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Hal siempre había creído que los jardines eran para ancianos decrépitos que no tenían nada más productivo que hacer con su vida que cortar un par de hojas unas tijeras enormes y después sentarse a mirar su estúpido árbol.
Hal todavía creía eso, y sabía que era sumamente hipócrita de su parte haber aceptado ayudar a Barry con la idea de hacer un pequeño cultivo en el patio trasero de su casa.
Pero también Hal debía aceptar, con dolor; que ya no era el joven que se burlaba de eso.
Las arrugas ya estaban por todo su rostro, los dolores de cadera y espalda provocados por las lesiones intensas de su vida cómo héroes cada vez se hacían más presente.
La vida se burlaba de él, haciéndolo convertirse en todo lo que odiaba en la adolescencia.
Ahora era un viejo decrépito que se dedicaba a quejarse de cualquier tema que se le ocurriera; pero al menos tenía una pequeña luz en su vida.
Hal jamás pensó que viviría lo suficientemente para llegar hasta esa edad, dónde podría sentarse al lado de Barry y mirar las noticias en completo silencio.
Hal ni siquiera se imaginaba envejeciendo con Barry.
Jamás pensó que aquella veces hace años cuándo estuvo al borde de la muerte, su mejor amigo Barry aceptaría tener sentimientos por él.
Hal jamás se imaginó que viviría lo suficientemente para envejecer junto a Barry, tampoco se imaginaba que Barry lo soportaría por tantos años; pero debe admitir que a pesar de que no lo esperaba, está feliz de que haya sucedido.
Está feliz de traerle a Barry su sombrero extravagante para evitar que el sol quemé su piel, y ayudarlo a cuidar de todas las flores de su jardín.
Le gusta sentarse con Barry por las tardes con una cerveza en mano mientras su novio lee algún libro sobre el cuidado de las flores o le pregunta sobre algún nuevo artículo de jardinería que deberían comprar, cómo si Hal fuera a alguna clase de experto en el tema.
Le gusta jugar como un niño pequeño en la tierra haciendo algún par de hoyos en el patio mientras él y Barry traen un nuevo árbol a su patio que verán crecer cada día como su amor.
Es cursi y tonto, y Hal jamás lo aceptaría en voz alta, pero… Ver las flores y los árboles que cuidaron florecer y dar frutos, le hace sentir bien.
Siente que es alguna especie de mensaje implícito de su relación.
A pesar del tiempo y de las circunstancias, con los cuidados adecuados y la persistencia de ambos; su relación había crecido y madurado juntos.
Había florecido y habían dado frutos por los que ambos habían trabajado y que ahora podían disfrutar mientras cuidaban de su pequeño jardín.