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«Elementos parentéticos en la organización discursiva de la oratoria de Cicerón».

2009, T. Arcos Pereira, J. Fernández López & F. Moya del Baño (eds.), Pectora mulcet. Estudios de Retórica y Oratoria latinas, vol I, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, Colección Quintiliano de Retórica y Comunicación, pp. 247-258

Trinidad arcos Pereira Jorge Fernández LóPez Francisca Moya deL Baño (ediTores) ‘PecTora MuLceT’ esTudios de reTórica y oraToria LaTinas VoLuMen 1 Logroño 2009 ‘Pectora mulcet’ : estudios de retórica y oratoria latinas / Trinidad Arcos Pereira, Jorge Fernández López y Francisca Moya del Baño (editores) . – Logroño : Instituto de Estudios Riojanos, 2009 2 v. (1456 p.) ; 24 cm . – (Colección Quintiliano de retórica y comunicación ; 10) Contiene referencias bibliográficas D.L. LR 170-2009 ISBN 978-84-96637-68-9 (O.C.) ISBN 978-84-96637-69-6 (v.1) ISBN 978-84-96637-70-2 (v.2) 1. Retórica latina-Estudios y conferencias. 2. Oratoria latina-Estudios y conferencias. I. Arcos Pereira, Trinidad. II. Fernández López, Jorge. III. Moya del Baño, Francisca. IV. Instituto de Estudios Riojanos. V. Título. VI. Serie 821.124 Comité científico Jesús Luque Moreno (Universidad de Granada) Francisca Moya del Baño (Universidad de Murcia) Tomás González Rolán (Universidad Complutense) Rosa Iglesias Montiel (Universidad de Murcia) Consuelo Álvarez Morán (Universidad de Murcia) Carmen Guzmán Arias (Universidad de Murcia) J. Carlos Miralles Maldonado (Universidad de Murcia) Isabel Velázquez Soriano (Universidad Complutense) David Puerta Garrido (I.E.S. Luis de Góngora, Madrid) Trinidad Arcos Pereira (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria) Pedro P. Conde Parrado (Universidad de Valladolid) Jorge Fernández López (Universidad de La Rioja) Eustaquio Sánchez Salor (Universidad de Extremadura) Juan Mª Núñez González (Universidad de Oviedo) Estrella Fernández Graña (I.E.S. Elviña, La Coruña) Todos los textos incluidos en esta monografía han sido sometidos a evaluación por parte del Comité Científico. Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de esta publicación pueden reproducirse, registrarse o transmitirse, por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea electrónico, mecánico, fotoquímico, magnético o electroóptico, por fotocopia, grabación o cualquier otro, sin permiso previo por escrito de los titulares del copyright. Primera edición: mayo de 2009 © De los textos, los autores © Instituto de Estudios Riojanos (Gobierno de La Rioja) C/ Portales, 2 26001 Logroño www.larioja.org/ier © Cubierta: ICE Estudio, S.L. Imprime: Gráficas Isasa, S.L. - Arnedo (La Rioja) ISBN 978-84-96637-68-9 (O.C.) ISBN 978-84-96637-69-6 (v.1) ISBN 978-84-96637-70-2 (v.2) Depósito Legal: LR-170-2009 Impreso en España - Printed in Spain ÍNDICE VOL. 1 Prólogo Trinidad Arcos Pereira, Jorge Fernández López y Francisca Moya del Baño (editores) ............................................................... 1. LA 17 RETÓRICA LATINA DESDE SUS ORÍGENES HASTA NUESTROS DÍAS La Retórica hoy Alfonso Ortega Carmona ............................................................................... 23 La educación retórica en Cicerón. Los géneros en prosa Carmen Codoñer Merino ............................................................................... 33 Les genres littéraires dans l’Institution Oratoire de Quintilien: de la Rhétorique à la Poétique Jacqueline Dangel .......................................................................................... 65 El Rhetor y el Orator: enseñanza para la vida pública en Roma Juan Lorenzo .............................................................................................. 83 Del arte retórica al arte predicatoria Antonio Alberte González .............................................................................. 103 La Institutio Oratoria de Quintiliano: una retórica para el siglo XXI Tomás Albaladejo Mayordomo ....................................................................... 129 José Musso Valiente y la tradición clásica latina: la Real Academia Latina Matritense y sus traducciones de autores grecolatinos José Luis Molina Martínez .............................................................................. 151 2. RETÓRICA Y LINGÜÍSTICA Caracterización funcional del sintagma preposicional de + ablativo en latín clásico Juan Carlos Berdasco Valle ......................................................................... 171 Quintiliano y la Gramática Marina del Castillo Herrera ........................................................................ 183 Una propuesta de “concordancia crítica”: la Institutio Oratoria de Quintiliano Javier Fresnillo Núñez y Antoni Biosca i Bas .............................................. 197 Los rétores y la cantidad silábica: Cicerón, Quintiliano Jesús Luque Moreno..................................................................................... 203 El léxico en la Declamatio I, atribuida a Quintiliano, a la luz de la Institutio VIII y XII Mª Ángeles Robles Sánchez .......................................................................... 217 Retórica y pragmática: la expresión del complemento agente en Pro Milone Patricia Santos Guzmán ............................................................................. 231 Elementos parentéticos en la organización discursiva de la oratoria de Cicerón Luis Unceta Gómez ..................................................................................... 247 3. RETÓRICA Y LITERATURA El amor, soporte de la metamorfosis de la poética ovidiana Mª Consuelo Álvarez Morán y Rosa Mª Iglesias Montiel .............................. 261 Tópicos épicos de cuño virgiliano en el Arauco domado de Pedro de Oña Mª Dolores Castro Jiménez y Almudena Zapata Ferrer ............................... 277 El Agamenón de Petronio: un peculiar caso de hipocresía retórica. Apuntes hacia una línea de investigación Antonio A. Curado Ferrera ......................................................................... 291 Algunos aspectos retóricos de la humanitas. La persuasión a través del éthos y el páthos en Cicerón Javier Gómez Gil ......................................................................................... 301 Eloquio victa puella: a propósito de la palabra como instrumento de seducción Rosario Guarino Ortega .............................................................................. 315 Censorino, doctissimus artis rhetoricae? Mª Carmen Hoces Sánchez ......................................................................... 321 Marco Antonio, ‘parásito’ y ‘rufián’, en Cicerón (Filípicas II 6, 15) Matías López López ..................................................................................... 