron dos años más tarde. Dentro del movimiento reformista platense,
sobresale la figura de Héctor Ripa Alberdi, un emblema del pensamiento idealista contestatario.
Como señala Biagini (2007:195): “Con la Reforma Universitaria, una conquista netamente
estudiantil, no sólo cayeron los profesores sin autoridad moral ni académica. También se pretendía
abandonar la frivolidad de la enseñanza, la orientación napoleónica y utilitaria de las universidades
argentinas que convierte a éstas en meros organismos expedidores de títulos, hasta acentuarse el
cultivo de las ciencias puras y la indagación filosófica. Para facilitar esa transformación institucional,
deben alejarse de las casas de estudio quienes profesan allí sólo como tarea laboral accesoria, con
lo cual habrá que asegurar una mayor autonomía universitaria y una mayor remuneración docente”.
Este clima de ideas, contrapuestos al ideario positivista de la primera etapa de la Universidad, fue
brutalmente clausurado por la dictadura de Uriburu en 1930.
Con la llegada de Juan Domingo Perón a la presidencia de la Nación en 1946, la UNLP, tanto en su
cuerpo docente como en el movimiento estudiantil, profesaba una antiperonismo manifiesto, lo que
le valió la intervención por parte del Estado Nacional en 1948234. El interventor, Carlos Rivas,
inauguró una etapa que duraría hasta el derrocamiento de Perón en 1955. Durante el gobierno
peronista la UNLP se caracterizó por dos procesos que se desarrollaron en simultáneo:
a) una orientación académica volcada hacía la formación de profesionales para la industria,
administración pública, educación y salud;
b) la búsqueda de democratizar la universidad, garantizando su acceso a los sector populares
(Pis Diez, 2016).
Si durante el peronismo, la UNLP fue peronizada, con el golpe del ´55 el proceso fue el contrario:
“En los meses que siguen, la desperonización avanzó por dos carriles paralelos. Por un lado, y
considerando un aspecto de corte simbólico e institucional, fueron anulados nombres, cursos y
títulos honorarios establecidos entre 1946 y 1955. Particularmente, cabe resaltar la revocación de
aquella ordenanza que en 1953 cambió el nombre de la casa de estudios por Universidad Nacional
de Eva Perón; la anulación de todas las resoluciones a través de las cuales se impusieron nombres
a establecimientos, salones o aulas con “motivos políticos”; la supresión del Instituto de Formación
y Cultura y sus cursos así como la suspensión de su personal a cargo; por último, la anulación de
los títulos honorarios otorgados a Eva Perón, Juan D. Perón, Ricardo Guardo y Domingo Mercante.
En la Facultad de Derecho se dispuso además, la eliminación en todos los programas vigentes de
las palabras “justicialismo”, “doctrina nacional” y “plan quinquenal” (El Argentino, 23/10/1955)” (Pis
Diez, 2016:6).
Desde los orígenes hasta la actualidad, la Universidad Nacional de La Plata constituyó, junto a la
Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), uno de los
234
Vale mencionar que en 1952, el año de la muerte de Evita, el Gobierno de Perón le cambió el nombre a la Ciudad de
La Plata por el de “Ciudad Eva Perón”. Todo un símbolo del rol que ocupó la ciudad para el peronismo. La Revolución
Libertadora de 1955 volvió a restituir el nombre original a la ciudad (http://www.infonews.com/nota/31237/cuando-la-platase-llamo-eva-peron)
201
grandes centros de formación universitaria del país, lo que implica, como consecuencia, ocupar un
rol protagónico en la historia nacional. No sólo en el plano de las ideas o de la investigación
científico-tecnológica, sino también en el campo de la acción política.
Protagonista de la reforma universitaria, espacio predilecto de la polarización peronismoantiperonismo, victima feroz del terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico-militar, la
Ciudad de La Plata, aun perdiendo preponderancia como polo atractor de estudiantes235, continúa
ocupando un rol de relevancia en el campo de la educación, la ciencia, la tecnología, y la vida
política del país. La importancia de la UNLP para la ciudad queda reflejada en el testimonio del Lic.
Javier Díaz ( quien fue decano de la Facultad de Informática de la UNLP y se desempeña
actualmente como director del Laboratorio de Investigación en Nuevas Tecnologías Informáticas de
la UNLP (LINTI) y director del Centro Superior para el Procesamiento de la Información (CeSPI)):
“La Plata tiene más de 600 mil habitantes, y en torno a la Universidad dan vueltas 150 mil tipos236”.
5.1.3. ¿Ciudad del Conocimiento? ¿Ciudad del futuro?
En el año 2008, el por entonces intendente de la Ciudad de La Plata, Pablo Bruera, presentó la
propuesta de construir una “Marca Ciudad”: “La Plata, Ciudad del Conocimiento”237. En 2016, el
actual intendente, Julio Garro, señaló: “Somos la ciudad del conocimiento, y queremos trabajar
junto a ustedes para ser la ciudad del futuro238”. Es inevitable vincular la búsqueda de conformar la
“ciudad del futuro” con el premio recibido por la ciudad en la Exposición Universal de Paris en 1889
como “ciudad del futuro”. Se pueden identificar algunas similitudes en el discurso: alcanzar el
progreso a través de la modernización. En ese entonces, la modernización de la ciudad estaba
vinculada al tendido de red eléctrica, el telégrafo y la telefonía, los edificios públicos, el transporte, y
en el plano de las ideas, al pensamiento liberal-laicista.
En la actualidad, como señala el propio intendente Garro: “Tenemos un potencial enorme para
avanzar en el campo de las nuevas tecnologías y es necesario hacerlo ahora239". El pensamiento
liberal-laicista fue remplazado por la ideología emprendedorista. El director de Modernización de
Servicios al Ciudadano de la Municipalidad de La Plata, Maximiliano Constantinis, señaló: “Más que
hablar, es hora de hacer. Estamos convocando a jóvenes desarrolladores para que vengan a
trabajar en coworking y ver en que pueden serles útiles al municipio240”.
La idea de que La Plata constituye una “Ciudad del Conocimiento” se sustenta en cuatros aspectos:
a) La presencia de una universidad de primera línea a nivel nacional y regional: la
Universidad Nacional de La Plata (UNLP); y dos universidades prestigiosas a nivel local:
235
Barba reconoce la pérdida de influencia de la UNLP en la atracción de estudiantes del interior como consecuencia de
la creación de otras universidades como la Universidad de Quilmes, Lomas, Lanús, La Matanza, Lujan, etc. En la
actualidad, se encuentra más repartida la población universitaria que viene de otras provincias
(http://www.lacapitalmdp.com/noticias/La-Ciudad/2009/01/19/98203.htm). El Lic. Javier Díaz señala: “La Plata tiene una
gran ascendencia sobre la región. Si uno mira el mapa de la ciudad, hace 70 años, el 70% no provenía de la zona, y un
30% sí, hoy es al revés, el 70% proviene del Gran La Plata, solo un 30% de afuera” (Entrevista realizada el 12/05/2017).
236
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
237
http://www.impulsobaires.com.ar/nota.php?id=57834 (consultado el 3/10/2017)
238
https://ciudadcapital.com.ar/home/la-municipalidad-presento-el-espacio-polo-it-para-el-sector-informatico-y-delsoftware/ (consultado el 3/10/2017)
239
http://modernizacion.laplata.gov.ar/news3.html (consultado el 3/10/2017)
240
Entrevista realizada a Maximiliano Constantinis, Director de Servicios al Ciudadano de la Secretaría de Modernización,
Municipalidad de La Plata (29/07/2016)
202
la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Regional La Plata, y la Universidad Católica
de La Plata
b) Una tradición histórica en el campo de la formación cultural y educativa. Se pueden
mencionar destacadas personalidades en el campo del arte, cultura, educación y
ciencias: el pintor Emilio Pettorutti, los poetas Almafuerte, Francisco López Merino y
Roberto Themis Speroni, el cardiocirujano René Favaloro, y el premio nobel de la paz,
Adolfo Pérez Esquivel, entre otros.
c) Un sistema científico-tecnológico de fuerte influencia a nivel nacional: el Centro Científico
Tecnológico (CCT-CONICET-La Plata), la Comisión de Investigaciones Científicas de la
Provincia de Buenos Aires (CIC), el Parque Científico-Tecnológico de la UNLP, entre
otros.
d) El dinamismo del sector productivo. La ciudad cuenta con distritos industriales en la zona
del Gran La Plata (conurbano platense) donde se encuentran radicadas empresas como
YPF, Bagó, Siderar, y el Astillero Rio Santiago. En el 2016 se formó el Polo IT que
remplazo al Distrito Informático del Gran La Plata (DILP) creado en el 2006, que aglutina
a las empresas de Software y Servicios Informáticos de la ciudad. El sector terciario
representa también una porción muy importante de la actividad económica de la ciudad.
Romeiro y Méndez (2008) reconocen cuatros aspectos fundamentales que toda ciudad debe incluir
si pretender constituir una “Ciudad del Conocimiento”:
Gráfico 13. Componentes de una Ciudad del Conocimiento
Fuente: Romeiro y Méndez, 2008
203
Como se aprecia en el Gráfico 13, para constituir una “Ciudad del Conocimiento” se requieren
instituciones del conocimiento (universidades, institutos de investigación, escuelas, etc.); capital
humano (trabajadores del conocimiento), un aparato productivo que sea intensivo en conocimiento
(industrias de alta tecnología, servicios audiovisuales e industrias creativas, etc.) e infraestructura
de conectividad y comunicación. En la práctica, Romeiro y Méndez (2008:9) indican: “De esta
forma, se necesitan empresas con cierta solidez y voluntad de innovación, capacidad de riesgo y
posibilidades materiales de aplicar ese conocimiento –de origen interno o externo- en mejoras
tangibles, ya sea en sus productos o servicios, sus procesos de trabajo, o sus formas de
organización y gestión. También es esencial la presencia de gobiernos locales y regionales
proactivos y atentos a los retos y oportunidades del entorno, capaces de favorecer la creación de
un ambiente de confianza y estabilidad, así como favorables al surgimiento de iniciativas
innovadoras y su traducción en proyectos concretos, tanto propios como del sector privado,
actuando así como catalizadores o impulsores de la innovación.”.
Algunas de estas condiciones se encuentran presentes en la Ciudad de La Plata: instituciones
productoras de conocimiento de gran trayectoria y reconocimiento, un crecimiento de las industrias
basadas en el conocimiento, abundancia de población de elevado nivel educativo (profesionales
universitarios), así como conectividad y componentes esenciales de cualquier ciudad moderna
(autopistas, infraestructura digital, redes empresariales, oferta artística y cultural, etc.). Sin
embargo, también se evidencian carencias en algunas de las condiciones esenciales de cualquier
ciudad del conocimiento: fuerte liderazgo del gobierno local, empresas innovadoras, visión
estratégica, la conexión externa, y el desarrollo de redes socio-institucionales locales.
El principal desafío que afronta la Ciudad de La Plata no se reduce a la conformación de una
“Ciudad del Conocimiento”241, sino al desarrollo de un sistema territorial de innovación que permita
constituir una ciudad moderna, que impulse, fortalezca, y promueva el desarrollo del conocimiento,
pero que también se proponga conformar un espacio de habitabilidad sostenible, inclusivo e
integrador. Como señalan Romeiro y Méndez (2008:20): “Los discursos demasiados centrados en
el desarrollo de actividades de elevada intensidad tecnológica y en la captación de talentos tienden
a generar ciudades poco inclusivas”. Afrontar este desafío, implica además, aprovechar una ventaja
competitiva que posee la ciudad: “Se trata de una ciudad moderna que se ubica cerca de donde
atiende dios, pero no es Buenos Aires242”.
5.2. El medio local
En este subapartado se describe el perfil productivo de la ciudad. Se destaca la existencia de una
matriz productiva diversificada (agricultura, industria, servicios, etc.) que favorece el desarrollo del
informacionalismo. En particular se estudia el crecimiento del sector SSI local entre 2004 y 2016,
como un factor fundamental en la definición del medio local.
5.2.1. Matriz productiva diversificada
241
Este tipo de etiquetas suele estar pensadas para crear y consolidar una “marca” de ciudad que resulta útil como
estrategia para captar inversiones inmobiliarias, así como también para posicionar a la ciudad en términos económicos,
comerciales, empresariales, etc.
242
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
204
La ciudad de La Plata posee una matriz productiva diversificada. Existe una diversidad de sectores
de la economía que ocupan roles destacados en la producción local: agricultura, servicios,
industria, etc. Las principales actividades agrícolas son la horticultura, floricultura, y la apicultura. La
Plata produce el 70% de las hortalizas y el 65% de las flores de corte de todo el país, siendo el
cinturón hortícola platense el área de mayor tamaño del cinturón verde de la Provincia de Buenos
Aires (el 46,15% de la superficie productiva total y el 25,15% de la superficie hortícola total).
Además de la producción agrícola, existen en la ciudad más de 300 empresas grandes, medianas y
pequeñas dedicadas al rubro metalmecánica: la fabricación de autopartes para automotores, de
abertura de aluminio y chapa; repuestos para motos, cigüeñales y engranajes; fabricación de
cojinetes y biela bancada; carpintería metálica, insumos en la industria metalmecánica,
contenedores y cilindros para la industria química, entre otros. Sobresalen también otros rubros
industriales como la producción de ladrillos, el diseño de indumentaria, insumos químicos,
producción de aluminio y medicamentos243.
En la última década ha crecido de manera sostenida el sector de Software y Servicios Informáticos
(SSI). Un grupo de 26 empresas de este rubro han conformado, en el 2006, el Distrito Informático
del Gran La Plata (DILP) orientado a motorizar el sector de las tecnologías de información y
comunicación (TIC) a través de la asociatividad y la búsqueda de complementariedad entre sus
integrantes. En el 2016, el DILP pasó a denominarse Polo IT y agrupa a 30 empresas dedicadas a
la consultoría tecnológica, arquitectura, biotecnología, desarrollo de software, servicios de soporte,
experiencia de usuario, sistema de gestión de negocios, ERP, CRM, entre otros244
En el Cuadro 36 se puede evidenciar la tasa de empleo del sector privado registrado de la Ciudad
de La Plata:
Cuadro 36. Tasa de empleo registrado del sector privado de la Ciudad de La Plata
Total
Actividad económica
trabajadores %
Agricultura
3.118
2,48%
Minería
2.854
2,27%
Industria
18.068
14,39%
Construcción
14.231
11,34%
Comercio
23.464
18,69%
Hoteles y restaurantes
4.772
3,80%
Transporte, almacena-miento y comunicaciones
7.428
5,91%
Intermediación financiera
2.474
1,97%
Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler
12.827
10,22%
Enseñanza
13.655
10,88%
Servicios sociales y de salud
9.241
Otras actividades de servicios comunitarias, sociales y
personales
12.125
7,36%
Total
Fuente: Observatorio del Conurbano Bonaerense, UNGS
100%
243
244
125.476
9,66%
http://www.laplata.gov.ar/
http://poloitlaplata.com/
205
En el caso específico de la agricultura, resulta necesario aclarar que dada la gran cantidad de
empleo no registrado que suele concentrarse en esta actividad, no representa un sector relevante
en el Cuadro. Sin embargo, como se ha mencionado anteriormente, el cordón frutíhorticola
platense aglutina a una gran cantidad de productores de importancia para la ciudad y la Provincia
de Buenos Aires245. También se destaca la actividad ganadera, con supremacía de producción
bovina. En un segundo plano sobresale la producción de lácteos (tambos).
En el Gráfico 14 se puede observar la estructura productiva de La Plata, Berisso y Ensenada246
divida por sectores:
Estructura Productiva La Plata-Berisso-Ensenada
Sector Primario
Sector secundario
Sector Terciario
3%
54%
43%
Fuente: FCE-UNLP, 2010
Dado que el sector secundario y terciario son los dos preponderantes en materia productiva, resulta
necesario realizar algunas aclaraciones. En relación al primero, la actividad industrial platense se
concentra en la fabricación de bienes (84%), por sobre otros rubros como construcción,
electricidad, gas y agua. Dentro de la producción de manufacturas, sobresalen dos rubros:
“Productos Alimenticios, bebidas y tabaco” y “Productos Metálicos, Maquinarias y Equipos” (FCEUNLP, 2010). Como señala Adriani (2014:4): “El principal rasgo del sector industrial del Gran La
Plata es su heterogeneidad”. Más adelante, agrega: “Cuenta con empresas que detentan diversos
tipos de propiedad de capital: transnacionales, estatales, mixtas, cooperativas de productores,
cooperativas de trabajo y fábricas recuperadas, las que atienden a mercados locales, regionales,
nacionales y globales”. También se destacan la “fabricación de productos químicos y derivados del
petróleo” (11%), dada la presencia de la Refineria de YPF, la más grande del país, localizada en
245
Para el 2010 la actividad frutihortícola de la capital bonaerense fue responsable del 72% de la producción regional del
Área Frutihortícola Bonaerense y tuvo una participación del 58% sobre la superficie implantada. Esto se traduce en una
producción de 138.407 Ton y 4.902 hectáreas implantadas (FCE-UNLP, 2010). Se destaca también el cultivo de maíz por
sobre la producción de soja y avena.
246
Como señala Adriani (2014:3): “(…) el Gran La Plata se caracteriza por altos valores en las tasas de actividad y de
empleo, una baja desocupación y elevados índices de subocupación, particularmente subocupación demandante, lo que
indicaría importantes valores de precarización laboral (…)”.
206
Ensenada247, y la presencia del Astillero Rio Santiago, baluarte de la industria naval argentina,
ubicado en la Zona Franca La Plata248.
En cuanto al sector terciario, descuella la actividad comercial, tanto mayorista como minorista.
Dentro de ese rubro, se destacan: “Agropecuarios, alimentos, bebidas y tabaco” (38,70%) seguida
de “Enseres domésticos” (33,56%). Estos dos rubros concentran tres cuartas partes del total de
empresas y el 85% de la facturación total del comercio mayorista (FCE-UNLP, 2010). En relación a
la actividad servicios, se evidencia la preponderancia de “Servicios de Esparcimiento” (27,11%) y
“Restaurantes y Hoteles” (18.90%), seguido por “Servicios a Empresas” (15%) y “Transporte y
Comunicaciones” (14, 08%).
La presencia de una estructura productiva diversificada (con preponderancia de la actividad
industrial, comercial y de servicios, pero con la presencia de un sector primario de relevancia
regional), la composición heterogénea de actores productivos (tanto multinacionales, empresas
grandes de origen nacional, y una gran cantidad de Pymes, así como también micro
emprendimientos y cooperativas de trabajo), sumado a la presencia de instituciones del
conocimiento de relevancia a nivel local, regional y nacional, permiten sostener que existen
condiciones óptimas para el desarrollo del informacionalismo en la ciudad. Su desarrollo y
evolución no dependen únicamente del fortalecimiento del sector productivo informacional (el sector
SSI, por ejemplo), sino de la “informacionalización” del resto de la actividad económica: agricultura,
industria, servicios, etc.249.
Este proceso no se reduce a la mera modernización del aparato productivo, sino que incluye la
incorporación de información y conocimiento al proceso de producción, y el flujo de interacciones
entre diversos actores sociales. De allí, la relevancia de las redes de conocimiento e innovación.
Como indica Casas (2002:423): “se ha podido confirmar que lo que requieren muchas empresas y
sectores productivos son conocimientos de toda clase que en ocasiones están acumulados en las
instituciones académicas y que han mostrado su utilidad para mejorar sus procesos productivos y
organizativos y hacerlos más relevantes en términos económicos y sociales”.
5.2.2. El dinamismo del sector SSI local
En el Capítulo 6 se analizará con mayor profundidad las características del sector de Software y
Servicios Informáticos (SSI) de la Ciudad de La Plata. Se introduce el dinamismo que ha tenido
este sector entre los años 2004 y 2016, y su constitución como una parte relevante de la estructura
productiva local.
La dificultad de considerar el crecimiento de este sector radica en que no resulta sencillo acceder a
la información estadística. Además de no contar con información oficial, dado que los datos
247
El Complejo Industrial La Plata (CILP) constituye la principal refinería del país. Fue la primera refinería de YPF,
inaugurada en 1925, y produce en la actualidad 189.000 barriles por día.
248
La Zona Franca La Plata se localiza en Ensenada, a 10km del centro de la Ciudad de La Plata, a 60km de La Ciudad
de Buenos Aires, y a 80km del Aeropuerto de Ezeiza. Por allí pasa el 90% del comercio de Zona Franca del país, dada su
ubicación estratégica (http://www.bazflp.com/zona-franca-la-plata/beneficios/, consultado el 5/10/2017).
249
Como señala Artopoulos (2015:29) en la “sociedad-red” (Castells, 2001): “(…) las tecnologías de la información y la
comunicación tienen una influencia generalizada en toda la economía y la cultura sin importar el tipo de actividad. Afectan
tanto al sector secundario (la industria), como al primario y al terciario (servicios). Todos los sectores a su manera se
vuelven informacionales en tanto aplican el principio de que la información es la materia prima clave y se disponen a
competir en el mercado global (…)”.
207
generales del sector SSI nacional y provincial no se encuentran diferenciados por ciudad, existe
otra dificultad: esta actividad económica forma parte de lo que Zukerfeld (2009:4) considera “Cuarto
Sector” (ni servicios ni industria)250.
A pesar de estas dificultades, resulta posible identificar un crecimiento pronunciado en el sector SSI
local desde principios del siglo XXI. En un estudio elaborado por Walas Mateo en 2012, sobre la
base de información provista por el Distrito Informático del Gran La Plata (DILP), creado en el 2006,
se podía reconocer la presencia de 32 empresas que empleaban a más de 700 personas251. Sin
embargo, tal como reconoce este estudio, existen otras empresas que no se encuentran nucleadas
en el DILP: multinacionales, Pymes, y micro emprendimientos. Esto significa que existe una
cantidad bastante mayor a 32 empresas y que se han generado más de 700 puestos de trabajo.
Nuevamente, no existen, hasta el momento, datos estadísticos oficiales con el nivel de
desagregación requerido para poder obtener esta información. El sitio oficial del DILP (Polo IT,
desde el 2016) dispone de una herramienta que permite establecer la cantidad de empresas del
sector SSI local existentes, considerando toda su heterogeneidad (multinacionales, empresas
grandes, Pymes, y Microempresas): La Plata up252. Es un mapa interactivo de la ciudad, en el cual
se incluyen todas las empresas SSI radicadas allí. Mediante el trabajo de campo, la visita de los
sitios web, la constatación de la existencia real de las empresas253, se logró conformar el Cuadro 4,
que fue introducido en el Capítulo 3, que contiene la cantidad total de empresas SSI de La Plata:
Cuadro 4. Cantidad de empresas del sector SSI
Distintos cortes
temporales
Total
de
empresas
(empresas
creadas
+
empresas ya existentes +
empresas desaparecidas)
Total
de
empresas
creadas entre 2004-2017
Cantidad de empresas
desaparecidas entre 2004254
2017
Cantidad total de empresas SSI
Porcentaje
del total
90
100%
66
73,30%
13
14,4%
Total de empresas– año 77
85,5%
250
El sector informacional queda, de algún modo, invisibilizado dentro del sector servicios que forma parte del sector
“terciario” que incluye una variedad de actividades desde el comercio hasta las finanzas. Como bien indica Zukerfeld
(2009:3) en relación a la dificultad de agrupar diferentes actividades de la economía bajo el paraguas de “servicios”: “Por
un lado, crecen los servicios precarios, las ventas ambulantes, el servicio doméstico, y un sinfín de ocupaciones
asociadas a la informalidad. Por otro, se consolida un sector basado en la producción y distribución de información digital
–bienes informacionales primarios-: programadores, diseñadores, analistas de sistemas, operadores de call centers, etc.
Ahora bien, resulta evidente que esta consolidación de por lo menos dos grupos al interior del enorme y heterogéneo
sector servicios amerita preguntarse si tiene sentido seguir considerándolo como un todo indiviso”.
251
Estos datos pertenecen al año 2012, por lo tanto se estima que en la actualidad no sólo existen una mayor cantidad de
empresas, sino también se generó una cantidad bastante mayor de puestos de trabajo.
252
http://laplataup.com/
253
Esto quiere decir que el trabajo de campo no sólo incluyo la visita de los sitios web, sino la realización de llamados,
envíos de correo electrónico, para verificar el funcionamiento de las empresas que se incluyen en el mapa.
254
Se consideran empresas que han sido creadas, pero que en la actualidad no están funcionando, ya sea, porque han
cerrado o frenado la producción, o bien han sido absorbidas por compañías más grandes, como es el caso de Bvision
que fue comprada por Mercado Libre. Una parte de estas empresas figuran en el mapa de empresas del sector SSI
utilizada (www.laplataup.com), pero se ha detectado, a través del trabajo de campo y la búsqueda en internet, que no
están funcionando en la actualidad (carecen de un sitio web, no disponen de un espacio físico, no utilizan las redes
sociales, etc.).
208
2017
Fuente: elaboración propia en base a la plataforma elaborada por la incubadora La Plata Hub:
http://laplataup.com/
Entre el 2004 y el 2017 se crearon 90 empresas; de esas 90, existen en la actualidad, 77. De las 90
empresas creadas, 66, el 73,3%, fueron creadas entre el 2004 y el 2017. Si bien resulta difícil
precisar el proceso de crecimiento del sector SSI local con estadísticas oficiales, resulta claro que
desde principios del siglo XXI, con énfasis en el 2004, comenzó una senda de crecimiento
pronunciado. Antes del 2004, existían tan sólo 9 empresas SSI radicadas en la ciudad. En 13 años,
esa cantidad se incrementó de forma notoria, siendo en la actualidad 77 las empresas. Este
crecimiento no se dio aislado de la realidad nacional, sino que acompañó un proceso de
crecimiento del sector a nivel nacional255. Entre las empresas del sector con funcionamiento en la
ciudad, se destacan: las multinacionales Accenture, Mercado Libre, Softteck, Globant, Globalogic;
algunas PyMes importantes como Tecnoap, Tecnom, Fluxit, Suyit, QK Studio, y Grupo Angras; y
varias Microempresas como Avix, Axlot, Xaver, etc. El caso de Globant es paradigmático porque
fue fundada por dos egresado de la Facultad de Informática de la UNLP, Martín Migoya y Néstor
Nocetti256. El caso particular de esta empresa será profundizado en el capítulo 6 cuando se
analicen los Unicornios y las Multinacionales del sector SSI radicadas en la ciudad.
En el capítulo 6 se desarrollan las características específicas del sector SSI platense, así como
también los obstáculos y desafíos que enfrenta. Se pueden anticipar tres factores que explican el
crecimiento sostenido desde 2004 hasta la actualidad:
a) Abundancia de capital humano: profesionales egresados de las universidades (UNLP, UTN,
y la Universidad Católica de La Plata) y centros de investigación de excelencia (LIFIA, IIILIDI, LINTI).
b) Menores costos que CABA: Los costos de infraestructura (m2) y servicios son inferiores a
los de Capital Federal, y los salarios, si bien han tendido a equipararse (por el incremento
de la oferta y cierta escasez de demanda) son inferiores a los que se pagan en CABA257
c) Perfil emprendedor: se destaca la gran cantidad de PyMes y micro emprendimientos
surgidos en la ciudad, alentados por la formación universitaria y cierta cultura
emprendedora de un sector de jóvenes profesionales que prefieren construir proyectos
propios a trabajar en empresas grandes o multinacionales, muchas de ellas radicadas en
CABA258
255
En el grafico 8, incluido en el Capítulo 3 (subapartado 2.2.3), se puede evidenciar el crecimiento del sector SSI a nivel
nacional, entre los años 2004 y 2016.
256
http://www.lanacion.com.ar/2012811-martin-migoya-no-podemos-imaginar-hoy-los-trabajos-que-van-a-existir-en-unadecada (consultado el 5/10/2017)
257
En las entrevistas realizadas a las empresas del sector, así como también a los directos de los centros de
investigación, existe cierto consenso en que los trabajadores del sector SSI platense prefieren sacrificar dinero a cambio
de vivir y trabajar en la ciudad. A pesar de que los salarios son inferiores, muchos eligen la comodidad de no tener que
viajar todos los días a CABA y cierto bienestar general que se percibe superior en La Plata que en CABA.
258
Las entrevistas realizadas a microemprendimeintos locales arrojaron este dato. Dada la formación universitaria,
totalmente idónea para el mercado laboral, muchos jóvenes eligen construir un camino propio antes que trabajar en
relación de dependencia en grandes empresas, en las cuales los salarios son notablemente altos. La idea de “emprender”
para ellos no se encuentra asociada unicamente a la búsqueda de ganancia, sino a la posibilidad de desarrollar un
proyecto personal.
209
5.3. Un mapa de actores locales de la innovación
Como se ha mencionado en los capítulos anteriores, para comprender los procesos de innovación
socio-tecnológica resulta necesario situar y caracterizar a los actores sociales e institucionales de la
innovación. En este subapartado se describe y caracteriza a los actores locales de la innovación:
empresas de diverso tamaño, universidades y/o centros de investigación, y el gobierno local.
5.3.1. La estructura de actores locales
El estudio de los procesos de innovación socio-tecnológica en el sector SSI de la ciudad de La
Plata, requiere la profundización de una mirada centrada en los actores locales de la innovación.
Asumir este enfoque, implica sostener que existe una relación estrecha entre la intensificación de
las interacciones entre diversos actores sociales y las posibilidades de desarrollo de los territorios.
Como señalan Rofman y Villar (2005:1): “La acción colectiva en el territorio cobra una importancia
fundamental puesto que da cuenta de la existencia de una sociedad local que constituye la base
societal del proceso”. Los autores agregan que resulta necesario comprender a la comunidad local
como: “(…) una sociedad compleja, construida por grupos sociales e intereses diferentes, pero
pasibles de ser articulados en función de un proyecto de cambio común (…)”.
Siguiendo esta línea, resulta imprescindible distinguir a los actores locales de los agentes de
desarrollo local. En el primer caso, se trata de individuos, grupos u organizaciones que operan a
nivel local, pero que no necesariamente orienten su actividad al desarrollo local. En el segundo
caso, se trata de actores locales que: “(…) a través de su acción se encaminen a aprovechar mejor
los recursos existentes en una sociedad local determinada, de forma coherente con la eficiencia
económica, la preservación medioambiental y la equidad social (…)” (Rofman y Villar, 2005:2). En
este caso, además de su localización, la orientación de la acción se dirige al desarrollo local
(Arocena, 1997).
En esta tesis se sostiene que esta diferenciación constituye una problemática recurrente en el
sistema de interacciones entre actores sociales locales. Algunos actores locales operan en una
lógica “deterritorializante”, lo que dificulta encauzar las dinámicas de innovación hacia la resolución
de problemáticas locales. Además, operan en el territorio “actores extralocales”, es decir: “(…)
actores externos que desarrollan actividades en la localidad a través de sucursales, agencias o
anexos. El lugar de la decisión es externo y, por lo tanto, sus representantes locales tienen
restringida su capacidad de acción. Los ejemplos más claros son las industrias y comercios que
cuentan con una sucursal en la localidad y las representaciones locales de organismos estatales
nacionales y provinciales (…)” (Alonso, 2004:5). De esta manera, se pueden distinguir tres grupos:
Actores locales: se trata de individuos, grupos o instituciones cuya acción se sitúa en la
sociedad local, se encuentra condicionada por las relaciones sociales locales, pero no
necesariamente se orienta al desarrollo local (Arocena, 1995). Alonso (2004) los clasifica en
dos categorías:
o
a) estrictamente locales: son aquellos cuya acción se subsume al ámbito local.
Fuera de las relaciones locales, pierden identidad y desaparecen como actores
(Pírez, 2000);
210
o
b) parcialmente locales: son aquellos cuya acción trasciende el ámbito local, aunque
pertenecen a la localidad y forman parte del sistema de relaciones sociales locales.
Agentes del desarrollo local: se trata de individuos, grupos o instituciones cuya acción no
sólo se sitúa en el ámbito local, sino que se orienta al desarrollo local. En este caso, su
lógica de acción se encuentra orientada a la resolución de problemáticas locales. Incluye
desde instituciones gubernamentales, hasta integrantes de ONGs, organizaciones sociales
de base y demás “expresiones activas” de las demandas e iniciativas de la ciudadanía.
Actores extralocales con incidencia local: se trata de individuos, grupos o instituciones que:
“(…) tienen su sede en otro lugar –una ciudad más importante, o en los países centrales-,
pero su acción produce fuertes impactos en la vida local. Se trata de los niveles nacional y,
dependiendo de los casos, provincial del Estado, de las empresas que deciden instalar,
trasladar o cerrar un establecimiento en un territorio determinado (…)” (Rofman y Villar,
2005:13).
Antes de elaborar un mapa de los actores locales de la innovación, es necesario analizar cómo se
estructuran estos en el territorio. En primer lugar, siguiendo el análisis de Méndez sobre los
“Sistemas Productivos Locales (SPL)” de España, se pueden diferenciar a los actores públicos de
los actores privados. Rofman y Villar (2005:9), inspirados en la experiencia argentina, agregan
como un tipo más a los nuevos actores sociales, que fueron conformados en la década del
noventa, con picos de legitimidad en el 2001 y 2002, y que agrupan: “(…) a los sectores
tradicionalmente marginados, que han sido excluidos del mercado de trabajo y que encuentran en
estas organizaciones tanto un colectivo que los contiene como una forma de canalizar sus
reclamos y una fuente de recursos para garantizar su propia sobrevivencia (…)”. Cada tipo de actor
concentra una lógica de acción determinada. Pírez (1995) identifica cuatro:
a) Lógica política: su acción se orienta a la gestión del ámbito local. Comprende
principalmente a las instituciones gubernamentales que pueden actuar por acción
(desarrollo de iniciativas, regulaciones, acción estatal, etc.) u omisión (desregulación,
indiferencia, pasividad estatal, etc.).
b) Lógica de obtención de ganancia: su acción se orienta bajo el paraguas de la rentabilidad.
Se trata de unidades económicas con fines de lucro (empresas, conglomerado de
empresas, empresarios individuales, etc.).
c) Lógica del conocimiento: su acción se orienta a la búsqueda de conocimiento. Se trata de
universidades, centros de investigación, instituciones de formación técnica, etc. En este
caso, se encuentra condicionada por las otras tres lógicas.
d) Lógica de la necesidad: su acción se desarrolla por fuera del mercado y las políticas
públicas. Se trata de organizaciones comunitarias, colectivos que se agrupan en torno a
una demanda especifica frente al Estado (por ejemplo, trabajo), o trabajadores de la
economía popular, punteros políticos, etc.
En el Cuadro 37 se introducen las características de los tipos de actores, y su cruce con las lógicas
de acción:
211
Cuadro 37. Actores locales públicos, privados y nuevos actores sociales
Actores Públicos
Actores Privados
Características Administraciones
estatales que tienen
competencias sobre el
territorio.
Incluye
distintos
niveles
territoriales:
regional,
nacional, provincial y
local. Incluye también a
las instituciones públicas
del
conocimiento:
universidades, centros
de
investigación,
escuelas, institutos de
formación
profesional,
etc.
Lógica
acción
Empresas existentes en el
territorio, en particular aquellas
que mantienen cierta capacidad
de decisión enraizada en la
realidad local y no vinculada en
exclusiva a estrategias de
grupo, también se concede
particular importancia a la
presencia
activa
de
organizaciones
económicas,
centros
de
innovación
y
transferencia tecnológica, así
como representantes de la
sociedad civil con voluntad para
dinamizar
las
sociedades
locales y promover iniciativas
colectivas
de
carácter
innovador.
Lógica Política, Lógica Lógica
de
Obtención
de
de del Conocimiento
ganancia,
Lógica
del
Conocimiento
Universidades, centros Empresas de distintos tamaño,
de
investigación, ONGs,
Universidades
y/o
instituciones
centros
de
investigación
municipales,
agencias privados, Asociaciones de la
del gobierno provincial, Sociedad Civil, etc.
dependencias
del
gobierno nacional, etc.
Nuevos
actores
sociales
Individuos, grupos u
organizaciones
de
base
territorial
fundamentalmente
orientadas
al
desarrollo,
que
poseen
prestigio
social y una amplia
capacidad
de
organización y que
están habituadas a
entablar
negociaciones con el
poder político de
turno.
Incluye
también
a
un
subsector
de
la
actividad económica
compuesto
por
principalmente por
unidades
domésticas,
cuya
racionalidad
principal
es
garantizar
la
reproducción
ampliada de la vida,
y que suelen ser
comprendidas como
actividades
de
subsistencia o sector
informal.
Lógica
de
Necesidad
la
Organizaciones
sociales, colectivos
de
desocupados,
emprendedores de
la economía social,
trabajadores de la
economía popular,
Ejemplos
etc.
Fuente: elaboración propia en base a Méndez (2006), Pírez (1995), y Rofman y Villar (2005)
212
5.3.2. El mapa de actores locales
Una vez definidos los “tipos de actores locales” y las “lógicas de acción” de cada uno, resulta
factible definir a los actores sociales existentes en la ciudad de La Plata259. En primer lugar, resulta
necesario realizar dos aclaraciones: a) se considera a los actores sociales locales vinculados a los
procesos de innovación socio-tecnológica en la ciudad en el caso específico del sector SSI, lo que
supone dejar afuera a otros actores que si bien resultan relevantes para la sociedad local, no
intervienen ni participan activamente en estos procesos260; b) en relación a las “lógicas de acción”,
no siempre resulta preciso identificar una lógica con un actor especifico, sino que muchas veces,
estas se entremezclan y son transversales a una variedad de actores locales261.
En la ciudad de La Plata se encuentran presentes tanto actores públicos como privados de la
innovación socio-tecnológica. En esta tesis se analiza el sistema de interacciones entre actores
sociales locales vinculados al sector SSI, un sector que se identificó como dinámico, en
crecimiento, innovador y clave para el desarrollo informacional. En el Cuadro 38 se presenta el
mapa de actores locales según tipo de actor (local, agente de desarrollo, extralocal pero con
incidencia local), naturaleza (público o privado), lógica de acción (política, de obtención de
ganancia, y de conocimiento) y se agregan los referentes locales de cada uno (ya sea instituciones,
grupos o unidades económicas262):
Cuadro 38. Actores locales de la innovación socio-tecnológica
Tipo
de Ámbito Lógica
de
actor
de
acción
acción
Municipalidad de La Agente de Pública Lógica
Plata
desarrollo
Política
local
Gobierno
de
Provincia de Bs.As
la Actor
extralocal
con
incidencia
local
Pública
Lógica
Política
Gobierno nacional
Actor
Pública
Lógica
Referentes
Secretaría de Modernización y
Desarrollo Económico, Secretaria
de
Planeamiento
Urbano
y
Desarrollo Económico, Secretaría
de Modernización
Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación;
Ministerio
de
Producción,
Subsecretaría
de
Industria, Comercio y Minería,
Subsecretaría de la Pequeña,
Mediana y Microempresa,
Ministerio de Ciencia, Técnica e
259
El periodo considerado en este estudio abarca desde el 2004 hasta el 2016. En el año 2015, se produjo un cambio de
gobierno, pero esto no implicó la aparición de nuevos actores, ni el desplazamiento de actores ya existentes. En el
capítulo 7 se analizará el sistema de interacciones entre los diversos actores sociales locales y se abordarán algunos
cambios generados con el cambio de gobierno a nivel nacional, provincial y municipal.
260
Un ejemplo son las organizaciones sociales que constituyen lo que Roffman y Villar (2005) “nuevos actores sociales”.
Estos grupos no participan en los procesos de innovación, y esto ha sido señalado como una debilidad de las estrategias
de desarrollo territorial impulsadas en la ciudad. Una situación similar sucede con los “emprendedores sociales” o los
trabajadores de la economía popular.
261
Las universidades y/o centros de investigación actúan siguiendo la lógica del conocimiento, pero también, por
momentos, bajo la lógica de obtención de ganancia. De hecho, cuando se introduzca el análisis el sistema de
interacciones entre los actores locales, se mencionará el conflicto entre las Pymes y los micro emprendimientos locales, y
los institutos de investigación de la UNLP a razón de una acusación de “competencia desleal” por parte de las primeras
que consideran que la universidad le disputa “clientela” ofreciendo servicios de la misma calidad a un precio menor que el
de mercado (dumping universitario).
262
Se define a los “referentes” como la expresión concreta del “actor” a nivel local. Se trata de identificar con el mayor
nivel de precisión a los actores, superando su carácter meramente “abstracto”, avanzando en el nivel de desagregación.
213
extralocal
con
incidencia
local
Pymes
Microempresas
Empresas
locales
Multinacionales
Política
y Agente de Privada
desarrollo
local
grandes Actor local
Privada
Actor
Privada
extralocal
con
incidencia
local
Agente de Privada
Universidades Privadas desarrollo
local
Innovación Productiva (MINCYT),
Ministerio
de
Producción,
Subsecretaría
de
Servicios
Tecnológicos
y
Productivos,
Subsecretaría de emprendedores,
Subsecretaria de Política y Gestión
Pyme
Lógica
de
obtención de Arzion, Julasoft, Ainux, Avix, Xaver,
ganancia
Shoor, Incodex, QKStudio, Tecnom,
Snappler, Quanbit, Snik, etc.
Lógica
de Celerative, DevSar, Dimens, FluxIt,
obtención de Hexacta,
Snoop
Consulting,
ganancia
Tecnoup
Logica
de Globant, Despegar,
Accenture,
obtención de Mercado Libre, Softteck, Globalogic
ganancia
Logica
del Universidad Catolica de La Plata
conocimiento
Logica
de
obtención de
ganancia
Logica
del UNLP
conocimiento UTN-Regional La Plata
Universidades Públicas Agente de Pública
Nacionales
desarrollo
local
Centros
de
Pública Logica
del LIFIA
investigación
Agente de
conocimiento III-LIDI
desarrollo
LINTI
local
CCT CONICET-LA PLATA
Incubadora provincial
Actor
Pública Logica
EM-TEC
extralocal
política
con
incidencia
local
Incubadora local
Agente de Privada Logica
de La Plata Hub
desarrollo
obtención de
local
ganancia
Incubadora
Agente de Pública Logica
Minerva-UNLP
Universitaria
desarrollo
política
local
Actores
Privada Logica
Fundación Pro Humanae
extralocales
Política
Fundación CREAR
Organizaciones de la de
Logica
del Fundación Sadosky
Sociedad Civil
incidencia
conocimiento
local
Fuente: elaboración propia en base a Arocena (2013), Rofman y Villar (2005), y Pírez (1995)
Vitae
En el capítulo 7 se analizará el sistema de interacciones entre los diversos actores sociales locales
y se hará una caracterización precisa de cada uno de ellos. La relevancia de identificar a los
actores sociales locales, responde a la necesidad de contextualizar los procesos de innovación con
214
base en el territorio y la sociedad local. Madoery (2001:6) sostiene: “Estamos transitando el paso
desde una concepción del desarrollo como algo adquirido, a través de la dotación de capital físico,
conocimiento, recursos, hacia una concepción del desarrollo como algo generado a partir de las
capacidades de los actores locales”.
5.4. El rol de la ciudad en el Sistema Nacional de Innovación (SNI)
Más allá de conocer la historia, el perfil productivo y el mapa de actores locales de la innovación,
resulta relevante indagar en el rol que ocupa la ciudad de La Plata en el Sistema Nacional y
Provincial de Innovación. Se trata de identificar a la ciudad como un nodo de un sistema
metropolitano de innovación con eje en la Ciudad de Buenos Aires, y al mismo tiempo, como
núcleo central de una red de municipios de la Provincia de Buenos Aires.
5.4.1. Sistemas Nacionales y regionales de Innovación: una aproximación teórica
El concepto “Sistema Nacional de Innovación” (SNI) fue introducido por Freeman (1987:1) a fines
de la década del ochenta: “La red de instituciones de los sectores públicos y privado cuyas
actividades e interacciones inician, importan, modifican y difunden las nuevas tecnologías”. Luego,
otros autores como Lundvall (1992, 1998), Nelson (1993), Metcalfe (1995), y Edquist (1997)
realizaron algunos aportes significativos. Lundvall (1992:12) señala: “Una definición amplia incluye
todos los elementos y relaciones que interactúan en la producción, difusión y uso de conocimiento
nuevo y útil desde el punto de vista económico que están localizados en una región determinada”.
En este caso, se reconoce a la estructura económica y las instituciones que impactan sobre el
aprendizaje, como factores que determinan los procesos de innovación, y no sólo a los institutos de
I+D o las grandes empresas especialmente dedicados a ello. Metcalfe (1995:6) señala que se trata
de: “(…) una serie de instituciones que, tanto individual como conjuntamente, contribuyen al
desarrollo y la difusión de nuevas tecnologías, y proveen el marco dentro del cual los gobierno
deben diseñar e implementar políticas públicas dirigidas a estimular los procesos de innovación
(…)”. En la óptica de los primeros autores en utilizar este concepto, se puede detectar tres ideasfuerza para analizar los SNI:
Sin interacciones no hay innovación. Para Johnson y Lundvall (1994) la innovación
constituye un proceso “interactivo y social”, por ende colectivo, y no individual. Las
interacciones no se generan sólo entre actores sociales, sino entre conocimiento presente y
pasado. Edquist (2005) remarca la importancia de considerar a la innovación como un
proceso “acumulativo y evolutivo”. Esto quiere decir que nunca se empieza de cero, y que el
conocimiento acumulado constituye un factor fundamental en los procesos de innovación.
Sin instituciones no hay sistema. El sistema se compone de elementos y relaciones entre
esos elementos. Las relaciones resultan fundamentales, y sin ellas no se puede hablar de
innovación, ni sistema. Pero las instituciones constituyen una parte fundamental de los
“elementos” presentes en un “sistema”. Estas instituciones presentan una gran
heterogeneidad: desde empresas y laboratorios de investigación privados hasta organismos
públicos, universidades o asociaciones de la sociedad civil. El carácter “colectivo” de la
innovación se vincula también con este conjunto de instituciones y sus actividades, y sobre
todo de la construcción de redes de cooperación entre ellas.
