2013
HISTORIA DE LOS
ESTADOS UNIDOS
DE AMÉRICA EN EL
SIGLO XIX
Política, economía, sociedad, guerra y tecnología
Este trabajo de investigación abarca toda la historia política, económica, social
y tecnológica de los Estados Unidos de América durante el siglo XIX.
Profundizando en temas como las distintas presidencias, la Guerra de Secesión,
la conquista de los territorios del Oeste, los trabajadores inmigrantes, los
nuevos eruditos y la Guerra Hispanoamericana añadiendo anexos explicativos
de textos, distintos gobiernos y mapas de estrategia y combate.
HISTORIA UNIVERSAL DE LA EDAD CONTEMPORÁNEA I
UNIVERSIDAD DE MÁLAGA
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
ÍNDICE
1. La democracia Jeffersoniana (1801-1809)
1.1 La “Revolución de 1800”
1.2 Una pequeña guerra y una gran compra
1.3 Intrigas internas y complicaciones externas
2. James Madison: un mal presidente pero un buen político
2.1 Estalla la guerra
2.2 La guerra de 1812 y decadencia
3. Monroe, la época de los buenos sentimientos
3.1 La Doctrina Monroe, “América para los americanos”
4. John Quincy Adams
5. La era de Jackson (1829 - 1844)
5.1 La democracia jacksoniana y la controversia por la anulación
5.2 Desaparición de los Indios
5.3 El presidente Jackson, la expansión del sistema de dos partidos y el
pánico de 1837
5.4 Tippecanoe y Tyler también
6. El imperio del oeste (1820 - 1848)
6.1 Las grandes planicies, la zona de Oregón y las tierras españolas
limítrofes
6.2 La República de la Estrella Solitaria
6.3 El presidente Polk y sus maniobras
6.4 La Guerra con México, la gloria y conquista
7. Intermedio pacífico (1846 - 1854)
7.1 La provisión de Wilmot y las elecciones de 1848: la fiebre del oro de
1849
7.2 La calma que precede a la tempestad
7.3 Más “destino manifiesto”
8. Las dos secciones
8.1 La sociedad sureña: algodón y esclavitud
8.2 La sociedad del Norte: Industria y antiesclavismo
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HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
9. El conflicto incontenible
9.1 La ley Kansas-Nebraska y la política hasta 1860
9.2 La Secesión del Sur
11. La guerra: una ojeada general
12. La guerra: La prueba de armas (1861 - 1865)
12.1 Terreno, táctica y estrategia
12.2 De Vicksburg a Gettysburg
12.3 De Chattanooga al desierto
12.4 El derrumbe de la confederación
12.5 Los últimos días de Lincoln
13. La Reconstrucción
13.1 El Sur postrado
13.2 El Norte triunfante
13.4 La Reconstrucción del Congreso
14. Revolución económica (1865 - 1914)
14.1 Los estados unidos industriales
14.2 La edad de los inventos
14.3 El nuevo sur
14.4 Hierro y acero
14.5 Trusts y monopolios
14.6 La reglamentación de los trusts
15. Trabajadores e Inmigrantes (1865 - 1920)
15.1 Los servidores de la máquina
15.2 El surgimiento del trabajo organizado
15.3 Conflictos industriales
15.4 La legislación laboral y los tribunales
15.5 Una nación de naciones
15.6 Colocando las barreras
16. El paso de las fronteras (1865 - 1890)
16.1 El último Oeste
16.2 La Clave del ferrocarril
16.3 La barrera india
16.4 La frontera minera
16.5 El reino ganadero
16.6 La desaparición de la frontera
16.7 Organización política
17. La política del centro (1877 - 1890)
17.1 Máscaras en un desfile
17.2 Comienzos de reforma
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HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
17.3 Los gobiernos de Cleveland y de Harrison
17.4 El gobierno y los ferrocarriles
18. El campesino en pie de guerra (1860 - 1897)
18.1 La revolución agrícola
18.2 Uso y abuso de la Ley Homestead
18.3 La maquinaria y la agricultura científica
18.4 La revolución agrícola en el Sur
18.5 La rebelión agraria
18.6 El Presidente y el pánico
19. Imperialismo y potencia mundial (1876 - 1906)
19.1 Los Estados Unidos en los asuntos internacionales
19.2 Destino manifiesto y Cuba libre
19.3 España sale de Cuba
19.4 Los frutos de la victoria
19.5 La puerta abierta
19.6 El “Big Stick”
20. Imágenes
21. Anexo de textos
22. Anexo de presidentes
23. Anexo de mapas de estrategia y combate
24. Bibliografía
INTEGRANTES Y REPARTO DEL TRABAJO
Francisco Miguel González Romero: De la democracia Jeffersoniana a John Quincy Adams.
José Luis Ortiz García: De la Era de Jackson al Intermedio Pacifico.
Alejandro González de la Osa: De las dos secciones a la Guerra: una ojeada general.
Jaime Márquez Morant: La guerra: la prueba de las armas y Reconstrucción.
Asunción Garrido Rodríguez: Revolución económica, Trabajadores e inmigrantes y
Potencia Mundial.
Rafa Gómez Rodríguez: Del campesino en pie de guerra al paso de las fronteras.
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HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
1. La democracia Jeffersoniana (1801 - 1809)
1.1 La “Revolución de 1800”
Durante el verano de 1800 el gobierno federal había sido trasladado de Filadelfia
a la nueva capital Washington, ciudad en la que Thomas Jefferson1 (FIG. 1) (17431826) el 4 de marzo de 1801 pronunció su magistral discurso de apertura (inaugural
address), en el que se esforzó en lanzar a sus compatriotas una llamada a la
concordancia con su fórmula de conciliación “Todos somos republicanos, todos somos
federalistas”, dividiéndose y deparándose en éstos últimos, los federalistas, por ello que
se le conoce como la “era de los buenos sentimientos”, ya que no existió oposición
alguna2. El acceso de Jefferson a la presidencia abre tres décadas de dominio
republicano (o republicano-demócrata), no inquietado por ningún partido rival3.
Sin embargo, aunque no constituyó ninguna revolución, la elección de Jefferson
sí constituyó el comienzo de una época de mayor democracia. En la época jeffersoniana
ocurrió una asombrosa expansión del cuerpo electoral, en parte porque para muchos
Jefferson simboliza el esfuerzo por la libertad y la igualdad4.
La promesa hecha por Jefferson al hacerse con el poder, de que se pagaría la
deuda pública, y la seguridad que dio de conservar “el gobierno en general en todo su
vigor constitucional” difundieron el júbilo en el campo de los federalistas. En cuanto a
su programa de gobierno, puede resumirse en tres puntos: respeto de los derechos de los
estados de la Unión y de la constitución en todo su vigor, austeridad y economía en los
gastos públicos; y, en política exterior, amistad con todas las naciones, pero no alianzas
comprometedoras con ninguna de ellas5. Por esto y por más reformas llevadas a cabo
durante su gobierno se le conoce como uno de los padres fundadores de la Nación,
además de Benjamin Franklin, George Washington o James Madison, por ser participes
en la firma de la Declaración de Independencia de Estados Unidos en julio de 1776
(FIG. 2).
Caballero filósofo como muchos hombres de la noblesse francesa, con una educación clásica, un
gusto exquisito, una viva curiosidad, y con su fe en la perfectibilidad de los hombres, pertenecía al
siglo XVIII más que al XIX. Profundamente religioso, sin ser hombre de iglesia, tenía la serenidad
de esos hombres con quienes el Espíritu condesciende a hablar de vez en cuando.
2 Bañuelos, L.P., Manual de historia contemporánea universal, Editorial Dilex, Madrid, p. 258.
3 Lacomba Abellan, J.A.,, Martínez Carreras, J.U., Navarro García, L., Sánchez Jiménez, J., Historia
contemporánea I, de las revoluciones burguesas a 1914, Editorial Alhambra, México, p. 126.
4 Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 197.
5 Schoell, Frank I. Panoramas de la historia universal, 3.Historia de los Estados Unidos, Biblioteca de
Divulgación Cultural, Bilbao, 1972, p. 163.
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HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
En referencia al tema económico, el secretario del tesoro Albert Gallatin se
dedicó con éxito a reducir los gastos de la Unión y a rembolsar la deuda nacional, pero
no fue posible registrar excedentes bursátiles hasta después de una expedición naval en
el Mediterráneo que costó muy cara, en la que el pachá de Trípoli vencido, se
comprometió a respetar el pabellón norteamericano. En las fronteras, Jefferson insistió
en suprimir el impuesto sobre los licores destilados, consecuencia de ello fue que el
gobierno dependió más estrechamente que antes de los derechos de las aduanas, de
manera que la suspensión del comercio exterior puso en difícil situación la hacienda
pública en vísperas de la guerra de 1812.
1.2 Una pequeña guerra y una gran compra
Mientras tanto Jefferson, en contra de lo que había criticado con anterioridad, se
vio obligado a infringir uno de sus principios afirmados, se trataba de llevar a cabo una
política expansionista, que algunos historiadores denominan política de “imperialismo
agrario”, concretada en la conquista y colonización del Oeste y la compra de toda la
región situada entre el Misisipi y las Montañas Rocosas, desde el golfo de Méjico a los
confines del Canadá, lo más conocido como Luisiana (FIG. 3).
Por el tratado de París (1763) Francia había cedido a España la Luisiana, pero en
octubre de 1800 había obligado mediante el tratado de San Ildefonso a que se le
devolviera6. La indignación fue grande en Washington, donde se comprendía que
Napoleón Bonaparte, primer cónsul francés, estaría dispuesto a cerrar el océano al
tráfico fluvial del Ohio y del Misisipi. La reconstitución de un imperio colonial francés
al oeste de los Estados Unidos representaba un peligro más grave que la anterior
vecindad de España, a la sazón algo adormilada7.
Ante esto, Jefferson declaró que la única medida que podía tomarse era pactar
con la flota y la nación británicas. Napoleón pensó que la alianza que provocaba le haría
perder aquella Luisiana recién adquirida. De modo que cuando Jefferson envió a París a
su plenipotenciario James Monroe, como el encargado de ofrecer a Napoleón diez
millones de dólares por la cesión de la isla de Orleans y la Florida occidental, no sólo
fue bien recibido, sino que por la suma de quince millones de dólares obtuvo el 20 de
Lacomba Abellan, J.A.,, Martínez Carreras, J.U., Navarro García, L., Sánchez Jiménez, J., Historia
contemporánea I, de las revoluciones burguesas a 1914, Editorial Alhambra, México, p. 126.
7 Schoell, Frank I. Panoramas de la historia universal, 3.Historia de los Estados Unidos, Biblioteca de
Divulgación Cultural, Bilbao, 1972, p. 164.
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HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
diciembre de 1803 la totalidad de la Luisiana8, todo ello sin haber consultado siquiera al
congreso. Con todo esto, Jefferson no hacía sino incrementar el poder federal que quería
sujetar, extender el patrimonio nacional, aumentando el territorio, extendiéndolo y
explorando la zona oeste de la inmersa región al norte de Tejas y de California.
1.3 Intrigas internas y complicaciones externas
El mandato presidencial de Jefferson llegaba entonces a su expiración, siendo
reelegido de nuevo en marzo de 1804 con una mayoría abrumadora, 162 votos a favor y
14 en contra9, gracias a Aaron Burr por su insistencia ya que el país se encontraba en
una época de prosperidad tras la compra de la Luisiana, por lo que Estados Unidos se
abrió ahora hacia el océano Pacífico, e incrementó de forma espectacular su territorio,
por lo que constituye uno de los acontecimientos históricos de mayores consecuencias
en la historia universal de los últimos dos siglos.
En el segundo período se acumularon los problemas; tuvo que enfrentarse no
sólo a la defección de los viejos republicanos, sino también a algo mucho más grave,
nada menos que a una amenaza de desmembrar al país, por obra de la conspiración de
Burr, vicepresidente de los Estados Unidos. Antes de salir de Washington, a la
expiración de su mandato como vicepresidente, Burr entabló negociaciones con el
ministro británico ofreciéndole separar de la Unión los Estados del oeste por medio
millón de dólares, siempre que la marina real cooperara. Tal vez no fuere esto un
pretexto para obtener dinero. La idea fue del agrado de Mr. Merry, que instó a su
gobierno a pagar aquella cantidad, pero no recibió respuesta alguna. En Downing Street
ya no interesaba fomentar la secesión norteamericana.
Como vemos, el segundo mandato fue menos feliz y estuvo marcado por las
violentas repercusiones al otro lado del Atlántico de las guerras napoleónicas. Una de
ellas tras la destrucción de la flota francesa en Trafalgar en octubre de 1805, cuando
Inglaterra declaró en estado de bloqueo todas las costas del imperio francés y Napoleón
replicó desde Berlín y Milán con el sistema continental. Atropellando los derechos de
los neutrales, les prohibía entrar en los puertos británicos o salir de los mismos, bajo
pena de captura. Esta medida, lógicamente, afectaba a los Estados Unidos, pues poseían
una poderosa flota comercial y sus intercambios con Inglaterra eran mucho más activos
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 202.
9 En dichas elecciones Jefferson se enfrentó al federalista Charles Cotesworth Pinckney.
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HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
que con el continente europeo. La reacción británica no se hizo esperar: las órdenes en
consejo de 1807 prohibieron a los navíos neutrales dedicarse al comercio en los puertos
franceses, excepto si previamente había hecho escala en un puerto británico y obtenido
una licencia10.
Como podía esperarse, ninguno de ambos bloqueos pudo ser aplicado, de modo
que lo forzaron numerosos veleros norteamericanos. Con todo esto, Jefferson
comprendió que ya no era posible tergiversar y se hacía preciso actuar, y en diciembre
de 1807 hizo votar en el congreso una ley, llamada ley de Embargo, que prohibía a los
barcos, norteamericanos o no, zarpar rumbo al extranjero; se prohibió llevar
exportaciones de los Estados Unidos, fuese por tierra o por mar, y se negó la entrada a
ciertos artículos especificados de manufactura británica11. La ley de Embargo había sido
planeada como gloria suprema y final del segundo periodo de Jefferson, como Luisiana
había sido el primero, pero resultó un lamentable fracaso, pasado un año y no habiendo
tenido los resultados esperados por Jefferson de llevar a Inglaterra a la hambruna, en
marzo de 1809 anuló la ley en el congreso.
Tras varios años, otra vez había terminado su segundo mandato, esta vez
siguiendo el ejemplo dado anteriormente por George Washington, rechazó un tercer
mandato, retirándose así a su propiedad de Monticello12, desde dónde se propuso ayudar
a la gente a aprender. Jefferson disfrutó del tiempo leyendo, escribiendo y
coleccionando libros. En 1815, después de que se quemara la biblioteca nacional,
vendió 6.700 libros al gobierno de los Estados Unidos que ayudaron a comenzar una
nueva biblioteca nacional, e hizo los planos para una universidad nueva, encontró
maestros y fundó así la Universidad de Virginia en 181913.
Así permaneció hasta su muerte a sus 83 años en 1826, por un cáncer de próstata
sin diagnosticar14, siendo considerado el campeón del más puro espíritu democrático.
Prueba de ello es que su rostro aparece junto con los de George Washington, Theodore
Roosevelt y Abraham Lincoln, en el monumento nacional del Monte Rushmore (FIG.
Schoell, Frank I. Panoramas de la historia universal, 3. Historia de los Estados Unidos, Biblioteca de
Divulgación Cultural, Bilbao, 1972, p. 166.
11 La última medida no era, estrictamente hablando, parte del embargo de diciembre de 1807, sino
de la Ley de No Importación del 16 de abril de 1806, que no entró en efecto hasta que se adoptó
el embargo.
12 Schoell, Frank I. Panoramas de la historia universal, 3. Historia de los Estados Unidos, Biblioteca de
Divulgación Cultural, Bilbao, 1972, p. 167.
13 Raush, M., Thomas Jefferson (Great Americans), pp. 19-20.
14
The Jefferson Monticello. Jefferson’s Cause of Death [en línea]. Dirección URL:
http://www.monticello.org/site/research-and-collections/jeffersons-cause-death. [Consulta: el
31 de noviembre de 2013).
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HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
4), que se trata de un conjunto escultórico de granito que refleja los primeros 150 años
de la historia de los Estados Unidos, y conmemora el nacimiento, el crecimiento y el
desarrollo de los Estados Unidos de América. En la última carta de su vida, escribió
Jefferson: “La masa de la humanidad no ha nacido con sillas de montar sobre sus
espaldas, ni los pocos favorecidos con botas y espolones, dispuestos a montarlos
legítimamente por la gracia de Dios”15.
2. James Madison: un mal presidente pero un buen político
El sucesor de Jefferson en la presidencia fue su mejor amigo, el conocido como
el padre de la Constitución16, James Madison (1751-1836) (FIG. 5), el cual cuando llegó
al poder en 1809 adoptó varias decisiones desafortunadas, y ya luego se dejó guiar por
el congreso en vez de tomar iniciativas propias. El historiador Clinton Rossiter17
considera el desempeño de Madison como "una combinación de aprendizaje, de
experiencia, de propósito, y de imaginación que ni siquiera Adams o Jefferson podría
haber igualado"18, sin embargo se le considera un gran estadista, era un político muy
malo; y un mal político por lo general resulta un mal presidente, aunque un buen
político no resulta forzosamente un buen primer magistrado19.
2.1 Estalla la guerra
A las seis semanas después de la toma de posesión introdujo, en sustitución de la
anterior ley de Embargos, la llamada Non-Intercourse (no relaciones), una ley que se
limitaba a prohibir el comercio con Gran Bretaña y Francia, así como con sus
dependencias. Al año, en el 1810, una enmienda dispuso que semejante prohibición
dejara de afectar a cualquiera de ambos países que cesase de lesionar el comercio de los
neutrales20. Madison reaccionó de modo que dicha ley quedó exclusivamente referida
contra Inglaterra.
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 197.
16 Ketcham, R., James Madison: a biography, pp. 229, 289-292.
17 Fue un historiador, politólogo y profesor de la Universidad de Cornell. Autor de muchos libros,
todos ellos sobre la historia de los Estados Unidos, algunos ejemplos son The American Presidency
(1956), The political thought of the American Revolution (1963), The American quest, 1790-1860
1971 …
18 Rutland, James Madison: the founding father, p. 18.
19 Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 213.
20 Schoell, Frank I. Panoramas de la historia universal, 3.Historia de los Estados Unidos, Biblioteca de
Divulgación Cultural, Bilbao, 1972, p. 168.
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HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Pero este no era el único problema al que se enfrentó Madison, también estaba el
conflicto entre los colonos del noroeste, cuya voz se dejaba oír en el congreso cada vez
más alta. En lucha continua con los indios, dichos colonos continuaban creyendo que
aquellos estaban sostenidos bajo mano por agentes británicos procedentes del Canadá.
Los indios, despiadadamente rechazados hacia el oeste experimentaban periódicas
reacciones de resistencia y las disensiones entre redes tribales cedían ante unas
verdaderas alianzas contra el enemigo común. Una de las más temibles acababa de
producirse por iniciativa de un jefe, y a la vez nombre de un territorio, shawnee muy
capaz, llamado Tecumseh21 con la ayuda de su hermano gemelo Tenskwatawa. La
confederación que había logrado levantar en armas comprendía no sólo las tribus del
territorio del noroeste, sino también las de la cuenca del río Misisipi hasta
Saskatchewan. La victoria a medias que W. H. Harrison, gobernador de Indiana, logró
en Tippecanoe en el 1815 sobre los guerreros indios no puso fin a las emboscadas y las
matanzas urdidas por éstos. Suponiendo que los ingleses no hubiesen facilitado armas a
los salvajes, como se creía, parecía evidente que Tecumseh no hubiese atacado si no
hubiera considerado poder contar con una asistencia británica.
2.2 La guerra de 1812 y decadencia
Consecuencia de esto a todo lo largo de la frontera fue un violento deseo de
conquistar el Canadá e incluso de reanudar la lucha contra los ingleses, a los cuales se
les declaró la guerra el 18 de junio de 1812, guerra que se prolongaría durante los dos
años y medio siguientes. La población de la Norteamérica británica era de menos de
medio millón, la de los Estados Unidos, según el censo de 1810, fue de 7.25 millones.
En los Estados, la milicia enrolada estaba cerca de 700 mil hombres, y el ejército
regular, para cuando estalló la guerra, contaba con casi 7 mil oficiales e individuos de
tropa. Había menos de 5 mil soldados británicos regulares en Norteamérica, y poca
oportunidad de que Inglaterra, profundamente empeñada en la campaña peninsular,
pudiese apartar esfuerzos; en embargo, Canadá podía contar con los brazos de
Tecumseh.
La guerra tuvo un curso desigual para ambos contendientes. Los ingleses al
disponer de una flota muy superior pudieron desembarcar libremente y aprovisionar sus
tropas en el Canadá. Su dominio del mar permitía a la flota inglesa mantener un bloqueo
21
La liga de Tecumseh había surgido cuando dos jefes indios trataron de oponerse a una política
norteamericana que amenazaba exterminar a su pueblo, como al tiempo lo logró.
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HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
efectivo de las costas de la unión y efectuar desembarcos por sorpresa22, destacando
dos. El primero en el verano de 1814, produciéndose la entrada de las tropas inglesas en
la capital, Washington, y el incendio de los dos parlamentos de ladrillo, el Capitolio y la
Casa Blanca. El segundo, en otoño de aquel mismo año, supuso el rechazado del cuerpo
inglés hacia sus navíos y la victoria resonante para el gobierno norteamericano, que fue
acogida con gran entusiasmo en todo el país, contribuyendo no poco a robustecer el
espíritu nacional. Pero no tuvo efecto alguno sobre las condiciones de la paz porque
acabada de ser pactado el Tratado de Gante, el 24 de diciembre de 1814 (FIG. 6), por el
que ambos bandos mostraban estar en desacuerdo en todo lo importante, salvo en la
necesidad de poner fin a las hostilidades, y volver a los límites anteriores a la guerra23.
Por parte norteamericana la guerra había tenido unos efectos tangibles por lo
menos en el frente indio, debido principalmente a que sus tripulaciones estaban
integradas por voluntarios, y los oficiales, que habían probado su pericia en encuentros
con los franceses y en la guerra de Trípoli. En el noroeste, cerca de la península de
Ontario, la confederación de tribus organizada por Tecumseh había sido vencida y
dispersada y su jefe había muerto en la batalla del Támesis en octubre de 1813. En el
sur, los indios creek, que en su día respondieron a la llamada de Tecumseh, después de
varios meses de una lucha feroz habían sido aniquilados en la batalla de Tallapoosa por
las milicias de Tennessee, que Jackson había mandado antes de convertirse en jefe del
ejército regular24. Los supervivientes fueron obligados a firmar el tratado en cierto
sentido ritual mediante el que cedían a los blancos casi todo su territorio.
La guerra tuvo un buen efecto sobre las relaciones entre los dos gobiernos: a los
Estados Unidos no se les volvió a negar el trato debido como nación independiente, y
los norteamericanos comenzaron a captar un hecho básico de la soberanía
norteamericana; que Canadá seguiría formando parte del Imperio británico mientras así
lo deseara, no mientras los Estados Unidos lo desearan. Una de muchas curiosas
anomalías de esta guerra fue la enconada oposición de los Estados de Nueva Inglaterra,
pese al hecho de que la guerra restableció su economía, ejemplo de ello es que se dobló
el número de hilanderías y se empezó a perfeccionar las tejedoras mecánicas.
Schoell, Frank I. Panoramas de la historia universal, 3.Historia de los Estados Unidos, Biblioteca de
Divulgación Cultural, Bilbao, 1972, p. 169.
23 Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 226.
24 Schoell, Frank I. Panoramas de la historia universal, 3.Historia de los Estados Unidos, Biblioteca de
Divulgación Cultural, Bilbao, 1972, p. 170.
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11
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
En su último mensaje anual de diciembre de 1816, Madison recomendó un
“sistema general de caminos y canales” y la creación de una universidad nacional en
Washington. Un gobernador federalista escribió: “El gobierno se ha vencido a sí mismo
por completo en terrenos federales”25. Semanas después se llevaron a cabo unas
elecciones, que llevaron al poder al democrático-republicano James Monroe, frente al
candidato federalista Rufus King, quién sólo obtuvo los votos de tres estados:
Massachusetts, Connecticut y Delaware. Aquello fue el fin del partido federalista: la
unidad nacional quedó consolidada.
3. Monroe, la época de los buenos sentimientos
Con el partido federalista en el caos debido a la impopularidad de su oposición a
la guerra de 1812, James Monroe (1758-1831) (FIG. 7) ganó las elecciones
fácilmente26, éste aportaba a sus nuevas funciones su sólido conocimiento de Europa y
de los asuntos internacionales. Nombró secretario de estado a John Quincy Adams, hijo
del antiguo presidente John Adams y le concedió toda su confianza27. Ambos aportaron
a la política extranjera de los Estados Unidos un vigoroso impulso, liquidando con el
secretario de estado británico las pocas cuestiones pendientes después de la firma del
tratado de Gante. La gente de la época volvió a llamar a este período como la “época de
los buenos sentimientos”. Pero en realidad sólo era un intervalo de política estancada,
en que resultó cada vez más difícil para los republicanos mantener la disciplina del
partido y el celo político, y en que la votación en las elecciones presidenciales declinó
de manera alarmante28.
Mencionemos ahora unas decisiones preñadas de consecuencias del tribunal
supremo o, mejor dicho, de su presidente John Mashall, pues él fue hasta su muerte el
animador y la encarnación de aquella poderosa institución. En 1803, éste había
confirmado definitivamente el derecho del tribunal supremo de decidir si una ley de una
legislatura de estado o del congreso era constitucional o no lo era y abrogarla en este
segundo caso. Esta ley trajo al gobierno diversos problemas, destacando uno en 1824, el
conocido como el asunto “Gibbons contra Ogden”, que planteaba los derechos de
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 228.
26 American President: James Monroe: campaigns and elections. Miller center of public affairs,
retrieved.
27 Schoell, Frank I. Panoramas de la historia universal, 3.Historia de los Estados Unidos, Biblioteca de
Divulgación Cultural, Bilbao, 1972, p. 173.
28 Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 229.
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12
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
navegación por el Hudson, aquí Marshall amplió considerablemente la interpretación
dada hasta entonces del derecho que la constitución otorgaba al gobierno federal para
regular el comercio entre los estados. Así abría el camino a decisiones tales como las
que recientemente ha tomado la autoridad federal en materia de integración de los
negros en los estados del sur.
3.1 La Doctrina Monroe, “América para los americanos”
No obstante, el presidente Monroe y su secretario tenían ya otras preocupaciones
más importantes: precisamente las que conducirían a la famosa doctrina Monroe, que
éste enunció en el mensaje anual dirigido al congreso el día 2 de diciembre de 1823, por
la que cualquier intento de extender a cualquier región del hemisferio el sistema político
de las potencias europeas era considerado un atentado a la paz y a la seguridad de
Estados Unidos29, es decir, establece que los continentes americanos son independientes
y no pueden ser objeto de colonización por potencias europeas; que el sistema europeo,
monárquico, es contrario al americano y no se tolerará su intervención aquí30. Con ella,
los Estados Unidos propugnaban la no intervención norteamericana en los asuntos
europeos, a cambio de una similar actitud de las naciones del Viejo Mundo en América.
Se pretendía impedir a toda costa las reivindicaciones reclamadas por la Santa
Alianza31. Esta doctrina había de sufrir diversas vicisitudes en el siglo y medio que
siguió, prestándose a interpretaciones dispares, pero la crisis de repercusión mundial
que se produjo a propósito de Cuba en octubre de 1963 demostró que todavía no ha
prescrito.
Adams y Monroe expresaron en la doctrina en cuestión dos ideas principales y
complementaras. La primera es la idea de la no colonización, que se trataba de hacer
comprender claramente a las potencias europeas que en lo sucesivo debían abstenerse de
establecer nuevas dependencias en el hemisferio occidental32 33.
La otra advertencia contenida en el mensaje presidencial se dirigía a las
potencias de la Santa Alianza. En 1815, Austria, Prusia y Rusia se habían
Villani, P., La edad contemporánea, 1800-1914, Editorial Ariel Historia, Barcelona, p. 71.
Lacomba Abellan, J.A.,, Martínez Carreras, J.U., Navarro García, L., Sánchez Jiménez, J., Historia
contemporánea I, de las revoluciones burguesas a 1914, Editorial Alhambra, México, p. 132.
31 Valdés, P. y Salazar, J., Manual de política mundial contemporánea, 1979 Ed. Andrés Bello,
Santiago, p. 183.
32 Schoell, Frank I. Panoramas de la historia universal, 3.Historia de los Estados Unidos, Biblioteca de
Divulgación Cultural, Bilbao, 1972, p. 174.
33 Ver anexo de textos: Texto 1. Mensaje presidencial.
29
30
13
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
comprometido a sostener la monarquía absoluta contra todos los intentos
revolucionarios. Había razones considerables para temer que con ayuda de aquellas
potencias España y Portugal intentasen recobrar las colonias que acababan de perder en
América. En efecto, bajo la dirección de caudillos notables, como Simón Bolívar, se
habían constituido cinco primeras repúblicas latinoamericanas, una de las cuales
(Méjico) era limítrofe con los Estados Unidos. La Unión tenía máximo interés en
favorecer aquel movimiento de independencia. La expulsión del continente americano
de los imperialismos europeos aumentaban su seguridad y el hundimiento de las rígidas
barreras aduaneras levantadas por el gobierno español permitía esperar la apertura de
nuevos mercados para el comercio norteamericano. Por tanto, Monroe y Adams habían
otorgado en 1822 el reconocimiento diplomático a aquellos cinco países. Los Estados
Unidos eran los primeros en hacer tal cosa.
El 2 de diciembre de 1823, Monroe dirigió a las potencias europeas la clara
advertencia, cuyo pasaje esencial es como sigue34.
En suma, Monroe pretendía que se respetase la supremacía de los Estados
Unidos en el Nuevo Mundo y colocaba las bases de una política que apenas se ha
modificado desde entonces. Esto fue bien acogido por la opinión pública; pero pocas
fueron las personas que apreciaran su significado35.
Mientras tanto, se imponían a la atención de Monroe y del congreso otros graves
problemas, éstos en el plano interior. La oposición fundamental aunque latente entre
estados esclavistas y estados llamados “libres” había estallado ya con singular aspereza
en 1819 en el congreso, repercutiendo en toda la unión durante un largo período de
tiempo.
La elección presidencial de 1824 enfrentó a cinco candidatos, calificándose
todos a sí mismo de “republicanos”. Cada uno de ellos representaba las aspiraciones y
los intereses de alguna de las regiones entonces netamente diferenciadas: Nueva
Inglaterra, industrial; el sur, con su régimen de grandes plantaciones; y el oeste, la
nueva América, con los insaciables apetitos agrarios de su ruda población36. El
candidato más popular y que obtuvo mayor número de votos fue el muy plebeyo
Andrew Jackson, prototipo de pionero enérgico e incluso agresivo, que nada debe a su
Ver anexo de textos. Texto 2: Advertencia de Monroe a las potencias europeas.
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 239.
36 Schoell, Frank I. Panoramas de la historia universal, 3.Historia de los Estados Unidos, Biblioteca de
Divulgación Cultural, Bilbao, 1972, p. 177.
34
35
14
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
origen. El problema estuvo en que ninguno de los candidatos había alcanzado la
mayoría requerida, por lo que según la regla constitucional entonces vigente, la elección
fue resuelta por la Cámara de Representantes.
4. John Quincy Adams
Así, el 9 de febrero de 1825, en su primera votación, la Cámara se pronunció a
favor del secretario de estado del presidente saliente, John Quincy Adams (1767-1848)
(FIG. 8), por lo tanto, una vez más la nación sería dirigida por un aristócrata demócratarepublicano del este37 elegido por una mayoría del Estado. Él mismo se definía así:
“Soy un hombre de modales reservados, frío, austero. Mis enemigos políticos dicen que
soy un sombrío misántropo; mis enemigos personales, un salvaje insociable.
Conociendo los verdaderos defectos de mi carácter, no tengo la capacidad de
reformarlo”38.
El nuevo presidente llegaba a la Casa Blanca con todo un programa de reformas
y mejoras evidentemente necesarias. Pero sólo consiguió resultados insignificantes a
causa de la encarnizada oposición de los numerosísimos partidarios de Jackson,
decepcionados.
La cuestión indudablemente más espinosa que agitó a los espíritus y dividió las
tres grandes regiones de la Unión durante los cuatro años de la administración de J. Q.
Adams fue la de la tarifa aduanera. A decir verdad, había sido la fuente de muchos
debates borrascosos ya al comienzo de las guerras napoleónicas39. No obstante, la ley
tuvo un efecto un tanto diferente del que el legislador esperaba de ella. Ciertamente, las
considerables sumas que fueron cobradas contribuyeron a restaurar las finanzas
federales, amenazadas por la guerra de 1812-15. Pero los derechos fijados no bastaron
para contener la marca de las mercancías importadas de Europa. Los salarios bajísimos
de su mano de obra permitieron a los industriales de Manchester vender en Nueva York
o cualquier otra ciudad sus productos a unos precios aún inferiores a los que fijaban los
industriales de Boston. Por tanto, una serie de enmiendas en los años siguientes
aumentaron los derechos de entrada, sin obtener el efecto deseado.
