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12 Historias Negras De Una Tierra Roja
12 Historias Negras De Una Tierra Roja
12 Historias Negras De Una Tierra Roja
Libro electrónico153 páginas2 horas

12 Historias Negras De Una Tierra Roja

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Información de este libro electrónico

Un mdico, la gente de las montaas y el desafo de un proyecto de salud en el cruce de sus caminos se desarrollan historias que contar, que manifestar y de las que hay que aprender. Se escogieron slo doce historias, las que ms calaron, las que ms dolieron, las que ms ensearon, pero sobre todo las que hicieron caer mitos, mentiras y creencias a la vista de la doctora que vivi en carne propia todas estas historias.

Todas las historias son reales, todos los personajes son reales, toda la zona es real y en todos los conflictos se palpan la cruda realidad del pensamiento, de la accin y la inaccin de los personajes.

Este es un relato de los mltiples aspectos que una doctora encontr en varias poblaciones de la Mixteca oaxaquea y que por amor a ellos escribi, para que la perspectiva que tenemos actualmente pueda variar de rumbo, cuestionarnos, respondernos y seguir investigando.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento30 oct 2014
ISBN9781463392307
12 Historias Negras De Una Tierra Roja
Autor

Sabidi Dekun

Sabidi Dekun (Mixteco Sabidi: Dulce; Dekun: Cabeza). Su nombre nació después de que la gente en la mixteca le repitiera que ella tenía cabeza para pensar mejor y era muy dulce para andar sola en esos caminos de la montaña. Interesada siempre en plasmar la realidad que veía y la fantasía que creaba, Sabidi Dekun escribe desde los 5 años de edad, estando más relacionada con la poesía y cuentos cortos; de los cuales algunos tuvieron la oportunidad de ver la luz y ganar algún concurso local y otros sólo fueron vistos por sus más allegados; decide publicar esta narrativa autobiográfica por primera vez. Estas narraciones, reconcilian muchas de las caras que tienen la vida de Sabidi, su profesión, su expresión, sus sueños, sus ideales y una gran dosis de realidad. Aunque aún sigue odiando tomarse cualquier tipo de fotografía.

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    12 Historias Negras De Una Tierra Roja - Sabidi Dekun

    Copyright © 2014 por Sabidi Dekun.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    Todos los nombres de las personas y lugares que aparecen en este libro han sido cambiados por ficticios con el fin de preservar la identidad de lo implicados

    Fecha de revisión: 11/09/2014

    Palibrio LLC

    1663 Liberty Drive, Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Gratis desde EE. UU. al 877.407.5847

    Gratis desde México al 01.800.288.2243

    Gratis desde España al 900.866.949

    Desde otro país al +1.812.671.9757

    Fax: 01.812.355.1576

    672833

    CONTENTS

    DEDICATORIA

    PROLOGO

    HISTORIA 1 SORDA, MUDA Y EPILEPTICA

    HISTORIA 2 LA ESPOSITA

    HISTORIA 3 MEDIO HOMBRE

    HISTORIA 4 HIJOS Y HERMANOS

    LOS PROFESIONALES

    HISTORIA 5 EL INGENIERO

    HISTORIA 6 EL PROFESOR

    HISTORIA 7 LA COLEGA

    HISTORIA 8 UN AMIGUITO

    HISTORIA 9 TEJIDOS Y BORDADOS

    HISTORIA 10 NI UNA GOTA DE SANGRE

    HISTORIA 11 COMPAÑERAS

    HISTORIA 12 EL ENGAÑO

    ANECDOTARIO

    DEDICATORIA

    A mi madre que me ha

    guiado, enseñado y educado

    con mucha sabiduría,

    aunque a veces no lo haya aprovechado mucho

    Y a quien amo profundamente.

    A Ady y Huri por estar siempre ahí.

    A todos los que me ayudaron en estos viajes

    a la Mixteca Oaxaqueña, que estuvieron para apoyarme

    y para aconsejarme,

    por mantenerme con vida.

    GRACIAS

    PROLOGO

    Debo empezar por decir algo de mis paisanos, (sí, porque yo también soy oaxaqueña) y si debo empezar a decir algo, seria que ante todo los respeto y tengo el firme propósito de cuidarlos, pero en honor a la verdad estoy harta de alabarlos. Soy médico y después de pasar 3 años entre las montañas de tierra roja pude entender muchas cosas acerca de las comunidades marginadas y del mundo hostil que han creado a su alrededor y por eso mismo es que con plena convicción afirmo que los cuidare como cuidare a cualquiera de mis pacientes y compatriotas aun mas, pero estoy harta de alabarlos y conmiserarlos.