215
Sin políticas no hay instituciones. Los sistemas refieren al ámbito nacional, lo que supone
una serie de políticas y factores internos (estructura productiva, desarrollo empresarial,
tradición de investigación en I+D, grado de especialización, etc.) que alientan u obstaculizan
los procesos de innovación. Las políticas públicas pueden favorecer y consolidar
instituciones, así como promover la interacción entre las mismas, o pueden seguir otro
rumbo. Como señalan Arocena y Sutz (1999:4): “El concepto SNIs es un concepto político”.
Arocena y Sutz (2013:31) señalan la necesidad de repensar el SNI desde una perspectiva “sureña”.
Los autores sostienen: “(…) particularmente en las condiciones del Sur, la concepción de los SNI
se refiere a situaciones en los que los conflictos están presentes. Los ejemplos de posibles
conflictos incluyen los siguientes: el peso relativo del empresariado, el gobierno y la academia en la
definición de las agendas de investigación; la medida en que se toma en cuenta el impacto en las
capacidades nacionales para la innovación de las decisiones de organismos estatales; el grado de
participación de los trabajadores en las decisiones relacionadas con la introducción de nueva
tecnología en la producción. La configuración de los SNI no es socialmente neutral: afecta de
manera diferenciada a grupos distintos, eventualmente favoreciendo a algunos e incluso
amenazando a otros (…)”. Se requieren tres observaciones relevantes de este concepto, según los
parámetros del capitalismo periférico local:
El concepto diseñado en el mundo avanzado sobre la base del análisis empírico, cuando se
aplica a la realidad latinoamericana, actúa como “sesgo normativo”: no explica lo que “hay”
sino lo que “debería haber”. Esta “guía normativa” no debe ser interpretada como copia de
modelos exitosos, sino como identificación de algunos puntos de referencia o coordenadas
susceptibles de replicar. El rol de las políticas públicas resulta trascendental para crear las
instituciones, prácticas y relaciones que no existen, y fortalecer las que están presentes.
La naturaleza relacional del concepto de SNI, constituye para el caso regional, una
propuesta de política a seguir, más que una realidad concreta. Sin embargo, existen
algunas experiencias en el caso de la actividad agropecuaria o agroindustrial de algunos
países como Uruguay y Argentina, en las cuales la brecha con los países desarrollados se
acorta. El principal desafío en la región es extender este sistema de vínculos a la actividad
industrial y a la producción de alta tecnología263.
Los SNIs en la región no surgen de forma espontánea, sino que requieren de políticas
públicas específicas. Por esta razón, Arocena y Sutz (1999) consideran que son “objeto de
políticas”.
El concepto “Sistema Regional de Innovación” (SRI) se introduzco de forma posterior al concepto
de SNI, para referir a la conformación de un “(…) entorno más amplio de organizaciones e
instituciones que afectan y apoyan el aprendizaje y la innovación en una región determinada (…)”
(Asheim, 2009:6). Como señalan (Cooke, Gómez Uranga y Etxebarría, 1997): “(…) por motivos
conceptuales y metodológicos referidos a problemas de escala y complejidad, es conveniente
complementar este enfoque con otro de carácter subnacional (…)”. Llisterri y Pietrobelli (2011:10)
263
Los países periféricos latinoamericanos se han insertado, históricamente, en la economía mundial como productores
de alimentos. Durante la implementación del Modelo de “sustitución de importaciones” en la década del cincuenta, se
profundizó el vínculo entre el Estado y el sector industrial, pero sin generar redes sólidas y permanentes entre
instituciones del conocimiento y el sector productivo. Como señala Arocena y Sutz (1999:8): “La relación entre el estado y
el sector industrial fue importante, pero no estuvo focalizada en la innovación”.
216
agregan: “Fue precisamente esta búsqueda de alternativas al planteamiento inicial la que provocó
una evolución del concepto hacia formas más “precisas”, capaces de proporcionar un marco apto
para abordar situaciones concretas en las cuales el concepto de SNI no ofrece respuesta clara a
los procesos de desarrollo económico experimentados en los diferentes territorios”. Esta visión
reconoce en los SRIs un ámbito más acotado que posee características específicas vinculadas al
territorio en el cual también se desarrollan los SNIs (Manzana Martínez, 2015). Ese ámbito más
acotado constituye la dimensión “regional”. Sin embargo, existen al menos tres perspectivas
diferentes respecto a cómo considerar el ámbito “regional”:
Una perspectiva político-administrativa, centrada en la gobernanza. En este caso, las
“regiones” obedecen a divisiones político-administrativas caracterizadas por el
ordenamiento territorial y las políticas implementadas por los gobiernos en sus distintas
vertientes territoriales. Una provincia o un municipio pueden constituir un SRI (Asheim y
Coenen, 2005)
Un enfoque histórico, centrado en las características socioculturales. Se trata de agrupar a
las regiones de acuerdo a características comunes (lengua, cultura, tradiciones, etc.) que
resultan dinámicas y cambiantes a lo largo de la historia. Estas “regiones” no siempre
obedecen las divisiones político-administrativas del territorio (Cooke, 2001)
Una perspectiva “funcional”, centrada en el nivel de interacción entre actores. En este caso
lo que define una “región” no es su estructura político-administrativa, ni el hecho de contar
con determinadas características socio-históricas comunes, sino el grado de interacción
económica entre los diversos actores presentes en el territorio: empresas, universidades,
gobierno local, etc. Estas regiones pueden incluir a más de un municipio o provincia
(Edquist, 2005).
Los SRIs pueden ser constituidos de forma planificada, con el objetivo de fortalecer al SNI, al
dotarlo de espacios regionales donde se pueda desarrollar, o bien se pueden generar de modo
espontaneo en relación a características específicas del territorio (Manzana Martínez, 2015). La
combinación de recursos, factores de producción, actores, etc., concentrados en una región, dan
cuenta del carácter heterogéneo de los sistemas regionales de innovación dentro de un mismo
país264.
Se puede estudiar a la ciudad de La Plata considerando estas tres variantes de “SRI”:
En tanto nodo del sistema metropolitano de Buenos Aires: la ciudad se ubica dentro de la
Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA) que conforma el principal SRI del país. En
este caso, se analiza a la ciudad como un nodo de relevancia dentro de un sistema más
amplio, y no como un sistema en sí mismo. En este caso, se trata de analizar el rol que
desempeña este nodo dentro del sistema.
264
Otro de los debates en torno a los SRIs se vincula con la “unidad de análisis” factible de ser analizada en términos de
SRI. Algunos consideran a las ciudades o “zonas metropolitanas” como SRIs (Crevoisier y Camagni, 2000; Simmie, 2001;
Diez-Revilla, 2002); Otros refieren a los niveles subnacionales como “Estados o “Provincias” dentro de un país (Gertler y
Wolfe, 1998; Capron y Cincera, 1998; Casas y Luna, 2001); y algunos consideran un nivel dentro de la ciudad o zona
metropolitana al que denominan “local” (Asheim e Isaksen, 2002; Saxenian, 1994; Porter, 1998; Enright, 2003)
217
En tanto nodo-central del sistema de innovación de la Provincia de Buenos Aires: la ciudad
constituye el nodo-central de uno de los SRI más importantes del país (se excluye a la
Ciudad de Buenos Aires). En este caso, también se analiza la ciudad como nodo de un
sistema más amplio y no como sistema en sí mismo, pero se modifica su gravitación dentro
del sistema, al considerarlo el núcleo central del mismo.
En tanto sistema local de innovación: la ciudad constituye un SRI en sí mismo, por lo tanto
se trata de analizar sus características, el grado de interacciones entre los actores y el rol
que ejerce ese SRI dentro del SNI.
En esta tesis se consideran la primera y tercera opción. Esto es: se analiza el caso de la Ciudad de
La Plata como nodo del sistema metropolitano de innovación que constituye el SRI más importante
del país; y además se considera que la ciudad y su “conurbano” constituye, en sí mismo, un
sistema local de innovación. Aceptar esa doble “condición” permite dilucidar el rol que ocupa la
ciudad dentro de un SRI más amplio y abarcativo que incluye, por ejemplo, la Ciudad de Buenos
Aires, y además considerar los aspectos estrictamente locales de los procesos de innovación que
se desarrollan en el territorio. Esta definición obedece a dos ideas-fuerza presentes al momento de
analizar los procesos de innovación socio-tecnológica:
Su carácter “sistémico”: los procesos de innovación socio-tecnológica responden a una
variedad de factores que escapan al ámbito estrictamente local (modelo económico,
instrumentos de política pública, instituciones, etc.). Los actores de la ciudad interactúan
entre sí, pero también con otros actores extralocales e inclusive de carácter global.
Su carácter “territorial”: estos procesos que obedecen a factores económicos, sociales,
políticos, culturales que exceden el ámbito “local”, se encuentran, así mismo, enraizados en
el territorio y condicionados por el sistema de interacciones que se genera entre diversos
actores sociales presentes en el mismo.
Yoguel et. al (2013:98) señalan: “(…) la innovación es el resultado no sólo de las decisiones
respecto de la búsqueda de mejoras tecnológicas y organizacionales a nivel de la firma sino
además de su articulación y co-evolución con las instituciones de ciencia y tecnología, de
educación, los organismos públicos, las regulaciones macro, etcétera (…)”. Luego, agregan: “La
dimensión nacional, regional y sectorial del sistema de innovación se desarrollaron casi de forma
simultánea, coincidiendo en todos los enfoques en el enraizamiento territorial y las especificidades
tecnológicas de los fenómenos innovativos”.
5.4.2. Algunas consideraciones sobre el SNI argentino: ¿Sistemas sectoriales?
Yoguel et. al. (2013) analizan el SNI argentino en perspectiva histórica, reconociendo cuatro
etapas: a) el modelo agroexportador (1880-1930); b) el proceso de industrialización vía sustitución
de importaciones (1945-1975); c) la implementación del neoliberalismo (1976-2003); d) El régimen
de Post-convertibilidad (A partir del 2003)265. Sobre la base del análisis histórico, con énfasis en los
265
No es objeto de esta tesis analizar si estamos frente a una quinta etapa que incluye el regreso de políticas
neoliberales (endeudamiento externo, apertura de importaciones, procesos de valorización financiera, etc.) sin,
necesariamente, constituir un modelo económico idéntico al de los noventa (no se identifican privatizaciones, el tipo de
cambio es flexible y no existe el régimen de convertibilidad, no se ha aplicado (aún) un ajuste fiscal brutal, etc.). O si
218
últimos quince años, los autores remarcan algunos rasgos característicos del SNI argentino
poniendo énfasis en la estructura productiva:
Un compromiso muy bajo de las empresas respecto a la innovación que se evidencia el
escasa inversión que realizan en I+D y un esfuerzo marcadamente superior en la
adquisición de tecnología incorporada
Una debilidad en el establecimiento de interacciones entre instituciones del SNI y
empresas. Se reconoce un incremento en los vínculos, pero todavía existe un déficit muy
marcado en la transferencia de conocimiento y en el establecimiento de relaciones
centradas en la producción tecnológica.
Existen, de todos modos, firmas innovadoras que han logrado crecer sobre la base de la
innovación. Por esta razón, se evidencia un grado muy alto de heterogeneidad inter e intra
sectorial. Mientras existen firmas que invirtieron menos del 1% en innovación entre 20022005, otras duplicaron esa cantidad en el mismo periodo (Lugones, Suárez y Moldován,
2008).
Las respuestas diferenciales de algunas empresas y sectores han permitido cerrar la
brecha tecnológica en ramas de la industria manufacturera y los servicios (Kosacoff, 1998).
Esta variedad de respuesta micro, en algunos casos haciendo una utilización óptima del
contexto (en los noventa aprovechando la apertura de importaciones para modernizar el
aparato productivo, y en el modelo de post-convertibilidad, invirtiendo en innovación a
pesar de las condiciones beneficiosas generada por el nivel de protección y los incentivos
por parte del Estado) da cuenta de la necesidad de identificar “casos de éxito” que sólo se
identifican si se realiza un zoom-in dentro del SNI.
Además de los análisis de los SNIs y SRIs, resulta necesario atender el caso de los Sistemas
Sectoriales de Innovación (SSIs). En este caso, se requiere diferenciar los procesos de cambio
tecnológico centrados en la “variedad relacionada” (basado en el aprovechamiento de las
capacidades de la estructura productiva existente266) de la “variedad no relacionada” (requiere crear
una masa crítica de organizaciones y capacidades que pueden impactar de forma transversal sobre
el resto de los sectores y generar cambios estructurales) (Saviotti y Pyka, 2009). El sector del
Software y los Servicios Informáticos (SSI) constituye un caso de sistema sectorial de “variedad no
relacionada”, al igual que el sector de biotecnología (Yoguel et.al, 2013).
Para analizar con suficiente profundidad los procesos de innovación socio-tecnológica localizados
en una ciudad, como La Plata, en un sector como el SSI, y en un país periférico, como la Argentina,
se requiere atender una multiplicidad de dimensiones “sistémicas” que se cruzan, por momentos
colisionan, y coexisten dentro del entramado productivo informacional local. El Cuadro 39 evidencia
este vínculo:
estamos frente a una segunda fase del periodo de post-convertibilidad que implica rupturas y continuidades, en el cual
todavía resulta prematuro extraer conclusiones.
266
Se pueden considerar los casos de los sistemas de soja y derivados, y vinos, pero también el de la industria
automotriz y bienes de capital vinculados al agro (maquinaria agrícola) (Yoguel et.al, 2013).
219
Cuadro 39. Dimensiones sistémicas para el caso del sector SSI
Dimensiones
Global
Nacional
Regional
Sistémicas
Características En la sociedad- Los
SNIs
se Refiere a los
generales
red, los actores del componen de una componentes del
SNIs interactúan diversidad
de SRIs: institutos
con actores que actores
que de
CyT
operan a escala operan a nivel regionales,
global: Empresa- nacional:
empresas
red,
Estado-red, universidades,
locales,
Universidad-red,
centros
de organismos
etc. Las ciudades investigación,
regionales
del
se
encuentran agencias
Estado,
inmersas en redes estatales,
universidades
globales
empresas,
etc. públicas
y
informacionales
Las políticas de privadas
que afectan su CyT
y
una presentes en la
desarrollo.
diversidad
de región, etc. Las
políticas
de políticas públicas
innovación
estrictamente
responden a este regionales
nivel.
forman parte de
esta dimensión.
Sector SSI
Las empresas SSI
se insertan en un
mercado global per
se.
Una
parte
sustancial de la
demanda
la
generan empresas
grandes del sector
que contratan a
otras
más
pequeñas
para
realizar tareas de
outsourcing.
La
producción
de
bienes
informacionales si
bien se encuentra
localizada en el
territorio,
opera
El sector SSI se
nutre
de
las
capacidades
y
conocimiento que
desarrolla varias
instituciones
del
SNIs:
universidades,
centros
de
investigación,
267
etc. .
Así
mismo,
muchas
empresas
se
benefician
de
políticas
nacionales
de
promoción
del
emprendedorismo,
modernización
El sector SSI
local
puede
constituir
clústeres o polos
tecnológicos que
se sustentan en
redes
de
proximidad
geográfica y de
interacciones
entre los actores
regionales de la
innovación. En la
Provincia
de
Buenos Aires se
evidencia
una
gran cantidad de
clústeres y polos
tecnológicos
Sectorial
Se vincula con los
aspectos específicos
del sector productivo:
características de las
firmas, programas y/o
políticas dirigidas al
sector,
grado
de
imbricación
en
el
aparato
productivo,
etc. Se asume que
dentro de un mismo
sector pueden existir
una heterogeneidad
de
situaciones:
empresas
innovadoras,
empresas que no
innovan,
grandes
multinacionales,
y
microempresas
locales, para citar
algunos ejemplos.
A nivel sectorial se
pueden
mencionar
dos
aspectos
fundamentales: a) las
empresas del sector
SSI presentan una
gran heterogeneidad
tanto
de
tamaño
(multinacionales,
grandes, Pymes, y
micro
emprendimientos)
como de actividad
(software a medida,
outsourcing,
diseño
web, producción de
videojuegos,
aplicaciones, etc.); b)
la conformación de
267
Así como se nutre del capital humano generado, algunos de los obstáculos que impiden el crecimiento del sector se
vinculan con la escasez de formación de profesionales. Esto obliga a muchas empresas a utilizar recursos para la
capacitación de personal o a utilizar como trabajadores a estudiantes en formación, lo que termina generando una
retroalimentación de la problemática: estudiantes que por trabajar no logran finalizar las carreras universitarias (Ministerio
de Hacienda y Finanzas Públicas, 2016).
220
también de por tecnológica,
fuera del mismo.
créditos. La Ley
Nacional
de
Promoción de la
Industria
del
Software es un
ejemplo de ello,
así
como
los
fondos sectoriales
que administra el
Ministerio
Nacional
de
Ciencia,
Tecnología
e
Innovación
Productiva
(MINCYT).
vinculados
al
sector
SSI,
referenciados en
una
ciudad
(Tandil, La Plata,
Bahía
Blanca,
Mar del Plata,
etc.)
redes entre empresas
se evidencia como
una
tendencia
consolidada
(existe
una variedad muy
importante
de
clústeres
a
nivel
nacional), pero se
percibe
una
concentración
muy
marcada en el caso
del
AMBA.
Otros
aspectos relevantes
del sector se vinculan
con:
a)
perfil
exportador
en
ascenso (en 2015
representan el 10,5%
de las exportaciones
totales de servicios
del país); b) un
crecimiento
muy
importante del sector
tanto
en
tamaño
(cantidad
de
empresas) como en
facturación (pasó de
US$ 2.642 a US$
3.479 millones entre
2010-2015); c) mano
de obra muy calificada
y de altos salarios
(1,35 veces el salario
medio formal de la
economía).
Fuente: elaboración propia en base a Yoguel et.al (2013)
5.4.3. La Plata: nodo del Sistema Metropolitano de Innovación de Buenos Aires
Vale la pena recordar la clasificación de Erbes y Yoguel (2006) respecto a los Sistemas Locales de
Innovación (SLIs) de la Argentina. Según los autores, se pueden diferenciar cuatro SLIs:
Sistema locales metropolitanos. Es el caso de las regiones metropolitanas de Buenos Aires,
Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán y Alto Valle de Rio Negro. No necesariamente son
los más innovadores, pero se concentra en estas regiones el grueso de los procesos
innovativos.
Sistemas locales de ciudades de porte medio (más de 50 mil habitantes). Presentan un gran
dinamismo en los últimos 50 años, pero no han logrado desplazar el centro de gravedad
metropolitano sobre los procesos de innovación.
221
Sistemas locales de ciudades pequeñas. Suelen presentar un perfil de especialización muy
elevado.
Sistemas locales rur-urbanos. Se trata de sistemas que pivotean alrededor de pequeñas
localidades de hasta 10 mil habitantes.
La heterogeneidad de estos sistemas no responde únicamente al tamaño, sino a las características
específicas: los actores presentes, el nivel de interacción entre los mismos, el desarrollo
institucional, el perfil productivo local, etc. Los autores proponen algunos elementos a considerar
para analizar un SLI: características físicas y organizativas (tipo de área económica, número de
empresas, conectividad, infraestructura, etc.), estructura económica y de empleo (tramas
productivas, principales actores, perfil de especialización, etc.), instituciones (instituciones
presentes, programas y proyectos que incluyan a las instituciones locales, etc.), y nivel de
interacción entre los diversos actores, entre otros. En el siguiente cuadro 31 se evidencian tres
elementos principales que permiten definir el SLI de Buenos Aires:
Cuadro 40. Componentes del Sistema Local de Innovación Metropolitano (SLIM)
Características
físicas
y Estructura económica y de Instituciones
organizativas
empleo
Tipo de área económica local: Empleo registrado del sector Actores
privado: 3.096.263
públicos:
metropolitana
Nodos
urbanos:
1
nodo Producto Burto Geográfico:
internacional (Buenos Aires-La 86.021.021 (2003)
Plata)
Porcentaje del PBI Nacional:
Población: 14.839.746
52%
Superficie (en km2): 13.947
Variación
porcentual
intercensal 2001-2010 (%): 11,1
Mapa político: 41 Municipios y la
Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. Numero de provincias: 2
(CABA y la Provincia de Buenos
Aires). Incluye a la capital del
país (CABA) y la capital de la
Provincia de Buenos Aires (La
Plata)
Estructura
territorial:
se
configura con un centro (CABA) y
3 coronas (San FernandoQuilmes;
Tigre-Berazategui;
Campana-Gran La Plata)
Conectividad: 4 puertos (Dock
Instituciones del
Conocimiento:
Universidades
Públicas
Nacionales,
Centros
de
Áreas Económicas Locales (6): Investigación,
AMBA, La Plata, Pilar, Zarate- Organismos de
Campana, Escobar, y Lujan
CyT, Instituto de
Formación
Variación del empleo: +7,3% Docente, etc.
entre 2009 y 2014
Agencias
Densidad de empleo formal: gubernamentales
208
de
los
tres
niveles
de
Tasa de empleo industrial: gobierno: CABA,
21,2%
Nación
y
Provincia
de
Salario medio: 11.873 (año Buenos
Aires
2014)
(Ministerios,
Secretarias,
Porcentaje de Hogares con Programas, etc.)
Necesidades
Básicas
Insatisfechas: 8,5% (2010)
Banca Pública:
Banco
de
la
Perfil
económico:
nodo Nación;
Banco
222
Sud, Buenos Aires, La Plata,
Escobar)
;
4
Autopistas
metropolitanas: Buenos Aires-La
Plata, Panamericana, Acceso
Oeste, y General Paz y
Aeropuertos: 2 internacionales
(Ezeiza y San Fernando), 2
nacionales (Aeroparque, y La
Plata)
internacional Bs.As-La
Plata
especializado en funciones de
intermediación (electricidad, gas,
agua; comercio; servicios de
diverso tipo, etc.) y nodos
nacionales
dedicados
mayoritariamente a funciones de
reproducción
(administración
pública, educación, y servicios
sociales)
Ramas productivas: diversas en
tamaño (grandes empresas y
micro emprendimiento familiares)
y en tipo de actividad (comercio,
industria, servicios, agricultura,
etc.); Fuerte presencia de las
Pymes: sólo el 7% del total de
empresas constituyen grandes
empresas, siendo más del 70%
empresas
pequeñas
y
microempresas
de la Provincia
de Buenos Aires,
y Banco de la
Ciudad
Actores
privados:
Instituciones del
Conocimiento:
Universidades
Privadas,
Centros
de
Investigación y
Desarrollo
del
sector privado,
Programas
de
cooperación
internacional
desarrollados por
el sector privado,
etc.
Parques Industriales: 18, el Banca privada:
13,2% del total del país
una
gran
cantidad
de
Clústeres
y
Polos bancos privados
Tecnológicos: 3 (Polo IT de de
origen
Buenos Aires, Polo IT La Plata, nacional,
Distrito Tecnológico de la Ciudad regional
e
de Buenos Aires)
internacional
Organizaciones
de la Sociedad
Civil:
ONGs,
Fundaciones Sin
Fines de Lucro,
Organizaciones
sociales, etc.
Fuente: elaboración propia en base al Observatorio del Conurbano Bonaerense, UNGS; y datos recabados
del INDEC, Ministerio del Interior, Obras Públicas, y Vivienda de la Nación, y Ministerio de Infraestructura de
la Provincia de Buenos Aires
Una vez señalados los principales componentes y características del SLIM, se puede analizar el rol
de la Ciudad de La Plata dentro del mismo. En líneas generales, se evidencian cinco aspectos
fundamentales:
La Ciudad de Buenos Aires constituye el centro del SLIM. La Plata conforma el primer nodo
en importancia. Esto quiere decir que cumple una función esencial dentro del sistema,
aunque subordinada a la de CABA. Esta función de “nodo principal” que cumple la ciudad
223
se la puede definir como “Punto de apoyo del núcleo central”268. Este rol se evidencia en
términos tanto económicos, productivos, culturales, sociales, como políticos (CABA es la
capital del país, La Plata la capital de la Provincia).
El rol de primer nodo en importancia (después del centro) se puede explicar a partir de tres
recursos propios del territorio:
a) infraestructura
y
conectividad
telecomunicaciones, etc.)269;
(puerto,
aeropuertos,
autopista,
rutas,
b) capital humano (universidades, centros de investigación, trayectoria en materia de
formación de profesionales, etc.);
c) estructura productiva diversificada (servicios, industria, agricultura, etc.)
La distancia geográfica respecto de CABA, si bien en términos generales y a nivel país se
puede calificar como muy cercana (56km), a nivel RMBA se encuentra en una posición
intermedia (ni tan lejos, ni tan cerca). Esto admite que se genere una relación fluida entre
centro y primer nodo, y al mismo tiempo, posibilita el desarrollo del nodo más allá del área
de influencia del centro de CABA. Esto permite que La Plata concentre cierta “autonomía
relativa”, a pesar de sufrir los efectos del magnetismo que genera CABA sobre el resto de
las unidades del SLIM.
La Plata no forma parte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que concentra el
grueso de población y actividad económica de la RMBA. Esto le da cierta ventaja. Se
encuentra cerca del núcleo productivo más importante del país, pero se mantiene más
alejado de sus efectos negativos: contaminación, déficit habitacional, inseguridad, etc. Se
trata de una ciudad más tranquila, ordenada, menos costosa, con más áreas de espacio
verde, y menor densidad de población que CABA y el Conurbano Bonaerense. Esta ventaja
le permite atraer población profesional y retener masa crítica.
Tanto CABA como la Ciudad de La Plata presentan los mejores estándares de calidad de
vida de la RMBA, con lo cual no es de extrañar que ocupen el lugar de centro y primer nodo
en relevancia dentro del SLIM. Si se considera el Índice de Desarrollo Humano (IDH), la
Ciudad de Buenos Aires constituye la provincia con el mayor IDH (0,889270) de todo el país
268
Esto quiere decir que si bien el SLIM tiene un solo centro, dispone de un nodo que si bien se encuentra subordinado al
núcleo, dispone de ciertas características y recursos propios que le permiten desarrollar la función de “primer nodo”. Esto
no implica que constituya un “segundo centro”, sino un punto de apoyo relevante del centro que despliega funciones
nodales centrales para el sistema. Esta función de “punto de apoyo” se podría profundizar con el cambio de gestión
ocurrido en 2015. Con el triunfo de Cambiemos en CABA, la Provincia de Buenos Aires y a nivel nacional, se logró por
primera vez que los niveles de gobierno involucrados en la gestión pública de la RMBA coincidan en el signo político.
Esta “armonía” podría implicar un incremento en la intensidad del vínculo entre centro y primer nodo del SLIM.
269
Además de CABA, la ciudad de La Plata cuenta con Aeropuerto y Puerto, además de la autopista que conecta a las
dos ciudades. También se encuentra cerca del Aeropuerto Internacional de Ezeiza (85km) y a 65km de Aeroparque
(principal Aeropuerto de vuelos de cabotaje del país). También cuenta con el Estado Único de La Plata, uno de los más
modernos y con mayor capacidad del país. Una gran cantidad de eventos musicales de gran envergadura se realizan allí.
270
Según el PNUD, los países o regiones que alcanzan un IDH inferior al 0,500 se consideran de desarrollo humano bajo,
los que se encuentran entre 0,500 y 0,799, un desarrollo humano medio, los que oscilan entre 0,800 y 0,899, un
desarrollo humano alto, y los que superan el 0,900, alcanzan un desarrollo humano muy alto. Según estos parámetros,
CABA se encuentra dentro de los parámetro de un desarrollo humano alto (0,889), aunque a muy corta distancia del
224
(0,848) (PNUD, 2013). En el caso de La Plata, el IDH calculado sobre los municipios de la
Provincia de Buenos Aires, que utiliza algunos indicadores distintos a los del IDH por
provincia, le asigna un valor de 0,881. Sólo los partidos de San Isidro (0,898), Tres de
Febrero (0,884) y Morón (0,886) tiene un IDH mayor al de La Plata (Fundación Banco
Provincia, 2010). Además, en ambas ciudades, se concentra una oferta educativa y de
acceso a la salud superior al resto de los municipios de la RMBA. Vale destacar también el
acceso general a los servicios urbanos: agua, gas, electricidad, transporte público, etc.
En el Gráfico 15 se puede observar la ubicación del Gran La Plata dentro del SLIM:
Gráfico 15. Gran La Plata dentro del SLIM
Fuente: Extraído de Adriani et. al. (2011)
desarrollo humano muy alto. La Plata (0,881) se encuentra en una posición similar, un poco más abajo. En ambos casos
con niveles de desarrollo humano superiores a la media nacional (PNUD, 2010).
225
5.4.4. La Plata: ¿Sistema Local de Innovación?
La otra forma de analizar el caso de La Plata es considerarlo un Sistema Local de Innovación (SLI)
en sí mismo. Las razones para aceptar esta afirmación, se vinculan con dos factores específicos:
La ciudad dispone de un conurbano propio: el Gran La Plata, integrado por los partidos de
La Plata, Ensenada y Berisso. Este aglomerado urbano tiene 799.523 mil habitantes según
el Censo del 2010, se ubica como el sexto más grande del país y el segundo del RMBA
(detrás del Gran Buenos Aires). Esta región concentra una heterogeneidad de actividades
productivas: frutihorticolas, ganaderas, industriales, comerciales, de servicios, etc. Se
destaca la presencia del Astillero Rio Santiago (uno de los astilleros de mayor envergadura
en Latinoamérica271), el complejo siderúrgico, el Polo Petroquímico (uno de los más
importantes de Sudamérica) dentro del Centro Industrial La Plata (CILP), y la Zona Franca
dentro del complejo portuario.
La Plata es la Capital de la Provincia de Buenos Aires que constituye, a su vez, la provincia
más grande en población y actividad económica del país. Como sede central de la
provincia, concentra el grueso de la administración pública provincial. Al tratarse de una
provincia extensa y densamente poblada, dispone de una estructura de gobierno grande
que repercute en la actividad económica, política y cultural de la ciudad. No sólo por la
localización de los ministerios y secretarias principales, sino también de otros organismos
del Estado provincial. Esta condición de “ciudad-capital” de la Provincia más importante del
país permite suponer que pueda constituir un SLI en sí misma272.
Existen ciertas características específicas de la ciudad que se vinculan con al menos cuatro
factores diferenciales presentes en este territorio:
a) polo de formación y atracción de capital humano. La presencia de la Universidad Nacional
de La Plata (UNLP), la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Regional La Plata, y
centros de investigación del CONICET posibilita la retención de masa crítica y la atracción
de jóvenes de todas partes del país;
b) la historia de un “proyecto de ciudad”. Su condición de ciudad planificada y proyectada
como “ciudad del futuro” le permitió reproducir un imaginario social y cultural asociada a lo
“moderno”, “innovador”, “ordenado”, “dinámico” de su sistema urbano que posibilita que se
la considere como una “ciudad del conocimiento”;
c) su estructura productiva diversificada y la heterogeneidad de actores socio-económicos. No
se trata de una ciudad con alto perfil de especialización, sino con una variedad de
actividades productivas (agricultura, industria, servicios, etc.) y una diversidad de actores
socio-económicos (empresas de diverso tamaño, gobierno local, universidades y centros de
271
http://www.astillero.gba.gov.ar/paginas/cnavales.html
Adriani, Langard y Arturi (2012:6) señalan: “Respecto al total de la provincia de Buenos Aires, la microrregión
conforma el espacio económico de mayor producción de riqueza después del Conurbano Bonaerense. De los 135
municipios, La Plata es el mayor aportante de valor agregado bruto, fundamentalmente por el sector servicios y la
administración pública”.
272
226
investigación públicos y privados, organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales,
etc.);
d)
el dinamismo y crecimiento del sector SSI local. El incremento de las empresas del sector
SSI local y la conformación del DILP y luego el Polo IT demuestran la intensidad y
proyección de esta actividad intensiva en conocimiento, y la presencia de un sistema de
interacciones entre los actores locales de la innovación.
En el Cuadro 41 se presentan las características específicas del SLI del Gran La Plata:
Cuadro 41. Características del SLI del Gran La Plata
Características físicas y organizativas
Estructura económica y de empleo
Tipo
de
área
económica
local: Empleo registrado del sector privado:
aglomeración
urbana
de
tamaño 125.476
intermedio
Producto Bruto Geográfico: La Plata
Nodos urbanos: La Plata-Ensenada- (7.166.232),
Ensenada
(2.295.491),
274
Berisso
Berisso (470.211)
Instituciones
Actores
públicos:
Instituciones del
conocimiento:
Universidad
Nacional de La
273
Población:799.523 habitantes
Áreas Económicas Locales: partido de Plata
(UNLP),
La Plata, partido de Berisso y partido de Universidad
Superficie: 1.179,75 km²
Ensenada
Tecnológica
NacionalVariación porcentual intercensal 2001- Variación del empleo: 15,1% 2009-2014 Regional
La
2010: 8%
Plata
(UTN);
Tasa de empleo industrial: 14,4%
CTC CONICET
Estructura Territorial: un centro (La
Plata) y una corona compuesta por dos Salario medio: 10.387 (2014)
Agencias
partidos (Berisso-Ensenada)
gubernamentales
Necesidades básicas insatisfechas: del Municipio de
Conectividad: 1 puertos (Ensenada), 1 La Plata (2,2), Ensenada (2,9) y Berisso La Plata y de la
autopista (Buenos Aires-La Plata) y 4 rutas (3,2)
Provincia
de
(ruta 11, 13, 14, y 215), Línea Roca del
Buenos Aires
275
Ferrocarril (La Plata-Constitución), 1 Perfil económico : partido de La Plata
Aeropuerto a 7km del centro de la ciudad (concentración de servicios, comercios y Incubadora
de La Plata
administración pública), Berisso (zona Minerva-UNLP
residencia y de recreación) y Ensenada
273
La Plata concentra el 81,9% de la población (649.613 habitantes), Berisso el 11,1% (88.123 habitantes) y Ensenada el
7% (55.629 habitantes).
274
El Gran La Plata alcanzó en el 2003 el 8,4% del total provincial, con la siguiente participación por municipio: La Plata
5,8%, Berisso 0,4% y Ensenada 2,2%. En la microrregión, La Plata aporta el 72,2%, Berisso el 4,7% y Ensenada el
23,1%
275
Se destaca el predominio de las Pymes y microempresas en la microrregión. El 95% de los establecimientos
industriales corresponde a esta categoría. Adriani, Langard, y Arturi (2012: 9) señalan en relación al tipo de producción de
estas unidades productivas: “El grupo de las micro y las pequeñas empresas se concentra mayoritariamente en el rango
de baja productividad. Por su parte, aunque con un menor porcentaje, las medianas empresas se ubican también en este
rango”. Más adelante, añaden: “En cuanto a la productividad existe un conjunto de firmas que en su mayoría supera la
media nacional, las cuales empujan el promedio de la microrregión por sobre el promedio nacional. Esto está influenciado
por el hecho de que tres empresas del polo petroquímico y una siderúrgica generan el 80% del valor agregado del sector
y el 20% restante se divide entre 945 empresas”.
227
(concentración
de
las
actividades Actores
276
Privados:
industriales y la Zona Franca )
Ramas productivas: en La Plata se
concentra la actividad comercial, de
servicios, y el grueso de la producción
frutihorticola y ganadera, en Ensenada se
localiza la actividad industrial y portuaria,
en Berisso se localiza una parte de la
actividad frutihoricola, industrial (polígono
industrial) y del sector lácteo
Instituciones del
conocimiento:
Universidad
Catolica de La
Plata,
Laboratorios
privados de I+D
Empresas
de
Parques industriales: 2 en La Plata, 1 diverso tamaño
en Berisso (Polígono Industrial), 1
agrupamiento industrial en Ensenada;
Incubadora
La
Plata hub
Clúster: Polo IT La Plata
Organizaciones
de la Sociedad
Civil
Fuente: elaboración propia en base al observatorio del conurbano bonaerense, UNGS; FCE-UNLP, 2010; y el
Observatorio Metropolitano del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU).
En el Gráfico 16 se puede observar el SLI del Gran La Plata:
Gráfico 16. SLI del Gran La Plata
276
Adriani, Langard y Arturi (2012:7) afirman respecto a Ensenada: “A escala provincial aporta el 5% del total del valor
agregado, sólo superado por los cinco municipios más industrializados del Conurbano: Avellaneda, General San Martín,
La Matanza, Pilar y Vicente López”. Esto se explica por la presencia allí de grandes establecimiento fabriles: TerniumSiderar, Astilleros Río Santiago, Petroquímica y Destilería YPF.
228
Fuente: INDEC, 2001
229
Capítulo 6. El sector del Software y los Servicios Informáticos (SSI)
Este capítulo analiza al Sector del Software y los Servicios Informáticos (SSI). Esta tesis parte de la
clasificación realizada por Dughera, Yansen y Zukerfeld (2012) que sostiene que el SSI se
caracteriza por la producción de Bienes Informacionales (BI) que están compuestos de Información
Digital (ID). Estos autores agrupan a los BI en tres grupos diferenciados:
a) los que están hechos puramente de ID (software, música, imágenes, textos, etc.)
b) los que procesan, transmiten o almacenan ID (chips, computadoras, etc.)
c) los que la ID es su insumo decisivo (industria farmacéutica, aplicaciones vegetales o
animales de la genética, etc.).
Esta tesis se concentra en los BI que están compuestos puramente de ID. La investigación se
centra, además, en la producción de Software, como parte de este conjunto de BI, y sobre todo, de
aquella que se produce en entornos laborales y con una finalidad mercantil.
6.1. Clasificación del SSI
En este subapartado se introduce la clasificación realizada por Dughera, Yansen y Zukerfeld (2012)
que ya ha sido mencionada. Se trata de caracterizar con mayor precisión al sector SSI. Además se
identifica, dentro de esa clasificación, cual es el universo de empresas considerada en este estudio,
y los criterios de esa selección.
6.1.1. El sector informacional (SI): un primer recorte
En el marco teórico, en el subapartado 2.5, se mencionó la caracterización del sector SSI como una
parte constitutiva del Sector Informacional (SI). De acuerdo a Zukerfeld (2012), el SI constituye un
cuarto sector de la economía compuesto por un conjunto de unidades productivas cuyo output
principal son los Bienes Informacionales (BI) primarios. Esto son: “(…) bienes obtenidos en
procesos cuya función de producción está signada por un importante peso relativo de los gastos
(en capital o trabajo) en la generación del acceso a la ID. En todos los casos se trata de bienes en
cuya producción los costos de las materias y de la energía son despreciables frente a los de los
conocimientos involucrados (…)” (Zukerfeld, 2008:56).
En el cuadro 42 se introducen los tres tipos de BI:
Cuadro 42. Los tres tipos de BI
Tipo de Bien Conocimiento
Informacional input
BI1
Información
digital
Conocimiento
output
Información
digital
Tipo ideal de
empresa
datos,
imágenes, Google
Facebook
YouTube
Windows
Chips, Computadoras, Celulares Apple
Intel
Samsung
Ejemplos
Música,
software
BI2
Información
digital
Tecnologías
Digitales
BI3
Información
Información pos Biotecnología:
semillas Monsanto
230
digital
orgánica
transgénicas,
medicamentos, Aventis
productos farmacéuticos, etc.
Syngenta
Savia
Fuente: elaboración propia en base a Zukerfeld (2010)
Para poder considerar al SI como el cuarto sector de la economía en el marco del capitalismo
informacional, resulta necesario introducir tres ideas-fuerza presentes en varios autores (Castells,
1997; Zukerfeld, 2008, 2012; Hill, 1999).
En primer lugar, los BI tienen todas las propiedades de los bienes y ninguna de los servicios. Esto
es: no se consumen en el momento de su producción, pueden circular independientemente de ese
momento y se les puede asignar derechos de propiedad (Zukerfeld, 2012). Además, estos bienes
se encuentran regidos por derechos de propiedad intelectual que se han incrementado como nunca
antes en la historia277 y tienen costos marginales cercanos a cero.
En el caso de los bienes industriales, el porcentaje de “propiedad intelectual” resulta infinitamente
menor al porcentaje de “propiedad privada física”, mientras que en el caso de los BI la proporción
es exactamente la contraria. Esta diferencia radica en la proporción que ocupa el conocimiento en
el proceso productivo (mayor en los BI que en los bienes industriales278). Respecto al costo
marginal cercano a cero, Rifkin (2014:94) indica: “La aproximación a un costo marginal cero y a
unos bienes y servicios casi gratuitos es una función de los avances de la productividad”. El atributo
de replicabilidad casi sin costo de los BI primarios constituye una absoluta novedad del capitalismo
informacional.
Por último, la organización de las unidades productivas del sector informacional presenta
características específicas referidas a la organización posfordista del capital a través del modelo de
empresa-red y al advenimiento de un tipo de producción descentralizada por fuera del ámbito
empresarial (denominada “producción colaborativa279”) (Zukerfeld, 2012).
Sobre la base de estas consideraciones, el Cuadro 43 presenta la división de la actividad
económica en cuatro sectores:
277
Zukerfeld (2012) señala algunos factores que explican el crecimiento exponencial de los derechos de propiedad
intelectual: a) expansión de la cantidad de derechos concedidos- a partir de la década del ochenta creció de forma
marcada la cantidad de patentes en USA, de forma más pronunciada que el crecimiento del producto bruto per cápita en
el mismo periodo; b) expansión de la duración de los derechos- centrado también en USA, la prolongación del copyright
se duplicó pasando a superar los 70 años de vida del autor, y 95 para los titulares corporativos; c) el incremento del radio
de alcance de los derechos de propiedad intelectual-el giro más importante refiere a la inclusión del software en la década
del ochenta; d) incremento de la litigiosidad- en el caso del fuero civil norteamericano, los juicios referidos a la propiedad
intelectual son marcadamente superiores a otras demandas civiles; e) expansión jurisdiccional- la inclusión de legislación
en el plano internacional que regula los derechos de propiedad intelectual conocida como Aspectos de los Derechos de
Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC, por su siglas en español, y TRIPS en inglés) (Zukerfeld,
2012).
278
Se asume que para el caso de los BI, la Materia y Energía son insumos marginales en los procesos productivos,
mientras que en el resto de los bienes, la proporción es un tanto más equitativa entre Materia, Energía y Conocimiento
(Zukerfeld, 2010).
279
Rifkin (2014:11) señala que en la economía actual conviven dos sistemas: el de mercado y el “procomún colaborativo”.
El primero aún rige como el predominante, pero la proyección hacía el futuro es que el segundo: “(…) se establezca como
el árbitro principal de la vida económica en la mayor parte del mundo (…)”. El avance del sistema procomún colaborativo
supone la erosión del capitalismo: “(…) los mercados van cediendo terreno antes las redes, la propiedad pierde
importancia frente al acceso, el interés personal se amplía hasta abarcar el interés común, y el sueño de vivir en la
riqueza está siendo remplazado por el sueño de una calidad de vida sostenible (…)” (Rifkin, 2014:33).
231
Cuadro 43. El sector informacional como Cuarto Sector
Input
Primario
Recurso
naturales
Secundario
Materia prima
Output
Materia prima
Manufacturas
Terciario
Bienes del sector
primario
y
secundario
Bienes inmateriales
Actividad predominantes
AgriculturaGanaderíaPesca-Minería
Alimentos
Commodities
Industria
Servicios
Auto
Mesa
Heladera
Casa
Armas
Propiedad
privada física
Alta
Comercio
Finanzas
Hotelería
Transporte
Servicios públicos
Propiedad
intelectual
Baja
Software
Biotecnología
Chips
Computadoras
Celulares
Propiedad
intelectual
Baja
Wallmart
Google
Ejemplos
Tipo
de
propiedad Propiedad
predominante
privada física
Relación
Alta
Energía/Materia/Producto
Modelo de empresa
United Fruit
Ford
Fuente: elaboración propia en base a Zukerfeld (2010)
Informacional
Información
digital
Bienes
informacionales
Trabajo
informacional
Brynjolfsson y McAffe (2016:107) señalan: “La Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos
define la contribución del sector de la información como la suma de las ventas de software,
publicaciones, películas, grabaciones de sonido, emisiones radiales, telecomunicaciones, y
servicios de procesamiento de información y datos. Según las mediciones oficiales, estos
representan sólo el 4% de nuestro PBI hoy, casi precisamente la misma participación en el PBI que
a fines de la década de 1980, antes que la World Wide fuera siquiera inventada. Pero es claro que
esto no es correcto. Las estadísticas oficiales se están perdiendo una creciente participación del
valor real creado en nuestra economía”. Esto sucede porque algunos bienes digitales: “Agregan
valor a la economía, pero no dólares al PIN”.
6.1.2. El SI en Argentina: la gallina de los huevos de oro
En el periodo comprendido en este estudio (2004-2016), el sector informacional ha sido uno de los
sectores productivos de la argentina que más creció280. Este crecimiento no sólo se evidenció en el
incremento de la tasa de empleo registrado generado, sino también en las ventas al exterior y la
facturación. Si consideramos el ejemplo del sector SSI que forma parte del SI (producción de BI
primarios), entre los años 2010 y 2015, el empleo registrado creció de 76.617 puestos de trabajo en
el tercer trimestre de 2010 a 90.945 en el mismo período de 2015. Si en términos generales, la
economía argentina acumuló un crecimiento del 9,9% en ese periodo, a nivel sectorial, el aumento
fue del 18,7% (OPSSI, 2015). Dentro del empleo registrado privado, el sector SSI representó el
1,4% del total, y a nivel de empleo industrial, un 7,1%. De modo que, si sólo tomamos el ejemplo
del sector SSI, ya alcanza para determinar el peso específico que el SI concentra dentro de la
economía argentina. Si se considera el mercado TIC (que no representa de forma cabal al sector
SI, por ejemplo, no incluye la biotecnología, pero si considera el sector de telecomunicaciones), en
280
Si se considera el sector SSI, entre el 2004 y 2014, el número de empresas creció en un 128%, pasando de 2602
empresas a 4772 empresas (OPSSI, 2016)
232
2015 alcanzó los 126 mil millones de pesos (entre un 4% y un 5% del PBI), con un crecimiento
anual promedio del 20%, impulsado fundamentalmente por el sector de telecomunicaciones (2/3) e
informática (1/3)281.