335 La alternancia de la oratio recta y de la oratio obliqua en los discursos intercalados de la historiografía romana Luis Pomer Monferrer .................................................................................. 345 Discursos deliberativos en las Res gestae Alexandri Macedonis de Julio Valerio: algunas observaciones Mª Carmen Puche López ............................................................................ 357 Ovidio Amores I 8: un ejemplo de discurso retórico María José Pujante Serrano......................................................................... 371 Diversas lecturas de un texto poético: a propósito del carmen 5 de Catulo Miguel Rodríguez-Pantoja........................................................................... 383 La técnica y la fuerza de la palabra en los Fastos de Ovidio: I 3-26 Mª Dolores Solano Solano ........................................................................... 397 4. HISTORIA/CULTURA: RETÓRICA Y SOCIEDAD El discurso deliberativo y la voz de la conciencia Juan Luis Conde Calvo ................................................................................... 409 Recursos retóricos en el discurso literario-musical María del Pilar Couceiro............................................................................. 423 Cuando el cuerpo se construye a través del lenguaje satírico, el caso de Juvenal Marcela A. E. Cubillos Poblete ..................................................................... 435 La materia retórica en la preceptiva clásica Eduardo Fernández Fernández .................................................................. 449 Recursos formulares en las Tabellae Defixionum Alejandra Guzmán Almagro ...................................................................... 461 La retórica jesuítica renacentista Juan Mª Núñez González ........................................................................... 471 El orador y su Musa Mª Luisa Picklesimer Pardo ......................................................................... 479 La obra retórica de Cicerón en el Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de La Laguna: ediciones y comentarios Carolina Real Torres y Francisco Salas Salgado .......................................... 489 Obras de retórica latina en Canarias en el siglo XVI: el fondo antiguo de la Biblioteca de la Universidad de La Laguna Francisco Salas Salgado y Carolina Real Torres .......................................... 499 5. ANTIGÜEDAD TARDÍA Y EDAD MEDIA: RETÓRICA Y ORATORIA EN LA TRADICIÓN CRISTIANA Y MEDIEVAL La transformación del texto de Cicerón en los excerpta del manuscrito Q I 14 de la Biblioteca del Monasterio del Escorial Carmen Mª Acero Viñas .............................................................................. 515 El tratamiento de la inventio en las artes poéticas medievales Ana Calvo Revilla........................................................................................ 529 Recursos retóricos en un poema latino cristiano Josep M. Escolà Tuset ................................................................................... 551 El prólogo de De altera vita de Lucas de Tuy Emma Falque .............................................................................................. 561 El proceso de inventio, dispositio y elocutio en la elaboración de los florilegios medievales Beatriz Fernández de la Cuesta González .................................................. 573 Inventio, dispositio, ordo rerum, etc.: huellas de terminología retórica en el De institutione musica de Boecio Francisco Fuentes Moreno........................................................................... 585 La actitud poética de Sedulio a través de la metáfora: el proemio del Carmen Paschale Mª Dolores Hernández Mayor ..................................................................... 599 Retórica y artes liberales en el De animae exsilio et patria de Honorio de Autun Guadalupe Lopetegi Semperena .................................................................. 613 Quintiliano: Institutio Oratoria; Boecio: Institutio Musica Jesús Luque Moreno........................................................................................ 627 El De schematibus et tropis de Beda y la cristianización de la retórica Francisca del Mar Plaza Picón y José Antonio González Marrero .............. 653 ANEXO 1 David Puerta Garrido, Trinidad Arcos Pereira, Ferrán Grau Codina y Pedro Rafael Díaz y Díaz ............................................................................ 665 VOL. 2 6. RETÓRICA, HUMANISMO Y RENACIMIENTO I La narración y el elogio en los Scholia in Aphthonii Progymnasmata de Juan de Mal Lara Trinidad Arcos Pereira y María Elisa Cuyás de Torres ................................ 731 ¿Un nuevo tipo de controversia? Didascalia multiplex, capítulo XIV Mª Teresa Beltrán Noguer y Ángela Sánchez La Fuente............................... 743 Las obras de retórica y oratoria de Cicerón en el Comentario a la Poética de Aristóteles de Francisco Robortello (1555) Jesús Bermúdez Ramiro .............................................................................. 753 El latín en las Lectiones Antiquae de Celio Rodigino Pedro Pablo Conde Parrado y José Luis Ruiz Miguel ...................................... 765 La recepción de la fórmula epistolográfica del saludo en las Epistulae Responsoriae humanísticas a las Heroidas de Ovidio Manuel Antonio Díaz Gito .......................................................................... 777 Eloquentia, ancilla philosophiae: la retórica según Diego de Zúñiga, OSA, (1597) y Rodrigo de Arriaga, SI, (1637) Mª Ángeles Díez Coronado .............................................................................. 789 Teoría y práctica de la imitación ciceroniana en el diálogo De iuventute de Sebastián Fox Morcillo Antonio Espigares Pinilla ............................................................................ 799 Mitología y retórica en la Giganthomachia de Francisco de Sandoval Mª Cruz García Fuentes.............................................................................. 817 Instrucciones retóricas en el Proxeneta de Gerolamo Cardano Miguel Ángel González Manjarrés .............................................................. 831 Gramática y estilo: deslindes retóricos en el comentario humanístico a la poesía Felipe González Vega .................................................................................. 843 Selección de autores clásicos y cristianos en la biblioteca de Eneas Spennazio. Toledo, Biblioteca del Cabildo, ms. 21-43 Iván Moya Rodríguez .................................................................................. 855 Retórica y poética: dos disciplinas convergentes en la tradición humanística José Luis Pérez Pastor y Jorge Sáenz Herrero ............................................... 