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 240.
38 Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 241.
39 Schoell, Frank I. Panoramas de la historia universal, 3. Historia de los Estados Unidos, Biblioteca de
Divulgación Cultural, Bilbao, 1972, p. 178.
37
15
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Al año siguiente, los estados de Nueva Inglaterra reclamaron una tarifa todavía
más elevada. La oposición de los estados del sur se hizo esta vez mucho más violenta.
Los representantes de Virginia y de Carolina se daban cuenta de que, si bien aquel
proteccionismo favorecía a Nueva Inglaterra, sus efectos consistían en un alza de
precios en todas las demás regiones. A pesar de la elocuencia de Calhoun, el nuevo
proyecto fue votado por las dos cámaras, aunque con débil mayoría. Por término medio,
los derechos sobre los productos extranjeros, que eran del 20% se elevaron al 36 %.
La indignación fue grande en el sur, de modo que cuando, en 1827, los
industriales del norte no vacilaron en reclamar una protección aún más elevada, la
actitud en los estados del sur se hizo de tal modo amenazador que se alzaron voces
favorables a una retirada de la Unión.
Estas disputas y otros reveses económicos habían contribuido a hacer impopular
a J. Q. Adams que, por ser hijo de Nueva Inglaterra, una de las tres regiones afectadas,
no había podido arbitrar de modo útil entre sus intereses respectivos. Además se
encontró con la fuerte oposición suscitada por la nueva tarifa arancelaria de 1828, la
tarifa de abominaciones, que perjudicaba tanto al sur como al oeste, dónde Jackson
captaría a la mayoría de sus votantes40. Tres años después de su llegada al poder, J. Q.
Adams en las elecciones de 1828, fue vencido por una considerable mayoría (178 votos
contra 83) por su prestigioso rival, Andrew Jackson, un héroe militar popular y hombre
de la frontera41, cuya hora había sonado por fin42.
5. La era de Jackson (1829 - 1844)
5.1 La democracia jacksoniana y la controversia por la anulación
Es una época de grandes figuras políticas como Adams, Clay, Van Buren entre
otros, pero el hombre que se elevó por encima de ellos en popularidad y dio nombre a
una época fue Andrew Jackson (FIG. 9).
El Viejo Nogal reinó como decían sus amigos durante ocho años y
prácticamente nombró a su sucesor Martin van Buren (FIG. 10) y tras un período de
oposición whig la democracia jacksoniana volvió al mando de James K. Polk (FIG. 11),
el Joven Nogal, tras este llegarían dos presidentes demócratas que se habían nutrido de
Jackson, así la clase de democracia asociada a él dominaron el escenario político
Lacomba Abellan, J.A.,, Martínez Carreras, J.U., Navarro García, L., Sánchez Jiménez, J., Historia
contemporánea I, de las revoluciones burguesas a 1914, Editorial Alhambra, México, p. 133.
41 Lacomba Abellan, J.A.,, Martínez Carreras, J.U., Navarro García, L., Sánchez Jiménez, J., Historia
contemporánea I, de las revoluciones burguesas a 1914, Editorial Alhambra, México, p. 133.
42 Schoell, Frank I. Panoramas de la historia universal, 3.Historia de los Estados Unidos, Biblioteca de
Divulgación Cultural, Bilbao, 1972, p. 180.
40
16
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
durante un tercio de siglo, de 1828 a la Guerra Civil.
La democracia jacksoniana fue un movimiento nacional porque se opuso a la
desunión y no reconoció límites geográficos. Esta deseaba caminos, canales y
ferrocarriles que debían ser trazados y ayudados por los Estados, pero no querían un
gobierno federal que se inmiscuyera en las operaciones. Eran enemigos de las
distinciones artificiales y partidarios de una mayor participación popular en la política,
los hombres de Jackson se identificaban con un movimiento hacía la igualdad, pero solo
para los blancos. Los Jacksonianos no tenían intención de hacer descender a los ricos,
pero si deseaban una oportunidad justa para que todos pudieran ascender.
En los estados, los demócratas de Jackson a veces favorecieron la educación
pública gratuita y un humanitarismo un tanto cauteloso, pero no se comprometieron con
la mayoría de los ismos, tales como el abolicionismo y el feminismo.
El burro fue aceptado como símbolo del partido Demócrata, como sátira de la
ignorancia de Jackson e incluso lo mantienen hasta hoy (FIG. 12). Jackson no fue
defensor de los hombres comunes, pero aún así estos lo defendían pues él había
demostrado que un hombre común podía hacerse rico y hasta con la presidencia.
Durante sus ocho años de gobierno, frustró las pretensiones de los funcionarios que
consideraban como propiedad privada sus cargos, reemplazó a los empleados viejos,
impidió que los que quedasen frustraran la política del nuevo gobierno y dio una mayor
participación en la política a los ciudadanos.
El alto puesto que ocupa Andrew Jackson en la historia se debe a la manera en la
que se enfrentó a dos de los grandes problemas de su presidencia:
La anulación que amenazaba la unión: este asunto surge en Carolina del Sur. La
tarifa protectora de 1816 fue en gran parte obra de los ciudadanos de Carolina del Sur,
Lowndes y Calhoun (FIG. 13), al igual que Nueva Inglaterra, su estado natal tenía
fuerza hidráulica y además algodón cosa que Nueva Inglaterra no. ¿Por qué no había de
poseer fábricas? Pues porque habían muy pocos directores de fábrica competentes en el
Sur, al igual que los capataces que no eran capaces de manejar a los esclavos, y estos si
podían ser utilizados con provecho más inmediato en el cultivo del algodón. Tras esto se
pondría de manifiesto que los beneficios de la protección iban a parar a los fabricantes
del norte, al paso que los plantadores del Sur tenían que soportar la carga de los precios
altos, la leyes seguían elevando las tarifas de aduana y el país en su conjunto se
enriquecía mientras que la Carolina del Sur disminuía su prosperidad. En estos
momentos la aristocracia de la Carolina del Sur empezaba a preocuparse por las
17
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
relaciones interraciales y los plantadores de arroz se unieron a los de algodón: ambos
querían quebrantar el poder del gobierno nacional.
En 1828 el Congreso dio nuevas preocupaciones con la tarifa de las
abominaciones. Era una tarifa de políticos dedicados a crear un presidente, unos
congresistas pro Jackson presentaron un proyecto de ley con impuestos más altos para
las materias primas que para los productos manufacturados, con la intención de contar
con los votos de Nueva Inglaterra y los ayudaran a derrocarlos, pero esta estrategia
falló. Pronto se celebró una gran reunión para combatir las tarifas y Thomas Cooper
preguntó, ¿Vale la pena que sigamos en esta unión de Estados, en la que el Norte exige
dominarnos y nosotros quedamos forzados a ser tributarios suyos? Cada día crecían más
lo que responderían con un rotundo ¡No!43.
En un documento llamado la Exposición de la Carolina del Sur, aprobado en
1828 por la legislatura de ese Estado, propuso una nueva doctrina: la anulación aunque
su autor se conservó en secreto. En este se afirmaba que la Constitución no había sido
redactada por el pueblo norteamericano si no por trece Estados soberanos. En esta
doctrina de anulación Carolina del Sur insistía en su derecho a desobedecer las leyes de
la Unión aunque reclamara los derechos de la Unión.
Un fuerte rechazo a la dialéctica de Calhoun apareció dos años después en mitad
de un debate hoy clásico por las tierras del Oeste, cuando en 1826 Daniel Webster (FIG.
14) replicó al senador Hayne, de Carolina del Sur, su respuesta emocionó a su público,
aplastó a sus oponentes con hechos y pasó de la defensa del Estado a la crítica de la
doctrina de Carolina del Sur y concluyó con una perorata inmortal que hablaba sobre la
Unión de los Estados y lo importante que había sido esta, y la cual terminaba diciendo
así; ¡Libertad y Unión, ahora y siempre, unidas e inseparables!. Esta peroración,
declamada en millares de escuelas por los muchachos de las siguientes generaciones,
fue la que grabó en los corazones de las generaciones del Norte y del Sur esta nueva
concepción semireligiosa de la Unión. Uno de los primeros en leerla fue un joven
soñador de la frontera de Indiana que se llama Abraham Lincoln. Tras esto Calhoun y
los anuladores fueron mantenidos en jaque por los unionistas de su propio Estado y
Jackson reconstituyó todo su gabinete, librando así al gobierno de la influencia de
Calhoun.
En 1832 Clay precipitó un choque con un nuevo proyecto de ley, en la que se
43
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 244-246.
18
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
removieron algunas de las abominaciones de la tarifa de 1828, esta nueva ley tenía
cierto aire de permanencia que hizo el efecto de desafío sobre Carolina del Sur. En
noviembre de ese mismo año Carolina del Sur declaró que la ley de impuesto era nula,
Jackson respondió inmediatamente y mandó a reforzar los fuerte Moultrie y Sumter, dio
órdenes a los funcionarios de hacienda de recabar los derechos si los funcionarios de
aduanas encontraban resistencia. El 10 de diciembre el presidente lanzó una proclama,
pero Carolina del Sur no debía de ser tomada por una proclama, su legislatura levantó
un clamoreo desafiando al Rey Jackson y organizó una fuerza de voluntarios para
defender al Estado contra la invasión. Jackson no dudaba en enviar tropas a Carolina del
Sur, pero ¿le merecía la pena? Ya que lo que querían los anulacionistas era que se
modificasen las tarifas. El 2 de marzo de 1833 Jackson firmó dos decretos: la Ley de la
Fuerza; que lo autorizaba a hacer uso del ejército y de la armada para recaudar tributos
en caso de que los procedimientos judiciales fueran obstruidos, y la tarifa transaccional
de Clay, en la cual se establecía una escala gradual de la lista de los precios. Entonces se
reunió de nuevo la convención de Carolina del Sur y derogó la ordenanza de anulación
pero para no parecer que cedían, declaró nula y sin valor la Ley de la Fuerza. Carolina
del Sur había demostrado que un solo Estado podía imponer su voluntad44.
La guerra contra el banco: en medio de toda esta situación llegaría la elección de
1832, por un lado estaban los partidarios de Jackson organizados como el partido
demócrata, la oposición era el partido republicano que designó a Henry Clay. Estos eran
los partidos del futuro, pero apareció un tercer partido, el antimasón que surgió en 1826,
por la desaparición de un albañil en New York apellidado Morgan, que había divulgado
los secretos de su logia. En 1831 celebraron una convención nacional y nombraron a
Willian Wirt, de Maryland que el año siguiente robó a Clay un masón y miles de votos y
triunfó en Vermont, pero pronto desaparecerían.
La elección presidencial de 1832, decidió la gran cuestión entre Jackson vs el
Banco de los Estados Unidos. Desde 1819 el banco había sido bien administrado con
provecho para el gobierno, cuyos fondos manejaban la comunidad de los negocios a la
que servía, pero esto estaba mal visto en el Sur y Sudoeste, Jackson compartía este
disgusto, junto con la convicción de que el poder del dinero era el mayor enemigo para
la democracia.
Cerca de las elecciones Nicholas Biddle, presidente del BUS, convencido de que
44
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 247.
19
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Jackson no se atrevería a hacer del Banco una cuestión Nacional en el año de
elecciones, precipitó una guerra exigiendo una renovación inmediata, con esto Jackson
se daba cuenta de que el Banco estaba mezclándose en la política. Cuando el congreso
votó una ley para renovar la concesión del Banco en julio de 1832, Jackson la vetó y
después de una campaña sumamente reñida, Jackson tuvo una resonante victoria
electoral, con 219 votos contra 49 de Clay. Tras esto no solo la veto si no que quitó al
Banco de los fondos federales. Clay contribuyó a lograr que se pusieran en vigor su
propio plan de distribución en 1836, algunos Estados utilizaron el dinero de los
excedentes federales para las obras públicas, educación, pero la mayor parte del dinero
sólo sirvió para alimentar la especulación. Jackson aplicó un correctivo severo; la
circular en especie de 1836 ordenaba al Tesoro no recibir papel moneda en pago de
tierras comunales y en 1913 se establecería el sistema de la Reserva Federal45.
5.2 Desaparición de los Indios
Entre 1829 y 1837 mucho miles de Indios fueron transferidos, de mala gana al
Oeste del Mississippi. Estos se encontraron con la opción de quedarse donde estaban y
convertirse en ciudadanos norteamericanos o marcharse. Los que se fueron cambiaron
sus propiedades por nuevas tierras en el Oeste, y se les prometió pagarles el dinero del
viaje cosa que jamás se haría porque los funcionarios federales robarían ese dinero y en
el viaje perecieron muchos. La mayoría de las tribus eran demasiado débiles para
resistir, pero en tres puntos hubo dificultades. El jefe Halcón Negro, de los sauk y los
fox trató de conservar su antigua sede tribal en la desembocadura del río Rock, en
Illinois, pero unos colonos sin tierras invadieron su aldea.
En 1831 Halcón Negro se retiró al territorio de Missouri, donde pronto comenzó
el hambre y las amenazas de los sioux hostiles. Halcón Negro volvería la primavera
siguiente con el objetivo de encontrar una pradera libre para poder sembrar maíz,
creyendo que iban con ganas de guerra apareció la milicia de Illinois, Abraham Lincoln
mandaba una compañía a perseguir a los indios hambrientos, fue un hecho horrible.
En el Sur las naciones, Creek, Chickasaw y Choctaw, se trasladaron al territorio
indio (Oklahoma) donde aún viven los descendientes de quienes sobrevivieron. Siempre
hubo quejas contra los Indios no civilizados, pero en Georgia los cherokees habían
construido buenas casas, caminos etc. sin embargo Georgia violó los derechos del
tratado y dijo que los cherokees eran súbditos suyos. En este momento se descubre oro
45
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 252.
20
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
en territorio de los cherokees y muchos grupos blancos llegaron allí, Jackson dejó que
Georgia se saliera con la suya y mando a retirar los soldados que habían ido a proteger a
los indios. Una parte de los cherokees fue sobornada para que cambiase sus tierras por
una porción de territorio Indio y cinco millones de dólares, los que se quedaron allí lo
hicieron por un corto período de tiempo ya que en 1838 tuvieron que trasladarse al
Oeste. Al terminar el gobierno de Van Buren, solo unas cuantas tribus de indios del Este
se habían salvado de ir a parar al otro lado de la barrera permanente que corre del lago
superior hasta el río Rojo.
Se estableció una cadena de militares para mantener al margen a los rojos de los
blancos Jackson se comprometió en 1835 a mantenerla, pero toda ella excepto la parte
más meridional fue destrozada en menos de veinte años46.
5.3 El presidente Jackson, la expansión del sistema de dos partidos y el
pánico de 1837
Por su palabras y sus actos Jackson aumentó la importancia del cargo
presidencial, vetó más proyectos que su predecesores en cuarenta años, fue el primero
que insistió en su derecho de rechazar protestas de ley y el primero en valerse del veto
de bolsillo. Se negó a que el Senado recortara sus poderes y puso fin a la ambigua
condición del secretario del Tesoro, al que le dejó claro que era un subordinado del
presidente. Llevó a cabo una agresiva política exterior y llegó a acuerdos con el Rey de
Siam y con el sultán de Muscat, su gobierno fue el primero en negociar tratados de los
Estados Unidos con una nación Asiática.
Desde que dejó su cargo hasta Lincoln, excepto Polk fue un ejecutivo fuerte,
Jackson dejó una marca indeleble en el cargo. Pero también tenía limitaciones, su
enfoque a los problemas era demasiado personal e instintivo, la elección de los hombres
a veces errónea y no tenía gran percepción de los movimientos populares subyacentes47.
Las controversias que giraban alrededor de Jackson estimuló a la creación de un
nuevo sistema de
partidos, en el segundo año de la presidencia de Jackson, los
Republicanos Nacionales se unieron a los disidentes demócratas, para crear el partido
whig. El nuevo partido estaba unido tan solo por su oposición a Jackson: demócratas de
los bancos, perjudicados de la guerra contra el BUS entre otros. Los Whig deseaban
aprovechar el gobierno federal para aumentar la empresa capitalista; favorecían las
46
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 254.
47
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 256.
21
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
mejoras internas, la restitución del Banco y una tarifa protectora. Creían en los
presidentes débiles, como consecuencia de su lucha contra el rey Andrew.
Los Whig hicieron un hogar para los clérigos protestantes que deseaban que el
Estado acabara con las vergüenzas morales como el comercio de licores. Estos contaban
con Henry Clay, era un hombre inteligente, íntegro, y con un cuarto de siglo en el
congreso, fue candidato para la Casa Blanca pero nunca triunfó. Clay era un próspero
plantador de Kentucky, identificado con intereses conservadores y que decía Prefiero
tener razón a ser presidente.
En 1836 los whigs se olvidaron de Clay y presentaron tres candidatos fuertes en
su propia zona, como Webster, Harrison y Hugh White, esperaban que estos arrasarían
con los votos para ser elegidos por la Cámara, donde los whigs podrían prevalecer. En
este momento Jackson puso al frente del partido demócrata a Van Buren, este se ganó el
mote de Zorro Rojo por su astucia y el de Pequeño Mago por su habilidad de convertir
todo lo que tocaba en oro. Tras esto es cuando se pone en marcha el sistema de los dos
partidos, Van Buren obtuvo 170 votos electorales contra 124 votos repartidos entre sus
tres rivales. Así Van Buren fue el primer presidente nacido bajo la bandera de las barras
y las estrellas, el primero de ascendencia holandesa, el primero de Nueva York y el
primero en mudarse de la mansión del gobernador en Albany a la Casa Blanca en
Washington.
Entre 1830 y 1850 las pruebas religiosas y condiciones de la propiedad para los
cargos públicos fueron quedando a un lado, se adoptó el sufragio universal masculino y
se volvieron electivos muchos cargos que antes no lo eran. Estos cambios fueron
efectuados según el método democrático iniciado por Massachusetts en 1780: una
convección constitucional, de elección popular y con un referéndum popular sobre el
resultado. La política Nacional tuvo otra consecuencia; acallar la creciente divergencia
entre el Norte y el Sur, las iglesias podían escindirse, las diferencias sociales podían
hacerse más profundas etc. Pero mientras los partidos whig y demócrata tuviesen
partidarios en todo el país, la Unión estaba a salvo. En cuanto Van Buren ocupó la Casa
Blanca cosechó todo lo malo que Jackson había contribuido a sembrar, por los llamados
bancos consentidos y la circular en especie.
Tras ocupar el cargo las compañías mercantiles y los bancos empezaron a cerrar
y hubo motines en New York por el alto coste de la harina; en el pánico de 1837 casi
todos los bancos suspendieron los pagos en especie y el gobierno perdió nueve millones
de dólares en los depósitos de los bancos consentidos. Hubo una gran depresión de
22
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
cuatro años que causó grandes sufrimientos, hambre, frío etc. Como medida fiscal
permanente Van Buren propuso una Tesorería Independiente, destinado a separar al
gobierno de los intereses de los bancos privados, no fue aprobado hasta 1840. Esta ley
fue rechazada por lo whigs al año siguiente y reaplicada en tiempo de Polk y siguió
siendo base del sistema fiscal federal hasta la guerra civil48.
5.4 Tippecanoe y Tyler también
En 1840, los whigs derrotaron a los demócratas con sus propios métodos,
nombraron a un héroe militar y desarrollaron una alegre campaña sin tocar asuntos
reales. Clay no obtuvo la nominación como candidato la obtuvo el general Harrison, el
Héroe Tippecanoe. Para presidente, los whigs postularon a Jonh Tyler, 20 años más
joven que Harrison. Tippecanoe y Tyler también fue el eslogan. Estos obtuvieron 234
votos electorales, una mayoría de 4 contra uno; pero el voto popular fue mucho más
reñido. Para 1840 la política norteamericana había alcanzado un notable equilibrio en
que cada Estado podía mostrar un sistema competitivo bipartidista.
Durante los 12 años siguientes y por primera vez en la historia del país, ambos
partidos fueron organizadores nacionales con fuerte apoyo por doquier. En abril de 1841
tras un mes en su cargo el héroe de Tippecanoe falleció y le sucedió Tyler, el cual firmó
la ley de la cabaña de troncos al que les daba una preferencia de compra de tierra a los
norteamericanos. Esta Ley de Derecho de Prioridad de 1841 probablemente fue la más
importante medida agraria jamás aprobada por el Congreso. El gobierno de Tyler
transcurrió entre disputas políticas, aunque cumplió con todas las expectativas de los
whigs.
Vetó varios proyectos de ley incluido propuestas de Clay y a partir del 9 de
septiembre de 1841 hubo una guerra declarada entre ellos, cuatro días después el
Presidente fue expulsado del partido whigs49.
6. El imperio del oeste (1820 - 1848)
6.1 Las grandes planicies, la zona de Oregón y las tierras españolas
limítrofes
El gobierno de los Estados Unidos no se había interesado mucho por el lejano
Oeste, tras la expedición del comandante Long en 1819 se informó que esas grandes
48
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 259.
49
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 261.
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HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
planicies eran inapropiadas para el cultivo, y se tachó a esa región que aún se mantiene
con la le yende del gran desierto americano. En esta zona había indios que poco
practicaban la agricultura y nada sabían de tejidos, alfarería etc. Eran maravillosos
jinetes y cuando aprendieron a utilizar el rifle eran muy buenos50.
El clima, a madera y los ríos llenos de salmones de la zona de Oregón, parecía
invitar a los colonos, pero ¿Cómo llegar allí? En estos momentos muchos se interesaron
por este territorio, pero no sería hasta 1842 cuando esta fiebre llegó a las fronteras Iowa,
Illinois etc. Las goletas de las praderas como se les llamó a las carretas de Conestoga,
convergieron allí en Mayo, se organizó una partida, se nombró a un capitán, a un piloto
y se llevaba una caravana con 100 vagones, con ganado. Los caminos no eran muy
buenos por lo que por el camino fueron desapareciendo, por el hambre, entre otros
motivos.
Esta inmigración de 1843-1845 de 4 mil a 5 mil personas, convenció al
Congreso de que había que hacer algo para llegar a un acuerdo con la Gran Bretaña y
dar a aquella colonia, gobierno, leyes y títulos de tierra. Por este tiempo James K. Polk
había sido nombrado presidente de los Estados Unidos, y aseguró que los derechos de
los Estados Unidos llegarían hasta la latitud 54º 40´. este nunca quiso arriesgarse a tener
una guerra para adquirir todo Oregón, él quería anexionar California cosa que
significaría guerra con México, pero no quería dos guerras al mismo tiempo; así cuando
Lord Aberdeen propuso extender la frontera a lo largo de la latitud 49º N hasta Puget
Sund, dejando la Isla de Vancouver a Canadá, Polk aceptó. Y así el 15 de julio de 1846
se ratificó en tratado de Oregón y se definió la última delimitación de la frontera de
4800 kilómetros entre Canadá y los Estados Unidos51.
La Alta California, Nuevo México y Texas provincias fronterizas del antiguo
virreinato, se extendían como un abanico frente
a los Estados Unidos. Fueron
exploradas desde el siglo XVI por españoles y habían estado muy poco pobladas. La
Alta California, provincia del tamaño de Asia menor, escasamente poblada por
mexicanos, pero para 1840 cientos de yanquis se fueron a vivir y comerciar a aquella
región. Fue en Texas por primera vez donde a través de la frontera mexicana un grupo
irrumpió con su habla inglesa. México fomentó la inmigración de los Estado Unidos
hacía Texas. Esta se apegaba más a la lay y estaba mejor gobernada que ninguna otra
50
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 297.
51
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 298.
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HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
frontera norteamericana del siglo XIX.
México promulgó leyes o decretos que abolían la esclavitud, pero Austin
conseguía siempre alguna explicación que permitía a los norteamericanos seguir
teniendo esclavos. La inseguridad de la propiedad de esclavos fue uno de los principales
factores que contribuyeron a que Texas se separa de México52.
6.2 La República de la Estrella Solitaria
La ruptura se produjo en 1835, cuando Santa Anna proclamó una constitución
centralista para México, que no hacía caso de los derechos de los Estados. Santa Anna
atravesó río Grande con 3mil hombres. Al amanecer del 6 de marzo volvió a atacar, el
Álamo y lo tomó después de que el último texano estuviera muerto. Una convención
elegida por los colonos norteamericanos proclamaron la República independiente de
Texas con una bandera solo con una estrella solitaria. La batalla de San Jacinto resultó
decisiva, los texanos ratificaron su nueva constitución, legalizaron la esclavitud de los
negros, eligieron de presidente a Sam Houston y enviaron un delegado a Washington.
Pero el presidente Tyler después de que las elección de 1844 se había
pronunciado a favor de la elección, el presidente, recomendó que Texas fuese admitida
por la Unión mediante una resolución conjunta de ambas cámaras lo que no requería un
voto de dos terceras partes. Aquello se consumó el 28 de febrero de 1845. y así es como
Texas fue el vigesimoctavo Estado de la Unión53.
6.3 El presidente Polk y sus maniobras
Mientras Tyler y Calhoun lanzaban Texas a manos de la Unión, otros políticos la
querían apartar como es el caso de Martin van Buren y Henry Clay, y esto hizo que
tanto uno como el otro perdieran lo que querían conseguir que uno era la nominación a
demócrata y el otro la elección.
James Polk aún no cumplía los 50 años, pero aparentaba 20 más por su mala
salud. Era un hombre de figura rígida y angulosa; se había dedicado a las matemáticas y
a los clásicos en la Universidad de Carolina del Norte para ejercitar su inteligencia y los
hechos demostraron que lo había conseguido. Su política interior fue totalmente opuesta
a la de Adams, pero igual fue su política exterior. Aspiraba a reducir las tarifas
aduaneras, restablecer la tesorería independiente de Van Buren, fijar la frontera de
52
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 303.
53
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 305.
25
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Oregón y adquirir California y en menos de cuatro años vio conseguido sus objetivos54.
6.4 La Guerra con México, la gloria y conquista
Poco después de la posesión de Polk, México protestó contra la anexión de
Texas y rompió con relaciones diplomáticas con los Estados Unidos. Ya que desde su
punto de vista Texas seguía siendo una provincia rebelde. Si Polk se hubiera contentado
con Texas y no hubiese buscado algo más allá, no habría habido razones para que
México hubiera iniciado las hostilidades, pero es que el quería California, e hizo atraer
con carnada a México para guerrear con la cuestión de la frontera de Texas para
quedarse con California.
California el objetivo principal llegó a ser el escenario de confusos conflictos.
Unas docenas de colonos precaristas norteamericanos en el Valle del Sacramento
proclamaron la “República de California” y elaboraron una bandera con un oso y una
estrella (14 de julio de 1846). Tres semanas después el comodoro levantó la bandera de
las barras y la estrella en Monterey, declarando que California era parte de los Estados
Unidos.
Los californianos de habla hispana se levantaron en armas, pero para 1846 toda
resistencia había cesado. Tras la guerra la cual fue una campaña brillante se llegó al
siguiente acuerdo el 12 de febrero de 1848; México cedió Texas con la frontera de Río
Grande, Nuevo México, y la Alta California a los Estados Unidos. El vencedor se hacía
cargo de las reclamaciones no cubiertas y además pagaba 15 millones de dólares. Tras
esto quedaba ver si esta nuevas adquisiciones se podrían colonizar pacíficamente o si
sería causa de disputas entre los intereses proesclavistas y antiesclavistas, hasta conducir
a una guerra civil55.
7. Intermedio pacífico (1846 - 1854)
7.1 La provisión de Wilmot y las elecciones de 1848: la fiebre del oro de
1849
Doce semanas después de que comenzara la guerra, el Presidente pidió al
congreso la asignación de dos millones de dólares en pago para cohechar a Santa Anna,
a fin de que cedieran California. Wilmot propuso una enmienda a esa propuesta,
diciendo que en cualquier territorio así adquirido nunca existiría la esclavitud ni
54
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 307.
55
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 309.
26
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
servidumbre involuntaria. ¿Qué deseáis los que vivís en los Estado libres? Preguntó
Clay, tenéis algo que vale más que las provisiones de Wilmot, tenéis la naturaleza de
vuestro lado. La provisión de Wilmot provocó una enconada animosidad regional, a
muchos norteños les parecía monstruoso que la tierra de los hombres libres indujera a la
esclavitud, donde nunca había existido.
Para los sureños la provisión era alarmante, estaban a la expectativa mientras los
aumentos de población daban al norte el control de la cámara. Finalmente esta provisión
no fue aprobada. En 1848 Oregón finalmente fue organizado como gobierno territorial
sin esclavitud, pero el régimen de Polk acabó el 4 de marzo de 1849 antes de que
hubiese podido hacer nada acerca de California, Nuevo México o Utah56.
En un tiempo creciente de crisis, ambos partidos recurrieron a hombres con
antecedentes militares, ya que los generales tienen talento para confundir y ganar votos.
Los demócratas por su lado nombraron al senador Lewis Cass, los whigs nombraron al
general Zachary Taylor, héroe de la guerra con México. Hay un tercer partido el del
Suelo Libre, que se formó mediante una coalición de tres elementos, el Partido de la
libertad, abolicionista, los whigs de conciencia o antiesclavistas.
Tierra libre, palabra libre, trabajo libre y hombres libres era su lema. Van
Buren estaba convencido que solo la limitación de la esclavitud podría salvar la unión,
acepto la nominación presidencial de los partidarios del suelo , con el whig Charles
Francis Adams, este partido no triunfó pero obtuvo votos y le quitó al partido de los
demócratas e hizo ganar a Taylor. Este estaba dispuesto a firmar cualquier proyecto de
Ley para organizar nuevos territorios pero antes de que Congreso pudiese resolver el
problema, California propuso saltar la etapa territorial y volverse un Estado libre de la
Unión.
El 24 de enero de 1848, poco antes de firmarse la paz con México un obrero del
valle del Sacramento, descubrió oro en el canal del Molino de Sutter, para el 1849 miles
de argonautas de Europa, Norteamérica y de las Antípodas habían llegado a los campos
de oro y vivían allí en un estado natural. El gobierno en teoría seguía siendo militar,
California seguía adelante y se convirtió en un Estado, se ratificó una constitución
estatal que prohibía la esclavitud, mediante voto popular 12 mil a favor con 800 en
contra; solo faltaba la admisión formal de la Unión y esta cuestión hizo que se
dividieran. Taylor propuso la aceptación inmediata de California con su constitución
56
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 313.
27
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
libre, el 27 de enero de 1850 Clay propuso unas resoluciones de compromiso que decía
así:
1. Admisión inmediata de la California libre. 2. Organización de gobiernos
territoriales en Nuevo México y Utah sin mencionar la esclavitud. 3. Una nueva y
más severa ley para los esclavos fugitivos. 4. Abolición del tráfico interno de
esclavos en el distrito de Columbia. 5. Absorción de la deuda nacional de Texas por
el gobierno federal. Estas resoluciones se discutieron en debates en el Senado y
Clay los defendería a muerte.
Tres días después Webster se levantó para su último gran discurso, estaba muy
mal de salud y físicamente pero en su corazón, ardía su antiguo amor a la patria. Atacó a
los abolicionistas y a la provisión de Wilmot.
Pese a toda la elocuencia de Clay, la propuesta de Ley se estancó. A principios
de 1850 fueron aprobadas las leyes esenciales: admisión de California, una ley más
estricta para los esclavos fugitivos (la cual no dio la paz que se esperaba), la
organización de Nuevo México y Utah como territorios libres de legislar sobre la
esclavitud y de entrar en la Unión con o sin la esclavitud cuando estuvieran
suficientemente poblados: fin del tráfico de esclavos en Washington (que siguió
creciendo en el distrito), ajuste de la frontera de Texas y absorción de la deuda. Esta
tuvo algunas consecuencias decepcionantes.
La transacción de 1850 llegó en un momento de transición de la jefatura
norteamericana; el 9 de julio de ese mismo año moriría Taylor y también ese mismo año
pero en marzo murió Calhoun, a Clay y Webster no les quedaban más que dos años de
vida. Puede decirse que con la muerte de ellos desapareció la segunda generación de
norteamericanos independientes57.
7.2 La calma que precede a la tempestad
Con la aprobación de la transacción de 1850, quedó en segundo plano el
problema esclavista y otras cuestiones ocuparon a la nación. No es que se olvidase esa
cuestión, La cabaña del tío Tom, publicada en 1852 sirvió para mantenerla en el fondo
del espíritu del pueblo. En esa década el país disfrutaba de una buena economía, en
1860 la población de New York pasó el millón de habitantes, las uniones de artesanos ya
estaban negociando acuerdos con sus patronos. Las primeras federaciones permanentes
fueron la Unión Tipográfica Nacional (1852) y la Unión de fundidores de Acero de
57
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 314.
28
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Norteamérica (1859). Todo había mejorado no podía haber mejor situación, algunas
obras grande de la época fueron Moby Dick, La Letra Escarlata entre otras.