En términos de organización del proceso productivo, el SI se estructura de la siguiente manera:
Algunas pocas empresas multinacionales y empresas grandes de capitales nacionales
incluidas en las cadenas globales de valor, que se especializan fundamentalmente en la
comercialización de productos provenientes de otros países y la venta de servicios
informáticos. Se destacan los casos de Grobocopatel y Bio Sidus como dos grandes
empresas de capitales nacionales que se especializan en la producción de semillas
transgénicas y medicamentos respectivamente. Estas empresas tienen más de 500
empleados, y operan en más de un país. Algunos ejemplos: Globant, Accenture,
Grobocopatel, Bio Sidus, etc.
Un segundo grupo de empresas grandes de capitales nacionales, proveedoras de servicios
y desarrollos específicos, algunas de perfil exportador, y otras orientadas al mercado
interno. En el caso del sector SSI, estas empresas tan sólo representaban en el 2014, el 6%
del total de empresas privadas registradas del sector (OPSSI, 2015) y empleaban a un 20%
del total de trabajadores del sector (OPSSI, 2016). Estas empresas pueden tener, en
algunos casos, más de 500 empleados, pero normalmente tienen entre 100 y 500. Algunos
ejemplos: G&L Group, NeuralSoft, BGH, Banghó, etc.
Un tercer grupo de pequeñas y medianas empresas que comprende más del 70% del
mercado. Se trata de un grupo muy heterogéneo, de trayectorias diversas (algunas
empresas antiguas y otras de reciente creación), enfocado a producir para el mercado
interno, y en algunos casos, orientado a la exportación. Son empresas de entre 5 y 100
personas. En el caso del sector SSI, este grupo que conforma el 50% del total de empresas,
y genera el 30% del empleo del sector (OPSSI, 2016).
Un cuarto grupo, especifico del sector SSI, de microempresas que se dedican,
fundamentalmente, al desarrollo de software para el mercado local. El 45% del total de
empresas del sector SSI pertenece a este grupo y generan el 20% del empleo total del
sector. Tienen menos de 10 empleados.
En el Cuadro 44 se introduce la composición del sector SI en argentina:
Cuadro 44. El SI en argentina: los tres BI
Tipo Industria
Disciplinas del
de BI predominante conocimiento
BI1
SSI
Ciencias de la
Computación
Ingeniería
en
Informática
Análisis
de
Empresas
nacionales
Globant
Pragma
G&L Group
Características
principales
Aprovecha
la
abundancia de capital
humano
que
se
concentra
en
las
grandes ciudades del
Concentración
geográfica
RMBA,
Bahía
Blanca,
Tandil,
Mar del Plata,
Ciudad
de
Córdoba,
281
Como ya se mencionó anteriormente, no todo el valor que genera el sector SI es contabilizado por las estadísticas.
Por lo tanto, se puede señalar que la importancia de este sector dentro de la economía resulta aún mayor de lo que los
datos arrojan.
233
Sistemas
y
Programación
BI2
BI3
Electrónica
Ingeniería
Electrónica
Ingeniería
Informática
Biotecnología: Biología
semillas y salud Tecnología
humana
Alimentos
Medicina
Química
Banghó
BGH
en
Los Grobo
de Bio Sidus
Amega
Biotech
país
como
CABA,
algunas de la Provincia
de
Buenos
Aires,
Rosario y Córdoba
capital.
La
disponibilidad de capital
humano y la política de
sostenimiento de un
tipo
de
cambio
competitivo, condujeron
a que el sector creciera
y se transformara en un
sector
dinámico,
competitivo,
de
creciente
perfil
282
exportador .
Es un sector que creció
a
través
de
la
regulación
del
comercio, mediante la
aplicación de aranceles
altos a este tipo de
productos provenientes
del exterior,
y al
régimen de promoción
industrial. No constituye
un sector competitivo,
pero si intensivo en
mano de obra con un
grado
medio
de
calificación.
Respecto
a
la
producción de semillas,
se desarrolló a partir
del uso de las ventajas
competitivas del agro.
En
relación
a
la
producción de reactivos
y medicamentos, se
destaca la utilización de
capital
humano
calificado, y el trabajo
articulado
con
instituciones
del
conocimiento
Mendoza
283
Rosario
y
Tierra del Fuego,
Bahía
Blanca,
algunos
municipios
del
Conurbano
Bonaerense
CABA Provincia
de Buenos Aires
Santa Fe
282
El sector SSI en argentina dispone de una estructura combinada entre mercado interno y exportación: en el 2015, un
71% constituyen ventas internas y un 29% ventas al exterior. Entre 2010 y 2015, las ventas al exterior crecieron del 25%
al 29% (OPSSI-CESSI, 2015).
283
En CABA, la participación del sector SSI en la generación de empleo registrado privado corresponde al 4,9%, muy
superior a la media nacional (2,1%) y concentra más del 70% de los puestos de trabajo del sector. Luego, le siguen en
importancia: Córdoba (1,5%), Santa Fe (1,1%), los partidos del Gran Buenos Aires (1%) y Mendoza (1%). En términos
generales, el grueso de la actividad se concentra en la región centro del país.
234
(universidades,
laboratorios de
etc.)
I+D,
Fuente: elaboración propia a Zukerfeld (2012)
En el análisis agregado del sector SI argentino, se pueden identificar al menos tres diferencias
sustanciales entre los tres tipos de actividad referenciados en los tres tipos de BI:
Los niveles de productividad difieren de forma notable: el sector SSI y el de la
biotecnología (semillas, y en algunos casos medicamentos) se los podría calificar de
mediana y alta productividad, mientras que en el caso del sector de la electrónica, su nivel
de productividad es bajo (Yoguel, Erbes, y Borello, 2006). Este último sector se sostiene
sobre la base de la regulación del comercio y programas de incentivo industrial.
Los niveles de competitividad externa presentan también diferencias sustanciales. En
el caso del sector SSI, se percibe un incremento de las ventas al exterior, constituyendo un
30% de la actividad (OPSSI, 2016). Respecto al sector de biotecnología, también se
destacan las ventas al exterior284. El sector de electrónica, por el contrario, se orienta al
mercado interno.
La intensidad de utilización del conocimiento también contiene diferencias
relevantes. Mientras en el caso del sector SSI y biotecnología, la utilización del capital
humano y el trabajo conjunto con universidades y centros de investigación, resultan
fundamentales, el sector de electrónica se asocia más a una economía de ensamble que a
una economía del conocimiento.
6.1.3. El sector SSI considerado en este estudio
En el marco teórico, en el subapartado 2.5, se introdujo la clasificación de Zukerfeld, Yansen y
Segura (2012) respecto al sector SSI. Como ya se mencionó, este sector forma parte del SI que
constituye el cuarto sector de la economía. Dentro del sector SI, se especializa en la producción de
BI primarios: aquellos compuestos puramente de información digital. Sin embargo, este grupo
resulta muy heterogéneo y diverso, por lo que se requiere avanzar en el nivel de precisión. Dentro
del sector SSI, se requiere diferenciar tres aspectos: a) el lugar de producción (entorno laboral-no
laboral); b) la forma de producción (mercantil-no mercantil); c) el tipo de proceso productivo
(producción autónoma-heterónoma). Para evitar ser redundante, en el siguiente cuadro 45 se
incluyen el sector SSI considerado en este estudio:
Cuadro 45. Sector SSI considerado en esta tesis
El tipo de
Lugar
de Forma de proceso
Producción
Producción productivo Unidades productivas
En
entornos
Empresas
de
diverso
laborales
Mercantil
Autónoma
tamaño
284
En el sector de la biotecnología, las exportaciones se concentran en el rubro “semillas” (69%) y “salud humana” (30%).
Se registró un volumen de exportación que supera los 403.480 dólares, de los cuales, el 99% corresponden a los rubros
señalados (DNIC - MINCYT, 2015).
235
Fuente: Zukerfeld, Yansen y Segura (2012)
Para realizar esta investigación, se resolvió considerar a la producción de BI primarios que
se realiza en entornos laborales, lo que implica eludir la producción colaborativa de software
vinculada tradicionalmente a la comunidad del software libre.
Dentro de la producción en entornos laborales, se resolvió incluir sólo a la producción mercantil
que ocurre en empresas especializadas en la actividad, lo que supone abandonar la producción
de software in house por parte de otras empresas que se dedican a otro rubro pero que muchas
veces producen sus propias soluciones tecnológicas. Y dentro de la producción mercantil de
empresas especializadas en el sector SSI, sólo se consideran las que son autónomas, esto
es: deciden por cuenta propia cómo y cuánto producir.
La razón de este recorte responde a cuatro factores:
1. Son estos actores los que participan del sistema de interacciones vinculado a los procesos
de innovación socio-tecnológica analizados. Esto quiere decir que las empresas SSI
nacionales de diverso tamaño son, en la mayoría de los casos, las que más interactúan con
las universidades, centros de investigación, y gobiernos locales presentes en las ciudades.
2. Se trata de los principales beneficiarios de las políticas públicas de innovación
implementadas en los distintos niveles territoriales: nación, provincia y municipio. La Ley
Nacional de Promoción de la Industria del Software, el FONSOFT, FONCYT, y demás
fondos sectoriales del MINCYT, están orientados a este tipo de unidades productivas.
3. Estas empresas generan el grueso de los puestos de trabajo del sector. El 80% del empleo
total generado por el sector, corresponde a micro, pequeñas y medianas empresas (OPSSI,
2016).
4. La mayoría de clústeres o polos tecnológicos se componen de este tipo de unidades
productivas. Es decir, presentan niveles relevantes de asociatividad.
6.2. El SSI local: breve historia
En este subapartado, se profundiza la caracterización del sector SSI de la Ciudad de La Plata. Se
trata de repasar la historia del sector, cuáles fueron las primeras empresas que se radicaron en la
ciudad, la creación de la Facultad de Informática de la UNLP, la creación del Distrito Informático del
Gran La Plata (DILP), etc. Como ya ha sido mencionado, el sector SSI ha crecido de forma muy
pronunciada a partir del año 2004.
6.2.1. Los inicios de la computación en Argentina
El desarrollo científico-tecnológico que dio origen a la constitución de la informática como área de
conocimiento en el país, se remonta a la década del cincuenta. A medida que se profundizaba el
modelo de sustitución de importaciones, surgían nuevas “necesidades” referidas al impulso de
tecnologías locales para el desarrollo industrial autónomo. Estas nuevas necesidades requerían
ser atendidas mediante nuevas instituciones del sistema de CyT. Por esta razón, se crearon el
CONICET, INTI, INTA, CNEA, etc. Estas nuevas instituciones permitieron el avance de la
236
investigación básica y aplicada que contribuyó a la generación de capacidades cognitivas y
tecnológicas en el país. Erbes, Robert y Yoguel (2005:4) señalan: “Los grandes proyectos
nacionales en energía, siderurgia, química y petroquímica, automotriz, medicina y farmacia, entre
otros, impulsaron fuertemente el desarrollo de tecnología nacional y generaron capacidades en las
personas que se vieron involucradas, las cuales, a su vez, volcaron sus experiencias en las
generaciones venideras”. Según un artículo de la Revista Ciencia Hoy, el lema de la época se
resumía en: “Primero la gente; después, la máquina” (CESSI, 2014).
Hacía fines de la década del cincuenta se instaló la primera computadora en la Universidad de
Buenos Aires (UBA)285. Esto permitió iniciar los primeros estudios sobre software de base,
periféricos e interfaces, y de matemática aplicada (Aguirre, 2004). En sus inicios, la informática
estaba íntimamente vinculada con la matemática aplicada. Tal es así que las primeras carreras
asociadas a este campo de conocimiento, fueron las de Calculista Científico286. En la década del
sesenta se construyeron dos computadoras en la Facultad de Ingeniería de la UBA: CENSUS y
CEFIBA287. En ese periodo, gracias a este sendero evolutivo, el país era referente regional en la
materia en un campo de conocimiento de poca trayectoria a nivel mundial, y mucho menos a nivel
latinoamericano (Aguirre, 2004). En los comienzos, la informática era una industria
fundamentalmente de hardware y procesamiento de datos, el software y los sistemas recién
comienza a desarrollarse en la década del ochenta288.
Hasta la década del setenta la carrera de Ingeniero en Sistemas la daba IBM. A partir de los
setenta comenzaron las primeras carreras con título universitario. La UBA, UTN y en el ámbito
privado, la CAECE, lideraron este proceso. Según Héctor Monteverde, referente de la Facultad de
Exacta de la UBA, a partir de esta época, la computación comenzó a tener un atractivo económico,
lo que implicó que en 1975: “(…) a Exactas entraba una tonelada de gente (…)” (CESSI, 2014:23).
La computadora Clementina fue puesta al servicio de empresas públicas como YPF, Ferrocarriles
del Estado, Obras Públicas, INTA, etc.289 (CESSI, 2014).
Entre mediados de la década del sesenta y la vuelta a la democracia en el 1983, el desarrollo de
este campo de conocimiento se vio estancado por dos razones: a) cambio del modelo económico:
del industrial sustitutivo de importaciones al neoliberal, basado en el aprovechamiento de las
285
Los dos referentes principales de la computación en la década del cincuenta fueron Manuel Sadosky y Oscar
Varsavsky. La primera computadora universitaria que llegó a la Argentina fue la Mercury II en 1958 a través del
CONICET. Sin embargo, el nacimiento de la incipiente informática en la argentina comenzó con la llegada de Clementina
en 1961 a la UBA, a través de un crédito del CONICET. Esta computadora estuvo activa entre 1961 y 1971. Clementina
costó 152.099 libras esterlinas, unos 4,5 millones de dólares de ese momento. Fue la inversión más grande que un
organismo como el CONICET había realizado en toda su historia. Para tomar dimensión de lo que significa una máquina
de este tipo: era 50.000 veces más grande que una computadora de escritorio actual. En ese entonces, esta máquina era
considerada de primera generación. Sin embargo, lo que no esperaba Sadoksy fue el tiempo que se tardó en instalarla,
un año. Como señala Sadosky: “Los cambios eran rápidos. Cuando finalmente llegó la computadora, en 1960, ya había
modelos más nuevos. ¡Y todavía hubo que esperar un año más para instalarla!” (CESSI, 2014:17).
286
http://info.unlp.edu.ar/resena-historica/
287
Entre 1961 y 1963 en la Facultad de Ingeniería, bajo la dirección de Oscar Maggiolo, se comenzó a trabajar aspectos
que, en ese entonces, resultaban indispensables para la informática: modelos físicos y matemáticos de simulación. Para
eso, se utilizaba la computadora Clementina de la Facultad de Exactas de la UBA. En ese marco, se creó la
Computadora Electrónica de la Facultad de Ingeniería (CEFIBA) que se inauguró en 1962. A partir de allí, se inició un
camino de formación de profesionales para manejar los sistemas digitales electrónicos (CESSI, 2014).
288
También se destaca el papel de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), de la mano de Carlos Tomassino, quien
impulsó la creación de la carrera de Analista de Sistemas en 1970.
289
En la década del sesenta la informática comenzó a utilizarse para la implementación de políticas públicas, por
ejemplo, el uso de un modelo matemático para estudiar el aprovechamiento de los ríos en la zona cuyana o mismo para
realizar el Censo de 1960, que, entre otras cosas, permitió reducir notablemente los tiempos de procesamiento de datos,
que, normalmente tardaban 10 años (CESSI, 2014).
237
ventajas estáticas y la apertura indiscriminada de la economía; b) desarticulación del sistema de
CyT que a la luz del nuevo modelo económico, ya no resultaba útil (Erbes, Robert, y Yoguel, 2005).
La dictadura militar de 1976 – 1983 implicó un duro quiebre en materia de desarrollo científicotecnológico e institucional. La intervención de las universidades, la desaparición forzada de
personas en el marco del terrorismo de Estado, y la aplicación de un modelo económico contrario al
de sustitución de importaciones, significó un duro golpe para la computación en Argentina. La falta
de recursos y de una visión de desarrollo en la cual, el sistema de CyT ocupa un rol destacado,
descontinuó el proceso de aprendizaje previo. La vuelta a la democracia en 1983 significó la
refundación de la informática en el país, de la mano de uno de sus principales pioneros: Manuel
Sadosky.
En el caso de la UNLP, la primera carrera vinculada a la computación fue la de Calculista
Científico290 que se creó en 1966, impulsada por el Departamento de Matemáticas de la Facultad
de Ciencias Exactas. En la década del setenta, la carrera se actualizó y comenzó a incorporar más
contenidos vinculados a la computación, y menos de matemática. Esta carrera tenía menos de 100
alumnos por año. La “Noche de los Lápices” constituye el ejemplo más acabado de lo que vivió la
universidad durante la dictadura militar iniciado en 1976.
Con la vuelta a la democracia en 1983, la computación retoma la iniciativa que había perdido en los
setenta: se crea un grupo de Investigación en Informática nucleado en el LAC (Laboratorio de
Investigación en Computación). En 1985 se crea el Departamento de Informática, perteneciente a
la Facultad de Ciencias Exactas y en 1986 se aprueba la titulación de Licenciado en Informática de
la misma casa de estudios291. El Departamento de Informática de la Facultad de Ciencias Exactas
creó los tres principales institutos de investigación vinculados al campo de la informática: el Instituto
de Investigación en Informática (III-LIDI), el Centro de Investigación en y Formación en Informática
Aplicada (LIFIA), y el Laboratorio de Investigaciones en Nuevas Tecnologías Informáticas (LINTI).
Además, en 1995, impulsó carreras de posgrado acreditadas en la CONEAU: las Maestrías en
Ingeniería de Software, en Redes de Datos y el Doctorado en Ciencias de la Computación292. Para
ese entonces, la UNLP era de las pocas Universidades Públicas Nacionales que ofrecía carreras
de este tipo y con una tradición relevante en este campo de conocimiento (CESSI, 2014).
6.2.1. La creación de la Facultad de Informática de la UNLP
La Facultad de Informática de la UNLP fue creada en 1999, por decisión unánime del Consejo
Superior de la universidad. Esta Facultad se destaca por ser una de las primeras en el país. La
Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI) le otorgó un premio en 2015,
por: “(…) haber cambiado el paradigma imperante en las universidades argentinas, en donde la
informática se ha desarrollado históricamente como una subdisciplina de otras carreras (…)293”. El
hecho de contar con una Facultad propia para la disciplina, permitió captar estudiantes que no
necesariamente se encuentran interesados en seguir las carreras tradicionales como “Analista de
Sistemas” o “Licenciado en Computación”, sino otras opciones como: “Analista Programador
290
Dos de los entrevistados en esta tesis, que fueron decanos de la Facultad de Informática de la UNLP y dirigen dos de
los principales institutos de investigación de la facultad, el Lic. Javier Díaz y el Ing. Armando de Giusti, estudiaron esta
carrera.
291
http://info.unlp.edu.ar/resena-historica/
292
http://info.unlp.edu.ar/resena-historica/
293
http://www.lanacion.com.ar/1858330-las-carreras-universitarias-que-proponen-al-software-como-disciplina-crecen-enel-pais (consultado el 16/10/2017)
238
Universitario” o “Analista en TIC294” que duran tres años y se encuentran relacionadas de forma
más estrecha con el sector SSI. En palabras de Javier Díaz, ex decano de la Facultad y actual
director del LINTI: “Lo que hay que enseñar son nuevas capacidades, habilidades, como se piensa
computacionalmente. Hay que forma en líneas de pensamiento que te permitan, a su vez, cuando
te egresas continuar esa línea de pensamiento y seguir actualizándote. Ahora no es que te formas
y estas veinte años haciendo lo mismo. Hoy formamos librepensadores, no como en los noventa
donde formábamos empleados295”.
En la actualidad, la Facultad cuenta con 5000 alumnos que provienen, en su gran mayoría, de la
zona del Gran La Plata (Ensenada, Berisso y el propio partido de La Plata), de otras ciudades de la
Provincia de Buenos Aires, y en menor medida de otras provincias del país (CESSI, 2014). La
Facultad ofrece cinco carreras de grado: Licenciatura en Informática, Licenciatura en Sistemas,
Ingeniería en Computación, y dos de titulación más corta (3 años), Analista Programador
Universitario y Analista en TIC (aprobada en 2017). Además en área de Posgrado, ofrece el
Doctorado en Ciencias Informáticas, cuatro Magísteres (Ingeniería de Software, Redes de Datos,
Tecnología Informática Aplicada en Educación, y Cómputo de Altas Prestaciones), y cinco
Especializaciones (Tecnología Informática Aplicada en Educación, Redes y Seguridad, Cómputo de
Altas Prestaciones y GRID, Ingeniería de Software, Computación Grafica, Imágenes y Visión por
Computadora)296.
La Facultad cuenta con tres institutos de investigación: III-LIDI, LINTI y LIFIA. Todos ellos están
acreditados por la CONEAU y concentran más de 78 docentes-investigadores categorizados en el
programa de incentivos de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), más de 20 becarios e
investigadores del CONICET, y una decena más de la Comisión de Investigaciones Científicas
(CIC) de la Provincia de Buenos Aires (CESSI, 2014). Estos institutos de investigación trabajan
diversas temáticas: Ingeniería Web, Computación Móvil, Computación paralela, Algoritmos e
imágenes, Software de base, Usabilidad, Nuevas Tecnologías (Internet de las cosas, Aplicaciones
para educación, discapacidad, etc.), Ciberseguridad, entre otros. Díaz señala: “Los grupos están
vinculados a producción científica, y algunos se preocupan por la transferencia a
gobierno/empresas. Los últimos seis años empezamos a promover bastante hackatones,
competencias de programación, competencia de seguridad (son 10 años), software y hardware
libre, acceso abierto, todas esas cosas estamos intentando impulsarlas con fuerza. Estas cosas las
hacemos fundamentalmente en la Facultad, la mayoría las promovemos desde el LINTI, el LIFIA
trae algunos eventos de afuera, por ejemplo el Congreso Internacional de Software Libre.
Generalmente organizamos eventos anuales, y cada tanto algunos de afuera. El Tito (en referencia
a Armando Di Giusti, director del III-LIDI) también organiza eventos. Por ejemplo, la Facultad fue
sede del Congreso Argentino de Ciencias de la Computación (CACIC) en 2017 y de las Jornadas
Argentinas de Informática (JAIIO) en 2015. Y después cada centro organiza congresos más
chiquitos.”
Además de los tres institutos de investigación, la Facultad cuenta con cinco secretarías:
académica, de ciencia y técnica, de extensión universitaria, de modernización de la gestión, y de
innovación tecnológica. Desde estas secretarías se impulsa el vínculo con la comunidad (se
organizan cursos de alfabetización digital en 13 comedores, por ejemplo), con los actores locales
294
http://info.unlp.edu.ar/analista-en-tic/ (consultado el 16/10/2017)
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
296
http://postgrado.info.unlp.edu.ar/Carreras/Carreras.html
295
239
(desde la dirección de Vinculación Tecnológica y Emprendedorismo Social se asesora y acompaña
a los estudiantes que pretenden desarrollar distintos proyectos que buscan resolver problemáticas
locales297), y el desarrollo de Energía Verdes y la promoción del cuidado al Medio Ambiente
(CESSI, 2014).
6.2.2. Las primeras empresas del sector SSI local
Antes de describir el sendero evolutivo de las empresas SSI de La Plata, resulta necesario
mencionar algunos aspectos vinculados al desarrollo nacional del sector que, necesariamente,
constituyen el marco de referencia general en el cual se inscribe el sector local. De fuerte
dinamismo en la década del setenta, este sector se vio seriamente afectado por las dictaduras
militares y la implementación del modelo neoliberal a fines de los setenta. Con la vuelta de la
democracia en los ochenta, el sector volvió a resurgir de la mano del proyecto ESLAI (Escuela
Superior Latinoamericana de Informática) y el Programa Argentino Brasileño de Informática (PABI)
desarrollado de forma conjunta entre Brasil y Argentina, con el objetivo de impulsar el desarrollo
regional de la informática, que ya había dejado de ser una promesa y empezaba a constituir un
pilar fundamental del crecimiento económico (CESSI, 2014). Estos programas buscaban generar
capacidades cognitivas y tecnológicas, sustentadas en la formación de recursos humanos en el
área de Computación y Sistemas. Sin embargo: “(…) con todo su potencial, la ESLAI terminó
siendo una generadora de talento desarrollado en la Argentina para que el mundo lo aproveche
(…)” (CESSI, 2014:113). Sin condiciones económicas favorables, el sector SSI no posibilitaba
absorber el capital humano de excelente calidad formado, que por razones económicas elegía
emigrar a otros países. La industria argentina de informática surgió, no de esta elite privilegiada,
sino de los “(…) sufridos estudiantes de la FIUBA (…)”.
Erbes, Robert y Yoguel (2005:7) señala una contradicción presente desde el inicio de la industria
SSI que refiere al distanciamiento entre las necesidades del aparato productivo y la oferta de
formación del sistema de CyT. Los autores señalan: “(…) el significativo aumento de las
importaciones de hardware y software durante este período relegaron los desarrollos de las
empresas locales del sector fundamentalmente a la adaptación y adecuación de productos
importados y, con algunas excepciones, a desarrollos dirigidos hacia empresas menos dinámicas
ya que la demanda de mayor nivel de complejidad de software y servicios informáticos (SSI) se
abasteció desde el exterior. A su vez, la existencia de estándares cerrados y plataformas
propietarias de los productos importados limitó las posibilidades de aprendizaje y profundizó la
dependencia tecnológica (…)”. Díaz, director del LINTI, resume con claridad esta situación cuando
menciona: “En los 90, formábamos empleados298”.
En líneas generales, se podría dividir al desarrollo nacional del sector SSI en tres etapas desde la
vuelta a la democracia en 1983 (CESSI, 2014):
1. La pelea de los ERP. Esta etapa incluye la década del ochenta y la primera mitad de la
década del noventa, y se caracterizó por el desarrollo del Software de Gestión, en ingles
“Enterprise Resource Planning (ERP)”. Algunos factores económicos desfavorables para el
resto de la economía, benefició al incipiente sector Pyme SSI, que logró crecer mediante el
297
Se destaca el caso de E-basura, cuyo objetivo principal consiste en: “(…) educar y concientizar acerca de la
problemática que ocasionan los RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) y acercar la tecnología a los
sectores más desfavorecidos de la sociedad (…)” (https://e-basura.linti.unlp.edu.ar/el_equipo).
298
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
240
desarrollo de soluciones tecnológicas que permitían reducir los errores de planificación de
costos para comercios en el contexto de la “hiperinflación”. Además, la complejidad de la
legislación argentina hacía difícil proveer soluciones adecuadas al contexto local, razón por
la cual, las pymes locales lograron hacerse de un mercado, delegado por las grandes
empresas globales. Se destacan dos empresas: Synthesis Retail Solutions y Tango-Axoft
2. La experiencia de los Puntocom. Durante los noventa tuvo lugar en Argentina una gran
efervescencia referida a las empresas “Puntocom” vinculadas al desarrollo de Internet. Esta
época es recordada como el apogeo de estos emprendimientos, y también como el
cementerio de muchos de ellos. Argentina fue el país de la región que más proyectos de
este tipo impulsó, en parte por esta efervescencia “local” y en parte por el desarrollo previo
de las telecomunicaciones en el país que garantizó ciertos niveles de infraestructura
tecnológica favorables al negocio. Se destacan tres empresas: Patagon.com,
DeRemate.com y la conocida MercadoLibre.com.
3. El siglo del despegue. A partir del 2001, la realidad del sector SSI tuvo un punto de inflexión.
La devaluación del 2002, si bien afectó al sector que estaba hasta el momento,
fundamentalmente orientado al mercado interno299, terminó siendo un factor de aliento:
encareció la tecnología de afuera y redujo el costo de la mano de obra local. A partir de
entonces, el sector creció de forma notable, impulsado tanto por la demanda interna como
externa. Se destacan tres factores de aliento a este crecimiento:
a) el avance de la subcontratación que permitió que muchas empresas
argentinas comenzaran a trabajar para clientes del exterior300;
b) la competitividad externa del sector a través de la formación de capital
humano respetado y considerado a nivel mundial que permitió que muchas
empresas extranjeras confiaran en las empresas argentinas301;
c) algunas medidas de política macroeconómica como: tipo de cambio
competitivo, incentivos a la industria, nuevas regulaciones, etc. El emblema
de este periodo es la mayor empresa del sector SSI, de origen argentino,
aunque hoy globalizada: Globant.
En este contexto, se creó y desarrolló el sector SSI de la Ciudad de La Plata. Este sector tuvo su
eje de crecimiento y consolidación a nivel nacional en la Ciudad de Buenos Aires. La consolidación
de la UNLP como uno de los centros de formación de profesionales para la industria, permitió que
299
Como señala López (2002:3), hasta el 2001: “(…) el sector de SSI ha estado siempre fuertemente orientado al
mercado doméstico, siendo las exportaciones -que realizan un pequeño conjunto de firmas- marginales dentro de su
facturación total (…)”. Más adelante, agrega: “(…) las empresas desarrolladoras de software local -el grupo relativamente
más numeroso-, representaban sólo el 18% de la facturación y el 33% del empleo (…)”.
300
Miguez (2012:10) señala: “La devaluación del peso promovió la subcontratación ya que generó la posibilidad de
ofrecer servicios informáticos y desarrollo de software en términos muy favorables para las empresas de informática”. El
autor señala una especificidad del trabajo informático, referida a la subcontratación, que se explica de la siguiente forma:
“La naturaleza del producto y la posibilidad de trabajar en módulos independientes facilitan la subcontratación por
razones técnicas, razón que permite el trabajo free lance de numerosos programadores que participan en diferentes
etapas de diversos proyectos, siendo ésta una modalidad de contratación habitual que suele atravesar incluso las
fronteras nacionales, como lo verifica el crecimiento exponencial en los últimos años de la exportación de software y
servicios informáticos” (Miguez, 2012:8).
301
Carlos Palloti, empresario SSI y miembro de la CESSI, señala que la competitividad no se reducía a un tema de
costos y tipo de cambio, sino también y fundamentalmente de calidad. Diego Berardo, también integrante de la CESSI,
añade: “Innovación y Valor Agregado hicieron que Globant logrará competir en el exterior, no fue sólo el tipo de cambio”
(CESSI, 2014:183).
241
se formarán recursos humanos en la ciudad, pero en un principio estos trabajaban en empresas de
CABA que era donde se concentraba esta actividad, casi en plenitud. Javier Díaz remarca en
relación a esta situación: “En los 90, los chicos cambiaban de laburo en el micro302”. Luego, con el
comienzo del siglo XXI, comenzaron a surgir empresas locales y arribaron algunas multinacionales
de renombre.
Se pueden mencionar, a grandes rasgos, tres etapas en el desarrollo del sector local:
1. Los primeros pasos. Las primeras empresas locales se crearon en los noventa. Fueron
empresas que aprovecharon las ventajas del “Software de Gestión (ERP)” y la presencia de
empresas grandes en la ciudad, como las empresas del Grupo Techint. Se destaca el caso
de Tecnoap303, creada en 1993. Se dedicó fundamentalmente a procesos de automatización
para grandes empresas industriales pero luego se reconvirtió y en la actualidad abarca
distintas áreas como: Arquitectura de Sistemas y Big Data. También se puede mencionar el
caso de Snoop Consulting, creada a fines de los noventa, especializada en la consultoría y
desarrollo de software a medida que luego se reconvirtió hacía otras áreas como: desarrollo
web, computación en la nube y Big Data. En este periodo, la mayoría de egresados de la
facultad de Informática de la UNLP o bien trabaja en grandes empresas multinacionales o
en empresas más pequeñas pero radicadas en CABA, y en los casos en que decidieron
crear sus propios emprendimientos, emigraron a CABA también para impulsar sus
proyectos desde ahí304.
2. La llegada de los peces gordos. Desde la primera mitad del siglo XXI, comenzaron a
radicarse en la ciudad empresas grandes como: Globant, Despegar, Accenture, Hexacta,
Globalogic, Softteck, etc. Se pueden mencionar tres factores principales que explican el
arribo de estas empresas a la ciudad: a) los costos de operar en la ciudad eran bastante
más reducidos que en CABA (desde el valor del mt2 hasta el costo de la fuerza de
trabajo305); b) las dificultades que veían muchas empresas, cuyos trabajadores vivían en la
Ciudad de La Plata y les significaba una tarea tortuosa movilizarse todos los días a
CABA306; c) una mejora sustancial de la infraestructura tecnológica y de la provisión del
servicio eléctrico que constituía un obstáculo en la etapa anterior307.
3. El gran salto emprendedor. A partir de la llegada de los peces gordos, de la sanción de la
Ley Nacional de Promoción de la Industria del Software en el 2005, y de condiciones
302
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
https://www.tecnoap.com/
304
Este es el caso del Grupo MOST y Globant, empresas fundadas por platenses pero que comenzaron a funcionar en
CABA (CESSI, 2014).
305
Walas Mateo (2012) reconoce que en la actualidad los salarios se han equiparado por los escases de oferta. La alta
demanda de recursos empujó los salarios hacía arriba. De todos modos, los costos de infraestructura y servicios
continúan siendo inferiores a los de CABA.
306
La abundancia de capital humano terminó de convencer a muchas empresas que lo mejor era abrir una oficina en la
ciudad, para evitar esa movilidad tortuosa e innecesaria de los trabajadores, calificados y de buena formación no
resultaba sencillo remplazarlos. También resulta necesario señalar que los salarios fueron, en un principio, bastante
inferiores a los que se pagaban en CABA. Como indica Díaz: “Muchos estudiantes preferían ganar menos pero vivir en La
Plata”. Aún en la actualidad, algunas empresas se radican en La Plata por este factor. Tal es el caso de Bluedraft, una
empresa fundada por egresados platenses que emigraron a CABA que decidió en 2017, abrir una oficina en La Plata
(http://poloitlaplata.com/bluedraft-abre-sus-oficinas-en-la-plata/)
307
Estas deficiencias en la infraestructura tecnológica y la conectividad (no sólo las telecomunicaciones, sino la movilidad
y el transporte también) fueron señaladas por varios entrevistados, como las causantes de que una empresas global de
las más importantes del mundo, como Intel, decida finalmente no radicarse en la ciudad.
303
242
favorables a nivel macroeconómico (consolidación del mercado interno, tipo de cambio
competitivo, etc.) el sector SSI local creció de manera exponencial. Cuando se creó el
Distrito Informático del Gran La Plata (DILP) en el 2006, ya había en la ciudad entre 30 y 50
microempresas y pymes locales. Los egresados de la UNLP ya no eran empleados de las
grandes empresas que operaban en CABA, sino que conformaban y desarrollaban sus
propios proyectos. Como señala Díaz: “Acá manda más el proyecto que la guita308”.
6.2.3. El surgimiento del DILP
El Distrito Informático del Gran La Plata (DILP) se creó en el año 2005309. Tiene su origen en un
programa provincial, denominado Programa Distritos Productivos, creado por la Subsecretaría de
Industria, Comercio y Minería del Ministerio de la Producción, Ciencia y Tecnología de la Provincia
de Buenos Aires. El objetivo del programa es estimular el agrupamiento de empresas
geográficamente cercanas, con características productivas similares y/o complementarias, con la
finalidad de generar ventajas competitivas a partir del asociativismo. De acuerdo a su estatuto, el
DILP fue constituido con el objetivo de: “Constituir un polo de desarrollo de tecnología informática y
comunicaciones referente a nivel nacional por sus cualidades innovadoras, éticas, y de calidad; que
facilite la sustentabilidad y crecimiento de las empresas que lo componen complementando y
optimizando recursos, y generando negocios a nivel local e internacional que se traduzcan en
beneficios para la región310”. En pos de alcanzar esta meta, el DILP funcionó como “puente” que
articula a las empresas del sector SSI platense con otros actores institucionales, y socioproductivos como: la Municipalidad de La Plata, la Facultad de Informática de la Universidad
Nacional de La Plata (UNLP), el Ministerio de Producción de la Provincia de Buenos Aires, la
incubadora tecnológica Em-Tec, la Comisión de Investigaciones Científicas provincial (CIC), entre
otros.
El DILP llegó a tener 32 empresas participando del Clúster, entre las cuales se destacan: Tecnoap,
Infogestión, Snappler, Celerative, Tecnom, Fluxit, Suyit, QK Studio, Grupo Angras, y Grupo
Julasoft. En análisis de los beneficios de clusterización de las empresas SSI locales se puede
dividir en dos partes: a) la percepción de las propias empresas respecto a la valorización del DILP
en términos de utilidad, beneficios específicos, y una apreciación de tipo simbólica; b) las ventajas
que provee el clúster para el desarrollo del sector SSI local. Pablo Baldoma Jones, presidente del
DILP, sostuvo: “El DILP se formó en base a tres beneficios que damos a los miembros. El primero
tiene que ver con formar parte de una red de empresas locales que pueda articular con otras redes
a nivel nacional. Nosotros como DILP estamos adheridos a la CESSI. Por ende todos los socios
accedemos a los beneficios de la Cámara. El segundo objetivo es el acceder a los programas del
DILP, por ejemplo “el DILP te visita” que consiste en acceder a comunicadores sociales y
especialista en el desarrollo organizacional y marketing en el ámbito Web, para asesorar a las
empresas en el manejo de sus negocios. Y el tercer beneficio es el nexo y la comunicación con
entes gubernamentales a nivel municipal, provincial y nacional311”.
308
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
http://dilp.com.ar/el-dilp/
310
http://dilp.com.ar/el-dilp/
311
Entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP, el 14/05/2015
309
243
En relación al primer punto, la percepción que tienen las empresas que forman parte del DILP
respecto al clúster varía según rubro, tamaño y experiencia particular de cada una de ellas. A
grandes rasgos, se puede detectar cuatro valorizaciones312 :
Competencia. El clúster constituye una red de empresas pequeñas y medianas cuya
finalidad es poder competir contra las grandes. Un entrevistado, fundador de una
microempresa local señaló: “A través del DILP, deberíamos poder pelearle un proyecto a
Globant313”. Esta valoración suele provenir de las empresas más pequeñas que consideran
que formar parte del clúster permite mejorar la competitividad de todo el sector Pyme.
Asociatividad. El clúster funciona como una herramienta concreta para mejorar el déficit que
la mayoría de las empresas señala: problemas de gestión que van desde saber cuánto
cobrar un producto, como seleccionar personal, hasta la comercialización final de los
productos o servicios. Un entrevistado, socio de una microempresa local sostuvo: “Eso de
nos juntamos los chicos para ganarle a los grande no funciona más. Ya está Wallmart,
Sodimac, los grandes ya ganaron. Me tengo que preguntar: ¿Que me da a mí la
asociatividad?314”.
Sentido de pertenencia. Esta visión sostiene que el clúster otorga sentido de pertenencia al
sector SSI local, lo que permite “abrir algunas puertas315”. Un entrevistado, fundador de un
micro emprendimiento local vinculado a la producción de videojuegos, señaló: “Participamos
más que por el interés como empresa, por la idea de comunidad316”.
Más allá de la valoración de las empresas que participan, el DILP provee al menos cuatros
beneficios específicos:
Cooperación. Todo proceso de clusterización permite generar vínculos de cooperación entre
los miembros. En el caso concreto del DILP, dada la gran cantidad de oferta de trabajo
disponible, muchos de sus miembros manifestaron que cuando una empresa accede a un
proyecto y considera que no va a poder desarrollar todo el trabajo en tiempo y forma, o no
tiene interés en hacerlo porque no le conviene en términos económicos, lo ofrece a otra
empresa. Este efecto “derrame” suele beneficiar a las empresas más pequeñas que no se
pueden: “dar el lujo de descartar trabajo317”. También se mencionaron algunos ejemplos de
desarrollo conjunto de algunos proyectos entre varias empresas318. La posibilidad de contar
con un espacio común, en el cual trabajar varias empresas permite abaratar costos y
generar un clima de networking que favorece el desarrollo de sinergias entre empresas
locales. Esta ha sido mencionada como una de las grandes limitaciones del clúster. Desde
el DILP se sostiene: “Estamos cerca geográficamente, pero lejos de los que hacemos. Nos
falta networking, mucho almuerzo, desayuno, contacto con el día a día. No tenemos un
312
Se entiende valorización como: “lo que las empresas pretenden que el DILP sea y no necesariamente como lo que
efectivamente es”.
313
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 3)
314
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 4)
315
Ídem
316
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 5)
317
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 3)
318
Se mencionó el ejemplo de Andrómeda, un proyecto desarrollado entre dos empresas del DILP. Se trató de una
“CRM” (Software de gestión) para una empresa de seguros que opera en México y USA.
244
lugar físico y eso lleva a que muchas empresas no tengan patrimonio. Seguimos el contacto
por Skype pero nos falta el cara a cara319”.
Arraigo local. El DILP constituye un clúster platense para platenses. El arraigo local permite
al menos tres movimientos: a) compartir entre los miembros dificultades, ventajas, y
situaciones específicas que remiten al ámbito local320; b) generar propuestas específicas
para la ciudad; c) potenciar las ventajas del territorios y resolver las desventajas para
motorizar el crecimiento del sector SSI local. Este arraigo local puede devenir en un
fortalecimiento de la confianza entre los miembros que suele potenciar los lazos de
cooperación: “Nos conocemos entre todos. Sabemos que nadie va a estafar al otro, porque
después lo tiene que mirar a la cara321”.
Poder de negociación. El clúster incrementa la capacidad de articular y realizar acciones
conjuntas con otros actores sociales locales: incubadoras, gobierno local, multinacionales,
universidades, etc. Cuando las empresas se ven perjudicadas por alguna medida de
gobierno o alguna desventaja específica del territorio (problemas de infraestructura, por
ejemplo), el clúster aumenta su poder de negociación. El agrupamiento y la cooperación
permite aglutinar demandas e incrementar las posibilidades de resolver problemáticas
específicas del sector.
Red de redes. Participar del DILP constituye un nexo para poder participar de la Cámara de
la Industria Argentina de Software (CESSI) que aglutina a empresas del sector de todo el
país322. En este caso, el sentido de pertenencia no es sólo local, sino también sectorial. En
un sector donde las redes pueden hacer la diferencia, el costo no de estar conectado a ellas
puede ser muy alto. Desde el propio DILP se estimula la participación en la Cámara:
“Nosotros buscamos que todos vayan a la CESSI323”.
En el año 2016 se lanzó el Polo IT La Plata como continuación del DILP. En palabras del Pablo
Baldoma Jones, presidente del Polo, y ex presidente del DILP: “El Polo es una apuesta por crear un
espacio más abarcativo de lo que proponíamos desde el DILP y con una estructura jurídica que nos
va a permitir asociar al gobierno y las universidades para convertir a La Plata en un polo del
conocimiento y de la industria del software324”. En la actualidad, el Polo IT cuenta con 41 empresas
asociadas, casi que el doble de la cantidad total existente en los inicios del clúster (26). Baldoma
Jone remarca: “El Polo confirma lo que veníamos diciendo cuando armamos el DILP: el crecimiento
del sector está cambiando la economía argentina325”.
319
Entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP, el 14/05/2015
En las entrevistas realizadas a algunas empresas que forman parte del DILP, se mencionaron algunos ejemplos: a)
algunas dificultades vinculadas a los tramites para acceder a los fondos sectoriales del Mincyt (FONSOFT, FONTAR,
FONCYT, etc.); b) problemas de acceso a financiamiento; c) déficit para resolver cuestiones inherentes al desarrollo de
software (imposibilidad de cumplir con los plazos establecidos, insuficiencia de herramientas, sobre acumulación de
trabajo, etc.)
321
Entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP (14/05/2015)
322
Participar de la Cámara tiene algunos beneficios: descuentos en pasajes aéreos, cursos de posgrado, carreras de
grado y posgrado, asesoramiento técnico, acceso a información sobre financiamiento, etc.
323
Entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP (14/05/2015)
324
http://poloitlaplata.com/relanzamiento-del-polo-it-la-plata/
325
Segunda entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP (14/09/2017)
320
245
El nuevo Polo IT se propone tres objetivos referenciados en las tres “patas de actividad” (formación,
representación sectorial, y articulación con otros actores locales) que se propone desarrollar326:
Desarrollo local: posicionar a la ciudad como un polo de innovación en el sector SSI
nacional y regional, generar empleo de alto valor agregado, incrementar las exportaciones
del sector SSI local, y vincular al sector SSI con el sector productivo local.
Formación: favorecer la formación y atracción de profesionales, motorizar la transferencia
de conocimiento entre las empresas, universidades y los entes gubernamentales, promover
ámbitos de capacitación de recursos humanos del sector, reducir la tensión entre las
empresas que demandan trabajadores y la posibilidad que estos puedan terminar sus
estudios universitarios.
Sector: favorecer la creación de nuevas empresas SSI en La Plata, favorecer la capacidad
exportadora de las empresas locales, y vincular a estas con otros sectores productivos de la
región platense
Uno de los principales productos generados a través del Polo IT es el mapa interactivo que
representa a empresas y eventos de base tecnológica de la región del Gran La Plata (La Plata
up327), que fue utilizado en esta tesis para acceder a información centralizada sobre la actividad de
las empresas del sector SSI en la ciudad. Este mapa interactivo se construyó por la necesidad de
contar con información disponible sobre la gran variedad de empresas SSI locales, con el objetivo
de poder contactar e interactuar con ellas. Baldoma Jones remarca: “La Plata up constituye un gran
paso para conformar un entorno de sinergias y comunicación constante entre las empresas de la
ciudad328”.
6.3. Microempresas, Pymes y empresas grandes
Como ya ha sido señalado, en esta investigación se consideran la producción de Software Laboral,
y dentro de ella, la producción mercantil de Software. Luego, dentro de la producción mercantil se
puede identificar dos tipos de procesos productivos: aquellos que son autónomos, en la cual la
unidad productiva decide por sí misma qué producir, cómo y cuánto. Y aquellos que son
heterónomos, es decir, no deciden por sí mismo qué ni cómo producir, sino que dependen de otras
unidades productivas. En el primer caso, la producción autónoma se divide en tres categorías de
empresas, según el tamaño de las mismas medidas por la cantidad de empleados: a)
Microempresas b) Pymes c) Grandes empresas. En el segundo caso, existen tres modelos de
producción: a) Filial de Multinacional b) Producción en Red c) Producción Escalonada (Zukerfeld,
Yansen, y Segura, 2012).
