III Congreso Internacional sobre Innovación
Educativa en Filosofía
23, 24 y 25 de enero de 2019
Facultad de Filosofía
Universidad de Barcelona
María Isabel Méndez Lloret
Miguel Ángel Granada
Nuria Sara Miras
Salvi Turró
(eds.)
© Los autores
Editorial Comares, S.L.
Polígono Juncaril
C/ Baza, parcela 208
18220 Albolote (Granada)
Tlf.: 958 465 382
https://www.comares.com • E-mail: libreriacomares@comares.com
https://www.facebook.com/Comares • https://www.twitter.com/comareseditor
https://www.instagram.com/editorialcomares
ISBN: 978-84-9045-869-3 • Depósito legal: Gr. 1.137/2019
Editorial Comares
Índice de contenidos
Prólogo: MÉNDEZ LLORET, MARÍA ISABEL. El desafío de enseñar Filosofía o la Filosofía
como desafío educativo .................................................................................................... 6
Introducción: LURI, GREGORIO. La didáctica de la filosofía y las competencias e
incompetencias filosóficas .............................................................................................. 10
ALCOLEA, JESÚS. Experiencia estética y argumentación multimodal. Innovando con
Sombras y niebla ............................................................................................................ 23
ALONSO BUSTAMANTE, MARÍA. La inclusión de las pensadoras en el currículo de
Secundaria ...................................................................................................................... 32
ÁLVAREZ, JOSÉ MIGUEL. Filosofía y abandono escolar.................................................. 40
ARAGÓN ARANDA, GABRIEL; TRIVIÑO CABRERA, LAURA. La Tertulia Dialógica como
innovación educativa en la enseñanza de la Filosofía en bachillerato ........................... 50
BERALDI, GASTÓN G. Filosofía en el Programa de Educación a Distancia del ciclo de
ingreso de la Universidad de Buenos Aires .................................................................... 60
CALERO MAS, MARÍA. Microrrelatos y filosofía ............................................................ 68
CHAMORRO, EMMANUEL; MUÑOZ-ALONSO, GEMMA. Aprender investigando: Una
propuesta de Aprendizaje Cooperativo en el aula universitaria de filosofía .................. 76
COLLADO MIRABAL, MARISOL. Suena LaLila, la radio escolar comprometida.............. 85
CRESPÍN PERALES, MONTSERRAT. Cuestionando la geosexualidad y la representación
cultural del otro............................................................................................................... 92
ESTEBAN BARA, FRANCISCO; JOSÉ I MESTRE, CARLES; ROMÁN MAESTRE, BEGOÑA. La
competencia “Compromiso ético” y el relativismo moral............................................ 100
2
FRAU BURÓN, PABLO; LLINÀS BEGON, JOAN LLUÍS. El proyecto de Philosophy for
children aplicado a la Universidad ............................................................................... 110
GARCÍA NORRO, JUAN JOSÉ. ¿Qué no funciona en la didáctica de la filosofía en España?
...................................................................................................................................... 118
GARCÍA-GRANERO, MARINA. La Red de Innovación Educativa en Filosofía .............. 128
GAREA TRABA, EVA; RODRÍGUEZ
DE
RÁVENA, RICARDO; VÁZQUEZ FREIRE, MIGUEL.
Integración de la experiencia estética en la enseñanza de la filosofía .......................... 135
GILI GAL, EDGAR. Ironías del dispositivo escolar ........................................................ 144
GÓMEZ OEHLER, GUILLERMO. El experimento mental como elemento disparador para la
comunidad de investigación filosófica en el aula ......................................................... 151
GRACIA CALANDÍN, JAVIER. La neuroeducación moral como innovación educativa ... 160
GRANADA, MIGUEL ÁNGEL. Materiales para el estudio de la revolución cosmológica
(1540-1616) .................................................................................................................. 169
GRIVÉ, ROSER; DE PUIG, IRENE. Cómo se puede leer El Principito .............................. 181
IONESCU, VALENTÍN. Enseñar filosofía como experiencia de transformación. Cuando
Sócrates encontró a Don Quijote .................................................................................. 188
JIMÉNEZ LEÓN, MIGUEL ÁNGEL. El filósofo en pijama ................................................ 197
LAFUENTE-ALIAGA, IRENE; RODRÍGUEZ-AGÚNDEZ, ADOLFO. Aplicabilidad del Proyecto
PEACE a Filosofía de 1º de Bachillerato ..................................................................... 205
LEYDA DOMÍNGUEZ, AIDA. Coeducación para el desarrollo humano .......................... 217
LLINÀS BEGON, JOAN LLUÍS. La importancia del texto en la materia de Historia de la
Filosofía ........................................................................................................................ 225
MARÍN-CASANOVA, JOSÉ ANTONIO. Expectativa debida, experiencia de vida............. 233
MARISCAL VEGA, SARA. Filosofía para Niños como aprendizaje activo y experiencial
...................................................................................................................................... 241
3
MAURI, MARGARITA; ANGLÈS, MISERICÒRDIA; VILAFRANCA, ISABEL. La adquisición de
la competencia ética a través de la literatura ................................................................ 248
MEDINA-VICENT, MARIA. Una experiencia docente desde la mentorización ............... 256
MERCADÉ SERRA, MARC. Proyecto Ágora ................................................................... 264
ORTEGA ESQUEMBRE, CÉSAR. Por una educación moral democrática ......................... 272
PALACÍN MEJÍAS, MARTA. Cine y filosofía................................................................... 280
POSTIGO ASENJO, MARTA. El debate sobre la educación cívico-moral en la era postmetafísica ...................................................................................................................... 288
RABASSÓ, GEORGINA. Metodologías y experiencias de innovación docente en el Grado
de Filosofía ................................................................................................................... 297
REVERTER BAÑÓN, SONIA. Despatriarcalizar la enseñanza de la filosofía en la
universidad ................................................................................................................... 306
RIVERO, CARLES. Periodeia: escenarios y textos de la filosofía ................................... 314
RUIZ PEIRÓ, JAUME. La intervención artística como herramienta educativa en el aula de
Valores Éticos ............................................................................................................... 323
SIMON, WENDY R. Cursos de orientación para universitarios de primer y segundo ciclo
...................................................................................................................................... 329
TAMARIT LÓPEZ, ISABEL. La filosofía en mi entorno. Aprender a pensar juntos ......... 338
TARAMONA TRIGOSO, JOSÉ MARÍA; ESPINOZA VELÁSQUEZ, ANDRÉS. El rap como
instrumento didáctico para la enseñanza de la filosofía ............................................... 347
TERUEL DÍAZ, RICARDO. Lectura del texto kantiano ¿Qué es la Ilustración? ............. 356
TRO MORATÓ, RICARDO. El uso didáctico del cine. Un espejo de la deshumanización en
el Holocausto ................................................................................................................ 368
VÁZQUEZ PEÑAS, AARÓN. ¿Cómo enseñar realmente a cultivar el pensamiento reflexivo?
...................................................................................................................................... 376
4
ZACARÉS PAMBLANCO, AMPARO. La filosofía y su labor alfabetizadora ..................... 383
5
Prólogo:
El desafío de enseñar Filosofía o la Filosofía como desafío educativo
MARÍA ISABEL MÉNDEZ LLORET
Hablar de la necesidad de educar, o afirmar que la educación es la única solución para la
gran mayoría de los problemas humanos, no es un discurso innovador sino, más bien, un
lugar común, un recurso retórico que, como tal, nada dice, nada aporta, nada resuelve.
Pero si se atiende a la relación que existe entre Filosofía y educación, la reflexión sobre
cómo educar o cómo enseñar Filosofía adquiere una dimensión propia que señala el inicio
mismo de la Filosofía. No es ajena, pues, a la Filosofía la tarea de educar, sino uno de sus
principales objetivos.
La educación empezó en Occidente en la palabra de los poetas. Su función social consistía
en la fijación, conservación y transmisión de los elementos que intervienen en la
consolidación de una sociedad. Para ello disponían de unos recursos “pedagógicos”
propios, unos métodos, diríamos hoy, eficaces para lograr su fin. La terminología, el ritmo
y cadencia de las palabras, las imágenes ejemplificantes transmitidas a través de relatos
de fácil comprensión y asimilación, todo ello unido a la creencia del origen divino de
aquellos relatos, constituyeron elementos útiles y determinantes que contribuyeron a la
sistematización de la educación griega. Los cambios sufridos por los modelos sociales
modificaron la relación del hombre con el mundo y obligaron a revisar y proponer nuevas
formas y nuevos contenidos educativos. La paideia griega es un claro ejemplo de tal
situación.
Los grandes problemas que se le han planteado al educador han impregnado la filosofía
desde muy temprano. La enseñabilidad de la virtud enfrentó a Sofistas y Sócrates; la
relación entre retórica y práctica moral quedó excelentemente recogida por Platón en su
Gorgias. El problema de qué es la retórica y para qué sirve podría ser de gran utilidad
para orientarnos hoy en día acerca de la necesidad de elegir, de entre muchos, los
discursos o modos de discurso más adecuados y efectivos para la comunicación y
consecución de la enseñanza de la Filosofía. Esos diversos modos de discurso
desembocan en el debate crítico sobre ellos mismos. En cierto modo, ellos mismos se
convierten en material filosófico. La educación, cómo educar, es en sí misma un problema
6
filosófico. Para ilustrar la afirmación anterior, baste recordar la “misión divina”
encomendada a Sócrates: el uso del diálogo como única herramienta para transmutar la
ignorancia humana en la certeza de tal ignorancia y el “buscar conjuntamente”. Descubrir
la capacidad racional del hombre mediante la aplicación de pensamientos y palabras para
lograr la mejora de la realidad humana, es descubrir la capacidad humana de adaptarse a
las situaciones, de innovar. En otras palabras, la capacidad para identificar problemas,
para analizarlos, para formular juicios, para elegir la respuesta mejor, muestra el pleno
ejercicio del pensamiento crítico en todos los asuntos y situaciones en los que el hombre
se identifique y se proyecte. Y todo ello mediante la búsqueda conjunta a través de los
modos de discurso.
Los grandes cambios, avances, innovaciones en definitiva de la paideia griega, han
venido de la mano del magisterio filosófico; lo mismo cabe decir respecto de las primeras
escuelas o centros de educación en Occidente. Por todo ello, adquiere pleno sentido
plantearse hoy en día la innovación educativa en Filosofía porque, de hecho, es un factor
intrínseco a la propia Filosofía, con independencia de las directrices y tendencias
generales que se aplican actualmente a todas las disciplinas del conocimiento
contemporáneo. Corremos el riesgo de pensar que si no se innova o no se formulan
propuestas innovadoras en los distintos campos de trabajo, el esfuerzo del docente o del
especialista carece de valor; la innovación se presenta hoy en día casi como una exigencia
social que rentabiliza el esfuerzo personal. Lejos de este planteamiento, la Filosofía
descubre la fuerza de la palabra, como razón pensada y hablada, revolucionaria e
innovadora por sí misma.
Sin embargo la identidad propia de la Filosofía puede haber dificultado o generado la
opinión de la escasa o nula necesidad de desarrollar y establecer unas formas de enseñar
adecuadas a los contenidos de su magisterio, una didáctica adecuada a las necesidades del
ejercicio del pensamiento en la actualidad.
El III Congreso Internacional sobre Innovación Educativa en Filosofía (CIIEF) se ha
celebrado en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona, los días 23, 24 y 25
de enero de 2019. Los anteriores congresos fueron posibles de la mano de la Facultad de
Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid y de la Facultad de Filosofía y
Ciencias de la Educación, de la Universidad de Valencia. Agradecemos la confianza
puesta por ambas en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona para la
organización del tercer congreso.
7
Este congreso ha reunido a profesionales y estudiantes de diversas procedencias y
diferentes niveles de formación con el principal fin de mantener vivo y alimentar el reto
de enseñar Filosofía. El encuentro entre todas las partes implicadas en la enseñanza de la
Filosofía es constructivo y alentador; el intercambio de experiencias, unas más teóricas,
otras más prácticas, alimenta un camino abierto de búsqueda de formas didácticas para la
enseñanza de la Filosofía que abarca un espectro social amplio y complejo: no conviene
olvidar que desde las aulas estamos educando ciudadanos capaces de hacer frente a los
grandes retos culturales tanto presentes como futuros. Conviene pensar que las destrezas
derivadas del aprendizaje de la Filosofía se desarrollan no únicamente en el ámbito de los
docentes de la Filosofía, sino en todo aquello que es humano. La necesidad no sólo de
organizar congresos para alumbrar conjuntamente elementos que generen una conciencia
común sobre la innovación, sino sobre todo de detenernos a analizar cómo enseñar en
Filosofía, es obvia: la sociedad actual apuesta por actividades computables, competitivas,
transferibles; las expresiones “inteligencia artificial”, “máquinas inteligentes”, obliga a
pensar muy seriamente en la relación entre la inteligencia y la mecánica, el hombre y la
máquina. La consecuencia resulta evidente: la enseñanza de la Filosofía debe ir
acompañada de unas formas educativas que conduzcan a despertar el interés por ella, que
contribuyan a afianzar contenidos y prácticas de razonamiento, que permitan advertir la
presencia de la mirada filosófica en cualquier actividad cotidiana estableciendo diálogo
abierto con la literatura, el arte, el cine…, pero, principalmente, que capacite al neófito a
ejercer una visión crítica propia en todo aquello que le concierne. Como no es tarea fácil,
aunque el reto sea atractivo y seductor, los congresos emergen como espacios temporales
óptimos para intercambiar experiencias, para reflexionar conjuntamente sobre las
maneras de asegurar el desarrollo intelectual de los estudiantes de Filosofía mediante la
fijación de estructuras mentales efectivas. Las formas de educación dotan de eficacia a la
razón, que la Filosofía se encarga de desarrollar; son el instrumento ejecutivo que pone
en marcha la inteligencia. Pero no hay que perder de vista que la adopción de modelos
didácticos por muy innovadores, atractivos, efectivos que sean, no puede oscurecer ni
sustituir el compromiso profesional, ético y humano, que recae en la figura del docente y
que lo hace capaz de despertar el componente ejemplar y afectivo que convierte a un
profesor en un maestro.
El III Congreso Internacional sobre Innovación Educativa en Filosofía ha sido posible
gracias a las ayudas económicas recibidas por el Vicerrectorado de Docencia y
Ordenación Académica de la Universidad de Barcelona, a través de su programa RIMDA
8
(Recerca, Innovació i Millora de la Docéncia i l’Aprenentatge), y por el Departamento de
Filosofía de la Universidad de Barcelona. Ha contado con la colaboración de la Facultad
de Filosofía y del CRAI Biblioteca. A todos ellos, el más sincero agradecimiento de los
responsables de la organización.
Agradecemos igualmente a los miembros del comité científico su contribución a la
evaluación final de las propuestas recibidas; a los miembros del comité coordinador, el
trabajo detallado y experto sobre las propuestas recibidas y su valoración razonada de las
mismas (Marta Palacín y Dra. Georgina Rabassó para propuestas en el ámbito de Filosofía
3/18; Dra. Montserrat Crespín para propuestas en el ámbito de Grado universitario; Edgar
Gili, para propuestas en el ámbito de Máster), al secretario del Congreso, Carles Rivero,
quien ha llevado gran parte de la carga de trabajo de preparación del Congreso, de
seguimiento y de post-congreso, en particular, la edición final de las actas; a Pau Matheu,
Max Mazoteras, Pablo Montosa, adjuntos al secretario, asumiendo una diversidad de
tareas complementarias, y no menores, al trabajo del secretario. Igualmente a todos los
que se ofrecieron generosamente para colaborar en la moderación de mesas y que
inicialmente no figuraban como parte del equipo organizador: Natalia Rodríguez,
Guillem Sales y Francesc Teodoro.
Por último, solo resta agradecer a todos los asistentes su presencia y el trabajo
desarrollado para y durante el III Congreso Internacional sobre Innovación Educativa en
Filosofía.
Abril de 2019
9
Introducción:
La didáctica de la filosofía y las competencias e incompetencias
filosóficas
¿Poner al día la didáctica de la filosofía?
GREGORIO LURI
Un doble propósito me guía en esta conferencia. Aspiro a decir algo relevante sobre la
didáctica de la filosofía y, a la par, a mostrar alguna cosa. Con respecto a lo que quiero
decir, baste por ahora con señalar que hablaré de vacas. Lo que quiero mostrar puede
decirse, por el momento, a medias: que toda clase o conferencia debe tener un principio
y un final didáctico o, si lo prefieren, retórico. La didáctica de la filosofía es la parte de
la filosofía que habla de Platón con los recursos de los sofistas. Intentaré responder así a
la invitación de los organizadores del congrego, que agradezco muy sinceramente, y al
objetivo que el Congreso se ha propuesto: “facilitar un espacio de intercambio de
experiencias sobre la docencia de la filosofía que permita una puesta al día de los
recursos metodológicos”.
Ya saben ustedes que a los que trasteamos con la filosofía nos corresponde meternos
donde no nos llaman. Voy a ejercer este derecho atreviéndome a poner en cuestión esta
“puesta al día,” porque, quizás, lo que haya que poner al día es este empecinado eslogan
de ponerse al día, que es una de las manifestaciones de la novolatría dominante.
La novolatría (tomo el término de Pedro Mártir de Anglería), que es el principal culto del
presente, ha conseguido imponerse como principio rector de nuestras vidas gracias a una
resituación axiológica de lo nuevo, de lo posible y de lo tecnológico.
Lo nuevo se ha convertido en un valor (especialmente en su avatar “innovador”) que ha
ido asumiendo el papel que venía correspondiéndole a lo bueno. Tradicionalmente, lo
hodierno hacía referencia a una posición cronológica y lo bueno, a una posición
axiológica. Ya no es así. Por eso nadie se enfada si le dices que está equivocado, pero hay
que evitar decirle que pudiera estar anticuado. Gracias a la carga axiológica de lo nuevo,
nada que se presente como tal necesita justificar su bondad. El precio a pagar por este
vivir sin aliento, es la obsolescencia de máquinas, profetas y profecías. ¿Quién se acuerda
10
hoy del gran gurú de la primera década del siglo XXI, Negroponte, que aseguraba, en
2010, que al libro de papel no le quedaban 5 años de vida y que el ordenador era la única
manera de proporcionar a los alumnos las competencias del siglo XXI? ¿Qué ha sido de
la tesis que hacía equivalentes la sociedad de la información y la sociedad del
conocimiento? ¿Quién se atreve a defender hoy incondicionalmente que las redes sociales
son un instrumento liberador de la humanidad?
Lo posible ha colonizado nuestra imaginación hasta el punto de que lo que podríamos
llamar el umbral de la inminencia se ha convertido en nuestro hogar. Pero lo posible (y
su principal avatar, lo virtual) presenta una peculiaridad muy notable: tira en dirección
opuesta a lo real. Por eso mismo, el incremento de lo posible no puede ir sino en
detrimento de lo real. O, si lo prefieren: para que crezca el valor de lo posible, ha de
menguar el valor de lo real. Lo real y lo posible están siempre contendiendo entre sí por
el dominio del mundo de la vida.
Heidegger nos advirtió de que el emplazamiento fundamental de la modernidad (de lo
hodierno) es el técnico. Pero no es técnico porque haya tecnología, sino que hay
tecnología porque la época es ‘técnica’. La técnica es el modo ya decidido de
interpretación del mundo. Por eso la técnica (y su avatar: las nuevas tecnologías) sólo es
dominada allí donde, entrando previamente en ella y sin reservas, se le dice un sí
incondicionado. Vivimos en la sumisión metafísica a la técnica. Dejemos, pues, que los
oteadores nostálgicos del futuro se pregunten hacia dónde vamos con las nuevas
tecnologías y reservemos para la filosofía la pregunta realmente importante: ¿qué ha
venido ocurriendo para que el sometimiento incondicional a la técnica haya sido posible?
Si esta caracterización de la novolatría es correcta, la puesta al día de la didáctica de la
filosofía no puede ser sino polémica, pues previamente ha de aclarar con qué ídolos de la
tribu hemos de vérnoslas. Y entre ellos destaca de forma preeminente el ídolo de las
“competencias del siglo XXI”.
1. Filosofía y competencias
La competencia, como la virtud (de la que es heredera sin saberlo), es la realización
excelente de una función; por eso es más difícil definirla que mostrar al competente.
Suponer que ya sabemos qué hará el competente del futuro en los diversos campos de
actividad, podría ser sólo ingenuo, pero tal como se ha instalado en el discurso
pedagógico, es un motivo de lamentables confusiones que permiten a algunos creer que
11
se puede ser competente a priori. Pero la competencia siempre es ejecutiva y, como decía
Cicerón de la virtud, su mérito reside por completo en la acción. Es competente el que
obra de forma competente aquí y ahora. Es competente, por ejemplo, el ladrón que por su
excelencia (por su “areté kleptiké”, decían los griegos) nadie ha cogido con las manos en
la masa. Pongo este ejemplo explícitamente porque con frecuencia parece que la
pedagogía moderna ha estado buscando en los discursos de la tecnología y, por lo tanto,
de las competencias, un terreno ideológicamente neutral que nos ofrezca lo que las
ideologías no pueden garantizar, consensos, y en el que poder afirmarse a sí misma lejos
de polémicas. Es una pretensión absurda. La pedagogía no debería preocuparse por saber
si la competencia del ladrón se sitúa al mismo nivel que la de un músico, un cirujano o
un novelista, sino por el valor de cada competencia. Para ello, el discurso de la
competencia ha de ser guiado por algo que por sí mismo no puede dar: una axiología.
Ocurre exactamente lo mismo con la inquietante moda de la llamada “educación
emocional”. Si la convertimos en un quehacer autónomo, sin ninguna consideración al
valor, corremos el riesgo de hacer del Príncipe de Maquiavelo un manual de educación
emocional. ¿O acaso un cínico o un manipulador sin escrúpulos no posee un control
riguroso de sus emociones?
Los discursos pedagógicos en boga sobre la tecnología, las competencias o la educación
emocional son deudores, lo sepan los novólatras o no, de determinadas visiones del
hombre, es decir, de filosofías. Si no lo saben, será difícil que comprendan el valor de la
filosofía.
Les aconsejo, si quieren divertirse, que busquen las fuentes que han servido al World
Economic Forum para establecer sus listados de competencias. Cuando recientemente
este mismo Fórum ha anunciado que las competencias en declive son, entre otras, la
memoria, la lectoescritura, las matemáticas y la escucha activa, nos deja en una magnífica
posición para contestarle: ¿Y a mí, qué? ¿Me va a decir a mí el WEF que no puedo
hacerme monje cartujo, que no puedo dedicar mi vida a la cerámica griega o que mi
objetivo no puede ser estudiar copto para interpretar adecuadamente la biblioteca de Naj
Hamadi? Hoy es imprescindible reivindicar la autonomía del mundo de la vida (o de las
cosas humanas) frente a quienes intentan encajarlo en el lecho de Procusto de sus
predicciones.
El discurso de las competencias es confuso, contradictorio y, en contra de lo que pretende,
se encuentra tan alejado del mundo de la vida que ignora que cuanto más riguroso sea,
12
más pondrá de manifiesto eso que la pedagogía moderna se niega por completo a ver: la
presencia del incompetente.
Andrea Bandelli, Director Ejecutivo de Science Gallery International, aseguraba
recientemente, en esta dirección, que “los jóvenes necesitan nuevas habilidades, muchas
de las cuales aún ni siquiera se comprenden”. Sin embargo, está seguro de que les hará
falta “inteligencia emocional; sensibilidad intercultural; creatividad; presentación de
problemas (en lugar de resolución de problemas); ciudadanía económica; empatía;
adaptabilidad; resiliencia…”. Curiosamente, no habla ni de conocimientos ni de memoria.
El futuro que nos describen los futurólogos no es sino una proyección de sus prejuicios.
Bandelli, precisamente por falta de conocimientos, ignora que no dice nada nuevo. Está
haciéndose eco de un mantra que viene repitiéndose desde que lo formuló por primera
vez, el 28 de octubre de 1957, Joseph Devereux Colt en una conferencia en la Universidad
de Chicago, justo 24 días después de que los soviéticos hubieran puesto en órbita el
Sputnik. Devereux formaba parte de un equipo dirigido por Lyndon B. Johnson que tenía
por objetivo establecer las competencias del futuro, con el supuesto de que los adultos del
porvenir tendrían que resolver problemas que aún no se habían planteado con tecnologías
que aún no habían sido diseñadas. Esta es una tesis que, bajo su aparente dramatismo,
dice muy poco, pues todo futuro llega con alguna sorpresa bajo el brazo y todos nosotros
estamos resolviendo problemas que hace unos años eran impensables con tecnologías que
entonces eran inimaginables. Piensen en el móvil. Stanley Kubrick fue incapaz de
imaginárselo cuando con un grupo muy selecto de tecnólogos de la NASA imaginaba el
mundo del 2001. ¿Alguien de más de 50 años reconoce en las profesiones del presente
las profesiones habituales de su infancia?
¿Cómo somos capaces los que tenemos más de 60 años de utilizar un móvil (o un
ordenador), si nadie en la escuela de nuestro tiempo era capaz de imaginarse nada
semejante?
La respuesta es elemental: porque no sólo aprendemos en la escuela. Una parte muy
relevante (y creciente) de nuestros conocimientos proceden de la observación de la
experiencia ajena. Gracias a ello no sólo sabemos cosas; sabemos también a quién recurrir
para encontrar ayuda ante determinados problemas (lo cual, por cierto, a medida que la
sociedad se va tornando más y más compleja, es más y más importante). A este
aprendizaje el Platón de las Leyes le da el nombre de “autophyês”, que podemos traducir
por espontáneo. Como irá, sin duda, creciendo, el reto al que ha de responder la escuela
no es el de cómo imitar a la vida, sino cómo proporcionar las experiencias que no nos
13
proporcionará la vida espontáneamente y que, al mismo tiempo, han de servir para
ordenar las experiencias espontáneas de la vida.
Bandelli añadía lo siguiente con respecto a las innombradas competencias del futuro:
“Estas no son habilidades que se pueden enseñar con los métodos educativos
tradicionales. Varios expertos incluso se preguntan si es posible enseñar estas
habilidades”. De nuevo nos encontramos ante la ingenuidad de alguien que no sabe que
lo único que nos ha descubierto es su ignorancia de los diálogos de Platón. Constatar esto,
nos permite darle la razón a Ortega cuando escribe que “quien no haya meditado a Platón,
tiene menos peso específico, dentro de la zoología, que quien lo haya glosado”. Ortega
escribe esto respondiendo a la borrachera futurista de Marinetti, que, como saben,
proclamaba a los cuatro vientos que “un automóvil rugiente, que parece correr como la
metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia”.
No me molesta esta tesis en sí misma. Ni tan siquiera tengo inconveniente en admitir su
plausibilidad. Hasta podría estar dispuesto a aceptar, especialmente algunas tardes de
verano, que, como sostenía Somerset Maugham, “nadie ha podido explicar nunca por qué
el templo dórico de Paestum es más hermoso que un vaso de cerveza fría”. Lo que me
molesta de Marinetti es su pretensión de romper nuestra relación colectiva con el pasado,
su orgullosa fobia al museo.
2. Novolatría y sociedad líquida
La novolatría está tan obsesionada con anticipar el futuro que es incapaz de ver que el
hombre moderno no quiere ser sólo moderno. Basta salir a la calle para descubrir su
necesidad de compensar lo que el tiempo pretende relegar al olvido. Nuestra época
innovadora es también una época recuperadora. Buscamos las recetas de la abuela y
productos “del campo”, añoramos los tomates que sabían a tomate, ponemos chimeneas
en nuestras casas de protección oficial, valoramos el buen trabajo artesanal, recuperamos
los discos de vinilo, visitamos paisajes naturales que parece que no hayan sido hollados
por el hombre, nos interesa nuestra genealogía, confiamos en medicinas alternativas
porque supuestamente provienen de “prácticas terapéuticas milenarias”, las naciones no
dejan de celebrar las gestas de su pasado que consideran más dignas de ser rememoradas,
abrimos tiendas en lugares chic de las ciudades para vender productos “vintage”, nos
manifestamos en contra de la “apropiación cultural” para preservar así lo genuino de cada
cultura, hemos elevado lo indígena y lo étnico a categoría moral… Somos innovadores,
14
pero exigimos a las instituciones fidelidades seguras (aunque las nuestras sean
condicionales) y a las personas que mantengan su palabra. Cada pueblo tiene su museo
histórico… De hecho, la nuestra es tanto la época de los parques tecnológicos como la
época de los museos.
“Todo es líquido”, decimos, pero nos gusta comprobar que el grifo es menos líquido que
el agua y que tenemos a mano personas en las que poder confiar.
Lo viejo con frecuencia sobrevive en lo moderno, de manera que para comprender éste
debemos comprender aquél. Recientemente Byung-Chul Han ha recuperado el concepto
platónico de la “teatrocracia”, volviendo a poner de manifiesto que Platón pudo habernos
comprendido mejor de lo que nosotros nos comprendemos a nosotros mismos.
Por otra parte, la historia nos ofrece abundantes ejemplos de personas que han sido
capaces de sobresalir de la uniformidad, porque se han resistido a la comodidad del
mimetismo y no es extraño que lo que perdura de una época sea aquello que supo plantarle
cara, porque su rebeldía le ha permitido sobrevivir a su tiempo y encontrar sus
contemporáneos en el futuro.
Si somos capaces de emocionarnos con un verso de Safo, si creemos que Esquilo entiende
lo humano mejor que ciertas versiones en boga del humanismo, si la búsqueda de un
trabajo alegre y de un amor seguro nos importan a nosotros tanto como a los personajes
de Aristófanes, si el mundo de la vida sigue sin caber en el mundo de la ciencia, si quien
domina su capacidad atencional ha tenido y tiene más posibilidades de practicar la
circunspección, si la memoria no es otra cosa que el residuo que deja la experiencia al
pasar, si los límites de nuestro lenguaje son los límites de nuestro mundo, si la imagen
que tenemos de nosotros mismos, esté respaldada o no por los hechos, es un hecho de
nuestra realidad… si todo esto es cierto, entonces el hombre es también un ser de
permanencias.
Quiero insistir en la importancia de la memoria (tanto la que nos permite disponer de
conocimientos a largo plazo, como la que nos permite recordar las personas o las
instituciones en las que podemos confiar cuando necesitamos conocimientos rigurosos),
porque muchas ideas que en educación se nos presentan como innovadoras sólo pueden
pasar como tales gracias a la desmemoria pedagógica. Como esto puede parecerles una
exageración, les propongo un divertimento pedagógico: un examen en competencia
innovadora. Les leeré diez frases y después de cada una les diré 3 años. En uno de ellos
fue dicha la frase. Apúntense, si les parece bien, el año y después comprobaremos si han
acertado.
15
Vamos allá:
1) “Existen esquemas del pasado que hay que superar. El aprendizaje no puede
ser ya una continua sujeción a datos y cifras, sino un estímulo de las
capacidades creadoras del alumno”: ¿1863, 1971 o 2017?
2) “Jamás se debe decir a un niño, cuando está aprendiendo a escribir, que una
letra está mal escrita. La estupidez es fruto del desaliento”: ¿1913, 1968 o
2018?
3) “La idea de que nuestras escuelas deben proporcionar a los niños cuerpos de
conocimientos es absurda e inquietante”: ¿1966, 2006 o 2016?
4)
“El plan de estudios de la escuela primaria debe contemplarse más en términos
de actividad y experiencia que en los de adquisición de conocimientos y
memorización de hechos”: ¿1931, 1981 o 2005?
5)
“Si deseas ser aplaudido en una convención educativa, utiliza tópicos
sentimentales sobre los sagrados derechos del niño, resaltando especialmente
su derecho a conquistar la felicidad por medio de la libertad. Es probable que
te ganes un aplauso extra si te lamentas de la crueldad de los exámenes y los
deberes”: ¿1879, 1934 o 1976?
6) “En la educación pensamos demasiado en términos de conocimientos y muy
poco en términos de sentimiento y gusto”: ¿2017, 1937 o 1998?
7) “Los alumnos del futuro deberán enfrentarse a problemas que aún no existen
con tecnologías que aún no han sido diseñadas”: ¿1957, 1999 o 2014?
8)
“La educación progresista ha estado mucho más preocupada por definirse a sí
misma en oposición a la escuela tradicional que por crear una alternativa
educativa consistente”: ¿1938, 1978 o 2018?
9) “El niño debe construir él mismo sus propios saberes”: ¿1989, 1998 o 2018?
10) “El profesor no debe adoptar el papel de experto, de figura ejemplar o de
autoridad, sino el de compañero de juegos y amigo”: ¿1967, 1996 o 2000?
Estas son las respuestas:
1) 1971. Programa de implantación de la Ley General de Educación (aprobada en
1970).
2) 1913: Cecil Grant
3) 1966: Peter Mauger.
4) 1931: Informe Spens sobre la educación primaria en Inglaterra y Gales
16
5) 1934: William Chandler Bagley
6) 1937: Informe Spens sobre la educación secundaria en Inglaterra y Gales
7) 1957: Joseph Devereux Colt. 24 días después del lanzamiento del Sputnik.
8) 1938: Dewey, Experience and Education
9) La ley Jospin de julio de 1989
10) 1967: Informe del Consejo Central de Educación inglés, Children and their
Primary Schools.
Sea cual sea su puntuación, lo que se pondrá de manifiesto es que ustedes no son
innovadores. Si obtienen buena puntuación, saben que lo que no es tradición es plagio. Si
no es así, como no saben lo que es viejo, difícilmente sabrán lo que es nuevo o innovador.
3. La experiencia educativa y las competencias filosóficas
Otro concepto que está muy lejos de ser claro y distinto, es el de “experiencia educativa”,
a pesar de que sobre él pilota todo el discurso pedagógico moderno. Es obvio que no toda
experiencia es educativa. Ni siquiera toda experiencia competencial lo es, porque no toda
competencia es loable. Si en la LOGSE se proclamaba como principio mil veces repetido
que el fin de la educación es desarrollar todas las potencialidades del niño, hemos de saber
que una de esas potencialidades es, como hemos visto, la “tékhne kleptiké”, cuya
excelencia o areté puede estar al alcance de todos y, por eso mismo, hay que alejarla de
nuestras escuelas.
Dewey descubrió en 1938 —y no sin sorpresa— que a pesar de que la experiencia
educativa era el principio que sostenía todas sus propuestas pedagógicas, carecía de una
teoría filosófica de la experiencia que la fundamentara. Dedicó grandes esfuerzos a
elaborarla, pero todo lo que nos ofreció fue su Logic, en cuyas páginas la palabra verdad
sólo aparece una vez y en una nota a pie.
Les animo a vivir una experiencia inquietante: pregunten en las escuelas qué es lo
que entienden por “experiencia educativa”. En la mayor parte de los casos ni se han
planteado la pregunta.
La experiencia sólo puede ser educativa si está al servicio de unos fines que
consideramos nobles, pero estamos viendo que en los tiempos de la novolatría, los fines
se han hecho confusos. Al elevar el pluralismo a principio constitucional supremo, nos
impedimos ser precisos. Por eso muchas familias se preguntan por qué han de reconocerle
al Estado competencia para educar a sus hijos si ese mismo Estado les asegura que nadie
17
tiene derecho a decirles cómo tienen que vivir, qué han de pensar, qué han de creer, a
quién han de votar o qué género han de tener.
La educación en casa va en aumento y yo le auguro un buen futuro.
En conclusión: la filosofía no puede estar al servicio de las supuestas
competencias del siglo XXI. En todo caso, lo que habrá que preguntarse es si las
competencias filosóficas continúan siendo relevantes en el siglo XXI. O bien abrimos
conceptualmente el significado de lo competencial, para incluir la competencia teórica,
lo cual, probablemente, sería un contrasentido, o le negamos el espacio escolar a la
filosofía. Precisamente porque el pensar filosófico no tiene necesidad de “obrar” o de ser
“útil”, somos responsables de nuestra propia libertad intelectual. Si aplicamos
estrictamente la doctrina de las competencias, estamos diciendo que el conocimiento, en
lugar de formar parte de los fines de la vida, sólo es un medio.
Añado que un énfasis obsesivo en las competencias priva a las mismas
competencias de su razón de ser, pues el conocimiento, para merecer este nombre, nos ha
de proporcionar algún tipo de satisfacción intelectual. Negar a nuestros alumnos esta
satisfacción es reducir su experiencia educativa.
¿Qué competencias serían propias de la filosofía? La pregunta merece otro
congreso, pero me voy a permitir sugerir algunas con el mayor afán conciliador.
El diálogo. Es, indudablemente, una competencia filosófica, pero siempre y
cuando tengamos presente que lo mejor que nos puede proporcionar un diálogo honesto
es la conciencia clara de las diferencias que se han puesto de manifiesto en el mismo. En
un diálogo exigente el que gana es el que lo pierde, porque es el único que ha aprendido
algo y por eso mismo está en condiciones de rememorarlo como diálogo consigo mismo,
convirtiéndolo en pensamiento.
La sinopsis. “Ho synoptikós dialektikós”, leemos en República 537c. El ejercicio
de recoger lo múltiple en la forma de una unidad (de engavillar la pluralidad) y de escindir
lo uno en la pluralidad de los componentes, es el nervio de la filosofía. Donde no hay un
esfuerzo por ordenar jerárquicamente los valores, no hay filosofía. Pero la syn-opsis es
impracticable sin competencia lingüística. Recuerden que lo primero que pregunta
Sócrates ante el esclavo de Menón es si es griego y sabe el griego. Sin competencia
lingüística, no hay filosofía.
La horística. Precisamente porque nos movemos siempre entre la dualidad y la
unidad, la filosofía es horística. Jenócrates, en su Perì phrônéseôs, la definía como
“horistikê kaì theôrêtikê tôn óntôn’”, es decir, como delimitación (“horos” es mojón, que
18
en latín recibe el nombre de “finis” o “terminus”, de ahí definir, determinar, delimitar…)
y teoría de la realidad. En toda teoría hay ya implícita una “horística”.
La enkrateia. Desde Sócrates sabemos que no se puede filosofar sin un cierto
dominio de uno mismo, sin “enkrateia”. Las diferentes escuelas helenísticas no son sino
respuestas heterogéneas al problema de la enkrateia o, si lo prefieren, diferentes
propuestas de educación emocional.
La meditación del argumento. La didáctica de la filosofía no tiene nada que ver
con el fomento de la impaciencia de la opinión. Debemos tener cuidado a la hora de
animar incondicionalmente a nuestros alumnos a ser desacomplejados, a expresarse
libremente, a no tener miedo al fracaso, a ser optimistas… porque después nos llevamos
las manos a la cabeza al comprobar con qué facilidad blindan sus opiniones más
peregrinas tras la falacia de “es mi opinión”. Razonar es difícil y razonar bien aún lo es
más. Un buen razonamiento, consistente y original, es tan valioso como un cuarteto de
cuerda de Beethoven. Ambas cosas hay que aprender a reconocerlas antes de ponerse a
practicarlas. Cuando en filosofía hablamos de aprender a pensar entendemos que se trata
de aprender a pensar a la manera de los grandes pensadores y para ello hay que aprender
a pensar con ellos. Pero no podemos aprender a pensar con ellos si antes no hemos
aprendido a dominar el arte de la lectura lenta.
La lectura lenta, de la que hablaremos más adelante (recuerden que aún tenemos
que hablar de vacas).
Ganarse un fin. Todos somos más que la función que en este momento
desempeñados. Somos, incluso, algo más que el conjunto de funciones que
desempeñamos, porque a estas funciones, si queremos entender lo que somos, hay que
añadirles un principio ordenador que podríamos llamar metafuncional. Si el hombre fuese
una herramienta, se explicaría por su función, pero como no lo es, su excelencia tiene más
que ver con lo metafuncional que con lo estrictamente funcional. Posidio, el biógrafo de
San Agustín, describió a éste como “un hombre de los que se han ganado su fin”. Es un
hermoso elogio que pone de manifiesto algo antropológicamente muy relevante: que, en
el hombre, el fin ilumina toda la vida y, en este sentido, se confunde con el principio
metafuncional. El de ganarse un fin es el proyecto de conquistar el principio
metafuncional que nos ayude a conseguir una visión de la propia biografía que no sea ni
fragmentaria, ni una mera suma de nuestras funciones parciales; es hacerse con una
autobiografía que podamos mostrarnos a nosotros mismos, con satisfacción exigente y
coherencia crítica; es ser una persona de confianza para sí y para los otros, que no miente
19
ni se miente cuando proyecta expectativas sobre sí mismo; es ser capaz de hacer y hacerse
promesas y cumplirlas. La función del principio metafuncional es la de dar forma unitaria
a la fragmentación inevitable de nuestras funciones. Precisamente porque nos
enfrentamos a exigencias morales específicas en cada uno de los ámbitos en los que nos
movemos, necesitamos, para ser, de verdad, morales, superar las morales fragmentarias
sometiéndolas a un principio moral unificador metafuncional. “Querer volverse un
hombre mejor fragmentariamente —escribió Kant— es un intento vano”. Efectivamente,
la persona ética está guiada por la unidad del principio interno que ordena su vida en lo
bueno y en lo malo, en sus excelencias y en sus deficiencias fragmentarias. Cuando esta
unidad está dada, descubrimos un carácter moral, un estilo ético. El cuidado del fin
metafuncional es la manera más precisa de cuidar de nuestra alma. Recordemos el
mensaje socrático: “Amigo, ¿no te avergüenzas de no preocuparte más que de amontonar
riquezas, de incrementar tu fama y tus honores, mientras de la prudencia, de la verdad y
de cómo mejorar tu alma te desentiendes?” Traduzcámoslo a nuestro lenguaje: ¿No te
avergüenzas de pretender ser excelente fragmentariamente? Esta es la partida de bautismo
de esa práctica tan singular que es el cuidado responsable de sí. Aquí nace la convicción
de que ganar el mundo y perder el alma es un negocio ruinoso.
4. Y, finalmente, hablemos de vacas
Ha llegado el momento de hablar de las vacas, es decir, de dar un final didáctico a esta
conferencia.
Hace unos días envié a mi editor el manuscrito de un libro que posiblemente se
titulará Zoosofía, con el subtítulo de Introducción bestial a la filosofía. Básicamente
recoge diferentes exempla de animales utilizados por diferentes filósofos. No deja de ser
curioso que la filosofía, que es un saber fundamentalmente conceptual, haya recurrido
con frecuencia a ejemplos de animales para aclarar sus conceptos. Esto presenta una serie
de sugerencias filosóficas interesantes sobre las que no entraré. Lo que me interesa, aquí
y ahora, es el ejemplo de la vaca.
Ramon Llull parece ser el primero que, tanto en el Llibre de meravelles como en
L’arbre dels exemples de la ciència, muestra el rumiar vacuno como modelo de actividad
filosófica, porque permite digerir bien lo que creemos saber.
Más tarde, Baltasar Gracián, en El Criticón, siguiendo a Llull, insiste en que la
superioridad más notable de los animales sobre el hombre es “aquella del rumiar que en
20
alguno de los brutos se admira y no se imita”, porque es gran cosa “volver a repasar
segunda vez lo que la primera a medio mascar se tragó, aquel desmenuzar de espacio lo
que se tragó aprisa.”
En mi opinión Schopenhauer hereda esta imagen de Gracián cuando asegura que
sólo rumiando se asimila lo que se ha leído, y toma cuerpo y raíz en la mente.
Nietzsche, a su vez, siguiendo a Schopenhauer [por cierto no sé si saben ustedes
aquel chiste que asegura que el inglés es tan difícil que se escribe Shakespeare y se
pronuncia Schopenhauer: si no lo saben, no importa, pero si no son una miaja irónicos…
eso sí que importa]. A lo que iba: Nietzsche repite en diferentes lugares de su obra que
para leer bien hay que saber rumiar como una vaca. Zaratustra defiende incluso que hasta
que no nos comportemos como las vacas “no entraremos en el reino del cielo.” En el
hermoso prólogo de Aurora, Nietzsche se presenta a sí mismo como un maestro en lectura
lenta, que es la lectura rumiante.
Deleuze, siguiendo esta estela, comenzó el curso de 1983-84 diciendo a sus
alumnos: “Quisiera hacer filosofía a la manera de las vacas. Rumiando”.
Fíjense ustedes lo que puede dar de sí una humilde vaca. Con razón dijo alguna
vez en esta casa Jordi Sales que las vacas también tienen derecho a ser usadas como
ejemplo.
Pero esto no acaba aquí.
Daisetsu Teitaro Suzuki, uno de los más grandes divulgadores del pensamiento
zen, propone diez pasos para educar la atención. Dado que estoy convencido de que la
atención es el nuevo C.I., esto me interesó vivamente.
Los diez pasos se muestran en diez ilustraciones con gran cantidad de detalles que
aquí nos ahorraremos. Ahora bien, aunque les he dicho que ni bailaríamos ni llenaríamos
las paredes de post-its, no puedo evitar recurrir al psicodrama, así que, por favor,
concéntrense y síganme en mi meditación de cada uno de estos pasos:
1.
Estoy perdido en el bosque, desorientado. Debo buscar mi vaca perdida.
2.
Encuentro sus huellas. Las seguiré por muy lejos que me lleven.
3.
Doy con la vaca.
4.
La vaca no se deja gobernar, se resiste.
5.
Utilizo el látigo para dominarla, pero sé que si la trato bien se tornará dócil y
que me seguirá de buen grado sin necesidad de forzarla.
6.
Me monto en la vaca y vuelvo hacia mi casa.
7.
Llegamos a casa, bajo un techo de paja dormimos la vaca y yo.
21
8.
Las llamas del hogar. Todo está en su sitio.
9.
Me sumerjo en el instante. Observo el agua que fluye y que nadie sabe a dónde
va.
10. Voy al mercado con el pecho y los pies desnudos, embadurnado de barro y
cenizas. No es necesario el poder milagroso de los dioses, basta con su contacto
para que los árboles muertos florezcan.
¿Y ahora qué?
Ahora, amigos, olvídense ustedes de la vaca y pónganse a trabajar en serio, que
para esto han venido a este congreso. Recuerden siempre que hay dos herramientas
insustituibles en la didáctica de la filosofía, que, aunque no sean glamorosamente
innovadoras, son muy competenciales. Me refiero a la ironía y a los codos. La filosofía
—eso que hemos dado en llamar académicamente filosofía— no se nos entrega sin
esfuerzo. La filosofía no es un conjunto de conocimientos que puedan ofrecerse a la carta
a la curiosidad acrítica, aunque esta sea una tentación permanente de la didáctica de la
filosofía, al menos desde Aulio Gelio (ver Noches áticas, 1.9). Una parte importante de
la pedagogía actual, rendida incondicionalmente a esta emoción, tiende a premiar al
alumno desinhibido frente al retraído (sin reparar si se trata de un introvertido o de un
tímido), para lo cual no tiene inconveniente en fomentar la expresión libre de la ridiculez.
Pero, quizás, el mayor ridículo sea intentar popularizar la filosofía haciendo pasar por
fácil lo que por su misma naturaleza requiere esfuerzos permanentes de lectura y
relectura.
Está muy bien hablar de vacas para ganarse puntualmente la atención de un grupo,
pero lo importante no es hablar de vacas, sino aprender a rumiar y esta, posiblemente, sea
la gran competencia filosófica. Muchas gracias.
22
Experiencia estética y argumentación multimodal. Innovando con
Sombras y niebla
JESÚS ALCOLEA BANEGAS*
Universitat de València
Resumen: Presentamos las nuevas ideas sobre argumentación multimodal recurriendo de
forma innovadora al film Sombras y niebla como caso ejemplar.
Palabras clave: argumentación multimodal, retórica, estética, Woody Allen
Abstract: We present the new ideas on multimodal argumentation by resorting in an
innovative way to the film Shadows and Frog as an exemplary case.
Keywords: multimodal argumentation, Rhetoric, Aesthetics, Woody Allen
1. Introducción motivadora
Partimos de tres supuestos: la concepción cognitiva de la argumentación, el papel que la
estética puede desempañar en la educación, y la relación que la retórica puede mantener
con la estética. Prestaremos atención a las nuevas ideas sobre argumentación multimodal
y sus efectos pedagógicos innovadores. Después consideraremos la película Sombras y
niebla (Woody Allen, 1992) como ejemplo de argumentación multimodal.
La forma de los argumentos depende de factores como el objetivo y el marco en
que se presentan. En la multimodalidad hay que examinar la relación entre diferentes
modos en función de si el argumento pretende apoyar o refutar una proposición. La idea
de “modo” remite a recursos cargados de significado como el lenguaje escrito, el lenguaje
verbal, una representación visual, sonidos, etc. (Kress, 2010). Para nuestro caso, aunque
podemos reconocer la autonomía de los lenguajes cinematográfico y musical, su
interacción crea un significado nuevo.
Sombras y niebla es importante para nosotros por su uso de la estética de las
tradiciones literaria (Franz Kafka), cinematográfica (expresionismo alemán) y musical
*
jesus.alcolea@uv.es. Nuestra gratitud al Ministerio de Ciencia e Innovación por su apoyo (Proyecto
FFI2014-53164).
23
(Kurt Weill) para configurar una narración con la que Allen argumenta de forma
multimodal su agnosticismo a través de su protagonista, Max Kleinman.
Obsérvese que hablamos del cine como arte y como expresión cultural, pero
también como medio didáctico para aproximarnos a la argumentación multimodal. Es
obvio que las imágenes pueden contener partes interconectadas, pero su riqueza semiótica
es demasiado grande para reducirse a una descripción verbal, lo cual no impide que
puedan impactar en el auditorio suscitando emociones, pero también argumentos, no solo
por lo que el auditorio ve, sino por cómo se le muestra. Además, hay que contar con el
efecto de impregnar las imágenes con las emociones que una pieza musical puede
transmitir destacando ciertos elementos compositivos.
Por tanto, pretendemos abordar desde una perspectiva práctica el significado y la
función de la argumentación multimodal, al tiempo que se reconoce el valor estético y
retórico de los elementos literarios, cinemáticos y musicales que puede integrar.
2. Experiencia estética y argumentación multimodal
La experiencia estética puede entenderse como una forma de contemplación que nos
introduce de forma activa en la obra de arte hasta alcanzar (las interrelaciones que tienen
que ofrecernos) sus detalles. La contemplación está relacionada con los poderes
constructivos de nuestra mente que se enfrenta a un conjunto de estímulos, de propiedades
y de elementos, que debe reunir en un todo de forma coherente. Así, el espectador
responde al contenido representacional de una obra y puede reflexionar sobre su mensaje
argumentativo, si procede.
