1 El Carnaval Cubano y su música
El Carnaval cubano y su música
Armando Rodríguez Ruidíaz
Sinopsis
La información sobre la historia del carnaval cubano, así como la música y las
actividades relacionadas con éste, no es abundante, y este trabajo intenta resumir ciertos datos
relevantes tomados de diversas fuentes sobre sus características generales, ofreciendo un
panorama integral y coherente a los interesados en el tema.
En este ensayo se hace énfasis en el componente organológico y musical de las
festividades carnavalescas en Cuba, y se abordan también otros aspectos relacionados con su
evolución histórica y sus diferentes modalidades regionales.
Los primeros tambores africanos
Aunque el mestizaje del negro y el blanco comienza en Cuba con la llegada a la isla de
las primeras esclavas africanas hacia 1550,1 sus culturas se mantuvieron relativamente
independientes durante cientos de años, ya que los esclavos no tenían acceso a las tradiciones
culturales de sus amos, y los españoles percibían a la cultura africana como bárbara y primitiva,
indigna de cualquier consideración. Todavía en el siglo XIX, la siguiente descripción de una
fiesta de esclavos, incluida en un relato por el catalán Francisco Baralt, pone en evidencia una
imagen muy negativa de las manifestaciones culturales del africano. Según Baralt: “esos bailes
[africanos] tienen un aspecto tan extraño, por el lugar, la hora y los personajes que los ejecutan,
que aún a los mismos que los presencian todos los días les produce una sensación bien difícil de
expresar: no se sabe si es curiosidad o repugnancia, si atrae o repele su carácter salvaje y
primitivo que parece poner entre esas fiestas y las reuniones y saraos de los hombres civilizados
la distancia que media entre el diluvio y la época que alcanzamos.”2
La música de los africanos que llegaron a Cuba como sirvientes o esclavos desde la
propia España, o directamente desde África, fue solamente permitida desde el inicio de la
colonización dentro del ámbito de ciertas sociedades de ayuda mutua y fraternidades religiosas
cuya fundación se remonta al siglo XVI.
1
2
Fernández Escobio, Fernando: Raíces de la nacionalidad cubana, Miami, Florida, 1992, p. 227.
Baralt, Francisco: Escenas campestres. Baile de los negros. Costumbristas cubanos del siglo XIX, Selección,
prólogo, cronología y bibliografía Salvador Bueno, Consultado: Agosto 25, 2010,
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/costumbristas-cubanos-del-siglo-xix--2/html/fef805c0-82b1-11df-acc7002185ce6064_7.htm
Armando Rodríguez Ruidíaz
Según David H. Brown, aquellas sociedades, que fueron llamadas cabildos, “proveían en
caso de enfermedad o muerte, celebraban misas para los difuntos, colectaban fondos para la
liberación de sus miembros de la esclavitud, organizaban regularmente danzas y actividades
recreativas los domingos y días de fiesta, y patrocinaban misas, procesiones y bailes de carnaval
(ahora llamados comparsas) alrededor del ciclo anual de festivales católicos.”3
Durante los domingos, las celebraciones de santos y algunos importantes días feriados,
los cabildos organizaban grandes procesiones callejeras donde sus dirigentes y acompañantes se
vestían con atuendos propios de los reyes y los altos rangos militares, mientras que aquellos que
participaban en las procesiones y bailes llevaban “tocados de plumas y máscaras africanas con
cuernos y adornos vegetales.” El Día de Reyes, que se celebraba el 6 de enero durante la
Epifanía, fue la más importante de aquellas festividades.4
Otra importante celebración donde participaron los cabildos fue la que correspondía a los
tres días anteriores al Miércoles de Ceniza, los cuales se convirtieron en días de licencia
conocidos como Carnestolendas o Carnaval.5 Ya en 1697, el italiano Gemeli Careri menciona
esas celebraciones cuando nos dice: “…el domingo 9 de febrero los negros y mulatos, con
pintorescos atuendos, formaron una congregación para divertirse en el carnaval.” Esta es
supuestamente la información más antigua que se conserva acerca de la celebración de las fiestas
carnavalescas en La Habana.
Al respecto dice Virtudes Feliú que: “…Este es el dato más antiguo relativo a las
comparsas tradicionales habaneras y deja en claro que efectivamente los negros y mulatos se
divertían en las Carnestolendas que celebraban los hispánicos y sus descendientes, vistiendo
para ello ropas inusuales propias de estos festejos y en una agrupación o colectivo que Careri
denomina “congregación”, seguramente porque no se usaba aún (o él desconocía) el vocablo
actual de “comparsa”. 6
A pesar de que no poseemos información exacta acerca de los instrumentos que fueron
utilizados en las festividades de los antiguos cabildos, podemos deducir que éstos fueron los
membranófonos africanos que no estaban destinados a las celebraciones rituales, tales como los
tambores de bembé y yuka. En referencia a la diferencia entre los tambores rituales africanos, los
cuales sólo podían ser ejecutados en celebraciones religiosas, y los profanos, que sí podían ser
tocados en público nos dice Argeliers León: “A diferencia de los tambores rituales batá e iyesá,
los cuales eran afinados por medio de un sistema de tensión en N..., los tambores de bembé sí se
podían atesar por medio del calor, pues no poseían el carácter ritual de los tambores
consagrados.”