Sobre la base de la tipología elaborada por Zukerfeld, Yansen y Segura (2012), en este
subapartado se agrupan a las empresas del sector SSI radicadas en la ciudad de La Plata en las
tres categorías mencionadas: a) Microempresas b) Pymes c) Grandes Empresas. En esta tesis,
utilizamos la siguiente clasificación:
326
http://poloitlaplata.com/
http://laplataup.com/
328
Segunda entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP (14/09/2017)
327
246
Microempresa: tiene más de un empleado, y menos de seis
Pyme: tiene entre 6 y 50 trabajadores
Empresa Grande: tiene más de 50 empleados.
Esta clasificación responde a la característica específica del territorio estudiado y a las condiciones
en las cuales se desarrolló la investigación: a) dada la dificultad de acceder a la información
referida a la facturación anual de estas empresas, se dejó de lado esta variable; b) se diseñó una
clasificación distinta a la que utiliza la CESSI329, porque en la ciudad no resultaba útil a los fines del
estudio: las microempresas tenían en general menos de cinco empleados, las Pymes no superaba
los 50, y las grandes empresas tenían, en general, menos empleados que las empresas de similar
tamaño, radicadas en CABA.
El objetivo de agrupar a las empresas en estas tres categorías no responde, únicamente, a una
clasificación respecto del tamaño de las mismas, sino del perfil productivo informacional, el vínculo
con las políticas públicas, y la generación de redes con otras empresas. Resulta necesario señalar
que muchas empresas que surgen como micro emprendimientos se terminan constituyendo como
Pymes o incluso logran formar una gran empresa. Es el caso de Flux It. Esta empresa abrió sus
puertas en 2008 con cuatro empleados, en 2011 logró abrir una oficina en Puerto Madero, y en
2012 contaba con más de 120 empleados, tres oficinas en La Plata, y una en Puerto Madero,
CABA (CESSI, 2014).
6.3.1. Las empresas SSI situadas en el territorio
En la ciudad de La Plata, existen en total 77 empresas dedicadas al desarrollo de SSI, 35 en el
rubro servicios, y 42 en Software330. Se pueden agrupar a estas 77 empresas dentro de las
categorías señaladas: Microempresas, Pymes y Grandes empresas. Se agrega la categoría
Multinacionales, que si bien será analizada en el punto 6.4., es necesario considerar como parte de
la muestra.
Resulta necesario señalar algunas diferencias entre las dos actividades: software y servicios
informáticos. También es menester reconocer que en algunas empresas estas actividades se
entrecruzan331. El criterio para agruparlas en una u otra rama, responde a la ponderación general.
Esto es: cuál de las dos actividades resulta preponderante dentro de la empresa. En el cuadro 46
se introducen las diferencias entre ambas ramas del sector SSI:
329
La CESSI utiliza la siguiente clasificación: a) microempresa (hasta 9 empleados); b) Pequeña empresa (10 a 49
trabajadores); c) Mediana empresa (50 a 200 trabajadores); d) Empresa Grande (más de 200 empleados) (OPSSI, 2016).
330
http://www.laplataup.com/#
331
El caso emblemático es el de Flux IT que se especializa en arquitectura de software y usabilidad, pero también brinda
servicios de consultoría y cursos de capacitación en gestión de calidad (CESSI, 2014).
247
Cuadro 46. Diferencias entre software y servicios informáticos
332
Software
333
Desarrollo de Software
(a medida o
Tipo
de paquetado): refiere a la escritura de líneas de
productos
código que constituyen las instrucciones para
conformar un sistema de gestión, facturación,
etc.
Servicios Informáticos
Servicios de consultoría,
implementación
y
customización
de
desarrollos
Venta de software y
Videojuegos: se trata de tareas similares al hardware
desarrollo de software pero con un vínculo
mucho más cercano a la “industria del Capacitación de personal
entretenimiento” y las “industrias culturales”
Outsourcing
Infraestructura de Software: refiere al
mantenimiento de los sistemas a nivel de los Software como Servicio y
334
servidores, la seguridad de acceso físico y Cloud Computing
lógico, refrigeración, y performance del
hardware
Big Data
Seguridad Informática: se trata de un subsector
de Infraestructura de Software orientado
garantizar la seguridad de los sistemas
informáticos
Principales
Desarrollo de Software
actividades
productivas
para el caso
de La Plata
Venta de
hardware
software
y
Servicios de consultoría,
implementación
y
customización
de
desarrollos
332
Vale mencionar que cuando se menciona el rubro “software” se hace mención a las aplicaciones (Míguez y Lima,
2016). Walas Mateo (2012:12) diferencia los productos tecnológicos de las aplicaciones: “Los primeros son el
componente de tecnología que conforma la infraestructura lógica del uso de hardware y las herramientas para el
desarrollo de las aplicaciones. Estos productos son utilizados en gran parte por la misma industria del software. Las
aplicaciones son la parte funcional y propia del uso explícito de la información en cada actividad”.
333
Se consideran a la Provisión de recursos p/desarrollo (diseño, testing, etc.) como parte del desarrollo de software. En
muchos casos, estas tareas son desarrolladas por una empresa que le provee este servicio a otra más grande. De todos
modos, este estudio considera que se vincula más con el desarrollo de software que con la prestación de servicios
informáticos, en tanto que ocupa un rol significativo dentro de esta actividad.
334
El software como servicio (Software as a Service) refiere a una tendencia mundial que consiste en dejar de vender la
licencia de aplicaciones y ofrecer directamente el servicio, lo que en la práctica se traduce en que las empresas no
compran el software, para el cual, normalmente requería gastar en equipamiento e implementación del mismo, sino que
compran el servicio de alojamiento que ofrece un tercero y que le permite usarlo. En el caso de la “Cloud Computing”,
este servicio se nutre de Internet y utiliza la nube como sistema de alojamiento (Walas Mateo, 2012).
248
Capacitación de personal
Software como servicio
Fuente: elaboración propia en base a Míguez y Lima, 2016 y Walas Mateo, 2012
Una vez establecidas las diferencias, se introducen en el Cuadro 47 y 48 las empresas de software
y servicios informáticos de la Ciudad de La Plata, agrupadas según tamaño: Microempresas,
Pymes, Empresas Grandes y Multinacionales:
Cuadro 47. Empresas de Software de La Plata agrupadas según tamaño
Fuente: elaboración propia en base a La Plata Up
Tipo
de
empresa
Nombres
Total %
Ainux, Bitcran, Consultora DGV
Etwos,
Templ,
Traftecno,
Walobit,
Yun
Electronics
Puntovista, Xaver, Avix, Shoor
Microempresas Games, Puntovista
11
26,1%
Frontini & Asoc , HC Sinergia
Incodex, Isomanagment S.A
JulaSoft, Qwerty Soft, Main
Solution, QKStudio, Quanbit
Rubicon,
Snappler,
Snik,
Spendo Consulting, Tecnom,
Vanguardtech
,
Bluedraft,
Ab.dev, Arzion, Grupo Angras,
Axlot
,
DMS
Consulting,
Pymes
Celerative
20
47,6%
Bvision, DevSar , Dimens,
Empresas
FluxIt,
Snoop
Consulting
Grandes
Tecnoup , VMN
7
16,6%
Globant, GlobalLogic, Softtek
Hexacta
Multinacionales
4
9,5%
Total
Fuente: elaboración propia en base a La Plata up
42
100%
Cuadro 48. Empresas de servicios informáticos de la Ciudad de La Plata agrupadas según tamaño
Tipo
de
empresa
Nombres
Total %
Marcos
Antonini,
Ecoanuncio, Enea, Formato
Global, Gestión Scan, Huna
Organizaciones Conscientes
Iwinds, Juan Jose Araujo
Consultoría y Couching, La
Plata
Notebooks,
M3C
Producciones,
Once33
Computación,
Pampa
Microempresas Engine, ReinaMono, Sixtina 15
44,1%
249
Pymes
Empresas
Grandes
Comunicaciones Creativas,
Via Social
Actitud, Alconada Estudio,
Aval
Comunicaciones,
Damos Informática, Ges-Pro
Gestión
Mándala,
Infogestión,
Insetec
Informática, LinkTec, Quales
Group, Saccone Estudios
Solaer
Ingeniería,
UnoyMedio, Vork Diseños,
Wakke S.A., Thinkers CO
17
No Hay
Mercado Libre,
Multinacionales Accenture
48,5%
0
0
3
8,8%
Despegar
Total
34
Fuente: elaboración propia en base a La Plata up
100%
En primera instancia, se pueden realizar las siguientes observaciones:
335
336
En términos generales, las Empresas Grandes ocupan un lugar marginal. Tan sólo un 9,2%
del total de empresas del sector SSI, se ajustan a esta categoría. El 100% de éstas
corresponden a empresas de Software. Sobresalen los casos de Tecnoap, una de las
primeras empresas del sector local fundada en 1993, y Flux IT, un caso exitoso reciente,
reconocido a nivel nacional por la especialización en arquitectura de software y
usabilidad335.
El 81,5% de las empresas del sector corresponden a Microempresas y Pymes. El 34,2%
son Microempresas, y un 47,3% Pymes. La mayoría de estas empresas fueron creadas en
la última década. El dinamismo de este tipo de unidades productivas revela un crecimiento
constante. Por ejemplo, en el 2017 abrió una oficina en la ciudad, la empresa Bluedraft con
40 empleados contratados, la mayoría de ellos ciudadanos platenses que se venían
desempeñando en empresas de CABA.
El peso específico de las multinacionales no deja de llamar la atención. Del total del sector,
un 9,2% corresponde a esta categoría. A pesar de ser pocas empresas, se trata de la
unidad productiva que más cantidad de puestos de trabajo genera en términos
proporcionales. Se estima que existe un total de 2000 trabajadores del sector, entre
empleos directos e indirectos336. Una empresa como Globant que pueden tener entre 100 y
200 empleados, genera entre el 5% y el 10% de los puestos de trabajo. Si le sumamos otras
empresas como Accenture, Globalogic o Hexacta, resulta probable que generen más de un
cuarto de los puestos de trabajo de todo el sector.
Si se utilizará el parámetro de la CESSI, no existirían Empresas Grandes en la ciudad (más de 200 empleados).
http://poloitlaplata.com/relanzamiento-del-polo-it-la-plata/
250
En el Cuadro 49 se han agrupado a las empresas del SSI situadas en el territorio, tomando en
consideración sus principales características y su vínculo con las políticas públicas desplegadas en
la ciudad:
Cuadro 49. Mapa de Microempresas, Pymes y Grandes empresas SSI de la ciudad de La Plata
Tipo
de
empresa
Características
Principales
Microempresas
Pymes
Empresas
Grandes
337
Proyectos surgidos a partir de la decisión de escindirse de otras
empresas más grandes de CABA o de los institutos de investigación de
la UNLP
Algunos proyecto fueron impulsados por incubadoras (Em-tec o La Playa
hub)
Abocados generalmente al Diseño Web, venta de hardware o software o
337
Servicio Técnico
Los socios son más que los empleados (cuatro trabajadores o menos).
En general, son monotributistas.
Mayoría de clientes locales
No hay división de tareas
La mayoría de los trabajadores son egresados de la UNLP, pero algunos
todavía no han finalizado sus estudios
En general, no son beneficiarios de la Ley Nacional de Software ni
acceden a los fondos sectoriales del MINCYT por falta de capacidad e
infraestructura
Muchos son miembros del DILP pero la mayoría no pertenece al clúster
Algunas de ellas han sido originalmente microempresas, otras son
desprendimientos de empresas grandes
Disponen de entre 5 y 50 empleados
La mayoría de los trabajadores están formalizados
División de tareas y en algunos casos, conformación de un sector
dedicado a la comercialización de los productos
Producción de Software a medida, aunque también se destaca la
consultoría y servicios de outsourcing para grandes empresas
Mayoría de clientes nacionales y locales, pero en algunos casos se
registran clientes internacionales
Muchos de ellos son beneficiarios de las políticas públicas para el sector
(subsidios, exención de impuestos, capacitación del personal, etc.) y
algunos han obtenido la certificación ISO
Son miembros activos del DILP
Pymes que lograron crecer en estructura y facturación
Algunos tienen oficinas en La Plata y otras ciudades del país o del
mundo
Algunas invierten en I+D
Algunas tiene clientes internacionales y exportan sus productos
Producción de Software a medida para grandes empresas locales,
nacionales e internacionales (Bancos, Telefónicas, Empresas de
Alimentos, etc.)
Se destaca el caso de Avix, una microempresa dedicada a la producción de videojuegos (http://www.avix.tv/)
251
Tienen más de 50 empleados, la mayoría formalizados y con altos
ingresos
Hay división de tareas
Certifican sus productos
Son beneficiarios de algunas políticas públicas nacionales (Ley Nacional
de Promoción de la Industria del Software y fondos sectoriales del
MINCYT, por ejemplo)
Fuente: elaboración propia en base a Zukerfeld, Yansen y Segura (2012)
6.3.2. Microempresas: lo que importa es el proyecto
Las Microempresas constituyen un actor clave del sector SSI local. Un entrevistado, fundador de
una empresa dedicada a la producción de videojuegos, señaló: “Nosotros no compramos barato y
vendemos caro. Generamos valor. Somos una empresa muy chica pero lo que hacemos es de
calidad338”. Otro entrevistado, socio de otra Microempresa local manifestó: “Tenemos pensado un
desarrollo para mejorar el transporte en la ciudad, se lo propusimos a la Municipalidad, estamos
esperando una respuesta. No nos dedicamos sólo a vender computadoras”339. Luego, agregó: “Mi
socio tiene planeado viajar a Nueva Zelanda para buscar un partner allá, la idea es poder trabajar
juntos en desarrollos340”.
En muchos casos, las empresas buscan una actividad que les permitan conseguir ingresos
constantes para pagar distintos costos de funcionamiento y para desarrollar proyectos propios. Por
esta razón, muchas de estas empresas se dedican al desarrollo de software, pero su principal
ingreso se vincula con los servicios informáticos. Un entrevistado señaló: “Nosotros solíamos ser
una empresa de diseño, hacíamos diseño web, diseño de marca, y durante un tiempo dejamos de
dedicarnos a esas cosas para hacer video juegos. Ahora estamos viendo que hacer. Es mejor
hacer otros trabajos y dedicarte a los videos juegos desde el lugar del placer y el entretenimiento,
que empezar a vender servicios en torno a los videos juegos341”. En otros casos, se entrecruzan
tareas y se menciona una gran heterogeneidad: “Nos dedicamos a tres ramas: desarrollo de
software, hacemos computadoras listas para usar, y tenemos una parte de servicio técnico (tanto
para particulares como para empresas). Lo que es proyectos, tenemos proyectos chiquititos para
clientes chiquititos, hasta proyectos grandes para clientes grandes. Y proyectos propios, con la idea
de después comercializarlos342”. Otro entrevistado señaló: “Empezamos con un emprendimiento
muy chiquito. Un software para una empresa de juguetes, y hoy nos enfocamos a brindar servicios
de consultoría y todo lo que es diseño343”. Luego añadió: “Si bien nos interesa desarrollar un
producto propio, mientras hacemos eso, no nos queda otra que trabajar en cosas que no nos
gustan mucho pero que nos permiten subsistir344”.
En varios de los casos incluidos en este estudio, se detectó una tendencia general: “lo que importa
es el proyecto”. Un entrevistado manifestó: “En la industria del video juego, muchos desarrolladores
338
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 5)
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 3)
340
Ídem
341
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 5). En este caso, dentro de la misma
microempresa se registran dos tipo de producción: a) mercantil en entornos laborales de tipo autónoma; b) no mercantilcolaborativa.
342
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 3)
343
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 2)
344
Ídem
339
252
encaramos esta tarea desde un lugar muy diferente a lo que es una empresa tradicional. Es más
parecido a una banda de música, la banda de música también tiene un negocio alrededor, pero
hace shows, tocan su música en distintos lugares. Ahí también tienen dos caminos: o hacen su
recorrido de forma independiente a través de la libertad creativa, donde la tienen que pelear un
montón, o pactan con una discográfica y terminan haciendo lo que ella quiere. Eso mismo sucede
en el rubro de los videos juegos. En el caso nuestro, no buscamos en el juego que desarrollamos
un cliente, sino hacer lo que nos gusta a nosotros. Lo llevamos a pulmón con inversión propia345”.
Otro entrevistado señaló: “Nosotros nos formamos como empresa a partir de un proyecto puntual.
Fuimos los primeros a nivel mundial, o al menos no conocimos a nadie que lo hiciera antes que
nosotros, que pudimos mandar contenido multimedia de un celular a Internet, en el año 2007. A
pesar de que el proyecto, en términos comerciales fue un fiasco, nos dio la pauta de cómo seguir.
Nos reconvertimos y entendimos que el “proyecto” es reinventarse permanentemente. Porque vos
podes desarrollar la mejor idea pero si no tenés mercado, nadie te da bola. La mejor idea es que se
puede llevar a cabo346”.
Otros entrevistado remarcó: “Todas las empresas del sector buscan el mismo objetivo que es
desarrollar el producto que te salve347”. Esta percepción de que lo que importa es el proyecto tiende
a asimilar empresa con proyecto: “Buscamos contribuir al bien común de la empresa, pero también
queremos sonreír. Yo podría trabajar en una empresa de capital y ganar mucha más plata, pero
prefiero apostar al sueño, apostar a la empresa que es lo que realmente me hace feliz, y más
sabiendo que cuento con la estructura para hacer esto posible, solo no se puede hacer348”.
En las microempresas, en general, los trabajadores son los socios de la compañía, como mucho,
se tiene uno o dos empleados para alguna tarea particular. Un entrevistado indicó: “La fábrica
somos nosotros349”. Otro agregó: “Acá no te podes desligar de nada, todos sabemos de todo, y
todos hacemos todo. Nadie manda350”. La división de tareas puede responder a algún proyecto
puntual, pero no constituye una estructura de funcionamiento de las microempresas. Un
entrevistado señaló: “En algunos momentos tercerizamos algunos trabajos, pero resulta un
problema. Porque tenes que estar todo el tiempo encima para que salga como vos queres.
Entonces, decidimos no tercerizar más y encargarnos nosotros. Eso nos llevó a concentrar aún
más las tareas. Por eso frenamos parte del servicio técnico, nos roba tiempo para enfocarnos en el
desarrollo de software que es lo que realmente nos apasiona351”.
Muchos de estos emprendimientos surgen como producto de las relaciones personales que se
construyen en la UNLP. Estudiantes de las carreras de sistemas o informática, deciden armar una
empresa porque consideran que pueden trabajar en equipo, y no necesitan “hacer trabajos
aburridos para grandes empresas”. Un entrevistado indicó: “Una vez que me di cuenta que había
que incursionar en la industria del software, empecé a buscar socios. Encontré a un amigo de la
Facultad que es más grande que yo y que me ayudaba a preparar las materias y que tenemos un
feeling muy bueno. Él es uno de los socios de la empresa. Después se sumó un amigo de él que
345
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 5)
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 2)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 4)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 4)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 3)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 4)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 3)
346
253
reúne las condiciones: comparte los valores y el conocimiento352”. Luego añadió: “Somos una
empresa joven compuesta por jóvenes. Tenemos en promedio 25 años. Para crecer hay tiempo.
Hoy nos sentimos un grupo de estudio que funciona como empresa353”.
Una de las principales limitaciones de las Microempresas locales se vincula con la dificultad de
acceder a los fondos sectoriales que se promueven desde el Estado, tanto a nivel nacional como
provincial. Muchas empresas señalan la incapacidad de acceder a los créditos del FONSOFT,
FONCYT, FONTAR, etc. Un entrevistado manifestó: “Hemos tenido ofertas de préstamos, crédito,
que nunca pudimos agarrar, no tenemos un área dedicada a eso, con lo cual, no las pudimos
aprovechar. No conozco líneas de financiamiento municipales, si las nacionales como los fondos
del FONSOFT o de Provincia. Como hay que presentar todos los papeles, armar el proyecto para
justificar los fondos, es como que perdés mucho tiempo en eso, en investigar cómo presentar las
cosas354”. Otro agregó: “A veces, termina siendo más el perjuicio de presentar todos los papeles y
justificar cada uno de los gastos que el beneficio del presupuesto en sí para el proyecto355”. En
otros casos, más que las dificultades referidas a la burocracia, se menciona la falta de necesidad:
“No necesitamos acceder a estos créditos. Gracias a dios, tenemos trabajo. Nos movemos muy
bien con el boca en boca, y así conseguimos muchos clientes. Entonces, no se justifica invertir
tiempo en esto356”. Respecto a la Ley Nacional de la Promoción de la Industria del Software,
sancionada en el 2005, para este tipo de unidad productiva resulta prácticamente imposible
acceder a estos beneficios. Las exigencias de invertir un 3% en I+D, exportar el 8% de la
facturación sobre actividades promovidas, certificar estándares de calidad, etc., terminan siendo
totalmente restrictivas para cualquier microempresa radicada en cualquier lugar del país.
6.3.3. Pymes: las grandes beneficiarias de las políticas
El sector Pyme local también presenta una alta dosis de dinamismo. Creció con mucha fuerza a
partir de la devaluación del 2002, al aprovechar las ventajas del tipo de cambio y por las
condiciones específicas de la Ciudad de La Plata referida a la abundancia de capital humano
idóneo para esta actividad. Su crecimiento ha sido constante. Walas Mateo (2012:73) señala que
las Pymes locales se especializan tradicionalmente: “(…) en el desarrollo de soluciones de gestión
para las empresas, desarrollos de contenidos web, arquitectura Java, electrónica de control
industrial, soluciones móviles, y plataforma de pago electrónico (…)”. Producto del gran dinamismo
mencionado, muchas Pymes han incorporado nuevas áreas de trabajo como: cloud computing, big
data, y seguridad de redes, entre otros. Un entrevistado indicó: “Si no cambias de lenguaje de
programación o los productos que vendes, es como transformarte en un vendedor de libros
viejos357”.
El sector Pyme local constituye el beneficiario por excelencia de las políticas públicas dirigidas al
sector, con excepción de los instrumentos de promoción del emprendedorismo. Los créditos
provenientes de los fondos sectoriales del MINCYT, del Ministerio de Producción de la Provincia de
Buenos Aires, y de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), se encuentran dirigidos,
mayoritariamente, a las Pymes locales. A través de estos fondos, muchas de estas empresas
352
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 2)
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 4)
354
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 3)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 5)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 2)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 6)
353
254
pueden “costear” un área de I+D que de otro modo no podrían sostener, o mientras buscan
proyectos, logran mantener la estructura en funcionamiento. Un entrevistado señaló: “La verdadera
ganancia la obtenemos de los proyectos que conseguimos, pero los créditos del FONSOFT nos
permiten sobrevivir358”. Otro agregó: “Los fondos están orientados a promover la investigación
sobre algún desarrollo en específico, no resulta fácil salirte de eso. A nosotros nos ayuda a no
abandonar proyectos que no sabemos si tienen futuro o no359”. Luego, añadió: “Algunos subsidios
nos sirven para desarrollar y otros directamente para subsistir: FONSOFT, PAC, etc.360”. Una de las
limitaciones señaladas respecto a los subsidios es que: “Terminan siendo demasiado largos. En
dos años, a lo mejor el producto desarrollado ya no sirve361”.
La certificación ISO constituye otro de los beneficios centrales a los que acceden las Pymes. Un
entrevistado señaló: “No fue tan importante en sí por los beneficios que trajo, sino por lo que nos
obligó a hacer. La mejora continua nos cambió la forma de funcionamiento de la empresa. Nos
dijeron “hace lo que quieras, como quieras, pero tenerlo documentado” y eso nos ayudó un
montón362”. La posibilidad de certificar calidad permite abrir algunos mercados, ganar clientes, pero
también mejorar la organización interna de las empresas. Otro entrevistado indicó: “En este rubro, a
veces conviene perder plata para mejorar un producto y revenderlo, y para hacer eso, si no tenes
una estructura ordenada y consolidada, no podes. ISO te ayuda a mejorar la calidad de tu
empresa363”.
Otra de las observaciones referidas al mundo Pyme local, se vincula con el DILP. El clúster se
compone, en su mayoría de empresas de este tipo. Walas Mateo (2012) que elaboró un estudio
sobre el sector SSI de La Plata, considerando la experiencia del DILP, señaló que más de la mitad
de las 32 empresas que conformaban el Clúster para el 2012, correspondían a esta categoría. En
palabras de un entrevistado: “El DILP está teniendo mucho movimiento en la actualidad, desde
prensa, comunicación, etc. Está constituyéndose como el ente que nos agrupa a todos como
sector364”. Luego, agregó: “El 95% de los clientes nuestros tienen que ver con contactos. Si no
alimentas el boca a boca, el conocernos entre todos, en un momento la canilla se corta, y te
quedas sin nada. El DILP es un muy buen ámbito para tejer esas relaciones365”.
Algunas de las principales limitaciones y dificultades de las Pymes locales se vinculan con cuatro
factores fundamentales: a) problemas para retener recursos humanos frente a la oferta de trabajo
de empresas grandes de Capital; b) la complejidad de la actividad de desarrollo de software
(tiempos cortos, problemas de financiamiento, déficit de estructura, etc.); c) la escases de demanda
interna por parte de otros sectores productivos locales; d) déficit en materia de comercialización.
Por ejemplo, un entrevistado señaló: “En lo que es desarrollo, hay un límite de tiempo. No podes
pensar un desarrollo de cada a 5 años, porque no sirve. No es fácil pensar a largo plazo y muchos
de los subsidios están orientados para ese lapso de tiempo366”. Luego, agregó: “Para poder
358
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 7)
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 8)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 6)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 7)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 6)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 7)
359
255
desarrollar, necesitas que de 10 tipos que trabajan, 3 se dediquen a eso, y los otros 7 tienen que
ser híper productivos367”.
Díaz, director del LINTI y ex decano de la Facultad de Informática de la UNLP, remarca las
dificultades para trabajar con pymes industriales locales: “En general, las Pymes de nuestros país
gastan el 90% del presupuesto en sobrevivir. Entonces vos no le podes pedir que piensen en bajar
costos. El tipo está más preocupado en tratar de que le paguen, a quien venderle, etc. El tipo no va
a invertir en bajar costos, sino en buscar clientes o hacer que los que ya tiene, le paguen. Esto
restringe enormemente el mercado local368”. En relación a los problemas de comercialización,
Walas Mateo (2012) remarca que la mayoría de los trabajadores de las empresas SSI son
informáticos y no tienen conocimiento sobre marketing y comercialización de productos. Un
entrevistado señaló: “Yo ahora me encargo de la comercialización porque estoy estudiando
Administración de empresas, vimos que era una necesidad capacitarnos en este ámbito. Si todos
sabemos programar y tenemos ideas majestuosas, pero no se las podemos vender a nadie, no nos
sirve369”.
6.3.4. Empresas grandes: productivas, competitivas e intensivas en conocimiento
Las empresas grandes de la ciudad son vistas por las microempresas y Pymes como verdaderos
“Monstruos”. Tres características definen a estas unidades productivas y las diferencian del resto,
además de su tamaño (más de 50 empleados):
a) la mayoría tiene clientes internacionales y ventas al exterior que varían de acuerdo a la
empresa en cuestión;
b) algunas han logrado trabajar de forma articulada con grandes empresas que producen en la
región del Gran La Plata (Grupo Techint, por ejemplo) y otras empresas grandes a nivel
nacional (Automotrices, por ejemplo);
c) algunas invierten activamente en I+D y todas tienen división de tareas y diferenciación de
jerarquías dentro de la empresa;
Las empresas más grandes cuentan con mayor trayectoria y experiencia, tanto por haber formado
hace muchos años sus compañías (Tecnoap) como por haber trabajado mucho tiempo en otras
empresas y conocer bien la actividad (Flux IT)370.
Un entrevistado señaló: “Cuando te tomas este en serio, te das cuenta que una empresa no es un
grupo de amigos trabajando en una garaje. Tenés que armar un equipo sólido. Tenés que darle
bola a la comercialización. Tenés que tener cierta formalidad en lo que es facturación, asuntos
legales, etc. También es muy importante la visión estratégica. Esos factores al principio, cuando
uno es pibe, no están. Sin embargo, la empresa puede salir adelante igual y después la propia
inercia de funcionamiento te hace madurar, crecer y consolidarte371”. Estas empresas suelen
367
Ídem
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
369
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 8)
370
Existe una diferencia generacional entre los jóvenes egresados de la UNLP que recién comienzan a formar sus
empresas, y aquellos que hace mucho tiempo trabajan en el sector.
371
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 9)
368
256
transmitir este conocimiento a las empresas más pequeñas para que comprendan la necesidad de
profesionalizar la actividad: “Les contamos nuestra experiencia, sobre todo a los que recién
empiezan, a los que a lo mejor ni siquiera han conformado aún una microempresa372”.
Estas empresas señalan al conocimiento técnico como un factor diferencial, sin el cual nunca
hubieran podido llegar a donde llegaron. Un entrevistado remarcó: “No podes tener sólo
programadores trabajando en la empresa, se requiere cierta multidisciplinaridad pero el
conocimiento técnico resulta el factor clave373”. Otro entrevistado agregó: “Somos empresas de
software, si no sabes de software no podes triunfar en este rubro. Pero no te alcanza con saber
sólo de software, le tenés que agregar algo más: saber vender tu idea, vincularte con otras
empresas, relacionarte con el Estado, etc.374.”. Luego, añadió: “El conocimiento técnico te permite
una vez que saliste de la Facultad, empezar a vender tus servicios a un startup de Silicon Valley.
De la noche a la mañana, podes estar ganando 10 mil o 12 mil dólares por mes375”. La mayoría de
estas empresas reconoce a la UNLP como una institución primordial para que emerja el ecosistema
SSI. Tal es así que muchos de los fundadores de estas empresas no sólo son egresados de la
universidad, sino también ex trabajadores o investigadores de sus institutos (el LIFIA, por ejemplo).
Respecto a algunos instrumentos de política pública, como los fondos sectoriales del MINCYT,
muchas empresas realizan una valoración positiva de los mismos, pero consideran que resultan
insuficientes. Un entrevistado indicó: “No alcanzan, primero por una cuestión de monto de dinero
asignado a la mayoría de los subsidios, y después por lo engorroso de los tramites que espanta a
la gran mayoría376”. Luego, añadió: “Además, los plazos no ayudan. Cuando vos tenes un
proyecto, lo querés arrancar ahora, como mucho en dos meses. Pero para obtener un subsidio,
tenes que estar dos meses para presentar recién el proyecto377”. Otro entrevistado, señaló: “Estas
ayudas terminan siendo importantes para empresas que estamos consolidadas, y que, a lo mejor,
podemos destinar esos recursos para sostener un mini proyecto de innovación378”. Remarcó: “De
todos modos, si bien ayudan a “semillar” una idea, después resulta compleja la gestación. Con lo
cual, contribuyen pero no son determinantes379”.
Por último, las empresas grandes lograron diversificar su clientela. Esto es: disponer de una
variedad de clientes distintos (pymes locales, grandes empresas corporativas, clientes del exterior,
el Estado, bancos y entidades financieras, etc.). Este grupo heterogéneo de clientes le otorga cierta
estabilidad y les permite dedicar, una porción del tiempo y el capital para tareas de I+D. Un
entrevistado sostuvo: “Tenes que apostar a distintos nichos. Cada uno te da ventajas que tenés
que saber aprovechar. Al nicho Pyme resulta sencillo entrar y vos sabes que requiere sistemas de
modernización, que es lo que vos le podes ofrecer. El nicho corporativo es diferente, refiere a
tareas más de consultoría que, muchas veces, terminan siendo más rentables pero que resulta más
complejo poder entrar. Cuando vendes sistemas de información, se fijan en un montón de detalles:
trayectoria, quienes son tus clientes, etc. Sin embargo, en este nicho la demanda es mucho mayor
que la oferta. Y en relación al nicho del exterior, hoy podes a lo mejor vender servicios a empresas
de Silicon Valley, pero el producto se lo quedan ellos. Entonces, tenés que saber diferenciar
372
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 10)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 9)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 10)
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Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 9)
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257
también donde está el mayor negocio. Si querés vender horas de trabajo, o productos
estandarizados380”. Luego, añadió: “Escapar a la “fácil” constituye el primer paso para armar una
empresa grande que produzca sus propios proyectos y los comercialice que es algo que lleva
mucho más tiempo, demanda una mayor inversión pero te da otro margen de rentabilidad381”.
6.4. Multinacionales y Unicornios
En este subapartado se analiza el caso específico de las empresas multinacionales y los llamados
Unicornios Latinoamericanos (firmas nuevas, basada en el uso intensivo de tecnología, que en un
periodo menor a los siete años alcanzaron una cotización en bolsa superior a los 1000 millones de
dólares) radicados en las ciudad. Se describe y analiza el caso de Globant, por tratarse de una
empresa de origen nacional, creada por un egresado platense de la UNLP, radicada en la ciudad, y
dedicada al sector SSI. Además, se trata de una compañía de origen nacional que ha logrado
conformarse como una multinacional que opera a nivel global.
En la ciudad de La Plata se encuentran operando algunas de las empresas multinacionales del
sector SSI más importantes del mundo (Accenture y Globallogic), otras de menor relevancia pero
también destacadas en el sector y con mucha presencia en la región (Hexacta) y tres de los seis
Unicornios Latinoamericanos (Softtek, Globant, y Despegar). Se puede agrupar a las distintas
empresas multinacionales en tres grupos diferenciados:
Empresas globales: se destaca el caso de Accenture que constituye una de las empresas
de servicios informáticos más importante del mundo382que opera en más de 120 países y de
Globallogic, una empresa de bastante menor escala pero que opera en Europa, USA, India,
Israel, y América Latina383. Una de las principales características de estas empresas es que
no sólo disponen de oficinas en muchos países del mundo, sino que operan en redes
globales. Por ejemplo, una oficina de Accenture en La Plata trabaja para otra oficina de
mayor tamaño que opera en Silicon Valley (un proceso de “tercerización” de la
“tercerización”384).
Empresas regionales en procesos de globalización: se reconocen el caso de Hexacta que
opera con mucha fuerza en Argentina, Uruguay, Brasil y se encuentra en proceso de
expansión mundial. En este caso, la empresa todavía no se ha globalizado del todo (tiene
400 empleados a nivel total, a diferencia del resto de las multinacionales que supera
ampliamente ese número), pero se evidencia una expansión internacional considerable con
380
Ídem
Ídem
382
Accenture es una empresa líder mundial en outsourcing, es decir, “subcontratación” vinculada al área de operaciones
de negocios, informática, desarrollo y mantenimiento de aplicaciones, servicios de soporte técnico y recursos humanos.
(https://www.accenture.com/ar-es/company)
383
Globallogic se dedica al desarrollo de software para grandes empresas como Coca-Cola, Samsung, Fox Networks,
Microsoft, etc. (https://www.globallogic.com/latam/who-we-are/)
384
Miguez (2016:77) reconoce el funcionamiento reticular de las redes globales de subcontratación como parte del
proceso de reestructuración capitalista en el siglo XXI. Al respecto, señala: “Si bien la producción de cualquier bien
implicó siempre la organización de las empresas en diversos eslabones productivos nunca mostraron el actual nivel de
atomización las diferentes funciones de la empresa ni requirieron funciones de coordinación tan extendidas
geográficamente”. La lógica de la subcontratación se encuentra asociada a la posibilidad de explotar al máximo un tipo de
trabajo con un nivel muy alto de estandarización, lo que permite a que las empresas globales desplacen sus inversiones
hacía los países con menores costos laborales y regímenes de trabajo más flexibles.
381
258
grandes exportaciones al mercado europeo y negocios desarrollados en el continente
africano385.
Unicornios Latinoamericanos: se trata de empresas globalizadas de origen latinoamericano
que han alcanzado una valuación superior a los mil millones de dólares. Se destacan los
casos de Despegar, Globant y Softtek, las primeras dos de origen argentino y la última de
origen mexicano que tienen oficinas en la ciudad. En esta tesis, se analizará con mayor
detalle el caso de Globant.
6.4.1. ¿Qué son los Unicornios?
Los Unicornios constituyen empresas privadas, en su mayoría del sector SSI, que lograron ser
valuadas en más de mil millones de dólares en muy poco tiempo, un promedio que no supera los
siete años. A nivel mundial, se mencionan los casos de Uber, AirBnB, Palantir, Dropbox, Snapchat,
etc.386. Suelen ser firmas que operan en el mercado de las redes sociales, un nicho muy dinámico y
un mercado en expansión. Se estima que existen, en total, 144 empresas en todo el mundo, con
una supremacía marcada de Estados Unidos que concentra el 48%, unas 69 empresas de este
tipo. Las primeras cinco empresas Unicornio del mundo se crearon hace menos de seis años (entre
2011 y 2014): Uber, Xioami, AirBnB, Palantir, Snapchat387. Se pueden reconocer, al menos, tres
características particulares de los Unicornios:
Se trata de empresas cuyo patrimonio resulta muy inferior al valor que producen e
infinitamente menor a su cotización. El ejemplo más claro es el de Uber. Se trata de una
empresa que comercializa el servicio de “taxis” en todo el mundo sin ser propietario de
ningún vehículo. Lo mismo sucede con AirBnB que permiten que millones de seres
humanos alquilen un departamento en cualquier ciudad del mundo, sin ser propietario de
ningún inmueble.
En su gran mayoría son empresas que operan en el mercado digital. Sin Internet ni los
teléfonos inteligentes, ninguna de ellas habría podido ser creada ni mucho menos crecer en
tan poco tiempo. Esto significa que se encuentran asociadas a la fase móvil y social de
Internet, en algunos casos explorando el campo “inteligente” a través del Big Data.
La mayoría son empresas globales. Esto es que si bien tiene un centro de operaciones
radicado en algún país en particular, operan en una red global. Se insertan en territorios,
pero se encuentran completamente “desterritorializadas”. Es precisamente su alcance
“global” el que permite su alta cotización en tan poco tiempo. Existen algunas excepciones,
sobre todo en el caso de las empresas chinas que operan sólo en ese país.
En este contexto, se ubican las empresas Unicornio Latinoamericanas que son en total nueve:
Globant, Softtek, Despegar, Mercado Libre, OLX, B2W, Totvs, KIO Networks, y Crystal Lagoons388.
De estas nueve, cuatro son de origen argentino (Despegar, OLX, Globant y Mercado Libre), dos
mexicanas (Softtek y KIO Networks), otras dos brasileñas (B2W y Totvs), y una chilena (Crystal
385
(http://www.hexacta.com/hexacta-history/)
http://www.lanacion.com.ar/1789148-sin-titulo
387
http://www.ticbeat.com/innovacion/los-mayores-unicornios-del-mundo-segun-la-revista-fortune/
388
http://www.bbc.com/mundo/noticias-39077282
386
259
Lagoons). Sóolo la empresa chilena no pertenece al sector SSI. Algunas de las características
principales de estas empresas son:
La mayoría tiene alcance global, pero en algunos casos se trata de empresas de
carácter regional o inclusive local. Por ejemplo, Mercado Libre y Despegar son empresas
que operan sólo en la región, y BW2 es una empresa brasilera que sólo opera en ese
país.
La mayoría de estas empresas fueron creadas antes o un poco después de la burbuja
de Internet impulsada en el 2001. Salvo los casos de Softtek (1982) y Totvs (1989). Se
trata de empresas jóvenes, que en relativo poco tiempo lograron superar los mil millones
de dólares de cotización. Sin embargo, si consideramos el grueso de las empresas
Unicornio en el mundo, la mayoría son aún más jóvenes, creadas una década más tarde
(2011). Se revela que las empresas latinoamericanas requieren más tiempo para
transformarse en Unicornios que empresas de origen chino o norteamericano389.
Existe una concentración muy marcada de estas empresas en Brasil, Argentina y
México. De los 9 Unicornios, 8 provienen de estos países. Según un estudio elaborado
por Tsunamis y NXTP Labs390 en 2016, el 68% de las empresas tecnológicas latinas se
concentran en las mega ciudades de San Pablo, Buenos Aires y Ciudad de México.
Su formación, crecimiento y consolidación responde también a factores sistémicos:
a) formación de capital humano que se suele concentrar en las grandes ciudades
(Buenos Aires, San Pablo, Ciudad de México, etc.);
b) mejoramiento de la infraestructura tecnológica (conectividad) y reducción de
brecha socio-digital;
c) formación de “ecosistemas” innovadores en los cuales interactúan empresas,
universidades, ONGs, gobiernos, etc.
6.4.2. El caso de Globant
La referencia principal como gran Unicornio Latinoamericano es Globant. Se trata de la principal
firma de software surgida en Argentina con alcance global. El 95% de su facturación proviene del
mercado norteamericano y europeo; es sin dudas quien lidera el mercado de exportación de
software en la Argentina. Fue fundada en el 2003 con un valor inicial de 5000 dólares. En el 2016
logró facturar más de 300 millones de dólares. En la actualidad dispone de 29 centros de desarrollo
localizados en 19 ciudades de Argentina, Uruguay, Colombia, México, Brasil, Perú y Estados
Unidos. Además cuenta con cuatro centros de atención al cliente en Estados Unidos, y centro de
dirección en Reino Unido, Argentina, Colombia y Uruguay (Artopoulos, 2015). Tiene en total 5855
389
En el capitalismo informacional o cognitivo, el mercado asume características globales, pero no todos los países y
regiones se insertan en los mismos eslabones de valor. No es lo mismo para empresas que provienen de Estados Unidos
o China, que constituyen las dos principales economías del mundo, ocupar un lugar de preponderancia en esas cadenas
de valor, que para empresas latinoamericanas.
390
Se trata de fondos de inversión y capitales de riesgo que funcionan como aceleradoras de startups en toda la región.
Funcionan como gran articulador de estos proyectos con Silicon Valley (http://www.nxtplabs.com/es/acerca/)
260
empleados391. En palabras de Néstor Nocetti, uno de los fundadores de Globant: “Nuestra filosofía
se centra en captar los mejores talentos y promover el emprendedorismo392”.
La empresa centra su actividad en el desarrollo y la exportación de software. Tiene como
principales clientes a: Linkedin, Google, EMC, Verisign, Sabre y Travelocity, Disney, Dreamworks,
Electronic Arts, y Coca-Cola. Su principal mercado es Silicon Valley, aunque también exporta a
Europa. Se especializa fundamentalmente en: desarrollo de software, ingeniería de software,
aplicaciones móviles, redes sociales, y sistemas informáticos. Fue reconocida dentro del top 10 de
los proveedores de ingeniería de software por Global Services en 2011, y del top 10 de los
proveedores de desarrollo de aplicaciones móviles por IDC Survey en 2012. Google la premió
como la primer outsourcing partner en 2005, la consultora Gartner como Cool Vendor en 2010, y
fue reconocida como una de las empresas emergentes más importantes del mundo por el New
York Times, Economist, Fast Company, y otros medios internacionales (Artopoulos, 2015).
En líneas generales, se pueden destacar cuatro características particulares de Globant que le
permitieron constituir una empresa global:
Descentralización y flexibilidad. Desde el comienzo consideraron la diversidad de talento y
capital humano presente en Argentina, y por eso decidieron abrir varias oficinas en distintas
ciudades: Buenos Aires, La Plata, Tandil, Bahía Blanca, Resistencia, etc. Luego, se
expandieron a otras ciudades de la región como: San Pablo, Bogotá, Montevideo, etc. El
funcionamiento interno permite que si un empleado con cierta trayectoria y capacidad,
presenta un plan de negocios y un proyecto a desarrollar en alguna localidad, la empresa lo
motoriza. El modelo de empresa es similar a Google: desestructurado, descentralizado, sin
cadenas de mando fuertemente jerarquizadas, con una impronta de trabajo en equipo, etc.
Captación de talento local. La empresa apunto desde sus comienzos a la captación de
talento y capital humano concentrado en diferentes ciudades de Argentina y la región. Tal
es así que para poder abrir una oficina en alguna ciudad, la empresa se asegura que exista
una Universidad que forme recursos humanos de calidad. Mauricio Salvatierra, gerente de
Globant Tandil, señaló: “La política de la compañía es mantener el talento en el lugar de
origen. Abrimos una oficina en Tandil porque tiene una de las mejores universidades del
país, en la que tiene una Facultad de Ciencias Exactas en donde tiene una carrera de
Ingeniería en Sistemas muy buena. Entonces, el Ingeniero en Sistemas de Tandil sale muy
preparado393”. La empresa fue fundada por tres egresados de la UNLP (Martin Migoya,
Néstor Nocetti, y Martín Umaran) y uno de la Universidad Pública Nacional del Centro de la
Provincia de Buenos Aires (UNICEN) en Tandil (Guibert Englebienne), lo que
evidentemente repercutió en la decisión de la empresa de apostar a estas ciudades y otras
como Bahía Blanca y la propia CABA.
391
http://investors.globant.com/2017-05-18-Globant-Reports-2017-First-Quarter-Financial-Results
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Wanda Weingert y Néstor Nocetti, Directora de Comunicación y
Marketing y Co-Fundador de Globant (22/10/2014). En la entrevista utilizan la palabra “entrepeneur” en referencia a la
actitud emprendedora de los trabajadores de la empresa que deciden proponer proyectos concretos en distintas ciudades
del país. La visión estratégica de la firma es apoyar esos proyectos que se sostiene en el carácter emprendedor de
algunos “referentes” en materia de desarrollo de software.
393
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Mauricio Salvatierra, Gerente de Globant Tandil, (18/11/2016). El
entrevistado señaló: “Arrancamos con 9 chicos y hoy somos 140 personas en Tandil. Ahora están haciendo un nuevo
edificio para unas 500 personas así que tenemos un lindo desafío para seguir creciendo”.
