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Diario de Bolivia
Diario de Bolivia
Diario de Bolivia
Libro electrónico510 páginas4 horas

Diario de Bolivia

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Información de este libro electrónico

Esta nueva edición comentada del Diario de Bolivia, a cargo de su nieto Canek Sánchez Guevara, contiene nuevas reflexiones sobre la última etapa de la vida del Che. Aclara al máximo las identidades de los implicados en su guerrilla y las situaciones que provocaron aquellos acontecimientos.
La presente edición tiene cerca de 400 notas al pie con abundante información histórica. Incluye fragmentos de los diarios de otros guerrilleros que estuvieron con él en Bolivia. Presentamos también comentarios de ex agentes de la CIA, de las fuerzas armadas bolivianas y un mapa que resume la ruta del Che en Bolivia.
Tal vez sorprenda que la imagen más difundida del siglo XX no represente a una estrella de rock. Tampoco a una estrella de Hollywood y mucho menos a un hombre de negocios o a un deportista de éxito.
Tampoco a a un poeta, un pintor, o a un científico. Ernesto Che Guevara no dirigió el destino de una potencia mundial. Su conversión en icono mundial no fue resultado de una campaña mediática en sentido estricto. Sin embargo, podría decirse que ella es en sí misma una campaña con un mensaje reconocible: la rebeldía como forma de cambio social.
El Che es el hombre rebelde por excelencia pero él mismo fue ministro y banquero y dirigió juicios sumarísimos y ejecuciones. Fue un icono del voluntarismo, expresión máxima de la acción revolucionaria y eje de la construcción de una sociedad nueva.
IdiomaEspañol
EditorialLinkgua
Fecha de lanzamiento31 ago 2010
ISBN9788498169331
Diario de Bolivia
Autor

Ernesto Che Guevara

Ernesto Che Guevara was a doctor and communist figure in the Cuban Revolution who went on to become a guerrilla leader in South America. He was born in Argentina. Guevara became part of Fidel Castro’s efforts to overthrow the Batista government in Cuba. He served as a military advisor to Castro and led guerrilla troops in battles against Batista forces. Executed by the Bolivian army in 1967, he has since been regarded as a martyred hero by generations of leftists worldwide. Guevara’s image remains a prevalent icon of leftist radicalism and anti-imperialism.

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    Che Guevara waas more than just an icon on a T-shirt, in his time he was a real revolutionary who played a key part in the Cuban revolution and was aiming to overthrow South American dictatorships to free the people.

    This book is a translation of the diary that he wrote when he was in Bolivia with a small team of revolutionaries. It is written with daily notes and reports on their progress as they move through the jungle, avoiding the army that is looking for them and talking to the peasants to get them onside.

    They have some early success in skirmishes with the army, but as they go on they suffer from health issues and have to keep continually moving. Their small numbers mean that every battle counts, but as the number of men on the government side increases, they start to lose men and the initiative that they had. Before long they are caught and captured.

    Takes a while to get going, and in the end isn't too bad as a read. It is full of facts about where they are and their progress, but throughout you get a sense of fear of the men as the net closes. The introduction is by Fidel Castro, and is a bit of a rant. Otherwise it is a reasonable read

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Diario de Bolivia - Ernesto Che Guevara

Créditos

Título original: Diario de Bolivia.

© 2023, Red ediciones S.L.

© Canek Sánchez Guevara

e-mail: info@linkgua.com

Diseño de cubierta: Michel Mallard.

ISBN rústica: 978-84-9816-751-1.

ISBN ebook: 978-84-9816-933-1.

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de la misma mediante alquiler o préstamo públicos.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 17

