SANTIAGO POSTEGUILLO
Julia Domna es un personaje real. ¿Cuándo se topó con él? Yo lo conocía por referencias académicas, pero no tenía calibrada en su justa medida la dimensión del personaje hasta que leí un ensayo de la profesora Barbara Levick, del Reino Unido, en cuyo inicio decía que no había ni novelas ni películas sobre Julia, aun siendo un personaje importante. Mi primera reacción fue pensar que se había enamorado de un personaje del que había investigado mucho, pero que no había más. Luego, cuando leí toda la biografía, me di cuenta de su importanciatoria en Y y me decidí a escribir Yo, Julia, una obra independiente sobre el ascenso de una mujer en la Roma antigua, hasta llegar a ser emperatriz. La presenté al Planeta, ganó, funcionó y decidí continuar su his Julia retó a los dioses.
De nuevo una lucha implacable por el poder en la Antigua Roma. Si eras alguien, sobrevivir en esa época era un milagro, ¿no?
Sí, la verdad es que estar en una familia imperial era bastante peligroso, porque las rencillas internas eran mortíferas. Pero Julia Domna eclosio na al fallecer su marido, la vemos en todo su poder. Ya no está a la sombra del esposo emperador, sino que, como madre de dos coemperadores, incrementa su influencia. Pero es verdad que mantenerse en el poder es más difícil que llegar y tendrá que hacer frente a las rencillas intrafamiliares, a la vez que luchar contra las (que, como le traduce Galeno del griego al latín, es un cáncer).
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