La elección presidencial de 1852 demostró que una mayoría abrumadora de
norteamericanos, estaba dispuesta a considerar la transacción de 1850 como definitiva y
que habían vuelto a predominar las presiones económicas. Como ambos partidos
apoyaban la transacción, las líneas del partido no por la esclavitud, sino por los
problemas económicos. El partido demócrata postuló a Franklin Pierce, cuyos méritos
eran una agradable sonrisa y unos buenos antecedentes militares en la guerra contra
México.
Los quemagraneros que eran los de los partidarios del Suelo Libre, volvieron a
su alianza con los demócratas. Pierce dio a los whigs una paliza electoral, de la que
jamás se recuperarían58.
7.3 Más “destino manifiesto”
Republicanismo y democracia parecían estar imponiéndose en todo el mundo
occidental, después de la Revolución de 1848 Francia adoptó una constitución que era
una edición centralizada de la de los Estados Unidos. Dentro del partido Demócrata
surgió el movimiento de La Joven América, dedicado inicialmente a crear ideales de
servicio y deber, luego a llevar ayuda a los demócratas del otro lado de los mares y
finalmente para elegir a Stephen A. Douglas para la presidencia. En 1848 hubo
conversaciones insensatas de anexionar a Irlanda y Sicilia a los Estados Unidos, como
lo pedían algunos revolucionarios de aquellos países.
La diplomacia norteamericana, fue truculenta cuando la dirigieron caballeros
sureños que deseaban nuevos territorios esclavistas como compensación por la
“perdida” de California. Polk después de las vastas adquisiciones nuevas de México,
propuso comprar Cuba por 100 millones de dólares en 1848, pero España rechazó la
oferta. Empezaron a llegar expediciones, y el caso de Black Warrior (1854) pareció una
buena oportunidad para declararle la guerra a España. En 1854
los embajadores
norteamericanos en España, Francia y Gran Bretaña reunidos en Ostende, redactaron
una serie de recomendaciones a Marcy asegurando que si España se negaba a vender
Cuba, estos se la podían quitar si tenían las fuerzas suficientes.
En aquellos mismos años la diplomacia norteamericana atravesaba el pacífico,
en 1844 Caleb Cushing, primer ministro norteamericano en China, negoció un tratado
58
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 319.
29
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
por el cual los barcos norteamericanos obtenían acceso a ciertos puertos marítimos
chinos. La apertura de Japón, resultó más difícil ya que había estado cerrado durante dos
siglos a toda relación exterior, salvo un tráfico estrictamente regulado con los
holandeses y los chinos en Nagasaki: su gobierno era feudal, su economía medieval, no
había fábricas, no había barcos ni motores a vapor, tan solo se permitía construir
pequeños juncos para mantener a los japoneses allí.
Si algún marino extranjero naufragaba en las costas de Japón no se les permitía
irse de allí e igual que si los marineros japoneses naufragaban en costas extranjeras, no
se les permitía tampoco retornar. El 8 de julio de 1853, su escuadrón armado ancló en la
estrecha bahía de Tokyo. Perry tenía órdenes de no usar la fuerza más que como último
recurso. Poco después Perry fue rumbo a Macao y allí intercambio regalos con los
habitantes de allí y así ellos conocieron los progresos de la civilización occidental. Los
japoneses progresistas que deseaban acabar con el aislamiento persuadieron a Shogún
de que firmara el Tratado de Kanawa, que permitía a los Estados Unidos establecer un
consulado. La apertura de Japón fue muy famosa y Perry consiguió sin pegar ni un tiro
lo que las naciones europeas no consiguieron a la fuerza.
Para acortar la ruta de los puertos Atlánticos al Oriente y para mejorar las
comunicaciones entre los antiguos Estados Unidos y sus nuevos territorios del Pacífico,
el gobierno puso empeño en un canal interoceánico. En 1846 el presidente Polk tuvo
derecho al tránsito por el istmo de Panamá por un tratado con Colombia, este tratado y
otros asuntos van a provocar una situación muy espinosa de la cual salieron los Estados
Unidos y el Reino Unido negociando el Tratado Clayton-Bulwer de 1850. se convenía
que ninguno de los gobiernos fortificaría ni obtendría el control exclusivo del canal
ístmico. El tratado finalmente no causó ningún embarazo por muchos años, a no ser por
dos cláusulas ambiguas. Los Estado Unidos supusieron que significaba el retiro
británico de las islas de la bahía.
Mientras tanto ocurrió en Nicaragua un episodio: Cornelius Vanderbilt
comodoro de la flota del río Hudson, organizó una compañía para competir con el
ferrocarril panameño, este sería nombrado presidente de Nicaragua en 1856.
Con la aprobación del secretario de Guerra Jefferson Davis, planeó introducir la
esclavitud negra y conquistar el resto de la América central.
En mitad de las negociaciones ístmicas se estableció un hito en el comercio y la
diplomacia de los Estados Unidos: el Tratado Canadiense de Reciprocidad, de 1854.
Este tratado abrió el mercado norteamericano a los productos de las granjas
30
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
norteamericanas, sus maderas, sus pescados y el Canadá el arroz, la trementina y el
tabaco de los Estados Unidos fue obvio el cebo para obtener el apoyo del sur.
Los pescadores tuvieron nuevos privilegios en las aguas canadienses y la marina
mercante norteamericana obtuvo el derecho de navegar por los grandes lagos.
Mientras los diplomáticos estaban ensalzados en discusiones sobre imaginarios
canales para llegar al Pacífico, los constructores navales de New York y Nueva
Inglaterra estaban dedicados a la tarea de reducir el tiempo de la travesía por el cabo de
Hornos. En un solo mes en el año 1850 entraron en la Bahía de San Francisco treinta y
tres veleros procedentes de New York y de Boston, después de una travesía que
normalmente duraba ciento cincuenta y nueve días. También penetró por el Golden Gate
con velas desplegadas, el buque clíper sea wicht de New York que invirtió noventa y
siete días en el viaje.
Este nuevo buque se había proyectado para el comercio del té entre China y New
York, su viaje demostró sus posibilidades. Más tarde este record sería mejorado por
otros buques como Surprise y se fueron mejorando cada vez más la calidad y sus
estructuras a las necesidades de las navegaciones. En el año 1857 el Imperio británico
tenía un tonelaje de buques de alta mar de cerca de medio millón de toneladas, mientras
que los Estados Unidos sólo llegaban a noventa mil. Inglaterra había reconquistado su
supremacía marítima en una lucha honrada. La Guerra civil hizo que los yanquis se
ocuparan de otros asuntos59.
8. Las dos secciones
Dos conflictos dividieron a los estados del Norte y del Sur: el económico y,
sobre todo, el tema de la esclavitud. Desde un punto de vista económico y social, el
Norte se caracterizaba por un modelo de sociedad industrial y capitalista, que practicaba
el igualitarismo y la libertad, mientras que el Sur era una sociedad aristocrática y
jerarquizada, de base económica agraria. Aquel defendía el proteccionismo económico,
mientras que este era partidario del libre comercio para su venta en Europa. Pero la
mayor diferencia se planteaba en el tema de los esclavos (FIG. 15). El Norte era
antiesclavista mientras que el Sur defendía el mantenimiento de la esclavitud, que era la
base de su economía en las plantaciones de algodón. El tema de los esclavos pasó a
primer plano en la etapa jacksoniana, que ya hemos comentado con anterioridad, y ante
él tomaron posición los distintos partidos, el Estado y la sociedad. En 1854 se formó un
59
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 320.
31
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
nuevo Partido Republicano que se definió como antiesclavista frente a la actitud del
Partido Demócrata, que proclamaba el derecho de los Estados a defender la esclavitud.
En 1860, Abraham Lincoln (FIG. 16) fue elegido presidente de los Estados Unidos por
el Partido Republicano. El problema estaba candente y la guerra de Secesión en marcha.
El Norte apelaba a los derechos del hombre y pedía la abolición de la esclavitud,
mientras que el Sur temía perder su monopolio mundial del algodón60.
8.1 La sociedad sureña: algodón y esclavitud
Al sur de los Estados limítrofes de Delaware, Maryland, Virginia y Kentucky, el
algodón imperó desde 1815 hasta 1861, y el principal soporte de su trono fue la
esclavitud. Casi el 60% de los esclavos de los Estados Unidos, en 1850, trabajaban el
algodón. Este desarrollo se debió a la rápida extensión de las zonas de cultivo. Los
plantadores de algodón avanzaron desde la Carolina del Sur y Georgia a través de los
cinturones negros y secciones indias de Alabama y Mississippi, ocuparon el gran valle
hasta Memphis, avanzaron por el río Rojo de Luisiana hasta el territorio indio y
cruzaron la frontera de México por Texas. Todas las tierras ricas fueron absorbidas,
tarde o temprano, por plantadores61.
Las plantaciones de algodón diferían grandemente, tanto en tamaño cuanto en
carácter (FIG. 17). Así, una de las mejores de Mississippi cubría varios kilómetros
cuadrados y era trabajada por más de 135 esclavos. Una plantación media tenía entre 40
y 160 hectáreas y entre 10 y 40 esclavos. Un plantador de esta clase podía ser un hijo
menor, un pionero esforzado o un profesional que quería elevar su posición, pero en
pocos casos sus comodidades y diversiones eran superiores a los más pobres granjeros
del Norte. Pero, la gran parte de la cosecha de algodón se debía a pequeños granjeros
con uno o seis esclavos62.
Durante más de un siglo, muchos historiadores han entablado un agotador debate
sobre lo lucrativo de la esclavitud. Para algunos historiadores, el alto costo de
manutención de los esclavos hacía que los plantadores tuviesen dificultades para no
incurrir en deudas. Así, el sistema era antieconómico. Además, se ha sostenido que la
60
Palacios Bañuelos, Luis, Manual de Historia Contemporánea Universal, Paracuellos del Jarama,
Madrid, Dilex, 2003 – 2006, p. 264.
61
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 248.
62
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 248-249.
32
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
esclavitud retardó la industrialización del sur, pues absorbía mucho capital. Otros
historiadores difieren de esto63.
No hay razones para suponer que la esclavitud habría desaparecido de no haber
sido por la guerra, ya que hasta el amo más inútil adquiría cierta categoría para poseer
esclavos. El aspecto distintivo de la sociedad esclava de los Estados Unidos fue la
resistencia con que tropezaba el esclavo que trataba de escapar del sistema. El amo que
pensara en liberar a sus esclavos encontró habitualmente grandes obstáculos. Hasta
cerca de 1822, la clase de los plantadores se avergonzó de la esclavitud, pero más tarde
adoptó la teoría de que la esclavitud era un positivo bien, sancionado por la historia y la
Biblia. El punto de partida de este cambio fue una supuesta conspiración llevada a cabo
en 1822 por un mulato, Denmark Vesey. Tras esto se prohibió a los negros reunirse o
circular después del toque de queda; a los blancos se les prohibió enseñar a sus esclavos
a leer o escribir64.
La esclavitud y el algodón mantuvieron en el Sur una sociedad rural, casi feudal.
De las 15 ciudades más grandes en 1860 tan solo una (Nueva Orleans) quedaba en el
Sur. Persistía el desprecio social del siglo XVIII al comercio como ocupación. La
agricultura, el ejército, la Iglesia y el derecho eran las únicas carreras apropiadas para el
hijo de un plantador65.
La teología fue cada vez más cultivada y la influencia de las sectas evangélicas
entre los plantadores aumentó en la proporción en la que se descubrían argumentos
proesclavistas en la Biblia. La religión dominante fue la evangélica. El presbiterianismo
y el episcopalismo atraían a las clases superiores, pero los metodistas y bautistas
tuvieron éxito entre la clase media, los pobres y los negros66.
El producto más refinado del régimen de las plantaciones era el caballero sureño,
que gobernaba las viejas posesiones del Sur más por virtud de su personalidad que de su
prosperidad67 68.
63
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 249-250.
64
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 250-252.
65
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 252-253.
66
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 253.
67
Estos caballeros vivían en mansiones cerca de sus plantaciones y se encargaban de gobernar de forma
honorable y eficaz. Para comprender la psicología del plantador sureño hemos de recordar que su
sistema social estaba a la defensiva contra la mayor parte del mundo occidental. Había rechazo y miedo
33
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
8.2 La sociedad del Norte: Industria y antiesclavismo
Aunque estadistas y partidos habían hecho tanto en aquellos años por conservar
la Unión, fuerzas sociales y económicas estaban separando al Norte y al Sur. Ambos
progresaban pero de manera distinta. La sociedad norteña estaba siendo transformada
por la revolución industrial, por los transportes más baratos y por movimientos
educativos, humanitarios y migratorios que apenas tocaban a los Estados esclavistas y
absolutamente nada al bajo Sur. Pero sin duda, el aspecto más sorprendente de la
sociedad norteña era el igualitarismo, donde las personas intentaban realizar su sueño de
juventud y la mayoría hacía lo que deseaba, sin frenos de clase ni oficiales69.
A partir de 1815, los textiles llevaron el peso de la economía norteamericana: el
Sur cultivaba el algodón y el Nordeste lo convertía en telas. Surgen, así, algunas
ciudades-fábrica como Lowell o Lawrence que se dedicaban a la producción de
productos de lana y algodón (FIG. 18). Además, muchas industrias eran todavía de tipo
doméstico y se dedicaban en su mayoría a la producción de zapatos. En Nueva
Inglaterra esto fue una ocupación corriente para los granjeros pescadores que dejaban su
trabajo durante el invierno70.
En lo que se refiere a la Revolución Industrial, en los Estados Unidos la industria
del hierro quedó algo atrasada y se desarrolló, sobre todo, la del carbón. El este de
Pennsylvania fue la región principal para la producción de carbón y acero hasta 1860.
Al este de los Apalaches no se encontraba carbón para convertirlo en coque pero en
cambio abundaba la madera para hacer carbón. A pesar de todo, muy poco acero se
produjo en Estados Unidos antes de 1870, y la ingeniería estaba muy atrasada, pero fue
suficiente para dinamizar el Norte y para alejarlo del atrasado Sur71.
A todo esto había que sumarle el aumento demográfico producido por una
oleada de inmigrantes que trajo al país a más de 30 millones de personas durante todo el
siglo XIX. La mayoría de estos inmigrantes eran campesinos provenientes del Norte de
a la literatura y filosofía que pudiesen ocultar sentimientos abolicionistas, por lo que los hombres de
letras sureños fueron obligados a escribir glorificando el modo de vida sureño.
68
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 254-255.
69
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 257.
70
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 260-261.
71
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 261.
34
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Europa que habían emigrado por motivos económicos (FIG. 19). Este movimiento
migratorio vino acompañado también de un desplazamiento hacia el Oeste gracias,
sobre todo, a unos mejores transportes. Canales, carreteras y vías férreas llevaban a la
gente hacia el Oeste y una vez allí los conectaban con un nuevo mercado72.
La mejora social más tangible de este periodo de ebullición se presentó en la
educación popular. Se produjeron diversos movimientos para conseguir una educación
gratuita, que tuvieron que hacer frente a la oposición de las clases más adineradas. Así,
para 1850 se puede decir que en los Estados del Norte y Oeste se habían formulado, y
hasta cierto punto establecido, los principios básicos de la educación norteamericana
actual. Además, se produjeron otros movimientos reivindicativos, en este caso en el
terreno laboral, que dieron lugar a la organización sindical y a la huelga. Pese a la
escasez de resultados, el movimiento sindical se anotó algunos modestos triunfos73.
De todos los movimientos de reforma, el único que conmovió a la Unión hasta
sus cimientos buscaba la abolición de la esclavitud. En 1817 se fundó la Sociedad
Colonizadora Norteamericana que pretendía devolver una parte de su patria a la
población negra. Para fomentar esta empresa, la sociedad compró a las tribus aborígenes
varias regiones a lo largo de la costa del África occidental. Así, para 1847, varios
millares de negros se habían desplazado hasta allí organizando la República de Liberia
(FIG. 20, 21). Cuando la Sociedad llegó al fondo del barril de la beneficencia privada,
buscó la ayuda federal del Congreso, pero los sureños se opusieron al movimiento
alegando que ponía en peligro el abasto de esclavos, y los abolicionistas lo atacaron
como un intento por aumentar el valor de los esclavos que quedaban en los Estados
Unidos. De todo esto surgió el llamado “Ferrocarril subterráneo”74 donde los
abolicionistas se encargaban de sacar a los esclavos del país (FIG. 22, 23, 24). A la
derecha de los abolicionistas se encontraban los “enemigos de la esclavitud”, que se
72
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 259.
73
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 263-266.
74
El "ferrocarril subterráneo" era un término usado para describir rutas secretas utilizadas por esclavos
americanos para escapar a los estados del norte, o Canadá, durante la primera mitad del siglo XIX. Los
esclavos que huían podían ser conducidos por un guía experto o "conductor", como Harriet Tubman, o
seguir las indicaciones dejadas por otros esclavos o abolicionistas, marcas secretas que señalaban el
camino hacia un refugio o escondite.
35
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
oponían a que la esclavitud se extendiera a otros territorios, pero no se proponían cortar
la esclavitud de los Estados esclavistas75.
9. El conflicto incontenible
9.1 La ley Kansas-Nebraska y la política hasta 1860
En la década de 1850, el cambio económico tuvo una repercusión en los
acontecimientos políticos. En esta época el granjero de las praderas ya se hizo sentir, y
la nueva maquinaria agrícola sirvió para resolver el problema de la escasez de mano de
obra. Los ferrocarriles unieron el Este con las granjas y prósperas ciudades del noroeste.
Así, al llenarse las praderas de Illinois, el estado se libró de sus nexos con el Sur. El
Congreso, en 1853, autorizó la explotación de cuatro nuevas rutas, una de las cuales se
dirigiría hacia el Sur76.
Stephen A. Douglas (FIG. 25), senador de Illinois, deseaba suprimir la muralla
de tribus indias y fomentar una línea de asentamientos hasta el Océano Pacífico. Para
oponerse a la ruta del Sur, Douglas y sus compañeros demócratas buscaron una cuestión
política prometedora para 1856. Por esto se presentó un proyecto de ley para organizar
las Grandes Planicies como el Territorio de Nebraska en 1854. Esta ley dividía la región
en dos distritos: Kansas y Nebraska77.
Pero Douglas cometió el error de plantear el asunto de la esclavitud. Los
norteños se enfurecieron ante la proposición de que el poderío esclavista se extendiera
hasta estos dominios vírgenes. El debate continuó durante más de tres meses, y
finalmente el Senado aprobó el proyecto de la Ley Kansas-Nebraska78.
El primer resultado de esta ley fue la creación de un partido antiesclavista en
1854. Una Convención resolvió oponerse a la extensión de la esclavitud y sus miembros
decidieron ser conocidos como republicanos. Este nuevo partido tardó bastante en
cobrar impulso fuera del Noroeste. Por su parte, en 1855 el Partido Norteamericano
75
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg,
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 273-275.
76
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg,
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 305-306.
77
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg,
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 306-307.
78
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg,
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 307.
Breve historia de los
Breve historia de los
Breve historia de los
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36
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
celebró una Convención nacional donde los miembros sureños obtuvieron el control y
postularon para la presidencia a Millard Fillmore (FIG. 26)79.
La mayoría de colonos que llegaban a Kansas solo querían emprender una nueva
vida y no agitar la cuestión esclavista. Sin embargo, en este territorio también ocurrió
un conflicto por la esclavitud que ayudó a llevar a la nación a la guerra. Para las
elecciones de 1855, llegaron un gran número de rufianes que adulteraron los resultados.
La legislatura elegida aprobó un drástico código esclavista, lo que provocó que los
hombres de los estados libres organizaran su propio gobierno. Como resultado, para
1856, Kansas tenía dos gobiernos, ambos ilegales80.
Poco después de este episodio, el nuevo Partido Republicano celebró su primera
convención nacional. Los republicanos llevaron adelante una activa campaña; sin
embargo, el candidato demócrata James Buchanan (FIG. 27) ganó, pues triunfó en todos
los estados del Sur y en todos los estados limítrofes. Ningún candidato anterior había
estado tan cerca de unir el Norte y el Oeste contra el Sur. El bajo Sur dejó perfectamente
claro que se separaría si un partido puramente norteño elegía a su candidato
presidencial81.
El 6 de marzo de 1857, dos días después de la toma de posesión de Buchanan, la
Corte Suprema publicó su decisión en el caso Dred Scott contra Sandford. Scott era un
esclavo que había sido llevado a suelo libre en dos ocasiones por lo que entabló un
juicio para conseguir la libertad. Buchanan había esperado un periodo pacífico, pero el
caso de Dred Scott desató las peores pasiones pro y antiesclavistas82.
Buchanan fue de un desastre a otro. La conclusión de la guerra de Crimea llegó
en un momento en que el Norte resentía los efectos del fin del auge de las tierras del
Oeste y estaba pagando el precio de la débil estructura bancaria y del sistema
ferroviario.
En Kansas, los acontecimientos señalaban una guerra civil. Una convención
elegida por una minoría de votantes había adoptado la Constitución de Lecompton, una
carta proesclavista. La facción de los estados libres redactó entonces su propia
79
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg,
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 308-309.
80
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg,
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 309.
81
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg,
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 311.
82
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg,
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 312.
Breve historia de los
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37
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Constitución y la logró ratificar en un referéndum ilegal. Buchanan insistió en hacer
aprobar por el Congreso la constitución de Lecompton, pues afirmó que Kansas era un
estado esclavista. Ante esto, Stephen Douglas rompió con Buchanan y con los
demócratas sureños. En 1858, se sometió la Constitución a un nuevo referéndum, por el
cual los votantes de Kansas la rechazaron de manera abrumadora. Para entonces, el
Partido Demócrata, dividido entre las facciones de Buchanan y de Douglas, rápidamente
estaba perdiendo su función de unificador de la nación83.
Antes de las luchas de Kansas, Abraham Lincoln se había destacado entre
centenares de abogados-políticos del Norte por su sola reputación de hombre verídico y
honesto. Este consideraba la esclavitud una calamidad, y por el tiempo en que se aprobó
la Ley de Kansas-Nebraska comenzó a predicar el nuevo testamento del antiesclavismo.
En 1858, Lincoln fue el rival de Douglas en las elecciones del estado de Illinois, y
ambos se enzarzaron en una serie de debates en el verano y otoño de 185884.
Toda esta situación no hizo más que agravarse con nuevas tensiones. Un ejemplo
es el caso de John Brown, que formó un vago proyecto de establecer una república
abolicionista en los Apalaches y emprender una guerra de guerrillas contra la esclavitud.
Ante todo esto la guerra era prácticamente inevitable85.
9.2 La Secesión del Sur
El problema preocupaba seriamente en todos los estados y salió a la superficie
durante las elecciones de 1860 como factor determinante de las mismas. Breckinridge
(FIG. 28), candidato demócrata, se presentó como defensor de los intereses esclavistas y
el Republicano, Abraham Lincoln, como defensor a ultranza del abolicionismo; al
triunfar este, siete estados se separaron de la Unión y crearon la Confederación de
estados de América, el Sur86. Esta confederación, con capital en Richmond, se configuró
en 1861 con Jefferson Davis (FIG. 29) como presidente y agrupó 11 estados: Carolina
del Sur, Georgia, Alabama, Florida, Luisiana, Texas, Mississippi, Virginia, Carolina del
Norte, Tennessee y Arkansas87.
83
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 313.
84
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 313-314.
85
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 316.
86
Geoffrey C. Ward, Rick Burns and Ken Burns, The civil war, U.S.A, 1990, p. 28.
87
Palacios Bañuelos, Luis, Manual de Historia Contemporánea Universal, Paracuellos del Jarama,
Madrid, Dilex, 2003 – 2006, p. 366.
38
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Era ya cosa prevista que Carolina del Sur se separaría de la Unión si resultaba
elegido Lincoln. En cuanto se conocieron los resultados de las elecciones Carolina del
sur convocó una convención estatal donde se declaró independiente por unanimidad. En
los demás estados algodoneros había una fuerte corriente antiseparatista. Pero esto no
evitó que otros estados como Mississippi, Alabama, Florida y Georgia optaran también
por la vía de la secesión. El 1 de febrero de 1861 a estos cinco estados se le sumaron
Luisiana y Texas. El 4 de febrero, delegados de los siete estados separados se reunieron
en Alabama, y el día 8 formaron los Estados Confederados de América. Al día
siguiente, este congreso eligió a Jefferson Davis como presidente provisional y a A. H.
Stephens vicepresidente de la Confederación, y procedió a redactar una Constitución.
Según su propia manifestación, los estados del bajo Sur se separaron a consecuencia de
una serie de agravios motivados por la actitud de los ciudadanos del Norte respecto a la
esclavitud. Se puede decir que la secesión fue un acto de insensatez de los sureños88.
Durante el difícil intervalo de cuatro meses entre la elección de Lincoln en
noviembre de 1860 y su toma de posesión el 4 de marzo de 186189, periodo en que se
formó la Confederación, el tímido Buchanan fue presidente. Este había esperado,
mediante una política de conciliación, convencer a los estados secesionistas a retornar;
pero su política encontró muy poco apoyo en cualquier sección. Así todos los
compromisos fracasaron en su intento de hacer volver a las “hermanas pródigas”90.
Cuando Lincoln comenzó su mandato todos los fuertes y arsenales de la marina
en los estados rebeldes habían caído en manos de la Confederación. Uno de los pocos
fuertes que resistieron fue el de Fort Sumter91 (FIG. 30), que pronto comenzó a
88
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 319-320.
89
Geoffrey C. Ward, Rick Burns and Ken Burns, The civil war, U.S.A, 1990, p. 34.
90
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 321-322.
91
Geoffrey C. Ward, Rick Burns and Ken Burns, The civil war, U.S.A, 1990, pp. 38, 40. Es una guarnición
en una isla costera del océano Atlántico a la entrada de la bahía de Charleston (Carolina del Sur). La
construcción recibe su nombre del general Thomas Sumter (1734-1832) considerado un héroe de la
Guerra de Independencia de los Estados Unidos. El de Charleston era uno de los pocos puertos de aguas
profundas de los confederados, así que desempeñaba un papel muy importante. Seis días después de
que Carolina del Sur declarase su secesión de la Unión, el Mayor Robert Anderson trasladó en secreto
sus tropas (127 hombres) desde el indefendible Fort Moultrie al Fuerte Sumter. Durante los siguientes
meses se hicieron numerosas llamadas a la capitulación del fuerte a las que los unionistas no
accedieron. Las tropas confederadas del general P. G. T. Beauregard abrieron fuego de artillería y
morteros el 12 de abril a las 4:30 horas desde los fuentes cercanos (Fort Moultrie, Fort Johnson y
Cummings Point). El bombardeo duró más de 30 horas. Tras la guerra, Fort Sumter había quedado en
ruinas. Se iniciaron los trabajos para reconstruir completamente, pero finalmente sólo se reconstruyó
parcialmente. Desde 1876 la isla no fue más que la localización de un faro. Sin embargo, en 1898, a
39
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
evidenciar una falta de víveres debido al control de la Confederación. La Confederación
manifestó que cualquier tentativa para enviar refuerzos o municiones a Sumter se
consideraría un acto hostil. Lincoln comprendió entonces que la cesión de Fort Sumter
no bastaría para hacer volver sobre sus pasos a las “hermanas díscolas” y que Virginia
se uniría a ella en cuanto el levantase la mano para castigar. Así, a finales de marzo de
1861, Lincoln ordenó que se preparase una expedición de refuerzo para Fort Sumter92.
Con todo esto, el 12 de abril de 1861, a las cuatro y media de la madrugada, se
disparó contra Fort Sumter el primer tiro de la Guerra Civil (FIG. 31, 32, 33). Durante
todo el día estuvo el mayor Anderson, al frente del fuerte, contestando como mejor
pudo al fuego concentrado de cuatro o cinco fuertes y baterías de los confederados. El
13 de abril se produjo un incendio en los cuarteles, a primera hora de la tarde se derribó
a tiros la bandera, y pocas horas después, aunque su situación no era desesperada ni
mucho menos, el mayor Anderson aceptó negociar la rendición. Por la tarde del
domingo 14 de abril salió la guarnición con banderas desplegadas y redoble de
tambores93.
El 15 de abril el presidente Lincoln lanzó un llamamiento en el que pedía 75000
voluntarios94 a fin de acabar con intrigas “demasiado poderosas para ser reprimidas por
el medio ordinario de los procedimientos judiciales” y “a fin de asegurar el debido
cumplimiento de las leyes”. Ya los separatistas de Virginia estaban organizando ataques
contra el astillero de Norfolk y el arsenal de Harper’s Ferry (FIG. 34, 35, 36, 37, 38,
39). El llamamiento de Lincoln precipitó los acontecimientos; y el 17 de abril acordó,
por 88 votos contra 55, someter al pueblo un decreto de secesión. Sin aguardar el
veredicto popular, cuyo resultado se daba por hecho, el gobernador puso a su estado las
órdenes de la Confederación95.
La parte occidental de Virginia se negó a abandonar la Unión y tres nuevos
estados entraron en la Confederación. Arkansas se separó de la Unión el 6 de mayo, el 7
causa del efecto de la Guerra Hispano-Estadounidense (25 de abril de 1898 hasta el 12 de agosto de
1898) se le volvió a dar uso militar.
En 1898 se empezó a hacer una construcción de cemento sobre las ruinas históricas del fuerte, que se
poblarían de tropas y artillería en ambas guerras mundiales, aunque no fueron escenario de ningún
conflicto militar.
92
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 323-324.
93
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 325.
94
Geoffrey C. Ward, Rick Burns and Ken Burns, The civil war, U.S.A, 1990, pp. 48-49.
95
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 325-326.
40
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
firmó Tennessee una alianza con la Confederación; Carolina del Norte, que había
rechazado previamente la secesión, se encontró en la insostenible posición de un islote
unionista en medio de la Confederación, hasta que el 20 de mayo ratificó la
Constitución confederada. Las primeras tropas del Norte que se dirigieron a la capital
provocaron tumultos a su paso por Baltimore (19 de abril); pero el peligro de desunión
en Maryland pasó96. En Kentucky, la opinión estaba dividida, pero el estado unió su
suerte a la Unión. Missouri se encontró prácticamente bajo un régimen doble en toda la
guerra. En California, los unionistas ganaron un fiero combate a los simpatizantes del
Sur. Pero California estaba demasiado lejos para dar a la causa de la Unión más que
ayuda pecuniaria. Finalmente, los indios del Territorio Indio, en su mayoría unieron su
suerte a la del Sur.
Antes de que Lincoln llamara a las tropas, un buen número de estados del alto
Sur había mostrado de diferentes maneras sus sentimientos en contra de la secesión,
pero el alto Sur fue atraído por el bajo mediante una determinación de mantener su
territorio como “el país del hombre blanco”. Esta emoción fue racionalizada mediante la
teoría de que cualquier estado tenía derecho de separarse; por tanto, el llamado de
Lincoln a la coerción era ilegal. Y así forzó una crisis: cada hombre tenía que defender
la Confederación, o ayudar a destruirla. Durante toda la Guerra Civil no quedaron
delimitadas de una manera absolutamente clara las líneas entre los estados que se
separaron y los que permanecieron en la Unión. La mayoría de la gente se unió a sus
vecinos, como suele suceder. Pero hubo millares de personas que no lo hicieron. El
ejército y la marina de los Estados Unidos contaban en sus filas con hombres leales
nacidos en todos los estados separatistas, norteamericanos que comprendían que la
disolución de la Unión sería el más rudo golpe que pudiera recibir la causa del gobierno
libre, del republicanismo y de la democracia desde el día en que Bonaparte vistió la
púrpura97.
El conflicto bélico entre el Norte y el Sur presentó algunas novedades
armamentísticas y logísticas, tales como la adopción de nuevas armas: fusiles de
repetición (FIG. 40), trenes provistos de artillería y navíos acorazados (FIG. 41, 42, 43).
Además se trató de destruir al adversario en una versión de la guerra total, lo que
implicaba la movilización de ejércitos muy numerosos. Aunque la superioridad del
96
Geoffrey C. Ward, Rick Burns and Ken Burns, The civil war, U.S.A, 1990, pp. 56-57.
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 326.
97
41
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Norte en hombres y armamento era evidente, la lucha fue encarnizada y duró cuatro
años por la falta de preparación bélica de ambos bandos. El Norte intentó aislar al Sur
mediante el bloqueo de sus puertos con una flota mejor equipada, impidiéndole la
exportación del algodón. Esto originó que las potencias industrializadas europeas,
Francia y Gran Bretaña fundamentalmente, apoyaran a los Sudistas, aunque con muy
poca eficacia. Por su parte, la población negra como tal quedó al margen del conflicto98.
11. La guerra: una ojeada general
A una distancia de más de un siglo no pueden los hombres menos de admirar la
temeridad y el desesperado valor de los hombres del Sur en la guerra por su
independencia. Una Confederación agraria mal organizada de cinco o seis millones de
blancos y tres millones y medio de esclavos desafió a una Unión de 19 o 20 millones de
hombres libres con abrumadoras ventajas financieras e industriales.
