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Gravity Falls: Un Verano de Placer

Summary:

Una historia que se desarrolla el verano siguiente al que se vio en la serie, donde Dipper y Mabel se encuentran con un extraño fenomeno que esta afectando a todas las chicas del pueblo.

Chapter Text

Gravity Falls: Un Verano de Placer 1

Dipper y Mabel se encuentran en un autobus con destino a Gravity Falls para pasar otro verano como el que vivieron el año pasado (Verano en donde se realiza toda la serie original).

Dipper lleva una ropa identica a la que llevaba el verano pasado, con la excepcion de que lleva puesto la gorra de Wendy en lugar de su tipico gorro celeste con un pino. Se nota que creio un poco a diferencia del año pasado.

Mabel va vestida con un sueter muy peculiar en el que dice "Por siempre adorable" escrito con luces coloridas. Mabel esta igual que Dipper crecida en altura y con un pequeño busto en el pecho, mostrando que le estan creciendo los senos.
A su lado, sentado en el asiento esta Pato, su cerdo mascota el cual no ha cambiado nada.

Dipper: No puedo creer que por fin volveremos. Estoy ansioso por ver a todos de nuevo.

Mabel: Cierto, otro verano lleno de aventuras, romances y buenos amigos. Y esta vez tengo un suéter preparado para cada ocasion, incluso si otra vez casi se destruye el mundo. -Dice mientras señala 3 gigantes maletas llenas de sueteres en la parte de atras del autobus.

Dipper: Eso no volverá a pasar, Mabel. Bill ya no existe, así que ya no hay que preocuparse por que se destruya el mundo. Solo espero encontrarme mas cosas extrañas en la ciudad este año.

Mabel: Eso ya lo hiciste el otro verano, estas seguro que no hay otra cosa que quieras hacer? Tal vez volver a enloquecer por Wendy? No dejaste de usar su gorro en todo el año.

Dipper: No seas ridícula, investigar es lo que me apasiona. Y no volveré a enloquecer por Wendy, solo uso este gorro por que es de una gran amiga mía. Soy mas maduro ahora, no hay forma de que vuelva a perder la cabeza asi.

Finalmente, luego de un largo viaje los chicos y Pato llegan a la parada en la cabaña del misterio donde los estaba esperando Soos, vestido como el señor misterio.

Soos: Chicos que alegría verlos otra vez. -Dice mientras los abraza fuerte y los levanta.

Dipper: También te extrañamos, Soos. Pero ya dejanos respira un poco.

Soos: Oh, lo siento me emocione un poco.

Dipper: No hay problema pero, donde están el Tio Stan, el Tio Ford y Wendy? Creía que todos estarían aquí para recibirnos.

Soos: Lo se y de verdad querían estar aquí, pero el señor Pines y su hermano siguen en el océano, debido a un retraso, dijeron que volverían en unos días. Y Wendy salio a un viaje por el bosque con su padre y sus hermanos, pero ya debería de estar volviendo, no hay forma de que desperdicie el tiempo que tenemos hasta el final del verano.

Dipper: Bien, supongo que los veremos pronto entonces. -Dice un poco desanimado.

Soos ayuda a los chicos a llevar todas sus cosas a la cabaña, cargando principalmente las maletas de Mabel. Los tres entran en la cabaña y se dirigen a la sala, la cual estaba a oscuras. Soos enciende la luz y por detras de los muebles los chicos son recibidos por todo el pueblo incluidos los dos Stan y Wendy, que al unisono gritaron – SORPRESA. Mientras que una pancarta que decia -BIENVENIDOS. Se decenvolvia por la parte de atras.

Los chicos quedaron mudos, de la sorpresa, no tanto por la bienvenida que recibieron, sino por la apareciencia de todas las chicas en la fiesta. Todas se veian increibles, con grandes pechos, traseros bien formados y una cintura perfectamente delgada. Mientras que los hombres se veian exactamente igual que el año pasado.

Tio Stan: Mirenlos nada mas se quedaron mudos de la sorpresa, aun soy el maestro de los engaños. -Dice mientras los saluda junto con su hermano Ford.

Luego de que los gemelos Stan se retiran, los chicos ven como una chica pelirroja, que parecia sacada de una revista de modelaje o de una pelicula porno y lleva puesta una gorra, se acerca para saludarlos con un fuerte abrazo. Abrazo en el cual Dipper pudo sentir perfectamente sus pechos con su cara, lo cual lo hizo experimentar la primera ereccion de su recien empezada adolescencia. La chica luego de abrazarlos, cambio de gorras con Dipper y le dijo -Gracias por cuidarmela, amigo. A lo que ambos chicos finalmete reaccionan, gritando -WENDY?

Wendy se veia sorprendida por esa reaccion, pero se imagino que solo era por la emocion de volver a la ciudad, asi que se alejo para que los demas saludaran a los chicos, diciendoles -Luego nos pondremos al día, disfruten de la fiesta. Mientras se alejaba.

Dipper y Mabel saludan a todo mundo en la fiesta con un tono un tanto raro, mientras tratan de recuperarse de la sorpresa. Saludan primero a todos los que reconocian, en su mayoria hombres y un par de mujeres que reconocian solo por la cara, hasta que finalmente se encuentran a las amigas de Mabel, Candy y Grenda.

Candy estaba como las otras chicas de la fiesta bien desarrollada a exceccion de los pechos los cuales eran un tanto pequeños a comparacion de los demas pero aun asi mas grandes que los de Mabel. Tenia un trasero y una sintura bien definada, los cuales la hacian ver sexy. Era un poco mas alta que Mabel y llevaba misma ropa del año pasado, solo que un par de talles mas grande para adaptarse a su nueva figura.

Grenda estaba irreconosible en lo que era respecto a su cuerpo, tenia la mejor cintura de la fiesta, no tenia peso extra y tenia unas piernas muy largas, sus pechos eran de un tamaño similar a los de Candy, tal vez un poco mas grandes. Lo unico que concervo fue esa voz tan peculiar que tenia el anterior verano. Y iba vestida con un mini-short y una remera rosa un poco holgada que le llegaba hasta por arriba del ombligo.

Candy: Por fin regresaron, no sabes que ganas tenia de verlos otra vez.

Grenda: Si, por fin volveremos a divertirnos entre chicas. Marius, ya me tiene harta con los viajes a europa y los constantes halagos. No me deja respirar. -Dice mientra apreta sus puños.

Mabel: Si, yo también las extrañe mucho, y no creerán todo lo que tengo para contarles. -Dice un tanto timida y otro tanto celosa de la figura que tenian sus amigas. Pero primero necesito cambiarme para la fiesta, traje un suéter especial para esta ocasion. Dipper ayúdame a encontrarlo. -Dice mientras toma con fuerza uno de los brazos de su hermano, quien no dejaba de ver atonito el cuerpo de las chicas de la fiesta, en especial a Wendy.

Los dos van a su habitacion en la parte de arriba para tener un momento a solas.

Mabel: Dipper, que esta pasando aquí? Todas las chicas parecen sacadas de alguna historia pervertida.

Dipper: Lo se, lo se, es extraño y es aun mas es extraño el hecho de que ningún hombre, ni siquiera el Tio Ford se haya percatado de eso.

Mabel: Que crees que paso?

Dipper: No lo se, debe de ser por algún suceso sobrenatural de Gravity Falls. Tendré que investigar a fondo. Todo esto es muy extraño.

Mabel: Mas te vale, volví aquí con la intención de tener un gran romance de verano pero no hay forma de que pueda competir contra alguna chica de las de aquí. Ahora hasta Grenda es mas bonita que yo.

Dipper: Si lo se, y Wendy VAYA antes era hermosa, pero ahora esta hecha una diosa. -Dice mientras empieza a fantasear con el cuerpo de Wendy, lo cual ya lo estaba poniendo de nuevo duro.

Mabel: Dipper concéntrate, a ti te encanta resolver misterios. Concéntrate en arreglar esto esta bien?

Dipper: Si tienes razón. Tengo que arreglar todo para no estropear las cosas con Wendy.

Mabel: Eso es. Bien yo bajare a la fiesta de nuevo. -Dice luego de tomar un sueter de su maleta y acercandose a la puerta.- Tu no vienes?

Dipper: Adelántate, tengo un... Asunto que atender. -Dice escondiendo su ereccion a su hermana.

Mabel: De acuerdo, nos vemos. -Dice luego de ponerse un sueter en zig zag de colores verde y rojo que decia -FIESTA. En el medio y tenia maracas a los lados de esa palabra. Para luego irse.

Dipper se queda solo en el cuarto tratando de pensar detenidamente que podria estar causando todo esto.

Dipper: Que ocurre aquí? Sera un efecto secundario luego de el enfrentamiento con Bill? No, eso no tiene sentido, de ser así Mabel también hubiera sido afectada. Sea lo que sea esto, tiene que ser ocasionado por algo de aquí, solo tengo que descubrirlo... -En el globo de pensamiento en el que Dipper se plantea todo esto aparece una imagen de Wendy y las otras chicas en una pose sexy en la parte de abajo.

Dipper: Que sucede, por que no puedo dejar de pensar en las chicas. Tengo que pensar en otra cosa lo que sea.

Tras un rato de pensar Dipper se plantea lo que Mabel le dijo en el autobus.

"Eso ya lo hiciste el otro verano, estas seguro que no hay otra cosa que quieras hacer?" -Piensa Dipper.

Dipper: Tal vez disfrute un poco de las chicas. Digo, solo lo aprovecharía por unos días, el verano es largo y puedo arreglar este problema en otro momento. Mabel tuvo muchos romances el verano pasado, tal vez este año pueda disfrutar un poco yo. Siempre y cuando pueda controlarme con Wendy creo que estaré bien. -Dice mientras tiene una erccion de solo imaginarlo.

En eso aparecen dos Mini-Dippers en su hombros.

Mini-Dipper 1: No lo hagas Dipper, esto solo traerá problemas a la larga. Piensa con claridad, tienes que arreglar esto ahora.

Mini-Dipper 2: Ni lo pienses, ya viste esos cuerpazos. Esto no es un problema, es una bendición. Al demonio los misterios en este verano vamos a follar de lo lindo.

Dipper: Cállense los dos que no puedo pensar.

En eso se abre la puerta de la habitacion por una chica rubia con pelo largo, bien vestida con elegante conjunto morado y un cuerpo explendido muy parecido al que Wendy tenia el verano pasado. Entra a la habitacion un tanto enojada y se dirije hacia Dipper.

Chica Rubia: No piensas saludarme acaso, llevo todo una año esperando que regresaras y ni siquiera me saludas.

Dipper: D-disculpa, pero acaso nos conocemos.

Chica Rubia: Es el colmo. Ahora haces de cuenta que no me conoces, Soy yo Pacifica Northwest, recuerdas?

Dipper: PACIFICA ERES TU?

Pacifica: Claro que soy yo, tonto insensible.

Dipper: Lo... lo siento no te reconocí. Estas... diferente.

Pacifica: Como sea, vine hasta aquí para darte un regalo especial por tu regreso al pueblo y no aceptare un NO como respuesta, oíste?

Dipper: De.. de acuerdo. Pero de que se trata? No traes nada contigo.

En eso Pacifica cierra con llave la puerta de la habitacion y se hacer lentamente a Dipper quien se encontraba sentado en su cama.

Pacifica: Sabes, he pensado mucho en ti desde que te fuiste, fui muy mala contigo y con Mabel el verano pasado. Pero creo que encontré la forma de compensar a los dos por todo eso.

Dipper: No necesitas hacerlo.

Pacifica: Ya le di a Mabel un barril de dulces muy costoso como compensación, gaste una buena parte del dinero que le quedo a mi familia para eso. Espero que no sientas que el tuyo es menos importante.

Dipper: No es necesario que lo hagas simplemente te perdo... -Se detiene Dipper al ver como Pacifica se empieza a desvestir.

Dipper: P-pacifica, que estas haciendo?

Pacifica: Preparando tu regalo. -Dice mientras se acerca lentamente a Dipper, quien poco a poco se alejaba de ella y se acercaba mas al borde de la pared donde estaba la cama.

Dipper: P-pacifica, piensa un poco lo que estas por hacer.

Pacifica: Lo he pensado mucho luego de que te fuiste, no pienso parar ahora, estoy muy caliente.

-Esto no es normal, una chica de su edad no debería de estar excitada a este punto. Piensa Dipper.

Mini-Dipper 1: Esto es importante para la investigación, aparentemente, lo que sea que este causando este desarrollo en las chicas también les causa un aumento en el libido.

Mini-Dipper 2: AL CARAJO LA INVESTIGACIÓN! VAMOS A FOLLAR!!!

Mini-Dipper 1: No puedo creer que pierdas el control, con tanta fa... facil... facilidad. -Dice entre cortado mientras ve a una Mini-Pacifica en el hombre de la chica, la cual le estaba provocando con una poses muy sexies mientras se desvestia igual que la Pacifica real.

Mini-Dipper 2: Que decías? Bueno, me voy con la Mini-Nena del hombro izquierdo, nos vemos. -Dice el Mini-Dipper mientras desaparecia entre humo.

Mini-Dipper 1: Suerte muchacho, no vayas a fastidiarme. -Dice el Mini-Dipper restante mientras desaparece junto con la Mini-Pacifica que quedaba.
Finalmente "solos" Dipper y Pacifica se disponen a continuar.

-Pacifica: No creo que necesites mas esto, puedo ver que tu amigo de ahí abajo se muere por conocer a un chica bella y sofisticada como yo.

-Dipper: Pacifica no creo que debamos hacer esto. Estoy seguro que debe haber una razón por la cual estés actuado así conmigo. (Dice Dipper un tanto nervioso mientras Pacifica tenia su cara junto a su entrepierna)

-Pacifica: Te diré la razón. Estoy caliente! Y tu eres el responsable de déjame satisfecha así que no pienses en huir como cobarde.

Pacifica finalmente le quita su ropa a Dipper y se saborea al ver la gran erección que esté tenia.

-Pacifica: Ahora veras de lo que es capaz una Northwest. (Dice finalmente antes de empezar con su mamada.

Pacifica muestra un gran entusiasmo mientras le hace a Dipper su primera mamada.

-Dipper: Ohhh! Pacifica! Esto... No esta bien!

-Dipper: Tu no eres así... Ni siquiera deberías de verte así...

-Dipper: No se a que se debe todo esto...

-Dipper: Pero... Sea lo que sea... ES GENIAL! (Dice Dipper sonriendo de oreja a oreja)

-Dipper: Me voy a... CORRER!

-Pacifica: Si que sacaste una buena cantidad. Claro que luego de un viaje tan largo no habrás tenido nada de tiempo para "Desahogarte" desde que saliste de tu casa. (Dice mientras se limpiaba el semen de Dipper que tenia en los labios con la lengua)

-Pacifica: Te corriste un poco rápido. Pero era sabido ya que acabas de experimentar una mamada que fue desarrollada por un estudio particular.

-Pacifica: Como sea, este pino duro entre tus piernas necesita una limpieza si es que quiere ser plantado en el pacifico Noroeste. (Dice mientras recoje el semen que tenia en los pechos con sus manos para luego tragarselo)

(Pacifica limpia con cuidado el pene de Dipper y luego se coloca de cuclilla sobre él)

-Dipper: Pacifica... esto... la mamada fue genial... pero... realmente no se si deberiamos seguir

-Pacifica: Hablas como si fueras virgen. (Dice de forma devastadora, lo cual hace que Dipper se siente muy avergonzado)

-Pacifica: Así que la primera vez, eh? Genial, esperaba que perdíeramos la virginidad juntos antes de que esa leñadora pelirroja se me adelantara.

-Dipper: Hablas de Wendy? No hay forma de que ella... (Dice Dipper pero es interrumpido por Pacifica la cual le da un apasionado beso)

-Pacifica: Ya te robe tu primer beso, hoy estoy imbatible. (Dice con un aire de confienza)

-Dipper: Si... claro... el primero... [Marmando no contó... Marmando no contó... Marmando no contó...]

-Pacifica: Bien... directo al evento principal! (Dice mientras desciende lentamente sobre el pene de Dipper)

-Dipper: [Esta tan apretado y caliente, mi polla va de camino al paraíso]

-Pacifica: Es increíble! Solo la mitad se siente genial. Si va mas adentro estere en un serio problema. (Finalmente Pacifica desciende completamente y experimenta un fuerte orgasmo)

-Pacifica: AHH! NO AGUANTO!! ME CORRO!!!

-Dipper: DIOS PACIFICA! ESTO ES INCREÍBLE!!

-Pacifica: Eso fue increíble. (Pacifica queda sin aliento luego de su orgasmo así que trata de reincorporarse, dándole tiempo a Dipper para pensar)

-Dipper: [Si que apretó fuerte mientras acababa casi acabo corriéndome otra vez]

-Pacifica: Muy bien, ya tome mi segundo aire, continuemos.

(Pacifica monta a Dipper desesperadamente a lo largo de toda una pagina)

-Dipper: Pacifica... Con cuidado... Que no estas montando uno de tus Ponies. [Dios, si sigue así me correré de inmediato]

-Dipper: No aguanto mas! Me corro!!

(Dipper suelta todo dentro de Pacifica, lo cual la hace sentir un gran placer)

-Pacifica: Nada como montar por un rato. (Dice recostandose en la cama para poder descansar un poco)

-Pacifica: Creo que descansare un poco. Montar siempre me deja agotada.

-Dipper: Aun no acabamos. Tu estaras cansada pero este amigo de aquí, no. Este ponie aun quiere galopar. (Dice con una cara sonriente mientras se coloca sobre Pacifica)

-Pacifica: Espera! Aun no estoy lis... AHHH! (Dice al sentir de nuevo el pene de Dipper dentro de ella)

(Dipper continua con su trabajo durante toda una pagina en la cual prueba varias posturas)

Dipper: Pacifica! Ya casi acabo!! Estoy en mi limite!!!

Pacifica: Esta bien! Yo también casi estoy!!

Dipper: Aquí viene! ME CORRO!!!

(Finalmente se corre junto con Pacifica y acaban los dos recostados sobre la cama completamente exhaustos)

Luego de varios rounds los dos quedan exahusto y desiden descansar antes de bajar a la fiesta.

Pacifica: Uf... eso fue increíble. Eres casi tan bueno como yo. Heh, casi! Espero que hayas disfrutado tu regalo.

Dipper: Fue estupendo! Definitivamente el mejor regalo de bienvenida de todos!

Pacifica: Genial por que hay mas de donde vino ese, solo házmelo saber y te traeré otro igual. (Dice mientras se viste)

Pacifica: Voy a bajar a la fiesta, me despediré de todos y iré a darme una ducha. Nos vemos luego!

Dipper: Si, claro, nos vemos... Dios este verano sera genial. -Dice mientra esta acostado y piensa en la diversion que tendra con las otras chicas del pueblo.

A lo lejos de la cabaña del misterio, unas figuras entre los arboles observo el espectaculo realizado por el pequeño Pines. Entre ellas dos Gnomos muy peculiares y una chica desconocida y muy sexy.

Danny: Mi Reina, el chico no parece representar una amenaza.

C1b3r3y: Todo va según lo esperado.
Reina: Excelente, volvamos a la cueva tenemos trabajo que hacer.

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Gravity Falls: Un Verano de Placer Parte 2

Cabaña del Misterio: Cuarto de Dipper y Mabel, Interior.

Dipper se estaba cambiando temprano, a la mañana siguiente de su llegada al pueblo. Mabel estaba dormía y con la cara cubierta de dulce y con un enorme barril de caramelos junto a su cama.

-Dios no puedo creer que se haya comido todo eso y aun siga sin enfermarse.- Dice Dipper al observar a su hermana dormir con total tranquilidad.

Dipper estaba acabando de vestirse para así poder empezar con su investigación sobre los cambios que sufrieron las chicas durante su ausencia evitando hacer ruido que despierten a su agotada hermana.

-Bien, ayer fue en verdad un día muy entretenido.- Decía Dipper mientras recordaba lo vivido con Pacífica el día anterior. -Pero hoy es el inicio de un nuevo verano de aventuras y estoy listo para afrontar todo lo que este pueblo me ponga enfrente.

Dipper toma antes de salir una libreta de notas, un lápiz, una grabadora y la cámara de Mabel, los cuales guarda dentro de su chaleco.

-Ok, ya tengo todo lo que necesito para ponerme a investigar. Pero antes...-

Antes de salir Dipper toma una vieja foto de Pacifica del álbum de fotos que Mabel hizo el verano anterior y la coloca en el panel de "Big Mysteries".

-Bien, eso es un inicio, nos vemos mas tarde Mabel.- Le dice a su durmiente gemela antes de salir del cuarto.

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Cabaña del Misterio: Puerta Principal a la cabaña, Interior.

Al bajar por la escalara y aproximarse a la puerta principal, Dipper se encuentra con su tío Ford, el cual estaba viendo un extraño dispositivo similar a una Gameboy con total atención y se veía un tanto apresurado.

-Buenos días tío Ford. ¿Que estas viendo? ¿Acaso sucede algo?- Pregunta Dipper mientras se acercaba a su tío y trataba de ver lo que mostraba la pantalla del dispositivo.

-Oh, buenos días Dipper. No es nada importante, es solo que un viejo sensor que deje dentro de la cueva de Bill que acaba de detectar movimientos recientemente, así que estaba por salir a comprobar que todo esté en orden. Aunque lo más probable es que se trate de algún animal que busca un nuevo refugio debo ir a comprobarlo ya que esa cueva es un lugar peligroso para cualquier ser vivo.- Explica Ford.

-Wow, ¿Estas apunto de ir a la cueva?- Pregunta Dipper. -Ese lugar ni siquiera estaba marcado en los mapas de los diarios. ¿Crees que podría acompañar...?- Pero este pará de hablar repentinamente, ya que sin notarlo estaba respirando un extraño humo amarillento que entraba por la parte de abajo de la puerta principal y que extrañamente estaba haciendo que su deseo de acompañar a su tío o de investigar sean cambiados por unas enormes ganas de tener sexo.

-¿Te pasa algo Dipper? Te quedaste sin habla por un segundo.- Dice extrañado el tío Ford.

-No es nada tío solo quería desearte suerte. Me gustaría acompañarte, pero recorde que habia quedado con alguien hoy.-

-De acuerdo, de todas formas estoy seguro de que se trata de una falsa alarma, así que no creo que te pierdas de nada.- Afirma Ford.

-Bien tío, nos vemos. Avísame si encuentras algo fuera de lo normal, osea algo más raro de lo que se acostumbra a ver por aquí.- Dice Dipper al despedirse de su tío y salir por la puerta principal de la cabaña.

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Cabaña del Misterio: Puerta Principal a la cabaña, Exterior.

Dipper sale de la cabaña y ve sorprendido como Pacífica venía de camino a la cabaña por lo cual fue a su encuentro.

-Hola Pacífica. Disculpa la pregunta, ¿Pero qué haces por aquí tan temprano?- Pregunta Dipper sorprendido por la increíble sincronía.

-No mucho, salí a pasear como hago todas las mañanas.- Explicaba Pacífica. -Pero luego me puse a recordar lo de ayer y termine llegando hasta aquí sin darme cuenta. ¿Y tu que haces?-

-Ya veo, yo estaba apunto de salir para...- Pero Dipper se interrumpe a sí mismo para poder pensar qué le diría a Pacífica. -No puedo contarle que estaba por investigar los cambios en los cuerpos de las mujeres de Gravity Falls, podría malinterpretarse y terminaría quedando como un pervertido (Como ese tal Kalock, que encontré el otro día en internet) y podría darme mala fama, además de entorpecer mi investigación.-

-¿Que decias?- Pregunta Pacífica.

-Que estaba por salir a buscarte.- Dice Dipper -Yo tambien desperte pensando en lo de ayer y me gustaría repetirlo si no estas ocupada.-

-Ja, ya lo imaginaba. Uno no se acuesta con una chica tan bella como yo una vez sin terminar volviéndose adicto a mi.- Afirma Pacífica con arrogancia. -Bien, vayamos a tu cuarto, esta vez no pienso dejar que me tomes desprevenida, esta vez este “pino” va ha caer ante mi.- Dijo mientras acercaba sus manos a la entrepierna de Dipper.

-Espera, no podemos ir a mi cuarto. Mabel sigue ahí.- Dice Dipper.

-Diablos, y no podemos ir a mi casa. Mis padres están ahí pensando cómo comprarle nuestra vieja mansión a McGucket.- Dice Pacífica.- Pero sé de un lugar a donde podemos ir y donde no nos molestaran. Sígueme.

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Ye Royal Discount (Mini-Golf de Gravity Falls): Entrada.

-Aquí estamos, este lugar está cerrado hasta que terminen de reemplazar el césped de todo el campo y hoy es el día libre de los que se ocupan de eso por lo cual estará completamente vacío.- Explica Pacífica.

-Ya veo, bien este en verdad parece un buen lugar.- Afirma Dipper.

-Lo se, ahora sígueme.- Dice Pacífica.

-Está bien.- Dice Dipper para luego seguir a Pacífica hasta el hoyo bonus, donde se veía perfectamente que tenía el nuevo césped colocado.

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Ye Royal Discount: Hoyo Bonus del campo.

-Bien, aquí estamos. Tengo que admitir que este nuevo césped es genial. Siente nada mas lo suave que es, casi parece una cama y este color le sienta bien.- Dice Pacífica mientras se agachaba para tocar el césped y dejaba sus enormes pechos, cubiertos aún por la ropa, en el aire. Tentando y poniendo de humor a Dipper.

-Si, es genial.- Dice Dipper al tocar el césped como Pacífica, pero sin quitarle los ojos de encima a ella.

Mientras se agachó para tocar el césped a Dipper se le cayó de su chaleco la camara que habia traido consigo. Por lo cual le volvió a la cabeza la idea de investigar el pueblo. Claro que lo haría luego de acabar con Pacífica.

-Vaya, vaya ¿Pero que tenemos aquí? ¿Acaso pensabas tomarme fotos mientras estaba desnuda, pequeño pervertido?- Dice Pacífica al recoger la cámara con una sonrisa y una cara de satisfacción al descubrir lo que traía Dipper.

-No, claro que no, es solo que pensé en...- Dijo entrecortado Dipper mientras se le ocurrió una excusa. -En... en tomar fotos para el nuevo álbum de Mabel. Sí, eso, ella me lo pidió anoche ya que sintió que su álbum del año pasado quedó algo escaso, por lo cual me pidió que sacara un par de fotos por mi cuenta.-

-Oh, claro por supuesto.- Dice Pacífica de forma sarcástica. -Bien estoy segura que querrás tener una foto mia para el recuerdo, pero ni pienses que sera desnuda. Además como se trata de una foto de mi perfecto cuerpo, tal vez debería cobrarte algo.-

-Bien ¿Que es lo que quieres? ¿Dinero?- Preguntó Dipper en voz alta mientras observaba a Pacífica recorriendo con sus manos su cadera y sus pechos mientras Dipper pensaba en su mente. -“Dime que quieres hacer un trio conmigo y con Wendy”.-

-No necesito eso, ya deberías saberlo.- Dice Pacífica. -Solo quiero posar para la foto con tu gorra puesta, me parece adorable y creo que se vería bien en mi.- Dice mientras pensaba. -”Esa sucia leñadora la uso todo el año, ahora me toca a mi”.-

-Bien, de acuerdo.- Dice Dipper mientras le pasaba la gorra y le pedia posar sobre el césped para tener una foto de cuerpo completo. -Bien ya la tengo.- Dice luego de tomar la foto.

-Excelente, ahora quítate la ropa y trata de hacer un hoyo en uno, novato.- Dice Pacífica mientras procedía a quitarse la ropa y la gorra de Dipper, dejándolas a un lado del campo antes de recostarse sobre el césped del campo.

-Claro, yo soy el novato. Dime quien fue la que quedó completamente exhausta luego de lo de ayer y necesito de unos minutos para poder recuperarse.- Dice Dipper con una cara de orgullo por su hazaña del día anterior.

-Eso fue solo suerte. Esta vez lo haremos en mi territorio. Jamás he perdido ni una sola vez estando en este campo y hoy no será la excepción.- Dice Pacífica con una cara de enojo un poco sonrojada por la vergüenza de su derrota del día anterior.

-Como digas, espero que estes lista. Por que empieza el juego.- Dice Dipper mientras colocaba su pene en la entrada del coño de Pacifica.

Dipper empieza con una estocada profunda, la cual hace que Pacífica de un fuerte gemido y haga una cara de sorpresa.

-El primer hoyo en uno de mi vida.- Dice Dipper con cara de orgullo al ver como logro su cometido de sacarle sus aires de grandeza a Pacifica.

-Cállate, esto no es nada. Si no empiezas a moverte más rápido no hay forma de que me venzas hoy.- Dice Pacífica mientras se recuperaba de la ola de placer que acababa de recibir de golpe.

-Bien, si así lo quieres no me contendré más.- Dice Dipper antes de iniciar con un mete-saque rápido y constante en el coño de Pacífica, la cual ya parecía agarrar el ritmo y a disfrutar más del miembro de Dipper.

-Así está mejor... Sigue.... No pares.- Dice ella entre cada penetración.

-Aquí viene el primer disparo... Me corro.- Dice Dipper al momento de sacar su pene y lanzando su primer orgasmo del día sobre el estómago de Pacifica.

-Vaya, estoy impresionada, sacaste mas que ayer.- Dice Pacífica al ver la cantidad de leche que recibió tras el orgasmo de Dipper. -Pero ni creas que con esto será suficiente.- Dijo mientras tomaba el pene de Dipper entre sus tetas, cosa que sorprende al chico que aún se encontraba sensible luego de su primer tiro.

-Ahh... Pacifica... Con cuidado que lo tengo un poco sensible aun.- Dice Dipper mientras sentía los pechos de Pacífica alrededor de su pene.

-Te dije que esta vez no sería tan buena contigo. Esto es lo que te pasa por tomarme a la ligera.- Dice antes de tragarse la punta y comenzar a mover sus tetas de arriba a abajo.

-Ahh... Pacifica... Por dios... Ahh...- Decía Dipper tras sentir cada lamida que la lengua de Pacífica hacia contra la punta de su polla. -Dios, no aguanto mas me corro.- Dice finalmente antes de liberar su esperma mientras bajaba la cabeza de Pacífica hasta la base de su pene haciendo que ella se trague su polla entera junto con su semen. Cosa que tomó por sorpresa a la chica, la cual hizo una expresión de exaltación al momento de sentir el duro miembro deslizandose por su garganta.

-Que atrevido eres. Mira que hacerme eso a mi- Dice Pacífica mientras con su mano masturvaba la polla de Dipper. -Gracias a tu pequeña broma me quede sin poder saborear mi leche favorita será mejor que estés listo para darme otra ración.-

-Claro, siempre y cuando estés dispuesta a esforzarte por ella.- Dice Dipper mientras Pacífica seguia masturbandolo con su mano.

-Claros que sí.- Dijo Pacífica. -Pero me debes una debido a tu atrevimiento. Por lo que ahora tendras que probar conmigo unas posiciones que vi ayer por internet, así que prepárate.-

1- Pacífica tiene la boca de Dipper en su coño mientras este exploraba su interior con la lengua.

- Sigue asi, dejala bien humeda.- Dice Pacífica al recibir placer de la exploración de Dipper a su intimidad.

2- Luego de eso Dipper se dedica a pellizcar los pezones de Pacífica con su mano izquierda, mientras mete los dedos de su mano derecha dentro de su vagina al mismo tiempo que usa su boca para besar a su compañera.

3- Luego se recuestan de nuevo en el césped para realizar un 69.

4- Realizan una variación de “La de Pie” donde Dipper levanta a Pacífica tomándola del trasero, quedando su cabeza en medio de los pechos de Pacifica. Mientras Pacífica rodeaba a Dipper con sus piernas.

5- Luego una variación de la pose estilo “Perrito” donde Dipper sostiene a Pacífica de las muñecas mientras le mete su polla.

6- Y para el último cuadro realizan la “Aurora Boreal”, cuadro en el cual se ve a Dipper teniendo un fuerte orgasmo.