3
Brown, David H.: Santería enthroned, The University of Chicago Press, Chicago 2003, p. 34
4
Brown, David H.: 2003, p. 35
5
Feliú, Virtudes: La Fiesta. Fiestas populares tradicionales de Cuba. Instituto Andino de Artes Populares, p. 83.
6
Feliú, Virtudes: p. 86.
2
3 El Carnaval Cubano y su música
También expresa León al respecto que “…Los tambores de bembé son muy variados,
desde los de gran tamaño – de más de un metro de alto y cilindroides – hasta tamborcitos hechos
de barriles de envase. En ciertas zonas de Cuba, los tambores de bembé son hechos de tronco de
palma, con un sólo parche clavado, y de poco más de medio metro de altura…”7
El conjunto de yuka estaba formado por tres tambores hechos de troncos rústicos
(llamados por orden de tamaño: caja, mula y cachimbo) con parches de cuero de buey clavados
al cuerpo del tambor, y se utilizaban los toques con dos palos sobre un trozo horadado de bambú
llamado guagua o catá, o directamente sobre la caja del tambor.8
La descripción de estos instrumentos coincide hasta en su longitud [ya que un metro es
igual a aproximadamente cuatro pies] con la del escritor costumbrista Francisco Baralt, que
relata una fiesta típica de esclavos negros, ya hacia 1846: “El instrumento único que se usa en
estas fiestas es una especie de tambor de un solo pedazo de madera de dos o cuatro pies de largo,
de forma irregular y aproximándose más o menos a las figuras cónica o cilíndrica, hueco hasta la
mitad, y más generalmente horadado y cubierto el extremo de más diámetro con un cuero de
carnero o chivo, rapado y sin curtir.”9
También coinciden estas descripciones con las representaciones visuales de Carnavales,
en La Habana durante el siglo XIX, de artistas como Víctor Patricio de Landaluze y Federico
Mialhe, donde aparecen frecuentemente los tambores cilíndricos de parche clavado (sin
tensores), ejecutados a horcajadas entre las piernas de los tamboreros, de forma muy parecida a
como se ejecutan aún hoy día los tambores yuka. Debemos considerar que estos estilos
ancestrales de ejecución han sido preservados como géneros fósiles, con pocas variaciones, hasta
nuestros días.
Virtudes Feliú, citando a María Teresa Rojas, menciona también algunos idiófonos
sacudidos10 que eran utilizados en las antiguas representaciones carnavalescas: “…se tienen
noticias de que en La Habana se celebraron las Carnestolendas desde mucho antes de 1585… En
reducido número (cuatro o seis) salían los negros con marugas, sonajas, güiros y cascabeles, o
cantando a secas tonadas chillonas…”11
7
León, Argeliers: Del canto y del tiempo. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, Cuba, 1981, p. 46.
8
León, Argeliers: 1981, p. 67.
9
Baralt, Francisco: Escenas Campestres, Baile de los negros. http://www.cervantesvirtual.com/obravisor/costumbristas-cubanos-del-siglo-xix--2/html/fef805c0-82b1-11df-acc7-002185ce6064_7.htm. Consultado 1223-15.
10
Idiófonos sacudidos: Son instrumentos que deben ser sacudidos para producir sonido. Los más famosos son las
maracas y los cascabeles. Organología. https://organologia-grupo1.wikispaces.com/4.3.Sacudidos. Consultado: 1019-15.
11
Feliú, Virtudes: p. 84.
Armando Rodríguez Ruidíaz
El carnaval en el siglo XIX
Durante el siglo XIX, los instrumentos de origen africano continuaron confinados en los
barracones de los esclavos y los cabildos de nación, y sólo fueron escuchados por la población
durante las festividades en las cuales los negros esclavos y libres eran autorizados a salir a las
calles con sus comparsas carnavalescas.
