UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE JURISPRUDENCIA, CIENCIAS POLÍTICAS Y
SOCIALES
CARRERA DE SOCIOLOGÍA
Ser hincha de Barcelona en Quito: ¿Nuevas formas del Regionalismo?
Proyecto de Investigación presentado como requisito previo a la
obtención del Título de:
SOCIÓLOGO
Autor: Atti Pilatasig David Alejandro
Tutora: PhD. María Augusta Espín Estévez
Quito, octubre 2016
© DERECHOS DE AUTOR
Yo David Alejandro Atti Pilatasig en calidad de autor del trabajo de investigación:
“Ser hincha de Barcelona en Quito: ¿Nuevas formas del Regionalismo” autorizo a
la Universidad Central del Ecuador a hacer uso del contenido total o parcial que me
pertenecen, con fines estrictamente académicos o de investigación.
Los derechos que como autor me corresponden, con excepción de la presente
autorización, seguirán vigentes a mi favor, de conformidad con lo establecido en los
artículos 5, 6, 8, 19 y demás pertinentes de la Ley de Propiedad Intelectual y su
Reglamento.
También, autorizo a la Universidad Central del Ecuador realizar la digitalización y
publicación de este trabajo de investigación en el repositorio virtual, de conformidad a
lo dispuesto en el Art. 144 de la Ley Orgánica de Educación Superior.
Firma:
David Alejandro Atti Pilatasig
CC. N° 171936643-5
ii
APROBACIÓN DEL TUTOR
iii
DEDICATORIA
El peregrinaje del devoto lleva al Templo.
Quito--- Estadio Olímpico Atahualpa
Ambato--- Estadio Bellavista
Cuenca--- Estadio Alejandro Serrano Aguilar
Guayaquil -- Estadio Monumental. La casa de Barcelona
A todos los hinchas barcelonistas del Ecuador como a los Ídolos dentro del Ídolo: Sigifredo
Chuchuca, Los Hermanos Cantos, El cura Bazurto, Alberto Spencer (Cabeza Mágica), Víctor
Ephanor, Manuel Uquillas, Carlitos Muñoz, etc. Confío este trabajo pueda estar a la altura del
Barce como de sus hinchas.
A mi viejo por mostrarme el mejor Mundial de todos los tiempos (Mundial México 70) y de
hacer del mediocampo mi vocación; al Borras (mi hermano) por ser la motivación por una
Sociología comprometida y a mi familia (Nicole, Paulina y la pequeña Sophy) que en el día a
día supieron ser mi alegría en todo este esfuerzo.
Al Julio como a mi vieja por creer en mí aunque no existieran evidencias para seguir
haciéndolo.
Al personal bélico y administrativo que conocí en todo este camino de Sociólogo. Muchos de
ellos por ser la hinchada que nunca abandonó.
“Con tormenta o nevando, si el sol nos sonríe,
el día muy caliente o la noche helada.
Con polvo en las caras
pero alegre es nuestro espíritu,
es nuestro espíritu.
Nuestro tanque ruge a través del viento de la tormenta”
Himno de las divisiones Panzer
“El Barcelona que regresa por sus fueros
el de la jugada bella
el de la pisada fuerte.
El Ídolo que se vuelve a poner su traje
pero mantiene sus zapatos de lona”
Lenin Artieda
No hay 14 años que maten un afecto cuando se tiene un corazón amarillo
“La verdad no es suficiente para poder vivir.
Las personas necesitamos que nuestra fe sea recompensada”
Cristopher Nolan
“Nada cambiara
con un aviso de curva
en sus caras veo el temor.
Ya no hay fábulas
en la ciudad de la furia”
Soda Stereo
iv
AGRADECIMIENTOS
A mi tutora María Augusta Espín por tener una infinita paciencia conmigo y hacer
posible que esta investigación pueda tener pies y camine por sí mismo.
A los distintos autores que conformaron este texto por mostrarme al fútbol como un
universo todavía por descubrir y en especial a Xavier Andrade por su confianza en este
trabajo a la par de sus textos que fueron como las manos de Sun Tzu que saben guiar la
guerra.
A mis panas, los hinchas barcelonistas (Víctor, Delia, Juanito, Fabian) que creyeron en
este trabajo.
A mi persona en especial por mi necedad (aguante) lo que hizo posible cumplir con esta
parte del camino. “Pienso en los años que llevas guerreando con un nombre por bandera
ahora sólo quiero oírlo una vez más..”
Atti Pilatasig David Alejandro
v
INDICE DE CONTENIDOS
AUTORIZACIÒN DEL AUTOR…………..………………………….................. ii
APROBACIÒN DEL TUTOR DEL TRABAJO DE TITULACIÓN..................... iii
DEDICATORIA…………………………………………………………………... iv
AGRADECIMIENTO..……………………………………………………………. v
ÍNDICE DE CONTENIDOS……………………………………………………… vi
LISTA DE TABLAS…………………………………………………………….. viii
LISTA DE GRÁFICOS…………………………………………………………… ix
RESUMEN………………………………………………………………………… x
ABSTRACT………………………………………………………………………. xi
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………….. 1
CAPÍTULO I………………………………………………………………………. 3
CONSTRUYENDO LA “NUEVA” IDENTIDAD………………………………. 3
1.1
Nociones previas de la identidad………………………………………... 4
1.2
Elementos constitutivos de la identidad……………………………….... 6
1.2.1. La cultura: elemento clave……………………………………………… 7
1.3
Identidad individual y la identidad colectiva: ¿son acaso lo mismo?...... 10
1.4
La identidad regional: territorio, identidad y cultura………………...... 13
CAPITULO II……………………………………………………………………. 19
A MODO DE INTRODUCCIÓN: DE LA CACERÍA AL FÚTBOL. ¿POR QUÉ
ESTUDIAR EL DEPORTE?................................................................................ 19
2.1
“La bendita pelota llega al puerto”. La incursión del futbol en la sociedad
ecuatoriana…………………………………………………………………… 21
2.1.1
El fútbol como producto de importación…………………………….. 25
2.2
Del Club Patria a la Tri: breve recorrido por el futbol ecuatoriano….. 27
2.2.1
El periodo pre-profesional. El fútbol amateur……………………….. 28
2.2.2
Del inicio del profesionalismo a su consolidación…………………... 29
2.3
La importancia del estudio de la identidad en el fútbol ecuatoriano… 34
2.4
La cuestión regional, regionalismo: perspectivas de análisis………... 37
2.5
El fútbol ecuatoriano y la cuestión regional…………………………. 39
CAPITULO III…………………………………………………………………… 45
“ÍDOLO COMO TE EXPLICO, CUANTO TE AMO YO”. BARCELONA
SALTA
A LA CANCHA…………………………………………………… 45
Preámbulo: ¿los hinchas son violentos o acaso son aguantadores?.......................... 45
vi
3.1 “Hoy Domingo paro para venirte alentar/los trapos hoy vengo a colgar”.
Porqué Barcelona es Barcelona…..……………………………………………. 50
3.1.1 “Ídolo con una hinchada que siempre siguió/ que los colores jamás los dejó”.
Los hinchas escriben: “La novela del Ídolo”………………………………....... 51
3.1.2 Dejaré mi patria y mi voz/ solo para vos/ de día viviré vistiendo la amarilla/de
noche la Oscura me acompañara”. Barcelona y su relación con el Ecuador…… 55
3.1.3 “No me juegues Barcelona”: el regionalismo.............................................. 63
3.1.3.1 “Un solo Ídolo tiene el Ecuador”……………………………………….. 67
A MODO DE CONCLUSIÓN…………………………………………………….. 70
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………… 74
LINKOGRAFÍA……………………………………………………………………. 80
VIDEOGRAFÍA
Especiales del diario “El Universo”. “La chispa que encendió la pasión del Clásico del
Astillero”. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=IKm4nTArlHI
Entrevista completa Antonio Noboa | Visión 360 II temporada. Disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=yeEcFbexVOE
Fenómeno
Barcelona
|
Especial
Visión
360
-
Ecuavisa.
Disponible
en:
https://www.youtube.com/watch?v=WGOa1U61WrI
La
estrella
14.
La
película
de
Barcelona.
Disponible
en:
https://www.youtube.com/watch?v=y86OG-2qEBk
Lenin Artieda: "No hay 14 años que maten un afecto cuando se tiene el corazón
amarillo". Disponible en : https://www.youtube.com/watch?v=GnTkyuzmKo0.
“Ahora
solo
nos
queda
Barcelona”.
https://www.youtube.com/watch?v=uGbr2QMlLpA
REVISTA
Barcelona Revista oficial Mayo 2016. Edición 1
ENTREVISTAS
Juanito, 08 Febrero 2016; 17 Mayo 2016
Borras, 20 Mayo 2016; 28 Junio 2016
Fabián, 31 Julio 2016
Becho, 23 Junio 2016; 04 Agosto 2016
vii
Disponible
en:
LISTA DE TABLAS
Tabla 1. Transformación de un juego a un espectáculo de mercado……………. 34
viii
LISTA DE GRÁFICOS
Gráfico 1. “A todos lados”…………………………………………………………. 23
Gráfico 2. “Chiros y con hambre pero presentes”……………………………….. 31
Gráfico 3. “Mi madre me dio la vida y Barcelona la ¡pasión¡”…………….......... 36
Gráfico 4. “Siempre estás allí en cada latido de mi corazón”……………………. 41
Gráfico 5. “Alma oscura 17 Sep. 04”………………………………………………. 47
Gráfico 6. “Sur Oscura. Los fieles de la popular”……………………………….... 52
Gráfico 7. “1925. Viejo amigo Barce T venimos a ver”...………………………… 53
Grafico 8. “Uquillas. Si volviera a nacer…sería otra vez matador”…..………… 57
Gráfico 9. “La banda del campeón: Manabí, Babahoyo, Tulcán, La Troncal,
Pastaza, Pelileo, Cuenca, Playas, etc.......................................................................... 69
ix
TEMA: “Ser hincha de Barcelona en Quito: ¿Nuevas formas del Regionalismo?”
Autor: David Alejandro Atti Pilatasig
Tutor: María Augusta Espín Estévez
RESUMEN
La presente investigación busca dar visos sobre las características que hace de Barcelona sea un
equipo de alcance nacional dentro del ámbito futbolístico ecuatoriano. De este modo en base de
una mirada etnográfica desde un espacio como la Sociología en correlato con la experiencia
directa con las hinchadas barcelonistas me propongo comprender el significado de “ser hincha
de Barcelona en el Ecuador” tanto recorriendo, fotografiando, realizando grabaciones en las
cuatro principales ciudades del país: Quito, Ambato, Cuenca y Guayaquil igualmente por
entrevistas realizadas a los hinchas barcelonistas quiteños. También en cierta medida desarmar
los distintos prejuicios, estereotipos (como es el regionalismo) que se han tejido alrededor del
futbol para indagarlo en su calidad de “juego profundo”, por lo que significa “ser hincha de
Barcelona en Quito”. Describo de igual manera, por un lado, lo que significa para el equipo el
paso de una precedente épica barcelonista fundada por sus hitos e historias añejas a su vez en
paralelo con el advenimiento de la globalización con los TIC´s como la empresarializacion del
futbol; mientras por otro lado, el papel protagónico que tiene ahora la hinchada en retomar la
épica (aguante) destino compartido, idéntico con el equipo disputando torneos nacionales e
internacionales. En consonancia, el hoy como el ayer escriben en conjunto la “Novela del Ídolo”
concluyendo en una “descripción densa”. Como fin último desde el fútbol, en su extrañeza, me
propuse mostrar la naturaleza humana en su profundidad; espacio en el cual podemos saber
cómo somos y hacia dónde vamos.
PALABRAS CLAVE: AGUANTE/ BARCELONA/ REGIONALISMO/ DESCRIPCIÓN
DENSA/ JUEGO PROFUNDO/ NOVELA DEL ÍDOLO
x
TITLE: “Being a Barcelona supporter in Quito: new forms of regionalism?”
Author: David Alejandro Atti Pilatasig
Tutor: María Augusta Espín Estévez
ABSTRACT
This research seeks to find evidence about the characteristics that make Barcelona a team
recognized at national level within the Ecuadorian soccer. Thus, based on an ethnographic view
from a space such as Sociology jointly with direct experience with the group of supporters of
Barcelona, I intend to understand the meaning of “being a Barcelona supporter in Ecuador” by
touring, photographing, making recordings in the four main cities of the country: Quito,
Ambato, Cuenca and Guayaquil and interviewing some of the Barcelona supporters in Quito.
Also to a certain extent dismiss the various prejudices, stereotypes (such a regionalism) that
have been created around soccer to investigate it as a “deep game” in terms of “being a
Barcelona supporter in Quito”. I also describe, on the one hand, what it means for the team the
passage of great past deeds founded by their milestones and old stories and at the same time the
advent of globalization with the ICT‟s and soccer becoming an industry; while on the other
hand, the leading role that supporters have now in resuming their powers of endurance, their
destiny sharing every moment while the team play national and international championships.
Accordingly, today as yesterday jointly write the “Novel of the Idol” concluding in a “dense
description”. As the ultimate goal from the viewpoint of soccer, in its own peculiarity, I propose
myself to show the human nature in its depth; space in which we are able to know who we are
and where we are heading.
KEY WORDS: ENDURANCE/ BARCELONA/ REGIONALISM/ DESCRIPTION DENSE/
DEEP GAME/ NOVEL OF THE IDOL
xi
INTRODUCCIÓN
En una entrevista recogida en el año 2015 al ex presidente de Barcelona Antonio Noboa
comenta lo siguiente: “entre una población aproximada de 12 millones de habitantes
[actualmente somos 15 millones de habitantes] según estudios realizados por Barcelona
ubicamos unos 5 millones de hinchas en el Ecuador de los cuales para Barcelona le
corresponden un 65%”. Además de lo cuantitativo (3,25 millones de hinchas
barcelonistas alrededor del Ecuador); propongo una investigación desde un ámbito
sociológico en clave con las herramientas cualitativas tanto desde la etnografía;
observación participante/no participante dicho de otra forma siendo su basamento, la
práctica, la experiencia directa con los hinchas barcelonistas. Concluyendo, en tal punto,
en una incursión en las cuatro principales ciudades del país (Quito; Ambato; Cuenca y
Guayaquil) llevando un registro fotográfico; grabaciones de los cánticos en los
diferentes estadios además en la recopilación de documentales, videos, escritos (caso
revistas) y finalmente en la realización de entrevistas-semiestructuradas a los hinchas
barcelonistas quiteños que por mi cercanía supieron “acolitar” en la presente
investigación. En consonancia, de todos estos elementos, pretendo ofrecer señas,
vislumbrar sobre los discursos y prácticas identitarias que elaboran los hinchas quiteños
sobre el equipo guayaquileño de Barcelona.
Por ello me interesa comprender la relevancia que tiene estudiar el futbol tanto
desde su etimología, sus raíces antropológicas, su popularidad; razones por las cuales le
permiten posicionarse sobre los demás deportes. En base de estos antecedentes podemos
ubicar su advenimiento de Inglaterra por vía marítima al Puerto de Guayaquil en el siglo
XX. Ya dentro de la ciudad más el ambiente dentro de la sociedad ecuatoriana que aún
vivía bajo el influencia de la Revolución Liberal pudo dar cabida a un deporte tan
curioso y llevarlo a ser de carácter nacional que después de tanto trajinar pudo romper
con nuestro enclaustramiento local para darnos una relevancia internacional con la
primera clasificación al Mundial Corea-Japón 2002 por parte de la Selección nacional
“La Tri”.
Con esta panorámica la cual se inserta Barcelona miramos desde un lejano 01 de
Mayo de 1925 fundado por emigrantes catalanes en conjunto con un subproletariado
afincado en el Barrio del Astillero (barrio guayaquileño que aún existe) este grupo será
conocido como la Gallada del Modelo hasta lo que significo disputar dos finales de la
Copa Libertadores de América hito no conseguido por ningún equipo ecuatoriano hasta
1
la actualidad. Por ello indagó sobre sus particularidades; lo que significa: Un solo Ídolo
tiene el Ecuador. En consecuencia, en un primer momento, en razón de la historia
institucional e hitos futbolísticos planteo una “épica barcelonista” la cual percibo
singular dentro del escenario futbolístico ecuatoriano mientras en un segundo momento
desde los años 80´s -90´s lo que representa las hinchadas en retomar está épica ahora
permeada por los medios de comunicación más la creciente empresarializacion del
fútbol. De tal suerte, siendo mi hipótesis, el Barcelona llegó a posicionarse como un
referente dentro del fútbol ecuatoriano aún antes que la propia Selección Nacional “La
Tri”. Mi interés está en conjeturar sobre la precedente idolatría en arreglo con el
“fenómeno Barcelona”.
Con este fin, recojo los planteamientos de (Geertz, 1973) en cuanto comprender
para nuestro caso, la cultura del hincha barcelonista en posibilidad de texto que se
escribirá
en base de ambos momentos tanto de una épica histórica barcelonista
(Barcelona Novelado) además con una épica festiva desplegada por la hinchada
(Barcelona real) confluyen en mi propuesta de “Novela del Ídolo”. A su vez tenemos un
probable “juego profundo” por lo que significa “ser hincha barcelonista en Quito”. En
conclusión, Barcelona llevaría a romper con su localismo para finalmente ser un equipo
de “alcance nacional”; claro podríamos suponer que la relación futbolística no está
permeada por el regionalismo o acaso sí.
2
CAPITULO 1
CONSTRUYENDO LA “NUEVA” IDENTIDAD
Hey ho let´s go
Hey ho let´s go
The Ramones
El tema de la identidad se refiere a una búsqueda constante de afirmación y
reconocimiento, esto sucede desde la configuración de la individualidad, que está
basada en una historia personal que permite a los sujetos tener una visión del mundo
que vincula a unos y diferencia de los otros.
Como seres sociales nos vemos condicionados a convivir con aquellos con los
que nos sentimos vinculados y con aquellos que nos son diferentes (“los otros”) y la
identidad se conforma a partir de esto: por un lado con los que me identifico
(compartimos cosas en común) y por otro lado con los que me diferencio (con la
alteridad).
Al ubicar los debates alrededor de la identidad nos permite conocer su naturaleza
cambiante incluso por los “desarrollos y prácticas históricamente específicos que han
trastornado el carácter relativamente ´estable´ de muchos pueblos y culturas” (Martínez,
2006-2007: 211) más aun en la actualidad desde los años 90´s nos atañe la globalización
la cual resulta un reto a los Estados-nación a nivel mundial no solo por la apertura de
fronteras (en todos los sentidos, no exclusivamente del tipo comercial) además en
cuestionar o reivindicar lo propio frente a lo foráneo. A su vez (Giménez, 1997) plantea
que la aparición del concepto de la identidad es reciente, concebido a la par con la crisis
de los Estados-nación latinoamericanos al verse comprometidos desde arriba por los
interés transnacionales y a su vez desde abajo por reinvidaciones identitarias tanto
locales como regionales.
Ante la crisis de la democracia representativa1, principalmente por la separación
evidente entre la propuesta de un ideal igualitario y las desigualdades reales, ha
conducido en una búsqueda individual por un espacio propio tanto de identidades y
culturas. Vale citar casos inmigrantes al llegar a un lugar nuevo se basan no en
desempeñar una autonomía sino en un posicionamiento sociopolítico realizado por la
mayoría acogiente dicho de otra forma buscan posicionarse “dentro de” y “frente de” lo
que posibilita una convivencia.
1
De aquí en adelante; cursivas son de mi autoría lo realizo con la finalidad de resaltar ideas o frases.
3
Este panorama ha influenciado en las Ciencias Sociales que tampoco son
“estables”, no con esto desconocemos el papel de la Filosofía y la Psicología como
anteriores acercamientos teóricos para entender la identidad. Tenemos el aporte según
resalta (Erickson, 1977 citado en Maldonado & Oliva, 2010: 231) como trabajo pionero
en los años 60 al incluir a la identidad como tema de estudio del Psicoanálisis caso
(ego-identidad). Así la identidad aunque se construye a nivel individual, el hecho que
los seres humanos somos gregarios se constituye en identidad social que vincula a un
grupo, y a su vez diferenciarse de otros grupos.
Para el caso de la Sociología y la Antropología, el estudio de la identidad social
en el siglo XX toma aliento con las luchas poscoloniales alrededor del mundo
(Independencia de Argelia; Guerra de Vietnam; Conflicto en la región de los Balcanes;
Caída del muro de Berlín por nombrar) siendo fuente de variadas investigaciones. En
esta perspectiva, se concibe una relación directa entre el discurso de estos nuevos
sujetos libérrimos y su interacción social. Percibimos así
la relación tanto de la
identidad y su contexto social por ello los mecanismos que la construyen la vuelven tan
distinta.
1.1 Nociones previas de la identidad
Desde el término en latín identidad (“el mismo”) podemos entender la identidad por dos
sentidos generales: desde un sentido lógico o de relación: A no es B del mundo de los
cuerpos o por la singularidad, lo que le hace único más del campo de las Ciencias
Sociales en el contexto de la modernidad2. De allí la relevancia en conocer: ¿si existe
coincidencia entre lo que esta persona dice o piensa de sí mismo y si socialmente se lo
reconoce?
Ahora como aprehendemos la identidad:
1. Los conflictos tanto personales como sociales buscan responder por el auténtico
contenido de la realidad sin embargo no lo podemos “conseguir” en su totalidad
por ello nos vemos envueltos en acercamientos es decir son representaciones de
la identidad.
Expresión utilizada por “las ciencias sociales contemporáneas distinguen modernización de modernidad.
La modernización aludiría a cambios tecnológicos y económicos sin que estos asuman la forma de
modernidad en términos culturales. […] más acertado hablar de una primera modernidad […] o de
modernidad periférica. Se trataría de una modernidad latinoamericana distinta con sus propias
características” (Rowe y Schelling, 1993:1 citado en Kingman, 2008: 359)
2
4
2. No podemos hablar de identidades integras, definitivas o completas sino por las
relaciones que tejen con respecto a las anteriores identidades.
Así la identidad en esta perspectiva es una construcción incesante. No solo es un
problema de política donde se construyen/practican estas representaciones sino además
en un problema de permanencia o como resalta (Giménez, Ibíd.) es continuidaddiscontinuidad siendo apropiado por la evolución potencial o en ciernes que propone a
desmedro de permanencia que es de constancia sobreentendida.
Siguiendo en esta reflexión (Habermas, 1987 citado en Maldonado & Oliva,
Ibíd.:236-238) sugiere dos fases de integración de la identidad:
1. Simbólica: del tipo homogénea predominio de la identidad social antes que la
individual. La unidad depende de mitos, imágenes, valores como norma y
cohesionador del grupo.
2. Integración comunicativa: relaciones basadas en la especialización; los espacios
tanto sociales y culturales son diversos mientras la identidad social es más abstracta
y universal por los grupos3 donde nos involucramos. Adquirirla es menos
dependendiente de la matriz simbólica por ello la tradición tiene menor peso ahora
es validada por la “interacción comunicativa”.
En este panorama, la identidad social se valida por medio de la elección antes que de la
imposición. El tema principal: ¿por qué de la elección? (Habermas, 1987) retomando de
Durkheim su planteamiento sobre la “secularización” visto tanto por un individualismo
acervado como la incertidumbre creciente; plantea que la construcción de la identidad
es más compleja debido a que el individuo ya no se debe a un grupo sino a una
pluralidad de estos. Siendo la anterior tradición de un menor peso cediendo el paso a las
estructuras comunicativas de la sociedad.
Ahora tanto el sujeto moderno y los distintos grupos se ligan por la participación
que se proponen generar. Ante tal variedad, la pertinencia a ellos está condicionada por
las expectativas personales debido a que no se admite la “totalidad [del] complejo
3
La lealtad y la pertenencia tanto a grupos y colectividades pueden ser definidas según (Merton, 1965
citado en Giménez, 1997: 17). Caso grupo se entiende al conjunto de individuos que manejan unas reglas
establecidas por la frecuencia de las interacciones aún más por su proximidad caso aldea, barrio, equipo
de futbol mientras las colectividades a desmedro de poseer interacción y contacto próximo siente
solidaridad por la razón que comparten valores y tienen ciertos roles sociales que los vinculan. Son
comunidades imaginadas según Benedict Anderson (1983) como la nación o la iglesia en su sentido
universal.
5
simbólico cultural de un grupo” (Maldonado & Oliva, Ibíd.: 238). Ya aceptado se verá
re-significado de acuerdo a las condiciones sociales vigentes.
La identidad no es más que la representación que tienen tanto los individuos como
los grupos tanto en su distinción respecto a los otros, como en su relación
interna/externa; y al mismo tiempo a la relación con el espacio social que ocupa que no
puede ser excedido ni desbordado.
