Actions

Work Header

El Dragón y los Lobos

Summary:

Daenerys Targaryen no ha cumplido su propósito. Viva marcha a recuperar su ejército a su venganza, pero en el camino descubre algo más peligroso que criaturas, resurrección y traidores.
El amor..
El perdón..
Una desición

Continuación de la Temporada 8, Juego de Tronos.

Daenerys Targaryen
Robb Stark
Jon Snow

Chapter 1: El Deber es la muerte del Amor

Chapter Text

Jon

Me miraba, una mirada dura, fría, implacable. La había oído dictar un duro discurso a sus tropas, no había entendido en su mayoría, pero la entendía a ella, la fuerza y el coraje, eso no podría ser algo bueno, o digno de una victoría limpia.

Cuando sonaron las campanas, algo dentro de mí, se habia liberado, después de todo ya no serán necesarias tantas muertes de inocentes, ya habiamos tenido suficiente.

El soldado Lannister arrojó su espada al suelo, e hizó que el resto lo siguierá, se habían rendido y dieron la orden de que la ciudad se entregará, unos segundos despues el sonido llenaba todos los rincones, pero un sonido mucho más alto captó toda la atención, un rugido.

Ahí estaba ella, en el lomo de Drogón en la cima de una torre mirando la ciudad, estaba lejos pero lo suficiente para dislumbrarla, esperabamos su orden para tomar la ciudad sin más muertes, pero ella no miraba nada más que al frente, parecía expectante, esperando algo.

-Tomen la ciudad, nos rendimos, los guiaremos hacia el palacio, para que puedan tomar a la Reina Cersei.

-No hay mas Reina, que Daenerys Stomborn -. Replicó Grey Worm exaltadó por la pelea, haciendo que el soldado diera un paso atrás y sacandome de mi visión.

-Se rindieron, se acabó.

-Tú no nos das órdenes, Jon Snow- Me desafía, poniendose frente a mí.

-No, pero mira a la Reina, está desplegada en la torre, mientras se escuchan las campanas, si matas a hombres desarmados, no solo la desobederás, mancharás su propositó al liberar a personas inocentes -. Le digo firmemente, esperando que entienda que estamos del mismo lado. Grey Worm solo me mira, y retrocede.

-Tomen sus espadas, y marchen al palacio, ahora estamos todos del mismo lado. Adelante!

Avanzamos un par de calles y aún avanzando la sigo viendo a lo lejos, sigue igual, unas mujeres corren mientras avanzamos, están asustadas, con niños y ancianos, los dothraki no tienen permitido tomar botín de guerra, que sucede, cuando elevo la vista hacia donde estaba antes, Dany ya no está, Drogon empieza a volar hacia al frente, y da un rugido haciendo que el pánico se haga mas fuerte, todos empiezan a agitarse, y todos lo siguen con la vista, hasta que vemos como tira enormes llamas anaranjadas hacia los edificios.

No puedo respirar, ¿que está sucediendo?, la gente grita, y los soldados Lannister empiezan a gritar cuando veo detrás de mi, un inmaculado lo ha atravezado con una lanza, de repente todos sacan sus espadas y empiezan a luchar de nuevo.

Veo como todo cae de nuevo, ellos las habían guardado, así que los inmaculados lo aprovechan y los matan antes de que puedan responder, intento parar a algunos de mis hombres que están detrás de mi, pero un lannister me atacá y lo mato para defenderme, ahora nadie esta detrás de mi porque están atacando a más soldados, todo se nubla y de repente solo sigo mis instintos, no morir.

Cenizas, solo quedan cenizas de esta ciudad, camino por las calles cubierto de sangre y tierra, no de cualquiera, hombres que hemos atacado por la espalda, los cuerpos de una mujer y un anciano calcinados están en frente de mí, el olor es tan nauseabundo como el humo que desprende de ellos, sigo avanzando cinco, quince cuerpos quemados, hasta que freno. Un bulto negro y calcinado están bajo unas rocas son dos, un niño y un bebé, el alma ya no está en mi cuerpo, niños, solo eran unos niños, siento nauseás, cuando siento un toque y veo a mis hombres junto a mí, ellos tambien miran el cuerpo de los niños pero no parecen tan horrorizados como yo.

-Jon, están matando soldados Lannister en las calles, ellos están desarmados y suplican piedad, solo les cortan la garganta mientras están arrodillados.

-¿Donde? - es lo único que puedo decir.

-Al frente como a cuatro calles.

Les hago la señal que me sigan y avanzamos, lo que eran una docena ahora son cinco veces más solo en unas cuantas calles.

-¿Qué están haciendo?!- Veo como Grey Worm tiene al menos cinco soldados de rodillas y les grita, ellos parecen atemorizados y uno de ellos le suplica que no lo mate, pero lo golpea en la cara y lo hace callar.

-Matamos a los traidores- me responde con el gesto ceñudo y una mirada de ira.

Se para detrás de él y dispone a cortarle el cuello. Lo sujeto del brazo, y sus inmaculados me apuntan con sus lanzas, mientras mis hombres alzan sus espadas. Todos solo esperan, cuál es su siguiente paso.

-Son órdenes de la Reina- me mira retirando su lanza de mi cuello.
___________________________________

Su mirada sigue fría y parece que dura una eternidad, pero ella solo sigue al frente, con una docena de inmaculados tras ella, solo miro como se marcha de espaldas, cuando avanzó para seguirla, me giró por el sonido, y la veo.

Arya, está muy golpeada, sangre cae de su cabeza, y su cara tiene tierra y ceniza, una parte de su cabello esta chamuscada, y su ojo esta tan morado que parece negro.

Me muevo inquisivamente hacia ella y la tomo del brazo, ella ni siquiera parece preocupada por sí misma, mira en dirección a Daenerys y yo hago lo mismo, de pronto mi preocupación por ella se ha evaporado, y solo miro a Daenerys avanzar por la nieve.

-¿Qué paso?

-Vine aquí a matar a Cersei, pero tu reina llegó primero.

-Es la Reina de todos ahora- le digo esperando que lo acepté.

-Dicelo a Sansa... Ella sabe quién eres Jon, siempre serás una amenaza para ella -.cuando Arya habla, con una seguridad que me deja helado.

- Y reconozco una asesina cuando la veo.

______________________________________

Daenerys

Camino hacia el trono, el objetivo de mi vida entera, recuperar el legado de mi familia, de quienes la destruyeron, romper la rueda para quienes viven aplastados por ella, que Los Siete Reinos tengan al fin, su Reina legitima.

"El Trono de Hierro es tan grande que solo puedes ver las plantas de los pies del Rey"

Las palabras de Viserys, llegaban a mi cabeza, crecí con ellas, aunque en lo que estaba segura ahora y entonces, era que el no se sentaría allí, jamás.
Entonces voy a sentarme y veo a Jon frente a mi, entrando a la sala, y me detengo, y veo el trono una vez más.

-Cuando era niña mi hermano dijo que fue hecho con mil espadas de los enemigos caídos de Aegon- empiezó a decirle.

-¿Qué son mil espadas, en la mente de una niña que no puede contar hasta 20? Me imaginaba una montaña de espadas imposible de escalar, tantos enemigos caídos que solo podías ver las plantas de los pies de Aegon - concluyó con alegría esperando que Jon sienta lo mismo que yo.

Cuando veo su gesto duro, y ensombrecido.

-Los vi ejecutando prisioneros Lannister en las calles -mi cuerpo se tensa completamente, como puede pensar en discutir después de que intento llevarlos a una trampa y matarlos a todos -dijeron que actuaban bajo tus órdenes.

-Era necesario -las muertes de traidores no me pesan en absoluto eran hombres malos después de todo, asesinos.

-¿Necesario? -Salta el, enfurecido- ¿haz estado ahí abajo?, ¿Haz visto? Niños!, niños pequeños, QUEMADOS!

Solo puedo pensar que son los mismos niños que no les temblo el corazón para atacar a los inmaculados y lanzar granadas con fuego de dragón, se qué no todos eran culpables, pero no podemos salvarlos a todos, es dificil losé, pero lo intenté por las buenas y lo perdí todo-.

-Traté de lograr la paz con Cersei, usó su inocencia como un arma en mi contra creyó que podría liciarme.

-¿Y Tyrion?

-Conspiro a mis espaldas con mis enemigos, como actuarías con ellos aún si te rompiera el corazón?

-Los perdonaría.

-No puedo- como podría? Casi muero por Varys, luego Tyrion me traiciono por la familia que intentó matarlo, me dejó, cuando hice lo correcto.

-Sí, si puedes, puedes perdonarlos a todos hazlos ver que cometieron un error, hazlos entender- el rostro de Jon, se figura, triste, desesperado, como si tuviera el peso de una vida, me parte el alma verlo así, pero un gobernante debe ser implacable, así como el lo fue en la Guardia Nocturna, pero no quiero reprocharselo, no ahora.

-Porfavor, Dany.

Escucho la súplica en su voz pero no puedo, es más que una súplica es un favor, es acceder hacia mí, por todo el amor que siento por él.

-No podemos escondernos tras la misericordia, el mundo que necesitamos no se construirá leales al mundo que tenemos.

-El mundo que necesitamos es un mundo de misericordia así tiene que ser.

-Y lo será -me acercó a él esperando que mis palabras lo ayuden a entender, es mi objetivo -no es fácil, ver algo que no ha existido... un buen mundo.

-¿Comó sabes, comó sabes que será bueno?

-Porque yo sé lo que es bueno, y tambien tú.

-No, no losé.

-Lo sabes, lo sabes siempre lo has sabido - conozco el corazón de Jon y se que lo que siempre ha querido es que la pelea, muerte, traición por los Siete Reinos por el Trono cesé de una vez.

-¿Qué hay de los demás, todas las personas que creen saber lo que es bueno?

Pienso un momento mirandolo a los ojos, no podemos gobernar por lo que dicen del bien, sino por lo que nosotros conocemos como el bien, si no que sentido tendría que cada uno elija.

No les toca elegir- entonces Jon suaviza su mirada como si se hubiera dado cuenta de algo de hace mucho tiempo, pero sus ojos negros me miran con ternura, con anhelo, y amor, pero hay algo más en ellos que no puedo descifrar.

Pero entonces solo siento deceos de tomarlo, besarlo que se quedé para siempre, las dudas que pasaban por mí cabeza se esfuman al pasar mi mano por su espalda, lo acercó más hacia a mí.

-Quedate conmigo, construye el nuevo mundo conmigo es nuestra razón, lo ha sido desde el principio, desde que tú eras un niño con el apellido de un bastardo, y yo una niña que no podía contar hasta veinte...

Ahora losé este es el momento que he esperado por días, el momento en el que todo lo demás no importará, cuando nos enteramos de nuestro parentesco no me sentí diferente, pero a Jon lo derrumbó por completo me apartó de sí, el dolor y su rechazo me tuvieron desolada por días, e incluso aún después de oírlo varias veces de la boca del maestre, no podía creerlo.

Esta embarazada, Majestad.

Mi corazón latió como nunca antes, solo sentía como si algo hubiera sido de vuelto a mí, y luego solo pensé en Jon, en si el me amaría, pero ahora mirandolo a los ojos y viendolo se que sí, y lo amará tanto como me ama a mí, ciertamente ya somos familia, pero el siempre será el hielo, y nuestro hijo la unión de ambos.

Lo haremos juntos -los tres -romperemos la rueda juntos.

-Eres mi reina...hoy y siempre.

Puedo sentir como me atrae hacia él y tengo la certeza, ahora, frente al Trono de Hierro, que pase toda la vida luchando por él, no es lo que quiero tomar ahora, es a él, a nuestro hijo, nuestra familia, nuestro amor.

Se lo diré.