De acuerdo con David H. Brown: “Después de 1792, cuando los cabildos fueron
forzosamente relegados a la zona de extramuros, las procesiones de carnaval salían de sus
localizaciones y penetraban por las entradas hacia la fortificación que constituía el área de
intramuros. Ellos marchaban a través de las vías residenciales y comerciales de las calles
Mercaderes, Obispo y O’Reilly hacia la central Plaza de Armas, el sitio del Palacio del Capitán
General de la isla. En el patio del Palacio, así como en otras paradas a lo largo del camino, los
miembros de las procesiones representaban bailes, demandaban y recibían aguinaldos
(donaciones monetarias), y entonces regresaban a sus casas.”12
En el siguiente relato de 1866 se describe una comparsa del Día de Reyes en la Habana
donde el autor menciona los instrumentos que eran ejecutados por los que participaban en la
procesión, así como sus sonidos característicos:
“Innumerables grupos de comparsas de negros africanos transitan a través de todas las
calles de la capital. El barullo es inmenso, su aspecto horroroso… El ruido creado por todos los
tambores, los cuernos [bocinas o cornetas] y los silbatos aturden a los transeúntes en todas
partes; en una esquina un rey Yoruba rodeado por su falange de negros, aquí un Gangá, y allá
otro de la nación Carabalí… todos ellos reyes por un día, cantando en tono monótono y
desagradable en sus lenguas africanas.”13
En numerosos grabados de los pintores Landaluze y Miahle sobre las festividades de
carnaval podemos apreciar algunos instrumentos, como los tambores y los cuernos o bocinas que
se acostumbraba ejecutar en aquellas ocasiones. A la izquierda, en un famoso grabado de Miahle,
1855, llamado Día de Reyes, se encuentra un tamborero tocando a horcajadas un tambor
cilíndrico y otro hombre detrás con sombrero, soplando un cuerno encorvado.
El carnaval en el siglo XX
Al inicio de la guerra de independencia, en 1895, las autoridades coloniales suspendieron
todas las actividades carnavalescas indefinidamente, y esa prohibición se mantuvo en efecto
hasta la conclusión de las hostilidades a principios del siglo XX.
El alcalde de La Habana, Carlos de La Torre, reinstauró las festividades de Carnaval
oficialmente en 1902. La masiva participación de la población de origen africano en la guerra de
independencia, durante la segunda mitad de del siglo XIX, dio como resultado una mayor
integración del afro-cubano a las actividades de la sociedad en general, y propició que su
12
Brown, David H.: 2003, p. 35
13
Moore, Robin D.: Nationalizing blackness. University of Pitsburgh Press. Pitsburgh. Pa., 1997, p. 65.
4
5 El Carnaval Cubano y su música
participación en el Carnaval fuera más amplia y numerosa durante los primeros años de la
república. Por primera vez los negros cubanos fueron autorizados a ejecutar su música y su
danza, de fuerte influencia africana, junto a las comparsas de blancos como El Alacrán, los
carros modelo T cubiertos de flores y las carrozas.14
Desde 1902, las autoridades municipales comenzaron de nuevo a regular estrictamente la
organización de las procesiones de carnaval, mostrando preferencia por los carros ornamentados,
las carrozas, las bandas militares, y la presentación del Rey y la Reina, en detrimento de las
manifestaciones de origen afro-cubano como la comparsa y la conga,15 y hacia 1916 la supresión
de los grupos de comparsa en La Habana fue casi total. Aunque estas regulaciones se aplicaban
solo al área de La Habana, la oposición a las comparsas en otros lugares del país llevó
posteriormente al Presidente Machado a firmar otra legislación a nivel nacional que prohibía no
sólo las comparsas y las actividades del carnaval, sino además las representaciones de la rumba
de cajón.16
Debido a que durante el período de entre los años mil novecientos y mil novecientos diez,
los espectáculos carnavalescos habían atraído a miles de visitantes extranjeros a la capital cada
primavera, finalmente en 1937, después de un largo debate, las autoridades de la ciudad tomaron
la decisión de reautorizar las comparsas en los paseos de carnaval.17
Ya en 1937, las comparsas comenzaron a participar permanentemente en los Carnavales
habaneros, desfilando a través del Paseo del Prado con sus distintivas coreografías, bailes y
canciones. Estos grupos incluían El Alacrán, de la barriada del Cerro, Los Marqueses de Atarés,
Las Boyeras de Los Sitios, Los Dandys de Belén, La Sultana de Colón, Las Jardineras de Jesús
María, Los Componedoras de Batea de Cayo Hueso, El Príncipe del Raj de Marte, las Mexicanas
de Dragones, Los Moros Azules de Guanabacoa, El Barracón de Pueblo Nuevo y Los
Guaracheros de Regla.
Celebrados en el mes de Julio, Los Carnavales de Santiago de Cuba y otros pueblos
orientales mostraban sus propias características. En vez de encontrarse reducidas a ciertas calles
y plazas como en la capital, las comparsas santiagueras se extendían a toda la ciudad y la
población participaba más activamente en ellas. El estilo y el carácter de la música y la danza
eran también diferentes.18
Poco después de 1959, las autoridades revolucionarias anunciaron que los carnavales ya
no se realizarían en febrero y marzo, sino el 26 de Julio. En principio realizaron este cambio para
14
Moore, Robin D.: 1997, p. 67-68.
15
Moore, Robin D.: 1997, p. 69.
16
Moore, Robin D.: 1997, p. 71-72.
17
Moore, Robin D.: 1997, p. 83.
18
Orovio, Helio: Cuban music from A to Z. Tumi Music Ltd. Bath, U.K., 2004, p. 45.