869 7. RETÓRICA, HUMANISMO Y RENACIMIENTO II La retórica del cuerpo: Influencias clásicas en Domenico da Piacenza Zoa Alonso Fernández ................................................................................ 883 La ironía en Vives Joaquín Beltrán Serra ................................................................................. 895 La historia como opus oratorium en Giovanni Antonio Viperano Avelina Carrera de la Red ........................................................................... 911 Cuestiones retóricas en el comentario de Fonseca y Figueroa a la Andria Milagros del Amo Lozano ............................................................................ 927 Séneca el Viejo y Montaigne Arturo Echavarren Fernández .................................................................... 941 Los Barbari, Nicolás Biese y su Oratio pro bonis literis. Una sesión científica tormentosa en el Estudi General de València a mediados del siglo XVI José Mª Estellés González ............................................................................. 953 Un retrato en latín del primogénito de Felipe II a la luz de la retórica clásica. Elogio del padre mediante el denuesto del hijo Juan María Gómez Gómez ......................................................................... 963 La amplificatio en las retóricas sagradas hispanas de los siglos XVI y XVII José González Vázquez .................................................................................. 977 Retórica y Artes memoriae: la memoria en los Rhetoricorum libri quinque de Jorge de Trebisonda Luis Merino Jerez ........................................................................................ 983 El acercamiento retórico de los humanistas al teatro clásico: los scholia de Carolus Stephanus a la Andria de Terencio Manuel Molina Sánchez ............................................................................. 995 Cartas de Benito Arias Montano a Nicolás Plantino (1574-1586) Guadalupe Morcillo Expósito ...................................................................... 1007 La conciliación del Estado Moderno con la Retórica Clásica: la memoria de Fray Diego Valadés Delfín Ortega Sánchez ................................................................................ 1019 La proyección de la retórica en la Syruporum universa ratio de Miguel Servet, una censura diligenter expolita Mª Teresa Santamaría Hernández .............................................................. 1029 La Querela pacis de Erasmo en el epitalamio de Diego de Guevara en honor de Felipe II e Isabel de Valois Antonio Serrano Cueto................................................................................ 1043 8. RETÓRICA, HUMANISMO Y RENACIMIENTO III Séneca el Viejo y Quevedo Ignacio Javier Adiego Lajara, Esther Artigas Álvarez y Alejandra de Riquer Permanyer ....................................................................................... 1059 Retórica y oratoria: los discursos de Vicente Blas García Ferran Grau Codina y Xavier Gómez Font ................................................. 1073 Epigrama y soneto Carmen Guzmán Arias y Marcos Ruiz Sánchez ......................................... 1087 Cicero repraesentandus. El Pro Archia poeta de Cicerón en la enseñanza oratoria de Petrus Francius (Amsterdam 1645-1704) Chris L. Heesakkers ........................................................................................ 1099 Spes et fortuna valete. Retórica y tradición clásica en el epitafio de fray Antonio de Guevara Rafael Lázaro Pérez .................................................................................... 1113 Los discursos en la obra Argonautica Americanorum (1647) del jesuita alemán Johann Bissel Raúl Manchón Gómez ................................................................................ 1123 Implicación de las corrientes ascéticas hispanas del siglo XVI en los mecanismos de la retórica: los ejercicios espirituales y la evidentia César Domingo Martín Luis ........................................................................... 1135 El Diálogo de la Concepción de Nuestra Señora del Padre Bravo a la luz de los libros De Arte Poetica y De Arte Oratoria de Bartolomé Bravo Joaquín Pascual Barea .................................................................................. 1143 La Institutio Oratoria de Quintiliano, un soporte indispensable en la preceptiva de la Rhetorica de Gr. Mayans F. Jordi Pérez i Durà....................................................................................... 1157 El análisis fisiológico del predicador en el Examen de ingenios de Huarte. ¿Cuestión de selección o de ortodoxia? Mª Dolores Rincón González ......................................................................... 1171 Traducciones latinas de sonetos de Petrarca Marcos Ruiz Sánchez y Carmen Guzmán Arias ............................................ 1181 Concepto y funciones de la retórica según la enseñanza de Hernando Alonso de Herrera en su edición del Opus absolutissimum Rhetoricorum Georgii Trapezuntii cum additionibus Herrariensis María Asunción Sánchez Manzano ............................................................... 1195 La retorización del debate teológico: Cano vs. Sepúlveda Juan J. Valverde Abril ..................................................................................... 1209 9. PERVIVENCIA DE LA TRADICIÓN CLÁSICA: ACTUALIDAD DE LA RETÓRICA Y DE LA ORATORIA La Edad de Oro en Federico García Lorca: metamorfosis de un tópico Modesto Calderón Reina ................................................................................ 1225 Virgilio y la Compañía de Jesús: Juan Andrés y su Disertación en defensa del episodio de Virgilio sobre los amores de Eneas y de Dido J. David Castro de Castro ............................................................................ 1237 Briseida: construcción y evolución de un personaje Vicente Cristóbal López .................................................................................. 1251 La elegantia de Juvenco en el comentario arevaliano de la Historia Evangelica Mª Carmen Gil Abellán ............................................................................... 1267 La empresa, un espacio de habilidades retóricas: la retórica empresarial Mª del Mar Gómez Cervantes ...................................................................... 1281 Margaret Fuller: Los clásicos al servicio de la retórica femenina Ana González-Rivas Fernández .................................................................... 1295 La fortuna de la Oratio pro crepitu ventris: el deán Martí citado por Camilo José Cela Juan Ignacio Guglieri Vázquez ................................................................... 