La crítica semiótica destaca los rendimientos retóricos de imágenes, sonidos y
otros elementos multimodales. Las imágenes facilitan una forma de representación
estéticamente espesa que proporciona un tipo especial de epistemología (Kjeldsen, 2016).
En comparación con una expresión verbal, obtenemos una idea diferente cuando estamos
ante una imagen, que puede funcionar como un tipo de lenguaje y formar expresiones y
argumentos.
Entendemos las imágenes al percibirlas de forma inmediata y decodificarlas
semióticamente. Al visionar una película percibimos un suceso y recibimos un mensaje
que podemos interpretar y comprender. Esas dos operaciones –decodificación semiótica
y comprensión estética– deben realizarse al unísono, pues es así como funciona la
retórica. El potencial retórico de imágenes, sonidos, etc. se ejerce cuando su capacidad
24
discursiva para crear proferencias, proposiciones y argumentos se une a su materialidad
estética y a su inmediatez sensual. Ello vale para la comunicación multimodal en general,
que puede funcionar discursiva y no discursivamente, como lenguaje y como materialidad
estética, para facilitar la comprensión y el conocimiento. La atención a los aspectos
multimodales mejorará la eficacia de la acción comunicativa y nos permitirá identificar
posibles argumentos.
Por tanto, el estudio de la argumentación no debe reducirse al estudio de
proferencias verbales, pues los argumentos pueden expresarse bajo otros modos. El
espesor semiótico de los códigos utilizables permite una u otra representación destacando
la importancia del argumento en función de la situación y del problema a abordar. La
estética visual o aural puede funcionar como parte de argumentos que a veces solo
reconstruimos recurriendo a proposiciones verbales con las que se pierde parte de aquel
espesor.
Para el caso de los sonidos, si un argumento ofrece razones a favor de una
conclusión, un argumento aural empleará sonidos no verbales para tal fin. El
reconocimiento de las figuras aurales es útil para ampliar nuestra explicación de los
sonidos y su significado contextualmente, y son relevantes cuando están diseñadas con la
intención de modificar las condiciones para que un argumentador acepte o rechace un
determinado punto de vista. Usamos una voz con determinados rasgos (un grito, por
ejemplo), como catalizador inferencial que lleva a los espectadores a sacar conclusiones
de los sonidos que han oído. Lógicamente, la forma correcta de responder a estos sonidos
es preguntando si activan un argumento aural que torna razonable aceptar una conclusión,
algo que requiere evidencia racional (Groarke, 2018).
En general, una explicación que deja espacio para elementos no verbales en los
argumentos nos puede ayudar a desarrollar una epistemología más extensa que justifique
nuestras creencias. Así, la perspectiva cognitiva nos permite la comprensión de los
argumentos textuales como actos retóricos, actos que con medios simbólicos comunican
una apelación racional al auditorio, y que, en el caso de las imágenes o de los sonidos,
ofrecen cualidades retóricas poderosas que resuenan emocionalmente en el espectador al
presentar de forma detallada y eficaz sucesos que cobran vida ante nuestros ojos.
Para nuestro objetivo, la música debe completar y profundizar las impresiones
visuales que nos ofrece la pantalla, añadiéndoles un significado sugerido, pero no
redundante. Y la imagen debe focalizar el contenido emotivo de la música,
particularizando e intensificando sus efectos. Como Adorno y Eisler escribían, solo debe
25
aceptarse “como música de cine aquello que se considera como absolutamente eficaz, es
decir, aquello que ya se ha revelado como inductor de un efecto perfectamente
determinado y probado en situaciones perfectamente definidas” (1976: 76), de manera
que la impresión sonora prepara y refuerza la impresión visual, y afecta al espectador
aumentando su sensibilidad. Así, la música ejerce tres funciones: sintáctica, pues con el
montaje y el ritmo fija relaciones con la forma del discurso fílmico; semántica, pues el
discurso musical interactúa y confiere significado al discurso visual; y narrativa, pues el
discurso de una secuencia engrana con el discurso global a través de un personaje u otro
motivo.
En el lenguaje cinematográfico la planificación de la música y la selección de su
estilo han de partir de una comprensión de la trama, del contexto y de las características
de los personajes, y la variación musical va delatando las consecuencias de determinadas
acciones, según dicte la naturaleza emocional de la narración. Esto es particularmente
cierto de Sombras y niebla, pues el realizador ensayó con varios estilos musicales antes
de decidirse por un estilo que no estaba alejado de la época expresionista alemana,
contribuyendo a definir el universo referencial y cultural del film, y las variaciones y el
contexto melódico en función de los espacios por los que se mueven los personajes.
3. Los argumentos de Sombras y niebla
En Sombras y niebla, las religiones amenazan la vida de Max Kleinman –encarnado por
Allen–, cuyo apellido podría significar “hombrecillo” para aludir a su insignificancia e
indefensión, aunque podríamos pensar en un “pequeño (cualquier) hombre”. Allen recrea
las películas expresionistas, dando vida a una ciudad centroeuropea que podría ser Praga
y por la que vaga un peligroso asesino. Todo el decorado es un reflejo del desasosiego
emocional del personaje y de su situación, apuntando al carácter alegórico del film: el ser
humano es una débil criatura en manos del destino.
Kleinman, judío y agnóstico declarado, nos recuerda con sus ambigüedades,
rasgos absurdos y terrores inconscientes al Josep K de Kafka y a los expresionistas:
(1º)El individuo inerme que se ve envuelto en un problema que le supera, que le
resulta ininteligible, que se siente amenazado por diversas situaciones para las
que no está preparado.
26
(2º)Un asesino al que vemos como una sombra, hierático, incomprensible, cuyas
razones, ni morales ni psicológicas, nunca son expuestas, y que actúa como
un factótum.
(3º)La psicosis colectiva que provoca el asesino divide a los residentes en
facciones, dejando a Kleinman en la peor de las pesadillas porque ni le
explican por qué se dividen, ni lo que debe hacer, ni si puede optar por una u
otra.
(4º)Un médico en su laboratorio, que busca en el cerebro de los asesinados las
respuestas a sus preguntas –¿dónde acaba la locura y empieza la maldad?–,
encontrando solo materia.
(5º)Elementos de onirismo poético: el circo en las afueras de la ciudad como
creador de ilusiones; un burdel donde los hombres satisfacen sus más íntimas
obsesiones; una iglesia incapaz de detener tanta maldad; una comisaría y una
policía incapaces de establecer el orden; y las calles solitarias o la falta de
perspectiva que crea la niebla...
La cómica discusión de Kleinman con los vigilantes de una facción encierra el
problema filosófico del film: vive en un mundo aterrador, pero la presencia de un mal
inexplicable, encarnado por el homicida, lo hace más hostil, de modo que urge encontrar
una solución. Kleinman puede hacer oídos sordos a lo que ocurre a su alrededor, como
sugieren los vigilantes, pero su imagen ante éstos revela el frágil estado del ser humano
ante las terribles e incomprensibles fuerzas del universo. Debe haber un plan, divino o
humano, para poner orden en ese caos, pero él no puede descubrirlo. Se encuentra
desamparado. ¿Tiene Dios un plan para su creación? ¿Disponen los humanos de un plan
para tratar con el universo, haya o no haya un Dios?
En ese mundo tan enigmático para un agnóstico, el asesino no es la encarnación
de un dios malévolo, sino el mal irracional sin control. Si Dios existe, ha diseñado un
universo donde esas cosas son posibles, y ese es el problema de Allen. Aunque a veces
se comportan como genuinos antisemitas, los vigilantes sugieren diversas figuras –
científicos, filósofos, artistas, teólogos…– que creen tener respuestas claras a problemas
serios. Así, la película encadena diversos argumentos en los que se dan cita las imágenes
y los sonidos, además de la música diegética y extradiegética, y que apoyan la conclusión
agnóstica del realizador. Nos hacemos eco de algunos de esos argumentos.
El argumento de la ausencia de una explicación científica del mal. En su periplo,
Kleinman visita al doctor que está experimentando para descubrir la naturaleza del mal y
27
responder todas las incógnitas. Cuando el hombrecillo le pregunta si puede haber algo
que no puede ver con su microscopio –catalizador inferencial–, el doctor se burla de la
idea de una realidad espiritual y le invita a que pregunte a sus cadáveres por la existencia
de vida tras la muerte. Visiblemente asustado por lo que ve, Kleinman se marcha pasando
por delante de un enorme ojo pintado en la pared. Alguien, o algo, le observa, pero no
sabe si es el ojo de Dios, los vigilantes o el asesino. Posteriormente, el asesino “visita” al
doctor, quien le pregunta por qué mata, para responderse a sí mismo que es una estupidez
formular esas preguntas a una mente irracional, e interrogarse por la frontera entre la
locura y el mal. Al marcar esta distinción, Allen resalta que, aunque la ciencia puede
explicar a veces la locura, el mal sigue siendo un misterio. El doctor descubre tarde que
el mal trasciende la locura, y que la suya le ha llevado a una aporía científica. Allen, en
cambio, concluye su argumento sosteniendo que el mal no puede explicarse en términos
científicos.
El argumento de la falibilidad del conocimiento científico. No todos los
encuentros de Kleinman con la ciencia terminan trágicamente. Mientras camina con Irmy
–la tragasables del circo–, la niebla desaparece durante unos minutos y miran las estrellas.
La mujer, asumiendo el papel circunstancial de científico, comenta que lo que ven es la
luz de estrellas que dejaron de existir hace millones de años. Este pensamiento angustia
a Kleinman, que desea saber que lo que contempla se encuentra realmente donde parece
estar –otro catalizador–, pero mientras hablan, la niebla vuelve y ya no están más cerca
de la certeza que antes.
El argumento del dinero. Cuando Irmy llega al burdel, el estudiante de filosofía
desea tener una relación con ella aunque no es una profesional del sexo. El joven consigue
su propósito después de que ella vea el montón de dinero –otro catalizador–, que el chico
le ofrece. Posteriormente, la visión de un crucificado hará que Irmy sienta pesar por su
acción y, para tranquilizar su conciencia, pide a Kleinman que entregue el dinero a la
iglesia. En ésta, el hombrecillo encuentra un sacerdote y un policía que, revestidos de fría
autoridad, están elaborando una lista de nombres, cuya finalidad se desconoce. Cuando
ambos ven el montón de dinero, el policía quiere conocer su procedencia, pero el
sacerdote lo coge y borra sin más a Kleinman de la lista. Cuando hay dinero de por medio,
la iglesia hace la vista gorda en relación con el mal moral. El episodio nos recuerda el
colaboracionismo con los nazis.
El argumento del poder desconocido. Vigilantes y policías actúan como
intermediarios de un poder desconocido. En la persecución irracional de los judíos y en
28
la incapacidad de Dios para intervenir ve Allen el mayor obstáculo para dar sentido al
universo. El hombrecillo es acusado de ser el asesino porque alguien ha conseguido un
“sospechoso” pelo negro suyo –otro catalizador–, y solo cuando la muchedumbre lanza a
Spiro, el gran vidente, sobre Kleinman para que le huela, éste comienza a darse cuenta de
que no le vale apelar a ninguna lógica, por lo que huye hasta llegar al circo, donde
Armstead, el mago, prepara su máquina de espejos, con la que el hombrecillo atrapa al
asesino, hasta verse libre otra vez, prosiguiendo su actividad irracional en un mundo
irracional. Ni siquiera un mago puede mantener el mal atrapado en una jaula de acero.
Asimismo, Dios, si existe, parece ser incapaz de contener el mal que vaga por su creación.
Nadie puede explicar cómo escapó el asesino. El hombrecillo debe decidir entre la
realidad y la ilusión, trabajando con el mago y optando por ésta, y sugiriendo que al
enfrentarnos a un mal inexplicable, nos refugiamos en una ilusión, como Dios, no porque
queramos sino porque lo necesitamos. Como Kleinman, Allen sabe que tales ilusiones
son falsas, pero sin ellas la vida sería insoportable.
El espacio físico y el espacio musical confieren unidad a todo el film. La
diversidad de personajes y sucesos encuentran un hilo conductor en Kleinman, que actúa
como receptor de la intensidad con que se presentan aquellos, transformando ánimo, que
se transmite al espectador hasta hacerle copartícipe de la construcción de los argumentos
que la narración ha ido hilvanando y que apoyan la tesis agnóstica. En el proceso, la
dramática y reiterativa presencia de la Kanonensong (Kurt Weill) se identifica con
Kleinman, trazando la sintaxis del film. En cambio, el resto de canciones extradiegéticas
confieren un ligero dramatismo al discurso visual en determinados sucesos.
4. Conclusiones
Hemos presentado algunas ideas sobre la argumentación multimodal con un caso, y
aclarado que un argumento puede contribuir a la organización del conocimiento a través
de un proceso multimodal. En este contexto, se desarrolla una pedagogía que explica la
mezcla semiótica de diferentes disciplinas, familiarizando al estudiantado con esas ideas
argumentativas –sirviéndonos de un ejemplo interdisciplinar bajo el formato de
interacción músico-visual–, para que el aprendizaje sea significativo y realice algún
descubrimiento sobre la asignatura (Teoría de la argumentación). Para ello, se presenta
el contexto teórico desde dos puntos de vista, argumentativo y estético-fílmico, actuando
el film de conexión entre ambos, y se pide a los estudiantes que vean la película en grupos,
29
después de asignar a cada uno una secuencia concreta, e identifiquen los elementos
estético-musicales que inciden en posibles argumentos multimodales a través de
catalizadores inferenciales. En una sesión práctica posterior se reunirán los resultados de
cada grupo en el marco global del film, el cual se configura como un experimento
realizado para alcanzar de forma motivada la tesis que el realizador desea defender de
manera multimodal. Así, los estudiantes cobran un mayor protagonismo en el proceso
conducente a los resultados de la práctica y a los objetivos propuestos. Podemos ofrecer,
además, estas conclusiones:
(1º)La necesidad de familiarizarse con nuevos modos de comunicación y de
comprensión de la dinámica de la argumentación multimodal.
(2º)Al introducirnos en la producción, análisis e interpretación de argumentos en
textos multimodales, necesitamos una pedagogía que permita tomar
conciencia de las opciones.
(3º)La capacidad para seguir diferentes lenguajes y discursos, facilitando un
trabajo especialmente creativo, que subraya la mezcla y las posibilidades
globales.
(4º)La habilidad para crear las bases ilusorias de un mundo posible (ficción
fílmica) que guarda analogía con el real.
(5º)La familiaridad con diferentes medios permite explorar dos grandes territorios
de experiencia estética, cine y música, que empiezan a asimilarse de forma
interrelacionada (imagen y audición), aportando crecimiento personal y
potenciando las competencias de autonomía e iniciativa personal, cultural,
artística y social.
Bibliografía
Adorno, Theodor y Eisler, Hans (1976). El cine y la música. Madrid: Fundamentos.
Allen, Woody (1992). Sombras y niebla. Madrid: Filmayer.
Groarke, Leo (2018). “Where do sounds fit within informal logic?”. Informal Logic, 38,
362-368.
Kjeldsen, Jens E. (2016). “Symbolic condensation and thick representation in visual and
multimodal communication”. Argumentation and Advocacy, 52, 265-280.
30
Kress, Gunther (2010). Multimodality. A Social Semiotic Approach to Contemporary
Communication. Londres: Routledge.
31
La inclusión de las pensadoras en el currículo de Secundaria
Una propuesta feminista de “Historia de la Filosofía” de segundo de bachillerato
MARÍA ALONSO BUSTAMANTE*
Universidad de Cantabria (UC)
Resumen: El presente artículo se inicia con una reflexión sobre el marco normativo que
regula los contenidos curriculares de la materia “Historia de la Filosofía” de segundo de
bachillerato a nivel estatal, y de este modo, corrobora la hipótesis de que las pensadoras
continúan sufriendo un exilio –tanto canónico como educativo– en el saber filosófico
occidental. A través del hilo histórico que divide las grandes épocas filosóficas en el currículo
oficial y escoge a sus representantes, se analiza la ausencia total de mujeres pensadoras en
todas y cada una de ellas. Así, se inicia un intenso debate sobre los nuevos retos feministas
al que todo el profesorado de Filosofía en Secundaria debe enfrentarse y las nuevas
perspectivas teóricas y curriculares que deben suscitarse, investigarse y reivindicarse desde
los ambientes académicos.
Palabras clave: enseñanza de la filosofía, innovación docente, feminismo, Secundaria
Abstract: The present article begins with a reflection on the normative framework that
regulates the curricular contents of the subject “History of Philosophy” at Spain High
Schools, and in this way, corroborates the hypothesis that women philosophers continue
suffering an exile –both canonical and educational– in western philosophical knowledge.
Through the historical thread that divides the great philosophical periods in the official
curriculum and chooses its representatives, the total absence of women philosophers in each
and every one of them is analyzed. Therebefore an intense debate begins on the new feminist
challenges that all Philosophy in High School teachers must face and the new theoretical and
curricular perspectives that must be raised, investigated and vindicated from the academic
environments.
Keywords: teaching philosophy, teaching innovation, feminism, high school
1. Introducción
El presente artículo parte de la hipótesis de que las pensadoras continúan sufriendo un
exilio —tanto canónico como educativo— en el saber filosófico occidental y se enmarca
en los estudios teóricos feministas que tratan de dar cuenta de la ausencia, la
minusvaloración y la invisibilización de las mujeres en los diccionarios, en los currículos
educativos y en los materiales de texto de esta disciplina. Las investigaciones que
ahondan en los motivos cisheteropatriarcales, androcéntricos y misóginos de esta
exclusión, reivindican el espacio legítimo de las pensadoras en la Filosofía y que apelan
*
maria.alonso.bustamante@gmail.com
32
a ellas como protagonistas del quehacer intelectual cada vez cobran un valor más
imperativo y acuciante para cualquier docente y amante de esta sabiduría. Se destacan las
aportaciones de Gilles Ménage (1690), Wanda Tommasi (2002) Ingeborg Gleichauf
(2010) o Mercè Rius (2014), entre muchas otras autorías.
2. Nota metodológica
Se parte de la proposición feminista que apela a los nuevos paradigmas de investigación
que redefinen las unidades de medida y sus métodos de verificación así como cuestionan
la supuesta neutralidad establecida (Amorós, 1985; Cobo, 1995). Y, de este modo, la
metodología utilizada, que ha consistido en la lectura en profundidad del marco legal y
su comentario, se ha basado en el método interpretativo de la reconstrucción genealógica
y el “paradigma indiciario” que propone enfrentarse a todas aquellas tradiciones de
discurso de la Historia de la Filosofía para coger distancia, problematizar y superar sus
conflictos (Birulés, 2015).
3. Un anacronismo educativo
El marco normativo que regula los contenidos curriculares de la materia “Historia de la
Filosofía” de 2º de bachillerato a nivel estatal queda formalizado en el Artículo 25 del
Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, por el que se establece el currículo básico
de la Educación Secundaria Obligatoria y del bachillerato, siendo cada comunidad
autónoma la encargada de reelaborar y adaptar dichas ordenaciones a nivel regional.
Este documento de ordenación estatal dictamina que el bachillerato contribuirá a
desarrollar en los alumnos las capacidades que les permitan alcanzar una serie de
objetivos generales entre los que destaco el siguiente:
a) Fomentar la igualdad efectiva de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, analizar y
valorar críticamente las desigualdades y discriminaciones existentes, y en particular la violencia
contra la mujer e impulsar la igualdad real y la no discriminación de las personas por cualquier
condición o circunstancia personal o social, con atención especial a las personas con discapacidad.
(188).
Si bien en la introducción a la materia en cuestión (328) se recalca la necesidad
de educar en el fomento de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, en ninguno
de los objetivos concretos de cada etapa temporal del conocimiento se materializan
propósitos acordes a esta idea, y se dictamina los autores que han de ser estudiados en
33
esta materia son: “Platón y Aristóteles en la Edad Antigua, Tomás de Aquino en la Edad
Media, Descartes, Hume y Kant en la Edad Moderna, y finalmente Marx, Nietzsche,
Ortega y Habermas en la Edad Contemporánea” (329-332).
Asistimos a lo que podríamos denominar “un anacronismo educativo”. Los
objetivos y los contenidos son dos elementos curriculares complementarios que han de
retroalimentarse y avanzar en consonancia, pero mientras que los contenidos reflejan una
tradición canónica compuesta exclusivamente por hombres, los objetivos generales
incorporan la necesidad de analizar críticamente las desigualdades entre hombres y
mujeres, y de impulsar una igualdad efectiva, que los objetivos concretos silencian.
Resulta, cuanto menos, paradójico que a lo largo de toda esta materia no se proponga
ningún fragmento, texto o libro que medite del porqué de la ausencia total de mujeres
filósofas, y sin embargo se pretenda que el alumnado adquiera unos hábitos y esquemas
mentales que rompan con la desigualdad.
Si el profesorado posee la instrucción de educar en igualdad, pero no se posibilita
ni reflexiona sobre las ausencias existentes en un temario desigual, se niega e imposibilita
su propio objetivo. De este modo, este desequilibrio entre los objetivos y los contenidos
de la materia “Historia de la Filosofía” de 2º de bachillerato refleja y evidencia el desfase
y las deficiencias en su planteamiento, el grave estado de crisis en la didáctica y el lento
avance en el desarrollo docente de la Filosofía, que continúa desfasado en sus enseñanzas
e incapaz de asumir los nuevos retos.
4. El alumnado y el aprendizaje de un currículum oculto
Nuestro alumnado de bachillerato vive y experimenta en primera persona a través del
temario filosófico una socialización de género. De esta manera, aprende creencias,
valores y comportamientos dominantes, que además construyen sus relaciones y le
asignan papeles diferenciales en base a su género.
Actualmente, el alumnado de “Historia de la Filosofía” se está construyendo
únicamente a través de discursos de hombres, sin mencionar a mujeres y sin meditar
acerca de por qué no las cita ni estudia. Por lo tanto, ¿cuáles son algunos de los
aprendizajes ocultos que estamos promoviendo siguiendo este currículo? En las aulas de
2º de bachillerato nos encontramos con discursos que defienden argumentos tales como
que “‘femenino’ o ‘masculino’ es algo biológico”, “filosofar es de hombres”, “las mujeres
somos más débiles” o “no se estudian mujeres en los temarios porque no hubo mujeres
34
en la Historia de la Filosofía”. Por otro lado, las alumnas no tienen modelos de pensadoras
a seguir ni se ven representadas mientras que los alumnos entienden que la Filosofía es
un espacio legítimo que les invita activamente a formar parte.
En definitiva, se generan y consolidan unos estereotipos, ideologías y prejuicios
que rondan acerca de la idea de que el ejercicio del pensamiento es un privilegio
masculino. No estamos impartiendo clases donde promovamos la participación ni
atraigamos a las alumnas. El currículo es una base fundamental de reproducción de la
desigualdad y jerarquización entre hombres y mujeres. La Filosofía es un ámbito de
conocimiento totalmente masculinizado donde la participación académica de las mujeres
está por debajo de los porcentajes medios de las carreras de Arte y Humanidades, pues
esta segregación horizontal y vertical obedece a un techo de cristal mucho más severo en
esta área de estudio (Torres, 2018).
A pesar de que los estudios feministas se hayan incorporado en las Ciencias
Sociales hace décadas, en la actualidad la mentalidad patriarcal perpetúa, subyace y forja
los currículos y materiales educativos de la Historia de la Filosofía mientras que la
variable de género aparece de forma sesgada e impracticable en muchas ocasiones. La
dicotomía del género ha servido de argumento para crear desigualdades y construir
diferencias teóricas que siguen vigentes (Rodríguez, 2011).
La tradición feminista ha de aplicarse y posibilitarse de forma activa en unas
nuevas perspectivas teóricas y curriculares que susciten, investiguen y reivindiquen a las
pensadoras en los ambientes académicos. Se trata de un ejercicio de justicia curricular
educativa. Para avanzar hacia la superación de los géneros, se establecen tres principales
retos feministas al que todo el profesorado de Filosofía en Secundaria debería enfrentarse.
En primer lugar, incluir y reivindicar mujeres en sus contenidos educativos. En segundo
lugar, ahondar en sus contextos históricos, sociopolíticos y filosóficos: su dificultad de
acceso al saber y el porqué de su olvido sistemático. Y por último y tercer lugar,
cuestionar, desfundamentar, deconstruir, politizar y desmontar todo el imaginario creado
alrededor de sus ausencias.
5. Una propuesta curricular feminista
A continuación se plantea un nuevo currículum que aúna las características de calidad y
paridad de género, pudiendo implementarse de forma práctica y complementaria al actual:
35
B. T. 1
B. T. 2
B. T. 3
B. T. 4.
B. T. 5
B. T. 6
Diotima de
Margarita
Anne
Catharine
Rosa
María
Mantinea
Porete
Conway
Trotter
Luxemburg
Zambrano
(s. V a.n.e.)
(1250-
(1631-
(1679-
(1871-1919) (1904-1991)
1310)
1679)
1749)
Platón
Tomás de
René
John Locke
Karl Marx
José Ortega
(427-347
Aquino
Descartes
(1632-
(1818-1883)
y Gasset
a.n.e.)
(1224-
(1596-
1704)
1274)
1650)
(1883-1955)
LEYENDA: PERIODOS HISTÓRICOS
Griego Clásico Edad Media Racionalismo Empirismo ilustrado Romanticismo y
Filosofía Política del siglo XX
En la Filosofía Antigua, si bien se planteaba el estudio del libro VII de la República de
Platón para introducir el nacimiento de la Filosofía, los filósofos presocráticos, Sócrates
y la sofística, se propone además el El Banquete de Platón como introducción del
nacimiento de la Filosofía, los filósofos presocráticos y Diotima de Mantinea, que sirve
como nexo directo a Sócrates y la sofística.
En la filosofía de la Edad Media, además del estudio de los artículos 1-3 de la
Cuestión II de la Parte Primera de la Suma Teológica de Tomás de Aquino para estudiar
los conceptos clave de la filosofía de Aristóteles, el cristianismo, la filosofía patrística
concretada en un breve estudio de Agustín y la escolástica, se propone una breve reseña
de El espejo de las almas simples y la lectura de la crónica parcial del juicio por herejía
de Margarita Porete donde presenta un diálogo entre Amor y Razón de gran profundidad
filosófica que permite enfocar la dialéctica y las espiritualidades emergentes desde un
punto de vista femenino.
En la Filosofía del Racionalismo, además del estudio de la Parte Primera del
Discurso del método de René Descartes para describir los caracteres generales del
Renacimiento así como una necesaria introducción a la Filosofía y la Ciencia de la Edad
36
Moderna, se propone la introducción de la figura de Anne Conway para ahondar en su
concepto de mónada y universo.
Además de los fragmentos del Capítulo VII del Segundo Tratado sobre el
gobierno civil de John Locke para conectar con el Empirismo Ilustrado, los caracteres
generales de la Ilustración y la filosofía política de los siglos XVII y XVIII, se propone
Una defensa del Señor Locke. Ensayo sobre el Entendimiento Humano de Catharine
Trotter para analizar el calado intelectual de Locke en su primera obra filosófica.
En el Romanticismo, además de Hegel y del prólogo de Contribución a la crítica
de la economía política de Karl Marx para entroncar con los temas hegelianos, los
movimientos de la filosofía política del siglo XIX, el socialismo utópico y la izquierda
hegeliana e influencias del marxismo en la filosofía y los movimientos sociales del siglo
XX, se propone una escueta introducción a los Escritos políticos de Rosa Luxemburg
para trabajar el análisis del discurso marxista y la crítica soviética.
En la filosofía del siglo XX, además de la Lección X de ¿Qué es la filosofía? de
Ortega y Gasset para poner en relación la fenomenología, el existencialismo y las
consecuencias de estas y otras corrientes en las enseñanzas de la Filosofía Española, se
propone la combinación de la figura de María Zambrano para conectar con el pensamiento
poético, cívico y comprometido desde el exilio español.
6. Conclusiones
Hablar de “Historia de la Filosofía” hoy en los institutos continúa siendo un sinónimo de
hablar de la Historia de los filósofos, y por lo tanto, continúa siendo un ejercicio de
enseñanza de dominación, hegemonía, sometimiento y poder de los hombres hacia las
mujeres. El alumnado aprende, naturaliza, interioriza y reproduce estas dinámicas que no
se cuestionan, meditan ni trabajan en el aula a pesar de que la normativa curricular así lo
recoja.
Se hace necesario incorporar inmediatamente medidas prácticas de análisis y
reflexión sobre la presencia y ausencia de mujeres en nuestra sabiduría. El alumnado ha
de desnaturalizar, el esencialismo implícito de inferioridad intelectual de las mujeres, su
supuesta improductividad científica o teórica, y sus estereotipos de hijas, esposas o
amantes. Se ha de reflexionar acerca del origen social y no natural de la asignación
histórica que divide los géneros, de cómo se ha precarizado a las mujeres pensadoras a
37
través de los mecanismos de marginación y exclusión, y de cómo su subrepresentación
responde, no a una realidad, sino a una mentalidad que las ha silenciado y enterrado.
La academia no puede continuar respaldando este enfoque cisheteropatriarcal,
androcéntrico y misógino que mantiene a las mujeres apartadas de los espacios de
sabiduría, autoridad y poder. Las mujeres siempre han filosofado y, por consiguiente, han
aportado conocimiento en todas las épocas históricas; incluso en situaciones más adversas
que los hombres. Tenemos que rescatar, reconstruir y completar la Historia de la
Filosofía: Hildegarda de Bingen, Margarita Porete, Christine de Pizan, Lucrezia
Marinella, Mary Wollstonecraft, Virginia Woolf, Simone Weil, Simone de Beauvoir,
Hannah Arendt, María Zambrano, Luce Irigaray… Fueron, son y serán parte de la
Historia de la Filosofía.
Finalmente, se incide en un trabajo docente que amplíe las concepciones
filosóficas occidentales y promueva un cambio curricular feminista real y efectivo y se
concluye que todo docente de filosofía posee el deber moral de enfrentarse a los nuevos
retos feministas con una actitud inclusiva e innovadora, poniendo al servicio del
alumnado las herramientas pedagógicas más adecuadas para su desarrollo integral como
futura ciudadanía feminista.
Bibliografía
Amorós, Celia (1985). Hacia una crítica de la razón patriarcal. Anthropos: Barcelona.
Birulés, Fina (2015). Entreactos. En torno a la política, el feminismo y el pensamiento.
Katz: Madrid.
Cobo, Rosa (1995). “Género”. En Celia Amorós (Dir.), Diez palabras clave sobre mujer.
(pp. 55-84). Editorial Verbo Divino: Navarra.
España. Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, por el que se establece el currículo
básico de la Educación Secundaria Obligatoria y del bachillerato. Boletín Oficial del
Estado,
3
de
enero
de
2015,
núm.
3,
pp.
169
a
545.
En:
https://www.boe.es/boe/dias/2015/01/03/pdfs/BOE-A-2015-37.pdf
Gleichauf, Ingeborg (2010). Mujeres filósofas en la historia desde la Antigüedad hasta el
siglo XXI. Icaria Editorial: Barcelona.
38
Ménage, Gilles (2009). Historia de las mujeres filósofas. Herder: Barcelona. (Versión
original 1690).
Rius, Mercè (2014). Contra filósofos o ¿en qué se diferencia una mujer de un gato?
Biblioteca Nueva: Madrid.
Rodríguez Martínez, Carmen (2011). Género y cultura escolar. Ediciones Morata:
Madrid.
Tommasi, Wanda (2002). Filósofos y mujeres. Narcea Ediciones: Madrid.
Torres González, Obdulia (2018). “La situación de la mujer en los estudios de filosofía.
Un análisis basado en indicadores”. Investigaciones Feministas, 9 (2), 327-342.
VV.AA. (1997). Mujeres en la historia del pensamiento. Anthropos: Barcelona.
39
Filosofía y abandono escolar
JOSÉ MIGUEL ÁLVAREZ*
Universidad de Estrasburgo
Resumen: La enseñanza de la filosofía como asignatura escolar corresponde en general a los
últimos años del ciclo secundario. Las políticas educativas de cada país reflejan una constante
interpelación sobre la pertinencia y el modo de implementación de esta asignatura en el plan
de estudios, incluso si a escala internacional se le concede un cierto valor democrático por su
contribución a fomentar el diálogo como herramienta de intercomprensión colectiva. El
presente artículo pretende exponer el desafío de llevar la filosofía a jóvenes entre 16 y 21
años que han abandonado el sistema educativo francés. ¿Qué práctica filosófica puede
emplearse con aquellos que se supone no cuentan con las herramientas ni el bagaje académico
para su ejercicio? A partir de una aproximación pluridisciplinar y práctica más que analítica
de la filosofía, nuestro proyecto pretende demostrar de qué forma podría postulársela como
un instrumento útil en la generación de procesos de removilización individual de jóvenes en
situación de exclusión.
Palabras clave: Filosofía, exclusión social, jóvenes, dispositivos de segunda oportunidad
Abstract: In general, philosophy is introduced in the last years of high school. Educational
policies in each country show the continuous interrogation about its relevance, necessity and
executional ways, even if philosophy is widely considered having a democratic value,
especially for its supposed qualities, transforming discussions into a powerful tool for
collective interaction. This paper is exposing the challenge of using philosophy with young
people between 16 and 21 years-old in school-dropout situation. What kind of philosophical
practice can be used with this young people who supposedly have no academic tools in order
to develop philosophical thinking? From a pluridisciplinary approach, otherwise than the
traditional analytical analysis, this project aims to display how a practical philosophy can be
successfully used with young people in social exclusion by helping in their individual process
of being themselves and the expectations about their owns professional projects.
Keywords: Philosophy, social exclusion, young, second chance schools
1. Introducción
La realidad concreta de nuestro proyecto hace referencia a una experiencia educativa
llevada a cabo en el dispositivo de inserción socio-profesional Parcours21, en la ciudad
de Estrasburgo (Francia). En 2016, aproximadamente 140.000 jóvenes abandonaron
*
jmiguealvarez@hotmail.com
Este tipo de dispositivos de “segunda oportunidad” surge –como las “escuelas de segunda oportunidad”–
de las directivas europeas de lucha contra la exclusión social de jóvenes frente a los desafíos de
competitividad del siglo XXI. World Report I (Unesco, 2005) afirma el papel clave que juega la educación
y la formación para el futuro europeo. El Libro Blanco sobre la educación y la formación, propone escuelas
y dispositivos de segunda oportunidad como medios concretos de ¨lucha contra la exclusión¨ de jóvenes
sin diploma: https://publications.europa.eu/es/publication-detail/-/publication/d0a8aa7a-5311-4eee-904c98fa541108d8/language-es. Consultado el 10/02/19.
1
40
precozmente el sistema educativo sin haber obtenido un diploma2. Sin querer ahondar en
la validez de las cifras ni en los motivos socioeconómicos o los fenómenos individuales
y socioeducativos de esta situación (actualmente considerada como un problema de salud
pública), lo que nos interesa es postular que, en esta realidad específica, puede haber un
terreno fecundo para la filosofía.
2. La filosofía en el sistema educativo francés
A nivel global, todavía no hay un consenso sobre la presencia académica de esta
disciplina. A pesar de las posibles virtudes democráticas del ejercicio filosófico, aún no
se le instituye universalmente dentro de los planes educativos, y los debates sobre su
pertinencia y permanencia dentro del programa escolar no le aseguran perentoriamente
un lugar dentro de las asignaturas escolares. No es sino hasta hace muy poco que, en
Francia, gracias especialmente a los trabajos de Michel Tozzi (2012) y de su perspectiva
democrática, hace su aparición en la escuela primaria bajo la forma de talleres de filosofía
para niños. Ha venido ganando terreno actualmente como una de las actividades periescolares.
Pero en este país, la filosofía tiene una particularidad: es la heredera principal de
una prestigiosa tradición que viene de los colegios jesuitas del siglo XVIII, lo que se
refleja en su aparición tardía –generalmente– en el último año del lycée, la llamada clase
Terminale. Allí, el curso de filosofía, o mejor, la lección de filosofía es abordada a partir
de dos ejes fundamentales: las nociones y los autores, los cuales deben permitir al
estudiante problematizar argumentos en las disertaciones escritas y comentarios de textos
filosóficos. Su evaluación se realiza mediante una prueba específica en el Baccalauréat.
Las temáticas del Bac Philo varían cada año y no pasan desapercibidas en el debate
mediático. La redacción del escrito por parte del estudiante obedece a una metodología
rigurosa que implica una clara postulación del problema filosófico y un desarrollo
dialéctico del mismo.
2
Esto correspondería al 12,8% de la población estudiantil según los datos del Consejo Nacional de
Evaluación del Sistema Escolar (Cnesco) Cfr. http://www.cnesco.fr/fr/decrochage-scolaire/indicateurs/.
Consultado el 12/02/19.
41
A pesar del carácter obligatorio de la instrucción3, sin embargo, no todos tienen
allí acceso a esta disciplina. En efecto, el sistema educativo francés posee varias ‘filières’
o vías específicas que se abren una vez finalizado el ciclo básico secundario. Así, después
de la etapa educativa llamada “Collège”, que cierra el ciclo básico de educación
secundaria, equivalente a tercero de bachillerato (hacia los 14 o 15 años de edad), los
collegiens sufren una orientación que determinará la modalidad de continuación de su
formación educativa. De las tres vías subsecuentes al College4, es decir la vía del
Bachillerato Profesional, del Bachillerato Tecnológico y del Bachillerato General,
solamente estas dos últimas incluyen la asignatura de filosofía en sus programas
respectivos. La vía Profesional que se bifurca en BEP (Certificado de estudios
profesionales) o en CAP (Certificado de Aptitud Profesional5), carece de esta asignatura6.
De manera general, la filosofía se reserva en Francia a quienes cuentan proseguir
los estudios generales: aquellos que desean integrarse en una école, o ser admitidos en
una clase preparatoria de una escuela normal superior o que planean proseguir una
formación universitaria. Por todo esto y por sus virtudes de acceso a la cultura general, la
filosofía se percibe allí como el privilegio de una élite7 y cuenta con el prestigio de ser
una disciplina de coronación del recorrido y de la formación escolar (Rayou, 2002: 15).
Varias iniciativas actuales recogidas bajo la égida de las nuevas prácticas
filosóficas (NPP) postulan llevar la filosofía fuera de los ámbitos educativos
tradicionales8. Nuestro interés busca mostrar su pertinencia en este ámbito de exclusión
3
A partir de la ley Ferry, en Francia la instrucción es obligatoria desde los 6 hasta los 16 años Cfr.
http://www.education.gouv.fr/cid101184/loi-sur-l-enseignement-primaire-obligatoire-du-28-mars1882.html. Consultado el 10/02/19.
4
http://www.education.gouv.fr/cid23974/que-faire-apres-la-troisieme.html. Consultado el 12/02/19.
5
El CAP se trata de una formación más corta (2 años) y específica que da lugar a una calificación de obrero
o de empleado cualificado en una carrera u oficio determinado, en los sectores de la industria, el comercio
y el servicio a las personas: http://www.education.gouv.fr/cid2555/le-certificat-d-aptitude-professionnellecap.html. Consultado el 12/02/19.
6
Aquí cabría señalar que en Francia estos diferentes recorridos escolares poseen un estatus y dignidad
específicas. La vía tecnológica privilegiaría los proyectos y estudios de terreno, mientras que la vía
profesional seria nuestro equivalente de la vía técnica por su orientación especifica hacia el mundo laboral.
La vía general abre camino a la prosecución de estudios universitarios, suponiendo una formación
intelectual más elevada.
“Concepción eminentemente burguesa de la alta cultura, que da al hombre de letras el privilegio exquisito
de la distinción”. Cfr. Roland Brunet (1977: 113).
7
8
Las NPP ven la filosofía como una práctica cultural, lo que le permite abrirse hacia ámbitos ajenos al
medio académico: talleres para niños, jóvenes y adultos, presencia en las “Universidades Populares”, cafés,
teatro, cine, caricatura filosófica, consulta en medio empresarial e incluso consulta individual.
42
en la que caen los jóvenes que se han “desenganchado”9 del sistema educativo una vez
concluida su instrucción obligatoria.
Tradicionalmente, la filosofía se dirigiría, al menos en Francia, a los mejores
10
, ya que solo aquellos que logran llegar a la cumbre del sistema educativo (y a las
secciones generales del bachillerato, es decir las más “académicas” o con un alcance
educativo más importante), tendrían el derecho de gozar de este privilegio11.
Nuestra postura es que la práctica filosófica podría desempeñar un papel
importante en los sectores de exclusión de la población adolescente. La práctica filosófica
enriquecería a las personas excluidas que perciben su existencia como consecuencia de
decisiones que se les escapan a nivel personal12. Así, en lugar de afirmarse a través de
dinámicas de delincuencia y de antagonismos sociales, la filosofía les conduciría a asumir
de otra manera su propia identidad y el margen individual de acción todavía posible frente
al futuro personal, previamente percibido como destinado a la exclusión y al fracaso.
Nuestra perspectiva filosófica se enmarca entonces como una práctica que se
afirma fuera de los esquemas académicos de esta disciplina. Su afirmación como
elemento necesario para la construcción armónica de un bienestar común, la interpela
desde la utilidad social del saber y la posibilidad práctica de la teoría.
De lo anterior emanan dos consecuencias principales: la primera es que, al no
entender la filosofía como una disciplina exclusivamente académica, esta puede ser
percibida por sus consecuencias reales y no por los resultados propios de la “burbuja” que
constituye el universo educativo13. Esto significa que la adquisición de herramientas
9
Traducción literal de la expresión francesa décrochage scolaire.
10
Esta observación implicaría que finalmente nuestro proyecto sería la utilización de la filosofía con los
“malos” estudiantes. No muy lejos de la realidad de nuestra intención, nuestro proyecto considera que estos
últimos tendrían mayor necesidad de la práctica filosófica, no para convertirles y moralizarles en sus
intenciones de destrucción o de reivindicaciones individuales, sino para ayudarles a desarrollar un
verdadero “criterio” de sí mismos frente a las diferentes situaciones que se les presentan. Las experiencias
de vida y el punto de vista de los excluidos serían los más interesantes para una evolución positiva de la
sociedad.
11
Un esfuerzo de problematización de esta cuestión se encuentra en Derrida (1990).
12
Unesco (2011).
13
Esta percepción de las dinámicas formativas no es peyorativa ni menosprecia la importancia social de la
educación. Nuestra perspectiva apunta a la observación de que el universo educativo se distingue
necesariamente de la realidad concreta porque sus lógicas no reflejan necesariamente los modos
operacionales del mundo real (el cual pretende transformar). En lo que corresponde al sistema francés, la
burbuja educativa establece lógicas que se oponen directamente a las exigencias de funcionamiento social.
Una ilustración de ello es la lógica de competitividad que gobierna el ámbito educativo, frente al desafío
contemporáneo de la cooperación a fin de resolver las dificultades de convivencia común y los perjuicios
ambientales que se nos imponen.
43
educativas debe implicar necesariamente un aumento del grado de consideración de lo
humano y sus necesidades, y no simplemente la adquisición de un refinamiento
intelectual alejado de todo compromiso ético y social. De este modo, la práctica implica
primordialmente una ética14, capaz de interpelar la acción individual a partir de las
consecuencias concretas de los procesos de razonamiento.
Esta perspectiva conduce a percibir el saber y la cultura ya no como un ejercicio
puramente intelectual medido por el grado de verdad de sus análisis, sino como algo que
debe comprometerse con lo concreto de lo humano. La práctica de la filosofía implica
entonces un ejercicio espiritual, es decir, un ejercicio del bien antes que de la verdad; esto
último porque la adquisición de herramientas intelectuales no implica necesariamente un
aumento de la humanidad en la consideración del otro, de la misma manera que un
comportamiento moral no implica necesariamente una perspectiva ética15.
La segunda consecuencia de este postulado es que, más que una actividad
puramente teórica y formal, la filosofía es un ejercicio destinado a la transformación de
la vida. Consecuencia de lo anterior, más que saber y conocimiento, la filosofía sería una
praxis viva capaz de transformar al individuo16. La perspectiva de la filosofía como
práctica invita a entender los textos antiguos de un modo diferente a una exposición
argumentativa fundada en la lógica dialéctica propia del pensamiento moderno
(caracterizado especialmente por su búsqueda de objetividad y control técnico). En
efecto, más que búsqueda real de una conclusión clara y distinta, los pensadores antiguos
veían la filosofía como un verdadero arte de vivir. La filosofía sería entonces un ejercicio
espiritual destinado a mejorar el alma de aquel que la práctica, comprometiendo para ello
toda su existencia (Hadot, 2008: 22-23).
Nuestra perspectiva práctica se halla en la intersección de tres campos
epistemológicos. Primero, la aproximación filosófica del proyecto emana de una
intención educativa. Esto implica que nuestra práctica es una enseñanza para aprender a
pensar, para observar cómo aprendemos y para ver nuestros argumentos, y desde allí
14
El primer sentido de lo ético estaría medido por la aplicación de condiciones reales y concretas que
permitan el mejoramiento de las condiciones de dignidad de lo humano y el aumento de su consideración.
“Los campos de muerte no fueron concebidos por iletrados, salvajes ignorantes o incultos. Los centros
de muerte fueron producidos por uno de los mejores sistemas universitarios del mundo” (Bauman, 1989:
209).
15
16
Esta perspectiva práctica de la filosofía se funda en los trabajos de Pierre Hadot, quien propone una
lectura original de los filósofos antiguos y de las escuelas filosóficas especialmente del periodo clásico
grecorromano.
44
analizar situaciones percibidas como caóticas e indistintas. Frente a realidades banales y
cotidianas, nuestra práctica filosófica se propone la paciencia de examinarlas, sacándolas
de la percepción absolutista y fatalista que emana de la falta de distancia y de
jerarquización de problemas y de las relaciones conceptuales entre ellos. La filosofía
aportaría entonces la capacidad de una vista en panorama, de puesta en perspectiva que
permita entender el alcance de sus propios argumentos y razonamientos. Así, como
ejercicio educativo, nuestra práctica implica la posibilidad hacer emerger nuevas palabras
y –con ello– de organizar comprensivamente el mundo y vivencias del joven.
El segundo campo convocado es un interés terapéutico. En efecto, una práctica
educativa con personas en situación de exclusión no puede obviar las situaciones de
debilitamiento de la propia imagen personal. En otras épocas, la ausencia de cualificación
no era vivida como una discapacidad (solo dos generaciones antes, el nivel de estudios
medio para desempeñarse laboralmente exigía apenas el nivel primario de educación); en
nuestros días, la ausencia de diploma impide el acceso al mundo laboral. En Francia
especialmente, los sutiles mecanismos convocados a la hora de apartar a aquellos
relegados del sistema, implican una fuerte desvalorización de la propia imagen (Merle,
2005). Así, un aspecto que no hay que menospreciar es la contribución de la filosofía a la
reducción del sufrimiento psíquico.
El tercer dominio convocado es el dominio ético. La ética es inicialmente
comprendida como esa exigencia de concretización de la reflexión intelectual, dada por
el aumento de consideración del valor de lo humano. Desde este punto de vista, nuestra
perspectiva filosófica pretende contribuir a la construcción de una sociedad más justa por
la simple puesta en perspectiva de la alteridad. De lo anterior emana la perspectiva que
cuestiona la racionalidad misma como horizonte absoluto de medida del progreso
humano.
3. Nuestra práctica filosófica
En la práctica, nuestros talleres utilizan presentaciones interactivas que pretenden
desarrollar “experiencias de pensamiento”. Este carácter interactivo se desarrolla a partir
de dos aspectos fundamentales:
Las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías nos permiten crear
presentaciones interactivas (videos de corta duración, presentación de conceptos y sus
interacciones, ejemplos y contraejemplos de argumentos…), con las cuales podemos
45
construir esquemas de análisis de las diversas referencias que emergen durante los
talleres. Así, analizando cuestiones como el respeto, la convivencia o la relación con el
dinero, construimos experiencias de pensamiento que permiten al joven apreciar de otro
modo esa realidad inicialmente caótica, y cuya respuesta suele ser o bien la afirmación de
sí por la violencia y el conflicto o el replegarse sobre sí mismo. Por esto creemos que las
nuevas posibilidades virtuales serán una poderosa herramienta para el pensamiento y su
desarrollo, gracias a la posibilidad de mostrar la manera como se construye el
pensamiento mismo.
El otro sentido de la interacción nos reenvía a las dinámicas de intercambio entre
participantes. En efecto, por su carácter interactivo, estas presentaciones buscan
igualmente suscitar una reacción por parte de los jóvenes a fin de probar que las temáticas
propuestas no pasan desapercibidas para ellos. A esta intención pedagógica la hemos
llamado “provocación a la palabra”. Se trata de una provocación benevolente que busca
simplemente hacer hablar. Esta provocación pasa por la imagen y las posibilidades de
análisis que esta abre, a fin de lograr que el joven manifieste su punto de vista y con ello
se perciba como sujeto activo de conocimiento y análisis de su realidad (¡sobre todo si
inicialmente él mismo no se percibe así!). Se establece una dinámica de debate y de
diálogo de modo que el joven logre afirmar su postura y su experiencia personal.
Sin embargo, esta apertura al diálogo y a la palabra está mediada por tres
obligaciones que los participantes deben tratar de evitar con el objetivo de que el debate
sea posible. Se trata de tres “escenarios falaces”17 a evitar (al menos) durante los talleres.
Hemos evitado llamarlos reglas o normas a causa de la relación problemática de los
jóvenes de nuestro dispositivo con la autoridad. Se trata de mostrar el sentido e incluso la
necesidad de la norma, para que el joven la aborde como un instrumento que posibilita la
convivencia y el compartir, más que como un elemento de limitación de las propias
posibilidades de acción18.
El primero de estos tres escenarios, es el hecho de hablar al mismo tiempo que
alguien más. Se trata aquí de la norma básica de la escucha y del respeto de la palabra y
expresión del otro, sin la cual lo que se establece es un desorden y cuya lógica de
17
En francés los hemos llamado cadres bidons, lo que traduciría algo como “escenarios falsos o falaces”.
18
A este respecto, nuestros talleres de filosofía son los que efectúan la presentación inicial del dispositivo
a los recién llegados (los cuales pueden inscribirse en cualquier momento del año, por una duración de entre
3 a 6 meses, según sus intereses y proyecto personal). Básicamente se trata de una presentación de la clásica
regla de oro como modelo de convivencia en el interior del dispositivo: trata a los demás como te gustaría
que ellos lo hicieran contigo.