Armando Rodríguez Ruidíaz
no interrumpir la cosecha de la caña en 1979, pero lo mantuvieron más tarde con el propósito de
celebrar el “triunfo del socialismo”. Entre los años de 1990 y 1995 se realizaron aisladas
representaciones, las cuales estuvieron ligadas a eventos políticos. Estas incluyeron algunos
grupos que salieron a la calle en noviembre de 1993 para celebrar el aniversario de los CDR.
Finalmente, en un intento por atraer mayor cantidad de turistas, el gobierno autorizó de nuevo
una modesta celebración de carnaval precediendo a la celebración de la Cuaresma, en vez de en
Julio como se hacía anteriormente.19
El Carnaval en Camagüey
Según la investigadora cubana Virtudes Feliú, entre las muchas celebraciones de
raigambre popular que aún se conservan en Cuba, las más importantes son los Carnavales de La
Habana, Santiago de Cuba y Camagüey; 20 y sobre este tema Fernando Ortiz comentaba en 1930,
refiriéndose a las carnavalescas fiestas de San Juan en el antiguo Camagüey de 1837:
"Al final de la noche, después de los paseos de volantas y quitrines, donde lo más
importante es rivalizar en belleza y atavíos, salían las comparsas, que es lo más hermoso de la
diversión y que días antes de San Juan han ensayado algún baile ora en serio ora jocoso. Por allá
vienen Los Horacios, por acá Las Gitanas, más allá Los Guajiros o Los Marineros o cualquier
otro grupo uniformado con sus músicos competentes dispuestos a bailar."21
Las fiestas del Carnaval en Camagüey, llamadas también San Juan Camagüeyano, se
encuentran entre las más antiguas de la Isla y se llevan a cabo tradicionalmente cada año, entre
las solemnidades católicas de San Juan, el 24 de Junio, y San Pedro, el 29 del propio mes.22
Éstas constituyen una reminiscencia de la ancestral festividad de La Noche de San Juan que se
celebra desde tiempo inmemorial en España, y a todo lo largo del continente europeo.
La Noche de San Juan, conocida también como a Noite da Queimada, o la Noche de las
hogueras en Galicia,23 es una celebración de origen pagano que rinde homenaje al nacimiento de
San Juan Bautista, a la vez que celebra el solsticio de verano y la fertilidad de las cosechas.24
Durante esa fiesta se encienden fuegos que simbolizan la purificación y la protección
espiritual, y los jóvenes saltan sobre las hogueras recitando conjuros en alta voz con el fin de
alejar los malos espíritus. La festividad de San Juan también incluye prácticas rituales
19
Moore, Robin D.: 1997, p. 85.
20
Feliú, Virtudes: La fiesta. Fiestas populares tradicionales de Cuba. IADAP, Instituto andino de artes populares, p.
86.
21
Feliú, Virtudes: La fiesta. Fiestas populares…, p. 89.
22
San Juan de Camagüey: Un carnaval diferente en Cuba:
https://sortilegiocamagueyano.wordpress.com/2015/06/22/san-juan-de-camaguey-un-carnaval-diferente-en-cuba/
23
Stachová, Alena: Creencias, costumbres y tradiciones de Galicia, Masarykova Univerzita,Filozofická Fakulta,
Ústav románských jazyků a literatur, Brno, 2007: https://is.muni.cz/th/qrmjs/Bakalarska_prace.pdf.pdf?so=nx
24
Murguía, Manuel: Galicia I, Edicións Xerais de Galicia, S. A., Dr. Marañón, 10, Vigo, 1982, p. 166.
6
7 El Carnaval Cubano y su música
ancestrales relacionadas con el agua, tales como el de la flor del agua que las jóvenes deben
buscar esa noche.25
Las Fiestas Patronales de San Juan comenzaron a celebrarse en Camagüey entre los años
1725 y 1728, y se llevaban a cabo usualmente después de la procesión del Corpus Christi, la cual
coincidía con la época en que comenzaba la venta del ganado. A pesar de estar relacionado con
una festividad religiosa, el San Juan Camagüeyano ostentaba un carácter francamente profano.26
Las fiestas comenzaban usualmente con algunas competencias como las carreras de
caballos, que partían desde la Iglesia de La Soledad; también se encendían fogatas en las playas a
la usanza española, y se realizaban asaltos, los cuales consistían en visitas previamente
concertadas a las amistades, las cuales preparaban el tradicional lechón asado en púa y brindaban
a los comensales vinos, frutas y otras delicadeces culinarias, caseras o importadas. Más tarde, los
participantes bailaban al son del arpa, el tiple y el güiro hasta el amanecer del próximo día. En
ocasiones se practicaban otras actividades recreativas, tales como las corridas de toros, el palo
encebado y las peleas de gallos,27 y la fiesta culminaban con la ceremonia del Entierro de San
Pedro, el 29 de junio. 28
Según el investigador Rafael García, la primera referencia al San Juan Camagüeyano
aparece en un documento de 1725, y en otro de 1760 se describe el primer paseo, cuyo recorrido
se llevó a cabo a través de las plazas donde se encontraban las iglesias. (29 y 30)
Alrededor de 1817 se implementaron algunas restricciones a las festividades, debido a
cierto incidente relacionado con una señora llamada Josefa Jáuregui, pero éstas fueron
inteligentemente evadidas por los camagüeyanos deseosos de disfrutar al máximo la ocasión, los
cuales salían de noche cubiertos con sábanas, manteles y cortinas con el propósito de ocultar su
identidad. En el caso de que fueran descubiertos infraganti, solo necesitaban despojarse de la
cobertura y aparentar que nada había sucedido.31
El magnífico espectáculo del "San Juan a caballo", donde a los vistosos corceles que
participaban se les trenzaba el rabo y la crin como se hacía también en Santiago de Cuba, dejó de
realizarse en 1819. Según Virtudes Feliú, el San Juan Camagüeyano "alcanzó su más alto
25
Murguía, Manuel, 1982: 166.