1.2 Elementos constitutivos de la identidad.
Sabemos que identidad se constituye con respecto al Otro (este otro refiere a algo que
no se encuentra en el mismo sino que debe buscarlo afuera). La relación posible ante el
Otro se basa tanto en la aceptación como en el rechazo y cualquiera de ambas opciones
puede incidir en la construcción de la identidad. Siendo una unidad en incesante
desequilibrio está “dinámica conflictual” nos recuerda la “dialéctica hegeliana del amo
y del esclavo” son conciencias una dominante y la dominada. Al servir al amo, el
esclavo tiene un cierto dominio, esto lo hace no solo un simple instrumento. Esto
deviene en “conciencia de sí” y cada uno reconoce en el otro una “conciencia de sí
mismo”. Subrayar la importancia de la conciencia de si por el vínculo con posibles
coincidencias es el “reconocimiento del Otro por el Otro”. Es el reconocimiento como
procedimiento clave al momento de construir la identidad. Hegel hablaba de una “lucha
por el reconocimiento” así luchamos por reconocernos ante los otros que tratan de
definirnos.
Un paso adelante entonces para entender la identidad debemos entender la
diferencia como destaca (Martínez, 2006-2007). Existen nociones preliminares de
diferencia (C no es B) donde no percibimos lo esencial que lo constituye. La
importancia radica en reconocer un “fuerte sentido de alteridad” siendo que el otro
existe por encima de los dioses debido a una “ética anti totémica” (Etxeberría, 1996
citado en Martínez, Ibíd.:218), existe legitimidad y
diferencia ante los otros. El
pensamiento moderno no solo es binario (+/-) sino que responde a la negatividad
4
resultando en tolerancia de la diferencia.
El término “negatividad” alude “elemento subordinado (el marginado o el subalterno) representa una
fuerza necesaria e interna de la desestabilización existente dentro de la identidad del elemento dominante
[...]. La inestabilidad de una identidad dominante -dado que debe incorporar siempre su negación- es el
resultado de la naturaleza real del lenguaje y significación. El subalterno representa una ambigüedad o
inestabilidad inherente en el corazón mismo de cualquier formación de lenguaje (o identidad), la cual
socava constantemente el poder del lenguaje para definir una identidad unificada y estable.” (Énfasis
añadido) (Martínez, 2006-2007: 215).
4
6
Desde la antropología nos acostumbrado al Otro mientras la “alteridad del Otro”
tiene su consistencia en un contexto es decir tiene un manifiesto dentro de las
sociedades y culturas, y solo dentro de ellas. Reconocer al Otro en su posibilidad es
ubicarlo desde un plano ético antes que lo pre cultural que significa el Otro como
enfatiza (Scheper-Hughes, 1997 citado en Martínez, Ibíd.). En estas condiciones, de
dialogo intercultural, el Otro además de no ser percibido como imaginario es
potencialmente real donde bien puede ser visto como simétrico. “Es una relación
dialógica, el otro participa como, yo con su propio identidad lingüístico- simbólica
particular” (Martínez, Ibíd.: 218,219).
No es la figura de prisioneros o aferrados a nosotros mismos en ese caso (Goffman,
s/r citado en Giménez, s/f: 14) postula el self (yo) pero también su inconformidad donde
el yo-identidad no es copia ni tiende a satisfacer las expectativas de los otros. Ejemplos
sobran niñez, adolescencia, un trabajo mal remunerado, etc. Así la “identidad de los
individuos resulta siempre de una especie de compromiso o negociación entre
autoafirmación y asignación identitaria, entre ´autoidentidad´ y ´exoidentidad´.
(Giménez, s/f: 14). Partiendo de la autoidentificación del sujeto, esta tiende a ser
reconocida pública, socialmente y además ser percibido como distinto. Es una identidad
espejo (looking glass self) es como nos vemos y como nos ven los demás.
En resumen: la construcción del yo es validada en parte cuando nos sabemos
independientes de los demás. Entonces: ¿cuáles son las estrategias para mantener la
identidad: absorción o rechazo? “Tanto desde un punto de vista biológico como
psicológico o sociológico, el yo no se piensa sin el otro.” (Martínez, 2006-2007:
220,221).
1.2.1 La cultura: elemento clave
Podemos señalar que no existe sociedad sin cultura, varios son los debates donde
plantean que no son términos excluyentes aunque si manejan diferencias a breves
rasgos. Entonces: ¿qué es cultura? Podría ser una serie de máximas que condicionan
acciones y dan claves explicativas sobre cómo interactuar con el resto de personas que a
su vez siguen esa cultura. Tanto los comportamientos y las ideas se comparten y
también se aprenden bajo contextos sociales. Los noveles miembros requieren de
“mecanismos de transmisión” validados en un contexto social como del “momento
histórico-temporal”. Para conseguirlo, la cultura debe ser
7
[…] capaz de reproducir la singularidad de los sistemas sociales, el único medio para
lograrlo era a través de la educación que se dé a los individuos, ya que la cultura, en
una sociedad determinada, es lo que garantiza la integración de las diferentes esferas
de actividad (económica, social y religiosa.) (Énfasis añadido) (Martínez, 20062007:217).
De relevancia es el planteamiento de (Giménez, s/f) quien establece que antes de
entender la identidad es conveniente una incursión al territorio de la cultura. En los
años cincuenta tenemos a la cultura vista por “modelos de comportamientos” más de
raigambre psicológico sin embargo en los años 70 es Clifford Geertz quien propone la
cultura humana como “tramas de significaciones que [el sujeto] ha tejido” define la
cultura “pensando pensamientos” mediante la interpretación de expresiones sociales es
decir a través de
una “descripción densa”. Cuando Geertz analiza una de estas
expresiones sociales a manera de un “juego profundo” lo define como una
“combinación de explosión emocional, guerra de status y drama filosófico de
importancia central en esa sociedad” (Geertz, 1973: 342). Es considerar los hechos
simbólicos (prácticas), como elementos muy disimiles antes que ser pautas de
comportamiento estables. En esta vía no todos los significados pueden ser catalogados
como culturales siendo solo aquellos compartidos y que tienden a ser duraderos en lo
generacional.
La cultura ese documento activo, es pues publica, lo mismo que un guiño burlesco o una
correría para apoderarse de ovejas [o ya sean riñas de gallo visto como un espectáculo
trivial o la hinchada de un equipo de futbol]. Aunque contiene ideas, la cultura no existe
en la cabeza de alguien; aunque no es física, no es una entidad oculta […]. Una vez que
la conducta humana es vista como acción simbólica – acción que, lo mismo que la
fonación del habla, el color en la pintura, las líneas en la escritura o el sonido en la
música, significa algo – pierde sentido la cuestión de saber si la cultura es conducta
estructurada, o una estructura de la mente, o hasta las dos cosas juntas mezcladas
(Énfasis añadido) (Geertz, 1973: 24).
De esta manera: la cultura posee “zonas de estabilidad y persistencia” y “zonas de
movilidad y cambio”. Puede ser centrifuga por lo cambiante, inmotivado y lo poco
estables o ser centrípeta por la solidez, vigor, fortaleza en varios sectores. Al tener una
mirada atenta podemos percatarnos de que estamos rodeados de significados, imágenes
y símbolos (familia, nación, escuela, etc.) los cuales son compartidos siendo en síntesis
nuestro entorno cultural.
Retomando el tema significados culturales consideramos su parte “objeto” a
saber toman “formas culturales” (Thompson, 1998: 202 y ss. citado en Giménez, s/f: 4)
ya sean obras de arte, ritos, cánticos entre otros pero estos necesitan ser interiorizados o
ser incorporados en forma de “habitus” (Bourdieu, 1985: 86 y ss. citado en Giménez,
8
Ibíd.). Es de suponer que la relación entre ambas formas de cultura es dialéctica. Caso
de las formas interiorizadas ya sean experiencias, vivencias son compartidas y mediadas
por las formas o “simbolismo objetivado” mientras no podríamos interpretarlas sin unos
determinados esquemas cognitivos o habitus.
Producto de la historia, el habitus origina prácticas, individuales y colectivas, y por
ende historia, de acuerdo con los esquemas engendrados por la historia; es el habitus el
que asegura la presencia activa de las experiencias pasadas que, registradas en cada
organismo bajo la forma de esquemas de percepción, de pensamientos y de acción,
tienden, con más seguridad que todas las reglas formales y todas las normas explicitas,
a garantizar la conformidad de las prácticas y su constancia a través del tiempo En las
formaciones sociales donde la reproducción de las relaciones de dominación (y del
capital económico o cultural) no está asegurada por mecanismos objetivos, el trabajo
incesante que es necesario para mantener las relaciones de dependencia personal estaría
condenado de antemano al fracaso si no pudiese contar con la constancia de los habitus
socialmente constituidos y reforzados sin cesar por las sanciones individuales o
colectivas: en ese caso, el orden social reposa principalmente en el orden que reina en
los cerebros y el habitus, es decir el organismo en cuanto el grupo se lo ha apropiado y
que se ha adaptado de antemano a las exigencias del grupo, funciona como la
materialización de la memoria colectiva, reproduciendo en los sucesores las conquistas
de los antecesores (Énfasis añadido) (Bourdieu, 2007: 88-89).
Por otra parte, desde una noción moderna de cultura según (Martínez, Ibíd.) existen
varios debates aunque es en base de la cultura donde se realiza la forma y la continuidad
de las sociedades
[…] se desprende de la aptitud universal de los seres humanos para librarse de las
constricciones de la naturaleza, y la que se deriva de la contemplación de la diversidad
de las costumbres, de las lenguas y de las formas de vida social (Martínez, 20062007:217).
Son los “referentes identitarios” como proponen (Maldonado & Oliva, Ibíd.) son los
elementos culturales propios: lengua, creencias, valores no como acumulación de datos
sino como acontecimientos interiorizados, son lo que constituye la historia del grupo
en otras palabras es su identidad biográfica. Siendo las creencias o convicciones,
principales formadoras de conciencia donde son “sistemas de ideas sobre Dios, el
mundo y el hombre, que tiene una comunidad, y desde las que interpreta la realidad”.
(Maldonado & Oliva, Ibíd.: 244). Son valores importantes que dan sentido a la vida en
comportamiento y aceptación. De esta manera la identidad se integra en base de valores
compartidos
Además de lo objetivo van creando símbolos, historia y rituales dando en
conjunto un “entramado simbólico” de lo cual se sirve el lenguaje tanto escrito como de
las distintas expresiones sean música, pintura, arte, etc.
Destacamos de ellos, los
rituales no solo por repetitivos, pausados sino por la razón de la comunicabilidad y la
9
apropiación que se da entre los sujetos. Los rituales también son conocidos como
“prácticas colectivas.”
Todas las comunidades producen una serie de objetos materiales, entre los que se hallan
herramientas, monumentos, edificios, artesanías, tecnología, música, que se convierten en
productos culturales; cuando los sujetos les atribuyen un valor simbólico los utilizan para
mostrar su pertenencia a la comunidad y así promover su identidad. (Maldonado & Oliva,
Ibíd. Cit: 245).
1.3 Identidad individual y la identidad colectiva: ¿son acaso lo mismo?
Hemos visto que las representaciones sociales desempeñan un papel estratégico y cuasidefinitorio; en esta vía plantearnos: ¿es posible concebir actores colectivos propiamente
dichos, sin necesidad de ser considerados como una realidad absoluta, autónoma ni
tampoco de considerarlos como entidades independientes dictadas por los individuos
que los constituyen?
La propuesta que realiza (Giménez, s/f) al plantear en qué medida: ¿identidades
colectivas se construyen por analogía con las identidades individuales? Significa que
ambas formas de identidad son a la vez diferentes y en algún sentido comparten
semejanzas. Entonces: ¿en qué se diferencian?
Plantea un lista de diferencias que son propias de
las identidades colectivas:
(1) Carecen de autoconciencia y de psicología propia; (2) En que no son entidades
discretas, homogéneas y bien delimitadas; y (3) No constituyen un “dato”, sino un
“acontecimiento” probable que tiene que ser explicado.
La identidad colectiva es una tensión irresuelta e irresoluble entre la definición que
un movimiento ofrece de sí mismo y el reconocimiento otorgado al mismo por el resto
de la sociedad. De allí el papel dialéctico de la cultura donde la interacción re-crea
“ideas y prácticas colectivas específicas” que son lo que caracteriza a los miembros de
una colectividad por sobre otra. Tenemos una autoadscripción dada por los miembros
del grupo y una heteroadscripción por sus miembros pero vistos por fuera.
De ahí que la identidad cultural sea una construcción compleja basada en dos
procesos: la autoadscripción y la heteroadscripción de los sujetos: o sea, la pertenencia a
la colectividad como participante o desde su cuestionamiento o rechazo.
En este sentido, los rasgos, formas culturales de una comunidad no constituyen en sí
mismos la identidad cultural, sino son los referentes identitarios donde los sujetos
construyen la identidad cultural
[…] como el conjunto de repertorios culturales interiorizados (representaciones, valores,
símbolos), a través de los cuales los actores sociales (individuales o colectivos) demarcan
sus fronteras y se distinguen de los demás en una situación determinada, todo ello dentro de
10
un espacio históricamente específico y socialmente estructurado (Énfasis añadido)
(Giménez, 2000: 54 citado en Maldonado & Oliva, Ibíd.: 243 ).
Por lo cual prosiguiendo: ¿qué comparten las identidades colectivas y las identidades
individuales? Retomando el concepto identidad colectiva propuesto por (Melucci, 2001
citado en Giménez, s/f: 15) donde se concibe como un conjunto de prácticas sociales
que:
(a) Involucran simultáneamente a cierto número de individuos o en un nivel más
complejo de grupos; (b) Exhiben características morfológicas similares en la
proximidad temporal y espacial; c) Implican un campo de relaciones sociales, así como
también d) La capacidad de las personas involucradas en conferir un sentido a lo que se
está haciendo o lo próximo a realizar.
De allí la significación del último punto donde los ritos/liturgias en su condición de
“mecanismo que permite el traspaso de saberes y categorías” (Alabarces, 1996:76) es
comprender además el ritual no solo en los términos religiosos donde nos ubica en el
ámbito cerrado de la práctica tradicional más bien es en su envés de acción/práctica
racional ahora de naturaleza secularizada más a tono de las sociedades modernas
“postindustriales” es decir ambas nociones recogen su papel de organizador en el
proceso de construcción identitaria colectiva continua (no solo permanente) valga el
caso no comienza con la fundación del partido político, del club deportivo sino en la
capacidad de fomentarlo digamos de alimentarlo siendo una disputa por la grandeza o
por la visibilidad hoy mediatizada.
Precisamente en base de un “proceso de secularización” no visto de manera
irreversible o definitivo debido a lo cual resulta en “religión civil [donde] se designa un
proceso de sacralización de ciertos rasgos de la vida comunitaria, que se plasma en un
conjunto de rituales públicos, liturgias cívicas y políticas y devoción populares
encaminadas a conferir poder y reforzar la identidad de una colectividad.” (Ferrando,
Manuel et al, 2009: 17).
De tal forma (Sodo, 2011) propone lo que serían los rasgos característicos de un
ritual secularizado como es el caso del futbol en la actualidad. Siendo:
- Una ruptura con la rutina cotidiana (un momento fuera del tiempo de la historia y de la
economía). Un marco espacio temporal específico.
- Un escenario programado que se repite periódicamente a lo largo de un tiempo cíclico
(como los partidos de fútbol, como los campeonatos).
- Objetos manipulados que apuntan hacia una eficacia extra empírica (creencia en
razones trascendentes, en fuerzas sobrenaturales; las cábalas por ejemplo).
- Participación no voluntaria sino moral, es decir, participación sentida y significada
como del orden del deber, y, por qué no, del sacrificio.
11
- Culto a lugares investidos como sagrados (un estadio, por ejemplo. Hemos escuchado
como muchos hinchas […] se refieren a su estadio como el templo). Culto a ídolos.
- Una experiencia emocional expresada a través de una extensa participación corporal.
- Procedimientos repetitivos, estandarizados y rígidamente codificados (Por ejemplo,
cantar siempre una determinada canción ante el acontecer de determinadas situaciones).
- Su función: reforzar la conciencia que una determinada comunidad tiene de sí misma,
reforzar la continuidad del nosotros (Bromberger, 2000 citado en Sodo, Ibíd.: 196-197).
Destacamos el aporte de (Bourdieu, 1985) en cuanto al rito de institución (antes que un
rito de paso propuesto por Arnold Van Gennep) en la medida que propone consagrar,
pero consagrar la diferencia es decir construir la diferencia en base de “la institución de
una identidad” de allí el interés radica en su “función social” en la “línea” que delimita
entre las personas que son participes y está situación como los diferencia de los no
participantes. Es mantener no solo en un orden mental, simbólico defendido por sus
participantes sino en un orden social reconocido por los demás.
[rito de institución] como principio de producción de todas las practicas destinadas
intencionadamente o no a significar la posición social mediante el juego de las
diferencias distintivas, están destinadas a funcionar como otras llamadas al orden
mediante los cuales se recuerda a quienes las olvidan que, al olvidarlas, olvidan también
el lugar que les ha asignado la institución (Bourdieu, Ibíd.:84).
A su vez, más allá de lo relacional entre individuos visto no solo por el vínculo entre
nosotros dado por la pertenencia a un grupo Z es considerar la delegación (real o
supuesta) propuesto por (Bourdieu, 1984: 49 citado en Giménez, 1997: 17) nos dice: la
delegación en el caso del Papa puede actuar como persona moral, es decir, como
sustituto del grupo caso - canonistas - siendo EL, la iglesia mientras para los – devotos por la apariencia del grupo; EL habla por el grupo es su portavoz. Es comprender como
en una sociedad liberal, democrática en vía de secularización aun funcione bajo una
matriz religiosa que deviene en una “misteriosa propiedad objetiva de la persona, un
encanto, un carisma; el ministerium aparece como mysterium” (Bourdieu, 1987: 159
énfasis de Bourdieu)
La delegación por la cual una persona de poder, como se dice, a otra persona, la
transferencia de poder por la cual un mandante autoriza a un mandatario para firmar en
su lugar, para actuar en su lugar, para hablar en su lugar, le da una procuración, es decir
la plena potentia agendi, el pleno poder de actuar por ella, es un acto complejo que
merece ser reflexionado. El plenipotenciario, ministro, mandatario, delegado, portavoz,
[o un equipo de futbol sé delega como ´somos Ecuador´] […] es decir para hacer y
hacer valer los intereses de una persona o de un grupo.
Cuando el acto de delegación está cumplido por una sola persona en favor de una sola
persona, las cosas son relativamente claras. Pero cuando una sola persona es depositaria
de los poderes de una cantidad de personas, puede ser investida de un poder que
trasciende a cada uno de sus mandantes. […]
12
Porque el representante existe, porque representa (acción simbólica), el grupo
representado, simbolizado, existe y hace existir a su vez a su representante como
representante de un grupo (Bourdieu, Ibíd.: 158-159 énfasis de Bourdieu).
Podemos desde la Psicología dar rasgos al sujeto-persona puede según la diferencia,
reconocer atributos esto “bien” podría trasladarse al sujeto-grupo o sujeto-actor
colectivo. Sin embargo, antes vale resaltar la relación dialéctica entre la identidad
individual y la colectiva por la imbricación o parte que interviene en la identidad
colectiva por la razón que la identidad personal es tributaria de las relaciones de
pertenencia en múltiples colectivos que ya tenían identidad propia.
1.4 La identidad regional: territorio, identidad y la cultura
El aporte de (Giménez, 1994) se debe en reconocer la relación que se percibe entre la
región natural y la región sociocultural es evidente para algunos casos por nuestra
percepción nos dirige a lo geográfico, sus formas (Guayaquil conocido como el Puerto
principal o Quito como Luz de América) son en ambos casos un “símbolo metonímico5
de toda la región (geosímbolo) o símbolo mnemónico [memoria] que señala huellas del
pasado histórico” (Giménez, 2005: 17) no obstante buscamos proponer la idea de región
sociocultural en su dimensión subjetiva donde percibimos una vinculación con el
pasado compartido por una colectividad está en clave con un determinado territorio.
A modo de preámbulo podemos afirmar que la región la componen una diversidad
de micro-regiones tanto en lo municipal o lo comunal sean estás localidades, barrios,
parroquias. De allí el término “matria” (González, 1988: 52 citado en Giménez: 1994;
166) el cual refiere a lo característico, lo particular de estas “patrias pequeñas” por ser
de límites, franjas imprecisas y en varios casos no responde a delimitaciones ni políticas
ni administrativas (asentamientos ilegales o invasiones). Percibimos que la delimitación
como la exactitud no conforma parte de su condición estructurante.
Si pensamos sobre el devenir de este “articulación regional” nos encontramos con
diferencias, contrastes entre los sectores sociales que lo constituyen sin dejar de notar la
participación bajo un mismo patrón cultural que los rige. Siendo estos “conflictos”
como dinámica esencial dentro de la configuración de la región tanto para lograr un
ideal unitario como en sus diferencias.
5
Metonimia: Tropo que consiste en designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la
causa o viceversa, el autor por sus obras, el signo por la cosa significada, etc.; por ej., las canas por la
vejez; leer a Virgilio, por leer las obras de Virgilio; el laurel por la gloria, etc.
Fuente: Real Academia de la Lengua Española
13
Una región sociocultural seria la expresión espacial de un proceso histórico particular, que
ha determinado que la población del área este organizada en un sistema de relaciones
sociales que la sitúan en el contexto de la sociedad global en términos de relaciones
características particulares con el todo y con las demás regiones (Bonfil, 1973: 177 citado
en Giménez, Ibíd.: 166).
En este caso nos referimos de fragmentos, porciones pero estas responden a un centro
de allí en términos culturales sería bajo un “centro regional” donde se erigen a su vez
como sede: poder, la ciencia o la religión; resulta en la gran tradición hegemónica
propia de las capitales provinciales para nuestro caso (Guayaquil y Quito) mientras a la
periferia como sede de las culturas populares fuente de las “pequeñas tradiciones” de
sabor localista que son tributarias del centro por ello se deben al “centro” por citar las
“fiestas patrias” ahora son barriales; parroquiales debido a sus respectivas fundaciones.
Vale recordar que el territorio incluso suele ser en sí mismo objeto de apego afectivo
(topofilia) independientemente de todo sentimiento de pertenencia socio-territorial. En
resumen:
La región es una fracción de la superficie terrestre que se inscribe en un marco natural que
puede ser homogéneo o bien diversificado; que ha sido ordenado por unas colectividades
unidas entre sí por relaciones de complementariedad: y que se organizan alrededor de uno o
varios centros, pero que dependen de un conjunto más vasto (B. Kayser citado por Dollfus,
s/f : 107 citado en Giménez, Ibíd.: 168).
Podría pensarse en una semejanza entre la región sociocultural con la nación deben una
ecología, demografía compartida sin embargo es por su “ropaje simbólico” sea el uso de
banderas, himnos, fechas de fundación como elementos que lo constituye a sí mismas
como lo que “unifica”. De allí su diferencia en cuanto con la región donde se realizan
los “intercambios sociales cotidianos” que distan que ser anónimos o inclusive
imaginarios
propios de la nación. De tal forma, la región resultaría en un nivel
intermedio de integración sociocultural entre el nivel local “matrias” y el nivel nacional.
Dentro de las diferencias con la nación a su vez podemos resaltar los componentes
simbólicos asumidos como propios, autóctonos, típicos de la región en cuanto a sus
manifestaciones e incluso por su diversidad. Al ser notorios nos referimos por sus
particularidades simbólicas ya que gran parte de los significantes primarios deben su
ser al territorio propio sean estas montañas, valles o ríos circundantes por mencionar.
Por lo planteado por (Giménez, Ibíd.) nos interesa los símbolos secundados (Turner,
1980 citado en Giménez: Ibíd.; 169) son los que evocan a los ritos/liturgias es decir a la
construcción de la colectividad en base de prácticas colectivas sean por sinécdoque o
14
metonimia6 que fortalecen la comunidad regional. Tenemos ya sean por su música, las
canciones autóctonas o en su correlato con las distintas danzas, coreografías
representadas con unos establecidos trajes regionales. Además cuentan una definida
narrativa realizada por los poetas, los artistas como de las figuras ilustres dentro de las
fechas/conmemoraciones regionales.
En fin, es la compleja simbólica regional se revela en las celebraciones y festividades
regionales, así como también en el discurso social común, en el discurso de la lírica, de la
narrativa y de la historia regionalistas, en el periodismo local, [emisoras de radio, televisión
locales], en el discurso político, etcétera (Énfasis añadido) (Giménez: Ibíd.; 169).
Una vez planteado los componentes simbólicos de una región podemos seguir con la
relación entre sus habitantes lo que llamaremos “identificación socioregional”. De tal
modo se percibe tanto su pertenencia y los lazos (lealtad) hacia su región. De allí, la
importancia de tres tipos de identidad:
-Identidad histórica y patrimonial, construida en relación con acontecimientos pasados
importantes para la colectividad y con un patrimonio socio-cultural natural o
socioeconómico.