I 17

II 18

III 19

IV 19

V 20

VI 21

VII 22

VIII 23

IX 24

X 25

XI 26

XII 27

XIII 27

XIV 28

XV 28

Noviembre 1966 31

Noviembre 7. Lunes 31

Noviembre 8. Martes 32

Noviembre 9. Miércoles 33

Noviembre 10. Jueves 34

Noviembre 11. Viernes 34

Noviembre 12. Sábado 34

Noviembre 13. Domingo 35

Noviembre 14. Lunes 35

Noviembre 15. Martes 35

Noviembre 16. Miércoles 35

Noviembre 17. Jueves 36

Noviembre 18. Viernes 36

Noviembre 19. Sábado 36

Noviembre 20. Domingo 37

Noviembre 21. Lunes 37

Noviembre 22. Martes 38

Noviembre 23. Miércoles 38

Noviembre 24. Jueves 39

Noviembre 25. Viernes 39

Noviembre 26. Sábado 40

Noviembre 27. Domingo 40

Noviembre 28. Lunes 41

Noviembre 29. Martes 41

Noviembre 30. Miércoles 42

Diciembre 1966 43

Diciembre 1. Jueves 43

Diciembre 2. Viernes 43

Diciembre 3. Sábado 44

Diciembre 4. Domingo 44

Diciembre 5. Lunes 45

Diciembre 6. Martes 45

Diciembre 7. Miércoles 45

Diciembre 8. Jueves 45

Diciembre 9. Viernes 46

Diciembre 10. Sábado 46

Diciembre 11. Domingo 46

Diciembre 12. Lunes 48

Diciembre 13. Martes 49

Diciembre 14. Miércoles 49

Diciembre 15. Jueves 49

Diciembre 16. Viernes 50

Diciembre 17. Sábado 50

Diciembre 18. Domingo 50

Diciembre 19. Lunes 50

Diciembre 20. Martes 51

Diciembre 21. Miércoles 52

Diciembre 22. Jueves 52

Diciembre 23. Viernes 53

Diciembre 24. Sábado 53

Diciembre 25. Domingo 53

Diciembre 26. Lunes 54

Diciembre 27. Martes 54

Diciembre 28. Miércoles 55

Diciembre 29. Jueves 55

Diciembre 30. Viernes 55

Diciembre 31. Sábado 56

Enero 1967 59

Enero 1. Domingo 59

Enero 2. Lunes 60

Enero 3. Martes 60

Enero 4. Miércoles 61

Enero 5. Jueves 61

Enero 6. Viernes 61

Enero 7. Lunes 62

Enero 8. Domingo 63

Enero 9. Lunes 63

Enero 10. Martes 63

Enero 11. Miércoles 64

Enero 12. Jueves 64

Enero 13. Viernes 65

Enero 14. Sábado 65

Enero 15. Domingo 65

Enero 16. Lunes 66

Enero 17. Martes 66

Enero 18. Miércoles 66

Enero 19. Jueves 67

Enero 20. Viernes 67

Enero 21. Sábado 68

Enero 22. Domingo 69

Enero 23. Lunes 69

Enero 24. Martes 70

Enero 25. Miércoles 70

Enero 26. Jueves 71

Enero 27. Viernes 71

Enero 28. Sábado 72

Enero 29. Domingo 72

Enero 30. Lunes 72

Enero 31. Martes 72

Febrero 1967 75

Febrero 1. Miércoles 75

Febrero 2. Jueves 75

Febrero 3. Viernes 75

Febrero 4. Sábado 75

Febrero 5. Domingo 76

Febrero 6. Lunes 76

Febrero 7. Martes 76

Febrero 8. Miércoles 77

Febrero 9. Jueves 77

Febrero 10. Viernes 78

Febrero 11. Sábado 78

Febrero 12. Domingo 79

Febrero 13. Lunes 79

Febrero 14. Martes 80

Febrero 15. Miércoles 81

Febrero 16. Jueves 81

Febrero 17. Viernes 81

Febrero 18. Sábado 82

Febrero 19. Domingo 82

Febrero 20. Lunes 82

Febrero 21. Martes 83

Febrero 22. Miércoles 83

Febrero 23. Jueves 83

Febrero 24. Viernes 84

Febrero 25. Sábado 84

Febrero 26. Domingo, 85

Febrero 27. Lunes 87

Febrero 28. Martes 87

Marzo 1967 89

Marzo 1. Miércoles 89

Marzo 2. Jueves 89

Marzo 3. Viernes 89

Marzo 4. Sábado 90

Marzo 5. Domingo 90

Marzo 6. Lunes 90

Marzo 7. Martes 91

Marzo 8. Miércoles 91

Marzo 9. Jueves 92

Marzo 10. Viernes 92

Marzo 11. Sábado 93

Marzo 12. Domingo 93

Marzo 13. Lunes 94

Marzo 14. Martes 94

Marzo 15. Miércoles 95

Marzo 16. Jueves 95

Marzo 17. Viernes, 96

Marzo 18. Sábado 97

Marzo 19. Domingo 98