La Confederación del Sur, para vencer, sólo necesitaba defender su propio
territorio lo bastante para hacer que los del Norte se cansaran de la guerra. Los Estados
Unidos, para vencer, habían de conquistar un imperio casi tan grande como toda la
Europa occidental y aplastar a un pueblo. Estas consideraciones explican en gran parte
las ventajas militares de la Confederación. Como el Sur estaría luchando en su propio
suelo, tendría todas las ventajas del terreno familiar. El Sur estaba a la defensiva, y se
requieren
muchos mayores ejércitos y más formidables equipos para montar una
ofensiva. El Norte tendría que mantener largas líneas de comunicación en un territorio
hostil. Además, el Sur tenía una inmensa costa con inmemorables puertos, y podía
soportar el bloqueo del Norte e importar sus artículos de guerra. Sin embargo, si
sopesamos los factores materiales la posición del Sur parece menos favorable99.
En materia de preparativos militares, el presidente Lincoln, en su proclama del
15 de abril de 1861, había solicitado 75000 voluntarios para un plazo de tres meses100.
Como base para la formación de este ejército, cada estado del Norte tenía una especie de
fuerza con base en las milicias de voluntarios que eran movilizadas anualmente para
pasar revista y hacer un simulacro de batalla. Pero en su mayor parte los regimientos de
voluntarios que constituyeron el núcleo principal del ejército de los Estados Unidos
durante la guerra fueron los regimientos creados para la ocasión. Cualquier ciudadano
98
Palacios Bañuelos, Luis, Manual de Historia Contemporánea Universal, Paracuellos del Jarama,
Madrid, Dilex, 2003 – 2006, p. 367.
99
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 328
100
Geoffrey C. Ward, Rick Burns and Ken Burns, The civil war, U.S.A, 1990, pp. 48-49.
42
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
patriota podía ser nombrado coronel y organizar un regimiento. Más tarde en 1863, el
Congreso aprobó la primera Ley de Conscripción que decía que todos los hombres de
entre 20 y 45 años debían combatir, salvo pago de una multa.
El ejército de la Confederación, por su parte, llevaba varios meses de ventaja y
aseguró para su causa a los oficiales más competentes. El primer ejército de la
Confederación tuvo como base un sistema muy parecido al del Norte. Las tropas del Sur
tenían ventaja en el manejo de las armas, sin embargo aunque ambos ejércitos eran
iguales en capacidad combativa, los del Sur estaban peor equipados. En lo referente a
los esclavos, en un principio las autoridades confederadas rechazaron toda propuesta de
emplear a los esclavos como soldados, pero tras las proclama de emancipación estos
participaron activamente en la guerra101.
Durante la guerra, la industria norteña creció y se diversificó, y el poderío
marítimo de la Unión mantuvo las rutas abiertas de los mercados extranjeros. El
reclutamiento de hombres para el ejército fue compensado con la inmigración y con los
nuevos inventos que ahorraban mano de obra. El petróleo se desarrolló rápidamente y
brotaron nuevas industrias. Por lo tanto, se puede decir que la guerra sirvió como
estímulo para el crecimiento económico en el Norte, que se mantuvo como una
comunidad civilizada. Para financiar la guerra se recurrió a los impuestos, préstamos y
papel moneda; aunque el gobierno tuvo que pedir prestado constantemente102.
Comparada con la Unión, la Confederación se parecía más a una nación en
armas ya que, durante cuatro años, la guerra fue su única ocupación. Luchando por la
independencia y por la supremacía de la raza blanca, los sureños daban a su gobierno
más y le pedían menos que la gente del Norte. Aun cuando el Sur tenía recursos, rara
vez era capaz de explotarlos, y conforme avanzaban más profundamente los ejércitos de
la Unión la base de los recursos de la Confederación se reducía peligrosamente. Así,
pusieron en peligro los abastos de alimento y aislaron algunos lugares claves como
Nueva Orleans. La Confederación también administró mal las finanzas; engañado por su
fe en el algodón, el gobierno retiró deliberadamente su producto de los mercados
extranjeros y limitó el cultivo. La brecha entre el ingreso y los gastos fue colmada
mediante bonos y billetes de Tesorería. Movido por la desesperación, el gobierno de la
101
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 331-335.
102
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 337-339.
43
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Confederación recurrió a cierta forma de confiscación, que encontró
enconada
oposición entre los granjeros sobre quienes recaía desproporcionadamente103.
En cuanto a las bajas, en el ejército de la Unión murieron un total de 360 222
soldados mientras que las bajas de la Confederación alcanzaron los 240 000 fallecidos
aproximadamente. Las muertes por enfermedad fueron más del doble de las ocurridas
en combate. Mala sanidad, aguas contaminadas, cocina antihigiénica, contagio, falta de
limpieza y simple descuido expusieron a los soldados de ambos bandos a la disentería,
la tifoidea, la malaria y la tisis: principales causas de la muerte104.
12. La guerra: La prueba de armas (1861 - 1865)
12.1 Terreno, táctica y estrategia
Las batallas de la Guerra Civil se libraron en una región agreste y muy boscosa,
con uno que otro claro; las únicas grandes batallas en campo abierto fueron las de
Antietam105 (FIG. 44), Gettysburg106 (FIG. 45), Fredericksburg107 (FIG. 46), Shiloh108
(FIG. 47) y Vicksburg (FIG. 48). La infantería defensora se colocaba en una doble
línea; los que disparaban se mantenían de pie o de rodillas. La fuerza atacante avanzaba
por brigadas de 2000 a 2500 hombres, cubriendo un frente de 750 a 900 metros, en
dobles filas; los capitanes iban al frente, pero los demás oficiales y los que no estaban
en servicio se situaban detrás para evitar que los soldados se desbandasen. Los precedía
siempre una línea de escaramuzadores. De ordinario el ataque se hacía marcando el
paso, deteniéndose de cuando en cuando para disparar y cargar. El enemigo contestaba
al fuego hasta que uno de los del bando cedía el campo. Algunas veces eran los
muchachos de uniforme azul (los de la Unión) los que avanzaban, pero con más
frecuencia lo hacían los de uniforme gris (los Confederados) (FIG. 49). Un ataque de
esta naturaleza solía terminar con un combate a la bayoneta; pero los soldados de ambos
bandos, poco expertos en su manejo, preferían asestar a sus enemigos mazazos con los
mosquetes. Hasta 1863, se hizo tan poco uso del atrincheramiento, que en ciertos
momentos aquellos combates eran más mortíferos para oficiales y soldados que las
batallas de la primera Guerra Mundial; pero en cuanto los ejércitos contrarios perdían
103
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 339-341.
104
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 342.
105
Ver anexo de mapas de estrategia y combate: La batalla de Antietam.
106
Ver anexo de mapas de estrategia y combate: La batalla de Gettysburg.
107
Ver anexo de mapas de estrategia y combate: La batalla de Fredericksburg.
108
Ver anexo de mapas de estrategia y combate: La batalla de Shiloh.
44
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
contacto, apenas corrían riesgo los soldados. Una de las características de la Guerra
Civil fue el hecho de que confraternizasen los piquetes de guardia hasta unidades
enteras durante los intervalos entre dos combates109.
La estrategia de la Unión, que por naturaleza de la causa era agresiva, tuvo que
acomodarse a las exigencias topográficas de los estados confederados. El escenario de
las campañas y batallas más espectaculares fue la parte del teatro oriental limitada por
Carolina del Norte, los Apalaches, el Susquehanna y la bahía de Chesapeake. El
verdadero objetivo de las operaciones militares es el ejército enemigo y no la capital
enemiga, pero en una guerra civil la posesión de la capital del enemigo es de un valor
moral inmenso, y la Unión gastó más dinero y más esfuerzo en su afán de ocupar
Richmond que en todas sus demás operaciones juntas, mientras la Confederación a su
vez permitía que la estrategia militar fuera dictada por la supuesta necesidad de
defender su capital.
Las operaciones de guerra del otro lado del Mississippi tuvieron poca influencia
en el resultado final. Pero el teatro occidental de la guerra, entre el Mississippi y los
Apalaches, fue de igual importancia por lo menos que el teatro oriental. Lee,
comandante general de las fuerzas terrestres y navales de Virginia (FIG. 50), consiguió
realizar verdaderos milagros en Virginia y hasta llevar la guerra al territorio enemigo;
pero cuando Grant (FIG. 51), general de la Unión, y los cañoneros aseguraron el
dominio del Mississippi, y cuando Sherman estuvo en condiciones de rodear el espolón
meridional de los Apalaches penetrando en Georgia, quedó la Confederación
sentenciada a la derrota. El dominio marítimo fue para la Unión de valor inestimable. Su
marina mantuvo las comunicaciones con Europa, cortó las del Sur, se apoderó de
importantes ciudades costeras y cooperó en los ríos occidentales con el ejército, como
dijo Lincoln, “doquiera que el terreno estuviese un poquito mojado”.
Las fuerzas armadas de la Unión habían de llevar a cabo una triple tarea:
estrechar, dividir y derrotar a los ejércitos del Sur. En 1861 nadie entendía como era
preciso la naturaleza y la magnitud de esta tarea, excepto Scott, cuya “política de
anaconda” se rechazó como chifladura de vejestorio, pero a la postre fue adoptada por
Grant110.
109
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 343.
110
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 343-344.
45
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Las operaciones bélicas se realizaron al este, entre los Apalaches y el mar, y al
oeste de los Apalaches, en la frontera marcada por el río Ohio. Entre los generales del
Norte cabe citar a MacClellan (FIG. 52), Grant, Sherman, Sheridan; mientras que los
sudistas tuvieron a un gran general, Robert Lee. Los confederados obtuvieron la victoria
de Bull Run (1861-1862), Fredericksburg (1862) y Chacellorsville (1863), pero no
lograron imponerse a las tropas del Norte111.
Comentemos la batalla de Bull Run112113. El plan de campaña de la Unión en
1861 era bloquear la costa del Sur y ocupar sus puntos estratégicos, movilizar y preparar
en regiones adecuadas el ejército de voluntarios para invadir los estados del Sur, y
apoderarse de Richmond. Para julio, cerca de 25000 voluntarios por tres meses se
hallaban en Washington, rabiando por combatir, mientras la prensa y el pueblo del
Norte exigían acción. El general Irvin McDowell con 30000 hombres, cruzó Potomac114
para enfrentarse al ejército de Beauregard de casi 22000 cerca de Manassas Junction,
Virginia. El 21 de julio McDowell atacó Beauregard en una meseta situada detrás de un
arroyuelo llamado Bull Run. Durante muchas horas se mantuvo indecisa la suerte de la
batalla; pero la oportuna llegada de 9000 refuerzos a los confederados decidieron la
victoria115.
La batalla decisiva fue la de Gettysburg en 1863 en la que las tropas
confederadas fueron totalmente derrotadas116. En 1865 el general Lee firmó las
capitulaciones de Appomattox Court House ante el general Grant. La guerra se saldó
con 600000 muertos y con un coste de 8000 millones de dólares. Tras el armisticio, los
estados confederados volvieron a la obediencia de Washington y aceptaron la abolición
de la esclavitud117.
Día tras día, la inacción de McClellan intensificaba las dificultades políticas de
Lincoln. Lincoln era desafiado en su propio partido por los conservadores, y por los
radicales encabezados por Ben Wade, Zach Chandler y Thad Stevens. Los radicales sólo
estaban unidos por su odio al insolente poder esclavista. Con su celo, ayudaron a
111
Palacios Bañuelos, Luis, Manual de Historia Contemporánea Universal, Paracuellos del Jarama,
Madrid, Dilex, 2003 – 2006, p. 367.
112
Geoffrey C. Ward, Rick Burns and Ken Burns, The civil war, U.S.A, 1990, p. 72.
113
Ver anexo de mapas de estrategia y combate: La primera y la segunda batalla de Bull Run.
114
Geoffrey C. Ward, Rick Burns and Ken Burns, The civil war, U.S.A, 1990, pp. 57-59.
115
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 344-346.
116
Ver anexo de mapas de estrategia y combate: La batalla de Gettysburg.
117
Palacios Bañuelos, Luis, Manual de Historia Contemporánea Universal, Paracuellos del Jarama,
Madrid, Dilex, 2003 – 2006, p. 367.
46
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
transformar la guerra, de una lucha por sofocar una insurrección en una cruzada por los
derechos humanos. La política que deseaban imponer al presidente consistía en la
inmediata emancipación de los esclavos, y en darles armas. Esta política habría apartado
a los demócratas del Norte y lanzado a la secesión a los estados esclavistas limítrofes si
hubiera sido adoptada. La pretensión del general Fremont de liberar a los esclavos de
Missouri mediante una proclama, censurada por Lincoln, recibió su más calurosa
aprobación. Mientras, McClellan, aún más conservador que Lincoln, era particular
objeto de sus celos y desconfianza118.
La primera victoria resonante para la Unión llegó de un rumbo inesperado y de
un general desconocido: Ulysses S. Grant, militar a quien desagradaba la guerra y que
odiaba la rutina del ejército119. En agosto de 1861 Grant recibió una comisión de
brigadier, y a finales del otoño se hallaba acantonado en Cairo, Illinois, en la
confluencia del Ohio con el Mississippi120.
Los ríos Tennessee y Cumberland ofrecían rutas paralelas para penetrar en los
territorios de Tennessee, Alabama y Mississippi. Grant observó que la toma de Fort
Henry y Fort Donelson, los dos fuertes confederados que cerraban esos ríos, abriría una
ruta navegable hacia el corazón del país enemigo y pondría en peligro sus flancos. El 7
de febrero se sometió Ford Henry a la flotilla de cañoneros. Una semana después Grant
tomó las disposiciones tácticas adecuadas por el dominio del fuerte Donelson. El
resultado justificó a Grant pedir, y a los generales confederados a aceptar, la “rendición
incondicional”121 del ejército y la fortaleza. Grant prácticamente había devuelto
Tennessee a la Unión122.
El 6 de abril Johnston sorprendió a Grant acampado en una posición mal
escogida en Pittsburg Landing y hubo de sostener la batalla de Shiloh123. Al anochecer
los confederados se habían apoderado de la posición clave, pero Johnston había caído
herido de muerte, dejando sin jefe a los confederados. En definitiva Shiloh fue una
victoria que la Unión hubo de pagar muy cara. De los 63000 soldados de la Unión que
118
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 350.
119
Geoffrey C. Ward, Rick Burns and Ken Burns, The civil war, U.S.A, 1990, p. 49.
120
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 350-351.
121
En realidad, fue el asombroso Ben Butler, en el brazo de mar de Hatteras, en agosto de 1861, el
primero en valerse de este término, que se ha vuelto discutible desde la segunda Guerra Mundial.
122
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 351.
123
Ver anexo de mapas de estrategia y combate: La batalla de Shiloh.
47
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
tomaron parte en la lucha, las bajas ascendieron a 13000; mientras que los confederados
no eran más de 40000 y tuvieron 11000 bajas. Se instaba al presidente para que quitase
a Grant del mando de las tropas; pero Lincoln respondía: “No puedo prescindir de este
hombre, porque pelea”. El 26 de abril, las fuerzas de los Estados Unidos tomaron
posesión de Nueva Orleans, la mayor y más rica ciudad de la Confederación124.
McClellan pretendía y esperaba tomar Richmond y aplastar la rebelión aquel
verano. McClellan era un ilusionista y ya se imaginaba su victoria triunfal. Con más de
100000 hombres, pronto estaría avanzando por la península de York; y Johnston tenía
menos de 60000 hombres que enfrentarle. McDowell con 40000 se hallaba ante
Fredericksburg con sólo 11000 confederados entre él y el flanco derecho de
McClellan125.
El 26 de Junio, Lee tomó la iniciativa y comenzaron las grandes batallas de los
Siete Días. La estrategia de Lee era soberbia, pero demasiado ambiciosa para su
ejército. McClellan, con fuerzas inferiores en fuerza efectiva al comienzo de los Siete
Días, infligió graves pérdidas a sus adversarios y ejecutó una brillante retirada hasta el
río James. Desde luego, tuvo que abandonar su querido plan de tomar Richmond.
McClellan rogó a Lincoln darle la oportunidad de atacar Richmond por la vía de
Petersburg126. Lincoln temió no poder sostener más tiempo a McClellan. El país sólo
podía ver que Richmond seguía en manos rebeldes después de una costosa campaña.
Durante dos años más, ningún otro ejército de la Unión estaría tan cerca de
Richmond127.
Una tercera ronda de crisis exteriores resultó por las fallas de los generales de la
Unión. La opinión pública del Norte no estaba tan agradecida a McClellan por lo que
había hecho cuanto indignada porque había dejado escapar a Lee. El presidente pues,
relevó a McClellan del mando del ejército del Potomac y nombró en su lugar a Burnside
(FIG. 53). Éste resultó incompetente y sin aprender nada de la experiencia, volvió al
viejo plan de avance de cobertura contra Richmond. Seis veces la infantería de la Unión
se precipitó a través de una llanura descubierta siendo barrida por la artillería
124
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 351-352.
125
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 354.
126
Geoffrey C. Ward, Rick Burns and Ken Burns, The civil war, U.S.A, 1990, pp. 62-65.
127
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 355-357.
48
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
confederada y los rifleros atrincherados. En otros lugares la matanza también fue
horrible: Burnside perdió 12700 hombres mientras que Lee menos de 5400128.
12.2 De Vicksburg a Gettysburg
Al final, el reconocimiento de la Confederación sería determinado por los
acontecimientos militares. Durante el invierno de 1862-1863 todos los ojos estaban fijos
en la lucha por el Mississippi. En Vicksburg y en Port Hundson, Luisiana, los
confederados habían fortificado poderosamente los arrecifes que dominan el río desde
Arkansas, Luisiana y Texas. Vicksburg era un hueso duro de roer, pero Grant, con
ayuda de la audaz marina de agua dulce, atacó al ejército enemigo. Después de seis
semanas, el Gibraltar de la Confederación se rindió. Cinco días después capituló Port
Hundson. Una semana después, un barco a vapor llegó a Nueva Orleans desde St-Louis,
habiendo recorrido todo el curso del Mississippi sin que nadie lo molestara. Lincoln se
regocijó: “El padre de las aguas vuelve al mar”, dijo.
Hooker (FIG. 54) fue el que relevó a Burnside después del desastre de
Fredericksburg129. Hooker hizo mucho por levantar su moral, pero el 27 de abril de
1863, en Chancellorsville, Lee fue más astuto que él en una de las batallas más
sangrientas de la guerra. Sin embargo, el Sur pagó un alto precio por su victoria: la
pérdida de Stonewall Jackson, mortalmente herido por sus propios hombres al efectuar
un reconocimiento entre las líneas. Lee había perdido su brazo derecho.
Lee pensaba que podía obligar a Lincoln a entablar negociaciones de paz con
base en la independencia para la Confederación. El 30 de junio, casualmente, una
unidad confederada tropezó con una división de caballería de la Unión en el tranquilo
poblado mercante de Gettysburg. Allí, el 1 de julio, comenzó la gran batalla de tres días:
El primer día fue malo para la Unión hasta que, en el momento preciso, Winfield
Scott Hancock, el general más valeroso del ejército del Potomac, unió a los uniformados
de azul en Cemetery Ridge. Al día siguiente, el 2 de Julio, la Confederación tuvo una
gran oportunidad cuando Jubal Early rompió las defensas de la Unión en Cemetery
Ridge, y Ewell atacó una cuesta a la derecha de la Unión, pero ambos fueron
rechazados. La tarde siguiente, 3 de julio, Lee, contra las protestas de Longstreet,
ordenó un ataque directo contra la parte más fuerte del centro de la Unión. Desde
Cemetery Ridge vieron los soldados de la Unión salir tres líneas de uniformes grises de
128
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 359-360.
129
Ver anexo de mapas de estrategia y combate: La batalla de Fredericksburg.
49
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
la altura boscosa situada a 1200 metros. Cuando estaban a menos de la mitad de camino,
la artillería de la Unión abrió fuego130. Durante la noche siguiente, el 4 de julio, perdida
la batalla decisiva, Lee se retiró al oeste de Sharpsburg. El Potomac, crecido, detuvo allí
su retirada, y dio a Meade una ocasión que Lincoln le rogó aprovechar. Meade reunió
consejo de guerra, el Potomac bajó de nivel, y el enemigo se escapó. Lee sabía que se
había desvanecido toda posibilidad de conseguir la paz ese verano, y debió de haberse
dado cuenta de que al Sur le quedaban muy pocas esperanzas de alcanzar su
independencia. Escribió al presidente Davis: “No debe culparse al ejército de no haber
podido realizar lo que yo proyecté, ni debe censurársele bajo la impresión de las
excesivas esperanzas del pueblo. Toda censura debe recaer sobre mí”. El 8 de agosto
envió su renuncia como comandante del ejército de Virginia del Norte131 132.
Cuando, cuatro meses después, se consagró un cementerio nacional en el campo
de batalla de Gettysburg, Lincoln pronunció su inmortal discurso133.
Como conclusión Gettysburg y Vicksburg tuvieron consecuencias enormes.
Lord John Russell bloqueó los barcos con espolones blindados, de los que tanto
esperaba la Confederación, y Napoleón III, que ahora ya tenía sus dudas, ordenó que se
vendieran a gobiernos extranjeros las naves que tenía destinadas a la Confederación.
Los resultados militares de estas dos grandes victorias fueron aún más importantes que
los diplomáticos, pues una vez rechazados los invasores a las órdenes de Lee y liberado
el Mississippi, el Norte podía concentrar todas sus energías en una final estrategia de
conquista134.
130
Cuando llegaron un poco más cerca, cayeron bajo el fuego de las baterías enclavadas en Round Top.
Las divisiones de flanco se disolvieron; pero al mirar por entre el humo, las tropas del Norte vieron la
división de Pickett que continuaba avanzando en apretada e impetuosa línea. Después de haberlos
perdido de vista un momento en una depresión del terreno, los vieron de nuevo surgir tan cerca, que
podía advertirse la expresión de sus rostros. Allí murieron dos brigaderes de Pickett y 15 de sus jefes de
regimiento. El general Armistead, enarbolando la gorra en la punta de la espada, saltó el muro de piedra
y penetró en las líneas de la Unión, seguido por un centenar de hombres, y por un momento se vio
ondear sobre Cemetery Ridge el pendón confederado. Pero la gente de Armistead quedó muerta o
prisionera.
131
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 360-362.
132
Ver anexo de mapas de estrategia y combate: La batalla de Gettysburg.
133
Ver anexo textos: Texto 3. Inmortal discurso de Lincoln.
134
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 364.
50
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
12.3 De Chattanooga al desierto
El ejército de Cumberland hacia Chattanooga, en julio de 1863, inició una
campaña que no terminó sino con la marcha de Sherman hasta el mar. Chattanooga era
el centro vital de la Confederación, pues allí se hallaba el empalme del importante
ferrocarril. Una vez en posesión de Chattanooga, podrían los ejércitos de la Unión dar la
vuelta a las grandes Smoky Mountains y atacar Savannah, Charleston, y hasta
Richmond, desde la retaguardia. La toma de Missionary Ridge constituyó tal vez la
acción de la guerra en que se derrochó más valor135.
La batalla de Chattanooga puso a los ejércitos combinados del Tennessee y del
Cumberland en una posición favorable para avanzar hacia el interior de Georgia al
comenzar la primavera. En mayo de 1864, Sherman, al mando de 100000 hombres,
lanzó su campaña y para el 2 de septiembre había tomado Atlanta. El 17 de octubre,
después de mandar a Thomas de regreso a Nashville, el imperturbable Sherman avanzó
desde Atlanta en dirección opuesta, hacia el mar; sus 62000 hombres avanzaron sin
provisiones hasta “el jardín de la Confederación”.
El Norte perdió por completo de vista a Sherman durante un mes. El general
llegó a la vista de Savannah el 10 de diciembre de 1864, y pudo ofrecer la ciudad a
Lincoln como regalo de Navidad. Mientras Sherman y Thomas llevaban a cabo con
éxito ininterrumpido aquel brillante corte de los territorios de la Confederación, Grant
estaba pasando no pocas dificultades frente a Lee, cuyo valor estuvo a punto de acabar
con la firme voluntad de victoria del Norte durante el verano de 1864136.
El 9 de marzo de 1864 Grant fue nombrado general en jefe de los ejércitos de los
Estados Unidos. Grant se hizo cargo personalmente de la dirección de la campaña de
Virginia contra Lee. El 4 de mayo de 1864, Grant hizo marchar su ejército de 102000
hombres a través del desierto. En la primera Batalla del Desierto, del día 5 al día 7 de
mayo, le costó a Grant 17700 hombres; Lee lo obligó a retirarse. Entonces Grant trató
de flanquear al enemigo; pero las nubes de polvo que al marchar levantaban sus
columnas advirtieron a Lee de su intención, y cuando su vanguardia pudo llegar al cruce
de camino de Spotsilvania, ya estaba allí Lee para cerrarle el paso. Ambas tropas se
atrincheraron debidamente, y la batalla que siguió, que duró cinco días (8-12 de mayo),
fue el primer ejemplo de la moderna guerra de trincheras; Grant perdió 31000 hombres
135
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 364.
136
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 364-365.
51
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
más. Él declaró: “Yo me propongo a seguir combatiendo en esta línea aunque tenga que
pasar aquí todo el verano”, y Lincoln lo apoyó. En un mes Grant había avanzado desde
Rapidan hasta Chickahominy, exactamente el mismo lugar en que había estado
McClellan dos años antes y había perdido entre 55000 y 60000 hombres por 25000 a
30000 de Lee. Pero podía contar con la continua llegada de refuerzos, y Lee no podía.
El ejército de Grant puso sitio a Petersburg y permaneció allí durante nueve meses.
Había comenzado la guerra de posiciones. Grant después de cometer errores y sufrir tal
número de bajas que hubiera motivado la destitución de cualquiera de sus predecesores,
continuaba implacable. En el verano de 1864, el terrible número de bajas parecía no
haber acercado la guerra a su conclusión, y a través de toda la campaña presidencial de
ese año hubo una corriente subterránea de duda y desesperación137.
12.4 El derrumbe de la confederación
La reelección de Lincoln, el no obtener el reconocimiento extranjero, la
creciente presión del bloqueo, la marcha de Sherman hacia el mar y los implacables
ataques de Grant contra las delgadas líneas que descendían hacia Petersburg, acabaron
con los ánimos del Sur. Para comienzos de 1865 la Confederación se hundía
rápidamente. Hasta la esclavitud se echaba por la borda. El presidente Davis envió en
enero un mensaje a Europa ofreciendo la abolición a cambio del reconocimiento, y el 25
de marzo el Congreso de Richmond dio autorización para armas a los esclavos.
Sherman, a medida que avanzaba hacia el Norte, iba probando su incendiario sinónimo
de guerra. Finalmente, Lee mandó desplegar bandera blanca y solicitó una entrevista
con su adversario. La Unión proclama: “La guerra ha terminado; los rebeldes vuelven a
ser nuestros compatriotas”138.
12.5 Los últimos días de Lincoln
Así terminó el discurso de la segunda toma de posesión del presidente Lincoln,
el 4 de marzo de 1865139. La lucha por la reconstrucción había ya empezado. Ben Wade
con su truculento vigor y su terrible odio hacia los que poseían esclavos; los
demócratas, ansiosos de vengarse del presidente, y Charles Sumner, con su apasionada
convicción de que el derecho y la justicia exigían que el Sur pasara bajo las horcas
137
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 365-367.
138
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 368-369.
139
Ver anexo de textos: Texto 4. Último discurso de Lincoln.
52
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
caudinas, podían estar seguros de hallarse en oposición con los términos que Lincoln
proponía. Pero el Congreso no se reunía hasta diciembre. El 11 de abril, dos días
después de la rendición de Lee, Lincoln pronunció su último discurso público. Expuso
su política de reconstrucción, que contenía los términos más magnánimos que un
vencedor ha ofrecido jamás a un adversario impotente140.
Poco después, la guerra se cobraría su última víctima: el 15 de Abril de 1865 el
presidente Lincoln es asesinado en el Ford’s Theatre de Washington por el sudista John
W. Booth141 (FIG. 55).
13. La Reconstrucción
Tras la guerra de Secesión se había salvado la Unión y se había logrado un gran
avance social con la abolición de la esclavitud (FIG. 56), pero quedaba un país,
especialmente el Sur, muy dañado, y muchas heridas morales y económicas por
cicatrizar (FIG. 57). Fueron necesarios doce años para que Estados Unidos volviera a
una situación de normalidad; fue la etapa denominada como reconstrucción142. En esta
reconstrucción tuvieron un papel muy activo el sector negro, pues tras la guerra un gran
número de ellos había alcanzado la libertad. Estos libertos, con el paso del tiempo, se
fueron adaptando a su nueva situación y mejorando su calidad de vida.
13.1 El Sur postrado
Cuatro años de guerra habían devastado el Sur. El senador Sherman había dejado
una extensa faja de ruinas humeantes desde Atlanta hasta Savannah y desde Savannah
hasta Raleigh. Las empalizadas habían desaparecido, los graneros habían sido
consumidos por las llamas; habían quedado chimeneas de casas desaparecidas, y casas
sin tejados, sin puertas, sin ventanas… los puentes habían sido destruidos y los caminos
cortados. En el Oeste la situación no era mejor. Algunas de las ciudades ofrecían un
espectáculo tan aterrador como las regiones rurales. Como ejemplo, Charleston que
había sido bombardeada y parcialmente incendiada.
Con el colapso de la Confederación, el gobierno civil y la administración
desaparecieron prácticamente del Sur. No había dinero para mantener el gobierno, ni
140
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 370.
141
Palacios Bañuelos, Luis, Manual de Historia Contemporánea Universal, Paracuellos del Jarama,
Madrid, Dilex, 2003 – 2006, pp. 367-368.
142
Palacios Bañuelos, Luis, Manual de Historia Contemporánea Universal, Paracuellos del Jarama,
Madrid, Dilex, 2003 – 2006, p. 368.
53
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
autoridad que pudiera imponer y recaudar impuestos. No había tribunales ni jueces, ni
policía con alguna autoridad y el vandalismo campaba por sus respetos sin más
restricción que la que le imponía la opinión pública. Toda la vida económica del Sur fue
dislocada. Su industria manufacturera fue destruida. Ni un solo banco, ni una sola
compañía de seguros quedó en estado de solvencia y pasaron años antes que pudiera
restablecerse siquiera parcialmente la organización bancaria. Hasta 1879 no volvieron
los estados confederados a levantar una cosecha de algodón tan considerable como la de
1860. El sistema de transportes de la región sufrió un colapso total por lo que ya hemos
comentado: puentes destruidos o arrastrados por las corrientes, las zanjas cegadas, las
presas reventadas. Respecto a la cultura, la vida cultural del Sur no se recobró durante
más de una generación. Escuelas, universidades, bibliotecas e iglesias quedaron
destruidas o empobrecidas. La vida intelectual del Sur quedó paralizada143.
13.2 El Norte triunfante
La guerra trajo al Norte no sólo la victoria, sino también una prosperidad sin
precedente. La gente se precipitó sobre el continente con la más desconsiderada
licencia, como si quisiera extraerle toda su riqueza. Ferrocarriles fueron lanzados a
través de barreras montañosas, y los colonizadores se agolparon en medio continente,
mientras el ganado ennegrecía los herbazales de las mesetas Se talaron bosques, se
hurgó en la tierra en busca de carbón, hierro, cobre y metales preciosos; el petróleo
surgía de pozos que nadie cuidaba. Se tendieron hilos telegráficos a través de todo el
país, y cables entre continente y continente. De la noche a la mañana surgían fábricas.
Se establecían industrias nuevas y se reformaban las ya existentes.
El censo de 1870 reveló que, pese a cuatro años de guerra, la riqueza per cápita
del Norte se había duplicado en 10 años. Durante los años de la guerra, la producción de
petróleo aumentó de 21 millones a 104 millones de galones y los capitales de esas
compañías sumaban casi 500 millones de dólares. La producción carbonífera se triplicó,
la del mineral de hierro se decuplicó con creces. También las industrias de la lana, el
algodón, el hierro, la madera, la carne y la molienda mostraban un desarrollo continuo y
espectacular. En el terreno político, los republicanos salieron de la guerra con una
143
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 375-376.
54
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
aureola de legitimidad, pues podían afirmar que eran el partido que había salvado la
Unión, mientras que los demócratas cargaban con el odio de la secesión144.
13.4 La Reconstrucción del Congreso
El asesinato de Lincoln y el ascenso de Andrew Johnson a la presidencia
alteraron radicalmente la situación política. Apenas hubo ocupado la presidencia,
cuando Johnson pareció avenirse a cooperar con los radicales. En el otoño de 1865
Johnson envió un buen número de observadores a informarle de las condiciones del Sur.
Volvieron con informes de que el Sur había aceptado la derrota, pero muchos siguieron
dudando de que los sureños estuvieran dispuestos a acordar derechos de igualdad a los
negros. El Congreso que se reunió por primera vez el 4 de diciembre de 1865 nombró a
un comité conjunto de ambas cámaras, con autoridad para investigar e informar sobre el
título de los miembros electos sureños. Planteó la teoría e impuso el ritmo de la
reconstrucción del Congreso145.
