La voz de los presos en la radio:
de objeto del discurso a constructores
del mismo
Paloma Contreras Pulido
Universidad de Huelva
paloma.contreras@uhu.es
paloma.contreras.pulido@gmail.com
José Ignacio Aguaded Gómez
Universidad de Huelva
aguaded@uhu.es
Resumen: Presentamos una propuesta de intervención y también de investigación
en la cárcel de la mano de la radio. Partiendo de la experiencia de un trabajo
realizado en el Centro Penitenciario de Huelva durante 5 años, analizamos la forma
en que los presos se comunican con la sociedad actual a través de un medio de
comunicación, en este caso con tintes culturales y educativos: Uniradio. Es por
tanto, la exposición de un estudio de caso, cuya investigación aún está activa y que
ha derivado en un trabajo de tesis doctoral y en un programa de radio, “El zapato
roto”, elaborado íntegramente por los propios internos.
Palabras clave: presos, radio, alfabetización mediática, educación, comunicación.
Abstract: We present a proposal for intervention and research in the prison with
the radio. Based on the experience by working in the Huelva Penitentiary for 5
years analyzing the way in which prisoners communicate with today's society
through the media, in this case with cultural and educational dyes: Uniradio. It is
therefore, the exposure of a case study, whose investigation is still active and it has
resulted from a doctoral thesis and a radio program, "The broken shoe", produced
entirely by the prison inmates.
Keywords: prisoners, radio, media literacy, education, communication.
1112
1. Introducción
No es muy común encontrar trabajos de intervención social con medios de
comunicación en prisiones en nuestro país. Aunque es verdad que en los últimos
tiempos el panorama está cambiando, sobre todo con la introducción de talleres de
alfabetización digital y mediática en algunas cárceles, principalmente en Cataluña.,
tradicionalmente este tipo de experiencias las encontramos mucho más arraigadas y
consolidadas en países Latinoamericanos 24.
En el caso del proyecto que nos ocupa no deja de ser estimulante comprobar cómo
cuando se consiguen aunar voluntades, y a pesar de las numerosas dificultades del
medio carcelario, se logran mantener proyectos de gran impacto no solo en la propia
comunidad penitenciaria, sino en la sociedad en general.
En el momento de creación de la radio universitaria, Uniradio, en Enero de 2007,
también se puso en marcha el espacio en la prisión. Lo más significativo ha sido, sin
duda, que no se trata de un programa de radio que analice la vida de los internos en la
cárcel. Al final lo que se expone es un discurso sobre el devenir de la sociedad actual
en boca de personas que han pasado por ella y que ahora se encuentran en situación
de privación de libertad, esperando volver a pisar las calles de ciudades, intentando
dejar atrás su identidad carcelaria.
No se trata solo de la autoestima. Yo como presa lo que intento comprobar es que
somos personas en primer plano, aunque hemos cometido un error. Y aunque
estamos castigados, somos responsables. Tenemos opinión y estamos preparados
para la vida. Queremos que los oyentes sepan que hay personas preparadas para la
libertad y que somos parte de la sociedad, aunque estamos fuera de ella (Sheriffa,
locutora y presa).
Este deseo que expresa Sheriffa es igualmente expuesto en el espacio radiofónico de
media hora que se puso en marcha al inicio de la emisora, manteniéndose durante
cinco temporadas, y que ha pasado a ser un programa propio ahora, de una hora a la
semana, que ellos realizan íntegramente y donde además de ejercer como locutores,
previamente dedican horas a las labores de documentación, producción y análisis
colaborativo de los temas para construir entre todos un discurso singular, con una
mirada diferente por estar ésta encerrada, pero con la vista puesta fuera de los
barrotes, para aportar, opinar y trasladar inquietudes que puedan ser escuchadas por
el resto del mundo.
Por lo tanto lo que vamos a exponer en este artículo es el estudio de un caso que
utiliza la radio universitaria uniéndola con el discurso de los presos como locutores y
analistas de la sociedad. Esto abre múltiples variantes y posibilidades de análisis,
pero sobre todo abre las puertas a nuevas formas de ver y ver-se para los reclusos,
pero también para la sociedad en general que puede llegar a entender, sumándole
además el diálogo ahora a través de las redes sociales, que detrás de los muros de la
prisión existen personas que son capaces de aportar a la sociedad, con lo que se
rompen estereotipos muy arraigados sobre el mundo carcelario.