Finalmente terminado todo eso se ve a Dipper en el suelo mientras Pacífica está de pie vistiendo.

-Bien lo admito, esta vez me dejaste completamente seco.- Dice Dipper mientras permanecía en el césped tratando de recuperar su respiración luego de su ultimo orgasmo.

-Te advertí que no perdería en este campo.- Dice Pacífica, la cual ya se hallaba de pie y se estaba vistiendo.

-No te confies tanto vamos 1 a 1, la siguiente no será tan sencillo.- Dice Dipper tras recuperar la compostura.

-Bien que así sea, ni creas que lo tendras facil. Hasta la proxima.-Dice al despedirse de Dipper.

-Diablos. En verdad quede agotado, será mejor que me vista y vaya a la cabaña a almorzar. Mabel y el tío Stan ya deben estar preocupados.- Dice Dipper tras ponerse finalmente de pie.

Finalmente Dipper acaba de vestirse y decide revisar la cámara para ver la foto que le tomó a Pacifica.

-Esto irá directo al panel de investigaciones, ya es un comienzo.- Dice Dipper mientras veía la foto de Pacifica y caminaba dejando el campo de golf atrás.

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Cabaña del Misterio: Comedor de la cabaña.

Dipper se hallaba en el comedor comiendo unos sandwitches y bebiendo soda Pitt mientras en su cabeza acomodaba sus ideas.

-Bien. Lo que tengo entendido hasta ahora es lo siguiente, luego de nuestra salida del pueblo luego de terminar el verano algo ocurrió aquí y causó que las chicas sufran un desarrollo acelerado y sumamente embellecedor además de volverse incapaces de notar dichos cambios y en casos aislados, como el de Pacífica, parece haber un incremento exponencial en el libido. En cambio en los hombres no parecen presentar cambios físicos pero sí de percepción, ya que tampoco son capaces de notar el cambio en las mujeres.- Piensa Dipper mientras anotaba estos cambios entre hombres y mujeres en una pequeña lista en su anotador. -Bien, sea lo que sea esto, lo siguiente será llevar adelante un registro y un pequeño interrogatorio a todas las mujeres del pueblo que presenten cambios para intentar encontrar una relación.- Dice mientras mordía con fuerza su lápiz. -La siguiente vez que vea a Pacifica le haré un par de preguntas, tambien deberia hablar con Wendy...- Dice Dipper mientras recordaba con calentura el nuevo cuerpo de su sexy amiga pelirroja, lo cual lo hizo desconcentrarse y tener una erección. -Pero hablare con ella luego, aun no estoy mentalmente preparado para hablarle de frente sin desnudarla con los ojos. Bien entonces tal vez debería hablar con...- Pero los pensamientos de Dipper son interrumpidos por una música a todo volumen que oyó en la parte de atrás de la cabaña y que no lo dejaba pensar. -Así no hay quien pueda pensar, será mejor que vaya a callarlos antes que despierten a los muertos con todo ese ruido.- Dice al encaminarse fuera del comedor.

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Cabaña del Misterio: Habitación de la parte trasera.

Al llegar al origen del ruido, Dipper se encuentra con Mabel la cual estaba sobre la pista de baile que quedó montada después de la fiesta de anoche junto a sus amigas Grenda y Candy.

-Las amigas de Mabel están aquí, tal vez pueda empezar los interrogatorios con ellas.- Piensa Dipper al acercarse a la pista donde se hallaban las chicas. -Hola chicas ¿Que hacen?.-

-Hola Dipper.- Dicen Candy y Grenda al mismo tiempo para saludar a Dipper.

-Hola Dip, estábamos apunto de iniciar un concurso de baile, ¿Quieres hacer de juez?- Dice Mabel al ver la llegada de su hermano.

-No, Mabel de hecho venía aquí para hablar con las chicas de...- Dice Dipper antes de ser interrumpido por Grenda.

-Sin excusas, siéntate y disfruta del show.- Dice Grenda al momento de tomar a Dipper de la mano y sentarlo en una silla.

-Y ahora, querido publico con ustedes la chica más divertida y especial de Gravity Falls, Mabel Pines.- Decía Candy a modo de presentadora de Mabel. La cual salta a la pista y empieza con su rutina al momento que Candy coloca la música. Rutina que no logra impresionar en nada a Dipper.

-Wow, una gran presentación por parte de nuestra amiga Mabel.- Dice Grenda al tomar la palabra, reemplazando a Candy. -Y ahora con ustedes la muchacha más amigable e inteligente de Gravity Falls, Candy Chiu.- Dice al momento de poner la musica y ponerse a ver la rutina de Candy. Rutina que logra la atención absoluta de Dipper debido a sus movimientos de cadera los cuales estaban poniendo caliente a Dipper.

-Uf, lo hice, ¿Que les parecio chicas?.- Pregunta Candy a sus amigas.

-Increible Candy, lograste la completa atención del público.- Dice Grenda mientras señalaba a Dipper, el cual quedó con la boca abierta.

-Muy bien hecho Candy.- Le dice Mabel de manera tímida. -Pero ¿No crees que exageraste un poco con el movimiento de caderas?

-¿Tú crees?- Preguntó Candy mientras se volteaba mostrando su trasero y comenzaba a repetir la secuencia de las caderas, cosa que molesta un poco a Mabel. -Siempre he bailado así, acaso esta mal.-

-No, olvídalo.- Dice finalmente Mabel mientras mostraba una envidiosa cara.

-Bien, eso será difícil de superar. Pero ahora me toca a mi.- Dice Grenda.

-Oh si, espera.- Dice Candy antes de ponerse a presentar de nuevo. -Y por último esta noche, la gran, la única, Grenda.- Dice finalmente antes de dejarle espacio a Grenda para iniciar su baile al iniciar la música.

Al igual que su amiga Grenda logra la atención total de Dipper, el cual no dejaba de ver como Grenda movía sus pechos. Al terminar su baile Grenda y Candy se acercan a Dipper.

-Y bien señor juez...- Dijo Candy al acercarse a Dipper

-¿Cual de las tres ha sido la ganadora?- Termina de decir Grenda mientras se agachaba a la altura de Dipper, poniendo por accidente sus enormes pechos de frente, los cuales hacían imposible que Dipper apartara la mirada y haga una expresión de muchacho caliente.

Finalmente, Mabel estalla en ira y envidia al ver la cara de tonto que hacía su hermano al tener a sus amigas de frente, imaginando que tendría que ver ese escenario una y otro vez a lo largo del verano con todos los chicos que ella conociera.

-Me harté de ver esto! Me voy de aquí!.- Grita Mabel al momento de salir por la puerta e irse a su cuarto, acción que sacó a Dipper de su trance y lo obligó a perseguirla, siendo acompañado después por Candy y Grenda.

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Cabaña del Misterio: Cuarto de Dipper y Mabel, Exterior.

Dipper llega primero a la parte de arriba y se aproxima a la puerta del cuarto.

-Mabel, soy yo. ¿Puedo pasar?- Dice Dipper a través de la puerta cerrada.

-Dipper, no dejes que ellas entren.- Le responde Mabel desde el cuarto.

-De acuerdo, yo lo arreglo, dame un momento.- Dice Dipper para luego esperar a la llegada de las chicas.

-Mabel ¿Estás bien?- Preguntaron al momento de llegar a la puerta del cuarto.

-Tranquilas, solo esta haciendo una rabieta.- Le dice Dipper a las chicas. -Será mejor que entre solo a hablar con ella, esperen aquí.-

-Está bien, aunque no comprendo qué le sucedió.- Dice Candy un poco confundida mientras se alejaba de la puerta.

Dipper se acerca a la puerta y toca un par de veces antes de hablar otra vez con Mabel.

-Mabel, soy Dipper.- Anuncia Dipper. -Voy a entrar solo, ¿De acuerdo?-

Luego de su anuncio abre la puerta para encontrarse con una escena familiar y desagradable.

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Cabaña del Misterio: Cuarto de Dipper y Mabel, Interior.

-Oh, no otra vez.- Dice al momento de ver a Mabel la cual se encontraba en una esquina del cuarto en posición fetal y cubierta de pies a cabeza por su suéter, se había ido a "Sueterlandia". -Mabel, sal de ahí. Hablemos.-

-No hay nada que hablar Dipper.- Le dice Mabel mientras se encontraba aún cubierta por su suéter. -Mi vida termino.-

-Vamos, no exageres, no creo que te haya pasado algo tan malo.- Dice Dipper.

-¿Ah no?- Le grita Mabel a su hermano antes de proceder. -Vi como no podías quitarle los ojos a las chicas. No creo que pueda soportar viendo como todos los chicos con los que salga se queden mirando a mis amigas con esa cara de tonto durante todo el verano. Antes de eso prefiero quedarme aquí y pudrirme-

-Tranquilízate, todo saldrá bien.- Dice Dipper al tratar de calmar a su hermana. -Mira, ya he empezado a investigar el asunto.- Dice al momento de mostrarle sus notas. -Ya tengo un inicio para la investigación y ya se me ha ocurrido una manera de conseguir más información.-

-¿Crees que podrás arreglar esto pronto?- Dice Mabel al sacar su cabeza por el agujero de la cabeza del suéter para ver a su hermano.

-Te lo garantizo.- Dice Dipper con toda confianza, para poder calmar a su hermana. -Solo trata de resistir por unos días. Luego de eso vas a poder jugar con tus amigas y salir con chicos sin preocuparte de nada-

-Muchas gracias, Dipper.- Dice Mabel al momento de sacar sus manos por las mangas de su suéter y abrazar a su hermano.

Dipper se sorprende por el abrazo pero luego lo corresponde de su manera especial.

-Pat, Pat.- Dicen al unísono al momento de tocar la espada de su gemelo.

-Bien, ahora que ya te calmaste será mejor que vuelvas con tus amigas para que yo pueda continuar pensando.- Dice Dipper.

-No puedo.- Dice Mabel. -Al menos no ahora, hazme el favor de sacarlas por hoy. Aun estoy un poco celosa y no quiero terminar enojada con las chicas.-

-Bien, yo me encargo.- Dice Dipper. -Tu trata de tranquilizarte.- Dijo finalmente antes de salir del cuarto.

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Cabaña del Misterio: Cuarto de Dipper y Mabel, Exterior.

-¿Cómo está ella?- Preguntó Candy con preocupación. -¿Esta bien?-

-Está bien, resulta que solo siente náuseas luego de comer tantos caramelos y bailar le revolvió el estómago así que quiere estar sola por un momento.- Les explica Dipper.

-Que bien. Creí que le había ocurrido algo serio.- Dice Candy aliviada. -Bien Grenda será mejor que la dejemos.-

-Está bien.- Dice Grenda. -Que te mejores, Mabel!- Grita a la puerta.

-Esperen chicas.- Le dice Dipper a las chicas antes de que estas bajaran la escalera. -No hemos tenido tiempo de hablar de nada desde que volví. ¿Les molesta si salimos juntos para ponernos al dia?-

-Claro que no.- Dice Candy. -Vayamos a pasear al bosque.-

-Si! Hagámoslo!- Grita Grenda por la emoción.

-Bien, vayamos.- Dice Dipper mientras en su cabeza pensaba. -Con esto podre obtener mayor información sobre lo que pasa aquí.-

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Bosque de Gravity Falls.

Ya dentro del bosque Dipper comienza con sus preguntas a las chicas mientras pone a funcionar la grabadora que tenía en su chaleco.

-Y diganme chicas. ¿Sucedió algo interesante por aquí mientras no estuvimos?- Pregunta Dipper.

-Nada más raro que de costumbre.- Comienza a contar Candy. -Fui al campamento de música como todos los años. Al volver aquí, vi un par de criaturas alrededor del pueblo como siempre, jugue con Grenda, etc, etc-

-Aja, entiendo.- Dice Dipper un tanto decepcionado por la pobre respuesta. -¿Y tu Grenda?-

-Yo visite el castillo de Marius en Austria y luego espere el regreso de mi mejor amiga.- Dijo mientras agarraba a Candy. -Ah y Marius me dijo que quería casarse conmigo ¿Puedes creerlo?- Pregunta Grenda con cierto enojo.

-Aja... Espera ¿Casarse?- Dice Dipper sorprendido.

-Si, resulta que su familia acostumbra a comprometerse a temprana edad, es algo así como una tradición. Pero yo soy una chica libre, no pienso atarme a nadie! Aun tengo mucho que experimentar!- Dice Grenda con enojo.

-Y-ya veo.- Dice Dipper al darse cuenta que, si bien eso era algo curioso, no le servía de nada para su investigación. Dipper pensaba -Con esto puedo suponer que a pesar de haber dejado el pueblo durante un tiempo ellas dos también se vieron afectadas al volver, eso sí es interesante.- Luego saca la cámara de su chaleco antes de volver a hablar. -Oigan que me dicen si se paran frente a esos arbustos para que pueda sacarles una foto, es un favor que me pidió Mabel para su álbum.-

-Claro, no hay problema.- Dicen las dos.

Y asi las chicas posan para la foto teniendo a los arbustos de fondo. Luego de que pasara el flash de la cámara se escucha un sonido de lamentos desde detrás de las chicas. Lo cual hace que se alejen de los arbustos y vayan al lado donde se encontraba Dipper.

-¿Quien anda ahí?- Pregunta Dipper. Para luego ver cómo de entre los arbustos sale un grupo de Gnomos que se frotaban los ojos para reponerse luego de la luz del flash. -¿Ustedes? ¿Que quieren?-

-No es asunto tuyo mocoso.- Dice un Gnomo que parecía liderar el grupo. (Danny)

-Sobre ellos chicos.- Dice otro que está al lado del primero que hablo. (Ciber)

Los Gnomos logran someter a las chicas tirándolas al suelo y atándolas.

-Oigan, sueltenme.- Dice Candy al ser apresada por los Gnomos y puesta contra un árbol.

-Salgan de encima, enanos!- Grita Grenda al ser atada y puesta junto a su amiga.

-Tranquilas chicas.- Dice Dipper mientras trata de zafar uno de sus brazos que estaba siendo sujeto por los Gnomos. -Yo las salvó.-

-Bien, todo parece haber salido a la perfección.- Afirma uno de los Gnomos que se encontraba sobre el brazo de Dipper y estaba distraído viendo a las chicas.

Dipper aprovecha ese descuido para sacar su brazo y tomar un silbato para perros que guardaba en un bolsillo de su short. El cual se apresuró a usar para espantar a los Gnomos.

-Ahh... Que dolor espantoso.- Decía uno de los Gnomos. (Ciber)

-Retirada. Retirada.- Dijo otro. (Danny)

-Y ni siquiera piensen en volver aquí!- Grita Dipper mientras pensaba. -Malditos enanos lujuriosos.-

Dipper se aproxima a donde estaban las chicas y comienza a desatarlas. Luego de liberar a ambas estas se levantan y se aproximan a Dipper.

-Gracias, te debemos una.- Le dice Grenda.

-Si, es cierto...- Dijo Candy mientras miraba a Dipper de manera deseosa. -Grenda acércate un momento.- Le dice a su amiga para poder susurrarle algo al oído. -Que tal si...(Susurro)-

-Que estaran planeando esas dos ahora.- Pensaba Dipper mientras las veía hablar.

-Hey Dipper. A Grenda y a mi se nos ocurrió una forma de recompensarte por salvarnos.- Dijo Candy mientras Grenda y ella se acercaban aún más a Dipper. -¿Nos dejas hacerlo?-

-Pues... Esto...- Dice Dipper mientras observaba los pechos de las chicas.

-Lo tomare como un “Si”.- Dijo Candy al momento de besar a Dipper mientras Grenda procedía a quitarle sus shorts para poder empezar a chupar su pene.

-Wow. Al parecer no solo Pacífica se encontraba en este estado. ¿Todas las chicas en el pueblo estarán igual?- Pensaba Dipper mientras recibía placer de las dos chicas.

-Mira nada mas lo que tenias escondido aquí adentro.- Dice Grenda luego de bajarle la ropa de Dipper y ver su pene.

-Vaya, se ve genial.- Dice Candy tras desprenderse de su beso con Dipper. -¿Me pregunto si podría mejorar de alguna forma esa parte del cuerpo?-

-Mmm, chicas ¿Si saben lo que están por hacer verdad?- Dice Dipper para despejar sus escasas dudas.

-Claro, estamos a punto de hacer un trio contigo.- Dijo Candy con completa tranquilidad mientras se quitaba la ropa de la cintura para abajo.

-Y será genial, un trío junto a la mejor amiga del mundo.- Dice alegremente Grenda.

-Tengo sentimientos encontrados.- Pensaba Dipper. -Por un lado estoy excitado por la idea de un trio con estas bellezas. Por otro me siento culpable por hacer esto con las amigas de Mabel sin que ella lo sepa. Y por último, me siento el tipo mas suertudo del maldito mundo! Si sigo con esta suerte podría terminar cogiendo con Wendy antes de terminar el verano!-

-Hola, tierra a Dipper.- Le dice Candy para sacarlo de sus pensamientos para que esté le dirija la vista a ella y a Grenda, las cuales ya se encontraban completamente desnudas y lista para empezar. -Baja de la luna, desvistete y recuestate, héroe.-

Dipper obedece, se desnuda y le dirige una mirada a las chicas.

-Bien chicas todo listo, haber que saben hacer.- Dice Dipper al recostarse en el suelo.

-Pronto lo sabrás.- Dice Grenda antes de deslizar su lengua sobre un costado del pene de Dipper.

-Siéntete libre de hacernos peticiones, queremos que este sea un momento especial.- Dijo Candy al colocarse junto a Grenda y comenzar a chupar la punta del pene de Dipper.

-Cómo rechazar esa oferta.- Pensó Dipper mientras veía con una sonrisa la escena frente a sus ojos, las amigas de su hermana estaban chupando su polla con mucho gusto, no podía evitar sentirse como el rey del mundo en ese momento.

-Vaya son buenas.- Les dice Dipper mientras las chicas continuaban atacando la polla de Dipper con sus lenguas, una de cada lado. -Son Geniales!- Dice luego de ver como Candy ahora chupaba sus bolas mientras Grenda metía la mitad de su pene por su garganta. Luego de eso ve como ambas se dedicaron una mirada antes de dirigir sus labios a la punta de Dipper, una a la derecha otra a la izquierda, para luego darle vueltas a la punta con sus lenguas. -Es demasiado! Me Corro!- Dice mientras arrojaba su semen sobre el rostro de ambas.

-Wow soltaste bastante, mira nada mas como dejaste mi cara.- Dice Candy, un poco furiosa, mientras le mostraba a Dipper su rostro cubierto de semen.

-Yo me ocupo de eso.- Dice Grenda, la cual se estaba relamiendo el semen que tenia por la cara. -Sabes que adoro la leche, acércate y te dejare limpia.-

Candy se acerca a su amiga, la cual rápidamente procede a pasar su lengua por su rostro para limpiar el semen. Pasa su lengua por las mejillas, la frente y el cuello de Candy. Luego de recoger la última gota que estaba a un lado de sus labios Grenda cruza una mirada con su amiga antes de besarla en la boca debido a la excitación. Las dos comparten un beso apasionado mientras Dipper observaba la escena con gran interés lo cual terminó por darle una dura erección.

-Oigan ¿No se habrán olvidado de mi cierto?- Dice para llamar la atención de las chicas.

-Lo sentimos, fue por el calor del momento.- Dijo Candy mientras se despegaba de la boca de Grenda y observaba la gran erección de Dipper. -¿Acaso vernos te dio alguna idea?- Pregunta luego de ver la gran erección de Dipper.

-Muchas, asi que empecemos.- Dice Dipper mientras sujetaba su polla con su mano derecha y apuntaba en la dirección de las chicas. -Bien ¿Quien va a ser la primera?-

-¿Te importa que sea yo, Grenda?- Pregunta Candy.

-Claro que no, adelante.- Le dice Grenda a su amiga.

-No creerás que quedaras fuera de esto.- Dice Dipper. -Verlas a las dos fue muy excitante. ¿Les molestaría seguir adelante pero ahora incluyendome?-

-Claro que no!- Dicen Candy y Grenda luego de intercambiar una sonrisa antes de responder juntas.

-Excelente, Candy ponte en cuatro patas, Grenda recuestate frente a ella y abre las piernas.- Les dice Dipper a las excitadas chicas.

-De acuerdo.- Vuelven a responder al unísono.

-Bien Candy tu ocupate de Grenda que yo me ocupo de ti.- Dice Dipper al colocar su pene en la entrada del coño de Candy. -Ok chicas, aquí vamos.- Dice antes de clavar su pene en el interior de Candy mientras ella empezaba a lamer el coño de Grenda.

Al principio mantuvieron un ritmo lento debido a la falta de experiencia. Dipper se mantenía con su mete-saca en posición de perrito, cada tanto estirando las manos para tocar uno de lo pechos de Candy o su clítoris. Candy en cambio se mantenía lamiendo a Grenda, metiendo su lengua, lamiendo su clítoris o metiendo sus dedos dentro de ella, cosa que hacía delirar a la chica, la cual pellizcaba sus pezones mientras Candy se ocupaba de su parte baja.

-Dios, Candy eres increíble!- Exclamó Grenda.

-Si que lo es!- Dijo Dipper. -Cada vez está más apretada, esto es increíble!-

-Chicos me van a hacer sonrojar.- Dijo con una sonrisa mientras seguía jugando con el coño de Grenda con sus dedos. -Dios... Ya casi me corro!.-

-Yo igual!.- Dice Grenda

-Somos tres! Hagámoslo juntos!- Dice Dipper

-Me corro!- Gritan los tres al momento de acabar. Dipper lleno a Candy con su corrida para luego sentir como el interior de Candy se estremeció con la llegada del orgasmo de la chica.

Los chicos quedan unos segundos en el suelo luego del gran orgasmo coordinado que acababan de vivir. Siendo Dipper el primero en reponerse.

-Eso fue increible chicas.- Dice Dipper luego de sentarse en el suelo.

-Si que lo fue.- Dice Candy, quien aun seguia recostada en el suelo.

-Fue genial.- Dice finalmente Grenda mientras trataba de recuperar la respiración.

-¿Qué otras ideas tuviste?- Pregunta Candy. Mientras Grenda se limitaba a hacer una gran sonrisa, feliz de que ahora sería su turno.

-Bien...- Dice Dipper con una sonrisa pícara en su rostro.

Luego de eso vemos a los chicos en nuevas posturas.

Dipper está penetrando a Grenda, la cual se encontraba con su espalda contra un árbol, de pie mientras con su mano derecha tocaba su pechos izquierdo y la besaba en la boca. Candy se encontraba chupando el otro pecho de Grenda. Mientras que Grenda se dedicaba a meter sus dedos dentro de Candy con la intención de hacerla acabar.

Luego pasamos a otra escena donde Dipper se encuentra moviendo sus caderas sobre Grenda mientras está apretaba su pene con sus pechos, haciendo una turca. Candy se encontraba contemplando la escena mientras se masturbaba pellizcando sus pezones y su coño.

Luego de eso viene otra escena donde Dipper se encontraba de pie frente al trasero de Candy, la cual estaba alzando en el aire lo más alto posible mientras sostenía la mano de Grenda.

-Se cuidadoso, jamás metí algo ahí.- Le informa Candy a Dipper.

-Tranquila, todo saldrá bien.- Dice este antes de meter su pene dentro del culo de Candy mientras tomaba sus nalgas con ambas manos para ocuparse del movimiento. Candy solo pudo sostener la mano de su amiga hasta que el dolor lentamente se convertía en placer, y uno que ella disfruto enormemente debo agregar.

Finalmente para terminar vemos a las chicas, una en el suelo y la otra en cuatro patas frente a ella, ambas juntando sus caderas y sus vientres lo mejor que podían, mientras que Dipper se encontraba con su pene frente a sus coños preparado para el último round. Dipper coloca su pene en medio de los vientres de las dos chicas y procede a mover sus caderas rápidamente, haciendo que su pene frotará con rapidez el clítoris de ambas causandoles mucho placer. Finalmente todos se corren por última vez y quedan completamente rendidos y recostados en el suelo uno tras otro.

-Eso fue fabuloso chicas.- Dice Dipper completamente desecho.

-Lo se nunca me había excitado tanto en toda mi vida.- Dice Candy.

-Los adoro chicos, en serio.- Dice Grenda sin moverse de su pedazo de suelo.

Cerca de donde se encontraban los chicos, detrás de un árbol se asomaba un figura conocida, la cual había estado filmando con su celular desde hace un rato el espectáculo que los tres habían organizado de improviso. Esa figura era Tambry, la simpática y bella chica obsesionada con su celular, novia de Robbie y mejor amiga de Wendy.

-Vaya, vaya mira nada más esto.- Dice mientras finaliza la filmación que había hecho con su celular. -No pensé que esos tres fueran tan unidos. Y tampoco creí que Dipper pudiera con dos chicas a la vez.- Decía mientras contemplaba una escena del video que había elaborado. -Creo que a Wendy le encantará ver esto.-

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Cabaña del Misterio: Cuarto de Dipper y Mabel, Interior.

Mabel se encontraba sobre su cama tocando ligeramente sus pequeños pechos sobre su suéter mientras recordaba la apariencia de sus amigas con envidia y recordaba la cara de su hermano al ver a sus amigas.

-Rayos…esas dos...- Dice Mabel antes de hundir su cabeza contra la almohada de su cama para ahogar un grito. Luego se pone boca arriba viendo al techo por un rato.

-Desearía tener un cuerpo como el de ellas.- Dice finalmente Mabel en medio del silencio de la habitación.

Luego de eso Mabel escucha un sonido proveniente del otro lado de la puerta de su cuarto. Por lo cual sale de su habitación para investigar el origen.

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Cabaña del Misterio: Ático de la cabaña.

Mabel finalmente sale de su cuarto y posa su mirada en la ventana del ático de la cabaña. Y ve, asombrada, como de la ventana se asomaba una voluptuosa y sexy hada.

-Hola Mabel. Tal vez no me conozcas pero yo soy tu hada madrina. Y he venido hasta aquí para poder hacer realidad tu deseo.- Exclamó el hada.

-No puede ser!- Grita de alegría mientras hace una cara de felicidad absoluta al escuchar las noticias que traía esa bella hada. -Tengo un hada madrina!! Y vino aquí a ayudarme a ser más bella!!! AAHHHHH!!!!- Gritó finalmente, cosa que provocó que el hada se tapara las orejas.

-Si, si, lo se. Ahora cálmate y deja que te explique- Dice el hada antes de proceder. -Todo lo que necesitas para ser la más bella de Gravity Falls es un poco de mis “Polvos Mágicos”.- Dice el hada al dejar caer un poco de esos polvos sobre el piso de ático. -Sip. Un par de estas bellezas y serás la chica para sexy del pueblo... no, del condado en unos dias.-

-Que bien! ¿Y que tengo que hacer?- Pregunta Mabel.

-Solo ponte a girar sobre ti misma, mi pequeña. Yo me encargo de arrojarte el polvo y en unos días, antes de que te des cuenta, despertaras viendo en el espejo a la chica más sexy que hayas visto y te darás cuenta que eres tu.-

-Dios! No puedo esperar!- Dice Mabel antes de ponerse a girar sobre sí misma esperando ese polvo mágico que cambiaría su vida. Pero es frenada por el hada, la cual tenía una cosa más por decirle.

-Ah, una cosa mas mi pequeña. No debes decirle a nadie sobre nuestro encuentro, me despedirian como hada madrina si se hace pública mi existencia. Y no quiero terminar como corista de Cupido, ese tipo es un idiota.- Dice el hada.

-Si, lo conozco. Descuida no le diré nada a nadie.- Dice Mabel para tranquilizarla.

-Perfecto! Entonces mi niña, a girar! Y que la magia haga el resto!- Le ordena el hada a Mabel.

Mabel gira mientras recibe constantemente ese extraño polvo sobre cada rincón de su cuerpo hasta que es detenida por el hada.

-Bien, eso es todo pequeña. Nos veremos pronto.- Dice finalmente el hada antes de saltar por la ventana mientras extendía sus alas.

-Hasta pronto!- Se despide Mabel antes de irse saltando de alegría a su cuarto.

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Cueva de Bill.
Stanford está frente al mural de Bill y ve con asombro como alguien lo ha profanado para escribir unos nuevos símbolos con una especie de pintura rosa que superponen a los anteriores dibujos, en los cuales se cubrían todos los símbolos menos los de Dipper (Pino), Wendy (Bolsa de hielo), Pacífica (Llama) y Mabel (Estrella Fugaz). Los demás símbolos de los lados fueron cambiados por, un celular, un lunar, unos cuernos, un caramelo, un micrófono y una nota musical; mientras que el símbolo de Bill fue cambiado por el de unas enormes alas como de insecto y para finalizar el símbolo de Dipper (Pino) tenía una flecha que recorría a todos los símbolos por el lado interior del círculo más pequeño y que finalmente apuntaba al dibujo de las alas.

-Esto es extraño. Me pregunto que significará...- Dice Stanford mientras hace una cara de intriga ante lo que veían sus ojos preguntándose qué les depararía el futuro.

Continuará…

Chapter Text

Gravity Falls: Un Verano de Placer 3
Al día siguiente…

Cabaña del Misterio: Puerta Principal de la cabaña. Exterior.
Dipper se encontraba sentado en el sofá junto a la puerta de la cabaña, con un notable buen humor y una sonrisa amplia y despreocupa en su rostro.

-Vaya que he tenido suerte desde que volví aquí.- Pensaba internamente el chico. –Pacifica, Candy y Grenda en menos de una semana.- Dijo internamente mientras recordaba sus recientes “Encuentros” con estas tres. –Pero ya es hora de ponerse serio. No puedo defraudar a Mabel de esta forma, tengo que continuar investigando lo que ocurre aquí.- Pensó Dipper al momento de poner una expresión de determinación en su rostro. -Y para hacer eso tengo que hacerle preguntas a todas las chicas del pueblo que pueda. Lo que significa que…tengo que hablar con ella- Se dijo internamente antes de poner una expresión de preocupación en su rostro luego de pensar quien sería la siguiente chica a la cual interrogaría.

Dipper se había decidido que para avanzar con su investigación debía hablar con Wendy, por lo cual decide ir a verla a la tienda de la cabaña.

Cabaña del Misterio: Tienda de regalos.
Wendy se encontraba detrás del mostrador de la tienda, con los pies sobre este mismo y con su silla inclinada contra la pared mientras veía algo en su celular con los auriculares puestos. En la tienda no había nadie así que la chica tenía tiempo libre.

-Ok, hay esta ella.- Dijo Dipper al ver a la bella pelirroja que estaba tras el mostrador. –Mantente enfocado y haz las preguntas. No veas sus pechos, mírala a los ojos y todo saldrá bien.- Se dijo internamente el chico antes de tragar saliva y dirigirse frente al mostrador para hablar con Wendy.

-H-hola Wendy.- Dijo Dipper de manera nerviosa al momento de saludar a la chica.

Wendy se da cuenta de la presencia de Dipper, por lo cual se quita sus auriculares y se inclina sobre el mostrador colocando sus codos sobre el mismo y poniendo sus manos sobre su barbilla, dejando así sus enormes pechos sobre la mesa.

-¿Qué onda, amigo? ¿Por fin tienes tiempo para hablar?- Dijo Wendy a la hora de corresponder el saludo.

-Yo…estoy…estaba…ah…- Balbuceo Dipper al tener los senos de Wendy frente a él, haciendo que olvidara el motivo por el que había ido a verla.

-¿Estas bien?- Pregunto extrañada Wendy al mismo tiempo que se ponía firme y apartaba sus pechos del rostro del chico.

-¡S-si! ¡Estoy perfecto!- Dijo el chico luego de salir del trance en el que había quedado. –De hecho vine a preguntarte una cosa ¿Has notado algo raro en el pueblo desde que Mabel y yo nos fuimos?- Pregunta finalmente Dipper.

-Amigo, luego de lo que vi el año pasado ya nada de lo de aquí me parece extraño.- Dijo la chica de manera tranquila.

