La actividad no capitalista y la composición del excedente en México
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Análisis Económico
Núm. 64, vol. XXVII
Primer cuatrimestre de 2012
La actividad no capitalista y la
composición del excedente en
México
(Recibido: noviembre/011–aprobado: marzo/012)
Juan Pablo Mateo Tomé*
Resumen
Este artículo aborda teórica y metodológicamente la problemática de la estimación del lujo
de valor correspondiente a la actividad no capitalista en la economía mexicana durante
1970-2003, fundamentalmente la de carácter mercantil simple, que no utiliza trabajo asalariado. Partiendo de la perspectiva del modo de producción capitalista y la medida de sus
categorías económicas, como la estimación de la tasa de ganancia promedio, se lleva a cabo
una propuesta para cuantiicar el excedente correspondiente a la actividad no capitalista que
debe excluirse de los cálculos. Para ello se justiica un método basado en las microunidades
empresariales en lugar de asignar un ingreso representativo a los trabajadores por cuenta
propia, dados los problemas que surgen de las estadísticas disponibles. De esta forma se
puede analizar la composición del excedente en México y mostrar la incidencia que tiene
este ámbito sobre los cálculos de la tasa de beneicio.
Palabras clave: trabajo productivo, marxismo, trabajo autónomo, tasa de ganancia.
Clasiicación JEL: B51, E01, E26.
*
Profesor del Departamento de Economía de la Universidad Pontiicia Comillas, España (jpmateo@cee.
upcomillas.es).
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Mateo
Introducción
En este documento se analiza el ámbito no capitalista de la economía mexicana y su
cuantiicación desde la perspectiva del proceso de acumulación con el in de observar
su incidencia en la tasa de ganancia. La delimitación de los espacios “capitalista” y
“no capitalista” se lleva a cabo a partir de las relaciones sociales de producción, bajo
las cuales se llevan a cabo tales actividades, caracterizadas, en el caso de las capitalistas, por su carácter mercantil y la utilización de trabajo asalariado. Por deducción,
el resto de ámbitos se incluirán dentro del ámbito no capitalista. Dentro de éste, la
medida empírica del lujo de valor originado en las actividades de la producción de
carácter mercantil pero no capitalista (VPmNc), constituye uno de los procedimientos
más problemáticos en los estudios macroeconómicos desde el enfoque de la teoría
marxista, fundamentalmente en el marco de las economías no desarrolladas. En el
tipo de estimación a realizar subyace no sólo un determinado análisis teórico y
el carácter del propio objeto de investigación, sino las peculiaridades tanto de la
economía a estudiar como de las fuentes estadísticas disponibles. Al respecto, se
expone una propuesta de cuantiicación para la medida del VPmNc de la economía
mexicana para el periodo 1970-2003, con la precisión de que se lleva a cabo desde
la perspectiva de la medida empírica de las categorías marxistas de la acumulación
del capital (rentabilidad, composición del capital y distribución del ingreso).1
La pertinencia de este ejercicio radica en tomar una serie de actividades,
con el propósito de excluirlas de los cálculos y así obtener la serie de variables
considerada las más apropiada para el análisis de la evolución de la dinámica de
acumulación de capital en México.2 En este sentido, incluso es preciso concretar
aún más: se debe delimitar el lujo de VPmNc ubicado al margen del espacio económico capitalista, en el cual se produce la tendencia hacia la igualación (claro,
nunca lograda) de las tasas de ganancia intersectoriales, aspecto que fundamentará
las peculiaridades de la propuesta metodológica. Como consecuencia de lo expuesto, el presente artículo pretende asimismo colaborar en la elaboración futura de
estudios del proceso de acumulación en México, para lo cual incluye una discusión
metodológica, que contribuya a clariicar la presencia cuantitativa de la PmNc y la
medida en que incide o no en la trayectoria de la tasa de ganancia.
1
Por esta razón no se utilizan las últimas series de las Cuentas Nacionales en virtud de la disponibilidad de
series del acervo de capital. Por tanto, se vincula al estudio de Mateo (2008).
2
En este documento no se presentan los aspectos metodológicos de las estimaciones de las categorías de las
remuneraciones y el excedente que conirman el valor nuevo, puesto que el propósito se limita a la exposición de
una propuesta para excluir un monto determinado de ingreso, en virtud de considerar que se reiere a un circuito
alternativo de reproducción.
La actividad no capitalista y la composición del excedente en México
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La estructura del documento se organiza de la siguiente manera. Primeramente se procede a delimitar conceptualmente el objeto de análisis, la producción
mercantil no capitalista (PmNc), mostrando los diferentes enfoques existentes. En
segundo lugar se abordan los problemas que surgen al estimar el VPmNc, a partir
de lo que en principio sería el método intuitivamente más apropiado, el trabajo por
cuenta propia (tPcP), lo cual justiica el siguiente apartado, la propuesta alternativa
que se ofrece para la medida de este lujo de valor. Finalmente, se muestra brevemente la relación cuantitativa de las estimaciones realizadas, en cuanto a la actividad
capitalista y las implicaciones sobre la dinámica de la tasa de ganancia.
1. Caracterización de la producción mercantil no asalariada y controversias
en su estimación
Lo primero es ubicar la temática analizada en este artículo. Siguiendo a Gouverneur (1983: 1) el ámbito que denominamos “capitalista” incluye 1) el conjunto de
actividades destinadas al mercado (carácter mercantil); y 2) que incorporan trabajo
asalariado. Cualquier transacción que se vincule a un acto que no posea ambos
requisitos no puede considerarse capitalista, y por tanto se hablará del valor no
capitalista (VNc). En consecuencia, existirán dos grupos de actividades que forman
parte del circuito del VNc. Por una parte, la producción no mercantil (PNm) realizada por el gobierno, hogares u organismos sin ines de lucro, junto con el servicio
doméstico, debido a la necesidad de distinguir los conceptos de capital y renta.
Cuando el trabajo se intercambia por este último tipo de ingreso no existe consumo productivo ni generación de valor. Por otra, el valor de la actividad mercantil
que no incorpora trabajo asalariado (PmNc o mercantil simple), lo cual constituye
el objeto del presente documento.3 Esta producción es mercantil en la medida que
produce valores de uso destinados al mercado, razón por la cual es una actividad
productiva de valor. Pero es simple o no capitalista en tanto que no contrata fuerza
de trabajo para obtener ganancia. Si no existe trabajo asalariado, no puede existir
trabajo necesario y plustrabajo, ni por tanto extracción de plusvalor y capital variable.4 El aspecto esencial es que los medios de producción no funcionan
3
Existe una partida de carácter icticio en las Cuentas Nacionales, el alquiler imputado de viviendas, que obviamente tampoco se considera.
4
Como señala Gouverneur (1998: 101) “(…) estos productores no compran fuerza de trabajo, no desembolsan
ningún «capital variable». En cuanto a las sumas que desembolsan para comprar medios de producción, éstas
constituyen un gasto que debe recuperarse y no un «capital constante» invertido para obtener una ganancia. El
propósito de la producción no es obtener una ganancia destinada a la acumulación”.
50
Mateo
como medios para la valorización del capital, sino como simples medios de
trabajo de sus propietarios. Por tanto, VNc= PNm+PmNc.
Los estudios que llevan a cabo estimaciones de la tasa de ganancia o
de plusvalor, deben abordar la problemática de la actividad no capitalista para la
realización de sus cálculos. El problema es que en relación al segundo tipo de actividades (la PmNc), existen diversos enfoques teóricos y procedimientos empíricos
en la literatura. De esta manera, Shaikh y Tonak (1994), así como el amplio número de autores que se inspiran en su metodología –véanse, por ejemplo, Kalmans,
(1992: 71) o Cronin (2001: 316)–, dividen el valor de la producción del productor
independiente en capital variable y plusvalor, asumiendo así que este agente es
a la vez obrero y capitalista. Constituye el método predominante, basado en la
consideración de un equivalente salarial que sirve de eje diferenciador (Shaikh y
Tonak, 1994: 111-113, (304-322).5 A diferencia de estos autores, Sharpe, (1980:
398) lleva a cabo el procedimiento opuesto (“excepcional”), considerando la renta
de los negocios no constituidos en sociedad anónima como capital variable debido
que tienen cuantías parecidas. De manera similar Delaunay (1984: 108) identiica
esta partida con los salarios (pseudocapital variable) en su medida de la tasa de
plusvalor “ajustada”, en la que redistribuye los ingresos de las rentas mixtas.6 Por
otra parte Martínez (2005) diferencia correctamente a los falsos autónomos que
en realidad son asalariados disfrazados, pero opina que “(…) cuando se trata de
verdaderos trabajadores autónomos, su masa de ingresos no es siempre equivalente
al valor nuevo de la producción mercantil no capitalista” (Martínez, 2005: 110), lo
que depende de su productividad relativa, según sea superior o no al salario medio,
y por tanto se apropien o cedan excedente.7
5
Curiosamente, coinciden con el argumento que sustenta la metodología del ScNm (véase INEGI, 2000: 19).