1307 La retórica antigua en internet Manuel López-Muñoz ................................................................................. 1323 El Arte poética de Horatio de don Luis Zapata Manuel Mañas Núñez ................................................................................. 1337 Metáfora y metonimia en la retórica latina: revisión en la actualidad Mª del Carmen Sánchez Manzanares ............................................................ 1359 Las Confesiones de San Agustín como fuente de la novela Vita brevis de J. Gaarder Alicia Soler Merenciano .............................................................................. 1375 Las operaciones retóricas de inventio y dispositio y la creatividad en el lenguaje publicitario Raúl Urbina Fonturbel ................................................................................ 1391 ANEXO 2 Jorge Fernández López, María Luisa Harto Trujillo, Violeta Pérez Custodio y José Miguel Baños Baños ...................................... 1411 ELEMENTOS PARENTÉTICOS EN LA ORGANIZACIÓN DISCURSIVA DE LA ORATORIA DE CICERÓN* LUIS UNCETA GÓMEZ Universidad Autónoma de Madrid 1. Introducción No será esta, sin duda, la primera ocasión en que se ponen en relación los intereses respectivos de la retórica clásica y la moderna pragmática. En un trabajo que empieza a gestarse allá por los años cincuenta del siglo pasado1, E. Coseriu llamaba la atención sobre el papel de la antigua retórica como uno de los modelos más arcaicos de «lingüística del texto». Por ello, hemos de situarnos en el plano de la expresión, en el ámbito de la elocutio, para captar elementos de lo que este autor denominó (intuición precoz y genial) «gramática transfrástica», y que hoy quedan incluidos bajo la etiqueta de pragmática, disciplina que, de manera genérica, puede entenderse como análisis del «discurso en acción». Y el género oratorio –huelga decirlo– constituye, por su propia naturaleza, un campo de estudio privilegiado. Puesto que se trata de un acto de ejecución dinámica y creativa, y dada la necesidad de adaptarse a las circunstancias que envuelven y condicionan la enunciación, esto es, por el componente de improvisación latente en toda puesta en escena oratoria, la eficacia del discurso depende Trabajo realizado en el marco del proyecto de investigación FFI2008-01611/FILO. 1. Véase la introducción, a cargo de D. DI CESARE, de la traducción italiana de la Textlinguistik: E. COSERIU, Linguistica del testo. Introduzione a una ermeneutica del senso, Roma, La Nuova Italia Scientifica, 1997. Muy completa es también la reciente edición en nuestra lengua a cargo de O. LOUREDA (Madrid, Arco, 2007). * 247 LUIS UNCETA GÓMEZ de sí mismo (forma y contenido), pero también, muy especialmente, del «sujeto enunciador» y de sus habilidades para hacerse presente ante el auditorio2. De tal modo, el discurso puede ser considerado una «acción verbal» en toda su dimensión, con una orientación ilocutiva y unas finalidades concretas (en la que caben, con todo, diversos actos de habla individuales3), regida por una serie de normas y convenciones. Ahora bien, pese a la idoneidad del corpus en algunos aspectos, conviene mencionar los problemas metodológicos que plantea. Tal como llega a nosotros, un discurso ciceroniano es el resultado de una triple elaboración, en la que alternan escritura y oralidad casi sin solución de continuidad4. El establecimiento de una frontera nítida entre lo oral y lo escrito es tarea ardua de por sí5, como lo es la delimitación de las relaciones que se establecen entre ambos y la dicotomía ‘formal’–‘coloquial’, que puede dejar su impronta en ambos cauces de transmisión. Así, según señala Fuentes6, existe la posibilidad de «encontrar un texto escrito en su concepción: una intervención parlamentaria, por ejemplo, que se oraliza en su transmisión. O un texto hablado que se transmite por lo escrito: una carta familiar». De ambos supuestos nos proporciona datos Cicerón, y de ambos nos serviremos para establecer un contrapunto. 2. Marcadores discursivos Partiendo del hecho de que «el rasgo básico de la oralidad viene a ser la inmediatez comunicativa y la interlocución en presencia»7, será útil el reconocimiento de los mecanismos que coadyuvan a la creación de una cierta sensación de oralidad y, adaptándose a la situación comunicativa, salvan el escollo de su transmisión escrita. Entre ellos, existe un grupo de elementos que, por su carácter idiomático, por su sintaxis poco integrada y por implicar –dada su función fáticoapelativa– la presencia de un interlocutor, proporcionan la antedicha impresión de oralidad. El presente trabajo se centrará en ciertos marcadores discursivos parentéticos, fijados en mayor o menor grado en el corte sincrónico elegido, 2. La capacidad de adaptarse a las circunstancias, el decorum, expresión conveniente, resulta por ello, en el pensamiento de Cicerón (cf. orat. 70 ss.), la clave del éxito para el orador. Véase F. DUPONT, L’orateur sans visage. Essay sur l’acteur romain et son masque, París, PUF, 2000, p. 42 ss. 3. Cf. P. QUETGLAS, «Aplicaciones de la pragmática al estudio del latín: los discursos de Cicerón», Anuari de Filologia (Secció D) 8 (1997), pp. 53-65, esp. 54 s. 4. Cf. J. BAYET, Literatura latina, Barcelona, Ariel (vers. esp. de J. I. CIRUELO), 19963, p. 133. 5. Resulta muy útil la consulta de J. POLO, «Lo oral y lo escrito: lengua hablada, lengua escrita, escritura de la lengua y dicción de la lengua», en El español coloquial. Actas del I Simposio sobre el análisis del discurso oral, Universidad de Almería, Servicio de publicaciones, 1995, pp. 73-99. 6. C. FUENTES, «Lo oral en lo escrito: los enunciados parentéticos», Moenia 5 (1999), pp. 225-246 (la cita en p. 226). 7. C. FUENTES, ibid., p. 229. 248 ELEMENTOS PARENTÉTICOS EN LA ORGANIZACIÓN DISCURSIVA DE LA ORATORIA DE CICERÓN que contribuyen a la realización de una petición, así como a la organización del decurso discursivo. Como características formales del enunciado parentético se debe señalar el hecho de constituir una estructura entonativa, entre pausas, sin ligazón sintáctica con el enunciado en el que se inserta, su libertad de posición y su fin comunicativo concreto: la introducción de un comentario del hablante. Su ámbito de validez lo liga al concepto de macroestructura textual, lo que lleva la citada autora a definir la categoría de parentético como «un enunciado libre que funciona como elemento del margen oracional sin otra marca transpositora que la disposición entonativa y sintagmática que interrumpe la oración anterior»8. En este sentido, junto a ciertas cláusulas completas, determinados verbos de petición reciben empleos fácilmente incorporables en esta categoría, al permitir aplicaciones realizativas9, de acuerdo con el concepto perfilado por Austin. Dichos verbos constituyen en tales empleos una suerte de «acotaciones», a través de las cuales el hablante indica a su interlocutor cómo ha de interpretar el enunciado que emite; esto es, explicitan por medio del léxico el acto ilocutivo que se está realizando. Por ello, por su significado léxico, y toda vez que la especialización en estas funciones discursivas ha activado un proceso de gramaticalización10, algunos de estos verbos pueden ser incluidos en la categoría de marcador del discurso, que Portolés11 define como «unidades lingüísticas invariables, [que] no ejercen una función sintáctica en el marco de la predicación oracional y poseen 8. C. FUENTES, «Estructuras parentéticas», LEA 20 (1998), pp. 137-174 (la cita procede de p. 162). 