46
operación degenera en la imposición de quien se exprese más fuerte (¡o incluso por la
fuerza!). El segundo escenario es el de aquel que se expresa a nombre de “todo el mundo”
o que invoca el “nadie” como argumento justificativo de la acción individual. Lo que se
trata aquí es de combatir la referencia a la generalización banal que se expresa a partir de
una tercera persona19 y que evade la expresión en primera persona. El joven es invitado
a pasar del impersonal “nosotros” o “se”, al “yo”.
El tercer y último escenario es aquel de quien responde “no sé”. La particularidad
de nuestros talleres es que no proponen un contenido como tal sobre el cual fundarse. Las
cuestiones y temáticas de nuestros talleres invocan el análisis de lo que no se puede
ignorar: a sí mismo. Igualmente, lo que se pretende analizar es la forma del pensamiento
más que su contenido; los mecanismos de funcionamiento del pensamiento que rigen, en
última instancia, las construcciones posteriores que se manifiestan como contenidos
conceptuales (ideas, prejuicios, representaciones). Con ello nuestro trabajo quiere, por
una parte, generar procesos introspectivos a partir del hecho de despertar la curiosidad
del joven frente a las cuestiones propuestas y, por otra parte, ayudarle a verse pensar y a
afirmarse como sujeto de cuestiones abierto a la posibilidad de comprensión, evitando
con ello el contentarse con posturas pasivas, susceptibles de inducir a la manipulación,
adoctrinamiento y posiciones de extremismos ideológicos.
El animador de estos talleres permite la fluidez de la palabra y retoma los
argumentos con el fin de establecer sus interconexiones y jerarquías, posibilitando
siempre la expresión del joven. Su postura no es de relación de autoridad, sino de una
verdadera circulación del argumento porque el Κρατός, postura de poder, permanece
vacía.
La metodología empleada permite retomar lo expresado, tal como se presenta
(¡incluso si se trata de una muestra de desprecio del trabajo en cuestión!). Se pone por
escrito para todos y se toma el tiempo para efectuar un análisis colectivo. Frente a la
aceptación inicial por parte de los jóvenes para los cuales algo es “verdad”, los
argumentos y contraargumentos se aceptan con el fin de ser analizados intentando
descubrir su conexión lógica con el problema. Cada intervención –según criterio del
En francés, “on” es un pronombre personal que puede ser utilizado de dos maneras: 1) como sinónimoabreviación hablada de la primera persona del plural: nosotros; y 2) como pronombre impersonal
equivalente al “se” español.
19
47
animador– es retomada, jamás proscrita ni rechazada por su insolencia o aparente
impertinencia.
La postura del animador es claramente de benevolencia, es decir, de sentirse en
igualdad de condiciones con relación al análisis de la situación. No se trata aquí de una
relación ficticia, porque efectivamente el animador desconoce el punto de vista de su
interlocutor: él no ha tenido las mismas vivencias (aunque pueda compartir
empáticamente sentimientos y emociones), incluso si desde un punto de vista
epistemológico se encuentra en una postura ventajosa frente al análisis de la situación.
4. Perspectivas
El ejercicio filosófico puede aportar a la juventud en situación de exclusión una multitud
de beneficios tanto individuales como colectivos.
A escala individual, el ejercicio filosófico permite el desarrollo de una percepción
propositiva de sí mismo al posicionarse como sujeto activo y actor de una experiencia
personal única, en un momento clave para el desarrollo del criterio personal de vida. La
opinión propia frente a la realidad (incluso si esta es una opinión –que será posteriormente
depurada filosóficamente–), trae consigo una revaloración de sí al permitir que el
individuo manifieste su experiencia personal de la realidad, esto es, su punto de vista. La
posibilidad de expresión personal equivale finalmente a hacer surgir el pensamiento y,
con ello, a permitir reacciones pensadas en lugar de respuestas impulsivas. A escala
colectiva, su ejercicio conlleva la posibilidad de reestructurar los esquemas individuales
de comprensión y de acción frente al mundo. Esto, a partir de la asimilación de la
diferencia y de la divergencia como ejercicio de una libertad que emana de la conciencia
de una necesaria igualdad de oportunidades frente al mundo. Como consecuencia de la
aparición de la reflexión, se establece una lógica de discusión y de intercambio de
posturas. Los actores descubren la posibilidad del diálogo como medio real y concreto
del establecimiento de puntos de encuentro entre diferencias.
Esta perspectiva coincide con la postulación de la filosofía como escuela de
libertad (Unesco, 2011), la cual contribuiría fundamentalmente a la paz, gracias a su
capacidad de desenmascarar los diferentes mecanismos ideológicos que nublan la
posibilidad de construcción de una sociedad en armonía donde cada uno pueda concebir
y postular sus derechos y libertades propias como continuación y consecuencia de los
deberes y compromisos hacia los demás.
48
Bibliografía
Bauman, Zygmunt (1989). Modernity and the Holocaust. Nueva York: Cornell
University Press.
Brunet, Roland (1977).“La Philosophie déclassée”. En Groupe de recherches sur
l’enseignement philosophique. Qui a peur de la philosophie? París: Champs Flammarion.
Comisión de las comunidades europeas. Libro Blanco sobre la educación y la formación:
https://publications.europa.eu/es/publication-detail/-/publication/d0a8aa7a-5311-4eee904c-98fa541108d8/language-es.
Derrida, Jacques (1990). Du droit à la philosophie. París: Galilée.
Hadot, Pierre (2008). Exercices spirituels et philosophie antique. París: Albin Michel.
Merle, Pierre (2005). L’élève humilié: l’école, un espace de non-droit? París: Presses
Universitaires de France.
Rayou, Patrick (2002). La «dissert de philo»: Sociologie d’une épreuve scolaire. Rennes:
Presses universitaires de Rennes.
Sitio web de la Educación Nacional de Francia: www.education.gouv.fr
Tozzi, Michel (2012). Nouvelles pratiques philosophiques : À l’école et dans la cité,
Comprendre la société. Lyon: Chronique Sociale.
Unesco World Report 1. (2005). Towards Knowledge Societies. París: Unesco
Publications.
Unesco (2011) La Filosofía, una escuela de la libertad enseñanza de la filosofía y
aprendizaje del filosofar: la situación actual y las perspectivas para el futuro. París;
México, D.F.: Universidad Autónoma Metropolitana.
49
La Tertulia Dialógica como innovación educativa en la enseñanza de la
Filosofía en bachillerato
GABRIEL ARAGÓN ARANDA Y LAURA TRIVIÑO CABRERA*
Universidad de Málaga (UMA)
Resumen: La experiencia de innovación educativa que presentamos está dirigida a la
asignatura de Filosofía de 1º de bachillerato (Real Decreto 1105 / 2014) ante la problemática
que supone la aparición de generaciones de estudiantes insertos/as en una cultura masiva cada
vez más proclive a la confrontación polarizada de posturas, a la incapacidad de diálogo y a
la negativa de llegar a consensos.
Con el objetivo primordial de fomentar el pensamiento crítico y la capacidad hermenéutica
en la enseñanza de la Filosofía en bachillerato, proponemos la Tertulia Dialógica (TD) como
una metodología innovadora-educativa que persigue establecer un diálogo entre alumnadolector/a y texto, en primer lugar; y entre alumnado y grupo-clase, en segundo lugar.
Palabras clave: Innovación, Filosofía, Tertulia Dialógica, Pedagogías Críticas
Abstract: The innovation educative experience here we show is focused to the Philosophy
subject of “Bachillerato”, facing the problematic emergence of students generations within a
massive culture that tending each more to attend to the polarization of postures, to the
incapacity of dialogue and to the impossibility of reach consensus.
With the main purpose of encourage the critical thinking and the hermeneutic skills in the
Philosophy teaching in “bachillerato”, we propose the Dialogical Gathering (“Tertulia
Dialógica”) as an innovative-educative methodology that aims to stablish a dialogue between
student-reader and text, at the first time; and between student and the rest of his/her
classmates.
Keywords: Innovation, Philosophy, Dialogical Gathering, Critical Pedagogy
1. Introducción
La TD se asienta sobre el desarrollo de la literacidad / alfabetización crítica como
metodología surgida al auspicio de la Teoría Crítica y las Pedagogías Críticas. En este
sentido, podemos decir que la TD surge en el ámbito de la formación y alfabetización de
personas adultas como Tertulia Literaria Dialógica. Consideramos que este sistema posee
gran potencial y aplicabilidad en distintas disciplinas escolares: el caso de la filosofía es
paradigmático. Dicha metodología posee los siete rasgos identificados por Flecha (2003):
diálogo igualitario, inteligencia cultural, transformación, dimensión instrumental,
creación de sentido, solidaridad e igualdad de diferencias. Siendo así, el procedimiento
*
gabriel.aragon@uma.es; laura.trivino@uma.es
50
consistiría en una serie de sesiones en las que el alumnado tendrá la oportunidad de
realizar una primera aproximación real a las fuentes primarias de conocimiento filosófico,
poniendo en común y contrastando con el resto de compañeras/os las impresiones
extraídas, dudas y conexiones establecidas y argumentadas respecto al contenido temático
de la asignatura.
Esta propuesta surge como vía innovadora mediante la que potenciar competencias
lectoras, críticas y empáticas del alumnado, a la vez que se pretende llamar la atención
del alumnado haciéndole partícipe activo y generador de su propio conocimiento; sin
menoscabo de la rigurosidad conceptual inherente al conocimiento filosófico y a las
fuentes del mismo.
Es necesario que la filosofía se erija como una disciplina que fomente una ciudadanía
reflexiva, dialogante, activa y comprometida con la sociedad en la que se halla. Es
preciso, parafraseando a Kant, enseñar a filosofar, más, incluso, que enseñar filosofía.
2. Fundamentación teórica y metodología de la TD
La pedagogía crítica (Freire, Macedo, Giroux o McLaren como máximos exponentes) se
va a centrar en las consideraciones de la teoría crítica (Habermas, 1987) en relación a
cómo en el proyecto emancipador, el lenguaje y la competencia comunicativa ocupan un
eje central, dado que la emancipación no es cuestión puramente individual puesto que
ésta solo es posible en interacción con los demás. Así pues, las características del
currículum crítico serían:
▪
Frente al carácter esencialista y al pensamiento único, se propone un
currículo que respete la más amplia diversidad epistemológica, social y cultural,
sobre todo de aquellas voces más marginadas y excluidas;
▪
Frente al aula como espacio negado para el sujeto, la creación de espacios
para que los estudiantes construyan sus propios marcos de significación del
conocimiento;
▪
Ante el carácter ahistórico y acontextual, un currículo que reivindique la
memoria, conecte con la experiencia local del entorno y se proyecte hacia un
nuevo mundo más justo y esperanzador;
▪
Ante el imperio de la racionalidad que coloniza el espacio escolar de
intereses y dispositivos técnicos, la prioridad por las consideraciones éticas;
▪
Ante la fragmentación curricular, la integración de saberes;
51
▪
Ante la primacía o compartimentación de las diversas dimensiones del ser
humano, una apuesta firme por la relación entre el sujeto y el conocimiento, la
razón y el sentimiento, entre el conocimiento y la emotividad, o entre la estética
y la ética. (Carbonell, 2015: 75)
Freire manifestaba la importancia del contexto de la alfabetización, ahondando en que
aprender a leer, era aprender a leer la palabra y el mundo: su contexto (Freire y Macedo,
1989). De modo que “cuando se interioriza la actividad con otras personas, la
intersubjetividad, surge la conciencia que, junto con las características sociales y
culturales, determina el desarrollo de los procesos psicológicos superiores” (Aubert,
Flecha, García, Flecha y Racionero, 2010: 103). Es por ello que esto se refleja en la
necesidad de establecer la enseñanza en función de una “zona de desarrollo próximo”, en
la cual, la guía de una persona adulta y formada (como un profesor/a) junto con el resto
de compañeros/as potencia mejor el desarrollo que un aprendizaje individualista. Por
consiguiente, la importancia de un aprendizaje dialógico (y, más allá, comunitario), se
hace obvia.
Para nuestra propuesta de TD para la enseñanza y el aprendizaje de la Filosofía, he aquí
la secuenciación de la TCD para la construcción del conocimiento social (Aragón y
Triviño, 2019):
Fase Previa: procesar información, comprender la realidad y justificación.
1)
Explicación conceptual del tema a abordar.
2)
Selección de un texto escrito, cuya temática ahonde en las cuestiones
socialmente vivas por parte del profesorado y que será leído por el alumnado de
forma individual en horario extraescolar.
3)
Elaboración de un ensayo sobre la temática reflejada en el texto.
4)
Selección de un fragmento del texto destacable en opinión del alumnado,
argumentando su elección.
Fase Desarrollo I: justificación y argumentación.
5)
Desarrollo de la TCD a través de la siguiente secuenciación: distribución
espacial asamblearia que favorezca la horizontalidad y con ello, una participación
democrática.
6)
Selección de un/a moderador/a de forma consensuada por el grupo-clase,
atendiendo a unos criterios establecidos previamente por el profesorado.
7)
Intervención por turnos en el que el alumnado destaque el fragmento
elegido y su argumentación; teniendo la oportunidad de usar diferentes textos
52
(visual, sonoro, audiovisual, plástico, performativo y/o escrito) para apoyar su
intervención.
Fase Desarrollo II: procesar información, comprender la realidad, justificación y
argumentación.
8)
Acercamiento / alejamiento de posturas en torno a las interpretaciones
extraídas de los textos elegidos.
9)
Enriquecimiento, consolidación, rectificación y modificación de las
reflexiones del alumnado durante la TCD.
Fase posterior: procesar información, comprender la realidad y justificación.
10)
Elaboración de una redacción que suponga un feedback al ensayo inicial
tras la TCD.
Mapa conceptual 1. Procedimiento de la TD (2018). Fuente: Elaboración propia usando el programa
“Mindomo”.
3. Caso práctico
El caso que traemos a colación es el resultante de una propuesta de mejora basada en la
Tertulia Dialógica sobre la propia práctica docente en un Centro de Enseñanza Media de
53
Málaga. Así todo, de una secuenciación de actividades sobre el tema de ética en la
asignatura de Filosofía de 1º de bachillerato, se incorporó una serie intercalada y
complementaria de Tertulias Dialógicas.
En el contexto original nos encontramos con 5 sesiones en las que se abordan ciertas
cuestiones de la ética filosófica.
A. Sesiones normales del bloque temático:
Sesión 1.A (“La ética frente a la vida y la muerte”):
La actividad tiene el sentido de romper el hielo con el alumnado poniendo de relevancia
la tremenda importancia de la filosofía en general y de la ética en concreto, no solo para
las humanidades, sino para las ciencias y para la vida en sí misma.
La actividad consistirá en la lectura de un caso que presenta un dilema bioético. Tras la
lectura de dicho caso, por grupos de tres, el alumnado meditará y debatirá la postura
individual de cada uno brevemente. Pasado un tiempo prudencial (5-10 minutos) el
alumnado se levantará y se distribuirá por la clase en función de su opinión original,
pudiendo desplazarse en función de los cambios de opinión que tengan, con libertad. El
profesorado irá apuntando los distintos argumentos, a favor y en contra, tras un debate
respetuoso y por turnos. El o la docente servirá de mediador y moderador, procurando
siempre la libertad de pensamiento, el respeto, la empatía y la rigurosidad.
Se introducirá al alumnado, de igual manera, en los rudimentos de las tertulias dialógicas
de manera que, en la siguiente clase, puedan actuar fluidamente desde el principio. En
cualquier caso, se valorará entregar al alumnado un documento que sintetice dicha
información.
Sesión 2.A ( “Cuestión de actitud”):
Tras comentar brevemente los dibujos entregados de la primera sesión, se da pie a la
actividad que ocupará toda la sesión.
Dicha actividad consistirá en un roleplay. El o la docente habrá diseñado cuatro
documentos que incluirán información relevante sobre cada una de las cuatro escuelas
helenísticas más destacadas (o socráticos menores): estoicismo, epicureísmo, cinismo y
escepticismo.
Así todo, se constituirán cuatro grandes grupos a los que se les distribuirá uno de estos
cuatro documentos. La atribución de cada documento conlleva asumir el rol de una de
estas cuatro escuelas, lo cual se sintetizará en aprender y asumir sus rasgos característicos.
54
Tras diez minutos debatiendo cada grupo y el o la docente solucionando dudas, dará
comienzo un juego en el que el o la docente comentará, de una lista previamente
confeccionada, una situación adversa o problemática de la vida, tras lo cual, cada grupo
discutirá, durante dos minutos, dicha situación y apuntarán la respuesta. Luego, por
turnos, un/a representante de cada grupo dirá en voz alta: “Somos los/as [escuela que les
haya tocado] y [cómo afrontarían la situación]”.
Finalmente, el o la docente recogerá las respuestas de cada grupo, para llevar un control,
y mandará la actividad de que, individualmente, cada alumno o alumna elija una escuela
cualquiera y muestre, argumentadamente, lo que le parece positivo y negativo de la
misma.
Sesión 3.A (“¿El fin justifica los medios?”):
Esta tercera sesión contiene una pequeña actividad por la cual veinte minutos de la clase
tienen por objetivo introducir las teorías éticas consecuencialistas; en concreto, el
utilitarismo, valiéndonos de la disciplina histórica. Así, se procede a la lectura de los
hechos más destacados que acompañaron al proceso de toma de decisión y ejecución
respecto de las dos bombas atómicas lanzadas en Hiroshima (6 de agosto de 1945) y
Nagasaki (9 de agosto de 1945) por la administración Truman. Este tipo de situación fue
legitimada bajo un marco utilitarista, que es al que se dedicará el final de esta sesión y
gran parte de la siguiente.
Se establecerá un debate respecto a la pertinencia o no de este tipo de decisiones, bajo
qué circunstancias y si esconden intereses ocultos.
Finalmente, se mandará una actividad para casa que consistirá en responder, breve y
argumentadamente a la pregunta “¿El fin justifica los medios?”
Sesión 4.A (“Choque de trenes”):
Se mostrarán los interesantes aportes de filósofas relevantes como, en este caso, Philippa
Foot, la cual elaboró el famoso Dilema del tranvía o Trolley problem. La exposición de
este famoso dilema servirá para que el alumnado reflexione y debata sobre el mismo
aplicando la secuencia del dilema bioético de la primera clase. Tras lo cual, se incluirá la
famosa variación del “hombre muy gordo sobre el tejado” introducida por Judith J.
Thomson. La pretensión es hacer mostrar que, pese la predecible gran variación de
respuestas desde la fórmula original del dilema hasta su variación, las respuestas son las
55
mismas y que, en función de cada respuesta, el marco ético que opera es utilitarista o
kantiano.
Sesión 5.A (“Una nueva hoja de ruta”):
Se pasará a introducir la última gran teoría ética: la Ética de la virtud. Dicha teoría se
puede considerar precursora o marco teórico de la ética feminista del cuidado. Así mismo,
tras un rápido vistazo a lo nuclear de la Ética de la virtud (de la mano de unas
consideraciones de Martha Nussbaum), se pasará a introducir la difícil lectura de una
fuente primaria escrita por la filósofa analítica Elizabeth Anscombe. Así mismo, esta
teoría ética final sirve de contrapunto a las dos anteriores a la vez que lanza la mirada a
la antigua Grecia, por lo que la UD queda cerrada en círculo.
Intercaladamente a estas sesiones, se incorporaron las Tertulias Dialógicas, doblando, por
tanto, el número original de sesiones; de cinco a diez. Dichas sesiones de tertulia servirían
para profundizar sobre las cuestiones tratadas en clase a la vez que se conectaban con
aspectos más actuales del día a día del alumnado.
B. Sesiones intercaladas de Tertulia Dialógica:
Sesión 1.B (Texto: Antígona, de Sófocles)
Este texto resulta excelente para servir de introducción a la Ética, pues plantea el
problema ante el que se encuentra Antígona, la cual no puede enterrar a su hermano por
orden del tirano Creonte. Esto plantea una situación por la cual la moral de Antígona se
ha de imponer a los decretos legales de Creonte
La cuestión de las leyes injustas se conectará, así mismo, con la actualidad mediática
estableciendo una relación con el caso del rapero Valtonyc, condenado a 3 años y medio
de cárcel, que, en un acto de rebeldía, se ha fugado del país. Una reflexión comparada,
permitirá ahondar en el sentido de la Ética.
Sesión 2.B (Texto: Esbozos pirrónicos, de Sexto Empírico)
Proponemos la lectura de los epígrafes XXIX (“Si existen el maestro y el discípulo”) y
XXX (“Si existe alguna forma de aprendizaje”), pertenecientes al libro III de los Esbozos
pirrónicos. La lectura de este texto les permitirá conectar lo que aprendieron respecto a
una de las escuelas helenísticas (los escépticos) y vincularlo a su realidad diaria: la
56
educación; poniendo en tela de juicio a la misma y obligando al alumnado a replantearse
su sentido y normatividad.
Sesión 3.B (Texto: Consideraciones sobre el gobierno representativo, de John Stuart
Mill)
Permite atender a las consideraciones restrictivas que este parangón del utilitarismo
estableció respecto al derecho al voto (denegándolo a los analfabetos, los disminuidos
intelectuales, etc., y favoreciendo una suerte de voto doble a los individuos con altas
capacidades). Así, podemos vincular la teoría ética explicada en clase con las
repercusiones políticas de la misma, a la vez que podemos establecer una conexión entre
la ética, la filosofía política, el derecho al voto y las increíbles decisiones democráticas
actuales como el Brexit o la elección del presidente estadounidense Donald Trump.
Sesión 4.B (Texto: Vindicación de los derechos de la mujer, de Mary Wollstonecraft)
Esta tertulia pretende conectar el carácter ilustrado propio de la ética kantiana, a la que se
atendió en clase, con el origen ilustrado del feminismo por parte de Wollstonecraft. Así,
el alumnado deberá leer una serie de fragmentos disponibles online de la Vindicación y
que deberán conectar con la Ilustración y las ideas kantianas, así como con la situación
de la mujer y el feminismo actuales.
Sesión 5.B (Texto: “Filosofía moral moderna”, de Elizabeth Anscombe)
Este artículo permite la lectura de la que está reconocida como la filósofa moral analítica
más relevante del siglo pasado. Así, tenemos la oportunidad de leer un texto seminal de
filosofía moral de manos de una mujer protagonista en la generación de una nueva
corriente moral: la ética de la virtud. Este tipo de corriente ética surge de las críticas y
revisiones de las dos grandes tradiciones previas, a la vez que critica la “legalización” de
la Ética de influencia cristiana (pese a que ella era cristiana). Esto permite poner en tela
de juicio la corrección o no del legalismo importado del cristianismo en la Ética; máxime
cuando estamos orientados a un centro educativo religioso. De igual manera, el texto
reclama una Psicología Moral a la altura de los tiempos, lo cual es conectable con los
últimos avances en Psicología.
57
Imagen 1. Secuenciación de las sesiones (2018). Fuente: Elaboración propia usando el programa
“PowerPoint”. La secuencia aparece en el orden adecuado con la intercalación, en amarillo, de las
sesiones de tertulia dialógica que suceden a las sesiones normales, en verde.
Bibliografía
Aragón, Gabriel y Triviño, Laura (2019). “La tertulia ciudadana dialógica como
metodología crítica en la enseñanza de las ciencias sociales”. En Maria João Hortas y
Alfredo Dias (Eds.), Enseñar y aprender didáctica de las ciencias sociales: la formación
del profesorado desde una perspectiva sociocrítica. Lisboa: AUPDCS. (En prensa).
Aubert, Adriana; Flecha, Ainhoa; García, Carme; Flecha, Ramón, y Racionero, Sandra
(2010). En Aprendizaje dialógico en la Sociedad de la Información. Barcelona: Hipatia.
Carbonell, Jaume (2015). Pedagogías del siglo XXI: alternativas para la innovación
educativa. Barcelona: Octaedro.
Flecha, Ramón (2003). Compartiendo palabras. El aprendizaje de las personas adultas
a través del diálogo. Barcelona: Paidós Ibérica.
Flecha, Ramón; Gómez, Jesús y Puigvert, Lidia (2003). Teoría sociológica
contemporánea. Barcelona: Paidós.
Freire, Paulo (1984). La importancia de leer y el proceso de liberación. Madrid: Siglo
XXI.
Freire, Paulo (1986). La educación como práctica de la libertad. Madrid: Siglo XXI.
58
Freire, Paulo (2008). Cartas a quien pretende enseñar. Buenos Aires: Siglo XXI.
Freire, Paulo y Macedo, Donaldo (1989). Alfabetización. Lectura de la palabra y lectura
de la realidad. Barcelona: Paidós / M.E.C.
Giroux, Henry (1990). “Los profesores como intelectuales transformativos”. En Los
profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje (pp. 171178). Barcelona: Paidós.
Habermas, Jurgen (1987). Teoría de la acción comunicativa I. Racionalidad de la acción
y racionalización social. Madrid: Taurus.
Loza, Miguel (2004). “Tertulias literarias”. Cuadernos de Pedagogía, 341, 66-69.
59
Filosofía en el Programa de Educación a Distancia del ciclo de ingreso
de la Universidad de Buenos Aires
Una propuesta hermenéutica para la enseñanza de la filosofía en entornos virtuales
GASTÓN G. BERALDI*
Universidad de Buenos Aires (UBA)
Resumen: Mijail Bajtín, en unos apuntes de entre 1959 y 1961, publicados por primera vez
en forma póstuma en el n° 10 de Vosprosy literatury de 1976 bajo el título “El problema del
texto”, al señalar que el texto es la única realidad inmediata que se constituye como punto de
partida para las humanidades y que, por lo tanto, donde no hay texto, no hay objeto de
investigación, extiende la categoría de “texto” a “[…] cualquier conjunto de signos coherente,
[…]” (1976, 294). Es decir, interpreta la noción de “texto” en un sentido ampliado que excede
lo meramente escriturario y que incluye, en consecuencia, cualquier soporte o dispositivo al
cual, como lectores, podamos dar sentido. Este fue un aporte fundamental para el
estructuralismo, el posestructuralismo y, en parte también, para la hermenéutica.
Aunque es posible encontrar antecedentes de esta operación incluso en el ámbito hispano,
como por ejemplo en Unamuno, quien en 1918 en “Cosas de libros” amplía la noción de
“libro” –la del “texto” aún no había sido desarrollada– para extenderla a las fotografías, a los
dibujos, a los diarios de viaje, a los mapas, y a todo otro dispositivo mediante el cual se
pudiera conocer “[…] a través de la traducción idiomática”, es recién con el aporte de Bajtín
que el concepto ampliado de “texto” tiene sus mayores repercusiones. La concepción de la
acción como texto de Ricouer, por ejemplo, es en parte deudora de sus lecturas del
posestructuralismo.
Habiendo señalado el contexto y trazado el marco teórico desde el cual voy a trabajar, esta
comunicación tiene como objetivo presentar la metodología didáctica elaborada para la
enseñanza de la materia Filosofía en el Programa UBAXXI –Programa de Educación a
Distancia del ciclo de ingreso de la Universidad de Buenos Aires–. Para ello, en primer lugar,
vamos a dar cuenta de los antecedentes de esta metodología, indicando en una segunda
instancia las ulteriores reelaboraciones que funcionaron como base para esta propuesta
pedagógica.
Palabras clave: Texto-Hermenéutica-Enseñanza de la filosofía-Entornos virtuales
Abstract: Mikhail Bakhtin, in some notes between 1959 and 1961, published for the first time
posthumously in No. 10 of Vosprosy literatury of 1976 under the title "The problem of the
text", pointing out that the text is the only immediate reality that it is constituted as a starting
point for the humanities and that, therefore, where there is no text, there is no object of
investigation, it extends the category of "text" to "[...] any coherent sets of signs, [...]" (own
translation) ( 1976, 294). That is to say, it interprets the notion of "text" in an expanded sense
that exceeds the merely scriptural and that includes, consequently, any support or device to
which, as readers, we can give meaning. This was a fundamental contribution to
structuralism, poststructuralism and, in part, also to hermeneutics.
Although it is possible to find antecedents of this operation even in the Hispanic field, as for
example in Unamuno, who in 1918 in "Cosas de libros" extends the notion of "book" -the
one of "text" had not yet been developed- to extend it to the photographs, the drawings, the
travel diaries, the maps, and any other device through which you could know "[...] through
the idiomatic translation" (own translation), it is only with the contribution of Bakhtin that
*
gberaldi@filo.uba.ar - ggberaldi@yahoo.com.ar – Filosofía UBAXXI
60
the concept expanded "text" has its greatest impact. The conception of action as Ricouer's
text, for example, is partly indebted to his readings of poststructuralism.
Having indicated the context and outlined the theoretical framework from which I will work,
this communication aims to present the didactic methodology developed for the teaching of
the subject Philosophy in the UBAXXI Program-Distance Education Program of the
university entrance cycle from Buenos Aires-. For this, first, we will give an account of the
background of this methodology, indicating in a second instance the subsequent reworking
that worked as a basis for this pedagogical proposal.
Keywords: Text-Hermeneutics-Teaching philosophy-Virtual environments
1. Antecedentes de la experiencia: repensar las nociones de “texto”, “autor” y
“lector”
Entre los años 2010 y 2012, el grupo de investigadores que conformamos el Proyecto de
Investigación UBACyT “Hermenéutica de textos para la enseñanza de la filosofía y la
investigación en ciencias humanas y sociales”, pusimos en práctica los objetivos del
proyecto de 2008: elaborar una propuesta filosófico-pedagógica para los estudiantes de
Filosofía del CBC de la UBA1. El objetivo del proyecto era el abordaje y tematización de
la categoría de “texto”. y las categorías subyacentes. Entendimos que un “texto”, como
señalara Barthes (2003), no era una obra, algo fijo, sino una producción. Y que no era
solo “un discurso fijado por la escritura” sino que esta categoría era mucho más amplia y
compleja. Abarcaba otros registros que rebasaban lo meramente escriturario.
Siguiendo este lineamiento el texto no es ya algo fijo, ni es una obra, ni es únicamente
escritura. El autor deja entonces de ser un sujeto soberano y controlador de la producción
de sentido, y el lector, en tanto productor de nuevas lecturas, se trasmuta en un relector/re-escritor.
Bajo esta idea elaboramos el material de estudio obligatorio para la materia Filosofía,
publicado por la editorial Eudeba (Rossi y Bertorello, 2012)2.
1
Ciclo Básico Común, ciclo de ingreso a la UBA que se dicta en la modalidad “presencial”.
2
Rossi, María José y Bertorello, Adrián (Comps.) (2012). Relecturas. Claves hermenéuticas para la
comprensión de textos filosóficos. Buenos Aires: Eudeba.
61
2. La reelaboración para “Filosofía” del ciclo de ingreso de la UBA en la
modalidad “a distancia”
La asignatura Filosofía comienza a dictarse en el Programa UBAXXI en el segundo
cuatrimestre de 2017. A raíz de esto, fue necesario repensar el dictado de la materia en el
modo no presencial, lo cual requería establecer las estrategias y los objetivos apropiados.
Siguiendo las líneas de investigación anteriores, entendimos que en la actualidad la
filosofía puede ser definida en su relación a los textos. A partir de estos reflexionamos
sobre el mundo y elaboramos otros nuevos que permiten nuevas reflexiones. Partiendo de
esa premisa, la filosofía queda enmarcada por la categoría de “texto”.
Este objetivo básico era introducir a los estudiantes en el abordaje de textos y lecturas
filosóficas, lo cual, implicaba, transitar metodologías de lectura propias de la filosofía.
Entendí que era necesario tener en cuenta la noción de “texto”, “paratexto” e “hipertexto”,
el concepto de “tradición”, el de “herencia”, el de “crisis”, y las características centrales
de la tradición hermenéutica.
Desde el punto de vista didáctico, se elaboró una metodología que entiende la lectura
como herencia (Vidarte, 2006). Partiendo de la noción clásica de “texto”, aquella que
definía a un texto como “discurso fijado por la escritura”, al tomar como marco teórico
las reelaboraciones del propio Ricoeur (2001 y 2008), pero también los conceptos de
Miguel de Unamuno (1918), Louis Marin (1981), Mijail Bajtín (1976 y 2002), Roland
Barthes (2003) y otros hermeneutas y lingüistas, el concepto de “texto” no se agotaba en
la escritura sino que, de una manera mucho más amplia, estaba vinculado con las
competencias del lector para dar sentido a los significados. De esta manera, ampliamos
su designación y lo entendimos anclado en cualquier otro soporte que permitiera a un
lector dar sentido a los significados dispuestos en él. Un texto remitía a un entramado, a
una combinación de texturas que se prestaba para el recorrido de sus posibilidades. Una
obra pictórica se convertía en un texto que narraba, lo mismo que una escultura, una
fotografía, un film, un video, una acción. Al ampliar la categoría de “texto”, todos estos
dispositivos traían una marca, la del pasado. Se convierten en memoria humana. Son los
vestigios del pasado. Por estos motivos, en la fundamentación del programa de la materia
se señala un camino a transitar: la revisión de nuestra herencia a través de lo legado en
los textos, y la posterior lectura crítica de ésta a partir de las relecturas hechas por los
herederos. Entendí así que la filosofía podía ser definida como “tradición y creación” y
que la hermenéutica era entonces “un modo de leer y releer” tensionado por estas dos.
62
Esto también lleva implícito una concepción de “texto”. Un texto está habitado por una
multiplicidad de voces donde, unas permanecen ocultas y otras develadas.
Ahora bien, como los textos constituyen redes de significantes y de sentido, se elaboró
una metodología de lectura específica para los textos de la materia:
Se propone el trabajo con textos, paratextos e hipertextos. Llamamos “textos”, en un sentido
restringido, a todo discurso fijado por la escritura. Aunque también, llamaremos “textos”, en un
sentido amplio, a todo dispositivo donde el lector pueda dar sentido a los significados. Así, un
film, un video, una obra de arte, también quedan incluidos en la noción de “texto”. Por otra parte,
llamamos “paratextos”, al conjunto de otros “textos” que acompañan al texto principal de una obra.
Los títulos, subtítulos, índices, comentarios, epígrafes, notas emergentes (o notas al pie, o al final),
prólogos, epílogos, dedicatorias, notas al margen, gráficos, ilustraciones, etc. son “textos
secundarios” que acompañan al contenido principal de un texto y que permiten aportar más
información para guiar al lector en la lectura del texto principal, y alcanzar una mejor comprensión.
Por último, llamamos “hipertextos”, en un sentido restringido, a una estructura que organiza la
información de forma no lineal, lo que permite “saltar” de un punto a otro en un texto –o a otro
texto– a través de los enlaces (links). De esta manera, en lugar de leer el texto de forma continua,
lxs lectorxs pueden además acceder a otra información que les interese que solo está disponible
digitalmente, por ejemplo, datos biográficos, artículos relacionados con el tema, etc. Con todo ello,
lxs estudiantes podrán abordar la lectura de un texto, y al mismo tiempo acceder a comentarios,
aclaraciones y estudios críticos dispuestos en los paratextos y a datos accesorios o ampliar sus
lecturas mediante los hipertextos. (Beraldi, 2017a)
Esta imagen de uno de los fragmentos de los textos obligatorios pone de relieve la
multiplicidad de categorías involucradas: texto, paratexto e hipertexto, por un lado, y
fuentes primarias y fuentes secundarias, por otro.
Por tal motivo, en la guía de Orientaciones para el estudio señalamos:
63
¿Cómo leer?
Desde el punto de vista metodológico, el contenido teórico de la materia se articula a través de
tres conceptos: “texto”, “paratexto” e “hipertexto”. Dado que el contenido está pensado para ser
leído fundamentalmente desde dispositivos digitales, será allí donde estos tres conceptos se
articularán mejor. Sin embargo, tendrán a disposición una versión imprimible (en PDF), aunque
allí se perderán algunas de las ventajas del recurso digital.
Cada unidad del programa despliega su contenido en un texto central, ya sea en una o varias
sesiones de trabajo, según sea el caso. Como la noción de “texto” que usamos es amplia, los videos,
imágenes, films, que se encuentran insertos en ese texto central, también serán considerados textos.
Con lo cual, son parte de la lectura obligatoria. Por otra parte, en este texto central encontrarán
como “paratextos” notas emergentes y llamadas al margen que les permitirán profundizar y fijar
conceptos centrales. Mientras que para la lectura de las llamadas (dispuestas en forma de globo)
no tienen más que leer los márgenes del texto, para la lectura de las notas emergentes deberán
clickear en los números de las notas correspondientes. Así, al pinchar en la nota 1, por ejemplo, se
les desplegará una ventana emergente con información complementaria que pretende brindar
mayor claridad al fragmento del texto donde estaba incorporada la nota. La información dispuesta
en los paratextos si bien complementa la lectura de los textos, no exime al/a estudiante de la
obligatoriedad de su lectura, puesto que en muchos casos esas notas emergentes aclaran,
problematizan y amplían el contenido del texto. Por otra parte, además de estos “paratextos”
cuentan con “hipertextos”, es decir, enlaces, links que, al pinchar en el término resaltado en color,
les abre una ventana emergente con información adicional cuyo propósito fundamental es
introducirlxs en la definición de conceptos poco convencionales, situarlxs temporal y
geográficamente sobre el/la filósofx que están leyendo a partir de datos biográficos, y redirigirlxs
a artículos o notas de interés sobre los temas abordados. Esta información adicional no se supone
como lectura obligatoria, sino accesoria.
En conclusión, toda la información disponible en los paratextos y en los hipertextos busca
favorecer y profundizar la comprensión, aclarar conceptos, expresiones o problemas que el propio
texto no desarrolla. (Beraldi, 2017b)
Como puede apreciarse en la imagen y en las Orientaciones…, una innovación
metodológica fundamental para el trabajo de lectura fue la elaboración de los paratextos,
especialmente las notas marginales y las “notas emergentes”. Las notas marginales,
dispuestas en forma de globo, constituyeron una innovación fundamental en el material
de estudio, puesto que actuaban como guía en la lectura. Una innovación mayor la
constituyó la reelaboración de las notas a pie o a final de página repensadas para la lectura
on line y dispuestas ahora como “notas emergentes”, como hipertextos. El recurso de las
notas emergentes facilitaba ampliamente la lectura crítica y complementaria, puesto que
on line están disponibles conjuntamente, en una misma pantalla, texto y notas, lo cual
genera, frente al texto en papel, un dinamismo mayor en la lectura.
El otro aspecto metodológico que cabe destacar es la forma de leer el mundo que se
encuentra en los distintos textos filosóficos abordados. A modo de ejemplo enumero solo
algunos de los métodos que encontramos en los textos: la dialéctica y mayéutica socrática,
el método de “división” platónico, los endoxa y phainómena aristotélicos, el escepticismo
metodológico y el deductivismo cartesiano, el criticismo kantiano, y “lo dado a la
experiencia” como base para el conocimiento de la realidad del positivismo. Luego, ya
en nuestra era aparecen un sinnúmero de metodologías que los distintos filósofos y
64
filósofas utilizan alternativa o preferentemente: la hermenéutica, la fenomenología, la
fenomenología hermenéutica, la arqueología, la deconstrucción, el criticismo, etc. Todos
estos métodos quedan plasmados en los textos de lectura obligatoria y nos muestran cómo
los distintos filósofos y filósofas han “leído el mundo” de diversas maneras.
3. Resultados de la propuesta
Desde la incorporación de la asignatura Filosofía al Programa UBAXXI y la puesta en
práctica de esta propuesta filosófico-metodológica, los resultados, tanto cuantitativos
como cualitativos, fueron y son más que alentadores. Un muy alto porcentaje de
aprobación, una muy baja tasa de deserción, un alto promedio en las calificaciones, y una
serie de datos cualitativos considerados a partir de las respuestas a nuestras hipótesis
iniciales, de las encuestas realizadas a los estudiantes y de los comentarios hechos por
ellos mismos, muestran el alcance que esta propuesta tiene para “aprender a leer” en
general, y para aprender filosofía y aprender a leer textos filosóficos en particular.
2º 2017
1º 2018
2º 2018
1488
1628
1869
3
Preinscriptos
Inscriptos4
380
% Deserción5
328
460
13,68%
393
653
14,57%
578
11,49%
Aprobados
331
313
412
351
556
420
% Aprobados
87,1
95,4
89,6
89,3
85,1
72,7
Promedio
Calificación6
6.6
7.2
6.6
6.3
5.9
4.9
Si bien es prematuro evaluar los resultados de la propuesta, pudimos establecer algunos
datos cuantitativos y cualitativos revelados a través de las estadísticas y encuestas
realizadas por el Programa UBAXXI.
Al respecto, hemos realizado algunos análisis, exceptuando el 2º 2018 que recién ha
terminado. A fin del 2º de 2017 nos sorprendió la alta tasa de aprobación. Ello nos puso
3
Estudiantes inscriptos a la asignatura pero que no participan en la cursada ni llegan a rendir el primer
parcial.
4
Teniendo en cuenta que es sumamente difícil obtener datos acerca de las razones de deserción antes del
primer examen parcial –algo que es común a todas las materias y carreras en todas las universidades– se ha
decidido tomar como base estadística la cantidad de estudiantes que rindieron el primer parcial,
considerando a estos como “inscriptos”, y de allí, establecer las estimaciones.
5
Entre primer y segundo parcial.
6
Según el reglamento de la Universidad, la calificación mínima para la aprobación de exámenes y de las
materias es de 4 puntos.
65
en alerta y nos sugirió explorar algunas de las posibles razones. La primera hipótesis fue
sobre la posible baja exigencia de los exámenes. Sin embargo, los exámenes habían sido
sometidos a la evaluación del equipo pedagógico de UBAXXI, y fueron revisados
nuevamente luego de la toma del 1º parcial. Rápidamente quedó descartada esa opción.
A pesar de ello, decidimos aumentar las exigencias en los exámenes. Concluido el primer
cuatrimestre de 2018, al comparar las tasas de rendimiento de 2017 con las de ese
cuatrimestre, los resultados se mantuvieron relativamente estables. De aquí que tuvimos
que pensar una nueva hipótesis para explicar las posibles razones de la alta tasa de
rendimiento. Creímos entonces que éstas se fundaban en que la mayoría de los estudiantes
estaban inscriptos a las carreras de Filosofía y/o de Letras, de las cuales sabemos que hay
una tendencia mayor a la lectura. Sin embargo, la encuesta presencial realizada en el 2º
parcial del primer cuatrimestre 2018 refutó esta hipótesis, puesto que el porcentaje mayor
correspondía a la carrera de Arquitectura, y recién en segundo lugar a la de Filosofía, y
en tercero a la de Letras7. De estos datos y cálculos, y de otros datos de las encuestas, se
sugiere entonces una nueva hipótesis: que las estrategias didácticas y metodológicas son
las que han posibilitado estos resultados. Si bien es sumamente anticipado hacer tal
afirmación con solo estos datos, las respuestas a las preguntas que se hicieron a los
estudiantes en la encuesta revelaron la amplia aceptación y la buena recepción de la
propuesta didáctica-metodológica.
4. Algunas conclusiones
Hasta el momento los resultados obtenidos son más que alentadores. Asimismo, se han
podido refutar las dos primeras hipótesis planteadas, y ha quedado hasta el momento
corroborada –mediante metodología falsacionista– la tercera, que señala que la
metodología hermenéutica empleada, junto a las actividades propuestas, ha favorecido
estos resultados.
Si bien es muy apresurado desprender conclusiones taxativas, creo necesario señalar que
el trabajo realizado, junto con el cuerpo docente de la materia, y teniendo en cuenta los
resultados parciales obtenidos hasta el momento, tanto cuantitativos como cualitativos,
7
De acuerdo al reglamento de la Universidad, la materia Filosofía deben cursarla los estudiantes que se
inscriban a las carreras de: Filosofía, Letras, Ciencias de la Educación, Arquitectura, Artes, Bibliotecología
y Ciencias de la Información, y otros como optativa.
66
nos invita no solo a continuar con nuestra metodología, sino también a profundizarla, y a
explorar otros modos en que los y las estudiantes se interesen y aprendan a leer filosofía,
que no es otra cosa que una forma de leer el mundo.
Bibliografía
Bajtín, Mijail (1976). “El problema del texto”, Vosprosy Literatury, nº 10, pp. 294-323.
Bajtín, Mijail (2002). Estética de la creación verbal. Buenos Aires: Siglo XXI.
Barthes, Roland (2003). Variaciones sobre la escritura. Barcelona: Paidós.
Beraldi, Gastón
G.
(2017a).
Programa de Filosofía UBAXXI.
(En línea:
https://www.ubaxxicampusvirtual.uba.ar/pluginfile.php/392918/mod_resource/content/
5/Programa_Filosof%C3%ADa_2%C2%BA%202018.pdf).
Beraldi,
Gastón
G.
(2017b).
Orientaciones.
Filosofía
UBAXXI.
(En
línea:
https://www.ubaxxicampusvirtual.uba.ar/pluginfile.php/426095/mod_resource/content/
1/Orientaciones_Filosof%C3%ADa_2%C2%BA_2018%20%281%29.pdf).
Marin, Louis (1981). Le Portrait du roi, París: Éditions de Minuit.
Ricoeur, Paul (2001). Del texto a la acción. Ensayos de hermenéutica II. México: FCE.
Ricoeur, Paul (2008). La memoria, la historia, el olvido. Buenos Aires: FCE.
Rossi, María José y Bertorello, Adrián (Comps.) (2012). Relecturas. Claves
hermenéuticas para la comprensión de textos filosóficos. Buenos Aires: Eudeba.
UBAXXI (2018), “Encuesta Filosofía Primer Cuatrimestre 2018” (En línea:
https://www.ubaxxicampusvirtual.uba.ar/course/view.php?id=39).
UBAXXI (2018), “Informe Filosofía. Rendimiento 2º C 2017-1º C 2018” (En línea:
https://www.ubaxxicampusvirtual.uba.ar/course/view.php?id=39).
Vidarte, Paco (2006). ¿Qué es leer? La invención del texto en filosofía. Valencia: Tirant
lo Blanch.
67
Microrrelatos y filosofía
Una propuesta propedéutica
MARÍA CALERO MAS
IES Tháder
Resumen: Microrrelatos y filosofía es una propuesta propedéutica cuyo objetivo principal
es introducir a los estudiantes en el arte del análisis y la interpretación de textos. Diseñada
para ser llevada a cabo en el primer trimestre del primer curso de bachillerato, propone la
renuncia temporal a trabajar con las grandes obras de la historia de nuestra disciplina,
sustituyéndolas por microrrelatos no filosóficos, con el objeto de acercarlas al alumnado en
el segundo trimestre, una vez este esté en condiciones para comprenderlas, analizarlas,
interpretarlas adecuadamente e incluso disfrutar con ello.
Palabras clave: Filosofía, microrrelatos, propedéutica
Abstract: Microstories and philosophy is a propadeutic proposal whose main objective is to
introduce students to the art of analysis and interpretation of texts. It was designed to take
place in the first term of the first year of baccalaureate, and proposes the temporary renounce
to work with the great opus from the history of our discipline, replacing them with nonphilosophical microstories. The idea is to facilitate the approach of our students to that great
works in the second term, when they will be able to analyze and interpret them correctly,
even to enjoy them.
Keywords: Philosophy, microstories, propaedeutic
1. El fruto de una antinomia educativa
Microrrelatos y filosofía surge de la constatación de que existe la necesidad real de
innovar en la enseñanza de la filosofía en bachillerato. Esta necesidad radica en lo que
podríamos denominar una antinomia educativa. Por un lado, la actual ley educativa exige
a los alumnos de primero de bachillerato que sean capaces de “analizar, de forma crítica,
textos y obras significativas, pertenecientes a pensadores destacados” de la Historia de la
Filosofía. Pero, por otro, no les garantiza un acceso gradual a la materia: la filosofía ha
quedado relegada al estatuto de alternativa a la Religión en los tres primeros cursos de la
ESO y a mera optativa en el último año de Secundaria.
De este modo, la gran mayoría de alumnos se sumergen en el bachillerato con un
conocimiento filosófico escasísimo, si no nulo. La filosofía es para ellos una gran
desconocida, al igual que sus autores más destacados, las obras fundamentales de los
mismos y, cómo no, la terminología específica de la asignatura, por lo que el análisis de
textos filosóficos se les presenta como una tarea críptica e inasumible.
68
La nuestra es una propuesta propedéutica que busca hacer frente a esta situación. Su
novedad radica en la sustitución de los grandes textos de la filosofía por microrrelatos no
filosóficos de forma temporal, concretamente en el primer trimestre del primer año de
bachillerato, aprovechando sus virtudes para iniciar a nuestros alumnos en el análisis y la
interpretación de textos. Nuestro objetivo no es desechar los textos esenciales de la
filosofía, sino acercarlos al alumnado en el segundo trimestre, una vez estén preparados
para sacar provecho de los mismos.
2. Los microrrelatos como herramienta filosófica
Ahora bien, ¿qué son los microrrelatos? Veámoslo a partir de la narración Veritas odium
parit, de Marco Denevi (Obligado, 2009: 164):
“Traedme el caballo más veloz, pidió el hombre honrado.
Acabo de decirle la verdad al rey.”
Los microrrelatos son, fundamentalmente, ejercicios de condensación literaria y
conceptual. De hecho, su brevedad es la más evidente de sus características. Ésta es fuente
de dos beneficios a la hora de trabajar en el aula. En primer lugar, permite que los
microrrelatos puedan ser leídos en un lapso de tiempo muy reducido, lo que facilita su
uso cotidiano. Por otra parte, la brevedad implica concisión terminológica, lo que nos
permite luchar contra la falsa creencia de que hacer filosofía es sinónimo de emplear
términos grandilocuentes.
Otro de los rasgos más significativos de los microrrelatos es la ausencia de vocabulario
puramente filosófico. Esto hace posible que el alumnado se adentre en relatos cuya
estructura y contenido puede entender sin dificultad. Pese a que esto pueda parecer en
principio una trivialidad, consideramos que para lograr buenos resultados en la enseñanza
es recomendable ser metódicos, cartesianos, por lo que comenzaremos por el análisis de
los objetos más simples hasta alcanzar los más oscuros.
