Actions

Work Header

¿Por qué ahora?

Summary:

Merlin esta agotado, las cosas han estado cambiando y no sabe la razón.

Arthur, en cambio, tiene muy clara la razón. Sus sentimientos y sus percepciones están evolucionando a raíz de distintas cosas, el fracaso de su matrimonio, las continuas traiciones que enfrenta. Por eso se ha vuelto más observador y esta empezando a notar ciertas cosas. Pero le faltan respuestas, que solo su sirviente puede darle.

Para la suerte de ambos, tienen a Gwaine para ayudarlos.

Chapter 1: La taberna

Chapter Text

Merlin había tenido un largo día, tenía todo el derecho del mundo a estar en la taberna.

Nunca había ido, independientemente de lo que Arthur pensara o hubiera escuchado. No tenía días libres y definitivamente no conocía los descansos. En Camelot, por alguna razón pasaban cosas todos los días, cosas, problemas, maldiciones, asesinos, monstruos, muertes, etc. Que al parecer solo él podía detener, no solo por su magia, si no porque siempre era él único en notar lo que sucedía a su alrededor, el único que tenía las habilidades para hacer algo al respecto. No era mal agradecido, ni nada, no le molestaba tener responsabilidades. Simplemente no entendía porque el destino decidió que Merlin debía hacerse cargo de todo y todos. Ya era lo suficientemente complicado mantener su magia en secreto para mantenerse así mismo con vida.

Ese día en particular, había tenido que perseguir a un hechicero por el bosque para evitar que escapara, el muy cobarde estaba envenenando la copa del príncipe, pero fue descubierto por Merlin rápidamente. Muy original no era, buscaba matar a Arthur para tener poder, por una venganza, etc, etc.

Merlin estaba agotado, su magia era más poderosa que la del otro hechicero, pero sus piernas ciertamente no lo eran. Qué manera de correr, eran impresionantes las habilidades y la resistencia física de los caballeros. Merlin necesitaba sus piernas funcionales para las extensas tareas que tenía. Por eso, agotado, terminó en el único lugar en el que sabía que nadie lo molestaría. O al menos eso pensó.

Levantó su jarra para dar un largo sorbo a su cerveza. Casi se le derrama el poco liquido que le quedaba, al escuchar inesperadamente su nombre.

“¿Merlin?” Gwaine, uno de los hombres más valientes y atractivos que había conocido, quien también era uno de sus mejores amigos. Se sentó a su lado, levantando las cejas, probablemente divertido al ver la jarra casi vacía de Merlin. “¿Qué haces aquí? ¿Cuántas de esas llevas?”

“Primero que nada, no te sorprendas tanto, te recuerdo que nos conocimos en una taberna, no muy distinta a esta. Segundo, no tengo idea”

“Pero nunca nos habíamos encontrado aquí. Y pasó gran parte de mi tiempo en este lugar. Tú no, y lo digo por tu nula resistencia a la bebida” Miró fijamente un punto de su cabeza, divertido le quitó un par de ramitas que al parecer tenía en el pelo. “¿Te peleaste con un árbol?”

“Mi resistencia está perfecta, no te preocupes. En cuanto al árbol, como bien sabes, Gwaine. Gaius me pide que recolecte hierbas medicinales para él. Requiere ciertos sacrificios a mi dignidad, por lo que no es fácil salir impecable del bosque. ¿Tienes idea de cuántas plantas están escondidas en zonas peligrosas? Muchas y son las favoritas de Gaius”

“Tu dignidad, tema interesante. Y hablando de la falta de ella…” Merlin levantó una ceja, ofendido. “...Arthur ha estado haciendo preguntas bastante peculiares sobre ti”

Se volvió repentinamente consciente de los rápidos latidos de su corazón. “¿Cómo cuáles? Espero que no estén relacionadas con vestidos, siempre me encuentro en situaciones peculiares con ellos“ Merlin sabía que no era momento de hacer bromas y divagar, pero no lo podía evitar.

Gwaine negó con la cabeza, mientras una débil sonrisa desaparecía poco a poco. Se quedó en silencio, adoptando una expresión pensativa y seria, que no iba para nada con su personalidad. Merlin entendió que su amigo estaba siendo cuidadoso, con sus palabras, con él. No ayudó en nada a calmar sus nervios. Gwaine prosiguió.

“Mencionó que le extrañaba no saber a dónde te diriges cada vez que desapareces. Quizás inconscientemente a Arthur le inquieta porque lo haces durante horas. Como hoy, de hecho. ¿Dónde estabas?”