Marzo 20. Lunes 99

Marzo 21. Martes 100

Marzo 22. Miércoles 102

Marzo 23. Jueves 102

Marzo 24. Viernes 104

Marzo 25. Sábado 105

Marzo 26. Domingo 107

Marzo 27. Lunes 108

Marzo 28. Martes 109

Marzo 29. Miércoles 110

Marzo 30. Jueves 111

Marzo 31. Viernes 111

Abril 1967 115

Abril 1. Sábado 115

Abril 2. Domingo 115

Abril 3. Lunes 116

Abril 4. Martes 116

Abril 5. Miércoles 117

Abril 6. Jueves 117

Abril 7. Viernes 118

Abril 8. Sábado 119

Abril 9. Domingo 119

Abril 10. Lunes 119

Abril 11. Martes 121

Abril 12. Miércoles 123

Abril 13. Jueves 123

Abril 14. Viernes 124

Abril 15. Sábado 124

Abril 16. Domingo 125

Abril 17. Lunes 126

Abril 18. Martes 127

Abril 19. Miércoles 128

Abril 20. Jueves 129

Abril 21. Viernes 130

Abril 22. Sábado 131

Abril 23. Domingo 132

Abril 24. Lunes 132

Abril 25. Martes 133

Abril 26. Miércoles 135

Abril 27. Jueves 135

Abril 28. Viernes 135

Abril 29. Sábado 135

Abril 30. Domingo 136

Mayo 1967 139

Mayo 1. Lunes 139

Mayo 2. Martes 139

Mayo 3. Miércoles 139

Mayo 4. Jueves 140

Mayo 5. Viernes 140

Mayo 6. Sábado 141

Mayo 7. Domingo 141

Mayo 8. Lunes 141

Mayo 9. Martes 143

Mayo 10. Miércoles 143

Mayo 11. Jueves 143

Mayo 12. Viernes 144

Mayo 13. Sábado 144

Mayo 14. Domingo, 145

Mayo 15. Lunes 146

Mayo 16. Martes 147

Mayo 17. Miércoles 147

Mayo 18. Jueves 147

Mayo 19. Viernes 148

Mayo 20. Sábado 148

Mayo 21. Domingo 149

Mayo 22. Lunes 149

Mayo 23. Martes 150

Mayo 24. Miércoles 150

Mayo 25. Jueves 150

Mayo 26. Viernes 150

Mayo 27. Sábado 151

Mayo 28. Domingo 151

Mayo 29. Lunes 152

Mayo 30. Martes 152

Mayo 31. Miércoles 153

Junio 1967 157

Junio 1. Jueves 157

Junio 2. Viernes, h-800 157

Junio 3. Sábado 158

Junio 4. Domingo 158

Junio 5. Lunes 158

Junio 6. Martes 159

Junio 7. Miércoles 159

Junio 8. Jueves 160

Junio 9. Viernes 160

Junio 10. Sábado 161

Junio 11. Domingo 161

Junio 12. Lunes 161

Junio 13. Martes 162

Junio 14. Miércoles 162

Junio 15. Jueves 162

Junio 16. Viernes 163

Junio 17. Sábado 163

Junio 18. Domingo 163

Junio 19. Lunes 164

Junio 20. Martes 165

Junio 21. Miércoles 166

Junio 22. Jueves 167

Junio 23. Viernes 167

Junio 24. Sábado 167

Junio 25. Domingo 168

Junio 26. Lunes 168

Junio 27. Martes 169

Junio 28. Miércoles 170

Junio 29. Jueves 170

Junio 30. Viernes 171

Julio 1967 175

Julio 1. Sábado 175

Julio 2. Domingo 175

Julio 3. Lunes 176

Julio 4. Martes 176

Julio 5. Miércoles 176

Julio 6. Jueves 177

Julio 7. Viernes 178

Julio 8. Sábado 178

Julio 9. Domingo 179

Julio 10. Lunes 179

Julio 11. Martes 180

Julio 12. Miércoles 180

Julio 13. Jueves 180

Julio 14. Viernes 181

Julio 15. Sábado 181

Julio 16. Domingo 181

Julio 17. Lunes 182

Julio 18. Martes 182

Julio 19. Miércoles 182

Julio 20. Jueves 183

Julio 21. Viernes 184

Julio 22. Sábado 184

Julio 23. Domingo 185

Julio 24. Lunes 185

Julio 25. Martes 185

Julio 26. Miércoles 186

Julio 27. Jueves 186

Julio 28. Viernes 187

Julio 29. Sábado 187

Julio 30. Domingo 188

Julio 31. Lunes 190

Agosto 1967 193

Agosto 1. Martes 193

Agosto 2. Miércoles 193

Agosto 3. Jueves 193

Agosto 4. Viernes 193

Agosto 5. Sábado 194

Agosto 6. Domingo 194

Agosto 7. Lunes 194

Agosto 8. Martes 195

Agosto 9. Miércoles h-780. 196

Agosto 10. Jueves 196

Agosto 11. Viernes 197