En la deinición de los distintos métodos se sigue la terminología empleada por Martínez (2005: 106ss), en aras
de la claridad expositiva. Por otra parte (Cockshott, Cottrell y Michaelson, 1995) consideran el ingreso originado
en la actividad mercantil no capitalista como una porción del plusvalor, si bien ante la crítica de Maniatis (1996:
45) aceptan su argumento (Cockshott, Cottrell y Michaelson, 1996: 59) y siguen inalmente este método “predominante”.
6
En Mateo (2003: 127) se sigue parcialmente el planteamiento de este autor dadas las particularidades de la
economía venezolana, procedimiento que apoya Kalmans (1992: 71) para los campesinos autoempleados y propietarios de pequeñas empresas industriales familiares.
7
De manera más especíica, según Martínez en la competencia con las corporaciones capitalistas podría ocurrir
“[…] que los autónomos obtengan menos que el salario medio por causa de su baja productividad. En este caso
surgiría un excedente que hay que imputar con base en la diferencia entre la tasa de ingreso autónomo y la expresión
dineraria del valor, y que se debe restar del valor agregado” (Martínez, 2005: 110), con el in de estimar la tasa de
plusvalor. Igualmente, si el ingreso autónomo supera a la expresión dineraria del valor, signiicaría que se apropian
de plusvalía, ya que “[…] se considera que se trata de trabajadores cualiicados que se apropian de plusvalor en
una magnitud que no se explica por el hecho de emplear asalariados; ni el valor que se apropian se justiica por su
cualiicación” (Martínez, 2005: 120). Este planteamiento es análogo al empleado por Gouverneur (1998: 94).
La actividad no capitalista y la composición del excedente en México
51
Frente a esta argumentación, deiendo que la actividad de la PmNc es una
forma de actividad ajena al concepto de trabajo productivo para el capital, y asimismo
al concepto de excedente o plusvalía (Marx, 1861-1863: 377; 1863-1866: 82). Los
procedimientos expuestos suponen la existencia de una situación de explotación
donde no existe capital y trabajo asalariado, y por tanto en ausencia de trabajo
necesario y plustrabajo, fundamentos de la producción del excedente de valor y la
expropiación de trabajo ajeno. Se ignora así que estas categorías son especíicas de
las relaciones sociales capitalistas. Respecto de las transferencias de valor sustentadas por Martínez (2005) y Gouverneur (1990 y 1998), esta cuestión alude a una
controversia más amplia, como es la cuestión de la transformación y la capacidad
de crear valor. Considero errónea la idea de las transferencias de valor como procesos reales y no conceptuales o ideales, debiendo diferenciar el trabajo concreto
del trabajo abstracto, este último sustancia del valor y validado por el mercado.8 El
mayor gasto de trabajo es un hecho absolutamente normal para los agentes menos
productivos respecto de sus competidores en el marco de la competencia capitalista.
Como apunta Cámara (2003: 216), “(…) lo que se pretende medir es la rentabilidad
efectiva del capital y no la rentabilidad que tendrían en un hipotética situación de
equilibrio con los productores independientes”.
Otra posibilidad analítica, y que entronca con el supuesto de martínez
(2005), de que no se produzca competencia entre los trabajadores autónomos y las
empresas capitalistas, o bien el nivel de productividad sea igual, es la que sustenta
la necesidad de descontar el valor correspondiente a la PmNc, denominado como
“método alternativo” (Martínez, 2005: 106). Autores como Moseley (1982: 274);
Guerrero (1989: 558-559) o Cámara (2003: 213), calculan el ingreso de los trabajadores autónomos y empresarios sin asalariados para deducirlo del valor total, pero a
diferencia de la autora mencionada, al margen de otras consideraciones añadidas. En
este texto se comparte dicha perspectiva teórica, aun reconociendo que en la práctica
no se encuentra exenta de problemas, como se expondrá. A pesar de esta aparente
simplicidad, la medida empírica del VPmNc es sumamente problemática, sobre todo
en una economía no desarrollada, lo cual se aborda en el siguiente apartado, mientras que en el 3 se procede a justiicar que, en el caso de la economía mexicana, y
tomando como horizonte temporal un análisis que pretenda remontarse a la década
8
Es un debate que supera ampliamente el propósito de este artículo, no obstante lo cual, reproduzco la caracterización que realiza Martínez Marzoa (1983: 71): “[…] ya no se podría decir que se “transiere valor” del sector
A (con más bajo nivel técnico) al sector B, sino que el mismo tiempo de trabajo real constituye menos valor en el
sector A y más en el sector B. No se trata de “transferencia de valor”, sino de un nuevo paso en la reducción del
trabajo real a trabajo abstracto (o sea: a valor), concretamente el paso desde una reducción efectuada sólo a nivel
de sector hasta aquella otra que se realiza al nivel de todo el sistema productivo”.
52
Mateo
de los setenta, considero que resulta más apropiado seguir la opción alternativa de
las microunidades empresariales.
2. Diicultades en la estimación del trabajo por cuenta propia
Como se ha señalado en el apartado anterior, teóricamente considero la pertinencia
de deducir el valor no capitalista de la PmNc, llevada a cabo por el trabajo autónomo.
Ahora bien, en el caso de la economía mexicana, y para el periodo posterior a 1970,
existen serias diicultades para la estimación de una serie consistente de este valor,
tanto por las fuentes de información (apartados 2.1 y 2.2, completado en el Anexo
1) como asimismo las actividades en sí, lo que justiica descartar este procedimiento
(2.3), diicultades que aumentan conforme nos alejamos en el tiempo, pues hasta
1988, cuando aparece la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), es sumamente problemático realizar cálculos idedignos, lo cual se justiica a continuación.
2.1 Los censos de población
En el lapso 1970-1988 la estimación debe centrarse en la información de los Censos Generales de Población y Vivienda (cGPV), elaborados con una periodicidad
decenal desde 1970 a 2000. El IX cGPV de 1970 proporciona datos del tPcP y fue
uno de los mejores Censos elaborados en México (García, 1988: 63), a pesar de lo
cual presenta algunos inconvenientes, a saber, 1) la desagregación es por gran
división, lo que obligaría a realizar supuestos adyacentes; 2) proporciona una baja
estimación de la población económicamente activa (PEA); y 3) dentro de este segmento, los más afectados negativamente fueron los trabajadores no asalariados y
la fuerza de trabajo femenina, así como la rama del comercio, donde precisamente
se concentra gran parte del tPcP (García, 1994: 580).
Por el contrario, el siguiente cGPV de 1980 no es en absoluto iable.9 Las
preguntas destinadas a captar las actividades económicas de la PEA, se reieren a
la semana anterior al levantamiento para evitar la diicultad de identiicar situaciones alejadas en el tiempo y captar el nivel de desempleo, lo que: “(…) abre la
posibilidad de incluir en la PEA a trabajadores ocasionales que durante la semana
de referencia hayan realizado alguna actividad económica, aun cuando ésta no sea
su condición de actividad habitual” (Rendón y Salas, 1986: 297). Por lo que, tanto
9
Diversos cambios administrativos hicieron que personal con poca experiencia estuviera al frente, con lo cual
“[…] el diseño inal del cuestionario releja falta de claridad de objetivos y conocimiento poco acabado de la realidad ocupacional del país” (García, 1994: 585n). Consúltense las críticas formuladas por García (1988 y 1994),
que en gran medida guían este apartado.
