A estas alturas todo el mundo interesado en el tenis sabe que la Six King Slam es una competición 'amistosa', es decir, una exhibición, que se disputa en Ryadh, capitán de Arabia Saudí. Que está generosamente remunerada -1,5 millones de dólares a cada participante y un premio final de seis millones de dólares, pero no reparte ni un solo punto ATP para los participantes. Pero vamos a explicarlo de nuevo por si alguien aún lo desconoce.
La razón es que todos los torneos deben estar reconocidos por la ATP para ser puntuables para el circuito. Eso implica una serie de requerimientos que la exhibición saudí no cumple -por ejemplo, el hecho de que el cuadro sea solamente de seis jugadores-. No significa esto que esta decisión sea inamovible para el futuro. Arabia Saudí quiere entrar en el tenis al máximo nivel. Quiere organizar torneos oficiales -entre ellos un Masters 1.000-, quizá las finales ATP y WTA y quizá impulsar la unión de ambos circuitos, masculino y femenino. Quizá en el futuro, si las relaciones entre ATP y Arabia Saudí se siguen estrechando, se otorgue oficialidad a estos encuentros a efectos históricos, como sucedió con la Copa del Grand Slam en los años 90 pero, puntos, ni uno.
De esta manera este torneo no tiene, como la gran mayoría de la gente interesada en el tenis sabe, ninguna influencia para el ránking ATP. Los puntuables esta semana son los de Almaty, Estocolmo y Amberes, que se están disputado esta semana y las variaciones en el ránking serán las derivadas de los resultados que se produzcan en los mismos, porque nada de lo que está pasando en Ryadh tendrá trascendencia.