Por otra parte, cabe destacar que los microrrelatos se caracterizan por el uso constante de
la elipsis. Ésta genera una serie de vacíos informativos en el texto, facilitando que los
alumnos se inicien en el arte de su interpretación al proyectar en las narraciones sus
conocimientos, tanto previos como adquiridos en el aula. La narración de Denevi, por
ejemplo, nos sugiere una serie de interrogantes: ¿quién es el hombre honrado?, ¿cuál es
la verdad que ha enfurecido al rey?, ¿quién es este último? Estas mismas preguntas fueron
69
planteadas a los alumnos del IES Tháder de Orihuela, a quienes pedimos que trazasen una
analogía entre la situación expuesta en el microrrelato y una del siglo XXI.
El análisis de las respuestas de estos estudiantes reveló la existencia de varios niveles de
calidad y complejidad interpretativa entre alumnos de un mismo curso académico. En el
primer nivel encontramos las respuestas de alumnos que asociaron las figuras de “rey” y
“persona honrada” a sujetos concretos. En este contexto, Trump, Kim-Jong-Un y Nicolás
Maduro, entre otros, son concebidos por el alumnado como reyes modernos que no dudan
en emplear la violencia contra quienes osan expresar su descontento con su modo de
gobierno.
En el segundo nivel encontramos las respuestas de alumnos que, yendo más allá, vinculan
las figuras del “rey” y la “persona honrada” a entidades abstractas: algunos de los reyes
actuales que identificaron los estudiantes fueron el patriarcado y el capitalismo, siendo
los sujetos honrados el colectivo feminista y el conjunto de los trabajadores. Pero también
hubo quien aplicó los conocimientos adquiridos en el aula al microrrelato, alcanzando así
un nivel de interpretación filosóficamente superior al de sus compañeros:
“El rey y la persona honrada serían la misma persona, sin embargo cada uno
correspondería a una parte de nosotros, el rey sería nuestros deseos y la persona honrada
nuestra razón.”
El trabajo de este alumno en concreto es un claro ejemplo de lo que buscamos obtener en
el terreno de la interpretación, y una muestra de que los microrrelatos pueden ser una
herramienta eficaz en la enseñanza de la filosofía. Pero para alcanzar este estadio, los
alumnos han de hacer suyas con anterioridad una serie de técnicas analíticas e
interpretativas. Una de las más importantes es la que denominamos la técnica de
agrupación, que expondremos empleando como soporte el microrrelato Outside, de
Alejandro Bentivoglio (Obligado, 2001: 186):
“Bebilaqua entra y deja su piloto a un costado. La lluvia le ha marcado el rostro.
Permanece silencioso, pese a las muchas preguntas que los demás le dirigen.
Todos quieren tener noticias del exterior.
Bebilaqua se sienta y nos mira, como si en su infinita piedad no supiese lidiar con
la verdad.
–El exterior sigue allí – dice.
Las mujeres rompen a llorar. Los hombres bajan la vista.”
70
Como señalábamos previamente, la concisión es una conditio sine quae non de todo
microrrelato, por lo que los conceptos empleados suelen estar emparentados de forma
léxica entre sí, formando redes de significado que dan profundidad a la obra. En Outside
encontramos, entre otros, el campo léxico ‘agua’, formado por palabras como ‘lluvia’ o
‘llorar’, pero también ‘piloto’ –en Argentina sinónimo de impermeable– o el nombre del
protagonista, Bebilaqua. La agrupación conceptual permite al alumnado contemplar
cómo dichos términos se relacionan entre sí, dándole la oportunidad de emplear estos
conglomerados terminológicos como lupas, lo que permite a los estudiantes arrojar luz
sobre ciertos aspectos del texto que posiblemente habían pasado por alto en la primera
lectura. Como, por ejemplo, ¿cuál el motivo de la presencia del arjé de Tales en el
microrrelato? Pues la constante aparición de este elemento en la obra no es,
evidentemente, algo casual.
3. Ejemplo de sesión práctica
Existen varios modos de trabajo con las “narraciones bonsái”, pero el más importante es,
sin lugar a dudas, el grupal. Éste exige la participación activa de nuestros estudiantes,
quienes harán uso de las técnicas aprendidas en un clima de libertad controlada donde se
potencie el trabajo colaborativo. A grandes rasgos, dentro de este modo de hacer
encontramos tres objetivos básicos: reforzar los conocimientos adquiridos por los
estudiantes de forma previa, introducir –de forma sutil– nuevos conocimientos1 y lograr
que el alumnado se acostumbre a extraer información de los textos, analizándolos,
interpretándolos y formulando preguntas filosóficas sobre ellos. A continuación
mostraremos en qué consiste este modo de trabajo.
Las sesiones de trabajo grupal suelen comenzar con una lectura individual del
microrrelato seleccionado, tras la que el docente deberá asegurarse de que los estudiantes
han comprendido el texto. Si los alumnos no formulan interrogante alguno, habrá de ser
el profesor quien constate la comprensión o incomprensión del texto, planteando
preguntas como la siguiente a sus alumnos: ¿qué significa piloto en el texto de
Bentivoglio? Es fundamental hacer hincapié en que los conceptos han de acabar siendo,
1
En este sentido, hemos de resaltar que este ejemplo de sesión se enmarca en un contexto educativo
concreto, en el que el alumnado se dispone a adentrarse en el tema del problema del conocimiento.
71
a ojos de nuestros alumnos, claros y distintos, pues solo así podrán interpretar bien el
texto.
Una vez hecho esto, hemos de plantear una pregunta crucial a los estudiantes: ¿son
capaces de determinar cuál es el tema del texto en una sola palabra? Es importante que el
tema se exprese en un solo concepto, pues esto obliga a los alumnos a sintetizar las
diversas ideas que han ido surgiendo en su mente a lo largo de la lectura. Asimismo, la
elección de estos conceptos temáticos va a ser fundamental para el desarrollo de la sesión,
ya que son los que van a actuar como hilo conductor de la misma. De este modo, el
discurrir de la sesión se fundamentará en algo que los propios alumnos habrán aportado,
lo que facilitará que se perciban a sí mismos como parte activa de ella.
A esta elección individual ha de seguirle una puesta en común de temas, lo que nos
permitirá detectar las vetas a partir de las cuales podremos explotar el microrrelato. Esta
puesta en común ha de hacerse a través de la creación de dos esferas o áreas de trabajo,
en las que agruparemos los conceptos temáticos escogidos por nuestros alumnos. El
criterio que permite esta agrupación y que le da sentido es que los conceptos compartan
cierto aire de familia. Somos conscientes de que esto puede parecer demasiado abstracto,
por lo que trataremos de dilucidar la esencia de este criterio con un ejemplo basado en las
respuestas que dieron a la pregunta sobre el tema los alumnos de 1º C del IES Barri del
Carmen de Valencia. Éstas fueron las siguientes:
“Miedo, guerra, resignación, final, muerte, temor, frustración, problemas, exterior,
aislamiento, dudoso y encierro”.
Si ponemos atención en los conceptos seleccionados por los estudiantes, podemos
entrever que en ellos se esconden dos familias temáticas muy marcadas. La primera de
ellas está compuesta por ‘exterior’, ‘aislamiento’, ‘dudoso’ y ‘encierro’, todas ellas
nociones que podríamos vincular a las diversas teorías filosóficas en torno al problema
del conocimiento: no en vano la duda sobre cómo puede el ser humano obtener
conocimiento y la concepción del ser humano como un sujeto aislado, encerrado en una
torre de marfil, incapaz de acceder al mundo que le es externo, son algunos de los ítems
filosóficos que han marcado la historia de nuestra disciplina. La segunda familia temática
está también claramente delimitada: los conceptos de ‘guerra’, ‘miedo’, ‘resignación’,
etc. comparten un aire de familia evidente. Pues ¿qué es la guerra sino la génesis y el
producto del miedo?
Es importante señalar que estas esferas, a su vez, estarán vinculadas a una óptica concreta
a partir de la cual los alumnos trabajarán el microrrelato. Estas ópticas serán la del estudio
72
de la narración bonsái desde el crisol de la Historia de la Filosofía, y la del trabajo del
microrrelato partiendo de la relación existente entre Filosofía y sociedad. Por ello, una
vez establecidas las esferas de trabajo, habremos de asociarlas con una de las vías de
trabajo mencionadas. En este caso, consideramos que la primera de las esferas podía
proporcionarnos una oportunidad única para introducir la distinción entre racionalismo y
empirismo. Y es que Bebilaqua encarna el principio empirista de que el conocimiento se
obtiene a partir de la experiencia: él es el único que realmente sabe lo ocurrido, pues es
el único que ha comprobado fehacientemente que “el exterior sigue ahí”. Por ello,
podemos hacer de ésta la esfera de la Historia de la Filosofía. Por otra parte, consideramos
que la segunda familia podía servir al propósito filosófico, ético y político, de hacer
reflexionar al estudiantado sobre la relación entre el miedo y el (des)conocimiento, y
cómo ésta juega un papel vital en nuestra sociedad. Por ello, podemos hacer de ésta la
esfera que vincule Filosofía y sociedad.
Habiendo asignado una óptica concreta a cada una de las esferas, el siguiente paso a
realizar ha de ser la derivación de preguntas a partir de los conceptos que conforman cada
una de las áreas. Estas cuestiones pueden surgir de los alumnos, del profesor, o del trabajo
colaborativo entre ambas partes. He aquí algunas de las preguntas que podemos plantear
a nuestros alumnos en relación con las dos esferas especificadas:
Esfera ‘Historia de la Filosofía’:
a)
- ¿Hay algo que podemos llamar exterior? ¿Cómo lo definirías?
- ¿Cómo obtienen los personajes del microrrelato evidencia del exterior? Y
nosotros, ¿podemos obtenerla? En ese caso, ¿cómo?
- ¿Crees que el conocimiento procede de la experiencia? ¿Se te ocurre
alguna otra forma de obtener conocimiento sin recurrir a la misma?
- De entre las actitudes que podemos observar en el microrrelato: ¿cuál
crees que es la típicamente filosófica? ¿Por qué?
Esfera ‘Filosofía y sociedad’:
b)
-
¿Que implica, desde tu punto de vista, que ‘el exterior siga allí’? ¿Por
qué puede ser un motivo de llanto?
-
¿Qué crees que causa más terror: lo conocido o lo desconocido? ¿Qué es
mejor, conocer o desconocer?
-
¿Crees que vivimos en una sociedad del desconocimiento? ¿Y del terror?
Justifica tu respuesta.
73
-
¿Qué lugar ha ocupado y ocupa el miedo a lo desconocido en los discursos
políticos?
El objetivo en este punto de la sesión será que los alumnos, divididos en grupos de un
máximo de cuatro estudiantes, escojan una de las esferas y realicen una serie de
actividades alrededor de la misma. Es recomendable que éstas se vayan recogiendo en un
dossier grupal, que habrá de entregarse al docente una vez concluya la sesión, y que
servirá de instrumento evaluativo. En primer lugar, deberán dar respuesta a las preguntas
planteadas por el docente. En segundo lugar, deberán plantear ellos mismos una serie de
cuestiones de índole filosófica, partiendo siempre de los conceptos temáticos de la esfera
pertinente. Una vez hecho esto, cada grupo intercambiará las cuestiones que hayan
formulado con las planteadas por alguno de los grupos que hayan escogido la otra esfera
de trabajo. De este modo nos aseguraremos que los estudiantes trabajen con ambas áreas
temáticas, y habremos logrado dos de los objetivos que nos habíamos marcado: por un
lado, introducir a los alumnos –de forma sutil– en una nueva problemática; y por otro,
lograr que el estudiantado extraiga información implícita en el texto, analizándolo,
interpretándolo y formulando preguntas filosóficas a partir del mismo.
Sin embargo, aún queda un objetivo por cumplir: reforzar los contenidos adquiridos
previamente en el aula. Para ello, necesitaremos introducir una nueva esfera de trabajo, a
la que daremos el sobrenombre de ‘esfera de análisis conceptual’. Por lo general,
recomendamos a los docentes que se están iniciando en el empleo de microrrelatos como
herramienta pedagógica que sean ellos los que configuren esta esfera previamente, ya que
crearla equivale a encontrar los términos que son susceptibles de analizar filosóficamente
dentro de un microrrelato. Un ejemplo de esfera de análisis tomando como punto de
partida la microficción de Bentivoglio sería la formada por ‘agua’, ‘verdad’, ‘exterior’,
‘Bebilaqua’, ‘llorar’, ‘piloto’. A partir de estos términos, formularíamos una serie de
preguntas al estudiantado, como pudieran ser:
-
¿Qué relación existe en el texto entre los términos asimilables al campo
léxico ‘agua’ y el concepto ‘exterior’? ¿Y entre ‘agua’ y ‘verdad’?
-
¿Qué filósofo sostuvo que el agua era el primer principio de explicación
de lo real? ¿Por qué escogió éste y no otro elemento?
-
¿Qué papel ha tenido el concepto ‘agua’ en la Historia de la Filosofía?
A través de estas cuestiones, que se resolverán en gran grupo, los estudiantes continuarán
ahondando en el microrrelato, al tiempo que repasarán los contenidos vinculados al
74
pensamiento de los presocráticos. De esta forma, obtendremos un análisis holístico de la
microficción, alcanzando los objetivos señalados.
4. Conclusión
Iniciábamos este artículo señalando el hecho de que nuestra disciplina necesita de la
innovación en su enseñanza. Pero para innovar no basta con embellecer los viejos trucos:
necesitamos propuestas sólidas, que garanticen la mejora sustancial en la enseñanza –y el
aprendizaje– de la filosofía. Consideramos que enseñar filosofía a través del uso de
microrrelatos fomenta el desarrollo de habilidades filosóficas como el análisis de texto o
la capacidad hermenéutica, pero también posibilita algo fundamental para la
supervivencia de la filosofía: que los alumnos se conciban como individuos capaces de
formar parte de la actividad filosófica que se lleva a cabo –día tras día– en el aula. Por
ello, queremos invitar al lector a iniciarse en esta aventura pedagógica, pues no hay nada
más satisfactorio para un docente que comprobar que sus alumnos entienden su materia
no solo como una parte esencial de su cultura y de su historia, sino también de sus vidas.
Bibliografía
Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE) (Ley Orgánica 8/2013, 9
de diciembre). Boletín Oficial del Estado, nº 295, 2013, 10 de diciembre.
Obligado, Clara (Ed.) (2001). Por favor, sea breve. Antología de relatos hiperbreves.
Madrid: Páginas de Espuma.
Obligado, Clara (Ed.) (2009). Por favor, sea breve 2. Antología de microrrelatos. Madrid:
Páginas de Espuma.
75
Aprender investigando:
Una propuesta de Aprendizaje Cooperativo en el aula universitaria de
filosofía
EMMANUEL CHAMORRO Y GEMMA MUÑOZ-ALONSO*
Universidad Complutense de Madrid
Resumen: El objetivo de este texto es compartir algunas reflexiones acerca de las ventajas e
inconvenientes del Aprendizaje Cooperativo en el ámbito de la filosofía, y, especialmente en
el aula universitaria. De este modo, en un primer momento trataremos de señalar algunos
elementos del contexto en el que nos encontramos y el papel que puede jugar en él tanto la
filosofía como las nuevas metodologías para desarrollar a continuación una propuesta
concreta de innovación docente a través de Aprendizaje Cooperativo.
Palabras clave: aprendizaje cooperativo, filosofía, universidad, escritura científica
Abstract: The objective of this text is to share some reflections about the advantages and
inconveniences of Cooperative Learning in philosophy and, especially, in higher education.
In this way, in a first moment we will try to show some elements of the context in which we
are and the role that philosophy and new methods can play in. In a second moment we will
present a purpose of innovative teaching through Cooperative Learning.
Keywords: cooperative learning, philosophy, higher education, scientific writing
1. Introducción
La enseñanza, como toda tarea esencial para la reproducción social, implica un
cuestionamiento permanente de su propia actividad. Sin embargo, aunque este
cuestionamiento ha atravesado la historia misma de los procesos de aprendizaje, creemos
–junto a numerosos pedagogos y especialistas, como Don Finkel (2008), Ferran Ruiz
Tarragó (2007), Ángel I. Pérez Gómez (2012), o Ken Bain (2007)– que en tiempos como
este en que la historia parece acelerarse, ha alcanzado extremos que no se imaginaban,
poniendo en cuestión su sentido mismo y dinamitando todas las certidumbres acerca de
sus formas tradicionales de desarrollarse (Trilla, 2007). Sin embargo consideramos un
error entender que esta transformación es exclusiva del ámbito educativo: más bien en él
*
emmchamo@ucm.es; gemma@ucm.es
76
se refleja una tendencia general marcada por lo que podemos describir, usando la clásica
fórmula de Marx, como el desvanecimiento de todo lo sólido1.
En esa vorágine, la innovación educativa se ha convertido en una exigencia permanente
que ha llegado a encarnar en ocasiones, como han señalado entre otros Alberto Royo
(2016) o Ricardo Moreno Castillo (2006), algunas de las peores prácticas del sistema
educativo –infantilización del alumnado, desautorización de la tarea docente,
desvalorización del esfuerzo, abandono de los contenidos…– y lo que es más grave, ha
contribuido al aumento de la segregación y la inequidad por el desigual acceso a ciertos
recursos.
Sin embargo creemos que un uso razonable y crítico de estos nuevos modelos también
puede brindar una oportunidad para cuestionar y proponer formas de intervenir en los
procesos de enseñanza-aprendizaje que incidan en esas dos dimensiones que
consideramos fundamentales: la mejora del aprendizaje mismo y la búsqueda de una
mayor equidad.
Desde esta perspectiva entendemos que el choque entre innovación y tradición, que
podemos identificar ya en el conocido enfrentamiento entre Hegel y Rousseau, nos lleva
a una falsa dicotomía entre repetir el modo en que fuimos enseñados –clase magistral,
examen, memorización, aprendizaje pasivo– o dejarnos arrastrar por una corriente que a
menudo también implica una aceptación acrítica de todo lo que sea etiquetado como
novedoso o disruptivo.
Yendo al modo concreto en que se desarrolla la docencia universitaria de la filosofía, y
más allá de esas particiones que a menudo se exageran intencionadamente, creemos que,
como ya señalaban estudios clásicos, “la pregunta correcta no es si la clase expositiva es
mejor o peor que otros métodos de enseñanza, sino en qué casos es un método apropiado”
(Johnson, et al. 1991: 84-85). Así, atendiendo también a las dificultades para transformar
la práctica educativa universitaria, la propuesta que presentamos trata de encontrar un
equilibrio entre la enseñanza basada en contenidos y desarrollada fundamentalmente –
aunque no en exclusiva– a través de la clase magistral y el fomento de la capacidad de los
alumnos para construir sus propios contenidos –mediante la investigación y el aprendizaje
cooperativo (AC) –.
1
Una tendencia en la que numerosos autores han incidido, definiendo nuestra época justamente por la
desintegración de las certezas. Véase Bauman, 2003.
77
2. Pensar la educación cuando todo lo sólido se desvanece
El punto de partida de nuestro análisis se incardina en la necesidad de atender a las
dimensiones sociales involucradas por los procesos de enseñanza-aprendizaje y en las que
estos se desarrollan. Desde esta perspectiva, entendemos que es imposible dar cuenta de
las transformaciones educativas sin tomar en consideración las formas económicas,
culturales y sociales que la rodean, ya que como se ha apuntado desde estudios clásicos
como el de John Dewey, el aprendizaje es fundamentalmente un proceso social (2004:
99).
Partiendo de esta premisa, tenemos que considerar las nuevas configuraciones sociales
surgidas de la crisis del capitalismo de posguerra y del new deal. El modelo “neoliberal”2,
que viene implementándose desde finales de los años setenta ha acelerado esa capacidad
transformadora de la realidad que Marx identificaba con la dinámica misma del
capitalismo, modificando radicalmente el sentido y la práctica del sistema educativo. Con
ello, la emergencia de nuevas formas de producción relacionadas con la información y el
conocimiento dibuja un panorama en el que crecientemente se demanda que la educación
reglada proporcione habilidades más que conocimientos técnicos –en esto se resume
groseramente el contexto en el que aparecen las llamadas competencias–. De este modo,
la flexibilidad se convierte en uno de los rasgos más valorados en el mercado laboral, por
lo que más que la especialización se premia la capacidad de aprender a lo largo de toda
la vida –life long learning–, de imaginar nuevas soluciones, de adaptarse a diferentes
situaciones, de trabajar en equipo, etc.
En este escenario en nuestra opinión, la enseñanza de la filosofía va a estar crecientemente
marcada por una ambivalencia: a la vez que a través de ella se puede incidir en algunas
de esas “competencias” que las nuevas formas de producción demandan —aprender a
aprender, pensamiento lógico, resolución de conflictos, innovación, etc.–, también puede
constituir un anclaje para el desarrollo del pensamiento crítico. El riesgo, por tanto, es
que nuestra disciplina quede vaciada de contenido, siendo reducida a una mera
2
A pesar de la dificultad para identificar las diferentes dinámicas que vienen transformando la educación
en las últimas décadas, creemos que el concepto “neoliberalismo” puede ser útil si por él entendemos no
tanto una ideología ni un programa político cerrado sino más bien un conjunto heterogéneo y a veces
contradictorio de medidas que van encaminadas hacia la introducción del sistema educativo en la lógica de
la “economización” de lo social, en el sentido en que lo define por ejemplo Wendy Brown (2016: 35-36).
78
yuxtaposición de elementos procedimentales carentes de conexión tanto con la historia
del pensamiento, como con el sentido crítico del presente.
Un escenario similar a este ya se diagnosticó respecto del aprendizaje cooperativo, que
puede aparecer como el envoltorio de un proceso por el cual las relaciones de competencia
(extragrupal) queden ocultas por la colaboración (intragrupal) o puede construir también
un genuino espacio de cooperación entre iguales en el que se consiga que los estudiantes
entiendan que el éxito de unos depende del éxito de otros (Johnson et al. 1999: 12).
Asimismo
en
otro
orden
de
cosas
puede
esconder
la
infantilización
y
desresponsabilización de los individuos o fomentar una ética del cuidado y del respeto al
otro3.
En nuestra opinión ese mismo juego de ambivalencias permite, lejos del catastrofismo de
algunos defensores irredentos de la “tradición”, articular filosofía y nuevas metodologías
de un modo virtuoso, desarrollando las habilidades sociales y cooperativas en un entorno
que promueva el pensamiento crítico, la autorreflexión y la responsabilidad del alumnado
con el entorno social y con el proceso de enseñanza-aprendizaje. De este modo,
recogiendo las reflexiones de buena parte de los investigadores en este campo y
entendiendo que no es la solución única ni definitiva, creemos que el aprendizaje
cooperativo además de consistir en una herramienta metodológica de primer orden,
permite articular actitudes y valores propios de sociedades democráticas, especialmente
cuando está vinculado al desarrollo del pensamiento crítico4.
3. Una propuesta para el aula universitaria de filosofía: aprender investigando
Teniendo ese objetivo en mente, la propuesta concreta que vamos a exponer a
continuación, como ya se ha anunciado, trata de introducir elementos de AC en la
enseñanza universitaria de la filosofía. La idea central consiste en combinar un curso
tradicional (correspondiente al último año de grado o a un máster de la especialidad) con
una actividad de AC que lo vertebre y constituya el centro del trabajo y la evaluación. La
actividad se concreta en una investigación realizada a través de grupos cooperativos cuyo
resultado final sea la elaboración de un artículo científico que será evaluado conforme a
3
Respecto a esta cuestión véanse: Johnson y Johson, 1999; Ovejero, 1990 y Duran y Vidal, 2004.
4
Véanse: Pujolàs. 2001; Slavin, 1994; García Moriyón, 2006 y Echeita, 2012.
79
criterios académicos y, llegado el momento, publicado en una revista creada
expresamente para ello.
Objetivos
En cuanto a los objetivos de esta propuesta, hemos de señalar que el primero de ellos es
que los estudiantes se inicien en la investigación: que conozcan los mecanismos de diseño
y elaboración de un artículo así como el proceso editorial de evaluación y publicación en
una revista. Este proceso implica, además, un aprendizaje activo y significativo que
permite complementar los conocimientos adquiridos en las sesiones magistrales.
Dificultades
Es interesante también reseñar las dificultades con las que nos hemos encontrado al tratar
de implementar estrategias de AC, que seguro son compartidas por quienes lo han
intentado en otros ámbitos y que no solo surgen de la reticencia de algunos docentes, sino
que también parten del alumnado y de la misma institución. Así a la falta de formación
específica se une el peso de una tradición secular que afecta tanto a docentes como a
estudiantes.
Estos problemas nos obligan a plantear en un primer momento la actividad como un
elemento central pero complementario de la clase magistral, que ocupará el grueso de las
sesiones del curso. Sin embargo no queremos perder de vista que el objetivo a largo plazo
es que en un estadio avanzado de los estudios como al que se enfoca esta actividad, los
estudiantes estén en condiciones de desarrollar una investigación autónoma.
Trabajo en grupo
La base de la propuesta, como siempre en AC, es el grupo de trabajo cooperativo. De este
modo, la clase se divide en grupos de no más de 4 alumnos cada uno de los cuales
desarrollará una investigación propia. Como hemos mencionado, es interesante resaltar
que la idea no es solo que se creen grupos de trabajo, sino que la clase al completo se
convierta a través de su propia organización en una comunidad de investigación. Para ello
se introduce además un elemento de evaluación horizontal, a través del cual todo el
alumnado debe implicarse en el trabajo de los otros grupos y darle apoyo en la medida de
lo posible.
80
Organización del curso
Dado que el objetivo de esta propuesta, como se ha mencionado, es ofrecer una
herramienta que pueda implementarse en el seno de los actuales programas docentes, su
impacto en el horario del curso es, en principio, el mínimo posible: 6 sesiones. Éstas se
organizarán del siguiente modo:
•
Sesión 1: presentación. En la que el docente:
o
organiza los grupos de trabajo,
o
asigna los temas a cada uno de ellos y
o
presenta algunas características de la investigación en filosofía (la
estructura y el contenido de un artículo, el funcionamiento de las revistas
académicas, etc.).
•
Sesiones 2 y 3: exposición del proyecto. En las que todos los grupos
deberán presentar un primer borrador que incluya las hipótesis, fuentes y
metodología que van a emplear. Tras cada exposición, se abrirá un turno para que
los grupos puedan recibir el feedback tanto del docente como del resto de
estudiantes.
•
Sesión 4: evaluación entre pares. En ella los estudiantes, de forma
individual, deberán evaluar un primer borrador del artículo escrito por otro grupo.
Esta sesión se desarrollará en un aula con ordenadores y acceso a Internet y los
estudiantes podrán también consultar los libros o apuntes que deseen. El profesor
elaborará una plantilla de revisión que proporcionará a cada uno de los alumnos
para que se ciñan a los criterios de evaluación marcados (originalidad, pertinencia,
coherencia argumentativa, estructura y fundamentación bibliográfica).
•
Sesión 5: revisión colectiva de las evaluaciones. En esta sesión el profesor
presenta a cada grupo las valoraciones que ha recibido. Estas son el fruto de la
evaluación entre pares y también de la de los expertos (árbitros externos al grupo
a los que el docente habrá enviado los trabajos). El objetivo de esta sesión es que
los informes recibidos resulten útiles para la redacción final del trabajo.
•
Sesión 6: presentación definitiva de los artículos. En ella, los grupos
deberán presentar el artículo final y un informe en el que se recoja el modo en que
han modificado su contenido y forma a la luz de las indicaciones recibidas.
81
Evaluación
Esta organización de la asignatura alrededor del proyecto de AC nos permite proponer un
modelo de evaluación complejo, que contemple elementos que de otro modo quedarían
velados. Así se plantea un mecanismo de evaluación que atienda a tanto al resultado final
como al proceso y al trabajo individual como al colectivo. Además, esta propuesta
incluye, como se ha señalado, un momento de evaluación horizontal (entre pares) y otro
colegiado (expertos) que proporcionan al docente una perspectiva más amplia a la hora
de realizar su propia valoración. Ponderando las diferentes actividades del curso, creemos
que se puede alcanzar una idea justa del esfuerzo y también del grado de aprendizaje de
cada estudiante. Además, y atendiendo a las dificultades anteriormente mencionadas, no
se excluye la posibilidad de complementar este baremo con una prueba escrita en la que
se dé cuenta del conocimiento del temario general del curso.
Resultado
El resultado final de este proceso consiste en el conjunto de los artículos escritos por los
grupos. Estos constituirán la base de la calificación por parte del profesor tras ponderar
las diferentes evaluaciones, como acabamos de ver.
Por último queremos plantear la posibilidad de crear una publicación (Revista de
estudiantes de filosofía) que sirva de soporte final para nuestra propuesta. La idea es que
los docentes de la asignatura o asignaturas que implementen este proyecto coordinen la
creación de una publicación científica en la que pudiera aparecer una selección de los
trabajos. En cualquier caso entendemos que esto es un elemento interesante pero que debe
aparecer con posterioridad a la finalización del curso y no tener repercusión en la
evaluación del profesor. De este modo la revista está vinculada a la asignatura, pero no
forma parte, estrictamente hablando, de ella.
Para la publicación de los trabajos se tendría en cuenta únicamente la valoración de los
evaluadores externos y del propio docente. Somos conscientes de que este elemento
implica un reto importante a la lógica del AC porque introduce una dimensión evidente
de competición. Esta es la razón por la que entendemos que debe separarse del estricto
desarrollo de la asignatura. Y sin embargo creemos que puede resultar interesante y que
con las correcciones necesarias es posible que todos los grupos que deseen que sus
trabajos sean publicados, puedan conseguirlo.
La idea de dar el salto del aula a la revista implica también un intento de llevar la
comunidad de investigación más allá del propio grupo, involucrando a otros actores.
82
4. Conclusiones
Con esta propuesta de introducción del aprendizaje cooperativo hemos tratado de mostrar
un posible camino para la implementación de estrategias innovadoras en el aula
universitaria de filosofía. Somos conscientes de las dificultades que entraña todo intento
de transformar un marco tan estable y rígido como el de la educación superior y por ello
nuestra propuesta es muy modesta.
Lejos de otras ideas mucho más atrevidas, lo que planteamos es la introducción en el
marco de una docencia tradicional (basada en la clase magistral, en el papel central del
profesor y en la recepción pasiva de conocimientos) de estrategias que propongan modos
diferentes de enseñar. Se trata, por tanto, de mostrar cómo ciertas experiencias pueden ir
transformando las formas docentes para tratar de aproximarnos a los dos objetivos
mencionados al comienzo (una mayor equidad y un mejor proceso de enseñanzaaprendizaje) en un contexto en permanente transformación.
Bibliografía
Bain, Ken (2007). Lo que hacen los mejores profesores de universidad. Valencia:
Universitat de València.
Bauman, Zygmunt (2003). La modernidad líquida. México: Fondo de Cultura
Económica.
Brown, Wendy (2016). El pueblo sin atributos. Barcelona: Malpaso.
Dewey, John (2004). Experiencia y educación. Madrid: Biblioteca Nueva.
Duran Gisbert, David y Vidal Iglesias, Vinyet (2004). Tutoría entre iguales: de la teoría
a la práctica. Un método de aprendizaje cooperativo para la diversidad en secundaria.
Barcelona: Graò.
Echeita, Gerardo (2012). “El aprendizaje cooperativo al servicio de una educación de
calidad. Cooperar para aprender y aprender a cooperar”. En J.C. Torrego y A. Negro
(Coords.). Aprendizaje cooperativo en las aulas: fundamentos y recursos para su
implantación (pp. 21-45). Madrid: Alianza.
Finkel, Don (2008). Dar clase con la boca cerrada. Valencia: Universitat de València.
83
García Moriyón, Félix (2006). Pregunto, dialogo, aprendo. Madrid: Ediciones de la
Torre.
Johnson, David W.; Johnson, Roger T. y Smith, Karl A. (1991). Cooperative Learning
Increasing College Faculty Instructional Productivity. ASHE-ERIC Higher Education
Report No. 4. Washington: George Washington University.
Johnson, David W. y Johnson, Roger T. (1999). Aprender juntos y solos: Aprendizaje
cooperativo, competitivo e individualista. Buenos Aires: Aique.
Johnson, David W.; Johnson, Roger T. y Holubec, Edythe J. (1999). El aprendizaje
cooperativo en el aula. Buenos Aires: Paidós.
Moreno Castillo, Ricardo (2006). Panfleto antipedagógico. Barcelona: El Lector
Universal.
Ovejero Bernal, Anastasio (1990). El aprendizaje cooperativo: una alternativa eficaz a
la enseñanza tradicional. Barcelona: Publicaciones Universitarias.
Pérez Gómez, Ángel I. (2012). Educarse en la era digital: la escuela educativa. Madrid:
Morata.
Pujolàs. Pere (2001). Atención a la diversidad y aprendizaje cooperativo en la educación
secundaria obligatoria. Málaga: Aljibe.
Royo, Alberto (2016). Contra la nueva educación. Barcelona: Plataforma Editorial.
Ruiz Tarragó, Ferran (2007). La nueva educación. Madrid: Fundación Everis.
Slavin, Robert E. (1994). Aprendizaje cooperativo: teoría, investigación y práctica.
Buenos Aires: Aique.
Trilla, Jaume (Coord.) (2007). El legado pedagógico del siglo XX para la escuela del
siglo XXI. Barcelona: Graó.
84
Suena LaLila, la radio escolar comprometida
(En el III Congreso Internacional sobre Innovación Educativa en Filosofía)
MARISOL COLLADO MIRABAL
IES Tacoronte Óscar Domínguez
Resumen: Un grupo de alumnas y alumnos de bachillerato del IES Tacoronte Óscar
Domínguez de Tenerife, realizan esta comunicación simulando un programa radiofónico con
el fin de analizar la realidad, hasta del propio congreso de innovación, desde la perspectiva
de género. Esta comunicación se nutre de distintos proyectos pedagógicos en la que, además
del análisis reflexivo desde la mencionada perspectiva de género de toda actividad humana,
y el recurso radiofónico, encuentran en la interdisciplinariedad y en el aprendizaje por
servicios sus otros pilares.
Palabras clave: Innovación, perspectiva de género, radio escolar, aprendizaje por servicios
Abstract: A group of high school students (bachillerato) performs a communication as a
simulation of a radio space that analyzes the reality in the innovation congress from a gender
perspective. This communication is the result of different pedagogical projects, in which the
reflexive analysis of all human activities, from the point of view of gender and the radio
resource, finds it´s other pillars in interdisciplinarity and learning by services.
Keywords: innovation, gender, school radio, learning by services
Esta comunicación expone un proyecto que se desarrolla en el IES Tacoronte Óscar
Domínguez, de la isla de Tenerife. El proyecto tiene dos objetivos que pretendemos
alcanzar también en esta comunicación:
1.
Análisis de la realidad desde la perspectiva de género. Que el alumnado
tenga otra perspectiva de la realidad, alternativa a la que se le ha venido
trnsmitiendo;
se
trataría
de
analizar,
Reconociendo el “terreno”,
visibilizando la valiosa y cuantiosa aporación
la facultad donde íbamos a
al saber de mujeres de la Ciencia, el Arte, la
realizar la comunicación
Historia, la Tecnología, la Literatura, la
Filosofía, la Música, etc. Esta perspectiva se
aplicó también al propio congreso.
2.
El alumnado como protagonista. Se
trata de que sean los propios alumnos y alumnas artífices del proyecto y su
desarrollo, desde el diseño a la ejecución
85
La comunicación se desarrolló en dos partes, una primera en la que la ponente
coordinadora del proyecto y una ex alumna (estudiante de Traducción e Interpretación en
la actualidad) realizaron un breve introducción dando a conocer el origen, la trayectoria
y las bases del proyecto, explicando la dinámica que se seguiría en la comunicación. Una
segunda parte en que los “otros ponentes”, el alumnado de bachillerato, ofreció sus
análisis de distintas cuestiones con perspectiva de género bajo el formato de un programa
de radio, adaptado obviamente al espacio de aula universitaria. Así lo desarrollaremos
también en este artículo.
1. Introducción
Introducción
Este proyecto es el volcado de otros que hemos ido
desarrollando, más por el don de la oportunidad que
por planificación. Así, según fueron surgiendo
eventos, fue también dándose la oportunidad de
ofrecerles al alumnado un modo alternativo de
proceder en el ámbito educativo:
De este modo, fuimos confluyendo en
una filosofía educativa y poniéndonos de
acuerdo en los siguientes presupuestos
pedagógicos, lo que hemos denominado
“excusas educativas”:
A. Interdisciplinariedad. Nuestros proyectos están sustentados en un Grupo de
Trabajo, modalidad de autoformación auspiciado por la Consejería de Educación del
Gobierno de Canarias, formado por profesoras de distintas especialidades
(Tecnología, Física y Química, Geografía e Historia, Biología, Filosofía, Lengua y
Literatura y Violín) Resulta enriquecedor y de justicia una mirada poliédrica de la
realidad que permita al alumnado realizar un enfoque global
86
B. Aprendizaje por servicios. Recordemos que el aprendizaje por servicios es una
pedagogía que intenta combinar el currículum con el servicio a la comunidad. Es una
Aprendizaje por servicios, entrevistas:
Pedro Tomé, antropólogo del CSIC; Victoria
Marzol, climatóloga, catedrática de la
Universidad de La Laguna; Laura Vega,
compositora del Conservatorio Superior de
Música de Las Palmas de Gran Canaria
forma de “devolver” a la sociedad
parte de lo que invierte en Educación.
Este aprendizaje se concretó en la
impartición de talleres y en las
entrevistas para divulgar avances
científicos
e
iniciativas
de
investigación.
Al
alumnado
especialmente
le
resultan
satisfactorias
estas
actividades porque le acercan a la
vida adulta. La comunicación en este
Congreso se enmarcaría también en
este
objetivo. Exponer ante un público adulto las reflexiones
Aprendizaje por servicios
y el propio trabajo es motivador y un reto para
Talleres Día Mundial de la
adolescentes, en general, tímidos y con un fuerte
Filosofía, Madrid 2017
sentido del ridículo. El carácter isleño agrava este perfil
personal suponiendo un reto aún mayor. El aprendizaje
por servicios pone en marcha habilidades que de otra
manera no saldrían a la luz. Es una metodología
innovadora
con
la
que
abordar
las
posibilidades que da la vida misma.
87
infinitas
C. Publicidad de los resultados, incidiendo en los recursos digitales y audiovisuales.
El medio fundamental con el que exponemos nuestras actividades es la radio escolar.
Grabar podscats o programas completos supone poner en marcha las competencias
necesarias en la inserción socioeducativa y profesional. Tenemos varios podscasts y
dos programas completos. También nos hemos atrevido con los periódicos. En este
artículo exponemos ejemplos de lo dicho
Productos en papel: El País de
Primer programa de radio,
los Estudiantes, Islas en Lila;
en el Instituto
Celebrando Mayo del 68
Segundo Programa de radio, con
todos
nuestros
objetivos,
plena
D.
Implicación de la red institucional,
el
empezando por la local. La implicación de
Conservatorio Profesional de Música de
las instituciones ha sido imprescindibe en el
Santa Cruz de Tenerife: Compositoras,
éxito de nuestros proyectos. No solo ha sido
intérpretes, etc.
la financiación, aspecto fundamental (El
perspectiva
de
género
en
Cabildo de Tenerife, a través del Ayto. de
Tacoronte subvencionó nuestro viaje a
Madrid para el Día Mundial de la Filosofía;
el Gobierno de Canarias, a través de la
Dirección
Innovación
General
y
de
Promoción
Ordenación,
Educativa,
subvencionó la participación en el III
Congreso de Innovación). La relación con
las instituciones es también muy importante
de cara a la transición a la vida adulta que
88
supone el aprendizaje por servicios. A menudo, si no fuera por este tipo de proyectos,
el alumnado pasa por todas sus etapas académicas sin ningún contacto con las
instituciones de las que depende, ni siquiera en muchos casos, las instituciones
locales.
2. Programa de radio
Suena LaLila en el III Congreso Internacional sobre Innovación Educativa en Filosofía:
Nuestros protagonistas son el alumnado que se reparten los roles necesarios para llevar a
cabo el programa. Esos roles se distribuyen en función de las habilidades personales, nos
erigimos, todo el grupo, en consejo de redacción y aportamos nuestros puntos de vista.
ALUMNADO
PRIMERO
DE
BACHILLERATO
Adrián Bernal Bravo
Natalia Dorta Gutiérrez
Alicia Martínez Redondo
Valentina Reyes Redrado
Control técnico
Locución
Locución
Locución
ALUMNADO
SEGUNDO
DE
BACHILLERATO
Isabel Ayala de la Cruz
María González Benítez
Adrián Martínez Martín
David Pérez Pérez
Ángel Suárez Pérez
Noelia Yanes de la Paz
Redacción
Redacción
Redacción y Locución
Control técnico
Redacción y logística
Redacción
EX ALUMNA
Lorena Hernández Yanes
Presentación
PROFESORADO
Marisol Collado Mirabal
Carmen Luisa Díaz Delgado
Coordinación
Coordinación
Tuvimos el trabajo previo pero, in situ, cuando conocimos el espacio y la dinámica más
concreta de las comunicaciones, tuvimos que reajustar
tiempos y medios. Resulta imprescinible poseer la
flexibilidad suficiente para adecuar lo previsto a la
Perspectiva de la mesa
técnica y locución
realidad.
Se escucha la sintonía, composición de Milena Persic
(compositora croata afincada en Tenerife y profesora del
Conservatorio Profesional de Música de Santa Cruz de
Tenerife) que nos la cedió generosamente para que
sirviera de sintonía a nuestros programas. Comienza el programa con la presentación, por
parte de la coordinadora de la “mesa de locución”, de los presentes. En esa presentación
89
ya se da una idea de su dicurrir, recordemos que es una simulación adaptándonos a las
circunstancias.
Mesa de locución: En
nuestro municipio nunca
ha habido una mujer en la
alcaldía
Conforme se van desgranando los datos de nuestro
Instituto, nuestro Municipio y nuestras Islas, las distintas
personas de la locución dan datos
Mesa Técnica
sobre la participación de mujeres
en los órganos de gobierno de las
instituciones
a
las
que
pertenecemos: Ninguna mujer en
la alcaldía, ninguna presidenta del
Cabildo o del Gobierno. Desde 1975, tres mujeres en la Dirección
del IES Tacoronte, Óscar Domínguez. Aprovechando el marco en
Conectamos con la
que llevamos a cabo este espacio, realizamos un resumen
reflexivo
redacción:
Agradecimiento por
los apoyos recibidos,
las administraciones
de
una
investigación
su
presidenta
José Guerra
Mª
con
reciente sobre de la presencia de la
nuestra reportera
mujer en los estudios universitarios
de
de Filosofía.
Librería de Mujeres
visita
a
la
en Tenerife
y la Red Española de
Filosofía, a través de
Conectamos
En el desarrollo del programa,
hicimos las oportunas conexiones con
nuestros reporteros y reporteras que
informaron de noticias desde los
ditintos puntos cardinales de la bancada. La perspectiva de
género, siempre presente, nos
refleja una realidad normalmente
Conectamos
invisibilizada
nuestra
hasta
para
las
propias personas protagonistas.
experta
con
en
Historia de la Filosofía,
nos habla de filósofos
Las alusiones al Congreso, dando datos sobre la presencia de
las mujeres en comunicaciones y ponencias y a los principales
filósofos y sus toques misóginos cierran el programa.
90
misóginos
3. Conclusiones
Una vez más, una experiencia educativa plenamente satisfactoria. Agradecemos otra gran
oportunidad que se nos abrió para reflejar lo qué hacemos y cómo lo hacemos. Queremos
agradecer de corazón a la organización, pedimos disculpas si en algún momento pudimos
Conectamos
con
nuestra
reportera,
ponerles en alguna tesitura difícil,
observando la realidad congresual
trabajar con el alumnado directamente
Algunos datos del III Congreso: ¿Cuántas
es más que un reto, un desafío. La
mujeres en comunicaciones y cuántas en
Universidad es una institución muy
ponencias centrales, cuántas entre las
distinta a los centros de Secundaria y
personas asistentes? En la presentación de
para las facultades de Filosofía es un
comunicaciones casi existe paridad, en las
avance inconmensurable acercarse a la
ponencias principales ninguna mujer.
didáctica, imprescindible para nutrir la
reflexión teórica sobre la realidad en
general y sobre la realidad educativa en
particular. La valoración del alumnado
que asistió fue altamente positiva.
Es importante que la perspectiva de
género vaya también impregnando
todas las instancias de la reflexión. En
el momento de cerrar este artículo, las profesoras que han sido los pilares de este proyecto,
han formado un colectivo con el mismo nombre, Suena LaLila, cuyo fin es visibilizar la
cuantiosa y valiosa aportación de las mujeres al saber. Seguiremos informando
91
Cuestionando la geosexualidad y la representación cultural del otro.
Una experiencia educativa con estudiantes junior y sénior
MONTSERRAT CRESPÍN PERALES*
Universitat de Barcelona (UB)
Resumen: El texto presenta una experiencia educativa en la que se incluye como
competencia clave el trabajo de la alteridad desde la perspectiva de género. La actividad se
ha realizado con perfiles de estudiantes heterogéneos, no solo por edad, sino también por los
objetivos y expectativas que anteceden a su acceso a cursos y asignaturas del campo de la
filosofía. Se describe la actividad formativa centrada en mostrar herramientas que sean útiles
para cuestionar los procesos empleados para feminizar y/o masculinizar contextos
socioculturales ajenos o alejados al nuestro, en el caso específico, los del este asiático.
Palabras clave: experiencia educativa, diferencia generacional, perspectiva de género,
estereotipos socioculturales.
Abstract: The text presents an educational experience in which the work of alterity from a
gender perspective is included as a key competence. The activity has been realized with
heterogeneous students’ profiles, by the objectives and expectations that precede their access
to courses in the field of philosophy. The description of the formative activity focuses on
showing tools that can be useful for questioning the processes that feminize and / or
masculinize sociocultural contexts alien to, or far from, student’s own context, as in the
specific case, those from East Asia.
Keywords: educational
sociocultural stereotypes.
experience,
generational
difference,
gender
perspective,
1. Introducción
En sus “Notas para una introducción y una aproximación al estudio de la filosofía y la
historia de la cultura”, Antonio Gramsci (1891-1937) reflexionaba sobre cómo pensar la
cultura y la educación para, entre otras cosas, reducir el abismo comunicativo entre los
“intelectuales” (filósofos y científicos profesionales entronizados) y los “trabajadores” o,
como los denomina, “la masa social”, la inmensa mayoría. Para pensar cómo reducir la
distancia entre la filosofía (profesional) y la mayoría social, el pensador plantea la
necesidad de demostrar previamente que todos los individuos son “filósofos”, pues
manejan una “filosofía espontánea”, propia de “todo el mundo”. Para ello, se fija en el
lenguaje corriente que entiende que ya encierra nociones y conceptos sustanciales. Luego,
*
m.crespin@ub.edu
92
atiende al “sentido común”, es decir, al conjunto de creencias ampliamente compartidas
en sociedad que puede convertirse, al pasar por el tamiz de la reflexión crítica, en “buen
sentido”. Por último, explora la carga de creencias, supersticiones y opiniones, que
identifica como “religión popular”, marco normativo y regulativo recibido y admitido por
la mayoría social (Gramsci, 2017: 272).
Este rodeo alrededor de la reflexión del italiano quería llamar la atención sobre el reto
que supone hoy diseñar un modelo de enseñanza y aprendizaje en el campo de la filosofía
y de la historia intelectual y cultural. Reto porque estimula a pensar cómo extraer
contenido de esas nociones filosóficas espontáneas con las que llegan los estudiantes a
las aulas. Y, consiguientemente, para ayudar al estudiantado a desmenuzar la carga de
preconcepciones a través de las cuales mira a contextos socioculturales ajenos.
Sin duda, en la enseñanza universitaria se mantiene aún la homogeneidad de perfiles y
edad, siendo nuestros estudiantes mayoritariamente individuos en su primera etapa adulta
que avanzan en su formación una vez finalizados los estudios de secundaria. No obstante,
el panorama está cambiando a raíz de la irrupción y progresiva implementación de
programas conectados con los objetivos de la Unión Europea (UE) en el marco del
proyecto The Lifelong Learning Programme (LLP), diseñado para permitir que las
personas, en cualquier etapa de su vida, participen en las experiencias de aprendizaje, el
desarrollo de la educación y la formación1. De este modo, este contexto transicional y
cambiante se va encarnando ya en nuestras aulas universitarias. Se empiezan a romper las
brechas generacionales, antes el patrón, lo que comporta un estímulo y una oportunidad
para el desempeño de la función docente ante un alumnado de diferentes márgenes de
edad y que, además, llega al aula con objetivos y expectativas diversas. También se están
resquebrajando las uniformidades del marco sociocultural de origen del alumnado. En las
aulas universitarias están ya plenamente integrados estudiantes que, por origen propio, o
por ascendencia, provienen de lugares y contextos distintos al del perfil medio antes
mayoritariamente autóctono.
El objetivo general que persigue este texto es compartir una experiencia educativa
realizada ante perfiles de estudiantes heterogéneos, no solo por edad, sino por los
objetivos e intereses que preceden a su acceso a cursos y asignaturas del campo disciplinar
1
Véase información y detalles de las acciones realizadas en el período 2007-2013 y las planificadas bajo
el
programa
Erasmus+
Programme
para
el
período
2014-2020
en
URL:
http://ec.europa.eu/programmes/erasmus-plus/. Consultado el 05/03/19.
93
filosófico. Subsidiariamente, esta reflexión quiere abrir la discusión compartida sobre las
estrategias dirigidas a planificar métodos docentes desde la perspectiva de género, puesto
que se presenta un ejemplo que se centra en cuestionar los procesos por los cuales
feminizamos y/o masculinizamos otros contextos socioculturales. Para tales propósitos,
en primer lugar, se describirá la experiencia educativa, correspondiéndose esta parte con
la exposición del diseño macro de la actividad formativa; luego, se sintetizarán algunas
líneas de reflexión filosófica para aproximarse a los procesos implicados en la mirada
hacia otras culturas cuando este mirar se sustenta en una prescrita alteridad reforzada con
calificativos y codificadores sociales de género.
2. Descripción de la experiencia educativa
La experiencia educativa se ha venido realizando en diferentes años académicos con dos
colectivos de estudiantes de perfiles heterogéneos. Por un lado, con estudiantes
pertenecientes al grado de Estudios de Asia Oriental de la Universitat Autònoma de
Barcelona y, por el otro, con estudiantes de uno de los programas sénior de la Universitat
de Barcelona: la Universidad de la Experiencia. En el primer grupo docente, la media de
edad de los estudiantes se mueve mayoritariamente en la franja entre los 20-30 años,
mientras que el segundo colectivo está compuesto por estudiantes todos ellos mayores de
55 años.