La actividad no capitalista y la composición del excedente en México
53
el nivel de actividad como la estructura ocupacional registrada presentarán sesgos,
originados en las características de estacionalidad propias de ese periodo (Rendón
y Salas, 1986: 297). El concepto de residencia habitual implementado diiere de
otros censos y adolece de serias deiciencias, por lo que probablemente los datos
del X cGPV contienen inexactitudes en cuanto a la distribución geográica de los
habitantes (véase Corona, 1991: 37). Por otra parte, Rendón y Salas airman que en
el cuestionario mismo “(…) parece ubicarse el origen de varias irregularidades que
presentan los resultados” (Corona, 1991: 293), ya que “(…) la manera en que están
elaboradas tales preguntas hace sospechar que muchas personas que no producían
bienes y servicios para el mercado respondieron que sí trabajaban” (Corona, 1991:
300). Como resultado, presentó problemas en la captación de la población activa y
sobreestimó el volumen de fuerza de trabajo, sobre todo en el sector agrario,10 por
lo cual estos autores sostienen que: “(…) el incremento que resulta de comparar
la PEA que reporta el censo de 1980 con la correspondiente al censo de 1970, es a
todas luces inexplicable” (Corona, 1991: 292), originando que una parte de la PEA
cuantiicada en exceso, permaneciera en el rubro de información insuicientemente
especiicada por rama de actividad, ocupación, etc.11 Por todo ello, el XI cGPV de 1990
se propuso evitar los problemas del censo anterior. Pretendió captar a las personas
que realmente estuviesen involucradas en la actividad económica, lo cual explica
que se formulara de una forma restringida, y no exento de críticas.12
2.2 Las encuestas de empleo
La principal encuesta de empleo es la ENE (INEGI/StPS), que apareció en 1988, pero
no es la única. Para sustituir la información estadística del X cGPV de 1980 se dis10
García (1988: 71) señala que es muy probable que, dada las preguntas censales, muchas mujeres dedicadas
a las tareas domésticas en la unidad campesina se hayan clasiicado como activas.
11
En concreto, Rendón y Salas destacan que “[…] del inusitado aumento que registran tanto la PEA femenina
como el grupo de los trabajadores familiares no remunerados se iniere que se incluyó en la PEA a personas que
no participaron efectivamente en la actividad económica, o bien que lo hicieron de forma marginal o esporádica”
(Corona, 1991: 293) y que “[…] el monto de trabajadores familiares no remunerados incluidos en la PEA varía
considerablemente a consecuencia de los cambios de criterio para su captación” (Corona, 1991: 300-301). El
número de trabajadores con una ocupación insuicientemente especiicada es evidentemente demasiado elevado,
6.55 millones, lo que representa 30% de la PEA. Una posibilidad metodológica sería utilizar una corrección de
esos datos. Rendón y Salas (1986: 303-309) proporcionan datos ajustados de la PEA registrada en este Censo, por
lo que se podrían aplicar los porcentajes (erróneos) de tPcP del cGPV a estos datos corregidos, lo que tampoco nos
exime de un cierto sesgo en la medida.
12
Una analista del tema como García (1994: 579) alude a “[…] las deiciencias que presenta en este sentido
el Censo de población de 1990 en comparación con las encuestas sociodemográicas realizadas alrededor de la
misma fecha”. Puede asegurarse, en efecto, que los resultados que obtiene son más bajos de lo esperado (García,
1994: 586).
54
Mateo
pone de la Encuesta Continua Sobre Ocupación (EcSO), con datos correspondientes
al primer trimestre de 1979. Esta fuente es una encuesta de hogares realizada por
personal especializado cuyo objetivo explícito “es obtener información sobre la
oferta de mano de obra” (SPP, 1980: 8). A diferencia de dicho cGPV “(…) en diversas
ocasiones se ha probado que este tipo de fuente registra mejor diversos sectores
de la población activa, como son las mujeres o los jóvenes, o los trabajadores por
cuenta propia en general que muchas veces desempeñan su trabajo a tiempo parcial,
o aun en condiciones de clandestinidad” (García, 1989: 451) Corrige el error de este
censo en cuanto a la ocupación insuicientemente especiicada, ya que minimiza su
magnitud hasta cerca de 100 mil personas, pero la desagregación (desgraciadamente)
también es por Gran División.
En 1983 se efectuó la Encuesta Nacional de Empleo Urbano (ENEU) (INEGI, 1983), pero únicamente cubría 16 ciudades. Obviamente, la limitada cobertura
geográica la convierte en una fuente pésima y por ello descartable. Como se señaló
anteriormente, para 1988 se dispone ya de la ENE, basada en el cuestionario y la
experiencia acumulada en la ENEU y algunas encuestas rurales de ocupación. La ENE
capta un mayor número de tPcP, lo que en opinión de García (1994: 596) “(…) es el
resultado de un instrumento de recolección de información que favorece una mejor
captación de este tipo de trabajadores”.13 De todas formas, la propia García señala
que: “(…) para las poblaciones menores de 100,000 habitantes, la ENE emplea un
cuestionario especial, menos probado, bastante denso y difícil de seguir, especialmente en lo que respecta a la captación de las actividades agrícolas” (García, 1994:
591), ámbito que precisamente se aborda en el siguiente apartado.
2.3 Valoraciones
tras lo expuesto, un problema que se observa ante la posibilidad de intentar estimar
un ingreso para el trabajo autónomo es la necesidad de simultanear diversas fuentes,
los cGPV y las diversas encuestas de empleo. En una cuestión como la del mercado
de la fuerza de trabajo, y fundamentalmente en referencia al tPcP, sobre lo que se
ofrecen datos tan dispares y en lo que existe una carencia generalizada de análisis
estadístico en la periferia subdesarrollada, considero que constituye un camino con
13
En su cuestionario se hacen preguntas especíicas para identiicar al entrevistado como inactivo o activo en
sus diferentes modalidades, que diiere de lo realizado en la EcSO, donde el entrevistado tenía mayor margen de
maniobra para incluirse en uno de tales grupos. Según declara García “[…] de esta suerte, el número y fraseo de las
preguntas, así como la libertad que se deja al individuo al estructurar el cuestionario para autoidentiicarse como
persona activa o inactiva, pueden afectar el volumen y características de la fuerza de trabajo que se registre”
(García, 1994: 584).
La actividad no capitalista y la composición del excedente en México
55
demasiados obstáculos. En opinión de García (1994: 584), la cuantiicación del tPcP
varía en gran medida según la manera como se investiga este peculiar trabajo, concluyendo que: “(…) una encuesta de ocupación siempre permitirá conocer de mejor
manera este universo de los trabajadores por cuenta propia” (García, 1994: 596).
Dichas encuestas cuentan con personal especializado para captar la realidad del tPcP,
lo que constituye una exigencia importante puesto que muchos individuos no desean
dar a conocer su estatus laboral. El censo, en cambio, es un ejercicio masivo, con un
cuestionario restringido y puesto en práctica por encuestadores no profesionales, que
no pueden recibir un entrenamiento prolongado (García, 1994: 597). Su objetivo,
por otra parte, tampoco es investigar exhaustivamente el número de tPcP, por lo
que se subestiman sistemáticamente los datos. No obstante, de manera lamentable
durante más de la primera mitad del periodo de referencia (posterior a 1970) no se
cuenta con esta información sólo coordinando diversas fuentes y extrapolando en
periodos que entiendo resultan excesivamente elevados.
Otro problema añadido es la atribución de un ingreso promedio al tPcP. Al
contrario que en ciertas economías desarrolladas, no cabe asumir a priori la misma
percepción que un trabajador asalariado. Estas actividades representan en gran medida una salida para quienes no pueden insertarse en el mercado laboral “formal”,
si bien es cierto que constituye un grupo con una vasta heterogeneidad que impide
sostener juicios acabados y simpliicados. Dada esta variedad, la asignación de un
ingreso medio puede ser objeto de muchos cuestionamientos.14
Finalmente, estas diicultades adquieren un grado superlativo en lo que se
reiere a las cuatro ramas de la Gran División I, el sector agropecuario. En muchas
ocasiones resulta sumamente complicado caracterizar las diferentes situaciones
laborales, sujetas a continuas cambios en el tiempo, la simultaneidad de actividades, la cual supone que la ocupación que inalmente venga expresada en las
estadísticas dependerá del momento en el que se realice la investigación, y además
las discrepancias cuantitativas entre los censos y las encuestas alcanzan un grado
excesivamente elevado.15
En las ENE existe información sobre estratos de ingreso del tPcP en función del porcentaje que representa
respecto del salario mínimo, lo que constituiría la mejor opción en este caso, si bien esta información no está
desagregada por sectores económicos.