Y entonces me besa, fuerte, y puedo sentir el calor de sus labios contra los míos, su boca se abre y la mía tambien, me toma por la cintura con una mano y yo tomo su cabello, es un beso perfecto, solo puedo sentir mi corazón llenarse completamente de amor, por unos segundos...

Pero no solo es eso, es algo más, un golpe seco, un ardor fuerte, unos labios frios, una oleada de dolor, me detengo me separó unos segundos de él, mi respiración se acelera, y solo abro los ojos bajo la mirada hacia donde siento que tengo el infierno brotando de mí, entonces la veo, una daga clavada en mi pecho, en mi corazón y su mano apartandose de ella, entonces subo la mirada.

No puede ser...

Está llorando, sus ojos son grises pero ya no tienen vida, estan completamente vacios, quiero gritar pero no puedo, quiero hablar pero no puedo, entonces solo pienso en una cosa, mi hijo, no puede ser, no otra vez, mi hijo, su padre...

Mis manos corren a mi vientre con la poca fuerza que me queda para quedarme de pie, paso mi mano por mi vientre y lo miró para que lo entienda, el me mira, y veo la sorpresa en su rostro, no sorpresa, miedo, está aterrado sus ojos pierden su brillo y sus manos me toman, siento que muero, me desmorono y no tengo más fuerzas, el me sujeta antes de llegar al suelo, solo miro hacia arriba hace frío, para alguien que ha vivido siendo el fuego este hielo es abrumador, ya no puedo sostener mi mano en mi vientre, dirijo mi mirada hacia a él

No...no...no

Dany...perdoname...

Es lo único que repite, él...él ya no es Jon, algo a tomado su cuerpo porque este hombre es solo trozos de lo que era, levanto mi mano para tocar su rostro, pero no lo logró mi mano cae antes de tocarlo, una lagrima cae en mi mano, y ya no hay aire en mis pulmones, mi última vista, serán sus ojos, mi último pensamiento,
Perdoname hijo.

Chapter 2: Volantis

Chapter Text

Frío...

Mucho frío.

El dragón habia volado durante días. Atravesó el Mar Angosto y se adentró en el continente de Essos, sobrevolándolo en dirección sudeste.

A su paso, la gente se impresionaba con la visión de aquel enorme animal que surcaba los cielos algunos huían creyendo que les iba a atacar pero el dragón no prestaba atención a lo que sucedía debajo de él.

Continuó su camino batiendo sus alas hasta que a medida que avanzaba las personas y las ciudades iban desapareciendo siendo sustituidas por un extenso terreno selvático que no aparecía tener si acercándose a una parte de la tierra donde muy pocos se atrevían adentrarse, pronto diviso el lugar que era su destino, una inmensa ciudad en ruinas cuyo fin apenas alcanzaba la vista una ciudad que en otros tiempos, fue la capital de uno de los mayores imperios que el mundo había conocido y el centro de una de las culturas más avanzadas que se recuerden.

El dragón sobrevoló la ciudad que desde el cielo parecía estar deshabitada, sin embargo, el animal y había estado y otras veces y conocí a los peligros que se ocultaban bajo esas ruinas y la vegetación que poco a poco los iba devorando, fue por ello que por lo por lo que aterrizó a lo alto, de lo que antaño fue un gran palacio perteneciente una gran familia, la única que logró huir de aquella ciudad antes de que fuera destruida, sobre aqueola azotea depósito a la mujer muerta la que había transportado durante todo el viaje.

Una mujer joven, muy bella de largos cabellos platinos recogidos en trenzas, vestida con un vestido negro y rojo y una daga clavada en el corazón.

La había llevado allí hasta que pudiera descansar cerca de lo que fue lugar de sus antepasados, una vez la dejó sobre el suelo de piedra el dragón se la quedó mirando con tristeza sabía que tenía que dejar la pero aún no quería marcharse, quería estar con ella el mayor tiempo posible antes de que su cuerpo comenzar a descomponerse.

Algunas aves carroñeras empezaron a sobrevolar el lugar y el dragón furioso les lanzó una llamaradas para ahuyentarlas.

El ruido de unos pasos de acercarse y el olor a carne humana fresca llamó su atención.

Una miseriosa mujer vestida de rojo hizo su aparición en la azotea. El dragón gruño y se acercó hacia hacia ella pero la mujer no se asustó, en lugar de eso se quedó quieta, clavándole sus profundos ojos verdes, por alguna razón esa mirada no inquietaba al dragón sino que le tranquilizaba algo le decía que esa mujer no era una amenaza para él, ni para la mujer que reposaba en el suelo.

-No debes tenerme Drogon- dijo la mujer.

El dragón se sorprendió al escuchar su nombre en boca de ella-.

-No he venido arrebatarte tu madre, todo lo contrario, vengo a traerla de vuelta.

--------------------
Daenerys Targaryen despertó sobresaltada. Se encontraba en una cama, completamente desnuda y medio cubierta por las sábanas.

Desorientada se incorporó en la
cama mientras miraba en todas direcciones, pronto se dio cuenta de que se encontraba en Volantis.

No tenía ni idea de cómo había llegado allí, pero a su mente comenzaron a llegar los recuerdos de lo que había sucedido antes y esto entristeció al mismo tiempo que se iba poniendo furiosa.

Y es que la habían traicionado, había sido traicionada por personas a las que quería y en quién confiaba.

-Veo que está despierta.

Se volvió sobresaltada hacia dónde provenía la voz. En la puerta de entrada había una extraña mujer.

Era muy hermosa, con unos profundos ojos verdes, largos cabellos color Azabache y una figura escultural que lucía con un ajustado vestido rojo muy escotado. En su cuello llevaba un extraño collar.

Jamás había visto aquella mujer, pero ella le sonreía como si la conociera de toda la vida.

-¿Quién eres?-preguntó con autoridad mientras se levantaba de la cama debil, apenas y cubierta.

La mujer en cambio no perdía la tranquilidad.

- No se preocupe por mí, majestad. Solo soy una aliada. Mi nombre es Kinvara y soy la Suma Sacerdotisa del Señor de la Luz. Yo hice que la trajeran aquí desde Valyria.

Los ojos de Daenerys se abrieron más.

-¿Valyria? Jamás había estado allí. Yo estaba en Desembarcó del Rey cuando... las manos de Dany corrieron a su vientre, como un reflejo mientras sus lagrimas amenazaban con deslizarse por sus ahora oscuros ojos violeta.

-Mi hijo, no, mi hijo, lo perdí...

La mujer intentó acercarse asintiendo dando entender que sabía lo que había pasado, alzando una mano para calmarla.

-El princípe esta bien, Mi Reina. Sé lo que ocurrió. Después de aquello, su dragón la llevó a Valyria. La magia de Dragón permitió mantenerlos vivos, a los dos.

-¿Princípe?

-Si, Majestad. Su hijo está bien, y sigue creciendo dentro de usted.

Kinvara le brindaba una mirada de seguridad, mientras Daenerys acariciaba su vientre aún muy confundida, triste, furiosa, y feliz.

-Jon...

Ni siquiera pude decirselo, me clavo su daga mientras le ofrecía el mundo, y nuestra familia, mientras moría solo podía pensar en que su hijo también lo hacia, y no pudo protegerlo, no pudo verlo, una vez más.

Los ojos de Daenerys se abrieron fugazmente. Iba a decir algo pero Kinvara se le adelantó.

-Murió, mi reina Jon Snow la mató. Aún conservo la daga que tenía clavada en el pecho. Sin embargo, el Señor de la Luz considera que aún no ha terminado su misión y me envió a Valyria para traerla de nuevo a la vida.

Daenerys estaba boquiabierta. Le costaba asímilar lo que esa misteriosa mujer le estaba diciendo. Por un momento creyó que se trataba de una broma o un plan para volverla loca.
Kinvara pareció adivinar ese pensamiento.

-¿Veo que no ha mirado su pecho?

Daenerys se llevó las manos al pecho y sus ojos volvieron a abrirse mucho al notar la cicatriz. Bajo la mirada y observa horrorizada la abertura que tenía en el pecho, a la altura del corazón, una abertura lo suficientemente grande como para ser mortal, era imposible que alguien sobreviviera con una herida así en esa parte del cuerpo.

Incapaz de asimilar el dolor que sentía en esos momentos, en el que supo que había muerto a manos del hombre al que amaba, que su hijo murió a manos de su padre, se dejó caer sobre la cama, quedando usted sentada en el borde de esta irrumpiendo llorar.

La mujer se acercó más hasta quedar a unos metros de ella.

-¿Por qué?...-dijo entre sollozos.

-Eres la que nos fue prometida, la que nos traerá la luz y acabará con la oscuridad.

Devolviste la vida los dragones, creaste un gran ejército de la nada, castigaste a los opresores y liberaste a los oprimidos. El mundo la necesita, y lleva al principe prometido dentro de su vientre.

-Pero... ¿Por qué? ¿Por qué me traicionaron? Acabé con Cersei Lannister, liberé Desembarcó del Rey, iba a romper la rueda. No le entiendo ¿Que hice mal?

-Fuiste víctima de un engaño. Tú y todos los demás. Jon, Tyrion...
Todos se convirtieron en peones en el juego de alguien que ha estado todo el tiempo jugando con vosotros.
Daenerys alzó la mirada y miró a la mujer con lágrimas en los ojos.

- ¿A qué te refieres? -preguntó.

-¿Qué recuerda cuando tomó Desembarcó del Rey? ¿Cuándo sonaron las campanas que indicaban que la ciudad se había rendido?

Daenerys se puso a recordar. Su mente retrocedió el momento en el que se encontraba a lomos de Drogon, quién se había posado en lo alto de una muralla de la capital de los Siete Reinos.

Las campanas comenzaron a sonar indicando que la ciudad se había rendido, tal y como Tyrion le había dicho. Y así parecía. Desde dónde estaba podía ver a los soldados Lannister rendirse y a la gente de la ciudad salir a recibir a sus tropas como salvadores.

Pero todo era un engaño, mientras seguía con la mirada a sus tropas de Inmaculados, inesperadamente la gente empezaba a dispersarse como si supieran lo que pasaría, soldados y civiles, niños, mujeres, hombres sacaban armas y empezaron a atacar a sus soldados como una muchedumbre enloquecida, mientras el resto los guiaba con falsa paz hacia lo que Daenerys podía ver, una gran reserva de fuego de Dragón, grandes cantidades de barriles con humo verde, cuando miró de nuevo hacia sus soldados pudo ver a Grey Worm esperando sus señales y Jon mirandola con un cierto alivio porque no habría mas muertos, caminaban en filas mientras avanzaban a la emboscadada.

Daenerys pensó que no podía dejar que murieran, y no podía advertirles sin que fuera fatal para ellos, entonces tomó la desición de arrasar la ciudad, donde estaba colocado los barriles para que explotarán antes de que llegarán, le ardía el pecho saber que aquella gente que fue a liberar, a quella gente que les dio tantas treguas para no dañarlos, gente aparentemente inocente, no tenían la mimíma gratitud y ese recibimiento era el que le daban, no podía permitirlo aunque significará lo peor.

Inició el ataque de la ciudad masacrando toda esa gente que había elegido libremente seguir luchando alado de una tirana como Cersei. Aquello la dejó tan impresionada que decidió iniciar una gran Campaña para liberar todas las ciudades del mundo, conocido tal y como expresó en su discurso.

Todo esto lo hizo saber a la Kinvara, quién escuchaba sin mostrar nada de sorpresa, como si ya supiera de antemano lo que estaba contando.

Cuando Daenerys terminó su relato, la Suma Sacerdotisa comenzó hablar.

-Desgraciadamente, mi reina, eso no fue lo que ocurrió.

Daenerys volvió abrir mucho sus mojados ojos.

-La ciudad estaba rendida la población de Desembarcó del Rey jamás se volvió contra nuestros soldados. La única resistencia era la de Cersei Lannister en la Fortaleza Roja.