El marco en el que se ha desarrollado la experiencia educativa es de distinta naturaleza,
lo que condiciona las expectativas de los diferentes grupos de estudiantes. En el primer
caso, la experiencia educativa se integra en el plan de estudios de un grado universitario
y, en particular, en asignaturas en las que se introduce al estudiante en el estudio y análisis
de los sistemas de género en las sociedades japonesa, china y surcoreana. Con el enfoque
propio de los estudios de área, se trabajan competencias que quieren potenciar la
comparación y la valoración crítica de diferentes entornos sociales del este asiático, y, a
través de ello, de los mecanismos que perfilan la desigualdad de género en la región. En
el segundo caso, la experiencia educativa se integra en la asignatura “Filosofía y Cultura
II – Modernidad y contemporaneidad filosófica en Japón” que forma parte de las materias
del plan de estudios de filosofía de la Universidad de la Experiencia. Lo que en ella se
pretende es que el estudiante sénior pueda conocer los principales marcos de discurso que
constituyen las corrientes filosóficas modernas y contemporáneas “en” y “de” Japón. Para
94
ello, se les proporciona la suficiente información situada sobre los autores/as, textos y
escuelas de pensamiento del país del este asiático que se analizan en el aula.
La metodología empleada para el diseño de la actividad presenta una situación que
propicia que los estudiantes puedan cuestionar los mecanismos de construcción de
estereotipos y su conexión con la feminización o masculinización de la(s) idea(s) de
“Oriente”. En su acepción general, un estereotipo es una imagen o idea aceptada
comúnmente por un grupo social a través del cual se moldea la mirada hacia un colectivo
al que se le adhieren unos rasgos inmutables que sirven para su identificación. Así pues,
los estereotipos que todos manejamos determinan, al menos en parte, cómo percibimos y
valoramos a los miembros de una colectividad e, igualmente, cómo prevemos que son, se
comportan o muestran. Para hacer visible y, luego, romper, con el proceso osificante
connatural a la “estereotipificación” de individuos y comunidades del este asiático, la
propuesta formativa se fija en un caso de estudio definido que busca desentrañar la
conexión entre este proceso y el empleo de categorías sexuales y de género. La situación
toma como tópico el paraguas iconográfico que representa “Madame Butterfly”, pues no
solo permite la exploración de sus diversas máscaras desde el siglo XIX hasta la
actualidad, sino que recoge una “mitología” alrededor de la mujer japonesa y, por
extensión, de la mujer asiática. Al estudiante se le ofrecen sendas para cuestionar lo que
esconde de construcción cultural estereotipada la proyección del arquetipo “Madame
Butterfly”, conocido particularmente por la ópera (1904) de Giacomo Puccini (18581924). Las mutaciones de este icono de la feminidad asiática van desde la originaria
aparición de la ideación de la “mujer japonesa” en el libro Madama Crisantemo (1887)
de Pierre Loti (1850-1923), que es la que luego se metamorfosea en la ópera italiana, y,
a partir de ahí, se multiplica troquelada en infinidad de producciones culturales en las que
aparece el modelo trágico de la feminidad asiática. A finales del siglo pasado, esta figura
femenina simbólica se transmutó nuevamente en el teatro, con la obra M. Butterfly (1988)
de David Henry Hwang y, luego, en su versión cinematográfica a cargo de David
Cronenberg (1993). Allí, “butterfly” retornaría reencarnada como un dardo dirigido,
precisamente, a subvertir lo que el director del film ve como fantasías sexuales acordadas
respecto a lo “oriental” y lo “occidental”, lo “masculino” y lo “femenino” (Rodley, 2000:
264).
La valía de este ejercicio de exploración de las diversas caras de “butterfly” en el aula
está en ofrecer a los estudiantes herramientas para interrogarse sobre la significación de
lo que yo conceptúo como “geosexualidad”. Refiero al mecanismo de representación
95
cultural del otro, territorial y geográficamente precintado –aquí, en la idea de “Asia”–, al
que se le sobreponen símbolos culturales con carga normativa decretados con respecto a
lo “femenino” o lo “masculino” desde el género como categoría histórico-social. Tanto
“Asia” u “Oriente”, como “Europa” u “Occidente”, son nociones que se muestran abiertas
para encerrar en sí actitudes o comportamientos dictaminados desde discursos
patriarcales. Se espera, pues, que el estudiante, joven y sénior, desde su experiencia
personal, vea por sí mismo cuán interiorizados tiene ciertos modelos estereotipados sobre
el hombre o la mujer asiáticos y, correlativamente, europeos, cuestionando, a la vez, lo
que Pattberg describe como la metáfora de las culturas como “seres vivientes” (Pattberg,
2009: 83). Tanto en la exposición teórica del problema, como en la discusión conjunta en
el aula, se emplean recursos docentes en diferentes formatos y soportes: textos y lecturas,
música y cine. Como resultado de aprendizaje se espera que el estudiante pueda
identificar autónomamente los estereotipos y los discursos “geosexuales”. El comentario
pautado y la exposición en clase quedan objetivadas en el trabajo conjunto de los diversos
recursos docentes, no solamente los que describen a “butterfly”, sino todos los necesarios
para entender cómo se produce la construcción moderna sobre el “otro” asiático: lectura
de crónicas de viajes a Japón (Gómez Carrillo, 1912) o informes de misioneros en el país
(Fróis, 2003); textos con teorizaciones sobre la jerarquización racial (y racista) común en
la filosofía del siglo XIX y la diferente escala de “racionalización” y “orden moral”
(Campoamor, 1855); la mirada europea del hombre blanco “conquistador” hacia
territorios conquistados y “feminizados”; la subversión de ese discurso en el cine
contemporáneo, etc. Esa pauta analítica e interpretativa debería cristalizar para que el
estudiante reconozca, en el futuro, otros casos en los que operan similares prejuicios
culturales, sexuales y de género.
3. La dialéctica del “ser-mirante” y el “ser-mirado”: la geosexualidad como
fantasía acordada
En el diálogo entre lo que Sartre llamaba “ser-mirante” y “ser-mirado” se producen las
relaciones con el prójimo y, en particular, con la actitud sexual. Como señala el pensador
en su reflexión sobre la mirada, desde que “hay” el cuerpo y “hay” “otro”, reaccionamos
con el deseo, con el amor o con otras actitudes derivadas. Y, así, nuestra corporeidad
expresa simbólicamente la posibilidad permanente que tenemos de adoptar una u otra de
esas actitudes sexuales que permanecerán veladas o se desvelarán (Sartre, 2013: 35496
419). Esta dialéctica de la mirada se muestra a lo largo de la historia en forma de relación
mutua conflictiva cuando se “cosifica” al otro.
Un ejemplo de esa dialéctica del ser-mirante y el ser-mirado que se encapsula en las
actitudes sexuales adscritas a “Oriente” y “Occidente” aparece en el Tratado sobre las
contradicciones y diferencias de costumbres entre europeos y japoneses (1585) del
jesuita portugués Luís Fróis (1532-1597) (Frois, 2003). Como ser-que-mira hacia los
japoneses, Fróis no solo los define a ellos, sino que, al detallar cómo se le aparecen,
delinea cómo ve a los europeos. Cómo se ve a sí mismo. El portugués hace un ejercicio
comparativo de características físicas, estéticas y morales de hombres y mujeres en los
dos contextos. Al escrutar al “otro”, dibuja el cuadro de cuestiones morales y sexuales de
los y las japoneses, clasificando lo que se le torna éticamente como contradictorio,
diferente o, simplemente, rechazable. En este plano cobra sentido que, en la agenda
imperialista-y-evangelizadora europea, el sujeto conquistador dirigiera su interés hacia
las mujeres de los conquistados. Se produce el encuentro con la “sexualidad asiática”
fruto de la “construcción de un fabuloso y sexista `exotismo asiático’” (Pattberg, 2009:
83). Este exotismo toma a la “dócil” o “sumisa” mujer-juguete asiática (Gómez Carrillo,
1912: 10-11) en el centro del concepto de dominación del occidental amo-racial. “Asia”
se “feminiza”. Pero, no solamente sus mujeres. También sus hombres. Es en esa clave de
la idea de “Asia feminizada” en la que se pueden entender la multitud de discursos
culturales y la infinita proyección distorsionada de la mujer y la sexualidad asiáticas. En
el arte contemporáneo, se ha intentado voltear esa feminización de “Oriente”, invirtiendo
el proceso para revelar su estructura interna. Al visualizar el filme de Cronenberg, M.
Butterfly (1993), la obra ofrece una excelente vía de entrada para analizar la artificiosidad
de las ideas de Oriente, Occidente y de las fantasías culturales sobre la geosexualidad de
los dos hemisferios dicotómicamente separados. El cine refleja la visión de la identidad
y la alteridad que, en el ejercicio de ver la producción audiovisual, pone al espectador en
ambas posiciones. El espectador se identifica o distancia no solo con la historia en sí, sino
con los personajes que circulan y encajan con tipos subjetivos, culturales, sociales,
sexuales o de género. Cronenberg recibe el material y opera con las muchas láminas de
la “signología” de la mariposa que edificaron, a partir del siglo XIX, una fantasía y el
imaginario circulante sobre la cultura asiática. Por otro lado, en la intercambiable
identidad de China y Japón que confunde al espectador europeo que maneja el tropo
cultural asiático, la versión contemporánea modifica los personajes de la narración de
Loti, oficial naval francés que mezclara en su libro notas autobiográficas de su viaje a
97
Japón y de sus relaciones con una mujer japonesa de Nagasaki, y de la ópera de Puccini,
donde el francés muta en el norteamericano Pinkerton y Crisantemo pasa a ser Butterfly.
Asimismo, el género se esconde tras la “M.” del título del film. La adaptación fílmica de
la pieza teatral de Hwang explica la historia de un diplomático francés, René Gallimard,
obsesionado por Song Liling, una cantante de la ópera de Pekín, hasta el punto de no ver
(o no querer ver) que el objeto de su deseo es en realidad un hombre. Una de las ideas
con las que conscientemente quiso experimentar Cronenberg al adaptar la pieza teatral
era la de romper con la asunción de que “todo el mundo en la cultura occidental está al
tanto de toda esa mitología oriental” (Rodley, 2000: 249). Cronenberg parte de la premisa
de que René desconoce el tópico cultural de la ópera, pero no para evitarlo, sino para
mostrar que las mitologías sexuales y culturales pueden infiltrarse de modos complejos y
más sutiles. Así pues, en su lectura de los estereotipos políticos, racistas y sexuales, el
director pespuntea el proceso de transformación subjetiva de los dos personajes
principales, pero, principalmente, de René, el europeo. Es quizás el esquema de
transformación lo que se amaga en la adaptación cinematográfica que retoma la fantasía
cultural construida alrededor de los truismos culturales sobre Oriente, recogiendo,
justamente, la implícita presunción ideológica jerárquica pero dada la vuelta. Muestra el
esquema de dicha fantasía en la acción de dos hombres –uno asiático y otro europeo, uno
homosexual y el otro heterosexual– en la que el final de la historia se revierte. Ya no es
la “mujer asiática” la que se sacrifica por amor, sino el “hombre europeo” (De Lauretis,
1999: 320). La fantasía se sitúa en la vivencia de René y su transformación al habitar en
el interior de la ideación cultural y sexual de “butterfly”. Por otro lado, una de las maneras
de entender el personaje de Song es como prefiguración de la heterosexualidad. Tal y
como le interesa a Cronenberg presentar, en la dictaminación de lo que sea la
“feminidad”, Song representa que se está ante una fantasía acordada e “inventada”:
“Solo un hombre sabe cómo debería comportarse una mujer”. Esa fue la frase del guion, y antes
de la obra, que hizo que quisiera hacer la película; la idea de que la sexualidad femenina es una
invención del hombre. La idea de que la sexualidad de cada uno de nosotros es una fantasía
acordada que, tanto el hombre como la mujer, creamos para la otra persona. (Rodley, 2000: 264)
En conclusión, si la sexualidad no es nada más que una fantasía, una invención, se abre
un campo inmenso para desentrañar cómo la hemos proyectado sobre las culturas.
98
Bibliografía
Campoamor y Campoosorio, Ramón (1855). El personalismo. Apuntes para una filosofía.
Madrid: Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra.
De Lauretis, Teresa (1999). “Popular Culture, Public and Private Fantasies: Femininity
and Fetishism in David Cronenberg’s ‘M. Butterfly’”. Signs: Journal of Women in
Culture and Society, 24 (2), 303-334.
Fróis, Luís (2003). Tratado sobre las contradicciones y diferencias de costumbres entre
los europeos y los japoneses. Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca.
Gómez Carrillo, Enrique (1912). El Japón Heroico y Galante. Madrid: Editorial
Renacimiento.
Gramsci, Antonio (2017). Escritos. Antología. Madrid: Alianza Editorial.
Pattberg, Thorsten (2009). The East-West Dichotomy. Nueva York: LoD Press.
Rodley, Chris (Ed.) (2000). David Cronenberg por David Cronenberg. Barcelona: Alba
Editorial.
Sartre, Jean Paul (2013). El ser y la Nada. Ensayo de ontología y fenomenología. Buenos
Aires: Editorial Losada.
99
La competencia “Compromiso ético” y el relativismo moral
FRANCISCO ESTEBAN BARA; CARLES JOSÉ I MESTRE Y BEGOÑA ROMÁN
MAESTRE*
Universitat de Barcelona (UB)
Resumen: La formación en la competencia del compromiso ético forma parte de la
universidad desde siempre, pero es incompatible con el relativismo en el que se hallan
muchos estudiantes de hoy. Esta competencia requiere de la adquisición de virtudes y, por
tanto, de la formación del carácter.
Palabras clave: compromiso ético, virtud, carácter, relativismo
Abstract: Training in the competence of ethical commitment has always been part of the
university, but it is incompatible with the relativism in which many students today are. This
competence requires the acquisition of virtues and, therefore, the formation of character.
Keywords: Ethical commitment, virtue, character, relativism
1. Esbozo de la actual situación de la formación universitaria en clave ética
Existe hoy una manera de concebir la educación universitaria que nada en una dirección
diferente a la del pasado, y recibe el mensaje de adaptarse a los nuevos tiempos.
(Oakeshott, 2009: 154). La idea de que la adaptación de la educación universitaria se ha
consolidado como la principal manera de entender dicha educación. Por ello se ha volcado
en la utilidad social y permanece atenta a las oscilaciones del ámbito profesional en un
contexto neoliberal. Paralelamente, sin embargo, también se han adoptado nuevas
medidas para el desarrollo integral del estudiante en tanto que persona. Por un lado se ha
incrementado el número y la variedad de metodologías que encaran cuestiones morales o
dilemas éticos (Sloam, 2008); por otro lado, se acerca la universidad a la realidad, a fin
de que el aprendizaje sea un servicio a la comunidad y la universidad un lugar donde se
pueda aprender también desde un punto de vista moral (Newman, 1905). Así, la
educación universitaria se da en el presente y se proyecta hacia el futuro; y se la concibe
como orientación personal, integral que no excluye cuestiones de orden humanístico o
cultural. Los Estatutos o Mission Statements de muchas universidades lo reflejan en su
*
franciscoesteban@ub.edu; cjose@ub.edu; broman@ub.edu
100
misión, y muchos profesores y estudiantes valoran estos aspectos (Román y Esteban,
2012).
La adaptación y la orientación o el desarrollo personal y humanístico son dos cabos
irremediablemente unidos y deben mantener cierta tensión. Sin embargo, la educación
universitaria de hoy se ha destensado: la utilidad gana. Lo útil y novedoso socialmente se
convierte automáticamente en bueno y verdadero; ni se duda de la bondad y verdad de la
educación universitaria si ésta demuestra rentabilidad. Cuesta defender la autenticidad de
aquello que no traspira eficacia. El discurso utilitarista y pragmatista se funden en el
“elogio del inmediatismo” (Marcuse, 1969).
Esta situación no ha pasado desapercibida a los que defienden que la educación
universitaria es principalmente una cuestión de orientación. Sus inquietudes suenan a
actualizaciones del artículo de Eric D. Hirsch (1983) y del manual de Allan Bloom (1987),
y recuerdan las reflexiones sobre qué es la educación universitaria (Collini, 2012;
Delbanco, 2012), que recuperan el sentido de ser universitario (Hernández, Delgado-Gal
y Pericay, 2013), que rescatan la idea de que la educación universitaria es principalmente
una educación moral (Berube, 2007; Kiss y Euben, 2010), o que, desde el pesimismo,
concluyen que la educación universitaria contemporánea ya no merece tal calificativo
(Readings, 1996; Freitag, 2004). A continuación vamos a intentar ofrecer una aportación
a este debate desde el análisis del papel del relativismo moral en la formación
universitaria.
2. La competencia “Compromiso ético”. Una aproximación conceptual
La cuestión de la formación moral y ciudadana en la universidad no es nueva, desde sus
orígenes, la universidad ha estado comprometida con tal formación y forma parte de la
idea de universidad. Desde la instauración de las primeras universitas en la Europa de la
Baja Edad Media, pasando por los textos clásicos sobre la idea y misión de la universidad
(Newman, 1905; Ortega y Gasset, 1930; Wyatt, 1990) hasta los más cercanos (Pelikan,
1992; Kerr, 2001; Scott, 2006) se refieren a esta formación.
En el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) esta cuestión ha vuelto a la agenda
política universitaria; se proponía la reconstrucción de una nueva universidad europea
para un nuevo siglo (European University Association, 2010). Este escenario concibe la
formación universitaria en términos de competencias (European Council, 2007), y
algunas son de carácter moral y ciudadano (González y Wagenaar, 2003). La formación
101
en la competencia moral y ciudadana en la universidad se ha convertido en un tema de
preocupación incluso desde el punto de vista político y de gestión universitaria (OECD,
1997).
A lo largo de la historia de la formación moral y ciudadana en la universidad han
convivido tres versiones contrapuestas. Según la primera, la formación moral y ciudadana
no tiene cabida en la universidad, pues la formación universitaria es profesional, técnica
y científica. En las primeras universidades de la Edad Media, sin embargo, sucedía que
la formación estaba centrada en la búsqueda de la Verdad (Verum), el Bien (Bonum) y la
Belleza (Pulchrum). La versión que nos ocupa presentaría la debilidad de perder el
sentido fundacional de la universidad; lo cual se agravaría ante la constatación de que no
hay garantías de que la formación moral y ciudadana finalice con éxito en la educación
previa a la universitaria. Hoy, debido al individualismo y al desapego respecto a las
instituciones políticas y sociales de muchos jóvenes, se necesita una universidad europea
que apueste por la formación de profesionales moralmente comprometidos.
Una segunda versión considera la formación moral y ciudadana como formación en las
cuestiones éticas que interpelan a la sociedad. Por ello, los estudiantes universitarios
deben adquirir el máximo desarrollo de razonamiento moral (Kohlberg, 1981; 1984) para
un análisis fructífero de temas como justicia, sostenibilidad, igualdad de género,
convivencia multicultural. No obstante, se podría estar ante una versión incompleta de la
formación moral, ya que, a pesar de que muchos estudiantes asumen que se espera de
ellos cierta altura moral y ciudadana, no siempre hacen gala de ella.
Por último, se puede considerar la formación moral y ciudadana como formación del
carácter (Lapsey y Clark, 2005; Nucci y Narváez, 2008; Doris, 2002) centrada en la
adquisición de hábitos morales y de virtudes éticas, pues la universidad no puede
desprenderse de que su papel no únicamente consiste en promover determinados fines,
sino también en honrar ciertas virtudes (Sandel, 2011: 206).
Uno de los autores que mejor conjuga las diferentes variantes históricas de la virtud es
MacIntyre, quien la define como: “[…] una cualidad humana adquirida cuya posesión y
ejercicio tiende a hacemos capaces de lograr aquellos bienes que son internos a las
prácticas y cuya carencia nos impide efectivamente el lograr cualquiera de tales bienes"
(MacIntyre, 1987: 237).
La formación moral y ciudadana en la universidad puede ser concebida como la conquista
de ciertas virtudes (rigor intelectual, la apreciación de las voces autorizadas, la
102
honestidad, la veracidad, el compromiso, el respeto, etc.), que formarían parte de una
conducta moralmente buena.
Una de las competencias que persigue la formación moral y ciudadana es la de
‘compromiso ético’1.
A pesar de la variedad de definiciones de ‘competencia’, todas reflejan la idea de que la
adquisición de una competencia es el resultado deseable de un aprendizaje que el
estudiante ha de hacer. En concreto, en relación con los ECTS, “[c]ompetences represent
a dynamic combination of attributes, abilities and attitudes.” (Carreras, 2008) Esta
definición reúne tres dimensiones: la posesión de características (attributes), la capacidad
de actuación (abilities), y una disposición personal hacia una realidad externa que debe
manifestarse (attitudes).
Podríamos definir la competencia “compromiso ético” como la capacidad de actuar con
las virtudes personales y profesionales que requiere el correcto ejercicio de una profesión.
La formación moral y ciudadana tiene que ver con la formación del carácter moral así
como con la adquisición de virtudes, de cualidades humanas que permiten lograr
determinados bienes. Para desarrollar este compromiso ético y afianzarlo en el futuro
ejercicio profesional, se deberían tener en cuenta las deontologías introducidas durante el
correspondiente proceso formativo. El estudiante ha de adoptar una actitud coherente en
cada situación moral que surja en la futura vida profesional procurando anticiparse y
asumir las consecuencias de su acción.
Para la formación deontológica y moral, y para la adquisición de la competencia
“compromiso ético”, ha de desarrollarse la capacidad crítica: la argumentación moral,
dependiente de ella, ha de constituir un hábito en la formación universitaria. Si partimos
de la premisa de que existen determinados bienes, en cada momento su consecución
depende mucho de los argumentos esgrimidos para escoger la mejor opción. El estudiante
ha de habituarse al razonamiento moral. En definitiva, sostenemos que la formación moral
forma parte de la educación universitaria y que la virtud es una cualidad humana adquirida
que debe entrenarse durante la formación universitaria. Por ello la competencia
“compromiso ético” debe desarrollarse en el marco de la formación del carácter moral de
los estudiantes. La actual distensión está relacionada, a nuestro entender, con el
Adoptamos la expresión ‘competencia ética’ por ser la que aparece en los textos de la Universidad de
Barcelona. Sin embargo, creemos que lo correcto sería hablar de ‘competencia moral’.
1
103
relativismo moral, bien porque la educación universitaria ya no es vista como una
cuestión moral, o bien porque, si es vista como tal, lo es bajo una férrea defensa de la
autonomía moral de maestros y estudiantes. Nos decantamos más por lo segundo.
3. ¿Es posible sostener la adquisición del “compromiso ético” si se defiende el
relativismo moral?
De alguien que haya adquirido la competencia “compromiso ético” se espera que tenga
capacidad y sensibilidad para identificar problemas morales y que preserve una
conciencia moral en su desarrollo personal y laboral. Resulta difícil precisar si la finalidad
de la competencia “compromiso ético” es incidir en el carácter moral del alumno, como
defiende G.C. Meilaender (1984: 84) o, como sugiere D. Ozar, abrir solo el campo de
visión moral del estudiante y acercarle a una consideración sensible de los problemas
morales a través de “objetivos de sensibilización” (Wilson y Ozar, 1980: 96-126) sin
incidir en su carácter. D. Callahan (1980, cap. 2) considera “dudoso” que uno de los fines
de la enseñanza universitaria sea modificar la conducta de los estudiantes; en cambio,
entre los fines imprescindibles Callahan sitúa el reconocimiento de las cuestiones morales
y la estimulación de la imaginación moral. En cualquiera de los casos, el aprendizaje de
la competencia “compromiso ético” ha de hacer frente a la cuestión de si dicha
competencia es o no compatible con el relativismo moral.
El relativismo moral y una de sus manifestaciones extremas, el subjetivismo, niegan la
existencia de leyes morales universales considerando que éstas dependen de cada
sociedad, cultura, o persona. Por tanto, los límites de lo moralmente válido vienen
determinados por el alcance del grupo o persona que mantenga una determinada posición.
S. Satris niega que el relativismo sea una postura filosófica y lo define como “[…] a
powerful, elaborate, and at times deviated defense mechanism for protection against
having to maintain any position or make any serious critical (reflective) effort” (1986:
199) . Parece que los alumnos son, en su mayoría, relativistas. Y la actitud relativista
relega cualquier aprendizaje relacionado con la valoración moral a un conjunto de
opiniones sin pretensión de verdad y de universalidad.
Dejando de lado las objeciones que, en general, se han planteado al relativismo moral
(Hospers, 1982), abordemos si éste permite la adquisición de la competencia
“compromiso ético”.
Desde la planificación y evaluación de la adquisición de la
competencia que los docentes han de realizar, no parece posible llevarla a cabo si no se
104
parte de la existencia de leyes universales que amparan la conducta y juicio de los
docentes y de los estudiantes. Por ejemplo, una perspectiva relativista de los estudiantes
haría que juzgaran las actividades propuestas por el docente como expresión del punto de
vista moral subjetivo del mismo. Y, naturalmente, el relativismo moral afectaría también
a la evaluación de la adquisición de la competencia que nos ocupa. Pese a todo ello,
muchos planes docentes incluyen la adquisición de esta competencia. Es urgente
contrarrestar la actitud relativista y hacerlo con la única arma efectiva, el razonamiento
moral (Momeyer, 1985).
Si se parte de la decisión del estudiante de entrar en la universidad para que le faculten,
el relativismo es incompatible con el compromiso ético, cuya adquisición recoge dos
elementos: por un lado, el acto del agente que se compromete, que decide implicarse en
la realización de un proyecto y se determina para con los demás a estar a la altura del
proyecto emprendido; por otro lado, la otra parte recuerda al estudiante lo que espera la
universidad de su decisión.
La universidad es una comunidad de alumnos y profesores donde se da un contrato moral
de formación superior en el que hay una asimetría entre alumno y profesor. Este tiene
autoridad moral ante el alumno por poseer más conocimientos (Gadamer, 1977), pero está
dispuesto a trasmitir esos conocimientos y la pasión por continuar custodiando la
tradición y aumentar el acervo de conocimiento. Esa admiración y curiosidad por el saber,
el respeto a la tradición y el deber de custodiarla y ampliarla forma parte del compromiso
ético del profesor hacia la institución y hacia el alumno.
El profesor no puede trasmitir ese conocimiento si él mismo no muestra respeto hacia los
alumnos. La forma de cultivar las actitudes no puede ser otra que la del ejemplo. Mediante
el ejemplo se trasmiten los valores inherentes a la comunidad de investigación y
aprendizaje que es la universidad. No se puede aprender sin confianza en la institución y
en los que en ella ejercen de profesores. Estos no pueden serlo sin un respeto a la tradición
e institución que representan. Si ellos mismos no están comprometidos, no pueden
inculcar la actitud necesaria para la adquisición de los conocimientos y habilidades que
la institución promueve.
Una comunidad de aprendizaje e investigación como es la universidad es una comunidad
de habla y como tal está comprometida a priori con la búsqueda de la verdad, lo cual
necesariamente se hace en el ágora mediante el diálogo. Cuando alguien habla, la
pretensión universal de verdad, veracidad y corrección es inherente a su hacer, así como
la consideración de validez de sus interlocutores (Apel, 1995) . Si eso es así en cualquier
105
acto de habla, en la transmisión de conocimientos esa pretensión es todavía más exigente.
En y de la universidad se espera rigor, precisión y honestidad en el diálogo, todo lo cual
no es posible en una cultura relativista. Pero diálogo, concluyendo, no es debate. El
diálogo exige una implicación en la escucha atenta de los argumentos del otro
(corrección), exige una apuesta por descubrir los mejores argumentos (verdad) y exige
decir la verdad (veracidad); sin una aceptación previa, pues, de que el diálogo tiene como
finalidad llegar a la verdad, la adquisición de la competencia ‘compromiso ético’ deviene
imposible.
4. Conclusiones
La enseñanza universitaria ha de comprometerse con la formación moral y ciudadana de
sus estudiantes. No únicamente porque desde su etapa fundacional este tipo de educación
se ha dado en la enseñanza superior sino porque, además, la educación moral resulta
necesaria para la participación activa en la construcción de concordia. Una de las claves
para conseguir esta finalidad es la adquisición de la competencia “compromiso ético”. El
desarrollo de las virtudes a las que apunta la adquisición de la competencia “compromiso
ético”, virtudes morales e intelectuales, no puede mantenerse con la adopción de una
postura relativista. La formación moral del carácter, que va a permitir el logro de
determinados bienes, personales o profesionales, supone abandonar el relativismo moral.
De lo contrario, no únicamente pierde sentido la formación moral y ciudadana en la
enseñanza universitaria, sino también la enseñanza de la Ética como disciplina. Las tesis
relativistas abandonan la posibilidad de verdad y de universalidad y, con ello, suprimen
la posibilidad de la adquisición de la competencia ‘compromiso ético’ en la universidad.
Bibliografía
Apel, Karl Otto (1995). Teoría de la verdad y ética del diálogo. Barcelona: Paidós.
Berube, Michael (2007). What’s Liberal about the Liberal Arts? Nueva York: W.W.
Norton.
Bloom, Allan (1987). The closing of American mind. Nueva York: Simon and Schuster.
106
Callahan, Daniel (1980). “Goals in the Teaching Ethics”. En Ethics Teaching in Higher
Education; Nueva York: The Hastings Center, Plenum Press, cap. 2.
Carreras, Josep (2008). Competencia y planes de estudio, Barcelona: Universitat de
Barcelona.
Collini, Stefan (2012). What are Universities for? Londres: Penguin Group.
Delbanco, Andrew (2012). College, What it was, is, and should be. Nueva Jersey:
Princeton University Press.
Doris, John M. (2002). Lack of Character: Personality and Moral Behavior. Cambridge:
Cambridge University Press.
European Council (2007). “On the new skills for new jobs”. Official Journal of the
European
Union.
2007/C
290/01.
Bruselas:
European
Commission.
https://publications.europa.eu/en/publication-detail/-/publication/b034348b-8112-44899709-69ea0afcdad4/language-en. Consultado el 22/05/19.
European University Association (2005). Trends IV: European Universities
Implementing
Bologna,
by
S.
Reichter
&
C.
Tauch.
Bruselas:
EUA.
https://eua.eu/downloads/publications/trends%20iv%20european%20universities%20im
plementing%20bologna.pdf. Consultado el 22/05/19.
European University Association (2010). Trends VI: A decade of change in European
Higher
Education,
by
A.
Sursock
&
H.
Smidt.
Bruselas:
EUA.
https://eua.eu/downloads/publications/trends%202010%20a%20decade%20of%20chan
ge%20in%20european%20higher%20education.pdf Consultado el 22/05/19.
Freitag, Michael (2004). El naufragio de la universidad y otros ensayos de epistemología
política. Barcelona: Ediciones Pomares.
Gadamer, Hans Georg (1977). Verdad y método. Salamanca: Sígueme.
González, Julia y Wagenaar, Robert (Eds.) (2003) Tuning Educational Structures in
Europe. Final Report. Phase One. Bilbao: Universidad de Deusto.
Hernández, Jesús; Delgado-Gal, Álvaro y Pericay, Xavier (Eds.) (2013). La universidad
cercada. Testimonios de un naufragio. Barcelona: Anagrama.
Hirsch, Eric D. (1983). “Cultural Literacy”, The American Scholar, 52 (2), 159-169.
107
Hospers, John (1982). Human Conduct: Problems in Ethics. Nueva York: Harcourt Brace
Jovanovich.
Kerr, Clark (2001). The Uses of the University. Cambridge MA: Harvard University
Press.
Kiss, Elisabeth y Euben, Peter (Eds.) (2010). Debating moral education. Rethinking the
Role of the Modern University. Durham: Duke University Press.
Kohlberg, Lawrence (1981). The Meaning and Measurement of Moral Development.
Worcester, MA: Clark University Press.
Kohlberg, Lawrence (1984). Essays on Moral Development. The Psychology Moral
Development. San Francisco: Jossey Bass.
Lapsley, Daniel K. y Power, Clark (2005). Character Psychology and Character
Education. Notre Dame: University of Notre Dame Press.
MacIntyre, Alasdair (1987). Tras la virtud. Barcelona: Editorial Crítica.
Marcuse, Ludwig (1969). Filosofía americana. Madrid: Guadarrama.
Meilaender, Gilbert (1984). The Theory and Practice of Virtue. Notre Dame: University
of Notre Dame Press.
Momeyer, Richard (1995). “Teaching Ethics to Student Relativists”. Teaching
Philosophy, 184, 301-312.
Newman, John Henry. (1905). The Idea of a University. Nueva York: Longmans Green
& Co.
Nucci, Larry y Narváez, Darcia (2008). Handbook of Moral and Character Education.
Nueva York: Routledge.
Oakeshott, Michael (2009). La voz del aprendizaje liberal. Buenos Aires: Katz Editores.
OECD (1997). DeSeCo Project. Definition and Selection of Competencies: Theoretical
and Conceptual Foundations. París: OECD.
Ortega y Gasset, José (1930). La misión de la universidad. Madrid: Alianza.
Pelikan, Jaroslav (1992) The idea of the University: a Reexamination. New Haven: Yale
University Press.
108
Readings, Bill (1996). The University in Ruins. Cambridge MA: Harvard University
Press.
Román, Begoña y Esteban, Francisco (2012). “Aporías de la formación ética en la
universidad de hoy”. VII Congreso Internacional de Docencia Universitaria e Innovación
(CIDUI). Consultado el 20/11/2017.
Sandel, Michael (2011). Justicia: ¿Hacemos lo que debemos? Barcelona: Random House
Mondadori.
Satris, Stephen (1986). “Student Relativism”. Teaching Philosophy, 9, 3, 193-206.
Scott, John (2006). “The Mission of the University: Medieval to Postmodern
transformations”. The Journal of Higher Education, 77, 1, Winter, 1-39.
Sloam, James (2008). “Teaching Democracy: The Role of Political Science Education”.
The British Journal of Politics and International Relations, 10, 509-524.
Wilson, James y Ozar, David T (1980). “Teaching Ethics in the University: A Reflection
of Aims”. En D. Berry (Ed.), Ethics on a Catholic University Campus (pp. 96-126).
Chicago: Loyola University Press.
Wyatt, John (1990). Commitment to Higher Education. Seven West European Thinkers
on the Essence of the University: Max Horkeimer, Karl Jaspers, F.R. Leavis, John Herny
Newman, José Ortega y Gasset, Paul Tillich, Miguel de Unamuno. Buckingham: SHRE
and Open University Press.
109
El proyecto de Philosophy for children aplicado a la Universidad
PABLO FRAU BURÓN Y JOAN LLUÍS LLINÀS BEGON*
Universitat de les Illes Balears (UIB)
Resumen: Se exploran las posibilidades de aplicación del proyecto Philosophy for Children
al grado de filosofía de la universidad. Para ello, se plantea, en primer lugar, los objetivos
del proyecto y se comparan con las competencias básicas que deben adquirirse en el grado
de filosofía. Se observa que el proyecto de Lipman y Sharp se dirige a la formación integral
de la persona, mientras que el grado se centra en la capacitación profesional del estudiante,
dando por supuesto que lo anterior ya se ha adquirido. La comunicación propone adoptar
varios de los métodos de la filosofía para niños, con la finalidad de combinar ambos
objetivos, el de la formación personal y el de la capacitación profesional.
Palabras clave: innovación, Lipman, Filosofía 3/18, grado de Filosofía
Abstract: This communication explores the application of the project Philosophy for
Children to the philosophy degree at University. For this, the objectives of the project are
examined, and then the powers in educational matters of the philosophy degree are compared.
It is to be noted that the Lipman & Sharp project is aimed at the formation of the whole
person, while the philosophy degree focuses on the vocational training of the student,
assuming that previous formation of the whole person has been completed. The
communication proposes to adopte several of the methods from ‘Philosophy for Children’ in
order to combine both objectives: the formation of the whole person and the vocational
training at the University.
Keywords: innovation, Lipman, Philosophy for children, Philosophy degree
Es bien conocido el proyecto de Matthew Lipman, conocido en España como Filosofía
para niños, o Filosofía 3/18, explicado con detalle en su obra (junto a Ann Margaret Sharp
y Frederick S. Oscayan) La filosofía en el aula, para enseñar filosofía desde el inicio del
período de escolarización hasta la finalización del bachillerato. En lo que sigue,
exploraremos la posibilidad de extensión de este proyecto, que va de los 3 a los 18 años,
al ámbito universitario. Para ello, debemos empezar analizando los objetivos que plantea
Lipman en la enseñanza de la filosofía, para ver si encajan con los objetivos de un grado
de filosofía estándar.
Los objetivos del proyecto los podemos resumir en 10 puntos (Lipman, Sharp, Oscayan,
1991: 84):
1. Mejora de la habilidad de razonar
2. Desarrollo de la creatividad
*
p.frau@uib.es; jlluis.llinas@uib.es
110
3. Crecimiento personal e interpersonal
4. Desarrollo del conocimiento ético
5. Desarrollo de la habilidad para encontrar significado en la experiencia
6. Desarrollo de alternativas
7. Descubrimiento de la imparcialidad
8. Descubrimiento de la comprensión
9. Descubrimiento de situaciones
10. Descubrimiento de las relaciones de la parte con el todo
Empecemos por el final. Los cuatro últimos puntos se refieren a “descubrimientos” que
debe llevar a cabo el niño. Se supone que, en la Universidad, el estudiante que cursa un
grado de filosofía ya ha llevado a cabo estos descubrimientos (sea mediante el proyecto
de filosofía 3/18 o de otra manera), pues nos referimos a cuestiones básicas del desarrollo
de la personalidad. Si examinamos los seis primeros puntos, veremos que se refieren a
cuestiones de desarrollo, y, por tanto, perfectibles. Y se refieren (como en el resto de
puntos) no sólo a rasgos que deba poseer un estudiante de grado, sino toda persona, de
ahí que Lipman y Sharp ofrezcan una metodología y la disciplina de la filosofía como
instrumentos para desarrollar estas capacidades1. La habilidad de razonamiento, el
desarrollo de la creatividad, el crecimiento personal e interpersonal… deberían formar
parte del núcleo básico de la formación de los sujetos, y no son reducibles a una sola etapa
de la vida de los individuos. En este sentido, ni son habilidades que se desarrollen sólo en
secundaria, ni tampoco habilidades que se trabajen únicamente en una materia, sino que
abarcan toda la vida (más allá de lo escolar) de la persona. Así, el grado de filosofía trabaja
estas habilidades, pero no de manera específica ni central, porque las competencias
básicas que pretende son otras. Se supone que el estudiante del grado de filosofía ya parte
con un cierto desarrollo de estas habilidades, y que las competencias básicas que se
pretenden alcanzar con el grado permiten el desarrollo paralelo de las mismas. Conviene
hacer notar que el desarrollo de una persona no es lineal, ni tampoco se puede
fundamentar sobre una idea de progreso, sino que el sujeto se programa y desprograma
constantemente, y es por eso que necesita de esos instrumentos (de razonar, de
creatividad…) para llevar a cabo ese proceso de subjetivación, esto es, de formación.
1
Recordemos que método es un conjunto de procedimientos razonados, seguidos para alcanzar un fin, en
cualquier dominio. En este sentido, el proyecto de Philosophy for children incluye un método de
aprendizaje. En este sentido, nos remitimos a la obra Filosofia a l’escola, cuya segunda sección lleva por
título “Objetivos y métodos de la filosofía para niños”.
111
Así, por una parte, los objetivos que Lipman & Sharp plantean van más allá de una etapa
del desarrollo del niño, circunscrita a una determinada etapa educativa. En la infancia se
adquieren unas herramientas, pero éstas nos acompañan durante la vida y debemos
cuidarlas, es decir, pulirlas, limpiarlas… Y por otra parte, estos objetivos, trabajados
mediante diversas estrategias en la educación infantil, primaria y secundaria, se dan por
supuestos en el grado. Así, las competencias básicas fijadas a partir del Real Decreto
861/2010 son las siguientes:
CB1
Que los estudiantes hayan demostrado poseer y comprender conocimientos en un
área de estudio que parte de la base de la educación secundaria general, y se suele
encontrar a un nivel que, si bien se apoya en los libros de texto avanzados, incluye también
algunos aspectos que implican conocimientos procedentes de la vanguardia de su campo
de estudio.
CB2
Que los estudiantes sepan aplicar sus conocimientos a su trabajo o vocación de
una forma profesional y posean las competencias que suelen demostrarse por medio de la
elaboración y defensa de argumentos y la resolución de problemas dentro de su área de
estudio.
CB3
Que los estudiantes tengan la capacidad de reunirse e interpretar datos relevantes
(normalmente dentro de su área de estudio) para emitir juicios que incluyan una reflexión
sobre temas relevantes de índole social, científica o ética.
CB4
Que los estudiantes puedan transmitir información, ideas, problemas y soluciones
un público tanto especializado como no especializado.
CB5
Que los estudiantes hayan desarrollado aquellas habilidades de aprendizaje
necesarias para emprender estudios posteriores con un alto grado de autonomía.
Como se ve, estas competencias básicas se centran en la adquisición de conocimientos:
la ampliación y profundización de los conocimientos que se poseen, la aplicación de estos
conocimientos al trabajo, la capacidad de utilizar estos conocimientos para resolver
problemas, y la capacidad de transmitirlos. No se menciona ninguno de los puntos que
Lipman & Sharp plantea como objetivos de aprendizaje. Esto es así porque pretenden la
formación de la persona, mientras que el grado se plantea como la formación del
profesional, y supone que la formación de la persona ya se ha producido (con éxito) en
las etapas educativas anteriores. Pero esta suposición parte de una concepción lineal de la
formación, como si una vez adquirido un instrumento, éste ya no debe ser objeto de
atención. Sin embargo, esta no es la realidad. Los individuos se están formando
112
continuamente, y el olvido de los instrumentos puede suponer el fracaso en la adquisición
de las competencias previstas en el grado. Por esto, debemos cuidar las herramientas, pero
la cuestión es cómo. El proyecto Philosophy for children, tal como se ha implementado
en España, va desde los 3 a los 18 años. ¿Es aplicable sin más de los 18 a los 22 años?
Responder a esta pregunta pasa por atender a la metodología. Tenemos unas competencias
básicas en el grado que hay que alcanzar, pero al tiempo debemos seguir entrenándonos
en utilizar las herramientas que supuestamente se han adquirido en las etapas educativas
anteriores. Precisamente, la novedad de Philosophy for Children consiste en ofrecer un
método para trabajar en la consecución de estos objetivos. La metodología basada en la
obra de Lipman persigue una serie de hitos durante su aplicación, hitos dirigidos
principalmente al enseñante (Lipman, Sharp, Oscayan, 1991: 119-143):
1. Conseguir que los niños piensen por su cuenta
2. Enseñar el pensamiento filosófico
3. Evitar el adoctrinamiento
4. Respetar la opinión de los niños
5. Obtener la confianza de los niños
6. Conseguir que los niños acepten pensar filosóficamente
Si intentamos traducir estos hitos al grado de filosofía, parece de entrada que
prácticamente todos ellos son asumibles y convenientes por parte del profesor del grado.
Que el niño piense por su cuenta se traduce en el grado en la consecución del aprendizaje
autónomo; la enseñanza del pensamiento filosófico se traduce en la posesión y
comprensión por parte del estudiante de autores, sistemas y problemáticas de la filosofía;
evitar el adoctrinamiento significa que el profesor del grado debe presentar los contenidos
desde la honestidad de reconocer la diversidad interpretativa; el respeto a las opiniones
de los niños significa que el profesor debe fomentar la participación en clase y respetar
las reflexiones de los estudiantes (lo que no quiere decir que deba ser acrítico en relación
a dichas reflexiones); la obtención de la confianza de los niños en el grado se traduce por
la creación de un clima adecuado para la reflexión y discusión filosófica. El resultado de
la aplicación de los puntos anteriores es que el estudiante llega a pensar filosóficamente
y reconocer cuando realmente lo está haciendo.
Entrando ya en cómo se aplica el proyecto de Lipman en clase, puesto que el objetivo es
entrenarse en pensar, prescinde del libro de texto, y lo sustituye por novelas que abordan
cuestiones diversas –relacionadas con la filosofía– y de interés en cada franja de edad,
pues de lo que se trata es que de la lectura de las novelas surjan preguntas, comentarios,
113
observaciones…, a partir de los cuales se ponga en marcha un proceso de reflexión. En
el grado de filosofía no suele haber libros de texto (aunque en algunas asignaturas se
utilice, en la bibliografía básica, algún manual), pero sí se dispone, en cierto modo, de
obras, esto de las obras de los filósofos que forman parte del canon a enseñar. Este es el
material principal con el que trabajan profesores y estudiantes del grado, su objeto
material de estudio. La primera cuestión, entonces, que debemos plantearnos es si la
aplicación del proyecto a la Universidad requeriría generar material novelístico ad hoc
para trabajar las diversas asignaturas del grado. Este procedimiento exigiría que la novela
en cuestión diese pie a ir a los textos de los filósofos, y se convertiría en una actividad
propedéutica para los contenidos del temario. El argumento que utilizan Lipman & Sharp
para defender la creación de textos específicos es que éstos parten de la realidad concreta
del alumno, de su contexto vital y social. Esta es su principal virtud, y es coherente con
los objetivos del proyecto.
Ahora bien, recordemos que los objetivos explícitos del grado son otros, pues nos
encontramos con que, pese a que la formación de la persona nunca finaliza, el foco está
centrado en su capacitación profesional, y eso nos lleva al necesario trabajo con los textos
de los filósofos. Por tanto, optar por la vía de generar novelas específicas para las diversas
asignaturas supondría añadir un paso previo al trabajo con los textos de los filósofos. Esto
daría lugar a redundancias y duplicidades. El beneficio sería partir de la realidad del
estudiante, pero está por ver si esto se puede conseguir trabajando directamente con los
textos de los filósofos.
Así, examinemos ahora la posibilidad de aplicación del proyecto en el grado de filosofía
renunciando a crear textos específicos y trabajando directamente sobre los textos de los
filósofos. Para llevarlo a cabo, habría que centrarse en los procedimientos formales de
aplicación del método, y ver cómo pueden aplicarse para facilitar la adquisición de los
objetivos planteados en un grado de filosofía:
1. En primer lugar, habría que cambiar la disposición del aula (contando que
el grupo-clase no es superior a 30 estudiantes), procurando formar algo
parecido a un círculo, en el que todos se ven las caras. Esta disposición supone
que el profesor no se encuentra en una posición espacial específica, sino que
se integra en el círculo en el que se desarrolla la clase. Ahora bien, ejerce
como conductor-moderador del diálogo.
2. En segundo lugar, habría que considerar que la clase de filosofía parte de
un diálogo, en la línea socrática de concepción de la filosofía. Por tanto, no
114
se transmiten meramente conocimientos, sino que se piensa a partir de un
texto, pensamientos que deben conducir a la adquisición de una serie de
conocimientos, pero no sólo eso, pues en el diálogo están presupuestos
valores y habilidades.
3. A diferencia de cómo se plantea en el proyecto de filosofía 3/18,
generalmente no se producirá la lectura conjunta en clase, sólo se hará en el
caso de textos breves. En general, los textos a comentar exceden en
dimensiones a lo que se puede realizar en clase, por lo que es imprescindible
el trabajo previo de lectura en el horario no presencial de las diversas
asignaturas. Así, encontramos una diferencia importante, el hecho de que los
comentarios que se hagan a partir de la lectura de los textos no serán fruto –
al menos inicialmente– de la espontaneidad, sino resultado de una reflexión
previa a la hora de clase.
4. Como en el caso de la aplicación del método en la enseñanza preuniversitaria, se anota en la pizarra aquello que, a los estudiantes, tras la
lectura del texto, les ha llamado la atención. Así, se pretende conseguir uno
de los aspectos que Lipman remarca, partir de aquello que es de interés al
estudiante, en la convicción de que hacerlo así da lugar a un proceso de
aprendizaje más eficaz.
5. De la misma manera, la elección de la frase escrita en la pizarra como punto
de partida de la discusión en clase se lleva a cabo por parte de todo el grupo
(y no por decisión unilateral del profesor). Esto implica que antes de la
discusión filosófica ya se trabajan dinámicas de discusión y tomas de decisión
grupales.
6. A partir de aquí, el profesor interpela al estudiante cuya frase ha sido
elegida para la discusión, preguntándole sobre qué le ha llamado la atención
de esto, obligándole a clarificarse y generando, a través de preguntas, un
diálogo entre todos los estudiantes. En este aspecto, no hay diferencias en el
grado y los pre-grados.
7. El profesor puede pausar la discusión para introducir ejercicios o
actividades relacionados con aquello que es objeto de discusión. También, en
su calidad de conductor-moderador, tiene como objetivos ayudar a los
estudiantes a clarificarse, explicar –si procede– sus puntos de vista, incidir en
la consistencia de los argumentos aportados, señalar falacias, exigir razones,
115
provocar alternativas y examinarlas…, en definitiva, conducir una discusión
filosófica tal como proponen Lipman & Sharp.
8. Las clases en los que se aplica este método no dan lugar a conclusiones
definitivas, ni a verdades establecidas del texto que haya que aprender y
reproducir en una prueba escrita, sino a la consciencia de lo problemático del
texto, y a la diversidad interpretativa.
¿Qué supone, entonces, la aplicación de esta metodología a las asignaturas de grado? Más
allá del desarrollo de las habilidades a las que antes nos hemos referido, aparece una
nueva dimensión: una manera de trabajar con los textos de filosofía en clase, y un mayor
contacto con los textos. Lo que en primaria y secundaria es un instrumento para otra cosa,
el texto, aquí se convierte en elemento central, pues estamos trabajando con los textos
fundamentales de la historia de la filosofía. Lo que hacemos al aplicar la manera de
trabajar con las novelas a los principales textos de la filosofía es generar una manera de
tratar estos textos en clase, llevando a cabo, al tiempo que se desarrollan las habilidades
asociadas al método, una investigación filosófica realizada en comunidad. Cada
estudiante universitario, y también el profesor, lee por su cuenta los textos de los filósofos.