El 24 de febrero de 1868, la Cámara votó la acusación contra el presidente ante
el Senado, “por altos crímenes y transgresiones” como prescribe la Constitución. Esta
acusación fue uno de los episodios más desgraciados y bajos en la historia del gobierno
federal y estuvo a punto de suspender el sistema federal. Mientras el Senado juzgaba
solemnemente al presidente Johnson, los republicanos triunfantes se reunieron en la
convención de su partido para nombrar a su sucesor, el general Grant. Antes de la
Guerra Civil, Grant pocas veces se había tomado la molestia de votar, y los principios
políticos que profesaba le habían inclinado hacia los demócratas. Había sido fiel
subordinado de Lincoln, pero no tan fiel de Johnson, y después de romper con él había
caído en manos de políticos radicales, que lo veían como un candidato invencible.
A los republicanos, el triunfo les prometía un tiempo indefinido de poder. Para
los demócratas, que postularon al ex gobernador de Nueva York, Horatio Seymur,
cuyos antecedentes de guerra lo habían asociado con los “cabeza de cobre”, la victoria
sería el fin del apoyo federal a los negros, y la restauración de los restantes estados
sureños. Grant triunfó en todos los estados salvo en ocho. Menos preparado para la
144
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 377-380.
145
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 387-389.
55
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
presidencia que ninguno de sus predecesores, Grant fue incapaz de superar sus
deficiencias146.
Grant propuso una reconstrucción drástica de la legislatura de Georgia, y en
Carolina del Sur, Alabama, Mississippi, Louisiana y Arkansas autorizó el uso de tropas
federales para derrocar gobernadores demócratas debidamente elegidos, y mantuvo a
estos estados en las filas de los republicanos radicales.
La reconstrucción radical del Sur provocó una determinada oposición, tanto
legal como ilegal. En estados como Virginia y Carolina del Norte, donde los blancos
eran mucho más que los negros, los demócratas pronto recobraron el dominio de los
gobiernos estatales mediante los métodos políticos habituales; casi al mismo tiempo, en
el resto del país se consideró necesario recurrir a un grado mucho mayor de
intimidación para destruir la combinación que había hecho posible el triunfo de los
radicales. Los blancos que habían tomado parte en la reconstrucción pronto sintieron el
peso de la presión económica147.
El control radical de los estados del Sur fue ejercido por una difícil coalición de
tres grupos: negros, carpet-baggers148 y scalawags149. En ningún momento de la
historia de los Estados Unidos ha estado la Constitución tan sometida a una tensión tan
severa y prolongada como en la época de la reconstrucción. Durante la guerra, el
presidente Lincoln sostuvo el principio jurídico de que los estados eran indestructibles.
Algunas de las leyes de la reconstrucción fueron palpablemente anticonstitucionales,
mas la actitud de los radicales fue bien expresada por el general Grant cuando dijo de
esta legislación que “gran parte de ella era anticonstitucional; pero había esperanzas de
146
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 395-396.
147
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 397.
148
El término carpetbagger nació en los Estados Unidos en el siglo XIX, como una denominación política
peyorativa. Se aplicó originalmente después de la Guerra de Secesión, a los norteños que se mudaban a
los estados del sur, entre 1865 y 1877. Inicialmente, el término llevaba la connotación de alguien que
solamente está interesado en explotar un territorio y obtener un beneficio de estas actividades, sin la
intención última de establecerse definitivamente en dicha región. Eran usualmente blancos
provenientes de los estados del Norte que se habían mantenido leales al gobierno federal
de Washington DC y que acudían a los estados del Sur por diversos motivos.
149
El término scalawag se acuñó en los Estados Unidos en el siglo XIX, como una forma peyorativa de
denominar a los blancos sureños que se unieron al Partido Republicano, después de la Guerra de
Secesión, y que por lo tanto pudieron participar en los gobiernos estaduales impuestos por el bando
vencedor. Los scalawags se aliaron políticamente con los esclavos recién liberados, y
con carpetbaggers norteños, para participar en la política y las elecciones locales de sus estados,
aceptando la legislación establecida por el gobierno federal para los antiguos estados de
la Confederación.
56
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
que las leyes puestas en vigor servirían a sus propósitos antes de que la cuestión de la
constitucionalidad hubiese de ser sometida a la judicatura y ésta emitiera una
decisión”150.
Desde antes del Compromiso de 1877, el país estaba cansado de la “cuestión
sureña”. En 1874 los demócratas dominaron la Cámara baja, y el repudio del
radicalismo fue casi total. Mientras tanto, todos los estados sureños habían sido
readmitidos y, mediante la Ley de Amnistía de 1872, casi todos los sureños blancos
volvieron a gozar de plenos privilegios públicos. Los conservadores blancos recobraron
el control de la maquinaria política hasta que, a fines de 1875, sólo Carolina del Sur,
Louisiana y Mississippi quedaban bajo dominio radical. Los negros fueron eliminados
de la política, los carpet-baggers huyeron, los scalawags se pasaron a otro partido y se
restauró la home rule. La sociedad sureña permaneció relativamente estática, inmune a
los avances modernos en educación y regeneración social. Pero la reconstrucción dejó
también otro legado: las enmiendas de los derechos civiles a la Constitución. En años
por venir, aunque demasiado tardíamente, los norteamericanos empezarían a dar a estas
estipulaciones el significado que habían pretendido darles sus creadores151.
14. Revolución económica (1865 - 1914)
14.1 Los estados unidos industriales
El sueño de Jefferson era que este país llegara a ser una gran democracia agraria.
A las dos generaciones de la muerte de Jefferson el valor de los productos
manufacturados norteamericanos triplicó el de los productos agrícolas y para 1910 los
Estados Unidos habían avanzado en la dirección que había deseado Alexander
Hamilton, (FIG. 58) hasta tal punto que habían llegado a ser la mayor potencia
industrial del mundo152. Esta revolución económica fue consecuencia de la creación de
un mercado nacional, hecho posible por una red ferroviaria que unía las granjas con los
centros comerciales y fomentaba el crecimiento de las ciudades. Cuando la población se
triplicó y los ingresos aumentaron, la demanda de masas fomentó la expansión
industrial, y la introducción de la máquina de combustión interna. En la primera década
la gran empresa se había establecido como unidad básica y las principales industrias
150
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 400-401.
151
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 413-418.
152
C.P.Hill, A History of the United States. Edward Arnold, London 1974, p. 140.
57
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
estaban dominadas por unas cuantas empresas gigantescas que tenían grandes
organizaciones nacionales para su compra y mercadeo.
Esta revolución aumentó la riqueza nacional, elevó los niveles de vida y produjo
ciclos de prosperidad y depresión con periódico desempleo. Aceleró la urbanización,
fomentó la inmigración, estimuló el rápido crecimiento de la población y modificó las
instituciones sociales como la familia, además hizo de los Estados Unidos una nación
acreedora. También produjo una concentración de riqueza y control creando, en una
nación educada toda una serie de dificultades que las enseñanzas de los padres
fundadores hacían poco por iluminar153.
14.2 La edad de los inventos
La oficina de patentes fue creada en 1790 por los esfuerzos de uno de los más
grandes inventores norteamericanos, John Stevens, de Hoboken, Nueva Jersey. En el
periodo comprendido entre 1860 y 1890 se extendieron nada menos que 440 000
patentes. Los principios de muchas invenciones importantes se remontan a gran escala
después de la Guerra Civil. En el siglo XVIII Franklin, Galvani y Oersted habían
experimentado con la electricidad pero sólo hasta 1880 el genio Thomas A. Edison
(FIG. 59), William Stanley (FIG. 60), Charles Brush (FIG. 61) y una pléyade de
estudiosos pusieron en acción la dínamo en el tranvía, el tren elevado y el tren
subterráneo. Los inventos también cambiaron radicalmente las comunicaciones. En
1858 se inventó el telégrafo dúplex (FIG. 62) y en 1896 un italiano llamado Giglielmo
Marconi (FIG. 63) descubrió el secreto de la telegrafía sin hilos. En 1867 Christopher
Sholes, (FIG. 64) inventó la máquina de escribir.
Entretanto un sinnúmero de invenciones afectaron la vida del pueblo
norteamericano. Thomas Edison, dio al mundo la lámpara incandescente (FIG. 65) y en
pocos años proporcionó a millones de hogares una luz mejor, más segura y más barata
que las conocidas hasta entonces. Sin maquinaria, un obrero necesitaría un día entero
para hacer un solo alfiler: el maquinismo ha permitido a un obrero fabricar 5 mil
alfileres en un día154.
153
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 419.
154
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 420-421.
58
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
14.3 El nuevo sur
Aun cuando la revolución económica siguió centrada en el Nordeste, en el sur
brotaron nuevas ciudades como Birmingham, Chattanooga y Durham, mientras que
Atlanta se levantó de sus cenizas para poder enorgullecerse de una población cuádruple
a la que había tenido al estallar la guerra.
El capital constituyó el problema más difícil. El propio Sur no tenía excedentes
y la política fiscal de los gobiernos no estaba destinada a inspirar confianza a los
inversionistas, fueses norteño o extranjero. Pero gradualmente el Sur atrajo y acumuló
dinero y el gobierno asigno millones a mejoras internas, los norteños compraron granjas
y plantaciones, y el capital norteño fue a parar a ferrocarriles, bosques, carbón y acero.
También gradualmente el Sur volvió al mercado mundial con sus exportaciones,
elevándose mediante sus recursos financieros.
En la década de los ochenta, el dinero fluía hacia el Sur desde el Norte y desde el
extranjero. Mucho de ello se destinó a la reconstrucción de los ferrocarriles. En los
cincuenta había comenzado una industria textil en Georgia y en Carolina del Sur. Pero
fue sólo en los setenta cuando el Sur seriamente desafió el monopolio de las hilanderías
de Nueva Inglaterra155. Los trabajadores de las hilanderías, eran en su gran mayoría de
la clase pobre blanca. En su mayoría mujeres y chicos entre las edades de 10 y 15 años,
que trabajaban un promedio de 70 horas semanales por un salario de cerca de tres
dólares. No había leyes que limitaran las horas de trabajo de las mujeres, y las leyes del
trabajo infantil no eran puestas en vigor156.
El nuevo Sur resultó receptivo a toda una variedad de industrias. Como la
manufactura textil, la industria del tabaco disfrutó de los bajos costes del transporte y la
mano de obra barata. A diferencia de los textiles, se centró en grandes ciudades y con
mano de obra negra. Dos circunstancias explican en mayor parte su enorme
prosperidad: el invento en 1880 una máquina que fabricaba cigarros (FIG. 66) obra de
James Bonsack (FIG. 67) y el genio organizador de James Buchanan Duke157 (FIG. 68).
También durante los ochenta, empezó a florecer la industria del carbón y del acero.
155
La proximidad de las materias primas y la energía del agua, la mano de obra y la libertad de todo
freno jurídico, los bajos impuestos y el rápido apoyo de la comunidad dieron ventaja a las hilanderías del
Sur.
156
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 423.
157
Habiendo comenzado de niño el joven Duke ascendió hasta ser el Rockefeller de la industria
tabacalera; convirtió su aldea nativa de Durham en la capital tabacalera del mundo y en 1890 fundó la
gigantesca American Tobacco Company.
59
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
La industrialización del Sur llevó consigo cambios de escena política. Los tres
que controlaban la vida política de Georgia, el general Alfred Colquitt (FIG. 69) el
general John Gordon (FIG. 70) y el general Joseph E. Brown (FIG. 71) estaban
profundamente comprometidos en promover los ferrocarriles, las manufacturas, los
bienes raíces y la especulación. Sin embargo pese tanto hablar de un “nuevo Sur”
persistían las pautas de antaño. El Sur de 1900 daba una producción menor del producto
total de las manufacturas del país que el Sur de 1860, librándose así de dos
concomitantes de la industria como son la urbanización y la inmigración. El Sur era
predominantemente rural y la población de los Estados sureños siguió casi
exclusivamente limitada a los naturales de allí. No obstante, el Sur estaba cambiando y
con el paso de los años el contraste entre el sueño del viejo Sur y la realidad del nuevo
se hizo cada vez más visible158.
14.4 Hierro y acero
El progreso de la civilización en los Estados Unidos desde la Guerra Civil hasta
la Gran Guerra fue sorprendente. Las obras del hombre, en los Estados Unidos de 1860
se constituían de madera y piedra, con un poco de ladrillo y de hierro; hacia 1920 se
habían convertido en una nación de hierro y acero. Los Estados Unidos se pusieron a la
cabeza de la manufactura de productos de hierro y acero en el mundo. Esta
transformación fue el resultado de la explotación de nuevos yacimiento de hierro, del
descubrimiento de nuevos procedimientos para convertirlo en acero, del concurso del
gobierno subsidiando la industria mediante tarifas aduanales prohibitivas y de la
formación de un grupo de especialistas con un genio específico para la organización y la
producción. A finales de los años 1840 se descubrieron yacimientos enormes al norte de
la península de Michigan y el año de la fiebre de oro de California. A mediados de la
década de 1880, Charlemagne Tower (FIG. 72) abrió la rica veta férrea de Vermillon e
hizo avanzar un ferrocarril desde Duluth. La cordillera de hierro de Mesabi, la mayor
productora del mundo, hizo posible la supremacía de la industria del acero
norteamericano durante medio siglo.
Tan fundamental como el descubrimiento de nuevos yacimientos fue la
invención de los procedimientos del horno a cielo abierto, y Bessermer159. Poco después
158
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 421-424.
159
El sistema Bessemer, consiste simplemente en hacer pasar una corriente de aire a través del mineral
fundido para extraer las impurezas. El procedimiento dio una ventaja incalculable a los fabricantes de
60
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
de la Guerra Civil, Abram Hewitt (FIG. 73) introdujo en el país el sistema SiemensMartin de cielo abierto y pronto fue clara la superioridad del acero que producía. En
1880 aun se producía diez veces más acero por el procedimiento Bessemer que por el
procedimiento de cielo abierto; pero para 1910 este último no solo produjo el doble de
tonelaje de superior calidad y en cantidades enormes, sino que además redujo el precio
de 300 a 35 dólares la tonelada. Finalmente la introducción de los hornos eléctricos hizo
posible la producción de acero duro al manganeso para automóviles y del acero llamado
rápido para utensilios. Para 1900 los hornos de los Estados Unidos producían tanto
acero como los de la Gran Bretaña y Alemania juntas. Un elemento importante en el
auge de la industria siderúrgica fueron los aranceles de aduana, que permitieron a los
productores norteamericanos competir victoriosamente con los de Inglaterra y Alemania
y amontonar ganancias fabulosas. Andrew Carnegie (FIG. 74) fue el más grande jefe de
la industria del hierro y el acero, y el arquitecto de la edad industrial160.
14.5 Trusts y monopolios
La organización de la United States Corporation llegó en el momento de la
culminación de un movimiento económico que estuvo en marcha durante una
generación. Nos referimos a la concentración de la industria y los transportes en grandes
unidades, concentración que tomaba varias formas como el pool, el trust, la corporación
o sociedad anónima y la compañía tenedora o holding.
Las ventajas de la concentración eran numerosas. Tendían a eliminar la
competencia y producir grandes economías en la fabricación, transporte, colocación de
los productos, administración y finanzas. Cuando la combinación era horizontal, por
ejemplo; de fabricas de caucho o de maquinas de escribir, era fácil dominar la
producción y los pecios. Si la combinación era vertical, como por ejemplo el control por
una compañía de todos los elementos relacionados con un producto: materias primas,
transportes, fabricación, venta y financiación, proporcionaba una potencia y una
independencia imposible de obtener en una industria aislada. En las industrias de acero
y del petróleo la unión era al mismo tiempo horizontal y vertical. El instrumento legal
acero norteamericano; solo era eficaz cuando el contenido fosfórico del mineral era muy bajo, cosa que
pasaba con una pequeña parte del mineral inglés y en cambio ocurría con casi todo el de la región del
lago superior.
160
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 421-426.
61
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
de este proceso fue la corporación o sociedad por acciones; la divulgación de las
corporaciones se produjo en los años que siguieron a la Guerra Civil.
La concentración de la industria se desarrolló rápidamente en los años
posteriores a la Guerra Civil, y llegó su clímax con el cambio del siglo. El movimiento
de los trusts creció a partir de la enconada competencia. Las compañías de ferrocarriles
rebajaron las tarifas de mercancías. La baja de los precios significo una prima a la
maquinaria que ahorrase mano de obra, a los nuevos procedimientos de fabricación y a
las grandes unidades de producción en masa. Los pools, es decir los acuerdos entre
caballeros, entre productores rivales o directores de ferrocarriles para mantener los
precios y distribuir su negocio o incluso repartir proporcionalmente los beneficios,
caracterizaron el periodo que siguió a 1872. En general resulto tal difícil mantener esos
monopolios que se llegó a definir el acuerdo entre caballeros como un acuerdo cuya
violación estaba asegurada.
Hacia 1880 los polls empezaron a ser sustituidos por los trusts. El trust fue
inventado por un abogado. Según el economista Eliot Jones, “puede decirse que existe
un trust cuando una persona, empresa o combinación posee o controla lo suficiente de
las fabricas que producen cierto articulo para poder fijar su precio, para todos fines
prácticos. Y en cierto modo la definición de trust del señor Dooley es más precisa. Dijo
Dooley:” un trust es algo a lo que se vende un fabricante honrado, trabajador y no
combinado”.
La Standard Oil Company no sólo fue el primer trust y como observa Allan
Nevins, “la más grande y rica organización industrial del mundo” también fue el más
característico y ofrece el ejemplo clásico de las ventajas y peligros de esta forma de
organización. En 1858 Edwin Drake, (FIG. 75) buscando a lo largo de Oil Creek,
hundió en el terreno una vara de unos 25 metros y encontró petróleo. En dos años,
decenas de miles de buscadores estaban excavando pozos a lo largo de las colinas y las
cabañas de aquella olvidada región. Cuando un buscador encontró petróleo en Pithole
Creek casi de la noche a la mañana brotó un poblado de cerca de 15 mil habitantes, con
hoteles, teatros, y salas de conciertos y de baile, cinco años después, el lugar estaba
desierto.
Los ferrocarriles se abrieron paso y los petróleos emprendedores hicieron llegar
oleoductos en miniatura hasta los ricos Allegheny donde se llenaban los barriles. En la
cercana Cleveland, un joven comerciante y comisionista observó el nacimiento de la
industria petrolera con astuta compresión. Dos años después era la mayor refinería de
62
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Cleveland. Con amplio apoyo, compró a los competidores más débiles y les obligo a
cerrar tratos; también hizo arreglos con los navieros, que lo colocaban en una situación
invulnerable y logró un virtual monopolio de los oleoductos del Este. En menos de una
década, era el amo del negocio petrolero de la nación161.
14.6 La reglamentación de los trusts
En los años 1880-1890 el público norteamericano empezó a reclamar una
reglamentación efectiva de los trusts; tal problema se complicaba seriamente por la
forma federal del gobierno. Las sociedades eran reguladas por los Estados y no por la
nación. La Constitución de muchos Estados contenía la prohibición general de los
monopolios; pero tales prohibiciones eran singularmente ineficientes, sobre todo desde
que las Cortes Federales empezaron a interpretar muy ampliamente la clausula de la
Constitución sobre el comercio interestatal y el artículo primero de la Enmienda
Decimocuarta. Una corporación registrada en un Estado tiene el derecho de hacer
negocios en todos los demás. De aquí que fuese fácil a las sociedades escapar a las
restricciones y limitaciones de las leyes estrictas de algunos Estados, como Nueva
Jersey, Virginia Occidental o Delaware. Para compensar las deficiencias el congreso
puso en vigor la ley Sherman.
Es difícil determinar que se proponía en concreto con esta ley. Se dijo entonces
que su propósito fue dar a las cortes federales jurisdicción de derecho común para
entender del delito de monopolio y conspiración contra la libertad. Sin embargo, estas
especificaciones no se encuentran en los preceptos de la ley ni tampoco define ella las
aceptaciones de trust, conspiración y monopolio. Al descargar la responsabilidad en los
tribunales, los legisladores eludieron el problema y durante una década fue
singularmente ineficiente. El gobierno se desentendió y las cortes entibiaron o anularon
la ley; sin embargo, la decepción de la ley antitrusts no debe ser adjudicada
exclusivamente al poder judicial. La ley Sherman sólo fue invocada siete veces por
Harrison ocho por Cleveland y tres por McKinley y todas fueron ineficaces. Tan solo
cuando la ley se aplicó a los sindicatos, obtuvo el gobierno una serie de victorias.
La falta de la maquinaria hizo brotar la sospecha de que todo el movimiento
antitrust era una impostura. En realidad, los norteamericanos se encontraban ante un
dilema. Por una parte, su tradición exaltaba el individualismo e idealizaba al empresario
161
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 427-430.
63
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
independiente, por otra parte, todas las fuerzas de la tecnología, que los norteamericanos
tan profundamente admiraban, parecían cantar las loas de la organización en gran
escala. Si el pueblo realmente hubiese deseado derribar a los trusts, habría podido
hacerlo fácilmente a base de impuestos162.
15. Trabajadores e Inmigrantes (1865 - 1920)
15.1 Los servidores de la máquina
Los beneficios de la mecanización de la industria resultaron en ventaja de la
sociedad en general. La máquina produjo enormes ahorros en los costos de fabricación,
pero sólo una pequeña parte de estos ahorros fue a parar a los trabajadores en forma de
salarios más altos, y la reducción de las horas de trabajo no sostuvo el ritmo de las
ganancias en productividad.
Al representar la maquina una gran parte de la inversión de capital, se consideró
necesario adaptar el trabajador a la máquina, y no la máquina al trabajador. Si la
eficiencia requería que las máquinas trabajaran durante 24 horas al día y los siete días
de la semana, se esperaba que los trabajadores se adaptaran a ello. Además, la
maquinaria constituía una carga de capital fijo que no se podía reducir. La introducción
de la maquinaria también resulto en el despido de obreros. Aunque la mayor parte acabó
por ser absorbida en otras industrias y compensó la pérdida de empleos en las fábricas
con el aumento de los puestos de escritorio y de servicios, el proceso causó serias
dificultades al patrono individual.
En donde más se sentía la diferencia entre el patrono individual y la sociedad era
en la menor facilidad para el obrero de discutir sobre las condiciones de trabajo. Para el
fundador, por ejemplo, era muy diferente llegar a un acuerdo con su patrono sobre
salarios y horas de trabajo a mediados del siglo XIX. Las grandes corporaciones podían
permitirse el lujo de sostener un conflicto durante meses, sostener luchas en los
tribunales con abogados bien pagados, comprar la prensa, y si era preciso, cerrar sus
fábricas y lanzar a los obreros al hambre hasta que se diesen por vencidos. A finales del
siglo XIX hubo dobles normas de moral social para el capital y para el trabajo. La
combinación de capital fue considerada en armonía con las leyes naturales: la
combinación del trabajo, como una conspiración. El gobierno tenía la obligación de
proteger los intereses de la empresa, pero la ayuda del gobierno era socialismo. Los
llamados a proteger los intereses del trabajo eran demagógicos.
162
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 430-432.
64
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Las empresas también se beneficiaron con la idea de sindicalización, pues en una
tierra de oportunidades iguales, no había ni habría nunca clases y cualquier hombre que
trabajara podía ascender mediante sus propios esfuerzos. En 1886 el banquero Henry
Clews identificaba la huelga con la traición. “Las huelgas pueden estar justificadas en
otros países, pero no en el nuestro”163.
15.2 El surgimiento del trabajo organizado
Los trabajadores norteamericanos no supieron formar un buen movimiento
sindical durante los años que siguieron a la Guerra Civil, en gran parte porque no
podían ponerse de acuerdo acerca de la naturaleza de la sociedad industrial. Durante
todo el siglo XIX y bien entrado el XX, discutieron si debían aceptar o rechazar el
capitalismo o buscar y organizarse sobre una base industrial en general, o sobre una
estrecha base artesanal, si habían de dar cabida a los trabajadores calificados o no, los
blancos a los negros. Dos enfoques rivales, unionismo reformista y sindicalismo. Los
reformistas rechazaban el sistema de fábricas y trataban de restaurar una sociedad que
supiera apreciar al artesano independiente. Para salvaguardar la igualdad de
oportunidades, combatieron las fuerzas del monopolio. Se consideraban a sí mismos
como miembros de una “clase productora”, que abarcaba tanto al amo como al
jornalero.
Sin embargo cuando se fundó la Union Nacional Tipográfica, algunos
trabajadores habían abandonado toda esperanza de liberarse del sistema de fábricas y
aceptaron su papel de jornaleros. En lugar de buscar métodos para ser sus propios
patronos, organizaron uniones para tratar con los patronos, cuyos intereses eran distintos
de los suyos. Al principio los reformistas tuvieron más partidarios, pero cuando el
sistema colonizó la ciudad llegó a parecer más apropiado.
En 1866, bajo la guía de William Sylvis los líderes laborales organizaron la
primera federación nacional del trabajo de los Estados Unidos: la National Labor Union,
la cual reflejaba la visión reformista, incluso ligas por el sufragio femenino. La National
Labor Union también se lanzó a la política; en 1872 patrocinó el primer partido laboral
del país, el Labor Reform Party.
Lo más importante de las primeras organizaciones obreras lo fue la Noble Orden
de los Caballeros del Trabajo (FIG. 89) fundada en 1869 por el sastre de Filadelfia
163
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 434-436.
65
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Uriah S. Stephens (FIG. 76), una tentativa de agrupar a los obreros norteamericanos en
una gran unión bajo control centralizado. Acogía a todos los obreros, hombres y
mujeres, blancos y negros, calificados y no calificados, obreros y capitalistas,
comerciantes y agricultores.
El crecimiento de los Caballeros del Trabajo fue simplemente fenomenal. Bajo
la dirección de un maquinista de Pennsylvania llamado Terence, la orden logró avances
espectaculares. La primera vez que se enfrentaron el capital y el trabajo en plena
igualdad, fue cuando el financiero neoyorquino Jay Gould conferenció con el ejecutivo
de los Caballeros y admitió sus reclamaciones. El prestigio de aquella victoria fue tan
grande que la orden tuvo 700 mil afiliados al año siguiente, un aumento de más de
medio millón de miembros en 14 meses.
El 3 de mayo la policía de Chicago mató e hirió a media docena de obreros. Al
día siguiente, cuando la policía estaba disolviendo un mitin alguien tiró una bomba en
medio de la multitud, matando a siete personas e hiriendo a más de 60. Al no encontrar
al autor material del atentado, el juez de la Corte Penal de Cook Country consideró que
los que habían incitado al atentado por la palabra o por los actos eran tan responsables
como el que cometió el hecho y en este supuesto el jurado consideró culpables de
asesinato a ocho anarquistas, uno de los cuales fue condenado a prisión perpetua y siete
a muerte. De estos siete uno se suicidó, cuatro fueron ejecutados y a los otros dos se les
conmutó la sentencia por la de prisión perpetua. Seis años más el gobernador John Peter
Altgeld indultó a los tres anarquistas que estaban cumpliendo sentencia de prisión
perpetua. Aun cuando no hay la menor duda sobre la inocencia de aquellos hombres.
Los caballeros del Trabajo no tenían ninguna responsabilidad en el asunto e
incluso habían intentado desligar a la Orden de la campaña por las ocho horas; pero la
repulsa popular los incluyó también y su influencia empezó a decrecer. Al finalizar la
década, el contingente de la Orden había bajado a unos 100 mil afiliados y después de
un breve y superficial flirteo con los populistas, los Caballeros dejaron prácticamente de
existir.
A medida que declinaba la Orden iba siendo ocupado por una nueva y más
vigorosa organización: la Federación Americana del Trabajo. Esta entidad, rechazaba
rotundamente la idea de una gran unión y volvía al principio de las uniones de obreros
calificados por oficios. Ambas organizaciones diferían también en otros aspectos: la
Federación Americana del Trabajo era práctica y oportunista, mientras que los
Caballeros habían representado un idealismo vago; la nueva organización renegaba de
66
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
la política y esgrimía las armas tradicionales de la huelga y el boicot. La Federación
aceptó desde un principio el capitalismo.
Para el fin del siglo, la Federación Americana del Trabajo podía mostrar medio
millón de miembros; para 1914, tenía dos millones. La Federación se oponía a crear un
partido laboral separado, y no deseaba dividir sus filas prestando su lealtad a uno de los
grandes partidos. En cambio, se valió de su poder para convencer a los legisladores de
que adoptaran demandas específicas y los juzgó en consecuencia. Se mantuvo fiel a una
línea sencilla: “Recompensa a tus amigos y castiga a tus enemigos”164.
15.3 Conflictos industriales
Habiéndose desviado el movimiento obrero hacia las mejoras en las condiciones
del trabajo, contestaron las empresas con el lockout o cierre de las fábricas por las
mismas empresas, las listas negras, la intervención judicial y el empleo de la guardia
nacional o de la policía particular. Resultado de ello fue un estado ininterrumpido de
conflictos industriales que estallaban violentamente.
La gran mayoría de las huelgas después de la década de 1870 fueron por horas
de trabajo o salarios. Todavía en 1910, tan sólo el 8 por ciento de los trabajos
industriales tenían la jornada de ocho horas, el acero tenía una jornada laboral de 12
horas, y una semana de siete días, horario que duró hasta 1923. En la industria textil, las
horas iban de 60 a 84 por semana, aun para mujeres y niños pequeños. Más aún, de
1880 a 1910 el trabajador no calificado ganó menos de 10 dólares por semana, y el
trabajador calificado rara vez más de 20, mientras que el pago de las mujeres iba de 3.93
dólares a 6.91 en San Francisco. Durante todo este periodo de 30 años, el ingreso medio
anual de la familia nunca pasó de 650 dólares o el de los trabajadores de las granjas de
400. Era una época en que con el crecimiento de las ciudades desaparecieron el huerto,
los árboles frutales, los gallineros y la vaca familiar.
El primer gran conflicto surgió en 1877, cuando los ferrocarriles de carga
anunciaron una rebaja de salarios del 10%. Sin organización adecuada, los ferroviarios
fueron a la huelga, la huelga generó casi en rebelión, las bajas se contaron por
decenas165. Solo en 1892 había de ver el país otro conflicto obrero tan amenazador. En
dicho año tuvo lugar la terrible huelga en las obras Homestead de la Compañía de Acero
164
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 436-440.
165
Un muro de fuego de cinco kilómetros destruyó todos los vagones del ferrocarril, incluso 160
locomotoras, y todos los edificios de los ferrocarriles, arrasando casi la ciudad.
67
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Carnegie que culminó en una batalla campal entre los huelguistas enfurecidos y una
legión de detectives de Pinkerton. Los obreros ganaron la sangrienta batalla. Dos años
más tarde el país fue conmovido nuevamente por una huelga, el resultado fue la
paralización de los transportes en todo el norte. Los desórdenes se generalizaron y la
situación se hizo explosiva, las empresas ferroviarias lograron captarse las simpatías del
presidente. Durante la huelga Pullman, Altgeld estuvo dispuesto a proteger la ley y el
orden con la milicia del Estado. La elocuente protesta contra una interferencia gratuita
del Gobierno y su reclamación para que se retirasen las tropas federales fueron
simplemente desoídas. La Suprema Corte de los Estados Unidos, apoyó al gobierno
declarando que aun en ausencia de ley escrita tenia facultades tácitas para remover todo
obstáculo que se opusieran al comercio interestatal. Mas el asunto no dejó de ser una
enseñanza para todos los que en él participaron. Debs, estudió el socialismo y con el
tiempo fue el organizador y jefe del partido socialista; los obreros aprendieron el
verdadero sentido de la Ley Sherman, los hombres de negocios quedaron informados de
las potencialidades de la intervención judicial en cuestiones de trabajo y el país en
general se enteró de una nueva interpretación de las facultades soberanas del Gobierno
federal.
No menos espectacular fue el conflicto de las minas de antracita de
Pennsylvania.
El joven John Mitchell (FIG. 77) fue elegido presidente de los
Trabajadores Mineros Unidos, en dos años reorganizó la unión, reclutó a los mineros de
antracita y obtuvo concesiones favorables de las compañías carboneras de la
Pennsylvania oriental. Fue en el curso de esta huelga cuando el presidente del ferrocarril
de Filadelfia anunció que “los derechos e intereses del trabajador serian protegidos no
por los agitadores sindicales, sino por los cristianos a quienes Dios, en su infinita
sabiduría, había confiado el control de la propiedad en el país”. La presión de la opinión
pública persuadieron a los propietarios para que transigiesen y la huelga terminó con
una señalada victoria de los mineros, con un aumento de prestigio de John Mitchell y
con un triunfo de la causa del arbitraje. La siguiente batalla entre los mineros
enfurecidos y los soldados sumió ciertas partes de Colorado en algo parecido a una
guerra civil, despertó la simpatía nacional a favor a los huelguistas, y a la larga condujo
a reformas trascendentales166.
166
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 440-443.
68
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
15.4 La legislación laboral y los tribunales
Hasta la década de 1930, el papel del gobierno federal era sumamente limitado.
