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Críticas ordenadas por fecha (desc.)
2024
6 de diciembre de 2024
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me he aburrido prácticamente desde el primer minuto porque la historia no me engancha, las canciones son muy flojas y el sentido del humor brilla por su ausencia.
Nada que ver con la primera parte que fue uno de los mejores títulos animados de la década pasada. Con una banda sonora y unas canciones fantásticas que se recuerdan con cariño y emoción, y una historia amena y espectacular protagonizada por personajes carismáticos entre los que había química.
Aquí la trama me deja indiferente y consulto la hora compulsivamente esperando que termine este tostón carente de gracia y enjundia.
Nada que ver con la primera parte que fue uno de los mejores títulos animados de la década pasada. Con una banda sonora y unas canciones fantásticas que se recuerdan con cariño y emoción, y una historia amena y espectacular protagonizada por personajes carismáticos entre los que había química.
Aquí la trama me deja indiferente y consulto la hora compulsivamente esperando que termine este tostón carente de gracia y enjundia.
2 de diciembre de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película rompedora y polémica en el momento de su estreno, en España estuvo prohibida, debido al carácter explícito del contenido sexual de la trama basada en la novela homónima de D.H. Lawrence.
Es la mejor adaptación de la literatura de su autor que se haya llevado a la pantalla grande, con un guion muy trabajado en sus mordaces diálogos y unas actuaciones de primer nivel. Glenda Jackson se llevó el oscar a la mejor interpretación por este trabajo de un total de cuatro nominaciones que recibió la película.
Trata sobre dos parejas de amigos que aspiran a encontrar el amor verdadero a través del sexo, la amistad, el matrimonio e incluso el arte.
El nervio y la peculiar manera de rodar de su director, Ken Russell, la convierten en toda una experiencia cinematográfica, probablemente su mejor obra, caracterizada por el uso de la cámara, el color y la iluminación.
Fue la primera película en mostrar un desnudo frontal masculino de los dos actores protagonistas, unos muy acertados Oliver Reed y Alan Bates. Este último encarna el alter ego del Lawrence, el parecido físico es más que razonable, y a través de él vierte sus opiniones sobre diversos temas marcados por la sensualidad y la pasión (spoiler).
Por lo que se puede deducir el autor es un homosexual reprimido que se crío en la puritana Inglaterra victoriana y su literatura no es más que un canto a la rebelión hacia lo establecido y lo moralmente correcto. También denuncia el influjo de la mecanización y el desarrollo industrial en la sociedad de la época y sus consecuencias sobre el empleo o la propia naturaleza.
Es la mejor adaptación de la literatura de su autor que se haya llevado a la pantalla grande, con un guion muy trabajado en sus mordaces diálogos y unas actuaciones de primer nivel. Glenda Jackson se llevó el oscar a la mejor interpretación por este trabajo de un total de cuatro nominaciones que recibió la película.
Trata sobre dos parejas de amigos que aspiran a encontrar el amor verdadero a través del sexo, la amistad, el matrimonio e incluso el arte.
El nervio y la peculiar manera de rodar de su director, Ken Russell, la convierten en toda una experiencia cinematográfica, probablemente su mejor obra, caracterizada por el uso de la cámara, el color y la iluminación.
Fue la primera película en mostrar un desnudo frontal masculino de los dos actores protagonistas, unos muy acertados Oliver Reed y Alan Bates. Este último encarna el alter ego del Lawrence, el parecido físico es más que razonable, y a través de él vierte sus opiniones sobre diversos temas marcados por la sensualidad y la pasión (spoiler).
Por lo que se puede deducir el autor es un homosexual reprimido que se crío en la puritana Inglaterra victoriana y su literatura no es más que un canto a la rebelión hacia lo establecido y lo moralmente correcto. También denuncia el influjo de la mecanización y el desarrollo industrial en la sociedad de la época y sus consecuencias sobre el empleo o la propia naturaleza.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
30 de noviembre de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ésta la tenía pendiente de ver desde hace muchos años. Recuerdo que empecé a verla cuando era un crío y la dejé a medias porque me pareció aburrida.