En Argentina se aprobó una ley el diciembre de 2011 gracias a la cual las cárceles tendrán
licencia FM para poder emitir. www.lanacion.com.ar/360698-las-carceles-tendran-radios-fm
(20/01/2012).
24
1113
Tras la aprobación de la Constitución Española de 1978 en el marco jurídico y el
sistema penitenciario español se produjo un importante cambio. Desde entonces
hasta ahora las cárceles, su fisonomía, la rutina presidiaria y por tanto la vida de los
propios presos ha cambiado sustancialmente. Con el objetivo de conseguir como meta
final una positiva y eficaz resocialización y reeducación, al menos desde el punto de
vista teórico, y no negamos que en algunos casos prácticos, se puso en marcha el que
es hoy el Sistema Penitenciario español.
El marco jurídico que lo constituye está basado en el artículo 25.2 de la Constitución
Española, la Ley Orgánica General Penitenciaria (LOGP) de septiembre de 1979
(BOE, 239/1979, de 5 de octubre) y su Reglamento. En el preámbulo de dicha ley, en
su artículo 1 se establece que «las instituciones penitenciarias reguladas en la
presente Ley tienen como fin primordial la reeducación y la reinserción social de los
sentenciados a penas y medidas penales privativas de libertad, así como la retención y
custodia de detenidos, presos y penados. Igualmente tienen a su cargo una labor
asistencial y de ayuda para internos y liberados».
Este artículo recoge un aspecto primordial para nuestro trabajo cuando en el
preámbulo se afirma que «al defender en primer término la finalidad resocializadora
de la pena, la Ley pretende significar que el penado no es un ser eliminado de la
sociedad, sino una persona que continúa formando parte de la misma, incluso como
miembro activo (…)».
Con nuestro trabajo no nos planteamos como meta comprobar si esto efectivamente
es así o no, y si finalmente la labor resocializadora y reeducadora se consigue –algo
cuestionado por muchos autores- sino que utilizaremos estas afirmaciones de la ley
para justificar nuestra intervención que puede estar amparada por dicha ley.
Las cárceles españolas hoy día acogen numerosos programas y recursos para intentar
favorecer los objetivos antes planteados: planificación educativa, acciones socio
culturales, etc. La actividad que nosotros planteamos se enmarca dentro de las
labores de acción social, pero también de educación, en el marco de la alfabetización
mediática para adultos, en la medida en que los reclusos conocen, usan, construyen
programas radiofónicos, se documentan, leen la prensa y llegan a interiorizar la
dinámica del medio como cualquier otro locutor que se precie. Pero sobre todo,
porque con esta actividad se fomenta la lectura crítica de los medios, y claro está, de
manera transversal, se trabajan las emociones, los valores, como el respeto al otro, la
tolerancia al trabajo en equipo, etc.
2. Proyectos de comunicación ligados a la
alfabetización mediática
Introduciremos aquí una línea de investigación, centrada en la alfabetización
mediática y que forma parte también de los objetivos del proyecto de intervención
que se viene realizando en el Centro Penitenciario de Huelva con la radio.
Este proyecto está incluido en el marco de un estudio de I+D 25, coordinado por el
profesor Joan Ferrés (UPF) y que incluye a su vez tres subproyectos, en uno de los
25 Estudio financiado en la Convocatoria I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación con clave:
EDU2010-21395-C03-03.
1114
cuales, dirigido por el profesor Aguaded (UHU), se dedicará una parcela a indagar en
las tareas de alfabetización mediática y digital en las prisiones españolas, para evaluar
el grado de competencia mediática de los internos de los centros penitenciarios del
país.