    Estoy harta de alabarlos, de llamarlos pobrecitos, de conmiserarlos, de decir que no pueden, de decir que no saben, porque solo hago más grande su pobreza, su ignorancia y su conformismo, porque no se puede ser pobre, siendo dueño de una parcela, no se pueden conmiserar por no tener agua, cuando no se ha buscado, de no tener semilla, cuando no se ha cuidado, de tener demasiado hijos cuando no se ha querido evitarlos, no pueden decir que no se puede cuando otros…..extranjeros, gente ajena a su tierra, han venido y lo han hecho, no pueden decir que no saben cuando en realidad no quieren saber, de decir que el gobierno no les da lo suficiente para que alcance para todo, cuando ellos no hacen nada por sí mismos.

    Debo confesar que mientras estudiaba el bachillerato en una preparatoria de una universidad autónoma y publica se me politizo de alguna manera, dando como resultado que creyera que todos los males de la sociedad eran producto de las malas acciones del gobierno, lo cual ahora veo es una completa tontería, no porque el gobierno haga todo bien porque está muy lejos de hacer siquiera algo, olvídense de algo bien, sino porque he descubierto que los responsables en un noventa por ciento de lo que nos y les sucede es única y exclusivamente de nosotros; pero mientras avanzaba en los estudios, crecía también mi deseo de ayudar a las comunidades marginadas, pensaba que eran victimas inertes de gente abusiva, de un gobierno explotador y del desinterés de la gente de la ciudad. Durante mucho tiempo busque de alguna manera ayudarlos, de apoyarlos, buscaba un trabajo en el cual tuviera el tiempo suficiente para poder hacer algunas actividades, pero siempre había más que dar o hacer, hasta que un buen día, buscando mejorar mis ingresos encontré lo que yo pensé era el trabajo ideal, una asociación civil que tenia proyectos agrícolas en la zona de la mixteca baja, a 3, 4 o 5 horas de la ciudad. Representaba estar fuera de casa mucho tiempo y pasar incomodidades, pero que no me importaba con tal de lograr mi sueño guajiro de adolescente.

    Pues bien, después de mi búsqueda por ayudar y ayudarme, encontré un trabajo, en donde después de las entrevistas de rigor me contrataron y donde yo pensé que iba a ser la cúspide de mi carrera, donde iba a según yo, a poder ayudar a la gente a superarse y tener mejor calidad de vida. Pero creo que quise ir demasiado alto en un lugar donde la gente nació en barrancas a pesar de haber sido paridos entre montañas.

    Las carreteras llenas de derrumbes nos anuncian que la conexión entre la civilización y las barrancas es deficiente como la energía eléctrica que se cae a cada rato, donde todo se tacha de malo porque no se ve nada bueno en su oscuridad excepto lo que ellos mismos hacen.

    Antes de empezar a trabajar en una asociación civil pensaba que era una labor muy loable, después de todo se preocupan por personas que no son de su familia consanguínea aunque sabemos perfectamente que este diminuto planeta tierra todos estamos conectados de alguna u otra manera; pero el día de hoy, que sé que es trabajar en una asociación civil puedo decir que es un monumento a la alabanza, al menos los que nos dedicamos a tratar de ayudar a las comunidades marginadas……o al menos donde yo trabaje. Desgraciadamente la alabanza no es para sus valores, sus virtudes, un ser superior o un Dios, sea como sea que lo conozcan, sino muchas veces para aumentar la pobreza, la ignorancia y la dejadez. Dejemos bien claro que no la ignorancia que se tiene por no ir a la escuela, sino por no querer educarnos en la escuela de la vida, que muchas veces es hasta más valiosa, aprender de sus errores, aciertos, de sus necesidades o carencias, porque los pueblos viven y trascienden al ir mejorando su vida y esto implica el ir a la escuela y aprender los mayores conocimientos que se puedan y después aprender la verdad a través de nuestra búsqueda incansable de lo real, no solo conformarnos con lo que nos dan en la escuela, que de por si es bien poco y demasiado trasgiversado.

