Chapter Text
John observaba asombrado al hombre que su antiguo compañero de universidad, Mike, le acababa de presentar y prácticamente le había contado su vida en los últimos meses.
Estaba apunto de decir algo al respecto, pero una puerta al otro lado del laboratorio se abrió y entró una chica con un café. A John se le hizo conocida.
El hombre castaño de pelo rizado la miró y esbozó una sonrisa algo falsa. —Gracias, Hooper.— Tomó el café de las manos de la chica que le sonreía, pareciendo notar que iba a mencionarle algo, pero esta vez fue a él a quien cortaron.
—¿Hooper, Molly Hooper?— Tanto el hombre como la chica miraron a John.
—Sí... ¿Cómo lo sabes?— Dijo con cautela, pasando su mirada a Mike y de nuevo a él.
—Soy John Watson.— Se presentó con algo más de buen humor a pesar de sí mismo. Le reconfortó la expresión de realización de la chica.
—Dios, estas muy diferentes. Pensé que no volvería a verte.— Molly se acercó a él y le abrazo. John le devolvió el abrazo con su mano libre, esbozando una pequeña sonrisa.
Él castaño los miró con el ceño fruncido, aún sin entender lo que estaba pasando. —¿Os conocéis?—
Cuando se separaron del abrazo, ambos miraron al emisor de la pregunta y Hooper se sintió nerviosa. —Sí, bueno. Compartimos algunas asignaturas en la universidad.— Volvió a mirar a John y bajó la mirada, notando el bastón. —Dios, ¿estás bien?— Le puso una mano en el hombro y otra en la cara como si fuera a inspeccionarle, el rubio se encogió un poco en su lugar.
—Sí, Molly. Fuí a la guerra y bueno, esto pasó.— Pronunció lo último meneando un poco el bastón con molestia, sin molestarse en apartar a Molly. —No te preocupes por lo demás.— La chica se apartó cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, dedicándole una sonrisa.
—Me alegre... Quiero decir, de que estés bien, no de tu cojera. O sea... Ya sabes.— Se puso algo nerviosa nuevamente de que la malinterpretaran, pero John la entendió.
—Lo entiendo, no te preocupes.— Molly asintió y se volvió hacia el hombre increíble, que seguía algo confuso pero no dijo nada más...
John Hamish Watson de 20 años entra en la carrera de medicina.
El mismo año, Molly Hooper, de 18, entra en la misma carrera.
John se centra en el campo de la cirugía mientras que Molly en el campo forense, aunque como era de esperar coincidían en varias clases.
No se hablaban en clase y prácticamente no se conocieron hasta el segundo año de los siete de cada uno. No fue un encuentro muy agradable a primera vista...
Molly acaba de terminar su horario lectivo y estaba de camino a su habitación cuando escuchó a alguien sollozar mientras pasaba por uno de los largos caminos que comunicaba el edificio de las habitaciones con el principal. Miró a su alrededor para saber de donde provenía el sonido, dándose cuenta que venía de uno de los subcaminos que llevaban al aparcamiento. Se acercó cuidadosamente.
Apoyado contra la pared del pequeño camino había un chico con el pelo castaño rojizo casi por los hombros, tenía las piernas pegadas al pecho y se abrazaba a sí mismo. Tenía dos mochilas, una a cada lado suya. La chica se acercó con cuidado, pero hizo un ruido al pisar algo que lo sobresaltó. —¿Estás bien?— Preguntó Molly algo apenada.
—Estoy bien, dejame en paz.— El chico se limpió los ojos con la manga de su sudadera y se apresuró a recoger sus mochila, pero al hacer un movimiento con su mano derecha puso una mueca de dolor y dejó caer la mochila. —Joder...— Susurró molesto.
—Dejame ayudarte.— Hooper se apresuró a ayudarlo y agarró su mochila para entregársela. —¿Qué te pasó en el brazo?— Sabía que la pregunta sería mal recibida una vez que la formuló, pero le salió de forma automática.
—¿Acaso te importa?— Una vez totalmente de pie, el chico tenía casi la misma altura que ella, solo unos centímetros más alto. Estaba obviamente molesto.
Molly no supo muy bien que decir, asique hizo una mueca. —Bueno, estudio medicina. Podría darte algún consejo.— El chico puso los ojos en blanco y después la miró con el ceño fruncido.
—Yo también estudio medicina, no es necesario.— Se dispuso a irse camino al aparcamiento y después de un pequeño debate interno, Molly lo siguió.
—¿En que curso estás?— Preguntó ella, sin recibir respuesta. —Yo en el segundo año. Me centro en el campo forense. ¿Y tú?— No se rindió y el chico paró en seco para mirarla.
—Cirugía, también en segundo año, ¿contenta?— Gruñó antes de volver a emprender su camino.
—Me llamo Molly Hooper.— El chico volvió a parar y soltó la mochila de su brazo derecho de golpe y girandose completamente a la chica, acercandose molesto.
—¿Por qué te importa? ¿Quieres algo conmigo?— Le dió un pequeño empujón en el hombre izquierdo. —¿O tal vez estás aquí para reirte de mí, eh?— El chico la encaró y ella retrocedió un poco.
—No, yo simplemente quería... Conocerte. No se quién eres.— Molly se acobardó. —Perdón si te molesté.— El chico la miró fijamente y finalmente suspiro, retrocediendo.
—John Watson. Creo que vamos a algunas clases juntos.— Ella reconoció el nombre de haberlo escuchado cuando pasaban lista en clase. —Y perdón por eso, simplemente estaba molesto.— Regresó a su mochila y volvió a hacer una mueca de dolor al agacharse para cogerla. No le dejó caer esta vez.
Molly no se perdió la expresión y se volvió a acercar. —Creo lo mismo. Pero de verdad, ¿por qué te duele el brazo? Es un gesto común el que haces.— Lo miró con curiosidad.
John volvió a hacer una mueca, de incomodidad esta vez. —Me tropecé con un bordillo.—
—Bueno, yo me tengo que ir a mi habitación. Supongo que te vas a casa, así que hasta mañana.— Él l volvió a mirar con una expresión confusa, pero rio sin humor antes de seguir su camino.
—Adiós, Hooper.—