El rostro de Daenerys se ensombreció y fulminó a la mujer con la mirada.

-¿Qué?... Yo lo ví.

La mujer se apresuró a negar con la cabeza.

-Mi reina, como ya le he dicho fue víctima de un engaño, todo aquello fue una proyección manipulada en su mente para hacerle creer que que estaba atacando sus soldados y hacerles hacerle arrasar la ciudadanía llenando miles de inocentes.

Daenerys se quedó perpleja mientras las lágrimas volvieron dar sus ojos.

-No. No, no, lo vi, como es posible te estoy diciendo que lo vi.

-Majestad -. Dijo Kinvara. Tratando de calmarla, mientras Daenerys se encontraba inmovil, con un gesto de incredulidad.

-Comó fue posible, yo... ¿los maté?, los mate, a todos. Sin razón alguna destruye una ciudad sin motivo.

-No sabía lo que hacía, fue manipulada, el único culpable es quién le proyecto esa imagen en la cabeza. Alguien a quien no le importa asesinar a miles de inocentes para hacerla quedar como una asesina.

El rostro de Daenerys volvió a nublarse.

-Bran...

-El joven que una vez vivió en este mundo, en su cuerpo de carne, ya no existe más majestad, hace mucho tiempo que el ya no está entre nosotros, su espiritu y quién fue, no existe.

Hubo un silenció de revelación, Dany pudo encajar sus habilidades con lo que ella había visto, porque como el hermano de Jon podría hacer eso, aunque ahora ya no sentía nada de confianza por nadie.

-El cuervo de tres ojos.

La mujer sonrío sombriamente,
esperando que su reina entienda cual es el siguiente paso.

-Quién ahora ocupa el lugar que le corresponde, Majestad.

Chapter 3: Respuestas

Chapter Text

El Cuervo de Tres Ojos

El principio del fin, todo esta como lo he planeado.

Viendolo de rodillas frente a mi, se supone que este es el verdadero rey de estos tontos humanos, verlo postrado, llamandome por el humano que hace tiempo murió, lo mejor es mantener el rumbo de las cosas, después de todo fueron ellos quienes lo ejecutaron yo solo tuve que palmearles la espalda y agradecer, fue tan sencillo, después de tomar este cuerpo, controlar un par de inútiles, fingir piedad, fraternidad, no era complicado.

El problema era la mujer Dragón no podía acceder a ella, era una amenaza así que el Rey de la Noche fue un gran pretexto para acabarla pieza a pieza, sola y vulnerable, después este Snow o Targaryen la mató finalemente, a quien se interponía entre yo y conquistar al pueblo, me alegra que el enano y sus tontas hermanas estén de acuerdo en enviarlo lejos, no es un peligro pero lo ideal es tenerlos domados a todos.

Cuando finalmente toma rumbo y se marcha, me doy cuenta que ha llegado la hora de elegir marionetas, así que convocó al grupo y les doy las ordenes.

El enano será mi nueva mano, vaya ironía, si que son muy hipocritas, el estúpido Bronn tendrá la miseria prometida, la rubia grande será quien me ayude con la protección, el gordo como traga libros, y el inútil me ayudará a mover este cuerpo inservible hasta conseguir el indicado.

-Lo más importante ahora es reconstruir el reino que Daenerys nos dejó, por cierto... se ha visto a Drogón?

La bestia será un gran punto de ataque si los inmaculados deciden atacar.

-No lo creo, Majestad. Los Inmaculados bajo el mando de Grey Worm fueron vistos dirijiendose a la Isla de Nath, y los Dothraki han vuelto al otro lado.-dice el enano.

-Pero Dro-drogón, Majestad-habla el gordo torpemente -se lo vio en dirección a Volan...

-Mientras más lejos mejor -interviene Bronn.

No. No es mejor, con que Volantis, las malditas brujas rojas, y ese Dios de la Luz, ya vi cuando trajeron de vuelta al lobo Snow, y si hacen lo mismo con la mujer Dragón, todo se arruinará, debo asegurarme que este muy muerta.

-Sigan averiguando lo mejor posible, y encarguense de las reparaciones de la ciudad, destinen fondos, y todas esas cosas, enano -Tyrion- maldito nombre, tienes mi permiso para resolver todo.

-Pero majestad, usted es el Rey debe intervenir, ser una voz de alivio despues de tanto dolor para el pueblo.

Que ridiculos son estos humanos llenos de baratos sentimentalismos, y juicios.

-Tengo que asegurarme de algo, no solo soy el Rey, soy el pasado y el presente, la memoria del Mundo, no recuerdan?

-Debo partir, como he dicho Tyrion encargate de todo, todos hagan bien su trabajo y mantengan feliz a su Rey con su lealtad.

Todos se ponen de pie al momento que Podrick me voltea y me lleva de la Sala.

- ¿A sus aposentos, Mi Rey?

- Si Podrick, cuanto antes- debo encontrar a la maldita Targaryen y asegurarme de ver su cuerpo miserable y sin vida.

Mi era comienza ahora.

----------------------

Jon

El viaje es más exhausto de lo que pensaba, no fisico, siento que en cada respiro desfallesco, muero lentamente, mi mente no está aqui, mi cuerpo no esta aquí, no esta en las olas, no está en este barco, está con ella, con mi mano en la daga junto a su corazón, con mis ojos en los suyos, con mi dolor, en su terror.

Con mi hijo.

Dany...dany, mi mente viaja, a cuando la vi por primera vez, era la mujer más hermosa que había visto, fuerte, valiente, testaruda, de buen corazón, el barco, sus aposentos, cada beso, cada gemido, su calor, sus labios, rizos plateados, dos destellos violetas...me miran con terror, estoy de nuevo en la sala del trono.

*Flashback*

-Porfavor, Dany.

-No podemos escodernos tras la misericordia, el mundo que necesitamos no se hará leales al mundo que tenemos.

No a costa de inocentes, como puede hablar de un nuevo mundo construido con cenizas del anterior, pensar en tantas personas, no solo serán los cuerpos que vi en la calle serán mil veces más.

-¿Qué hay de los demás, todas las personas que creen saber lo que es bueno?

Miles, hombres, mujeres, niños, no. No, personas, cuerpos.

-No les toca elegir.

Oh...Dany, no puede ser, estás loca, ya no eres tú, ahora lo entiendo todo, no puedo permitirlo, no puedo dejar que lo hagas, como podría, tú no eres esto, todas las palabras se repiten en mi cabeza haciendo eco.

"Ella cree que hace lo correcto"

"Y reconozco una asesina cuando la veo"

"Es hija del Rey Loco"

"Un Targaryen solo en el mundo..."

"No se de que lado a caído su moneda"

Dany, perdoname, no puedo, mirandola ahora mi corazón se quiebra, te amo, te juro que te amo, pero no puedo.

Ella suaviza su mirada, y se acerca a mí.

-Quedate conmigo -ahi está, otra grieta a mi corazón- construye el nuevo mundo conmigo, es nuestra razón, lo ha sido desde el principio, desde que eras un niño con el apellido de un bastardo, y yo una niña que no podía contar hasta veinte.

El entusiasmo, el anhelo con el que habla, esa espera infinita, me duele, espera que diga que sí.

-Lo haremos juntos, romperemos la rueda juntos.

No, no juntos, no mi Dany, no debemos, no es lo correcto, mi corazón grita al ver sus hermosos ojos, pero en el fondo de ellos veo a inocentes, quemandose, gritando y retorciendose.

Te amo...

Por última vez, te amo...

Un último segundo, te amo, ella abre la boca va a decirme algo, pero no podré oirla más, no tendré el valor, no valor, la cobardía, la beso antes de que pueda hablar, mis ojos se cierran, y mis labios se abren, perdoname, sus labios son tibios, suaves, preciosos, los grabo en mi memoria, su aroma, su piel suave, mi vida...

Mi mano vuela a mi cinturón, donde tengo la daga, tomo aire, adios amor, adios mi Dany, y la clavó en su pecho, en su corazón, ella suelta un gemido, es como una tormenta en mis oidos, se separa y lo veo lo peor que he visto.

Terror, sus ojos violetas brillan, baja la mirada y ve mi mano apartarse, esta confundida, esta petrificada, miedo, debería clavar esta daga en mi pecho tambien, pero cuando me decido a hacerlo, hay algo más, algo en sus ojos, culpa.

Y mi mundo se cae, sus manos corren a su vientre, lo toma con fuerza, y lo aprieta con urgencia, entonces me mira.

No. No, no, no, NO!

Mi respiración se corta, no hay aire, no hay nada.

Dany cae, mis ojos no dejan los suyos, mi alma sangra, lagrimas caen de mis ojos, mis manos tiemblan, quiero morir.

Una de sus manos deja su vientre y intenta levantarla a mi rostro, tocame, tocame porfavor o moriré, pero su mano cae antes.

Sangre, solo veo sangre, porque ya no respira, esta muerta, muerta, la maté, yo la maté, y a mi hijo con ella, nuestro, nuestro, y luego..

Silencio

*Fin del Flashback*

-Jon, te quedarás en Castle Black, para siempre esta vez, no?

Esa voz me saca de mis pensamientos, carajo, justo cuando iba a recordar, a recordarla, porque no recuerdo nada mas despues de eso, solo hay silencio.

Al parecer Arya me encontró, envuelto, perdido, sin memoria, despues de semanas en un calabozo.

-Si, es mi castigo.

-Deberías ir más allá de la Muralla, en la Guardia no queda nada para ti.

Losé, solo hay frío, y recuerdos, perdí a Ygritte ahi, me mataron, perdí mi voluntad, perdí la fe, y ahora ni siquiera tengo algo de mi, todo murió con ella, con Dany.

-Lo merezco.

Me mataría ahora mismo, pero se lo debo, vivir con lo que soy, con lo que hice, lo que nos hice, pasar cada segundo pensando en ella, en sus ojos violetas pero no en los que ame, no de los que me enamoré, si no en los que maté, en los que se llenaron de terror, de terror por perder a nuestro hijo, en los ojos violetas, en los labios rosados, y en la nueva vida que apague.

Ni en mil vidas, podré pagar por lo que te hice Dany, ni en mil vidas, mi amor.

Chapter 4: Perdoname

Summary:

Povs de Jon Snow, El Cuervo y Robb Stark

Notes:

Para algún lector en Wattpad encuentran la historia, con mayor fluidez y graficos.

Chapter Text

El Cuervo de Tres Ojos

El principio del fin, todo esta como lo he planeado.

Viendolo de rodillas frente a mi, se supone que este es el verdadero rey de estos tontos humanos, verlo postrado, llamandome por el humano que hace tiempo murió, lo mejor es mantener el rumbo de las cosas, después de todo fueron ellos quienes lo ejecutaron yo solo tuve que palmearles la espalda y agradecer, fue tan sencillo, después de tomar este cuerpo, controlar un par de inútiles, fingir piedad, fraternidad, no era complicado.

El problema era la mujer Dragón no podía acceder a ella, era una amenaza así que el Rey de la Noche fue un gran pretexto para acabarla pieza a pieza, sola y vulnerable, después este Snow o Targaryen la mató finalemente, a quien se interponía entre yo y conquistar al pueblo, me alegra que el enano y sus tontas hermanas estén de acuerdo en enviarlo lejos, no es un peligro pero lo ideal es tenerlos domados a todos.

Cuando finalmente toma rumbo y se marcha, me doy cuenta que ha llegado la hora de elegir marionetas, así que convocó al grupo y les doy las ordenes.

El enano será mi nueva mano, vaya ironía, si que son muy hipocritas, el estúpido Bronn tendrá la miseria prometida, la rubia grande será quien me ayude con la protección, el gordo como traga libros, y el inútil me ayudará a mover este cuerpo inservible hasta conseguir el indicado.