392
261
El modelo de negocio. Globant decidió apostar a la diferenciación y no a un modelo
nearshore basado en precio394. Para lograr este objetivo, apostó por diversos nichos: en un
principio portales web para el sector de viajes y turismo, luego un outsourcing de tipo
“intimo” (“closeshore”) que fue madurando hasta transformarse en “servicios de desarrollo”
para grandes empresas de Silicon Valley, y por último la especialización en aplicaciones
móviles, redes sociales, videojuegos y big data (Artopoulos, 2015). Otra característica de la
empresa es ajustar lo que pide el cliente con las características específicas de los
empleados de la compañía. Mediante un sistema interno que permite conocer las
habilidades, competencias y gustos particulares de los empleados, al momento de que la
empresa recibe un proyecto, sabe específicamente a quien ofrecerlo. Néstor Nocetti señaló:
“En Globant los empleados no están asignados todo el tiempo a la misma tarea. Están
asignados a un proyecto, pero cuando ese proyecto termina, entre que el glober es
asignado a otro proyecto, se lo asigna a lo que denominamos “talent pool” que es: un
conjunto de personas que están no mucho tiempo esperando que se les asigne un proyecto,
mientras tanto se capacitan, aprenden, etc.395”.
Los globers. Una de las particularidades de Globant, asociada al modelo de empresa-red,
es la idea de comunidad. Artopoulos (2015:200) remarca: “Los empleados fueron
denominados Globers, lo cual indicaba por un lado la condición de empleados globales,
pero también generaba una fuerte identificación con la compañía. Las políticas de
motivación personal explotaron tanto la condición de empleados viajeros, como el disfrute
de una cultura relajada orientada al logro sin rigidices típicas de las empresas tradicionales”.
Dentro del universo Glober, un 1% representa la “Premier League”: se trata de gurúes
(especialistas en distintas tecnologías y prácticas) que traen las últimas tendencias a la
empresa (CESSI, 2014). Estos gurúes organizan distintos “studios” que constituyen
instancia de producción colaborativa sobre diversas áreas de desarrollo (gaming, cloud
computing, Mobile, big data, etc.) y cualquier Glober puede participar.
6.4.3. Globant La Plata
Globant fue fundada en la ciudad de La Plata en el año 2002 por cuatros ingenieros amigos: Martín
Migoya, Guibert Englebienne, Néstor Nocetti, y Martín Umaran. Estos ingenieros abandonaron sus
empleos en empresas multinacionales con el sueño de crear su propia compañía. En 2003, Globant
sale a la luz con una inversión inicial de 5000 dólares, en una oficina de 40m2. Desde el comienzo
apuntaron a buscar clientes del exterior. En 2003 consiguieron su primer gran cliente:
lastiminute.com. Se trataba de una empresa puntocom inglesa dedicada al turismo. Desde ahí en
adelante la empresa no paro de crecer. Al poco tiempo, los cuatro ingenieros amigos se mudaron
de La Plata a una oficina en CABA. Recién en 2008 volvieron a abrir una oficina en la ciudad. Esta
vez no eran cuatro, sino casi 200 empleados.
394
A pesar de la devaluación del 2002 y de la abundancia de capital humano en Argentina, para una empresa como
Globant competir contra las asiáticas que disponen de mucha mayor escala en términos poblacionales y de cantidad de
ingenieros informáticos con título, hubiera resultado imposible. Artopoulos (2015:188): “Si bien el modelo de negocios
indio de competencia por precio fue una inspiración para iniciar las operaciones de Globant, no constituía una ventaja que
se podía sostener en el tiempo”. Tampoco hubiera sido posible competir contra Irlanda, Israel, Suecia o Finlandia que
presentaban un ecosistema innovador mucho más maduro (Artopoulos, 2015).
395
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Wanda Weingert y Néstor Nocetti, Directora de Comunicación y
Marketing y Co-Fundador de Globant (22/10/2014)
262
Globant La Plata constituye una de las más de 12 oficinas que tiene la empresa en el país. Uno de
sus fundadores, Néstor Nocetti, de origen platense, señaló: “Todavía vivo en La Plata, es una
ciudad con mucho potencial396”. Esta oficina, a diferencia de otras que tiene la empresa en el país,
se caracteriza por especializarse en el sector de diseño. Esta ciudad cuenta con un Design Center
que se abrió en 2014, especializado en la formación de diseñadores de interfaces (User
Experiencie, Usabilidad, y Visual Design)397. Néstor Nocetti remarcó: “La innovación asociada al
diseño, se realiza específicamente en La Plata398”. La razón por la cual La Plata ocupa esta rol
dentro de la empresa, responde al tipo de funcionamiento que tiene Globant en el cual, si un Glober
muestra entusiasmo, liderazgo y capacidad para emprender el desarrollo de un área, y la empresa
lo considera adecuado, pone todos los recursos a su disposición. Wanda Weigert, encargada del
área de marketing y comunicación de Globant, señaló: “Nosotros fomentamos el emprendedorismo.
Los líderes de la parte de diseño son platenses. Ellos nos dijeron que en la ciudad se podía
explotar esa veta, y nosotros le dimos manija399”. Si bien cada ciudad aprovecha sus
particularidades, Wanda Weigert remarcó: “Nosotros creemos que la innovación está en todas
partes. Si les damos a todos las herramientas, se logran resultados asombrosos. En la ciudad más
chica que se te ocurra400”.
En Globant La Plata se registraron algunos inconvenientes referidos a despidos de trabajadores en
el año 2013. Según el sindicato que agrupa a los trabajadores del sector SSI, la Unión Informática,
la empresa despidió a 11 empleados que reclamaban mejoras salariales. El sindicato acusa no sólo
despidos injustificados, sino malas condiciones laborales, tomando en consideración al sector:
aumentos salariales por debajo de la inflación, salarios que no se corresponde con las tareas
desempeñadas ni con la trayectoria, horas extras no remuneradas, etc.401. Según un relevamiento
del sindicato, en el año 2015, el promedio de salario percibido no superaba los 20 mil pesos, un
monto muy superior al salario vital y móvil, pero por debajo de lo que puede pagar el sector402. Esta
situación lleva a que, en numerosos casos, los globers decidan renunciar a la empresa y
transformarse en “freelancers”. Zukerfeld (2009:7) señala en relación a los trabajadores
informacionales: “El trabajador fordista no puede ejercer sus conocimientos productivos fuera de la
fábrica porque carece de las herramientas materiales. En cambio, el trabajador informacional suele
acceder fácilmente a la PC. Esto se ve empíricamente en los múltiples casos de programadores
que trabajan de manera independiente, para complementar su salario en una empresa y en los
casos permanentes en los que los empleados se autonomizan definitivamente”. La CESSI (2016:
17) señala la alta tasa de rotación del sector SSI: “(…) durante todo 2015 las empresas rotaron, en
promedio, más de un cuarto de sus trabajadores (…)”.
Se puede sostener, en líneas generales, que Globant La Plata enfrenta tres obstáculos:
396
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Wanda Weingert y Néstor Nocetti, Directora de Comunicación y
Marketing y Co-Fundador de Globant (22/10/2014)
397
https://stayrelevant.globant.com/es/globant-abre-un-design-center-en-la-plata/
398
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Wanda Weingert y Néstor Nocetti, Directora de Comunicación y
Marketing y Co-Fundador de Globant (22/10/2014)
399
Ídem
400
Ídem
401
Los datos son arrojados por la comisión interna del sindicado en la oficina de La Plata:
https://unioninformatica.org/relevamiento-salarial-y-laboral-en-globant-los-resultados-y-el-analisis/
402
Según, la CESSI (2017): “Los datos obtenidos arrojan un salario bruto mensual promedio de $19.500 para la categoría
de programadores sin experiencia previa (Junior), $28.750 con alguna experiencia (Semisenior) y $38.900 para los
programadores con experiencia (Senior)”. Si bien no corresponde comparar 2015 con 2017, una de las limitaciones de los
globers es la falta de diferenciación salarial de acuerdo a la experiencia y trayectoria dentro de la empresa, lo que
conduce, en muchos casos, a que un programador que recién comienza gana casi lo mismo que otro que lleva varios
años en la compañía.
263
Déficit de capital humano. Si bien, se ha reconocido la impronta de la ciudad en términos de
formación de capital humano, a partir del rol que desempeña la UNLP. Lo cierto es que la
cantidad de egresados de la Facultad de Informática resulta insuficiente para sostener el
nivel de demanda del sector SSI. Wanda Weigert indicó: “En La Plata, siempre tenés record
de inscriptos en la Facultad de Informática. El tema es que de esos inscriptos, después se
reciben menos del 5%403”. Esta situación reduce ampliamente la oferta de mano de obra
calificada que necesita la empresa.
Problemas de competencia. La empresa si bien tiene un reconocimiento muy grande a nivel
nacional, regional y global, tiene problemas para retener empleados, y para captar
egresados de la UNLP. La razón es muy sencilla: muchos prefieren formar sus propios
emprendimientos, otros deciden trabajar en otras empresas donde pueden obtener mejores
remuneraciones, y algunos no se sienten interpelados por la actividad que desarrolla la
firma a nivel local.
La cercanía a CABA. La ciudad se localiza a sólo 56km. de la Ciudad de Buenos Aires, lo
que permite que muchos egresados de la UNLP tengan la posibilidad de elegir trabajos en
esa ciudad, sin tener que emigrar necesariamente. De esta forma, Globant La Plata compite
también con Globant CABA y muchas otras empresas de esa ciudad. En CABA existen más
de 120 empresas del sector SSI.
Capítulo 7. Redes, actores y políticas públicas
Este capítulo aborda el núcleo central de la tesis: el análisis concreto del sistema de interacciones
entre los actores locales de la innovación (empresas de diverso tamaño, universidades y/o centros
de investigación, gobierno local, etc.) y su relación con los procesos de innovación sociotecnológica en una ciudad intermedia como La Plata. Además del estudio del sistema de
interacciones entre dichos actores, se profundiza el análisis del impacto de las políticas públicas de
innovación socio-tecnológica nacional y provincial en la ciudad, y el rol específico del gobierno local
en este campo. El modo en que se relaciona el proceso de innovación socio-tecnologica con el
territorio, constituye una variable de análisis permanente.
En relación al gobierno local, se toma como un dato central el cambio de gestión gubernamental
ocurrido en 2015. Se trata de puntualizar los cambios registrados en materia de políticas públicas
de innovación socio-tecnológica, el vínculo con el sector SSI local, y el enfoque general respecto al
rol del Estado en la innovación.
7.1. Los actores locales y sus interacciones
En este subapartado se analiza el sistema de interacciones entre los actores locales de la
innovación. Sobre la base de la caracterización de los actores locales, y el sistema de interacciones
creado por estos, se profundiza el análisis respecto a los factores que favorecen u obstaculizan la
generación de redes de innovación socio-tecnológica en ciudades intermedias. Esta tesis señala
403
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Wanda Weingert y Néstor Nocetti, Directora de Comunicación y
Marketing y Co-Fundador de Globant (22/10/2014)
264
que la conformación de redes de innovación socio-tecnológica favorece el desarrollo de la
innovación a nivel local.
También se menciona la importancia de la red de vínculos personales establecida, y la debilidad
para institucionalizar las interacciones y generar sinergia entre los diversos actores locales de la
innovación.
7.1.1. Los actores locales
Para poder analizar el sistema de interacciones entre los actores sociales de la ciudad de La Plata,
referidos al sector SSI, resulta imprescindible identificar con precisión a dichos actores locales.
Estos no necesariamente constituyen los actores sociales de la innovación “presentes en el
territorio”, sino los que forman parte del sistema de interacciones. Entendemos por participación la
presencia de algún tipo de articulación, comunicación, u enlace entre un actor y otros. Por ejemplo,
se puede evidenciar la presencia de varias universidades en la ciudad que dictan carreras
vinculadas al sector SSI. Sin embargo, dentro del sistema de interacción analizado en esta tesis, se
considera únicamente a la UNLP que constituye el actor social que mayor interacción mantiene con
las empresas y el gobierno local. El recorte de los actores locales responde a los siguientes
criterios:
El criterio de referencia. Cuando se menciona al gobierno local, no se considera a toda la
administración pública local, sino a las agencias estatales que interactúan con los otros
actores sociales (empresas, universidades, etc.). Lo mismo sucede con la UNLP. No se
considera a la Facultad de Informática en su conjunto, sino a los institutos de investigación
que participan del sistema de interacciones identificado en la ciudad.
El criterio de interacción. Como ya se mencionó, no se consideran a todos los actores
sociales de la innovación presentes en el territorio, sino a aquellos que evidencian algún
grado de interacción. Por ejemplo, la empresa Globant La Plata constituye un actor
significativo del sector SSI local. Sin embargo, no participa activamente del sistema de
interacciones. Las empresas que forman parte del sistema de interacciones son las que se
encuentran agrupadas en el DILP.
El criterio de funcionalidad. Esto es: dentro del sistema de interacciones, las empresas
cumplen una función, lo mismo el gobierno local y las universidades. Lo importante es
analizar como interaccionan los diversos actores sociales, atendiendo la diversidad de
funciones: formación y generación de conocimiento, producción y generación de valor,
diseño e implementación de políticas públicas, aceleración de emprendimientos, etc.
El criterio de localización. Se diferenció a los actores sociales de la innovación que se
desarrollan en el ámbito local, de aquellos actores que se desarrollan para el ámbito local.
No resulta útil a la investigación considerar a los actores se encuentran localizados en la
ciudad, sino aquellas que se encuentran localizados e intervienen en el sistema local de
innovación o en los procesos de innovación socio-tecnológica encauzados en el ámbito
local.
265
Además de los criterios señalados, se tomó en consideración el testimonio de los entrevistados y la
investigación documental. Por ejemplo, cuando se realizaron las entrevistas a las empresas,
ninguna mencionó a otra Universidad que no fuera la UNLP404. Al momento de consultar notas de
periódicos o indagar en los programas del gobierno local, se registró que la referencia de la
Municipalidad era la Secretaría de Modernización y Desarrollo Económico (SMyDE). Cuando se
entrevistó a los institutos de investigación, todos mencionaron al DILP.
Además, el recorte forma parte de la estrategia metodológica que implicó priorizar el análisis
específico de la interacción de los actores que se consideran más relevantes en materia de
innovación socio-tecnológica en el sector SSI local. Este recorte obedeció a la posibilidad de
realizar entrevistas en profundidad a los actores clave locales. Este estudio priorizó concentrar las
entrevistas de acuerdos a los criterios de “funcionalidad”, “referencia” y “localización” antes que al
número total de entrevistas. Esto quiere decir que se priorizó el perfil del entrevistado y la
posibilidad de desarrollar entrevistas en profundidad de larga duración (no menos de una hora)
antes que muchas entrevistas de corta duración a perfiles similares. De esta forma, se escogió
entrevistar a:
Empresas de diverso tamaño: Microempresas, Pymes, y Empresas Grandes. Se realizaron
entrevistas en profundidad a cuatro microempresas, cuatro Pymes, y dos Empresas
Grandes. Todas ellas agrupadas en Clúster de empresas del sector SSI de la ciudad: el
Distrito Informático del Gran La Plata (DILP).
Una multinacional de relevancia para el sector SSI como Globant (a pesar de que no forma
parte del sistema de interacciones a nivel local).
Al presidente del DILP y luego Polo IT para obtener una visión general del clúster y no
enfoques parciales de sus integrantes.
Una incubadora privada local: La Plata Hub.
Tres institutos de investigación de la Facultad de Informática de la Universidad Nacional de
La Plata: III-LIDI, LINTI Y LIFIA.
La Secretaría de Modernización y Desarrollo Económico de la Municipalidad de La Plata
durante la gestión de Pablo Bruera 2007-2015. Con el cambio de gobierno en 2015, se
entrevistó a la Secretaría de Modernización para obtener una visión general de la nueva
gestión gubernamental de Julio Garro405.
404
Fruto del trabajo de campo y el testimonio de los entrevistados, se accedió a un dato fundamental: una gran cantidad
de micro emprendimientos y Pymes locales fueron fundadas por egresados de la UNLP, y en muchos casos, esas
mismas personas se habían desempeñado en el LIFIA que constituye uno de los principales institutos de investigación de
la Facultad de Informática de la UNLP. “Casi todos salieron de acá” manifestó Gabriel Baum, director del LIFIA, en
referencia a los emprendedores platenses.
405
A diferencia de la gestión gubernamental de Pablo Bruera, en la cual se identificó con precisión la “referencia” dentro
de la Municipalidad que participaba del sistema de interacciones, con el nuevo gobierno de Julio Garro, resultó más difícil
acceder a la nueva referencia. Además de la Secretaría de Modernización, se identificó a la Secretaría de Planeamiento
Urbano y Desarrollo Económico como una referencia a seguir, pero no se logró acceder a los funcionarios
correspondientes para realizar una entrevista. Sin dudas, se reconoce esta falencia como una limitación de la
investigación, originada por un cambio de coyuntura disruptivo.
266
En el cuadro 50 se puede observar cuales son los actores locales que participan del sistema de
interacciones analizado. Si diferencia tipo de actor, rol, y referentes:
Cuadro 50. Los actores locales
Tipo de actor
Rol
Referente
Microempresas, Pymes y Empresas
Producción de valor y generación de Grandes agrupadas en el DILP y
Empresas
empleo
Polo IT
Aceleración y búsqueda de financiamiento La Plata Hub
Incubadoras
para los emprendimientos
Producción de conocimiento y formación de III-LIDI, LINTI y LIFIA-Facultad de
Universidades capital humano
Informática de la UNLP
Diseño e implementación de políticas Secretaria de Modernización y
Gobierno local públicas de innovación socio-tecnológica
Desarrollo Económico
Fuente: elaboración propia
7.1.2. El sistema de interacciones
Antes de definir “sistema de interacciones”, resulta necesario identificar cuatro ideas-fuerzas que
sostienen a esta tesis y que justifican porque se seleccionó esta estrategia (análisis específico de
las interacciones entre actores sociales locales) por sobre cualquier otra posible (estudio de caso
de una firma, análisis cuantitativo sobre la base de indicadores de innovación, etc.):
La innovación constituye un proceso interactivo. Yoguel, Borello y Erbes (2005:2) señalan:
“En este contexto, definido por nuevas condiciones de producción y de mercado el proceso
innovativo cambia desde una perspectiva individual (y frecuentemente incremental), hacia
un fenómeno colectivo donde la capacidad para colaborar e interactuar y una estructura
institucional adecuada promueve el desarrollo de actividades innovativas por parte de los
agentes”. Esto quiere decir que estudiar el sistema de interacciones entre actores sociales
locales constituye un primer paso para analizar los procesos de innovación sociotecnológica que se desarrollan en el ámbito local.
La innovación responde a factores sistémicos. No resulta posible analizar los procesos de
innovación sin atender a diversos factores sistémicos: condiciones macroeconómicas,
políticas públicas, tipo de inserción en el mercado internacional, desarrollo productivo, perfil
y grado de especialización, trayectoria de firmas, modelo de desarrollo económico y social,
participación de la comunidad en estos procesos, etc.
La innovación nunca es lineal. Yoguel, Borello y Erbes (2005:7) aclaran: “no todas las
empresas son capaces de aprovechar la atmósfera institucional virtuosa derivada del buen
funcionamiento de un sistema local”. Esto quiere decir que existen factores específicos,
vinculados al territorio, que condicionan los procesos de innovación socio-tecnológica, y que
no siempre, la existencia de los mismos factores determina el mismo resultado.
La innovación requiere tanto de instituciones como de redes informales. El conocimiento
circula no sólo a través de instituciones, sino también entre actores por canales informales.
Los vínculos establecidos entre actores sociales, aún sin estar institucionalizados,
constituyen factores de aliento a la innovación.
267
Una vez identificadas a estas ideas-fuerzas, se puede definir al sistema de interacciones406 como:
el conjunto de articulaciones e interacciones entre los diversos actores sociales locales destinadas
a promover la innovación socio-tecnológica. Este conjunto de interacciones se sostiene sobre la
base de “puntos de contacto” y “formas de contacto”. Lo primero alude a las razones que explican o
podrían explicar la interacción (¿Por qué los actores interactúan?). Lo segundo refiere las formas o
mecanismo bajo los cuales se lleva o podría llevarse a cabo (¿Cómo interactúan?). Respecto a los
puntos de contacto, se pueden mencionar cuatro:
Para mejorar la productividad y competitividad del sector productivo local. Por ejemplo, el
acceso del sector productivo al conocimiento generado por las universidades, permitiría
aumentar la productividad en términos de: acceso a la información, nuevos formas de
organización del trabajo y la producción, incorporación de tecnología, nuevos modos de
comercialización y marketing, cambios en el diseño de productos, etc. El aumento de la
productividad constituye un factor que favorece la generación de economías de escala, y
viceversa.
Para coordinar las necesidades del sector productivo con la oferta de capital humano. El
conocimiento generado en las universidades muchas veces no responde a las necesidades
productivas locales, lo que impide que se genere un circulo virtuoso entre producción de
conocimiento, inclusión de ese conocimiento en la estructura productiva para añadir valor, y
mayor demanda de conocimiento.
Para incrementar las ventajas competitivas del territorio. La generación de sinergias entre
los actores locales permite incrementar los factores positivos que favorecen la innovación
local y de esta forma colocar al territorio en una posición favorable dentro del sistema
nacional de innovación, así como también en términos de atracciones de capitales,
trabajadores, profesionales, etc.
Para profundizar el desarrollo económico, social y humano del territorio. La interacción entre
los actores sociales locales, permitiría la conformación de una perspectiva estratégica
común para impulsar el desarrollo del territorio en base a la definición de: metas, líneas de
acción, proyectos conjuntos, plazos definidos, etc.
En relación a las formas de contacto, se pueden identificar cuatro:
Transferencia de conocimiento. Refiere a que las universidades y/o centros de
investigación producen conocimiento que puede ser utilizado por las empresas. Por
ejemplo, para el caso de la producción farmacéutica, la circulación y transferencia de
conocimiento entre institutos de investigación, universidades y empresas de biotecnología
permitiría mejorar algunos medicamentos existentes o crear nuevos.
Redes productivas locales. Remite a la cooperación y articulación entre empresas,
universidades, asociaciones de la sociedad civil y gobierno local, para el caso concreto del
impulso a una trama productiva local. Este el caso del sector SSI de la Plata, en el cual el
406
Esta tesis no pretende elaborar una definición general del término, sino aclarar el sentido con el que se va a utilizar
este concepto.
268
sistema de interacciones entre los actores locales se encuentra orientado a motorizar este
sector.
Proyectos conjuntos. En este caso, la interacción entre los diversos actores sociales se
encuentran orientada no al impulso de un sector de la economía, sino a un proyecto tecno
productivo específico. El ejemplo de esta forma de interacción refiere al proyecto de
producción de satélites AR-SAT entre INVAP, distintas agencias estatales, el CONICET,
diferentes universidades del país, el gobierno de la Provincia de Rio Negro, etc.
Espacios físicos de interacción multiactoral. Refiere a la conformación de distritos
industriales, polos tecnológicos, espacios de co-working multiactorales, etc. Estos espacios
permiten agrupar a los actores y generar las condiciones para que surjan las interacciones.
En relación al caso de La Plata, tomando en consideración el sistema de interacciones entre los
actores sociales locales del sector SSI, se evidencia la presencia del segundo y el tercer punto de
contacto referido a coordinar las necesidades del sector productivo con la demanda de capital
humano, e incrementar las ventajas competitivas del territorio (Gran La Plata). Respecto a las
formas de contacto, se considera que el sistema de interacciones obedece a la forma de red
productiva local. Lo que sigue a continuación se vincula con el análisis especifico de esa red
productiva local y los “nodos problemáticos” presentes en el sistema de interacciones.
7.1.3. Red de innovación en la Ciudad de La Plata: el caso SSI
Como se mencionó en el subapartado 3.4 del marco teórico- de acuerdo a la tipología sobre redes
de conocimiento elaborada por Finquelievich, Feldman y Girolimo (2015)- se analizó el caso
concreto de La Plata para definir qué tipo de red se constituyó (formal, informal, e institucional),
cual es el grado de reciprocidad entre los actores (alto, medio, o bajo) y la dimensión espacial que
tiene la red (global, regional o local). También se tomaron en consideración otros factores como: el
origen de las iniciativas de colaboración o intercambio, el liderazgo ejercido por alguno de los
actores, el contenido de las transferencias realizadas entre los actores, la concretización de
proyectos multiactorales en el territorio, y la red de vínculos personales establecida.
En el siguiente Cuadro 51, se introducen algunas características de la red productiva local del
sector SSI de La Plata:
Cuadro 51. Red productiva local del sector SSI de La Plata
Tipo de red
Informal: carece de criterios
explícitos
para
su
funcionamiento, sin embargo
se producen interacciones
producto
de
compartir
intereses
comunes
y
complementarios. Se destaca
la presencia de una red de
vínculos personales entre
varios de los actores.
Grado de reciprocidad
Media-baja: la red se sostiene sobre la
base del liderazgo de uno o más
actores (puede ser un actor de la
innovación o inclusive una persona o
agente específico). El nivel de
interacción se da de forma limitada y
esporádica.
Las
interacciones
responden, en muchos casos, al
interés particular de uno de los actores.
Dimensión espacial
Local: su vinculación es
con los actores del
territorio y su alcance no
supera los límites del
municipio o ciudad. En
este caso, comprende la
región del Gran La Plata
(La Plata, Ensenada, y
Berisso)
269
Fuente: elaboración propia
En relación al tipo de red, resulta necesario realizar tres observaciones. En primer lugar, la red no
contiene ningún elemento que permita considerarla como una red formal u institucional. No dispone
de un espacio físico. Tampoco definió criterios explícitos de funcionamiento (cronograma de
reuniones, encuentros sistemáticos, organización de actividades, etc.). Ni tampoco dispone de
recursos específicos para desarrollarse como red: recursos económicos, personal disponible,
cargos institucionales nombrados por el gobierno local, etc. En segundo lugar, el sistema de
interacciones no se encuentra institucionalizado. Esto quiere decir que los vínculos se establecen
de forma esporádica, coyuntural, y producto de la motivación e incentivo particular de algún actor
interesado en algún tema específico. Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP señaló:
“Deberíamos trabajar con el CONICET, hasta el momento no lo pudimos hacer”407. No existió
ningún plan de acción o plataforma de funcionamiento que estableciera de forma explícita quienes
son los actores de la red y a quienes de todo ese conjunto, resulta imprescindible poner en
coordinación. Por último, uno de los factores que mejor explica las interacciones entre actores
remite a la red de vínculos personales. Un entrevistado, egresado de la UNLP y fundador de una
microempresa local señaló: “Acá nos conocemos la mayoría. Si necesitas algo puntual, es cuestión
de buscar a la persona indicada. En muchos casos, esa persona a lo mejor fue compañero tuyo en
la facultad o en el colegio408”.
El hecho de que La Plata constituye una ciudad de tamaño intermedio409 (“ni muy chica, ni muy
grande”) y tratándose de un sector productivo con características muy particulares, muchos de los
actores mantiene al menos tres vínculos de forma simultanea: a) personal- algunos son amigos,
otros conocidos, y en algunos casos si bien no existe una relación formal, resulta sencillo acceder
al contacto; b) profesional-muchos compartieron espacios de formación profesional en la UNLP y
en algunos casos en sus institutos de investigación (el LIFIA, por ejemplo); c) sectorial- los que no
se conocen de la facultad ni tiene vínculos personales, comparten la actividad económica a la que
se dedican, lo que permite que casi siempre exista algún tipo de conocimiento (esta situación se
expresa de forma más nítida en el sector Pyme local).
En relación al grado de reciprocidad entre los actores, se pueden reconocer tres aspectos
fundamentales:
Gran liderazgo ejercido por Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP, fundador de la
empresa Celeritive, y director de la incubadora privada “La Plata Hub”. En su diversidad de
roles, los otros actores reconocen el papel desempeñado por él. Uno de los entrevistados,
fundador de una Pyme sostuvo: “Pablo le dio un dinamismo impresionante al DILP410”.
407
Entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP (4/05/2015)
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 2)
409
Javier Díaz, director del LINTI, señala: “La Plata es una ciudad donde se vive como pueblo”.
410
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 5)
408
270
Javier Díaz, director del LINTI, remarcó: “Pablo se mueve mucho”411. Armando Di Guisti,
remarcó: “Con Pablo nos cruzamos permanentemente412”. Un entrevistado, fundador de una
microempresa señaló: “El DILP es un ejemplo del gerenciamiento por parte de nuevas
generaciones. Toman notas de las reuniones, se preocupan por los socios, etc. No pierden
de vista que el tiempo es dinero. Tenemos que hacer las cosas rápido y bien. Es un placer
trabajar con instituciones como el DILP, donde hay proactividad, te dan ganas de hacer
cosas, de trabajar, ayudar. Pablo tiene una visión de las cosas bastante innovadora413”.
Contradicción entre trayectoria y reconocimiento dentro de la red. Tal es el caso del LIFIA,
ampliamente reconocida por el resto de los actores como dinamizador de la innovación el
sector SSI, y sin embargo, ocupa un rol marginal en la red. Gabriel Baum, director del LIFIA
señaló: “Con empresas de acá, que yo recuerde, no hicimos nada juntos. Con la
Municipalidad, alguna vez nos llamaron, pero nunca salió nada414”. Un emprendedor local
mencionó: “El LIFIA es un monstruo”, pero luego agregó: “Sería bueno que podamos
interactuar más, pero en cierta forma ellos nos compiten415”.
Interacciones esporádicas, coyunturales y bidireccionales. Un entrevistado, fundador de una
microempresa señaló: “Hicimos un proyecto con la Municipalidad de desarrollo de líderes
sociales. Era un proyecto de seis meses destinados a los líderes de asociaciones de la
sociedad civil, fundaciones, presidentes de clubes de futbol, etc. El objetivo era formar
liderazgos. El proyecto terminó y no volvimos a tener ningún vínculo416”. Luego agrega:
“También asesoramos a Pymes y cámaras empresarias, son proyectos que empiezan y
terminan417”. La Municipalidad, en conjunto con una empresa Pymes que forma parte del
DILP, desarrolló el sistema de alerta temprana de la ciudad. En este caso, el vínculo fue con
un objetivo preciso, y no se mantuvo ninguna continuidad, ni se extendió la relación a todo
el clúster. La directora de la Secretaría de Modernización y Desarrollo Económico (SMyDE),
Alejandra Sturzenegger, señaló: “Las relaciones no siempre son un triángulo perfecto, a
veces te diría que se trata de un ángulo: Municipalidad-empresas, MunicipalidadUniversidad, y a veces el vínculo se da de forma directa entre universidad y empresa418”.
La red del sector SSI local coexiste con varias redes presentes en el territorio y que muchas se
entrecruzan con la propia red local lo que evidencia una característica sistémica que se puede
definir como “red de redes”. Se pueden mencionar algunos ejemplos:
El DILP: las microempresas, Pymes y empresas grandes se agruparon en un clúster del
sector SSI. Dentro de esta red formal, institucionalizada, con roles definidos, y un fuerte
liderazgo de su presidente, Pablo Baldoma Jones, se identificó un grado de reciprocidad
muy alto: proyectos desarrollados en conjunto, trasferencia de conocimiento, asesoramiento
por parte del clúster a algunos de sus miembros, puesta en común de experiencias, vínculo
411
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Ing. Armando di Guisti (15/05/2017)
413
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 11)
414
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Gabriel Baum, director del LIFIA (23/04/2015)
415
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 8)
416
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 11)
417
Ídem
418
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Alejandra Sturzenegger, directora de la Secretaría de Modernización y
Desarrollo Económico (SMyDE) de la Municipalidad de La Plata (22/10/2014)
412
271
con cámaras del sector como la CESSI, etc. Esta red constituye un actor fundamental de la
red local.
419
420
421
Dentro de la Faculta de Informática de la UNLP, los tres institutos de investigación (III-LIDI,
LINTI y LIFIA) trabajan de forma articulada. Javier Díaz remarcó: “Los grupos son muy
activos. Algunos están vinculados a producción científica, y otros hacen transferencia a
gobierno/empresas, algunos lo hacemos más que otros. Los últimos 6 años empezamos a
promover bastante hackatones, competencias de programación, competencia de seguridad
(son 10 años), software y hardware libre, acceso abierto, todas esas cosas estamos
intentando impulsarlas con fuerza. Estas cosas las hacemos fundamentalmente en la
Facultad, la mayoría las promovemos desde el LINTI, el LIFIA trae algunos eventos de
afuera, por ejemplo el de Software Libre. Generalmente organizamos eventos anuales, y
cada tanto algunos de afuera. El Tito también organiza eventos. La Facultad fue sede de
CACCI y JAIO419”. Además, la facultad integra el Grupo Montevideo y la Red de
Universidades Nacionales con Carreras de Informática (RedUNCI420).
La Municipalidad de La Plata integra la red de municipios de la Provincia de Buenos Aires.
Desde el 2016, la ciudad forma parte de los “clubes de innovación421” de la Provincia y la
iniciativa 135camp422 destinada a la cooperación y articulación entre municipios. Su posición
de capital de la Provincia de Buenos Aires le asigna un rol preponderante en esa red.
Maximiliano Constantinis, Director de Servicios al Ciudadano de la Secretaría de
Modernización de la Municipalidad de La Plata, señalo en relación a estas iniciativas: “La
idea es que se junten los 135 municipios para compartir que está haciendo cada uno.
Compartir información y desarrollos en el caso de que haga falta. En vez de hacer un
desarrollo o contratarlo a alguien para que lo haga, a lo mejor algún municipio lo tiene y te lo
puede dar. En el caso de gobierno abierto, Nación me dijo toma Maxi te doy el código,
Provincia me dijo vamos a dar 10 licencias, una es para La Plata. Si yo puedo trabajar con
el de Nación, deja la licencia para otro Municipio423”.
Redes informacionales globales. Dentro del sector SSI, por el tipo de actividad, las
empresas forman parte de un mercado en el cual necesariamente integran redes de
carácter global. Un entrevistado, fundador de una microempresa dedicada al desarrollo de
software indicó algunas de las problemáticas a las que se enfrentan por las características
del mercado al que apuntan: “Uno de los primeros problemas es que nosotros tenemos un
mercado global. Hacer un juego en una semana, poder se puede, pero eso no te convierte
en una empresa. Supongamos que lo haces, y lo ofreces en google play. El tema es que la
plata que cobrarías porque la gente juega a tu juego, no la podes cobrar siendo
monotributista424”.
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
http://redunci.info.unlp.edu.ar/
https://www.gba.gob.ar/es/innovacion/noticias/comenzaron_los_clubes_de_innovaci%C3%B3n_en_la_provincia
422
http://135camp.laplata.gob.ar/
423
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Maximiliano Constantinis, Director de Servicios al Ciudadano de la
Secretaría de Modernización de la Municipalidad de La Plata (22/07/2016)
424
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 3)
272
Se puede reconocer cuatro grandes ausencias en este sistema de interacciones a nivel local. El
reconocimiento de estas “ausencias” proviene del testimonio de los propios actores y del análisis
específico de la “funcionalidad” de estos actores ausentes dentro del sistema local de innovación:
El CONICET-La Plata. El Centro Científico-Tecnológico de la Plata se encuentra integrado
por 27 centros e institutos, y más de 3000 trabajadores, entre investigadores, becarios y
personal de apoyo425. Si bien tiene algunos programas que impacta en el sector SSI (sobre
todo fondos para financiar beca de posgrado en disciplinas referidas al sector, como
Ingeniería en Sistemas o Informática) no forma parte activa de la red local. Su orientación
general se encuentra relacionada a la transferencia de conocimiento al sector Pyme
industrial a través de la delegación de La Plata de la Fundación INNOVA-T426. Pablo
Baldoma Jones señala algunas de las razones por las cuales resulta difícil integrar el
CONICET a la red: “La organización con la que más deberíamos interactuar las empresas
es con el CONICET. Sobre todo el CONICET de acá, de La Plata. Deberíamos poder
generar una red entre CONICET y las empresas. La predisposición esta, lo que falta son
modelos que rompan la compuerta. Que exista voluntad a que haya transferencia, por
ejemplo. Muchos de los que trabajan ahí, te digo que conozco a varios, son reacios a que
su conocimiento se transforme en dinero. Por algún preconcepto que tienen427”.
Globant La Plata. La mayoría de las multinacionales presentes en la ciudad no participan de
la red, en parte porque no les interesa, tampoco la necesitan, y además no fueron
convocados por el resto de los actores. El caso de Globant debe analizarse con otra óptica.
Esta empresa fue creada en la ciudad, uno de sus fundadores, Néstor Nocetti, aún vive en
la ciudad, y en muchas otras ciudades del país, como el caso de Tandil, son actores
protagónicos de las cámaras industriales que nuclean a las empresas SSI428. Esta empresa
firmó además convenios con varias universidades del país, y tiene algún tipo de interacción
con ellas. En el caso de La Plata, Néstor Nocetti señala: “En La Plata no participamos de
ninguna cámara, ni trabajamos con la Municipalidad. La verdad no tengo una explicación,
simplemente nunca se dio la oportunidad. En otras ciudad, como Tandil, si trabajamos
muchísimo con las cámaras y hacemos cosas con el gobierno también429”.
Capitales de riesgo. Una característica general de las ciudades intermedias de la Provincia
de Buenos Aires es la escasez de capitales de riesgo que permitan financiar y sostener
425
http://www.laplata-conicet.gov.ar/
http://www.innovat.org.ar/
427
Entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP (4/05/2015)
428
Mauricio Salvatierra, Gerente de Globant Tandil, señaló: “Hoy hay entre 30 y 40 empresas en la Cámara en las que
nos sentamos, planificamos, discutimos, cómo va a ser el sector IT en Tandil y cómo queremos que la industria IT se
desarrolle en Tandil de la mano de la innovación, el emprendedurismo, de que se vayan estableciendo empresas.
Entonces, vos tenés un Globant, un Grupo Assa, empresas que arrancaron como startups, haciendo I+D, innovación,
donde tienen 4 o 10 empleados. Existe ese ecosistema donde todos nos podemos sentar y hablar cómo se está
desarrollando la industria acá”. Su rol dentro de la cámara de empresas del sector SSI de Tandil resulta preponderante y
además se relaciona con el gobierno local: “Lo que nosotros estamos gritando es “muchachos, súbanse al tren de la
transformación digital porque quedamos todos afuera de esto”. De alguna manera el municipio entiende esto y tiene las
puertas abiertas y da todas las facilidades necesarias para que sean parte de esa transformación. Si vos tenés a esos
tres actores, que están comprometidos y no tienen problemas en sentarse en una mesa para discutir el futuro del sector
IT en Tandil. Tenés un ecosistema muy muy bueno”. Esta situación resulta completamente distinta a la de Globant La
Plata que no participa del DILP ni articula con la Municipalidad ni con los institutos de investigación de la UNLP.
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Mauricio Salvatierra, Gerente de Globant Tandil (18/11/2016)
429
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Wanda Weingert y Néstor Nocetti, Directora de Comunicación y
Marketing y Co-Fundador de Globant (22/10/2014)
426
273
proyectos de innovación. La principal incubadora y aceleradora de startups es La Plata Hub
que funciona como capital de riesgo al conseguir inversores para esos proyectos. Entre las
empresas que operan como “inversores” se destacan: empresas como Microsoft y Biosima
Biotecnología, Universidades como la UNLP, UTN y la Universidad del Este, y algunos
capitales de riesgo como Rackspace, Krugerlabs y Buissnes Angel. Según las propias
palabras de Pablo Baldoma Jones, quien además de presidente del DILP es el director y cofundador de La Plata Hub: “Estamos trabajando para atraer más capitales de riesgo, pero
no resulta una tarea sencilla. Muchos eligen otros países antes que Argentina o mismo,
priorizan la Ciudad de Buenos Aires430”.
En el marco del análisis de la red local, se puede evidenciar cuatro debilidades presentes:
Falta de conexión entre el sistema científico-tecnológico y el sector productivo SSI.
La poca participación del CONICET-La Plata en el sistema de interacciones a nivel local 431,
y sobre todo la escasez de espacios de transferencia de conocimiento entre los institutos
de investigación de la UNLP y las empresas, demuestran esta situación. Gabriel Baum,
director del LIFIA señaló: “Nunca llegamos a armar un proyecto con ninguna de estas
empresas. Cuando empezamos con el proyecto de Televisión Digital Abierta (TDA), se
acercaron algunas empresas. Pero o bien no tenían el conocimiento técnico como para
meterse, o bien no veían un negocio432”. Javier Díaz, director del LINTI agrega: “Las
empresas en Brasil trabajan más con las universidades, porque el 1% de la facturación se
tiene que invertir en I+D. Acá no. Las empresas, más allá de que la ley de software diga
que hay que invertir en calidad y en investigación, conozco muy pocas que lo hagan. Las
empresas grandes tiene a alguien que hace I+D o un grupito, pero no muy grande ni muy
activo. No es habitual que ese grupito se vincule con las universidades433”.
Déficit en las sinergias generadas entre los actores. La mayoría de las interacciones
son bidireccionales y responden a algún interés particular de algún actor. Armando di
Guisti, Rector de la Facultad de Informática y director del III-LIDI, señaló: “Colaboramos con
la capacitación, cuando alguna empresa nos solicita434”. Javier Díaz agregó: “Ahora hay
empresas que nos están pidiendo que hagamos investigación, pero tiene más que ver con
que la tecnología es muy cambiante, no existe mucha gente que la maneje. La relación
viene por ese lado. Che saben cómo hacer esto, nada más435”. En relación a la
Municipalidad, Javier Díaz añadió: “Nos juntamos menos de lo que deberíamos. Muchos
menos. La municipalidad hace sus eventos de innovación, la Provincia hace sus eventos de
innovación, el Polo IT hace su encuentro de polos y clústeres pero no convoca a
académicos436”.
430
Entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, Director de La Plata Hub (16/04/2017)
El Centro Científico-Tecnológico CONICET-La Plata constituye el CCT más grande del país. Cuenta con 27 Unidades
Ejecutoras. Ninguna de ellas se especializa en Ingeniería de Sistemas, Informática, etc. El CCT tiene una clara
orientación hacía las ciencias de la salud, biotecnología, bioquímica, física, biología y ciencias sociales. El Instituto de
Investigaciones en Electrónica, Control, y Procesamiento de Señales (LEICI) se encuentra vinculado a la Electrónica
Industrial y no al sector SSI.
432
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Gabriel Baum, director del LIFIA (23/04/2015)
433
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
434
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Ing. Armando di Guisti (15/05/2017)
435
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
436
Ídem
431
274
Falta de Networking. La falta de un espacio físico en el que puedan interactuar los
diversos actores constituye una limitación para estimular el networking. Pablo Baldoma
Jones, señaló: “La falta de una oficina perjudica la interacción. Necesitamos compartir
muchos almuerzos, meriendas, cenas, espacios recreativos. Necesitamos mucho más el
encuentro cara a cara437”. Javier Díaz remarcó: “Lo que necesitamos para innovar es
networking, y el networking no se genera escuchando una conferencia, sino buscando
espacios comunes438”. Un entrevistado, fundador de una microempresa remarcó la
necesidad de planificar el networking: “La innovación depende de habilidades: el
pensamiento lateral, los equipos interdisciplinarios, etc. Si hacemos un brainstorming y la
gente ni abre la boca. O llegas a decir algo que nos les gusta y te tiran con algo por la
cabeza. Hay que modificar determinadas conductas439”. Otro entrevistado, fundador de una
empresa de videojuegos indicó: “Lo que está faltando en la ciudad es un espacio abierto,
un laboratorio con herramientas de trabajo y otras personas que están haciendo cosas.
Armar un espacio abierto, donde cada uno de nosotros sabe que está a su disposición,
generaría mucha motivación y estímulo a la innovación. Esto me parece la manera más
inteligente de invertir. Es mejor en vez de dar 60 mil pesos a cada micro-empresa para
financiar su proyecto, donde a pesar de la utilidad de la experiencia, muchas veces el
producto no llega a buen puerto, es preferible poner ese dinero, comprar maquinas,
consolas y ponerlas a disposición de la gente. Ahí el impacto es mucho mayor. Además
genera networking. Uno no va solo por las maquinas. Si la gente que está aprendiendo
como usar una máquina, un programa, o lo que sea, esta toda junta, el aprendizaje se
agiliza440”.
Déficit institucional. La falta de institucionalización de las interacciones impidió general un
“marco organizativo” bajo el cual se generan los enlaces. Sin espacio físico, sin plan de
acción, sin metas y objetivos generales comunes, sin criterios de funcionamiento, resulta
difícil que las redes avancen y se consoliden. La política de la Municipalidad de La Plata ha
sido la de abrir las puertas sin tejer puentes, lo que afectó notablemente la posibilidad de
construir institucionalidad alrededor del procesos de interacción. Alejandra Struzenegger,
directora de la Secretaría de Modernización y Desarrollo Económico (SMyDE), señaló: “El
Estado no es sólo un dador de recursos económicos para las empresas. Nuestro rol es
acompañar, y funcionar como intermediarios con otros estamentos del Estado, es decir,
VINCULAR a las empresas con organismos o programas de financiamiento que si
dispongan de recursos441”. Gabriel Baum, director del LIFIA, señaló: “Acá el Polo
Tecnológico no existe, nunca se creó, y creo que la Municipalidad de La Plata tiene mucho
que ver en eso442”. Un entrevistado, fundador de una microempresa, resaltó:
“Generalmente con el gobierno, vos le decís tengo esta idea, hagámosla, y por ahí te dicen
que sí, pero nunca te atienden y lo terminan haciendo ellos443”. Luego, agregó: “La
Municipalidad no te invita444”.
