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Troilo y Crésida

obra de teatro de William Shakespeare
Troilo y Crésida

Título original Troilus and Cressida
Autor William Shakespeare
Publicación 1602 (hace 422 años)
Idioma Inglés
Género Tragedia
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Troilo y Crésida es una obra de William Shakespeare.

NOTA: Salvo en los casos que cuentan con referencia en español, la traducción de las citas incluidas en esta sección es propia del usuario que las aporta.

  • «Cuando la grandeza tiene en contra a la fortuna, también los hombres le son contrarios».[1]
    • Fuente: Acto 3.°, esc. 3.ª
  • «Las mujeres parecen ángeles mientras se las hace la corte; conquistadas dejan de serlo».[1]
    • Fuente: Acto 1.º, esc. 2.ª
  • «La mujer amada carece de todo discernimiento si no comprende que los hombres aprecian en más de lo que vale el bien por que suspiran».[1]
    • Fuente: Acto 1.°, esc. 2.ª
  • «Ninguna mujer, en lo que vá de mundo, halló jamás otro amor más dulce que el que implora de hinojos».[1]
    • Fuente: Acto 1.°, esc. 2.ª
  • «La posesión crea señores; la resistencia, suplicantes».[1]
    • Fuente: Acto 1.º, esc. 2.ª
  • «La verdadera perseverancia es una virtud que no se reconoce en medio de los favores de la fortuna; pues el cobarde y el animoso, el prudente y el insensato, el instruido y el ignorante, el fuerte y el débil, aparecen en tal estado como afines que congenian entre sí. En las luchas y tempestades de la desgracia es cuando la purificación, armada de su ancha y poderosa criba, aparta y echa al aire los átomos lijeros y deja solo lo que tiene cuerpo y consistencia real, rico en virtud y sin mezcla alguna».[1]
    • Fuente: Acto 1.º, esc. 3.ª
  • «El valor aparente y el valor real muestran su diferencia en los azares de la desgracia».[1]
    • Fuente: Acto 1.°, esc. 3.ª
  • «El placer y la venganza tienen, oidos más sordos que los de las culebras para escuchar la voz de un saludable consejo».[1]
    • Fuente: Acto 2.º, esc. 2.ª
  • «El miedo trueca los querubines en demonios; jamás vé la realidad».[1]
    • Fuente: Acto 3.°, esc. 2.ª
  • «El temor ciego, guiado por la razón despejada, vá con paso más seguro que la ciega razón tropezando sin miedo».[1]
    • Fuente: Acto 3.°, esc. 2.ª
  • «Lo monstruoso en materia de amor, es que la voluntad sea infinita y el poder limitado; que el deseo carezca de vallas y la ejecución sea esclava de ellas».[1]
    • Fuente: Acto 3.°, esc, 2.ª
  • «Juicio y amor a un tiempo no caben en humana criatura».[1]
    • Fuente: Acto 3.º, esc. 2.ª
  • «El orgullo no tiene para mirarse más espejo que el orgullo; pues las flexibles rodillas dan pábulo a la arrogancia y pagan sus honorarios al hombre orgulloso».[1]
    • Fuente: Acto 3.°, esc. 3.ª
  • «El Tiempo lleva en su espalda una alforja en que echa las limosnas que recoge para el Olvido, monstruo gigante de ingratitudes».[1]
    • Fuente: Acto 3.°, escena 3.ª
  • «La gloria marcha por un camino tan estrecho que solo puede ir un hombre de frente».[1]
    • Fuente: Acto 3.°, esc. 3.ª
  • «El tiempo se parece a un anfitrion de buena casa que estrecha friamente la mano del amigo que se vá, y que, con los brazos extendidos, acoge al recien llegado, cual si quisiera escapársele».[1]
    • Fuente: Acto 3.°, esc. 3.ª
  • «Hay un rasgo de naturaleza en que convienen sin distinción los seres racionales: todos aprecian más el polvo bajo un ligero dorado que el oro bajo una cubierta de polvo».[1]
    • Fuente: Acto 3.°, esc. 3.ª
  • «Una mujer impudente y masculina inspira menos disgusto que un hombre afeminado en momentos de acción».[1]
    • Fuente: Acto 3.º, esc. 3.ª
  • «La omisión de un deber indispensable sella la firma en blanco del peligro, y el peligro, al igual de una fiebre contagiosa, nos atrapa sin sentir en el preciso instante en que nos sentamos descuidadamente al sol».[1]
    • Fuente: Acto 3.°, esc. 3.ª
  • «La opinión es pura farsa: un hombre puede llevarla al derecho y al revés, lo propio que una chaqueta de ante».[1]
    • Fuente: Acto 3.°, esc. 3.ª
  • «La noche es una hechicera detestable que se eterniza para los duendes malignos con una paciencia infernal y huye para los tiernos, enamorados con alas más rápidas y veloces que el pensamiento».[1]
    • Fuente: Acto 4.º, esc. 2.ª

Referencias

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  1. 1,00 1,01 1,02 1,03 1,04 1,05 1,06 1,07 1,08 1,09 1,10 1,11 1,12 1,13 1,14 1,15 1,16 1,17 1,18 1,19 1,20 1,21 Shakespeare, Malone, Velasco y Rojas (1879)

Bibliografía

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  • Shakespeare, William; Edmond Malone (ed. inglés), (traducción de Matías de Velasco y Rojas) (1879). «Tragedias». Pensamientos, máximas, aforismos y definiciones: entresacados de todos los poemas, sonetos, comedias, historias y tragedias de William Shakspeare. Con adicion de los trozos más selectos contenidos en sus diversas obras. Madrid: M. Minuesa. pp. pp. 43-46.  En Google Libros.