Y es que es innegable que la comunicación hoy día está sufriendo en su mismo un
seno un proceso de reconstrucción, de reflexión, e incluso de cambios de paradigmas,
que no siempre vienen impuestos por las revolución tecnológica, también desde el
punto de vista ético, de dinámicas de trabajo dentro del mundo de la comunicación, o
gracias al empoderamiento de la sociedad como usuarios pero también como
productores de mensajes. Son dos posturas las que pululan en el ámbito de lo
mediático: la de repensar la comunicación por un lado, y por otro, el ejercicio voraz
de unos medios interesados únicamente en cumplir con las leyes del mercado, que
son las que parecen regir las estrategias y políticas de sus programaciones. Ambas
conviven en la actualidad. Y en medio están los ciudadanos, enfrentados ante una
«explosión nuclear informativa», expresión utilizada por Pérez Tornero 26 (2012), de
nuevas formas de comunicación que los hacen partícipes, que trasladan su voz y que,
como hemos visto en los últimos acontecimientos sociales -primavera árabe,
movimientos como el del 15M en España, etc.- llegan a producir verdaderas
transformaciones en gobiernos, estados y en la sociedad en general. El poder que ha
acaparado internet y, sobre todo sus usuarios, provocan, como hemos dicho, un
movimiento que incluso puede llegar a ser temido por los propios Estados, por su
pérdida de poder. Como afirmaba Castells en una reciente entrevista27 «los gobiernos
odian internet fundamentalmente porque es un desafío básico a lo que siempre fue el
fundamento de su poder: que es el control de la información y la comunicación.
Siempre, en toda la historia (…)». A veces puede parecer que este tipo de contagio de
voces se realiza de forma espontánea y es muy común comprobar cómo los usuarios
de redes y de otro tipo de participación mediática aprenden su uso de forma
autodidacta y de nuevo, por contagio. Una cosa sí es evidente, el uso de esta
tecnologías puede ser una potente herramienta para el cambio, para la visibilización
de ideas, opiniones, voces diferentes y quizás lo que haga falta es un mayor impulso
para enseñar a manejarlas y a utilizarlas desde el punto de vista crítico, puesto que
son igualmente potentes para desatar efectos negativos y perjudiciales para quien las
usa.
Pero ¿este cambio de paradigma de la comunicación que estamos viviendo está
propiciando
la reafirmación de valores fundamentales para una sociedad
verdaderamente
democrática?
Como
afirma
Aguaded
(2005:
26-27),
«paradójicamente, cuando más se consume la comunicación a gran escala, vivimos
una profunda crisis de la comunicación, pues en una sociedad marcada y
ensimismada por la comunicación de masas, los individuos se tornan solitarios e
incomunicativos, porque, en gran parte, los medios audiovisuales son los factores
clave de transmisión y reproducción de los «no valores», de la indefinición de la
persona en el conjunto de la sociedad de masas (…) Los medios de comunicación y su
lenguaje icónico, fundamentalmente, construyen una realidad social más preocupada
por la estética que por la ética, en la que el espectáculo sin límites hipnotiza las
conciencias y promueve la homogeneización del pensamiento sin permitir la crítica
Habla de la saturación informativa, sistémica según él, y con un entorno permeable, gracias a
internet. Reflexión aportada en el marco de la conferencia impartida en la inauguración del
Máster de Comunicación y Educación Audiovisual, en la UNIA, 2012. (Huelva).
27 http://juandoming.visibli.com/share/CSgGT1 (17/01/2012).
26
1115
de las minorías o de los disidentes de las formas culturales hegemónicas». De ahí que
cada vez exista una mayor sensibilidad ante la necesitad flagrante de políticas de
alfabetización digital y mediática, tanto en contextos formales como informales.
Y por todo lo anterior, muchas son las voces de la comunidad científica, pero también
de la sociedad en general, que reclama una mayor atención a la importancia de
definir, de una vez por todas, qué hacer frente a una ciudadanía hiperconectada
mediática y digitalmente y unas instituciones políticas, sociales y educativas que aún
cuestionan la necesidad de aplicar medidas serias y oficiales de alfabetización en este
sentido. Las organizaciones internacionales, como la ONU o la UNESCO en la
actualidad, están dando pasos definitivos para ello. Principalmente, la educación y
alfabetización en medios se ha estudiado como objetivo de aplicación en el contexto
educativo reglado, en la escuela o universidades. Y muchas de esas estrategias y
métodos pueden ser aplicados también en un contexto informal o incluso de
exclusión social, como en nuestro caso.