- Identidad proyectiva, fundada en un proyecto regional, es decir, en una representación
más o menos elaborada del futuro de la región, habida cuenta de su pasado.
- Identidad vivida, reflejo de la vida cotidiana y del modo de vida actual de la región.
Este último tipo de identidad puede contener, en forma combinada, elementos
históricos, proyectivos y patrimoniales. (Énfasis añadido) (Bassand, 1990: 219-220
citado en Giménez: 1999; 43).
En especial nos interesa su “pertenencia sociocultural o región percibida-vivida”
(Frémont, 1976 citado en Giménez, 1999: 41) considerando a priori su localización o su
participación dentro del hábitat además no todos la evalúan o comparten esta identidad
regional de la misma manera no obstante su pertenencia a una colectividad territorial
debe un conocimiento sobre el “sistema de interdependencias reciprocas” que lo definen
y lo constituyen. También podemos resaltar la importancia del territorio por su “papel
simbólico relevante” no solo en el marco instrumental de usufructo o posesión ni de su
papel como delimitación entre unos y otros.
Si reflexionamos sobre la pertenencia es pensar la diferencia. Dentro de una región
sociocultural disponemos de las relaciones instrumentales/monetarias que de ella
emana. Así puede ser por habitación prolongada; por nacimiento; por actividad
6
Sinécdoque: Designación de una cosa con el nombre de otra, de manera similar a la metonimia,
aplicando a un todo el nombre de una de sus partes, o viceversa, a un género el de una especie, o al
contrario, a una cosa el de la materia de que está formada, etc., como en cien cabezas por cien reses, en
los mortales por los seres humanos, en el acero por la espada, etc.
Fuente: Real Academia de la Lengua Española
15
profesional desempeñada, etc. Por ello como menciona (Giménez, 1997) no es ajeno
que estén compartiendo el postulado weberiano “acción dotada de sentido” mucho de
esto lo debe a los actores. Entonces: ¿cuáles son los parámetros fundamentales que
definen a un actor social?
- Poseen múltiples posiciones en la estructura social es “actores insertos en sistemas”
(actors in system).
- Los actores se conciben en su interacción sea cercanos (vecindario) o lejanos (video
conferencia como puente de comunicación con los emigrantes)
- Ser actor es poseer alguna forma de poder, recursos de esta manera plantearse
objetivos y alcanzarlos por medios.
- Todo actor social tiene identidad siendo lo que le distingue de sí mismo y de los otros
(atributo relacional).
- El actor social tiene un proyecto además de la identidad. Es una forma de participar,
involucrarse con el futuro.
-Actor social se encuentra en constante socialización y aprendizaje por tanto está
continuamente configurándose.
¿Pero cómo se da el aprendizaje? Podría decirse por la educación recibida o por
un “proceso de socialización primaria/secundaria”7 sea por el manejo del discurso que
se maneja en la región “discurso ideológico regionalista” o por la influencia/pedagogía
de este último ejerce sobre el discurso cotidiano de sus habitantes. De allí la relevancia
de variables partiendo desde las microrregiones, matrias no se da una homogeneidad
de valores y costumbres ni los vínculos familiares, asociativos tiene la misma intensidad
en cuanto a la pertenencia socioterritorial.
Además, se puede distinguir grados de pertenencia socioterritorial, según el grado de
involucramiento o de compromiso que pueden ir del simple reconocimiento
(awareness) del propio "status de pertenencia", al compromiso ideológico activo y
militante. En este último caso hablaremos de regionalismo o de movimiento
regionalista. Debe ser posible, entonces, construir escalas psicosociales para medir el
7
La escuela de la fenomenología vista por (Martínez, 2006-2007) reconoce la trayectoria de vida de un
individuo se dota de un bagaje cultural proporcionados por “agentes de socialización” claro en sus
primeros años de vida es la familia aunque cada vez menos ante la aparición de otros como la escuela; los
modernos medios; etc. Así recoge desde Berger y Luckman parten desde la niñez y parte de la
adolescencia es la socialización primaria caracterizada por ser de carácter afectivo como culturalmente
homogéneo (familia, iglesia, los amigos) mientras socialización secundaria es un aprendizaje enfocado
en lo heterogéneo (social y cultural) siendo la aceptación del tipo emocional antes que racional.
Desde la socialización secundaria se ve ante un mundo concreto de su sociedad al cual debe afrontar la
“internalización de submundos institucionalizados” es decir acercarse a nociones (roles) que lo acerca a
la división del trabajo. Tanto la socialización primaria y secundaria se deben al contexto social.
16
grado de intensidad de la pertenencia socioterritorial o socioregional (Énfasis añadido)
(Giménez: 1994; 171).
De tal forma, es pertinente considerar la propuesta desde (Andrade, 2001) el cual
propone desde la Antropología asociarse al estudio de la política. En esa medida, la
diferencia entre la “región” siendo entendida como la “dimensión física, espacial de
formaciones sociales particulares organizadas bajo economías políticas” mientras el
“regionalismo” es entendido por las actuaciones que se despliegan en estos espacios; es
interactuar bajo una propuesta local que es asumida como propia. Al reflexionar sobre
los límites físicos/simbólicos nos acercamos al ideal de una centralidad estatal.
[El] regionalismo ecuatoriano tiene particularidades dignas de ser resaltadas. So pena de
reducir las poco estudiadas complejidades „culturalistas‟ de la temática regional, esto es
las historias, prácticas y representaciones que habitantes de una y otra región elaboran
sobre sí mismos y sobre los otros (Andrade, 2001: 123).
Como plantea (Archetti, 2008) en cuanto al caso del futbol argentino el cual recogemos
a modo de síntesis: referirse a la vinculación del territorio libre, agreste de la pampa
rural argentina con la figura legendaria del criollo originario gauchesco de Martín Fierro
mientras en su correlato del potrero donde un grupo de pibes patean su pelota de trapo
en las urbes porteñas funge de territorio redimido ante la presencia modernizante de los
Public Schools británicos. Aquí será el germen narrativo místico de grandes figuras
futbolísticas caso del pibe inmortal “Maradona”
La identidad nacional perdería mucho de su encanto sin la fascinación y la mística de un
territorio particular. De esta manera, prácticas sociales y culturales importantes se
vinculan a la idea de que territorios determinados no solo encapsulan sino que generan y
transforman a los habitantes que lo habitan […]. La analogía entre el potrero, los
animales pastan libremente, y los gauchos funciona, en este contexto, casi demasiado
bien (Archetti, 2008: 261).
De este modo, la identidad futbolística ecuatoriana enmarcada en una época de
globalización ahora jugara tanto la relación de pertenencia (matria) a su vez con una
representación posiblemente de carácter nacional. Igualmente podemos delimitar
fronteras entre Nosotros y los Otros. Lo realizaran tanto como actores colectivos e
individuales que tienden a validar su identidad (capacidad de convocatoria, solidaridad,
creatividad, etc.) también lo que puede ser una representación negativa (el aguante, la
violencia, los malos resultados, el vandalismo) que da pertenecer a un equipo que se
maneja bajo un habitus propio dentro de un contexto histórico determinado.
Además resulta en una cultura futbolística interiorizada que será contrastada por
propios (hinchas) y externos actores sociales (equipo, academia y los medios de
comunicación). Así lo que será mi equipo/mi ciudad (Barcelona/Guayaquil) se
17
construyen precisamente a partir de la autoadscripción, autoidentidad hacia
determinados significados culturales considerados simultáneamente: diferenciadores
hacia afuera (el regionalismo, los estereotipos) y definidores de la propia unidad y
especificidad (la mayor hinchada, ser local en todas partes) realizada hacia adentro.
Para las siguientes líneas, tratan como punto de partida, comprender la
importancia que tiene estudiar el deporte en especial el futbol por parte de la Sociología
además nos permite ubicar su llegada al Puerto de Guayaquil en el siglo XIX como
producto foráneo. Por un lado, ya dentro de la ciudad como este deporte curioso pudo
llegar a ser de carácter nacional mientras por otro lado después de tanto trajinar pudo
materializarse en la clasificación al Mundial Corea-Japón 2002 por parte de la Selección
nacional “La Tri”. Aunque nuestra propuesta refiere a comprender el “fenómeno
Barcelona” sin embargo se debe a este proceso, del cual hizo del futbol sea deporte de
practica nacional y a su vez sus distintos avatares por su institucionalización.
18
CAPITULO 2
A MODO DE INTRODUCCIÓN: DE LA CACERIA AL FUTBOL. ¿POR QUÉ
ESTUDIAR EL DEPORTE?
Once jugadores contra once corriendo detrás de una pelota no son especialmente hermosos.
Mucho más lindas son las riñas de gallos.
Jorge Luis Borges
Preguntarnos sobre el moderno comportamiento deportivo es también preguntarnos por
sus modificaciones. Siendo esta la premisa que presenta (Morris, 1980) es conocer que
patrones están presentes en la lógica actual del deporte. En este caso lo que se comparte
es el acto cinegético (arte de la cacería). Como menciona el autor
“[...] visto
biológicamente, el futbolista moderno es miembro de un grupo de cazadores” no
obstante señalar, como plantea (Sodo, 2011) “antes de la cultura estaba el juego”
siendo en base del juego donde puede formalizarse una cultura en este caso la “cultura
de la cacería”.
Desde la implementación de la agri-cultura, la humanidad comenzó la crianza
de los animales y ya no a cazarlos. Desde entonces, la primitiva cacería comparte
características, rasgos que estarán presentes tanto en nuestra chaza o pelota nacional
ecuatoriana como por las masas pauperizadas en el Circo romano. Siendo en esencia,
una mimesis de toda la actividad grupal de cacería tanto por sus participantes y los
espectadores siendo restituida en otras formas que no por ello dejó de ser cacería. Lo
que conocemos como deporte (pseudocaza) a nuestros tiempos es una modificación del
precedente ritual de cacería.
Si pensáramos en fases de transformación serían: si ya no necesito matar porque
ya mi hambre puede ser satisfecha, entonces ahora bastaría una muerte simbólica que
sea capaz de canalizar toda esa energía silvestre. Se pasa de una muerte física a una
simbólica, es ahora el acto de vencer. De allí surge el atletismo o la jabalina desde los
griegos. Resaltamos que está situación no es solo patrimonio de los griegos más bien
cruza fronteras para estar presente alrededor del mundo. En general responden a un
patrón común como regla de juego: es la idea de apuntar y acertar.
En la matriz de los “deportes incruentos” hay dos formas de apuntar: la primera,
es sobre un objetivo indefenso (un blanco, un agujero) mientras la segunda se realiza
hacia un objeto que es defendido como es el caso de la portería en el futbol o el cesto en
el basquetbol. Si volviéramos sobre el acto de cacería lo que nos recuerda más es
cuando el objetivo es reacio, astuto, esquivo para ser capturado. Es transmutar la liebre
19
por una esquiva pelota. Así representa la “captura-victoria” en un nivel grupal tanto
para el equipo por la carga simbólica/cultural (luchar por una pelota /territorio a
defender) recreada por la rivalidad que a su vez despierta la atención en los no menos
ansiosos espectadores. Por esta razón lo que nos lleva a que ciertos deportes sean
llamativos son por la destreza cinegética demostrada. La cuestión radica no solo en
matar al rey simbólicamente (ajedrez) sino en coronarse como rey (fútbol).
Que esta pasión movilice a millones lo debemos a la revolución industrial en
Inglaterra en el siglo XVIII-XIX de cuyo consenso parten varios historiadores aunque
para los historiadores (Gauna & Farías, 1994 citados en Sodo, 2011: 30) manifiestan
que gran parte de los actuales deportes modernos, se debe al origen y difusión que se
dio desde la Inglaterra victoriana. El fútbol habría nacido como deporte en el siglo XIX
bajo el amparo de los aristocráticos Public Schools y en las Universidades inglesas.
Basta señalar la reunión celebrada en Londres entre doce clubes para delinear bajo
común acuerdo de caballeros, las reglas de juego y decidir abandonar las bárbaras
prácticas medievales. Así nacen las primeras reglas en 18638 siendo también la
separación definitiva de su hermano el rugby.
Su principal objetivo está en formalizar un nuevo tipo de gentleman británico: atlético,
dinámico, robusto, sano, disciplinado, respetuoso de las reglas, acostumbrado a la
división del trabajo propia del trabajo en equipo –metáfora de la fábrica- y a la
camaradería. Y el fútbol tendrá un papel protagónico en ese proceso (Gauna & Farías,
1994 citado en Sodo, Ibíd.).
Adicionalmente el tiempo libre producto de las luchas sindicales de la clase obrera
inglesa se tornara en una preocupación tanto de gobiernos como de la iglesia donde
promoverán la extensión de la práctica futbolística, claro desde su vertiente
disciplinaria, para alejar de esta manera sus malos pensamientos respecto a las clases
acomodadas y de la nobleza. Así, el fútbol se abrirá cancha en múltiples sectores siendo
para fines del siglo donde nace una Liga Profesional. De entre los sectores son los
hombres ligados en especial al comercio ultramarino (marineros, empresarios, una
incipiente burocracia y empleados de los ferrocarriles) que con pelota en mano, lo
llevaran por el resto del mundo a través de las no tan sutiles “invasiones inglesas” de
las que habla (Galeano, 2010).
Con este trazado del terreno de juego más bajo el aliento de la modernidad y las
máquinas de la revolución industrial en marcha. Son convocados a un encuentro tanto la
8
Para disfrutar y conocer más sobre la implementación de las reglas actuales que rigen al futbol, y sobre
la importancia histórica/lúdica del futbol. Puede revisarse como referente obligado Galeano (2010).
20
pulsión lúdica haciendo frente a las normas es decir ahora donde es más notorio los
avances de la modernidad son por la manera en que “los deportes se inventan cada vez
que codifican [reglamentan] los juegos” (Sodo, Ibíd.: 32).
[…] uno de los problemas fundamentales a que se enfrentan las sociedades en el curso
de un proceso civilizador era –y sigue siendo- el de encontrar un nuevo equilibrio entre
placer y restricción. El progresivo reforzamiento de los controles reguladores sobre la
conducta de las personas y la correspondiente formación de la conciencia, la
interiorización de las normas que regulan más detalladamente todas las esferas de la
vida garantizaba a las personas mayor seguridad y estabilidad en sus relaciones
recíprocas, pero también entrañaba una pérdida de las satisfacciones agradables
asociadas con formas de conducta más sencillas y espontáneas. El deporte fue una de las
soluciones a este problema (Elías & Dunning, 1992: 202).
Ante las millones de “piezas clavadas” en sus puestos de trabajo en el cual forman
filas para cumplir su obligación y viven en la monotonía, son devueltos simbólicamente
a las praderas por la ocupación de los deportes. En estas condiciones de vida retorna la
idea de cacería siendo el deporte además de una pasajera oportunidad para la actividad
física, también el proscenio donde las dispares emociones miméticas tienen cabida.
Ven cara a cara: sus afectos, la alegría en la victoria; así como la indiferencia por el
empate pero es donde bulle también la venganza, la tristeza, la humillación por la
derrota. Así el deseo de superioridad se imita en la práctica deportiva a lo que ocurre en
la vida cotidiana.
De esto se derivan la aparición de deportes tales como el vóley, billar, tenis,
baloncesto, etc. En nuestro siglo XXI, para nuestra sorpresa, no se ha inventado algún
deporte digno de recordación pero en su caso elevo a los anteriores hasta llevarlos a
disfrute y práctica a escala mundial. Para las personas que no gustan del deporte
tenemos otras salidas al ímpetu cazador que no solo depende de él, aunque sin saberlo
en su calidad de actores ellos están apuntando a sus objetivos en su trabajo o acertando
con ideas en los mítines políticos.
2.1 “La bendita pelota
9
llega al puerto”. La incursión del fútbol en la sociedad
ecuatoriana
En este capítulo, en un primer momento se buscó dar una visión general del futbol
desde su exóticos orígenes hasta la profesionalización de nuestros tiempos siendo
además de importancia su proceso de afianzamiento dentro de la sociedad ecuatoriana
9
Expresión utilizada por el hoy fallecido comentarista deportivo Carlos Efraín Machado conocido
cariñosamente como el “Maestro del fútbol”. Escuchada en mi niñez al referirse al papel místico que
posee la pelota de futbol del cual hago memoria. De allí parte uno de mis gustos por este deporte en
particular.
21
(no exento de dificultades) es decir el marco dentro del cual Barcelona se inserta y es
parte; mientras en un segundo momento ubico las particularidades de este equipo que lo
posicionan dentro del ámbito nacional de entre los demás equipos (lo cual desarrollo en
extenso en el tercer capítulo).
El escenario es el paso del fútbol-deporte al fútbol-espectáculo10; en este nuevo
ambiente, los anteriores espectadores toman la forma de la hinchada11. Sin embargo
para (Sodo, 2011; 2012) ante la ambigüedad del calificativo “hinchada” por las varias
denominaciones tanto nativas (propuestas por ellos mismos) como las mediáticas. Vale
citar: hincha; espectador; simpatizante o barra brava. En consecuencia propone más allá
del denominación temporal lo característico es el “contrato de tipo emocional” y cómo
este se valida mediante una “acepción de aguante”. Dejo planteando este tema el cual
desarrollo en el capítulo tres.
Bajo esta premisa podemos articularlo entendiendo al futbol-espectáculo en el
Ecuador como un sistema social abierto en el sentido del “publico” al cual adhiere.
Parafraseando a Eduardo Galeano el fútbol es la única religión que no tiene ateos. Ante
la diversidad de acercamientos teóricos en cuanto al fútbol, es en base de un club o
equipo de futbol (Barcelona) donde pueden articularse más si nos preguntamos: ¿es una
elección o una imposición ser hincha de un equipo de fútbol? Este refleja por sí mismo:
una trayectoria histórica, una interacción, unos valores asumidos como “propios” y más
si consideramos al futbol como deporte de competición se juega en relación con la
alteridad del Otro (rival de turno) con sus propias identificaciones e historia. Mi
planteamiento se basa en un encadenamiento de identidades que surgen desde el barrio;
la ciudad que pasa por el país y últimamente a ser trasnacional, es “también un hecho
que el fútbol implica metaidentidades nacionales, cuando de campeonatos mundiales o
intercontinentales se trata [...]. Es un hecho, en este caso, que las identidades (t i f o s
“[…] el fenómeno deportivo configura un complejo entramado cultural perfectamente insertado en la
cultura de masas de las sociedades contemporáneas, con la gran ventaja de su fácil penetración en el
tejido social merced a una mediación comunicativa accesible a las grandes masas. En este sentido, la
práctica deportiva y las prácticas que la acompañan se han universalizado más allá de las nacionalidades,
credos y singularidades culturales”. (Lagardera en Ferrando, Manuel et al, 2009: 18).
10
11 “
Se identifica uno de los grupos organizados de espectadores que acompañan a un club de futbol. Éstos
son denominados barras bravas por los medios [...] como hinchas a los miembros de dichos grupos
diferenciándoles del resto de los espectadores”. Al respecto ver Zucal & Salerno (2008).
22
i)12 locales se dejan a un lado y se suscriben las identidades nacionales.” (Antezana,
2003: 92). Para nuestro caso Barcelona para llegar a consolidarse como equipo nacional
superó barreras ideológicas, culturales y políticas que ponían trabas para su ascenso a la
Sierra de allí a todo el país; en este caso el regionalismo o sus variables13.
Entonces mi cuestionamiento desde ámbitos como el fútbol: ¿Cuál es la relevancia
del Barcelona dentro de la frágil unidad nacional?
Como antecedente resulta
contradictorio, por un lado: teniendo el ambiente propicio para los planteamientos
realizados por las elites guayaquileñas como la “autonomía de Guayaquil” mientras por
otro lado: la presencia de los hinchas Barcelonistas alrededor de todo el país
desempeñaron como dique de contención a estas propuestas separatistas. Más en
específico en la ciudad de Quito desde nociones como la “alteridad” y la “identidad”
como escenario.
Gráfico 1. “A todos lados”.
Foto realizada en el Estadio Olímpico Atahualpa en la ciudad de Quito
Fuente: el autor
12
Termino italiano que refiere cuando un hincha gusta de un equipo de su localidad. Digamos para
nuestra investigación Barcelona en la ciudad de Guayaquil o de Liga Deportiva Universitaria de Quito en
la ciudad de Quito por citar.
13
Aquí utilizaré la actividad de investigación sincrónica es decir acotada en el tiempo fijando la atención
en segmentos, significaciones que sobre el tema realicen los hinchas de Barcelona de Quito. Una
aproximación al término sincrónico. Al respecto ver Clifford (1988).
23
La presencia activa de la identidad y alteridad han devenido en un posible status de
pertenencia local o de un compromiso activo militante regional; digamos en “nuevas
formas del regionalismo”. Situamos como análisis ya no solo como centro de la
discusión política, sino desde el futbol como un “vehículo de socialización, un sistema
que con sus símbolos permite la comunicación y la vivencia de valores colectivos, se
trata de una actividad que suministra una forma colectiva de identidad” (Ramírez, 1998:
71). De allí nos cuestionamos lo siguiente: ¿qué motivos existen para que un equipo de
raigambre guayaquileña tenga acogida en Quito? ¿Podremos pensar en la actualidad
sobre el papel de una identidad dual (regionalismo) que “convive” aún en el Ecuador;
más aún si existen variables rastreadas desde los orígenes?
El Ecuador desde los tiempos precolombinos ha estado constituido, configurado,
estructurado y construido por regiones, regionalidades, regionalismos positivos,
diferenciados y de marcado desarrollo desigual que se ha pretendido integrarlos más desde
el Estado, como aparato, que desde el Estado como sociedad políticamente organizada. […]
Pues, la economía, cultura, historia, etnia, hechos y procesos políticos, las instituciones, las
acciones y los individuos […] [se han dado] en lugares concretos que en el país han sido las
regiones y las regionalidades históricamente estructuradas y estructuradoras socialmente
(Paredes, 2003:190).
También nos preguntamos: ¿cuál es la relación de las personas con sus respectivas
ciudades? Su quehacer cotidiano que influjo, que características, que estereotipos están
en juego. No solo se es ciudadano por el convivir en una ciudad implica desplazarse
por ella es también participar en varios roles por los distintos espacios, grupos donde
existen relaciones de pertenencia, particularidades simbólicas, matrias que nos ligan.
“Los hombres no sólo habitan la ciudad sino que se ven envueltos en un juego de
representaciones, de pre-lecturas que sirven de base a su relación cotidiana con el ´otro´
y con sus espacios.” (Kingman: 1999; 23). Sería: dime qué equipo te gusta y te diré
quién eres. Ahora mismo no nos resulta ajeno relacionar roles, espacios que ocupamos o
la ciudad que habitamos para ofrecer una idea que relacionan los Otros sobre nosotros
mismos. Tenemos equipos: caso Deportivo Quito conocido como el equipo de los
taxistas; El Nacional el equipo de los militares o para nuestro caso Barcelona como el
equipo del Astillero por el barrio guayaquileño ubicado a la orillas del Río Guayas
dedicado a la reparación y construcción de naves.
[…] queda demostrado claramente que en nuestro país, prevalecen las identidades
regionales llegando a tal punto que éstas (las regiones de Quito y Guayaquil) en su
momento representaron, cada una por su cuenta, a todo el Ecuador.
Por otra parte tenemos el performance como son los cánticos, banderas van
acompañados de una carga simbólica y de representaciones sociales que manifiestan un
sentido de pertenencia y un grado de lealtad con la región (Ramírez, 1998: 77).
24
Mi interés, es ubicarme más allá de la nota periodística per sé que es patrimonio de
todo evento deportivo. Busco interpelar la carga emotiva, los temas que evoca “ser
hincha de Barcelona” tanto desde el “rito de institución” (Bourdieu, 1985) donde los
hinchas ejercen una línea definitoria para con los otros equipos
y tanto por la
“delegación” (Bourdieu, 1987) al auto-proclamarse “Un solo Ídolo tiene el Ecuador” o
“Somos Ecuador” cómo ambas propuestas confluyen dentro de la cultura del hincha
barcelonista.
De esta forma pienso abordar además con la propuesta tanto de
“descripción densa” (Geertz, 1973) como del “juego profundo” (Geertz, Ibíd.). Así el
enfoque está en
analizar las representaciones, experiencias compartidas, los
significados; reconocer sus formas culturales mediadas por sus respectivos habitus
propuestas por los hinchas quiteños de Barcelona que los distancien de los hinchas
guayaquileños de Barcelona, para determinar sí la “otredad” está atravesada por el
llamado regionalismo. Para desarrollar este cometido utilice la metodología cualitativa
bajo la forma de investigación etnográfica; observación participante/no participante.
Resultando en una incursión en las cuatro principales ciudades del país (Quito; Ambato;
Cuenca y Guayaquil) contó con grabaciones, registro fotográfico en los diferentes
estadios igualmente busque la recopilación de documentales, videos, escritos (caso
revistas) concernientes al equipo y finalmente entrevistas-semiestructuradas a los
hinchas del equipo Barcelona del sector Valle de Cúmbaya14.