-Y-ya veo.- Dijo Dipper un tanto desilusionado por la respuesta. –Es cierto, creo que nada podría ser considerado “Extraño” luego de lo que paso hace un año.- Pensó internamente Dipper. –B-bien, gracias de todas formas Wendy te veré lue…- Dijo para despedirse Dipper, pero es interrumpido por Wendy.

-No tan rápido Dipper.- Dijo Wendy para detener al chico. –Aún no hemos podido ponernos al día y justo ahora tengo mucho tiempo libre. ¿Puedes hacerme algo de compañía?- Pregunto la chica.

-¡C-claro! ¿Cómo podría decir que no?- Dijo un poco nervioso Dipper por la idea de quedarse a solas con la chica. –Tranquilízate Dipper. Actúa normal y recuerda, solo somos amigos.- Se dijo internamente el chico para así tranquilizarse.

Poco después…
-Jajaja. No puede ser. ¿Lo dices en serio?- Pregunto entre risas Wendy luego de escuchar la anécdota que le conto Dipper.

-Es cierto, y desde ese momento a Mabel ya no le permiten mezclar cosas en clase de química.- Dijo Dipper también entre carcajadas. –Wow. Por fuera casi parece otra persona, pero por dentro sigue siendo la misma Wendy de siempre.- Pensó el chico mientras hacia una expresión de calma.

-Oye Dipper ¿Puedes traer un par de sodas de la maquina? Tengo un poco de sed.- Le pregunto Wendy a Dipper.

-Claro, no hay problema.- Dijo Dipper al momento de ir hasta la máquina. Dipper saca dos latas de soda Pitt y vuelve al mostrador junto a Wendy. –Aquí tienes.- Dijo el chico al alcanzarle la lata a la chica.

-Gracias, amigo.- Dijo Wendy antes de beber un poco y luego deslizar la lata fría por arriba de sus pechos de manera seductora (Como en el comercial de Pepsi Diet con Cindy Crawford. LINK).

Al ver la escena los ojos de Dipper volvieron a traicionarlo, ya que volvieron a poner toda su atención sobre los pechos de Wendy. Dipper observo casi hipnotizado como una gota de agua de lata se deslizaba por sobre uno de los pechos de Wendy y terminaba pasando por el medio de los senos de la chica, cosa que le dio una erección sin que este se diera cuenta.

-¿Te gusta lo que ves, Dipper?- Pregunto Wendy luego de darse cuenta de la erección que tenía el chico.

-¿Qué?- Pregunto extrañado Dipper antes de darse cuenta de la erección que tenía en ese momento. -¡Ah! ¡W-wendy esto no es lo que parece!- Dijo el chico al momento de tapar su erección con su gorra.

-Tranquilo Dipper, sé que eso es normal. Es parte de volverse adolescente.- Le dijo Wendy de manera dulce. –Pero dime ¿No te gustaría ver un poco más de cerca?- Sugirió la chica de manera seductora mientras acercaba sus pechos a la cara del chico.

-¡¿L-lo dices enserio?!- Pregunto emocionado Dipper.

-Claro que sí. Pero primero tienes que mostrármelo tú primero, ¿Me entiendes, verdad?- Dijo Wendy mientras señalaba la entrepierna del chico.

-¡Si! ¡Está bien, enseguida!- Dijo Dipper mientras se quitaba sus shorts y pensaba. –No puede ser ¡En verdad está pasando!-

Luego de que Dipper se quitara sus shorts y revelara la gran erección que tenía en ese momento, Wendy se acerca y se coloca frente a Dipper.

-Mira nada más lo que tenías aquí escondido.- Dijo Wendy al momento de darle una buena mirada a la polla de Dipper. –Está muy duro y caliente. ¿Te pusiste así por mí?- Pregunto la chica de manera sensual mientras sujetaba la polla con su mano y comenzaba a moverla.

-Y-yo…la verdad…es que…- Dijo de manera entre cortada Dipper, dudando sobre si decir la verdad.

-Sé sincero Dipper.- Dijo Wendy mientras aumentaba la velocidad del movimiento de su mano. –Si me dices la verdad ahora te prometo que recibirás una agradable recompensa.- Le susurro Wendy a Dipper en el oído, antes de darle una ligera mordida a la oreja del chico.

Al oír esas palabras Dipper se enrojeció como un tomate, pero también logro despejar completamente las dudas que tenía, por lo cual decidió ser sincero con Wendy.

-¡Ok, lo admito! ¡Estoy así por ti Wendy!- Exclamo finalmente Dipper. -¡No puedo evitar ponerme así cuando estoy contigo! ¡Eres demasiado sexy!-

Luego de escuchar las palabras de Dipper, Wendy sonríe ligeramente y aumenta aún más la velocidad de sus manos, haciendo que Dipper se acercara a su orgasmo.

-¡Ah, Wendy! ¡Ya casi estoy! Voy a… ¿¡EH!?- Exclamo sorprendido Dipper al sentir como la chica se había detenido antes de que acabara. -¿¡Que paso!? ¿Por qué paraste?- Pregunto el chico.

-Lo siento Dipper, pero este no es el momento ni el lugar para esto, cualquiera podría entrar por la puerta en cualquier momento.- Dijo Wendy luego de darle un beso en la mejilla a Dipper y le volvía a subir sus shorts. –Considera eso como un adelanto de lo que haremos en mi casa más tarde.- Dijo la chica mientras se volvía a colocar tras el mostrador de la tienda.

Dipper tenía una expresión de enfado en su rostro debido al hecho de que la chica lo dejo en ese estado, pero termina aceptado la oferta luego de admitir que la chica tenía razón.

-Está bien…entonces te veré más tarde.- Dijo Dipper mientras se encaminaba a su cuarto aun con el mismo estado de ánimo.

-¡Oye Dipper!- Exclamo Wendy desde el mostrador para que el chico se volteara.

Luego de que Dipper se diera la vuelta Wendy levanta su camisa y le da al chico un vistazo de sus pechos para así animarlo un poco.

-¡Wow Wendy!- Exclamo Dipper luego de ver los enormes pechos de la chica.

-Te estaré esperando, no vayas a faltar.- Dijo Wendy al bajar su camisa y guiñarle el ojo a Dipper.

-¡Como si fuera a hacerlo!- Se dijo internamente Dipper.

Cabaña del Misterio: Cuarto de Dipper y Mabel, Interior.
Una vez en su cuarto Dipper se emociona mucho al imaginarse todo lo que haría con Wendy en la tarde.

-¡No puedo creerlo! ¡Es simplemente increíble!- Pensaba el chico. –Wendy… ¡Voy a hacerlo con Wendy esta tarde!- Se repetía internamente mientras sonreía felizmente. –Pero…no sé si deba…- Se dijo algo desanimado el chico. –Si las cosas terminan así siempre que me pongo a investigar nunca podre descubrir lo que ocurrió aquí. Además Mabel…-

Mabel entra de repente en el cuarto e interrumpe el debate interno de Dipper.

-Hola Dipper ¿Estás bien? Te veo algo decaído.- Pregunto Mabel luego de darse cuenta de expresión que tenía su hermano.

-Bueno…es que…- Dijo Dipper tratando de inventar una excusa -L-lo que pasa es que hoy no logre avanzar en la investigación. Ninguna de las chicas con las que hable notaron nada particular, así que estoy un poco atorado.- Le dijo Dipper mientras forzaba una sonrisa. –P-pero no te desanimes, voy a seguir investigando hasta que encuentre algo así que no te preocu…- Trato de decir Dipper para así calmar a Mabel, pero es interrumpido por esta última.

-Oh, no te preocupes tanto Dipper. Luego de nuestra charla de ayer me siento mucho más calmada. Así que ya no te exijas demasiado.- Dijo Mabel de manera tranquila

-¿Lo dices en serio?- Pregunto Dipper bastante sorprendido.

-Claro que sí. Tomate tu tiempo y trata de disfrutar del verano.- Le respondió Mabel.

-Eso haré Mabel.- Dijo Dipper bastante feliz. -¡Gracias Dios! ¡Ahora puedo divertirme con las chicas sin sentir culpa!- Pensó internamente Dipper. –Pero espera... ¿Crees poder soportar esto? Es decir, ¿No vas a sentir envidia de tus amigas?- Pregunto Dipper un poco incrédulo del repentino cambio de parecer de Mabel.

-No te preocupes, Dipper…- Dijo Mabel con una enorme sonrisa en su rostro. –No creo que eso sea posible.- Termino de contestar la chica mientras colocaba sus manos sobre sus caderas para así posar de manera orgullosa mostrándole a su hermano el cuerpo que su “Hada Madrina” le había dado.

-Mabel parece muy contenta de repente, me pregunto por qué será.- Pensó intrigado Dipper, ya que no fue capaz de distinguir el notable cambio de cuerpo que había experimentado su hermana.

Continuará…

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Gravity Falls: Un Verano de Placer 4

Cabaña del Misterio: Cuarto de Dipper y Mabel, Interior.
Los gemelos se encontraban aun charlando en su cuarto en la cabaña. Dipper desbordante de alegría debido al cambio en la actitud de Mabel, y Mabel completamente orgullosa con el nuevo aspecto que tenía.
-Y dime ¿Por qué el reciente cambio de actitud?- Pregunto Dipper de manera curiosa.
-¿Acaso no notas nada distinto en mí, hermano?- Pregunto Mabel mientras posaba para Dipper colocando una mano sobre su hombro y la otra en su cintura, para así resaltar sus recientemente desarrolladas curvas, mientras tenía los ojos cerrados y una sonrisa de ganadora en su rostro.
-Mmm...- Murmuro Dipper un momento al observar con cuidado a Mabel antes de responder. -¿Nuevo corte de cabello, quizás?- Pregunto el chico luego de no notar nada particularmente diferente con sus ojos.
-¿Den serio no notas nada distinto en mí?- Pregunto Mabel de manera incrédula. -¿Tampoco en estas?- Pregunto nuevamente la chica, esta vez inclinándose hacia adelante mientras sonreía ampliamente y sujetaba sus pechos con ambas manos.
-¡Ohhh, ya veo!- Dijo Dipper mientras trataba de fingir para seguirle la corriente a la chica. –Te empezó a crecer de nuevo el pecho.- Dijo Dipper en el mismo tono condescendiente de antes. –Eso es genial, Mabel. Sigue así y pronto serás más bella que cualquier otra chica en el pueblo, claro que si.- Dijo mientras le daba unas palmadas en la cabeza a Mabel para así animarla, pero obteniendo solamente una mirada de enojo por parte de la chica.
-¡Eres un idiota Dipper!- Dijo Mabel de manera furiosa mientras azotaba la puerta del cuarto mientras salía.
-Solo trataba de animarla, ¿Acaso dije algo malo?- Se preguntó internamente Dipper.

Más tarde ese día…
Cabaña del Misterio: Comedor de la cabaña.
Stanley Pines se encontraba sentado junto a la mesa, rodeado de trozos de madera y latas de pintura, las cuales usaba para preparar los carteles de su más reciente atracción. De repente Stanford entra en la habitación e interrumpe el trabajo de su hermano.
-Stanley, ¿Has visto a Dipper? Encontré algo en la cueva de Bill que creo que él debería ver.- Dijo de manera seria Stanford.
-No realmente. Pero creo que menciono algo como que iría la casa de Wendy.- Dijo Stanley mientras hacía a un lado lo que estaba haciendo. -¿Qué encontraste? ¿Es algo serio?- Pregunto con un hilo de preocupación en el tono de su voz.
-No estoy muy seguro.- Dijo Stanford mientras observaba el dibujo que él había hecho de los símbolos que encontró en la cueva.

Cabaña de los Corduroy: Entrada, Exterior.
Dipper se encontraba frente a la puerta de la casa de Wendy completamente emocionado por que llegara el momento de la verdad.
-Muy bien Dipper, llego la hora. Solo tú y la chica más genial de mundo. Mantén la calma.- Se dijo Dipper internamente antes de respirar hondo y tocar a la puerta de la casa.
Wendy abre la puerta mientras llevaba puesta solo una camisa verde como las que ella usaba usualmente, solo que esta era un poco más grande y holgada que las demás. La camisa estaba abrochada solo con los botones a la altura de su pecho y alcanzaba a cubrirle hasta la cintura, pero aun así hacía notar que la chica no llevaba nada debajo de la prenda.
-Por fin llegas.- Dijo Wendy de manera seductora a Dipper, el cual aún estaba impactado por el sexy recibimiento de la pelirroja. –Por un segundo pensé que no vendrías.- Dijo la chica.
-¿Y perderme de esto? ¡De ninguna forma!- Dijo Dipper.
-Ven, hoy tenemos la casa sola para los dos.- Dijo Wendy mientras invitaba a entrar a Dipper.

Cabaña de los Corduroy: Habitación de Wendy.
Wendy lleva a Dipper hasta su habitación y lo invita a sentarse en la cama.
-Ponte cómodo, amigo. Voy a traer algo y vuelvo enseguida.- Dijo Wendy mientras salía de la habitación.
Dipper obedece a Wendy y comienza a quitarse la ropa y se pone a esperar el regreso de la chica. Al poco tiempo Wendy vuelve muy emociona con un pañuelo color violeta en su mano, cosa que llamo la atención de Dipper.
-¿Para qué es eso Wendy?- Pregunto Dipper.
-Oh, ¿Esto?- Dijo Wendy mientras miraba la pañuelo en su mano. –Solo es para un pequeño juego que se me ocurrió, ¿Te interesa saber de qué se trata?- Pregunto la chica.
Dipper asintió con la cabeza.
-El juego es así, tú te pones esto como venda y tratas de adivinar qué es lo que estoy haciendo, si no lo adivinas voy a seguir haciéndolo hasta que lo hagas y durante ese tiempo no tienes permiso de correrte.- Comenzó a explicar Wendy. –Pero he aquí la cosa, cada vez que adivines tendrás permiso de correrte antes de que empiece a hacer algo distinto. Y cada tres veces que logres adivinar lo que hago, yo hare algo que tú quieras.- Termina de explicar Wendy. - ¿Qué dice? ¿Quieres jugar conmigo?-
-Suena interesante. ¡Hagámoslo!- Dijo emocionado Dipper.
-Me alegra que digas eso. Ten, cúbrete los ojos.- Dijo Wendy mientras le daba el pañuelo a Dipper. -Considera esto como una “pista” para una de las primeras rondas.- Dijo mientras usaba su lengua para empujar una de sus mejillas, al mismo tiempo que movía de adelante hacia atrás su mano frente a su rostro, haciendo una imitación de alguien que está haciendo una mamada.
-Muy bien, lo tendré en mente.- Dijo Dipper mientras se terminaba de ajustar la venda. -¡Empecemos!- Dijo finalmente con gran ánimo.
Una vez que Dipper se puso la venda, Wendy se le acerco y comenzó a besarlo con pasión usando su lengua. Dipper se limitó a disfrutar del beso mientras pensaba (-Este es el mejor verano de mi vida.-). Mientras Wendy continuaba besando a Dipper, aproxima una de sus manos al pene de este, lo sujeta y empieza a masturbarlo. Luego de un rato, el pene de Dipper ya se encontraba completamente duro, así que la pelirroja separo sus labios de los del chico para hablar y empezar con el juego.
-Muy bien, ¿Dime que estoy haciendo?- Dijo Wendy mientras seguía sacudiendo la polla de Dipper. –Vamos, esta es muy fácil.- Dijo con una sonrisa mientras veía al chico disfrutar de la experiencia.
-E-espera, déjame…”Pensarlo” un poco.- Dijo Dipper mientras se limitaba a disfrutar de la mano de Wendy y pensaba. –Quiero disfrutar esto un poco más.- Luego de un par de sacudidas más Dipper por fin responde. –Estas usando tu mano, ¿Verdad?-
-¡Correcto!- Dijo Wendy con una amplia sonrisa. -¿Ya estas por correrte o aun puedes aguantar para la siguiente ronda?- Pregunto la chica sin dejar de sacudir la polla con su mano.
-Puedo aguantar, pasemos a otra cosa.- Dijo Dipper, emocionado porque Wendy hiciera otra cosa y así anotar otro acierto.
-Muy bien, amigo.- Dijo mientras soltaba la polla de Dipper y acercaba su boca a la entrepierna del chico. –Recuerda, no dejare que te corras hasta que adivines.- Dijo la chica antes de meter la polla de Dipper en su boca y comenzar a mamarla.
-S-sí, está bien, lo entiendo.- Dijo Dipper mientras sentía como Wendy se había tragado la mitad de su polla y se dedicaba a usar su lengua para rodearla y jugar con la punta. –Su mamada es mejor que la de Pacifica o las chicas.- Pensó mientras recordaba a Pacifica, Candy y Grenda. En un momento Dipper sintió como Wendy saco la polla de su boca y uso su lengua para jugar con el prepucio y la uretra. – ¡Ahh, Wendy! ¡Ya estoy por…!- Dijo Dipper mientras sentía como se aproximaba su orgasmo debido a la experimentada mamada de la pelirroja.
-Ah, ah, ah, no lo creo, pequeño.- Dijo Wendy mientras sujetaba con fuerza la base de la polla de Dipper, evitando así que este alcanzara su orgasmo.
-¡Ow! ¿¡Que!? ¿¡Y porque!?- Pregunto Dipper luego de que la chica le negara su orgasmo.
-Recuerda las reglas, amigo. Primero adivina y luego puedes hacerlo.- Dijo mientras volvía a deslizar su lengua en la punta de la polla de Dipper, lamiendo así un poco de líquido pre-seminal que el chico había soltado. - ¿Dime que estoy haciendo?- Dijo con una sonrisa maliciosa en el rostro.
-No pensé que se tomaría este juego tan en serio.- Pensó Dipper. –Estas…usando la lengua en la punta de mi polla.- Dijo el chico, desesperado porque la chica lo dejara correrse.
-¡Correcto!- Dice de forma alegre Wendy mientras soltaba la base de la polla y comenzaba a atrapar los disparos de semen de esta con su boca. –Mmm...Leche fresca de una polla adolescente, mi favorita.- Dijo la chica mientras se relamía los labios.
-¡Dios! Iba a explotar si seguía aguantado.- Dijo Dipper entre gemidos. –Pero aun así se sintió bien.- Dijo con una sonrisa.
-Me alegro que te gustará.- Dijo Wendy devolviéndole la sonrisa. –Pero es momento de pasar a la última ronda.- Dijo la chica de manera decidida.
-Eh, Wendy… ¿Crees que podría quitarme la venda?- Pregunto Dipper. –El juego fue divertido y todo pero, ¿No crees que podríamos...?-
-No, no lo creo, amigo. Yo me estoy divirtiendo mucho.- Dijo Wendy de manera seria.–Además, solo te falta adivinar una última vez para reclamar tu premio.- Le susurró al oído la pelirroja a Dipper.
-E-está bien, sigamos entonces.- Dijo Dipper teniendo en mente lo que haría si adivinaba una vez más. –Concéntrate Dipper. Ponte serio y adivina.- Se dijo a sí mismo para darse aliento.
-Bien, sigamos entonces.- Dijo Wendy mientras se quitaba su camisa y volvía a sujetar la polla de Dipper para así empezar de nuevo. Esta vez la pelirroja coloco la polla del chico en medio de sus pechos y la apretó con fuerza mientras comenzaba a sacudirla de arriba abajo, sacando ocasionalmente la lengua para soltar saliva y que la polla se deslizara con mayor fluidez. –Puedes adivinar cuando quieras, amigo.- Dijo la chica mientras continua con su labor.
-¡Esta es fácil!- Dijo victorioso Dipper. -¡Estas usando tus pechos!- Exclamo finalmente.
-¡Muy bien!- Dijo Wendy para felicitarlo. -¿Pero cómo lo adivinaste tan rápido?- Pregunto intrigada la chica.
-Bien…Tú sabes, solo…solo lo imagine. Hehehe- Dijo finalmente Dipper. –Debo darle las gracias a Pacifica por ayudarme con esta.- Pensó internamente mientras recordaba su primer encuentro con la chica Northwest, y más precisamente la primera vez que sintió los pechos de una chica alrededor de su polla.
-Muy bien, chico listo. Dime, ¿Qué quieres hacer ahora?- Pregunto Wendy, interesada por saber lo que se le había ocurrido al chico.
-Hay una cosa que siempre he querido hacer contigo, Wendy.- Dijo Dipper mientras se quitaba la venda. -Acuéstate en la cama boca arriba.- Dijo Dipper con una sonrisa.
Wendy correspondió la sonrisa de Dipper e hizo lo que lo que le había dicho. Dipper se acercó y coloco su pene lo más profundo que pudo dentro de ella. Wendy sujeto al chico abrazándolo y rodeando su espalda con sus piernas, haciendo así que su conexión fuera aún más profunda. Ambos empezaron a gemir con pasión cuando Dipper comenzó a moverse.
-¡Ah! ¡Eso es, Dipper! ¡Sigue así!- Exclamaba Wendy mientras sentía las arremetidas del chico al que estaba sujetando con cada parte de su cuerpo.
-¡Dios! ¡Wendy! ¡Esto es aún mejor de lo que había imaginado!- Decía Dipper junto al oído de Wendy mientras continuaba empujando frenéticamente su polla dentro de ella.
-¡Oh Dios! ¡Dipper! ¡Ya casi me corro!- Exclamo Wendy al sentir como Dipper se acercaba más y más a la entrada de su útero con cada una de sus estocadas.
-¡Yo también, Wendy!- Dijo Dipper mientras continuaba con su labor.
-¡Hazlo dentro si quieres! ¡Pero bésame primero!- Le pidió Wendy al chico mientras esperaba ansiosa por su corrida.
Dipper se apresuró entonces a juntar sus labios con los de la chica y soltar así finalmente su corrida dentro de ella. Ambos permanecieron abrazados y besándose hasta que Dipper soltó hasta la última de sus descargas dentro de la chica. Luego de eso, separaron sus labios lentamente mientras se dedicaban una cálida mirada que inspiraba satisfacción mutua.
-Eso fue increíble, Wendy.- Dijo Dipper.
-Claro que lo fue. Estuviste asombroso.- Dijo Wendy con mucha satisfacción. –Pero dime, ¿Estás listo para seguir jugando?- Pregunto la pelirroja.
-Claro que si.- Respondió Dipper sin pensárselo demasiado mientras se volvía a colocar la venda.
-Muy bien, pero te advierto que ahora el juego se pondrá más difícil.- Dijo Wendy mientras se ponía en posición.
-Dudo mucho que algo pueda sorprenderme ya en este punto.- Pensó Dipper.
Dipper sintió de repente como su polla era nuevamente presionada entre dos objetos, solo que esta vez la sensación era distinta a la de los pechos de Wendy, ya que podía sentirlos mucho más húmedos y que de cierta forma lo estuvieran presionando con más fuerza que antes.
-¿Pero qué es esto?- Pensó Dipper mientras seguía siendo abrumado por esta nueva sensación. –Vamos piensa un poco, Dipper.- Se dijo internamente mientras trataba de descifrar que es lo que hacia la chica.
-¿Qué pasa, amigo? ¿Aún no adivinas lo que pasa?- Dijo Wendy con un tono victorioso.
-Concéntrate, esto te es familiar.- Se dijo a si mismo mientras recordaba haber sentido al similar en alguno de sus otros encuentros. –Se parece un poco a esa vez que…Pero, no. Eso no tendría sentido a menos que…- Pensó al recordar cierto momento que compartió con las amigas de Mabel.
-¿Y bien? ¿Ya tienes alguna respuesta?- Vuelve a insistir Wendy mientras hace aún más presión sobre la polla del chico.
-¿Puede ser de que estés frotando tu coño contra mi polla?- Pregunto Dipper.
-Mmm, si puede ser, pero no sería del todo correcto.- Respondió Wendy.
-Y… ¿Puede ser de haya alguien más contigo haciendo lo mismo, y que mi polla este entre ustedes dos?- Pregunto Dipper un poco incrédulo de sus palabras.
Hubo un pequeño silencio en la habitación, pero luego este silencio fue roto por un par de risas y luego por la respuesta de Wendy.
-¡Muy bien! ¡Adivinaste!- Dijo finalmente Wendy.
-¿¡Que!? ¿¡De verdad!?- Dijo Dipper aún incrédulo. -¿¡E-entonces hay alguien más aqu…!?- Trato de decir el chico, pero su boca de repente fue callada al momento que sintió como una de las chicas posaba su coño sobre ella.
-Muy bien es hora de cambiar de juego, Dipper.- Dijo Wendy mientras se encontraba sobre el rostro del chico. –Ahora tendrás que complacerme a mí y a mi compañera. Y no vayas a decir que no puedes, ya que las dos vimos lo que hiciste con las amigas de Mabel.- Dijo Wendy mientras observaba como su “Compañera” comenzaba a bajar sus caderas, para así ponerse a cabalgar sobre la polla de Dipper.
-¿¡Nos estaban viendo!?- Alcanzo a preguntar Dipper luego de separar se boca de la entrepierna de Wendy.
-De hecho te grabaron, pequeño bribón.- Dijo Wendy con total calma. -Pero no hablemos de eso ahora. Mejor usa esa lengua para otra cosa.- Dijo la pelirroja.
Dipper decide no darle más vueltas al asunto, por lo cual comienza a acatar la petición de Wendy mientras sentía como la otra chica comenzaba a montarlo de manera frenética.
-Mmm…Muy bien, Dipper. ¡Sigue así! ¡Sigue explorando hasta el último rincón de mi coño con tu lengua!- Dijo Wendy completamente embelesada por la sensación que Dipper le causaba al introducir su lengua dentro de ella. La otra chica solo se limitaba a gemir sin coordinar ninguna palabra mientras continuaba montando a Dipper, como si quisiera disfrutar del momento.
Ya estando cerca de correrse, Dipper estaba seguro de escuchar como las dos chicas se besaban la una con la otra, pero no podía asegurarlo debido a su posición actual y a la venda que aun llevaba en los ojos (NOTA DEL AUTOR: Eso es exactamente lo que las chicas hacían).
Dipper finalmente se corre dentro de la “compañera” de Wendy, mientras sentía como ella y la pelirroja alcanzaban el orgasmo al unísono.
-Buen trabajo, pequeño.- Dice Wendy con un tono de satisfacción.
Luego de eso, las dos chicas se levantan entre gemidos y le dejan espacio a Dipper para que se quite la venda. Al quitarse la venda Dipper ve que la compañera de Wendy se trataba de Tambry.
-¿¡Tambry!? ¿¡P-pero que haces aquí!?- Pregunto sorprendido Dipper.
-¿No es obvio?- Respondió Tambry con total calma.
-B-bueno si, pero me refiero a ¿Porque? ¿Qué acaso tú y Robbie no estaban…?- Pregunto Dipper al recordar que la chica y Robbie aún eran una pareja.
-Aún estamos juntos si a eso te refieres.- Respondió Tambry. –Pero desde hace meses él ha estado teniendo…Problemas con su resistencia. Lo cual me ha dejado bastante frustrada. No tienes idea de cuánto necesitaba una buena follada, y cuando te vi ayer en el bosque con las amigas de Mabel supe que tu podrías ayudarme.-
-¿Problemas de aguante? ¿Acaso eso también será por culpa de lo que sea que este ocurrido aquí?- Se preguntó internamente Dipper, pero es devuelto a la realidad al escuchar la voz de Wendy.
-Como sea, lo importante aquí es que todos vinimos a pasarla bien, ¿Verdad?- Dijo Wendy mientras se disponía a continuar, colocando su cadera sobre el pene de Dipper, dándole la espalda al chico. –Así que dejemos la charla aburrida y vamos a divertirnos.- Dijo la pelirroja mientras bajaba sus caderas y se metía la polla dentro de su trasero.
-Tienes toda la razón, amiga. Ahora mismo solo quiero divertirme sin preocuparme de los idiotas precoces.- Dijo Tambry mientras observaba a su amiga montar al chico con mucha satisfacción. –Así que sigamos con la diversión.- Dijo la chica mientras comenzaba a chupar y lamer el coño de Wendy mientras ella seguía disfrutando de su experiencia anal con el chico.
(NOTA: A partir de aquí solo me dedicare a describir escenas y posiciones sexuales, espero lo disfruten .)
Básicamente la sangre de la mente de Dipper termino bajando hasta su polla luego de observar y sentir la excitante escena frente a él. Por lo cual, por el resto de la tarde, el chico se perdió en un frenesí de placer. Dipper empezó a sujetar desde atrás los pechos de Wendy mientras la chica aún continuaba con sus subidas y bajadas, y aún era atendida por Tambry, haciendo así que la pelirroja fuese atacada en sus tres zonas erógenas a la vez.
La tarde continúo, esta vez las chicas le daban un show a Dipper. Realizaban un 69 entre ellas para el disfrute del chico, el cual al poco tiempo termino uniéndoseles metiendo su polla dentro de Tambry, la cual por cierto continuo siendo lamida por Wendy en su clítoris mientras Dipper le clavaba su polla, lo cual solo hacia más satisfactoria la experiencia.
Ya para cerrar la velada, las chicas se encontraban sentadas en el piso de la habitación y cada una estaba usando una de sus manos para masturbar a Dipper y hacer que las cubriera a ambas con las últimas reservas de su leche. Dipper termino de correrse y ambas chicas deslizaron sus lenguas en la punta de su polla a modo de agradecimiento.

Más tarde, en la noche…
Cabaña de los Corduroy: Entrada, Exterior.
Dipper ya se encontraba algo alejado de la casa de Wendy, pero aún seguía despidiéndose de las dos chicas, las cuales lo veían irse desde el marco de la puerta.
-Adiós chicas. Me la pase genial con ustedes.- Decía Dipper mientras se alejaba.
-Igual que nosotras, galán.- Dijo Tambry mientras despedía al chico con su mano.
-Nos vemos, amigo.- Decía Wendy mientras así lo mismo que su amiga.

Bosque de Gravity Falls.
Dipper se encontraba reflexionando mientras caminaba por el bosque para regresar a la cabaña del misterio.
-Sin duda hoy fue un gran día.- Pensaba el chico con una gran sonrisa en su rostro y un aire de grandeza. –Ni siquiera Mabel con sus rabietas podría deprimirme ahora. Nada puede salir mal ahora Dipper.-
Justo luego de eso, Dipper es sujetado de la boca y los brazos por dos figuras encapuchadas que llevaban impermeables amarillos, y es arrastrado hacia el interior del bosque.
Luego de alejarlo del sendero hacia la cabaña, las dos figuras sueltan a Dipper y ven como este da un par de pasos hacia atrás para alejarse de ellos.
-¿¡Quiénes son y qué es lo que quieren!?- Pregunto Dipper con enojo.
-Somos nosotros, Dipper y solo queremos ayudarte.- Dijo una de las figuras mientras se quitaba la capucha para revelar una gorra como la de Dipper, con la diferencia de que esta tenía un numero 3 escrito en ella.

Cabaña del Misterio: Comedor de la cabaña.
Mientras tanto en la cabaña, Mabel había regresado hace poco luego de una tarde de búsqueda de muchachos guapos a lo largo del pueblo y estaba en el comedor a la espera de que todo mundo se reuniera a cenar, pero había algo que logra llamar su atención.
-Oye tío Stan, ¿Que son todos esos carteles que tienes hay?- Pregunto Mabel mientras señalaba los carteles que Stanley había hecho en la tarde.
-Solo son unos letreros para la próxima “Atracción” de la cabaña.- Comenzó a explicar Stanley. –Me encontré con estas cosas mientras conducía el otro día, estoy seguro de que serán una gran trampa para los turistas crédulos.- Dijo mientras le mostraba a Mabel un hongo de apariencia peculiar, tenía 15cm de alto, el tallo era blanco y el sombrero tenía la particular forma de un corazón que parecía hacerse corazones más pequeños (Para que se entienda, la parte de arriba del hongo vendría a ser como ese fondo que ponen siempre en el final de un capítulo de las antiguas chicas superpoderosas).
-Vaya, es hermoso.- Dijo Mabel asombraba al ver el extraño hallazgo de su tío.