Sin embargo, ya desde 1868 el Congreso había establecido un día laboral de ocho horas
en las obras públicas, y en 1892 un día de ocho horas para todos los empleados del
gobierno. En 1898, el Congreso aprobó la ley Erdman, que establecía el arbitraje de las
disputas laborales de los transportes. En 1908 la ley de Responsabilidades de los
Patronos también limitada a los empleos ferrocarriles. La ley de Marinos, de La Follete
dio a los marinos la autentica condición de hombres libres. En 1919 ambas leyes fueron
anuladas por el Tribunal.
En la mayoría de las Constituciones de los Estados está prohibido privar a las
personas de la libertad o de la propiedad sin el debido proceso de ley. Y como no puede
efectuarse ninguna reforma sin privar a alguien de algo que pueda considerar como una
libertad o un derecho de propiedad, pronto elaboraron la doctrina de un superior “poder
policiaco” de la XIV Enmienda. En realidad los jueces estaban convirtiendo en ley los
temores de que los estatutos laborales constituyeran “el primer paso hacia el
socialismo”.
En 1905 se produjo en la Suprema una vigorosa disensión cuando Holmes en
una decisión invalidó una ley de Nueva York que prescribía las horas de trabajo en las
panaderías. Sin embargo, no siempre prevalecieron los conservadores. Ya en 1898, la
Suprema Corte aceptó una ley de Utah que limitaba a ocho las horas de trabajo en las
minas. Una ley de Oregón que limitaba a 10 las horas de empleo para las mujeres.
Siguiendo precedentes australianos y británicos, 15 Estados, empezando por
Massachusetts aplicaron leyes y salarios mínimos para mujeres y niños. En ninguna otra
nación industrial en particular fueron tan grandes los avatares de la industria. En 1917,
los accidentes fatales en los establecimientos manufactureros llegaron a 11338. Los
estatutos requerían la instalación de medios de seguridad, así como inspección sanitaria
y de bomberos. Para lograr compensación a las victimas lesionadas o incapacitadas fue
necesario liberarse de las monstruosas doctrinas del “derecho común”, según las cuales
si el trabajador, había asumido voluntariamente los riesgos de su trabajo, si un accidente
resultaba de su propia negligencia o de la de un compañero, la compañía no era
responsable. Solo los Estados Unidos carecían de una legislación de compensación a los
trabajadores. El congreso establecía compensación a los trabajadores de los ferrocarriles
pero cuando en los Estados Unidos se aplicaron leyes similares, los tribunales las
declararon nulas. Solo cuando la Suprema Corte sostuvo la nueva ley de compensación
69
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
de Nueva York pudieron los Estados seguir adelante. Los países avanzados de Europa
tenían programas de pensión de desempleo o de vejez, pero también en esto se habían
quedado atrás los Estados Unidos167.
15.5 Una nación de naciones
La perturbadora revolución agrícola de Europa, la persistente pobreza de los
campesinos, los recurrentes malos tiempos para los obreros, la guerra y la constante
amenaza del servicio militar para los jóvenes, la opresión política, la persecución
religiosa, un sistema de clases que cerraba la puerta de la oportunidad a las grandes
masas de los pobres y negaba la educación a sus hijos: éstos fueron 200 años los
principales motivos de emigración de 40 millones de europeos a los Estados Unidos. En
cuanto a la atracción de América, eso puede explicarse más fácilmente. Tierras abiertas,
trabajo para casi todos los que quisieran laborar, un nivel de vida más alto para la gente
ordinaria, libertad religiosa, democracia política, mayor igualdad social y una segunda
oportunidad para los jóvenes.
Después de un siglo y medio de colonización y de un aumento natural, la
población de las colonias inglesas en América apenas pasaba los dos millones; cada
década presenció una inmigración lo bastante grande para remplazar a toda esta
población. De los 35 millones que emigraron a los Estados Unidos, el mayor número
procedía del Reino Unido, Alemania envió aproximadamente seis millones, Canadá
cerca de tres millones. El mayor número de inmigrantes de Europa llegó en la
generación que siguió inmediatamente a la Guerra Civil.
Mientras que la “antigua” inmigración era predominantemente protestante, los
recién llegados eran en su mayor parte católico, ortodoxo griego o judío. En suma, los
Estados Unidos se habían vuelto un país mucho más heterogéneo. En su mayoría eran
demasiado pobres para comprar una granja o para invertir en la maquinaria y equipo
necesarios para la agricultura moderna. Para muchos, la inmigración a los Estados
Unidos fue su “desplazamiento urbano”. En 1930 tres cuartos de los nacidos en el
extranjero vivían en ciudades y poblados.
Los inmigrantes del sur y del este de Europa se volvieron trabajadores no
calificados en las minas, las fábricas o en los ferrocarriles. Los judíos se concentraron
en la vente de ropas, los finlandeses en la minera, los portugueses en las hilanderías.
167
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 443-446.
70
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Los Estados Unidos mostraron actitudes contradictorias hacia la asimilación de
estos millones de inmigrantes. La esperanza predominante era que el recién llegado,
fuese cual fuese su lugar de origen, se amoldaría a las pautas anglosajonas de
comportamiento y respetaría las instituciones transportadas de las Islas Británicas al
Nuevo Mundo168.
15.6 Colocando las barreras
Muchos norteamericanos adoptaron una actitud hostil hacia los recién llegados y
exigieron que la inmigración se limitara o se le pusiera fin. El descubrimiento de oro y
la consecuente demanda de mano de obra barata, habían llevado por primera vez chinos
a California.
Para fines de los setenta, había casi 150 mil chinos, tan solo en California. Sus
bajos niveles de vida, largas horas de trabajo y sociabilidad constituían, según se dijo,
una serie amenaza para la mano de obra del país. Al mismo tiempo, provocaron
prejuicios raciales por su exótica apariencia, costumbres, religión y lenguaje y por su
obvia intención de volver a China con sus ahorros. Como resultado, se desarrolló en los
setenta un movimientos antichinos que culminó en una legislación discriminatoria. En
respuesta a esta demanda, el Congreso en 1882 aprobó una ley que excluía a los
trabajadores chinos durante un periodo de 10 años, prohibición que fue extendida hasta
1890 y nuevamente en 1902, hasta que se hizo permanente. Para entonces, la costa
oriental estaba exigiendo que la política de exclusión se extendiera a los japoneses. Para
evitar una crisis internacional se llegó a un “acuerdo de caballeros” con el gobierno
japonés, por el cual se comprometió a continuar la política de desalentar la emigración
de sus súbditos de las clases laboriosas a los Estados Unidos continentales.
Metido ya en la política de reglamentación, el Congreso hubo de elegir entre una
serie de alternativas. La primera ley general sobre inmigración, de 1882, se basaba en la
teoría de la selección, fijaba un impuesto de cincuenta centavos sobre cada inmigrante
admitido y excluía a los criminales, los idiotas, y las personas que pudiesen ser una
carga pública. En términos generales estas leyes excluían a enfermos, indigentes,
polígamos, prostitutas, anarquistas, alcohólicos y, por la ley de 1917, a personas con un
complejo constitutivo de inferioridad.
168
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 447-451.
71
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
La política protegía a la población contra la invasión de elementos indeseables,
pero no constituyó una respuesta a la demanda de que se redujera el número de
inmigrantes, no admitiéndose más que a los mejores. La agitación provino de tres
grupos dispares. El primero y más poderoso fue el del trabajo organizado. En segundo
lugar, los reformadores sociales, que habían llegado a la conclusión de que no podían
resolverse los problemas de los barrios bajos, la salud pública y la explotación de los
pobres mientras siguieran llegando inmigrantes pobres e ignorantes a las grandes
ciudades. En tercer lugar estaban los tradicionalistas, engañados por la doctrina de la
supremacía nórdica.
Sin embargo en 1917 se aprobó una ley donde según sus términos, ningún
extranjero de más de 16 años de edad que no pudiera leer en inglés o en ninguna otra
lengua debería ser admitido en los Estados Unidos. La ley también limitó severamente
el número total que podía admitirse en cualquier año169.
16. El paso de las fronteras (1865 - 1890)
16.1 El último Oeste
La vitalidad y la energía del pueblo norteamericano quedan perfectamente
reflejadas en los años de la posguerra, en el episodio de la conquista del Oeste. La
generación siguiente a la guerra civil presenció el más intenso movimiento de población
de nuestra historia. Asistimos al aumento del área colonizada, el rápido desarrollo social
y económico, la subyugación del indio, la ascensión y el ocaso del imperio de los
minerales y del reino del ganado y la aparición de nuevos tipos de agricultura todo ellos
articulado con la geografía y el clima de las mesetas y de las montañas rocosas.
El más importante de estos acontecimientos fue la conquista de las grandes
llanuras que se extienden desde la longitud 98 hasta las Montañas Rocosas y desde
Texas a la frontera canadiense. Este territorio comprendía una quinta parte de los
Estados Unidos, que había opuesto una barrera a la colonización 170. La frontera móvil
había alcanzado el borde de la llanura pero en vez de continuar avanzando hacia el oeste
la frontera salto hasta la costa del océano Pacífico. Durante años la región estuvo
prácticamente inhabitada salvo por los indios y los mormones; hasta la década de 1870-
169
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 451-453.
170
Palacios Bañuelos, Luis, Manual de Historia Contemporánea Universal, Paracuellos del Jarama,
Madrid, Dilex, 2003 – 2006, pp. 370-371.
72
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
1880 no empezaron los colonos a invadir el llano y la montaña. Fue un proceso
continuo y en 1890, la frontera había desaparecido171.
Allí, encontramos un inmenso mar de hierba con escasos árboles, con pocas
corrientes navegables y con precipitaciones rara vez suficiente para la agricultura. Los
pioneros trataron de aplicar allí la experiencia que habían obtenido y las herramientas
que habían creado en el este boscoso, pero fracasaron. Antes de que los colonos blancos
pudieran establecerse permanentemente fueron necesarios cuatro cosas: la supresión de
los indios, nuevos métodos de agricultura, un sustituto del tradicional cercado de
madera y transportes para llevar las cosechas al mercado. El ejército y la destrucción de
los búfalos acabaron con los indios. El alambre de púas resolvió el problema de la cerca
y la agricultura de secano y el riego solucionaron las deficiencias de la agricultura.
Mientras tanto el ferrocarril ofreció el transporte. Por último mencionar que la
modificación no solo fue de herramientas y métodos, sino de las actitudes sociales,
conceptos económicos e instituciones políticas y legales172.
16.2 La Clave del ferrocarril
Durante casi 50 años después de la Guerra Civil, el ferrocarril domino la
industria y la política. En 1865 había más de 50 mil kilómetros de vías para ferrocarriles
de vapor, prácticamente todo al este del Missisipi. Tan solo ocho años después el país
duplico su red ferroviaria y en 1900, estados unidos tenía una red ferroviaria más
extensa que toda Europa173. La expansión ferroviaria afecto a la vida norteamericana.
Allano el camino a los grandes negocios y las altas finanzas, ayudo a corromper
políticos e hizo nacer problemas de derecho y política. Inmediatamente después de la
guerra se produjeron progresos mecánicos174 que permitieron transformar la primitiva
hilera de cajones sobre ruedas en el tres moderno e hicieron posible las grandes
velocidades175.
En 1862, Lincoln firmó el Primer proyecto de Ley de Ferrocarril del Pacífico. El
proyecto proveía la construcción por dos sociedades: La Union Pacific y el Centro
Pacific. La construcción se enfrento a obstáculos como la constante lucha contra las
171
C.P. Hill, A History of the United States, Edward Arnol, 1974, London pp. 134-136.
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 485-486.
173
Palacios Bañuelos, Luis, Manual de Historia Contemporánea Universal, Paracuellos del Jarama,
Madrid, Dilex, 2003 – 2006, p. 176.
174
Como la locomotora de carbón, el enganche de seguridad y los frenos neumáticos.
175
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 486.
172
73
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
tormentas de las montañas, el calor del desierto y con los indios. La superación de estos
obstáculos hay que agradecérselo no solo a la tenacidad de ingenieros y empresarios
sino también al valor y abnegación de miles de obreros (ex soldados, inmigrantes
irlandeses y coolies chinos)176. Ambas vías férreas se terminaron en tiempo record y en
pocos años el congreso concedió otras tres líneas. Los ferrocarriles transcontinentales
alteraron las pautas de población en el Oeste y las zonas despobladas de las montañas
recosas y las planicies sufrieron un cambio radical. El ferrocarril puso anuncios para los
inmigrantes en los estados del este de Europa y los transporto a precios muy bajos y les
vendió las tierras a precios más bajos aún177. Muchos pobladores tomaron posesión de
un derecho de hogar libre, ahorraron sus salarios para comprar equipos de granja y un
par de caballos, construyeron una cabaña y se volvieron colonos permanentes. Las
terminales y puntos orientales de empalme de estas líneas se convirtieron en ciudades
metropolitanas178.
16.3 La barrera india
Los indios de las grandes llanuras y de las montañas rocosas ofrecían un
obstáculo formidable contra el establecimiento de blancos. los más fuertes y guerreros
de las tribus eran: los sioux, los pies negros, los crow, los cheyenne y los arapahoe en el
norte; los comanches, los kiowa, los ute y los cheyenne, los apaches y los arapahoe del
sur. Eran jinetes veloces, admirablemente armados y que vivían de los millones de
búfalos que vagaban en libertad179.
Lo ocurrido con los indios en California tras la fiebre del oro, fue profético de lo
que pasaría en el resto del Oeste. Fueron despojados de la tierra de sus antepasados y
careciendo de derechos y lugar alguno al que poder emigrar no les quedo más salida que
vagabundear, robar o perecer. La penetración de los mineros en la montaña, la
construcción de los ferrocarriles, la invasión de las praderas por los ganaderos, la
destrucción insensata de los búfalos, el perfeccionamiento del revólver de repetición y
la difusión de la viruela y de enfermedades venéreas terminaron acabando con la
176
Ver anexo de textos: Texto 5. El Milagro del ferrocarril.
Como ejemplo importante encontramos la colonización por parte de diez mil menonitas alemanes
que llevaron consigo la religión, la industria, y el trigo pavo rojo.
178
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 486-489.
179
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 489.
177
74
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
población india. Este episodio trata la triste historia de una guerra bárbara llena de
promesas y pactos rotos, de odio y egoísmo y de corrupción180.
Hasta el año 1861, los indios habían sido relativamente pacíficos pero es en este
año cuando ven sus terrenos de caza invadidos por frenéticos y crueles mineros que
llegaban en millares. A esto hemos de añadir la llegada de colonizadores blancos y el
trato poco satisfactorio que les daba el gobierno. En 1862 los sioux de Dakota, pasaron a
la ofensiva y devastaron la frontera de Minnesota y mataron o tomaron prisionero
incluso a mujeres y niños. La represalia fue inmediata y terrible y recayó sobre
culpables e inocentes y durante los siguientes veinticinco años las hostilidades fueron
constantes. Cabe destacar como foco importante de resistencia a los sioux bajo las
órdenes de Toro Sentado (FIG. 78) y Caballo Loco y a los apaches liderados por
Jerónimo.
La autoridad en los asuntos indios se dividió entre el departamento de guerra y el
del interior. Ambos vacilaron, uno no estuvo a la altura de las obligaciones y el otro no
protegió a los indios en sus reservas de las agresiones. Mediante engaños, fraudes y
triquiñuelas grandes zonas de tierras indias fueron adquiridas por tratado o por ventas
fraudulentas. Los hombres de la frontera creían que el único indio bueno era el indio
muerto, sin embargo los de Este tenían una actitud distinta. En 1887, el congreso adopto
la ley Dawes181 pero a pesar de todo, las injusticias cometidas hacia el pueblo indio no
terminaron nunca. Incluso en la actualidad siguen siendo un sector de población
marginado182.
16.4 La frontera minera
El vasto territorio entre el Missouri y el Pacífico había sido cruzado por
emigrantes, pero fueron los mineros los que revelaron a la nación la riqueza y las
posibilidades del país. En 1849, la codicia del oro atrajo a California un alud de mineros
que formaron un núcleo de población permanente. El proceso se repitió una y otra vez
en lugares como, Colorado, Nevada, Arizona, Idaho, Montana y Wyoming entre 1860 y
1870. En todos los casos el metal precioso fue el imán que atrajo a los primeros
180
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 489-490.
181
Ley de posesión privativa que fijo la política para con los indios e intentó enseñar a los indios las
practicas de la agricultura y la vida social. También establecían la disolución de las tribus como entidades
legales y la división de las tierras tribales entre miembros individuales.
182
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 490-492.
75
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
colonizadores. Cuando las riquezas se extinguían, la población minera se retiraba y su
lugar era ocupado por granjeros y rancheros que con la ayuda de los ferrocarriles y del
gobierno establecieron la explotación permanente del territorio183.
En 1859 el descubrimiento de oro en las estribaciones de las Montañas Rocosas
permitió el nacimiento de ciudades como Denver y Colorado de la noche a la mañana.
En Sierra Nevada se encontró una de las vetas de plata más ricas del mundo y en tan
solo un año surgieron en el vasto desierto bulliciosas poblaciones como Virginia.
Nevada fue el ejemplo más típico de la comunidad minera, una sociedad completa y
dependiente de la riqueza metálica184. El cambio de minería de lavado a la más eficiente
minería de cuarzo requirió de capital de fuera y los mineros se volvieron trabajadores
jornaleros y las ganancias fueron para los accionistas dispersos por los Estados Unidos y
Europa. En Idaho el oro se descubrió en 1860 y poco después también se encontró oro
al este de la Divisoria Continental. La última fiebre del oro pertenece tanto a Canadá
como a Estados Unidos ya que se descubrió una veta cerca del largo Klondike en
Alaska. Este episodio constituyo el principio de la Alaska moderna185.
En muchos lugares la vida del reino minero fue corta y marcada por la violencia
y en algunos enclaves fue necesario restaurar la ley y el orden186. Sin embargo sería un
error imaginar los campos mineros como nidos de forajidos y aunque en principio había
pocas de las instituciones que podíamos encontrar en el este (iglesias, escuelas,
periódicos, teatros, etc.), se apresuraron a establecer tales instituciones en cuanto
podían. Mostraron gran ingenio al desarrollar un sistema jurídico apropiado a sus
circunstancias y acabaron por ser reconocidos en los tribunales norteamericanos187.
16.5 El reino ganadero
Una de las mudanzas más dramáticas del Oeste fue la sustitución de millones de
búfalos que poblaban las Grandes Llanuras por ganado; y la de los indios, por los
vaqueros (cowboys) y por los reyes del ganado. El territorio situado entre el Missouri y
las Rocosas, aproximadamente la cuarta parte de los Estados Unidos, fue el reino del
183
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 493.
184
Ray Allen Billington, Westward Expansion: A History of the American Frontier, The Macmillan
Company, 1967, New York pp. 617-622.
185
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 494.
186
Ver anexo de textos: Texto 6. La vida en las ciudades mineras.
187
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 494-495.
76
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
ganado donde millones de cabezas de ganado188 engordaban con los abundantes pastos.
El desarrollo de la industria se debió a factores como la eliminación del peligro indio y
del búfalo, la apertura de los dominios públicos después de la Guerra Civil, la
ampliación de los ferrocarriles, el creciente consumo de carne, la invención del
transporte refrigerado y la formación de grandes centros empacadores y de mercados
mundiales189.
Caso especial es el de Wyoming, donde los ganaderos se apoderaron de la
mayor parte de tierras comunales y de tierras indias. Las grandes compañías gobernaban
a su antojo y durante unos veinte años fueron el gobierno de hecho del territorio
imponiendo leyes y reglamentos. Mediante el fraude, la intimidación y la violencia, se
intentó convertir a Wyoming en territorio reservado para los rancheros. Esto es un claro
ejemplo del poder e importancia que tomaron los vaqueros durante esta época190.
La amenaza más peligrosa de este reino fueron los pastores de ovejas. Las ovejas
podían pastar libremente en las tierras, los costos en mano de obra eran insignificantes y
la lana era cada vez más valiosa. Los ganaderos convencidos de que las ovejas
arruinaban los pastos declararon la guerra y rancheros y pastores se aniquilaron unos a
otros triunfando los primeros. El auge ganadero llego a su clímax en 1885. Sin embargo
la aparición de enfermedades del ganado, la promulgación de leyes contrarias, la baja de
los precios, la destrucción de los pastos por el pastoreo y sobre todo el ya mencionado
enfrentamiento con los pastores, presagiaron el declinar del reino ganadero191. El rancho
ganadero finalmente remplazó a los espacios abiertos y el cowboy ahora era empleado
de un rancho192.
16.6 La desaparición de la frontera
El salvaje oeste cayó bajo la presión de los granjeros que invadieron sus altas
planicies y valles montañosos. Durante la incertidumbre de la Guerra Civil,
especialmente en los estados limítrofes, muchos marcharon a probar suerte en las
nuevas regiones. Los bajos costos de las tierras de los ferrocarriles y las grandes
recompensas de la granja resultaron un imán irresistible. El fin de la guerra trajo
188
Destacan los longhorns de Texas (FIG. 79), toros de pura sangre de Hereford y novillos de Wyoming.
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 495-496.
190
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 496-498.
191
C.P. Hill, A History of the United States, Edward Arnol, 1974, London pp. 138-139.
192
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 496-499.
189
77
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
consigo un enorme aceleramiento de este movimiento; un millón de soldados se
reincorporaron a la vida civil y llegaron inmigrantes, sobre todo de la Europa
septentrional. Los ferrocarriles además de ofrecer el transporte, aseguraba los mercados
y fueron activos agentes colonizadores193.
Pero no era bastante proporcionar tierras y medios de transporte, también era
necesario superar los obstáculos naturales que la agricultura encontraba en las llanuras
semiáridas. Para proteger las cosechas, no hubo más remedio que cercar las fincas. La
importancia del alambre de púas para la explotación de las Grandes Llanuras puede
compararse al de la máquina desmotadora en el desarrollo de la industria algodonera en
el Sur. Por otro lado, el riego prometió solucionar el problema del agua. Los indios
estaban familiarizados con el riego y los mormones rehabilitaron miles de hectáreas de
tierra árida por este método. El gobierno entregó a los Estados del Oeste millones de
hectáreas de tierras públicas para ser puestas en cultivo mediante el riego. Más
eficientes que el riego fueron los pozos, los molinos de vientos y la práctica del cultivo
de secano. Las perforaciones alcanzaban aguas subterráneas que eran sacadas a la
superficie en largos cilindros de metal accionados por molinos de viento. Mientras tanto
el cultivo de secano hizo posible extender gradualmente el cultivo de cereales.
Como resultado de todos estos factores, tenemos que la colonización final del
Oeste se realizó con una rapidez sin precedentes y en tan solo veinte años la población
de Nebraska se octuplicó, la de Washington creció catorce veces y la de Dakota
cuarenta. Todo ello produjo la desaparición de la frontera. Los campamentos del oeste
continuaron creciendo incluso en años posteriores a 1890194.
16.7 Organización política
En 1860, algo más de un tercio del área de los Estados Unidos estaba dividido en
territorios bajo la autoridad del gobierno federal. De Minesota a Oregon, de Texas a la
frontera canadiense no había Estados. Sin embargo en menos de una generación toda
esta región se organizó políticamente y su mayor parte quedó incluida en Estados. Los
ferrocarriles transcontinentales resultaron decisivos para la formación de estados en el
oeste ya que llevaron a los territorios una permanente población de granjeros y una
sólida base económica.
193
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 499-502.
194
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 500-502.
78
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
En un principio se les negó la condición de Estado por diferencias políticas en el
Congreso, en el Este había temor al radicalismo del Oeste. Aquí empezó un
desvergonzado juego en el que ambos partidos se enajenaron la confianza de estos
territorios occidentales mediante el populismo. Este bloqueo termino en 1888 con la
elección de Harrison y un gobierno todo de republicanos. Ambos partidos y ambas
Cámaras hicieron esfuerzos por atribuirse el crédito de la iniciativa en la admisión de
los Estados occidentales195.
La llamada Ley Omnibus, en 1889, estatuyó la admisión de la Dakota del Norte
y la del Sur, Montana y Washington. Para Wyoming e Idaho se reunieron convenciones
y meses más tarde ambas fueron admitidas por un Congreso republicano. La admisión
de estos seis estados supuso la creación de un sólido grupo de Estados que se extendían
desde el Atlántico hasta el Pacífico. Estados como Utah, Nuevo México, Unión Arizona
u Oklahoma fueron admitidos en años posteriores.
Así terminó un proceso inaugurado en 1787. Los Estados Unidos aumentaron de
13 a 48 estados. Texas entró como república independiente, Maine y la Virginia
occidental fueron separados de otros estados, Vermont y Kentucky fueron admitidos sin
previa organización territorial; pero todos los demás, después de pasar la etapa
territorial, fueron admitidos como Estados de la Unión en pie de igualdad. Así fue el
más grande experimento de los tiempos modernos en política y administración
colonial196.
17. La política del centro (1877 - 1890)
17.1 Máscaras en un desfile
No hay capítulo en la historia política norteamericana más aburrido que el que
relata los gobiernos de Hayes, Garfield, Arthur, Cleveland y Harrison. Los problemas
de la Guerra Civil habían muerto y la política nacional se volvió una lucha por el poder
entre partidos rivales y una lucha por el tráfico entre ferrocarriles rivales. A primera
vista parece una época de supremacía republicana. Los republicanos surgieron de la
guerra como el partido de la Unión, mientras que los demócratas fueron acusados de
secesión y aun de traición. El Gran Ejército de la República movilizó el voto de los
viejos soldados en pro de los republicanos. El baluarte de dicho partido era Nueva
Inglaterra, un sector rural y protestante por lo que en esta zona el partido se inclinó
195
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 503.
196
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 504.
79
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
hacia la templanza, el chauvinismo y el anticatolicismo. Los republicanos obtuvieron la
alianza de los votantes negros pero algunos líderes deseaban valerse de la fuerza federal
para proteger el derecho del liberto a votar, fuese por solicitud al negro o para triunfar
en los comicios. Sin embargo otros trataron de crear un partido republicano blanco en el
sur asunto que se vio favorecido por industriales norteños que esperaban encontrar
aliados en el sur. A pesar de todo, ninguna de las estrategias logró quebrantar el poder
demócrata en el sur. Cabe decir que en Nueva Inglaterra y en el viejo oeste era común
que el Partido Demócrata fuera considerado una organización casi ilegítima197.
Pese a estas desventajas, los demócratas demostraron impresionante fuerza en
gran parte porque era un partido menos seccional. Poderoso no sólo en el sur sino en los
estados limítrofes y en el cinturón sureño de la emigración hacia el Medio Oeste e
incluso pudieron capitalizar su popularidad en algunas ciudades del norte. Los
demócratas obtuvieron el apoyo de la mayoría de los católicos irlandeses, mientras los
republicanos reclutaban a los enemigos naturales de los irlandeses, especialmente los
inmigrantes británicos y francocanadienses.
Para 1874, los dos partidos habían llegado a un equilibrio y durante las dos
décadas siguientes cada elección mostraba ventajas de muy pocos votos. Los partidos
eran casi iguales y es por ello que los líderes políticos se apresuraron a introducir
perturbadoras cuestiones nuevas198. Durante todo este periodo, el electorado jugó al
juego de la gallina ciega pues ningún asunto importante dividió a los dos partidos199.
17.2 Comienzos de reforma
En esta época de política generalmente incolora, un grupo trató de introducir
reformas: los disidentes patricios200 que propugnaban un sistema de servicio civil y que
estaban convencidos de que las esperanzas de la república estaban en la conquista del
servicio civil por una élite bien educada y se oponían a los monopolios de los negocios
y los sindicatos. En su mayoría eran republicanos pero que habían abandonado el
197
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 505-506.
198
En el sur los demócratas agitaron la cuestión racial y abrieron ciertos debates sobre cuestiones
económicas. En el norte, los republicanos mantenían vivos los recuerdos de la Guerra Civil para distraer
la atención de las dificultades económicas que podían escindir su partido.
199
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 506-508.
200
Eran miembros de la antigua aristocracia que habían sido desplazados por lo nuevos ricos industriales
y por lo tanto aborrecían la industrialización de los Estados Unidos. Estos benignos reformadores
trataban de emular a los miembros del Parlamento inglés y se sintieron decepcionados de que los
Estados Unidos no les otorgaran el mismo reconocimiento.
80
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
partido y no volvieron a él hasta 1876 cuando consideraron aceptable al elegido
republicano Hayes201.
Como presidente, Hayes (FIG. 80), tuvo serias desventajas en sus esfuerzos por
llevar a cabo medidas constructivas, no solo se le oponían los demócratas sino muchos
de su propio partido. Se dispuso a limpiar su partido de la corrupción y claro ejemplo
de esto fue la expulsión de los mandatarios de la aduana de Nueva York que supuso una
cuestión de gran envergadura. Por otro lado, al problema social planteado por la gran
huelga de 1877, no le encontró otra solución que aplastar el movimiento con la ayuda de
las tropas federales. A todo esto hemos de añadir que no prestó atención a los problemas
de los abusos ferroviarios, de los trusts y de los fraudes y agrarios y todo ello acabó en
una administración ampliamente negativa202.
Al aproximarse la elección de 1880, los republicanos fieles que habían sostenido
en trono de Grant, propusieron al general para un tercer mandato pero su nominación
fue bloqueada y el candidato fue el general Garfield (FIG. 81) que cuatro meses después
de su investidura como presidente fue asesinado por un postulante decepcionado que
confesó haber matado al presidente para remplazarlo por un dirigente faccional. Tras
esto el cargo cayó sobre el vicepresidente Arthur (FIG. 82). En 1883, al aprobar la ley
Pendleton, el Congreso dio voz a las demandas de los reformadores, las protestas de los
importadores y la indignación pública. Dicha ley creó una comisión del Servicio Civil
que administraría el nuevo conjunto de normas que requerían que las nominaciones se
hicieran como resultado de exámenes abiertos por oposición. Otro cambio que se
produjo con Arthur fue el hecho de cambiar la decrépita marina estadounidense creando
así una nueva época para la marina del país203.
17.3 Los gobiernos de Cleveland y de Harrison
La plácida administración de Arthur empalmó con la campaña presidencial más
apasionada desde la Guerra Civil. Los republicanos volvieron sus ojos al magnético
Blaine y los demócratas postularon a Cleveland (FIG. 83) que como alcalde y
gobernador se había distinguido por su energía e integridad. A medida que se
desarrollaba la campaña se hizo más ruidosa y desagradable. Se acusaba a Cleveland de
201
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 508-509.
202
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 509.
203
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 509-513.
81
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
tener un hijo ilegítimo entre otros reproches de los que fueron lanzados por ambos
bandos. Nueva York era el Estado decisivo y Cleveland contaba allí con numerosos
partidarios que acabaron dándole la presidencia.
Cleveland era un hombre austero, indomable y brusco pero que carecía de
comprensión de los problemas de los granjeros y los obreros en las ciudades. La actitud
del presidente queda ejemplificada por su veto del proyecto de ley de semillas de Texas
que había sido víctima de una grave sequía. Sin embargo tuvo bastante valor para
desafiar a los grupos privilegiados y a los que tenían al gobierno bajo presión para
utilizarlo con fines egoístas. Durante su mandato Cleveland consiguió su propósito de
elevar la cuestión de las tarifas a nivel nacional y postulando a su propio partido como
defensor de la reforma arancelaria. En 1888, los demócratas volvieron a postular a
Cleveland y los republicanos eligieron al futuro presidente Harrison (FIG. 84) en una
campaña que se caracterizó por la consideración de los votos étnicos y donde Nueva
York fue una vez más el Estado decisivo204.
17.4 El gobierno y los ferrocarriles
En un momento en que los ferrocarriles eran considerados una bendición, y sus
promotores como benefactores públicos, el gobierno federal los ayudó con una
generosidad que las generaciones posteriores consideraron excesiva. El Congreso dio
tierras, préstamos, subsidios y exención de tarifas a los ferrocarriles. En total el
gobierno federal dio a los ferrocarriles 53 millones de hectáreas y este a cambio recibió
sustanciales beneficios. Les pidió a los ferrocarriles que llevaran el correo del gobierno
a precio reducido y que llevaran personal militar y abastos con precios inferiores. Todo
esto ocurría porque en muchas zonas el subsidio estatal era la única manera de que se
construyeran los ferrocarriles. Sin embargo dadas todas las trampas y fraudes
cometidos, muchos norteamericanos estaban más indignados ante la corrupción que
impresionados por el fenómeno de los ferrocarriles205.
Pocos años después de su llegada, los granjeros del oeste, a pesar de haber
recibido al ferrocarril con los brazos abiertos, lo culparon de las malas épocas. Su
principal quejan eran las altas tarifas ante lo que los señores de los ferrocarriles se
excusaban en los altos costos de construcción. También había agudas y persistentes
204
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 513-517.
205
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 517.
82
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
quejas contra otros abusos como la unión de empresas ferroviarias que eliminaban la
competencia en grandes regiones fijando precios y dividiéndose las ganancias. Otras
quejas eran el domino de los ferrocarriles de los grandes elevadores de grano, el poder
que tenían sobre el precio de la carne al ser propietarios de los patios de la Unión y las
actividades corrompidas que llevaban a cabo en la política206.
