Javier Mazzoni

Comenzó su carrera como profesional en el año 1991 jugando para Dock Sud. Su gran talento y habilidad le permitieron recalar en Independiente en el año 1994. Al principio no tuvo demasiadas oportunidades, eclipsado por las grandes actuaciones de Sebastián Rambert y Albeiro Usuriaga, figuras de la conquista roja en el Torneo Clausura de 1994.

Luego, tras el éxodo de ambos jugadores, las puertas se abrieron para este jugador. Fue partícipe necesario de la revalidación del título de la Supercopa en 1995. Sus goles fueron clave para que Independiente lograra el título. En 1995, sería recordado más precisamente por haber sido el verdugo de Gimnasia y Esgrima La Plata. Mazzoni anotó el único gol de la victoria de Independiente ante el cuadro Tripero, imposibilitándolo de obtener el Torneo Clausura de 1995, que quedó a manos de San Lorenzo en una de las definiciones más apasionantes que ha tenido el Fútbol Argentino.^[2]​ Cabe destacar que Gimnasia había estado frente a una oportunidad inmejorable. Este gol lo marcaría para siempre, a tal punto que una filial de hinchas de Estudiantes de La Plata lo ha adoptado como un ídolo. Mazzoni es hincha confeso de Racing Club pero fue figura y campeón en Independiente de la supercopa 95 y recopa 95 y en 1997 tras quedar colgado en Nantes, se vino a Argentina por iniciativa propia y se sumo a la pretemporada de La Academia donde se entrenó varias semanas bajo la dirección de Carlos Babington esperando que la dirigencia pagara el préstamo al club francés. Nada de eso pasó, el jugador intentó contactar un patrocinador que nunca llegó y tuvo que regresar a Francia con su sueño frustrado de jugar para el club de sus amores.

A mediados de 1996, Mazzoni comenzó su excursión europea. El Nantes adquirió sus servicios, pero un año después, en 1998 recalaría en el equipo suizo del Lausanne. Tras una dos muy buenas temporadas, Mazzoni lograría llegar a la Liga Española, fichando por el Racing de Santander en el año 2000.

Tras dos temporadas, Mazzoni decidió cambiar de aires y se mudó a Brasil, donde jugaría para Figueirense. Sin embargo, no logró adaptarse y volvió a España, en 2003 para jugar en el Polideportivo Ejido.

Ya en su segunda aventura en España, Mazzoni sintió necesidad de volver a su país natal. En el segundo semestre del 2003 firmó para Olimpo, club en el que lograría cierta continuidad y algunos goles. Su amigo Jorge Burruchaga, con el que compartió vestuario en Independiente, lo llamó para que en el 2004 se una a las filas de Arsenal de Sarandí. Allí La chancha no tuvo demasiadas oportunidades debido a su estado físico y a las grandes actuaciones de los delanteros Germán Denis y José Luis Calderón. En el año 2005, decidió fichar por el club uruguayo Montevideo Wanderers en el cual tuvo una corta experiencia

Otro excompañero suyo en Independiente, Diego Cagna lo convenció para que juegue en Tigre, que militaba en la Segunda División por el año 2006. Mazzoni jugó en Tigre hasta que el equipo logró el ascenso a primera en 2007, allí se retiró a los 35 años de edad.