15
Un problema a destacar propio de las ENE es el sistema de codiicación para identiicar a un empleador, basado
en si ocupa o no trabajo asalariado (o por alguna paga) para realizar las labores del campo, diicultado por la estacionalidad. De hecho, la misma ENE airma que más de 80% del total de los teóricos empleadores agropecuarios
no emplea trabajadores de forma permanente, por lo que se trata en muchos casos de pequeños productores que
pudieran ser ubicados mejor como tPcP (García,1994: 598). Esta autora señala que la mitad de los empleadores
ganaba menos de dos salarios mínimos en 1991. Así, podría ser que un millón de personas no sean empleadores
y sí tPcP.
14
56
Mateo
Considerando lo expuesto, en lugar de tratar de cuantiicar el ingreso
total del tPcP, en el próximo apartado con anterioridad se presenta un método que
sigue a Mariña y Moseley (2001), ya que posiblemente minimiza los errores de la
estimación y resulta plenamente operativo desde la perspectiva teórica adoptada,
pero al cual se le han incorporado una serie de modiicaciones.
3. Una propuesta alternativa para la estimación
La medida del VPmNc se ha realizado mediante un cálculo que podemos denominar
como indirecto: el valor creado por las unidades de menos de cinco trabajadores.
No obstante, se reconoce explícitamente que el carácter capitalista de una unidad
económica, no se explica en términos cuantitativos sino por la cualidad que otorgan
las relaciones sociales de producción que alberga. A este respecto, es indiferente
para la caracterización de capitalista que existan uno o cien trabajadores, siempre
y cuando se enmarque en un circuito de valorización de capital, mediante la extracción y apropiación de plusvalor por el propietario de los medios de producción. Sin
embargo, son varias las razones por las que se propone este método, a saber: a) en
el marco de la economía mexicana; y b) teniendo en cuenta el periodo mencionado,
que se enumeran a continuación:
1) Como se ha justiicado antes, existe una carencia de información estadística
adecuada para estimar el valor creado por los tPcP y empresarios sin asalariados.
No sólo ésto, sino que lo verdaderamente relevante es conocer la parte de tal
valor que recoge la Contabilidad Nacional.
2) La economía mexicana posee una serie de rasgos propios que deben considerarse en virtud de su situación de relativo atraso económico: a) la gran extensión
de micronegocios de supervivencia en los que, a pesar de ser varios los trabajadores, no existe una relación capitalista. En muchas ocasiones son unidades
(tianguis) de carácter familiar, en los que la actividad común redunda en el
ingreso colectivo. Incluso existiendo una remuneración salarial, se trata más bien
de un pago sujeto a formas de vínculos personales (y afectivos), que no reviste
los rasgos de la relación salarial propia de las relaciones sociales capitalistas,
y por tanto, en virtud de determinadas circunstancias, puede verse completado
por otros pagos en especie o de rentas. Así, entiendo que es factible considerar
que estas microunidades no operan con base a una lógica de funcionamiento
estrictamente capitalista (lo que comparte Delgado, 1985: 23) además; b) estas
unidades tienen bastantes nexos en común con los trabajadores independientes,
La actividad no capitalista y la composición del excedente en México
57
con la diferencia cuantitativa de que pueden emplear a terceros, pero no tanto
cualitativamente. Se puede considerar, debido a estos factores, que estas actividades no participan del circuito general del capital en su movilidad inter-ramal en
pos de la máxima ganancia y contribuyendo, así, a la nivelación de la rentabilidad
promedio. En este sentido, tales actividades responden a otras motivaciones, se
hallan insertas en un ámbito distinto y reproducen relaciones un tanto híbridas,
no verdaderamente capitalistas, razones por las cuales no parece que puedan
aportar elementos sustanciales para el análisis de la rentabilidad promedio, en
el marco de la acumulación de capital en la economía mexicana.16
3) Se debe tener en cuenta que en ciertas ocasiones la forma legal de trabajador
autónomo o productor independiente, oculta en realidad una situación de trabajo
asalariado y extracción de plusvalor, tratándose así de una icción legal. Algunas
empresas preieren mantener a determinados obreros bajo esta forma jurídica,
con el in de ahorrarse gastos impositivos, ventajas de cierta externalización o
aprovecharse de esta forma contractual más lexible para afrontar las fases de
crisis y expansión. El aspecto relevante, en cualquier caso, es que a pesar de
dicha forma legal se lleva a cabo una vinculación contractual y dependiente
entre ambas partes, y por tanto una apropiación de plusvalor por parte de la
empresa capitalista. En otras palabras, existe una relación de trabajo asalariado
en condiciones verdaderamente capitalistas, por lo cual se ha de tener presente
que la opción tradicional de identiicar una forma jurídica como la del trabajo
autónomo con la PmNc contiene ciertos errores.
Por otra parte, nuestro procedimiento supone la utilización de los Censos
Económicos (cE), que no está exento de una serie de inconvenientes. Autores como
Mariña y Moseley, (2001: 55) conirman que “(…) los Censos Económicos, que
son la base de nuestras estimaciones, subregistran este estrato de productores en
relación con las cuentas nacionales”. De todas formas, según se aduce, lo relevante
no es la medida exacta del VNc, sino de la fracción del mismo que es contabilizada
en el ScNm, independientemente de su magnitud. Por ello, esta hipótesis respecto
16
En relación a lo expuesto en Mateo (2008: 153) se explica que: “[…] nuestras expresiones de la rentabilidad
priorizan la medida de la valorización capitalista determinante en el comportamiento macroeconómico frente a la
estimación de un determinado monto de plusvalía que no participa en el proceso de igualación de la tasa promedio
de ganancia ni puede informar de la verdadera dimensión de su evolución en una economía en particular, en este
caso la mexicana”, criterio que se sigue en este documento para el análisis de la VPmNc.
58
Mateo
de la actividad no capitalista en la rama del comercio corrige este subregistro (véase
el punto 4 del Anexo 2), pues gran parte del lujo de valor que se descuenta de las
partidas del ScNm se corresponde con dicha rama. En la exposición de los resultados
obtenidos se comprobará este punto.
Resumiendo, este método cuenta con el precedente llevado a cabo por
Mariña y Moseley (2001), basado en identiicar la actividad de las unidades de
hasta cinco trabajadores registradas en los censos, y así excluirla en el cálculos
de las variables propias del proceso de acumulación (véase la explicación expuesta
en los anexos 2 y 3).
4. Resultados empíricos
Abordamos ahora los resultados de la investigación, exponiendo la participación
relativa del VPmNc respecto del excedente y del producto total. Asimismo, a efectos
comparativos se incluirán algunas referencias a los ámbitos no mercantil (PNm) y
las ramas excluidas (“Otros”: petróleo y sector inmobiliario).
Según se observa en la primera gráica,17 el excedente se compone en
su mayor parte por el ámbito capitalista, que promedia casi 61% del total, el no
capitalista (mercantil y no mercantil) representa la cuarta parte, mientras que las
otras actividades (rentísticas y de alquiler) suponen casi 15%. Aunque existe relativamente cierta constancia en el desglose, llama la atención su comportamiento
respecto del ciclo económico, con un sensible descenso del valor capitalista (Vc)
en 1983, de 62.38 a 59.90%, y la recuperación en el quinquenio siguiente, signado
por un estancamiento económico, cuando llega a 70%. Posteriormente desciende
con la expansión del sexenio 1988-1994, con un mínimo de 54.22%, iniciando
después una recuperación parcial hasta 2003. El VNc muestra una evolución más
constante, con un abanico de oscilaciones de seis puntos porcentuales. En cuanto a
las otras actividades, se aprecia un movimiento en U en la fase intermedia: descenso
en 1983-1988 (16 a 7.9%) y recuperación del nivel precedente en el mencionado
sexenio de 1988-1994.
17
Como se apreciará en las gráicas y cuadros, las series calculadas contienen el año 1988 por duplicado, lo
cual se debe a que se insertan los cálculos para las series del ScNm de 1980-1988 y 1988-2003, evitando así los
problemas que surgen del enlace de series y mostrando la incidencia del cambio de base en estos cálculos. Por
ejemplo, en la Gráica 1 en 1988 se reduce la participación del producto capitalista de 70.0 a 65.5%, y eleva la de
“Otros” de 7.9 a 10.6%.
La actividad no capitalista y la composición del excedente en México
59
Gráica 1
La composición porcentual del excedente: valor capitalista (vc),
no capitalista (vnc) y otras partidas (Otros)18
100
80
60
%
40
20
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
0
VC
VNC
Otros
Fuente: Elaboración propia a partir de cE y ScNm (1986,1996 y 2006).
En el Cuadro 1 se muestra la estructura del excedente del ámbito no cuantiicado en el Vc. Como cabe esperar, la mayor parte del VNc corresponde al VPmNc,
que promedia 98-99%, pero el cambio contable de 1988 lo reduce siete puntos
porcentuales, y posteriormente cae su participación hasta 85%.19 El excedente de la
PmNc está compuesto fundamentalmente por tres partidas: agricultura, comercio y
servicios, que representan entre 80 y 90% del total, seguidos por restaurantes y hoteles,
manufactura y transporte. Es notorio el cambio en su distribución (Gráica 2), pues el
descenso de la agricultura de 25 a 10%, y del comercio desde 44-53% en 1970-1984 a
23% en 2003 es recogido por los servicios (ramas 68 y 72) desde mitad de la década
de 1980. Respecto del ámbito no mercantil, la administración pública y defensa (APD)
ve reducida su participación en beneicio de los servicios educativos y médicos.
18
La fuente de las gráicas y tablas mostradas, como se ha explicado en el artículo, son los cE y las series
del ScNm (1970-1984,1980-1993 y 1988-2003), correspondientes a SPP/INEGI/PNUD (1986,1996,2006), como se
muestra en la bibliografía, tomando los datos de 1988 por duplicado para las dos últimas series, habida cuenta de
los cambios metodológicos introducidos, para que sean visibles.
19
Se constata la existencia de actividades no mercantiles en las cuales aparece un reducido volumen de excedente,
a pesar de lo cual parece justiicarse su no inclusión dentro del ámbito regido por la lógica del capital.
60
Mateo
Pero el aspecto más relevante de esta coniguración, radica en el hecho
de que este cambio en la estructura del excedente del ámbito no mercantil se debe
al cambio en las Cuentas Nacionales de 1988, cuando la APD pasa de 51 a 19%,
pero se mantiene constante en la fase posterior, mientras que en educación sucede
lo contrario, un incremento de 4 a 37% en ese mismo año.
cuadro 1
Composición porcentual del excedente de los ámbitos no contabilizados en el
vc: mercantil no capitalista, no mercantil y otros
Año
AGR
MAN
Mercantil no capitalista
CONS COM RyH
TRP
SER
No mercantil
APD EDU MED
Otros
PET
ALQ
1970
25.3
4.3
0.4
44.1
3.1
1.4
21.3 55.88 21.90 22.22
4.49 95.51
1971
25.2
4.3
0.3
44.2
3.4
1.4
21.2 37.66 18.54 43.80
5.27 94.73
1972
23.5
4.3
0.4
44.6
4.0
1.5
21.7 37.98 12.45 49.57
4.12 95.88
1973
24.7
4.1
0.4
45.2
3.8
1.5
20.2 42.21 10.57 47.22
4.51 95.49
1974
25.5
4.1
0.4
44.7
3.9
1.5
20.0 32.79 12.79 54.42 13.08 86.92
1975
25.4
3.9
0.5
43.8
3.9
1.7
20.7 32.70 14.36 52.95 13.99 86.01
1976
24.7
3.6
0.4
42.9
4.5
1.8
22.0 40.34 14.60 45.06 10.26 89.74
1977
24.4
3.7
0.4
42.1
4.9
1.8
22.6 26.02 21.40 52.59 19.07 80.93
1978
23.9
3.5
0.4
42.3
5.6
1.9
22.4 28.74 21.97 49.30 19.80 80.20
1979
21.6
3.3
0.4
43.8
6.2
2.0
22.6 35.08 22.56 42.36 27.39 72.61
1980
18.4
2.9
0.5
50.2
6.0
1.9
20.2 25.86 24.99 49.15 20.03 79.97
1981
18.2
3.5
0.6
50.1
5.4
1.5
20.7 41.08 13.16 45.76 14.95 85.05
1982
15.5
3.8
0.7
53.4
4.8
1.0
20.7 28.66 11.98 59.36 22.29 77.71
1983
16.6
4.9
0.5
50.3
4.4
0.7
22.5 46.74 31.66 21.60 49.33 50.67
1984
18.4
6.0
0.6
50.4
3.3
0.4
20.8 31.45 31.65 36.90 44.66 55.34
1985
19.2
6.9
0.6
49.9
2.3
0.1
21.1 37.04 22.07 40.89 39.83 60.17
1986
20.8
6.1
0.6
44.8
4.2
0.4
23.1 47.25 20.38 32.38 29.63 70.37
1987
20.2
5.0
0.6
43.6
6.2
0.8
23.8 58.63
5.81 35.56 48.21 51.79
1988
18.9
3.5
0.7
40.1
9.7
1.2
25.9 51.63
4.49 43.88 24.33 75.67
1988
20.4
3.0
0.7
40.3
6.9
1.6
27.1 19.56 37.48 42.96 19.59 80.41
1989
20.5
3.8
0.8
38.6
7.8
1.8
26.8 17.89 40.90 41.21 11.71 88.29
1990
20.6
4.5
0.9
36.9
7.9
1.9
27.3 18.10 37.71 44.19 11.35 88.65
1991
19.9
5.5
1.2
33.2
8.9
2.3
29.0 18.37 36.49 45.14
8.22 91.78
1992
17.4
6.2
1.6
31.4
9.7
2.3
31.3 17.99 37.12 44.90
8.14 91.86
1993
16.3
6.7
1.9
29.4
9.9
2.4
33.3 18.24 39.30 42.46
5.50 94.50
1994
14.9
6.8
2.5
28.8
9.8
2.5
34.7 18.16 41.43 40.41
4.95 95.05
1995
13.9
8.0
2.1
30.6
7.8
2.7
34.8 18.38 43.08 38.54
6.02 93.98
1996
15.2
8.1
2.1
32.4
6.8
2.6
32.8 19.50 43.77 36.73
5.94 94.06
1997
13.7
7.9
2.3
31.8
6.9
2.8
34.7 20.85 43.28 35.88
6.61 93.39
1998
13.1
7.9
2.6
29.5
7.2
2.9
36.9 20.89 42.27 36.84
5.84 94.16
1999
11.7
6.8
2.4
28.0
7.2
3.0
40.8 20.44 41.78 37.78
7.37 92.63
2000
10.2
5.5
2.2
28.9
7.1
3.0
43.2 22.36 41.80 35.84
7.56 92.44
2001
10.6
4.3
1.7
25.6
7.2
3.1
47.5 20.95 43.21 35.84
7.45 92.55
2002
10.4
3.4
1.1
24.2
6.7
3.1
51.1 20.04 43.34 36.62
7.43 92.57
2003
10.4
2.4
0.6
23.5
6.1
3.0
54.0 20.47 44.12 35.41
7.08 92.92
AGR: agricultura; MAN: manufactura; CONS: construcción; COM: comercio; RyH: restaurantes y hoteles;
TRP: transportes; SER: servicios; APD: administración pública y defensa; EDU: educación; MED: salud; PET:
petróleo; ALQ: alquiler.
Fuente: Elaboración propia a partir de cE y ScNm (1986, 1996 y 2006).
La actividad no capitalista y la composición del excedente en México
61
Gráica 2
Evolución de los sectores de la agricultura, comercio y servicios
58
48
38
28
18
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
8
Agricultura
Comercio
Servicio
Series en porcentaje de la producción mercantil no capitalista (PmNc).
Fuente: Elaboración propia a partir de cE y ScNm (1986, 1996 y 2006).
Considerando la participación del excedente, la rama agrícola posee una
participación importante fruto de una decisión tomada a priori (Anexo 2). Las ramas del comercio y “restaurantes y hoteles” son las siguientes en importancia para
el ámbito no capitalista, la primera oscilando entre 33 y 40% del excedente total
ramal hasta 1998, cuando desciende hasta 27%, mientras que la segunda es la que
tiene mayor volatilidad, alcanzando un máximo de 52%. Aunque el excedente no
capitalista de la rama de restaurantes y hoteles posee una importancia marginal en
relación a la PmNc (Cuadro 1), sí es relevante en cuanto a su participación en el total
ramal (Cuadro 2). El resto, manufactura, construcción y transporte, tienen reducidos
porcentajes de excedente en la PmNc, si bien hay que introducir algunas precisiones:
1) por razones de iabilidad y disponibilidad de datos, se ha mantenido constante el
excedente relativo de la PmNc en el comercio durante la primera década en 3.02%,
de acuerdo al Censo de 1980; 2) destaca el ascenso de la construcción en la década
de 1990, sobre lo que aparecen dudas respecto a que la causa sea económica o de
registro contable; y 3) lo mismo ocurre con el transporte en los 1980, pero por el
descenso que experimenta.
62
Mateo
cuadro 2
Participación en porcentaje del excedente de explotación de las ramas de la
Pmnc en el excedente total de dichas ramas
Años
AGR
MAN
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
41.00
41.41
41.82
42.24
42.66
43.09
43.52
43.95
44.39
44.83
45.28
45.73
46.18
46.64
47.11
47.58
48.05
48.53
49.02
49.51
50.00
50.00
50.00
50.00
50.00
50.00
50.00
50.00
50.00
50.00
50.00
50.00
50.00
50.00
50.00
4.11
4.06
4.00
3.95
3.89
3.84
3.65
3.47
3.28
3.10
2.91
3.72
4.53
5.33
6.14
6.95
5.51
4.07
2.63
2.63
3.81
4.99
6.18
7.36
8.54
8.54
8.55
8.55
8.55
8.55
7.40
6.24
5.08
3.93
2.77
CONS
COM
RyH
TRP
3.02
3.02
3.02
3.02
3.02
3.02
3.02
3.02
3.02
3.02
3.02
3.85
4.69
5.53
6.37
7.20
6.94
6.67
6.41
6.41
8.00
9.59
11.18
12.77
14.36
15.95
17.54
19.13
20.72
22.31
18.48
14.66
10.84
7.02
3.19
34.50
34.82
35.15
35.47
35.80
36.13
36.45
36.78
37.11
37.43
37.76
38.84
39.93
41.01
42.10
43.18
39.99
36.79
33.60
33.60
34.42
35.25
36.07
36.89
37.71
38.29
38.86
39.44
40.01
40.59
38.05
35.51
32.97
30.42
27.88
19.85
20.05
20.25
20.33
20.61
20.81
23.89
26.77
29.42
32.33
35.08
30.89
26.35
21.66
17.63
13.64
21.39
28.85
35.76
45.84
45.70
47.72
49.08
49.58
52.00
52.00
51.88
49.01
46.56
45.15
42.61
39.79
37.60
35.60
33.80
8.63
8.80
8.60
8.45
8.53
8.18
8.27
8.01
7.83
7.67
7.48
6.13
4.74
3.14
1.75
0.45
1.64
2.79
3.90
3.94
4.62
5.30
5.90
6.83
7.69
7.63
7.18
7.05
6.98
6.99
7.03
7.07
7.15
7.20
7.18
AGR: agricultura; MAN: manufactura; CONS: construcción; COM: comercio; RyH: restaurantes y hoteles; TRP:
transportes.
Fuente: Elaboración propia a partir de cE y ScNm (1986, 1996 y 2006).
En términos del valor agregado por rama (el producto), en el Cuadro 3 se
puede visualizar la diferente importancia que tiene la PmNc, en cada una de los sectores considerados (AGR, mAN, etc.) y en el total de la economía (columna del VPmNc).
Por una parte, respecto del PIB el VPmNc promedia 15.8%, con una constancia a lo
largo del periodo. Por otra, se constata que la agricultura, el comercio y los servicios
La actividad no capitalista y la composición del excedente en México
63
son los ámbitos con una presencia más signiicativa del VPmNc, con porcentajes que
oscilan entre 30 y 40%; 25 y 35% y 50-70% respectivamente, correlacionado con
los resultados obtenidos anteriormente en términos del excedente.
cuadro 3
Participación porcentual del ámbito mercantil no capitalista en el valor
agregado total (columna vPmnc) y de su rama respectiva (resto)
Años
VPMNC
AGR
MAN
CONS
COM
RyH
TRP
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
14.23
14.41
13.94
14.48
14.36
14.15
13.95
14.10
14.33
14.17
15.05
15.19
16.30
16.84
17.50
18.20
17.31
16.81
16.27
15.45
15.66
16.27
16.13
16.25
16.21
16.00
16.59
17.51
17.65
17.16
16.76
16.75
16.23
15.39
15.28
29.56
29.94
29.58
30.83
31.62
32.12
32.33
32.71
33.34
33.42
33.70
33.69
34.38
35.84
37.57
38.38
38.27
38.94
39.07
39.94
41.42
42.74
42.76
42.29
41.94
41.63
42.23
43.70
43.52
43.15
42.51
42.01
41.71
41.30
41.43
3.38
3.33
3.26
3.21
3.13
3.03
2.86
2.78
2.66
2.53
2.42
2.94
3.49
4.31
5.02
5.67
4.59
3.52
2.36
2.28
3.10
3.93
4.78
5.51
6.26
6.33
6.85
6.99
6.93
6.87
5.97
5.06
4.20
3.40
2.60
1.54
1.48
1.46
1.48
1.51
1.49
1.43
1.35
1.36
1.42
1.48
1.82
2.37
2.65
2.94
3.23
3.13
3.11
3.14
3.23
3.84
4.32
5.11
6.18
7.01
8.15
9.01
9.51
9.63
10.01
8.72
7.56
5.76
3.92
2.09
30.42
30.92
30.88
31.67
31.37
31.56
31.40
31.70
32.37
32.61
33.05
33.94
35.81
37.03
38.23
39.29
36.26
33.80
31.00
30.79
31.30
31.84
31.98
32.14
32.37
32.77
34.05
35.37
35.77
35.76
33.57
31.79
29.36
27.24
25.35
17.60
17.72
17.83
17.95
18.06
18.18
20.70
23.22
25.74
28.25
30.77
27.16
23.55
19.93
16.32
12.71
19.55
26.39
33.23
33.23
33.97
34.71
35.46
36.20
36.94
36.30
35.67
35.03
34.39
33.75
32.47
31.20
29.92
28.65
27.37
5.52
5.52
5.52
5.52
5.52
5.52
5.52
5.52
5.52
5.52
5.52
4.49
3.46
2.43
1.40
0.37
1.25
2.12
3.00
3.00
3.52
4.05
4.58
5.10
5.63
5.63
5.63
5.63
5.63
5.63
5.63
5.63
5.63
5.63
5.63
VPMNC: valor de la producción mercantil no capitalista; AGR: agricultura; MAN: manufactura; CONS:
construcción; COM: comercio; RyH: restaurantes y hoteles; TRP: transportes
Fuente: Elaboración propia a partir de cE y ScNm (1986, 1996 y 2006).
64
Mateo
Para inalizar, se muestra la incidencia de estos cálculos sobre la medida
de la rentabilidad (Gráica 3, metodología explicada en Anexo 4). Se puede veriicar que, dado el predominio del excedente del ámbito capitalista, la exclusión del
VPmNc no altera las pautas fundamentales de la dinámica de la rentabilidad, signadas
por un descenso desde principios de los años setenta. Sólo a partir de la década de
los noventa la incorporación del VPmNc (representada por la TGexc), eleva unos
2-3 puntos el nivel de la tasa de beneicio que no incluye el VPmNc (TGcap). Sin
embargo, si se atiende no a la evolución, sino a los niveles absolutos de la tasa de
ganancia, el excedente de la PmNc, sí supone un destacable aumento de este ratio
de 20-30 puntos porcentuales, pues los valores de la tGcap y tGexc pasan de 21.59
y 50.79% (1970) a 15.47 y 36.83% (2003) respectivamente, lo cual es consistente
con el criterio metodológico seguido.
Gráica 3
Trayectorias comparadas de las tasas de ganancia
110
105
100
95
90
85
80
75
70
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
65
TGcap
TGexc
Series en índices con base 100 en 1970, incluyendo el excedente del ámbito capitalista
(TGcap) y añadiendo al anterior el correspondiente a la PmNc (TGexc).
Fuente: ScNm (1986, 1996, 2006), Censos Económicos y Mariña (2008).
Por lo tanto, el aspecto más destacable de este peril, comparado para
futuras investigaciones, es que cabe obviar la estimación del VPmNc para el estudio
de la dinámica de la rentabilidad, y por consiguiente la inversión y el crecimiento
económico, en el marco de la economía mexicana.
La actividad no capitalista y la composición del excedente en México
65
conclusiones
En este artículo se presenta una propuesta para la medida del lujo de valor de la
producción mercantil el que no posee trabajo asalariado en México durante el periodo 1970-2003. No obstante, el ejercicio se enmarca en el análisis del proceso de
acumulación de capital, y en concreto, en la cuantiicación de la tasa de ganancia
que guía las decisiones de inversión empresarial, pero posee numerosas controversias de índole teórica y empírica que ameritan un tratamiento pormenorizado. Se ha
rechazado el cálculo del ingreso del trabajo autónomo en virtud de diversos inconvenientes ausencia de información estadística apropiada, la limitación temporal de
las encuestas de empleo, las diicultades del ámbito agrario, la necesidad de enlazar
series de diferentes publicaciones e incorporar supuestos añadidos en relación a
un ingreso promedio que adjudicar al trabajador autónomo, junto al extraordinario
número de micronegocios familiares de supervivencia, que no presentan una relación eminentemente capitalista o bien no participan en el establecimiento de una
cierta tasa de rentabilidad promedio lo cual fundamenta el movimiento intersectorial
del capital, así como la posibilidad de que numerosos trabajadores autónomos en
realidad oculten una relación capitalista.
Ante tales argumentos, se ha justiicado un método de estimación del VPmNc
basado en las unidades de hasta cinco trabajadores registradas en los censos económicos, metodología que se inspira en Mariña y Moseley (2001). Aun reconociendo ciertas
limitaciones teóricas y prácticas, parece que esta vía minimiza los costes teniendo
en cuenta las premisas a las que se supedita, como es una expresión determinada de
la rentabilidad del capital. Los resultados han mostrado la preeminencia de la actividad capitalista en el excedente, en torno a 60%, una cuarta parte perteneciente al
ámbito no capitalista y el resto, sobre 15%, a otras actividades no clasiicables (renta
petrolera y alquileres). Ha llamado la atención la dinámica de la plusvalía respecto
del ciclo económico, pues ha descendido con el estancamiento de la década de 1980
e incrementado durante la expansión del sexenio de 1988-1994. La composición del
excedente de la PmNc se centra fundamentalmente en las ramas agrícolas, de comercio
y servicios, con una expansión de estos últimos desde la segunda mitad de los ochenta
hasta superar 50%, en detrimento de los primeros, reducidos a 10 y 25% respectivamente, si bien el rubro de restaurantes y hoteles tiene una presencia signiicativa en
el total de su rama, por más que no sea relevante en el total del excedente de la PmNc.
Por otra parte, se ha de considerar que la inclusión de los datos para 1988 de las dos
series del ScNm evidencia un hándicap importante, ya que el cambio metodológico de
la última serie modiica, aun sensiblemente, los resultados del excedente de la PmNc
y de forma sustancial los correspondiente a la actividad no mercantil.
66
Mateo
Finalmente, en el terreno cuantitativo esta investigación aporta elementos
para futuros análisis del proceso de acumulación de capital en México, que parten
de la dinámica de la tasa de ganancia. Considerando los objetivos analíticos de
partida, es decir, si el propósito es cuantiicar una medida de la rentabilidad del
capital vinculada a las decisiones de inversión empresariales, se ha comprobado que
cabe prescindir en los cálculos de la tasa de ganancia de la estimación del VPmNc
puesto que no altera sustancialmente su trayectoria, pues aunque incida en su nivel
absoluto, no lo hace sobremanera en términos relativos.
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1983, 1984, 1985 y 1986) (ScNm, 1986).
La actividad no capitalista y la composición del excedente en México
69
Anexo 1
Otras fuentes estadísticas
En este apartado comentamos otras dos fuentes estadísticas que podrían servir para
la medida del VNc.
1) Las Cuentas por Sectores Institucionales (cSI) ofrecen una medida próxima al
denominado VNc que deinen como “ingreso mixto”, correspondiente a empresas
no constituidas como sociedades de capital. Esta fuente constituye una alternativa
sumamente interesante, pero adolece de un importante hándicap desde la perspectiva
del lapso temporal que aquí se considera, ya que sólo se publican desde 1993, lo que
introduciría un grave problema para enlazar sus datos con los correspondientes a los
23 años anteriores. Otros problemas añadidos serían: 1) se centra en la forma jurídica
del establecimiento empresarial, lo que además no justiica teóricamente el carácter
capitalista y conduce probablemente a una sobreestimación del VNc como equivalente
del ingreso mixto, sobre todo en una economía como la mexicana, aunque es difícil
cuantiicarlo;20 2) en el ScNm el concepto de trabajador autónomo que percibe el ingreso mixto abarca dos clases de productores, los que tienen empleados remunerados
y se denominan empleadores, y los restantes que carecen de ellos y se deinen como
trabajadores por cuenta propia (ScNm, 2005b: 23). Por tanto, mezcla realidades conceptualmente diferentes, que deben tenerse en cuenta si el propósito es la cuantiicación del
ingreso de los autónomos, cuantiicando un lujo de valor superior al del tPcP, aunque
desde la perspectiva aquí adoptada se puede admitir; y 3) desagregación insuiciente
y diferente a la fuente estadística principal, el ScNm, así como para la distinción entre
trabajo productivo e improductivo.21 Cuantitativamente, el ingreso mixto representa
39-42% del excedente neto de operación, y 23-25% del valor añadido neto en el trabajo
de Martínez (2005: 110). En mi serie, el VPmNc supone, en el mismo periodo, 27-29%,
y 17-19% del excedente y el valor del producto, respectivamente, por lo que martínez
estima un lujo de VNc superior en términos relativos.
20
Como señalan Shaikh y Tonak (1994: 186) “[…] la adscripción legal de estas empresas no las convierte en
no capitalistas. tampoco hay una razón que no conduzca a pensar que la mayoría de las empresas no constituidas
en la agricultura, la construcción y los servicios sean sin ánimo de lucro”. Puede consultarse además la crítica de
Cámara (2003: 217).
21
Según reconoce Martínez (2005: 112) “[…] sin dicha desagregación, lo único que se puede hacer es un ajuste
de los datos de ScN con base en las cNSI [las Cuentas por Sectores Institucionales], en lo que se reiere al ingreso
de los trabajadores autónomos”.
70
Mateo
2) La Encuesta Nacional de Ingreso-Gasto de los Hogares (ENIGH), en consonancia con la metodología de Martínez (2005), pero las deiciencias que presenta
desaconsejan su utilización.22
Anexo 2
Aspectos sectoriales en la estimación del vPmnc
Enumeramos los sectores en los que se estima la presencia de actividad de la PmNc.
La diferencia con el estudio de Mariña y Moseley (2001) es que en el presente documento se excluyen las ramas 62 y 63 del comercio, restaurantes y hoteles.
1) Gran División (GD) I “Agropecuaria, Silvicultura y Pesca”. Seguimos el procedimiento
de Mariña y Moseley (2001), fundamentado en el estudio del Centro de Investigaciones
Agrarias: se toma como VNc un porcentaje que varía progresivamente entre 41 y 50%
del excedente sobre salarios (impuestos netos y excedente de explotación), para el lapso
1970-1990, manteniendo el 50% durante 1990-2003.
2) Gran División III “manufactura”, debido a la heterogeneidad existente.
3) Gran División IV “Construcción”. Los Censos parecen subestimar en las dos primeras
décadas el ingreso no capitalista, ya que el porcentaje de plusvalor que en realidad igura
como VNc es mínimo, no llega siquiera a 10%, y posteriormente sobrepasa 20% del total
sectorial. Se supone que en este sector existe una porción considerable que es auto-construcción y que por ello no tiene una forma mercantil.23
4) Gran División VI “Comercio, Restaurantes y Hoteles”. Suponemos que la actividad
comercial no capitalista se vincula a un circuito de ingreso ajeno al vinculado al capital,
es decir, que se encarga de la realización de mercancías producidas en condiciones de la
PmNc, sin entrelazarse los ámbitos capitalistas y mercantiles simples. De esta manera se
profundiza en el nivel de concreción para la medida de la plusvalía, soslayando ciertos
ámbitos ajenos al proceso de homogeneización de la tasa media de ganancia en la economía
mexicana.24 En cuanto a los dos últimos rubros, respectivamente, se toman los grupos de
22
Según aclara Martínez (2005: 112) “[…] las ENIGH se han publicado de forma discontinua en los últimos años
y sus conceptos no han sido siempre los mismos; tienen problemas de subregistro de los ingresos de los hogares
debido tanto a subdeclaraciones en las entrevistas y a truncamiento de datos de los estratos más pobres y más ricos
causados por procedimientos de muestreo y, lo que es peor, no hay consenso sobre el mejor método para ajustar
los datos a cuentas nacionales”.
23
Como airman Dávila et al. (1986/1987: 14), quienes asimismo reconocen la imposibilidad de cuantiicar su
magnitud y así deducirla del total, por lo que optan por incluirla en sus cálculos.
24
Téngase en cuenta que el supuesto de que la actividad comercial contabilizada en el ScNm incorpora un error
de sobreestimación del excedente. Al respecto véase Mateo (2007: 208-211).
La actividad no capitalista y la composición del excedente en México
71
“Preparación de Alimentos y Servicios de Restaurantes incluso con Bar, Cafés,
Fondas y Cocinas Económicas” y “Hoteles y moteles”.25
5) Gran División VII “Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones”. La propuesta se limita a la rama de transportes, excluyendo a las otras dos. Se toman
los datos a partir de 1980, estableciendo el supuesto de que en la primera década
son relativamente constantes.26 En este sector, los cE probablemente subestiman
los datos del VNc.27
Los sectores que se han excluido de la utilización de los Censos Económicos han sido los siguientes: 1) GD II “minería,” en función de las cuantiosas inversiones que exige; 2) GD V “Electricidad, Gas y Agua”, además por la participación del
sector público; 3) GD VIII “Servicios Financieros, Seguros y Bienes Inmuebles”;
y 4) GD IX “Servicios Sociales, Comunales y Personales”. En este sector se ha
modiicado la metodología debido a que es extraordinariamente heterogéneo en su
tipología y con límites poco deinidos: producción mercantil simple (profesionales
independientes, alquileres, reparación, aseo y limpieza), y producción no-mercantil
(cámaras y asociaciones civiles, administración pública y defensa, educación y salud
públicas) (véase Mariña y Moseley, 2001: 49).28 La información suministrada por
los Censos es asimismo compleja y desagregada al máximo, lo que impide llevar
a cabo un análisis como el seguido para los otros sectores. En consecuencia, el
procedimiento desarrollado tiene un carácter sectorial. Se ha identiicado el VNc
de la actividad de la PmNc con las ramas 68 “Servicios Profesionales” y 72 “Otros
Servicios”.29 Al establecer un criterio ramal para la identiicación de la PmNc no será
necesario llevar a cabo una estimación que discrimine las actividades capitalistas de
las mercantiles simples, y en las primeras, las productivas de las de circulación. La
propia delimitación viene ya dada por la clasiicación ramal del ScNm. Simplemente
se soslayan las ramas consideradas.
Para la justiicación de la inclusión de los hoteles, véanse Dávila et al. (1986/1987: 15) y Mateo (2007: 187).
Decisión tomada por la desmesurada desagregación de datos y su variabilidad, así como de los propios datos,
que se aprecia en los censos.
27
En México existe una gran actividad de trabajadores independientes como taxistas, conductores de peseros
y furgonetas (en general, microbuses), aunque por otra parte es cierto que en determinados casos es posible que
operen al margen de la legalidad.
28
Incluso el mismo INEGI señala que: “[…] la rama se caracteriza por abarcar una gama muy variada de actividades y de difícil medición, puesto que fundamentalmente son realizadas por unidades productoras de tipo
informal, que por lo general no son captadas por registros sistemáticos”, y que “[…] muchas de ellas se realizan
en forma unipersonal [...] en ocasiones el servicio se desarrolla en el seno de los hogares” (SPP/BANXIcO/PNUD,
1981: 388-389).
29
Para una enumeración más detallada del conjunto de subgrupos que componen este rubro, remitimos a Mateo
(2007: 188-189).
25
26
72
Mateo
Por tanto, el excedente que se deduce de lo registrado en el ScNm integra:
1) el VPmNc, presente en agricultura, manufactura, construcción, comercio, restaurante y hoteles, transporte y ramas 68 y 72 de los servicios sociales, comunales
y personales; que ha sido objeto de análisis; 2) la actividad no mercantil (PNm),
presente en la administración pública y defensa, y la educación y sanidad del sector
público; teniendo en cuenta que 1) y 2) coniguran el valor no capitalista: VNc=
VPmNc+PNm; y inalmente 3) lo que denomino como “Otros”, partidas excluidas
de los cálculos, como el petróleo y el ámbito inmobiliario. Así pues, el plusvalor o
excedente del ámbito capitalista es el resultado de descontar del excedente global
del ScNm las partidas enumeradas anteriormente.
Anexo 3
Metodología en los cálculos
En este punto se explica el procedimiento para estimar el lujo del VPmNc. Se sigue
el método llevado a cabo por Mariña y Moseley (2001), sobre el cual se introducen
ciertas modiicaciones (la inclusión de las ramas 62 y 63). A partir de los censos
se construyen coeicientes que expresen la participación de la producción no capitalista en el valor nuevo, debido a que tales censos no cubren toda la economía,
pero sí una parte suicientemente signiicativa.30 Los porcentajes así calculados se
aplican al valor agregado del sector respectivo, para contar con una estimación del
VNc. Por tanto, se toma el número de ocupados (N<5), las remuneraciones (RA<5),
el excedente de explotación (EXC<5) y el valor agregado censal bruto (VACB<5) de
los establecimientos con menos de (o hasta, según el caso) cinco trabajadores de los
“i” sectores considerados (enumerados en el Anexo 2). Se calcula su ratio respecto
de las mismas categorías recopiladas en el censo para el total del sector (Nt, RAt,
EXCt y VACBt serían las cantidades totales de N, RA, EXC y VACB recopiladas en
los censos). Por ejemplo, el ratio del empleo se expresaría como n = 100 × N<5/NT.
Posteriormente se aplica el porcentaje calculado a las mismas categorías pero recogidas por las Cuentas Nacionales, con lo cual el número de trabajadores del ámbito
no capitalista sería N* = n × N, donde n releja el porcentaje de tales empleados
contabilizados en los censos en un sector determinado (manufactura), y N el número
30
Los cE tienen una periodicidad quinquenal, con la excepción del censo siguiente al de 1986, que se publicó
tan sólo tres años después, recuperándose a partir del mismo al anterior intervalo. Tenemos también algunas
excepciones, como los Censos de Construcción. En cualquier caso, no parece representar una fuente de error destacada, ya que se caracterizan por valores estables en el tiempo, por lo que el ejercicio de extrapolación creemos
que es adecuado.
La actividad no capitalista y la composición del excedente en México
73
de asalariados totales que el ScNm ha cuantiicado en la misma rama. El mismo
ejercicio se llevaría a cabo para el resto de variables (salarios, excedente…).
Anexo 4
El cálculo de la tasa de ganancia
En el cálculo de las tasas de ganancia se sigue la metodología expuesta en mateo
(2008: 157,170), para la denominada tasa de ganancia empresarial o capitalista
(TG=beneicios/capital), en la que se toma como numerador el conjunto de excedentes de explotación de las ramas capitalistas (sólo se excluyen las ramas 06 del
petróleo, 67 y 68 de bienes inmuebles y servicios profesionales, la participación
pública en las ramas 69 y 70 de educación y salud, y 72 de otros servicios), sin
considerar por tanto impuestos netos de subsidios ni intereses imputados, y como
denominador el acervo neto de capital ijo según la serie de Mariña (2008) (con la
diferencia de que en Mateo, (2008) se utilizaba la serie de Lima, si bien en Mateo
(2007) se demuestra que las diferencias no son sustanciales). Por tanto, no se considera la posible existencia de sectores capitalistas improductivos (comercio, por
ejemplo), siguiendo así el criterio de Guerrero (1989) y Cámara (2003).