Y es que, en la actualidad nos encontramos ante un momento sin precedentes. La
emergencia de los medios digitales favorece esa participación y la construcción de
mensajes que, por otra parte, facilitan el ejercicio de una positiva educación en
medios. Por tanto, y gracias precisamente a este impulso proveniente del mundo
digital, se han venido desarrollando con más ímpetu experiencias que posibilitan la
participación, creación y vocación de la de la ciudadanía en general, que hasta ahora
tenían mermada su capacidad de inclusión en los medios tradicionales y que de esta
manera ven satisfecha su necesidad de contribuir a los discursos y tendencias
actuales transmitidos por los mass-media. Este es el caso, por ejemplo, del programa
de radio que aquí exponemos.
También Aparici (2011) afirma que con los nuevos medios, nos encontramos con un
ecosistema comunicativo e informacional de otra naturaleza, donde todos los
individuos potencialmente son emisores y están en una situación continua de crear
contenidos y de interrelacionarse a partir de la participación conversacional que
establecen los participantes en y con las diferentes herramientas de la comunicación.
Habla de un nuevo modelo de comunicación, el «modelo feed-feed en el que los
participantes en el proceso comunicativo se alimentan comunicacional e
informativamente todos con todos. Más que un proceso de refuerzo de mensajes,
debe entenderse como un acto de construcción y de conexión entre todos los
interactuantes donde no se establecen divisiones de ninguna naturaleza, todos tienen
el mismo estatus y rango, independientemente del tipo de enunciación que se
realice». Así, Aparici explica que ya desde los años setenta del siglo pasado había
expertos que indagaban y se interesaban por un modelo de comunicación que
integrase a todos sus actores. Jean Cloutier, con su teoría del «emerec», en la que se
es al mismo tiempo emisor y receptor o Alfin Toffler, que fue quien acuñó el término
«prosumidor», en el que un individuo era al mismo tiempo productor y consumidor
de mensajes. Con lo que aquí se separan los distintos elementos de la comunicación:
emisión, recepción, producción y consumo para construir otro modelo de
comunicación.
Por tanto estamos sin duda ante una nueva forma de posicionarse como ciudadanos
ante los medios de comunicación y que requiere así, de un mayor impulso, decidido y
real, hacia políticas encaminadas a la alfabetización mediática. El aprendizaje de y
con los medios de comunicación, antiguos y actuales, se torna de urgencia ante esta
eclosión hiperactiva de nuevas formas de interacción comunicativa.
1116
3. El caso de El Zapato Roto28: un programa de los
internos del C.P. de Huelva
Como ya hemos apuntado, el marco legislativo actual permite ubicar el trabajo de
intervención social que se viene realizando en la cárcel de Huelva desde 2007 con la
radio de la Universidad de Huelva, Uniradio. Esta emisora, a su vez, en sus normas de
funcionamiento29, en el artículo 4º explicita que se elaborará una parrilla de
programación en la que, siempre que se pueda, se incluyan programas, entre otros, de
acción e intervención social, contando con la participación de colectivos de dentro y
fuera de la comunidad universitaria. Por aquel entonces se decidió, con el
beneplácito de la dirección del Centro y la colaboración de los educadores del
Sociocultural30 del mismo, conectar desde la radio con la prisión, una vez por semana
durante veinticinco minutos, en directo, en un espacio inserto en el magazine de la
mañana. Esta experiencia, que se ha mantenido durante cinco años ha tenido un
enorme calado en la comunidad penitenciaria, universitaria y social de Huelva. De
cara al inicio de la temporada 2011/2012 y como proyecto de intervención dentro de
un trabajo de investigación de Tesis Doctoral, se propuso a la emisora y a la dirección
del Centro, a los internos y educadores, que tuvieran su propio lugar en la parrilla,
ocupando una hora de la misma cada semana. Tras la aceptación por parte de todos
los implicados, además de dotar medianamente de recursos técnicos imprescindibles
para la grabación del programa, se comenzó con la realización de unos talleres de
alfabetización con el medio radio. Estos talleres consistieron en la reflexión sobre el
porqué y el para qué de este programa. Se decidieron tras algunos debates y
sugerencias ofrecidas por todos los componentes, los distintos espacios del mismo y
qué papel jugaría cada uno de los locutores en él. Paralelamente fueron eligiendo
músicas, efectos, título del programa y de sus apartados. Además de lo anterior se
trabajaron escaletas y se hicieron varias pruebas piloto. Lo interesante del proceso fue
su propia creación, cómo fue transformándose la idea en un proyecto adecuado y
aceptado por cada uno de los componentes, que, cabe aclarar, nunca antes habían
tenido contacto con la radio.
