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ESA NOCHE.
Te encontrás caminando por la ciudad. El trabajo te ha dejado agotado y solo quieres ir a tu casa a relajarte y gastar tu tiempo haciendo nada, al fin de cuentas esa es tu vida ahora que vives y te mantienes por tu cuenta.
En ese momento te percatas de que la ciudad no tiene problemas, una ciudad tranquila donde los héroes se la pasan con días libres completos por la falta de crimen. Esa tranquila ciudad mantiene a casi todos los héroes sin hacer nada y digo casi porque tu heroína preferida, Kinoko, trabaja todos los días aunque por lo tranquilo del lugar no hace mucho.
Dos cuadras antes de llegar a casa encuentras a Kinoko patrullando donde vienes, en ese momento corres a pedirle autógrafo. Te es imposible contener tu emoción de verla y la invitas a tu casa. Ella afortunadamente para vos, ha decidido ir contigo a tu casa porque ama conocer a sus fans.
La llevás a casa; vos y ella no paran de contarse chistes, hacer bromas, y comer una pizza. Esa noche era buena para ti, tu ídola te estaba coqueteando. En ese momento ella empieza comentarte que por ser un buen fan te dará lo que desees.
Tú, obviamente no pierdes tu oportunidad y le pides una noche de sexo, ella se emociona pues era virgen aún y un fan se ofrecía a enseñarle sobre el sexo.
En ese momento ella se levantó el vestido de hongo que usa como traje de heroína y hace de lado sus braguitas para mostrarte sus zonas íntimas.
Te acercas a lamer y a tocar su vagina, la cuál es muy suave y dulce, chupas su vagina con muchas ganas. No podría ser esto mejor para ti, hasta que ella expulsa un squirt por el orgasmo que le diste por lamerle la vagina.
Entonces sacas tu polla y la colocas entre las dos tetas de Kinoko, ella entonces empieza a masturbar tu miembro usando sus redondos pechos, los cuales sabe usar muy bien para las "rusas" (nombre que algunos le dan a este acto) y gracias a eso; empapas de semen su cara y sus tetas.
No estás cansado aún de follarla, de hecho estás muy preparado para otra ronda, la pones en cuatro y le introduces violentamente tu polla en su apretado ano. Ella grita y gime de placer, el anal le encanta tanto que a duras penas puede mantenerse sin temblar.
No te detiene nada. Tu ritmo frenético la pone aún más caliente, lo que intensifica sus gemidos de placer. Tu polla llena su cavidad anal con tu leche. Entonces le informas que ahora va su vagina.
Rompes su delicado himen con una metida de polla fuerte y entonces empieza lo bueno para vos. Kinoko hace caras lascivas mientras su vagina es atacada por tu enorme polla. Obviamente después de eso, terminas dentro de la vagina, dejándola encinta intencionalmente buscando quedarte con ella para siempre.