La aplicación de esta metodología al grado facilita la puesta en común y pone las bases
para que se produzca un diálogo filosófico, que es lo que hoy denominamos comunidad
de investigación.
Se trata, entonces, de considerar el proyecto de philosophy for chidren como un
instrumento para trabajar mejor los textos de filosofía en clase. Ahora bien, esto no
significa que todas las clases del grado deban llevarse a cabo siguiendo esta metodología,
pues no todas las clases consisten en trabajo con textos. Ciertamente, consideramos el
trabajo con textos el eje del grado, pero otro tipo de clases son posibles y convenientes,
pues existen unos contenidos en cada asignatura que van más allá del texto, algunos de
ellos necesarios para abordar en mejores condiciones los textos, y otros que serán mejor
comprendidos en la medida que se trabajen mejor los mismos.
En conclusión, creemos que puede ser positivo adaptar el proyecto de Filosofía para niños
a la Universidad, ya que de esta manera se consigue una mayor transición entre secundaria
y universidad, combinando el trabajo específico con los textos de historia de la filosofía
116
y la consecución de las competencias establecidas en el grado, con el cuidado de los
instrumentos de formación de la persona antes mencionados2.
Bibliografía
Lipman, Matthew; Sharp, Ann Margaret y Oscanyan, Frederick S. (1991). Filosofia a
l’escola. Barcelona: Eumo.
Real Decreto 861/2010, de 2 de julio, por el que se modifica el Real Decreto 1393/2007,
de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias
oficiales. https://www.boe.es/eli/es/rd/2010/07/02/861
2
El siguiente paso, pero esto iría más allá de lo que se pretende en esta comunicación, consistiría en
seleccionar unos textos y generar un material en torno a ellos.
117
¿Qué no funciona en la didáctica de la filosofía en España?
JUAN JOSÉ GARCÍA NORRO*
Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Resumen: Se defiende la hipótesis de la carencia de vigencia de la didáctica de la filosofía
en nuestro entorno. Se proponen ciertas causas de esta falta de vigencia y se enumeran
distintas iniciativas que tienden a mejorar la situación deficiente de la reflexión didáctica de
la enseñanza de la filosofía
Palabras clave: Didáctica, filosofía, innovación
Abstract: The hypothesis of the lack of validity of the didactics of philosophy in our
environment is defended. Certain causes of this lack of validity are proposed and different
initiatives are enumerated that tend to improve the deficient situation of the didactic reflection
of the teaching of philosophy.
Keywords: Didactics, philosophy, innovation
No hay preguntas inocentes. Toda interrogación presupone una o varias tesis sin cuya
aceptación por parte del preguntado se vuelve ininteligible o incluso capciosa. Preguntar
qué es lo que no marcha bien en la didáctica de la filosofía o por qué razón esta disciplina
no termina de arrancar con fuerza y, por consiguiente, mostrar un desarrollo acorde a su
importancia intrínseca, presupone, al menos, la afirmación rotunda, que el lector no tiene
por qué estar dispuesto a aceptar, de que la didáctica de la filosofía en España no funciona
correctamente como disciplina académica. Además la hipótesis del estado deficiente de
la didáctica de la filosofía parece quedar desmentida inapelablemente por el éxito
indudable de un congreso de innovación docente como el que nos ha reunido en la
Universidad de Barcelona.
Y, sin embargo, a mi juicio, la didáctica de la filosofía presenta globalmente un desarrollo
aún muy imperfecto; hasta se podría decir que se halla en una situación apenas germinal,
como, según espero, quedará probado por varias consideraciones meramente fácticas.
Si miramos a nuestro alrededor, se observa que la didáctica de la filosofía no muestra la
pujanza apreciable en las didácticas de otras disciplinas, como las matemáticas o los
idiomas modernos. Estos dos saberes citados, junto a otros, comparten dos rasgos que
quizás no se atribuyan sin discusión fácilmente a la filosofía. En primer lugar, son
*
jjgnorro@ucm.es
118
considerados aprendizajes indispensables, al menos en ciertas etapas vitales, para el
desarrollo intelectual de los educandos y para el incremento de sus expectativas
profesionales. En segundo, se las tiene por materias muy difíciles de dominar. A estas dos
razones quizás quepa añadir que las didácticas específicas han surgido especialmente en
las antiguas escuelas de magisterio. Al no estar la filosofía integrada en los planes de
estudios de la enseñanza primaria, no ha habido necesidad de crear una didáctica
específica de la filosofía.
Tampoco es equiparable la didáctica de la filosofía cultivada entre nosotros con su patente
auge en otros países, no muy apartados culturalmente del nuestro, como atestigua la
inexistencia de cátedras o profesores especializados en ella, la carencia de una amplia
bibliografía en este campo, la ausencia de publicaciones periódicas que recojan y
difundan las investigaciones realizadas, etc. De nuevo, este congreso barcelonés, más que
un desmentido de lo anterior, muestra por contraste, con su existencia singular, la realidad
denunciada.
Pero hay además otras razones para el juicio poco halagüeño que estoy realizando sobre
la didáctica de la filosofía. Creo que se puede decir, sin temor a errar, que la didáctica de
la filosofía no es una disciplina vigente entre nosotros. En el mundo universitario y, en
menor medida, en la enseñanza secundaria, no se considera que la didáctica de la filosofía
sea un saber indispensable, con el que hay que contar inevitablemente y que, en el caso
de no existir o de no existir con el suficiente rigor, debería buscarse inmediatamente.
Puede creerse que las razones de esta falta de vigencia, que contrasta con la vigencia
innegable de otras didácticas, se encuentran, por una parte, en el desprecio –lamento
emplear una palabra tan fuerte– que muchos profesores de filosofía sienten ante la
pedagogía en general y sus cultivadores, a los que consideran desertores del aula
banalmente entregados a una doble tarea, contradictoria en sí misma, de repetir
obviedades, reconocidas por cualquier persona con sentido común, o proponer estrategias
docentes completamente utópicas en las condiciones en que se da la enseñanza en
nuestros centros.
Sin embargo, más allá de estas dos razones o como fundamento de ellas se encuentra una
comprensión de la didáctica de la filosofía y unas actitudes hacia ella que, de acuerdo con
mi parecer, no cabe calificar más que de prejuicios, que cualquiera, y especialmente el
que se considera a sí mismo filósofo, debería reconsiderar. Veamos, pues, algunos de
estos prejuicios.
119
1. La inanidad de la didáctica de la filosofía
A la didáctica se le acusa de prescindir de la consideración de la índole de lo enseñado.
Se dice de ella que se centra en lo que, pomposamente, ha venido a llamarse proceso de
enseñanza-aprendizaje, desatendiendo el contenido enseñado o aprendido, como si para
ser profesor, un buen profesor, no se requiriese, como condición fundamental, un
profundo conocimiento de la materia impartida. Se pretende que en ambientes
pedagógicos se piensa que no es buen profesor quien más sabe, sino quien mejor enseña.
Y se sobreentiende –pues ¿quién se atrevería a decirlo bien alto?– que para enseñar bien
no es preciso conocer en profundidad lo enseñado, pues incluso ese conocimiento
exhaustivo puede llegar a estorbar. Llevado al extremo este razonamiento, habría que
creer que la didáctica no enseña materias concretas, sino el etéreo arte de aprender a
aprender, que, si dejamos a un lado el patente problema filosófico, con aroma innatista,
que contiene la fórmula, sería todo lo que el profesor debería enseñar y todo lo que el
discípulo precisaría aprender.
Así concebida, la didáctica adquiere un aspecto claramente sofístico, en el sentido
platónico del término y quien la domina puede reemplazar al verdadero experto en la
materia enseñada, como temía Sócrates que el retórico sustituyera al auténtico médico en
el cuidado del enfermo. El énfasis puesto en la adquisición de competencias no sería más
que la jerga confusa del especialista que apenas enmascara este propósito.
Por extendida que se encuentre esta comprensión de la didáctica, nada avala que sea la
única forma, ni tampoco la más adecuada, de entenderla. Quizá el primer principio de
toda didáctica sea el que recomienda el mejor conocimiento de lo enseñado, pero esto no
impide, reconocer el envés del principio, pues, aunque sin el conocimiento de lo que se
enseña difícilmente se podrá enseñarlo bien, su conocimiento, por sí solo, no garantiza su
adecuada enseñanza. Y, a pesar de la retórica que acompaña al discurso de las
competencias y habilidades, no deja de ser verdad que los grandes sistemas filosóficos
han propiciado, con frecuencia, su adquisición, aunque, por lo habitual, han dado a las
competencias y habilidades otros nombres. ¿Qué sino competencias son las virtudes
dianoéticas descritas por Aristóteles o la alegría intelectual preconizada por Spinoza? De
la misma manera que, cuando se subraya la imposibilidad de aprender filosofía y se
sustituye esta meta por la de aprender a filosofar, de alguna forma se está subrayando la
importancia de la adquisición de competencias y habilidades, que incluyen no solo una
capacidad de obrar, sino también un conocimiento sin el cual la acción no sería posible
120
y, sobre todo, un deseo vehemente de ejercer esa capacidad. Por ello, hasta los filósofos
que han criticado el dictum kantiano de aprender a filosofar, en vez de aprender filosofía,
como Hegel o Bergson, no estarían muy distantes de reconocer que la meta del
aprendizaje filosófico se cifra en la obtención de capacidades antes que en la
memorización de mera información.
2. El buen profesor nace, no se hace
Se escucha muy a menudo que de la misma manera que no cabe enseñar filosofía, sino
solo a filosofar –aunque rara vez se añaden las razones de esta imposibilidad–, tampoco
cabe enseñar a ser un buen profesor. La relación docente-discente es una relación humana
que abarca tantísimos aspectos cualitativos que no resultan susceptibles de someterse a
un conjunto de reglas fijas, como ilusionariamente el didacta aspira a formular. Puesto
que enseñar se parece más a un arte que a una técnica y depende mucho de las dotes
ingénitas del profesor, de poco sirve prepararse para esta función.
Este prejuicio es tanto más insidioso en cuanto que esconde dos medias verdades.
Ciertamente, la actividad de enseñar es muy compleja. Como relación humana, no es
previsible ni reiterable. Cada momento, cada estudiante, exige un modo de proceder y la
estandarización de nuestras clases solo se debe a nuestra inevitable limitación para captar
la situación real y al elevado número de estudiantes a los que por lo habitual damos clase.
Pero esta situación no impide que la reflexión sobre nuestra docencia (¡no otra cosa es la
didáctica!) mejore notablemente nuestro desempeño docente. El ejemplo del arte, lo
aclara. Sin dotes naturales, nadie se convierte en un músico virtuoso o al menos pasable.
Pero sin la enseñanza y la práctica, el más dotado musicalmente apenas entonaría
melodías muy sencillas.
3. El estudiante de filosofía no necesita motivación
Los profesores de filosofía solemos tener un alto concepto de lo que enseñamos, de
nuestros estudiantes y, lo que es más censurable, de nosotros mismos. Por eso, pensamos
que quien ha abierto los ojos por una vez al gran misterio del ser o al problema abismático
de la razón humana difícilmente dejará de sentirse fascinado por la meditación metafísica
ni será capaz de apartar la vista del proyecto filosófico. Tan conmovidos están nuestros
estudiantes por la filosofía, que no necesitan que se les motive para seguir estudiándola.
121
Más aún, creemos que a veces quienes flaquean, más que ayudados en su camino, deben
ser expulsados del recinto sagrado de la filosofía. No son dignos de convertirse en
filósofos. La carta séptima de Platón ha hecho grandes estragos entre nosotros.
Por supuesto que cuanto más vocacionales sean unos estudios, menos necesaria será la
motivación de los estudiantes. Pero, que a la filosofía se acuda por vocación –
misteriosamente en mayor grado que a otros estudios– no impide que se den con
frecuencia entre los estudiantes momentos de desánimo, que sientan flojear su interés ante
la aridez de ciertas materias filosóficas. Negar que los estudiantes de filosofía requieran
ser motivados es dar la espalda a la realidad de nuestras aulas y a las estadísticas de
fracaso universitario en nuestras facultades. Y despreciar a quienes muestran
desfallecimiento en la tensión del aprendizaje es incumplir nuestro compromiso docente.
Posiblemente, la didáctica de la filosofía tenga poco que enseñarnos en la tarea de la
motivación, pero no ha de olvidarse que desde siempre la motivación ha provenido más
de la persona del filósofo, con su ejemplo personal –Alcibíades no es un caso único– que
de la filosofía misma. Quizá en esto, como tampoco en otras muchas cosas, la filosofía
sea una excepción. Los oyentes de Sócrates quedaban deslumbrados por la filosofía solo
después de meses o años de haber estado hipnotizados por su figura humana, similar a la
del pez torpedo.
La didáctica puede enseñarnos quizá a captar mejor la atención de nuestros estudiantes y
también de ella podemos esperar que nos ponga en guardia de pseudoatenciones o
vínculos afectivos indebidos, pues al fin y al cabo hemos de encaminar a nuestros alumnos
hacia la filosofía y no al seguimiento personal.
4. La filosofía incluye su propia didáctica
Se cae en un nuevo prejuicio contra la conveniencia del cultivo de la didáctica de la
filosofía cuando se afirma que la filosofía no necesita de una didáctica porque su objeto
es evidente de suyo, pues son las cosas mismas. Es como si bastase el mero sentido
común, el sano entendimiento humano, para comprender que, aunque a primera vista no
nos demos cuenta de ello, el filósofo se ocupa de lo que está ahí, al alcance de la vista de
cualquiera, de lo que le pasa a todo ser humano y su discurso es fácilmente comprensible.
Además, se añade, todo sistema filosófico incluye su propia didáctica. A diferencia de
otros muchos saberes, el ordo exponendi coincide por lo general con el ordo inveniendi,
en contra de lo que afirmaba Descartes de su propia filosofía: «quia alia est via et ordo
122
inveniendi, alia docendi». El modo en que se alcanza la verdad suele ser la mejor manera
de exponerla y enseñarla. Lo deseable es que el aprendiz inicie el mismo viaje intelectual
que en su momento emprendió el filósofo. El Discurso del método, entre otras muchas
obras, muestra lo que en este momento se pretende decir. Sin embargo, el hecho de que
las doctrinas filosóficas y sus metodologías incluyan frecuentemente una propuesta
didáctica, no nos exime de reflexionar acerca de esta o de cualquier otra forma de
transmitir la filosofía y suscitar el interés por ella. Además, las clases de filosofía no se
reducen completamente a la exposición del pensamiento de un determinado autor. Con
frecuencia, se articulan en torno a problemas y sus posibles soluciones. Y en estos casos,
frecuentes, el profesor necesita elegir un método de enseñanza, el análisis del lenguaje –
lógico o natural– la hermenéutica subyacente a toda interpretación, la descripción
fenomenológica que emula el tratamiento fenomenológico, la discusión en condiciones
más o menos ideales, etc. La evaluación de estas y otras propuestas y su adaptación a la
clase, su puesta en práctica constituyen, qué duda cabe, un ejercicio logrado de reflexión
didáctica.
5. La didáctica de la filosofía privilegia el uso de las TICs o la inclusión de la
perspectiva de género, etc.
Posiblemente uno de los prejuicios más difíciles de erradicar consiste en identificar la
didáctica de la filosofía con determinadas propuestas realizadas en este ámbito. La queja
más frecuente entre los profesores reacios a considerar seriamente la didáctica de la
filosofía es que esta disciplina privilegia las TICs y, en general, las nuevas tecnologías de
la comunicación. Aquí se da un debate que, como ocurre a menudo, no elude las argucias
de la retórica. Los defensores de la introducción masiva de estas nuevas técnicas (el uso
de presentaciones, el recurso al campus virtual, etc.) acusan injustamente a quienes se
resisten a su uso a gran escala de que el único o al menos el principal motivo de su rechazo
es el trabajo adicional que supone para el docente empezar a utilizarlas, puesto que, sin
abandonar sus múltiples tareas ya de por sí fatigosas, debe formarse en nuevas tecnologías
y crear materiales muy diversos.
Quienes, por su parte, se oponen a la utilización habitual de estas técnicas aducen que la
enseñanza es una actividad claramente humana, abierta siempre a lo inesperado que se
esconde en toda relación entre personas, y que, por esta razón, puede y debe seguir
realizando sin el recurso a nuevos procedimientos tecnológicos siempre que sea posible.
123
Además, añaden que la implantación de estas tecnologías apunta a la paulatina sustitución
de la relación directa entre docente y discente por la enseñanza a distancia o, dicho de
otra manera más precisa, por trasladar a las máquinas la parte esencial del trabajo docente.
Sea como fuere, este y otros debates nos sitúan ya en pleno corazón de la reflexión
didáctica y si una parte del profesorado, con visiones muy concretas sobre ciertos asuntos,
como, por ejemplo, los efectos perjudiciales de un uso indiscriminado de las TICs, se
desentiende de ellos, no podemos extrañarnos de la preponderancia de otras voces que
tienen visiones muy diferentes.
Algo similar ocurre con las propuestas de reforma de los programas para incluir en ellos
visiones de género más equitativas. De nuevo, estamos en el núcleo mismo del debate
didáctico, que no se refiere solo al cómo, sino también al qué enseñar. Y todos los
profesores deberían sentirse llamados a participar en estas discusiones.
6. La didáctica de la filosofía exige la innovación incluso cuando esta no es
necesaria
Quienes nos hemos dedicado a la didáctica de la filosofía, posiblemente hemos pecado
de recurrir en exceso a la expresión innovación, como si este término fuese una voz
talismán capaz de suscitar el interés en cualquier contexto. Si se ha sucumbido ante la
fascinación de lo nuevo más de lo debido, esta actitud ha de corregirse. Ciertamente,
nuestra época padece la ilusión del progreso en una forma desmedida. Caemos en lo que
cabría llamar la falacia post hoc, ergo melior hoc, construida a imagen del conocido
sofisma post hoc ergo propter hoc. Si no cabe establecer un vínculo causal entre dos
acontecimientos simplemente porque uno siga indefectiblemene al otro (y mucho menos
si lo ha seguido unas pocas veces), tampoco es lógicamente lícito establecer que lo que
viene después de algo será necesariamente mejor que lo que le ha precedido. Es un
papanatismo pensar que una caracterización meramente temporal (ser posterior a) supone
necesariamente una superioridad axiológica. Lo más reciente no es siempre lo mejor.
Tampoco en pedagogía. De manera que la reflexión didáctica puede enderezarse
asimismo a la crítica de esta ilusión carente de fundamento.
Solo en un sentido, muy laxo, la didáctica está vinculada a proponer novedades. La
reflexión sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje implica tener respuestas a cuestiones
tales como para qué enseñar, por ejemplo, filosofía (¿qué se pretende que el estudiante
adquiera mediante esa enseñanza, cómo cambiará su comportamiento este aprendizaje?),
124
qué enseñar en concreto y cómo enseñarlo, además de cómo evaluar el aprendizaje. A
estas cuestiones, a las que todo profesor tiene que dar respuesta, se puede contestar desde
algunas fuentes impropias del saber, como la autoridad reconocida como tal, la imitación
consciente o inconsciente de ciertos modelos, o la costumbre, el siempre se ha hecho así.
La reflexión didáctica aspira a encontrar respuesta a preguntas como esas a partir de
fuentes más científicas, o más filosóficas, si se prefiere. Y, por consiguiente, a hallar
respuestas más originales, surgidas de la convicción propia contrastada. Solo en este
sentido de original –lo que brota de la experiencia y el juicio personales– debe la reflexión
didáctica ser innovadora y nunca por proponer por necesidad experiencias jamás antes
realizadas y el repudio de los usos tradicionales.
7. La didáctica de la filosofía complica la vida del profesor
No cabe negar que la irrupción en el ámbito universitario de la pedagogía ha supuesto,
por una parte, un incremento considerable de lo que cabría denominar “burocracia
docente”, donde la actividad propiamente educativa y la actuación administrativa
aparecen cada vez más indisociables. Por otra parte, aumenta la exigencia de mejorar los
resultados de la enseñanza, entendidos normalmente como disminución del fracaso de
aprendizaje, lo que se traduce, de manera muy sesgada, como abandono universitario o
escolar en general. Es como si no pudiera haber un fracaso docente-discente a pesar de la
obtención de rimbombantes títulos académicos.
Una vez más, interesarse vivamente por la didáctica no supone comulgar con estas ideas.
Basta adquirir conciencia de que el profesor –y su libertad de cátedra– no es un monarca
absoluto que puede planear y ejecutar su actividad docente independientemente de las
leyes, por ejemplo, los planes de estudios, de sus colegas y lo que realizan en sus clases,
y de los intereses y conocimientos previos de sus estudiantes. Acostumbrados a trabajar
de forma muy individualista, la entrada de la pedagogía en la universidad nos ha
conmocionado al obligarnos a cambiar ciertas rutinas. Pero esta incomodidad, muy a
menudo incrementada de manera innecesaria por propuestas muy torpes, no debería
convertirse en un alegato total contra las didácticas de las disciplinas que enseñamos.
125
8. ¿Qué hacer para mejorar la vigencia de la didáctica de la filosofía?
Si el panorama hasta aquí descrito es medianamente aceptable, se impone que redoblemos
los esfuerzos para lograr que la didáctica de la filosofia esté más presente en los distintos
niveles de enseñanza. Consciente de los muchos defectos atribuibles a mi facultad y sin
pretensión de proponerla como ejemplo, quisiera, sin embargo, terminar enumerando
algunas iniciativas emprendidas hasta el momento y encaminadas a aumentar la vigencia
de la didáctica de la filosofía en la Universidad Complutense de Madrid.
En primer lugar, cuidar lo más posible el Máster de Formación del Profesorado. Desde
luego, que el grado de filosofía no debe diseñarse exclusivamente para formar profesores
de secundaria. Son muchas –más de las que habitualmente uno se imagina– las salidas
profesionales distintas de la docencia para los estudiantes de filosofía. Además de que no
está dicho que la única finalidad de unos estudios universitarios sea la de formar a los
trabajadores de unas determinadas profesiones. Con todo, la docencia en la secundaria es
una de las profesiones que más eligen nuestros egresados. El máster que les habilita
profesionalmente para ello no puede ser un mero trámite ni una carga impuesta
legalmente, sino la ocasión de que se inicien en el aprendizaje de una profesión que nunca
se acaba de dominar. Para ello, hay que reflexionar acerca de los programas de las
distintas asignaturas para evitar repeticiones y colmar lagunas, conceder una gran
importancia al periodo de prácticas y alcanzar un equilibrio entre el profesorado
proveniente de los centros de secundaria (profesores asociados) y profesores de
universidad realmente interesados por esa docencia.
En segundo lugar, participar en congresos como este que ahora se clausura y promover
otros similares. El encuentro de las personas interesadas en una disciplina científica
permite, como es sabido, anudar relaciones profesionales que abrirán nuevas
posibilidades investigadoras.
En tercer lugar, acabamos de crear una revista académica dedicada exclusivamente a
difundir la investigación de didáctica de la filosofía. Aspiramos a que, dentro de unos
pocos años, la revista se sitúe en los mejores puestos y sea así no solamente un escaparate
donde se muestre parte de la investigación en didáctica de la filosofia, sino también un
útil instrumento para la construcción de los curricula de los jóvenes investigadores que a
ella se dediquen. Eumázeia. Revista de Didáctica de Filosofía, Lógica y Ética es su
nombre y están todos ustedes cordialmente invitados a contribuir a ella con sus
investigaciones.
126
En cuarto lugar, ofrecer a todos nuestros estudiantes del primer curso de los distintos
títulos (grado, máster y doctorado) cursillos metodológicos para facilitarles el dominio de
las técnicas que se utilizarán en cada nivel de enseñanza universitaria.
En quinto lugar, estamos planeando la creación de títulos propios centrados en diversos
aspectos de la enseñanza de la filosofía tanto en niveles reglados como no reglados.
Creemos especialmente urgente ofrecer formación a los profesionales que se dediquen a
la enseñanza de la filosofía en los niveles no reglados, como la enseñanza primaria o la
difusión de la filosofía fuera de las aulas.
Por último, hemos creado una colección, denominada Akroasis, en la Editorial Guillermo
Escolar, para recoger monografías sobre didáctica de la filosofía. Ya hemos publicado
dos volúmenes.
Creo que estas iniciativas, junto a otras muchas realizadas y en marcha en otros lugares,
que ya conocía o cuya existencia he conocido a lo largo de la convivencia entre nosotros
durante estos días de congreso, contribuirán decisivamente a que crezca la vigencia de la
didáctica de la filosofía. Queda mucho trabajo por delante. Mucho ánimo.
127
La Red de Innovación Educativa en Filosofía
Un espacio para la colaboración y el encuentro
MARINA GARCÍA-GRANERO*
Universitat de València
Resumen: El trabajo expone los objetivos, origen y trayectoria de la Red de Innovación
Educativa en Filosofía (RIEF). La RIEF responde a una demanda y necesidad del profesorado
de filosofía interesado en innovar su práctica docente. La creación de esta red beneficiará
directamente a profesorado y alumnado de diferentes niveles de educación y universidades
del territorio español que apuestan por metodologías innovadoras en la enseñanza y el
aprendizaje de la Filosofía. Además, desde su fundación, la RIEF se propone como uno de
sus objetivos prioritarios la creación de una página web, como espacio virtual para
mantenerse al tanto de las actividades, publicaciones y avances en el ámbito de la innovación
educativa, tanto transversal como aplicada específicamente a la filosofía.
Palabras clave: red, innovación educativa, filosofía, página web
Abstract: This paper presents the objectives, origins and path of the Spanish Network of
Educational Innovation in Philosophy (Spanish acronym: RIEF). The RIEF responds to a
demand and necessity of professors and teachers interested in innovating their educational
practice. The establishment of this network will directly benefit professors, teachers and
students of the different levels of education and universities in Spain, that opt for innovative
methodologies in their teaching and learning of Philosophy. Furthermore, since its
foundation, one of its prioritary objectives has been the creation of a website, a virtual space
to stay up to date on all the activities, publications and advances in the field of educational
innovation, both transversal and applied specifically to philosophy.
Keywords: network, educational innovation, philosophy, website
La Red de Innovación Educativa en Filosofía (RIEF) nace con el objetivo de conectar
todo el profesorado de Filosofía, tanto de nivel universitario como de enseñanza
secundaria, que esté interesado en mejorar su práctica pedagógica. Su propósito es crear
un espacio de intercambio de experiencias que permita una puesta al día de los eventos,
publicaciones y actividades, para que exista un verdadero intercambio de comunicación
y colaboración respecto a propuestas para la innovación educativa. Desde el momento de
la fundación, además de la Universitat de València, están implicadas universidades como
la Universidad Complutense de Madrid, la Universitat de Barcelona, la Universitat de les
Illes Balears, la Universitat de Girona, la Universidad de Málaga, la Universidad de
*
Investigadora predoctoral FPU-MCIU en el Departamento de Filosofía de la Universitat de València. EMail : marina.garcia-granero@uv.es. Este trabajo se inscribe dentro del proyecto de innovación educativa
con referencia UV-SFPIE_GER18-952613. Agradezco al profesor Javier Gracia el haberme incluido en el
proyecto de creación de la RIEF desde el primer momento, además de su revisión de este manuscrito.
128
Sevilla y la Universitat Jaume I de Castelló. Más recientemente, se ha incorporado la
Universidad de Navarra, además de muchos institutos del Estado español. Se aspira a
extender vínculos colaborativos entre diferentes instituciones educativas. En la
actualidad, y desde su fundación, el profesor Javier Gracia Calandín, de la Universidad
de Valencia, ejerce la función de Coordinador.
La RIEF pretende estimular la mejora de la docencia mediante la reflexión sobre la
efectividad de los recursos que se aplican, tanto metodológicos como materiales,
potenciar la toma de conciencia de los principales problemas que afrontan los docentes
de la filosofía en el marco educativo actual en todos sus niveles —filosofía para niños,
enseñanza secundaria, bachillerato, grado universitario y máster universitario—, y
visibilizar y dar a conocer las diversas iniciativas relacionadas con metodologías
innovadoras en la filosofía. La red es, en primer lugar, una red entre personas que
comparten su interés y dedicación a la enseñanza y al aprendizaje de la filosofía, siendo
la mayor parte de ellas profesores o personal investigador en formación.
Podría decirse que la innovación educativa es un ámbito de trabajo quizás desconocido o,
por lo menos, relegado a un segundo plano respecto a otros ámbitos como la docencia o
la investigación, entendidas en sus sentidos más tradicionales. No obstante, su
importancia es capital si se quiere mejorar las prácticas de enseñanza y aprendizaje para
una experiencia más rica del alumnado y del profesorado, y si se quiere, en última
instancia, construir entre todos unas instituciones educativas de calidad. La innovación
educativa supone un reto que nos lleva a replantear el magisterio de la filosofía a la luz
de los últimos avances en la investigación, y que, al mismo tiempo, nos invita a recuperar
la actitud filosófica de búsqueda del conocimiento y de la verdad (Gracia Calandín, 2017).
Además, la RIEF reivindica el deber de la filosofía, no sólo de prestar atención a sus
métodos de enseñanza, sino también, desde una perspectiva más radical, el deber de
convertir la reflexión sobre dichos métodos en una esfera intrínseca a la propia disciplina.
En lo que sigue, se expondrán, en primer lugar, los orígenes y la historia de la RIEF, en
segundo lugar, se expondrán los objetivos de la misma, y finalmente, se realizará una
breve presentación de su página web.
1. Orígenes y trayectoria de la RIEF
Si bien se habían celebrado con anterioridad Jornadas sobre Innovación Educativa en
Filosofía en las Universidades de Sevilla y Granada, la propuesta de profundizar en el
129
tema de la innovación educativa en la filosofía cobra fuerza a partir del I Congreso
Internacional de Innovación Docente en la Enseñanza de la Filosofía, celebrado del 5 al
7 de noviembre de 2014 en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de
Madrid, y dirigido por Rafael Orden y Juan José García Norro. El I Congreso contó con
una nutrida representación internacional, tanto entre los ponentes como en el comité
científico, procedente de países como Alemania, Italia o Islandia. Se publicó una
selección de las contribuciones al Congreso en un volumen colectivo de la editorial
Escolar y Mayo (Orden Jiménez, García Norro y Ingala Gómez, 2016).
Dos años después, tuvo lugar el II Congreso Internacional de Innovación Educativa en
Filosofía en la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universitat de
València del 19 al 21 de octubre de 2016. El evento, que recogía el testigo de Madrid y
fue dirigido por Javier Gracia y Pedro Jesús Teruel, demostró ser un espacio idóneo para
la reflexión filosófica y la discusión en torno a diversos temas vinculados con la
innovación educativa en la filosofía. Dicho Congreso contó con el apoyo del proyecto de
innovación “Retos actuales en la enseñanza de la filosofía” (referencia nº UVSFPIE_RMD16-418242) concedido por el Vicerrectorado de Políticas de Formación y
Calidad Educativa de la Universitat de València.
Fruto de las intervenciones, se publicó un monográfico sobre innovación educativa en
filosofía en la revista Quaderns de filosofia (Gracia y Teruel, 2017), y dos volúmenes
colectivos en la editorial Comares (Gracia et al., 2017; Teruel et al., 2017). Una de las
principales conclusiones del II Congreso fue la necesidad de establecer una red estatal de
innovación educativa en la filosofía, que los y las participantes consideraron una labor
urgente. En su seno, se decidió que la Universitat de Barcelona sería la sede en que
celebraría el III Congreso en enero de 2019, organizado por Mª Isabel Méndez Lloret y
Núria Sara Miras Boronat.
Durante el curso 2017-2018, la concesión de un proyecto de innovación educativa por
parte del Vicerrectorado de Políticas de Formación y Calidad Educativa de la Universitat
de València, constituyó el impulso final para crear la RIEF. El proyecto llevaba por título
“Red
de
Innovación
Educativa
en
Filosofía”
(referencia
nº
UV-
SFPIE_GER1718_2F_725192), y sus PDI responsables fueron Javier Gracia Calandín y
Elena Cantarino Suñer. Gracias al soporte económico de este proyecto, el 2 de junio de
2018 tuvo lugar el I Encuentro de la RIEF en el Colegio Mayor Rector Peset de la
Universitat de Valencia. En él se abordaron los siguientes temas: presentación de
asistentes, la historia que ha llevado a crear la red, iniciativas y posibles sinergias de
130
proyectos conjuntos, la presentación de la página web de la RIEF, la presentación del III
Congreso, y se tomó la decisión de organizar nuevos encuentros.
Del 23 al 25 de enero 2019, tuvo lugar el III Congreso Internacional sobre Innovación
Educativa en Filosofía en la Universitat de Barcelona. Gracias a la valiosa labor
desempeñada en la preparación y realización del III Congreso por parte del Comité
Organizador, liderado por Mª Isabel Méndez Lloret, fueron tres días intensos y muy
fecundos de trabajo y colaboración. Tras la clausura del Congreso, se celebró el II
Encuentro de la RIEF, en la misma Universidad, y al que pudieron asistir todos los
congresistas interesados en unirse a la red.
En dicho II Encuentro, y tras valorar las diversas opciones y dada la favorable disposición
e iniciativa de Rafael Orden y Juan José García Norro se acordó que la sede del próximo
IV Congreso de Innovación Educativa en Filosofía fuese la Universidad Complutense de
Madrid, que además cuenta con la experiencia de la organización del primer evento.
Asimismo, se espera celebrar un III Encuentro de la RIEF, durante el curso 2019-2020.
Actualmente la Red de Innovación Educativa en Filosofía cuenta con el aval de un nuevo
proyecto de innovación educativa, concedido por el Vicerrectorado de Políticas de
Formación y Calidad Educativa de la Universitat de València (UV-SFPIE_GER18952613), y cuyo PDI responsable es su coordinador, el profesor Javier Gracia Calandín.
2. Objetivos de la Red de Innovación Educativa en Filosofía
En nuestro contexto más inmediato, podemos afirmar que no existía previamente una red
o espacio de colaboración científica específicamente dedicado a la innovación educativa
en filosofía. Por ello, la RIEF responde a una demanda y necesidad del profesorado de
filosofía interesado en innovar su práctica docente. Además, desde su fundación, la RIEF
se propone como uno de sus objetivos prioritarios la creación de una página web, en
formato blog.
Conscientes de las posibilidades pedagógicas, participativas y de colaboración científica
en la Web 2.0 o Web social, los miembros de la RIEF se percatan de la necesidad de crear
una plataforma virtual que permita la difusión de conocimientos y noticias. Tanto la
tecnología como internet son un motor de la innovación educativa, pero también
representan puntos de encuentro para la puesta en común.
131
De modo que la página web de la RIEF1 fomenta la creación de grupos que trabajen en
líneas similares de forma estable, evitando la atomización de los mismos y crea un espacio
virtual que vincula al profesorado de secundaria y universidad perteneciente al área de
filosofía bajo los parámetros de la colaboración y participación. Muchos profesionales de
la filosofía disfrutarán de este espacio virtual para mantenerse al tanto de eventos,
publicaciones, cursos y actividades en el ámbito de la innovación educativa, tanto
transversal como aplicada específicamente a la filosofía. El establecimiento de la red
beneficiará directamente a profesorado y alumnado de diferentes centros de educación y
universidades del territorio español que apuestan por metodologías innovadoras en la
enseñanza de la filosofía. En este sentido, conviene tener en cuenta que cuanto más amplia
sea la red, mayor será su difusión. Si en el marco de la RIEF surgen propuestas para
trabajar mediante seminarios sobre temas de innovación educativa y didáctica de la
Filosofía, se crearán grupos específicos con intereses afines.
Sin duda, la filosofía tiene mucho que decir sobre la innovación educativa, pues más allá
de aplicaciones, recursos y metodologías, nos permite reflexionar no sólo sobre los
medios, sino también sobre los fines. Nos devuelve a la pregunta radical de reflexionar
sobre el fin primero y más fundamental de la educación, y por ende, de la innovación
educativa: la formación cívica y humana de las personas (Gracia Calandín, 2018). La
innovación educativa en filosofía crea el caldo de cultivo desde el cual se forma una
ciudadanía crítica, ética y capaz.
3. Presentación de la página web
La página web tiene como objetivo que todas las personas interesadas en la innovación
educativa en la Filosofía puedan estar informadas de las novedades, actividades de
interés, recursos didácticos en la Filosofía, y que, si lo desean, puedan participar en las
diferentes iniciativas que se propongan. La página web puede visitarse en la siguiente
dirección: http://rief.blogs.uv.es. Esta propuesta responde a una estrategia didáctica
basada en la incorporación de las TIC en el aula y en la investigación, cuyo sustento
teórico está en las corrientes constructivistas y el aprendizaje colaborativo. En virtud de
ello, nos hemos propuesto aprovechar los recursos que nos proporciona la Web 2.0,
modelo actual de red, que se caracteriza no sólo por comprender Internet como un recurso
1
Disponible en la dirección http://rief.blogs.uv.es.
132
para la información, sino también como un recurso para la comunicación, puesto que las
redes son espacios sociales y comunidades de aprendizaje. La página web permite el
intercambio de informaciones y experiencias procedentes de territorios diferentes,
construyendo así un espacio común desde lugares alejados físicamente. Como es natural,
el éxito de la página dependerá de su difusión y de la colaboración y transmisión por parte
de los y las visitantes con la administradora, encargada de publicar las noticias, eventos
y contenidos.
Se escogió el tema —formato de WordPress— “Twenty Ten”. Este tema consiste en un
título de encabezado alineado a la izquierda, seguido de una foto de cabecera, y un menú
superior. El menú superior es una característica que se ha considerado apropiada para
proporcionar la mayor apariencia posible de Web, para así destacar que las funciones de
la página no se limitan a ser un blog. A continuación, explicaremos el sentido de cada una
de las pestañas.
En primer lugar, la pestaña “Inicio” muestra las entradas de blog en orden cronológico.
Aquí se muestran todas las noticias, sea cual sea su categoría. En segundo lugar, la pestaña
“Sobre la RIEF” es una página fija que recopila una presentación de la Red de Innovación
Educativa en Filosofía, su historia, así como un listado de sus miembros y centros de
adscripción. En tercer lugar, la pestaña “Encuentros de la RIEF” es otra página fija que
recopila los resúmenes de los Encuentros de la RIEF. En cuarto lugar, la pestaña
“Congresos de Innovación Educativa en Filosofía”, recopila información sobre los
Congresos de Innovación Educativa organizados por miembros de la RIEF, si bien los
dos primeros, como ya se ha explicado, son anteriores a la creación de la red. En quinto
lugar, la pestaña “Actividades” funciona como recopilatorio de las noticias que poseen la
etiqueta de mismo nombre, es decir, todas aquellas noticias de eventos como congresos
de innovación educativa —no sólo de filosofía—, jornadas, seminarios, cursos, etc., que
puedan resultar de interés. Del mismo modo, la pestaña “Publicaciones” también funciona
como de las noticias que poseen dicha etiqueta, sobre libros, revistas, monográficos o
recursos didácticos. La séptima pestaña fija del menú superior se denomina “Recursos
didácticos” y enlaza a un listado de materiales creados tanto por miembros de la RIEF
como por personas independientes y organismos externos. Esta sección permite difundir
interesantes recursos e informaciones, para que el mayor número de gente pueda disfrutar
de ellos, y también, crear alianzas entre grupos afines. Al ser una página fija, los enlaces
estarán siempre fácilmente disponibles, con independencia del flujo cronológico de
noticias.
133
Finalmente, la etiqueta “Suscríbete” funciona gracias a la extensión MailChimp, y
posibilita que quien lo desea pueda recibir las noticias publicadas en la Web en su bandeja
de entrada de correo electrónico, para así no perderse ninguna. Existe además un buscador
en la parte superior derecha de la interfaz, que hace posible la búsqueda por palabras
clave. Cada una de las pestañas dispone de un hipervínculo, de modo que se puede acceder
directamente
a
ellas
mediante
un
enlace
directo,
por
ejemplo:
http://rief.blogs.uv.es/acercade/. En definitiva, se ha procurado crear una interfaz lo más
clara posible, que posibilite un uso sencillo para quien la visite, y al mismo tiempo, con
grandes posibilidades para verter contenido de interés para los y las profesionales de la
Filosofía. La página web de la RIEF representa un espacio virtual académico pero
accesible, un lugar donde presentar nuestros objetivos, así como difundir artículos,
materiales, recursos didácticos, en torno a la innovación educativa, que hayan sido
elaborados tanto por los y las miembros de la red, como por grupos externos.
Bibliografía
Gracia Calandín, Javier (2017). Repensando la innovación educativa en y desde la
filosofía. Estudio introductorio. Quaderns de filosofia, 4(1), 11-23.
Gracia Calandín, Javier (2018). El desafío ético de la educación. Madrid: Dykinson.
Gracia Calandín, Javier; Ortega Esquembre, César; De Tienda Palop, Lidia y Richart
Piqueras, Andrés (Eds.) (2017). La aventura de innovar en filosofía. Proyectos y
experiencias educativas. Granada: Comares.
Gracia Calandín, Javier y Teruel, Pedro Jesús (Coords.) (2017). Innovación educativa en
filosofía. Quaderns de filosofia, 4(1). Número monográfico.
Orden Jiménez, Rafael; García Norro, Juan José y Ingala Gómez, Emma (Eds.) (2016).
Diotima o de la dificultad de enseñar filosofía. Madrid: Escolar y Mayo.
Teruel, Pedro Jesús; Cantarino, Elena; Batalla, Ana Lucía y Ibáñez, Jaime (Eds.) (2017).
La inquietud del pensar: enseñar filosofía en el siglo XXI. Granada: Comares.
134
Integración de la experiencia estética en la enseñanza de la filosofía
EVA GAREA TRABA, RICARDO RODRÍGUEZ DE RÁVENA Y MIGUEL VÁZQUEZ
FREIRE
Grupo Nexos de Didáctica de la Filosofía*
Resumen: A partir de la experiencia docente de los autores se reivindica la presencia de la
dimensión estética en los contenidos del currículum de las materias filosóficas. A modo de
ilustración de esa experiencia se presentan tres ejemplos de inclusión y fomento de la
creatividad intelectual y artística en las clases de filosofía.
Palabras clave: Innovación, Filosofía, Estética, Creatividad
Abstract: From the teaching experience of the authors, the presence of the aesthetic
dimension in the contents of the curriculum of the philosophical subjects is vindicated. As an
illustration of this experience are presented three examples of inclusion and promotion of
intellectual and artistic creativity in the classes of Philosophy.
Keywords: Innovation, Philosophy, Aesthetics, Creativity
Como es sabido, la filosofía en el bachillerato español durante muchos años ha estado
representada con dos materias: una de iniciación y otra de carácter histórico. Pero, en el
currículum de estas dos materias, de las cinco grandes categorías eidéticas de la filosofía
clásica –Ser, Verdad, Bien, Justicia y Belleza– la última casi siempre ha estado olvidada.
No es un olvido casual, sino que reproduce en nuestro ámbito disciplinar el mismo olvido
que en general está presente en toda la tradición curricular española, aunque dejaremos
para los historiadores del currículum la investigación de sus causas. Aquí nos interesa
señalar dos cosas: que desde el punto de vista psicopedagógico y de la teoría del
currículum la ausencia de educación estética implica una grave carencia formativa (la
bibliografía con la que podríamos apoyar este aserto es ingente, permítasenos obviarla);
que los contenidos curriculares asociados con esta educación presentan un especial
atractivo para el trabajo con los adolescentes.
La estética tuvo por fin un lugar, bien que reducido, en el currículum de Filosofía de 1º
de bachillerato a partir de la tan denostada LOGSE. En las sucesivas reformas y
contrarreformas ese ya escaso lugar se ha reducido, en algún caso hasta desaparecer.
Como en la actualidad de nuevo nos encontramos en una situación fluctuante, abierta al
*
compostela@nexosfilosofia.org
135
debate sobre las materias y contenidos, nosotros nos proponemos reivindicar la necesidad
de que la dimensión estética esté presente en los contenidos del currículum de las materias
filosóficas, apoyando esa reivindicación en nuestra propia experiencia docente de los
últimos años, por desgracia sometida a las discontinuidades que la ya referida débil
presencia ha venido imponiendo a nuestro trabajo.
Como se verá, en los tres casos se da una importancia fundamental al papel activo del
alumnado, en el sentido de considerar que la dimensión meramente reflexiva del análisis
filosófico debe complementarse mediante la producción creadora de un discurso propio.
Este no tiene por qué adoptar formas académicas estandarizadas, sino que puede y debe
abrirse a formas expresivas facilitadas por nuevos medios con los que el alumnado está
familiarizado y que forman parte de su cultura espontánea (vídeos, programas televisivos,
cómic, fotografía, diarios ilustrados).
1. La televisión en la práctica filosófica
En el marco de un grupo de trabajo radicado en la biblioteca1 del centro y destinado a la
mejora de la convivencia y los procesos educativos en general, fue propuesta la creación
de una radio escolar. Contra lo esperado, se llegó a la conclusión de que resultaba más
asequible y potencialmente más fructífera la puesta en marcha de una televisión escolar.
No ignorábamos las dificultades que implicaba disponer de la estructura organizativa y la
dedicación personal que precisa una televisión. A diferencia de un mero canal de vídeos,
una televisión requiere una programación estable, destinada a entretener, informar,
mediar, aprender, educar, formar, convivir, y, sobre todo, a fomentar la creatividad y el
pensamiento crítico, dirigido, por ejemplo, al análisis de los mecanismos de
embrutecimiento y manipulación que practican los media cuando se hallan al servicio de
intereses espurios.
Contábamos con la experiencia de un número significativo de estudiantes y la pericia de
algunas profesoras en el trabajo con videogramas didácticos2. Comenzamos con un
programa de entrevistas producido y realizado por un grupo de alumnas de los primeros
cursos de la ESO. Pronto se fue agregando alumnado de los cursos superiores para la
cobertura de eventos. Poco más tarde dos grupos de primero de bachillerato realizaron
1
http://nexosfilosofia.org/bibliotheke
2
http://nexosfilosofia.org/videoxema
136
sendas series de ficción, que fueron capaces de generar suficiente expectación para dar
soporte a un esbozo de programación regular. A pesar de haber alcanzado una difusión
notable en los medios de comunicación y en las redes sociales, además de entre el
alumnado del centro, distamos de considerar nuestra XeMa.tv3 un proyecto consolidado.
Las propuestas que aquí presentamos tienen su origen en la constatación de la existencia
en nuestros sistemas educativos de una multiplicidad de dinámicas que conspiran, en
cierto sentido, poniendo trabas al libre desarrollo de la creatividad intelectual. Para liberar
tiempos y espacios en los que pudiera aflorar actividad creadora hemos seguido diversas
estrategias, atendiendo tanto al carácter coyuntural o estructural de los impedimentos
cuanto al aspecto del currículum en el que se originan.
Cuando la creatividad se entiende como originalidad, más que como autoría o
originariedad, y se celebra, en consecuencia, en calidad de fruto excepcional, pero
prescindible, del proceso educativo, perdemos la perspectiva que nos permite percibir el
daño que su ausencia inflige en la virtud emancipadora de la educación. Nos movemos
en el marco de una aparente contradicción, casi aporética, entre la finalidad última de la
educación, capacitadora (o competencial, dejando aparte las ontologías que resuenan en
la memoria semántica de ambas nociones) y la emancipadora.
Adolecería de una ingenuidad incompatible con la opinión de cualquier educador
experimentado la pretensión de debilitar o renunciar al objetivo de capacitar en tanto se
oponga a la consecución incondicional de emancipación. Y ello no solo porque, además
de ignorar la imposibilidad de reducir el ritmo de construcción del conocimiento al de los
contextos de descubrimiento de las ciencias, chocaría con las legítimas demandas del
sistema productivo para garantizar la viabilidad de una reproducción social equitativa,
sino, sobre todo, porque desperdiciaría conocimientos instrumentales y tecnologías
poseedoras de virtualidades emancipadoras en el mundo del presente.
El abandono de cualquier modelo didáctico o protocolo pedagógico validado en aras de
la pura maestría y creatividad personal no solo dejaría inermes a los jóvenes educandos
frente a posibles abusos e incompetencias de las agencias educadoras, sino que también
desaprovecharía muchas de las técnicas, herramientas y procedimientos que contribuyen
contrastadamente a mejorar el rendimiento del trabajo docente. Tampoco resultaría
aceptable, por otro lado, una situación en la que el objetivo de la capacitación se
sobreponga, condicione, anule o exteriorice como excepcionalidad emergente y aleatoria
3
http://nexosfilosofia.org/xematv
137
la finalidad emancipadora de la educación. Una situación esta que se parece mucho a la
actual.
Si no fuésemos capaces de propiciar que el alumnado, sobre todo el adolescente, tenga la
posibilidad de distanciarse de la urgencia en disponer de soluciones fáciles e inmediatas
a los conflictos afectivos y biográficos entreverados con los procesos de aprendizaje, para
poderse cuidar de construirse y deconstruirse a sí mismo, nos desviaremos del objetivo
ético primario de la educación y pondremos en riesgo su inherente compromiso
democrático.
No hará falta insistir en el empobrecimiento que supone la conversión de los educadores
en meros funcionarios ejecutores de protocolos prestablecidos destinados a todos los
ámbitos en los que tienen lugar los procesos educativos: afectivos, cognitivos,
socializadores, etc. En vez de prosélitos de un pedagogismo alienante precisamos
educadores emancipados y creativos que hagan frente a la complejidad del mundo real en
el que se desenvuelve la educación, apropiándose de las aportaciones de las ciencias de
la educación, así como de la experiencia acumulada, e innovando cuando sea menester.
Es en este contexto de búsqueda del complemento emancipador del sistema donde se hace
presente con una intensidad inequívoca la necesidad de promover estrategias que tengan
como objetivo la demanda cuidadosa del ejercicio de una poiesis pensante o artística,
generadora de la responsabilidad propia de toda autoría. No hará falta insistir en la fuerza
irreprimible de la motivación asociada a las obras de las que el alumnado o el profesorado
se sienten autores.
En coherencia con lo anterior venimos proponiendo y experimentando para el currículo
de filosofía, mas no solo para él, la introducción de prácticas filosóficas que incorporen
la producción de obras de naturaleza artística o técnica, de carácter individual y colectivo.
Y ello de modo que a su través se ofrezca una perspectiva capaz de abrir o, cuando menos,
de relativizar el carácter codificado y cerrado de una obra, texto o discurso terminado.