3.1. El equipo humano y su filosofía
El equipo lo conforman un total de ocho internos, que cuentan con el apoyo de una
educadora social, así como con el asesoramiento de los dos educadores encargados
del Sociocultural, pero el programa está realizado exclusivamente por los presos. De
los ocho internos, siete se dedican a las labores de locución y uno de ellos al control
técnico. Cabe resaltar que de los siete, cuatro son latinoamericanos y tan solo
participa una mujer. Igualmente significativo es que entre ellos no se conocían, más
que de cruzarse en los pasillos del Sociocultural, detalle éste que ellos mismos
destacan en uno de los programas, sobre todo porque afirman que la experiencia está
suponiendo un ejercicio de maduración, de respeto al otro y de escucha activa, que
28www.uhu.es/uniradio/index.php?option=com_content&view=article&id=244&Itemid=164
(17/01/12).
29www.uhu.es/uniradio/index.php?option=com_content&view=article&id=244&Itemid=164
(17/01/12).
30 El Sociocultural es la zona donde se desarrollan los distintos talleres, clases de educación
reglada, donde se encuentra la biblioteca y el salón de actos dentro de la prisión. La de Huelva es
una prisión modelo, así que comparte fisonomía con otras tantas de nuestro país.
1117
hasta ahora, difícilmente ponían en práctica en la prisión. Uno de ellos es el
encargado de ser el locutor de continuidad y el resto, se encarga de uno de los
espacios.
De estos espacios, está el dedicado a la Actualidad, donde uno de los locutores se
encarga de rescatar noticias de la prensa escrita o de lo que ve en televisión, y una vez
debatidas en grupo, se leen en el programa. Posteriormente está la sección El
banquillo, donde se realizan entrevistas, por lo general, a personas de fuera de la
prisión, como en el caso del director de cine, Benito Zambrano. El espacio de Cultura,
donde uno de los internos recomienda siempre un libro, realizando una reseña del
mismo; o el de Rumores de Patio, el momento dedicado al humor, donde dos
internos simulan conexiones desde distintos patios de la cárcel, pero para hablar de
cuestiones que pasan fuera de la misma. Uno de los espacios más emotivos es el de
Recuerda, donde cada semana se elige un módulo de la cárcel y se leen los mensajes
de los internos o internas del mismo para su familia. Por último, una recomendación
musical, no sin antes comentar y leer los mensajes que los oyentes han dejado en las
redes o incluso a través de cartas que llegan a la prisión.
En cuanto a la filosofía, tal y como se ha venido haciendo durante las cinco
temporadas anteriores, con el programa no se pretende narrar biografías de los
presos, el porqué de sus condenas, ni nada que tenga que ver con cuestiones
personales de ellos o de otros internos. Indudablemente en muchas de las
conversaciones salen a relucir detalles de la vida carcelaria, pero quizás porque
muchas veces comparan y analizan la vida, los valores, las dinámicas del día a día de
fuera de los muros con los de dentro. Pero hasta eso puede ser positivo. Y es que las
potencialidades de los medios de comunicación y en este caso de la radio, aportarán
además un nuevo discurso que romperá no sólo con el mensaje en sí, casi homogéneo
en los medios de comunicación de masas, sino también con el imaginario colectivo
que en este caso se tiene de los presos. Si Van Dijk (1984) apuntaba que a través de
los medios de comunicación y su discurso se perpetúan por ejemplo mecanismos
como el racismo, también a través de ellos, y aunque ciertamente tenga un impacto
menor por ser también acciones aisladas, relegadas a medios comunitarios o
culturales, como en este caso, comprobamos que pueden ser incluso una eficaz
herramienta de intervención e inserción social, de derribo de estereotipos, y por tanto
de transformación social.
Por tanto, y volviendo a la importancia que tienen este tipo de experiencias para sus
protagonistas, podríamos compararlo con el caso de Radio Nikosia31, donde, aquí
también, como afirma Correa Urquiza (2009) en su Tesis, «habilitando un contexto
en cuya construcción participan los propios afectados y en el que el desarrollo de esas
capacidades es posible, no solo recuperan un lugar y vuelven al proceso de la
identidad en movimiento, sino que se transforman en seres más poderosos, más
autónomos, más fuertes en relación a sí mismos y a la constante fricción que es lo
social».
