Se los conoce con multitud de nombres desde tiempos pretéritos (bakemono, mononoke, obkae, oni…) pero a día de hoy el término más utilizado en yokai. Estos, junto a los yurei, habitan un mundo paralelo y sus vidas no difieren demasiado de las de los pobres mortales. Por lo general, permanecen en su universo y los seres humanos en el suyo (nuestro), pero en el momento del Crepúsculo la división entre ambos universos es menor y es más fácil franquearla; en este caso, los mortales salen bastante malparados.
La hora del crepúsculo entre la puesta del sol y el oscurecimiento del firmamento, justo cuando no es de día ni de noche, se conoce como , y es el momento en el que somos más vulnerables y los seres sobrenaturales se vuelven una amenaza, pues se reduce la frontera entre el (el mundo de los vivos) y el , el «otro mundo», un gran desconocido para los–, y vagan a sus anchas los , los y otros entes oscuros.