“No creo que le inquiete, le debe fastidiar que su sirviente no esté disponible cada segundo del día” Merlin se acercó agachando la cabeza, haciendo un gesto con la mano para que su amigo lo imitará. Con la mayor cantidad de seriedad de la que fue capaz, susurró. “Entre tú y yo no me imagino como lo hace con Gwen en las noches. Te lo digo desde mi experiencia al servir a nuestro rey, te aseguro que no sabe desvestirse así mismo, en lo más mínimo. Espero que nuestra amiga no esté trabajando extra…” Gwaine estalló en una fuerte carcajada, trató de disimular con una tos cuando los presentes lo miraron con intensa curiosidad e irritación. Se recompuso después de unos segundos y volvió al tema que tanto parecía interesarle.

“No respondiste mi pregunta”

Merlin se encogió de hombros, con la mirada puesta en el suelo, se sentía un poco mareado. Odiaba mentir, y se la pasaba haciéndolo. “Ya te dije, Gaius me mantiene ocupado”

“Arthur no cree en esa excusa, yo tampoco lo hago”

“Por supuesto que no, él cree que soy un vago mal agradecido. Que se le pasa en este lugar”

“Ya no piensa eso. Arthur también preguntó a los encargados de la taberna qué tan seguido vienes. Nunca te han visto entrar, hasta hoy supongo”

Merlin trató de mantener una expresión relajada, divertida. Aunque su cuerpo no lograba permanecer quieto, era vagamente consciente del temblor en sus rodillas. “¿Gwaine, a qué quieres llegar con esto? ¿Sucedió un milagro tal vez? Arthur por fin me reemplazará por George, ¿es eso? ¡Sabía que era solo cuestión de tiempo!”

El caballero negó con una sonrisa. “Es un gran sirviente, cada vez que me ve me trae una copa de vino y unos manjares, a una velocidad impresionante, cabe destacar. Y eso que usualmente el vino no es de mi agrado, pero ese sí que es delicioso, sospecho que está reservado para Arthur…” Apuntó a Merlin con el dedo de manera acusadora. “¡No me sigas distrayendo! Estábamos hablando de algo importante. De interés para el rey, Merlin”

“¿Hablando? Parece una interrogación, especialmente con la mención a Arthur. ¿Desde cuándo eres tan formal?”

“Nadie te interrogará nunca, lo sabes. Y claro que soy formal, estamos en un lugar público, necesito parecer serio, centrado en los deseos del rey. Leon me dio una charla sobre eso, hace unos días, cree que debo esforzarme más. Así que cuéntame, por el bien de mi título. ¿Qué es? Si es sobre una mujer, sabes que puedes hablarme de ello” Gwaine sonrió con orgullo, enderezándose y moviéndose el pelo. “Podría darte algunos consejos, no sé si lo has notado pero tengo bastante experiencia en ese área” Merlin quería hacer una broma sobre que Arthur insinuó lo mismo una vez, y como acababa de expresar, no le tiene mucha fe en ciertos aspectos.

“Me imagino, pero dime. ¿Acaso es tan extraño que tenga una vida privada, que no toda mi vida esté relacionada con mi trabajo?”

“Lo es, pocos sirvientes la tienen por lo demandante que es ese trabajo. Más encima eres de los más ocupados del reino”

“¡Exactamente!” Se levantó exaltado y empezó a gesticular como loco. “¡Por lo que aprovecho cada segundo de mi tiempo libre!” Sentía que las personas empezaban a mirarlo pero no le importó.

“¿Seguro que no hay nada que quieras decirme? De verdad quiero entenderte, no solo porque Arthur me lo pidió, sabes que lo hago por mis propias razones, y sabes que son de preocupación”

Merlin, siguió parado, pero más calmado. Miró la puerta casi que con anhelo. “Hoy descubrí cuán agotador puede ser correr” Admitió con un resoplido.

“Salgamos de aquí, quiero que me cuentes todo” Gwaine se levantó, pagó por las bebidas de ambos y sujetó los hombros del mareado Merlin para conducirlo a la salida. “Quiero que entiendas el peso que tiene que el rey no pueda descifrar algo, con el poder que tiene lo encuentra sospechoso. Por lo que es peligroso que tengas un secreto bien guardado, significa algo y eso tiene a Arthur receloso. No permitas que eso continúe así”

Después de tantos años. ¿Por qué Arthur comenzó a notar eso de él? ¿Qué cambió y cómo lo arreglaría?

No son preguntas de las que Merlin se sienta capaz de encontrar sentido o respuesta en su actual estado. Ahora mismo solo debía seguir al caballero, por los concurridos caminos de Camelot en dirección al castillo.