    Me gustaría agregar a mi confesión, que este trabajo en el cual pude realizar muchas de las actividades que yo había soñado hacer en las comunidades ha sido mi mayor satisfacción y al mismo tiempo mi mayor desilusión. Ha sido la mayor satisfacción como médico, realice muchas acciones de prevención, de educación y hasta cierto grado de rebelión, no contra el gobierno, no me crean integrante de esos ejércitos de pacotilla, no sino rebelión contra sus mitos, sus mentiras y hasta de la historia oficial, han sido mis mejores logros, ayude a que se curara mucha gente físicamente hablando, pero también me gusta pensar que contribuí en plantar algunas semillas del ansia de saber que espero que en algún momento no solo florezca y de frutos, sino que polinice a más gente, me costó sangre, sudor, lagrimas, una cirugía de urgencia, amenazas de muerte y violación, así como un montón de incomodidades a las que me fui adaptando, con tal de hacer mi trabajo. Pero también fue mi mayor desilusión, enfrentarse cara a cara con la verdadera raíz de toda nuestra idiosincrasia y desgracia, nunca es fácil para una persona que como yo tiene convicciones y sensibilidad en el alma, aunado a esto me enfrente a trabajar con una asociación civil sin estructura, sin patas ni cabeza, que si bien es mantenida, dirigida y auspiciada por un extranjero, no es bien visto que uno pida sus derechos como trabajador, donde se ve como una ofensa el pedir aguinaldo y ni siquiera se puede mencionar un aumento de sueldo, eso jamás¡¡¡, donde se tacha de sinvergüenza y sin escrúpulos por pedir vacaciones, estuve tres años en esa asociación y puede que México sea el único país en donde renunciemos a un trabajo porque nos hablan golpeado, pero también es el único país donde además de aguantar sueldo bajo, a él o los colaboradores más cercanos del jefe que sin preparación ni discernimiento son siempre parte del problema y no de la solución, nulidad de prestaciones y malas condiciones de trabajo, tenemos que aguantar el carácter del patrón y sus insultos, porque eso en otros países se llama acoso, probablemente por eso sea la idea de los extranjeros que los mexicanos solo buscamos el dinero, pero también por eso es nuestra idea que ellos solo buscan explotarnos y es un cuento de nunca acabar. Y eso no tiene nada que ver con querer trabajar o no, porque si de algo estoy orgullosa es que trabaje dando lo mejor, desquite mi único sueldo como trabajadora multitask de enfermera, asistente, promotor de salud, visitadora domiciliaria, chofer y a veces mecánica y talachera y lo mejor mis pacientes reconocen mi trabajo como medico dedicado, también en mi diario caminar pude hacer amistades y tener fuertes lazos con la gente de las comunidades, estoy orgullosa de que aquellos a quien atendí reconocen aun ahora mis esfuerzos y mis atenciones, no, esto no tiene que ver con realizar mi trabajo, esto tiene que ver en lo que prometen y no cumplen y en que quieran establecer las reglas de un país extranjero, pero que trabajemos al estilo mexicano.

    Me desilusione no de los indígenas, porque la gente de las comunidades marginadas están muy lejanos de ser indígenas puros (salvo algunas excepciones), todos tenemos algo de mestizos en la sangre, por eso tenemos el orgullo indígena muy alto pero la terquedad del mestizaje y la dignidad se nos ha olvidado hasta en lo que significa; me desilusione de la gente que no quiere cambiar, que no necesita cambiar, que odia cambiar, que no desea mejorar, que odia al que mejora y que envidia al que tiene más pero no dejan de llevarse la botella a la boca, o la religión a la cabeza, o la lujuria en el corazón, ni de ver pecado solo en la mujer, sobre todo cuando la que lo ve es la mujer, me desilusione de las asociaciones civiles, de los mexicanos que ven al extranjero como un Dios y que no pueden llevarle la contraria, que no tienen discernimiento, que por una casa o un auto son vende patrias y prestan su nombre, dejándose humillar al grado de llamarlos basura y dar las gracias, me desilusione de la gente que cuando tu das algo te quieren arrebatar lo demás, me desilusione de los falsos lideres de movimientos campesinos y obreros que venden a sus paisanos al gobierno que mas pague y me desilusione de mis paisanos que se venden al que mejor pague por una marcha o por un mitin. No es el México que yo creía conocer, no son los mexicanos que esperaba tener como compatriotas, no es la patria que me gustaría tener.

    Durante este tiempo también conocí las organizaciones sociales internacionales, de hecho conocí al director de una de ellas, platique con el ampliamente y desgraciadamente están tan estrechamente unidas a la religión que se pierden en la perspectiva religiosa, no se equivoquen yo no estoy peleada con ninguna religión, pero si cuando educan según un dogma religioso, porque hasta donde tengo entendido este país es laico……gracias a Dios, pero si me da mucho que pensar cuando la prioridad es levantar un templo y no el bienestar de la gente. Algún evangelizador fue un día a platicar conmigo acerca de la lectura de la biblia y a decirme que era pecado que yo le dijera a las mujeres que se cuidaran para no tener más hijos, porque según él es pecado usar métodos anticonceptivos y yo estaba contribuyendo con el mismísimo diablo, por un momento me vi atada a un árbol y quemada con leña verde, afortunadamente esos tiempos ya pasaron y yo pude reírme y después decirle que para mí es mas pecado tener a una bola de niños desnutridos, muertos de hambre, sin más futuro que la miseria y si bien les iba trabajar como burros en el campo para poder comer diario o emigrar a la ciudad para trabajar de pordioseros y darse vida de ricos en el rancho, debería ser pecado ser tan pobre como para perder la dignidad, debería ser pecado ver morir a una mujer desnutrida en el parto y no poder hacer nada, debería ser pecado el que no tengan oportunidad de seguir estudiando, pecado

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