-Lo más importante ahora es reconstruir el reino que Daenerys nos dejó, por cierto... se ha visto a Drogón?

La bestia será un gran punto de ataque si los inmaculados deciden atacar.

-No lo creo, Majestad. Los Inmaculados bajo el mando de Grey Worm fueron vistos dirijiendose a la Isla de Nath, y los Dothraki han vuelto al otro lado.-dice el enano.

-Pero Dro-drogón, Majestad-habla el gordo torpemente -se lo vio en dirección a Volan...

-Mientras más lejos mejor -interviene Bronn.

No. No es mejor, con que Volantis, las malditas brujas rojas, y ese Dios de la Luz, ya vi cuando trajeron de vuelta al lobo Snow, y si hacen lo mismo con la mujer Dragón, todo se arruinará, debo asegurarme que este muy muerta.

-Sigan averiguando lo mejor posible, y encarguense de las reparaciones de la ciudad, destinen fondos, y todas esas cosas, enano -Tyrion- maldito nombre, tienes mi permiso para resolver todo.

-Pero majestad, usted es el Rey debe intervenir, ser una voz de alivio despues de tanto dolor para el pueblo.

Que ridiculos son estos humanos llenos de baratos sentimentalismos, y juicios.

-Tengo que asegurarme de algo, no solo soy el Rey, soy el pasado y el presente, la memoria del Mundo, no recuerdan?

-Debo partir, como he dicho Tyrion encargate de todo, todos hagan bien su trabajo y mantengan feliz a su Rey con su lealtad.

Todos se ponen de pie al momento que Podrick me voltea y me lleva de la Sala.

- ¿A sus aposentos, Mi Rey?

- Si Podrick, cuanto antes- debo encontrar a la maldita Targaryen y asegurarme de ver su cuerpo miserable y sin vida.

Mi era comienza ahora.

 

Jon Snow

El viaje es más exhausto de lo que pensaba, no fisico, siento que en cada respiro desfallesco, muero lentamente, mi mente no está aqui, mi cuerpo no esta aquí, no esta en las olas, no está en este barco, está con ella, con mi mano en la daga junto a su corazón, con mis ojos en los suyos, con mi dolor, en su terror.

Con mi hijo.

Dany...dany, mi mente viaja, a cuando la vi por primera vez, era la mujer más hermosa que había visto, fuerte, valiente, testaruda, de buen corazón, el barco, sus aposentos, cada beso, cada gemido, su calor, sus labios, rizos plateados, dos destellos violetas...me miran con terror, estoy de nuevo en la sala del trono.

*Flashback*

-Porfavor, Dany.

-No podemos escodernos tras la misericordia, el mundo que necesitamos no se hará leales al mundo que tenemos.

No a costa de inocentes, como puede hablar de un nuevo mundo construido con cenizas del anterior, pensar en tantas personas, no solo serán los cuerpos que vi en la calle serán mil veces más.

-¿Qué hay de los demás, todas las personas que creen saber lo que es bueno?

Miles, hombres, mujeres, niños, no. No, personas, cuerpos.

-No les toca elegir.

Oh...Dany, no puede ser, estás loca, ya no eres tú, ahora lo entiendo todo, no puedo permitirlo, no puedo dejar que lo hagas, como podría, tú no eres esto, todas las palabras se repiten en mi cabeza haciendo eco.

"Ella cree que hace lo correcto"

"Y reconozco una asesina cuando la veo"

"Es hija del Rey Loco"

"Un Targaryen solo en el mundo..."

"No se de que lado a caído su moneda"

Dany, perdoname, no puedo, mirandola ahora mi corazón se quiebra, te amo, te juro que te amo, pero no puedo.

Ella suaviza su mirada, y se acerca a mí.

-Quedate conmigo -ahi está, otra grieta a mi corazón- construye el nuevo mundo conmigo, es nuestra razón, lo ha sido desde el principio, desde que eras un niño con el apellido de un bastardo, y yo una niña que no podía contar hasta veinte.

El entusiasmo, el anhelo con el que habla, esa espera infinita, me duele, espera que diga que sí.

-Lo haremos juntos, romperemos la rueda juntos.

No, no juntos, no mi Dany, no debemos, no es lo correcto, mi corazón grita al ver sus hermosos ojos, pero en el fondo de ellos veo a inocentes, quemandose, gritando y retorciendose.

Te amo...

Por última vez, te amo...

Un último segundo, te amo, ella abre la boca va a decirme algo, pero no podré oirla más, no tendré el valor, no valor, la cobardía, la beso antes de que pueda hablar, mis ojos se cierran, y mis labios se abren, perdoname, sus labios son tibios, suaves, preciosos, los grabo en mi memoria, su aroma, su piel suave, mi vida...

Mi mano vuela a mi cinturón, donde tengo la daga, tomo aire, adios amor, adios mi Dany, y la clavó en su pecho, en su corazón, ella suelta un gemido, es como una tormenta en mis oidos, se separa y lo veo lo peor que he visto.

Terror, sus ojos violetas brillan, baja la mirada y ve mi mano apartarse, esta confundida, esta petrificada, miedo, debería clavar esta daga en mi pecho tambien, pero cuando me decido a hacerlo, hay algo más, algo en sus ojos, culpa.

Y mi mundo se cae, sus manos corren a su vientre, lo toma con fuerza, y lo aprieta con urgencia, entonces me mira.

No. No, no, no, NO!

Mi respiración se corta, no hay aire, no hay nada.

Dany cae, mis ojos no dejan los suyos, mi alma sangra, lagrimas caen de mis ojos, mis manos tiemblan, quiero morir.

Una de sus manos deja su vientre y intenta levantarla a mi rostro, tocame, tocame porfavor o moriré, pero su mano cae antes.

Sangre, solo veo sangre, porque ya no respira, esta muerta, muerta, la maté, yo la maté, y a mi hijo con ella, nuestro, nuestro, y luego..

Silencio

*Fin del Flashback*

-Jon, te quedarás en Castle Black, para siempre esta vez, no?

Esa voz me saca de mis pensamientos, carajo, justo cuando iba a recordar, a recordarla, porque no recuerdo nada mas despues de eso, solo hay silencio.

Al parecer Arya me encontró, envuelto, perdido, sin memoria, despues de semanas en un calabozo.

-Si, es mi castigo.

-Deberías ir más allá de la Muralla, en la Guardia no queda nada para ti.

Losé, solo hay frío, y recuerdos, perdí a Ygritte ahi, me mataron, perdí mi voluntad, perdí la fe, y ahora ni siquiera tengo algo de mi, todo murió con ella, con Dany.

-Lo merezco.

Me mataría ahora mismo, pero se lo debo, vivir con lo que soy, con lo que hice, lo que nos hice, pasar cada segundo pensando en ella, en sus ojos violetas pero no en los que ame, no de los que me enamoré, si no en los que maté, en los que se llenaron de terror, de terror por perder a nuestro hijo, en los ojos violetas, en los labios rosados, y en la nueva vida que apague.

Ni en mil vidas, podré pagar por lo que te hice Dany, ni en mil vidas, mi amor.

 

Robb Stark

¡Mhysa ha muerto! ¡¿Qué haremos ahora?! ¡La madre de dragones se ha ido!

En Astapor los lamentos de los antiguos esclavos se esparcen por todo el lugar.

Jamás vi a la madre de dragones hace 5 años regresé a la vida y nadie lo supo. Los sacerdotes del Señor de la luz me trajeron de vuelta. Hace 5 años me preguntó muchas cosas ¿Cuál es mi maldito propósito? Jamás pedí regresar, no deseaba regresar.

Los recuerdos de la boda roja siguen flotando por mi mente, mis hombres masacrados en mis supuestos domidios, mi madre que murió por mis malas decisiones.

Si hubiera desposado a la chica Frey probablemente no hubiera perdido todo. Tal vez si hubiera viajado a Essos me hubiera aliado a Daenerys Targaryen y la guerra hubiera terminado.

Aunque a partir de ese día fue mi misión, encontrarla y acabar con mis enemigos con los asesinos de mi familia, por meses sufrí buscando sobrevivir y llegar a la familia que me quedaba, para luego saber que Arya, Sansa, Bran, Rickon todos muertos. No tenía rumbo, no tenia más motivos, pero luego pensé en Jon.

Siempre buscaba maneras de seguir y llegar a el, moviéndome de un lado a otro para no ser reconocido, paso mucho tiempo hasta que al fin pude llegar, solo para enterarme que había sido asesinado por sus hombres.

Ahí decidí que no había más lugar para mi en Westeros, sobre todo no solo, toda mi familia muerta y solo no podía vengarlos, guiandome en los sacerdotes descubri que La joven Targaryen venía hacia aquí, con un gran ejercito y tres dragones, pero en el curso se quedó gobernando Meeren.

Debía encontrarla ese era mi propósito aquel entonces, ya que los últimos cinco años de mi vida han estado llenos de "Sí tal vez"

Todas las personas creían que había sido decapitado junto a mi lobo, nadie vio mi cuerpo excepto un grupo de hombres que resultaron ser servidores del Señor de la luz quienes me suplantaron por un soldado muerto con mis ropas.

Después de lo de Jon, viaje a Essos y busque todas las formas posibles de llegar a Daenerys, pero en el camino tuve tantos problemas que parecía un chiste el no poder llegar a ella en tanto tiempo, debía ir a Meeren en busca de la reina.

Cuando iba a presentarme supe que ya tenía nuevos aliados Tyrion Lannister, el mismo maldito que era familia de los asesinos de la mía, no podía dejar que supiera que vivía y mucho menos aliarme con él. Debe haber sido el una de las personas en los que la Reina no podía confiar, debieron ser ellos quienes la llevaron a la muerte.

Los esclavistas empiezan a regresar mientras los esclavos tiemblan de temor, el reino se ha movilizado con una estrategia y todo se empieza a ir al infierno creo que es momento de regresar a Westeros, jamás logré encontrar a Daenerys Targaryen, siempre había mil y un cosas.

Finalmente hace unos meses cuando llegué a Meereen y tenía un plan ya no estaba allí, el nuevo regente un tal Daario hablo que había partido hacia Westeros a conquistar los Siete Reinos.

Cada vez parecía más una broma el como nos acercábamos tanto y luego perdíamos el rumbo, ahora qué murió no tengo nada más que hacer de este lado del mar, solo quiero volver a mi hogar. Padre y Madre ya no están, ni siquiera sé si lograron descansar en las criptas de Winterfell. Bran y el pequeño Rickon murieron a manos del traidor de Theon.

Sansa y Arya eran la única esperanza que tenía y las perdí también, ahora yo soy el Único sobreviviente con sangre Stark y jamás lo había deseado tanto.

El sonido de espadas chocando me interrumpe, los señores del templo corren hacia las puertas y el llanto de las mujeres se escucha por los pasillos.

Los esclavistas han vuelto.

No dudo en tomar una espada y pelear al lado de los señores de este templo, soldados de esclavistas golpean las puertas y mis latidos aumentan cada vez más los soldados entran por la fuerza y no dudo en luchar.

Los antiguos esclavos se arman y las calles empiezan a bañarse con sangre.

La guerra está de vuelta.

Chapter 5: Cuervo

Chapter Text

Daenerys

Tengo varias lunas viviendo en Volantis, muchos me conocían como la madre de dragones, quién devolvió la magia al mundo, la prometida

La que regresó de la muerte

Al parecer un nuevo título, la mayoría de habitantes son sigilosos y apartados pero sus voces son tan fuertes como las de cualquier pueblo.

Drogon parece cómodo estando aquí, pero yo sigo sintiendo el mismo dolor el dolor que nunca se irá mis dos hijos no van a volver, mi pueblo no va a volver, Misandei, Jorah y Sir Barristan no pueden volver de la muerte pero desearía que le hicieran.