9. El término parece más apropiado que el préstamo performativo. Repárese en que no se trata de una categoría de verbos, sino de empleos concretos de ciertos lexemas. Sobre enunciados parentéticos trata el clásico trabajo de J.O. URMSON, «Parenthetical verbs», en E. Caton (ed.), Philosophy and ordinary language, Chicago-Londres, University of Illinois Press-Urbana, 1963, pp. 220-240. Centrados en el latín, pueden verse los trabajos de R. RISSELADA, «Latin illocutionary parentheticals», CILL 15 (1989), pp. 367-378; A.M. BOLKESTEIN, «Modalizing one’s message in Latin: ‘parenthetical’ uerba sentiendi», en CH.M. TERNES (ed.), Actes du Colloque Oratio soluta - Oratio numerosa. Etudes Luxembourgeoises d’Histoire & de Littérature Romaine 1 (1998), pp. 23-33; «Between brackets: (some properties of) parenthetical clauses in Latin. An investigation of the language of Cicero’s letters», en R. RISSELADA (ed.), Latin in use. Amsterdam studies in the pragmatics of Latin, Amsterdam, J. C. Gieben, 1998, pp. 1-17; D. LONGRÉE, «Verba sentiendi et modalisation de l’énoncé chez les historiens latins», en M. FRUYT & C. MOUSSY (eds.), Les modalités en latin, París, PUPS, 2002, pp. 77-93. 10. Sobre el concepto y su aplicación a la lengua latina, véase M. FRUYT, «La grammaticalisation en latin», en B. GARCÍA-HERNÁNDEZ (ed.), Estudios de Lingüística Latina. Actas del IX Coloquio Internacional de Lingüística Latina, Madrid, Ed. Clásicas, 1998, pp. 877-890. En casos como los de amabo, quaeso, obsecro, etc., quizá sea preferible hablar de «deslexicalización», al verse estas unidades desprovistas de su naturaleza verbal para entrar a formar parte de una categoría más cercana a la partícula (cf. H. ROSÉN, Latine loqui. Trends and directions in the crystallization of classical Latin, Munich, Fink, 1999, p. 181 y n. 10). 11. J. PORTOLÉS, Marcadores del discurso, Barcelona, Ariel, 20012, pp. 25 s. 249 LUIS UNCETA GÓMEZ un cometido coincidente en el discurso: el de guiar, de acuerdo con sus distintas propiedades [...], las inferencias que se realizan en la comunicación». Lo que verdaderamente interesa en ellos, pues, no es tanto su significado léxico conceptual, cuanto su valor de «procesamiento» y su orientación al interlocutor. Los elementos que nos ocupan, por completo equiparables a marcadores como esp. por favor, fr. s’il vous plaît, o al. bitte –cuyo origen se halla en el empleo realizativo de un verbo de petición–, son incluidos por Martín Zorraquino y Portolés en la categoría de enfocadores de la alteridad. «Se trata de un conjunto de unidades que coinciden en que apuntan, en su origen, fundamentalmente al oyente (oye, mira, etc.) y, en alguna ocasión, a ambos interlocutores (vamos). [...] Si preceden al miembro del discurso al que remiten, constituyen un enunciado autónomo; si van pospuestas a él, participan de la fuerza ilocutiva de este. [...] sirven, sí, para comentar el fragmento del discurso al que remiten –para mostrar la actitud del hablante respecto de este– pero, sobre todo, para señalar el enfoque de las relaciones con el interlocutor que establece el que habla –amistosas, corteses, etc.–»12. En el caso de los marcadores que nos disponemos a analizar, junto a funciones discursivas de tipo interaccional, es decir, no transaccional o de intercambio de información, hay que señalar el hecho de que constituyen, en su función de atenuación, un claro índice de cortesía negativa13. Y, como el mencionado por favor, poseen algunas restricciones combinatorias, pues solo pueden aparecer con enunciados dirigidos a la petición o a la propuesta, y no con aquellos meramente informativos o promisorios. El origen verbal de todos ellos permite una ventaja adicional de tipo deíctico –pues estos verbos codifican en sus sintaxis al interlocutor, aunque no aparezca expreso–, que aumenta la sensación de presencia y fortalece la comunicación. 3. Marcadores parentéticos de petición En su tratado El latín familiar, J.B. Hofmann14 presenta un completo elenco de expresiones encargadas de mitigar el grado de coerción de un mensaje directivo 12. M.A. MARTÍN ZORRAQUINO & J. PORTOLÉS (1999): «Los marcadores del discurso», en I. BOSQUE & V. DEMONTE (eds.), Gramática descriptiva de la lengua española, Madrid, Espasa, pp. 4051-4214 (cf. §63.6.4). 13. Según la terminología de P. BROWN & S.C. LEVINSON (Politeness. Some Universals in language usage, Cambridge, Cambridge University Press, 1997), esta se encarga de proteger la imagen negativa, libertad de acción que todo individuo reclama para sí, del interlocutor. 14. J.B. HOFMANN, El latín familiar (vers. española de J. Corominas), Madrid, CSIC, 1958, p. 200. 250 ELEMENTOS PARENTÉTICOS EN LA ORGANIZACIÓN DISCURSIVA DE LA ORATORIA DE CICERÓN cuyo empleo, menos extendido que el de las que aquí tratamos, no se halla del todo mecanizado y, por tanto, no pueden ser incluidas en la categoría de marcador con la que trabajamos: si modo tibi est commodum, si uacas, si tibi graue non erit, nisi molestum est, si forte non molestum est, nisi piget... Cicerón, no obstante, se sirve de otras tantas, encargadas, sistemáticamente, de estas funciones expresivas. Comenzaremos señalando las ausencias. Por una parte, las formas aglutinadas sodes y sis, elementos de gran funcionalidad y presencia en la comedia arcaica, se pueden dar por periclitados en época de Cicerón15. Rogo pertenece fundamentalmente al lenguaje familiar de las cartas, donde, como uerbum petendi, recibe con frecuencia empleos realizativos (contribuyendo a la creación de una interesante fraseología). Sin embargo, y a pesar de que con el paso del tiempo terminará por convertirse en el marcador parentético por antonomasia de época imperial16, carece de tales usos en la obra de nuestro autor. Y algo muy similar podemos decir de oro, cuyo empleo parentético es (salvo algún caso aislado como Att. 4.8ª.1: dic, oro te, clarius; Att. 11.2.3: oro, obsecro, ignosce) prácticamente inexistente. Existen otros atenuadores que funcionan exclusivamente en el registro coloquial y familiar propio de las cartas; la razón resulta evidente, si tenemos en cuenta su significado léxico: amabo, si me amas y si me diligis. Frente al primero de ellos, el atenuador propio del lenguaje femenino en la comedia arcaica y fuertemente gramaticalizado, las dos cláusulas condicionales muestran un menor grado de fijación. Ello se observa, por ejemplo, en la libertad que posee el giro si me amas para la introducción de variaciones y en la plena conservación de su contenido léxico: tu, si me amas tantum quantum profecto amas, expeditus facito ut sis, si inclamaro, ut accurras (Att. 2.20.5). «Tú, si me tienes el aprecio que ciertamente me tienes, procura estar dispuesto a acudir si te llamo.» 