437
Entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP (4/05/2015)
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
439
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 11)
440
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 3)
441
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Alejandra Sturzenegger, directora de la Secretaría de Modernización y
Desarrollo Económico (SMyDE) de la Municipalidad de La Plata (22/10/2014)
442
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Gabriel Baum, director del LIFIA (23/04/2015)
443
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 5)
444
Idem
438
275
Con el cambio de gestión gubernamental, ocurrido en Diciembre del 2015, se registraron algunos
cambios que vale la pena resaltar. En primer lugar, se lanzó el Polo IT en el 2016. En este caso, no
se trata sólo de un clúster que agrupa a las empresas SSI locales sino que, como indica Pablo
Baldoma Jones: “el Polo es una apuesta por crear un espacio más abarcativo de lo que
proponíamos desde el DILP y con una estructura jurídica que nos va a permitir asociar al gobierno
y las universidades para convertir a La Plata en un polo del conocimiento y de la industria del
software445”. Una de las primeras iniciativas creadas por el Polo IT fue la configuración del mapa La
Plata up que contiene la ubicación de todas las empresas SSI de la ciudad. El objetivo es estimular
la sinergias entre las mismas, mediante la centralización de la información y la posibilidad de que
cada una pueda contactar a la otra y saber en qué se especializa, que productos ofrece, etc. En
segundo lugar, la Municipalidad de La Plata lanzó en 2016, “La Plata emprende” que constituye un
espacio físico (oficina de más de 300 mt2) que cuenta con conectividad, equipamiento tecnológico
(Dron, visores VR, Impresora 3D), espacio de reuniones y descanso, etc. Pablo Baldoma Jones,
remarcó: “La Plata Emprende es una iniciativa nueva que da cuenta de la impronta que esta
Municipalidad le da al emprendedorismo tecnológico446”.
Por último, el cambio de gobierno en todos los niveles (nación, provincia y municipio) generó cierta
fricción con algunos institutos de investigación de la Facultad de Informática de la UNLP. Javier
Díaz señala: “La lógica es la siguiente: todo lo que se hizo quedó sospechado. Se ideologizó. Las
universidades tenemos un color político. Y no es real. Acá la UNLP es polifacética. Hay de todos
los colores políticos. Pensar que todos pensamos igual, es mentira. Como se repite: todos los
maestros son Baradel. Todas las universidades están asociadas a la década pasada. Y nosotros
pasamos por todas las épocas políticas, De los 70 hasta la actualidad. Hablar de una década sola,
te pierdes toda la película. Hay decanos que renunciaron porque consideraron que el compromiso
con la CyT no era el indicado. Las universidades tenemos 1000 años y sobrevivimos por inercia. La
década menemista fue la peor para nosotros: nos mandaban a lavar los platos, nos bajaban el
sueldo, no nos daban fondos, etc. Pero la inercia de la propia universidad nos hizo sobrevivir. El
presupuesto universitario no se ha tocado tanto. Pero si los convenios. Yo siento que no se quieren
pelear con las universidades, pero no les tienen confianza. El Estado confía más en las
empresas447”. Luego, agregó: “Hay una tendencia global a no priorizar la educación superior. En el
medio, las universidades sobrevivimos, hacemos acuerdos entre nosotros, cooperamos, etc. La
contradicción se da porque el mundo necesita cada vez más gente posgraduada y quiere invertir
cada vez menos en su educación448”.
7.1.4. Nodos problemáticos
Una vez que se introdujeron las características principales del sistema de interacciones del sector
SSI, resulta necesario indagar en algunos “nodos problemáticos” que evidencian tensiones,
conflictos y divergencia de intereses entre los actores locales de la innovación. Mediante el análisis
de estos nodos problemáticos se puede identificar algunos grandes desafíos que enfrenta la ciudad
para poder motorizar, profundizar y consolidar los procesos de innovación socio-tecnológica en el
sector SSI platense.
445
http://poloitlaplata.com/relanzamiento-del-polo-it-la-plata/
Segunda entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP (14/09/2017)
447
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
448
Ídem
446
276
El primer nodo problemático se vincula con la divergencia de intereses y la diversidad de
racionalidades de cada uno de los actores de la red. Por racionalidad se entiende: la orientación
general de la acción social de cada actor. Por ejemplo, las empresas tienen una racionalidad
orientada a maximizar el beneficio. Por el contrario, las universidades orientan su acción a producir
conocimiento. Por intereses se entiende: qué espera cada actor del otro. Por ejemplo, las empresas
se encuentran interesadas en conseguir mano de obra calificada al menor precio posible, por ende
esperan que las universidades le provean ese recurso. Las universidades se encuentran
interesadas en promover el conocimiento y la innovación, por ende consideran que podrían trabajar
en conjunto con las empresas para incentivar la I+D+I. En el siguiente Cuadro 52 se incluye la
diversidad de racionalidades según cada actor social:
Cuadro 52. Racionalidades de los actores locales
Actor
Tipo de racionalidad
Empresas
Orientada a maximizar el beneficio
Universidades Orientada a producir conocimiento
Gobierno
local
Orientada a generar desarrollo local
Orientada
a
fomentar
y
Incubadoras
emprendimientos
Fuente: elaboración propia
acelerar
Para conformar y consolidar redes locales de conocimiento e innovación resulta indispensable
alinear las distintas racionalidades en pos de intereses comunes. La posibilidad de avanzar en
marcos estables de cooperación, resulta seriamente afectada si los intereses son divergentes. En
líneas generales, se pueden mencionar tres racionalidades que chocan al momento de generarse
la interacción:
Mercado vs Conocimiento. Se refiere a la interferencia que pretender realizar muchas
empresas del sector SSI respecto a los planes de estudio de las distintas carreras que se
dictan en la Facultad de Informática de la UNLP. Los institutos de investigación no aceptan
la intervención del mercado para definir líneas de investigación, áreas estratégicas, nuevas
áreas de I+D, etc. Este choque de intereses está ligado a racionalidades distintas que
entran en tensión al momento de producirse la interacción. Javier Díaz, director del LINTI,
señaló: “Los que hacen tesis con nosotros, no hacen algo estándar. Los pibes por ahí
laburando en una empresa lo que hacen ahí es: “picar piedra”. Entonces cuando hacen sus
tesis quieren hacer algo que les permite realizarse, algo nuevo, mostrar a la sociedad que
se puede hacer algo distinto. Este potencial que hacen los chicos no siempre es
aprovechado por la ciudad. Nosotros no queremos que se pierda eso449.” Luego, agregó:
“Nosotros no formamos empleados, sino librepensadores450”. Por el lado de las empresas,
un entrevistado señaló: “A veces lo que se enseña en la facultad no te sirve, no sólo por la
necesidad de actualización permanente, eso es inevitable, sino porque no siempre
responde a lo que el mercado está pidiendo. Hay lenguajes de programación que son
mucho más requeridos que otros451”.
449
Ídem
Ídem
451
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 8)
450
277
Producción de innovación vs Búsqueda de ganancia. Refiere a la tensión existente entre
los intereses meramente mercantiles de las empresas y la búsqueda de producir
innovaciones por parte de los institutos de investigación. Gabriel Baum, director del LIFIA,
señaló en relación a las empresas: “Quieren mano de obra barata para hacer cosas que no
son interesantes452”. Más adelante, agregó: “Nosotros estamos trabajando en muchos
proyectos de innovación, ellos se enfocan más que nada en la venta de horas de
trabajo453”. Javier Díaz añadió: “Entonces, cuando te dicen que los pibes no tienen mucho
compromiso con las empresas, tampoco las empresas tiene mucho compromiso con sus
proyectos. Apuestan sólo a la rentabilidad454”. Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP
remarcó desde su lugar: “Desde el CONICET y las universidades tienen que superar el
prejuicio. No está mal que queramos ganar plata, el punto es que además podamos
agregar valor y contribuir al desarrollo de la ciudad455”.
Sector productivo vs Academia. Muchas Pymes y Microempresas del sector SSI local se
quejan de que los institutos de investigación le “sacan laburo”. Un entrevistado, fundador de
una microempresa local, señaló: “Ellos hacen muchos desarrollos y tiene muchos pibes
laburando. Cuando tenemos que competir de igual a igual, no hay manera456”. Otro
entrevistado, en similares condiciones, remarcó: “El LIFIA es un competidor más en el
mercado al que apuntamos nosotros457”. El propio Javier Díaz, reconoció: “Las empresas,
la verdad algunas nos ven como competencia. Porque nosotros hacemos algunos
desarrollos, y ellos creen que son ellos los que deberían estar haciéndolo458”. Agrega: “El
problema de que te vean como competencia es que hay un accionar tradicional de las
empresas, donde miran siempre a un mercado acotado459”.
Sobre la base de estas racionalidades que chocan, se construyen intereses divergentes que
afectan el funcionamiento de la red. Estos intereses divergentes se expresan en la falta de
cooperación que existe, por ejemplo, entre las empresas del sector SSI y los institutos de
investigación de la Facultad de Informática de la UNLP. Esta falta de cooperación no remite
únicamente a la débil articulación o carencia de proyectos comunes, sino a la reproducción de un
marco general de competencia en el cual los actores no perciben al otro como “complemento” sino
como “adversario”. Sin embargo, algunas microempresas, sobre todo las que fueron fundadas por
ex investigadores de estos institutos, no ven con tal malos ojos la competencia. Un entrevistado,
fundador de una Pyme, resaltó: “A nosotros la competencia nos sirve. Como indica la palabra:
“COMPETENCIA”. No hace mejores. Para competir tenemos que mejorar la calidad de los
productos. El LIFIA, en definitiva, nos obliga a perfeccionarnos todo el tiempo460”.
El segundo nodo problemático remite a lo que se podría denominar como: “conocimiento
encapsulado”. Esto significa que una parte relevante de los institutos de investigación de la UNLP
producen conocimiento que no es aprovechado por el sector productivo informacional local. De este
modo, se genera una disociación entre entornos académicos y científicos de un perfil netamente
452
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Gabriel Baum, director del LIFIA (23/04/2015)
Ídem
454
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
455
Entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP (4/05/2015)
456
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 9)
457
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 8)
458
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
459
Ídem
460
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 8)
453
278
innovador, y empresas del sector SSI con un perfil orientado a una producción más estandarizada o
directamente a la venta de horas-hombre. Una forma de evidenciar esta disociación es comparar
las áreas de I+D de los institutos de investigación de la UNLP y las áreas en las que normalmente
se especializan la mayoría de las empresas. Los institutos de investigación de la UNLP se
especializan en áreas como: usabilidad, calidad de software, computación paralela, sistemas de
tiempo real, web semántica, ingeniería de software, cyberseguridad, nuevas tecnologías, etc. En el
caso de las empresas, varía muchos según el tamaño. La mayoría de las Pymes se especializan en
el desarrollo de software a medida, en servicios informáticos de tipo outsourcing y diseño web. Las
microempresas, normalmente, se dedican a la venta de computadoras y al servicio técnico, y en
algunos casos desarrollo de software para proyectos puntuales que suelen ser pequeños.
En cuanto a las empresas más grandes, algunas tienen pequeños laboratorios de I+D y pueden
producir algunos desarrollos más sofisticados, pero obtienen el grueso de la rentabilidad de la
optimización de horas-hombre en el trabajo de programación. Javier Díaz, director del LINTI,
remarcó en referencia al área de nuevas tecnologías del Instituto (inteligencia artificial, ingeniería
de red, tecnologías para educación, discapacidad, etc.): “El fuerte de acá del grupo de La Plata, la
mayoría de los egresados les interesa mucho más la parte de desarrollo. Lo que hacemos nosotros
no es lo que le interesa a la mayoría461”. Luego, remarcó en relación al origen de la formación de
muchas empresas y el tipo de actividad que realizan: “Con el hardware y software libre, al poder
trabajar servicios, comenzaron a aparecer muchos grupos chicos. Gente que hacia el soporte de
infraestructura de redes en una empresa grande, terminó armando una empresita chiquita de La
Plata que le daba ese soporte a esa empresa. O gente que daba temas de seguridad para
propulsora, termino armando una consultora. Mucha gente que al principio estaba trabajando en
empresas, les dijeron no los queremos tener acá pero si necesitamos sus servicios. Por eso,
muchos terminaron armando sus propias empresas. Por esta razón hay mucha efervescencia de
pequeñas empresas462”. Un entrevistado, fundador de una Pyme local señaló: “Nosotros no
tenemos estructura para innovar. No podemos destinar a una persona para que haga I+D, porque
necesitamos que esté trabajando en los proyectos. Eso es algo que pueden hacer los institutos que
no están preocupados en ganar plata, ni tiene que cubrir los costos fijos463”.
El conocimiento generado en los institutos de investigación de la UNLP no encuentra lugar en las
empresas de SSI. Este desencuentro responde a tres factores:
Un problema de oferta y demanda. La oferta de formación y producción de conocimiento no
se corresponde con la demanda del sector SSI local. Si bien los egresados de la facultad
disponen del conocimiento requerido para trabajar en las empresa e inclusive formar sus
propios emprendimientos, y son muy bien valorados por el mercado, las propias empresas
los “obligan” a ser rutinarios y no atreverse a innovar. Por el otro lado, los institutos de
investigación interesados en promover la innovación no encuentran en las empresas locales
un espacio para trabajar en conjunto. La oferta por parte de las empresas se reduce a la
capacitación y actualización en alguna temática especifica. Javier Díaz, director del LINTI,
señaló: “Si vos querés saber si somos buenos o malos, mira mis tesis. Las tesis que
terminan mis chicos son muy buenas. A mí me gustan las tesis que sirven para aplicar a
algo. Un mapa para discapacitados de La Plata, una aplicación para hacer accesible
461
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
Ídem
463
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 9)
462
279
páginas de diarios para personas con discapacidad, un asistente de voz para que los
sordomudos puedan hablar con alguien, una simulación del ciclo de vida del agua para la
INTA, etc.464”. Luego, agregó: “Las empresas no nos piden esto465”.
La I+D de los institutos no está orientada a la producción local. La producción de
conocimiento no responde a la demanda interna del sector SSI, sino a los objetivos que
definen cada laboratorio. Estos establecieron vínculos más sólidos con los niveles provincial
y nacional, no tanto en el ámbito local. Por ejemplo, el LIFIA desarrolló un soporte de
software interactivo para la TDA, en base al uso de software libre. El LINTI trabaja el área
de cyberseguridad, con acuerdos de cooperación con Israel que es el país que más
desarrolló esta tecnología. El III-LIDI desarrolló proyectos de desarrollo de arquitecturas de
software para las tecnologías biométricas. Ninguna de estas áreas de I+D coincide con lo
que la mayoría de las empresas del sector SSI local trabaja. Esta situación impide que se
generen círculos de transferencia de conocimiento entre estos actores en el ámbito local.
Gabriel Baum, director del LIFIA, señaló: “Las empresas de La Plata, salvo las más chicas,
no producen para la ciudad, sino para Buenos Aires. Nosotros nos dedicamos al desarrollo,
a la innovación. Ellos buscan otra cosa o directamente no están preparados para proyectos
grandes466”. Luego, agregó: “Acá se podría pensar algo para YPF, pero para eso necesitás
una estructura y conocimiento para poder desarrollar un software de simulación, y las
empresas no saben ni quieren eso. Una cosa es producir tecnología en serio y otra es
dedicarte al desarrollo de software medio pelo467”.
Un problema entre teoría y práctica. Resulta necesario diferenciar los proyectos de
desarrollo que encaran las empresas, de los proyectos de investigación que impulsan los
institutos de la UNLP. Si bien, una parte sustancial de las tesis que elaboran estudiantes e
investigadores de los institutos tiene un fuerte componente de aplicación práctica, resulta
una tarea muy diferente a la producir un desarrollo específico para un cliente. Un
entrevistado, fundador de una Pymes remarcó: “Una cosa es elaborar un proyecto de
investigación, donde uno puede explorar mucho más, experimentar, de un proyecto que te
pide un cliente, donde tenemos plazos definidos y te tenes que ajustar a lo que el cliente te
pide”468. Javier Díaz, presidente del LINTI resaltó, en relación a las tesis que producen sus
alumnos: “Las tesis son proyectos pre-competitivos. A veces, los terminas de completar. No
es lo común. Sin embargo, el tipo que hace su tesis la usa como carta de presentación. Hoy
en día no se utiliza más el currículo. La tesis no son un producto, pueden ser un proyecto de
producto que muestra lo que vos sabes hacer469”. Luego agregó: “Además, los empresarios
nos dicen a los académicos: lo que Uds. forman, no me sirve porque yo les tengo que dar
cursos durante 6 meses para que me sirva. Y no es así. Lo que nosotros formamos, tan
malo no es. Yo tengo gente en las mejores empresas del mundo. Si a vos no te sirve, no sé
si el problema es mío o tuyo470”.
464
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
Ídem
466
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Gabriel Baum, director del LIFIA (23/04/2015)
467
Ídem
468
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 9)
469
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
470
Ídem
465
280
Se evidencian algunas “nuevas áreas de I+D” que pueden mitigar el desencuentro entre la
producción de conocimiento a cargo de los institutos de investigación de la UNLP y la actividad de
las empresas SSI locales. Se trata de tres campos disciplinares que se encuentran íntimamente
vinculados tanto a la actualidad471 como a la proyección futura del mercado SSI mundial, que
algunos institutos están trabajando y que las empresas podrían aprovechar:
Cloud Computing: se trata de la posibilidad de vender servicios a través del uso de Internet
como plataforma de almacenamiento de datos que permite que empresas pueden vender el
software como servicio, y que otras empresas no se tengan que preocupar por el costo del
soporte o mantenimiento del hardware o software. Las aplicaciones más conocidas de esta
tecnología son Dropbox o Google Drive, aunque muchos otros casos de sistemas de
almacenamiento de datos en la nube que son cerrados. Algunas Pymes locales ya se
encuentran ofreciendo este tipo de servicios472. El LINTI y el III-LIDI se encuentran
trabajando también en esta área.
Big Data: refiere al almacenamiento y procesamiento de datos masivos. La gestión de estos
datos masivos, la búsqueda de patrones, la obtención de información que proviene de esta
masa de datos, constituye un servicio que muchas empresas SSI pueden vender. Dentro de
la UNLP, los institutos no se encuentran especializados en esta área. Algunas empresas ya
se están empezando a interiorizar respecto al manejo de datos masivos 473. Se trata de un
nicho muy nuevo que recién está comenzando a explotar.
Internet de las cosas (IOT474): refiere a la conexión digital de objetos cotidianos con Internet.
Constituye un nivel avanzado de interconexión digital que todavía se encuentra en una fase
de exploración, sobre todo en la región y el país. El LINTI tiene proyectos referidos a esta
temática. Javier Díaz, director del LINTI señaló: “En informática hay tendencias: analítica y
datos, ciberseguridad, IOT, y Deep Dream475. Todo esto es optativo, vos podes recibirte y
no conocer ninguna. Para mí eso es un delito. Vos deberías conocer alguna de ellas. Estas
son las cuatro tendencias de Informática en el futuro476”.
El tercer y último nodo problemático refiere a la desconfianza que no se expresa entre “personas”no afecta la red de vínculos personales- pero sí entre “actores”477. La confianza que se genera
471
Esta tesis fue escrita entre los años 2014 y 2017. Durante este periodo hubo grandes transformaciones en el mercado
SSI mundial, nacional y local. En el campo de la producción tecnológica, en tres años se producen muchos cambios. El
Cloud Computing resultaba una tecnología relativamente nueva en 2014, mientras que en la actualidad se trata de una
tecnología más estandarizada.
472
La empresa Qwertlysoft, una Pyme local, se encuentran ofreciendo servicios de cloud computing:
http://www.qwertysoft.com.ar/#/cloud-computing
473
Snoop Consulting, una empresa grande local, se encuentra ofreciendo servicios tanto de Cloud Computing como de
Big Data: http://www.snoopconsulting.com/servicios/
474
Internet de las cosas se lo denomina “IOT” (Internet of Things)
475
Remite al algoritmo desarrollado por Google que permite procesar imágenes en los términos más cercanos al ojo y la
percepción humana. Es una tecnología de Inteligencia Artificial con mucha proyección de cara al futuro.
476
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
477
Luna y Velasco (2006) retomando el análisis de Luhmann (1996), señalan que en el estudio de redes de interacción
compleja, la confianza entre actores constituye una dimensión fundamental que se expresa en tres formas: a) confianza
personal o normativa- referida a los vínculos personales; b) confianza estratégica-anclada en el cálculo de costobeneficio; c) confianza técnica-referido al reconocimiento de la trayectoria y conocimiento técnico entre los diversos
actores. En el caso de la red analizada en esta tesis, la desconfianza que fue nítidamente identificada, se encuentra
mayormente asociada a las últimas dos dimensiones: la estratégica y la técnica. Muchos actores no consideran al resto
como “complemento”, ni como “aliado estratégico”, sino como “competidor”, y asimismo la visión que tiene unos sobre
otros, en muchos casos, se reduce a la “incompetencia del otro”, a la falta de “idoneidad” o simplemente a la “incapacidad
281
entre los actores de una red, constituye un factor fundamental. Luna y Velasco (2006) señalan que
en redes complejas como las redes de conocimiento e innovación, la confianza adopta formas
igualmente complejas. Esta confianza no siempre responde a aspectos personales, sino también a
criterios “estratégicos” y “técnicos”. En el primer caso, se trata del cálculo costo-beneficio de la
interacción. Qué gano yo y a qué costo. En el segundo caso, se trata de la valoración respecto a
las capacidades cognitivas y el aporte en términos de conocimiento que realiza el “otro”. Me sirve
interactuar con el otro o no me aporta nada. La desconfianza que se evidencia con un obstáculo
presente en el caso de La Pata para consolidar y profundizar el sistema de interacciones entre
actores locales, se expresa en cuatro campos:
Apropiación de desarrollos. Las empresas temen que la Municipalidad se “apropie” de sus
desarrollos. Este temor se sustenta en una experiencia concreta, en la cual una
microempresa local trabajó en un desarrollo puntual que luego no fue reconocido478. En el
imaginario empresario y en el caso de algunos institutos de investigación, abunda una
posición de deprecio hacía el Estado, al que se le depositan “malas intenciones”, “uso
político”, “demasiada ideología”, “mucha burocracia”. Esta desconfianza respecto a los
desarrollos se repite para el caso de los institutos de investigación de la UNLP. Javier
Díaz, director del LINTI señaló: “Para ser confiable, no tenes que afanar proyectos,
apropiarte de la propiedad intelectual de otros, no tenes que usar ilegalmente algunas
cosas. Tenes que ser derecho, ajustarse a la ley, sino como generas confianza. Eso no
fácil de generar. Muchos chicos eligen hacer sus proyectos conmigo porque saben que el
proyecto es de ellos. Yo le hago propaganda, trato de mejorarlo, pero es de ellos.
Construir confianza es algo que se saltea en el proceso de innovación. Entonces juntarnos
a innovar sin la certeza de que si yo tengo una idea buena, viene otro y me la afana, es un
problema479”. Un entrevistado, fundador de una microempresa agregó: “Con lo que es la
Municipalidad, nos hemos enterado de algunas cosas que no nos gustan. Acá en La Plata
se desarrolló el sistema de estacionamiento medido, ese sistema lo habían desarrollado
unos chicos, unos conocidos, y lo que paso fue: los chicos estaban re contentos por el
desarrollo, mira lo que hicimos para la municipalidad, y de repente, la municipalidad dijo
“esto es mío” y los chicos no figuran en ningún lado. Unirse con la municipalidad sin que te
absorba es medio difícil, siendo pequeño. Si vos sos grande, la peleas de otro lado, tenes
otras herramientas. Conociendo esas historias, por ahí es mejor aliarse con otra empresa
que con la Municipalidad480”.
La rentabilidad ante todo. Los institutos de investigación consideran que las empresas
priorizan sólo la rentabilidad, y desconfían que puedan tener otras intenciones y descreen
que puedan priorizar otros objetivos. Así mismo, las empresas consideran que los
institutos tienen ciertos prejuicios hacía ellas. Esta imagen que se construyen el uno del
otro es como una pared que impide la armonía y el trabajo conjunto entre ambos para
impulsar algún área de desarrollo tecnológico. Javier Díaz, director del LINTI señaló: “La
técnica”. Por ejemplo, Gabriel Baum, director del LIFIA señaló: “Las empresas no se dedican a la innovación, porque no
pueden, y porque además saber que eso no deja dinero. Para hacer plata con la innovación hay que apostar y tener una
mirada estratégica”.
478
Se trata del sistema de estacionamiento medido que rige en la ciudad de La Plata. Lo diseñó una empresa local que
no fue reconocida. Esta situación fue mencionada por varios entrevistados. Mediante una aplicación y a través de un
sistema de SMS, los ciudadanos pueden seleccionar el lugar donde estacionar en un sistema de estacionamiento
programado (https://www.laplata.gob.ar/#/ciudad/estacionamientomedido/detalle-em?id=iniciar).
479
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
480
Ídem
282
nueva oleada de proyectos tiene que salir mezclando informática con medicina, diseño,
etc. El área de videojuegos o películas digitales es un tema interesante para explorar. Hay
que impulsar esta industria: cine digital con realidad aumentada. Sin embargo, vos le decís
eso a una empresa grande de acá y nos les interesa. Porque no ven la rentabilidad en el
corto plazo481”. Luego agrega: “Si a vos sólo te preocupa no fracasar, nunca vas a innovar.
Porque para innovar tenes que fracasar. el fracaso es parte de la experiencia, el que viene
atrás ya sabe por dónde no tiene que ir. Pensar sólo en la rentabilidad sin tener una visión
estratégica es lo que le hacen la mayoría de las empresas argentinas482”. También
consideran que la Municipalidad no tuvo nunca la intención de desarrollar una política
tecnológica en la ciudad, sino hacer negocios. Gabriel Baum señaló: “Lo del Polo
Tecnológico fue un invento total. No existe. La idea no era armar un polo, sino fomentar el
negocio inmobiliario. Existían unos terrenos en Tolosa que la Municipalidad le quería
vender a las empresas483”. Luego agregó: “Para potenciar la innovación hay que dejar de
pensar sólo en el negocio fácil. Por ejemplo, nosotros hicimos toda la plataforma
interactiva de la TDA. Si el Estado quería podía desarrollar un negocio fenomenal. Pero no
quisieron484”. Desde el lugar de la Municipalidad, se alega que el Polo Tecnológico no
funcionó porque las empresas pretendían que el Estado se hiciera cargo de los costos de
funcionamiento y que pudiera proveer de recursos económicos a las mismas. Alejandra
Sturzenneger, directora de la SMyDE sostuvo: “Eso no funcionó. Yo creo que hubo una
confusión respecto al rol que tiene el Estado. Las empresas pretendían obtener recursos
económicos, y nosotros no creemos en esa política, en ser meros dadores de subsidios,
en parte porque no disponemos de los recursos, y en parte porque no nos corresponde485”.
Dicen una cosa, pero hacen otra. Las empresas se quejan de que los laboratorios y la
Municipalidad también hacen sus propios desarrollos, y por ende les compiten o los “quitan
mercado”. Estas afirman que muchas veces los institutos de investigación se quejan de
que ellas sólo buscan ganancia, y ellos también venden. Un entrevistado, fundador de una
Pyme señaló: “La UNLP te da los conocimientos para manejarte en este medio, pero no te
enseña cómo construir una empresa. Ellos no quieren trabajar como nosotros, es decir,
como una empresa, pero muchas veces terminamos haciendo desarrollos parecidos, con
una dinámica de funcionamiento similar486”. Otro entrevistado, socio de una microempresa
resaltó en relación a algunos institutos de investigación: “No son empresas pero hacen
parte de nuestro trabajo487”. Gabriel Baum, director del LIFIA, sostuvo en relación a la
Municipalidad de La Plata: “Te venden el verso de que les interesa el triángulo de Sábato,
pero la verdad no creo que les importe. No nos convocaron nunca a trabajar de forma
seria, y cuando les propusimos algún proyecto puntual, no nos dieron bola. Tienen un
desconocimiento profundo del sector, por más que digan otra cosa488”.
Falencias técnicas. Los institutos de investigación consideran que las empresas no están
capacitadas para impulsar la innovación, porque no tienen ciertas habilidades y
481
Ídem
Ídem
483
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Gabriel Baum, director del LIFIA (23/04/2015)
484
Ídem
485
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Alejandra Sturzenegger, directora de la Secretaría de Modernización y
Desarrollo Económico (SMyDE) de la Municipalidad de La Plata (22/10/2014)
486
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 9)
487
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 8)
488
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Gabriel Baum, director del LIFIA (23/04/2015)
482
283
capacidades necesarias para fomentarla: mirada estratégica, superación de los fracasos,
capacidad de reinvención, espíritu crítico, pensamiento global, etc. Javier Díaz, director del
LINTI, señaló en relación a las empresas locales: “El mundo es gigante, le podes vender a
todo el planeta y vos queres que te compre el tipo que tenes enfrente. Es bastante poco
global tu mirada489”. Además de estas habilidades, se mencionan algunas falencias
técnicas. Gabriel Baum, director del LIFIA, sentenció: “Podríamos desarrollar sistemas de
simulación de perforaciones para YPF, pero las empresas de acá no tiene idea, hay
muchos conocimientos que no tienen. Cuando creamos la plataforma interactiva para la
TDA, los llamamos, pero no tenían el menor conocimiento técnico, y por supuesto no les
interesaba490”. Por otro lado, las empresas cuestionan la falta de actualización de la UNLP.
Un entrevistado, fundador de una microempresa señaló: “No te preparan para construir
una empresa y manejarte en el mercado, eso lo aprendes en la práctica. Estaría bueno
que se pueda incorporar este conocimiento en la universidad. Vos podes tener la mejor
idea pero tenes que poder venderla491”. Esta desconfianza adopta la forma de
confrontación entre un saber “académico-científico-técnico” y un saber más “empresarialgerencial”.
7.2. Traductores, enlaces, programadores, y embajadores
En este subapartado se analizan las relaciones de poder en el sistema de interacciones local y se
identifican cuatro roles específicos que ejercen determinados actores dentro del mismo. Se
considera traductor un nodo de la red que permite constituir objetivos comunes entre los diversos
actores sociales. Se utiliza el término traductor para referir a la búsqueda de homogeneizar
lenguajes y racionalidades distintas. Se denomina enlace al nodo de la red encargado de articular
la diversidad. A diferencia del traductor, el enlace ejerce la función de tejer vínculos entre los
actores sociales, y no se atribuye la misión de buscar objetivos comunes. Los programadores son
aquellos nodos capaces de crear y deshacer la propia red, o reemplazar una red por otra. Por
último, los embajadores son aquellos nodos que actúan como articuladores de la red local respecto
a las redes globales. Su función principal es expandir la red.
La identificación de estos roles permite profundizar el análisis de las interacciones entre los actores
locales de la innovación. Este estudio señala que las sinergias establecidas entre los actores de la
innovación son aún muy débiles, con una baja institucionalidad, pero que se ha conformado una
red de vínculos entre individuos que forman parte del sistema de interacciones, que ha permitido
sostener y favorecer los procesos de innovación socio-tecnológica a nivel local. Para analizar la
relación entre los actores locales de la innovación, resulta fundamental identificar el rol que
desempeña cada uno dentro del sistema de interacciones.
7.2.1. La definición de roles
Dentro de cualquier sistema de interacciones entre actores sociales, existen diversos roles que
ocupan estos dentro de la red. No siempre estos son ocupados por los mismos actores, ni siempre
se puede reconocer su presencia, a veces sólo existen algunos, otras se evidencia una
concentración de roles en ciertos actores, y en otros casos, algunos de los roles no logran
desarrollarse de acuerdo a los objetivos de la red. Antes de analizar los roles evidenciados en la
489
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Gabriel Baum, director del LIFIA (23/04/2015)
491
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 8)
490
284
red SSI de la ciudad de La Plata, resulta necesario definir qué se entiende por “rol”, describir cuales
son estos roles y que características tienen.
Luna y Velasco (2006:15) señalan que: “(…) son cuatro los mecanismos de integración que
caracterizan a las redes así concebidas: la confianza mutua, la traducción, la negociación y la
deliberación o la racionalidad deliberativa (…)”. La perspectiva de análisis de redes parte de la base
de considerar a estas como estructuras complejas de carácter interactivo, heterogéneas, con
actores sociales claramente delimitados que las diferencian tanto del mercado como de las
comunidades. Además, las redes gozan de autonomía y capacidad de autorregulación. Las autoras
remarcan: “(…) cada uno de sus componentes es autónomo y permanece como tal aun cuando la
interacción y la colaboración se intensifiquen. Por otra parte, el conjunto de la red es autónoma, en
el sentido de que no está sujeta a una entidad superior que regule sus acciones. Esta doble
autonomía significa que no hay reglas preestablecidas -ya sea que provengan de fuera o de dentro
de la red- que determinen los derechos y obligaciones de los miembros y los procedimientos que
sus interacciones deben seguir. El hecho de que ningún miembro tiene una total autoridad y todos
tengan una cierta autonomía se manifiesta en una dispersión dinámica de la autoridad (…)” (Luna y
Velasco, 2006:19).
Es a causa de estas características que las redes de conocimiento e innovación requieren de roles
definidos (no necesariamente preestablecidos, ni tampoco explicitados) que permitan: “(…)
construir y alcanzar metas comunes (…)” (Luna y Velasco, 2006: 18). Como se transmite la
información, cuales son los mecanismos de comunicación multiactoral, que instancias de
cooperación se construyen, son dimensiones esenciales de las redes que condicionan y afectan su
funcionamiento. En el análisis específico de las redes, el contenido es tan relevante como la forma.
Luna y Velasco (2006:20) sostienen: “(…) en el caso de las redes las obligaciones derivan
principalmente de la interdependencia de recursos estratégicos (información, conocimiento y
recursos económicos, legales o políticos) y de la confianza mutua (…)”. La diferenciación de roles
dentro de la red constituye un resultante de las interacciones entre diversos actores sociales con
racionalidades distintas, recursos diferenciados, e intereses no siempre coincidentes.
Se puede definir como “rol” a: la función que desempeña un actor en relación a la red. Esto es: el
conjunto de acciones, actitudes y recursos desplegados que le permiten ocupar una posición
específica, reconocida por el resto de los actores, en la estructura interactiva multiactoral. Los
“roles” se pueden atribuir tanto a personas como a actores en tanto componentes de la red. Estos
roles adquieren mayor importancia en la medida que las redes son más complejas y heterogéneas.
En el caso de las redes formales o institucionalizadas, los roles también pueden estar atribuidos de
forma explícita, aunque esta explicitación no constituye un requisito de las mismas. Un ejemplo de
rol es el que desempeñan las unidades de vinculación tecnológica pertenecientes a las
universidades, que en muchos casos, actúan como “enlaces” entre instituciones del conocimiento y
otros actores como empresas, gobiernos, asociaciones de la sociedad civil, etc.
En el Cuadro 53 se incluye cuatro roles que pueden estar presentes en una red de innovación, sus
principales características y los recursos que se ponen a disposición para desarrollar estos roles:
Cuadro 53. Roles dentro de una red de innovación
Roles
Enlace
Características
Recursos
Es el nodo de la red Reconocimiento de trayectoria y capacidad técnica
encargado de articular la Reconocimiento del desarrollo institucional
285
diversidad. A diferencia del
traductor, el enlace ejerce la
función de tejer vínculos
entre los actores sociales, y
no se atribuye la misión de
buscar objetivos comunes.
Traductor
Es el nodo de la red que
permite constituir objetivos
comunes entre los diversos
actores sociales. Se utiliza el
término traductor para referir
a
la
búsqueda
de
homogeneizar lenguajes y
racionalidades distintas.
Embajador
Se trata del nodo que actúa
como articulador de la red
local respecto a las redes
globales. Su función principal
es expandir la red.
Reconocimiento de liderazgo en materia de
innovación
Cuadros gerenciales, profesionales, o técnicos con
capacidad de dialogo
Reconocimiento de trayectoria en materia de
innovación
Reconocimiento de liderazgo en el campo de las
políticas de innovación
Reconocimiento del desarrollo organizacional y/o
institucional
Liderazgo carismático
Cuadros gerenciales, profesionales, o técnicos con
capacidad de armonizar intereses diversos
Programador Se trata del nodo capaz de Recursos económicos y financieros
crear y deshacer la propia Reconocimiento del poder político, económico, social
red, o reemplazar una red y comercial
por otra.
Reconocimiento del desarrollo organizacional y/o
institucional
Reconocimiento internacional de trayectoria y
capacidad técnica
Reconocimiento
internacional
del
desarrollo
institucional
Capacidad de establecer vínculos de cooperación
internacional
Capacidad de atraer inversiones y capitales de riesgo
Fuente: elaboración propia en base a Luna y Velasco (2006)
Para poder profundizar el análisis de estos roles, resulta necesario añadir tres observaciones:
Los traductores concentran algunos atributos sustanciales vinculados a la capacidad de
persuadir al resto de los actores respecto de su racionalidad e intereses. Esto quiere decir
que para construir “intereses comunes” debe “diluir” su propio contenido racional en tanto
actor para desarrollar otro tipo de racionalidad que Luna y Velasco (2006) denominan
“racionalidad deliberativa”. Messner (1999) reconoce que las redes se rigen por la lógica
de negociación entre actores más que de “poder”, para ellos se requiere de ciertas
habilidades para alcanzar compromisos y obtener el respeto generalizado por los intereses
legítimos del “otro”. Esta función recae en los traductores. Luna y Velasco (2006)
reconocen cinco dimensiones de la traducción: los conocimientos, las lógicas
organizacionales, las relaciones entre disciplinas, los códigos y los intereses. Los criterios
de veracidad del conocimiento y aquellos relativos al mercado se miden con varas distintas;
las lógicas organizativas de las empresas son enteramente distintas a la de las
universidades en términos de manejo de información, recursos económicos, propiedad
intelectual, etc.; la diversidad de disciplinas y formas de producción de conocimiento no
siempre se encuentran articuladas, no es lo mismo la ciencia básica que el know how; y por
286
último la tarea de traducción refiere a congeniar intereses distintos. La capacidad del
traductor, en definitiva, es la de procesar los conflictos. En redes con grados muy inferiores
de confianza, la tarea de los traductores resulta trascendental.
El rol de enlace, a menudo, es desarrollado por el traductor. No necesariamente se
desarrollan los roles por actores u estructuras diferenciadas. La función del enlace es
contactar, establecer canales de dialogo entre nodos de la red. La función del traductor es
dialogar y establecer estructuras de comunicación entre actores, lo que implica conformar
matrices comunes de interacción y lazos de confianza. Mientras el enlace construye
puentes, el traductor los utiliza para potenciar la interacción y generar sinergias entre
actores. En ambos casos, la confianza constituye un factor de éxito. Como señalan Luna y
Velasco (2006:24): “(…) la confianza es el principal factor que facilita u obstaculiza la
comunicación (…)”. El enlace requiere la capacidad de establecer confianza en el plano
personal o normativo. Esto es: el resto de los actores confía en el para establecer un canal
de dialogo. El traductor requiere la capacidad de establecer confianza en el plano
estratégico y técnico. Esto es: el resto de los actores confía en él para desarrollar proyectos
comunes e intercambiar conocimiento. Luna y Velasco (2006:24) agregan: “Además de
funcionar como intermediarios, los traductores transforman los conocimientos científicos en
información, conocimientos, productos y procesos económicamente útiles. Operando en la
dirección opuesta, transforman las necesidades de conocimientos prácticos de las
empresas en preguntas científicamente relevantes”.
En redes de innovación que incluyen la participación del Estado, los programadores suelen
ser dependencias, secretarias, ministerios, o inclusive funcionarios específicos con la
capacidad de crear, deshacer y volver a crear redes. Esta capacidad se sustenta en:
recursos económicos, capacidades institucionales, racionalidad de origen (su interés remite
al desarrollo local para lo cual se hace necesario articular a todos los actores sociales), y la
posibilidad de presentarse con un actor que se encuentra por encima de las “partes”.
También es necesaria cierta capacidad de influencia política para afectar intereses de los
actores. Por ejemplo, los gobiernos, en muchos casos, son los actores capaces de ofrecer
el espacio físico en el que puede funcionar un polo tecnológico, o recurrir al financiamiento
externo para determinado proyecto productivo en el que ningún actor por separado es
capaz de garantizar. Cuando la participación de los gobierno es muy débil, este rol lo puede
desempeñar otro actor que cumpla con parte de estos requisitos.
En el caso específico de la red SSI de La Plata, no se evidencia la presencia de todos los roles
señalados. Se pueden mencionar algunas características específicas de la red vinculada a estos
roles:
La red carece de un traductor. Cuando se analizó el sistema de interacciones se mencionó
la divergencia de intereses y el conflicto entre racionalidades como uno de los “nodos
problemáticos” registrados. No se evidenció, al menos a través del trabajo de campo y el
análisis documental, la presencia de un actor capaz de traducir lenguajes y racionalidades
distintas en pos del interés de la red. Un clima extendido de desconfianza que no se
expresa en términos personales, sino más bien en términos “estratégicos” (calculo costobeneficio de la interacción) y “técnicos” (consideración del aporte en el campo de la
producción de conocimiento que realiza el otro), hace necesario que se desarrolle este rol
287
dentro de la red. Por el momento, no se vislumbra que ningún actor sea capaz de
desarrollar esta función. De todos modos, se reconoce el liderazgo de Pablo Baldoma
Jones, presidente del DILP y del Polo IT, además de co-director de la incubadora La PlataHub, y su intención de tejer puentes entre los actores. Su rol se adecua más al de enlace
que al de traductor. Por ejemplo, en relación a los institutos de investigación, mencionó:
“Tratamos siempre de hacer cosas juntos, pero ellos tiene todavía un prejuicio muy
marcado hacía nosotros. Tenemos que romper esa pared492”. Su vocación es la de actuar
como traductor, pero hasta el momento, sólo consiguió establecer puentes entre los actores
y no pudo procesar los conflictos. La excesiva desconfianza da cuenta de esta falencia en
la tarea de traducir que se reproduce cada vez que un actor realiza una valoración negativa
del otro. Las empresas consideran que “el gobierno sólo piensa en la utilización política de
la red”, “representa una vieja forma de pensar”, “se apropia de los desarrollos”, “no les
interesa trabajar con nosotros, porque no nos necesitan”. Los institutos de investigación
creen que las empresas “sólo quieren mano de obra barata”, “no les interesa innovar, sino
obtener una ganancia”, “van, donde ven un negocio”, o “tiene una mirada acotada de los
negocios que se pueden hacer”. El gobierno local no considera que “haya que pagar todo
desde el Municipio”, “contratar a las empresas para hacer desarrollos”, sino “tener las
puertas abiertas”.
El rol de enlace y programador se encuentra concentrado en el mismo actor. Además, en
este caso el actor es una persona: Pablo Baldoma Jones. Como presidente del DILP, luego
Polo IT, dueño de una Pyme, y co-director de una incubadora privada, La Plata Hub, este
individuo ejerce un rol de liderazgo en la red que, por el momento, no se expresó en
términos de traducción. Ese liderazgo es reconocido por otros actores, sobre todo los
institutos de investigación y las empresas, pero no logró conciliar las distintas
racionalidades en disputa (producción de conocimiento vs obtención de ganancia, por
ejemplo). Además, Pablo fue capaz de conformar el DILP y luego el Polo IT que constituye
una idea superadora del clúster de empresas del sector SSI local, y constituye uno de los
impulsores de la red local. Este rol de programador responde a la participación secundaria
del gobierno local en la red, y a su excelente relación con las microempresas y Pymes
locales. Pablo en su rol de enlace, fue tejiendo una muy buena relación con las empresas
locales, sobre todo las de menor tamaño, y con los micro emprendimientos, a los que
apuesta con mucha fuerza. Al respecto, señaló: “se trabaja muchísimo con las mentorías.
Nosotros cuando identificamos un proyecto que necesita ayuda, lo vamos a visitar, le
preguntamos que necesita, nos hacemos presente, le dedicamos tiempo. Apostamos
mucho al emprendedorismo493”.
El reconocimiento de trayectoria no se corresponde con el rol ejercido en la red. La mayoría
de los actores reconoce al LIFIA como un instituto de investigación de la UNLP con vasta
trayectoria en la formación de capacidades y capital humano en el sector SSI. Sin embargo,
su reconocimiento no se corresponde con el lugar que ocupa dentro de la red, al que se
podría calificar como marginal. Un entrevistado, fundador de una microempresa y ex
miembro del instituto, señalo: “El LIFIA es un monstruo, es un motor de la innovación en La
Plata494”. Luego agregó: “Nos encantaría hacer algo juntos, pero no veo canales ni
492
Entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP (4/05/2015)
Ídem
494
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 9)
493
288
predisposición. No sé si a ellos les sirve, y te digo la verdad, tampoco se en que nos podría
servir a nosotros495”. El propio instituto intentó, hace un tiempo, conformar un proyecto en
conjunto con una empresa grande local (Flux IT) y la Municipalidad de La Plata, para
desarrollar un sistema de alerta temprana en caso de fuertes lluvias, para prevenir daños
ocasionados por las recurrentes inundaciones. Sin embargo, Gabriel Baum, director del
laboratorio, sentenció: “No nos dieron ni pelota. Habíamos hablado con Flux IT para que
nos ayuden con el procesamiento de datos masivos, que es algo que ellos hacen muy bien,
y nosotros podíamos desarrollar la tecnología de sensores, estábamos en condiciones de
trabajar de forma conjunta, pero la respuesta de la Municipalidad fue de ninguneo
absoluto496”.
Los embajadores conectan al sector SSI local con otros ámbitos, pero no buscan expandir
la red. El caso de La Plata Hub es, tal vez, una excepción en términos de su consolidación
como el gran captor de capitales de riesgo para la ciudad. Los institutos de investigación de
la UNLP establecieron vínculos de cooperación internacional con otras universidades de la
región y del mundo. Javier Díaz, director del LINTI, manifestó en relación a los equipos de
investigación de la UNLP: “Todos tenemos colaboración internacional con Europa y Brasil,
es lo clásico, y algunos tenemos con Canadá, Estados Unidos y tratando de firmar
convenios con Corea, pero eso es más incipiente. Acá, en la región se hacen cosas sobre
todo con Brasil y Chile, algo con la UDELAR, pero son cosas muy puntuales. Estamos
tratando de fomentar la cooperación en la región, pero no es lo clásico. Integramos el
Grupo de Montevideo, somos seis países que estamos interactuando497”. Luego, agregó:
“Tenemos mucha relación con universidades prestigiosas, de Corea por ejemplo. Vamos a
firmar un consorcio con otras universidades de Latinoamérica con una Universidad China.