Aún no duermo, lo que pasó me persigue todas las noches jamás podre olvidar lo que hice, aún con las circunstancias no debi hacerlo. Yo nunca quise ser la reina de las cenizas, la reina loca.

Ahora solo soy la sombra de mi padre Aerys Targaryen conocido como El rey loco, eso siempre hace que este navegando entre estos pensamientos y lo único que me consuela es saber que dentro de algún tiempo tendré una nueva alegría en mi vida, mi hijo él me dará toda la fuerza y la voluntad de seguir, paso mi mano por mi vientre, aún solo han pasado unas semanas pero ya se empieza a notar un poco.

El sonido de unos pasos me saca de mis pensamientos, la única que entra en mis aposentos es la Sacerdotisa Roja Kinvara quién aún no me habla de mi destino.

-Majestad lamento interrumpirla pero traigo malas noticias- la pelinegra me brinda una reverencia.

No sé si soy capaz de soportar más malas noticias.

Kinvara me mira con expresión preocupada.

-Me preocupa la ciudad de Astapor Mi Reina ha sido asediada por los maestros de esclavistas, ellos desean reclamar la Bahía de dragones de vuelta.

Sus palabras forman un nudo en mi garganta, todos aquellos a quienes liberé están siendo encadenados justo como Misandei.

-No voy a permitir que esto pase de nuevo Kinvara, partiré a lomos de Drogon directamente a Astapor y reclamaré la ciudad.

-Majestad sus ejércitos no están y solo tiene a Drogon aún- Aún? A qué se refiere con aún.

-Los esclavistas recibirán fuego y sangre, si se atreven a desafiar y encadenar de nuevo el pueblo libre iré dónde los amos y les recordaré que no pueden interceder en mis órdenes-. Jamás dudaré en defender a quiénes fueron mi pueblo aún con el miedo de perder el control en mis hombros.

-Como ordene Majestad, pero debemos hablar sobre su tarea en Westeros- ese maldito continente.

-Tuve suficiente de ese continente y en lo que me convirtió. Mi prioridad es el pueblo desprotegido de la Bahía de dragones y cuidarme a mí, a Drogon y a mi hijo.

-El pueblo que está en manos de Daarío Naaharis el jamás la traicionaría, permítame que yo lo encuentre en Meereen y hacer que usted retomé la ciudad Majestad .

-Tú volarás conmigo Kinvara, eres la única persona en la que puedo confiar- la sacerdotisa me brindó una reverencia antes de salir de la habitación.

La pequeña servidora del templo entra con mis ropas en mano, botas de cuero y un vestido azul como el que solía usar cuando llegue por primera vez a las ciudades esclavistas con unos simples pantalones de montar, eso me lleva de vuelta años con los recuerdos.

-Majestad ¿puedo trenzar su cabello?- la pequeña criatura peina mis platinos cabellos recordándome que aún no tengo el orgullo de portar trenzas.

Perdí mis batallas

-Solo hazme dos trenzas pequeñas una por mi hijo y una por Drogon.

Salgo del templo encontrando a Drogon a sus puertas Kinvara aguarda con cierta preocupación en su rostro, probablemente sea un día de vuelo.

-Su Majestad está segura de hacerlo.

-Ya te lo dije, no dudaré en ayudar a mi pueblo, mejor recuerda mantenerte fuerte Drogon vuela más rápido de lo que crees- mi hijo baja su cuerpo ayudándonos a subir.

Kinvara antes me mencionó la preocupación de montar a Drogon estando embarazada pero ahora sé que estoy más unida a el que nunca. Aunque viendo el pasado muchas preguntas llegan en mi mente que ahora no quiero recordar.

Solo sé que todo lo que tengo ahora son Drogon y mi hijo y qué son los únicos en los que podré confiar jamás.

Kinvara apenas logra sujetarse, tal vez podrá domar sombras pero domar un dragón es cosa distinta.

Mi hijo no ha parado aún cuando el atardecer se asoma junto al puerto de Astapor. Descendemos tranquilamente dejando a la sacerdotisa en las afueras de la ciudad en el lado norte entre la ciudad y moviliza tantos seguidores de R'hllor.

-Como puedas avisa a los esclavistas que serán atacados si desobedecen-.

No quiero cometer los mismos errores de antes, alzamos vuelo para aterrizar directamente en la plaza del orgullo rodeada de soldados de esclavistas qué tiemblan al verme a lomos de Drogon.

-Es una sombra! Un fantasma!-. Los gritos de los paralizados soldados quiénes sabían de mi muerte y los jóvenes que jamás habían visto un dragón llenan la plaza.

-No soy un fantasma, soy Daenerys Stomborn de la casa Targaryen,
tienen dos opciones retirense y vuelvan a casa o mueran al servicio de los amos.

Drogon gruñe mostrando sus dientes y me protege con su cuerpo para cubrirme de cualquier ataque de los soldados. Sus espadas caen al suelo y decido perdonar sus vidas, después de todo siguen siendo esclavos para los amos.

Uno de los esclavistas se atreve a desafiarme tirando una lanza en mi dirección que Drogon esquiva a la perfección. Por un segundo mientras la lanza viaja hacia mí tengo un miedo irreparable en todo mi cuerpo pero se disipa cuando Drogon la esquiva.

Siento la necesidad de alzar vuelo, el pueblo está resguardado y solo los esclavistas siguen en pie rodeándome.

Dracarys

Una simple orden para qué Drogon incinere al esclavista que trato de matarme.

-Aquellos a quiénes seguían ya huyeron junto a sus amos. Ellos creían que la ciudad estaba desprotegida pero aquí estoy.

Los antiguos esclavos salen de sus hogares a la plaza del orgullo. Estoy rodeada de centenares, quiénes me observan como si de un milagro se tratase.

-Daenerys de la Tormenta ha regresado.

Los gritos de la multitud me hacen sentir por un momento que no soy un monstruo. Varios hombres y mujeres caminan sin miedo hacia mi, mi pueblo aquellos valientes que pelearon defendiendo a su pueblo aún sin preparación militar.

Es así que sin perder más el tiempo me instaló en una de las antiguas pirámides donde ahora los esclavos no sirven nada más que para sí mismos, Drogon descansa cerca volando libre por la ciudad.

-Majestad recibimos informes de los Segundos hijos marchando hacia aquí- apenas presto atención a las palabras de Kinvara.

Lo que observo se lleva toda mi vista, un caballero esta al frente de un grupo de soldados y veo como ellos lo rodean y el les ordena, pero hay algo ahí es el como le agradecen y respetan.

-Kinvara ¿quién es ese hombre que saludan los servidores?-. No luce como un esclavo luce como un noble de Westeros.

-Majestad es el de quien quería hablarle

Mis ojos se abren y mi estómago da un vuelco.

-Mi Reina es Robb Stark y ha estado buscándola un largo tiempo.

Un par de palabras cruzan mi mente, pequeñas conversaciones en las que oí del Joven Lobo, sobre como perdió y murió, pero es esa voz en particular la que hace que mi sangre fluya más rápido.

Mi hermano Robb, solía llamarlo Stark y el Snow

Mientras Kinvara sigue hablando el caballero limpia su espada y la coloca en su cinturón, después alza la vista y se cruza con la mía, sus ojos están llenos de asombro y desconcierto, pero los míos están llenos de odio.

-El supuesto hermano muerto de los traidores de Stark

 

Robb

Los atacantes se cruzan por montones pero los acabo con mi espada, sigo avanzando mientras más de ellos vamos cayendo detrás de mi hasta llegar a la puerta.

Estoy en las calles y varios compañeros pelean conmigo defendiendo a la ciudad, en unos minutos ya hemos acabado con ellos y me sorprende que no haya más, estoy pensando en que puede estar sucediendo y porque se están retirando.

-No lo sabemos, solo que en la plaza desistieron y empezaron a huir, los amos también cayeron, pero de seguro algo importante sucedió Robb.

-Esta bien vamos para allá, asegúrense de que no haya más enemigos y une a un par de hombres para asistir a los heridos.

Estoy avanzando por los callejones y más de mis compañeros aparecen y me rodean, los llamo compañeros porque me acompañan en las luchas y pelean por lo correcto, me piden que los guíe pero por ahora mantengo el liderazgo en puntos ciegos. Varios siguen conmigo mientras gente del pueblo que conozco se acerca y empieza a agradecer.

Termino de limpiar mi espada que está cubierta de sangre, hasta que las palabras saltan a mis oídos haciendo que un gesto de confusión se forme en mi cara mezclado con admiración.

-Acabo de verla, es verdad todo es verdad, volvió nuestra salvadora volvió

-¿Que estas diciendo hombre?

-Acabo de verla con su dragón, no está muerta, Nuestra Mhysa llegó y reclamó la ciudad

Mhysa es lo que oí sobre como llamaban y amaban los antiguos esclavos a Daenerys Targaryen, es algo extraño ya que solo he oído historias y maravillas que la retratan como una heroína, pero es la visión que tengo al alzar mi vista la que me roba el aliento.

Es ella

Esta de pie junto a una sacerdotisa Roja se acerca a uno de los pobladores y le sonríe mientras esté le da la mano, luego sigue avanzando mientras la gente la alaba realmente parece una Madre, una Reina y su nombre le hace justicia porque detrás de ella un enorme Dragón negro con vetas Rojas como la sangre resopla con fuerza haciendo que muchos retrocedan.

Pero es algo que le dicen que hace que vuelva sus ojos a mi, su cuerpo se tensa y su cara refleja arrogancia, solo pasan unos segundos hasta que le dice algo a la mujer y se dirige con sus soldados hacia las pirámides según lo que oí de mis hombres.

-Cuando acaben lo que les dije me lo haces saber, debo resolver algo- le digo a Fark mi mejor compañero y en el que más confío.

-Robb espera- me dice haciendo que voltee. Si vas a hablar con la Reina debes ser muy cuidadoso acaba de llegar y necesitara tiempo para recibir a cualquiera.

-No soy cualquiera, le interesará lo que debo decirle. Espere años para por fin verle la cara, ahora que está aquí y ha vuelto de la muerte no puedo esperar a que algo se interponga de nuevo y esta vez no tenga tanta suerte.

Fark parece entender y se hace un lado, antes de ver a la Reina quiero asegurarme si la información sobre los segundos hijos es real y saber exactamente como esta viva y como la asesinaron, para que cuando hable con ella no ser un idiota que le tome todo por sorpresa.

La única persona que me puede ayudar a saber eso es uno de los Sacerdotes de R'hallor, después de todo siempre hablaron sobre el príncipe que les fue prometido refiriéndose a ella.

Llego finalmente a mi destino, un punto lo más lejano al centro de la ciudad es donde se reúnen y con la llegada de su Reina deben estar por aquí con toda clase de información.
Uno de ellos se acerca y lo interceptó antes de que siga su camino.

-Escucha, quiero que me digas todo sobre la Reina que acaba de llegar- le digo tomándolo de su túnica.

-Mi señor, no sabría decirle nada aún- me dice temblando un poco.

-Se que lo sabes, todos ustedes saben todo, así que dime.

-Le juro que no mi señor, lo único que oí es que con la Gran Reina también llego la Sacerdotisa Roja Kinvara, ella es muy respetada y admirada por su conexión y privilegio con el Señor de La Luz, al parecer fue ella quien le devolvió a la vida, pero nada más mi señor.

Examino su rostro para ver si me miente, pero parece más asustado de lo normal como para mentir, nose porque todos ellos siempre están temblando pero no les haría daño a menos que lo buscaran.

Lo suelto y el se acomoda su túnica pero antes de marcharse recupera su seguridad y habla.

-Busque a la Sacerdotisa Kinvara ella le responderá todas sus dudas.

Estoy a punto de voltear y poner camino hacia la ciudad de nuevo pero lo que sale de si me provoca un estremecimiento.