Agosto 12. Sábado 197

Agosto 13. Domingo 197

Agosto 14. Lunes 198

Agosto 15. Martes 198

Agosto 16. Miércoles 198

Agosto 17. Jueves 199

Agosto 18. Viernes 199

Agosto 19. Sábado 200

Agosto 20. Domingo 200

Agosto 21. Lunes 200

Agosto 22. Martes 201

Agosto 23. Miércoles 201

Agosto 24. Jueves 201

Agosto 25. Viernes 202

Agosto 26. Sábado 202

Agosto 27. Domingo 203

Agosto 28. Lunes 204

Agosto 29. Martes 204

Agosto 30. Miércoles 205

Agosto 31. Jueves 205

Septiembre 1967 207

Septiembre 1. Viernes 207

Septiembre 2. Sábado 207

Septiembre 3. Domingo 208

Septiembre 4. Lunes 209

Septiembre 5. Martes 210

Septiembre 6. Miércoles 211

Septiembre 7. Jueves 212

Septiembre 8. Viernes 213

Septiembre 9. Sábado 213

Septiembre 10. Domingo 214

Septiembre 11. Lunes 215

Septiembre 12. Martes 215

Septiembre 13. Miércoles 216

Septiembre 14. Jueves 217

Septiembre 15. Viernes 217

Septiembre 16. Sábado 218

Septiembre 17. Domingo 218

Septiembre 18. Lunes 219

Septiembre 19. Martes 220

Septiembre 20. Miércoles 221

Septiembre 21. Jueves 222

Septiembre 22. Viernes 222

Septiembre 23. Sábado 224

Septiembre 24. Domingo 224

Septiembre 25. Lunes 224

Septiembre 26. Martes 225

Septiembre 27. Miércoles 226

Septiembre 28. Jueves 227

Septiembre 29. Viernes 228

Septiembre 30. Sábado 229

Octubre 1967 231

Octubre 1. Domingo 231

Octubre 2. Lunes 231

Octubre 3. Martes 232

Octubre 4. Miércoles 233

Octubre 5. Jueves 234

Octubre 6. Viernes 234

Octubre 7. Sábado 235

Cronología 237

Libros a la carta 245

Brevísima presentación

La presente edición del Diario de Bolivia intenta aclarar al máximo las identidades de los implicados en la guerra del Che, los movimientos de los guerrilleros y los soldados bolivianos y las situaciones tácticas que provocaron aquellos acontecimientos. Intenta también explorar las contradicciones de los distintos bandos en pugna, así como sus respectivas manipulaciones.

Las ediciones hasta hoy conocidas se interesan por los aspectos épicos de la guerrilla y omiten, por ejemplo, referencias a sus contendientes, a los desertores y a la enmarañada trama de la política boliviana de la época. Hemos intentado ilustrar mediante notas las identidades de todos los personajes citados en el Diario, documentar el armamento utilizado y despejar todas las dudas posibles sobre términos propios de Bolivia, Argentina y Cuba; asimismo hemos insertado en las notas fragmentos de los diarios de otros guerrilleros y comentarios de oficiales del Ejército boliviano y de la CIA implicados en la contienda.

I

Tal vez sorprenda que la imagen más difundida del siglo XX no represente a una estrella de rock, o de Hollywood y mucho menos un hombre de negocios o un deportista de éxito. Tampoco a un poeta, un pintor, o un científico. Ernesto Che Guevara no dirigió el destino de una potencia mundial y su imagen no fue resultado de una campaña mediática en sentido estricto, aunque podría decirse que ella es en sí misma una campaña con un mensaje reconocible. El Che es el hombre rebelde por excelencia pero él mismo fue ministro y banquero y dirigió juicios sumarísimos y ejecuciones. También fue un icono del voluntarismo, expresión máxima (o mínima, según quiera verse) de la acción revolucionaria y eje de la construcción de una sociedad nueva.