Solo si he tenido la experiencia de pensar por mí mismo, podré acercarme al pensamiento
de otro en calidad de igual. Solo si he sufrido la experiencia del vacío que antecede a la
creación poética, podré acceder a la riqueza inconmensurable de un poema logrado4.
4
http://nexosfilosofia.org/bibliotheke?id=2540,2586,9724,11836,12864,13366,14286
http://nexosfilosofia.org/videoxema?id=302,304,1193,1207,1254,1259,1334,1365,1367,1372,1376,1384,
1390,1396
http://nexosfilosofia.org/xematv?id=7,11,18:20,40,42,46
138
2. Una experiencia de filosofía cinética
En esta experiencia partimos del análisis de las principales fuentes teóricas sobre la
conexión entre mente y cuerpo, que van desde los materialistas griegos al pensamiento
de Deleuze o Merleau-Ponty, pasando por todos aquellos pensadores que nos han
recordado el papel del cuerpo en el pensamiento y su relación indisoluble con eso que
llamamos mente (Spinoza, Hume, James, Nietzsche…), hasta la Neurobiología y autores
actuales, como Damasio, que afirman el papel del cuerpo en la producción de las
emociones, la autopercepción y la percepción del mundo. La experiencia explora la
importancia del aprendizaje corporal para la integración del sentido y el significado de
los grandes textos filosóficos, fundamentalmente aquellos de naturaleza metafórica.
En este caso mostramos el proceso de elaboración del proyecto realizado sobre el texto
del Mito de la Caverna: fichas de trabajo, libreto de escena y vídeos de los ensayos y
representación5. En la experiencia concreta que se muestra, y que sirve de ejemplo a otras
similares, la metodología se estructura de la siguiente forma:
1. Lectura del texto
La lectura comprensiva del texto necesita un proceso de reflexión consciente y un intento
de entender su mensaje. Esta lectura tiene dos fases: una primera lectura en solitario que
requiera un esfuerzo del estudiante por comprenderlo y la generación de dudas y
preguntas sobre su significado. Una segunda lectura conjunta con el profesor, que
solucionará dudas y guiará al alumnado a reconocer la relevancia del texto, sus
implicaciones y los conceptos operantes en el mismo.
2. Información
El alumnado deberá buscar elementos históricos (símbolos, acontecimientos, iconos,
personajes…) que sirvan para ilustrar el texto y acercarlo al observador. Este proceso de
búsqueda encuentra en ocasiones informaciones que no están vinculadas al propio texto
pero que pueden resultar útiles para producir un contexto para el mismo.
5
https://www.edu.xunta.gal/centros/iesames/aulavirtual2/course/view.php?id=102
139
3. Construcción de un esquema para la representación: El espacio y la forma
Se exploran de forma teórica las maneras de manifestar forma en el espacio a través del
movimiento realizando en grupos tareas compositivas de forma, muestra y discusión de
resultados. El profesor tendrá un papel relevante en la explicación teórica y las propuestas
de mejora.
4. Creación de una propuesta rítmica:
Planteamiento y exploración física para el ajuste del ritmo a la acción del movimiento en
la expresión del contenido. Se realiza en grupos la puesta en escena y se prueban los
diferentes elementos necesarios para transmitir el contenido de la acción (por ejemplo, la
forma de representar elementos simbólicos como sombras o el acceso a la verdad de las
ideas).
5. Elaboración del acompañamiento musical.
Finalmente se estudia y se realiza el trabajo de composición rítmica con acompañamiento
sonoro que permitirá establecer la dinámica del movimiento en escena en relación con las
partes y tiempos que debe transmitir el texto (la división en partes del Mito de la caverna
con sus proporciones y el paso de la oscuridad a la claridad que propone). Esta fase se
realiza a través de improvisaciones estructuradas intentando precisar las unidades de
ritmo y otros factores temporales del movimiento como la duración, la velocidad o el
tempo.
6. Discusión del contenido estructural de la obra y su importancia en nuestra experiencia
estética.
Finalmente, la discusión sobre el resultado final se centra tanto alrededor del sentido del
texto como sobre la importancia de acceder al contenido del movimiento separándolo en
sus componentes. Se puede acceder a estos resultados en el vídeo de la representación
que se realizó en el marco de la Olimpíada Filosófica de Galicia del año 20176.
6
Comentarios al trabajo sobre el mito: https://youtu.be/ddlSG_Uj25I
Vídeo más Objeto de Aprendizaje: http://nexosfilosofia.org/videoxema?id=52
140
3. El arte contemporáneo y la reflexión filosófica sobre el criterio estético
Esta experiencia, a diferencia de las anteriores, se desarrolló enteramente dentro de las
clases de Filosofía de 1º de Bachillerato. La elección del arte contemporáneo (entendido,
sin mayores precisiones, como aquel que se expone en los centros de arte especializados
que adoptan esa denominación) vino motivada por dos razones: la primera, la
constatación de que, siendo la manifestación estética más radicalmente vinculada a
nuestro tiempo, es prácticamente ignorada por nuestro alumnado; la segunda, que nos
parecía que tanto por las características específicas de ese arte, como por esa misma
ignorancia en la que el alumnado vivía respecto de él, presentaba especiales condiciones
para obligar a reflexionar sobre el criterio del gusto estético. Una última razón,
circunstancial, es que la ciudad de Santiago de Compostela ofrece excelentes
oportunidades para confrontar al alumnado con manifestaciones relevantes de las nuevas
corrientes artísticas, por la existencia de un Centro de Arte Contemporáneo (CACG) y de
varias galerías de prestigio, e incluso por la presencia de intervenciones de creadores
contemporáneos en las calles de una ciudad con un gran pasado histórico artístico.
El primer paso consistió en situar al alumnado, sin mayor preparación, ante las
manifestaciones de arte contemporáneo presentes en la ciudad. Ya desde las primeras
clases del curso, cada alumno y cada alumna estaban obligados a elaborar su propio Diario
de Estética, para lo cual se les dio unas sencillas instrucciones. En él, podían incluir toda
clase de reflexiones sobre manifestaciones que considerasen con valor estético: sus
películas y series de televisión favoritas, sus músicas preferidas, novelas y poesías, si
asistían a algún espectáculo teatral o de danza, también fotografías y por supuesto
pinturas, esculturas o edificios arquitectónicos. Esta parte era voluntaria, y tenía el
objetivo de hacer que considerasen el Diario como un auténtico diario personal. Había
luego una parte obligatoria, en la que tenían que recoger sus impresiones tras las visitas
organizadas, una vez al mes, al CACG o alguna de las galerías. También se les instaba a
comentar algunas de las obras situadas en el espacio urbano, que se les invitaba a
descubrir. En relación con esta parte obligatoria, la que les situaba ya imperiosamente
ante manifestaciones específicas de las llamadas “artes contemporáneas”, se les advertía
de que sus comentarios no se podían reducir a un “me gusta / no me gusta”, sino que
tenían que explicar el porqué de ese gusto positivo o negativo. La inclusión de esta
advertencia se hizo perentoria después de constatar, en los primeros cursos de aplicación
de la experiencia, que los comentarios tendían a reducirse a la expresión de simple
141
aceptación o rechazo, por cierto, con clara preponderancia de esto último. Incluso después
de formular la advertencia, buena parte de los comentarios siguieron siendo del tipo “No
entiendo nada”, “No me gusta nada y no comprendo como a alguien puede gustarle”,
“Esto es una tomadura de pelo” o “Esto no tiene ningún valor porque yo mismo podría
hacerlo” o “Parece hecho por un niño”.
La segunda parte se inicia con la actividad de aula durante aproximadamente dos semanas
(a veces algo más) en que trabajamos específicamente los contenidos de Estética. La
primera clase consiste en exponer una serie de imágenes fotográficas que representan
distintas actividades para que el alumnado señale a cuáles atribuye carácter artístico y a
partir de ahí construir una primera definición de lo que entienden por “arte” mediante un
procedimiento inductivo.
En la siguiente clase, esa definición deberá ser contrastada con definiciones ya
seleccionadas entre autores de la tradición filosófica. Obviamente, ahí teníamos un
amplio repertorio donde escoger. Aunque no siempre usamos las mismas, tendimos a
concentrarnos en cuatro, después de observar que nos proporcionaban un buen juego con
el alumnado. La primera, de Platón, pone el acento en el arte como inspiración frente al
arte como técnica (lo que nos permite detenernos sobre la dualidad de la “tekhné” griega,
que en principio heredará el “ars” latino); la segunda, de Kant, con la noción de actividad
desinteresada que fija su propio fin, de tanta influencia en la modernidad; la tercera, de
Schiller, define la concepción romántica del arte, sin la cual no se entiende la valoración
de la originalidad y la innovación que eclosionará con las vanguardias del siglo XX; y
por fin, la de Tatarkiewicz ofrece una síntesis que trata de integrar la pluralidad de valores
que hoy se observa en el campo de las artes. Ver todo en el vídeo-presentación7.
Y llegamos al momento de las conclusiones. Debe quedar claro que nuestra función como
profesores no será sustituir las definiciones “erróneas” del alumnado por unas
definiciones canónicas superiores. Precisamente las artes contemporáneas (recordemos la
noción de “obra abierta” de Umberto Eco) nos ofrecen la oportunidad de una apertura que
las concepciones clásicas negaban. Pero tampoco se trata de aceptar sin más como válida
cualquier definición, plegándonos a dar por bueno cualquier criterio espontáneo del
alumnado, que en general tiende a un relativismo igualatorio y, digámoslo también,
perezoso. Por ello, nuestro papel consistirá en suscitar dudas y reclamar un esfuerzo de
reflexión crítica y de elaboración conceptual para que, a partir de su propia experiencia y
7
https://drive.google.com/open?id=1BvlJYpDMgGhHYv9qI54p0H7wvx6idVLO
142
del diálogo argumentado con sus compañeros y con los docentes, reconstruyan su juicio
inicial (que en la mayor parte de los casos era simple prejuicio) para alcanzar una
definición de arte mejor fundamentada. Que, a partir de ella, las obras de arte
contemporáneo les sigan pareciendo una “tomadura de pelo” o comiencen a valorarlas
positivamente (de los dos casos nos hemos encontrado), eso ya está más allá de nuestro
objetivo.
143
Ironías del dispositivo escolar
Las pedagogías modernas como fuerzas conservadoras
EDGAR GILI GAL*
Universidad de Barcelona
Resumen: El punto de partida de este artículo consiste en decir que uno de los objetivos
mayores de las pedagogías modernas es llegar a consumar una transformación profunda de
la institución escolar. Sin embargo, mi propósito es mostrar que, en primer lugar, estas
pedagogías tienden más bien a prolongar o conservar, en contra de sus propias intenciones,
lo que la escuela siempre ha sido por lo menos desde la Modernidad clásica. Y, en segundo
lugar, también me propongo mostrar que la causa de este desajuste entre las intenciones y los
efectos de las pedagogías modernas está en una falta de análisis descriptivo de nuestros
discursos y prácticas pedagógicas. En definitiva, la idea es que el desconocimiento del
dispositivo escolar provoca que, incluso en los proyectos de transformación, reclamemos
para él precisamente lo que le es más propio. De ahí que se pueda hablar de las ironías del
dispositivo escolar y de las pedagogías modernas como fuerzas conservadoras.
Palabras clave: Foucault, Arendt, dispositivo, escuela
Abstract: The starting point of this paper is to say that one of the major objectives of modern
pedagogies is to achieve a profound transformation of the school institution. However, my
purpose is to show that, in the first place, these pedagogies tend to prolong or conserve,
against their own intentions, what the school has always been at least since classical
Modernity. And, secondly, I also intend to show that the cause of this mismatch between the
intentions and effects of modern pedagogies lies in a lack of descriptive analysis of our
discourses and pedagogical practices. In short, the idea is that the lack of knowledge of the
school dispositif means that, even in the projects of transformation, we claim for him
precisely what is most appropriate for him. Hence, we can speak of the ironies of the school
dispositif and of modern pedagogies as conservative forces.
Keywords: Foucault, Arendt, dispositif, school
Las pedagogías modernas no han dejado de plantear a la educación escolar, no sin cierta
obstinación, un buen número de exigencias y demandas desde que empezaran a
desarrollarse y a adquirir protagonismo teórico y práctico hace por lo menos un siglo y
medio. Entre todas estas exigencias, he decidido seleccionar únicamente tres. Por un lado,
esta selección particular responde a un criterio de economía del tiempo y del espacio. Las
exigencias de las pedagogías modernas son múltiples y variadas y en ningún caso sería
posible dar cuenta de todas ellas en una breve comunicación. Por otro lado, esta selección
también responde al hecho de que las exigencias de las que aquí se va a dar cuenta me
parece que son especialmente dominantes y hegemónicas. Por supuesto, no se trata de
*
edgargili@ub.edu; edgargili@hotmail.com
144
decir que las podamos encontrar en toda propuesta pedagógica, pero creo que puedo
anticipar que todo aquel que de un modo u otro esté vinculado al mundo de la educación
escolar podrá concederme sin demasiadas reservas que las exigencias seleccionadas se
hacen sentir con fuerza. Digamos que forman parte, si se me permite una expresión
retórica, del aire que respiramos. Y, por último, esta selección responde igualmente al
hecho, y es esto sin duda lo que habrá que probar en lo que sigue, de que en el punto de
cruce o de sutura de estas tres exigencias, en su puesta en relación o simplemente en su
correlación, encontramos una contradicción que, cuanto menos, debería forzar una
reconsideración no sólo de las exigencias en sí mismas, sino también del modo en que de
manera general estamos pensando la educación escolar. Se verá entonces que la crítica
que aquí se propone no consiste tanto en hacer un juicio de valor prescriptivo sobre la
conveniencia o inconveniencia de estas exigencias, sino que consiste sobre todo en
señalar de manera descriptiva de qué manera estamos pensando la educación escolar
como para que haya sido posible caer en semejante contradicción. En consecuencia, creo
que al término de este texto quedará probado de manera suficiente que la tarea urgente y
prioritaria de quienes se dedican de un modo u otro a la educación escolar no debería ser
tanto la crítica prescriptiva que nos dice lo que debería ser la educación, sino precisamente
ese tipo de crítica meramente descriptiva que trata de poner de relieve lo que
verdaderamente sucede en las aulas y lo que estamos diciendo sobre ellas. Creo que es
precisamente por la falta de este género de reflexión, por la falta de esta mirada reflexiva
sobre nosotros mismos, por lo que ha sido posible enarbolar exigencias que caen
fatalmente en contradicción. Pero quizás estamos ahora anticipando demasiado. En
primer lugar, veamos cuáles son y en qué consisten estas exigencias. En segundo lugar,
tratemos de mostrar de qué manera o por qué razón se puede decir que estas exigencias
entran en contradicción. Y, por último, tomemos esta misma contradicción y tratemos de
ver cuáles pueden ser sus consecuencias y sus causas.
1. Las tres exigencias de las pedagogías modernas
Empecemos por dar cuenta de las tres exigencias que hemos seleccionado para esta
comunicación. Por una parte, tenemos lo que podríamos llamar una exigencia, una
demanda o un principio de innovación que se ha trocado en un verdadero imperativo para
todo aquel que quiera acercarse al mundo de la educación escolar. Esto quiere decir
simplemente que toda propuesta que se haga para la escuela tiene que estar dotada
145
necesariamente de la virtud o de la cualidad de la innovación. No en vano, en el mismo
nombre del congreso en el que se enmarca este texto encontramos precisamente la noción
de innovación. Al mismo tiempo, se ve bien que, en consecuencia y en virtud de este
mismo principio, todo lo que pueda recordar o retrotraernos a los aromas de la tradición
tendrá que ser descartado de plano y de inmediato. En un texto quizás menor titulado La
crisis de la educación, Hannah Arendt hace referencia a esta exigencia como un pathos
de lo nuevo (Arendt, 1968: 188). A este respecto, no son pocos los que consideran que
este género de pedagogías ha llegado al punto de sustituir una teleología de lo bueno por
una teleología de lo nuevo. O, si se prefiere y para no caer en exageraciones innecesarias
que podrían desacreditarnos, digamos simplemente que nada puede aparecer ya como
bueno si no es ante todo y en primer lugar nuevo.
Por otra parte, tenemos también lo que podríamos llamar una exigencia, una demanda o
un principio de ejercitación. No hace falta insistir más en el hecho de que todas estas
exigencias a las que estamos haciendo alusión se presentan y funcionan siempre como
auténticos imperativos. Parece que se ha instalado entre nosotros la firme convicción de
que los estudiantes solamente pueden aprender bajo la condición de que se ejerciten,
actúen o estén activos. Sin duda, es a partir de este principio de ejercitación que ha sido
posible acuñar la noción de pedagogías activas frente a las pedagogías tradicionales que
mantendrían al estudiante en un estado de pasividad que, según se entiende, frustra el
aprendizaje. Una vez más, Arendt nos pone en la pista de este principio cuando nos dice,
precisamente a propósito de lo que se defiende desde las teorías modernas del aprendizaje,
que sólo se puede saber y comprender lo que uno mismo haya hecho (Arendt, 1968: 194).
A este respecto, quizás sea necesario precisar que todo lo que tiene que ver con la escucha
ha pasado a ser considerado como lo propio de una actitud pasiva y sumisa del lado del
estudiante y como lo propio de una actitud autoritaria del lado del maestro. En este punto,
no puedo evitar preguntarme si aquellos que sostienen esta clase de discurso también
consideran que la lectura es pasiva y la escritura, por su parte, autoritaria.
Por último, tenemos igualmente lo que podríamos llamar una exigencia, una demanda o
un principio de individualización. De nuevo estamos ante lo que se presenta y funciona
como un imperativo. La cuestión aquí es la convicción de que es preciso atender al
estudiante en su individualidad con el fin de captar su singularidad y diferencia específica
y con el fin de establecer o definir, en consecuencia, un proceso de enseñanza-aprendizaje
hecho a medida y para la ocasión. De este modo, se impone la necesidad de progresar de
una educación industrial en serie, indiferenciada o de masas, hacia una educación
146
personalizada que atienda al individuo en todo lo que pueda tener de singular. Se dice que
es preciso evitar que sigamos tratando a los estudiantes en las aulas como si fueran un
único organismo. Si queremos optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, entonces
hay que conocer al individuo y dispensarle un trato que sea ad hoc.
2. La contradicción en la correlación de las tres exigencias
He aquí entonces las tres exigencias o principios de las pedagogías modernas que yo
quería poner de manifiesto: principio de innovación o pathos de lo nuevo, principio de
ejercitación o pedagogías activas y principio de individualización. Puedo suponer que es
posible poner en relación estas tres exigencias de múltiples y variadas maneras, pero yo
quisiera vincularlas de un modo relativamente obvio. Se trata simplemente de decir que,
desde el punto de vista de las pedagogías modernas, el principio de ejercitación y el
principio de individualización responden bien al principio de innovación porque la
educación escolar tradicional nunca habría sido ni activa ni individualizada. O, dicho de
otro modo, la exigencia de actividad o de ejercitación y la exigencia de individualización
satisfacen el principio de innovación porque lo propio de la escuela tradicional es que los
estudiantes reciban pasivamente y por igual un cierto número de enseñanzas. Ahora bien,
la tesis que yo querría defender consiste precisamente en decir que ni la ejercitación ni la
individualización pueden cumplir con el principio de innovación porque se trata de dos
exigencias que siempre han sido absolutamente capitales para la escuela desde su
emergencia y desarrollo en la Modernidad clásica europea.
En efecto, el análisis del poder disciplinario escolar que podemos encontrar en la obra
Vigilar y castigar de Michel Foucault revela que tanto el principio de ejercitación como
el principio de individualización son principios totalmente indisociables de la naturaleza
misma de la escuela tal y como es por lo menos desde el siglo XVI. La existencia y la
importancia secular de estos principios es algo que puede ser fácilmente contrastable tanto
al nivel de los discursos teórico-prácticos como al nivel mismo de las prácticas sociales
o institucionales. Esto es así porque el archivo histórico del que Foucault se sirve para dar
cuenta de este poder disciplinario escolar moderno está constituido por documentos que
no sólo tienen un cierto carácter teórico, sino que valen al mismo tiempo como
reglamentos o guías para la dirección de instituciones escolares concretas del siglo XVII.
En todos los casos, se trata de textos escritos por teólogos y pedagogos destacados de la
época. Así, por ejemplo, Foucault basa sus investigaciones en la Instrucción metódica
147
para la escuela parroquial de Batencour, la Guía de las escuelas cristianas de Juan
Bautista de la Salle o el Reglamento para las escuelas de la ciudad de Lyon de Charles
Demia. En este punto, puedo decir que estoy en disposición de afirmar, después del
examen pertinente, que a esta lista de referentes podemos agregar sin duda la Ratio
Studiorum de la Compañía de Jesús, pues se trata de un texto que no sólo posee una
idéntica vocación práctica y una idéntica alusión a los principios de ejercitación e
individualización, sino que además cuenta para nosotros con la ventaja de que es incluso
un poco anterior a los otros, para ser más precisos, de fines del siglo XVI. Pero no hay
que pensar que lo que aquí traemos a colación es simplemente la escuela tal y como fue
pensada y desarrollada en el curso de la Modernidad clásica. A la luz de los análisis de
Foucault no es difícil constatar que todas nuestras escuelas siguen siendo hoy, sin apenas
excepción, auténticos campos de ejercitación en los que bajo ningún concepto se pierde
de vista al individuo. En este sentido, creo que se puede trazar sin demasiadas dificultades
una línea de continuidad lisa entre aquella época y la nuestra.
Se hace difícil resumir en pocas palabras todas las características del poder disciplinario
en las que se ve con claridad hasta qué punto la individualización y la ejercitación son
componentes históricamente esenciales de la institución escolar. Me limitaré simplemente
a señalarlas de forma esquemática al mismo tiempo que ofrezco la referencia bibliográfica
exacta que permita hacer las comprobaciones o indagaciones oportunas a quien así lo
considere. Por un lado, todo el análisis del poder disciplinario como arte de las
distribuciones (Foucault, 1975: 145-153) , como puesta a prueba y examen (Foucault,
1975: 189-198), como sistema de vigilancia permanente (Foucault, 1975: 175-182) y
como sanción normalizadora (Foucault, 1975: 182-189) pone de manifiesto a las claras
hasta qué punto la escuela no escatima en esfuerzos cuando se trata de ejercer un poder
que permita extraer un saber sobre el individuo y cuando se trata de aprovechar este
mismo saber para perfeccionar el ejercicio mismo del poder. Después de todo, ¿no es
acaso cierto que una de las tesis mayores de esta obra de Foucault es precisamente que
los procedimientos de individualización característicos de las disciplinas constituyen
nada más y nada menos que el origen histórico de las ciencias del hombre? (Foucault,
1975: 198) Y, por otro lado, todo el análisis del poder disciplinario como control
exhaustivo del tiempo y la actividad sustentado en un sistema preciso de mando
(Foucault, 1975: 153-160), como organización de las génesis del aprendizaje (Foucault,
1975: 160-166) y como modalidad de castigo que privilegia el ejercicio (Foucault, 1975:
184), pone también de manifiesto la importancia suprema que ha tenido siempre el
148
ejercicio para la escuela. No en vano dice Foucault precisamente lo siguiente a propósito
de las disciplinas: “[…] la única ceremonia que importa realmente es la del ejercicio”
(Foucault, 1975: 141). Pero no hay nada sorprendente en todo esto. Al fin y al cabo, no
hay que olvidar que uno de los efectos mayores del poder disciplinario es la producción
de individuos útiles, diestros, capaces. El ejercicio y la individualización aparecieron en
la Modernidad clásica como mecanismos de poder indispensables para esta producción.
Por lo demás, creo que en este punto también puede ser pertinente recordar la conexión
conceptual e histórica que existe entre el poder disciplinario escolar y los procesos
ascéticos e individualizadores propios del poder pastoral y de la vida monacal.
3. Ironías del dispositivo escolar
Yo no sé si la reivindicación del ejercicio y la individualización puede servir o no para
que la educación escolar sea buena. En todo caso, creo que es seguro que la reivindicación
de estos dos principios no puede servir para innovar ni puede servir para transformar la
educación escolar, simple y llanamente porque se trata de dos principios que se hallan
inscritos en el corazón mismo de la institución escolar desde hace por lo menos la friolera
de cinco siglos. La defensa de estas exigencias no sólo no es un modo de innovar, sino
que es un modo de prolongar, al parecer de manera por lo general inadvertida, lo que la
escuela siempre ha sido a lo largo de toda la Modernidad. ¿No habrá que reconocer
entonces que las pedagogías modernas y su exigencia de innovación aparecen
paradójicamente y aun a despecho de sí mismas como fuerzas conservadoras? O, dicho
de otro modo, ¿no habrá que admitir que hay una contradicción entre las intenciones y
los efectos o consecuencias de estas pedagogías?
Y, si todo esto es cierto, una pregunta
obligada se impone: ¿cuál es la causa de que hayamos podido llegar a creer que podíamos
transformar la escuela por medio de una reivindicación de lo que la escuela siempre ha
sido? Tal vez podríamos contestar con Arendt y de manera un poco expeditiva que esto
se debe a que las pedagogías modernas han sido aceptadas de forma acrítica y servil
(Arendt, 1968: 190). Yo diría, de manera un poco más precisa y en la línea de Foucault,
que la causa de esta confusión es que todo dispositivo, y, por supuesto, también el
dispositivo escolar, nos hace decir o reclama para sí, incluso en los proyectos de
transformación, precisamente aquello que le es más propio. A partir de aquí, habrá que
admitir que la buena fe o la buena voluntad de quienes tratan de mejorar la escuela no
basta para cambiarla. Si queremos transformar la escuela, es preciso incidir en lo que está
149
impidiendo que lo hagamos. Pero en contra de lo que se acostumbra a pensar, creo que el
obstáculo no está en la mal llamada pedagogía tradicional y tradicionalista. Yo diría que,
por debajo del ruido de sables, ninguna diferencia significativa se abre entre unos y otros.
El obstáculo está más bien en la falta de análisis descriptivo de la institución escolar y en
el consiguiente desconocimiento de los contornos del dispositivo. Porque no conocemos
el dispositivo el dispositivo puede hablar secretamente a través de nosotros incluso
cuando aspiramos a trascenderlo. El problema está en haber intentado transformar la
escuela sin haber hecho previamente un análisis crítico y descriptivo que tratara
simplemente de captar lo que la escuela ya es. Era esta la tarea urgente y prioritaria. Creo
que nos ha faltado algo de la reserva, de la cautela y de la pausa del filósofo.
Decía Foucault a propósito del dispositivo de sexualidad que era irónico porque nos hacía
creer que en él reside nuestra liberación (Foucault, 1976: 169). Mutatis mutandis, parece
que algo parecido sucede con el dispositivo escolar: también él nos hace creer que en él
reside su transformación.
Bibliografía
Arendt, Hannah (1996). La crisis de la educación. En: Entre el pasado y el futuro. Ocho
ejercicios para la reflexión política. Barcelona: Península. (Versión original 1968).
Foucault, Michel (1979). Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión. Madrid: SIGLO
XXI. (Versión original 1975).
Foucault, Michel (2005). Historia de la sexualidad. 1. La voluntad de saber. Madrid:
SIGLO XXI. (Versión original 1976).
150
El experimento mental como elemento disparador para la comunidad
de investigación filosófica en el aula
GUILLERMO GÓMEZ OEHLER*
Docente de Filosofía para enseñanzas medias en Junta de Andalucía.
Resumen: Este texto pretende crear una propuesta de sesiones de filosofía práctica en el
marco de las asignaturas relacionadas con el ámbito de la filosofía en secundaria y
bachillerato en España. Esta propuesta es una síntesis de varias ideas. En primer lugar,
estableceré de forma muy concisa cuáles son los elementos fundamentales de una sesión de
filosofía para niñas y niños (FpN a partir de ahora). Seguidamente se comentarán los
problemas fundamentales para llevar a cabo la Fpn a la secundaria y Bachillerato. Después
comentaré dos críticas muy sugerentes a la metodología FpN llevadas a cabo por Oscar
Brenifier y Gert Biesta. Finalmente se justificará la propuesta a partir de esos problemas
anteriores. El taller establece diversos experimentos mentales que se pueden utilizar como
elementos disparadores del diálogo indagador para acercar contenidos concretos que se
querrán enseñar. Así la tesis central de esta comunicación es que se puede lograr mantener el
aula como comunidad de investigación sin que el papel del educador pase por ser meramente
un facilitador del aprendizaje o un entrenador de las habilidades cognitivas. El taller que dio
base a este artículo pasó muy rápido por estas cuestiones teóricas y se centró en la creación
de posibles planes de discusión y actividades correlacionadas con los experimentos.
Palabras clave: experimento mental, Lipman, Fpn, Gert Biesta
Abstract:. This text aims to create a proposal of practical philosophy sessions within the
framework of subjects related to the field of philosophy in secondary and bachillerato in
Spain. This proposal is a synthesis of several ideas. First of all, I will establish in a very
concise way what are the fundamental elements of a philosophy session for children (P4C).
Next, the fundamental problems to carry out the P4C to the secondary and Bachillerato will
be discussed. Then I will comment two very suggestive critics to the P4C methodology
carried out by Oscar Brenifier and Gert Biesta. Finally, the proposal will be justified on those
previous problems. The workshop established various mental experiments that can be used
as trigger elements of the inquirer dialogue to bring concrete contents to the community.
Thus, the central thesis of this communication is that it is possible to maintain the classroom
as an inquiry community without the role of the educator being merely a learning facilitator
or a cognitive skills trainer. The workshop that provided the basis for this article went through
these theoretical issues very quickly and focused on the creation of possible discussion plans
and activities correlated with the experiments.
Keywords: mental experiment, Lipman, P4C, Gert Biest
*
filoguillermo@gmail.com
151
1. Elementos fundamentales para una sesión pura de FpN
En este primer punto pretendo explicar a qué me refiero cuando hablo de una sesión pura
o prototípica de FpN. Los elementos fundamentales que han de estar presentes en la
temporalización de una sesión de FpN para considerarla así serían:
-
Elemento disparador de la investigación.
-
Elección de la pregunta que se va a investigar: Lipman parte de una
obviedad. Esta es que un niño o niña quiere participar con motivación en un
diálogo cuando decide él o ella de qué se va a hablar.
-
Investigación de la pregunta en comunidad.
-
Evaluación Figuro-analógica.
-
Proceso de metacognición.
2. Problemas para llevar la metodología FpN a las aulas de Secundaria y
Bachillerato:
-
Currículo de las asignaturas: Especialmente la sobrelegislación en los
llamados contenidos secuenciados de las asignaturas.
-
Ratio de alumnado excesivamente alta.
-
Medios materiales: La logística de las clases invita a la clase magistral.
-
La falta de preparación del profesorado
3. Dos críticas a la práctica de FpN
Brenifier establece una crítica muy oportuna a través de un ejemplo muy ilustrativo.
Asiste a un congreso de FpN en Bulgaria y le pregunta a alumnado participante que por
qué les gusta participar en sesiones FpN. Obtiene la respuesta siguiente. Les gusta porque
perciben que frente a otros momentos de la educación reglada “en filosofía no había nada
correcto ni incorrecto, sino que todo el mundo podía decir lo que más le parecía”
(Brenifier, O), nada más lejos de la visión rigurosa de la filosofía que cualquier docente
serio de la materia pretendería trasmitir.
La segunda crítica está muy relacionada con la primera. Gert Biesta denuncia que se
puede interpretar la labor del facilitador y los objetivos de FpN como una tendencia
metodológica general que él llama aprendización y que está inmersa en un contexto
152
político de creciente (neo)liberalismo en el ámbito educativo. La pedagogía se desvía del
ámbito semántico de la educación que plantea problemas sobre contenido, propósito y
relaciones a la semántica del aprendizaje que se centra más en el proceso y que se olvida
de dichas cuestiones fundamentales de lo que antes llamábamos educación. (Biesta, G.,
2006 ó 2018, pág 167). La práctica FpN convertida en un trabajo para mejorar las
habilidades cognitivas se convierte en un entrenamiento intelectual en el que se pierde la
educación en los valores comunitarios entendida esta como un conjunto de contenidos
que forman parte de la tradición (usado en el sentido de Gadamer). “Biesta objeta a FpN
que ponga en el centro al niño como sujeto de aprendizaje y no descentrarlo en relación
con el mundo. Inscribe esa crítica en su más amplia impugnación a la reducción
contemporánea de la educación al aprendizaje ” (Kohan, 2018, pág 209).
4. El experimento mental como elemento disparador del diálogo en clase
La propuesta que hago es, pues, una adaptación de las metodología a las clases reales de
secundaria y Bachillerato para poder llevar a cabo sesiones centradas en el diálogo en
comunidad pero al mismo tiempo poder ver contenidos concretos de la historia de la
filosofía. El elemento disparador y la pregunta que se discuten vienen ciertamente
impuestos por el profesor (ya no sé si se le puede llamar facilitador) y en eses sentido se
puede objetar que ya no estamos hablando de una comunidad de investigación FpN
porque la elección de la pregunta por parte de toda la comunidad sería una de sus claves.
A esta objeción respondería que defiendo la necesidad de que el alumnado participante
en sesiones sesiones con los experimentos mentales y las preguntas impuestas por el
profesor/a haya tenido antes sesiones de FpN pura sin dichas imposiciones para que
conozca los elementos que conforman la comunidad de investigación y sepa encajar esas
alteraciones como parte del desarrollo de la comunidad. Me parece que ese sistema mixto
que incluye sesiones de FpN prototípicas en las que se subraya la importancia del
desarrollo de las habilidades del pensamiento junto con otras clases más dirigidas en las
que el profesor fomenta que el diálogo se dirija hacia una dirección determinada ayuda
también a tratar de superar las críticas de Brenifier y Biesta antes expuestas. Si queda algo
de FpN o no, en esta práctica que propongo es algo que no importa mucho ya que sería
una discusión meramente nominal. El caso es que de hecho sí proviene de dicha
metodología.
153
5. Ejemplo de experimentos-disparadores del diálogo filosófico
El taller consistió en establecer por grupos estos tres puntos, un plan de discusión,
contenido filosófico relacionado y actividades complementarias, a partir de la descripción
de algunos experimentos que yo proponía. Por motivos de extensión dejo algunos
resueltos con mi propuesta concreta para trabajar esos experimentos, quito algunos de los
experimentados allí y dejo otros abiertos.
1.- Cuando dejé de creer en la magia:
Descripción: Piensa en creencias mágicas que hayas tenido en tu infancia (ejemplo:
Ratoncito Pérez o los Reyes Magos) y trata de describir en primer lugar cómo funcionaba
en tu mente ese tipo de pensamiento y en segundo lugar, cómo y por qué dejaste de pensar
de ese modo.
Plan de discusión:
-
Pasado: Búsqueda de ejemplos de los sucesos que les hicieron dejar de
creer en determinadas cosas mágicas. Proponer contrafácticos en cada
ejemplo para determinar el objeto de discusión: Ejemplo: Si ese mismo
hecho hubiera pasado algún año antes, ¿te habrías dado cuenta de que ratón
Pérez no existía? Si ese hecho no hubiera pasado nunca, ¿cuándo y por qué
te habrías dado cuenta de que los reyes magos no existen? ¿Qué tipo de
argumentos te llevaron a creer en ese tipo de seres? ¿Estaban relacinados con
la lógica o con los sentidos? ¿Qué tipo de argumentos te llevaron a
rechazarlos? ¿Qué rol desempeña lo femenino en mitos mágicos de tu
infancia?
-
Presente: ¿Crees que hoy en día hay creencias del mismo tipo entre tus
convicciones de las que no te das cuentas? ¿Qué tipo de situaciones
enmascaran ese tipo de creencias que no son racionales? ¿Crees que es
bueno desprenderse de todas las creencias no racionales? ¿Por qué?
¿Deberíamos dejar de engañar a nuestra descendencia con ideas mágicas que
no son reales? ¿Deberíamos de tratar de alargar ese periodo? ¿Por qué? ¿Qué
consecuencias positivas tiene el aceptar un periodo mágico y después lógico
en el desarrollo humano?
Contenido Filosófico: El paso del mito al logos
154
Actividades de Refuerzo: Haz un cuadro comparativo con descriptores para el
pensamiento de tipo mágico y el pensamiento de tipo lógico. // Inventa una
historia/comic/coreografía que represente lo que hemos conceptualizado como paso del
mito al logos//Haz una disertación sobre el mito en el mundo contemporáneo en la que se
muestren al menos las siguientes habilidades del pensamiento: sintetizar, comparar,
definir, ejemplo, contraejemplo, imaginar.// Realiza una investigación sobre el cuadro de
Goya “Saturno devorando a su hijo” tratando de elaborar un plan de discusión para una
comunidad de investigación sobre el mismo.
2.- Pensar la nada:
Descripción: Cierra los ojos y trata de pensar la nada durante unos minutos.
Plan de discusión: ¿Has podido pensar la nada? ¿Qué has visualizado al intentarlo? ¿Por
qué has visualizado eso?¿Se parece o es la nada eso que has pensado? ¿Es lo mismo
pensar la nada que no pensar en nada? ¿Dónde estabas antes de nacer? ¿Se puede decir
que no eras nada aún? Si no has podido pensar la nada, ¿te creerías a alguien que dijera
que sí puede pensar la nada? Si has podido pensar la nada, ¿por qué crees que los demás
dicen que no se puede? ¿Es lo mismo la nada que el vacío? ¿Es lo mismo no ser que la
nada?
Contenido Filosófico: El problema de Parménides.
Actividades: Hazle este experimento a tu abuela, primo, amante o vecina. Explícale
después a partir de ese experimento el problema de Parménides y cuéntanos el resultado
en próximas clases. Si has conseguido pensar la nada, trata de mostrar de forma artística
esa visión para que los demás la entendamos. Comentario de texto de la Vía de la Verdad
de Parménides, explicando en qué lineas del texto aparece el problema del no ser y donde
se establece la solución. Disertación sobre la ciencia actual y el problema de Parménides:
¿Está resuelto?
3.- El triángulo de las Verduras:
Descripción: Por algún motivo naufragas en el Triángulo de las Verduras. Para sobrevivir
sabes que solo puedes dirigirte a dos islas que están en la misma distancia la una que la
otra. Tienes que elegir una u otra porque las condiciones del mar no te permitirán estar
mucho tiempo nadando y si no decides algo pronto un tiburón filosófico te comerá. La
única información que tienes sobre las islas es la siguiente: una isla está habitada por
expertos y expertas en ética de diferentes universidades que quedaron allí atrapados en
155
otro naufragio hace poco tiempo; en la otra isla hay personas de las que solo sabes que no
tienen estudios básicos e igualmente quedaron allí atrapadas hace tambén poco tiempo.
¿Cuál sería tu elección?
Plan de discusión: ¿Cuál sería el mejor criterio para elegir una isla u otra? ¿Dónde crees
que podrías tener una vida mejor? ¿Cuál sería más justa? ¿Cuál sería más divertida? ¿En
cuáles hay más posibilidad de sobrevivir? ¿En cuál tienes más posibilidades de ser feliz?
A los que se decantan por la isla de los profesores/as: ¿Afirmarías entonces que es mejor
persona el que más conocimiento tiene? ¿Crees por tanto que una persona sin estudios ha
de ser más mala que una sin estudios?
A los que se decantan por la isla sin estudios: ¿Y entonces para qué estudias? ¿No crees
que conocer más hace bien a la sociedad en general y a ti en particular?
Contenido Filosófico: Intelectualismo moral
Actividades: Haz una disertación sobre tu consideración acerca del intelectualismo moral
en que se reflejen al menos las siguientes habilidades del pensamiento: Un ejemplo, un
contraejemplo, establecer criterios, una definición y una hipótesis.
4.- El Anillo de Giges:
Imagínate que tienes un anillo que te hace invisible.
Plan de discusión: Reflexiona sobre cómo cambiaría ello tu forma de vivir, o qué
acciones puntuales harías con dicho anillo. ¿Cometerías actos verdaderamente inmorales
o crueles?¿O no cambiaría mucho el criterio moral de tus acciones? Si cambia, ¿qué
consecuencias tiene ello para la consideración de qué es la moral? ¿Cómo y por qué la
visión de la sociedad tendría algo que ver en la investigación de qué es la moral?
¿Ejemplos de conductas que nadie cambiaría? ¿Ejemplos de conductas que creeis
susceptibles de ser cambiadas con el anillo? ¿Qué es lo que cambia realmente cuando te
dejan de ver? ¿Por qué las creencias de los demás afectan a nuestra forma de actuar?
¿Crees que la visión de la sociedad ha sido más influyente en hombres o en mujeres a lo
largo de la historia? ¿Y ahora?
Punto de inflexión Indagación sobre el tipo de actos que cometerían hasta que se plantea
la invalidación posible del experimento por medio de la pregunta: ¿Si alguien realmente
supiera que cometería actos verdaderamente crueles creéis que lo diría en un experimento
mental filosófico junto a una comunidad? Es muy posible que esta reflexión la haga en
algún momento la comunidad sin necesidad de ayuda por parte del profesor.
Contenido Filosófico: El relativismo sofista
156
Actividades de refuerzo: Inventa un relato ficticio/poema/comic/viñeta que refleje la
importancia que la opinión de los demás tiene en nuestra forma de actuar// Investiga la
vida y obra de algún sofista y expón para la clase qué visión tendría de este problema que
esos indagado.
5.- Democracistán versus Experñistán:
Descripción: El daimon Rodolfo Mondolfo se te aparece para contarte que vas a tener
una próxima vida y que tienes dos posibles lugares donde nacer. Puedes elegir nacer en
el país Democracistán que debe su nombre a que en este país hay verdadera democracia.
Todo el mundo decide sobre cuestiones políticas en un sistema de participación directo a
través de medios electrónicos. También puedes elegir nacer en Experñistán. En este país
solo los expertos en cuestiones de justicia, política, ética y economía son los que deciden
sobre cuestiones de gobierno después de una durísima preparación para alcanzar sus
puestos. En esta última no hay verdadera democracia pero el daimon te asegura que sí
hay meritocracia y que los que llegan están realmente mejor preparados que los demás y
que tú no eres uno de ellos. ¿En qué país te gustaría nacer?
Plan de discusión: ¿Cuál es el criterio para elegir un país u otro? ¿Justicia, felicidad,
igualdad, bienestar, posible cuota de poder para mí y los míos, …?
A los defensores de Democracistán: ¿Es la democracia directa garantía de justicia?
¿Participarías en todo momento en todas las cuestiones que tuvieses que votar
independientemente del conocimiento que tuvieses de las mismas? ¿Es la democracia
directa garantía de igualdad? ¿qué papel crees que podrían tener las redes sociales y los
medios de comunicación en una democracia de este tipo?
A los defensores de Experñistán: ¿Cómo se puede ser experto en justicia?¿Ser el más
preparado en conocimientos garantiza ser el mejor en la acción política? ¿Crees que un
sistema tipo experñistán representa una sociedad igualitaria? ¿Podemos ser realmente
libre si no tenemos capacidad ni influencia política en la toma de las decisiones que nos
afectan? ¿Por qué alguien que tiene más preparación debe tener más derecho a decidir
sobre mí?
Contenido filosófico: Los reyes filósofos
Actividades de Refuerzo: Disertación: ¿cómo garantizar la meritocracia? Realiza a cabo
una disertación en el que se muestren al menos las siguientes habilidades del pensamiento:
Sintetizar, ejemplo y contraejemplo, Comparar, establecer criterios, imaginar.
157
7.- La prueba irrefutable de la existencia de Dios
Descripción: Imagina algún tipo de acontecimiento, razonamiento, prueba, hecho, …que
si sucediese o se descubriese tendría que llevar al mundo entero a reconocer
indudablemente la existencia de Dios.
Plan de discusión: ¿La prueba que has descrito es a priori o a posteriori?
Para los defensores de pruebas tipo milagro/aparición: ¿Qué es un milagro?¿Es razonable
creer en un milagro en base a un testimonio? ¿Es razonable creer en un milagro
experimentado por los sentidos en primera persona?¿Es razonable creer en un milagro
sentido en primera persona? ¿Es razonable pensar que Dios es omnipotente e infinito pero
que realiza actos de demostración de su grandeza a seres humanos finitos?
Para los defensores de que la prueba es el mismo mundo en que vivimos: ¿Por qué existen
personas que no creen racionalmente en la existencia de Dios.
Para los defensores de que no existe tal prueba porque Dios no existe. Entonces, si no hay
ningún hecho que, si pasara, demostrase que el ateísmo se equivoca, es dicha doctrina
falsable? ¿Se puede discutir racionalmente con alguien que no reconoce ningún tipo de
posible circunstancia que si se diera sería demostraría que su teoría se equivoca?
Contenido filosófico: Razón y Fe.
Actividades de Refuerzo: Visionado de la película Ágora de Amenábar o de la película
Galileo de Liliana Cavani. Después escribirás cien veces en la libreta la siguientes frase:
“Discutiré racionalmente sobre todas las cosas” 1
Bibliografía
Biesta, Gert (2006). Beyond learning: Democratic for a human future. Boulder, CO:
Paradigm Publisher.
Biesta, Gert (2017). El bello riesgo de educar. Ediciones SM.
Biesta, Gert (2018). ¿Tocando el alma? Explorando una perspectiva alternativa para el
trabajo filosófico con niñas, niños y jóvenes, en Duthrie, Ellen; García Moriyón, Félix y
1
Esta actividad es un nuevo experimento mental pues es claramente autocontradictoria. Si el educador/a
finge seriedad al pedir la actividad creo que debería de remover a la comunidad de investigación y general
una nueva perspectiva de la investigación muy provechosa.
158
Robles Loro, Rafael (Ed.) (2018). Parecidos de familia. Propuestas actuales en Filosofía
para Niños. Madrid: Anaya.
Brenifier, Oscar. Una breve mirada al método Liman, obtenido en https://www.pratiquesphilosophiques.com/esp/textos/25-lipman consultado el 10 de enero de 2019.
Duthrie, Ellen; García Moriyón, Félix y Robles Loro, Rafael (Ed.) (2018). Parecidos de
familia. Propuestas actuales en Filosofía para Niños. Madrid: Anaya.
Kohan, Walter Omar (2018). “Un ¿diálogo? acerca del trabajo filosófico con niñas y
niños. A propósito de la intervención de Gert Biesta en la Conferencia del ICPIC”, en
Duthrie, Ellen; García Moriyón, Félix y Robles Loro, Rafael (Ed.) (2018). Parecidos de
familia. Propuestas actuales en Filosofía para Niños. Madrid: Anaya.
Lipman, Matthew, Sharp, Ann Margater & Oscayan, Frederik (1980). Philosophy in the
classroom. Philadelphia: Temple University Press.
159
La neuroeducación moral como innovación educativa
JAVIER GRACIA CALANDÍN*
Universitat de València
Resumen: El objetivo de este trabajo es analizar en qué medida la neuroeducación moral
contribuye a la innovación educativa. En primer lugar, se explora la novedad que introduce
la neuroeducación moral, tanto por lo que respecta a lo novedoso de lo neuro en la educación
como, sobre todo, a la dimensión moral de la neuroeducación. A continuación, la plasticidad
moral del cerebro es considerada como uno de los rasgos constitutivos que hacen posible que
el cerebro pueda innovar. Ya por último consideramos la vulnerabilidad de la condición
humana como quicio de toda innovación moral educativa.
Palabras clave: neuroeducación, moral, innovación educativa
Abstract: The aim of this paper is to analyze how moral neuroeducation contributes to
educational innovation. First, the novelty of moral neuroeducation is explored, both as
regards the novelty of the neuro in education and the moral dimension of neuroeducation.
Next, it is considered the moral plasticity of the brain as one of the constitutive features that
make it possible for the brain to innovate. Finally, we analyze the possibility of innovating
from the vulnerability of the human moral condition.
Keywords: neuroeducation, moral, educative innovation
1. Introducción
La filosofía en la innovación educativa incluye tanto, en primer lugar, la reflexión y el
análisis en torno a experiencias y proyectos concretos que suponen novedosos programas
o metodologías didácticas en el campo de la Filosofía como, en segundo lugar, la
indagación y el discernimiento filosófico acerca de qué significa propiamente la
innovación educativa. Es cierto que ambas cuestiones se encuentran estrechamente
conectadas, se complementan y se retroalimentan entre sí, pero para mayor claridad
conviene distinguirlas.
Este artículo se centra principalmente en el segundo de los lados de la cuestión porque no
presenta experiencias o proyectos concretos de innovación educativa en asignaturas del
área de Filosofía, sino que se centra en la neuroeducación moral como campo desde el
que es posible descubrir valiosas claves que contribuyan a la innovación educativa. La
reflexión filosófica en torno a la innovación educativa permite la clarificación del término
*
javier.gracia@uv.es
160
“innovación”, que es empleado muy frecuentemente y cuyo significado ha acabado por
desvirtuarse.
Qué duda cabe de que la novedad es siempre un reclamo y más en nuestros tiempos
modernos. Desde siempre se ha incidido en la importancia de la sorpresa y el asombro
como motores del aprendizaje. Recientemente desde la neurociencia se sabe que el
cerebro busca la novedad y se estimula con la innovación. ¿Significa que todo lo “nuevo”
es “bueno”? La filosofía y más en concreto la ética no pueden ceder terreno a la extendida
novolatría o innovafilía hodierna, pero tampoco es de recibo desatender el aporte de las
investigaciones que nos ayudan a conocer mejor el funcionamiento de nuestro cerebro.
2. ¿Neuroinnovación moral educativa?
2. 1. La novedad de lo “neuro” en la educación
La neuroeducación moral es una expresión novedosa en el mundo académico. Y lo es en
primer lugar porque, como todos los términos con el prefijo “neuro”, incide en el campo
de las neurociencias, sobre el que recientemente se han realizado multitud de
investigaciones y significativos avances. Lo “neuro” está de moda y buena muestra de
ello es la inmensa cantidad de términos y expresiones que han ido introduciéndose en los
últimos años en las diversas disciplinas. Se habla de neurofilosofía, neuroética,
neuropolítica, neuroestética, neuroderecho, neuroreligión y, ¿cómo no?, también de
neurodidáctica y neuroeducación. Y lo cierto es que son muchas y muy interesantes las
diversas ramificaciones y significaciones de dichos vocablos.