2.1.1
El fútbol como producto de importación
Como sabemos el futbol es un producto de importación venido de Inglaterra al puerto
de Guayaquil en el siglo XIX de modo que se presenta como algo novedoso pero no
amenazante. Si tomamos en consideración la sociedad ecuatoriana de ese entonces
14
La elección de Cúmbaya se debe primero por ser el lugar donde vivo además mis amigos barcelonistas
han prestado su colaboración e interés por este tema. De este modo, Cúmbaya confluye con lo expuesto
en el capítulo uno por ser ejemplo de una “matria”. A su vez planteo que Cúmbaya es el escenario de una
doble relación de sus habitantes tanto con la capital Quito y la historia del país.
1) Relación mnemónico: por estar ubicada una estación del Tren construido en el espacio 1918-1926 (hoy
utilizada como ciclo vía); varias familias acomodadas migraron de Quito caso del sector de la Mariscal
para ubicarse allí. Ya en su historia reciente por ser la vía de acceso de Quito con la región oriental
producto del boom petrolero años 70´s; presencia de varias industrias en especial de la cervecera caso
Pilsener conocida a nivel nacional; la reciente construcción de cuatro centros comerciales; el Hospital de
los Valles y la Universidad San Francisco de Quito fungen todos de símbolo metonímico de prosperidad
ya que gran parte de sus habitantes trabajan/disfrutan de estos espacios por lo cual el moderno Cúmbaya
es conocido por el sobrenombre de “Cumbayork”.
2) Relación de articulación: el pequeño comercio/turismo (según Censo económico 2010: de cada 4
puestos de trabajo; 3 son generados por las micro, pequeñas o medianas industrias) vemos que ejerce
influencia sobre la zona lo cual se plasma en el habitus de sus habitantes (ser cortes, amable con los
visitantes; mayor tolerancia con la diferencia fruto de la migración interna en especial de la Costa y las
foráneas en especial del Medio Oriente, Colombia).
25
vemos que tiene una gran carga ceremonial, litúrgica con miras al tiempo-espacio
cósmico15 que pesa sobre la gran mayoría población ubicada en el mundo
hacendatario/comunal serrano16. La influencia extranjera principalmente en los puertos
tanto en sus costumbres, formas culturales, y en especial en sus habitus tuvo su peso
específico sin embargo son las personas acomodadas que tuvieron el acceso al ocio no
limitado por “ […] la tutela eclesiástica y ritual sobre el tiempo libre y sobre el
ceremonial colectivo” (Bustamante, 2006: 40) tanto las élites guayaquileñas (producto
de los altos precios del cacao) siendo opción mayoritaria estudiar en el extranjero a su
vez a los miembros de la incipiente burguesía quiteña relacionada con el Estado (caso
consulados). Así se recibió con pelota en mano, a los hermanos Wright en el puerto; y
así mismo fue la recepción ante la llegada del hijo del embajador ecuatoriano afincado
anteriormente en Inglaterra.
En el Ecuador, en cambio, la inserción arcaica del fútbol en el medio local, pasa por la
lógica de la adopción y del acomodo de la sociedad local con los representantes y con
las representaciones del imperialismo.
Porque la adopción del fútbol debe ser entendida inicialmente en la misma lógica que
permite entender la adopción de los artefactos, los modales y el equipamiento de la
sociedad noratlántica […]. La adopción de los entretenimientos, de las modas, de los
hábitos de uso del tiempo libre, de los gustos, música, lectura […] dar evidencia, de
probar públicamente la propia pertenencia al mundo del progreso, y la distancia frente al
´primitivismo´ del mundo de los toros [dígase la Sierra] (Bustamante, Ibíd.:39-40).
Un ambiente propicio vagamente secularizado dado por la Revolución liberal en 189517
se debatía ante un moribundo catolicismo basada en rituales herméticos; de repente es
abierto al laicismo como expresión hacia un dialogo intercultural de apertura hacia un
mundo heterogéneo pero resultó en una admiración acrítica por parte de las elites o
clases educadas hacia el “mundo cosmopolita del progreso” ofrecido por Inglaterra y los
Estados Unidos en especial. De esta manera pueden realizar mejores negocios no bajo el
lastre del mestizaje. De allí el “porteñísimo”18 siendo la marca guayaquileña donde las
elites se pudieron sentir más europeas criollas y no tan de aquí, de los Andes.
15
Para interés del tema de la relación entre el espacio/tiempo en el mundo andino. Al respecto ver
(Wachtel, 1973 citado en Silva, 2005).
16
Como resaltamos en el capítulo anterior el “juego” existe en toda cultura. En este caso, la andina (caso
huayru) para el caso del futbol y su relación con el mundo andino en la provincia de Imbabura, en
específico, donde se resalta a la comunidad otavaleña en su calidad de mindalas (comerciantes) situación
que facilito el ingreso del futbol en las comunidades indígenas. Al respecto ver Kowii (2006).
17
La relación entre las elites y la población indígena a sazón del liberalismo de principios del siglo XX
resultó en piedra de toque resultando en una sociedad fragmentada y diversa como es la ecuatoriana. Al
respecto ver Prieto (2004).
18
Término “porteñismo” puede entenderse como variante hispánica desarrollada por las elites
oligárquicas guayaquileñas en el siglo XX siendo “en el marco del regionalismo, como un conjunto de
26
Ya el futbol en el Ecuador como institución que se plantea sobrevivir dentro de
un mundo lleno de anacronismos tomados (toros; inti raymi; corpus cristi; la yumbada)
es precisamente en esta época post Revolución Liberal donde podría dar cabida a un
juego tan curioso no limitado por ceremoniales acotados en fechas y particularidades
específicas. “El fútbol […] se presenta como juego en sí, como juego absoluto y ya no
necesitado de la coartada del ceremonial […] carga de servidumbres a un calendario y a
unos ciclos rituales organizados desde otras lógicas transcendentales” (Bustamante,
Ibíd.: 39).
Esa es la historia pero nuestra historia se construye desde abajo, desde la
fundación criolla cuando los barcos Ingleses con sus tripulaciones extranjeras jugaban
con nuestros coterráneos trabajadores del puerto19; de allí el origen humilde del deporte.
Juan Alfredo y Roberto Wright, junto con el " gringo" Martín Dunn, Carlos Tama, los
hermanos Palomeque se verán en la cancha junto con Galo Pombar, Manuel Murillo,
Sigifredo Chuchuca y el memorable Enrique “Pajarito” Cantos en el tiempo. Cabe decir
que el futbol desde sus inicios en Mesoamérica según lo que se tiene como uno de sus
orígenes fue un juego ritual o juego profundo y lo sigue siendo todavía.
2.2
Del Club Patria a la Tri: breve recorrido por el fútbol ecuatoriano.
Nos parece pertinente la propuesta de (Bustamante, 2006) al realizar una recopilación
en base de sus actores también por el significado del futbol ecuatoriano dentro de la
sociedad. Además plantea una visión general de la cual nos servimos, pero no de
manera rígida. Personalmente consideró el paso del amateurismo hasta la
profesionalización como periodos claves. Nuestro autor propone en resumen el
siguiente esquema:
1.- Período arcaico o incipiente. El amateurismo ´privado´ exótico: 1900-1918.
2.- Período formativo (amateurismo de masas): 1918-1955.
3.-Profesionalismo incipiente: 1955-1990.
4.- Profesionalismo globalizado: 1990 [a la actualidad] (Bustamante, Ibíd.:37).
estereotipos sobre el costeño, los mismos que buscan minimizar sus raíces indígenas de estos y así
fundamentar un supuesto contraste con los serranos” (Espinosa Apolo, s/f, 213 citado en Silva, 2005:52)
19
Para 1919-1920 el futbol en Guayaquil estaba en descenso (anteriormente ya se daban torneos) sin
embargo la llegada del crucero británico “Cambrian” con su tripulación cuna de la invención del deporte
“nuevo” organizo un torneo con varios equipos guayaquileños siendo el Club Norteamérica el que logra
imponerse a los advenedizos. Este suceso resulto en toda una propaganda para el naciente deporte que
ahora se expande por toda la ciudad. Para finalmente arribar a la ciudad de Quito en 1910 por gestiones
realizadas dentro de la recién fundada Escuela Militar Eloy Alfaro enfrenta al capitalino Club Sport Quito
según lo que sé tiene registro aquí en los Andes como de lo más notorio de esa época.
27
2.2.1 El periodo pre-profesional. El fútbol amateur
Antes de comenzar sobre el fútbol en el Ecuador (Bustamante, Ibíd.) plantea una
disertación sobre naturaleza de lo que es un “club o equipo”. No es empresa, ni
organización sin fines de lucro ni una organización política. Lo característico de un club
es su amateurismo “amor al arte” es decir sus miembros pertenecen por el valor
intrínseco, lúdico, emotivo de aficionados fundado en valores concisos “dar lo mejor de
sí”; “no perder los encuentros” es el “amor al propio equipo” pero a un nivel de mayor
organización ya no dependen solo de sus primeros miembros; de allí el acercamiento
hacia mecenas, dirigentes, promotores deportivos en su figura de donante (no
inicialmente por una lógica empresarial de beneficio) lo cual le torna ambiguo dentro de
sus miembros; ahora es por “amor a la camiseta”. Este será el pitazo inicial de la
profesionalización.
Debe hacerse por ´amor al juego´ (o al propio equipo). Un interés crematístico seria
visto como una especie de prostitución del arte, como la introducción de una lógica
mercenaria en lo que debería ser una actividad movida solo por altos valores afectivos,
agonísticos y ´lúdicos´. Es más, la ganancia económica, el triunfo empresarial logrado
por el equipo, se ven rodeados de sospecha ética y de ambigüedad emocional
(Bustamante, Ibíd.: 42).
Bajo un mundo convulsionado de la Primera Guerra Mundial (1918) los equipos
amateur comienzan ahora como organizaciones, clubes de los cuales hasta el día de hoy
escuchamos o de la fusión de varios de ellos caso del Club Patria conocido como “el
decano” del fútbol en Guayaquil (hoy desaparecido). El juego se hace de-porte si
tomamos desde su raíz etimológica es “desterrar”; “distraerse”; “deportarse” en otras
palabras es transportarse a un territorio lúdico, lejano de la experiencia instrumental de
patear un balón cualquiera. Ahora se juega para “otros” y redunda no solo en beneficio
particular. En este momento, está en miras por estabilizarse más allá de sus animadores
y fundadores iniciales. Los anteriores espectadores se convierten en partidarios de allí
en el futuro hincha para organizarse en barras siendo direccionada por una pasión
sectaria por su equipo ya no en un mero interés por el juego.
“El juego se hace ahora para ´los espectadores´, no en tanto en calidad de ´conaisseurs´
(como podrían ser los asistentes a una obra de teatro lírico); sino en tanto partes
vitalmente parcializadas, decisivamente involucradas y moralmente exigentes. Ahora el
partido ´bueno´, es aquel que satisfaga al público, ya no el que ´entretenga´ a los
jugadores o directivos.” (Bustamante: Ibíd.; 46)
Vale recordar en esta etapa se funda las filiales provinciales en Quito (1953) y
Guayaquil (1951), donde se percibe el dispar ambiente de representación regional
además en 1925 surge Federación Ecuatoriana de Fútbol (en adelante FEF) producto de
28
varias asociaciones para un año después ingresar dentro del organismo rector del futbol
mundial "Fédération Internationale de Football Association" (en adelante FIFA) sin
embargo, la FEF, todavía no puede centralizar sus funciones sino tiempo después aun
sobreponiéndose a las poderosas filiales regionales (Quito, Guayaquil, Ambato y
Manta) las cuales por su cuenta emprendían la organización de torneos
locales/provinciales. Recién a
fines de los cincuenta (1957-58) se organizan los
primeros campeonatos nacionales ante la presión del germen de una “conflictiva y lenta
nacionalización del fútbol ecuatoriano” (Ramírez, s/f: 4) 20
2.2.2
Del inicio del profesionalismo a su consolidación
En resumen, en todo este lapso comprendido entre mediados años 50 hasta principios de
los 90, el profesionalismo futbolístico ecuatoriano se debate entre asumir frontalmente
sobre las implicaciones del abandonar el amateurismo: basta mencionar, como ya se ha
visto primero son los resultados conseguidos por los distintos equipos ecuatorianos en
este lapso son poco alentadores. En consecuencia, se abre el camino a la
profesionalización y nacionalización del deporte ecuatoriano resultando para el intento
anterior de la clasificación al Mundial Corea-Japón 2002; la cuasi-clasificación Mundial
de Inglaterra 1966 como un cuarto puesto en la Copa América 1993 ya tiempo después.
Como menciona (Ramírez, Ibíd.) por un lado en lo administrativo y lo deportivo se
logra formalizar una tendencia en cuanto al fútbol como deporte nacional además la
regularidad de estos torneos produjo una consolidación en base de la rivalidad entre
provincias y su respectiva representación. Con esto tenemos la consolidación y
formación de equipos tendientes a profesionalizarse dentro de las principales ciudades
del país.
Debemos añadir que la representación nacional sirvió de modelo para los equipos
coterráneos además de la lógica donde ya no solo mediaba la oposición local
característica también sopesaron las exigencias propias de la FIFA. Para las primeras
Selecciones Nacionales que participaron en Copa América y Eliminatorias Mundialistas
(a desmedro de los provisorios resultados) es menester incluir criterios de paridad ante
la búsqueda de una concisa representación nacional además en la década de los 40-50
dio cabida por una “nacionalización de jugadores extranjeros” con la certeza de vincular
Nota del autor de la obra: “El presente texto es producto de un estudio de más largo alcance sobre
fútbol, identidades regionales e identidad nacional en el Ecuador. Una versión similar fue publicada en
colaboración con Franklin Ramírez en la Revista Iconos No 12, Flacso-Ecuador (Noviembre, 2001).”
20
29
con una pobre imagen nacional con futbol del primer mundo en búsqueda de fusiones,
amalgamas que lo potencialicen.
[…] emerge la idea de mejoramiento de lo nacional sobre la base de amalgamas, fusiones
e importaciones foráneas. Ambivalente práctica de afirmación de lo nacional en que se
funden un potente imaginario de minusvalía local ´amarillo, azul y rojo la bandera del
patojo´ con imágenes de exaltación del primer mundo futbolístico. (Ramírez, 2001: 8).
Adicionalmente como puntualizan (Pontón & Pontón, Ibíd.), cuando inician en Ecuador,
los primeros campeonatos nacionales, de suerte que las distintas preferencias
futbolísticas se tornen nacionales. Puntualizamos la presencia de dos fenómenos:
El primero de ellos consiste en una agresiva explosión demográfica producto de la
migración interna rural/urbana principalmente hacia las ciudades de Quito y Guayaquil,
propiciado en gran medida por las reformas agrarias de los años 60-70´s y el proceso de
industrialización.
Como bien señala (Carrión, 2006) a partir de los años 70, cuando la FEF toma la
rectoría del futbol nacional impulsando los torneos nacionales y la selección nacional;
se puede aseverar la influencia de los estadios (varios ya se estaban construyendo21) con
esta nueva infraestructura dan lugar a qué el futbol consiga catalogarse de carácter
nacional. Dentro de este nivel podemos diferenciar dos etapas claramente definidas:
1. La modernización del Estado ecuatoriano debido al boom petrolero que se vivió
desde 1974, por parte del gobierno “nacionalista y revolucionario” de las
Fuerzas Armadas. Cabe aquí la creación del Club El Nacional (El Nacho), como
manifestación de una trilogía que terminara siendo clave para este deporte: lo
“criollo”, lo “militar” y lo “nacional”
2. La internacionalización del futbol mundial, con la llegada de Joao Havelange en
1974 a la presidencia de la FIFA; se produce un fortalecimiento institucional de
la FEF y de la Confederación Sudamericana de Fútbol (en adelante
COMEBOL.) Así se empuja a la búsqueda de competitividad de nuestro futbol,
en el contexto internacional
El siguiente factor explica la presencia y crecimiento de las hinchadas regionales y
nacionales debido al éxito obtenido en los campeonatos nacionales, internacionales, las
hazañas y los ídolos como de sus primeras barras organizadas. Además en este periodo
empiezan a germinar hinchas o grupos de hinchas que se constituyen en un símbolo
21
Nombrar los siguientes: Estadio Capwell del Emelec se inaugura en 1945 le sigue el Estadio Olímpico
Atahualpa se estrena en 1951 mientras Estadio Gonzalo Pozo Ripalda conocido “Estadio de Chillogallo”
propiedad del equipo Aucas se inaugura en 1994 a su vez Estadio Monumental propiedad del Barcelona
se abre al público en 1988. Fuente: Wikipedia
30
emblemático de la identidad y fidelidad de los equipos. Por ejemplo en 1976, en
Guayaquil aparece la Barra del Che Pérez considerada como representativa dentro del
país. Esto nos plantea como elemento importante a considerar tanto los estereotipos o
prejuicios sociales producto de la interacción de los grupos y que se constituyen en un
elemento fundamental en cuanto auto identificación de las hinchadas.
Gráfico 2. “Chiros y con hambre pero presentes”.
Foto realizada en el Estadio Bellavista en la ciudad de Ambato.
Fuente: el autor
Para la década del 90 plantea (Carrión, 2006) cuando se consolida la reforma económica
con las tesis del ajuste fiscal, la apertura del país y la modernización del Estado
(privatización), se producen
fenómenos que definen al futbol ecuatoriano en la
actualidad:
- La ruptura del enclaustramiento geográfico del futbol ecuatoriano, el ámbito
sudamericano de internacionalización (Copas Sudamericana y Libertadores de América,
Copa América y Eliminatorias mundialistas). En este escenario es superado por la
clasificación, y la presencia en dos mundiales: Corea-Japón 2002 y Alemania 2006.
-La relación de los clubes profesionales y la FEF con las instituciones del sistema
político y del Estado es clave. El Barcelona logra constituirse en fiel aliado del Partido
Social Cristiano, el Emelec del Partido Roldosista Ecuatoriano y el Nacional de las
Fuerzas Armadas.
31
Para los autores (Pontón & Pontón, 2006) la década 90‟s o “etapa mediática”
comparece por la proliferación tanto de foros o páginas web de los distintos equipos ya
no limitándose a las calles, ni en los hogares; sino de por medio la tecnología sea
televisión, la radio y el Internet.
Si bien todavía existe rezagos del modelo anterior denominado “popular” (de
vigencia hasta hoy) percibimos la coexisten entre estos dos contextos de manera
simultánea; aunque el primero este cada vez más en desuso en lo que respecta al manejo
administrativo y financiero del futbol. Esto quiere decir, que si bien el aspecto político y
popular de los equipos es un elemento que siempre hay que considerar en los análisis de
este deporte sin embargo es el gran negocio tributario del desarrollo mediático y de
consumo cuya expresión son los derechos de transmisión de los partidos, los derechos
de mercadeo y publicitarios, además de la notoriedad en el ámbito mediático cumplen
un papel de importancia en el ingreso y financiamiento de los clubes.
Esta situación tiene su correlato a nivel de las hinchadas donde ya no disputan lo
tradicionalmente futbolístico (¿podría ser incluso el regionalismo?) sino que sus
representaciones han traspaso las barreras nacionales. En razón, lo que se disputa y
enorgullece a las hinchadas es la carrera desenfrenada por lograr el favor de los grandes
auspiciantes.
Para finalizar esta sección enfatizamos el planteamiento de (Ramírez, s/f) donde
sitúan a la sociedad ecuatoriana en el periodo mencionado. En consecuencia, el
significado de los acuerdos de la Paz con Perú comenzados desde 1988 da otra
perspectiva en cuanto al “fin del ciclo simbólico de afirmación de lo nacional” es decir
los anteriores conflictos no solo del tipo militar con nuestro vecino del sur, van
perdiendo eficacia simbólica en cuanto vincular en estos momentos de apremio con su
capacidad de apelar a la identidad nacional.
Ante la carencia de imaginarios capaces de articular lo nacional
y más la
arremetida del neoliberalismo cuyo reflejo llego hasta nuestra propia moneda (sucre)
sustituida por el dólar. Resulto en “pérdida total de legitimidad del complejo de
autoridad y representación nacional (régimen político, partidos, burocracia y funciones
estatales) estructurado en torno al Estado.” (Ramírez, Ibíd.:13) igualmente pudimos
avizorar fracturas internas más profundas siendo la oportunidad para otros actores como
el movimiento indígena en su propuesta de plurinacionalidad cuestionando los
“fundamentos político-simbólicos” que han sostenido al Ecuador en su trayectoria
republicana mientras la propuesta de varios sectores de la región Litoral a favor de la
32
autonomía propone nuevas miras en cuanto al papel del Estado ecuatoriano. En resumen
en este ambiente no se contempla algún horizonte a nivel nacional.
La posibilidad de nuevos tejidos políticos y de proyectos de inclusión identitaria más
abarcadores ha sido restringida dentro de los mecanismos de articulación hegemónica
reducidos a lo local. La afirmación de identidades subnacionales dentro de territorios
específicos podría ser leída, sobre todo, como el desmantelamiento de lo nacional como
espacio de negociación y articulación políticas. Los sentidos y las posibilidades de una
posible reconstitución de lo nacional están por completo cuestionadas e, incluso, no
consiguen nuclear para su sostenimiento a ningún actor político relevante (Énfasis añadido)
(Ramírez, Ibíd.: 14).
Ante un posible naufragio por el debilitamiento de los dispares lugares de identidad
nacional; el relevo que desempeño la Selección Nacional (La Tri) resulta en un
articulador
de las dispares identidades es decir que toma cuerpo la nación y el
patriotismo devuelven en sentido de unidad. Lo interesante es la forma que toma esta
articulación en torno de la Selección Nacional. La ecuatorianidad ahora representada
por el equipo nacional se ve formada por relatos que apelan al optimismo previo por la
posibilidad de ganar, de unirnos de ser victoriosos ante los anteriores relatos pesimistas
sobre la calidad de la selección “jugamos como nunca y perdimos como siempre”. La
movilidad social que esto produce “articulación entre factores étnicos y clasistas” que se
venía dando al retomar la idea de Nación a la usanza de la época industrial es bajo el
principio de igualdad donde permite a los distintos jugadores nacionales (entre ellos en
especial a los afrodescendientes)22 por considerar como una oportunidad de conseguir
ascenso social ante el estigma que los sigue caracterizando más allá de los escenarios
deportivos.
21
Para mayor interés sobre la población afro descendiente y su papel dentro de la Selección Nacional
como de su “posible estigmatización”. Al respecto ver Muñoz (2009).
33
Tabla 1. Transformación de un juego a un espectáculo de mercado
Periodo
Tendencia dominante
Objeto
Hasta
el
siglo XIX
Prácticas de juego con el balón
Significados míticos (ritos de fertilidad,
guerreros (preparación militar) o
lúdicos (diversión)
1800-1850
Codificación del juego por los británicos
Definición del fútbol
1850-1900
Creación y proliferación de clubes, federaciones
y
competiciones
(campeonatos,
copas,
encuentros internacionales)
Estructuración
espectáculo
Aparición y generalización del
(Inglaterra, Italia, España, etc.)
Constitución de una oferta de trabajo
1900-1950
1950-1960
asalariado
de
la
oferta
de
Internacionalización de las competencias
nacionales e internacionales (radio, televisión,
prensa escrita)
1960-1980
Mediatización de las competencias nacionales e
internacionales (radio, televisión, prensa escrita)
A partir de
1980
Penetración
de
capitales
de
origen
extradeportivo (toma de control, padrinazgos)
Comercialización del espectáculo a
escala mundial
Fuente: (Bourg, 1994 citado en Carrión, 2006)
Elaboración: propia
2.3 La importancia del estudio de la identidad en el fútbol ecuatoriano
El futbol ecuatoriano como parte de la pasión de multitudes toma renombre como
“proceso” dando muestra de mayores capacidades futbolísticas desde su calidad de
organizador de la Copa América 1993 obteniendo un honroso cuarto puesto hasta lo que
significó a la sociedad ecuatoriana conseguir a mano de “La Tri” una
primera
clasificación al Mundial de Corea-Japón 2002. En especial este hecho representa un
remezón en la conciencia nacional; ubicó al Ecuador en la mirada internacional por una
parte y por otra el futbol consolidó a la sociedad ecuatoriana con el lema “si se puede”.
Siendo por hoy el futbol ecuatoriano un objeto de estudio desde variadas y novedosas
perspectivas.
En la actualidad encontramos distintas formas de comunión entre los ecuatorianos
además del futbol; no obstante han sabido matizarlo con la idea del Estado ecuatoriano
es decir de un “mercado interno que se potencie en su favor tanto en sentido económico,
34
como político y cultural” (Almeida, 2003: 98). Consideramos factores como: la
migración interna; el capital empresarial anteriormente local han marcado la pauta al
estar en escena de todo el país; por citar unos ejemplos (Banco del Pichincha; Banco del
Guayaquil; Mi Comisariato; Tía; etc.); intención de voto con una determinada tendencia
tanto de la Sierra/Costa. Dan una consideración, con su peso específico en el ethos
ecuatoriano
sin embargo discutimos desde espacios como el fútbol, con su
particularidad, supo darle una comunión que sobrepaso los andamiajes de la experiencia
estatal para de allí discutir la nación en términos culturales.