Continuará…

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Gravity Falls: Un Verano de Placer 5

Cabaña del Misterio: Comedor de la cabaña (Ver Referencias “01”).
Luego de posar su mirada sobre el peculiar hallazgo de Stan (Ver Referencias “02”), Mabel sintió la necesidad de acercarse para darle un mejor vistazo.
-¿Me dejas verlo más de cerca? ¿Si? ¿Si? Por favor.- Preguntó Mabel mientras se reclinaba sobre la mesa e intentaba alcanzar el hongo que su tío tenía en la mano.
-Sí, claro. No me importa. Date gustó.- Dijo Stanley de manera desinteresada mientras le daba los toques finales a uno de los letreros.
Tras obtener el permiso de su tío, Mabel estira la mano y recoge de la mesa el extraño champiñón que él había encontrado. Luego de eso lo aproxima a su cabeza y se queda viendo la colorida parte del sombrero.
-Vaya. Para ser un hongo tiene unos colores muy animados, incluso es un poco…¿Lindo?- Comentaba Mabel, justo antes de notar que algo le estaba sucediendo al objeto que llevaba en las manos. –Mmm…tío Stan…¿Esto es normal?- Alcanzó a preguntar la chica mientras observaba cierto cambio en la apariencia del hongo.
-¿Qué? ¿A qué te…refieres?- Preguntó Stanley tras levantar la mirada y encontrarse con lo que la chica estaba viendo.
Frente a ellos, los distintos anillos en forma de corazones de tonalidades rosadas que se formaban en el sombrero de la seta se encontraban ahora en movimiento. Lo que sucedía era básicamente que el corazón del centro iba cambiando de color entre rosa claro y el oscuro y cada cierto tiempo generaba un pequeño anillo de luz que recorría la cabeza del hongo desde la parte central hasta los bordes (Ver Referencias “03”).
-Es…precioso…¿No crees?- Acotó Mabel mientras la luz emitida por el champiñón le iluminaba parte de la cara y se reflejaba sobre sus pupilas dilatadas por la impresión y el asombro.
-Siiiii…no lo creo. Mejor devuélvemelo.- Respondió Stanley al mismo tiempo que tomaba el hongo de entre las manos de Mabel, consiguiendo una reacción de sorpresa por parte de esta última.
-¿¡Qué!?- Dijo Mabel tras ser despojada del objeto de su fascinación.
-Ha. Curioso. Esta cosa dejo de brillar en cuanto te lo quite.- Comentó de manera casual el viejo tras notar el cambio inmediato que sufrió la seta tras haber cambiado de manos.
-¡Tío Stan! ¿¡Porque lo hiciste!? ¡Yo estaba viendo esa cosa!- Exclamó Mabel, con un ligero rastro de enojo en su tono de voz.
-Lo dijiste bien. “Estabas”. Luego esta cosa empezó a brillar y te diré algo pequeña, nada que empiece a brillar de esa forma puede ser algo bueno. Tendré que mostrárselo a mi hermano para que vea que rayos es.- Respondió Stanley al momento de guardar el peculiar hongo dentro de uno de los bolsillos de su saco.
-Oh, por favor ¿Qué pasó con el tío Stan divertido? Solo es un tonto hongo. ¿Qué es lo peor que puede hacer?- Preguntó Mabel, la cual, por alguna razón fuera de su comprensión, se había quedado con ganas de seguir observando la peculiar luz que emanaba de la seta.
-No es no, pequeña. En cuanto sepa que está cosa no hará nada raro cuando le quite los ojos de encima te lo prestaré para que juegues tanto como quieras, pero no antes de eso.- Exclamó de manera firme, sin señales de que iba a cambiar de parecer.
-Hmph. Bien. No creí que vería el día en que te convertirías en un aburrido.- Dijo Mabel al momento de cruzarse de brazos e inflar ligeramente las mejillas a modo de berrinche.
-¡Oye! ¡Yo no soy ningún aburrido!- Respondió casi de inmediato Stanley, al que notoriamente le había afectado el comentario de la chica.
-Eso dices tú, pero aun así decides hacer un escándalo por nada. Y pensar que antes te consideraba mi tío favorito.- Declaró entonces la muchacha, sabiendo el efecto que tendrían esas palabras en Stan.
-Tu…¿Favorito? ¿De veras?- Le preguntó Stanley a la chica que acababa de voltearse y parecía estar soltando suspiros de desilusión.
Al ver la actitud de Mabel, el viejo hombre le echa un vistazo al bulto que formaba el objeto que había guardado en su bolsillo y luego deja salir un suspiro antes de decir algo.
-Muy bien, pequeña. Tú ganas. Te dejaré andar con esta cosa SI me prometes que se lo enseñaras a tu hermano en cuanto llegue a casa, ¿De acuerdo?- Preguntó Stanley luego de sacar el hongo de su bolsillo y ponerse en frente de Mabel.
-¡Yaaaay! ¡Tío Stan! ¡Gracias! ¡¡Gracias!! ¡¡¡Gracias!!!- Exclamó casi inmediatamente Mabel tras escuchar lo que su tío le acababa de decir y lanzarse para darle un abrazo a modo de agradecimiento.
-Sí, bueno. Así soy yo. Ahora llévate esta cosa a tu cuarto antes de que me arrepienta, pequeña bribona.- Exclamó Stanley antes de hacerle entrega del hongo que llevaba en sus manos, mientras pensaba. –Joder. Está niña siempre logra convencerme de una u otra forma.-
Mabel toma nuevamente el champiñón y este comienza a brillar del mismo modo que antes, cosa que la hace sonreír antes de darle una respuesta a su tío.
-Jeje, está bien. Gracias otra vez, tío Stan.- Dijo finalmente antes de marcharse a su cuarto saltando de alegría.
-Oh. Por cierto, cuando veas a Dipper, avísale que mi hermano tiene algo que mostrarle. Que baje al laboratorio apenas llegue, ¿De acuerdo?- Alcanzó a gritarle Stanley tras recordar la petición que le había hecho su gemelo antes de irse a trabajar a la habitación secreta que yacía debajo de la cabaña.
-¡Biiiiiiien!- Le respondió Mabel, completamente despreocupada y sin mostrar signos de haberle prestado mucha atención.

Bosque de Gravity Falls (Ver Referencias “04”).
Mientras esa discusión entre Mabel y Stan tenía lugar, otra charla se desarrollaba en lo profundo del bosque, la cual involucraba a Dipper y a otras dos personas que acababan de revelar sus rostros.
-¿¡Qué!? ¿¡Ustedes!? ¿¡E-en verdad son ustedes!?- Preguntó Dipper, completamente sorprendido luego de ver quiénes eran las figuras encapuchadas.
Ante sus ojos se encontraba un par de clones que él había creado usando la fotocopiadora de su tío el verano pasado. Si bien, él pensó que todas las copias habían sido destruidas ese mismo día, se había olvidado del par que él mismo había enviado a una misión aparte, los cuales aparentemente habían sobrevivido y se encontraban ahora frente a él.
-Así es, Dipper. Somos nosotros.- Respondió el clon que llevaba el número 3 en su gorra.
-Pero no temas. No hemos venido a hacerte daño. Solo queremos hablar.- Mencionó el otro clon, cuyo número era el 4.
-Está bien. ¿Y de que querían hablar exactamente?- Preguntó Dipper luego de bajar su guardia y disponerse a escuchar atentamente lo que sus clones querían decirle.
-Imagino que en estos últimos días habrás notado ciertos “Cambios” en los habitantes del pueblo, ¿Verdad?- Dijo el Nº4, haciendo especial énfasis y resaltando las comillas con sus dedos al momento de decir la palabra “Cambios” (Ver Referencias “05”).
-Sí, obviamente lo he notado. Pero me sorprende más el hecho de que, al parecer, nadie más lo ha hecho. ¿Ustedes tienen idea de que es lo que sucede?- Preguntó entonces el muchacho, esperando que alguno de los dos pudiera darle más información al respecto.
-De hecho, sí. Pero antes de hablarte de eso tenemos que confirmar algo.- Respondió el Nº4 justo antes de voltearse para ver a su compañero e intercambiar una mirada con él, cosa que puso ligeramente nervioso a Dipper.
-No me gusta esa mirada que tienen.- Pensó el chico poco antes que la vista de los dos clones se posara nuevamente sobre él.
-Queremos que veas está foto que sacamos y nos digas que ves, Dipper.- Dijo el Nº3 al momento de sacar una foto del interior de su chaleco y ponerla frente al rostro de Dipper.
El chico le da un vistazo a la foto y ve en ella a una persona que él conocía bien, y deduce que, por la ropa que traía puesta, se trataba de una foto que el par había tomado ese mismo día.
-Ehm…es una foto de Mabel. Más precisamente, es una foto de ella cuando salió hoy a la tarde, ¿No?- Respondió el muchacho, sin tener en claro a donde querían llegar el par con todo esto (Osea, aquí ambas fotos se mostrarían una a la lado de la otra, y se verían desde la perspectiva de Dipper, el cual solo vería dos fotos de Mabel viéndose como se veía antes de sufrir sus cambios físicos. Y en un costado de la viñeta iría un cartel que diga “*Así es cómo Dipper ve las fotos” o algo así).
Los dos clones intercambiaron una mirada de sorpresa tras escuchar la respuesta del chico.
-Sí, es una foto de ella. Pero dinos, ¿No notas NADA raro?- Preguntó entonces el Nº3.
-No, para nada.- Dio como respuesta Dipper mientras volvía examinar más detenidamente la foto, solo en caso de que hubiese algo que no haya notado antes. -¿Acaso debo buscar algo más de fondo?-
Luego de escuchar la confirmación de sus sospechas, las dos copias del chico dejan salir un suspiro. El Nº3 se golpeó la frente con la palma de su mano y luego le dijo algo a su compañero.
-Joder…a él también lo infectaron. Quattro, ¿Crees que podrías…?- Le pidió el Nº3 al Nº4, el cual había adivinado lo que iba a decirle y ya se encontraba buscando algo dentro de sus bolsillos.
-Sí, sí. Ya voy…- Respondió el Nº4 justo después de sacar su puño cerrado de dentro del bolsillo de su chaleco.
-¿Eh? ¿Infectado? ¿Con qué? ¿A qué se refie…?- Se puso a preguntar Dipper, poco antes de ser sorprendido por un puñado de polvo rosado que el Nº4 acababa de soplarle en la cara, el cual lo hizo toser sin control y lo había cegado temporalmente. –¿Qué…? ¿Y eso…(Toser)…para que fue…?- Preguntó entonces el chico, mientras se frotaba los ojos y trataba de aclararse la garganta.
-Primero lo primero, ¿Dinos que ves en la foto ahora?- Exclamó el Nº3, al momento de volver a colocar la misma foto de antes frente a los ojos borrosos del muchacho.
Dipper se tomó su tiempo en responder, principalmente porque aún estaba frotándose los ojos, pero una vez que recupero la vista y vio detenidamente la foto hizo una expresión de sorpresa y estupefacción antes de volver a dirigirle la palabra a sus clones.
-¿¡Q-quién es ella y porque está vestida como Mabel!?- Preguntó de manera nerviosa el muchacho luego de ver como la figura de su hermana había desaparecido de la fotografía, y en su lugar ahora se encontraba una chica con un cuerpo sumamente desarrollado y extremadamente sensual a la vista.
-Ella ES Mabel, Dipper. O al menos, así es como se ve ella ahora.- Respondió el Nº4 de manera tajante y directa.
-¿¡Qué!?- Exclamó con incredulidad Dipper.
-Me alegro de que el polvo haya funcionado. Eso nos hará la explicación mucho más fácil.- Comentó el Nº3, aliviado por la nueva percepción del chico.
-A ver, a ver, ¿Qué explicación? ¿Qué es lo que sucedió aquí?- Preguntó exaltado Dipper, exigiéndole una respuesta a sus dos copias.
-Muy bien, te explicaremos lo que sabemos, Dipper. Verás, luego de que tú y Mabel se fueran de aquí al terminar el verano, la ciudad y el bosque vivió una época de paz.- Dijo el Nº4, para dar comienzo a la tan ansiada explicación.
-Sí, pero no hace falta decir que esa época no duro mucho. Ya que a los pocos meses un hada gigante y pelirroja se convirtió en la reina de los Gnomos y comenzó a guiarlos para que conquistaran el bosque y realizasen varias cosas raras dentro de la ciudad.- Continuó relatando el Nº3.
-¿Un hada gigante? ¿Y qué tipo de cosas los ha hecho hacer?- Preguntó Dipper.
-Bien, primero mando a plantar una serie de extraños hongos a lo largo de las carreteras y en las cercanías de las casas de los habitantes. Quattro y yo los hemos investigado y hemos llegado a la conclusión de que sus esporas son las responsables tanto del desarrollo acelerado de las chicas como de la perdida de percepción de los hombres.- Siguió contando el Nº3, justo antes de que su compañero acotara algo más.
-Sí, aparentemente su efecto varía dependiendo del sexo de la persona afectada, pero no estamos seguros de que tanto daño puedan hacer realmente. Por ahora solo hemos podido comprobar los efectos más destacables y obvios.-
-Ya veo…- Comentó Dipper mientras le volvía a dar un vistazo a la foto de Mabel que tenía en su mano. –Así que de eso se trataba, ¿Eh? Esporas de hongos capaces de convertir a Mabel de esto…¡A esto!- Pensó mientras hacía una imagen mental de la apariencia de su gemela hace algunos días y la comparaba con su imagen actual. –Parece algo imposible, aun para este lugar.-
-En fin, otra cosa que mando a hacer esta “Reina” fue asentar a los Gnomos en diferentes zonas del bosque para buscar y capturar a todas las hadas que encontrasen.- Dijo a continuación en Nº4.
-¿Y eso porque? ¿Qué no dijeron que ella era un hada también?- Preguntó el chico, intrigado por el motivo que podría tener esa mujer para hacer algo así.
-Sí, así es. Tenemos nuestras sospechas, pero no estamos del todo seguros del porque haría algo así. Tristemente no hemos podido reunir mucha información debido a nuestra…limitada condición física y vulnerabilidad a los líquidos.- Acotó el Nº3 mientras se lamentaba por el principal defecto que conllevaba el ser una simple copia de papel. –Me apena como investigador de lo paranormal decir que esa es toda la información que hemos reunido sin exponernos a una muerte húmeda a manos de uno de los seguidores de esa mujer.-
-Entiendo. Así que me están contando todo esto para que yo pueda investigar más a fondo el asunto. Gracias, chicos, ahora puedo hacerme una mejor idea de con qué estoy tratando.- Expresó Dipper a modo de gratitud sincera hacia sus dos clones.
-Ni lo menciones, Dip, sabemos que tú encontraras la forma de resolver esto. Después de todo, tú eres el original.- Declaró el Nº3 mientras veía al chico con una mirada que expresaba confianza absoluta.
Dipper correspondió a dicho gesto con una mirada literalmente igual a la suya, poco antes de que el tercer miembro de su grupo cortara la seriedad de la situación.
-Aunque claro, tenemos que admitir que bien podrías darle las gracias por algo a esa “Reina”, ¿O no, Dipper?- Comentó el Nº4, el cual acababa de golpear con su codo al muchacho. –Tracey y yo hemos visto la suerte que has tenido con las chicas desde que volviste aquí, pillín. Especialmente hoy con Wendy y Tambry. Te juró que si no fuésemos de papel hubiésemos ido a verte en ese mismo momento.- Terminó de decir mientras le daba una palmadas a Dipper en su espalda, a modo de felicitación.
-Oh, sí. Eso te lo aseguró.- Acotó el Nº3 mientras repetía el gesto de su compañero.
-Jeje. Bueno…gracias, chicos.- Respondió Dipper un poco apenado por recibir alabanzas de otro por ese tipo de cosas. –Oh, por cierto, ¿Qué fue esa cosa que me arrojaron antes? Me serviría un poco de ella para poder hacer despertar a los demás.- Preguntó el muchacho, esperanzado de que podría hacerle notar al resto lo que estaba pasando en el pueblo.
-Por desgracia no. Se la quitamos a un Gnomo, pero no tenemos idea de que es o de donde la consiguió, ya que ese Gnomo solo decía “Schmebulock” una y otra vez. Supimos de su efecto luego de poner a escondidas un poco en la comida de Soos. Aunque creo que la dosis que le dimos fue muy pequeña, ya que a los pocos días volvió a ser incapaz de notar los cambios a su alrededor.- Explicó el Nº4, un tanto avergonzado por confesar que usaron a alguien como conejillo de indias.
-Oh, ya veo…- Se limitó a decir Dipper. –Así que los efectos podrían no ser permanentes. Tendré que darme prisa y resolver esto rápido.- Pensó el muchacho luego de llegar a la conclusión de que ese podría ser un escenario completamente posible y desafortunado para él.
-Pues bien, nosotros ya te hemos dicho todo lo que sabemos. Nos iremos por ahora, pero si llegamos a descubrir algo nuevo te avisaremos de inmediato.- Dijo el Nº3 a modo de despedida.
-Sí, tenemos que irnos. Hay que cuidar de nuestro hogar y evitar que los Gnomos lo encuentren o lo destruyan.- Acotó el Nº4, poco antes de voltearse y encarar a una parte profunda del bosque. –Nos vemos, Dipper.-
-Cuídate.- Dijo el Nº3 al momento de irse detrás de su compañero.
-Adiós. Suerte, chicos.- Contesto Dipper a modo de despedida para sus dos clones.
Tras quedarse solo, Dipper le da una última ojeada a la foto de Mabel que los chicos le habían dejado y dice algo para sí mismo.
-Ella realmente se ve como las chicas que he visto hasta ahora. (Tragar saliva) Solo espero que no tenga las mismas “Necesidades” que tenían ellas.- Se dijo mentalmente él, preocupado por la posibilidad de que su hermana buscará satisfacerse con un hombre o incluso con él mismo.

Cabaña del Misterio: Puerta Principal. Interior (Ver Referencias “06”).
Luego de terminar la charla con sus clones, Dipper reanudo su camino de regreso a la cabaña. El chico ingreso por la parte principal de la misma y se encamino hacia las escaleras que conducían a su cuarto. Antes de subir, observo brevemente los cuartos aledaños a la escalera, en búsqueda de alguno de sus tíos, pero al no ver a ninguno, simplemente decidió continuar con su camino.
-Joder, que tarde se hizo. Parece que no hay nadie por aquí. A esta hora el tío Stan ya debe estar profundamente dormido.- Pensó en su cabeza el muchacho, poco antes de escuchar un sonoro ronquido proveniente del cuarto de su tío. –Ja. Justo lo que pensé. Será mejor que me vaya arriba sin hacer mucho escándalo. Me preguntó cuándo volverá el tío Ford.- Se cuestionó el chico mientras iba subiendo por las escaleras hacia el segundo piso de la casa.

Cabaña del Misterio: Cuarto de Dipper y Mabel, Exterior (Ver Referencias “07”).
Al momento de llegar a la puerta del cuarto que compartía con Mabel, Dipper se detiene frente al mismo y se dice a sí mismo un par de palabras a modo de preparación para lo que estaba a punto de ver.
-Muy bien, Dipper. Todo estará bien. Los chicos ya te prepararon para lo que estás a punto de ver, así que trata de no sorprenderte cuando veas a Mabel.- Se dijo para sí mismo el muchacho mientras tenía la mano posada sobre el picaporte de la puerta. –Sin importar como se vea, ella sigue siendo tu hermana. Así que no hay razón para la que te sientas inco…- Continuó él, al momento de abrir la puerta del cuarto y llevarse una sorpresa.
Cabaña del Misterio: Cuarto de Dipper y Mabel, Interior (Ver Referencias “08”).
Dentro del cuarto que él y su hermana compartían se encontraba la sexy Mabel que había visto en la foto. La chica se encontraba recostada plácidamente sobre la cama, mientras jugaba con un objeto brillante al cual Dipper no pudo prestarle demasiada atención. La razón de ello era debido a la escandalosa y reveladora ropa que su gemela estaba usando en ese momento, si bien se trataba del mismo camisón holgado (Ver Referencias “09”) que llevaba el dibujo de un disquete al frente que ella había usado el año pasado, dicha ropa no iba muy acorde con su nueva apariencia física, ya que la prenda ahora se presionaba contra los recientemente desarrollados pechos de la chica y solamente alcanzaba a cubrirle hasta unos pocos centímetros por debajo de su cintura, haciendo que sus bragas quedaran a la vista casi todo el tiempo.
-¿¡…ooooomodo!?- Terminó de decir en su mente el chico tras cruzar finalmente el umbral de la puerta y llamar de inmediato la atención de su gemela.
-¿Oh? Por fin llegas, hermano.- Exclamó de forma alegre y animada Mabel mientras se levantaba para saludar a su gemelo. Una vez ella estuvo frente a frente con su aun shockeado hermano ella volvió a hablar. –Tengo muchas cosas que contarte. Verás, hoy…- Dijo la chica al momento de comenzar a relatar varios eventos en el día como la cantidad de números telefónicos que obtuvo, los chicos con los que coqueteo, los viejos conocidos con los que charlo, el hongo extraño que Stan encontró y el hecho de que el tío Ford ya había vuelto y lo estaba esperando en el laboratorio. La chica siguió y siguió hablando de ese tipo de temas sin darse cuenta de que su hermano no parecía estar prestándole atención y que, en su mente, Dipper solo escuchaba un incesante “Bla…bla…bla…” mientras su mente divagaba por otros lados.
-Oh…por…¡DIOS! ¿¡E-está realmente es Mabel!? Aún teniéndola frente a mí…¡No puedo creer que sea ella!- Gritó el muchacho dentro de su alborotada mente mientras recorría a la chica con los ojos y trataba de hacerse a la idea de que era la hermana que conocía desde el principio de su vida, todo mientras Mabel le contaba sobre su paseo de la tarde. -¿¡Como rayos fue que no me di cuenta de su apariencia hasta ahora!? ¡Sean lo que sean esos hongos de los que hablaban los chicos, definitivamente tienen que tener un efecto muy fuerte!- Continuó monologando él, mientras Mabel irónicamente le comentaba sobre el hongo que su tío había traído a casa ese día. -¡Joder! No quiero admitirlo, pero con este nuevo cuerpo Mabel REALMENTE se ve tan sexy como cualquiera de las otras chicas. Si ella tratará de hacer algo conmigo como ellas…yo…no sé si sería capaz de rechazarla.- Admitió en su mente, justo cuando Mabel llego a la parte que involucraba al tío Ford, la cual a su vez coincidió con el momento en que se dio cuenta que su hermano no parecía estar prestándole atención.
-¿Dipper? ¿¡DIPPER!? ¿¡Me estás escuchando!?- Preguntó Mabel, alejando al chico de sus pensamientos y enojarse ligeramente con él luego de confirmar que, en efecto, este no la estaba escuchando. -¿¡Porque te me quedaste viendo con esa cara de tonto!?- Dijo entonces la muchacha, sin darse cuenta de que al hacer la pregunta había entrecruzado sus brazos y, al mismo tiempo, había levantado su busto y puesto aún más nervioso al chico (Ver Referencias “10”).
-D-disculpa, Mabel…yo…ehm…estoy…¡Cansado!…si, eso es, cansado, jejeje. V-voy a irme a dormir ahora. Puedes contarme mejor las cosas mañana a la mañana, ¿Si? ¿Bien? ¡Genial! ¡Qué descanses!- Se apresuró a contestar el chico, el cual de un segundo para el otro rodeo completamente a Mabel, haciendo el menor contacto visual posible con ella, y se fue directo a su cama sin siquiera esperar a que la misma le diese una respuesta.
-Está bieeeeeen…¿Seguro que no te pasa nada raro, hermano? Te ves aún más nervioso y agitado de lo normal.- Comentó Mabel, luego de ser testigo del anormal comportamiento de su gemelo.
-¿Yo? ¿¡Nervioso!? ¡Ja! ¡Jajajajaja! Oh, Mabel…q-que buen chiste. Yo estoy igual que siempre. Nada raro ni anormal me está pasando a mí.- Contestó el muchacho, el cual ya se encontraba recostado y tapado por las sabanas de su cama, y se encontraba con la mirada fija a la pared más cercana. -¡No la mires! ¡No la mires! ¡No la mires! ¡No la mires! Hagas lo que hagas… ¡¡¡¡NO LA MIRES!!!- Pensó el agitado chico mientras luchaba contra los instintos que lo motivaban a seguir viendo el provocador y sexy cuerpo de su hermana.
-¿Ooook? Si tú lo dices. Buenas noches, Dip.- Le dijo Mabel a modo de despedida antes de dejar al chico solo, apagar las luces y volver nuevamente a su cama.
Una vez que Dipper sintió que la chica se recostó para dormirse, se aventuró a dar una mirada en su dirección.
-¿Es seguro? ¿Ella ya se habrá dormido?- Se preguntó el chico al momento de girar sigilosamente su cabeza y encontrarse con una visión inesperada.
Al igual que él, Mabel se había recostado en la cama y se encontraba ahora mismo durmiendo de costado y con la cabeza girada del lado de la pared. Pero a diferencia del chico, ella se encontraba completamente descubierta de cualquier tipo de sabana, mientras que su trasero se asomaba a la dirección de su hermano. Cabe destacar que él pudo observar con todo lujo de detalle la forma en la que la tela trasera de sus bragas se hundía y desaparecía entre las dos prominentes nalgas de la chica, cosa que lo hizo enrojecer y tener una incómoda erección.
-Esta será una noche larga y tortuosa para mí…- Comentó el chico en su mente mientras se regañaba por haberse volteado y darse cuenta que pasaría un rato hasta que se calmase lo suficiente para finalmente dormirse.