Se trata de la adaptación de un cuento de Ernest Hemingway de marcado carácter autobiográfico.
Se la vendió como puro cine de aventuras ambientada en localizaciones exóticas muy del gusto de la época en la que se estrenó.
Pero nada que ver con La reina de África, Mogambo o Las minas del rey Salomón, Las nieves del Kilimanjaro es una obra que no funciona ni como cine de aventuras ni como romance.
Hay poca acción y la historia de amor entre Peck y Garner no emociona por falta de química y eso que ambos eran dos cotizados sex symbols.
El personaje de Garner aparece poco y Peck es un escritor de éxito alcoholizado que se pasa media película postrado en la cama narrando su vida después de herirse durante un safari en África.
No resulta muy estimulante verle desvariar por la fiebre y agonizar por la infección.
El propio Hemingway reconoció que no le gustó la adaptación que se hizo de su novela y el público le dio la espalda en taquilla.
No es que me parezca una mala película, se puede ver, pero no me parece entretenida ni me cautiva la relación de amor entre sus protagonistas.
Lo que sí me interesó es el carácter aventurero y apasionado que Hemingway tenía y que en la película queda bastante bien retratado.
Se trata de la adaptación de un cuento de Ernest Hemingway de marcado carácter autobiográfico.
Se la vendió como puro cine de aventuras ambientada en localizaciones exóticas muy del gusto de la época en la que se estrenó.
Pero nada que ver con La reina de África, Mogambo o Las minas del rey Salomón, Las nieves del Kilimanjaro es una obra que no funciona ni como cine de aventuras ni como romance.
Hay poca acción y la historia de amor entre Peck y Garner no emociona por falta de química y eso que ambos eran dos cotizados sex symbols.
El personaje de Garner aparece poco y Peck es un escritor de éxito alcoholizado que se pasa media película postrado en la cama narrando su vida después de herirse durante un safari en África.
No resulta muy estimulante verle desvariar por la fiebre y agonizar por la infección.
El propio Hemingway reconoció que no le gustó la adaptación que se hizo de su novela y el público le dio la espalda en taquilla.
No es que me parezca una mala película, se puede ver, pero no me parece entretenida ni me cautiva la relación de amor entre sus protagonistas.
Lo que sí me interesó es el carácter aventurero y apasionado que Hemingway tenía y que en la película queda bastante bien retratado.
30 de noviembre de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un super reparto femenino protagoniza esta comedia dramática sureña, que muestra la vida cotidiana de un grupo de amigas de distintas edades. Aunque se ambienta en una época actual tiene un aire a años cincuenta, como si se tratase de una obra teatral de Tennessee Williams, algo muy común en el cine de los ochenta, rememorar la nostalgia de aquella década contando historias modernas pero con reminiscencias de los cincuenta.
Se trata de una historia contada casi exclusivamente desde el punto de vista femenino, en el que los hombres poco tienen que decir, y que gracias al trabajo de su espectacular reparto se eleva por encima de la media.
Fue la segunda película de Julia Roberts y le reportó su primera nominación al oscar. Su interpretación es impresionante. Cómo es capaz de pasar de la risa al llanto con suma facilidad gracias a un rostro expresivo y bello que tan solo un año después la convertirían en la novia de América por el éxito de Pretty Woman. Con apenas veinte años demostró una inusual madurez en el complejo papel de una joven diabética que está a punto de casarse y cuyo mayor deseo es tener hijos aunque su médico se lo desaconseje.
Quizá le sobre ese tono almibarado del plano final, cuando los críos están buscando los huevos de Pascua, pero por lo demás, la película ha envejecido muy dignamente, entre otras cosas gracias al trabajo de John Alonzo como director de fotografía.
Se trata de una historia contada casi exclusivamente desde el punto de vista femenino, en el que los hombres poco tienen que decir, y que gracias al trabajo de su espectacular reparto se eleva por encima de la media.