De entre las múltiples entradas teóricas en cuanto al tratamiento del futbol como
objeto de investigación desde las Ciencias Sociales existe un enfoque privilegiado hacia
el “proceso de formación de identidades socioculturales en el marco de los espectáculos
futbolísticos” (Villena: 2002; 129) esto se puede ya rastrearse desde los pioneros e
influyentes estudios que realizaron sobre el fútbol, los antropólogos Roberto DaMatta,
brasileño, y Eduardo Archetti, argentino. Trabajos que han servido como guías a
posteriores investigaciones.
Otra razón importante para retomar el estudio del fútbol ecuatoriano bajo la
perspectiva de una preocupación académica son las profundas transformaciones que el
propio deporte atraviesa en los últimos 25 años, tomando el proceso de clasificación al
Mundial Corea-Japón 2002, ya mencionado anteriormente, como un fuerte hito. En esta
etapa tenemos ya un proceso de acelerada comercialización, transnacionalización de los
equipos como una hipermediatización del futbol ecuatoriano. Nos insertamos así en el
circuito internacional futbolístico en general.
En esta perspectiva, plantear la hipótesis de que el amplio interés por los temas relativos
a la construcción de identidades a través del deporte en América Latina responde
también de alguna forma, a un posible sentimiento de pérdida de identidad y
comunidad, de inseguridad ontológica, derivado de las transformaciones que están
sufriendo los deportes, sobre todo el fútbol, ante el embate globalizador. (Énfasis
añadido) (Villena, 2002: 130).
Ahora el suceso deportivo entre sus varias aproximaciones teóricas debe al antagonismo
y la rivalidad entre equipos, aunque en especial por la cuestión de la identidad
generada. De tal forma, es vista como un concepto elástico, cuyo sustento es lo que
piensan los individuos en su interacción; en este caso al vivir el futbol desde las gradas
o fuera de ellas. ¿Acaso el hincha se cuestiona o pregunta sobre el porqué de su
accionar? o ¿Solo es una manera de actuar ante una situación específica o es mucho
más?
35
Gráfico 3. “Mi madre me dio la vida y Barcelona la ¡pasión¡”.
Foto realizada en el Estadio Alejandro Serrano Aguilar en la ciudad de Cuenca
Fuente: el autor
La teoría de la identidad social o teoría del grupo mínimo, desarrollada principalmente
por Henry Tajfel y John C. Turner, considera que cada individuo posee múltiples
pertenencias y desempeña múltiples roles sociales, cada uno de los cuales opera en
contextos sociales específicos. Estas categorías o pertenencias sociales se jerarquizan
según cuál sea el contexto social en el que tiene lugar la interacción, se torna una de
ellas, mediante una “razón de metacontraste”, más saliente que las otras. Un límite de
esta aproximación radica en que, dado que es de carácter psicológico, no se pregunta
cómo es que se estructuran y operan esos contextos sociales específicos (Énfasis
añadido) (Villena, Ibíd.: 132).
Cabe señalar que dentro de los estudios socioculturales realizados sobre el fútbol se han
interesado en conocer cómo este deporte-espectáculo actúa como ágora pública en el
proceso de construcción de identidades sociales y culturales de diversa índole, ya sean
identidades
de
pertenencia
(identidades
territoriales-regionales,
locales
o
(post)nacionales, etc.), o sean identidades de rol (hinchas, jugadores, etc.).
En el caso de las identidades de pertenencia, las preguntas pertinentes que habría que
responder serían: ¿Cómo expreso en el fútbol mi identidad como [ecuatoriano], como
hombre o cómo obrero? ¿Qué significa ser de uno u otro club? Cada uno de estos estudios,
los cuales tienen en su mayoría aún un carácter preliminar, puede considerarse una pieza de
un rompecabezas de dos caras: por un lado, contribuyen a problematizar y conocer el
proceso de formación de identidades e imaginarios en cada uno de los países estudiados; por
otro, aportan un conocimiento de base para realizar estudios comparados sobre el papel del
fútbol en la formación de identidades en América Latina. (Villena, Ibíd.: 132).
En esta perspectiva, el fútbol sería donde se elaboran y refuerzan estas identidades “pre
futboleras” (Pontón & Pontón, 2006) es decir son las identidades a priori en cuanto a la
pertenencia digamos al barrio o ya sean de rol como es el caso del obrero. En
consonancia con nuestra propuesta pensamos donde se ubica la rivalidad/identidad es en
36
base de la “identidad futbolera”, para nuestro caso del equipo guayaquileño Barcelona,
la que concede continuidad tanto en el tiempo/espacio23; es el “aguante” (Zucal, 2005;
2008; 2009; Moreira, 2012; Sodo, 2011; 2012).
2.4 La cuestión regional, regionalismo: perspectivas de análisis
Siendo el Ecuador un país caracterizado por un clima o medio ambiente peculiar de
cada región (Sierra/Costa) o regiones “naturales” propio de los manuales de turismo;
nuestro interés, se ubica en las
“regiones socioculturales” producto de visiones
contradictorias realizadas desde lugares asumidos como propios ante la carencia de un
Estado unificado más aún cuando llegan a constituirse en una “cuestión regional”.
Al plantearse la “cuestión regional” no solo desde lo político o “regionalismo
político” (Maiguashca, 1994 citado en Mancero: 2013; 13) incluye además aspectos
históricos, económicos, sociales, culturales y/o religiosos que de hecho están presentes
en el problema regional.
Las regiones, por ende, no son algo dado que persiste inmutable e invariable con el paso del
tiempo: por el contrario, son producto de todo un constructo histórico particular dado en un
espacio geográfico determinado, que hace que se diferencien las unas de las otras. Es por
esto que se hace indispensable para la existencia de regiones el reconocimiento de una
alteridad a partir de la cual asumo la existencia de ´mi región´, siempre teniendo en cuenta
que las regiones responden generalmente, aunque no siempre, a proyectos políticos de un
grupo hegemónico determinado (Énfasis añadido) (Ramírez, 1998: 61-62).
La realidad ecuatoriana tiene un lastre adicional siendo el peso de estructuras
anquilosadas venidas de nuestra herencia colonial
24
basadas en proponer desde el
Estado una identidad homogeneizante, aristocrática, blanca choca por otro lado con una
visión excluida, mestiza y rural. De allí, solo “tensionaban la identidad del ecuatoriano
común: entre otras, la contradicción entre la unificación nacional bajo el mestizaje o el
pluralismo cultural interno” (Almeida, 2003:119).
La cuestión regional solo es la
tendencia a fragmentar, cuestionar una conciencia nacional más cuando da lugar al
nacimiento de variadas perspectivas como: conciencia, ideología y prácticas regionales
23
Barcelona acaba de cumplir 91 años de su fundación para este año (2016) siendo uno de los equipos
de mayor presencia en la escena deportiva ecuatoriana. Valga decir que dentro del imaginario nacional no
se puede encontrar equipo que represente tanto el sentir popular como la identificación con una ciudad o
en este caso al Ecuador incluso entre los emigrantes ecuatorianos. Más aún con motivo del fallecimiento
de Julio Jaramillo, el icono de la ecuatorianidad. Al respecto ver videos disponibles en YouTube: “Ahora
solo nos queda Barcelona” o también “"No hay 14 años que maten un afecto cuando se tiene el corazón
amarillo. Barcelona Campeón 2012.”
24
Este tema sirve de sustrato para formalizar la identidad nacional dependiente de la herencia hispánica
asumida desde las elites criollas desde los tiempos de la Colonia sobre la población indígena con sus
posteriores d-efectos. En esa medida se forjaron los “Mitos de la Ecuatorianidad”. Al respecto ver (Silva,
2005:93-129).
37
que no constituye en ningún nivel de apropiación de un “nosotros” o cuestión
nacional.
Gran parte de la “cuestión regional” o “regionalismo” es una expresión más
utilizada para alcanzar algún rédito político, con motivo de la ausencia de resolución en
materia de un proyecto de unificación nacional. Resumiendo: es la “ausencia de una
clase hegemónica en la escena política para imponer su proyecto político como el
proyecto histórico del conjunto de clases” (Quintero & Silva, 1991 citado en Ramírez,
1998: 63) o “una identidad de ecuatoriano que resultó truncada por la existencia de otros
tipos de identidades que compitieron con la identidad nacional: de tipo territorial, de
tipo ético-religioso y de tipo étnico” (Maiguashca, 1983:185 citado en Ramírez, Ibíd.:
64).
Para la historia del país como señala (Ramírez & Serrano, 2014) existen tres
grandes ciclos de relación entre los poderes regionales y el Estado ecuatoriano.
Primer periodo 1830-1925: el naciente Estado trata de imponerse siendo depuesto
por varias ocasiones aunque dentro de 1916 a 1925 saliendo airosa la tendencia regional
cuyo factor clave debe su inserción dentro mercado internacional. Cacao-Guayaquil;
Cascarilla-Cuenca y Textiles-cueros en Quito. Ya no solo se limitaron en ser centros
económicos-políticos que disputaban al Estado sino en ser centros culturales en lo
sucesivo.
Segundo ciclo 1925-1972: en este ciclo se da la Revolución Juliana y la invasión
peruana al Ecuador en 1941 es decir el Estado vuelve a tomar presencia sin embargo
nuevamente se imponen los poderes regionales entre 1966-1972 en contubernio con las
Cámaras de Comercio de Quito, Guayaquil y Cuenca en pos de derogar los impuestos
de importación defendidos por la Junta Militar. Vale resaltar de esta época, se dan los
primeros esbozos por instituir una planificación de alcance nacional es decir el Estado
(caso gobiernos militares) busca mayor hegemonía en cuanto centralizar sus funciones
en el sentido patriótico e integracionista bajo un “nuevo Estado” que llego hasta el
deporte donde se funda el equipo El Nacional (El Nacho).
Tercer ciclo 1972 a nuestros días: el Estado tiene un protagonismo del cual no
poseía siendo capaz de negociar con los poderes regionales ante un escenario favorable
en cuanto al boom petrolero (región Litoral y Amazónica) donde potencializa un
esquema desarrollista-estatista además el boom del banano en la región Litoral; ambas
posibilitan una acelerada migración interna rural-urbano.
38
Ante el avance neoliberal década 80-90´s se da un resurgimiento del discurso
nacionalista bajo el contexto de políticas neoliberales anti-populares y la agresión
fronteriza realizada por el Perú 1981 y 1995. Desde la elección de Rafael Correa
(Revolución Ciudadana) en el año 2007 se recupera el papel del Estado ecuatoriano
como planificador no por ello la discrepancia regional en especial con Guayaquil ha
menguado aunque ha tomado otro cariz dando paso a la “autonomía” donde se
circunscribe al puerto bajo el lema “Guayaquil para los guayaquileños” con unas
características que me propongo analizar en el capítulo tres.
2.5 El fútbol ecuatoriano y la cuestión regional.
Para el caso ecuatoriano; el fútbol se constituye en una metáfora de comprensión del
problema regional bajo expresiones sociales que son asumidas en nuestro diario vivir
mientras es en los escenarios deportivos donde son más visibles. En este sentido,
confirma que desde el fútbol es “un espejo idóneo para observar dichas relaciones,
contraposiciones y afianzamientos de identidades locales, regionales y nacionales.”
(Ramírez: 1998; 60). Buscó entender desde el futbol, en su “dimensión de lo simbólico
y su articulación problemática con lo político” (Alabarces, 2003: 113).
De esta manera, lo “regional” en relación al fútbol adquiere nuevos matices (por ello
planteo: “regionalismo sociocultural”), más aún con el peso de discursos que exaltan
una visión “nacional”, a partir de la Selección Ecuatoriana que por hoy se confronta con
otros que circulan y recrean esta idea de regionalismo, a partir de las hinchadas locales.
Cuyo origen pueden venir desde las TIC (Tecnologías de la Información y
Comunicación) o los convencionales medios de comunicación o los medios no tan
convencionales como son las barras de los equipos.
En la actualidad donde priman los medios de comunicación; los enfoques utilizados
al momento de
tratar el futbol ecuatoriano se han centrado cotidianamente en lo
periodístico; muestra latente de sus deficiencias. Es sentir el peso de lo rutinario en lo
periodístico cuando se nombran alineaciones, árbitros del encuentro, puntaje en disputa,
etc. Resulta en patrimonio del tratamiento de lo deportivo. Además el periodista
ecuatoriano no es neutral en sus afectos ni lo trata de esconder.
No esconde la corriente hegemónica del periodismo deportivo ecuatoriano que al estar
enclaustrado en lo local o regional, produce un cronista o un relator de futbol altamente
pegado a la coyuntura y al terruño, lo cual le lleva a ser menos un narrador analista
imparcial y más un catalizador del sentimiento local a la manera de un hincha local o
patriota del barrio. (Carrión, 2006: 21).
39
Aunque tenemos que notar que existen puntos de fuga de esta corriente hegemónica
dentro del periodismo deportivo, como son el caso argentino, uruguayo donde
“escritores e intelectuales que pasaron a escribir sobre futbol sin temor a que los
juzguen negativamente por eso y aportaron con una mirada diferente del futbol, como
Oswaldo Soriano, Mario Benedetti o Eduardo Galeano” (Lucas, 2006: 49). Para el caso
ecuatoriano los esfuerzos por comprender al fútbol a pesar del interés por profundizarlo
como fenómeno social se han visto sin embargo en gran parte se han focalizado en lo
periodístico como es el caso de la revista deportiva de cierta trayectoria (Estadio) o de
ciertos espacios “especializados” en los periódicos locales.
El aficionado no es interpelado en cuanto a su adscripción al equipo de sus afectos sino
a su capacidad de consumo de una industria particular del entretenimiento. [...]. Los
medios se han desarrollado gracias a las demandas propias del futbol. Así tenemos
como el famoso “pague por ver” de la televisión se logra gracias a este deporte y como
los medios de comunicación tienden a especializarse a través del llamado periodismo
deportivo con secciones especializadas (Deportes) o con medios dedicados con
exclusividad al tema (Suplemento AS de El Comercio) (Carrión, 2006:20).
Para nuestro caso, el análisis del futbol como fenómeno social ha tenido perspectivas
puntuales de estos tomaremos en consideración al más representativo para nuestro
criterio en cuanto han sabido darle un cariz distinto al tratamiento del futbol por encima
del relato hecho en forma de periodismo deportivo. Un esfuerzo de gran importancia es
la Biblioteca del fútbol ecuatoriano (cinco volúmenes) esfuerzo conjunto de FLACSO
Sede Ecuador, Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (MDMQ); Empresa
Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (EMAAP-Q) y Diario El Comercio. El
interés de esta colección lo trasladan en varias temáticas como: Futbol y literatura;
futbol y periodismo; futbol y economía; futbol e historia finalmente futbol y sociedad.
Se ha recogido algunos de los escritos planteados dentro de esta colección en la
presente investigación no obstante por ser un esfuerzo emprendido por su calidad de
primigenio pone en consideración varias aristas. De manera general, no se plantea
interpelar al futbol-espectáculo en relación con su actor directo: la hinchada. Su interés
está en proponer perspectivas teóricas sobre el fútbol, dejando de lado, tanto los
testimonios, entrevistas como herramientas de análisis
que puedan servir de
fundamento para futuras investigaciones concernientes al futbol.
A manera de preámbulo es pertinente exponer que las distintas investigaciones
que han aportado a la presente investigación, se han situado en estudiar al deporte en
especial del futbol, en un área temática y problemática en particular: “la relación entre
el espectáculo futbolístico y la elaboración de identidades socioculturales.” (Villena:
40
2002; 135). Los estudios realizados hasta ahora muestran una tendencia hacia el
espectáculo futbolístico siendo el espacio donde lo público está mediatizado. De esta
forma, se lo aborda mediante el uso de metodologías principalmente cualitativas
resultando en patrimonio de las investigaciones ligadas al futbol.
Además algunas investigaciones han buscado complementar desde el análisis del
discurso o la aproximación etnográfica desarrollando entrevistas en profundidad como
la organización de grupos focales. A su vez validan el análisis de documentos sean
(revistas, folletos) realizados por las barras o los clubes en mención igualmente validan
la recopilación de la producción discursiva propia de la barra25 sean: grafitis, pancartas
(llamados trapos por los hinchas), entrevistas/declaraciones públicas recogidas por los
medios.
Gráfico 4. “Siempre estás allí en cada latido de mi corazón”.
Foto realizada en el Estadio Bellavista en la ciudad de Ambato.
Fuente: el autor
Como mencionamos la producción en el Ecuador es más bien escasa en el plano
académico. Así existen trabajos concernientes tanto en el área de la Comunicación
Social como de la Antropología Visual. Vale considerar dos trabajos previos de
investigación (tesis FLACSO Sede Ecuador) que han dado un paso más allá basando su
25
Para mayor investigación sobre los fundamentos lingüísticos sobre los cuales se basan los hinchas al
momento de la confección de los “trapos”, letras de los cánticos o el caso de los grafitis. Al respecto ver
Gándara (1999).
41
objeto de estudio: las barras bravas. Han utilizado una metodología cualitativa bajo la
forma de etnografía es decir su objeto de estudio es lo que denomina (Magazine, 2011)
la “subjetividad-hincha” cuyo cimiento se basó en recoger los testimonios de los
hinchas y sus actores relacionados (comentaristas deportivos; policía nacional;
dirigentes deportivos e hinchas pertenecientes a otros equipos). De allí su labor
investigativa se enfocó en la ciudad de Quito. Así tenemos:
El enfoque realizado por (García, 2009) es conocer en qué medida
el fútbol
contribuye en la construcción de las “identidades juveniles” en hombres y mujeres en
las edades comprendidas entre los 15 a 27 años. Cuyo espacio fueron las “barras
bravas” en la ciudad de Quito eligiendo a los equipos de Liga Deportiva Universitaria
de Quito (en adelante LDU) con la “Muerte Blanca” mientras para el caso del Deportivo
Quito estuvo la “Mafia Azul Grana”. Igualmente la autora indagó no solo en los
escenarios deportivos (estadios) buscó cotejar en sus aspectos previos de cada partido
(reuniones, concentraciones, etc.) que podría resultar elogioso de entrada.
Ante lo prometedor que hubiese resultado esta investigación; las conclusiones
presentadas por la autora son de características básicas es decir están enmarcadas
dentro de lo que dicen los espectadores (caso autora) no como lo realizarían los
“verdaderos hinchas”. Resalta por sobretodo lo “festivo” es solo “alentar al equipo”
antes que la reflexión académica sobre lo que es el futbol realmente para los hinchas.
Vale citar en palabras de la autora:
A mi concepto el objetivo principal de los miembros de las Barras Bravas se ha desviado,
se crearon con el fin de llenar un vació en el estadio, de crear una barra de jóvenes, que
alienten a su equipo en las buenas y en las malas, peor los actos violentos que los diferencia
de los demás han logrado que la fiesta del fútbol se viva de una forma agresiva, lo que
genera que se los catalogue como agresivos, delincuentes, y personas que a pesar de generar
una fiesta en el fútbol, también tienen una doble cara que es su comportamiento violento
(Énfasis añadido) ( García, 2009: 89).
En
tanto
el
trabajo
realizado
por
(Carpio,
2012)
se propone investigar desde el enfoque de seguridad en su correlato con el espectáculo
futbolístico. De allí recogemos tanto la perspectiva reactiva desde el Estado (caso
policía) a su vez como es percibido dentro de la sociedad futbolística quiteña teniendo
como telón de fondo la violencia en los estadios. En palabras del autor es “tratar de
entender, de alguna manera, ¿cómo se llevan a cabo en la práctica los dispositivos de
control por parte de la Policía y cuáles pueden ser los principales efectos que éstos
tienen sobre el mismo espectáculo del fútbol y el público aficionado?” (Carpio, 2012:
24).
42
Cuyo escenario es el Estadio Casa Blanca (ubicado al norte de Quito) siendo su
propietario el equipo LDU. Se matizaron los distintos cotejos tanto en el ámbito
nacional e internacional documentado en un periodo comprendido de 14 meses
(Septiembre 2009-Noviembre 2010).
El autor concluye que más allá de la responsabilidad de implementar los operativos
por parte de la Policía Nacional su importancia radica no solo en lo punitivo sino en
buscar un “compromiso consensuado” es decir la seguridad deriva de una “construcción
social” siendo participes el gobierno con una propuesta en firme sobre el manejo sobre
un determinado territorio (Estadio Casa Blanca) enmarcados en la libertad y disfrute de
los asistentes a los espectáculos deportivos. El autor percibe que la seguridad en su
totalidad se enfoca a un grupo “barras bravas” en consecuencia “dejan de generar una
cohesión social y brindar seguridad y diversión al usuario y espectador del evento”
(Carpio, Ibíd.: 87).
Recomendando finalmente en abrir nuevos espacios académicos al momento de
reflexionar sobre la puesta en marcha de los operativos policiales enfocados ya no solo
en responder, disuadir sino en proponer que la relación con la autoridad no quede
direccionado a grupos determinados (barras bravas). Demostrando de este modo la
complejidad de los conflictos sociales.
Como percibimos la investigación aquí mencionada tiene un enfoque seguridad
policial/violencia del hincha algo que tiene pertinencia para la presente investigación sin
embargo no toma en consideración al conjunto de los hinchas de LDU, en cómo
construye identidad dentro de sus filas y cómo perciben la “violencia” desde este
espacio.
Recomendando con este fin de profundizar el tema de las barras bravas son
referentes obligados países como Argentina, Chile, Brasil26, México. Existen trabajos
disponibles en el repositorio digital de CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias
Sociales) como en la biblioteca de FLACSO Sede Ecuador.
Recapitulando, las fases de consolidación del fútbol desde el amateurismo hasta
la profesionalización dentro de la sociedad ecuatoriana cuyo papel convergió en la
Selección “La Tri” donde supo ser operador de nacionalidad en una época
convulsionada de los años 90; además nos ubicaron como país dentro de una época de
26
Para profundizar sobre la relación del Estado en función de promover la identidad nacional en base del
fútbol tanto para el caso argentino y brasileño en especial. Al respecto ver Alabarces (2003); Rowe &
Schelling (1991).
43
globalización del fútbol con sus efectos tanto en los equipos como en las hinchadas. Sin
embargo en las sucesivas páginas buscó comprender al Barcelona enmarcado en este
nuevo entorno futbolístico igualmente indagar en sus características las cuales pudieron
llevarlo a ser un equipo de carácter nacional. De tal modo, puntualizando en su historia
de añeja institución deportiva en relación con las historias contadas desde los hinchas
barcelonistas de Quito donde confluyen en mi propuesta que llamó la “Novela del
Ídolo”.
44
CAPITULO 3
“IDOLO COMO TE EXPLICO, CUANTO TE AMO YO” 27
BARCELONA SALTA A LA CANCHA
¡Cuidado¡
¡Cuidado¡
Os avisamos.
Somos los mismos, que cuando empezamos
Eskorbuto
Escuchen yo, yo soy la fama
soy aquel que la gente reclama;
pero nadie puede comprender
Héctor Lavoe
Preámbulo: ¿los hinchas son violentos o acaso son aguantadores?
El presente trabajo aunque no sea su tema central pero tiene algunas consideraciones en
cuanto al tema: “violencia en los estadios” vemos necesario tener este preámbulo ya que
para propios y extraños el fútbol salta a la vista primero por las victorias/derrotas
mediatizadas como por los incidentes que se generan. Según Carrión este deporte tiene
un cierto carácter bélico sin embargo “hay que señalar que la violencia en la cancha ha
sido prácticamente desterrada, gracias al proceso civilizatorio seguido por la
institucionalidad de la FIFA y las políticas públicas, lo cual no significa que haya
desaparecido del todo, porque siguen existiendo casos aislados” (Carrión, s/f: 45) y esta
caracterización se aplica no solamente a quienes juegan este deporte sino a quienes lo
viven desde las barras. Por este motivo, propongo una mirada etnográfica en cuanto al
“ser hincha de Barcelona” que no cae ni en las estigmatizaciones ni tampoco crea falsos
romanticismos sobre los buenos hinchas.
Como señala (Dammert, 2006) por un lado se percibe la importancia que va
tomando el futbol dentro de las investigaciones sociales no obstante en el caso
ecuatoriano son escasas en cuanto a la violencia relacionada con este deporte. Se
presenta por lo general la “violencia de carácter físico, por lo que se deja de lado las
violencias simbólicas y muchas veces [son] naturalizadas”. Su análisis me interesa por
que busca recoger las normativas impulsadas desde el Estado ecuatoriano en el año
2005 caso de Comisión Nacional de Control de la Violencia en Escenarios Deportivos
27
Frase particular de entre todos los canticos de los hinchas barcelonistas. Siendo mi percepción que
existe un símil con la canción “Fábula” interpretada por el grupo “Los Iracundos”. Sobre la temática de
los canticos desde una “lógica cultural” vista como una “reflexión sobre un conjunto de relaciones
sociales importantes: padre/hijo, adulto/niño y ¨hombre de veras¨/homosexual”. Su importancia radica en
su calidad de manifestación propia de todas las barras alrededor del mundo. Al respecto ver Archetti
(1998).