Más tarde…
Habrían pasado fácilmente unas cuantas horas luego de que Dipper finalmente logrará calmar sus inquietudes y consiguiese dormirse. A estas horas, el cuarto de los gemelos debería de estar en sumido en un silencio sepulcral y sin embargo, ese no era el caso, ya que había un peculiar sonido rebotando entre las paredes de la habitación y perturbando el sueño de uno de los chicos.
-¿Mmm? ¿Qué es eso?- Fue lo que se preguntó Dipper al momento de despertar, frotarse los ojos y voltear en dirección al origen del sonido. -¿Quién está haciendo ruido a esta…? ¿¡…HORA!?- Exclamó con sorpresa el muchacho tras darse cuenta que la causante del ruido era nada más y nada menos que su gemela, la cual estaba jadeando mientras se masturbaba de manera completamente casual, como sí no supiese que él estaba ahí. -¿¡Esto es en serio!? ¿¡E-ella realmente está…!?- Se cuestionó él justo al mismo tiempo que Mabel dejo salir otro fuerte jadeo de placer.
La chica estaba completamente ensimismada en su labor masturbatoria (Ver Referencias “11”), ella nunca advirtió que estaba siendo vista, razón por la cual solo se limitó a seguir. En momento en el que Dipper despertó, Mabel se encontraba recostada boca arriba sobre su cama, sus bragas se hallaban a la altura de sus tobillos, sus rodillas estaban flexionadas, separadas una de la otra y levantadas a una altura superior a la del resto de su cuerpo, dejando su entrepierna a plena vista y completamente expuesta. En esta posición, la chica se hallaba colándose un par de dedos en lo profundo de su intimidad, mientras que claramente se veía como de esta brotaba una abundante cantidad de líquido cada vez que ella internaba, frotaba y jalaba su interior con sus dedos. Otro detalle que vale la pena destacar era el hecho que la otra mano de Mabel se había metido por debajo de su camisón y se encontraba jugando y pellizcando el erecto pezón que tenía a su alcance. Este tipo de acciones eran las que causaban que la chica expulsara los gemidos culpables de despertar a Dipper, sin contar otras reacciones como los temblores leves o el morderse el labio de manera ocasional.
-¡Ah! C-cielos. Me siento tan…c-caliente ¡Hah! ¡Oh Dios!- Pensó la muchacha mientras continuaba con su incansable momento de autosatisfacción. -¿Qué rayos me estará pasando? Yo por lo general no hago esto. ¡Ah! Y cuando lo hago…jamás es en la misma habitación en la que estoy con Dipper. Pero hoy…¡Hah! ¡J-joder!…¡Hoy simplemente no puedo aguantarme hasta estar a solas! ¡Ngh!- Declaró internamente, a la vez que jadeaba en el exterior e iba aumentando la velocidad y habilidad con la que movía sus manos.
Fue en ese momento que la chica comenzó a usar sus dedos medio e índice para rasquetear sus paredes internas, mientras que se las arreglaba para aprisionar su clítoris entre su dedo pulgar y el espacio que separaba a este último de su dedo índice, consiguiendo así que toda su mano fuese capaz de estimular las zonas más sensibles y placenteras de su coño.
A pesar de su posición, Dipper fue capaz de ver la intensidad con la que Mabel se desahogaba basándose en la forma en la que se movía y el tono de sus gemidos, los cuales ahora resonaban por toda la habitación y le daban la impresión de que incluso podrían oírse hasta la parte de abajo.
-Vaya…ella está…realmente metida en lo que hace. H-hace que sea imposible ignorarla.- Comentó Dipper tras observar por un rato a la muchacha, mientras que una nueva erección comenzaba a tomar forma debajo de sus sabanas.
Llegado cierto punto, la lujuria de Mabel alcanzó un nivel en el cual el solo usó de sus dedos le resultaba simplemente insuficiente o ineficaz para ayudarla a conseguir su orgasmo.
-¡Ah! ¡Cielos! Ya llevo así un largo rato pero…¡Oh!…aun así no he podido correrme ni una sola vez. Mis dedos no son suficiente. Necesito algo más…algo largo…algo duro…algo qué…tenga a la mano ahora mismo…¡Mmm!- Se dijo a sí misma la chica mientras continuaba tocándose de forma incansable aun después de haber admitido lo inútil que era eso.
A los pocos segundos de haber hecho ese comentario en su mente, una idea se formó en la mente de la chica, la cual rápidamente se aventuró a buscar algo que se encontraba debajo de su almohada. El objeto en cuestión era nada más y nada menos que el hongo misterioso que ella había conseguido a manos de su tío Stan. El hongo brilló e ilumino levemente el cuarto al momento de ser sujetado por la chica, cosa que llamó la atención de Dipper por un segundo.
-¿¡Qué demo…!?- Fue lo que exclamo en su mente luego de ver como su gemela sujetaba el luminoso y extraño champiñón entre sus manos.
-Oh, sí. Esto debería servir.- Pensó Mabel momento antes de introducir la base del objeto en cuestión en su interior y hacer que el tallo del mismo la penetrara completamente hasta chocar con la cabeza (Ver Referencias “12”).
La penetración inicial fue tan rápida y abrupta que hizo que Mabel dejará salir el gemido más fuerte que había soltado hasta ahora, el cual fácilmente pudo haber recorrido todo el interior de la cabaña y asustado a un par de animales de las cercanías. Dicho alarido sorprendió incluso a la propia Mabel, la cual rápidamente se cubrió la boca con una de sus manos.
-Oh, Dios…ese fue un grito muy fuerte…s-seguro que Dipper se despertó…creo que debería…- Fue lo que pensó la chica luego de percatarse del descuido que acababa de cometer y darse cuenta de algo tras proponerse a darle un punto final a todo el asunto. -¿¡Eh!? ¿¡Q-qué!?- Aun a pesar de sus esfuerzos, Mabel fue testigo de que la mano que estaba sosteniendo al hongo se estaba moviendo de manera independiente a ella, dedicándose única y exclusivamente a realizar movimientos de inserción y extracción del objeto fálico que había invadido su cavidad vaginal. -¡Ah! ¡No! ¡D-detente! ¡¡¡DETENTE!!! ¿¡Por qué no puedo parar!? ¡¡¡AAAAAHHHH!!!- Exclamó internamente la muchacha mientras intentaba de manera inútil detener su mano.
Luego de darse cuenta de que no sería capaz de detenerse a sí misma, Mabel decide adoptar una nueva pose que por lo menos la ayudaría a contener mejor sus gemidos. La chica se dio la vuelta para ponerse boca abajo sobre la cama y así poder hundir su rostro sobre la almohada que yacía en la cabecera de la misma, todo mientras que el resto de su cuerpo se flexionaba para dejar que sus caderas tomasen altura y sus piernas se separasen para hacer más sencilla la tarea de inserción de la seta (Ver Referencias “13”).
Por su parte, Dipper observó la escena con sorpresa y asombro pero sobre todo con mucha excitación. El chico literalmente ya llevaba mucho tiempo soportando el “Espectáculo” que le estaba dando su hermana, pero esta última acción fue la gota que colmó el vaso y le hizo imposible la idea de no aliviarse del mismo modo que lo estaba haciendo su compañera de cuarto. Fue por esto que, para este punto, Dipper ya se había desprendido de su ropa interior y se encontraba masturbándose mientras veía a atentamente a la chica.
-Mierda…eso es más de lo que puedo soportar. Sé que no debería estar haciendo esto al ver a Mabel pero es culpa suya que yo esté así en primer lugar. Además, lo que ella no sepa no le afectará, ¿Cierto?- Argumentó él a modo de excusa mientras su mano se dedicaba a sacudir y frotar su erecto pene por debajo de las sabanas.
-Joder…¡Joder!…Esto no tiene sentido. No sé qué es lo que me pasa. ¿Por qué estoy haciendo esto ahora? ¿Por qué mi mano no se detiene? Pero sobre todo…¿¡POR QUÉ ME SIENTO TAN BIEN!?- Gritó internamente la muchacha mientras sus piernas comenzaban a temblar con antelación ante el orgasmo que en ella se estaba formando. –Oh, Dios…ya lo siento…siento que viene…¡Me corro! ¡¡¡Me corroooooo!!!- Fue lo que exclamó en su ajetreada y confusa mente al momento de llegar al clímax sexual y liberar una abundante cantidad de jugo del interior de su coño.
La intensidad del orgasmo de la chica fue tal que hizo que la misma elevara de manera inconsciente sus caderas y mordiera desesperadamente la almohada para ahogar sus gritos, todo mientras sus rodillas temblaban y el chorro de líquido y los movimientos de sus paredes vaginales fueron lo suficientemente fuertes como para expulsar el hongo de su interior y hacer que el mismo cayese de lleno en la cama. Cabe destacar que tanto la seta húmeda como el jugo que broto del interior de la muchacha bastaron para que la superficie de la cama quedará empapada.
Finalmente, cuando el poderoso orgasmo de Mabel terminó, ella dejó caer por completo su cuerpo de manera placida y satisfecha sobre la cama mientras que su respiración lentamente comenzaba a pasar de una serie de jadeos faltos de aire a una respiración más lenta y normal.
-Cielos…eso fue…intenso. Y aun así, a mí aun me falta mucho para desahogarme y por poder dormir.- Dijo el muchacho mientras seguía sacudiendo su mano en un esfuerzo para calmar sus hormonas alborotadas. –Mi único consuelo es que parece que Mabel parece haber quedado dormida luego de…- Continuo diciendo en su cabeza, poco antes de que notara que la silueta de la chica volvía a dar señales de estar moviéndose. -¿¡Eh!?-
Dipper observo como, al otro lado de la habitación, su gemela acababa de sentarse justo en el medio de su cama y recogido el objeto que había utilizado para masturbase. Cuando el hongo fue levantado en el aire justo en frente del rostro de Mabel, fue la primera vez en la cual el chico fue capaz de darle un claro vistazo.
-¿Eso es…? ¿…un hongo? Un…¿Hongo que brilla? ¿De dónde sacó ella una cosa así?- Fue lo que se preguntó el muchacho, momentos antes de que la respuesta le cayera de improviso gracias a la conversación que había tenido con sus clones anteriormente. -¿¡Será ese uno de los hongos de los que hablaron los chicos!?-
Mientras Dipper se hizo esa pregunta, fue testigo del momento en el cual Mabel acababa de introducir el tallo del champiñón dentro de su boca y comenzado a lamerlo de una manera tan sonora y tan apasionada que dio la impresión de que ella era una experta en mamadas. La chica siguió con su labor hasta finalmente haber lamido toda la superficie de la seta y dejarla libre de cualquier fluido con el que haya estado cubierta anteriormente.
-¿¡Pero qué haces, Mabel!? ¿¡Cómo se te ocurre usar esa cosa de consolador y luego metértela en la boca!?- Exclamó internamente el muchacho, quien casi inmediatamente después fue sorprendido por la chica, la cual súbitamente se volteó para ver en dirección a él. Al percatarse de eso, Dipper rápida y disimuladamente se volteó por completo para volver a dirigir su vista a la pared junto a él, evitando así el contacto visual con su gemela. -¡Carajo! ¿¡M-me habrá visto!?-
Alejándose completamente de la vista de su hermana, Dipper no fue capaz de ver lo que sucedía tras de sí, por lo cual solo pudo contar con su oído para tratar de adivinar qué era lo que hacía Mabel. Entre los posibles escenarios que se formaron en su cabeza estaban uno en el que la chica simplemente decidía irse a dormir por haber percibido una mirada por parte de su hermano. Otra donde ella continuaba con lo que hacía, luego de comprobar que el chico siguiese dormido. Otra donde, con pena y vergüenza, Mabel le hacía una pregunta a él y se disculpaba por hacer lo que estaba haciendo. Entre ellos se formaba un total de cuatro escenarios, y sin embargo, la reacción de la muchacha pasó completamente de ellos y opto por tomar una quinta opción.
A su espalda, Dipper estaba segura de haber escuchado una pequeña risa, algo pausada e inclusive tenebrosa, la cual corto la atmosfera del cuarto. El chico resistió la tentación de voltearse para ver de qué se trataba, pero sus dudas no hicieron más que aumentar al momento de escuchar como su hermana posaba sus dos pies sobre el piso y comenzaba a caminar hacía su dirección sin decirle ni una sola palabra.
-¿¡Q-qué pasa!? ¿¡Porque está viniendo para acá!?- Fueron las preguntas que se arremolinaron en la alterada cabeza del chico mientras escuchaba como los pasos se acercaban cada vez más y más hacía él.
Finalmente, cuando Dipper escucho como los pasos se detuvieron justo cuando la muchacha hubo llegado al lado de su cama, su corazón se sobresaltó en antelación por lo que sea que estuviera a punto de suceder.
Los pocos segundos que Mabel pasó parada al lado de su cama parecieron ser largos minutos desde la perspectiva de Dipper. Pero a pesar de ello, nada pudo perturbarlo más que el siguiente accionar que fue llevado a cabo por su hermana. Con el mismo silencio y calma inquebrantable con el que se había acercado, la chica tomo uno de los extremos de la sabana que cubría a Dipper y lo levanto levemente para así hacerse un lugar, acomodarse en la cama y abrazarse a la espalda de su hermano.
-¿¡PERO QUÉ…!? ¿¡¡¡QUÉ COÑO CREE QUE HACE!!!?- Se contuvo de gritar el muchacho, momentos antes de voltearse de manera obviamente temblorosa y nerviosa para así hacerle una pregunta a Mabel, dejando salir su voz por primera vez desde que todo esto comenzó a tomar lugar. –M-Mabel…¿Q-que haces en mi cama?-
-Oh, nada del otro mundo, hermanito. Simplemente acabo de tener una GRAN e INTENSA…¡Pesadilla! Así que pensé en venir con mi valeroso y querido hermano para sentirme segura. No te molesta ¿O sí?- Dio la chica a modo de explicación para su repentina incursión dentro de la cama de su gemelo.
Cabe destacar que, mientras decía esto, ella se abrazó todavía más a la espalda del tembloroso Dipper, el cual a penas y pudo coordinar una respuesta debido al nerviosismo que planteaba la naturaleza de la situación.
-N-no…para nada…- Musitó él a modo de respuesta, mientras que en su mente, otra frase muy distinta fue la que tomó lugar. -¿¡”Pesadilla”!? ¡Sí, claro! ¿¡Cómo no!?- Gritó mentalmente y de manera completamente irónica, pues él sabía muy bien que lo que le había dicho Mabel no era nada más que una patraña.
-Mmm. Gracias, Dip. Siempre puedo contar contigo cuando realmente lo necesito.- Comentó la chica mientras aumentaba todavía más la cercanía entre sus cuerpos, llegando al punto en que ella prácticamente había pegado la parte frontal de su cuerpo con la parte trasera del cuerpo de Dipper, provocando que sus pechos se presionasen contra su espalda y que el chico se diese cuenta de algo que hasta entonces había pasado desapercibido.
-¡M-mierda! Olvide levantar mi bóxer cuando me di la vuelta. Puedo sentir como la piel del cuerpo de Mabel se presiona contra la mía…- Dijo en su cabeza el muchacho, poco antes de advertir otro hecho impactante. –Espera…¿P-piel? Pero si ella estaba usando su camisón y sus bragas. No debería sentir su piel a menos que…¡A menos que ella esté…!- Abrumado por esa repentina conclusión, Dipper no pudo hacer otra cosa más que voltear lentamente la cabeza con el objetivo de confirmar si esto era verdad o no. Cuando hubo girado su cabeza hasta cierto punto, él notó de inmediato que, en efecto, Mabel se encontraba completamente… -¡¡¡DESNUDA!!!- Fue lo que exclamó para sí mismo mientras que su rostro irremediablemente se contorsionaba para hacer juego con su propia sorpresa mental.
Mabel, por su parte, reaccionó con una sonrisa luego de haber sido testigo de la actual expresión facial de su gemelo.
-¿Qué pasa, Dip? ¿Acaso viste un fantasma? Jejeje.- Preguntó Mabel, de manera burlona y sumamente despreocupada, aun para ella.
-¿¡Qué demo…!? ¡Mabel! ¿¡Porque carajos estás desnuda!?- Se apresuró a exclamar el muchacho, a la vez que trato de zafarse del brazo con el que Mabel lo sujetaba y así crear algo de distancia entre ellos. –Diablos. Ella me tiene literalmente contra la pared. No tengo a donde ir.-
-Mmm. Yo podría hacerte la misma pregunta, ¿No crees?- Le dijo ella al oído, justo antes de deslizar su mano hasta la entrepierna de Dipper y sujetar rápidamente su polla. –Dime, ¿Acaso estás así porque sentiste calor a la noche? O…¿Por qué viste lo que yo estaba haciendo y no fuiste capaz de detenerme o de soportar la excitación que tenías al verme?- Preguntó entonces de forma irónica, al mismo tiempo que comenzaba a sacudir el miembro viril de adelante hacía atrás de manera rítmica.
-¿Ehm…? Yo…yo solo…- Dipper quedó sin palabras no solo por enterarse de que Mabel era consciente de lo que él estuvo haciendo, sino también por lo que la chica se encontraba haciéndole a él ahora mismo. -¡Joder! Esto es lo que me temía. Ella está igual que el resto de las chicas.- Pensó el muchacho tras recordar brevemente sus anteriores encuentros sexuales con las demás afectadas. –Si esto sigue así, ella y yo vamos a…-
Mientras el pobre Dipper monologaba consigo mismo, fue testigo de la suavidad y el disfrute que la mano de Mabel le transmitía a través del roce con su polla, cosa que hizo que su mente se llenase de una mezcla de vergüenza, incomodidad, arrepentimiento, duda, miedo, inseguridad, pero más que nada, una culposa sensación de excitación por el morbo de tener a su hermana masturbándolo.
-Esto está mal. Esto está muy mal. Tengo que ponerle un punto final. Tengo que hacer que pare.- Exclamó en su interior, justo antes de tragar algo de saliva y dejar salir unas palabras. –M-Mabel…no creo que…- Dijo con voz temblorosa y un rostro sonrojado, solo para ser interrumpido por una respuesta inmediata de la chica.
-Shhhhh. No pasa nada, Dipper. No estamos haciendo nada malo. Tú solo relájate y disfruta. ¿Quieres?- Contestó Mabel, la cual uso uno de los dedos de su mano libre para evitar que su hermano siguiese hablando.
-Oh. Bueno…s-si lo pones así…- Fue la respuesta que alcanzó a formar el muchacho luego de empezar a sentirse mucho más a gusto con lo que estaba pasando, casi como si la actitud despreocupada de Mabel se le hubiese contagiado. –Qué curioso. Siento como sí…esto realmente no fuese nada. Joder. Estoy tan excitado. La sangre ya no debe estar llegando a mí cabeza.- Comentó para sí mismo en su mente, a medida que esta se hacía más y más difusa.
Algo de lo que ninguno de los dos eran conscientes, fue del hecho de que la mano que había usado Mabel fue de hecho la misma mano con la cual estuvo tocando la cabeza del extraño hongo mientras se masturbaba con él, razón por la cual la misma se encontraba cubierta por las esporas, cuyos efectos incluían el aumento del libido.
-Me alegro de que digas eso, Dip.- Dijo Mabel mientras sonreía ampliamente por la aceptación que acababa de recibir por parte de su hermano. –Ahora…- Exclamó finalmente tras colocar su rostro junto al de Dipper y empezar a mover su mano con una maestría y velocidad distinta a la que había demostrado al inicio.
Los movimientos se caracterizaban por poseer una delicadeza que hacía juego con la suavidad de su palma o la delgadez de sus cálidos dedos, pero que a su vez contrastaba con el firme agarre o la manera en que la chica se las arreglaba para ejercer la presión en algunas zonas sensibles de su tallo mientras su mano lo recorría desde la base hasta el principio de la cabeza. Llegado a cierto punto, Mabel decidió dejar de jugar con el tallo y centrar su atención en la zona más cercana a la cabeza de Dipper. Ella había reducido significativamente el área en la cual trabajaba, pero en consecuencia había conseguido aumentar la velocidad de sus intervalos de ida y vuelta, y la cantidad de placer que podía ofrecerle a la corona del glande. Sobra destacar que durante todo el momento en que se realizó este acto el silencio del cuarto solo fue perturbado por una serie de gemidos realizados por el propio Dipper, el cual poco a poco fue dando signos de que no le faltaba mucho para acabar. Finalmente, cuando hubo llegado el momento en que el orgasmo del chico se volvió inevitable, este dejó salir un grito que acompaño al disparo de semen que acababa de ser expulsado por su uretra.
-¡AH! ¡¡¡ME CORROOOOO!!!-
El esperma del muchacho salió disparado y fue atajado por las sabanas que cubrían el resto de su cuerpo. De su pene salieron una serie de cuatro disparos casi consecutivos, los cuales fueron variando tanto en tiempo como en cantidad hasta que el último de ellos fue expulsado, todo mientras Mabel continuaba sacudiendo el miembro viril con el objetivo de hacer más sencilla la extracción del líquido blancuzco. Al momento en que la eyaculación finalizó, tanto la cabeza del pene como la parte de la sabana que estaba frente a este quedaron cubiertas por una notoria capa de semen.
-¡Vaya! Mira nada más todo lo que salió. Sí que dejaste un desastre, hermano.- Declaró la muchacha luego de incorporarse ligeramente sobre la cama, destapar al chico y observar los restos de esperma que habían quedado en las zonas antes mencionadas y en su propia mano.
-S-si…lo…siento…- Musitó el chico en un tono de voz apenas audible que denotaba un obvio cansancio y falta de aire.
Mabel por su parte, se había llevado sus dedos a la boca para así probar el sabor de la leche, quedando encantada tanto por el sabor como por la textura de la misma.
-Jeje. Descuida, no pasa nada. Pero sabes…sería malo que quede una mancha como esta sobre tu cama…así que…- Contesto ella mientras se relamía los labios y comenzaba a recolectar el semen restante en sus manos.
Tras recoger la mayoría del líquido que se había pegado en la sabana y juntarlo con los restos que logró reunir del glande y la uretra de Dipper, Mabel se llevó ambas manos a la boca y comenzó a beberlo todo (Ver Referencias “14”) con un entusiasmo equiparable al de alguien que acababa de encontrar agua en medio del desierto. El semen se deslizó por la garganta de la muchacha mientras esta se tragaba todo lo que sus manos habían alcanzado a recolectar, haciendo un exagerado sonido de sorbidos en el proceso. Finalmente, cuando termino de beber, ella comenzó a deslizar su lengua por las palmas de sus manos mientras decía cosas como “Mmm~” o “Delicioso~”.
-Cielos, Mabel…verte hacer eso me resulta…muy excitante.- Admitió nuestro poco pudoroso y desvergonzado protagonista luego de que su pene se volviese a endurecer y exigir una continuación.
-Jeje. Vaya, vaya. Yo no hubiera esperado que fueras del tipo de chicos difíciles de complacer, hermano. Realmente me sorprende que vuelvas a estar así de duro en tan poco tiempo.- Comentó la muchacha luego de tocar brevemente la polla de su gemelo.
-Mabel…por favor…- Dijo Dipper, en un tono que expresaba cierta molestia por el comentario y un toque de impaciencia por proseguir.
-Ya sé, ya sé ¿Acaso crees que yo no me muero de ganas de empezar también? Solo quería molestarte un poco, Dip.- Declaró Mabel poco antes de colocarse justo encima de la entrepierna del chico, separando su coño de la polla por apenas unos pocos centímetros (Ver Referencias “15”). –Después de todo, la entrada no estuvo nada mal, así que estoy deseosa por probar el “Plato principal”.-
Con eso dicho, Mabel tomó el duro y erecto pene del chico y lo guío hacía la entrada de su impaciente y hambriento coño, todo mientras Dipper yacía en la cama y observaba con atención el momento en que sus dos intimidades hicieron contacto físico.
Al momento de sentir los labios inferiores de la chica besando la cabeza de su pene, él pudo notar como estos últimos se encontraban sumamente calientes y que parecían estar dándole la bienvenida con una serie de besos producidos por las contracciones que se originaban desde el interior de la feminidad de su hermana.
-¿Listo, Dipper?- Preguntó la muchacha a modo de confirmación antes de que ambos cruzasen finalmente la línea del incesto.
Ante la repentina pregunta, Dipper fue plenamente consciente de lo que Mabel trataba de decirle. Fue por esa razón que él se quedó mudo por un segundo, dándole un último vistazo al panorama antes de expresar su respuesta final.
-Sí…adelante.-
Tras escuchar eso, la chica no dudo en contenerse ni por un segundo más, así que de inmediato hizo descender sus caderas y forzó la entrada del pene en una sola arremetida, provocando que este último llegase directamente hasta la entrada de su útero e hiciera temblar todo su interior.
-¡Ah! ¡Mabel! Ya está…- Musitó el chico luego de ser testigo del cálido y húmedo agarre que el coño de la muchacha le estaba ofreciendo.
-Sí, ya está completamente dentro, y…¡JODER! vaya que llego lejos. Jejeje.- Declaró ella de forma animada mientras comprobaba y disfrutaba la forma en la que la polla picoteaba su cérvix y hacía que su coño tomase una forma que se adaptase a su tamaño. –Ahora, empecemos de una vez.- Dijo Mabel al momento de levantar sus caderas, para dar inicio al verdadero acto sexual.
En la primera vez que la chica guio a la polla en su camino hacia el exterior, ella pudo notar como la cabeza de la misma se las había arreglado para frotarse con varias de sus zonas más placenteras. Cuando hubieron faltado solo unos pocos centímetros para que ambos órganos sexuales se separasen, las caderas de la muchacha se detuvieron y, sin ser lentas ni perezosas, volvieron a dejarse caer sobre el miembro viril, internándolo nuevamente dentro de sí y provocando que un gemido se escapase de la boca de ambos chicos mientras la varilla de carne forzaba nuevamente su entrada por el estrecho conducto vaginal.
-¡Ah! ¡Joder, Mabel! ¡Esto se siente genial!- Exclamó el muchacho mientras disfrutaba la forma en que el coño de su hermana se envolvía a su alrededor y parecía succionarlo cada vez que este intentaba salir.
-Sí, Dipper. ¡Ngh! Esto es incluso mucho mejor de lo que imagine.- Respondió por su parte la chica, mientras lentamente iba subiendo la velocidad de sus movimientos, en un intento de calmar el fuego interior que en ella se había formado mientras masturbaba al muchacho.
A medida que la velocidad fue creciendo, Mabel pudo darse cuenta de algo. Sin importar el ángulo en que ella hiciera entrar al pene de Dipper, este siempre encontraba la forma de frotarse contra ciertos puntos clave en su interior, llegando a rozarse con el más placentero de ellos, el punto G, en más de una ocasión, y siempre arreglándoselas para embestir al menos una vez el anillo que marcaba el inicio de su útero.
-Cielos, Dip. Simplemente no puedo creer lo bien que se siente esto. Tú y yo debemos tener una gran compatibilidad. ¿No crees?- Preguntó ella mientras poco a poco iba ganando más rapidez y se hundía cada vez más en la lujuria.
-Si. Puedo sentirlo. Es como si encajáramos perfecto el uno con el otro. ¡Oh Dios!- Contestó el muchacho mientras él también evidenciaba la aparente facilidad con la que sus sexos se adaptaban a las necesidades y gustos del otro. -¿Será por el hecho de que somos gemelos?- Se cuestionó en un hilillo de pensamiento fugaz mientras sentía como las paredes de la chica se ceñían a su alrededor y parecían deseosas por exprimir todo de él.
Llegado cierto punto, el placer y cansancio de Mabel llegó a un grado tal que ella se vio obligada a tirar parte de su cuerpo hacía atrás y hacer soporte con sus brazos solo para no verse obligada a bajar el ritmo de sus, cada vez más exhaustas, caderas (Ver Referencias “16”). En esta nueva posición, el pene de Dipper solo era capaz de frotarse con verdadera intensidad contra una de las paredes de la chica, la más cercana a su vientre para ser específicos, pero claro, eso no impidió que ella continuase recibiendo placer, ya que en ese trayecto la corona del pene se encontraba con el pequeño agujero que conducía a la vejiga, el cual era una de las zona sensibles de la muchacha.
Al poco tiempo de adoptar esta nueva pose, el cansancio y fatiga de la chica se hicieron a un más evidentes, ya que su dialogo había pasado a ser una serie de gemidos cortos y ahogados, y su cuerpo comenzaba a cubrirse por una ligera capa de sudor. Esto, y el hecho de tener los pechos de la chica rebotando frente a él, llevaron a Dipper a tomar una decisión.
-Ya lleva mucho tiempo así. Aunque supongo que es normal que en este punto ya se haya cansado.- Comentó Dipper en su mente mientras posaba su vista en el fatigado cuerpo de su hermana. –Tengo que hacer algo. No es justo que ella sea la que haga todo el trabajo.- Declaró él, al momento de levantar su torso de la cama, sentarse y posar sus manos sobre la cintura de la muchacha.
-¿Dipper? ¿Qué estás por…?- Trato de preguntar ella, pero fue interrumpida por una respuesta inmediata por parte del chico.
-A partir de aquí yo me haré cargo, Mabel.- Declaró él, momentos antes de levantar todo el peso de la muchacha y hacerla rebotar sobre su miembro viril (Ver Referencias “17”).
-¿Qué? ¡Aaaaahhhh!-
Ante ese repentino cambio de tornas, Mabel solo fue capaz de mover sus brazos y piernas para así adaptarse mejor a la pose que Dipper acababa de tomar. Ella rodeo ligeramente con sus piernas la espalda de su hermano y coloco sus manos sobre los hombros de este último, para así dejarle el camino libre para moverla de la forma que él deseé.
Luego de eso, sin perder el tiempo, Dipper comenzó a marcar un ritmo constante que fácilmente igualaría al que la chica había mantenido hasta el momento, pero con la notable diferencia de que este iba todavía en aumento debido a la cercanía tenía para alcanzar el orgasmo. Dicho de otra forma, Dipper se encargó de hacer que Mabel subiese y bajase cada vez con mayor rapidez e intensidad, con el único objetivo de hacer que ambos alcanzasen el clímax. Cabe destacar que debido a la velocidad con la que se movía, los pechos de Mabel se encontraban rebotando sin control, lo cual solo servía para estimular todavía más al chico.
Tras alcanzar cierto punto, lo inevitable se hizo presente en ambas partes y cada uno expresó con palabras este hecho.
-¡Oh Dios! ¡¡D-Dipper!! ¡¡¡DIPPER!!! ¡Ya no resisto más! ¡Hah! ¡¡¡ME CORROOOOOO!!!-
-¡Y-yo también, Mabel! ¡Yo…! ¡AAAAAAHHHHHHHH!-
Con eso dicho, los gemelos alcanzaron de forma simultánea el orgasmo y recibieron una descarga de placer que solo pudo ser mejorada debido a las acciones de su pareja.
Por un lado, Dipper sintió como el interior de la chica se abrazó con una fuerza aun mayor a la mostrada con anterioridad, sus contracciones musculares literalmente lo estaban jalando de afuera hacia adentro, provocando que el disparo que soltó en su interior saliese con más fuerza y que el momento orgásmico se prolongara hasta que la última gota de su semen hubiera salido por su uretra.
Mientras que, del lado de Mabel, los temblores internos y la sensación de estar siendo bañada por un líquido caliente eran solo la cereza sobre el pastel, ya que ella misma también estaba siendo golpeada por el placer producido por las violentas expansiones que sufrió el miembro viril de su hermano durante el momento del clímax, las cuales si bien eran mínimas y breves, el simple hecho de sentirlas en un momento como este, en el cual todo su interior parecía haberse encogido, le daba a ella la impresión de que la polla acababa de crecer de manera considerable. La suma de todo eso dio como resultado que la chica soltase una abundante cantidad de líquido de forma constante hasta que hubo pasado el momento de su corrida.
Finalmente, cuando ambos terminaron y se vieron forzados a pasar por el lapso de tiempo conocido como “El momento post-orgásmico”, cada uno se tiro al frente para así reposar su cabeza encima del hombro del otro. Los dos permanecieron así, limitándose a respirar, por varios segundos hasta que finalmente uno de los dos se decidió a romper el silencio.
-Así que…¿Qué te pareció? ¿Lo hice bien?- Le preguntó Dipper al oído a Mabel, la cual solo fue capaz de percibir debido a su extrema cercanía mutua.
-Siiii~ Estuviste estupendo, Dipper~.- Contestó la chica con voz temblorosa, dando a entender que aún estaba pasando por las secuelas de su último orgasmo.
Al tener frente a él la cara de satisfacción, placer y éxtasis que la muchacha le estaba enseñando, Dipper no fue capaz de contener su propia felicidad y excitación antes de que esta degenerase en una nueva erección, la cual de inmediato se presionó contra el vientre de su hermana.
-Oh, vaya. Y yo que pensé que habíamos terminado.- Dijo Mabel luego de bajar la mirada y comprobar que el objeto que acababa de rozarle el estómago no era otro más que la polla del chico.
-L-lo siento…- Se limitó a decir Dipper mientras bajaba la vista por la vergüenza que sentía por pedirle una continuación a alguien que se encontraba tan cansada como lo estaba Mabel en ese momento.
-No seas tonto.- Exclamó ella al momento de tomar el mentón del chico y obligarlo a levantar la vista y hacer que la mirase a los ojos. –¿Cómo podría enfadarme el hecho de que me consideres una chica sexy?- Preguntó de manera risueña, a la vez que picaba la punta de la nariz de Dipper con su dedo.
-Mabel…yo…no sé qué decir…- Musitó él mientras veía a la chica con una cara embobada y conmovida.
-No hace falta que digas nada, Dip…solo…acércate…- Dijo la muchacha poco después de haberse puesto de costado sobre la cama y levantado una de sus piernas en el aire para así invitar a su hermano a tomarla de la manera que él lo desease (Ver Referencias “18”).
Al ser testigo de algo así, Dipper no tardo en colocarse frente a la muchacha, sujetar la pierna que tenía alzada y comenzar a follársela desde esa nueva posición. Cabe destacar que luego de eso el silencio nocturno del cuarto siguió siendo perturbado por los gemidos de los dos jóvenes que no iban a parar hasta caer rendidos del cansancio, cosa que no sucedió hasta entradas horas de la mañana.

Bosque de Gravity Falls. Hogar de Tracey y Quattro (Ver Referencias “19”).
En una historia paralela y ajena a todo lo que sucedía en la cabaña, la pareja de clones de Dipper se hallaba dentro de lo que sería su refugio al aire libre. El fuego de una fogata crispaba levemente mientras uno de los dos clones hacía guardia y el otro dormía en un saco. La noche parecía más tranquila de lo normal y, por fortuna, no fueron sorprendidos en ningún momento por los Gnomos que hacían las rondas diarias en el bosque. En esencia, se podría decir que la noche fue perfecta hasta que…
-¡Waaaahhh! ¿¡Qué es esto!? ¡Alguien sáqueme de aquí!- Gritó una voz aguda y femenina, destruyendo así la quietud y tranquilidad que había reinado desde el inicio de la noche.
Tras escuchar la voz y comprobar del lugar del que provenía, el chico que se encontraba despierto se acercó hacía su durmiente compañero para así sacudirlo y apartarlo del mundo de los sueños.
-Oye, despierta. Escuche algo y creo que viene del lugar donde pusimos la trampa.- Se apresuró a explicar el Nº4 a su adormilado y confundido amigo. –¡Acompáñame! ¡Rápido!- Exclamó él al momento de correr en dirección al grito.
-Ya voy, ya voy…- Respondió el Nº3 al momento de levantarse del suelo y frotarse los ojos para eliminar los despojos de su sueño.