La cooperación internacional fluye mucho. Sobre todo porque cada vez se necesita más
gente para investigar y no hay tanto disponible. En la región somos muy conocidos, más en
posgrado que en grado498”. Sin embargo, estos lazos de cooperación no se vuelcan a la
red, sino que se utilizan para los objetivos definidos por la universidad: mejorar la formación
de los alumnos, establecer políticas de intercambio, asociarse para determinados proyectos
de investigación, o impulsar un área específica de investigación. Pablo Baldoma Jones que
actúa como enlace y programador de la red, pretende que la red mantenga una impronta
fundamentalmente local pero que se relacione con todo el sector SSI nacional. Por ejemplo,
señaló: “Queremos que se formen empresas que puedan ganar dinero, que obtengan su
ganancia, pero que dejen algo. Que puedan impulsar proyectos sociales también. Que
ayuden a resolver las problemáticas sociales, desde su experiencia y conocimiento. Que
dejen algo que le pueda servir a la ciudad. Formar una empresa para que después se
mude a capital, no nos interesa499”. Luego, agregó en relación al DILP: “Nosotros buscamos
que todos vayan a la CESSI500”. Pablo actúa como un embajador del sector pymes SSI de
la ciudad, pero no logra constituirse como embajador de la red (se trata de una estructura
que excede al sector pyme e incluye a otros actores).
495
Ídem
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Gabriel Baum, director del LIFIA (23/04/2015)
497
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
498
Ídem
499
Entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP (4/05/2015)
500
Ídem
496
289
7.3. El rol del gobierno local
Uno de los principales desafíos que enfrentan las ciudades intermedias radica en lograr trascender
la búsqueda exclusiva de la competitividad, y conseguir articular los procesos de innovación sociotecnológica con generación de respuestas a las problemáticas territoriales. La capacidad de definir
lineamientos estratégicos por parte de los gobiernos locales adquiere un rol preponderante, en el
sentido que se le puedan otorgar a los esfuerzos de los múltiples actores que participan en los
procesos analizados.
Este subapartado analiza el rol del gobierno local en los procesos de innovación socio-tecnológica.
El estudio comprende desde la implementación de políticas públicas nacionales y provinciales,
hasta las iniciativas propias de la Municipalidad de La Plata. Se puntualiza el rol del gobierno local
dentro del sistema de interacciones de los actores locales de la innovación. La tesis sostiene que
su rol ha sido secundario: no se ha propuesto articular a los demás actores sociales en pos de
intereses comunes, no ha motorizado iniciativas multiactorales, como el polo tecnológico, ni ha
diseñado instrumentos de política pública para fomentar el sector informacional local.
El cambio de gestión gubernamental registrado en el año 2015, con el consiguiente cambio de
signo partidario en la Nación, la Provincia y la ciudad, constituye un elemento de análisis
fundamental. En este caso se incluye un pequeño análisis comparativo entre las dos
administraciones en clave de reflexionar sobre:
a) su vínculo con las empresas SSI de la ciudad
b) la relación con la UNLP y los centros de investigación presentes en la ciudad
c) la valoración respecto del rol del Estado en la innovación.
7.3.1. Las políticas nacionales y provinciales
Las principales políticas públicas de innovación que se registran en el territorio se vinculan,
fundamentalmente, con los niveles nacional y provincial. A nivel nacional, los institutos de
investigación de la Facultad de Informática de la UNLP entablaron relación con el Estado Nacional
de diversas maneras. El LIFIA, obtuvo recursos y proyectos vinculados al desarrollo de la
infraestructura informacional de experiencias de carácter nacional como la Televisión Digital Abierta
(TDA), ARSAT, e inclusive avanzó con algunos proyectos de cooperación con YPF. El instituto IIILIDI impulsó proyectos de transferencia tecnológica con el Ministerio de Salud de la Nación y el
Instituto Nacional de Semilla (INASE), perteneciente al Ministerio de Agroindustria. El laboratorio
LINTI, por su parte, se constituyó en un consultor habitual en materia de cyberseguridad, en el cual
desarrolló varios proyectos de I+D referidos a e-gobierno, e-educación, e-salud, y e-inclusión,
firmando algunos convenios con el Estado Nacional vinculados al Plan Nacional de Gobierno
Electrónico. Por otro lado, a través del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva
(MINCYT) muchas de las empresas del sector han recibido líneas de financiamiento para
emprendimiento tecnológicos o proyectos de desarrollo tecnológico para Pymes a través de los
fondos sectoriales (FONTAR, FONCYT, FONSOFT, etc.). También los centros de investigación de
la UNLP y el centro científico-tecnológico del CONICET se han visto beneficiados con subsidios a
la investigación científica, orientados al desarrollo TIC.
A nivel nacional, las empresas del sector SSI local son beneficiarias principalmente de cinco
herramientas de política pública: a) Ley Nacional de Promoción de la Industria del Software; b) el
290
Fondo Fiduciario de Promoción de la Industria del Software (FONSOFT); c) el Fondo Tecnológico
Argentino (FONTAR); d) el Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC); e) el Fondo para la
Investigación Científica y Tecnológica (FONCYT). También se puede destacar el programa
INCUBAR501 creado por el ex Ministerio de Industria, actualmente Ministerio de Producción,
orientado al fomento de incubadoras de empresas en todo el territorio nacional. La incubadora
privada, La Plata Hub, así como también EM-TEC que es una incubadora público-privada provincial
que si bien no se especializa en el sector SSI, fomentó el surgimiento de algunos micro
emprendimientos de base tecnológica a nivel local, se beneficiaron de esta política.
A nivel Provincial, el DILP ha surgido como parte del Programa Distritos Productivos, creado por la
Subsecretaría de Industria, Comercio y Minería del Ministerio de la Producción, Ciencia y
Tecnología de la Provincia de Buenos Aires. El propio gobierno provincial desarrolla el programa
BA. INNOVA, en articulación con el Banco de la Provincia de Buenos Aires (BAPRO), que tiene
como objetivos: “potenciar el desarrollo y crecimiento de las micro y pequeñas empresas radicadas
en la provincia de Buenos Aires, a partir del impulso de jóvenes y nuevas empresas dinámicas e
innovadoras, así como también promover el espíritu emprendedor de aquellas personas que tengan
ideas con potencialidad de convertirse en negocios basados en desarrollos tecnológicos502”. Sólo
un 3% de los proyectos que financió este programa hasta el 2016, correspondían al sector SSI, La
Plata sólo consiguió cinco de 25 postulaciones. Sin embargo, en términos absolutos, fue el
Municipio que más proyectos ganó (el segundo fue Arrecifes, con tres). Uno de los proyectos
destacados no se relaciona con el sector SSI, pero constituye un emblema de las nuevas
industrias: se trata de goodenergy503, una empresa dedicada a la construcción de paneles de
energía solar504.
En relación a la implementación de políticas nacionales y provinciales en el ámbito local, resulta
necesario realizar algunas aclaraciones:
La Plata es la capital de la Provincia de Buenos Aires, y constituye la ciudad más grande de
la misma. Al concentrar la administración pública de la Provincia, y localizarse a sólo 56km
de CABA, en donde se radica la administración pública del Estado Nacional, resulta más
sencillo que las políticas públicas referidas a estos niveles de gobierno, “bajen” al ámbito
local. Un entrevistado, fundador de una Pymes local, señaló: “En La Plata no tenés excusas.
Es más fácil que en otros municipios enterarte de los programas, créditos, o políticas para el
sector”. No sólo resulta más sencillo el acceso a la información, sino también los tramites
que en muchos casos se deben realizar de forma presencial.
No se vislumbró una actitud proactiva por parte del gobierno local para informar, acercar,
comunicar y facilitar la implementación de políticas nacionales y provinciales en el ámbito
local. Los institutos de investigación de la UNLP jamás mencionaron a la Municipalidad de
La Plata como un intermediario o puente para acercarse a las políticas provinciales o
501
Este programa incluye la posibilidad de inscribir una incubadora en el Registro Nacional de Incubadoras y recibir
algunos beneficios: instancias de formación tanto presenciales como virtuales, y fondos para el fortalecimiento
institucional. La incubadora La Plata Hub es beneficiaria de este programa, y forma parte de la red de incubadoras que
está compuesta por más de 400 incubadoras de todo el país (http://www.produccion.gob.ar/tramites/registro-nacional-deincubadoras-50183). En La Plata hay otras incubadoras que pertenecen a este programa, pero no se orientan al sector
SSI.
502
http://www.mp.gba.gov.ar/spmm/bainnova/
503
http://goodenergy.com.ar/productos/
504
Información propiciada por la Lic. Marcela A. Kadjo, Coordinadora del Programa BA.INNOVA, Subsecretaría de la
Pequeña, Mediana, y Microempresa, Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología, Gobierno de la Provincia de
Buenos Aires. Entrevista realizada el 15/07/2016.
291
nacionales, y por el lado de las empresas del sector, el DILP constituyó el actor central para
que estas pudieran acceder a los beneficios que ofrecen estas políticas. En este último
caso, la vocación de vincularse con la CESSI, constituyó un factor fundamental. Pablo
Baldoma Jones, presidente del DILP, remarcó: “Nosotros queremos que las empresas se
vinculen con la CESSI, porque a través de la cámara, te enteras de todos los beneficios
para el sector, además de que a veces te brindan asesoramiento técnico”.
La débil participación del municipio para facilitar y favorecer la implementación de políticas
públicas nacionales y provinciales para el sector SSI local se evidenció en la incapacidad de
muchas microempresas de realizar los trámites correspondientes para acceder a los fondos
sectoriales que otorga el MINCYT (FONSOFT, FONTAR, FONCYT, etc.). El municipio no
impulsó ningún programa de asesoramiento técnico para ayudar a las microempresas,
tampoco facilitó información útil, ni conformó instancias presenciales o virtuales para
estimular la cooperación entre gobierno local, empresas y universidades. Gabriel Baum,
director del LIFIA, señaló: “A veces nos vienen a ver algunas empresas chicas, para que los
ayudemos con el tema de los FONSOFT. Pero son casos aislados que dependen del interés
particular de algunos emprendedores”.
De este modo, la implementación de políticas públicas nacionales y provinciales en la ciudad de La
Plata obedeció más a la posición que ocupa la ciudad como capital de la Provincia de Buenos
Aires, su cercanía a la capital del país, y el dinamismo del sector SSI, motorizado por los institutos
de investigación de la Facultad de Informática de la UNLP, y el clúster de empresas SSI platenses
(DILP), que al rol ejercido por el gobierno local. Esta situación resulta llamativa en tanto que los
gobiernos municipales, provinciales y nacionales coincidieron en el signo político desde el año 2004
hasta el 2015505. Esta falencia en la coordinación de políticas en los distintos niveles territoriales, se
evidencia como un aspecto deficitario que adquiere tanto el sistema nacional de innovación, como
los sistemas regionales y locales. Gabriel Baum, director del LIFIA, señaló: “A la Municipalidad de
La Plata no le interesan las políticas de fomento a la innovación tecnológica, prioriza otras
áreas506”.
7.3.2. Las políticas locales
A nivel local, existen pocas políticas e instancias de participación y deliberación entre el gobierno
municipal, las universidades, y las empresas. A nivel municipal, quien interactúa con los actores del
sector es la Secretaría de Modernización y Desarrollo Económico (SMyDE). Anteriormente existía
un área de Investigación y Desarrollo vinculada al Diseño, pero fue disuelta cuando la persona
encargada decidió pensionarse. Según Alejandra Sturzenegger, directora de la SMyDE: “Hicimos
varias actividades vinculadas al diseño, y te diría que el Mercado fue ocupando solo esta área, sin
necesidad de intervención del Estado. Siempre se organiza alguna feria o alguna actividad, es una
ciudad muy activa en este campo507”. Con el cambio de gestión gubernamental ocurrido en 2015,
aparecieron nuevos actores institucionales que serán analizados más adelante cuando se
introduzcan los principales cambios registrados entre las administraciones municipales. Las
políticas públicas para el sector SSI que se pueden implementar a nivel local, dados los recursos
económicos, políticos e institucionales con los que cuenta un municipio, son limitadas. Por esta
505
Como ya se mencionó anteriormente, entre el 2004 y el 2015, en la ciudad de La Plata gobernó el FPV-PJ, a través de
Julio Alak (fue intendente en cuatro oportunidades: 1991-1995, 1995-1999, 1999-2003 y 2003-2007), y Pablo Bruera en
dos oportunidades (2007-2011 y 2011-2015).
506
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Gabriel Baum, director del LIFIA (23/04/2015)
507
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Alejandra Sturzenegger, directora de la Secretaría de Modernización y
Desarrollo Económico (SMyDE) de la Municipalidad de La Plata (22/10/2014)
292
razón, uno de los principales instrumentos del gobierno local para promocionar la innovación sociotecnológica refiere a la capacidad de motorizar redes de innovación a escala local. Constituye una
función propia del gobierno local, que puede desplegar sin necesidad de contar con grandes
recursos económicos, sentar en una mesa a las diferentes partes que componen cualquier
ecosistema de innovación (empresas, universidades, centros de investigación, asociaciones de la
sociedad civil y el propio gobierno local). Como señala Méndez (2006:237) se trata de: “(…) pasar
de ser simples administradores, para constituirse también en verdaderos gestores del desarrollo
local (…)”.
Las principales políticas públicas desarrolladas por la Municipalidad de La Plata entre los años
2004 y 2015, referidas a la innovación socio-tecnológica, que fueron identificadas en este estudio,
son las siguientes:
a) creación de desarrollos para el Municipio con el objetivo de mejorar los servicios al ciudadano.
En algunos casos, en articulación con empresas SSI de la ciudad, y en otros, desde la propia área
de desarrollo de la Municipalidad. Se destacan tres iniciativas: el sistema de estacionamiento
medido, el sistema de alerta temprana y el sistema de botón de anti-pánico;
b) organización de eventos masivos en el espacio público para promocionar la ciencia y tecnología
platense. Se destaca la organización de las ferias TEC en la República de los Niños508. Cuando se
analicen las principales transformaciones generadas con el cambio de gobierno local en 2015, se
mencionarán sus principales políticas. La promoción del emprendedorismo con base en el sector
SSI no constituyó un pilar de la gestión municipal bajo el gobierno de Pablo Bruera que priorizó
otras áreas productivas como la producción agropecuaria y la industria de la cerveza artesanal.
Alejandra Sturzenegger, directora de la SMyDE, señaló: “Acá hay dos áreas productivas muy
innovadoras que siempre tratamos de acompañar y colaborar, organizando eventos: por ejemplo,
se organizó la 8va Expo Flor, un evento masivo al que acudieron más de 150 mil personas, La
Plata es el mayor productor de flor de corte de todo el país, e hicimos algo parecido con los
productores de cerveza artesanal que en la ciudad constituyen un sector con mucho dinamismo509”.
En relación al primer punto, el sistema de estacionamiento medido fue desarrollado por la UNLP e
intervino una empresa SSI local510. Alejandra Sturzenegger, directora de la SMyDE, indicó: “Se
trata de una iniciativa modelo. No sólo porque fue la primera de este tipo en Latinoamérica. Hay
que recordar que se lanzó en 2009 cuando en pocas ciudades de la región se utilizaban este tipo
de sistemas. Además se trata de una idea que provino del Estado se llevó a cabo a partir de la
participación de la Universidad que se encargó de realizar el desarrollo y una empresa SSI local
encargada de gestionar el tráfico de datos en conjunto con las cuatro empresas que proveen el
servicio de telecomunicaciones en la ciudad. Es un ejemplo de articulación entre el sector público y
privado”. Este sistema de estacionamiento medido por medio de una aplicación tecnológica,
constituye una de las pocas iniciativas de este tipo a nivel nacional. A través del uso del sistema
SMS por medio de un teléfono celular, un ciudadano platense puede programar el uso del
estacionamiento en la vía pública, abonando el crédito correspondiente. Esto permite ordenar el
tránsito, que los ciudadanos puedan gestionar mejor el uso del estacionamiento medido, y el
Municipio pueda recaudar en forma correcta. En un principio, el sistema funcionaba a través del
uso de mensajes de texto. En la actualidad se cuenta además con una aplicación que se puede
508
https://www.laplata.gov.ar/#/gobierno/programa?categoria=ciudadProtegida
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Alejandra Sturzenegger, directora de la Secretaría de Modernización y
Desarrollo Económico (SMyDE) de la Municipalidad de La Plata (22/10/2014)
510
Se trata de la empresa Julasoft, una Pyme local, integrante del DILP (http://julasoft.com/umoh/index.php/en)
509
293
descargar en el celular, tanto por medio de Windows Phone como de Android511. Como ya se
señaló con anterioridad, este fue uno de los focos de conflicto entre el gobierno local y las
empresas del sector SSI. Según la empresa que desarrolló el sistema, no le fue reconocido el
trabajo. Al menos tres de las microempresas entrevistadas indicaron que la Municipalidad se
apropió del desarrollo. Más allá de las posiciones encontradas, este hecho generó mucha
desconfianza por parte de las empresas, sobre todo las más pequeñas que consideran que resulta
muy difícil asociarse con el gobierno local sin que “te absorba”.
Con respecto al sistema de alerta temprana, en este caso fue la propia Municipalidad la que generó
el desarrollo. Se trata del establecimiento de un sistema que permite alertar a los ciudadanos, vía
SMS, en caso de registrarse fuertes tormentas que puedan ocasionar inundaciones. Este sistema
se diseñó luego de las inundaciones que sufrió la ciudad en 2013, que dejaron aproximadamente
89 víctimas fatales512. Gabriel Baum, director del LIFIA, señaló en relación al gobierno local: “Le
hicimos una propuesta para conformar un sistema de alerta temprana con sensores que podíamos
construir nosotros, de hecho ampliamos la propuesta a una empresa local, Flux IT, que sabe
gestionar bien datos masivos, para poder mejorar este sistema. No nos dieron ni pelota. Hoy tiene
un sistema que simplemente les avisa a los ciudadanos, pero en base al sistema meteorológico
nacional”. Alejandra Stuzrenneger, directora de la SMyDE, señaló: “La idea es usar la tecnología
para mejorar la calidad de vida y mitigar los daños que provoca una inundación como la del 2013.
Alertar a los ciudadanos nos va a ayudar a mejorar la evacuación”. Con el cambio de gestión
gubernamental, este sistema fue mejorado sustancialmente. Se incorporaron sensores y estaciones
hidrometeorológicas que permiten obtener datos más precios y certeros sobre el estado de las
precipitaciones. Estos datos son enviados a la central de monitoreo perteneciente a la
Subsecretaría de Atención al Riesgo. Esta iniciativa forma parte de lo que la Municipalidad de La
Plata denomina “Ciudad Protegida513” y se realizó en conjunto con el instituto de investigación IIILIDI de la Facultad de Informática y la Facultad de Ingeniería de la UNLP514. En la propia página
web de la Municipalidad se informa el estado del tiempo de acuerdo a lo que informa este sistema.
El sistema de botón anti-pánico fue desarrollado por una empresa SSI local. Alejandra
Sturzenegger, directora de la SMyDE, indicó: “El botón anti-pánico fue desarrollado por una
empresa de acá. Fue de las primeras iniciativas de este tipo que se vieron en Argentina. A la
empresa le sirvió mucho testear y probar el producto con nosotros, porque al principio existieron
algunos problemas que se fueron solucionando. Hoy tienen un producto mejorado que pueden
ofrecer a otros municipios515”. Este sistema comenzó a funcionar en el 2014. La Municipalidad
repartió a las mujeres víctimas de violencia de género, un dispositivo asociado al celular, que
cuando una mujer tiene algún problema, puede disparar una señal de altera al Centro de
Monitoreo de la Municipalidad de La Plata516. Este sistema fue continuado por la nueva gestión
gubernamental de Julio Garro.
511
Alejandra Sturzenegger, directora de la SMyDE, indicó: “No creemos mucho en las aplicaciones, preferimos el sistema
de SMS, porque no toda la población de La Plata tiene acceso a smartphones”. La nueva gestión gubernamental
incorporó las aplicaciones para el celular: https://www.laplata.gob.ar/#/ciudad/estacionamientomedido/detalleem?id=iniciar
512
http://www.perfil.com/politica/inundaciones-en-la-plata-hubo-maniobras-para-ocultar-cuerpos-0401-0034.phtml
513
https://www.laplata.gov.ar/#/gobierno/programa?categoria=ciudadProtegida
514
http://argentinainvestiga.edu.ar/noticia.php?titulo=alerta_por_lluvias,_investigadores_platenses_crearon_un_sistema_q
ue_anticipa_el_riesgo_hidrico&id=2692
515
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Alejandra Sturzenegger, directora de la Secretaría de Modernización y
Desarrollo Económico (SMyDE) de la Municipalidad de La Plata (22/10/2014)
516
http://www.infoplatense.com.ar/nota/2014-8-21-entregan-boton-anti-panico-a-victimas-de-violencia
294
Una de las iniciativas mejor recibidas por el sector SSI local fue la organización de la feria TEC: una
feria interactiva de tecnología, abierta entre abril y mayo, en la cual los ciudadanos platenses
podían informarse y experimentar los avances científico-tecnológicos principales del país, con un
lugar destacado para los emprendimientos de origen platense. Diversas áreas como la robótica, las
comunicaciones satelitales, los juegos multimedia, y la producción industrial, ocuparon un rol
preponderante. Esta feria se organizó en el año 2012 en la República de los Niños, un espacio
público municipal de uso masivo y recreativo que se utiliza con frecuencia para organizar ferias y
eventos productivos. En la organización de la feria, se contó con la participación activa de la
SMyDE, la UNLP (las facultades de Ingeniería, Informática, Ciencias Astronómicas y Geofísicas,
Bellas Artes, Odontología y Medicina), la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), el
CONICET-La Plata, y varias empresas del sector SSI local (Globant La Plata, Snoop Consulting,
Snappler, Xaver, etc.)517.
Estas jornadas, que se realizaron sólo en el año 2012, fueron muy bien recibidas por el sector SSI
local, ya que les permitía ocupar un espacio y poder visibilizar sus proyectos y desarrollos, inclusive
captar posibles clientes. Sin embargo, se dejaron de organizar a causa de la supuesta “falta de
interés” de los actores involucrados, principalmente las empresas y la UNLP. Uno de los
entrevistados, señala: “La feria TEC funcionó, estuvo bien, pero terminó y no pasó nada. No se
determinó hacer una feria anual, o reuniones cada tres meses con las empresas del sector, etc. No
había un proyecto, la idea era que pudiéramos aprovechar la feria para contactar clientes518”. La
inauguración de la muestra de ciencia y tecnología, Tecnópolis519, en 2011 que se localiza en Villa
Martelli, Ciudad de Buenos Aires, generó un efecto de concentración de este tipo de actividades en
CABA. La Ciudad de La Plata se localiza a sólo 56 kilómetros de CABA, por lo tanto la posibilidad
de volver a organizar la feria TEC, un evento de similares características que Tecnópolis, se
descartó por completo.
7.3.3. El rol del gobierno local
El rol del gobierno local en los procesos de innovación socio-tecnológica de la ciudad de La Plata,
referidos al sector SSI local, se puede analizar a partir de tres ideas-fuerza presente en la visión de
la Municipalidad respecto a cuál debe ser la función a desempeñar en estos procesos:
El Estado como laboratorio. La política de la municipalidad se reduce a: “acompañar el
proceso de contrastación con la realidad de los desarrollos generados por las empresas520”.
En este caso, el Estado no constituye un cliente fundamental para las empresas, sino un
laboratorio para mejorar y experimentar sus productos. Las empresas que desarrollan
servicios para la ciudad, o bien lo ofrecen al municipio sin costo o a un costo bastante
inferior al de mercado. El objetivo consiste en pulir y ajustar los desarrollos para que su
implementación sea efectiva y puedan comercializarlo a otras ciudades. A modo de ejemplo,
tanto desde el DILP como del Municipio, se menciona la experiencia del sistema de Botón
Anti-pánico vía SMS, que fue desarrollado por una empresa SSI local y mediante el trabajo
con la Municipalidad, se logró implementar y se comercializó a otras ciudades. Alejandra
Sturzenegger, directora de la SMyDe, remarcó: “Muchas empresas tiene ideas muy
interesantes pero que cuando se ponen en práctica, no funcionan correctamente. Desde la
Municipalidad, alentamos que se pueda utilizar al gobierno para perfeccionar los
517
http://cessi.org.ar/ver-noticias-abrio-sus-puertas-tec-la-plata-feria-interactiva-de-tecnologia-952
Idem
519
http://www.tecnopolis.gob.ar/
520
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Alejandra Sturzenegger, directora de la Secretaría de Modernización y
Desarrollo Económico (SMyDE) de la Municipalidad de La Plata (22/10/2014)
518
295
desarrollados, y de este modo, nos sirve a nosotros, para ofrecer servicios al ciudadano, y
les sirve a ellos, porque saben que si funciona en La Plata, se les abren un montón de
puertas521”.
El sector SSI como un sector productivo más. Desde la Municipalidad se alienta la
organización de eventos masivos para promocionar una variedad de productos locales
(flores de corte, cerveza artesanal, ropa de diseño, etc.). Alejandra Sturzenegger, directora
de la SMyDE, señaló: “Nuestra función es acompañar al sector productivo. Una de las
herramientas que tenemos a disposición se relaciona con organizar eventos masivos.
Resulta muy útil para las empresas o productores locales que pueden dar a conocer sus
productos. Nuestra tarea es acompañar, ayudar a visibilizar, y estimular a que estos
sectores crezcan522”. En relación al sector SSI, agregó: “Es un sector en franco crecimiento.
Nosotros no priorizamos un sector productivo por sobre otros, todos son importantes y
necesitan nuestro apoyo523”. Esta visión reveló que el sector SSI no es considerado, por
parte de la Municipalidad de La Plata, como un sector estratégico a desarrollar, sino como
un sector productivo más. Esta perspectiva contrasta con la de algunas microempresas. Un
entrevistado, fundador de una microempresa dedicada a la producción de videojuegos,
remarcó: “Siento que tendríamos que tener más ayuda, nosotros no compramos barato y
vendemos caro, producimos un producto de alto valor agregado524”.
El Estado como intermediario. Desde la Municipalidad, se sostiene que el Estado no tiene
como función constituirse en un “dador de recursos”, sino vincular a los sectores productivos
con otros estamentos del Estado Nacional o Provincial que sí disponen de recursos u
ofrecen programas de financiamiento. Se mencionó no sólo la intermediación entre los
sectores productivos del municipio y otras agencias estatales, sino también entre las
empresas locales y otras empresas más grandes. Alejandra Sturzenegger, directora de la
SMyDE, señaló: “Nuestro rol central es vincular no otorgar recursos económico al vacío, sin
una contención. Por ejemplo, una empresa terminó haciendo negocios, a través nuestro,
con Nextel o haciendo desarrollos para Telecom. Como nosotros desarrollamos mucho
estas tecnologías aplicadas al celular, las empresas se van conociendo, nosotros somos un
canal para eso525”.
En relación al sistema de interacciones entre actores sociales locales, se registraron tres grandes
“focos de conflicto” entre la Municipalidad y los otros actores de la innovación:
Apropiación de desarrollos. Como se mencionó anteriormente, tanto para el caso del
sistema de estacionamiento medido como el sistema de alerta temprana y el boto antipánico, intervinieron empresas SSI del ámbito local. Desde el lugar de las empresas, estos
desarrollos fueron apropiados por la Municipalidad sin el reconocimiento correspondiente a
los autores. Si bien el DILP no confirmó esta versión, al menos cuatro microempresas
locales señalaron esta situación. La posición de la Municipalidad en referencia al desarrollo
de aplicaciones orientadas a servicios al ciudadano por parte de las empresas, permite
521
Ídem
Ídem
523
Ídem
524
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 3)
525
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Alejandra Sturzenegger, directora de la Secretaría de Modernización y
Desarrollo Económico (SMyDE) de la Municipalidad de La Plata (22/10/2014)
522
296
pensar que este reconocimiento no se haya dado en los términos en que las empresas
pretenden. Según el enfoque del gobierno local, la Municipalidad no contrató los servicios
de las empresas ni compró sus productos, sino que habilitó el uso del Estado para
“contrastar los desarrollos con la realidad”. En vez de que el Estado contraiga un servicio
por parte de las empresas, el Estado ofrecería un servicio a las mismas, por medio de la
utilización de la innovación. Esta diferencia de perspectiva alimentó un marco de
desconfianza entre las microempresas y Pymes locales y la propia Municipalidad.
El fracaso del Polo Tecnológico. La conformación del Polo Tecnológico en la ciudad, que
podría haber causado algún tipo de impacto urbano, no se pudo lograr. Si bien su
conformación requiere del esfuerzo y la colaboración entre empresas, universidades y el
propio gobierno local, no todos los actores disponen de los mismos recursos económicos,
políticos e institucionales para poder avanzar con estos proyectos. El rol del gobierno local
no sólo resulta trascendental para lograr concretizar este tipo de iniciativas, sino que
además resulta fundamental en términos “estratégicos” para direccionar estos proyectos
hacía el desarrollo del territorio. Desde la SMyDE se acusa a las empresas de pretender
que el Estado financie la totalidad de la inversión para constituir el Polo, mientras que desde
las empresas y universidades, se acusa al gobierno local de no tener interés real en
motorizar este proyecto. Alejandra Sturzenegger, directora de la SMyDE, señaló: “El Polo no
anduvo. Ellos tenían una pretensión, muy limitada, de que el Estado es sólo un generador
de recursos económicos para las empresas. Se pretendió que el Estado, a través del Polo,
podía poner dinero para financiar al sector. Y el Estado Municipal no puede ni debe hacer
eso526”. Gabriel Baum, director del LIFIA, señaló: “El Polo Tecnológico fue un verso. Nunca
existió. Yo no veo la voluntad política de hacerlo. La Municipalidad dice que no es su
responsabilidad garantizar la inversión, y me consta que han querido hacer un negocio
inmobiliario con varias empresas grandes del sector que no funcionó. A las Microempresas
o Pymes no les podes pedir que financien este tipo de proyectos527”.
Falencias de comunicación. La Municipalidad señala que muchas empresas SSI locales no
saben cómo comercializar sus productos, si bien tienen el conocimiento técnico, tienen
serias falencias en el aspecto de la comunicación. Alejandra Sturzenegger, directora de la
SMyDE, indicó: “A veces no saben cómo presentarle una idea que puede ser muy buena en
términos técnicos, pero que si no sabes cómo explicarla, no sirve. A nosotros nos interesa
que el hombre de a pie puede entender cómo usar los servicios que brindamos. Por
ejemplo, en el caso del estacionamiento medido, tuvimos que trabajar mucho desde la
Municipalidad para adecuar este sistema para que lo pueda usar cualquier ciudadano528”.
Las propias microempresas reconoce esta situación. Un entrevistado, fundador de una
microempresa local, señaló: “No siempre lograr comercializar la mejor idea, sino la que
pudiste presentar de forma clara y creíble529”.
En relación a la red SSI local, se reconocen tres falencias institucionales por parte de la
Municipalidad de La Plata que afectaron el sistema de interacciones entre actores sociales de
innovación para el caso del sector SSI:
526
Ídem
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Gabriel Baum, director del LIFIA (23/04/2015)
528
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Alejandra Sturzenegger, directora de la Secretaría de Modernización y
Desarrollo Económico (SMyDE) de la Municipalidad de La Plata (22/10/2014)
529
Testimonio extraído de la entrevista realizada el 16/08/2015 (Entrevista número 9)
527
297
Carencia de una agencia especifica de promoción de la innovación local. A diferencia de
otros municipios de la Provincia de Buenos Aires, como Bahía Blanca o Tandil, la ciudad de
La Plata no dispone de una agencia o secretaría especializada en la promoción de la
innovación socio-tecnológica local. La SMyDE no tiene como función específica motorizar la
innovación, sino brindar apoyo al sector productivo. Tal es así que no se concentra
exclusivamente en los sectores intensivos en conocimiento, sino en todas las áreas
productivas dinámicas de la ciudad. En relación a la generación de espacios institucionales
o formales, la directora de la SMyDE señaló: “No es necesario generar canales formales,
pero sí que todos los actores sepan que tienen acceso al municipio y las puertas están
abiertas530”.
Carencia de una referencia del sector público local, encargada de establecer relaciones de
forma orgánica, periódica y tacita con otros actores sociales, fundamentalmente empresas y
universidades. Si bien Alejandra Sturzenegger, directora de la SMyDE, mencionó tener una
excelente relación con todos los actores, no se evidenció a partir de los testimonios de los
institutos de investigación y de las empresas locales, la presencia de un marco estable y
armonioso de vínculo personal con ella. Gabriel Baum, director del LIFIA, mencionó: “Si me
preguntas con quien hay que hablar de la municipalidad, la verdad desconozco. Sé que esta
Sturzenegger, pero no tenemos un vínculo establecido. Ella tiene buena relación con las
autoridades de la UNLP, no con nosotros531”.
Carencia de un plan estratégico local de desarrollo del sector SSI. La falta de una agencia
del Estado municipal y de una referencia del sector público local, constituye una limitación
para diseñar un plan estratégico de desarrollo del sector SSI de la ciudad. Se identifica que
el sector SSI no constituye una prioridad para el Municipio, sino un sector productivo más.
En el plan estratégico territorial de la ciudad, se reconoce la importancia del factor
tecnológico, pero no se estipulan ni metas de acción, ni programas específicos para el
desarrollo del sector SSI.
En relación a la tipología sobre el rol del Estado introducida en esta tesis, se considera que la figura
de “Estado Incubadora” es la que mejor se adecua al caso de la Municipalidad de La Plata. Desde
esta perspectiva, el Estado municipal puede acompañar, facilitar, y contribuir a que las empresas
locales, sobre todo las pequeñas y medianas, así como las microempresas, puedan consolidar sus
productos, perfeccionarlos, para crecer y desarrollarse en el mercado.
En el caso del Estado incubadora, no se trata de impulsar la creación de empresas, sino de ofrecer
la posibilidad de que las mismas puedan utilizar al Estado como un gran laboratorio para mejorar
sus productos, y al mismo tiempo, como una gran vidriera en el campo de los servicios al
ciudadano. Se plantea una relación simbiótica: el Estado gana porque lograr acceder a productos
tecnológicos que le permiten mejorar su eficiencia en la gestión pública y el acercamiento con los
ciudadanos, y las empresas ganan porque pueden contrastar sus desarrollos y de esta manera
ganar experiencia en un mercado altamente competitivo.
530
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Alejandra Sturzenegger, directora de la Secretaría de Modernización y
Desarrollo Económico (SMyDE) de la Municipalidad de La Plata (22/10/2014)
531
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Gabriel Baum, director del LIFIA (23/04/2015)
298
El rol del gobierno local en la red productiva SSI de la ciudad de La Plata, no sólo constituyó un
factor de obstáculo para el desarrollo del sistema de interacciones en términos de facilitar el
networking, generar marcos institucionales que permitan establecer canales de comunicación y
reducir de la desconfianza entre actores, sino que, además, impidió la vinculación entre los
procesos de innovación socio-tecnológica y las estrategias de desarrollo económico, social y
territorial. La participación del Estado no necesariamente resulta indispensable para la
consolidación y desarrollo de redes de innovación en ciudades intermedias, pero constituye un
factor ineludible para que las mismas se orienten a resolver las problemáticas locales.
7.3.4. El cambio de gobierno
En el año 2015, el gobierno municipal cambió de signo político. Julio Garro, proveniente del PROCAMBIEMOS le ganó la elección a Pablo Bruera, el intendente en función, adherente al FPV-PJ.
Este cambio de gobierno se enmarcó en un cambio de etapa política. Además del gobierno
municipal, Mauricio Macri ganó la Presidencia de la Nación, María Eugenia Vidal la Gobernación de
la Provincia de Buenos Aires, y Horacio Rodríguez Larreta la Jefatura de Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires (CABA). Por primera vez en la historia, tanto el Estado Nacional, la
Provincia de Buenos Aires, como CABA se encuentran gobernados por el mismo partido político.
Este cambio de etapa política se puede denominar de diferentes maneras: “restauración
conservadora”, “Regreso del neoliberalismo”, “nuevo ciclo político”. Más allá de la etiqueta que se le
coloque, lo cierto es que por primera vez en la historia argentina, una coalición de derecha accedió
al poder por la vía democrática. Esta tesis no se propone realizar un análisis específico respecto a
este punto, que por cierto ameritaría una tesis particular, simplemente mencionar los cambios
generados durante el transcurso de la investigación que pudieron afectar el objeto de estudio. Si
bien, en un año de gestión resulta difícil hallar grandes transformaciones respecto a la gestión
gubernamental anterior, se pueden mencionar algunos:
532
Nueva impronta emprendedora. La nueva gestión gubernamental le asigna a la
emprendedorismo local un lugar destacado en la agenda de gobierno. Se pueden destacar
tres iniciativas puntuales que forman parte de lo que la Municipalidad denomina “La Plata
Emprende532”: a) un espacio físico de co-working para los emprendedores. Se trata de una
oficina de 300mt2 equipada con conectividad, impresora 3D, espacios recreativos, etc.; b)
un observatorio sobre emprendedorismo en el cual se puede acceder a información sobre
programas de financiamiento, cantidad de empresas presentes en la ciudad, eventos, etc.;
c) lanzamiento de una incubadora pública llamada “La Plata Emprende” destinada a generar
y acelerar nuevos emprendimientos. Si bien, al igual que la gestión anterior, estas iniciativas
no apuntan sólo al sector SSI, se puede apreciar un salto cualitativo en estas políticas en
tanto no sólo se orientan a organizar eventos masivos para los productores locales, sino
apuntan a generar redes de emprendedores, dotar a los micro emprendimientos de un
espacio físico de networking, crear y acelerar emprendimientos, etc.
Restauración del proyecto del Polo Tecnológico. En el año 2016, el DILP pasó a llamarse
Polo IT. Como ya se mencionó anteriormente, en este caso el objetivo no se reduce a
consolidar el clúster de empresas SSI de la ciudad, sino abrir la participación a las
universidades y el gobierno local. Esto podría permitir retomar el viejo proyecto del Polo
http://laplataemprende.org/
299
Tecnológico. Sin embargo, todavía el Polo IT no cuenta con un espacio físico, y en la
práctica, continua funcionando como el DILP. El lanzamiento de La Plata Emprende por
parte de la Municipalidad, fue tomado por el Polo IT como un gesto de acercamiento. Pablo
Baldoma Jones, director del Polo IT, mencionó: “La Municipalidad le está dando una
impronta significativa al emprendedorismo tecnológico. La organización del Segundo
Encuentro Nacional de Polos y Clústeres es un reflejo de eso. Ahora lanzaron La Plata
Emprende que es un espacio para los emprendedores. Confiamos en que vamos a poder
trabajar muy bien en conjunto533”.
Fuerte apuesta a la Modernización. La nueva gestión gubernamental modificó el sitio Web
de la Municipalidad. Lo adecuó al formato del sitio de CABA. Incorporó tres grandes
etiquetas: “Ciudad Verde”, “Ciudad Segura”, y “Ciudad Protegida”534. El enfoque de gobierno
abierto, coincidente con Nación, Provincia y Ciudad, se reduce a ofrecer servicios al
ciudadano que permitan mejorar la transparencia y la eficiencia en la resolución de diversos
trámites (sistema de turnos, pago de impuestos, etc.). Maximiliano Constantinis, Director de
Servicios al Ciudadano de la Secretaría de Modernización de la Municipalidad de La Plata,
señaló: “Esto lo traslado desde el ámbito que conozco que es lo privado. El empresario
cambia el color de la remera no porque el percibe que es el que más se va a vender, sino
porque hace un estudio de mercado y conviene cambiar de color. Esto a nivel estatal no se
hace. Por ejemplo, a lo mejor en un barrio hay un bache y entonces yo supongo que tengo
que arreglarlo porque es lo mejor para los vecinos, pero resulta que si les pregunto, a lo
mejor no les importa tanto porque por esa calle no pasan nunca, y lo que realmente
reclaman es que les ponga luz en la esquina. Para mi gobierno abierto es eso: abrir no sólo
la información sino la participación de los ciudadanos535”. Además de la nuevo sitio Web, la
Municipalidad inauguró nuevas oficinas, como la de la Secretaría de Modernización,
inspiradas en una arquitectura moderna, amigable, con grandes ventanales, copiando el
estilo “Google”.
Vocación de trabajar con empresas grandes. A diferencia de la gestión anterior, en la cual la
propia directora de la SMyDE, Alejandra Sturzenegger, mencionó que no trabajan con
empresas grandes: “Ellas sabes que acá no tiene lugar. Nosotros no estamos para eso.
Estamos para colaborar y ayudar a las chicas, no a las grandes. Ellas normalmente vienen
con propuestas que la Municipalidad no puede comprar”536. Maximiliano Constantinis,
director de la Secretaría de Servicios al Ciudadano, sostuvo que la conexión a internet en
las plazas de la ciudad estuvieron a cargo de grandes empresas: “La primera la instaló
Telefónica, la segunda Fibertel. Lo hacen de forma gratuita, está sujeto a la ley de
responsabilidad empresaria, donde ayudan a los municipios. Esto nos viene excelente,
instalan los equipos, les pertenecen a ellos pero ni los tenemos que comprar. Lo único que
tenemos que hacer nosotros son mediciones semanales, Tenemos que ir hasta allá, vamos
con un teléfono y medimos que realmente siga la señal como realmente nos prometieron en
un principio que iba a estar537”.
533
Segunda entrevista realizada a Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP (14/09/2017)
https://www.laplata.gov.ar/#/
535
Entrevista realizada a Maximiliano Constantinis, Director de Servicios al Ciudadano de la Secretaría de Modernización,
Municipalidad de La Plata (29/07/2016)
536
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Alejandra Sturzenegger, directora de la Secretaría de Modernización y
Desarrollo Económico (SMyDE) de la Municipalidad de La Plata (22/10/2014)
537
Entrevista realizada a Maximiliano Constantinis, Director de Servicios al Ciudadano de la Secretaría de Modernización,
Municipalidad de La Plata (29/07/2016)
534
300
El nuevo gobierno local, si bien retomó la iniciativa política, consierando que el 2014 fue un año en
el cual la gestión gubernamental anterior estuvo ocupada, fundamentalmente, en la reparación de
la ciudad luego de las inundaciones del 2013538, generó algunos nuevos “focos de conflicto”:
Prejuicio político. Desde algunos institutos de investigación de la UNLP, principalmente el
LIFIA y LINTI, se señala que la nueva gestión gubernamental tanto a nivel nacional,
provincial como local, tiene un prejuicio político hacia ellos. Javier Díaz, director del LINTI,
remarcó: “Yo no pregunto ni religión, ni afiliación política, ni antecedentes familiares. Hay
gente, en algunos lugares, que se hace la policía de lo que pensas y no pensas. Eso está
mal. En el ambiente debería poder estar cualquiera. Hoy la gente quiere saber con quién
está hablando. Y puede ser útil, pero por ahí te pierdes de la interacción que se está
generando. Y se prejuzga mucho. Hay que construir ambientes que no tengan color
político539”. Luego, agregó: “No usan de referencia en algunos casos de seguridad, pero no
nos terminan de pagar. No pagan, ni quieren renovar. La lógica es la siguiente: todo lo que
se hizo quedó sospechado. Se ideologizó. Las universidades tenemos un color político. Y
no es real. Acá la UNLP es polifacética. Hay de todos los colores políticos. Pensar que
todos pensamos igual, es mentira540”.
Diferencias ideológicas. Algunos directores de los institutos de investigación de la UNLP si
bien sienten que se tiene un prejuicio político hacia ellos, también manifestaron tener
“diferencias ideológicas profundas” con la gestión gubernamental nueva, así como con los
otros niveles de gobierno. Gabriel Baum, director del LIFIA, señaló: “Es difícil pensar que
podamos interactuar, cuando tenemos visiones antagónicas respecto al rol del Estado, la
estrategia de desarrollo, etc. Ellos no quieren invertir en CyT, no les interesa la soberanía
tecnológica541”. Javier Díaz, director del LINTI, remarcó: “Su visión es simple: se necesita
tanto mercado como sea posible, y tanto Estado como sea necesario542”.
Laboratorio propio para los desarrollos. La nueva gestión gubernamental planea diseñar e
implementar sus propios desarrollos, sin necesidad de articular con las empresas SSI
locales. Por primera vez, desde la Secretaría de Servicios al Ciudadano se creó un
laboratorio de innovación, destinado a crear desarrollos que pueda utilizar el municipio.
Maximiliano Constantinis, director del área, señaló: “La idea de este laboratorio es que se
hagan todas las aplicaciones móviles ya sea para teléfono como para web en todo lo que
ayude a facilitar el proceso de trámites para el ciudadano543”. La primera experiencia fue el
sistema de asignación de turnos para sacar la licencia de conducir. Fue diseñado por el
área, a través de dos desarrolladores y un diseñador que trabajan en la Municipalidad.
Además, Maximiliano Constantinis remarcó: “Este sería el primer laboratorio a nivel
provincial que no hace lo que hacen los chicos de sistemas (arreglar las computadoras).
Acá se trata de hacer desarrollos. Y después compartirlo, la posibilidad de compartirlo da la
538
Alejandra Sturzenegger, directora de la SMyDE, señaló: “Luego de las inundaciones, estuvimos muy frenados. Nos
pegó muy duro. Y tuvimos que dedicar mucho esfuerzo para reponernos”.
539
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
540
Ídem
541
Testimonio extraído de la entrevista realizada a Gabriel Baum, director del LIFIA (23/04/2015)
542
Testimonio extraído de la entrevista realizada al Lic. Javier Díaz (12/05/2017)
543
Entrevista realizada a Maximiliano Constantinis, Director de Servicios al Ciudadano de la Secretaría de Modernización,
Municipalidad de La Plata (29/07/2016)
301
posibilidad de crecer en otros municipios544”. Esta posibilidad de que los desarrollan sean
abiertos y se puedan compartir con otros municipios, puede ser motivo de conflicto con las
empresas SSI. Estas no sólo ven cerrada la posibilidad de trabajar con la Municipalidad,
sino que además es el propio Estado Municipal el que termina compitiendo con ellas por un
mercado más amplio (Municipios de toda la Provincia de Buenos Aires).