45
(en adelante CONAVED) referentes al tratamiento del espectáculo futbolístico en
relación con la violencia que son en gran parte un traslado del modelo inglés producto
de hechos trágicos sucedidos en sus estadios de los cuales hizo frente al hooliganismo
teniendo su correlato en Sudamérica las barras bravas. Según el autor no han existido
cambios (autor describe la situación institucional del futbol ecuatoriano en el año 2005)
dentro de la normativa “existe en el papel pero no en la práctica” sin embargo
cuestionamos de cierta manera por experiencia personal
28
desplegada en los distintos
estadios aunque en lo que si estamos de acuerdo es por la carencia de información
“oficial” y la precariedad aun persistente en llevar a la práctica las normativas. En este
ambiente, los medios de comunicación son llamados a tomar la batuta en cuanto a un
posible debate donde sabemos está cargado de estigmatización por la parte que asumen
de responsabilidad y la capacidad de juzgar. Por un lado; los actores, en este caso los
hinchas son los irracionales, los locos, los “malos hinchas” 29 mientras
[…] las hinchadas o barras bravas no son una masa desorganizada, por el contrario,
existen diferentes tipos de organización al interior de ellas lo cual define –en cierta
medida- las acciones que se toman al interior y fuera del estadio. Este aspecto
contradice la visión generalizada respecto a que las prácticas de las ´barras bravas´ son
actos irracionales y aislados. (Dammert, Ibíd.: 8)
Recogemos la propuesta de (Zucal, 2009) donde nos propone no limitarnos a
comprender la violencia como un acto, gesto de salvajismo o barbarie más a la sazón lo
interesante es enfocarnos en su lógica imperceptible donde se la puede vincular con un
“juego identitario”. Siguiendo (Archetti, 1999 citado en Zucal, Ibíd.) los espectadores
de futbol juegan, disfrutan del partido a razón de las luchas entre barras, los cánticos, la
exhibición de los “trapos” que es donde se dirimen señales, referentes identitarios. Son
juegos extra-deportivos.
La violencia no basta con nombrarla además posee una carga cultural que va
depender de los “parámetros de enunciación de cada sociedad, en un tiempo
determinado” (Zucal, Ibíd.:102). Para nuestro caso: los hinchas entienden la violencia
27
Para el año 2016 visitando el Estadio Olímpico Atahualpa en la ciudad de Quito, solo allí, encontré
personas encargadas en “guiar” a los espectadores. Mientras en todos los escenarios visitados sé dieron
protocolos de seguridad (policías apostados en lugares delineados con anterioridad); requisas,
incautación de correas u objetos nombrados peligrosos al ingreso de los estadios; butacas y graderíos
numerados. Además la infraestructura de los estadios ya no cuenta con mallas de altas dimensiones por
las sanciones que tienen los equipos (que pueden llegar incluso a la suspensión del estadio) cuando se
arrojan objetos al campo de juego. Mientras para el caso de la venta de cerveza resultó distinto según cada
ciudad tanto en Cuenca, Guayaquil, Ambato donde no sé permitió su venta.
29
Expresión utilizada por los periodistas deportivos ecuatorianos en especial al referirse a las personas
“no deseables” que asisten al estadio dotándole así de un carácter aséptico al hincha. Es decir todos los
hinchas son buenos pero algunitos dañan el espectáculo; no vienen a disfrutar del futbol.
46
desde sus presupuestos, desde sus propias ideas desde sus “categorías nativas” donde no
es violencia sino aguante. Igualmente nos interesa en sus dimensiones sociales
entendiéndolo como una “ética, una estética y una retórica” (Zucal, 2008: 61). Con
estos elementos además reflexionar sobre “una institución deportiva particular [Caso del
Barcelona], permite agregar una serie de matices sobre el papel que juega la hinchada
en el entramado de relaciones que se gestan en torno al fútbol” (Moreira, 2012: 202).
Ahora nos quedan algunos cuestionamientos sobre el aguante como plantea
(Sodo, 2011). Desde la hinchada es posible caracterizarla solo por las señales visuales
desplegadas o también es posible: ¿medir qué grado de inversión es realizado hacia el
equipo cuando llenan extintores de colores; confeccionan los trapos; transportan sus
instrumentos o cuando realizan papel picado? ¿Basta con solo ir los domingos al estadio
y vestir la camiseta? ¿Podemos mediar algún tipo de “contrato emocional/ instrumental”
con el equipo cuando no se da nada a cambio o se espera recibir algún tipo de
retribución? ¿Si existe algún tipo de aguante ya sea por soportar estoicamente pero
dispuesto y listo para apoyar al equipo u otro del tipo que se debe al enfrentamiento
físico con los hinchas rivales de turno?
Grafico 5. “Alma oscura 17 Sep. 04”
Foto realizada en cercanías del Estadio Monumental en la ciudad de Guayaquil
Fuente: el autor
De entre todos ellos pueden ser: la hinchada, los simpatizantes, los espectadores, los
hinchas militantes o las barras bravas en fin podemos delinear el universo de hinchas
del futbol sin embargo no son tipos ideales pero si muestran diferentes tipificaciones
basadas en “lo consensuado, lo relacional e inmanente.”
Los vínculos personales entre los hinchas y otros agentes sociales, tienen
muchos matices y son imposibles de abarcar en un tipo ideal, pero cabe decir
47
que son relaciones que vinculan intereses morales con otros más instrumentales,
sin que se sepa cuál de las dos dimensiones tiene más peso. El complejo
entramado de actos, prestaciones e intercambios que circulan por una red se
sustenta en las obligaciones aceptadas por ambas partes (Zucal, 2005: 1).
Ante tal diversidad de categorías surgen dos problemáticas propuestas por (Sodo, 2011;
2012). Primero como un problema terminológico de entre todas estas categorías:
¿Cuáles encierran mayor estigmatización? ¿Cuáles son las mediatizadas y cuáles son las
propuestas por los hinchas? Para comenzar tenemos la categoría “barra” la cual como
apunta (Conde, 2005 citado en Sodo, 2011: 238-239) es un término mediático antes que
nativo por ello estigmatizante situando su génesis en la década de los ochenta.
Ante la ambigüedad que presenta el termino nativo es decir por lo que representa
para ellos “ser hinchas” como auto-identidad. Tenemos por el contrato emocional a
desmedro de los resultados del equipo donde invierte su trabajo y tiempo
desinteresadamente pero ¿bajo qué escala de valores se puede ubicar a los “mejores
hinchas”?. No son solo lo que más entregan sino también los que disfrutan, alientan.
Siendo así una acepción del aguante basada en la fidelidad, el fervor y la abnegación
que es mayoritaria y que no depende necesariamente como lo realizarían las barras
bravas por medio del enfrentamiento corporal. De esta manera, el aguante no resulta
tanto como rasgo distintivo o límite de inclusión entre los mismos hinchas.
A pesar de los rasgos diferenciales los hinchas fervorosos no son ni barras
bravas ni simples espectadores. Puntualizando ahora denominaremos a estos hinchas
apasionados donde media su fervor, su kilometraje demostrado por el equipo serán los
“hinchas activos” (Sodo, 2011) (en adelante HA) mientras al grupo de hinchas donde se
valora positivamente la violencia como una cuestión de honor y prestigio para con el
equipo son la “barra brava” más de uso compartido entre las hinchadas.
En específico en relación con el aguante con el bien de reducir ambigüedades me
gustaría definirlo. Para el caso de los hinchas activos, los HA la llamaremos “aguantepresencia” o “aguante-fiesta” (Sodo, 2011) (adversidad deportiva, el empuje, los
relatos/historias invocadas por los viajes acompañando al equipo) mientras en el caso de
las barras bravas será el “aguante-enfrentamiento” (Sodo, 2011) (cicatrices, dolor físico,
plantarse para una pelea).
En este último punto (Zucal, 2009) observa como la hinchada en general dialoga
con la significación que la sociedad instaura sobre sus prácticas distintivas. Para el caso
48
de los “barra brava”30 convierten el estigma social en un emblema al hacer de la
violencia una señal positiva, vinculada al honor y al prestigio demostrado hacia el
equipo.
Ante esta problemática, es menester pensar: “¿cómo se conforma la violencia
además de emblema en un diacrítico identitario?”(Zucal, 2009:105)
Como sabemos toda identidad es relacional. De esta manera para los miembros
de la hinchada o barra brava es en base de la violencia donde se define al “nosotros”
violento; se torna en una señal identitaria para los demás grupos que no utilizan la
violencia.
Las estrategias de distinción son contextuales y relacionales. Según cada
contexto determinado y cada tipo de relación social se utilizan distintos
mecanismos de diferenciación. En algunos casos es necesario el uso de la
violencia física y en otros sólo es preciso cantar una canción o relatar una pelea.
Pero las herramientas de distinción también son diferentes según los contextos y
las situaciones específicas (Zucal, Ibíd.: 105).
Retomando el planteamiento de (Sodo, 2011) en cuanto al segundo problema de tipo
metodológico: caso de las barras bravas es un grupo organizado donde se dan estrictas
reglas de inclusión-permanencia por tanto no cualquiera es un miembro. De esta
manera, el ingreso a este espacio por parte del investigador es seriamente estigmatizado,
resulta inclusive peligroso ya que el externo es visto como el raya, soplón, infiltrado
mientras para los HA muestran una predisposición a conversar, dialogar, se muestran
abiertos a compartir su afición por su equipo.
De esta manera ya matizando:
1.
La poca cobertura que reciben los miembros de la barra brava dentro de las
investigaciones sociales la deben en parte por encontrarse en actividades reñidas
con la ley o por grescas con otros hinchas donde el investigador con sus
preguntas o permanencia le importunan mientras para nuestro caso, los HA por
el prestigio hacia el equipo como para sus similares; el reconocimiento, lo
festivo sé despliega hablando, figurando o “figureteando” en su entorno.
2.
Ante la relación antagónica con sus otros pares hinchas. Entonces: ¿qué es lo
que está en juego? En especial en dirimir la grandeza: ¿qué hinchada, qué equipo
es más grande que el otro? Como bien sabemos esto no se puede resolver así no
más. Primero, porque no existe un criterio cuantitativo de medición-evaluación
30
Trabajos relevantes se han realizado sobre las barras bravas en los equipos argentinos. En temáticas
tales como: su funcionamiento; su lógica interna; su estratificación; su relación con los dirigentes
deportivos del equipo. Al respecto ver Zucal (2005; 2009); Moreira (2008a; 2008b).
49
en apariencia puede resaltarse por los campeonatos ganados, los goles anotados,
etc. Esto no resulta como criterio definitivo; también podría ser por la cultura
aguante-fiesta desplegada más cuando refiere a la adversidad (acompañar al
equipo en un viaje que dura ocho horas realizado en la noche o la bandera más
grande confeccionada) o también puede sopesarse por los socios, los hinchas
celebres, etc. En consecuencia, podremos deducir como buen ritual el futbol; la
grandeza no puede ser ni definitiva ni delimitada para siempre. De allí el papel
de un tercero legítimamente elegido por ambos bandos que son los periodistas
deportivos, con su pretensión de objetividad se pronunciaran en la medida que
van expedir su criterio en calidad de los “insoportables sabios”.
De esta manera, la investigación se ubica en los hinchas activos barcelonistas del
Valle de Cúmbaya por las características arriba mencionadas lo cual resulta crucial
al momento de comprender los cambios que han surgido dentro del Barcelona real
como del Barcelona Novelado. A su vez también conocer la influencia que tiene la
“cultura del aguante fiesta” (Sodo, 2011; 2012) dentro del ámbito futbolístico
ecuatoriano en la actualidad.
3.1
“Hoy Domingo paro para venirte alentar/ los trapos vengo a colgar”.
Porqué Barcelona es Barcelona.
Para los siguientes apartados pienso ubicarme en los planteamientos de (Geertz,
1973) en cuanto a la importancia de la cultura en este caso la cultura futbolística
como acción simbólica en otras palabras como “estructura de significación
socialmente establecidos” visto tanto desde una perspectiva etic (nativa) donde los
hinchas activos en su capacidad de “aguante” (autoadscripción) por su equipo como
por los trapos, las experiencias compartidas, los lemas, los valores, los canticos les
dotan de “autoidentificación” de tal modo exponen la cultura futbolística en su
contexto. Así sé “inscriben” para el hincha alentando, siguiendo, teniendo aguante
está en vínculo con el Barcelona donde se juegan, su historia, su popularidad. En tal
grado, la hinchada como el equipo se constituye la “Novela del Ídolo” como un
análisis emic (interpretación). Nos apoyamos adicionalmente en el planteamiento de
(Magazine, 2011) en cuanto “elaborada conceptualización critica” buscando no
interpretar como una relación horizontal entre el equipo y el hincha o en su
equivalente patrón-cliente vista por los medios de comunicación; periodistas y la
academia; más bien reparar en la “subjetividad hincha” en correspondencia, vínculo
50
con su equipo a saber las palabras, los pensamientos del hincha está en capacidad de
juzgar/justificar su “sincero amor”.
De esta manera planteo tres elementos que considero centrales dentro del habitus
del hincha barcelonista:
Primero: ante la rivalidad que impregna el ambiente futbolístico; el papel que
desempeña la disputa por lo masivo, la de la mayor hinchada o lo “popular. En
especial por “lo popular” en clave con la “Novela del Ídolo” lo cual resulta crucial al
señalarnos una particularidad fundacional dentro del Barcelona.
Segundo: lo que representa en el hincha barcelonista “Somos Ecuador”; por ello
busco indagar sobre sus características donde las pretendo expresar en tres
fundaciones. En consecuencia pueden representar el tránsito de su fundación en
1925 al fenómeno Barcelona en la actualidad. Así puedo exponer mi hipótesis por el
papel del Barcelona confluyo este sentir nacional con anterioridad de las
Selecciones Nacionales.
Tercero: busco una propuesta en cuanto al tratamiento del regionalismo no
encauzado en lo exclusivamente político más bien propongo reflexionar por los
prejuicios, los estereotipos que se difunden en nuestra colectividad y comprender
como son negociados por los hinchas quiteños en correlato con el equipo
guayaquileño Barcelona. De esta manera, desde el fútbol podemos dar señas sobre la
sociedad ecuatoriana.
3.1.1 “Ídolo con una hinchada que siempre siguió/ que los colores jamás los
dejó”. Los hinchas escriben: “La novela del Ídolo”.
Al reflexionar sobre lo popular podemos situar por un lado: la disputa futbolística
hoy en día sé la realiza dentro y fuera del estadio en particular desde un ámbito
mediático enmarcada dentro de la cultura aguante-fiesta.
En la actualidad, los
equipos dirimen entre sí por un sentido de popularidad dado por cual equipo genera
espectáculo, atrae más fanaticada e hinchas. Mientras por otro lado, nos interesa
discutir sobre las significaciones que realizan los hinchas sobre lo
popular,
percibido tanto en los cánticos, los grafitis, los foros en internet o en las
conversaciones cotidianas de los hinchas. En este caso desde los hinchas
barcelonistas “lo popular” funge de identidad biográfica;
aunque todavía nos
preguntamos: ¿Será el equipo que lleva más gente a los estadios? ¿Quién los
denomina “populares”? O mejor: ¿qué es lo popular?
51
Grafico 6: Sur Oscura. Los fieles de la popular
Foto realizada en las afueras del Estadio Olímpico Atahualpa en la ciudad de Quito
Fuente: el autor
Partimos del planteamiento realizado por (Alabarces, 2002) donde resalta los rasgos,
características que nos pueden guiar sobre lo qué es lo popular31.
Uno: podemos remitirnos por la situación de subalternidad, negatividad que define
al otro. En suma es la pregunta por el poder.
Dos: lo popular no puede hablar por sí mismo sino que es nombrado por alguien que
se delega como es la gente culta, docta que es la que narra sobre el otro. Este narrar
se realiza creando ficciones, mitos para nombrar al otro es decir presuponiendo,
privilegiando, inventando acontecimientos. En consecuencia cuando lo efectúan
para sí mismo resulta en autobiografía, en epopeya digna de ser contada.
Tercero: por su condición conflictiva, este nombrar/narrar no se lo realiza por fuera
de la hegemonía y subalternidad que lo instaura por ello es histórico. Es decir
acotado en el tiempo siendo sincrónico.
En consecuencia, como resalta (Sodo, 2011; 2012) en especial sobre el segundo
punto, para nuestro caso del futbol, los HA son narradores doctos, conocedores de
la historia del Barcelona serán los que escribirán la novela sin embargo ahora es la
Novela del Ídolo. Siendo los que relegan o privilegian los distintos capítulos por
“escribir”. Entonces: ¿qué es eso de la novela?
Con novela nos referimos al relato auto-referencial compuesto por una
heterogeneidad de elementos que comparten los miembros de una institución o
colectivo, en este caso un colectivo de hinchas (de ahí que hablemos de novela
del hincha o, más concretamente, de novela [del Ídolo]), cuya función es
Recogemos la propuesta en cuanto al estudio de lo popular: “preguntar, en ciertos textos privilegiados
[Novela del Ídolo], sobre la voz del otro, sobre la representación del otro, sobre la manera en que lo
popular se introducía en los pliegues e intersticios de las voces legítimas […]. Narrar lo popular: o mejor,
interrogarse sobre las formas de la narración de lo popular reintroduce lo dominado en el campo de lo
dominante.” (Alabarces, 2002: 4,5).
31
52
permitir que un grupo o institución delimite una interioridad y se diferencie de
otros configurando su identidad. (Énfasis añadido) (Sodo, Ibíd.:252).
De este modo, la novela es un conjunto de textos que circulan, son construidos y
administrados por distintas mediaciones como mediatizaciones. En especial por las
mediatizaciones son hegemónicas es decir dependen de cada época que los
constituyo. Un tiempo lo realizo la radio; los medios impresos, y actualmente gran
parte ocurre en los medios televisivos; páginas web o en las redes sociales.
Entonces: ¿Cómo se articulan tanto las novelas institucionales del Barcelona con las
novelas familiares y personales ya sea por el abuelo que lo llevó al estadio o el padre
que le regalo su primera camiseta es decir fundado en los recuerdos? De esta manera
no va ser lo mismo ser hincha Barcelonista en los años 40 como en los años 90 que
en el año 2016.
Estas estrategias tanto narrativas como rituales y de practica social, ilustran este
proceso constante de auto- modernización que ha sido usado por los [hinchas]
[…] el problema es entender que recursos culturales y simbólicos son usados
en la producción de nuevas modernidades y que lugar tienen las memorias
históricas y las nuevas resignificaciones de los discursos de los Otros en el
presente y en la proyección hacia el fututo (Énfasis añadido) (Muratorio, 2005:
133).
Gráfico 7. “1925 Viejo amigo Barce T venimos a ver”
Foto realizada en el Estadio Olímpico Atahualpa
Fuente: el autor
Vale resaltar para que califique como novela; su texto, las palabras que la componen
poseen tanto una dimensión real, imaginaria e incluso inventada siendo está ultima la
que resulta de mayor trascendencia.
53
Tanto la novela real, institucional formada por sus jugadores emblemáticos, las
dirigencias o los campeonatos conseguidos como la novela del hincha la que se ubica en
los graderíos o también sea escuchando por la radio o mirando por televisión prepagada;
ambas comparten, perviven a base de las formaciones imaginarias grupales, como son
los mitos e ilusiones mutuas. Caso de los mitos, son los relatos propuestos por un grupo
en búsqueda de narrar el origen cuya eficacia simbólica está en la repetición. Caso de la
“Gallada del Modelo” es el grupo que fundó el Barcelona o las hazañas de la Plata en
1971 o de Bogotá en 1949. De esta manera va tomando forma la Novela del ídolo.
Su indagación en conjunto aportará sobre los actuales problemas de la
institución. Precisamente sé apelaran a los hitos del pasado. “No le ponen ganas como
antes”; “Isidro Romero fue la mejor administración”; “Con Gustavo Costas, el Ídolo
tuvo su mejor desempeño” o “Miguel Ángel Bríndisi necesita volver a dirigir al Ídolo”.
Es situar al origen (índice, la dirección) y escribir en conjunto los demás
capítulos. Todos los acontecimientos se enuncian desde la novela. Aquí su singularidad
frente a los demás equipos. Es la presencia de los sentidos prácticos que buscan
soluciones. Son los proyectos gestionados en conjunto. Es el equipo ganando y los
hinchas alentando.
Para el caso de los valores asumidos como propios, la serie de cualidades
expuestas desde su autoadscripción son los que conforman la identidad barcelonista: la
hinchada más grande del país, Sol ilumina más que el bombillo o el equipo más popular
del Ecuador son referentes identitarios claves de la novela del hincha barcelonista
(Barcelona real) con motivo cuando no tiene su correlato con la novela institucional del
Barcelona (Barcelona novelado) sean por las deficientes campañas, pésimas dirigencias.
Al momento que se agota este último en su capacidad de explicar el presente emerge
de manera abrupta la hinchada que son los que ponen el cuerpo cuando arruinan algo
tan suyo como la fiesta, la historia del Barce como del abuso policial.
De este modo, para los HA, lo popular resulta en atributo formando toda un
particularidad fundacional siendo de importancia dentro del Barcelona como veremos a
continuación. Adicionalmente, lo popular, se vuelve en criterio para dirimir la grandeza
(en este caso: la popularidad) no por ser sinónimo de subalterno sino por lo masivo (por
la cantidad de personas que se agrupan en torno al equipo).
54
3.1.2 “Dejare mi patria y mi voz/ solo para vos/ de día viviré vistiendo la amarilla/
de noche la Oscura me acompañara”. Barcelona y su relación con el Ecuador
Para comenzar planteo que Barcelona pasó por tres fundaciones: fundación criolla;
fundación local y una fundación nacional. Representan el proceso de consolidación del
futbol en el Ecuador desde la época post revolución liberal (amateurismo) a la
globalización del espectáculo deportivo (profesionalización). En consonancia, este será
el camino emprendido por el Barcelona el cual le confiere de 91 años de permanencia
dentro del fútbol ecuatoriano. Igualmente, como plantea (Archetti, 1996 citado en
Alabarces, 2006:1) son “ritos de pasaje”, que bien pueden interpretarse por los
estilos/estrategias de juego particulares además nos permiten reflexionar sobre las
condiciones
sociales
que
las
posibilitaron.
De
tal
modo,
comencemos:
Fundación criolla. El fútbol arriba al puerto: en el siglo XIX el buque Inglés Cambrian
arriba al Puerto de Guayaquil en el cual organizó un campeonato con otros equipos
donde el equipo guayaquileño Norteamérica sé impone al estilo de juego inglés. Con
este acontecimiento, se desmarca de sus primeros fundadores constituyéndose en un
estilo de juego guayaco, criollo de jugar el futbol poniéndolo en los pies como en los
pensamientos de todos los circundantes32. También se desligo de la visión canónica de
sus “otros” fundadores, los hermanos Wright quienes exhibían el reglamento en mano:
¿de cómo jugar el futbol? más el uso de una indumentaria adecuada como requisitos
necesarios para poder jugar bien el fútbol.
Fundación local. Un encuentro legendario, el “Clásico del Astillero”: en este caso nos
presenta a un equipo en germinación (01 de Mayo de 1925) es el nacimiento, es el
origen del Barcelona Novelado donde a pesar de las dificultades iniciales sirven de hilo
conductor para los siguientes capítulos por escribir. Entre sus primeros capítulos se van
formalizando un equipo formado por jugadores con el suficiente talento y las ganas de
jugar caracterizado por su estilo de juego impetuoso (la garra) cuyas hazañas, logros; los
posicionan ya no solo entre la hinchada como héroes deportivos, populares. En tal grado
32
No podemos desconocer la relevancia que tuvieron los medios de comunicación en posicionar (más no
promover una epopeya como es el caso del periodismo argentino aun antes que el fenómeno Maradona
[Al respecto ver Archetti, 2008]) a los distintos equipos. De este modo desde el diario “El Universo”
proclamaron como el Clásico del Astillero (hasta hoy conocido con este nombre) al encuentro con
Emelec pero en una sociedad como la ecuatoriana donde tiene un peso mayoritario la tradición oral antes
que la escrita es decir los medios solo cubrían el evento formalizando un dato, una noticia. De este modo
percibimos la trascendencia del Barcelona real donde la hinchada en efecto es el intérprete autorizado, el
narrador docto de los hechos deportivos dotándoles de vida propia a pesar de lo que busquen posicionar
los mismos medios.