Luego de caminar unos pocos metros, ambos chicos llegan hasta un tronco de árbol volteado y hueco, en el cual habían colocado una pequeña trampa. Los dos asomaron su cabeza para ver qué era lo que había quedado atrapado dentro del mismo, y se sorprendieron enormemente luego de ver de qué se trataba.
Con los pies pegados a la superficie de un trozo de papel atrapamoscas y a escasos centímetros del pedazo de comida que los chicos habían dejado como señuelo, se encontraba una pequeña hada (Ver Referencias “20”. Pensé que podría ser una variación de esta Hada que salió en un Spin-Off de los Padrinos Mágicos, y que literalmente fue lo único bueno que salió de esa serie).
-¡Suéltenme de una vez! ¡Mierda! ¡No estuve escapando de esa maldita usurpadora y su legión de pigmeos durante todo este tiempo solo para ser capturada por unos mocosos humanos!- Vociferó de manera fúrica el hada mientras luchaba inútilmente por despegar sus pies. -¡Así que, como la legitima reina de las hadas, les exijo que me quiten esta maldita cosa y me dejen ir! ¡Ahora!- Exigió entonces de forma tranquila y paciente al inicio de la oración, pero estallando y desesperándose nuevamente al llegar al final de la misma.
-La…¿¡La legítima reina de las hadas!?- Exclamaron con asombro los dos chicos, luego de escuchar la indirecta presentación que acababa de hacerles el hada que yacía atrapada dentro de su trampa.
Continuará…

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Gravity Falls: Un Verano de Placer 6
Bosque de Gravity Falls. Claro en el Bosque.
En lo profundo de la insipiente e indómita arbolada que rodeaba los alrededores del pueblo de Gravity Falls, una conversación estaba tomando lugar. En la cual, una figura alta, imponente y fácilmente reconocible por su silueta como una voluptuosa y bien dotada mujer, discutía con una figura mucho más pequeña, débil y que uno, debido a la altura de esta, difícilmente podría visualizar como algo ajeno a una persona que apenas estaba entrando en la etapa de la adolescencia.
En dicha discusión además se podía apreciar otra cosa conforme uno se acercaba. Mientras que la figura más pequeña e indefensa permanecía amarrada e inmóvil contra el tronco de un grueso árbol, la otra figura por su parte permanecía de pie frente a él, enfrascada en lo que seguramente debía de ser un apasionado, revelador y extenso discurso.
-…A sí que, como te habrás dado cuenta, mocoso, mi plan ya está en marcha y ahora que te tengo no habrá nada ni nadie que me pueda parar. ¡MUAJAJAJA!- Declaró entre carcajadas la primera de las figuras, justo al momento de acercarnos lo suficiente como para reconocerla finalmente como la Reina Hada causante de todos los cambios y males habidos dentro del pueblo luego de la partida de los gemelos Pines.
Ante dicha afirmación, la segunda figura, todavía envuelta en sombras, forcejeo ligeramente, estirando y agitando las gruesas y resistentes lianas verdes que lo retenían, en un inútil y patético intento de desprenderse de ellas.
Siendo testigo de ello, la Reina esbozó una ligera sonrisa que reforzó todavía más su imagen de superioridad y la prepotencia que sentía al contemplar los infructíferos intentos de resistencia de su escucha, poco antes de recortar la distancia entre ambos he inclinarse ligeramente antes de hablar.
-Dime, ¿En serio pensaste que un chico tonto e inútil como tú podría hacer algo?- Preguntó ella, al momento de sujetar tranquilamente la visera de la icónica gorra de colores azules y blancos de su pequeño prisionero, momentos antes de retirarla de forma rápida para así revelar su rostro.
-¡Schmebulock!- Fue lo que exclamó en respuesta y de forma sumamente estúpida el Gnomo que se encontraba disfrazado como uno de los chicos Pines y restringido contra el árbol de la manera antes mencionada, provocando así que su captora arrugase el entrecejo y sufriera de un ligero tic en el ojo antes de gritar, primero con fastidio y luego a todo pulmón…
-¡Ugh! ¡¡¡COOOOOORTEN!!!-
Inmediatamente luego de ello, el oscuro y tenebroso claro en el bosque donde se estaba llevando a cabo la escena, enseguida fue despojado de su oscuridad e iluminado por toda clase de hongos de colores brillantes sujetados por un gran número de Gnomos que emergieron de detrás de los árboles y de dentro de los arbustos cercanos luego de escuchar que la señal que marcaba el fin del ensayo.
Tras eso, un grupo de las criaturas comenzó a recoger los elementos aterradores del lugar; como los arbustos con hojas revueltas de los que habían salido, las flores muertas que los rodeaban o las luciérnagas que habían estado volando por el lugar y que servían como única iluminación aparte del único haz de luz lunar que había estado iluminando a la Reina; a modo de reflector; durante su monologo. Una vez desmantelado el lugar, un joven Gnomo de barba marrón se paró encima del tocón de un árbol para así colocar una toalla sobre los hombros de la Reina.
-Excelente interpretación, su majestad. Estoy seguro que ese chico temblará de miedo ante sus palabras una vez que lo atrapemos.- Comentó el Gnomo mientras observaba como la gigantesca Hada a la que ellos había proclamado como su reina se limpiaba el sudor de la frente con la toalla que él le había dado.
-Querrás decir “SI” es que lo atrapan.- Aclaró con un notorio enojo ella, tras haber acabado de asearse tras el ensayo, solo para luego arrojar la toalla a la cara de su súbdito y provocar que este se callera del tocón. -¡Ugh! Si me necesitan, estaré en mis aposentos pensando en una forma de remediar su incompetencia.- Dijo la pelirroja al llevarse una mano a la cara y comenzar a masajear sus ojos con frustración antes de abandonar el lugar.
Al momento de salir del lugar, en el mismo pudieron apreciarse dos cosas destacables. La primera de ellas era que el Gnomo que acababa de ser derribado por la toalla de la reina había alzado una de sus manos en el aire y levantado el pulgar en esta para así comentar un pequeño “¡Estoy bien!”, que no estaba dirigido a nadie en particular. La segunda de ellas sería el hecho de que, aun luego de haber acabado el desmontaje de la escena y de que todos los presentes en el lugar se hubieran marchado, el Gnomo que había llevado a cabo el papel de Dipper todavía yacía colgado e inmóvil en el árbol, razón por la cual emitió un pequeño “¿Schmebulock?” con la esperanza de que alguien le prestase atención y lo liberase de sus ataduras, cosa que, por desgracia para él, no sucedió.

Bosque de Gravity Falls. Aposentos de la Reina.
Al llegar a una región aún más profunda del bosque que estaba rodeada por árboles y ubicada junto a una cascada, la Reina se paró en un lugar junto a un pequeño hongo de color rojo y una gran piedra cubierta de musgo mientras todavía mantenía una expresión de molestia en el rostro. Al llegar ahí, ella bajo la mirada en la dirección del pequeño objeto de forma fálica, poco antes de espolvorearlo con una pequeña cantidad de polvo de naturaleza mágica, los cuales provocaron que el objeto rápidamente creciera hasta la altura de las rodillas de la chica. Esto a su vez género que el sombrero del hongo expandiese significativamente su diámetro y que junto con la gran roca que yacía detrás a un lado de este, se formase una especie de trono sobre el cual la autoproclamada y malhumorada gobernante del bosque se sentó antes de expulsar un suspiro.
-Joder. Que montón de inútiles.- Comentó para sí misma y con fastidio la Reina, poco antes de continuar sus quejas en voz alta, sin importarle si alguien estuviese oyéndola o no. -¡Todo lo que les pedí es que atraparan a un jodido chico! ¡¡Y ni siquiera eso pudieron hacer!! ¡¡¡GRR!!!- Declaró ella, para así poder recuperar su calma y volver a retomar su pequeño monologo interno. –Por culpa de su ineptitud me vi obligada a exponerme a mí misma y presentarme de frente ante esa niña. Por suerte y gracias al cielo la chica es lo bastante ingenua para creer que realmente tiene una “Hada Madrina”, pero…- Dijo en su mente la mujer, antes de chasquear la lengua y morder ligeramente una de sus uñas. -¡No habría habido necesidad de hacer eso AHORA si ellos me hubieran traído al mocoso tal y como se los pedí! ¡Tch! ¡ODIO que las cosas no salgan como quiero!- Se quejó ella por última vez, al momento de entrecruzar sus brazos debajo de sus pechos, cerrar los ojos y acomodarse en el musgo sobre la roca detrás suyo; el cual, debido a su magia, resultaba tan cómodo y reconfortante como lo sería un trono digno de la realeza.
Ella entonces permaneció en dicha posición por espacio de varios segundos, en los cuales meditaba cual sería el mejor accionar con el cual darle una solución a su problema, a la vez que pronunciaba un largo “Mmmmmm…” que solo se vio interrumpido al momento de abrir sus ojos tras haber llegado finalmente a una conclusión.
-Supongo que no me queda de otra.- Musito ella, poco antes de ponerse de pie y empezar a caminar alrededor de la piedra, hasta finalmente llegar a la cara opuesta de la misma. –No puedo confiar en que los Gnomos hagan lo que les pedí. Y no quiero que ese mocoso me descubra, así que…- Comentó, a la vez que utilizaba sus uñas para así apartar el musgo de la superficie, dibujando así una especie de pentagrama sobre la roca. –Voy a tener que pedir algo de “Ayuda externa”.- Termino de decir ella, tras haber acabado su dibujo, para inmediatamente después extender la palma de su mano frente a su rostro y soplar algo de polvo mágico sobre la inscripción recién elaborada.
Al hacer esto, el peculiar pentagrama hecho por la Reina quedo dotado de magia, por lo cual comenzó a brillar con una luz rosa y blancuzca sumamente deslumbrante y segadora, que, al cabo de unos pocos segundos, desapareció completamente para así dejar tras de sí lo que pareció ser una especie de ente o espíritu incorpóreo, cuya principal característica era poseer un único ojo, el cual no tardo en fijarse en la dirección de su invocadora.
La Reina y el ente intercambiaron una intensa mirada por espacio de unos segundos, hasta que la atmosfera tensa del lugar fue rota al momento en que la pelirroja comenzó a hablar.
-He traído parte de tu esencia a este plano porque tengo un problema que necesita una rápida y eficaz solución. Sí logras cumplirla, prometo recompensarte una vez que mis planes se pongan en marcha y logre hacerme con el control total de este lugar.- Declaró la Reina, sin inmutarse demasiado y todavía conservando gran parte de su porte mientras dirigía la charla con el ente, el cual no pareció verse del todo convencido. No obstante, la Reina había anticipado ese escenario, por lo cual no tardo en recalcar un cierto detalle que estaba segura, sería del interés de la aparición frente a ella. –Quiero que te deshagas de “El Pino”.- Comentó de manera sonriente ella, segundos antes de ver cómo una gran parte del cuerpo etéreo de su invitado se crispaba y enloquecía con una emoción que quedó más que evidenciada al formársele una boca que luego se deformó en una gigantesca sonrisa. Tomando eso como una buena señal, la propia Reina rápidamente devolvió el gesto y descruzó sus dos brazos para así estirar su mano hacia el ente y decir… -Entonces…¿Trato hecho?-

Cabaña del Misterio. Cuarto de Dipper y Mabel. Interior.
A la mañana siguiente de estos hechos, y ajenos a aquellos sucesos que habían tenido lugar en el bosque durante la noche, toca ahora hablar solo lo que sucedía dentro de la cabaña que los gemelos Pines consideraban como su hogar lejos de casa.
A avanzadas horas de la mañana; a una hora en la cual el sol ya yacía lo suficientemente alto en el cielo como para ingresar dentro de la única ventana del cuarto; el primero de los dos hermanos de cabellera castaña que ahí dormía de manera placida y sin darle importancia a la hora comenzaría a mostrar los primeros signos de su despertar, iniciando por un ligero abrir de ojos, seguido de un perezoso bostezo y una imperativa necesidad de frotarse parte del rostro para así eliminar algo de la sensación de cansancio que poseía.
-Dios. Que cansancio que tengo. ¿Me pregunto qué hora es?- Preguntó internamente Dipper, poco antes de hacer que sus adormilados ojos giraran en la dirección de su reloj de mesa para así comprobar la hora, pensando que su fatiga mental y física se debía al haberse levantado muy temprano y de forma esporádica. -¿Eh? ¿Qué ra…? ¿¡Tanto tiempo dormí!? No lo entiendo. De ser así…¿Entonces por qué siento como si no hubiera pegado el ojo en toda la…?- Se cuestionó el chico; ligeramente más avispado y atento; mientras contemplaba su reloj y hacía un esfuerzo por recordar o imaginar un motivo al cual atribuirle el cansancio que sentía, irónicamente, poco antes de que este último literalmente se hiciese notar ante el chico al momento de dar una vuelta sobre la cama y colocar uno de sus brazos alrededor de este último. -¿…no…?- Fue la reacción inicial de Dipper al sentir como una mano de características femeninas acababa de posarse sobre su pecho, más sin embargo, dicho sensación no tardó mucho en ser olvidada y palidecer en comparación con el escalofrío y el nerviosismo que cruzo por su espalda de manera instintiva a la hora de comenzar a girar su cabeza para así ver a la dueña de dicha extremidad. -¿¡…che…!?- Terminó de decir él, luego de haber girado completamente su cabeza y ver, con un horror casi absoluto, que la persona con la cual estaba compartiendo la cama no era otra más que Mabel, o más precisamente hablando, la versión más desarrollada y sensual de ella misma en la que la chica se había convertido.
Sobra decir que al ver y esto, y más aún notar el más que evidente hecho de que tanto él como la chica se encontraban desnudos, la primera reacción de Dipper fue la de ponerse de pie de inmediato, adoptar una pose de sorpresa y expulsar un pequeño jadeo de incredulidad que rápidamente silencio con su propia mano para así no despertar a la muchacha, cosa que haría la situación aún más incómoda de lo que ya de por sí era.
-¡I-imposible! ¡¡E-eso no puede haber ocurrido!! O…¿¡¡¡SI!!!?- Se preguntó a sí mismo el ahora aterrado y extremadamente despabilado muchacho, al mismo tiempo que este era abordado por breves recuerdos sobre lo que él y su hermana habían hecho la noche anterior, cosa que solo lo hizo empalidecer más y más con forme pasaban los segundos. -¡¡¡AHHH!!! ¡¡¡NO PUEDE SER!!! ¡¡¡ESTO TIENE QUE SER UNA PESADILLA!!!- Exclamó internamente el chico, mientras comenzaba a sujetarse de los pelos y a revolver compulsivamente su cabeza en un intento de desembarazarse de la vergüenza y el conflicto que sentía. No obstante y para empeorar aún más su nerviosismo, Dipper vio como ese desmedido exabrupto por parte suya provocó que una todavía dormida Mabel le dijera entre sueños…
-Dippeeeer, guarda silencio. Algunos tratamos de dormir.- Poco antes de tomar el borde de la sabana que la cubría, darse la vuelta sobre el colchón y terminar con la vista mirando hacia la pared, poco antes de reanudar nuevamente la caterva de suspiros y ligeros ronquidos que la castaña hacía al dormir.
Por su parte, su hermano, quién se había quedado duro como una piedra al oír su voz, se limitó a presionar con fuerza su boca para así evitar el escape de cualquier clase de sonido de esta hasta que finalmente tuvo la certeza de que la muchacha había vuelto a dormirse.
-Eso estuvo muy…¡MUY CERCA!- Acotó en su cabeza el chico, mientras todavía permanecía en la pose antes descrita. –¡Q-quedarme aquí es un peligro! Tomaré mis cosas y iré a…PENSAR…a otro lado. ¡Si! ¡E-eso es lo que haré!- Comentó de manera sumamente agitada él, a la vez que se dedicaba a recoger su ropa con la mayor rapidez y silencio posible, todo mientras no dejaba de mirar de reojo a Mabel, solo en caso de que ella volviese a despertar.
Una vez tuvo todo lo necesario, el chico se puso sus shorts y salió rápidamente por la puerta del cuarto, acabando de vestirse completamente mientras bajaba las escaleras, puesto que su mayor prioridad en ese momento era el de alejarse lo más posible del lugar.
Cabaña del Misterio. Planta baja. Corredor junto a las escaleras.
Ya estando abajo, en lo que sería el corredor central de la planta baja, el chico recargó el peso de su cuerpo sobre una de las paredes del lugar y dejó finalmente que el pánico y la intranquilidad se apoderarán completamente de él.
-¡No puede ser! ¡¡Mabel y yo…n-nosotros…!! ¡¡¡TUVIMOS SEXO!!! ¡Yo y mi hermana…! ¡E-ella me…! ¡¡Y-y yo luego…!! ¡¡¡Y-y entonces…!!! ¡¡¡Y ESTUVIMOS ASÍ TODA LA NOCHE!!!- Exclamó para sí mismo el chico, mientras una serie de recuerdos de la noche anterior lo invadían, recordándole todo lo que él y su gemela habían hecho entre sí, incluyendo las cosas que cada uno lamió, saboreó, frotó, penetró, montó y masajeó con el objetivo de hacer sentir un placer cada vez mayor a su respectiva pareja. -¡Gulp! M-me siento…asqueado. Necesito algo con que calmar mi estómago.- Comentó Dipper, al llevarse una mano a la boca para así amortiguar las arcadas que sentía, poco antes de dirigirse al baño de la cabaña para así tomar algo del botiquín y asearse un poco antes de su salida.
Cabaña del Misterio. Planta baja. Corredor hacia el baño.
El chico, todavía sujetándose el vientre debido al malestar que sentía, caminó entonces por los pasillos de la cabaña hasta finalmente acabar en frente de la puerta del baño, el cual, muy para su desgracia, parecía estar siendo usado por alguien más en ese momento.
-Tienes que estar bromeando.- Musitó él con enfado, poco antes de golpear la puerta. -¡Tío Stan! ¿¡Podrías darte prisa!? ¡Necesito tomar algo de ahí adentro!-
-¿Oh? ¿Eres tú, Dipper?- Dijo a modo de respuesta la voz perteneciente a la persona dentro del cuarto, siendo reconocida de inmediato por el chico tras la puerta como la voz de su “Otro” tío Stan. –Puedes pasar a buscar lo que necesites. Yo solo estoy ocupando la tina para algo.- Esclareció la voz del hombre mayor de edad, para así permitirle la entrada a su querido sobrino.
Cabaña del Misterio. Planta baja. Baño.
Teniendo ya el permiso de su tío, Dipper no tardó en abrir la puerta y encontrarse con su tío sentado en frente de la tina del cuarto, junto a un pequeño acuario lleno de peces de una apariencia sumamente extraña.
-Buenos días, pequeño. Sí que te levantaste tarde hoy, ¿Eh?- Saludó de forma amigable el hombre, a la vez que disfrutaba al ver el marcado interés en el rostro del chico que acababa de ingresar.
-Emm, si. T-tal vez un poco. A-algo de lo que comí anoche me hizo daño, por eso vine a buscar alguna medicina.- Contestó con algo de pena el muchacho, quién sintió como si su corazón se hubiese aplastado ligeramente luego de aquella pregunta de su tío. –C-cómo sea, ¿Dime, qué estás haciendo aquí?- Preguntó él, buscando alejarse del tema, y de paso averiguar lo que sea que su tío estuviese haciendo en ese momento con aquellos peculiares peces que tenía.
-Para explicarte eso, primero debería mostrarte lo que me encontré al visitar la cueva donde halle la profecía de Bill el otro día.- Comentó el anciano, al momento de sacar una hoja de papel de su chaqueta, la cual rápidamente entrego a Dipper.
-¿Y esto?- Se preguntó el chico al momento de ver el dibujo hecho en la misma, el cual de inmediato le hizo recordar una imagen que él ya tenía muy bien conocida. –Es…similar al dibujo que había en los diarios. ¿Esto es algo así como…? ¿¡Una NUEVA profecía!?- Sugirió entonces el muchacho, a quién aquella idea pareció haber sido más efectiva que cualquier otra medicina para hacerle olvidar el malestar que había estado sintiendo hasta ahora. –Mmm…algunos de los dibujos en ella coinciden con algunos de los presentes en la anterior, pero también hay otros nuevos que nunca antes había visto. Eso significa que, sea lo que sea esto, tendrá lugar aquí y de alguna forma nos incluirá a todos en algún suceso paranormal.- Balbuceó Dipper, mientras no dejaba de recorrer el dibujo de la hoja, en búsqueda de cualquier tipo de pista que le sirviese para revelar el misterio detrás de ella.
Viendo la emoción en el rostro del chico, Ford no pudo hacer otra cosa más que sonreír y decirle con un ánimo similar…
-¡Esa fue exactamente la misma teoría a la que yo llegué! Es por eso que estaba a punto de llevar acabo un experimento usando a estos pequeños con los que Stanley y yo nos encontramos durante nuestro viaje.- Comentó Ford, al momento de darle una ligera palmada a la tapa de la gran pecera llena de unos peces que Dipper nunca antes había visto. –Veras, según los registros arqueológicos presentes en una de las islas que encontramos, los antiguos habitantes de las mismas usaban a estos pequeños para así interpretar o dar mayor sentido a las distintas profecías que les llegaban a sus videntes.-
-Wow. Eso suena interesante, tío Ford. ¿Pero exactamente cómo es que lo hacían? No veo nada particularmente extraño con estos peces.- Comentó Dipper, quien, luego de haberle dado un segundo vistazo a los especímenes del tanque, no notó nada particularmente anormal en los peces más allá de ciertas similitudes con un “Pez plano”, o su color gris similar al de la piedra.
-Eso es solo de momento, pero presta atención a esto.- Respondió el hombre, al momento de buscar algo dentro del bolsillo de su chaqueta, el cual resultaría ser una roca que él enseguida soltó dentro del acuario.
La pequeña piedra, casi del tamaño de un guijarro, se hundió en el agua hasta finalmente ser tragada por uno de los peces, poco antes de llegar a tocar el fondo de la pecera. Dipper estuvo a punto de hacer una nueva pregunta a su tío respecto de lo que hacía, pero se detuvo luego de ver como algunas de las escamas presentes en los costados del pez acababan de caerse para así revelar un notorio brillo celeste proveniente del interior de la piel del animal, el cual curiosamente tomó la forma de la silueta de un objeto que el chico no tardo en reconocer.
-Tío Ford, ¿Acaso ese es un…?- Intentó preguntar el muchacho, poco antes de ser interrumpido por su tío, quien rápidamente atrapo al pez con una red y le dijo…
-Impresionante ¿O no? En uno de sus costados acaba de dibujársele uno de los símbolos que descubrí. Y ahora mira, si lo aparto de los especímenes “Limpios” y lo pongo en la bañera con el resto de los peces que ya he preparado…- Continuó diciendo el hombre, al dirigir la red a la bañera y liberar al pez en el agua, dentro de la cual se encontraban otros 4 más que, aparte de poseer otros símbolos distintos al de él recién llegado, todos ellos parecían nadar y moverse al unísono, manteniendo una formación que coincidía exactamente con la manera en la cual cada uno de sus respectivos símbolos estaban ubicados en el dibujo de la profecía.
-¡Wow! ¡Todos ellos siguen el mismo orden del dibujo! ¡Es asombroso, tío Ford!-
-¿Verdad que si? Y eso que todavía no acabo de preparar al resto. Pero una vez que estén listos, en teoría, todos los peces “Marcados” deberían de moverse y actuar de la forma en que lo harían sus contrapartes humanas con el fin de cumplir la profecía a la que pertenecen.- Afirmó con gran confianza el hombre, mientras le dedicaba a su sobrino una ligera sonrisa. –Pero bueno, eso todavía me llevará un tiempo. Estos peces son algo problemáticos y tienen la mala costumbre de solo comer las “Runas” que uno les da únicamente cuando necesitan comer con desesperación. Y si uno les pierde el ojo a los “Marcados” por demasiado tiempo, estos perderán el grabado que ya tienen. Así que todavía tengo un par de horas de trabajo aquí. Y la verdad, me vendría bien algo de compañía mientras estoy en eso.- Explicó entonces él, notándose ahora más cabizbajo y frustrado de lo que su anterior sonrisa podría haber indicado.
-Entiendo. Q-quisiera poder ayudarte con eso tío, pero…- Comentó Dipper, mientras se rascaba la parte trasera de su cabeza y desviaba la mirada por la vergüenza que le causaba el recordar la razón por la cual debía salir de la casa lo antes posible. –C-creo que vendría bien que uno de los dos haga trabajo de campo. Ya sabes, para reunir pistas sobre los posibles dueños de los símbolos y todo eso.- -Realmente lo siento. Pero tengo que salir de aquí antes de que Mabel despierte, de otra forma…- Pensó entonces el muchacho, quien de ninguna forma deseaba quedarse a confrontar a su hermana en caso de que esta despertara y lo buscase para responder por sus actos de la noche anterior, una idea que hizo volver brevemente su malestar estomacal.
-Oh, está bien, pequeño. Eso también es algo importante y estoy seguro que tú podrás identificar a los involucrados mucho más rápido que yo gracias a tu cercanía con todos en el pueblo.- Afirmó Ford, dándole la razón a su sobrino, a la vez que posaba su mano sobre su cabeza y la revolvía ligeramente para así despeinar el cabello debajo de ella. –Solo ten cuidado mientras investigas, y avísame si llegas a averiguar algo ¿De acuerdo?-
-D-de acuerdo, tío Ford. Te avisaré si llego a encontrarme con algo.- Respondió el muchacho, al momento de despedirse y posteriormente salir por la puerta del baño, dejando nuevamente a su tío a solas con su labor.

Pueblo. Calle principal. Frente a la estatua del “Fundador” del pueblo.
Luego de haber salido de la cabaña y haber caminado todo el trayecto hasta el pueblo, Dipper acabo por llegar al centro de la ciudad. Lugar donde el chico se sintió lo suficientemente lejos de su gemela como para relajarse y pensar con mayor claridad. Fue así que, permaneciendo sentado en uno de los bordes de la calle, el muchacho se decidió a concentrarse en su labor de investigación, en parte por su deseo de resolver el misterio que rondaba a todos tras su regreso, pero más que nada como una manera de distraerse de la situación que tanto lo trastornaba.
-Muy bien, Dip, es hora de trabajar. Así que tranquilízate, examina cuidadosamente estos dibujos en búsqueda de pistas y…evita pensar en cualquier otra cosa.- Se dijo a sí mismo, a la vez que observaba de manera compulsiva la hoja de papel y sonreía de forma sumamente forzada para así aparentar normalidad. –Veamos…obviamente debería empezar con los símbolos que ya conozco, los cuales serían el mío, de Pacifica, de Wendy y…Mabel.- Comentó el muchacho, haciendo una breve pausa tras posar la vista y nombrar el símbolo correspondiente a su hermana, obligándose a sacudir la cabeza y palmearse ligeramente las mejillas antes de proseguir. -¡Y-ya deja eso! ¡Concéntrate! En cuanto a los nuevos dibujos tenemos…un par de cuernos, un caramelo de menta, una nota musical, un ¿Punto? tal vez, un celular, un micrófono y, obviamente, esas extrañas alas de insecto en el medio de todo.- Declaró él, repasando todo lo que veía, segundos antes de sacar un lápiz de su chaleco y comenzar a anotar nombres, tanto de los dueños conocidos como de los más viables poseedores de los nuevos símbolos. –Ok…el celular definitivamente tiene que pertenecer a Tambry. El caramelo de menta podría ser alguien aficionado a los dulces, relacionado con los dulces o fan del Súper-Halloween tal vez. La nota musical es…ambigua…podría ser de cualquiera que estudie o practique con algún instrumento. Y en cuanto a los cuernos, el punto y las alas del medio no se me ocurre nada de momento.- Comentó en su mente Dipper, despachando y teorizando respecto a la pertenencia de cada uno de los diferentes dibujos que veía, llenando así la hoja en sus manos con una lista de nombres y un par de “¿?”, correspondientes a los garabatos de los cuales no pudo identificar.
Ya para finalizar su labor, el chico se encontraba escribiendo dos nombres correspondientes al símbolo del micrófono, ambos pertenecientes a dos miembros del noticiero local, poco antes de que, ya sea por suerte o azares del destino, este pudiese captar una nota perteneciente a dicho noticiero proveniente de una tienda de televisores cercana al lugar de donde él estaba.
-¿Oh? Por ahí parecen estar pasando las noticias del mediodía. Vaya suerte.- Afirmó el muchacho, poco antes de ponerse de pie y caminar directamente hacia la vidriera de la tienda. –Puedo aprovechar la ocasión para chequear a quién corresponde el micrófono del dibujo, a Toby o…- Estaba comentando, ya casi llegando al frente de su destino, solo para detenerse en seco y observar con una efusiva expresión de sorpresa al momento en el cual vio y escuchó a la reportera principal del noticiero dando su saludo de apertura. -¿¡Pero qué…!?- Fue lo que exclamó Dipper, mientras su boca y ojos se abrían para corroborar lo que veía, a la vez que la persona al otro lado de la pantalla decía “Saludos, Gravity Falls. Aquí Shandra Jiménez con las noticias del mediodía.”

Pueblo. Estación de cable local. Puerta principal.
Disponiéndose a investigar el extraño hecho que había notado al ver el noticiero, Dipper acabo por llegar al lugar donde este último se realizaba, esperando la oportunidad de tener una charla con la reportera principal del mismo. Sin embargo, al llegar ahí, el chico fue detenido en la puerta por uno de los efectivos de seguridad del edificio, el cual no parecía dispuesto a escuchar nada de lo que este le dijese.
-¡Déjeme pasar, por favor! ¡Debo hablar con la Srta. Jiménez! ¡Es urgente!- Insistía Dipper, mientras se movía de un lado a otro buscando una manera de rodear al obstinado guardia apostado en la puerta de entrada.
-¡Ya te lo dije antes, chico! ¡La Srta. Jiménez no está disponible para hablar! ¡Para autógrafos o preguntas personales puedes contactarla a través de sus redes sociales!- Explicó el fornido y malhumorado hombre vestido de negro, a la vez que estiraba sus brazos hacia abajo y a ambos lados de su cuerpo, para así bloquear lo más posible el paso del insistente muchacho que tenía en frente.
-¡Y yo ya le dije que no es por nada de eso! ¡Ella podría tener información clave para determinar el destino del pueblo! ¡Necesito hablarle ahora!-
La discusión entre ambos prosiguió de modo similar por espacio de unos minutos, dentro de los cuales ninguna de las dos partes parecía dispuesta a ceder a las demandas o insistencias del otro. De hecho, poco tiempo había faltado para que el guardia finalmente perdiera los estribos y acabase por deshacerse del chico por medio de métodos violentos, sin embargo, antes de que eso pasase, alguien de dentro del edificio salió de manera casual y oportuna para poner un alto al conflicto entre ambos.
Esa persona claramente no se trataba de otra sino de la propia Shandra Jiménez, la cual, mientras se arreglaba el cabello y se despedía de los miembros de su staff televisivo diciéndoles que saldría a almorzar, cruzó al mismo tiempo por la entrada del edificio, encontrándose así con una acalorada discusión en la cual no tardó mucho en intervenir.
-¡Ejem! ¿Quiere alguno de los dos decirme que sucede aquí?- Interrumpió la mujer de piel morena, captando así la atención de los dos protagonistas de la escena, destacando principalmente al guardia, el cual dio una media vuelta y se puso firme antes de responderle.
-¡Srta. Jiménez! Yo…¡N-nada! Solo estaba explicándole a este pequeño las formas en las que podría contactarse con usted sin llegar a molestarla, pero él…- Se aventuró a explicar el guardia, mostrándose visiblemente nervioso a la hora de hablar, perdiendo todo rastro de su anterior animosidad e ignorando completamente al chico con el que había estado debatiendo hasta hace apenas unos segundos, todo mientras este último, por su parte, se encontraba reclinando su cuerpo hacia un costado para así ver a la reportera y decir con sorpresa…
-Lo sabía. ¡Sabía que no me lo había imaginado! Ella se ve…¡EXACTAMENTE IGUAL QUE EL AÑO PASADO!- Afirmó el muchacho luego de corroborar que, en efecto y a diferencia de todas las anteriores mujeres y chicas con las que se había topado, Shandra Jiménez; la reportera real; aún conservaba el mismo rostro y las mismas proporciones que poseía el año anterior, las cuales si bien, uno podría catalogar como hermosas o sensuales, no quitaba la rareza al hecho de ser la única sin ser afectada por todo lo que estaba pasando actualmente en el pueblo.
Por su parte, mientras la mujer todavía estaba escuchando la explicación del guardia, esta última alcanzó a ver y reconocer el rostro del muchacho en cuestión, causando que una pequeña expresión de sorpresa se hiciera presente en su rostro antes de volver a apuntar sus ojos y fulminar con la mirada al hombre frente a ella.
-¿Q-qué sucede, Srta…?- Intentó preguntar este último, solo para ser interrumpida abruptamente por la mujer.
-¡Idiota! ¿¡Qué acaso no te das cuenta que ese es uno de los gemelos Pines!? Ya sabes, ¡Los que salvaron el pueblo hace cosa de UN AÑO!- Reclamó Shandra, visiblemente molesta por la actitud del custodio, quién, si bien intentó escudarse diciendo que apenas llevaba unos meses en el pueblo, lo cierto era que él ya había dejado de tener la atención de la morena, quién rápidamente lo hizo a un lado para así hablar directamente con el muchacho parado detrás suyo. -Hola, mi pequeño cazador de lo paranormal favorito. ¿Qué te trae aquí el día de hoy? ¿Hay algún nuevo suceso extraño que investigues y que quieras hacer del conocimiento público?- Dijo entonces de forma tranquila y sumamente gentil la mujer, cambiando drásticamente su forma de hablar con respecto a la usada anteriormente con el pobre sujeto frente a la entrada, todo mientras se ponía de cuclillas para hablar cara a cara con Dipper y sacaba una grabadora del interior de su camisa.
-Mmm…n-no…por ahora.- Respondió el muchacho, extrañado por el desmedido nivel de atención mostrado por la reportera, quién prácticamente acababa de pegar la grabadora a su cara para así registrar todo lo que saliera de su boca. –Ja. Y pensar que el año pasado ella me evitaba cada vez que trataba de informar sobre ese tipo de cosas. Solo se necesitó un “Casi-Fin-del-Mundo” para convencerla de que decía la verdad.- Meditó brevemente él, antes de continuar hablando. -De hecho, había venido a tener más bien una charla a solas con usted. ¿Cree poder darme algunos minutos de su tiempo?-
Al oír eso, Shandra se le quedó mirando al chico por cosa de uno o dos segundos, antes de finalmente haber procesado del todo sus palabras y analizado brevemente los pros y contras del cumplir el pedido de este, luego de lo cual, procedió a poner en pausa su grabadora para así responderle.
-Por supuesto. Precisamente ahora estaba saliendo a almorzar, así que tengo algo de tiempo libre. Si no te importa, podemos ir a un lugar y charlar de lo que gustes.- Sugirió la mujer, poco antes de enderezar su postura y arreglarse ligeramente el cabello.
-Estupendo. Por mí no hay problema. Solo dime a dónde quieres ir.- Comentó Dipper con una alegría y un entusiasmo sumamente notable.
Al ver eso, la bella de piel morena, esbelta figura y pómulos pronunciados esbozó una ligera y peculiar sonrisa, acompañada de una más que breve entrecerrada de ojos, poco antes de darse la vuelta y responder la duda del chico.
-En ese caso, vayamos a mi escritorio. Ahí podremos charlar con calma y “En privado” tal y cómo tú querías. Luego puedo mandar a Toby para que me consiga algo de comida, así que no necesitaríamos preocuparnos por nada.- Declaró entonces ella, quién, luego de asegurarse de haber quedado fuera de la mirada de Dipper, no pudo evitar el deseo de reclinar su cabeza hacia el frente; cubriendo así una de las mitades de su rostro con su cabellos y dejando a oscuras la parte superior de este último; mientras esperaba la respuesta del muchacho.
-Claro. Suena bien. Yo te sigo.-
Inmediatamente luego de oír eso, Shandra levantó súbitamente la mirada, revelando su rostro; todavía cubierto por el pelo; ante la vista de cualquiera que la tuviese de frente, dejando ver así una exagerada y maquiavélica sonrisa, acompañada por un ojo cuya pupila brilló con un intenso color rosa. Sin embargo, ambos detalles desaparecieron tan pronto como la mujer se arregló nuevamente el cabello, luego de lo cual, volvió a recuperar su porte anterior y reducir su sonrisa de triunfo a una pequeña y simple mueca antes de finalmente decir y pensar…
-Ok, acompáñame entonces.- -¡IDIOTA!-