15. Al respecto, cf. HOFMANN, cit., p. 198. Se constatan, con todo, algunas apariciones, si bien siempre en combinación con ciertos imperativos fuertemente especializados en la realización de actos directivos, con los que crean combinaciones fijas del tipo age sis (cf. S. Rosc. 48; inu. 1.51; part. 44; Tusc. 2.3), caue sis (cf. Mil. 60) o adde sis (cf. Att. 6.1.23). En lo que a sodes concierne, salvo un único ejemplo (puto enim, in senatu si quando praeclare pro re publica dixero, Tartessium istum tuum mihi exeunti, ‘iube sodes nummos curare’. Att 7.3.11), en el que se podría pensar en la imitación de una variante regional, parece que el giro no aglutinado (cf. Verr. 2.3.41; Pis. 37; 65) tiene ya el valor de “si te atreves” (así lo defiende el propio Hofmann, pp.198 s). 16. Puede verse al respecto L. UNCETA, «Incidencia de factores pragmáticos en la evolución semántica del verbo rogare», en G. VIRÉ (ed.), Autour du lexique latin. Communications faites lors du XIIIe Colloque International de Linguistique Latine, Bruselas, Latomus, 2008, pp. 244-255. 251 LUIS UNCETA GÓMEZ Su valor condicional, no obstante, parece desvanecido. Así podremos encontrar el giro solapado con otras construcciones del mismo tipo, aunque todavía sujeto a variantes propiciadas por su significado: quam ob rem, si me amas tantum quantum profecto amas, si dormis expergiscere, si stas ingredere, si ingrederis curre, si curris aduola (Att. 2.23.3). «Por lo tanto, si me tienes el aprecio que ciertamente me tienes, si estás dormido, despierta; si estás parado, echa a andar; si ya andas, corre; si corres, vuela.» Ahora bien, en los casos en los que lo veamos actuando inequívocamente como inciso, podrá ocupar cualquier posición, con total autonomía: librum, si me amas, mitte (Att. 12.6.2). «Mándame, si me aprecias, el libro.» Prueba también de encontrarse en vías de gramaticalización es la posibilidad de introducir una corrección a una petición anterior. Repárese además, en el siguiente ejemplo, en la cortesía con la que esta se realiza, así como en el valor anafórico del realizativo rogo con el que se cierra la secuencia: gratissimum mihi igitur feceris si ad eum ultro ueneris [...]; sed, si me amas, quam primum. hoc te uehementer etiam atque etiam rogo (Fam. 7.21.1). «Te estaría muy agradecido si fueras a verlo [...]; pero, si me aprecias, hazlo cuanto antes. Esto te lo pido muy, pero que muy encarecidamente.» Por lo que respecta a si me diligis, es posible hacer observaciones similares, si bien su presencia es bastante menor: sed si me diligis, si a me diligi uis, ad me litteras, ut quam primum laetitia adficiar, mittito (Fam. 3.9.2). «Si me estimas, si quieres que yo te estime, envíame una carta en cuanto te llegue esa satisfacción.» cura, si me diligis, ut ualeas et, cum te bene confirmaris, ad nos uenias (Fam. 16.13.1). «Procura, si me estimas, cuidarte y ven a vernos cuando te mejores.» Amabo se halla por completo ausente del lenguaje de los discursos, pero encuentra una tímida representación en la epistolografía, casi siempre en la forma plena amabo te y acompañando a un imperativo que puede seguirlo o antecederlo: cura, amabo te, Ciceronem nostrum (Att. 2.2.1). «Cuida, te lo ruego, de nuestro Cicerón.» amabo te, incumbe in eam rem et ad me scribe quid et possit et tu censeas (Att. 5.17.4). «Por favor, dedícale tiempo a este asunto y escríbeme qué opinas y qué posibilidades hay.» Reservado en principio al lenguaje femenino (cf. de orat. 2.278), adquiriría, en boca de un hombre, un contenido afectivo que podemos equiparar al empleo del diminutivo, reservado en principio al registro familiar de un contexto íntimo: 252 ELEMENTOS PARENTÉTICOS EN LA ORGANIZACIÓN DISCURSIVA DE LA ORATORIA DE CICERÓN sed amabo te, mi Attice (uidesne quam blande?), omnia nostra, quoad eris Romae, ita gerito, [...] (Att. 16.2.2). «Pero, te lo ruego Ático mío (¿ves con qué delicadeza?), mientras estés en Roma gestiona así todos mis asuntos.» que podría terminar redundando en un valor claramente intensivo en algunas ocasiones17: numquam putaui fore ut supplex ad te uenirem; sed hercule facile patior datum tempus in quo amorem experirer tuum. Atticum quanti faciam scis. amabo te, da mihi et hoc, obliuiscere mea causa illum aliquando suo familiari, aduersario tuo, uoluisse consultum, [...] (Att. 16.16c.1). «Jamás pensé que tendría que suplicarte; pero, ¡por Hércules!, soporto sin problemas que haya llegado el momento de poner a prueba tu amistad. Sabes lo que quiero a Ático. Te lo ruego, concédeme también esto: no tengas en cuenta, hazlo por mí, que él quiso en una ocasión apoyar a un allegado suyo, pero enemigo tuyo.» Frente a estas fórmulas, dos lexemas verbales, plenamente funcionales en los discursos, se han especializado en la expresión parentética de la atenuación de un acto directivo, a la par que, por su significado, permiten la explicitación de la actitud del hablante con respecto a lo enunciado. Para Risselada18, los parentéticos obsecro y quaeso muestran un espectro ilocutivo amplio, pues suponen, básicamente, una llamada de atención al interlocutor; con todo, pese al carácter idiomático que llegarían a adquirir, es de suponer que su significado conceptual nunca se perdiera por completo, lo cual privilegiaría su combinación con actos de habla de tipo directivo y, en particular, petitorios. Así ocurre con obsecro, elemento connotado como registro elevado, pese a su reiterada aparición en el habla coloquial. Tal precisión queda asegurada por su origen en el vocabulario de la técnica sagrada. Por ello, parece ligado al estilo elevado propio del foro19, donde se emplea frecuentemente en esquemas parentéticos. Aunque tiene funcionalidad léxica como verbo pleno20, en no pocas oca- 17. Según R. RISSELADA (Imperatives and other directive expressions in Latin. A study in the pragmatics of a dead language, Amsterdam, J. C. Gieben, 1993, p. 84), amabo transmite un contenido de urgencia claro. 