Un movimiento para combatir estos abusos cobró fuerza durante la deflación de
la postguerra y el pánico de 1873 y cuyo epicentro estuvo en el Medio Oeste. Gracias a
este movimiento se aprobaron una serie de leyes para corregir abusos y prevenir la
discriminación y extorsión injusta en las tasas de la tarifa de carga y de pasajeros. De
acuerdo con esto, la legislatura prohibió la discriminación, estableció una tasa máxima y
creó una comisión de ferrocarriles. En pocos años, los ferrocarriles fueron dependientes
de una masa de legislación restrictiva. Se anunciaron tres grandes principios que más
tarde cuando la Corte se hizo más conservadora, fueron debidamente modificados 207. La
Ley del Comercio Interestatal de 1887, entre otras acciones, estableció la primera junta
administrativa permanente del gobierno federal: la Comisión de Comercio Interestatal,
para aplicar la ley y que supuso una victoria para el pueblo y que fue apoya por los
ferrocarriles208.
18. El campesino en pie de guerra (1860 - 1897)
18.1 La revolución agrícola
Aún cuando la fabricación avanza a pasos de gigante, la agricultura siguió
siendo la industria básica, ocupando el mayor número de brazos. La agricultura va sufrir
una revolución209 que dejó al campesino expuesto a las vicisitudes de la economía
industrial y del mercado mundial e introdujo un gran aumento de la productividad. Con
la apertura de las Altas Planicies y del Oeste, el rápido crecimiento de los mercados
mundiales, y la repercusión de la nueva maquinaria la granja promedio dejó de ser una
unidad autosuficiente donde una familia cosechaba casi todo lo que necesitaban y se
206
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 517-519.
207
Ray Allen Billington, Westward Expansion: A History of the American Frontier, The Macmillan
Company, 1967, New York pp. 635-642.
208
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 516-522.
209
Revolución producida por la expansión del dominio agrícola, la aplicación de la maquinaria y de la
ciencia, el uso de modernos medios de transportes que permitían la intervención del producto en
mercados mundiales y la intervención del gobierno.
83
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
convirtió en un engranaje del sistema industrial210. Sin embargo la agricultura
norteamericana siguió siendo extensiva, no intensiva, despojando a la tierra de su
fertilidad y dejándola desolada. Cuando el gobierno y los gobiernos comprendieron la
necesidad de conservarlas, ya casi era demasiado tarde211.
18.2 Uso y abuso de la Ley Homestead
De acuerdo con la Ley Homestead, todo ciudadano, excepto los que habían
servido al ejército confederado, podía obtener 65 hectáreas del dominio público con
solo vivir en ellas o cultivarlas durante cinco años. El Congreso fue añadiendo una
compleja serie de leyes relacionadas. Todo esto debía
significar que el inmenso
dominio público iría a parar a los granjeros independientes. Sin embargo los
homesteaders tan solo recibieron una sexta parte del dominio público, el resto no fue
donado sino vendido o mantenido fuera del mercado por especuladores o por el propio
gobierno. La política de Homestead nunca fue apropiada para las necesidades del
trabajador o el inmigrante sin tierras y el Estado estaba mucho más interesado en
satisfacer la demanda de los grupos de negocios y de especuladores. Con Cleveland, se
instituyeron algunas reformas pero estas reformas fueron demasiado pequeñas y
demasiado tardías212.
18.3 La maquinaria y la agricultura científica
La aplicación de la maquinaria a la agricultura se demoró un siglo después de la
aplicación de la maquinaria a la industria. La mecanización de la agricultura empezó
con la experimentación en diferentes maquinas como la segadora, el arado de acero o la
trilladora. La Guerra Civil hizo que los agricultores se acostumbraran a la utilización de
la maquinaria para que el trabajo pudiera ser realizado por una mujer o un muchacho.
Pronto todas las operaciones se hicieron mecánicamente213 y gracias al gran ahorro de
trabajo un número menor de labradores pudieron alimentar a un número cada vez mayor
de ciudadanos y al mismo tiempo tener un remanente para la exportación.
210
Ray Allen Billington, Westward Expansion: A History of the American Frontier, The Macmillan
Company, 1967, New York pp. 724-736.
211
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 523-524.
212
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 524-525.
213
Máquinas como el arado múltiple, la segadora, la desgranadora, la aventadora de abono, la secadora
de heno entre otras muchas otras, transformaron totalmente los viejos usos agrícolas. En 1850 se
necesitaban 24 horas para segar una tonelada de heno; medio siglo después bastaban 4 horas.
84
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
La agricultura como medio de vida cedió paso a la agricultura como negocio. La
pequeña granja de cultivo vario, de mediados del siglo XIX, con sus campos de trigo,
cebada y avena, huertos y frutales, praderas y pequeño bosque, ha cedido su puesto a las
grandes haciendas especializadas en un solo cultivo trabajado mecánicamente y
destinado enteramente a la venta. Mientras hubiera abundantes tierras baratas y escasez
de mano de obra, resultaba más económico para los granjeros abandonar las tierras
agotadas y trasladarse a tierras fértiles que ejercer el cultivo intensivo e invertir en
costosos fertilizantes. El cambio de estas condiciones condujo a la agricultura a la
conservación y aprovechamientos científicos. La ayuda científica contó con la ayuda del
gobierno que en 1839 hizo su primera asignación para la investigación. En 1862 se creó
un Departamento de Agricultura. Ese mismo año se aprobó la Ley Morris de Cesión de
Tierras a los Colegios que supuso la más importante ley agrícola de la historia
norteamericana. Establecía la asignación de tierras públicas a cada Estado para el
establecimiento de colegios de agricultura e industria. Al principio el granjero veía con
desconfianza a los colegios de agricultura pero con el tiempo los granjeros llegaron a
apreciar su valor y a enorgullecerse de ellos214.
18.4 La revolución agrícola en el Sur
La Guerra Civil y la reconstrucción quebrantaron el régimen de plantaciones en
el sur, produciendo una difundida redistribución de tierras y pautas de la tenencia de
tierras. Esta mutilación de la clase plantadora significó el desmembramiento de las
plantaciones en pequeñas granjas y un notable aumento de las propiedades de tierras. El
número de granjas siguió siendo casi el mismo pero ahora estaban divididas en
pequeñas tenencias, y eran atendidas no por esclavos sino por cosechadores y aparceros.
La aparcería era un acuerdo por el cual los plantadores podían conseguir mano de obra
sin pagar salarios y los granjeros sin tierras podían conseguir tierras sin pagar alquiler.
El plantador daba a su huésped tierras y una cabaña y semillas, una mula, un arado y
otros aperos. A cambio, al acabar el año recibía la mitad de la cosecha que el aparcero
había levantado. Este sistema aunque en principio pareció mutuamente ventajoso, en
realidad era perjudicial para todos. Con el paso de cada año, el número de aparceros
aumentó y las ganas de las granjas y la fertilidad de los suelos decrecieron215.
214
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 525-528.
215
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 528-529.
85
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
El sistema de préstamo sobre la cosecha quizás era aún más desastroso. El
granjero hipotecaba su cosecha aún desconocida para obtener abastos para el resto del
año. Las tasas de interés eran de usura. Como solo el algodón y el tabaco eran cosechas
que producían dinero seguro los acreedores insistían en que estos productos se plantaran
en la mayor parte de la tierra lo que aceleraba el agotamiento del suelo. Los sistemas de
aparcería y préstamo sirvieron para mantener a los granjeros pobres del sur en perpetua
deuda con los grandes plantadores.
A todo esto hay que añadir los problemas físicos del suelo como la erosión, las
sequías, las inundaciones, las heladas y las plagas. El económico de la superexpansión,
la sobreproducción, el decrecimiento de los rendimientos, los arrendamientos, las
hipotecas. El social del aislamiento al tedio, la educación inadecuada, la falta de
recursos y el decaimiento de las oportunidades y del prestigio. El problema político
abarcaba una lucha por obtener las medidas legales necesarias de los intransigentes
gobiernos estatales y el federal, mucho más sensible a las reclamaciones de la industria,
el transporte y la finanza que a las peticiones del agricultor216.
El más serio problema era el físico ya que 40 millones de hectáreas del sur se
habían perdido irremisiblemente o dañado seriamente por las erosiones. También eran
de gran gravedad el ataque de insectos como la chinche, el barrenillo o el gorgojo del
algodón. El problema económico atañía principalmente al aumento de los costos y la
baja de los precios. Hubo cierto auge gracias a la estimulación fomentada por la avidez
de los bancos y las compañías prestamistas. Este febril optimismo permitió la
introducción en el mercado mundial. La expansión de la agricultura hacia el oeste la
hizo depender de los ferrocarriles y los portes consumieron una parte cada vez más
mayor de los ingresos del agricultor.
Por otro lado, el precio que el granjero pagaba por el dinero era prohibitivamente
elevado. Mediante leyes contra la usura, se intentaron fijar tasas bajas de interés, pero
tales leyes fueron fáciles de evadir. Las granjas dejaban decrecientes ingresos
económicos y decreciente categoría social. Ante el advenimiento del automóvil, el
teléfono y la radio, el aislamiento de las granjas era terrible. Miles de familias carecían
de toda compañía y sociedad, de iglesia y de escuela. Miles de madres morían en el
parto y miles de niños por la falta de la más sencilla atención médica. Las mujeres que
216
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 529-532.
86
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
eran las que más sufrían la estrechez y mezquindad de la vida campestre, fueron la que
inspiraron a sus hijos e hijas a buscarse la vida en las ciudades.
Las ciudades ofrecían oportunidades y la vida urbana daba cierto prestigio. La
población rural decreció. Sin embargo el campesino se esforzará por salvarse y para casi
todos los problemas tenían una solución que en raras ocasiones les fue posible aplicar
ya que no contaban con el necesario respaldo legislativo. Aunque el plantador del sur y
el granjero del medio oeste compartían problemas similares, no forjaron nunca una
alianza eficaz217.
18.5 La rebelión agraria
La prosperidad estalló en 1868, y el colapso de los precios fue la causa de la
primera rebelión agraria. La primera de las sociedades fue la de los Patrons of
Husbandry, fundada por Kelley un funcionario que tras viajar al sur y quedar
profundamente impresionado por la pobreza, aislamiento y atraso de los campesinos
decidió organizar una asociación de campesinos en 1867. Un año después se fundó la
primera Grange y en 1875, ya había unas 20 mil Granges. La función principal era
social y uno de los secretos de sus éxitos consistió en admitir a la mujer entre sus
afiliados. Formalmente era apolítica pero casi desde un principio el movimiento entró
en política y se agitaron en pro de la legislación. También se embarcaron en empresas
comerciales con el propósito de eliminar al intermediario establecieron centenares de
tiendas cooperativas e incluso sus propias fábricas.
En 1880, los miembros de la Grange se redujeron y se limitaron ahora solo a
actividades sociales. Su lugar fue ocupado por las Alianzas de Campesinos, más
agresivas y que personificaron la historia de la revuelta agraria en las dos últimas
décadas del siglo. Destacan dos potentes grupos: la Northwestern Alliance y la Southern
Alliance. Esta última era la más poderosa y mucho más radical. A pesar de los evidentes
interese comunes entre las dos alianzas, los esfuerzos para fusionarse se estrellaron en
las rocas del seccionalismo. Las actividades sociales abarcaban desde fiestas y
reuniones, hasta la creación de institutos de campesinos, bibliotecas circulantes, y la
publicación de diarios y revistas. Sin embargo la importancia de la Alianza reside más
217
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 531-535.
87
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
en el terreno político que en sus actividades sociales y económicas. Desde un principio
entraron en la política con mucho más empuje del que había demostrado la Grange218.
18.6 El Presidente y el pánico
Hacía apenas dos meses que Cleveland estaba en el poder cuando se suscitó el
pánico de 1893. La larga depresión agrícola que mermó la capacidad adquisitiva de un
amplio grupo de la población, el colapso del mercado exterior debido a la crisis y la
excesiva especulación fueron los factores que avivaron la situación. Dicho pánico trajo
consigo la quiebra de una gran cantidad de ferrocarriles y de bancos 219. Las dificultades
financieras del gobierno se debían al escape de oro y a la fuerte baja de los ingresos del
gobierno. Mientras que el Congreso hacía gestos inútiles ante los aranceles, una
propuesta más constructiva llegó de mano del general Jacob Coxey220 pero a pesar de
que años más tarde la administración de Franklin D. Roosevelt usará un programa
similar, por aquel entonces fue tomada con burla y desprecio221.
En 1894 todo parecía convencer al pueblo de que la democracia era un fracaso.
Bandas de desarrapados y hambrientos desocupados se esparcían por el campo y
numerosos obreros avivaron diversas huelgas algunas de las cuales tuvieron que ser
aplastadas por el gobierno. Como consecuencia de toda esta situación, el partido
demócrata que era el que estaba en el poder sufrió las consecuencias. En la elección de
1896, Bryan recibió más votos de los que nunca hubiese recibido un candidato
presidencial, y más de los que ningún candidato demócrata recibió durante 20 años más
pero McKinley no solo lo superó en las urnas sino que obtuvo una buena ventaja en el
colegio electoral dando las victoria a los republicanos. La elección de McKinley (FIG.
85) constituyó una victoria para los grandes negocios, para el orden industrial y fabril
contra un orden agrario; no dejó dudas de que sería un mandato en pro de la política que
deseaba la industria222.
218
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 535-537.
219
En 1893 se registraron 158 quiebras de bancos nacionales de las cuales 153 ocurrieron en el Sur y en
el Oeste.
220
Para atacar la depresión, Coxey propuso la emisión de dinero en curso legal destinado a emplearse
en una serie de obras estatales con el fin de inflar la circulación fiduciaria, inaugurar mejoras muy
necesarias en las zonas rurales y dar trabajo a los parados.
221
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 541-545.
222
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 545-553.
88
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
19. Imperialismo y potencia mundial (1876 - 1906)
19.1 Los Estados Unidos en los asuntos internacionales
Las relaciones de los Estados Unidos con el mundo fueron singularmente
plácidas. Antes de 1876 la balanza comercial de los Estados Unidos fue desfavorable
casi sin excepción; después de esta fecha dicha balanza fue casi continuamente
favorable. El volumen del comercio había sido de 404 millones de dólares; en 1890 la
cifra era de 1635 millones.
El ya prolongado interés del país en el Océano Pacifico llegó a centrarse cada
vez más en las Islas Hawái. Doce años más tarde un nuevo tratado renovó los
privilegios y cedió a los Estados Unidos Pearl Harbor.
Estos tratados estimularon grandemente la industria azucarera, esta producción
quintuplico en el espacio de diez años, y hacia 1890, el noventa y nueve por ciento de la
exportación de Hawái, iba a los Estados Unidos. Luego llegó la tarifa Mckinley que, al
otorgar un bono de 2 centavos por libra a la azúcar domestica, asestó un golpe
catastrófico a la economía hawaiana; el azúcar cayó de la noche a la mañana.
Entre 1893 y 1898, dos acontecimientos ocurridos en el Lejano Oriente
agudizaron la demanda de anexar las Islas Hawái. El primero fue el surgimiento de
Japón como potencia mundial, y el temor a una inundación japonesa de las islas; el
segundo, la perspectiva de anexión de las Filipinas, que daría a Hawái un nuevo
significado como base naval.
En 1878, un tratado otorgó a los Estados Unidos privilegios comerciales y el
derecho de construir una estación en Pago-Pago en la isla de Tutuila. Poco después, la
Gran Bretaña y Alemania obtuvieron concesiones análogas en las islas y siguieron diez
años de ridícula rivalidad por la supremacía entre las tres potencias, cada una de las
cuales apoyaba a un pretendiente al trono indígena. El peligro de arrastrar a los Estados
Unidos a serias complicaciones internacionales se evitó con el establecimiento de un
protectorado tripartito garantizando la independencia y la neutralidad de las islas y
confirmando los derechos norteamericanos sobre Pago-Pago. Después de otra
embarazosa guerra civil entre los indígenas, e intensificada hostilidad entre los Estados
Unidos y Alemania, el convenio tripartito fue abrogado en 1900 y las islas se
repartieron entre Alemania y los Estados Unidos, obteniendo la Gran Bretaña
compensación en otra parte. En octubre de 1889, se reunió en Washington la primera
Conferencia Internacional Americana, con la representación de 18 países para
89
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
considerar las propuestas de Blaine de una unión aduanera panamericana, y el arbitraje
de las disputas internacionales.
El tribunal, en el que figuraban los jueces supremos de la Gran Bretaña y de los
Estados Unidos, dictó en 1899 una decisión unánime que en esencia reconocía las
pretensiones primitivas de la Gran Bretaña. Así se vindicó la doctrina Monroe, triunfó el
arbitraje y se restableció la amistad anglo-norteamericana223.
19.2 Destino manifiesto y Cuba libre
En la década de 1890, el espíritu del “destino manifiesto” recorrió una vez más
el país. El capitán A. T. Mahan demostró que los que poseen grandes naves, quienes
heredaran la tierra.
En 1880, la marina de los Estados Unidos ocupaba el dozavo lugar en el mundo;
para 1900 ocupaba el tercer lugar. Cuba había sido objeto de peculiar atención por parte
de los Estados Unidos, sin embargo es curioso, que cuando esta oportunidad se
presentó, durante la guerra de diez años, los Estados Unidos no se movieron.
Aquella guerra se caracterizó por el desorden, la crueldad y las afrentas al honor
y a los intereses norteamericanos que marcaron más tarde el curso de la revolución de
1895. En la década de 1890, los norteamericanos habían llegado a compartir con
británicos, alemanes y franceses una buena disposición a echarse encima “la carga del
hombre blanco”. Durante tres años, la competencia de historias sensacionales siguió
adelante hasta que el país llego al punto de exigir la intervención en nombre de la
“humanidad”. Los intereses económicos de los Estados Unidos en Cuba habían
aumentado enormemente en aquellos 30 años. Finalmente, en los Estados Unidos se
habían desarrollado ya intereses mundiales que hacían parecer necesario controlar todo
el Caribe.
Los acontecimientos que llevaron a la guerra de 1898 a los Estados Unidos, para
liberar a Cuba, han de interpretarse pues a la luz, de todos estos hechos. La guerra
persiguió la liberación de Cuba; pero no empezó hasta después de tres años de lucha de
los cubanos por su independencia. La causa fundamental de la revolución que estalló en
1895 fue la opresión política y la explotación económica ejercida por España; su causa
inmediata fue a postración de las industrias azucareras y tabaquera resultante de la
acción de las tarifas aduaneras, tanto de los Estados Unidos como de España. El precio
223
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 549-555.
90
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
del azúcar, que había sido de ocho centavos, cayó a 2 centavos. La pobreza y miseria
que ello ocasionó fue la causa eficiente de la revolución.
Desde un principio, los Estados Unidos se vieron implicados inextricablemente
en la revolución. Dos semanas después de estallar la guerra, un cañonero español hizo
fuego sobre un buque norteamericano, una explosión de patrioterismo reveló el estado
de ánimo del país. “Es tiempo de que alguien despierte y se dé cuenta de la necesidad de
anexar alguna posesión” dijo el senador Cullom.
En septiembre de 1897 Mckinley ofreció los buenos oficios de los Estados
Unidos para restaurar la paz en Cuba; pero su ofrecimiento fue rechazado a pesar de
haber en España un nuevo gobierno más liberal. España introdujo, sin embargo,
reformas desde largo tiempo necesitadas; se abandonó la práctica de amontonar a los
cubanos en campos de concentración, donde muchos morían por las enfermedades y los
malos tratos; se extendió a los cubanos el disfrute de todos los derechos políticos de que
disfrutaban los peninsulares y se empezó a elaborar un proyecto concediendo la
autonomía a Cuba.
Sin embargo, el sincero deseo de paz que demostraba el gobierno español
contribuyó grandemente a moderar la actitud del gobierno norteamericano, aun cuando
no la del pueblo norteamericano. En su mensaje anual de diciembre Mckinley repudió la
idea de la intervención y pidió que se diese a España “una oportunidad razonable para
poner esperanzas y demostrar la eficacia del nuevo orden de cosas por el que se había
declarado irrevocablemente”. Pero la Junta cubana no estaba dispuesta una política de
neutralidad, y el 9 de febrero de 1898 el Journal, de Nueva York, imprimió una carta del
ministro español Enrique de Lôme, que había sido robada en la oficina de correos de La
Habana. El ministro escribía: “el mensaje de Mckinley, demuestra una vez más lo que
es Mckinley, débil y afanoso de la admiración del público, aparte su política de dejar
siempre una puerta abierta tras de sí, quedando, al mismo tiempo, bien con los jingos de
su partido”.
La nación se entero de que en la noche del 15 de febrero de 1898 el buque de
guerra norteamericano Maine hizo explosión en el puerto de La Habana. Redfield
Proctor, ciudadano de Vermont que se había opuesto a la guerra, describió los horrores
de los campos de concentración que había visto en Cuba. España seguía dando largar al
asunto. El 25 de marzo Mckinley envió a Madrid lo que resultó un ultimátum; pedía un
armisticio inmediato, una revocación de la política de concentración entre España y
Cuba, y bastante ambiguamente, la independencia para Cuba. La respuesta oficial de
91
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
España fue insatisfactoria, pero Madrid, deseoso de evitar la guerra, dio pasos hacia la
paz.
El 9 de abril, el gobierno español aceptó todas las demandas, excepto la
independencia de Cuba. Pero para entonces el curso de Mckinley ya estaba fijado, había
perdido la fe en la capacidad de España de resolver el conflicto. El 11 de abril, el
presidente, haciendo tan sólo una referencia de paso al hecho de que Madrid había
capitulado casi en todos los puntos en cuestión, envió al Congreso un mensaje que solo
podía tener una consecuencia: la guerra224.
19.3 España sale de Cuba
Irreflexivamente los Estados Unidos entraron a la ligera en una guerra que les
dio una gloria fácil, pero también nuevas y graves responsabilidades que crecerían
durante todo el siglo siguiente.
Para la mayoría de los norteamericanos fue la democracia callejera contra todo
lo que fuese tiránico, traicionero y fétido en el Viejo Mundo. España tenía en Cuba,
antes de declararse la guerra, casi doscientos mil hombres. El ejército regular
norteamericano sólo contaba escasamente con veintiocho mil oficiales y hombres
divididos en pequeños destacamentos, desde Yukon a Kay West. La intendencia estaba
desorganizada y los soldados se quejaban de que se les alimentaba con “buey
embalsamado”. Los voluntarios desatendían hasta los principios fundamentales de
sanidad, y por cada uno de los doscientos ochenta y nueve hombres muertos en
combate, murieron catorce de enfermedades.
Pero la conquista de Cuba fue, principalmente, obra de la marina. El 19 de
mayo, el almirante español Cervera, (FIG. 86) con cuatro cruceros acorazados y tres
destructores se guareció en el estrecho puerto de Santiago en donde no tardó en ser
embotellado por la flota norteamericana bajo el mando del almirante Sampson (FIG.
87). Con el ejército norteamericano a su espalda, Cervera no tenía otra alternativa que
rendirse o escapar, y escogió esto último. El 3 de julio la flota española salía de la bahía
de Santiago.
Pero el acontecimiento más importante de la guerra tuvo lugar en el lejano
Oriente. Así que la guerra se declaró, el comodoro Dewey, (FIG. 88) comandante del
224
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 555-558.
92
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
escuadrón asiático, puso proa a las Filipinas y en la noche del 30 de abril se deslizó
hacia la bahía de Manila en donde estaba anclada la flota española.
El colapso de sus fuerzas militares y navales en todos los frentes obligó a España
a pedir la paz. España firmó el 12 de agosto la paz preliminar, protestando de que “esta
exigencia nos borra hasta la última memoria de un glorioso pasado y nos expulsa del
continente occidental que fue poblado y civilizado gracias al sacrificio de nuestros
antepasados”225.
19.4 Los frutos de la victoria
En las negociaciones formales de paz que se iniciaron en Paris el 1º de octubre,
sólo el problema de las Filipinas ofreció serias dificultades. Era obvio que lo que debía
era de dar a las Filipinas a los filipinos como a Cuba a los cubanos.
En 1900 los demócratas, resueltos a hacer del imperialismo la causa “más
importante”. El programa de Bryan, nombrado una vez más, advertía: “los filipinos no
pueden ser ciudadanos sin poner en peligro nuestra civilización; no pueden ser súbditos
sin poner en peligro nuestra forma de gobierno.”
Los republicanos tenían todas las cartas del triunfo, y las jugaron bien. El final
de la crisis económica que había comenzado en 1893 pareció justificar la afirmación de
que Mckinley era el “agente avanzado de la prosperidad.” Triunfando en todos los
estados Mckinley mejoró su propia actuación de 1896; Bryan sólo ganó en el Sur y en
cuatro estados de la Plata; en adelante, los Estados Unidos eran una potencia mundial
con un imperio de ultramar.
19.5 La puerta abierta
Muchos norteamericanos temieron que las anexiones de 1898 fuesen solo un
comienzo y que los Estados Unidos estuviesen destinados a convertirse en una gran
potencia colonial.
La victoria de los japoneses en la guerra de 1894-1895 había revelado al mundo
la debilidad de China. Japón había adquirido Formosa (Taiwán) y establecido su
ascendencia en el “Reino Ermitaño” de Corea, Rusia tomó Puerto Arturo y la península
de Liaochow en Shantung, y Francia se consoló con una cesión de la Bahía de
Kwangchow, junto a Indochina. Italia obtuvo la Bahía de Sanmún e Inglaterra aumentó
a sus posesiones el puerto de Wei-hai-wei. Junto con estas cesiones hubo valiosas
225
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 559-560.
93
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
concesiones ferroviarias, que prometían dar a las potencias europeas un dominio casi
completo del comercio interno de China.
La política de puerta abierta, tal como se anunció en su origen, se refería
solamente a la salvaguarda del interés comercial norteamericano en China; pero antes de
transcurrir un año sufrió una trascendental modificación. La explotación desconsiderada
de China había creado una profunda hostilidad contra los extranjeros y, en junio de
1900 una organización secreta, los bóxers, intentó arrojar de China a los “demonios
extranjeros”. En poco tiempo los bóxers asesinaron a unos trescientos extranjeros,
principalmente misioneros, otros pudieron llegar a Pekín y refugiarse en la legación
británica.
Los Estados Unidos quedaron entonces comprometidos no solo a mantener la
“puerta abierta” en China, sino también a cuidar de la integridad política del Imperio
decrépito226.
19.6 El “Big Stick”
“Hay un viejo adagio que dice: Habla quedamente y lleva un gran garrote, y así
llegaras muy lejos.” Esta cita de uno de los principales discursos del Presidente le
representó en las caricaturas con un atributo gráfico para describir su agresiva política
exterior. Sin embargo, fue precisamente él quien presentó el primer litigio al Tribunal
de la Haya, quién ordenó a su delegación, en la segunda conferencia de La Haya, que
trabajase por la restricción de los armamentos navales; quien suavizó un conflicto
peligroso con el Japón; quien participó en la conferencia de Algeciras y quién ganó el
Premio Nobel de la Paz por su afortunada mediación entre el Japón y Rusia.
Por primera vez, los Estados Unidos tenían un presidente a quien los jefes de
Europa consideraban como uno de ellos. En la guerra ruso-japonesa, el presidente, a
sugestión de los emperadores japonés y alemán, negoció directamente con primeros
ministros y cabezas coronadas. Reunió a das dos partes beligerantes y rompió el Tratado
de Portsmouth227.
20. Imágenes
226
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 563-566.
227
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp.569-572.
94
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 1 Thomas Jefferson (1801-1809)
FIG. 2 Declaración de Independencia
FIG. 2
de los Estados
Unidos en Julio de 1776
FIG. 3 Estados y territorios de los Estados Unidos de
América (1803-1804)
FIG. 4 Monte Rushmore
FIG. 5 James Madison (1809-1817)
FIG. 6 Tratado de Gante (24 de diciembre de 1814)
FIG. 7 James Monroe (1817-1825)
FIG. 8 John Quincy Adams (1825-1829)
95
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 9 Andrew Jackson (1829-1837)
FIG. 10 Martin Van Buren (1837-1841)
FIG. 11 James K. Polk (1845-1849)
FIG. 12 Símbolo del partido
demócrata
FIG. 13 John C. Calhoun.
Vicepresidente número 7
FIG. 14 Daniel Webster (Nacimiento
1782-Muerte 1852)
96
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 15 Esclavos de Estados Unidos en el siglo XIX
FIG. 16 Abraham Lincoln (1861-1865)
FIG. 17 Imagen de una plantación de algodón. La
mayor parte de la agricultura del sur de Estados
Unidos en el siglo XIX estuvo dedicada
al cultivo de algodón. Ésta se desarrolló en
plantaciones que usaba como mano de obra a los
esclavos negros. Preservar esta fuerza de trabajo es
lo que condujo a los mandos sudistas a
declarar la guerra a los nordistas que proclamaban
la abolición de la esclavitud.
FIG. 18 Ciudad-fábrica de Lowell en la actualidad.
Muchos opinan que estas fábricas abandonadas dan
un aspecto de depresión a la ciudad.
FIG. 19 Inmigrantes del norte de Europa se
asentaron en el centro de Estados Unidos y crearon
una economía agrícola.
FIG. 20 Mujeres indígenas en Liberia finales del siglo
XIX – principios del XX
97
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 21 Mandingas de Liberia (1893)
FIG. 22 Rutas del ferrocarril subterráneo (1860)
FIG. 23 El ferrocarril subterráneo no era un
ferrocarril sino un camino hacia la libertad
FIG. 24 Imagen de un grupo de esclavos en la
segunda mitad del siglo XIX
FIG. 25 Stephen A. Douglas, senador de Illinois
FIG. 26 Millard Fillmore (1850-1853)
98
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 27 James Buchanan (1857-1861)
FIG. 28 John C. Breckinridge.
Vicepresidente de los Estados Unidos
en el mandato de Buchanan
FIG. 29 Jefferson Davis. Oficial militar y
estadista estadounidense, y el líder de
la confederación durante la Guerra
Civil estadounidense
FIG. 30 Pintura del fuerte Sumter en la
guerra civil.
FIG. 31 Pintura del bombardeo del
fuerte Sumter en la guerra civil
FIG. 32 Pintura a color del bombardeo
del fuerte Sumter en la guerra civil.
99
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 33 Fort Sumter en la actualidad.
FIG. 34 Dibujo de la preparación de los submarinos
para salir al ataque.
FIG. 35 El CSS Virginia (al fondo, a la derecha)
embiste con su espolón y manda a pique al USS
Cumberland (navío en primer plano)
FIG. 36 CSS Virginia (ex USS Merrimac)
FIG. 37 El USS Monitor navegando con su extraña
apariencia de "caja de bombones"
FIG. 38 Litografía coloreada que muestra a los dos
acorazados en combate. El USS Monitor aparece en
primer plano.
100
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 39 Pueblo de Harper’s Ferry
FIG. 40 Imagen del conflicto de Secesión. Detalle de
los fusibles de repetición usados
FIG. 41 Navíos acorazados durante la guerra de
secesión
FIG. 42 Navíos acorazados durante la guerra de
secesión
FIG. 43 Navíos acorazados durante la guerra de
secesión
FIG. 44 La batalla de Antietam, por Thure de
Thulstrup, representando la carga de la brigada de
hierro cerca de la iglesia de Dunker (17 de
septiembre de 1862)
101
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 45 Batalla de Gettysburg por Thure Thulstrup
FIG. 46 Batalla de Fredericksburg por Kurz i Allison
FIG. 47 Batalla de Shiloh por Thure Thulstrup
FIG. 48 Grabado de la batalla de Vicksburg
FIG. 49 E este di ujo de la ovela Azules o tra
grises de Willia Ca us pode os o servar el
uniforme azul de la Unión a la izquierda y el
uniforme gris de la Confederación a la derecha.
FIG. 50 Robert E. Lee General en el ejército
confederado
FIG. 51 Ulysses S. Grant (1869-1877)
FIG. 52 George Brinton McClellan. Mayor general
entre 1846-1857 y 1861-1864)
102
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 53 Ambrose Burnside, senador
entre (1875-1881)
FIG. 54 Retrato de Hooker por Mathew
Brady o Levin C. Handy. General de
División del Ejército Regular. Sus años
de servicio comprende de 1837-1853 y
1859-1868
FIG. 55 Abraham Lincoln e el Ford’s
Theatre de Washington por el sudista
John W. Booth
FIG. 56 Ex esclavos votando en Nueva
Orleans, grabado de 1867
FIG. 57 Estación de trenes en Atlanta,
destruida tras la Guerra de Secesión.
FIG. 58 Retrato de Alexander Hamilton,
por John Trumbull (1755-1804).
103
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 59 Thomas Alva Edison (18471931). Llegó a patentar más de mil
inventos contribuyendo a modernizar
EEUU y Europa con industrias
eléctricas, sistema telefónico viable,
fonógrafo, etc.
FIG. 60 William Stanley (1835-1882).
