Chapter Text
A Ed le agradaba Adán, en serio que lo hacía.
Demonios, Adán era el mejor niño de la maldita vida.
Cuidaba a todos, siempre que salían de viaje, contaba a todos para asegurarse de que no olvidará a ninguno, nunca mordió la cabeza de ese hombre serpiente de tela (¿Crawly?), tampoco intento sacar las alas de Aziraphale (¡Menudo bocado de nombre!), no intento quitarle a la fuerza la pistola de la mano a Izzy (el padre de Adán podría aprender una o dos cosas de él), pero… ¡EL NIÑO ES TAN JODIDAMENTE ABURRIDO! espera, borra eso. Adán no es tan aburrido… solo un poco, Ed extraña un poco huir de sus anteriores niños por jugar rudo con él, nunca escaparía de Adán, Izzy y los demás lo seguirán, y ahora ellos tienen una buena vida, asique no quiere llevarlos a una perdición segura.
En serio, solo es muy aburrido cuando ya no están jugando, las historias de piratas, contadores asesinos y peleas legendarias, todo eso es genial, ¡pero!
¡Se vuelven viejas con el tiempo!, ya no hay nada nuevo en una nueva pelea, después de todo, Barbanegra siempre gana . SIEMPRE. Eso, eso es lo aburrido.
Entonces ni siquiera Izzy lo juzga cuando esta emocionado en el momento que Adán llega con otra caja de juguetes.
— Bien, Adán, elige dos, lo más ira con Pepper — dice mamá mientras deja la caja de nuevos jueguetes en la cama
— ¿Solo dos? — se queja Adán mirando la caja. — Bueno — acepta aunque se nota que no es por gusto.
Entonces, ya todos pueden prepararse en la caja de madera.
— Okay amor ¿que ves? — pregunta Black Pete, un cara de papa, levantando a Lucius, un peluche de marinero de ropa intercambiable.
— Vamos a ver… está sacando… ¡Parece un bote de soldaditos! — dice Lucius, y Ed puede ver a Izzy respirando con dificultad, ‘okay, alguien está emocionado’ piensa, ‘por favor no repitas el desastre del vómito falso’ ruega sacudiendo su cuerpo de plástico con incomodidad.
— ¡Veo otra decoración de navidad! — Crowley chasquea la lengua, pero Aziraphale le da algunas caricias bajo la barbilla — Oh, solo le quito los lentes, ¡creo que Crow tendrá unos nuevos esta navidad! —.
Ed rueda los ojos, ‘¿no sucede nada más interesante?’ piensa brincando a la esquina entreabierta junto a Lucius, la mejor decisión de su vida . La vista es la jodida mejor puta vista del mundo.
— Edward, cállate — dice Izzy con un silbido bajo, pero muy potente.
Bueno a todos se les escapa uno que otro vocablo.
Volviendo a la jodida mejor puta vista… un ángel, esa es la única maldita opción a ese brillo, esa ropa sedasa, ese cabello rubio ondulado y esos ojos color cielo.
— Un pastor de cerámica — dice Lucius parece confundido por la vista y…
¡Y Ed no puede evitar gemir! claro, el único otro juguete guapo y nuevo, tiene que ser un… no-juguete, diablos.
— ¡Mamá! creo que me quedaré con el pastor… aunque no pareces uno — Decide Adán y Ed sonríe.
— Vamos niño, haz tu magia — ruega en voz muy baja mientras ve como Adán desmonta al Pastor Angel de su prado y deja a sus ovejas en la caja, un poco cruel, pero su niño ya tiene grandes ideas.
— Pareces más… ¡Un caballero!... oh — dice Adán y Ed mira esa sonrisa que es “tengo algo en la mente” y no solo ‘me gusto’, Adán busca algo en la caja y cambia al Pastor Angel — ¡Un caballero Pirata! —.
El Capitán Teach alzaba sus manos para la marina, Barbanegra, El terror de los mares, El mito y El Kraken, atrapado, por fin, atrapado por nada menos que la marina, en manos de la ley.
No, la ley no. En manos de un rey injusto y malo.
— ¿Cual es el plan? — pregunta Israel Hands, su compañero de armas, su segunda cabeza, su aliado, su responsabilidad.
— Estoy pensando… — mintió Barbanegra, a medias, si estaba pensando algo solo… nada funcionaba.
— Apunten — dijo una voz muy conocida, no tenía tiempo para distraerse, ¿como salir de esto sin ser perforado como queso?
— Edward… — Israel insiste, y puede sentir la mirada de preocupación.
— ¡Dame un jodido respiro! ¡Estoy pensando! — gritó Barbanegra abriendo los ojos con exasperación, ¡Ni siquiera puede concentrarse!
— Oh dios, esperaba que lo dijeras — dice la voz conocida y Edward casi tronó su cuello volteando al frente…
— ¡¿STEDE?! — Grita Edward sin pensarlo (Dios, Stede es tan buen nombre, ¡es jodido! ¡en serio!, pero ama a este niño imaginativo)
— Hola Ed — saluda Stede con la cara burlona mientras baja la mano para que no disparen… Lucius estaba a su lado viéndose engreído, maldito percebe.
— Amigo, ¿asi nos saludaremos siem-
— ¡ADÁN! — gritó mamá desde el primer piso, Adán en su distracción dejar caer al suelo a Ed
“No lo sueltes, no lo sueltes, no lo sueltes, ¡No lo sueltes!” suplico Ed mirando la mano que aún sostenía a Stede, tal vez Adán era genial y cuidadoso, cuidaba de todos y evitaba hacerles daño.
Pero aún era un niño, del tipo que no mastica sus juguetes, ni de los que intentan arrancar cosas imposibles, no, Adán era el tipo de niño que cuando se distraía tendía a soltar sus juguetes directo al suelo, sin importar la altura.