A muchos seduce la efigie de este hombre que mira a un punto situado más allá del horizonte con una serenidad incomprensible en una época de estrés colectivo. Parece un hombre indómito, poseído de sí mismo de un modo muy distinto del que podían estarlo Jim Morrison o Mick Jagger en esos mismos años.

El Che no muestra el narcisismo desenfadado de las estrellas del pop, y sin embargo es evidente su fascinación consigo mismo; visible en su mirada sostenida y continua a los objetivos fotográficos. A diferencia de esos iconos mediáticos que pasean en Bentleys o Ferraris, o que imponen una nueva tendencia en el mundo de la moda comprando en alguna boutique, el Che fue un hombre austero que, sin embargo, también generó una moda.

En cierto modo el Che es un símbolo porque conserva una aureola de misterio que no tuvieron otros revolucionarios mundiales. Cabe comentar que una camiseta o un póster de Krushev o de Fidel Castro no serían hoy objeto de culto. Y que incluso su cadáver fue fotografiado hasta la saciedad y comparado con cuadros de Rembrandt y Mantegna en una orgía visual que no han provocado ni otras ejecuciones ni otros cadáveres.

II

Nacido en la Argentina el 14 de junio de 1928 (aunque no todos los biógrafos están de acuerdo con esta fecha) en una familia acomodada, tuvo una infancia marcada por el asma. Le tomaban la temperatura hasta diez veces por día, evitaba salir a la intemperie para no resfriarse y tenía una botella de oxígeno en su habitación. Un día su madre lo vio espiando a sus hermanos jugar y decidió adoptar otra actitud. Tuvo una discusión con su marido y le dijo que su hijo viviría como el resto de los hermanos. Ernesto, que escuchaba la conversación gritó: «Ya entendí... y si me muero me morí», y se fue a jugar. Desde ese día, el Che intentó hacer una vida normal, aunque a veces, cuando el asma no le permitía caminar, lo traían en brazos sus amigos.

Desde muy pequeño vivió en un ambiente politizado y consciente de su entorno social. Su familia solía comentar los acontecimientos políticos de la época. Los avatares de la Guerra Civil Española eran discutidos en su domicilio y sus padres apoyaban la causa republicana.

Más tarde, su padre se integró a Acción Argentina, un movimiento antifascista. Y, durante la Segunda Guerra Mundial, el Che asistió a las reuniones del grupo y colaboró en la investigación de las simpatías políticas de los alemanes que vivían en Córdoba.

III

Muy joven viajó por Latinoamérica y trabajó como médico voluntario en diferentes regiones desfavorecidas. Presenció la revolución boliviana de 1952 y allí conoció el país de cerca y la tensión nacionalista entre mineros y propietarios. Poco después viajó a Guatemala y asistió al golpe de Estado de junio de 1954, propiciado por la CIA contra Jacobo Arbenz en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Sus cartas de entonces muestran su recelo hacia la política exterior de los Estados Unidos que formará parte de su ideario personal. En Guatemala fue amenazado de muerte por los golpistas, y se desplazó a México hacia 1955. Allí se integró en el movimiento 26 de julio, fundado por Fidel para derrocar al dictador cubano Fulgencio Batista.

Conocedor del marxismo a través de Hilda Gadea, quien fuera su primera esposa, se planteó la revolución como una ciencia histórica cuyo propósito es acelerar el flujo natural de los acontecimientos. Acabar al precio que fuese necesario con la injusticia mediante una guerra y una especie de catarsis personal y colectiva que cambiaría el orden de la historia.

Esa vehemencia lo llevó, apenas llegó al poder, a encabezar ejecuciones sumarias de «burgueses» y «enemigos del pueblo» y a admitir en sus discursos que la revolución cubana no dudaría, como toda revolución clásica, a la hora de fusilar a sus adversarios.

IV

Su militancia marxista fue incluso anterior a la de Fidel Castro quien durante mucho tiempo evitó proclamar su vehemente comunismo y aceptó la presencia de agentes de la CIA que, en sus informes, negaron una y otra vez que la guerrilla tuviese veleidades izquierdistas. Por esos tiempos la palabra «comunista» fue evitada a conciencia. El término correcto era «nacionalista».

