Entre las constantes que recorren el teatro de Calderón, las referencias a la voz y a la hermosura vinculadas en ocasiones a los sentidos de la vista y el oído, como medios para acceder al conocimiento de la realidad, es uno de los temas...
moreEntre las constantes que recorren el teatro de Calderón, las referencias a la voz y a la hermosura vinculadas en ocasiones a los sentidos de la vista y el oído, como medios para acceder al conocimiento de la realidad, es uno de los temas que más veces se repiten. Existen 3.888 ocurrencias de este tipo en la obra calderoniana, mientras que por ejemplo en Lope de Vega solo se dan en algo más de la mitad de ocasiones, en 2.104 casos. Y si en Calderón son más de 36 obras las que superan las 30 ocurrencias cada una de ellas, en Lope ninguna llega a las 25 referencias. En el imaginario colectivo calderoniano, la voz y la hermosura asociadas a los sentidos del oído y de la vista plantean con frecuencia un debate que vertebra buena parte de su producción y que se extiende a lo largo de ésta, con especial incidencia en su etapa de madurez. Por otra parte, parece vinculado de modo especial a espectáculos representados en la Corte, hasta constituirse en el tema central de algunas de las obras que tuvieron lugar en ese contexto, como es el caso de Eco y Narciso, por ejemplo, con 93 ocurrencias.
El tema no es nuevo de su teatro, pues toda una línea de pensamiento filosófico y teológico recorre la Edad Media y persiste en el Renacimiento y el Barroco presentando el drama de la lucha del hombre contra sí mismo. Sin embargo, el mérito de Calderón radica en su capacidad para materializar el tema del acceso al conocimiento de la realidad y de la lucha entre los atractivos de los sentidos y el juicio de la razón, a través de la recreación de mitos como los de Naciso y Ulises y en obras de la calidad de las citadas a lo largo de esta exposición. Todo ello, unido al carácter universal del tema, vinculado con la psicología, la epistemología, la metafísica y la filosofía del conocimiento, lo convierten en uno de los más fructíferos de su producción dramática.