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Oriente desde hace años”, escribió en You are all Sanpaku. “El azúcar es el mayor mal que la moderna
civilización occidental ha traído a los países de Extremo Oriente y África “
Sakurazawa recetaba el autocontrol del cuerpo para la cura y prevención de todos los síntomas,
no sólo del hiperinsulinismo, tal como enfatizó el Dr. Seale Harris. Naturalmente, en Estados
Unidos y en el extranjero, el Desestablemcimiento médico sanitario se reía y reía. Donde no fue
descartado, lo ridiculizaron. Su análisis de la enfermedad producida por el azúcar es la
simplicidad misma:
“Cuando comemos, el proceso de digestión convierte los alimentos en glucosa (un azúcar simple que es
Yin). Esta glucosa es transportada por la sangre hasta el páncreas, donde el aumento de glucosa
sanguínea estimula la producción de insulina (Yang). La insulina es transportada por la sangre al hígado,
donde el exceso de glucosa es convertido en glicógeno (un azúcar complejo que es Yang) que se almaceno
en el hígado.
Una disminución de glucosa sanguínea, por el contrario, estimula la secreción de hormonas corticoides en
la glándula adrenal y las hormonas de la glándula pituitaria (estas hormonas -ACTH- son Yin), que
aumentan el nivel de glucosa sanguínea, convirtiendo parte del glicógeno almacenado en el hígado en
glucosa. En un cuerpo sano, el nivel de glucosa en la sangre se mantiene por la interacción de la insulina
(Yang), las hormonas corticales, y del ACTH (Yin).”
“Pero en un organismo de pobre funcionamiento, las oscilaciones del nivel de glucosa en la sangre son
mucho mayores. Si la insulina suministrada por el páncreas es excesiva, demasiada glucosa será
convertida en glicógeno: el nivel de glucosa en la sangre descenderá permaneciendo bajo. Esta condición
es llamada hiperinsulinismo, o hípoglicemia (la primera etapa del Sugar Blues). Esta
sobreestimulación del páncreas es causada por la ingestión de excesivas cantidades de azúcares simples,
como la sacarosa refinada, miel, fruta, e indirectamente de fármacos y drogas (incluida la marihuana)”.
“Por otra parte, si el suministro de insulina es inadecuado, el hígado no puede convertir con eficacia el
exceso de glucosa en gilcógeno. Esto es la diabetes. Cuando el páncreas se cansa de producir insulina para
neutralizar los alimentos altamente Yin, como azúcares simples, miel, fruta o drogas, o eventualmente
queda completamente exhausto por el esfuerzo,, un exceso de azúcar comienza a acumularse en la sangre.
La proporción de glucosa sanguínea aumenta y continúa alta. Una estimulación excesiva por exceso de
azúcar, miel y fruta lleva al hiperinsulinismo o hipoglicemia, o bajo nivel de glucosa sanguínea y luego a
la diabetes o alto nivel de glucosa sanguínea (la próxima etapa del Sugar Blues)”.
Una alta tasa de glucosa sanguínea, que el doctor Thomas Williams llamó diabetes en 1674, fue
descubierta porque al principio sólo se necesitaba una muestra de orina y el sentido del olfato
para detectarla. La tecnología médica para detectar bajos niveles de glucosa en la sangre,
primera etapa del Sugar Blues, no apareció hasta amanecer el siglo veinte.
“Ya que esta enfermedad es Yin, indica Sakurazawa, el tratamiento debe ser Yang. O sea, una dieta bien
equilibrada, ni muy Yin ni muy Yang’ Sakurazawa (Ohsawa) sugería arroz integral, porotos azuki
y zapallo Hokkaido (pero cualquier calabaza sirve). Sakurazawa introdujo el cultivo de estos
carbohidratos integrales y naturales como el arroz, Hokkaido y azuki en Bélgica y Francia,
donde nunca se habían cultivado hasta entonces, mientras que en 1920, la soja fue introducida
en Norte América como fuente barata de proteína vegetal. La soja tuvo un éxito extraordinario
en los Estados Unidos porque podía servir de alimento para el ganado, que a su vez podía
comerse. El zapallo, el azuki, el arroz integral y otros productos tradicionales, como el miso,
tofu y shoyu no tuvieron tanto éxito. “Pero las cosas cambiarán” predijo Sakurazawa. Y han
cambiado. Y con la creciente crisis alimentaria y energética iniciada en 1970, cambiarán aún
más.