55
fueron afirmados desde un concepto meritocrático e igualitario trasmitido desde un
espacio como el futbol que dista del Estado donde solo cabe negarles oportunidades.33
Así "cuanto más baja es la condición social y cultural de origen, mayor es su capacidad
de ser representativo como héroe" (Dini, 1991: 46 citado en Alabarces, 2001:10) o “sin
origen humilde, reza el mito, no hay épica del ascenso social” (Alabarces, 2001: 12). De
este modo, lo popular toma forma como atributo fundacional el cual compite con las
voces legitimas de las elites ecuatorianas que buscaban imponer sus propios héroes
inermes o acaso in-fundados. Será Abdón Calderón enfrentado con Alberto Spencer
(Cabeza mágica).
En el pasado la clase dominante elaboro una ´visión teórica´ del país construyó
los mitos fundadores de la ´ecuatorianidad´, convirtió a sus héroes en los héroes
nacionales, a sus gestas en las gestas de ´la´ historia y dio su respuesta
proclamando la idea de una nación cohesionada, compacta, más bien cosa
congelada. A esta visión monolítica se oponían otras interpretaciones otros
sentires del país (Silva, 2005: 90).
De esta manera confluyen en una épica tanto desde el origen del equipo conformado por
el subproletariado del barrio del Astillero en Guayaquil donde varios de sus héroes
populares que aparecerán de tanto en tanto en momentos trascendentales construyendo
momentos dramáticos y a veces de tragedia que se cierne.
Y los medios de comunicación son el vehículo ideal de las sociedades de masas
para escenificar las epopeyas de los héroes deportivos como una reafirmación
de la creencia en la igualdad.
Su eficacia en la cancha de fútbol ha servido también de relevo simbólico para
elaborar con menos angustia el imaginario social sobre lo nacional. (Alabarces,
2001:1)
Ese es el comienzo sin embargo como sabemos en especial desde el futbol solo es
posible en relación con el Otro; con la “alteridad del Otro” siendo ahora el enemigo a
vencer. De allí la épica sé alimenta ya no solo con la fundación o sus héroes además
ahora pesan los logros propios, el camino por andar, es encontrarse con la posibilidad de
ser arrebatados por el adversario de por vida, su antagónico el Club Sport Emelec34
33
Para los años 40, Barcelona había conseguido por cinco ocasiones el campeonato amateur en Guayaquil
donde resaltamos el caso de Sigifredo Chuchuca que en palabras del historiador Ricardo Vasconcelos
Rosado será: “80% del concreto y del hierro que construyen la Idolatría”. Siguiendo con la idea propuesta
es su calidad de doblemente periférico si tomamos la situación del Ecuador en esa época: es Orense es
decir un emigrante expulsado de su tierra además como posible modo de vida se cierne la conscripción
militar (único espacio donde es posible conocer algo del Ecuador más allá de la Escuela). Ya fuera de la
conscripción y desempleado en Guayaquil encuentra como único medio de sobrevivencia su talento y la
oportunidad que le brindo el Barcelona donde desplegó un estilo de juego brillante como la disciplina
digamos “amor” por el equipo. De esta forma sé posicionaría en el panteón de los grandes del Ídolo.
34
Para conocer sobre Emelec y en especial sobre el Clásico del Astillero. Al respecto ver video en
YouTube “Especiales del diario El Universo. La chispa que encendió la pasión del Clásico del Astillero”.
56
donde brillan sus contrataciones cuantiosas venidas de otras provincias e incluso
extranjeras es decir formalizaba una identidad guayaquileña afín al progreso.
Recordemos que su fundador George Capwell a la usanza al frente de la empresa
eléctrica (Emelec) de origen norteamericano imprimió un estilo gringo de
jugar/manejar el futbol en el Puerto. Al preguntar a Juanito sobre el Emelec me dice:
Primero es un equipo de barrio. De ahí y ahí. Además el Emelec nació con esto de la luz
o era del agua no recuerdo bien. Fue como negocio de un gringo con el suficiente
villegas (dinero) lo que cacho. Solo sé lucraban con lo que cobraban del negocio de los
servicios básicos.
Además la distinción se sitúa en el actual estadio George Capwell, resulta en los
primeros estadios en el Ecuador en 1945 que dista en varias décadas del Estadio “El
Monumental” (actual Estadio Banco Pichincha) construido en 1988. En una entrevista
al historiador Ricardo Vasconcelos Rosado se refiere:
Hay un condimento de tipo social no hay que olvidarse que las invasiones en Guayaquil
ya habían empezado en los años 20 y sé había formado un subproletariado urbano.
También había un ambiente político también contra la burguesía que sé le culpaba sobre
la pérdida del territorio [Guerra contra el Perú en 1941 donde se perdió una tercera parte
del territorio] durante el régimen Arroyista. Tenemos un condimento social, político y
por otro lado además Emelec […] había sido campeón en base de su gran poder de
dinero […] en base de valores propios no es que todo lo conseguía en base del dinero.
¡¡No¡¡ Emelec era el equipo más organizado que había en el país. […] Hacia falta un
equipo nuestro que capitalizara el sentimiento de la gente para derrotar a este
representante de la burguesía que era Emelec y surgió Barcelona de equipo mediocre a
equipo también poderoso (Especiales del diario “El Universo”: “La chispa que encendió
la pasión del Clásico del Astillero”).
Gráfico 8. “Uquillas. Si volviera a nacer…sería otra vez matador”
Foto realizada en el interior del Estadio Monumental en la ciudad de Guayaquil
Fuente: el autor
57
Fundación nacional. La beneficencia que lo llevó a ser un equipo nacional: su
importancia radica en recrear, en confirmar su fundación épica como acto de
comunicación es decir recordarnos sobre lo sucedido no fue producto del azar o la
fortuna. Mencionamos como punto de inflexión, lo que significó para toda una nación
envuelta en duelo ante el terremoto de Ambato de 1949 donde se enmarca el
enfrentamiento con Millonarios de Colombia con razón de beneficencia ante la tragedia.
Así bajo la estrategia/estilo de juego del criollismo donde Sigifredo Chuchuca (antes
mencionado), el cura Bazurto (por ser sacerdote) formo parte de la plantilla del
Barcelona conformada por solo jugadores ecuatorianos (Barcelona jugaría con
jugadores criollos hasta los años 50) lo cual sirvió de diacrítico35. De esta manera, estos
“cholos huancavilcas” (expresión utilizada por el dirigente de Barcelona Alfonso Harb)
vencerían en esa ocasión y una segunda vez también al Millonarios de Colombia “el
mejor equipo del mundo para ese momento”. Este evento será conocido para la
posteridad como la Victoria de Millonarios.
El fútbol no es un ritual clásico de inversión, como el carnaval, en el que predomina lo
cómico, ni un rito de pasaje, como el funeral, en el que prevalece lo trágico. El fútbol es
un conjunto de cómico y trágico y, en consecuencia, induce a considerar las transiciones
permitidas o vedadas como un campo de análisis (Archetti (s/f) citado en Alabarces,
1999 citado en Ramírez, 2001:16).
Ya tiempo después además de los logros en el campeonato nacional como la hazaña de
la Plata en 1970 y las dos finales en la Copa Libertadores en los años 1990 y 1998
respectivamente aun a pesar de no conseguir el triunfo funcionan como “acto de magia
social” (Bourdieu, 1985) es decir formalizar fronteras artificiales siendo la senda a
recorrer por los siguientes equipos ecuatorianos ni siquiera el propio Emelec ni la
propia Selección Nacional (La Tri) lo conseguirá sino tiempo después. Como
planteamos el futbol como escenario festivo y trágico, de tal forma, no todo han sido
logros. Por dos ocasiones Barcelona estuvo al filo del descenso de la categoría A dentro
del campeonato nacional siendo así el único equipo ecuatoriano en no descender de
categoría. Al preguntarle a Fabián por el posible descenso comenta:
Yo viví las amargas desde que me hice hincha. Casi nadie de Barcelona iba a los
estadios […] la última vez el Perlaza nos salvó con el gol de cabeza yo si me acuerdo.
¡¡Ya lloraba, la plena cuando hizo el gol ese negro hijueputa¡¡. Fue casi como quedar
35
El Nacional equipo ecuatoriano creado bajo el auspicio de las dictaduras militares de los años 60, 70
conocido también como el equipo de las fuerzas armadas. A su vez trataría de posicionar la idea del
criollismo dentro de sus jugadores pero sin mayores resultados en cuanto a vincular la hinchada con una
idea de patriotismo. Posiblemente en un primer momento de su fundación sí, aunque lo trascendente sería
si está idea aún tiene vigencia. Analizar esta situación supondría otra investigación.
58
campeones. ¡¡No bajamos¡¡. De allí nos íbamos a la B por primera vez. Igual le seguí
loco.
Es volver sus cualidades enmarcadas dentro de las representaciones futbolísticas
ecuatorianas deficientes sin visos de cambio a la vista. Es posicionarse como un “Ídolo”
siendo sus logros irrepetibles e irreversibles dotándoles como “naturales de naturaleza”
(Bourdieu, 1991:120 en Archetti, 2008:276).
El acto de magia social consiste en intentar producir la existencia de la cosa nombrada
puede tener éxito si quien la lleva a cabo es capaz de conseguir que se reconozca a su
palabra el poder que ella se arroga por una usurpación provisional o definitiva, la de
imponer una nueva visión y una nueva división del mundo social [futbolístico
ecuatoriano]: regere fines, regere sacra, consagrar un nuevo límite (Bourdieu, 1985: 90,
énfasis de Bourdieu).
Recapitulando sobre lo popular en clave con lo planteado por (Alabarces, 2002) es decir
“sobre la representación del otro, sobre la manera en que lo popular se introducía en los
pliegues e intersticios de las voces legítimas”. En este caso, la “Novela del Ídolo” el
Barcelona real como el novelado disputan a las voces legitimas; su “delegación”
(Bourdieu, 1987) en tres ámbitos.
Primero, en el ámbito futbolístico sus logros como las hazañas conseguidas bien pueden
posicionarse como referente nacional en consonancia con lo demostrado por las
anteriores Selecciones Nacionales (desde la primera Selección en 1938 hasta las
sucesivas representaciones desde los años 90). Segundo, ámbito periodístico/académico
el interés por Barcelona ha visto más luces en lo periodístico sin embargo no han sido
sistemáticos sobre la significación de Barcelona (una muestra resulta este primer
trabajo). En este caso, el Barcelona real funge de narrador docto, de voz autorizada para
delinear sobre su equipo de allí su nombre de “Ídolo” por lo indescifrable, lo misterioso,
el ser “fenómeno Barcelona”; y tercero por un ámbito estatal tenemos los logros
futbolísticos en conjunto con sus héroes deportivos, populares (como mencionamos en
las fundaciones) resultan más representativos a nivel nacional que la acción estatal
caracterizado por la corrupción, las pugnas internas e incluso por sus cuestionables
administraciones.
Ya para nuestro tiempo desde los años 80´s - 90´s se da un proceso de
“golbalizacion”36 se ubica después de las distintas fundaciones ahora la épica, el
36
Ahora bien, en las últimas décadas, los flujos crecientes de capitales, información, bienes y personas,
que desbordan ampliamente las fronteras estatales, han puesto paulatinamente en cuestión la forma
estatal-nacional como comunidad político-cultural. Los procesos de globalización promueven una
reconfiguración de las relaciones entre identidades y territorialidades que se manifiestan en la
59
heroísmo se traslada de las canchas producto de los canjes, de las cuantiosas
contrataciones en suma de la movilidad tanto de jugadores, técnicos y dirigencia. De
este modo, lo único que no abandona, la que tiene “aguante” es la hinchada; el
Barcelona real. Ya no son estilos de juego ahora son formas de alentar.
Poco a poco, en la formación de jugadores [héroes populares] se evidencia la pérdida de
la importancia del ´lugar´ o el ambiente y de los conocimientos locales, constituidos
durante prolongados períodos de adaptación creativa al entorno ecológico y cultural
[...]. Se racionalizan y deslocalizan las técnicas corporales y las normas proxémicas
particulares de cada cultura, así como los valores éticos y morales que se les asocia,
elementos que hasta ahora eran considerados fundamentales al momento de definir los
´estilos de juego´ (Villena, 2001 citado en Conde, 2005: 21)
De aquí resaltamos ante la pregunta: ¿porque seguir al Barcelona? Vemos ante las
explicamos tautológicas que apelan a la pasión por un lado; como por la hinchada, por
otro lado. Ambas conforman dentro del universo Barcelona una representación de
vínculo nacional. Al referirse al Barce me comentan los hinchas.
Fabián dice:
Me despierto alegre cuando va jugar Barcelona no sé qué es algo que te nace a ti
mismo. Es algo que te nace ser hincha de Barcelona por aquí por allá. ¡¡Es algo
bonito¡¡.
Juanito menciona:
Yo me voy por alentar al equipo […] te deja la satisfacción de haber acompañado a tú
equipo es el único consuelo que tienes aparte de lo económico. Compartes con gente, te
emborrachas […] pasas nuevas experiencias. Cada viaje no va ser el mismo. [Son como
los gajes del oficio]. ¡¡Eso¡¡.
De estos testimonios podemos proponer el “ideario de la pasión” (Conde, 2001:11) o la
“pasión por el fútbol” (Alabarces, 2006:4) donde más allá de la carencia de palabras o
explicaciones plausibles que bien podrían ser vinculadas con una época caracterizada
por lo relativo o lo cambiante. Igualmente podemos otorgarle un posible retorno a
valores premodernos sin embargo tienen una importancia capital dentro de la cultura
futbolística (es acervo de todo equipo y esto sobrepasa al propio Barcelona). Como
muestra este cantico recogido en el Estadio Olímpico Atahualpa:
Vamos Barcelona, yo te vengo a ver
por siempre te seguiré
por siempre te alentaré
conformación de nuevas identidades sub, trans y supraestatales, lo cual tiene su contraparte en la erosión
del sentido común nacionalista con el que hasta el más profano de los seres humanos –con las
excepciones del caso, por supuesto– percibía, valoraba y actuaba socialmente. (Énfasis añadido) (Villena,
2003:260)
60
¡¡Vamos locos vamos ¡¡
Vamos Barcelona hay que ganar
que la vuelta queremos dar
y todos a festejar
¿Qué cosa?
Que ese bombillo puto [sé refiere al Emelec] ya no existe más
qué esa hinchada de a verga
Vamo a matar.
En este sentido, no podemos referirnos de un retroceso (razón/pasión) aunque sí nos
puede dar indicios sobre su conducta, en las significaciones simbólicas (los trapos; los
canticos), el fervor de culto por el equipo; las distintas jerarquías entre los hinchas; del
trabajo en equipo o de una posible exaltación patriótica.
Entonces estamos frente a un status híbrido, los participantes [los hinchas] no
categorizan como ritual este momento fuera del tiempo, contrariamente a una ceremonia
religiosa, en la que uno es perfectamente consciente. Se trata entonces de un ritual que
no es reconocido como tal por sus participantes, de un ritual sin exégesis, que hace más
que lo que dice. Que no dice y no se dice y que, para retomar la fórmula de LeviStrauss, se piensa en la cabeza de los hombres a pesar de ellos, secretamente. […] Pero
sí no nos explica para nada de dónde venimos y hacia dónde vamos, nos muestra
quienes somos consagrando y teatralizando los valores fundamentales que modelan
nuestras sociedades. Las identidades que compartimos y que soñamos, la competencia,
la performance, el rol de la suerte, de la injusticia, en el camino de una vida individual y
colectiva (Énfasis añadido) (Bromberger, 2000:2).
Como planteamos el rol de actor que tiene ahora las hinchadas podemos a su vez pensar
en una tribalizacion37 o una radicalización de la identidad. En su calidad de corazón del
equipo en especial, la Sur Oscura (en adelante SO) que vio la luz desde los años 80-90
(vaya coincidencia) por un grupo de rockeros en Guayaquil. Siendo la barra insigne del
Barcelona. El Borras (hincha del Deportivo Quito) se refiere:
He conocido algunas personas de algunas barras y cada cual tiene su propia manera de
ser incluso ahí se nota como es la diferencia entre los equipos. Pero hablando de los
barcelonistas en general ellos tienen una hermandad más profunda. Además que son
más numerosos, la mayoría de ellos han estado presos han tenido problemas graves con
la policía en fin han hecho muchas cosas un tanto fuera de la ley. Además que les
encanta la bronca, las drogas, el alcohol y el relajo eso unido a que al grupo que
conozco son rockeros ya por algunos años. Pero al mismo tiempo son profesionales
tienen sus trabajos su familia; amigos y saben manejar su adicción, como le dicen, al ser
hinchas de Barcelona.
Con motivo de la investigación se realizó un registro fotográfico en las cuatro
principales ciudades del país confirman las palabras de su ex presidente de Barcelona
Ante las principales críticas realizadas al término “tribal” (Maffesoli, 1990 citado en Alabarces, 2006)
esta lo propuesto por (Alabarces, 2006: 3,4) donde pone en duda como categoría dentro del ámbito
antropológico es decir como lo anacrónico en cuanto todavía se dan formas de socialidad comunitaria a
saber ya han sido desplazadas por la modernidad además las tribus se caracterizan por ser “inestables y
cambiantes” algo que no se da en el espacio futbolístico como venimos mencionando. Para lo cual
propone utilizar el término “tribu urbana”
37
61
Antonio Noboa: “somos locales en todas partes”. Tenemos la escenografía desplegada
por los trapos grabados con los nombres de dispares lugares del país como por la prolija
asistencia de los hinchas y las murgas (grupo de hinchas que cargan sus instrumentos en
especial de percusión: los bombos) existentes. De este modo, podemos resaltar el papel
épico desplazado en dos maneras: lo masivo (reemplazo de lo popular) y en especial por
la cobertura massmediatica. De esta manera, una posible medida de la grandeza está en
crear una otredad mediatizada; un “hinchismo institucionalizado” (Sodo, 2011) donde
resaltamos el escueto papel del periodismo deportivo ecuatoriano por responder al
“fenómeno
Barcelona”. Ambas producen un enlace que no poseen otros equipos
expresando “una hermandad más profunda”. Ya no se limita en su lógica histórica
producto de las primeras fundaciones ya sean por sus logros, hazañas conseguidos por
el Barcelona novelado en este momento están en correlato con una lógica
festiva/espectacularización desplegada por el Barcelona real donde funge de “lógica de
la práctica” (Bourdieu, 2007). El “aguante-fiesta” (Sodo, 2011) toma la forma de un
habitus.
[…] como principios generadores y organizadores de prácticas y de representaciones
que pueden ser objetivamente adaptadas a su meta sin suponer el propósito consciente
de ciertos fines ni el dominio expreso de las operaciones necesarias para alcanzarlos,
objetivamente "reguladas" y "regulares" sin ser para nada el producto de la obediencia a
determinadas reglas, y, por todo ello, colectivamente orquestadas sin ser el producto de
la acción organizadora de un director de orquesta. (Bourdieu, 2007: 86).
Juanito al preguntarle sobre la SO comenta:
Veras hay SO Guayaquil digamos es el centro. De allí hay SO Quito, SO Ambato, SO
Tulcán, [yo vi también SO Cuenca] si esa también. Ponte hay también SO Loja, SO
Tungurahua [son como filiales digamos depende de Guayaquil. ¿No?] Todas son filiales
dependen de Guayaquil. Digamos juegan en Ambato, la SO Ambato ellos se hacen
cargo […] Ponte viajan la SO Quito aquí mismo en el Olímpico se han escuchado dos
“murgas” cuando jugaron con el Nacional o era la Católica no recuerdo. Una parte
tocaba un gajo (grupos de personas no necesariamente de amigos) y otra parte tocaba
otro gajo.
En palabras de un dirigente de la Sur Oscura Guayaquil dice:
Tú ves el recibimiento de los extintores, los rollos, los globos, las bengalas que están
prohibidas. ¡Todo eso sale del bolsillo de nosotros¡ Nosotros tenemos que coordinar con
el resto de las filiales. Quito por favor apoyemos con 200 rollos. Hoy día Sábado
señores vengan no más lo que tocan la murga de todo el país que nosotros acá les pones
los bombos. Tenemos que organizarnos previamente. No es solamente de venir a cantar,
hacer relajo, empujarte y cosas así. Esto va durante, antes y después de los partidos
(Película de Barcelona - Estrella 14).
Bechal dice sobre la Sur Oscura como barra organizada:
La diferencia entre todas las hinchadas es que todo es autofinanciado absolutamente
todo. Banderas, los viajes. Lo que antes no prohibía la Federación Ecuatoriana de
62
Fútbol, las bengalas. Todo eso no nos da el equipo a diferencia de cómo nació la Muerte
Blanca (barra de la LDU) […] la primera bandera que tiene la Muerte Blanca es donada
por los Paz (Dirigentes, dueños del equipo Liga Deportiva Universitaria) en el 96 […].
De esta forma hoy en día ni los héroes ni la épica son de acá (esperemos que lo vuelva a
ser en algún momento), acaso son producto de transferencias cuantiosas o por los
torneos internacionales a competir donde manifiestan el papel de otras latitudes; por hoy
ya trasnacionales. Para nombrar, la actual plantilla de jugadores destaca el “Kitu”
Damián Díaz de origen argentino dentro del Barcelona novelado, igualmente no puede
estar por fuera del ambiente futbolístico/empresarial donde es la “marca Barcelona”
mientras el Barcelona real sigue creciendo y lo seguirá haciendo.38
3.1.3 “No me juegues Barcelona”: el regionalismo
Desde un espacio como los “productos populares” (Archetti, 2008:267) percibimos un
dialogo intercultural entre la Sierra y la Costa que van desde la comida, los vestidos, la
propia migración interna, el turismo, las producciones intelectuales/artísticas; todos
estos son significados culturales que han devenido en un mercado interno ideológico.
Para nuestro tema, los campeonatos de futbol se manejan de manera nacional es decir
los equipos se enfrentan en distantes ciudades de tal modo que las probables diferencias,
los estereotipos, el regionalismo tiene camino libre para circular sea desde los medios de
comunicación, la academia y en especial desde las hinchadas. De esta forma, considero
plantear además de la relación (mi equipo/mi ciudad) a una visión interpretativa de un
equipo de ámbito nacional como es quizá Barcelona.
Como planteamos líneas arriba Barcelona debe sus orígenes donde primó una
épica basada en héroes deportivos populares en conjunto con un estilo de juego que
apostó por el criollismo. Igualmente formalizó una idea de lo nacional ejerciendo de
“rito de institución” (Bourdieu, 1987) por ser un equipo tributario de sus logros resultan
en una línea demarcatoria en el ambiente futbolístico ecuatoriano. A su vez propusimos
una visión para nuestros tiempos sin distinción de equipos se debaten en una carrera
empresarial de tal modo que pasan a formar parte de una industria de entretenimiento
con capacidad de movilizar millones de personas. De este modo, la “adhesión [por parte
En una entrevista al ex presidente de Barcelona en el año 2012, Antonio Noboa se refiere: “En un
estudio realizado por Barcelona a pesar de 14 años [en el año de 1998 fue la última vez que Barcelona
conseguía un campeonato nacional. Lográndolo nuevamente en el año 2012] no ha decaído la hinchada
dentro de un universo de 5 millones de hinchas; Barcelona tiene un 65% (3,25 millones) […] Barcelona
tiene alrededor de 4000- 5000 socios […] mucha masa es el inconveniente de Barcelona”. Al respecto ver
video en YouTube: “Entrevista completa Antonio Noboa | Visión 360 II temporada.”
Para una reflexión sobre las motivaciones de los hinchas para no pertenecer al equipo a manera de socios.
Al respecto ver Sodo (2011: 155 y ss).
38
63
del hincha al equipo nacional o local] se interpreta como una muestra del carácter
democrático y popular del fútbol o, por el contrario, como un mecanismo de
legitimación espuria de las acciones estatales.” (Villena, 2003:245)
Como advierte (Alabarces, 2006) estamos ante una “tribalizacion de la
identidad” es decir partimos de una identidad nacional segmentada tanto desde el Estado
cuyo lugar a pretendido ocupar el mercado sin embargo tiene una resistencia a una
posible fragmentación como es el caso de las hinchadas dentro de los equipos de futbol.
De allí la importancia por crear posibles vínculos que manejen los hinchas barcelonistas
de Quito sobre su equipo más si esta relación está mediada por visos de regionalismo.
De tal modo como plantea (Geertz, 1973) la relación entre los hinchas Barcelonistas de
Quito con el Barcelona como equipo guayaquileño; ambos nos puede mostrar los
“repertorios culturales interiorizados” en cuanto a los valores, las representaciones que
realizan cada uno sobre las regiones vistas desde lo cultural aunque sin olvidar lo
planteado en cuanto a la Novela del Ídolo.
Lo que el [hincha Barcelonista] aprende allí es como se manifiestan el ethos de su
cultura y su sensibilidad personal (o en tal caso, ciertos aspectos del ethos como de su
sensibilidad) cuando se vuelcan exteriormente en un texto colectivo; aprenden que
ambas cosas están lo suficientemente cerca para articularse en la simbólica de un solo
texto como es la [Novela del Ídolo] (Geertz, 1973:369).