7.4. Los desafíos de cara al futuro
A modo de cierre, vale la pena mencionar algunos desafíos que enfrenta la ciudad de La Plata para
lograr impulsar, fortalecer y consolidar el sistema de interacciones entre actores sociales locales de
la innovación socio-tecnológica en el sector SSI. Esta tesis adhiere a la idea de que las redes de
innovación en ciudades intermedias pueden constituir una estrategia eficaz para potenciar y
motorizar los procesos innovativos, en la medida que se puedan superar algunas limitaciones que
son específicas de cada caso, y mitigar el impacto negativo de otras que son de tipo estructuralsistémicas545. Se pueden mencionar cuatro grandes desafíos:
El desafío de la confianza. Para estimular la interacción, y reciprocidad entre los actores
sociales, se requiere construir marcos estables de confianza y mecanismos permanentes
de comunicación. No sólo la confianza interpersonal, sino, fundamentalmente, la confianza
estratégica y técnica que depende mucho más del buen funcionamiento de circuitos
comunicacionales. Para poder avanzar en este sentido, resulta necesario: a) crear o
reforzar el rol del traductor, para que pueda desempeñar la función de agrupar intereses y
racionalidades que en muchos casos son divergentes; b) definir “intereses comunes” que
puedan delimitar el área de acción de la red y clarificar cuál es su objetivo principal
(impulso a micro emprendimientos, desarrollo de proyectos socio-tecnológicos, desarrollo
de un área tecnológica en particular, incremento del capital humano, etc.); c) conformar un
espacio físico común de interacción que permitan motorizar el networking y la
intercomunicación cara a cara.
El desafío institucional. Si bien las redes informales también pueden alimentar y estimular
los procesos de innovación, la institucionalización del sistema de interacciones permite
consolidar los vínculos ya formados y canalizar la interconexión en pos de objetivos
multiactorales. La conformación de redes con cierto nivel de formalidad e instituciones
estables, constituye un factor positivo para que las interacciones dependan menos de los
contactos coyunturales y bidireccionales, y más de las sinergias establecidas entre los
actores. El rol del gobierno local resulta trascendental en términos de poder garantizar: a)
una agencia, secretaría u oficina específica para atender los asuntos correspondientes a la
innovación socio-tecnológica, con énfasis en el sector SSI local; b) una referencia clara
dentro del sector público local, encargada de establecer la comunicación con el resto de los
actores, con cierto saber técnico y habilidades de dialogo multisectorial y multiactoral; c) un
plan estratégico de desarrollo de la innovación local en el cual el sector SSI ocupe un rol
preponderante, que incluya: un plan de acción, objetivos generales y específicos, plazos
definidos, recursos involucrados, cronograma de reuniones, actividades, etc.
544
Ídem
A modo de ejemplo, una limitación específica de la Ciudad de La Plata se vincula con su cercanía a CABA. En cambio,
una limitación de tipo estructural-sistémica se vincula con el déficit de transferencia de conocimiento del sector científico
al sector productivo que resulta trasversal a todo el SNI.
545
302
El desafío de la participación comunitaria. Las redes de innovación a escala local se
potencian y pueden convertirse en “agentes para el desarrollo local” cuando logran
incorporar a la comunidad en estos procesos. Los procesos de innovación sociotecnológica tienden a estar más conectados con el ámbito local cuando se estructuran de
“abajo hacia arriba”. Los mecanismos de participación de la comunidad pueden darse de
tres maneras: a) por medios de organizaciones de la sociedad civil o instituciones
comunitarias (clubes de barrio, mutuales, federaciones de comerciantes, etc.) que ocupan
un lugar dentro de la red; b) por medio de la generación de espacios públicos locales de
innovación abierta (laboratorios ciudadanos, centros de inclusión digital, espacios públicos
de coworking, etc.); c) por medio del impulso de proyectos socio-educativos entre diversos
actores sociales que permitan incorporar las problemáticas locales como un eje de
intervención de la red.
El desafío del desarrollo territorial. Las redes de innovación socio-tecnológica en ciudades
intermedias no necesariamente se encuentran enraizadas en el territorio. Uno de los
principales desafíos es vincular el sistema de interacciones entre actores sociales de la
innovación y las estrategias de desarrollo económico, social, humano y territorial. Para
poder avanzar en este sentido, resulta relevante considerar tres aspectos: a) de qué modo
la red interactúa con las problemáticas no resueltas del territorio (pobreza, marginalidad,
desigualdad, violencia urbana, problemas referidos al medio ambiente, crisis habitacional,
etc.); b) de qué modo la red se nutre de la presencia de actores locales que orientan su
acción al desarrollo del territorio que, en un principio, no suelen estar considerados
(organizaciones sociales, cooperativas de trabajo, iniciativas de la economía social o
popular, etc.); c) de qué modo la red permite dinamizar proyectos de desarrollo para el
territorio (mejora de la calidad de vida urbana, distribución más equitativa del ingreso,
desarrollo productivo, mejora en las infraestructuras, servicios públicos, etc.).
303
8. Conclusiones
La tesis se propuso realizar dos aportes fundamentales al estudio de los procesos de innovación
socio-tecnológica en ciudades intermedias de Argentina:
1- El primero consiste en analizar estos procesos en el marco general del estudio sobre el
desarrollo del Capitalismo Informacional en los países periféricos. Se trata de analizar los
procesos de innovación socio-tecnológica en las ciudades intermedias de la periferia,
incluyendo una mirada sobre el modo en que se insertan estos territorios en las redes
informacionales globales, y el impacto que pudieran generar los procesos de innovación
socio-tecnologica sobre el espacio físico y social de las mismas.
2- El segundo se vincula con el análisis sistémico que profundiza el estudio del sistema de
interacciones conformado entre los actores locales de la innovación (empresas de diverso
tamaño, universidades y/o centros de investigación, y el gobierno local), su impacto en los
procesos de innovación socio-tecnológica, y el grado de desarrollo de redes de
conocimiento e innovación a nivel local. Una inquietud que recorrió de forma permanente la
tesis, refiere al análisis del impacto de estas redes sobre el medio urbano en el que se
desarrollan.
Al estudiar el sistema de interacciones entre los actores locales de innovación, el rol ejercido por
cada nodo en la red, la valoración de cada actor sobre el otro, y el medio urbano en el que se
desarrollan, resulta factible dar cuenta de las dificultades, obstáculos y desafíos para generar
redes de innovación en ciudades intermedias. La exigua sinergia establecida entre los actores
locales de la innovación, la escasa intervención del gobierno local en los procesos de innovación, la
débil institucionalización del sistema de interacciones, y algunos focos de conflicto entre las partes,
como consecuencia de racionalidades e intereses divergentes, son aspectos que se desarrollaron
en la tesis. Éstos pueden resultar útiles como insumo para diagramar, perfeccionar e implementar
políticas públicas de innovación socio-tecnológica dirigidas a fomentar la innovación en ciudades
intermedias.
El desarrollo del informacionalismo en Argentina en el periodo 2004-2016 se encontró condicionado
por el desarrollo del sistema nacional de innovación, y las políticas públicas de innovación sociotecnológica implementadas en esta etapa. Se analizó a este periodo como una etapa de
consolidación de una matriz neodesarrollista que, en términos generales, permitió:
a. fortalecer e institucionalizar el sistema de Ciencia y Técnica;
b. iniciar una senda de crecimiento económico, sustentado en el incremento del precio
de la comodotties y un robustecimiento del mercado interno por medio del
crecimiento del empleo y cierta redistribución del ingreso;
c. iniciar un ciclo de re-industrialización (con mayor énfasis entre 2004 y 2008);
d. incrementar la inversión pública en ciencia, tecnología y educación que potenció el
crecimiento del capital humano;
En este contexto, se destacaron tres fenómenos que afectaron notablemente al sector
informacional, con énfasis en el sector SSI:
304
a) mejora de la infraestructura tecnológica (telecomunicaciones, conectividad, penetración de
Internet) y reducción de la brecha socio-tecnológica (con énfasis en la brecha de acceso y
no tanto de conocimiento);
b) crecimiento y consolidación del sistema científico-tecnológico sobre la base del incremento
de la cantidad de investigadores, becarios y personal de apoyo de instituciones como el
CONICET y diversas Universidad Públicas Nacionales; creación de proyectos de desarrollo
tecnológico autónomo como AR-SAT, Y-TEC, etc.; e implementación de diversos
instrumentos de política pública a través del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva (MINCYT): fondos sectoriales, financiación a proyectos de investigación,
reuniones y eventos científico-académicos, etc.;
c) crecimiento del sector SSI a nivel mundial, nacional y regional. Se destaca no sólo la
creación de más empresas, sino un incremento notable de las exportaciones, el nivel de
facturación y los puestos de trabajo generados.
d) mejora de servicios e infraestructuras urbanas, (autopistas, puertos, rutas, etc.). Este
proceso de progreso en algunos centros urbanos, como la Ciudad de La Plata, convivió con
la profundización de otras problemáticas urbanas como: déficit habitacional, violencia
urbana, contaminación, etc.
A pesar del crecimiento y consolidación del sistema de CyT, del proceso de industrialización, del
incremento del empleo, y de una participación activa del Estado en términos de políticas públicas
de innovación socio-tecnológica, se evidenciaron tres características particulares del Sistema
Nacional de Innovación argentino que aún permanecen y se reproducen como limitaciones
estructurales-sistémicas:
a) una débil articulación entre el sector productivo y el sector de CyT que se expresa en tres
campos: articulación entre el sector público y privado, mecanismos de transferencia de
conocimiento, y desarrollo de proyectos multiactorales y multisectoriales;
b) déficit de firmas con tendencias innovadoras en el campo tecnológico intensivo en
conocimiento (existen algunas excepciones en el área de la biotecnología, por ejemplo);
c) una escasa sinergia generada entre los actores sociales de la innovación (empresas,
universidades y/o centros de investigación, gobiernos locales, asociaciones de la sociedad
civil, etc.).
Además de las limitaciones propias del Sistema Nacional de Innovación, el desarrollo del
informacionalismo en los países periféricos se encuentra condicionado por, al menos, cuatro
procesos generales:
a) la nueva división internacional del trabajo y la inserción de los territorios en la economía
global;
b) el desarrollo de una nueva forma de organización de la producción: la empresa-red;
305
c) el desarrollo de ciudades globales, y un crecimiento de los procesos
postmetropolización, en consonancia con el crecimiento de las ciudades intermedias;
de
d) una nueva geografía de centros y márgenes que se expresa en una exacerbación de las
desigualdades entre países y regiones, pero también al interior de las ciudades, entre
sectores sociales anclados en el viejo modo de desarrollo y otros, insertos en las nuevas
redes informacionales.
En relación a las políticas públicas de innovación socio-tecnológica, se detectó durante la etapa
neodesarrollista (2004-2015) una primacía de las políticas orientadas a la invención y al sistemacon énfasis en la asociatividad del sector industrial y SSI, y el incremento de capital humano y la
inversión pública en I+D. Para precisar esta caracterización, se decidió dividir la etapa
neodesarrollista en dos periodos diferenciados: neodesarrollismo sin populismo y neodesarrollismo
populista. El periodo de hegemonía de la estrategia neodesarrollista sin rasgos esenciales del
populismo, estuvo orientada a reconstruir al sector productivo industrial, mediante la búsqueda de
incorporación de conocimiento y tecnología al proceso productivo. Esto se tradujo en un incentivo a
las políticas públicas orientadas al Sistema (parques industriales, polos tecnológicos, parques
científico-tecnológicos, etc.) En el periodo de hegemonía populista, la estrategia neodesarrollista se
volcó principalmente a la consolidación del sistema de CyT, al incremento del capital humano y a
un aumento considerable de la inversión pública en I+D, así como al desarrollo de proyectos de
desarrollo tecnológico estratégico de carácter multisectorial (AR-SAT, Y-TEC, por ejemplo).
Las políticas públicas del periodo “populista” estuvieron en mayor consonancia con estrategias de
desarrollo económico, humano y territorial, en sintonía con una política de institucionalización del
sistema científico-tecnológico. La investigación halló que a pesar de estos avances, desde el
Estado no se lograron superar las limitaciones estructurales del sistema nacional de innovación:
débil articulación entre aparato productivo y conocimiento científico-tecnológico, déficit en las
sinergias establecidas entre los componentes del SNI, y un porcentaje muy bajo aún de la inversión
del sector privado en I+D, entre otros. Aun reconociendo la utilidad de diferenciar el periodo de
gobierno kirchnerista en dos etapas, se pudo identificar que en ambos periodos primó un enfoque
respecto al rol del Estado cercano a la propuesta de Mazzucato, que denomina “Estado
Emprendedor” y cercano al tipo de rol del Estado, desarrollado en esta tesis, que se denominó
como “Estado Dinamizador”. La conformación del “Estado neodesarrollista”, en muchos casos,
incluyendo el argentino, naufraga entre esas dos concepciones del rol del Estado en la innovación,
sin terminar de consolidarse como un actor de gran peso específico, útil e ineludible para liderar los
procesos de innovación, y como el actor capaz de direccionar esos procesos hacia el desarrollo
económico, social, humano y territorial.
El cambio de ciclo político sucedido en 2015 no implicó, por el momento, un viraje radical en las
políticas públicas de innovación socio-tecnológica. No se identificó en el corto plazo, una
descomposición del sistema de CyT. Sin embargo, resulta evidente una política de menor incentivo
fiscal, enmarcada en una clara concepción mercantilista-liberal de la innovación. Un cambio de
características relevantes se vincula con la nueva ideología emprendedora. Las políticas públicas
de innovación socio-tecnológica impulsadas por la actual gestión gubernamental tienen como eje
transversal la promoción del emprendedorismo. No se trata de un emprendedorismo de tipo social,
sino puramente mercantil: el derecho que tiene cualquier ciudadano a crear su propia empresa. De
este modo, las políticas de innovación se encuentra asociada a la captación de talentos y capital
humano para crear y consolidar empresas de base tecnológica o intensivas en conocimiento. Este
306
enfoque de política pública está asociado a una mirada respecto al rol del Estado que se definió
como “Estado Garante”. En este caso, el rol del Estado se reduce a generar las condiciones para
que la innovación emerja, sobre todo del sector privado.
El impacto de este tipo de concepciones sobre el medio urbano, remiten al proyecto de ciudad que
Harvey (1989) definió como “empresarialismo” que fue analizado en la tesis. La innovación, de
acuerdo a esta perspectiva, se reduce al campo del desarrollo inmobiliario y la radicación de
grandes empresas de base tecnológica en las ciudades, bajo el paradigma del “efecto derrame”
que genera la concentración de empresas y capitales sobre los territorios. La promoción del
emprendedorismo se encuentra enmarcada en un enfoque general que considera a la innovación
como el producto del talento individual, y relaciona, de forma directa, los procesos innovativos con
la modernización de las ciudades, en lugar de considerar a estos procesos como instrumentos para
el desarrollo territorial. Este proyecto de ciudad suele igualar modernización con desarrollo.
La hipótesis central de la tesis es: “los territorios relativamente reducidos, como las ciudades
intermedias, estarían cobrando una importancia creciente en los sistemas nacionales de
innovación, por sus capacidades de generar y desarrollar sistemas locales de innovación mediante
la generación de redes, la interacción y el flujo de conocimiento entre los actores, como las
universidades y centros de investigación, las empresas, los gobiernos locales y el sector
asociativo”. Se eligió una estrategia de estudio sustentada en el análisis de la ciudad de La Plata
como nodo relevante del sistema local de innovación metropolitano (SLIM) y como sistema local de
innovación en sí mismo.
En el primer caso, se puso el acento en analizar el rol de la ciudad como nodo principal de un
sistema con centro en CABA. En el segundo caso, la ciudad constituye el centro de un sistema
conformado por el propio conurbano platense (Berisso y Ensenada). Este doble enfoque permitió
alcanzar, al menos, tres conclusiones relevantes:
a) la cercanía de la ciudad de La Plata respecto a CABA y su inserción en la RMBA constituye
una ventaja comparativa del territorio en términos de radicación de grandes industrias,
concentración de capital humano, formación de la Zona Franca portuaria, etc.;
b) la ciudad de La Plata se encuentra a una distancia suficiente de CABA y el conurbano
bonaerense, que le permite ejercer una función de centro en torno a algunos municipios
como Berisso y Ensenada, y mantener aún algunos rasgos de ciudad-pueblo;
c) la presencia de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y la mejora sustancial de las
infraestructuras constituyen factores fundamentales que explican el crecimiento y la
consolidación de un sistema local de innovación con centro en la ciudad
En los primeros dos casos, la ubicación de la ciudad (“ni tan lejos, ni tan cerca”) respecto a la
capital del país, constituye una factor positivo que explica el rol que ejerce dentro del sistema
nacional de innovación, y en el tercer caso, sobresalen los aspectos específicos de la ciudad que le
permitieron desarrollar un sistema local de innovación propio que gira en torno a la UNLP.
Esta doble condición de la ciudad constituye un factor de aliento a la innovación socio-tecnológica,
en tres aspectos:
307
a) concede una ventaja comparativa al territorio que proviene de estar lo suficientemente cerca
del centro productivo, tecnológico, y educativo más importante del país y lo necesariamente
lejos para no verse diluido en su propio conurbano;
b) permite que se pueda desarrollar un ecosistema de innovación propio en la ciudad que no
sólo se explica por su ubicación estratégica, sino también por la abundancia de capital
humano y el rol que ejerce la UNLP;
c) le permite reproducir características específicas de una ciudad-capital y al mismo tiempo,
desestimar las limitaciones de una ciudad-capital, rodeada por un conurbano superpoblado:
problemas de tráfico, contaminación, hacinamiento, déficit habitacional, violencia urbana,
etc. Estas características particulares estimulan la retención de capital humano, así como
también la radicación de grandes empresas y multinacionales, y la formación de
microempresas y pymes locales.
Respecto al rol de las ciudades intermedias dentro del SNI, resulta necesario señalar algunas
consideraciones que surgieron como consecuencia del estudio:
La posibilidad de construir y consolidar redes de conocimiento e innovación entre los
diversos actores sociales de la innovación, no se encuentra determinada por el tamaño de
la ciudad. Esto quiere decir: no necesariamente en las ciudades que ejercen la función de
intermediación entre estructuras urbanas mayores y menores, resulta más probable que se
construyan redes de este tipo. La proximidad física, así como también la presencia de los
actores locales de la innovación en estas ciudades, constituye un factor positivo pero no
suficiente para generar y consolidar redes, se requiere otros factores también.
La posibilidad de construir redes de conocimiento e innovación en ciudades intermedias se
encuentra condicionada, en mayor medida, por el desarrollo de marcos de confianza y un
grado mediano-alto de reciprocidad entre los diversos actores sociales más que por el
propio tamaño y la función que ejerce la ciudad en el SNI.
Se observa un crecimiento de las ciudades intermedias, y una consolidación de algunos
sistemas locales de innovación que se desarrollan en ellas, producto del rol ejercido por
las universidades públicas nacionales, y algunos centros de investigación, que permiten la
generación de capital humano, y una mejora de las infraestructuras (conectividad,
conexión, etc.) y los servicios públicos que incrementan la calidad de vida urbana. Este
nuevo rol ejercido por las ciudades intermedias no necesariamente se explica a partir de la
conformación y consolidación de redes de innovación, ni tampoco conduce, de forma
directa y lineal, a ello.
De la hipótesis principal, deriva una hipótesis secundaria: “los procesos de innovación socio-técnica
centrados en las TIC en ciudades intermedias de la Argentina, estarían condicionados por la
formación y consolidación de redes de conocimiento e innovación entre diversos actores sociales
(gobiernos locales, universidades y/o centros de investigación, empresas, y sector asociativo). En
la medida en que esas redes incrementan la interacción y articulación entre los actores locales de
la innovación, los procesos de innovación socio-técnica centrado en TIC se potencian”.
308
En referencia a la hipótesis secundaria, la tesis continúa sosteniendo que las redes de innovación
entre diversos actores sociales (gobiernos locales, universidades y/o centros de investigación,
empresas, y sector asociativo) constituyen una herramienta útil para potenciar los procesos de
innovación socio-tecnológica. En el caso concreto del sector SSI, como se explicó en el estudio,
estas redes pueden constituir un factor positivo para estimular la innovación por tres razones:
a) alientan la transferencia de conocimiento entre las instituciones del conocimiento, el sector
de CyT, y el sector productivo informacional;
b) posibilitan el desarrollo de proyectos tecnológicos de carácter multiactoral y marcos de
cooperación entre el sector público y privado;
c) permiten orientar estos procesos hacía estrategias de desarrollo económico, social, humano
y territorial.
Sin embargo, no se evidencia, por el momento, la consolidación y desarrollo de estas redes en el
territorio. Los procesos de innovación socio-tecnológica en la ciudad de La Plata referidos al sector
SSI local, responden en mayor medida al rol que ejerce la UNLP, el lugar que ocupa la ciudad en el
sistema local de innovación metropolitano, el desarrollo de un sistema local de innovación que
incluye el área del Gran La Plata que se nutre de las ventajas competitivas de la ciudad y la
abundancia de capital humano, y el dinamismo del sector SSI a nivel nacional, que al sistema de
interacciones entre los actores locales de la innovación. Este sistema de interacciones entre
actores locales de la innovación socio-tecnológica en el sector SSI, reúne las siguientes
características:
Se evidenció una débil institucionalización de las interacciones. La red constituida es
informal, con un grado medio-bajo de reciprocidad entre los actores. Su anclaje es local,
pero se inscribe en un sistema de red de redes (entre empresas, entre universidades, entre
municipios de la provincia de Buenos Aires, etc.)
Se registró un grado muy inferior de sinergia entre los actores sociales de la
innovación (empresas, gobierno local, universidades, etc.). Se reveló una participación
más activa de los actores en otras redes que en la propia red formada en el ámbito local.
Los vínculos son bidireccionales, biactorales, esporádicos y responden, en la mayoría de los
casos, al interés particular de algún actor.
Se observó un nivel de desconfianza muy elevado entre los diversos actores sociales.
Esta desconfianza no afectó la red de vínculos personales, porque no se trata de una
desconfianza de tipo personal. La falta de confianza es más bien “técnica” y “estratégica”.
Responde a divergencias de intereses y racionalidades que chocan, así como también a
una subvalorización respecto a la capacidad de producción de conocimiento que tiene el
“otro”. En términos generales, el eje de la desconfianza remite a la elaboración, por parte de
cada uno de los actores, de un cálculo costo-beneficio de la interacción, negativo. Los
actores consideran que pierden más de lo que ganan al interactuar.
Se registraron algunos focos de conflicto y divergencia de intereses entre los actores
sociales, que la red no pudo procesar de forma exitosa. La falta de un traductor
309
constituye un factor explicativo de esta situación, así como también el rol secundario
ejercido por el gobierno local, y la carencia de un espacio físico de interacción multiactoral.
El análisis del sistema de interacciones entre actores sociales, evidenció la presencia de algunos
“nodos problematicos”:
Racionalidades en disputa. Cada uno de los actores de la red dispone de una racionalidad
específica que, en muchos casos, entran en disputa con otras racionalidades, lo que genera
tensiones. Se evidenció en el caso del sector SSI de la Ciudad de La Plata, la presencia de,
al menos, dos conflictos manifiestos entre racionalidades en disputa:
a) Racionalidad mercantil vs Racionalidad cognitiva. Los institutos de investigación de
la Facultad de Informática de la UNLP cuestionan la intromisión de las empresas SSI
en los planes de estudio, y señalan que para motorizar la innovación en este sector
resulta necesario pensar más alla de la rentabilidad. Por el lado de las empresas del
sector, se cuestiona la falta de capacitación por parte de las universidades en
términos de saberes gerenciales para el manejo de empresas en un sector
competitivo que apuesta a una mercado global. Mientras desde el sector público se
mira a la innovación como el resultado de un esfuerzo estatal planificado, orientado
a promover determinadas áreas estrategicas de I+D; desde el sector privado, se la
considera como una herramienta para maximizar la ganancia. Estas dos
racionalidades se inscriben en el contexto de una relación tensa entre ciencia básica
y aplicada, y entre el sistema cientifíco-tecnológico, y el sector productivo privado.
b) Racionalidad estatal vs Racionalidad mercantil. La Municipalidad de La Plata
consideró que no era necesario ni deseable promover el crecimiento y desarrollo de
las empresas SSI locales, sino simplemente tener las “puertas abiertas”, funcionar
como “laboratorio para los desarrollos” y ejercer el rol de intemediario comercial con
otros municipios y ciudades del país. Desde la racionalidad del gobierno local, el
sector SSI constituye un sector productivo más, y por ende no requiere ningún trato
diferencial. Desde la posición de las empresas SSI, el gobierno local debería proveer
mayor apoyo al sector, sobre todo a las microempresas y Pymes locales, porque a
diferencia de otros sectores productivos, el sector SSI genera puestos de trabajo
altamente calificados y productos de calidad. Este choque de racionalidades se
inscribe en un marco de conflicto permanente entre el sector público y privado,
característico del sistema nacional de innovación.
Conocimiento encapsulado. Una parte relevante de la producción de conocimiento de los
institutos de investigación de la Facultad de Informática de la UNLP, no se transfiere al
sector SSI local. Se evidenció también una diferenciación, muy marcada, entre las áreas de
I+D de los institutos de investigación de la UNLP y las áreas de desarrollo SSI de las
empresas. Se identificaron tres factores que explican este desencuentro:
a) Oferta y demanda. Lo que producen los laboratorios de investigación de la UNLP no
responde a las necesidades de las empresas del sector. Por ejemplo, la producción
de conocimiento para el caso de Cyberseguridad no encuentra un espacio de
310
inserción en el nicho SSI local, por que no hay ninguna empresa que trabaje en este
rubro.
b) Investigación vs Producción. Los institutos de investigación de la UNLP orientan su
acción hacía la I+D en diversas áreas que definen de forma autónoma, mientras
que las empresas SSI se dedican a producir los bienes informacionales que el
mercado demanda. Mientras unos se encuentran preocupados en investigar y
producir innovaciones tecnológicas, los otros se concentran en producir para
sobrevivir, crecer e incrementar el beneficio. Las prioridades de investigación se
definen de acuerdo a principios cientifico-tecnologicos, y no en relación a lo que
demanda el mercado.
c) Rentabilidad vs I+D. Los institutos de investigación de la UNLP, al no estar
preocupados por obtener ganancia, pueden dedicar recursos a I+D, concentrar
esfuerzos para desarrollar un área especifica, y planificar a largo plazo. Las
empresas del sector tienen ciertos costos fijos que sustentar, y no pueden dedicar
ni tiempo, ni recursos, ni personal para I+D, sin que eso susponga asumir un riesgo
grande. Más alla de las limitaciones financieras que pudieran existir, los institutos de
la UNLP no obtienen los recursos de lo que producen, mientras que las empresas
dependen pura y exclusivamente de ello.
Desconfianza. Se evidenció la presencia de un marco de desconfianza permanente entre
los actores sociales locales. Esa desconfianza no se expresó en la red de vínculos
personales, sino en términos técnicos y estratégicos. No se desconfía del otro en tanto
persona, sino en su cualidad de actor. Por ejemplos, los institutos de investigación de la
UNLP desconfían de las empresas, en tanto consideran que sólo se encuentran motivadas
por la búsqueda de ganancia, y que no les interesa la innovación. Además, se detectó una
clara desconfianza técnica. Por ejemplo, el LIFIA manifestó que la gran mayoría de las
empresas SSI locales no se encuentran capacitadas para abordar algunas áreas de
desarrollo tecnológico que podrían apuntalar la innovación: software de simulación para el
sector petrolero, software de gestión de la TDA, un sistema de alerta temprana mejorado,
etc.
Estos nodos problematicos constituyen verdaderos obstáculos a la profundización de las sinergias
entre los diversos actores sociales de la innovación en el sector SSI. Los vínculos entre ellos
dependen en gran medida de las relaciones personales y las interacciones coyunturales,
bidireccionales y biactorales. De estos nodos problematicos, se detectaron algunos focos de
conflicto generados entre los actores sociales de la innovación que la red no logró procesar
satisfactoriamente:
Apropiación de desarrollos. Varios entrevistados manifestaron la existencia de un conflicto
entre la Municipalidad y las empresas SSI locales, en torno a la apropiación de desarrollos.
La Municipalidad de La Plata mencionó que se trato de un malentendido, pero las empresas
consideran que generar desarrollos para el gobierno local, no les confiere ningún beneficio,
porque no existe ningún reconocimiento, y en algunos casos directamente les roban la idea.
Los institutos de investigación de la UNLP también señalaron el problema de la apropiación
311
de desarrollos o el robo de ideas o bocetos de proyectos, y lo marcaron como un factor que
reproduce la desconfianza entre actores para el caso del sector SSI. El foco de conflicto se
explica por una divergencia de interpretaciones. Lo que para las empresas se interpreta
como apropiación de desarrollos, para la Municipalidad responde a un servicio que le
otorgan a las empresas en términos de brindarles la posibilidad de que el Estado funcione
como gran laboratorio.
El fracaso del Polo Tecnológico. El proyecto del Polo Tecnológico no se pudo llevar a cabo,
en gran medida, por la falta de consenso respecto a quien debe financiar y motorizar esta
iniciativa. La Municipalidad señaló que no es su función conformar el Polo, y que no cuenta
con los recursos para hacerlo, mientras que las empresas consideran lo contrario. Desde el
gobierno local, se pensó el proyecto con la intencionalidad de promover el desarrollo
inmobiliario en torno al dinamismo del sector SSI local, pero las empresas del sector no se
vieron interesadas. Esta situación generó un efecto desgaste en la relación y la confianza
entre estos actores. Se evidenció la falta de un proyecto integral de Polo Tecnológico, en el
cual el Estado pueda promover esta iniciativa no como instrumento de desarrollo
inmobiliario, sino como instrumento de desarrollo territorial, y que las empresas constituyan
uno de los actores que interviene y no aquel que define su funcionamiento.
Competencia desleal. Algunas empresas del sector considerán que algunos institutos, como
el LIFIA o el LINTI, ejercen una competencia desleal al producir desarrollos que también son
comercializados. La posibilidad de ofrecer productos de calidad sin la necesidad de
solventar costos fijos y operativos, que cualquier empresa tiene, podría señalarse como
“dumping universitario”: ofrecer productos o servicios por abajo del costo de mercado.
Desde el lugar de los institutos, señalan que se trata de una mirada muy acotada de lo que
es el mercado y que la acusación por parte de las empresas se asienta en la convicción de
que deberían ser ellas las que produzcan los desarrollos. Nuevamente, sale a la luz la
desconfianza técnica. Los institutos señalan que, en muchos casos, las empresas no saben
cómo hacer lo que les piden, o no logran hacerlo en el tiempo correspondiente.
Los nodos problematicos y los focos de conflicto susitados perjudicaron de forma notoria la
posibilidad de congeniar intereses comúnes, lo que osbtaculizó el avance, desarrollo y
consolidación de la red SSI local. En línea con los planteos de Arocena y Sutz (2013), resulta
inevitable la confrontación de intereses y racionalidades entre actores, pero son las propias redes
las que pueden o no, procesar esos conflictos y definir algunos ejes de articulación sobre la base
intereses comunes que se puedan cristalizar en el sistema de interacciones, y permitir que los
procesos de innovación socio-tecnologica avancen.
La tesis también señaló la importancia de diferenciar los roles de cada uno de los actores que
intervienen en el sistema de interacciones. Se realizó una propuesta de cuatro roles posibles en
una red de conocimeinto o innovación: traductor, enlace, programador y embajador. Estos roles no
siempre son desempañados por actores diferentes, tampoco están presentes en todas las redes, y
en muchos casos se entremezclan y cuesta diferenciarlos. Se definió rol como: la función que
desempeña un actor en relación a la red. Esto es: el conjunto de acciones, actitudes y recursos
desplegados que le permiten ocupar una posición específica, reconocida por el resto de los
actores, en la estructura interactiva multiactoral.
312
Los cuatro roles señalados, en muchos casos, corresponden a diversas funciones ejercidas en la
red. El traductor ejerce la función de traducir racionalidades, lenguajes e intereses divergentes y en
algunos casos, en abierto conflicto. Su objetivo es construir intereses comunes que permiten que la
red avance. El enlace es por definición un constructor de puentes, su función remite a la de
establecer canales de dialogo e interacción permanente. En algunos casos, las funciones de
traductor y enlace resultan complementarias y se retroalimentan, a veces, inclusive, son
desarrolladas por el mismo actor. El programador es aquel actor que se encarga de crear, diluir, y
volver a crear redes. Esta función, en muchos casos, recae en los gobiernos locales que disponen
de recursos políticos, institucionales y financieros para agrupar a los actores y crear redes, o
remplazar redes viejas por nuevas. Por último, el embajador se encarga de expandir la red y
conectarla con otras redes existentes a nivel nacional, regional, e internacional. En algunos casos
opera como representante de la red frente a las otras redes.
En el análisis específico de la red SSI de la Ciudad de La Plata, se evidenciaron algunas
características específicas en relación a estos roles:
La red carece de traductor. Ningún actor fue capaz de desarrollar la función de traducción
entre racionalidades, lenguajes, e intereses divergentes. Este tipo de rol no siempre se ve
favorecido por factores de proximidad física, ni por la presencia de una red solida de
vínculos personales, sino que responde a una vierdad de factores: sociales, culturales,
políticos, institucionales, etc. Se destaca la importancia de contar con ciertas habilidades
comunicaciones, propias de algunos actores que buscan ejerce este rol, así como también
la presencia de ámbitos institucionales que alimenten esta tarea. La carencia de un
traductor constituye un factor explicativo de la desconfianza y los focos de conflictos
susitados, asi como también el nivel bajo de reciprocidad entre los actores sociales.
La función de enlace y programador son ejercidas por el mismo actor. Se trata de
Pablo Baldoma Jones, presidente del DILP, luego Polo IT, socio fundador de una Pyme
local dedidaca al desarrollo de software, y co-director de la principal incubadora privada de
la ciudad, La Plata Hub. Se evidenció una actitud muy proactiva para extender lazos. El
resto de los actores mencionó, en todo momento, su fuerte compromiso con el sector SSI
local, y su iniciativa para tejer puentes entre actores. La creación del clúster de empresas
SSI, su remplazó por el actual Polo IT, son ejemplos de su capacidad de programar y
reprogramar las redes. A pesar de su compromiso, motivación, y vocación de tejer puentes,
no logró profundizar la tarea de traducción. Su rol de enlace, estuvo permanentemente
asociado a la defensa de los intereses particulares de las microempresas y Pymes locales,
y no fue capaz de articular acciones conjuntas con los institutos de investigación de la
UNLP, a los que calificó como “prejuiciosos”. A pesar de las limitaciones señaladas, el
fuerte liderazgo ejercido por este actor permitió motorizar y dinamizar la red local.
Los embajadores no buscan expandir la red, sino que conectan las diversas redes
locales con otras redes nacionales, regionales y globales. La dinámica de “red de
redes” no se utilizó para expandir la red local, sino para conectar cada una de las redes
presentes en el territorio, con redes que exceden ese ámbito. El clúster local, por ejemplo,
participa activamente de la red de clústeres y Polos Tecnológicos de la Provincia de
Buenos Aires, asi como también mantiene vínculos con la Cámara Argentina de Empresas
de Software (CESSI). Los institutos de la UNLP mantienen vínculos con otras Facultades
313
de Informática de la región, y firmaron numersos convenios de cooperación internacional
con universidades de todas partes del mundo.
Respecto a la segunda hipótesis que sostiene que: “los procesos de innovación socio-tecnológica
no estarían orientados, necesariamente, a resolver las problemáticas del territorio y/o aportar al
desarrollo humano, económico y social de las ciudades. El desarrollo de los procesos de
innovación socio-tecnológica en ciudades intermedias de la Argentina, se encontraría desvinculado
de estrategias de reducción de la pobreza, desigualdad, resolución de problemáticas urbanas
(movilidad, ordenamiento territorial, medio ambiente, violencia, etc.), entre otros”.
La tesis corroboró que los procesos innovativos en la ciudad de La Plata tuvieron una vinculación
muy débil con las estrategias de desarrollo económico, social, humano y territorial. No se orientaron
a resolver problemáticas locales, no permitieron incluir a la comunidad en estos procesos, ni
lograron promover espacios de articulación multiactorial dirigidos a promover el desarrollo del
territorio. En términos generales, no se evidenció una relación clara entre el sector SSI local y el
sistema de interacciones entre los actores sociales, y políticas de desarrollo económico e inclusión
social. Por ejemplo, no se registró ninguna iniciativa concreta que vincule a los emprendedores
tecnológicos con problemáticas locales referidas a violencia de género, desigualdad, pobreza, etc.
Tampoco se evidenció un impacto positivo de los procesos de innovación socio-tecnológica en
relación al equipamiento urbano de uso colectivo (espacios públicos de co-working, conectividad en
plazas y parques, centros de inclusión socio-digital, laboratorios urbanos, etc.) y la posibilidad de
incluir, de forma activa y protagonica, a la comunidad en estos procesos.
Este fenómeno que se denominó como “archipiélago de innovación”, responde a tres factores
fundamentales:
La hegemonía de una persepectiva que sostiene el “efecto derrame” de los procesos
de innovación socio-tecnologica sobre los territorios. Este enfoque señala que la
inercia propia de la dinámica del proceso de innovación, afecta positivamente a los
territorios en términos de crecimiento económico, modernización tecnológica, mejoramiento
de los servicios públicos y las infraestructuras, etc. El análisis del caso de estudio, corroboró
que no resulta suficiente el “efecto derrame” de la innovación sobre el territorio, y que no
siempre se alcanza a percibir en el caso de las ciudades intermedias, donde tanto la escala
como el contenido propio de las innovaciones impide visualizar con claridad un impacto de
estos procesos sobre el espacio físico y social de las ciudades.
La formación de redes “desterritorializantes”. Se trata de redes productivas inbrincadas
y enraizadas en el territorio pero que no se encuentran orientadas a promover el desarrollo
territorial. Este proceso obedece a una dinámica general del capitalismo informacional que
tiende a reproducir mecanismos de conexión global con dispositivos de desconexión local.
Una perspectiva del territorio como “lugar” y no como “espacio de desarrollo”. Los
procesos de innovación socio-tecnológica no se encuentran dirigidos a resolver
problemáticas locales. La ausencia de algunos actores del desarrollo local en la red, como
organizaciones de la sociedad civil, o movimientos sociales, se considera un factor que
tiende a reproducir el aislamiento territorial de las redes SSI. El territorio como lugar remite a
una lógica de producción de conocimento e innovación ligada a una perspectiva
314
“verticalista” y “mercado-céntrica”, en la cual las innovaciones se producen desde “arriba
hacía abajo”, sin participación de las comunidades locales. La concepción del territorio
como espacio de desarrollo plantea una situación inversa: la innovación constituye un
proceso que se impulsa desde las comunidades locales, orientado a resolver sus propias
problemáticas y contribuir a la mejora de su calidad de vida.
Este proceso de desconexión entre los procesos de innovación socio-tecnologica y las estrategias
de desarrollo territorial, se evidenció también en la falta de articulación entre el sector productivo
SSI y otros sectores de la economía (sector frutihortícola, industria textil, diseño, electrónica,
industrias culturales, etc.). Más alla de algunos casos puntuales, como el de la empresa Tecnoap
que trabaja para el Grupo Techint, radicado en el Gran La Plata, la gran mayoría de empresas SSI
no logró generar una relación sinérgica con otros sectores productivos que están presentes en el
territorio.
Esta situación refleja cierta limitación del propio desarrollo del informacionalismo en el país. Si bien
se reconoce el crecimiento pronunciado del sector informacional, todavía se evidencian una gran
cantidad de sectores de la economía anclados en el viejo modo de desarrollo. En los países
periféricos, este fenómeno tiende a reproducir desigualdades y contribuye a enfatizar la
polarización socio-espacial.
De la hipótesis principal, se desprendió una hipótesis secundaria: “el rol activo y protagónico de los
gobiernos locales constituiría un factor diferencial a la hora de: a) conformar y desarrollar redes de
conocimiento e innovación para el territorio; b) articular los procesos de innovación con las
estrategias de desarrollo territorial”.
La tesis confirmó esta hipótesis secundaria. Uno de los principales factores que explican este
proceso de desconexión entre los procesos de innovación socio-tecnologica referidos al sector SSI
local, y las estrategias de desarrollo económico, social, humano y territorial, se explica a partir del
rol desempeñado por el gobierno local. Se podría calificar a este rol como secundario dentro de la
red SSI local. Se evidenciaron tres características particulares que permiten sostener esta
afirmación:
Deficit institucional. La Municipalidad de La Plata no generó un área de gobierno
específica para el sector SSI local. Tampoco se evidenció una referencia clara dentro del
gobierno local, encargada de participar de las interacciones con los otros actores sociales,
y favorecer el establecimiento de marcos de cooperación multiactorales. Tambien se
detectó la ausencia de un plan estratégico de desarrollo del sector, o su inclusión como un
área prioritaria del sector productivo local. Para la Municipalidad, el sector SSI constituyó
un sector productivo más presente en el territorio.
Carencia de políticas locales de innovación. Eentre 2004 y 2015 la Municipalidad de La
Plata implementó dos políticas locales referidas al sector SSI que no se pueden
caracterizar como “políticas de innovación”, sino como políticas de modernización de la
gestión pública. Se manifestaron a través de la incorporación de tecnología para mejorar
los servicios al ciudadano, y como políticas de difusión de la CyT en la ciudad, a partir de la
organización de la feria TEC en el 2012. Se reconocen las limitaciones propias de los
315
municipios para implementar y profundizar políticas públicas locales de innovación sociotecnológica, pero se identificó el rol protagonico en materia de conformación y desarrollo de
la red productiva SSI local, como una política posible a aplicar, que se registró en otros
municipios de la Provincia de Buenos Aires, como Bahía Blanca o Tandil, y que estuvo
ausente en el caso de la Ciudad de La Plata.
El Estado como un actor más de la red. La política de “puertas abiertas” desplegada por
la Municipalidad de La Plata, evidenció el rol secundario en las red SSI que desempeño el
gobierno local. El Estado local se identifica como un actor más de la red, y no como EL
actor capaz de motorizar, favorecer, estimular, y consolidar la red, así como también,
direccionar su funcionamiento y orientación hacía el desarrollo del territorio.
Este análisis específico del rol desempeñado por la Municipalidad de La Plata en la red SSI local,
arrojó tres conclusiones relevantes:
La participación del Estado no necesariamente resulta indispensable para la consolidación y
desarrollo de redes de innovación en ciudades intermedias, pero constituye un factor
ineludible para que las mismas se orienten a resolver las problemáticas locales. Las
facultades del Estado local en tanto agente de desarrollo territorial, se ponen en juego,
cuando interviene o no activamente en estas redes.
Si el gobierno local no ejerce un rol protagonico para formar y consolidar las redes, estas
encuentran serios obstáculos para avanzar. En el caso de La Plata, el rol secundario
ejercido por la Municipalidad, implicó, entre otras cosas, que no se pudiera conformar el
Polo Tecnológico, ni ningún otro espacio físico de networking. El Estado no constituye un
actor local más, sino el principal agente del desarrollo territorial.
El establecimiento de visiones peyorativas y estigmatizantes por parte del gobierno local,
respecto a otros actores sociales como institutos de investigación o empresas, conduce a
reproducir marcos de desconfianza y contribuye a desatar focos de conflicto. Esta situación
se percibió en todas las gestiones de gobierno, con cambios en el tipo de desconfianza y los
actores involucrados. Se pasó de una visión negativa hacia las empresas, a una visión
negativa hacía las universidades.
Los resultados de esta investigación refuerzan la convicción de que para analizar en profundidad
los procesos de innovación socio-tecnológica en ciudades intermedias de la Provincia de Buenos
Aires, se requiere incorporar una doble mirada: una perspectiva estructural/sistémica, asociada al
sistema nacional y los sistemas locales de innovación, y el desarrollo del informacionalismo en los
países periféricos, y una perspectica centrada en el territorio físico y social, los actores sociales
locales y el sistema de interacciones desarrollado entre los mismos. Sólo esta doble mirada permite
estudiar el modo en que estos procesos se vinculan con las estrategias de desarrollo económico,
social, humano y territorial. Sólo analizando este vínculo, se pueden pensar políticas públicas
especificas orientadas a que el desarrollo informacional permita mejorar la calidad de vida de las
poblaciones.
El fortalecimiento de esta convicción no eliminó el surgimiento de nuevas inquietudes que podrían
plantearse como “pistas de investigación” a desarrollar por futuras investigaciones:
316
La necesidad de profundizar la caracterización del “sector emprendedor”. Entre los
egresados universitarios que deciden motorizar un emprendimiento, y la conformación de
una microempresa, se desarrolla un proceso que no está lo suficientemente estudiado.
Futuras investigaciones podrán abordar con mayor precisión las características específicas
de los emprendedores locales, los resultados de las políticas locales aplicadas a este
sector, y su vínculo con la hegemonía actual de la “ideología emprendedora” presente en el
gobierno nacional y provincial.
Continuar el análisis del impacto de los procesos de innovación socio-tecnológica sobre el
espacio físico y social de las ciudades intermedias. A pesar de no evidenciar un impacto
significativo, el crecimiento permanente del sector SSI obliga a permanecer atentos a las
posibles transformaciones urbanas. No sólo resulta necesario identificar estos cambios, sino
profundizar en las estrategias metodológicas para analizarlos.
Analizar la evolución del Polo IT. El cambio de gestión gubernamental local, ocurrido en
2015 y la creación del nuevo proyecto de Polo Tecnológico, así como la creación de nuevos
espacios como “La Plata emprende”, puede colaborar a reconstruir el sistema de
interacciónes entre actores sociales, o directamente conformar uno nuevo.
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