4. Espacio de diálogo ciudadano: también en las redes
Una de las cuestiones que están siendo más relevantes en cuanto a la repercusión que
El Zapato Roto está teniendo en tan poco tiempo de existencia es su impacto a través
31
http://radionikosia.org (24/01/12).
1118
de las redes, especialmente en la red social Facebook. Antes de profundizar más en
esta cuestión cabe explicar que los internos de la Prisión Provincial de Huelva no
tienen acceso a internet. Ni siquiera los educadores dentro de la cárcel. Esta página
ha sido habilitada por los educadores fuera del horario laboral, para darle difusión al
programa y para que los oyentes puedan interactuar con los presos a través de los
comentarios. La dinámica que se suele realizar es la siguiente: una vez que el
programa es emitido en Uniradio y está disponible en el servicio de podcast de la
emisora, el enlace del programa es difundido a través de las redes, en este caso
Facebook. Se menciona el contenido del programa, se comparte información sobre las
recomendaciones culturales, musicales o de reflexión y se anima a los ciberoyentes a
que participen con sus comentarios. Cuando esos comentarios se han producido, los
educadores trasladan los mismos a los locutores que en el programa de la siguiente
semana los mencionan, comentan y responden, si se da el caso. Teniendo en cuenta
que el programa tan solo cuenta con nueve emisiones y que no hablamos de un medio
generalista, nacional o con grandes recursos para su promoción, en muy poco tiempo
ha conseguido llamar la atención de gente anónima, pero también de otros medios de
comunicación que se han hecho eco de esta iniciativa. Este es el caso del reportaje
realizado por Radio Nacional de España-Radio Exterior32 en el programa Hola
América, donde destacaron la importancia de que este programa se emitiera por
internet, teniendo en cuenta que sus cuatro locutores latinoamericanos tenían pocas
o nulas oportunidades para sentir cerca a su familia. Con el espacio, familiares y
amigos escuchan sus voces, saben de su estado y transmiten su apoyo a través de la
red. Asimismo, se han realizado entrevistas o menciones en emisoras como Radio Voz
de Galicia, en su programa La noche con Esther, o en Sol FM de la provincia de
Córdoba.
Por otro lado y haciendo un análisis del impacto en la red social Facebook y gracias a
la función de análisis estadístico de la página 33, si se aplica desde que se abrió la
página, el 13 de noviembre de 2011 hasta el 17 de enero de 2012, se observa que los
usuarios activos al día han sido un total de 1.614; a la semana, 7.334 y al mes 22.132.
Y por países, los usuarios que han interactuado con la página del programa provienen
de un total de 10 y se distribuyen de la siguiente manera: España (3.895 usuarios),
Portugal (60 usuarios), Argentina (140 usuarios), Venezuela (181 usuarios), Estados
Unidos (38 usuarios), Reino Unido (57 usuarios), Polonia (12 usuarios), Brasil (10),
Ecuador (6 usuarios) y Marruecos (4 usuarios). Con estos datos observamos cómo de
relevante y significativo puede ser la difusión que se realice de estas producciones, en
principio minoritarias, por su alcance y temática, y que encuentran aquí una
importante herramienta de resonancia, de eco, que trasciende de lo herciano a lo
digital en un tiempo casi record.
5. Conclusiones
Con el ejemplo analizado en este artículo se pueden realizar varias reflexiones. Por un
lado el indudable impacto de las redes sociales, que han desembocado en una
auténtica transformación de lo que hasta ahora era la radio convencional. Estos
programas, reconvertidos en podcast, permanecen en el tiempo, pueden ser
www.rtve.es/alacarta/audios/hora-america/hora-america-josefina-vaquez-mota-aspirantepresidencia-mexico-pan-30-11-11/1262524 (18/01/12).
33 No se pretende hacer un estudio analítico significativo. Lo que se pretende es observar el
impacto y la repercusión que el programa está teniendo para los internos y para los oyentes.
