UNA PIEDRA EN EL ZAPATO

APARECIÓ EN MÉXICO antes de que se publicara en España porque así lo decidió Claudio López Lamadrid, mi editor, que pensaba estar allí, coincidiendo conmigo. Yo presentaba la Cátedra Julio Cortázar en la Universidad de Guadalajara y la película con los extraordinarios dibujos de Pablo Auladell, en el Festival Internacional de la ciudad. Claudio era uno de esos editores a los que de verdad les interesaba la sea un libro mixto, donde las anécdotas autobiográficas preceden al relato. Pero le debo, sobre todo, una amistad dolorosamente truncada por su súbita muerte que le impidió viajar a México, pero no seguir siendo mi editor y amigo, tan vivo como si viviera, como cuando vivíamos y no nos veíamos de vez en cuando.