26
Ecured: Carnaval San Juan Camagüeyano: https://www.ecured.cu/Carnaval_San_Juan_Camag%C3%BCeyano
27
Feliú, Virtudes: La fiesta. Fiestas populares…, p. 88.
28
Ecured: Carnaval San Juan Camagüeyano: https://www.ecured.cu/Carnaval_San_Juan_Camag%C3%BCeyano
29
San Juan de Camagüey: Un carnaval diferente en Cuba:
https://sortilegiocamagueyano.wordpress.com/2015/06/22/san-juan-de-camaguey-un-carnaval-diferente-en-cuba/
30
Feliú, Virtudes: La fiesta. Fiestas populares…, p. 48.
31
Ecured: Carnaval San Juan Camagüeyano: https://www.ecured.cu/Carnaval_San_Juan_Camag%C3%BCeyano
Armando Rodríguez Ruidíaz
esplendor hacia 1827," al punto de que su prestigio y reputación llegó hasta algunas ciudades
europeas.32
Desde 1834, las más destacadas familias locales realizaron un esfuerzo concertado con el
propósito de convertir la celebración carnavalesca en un evento de gran relevancia, que fuera
muestra del alto nivel social y cultural de la región. A ese esfuerzo se incorporó gustoso el
pueblo camagüeyano, el cual hizo hincapié en las tradiciones establecidas como los ya
mencionados asaltos, al igual que en otras como las serenatas a los Juanes de la zona, que
celebraban el día de su santo patrón.33
Uno de los más famosos Juanes fue el popular personaje Juán B. Castrillón, más
conocido por el apodo de "Don Pancho", pintoresco locutor radial que presentaba un noticiero
diario a las doce del mediodía. Don Pancho acostumbraba pasear a la Reina del Carnaval en un
vistoso Buick convertible de color amarillo a través de una ruta preestablecida que incluía la
Calle República, principal arteria comercial de la ciudad.34
Ya a comienzos del siglo XX, con la llegada a Cuba de los vehículos motorizados, se
incorporaron las carrozas a los paseos carnavalescos, así como otros elementos tales como la
conga santiaguera con sus típicos tambores, y sus "campanas" hechas de las tamboras metálicas
de los autos.35
Las comparsas que arrollaban por las calles al son del cautivante ritmo de las
agrupaciones musicales, fueron integradas por familias que pertenecían a los diversos barrios de
la ciudad. De esa manera se garantizaba la transmisión de tradiciones como la comparsa de
Marquesano y las congas de Los Comandos y La Farola, a los miembros más jóvenes.36 Una de
las comparsas más famosas fue la que representó a la popular Plazuela de Bedoya.37
La música del Carnaval Cubano
Por su carácter casual e improvisado, los conjuntos instrumentales del carnaval cubano
suelen ser muy variados y cambiantes; pero aún así, es posible determinar ciertos estándares en
cuanto a las agrupaciones instrumentales utilizadas en La Habana, Santiago de Cuba y
Camagüey, las cuales difieren significativamente.
32
Feliú, Virtudes: La fiesta. Fiestas populares…, p. 48.
33
Ecured: Carnaval San Juan Camagüeyano: https://www.ecured.cu/Carnaval_San_Juan_Camag%C3%BCeyano
34
Testimonio personal del Maestro Elías Barreiro.
35
Feliú, Virtudes: La fiesta. Fiestas populares…, p. 88.
36
Feliú, Virtudes: La fiesta. Fiestas populares…, p. 98.
37
Testimonio personal del Maestro Elías Barreiro.