32
1119
descargados y distribuidos a su vez por distintas redes. Si esto es ya importante para
cualquier profesional, mucho más ilusionante puede llegar a ser para los locutores de
El zapato roto. Si nos detenemos en el concepto de «resiliencia», que Melillo y Suárez
Ojeda (2001) definieron como «aquella combinación de factores que permiten a un
ser humano afrontar y superar los problemas y adversidades de la vida y construir
sobre ellos» y lo aplicamos al contexto carcelario, podríamos estar hablando de una
contribución a la transformación lo más profunda posible de la realidad del interno,
para que descubra caras y posibilidades de su personalidad hasta ahora desconocidas,
para que aprenda cosas y desarrolle competencias y habilidades que le sean útiles en
el futuro. Ese debe ser el objetivo final. Y esto mismo es lo que destacan ellos, incluso
en alguno de los programas que han realizado, donde afirman que la posibilidad de
poder realizar el programa de radio ha cambiado incluso sus expectativas a la hora de
enfrentarse al día a día en la prisión.
Gracias a esta intervención y a su objetivo transversal de alfabetización mediática,
igualmente están conociendo las dinámicas propias de un medio, del discurso, de la
selección de noticias, de la utilización del lenguaje y de su repercusión una vez que el
programa es transmitido. Quizás, y aunque pueda parecer baladí, lo que más reafirma
su convicción de que efectivamente forman parte de una emisora y de que están
ejerciendo como locutores de radio, es la retroalimentación de los oyentes, el ser
conscientes de que son escuchados. Esto se hace patente ahora por el indudable
impacto que están teniendo en las redes sociales, por ejemplo. Saben objetivamente
que lo que dicen tiene una respuesta, positiva o negativa, pero la tiene.
Y es que, desde el seno de la propia prisión, así como por supuesto, desde los que son
absolutos protagonistas de este trabajo, entienden la necesidad de hacer visible y
sobre todo «hacer sonar» como si de un gran altavoz se tratase, cuáles son sus
pareceres, sus inquietudes, sus preocupaciones que también van más allá de la
atenuación de sus penas o de la supervivencia en el centro. Ellos, como ciudadanos y
ciudadanas, también quieren ser parte activa de esta sociedad y para ello quieren ser
escuchados en su discurso crítico, desde la construcción de una ciudadanía mejor. De
alguna manera, esa visión de esterilidad, de nulo aporte a la sociedad, de inutilidad
para la construcción del mundo que se vive en las cárceles, se ve absolutamente
desbancada gracias a que ellos mismos están siendo los hacedores de un producto
que se lanza a las ondas –y a internet ahora- y, sin olvidar un importante detalle, no
desde cualquier medio, sino desde el que existe en el seno de una institución
universitaria. Por tanto, y como afirma Goffman (1989) cuando habla del estigma, «la
sensación de ser una persona normal, un ser humano como cualquier otro, un
individuo que, por consiguiente merece una oportunidad justa para iniciarse en
alguna actividad, puede ser uno de sus más profundos sentimientos acerca de su
identidad».
Esto tiene también una importante connotación para ellos. Para la sociedad son los
invisibles, seres marginales, relegados a vivir entre muros, en un centro que forma
parte del paisaje de centros poblaciones –esto también lo indica la ley- pero que no
son ni siquiera sentidos por sus habitantes. Y es en el seno de la Universidad, el foco
del conocimiento, de una supuesta élite avanzada, de la ciencia y de los saberes, es ahí
y no en otro lugar, donde se les da la posibilidad de expresarse y de abrir una ventana
real a la sociedad. Este aspecto no es trivial, todo lo contrario. Los flujos de
comunicación, la motivación del acercamiento de la universidad a las prisiones, sin
duda, ejerce también un interesante revulsivo para los internos.
1120
Por tanto, aunando por un lado voluntades de personas que en este caso no tienen
fácil defender un proyecto de comunicación dentro de la cárcel, pero que aún así lo
consiguen, como la dirección de los centros, los educadores y por supuesto, los
propios internos; por otro, las tecnologías, que dan difusión, acercan y elevan a un
mayor grado si se quiere la interacción y la humanización de los medios y por último,
la labor propia de estos medios de comunicación, como en este caso las radios
universitarias, que están suponiendo no solo una forma alternativa y transformadora
de comunicación, sino también de apropiación y de empoderamiento de una sociedad
y de unos colectivos que por fin, y poco a poco, salen del silencio al que hasta ahora
estaban abocados.
REFERENCIAS
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1121