Pueblo. Estación de cable local. Escritorio de Shandra Jiménez.
Luego de ingresar al edificio, tanto Dipper como Shandra avanzaron por los pasillos dentro del mismo, pasando por el estudio de grabación, la sala de control, encontrándose con el equipo técnico e incluso con el actual presentador de los deportes y mano derecha de Shandra, Toby Decidido, antes de finalmente llegar a un cuarto que tenía el nombre de la reportera estrella del canal grabado en una placa en el frente.
-Muy bien, hemos llegado.- Anunció la mujer, luego de abrir la puerta y revelar así un espacioso despacho, digno de alguien que llevaba ejerciendo el puesto de única reportera del pueblo desde hacía ya varios años.
Mientras Dipper se dedicaba a darle un rápido vistazo al lugar, observando cosas como el escritorio de enfrente, los recortes de prensa enmarcados en la pared, la falta de ventanas y los tres juegos de grandes archiveros a un lado de una de las paredes, este quedó perdido por un momento y ni siquiera advirtió el momento en el que la mujer había entrado y se había sentado sobre la silla detrás de la mesa de trabajo.
-Jeje. No seas tímido. Yo no muerdo. Por favor, cierra con llave para que no nos molesten, ven y siéntate aquí.- Comentó con una sonrisa Shandra, a la vez que realizaba pequeños gestos de “Ven aquí” con la mano para así incitar al muchacho a ingresar y sentarse en la silla ubicada al frente de ella.
-¿Ah? S-si, en seguida.- Respondió Dipper, tras finalmente reaccionar.
Luego de ello, el chico se aventuró a entrar, cerrar la puerta y posicionarse tal y cómo se lo habían pedido, pudiendo así iniciar finalmente la charla con la única mujer “Sana” con la que se había topado desde su regreso.
-Bueno, ya estamos a solas tal y cómo querías. Así que, ¿En qué puedo ayudarte?- Preguntó la mujer, al momento de reclinarse ligeramente sobre su escritorio, posando sus dos hombros sobre este, juntando sus dos dedos índices y colocando estos últimos sobre su mentón, adoptando así una pose de concentración e interés absoluto ante lo que sea que el chico frente a ella estuviera a punto de decirle.
-Bien. Primero que nada, quiero agradecerte nuevamente por tu tiempo. Para ser honestos, te mentí cuando dije que no había notado nada extraño. Lo cierto es que, desde que volví aquí, he estado notando toda clase de cambios en todas las chicas del lugar. Cambios SUMAMENTE NOTABLES.- Comenzó a explicar él, resaltando especialmente esta última parte y provocando que Shandra levantase una ceja en señal de interés. –Pero lo curioso aquí es que, dentro de todas las personas con las que he hablado hasta ahora, tú pareces ser la única que está exactamente igual a cómo eras el año pasado.- Terminó de decir él, asegurándose de no revelar nada demasiado comprometedor, cómo lo que había descubierto al hablar con sus copias o con su tío.
-Oh, gracias por decirlo. Es bueno que alguien note lo mucho que me preocupó por mantener mi apariencia.- Comentó a modo de broma la mujer, acomodándose ligeramente el cabello antes de continuar. –Pero ya en serio, ¿Cambios notables en los habitantes de la ciudad?, ¿¡De qué clase!?, ¿¡¡Son peligrosos o contagiosos!!?, ¿¡¡¡Cómo es que nadie más los ha notado!!!? ¡¡¡RESPÓNDEME!!!- Se aventuró a preguntar a modo de seguidilla la mujer, a medida que con cada nueva pregunta se iba reposando cada vez más sobre su escritorio y acercándose progresivamente más al rostro de Dipper, quien empezó a perder su tranquilidad conforme la mujer continuaba lanzándole preguntas.
Si ambos hubiesen permanecido frente a frente por cosa de unos segundos más, muy probablemente a Dipper se le hubiese parecido extraño que el ojo que el cabello de Shandra no estaba cubriendo en ese momento había comenzado a brillar con un color rosado. No obstante, eso no fue posible ya que, luego de que el muchacho y la mujer estuviesen cara a cara, está última repentinamente se alejó de él, dejándose caer contra la silla del escritorio.
-¿Mmm? Srta. Jiménez, ¿Se encuentra bien?- Preguntó el chico, cada vez más sospechoso respecto a la actitud tan frenética y bipolar que estaba exhibiendo la mujer.
-¿¡Yo!? ¡Pfft! ¡Pero qué cosas dices!- Respondió ella, sacudiendo la mano, como queriendo decir “Tonterías” o “Oh, ya cállate” con un ademán. –Me siento ¡Genial! Es más, con toda esta charla me estoy olvidando de hacerte una pregunta verdaderamente importante.- Declaró la morena al momento de abrir de improviso el cajón de su escritorio, sacando así unos papeles que rápidamente acomodó golpeando el dorso con el escritorio, recuperando así algo de la calma y la seriedad con la cual solía presentarse en cámara. –Dime, ¿Algunos de esos cambios que mencionas han influido de alguna forma en la formalización de una relación con la joven Pacifica Northwest?-
-¿¡Mi relación con…!? ¿¡Y AHORA DE QUÉ RAYOS ESTÁS HABLANDO!?- Preguntó de forma muy angustiada Dipper.
-¿Oh? ¿Así que lo niegas? Entonces…me veo en la obligación de enseñarte ¡Estas!- Declaró la reportera, al momento de colocar los papeles que tenía en sus manos sobre el escritorio, para luego desperdigarlos sobre la misma como si de una mano de Póker se tratase, revelándole así al chico que las mismas se trataban de una serie de fotos de él y Pacifica saliendo del campo de Mini-Golf con la ropa claramente desalineada y en una actitud visiblemente romántica.
-¿D-de dónde…? ¿Cómo…?- Fue lo que alcanzó a preguntar el muchacho, mientras observaba atónito la pequeña colección de fotos dispuestas sobre la mesa, las cuales parecían ser obras de Paparazis amarillistas profesionales.
-Jeje. ¡Unos pajaritos me han dicho que has sido muuuuuy travieso últimamente, pequeño Pines!- Comentó Shandra, visiblemente divertida por la expresión del castaño y por toda la situación en general. –Estoy segura de que todo el pueblo estaría más que interesado en una noticia como esta. Ambos se ven muy lindos juntos. Hasta me atrevería a decir que aún más de lo que fueron tu hermana y el pequeño Gideon en su momento. ¡Joder! Ambos podrían llegar a ser la próxima pareja estrella de este verano…claro, suponiendo claro que papi Northwest no acabe matándote por lo que le haces a su hijita. ¡Jajajajaja!- Acabo por decir ella, antes de estallar en una psicótica carcajada que incluso la llevó a sujetarse el estómago.
Al observar eso, a Dipper se le vinieron a la cabeza los recuerdos de una desagradable experiencia con cierto demonio del sueño que se las había arreglado para apoderarse de su cuerpo, destacando principalmente el comportamiento alocado y errático que este último tenía.
-¿Quién eres?- Preguntó entonces de manera seca y seria, a tal punto que logró detener de inmediato el ataque de risa de su misteriosa acompañante. -¡Sé que no eres Shandra Jiménez! ¡Así que ya puedes dejar de fingir!- Afirmó él, esta vez mientras señalaba con un dedo acusatorio a la mujer de piel morena.
Ante eso, “Shandra” abrió ampliamente los ojos y se quedó viendo al muchacho sin parpadear o moverse siquiera, solo para luego decirle…
-Ok. Creo que me atrapaste.- E inmediatamente después sonreír de forma exagerada y enseñando la mayor cantidad de dientes posible, algo que le dio algo de repelús al chico. –Oh, bueno. Tenía pensado seguir divirtiéndome un poco más con esta muñeca de carne, pero creo que viene siendo hora de ir al meollo del asunto.- Afirmó ella, al acomodar nuevamente sus codos sobre el escritorio, adoptando la misma pose usada cuando hablo “De manera seria” antes. –Para resumir un poco, alguien con un GRAN poder mágico y creciente influencia sobre este lado del charco al que llamas “Realidad” me contrató para liquidarte. Muy posiblemente esperando que quisiera vengarme por lo que le pasó a Bill hace un año.- Declaró entonces, soltando una pequeña pieza de información que Dipper de no iba a pasar por alto.
-¡Espera! ¿¡Tú conocías a Bill!?-
-¡Grosero! No todos los demonios que poseen cuerpos se conocen entre sí, ¿Sabes?- Se aventuró a decir ella, mostrándose sumamente mortificada por la pregunta del chico, cosa que la llevó a entrecruzar los brazos y fruncir el entrecejo ante el supuesto comentario peyorativo. –Pero sí. Ese cerebro de triangulo y yo éramos algo así como amigos.- Afirmó un segundo después, haciendo que su anterior berrinche no sirviese de nada más que para hacer enojar al muchacho. -¡Cielos! Qué poco sentido del humor. Pues bien, cómo iba diciendo, esta persona quería que te liquidara. Y, si bien me encantaría saltar sobre ti y estrujarte el cuello hasta que este suene o dejes de respirar, tengo una propuesta que te podría interesar.- Comentó ella de forma sumamente casual.
-¡Rayos! Aquí dentro no hay ventanas ni lugar donde esconderse. Y la única puerta está cerrada con llave. No tengo de otra más que escucharla, porque de lo contrario…- Se dijo mentalmente el chico, tragando un poco de saliva e imaginándose el desenlace del peor de los escenarios posible mientras trataba de ocurrírsele un modo de salir. –O-ok. Te escuchó.-
-¡Buena elección, chico! Ahora, volviendo a los negocios, siéndote muy, pero muy sincera, ha pasado un LAAAAAAARGO tiempo desde la última ocasión en la cual poseí un cuerpo físico, así que…- Comenzó a explicar, a la vez que, por debajo del escritorio, ella se encontraba quitándose los zapatos de sus pies, a modo de preparación para lo que tenía en mente. –En esta ocasión, yo preferiría tomarme las cosas con calma, ¿Sabes? Explorar, probar comidas, conocer gente…- Continuó la mujer, poco antes de presionar intencionalmente su pie por encima de la entrepierna de Dipper y, para todavía más sorpresa de este, comenzar a frotar su miembro por encima del pantalón mientras continuaba. -…disfrutar de una ¡BUENA! cogida. Tú sabes, lo típico.- Terminó de decir ella, luego de haber acomodado sus codos sobre el escritorio, usar sus manos para sujetar su barbilla, y hacer una expresión traviesa sacando la lengua hacia un costado y entrecerrando los ojos, todo eso sin dejar de masajear con saña y habilidad al pene del chico, quién ya tenía bien en claro hacia dónde iba el asunto.
-A-a ver si entendí…básicamente me estás diciendo que, para que tú no quieras matarme, voy a tener que…¿T-tener sexo contigo?- Intentó decir el chico, visiblemente sonrojado y culposamente excitado por la situación mientras sentía como la mujer usaba el espacio entre el dedo gordo y los demás dedos de su pie para así sujetar el tallo de su pene mientras él todavía trataba de hablar.
-Básicamente.- Respondió de manera despreocupada “Shandra”, todo mientras pensaba… -Vaya, la reinita esa no mentía. El chico realmente tiene algo “Peligroso” ahí abajo.-
-Y…¿Si me…*Jadeo*…n-niego?- Alcanzó a preguntar entre jadeos el muchacho, encontrándose ya completamente erecto.
-Oh, yo no te lo recomendaría para nada. Y no lo digo solo por tu bien, sino también por el de esta mujer. ¿Quién sabe qué tipo de locuras decida hacer con su cuerpo en caso de que tú encontrases una manera de irte ahora?- Amenazó el ente que poseía el cuerpo de la morena, a la vez que, haciendo una muestra del gran control que tenía de sus pies, se las había arreglado para sujetar con los dedos de estos el elástico de los shorts y la ropa interior del chico, para acto seguido bajarlos de improviso y hacer que la polla aprisionada dentro de estos diese un par de ligeras sacudidas en el aire, quedando así expuesta del todo.
-E-eres una…¡Ah!…p-puta tramposa…- Se quejó el muchacho, al mismo tiempo que sentía como su ahora indefensa polla era sujetada y frotada de manera similar pero también más brusca que la de antes, a la vez que la morena, todavía sonriente y despreocupada de todo, había comenzado a usar la parte de arriba de su pie restante para así frotar el saco de sus bolas, a las cuales luego fastidiaría haciéndole cosquillas con los dedos o masajearlas ligeramente con estos mismos.
-¡Ja! ¡No pudiste decirlo de una mejor forma!- Afirmó ella, divirtiéndose tanto por su manera de estimular el miembro del chico, como de la expresión de frustración que este tenía en el rostro en ese momento. –Entonces…tú dirás ¿Vas a entretenerme por un rato, si o no?- Preguntó finalmente la mujer, quién, además de inclinar la cabeza hacia un lado y ofrecerle a Dipper una sonrisa engatusadora y condescendiente luego de hacerle saber que lo tenía acorralado, también procedió a envolver con sus dedos y presionar con la planta de sus pies toda la zona alrededor del tallo del muchacho, para así poder masturbarlo con una serie de ligeros y a la vez coordinados movimientos de arriba abajo, esperando así poder convencerlo de aceptar.
-¡Tch! Francamente, no me estás dejando muchas opciones.- Se quejó dentro de su cabeza Dipper, sin poder evitar que su mirada se dividiese con el fin de observar tanto el agradable trato que recibía su miembro por debajo de la mesa, como la molesta mirada que le dedicaba la morena en ese preciso momento.

Poco después…
Habiendo llegado entonces a un acuerdo fue cómo se dio inicio al momento sexual entre el chico y la mujer, la cual ya tenía una clara idea de qué harían para comenzar.
Es así que, en esta primera instancia, veríamos a “Shandra” sentada todavía en su silla; ya sin su suéter encima y con su camisa ligeramente abierta en la parte de arriba; sonriendo animadamente y mordisqueándose una que otra vez los labios, mientras mantenía sus piernas abiertas de par en par y parecía sujetar lo que sea que le estuviese brindando placer por debajo del escritorio.
-¡Mmm-hmm~! Muy bien, pequeño. Puedo ver que no es la primera vez que haces esto.- Comentó ella, al momento de dirigir su vista hacia abajo, intercambiando así miradas con el chico que, en este momento, se encontraba de rodillas frente a ella, lamiendo toda el área perteneciente a sus labios inferiores, aunque no necesariamente con el mismo disfrute y entusiasmo de la morena. –¿Oh? ¿Y esa cara? Si no te conociera, me atrevería a decir que no pareces estar muy feliz por esto.- Acotó de forma irónica la mujer, levantando además una ceja en alto y adivinando, gracias a la expresión en el rostro de Dipper, que este parecía estar pensando “¡Porque no lo estoy!”, algo que solo hizo su propia experiencia mucho más satisfactoria. –Oh, bueno. Debe ser cosa mía, ya que no he escuchado NINGUNA clase de queja saliendo de esa linda boquita tuya. Aunque bueno, eso puede deberse a lo “Ocupada” que está. Jejeje.- Dijo ella, siguiendo con el mismo tono burlón de antes.
-Jaja. Que graciosa.- Acotó dentro de su cabeza el muchacho, quien, más allá de sentirse frustrado, en ningún momento detuvo su labor.
Él empezaba por deslizar su lengua por uno de los dos labios del coño de “Shandra”; lentamente iba subiendo hasta llegar a la cima, lugar donde procedería a internar su húmedo músculo bucal en el orificio, pudiendo así hacer ingresar este último la cantidad de centímetros necesaria para frotarse con la entrada a la uretra; jugando con esta y estimulándola una cantidad de tiempo necesaria para dejarla relativamente sensible; cosa de que, al momento de retirar su lengua y asegurarse de darle una ligera lameteada al clítoris en el proceso, la mujer quedase extasiada y feliz al sentir como la lengua iniciaba su camino de bajada por el labio opuesto al que había usado al inicio, estimulando así, de forma sumamente efectiva, toda el área circundante a la entrada al aparato sexual.
-¡Mmmm~! Eso que haces está mucho mejor, chico. Sigue así.- Le elogió la morena, visiblemente complacida por la habilidad y el desempeño del muchacho, pero aun así decidida a tomarle el pelo y fastidiarlo siempre que le fuera posible. –¿Pero sabes de qué tengo ganas ahora?- Preguntó entonces, captando así la atención de un Dipper que nuevamente acababa de volver al inicio del pequeño recorrido que había establecido para su “Labor oral”, el cual ubicaba su lengua en la parte baja del coño. -¡De un húmedo y agradable beso en los “Labios”!- Exclamó a la hora de sujetar y jalar la nuca del chico hacia ella, provocando así que la boca de este chocará contra sus labios inferiores, sorprendiendo y negándole la oportunidad de tomar siquiera un respiro hasta que ella decidiese liberarlo, cosa que no sería pronto.
Pasaron unos segundos, en los cuales “Shandra” se había dedicado a guiar, desde la parte de atrás, la cabeza del chico a fin de hacer más disfrutable su propia experiencia. Sin embargo, y si bien estaba gozando de los desesperados intentos de boca y lengua del muchacho al tratar de zafarse de su agarre, la dificultad para respirar de este; atribuida también a la brillante idea de la chica de usar la nariz del joven para darle un “Beso esquimal” a su clítoris mientras lo retenía; le había hecho pensar que ya venía siendo hora de liberarlo, ya que de otra forma acabaría por romper su juguete antes de siquiera empezar a jugar seriamente.
-Juju. Ok. Creo que eso será suficiente por ahora. Puedes respirar.- Fue lo que dijo la morena, al momento de liberar la nuca de Dipper de su agarre y observar, con una expresión sumamente divertida en su rostro, la forma exagerada en que este abrió su boca y tomó profundas bocanadas de aire antes de finalmente hablar.
-¿¡Q-qué rayos te pasa!? ¡El trato era que tú NO tratarías de matarme! ¿¡RECUERDAS!?- Se quejó el muchacho, usando el poco aliento que había recuperado para así recriminar a la mujer por la forma egoísta y “Agresiva” con la cual lo acababa de tratar.
-¡Oopsiiie! Te pido disculpas por eso, chico. Creo que simplemente me deje llevar un poco.- Argumentó ella, a la vez que se rascaba ligeramente la cabeza y miraba a Dipper con un ojo cerrado y con una pequeña parte de su lengua hacia afuera, logrando así mostrar un rostro infantil a la hora de disculparse, la cual no fue necesariamente bien recibida por Dipper.
-¿Y se supone que solo por eso debo dejarte pasar el intento de homicidio?- Preguntó el todavía enfadado muchacho, mientras todavía permanecía de rodillas y con la cabeza a la altura del coño de la morena.
-No.- Respondió “Shandra”, poco antes de llevar sus dos manos hacia el cuello de su camisa y decir… -Eso se supone que lo hagas luego de dejarte jugar con…- Continuó diciendo, mientras progresivamente iba desabotonando los botones que le quedaban a su prenda, y posteriormente abrirla exclamando… -¡¡¡ESTAS!!!- Revelando así un más que voluptuoso y tentador busto, conformado por un par de firmes melones color marrón, que, para destacarse todavía más, tenían la fortuna de contar con un distintivo tono mucho más oscuro alrededor de las grandes aureolas y los erectos pezones que coronaban el centro de sus pechos.
Siendo testigo de ellas, el chico no pudo hacer otra cosa más que quedarse genuinamente impresionado por cosa de unos segundos, ya que si bien, esta no era la primera vez que él veía senos de aquellas dimensiones, lo cierto era que había algo en ellos; ya sea por el tamaño y forma de sus pezones o los rasgos de “Madurez” en ellos; que le hacía pensar que dicho par sería algo especial.
-Wow…debo admitir que no están nada mal. Siempre me imagine que Shandra tendría algo como eso bajo su ropa, pero el tenerlas frente a mí es tan…¡W-wow!- Se dijo para sí mismo el chico, a la vez que sus manos instintivamente eran dirigidas hacia los senos de la morena, quién, por su parte, estaba deleitándose al ver la expresión perdida en el rostro de este luego de la “Revelación”. Faltándole poco para hacer contacto con los pechos, el muchacho preguntó… -¿E-en verdad está bien que…?- Solo para ser sorprendido al momento en que la mujer lo tomó de las muñecas, y, acto seguido, lo guio para así hundir sus dos manos en sus pechos, procurando que las mismas se presionarán contra estos y que los pezones de ella quedasen entremedio de sus dedos índice y medio.
-¡No pierdas el tiempo haciendo preguntas estúpidas! ¡Solo has lo qué te diga cuando yo te lo diga! ¡Y ahora te digo…! ¡¡¡QUE TE ASEGURES DE JUGAR CON “MIS NIÑAS” Y VOLVER A DARME ALGO DE “LENGUA” AHÍ ABAJO!!!- Declaró “Shandra”, logrando así que el chico, quién hasta ese momento había permanecido casi estático a pesar de estar a escasos centímetros de su coño, finalmente reaccionase, comenzando así a amasar y masajear los pechos de la morena, a la vez que reanudaba la tarea de complacer el coño de esta última. -¡Oh! ¡Si! ¡Eso! ¡De eso mismo estaba hablando!- Gritó ella entre jadeos luego de percatarse que el muchacho había optado por ser más agresivo que la vez anterior.
Fue así entonces cómo Dipper comenzó a internar su lengua dentro del chorreante receptáculo femenino de “Shandra”, empezando así a explorar, frotar y lametear con saña todas las paredes y pliegues que estuviesen a su alcance. Más precisamente, lo que él hacía era estirar lo más posible la lengua, recorrer el coño en sentido de las manecillas del reloj, y, al llegar a la parte superior, comenzar a hacer retroceder el músculo bucal, asegurándose de usar la fuerza suficiente para arrastrar ligeramente uno de los pliegues dentro del palpitante órgano sexual, haciendo temblar de placer a la mujer con cada una de esas voraces lamidas. Otro de sus métodos era el de avanzar por el coño dando pequeños pero numerosos lengüetazos, avanzando poco a poco alrededor de toda el área vaginal, averiguando así cuales eran las áreas más sensibles en esta, y comprobando y determinando la eficacia de cada una de ellas al fijar la vista en el rostro de la mujer y observar a detalle todas las expresiones de goce que salían a la luz con cada nuevo “Ataque” de su parte. Y ahora; en cuanto a lo que el uso de sus manos respecta; el chico tomaba este más que nada cómo una forma de entretenimiento personal, ya que si bien, había comprobado que “Shandra” parecía ser especialmente sensible si uno centraba su atención en la punta de sus pezones, lo cierto era que eso solo podría ser considerado como un complemento para “Aderezar” el resto de la situación, razón por la cual, durante el rato que duró su labor de complacer a la mujer, Dipper se dedicó a presionar, apretujar, sacudir, rodear con sus manos y recorrer de principio a fin todo la extensión y el diámetro de aquellas bellas tetas morenas única y exclusivamente por el disfrute que estos les causaban.
Y, cómo era de esperarse, toda esta clase de tratos y atenciones detalladas dadas por el muchacho lentamente fueron abrumando los sentidos de la mujer, quién ya para este punto se sacudía, sudaba y no paraba de emanar toda clase de líquido translucidos y viscosos de su feminidad, ante cada nuevo roce o toque por parte de cualquier miembro perteneciente al joven que tan habilidosamente se haya atendiéndola. Fue por esto mismo que, pasados ya un par de minutos de jugueteo, “Shandra” había sido obligada por sus cada vez más crecientes contracciones y sus espasmos vaginales a posicionar la parte trasera de sus pies encima del borde de su escritorio, entrecruzando un poco las piernas y rodeando ligeramente con sus muslos la cabeza del muchacho; en la cual además tenía reposada una de sus manos; todo mientras se mordía ligeramente uno de los dedos de su mano libre y esperaba a la llegada de su orgasmo desde esa posición.
-¡Ah! ¡Chicoooo! ¡Joder! ¡¡¡JODER!!! ¡Eres estupendo! ¡No pares! ¡Sigue así! ¡Ya casi…! ¡¡C-casi estoy…!! ¡¡¡Voy a…!!!- Vociferó ella a lo largo de toda su experiencia oral, la cual, ya para este punto, estaba llegando finalmente a su conclusión, echo que se evidenció al momento de pronunciar esas últimas palabras, las cuales dieron luz verde de salida al pequeño volumen de jugo vaginal que la morena había estado reteniendo y acumulando hasta el momento de exclamar a todo pulmón… -¡¡¡ME CORROOOOOOO!!!- Liberando de una vez su orgasmo y llenando y cubriendo por una ligera capa de líquido toda la extensión de la boca y una buena parte del rostro de Dipper, quién únicamente se limitó a cerrar sus ojos para protección, antes de disfrutar de la “Lluvia” espesa y translucida con la cual estaba siendo premiado luego de todos sus muchos esfuerzos.
Luego de ello, la mujer que apenas acababa de pasar por su clímax, simplemente se limitó a relajar todos los músculos de su cuerpo y centrar todos sus esfuerzos inmediatos en tratar de recobrar su aliento luego de aquel estremecedor orgasmo, cosa que le dio vía libre a Dipper para separársele de la entrepierna y hacer lo que él deseará hasta que ella reaccionase.
-¡Joder! Sí que dejo salir mucho. Tengo cubierta toda la cara.- Mencionó el muchacho; todavía con su fatigada lengua fuera de su boca; al momento de tocar el dorso de su cara y notar enseguida la peculiar mascarilla de jugo que era fácilmente palpable alrededor de esta. No obstante, sin mostrarse asqueado o cosa similar ante esta, él se aventuró a usar su lengua para “Limpiar” sus labios y toda el área circundante a estos, llenando así su boca del líquido, al cual degustó y tragó de manera tranquila mientras decía… -Mmm…aunque debo admitir que eso no me molesta.-
-¡Chico…!- Exclamó de improviso la mujer, alejando así de sus pensamientos a Dipper, a la vez que le indicaba a este mismo que había llegado la hora de proseguir. –Quiero que te levantes y…te me acerques…¡A…hora!- Dijo ella, mientras todavía se hallaba jadeando y recuperándose de las secuelas propias del clímax.
-Emm. Si. D-de inmediato.- Respondió el muchacho, poco antes de ponerse de pie y acercar su rostro al de la morena, tal y cómo esta se lo había pedido.
Esto a su vez causó, de manera indirecta, que la punta de su erecta polla se frotase ligeramente con los ahora empapados y babeantes labios del coño de “Shandra”, quién, lejos de reclamarle por esto, simplemente se limitó a decirle “Más cerca…” conforme Dipper más fuese acercándosele, cosa que acabo al momento de que ambos literalmente quedasen frente a frente.
-¿A-así está bien, no?- Preguntó el muchacho, luego de haber pegado prácticamente todo su cuerpo contra el de la mujer, cosa que, en igualdad de proporciones, le generaba desconfianza y excitación.
-Siiiiiii…- Musitó “Shandra” en un tono de voz apenas audible.
-D-dime entonces, ¿Qué otra cosa puedo hacer por…?- Intentó preguntar el chico, únicamente para ser detenido a medio camino por un sorpresivo y descarado beso realizado por la morena, el cual, además de haber servido para cerrarle la boca, también había sido aprovechado cómo una distracción por esta mientras sus piernas y brazos se cerraban alrededor de la espalda del muchacho, bloqueándole así la oportunidad de apartarse de su lado. -¿¡EH!? ¿¡Qué cara…!?- Musitó en su cabeza Dipper, a la vez que sentía cómo la lengua de “Shandra” había comenzado a envolverse alrededor de la suya o zigzaguear a lo largo de toda su boca mientras que sus brazos y piernas ajustaban ligeramente más su agarre o se deslizaban por la espalda y el cuello del chico para así acariciarlo y hacer más “Especial” la experiencia.
Tras unos pocos segundos más de besos, la mujer se mostró finalmente satisfecha con estos, razón por la cual finalmente aflojó un poco la fuerza de sus miembros y le permitió al chico alejarse unos pocos centímetros de ella. Ambos intercambiaron entonces una mirada en la cual cada uno pudo apreciar un evidente sonrojo y deseo de continuar escritos en el rostro de sus respectivas parejas, siendo, en el caso de “Shandra” como algo genuino, y el de Dipper más que nada cómo una respuesta instintiva ante la situación. Fuera como fuera, esto solo fue motivo suficiente para que la encargada de dirigir y comandar el desarrollo de la situación no perdiera el tiempo y, sin dejar de apartar su vista de la del chico, se apresurará a sujetar la punta de su miembro con una mano y comenzar a guiarlo hacia su feminidad.
Ante ese hecho, Dipper apartó de inmediato su mirada de los ojos de la chica y dio un rápido vistazo hacia abajo para comprobar lo que esta hacía, luego de lo cual, él volvió a subir la mirada para encontrarse con la ahora sonriente mueca de la morena, quién, en un tono sumamente sensual y provocativo le susurro…
-Creo que ya sabes lo que quiero…- Haciendo una pausa en el medio y esperando unos dos segundos antes de volver a mover sus gruesos y maquillados labios y decir entre silabas… -FÓ-LLA-ME…-
No hace falta decir que al tener esa escena frente a él y el oír esa clase de palabras por parte de la belleza madura, el cerebro de Dipper pasó directamente al “Pilotó automático”, ignorando el trasfondo de la situación y olvidándose completamente del hecho de que la persona detrás de esas palabras y acciones no era realmente la reportera Shandra Jiménez, sino un demonio del sueño usando su cuerpo.
Pero en fin, fuera cual fuera el caso, eso no cambiaría el hecho de que Dipper, obedeciendo ciegamente al pedido de la morena que todavía se encontraba guiando y masturbando ligeramente su polla con su mano, diese finalmente una respuesta al pedido de esta al momento de cargar hacia el frente con sus caderas e internar, con una única estocada, hasta el último centímetro de su pene dentro del apretado y ultra-lubricado interior de “Shandra”, quién de inmediato correspondió al acto soltando un agudo y fuerte grito de placer, marcando así el inicio del tan esperado momento sexual.
Al inicio del encuentro, Dipper comenzó propiciando unas rápidas y profundas arremetidas, las cuales fácilmente se deslizaban y alcanzaban una gran profundidad gracias a la excesiva cantidad de jugo que se había secretado luego del primer orgasmo de la muchacha. Sin embargo, dándose cuenta de que eso podría traerle problemas a la hora de aguantar; y que cosas como la increíble sensación de estrechez y la gran succión al vacío que el orificio generaba con cada una de sus estocadas no le ayudaban mucho en ese mismo aspecto; el chico optó entonces por tomar otro enfoque más “Tranquilo”, por decirle de algún modo. En este, el castaño había aprovechado que las piernas de la muchacha poco a poco fueron perdiendo su fuerza de agarre inicial para así poder tomar a estas de los muslos y colocarlas en una pose que, desde su perspectiva y experiencia, resultase de mayor practicidad para él, haciendo que estas; junto con las caderas de la morena; se elevasen ligeramente y quedasen sujetas por sus brazos, dándole así la posibilidad de imponer su propio ritmo y variar; aunque sea ligeramente; el ángulo de ingreso entre cada penetrada, acto que hizo posible que, aun luego de reducir su velocidad y frecuencia de estocadas, él fuese capaz de mantener enormemente satisfecha y complacida a la mujer a la vez que alargaba la llegada de su cada vez más próximo orgasmo.
No obstante, “Shandra” no se quedaría atrás, por lo cual ella; firme todavía a su idea de molestar o hacer una que otra travesura que frustrase al chico; había decidido desprender sus manos del cuello de este y bajarlas progresivamente a medida en que iba siendo penetrada hasta la altura del torso de Dipper, posición desde la cual ella procedería a acariciar sus pectorales con sus manos y conseguir así que, de forma sumamente discreta, sus dedos quedasen posicionados alrededor de los pezones de este, cosa que finalmente le permitió aprisionar a los mismo entre sus dedos índice y medio, tal y cómo lo había planeado. Por obvias razones, esto no fue pasado por alto por el muchacho, quién de inmediato intentó preguntar qué era lo que la morena pretendía, y sin embargo, antes de llegar a articular la pregunta, este se encontró con la respuesta luego de ver cómo, de una manera delicada y experta propia de alguien sumamente experimentada, la mujer había comenzado a frotar, pellizcar y hundir sus dedos y uñas alrededor y en la punta de los pequeños puntos rosados que coronaban sus pechos, los cuales, aun cuando este simplemente no lo quisiese admitir, habían hecho que sus niveles de placer aumentarán otro poco y que él apunto estuviese de llegar al orgasmo luego de que la chica, divertida por las caras y comentarios a modo de queja que él hacía, decidiese retorcer una de sus tetillas.
Ese último acto causó que un jadeo sumamente extraño surgiese de lo más profundo de la garganta de Dipper, haciendo que este se detuviese en seco por la vergüenza, mientras que “Shandra” era víctima de un ataque de risa incontrolable. No obstante, cuando el chico hubo recuperado la compostura, este agudizó los ojos y se abalanzó sobre la morena, con la firme idea de tomar represarías contra esta, haciendo que soltase una voz aún más penosa que la de él.
Fue por esto que, indiferente ahora ante la idea de hacer durar el momento o causar el enojo de su pareja, Dipper ciñó sus brazos alrededor del cuello de la mujer y comenzó a arremeter sin piedad y sin descanso, haciendo que los sexos y las caderas de ambos se chocasen, envolviesen o penetrasen mutuamente de manera consecutiva, causando que las risas y carcajadas que antes habían inundado el cuarto cesasen y fuesen reemplazadas por una serie de jadeos y gemidos interminables por parte suya y de la chica.
Manteniendo esa misma posición fue que ambos finalmente alcanzaron un orgasmo mutuo, el cual estallo al momento en el que el muchacho, incapaz de seguir soportando luego de los varios tipos de estimulaciones a los que había sido expuesto, acabó por soltar la máxima expresión de su masculinidad en forma de un poderoso y voluminoso disparo que, al sincronizarse con el preciso instante en el que él arremetía, fácilmente se las arregló para invadir el útero de la morena, soltando así una segunda y luego una tercera ráfaga que, además de haber sido suficiente para ocupar todo el volumen disponible en la cavidad, también provocó que “Shandra” experimentase una serie de espasmos y calosfríos de goce que solo crecían con cada nueva inyección de líquido derramado en sus entrañas.
Y debido precisamente a esto fue que la mujer también terminó por llegar a su límite, haciendo que, con tan solo unos cuantos minutos de diferencia, su entrepierna y adentros experimentasen por vez segunda la abrumadora e intoxicante sensación que suponía la llegada al clímax, el cual provocó que tantos sus brazos como sus piernas volviesen a cerrarse detrás de la espalda del muchacho; a la vez que su cabeza se reposaba sobre el hombro de este último; todo mientras su coño se ceñía y convulsionaba alrededor del miembro viril con el fin de extraer la mayor cantidad de semen posible de él, rellanando todavía más su ya repleto útero y haciendo que toda la descarga sobrante comenzase a escurrírsele hacia afuera, quemándola de placer tanto en el interior como exterior de su vagina.
Finalmente, el momento de liberación sexual simultaneo vivido por ambas partes terminó, dando pie a que, en los segundos e incluso el minuto siguiente luego de este, tanto Dipper como “Shandra” se limitasen a aferrarse al cálido cuerpo de su respectivo amante, todo mientras este último sudaba ligeramente y se esforzaba por minimizar sus jadeos y resoplos post-orgásmicos para así calmar nuevamente su cabeza y poder intercambiar nuevamente palabras entre sí.
-Fiiiiiiu. ¡Vaya! ESO SÍ fue algo muy intenso. E incluso me atrevería a decir que realmente lo disfrute bastante, pero…- Estaba comentando Dipper mientras una tonta sonrisa de oreja a oreja; que dejaba bien en claro el grado de satisfacción que sentía en ese momento; se hacía presente en su rostro. O al menos así fue hasta un segundo previo a la llegada de ese “Pero…” del final, luego del cual, tanto su regocijo como su despreocupación actual desaparecieron a fin de recuperar nuevamente sus sentidos y seriedad perdidos durante aquella pasajera excitación. –Ya fue suficiente de seguirle el juego a este demonio. Mi deber cómo investigador paranormal me obliga a encontrar la manera de expulsarlo de este cuerpo a como dé lugar. Así que desde ahora…¡No más tonterías!, ¡No más distracciones!, y, sobre todo, ¡Basta de sorpresas y sobresaltos innecesarios!- Se dijo a sí mismo a modo de monologo y discurso motivacional, inyectando tanto valor como determinación en su rostro y espíritu, cosas que finalmente lo llevaron a finalizar el agarre de cuello en el que él estaba, para así mirar a su enemiga a la cara y enfrentarla frente a frente.
Sin embargo, al momento de volverla a ver, el castaño, aun luego de su anterior preparación mental, se llevó la sorpresa de su vida al ver cómo la apariencia de la mujer con la que había estado hasta ese momento había cambiado tan radicalmente que uno ya difícilmente podría decir que dicha cosa era tan si quiera algo de este mundo.
-¿¡¡¡P-PERO QUÉ-!!!?- Vociferó él, al tener ante sus impactados ojos a una criatura humanoide de bellas curvas y piel color rosa chillón, la cual además poseía una cabeza de tamaño descomunal, dotada de un total de cinco cuernos; dos de ellos siendo laterales y de grandes dimensiones, y los otros tres pequeños y ubicados a lo largo de la línea media de su cabeza; una boca de labios exagerados y dientes muy afilados, un cabello color rosa más oscuro, y, lo que tal vez sería más fácil de percibir a simple vista, un enorme ojo central incrustado en la parte superior de su rostro carente de nariz. Todas estas características, sumadas al detalle de que tanto los brazos como las piernas de la entidad parecían estar cubiertas de un fuego blanco que llameaba sin producir quemaduras o calor alguno, hicieron que el chico inmediatamente la identificase y procediese a gritar su nombre en alto. -¡TÚ ERAS…! ¡A-AHORA TE RECUERDO! ¡¡ERAS UNA DE LAS “COSAS” QUE BILL TRAJO CONSIGO DURANTE EL RAROMAGGEDON!! ¡¡¡ERES PYRONICA!!!-
-¿¡Ah!? E-espera…¿Cómo fue que supiste eso? No se supone que tú puedas…- Fue lo que declaró ella luego de ver que su verdadera identidad acababa de ser expuesta, cosa que, a su vez, la hizo capaz de notar que su voz nuevamente era SU voz y no la de la reportera a la cual había poseído. –Oh. Ooooooh…- Continuó diciendo, esta vez mientras se palpaba la cabeza, o más precisamente, los cuernos, para así comprobar que también su cuerpo era visible ahora. –Ok. Entiendo. Puedes verme ahora. Creo que eso lo explica. La pregunta del millón aquí es ¿Por qué? ¿O no, chico?- Comentó ella entonces, al momento de llevarse una mano a la barbilla y dirigir sus dudas hacia Dipper, quién por su parte, se encontraba demasiado nervioso y atemorizado por la repentina aparición de la demonio cómo para ponerse a pensar sobre la razón por la cual la veía ahora.
Sin embargo, tras recobrar brevemente la calma y observar un poco a su alrededor, el chico fue capaz de dar al menos con el inicio de una respuesta.
-N-no estoy seguro, pero…todo a nuestro alrededor parece haberse “Distorsionado” o “Descolorido”. Algo similar sucedía cada vez que Bill entraba en la mente de alguien para así forzar un “Trato” con él. Eso debe estar pasando con nosotros ahora.-
-Ya veo. Así que es eso.- Acotó brevemente Pyronica, a la vez que se observaba la mano y comprobaba algo al abrirla y cerrarla un par de veces. –Aunque por lo que veo solo nuestra percepción actual ha cambiado. Yo todavía controló y percibo los movimientos de esta mujer en la realidad. Así que, parece que nuestros espíritus se sincronizaron lo suficiente como para ver las cosas de la misma forma que se ven en esta especie de “Limbo”.-
-De hecho, eso tiene…sentido, creo.- No pudo evitar admitir el muchacho, intrigado por lo que este fenómeno suponía y las posibles hipótesis y conjeturas sinfín que él podría idear y desarrollar una vez que saliera de esta situación y tuviese algo de tiempo libre.
-¡Pfft! Había oído que ustedes los humanos dicen que “Un buen polvo hace que hasta el espíritu se libere”, ¡Pero esto es ridículo! Jajaja.- Acotó Pyronica entre carcajadas, a la vez que recuperaba su actitud despreocupada de antes y comenzaba a molestar nuevamente al chico golpeándolo ligeramente con el codo para que este reaccionase ante su chiste, sin mucho éxito, cabe aclarar.
-Solo ignórala, Dipper. Aprovecha este momento para pensar con claridad y buscar una forma de deshacerte de ella antes de que se vuelva un problema para todos.- Comentó en su cabeza el muchacho, quién, con el fin de no perder su concentración, había optado por mantener los ojos forzosamente cerrados para así esclarecer sus ideas.
-Tch. El sentido del humor no es lo tuyo, ¿Verdad, chico?- Declaró Pyronica, visiblemente molesta por la manera en que estaba siendo ignorada. -Bien, me da igual. Seguramente has de estar perdiendo el tiempo pensando en cómo enviar a la vieja Py a casa, ¿¡CiEr-To!?- Vociferó ella, asegurándose que para la pregunta final su boca se hallase al lado de la oreja del chico, para así poder gritarle de un modo extraño y algo perturbador, cosa que hizo que este último se sacudiera y sudase ligeramente, pero no alterase su postura. Ante eso, ella le dio una lamida al costado de la cabeza del chico, recolectando con su lengua un par de gotas de sudor que, luego de degustar un brevemente, la llevaron a decir. –Meh. Justo lo que pensé. Tienes el sabor de alguien con pensamientos adversos hacia mí. Normalmente, al darme cuenta de ello, me aseguraría de destruirte sin más.- Acotó entonces, al momento de sujetar por detrás y de los hombros a Dipper, para así sacudirlo con fuerza por cosa de unos segundos y lograr que este volviese a abrir sus ojos. –Pero sabes, eso no parece algo divertido justo ahora. Así que, por esta vez, dejaré que te salgas con la tuya siempre y abandonaré el morenazo y bello cuerpo de tu amiga reportera, siempre y cuando tú hagas algo por mí. Así todo mundo gana ¿No crees?-
-S-suponiendo que confiará en lo que dices…¿Exactamente qué me vas a pedir?- Preguntó Dipper, teniendo más que presente la casi segura posibilidad de que todo fuese una simple mentira, pero concluyendo que, en su posición, realmente no tenía nada que hacer contra Pyronica.
-Oh. No mucho, no mucho en realidad.- Respondió ella, momentos antes de cazar con sus manos la polla del chico y agacharse lo suficiente como para así introducir su lengua dentro de la oreja de este antes de decir… -Simplemente me gustaría terminar lo que ya habíamos empezado. Sería una pena volver a mi plano nuevamente sin haber disfrutado hasta el último momento de las ventajas que ofrece el mundo real. He de admitir que la idea de follar con uno de los responsables de la muerte de Bill me enciende como no tienes una I-De-A~.- Continuó la muchacha, al momento soplar algo de aire dentro de la oreja de Dipper y darle una pequeña mordida juguetona en la parte superior de esta misma, todo mientras el fuego de sus brazos y piernas parecía acrecentarse para así dar Fe a su afirmación de “Encenderse” ante la idea, algo que más allá de que fuera verdad o no, realmente acabo por excitar también a Dipper. -¿Entonces? ¿Qué opinas, pequeño “Pino”? ¿Le darás a mami Py lo que quiere? ¿Hmm~?- Preguntó ella, esta vez luego de posar sus pechos y cabeza encima de la del chico, para así observar atentamente la manera en que ella lo masturbaba, mientras se mordía el labio a la espera de su respuesta.
Por su parte, el ahora sonrojado y nuevamente lujurioso Dipper dio un paso al frente para así alejarse de Pyronica, luego dejó salir un fuerte suspiro de aire caliente por los orificios de su nariz y se dio media vuelta para así verla directamente a la cara para responder…
-Ok…que conste que no confió en ti todavía. Pero si vamos a hacer esto, tengo solo UNA condición…-