18. R. RISSELADA, 1989 (cit.), pp. 373 ss. 19. La situación, con todo, es muy similar en la correspondencia, donde es más frecuente encontrarlo funcionando como inciso que en construcción plena. Algunos ejemplos: quam ob rem obsecro te, mi Tite, eripe hunc mihi dolorem (Att. 9.6.5); oro, obsecro, ignosce (Att. 11.2.3); sed quid haec leuia curamus? Attica mea, obsecro te, quid agit? (Att. 13.13[14].3). La presencia de obsecro en la correspondencia se explica, según J.N. ADAMS («Female speech in Latin comedy», Antichthon 18 [1984], pp. 43-77; esp. 59 s.), por su carácter intensivo. 20. Muy adecuado para la formulación de una solicitud respetuosa al jurado: quapropter uos oro atque obsecro, iudices, ut attente bonaque cum uenia uerba mea audiatis (S. Rosc. 9). 253 LUIS UNCETA GÓMEZ siones lo encontramos en la posición que nos interesa, acompañando a un imperativo, tanto solo: [...] noli, obsecro, dubitare, C. Caesar, similem illi gloriae laudem quam saepissime quaerere (Lig. 37). «No dudes, te lo ruego, César, en buscar, tantas veces como puedas, una alabanza similar a esa gloria.» obsecro, Caesar, repete illius temporis memoriam, pone ante oculos illum diem (Deiot. 20). «Te lo ruego, César, trae a la memoria ese tiempo, trata de visualizar aquel día.» como en construcciones de copia dicendi21: oro atque obsecro uos qui nostis, uitam inter se utriusque conferte, [...] (Q. Rosc. 20). «Os lo ruego muy encarecidamente a vosotros que lo conocéis: comparad las vidas de ambos.» Buena prueba de su funcionamiento como enfocador de alteridad resulta además su combinación con oración interrogativa: deinde uos obsecro, patres conscripti, quis hoc uestrum non uidet quod Fortuna ipsa quae dicitur caeca uidit? (Phil. 13.10). «Además, os lo ruego, decidme senadores, ¿quién de vosotros no ve eso que ve la propia fortuna, de la que se dice que es ciega?» Con todo, el parentético por antonomasia de los discursos de Cicerón es quaeso, empleado como tal desde la comedia arcaica. Su sistemático empleo en 1 p. sing. pres. ind.22, así como su rechazo a la subordinada introducida por ut 23 delatan su carácter formulario e idiomático. Es posible, por otro lado, según apunta Hofmann (p. 190), que ya en el s. I a.C. se sintiera como arcaísmo24, lo que le conferiría un cierto carácter de distinción. En cualquier caso, parece que, en contraposición con la unidad anterior –notoriamente intensiva–, quaeso está investido de un valor más neutro, según se deduce de su repetido empleo en el lenguaje coloquial y familiar (su presencia en las cartas es equivalente a la situación que encontramos en los discursos). Ello hace de él un marcador discursivo 21. Cf. además, con oración de ut, la siguiente combinación: qua re uos obtestor atque obsecro ut, si me saluum esse uoluistis, eos conseruetis per quos me reciperauistis (Sest. 147), que sin duda resultaría intensiva y altisonante. 22. H. PINKSTER (Sintaxis y semántica del latín [vers. esp. de Mª.E. TORREGO & J. DE LA VILLA], Madrid, Ed. Clásicas, 1995, p. 265, n. 57) señala como única excepción el quaesumus de leg. 1.6. 23. Podemos, con todo, encontrar esa construcción en Quinct. 24; 36; 79; S. Rosc. 11; 45; 192; Tull. 26; Caecin. 10; Cluent. 8; 66; Rab. perd. 38; Arch. 3; Flacc. 65; dom. 147; o con ne: Cluent. 11; p. red. in sen. 1; Sest. 119. Destaca también la combinación quaeso oroque ut (Phil. 7.8). 24. Cf. Att. 12.6.2. Desde luego lo es para Quintiliano (cf. inst. 8.3.25). 254 ELEMENTOS PARENTÉTICOS EN LA ORGANIZACIÓN DISCURSIVA DE LA ORATORIA DE CICERÓN muy adecuado para el «estilo medio» (genus mediocre), según nos ilustra el autor de la Rhetorica ad Herennium: cum deliberassent nobiscum bellum gerere, quaeso, quae res erat, qua freti bellum suscipere conarentur (Rhet. Her. 4.13.11). «Cuando decidieron declararnos la guerra, decidme, qué era aquello en lo que se apoyaban tan confiados para emprenderla.» Sin embargo, tal hecho no resulta óbice para proporcionar al mensaje una coloración lo suficientemente cortés y respetuosa que permita atenuar las indicaciones dirigidas a los jueces de la causa: nolite, quaeso, iudices, breuitate orationis meae potius quam rerum ipsarum magnitudine crimina ponderare (Verr. 2.1.42). «No juzguéis, por favor, jueces, las acusaciones más por la brevedad de mi discurso que por la importancia del asunto en sí.» o incluso a los dioses, pues no en vano su presencia es casi indispensable en las plegarias más antiguas que nos han llegado: o di immortales, auertite et detestamini, quaeso, hoc omen! (Phil. 4.9). «Dioses inmortales, alejad, conjurad, os lo ruego, este presagio.» Cuando la situación lo requiera, la geminación del imperativo, por ejemplo, podrá ser la encargada de intensificar la solicitud: recita. [...] dic, dic, quaeso, clarius (Verr. 2.1.143). «Lee. [...] Habla, habla, por favor, más alto.» Por lo general, según estamos viendo, su posición habitual es la posposición al imperativo. Pero no faltan los casos en los que lo precede: quod quo facilius argumentis perspicere possitis, rem gestam uobis dum breuiter expono, quaeso, diligenter attendite (Mil. 23). «Para facilitar vuestra reflexión en torno a las pruebas, mientras que os explico brevemente lo ocurrido, atended, por favor, con atención.» E incluso podrá quedar considerablemente alejado de la indicación, debido a la inserción de complementaciones de variado tipo: quaeso, pontifices, et hominem cum homine et tempus cum tempore et rem cum re comparate (dom. 130). «Por favor, pontífices, los hombres, los momentos y los asuntos comparad.» La llamada de atención al auditorio que hemos visto en el recién citado ejemplo del Pro Milone es un recurso frecuentemente empleado por Cicerón, no solo para estrechar el contacto con el público y comprobar la eficacia de la transmi- 255 LUIS UNCETA GÓMEZ sión, sino, de manera convencional, para introducir un segmento del discurso en el que se va a ofrecer la narración de unos hechos, con lo que se favorece una transición. Su contribución a la construcción de la estructura discursiva es, por tanto, evidente. Pero aún hay más: dada la asiduidad con que se emplea la fórmula attendite / cognoscite, quaeso, se podría hablar incluso de una expresión técnica propia del lenguaje de la oratoria forense: sed prius ut ab initio res ab eo constituta sit, quaeso, cognoscite (Verr. 1.1.16)25. «Pero antes, enteraos, por favor, de la manera en que él ha preparado el asunto.» attendite, quaeso, iudices, quanto opere istius amentiae Fortuna ipsa aduersata sit, [...] (Verr. 2.2.98)26. «Atended, por favor, jueces, con qué gran ahínco la propia fortuna se ha resistido a la locura de este.» Y, de nuevo, su funcionamiento como enfocador de alteridad queda asegurado por su empleo, con fuerza ilocutiva inquisitiva, en combinación con oración interrogativa: quid, quaeso, eius intererat? (S. Rosc. 96). «Y, dime, ¿eso a él qué le concernía?» En esta función, fuertemente automatizada, podrá recibir formulaciones esquemáticas como la siguiente: quid tandem, quaeso, iudices? (S. Rosc. 118). «En fin, jueces, decidme ¿qué os parece?» Y el mismo efecto inquisitivo podrá ser conseguido en combinación con el imperativo dic27: quis tam remotus fuit a cupiditate? dic, quaeso, cetera (Verr. 2.1.106). «¿Quién ha estado más alejado de la codicia? Cuéntanos, por favor, el resto.» Sin embargo, por razones diversas, estos lexemas dejaron de emplearse pronto y marcadores de otro tenor hicieron su aparición a medida que estos iban sufriendo un desgaste expresivo. En gradación ascendente en lo que a su índice de aparición respecta, encontramos por último tres enunciados parentéticos, diferentes de los analizados hasta aquí, pero con idénticas funciones discursivas. 