Por más que el Che fuese un hombre impulsivo, de una sinceridad descarnada, durante los años de la guerra de guerrilla cubana y en el primer periodo de la revolución sus auténticas ideas políticas no fueron públicas. Apeló más bien a su carisma y modestia para hacerse un lugar en el imaginario popular y supo con astucia no anticiparse a los acontecimientos proclamando sus simpatías ideológicas. Acató la consigna de Fidel Castro de hacer silencio al respecto durante años y, cuando se proclamó el enfrentamiento de Cuba con los Estados Unidos, supo mezclar la dureza del lenguaje y la apología de la violencia con un discurso atestado de promesas. Entonces el Che no tardó en criticar por igual a los Estados Unidos y a la Unión Soviética, acusándolos de ser dos imperios que pretendían extenderse por la faz de la tierra devorando a los países débiles. Sin embargo, también ocupó altos puestos en el gobierno cubano y cumplió con disciplina partidista los encargos de Fidel extendiendo la influencia de Cuba en el mundo.

En esos tiempos un mundo mejor parecía estar a la vuelta de la esquina y el Che insistía en que él podía hacerlo real mediante una guerra tal vez más dura que la que se había librado en Cuba.

V

Se hablaba de la violencia revolucionaria, de la instauración de un nuevo mundo de posibilidades mediante la guerra popular, pero el mito del Che no se construyó a través de sus hechos de armas. Fue su sentido de la imagen, su aspecto mediático y su carisma ante la prensa lo que forjaron su mito. El Che fundó dos piezas clave de la maquinaria de propaganda que necesitaba Fidel Castro para vender una imagen afable de su revolución.

La primera de estas piezas fue Radio Rebelde, una emisora clandestina que emitía mensajes de agitación política desde la Sierra Maestra y la segunda, tras el triunfo revolucionario, Prensa Latina, una agencia de información que con sus múltiples sedes en Latinoamérica, los Estados Unidos y Europa, se convirtió en la principal herramienta propagandística del régimen, avalada por las colaboraciones regulares de grandes periodistas de la época, además de ser una tapadera para el espionaje revolucionario. La agencia pretendía enfrentar al periodismo de los grandes grupos mediáticos de Occidente una nueva prensa que desarticulase las noticias y los flujos de información dominantes. Y muchos de sus periodistas tomaron las armas o se convirtieron en espías al servicio del gobierno cubano. Su fundador, Ricardo Masetti moriría en 1964 en el norte de Argentina, encabezando el Ejército Guerrillero del Pueblo, bajo el seudónimo de «Comandante Segundo». En ese proyecto de revolución latinoamericana el Che sería el «Comandante Primero».

El talento para la seducción política desplegado por el Che en los proyectos mediáticos que encabezó vaticinaba su futura mitificación. Él mismo se había encargado de construir el mito de la revolución eternamente joven y rebelde, autónoma, ajena a la servidumbre hacia la Unión Soviética del resto de los países comunistas y siempre dispuesta a conectar con los media.

En diferentes pasajes de su Diario el Che comenta la radio y analiza una y otra vez las noticias que emitían los diferentes medios de prensa a su alcance. Sabía que la lucha armada necesitaba del apoyo popular y que convencer a la población de Bolivia y de Latinoamérica de dicha necesidad era tan importante como el aspecto militar de su actividad. No resulta entonces extraño que su vía crucis boliviano y su muerte fuesen una continuidad natural de su actividad como agitador político y maestro de la propaganda revolucionaria. Sin embargo, cabe añadir que el Che no obtuvo el imprescindible apoyo popular, que su acción militar no fue lo contundente que se esperaba, y que sus negociaciones políticas con las fuerzas locales fracasaron. Además, desoyó su propia experiencia revolucionaria, expresada en su manual La guerra de guerrillas en los siguientes términos: «Donde un gobierno haya subido al poder por alguna forma de consulta popular, fraudulenta o no, y se mantenga al menos una apariencia de legalidad constitucional, el brote guerrillero es imposible de producir por no haberse agotado las posibilidades de la lucha cívica».

VI

A fines de marzo de 1965 el Che Guevara desapareció de la escena pública. Atrás quedaron los años al frente del Ministerio de Industria, del Banco Nacional y de la fortaleza de La Cabaña. Atrás quedaron las interminables horas de trabajo voluntario en la zafra o la construcción; los discursos y los textos teorizando sobre la lucha armada y la creación del socialismo, las largas giras internacionales como embajador de la revolución cubana.