Probablemente uno de los personajes
más enigmáticos en la historia del
pensamiento económico. No obstante
no dejó tantos seguidores ni tampoco
una escuela de pensamiento.
FIG. 61 Charles Francis Brush (18491929). Inventó la lámpara de arco,
superior a la existente vela Yablochkov.
Además construyó su dinamo o
generador eléctrico para alimentar su
lámpara.
FIG. 62 Telégrafo dúplex (1858). Obra
de Edison. Inventó un circuito que
permitía enviar dos conversaciones
telegráficas por la misma línea.
FIG. 63 Guillermo Marconi (1874-1937).
Impulsor de la radio transmisión a larga
distancia.
FIG. 64 Christopher Sholes (1819-1890).
Inventor de la máquina de escribir.
104
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 65 Lámpara incandescente.
Dispositivo que produce luz mediante
el calentamiento de un filamento
metálico mediante el paso de corriente
eléctrica.
FIG. 66 Máquina
cigarrillos (1880).
que
fabricaba
FIG. 67 James Bonsack, inventor de la
máquina que fabricaba cigarrillos.
FIG. 68 James Buchanan Duke. Fue un
industrial del sector tabaco y eléctrico.
FIG. 69 Alfred Colquitt (1824-1894).
Senador de Georgia.
FIG. 70 John Gordon (1832-1904). Fue
uno de los generales que acompañó a
Robert E. Lee en la Confederación
durante la Guerra Civil Estadounidense.
105
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 71 Joseph E. Brown (1821-1894).
Fue gobernador de Georgia entre el
1857 y 1865.
FIG. 72 Charlemagne Tower (18091889). Fue un abogado y hombre de
negocios activo en la adquisición de
tierras en Pennsylvania. Organizó y
dirigió soldados de la Unión durante la
Guerra Civil Estadounidense.
FIG. 73 Abram Hewitt (1822-1903).
Abogado, profesor y manufacturador de
hierro, congresista de los Estados
Unidos y alcalde de Nueva York.
FIG. 74 Andrew Carnegie (1835-1919).
Inversor, empresario y filántropo. Llegó
a adquirir una gran fortuna tras la
Guerra de Secesión.
FIG. 75 Edwin Drake (1819-1880), se le
atribuye popularmente el haber
"descubierto" el petróleo.
FIG. 76 Uriah S. Stephens (1821-1882)
106
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 77 John Mitchell (1913-1988).
Fiscal general de los Estados Unidos
desde 1969 hasta 1972 bajo la
presidencia de Richard Nixon.
FIG. 78 El jefe de los sioux, Toro
Sentado, que puso en jaque a las
milicias norteamericanas. Finalmente
fue vencido y pasó sus últimos años
confinados.
FIG. 79 Raza bovina longhorns que se
distingue sobre todo por sus cuernos
que pueden llegar a medir hasta dos
metros.
FIG. 80 Rutherford B. Hayes,
presidente de los Estados Unidos
entre 1877- 1881 y líder del partido
Republicano.
FIG. 81 James A. Garfield presidente
cuyo mandato duró menos de un año
debido a su asesinato.
FIG. 82 Chester A. Arthur, vigésimo
primer presidente de los Estados
Unidos que llegó al poder tras el
asesinato de Garfield.
107
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 83 Grover Cleveland, presidente
demócrata que ganó las elecciones en
1885 y en 1893.
FIG. 84 Benjamin Harrison presidente
que dirigió el país desde 1889- 1893.
FIG. 85 William McKinley, presidente
que gobernó durante los últimos años
del siglo XIX.
FIG. 86 Almirante Pascual Cervera y
Topete. Fue un destacado Almirante
de la Armada Espaola (1839-1909).
FIG. 87 Almirante William Thomas
Sampson (1840-1902). En la Guerra
Hispano-Estadounidense bombardeó
Puerto Rico y dirigiendo el bloqueo de
Santiago de Cuba.
FIG. 88 Almirante de la Fuerza Naval
Estadounidense. Obtuvo la victoria en
la Batalla de la Bahía de Manila
(1898)
108
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
FIG. 89 Emblema de la asociación sindical,
llamada Noble Orden de los Caballeros del
Trabajo.
21. Anexo de textos
TEXTO 1. MENSAJE PRESIDENCIAL
“Conviene afirmar, como principio en que están en juego los derechos y los
intereses de los Estados Unidos, que, vista la condición de libertad y de independencia
que han asumido y que mantienen los continentes americanos, en adelante éstos no
deben ser considerados sujetos a futura colonización por parte de ninguna potencia
europea. Tendríamos que considerar como la manifestación de enemistad contra EEUU
toda sin intervención de una potencia europea, sea cual fuere, tendiente a oprimir o
dominar a estos Gobiernos, que han declarado y mantenido su independencia y a los
que nosotros ya hemos reconocido”
Valdés, P. y Salazar, J., Manual de política mundial contemporánea, 1979, Ed.
Andrés Bello, Santiago, p. 164.
TEXTO 2. ADVERTENCIA DE MONROE A LAS POTENCIAS EUROPEAS
“Toda intervención por parte de una potencia europea, cual fuere, con objeto de
oprimir o de dominar a los gobiernos que han declarado y mantenido su independencia
y que nosotros hemos reconocido, no podría ser considerada por nosotros más que
como manifestación de una disposición no amistosa respecto a los Estados Unidos”
Schoell, Frank I. Panoramas de la historia universal, 3. Historia de los Estados Unidos,
Biblioteca de Divulgación Cultural, Bilbao, 1972, p. 175.
109
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
TEXTO 3. INMORTAL DISCURSO DE LINCOLN
“Hace ochenta y siete años fundaron nuestros padres en este continente una
nueva nación, concebida en la libertad basada en el principio de que todos los hombres
han sido creados iguales. Ahora estamos empeñados en una gran guerra civil, por lo
cual se verá si esta nación o cualquier nación concebida y basada como ella, puede
sobrevivir. Estamos reunidos en un gran campo de batalla de esta guerra. Hemos
venido aquí para consagrar una parte de este campo al eterno reposo de los que dieron
sus vidas para que pueda vivir la nación. Es digno y es justo que lo hagamos.
Pero, en un sentido más amplio, no podemos nosotros dedicar ni consagrar ni
santificar este campo. Los valientes, tanto los que aún viven como los que murieron que
combatieron aquí, lo han consagrado ya, y nuestras pobres fuerzas no pueden añadir ni
quitar nada. Apenas escuchará el mundo lo que aquí digamos, y no lo recordará por
mucho tiempo; pero jamás podrá olvidar lo que ellos hicieron aquí. Somos más bien
nosotros, los que estamos con vida, quienes debemos consagrarnos al trabajo que está
aún por terminar, pero que tan avanzado dejaron, y tan noblemente los que
combatieron en este lugar. Somos más bien nosotros quienes debemos consagrarnos a
la gran tarea que tenemos por delante; y esos muertos a quienes honramos deben ser
un ejemplo que sirva para aumentar nuestra devoción a la causa por la cual dieron
ellos la prueba suprema de abnegación. Debemos quedar comprometidos a que la
muerte de los que aquí murieron no sea vana; a que esta nación, con la ayuda de Dios
[…] para la libertad, y a que no desaparezca de la tierra el gobierno del pueblo con el
pueblo y para el pueblo”.
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia
de los Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 363-364
TEXTO 4. ÚLTIMO DISCURSO DE LINCOLN
“… Sin rencor para nadie, con caridad por todos; con firmeza para apoyar el
derecho, en la medida en que Dios nos permita descubrirlo, esforcémonos por acabar
la obra que hemos empezado; por cerrar las heridas de la nación; por cuidar del que
ha soportado el peso de la batalla, y de su viuda y su huérfano; para hacer todo lo que
pueda completar y mantener una paz duradera y justa entre nosotros, y con todas las
naciones”.
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve
historia de los Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pp. 368-369
TEXTO 5. EL MILAGRO DEL FERROCARRIL
“Cuando pienso cómo la vía férrea fue empujada a través de la tierra seca y de
la hostilidad de las tribus salvajes; cómo a cada etapa de la construcción nacieron
ciudades improvisadas, desbordantes de oro, pasiones y muerte, para desaparecer más
tarde y no quedar de ellas actualmente más que estaciones en el desierto; cómo en esos
inhospitalarios lugares piratas chinos trabajaban al lado de rufianes de la frontera y
europeos fracasados, entendiéndose en un dialecto abigarrado en el que abundan los
juramentos…; cómo el emplumado señor hereditario de América oía el chirrido del
vagón de la mala medicina transportando sus enemigos; y cuando recuerdo que toda
aquella epopeya era dirigida por caballeros de levita y sin más aspiración que
110
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
acumular una fortuna y hacer un viaje a París, me parece… como si esos ferrocarriles
fueran la obra característica de la edad en que vivimos…”
Across the plains, Robert Louis Stevenson.
TEXTO 6. LA VIDA EN LAS CIUDADES MINERAS
“Esta colmena humana, de no menos de 10 mil habitantes, fue el producto de
noventa días. En ella se concentraron los elementos de una tosca y activa civilización.
Casi una de cada tres de las barracas de la ciudad era una taberna donde servían un
inmundo whisky a cincuenta centavos la copa, pagaderos en polvo de oro. Muchas de
estas tabernas estaban llenas de mesas de juego y de jugadores, y si algún minero era
lo bastante atrevido para entrar en una de ellas con las ganancias del día en el bolsillo,
lo más probable era que saliera trasquilado. Abundaban los destartalados salones de
baile, con el correspondiente equipo de beldades. Apenas pasaba día que no diera
abundante cosecha de disputas, peleas, heridos y muertos. Con frecuencia la
detonación del revólver interrumpía las alegres notas del violín. Menudeaban las
luchas callejeras, y como nadie sabía cuándo le iba a tocar una bala perdida, todos
vivían en guardia contra semejante eventualidad”.
Vigilante days and ways, M.P. Langford.
111
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
22. Anexo de presidentes
THOMAS JEFFERSON
Nacimiento: 13 de abril de 1743
Muerte: 4 de julio de 1826
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1801
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1809
Partido: Demócrata-Republicano
Vicepresidentes durante su mandato: Aaron Burr y
George Clinton
Thomas Jefferson por
Rembrandt Peale en 1800
JAMES MADISON
Nacimiento: 16 de marzo de 1751
Muerte: 28 de junio de 1836
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1809
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1817
Partido: Demócrata-Republicano
Vicepresidentes durante su mandato: George Clinton y
Elbridge Gerry entre otros
James Madison por John
Vanderlyn en 1816
JAMES MONROE
Nacimiento: 28 de abril de 1758
Muerte: 4 de julio de 1831
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1817
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1825
Partido: Demócrata-Republicano
Vicepresidentes durante su mandato: Daniel D. Tompkins
Retrato de James Monroe en la
Casa Blanca (1819)
112
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
JOHN QUINCY ADAMS
Nacimiento: 11 de julio de 1767
Muerte: 23 de febrero de 1848
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1825
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1829
Partido: Demócrata-Republicano Nacional-Republicano
Vicepresidentes durante su mandato: John C. Calhoun
John Quincy Adams por GPA
Healy (1858)
ANDREW JACKSON
Nacimiento: 15 de marzo de 1767
Muerte: 8 de junio de 1845
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1829
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1837
Partido: Demócrata
Vicepresidentes durante su mandato: John C. Calhoun y
Martin Van Buren entre otros
Andrew Jackson por Ralph Eleaser
Whiteside Earl (1785-1838)
MARTIN VAN BUREN
Nacimiento: 5 de diciembre de 1782
Muerte: 24 de julio de 1862
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1837
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1841
Partido: Demócrata
Vicepresidentes durante su mandato: Richard Mentor
Johnston
Martin Van Buren por GPA Healy
(1864)
113
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
WILLIAM HENRY HARRISON
Nacimiento: 9 de febrero de 1773
Muerte: 4 de abril de 1841
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1841
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1845
Partido: Whig
Vicepresidentes durante su mandato: John Tyler
William Henry Harrison por James
Reid Lambdin (1835)
JOHN TYLER
Nacimiento: 29 de marzo de 1790
Muerte: 18 de enero de 1862
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1841
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1845
Partido: Whig e independiente
Vicepresidentes durante su mandato: -
John Tyler por GPA Healy (1859)
JAMES K. POLK
Nacimiento: 2 de noviembre de 1795
Muerte: 15 de junio de 1849
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1845
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1849
Partido: Demócrata
Vicepresidentes durante su mandato: George M. Dallas
James K. Polk por GPA Healy
(1858)
114
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
ZACHARY TAYLOR
Nacimiento: 24 de noviembre de 1784
Muerte: 9 de julio de 1850
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1849
Fin de su mandato: 4 de julio de 1850
Partido: Whig
Vicepresidentes durante su mandato: Millard Fillmore
Zachary Taylor por James Reid
Lambdin (1848)
MILLARD FILLMORE
Nacimiento: 7 de enero de 1800
Muerte: 8 de marzo de 1874
Comienzo de su mandato: 4 de julio de 1850
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1853
Partido: Whig
Vicepresidentes durante su mandato: -
Millard Fillmore por GPA Healy
(1857)
FRANKLIN PIERCE
Nacimiento: 23 de noviembre de 1804
Muerte: 8 de octubre de 1869
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1853
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1857
Partido: Demócrata
Vicepresidentes durante su mandato: William R. King
entre otros
Franklin Pierce por GPA Healy
(1858)
115
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
JAMES BUCHANAN
Nacimiento: 23 de abril de 1791
Muerte: 1 de junio de 1868
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1857
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1861
Partido: Demócrata
Vicepresidentes durante su mandato: John C.
Breckinridge
James Buchanan por GPA Healy
(1859)
ABRAHAM LINCOLN
Nacimiento: 12 de febrero de 1809
Muerte: 15 de abril de 1865
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1861
Fin de su mandato: 4 de abril de 1865
Partido: Republicano Unión Nacional
Vicepresidentes durante su mandato: Hannibal Hamlin y
Andrew Johnson
Abraham Lincoln por George
Henry Story (1915)
ANDREW JOHNSON
Nacimiento: 29 de diciembre de 1808
Muerte: 31 de julio de 1875
Comienzo de su mandato: 15 de abril de 1865
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1869
Partido: Demócrata Unión Nacional y Unión Nacional
Independiente
Vicepresidentes durante su mandato: Andrew Johnson, retrato de la
Casa Blanca
116
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
ULYSSES S. GRANT
Nacimiento: 27 de abril de 1822
Muerte: 23 de julio de 1885
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1869
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1877
Partido: Republicano
Vicepresidentes durante su mandato: Schuyler Colfax,
Henry Wilson, entre otros
Ulysses S. Grant por Henry Ulke
(1875)
RUTHERFORD B. HAYES
Nacimiento: 4 de octubre de 1822
Muerte: 17 de enero de 1893
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1877
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1881
Partido: Republicano
Vicepresidentes durante su mandato: William A. Wheeler
Rutherford B. Hayes por Daniel
Huntington (1884)
JAMES A. GARFIELD
Nacimiento: 19 de noviembre de 1831
Muerte: 19 de septiembre de 1881
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1881
Fin de su mandato: 19 de septiembre de 1881
Partido: Republicano
Vicepresidentes durante su mandato: Chester A. Arthur
James A. Garfield por US Federal
Government
117
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
CHESTER A. ARTHUR
Nacimiento: 5 de octubre de 1829
Muerte: 18 de noviembre de 1886
Comienzo de su mandato: 19 de septiembre de 1881
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1885
Partido: Republicano
Vicepresidentes durante su mandato: -
Chester A. Arthur por Daniel
Huntington (1885)
GROVER CLEVELAND
Nacimiento: 18 de marzo de 1837
Muerte: 24 de junio de 1908
Comienzo de su mandato: 19 de septiembre de 1885
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1889
Partido: Demócrata
Vicepresidentes durante su mandato: Thomas A.
Hendricks entre otros
Grover Cleveland por Anders
Zorn (1899)
BENJAMIN HARRISSON
Nacimiento: 20 de agosto de 1833
Muerte: 24 de junio de 1901
Comienzo de su mandato: 4 de marzo de 1889
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1893
Partido: Republicano
Vicepresidentes durante su mandato: Levi P. Morton
Benjamin Harrison por Eastman
Johnson (1895)
118
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
GROVER CLEVELAND
Nacimiento: 18 de marzo de 1837
Muerte: 24 de junio de 1908
Comienzo de su segundo mandato: 4 de marzo de 1893
Fin de su mandato: 4 de marzo de 1897
Partido: Demócrata
Vicepresidentes durante su mandato: Adlai E. Stevenson I
Grover Cleveland por Anders
Zorn (1899)
WILLIAM MCKINLEY
Nacimiento: 29 de enero de 1843
Muerte: 14 de septiembre de 1901
Comienzo de su segundo mandato: 4 de marzo de 1897
Fin de su mandato: 14 de septiembre de 1901
Partido: Republicano
Vicepresidentes durante su mandato: Garret Hobart, y
Theodore Roosevelt entre otros
William McKinley por August
Benziger (1955)
119
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
23. Anexo de mapas de estrategia y combate
LA PRIMERA BATALLA DE BULL RUN
Fecha: 21 de julio 1861.
Escenario: Manassas, Virginia, Estados Unidos.
Bandos que se van a enfrentar: Estados Unidos de América VS Estados
Confederados de América.
Comandantes al mando: Irvin McDowell VS P.G.T Beauregard
Joseph E. Johnston
Uniforme azul: Unión
Uniforme gris: Confederación
Fuerzas en combate: 28.450 VS 32.230.
Táctica: Favorable para la Confederación
Sumario: Conocida como la Primera batalla de Manassas, es la primera batalla
de Bull Run y por tanto, el primer gran combate en tierra de la Guerra Civil
Estadounidense. Los Confederados ya desde un primer momento contaban con
un mayor número de reclutas y de hecho sufrieron menos número de bajas.
Resultado: Victoria por estrategia de la Confederación.
Mapas de guerra:
Mapa de batalla. La primera batalla de Bull Run 21 de julio de 1861
120
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
LA BATALLA DE SHILOH
Fecha: 6 de abril al 7 de abril de 1862.
Escenario: Condado de Hardin, Tennessee.
Bandos que se van a enfrentar: Estados Unidos de América VS Estados
Confederados de América.
Comandantes al mando: Ulysses S. Grant VS Albert Sidney Johnston
Don Carlos Buell
P.G.T Beauregard
Uniforme azul: Unión
Uniforme gris: Confederación
Fuerzas en combate: 114.000 VS 72.500.
Táctica: Nada que objetar.
Sumario: Fue el mayor enfrentamiento en el escenario oeste de la Guerra Civil
Estadounidense, sucediéndose entre los días 6 y 7 de abril de 1862 al sudoeste de
Tennessee. Las fuerzas de los estados confederados, bajo el mando de los
generales Albert Sidney Johnston y P. G. T. Beauregard, lanzaron un ataque
sorpresa contra el ejército de la Unión liderado por el Mayor General Ulysses S.
Grant, estando cerca de derrotarlos.
Resultado: Victoria de la Unión.
Mapas de guerra:
Mapa de batalla. Puesta en escena de lo generales y sus ejércitos: campaña de Shiloh
121
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Batalla de Shiloh. Día 6 de Abril de 1862 por la
mañana
Batalla de Shiloh. Día 6 de abril de 1862 por la tarde
Balance del día 7 de abril de 1862. Durante la noche de este segundo día, los cañoneros continuaron
bombardeando las líneas confederadas mientras los refuerzos de la Unión comenzaban el arribo. Lew Wallace
arribó en primer lugar con alrededor de 6000 nuevas tropas. Alrededor de la medianoche, las fuerzas de Buell
comenzaron el arribo, introduciendo 25000 nuevas tropas al llegar la mañana. Al amanecer, los ya agotados y
desalentados 30000 hombres de Buell enfrentaban a un ejército de 50000, casi tres veces más que en la mañana.
Las dos millas que los Confederados habían ganado, pasaron a manos de la Unión, y para la media tarde,
Beauregard se encontraba en plena retirada hacia Corinth. La caballería de Nathan Bedford Forrest avanzó hasta
la retaguardia para mantener bajo control a las tropas de Sherman.
122
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
LA SEGUNDA BATALLA DE BULL RUN
Fecha: Del 28 de agosto al 30 de agosto 1862.
Escenario: Condado de Prince William, Virginia
Bandos que se van a enfrentar: Estados Unidos de América VS Estados
Confederados de América.
Comandantes al mando:
John Pope VS Robert E. Lee.
Uniforme azul: Unión
Uniforme gris:
Confederación
Fuerzas en combate: 62.000 VS 50.000.
Táctica: A favor de la Confederación
Sumario: Fue una campaña emprendida por el general confederado Robert E
Lee contra el unionista John Pope. Fue una batalla de una escala mucho mayor
que la predecesora. El ejército de la Unión apenas sufrió daños.
Resultado: Victoria parcial de la Confederación.
Mapas de guerra:
Campaña del Norte de Virginia, del 7 al 28 de Agosto de 1862
123
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Mapa de batalla: 30 de agosto; 16:00 (arriba) y 17:00h (abajo). Comienza la retirada de la Unión. Los unionistas
resisten como pueden pero el día 30, los confederados asestan su último ataque, el de Longstreet, imparable. Sin
más, estos últimos se alzan con la victoria.
124
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
LA BATALLA DE ANTIETAM
Fecha: 17 de septiembre 1862.
Escenario: El lugar escogido fue cerca de Sharpsburg, Maryland, Estados
Unidos.
Bandos que se van a enfrentar: Estados Unidos de América VS Estados
Confederados de América.
Comandantes al mando: G. B. MacClellan VS Robert E. Lee.
Uniforme azul: Unión
Uniforme gris:
Confederación
Fuerzas en combate: 87.000 VS 45.000.
Táctica: No concluyente.
Sumario: Fue el primer enfrentamiento armado de la Guerra Civil, en mayor
importancia, estadounidense que se produjo en los territorios del norte. La
batalla comenzó el 17 de septiembre de 1862, cerca de Sharpsburg, en el
condado de Washington, Maryland, Estados Unidos, y en los alrededores del
riachuelo Antietam. La batalla formó parte de la Campaña de Maryland y se
trata de la más sangrienta de la historia de los Estados Unidos que se haya
librado en un solo día, con casi 23.000 bajas.
Resultado: Victoria por estrategia de la Unión.
Mapas de guerra:
Comienza la batalla: esquema de la batalla de Antietam. En rojo los Confederados y
en azul la Unión.
125
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Movimientos entre las 5:30 y las 7:30 de la mañana. Intervención de Jackson y Hooker. La batalla dio comienzo
al amanecer (sobre las 5:30 de la mañana) del 17 con un ataque del Cuerpo I bajo el mando de J. Hooker,
bajando por el camino de Hagerstown. El objetivo de Hooker era alcanzar la meseta sobre la que se asentaba la
iglesia de los New Dunkers (Dunker Church), que aparece ilustrada en la FIG. 44 por Thure Thulstrup, Hooker
disponía de unos 8.600 hombres, algunos más que los 7.700 defensores bajo las órdenes de Stonewall Jackson,
pero esta ligera diferencia era menos decisiva gracias a las posiciones defensivas de los confederados.
ENTRADA EN ESCENA DE HOOKER Y JACKSON
General de División del Ejército Regular.
I Cuerpo del Ejército del Potomac.
General del Ejército del Norte de
Virginia
HOOKER
UNIÓN
JACKSON
CONFEDERACIÓN
126
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Asalto efectuado por el Cuerpo XII entre las 7:30 y las
9:00 de la mañana.
Esquema de los asaltos llevados a cabo por los Cuerpos II
y XII entre las nueve de la mañana y la una de la tarde.
“Les estábamos disparando como a ovejas en un corral. Si una bala fallaba el blanco en
primera instancia, era fácil que alcanzara la siguiente hilera, el soldado posterior, y que
les alcanzara en segunda instancia”.
—Sargento del 61º Regimiento de Nueva York.
“… el fuego más mortífero de la guerra. Los rifles se deshacían en piezas en las manos
de los soldados, las cantimploras y las mochilas eran acribilladas a balazos, los muertos
y heridos caían en veintenas”.
—El capitán Benjamín F. Cook del 12º Regimiento de Infantería de
Massachusetts, siendo atacado por la brigada tigre de Luisiana en el maizal.
“Id y mirad [al puente de Burnside] y decidme si no pensais que Burnside y su cuerpo
podrían haber dado un salto, pasar y saltar y llegar al otro lado. Una cosa es cierta,
deberían haberlo vadeado aquel día sin que sus cinturones se mojasen ni un poco”.
—Oficial del estado mayor confederado Henry Kyd Douglas
127
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Asalto efectuado por el Cuerpo IX entre las 10 de la mañana y las 16:30 de la tarde.
128
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
LA BATALLA DE FREDERICKSBURG
Fecha: 11 de diciembre al 15 de diciembre de 1862.
Escenario: Condado de Spotsylvania y Fredericksburg.
Bandos que se van a enfrentar: Estados Unidos de América VS Estados
Confederados de América.
Comandantes al mando: Ambrose E. Burnside VS Robert E. Lee.
Uniforme azul: Unión
Uniforme gris:
Confederación
Fuerzas en combate: 114.000 VS 72.500.
Táctica: Nada que objetar.
Sumario: Tuvo lugar en y alrededor de Fredericksburg (Virginia), del 11 al 15
de diciembre de 1862, enfrentándose el ejército del Norte de Virginia del general
confederado Robert E. Lee y el ejército del Potomac comandado por el mayor
general de la Unión Ambrose E. Burnside, es recordada como una de las más
desiguales batallas de la Guerra Civil Americana. El Ejército de la Unión sufrió
terribles pérdidas en inútiles asaltos frontales durante el 13 de diciembre contra
los defensores Confederados bien atrincherados y parapetados en las colinas de
detrás de la ciudad, trayendo un temprano final y grave derrota para al ejército
del Potomac y para la campaña Unionista contra Richmond, la capital de los
Confederados.
Resultado: Victoria de la Confederación.
Mapas de guerra:
Vista superior de la batalla. 13 de diciembre de 1862
129
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Asalto de Sumner, 13:00h. 13 de diciembre de 1862
Asalto de Hooker, 15:30h. 13 de diciembre de 1862
130
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
LA BATALLA DE GETTYSBURG
Fecha: 1 de julio al 3 de julio de 1863.
Escenario: Gettysburg, Pensilvania.
Bandos que se van a enfrentar: Estados Unidos de América VS Estados
Confederados de América.
Comandantes al mando: George G. Meade VS Robert E. Lee.
Uniforme azul: Unión
Uniforme gris:
Confederación
Fuerzas en combate: 83.289 VS 75.054.
Táctica: Nada que objetar.
Sumario: Se desarrolló alrededor del pueblo de Gettysburg, Pensilvania, como
parte de la campaña de Gettysburg, durante la Guerra Civil estadounidense. Ha
sido la batalla que tuvo más bajas en los Estados Unidos y es frecuentemente
considerada, en combinación con el sitio de Vicksburg, como el punto de
inflexión de la Guerra Civil (1861-1865), marcando el inicio de la ofensiva de la
Unión.
Resultado: Victoria decisiva de la Unión.
Mapas de guerra:
Mapa de batalla. Día 1 de Julio de 1863
131
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Mapa de batalla. Día 2 de julio de 1863. Entre el 1 y el 2 de julio, la mayor parte de la infantería se hizo presente
en el campo de batalla, comprendiendo el II, III, V y el XII Cuerpos de la Unión. La III División del sudista
Longstreet, comandada por Pickett, había comenzado la marcha desde Chamberburg desde muy temprano, pero
llegó tarde el día 2.
Mapa de batalla. Día 3 de julio de 1863. Lee volvió a lanzar el ataque utilizando el mismo plan que el día anterior:
el general Longstreet atacaría con sus hombres el flanco izquierdo, mientras las tropas de Ewell atacaban Culp's
Hill. Sin embargo, antes de que Longstreet estuviera preparado con sus fuerzas, la artillería federal comenzó el
ataque bombardeando a los confederados ubicados en Culp's Hill. Los sudistas contraatacaron y el segundo
combate en Culp's Hill terminó sobre las 11:00, después de casi siete horas de duro combate. Lee fue obligado a
cambiar sus planes. Previo al ataque, toda la artillería confederada del coronel Edward P. Alexander respondió a
los bombardeos nordistas para debilitar la línea enemiga.
132
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
24. Bibliografía
Palacios Bañuelos, Luis, Manual de historia contemporánea universal, Editorial Dilex,
Madrid.
Este libro se dedica al siglo XX y a lo que el XXI lleva andando. Temas
como el nazismo, el holocausto, la guerra de Vietnan, la guerra civil española, el
franquismo y otros muchos están en constante revisionismo y son objeto de
investigaciones, libros, films... Y es que la historia que encierran estas páginas es
aún historia viva, lo que obliga al historiador a acercarse a ella con cautela,
espíritu crítico, enorme prudencia y buena dosis de humildad.
Bear, J. A. Jr., (1974), Los últimos días en la vida de Thomas Jefferson, La revista de historia
del condado de Albermarle.
Este artículo es muy interesante porque el autor nos habla sobre las posibles causas de la
muerte anunciada de Thomas Jefferson, ya que una década antes de su fallecimiento en 1826 acarreaba
problemas de salud
Lacomba Abellan, Juan Antonio, Martínez Carreras, J.U., Navarro García, L., Sánchez
Jiménez, J., Historia contemporánea I, de las revoluciones burguesas a 1914, Editorial
Alhambra, México.
Este libro es bastante interesante y a la vez completo porque hace un
amplio y detallado recorrido desde 1820, año del comienzo de las revoluciones
burguesas, hasta 1914, dónde da comienzo la crisis de los años treinta.
Ketcham, R., James Madison: a biography, Edición de bolsillo, University of Virginia Press,
1971.
Este pequeño libro es muy interesante por el recorrido que hace al
autor durante toda la vida de James Madison, haciendo hincapié en la vida
familiar y los comienzos de su gobierno.
133
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
Schoell, Frank L., Panoramas de la historia universal, 3. Historia de los Estados Unidos,
Biblioteca de Divulgación Cultural, Bilbao, 1972.
Este libro es muy interesante por el hecho de que trata la historia de los
Estados Unidos como una extensión de Europa, de nuestra Europa, desde sus
comienzos del periodo colonial hasta 1965 con el fin de la guerra fría, en la que
Estados Unidos se proclama como gran potencia mundial, pasando por el siglo
XVIII, un siglo de crecimiento continental.
Villani, Pasquale, La edad contemporánea, 1800-1914, Editorial Ariel Historia, Barcelona.
En este libro el autor nos hace un pequeño recorrido sobre los procesos
políticos, económicos y sociales de la edad contemporánea, que arrastraron a la
humanidad a la primera gran estrategia de nuestro tiempo y también sentaron
las bases de la historia presente.
Valdés Philips, Pablo y Salazar Sparks, Juan, (1979), Manual de política mundial
contemporánea, Ed. Andrés Bello.
Este manual aborda toda la historia contemporánea, centrándose en el
tema político a nivel mundial. Es muy interesante porque ofrece gran cantidad
de imágenes, mapas, gráficos, un gran glosario, y al termino de cada capítulo,
notas donde se citan las fuentes consultadas o se hacen reflexiones adicionales.
El objetivo perseguido en este manual es presentar una guía sobre los
principales aspectos que afectan a la política internacional. Figuran en esta
conceptos globales, cuestiones doctrinarias básicas y análisis específicos de la
realidad internacional.
Ray Allen Billington, Westward Expansion: A History of the American Frontier, The
Macmillan Company, 1967.
Libro que habla sobre la expansión de Estados Unidos desde su
descubrimiento a manos del pionero Cristobal Colón en 1492 hasta los años de
la revolución agraria a finales del siglo XIX. Obra que contiene abundante mapas
y cambios fronterizos para saber todos los pormenores de la creación de la
primera potencia mundial.
134
HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN EL SIGLO XIX
C.P. Hill, A. History of the United States, Edward Arnol, 1974.
Manual de historia de los Estados Unidos en el que podemos encontrar un breve recorrido,
desde sus inicios hasta la década de 1950. Especialmente útil para conocer los pormenores del
ferrocarril y de la fiebre del oro.
Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg, Breve historia
de los Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México, 1999.
El libro se remonta desde los orígenes del país, es decir desde la llegada
de los primeros indígenas a la región norteña del continente. En dicho libro
quedan plasmados los rasgos fundamentales de los Estados Unidos; su
esplendor, dramatismo, luchas e intenso crecimiento. Este libro ha sido elegido
por el grupo para guiarnos en la investigación del trabajo, ya que fue uno de los
más completos y mejor explicados que pudimos encontrar.
Geoffrey C. Ward, Rick Burns and Ken Burns, The civil war, U.S.A, 1990.
Este libro nos ha ofrecido un abanico de posibilidades para nuestro
trabajo en concreto para centrarnos en la guerra y la reconstrucción
propiamente dichas. Además ofrece imágenes y mapas a gran escala que nos
han servido para poder entender y analizar las distintas batallas que se
desarrollan, los movimientos y las técnicas de combate; así como ofrecernos
además imágenes reales de tratados, personajes y lugares.
135