8
9 El Carnaval Cubano y su música
Argeliers León describe de la siguiente manera el formato instrumental básico de la
comparsa habanera: “… En otras zonas de la población quedaban otros grupos instrumentales
como el de las comparsas, integrados por una conga, una tumbadora y un quinto, una caja de
redoblante (sin las cuerdas de resonancia), un cencerro doble o jimagua, un bombo o dos
sartenes clavadas en un cajón o sobre un tablero. Este equipo podía ampliarse con otras
tumbadoras y una o más trompetas.38 Lo que equivale a decir que el grupo estaba compuesto por
varios membranófonos (tumbadoras y redoblantes), varios idiófonos metálicos percutidos
(cencerro y sartenes), así como uno o varias trompetas, y en ocasiones también varios trombones.
El tambor llamado conga o tumbadora, cuyo nombre pone en evidencia su origen bantú,
es, según dice Fernando Ortiz en Los instrumentos de la música afrocubana, citado por Helio
Orovio: “… un tambor de origen africano, hecho de listones de madera y aros de hierro, de
aproximadamente un metro de largo, forma de barril, y abierto en un extremo con un solo parche
de cuero de buey fijado con clavos al cuerpo del tambor...” Antiguamente se afinaba por medio
de calor, pero actualmente es afinado por medio de llaves metálicas.39
El diámetro de las tumbadoras, el cual se encuentra directamente relacionado con su
afinación, es el siguiente, de la más aguda a la más grave: requinto (9 a 10 pulgadas de
diámetro), quinto (10 a 11 pulgadas), conga (macho o tres-dos) (11 a 12 pulgadas), tumbadora (o
hembra) (12 a 13 pulgadas), retumbadora (o mambisa) (14 pulgadas).40
Según Argeliers León: “…En Santiago de Cuba las comparsas se acompañaban de varios
bocuses [sic.] (tambores grandes de duelas rectas, de forma cónica y cuero clavado), muelas de
arado, aros o discos de duelas de hierro, o bien utilizaban otros tambores achatados a manera de
bombos de distintos diámetros (galletas). No faltaba la cornetica china que tanto caracteriza a
estos grupos santiagueros.”41
De acuerdo a otra descripción, en las comparsas y congas santiagueras se utilizan varios
tambores bimembranófonos ejecutados con una baqueta: un requinto, tres congas (sin relación
alguna con la tumbadora o conga habanera), las cuales se subdividen en dos redoblantes o
galletas, y un pilón. También son utilizados varios tambores membranófonos (de forma cónica
con un sólo parche tocados con las palmas de las manos) llamados bocúes. Los tambores son
complementados con tres idiófonos metálicos percutidos (confeccionados a partir de tamboras de
automóviles desechadas), los cuales son seleccionados de acuerdo a su sonoridad.
38
León, Argeliers: 1981, p. 29.
39
Orovio, Helio: 2004, p. 57.
40
Wikipedia. Conga (instrumento musical), https://es.wikipedia.org/wiki/Conga_%28instrumento_musical%29.
Consultado – 10-15-15.
41
León, Argeliers: 1981, p. 222.
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Los instrumentos de viento están representados por el incisivo sonido de la corneta china,
instrumento de lengüeta doble que fue insertado en las congas santiagueras en 191542, y que
siempre realiza el llamado inicial para comenzar a arrollar, que es como se denomina al estilo
danzario de la conga, caracterizado por una forma peculiar de marcha rítmica, arrastrando los
pies y moviendo las caderas y los hombros al compás de la música. 43
En relación con las festividades del carnaval es importante aclarar el significado de
algunos términos que usualmente se utilizan indiscriminadamente o se confunden entre ellos.
Estos son: paseo, comparsa y conga. El paseo es un vocablo utilizado para designar la procesión
a través de una ruta predeterminada que era seguido por los músicos, grupos danzantes, ciertos
vehículos ornamentados o no, y el público en general que participaba en esas festividades. La
comparsa es una actividad danzaria coreografiada, acompañada de música y canto, que
usualmente era organizada por los habitantes de un barrio o zona específica dentro de la ciudad.
Por último, la conga es una actividad musical y danzaria que es coordinada por un grupo de
personas, a las cuales se van sumando espontáneamente otras mientras se desplazan a través de
una ruta que puede ser predeterminada o imprevista.
De igual manera en que difieren sus formatos instrumentales, también el estilo musical de
la conga habanera es distinto del de la conga santiaguera, y quizás el elemento más definitorio
entre ambos estilos es un peculiar acento rítmico dentro del compás de cuatro por cuatro, que es
ejecutado en el bombo habanero o en la conga (tambor) santiaguera respectivamente.
