Simone Pollo es vegetariano desde los 22 años, acaba de publicar Manifiesto por un animalismo democrático (NED Ediciones), una reflexión sobre cómo mejorar la protección de los animales no humanos en la sociedad: «El próximo año será mi 30 aniversario como vegetariano», comenta este profesor de Filosofía Moral en la Universidad Sapienza de Roma, y de Ética de las Relaciones Humano-Animales en la Universidad de Turín. También es miembro del International Center for Animal Law and Policy y profesor del Máster en Derecho Animal y Sociedad de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Su libro huye de posiciones extremas, aboga por avanzar en el reconocimiento de los derechos de los animales desde los valores que inspiraron las democracias liberales. Nada más comenzar, la lectura recuerda que el fascismo italiano y el nazismo fueron proteccionistas de los animales, a su manera, y que Hitler era vegetariano. Pollo contempla la abolición de la experimentación animal y la igualdad total entre los seres humanos y no humanos como una meta no realizable de momento, pero a la que aspirar. Considera que los avances legislativos deben darse en cada país de