-Su propósito está llegando Robb Stark. Busquela en las puertas del palacio, ella le estará esperando- dice hasta marcharse.

Me quedo algo sorprendido, el propósito, solo puede ser la razón por la que sigo aquí por lo que me trajeron de vuelta, pero me pregunto porque ahora.

Pasan un par de horas antes de que tomo rumbo hacia donde me dijo el Sacerdote, cuando llegó veo que algunos guardias del ejército de R'hallor están allí, pero conozco a uno de ellos, así que me avisa que la mujer que busco esta detrás de la puerta.

Me mantengo alerta en caso de ser una trampa, la vida me enseñó que todo puede serlo y todos son traidores, pero cuando abro la puerta lo que encuentro es a una mujer, la misma que estaba con Daenerys, la Sacerdotisa Kinvara, ella solo sonríe y me mira.

-Al fin llegó, Hielo.

-Sabes porque estoy aquí

-Quieres lo que todos, respuestas y esperanza- habla con seguridad.

-¿Esperanza? Porque querría eso

-Porque es lo que estuvo esperando por años, y al fin esta aquí, ella está aquí.

Se que los Sacerdotes saben muchas cosas pero es la sonrisa de esta mujer la que me hace sentir algo de incertidumbre, porque la manera en la que habla es como si supiera todo de mi.

-Siga conmigo Mi Lord.

-No soy un Lord hace tiempo

-Pero lo será- dice ella adelante guiándose hasta una Sala, por un momento creí que sería algo en discreción pero no, es la Sala del Trono.

Cuando entramos esta completamente vacía y oscura, pero es el fuego que enciende que da un poco de iluminación, camina un par de pasos hasta el centro y luego gira hacia mi, espero que hable.

-Entonces me dirá que es lo que espera de todos sus planes.

-A puesto que si sabe sobre ellos, sabe cuál es mi objetivo.

-Y querrá que yo le susurre cosas a la Reina- me dice con otra sonrisa.

-No sé si su trabajo sea susurrar pero lo que le propondré nos beneficiará a los dos.

Si quiero que el ejército y el Dragón de Daenerys marche conmigo debo convencerla y con eso también a Kinvara que es su nueva mano.

-No creo que entienda, yo no soy una mujer de consejos, solo obedezco a mi Señor y lo que el diga asi lo haré. Y ciertamente le digo que lo que usted quiere no pasará

-Nose como murió la Reina, ni la historia de su regreso, pero apuesto que ella querrá venganza sobre sus asesinos, lo que quiero es que todos los Lannister paguen.

-Los Lannister ya no existen mi Lord, se que las noticias son recientes menos de un par de meses y por eso aún no llegan aquí, pero así es.

Sus palabras hacen que mi cabeza se llene de miles de pensamientos, no es posible que estén muertos sin haber pasado por mi.

-Si es así, quien mato a su Reina, quien gobierna ahora los Siete Reinos?

Ella no responde lo que hace que mi irritación crezca aún más.

-Lo que quiero es volver y tomar mi hogar Winterfell, soy el último hijo de Ned Stark y mi lugar está en el Norte, no le juro que doblare mi rodilla pero si nos unimos podemos conseguir lo que queremos.

-Creo que no esta entendiendo nada Lord Stark.

-Si no hablas no puedo entender.

Ella camina un par de pasos hacia mi, lo que hace que mi cara tome una expresión de ira.

-La Reina no volverá a Westeros mucho menos con un Stark a su lado, ella no regresará con sus traidores de un brazo- no entiendo que es lo que sale de su boca, porque habla de traidores y mi nombre en la misma oración.

-Cuida tus palabras

-Por lo visto nunca supo nada, tanto tiempo con mentiras y dolor- mi gesto de confusión vuelve y se pega en mi interior hasta que suelta aquello que he estado esperando por tanto tiempo en sueños.

-Su familia está viva, sus hermanos y hermanas Bran, Sansa, Arya y Jon ellos gobiernan los Siete Reinos ahora en el Norte, el Sur y con los Salvajes.

Mi respiración se ve afectada haciendo que un raro sonido escape de mi, es todo tan fuerte que uso todas mis fuerzas por seguir de pie.

-Mi familia murió

-No, ellos no murieron es mucho que procesar y no soy yo con quien debe hablar de ello

-Debes decírmelo todo ahora

-Solo le diré lo que necesita para hablar con quien de verdad lo entiende- supongo que habla de Daenerys, pero no me interesa nada más que oír todo sobre ellos, no escuche a Rickon así que mi corazón tiene una punzada latente ahí que me indica de que debe haber muerto.

Kinvara camina hacia un extremo de la habitación que supongo tendrá un balcón externo mientras yo tengo todos estos recuerdos y emociones brotando de mi ser, intento controlarme y la sigo.

Ella mira hacia la ciudad.

-La Reina no volverá allí

-Ahora lo que me importa es saber- ella me interrumpe enseñándole que baje la voz mientras toma un respiro largo.

-Escuche lo que le voy a decir atentamente- esta muy seria asi que aunque me molesta su osadía la escucho.

-Mas importante que todo, esta la Reina ya le dije que todo puede hablarlo con ella, pero es esto

Fue traicionada, y no por cualquiera por su pueblo el pueblo que ella salvó, liberó y sacrificó a sus hijos y amigos y todo por un hombre que creyó que podía confiar.

Me siento algo extrañado por la forma en la que habla y aunque suene horrible nose que tiene que ver con mi familia, cuando vuelve a hablar hace que todas las preguntas se evaporen y solo una de ellas pida a gritos salir de mi.

-Su familia, sus hermanos, su pueblo la traicionaron, la usaron y luego la mataron.

-Mi familia no haría eso a menos que haya sido una amenaza

-La amenaza fue ir allí por algo más que por si misma

-Y supongo que dirás que mi familia tuvo la culpa

-El amor es el arma más poderosa que existe- Amor? Por quien? Mi familia, esto suena tan sin sentido

Kinvara me mira con ojos de tristeza absoluta antes de volver su mirada hacia adelante y luego algo más, haciendo que yo también voltee y vea lo que es.

Drogon esta algo lejos en otro balcón es tan grande que apenas se mantiene afuera, pero junto a él está ella, Daenerys ella lo toca lentamente y lo mira lleno de amor, como una madre mira a su hijo, tiene un vestido blanco y su cabello está suelto, a diferencia de antes parece tan llena de amor y no odio, pero es algo que llama más mi atención, un movimiento de ella.

-Su hermano Jon Snow, la asesino- mi vista corre hacia Kinvara haciendo que mi frente se contraiga.

-Ella lo amaba y su hermano la asesinó- mis ojos van a ella de nuevo

Jon mi hermano fue quien la mató, sabía que debió ser traicionada pero no que el era su aliado mucho menos que estaba vivo, debió tener motivos conozco a Jon y se que es tan honorable como mi padre.

Pero es la escena...cuando veo la escena no hay justificación, no hay palabras ni versos que expliquen ese dolor.

Posa su mano en su vientre y lo acaricia, es un gesto tan dulce hasta que veo una lágrima caer de si, su vientre está algo redondo no mucho pero si lo miras un momento esta ahí, ella está embarazada de Jon.

Oh Jon, como lo hiciste

No hay dolor más grande que ese, lo viví mi hijo fue asesinado en el vientre de su madre y podía sentir cada segundo de agonía, cada latido apagado, daría todo por volver y no vivir eso y Jon, debo oír toda la historia.

-Quiero hablar con ella- me doy la vuelta para ir hacia donde está pero su mano me detiene.

-Ahora no, solo ha pasado unos meses, aún no es el momento de que uno de ustedes esté cerca de nuevo.

Mi mirada debe estar llena de odio porque ella se limita a tratar de explicar

-Por lo menos espere un par de días, que se instale, respire, su hombre de confianza este aquí y podrá hablar con ella.

Trago saliva y cierro mis ojos unos segundos, tiene razón aunque sea tan difícil de aceptar, antes de irme dice una última cosa.

-No confié en nadie, talvez añore a su familia pero no haga el intento de avisarles, ni saber de ellos o la pondrá en peligro, usted ya no sabe quiénes son y si tienen una sola señal que esta viva, la matarán.

Quiero discutirle que ellos jamás harían algo como eso, pero es esa voz que me dice que espere, esperar a saber todo, lo único que hago es tragarme todos mis sentimientos y mover la cabeza en señal de aceptación y salir de allí.

 

Robb

Mi familia

Ahora que se que están vivos después de tanto este sentimiento oprime mi pecho y Daenerys embarazada de mi hermano hace que todos estos días este pensando en él, porque él lo haría?

Busco si existe algún motivo lo suficientemente bueno como para hacerle eso a la mujer con la que iba a tener un hijo con la que se supone que amaba o talvez no la amaba pero aún así no puedo creer que Jon lo hiciera.

Después de varios días esperando el momento indicado mi sorpresa fue tanta cuando Kinvara vino a mi y me aviso que fue la misma Daenerys quien solicito mi presencia.

Entre más me acerco más visible es el enorme dragón que se muestra vigilante a su madre, tiene varios hijos de R'hallor que están siendo guardianes frente a ella antes de mi llegada. Uno de ellos me exige dejar mis armas, mi espada y mi daga que es lo único que me protege y está en sus manos aunque no dudo que el enorme dragón me tragué vivo si me ve como una amenaza a su madre.

-Majestad el es Robb Stark el legitimo Rey en el Norte, el primogénito de Lord Eddard Stark- Kinvara pronuncia mis antiguos títulos como si tuvieran algún valor.

-Puedes acercarte no le temo a los lobos- su forma sarcástica de referirse a mi familia me da un raro presentimiento.

-Diría lo mismo pero jamás he conocido a un dragón y sinceramente no pensé que querría recibirme después de todo lo que oí- me acerco un paso hacia a ella, pero los soldados de R'hallor hacen que me detenga.

-Deberías temerme ya que pensaba enviarte en pedazos a tus traidores hermanos pero Kinvara me ha convencido de no hacerlo.

-Mi familia los Stark dejaron de reinar Winterfell y como supe ahora reinan los Siete Reinos.

Daenerys ríe con un poco de dolor en su voz.

-Tu familia, es verdad como ya sabes tus hermanas conspiraron junto con tu hermano Bran y tu primo para asesinarme.

Cuando hablé con Kinvara no me dio todas las respuestas tuve que realmente controlarme y tener paciencia para guardarme todo lo que estaba sintiendo y ahora escuchar que Jon es mi primo me tiene desconcertado.

-Jon es mi hermano es el bastardo de mi padre.

-Nunca fue un bastardo, es el hijo de Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark la hermana de tu padre.

Lo primero que viene a mi mente es mi padre, mintió toda la vida y nunca engañó a mi madre.

-Jon es el legítimo heredero de los Siete Reinos, aunque eso no lo excenta de ser un cobarde y traidor.

-Nose cuales fueron los motivos por los que el hizo eso, pero siempre fue un hombre de honor y..

-Un hombre de honor, la última vez que lo vi me clavó un cuchillo en el corazón. ¿Es el mismo Jon de quien hablamos ahora?

Su mirada y su voz están llenas de odio, por un lado lo entiendo pero quisiera hablar de otra manera con ella, una en la que su resentimiento no sea lo único que pueda ver.

Kinvara empieza hablar.

-La Reina fue traicionada despues de todo lo que sucedió en la larga noche, todos nos enfrentamos al Rey nocturno y tu hermana lo asesinó, pero todo fue gracias a sus ejércitos a sus hijos.

Escuchar esos hechos salir de nuevo me tiene pensando ella lo perdió todo, la verdad siempre pensé que El Rey nocturno no era real, lo supe cuando estaba en el viaje hacia aquí pero siempre lo dude, pense que eran cuentos para asustar a los niños.

