Descripción
(SOBRES CON 15 SEMILLAS SELECCIONADAS)
Remojo de semillas: Recomendamos remojar las semillas de maní durante 8-12 horas antes de plantarlas para ablandar la cáscara y facilitar la germinación. Sin embargo, esto no es estrictamente necesario.
Siembra: El maní se puede sembrar directamente en el suelo o en almacigos, dependiendo de las preferencias y condiciones del cultivo.
Sustrato: Utiliza un sustrato bien drenado y rico en materia orgánica. Una mezcla de tierra de jardín y compost puede ser adecuada o sustrato de almacigos.
Profundidad de siembra: Planta las semillas de maní a una profundidad de aproximadamente 3-5 centímetros en el sustrato.
Temperatura: La temperatura óptima para la germinación del maní está entre 20-30°C. Las semillas pueden germinar en temperaturas más bajas, pero el proceso puede ser más lento.
Humedad: Mantén el sustrato uniformemente húmedo pero no empapado. El exceso de agua puede provocar pudrición de las semillas.
Luz: Coloca las semillas en un lugar con luz solar indirecta o bajo luz artificial. Evita la luz solar directa, ya que puede secar el sustrato rápidamente y dañar las semillas.
Germinación: Las semillas de maní generalmente germinan dentro de 7-14 días, pero el tiempo puede variar según las condiciones ambientales.
REQUERIMIENTOS DEL CULTIVO DE MANÍ
El maní se siembra generalmente en primavera, entre los meses de septiembre y noviembre, cuando las temperaturas son más cálidas y hay suficiente luz solar para el crecimiento de la planta. El maní es un cultivo que requiere mucha luz y calor y que es muy sensible a las heladas. En cuanto a suelo, éste prefiere aquellos de texturas arenosas y franco arenosas, de eficiente drenaje. Esto permite que las vainas o capis se en- tierren con facilidad; también se puede utilizar suelos más pesados, pero que presenten como condición un adecuado drenaje y buena aireación.
TEMPERATURA EN TERRENO: 20 A 30 C.
DISTANCIAS DE SIEMBRA: La distancia de siembra es de 60 a 70 cm entre hileras y de 10 a 15 cm sobre las hileras.
FERTILIZACION: recomendación general de la composición de un fertilizante para maní en porcentajes:
- Nitrógeno (N): Entre 4% y 6%
- Fósforo (P): Entre 2% y 4%
- Potasio (K): Entre 4% y 6%
- Oligoelementos: Calcio, magnesio, zinc, hierro y otros oligoelementos pueden estar presentes en cantidades menores, generalmente en una proporción del 1% o menos.
Estas son solo pautas generales y la composición específica puede variar dependiendo de factores como el tipo de suelo, las condiciones climáticas y las necesidades nutricionales de la planta de maní en cada etapa de su ciclo de crecimiento.
DETALLES: El cultivo del maní es una especie que presenta un crecimiento muy lento durante los primeros 45 a 50 días, pudiendo considerarse la etapa de los dos primeros meses como la más crítica para el cultivo. Se debe mantener la planta siempre limpia de malezas.
APORCAS: Las aporcas constituyen una labor de vital importancia para el cultivo, ya que permite que las plantas dispongan en todo momento de suelo bueno para la profundización de los órganos reproductivos que darán origen al maní. Las primeras aporcas se realizan al momento de iniciarse la floración, manteniéndose mientras ésta dure.
COSECHA: La cosecha es en forma manual, para lo que se arrancan las plantas y se ponen con las vainas hacia arriba para terminar su secado. La cosecha se inicia tomando en consideración siguientes características:
– Las hojas logran un color amarillento pero no se muestran secas. – Las vainas pierden su color blanco tomando un aspecto leñoso.
– Se cosecha con un 80% de vainas maduras.