Fue la segunda película de Julia Roberts y le reportó su primera nominación al oscar. Su interpretación es impresionante. Cómo es capaz de pasar de la risa al llanto con suma facilidad gracias a un rostro expresivo y bello que tan solo un año después la convertirían en la novia de América por el éxito de Pretty Woman. Con apenas veinte años demostró una inusual madurez en el complejo papel de una joven diabética que está a punto de casarse y cuyo mayor deseo es tener hijos aunque su médico se lo desaconseje.
Quizá le sobre ese tono almibarado del plano final, cuando los críos están buscando los huevos de Pascua, pero por lo demás, la película ha envejecido muy dignamente, entre otras cosas gracias al trabajo de John Alonzo como director de fotografía.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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29 de noviembre de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La sombra del vampiro es un homenaje a la película Nosferatu que Friederich Murnau dirigió en 1922. Pionero del cine de mudo, fue uno de los directores más prestigiosos del cine alemán aunque su carrera se vio truncada debido a su temprana muerte en un accidente de coche.
La película recrea el caótico rodaje de Nosferatu y la conflictiva relación que Murnau mantuvo con su actor protagonista, el excéntrico Max Schreck, una especie de Bela Lugosi que se obsesionó tanto con su papel que andaba por el rodaje caracterizado como el siniestro chupasangres conde Orlok.
Como los herederos de Bram Stoker no dejaron que la productora alemana adaptase el libro de Drácula, Murnau se limitó a cambiar el título de su película y el nombre de Drácula por el de Orlok, pero en esencia la historia es la misma.
Admito que después de verla veo con otros ojos la versión muda y en blanco y negro de Murnau, que no me gustó cuando la vi hace años, tal vez porque no estoy acostumbrado a ver películas de cine mudo con una calidad de imagen mediocre. No obstante, reconozco la importancia de Nosferatu como pionera del cine de vampiros y su influencia en el género de terror posterior.
Lo que más me gusta de la película es la interpretación de Willem Dafoe, que recibió su segunda nominación al oscar por un trabajo en el que gracias al maquillaje, también nominado, su parecido con Schreck es sorprendente. Los gestos, poses, miradas y andares de Dafoe, son tan similares a los de Schreck, que cuesta trabajo distinguir a ambos en las escenas en blanco y negro. Por lo demás, tenemos a un John Malcovich correcto, contenido en su interpretación y alejado de la sobreactuación en la que cae a veces, y al guaperas de Cary Elwes en el papel del director de fotografía.
La película recrea el caótico rodaje de Nosferatu y la conflictiva relación que Murnau mantuvo con su actor protagonista, el excéntrico Max Schreck, una especie de Bela Lugosi que se obsesionó tanto con su papel que andaba por el rodaje caracterizado como el siniestro chupasangres conde Orlok.
Como los herederos de Bram Stoker no dejaron que la productora alemana adaptase el libro de Drácula, Murnau se limitó a cambiar el título de su película y el nombre de Drácula por el de Orlok, pero en esencia la historia es la misma.
Admito que después de verla veo con otros ojos la versión muda y en blanco y negro de Murnau, que no me gustó cuando la vi hace años, tal vez porque no estoy acostumbrado a ver películas de cine mudo con una calidad de imagen mediocre. No obstante, reconozco la importancia de Nosferatu como pionera del cine de vampiros y su influencia en el género de terror posterior.
Lo que más me gusta de la película es la interpretación de Willem Dafoe, que recibió su segunda nominación al oscar por un trabajo en el que gracias al maquillaje, también nominado, su parecido con Schreck es sorprendente. Los gestos, poses, miradas y andares de Dafoe, son tan similares a los de Schreck, que cuesta trabajo distinguir a ambos en las escenas en blanco y negro. Por lo demás, tenemos a un John Malcovich correcto, contenido en su interpretación y alejado de la sobreactuación en la que cae a veces, y al guaperas de Cary Elwes en el papel del director de fotografía.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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