-Ahora el pasado no importa- ella habla y por primera vez dejando un ápice de sus sentimientos que rápidamente intenta ocultar.

Kinvara habla pero esta vez es para los dos, es seguro que ni Daenerys sabía lo que iba a decir por el cambio en su postura.

-Robb Stark eres el verdadero hielo tienes una labor, los dos la tienen por eso han vuelto a la vida.

Daenerys la mira extrañada y completamente furiosa, Kinvara hace una reverencia y sale de la habitación dejándome abrumado. Dirijo una mirada hacia Daenerys, ella se pone de pie y se dirige a la salida.

-Daenerys- ella frena en seco.

-Robb Stark

Nos miramos por unos segundos y me doy cuenta de más detalles de su rostro, sus ojos son muy cristalinos, y de un color violeta que no había visto antes.

Pero da la vuelta y se va de la Sala dejándome con tanta información tantos pensamientos, tantas luchas interiores que no tienen sentido.

______________________________________

Daenerys

Que clase de misión es de la que aún espero respuestas, y según lo que Kinvara me contó sobre el Joven Lobo, Robb el también regresó a la vida y tiene la misma maldita misión.

Nose porque Kinvara no me advirtió de sus palabras, el debe haber percibido mi perturbación, antes de hablar con el tengo que aclarar ese asunto con Kinvara, así que me paro y me dispongo a salir de la Sala, pero antes Robb se para a un lado determinado y seguro.

-Daenerys- no recuerdo cuando oí mi nombre por última vez, soy la Reina y todos me llaman así, pero es esa osadía la que me llama la atención, el sabe que después de los acontecimientos puedo matarlo y aún así sigue aquí dispuesto a hablar conmigo.

-Robb Stark- su nombre es como un recordatorio de dolor permanente, siempre lo será.

Estoy a punto de entrar en los aposentos de Kinvara para hablar de la situación pero ella ya está esperándome para explicarse.

-Te das cuenta que yo soy tu Reina.

-Majestad

-Dejame terminar, puedes servir a tu Dios y lo permito pero soy yo a quien le debes tu lealtad, y no la pruebas poniéndome en ridículo frente a ese hombre, y no hablarme sobre lo que sea que debas decirle.

-Majestad no quiero ser grosera ni me malinterprete yo estoy aquí para servirla y guiarla, tendrá mi lealtad siempre pero es el Señor de la Luz quien la trajo de vuelta, y es el plan del que le hable el mismo día que volvió a la vida, usted es la luz del mundo, usted es la prometida.

-¿Y cual es esa misión entonces?

-Aún no lose mi Reina, pero es la conexión la que me hace sentir todo lo que vendrá- mi ira se ha evaporado en gran parte así que intento escuchar las palabras de la Sacerdotisa.

-Nose que es lo que tu Señor espera de mi, pero yo haré lo que crea correcto.

-No pretendo que se desvíe de ningún camino.

-Está bien Kinvara pero no vuelvas a hacer estas cosas sin mi consentimiento- estoy por irme pero Kinvara me sigue antes de salir por la puerta.

-Majestad, necesitará a Robb Stark como un aliado talvez no le parezca lo correcto pero debe intentarlo.

Estoy en mis aposentos después de charlar con Kinvara sobre Robb, pienso en todas las veces que oí de él, había escuchado la historia aún cuando no llegaba a Westeros, el joven que había perdido la guerra por amor.

Por malas desiciones el y su familia pagaron a manos de sus enemigos, fueron traicionados en un acontecimiento tan espantoso que le dio el nombre de la Boda Roja, su esposa asesinada, su madre degollada, sus hombres traicionados, y el atravesado y decapitado, como último acto siendo cocido a su lobo huargo.

Pensar en todas estas cosas que el debió pasar me recuerda que el también fue traicionado por sus hombres de confianza, quienes el quería. Todos estos años el estuvo solo y estoy segura que si hubiera sabido de su familia estaría con ellos, el sería con quien iba a negociar en Dragonstone, si todo hubiera sido diferente donde estaríamos ahora.

-Reina tenemos algunos problemas- dice Kinvara.

-¿Qué sucede?

-Son algunos de los hombres que se rindieron Majestad, ellos tomaron varios de los comedores que formó el consejo y amenazan a los pobres de allí, nuestros hombres intentaron apartarlos pero es inevitable intervenir sin que muchos mueran.

-¿Entonces que es lo que quieren? Les di la libertad les perdoné la vida, a pesar de su desobediencia y aún continúan desafiando mis órdenes.

-Ellos piden hablar con usted

-Bien llévalos a la Sala del Trono

-No, Mi Reina ellos no piensan venir aquí, dicen que usted vaya hacia ellos.

Mi ira es como una llama en mi interior, que solo crece en cada oportunidad, no es tanto tiempo que llegue aquí y no es posible no tener problemas, debería matarlos pero eso haría que muchos más mueran y no quiero el peso de más nombres en mi consciencia, no si puedo evitarlo.

-Bien, llama a un grupo de soldados para protegerme y a ellos diles que los veré donde yo ordene pero solo con uno, que le quede claro que si intenta algo será lo último que haga.

Kinvara parece tranquila sin embargo sigue siendo humana, así que me muestra un poco de preocupación.

-Confio en usted, pero es peligroso reunirse con esos hombres

-No te preocupes, llevaré a varios guardias y solo será uno de ellos

-Si me permite creo que sería prudente pedirle al Lord Stark que lo acompañase- eso genera una gran sorpresa pero molestia al igual que risa.

-Me estás diciendo que debo llevar como escolta a Robb Stark, como si fuera de alguna ayuda.

-Confie en mi, así como yo confío en usted Majestad.

Quiero discutir pero es la verdad, a pesar del pasado debo mostrar aunque sea un poco de confianza en Kinvara, ella a demostrado ser mi aliada.

Solo espero que los planes de tener a Robb Stark cerca terminen rápido, su nombre su familia llega a mi mente haciendo que el dolor en mi pecho vuelva, que imágenes lleguen a mi cabeza, y no pueda sacarlas más.

-Vamos a hablar con ellos, si debe venir que nos alcance en el camino.

 

Jon

Han pasado semanas, tantos caminos días y noches, estamos a punto de llegar al Norte, el ambiente es frio. El frío que siempre estuvo conmigo y que ahora será mi única compañía.

-Lord Snow llegamos a Castely Rock y descansamos o seguimos hasta alcanzar la noche.

-Solo sigan adelante, debemos llegar cuanto antes.

El hombre se aparta y yo sigo en el caballo paso tras paso, incluso después de adoptar de nuevo las ropas gruesas para el Norte, es ese dolor el que congela mi alma por completo, el dolor de la Soledad, de la culpa, la pena.

Cruzamos y entramos finalmente a lo que era la Guardia Nocturna, todo está destruido, con estragos de la gran guerra contra los caminantes blancos, ni siquiera el Muro se salvó, parece una gran tierra de escombros y nieve.

Mientras avanzo no puedo evitar pensar en todo lo que viví aquí, las personas que conocí, en lo que me convirtió.

Lord Snow! Lord Snow!

Aquellas voces llenan mi cabeza haciendo que recuerde el momento cuando me nombraron Lord Comandante de la Guardia Nocturna, tanto que sacrifique por ellos, por lo correcto, sacrifique a Ygritte al amor que sentía por ella, una oportunidad. Y todo por los mismos hombres, por mis hermanos que terminaron asesinandome.

Tanto que viví y perdí, todo para que la historia se repita de nuevo con Dany y ni siquiera allí pude recordar que todo lo que tenía era ella, lo correcto lo hice porque era lo correcto me repetía mientras caminaba a la Sala del Trono ese maldito día.

"Que es el honor comparado con el amor de una mujer"

Nada no es nada

"Que es el deber comparado con el calor de un recién nacido entre los brazos"

La imagen de un niño entre mis brazos hace que esa punzada vuelva, que pensaría el Maestre Aemon de todo esto, de lo que hice con mi vida después de todos sus consejos. Que haría si pudiera ver como perdí todo lo bueno que tenía por el estúpido honor, no una sino dos veces.

A puesto se reiría de lo idiota que fui, si pudiera volver el tiempo haría lo que debía hacer, por Dany y por mi hijo.

Pasamos la noche en el bosque, ya cruzamos el muro así que en pocos días llegaremos y encontraremos a los Salvajes que quedaron.

Tormund

Será una sorpresa verlo de nuevo, se preguntará que hago aquí después de tanta lucha y pelea, volvi donde todo empezó y volví con menos pedazos de lo que era.

Con tanto tiempo de viaje todo lo que ha pasado me ha comido el cerebro cada segundo, solo pienso en todo momento en todo.

Arya, Sansa y Bran ellos ganaron tuvieron lo que siempre quisieron. En un momento mientras me despedía de ellos solo podía ver a aquellos niños que una vez fueron, fue ese amor y ese recuerdo el que me hizo intentar protegerlos, ese fue mi error creer que aquellos niños que una vez amé eran los mismos, pero no.

Y yo

Atormentado ese será todo mi futuro, seguir con mi vida en el fin del mundo con la miseria de voluntad que me queda, siempre intento mantenerme fuerte frente a todos los demás, pero en la noche mis fantasmas me persiguen haciendo que pierda la cordura y el dolor azote las puertas de mi consciencia.

Siento las miradas de algunos mientras estoy sentado en un tronco tostando un pedazo de un conejo que cazaron, solo los ignoro y continuó comiendo y viendo el fuego.

Viéndolo así recuerdo a los Dragones, eran majestuosos. Pero con ello también los gritos de desesperación de los habitantes de la ciudad, de niños, mujeres, de Varys siendo quemado frente a mis ojos.

Termino perdiendo una vez más ante los recuerdos y regreso a mi tienda improvisada e intento dormir, espero y aunque sea en mis sueños pueda ver a mi amor, o por lo menos no tener pesadillas.

Varios días después hemos recorrido ya gran parte de tierras y al medio día, estoy exhausto de estar tanto tiempo encima de un caballo, pero es entonces cuando llegamos a nuestro destino y veo una familiar cabeza pelirroja acercándose hacia mis hombres y detrás de él tan grande como un caballo a Ghost.

-Vaya Cuervo que sorpresa, confieso que no esperaba verte tan pronto después de que me fui, no pudiste vivir sin mi eh, corriste hacia aquí en cuanto me fui- dice él con gran sarcasmo y pidiendo una sonrisa de mi, estoy a punto de dársela hasta que abre de nuevo la boca.

Le doy un pequeño abrazo y luego voy hacia Ghost, la última vez que lo vi no me despedí como debía, el parece estar bien a pesar de sus heridas, el me corresponde con un movimiento de sumisión y cariño.

Le doy un pequeño abrazo y luego voy hacia Ghost, la última vez que lo vi no me despedí como debía, el parece estar bien a pesar de sus heridas, el me corresponde con un movimiento de sumisión y cariño
-Pero dime que piensa tu Reina Dragón de que estés aquí- el examina mi rostro y hace una mueca de confusión.

-Que sucedió, no me digas que hiciste alguna estupidez y me traes para llevarme a otra guerra.

-No es eso- logro decirle sin ánimo.

-Entonces porque dejaste a tu Reina desprotegida entre tantos cabrones sureños, acaso no ves que la pueden matar o es ella quien te pateo el trasero hacia aquí. Apuesto que es eso se cansó de ti, siempre supe que eras un enamoradizo y cuando la vi, sabía que quien tenía las bolas era ella.

Oír a Tormund hablar de ella, es tan doloroso ya lo esperaba pero la intensidad solo va aumentando.

El debe ver mi expresión haciendo que inmediatamente cambie su cara y la reemplace por seriedad.

-Instalen a los hombres que acompañaron al Cuervo, yo hablaré con él en mi tienda.

______

Estamos entrando a su tienda y veo a una mujer salir de aquí, debió estar algo ocupado.