Un día anunció a sus allegados que partía hacia el oriente de Cuba a cortar caña, y nadie más lo volvió a ver, al menos en público. Se encerró en una casa de seguridad, en La Habana, y redactó la famosa carta de despedida a Fidel y al pueblo de Cuba. A la mañana siguiente, muy temprano, partió. Vestía como un respetable hombre de negocios y llevaba un pasaporte falso. Tras quince días de viaje llegó a Dar-es-Salaam, frente al Océano Índico y de ahí marchó hacia el Congo con una tropa de combatientes cubanos, casi todos negros.

En sus Pasajes de la guerra revolucionaria: Congo, Ernesto Guevara comienza la narración con una sentencia que no deja lugar a dudas sobre sus emociones: «Esta es la historia de un fracaso». A lo largo de los Pasajes, el Che va dando cuenta de las causas de ese fracaso: desorganización, distancia entre el ejército revolucionario y el campesinado, desidia, ausencia de un mando central sólido, pésima moral de combate, corrupción de los líderes, falta de militantes bien preparados, ignorancia, supersticiones... Seis meses más tarde abandonó el Congo, derrotado, humillado, cansado y, sobre todo, con la sensación de que se podía hacer más, pero ya no estaba en sus manos. La guerrilla cubana se retiró en barcas preparadas para la ocasión con las armas listas para disparar sobre los combatientes africanos que quedaron bajo el cerco enemigo. El Che escribió: «No hubo un solo rasgo de grandeza en esa retirada».

Se encerró otra vez en la embajada cubana en Dar-es-Salaam y a principios de 1966 se trasladó a Praga, tal vez para recuperarse de la depresión congolesa (se utiliza el «tal vez», porque no hay textos públicos en primera persona de esos días, pero la depresión no es una hipótesis, está latente en cada una de las páginas de sus Pasajes del Congo). En Praga, en otra casa de seguridad y en la total clandestinidad, el Che retomó y dio forma definitiva a su proyecto de revolución sudamericana. Ajeno a que poco después habría una revolución en esa ciudad pero de signo contrario.

VII

Mientras el Che estaba en Praga, José María Martínez Tamayo (Papi) viajó a Bolivia a modo de «avanzada». Comenzaban a tejerse redes de apoyo, enlaces con el Partido Comunista de Bolivia y también, con los residuos del Ejército de Liberación Nacional de Perú. A mediados de 1964 había llegado a La Paz Tamara Bunke, una joven argentino-alemana a las órdenes del Che; tenía el nombre falso de Laura Gutiérrez Bauer, y decía ser una folklorista especializada en América Latina. La historia la conoce como Tania la guerrillera.

A mediados del verano de 1966 el Che estaba en Cuba con un pasaporte falso listo para encabezar la guerrilla de Bolivia. Su carta de despedida ya había sido leída por Fidel en un acto público el 3 de octubre de 1965 en la presentación del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, de manera que su presencia en Cuba era clandestina.

Se dice que con esa lectura Fidel precipitó la salida del Che de la política real cubana. Uno de sus eternos guardianes, Benigno, ha dicho que el Che se indignó al saber que Fidel había difundido la carta, destinada a ser publicada solo cuando estuviese muerto. Durante su ausencia se especuló mucho en el mundo entero acerca de la «desaparición» del Che: que había caído en desgracia, siendo fusilado por órdenes de Fidel; que dirigía las revueltas en República Dominicana; que estaba internado en un hospital psiquiátrico...

La versión oficial del gobierno cubano es que el Che había pedido que, una vez consolidada la revolución cubana, se le permitiese marchar a hacer una guerrilla en Argentina. Si Fidel precipitó la salida del Che de Cuba temeroso de que este le hiciera sombra, habría que admitir que se apropió de su legado como de un talismán que legitimase su poder y que le confiriese esa aureola de rebeldía que todos atribuyen al Che. El mismo Fidel orquestó la compaña mediática que mitificó al eterno guerrillero, y el mismo Fidel apareció por entonces una y otra vez en público con los hijos de su compañero de lucha.

Algunos biógrafos hablan de un «enroque perverso»: si lo quería fuera de Cuba, nada mejor que entregarle una provincia

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