Luego de que ambos llegarán a un acuerdo, la pareja finalmente decidió reanudar sus indecorosas actividades, adoptando así una nueva posición en la cual la muchacha de piel rosa se hallaba con la parte superior de su cuerpo recostada sobre el escritorio, con sus pechos habiendo quedado postrados sobre la superficie de este, mientras que, por el contrario, la otra mitad de su cuerpo se encontraba de pie, flexionando ligeramente las rodillas para así nivelar la altura de sus caderas con la entrepierna del chico, quién, por su parte, se hallaba de pie detrás de ella, tomándose la libertad y el atrevimiento de ubicar su pene entre las nalgas firmes y perfectas de Pyronica, la cual no mostró queja alguna ni cuando él había empezado a envolver su miembro con estas ni cuando se las había comenzado a follar; de un forma similar a la que se usaría con un par de pechos; a modo de preámbulo para el evento principal.
-Te digo algo, yo todavía no puedo creer el descaró que tuviste con esa petición, chico.- Acotó la muchacha de manera tranquila y sin sombra alguna de molestia o resentimiento en su voz o rostro, el cual, por alguna extraña razón, había sido modificado; junto con el tamaño de su cabeza; para así adquirir una apariencia más “Humana”; en la que, sus mayores cambios a destacar serían, la nueva forma de su cabeza, la reducción y mejor definición de sus labios y dientes, la aparición de una nariz remilgada y recta en el centro de su rostro y la reubicación hacia la izquierda de su único ojo, la cual, si se la sumaba junto con el hecho de que gran parte del lado derecho de su rostro se hallaba cubierto ahora por su cabello, fácilmente haría que uno pensara que la mujer poseía una cara “Normal” e inclusive sumamente bella. –Pero bueno, esa pequeña “Modificación” a mi cara fue lo que me tú querías, así que, quién soy yo para negártela, ¿No? Ahora queda a tu cargo el cumplir TU parte y hacerme pasar un buen rato. Porque de otra forma…- Terminó de decir ella, al momento de echar ligeramente hacia atrás la vista para así dedicarle al chico una ligera sonrisa mientras observaba como la cabeza del miembro de este sobresalía por entre sus nalgas cada vez que él arremetía hacia adelante, cosa que le gustaba mucho.
-Lo sé, lo sé. “De otra forma…” te desharás de mí, apoderándote del cuerpo de Shandra para siempre, matando luego a la que te invocó aquí y luego pasando el resto de tu vida haciendo lo que te plazca sin consecuencia alguna. Ya estoy en eso, así que no necesitas repetírmelo para meterme presión, ¿Ok?- Declaró Dipper, citando así el listado de consecuencias que tendría el no acatar el deseo de la demonio de tez rosada, al mismo tiempo que él, ya con su polla completamente erecta y dura, separaba esta última de las suaves y más que apetecibles mejillas traseras de la chica. –Tú déjamelo a mí. Te aseguró que no te decepcionaré.- Comentó entonces él, a la hora de sujetar y separar los glúteos de la demonio con sus manos, pudiendo así guiar la punta de su miembro al agujero ubicado al medio de estas y ejercer una presión suficiente para penetrarlo en seco, ganándose así un comentario aprobatorio por parte de su pareja.
-¡Mm-hmm~! Ok, creo que te daré el beneficio de la duda. Pero solo porque elegiste una buena forma de comenzar. Jeje.- Afirmó Pyronica, momentos antes de gozar de la embriagadora sensación que le produjo la manera en que el chico acababa de enterrar su polla en lo profundo de su ano.
Y con eso dicho, el despliegue de erotismo y sensualidad que había sido tan bruscamente interrumpido hace unos minutos se reanudó nuevamente, y, muy a diferencia de la vez anterior, este no se hubo detenido sino hasta que ambas partes terminaron física y mentalmente exhaustas.
Retomando entonces lo antes mencionado, esta segunda mitad del encuentro fue abierta con una acalorada e intensa ronda de sexo anal, en la que, en un principio, Dipper rápidamente se las había apañado para establecer y mantener un ritmo constante lleno de poderosas y profundas arremetidas, las cuales, conforme iban repitiéndose, fueron capaz no solo de hacer que la fuerza en las piernas de Pyronica se perdiese hasta el punto de hacer que esta acabase de rodillas en el piso, sino también de hacer que la entrada a su esfínter, otro hora apretada y firme, se dilatase y abriese lo suficiente como para todavía ofrecer una agradable sensación de presión, que, si bien era excelente, francamente palidecían en comparación con el nivel de compresión y succión que estaba ahora aplicándose en el interior de las voraces y cada vez más cálidas entrañas de la demonio.
Llegado a cierto punto, la marejada ininterrumpida de gratificantes e intoxicantes sensaciones de goce absoluto; aderezadas y, en cierta forma, celebradas con cada nuevo jadeo proveniente por parte de su compañera; habían motivado a que el chico instintivamente variase la posición en la que se encontraban, aventurándose así a recoger una de las piernas de la mujer, alzarla en el aire y aferrarse a ella mientras todavía continuaba embistiendo sin parar contra el interior de esta última, quién, sin reprochar o decir tan siquiera una palabra en contra de la nueva postura que había sido obligada a adoptar, simple y llanamente había decidido enfocarse en apreciar a detalle la forma en que las actuales estocadas del chico hacían que la punta de su miembro ingresase con un ángulo tal que la misma acababa por chocar con una pared de su intestino; indirectamente haciendo que su polla también picase parte de la zona externa del útero de la muchacha. Cabe aclarar que, conforme este último acto fue repitiéndose, el mismo había provocado que una ahora frenética y extasiada Pyronica comenzase también a calar dos de los dedos de su mano en su coño, a fin no solo de atender esa parte de su sexualidad, sino también de complementar las jugosas y consecuentes puñaladas dadas a su matriz con cada nuevo movimiento de Dipper, haciendo que todo en ella temblase y que poco a poco su orgasmo y el del muchacho aproximasen su llegada cada vez más.
Finalmente, y como era más que esperado, esta ronda encontró su fin al momento en que, en medio de un orgasmo por parte de la chica lo suficientemente fuerte como para hacer que se doblase la estrechez de sus dos agujeros, Dipper también alcanzó su límite y procedió a expulsar una descarga de esperma tan feroz y abundante que de inmediato bañó el esfínter de Pyronica, llevándola así a extender la duración de su propio clímax hasta el momento en que el castaño hubo acabado y luego retirase su polla de su interior, dejando tras de si un trasero ligeramente abierto, del cual, a los pocos segundos, comenzó a brotar una fracción del jugo masculino recientemente vertido en su interior.

Tras un leve periodo de descanso luego del encuentro antes descrito, nuestra peculiar pareja se halló nuevamente lista para una continuación que sirviese como acto de cierre para todo su encuentro sexual en general.
Fue por ello que, a modo de preparación para el gran desenlace, Pyronica le había dicho a Dipper que se sentase en el borde del escritorio y le presentase su semi-erecta polla, para de esa forma poder rodear con sus pechos, masajearla, apachurrarla y también mamarla con el objetivo de que esta recobrase nuevamente su vigor antes de “El gran final”. Así mismo, esto también le servía como excusa para “Recompensar” al muchacho por los esfuerzos que puso en la magnífica y satisfactoria sesión de sexo anal de hace rato, la cual, con tan solo rememorarla, hacía que el agujero del ano de la mujer se contrajese y abriese ligeramente, casi como si estuviese exigiendo una repetición del mismo.
En fin, el caso aquí era que, luego de haber estado un rato ejerciendo presión alrededor del tallo del miembro, usado sus pezones para jugar con la punta de este, tragarse la cabeza y atenderla con su lengua mientras no dejaba de constreñir el resto del cuerpo de la polla, Pyronica consideró que la misma finalmente estaba lo suficientemente “Animada” y lista para así dar el primer paso que marcaría el final de todo.
Razón por la cual, sin decirle al chico que se moviese de su actual posición, ella se subió por su cuenta al escritorio y pasó a posicionarse; parada de cuclillas; encima de la polla de Dipper, sujetándola y guiándola para así hacerla ingresar en su acalorado y llameante coño con una única arremetida que de inmediato la hizo jadear y adoptar una pervertida mueca de satisfacción, momentos antes de comenzar a subir y bajar sus caderas sin hacer uso de otra cosa más que de sus piernas. Sin embargo, algo que no tuvo en cuenta la chica, a la hora de elegir concentrarse en dirigir y disfrutar lo más posible de las sentadillas que procuraba sobre el miembro, fue que el portador de este último; teniendo frente a sí un par de pechos de grandes y tentadoras proporciones balanceándose y agitándose sin descanso con cada subida y bajada; difícilmente podría quedarse de brazos cruzados y elegir no aportar nada de su parte en el momento. Fue por esto mismo que, sin consultar o dar siquiera un aviso previo, Dipper atinó a abrazarse al cuerpo de la mujer; haciendo que sus manos y dedos fuesen a parar a las nalgas y el ano de esta; dándole así la ocasión de hundir su cabeza entre sus pechos e inclusive alcanzar a cazar el pezón presente en uno de ellos con su boca y, sin perder siquiera un segundo de su tiempo, comenzar a chuparlo, mordisquearlo y jalarlo con una saña y malicia tal que incluso la propia mujer se vio obligada a detener sus movimientos por culpa del desmedido placer que este acto le producía.
No obstante, y si bien los actos del chico habían sido los responsables de acabar con el ritmo que ella había impuesto, Pyronica, excitada y sobrecogida por todo, no tuvo ni la fortaleza necesaria ni las ganas suficientes para desprender al muchacho de sus pechos; y menos aun cuando este último además había calado un par de dedos dentro de su ano y, posteriormente, comenzado a masajear con estos las sensibles y todavía deseosas arrugas de su interior, haciendo que sus pocas ganas de resistirse o detenerlo se extinguiesen todavía más. Hecho que Dipper aprovecharía para así dar los toques finales, acabar de invertir sus papeles y tomar definitivamente las riendas de la situación.
Siguiendo justamente esa idea, el chico en un momento se las arregló para modificar la postura en la que se encontraban, haciendo que una complaciente y voluble Pyronica acabase recostándose de espaldas contra la superficie del mueble que ungía a modo de cama, haciendo que una parte de su cabeza terminase quedando suspendida en el aire, mientras que el chico, quién ahora se encontraba de pie sobre el borde del escritorio, se encargaba de sujetarla de la cintura, haciendo así que toda la zona baja de la muchacha quedase en el aire y que las únicas partes de su cuerpo que hiciesen contacto con el mueble fuesen únicamente su espalda y sus pies; y esto solo si ella siguiese flexionando sus piernas; haciendo así que Dipper y solamente Dipper fuese el único capaz de proseguir con el acto, cosa que sin duda no representaba ninguna clase de problema para este último.
Fue así que, manteniendo dicha posición, el chico comenzó a estocar y embestir con habilidad, fuerza y cada vez más velocidad las acogedoras y apretadas entrañas de la muchacha, alcanzando poco a poco una mayor profundidad y logrando que; debido al placer que estaba sintiendo; esta última solo fuese capaz de jadear, hacer vergonzosas expresiones de éxtasis y soltar hilillo tras hilillo de saliva de su lengua mientras esta permanecía fuera de su boca, a la vez que ella perdía la cuenta de cuantos orgasmos le había propiciado el chico desde el momento en el que adoptaron esta nueva postura.
Finalmente, Dipper ya no fue capaz de seguir sopesando el esfuerzo ni las numerosas sensaciones de placer generadas por la cada vez más húmeda, prieta y caliente entrepierna de Pyronica, razón por la cual, haciendo uso de la poca fuerza y conciencia que le quedaba, comenzó a soltar por tercera y última vez un aluvión de blanco y espeso semen, que, además de haber llenado el interior del útero de la demonio, no tardó en rebalsarse de este y ser rápidamente expulsado del mismo a medida que, en su afán de gozar hasta el último segundo, el muchacho continuaba machacando y estocando sin descanso el coño de la chica, quién, por su parte se hallaba simplemente absorta al caer víctima de uno de los más grandes orgasmos que había tenido en mucho tiempo, sin poder hacer nada aparte de soltar un largo y tendido “¡¡¡ME CORROOOOOOOOOOO!!!”, el cual duró hasta el final definitivo del orgasmo de ambos.
Y tras ello, los cuerpos de ambos involucrados acabaron por caer de manera laxa y repentina contra la superficie del escritorio, pudiendo así reposar en paz, suspirar a gusto y recobrar las fuerzas pérdidas durante la recién finalizada y extremadamente satisfactoria sesión, haciendo así que todo el cuarto se llenase de suspiros y gemidos ininterrumpidos por casi dos minutos, luego de los cuales, la anteriormente clara y tangible apariencia de la demonio, poco a poco fue desvaneciéndose y convirtiéndose progresivamente en una especie de humo rosa que, tras tomar brevemente la forma original de la cabeza de Pyronica para darle un pequeño beso de despedida en la frente al chico, rápidamente se esfumó del sitio en el que estaban, dejando tras de sí y debajo del muchacho antes mencionado, el cuerpo desnudo, sudado y fatigado de una Shandra Jiménez que, solo por su expresión, podía decirse con certeza que se hallaba experimentando el cenit del placer absoluto.
-Oh cielos…Me acabo de dar cuenta que es poco probable que esto acabe bien para mí…- Musitó Dipper en su cabeza, cayendo en cuenta de que, ahora que Pyronica había sido exorcizada del cuerpo de Shandra, esta última tendría que ser la que experimentase las secuelas propias del encuentro, muy probablemente sin tener ni la menor idea del contexto en el que se dieron. Dicho de otra forma, el miedo del chico era que, al momento en que reaccionara, la mujer no supiese interpretar correctamente el hecho de despertarse completamente fatigada, repleta de semen, con él encima y con su polla dentro de ella, cosa que haría que un escenario en el cual la morena lo acusase de abuso o violación no fuese solamente algo probable, sino casi seguro. –Mmm…Srta. Jiménez…¿S-se encuentra…? ¿Bien?- Preguntó entonces él, palideciendo de miedo ante lo que sea que la mujer fuese a decirle una vez que dejará de cubrir su rostro con su brazo y de suspirar y jadear de manera incontrolable. –¡E-escuche, sé que todo esto se ve MUY MAL! ¡P-pero si me da un minuto yo…!- Acabó por decir él, cayendo finalmente presa del pánico, producto de haber estado ya varios segundos sin recibir alguna reacción por parte de la mujer.
-Oh, h-hola, pequeño Pines…aquí Shandra Jiménez reportando…no tengo idea de qué me pasó…o porque tú estás…desnudo y encima mío justo ahora…pero…- Comenzó diciendo la morena, haciendo que un fuerte escalofrió subiese por la espalda de Dipper, momentos antes de que esta fuese rodeada y jalada por los brazos de la mujer, segundos antes de que ella terminase su declaración. –Mi instinto de reportera me dice que…lo hiciste por algo…así que, ¿Por qué no te relajas y me explicas bien todo? Seguro que lo qué digas como mínimo será una buena historia…- Terminó por decir la mujer, a la vez que, apañaba al chico contra su pequeño de una manera amable e incluso maternal.
-Oh. B-bueno. Muchas gracias por su comprensión.- Musitó el muchacho, deshaciéndose finalmente de aquel mal presentimiento y limitándose a disfrutar el abrazo de la sorprendentemente comprensiva morena antes de empezar a explicarle el trasfondo de la situación.

Cabaña del Misterio. Planta baja. Baño.
Apartándonos ahora de lo que respecta a Dipper, toca ahora volver a la cabaña del misterio y observar lo que hacía en estos momentos su queridísimo y excéntrico tío Ford, quién, luego de haber pasado ya por varias horas de espera, observación y preparación minuciosa, logró contar con un total de 11 “Peces Runa” ya marcados, listos y dispuestos dentro de la bañera, cosa que finalmente le permitió observar el comportamiento conjunto de estos y así poder interpretar qué debía hacerse con respecto a la nueva profecía que había hallado.
Es así que, con un blog de notas en la mano, el hombre de seis dedos y avanzada edad se encontraba anotando y dictando mentalmente todos los movimientos de los peces y las relaciones que estos tuvieron unos con otros.
-Fascinante. Esto es en verdad fascinante. Sea lo que sea esta profecía, todo parece indicar que la participación de Dipper en ella será algo fundamental, por no decir INDISPENSABLE, con el fin de cumplirla tal y cómo se halla escrita.- Declaró en su mente Ford, escribiendo sin mirar varias de sus conjeturas en papel, mientras todavía clavaba su vista en dos de los peces que actualmente se encontraban “Interactuando”. –Aunque, por lo que he podido ver hasta ahora, el orden de “Interacción” también será una pieza clave en ella. Por lo cual él deberá hallar a “La Llama”, “La Menta”, “El Punto”, “La Bolsa de Hielo”, “El Teléfono”, “La Estrella Fugaz”, “El Micrófono” y “Los cuernos” en ese respectivo orden a fin de cumplir la profecía.- Continuó él, dejando entrever una hoja en la cual, un número había sido escrito al lado de todos los símbolos antes mencionados. –Ahora, la única pregunta aquí sería…¿Qué vendría a representar exactamente esta “Interacción” que estoy observando?- Terminó de decir, al momento de volver a centrar su vista en los dos peces de antes, poseedores de los símbolos de “El Pino” y “Los Cuernos”, mientras ambos se hallaba nadando en círculos por la bañera de forma sumamente sincronizada, con la única diferencia que, mientras el primero nadaba de forma relativamente normal, con la excepción de unos ocasionales, extraños y exagerados movimientos en su “Parte inferior”; el segundo nadaba bocabajo, presentándole su vientre al primero y ocasionalmente soltando un ruido ahogado por debajo del agua, muy similar a lo que sería un “Grito”, según la interpretación de Ford. –Por más que esta sea ya la séptima vez que lo vea…sigo sin hallar todavía el sentido.- Acotó a modo de cierre, mientras se sujetaba la barbilla y trataba de darle algún sentido a la combinación de movimientos realizada por ambos peces.
Continuará…