-Ya no soy un cuervo, no hace falta llamarme así

-Siempre serás un cuervo para mi, así te conocí y así seguirás. Ahora sienta tu horrible cara y come algo, estás más pequeño que la última vez.

-No quiero comer nada

-Entonces habla de una vez, que sucedió contigo porque volviste aquí

Mis ojos solo pasan del fuego a el, ni siquiera se que decir como explicar todo.

-Perdi

-¿Que perdiste? La guerra contra la otra reina que se coje a su hermano? Pensé que habían ganado según lo que oí de mis hombres.

-No no es eso- el nudo se forma en mi garganta una vez más-.

-Lo perdí todo- le digo haciendo que Tormund deje de beber y se enderece viéndome confundido.

-Perdí...
Daenerys está muerta

-Carajo, que sucedió fueron atacados, la apresaron?

-No

-Entonces

Las palabras no salen de mi boca como? Como explicar que yo la maté. Al ver mi silencio Tormund se acerca a mi despacio mientras yo mantengo la cabeza baja luchando por no quebrarme.

-Lo siento Cuervo- dice en voz baja

Los vi cuando llego la batalla contra los malditos caminantes, vi como se miraban parecían un par de cachorros en celo, incluso tenía envidia por la mujer grande, la diferencia era que tu Reina no te miraba como si quiera matarte.

Eso provoca una pequeña sonrisa en mi al recordar el enamoramiento que tuvo Tormund con Brienne de Thart.

-Nos salvó el trasero y luchó por ti, no pierdas más tiempo en estar así Cuervo si ella estuviera aquí no quisiera verte con esa cara- se aleja un poco de mí y toma un vaso para darmelo- te ves más feo que de costumbre.

Tomo el vaso para beber lo que sea que tenga, quiero olvidar.

-Tormund

El se gira y me ve directo a los ojos así que hago lo mismo.

-Yo la maté

Tormund deja su vaso en la mesa y se queda inmóvil junto a eso.

-Tu la mataste... ¿Por qué?

-Crei que era lo correcto

-Para quien?

-Para todos, en la capital ella perdió el control y quemó toda la ciudad

-Demonios Cuervo

-Vi los cuerpos quemados, vi la ciudad en ruinas, ella mataría a mi familia y lo repetiría en todo el mundo.

-Estoy tratando de entenderlo, ella te lo dijo que quemaría al mundo entero

-Si, además apresó a Tyrion y lo iba a asesinar y a mis hermanas

-El enano, porque iba a hacer eso pensé que era su consejero o lo que sea que tienen los reyes

-El liberó a su hermano para que escapase con Cersei

-Entonces era un traidor

-Si ahora puedo verlo, yo le pedí que lo perdonara

-Cuervo como le pediste eso, no perdió un Dragón en manos de esa Cersei

-Asi fue

Entonces pasan unos segundos en los que sigue bebiendo y entonces me mira con el gesto ceñudo.

-¿Tú tomaste esa decisión? Tu lo decidiste solo

-No, todos me dijeron que ella lo haría, Tyrion, Sansa y Arya sabían que no se detendría y me mataría a mi también

-Carajo Cuervo como fuiste tan estúpido, escuchaste las voces de los enemigos de tu Reina. Lo hiciste porque otros te convencieron de hacerlo.

Es verdad, fui un idiota.

-Si tu hubieras decidido hacerlo porque creías que era lo correcto lo hubiera entendido porque tu! Tu uniste a mi pueblo y salvaste nuestro pellejo, nos diste paso y tierras. Pero porque salió de ti, porque no escuchaste las voces de los otros cuervos.

-Ya losé

Tormund me toma del hombro y me mira directo a los ojos a unos centímetros.

-Mataste a tu Reina por nada más que por la lengua de otros

No puedo aguantarlo más así que todo cae al suelo de nuevo, mis ojos se cierran para tragarme las lágrimas, y antes de que Tormund salga de la tienda
No puedo aguantarlo más así que todo cae al suelo de nuevo, mis ojos se cierran para tragarme las lágrimas, y antes de que Tormund salga de la tienda.

-Estaba embarazada

El toma un gran respiro y se gira en mi dirección.

-Me alegro mucho no ser tu, tenías todo para ser el gran líder como lo fuiste para nosotros Jon, lastima que acabo así para ti
Como sea sabes que este siempre será tu pueblo y que soy tu amigo.

Entonces sale dejándome solo una vez más.

______________________________________

Tyrion

Las órdenes del nuevo Rey son claras, reconstruir la ciudad y a sus habitantes que aunque sean casi nulos ahora, necesitan lo mejor.

No quería terminar aquí una vez más de consejero de otro Rey y aunque intento entender que fue la mejor elección son esos pensamientos lo que me siguen atormentando, los sueños.

Traidor, mis hermanos, escombros, gente muerta en las calles, y al último el grito de un niño y lágrimas de una madre.

Me acerco a donde ella sostiene a su hijo y la intentó tocar pero ella se voltea y sale corriendo, avanzó más calles y todo lo que veo son muertos y más muertos hasta llegar al ejército y verla a ella, hablando como si nada hubiera pasado.

Todo el amor que sentía se vuelve odio cegandome por completo, hasta arrojar al suelo la insignia de la mano del Rey hasta mis aposentos nuevos una celda. El tiempo que pase preso me ayudó a pensar mejor en lo que había sucedido como todo termino así, pensando en Jaime.

El tiempo que pase preso me ayudó a pensar mejor en lo que había sucedido como todo termino así, pensando en Jaime
Hasta que Jon me fue a ver, tenía una nueva esperanza de salvar a los demás. Debía convencerlo de acabar con ella, sabía que su amor lo cegaría ante la verdad y aunque le daba más argumentos de su locura el la justificaba, era claro la amaba demasiado para hacerlo, así que jugué lo último que sabia que valoraba. Su familia, le hable de sus hermanas, pero ni así el se convenció.

Y cuando Arya llegó a mi celda aún tenía el sentimiento de dolor en el pecho porque si había convencido a Jon, Daenerys moriría o si no muchos morirían.

*Flashback*

-A que debo el honor de la visita de Lady Arya de Winterfell- digo con sarcasmo.

-Debes convencer a Jon sobre Daenerys- no pierde el tiempo.

-Me parece que nos hemos leído la mente porque es lo acabo de hacer hace rato.

-Bien y como reaccionó?

-Mal, ya sabes tu hermano siempre ha sido un hombre de grandes sentimientos y convicciones, de honor como repiten siempre.

-El honor ya no tiene que ver aquí, el amor que siente por ella lo perderá y se lo dije, si no es que ella lo mata antes por ser el legítimo Rey.

A pesar del dolor, no se si ella sería capaz de eso lo vi desde el momento en que se conocieron, el amor que brotaban no era normal.

-Bueno también le dije eso, espero y se de cuenta a tiempo

Arya da un paso adelante y me mira extrañada.

-No pensé que sería tan fácil ponerte contra tu Reina

-Bueno cuando mata a tus hermanos y una ciudad entera no hay mucho que pensar

-De todos modos tu hermana debía morir

-Lose, pero Jaime no

-De eso no estoy segura, pero pensaba que amabas a tu Reina

-Lo hacía, incluso la presencia de tu hermano debo admitir me dio algo de celos si lo ponemos así.

-Nose que es lo que tiene, que parece que todos los hombres caen ante ella, Jon, tú, incluso ese Jorah que la protegía, solo un ciego no veía como la miraba.

-Jajaja eso siempre fue notorio, creo que es su corazón si hablamos de lo interior porque de su belleza no podemos discutir. Cuando la conocí ella luchaba por la libertad de los esclavos, por la justicia y piedad.

Arya tiene la vista en mi, y me escucha con atención.

-Eso al principio pero luego todo ese odio, la perdida, el dolor la hizo corromperse y convertirse en lo que ahora. Y con ella mi amor también cambió, de miedo a odio.

-¿Y por eso quieres que muera? Venganza por tus hermanos, la odias por eso.

-No
Incluso porque el amor sigue aquí, pero lo que hizo al quemar la ciudad, tantos inocentes muertos y ni una gota de arrepentimiento. Es lo que duele y hace que mi ira nazca.

-Eso parece

-Nose cuando exactamente empezó tanto odio, de un momento a otro la ira inició en ella, y cuando pensé que estaba feliz la guerra inicio y esto pasó

-No la vi feliz nunca

-Lo estaba hace poco lo cual me sorprendió mucho porque Misandei acababa de morir

-Si eso la afectó también, creo que ahí empezó su locura estoy segura

-Eso la quebró

-Ahora ya no interesa eso más, lo mejor es que ella muera- se da la vuelta para marcharse.

-Espera, porque estás tan segura.

-Vi a un maestre salir de su habitación hace unas semanas, supuse que tuvo algo que ver con la locura de su cabeza.

-Un maestre? Salir de sus habitaciones, por qué? Sabia que no comía pero no pensé que fuera tan grave, incluso porque tenía mareos y vomitaba mucho.

-Tyrion no me interesa en lo más mínimo, que pasa volvió tu amor y devoción?

Las palabras se juntan como un rompecabezas que forma una respuesta. Un maestre saliendo de su habitación, malestares, vómitos, y su felicidad de ahí en adelante, como buscaba a Jon desesperadamente apesar de su distanciamiento.

No puede ser eso, como podría?

-Arya

Tomo un momento para contenerme

-Esta embarazada

-¿De que hablas?

-Los malestares todo ese tiempo entre síntomas de embarazo no lo creí, por que me dijo que no podría tener hijos nunca más- el gesto de Arya se va endureciendo poco a poco mientras continúo- su felicidad, buscar a Jon. Esta embarazada

Arya también toma un momento en pensarlo, y sin aviso se da la vuelta y empieza a correr.

Solo escucho sus pasos salir de las mazmorras y mi corazón late a prisa, mientras las lágrimas caen desesperadas de mis ojos pensando en que Jon no me haya escuchado, y luego

Solo escucho sus pasos salir de las mazmorras y mi corazón late a prisa, mientras las lágrimas caen desesperadas de mis ojos pensando en que Jon no me haya escuchado, y luego
Queda un silencio en la celda.

*Fin del Flashback*

Pasaron unos días en los que los guardias corrían de un lado al otro, hasta que vi a Jon entrando por la celda supe que Arya llegó tarde.

Esos recuerdos aún me mantienen en constante lucha, pero intento seguir, además que el trabajo es tanto con la ausencia del Rey que ocupa mi tiempo en el día dejando la tortura para la noche.

Según entendí en la última reunión el Rey mandara emisarios para averiguar el paradero de Drogon mientras el lo intenta buscar con cuervos. No sé cual es su insistencia en hallarlo, el se fue con su madre y no volverá.

-Señor Mano, los informes han llegado

-Y?

-Los Inmaculados han llegado a las Islas de Nath y han tomado el control, los dothraki también están en sus tierras y reunidos en Vaes Dothrak de nuevo con otros Khalasares y con un Nuevo Khal en el mando.

-Es bueno oír eso, que hay de los del Norte y Salvajes.

-El Norte está bajo el mando de su Reina, Sansa Stark quien tiene el apoyo de todos los señores del Norte y se alegran de la independencia del mismo. En cuanto a los Salvajes han vuelto a sus tierras más allá del muro y con ellos Jon Snow.

Era natural, no queda nada de Guardia Nocturna, no queda nada que proteger.

-Bien gracias Podrick, no te preocupes yo le daré las noticias al Rey más tarde.

-El rey no volverá pronto mi Lord, esta de viaje y demorará según lo que me informo.

Eso hace escapar un respiro de paciencia.

-Entonces sigamos con el trabajo en la ciudad, el Rey lo ordenó y cuando vuelva le hablaremos, aunque quien sabe donde y cuando regrese.

Series this work belongs to: