[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(6) 881-892]
PSIQUIATRÍA DE ENLACE EN
ADICCIONES EN EL HOSPITAL GENERAL
LIAISON PSYCHIATRY IN ADDICTIONS AT THE GENERAL HOSPITAL
DR. DANIEL SEIJAS (1)
(1) Departamento de Psiquiatría Clínica Las Condes. Santiago, Chile.
Email: dseijas@clc.cl
RESUMEN
El presente artículo revisará la epidemiologia general de
las adicciones para mostrar la carga de enfermedad que
ellas le endosan a la población y los servicios de salud,
mostrando los factores de riesgo más importantes en salud
hoy en Chile y en el mundo. Asimismo, busca actualizar
algunos conceptos sobre el enfrentamiento integral del
problema de las adicciones en el ambiente hospitalario.
Sus diferentes puertas de entrada, el proceso de tamizaje,
diagnóstico intervención breve y derivación en coordinación con equipos especializados, hoy presentes en varios
servicios de salud del país y algunas clínicas privadas.
Veremos también ejemplos en el extranjero como en Chile
y en particular en Clínica Las Condes de coordinación
integral multiprofesional que ha mejorado la atención de
nuestros enfermos y los resultados de los tratamientos.
Palabras clave: Adicciones, intervención en crisis,
hospital general.
SUMMARY
The present article will show the general epidemiology of
addictions showing the burden of disease on the people
and health system, how these risk factors are some of the
most important ones in health in Chile and the rest of the
world.
Likewise, it looks to update some concepts regarding
how to face in a more integrated way the problems of
addictions at the hospital level on its different “way ins”,
inpatient units, emergency services looking at a process of
Screening, brief intervention and referral to coordinated
Artículo recibido: 22-06-2017
Artículo aprobado para publicación: 03-10-2017
specialist teams in addictions, nowadays available on
several hospitals and a few private clinics.
We will see some successful approaches from abroad
and from Chile were coordinated multiprofesional teams
improve the care of the patients and hence the results
obtained.
Key words: Addictions, brief interventions,
hospital.
general
EPIDEMIOLOGÍA
“El consumo de sustancias psicoactivas se encuentra ligado
a las culturas tanto como los alimentos y otras costumbres”
(Lewis 1901). Sin embargo, es también el uso de alcohol,
tabaco y otras drogas importante causa morbimortalidad a
nivel global y su impacto genera costos sanitarios, sociales
y económicos.
El consumo de sustancias en población de 12 a 64 años
medido en las encuestas del Observatorio de Sustancias
del SENDA (Servicio Nacional Drogas y Alcohol) en el 2015,
muestra en el tabaco una detención del descenso mostrado
a lo largo de la década pasada. No obstante, se observa un
aumento significativo en mujeres pasando de un 20.1% en
2012 a un 22.2% en 2014, equiparándose las prevalencias de
consumo respecto a hombres (1).
Sin embargo, el estudio ENCAVI (Encuesta de Calidad de Vida
y Salud) reciente ha mostrado una reducción del consumo de
tabaco del año 2000 a 40%, 2006 un 39.1 y en el 2016 de un
30.1%. (36)
881
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(6) 881-892]
En el caso de la marihuana se observa un cambio en nivel independiente del sexo, edad y nivel socioeconómico, pasando
de un 7.1% en 2012 a un 11.3% en 2014, es decir al menos
aumentó un 60% en dos años, probablemente coincidente con
los proyectos de “despenalización/legalización” del consumo de
marihuana y la baja percepción de riesgo en adolescentes, facilitado por el lobby de varias organizaciones (1).
La prevalencia de consumo de alcohol aumentó 8.1 puntos
porcentuales respecto a 2012 y es el mayor reporte en la serie
de estudios desde 2008. El aumento se da en mayor medida en
mujeres respecto a hombres (10 frente a 6.1 puntos porcentuales), a pesar de lo anterior, el consumo continúa siendo significativamente mayor en hombres (1).
Para cocaína, el aumento en la prevalencia año se explica por
un aumento significativo en hombres (1.3% a 2.2%) y en niveles
socioeconómicos medios (0.6% a 1.3%), interesantemente en
la misma cuantía mostrado para la marihuana 60%. Por otro
lado, la prevalencia de consumo de pasta base se mantiene
en un 0.5% variando sólo 0.1 puntos porcentuales respecto al
2012 (1).
La tasa de mortalidad atribuible al alcohol y otras drogas
ilícitas es de aproximadamente 39 por cada 100000 habitantes a nivel mundial, de las cuales el 90% son por alcohol.
Asimismo, producen una pérdida de 13 años de vida perdidos
ajustados por discapacidad (AVISA) por cada 1000 habitantes
en el mundo (1).
Los costos económicos asociados al consumo de drogas se han
estimado en aproximadamente 500 millones de dólares al año,
equivalente al 0.45% del producto interno bruto del año 2006
(7). Por su parte, en un estudio publicado recientemente se
estimó que el 9.8% del total de muertes ocurridas en la población de 15 años y más en Chile son atribuibles al consumo de
alcohol (3).
El alcohol es factor causal de más de 200 enfermedades y trastornos y responsable del 5.1% de la carga mundial de morbilidad y lesiones, siendo más crítico el uso en edades entre 20
a 39 años, donde un 25% de las defunciones son atribuibles al
consumo de alcohol (4). El alcohol es también el principal factor
de riesgo de muerte y discapacidad para las personas de 15-49
años de edad, franja etaria en la que el hombre y la mujer suelen
ser más productivas económicamente (5).
El alcohol es el primer factor de riesgo que causa más muerte
y discapacidad en Chile. Según el Estudio de Carga de Enfermedad y Carga Atribuible para nuestro país (6), el consumo de
alcohol como factor de riesgo, se relaciona con el 12.4% de los
años de vida saludables (AVISA) perdidos por muerte o disca-
882
pacidad. Esto es el doble de los AVISA producidos por obesidad
(6.3%) o por presión arterial (5.6%). El consumo de alcohol es el
principal factor de riesgo para la salud en nuestro país (8).
Chile se sitúa en el primer lugar en Latinoamérica en cantidad
de consumo de alcohol per cápita al año, con un total de 9.6
litros de alcohol puro per cápita en adultos (8), lo que hace un
volumen de 1099000 de litros anuales y alcanza los 61.3 litros
por persona. En estudios nacionales se ha visto un consumo
diario 55grs. de alcohol puro por persona al día. (9) El patrón
de consumo promedio seria de atracones de consumo, focalizados en un día o dos a la semana, patrón ya descrito como
“Binge Drinking”, en edades de 18-29 años, llegando en
adolescentes a un promedio de 80 grs. de alcohol puro al
día de consumo (9). Esto se ejemplifica en los adolescentes
que en “las previas” antes de las fiestas consumen su “media
promo” consistente en media botella de pisco (destilado)
más bebida cola en un periodo no mayor de dos horas, agregándole la gravedad de la intoxicación en corto plazo, con
el descontrol consecuente y superando así la capacidad de
metabolización hepática, aumentando los riesgos y daños (2).
Para la medición y control de la ingesta la OMS definió UBE
(Unidades Básicas Estándar) que equivalen a 1 trago de alcohol
conteniendo una (UBE) o medida estándar de etanol (alcohol),
10 gramos de alcohol puro por “trago”. (10) En el caso de UK
el UBE se define en 8 gramos (1), mientras que en Chile en la
ENS 2010 (9) informa que el gramaje promedio de alcohol es de
15.5 grs. por trago, es decir, sería el doble que en UK y 50% más
que OMS y las guías de Minsal de intervención breve define el
estándar en 14grs. (11).
El consumo de bajo riesgo, es definido hasta 20grs. de alcohol
al día, consumo que no debe repetirse por más de 5 días a la
semana, recomendando al menos 2 días sin consumo (4). Las
mujeres debieran consumir menores cantidades de alcohol, ya
que está reportado que el consumo de más de 12 grs. de alcohol
diario en mujeres se asocia a un aumento de probabilidad de
cáncer de mama y por sobre estas cantidades diarias, aumenta el
riesgo de ocurrencia de más de 200 enfermedades crónicas (8).
• El consumo de riesgo es un patrón que aumenta el riesgo de
consecuencias adversas para la salud si el hábito del consumo
persiste. La OMS lo describe como el consumo regular de 20 a
40grs. diarios de alcohol en mujeres y de 40 a 60grs. diarios en
varones (13).
• El consumo perjudicial se refiere a aquel que lleva consecuencias tanto para la salud física como para la salud mental de
la persona y está definido por la OMS como consumo regular
promedio de más de 40grs. de alcohol al día en mujeres y de
más de 60grs. al día en hombres.
• El consumo excesivo episódico o circunstancial (también
llamado “binge drinking”), puede resultar particularmente dañino
[ADICCIONES EN EL CONTEXTO DEL HOSPITAL GENERAL- Dr. Daniel Seijas]
y generar ciertos problemas de salud. Esto es el consumo, por
parte de un adulto, de por lo menos 60 grs. de alcohol en una
sola ocasión.
• La dependencia del alcohol es un constructo definido por
Grifith Edwards & Gross en 1976 (12) y presente en el ICD 10 y
DSM V en el Trastorno por uso de Alcohol cuyos criterios clínicos
son (13):
De los costos sociales y económicos directos e indirectos para
el país por consumo de drogas ilícitas y alcohol en Chile, en
el año 2006, fue de $882512 millones de pesos (en moneda
de valor de ese año). Específicamente, el alcohol se lleva la
mayoría del costo estimado, alrededor de $550000 millones
(16).
El año 2014 el alcohol estuvo presente en 5654 accidentados,
con 5142 lesionados y 193 fallecidos, un aumento en relación
al 2013. Una vez implementada la Ley “Tolerancia Cero” el año
2012, se registró una baja importante en la mortalidad por
alcohol (14).
SERVICIOS DE URGENCIA
Una de las puertas de entrada más importantes en todos
los establecimientos hospitalarios y crecientemente en
nuestra clínica, son los servicios de Urgencia. Sin embargo,
el diagnostico, intervención mínima y posterior derivación,
no adquiere aún la relevancia que ha tomado en las últimas
décadas en otros países como veremos a continuación.
Un 37% de los delitos tienen alguna relación con el consumo de
drogas en población adulta, mientras que en los adolescentes
llega al 21%. Sin embargo, cuando se realiza esta misma estimación en relación al consumo de drogas y/o alcohol, los porcentajes aumentan a 57% y 32% respectivamente, lo que evidencia
que la contribución del alcohol en este tipo de acciones es de
gran importancia (15).
Un 81.2% de los que cometen delitos se asocia con consumo
de sustancias siendo el alcohol asociado en el 88.8% de los
casos en adultos y para cocaína (clorhidrato o pasta base) del
70.6% (16).
En el año 1994 en el norte de Chile (proyecto colaborativo
MINSAL y la Comunidad Económica Europea CEE) se implementó un proyecto piloto “PAM drogas” de evaluación, intervención. y vigilancia epidemiológica, que entre varias acciones
estudió la consulta de pacientes en servicios de urgencia.
Ahí se comparó el reporte de consumo de sustancias de los
pacientes consultantes a servicios de urgencia en Arica e
Iquique, el diagnóstico en la atención hecho por los profesionales y contrastando con muestras de drogas en orina (17).
TABLA 1. Criterios diagnósticos de Trastorno por uso de Alcohol (DSM-V) 2013
A. Patrón problemático de uso de Alcohol que clínicamente altera en forma significativa o produce estrés manifestado
por al menos dos de los siguientes hechos, en un periodo de 12 meses:
1.
A menudo usa alcohol en mayor cantidad o durante un periodo más largo del que la persona se había propuesto.
2.
Deseo persistente de usar 1 o más intentos fracasados por reducir o controlarlo.
3.
Usa una cantidad significativa de tiempo destinada a actividades relacionadas con conseguir alcohol, consumirlo o recuperarse
de sus efectos.
4.
Craving o fuerte deseo o urgencia por beber alcohol.
5.
Uso recurrente del alcohol resultando en falla de cumplir con obligaciones en el trabajo, colegio o en la casa.
6.
Continúa usando alcohol a pesar de presentar persistentes problemas sociales o interpersonales causados o exacerbados por los
efectos del alcohol
7.
Importantes actividades sociales, ocupacionales, o recreativas abandonadas o reducidas por el uso de alcohol.
8.
Uso recurrente de alcohol en situaciones físicamente peligrosas
9.
Persistencia del consumo pese a conocer los riesgos que el tabaco produce en la propia salud física y/o psicológica.
10. Tolerancia, definida por: aumenta la cantidad de alcohol consumida para conseguir embriaguez o el efecto deseado, o
disminución del efecto al mantener la misma cantidad.
11. Síntomas de Privación: El paciente presenta síntomas característicos de privación de Alcohol o sustancias cercanas
(benzodiacepinas, etc.) son usadas para reducir o evitar los síntomas de privación.
SI EL PACIENTE PRESENTA 2 O MÁS CRITERIOS SE PLANTEA LA EXISTENCIA UN “TRASTORNO POR USO DE ALCOHOL”. DSM-V
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[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(6) 881-892]
Se observó una asociación importante entre motivos de consulta
traumáticos y violencia, consumo drogas y alcohol, sin embargo,
había contradicciones entre el reconocimiento de pacientes
que, teniendo una muestra positiva a drogas, negaban el haber
consumido de 1 es a 3, es decir que solo alrededor de un tercio
reconocía haber consumido a pesar de tener una muestra positiva a drogas en el momento de la consulta (17).
En un estudio de carácter regional, que evaluó la presencia
de consumo de alcohol y otras drogas en personas ingresadas a servicios de urgencia, encontró que de los 2963
participantes de 6 países latinoamericanos (Chile, Argentina,
Bolivia, Perú, Uruguay y Colombia), 231 pacientes ingresaron por accidentes relacionados con algún tipo de acto
de violencia, donde la prevalencia de consumo de alcohol
llegó al 46% (n=106). Para el caso específico de Chile, de 56
pacientes ingresados por violencia de algún tipo, un 39% (vs.
un 12% en la muestra total) lo hizo con presencia de hálito
alcohólico (15).
En las pruebas toxicológicas, el 12% arrojó positivo para alcohol
y el 20.9% para benzodiacepinas. La prevalencia del marihuana,
cocaína, anfetaminas y opiáceos fue de 7.5%, 8.5%, 3.0% y 1.0%,
respectivamente. La prevalencia de drogas ilícitas en general fue
de 15.3%.
Se observaron diferencias significativas por sexo en el consumo de
benzodiacepinas (17.6% en hombres y 27.2% en mujeres, p=0.014),
por tramo de edad para cocaína (mayor porcentaje en grupo entre
19 y 25 años 11.6%), según situación de pareja para marihuana (sin
pareja 11.9% vs. con pareja 4.7, p=0.005) y según motivo de ingreso
para alcohol, cocaína (mayor prevalencia en personas ingresadas
por violencia alcohol 39.3% y cocaína 22.0% (18).
Otros estudios en la región metropolitana mostraron también
altas prevalencias de consultas por alcohol en servicios de
urgencia, pero sin intervenciones y escasa derivación a tratamientos especializados (19).
Los resultados de estas investigaciones confirman la alta prevalencia de problemas de consumo de sustancias adictivas y por
ende la necesidad de sospecha clínica y anamnesis dirigida
en casos de consultantes a servicios de urgencia por eventos
traumáticos, secundarios a violencia y morbilidad general y que
permitan intervenir y/o derivar correctamente los casos como
en cualquier otro diagnóstico médico de urgencia.
TABLA 2. Validación de la impresión al ingreso, auto reporte de consumo y presunción médica
Sensibilidad
(%)
Especificidad
(%)
Correctos
clasificados (%)
VPP
(%)
VPN
(%)
LR+
LR-
Hálito alcohólico al
ingreso
87.30
92.54
91.92
61.1
98.2
11.70
0.14
Auto reporte
últimas 6h
93.75
92.49
92.64
63.2
99.1
12.48
0.07
Presunción Médica
96.00
89.88
90.55
53.9
99.5
9.48
0.04
Etapa
ALCOHOL
COCAÍNA TOTAL (INCLUYE PASTA BASE)
Auto reporte
últimas 6h
23.26
99.35
92.87
76.9
93.3
35.81
0.77
Presunción Médica
20.00
98.70
93.03
54.5
94.1
15.44
0.81
Auto reporte
últimas 6h
18.42
99.15
93.10
63.6
44.4
21.60
0.82
Presunción Médica
26.67
97.42
92.34
93.8
94.5
10.35
0.75
MARIHUANA
VPP: Valor Predictivo Positivo
VPN: Valor Predictivo Negativo
LR+: Razón de verosimilitud positiva (Positive Likelihood Ratio)
LR-: Razón de verosimilitud negativa (Negative Likelihood Ratio)
884
[ADICCIONES EN EL CONTEXTO DEL HOSPITAL GENERAL- Dr. Daniel Seijas]
TABLA 3. Resultado positivo de pruebas toxicológicas según motivo de ingreso al hospital
Etapa
Accidentes
Violencia
Otro motivo
p*
12(10.6)
22(39.3)
30(8.3)
<0.001
Marihuana n (%)
7(7.7)
7(14.0)
24(6.6)
0.161
Cocaína n (%)
6(6.6)
11(22.0)
26(7.1)
0.005
Anfetaminas n (%)
1(1.1)
3(6.0)
11(3.0)
0.219
11(12.0)
10(20.0)
86(23.4)
0.049
2(2.2)
1(2.0)
2(0.5)
0.170
30(25.9)
33(58.9)
140(35.3)
<0.001
Alcohol n (%)
Benzodiazepinas n (%)
Opiáceos n (%)
Total drogas n (%)
*Prueba Exacta de Fisher.
Es importante agregar, que hoy el instrumento del tamizage o
“screening” de sustancias, no estaría fácilmente disponible en
todos los servicios por diversas razones técnicas, legales (de
requerir un consentimiento escrito en algunas instituciones), el
rechazo de los pacientes y finalmente evitación de solicitar dicho
examen por los mismos facultativos, quizás por lo complejo de la
operativa o por falta de capacitaciones su uso e intervenciones
(Figura 1 y Gráfico 1).
No sería una “buena práctica clínica” que ante cualquier
sospecha de un tumor esperáramos a que se manifieste clínicamente como un cáncer para derivarlo a un oncólogo, aunque
ellos sean los encargados finales del tratamiento. Asimismo,
tampoco lo seria con una hipertensión arterial o una diabetes,
más aún sabiendo la diferencia de pronostico que tiene una
intervención precoz y tratamiento oportuno en cualquiera de
estas patologías.
Todos estos puntos merecen investigación para confirmar su
ocurrencia, entrenar a los equipos en la utilidad que ofrecen
al igual que otros exámenes de rutina y las intervenciones del
ABCD, que su uso podría abrir en la adecuada atención integral
del paciente.
Sin embargo, dado lo planteado epidemiológicamente, en que
los problemas de alcohol, drogas y tabaco que se hacen cargo
de los mayores factores de riesgo y AVISA en nuestro país,
aún más que la hipertensión y obesidad, nuestra capacidad u
operatividad para ofrecer intervenciones demostradamente
efectivas en nuestra práctica habitual es claramente insuficiente aún.
¿Por qué debemos hacer entonces una pesquisa e intervención de adicciones en pacientes hospitalizados en una
Clínica u Hospital General?
El problema del abuso de sustancias es un problema biopsicosocial, no solo un problema médico, pero si desperdiciamos
esa ventana de oportunidad única, que constituye el paciente
hospitalizado o que consulta en servicios especializados, no
estaremos colaborando efectivamente a nuestra labor primordial, cual es, prevenir enfermedades, salvar la vida y/o mejorar
la calidad de vida de nuestros pacientes, sus familias y por ende
la sociedad.
Los recursos en salud son siempre escasos y desperdiciar el
recurso medico en cualquier acción de salud, sin integrar al
menos una intervención mínima es malgastar recursos como
perder vacunas, que se venzan medicamentos o se pierdan
horas de pabellón.
Además, como lo muestran los gráficos a continuación, la
mayor parte de los problemas y enfermedades de salud los
presentan los abusadores y no obligatoriamente los dependientes de sustancias, por lo que se debe intervenir antes
de que lleguen a esa condición también. Esto se hace en
mayor proporción a nivel primario de salud, sin embargo,
las cifras de pacientes con problemas de alcohol y drogas en
pacientes hospitalizados son ampliamente mayores que en
APS, en las edades de 25 a 65 años. Durante la hospitalización son más accesibles y además el tiempo de exposición
al tratamiento médico y la posibilidad de intervenir preventiva, motivacional o terapéuticamente es mucho mayor que
en la consulta o en Atención primaria de salud (APS) dado
el escaso tiempo del que se dispone para algunas de esas
intervenciones.
885
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(6) 881-892]
FIGURA 1. Resultado positivo de pruebas toxicológicas según motivo de ingreso al hospital
La mayoría de los riesgos y enfermedades por uso de alcohol y drogas
se producen en usuarios no dependientes
PIRÁMIDE
ALCOHOL
Intervenir
Tamizaje o screening
5%
20%
Uso dependiente
Uso problemático y de riesgo
30%
Uso bajo riesgo
30%
Abstinente
National Longitudinal Alcohol Epidemiology Study 1992, National Comorbility Study, 1992.
GRÁFICO 1. Prevalencia de alcohol y drogas
realizar interconsultas más precoces a especialistas en adicciones y como tal potenciar y fortalecer un enfoque integral y
multidisciplinario de los pacientes con problemas de uso, abuso
y dependencia de sustancias y lograr mejores resultados de
tratamiento (9).
Este instrumento se denominó ASSIST por sus siglas en inglés
(Alcohol, Smoking and Substance Involvement Screening Test) y fue
validado con un estudio multicéntrico realizado en Australia,
Brasil, India, Tailandia, Reino Unido, Zimbabue y Estados (20).
El ASSIST, en su versión 3.0, es un cuestionario de ocho
preguntas de aplicación breve que evalúa riesgos para la salud y
otros problemas asociados al consumo de sustancias (23).
National Longitudinal ALcohol Epidemiology Study 1992, National
Comorbility Study, 1992.
En publicaciones previas en esta misma revista (21,22) se
ha mencionado “screening” e intervenciones, pero dirigido a
sustancias en particular como tabaco o drogas de abuso con
instrumentos como EBBA, AUDIT, Fagerström, Goldberg entre
otros que apuntan a un diagnóstico o presunción precoz de
problemas de sustancias o de salud mental.
En los últimos años la Organización Mundial de la Salud ha desarrollado un instrumento de tamizaje o screening para alcohol,
tabaco y drogas de abuso llamado ASSIST, cuya aplicación en
forma escalonada y coordinada por los diversos agentes de
salud, enfermeras, médicos generales, médicos de diversas
especialidades permite mejorar la sospecha y diagnóstico, para
realizar intervenciones mínimas, entregar apoyo educativo,
886
Este instrumento ha sido validado en Chile y debe ser aplicado
por personal entrenado para tales efectos, como psicólogos
u otros profesionales. Sin embargo hay preguntas básicas de
screening inicial que permiten al clínico hacer una “sospecha
inicial” para en una segunda instancia, u otro profesional en
interconsulta, aplicar el instrumento y la intervención breve en
el caso de un paciente hospitalizado (24).
En Clínica Las Condes hemos aplicado desde hace ya más de
10 años un modelo basado en las guías de Nueva Zelanda de
intervención en Tabaco, que ha sido descrito en detalle en
publicaciones anteriores (22). Este consiste en una aproximación sucesiva en el screening e intervención en tabaco, con
material educativo de intervención y con un sistema de derivación que forma la base de nuestro programa “No Fumo más”.
Este modelo ABC contempla Anamnesis – Breve intervención –
Cesación, a lo cual agregamos una D por Derivación a equipos
especializados.
[ADICCIONES EN EL CONTEXTO DEL HOSPITAL GENERAL- Dr. Daniel Seijas]
Este tipo de intervenciones han mostrado también ser de
utilidad para enfrentar otros tipos de adicciones tanto a nivel
primario como otros “settings”.
El esquema plantea lo siguiente (Figura 2):
A Anamnesis básica de una pregunta
Este primer paso contempla que todo médico pregunte por
consumo de alcohol, tabaco y drogas en forma muy breve, que
veremos en las tablas las preguntas básicas.
Anamnesis Básica de una pregunta (24).
Alcohol:
• Cuántas veces ha bebido Ud. En el último año:
• Hombres: 5 o más Unidades de alcohol (>3 piscolas, > 4
cervezas, >3 copas de vino)?
• Mujeres: 4 o más unidades de alcohol (>2,5 piscolas, 3
cervezas, 2.5 copas de vino)?
Drogas:
• En los últimos tres meses cuántas veces ha usado:
Marihuana, cocaína, benzodiacepinas sin control médico, estimulantes, éxtasis MDMA u otras drogas?
Tabaco:
• ¿En los últimos tres meses ha fumado Ud., cuántos al día?
B
Las intervenciones breves (IB) en atención de salud
reducen el uso riesgoso de alcohol
Existen evidencias provenientes de diversos estudios aleatorizados, controlados en diversos settings de salud como
pacientes hospitalizados, atención primaria de salud y
consultas privadas, servicios de Urgencia y centros de
trauma que muestran resultados que validan el efecto de
las IB en:
• Bajan el consumo de alcohol
• Bajan las enzimas hepáticas (gamaglutamiltranspeptidasa
• Reducen las licencias y ausentismo laboral
• Bajan el beber y conducir
• Reducen las lesiones por beber y conducir
• Bajan los días de hospitalización.
Sin embargo, es importante plantear que los estudios de
metanálisis nos plantean que si bien la efectividad de intervención breves en bebedores problema está establecida, los
resultados para atención primaria no son concluyentes y así
también para pacientes hospitalizados (37).
Cabe mencionar que en estos estudios las intervenciones
mínimas fueron efectuadas en pacientes con diferentes
niveles de enfermedad adictiva o trastorno por uso de
alcohol, por lo que el efecto de la intervención debiera diferenciarse de acuerdo al estadio de avance de la enfermedad,
así como en la hipertensión arterial u otras enfermedades
crónicas, donde el simple consejo pudiera no ser suficiente
para producir grandes cambios.
FIGURA 2.
A B C D de Intervencion en Adicciones
A
B
todo médico hace anamnesis básica
de consumo de sustancias (alcohol,
tabaco y drogas)
los médicos hacen intervenciones
breves en sus pacientes (1 – 3 minutos)
C un equipo de especialistas apoyan en
evaluacion, motivación e intervención
para cesación a traves interconsulta.
D los pacientes más complejos son
Derivados a la Unidad de Adicciones o
equipo especializado para tratamiento.
Fuentes. 22) Seijas D., El ABCD de la cesación de fumar: de la evidencia
a la práctica clínica en medicina preventiva, Revista Médica Clínica Las
Condes, 2010 Volumen 21, Numero 5, Septiembre, Paginas 719-731.
Existe además evidencia de la utilidad de las IB para Cannabis
(26,27), Benzodiacepinas (28), marihuana y tabaco (30), Cocaína
y Heroína (29).
Todos estos factores tienen alta influencia en la salud de la población y calidad de vida, pero también en los costos directos e indirectos que producen estas conductas y los AVISA (años de vida
perdidos por defunción o discapacidad). Esto refuerza nuestra
aseveración de que no podemos desperdiciar el valioso recurso
de salud profesional, la atención médica, perdiendo la oportunidad de salvar vidas y recursos de salud, siempre escasos, con un
mínimo de tiempo y una eficaz coordinación en salud.
Un dato relevante de las revisiones en el tema es que las
intervenciones breves en pacientes hombres son tan efectivas como intervenciones más prolongadas y específicas
(25). De ahí se desprende que la intervención inicial, precoz
y dirigida por el médico tratante y apoyada por otros profesionales en “un equipo común integral de apoyo al paciente”
cobran sentido y dan mejores resultados como veremos más
adelante.
887
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(6) 881-892]
C Enlace hospitalizado: Intervenciones integrales
Interconsulta (IC)
El diagnóstico intervención y tratamiento precoz resulta
importante pues los pacientes con problemas adictivos,
en general tiene dificultades de motivación al cambio de
conducta, percepción de riesgo y muestran mecanismos de
defensa de negación y minimización que no favorecen una
pedida de ayuda a su médico tratante. Los pacientes pueden
además no estar motivados a dejar de consumir sustancias, aunque eso sea muy importante para recuperarse de
su cuadro médico o adictivo. Incluso algunos pacientes se
muestran muy dispuestos, pero al ser dados de alta y volver
a las mismas condicionantes personales, psicológicas, familiares, ambientales y psiquiátricas anteriores, retornan al
uso de sustancias en breve tiempo.
D DERIVACIÓN
Como en toda patología médica, cuando un paciente es
diagnosticado y tratado inicialmente en atención primaria u
hospitalizado, puede requerir la intervención de especialistas
en el tema de adicciones. Así entonces surgen una serie de
condiciones que de cumplirse deberían llevar a una interconsulta y derivación efectiva. Los Criterios de derivación son
(22):
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Cuando tiene síntomas de ansiedad, stress, depresión
(Goldberg > 4).
Diagnosticar y tratar Comorbilidad (Depresión, Ansiedad,
Stress) o Abuso de otras sustancias (marihuana, Cocaína).
Cuando el médico no se siente con las herramientas o
apoyos necesarios para tratarlo solo.
Cuando el médico no se siente cómodo con el paciente
(contratransferencia).
Cuando el paciente ha tenido recaídas múltiples.
Para apoyo y seguimiento grupal al paciente que logró
dejar.
Para Intervención Intensiva especializada de una Unidad
de Adicciones o Tabaco (individual o grupal).
Grandes fumadores de más de 20 cigarrillos.
Ha tenido o está en tratamiento por cuadro psiquiátrico o
con psicofármacos.
Cuando por recarga laboral no da el tiempo para hacer
B y C.
En 1984 ya había un estudio nacional que mostraba altas
prevalencias de problemas de alcohol en pacientes hospitalizados, pero un bajo diagnóstico y en aquella época casi
nula derivación a tratamiento (31).
En otro estudio del 2002, considerando todos los cuadros
de abuso o dependencia actual o de curso de vida para todas
las sustancias descritas, 37.9% de los hombres y 6.4% de las
888
mujeres de la muestra de pacientes de un Servicio de Medicina Interna hospitalizado en Hospital de Santiago, presentó
algún trastorno de esta clase. La diferencia por género, fue
significativa, p< 0.00000, y se explica por la alta acumulación
de trastornos por uso de alcohol en hombres. Así, el diagnóstico más frecuente fue la dependencia a alcohol como cuadro
de prevalencia de vida en 22.7% de los hombres seguido por
dependencia actual (12.3%) y mayor prevalencia de benzodiacepinas en mujeres (32).
En un estudio en España, de interconsultas en hospitalizados a
una unidad de adicciones, mostro que la mayoría se generan en
Hepatología (30%), Medicina Interna (22%) y Psiquiatría (11%).
El 83.5% son por alcohol y de ellas un 72% de éstas presentaron trastornos psicosociales que interfieren gravemente en
los tratamientos médicos de ingreso.
El 47% de IC tienen antecedentes de ingresos y el 22% de
IC previas. El 49% acepta visitas ambulatorias post-alta, derivándose 18% a otros centros, 14% rechaza tratamiento y el
resto mueren o no se indica seguimiento ambulatorio.
Se detecta así a los consumidores más graves y cronificados, en estadios finales de su enfermedad y no en los
primeros ingresos, cuando las IC serían más eficaces (33)
(Tabla 4, 5 y 6).
Una consideración seria que además de un subdiagnostico a
los enfermos consumidores de alcohol y drogas, lo hacemos
tarde, precisamente con los más graves orgánica y psicológicamente, de mayor edad y que están en fases muy avanzadas
de su proceso de deterioro psíquico y social (33), lo que hace
más difícil que se beneficien de una ayuda terapéutica.
Este tipo de enfermos crónicos en el futuro generaran un
elevado número de atenciones médicas con los consiguientes
costos sociales y de salud indirectos (34).
Estos pacientes complejos, presentan múltiples patologías
orgánicas y psiquiátricas que provocan, incluso en el caso de
seguir tratamiento adictológico, un 7% de muertes a los 5
años de seguimiento (34).
Quizás debido a que algunas manifestaciones de la dependencia alcohólica son inespecíficas o porque se cree que
el miedo y el consejo son suficientes para cambiar (la mera
“voluntad”), o porque creen que el paciente se va a molestar
si le tocan el tema, muchos médicos se abstienen de intervenir. No es cierto que la detección precoz provoque mayor
rechazo, pues los pacientes rechazadores tienen una edad
similar y cuentan también con un amplio historial de ingresos
y sobretodo IC previas que los no rechazadores.
[ADICCIONES EN EL CONTEXTO DEL HOSPITAL GENERAL- Dr. Daniel Seijas]
TABLA 4. Tipo de derivación en función de antecedentes de interconsultas, ingresos y urgencias de los pacientes
IC previas
Chi2=8.2; p=n.s
Número de
Ingresos previos
F=1.4; p=n.s
Pacientes con
Ingresos previos
Chi2=10.6; p=n.s
Número de
Urgencias
previas F=0.6;
p=n.s
Pacientes con
Urgencias previas
Chi2=10.1; p=n.s
UA-HCB
26.5 (%)
1.5±2
49.7 (%)
5±8
76.9 (%)
Otro CAS
16.4 (%)
1.2±2
38.2 (%)
3.7±5
63.6 (%)
Tipo de
derivación
Rechaza
tratamiento
Otros
recursos
Alta antes de
visitarse
14.3 (%)
1.7±3
50 (%)
5.6±8
71.4 (%)
23.8 (%)
0.8±1
42.9 (%)
3.4±5
47.6 (%)
6.7 (%)
0.5±1
28.6 (%)
6.9±15
63.3 (%)
No derivado
18.8 (%)
2.6±4
62.5 (%)
4±4
81.3 (%)
Muerto
42.9 (%)
0.5±0.7
42.9 (%)
2.2±2
71.4 (%)
Total
21.8 (%)
1.4±2
46.7 (%)
4.7±7
71.2 (%)
Marik P, Mohedin B. Alcohol-related admissions to an inner city hospital intensive care unit. (1996) Alcohol & Alcoholism.; 31: 393-396.
TABLA 5. Duración del ingreso, demora en la petición de la interconsulta y tiempo hasta el alta posterior a la
interconsulta, en función del tipo de derivación
Ingreso
p=0.000
Hasta petición IC
*p=n.s.
Desde IC hasta alta
p=0.000
Porcentaje de IC
urgentes
$ p=0.000
UA-HCB
11±6
4±4
7±5
8.8%
Otro CAS
14±12
5±5
9.8±9.8
30.9%
Rechaza
tratamiento
14±15
4±6
9.5±13
4.8%
Otros recursos
18±14
5.7±6
12.6±11
14.3%
Alta antes de
visitarse
6±3
4±4
2.5±3
0
No derivado
17±22
3±3
14±20
18.8%
Muerto
25±19
8±13
17.4±18
0
Total
13±11
4.6±5
8.7±9.8
12.5%
Tipo de
derivación
Marik P, Mohedin B. Alcohol-related admissions to an inner city hospital intensive care unit. (1996) Alcohol & Alcoholism.; 31: 393-396.
TABLA 6. Dificultades objetivas/subjetivos para realizar un tratamiento
Tipo de
derivación
UA-HCB
Otro CAS
Rechaza
tratamiento
Otros
recursos
Total
Presencia de
dificultades
95/147/
(64.6%)
50/55/
(90.9%)
40/42/
(95.2%)
20/21/
(95.5%)
205/265
(77%)
Deterioro
Marginación
Falta de
soporte
familiar
Fuga o alta
voluntaria
Trastorno
psiquiátrico
Negación de
problemas
Cronicidad de
tratamientos
24
3
1
0
28
21
18
4
2
0
2
9
0
33
4
3
0
3
11
16
3
6
4
0
0
8
1
1
38
12
1
5
56
38
5
Marik P, Mohedin B. Alcohol-related admissions to an inner city hospital intensive care unit. (1996) Alcohol & Alcoholism.; 31: 393-396.
889
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(6) 881-892]
TABLA 7. Derivación UA, IPA
Derivación
IPA hasta
Unidad de
10
Adicciones
No n
%
Si n
%
Total n
%
IPA>10
y 20
IPA>20
y 30
IPA>30 o
más
Total
75
87
61
70
293
82.42
74
71
71
74.37
16
31
25
29
101
17.58
26.27
29.07
29.29
394
91
118
86
99
394
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
La IC por lo tanto cumple distintos objetivos en función de
las características de los pacientes, no solamente en cuanto
a la sustancia que consumen sino respecto al momento del
proceso de su dependencia.
En los pacientes que debutan en su patología orgánica es
una oportunidad única para encauzar el tratamiento de
su dependencia de sustancias, en un momento en que las
ganancias de orden físico, psíquico y social pueden ser muy
importantes.
En los pacientes cronificados, que repiten ingresos y que
presentan deterioro psicosocial importante tanto desde el
punto de vista cualitativo como cuantitativo, la IC puede
permitir un objetivo de disminución de daños y minimización
de los ingresos, mediante el establecimiento de una buena
relación terapéutica y de controles externos, más adecuados
a sus capacidades cognitivas y sociales (35).
Un aspecto primordial lo constituye el momento en que solicita la interconsulta dada la importancia de poder intervenir,
educar, motivar al paciente y a sus familiares.
En la práctica es habitual solicitar la interconsulta poco antes
o el mismo día del alta, lo que no da pie para una intervención
y además no permite un trabajo en conjunto. Particularmente
en casos en que los cuadros de privación de sustancias oscurecen o complican el diagnóstico, tratamiento y aumentan la
aparición de delirium con el consiguiente alargamiento del
tiempo de hospitalización y costos.
En el Departamento de Psiquiatría de Clínica Las Condes
desde junio 2015 a mayo 2017 se recibieron 89 interconsultas e pacientes hospitalizados con problemas adictivos con
la siguiente distribución:
890
• Dependencia de alcohol
• Dependencia de drogas
• Dependencia de benzodiacepinas
• Dependencia de nicotina
48%
18%
5.6%
28%
Considerando que Clínica Las Condes tiene cerca de las 500
camas con alta rotación en 730 días cama y aplicando las
cifras que hemos mencionado, podemos suponer que nuestros argumentos de subdiagnóstico e intervención son reales
y eso nos da un amplio margen y espacio para mejorar nuestras intervenciones de salud y la coordinación necesaria para
reducir esta brecha.
Esta realidad es mayor aún en varias instituciones en nuestro
país e incluso más grave dado la escasez de recursos profesionales especializados o de Unidades de Adicciones estructuradas en esta área en muchos servicios de salud e incluso
clínicas privadas.
Unos de los factores a considerar es como utilizar mejor los
recursos de salud y como tal como coordinar las acciones
profesionales para satisfacer la demanda de los pacientes, sea
está abierta o encubierta.
En Clínica Las Condes, hay una historia de tratamiento de
fumadores de más 15 años y desde hace 3 años existe una
experiencia exitosa de intervención integral multidisciplinaria, desarrollada en el programa “No Fumo Más”, que ha
unido al Centro Clínico del Cáncer, el Departamento de
Enfermedades Respiratorias y la Unidad de Adicciones del
Departamento de Psiquiatría.
El programa es de carácter ambulatorio (aunque nuestras
intervenciones a nivel del paciente hospitalizado han ido en
aumento) y parte con una evaluación inicial de enfermería
que realiza un Screening inicial con historia clínica, antecedentes clínicos médicos, de fumar e intentos previos, Índice
Paquete Año y aplican escalas de dependencia de Fagerström,
de Salud Mental Goldberg (GHQ), de motivación para Fumar y
dependencia DSM V. Si en el “triage” el paciente no presenta
antecedentes de patología psiquiátrica pasada o actual es
derivado a broncopulmonares para cesación.
Esta coordinación centralizada por el equipo de enfermería
ha permitido una derivación a la unidad de Adicciones en
un mayor porcentaje al históricamente proveniente de la
clásica referencia a psiquiatría, con un seguimiento y apoyo
al paciente fundamental en el logro de las cifras obtenidas en
el tratamiento.
El tratamiento de cesación integra consejería, tratamiento
farmacológico, seguimiento telefónico y atención médica
[ADICCIONES EN EL CONTEXTO DEL HOSPITAL GENERAL- Dr. Daniel Seijas]
interdisciplinaria, incluyendo médicos broncopulmonares,
(en el caso del tabaco) psiquiatras y nutriólogos.
mantenerse sin fumar tras un año de la primera evaluación
fue de 52% ().
Desde el inicio del Programa integral en el año 2014, 380
pacientes han solicitado atención en el Programa. De estos,
333 pacientes cumplen con los criterios de análisis ya
que son pacientes que iniciaron tratamiento y recibieron
recomendación médica para cesación. La probabilidad de
Los fumadores con nivel medio y alto de dependencia tienen
un riesgo significativamente mayor de recaída en el modelo
univariado. El índice paquete año y el riesgo de psicopatología
no resultan significativos en relación al riesgo de recaída en el
modelo univariado. Esto último es importante, pues plantea
que pacientes bien evaluados y tratados de sus problemas
de salud mental tienen las mismas posibilidades de dejar de
fumar que la población general, confirmando nuevamente
nuestra experiencia de triage presentada en publicaciones
anteriores (21,22).
FIGURA 3. Estado general de salud según Goldberg
1%
El Programa “No Fumo Más” logra una efectividad igual o
superior de cesación al año a lo reportado en otras experiencias, creemos por el nivel de atención integral Es relevante
analizar si experiencias como esta pueden ser aplicables en
otros contextos clínicos y sociales.
20%
79%
n:295
No aplica /viene de U de adicciones
CONCLUSIONES
En este artículo he intentado puntualizar la necesidad imperiosa de cambiar muestras prácticas clínicas en el diagnóstico
precoz, intervención mínima, intermedias y finalmente derivación a equipos especializados en las etapas precoces de las
enfermedades adictivas, ofreciéndole a los pacientes mejores
posibilidades de rehabilitarse, reducir daños, riesgos secundarios afectaciones familiares y sociales.
No está en condiciones de enfrentar la terapia
Ausencia de patología
FIGURA 4. Probabilidad de abstinencia
Los recursos en salud son escasos y vemos cómo pequeñas
intervenciones, tienen impacto en el largo plazo, un buen
“triage”, derivación eficiente, oportuna y accesible, utilizando
el recurso valioso de la atención médica y de los profesionales
de la salud pueden hacer cambios en esta patología.
Experiencias que confluyen diversos agentes, de distintas
especialidades en coordinación y trabajo en equipo, dan
mejores resultados en Servicios de Urgencia, pacientes
hospitalizados y pacientes de atención primaria.
Nuestro país necesita cambios en nuestro accionar en base a
estos aspectos si queremos realmente disminuir la curva de
crecimiento constante de uso y dependencia de sustancias.
Última actualización Kaplan Meier, mayo 2015.
891
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(6) 881-892]
El autor declara no tener conflictos de interés, en relación a este artículo.
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