25. Cf. Verr. 2.2.98; 2.3.53; 2.3.106; 2.3.167; 2.3.170; 2.5.25; leg. agr. 2.75; 2.95; Flacc. 20; 46. 26. Cf. Verr. 2.3.100; 2.3.196; 2.4.103 (en combinación con audite; cf. Tull. 24); 2.5.42; Phil. 12.23. 27. Con respecto a las interferencias, nocionales e intencionales, entre las acciones verbales de petición y pregunta, puede verse L. UNCETA, «Peticiones y preguntas: interferencias entre dos intenciones comunicativas afines y su reflejo en el léxico latino», en Actas del XI Congreso Español de Estudios Clásicos, II, Madrid, SEEC, 2005, pp. 689-695. 256 ELEMENTOS PARENTÉTICOS EN LA ORGANIZACIÓN DISCURSIVA DE LA ORATORIA DE CICERÓN En primer lugar, aunque hubiera sido esperable, vemos que la expresión si lubet no llegó a fraguar como atenuador en el sistema. Un solo ejemplo nos proporciona la obra del arpinate: adde etiam, si lubet, pernicitatem et uelocitatem, [...] (Tusc. 5.45). «Añade también, si te complace, la ligereza y la velocidad.» Junto a ella, mayor representación encuentra si tibi uidetur, cuyo valor como parentético de cortesía negativa resulta bastante neutro y lo capacita para aparecer tanto en ámbito público como privado y familiar28. En los discursos, aparece combinado con formas directivas diversas: ‘nunc hoc uelim cures29, si tibi uidetur, quod dixisti’ (Quinct. 19). «Ahora, si te parece, querría que te ocuparas de lo que me habías dicho.» responde, si tibi uidetur. in fundum Caecina utrum tandem noluit, an non potuit accedere? (Caecin. 48). «Responde, si te parece; ¿acaso Cecina no quiso o no pudo entrar en la propiedad?» Por último, la fórmula si tibi placet, presente ya en Plauto (cf. Capt. 1034: si uobis placet), va experimentando una automatización de su empleo cada vez mayor. Según Hofmann (p. 199), aparece usado de manera absoluta ya en Afran. com. 355 y Pompon. Atell. 65. Con todo, en la obra de Cicerón parece que no se encuentra plenamente gramaticalizado. Su muy escasa presencia en las cartas, unida a su frecuencia de aparición en las obras filosóficas, delata su carácter selecto y propio de un registro elevado. La composición marcadamente dialógica con que se organizan estas últimas, nos permite apreciar uno de los valores que, con mayor frecuencia, se le asigna: el de la expresión de la propuesta. En este 28. Cf. Fam. 4.5.4; 7.23.4; 11.20.3; Att. 9.7b.2; 12.17.1; 13.37a.1; 15.11.1. Y ello aunque para HOFMANN (cit., p. 200) sea más selecta y distinguida, «y por lo tanto difícilmente propia de la lengua usual». Variaciones de la fórmula como si (tibi) uidebitur (presente en exclusiva en las cartas; por ejemplo, con un interesante futuro yusivo, Att.8.6.2: tu, si tibi uidebitur, dabis operam ut quam primum ad nos uenias; cf. Frontón p. 89, 22N), si iam uidetur (Verr. 2.4.66; cf. Catull. 61.97), citadas por este autor, nos inclinan a pensar en un escaso grado de fijación. 29. Sobre la especialización de uelim + subjuntivo en la realización de actos directivos y su importancia en el estilo ciceroniano, cf. RISSELADA, 1993, cit., p. 241. En combinación con el atenuador parentético que nos ocupa, aparece también en de orat. 2.297 (nunc, si tibi uidetur, Antoni, demonstres uelim) y ad Q. fr. 3.1.7 (quod ad Pomponiam, si tibi uidetur, scribas uelim). Y el mismo atenuador puede combinarse con el empleo realizativo de un verbo de ‘petición’: qua re, Caesar, ego quoque hoc a te peto, ut, si tibi uidetur, disputes de hoc toto iocandi genere quid sentias (de orat. 2.233). 257 LUIS UNCETA GÓMEZ cometido, su funcionamiento como organizador de la estructura discursiva para el establecimiento de una transición resulta también claro30: quae cum ita sint, ad ipsas iam leges ueniamus, si placet. {Atticus} mihi uero et istud et ordo iste rerum placet (leg. 3.5). «Y, siendo esto así, pasemos ya, si te complace, al propio contenido de las leyes. {Ático} Claro que me complace, y también esta manera de organizar la materia.» Pero, según se observa, su valor es todavía tributario de su significado léxico, siendo lícito en ocasiones dudar de la pertinencia de su lectura interaccional. Sí comparte, sin embargo, con las cláusulas parentéticas analizadas la misma tendencia a su combinación con imperativos u otras formas típicamente directivas, lo que fomentará el desarrollo de funciones atenuantes. ad eos me scribas reuoca, si placet, noli hos colligere [...] (Verr. 2.3.184). «Envíame ante esos secretarios, si te complace, pero no reúnas a esos [...].» adde etiam illud, si placet: tum est condemnatus cum esset iudex quaestionis (Cluent. 89). «Añade, si te place, también esto: que fue condenado cuando ejercía de juez.» tuum, si placet, reditum cum meo conferamus (Pis. 51). «Comparemos, si te complace, tu regreso con el mío.» A la vista de los ejemplos reproducidos, se podría postular como valor originario de la fórmula la solicitud de permiso, contenido evidente en el siguiente: satis, si ita uis, fortasse naturae, addam etiam, si placet, gloriae (Marcell. 25). «Suficiente quizá, si así lo quieres, para la naturaleza; añadiré incluso, si te parece bien, para la gloria.» Con todo, y según muestran sus descendientes romances (fr. s’il vous plaît, cat. sisplau) su especialización en las funciones discursivas que nos ocupan será imparable. Y ello nos pone en guardia, además, sobre la necesidad de tener en cuenta una gran diversidad de elementos heterogéneos, si lo que se pretende es conseguir un inventario completo de marcadores discursivos. En esta categoría han de incluirse, no hay duda, partículas con una categoría cercana o deudora de lo adverbial, pero también lexemas verbales usados en posición parentética e incluso auténticas cláusulas, cuyo uso asiduo va fortaleciendo un valor interaccional en detrimento de su significado léxico original. 30. Junto al fragmento citado, pueden verse también, en la misma línea, de orat. 1.133; part. 2; 70; Brut. 122; 262; orat. 179; rep. 1.60; 1.70; 2.70; etc. La inclusión del hablante en el contenido de su mensaje que delata la 1 p. pl. implica que el acto de habla realizado tenga un valor más bien comisivo; pero tampoco puede rechazarse la posibilidad de una lectura plenamente directiva. 258