En el caso del estilo habanero, este acento cae sobre una nota sincopada en el tercer
tiempo del compás, configurando un patrón rítmico ampliamente promovido por su utilización,
en estilo onomatopéyico, en famosas congas de salón de finales de los años treinta y principios
de los cuarenta, tales como: Bim Bam Bum de Rafael Hernández y Uno dos y tres de Rafael
Ortiz, la que más tarde se hizo popular en inglés como: one, two, three, Kick! 44
A diferencia del estilo de la conga habanera, en la conga santiaguera se acentúan más los
tiempos fuertes del compás, induciendo de esa manera a una poderosa sensación de impulso
frontal, que incita al movimiento compulsivo de los pies junto con la pulsación rítmica. En este
caso, el acento del tambor se produce entre el cuarto tiempo y el primero de siguiente compás,
añadiendo de esa manera una onda de energía adicional a cada nuevo ciclo de percusiones, los
cuales se extienden en una secuencia indefinida durante todo el trayecto de la comparsa.
42
Pérez Fernández, Rolando: The Chinese community and the corneta china: Two divergent paths in Cuba,
Yearbook 20014, p. 79.
43
44
Ecured: Conga Santiaguera. http://www.ecured.cu/index.php/Conga_Santiaguera. Consultado: 10-02-15
Torres, George: Encyclopedia of Latin American Music.
https://books.google.com/books?id=MX5BXxjwV9cC&pg=PA106&lpg=PA106&dq=Desi+Arnaz+un+dos+conga
&source=bl&ots=jTwJOiaMlm&sig=XkDK7FeiWGDmHe5ZY88_BvvPEm4&hl=en&sa=X&ved=0CCYQ6AEwo
VChMI8uHd0f_AyAIVyCYeCh2HWg3t#v=onepage&q=Desi%20Arnaz%20un%20dos%20conga&f=false.
Consultado: 10-13-15.
10
11 El Carnaval Cubano y su música
Conga habanera. Transcripción resumida de algunos elementos rítmicos esenciales. 45
Conga santiaguera. Transcripción resumida de algunos elementos rítmicos esenciales. 46
La música de la Conga Camagüeyana
Aunque hemos podido apreciar en grabaciones de vídeo la música e instrumentación de
algunas congas del Carnaval Camagüeyano que muestran claramente las características de la
conga habanera47, existe también sin lugar a dudas un estilo de conga original de Camagüey.48
El musicólogo camagüeyano Reynaldo Echemendía Estrada afirma que las características
de la conga camagüeyana son diferentes a las de la conga habanera y la conga santiaguera, y
ésta es una aseveración que se pone inmediatamente en evidencia al comparar los estilos de las
mencionadas manifestaciones musicales. Echemendía también sugiere muy acertadamente que el
origen de este estilo de música carnavalesca se encuentra en las tradiciones culturales congas del
Cabildo camagüeyano de Santa Bárbara.49
45
Transcripción del autor.
46
Transcripción del autor.
47
San Juan Camagueyano Carnavales Cuba part 1: https://www.youtube.com/watch?v=t0zwWrYnF5Y
48
Youtube: Conga habanera en Camaguey: https://www.youtube.com/watch?v=AKN8AgfnvHg
49
Radio Camagüey: Reivindicación de la conga camagüeyana:
https://radiocamaguey.wordpress.com/2016/06/25/revindicacion-de-la-conga-camagueyana/
Armando Rodríguez Ruidíaz
Las investigadoras Consuelo Sánchez Viamontes y Maileny García Cuenca han citado
una reseña histórica de los Cabildos africanos de Puerto Principe, narrada por el informante José
Varona Hernández, quien según ellas "vivió en la calle Cristo y asistía al Cabildo de Santa
Bárbara." En esa reseña Varona relata que el Cabildo Congo de Santa Bárbara era el más
importante de los cuatro que existían en Puerto Príncipe, y que se encontraba situado en la Calle
Rosario No. 56, entre Ignacio Agramonte y Montera.
También señala Varona en su reseña que: "Los congos tocaban el ngoma, que era una
caja para improvisar donde se establecía la polirritmia con la mula y el cachimbo, conocido
también como alcahuete porque la madera se percutía con dos palitos…"50
Este testimonio concuerda perfectamente con la descripción que hace Argeliers León del
conjunto de tambores Yuka: "El conjunto de yuka (de origen congo) estaba formado por tres
tambores hechos de troncos rústicos (llamados por orden de tamaño: caja, mula y cachimbo) con
parches de cuero de buey clavados al cuerpo del tambor, y se utilizaban los toques con dos palos
sobre un trozo horadado de bambú llamado guagua o catá, o directamente sobre la caja del
tambor.51
En una reciente grabación de vídeo podemos apreciar la similitud entre los tambores
congos de Yuka y los modernos del Carnaval Camagüeyano, con un solo parche clavado y
tensado por medio del calor.52 Para construir esos tambores usualmente se utilizan barriles
comerciales que alguna vez sirvieron para transportar materiales como manteca o clavos, de
diversos tamaños y diámetro, los cuales son percutidos por medio de mazas o palos, forrados a
veces en un extremo.53
De acuerdo con Rafael García Grasa, la moderna conga camagüeyana surge a comienzos
de los años treinta del siglo XX, cuando Antonio Izaguirre crea la conga llamada La
Arrolladora.