Fabián como persona emigrante de Manabí me comenta sobre los serranos:
Claro déjame acordar bien yo solo escuchaba de ahí yo no viví eso. Lo que más decían
eran más mala gente y me acuerdo clarito que los serranos era más mala gente
trataban mal a los trabajadores. Aun así me vine para aquí […] los manes solo van con
poncho no se bañan porque el agua es muy fría todo eso decían allí. No es que se bañan
enseguida.
Bechal refiere sobre Guayaquil y Quito:
Los guayacos son cada rato la fiesta por eso tiene dos fiestas (fundaciones) [risas]. Por
eso dicen que la gente de la Costa son más hijueputas. El cuerpo mismo es como otra
fisonomía, les gusta la joda, la farra mientras acá somos como calmados, trabajadores
bueno a veces.
El Borras comenta a su vez de manera extensa en cuanto a la relación
Quito/Guayaquil:
Son ciudades muy diferentes en casi todos los aspectos desde el clima, el tamaño en
comparación, la una de la otra, las costumbres, la comida, la forma de ser de su gente,
su historia misma y así una lista larga. Tal vez lo único que nos mantenga unidos es el
que pertenecemos al mismo país. Ahora lo extraño es que uno pensaría que como la
gente costeña es más abierta y más frontal en su manera de ser pues allá la mentalidad
sería igual […] En Quito la gente es más liberal y yo creo que se debe a que al ser la
capital del país concentra mayor variedad de población de otras provincias incluso de
otros países. Así que las culturas diferentes no llaman mucho la atención además de ser
64
la cuna de algunas revoluciones históricas en el país es como que los quiteños tenemos
esa cualidad de ser tranquilos y más abiertos a los cambios de los que son los
guayaquileños […].
De manera previa se percibe a Guayaquil como percibimos en los comentarios
mencionados, no están acotados en los hinchas barcelonistas de Quito, en este punto,
nos interesa conocer el “uso de [la] cultura como estereotipo” que con distintos usos,
circulan en toda la sociedad donde lo realiza en un “nivel concreto”; no como lo hace el
regionalismo39 que opera en un nivel abstracto (Andrade, 2003). De esta manera, nos
proponemos estudiar el papel que ocupan los estereotipos en clave de “pensando
pensamientos” (Geertz, 1973) en consecuencia de ser un lugar privilegiado tanto para
calificar/cualificar; cómo de reforzar la vigencia sobre una tal o cual forma de ser y
habitar tanto en la Sierra y la Costa cuyo centros regionales son Quito/Guayaquil. De
allí, el papel singular que ocupa la matria como región percibida-vivida (Frémont, 1976
citado en Giménez, 1999: 41) en el cual los “serranos” son trabajadores, cultos mientras
los “guayacos” es la farra, la fiesta. Tal es su eficacia simbólica producto de la
repetición y la mayor de las veces tiene su correlato en especial desde un ámbito laboral.
Los estereotipos constituyen omnipresente, si no dominante, conceptualizaciones sobre
las diferencias culturales. Expresan una perversa utilización del concepto de cultura, en
la medida en que niegan su diversidad interna, negar su naturaleza dinámica y
contradictoria, y congelar su contenido situado históricamente. Monos vagos, serranos
trabajadores. Las clasificaciones fáciles, los estereotipos hacen especialmente adecuado
para la circulación en toda la sociedad, desde redes de chismes para abrir la
radiodifusión en la esfera pública. […] El objetivo de los estereotipos a menudo radica
en intentar desacreditar al otro en su auto-representación. En otras palabras, la función
de tipo de imprenta es eficaz cuando se presume de tocar elementos centrales para la
percepción de la "cultura" de sus objetivos y, por lo tanto, emocional y social de
importancia para ellos (Énfasis añadido) (Andrade, 2002:236) Traducción mía.
De este modo, tomamos los estereotipos como versiones estáticas que niegan a la
cultura,
en su dinamismo (dialéctica) por ello han devenido en ser consideradas
ubicuamente en su capacidad de elaborar afiliaciones políticas concretas que tienden a
impugnar establecidas formas de poder. Así retomando, la cuestión regional está en
relación directa con la historia contemporánea ecuatoriana. De tal suerte que Guayaquil
se contrapone al centralismo capitalino, con más razón por el fracaso del Estado
ecuatoriano al proponer un posible proyecto de alcance nacional. Resultando en
“regionalismo político” (Maiguashca, 1994 citado en Mancero: 2013; 13).
Así, la construcción de un discurso autonómico, derivado de esta movilización
respondería a estrategias de reafirmación y relegitimación de las élites locales que, en el
39
Sobre una crítica más extensa sobre la noción de regionalismo y de la cultura política ecuatoriana como
categorías de análisis. Al respecto ver Andrade (2003); Andrade (1999); Ramírez (1999).
65
uso de una retórica confrontacionista, se instituyen a sí mismas como representantes
indiscutibles de los sentidos simbólicos e históricos de la memoria y la identidad locales
(Barrera, Ramírez y Rodríguez, 1999: 97 citado en Silva, 2013:57).
Avanzando hacia nuestra propuesta de “regionalismo sociocultural” consideramos los
estereotipos aunque desde una vertiente de aprendizaje pedagógico que bien nos pueden
dar señas de una conciencia sobre el status de pertenencia regional o también por un
posible compromiso activo militante. De esta manera, nos enfocamos en la “identidad
vivida”
(Bassand, 1990: 219-220 citado en Giménez: 1999; 43) donde confluyen
elementos que van desde los acontecimientos pasados que tiene relevancia para esa
colectividad como de lo patrimonial (tanto social o percibido como natural) y lo
proyectivo (en su calidad de actor que busca un vínculo hacia el futuro). Ya
puntualizando tanto la matria (Quito/Guayaquil) y lo que significa el ser hincha
barcelonista recogen las características de historia/patrimonio/proyectivo.
Juanito se refiere sobre si viviría en Guayaquil:
Hay gente y gente. Ponte a mí me gusta Quito. [Entonces no fueras de Guayaquil]. No
pana solo me gusta de Guayaquil es el equipo. De Guayaquil solo turismo no para vivir
[risas]. [De allí Guayaquil es bien denso ¿No?]. Si loco
Fabián comenta sobre Guayaquil:
Viví en Guayaquil no fue mucho serían 1-2 meses. Y no me gustó demasiado bastante
calor [ponte la gente tiene otra nota] la gente es más rayada, más dañada son los
guayacos. Yo en mi tierra (Manabí) me pongo a chupar y mi gente no me hace nada
mientras no te metas con nadie […] me ayudan y me van a dejar a mi casa […] en
cambio en Guayaquil primero te violan y luego te dejan en la casa [risas] ¡porque es
así¡ […]Si yo me fuera sería para pasear no para vivir. Más droga más de esas
huevadas.
En consecuencia, en base de lo propuesto por los hinchas barcelonistas de Quito además
por experiencia personal producto de la investigación; podemos deducir que la relación
con Guayaquil (sede de Barcelona) se da por un doble ámbito: primero, desde la
violencia real o ficticia que bien puede catalogarla como “ciudad peligrosa” y el ámbito
turístico visto como un proceso emprendido desde las elites guayaquileñas apostando
por la “regeneración urbana”40 con más “razón” producto de las pésimas
administraciones locales realizadas por el PRE (Partido Roldosista Ecuatoriano). En
especial de esta forma busca posicionarse como “nueva forma de regionalismo” frente
Sobre la “regeneración urbana” puede analizarse su puesta en acción como por sus efectos colaterales
(marginación, pobreza, violencia). Al respecto ver Allan (2010); Silva (2013); Pallares (2003); Paredes
(2003) y en especial por lo propuesto en cuanto vincular la Antropología con el ámbito político resultan
oportunos los textos de Xavier Andrade disponibles en la red.
40
66
al centralismo quiteño sin embargo si rastreamos los efectos de “maquillaje social”
están en correlación con el imaginario violento que se percibe en Guayaquil.
En el imaginario local, el fin del populismo [administraciones municipales del PRE]
supuso un cambio del atraso al progreso; del desorden y del caos al orden; de la
reconstrucción frente a la destrucción; de la estética de los vendedores ambulantes a la
estética de Miami; en fin de la barbarie a la civilización. Por eso es que las elites locales
tratan de emular los códigos de comportamiento económico, cultural y, sobre todo,
político de las potencias occidentales, pero como un simulacro de modernidad, es decir,
sin democratizar primero la sociedad (Allan, 2010:50).
En fin, los estereotipos tiene varias aristas de las cuales podríamos resaltar el
regionalismo aunque no necesariamente más si fijamos nuestra mirada en la actualidad
política. Desde el gobierno de Rafael Correa (2007) sé emprendió la rectoría hacia un
Estado nacional cuyo caballo de batalla nuevamente fue el cuestionamiento hacia
Guayaquil aunque en este caso supo capitalizar la violencia estructural 41 producto del
“modelo exitoso” cuyo adalid es Jaime Nebot.
Como venimos planteando no existe una relación exclusiva, univoca equipohincha; lo mismo para una persona con su ciudad. De tal manera, lo que podemos
proponer sobre lo acotado que nos resulta el regionalismo es más bien investigar por las
categorías nativas (estereotipos) que se encuentran circulando entre los hinchas
quiteños del Barcelona donde percibimos que confluyen formas de dirimir sobre las
complejidades del poder político más aún desde nuestros términos locales (matrias).
Así el futbol no solo es visto como un juego sino es más que un juego.
3.1.3.1 “Un solo Ídolo tiene el Ecuador”
Barcelona al consagrarse en una época concreta más el papel que buscan retomar las
hinchadas (nuestro caso la Sur Oscura) con su protagonismo, nos puede dar indicios
sobre lo que es una sociedad concreta como es la ecuatoriana. Nos invita a preguntarnos
sobre la relación, el dialogo con los otros equipos como de su alteridad, la cual
representan.
La composición social de los seguidores de un grupo de fútbol, como [las mencionadas]
en este texto, demuestra lo anterior. En otro aspecto, la persistencia de añejas
contradicciones en una sociedad concreta es susceptible de representarse una y otra vez
en un partido de fútbol entre equipos específicos.” (Fábregas, s/f: 8).
“[…] se debe asumir la premisa de que la violencia se manifiesta a través de distintas dimensiones
(política, estructural, simbólica y cotidiana) y las formas particulares en que estas dimensiones se
entrecruzan en contextos específicos expresando su carácter multifacético” (Bourgois, 2005 citado en
Dammert, 2008:5).
41
67
De entre las contradicciones en relación con las categorías nativas tenemos las que se
manejan en el país donde se ubican: ser “añiñado”; “pelucón”42 y “lo popular”; las
cuales tiene su expresión en tal o cual equipo. Para el caso del Emelec, como
representante de una identidad guayaquileña afín del progreso en sus inicios ahora es el
equipo acaudalado, es el equipo de los “aniñados” o lo mismo para catalogar a la LDU
como parte de la identidad quiteña arribista, por ser el equipo de las clases medias altas
siendo el equipo de los “pelucones”.
Juanito comenta sobre la LDU:
Yo no les odio de que sean de Quito yo he averiguado por los 12 años que no sé les
puede ganar [les odias por como son los hinchas] Si loco esos manes son abusivos sino
más que son dizque aniñados.
Bechal refiere al Emelec además apostilla unas palabras enigmáticas:
Emelec es el equipo de los pelucones, de los acaudalados si le cachas hoy desde este
gobierno tiene auspiciantes poderosos como es caso de PDVSA. Pienso en la diferencia
entre Barcelona y Emelec siempre ha sido que Barcelona fue utilizada como plataforma
política es creo que siempre, será la maldición de Barcelona […] ponte si te das cuenta
con la ayuda de Febres Cordero y los Noboa Naranjo (dirigentes Barcelonistas) es
donde se levanta el Monumental […] o de triste recuerdo “El Loco” (Abdala Bucaram)
siendo el presidente del Ecuador fue presidente del Barcelona al mismo tiempo [Ponte
por qué piensas que es así] Loco es una sucursal pequeña del Partido Social Cristiano o
el PRE o los últimos que fueron el PRIAN ahí están los Noboa (anteriores dirigentes de
Barcelona en el año 2012) […] siempre será, adolecerá de eso […].
En consecuencia, al reflexionar sobre Guayaquil si fuese tan violenta no podría darse las
condiciones básicas de convivencia entre sus habitantes ni las relaciones interpersonales
entre los hinchas barcelonistas de las distintas ciudades del país al momento de arribar
al “Monumental” más bien resultan en gajes del oficio de hincha barcelonista es:
“sobrevivir en el manso guayas”. Considero es la manera cómo puede posicionarse
como “alteridad del otro” (es la alteridad torera) sobre las demás matrias que buscan a
su vez posicionarse.
Estamos frente a la reconfiguración de la identidad social de [Barcelona] que se
sobrepone a la fragmentación. Es un proceso que Roberto Da Matta, escribiendo en
Brasil, ha logrado caracterizar como el paso de la identidad a la identificación (Da
Matta, 1982). Así se establece el medio por el que adquieren significado los símbolos
aportados por el futbol (Fábregas, 2006: 17).
Ambos términos [“añiñado” y “pelucón”] [son] categorías nativas en las cuales el lenguaje de la
masculinidad y su relación con el poder político se formulan atendiendo a términos locales […] intenta
recentralizar aspectos de clase en las representaciones que el pueblo hace de las elites, aspectos que
gracias precisamente a las manipulaciones populistas han tratado de ser erosionados” […] estás resultan
claves en un proyecto por disciplinar no solamente a los enemigos políticos, sino también a la gente
común” (Énfasis añadido) (Andrade, 2003:417)
42
68
Ahora lo que resulta en diacrítico desde la categoría nativa de “lo popular” (que deviene
en la popularidad) estamos ante “integraciones momentáneas” (Turner, 1990 citado en
Fábregas, 2006:19) a partir de la cultura aguante- fiesta y los indicios que brindan la
“Novela del Ídolo” basada en sus héroes deportivos, populares. Ambas son
representativas del Barcelona. Por ello deduzco el afán de formalizar una identificación
nacional (no una identidad nacional) a través de los trapos que “inscriben” la localidad
de donde vienen como consta en el registro fotográfico. Por ello es Sur Oscura [ciudad,
barrio, parroquia del país]. Es una suerte de recuperación de la Idolatría ahora como
“fenómeno Barcelona” bajo una modalidad mediatizada indescriptible (lo masivo)
donde se puede cualificar la grandeza en especial para el caso ecuatoriano. Así el “Sol
brilla más que el bombillo”.
Bechal comenta sobre lo que es ser Barcelonista quiteño en Guayaquil:
No la verdad no nada por ser Quiteño claro que te dicen serrano bobo o haya viene
cachetes rojos [risas]. No loco al contrario, la gente en los lugares que nos hemos
metido […] en la Perimetral, en Esmeraldas chiquito, a lo que eran antes las invasiones.
No al contrario con la camiseta de Barcelona en Guayaquil; bienvenido donde sea
brother.
Gráfico 9. “La banda del campeón: Manabí, Babahoyo, Tulcán, La Troncal,
Pastaza, Pelileo, Cuenca, Playas, etc…”
Foto realizada en el Estadio Bellavista en la ciudad de Ambato
Fuente: el autor
69
A MODO DE CONCLUSIÓN
Formulas preguntas
con semilla de respuesta
y conozco: ¿cuál es tú camino
de memoria?
Héroes del Silencio.
Esta sección debe los aportes que considero está brindando esta investigación y de vez
en cuando las posibles deudas que puedan quedarse en el camino.
Recogiendo las palabras del inicio de este trabajo, Barcelona no es solo un
equipo de futbol con una capacidad de llenar estadios; una cuantiosa recaudación en
taquilla; las cifras o comentarios copiosos en los noticiarios o ya gran parte por ser un
“socio estratégico” representando una de las empresas más lucrativas en la actualidad
sin embargo mi propuesta de dar señas de una historia legendaria en este caso vincular
un equipo como de su ciudad de origen en coincidencia con sus hinchas alrededor del
país, por este motivo, me quise desmarcar del flujo que circula en el mercado de valores
reivindicando a su vez el aguante o acaso la pasión fungen de custodios de la identidad
o de voces autorizadas que no producen ganancias sino de esas que solo dan al seguir a
tú equipo incluso en circunstancias adversas. De esta manera, yo resaltaría de la
presente investigación es su calidad de pensar en cabeza ajena aunque esta empresa
conlleva sus distintas complicaciones. Es el otro como actor, son los hinchas
barcelonistas quiteños sin embargo, me interesó comenzar sobre el plano del sentir
donde está ausente la “razón” o acaso son personas que están “habitando” de manera
plana, vertical o cuasi-fanática para con su equipo; en resumen por lo expuesto sobre el
aguante siento que queda unas palabras por mencionar. De este modo: ¿puede existir
acaso cabida para la crítica en vista tanto desde el desempeño deportivo como de lo
propuesto por los medios? Si criticas al equipo quedas como un “pecho frío” no
dispuesto a darte por el equipo aunque si te descuidas, los procesos emprendidos por el
equipo pueden quedar sin resolverse. Ante los dilemas o ampliando mi pregunta: ¿existe
la crítica en donde predomina una suerte de sentimentalismo?
Ya mirando casa adentro nos lleva a meditar por lo propuesto desde la
Sociología en nuestro país aunque existe trabajos que han aportado en la presente
investigación sin embargo han sabido poner agendas sobre lo que se debe investigar o lo
que es de importancia
para “nosotros” más no lo que puede ser relevante o de
trascendencia para las personas que estudiamos. De allí cierto reproche de algunas de
las personas que supieron “colaborar” en la investigación: “¿Alguna vez escribirían algo
70
sobre el Barcelona?” o “sería bueno que realices algo del Barce sería mostrar al Ecuador
profundo”. De esta manera, percibimos “el aguante” como objeto de estudio, ya no de
exclusividad ni manejo de los hinchas más bien reflexionando podría catalogarse su
nacimiento a la par de otras formas de colectividad (que no son solo las barras de los
equipos de futbol) como respuesta a una época de “modernidad líquida”. Igualmente es
una recuperación del compromiso militante fiel consigo mismo y que responde a sus
propios términos.
De esta manera, en coordinación con mi afinidad por el futbol (que está presente
en varios subtítulos de esta investigación) en clave con lo ya expuesto podemos
resumirlo en lo que representa en la actualidad: “lo único que no puede cambiarse es el
equipo”. Me indica la respuesta ante una posible pérdida de identificación como de la
identidad producto de las no tan poca insistentes campañas de marketing que tratan de
etiquetar, comprar tú “pasión”. En estos momentos, los hinchas
barcelonistas
responden a una suerte de “comunidad imaginada barcelonista”, si cabe el término; en
una superación del regionalismo, nos recuerda como una restitución de formas de
solidaridad que se pretendían ya olvidadas ante el avance de la modernidad en arreglo
de una creciente democratización debido a una mayor asistencia/presencia de mujeres
dentro de estos espacios “masculinos” (hecho que supone una investigación posterior).
Además como mencionamos líneas arriba: lo que hizo el equipo, lo hace ahora la
hinchada en recuperar unos rasgos culturales, en reconocer un ideal de unidad nacional
en dialogo tanto con una épica (el aguante) como de una epopeya (Novela del Ídolo)
que abarca a todos los trapos, conforme a banderas, que llevan como nombre el
Barcelona que a su vez se cobijan en una historia escrita en conjunto.
En este caso: al vestir como al sentir; la amarilla desde chico acompañado por
los tíos, pintando grafitis en el barrio, siendo jubilado que vivió las hazañas de su
equipo o ya sea perteneciendo a las filiales de la Sur Oscura todos ellos podrán ser los
elegidos para “llevar el verbo barcelonista” por las localidades más disimiles del país o
debido a la emigración, de esta forma, permite latir la lejana patria y en este caso
investigar está situación de socialización trasnacional está entre las deudas pendientes
que tiene está investigación.
De tal suerte, la añeja persistencia del regionalismo en la mente de unos cuantos
estudiosos que en parte han sabido reproducir estos estigmas o le han fijado como un
impedimento para una “adecuada” construcción de la democracia ecuatoriana sin
embargo desde la Novela del Ídolo conforman una escritura conjunta en distinción de
71
ser un acto personal o solitario; tras esta situación supe canalizar, enlazar espacios tan
lejanos e incluso disimiles donde las palabras, los conceptos, la Sociología, la historia
en fin pudo mirar tanto en retrospectiva como de visionario. Así los posteriores tiempos
como las antiguas glorias perviven. Igualmente mi experiencia en calidad de hincha me
ha aportado una mirada en donde la “pasión” puesta en relieve con “lo popular” como
categoría nativa permiten confluir en un sentimiento nacional mediante el cual, la
elección para la fundación de Barcelona sea en especial el 01 de Mayo 1925, así está
fecha nos permite una singularidad además no se circunscribe en una fecha que pervive
en base de la repetición en las revistas o en textos especializados. Por ello, desde una
historia no oficial como de sus “otras” fundaciones están en aptitud de disputarle al
poder: su poder. Es la capacidad de poder jugar en un segundo tiempo. De esta forma,
ya no solo se enmarca al Ecuador en pasados conflictos entre dos ciudades en particular
donde es restarle importancia a la diversidad, por mencionar, entre los mismos hinchas
barcelonistas quiteños (objetos de este estudio) en clave con los demás equipos/hinchas
capitalinos (en especial con la LDU) tiene unas implicaciones sobre el regionalismo aún
presentes y que son recogidas por uno de mis entrevistados:
LDU llega a marcar ese regionalismo loco ¡la verdad¡ Yo creo que entre el Barcelona y
la Liga lleva a marcar ese regionalismo […] la gente se va cargada de odio ¡y eso se
siente¡ Los cánticos, lo que ellos te dicen por estar puesto la camiseta de Barcelona […]
En un futuro me gustaría desde un trabajo de campo,
en consideración del
“regionalismo sociocultural”, entre ambas perspectivas, estar en posibilidad de poner en
observación sobre sus distintos matices que me queda por reflexionar. Igualmente entre
los Cuencanos, los Guayaquileños o los Ambateños; como lugares, matrias que con su
aporte significativo me permitan reflexionar sobre el Barcelona, claro, que desde mi
experiencia como hincha, puso también en evidencia que cada ciudad es una ciudad por
re-conocer, donde es posible percibir las distintas tensiones que se manejan entre lo
estatal/nacional y lo local/tribal más con énfasis en la excepcionalidad del Barcelona.
Aunque: ¿cómo fue posible sostener esa tendencia frente a la fragmentación? Considero
que el camino emprendido resulta en tarea de Teseo en el Laberinto del Minotauro
(coincidencia que el símbolo de Barcelona sea un toro), en este caso, desde el futbol
puede servirnos de hilo conductor en el cual Barcelona supo ser una “narración
biográfica sobre los ecuatorianos” a la par con lo realizado por “La Tri” en mostrar su
trascendencia en una tiempo determinado donde el Estado fue desnudado en sus más
crudas contradicciones por resolver al momento de plantearse: una nación, un
72
sentimiento nacional. Ambas experiencias saben dar señas, son una presencia no solo
para nosotros sino para el mundo sobre el “ser ecuatoriano” o bien debido a esta
identidad ecuatoriana todavía por interrogar en la cual nos reconocemos con cierta
autenticidad aunque sin serlo.
Barcelona ahora en el corazón de su hinchada a su vez bien nos puede llevar a
pensar que cada uno tiene su cancha, como su hinchada donde nos es el sentirnos
capaces de demostrarnos a nosotros mismos que a pesar de las adversidades podemos
sobrellevar nuestra “locura”, la “pasión”, el “aguante”; siendo la única llama capaz de
alimentar nuestros sueños más profundos. La locura como se dice de Dios tiene
extraños caminos. Ya no solo como visitantes ahora como locales. Al fin de cuentas: un
equipo como el Barce no se encuentra todos los días.
Pasaran los años, pasará la vida
aunque mi corazón no lata, tú serás mi alegría
yo solo a los jugadores les pido que dejen la vida
Yo desde las gradas te alentaré con mi voz partida
¡Dale Barcelona yo te vengo a ver¡
te llevo en el alma aunque yo me muera, no te dejaré
por ser mi pasión, yo te alentaré
y aunque pase el tiempo; tú serás siempre mi razón de ser
¡Dale Barcelo yo te vengo a ver¡
te llevo en el alma aunque yo me muera, no te dejaré
¡por ser mi pasión yo te alentaré¡
y aunque pase el tiempo; tú siempre serás mi razón de ser […]
Mi ciudad estaba muerta antes de nacer,
pura sangre desbocado,
detesto a los tibios de vocación,
y dicen que a la fuerza ahorcan,
cegados por la voz de la inexperiencia […]
y los placeres de la pobreza han vencido,
a mi burlada revolución
Los placeres de la pobreza
Héroes del silencio
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