Las agrupaciones musicales de conga camagüeyana corresponden a diferentes barrios de
la ciudad y están compuestas por tambores de diversos tamaños, con un solo parche clavado y
tensado con calor, llamados de mayor a menor: mayor, bombo, tercero y redoblante.
El conjunto también incluye de seis a ocho campanas o clanes iguales a las que son
utilizadas en la conga santiaguera, las cuales son simples llantas de freno o tamboras de autos
50
Portal cultural Prícipe: Sánchez Viamontes, Consuelo A. y García Cuenca, Maileny: Los Cabildos Africanos en
Camagüey desde el siglo XVII al XIX. Apuntes para su Estudio:http://www.pprincipe.cult.cu/ciudad-pasado/loscabildos-africanos-camaguey-desde-siglo-xvii-xix-apuntes-para-su-estudio.htm
51
León, Argeliers: 1981, p. 67.
52
Youtube: Conga Camagueyana by RUMBATA (Director_ Wilmer Ferran Jimenez):
httpswww.youtube.comwatchv=PjxQbihTU0Y
53
Ecured: Conga Camagüeyana: https://www.ecured.cu/Conga_Camag%C3%BCeyana
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13 El Carnaval Cubano y su música
que son golpeadas con un objeto metálico. En este caso, solo podemos afirmar que la utilización
de ese metalófono es común a las tradiciones congueras de Oriente y Camagüey, ya que es difícil
determinar en qué región se comenzó a utilizar primero el singular instrumento.
En ocasiones, numerosas chapitas de botellas son clavadas a la caja de resonancia de los
tambores con el propósito de obtener un tipo de sonoridad peculiar, como la de un gran sonaja.
Debemos recordar que la utilización de idiófonos sacudidos54 por los africanos, tales
como sonajas, marugas, güiros y cascabeles, en las representaciones carnavalescas de Cuba, ha
sido documentada desde el siglo XVI. Según Virtudes Feliú: “…se tienen noticias de que en La
Habana se celebraron las Carnestolendas desde mucho antes de 1585… En reducido número
(cuatro o seis) salían los negros con marugas, sonajas, güiros y cascabeles, o cantando a secas
tonadas chillonas…”55
La típica conga camagüeyana no incluye otros instrumentos musicales que no sean los de
su tradicional grupo de percusión, el cual solo es acompañado por el canto esporádico de las
personas que acompañan a la comparsa.
El Director de Conga controla las evoluciones coreográficas del grupo mediante los
movimientos de su batuta y el sonido de un silbato, de la misma manera que el tambor mayor
conduce a una banda de música. Algunos destacados Directores de Conga fueron Antonio
Izaguirre, que dirigió La Arrolladora, Los Comandos, La Farola y otras; Eladio Álvarez
(Macagua): Los Muchachos Pimienta y los Pulpos; Ismael Chicoy: Los Comandos; Los
hermanos Quintana: La Farola; Miguel Enrique Recio: La Catedral y Oscar Fernández
Rodríguez: Los Pulpos.
Las congas suelen portar la inscripción de sus nombres en estandartes de tela con flecos y
cordones, o a veces mediante un simple cuadrado o rectángulo de madera forrado de cartón.
Entre las principales congas camagüeyanas podemos mencionar a La Arrolladora, Los
Comandos, La Farola, Los Muchachos Pimienta, Los Pulpos, La Catedral, Los Tinajones, La
Estrella, Los Caribes, y El Retoño de los Comandos. 56
A continuación mostramos ejemplos de dos diferentes patrones rítmicos correspondientes
a conocidas congas camagüeyanas, con sus respectivas variantes. Es importante señalar que el
tempo de las congas camagüeyanas, aunque fluctuante, es generalmente mucho más lento que el
de las congas habaneras y las congas santiagueras.
54
Idiófonos sacudidos: Son instrumentos que deben ser sacudidos para producir sonido. Los más famosos son las
maracas y los cascabeles. Organología. https://organologia-grupo1.wikispaces.com/4.3.Sacudidos. Consultado: 1019-15.
55
Feliú, Virtudes: p. 84.
56
Ecured: Conga Camagüeyana: https://www.ecured.cu/Conga_Camag%C3%BCeyana
Armando Rodríguez Ruidíaz
Ejemplo 1 - Conga camagüeyana. Transcripción resumida de algunos elementos rítmicos esenciales.57
57
Youtube: Conga Camagueyana: Cuba, Camaguey: https://www.youtube.com/watch?v=URoz7jWhnpM&t=866s.
Transcripción del autor.
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15 El Carnaval Cubano y su música
Ejemplo 2 - Conga camagüeyana. Transcripción resumida de algunos elementos rítmicos esenciales.58
58
Youtube: Conga Camagüeyana by RUMBATA (Director: Wilmer Ferran Jimenez):
https://www.youtube.com/watch?v=PjxQbihTU0Y. Transcsripción del autor
Armando Rodríguez Ruidíaz
Bibliografía
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