En los años 80 del siglo pasado se acuñó por primera vez el término “neurodidáctica” y
es a partir de la primera década del siglo XX cuando el término “neuroeducación” y
“neurociencia educacional” se va extendiendo, dando como resultado uno de los campos
más fértiles de la investigación acerca de “la mente, el cerebro y la educación”. Las
ciencias de la educación en sus diversas versiones, la psicología cognitiva, la biología
evolutiva, la neurología, la filosofía de la educación y otras disciplinas, confluyen para
dar lugar a este nuevo ámbito interdisciplinar o incluso “transdisciplinar”, que se
constituye como “el arte de enseñar científicamente fundamentado o la confirmación de
las mejores prácticas pedagógicas con los estudios realizados sobre el cerebro humano
(Tokuhama-Espinosa, 2011).
No cabe duda de que la neuroeducación constituye una ciencia en expansión. Sin
embargo, más allá de novolatrías modernas o de cierta “innovafilia hodierna”, que hacen
161
flaco favor a una buena comprensión de la innovación educativa (Gracia, 2017), conviene
preguntarse cuál es la aportación de la neuroeducación.
Marina (2012) señala que los principales objetivos de la neuroeducación son: a) ayudar a
los profesores a entender el proceso educativo, b) ayudar a los profesores a resolver los
trastornos del aprendizaje de origen neurológico como la dislexia o la discalculia, c)
ayudar a los profesores a mejorar los procesos de aprendizaje y a incrementar las
posibilidades de la inteligencia humana, sugiriendo nuevos métodos y validando los ya
elaborados por la pedagogía y d) ayudar a establecer sistemas eficientes de interacción
entre el cerebro humano y la tecnología.
La neuroeducación o neurociencia educacional constituye —a mi juicio— uno de los
campos más fecundos para la innovación educativa en la medida que los conocimientos
del funcionamiento del cerebro están en progresiva expansión. Sin embargo, conviene
también destacar sus limitaciones y la primera es la de importar un modelo de innovación
propio de la neurociencia computacional que acaba considerando al ser humano como un
reducto de los procesos cerebrales sin atender a los valores que subyacen al proceso
educativo. Gran parte de los neuromitos en educación derivan de esta confusión. Sin
embargo, al introducir el calificativo “educativa” en la “innovación”, con ello se incide
en la necesidad de considerar la dimensión axiológica y normativa como fundamento de
cualquier tipo de innovación que busque realmente educar y no adoctrinar, ni adiestrar ni
tan siquiera simplemente instruir. En este sentido la neurociencia educacional que hoy en
día se ha practicado es deficiente, por dejar a un lado la problemática de la dimensión
moral y centrarse en problemas instrumentales como la discalculia o la dislexia, pero sin
reflexionar en torno a los valores que han de regir el proceso educativo.
2. 2. La novedad de lo moral en la neuroeducación
Son muchas y muy interesantes las definiciones que se han dado acerca del complejo y
fundamental fenómeno constitutivo del ser humano que es la educación. Desde la
neuroeducación se ha caracterizado como la labor de apoyar al niño en su desarrollo
cerebral. De un modo u otro todos los neuroeducadores han incidido en la importancia de
conocer el funcionamiento básico cerebral para saber cómo se desarrolla o cómo se puede
apoyar en su maduración. Al fin y al cabo, la aportación de la neurociencia sería la de
ayudar a un mejor conocimiento de los procesos cerebrales en el aprendizaje y la
enseñanza de los niños. Es entonces cuando surge y conviene destacar en qué dirección
ha de dirigirse ese desarrollo cerebral: ¿cuál es fin que ha de perseguir la neuroeducación?
162
Digámoslo sin ambages: el objetivo de la neuroeducación es ético puesto que se trata de
contribuir a que su cerebro le permita algún día al aprendiz ser autónomo, conseguir sus
metas y el pleno desarrollo de su personalidad (Bilbao, 2015; Gracia, 2018).
De entre los neuroeducadores, los más optimistas creen que del hecho de que hoy
contemos con más conocimientos acerca del funcionamiento del cerebro se sigue que hay
más oportunidades de acertar y llevar a cabo una óptima o al menos una buena labor
educativa. Sin embargo, otros advierten que las investigaciones y los conocimientos
acerca del funcionamiento del cerebro no pueden ser inmediatamente transferidos a
prácticas educativas (Bowers, 2016).
A mi modo de ver, no se pueden desestimar las numerosas y novedosas investigaciones
acerca del cerebro, pero es cierto que el debatido puente entre neurociencias y educación
no se establece de modo inmediato. Existe una tendencia en dichas investigaciones a
obliterar la dimensión ética, que —como voy a defender a continuación— es
consustancial a la educación y también a la innovación educativa (Gracia, 2018).
Ciertamente uno de los principales desafíos de nuestra sociedad moderna es que hemos
perdido valores en la educación de los hijos y la escuela se encuentra en la encrucijada de
tener que remar contra cierto pasotismo e incluso anemia axiológica generalizada. Sin
embargo, la educación necesita del cultivo de dichos valores éticos; no basta con la
instrucción técnica para alcanzar mayores habilidades, hace falta recalar en la formación
del êthos para conseguir una auténtica formación humana, fundados sobre una visión
humanista (Unesco, 2015).
Por lo tanto, conviene destacar que la neuroeducación implica valores éticos. La moral
no es algo extrínseco al fenómeno mismo de la educación tomada en el pleno sentido de
la palabra. Sin embargo, la mayor parte de estudios sobre neuroeducación han dejado de
lado la dimensión moral. Al introducir el elemento moral en la expresión “neuroeducación
moral” incidimos explícitamente en dicha dimensión. Aunque tal vez resulte algo
redundante, sobre todo para aquellos que entienden la neuroeducación en su pleno sentido
(incluyendo la dimensión ética), no se trata de un ornato superficial sino de una dimensión
que constituye su fundamento y sentido último.
La neuroeducación moral tiene, a mi modo de ver, un cometido y es poner de manifiesto
la importancia crucial de los afectos en el proceso educativo y muy en concreto de los
sentimientos morales en conexión con el razonamiento práctico y la imaginación, para
desarrollar actitudes y acciones éticamente adecuadas. Ello implica reconocer en el centro
de todo aprendizaje las virtudes, los valores, los hábitos y las actitudes que conducen a
163
una adecuada enseñanza y aprendizaje. Alguna de las aplicaciones más directas y
necesarias de la neuroeducación moral es la de combatir los discursos del odio, tales como
el racismo, la xenofobia o la aporofobia. A su vez, también es necesario superar la
extendida hipocresía moral consistente en declarar algo bien distinto a lo que luego se
realiza en la práctica. La neuroeducación moral pone en valor todas las virtudes morales
porque son hábitos no solo de la razón, sino también del corazón. La neuroeducación
moral se centra también en la cuestión de la motivación como una forma de superar la
“desmoralización” educativa.
Todos estos aspectos dan muestra del alcance de la neuroeducación moral y en ellos
hemos incidido en otros trabajos (Gracia, 2018). En este artículo deseo detenerme en otro
aspecto de la neuroeducación moral que es a mi modo de ver fundamental para llevar a
cabo la innovación educativa. Me refiero al reconocimiento de la vulnerabilidad
constitutiva de la condición moral humana y el imperativo educativo de atreverse a errar
como motor de toda innovación.
3. Neuroplasticidad moral e innovación educativa
La neuroplasticidad consiste en la capacidad del cerebro para adaptarse y configurarse
funcional y estructuralmente como consecuencia de la experiencia e interacción con el
entorno. La educación y la cultura conforman en muy buena medida la estructura del
cerebro individual, dado que las neuronas siguen una dinámica en la que lo anterior
modifica la percepción de lo siguiente, dejando una huella que predispone la eficacia de
la transferencia de la información.
El cerebro es enormemente permeable en su configuración. Obviamente, mucho más en
los primeros años de la infancia, pero hoy se sabe que la plasticidad del cerebro, aunque
en menor grado con el paso de los años, prosigue a lo largo de toda la vida. Todo ello
pone de manifiesto la importancia decisiva del contexto educativo y el entorno cultural
en el que las personas se forman.
Algunos planteamientos desde una ética naturalista creen que hay unos códigos morales
universales que vienen dictados por la evolución y que no es la educación sino una
dinámica de la naturaleza evolutiva la que marca la pauta. Sin embargo, son muchas las
objeciones que cabe presentar a estos enfoques éticos naturalistas, puesto que la
variabilidad de códigos morales en las diversas épocas y culturas hace pensar, más bien,
que, aunque hay una capacidad moral en la especie humana, sin embargo puede haber
164
diversidad de códigos de conducta (Cela Conde y Ayala, 2018). La moral no está
determinada por la naturaleza biológica, sino que los valores éticos responden a la
educación: una educación moral que exhibe todo su potencial transformador y que incluso
puede llegar a marcar la pauta a la evolución y al desarrollo de las personas y sociedades
(Cortina, 2011).
Al hablar de neuroplasticidad moral nos referimos a la permeabilidad del cerebro para
configurarse en relación a los valores y principios morales en función de la educación
recibida. La neuroética muestra que el cerebro humano con su característico desarrollo
evolutivo constituye la base fisiológica necesaria para poder desarrollar la capacidad
moral. Sin embargo, los códigos morales que en virtud de dicha capacidad se asimilen es
algo que escapa a un enfoque naturalista reduccionista. A la luz de interesantes estudios,
es patente la “plasticidad del cerebro socio-emocial” y cómo la compasión por un lado y
la empatía por otro se educan (Singer y Klimecki, 2014).
El cerebro no viene prefijado o programado de antemano, sino que —por así decir— está
por hacer(-se), no es algo cerrado sino algo dinámico y abierto al cambio, que apela a su
intrínseca naturaleza práctica. El cerebro es un órgano esencialmente práctico, es decir,
se hace con la práctica. La educación encuentra en esto las bases neuronales para toda
innovación, puesto que es precisamente la educación la que permite hacer y rehacer de
nuevo el cerebro, entenderlo de modo no clausurado. Pero además, el cerebro moral de
modo más específico incide en esa dimensión mediante la cual no es el elemento
extrínseco del entorno educativo, sino uno mismo el que ha de asumir de modo apropiado
(adecuado y por uno mismo) determinadas pautas de conducta.
Incidir en la plasticidad moral del cerebro es también asumir la vulnerabilidad y fragilidad
de la condición humana. En efecto, merced a la permeabilidad y carácter inacabado del
cerebro no solo se da entrada a la posibilidad de forjarse un carácter autónomo y una
personalidad madura y responsable. También hay que considerar que dicho desarrollo
pueda llegar a truncarse, dando lugar a un posible fracaso. De hecho, esto es lo más
significativo educativamente porque, según la ética que se defienda, de ello derivará un
modelo u otro de educación para el desarrollo de la personalidad. ¿Es el objetivo de la
neuroeducación moral hacer “hombres de verdad”, personas fuertes que no muestren sus
flaquezas ni debilidades, imperturbables ante el sufrimiento propio o ajeno, competitivas
entre sí e incluso agresivas en el trabajo? ¿O se puede afirmar desde la neuroeducación
moral que para el pleno desarrollo de la personalidad es preferible premiar la
perseverancia y celebrar el error?
165
4. Atrévete a innovar desde la vulnerabilidad de la condición humana
Si la cultura de pares del adolescente define al “hombre de verdad” como alguien sin debilidades
ni necesidades, o como alguien que controla todo lo que necesita en la vida, tal definición
alimentará el narcisismo infantil e inhibirá los sentimientos de comprensión por las mujeres y por
otras personas que el adolescente perciba como débiles o inferiores. (Nussbaum, 2010: 66).
Martha C. Nussbaum alude a las investigaciones psicológicas de Dan Kindlon y Michael
Thompson (1999) sobre adolescentes varones estadounidenses y sobre cómo influye en
ellos la “cultura del vaquero solitario que se vale por sí mismo, sin ayuda de nadie”.
Frente a un modelo educativo que premia el éxito individual, censura el fracaso y alimenta
la competitividad, la neuroeducación moral que aquí defendemos considera las
debilidades humanas como parte del proceso educativo que abre al individuo más
plenamente a la realidad social y que le permiten desarrollarse humanamente de modo
más pleno. Porque lo que habría que analizar es si esa “cultura del vaquero solitario que
se vale por sí mismo” realmente implica un mejor desarrollo de la personalidad humana
o se está construyendo una forma de ficción respecto a la condición humana, que proyecta
ciertas fobias sobre determinados colectivos de la sociedad y que finalmente termina por
cegar también las fuentes éticas de la innovación educativa.
Siguiendo a Tracey Tokuhama-Espinosa (2014) vemos que son muchas las aplicaciones
prácticas de la neuroeducación para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Para el propósito de este trabajo conviene destacar la que consiste en “premiar la
perseverancia y celebrar el error”. La clave no radica en premiar solo a aquellos que
alcanzan el éxito y censurar o incluso rechazar a aquellos que hayan fracasado. Más bien
parece que para una mayor disposición para el aprendizaje, hay que acoger el error como
una oportunidad para aprender y crecer personalmente.
Esta actitud de apertura radical al aprendizaje y al crecimiento personal no oculta la
condición humana vulnerable o incluso la posibilidad de fracasar y equivocarse. Antes
bien, contribuye a alimentar e incentivar el empeño de intentarlo una y otra vez,
generando la predisposición a rectificar y superarse. Porque, en el fondo, lo bueno no
equivale a lo perfecto. Si reconocemos la vulnerabilidad como aspecto constitutivo de la
condición humana, la imperfección ya no es solo algo negativo, sino la expresión
constitutiva de no estar completamente clausurado (per-fectum) y quedar abierto a nuevas
experiencias: abierto a la innovación educativa. Desde esta perspectiva educativa lo
166
“correcto” ya no significa lo que no contiene errores y está completamente rígido, siendo
inflexible y severo, sino lo que se va enderezando en colaboración “con” los otros.
Reconocer la propia vulnerabilidad y las necesidades de los otros, estar atento a un pathos
compartido (com-pasión) permite hacer lo “co-recto”; la compasión se erige como motor
de la justicia (Gracia, 2018).
Las personas que tienen un grado elevado de apertura a las experiencias aprenden más
rápido que quienes no lo tienen. Si puedo manejar el error, puedo aprender más
rápidamente. El miedo al fracaso es paralizante, mientras que estimular el valor y el
empeño a ensayar nuevos intentos abre la puerta al aprendizaje y permite la innovación:
Niños que crecen en familias o escuelas que premian solo el trabajo excelente o el éxito obvio y no
reconocen los buenos intentos no se atreven a errar y por lo tanto no aprenden tan rápido. “Atrévete
a equivocarte” debería ser un mantra en la educación (Tokuhama-Espinosa, 2014: 236).
Bibliografía
Bilbao, Álvaro (2015). El cerebro del niño explicado a los padres. Barcelona: Plataforma
educativa.
Bowers, Jeffrey S. (2016). The practical and principled problems with educational
Neuroscience. Psychological Review, 123 (5), 600-612.
Cela Conde, Camilo y Ayala, Francisco (2018). El cerebro moral. Evolución del cerebro
y valores humanos. Madrid: EMSE EDAPP.
Cortina, Adela (2011). Neuroética y neuropolítca. Sugerencias para la educación moral.
Madrid: Tecnos.
Gracia, Javier (2017). Repensando la innovación educativa en y desde la Filosofía.
Estudio introductorio. Quaderns de Filosofia, IV (1), 11-23.
Gracia, Javier (2018). El desafío ético de la educación. Madrid: Dykinson.
Kindlon, Dan y Thompson, Michael (1999). Raising Cain: Protecting the emotional life
of boys. Nueva York: Ballantine.
Marina, José Antonio (2012). El diálogo entre Neurociencia y Educación. Participación
Educativa, 1, 7-14.
167
Nussbaum, Martha C. (2010). Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las
humanidades. Madrid: Katz.
Singer, Tania y Klimecki, Olga M. (2014). Empathy and Compassion. Current Biology,
24, 18, 875-878.
Tokuhama-Espinosa, Tracey (2011). Mind, Brain, and Education Science. A
Comprehensive Guide to the New Brain-Based Teaching. New York: Norton &
Company, Inc.
Tokuhama-Espinosa, Tracey (2014). Making classrooms better. 50 practical applications
of Mind, Brain and Education Sciences. New York/ London: Norton.
Unesco (2015). Replantear la educación. ¿Hacia un bien común mundial? Paris: Unesco.
168
Materiales para el estudio de la revolución cosmológica (1540-1616)
MIGUEL ÁNGEL GRANADA*
Universidad de Barcelona (UB)
Resumen: Presentamos una muestra del trabajo de aportación de materiales para el estudio
de la revolución cosmológica entre Copérnico y Kepler-Galileo (1543-1616). Los materiales
combinan material iconográfico de diverso carácter: vistas contemporáneas de ciudades,
frontispicios dedicados de ediciones de la época relacionados con la obra de los autores,
secciones integrales de obras importantes en la revolución cosmológica en las ediciones de
la época, primera traducción al español de dichas secciones con una anotación y referencias
bibliográficas para ulterior trabajo del estudiante. Como muestra describimos los materiales
sobre Georg Joachim Rheticus, el autor de la Narratio prima (1540, 1541), la primera
exposición impresa de la cosmología heliocéntrica.
Palabras clave: revolución cosmológica, Copérnico, Georg Joachim Rheticus, Wittenberg
Abstract: We present a sample of the work of contribution of materials for the study of the
cosmological revolution between Copernicus and Kepler-Galileo (1543-1616). The materials
combine iconographic material of diverse character: contemporary views of cities, dedicated
frontispieces of editions of the time related to the work of the authors, integral sections of
important works in the cosmological revolution in the editions of the time, first translation
into Spanish of these sections with an annotation and bibliographical references for further
work of the student. As a sample we describe the materials on Georg Joachim Rheticus, the
author of the Narratio prima (1540, 1541), the first printed exhibition of heliocentric
cosmology.
Keywords: cosmological revolution, Copernicus, Georg Joachim Rheticus, Wittenberg
La experiencia docente que presentamos se encuentra en sus inicios y está asociada a la
enseñanza de una asignatura optativa del último curso del Grado de Filosofía de la
Universidad de Barcelona, titulada “Cuestiones de Historia de la Filosofía: La revolución
cosmológica de Copérnico a Galileo (1543-1616)”. Forma parte, además, del proyecto de
innovación docente titulado “Periodeia: Escenarios y textos de la Filosofía”, en
realización en dicha Facultad de Filosofía en distintos ámbitos docentes.
Esta iniciativa aspira a ‘seducir’ o a ganar vocaciones para el estudio de la revolución
cosmológica de los siglos XVI y XVII en su primera fase, desde Copérnico hasta la
condena del heliocentrismo y prohibición en 1616 ‘donec corrigatur’ de la obra de
Copérnico. Intenta hacerlo incorporando la fuerza seductora de la imagen al necesario y
fundamental trabajo sobre las fuentes (el objetivo básico de toda la enseñanza de la
*
granada@ub.edu
169
historia de la filosofía), insertando todo ello en el itinerario biográfico-intelectual de los
protagonistas del proceso de revolución cosmológica en su particular peregrinatio por el
espacio europeo, un espacio en gran medida germánico en el sentido amplio de la cultura
del momento. Se persigue promover la visualización por el estudiante de una construcción
paneuropea de la cosmología de la modernidad temprana mediante una inserción de los
textos fundacionales en el escenario geográfico-cultural por el que, en una medida mayor
o menor, transitan los autores de dichos textos, que – repetimos – son el objeto
fundamental del estudio de la historia de la filosofía. Por supuesto, nuestra perspectiva es
una consideración interdisciplinar de las fuentes, como corresponde a los estudios de
filosofía, de acuerdo además con la concepción de la filosofía en ese momento histórico:
saber prácticamente universal en el que la interpretación de la naturaleza (o cosmología)
se articula de varia manera con la problemática teológico-religiosa (no hay que olvidar
que estamos en el siglo de la Reforma con toda su revitalizacíon de expectativas
escatológicas) y con la problemática antropológica (lugar del hombre en el nuevo cosmos
y su relación con lo divino). Así pues, nuestra iniciativa pretende asociar el estudio de
los textos del proceso de revolución cosmológica a un itinerario o un viaje geográficocultural (una especie de turismo intelectual diacrónico) de acuerdo con lo que el término
que da nombre al proyecto (Periodeia) y el título mismo del proyecto sugieren:
“Periodeia: Escenarios y textos de la Filosofía”.
La iniciativa está, como he dicho, en sus comienzos y se ha aplicado en pequeña medida,
pero creo que con buenos resultados, en la presentación introductiva de algunos autores
fundamentales del proceso de revolución cosmológica. Estos autores son Copérnico, el
discípulo suyo y de Melanchton Georg-Joachim Rheticus, el editor en Nuremberg del De
revolutionibus orbium coelestium de Copernico (Andreas Osiander), Tycho Brahe y
Johannes Kepler.
Uno de los problemas mayores al que se enfrentan los estudiantes de Historia de la
Filosofía y de la Ciencia hoy día en España, especialmente cuando el objeto de estudio es
anterior al siglo XVII y en concreto el periodo del Renacimiento y lo que en el ámbito
anglosajón se denomina “Early Modern Philosophy and Science”, es la dificultad del
acceso a las fuentes por el cada vez más acentuado desconocimiento de la lengua latina y
también el problema de comprensión de textos en las lenguas vulgares de la época,
especialmente el alemán de los siglos XVI y XVII, marcado por fuertes variantes
dialectales. A ello se une también la escasez de traducciones españolas de textos
importantes de los protagonistas de la revolución cosmológica. Como consecuencia, el
170
trabajo de los estudiantes sobre este importante tema se hace generalmente a partir de
exposiciones de literatura secundaria que, sin menoscabo de su valor y de que sean
ciertamente imprescindibles, no sustituyen sin embargo a la experiencia de la lectura
directa de las fuentes, no sólo en las ediciones modernas, sino incluso en las ediciones
originales de la época.
Por ello hemos desarrollado un programa de acceso a las fuentes mediante traducciones
al español de textos nunca traducidos hasta ahora, pero fundamentales y representativos
en el planteamiento y desarrollo del proceso que tiene lugar entre Copérnico y Kepler de
transformación en la imagen del universo y el lugar del hombre en él. Obviamente, no
puede tratarse de textos de gran extensión, sino de textos breves (independientes o partes
de obras más extensas) en los que aparecen cuestiones conceptuales de gran trascendencia
en la revolución cosmológica o que son, sencillamente, textos históricamente muy
significativos. Junto con la traducción aportamos (y creemos que esto es especialmente
importante y estimulante para el estudiante) la reproducción del original en la edición
princeps de la época, con la finalidad de iniciar a los estudiantes en la lectura de las
fuentes originales y abrir así el acceso a las bibliotecas digitales que, cada vez en mayor
medida, están accesibles on line; en nuestro caso, por limitarnos únicamente a dos
ejemplos, el Münchner Digitalisierungszentrum (MDZ) dependiente de la Bayerische
Staatsbibliothek en Múnich, o e-rara.ch, plataforma de los impresos digitalizados de las
bibliotecas suizas.
Como ejemplo del trabajo realizado, que ha comenzado a ponerse a disposición de los
estudiantes a través del sitio de la asignatura en el Campus Virtual de la Universidad de
Barcelona, presentamos en el congreso los resultados relativos a dos importantes
protagonistas de la primera fase de la revolución cosmológica y astronómica: 1) GeorgJoachim Rheticus (1514-1574), cuyo papel fue decisivo en la publicación de la obra de
Copérnico (De revolutionibus orbium coelestium, Nuremberg 1543) y en la primera
difusión del heliocentrismo mediante su obra Narratio prima (Danzig 1540, Basilea
1541); 2) Johannes Kepler (1571-1630), que ciertamente no necesita de presentación o
justificación. Por razones de espacio, nos vamos a limitar aquí a un rápido comentario a
los materiales relativos a Rheticus.
En la presentación de Rheticus – y lo mismo vale para los demás autores – aportamos
material iconográfico de la ciudad en la que tuvo lugar su formación intelectual y que es
marcadamente relevante para su obra, especialmente vistas panorámicas de la ciudad
procedentes de textos o ediciones antiguas. En el caso de Rheticus, una vista panorámica
171
de la ciudad de Wittenberg, a orillas del río Elba, nos permite contextualizar el estudio y
primera actividad docente (1532-1542) de Rheticus en la universidad radicada en dicha
ciudad y en el marco de la Reforma protestante allí mismo iniciada por Lutero en 1517:
Figura 1: Wittenberg hacia 1537 (de Reisealbum des Pfalzgrafen Ottheinrich, 1537)
La figura nos permite contextualizar la formación universitaria de Rheticus en la
ciudadela de la Reforma luterana: a la izquierda la Schlosskirche, donde Lutero colgó las
95 tesis contra las indulgencias el 31 de octubre de 1517; a la extrema derecha el convento
de los Agustinos (lugar de residencia de Lutero) y poco antes, a la izquierda, el edificio
de la universidad donde Rheticus se graduó en Artes en 1536. Allí Rheticus fue
promovido a profesor de matemática elemental ese mismo año, con el favor de su maestro
Philip Melanchton, de cuya presencia en la ciudad y en la universidad da muestra su casa
(hoy casa museo, al lado de la universidad; véase figura 2).
En 1538 y con la venia de Melanchton, Rheticus emprende un viaje de estudios que lo
lleva a diferentes ciudades (entre ellas Nuremberg y Tubinga) y que terminará por
encaminarle (seguramente por sugerencia de Johannes Schöner, matemático y astrónomo
de Nuremberg) a visitar a Nicolás Copérnico en Frauenburg-Frombork, a orillas del
Báltico, en el obispado de Warmia, con la finalidad de conocer de cerca y con precisión
los desarrollos astronómicos del canónigo polaco y abogar por su publicación, para lo
cual el impresor de Nuremberg Johann Petreius se muestra dispuesto a realizar la tarea
(la exposición está acompañada del gráfico de las etapas del viaje; véase figura 3). La
llegada de Rheticus está acompañada de dos joyas bibliográficas con las que Rheticus
pretende congraciarse la benevolencia y aceptación de quien sería su ‘praeceptor’: la
172
edición en griego de los Elementos de geometría de Euclides (Basilea 1533) y sobre todo
la princeps del texto griego del Almagesto de Ptolomeo, con el comentario de Teón de
Alejandría, recientemente publicada en Basilea (véase figura 4, con la dedicatoria de
Rheticus). Estos materiales pueden ampliar enormemente el interés del estudiante por los
antecedentes de la publicación de la obra de Copérnico y hacerle al mismo tiempo
consciente (con la visualización de la estructura tipográfica de la edición) de la realidad
del texto con que trabajaban los estudiosos de la época y las dificultades a que deben
enfrentarse los estudiosos actuales en su acceso a las fuentes originales.
Aceptado Rheticus como joven estudioso de astronomía por el ya viejo astrónomo polaco,
con independencia de las diferencias en materia religiosa, se entregó a la asimilación de
la astronomía heliocéntrica de Copérnico a partir de la lectura del manuscrito del De
revolutionibus. En 1540 Rheticus, con la autorización de Copérnico, publicó en Danzig
la Narratio prima, una primera presentación impresa – dedicada precisamente a Johannes
Schöner – de la reforma de la ciencia astronómica sobre la base del heliocentrismo y del
movimiento de la Tierra. Esta importante obra fue reimpresa en 1541 en Basilea por
iniciativa de Achilles Pirmin Gasser, maestro y mentor de Rheticus, a quien este había
visitado con anterioridad (en la localidad de Feldkirch) en su viaje de estudios. La edición
de Gasser reproducía fielmente la original de Danzig y añadía una dedicatoria de Gasser
al astrónomo Georg Vögelin.
Nuestro trabajo aporta la reproducción del texto original de esta dedicatoria en la que
Gasser asume el heliocentrismo como realidad física (en el ejemplar de la biblioteca
digital de e-rara.ch; véase figura 5 y al lado una traducción nuestra, acompañada de una
anotación inicial básica). Finalmente, como complemento de este accessus ad fontes,
hemos dado también la reproducción del texto latino del importantísimo capítulo 10 de la
Narratio prima (véase figura 6). En este capítulo se expone la “Universi distributio”, esto
es, la configuración heliocéntrica del cosmos junto con las razones que abogan por su
verdad física a partir de la mayor racionalidad, simplicidad y armonía del cosmos
copernicano, que establece por primera vez una distribución de las esferas celestes
siguiendo la proporción entre distancias al centro y duración del periodo (diferente para
cada planeta), al mismo tiempo que explica causalmente (demostración propter quid) lo
que el geocentrismo sólo puede constatar (demostración quia). Como indica el capítulo,
con el heliocentrismo se pone fin a la fuga hacia el exterior del cosmos, inevitable en el
geocentrismo por la adición de sucesivas esferas necesarias para explicar los varios
movimientos estelares, y el cosmos queda clausurado entre dos extremos inmóviles
173
(centro solar y esfera de estrellas fijas) con las únicos cuerpos móviles (las esferas
planetarias) respetando escrupulosamente la proporción distancia/periodo. Hemos
completado el material de Rheticus con la primera traducción castellana de este
importante capítulo en su integridad, acompañado también de una anotación básica y de
unas referencias bibliográficas para ulterior profundización por el alumno (véase en
figura 6 una breve muestra).
Hasta este momento hemos efectuado un tratamiento similar en el caso de Kepler y hemos
comenzado también a elaborar el capítulo relativo a Tycho Brahe (con la primera
traducción castellana del capítulo 8 del De mundi aetherei recentioribus phaenomenis,
Uraniburgi 1588), donde Brahe presenta y defiende, frente a Ptolomeo y Copérnico, su
propuesta de un sistema geoheliocéntrico del cosmos. Las secciones dedicadas al propio
Copérnico y a Andreas Osiander, el editor de la primera edición del De revolutionibus
(Nuremberg 1543) se encuentran en fase incipiente.
174
Figura 2: Casa de Melanchton en Wittenberg (fotografía del autor)
175
Figura 3: Peregrinación de Rheticus en 1538 hasta el encuentro con Copérnico.
176
Figura 4: Frontispicio de la edición princeps del Almagesto griego, con la dedicatoria de Rheticus a
Copérnico (Uppsala Universitet, Digital Collections).
177
[1] Primera Exposición sobre los Libros de las
revoluciones del muy sabio varón y muy eminente
matemático, venerable doctor Nicolás Copérnico de
Torun, canónigo de Warmia, dirigida al muy ilustre
varón Johann Schöner1, por el Maestro Joachim
Rheticus, acompañada de un Elogio de Prusia.
ALCINOO2
Es preciso que sea libre en su juicio el que quiere
filosofar
GEORG VÖGELIN3, Médico, al Lector
Este librito contiene enseñanzas desconocidas de
[los antiguos
y asombrosas para los ingenios de nuestro tiempo.
Pues indaga con una nueva concepción el orden de los
[astros,
y la tierra, que antes se creía inmóvil, corre ya.
Conserve la docta Antigüedad su reconocimiento por
[las disciplinas descubiertas,
siempre que no falte honor y alabanza a los nuevos
[estudios.
No temen este juicio ni la crítica los espíritus sabios,
únicamente la envidia puede ser dañina.
Pero poco importa la envidia y que esta nueva
[doctrina sea aprobada por pocos.
Bastará con que sea del agrado de los hombres sabios.
BASILEA
[1541]
Figura 5: Rheticus, Narratio prima, Basilea 1541, frontispicio (e-rara.ch). Traducción española de M. A. Granada.
1
Burmeister, 2015: 535-538 (“Schöner, Johann, 1477-1547”).
2
Filósofo platónico (siglo II d. C.), autor del Didaskalikós, una obra introductoria a la filosofía de Platón
(traducida al latín por Marsilio Ficino).
3
Burmeister, 2015: 611-615 (“Georg Vögelin, d. J., 1508-1542”).
178
[GEORGII JOACHIMI RHETICI NARRATIO PRIMA]
X. DISTRIBUCIÓN DEL UNIVERSO.
Dice Aristóteles: “Verdadera es, en grado sumo, la causa
de que sean verdaderas las cosas posteriores”4. No es otra
la razón de que mi preceptor5 haya considerado que debía
adoptar aquellas hipótesis que contengan las razones que
no sólo confirmen las observaciones de los siglos
precedentes como verdaderas, sino que, como cabe
esperar, sean causa de que en el futuro todas las
predicciones astronómicas de los fenómenos [τῶν
φαινομένων] sean reconocidas como verdaderas. De ahí
que [mi preceptor], en primer lugar y una vez superadas
dificultades no poco arduas, haya establecido como
hipótesis que el orbe de las estrellas, al que comúnmente
llamamos octavo, fuera creado por Dios cual morada que
comprendiera con su abrazo la totalidad de la naturaleza,
y que, con dicho propósito, lo hiciera fijo e inamovible
como lugar del universo. Ahora bien, como es sabido, el
movimiento no es percibido más que por referencia a
alguna otra cosa fija, y por ello los marineros, cuando se
adentran en alta mar y dejan de ver tierra firme, sino cielo
por todas partes y por todas partes agua6, son incapaces de
percibir movimiento alguno de la nave si los vientos no
agitan el mar, aunque se desplacen a gran velocidad, al
punto de recorrer el espacio de varias millas en el curso de
una hora. De ahí que Dios, sin duda alguna en interés
nuestro, haya adornado dicho orbe con un número tan
grande de pequeños globos centelleantes, firmemente
ancorados cada uno en su lugar, para que, gracias a ellos,
podamos advertir las posiciones y movimientos de los
demás orbes y planetas.
Figura 6: Rheticus, Narratio prima, Basilea 1541, cap. 10 (e-rara.ch). Traducción española de Pablo Montosa y M. A.
Granada.
4
Aristóteles, Metafísica, II, 1, 993b 26-27, trad. de Tomás Calvo, Biblioteca Clásica Gredos. Pese a citar
usualmente en el griego original, en este punto Rheticus se sirve de la traducción latina del cardenal
Besarión, que reza: “Verissimum est id quod posterioribus, ut vera sint, causa est”.
“D. praeceptor meus”, expresión y título con que Rheticus designa por lo general a Copérnico. Dado que
Rheticus fue el único discípulo de que gozó a lo largo de su carrera el canónigo Copérnico, esta expresión
permitió a R. Hooykaas identificar como el perdido tratado de Rheticus Sobre el movimiento de la Tierra
y la Escritura (conocido por una carta de Tiedemann Giese a Rheticus de 1543) el texto anónimo publicado
en Utrecht en 1651 con el título de Epistola de Terrae motu. Véase Hooykaas, 1984.
5
El texto original, “coelum undique et undique pontus”, es una cita literal de Virgilio: “Postquam altum
tenuere rates, nec iam amplius ullae adparent terrae, caelum undique et undique pontus” (Eneida, III, 192193). La versión castellana de Javier de Echave-Sustaeta dice: “Después de que nuestras llaves llegaron a
alta mar/y no avistan los ojos tierra alguna/–cielo por todas partes, por todas partes mar”, Biblioteca Clásica
Gredos.
6
179
Bibliografía
Burmeister, Karl Heinz (1967-1968). Georg Joachim Rheticus, 3 vols. Wiesbaden: Guido
Pressler.
Burmeister, Karl Heinz (1970-1975). Achilles Pirmin Gasser, 3 vols. Wiesbaden: Guido
Pressler.
Burmeister, Karl Heinz (2015). Magister Rheticus und seine Schulgesellen: Das Ringen
um Kenntnis und Durchsetzung des heliozentrischen Weltsystems des Kopernikus um
1540/50. Constanza-Munich: UVK Verlagsgesellschaft.
Danielson, Dennis (2006). The First Copernican: Georg Joachim Rheticus and the Rise
of the Copernican Revolution. Nueva York: Walker & Company.
Hooykaas, Reiser (1984). G. J. Rheticus’ Treatise on Holy Scripture and the Motion of
the Earth. Ámsterdam-Oxford-Nueva York: North Holland.
Rheticus, Georg Joachim (1982). Narratio prima, edición, traducción y comentario por
H. Hugonnard-Roche y J.-P.Verdet, con la colaboración de M.-P. Lerner et A. Segonds.
Wroclaw: Ossolineum.
Westman, Robert S. (1974). “The Melanchthon Circle, Rheticus and the Wittenberg
Interpretation of the Copernican Theory”. Isis, 66, 165-193.
180
Cómo se puede leer El Principito
Filosofía para niños y jóvenes
ROSER GRIVÉ E IRENE DE PUIG
Resumen: Como obra ya clásica después de 75 años en librerías y fórums El principito ofrece
muchas formas interpretativas y las autoras han trabajado esta lectura con jóvenes
adolescentes desde la perspectiva de filosofía para niños. Los aspectos filosóficos no faltan
en el libro, ya sea de forma implícita o explicita y quizás por ello sigue siendo una obra
estimulante para quienes se están situando en el mundo. Es un libro que da que pensar.
Palabras clave: literature, filosofía, adolescents, aula
Abstract: As a classic piece of literature, after 75 years always available in bookshops and
discussed in forums, The Little Prince offers a wide range of interpretations, and the authors
of this guide have worked it thoroughly with teenagers in class, from a philosophical
approach. The philosophical ideas appear through the whole book, either in implicit or
explicit ways, and this is why it still remains an exciting piece for those who are learning
about life. It's a book that makes us think.
Keywords: literatura, philosophy, adolescents, classroom
El libro El Principito es ya un clásico y como tal tiene vigencia para los adolescentes de
hoy, como hemos tenido ocasión de comprobar en nuestra práctica docente. Desde hace
unos años hemos trabajado la lectura de esta obra en aulas de ESO con gran
aprovechamiento y gusto por parte del alumnado.
Como fábula o libro simbólico tiene muchas lecturas y así ha sido a lo largo de los años.
Lo que nosotros, humildemente, añadimos es nuestra experiencia desde el proyecto
Filosofía 3/18 y, por lo tanto, dando un sesgo de lectura y un posterior diálogo de talante
filosófico.
La forma en la que Saint-Exupéry escribió esta obra la ubicó en la estantería de la
literatura infantil. Aparentemente infantil, suscita la reflexión filosófica puesto que el
libro está plagado de temas con gran trascendencia como la pérdida, el sentido de la vida,
la amistad, el amor o la soledad; un auténtico escrito sobre la naturaleza del ser
humano. Compuesto en la primera mitad del siglo XX, todavía hoy conserva la vivacidad
y el sentido de hace 75 años.
Al haber experimentado esta lectura con adolescentes con un resultado óptimo nos ha
servido de base para divulgar esta experiencia procurando una guía a los profesores que
181
quieran adentrarse en esta lectura des de la perspectiva de filosofía para niños (Grivé y
Puig, 2019).
El escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry publicó El Principito en abril de
1943. Es el libro escrito originariamente en francés más leído y traducido: se ha vendido
en 250 lenguas y dialectos.
Este best seller puede ser objeto de una lectura filosófica legítima porque contiene
muchos aspectos que permiten adentrarse en problemáticas que han sido objetivo de la
investigación filosófica: el mundo de las apariencias (un sombrero) y el mundo de la
realidad (una serpiente que acaba de comer un elefante); distinguir lo que es esencial de
lo que es accidental; el papel de la responsabilidad y otros muchos.
El Principito ofrece una vasta pluralidad de niveles de análisis, entre los que se encuentra
el filosófico. En este librito, que ha cautivado por igual a niños y mayores, su protagonista
nos da una lección de vida sin que en ningún momento debamos atenernos a imperativo
alguno: serán la inocencia (que tantas cosas tiene que preguntar, pues “cuando el misterio
es demasiado impresionante no es posible desobedecer”) y, más importante, la actitud del
inmortal personaje (“solo los niños saben lo que buscan”), lo que transmite al lector un
canon de conducta. Convencen las obras, no las palabras. Y es que “los ojos están ciegos.
Es necesario buscar en el corazón”.
No hace falta ser muy experto para darse cuenta del aliento filosófico que recorre todo el
libro. Parte de una actitud filosófica genuina, ya que el niño protagonista muestra su deseo
irreprimible de saber, un deseo que empieza en el modo de mirar las cosas como si fueran
nuevas, originales, extrañas.
No siendo un libro de autoayuda, sino de autorreflexión responde a preguntas que
hombres y mujeres se formulan con frecuencia. El Principito pone al adulto ante el espejo
de lo que es y lo que fue como niño, y de cómo su evolución se encuentra marcada por
conceptos como la amistad, la soledad, el amor, la tristeza o la riqueza.
El paseo por los planetas y su aterrizaje en la Tierra describen un viaje iniciático en el que
el Principito, así como el lector, va aprendiendo de sus experiencias.
A través de los viajes y las tribulaciones del Principito, nos encontramos ante conceptos
filosóficos como “autoridad”, “efímero”, “soledad”, entre otros. Se nos invita a
contemplar definiciones opuestas de la “propiedad”; contrastar el concepto de posesión y
el de responsabilidad, el sentido de las normas, etc.
Este libro supone una magnífica muestra de los estrechos límites que separan literatura y
filosofía. Saint-Exupéry no pretendía escribir un tratado filosófico, él era novelista y algo
182
poeta, pero necesitaba hablar de aquellos temas sobre los que había reflexionado y que
estaban más allá de un argumento. Y ese el resultado de una obra extraña, catalogada
como infantil pero con mensajes para los adultos. Mensajes cargados de sentido y
empapados de filosofía.
La tradición francesa de literatos filósofos o filósofos literatos desde los Ilustrados a
Sartre está bien presente en el libro.
Esta atmosfera filosófica –también presente en otras obras de Saint-Exupéry– se aprecia
en la tendencia del autor a abordar y preguntarse por cuestiones, digamos, profundas,
esenciales, radicales. Y la podemos justificar de dos maneras:
Por eso hablamos también de una filosofía implícita ya que la filosofía además de
estudiar un amplio campo de cuestiones, estructurado en distintas disciplinas o materias,
tiene una manera de hacer, de “mirar” que puede convertir en “cuestión” muchos aspectos
de la realidad humana. Como ejemplo podríamos decir que la amistad es una cuestión
relacionada con los afectos y, por tanto, es cosa de la psicología, o bien que tiene que ver
con la sociología: identificación, grupo, etc. También se podría relacionar con la
economía, la antropología, etc. Pero fue Aristóteles quien, en su Ética a Nicómaco,
escribió sobre el valor de la amistad en sentido ético (del libro VIII al X) o Montaigne
quien nos dejó un tratado “Sobre la amistad” en el capítulo XXVII del libro primero de
los Ensayos.
La pregunta por el sentido de nuestra existencia; el encuentro y reencuentro con uno
mismo; la relación con los demás, construida a través de la responsabilidad y el
compromiso. El valor de cada experiencia, el sentir la soledad y la compañía.
La poesía, a veces relegada a un segundo término por las urgencias cotidianas como le
pasa al aviador.
No diremos que es un libro “de” filosofía, pero sí que destila un trasfondo filosófico
fundamental tanto en el planteamiento como en la argumentación.
Se habla también del equilibrio entre opuestos, como son la belleza y el paso del tiempo,
la felicidad y la adversidad, la relación entre niños y adultos, lo visible y lo invisible, el
viaje interior y el viaje por el mundo, el misterio de la vida y la muerte…
Hablaremos de filosofía explícita en el sentido de que el autor trata aspectos que
tradicionalmente han sido terreno de la filosofía y, como mostraremos, en el libro hay un
poso temático que responde a las preocupaciones de la historia del pensamiento. Tanto es
así que algunos momentos de la obra se pueden relacionar con nombres, autores y
corrientes de la filosofía, otros, no tan directos, mantienen un aire de familia, un perfume
183
que a menudo nos retrotrae a lecturas conocidas que muy probablemente influyeron a un
Saint-Exupéry lector empedernido.
Cabe decir que no nos hemos debido esforzar mucho para destacar los aspectos de la
narración que tienen que ver con posicionamientos éticos, estéticos y epistemológicos.
Los aspectos éticos son evidentes en la obra. Los personajes que encuentra El Principito
en los distintos planetas le ofrecen un conjunto de modelos o antimodelos sobre los que
el niño, aun de pocos, años sabrá distinguir. El aprendizaje por la contraposición de
modelos está servido.
Así, el Principito aprende a discernir, y deliberadamente rechaza vivir según los
presupuestos del poder, de la vanidad, de la evasión, de la acumulación y del activismo
vacío de sentido. Ver a través de sus ojos inocentes, pero críticos, nos permite examinar
nuestros valores.
• Ilustra las virtudes y defectos a partir de personajes paradigmáticos. En
este sentido, en algún momento se adentra en el que podría ser un manual de
valores morales.
• Desautoriza categóricamente el estilo de vida que prioriza el bienestar
material como propósito de las sociedades modernas: el consumo insensato y
acrítico.
• Condena la prisa y la rentabilidad como excusa para no prestar atención a
lo que es importante.
Y sobre todo estimula a discernir qué es y qué no es importante, a tener claras las
prioridades. Debemos seguir el camino de las cosas esenciales y dejar de lado las
accidentales. En este sentido anima a hacerse responsable y a adquirir compromisos.
Es un canto a la amistad en varios sentidos y también un manual práctico –teórico y
sentimental– del proceso de establecer relaciones profundas.
Está lleno de simbolismos y guiños para la formación de carácter:
• Las malas hierbas se deben sacar antes de que sea demasiado tarde.
• Ser responsable es una manera de cuidar.
Algunos de los aspectos epistemológicos son señalados ya desde el primer capítulo en
relación entre la apariencia y la realidad y culminan en la conocida expresión: “Lo
esencial es invisible a los ojos”.
Hay también una crítica a algunas maneras de hacer ciencia. Hay que ser objetivo: los
científicos no están exentos de prejuicios como se puede ver con la anécdota del
184
astrónomo turco y, por otro lado, si solo se recopilan datos, pero no se explora el terreno
desde la vivencia real, como le ocurre al geógrafo, nos encontramos con una ciencia ciega.
Los aspectos estéticos vienen marcados por las ilustraciones y por la poética del texto:
los símiles, las metáforas y otros elementos literarios de la obra.
El libro Cómo se puede leer “El Principito” está organizado siguiendo el orden de los
capítulos de El Principito y cada uno de ellos se abre con una breve introducción al
capítulo donde se señalan algunos de los temas de fondo. No es exhaustivo porque nos
conduciría a un manual infinito, pero los señalamos para que el maestro pueda decidir si
son adecuados o no y haga el uso que mejor se adapte a la tipología del alumnado.
Un apartado inicial de motivación prepara muy brevemente a los jóvenes para la lectura
del capítulo. En lugar de empezar de nuevo, plantearemos alguna breve actividad que
pueda hacer la lectura más fructífera y mueva algunos conocimientos o sentimientos que
nos ayuden a profundizar en el texto. Sirve para poner en situación al alumnado,
adelantándose a algún aspecto del capítulo. Puede ser la búsqueda de información, como
la confección de un dibujo, de un anuncio, responder algunas cuestiones, resolver un
enigma… Un toque para centrar la atención.
La propuesta de lectura, encadenando con el tema de “formas de lectura”.
Se hace a dos niveles: una lectura del texto, por lo que hemos previsto una forma de
lectura diferente para cada capítulo para huir de la rutina y para implicar al alumnado a
partir de propuestas lúdicas y creativas: desde las lecturas silenciosas a las lecturas corales
o teatralizadas. El segundo nivel es la lectura de imagen, que se puede hacer a través de
las ilustraciones del autor o bien a través de las que provienen de los cuadernos de los
alumnos y que acompañan distintos capítulos.
En el apartado central Conceptos y temas es donde se tratan algunos de los aspectos que
hemos elegido para desarrollar en el aula, ya sea en forma de diálogo, de actividad o de
cuestionamiento. Obviamente no es una exploración exhaustiva, sino que toma algunas
de las líneas señaladas por el autor y que hemos considerado adecuadas y adaptables a la
franja de edad a la que va dirigida la guía. Seguramente para otros colectivos deberíamos
haber enfocado otros aspectos, pero en el entorno de la adolescencia hemos priorizado
algunos temas que podían ser de interés, desde la cortesía hasta el misterio o los
prejuicios, la amistad, los sentimientos, la autoestima, la soledad, etc. Tras una breve
presentación del concepto ofrecemos un ejercicio o dos, que podrían ser otros.
Una de las satisfacciones de la experiencia en el aula fue la propuesta de hacer un
cuaderno personal de escritura y dibujo. Algunos de estos cuadernos se convirtieron
185
en pequeñas joyas que se movían entre el diario personal y la explosión de creatividad.
Los dibujos de esta guía y la portada provienen de estas libretas, que se han recogido a lo
largo de varios cursos en la escuela Thau de Sant Cugat.
En cuanto a la evaluación nos sumamos a la corriente de la evaluación figuro analógica,
forma que el GrupIREF ha incorporado a su práctica y que deviene innovadora, creativa
y contextualizada. Sin olvidar las preguntas fundamentales del final de cada sesión, como:
¿Qué he aprendido en la sesión de hoy?; ¿Qué relación tiene con los que estudiamos en
la escuela?; ¿Me sirve para mi vida fuera de la escuela?
Entendemos que se trata de una propuesta doblemente innovadora, en el sentido de que,
partiendo de la experiencia de la didáctica de la lectura, nos adentramos en el camino
filosófico como un paso más para estimular la reflexión en el aula. Y resulta innovadora
también desde Filosofía para niños puesto que es una incursión en un clásico de la
literatura y no un relato curricular.
Como experiencia educativa feliz prepararemos una simple exposición con algunos de
los cuadernos personales, para que los asistentes puedan juzgar el provecho de dicha
lectura.
En tanto que aportación metodológica, a nuestro juicio tiene dos ventajas. Por una parte,
hay un guion establecido que puede servir de guía y apoyo, pero a su vez se trata de
propuestas muy abiertas que cada docente puede adaptar a la situación en la que se
encuentra.
Esta lectura simbólica a través de la aventura y la fantasía pone en juego la imaginación
y las intuiciones, y atrapa a los niños. Pero también a los adultos, que ven reflejada, detrás
de la complejidad del lenguaje poético, la trascendencia de unas preguntas esenciales.
El mundo metafórico que nos ofrece no está lejos de las preocupaciones habituales de los
pequeños y de los adultos y –probablemente aún más– de los adolescentes, ya que nos
invita a pensar en la naturaleza humana, las emociones, los sentimientos y las relaciones.
A través de los ojos de un niño vemos ciertas actitudes absurdas de los adultos, y el viaje
del Principito nos muestra el camino del descubrimiento de lo que es esencial para nuestra
existencia.
Manual a la manera de Filosofía para niños y niñas: claro, estimulante y variado, que
aporta amplios recursos para la lectura, la escritura y especialmente para la reflexión.
186
Bibliografía
Grivé, Roser y Puig, Irene de (2019). Cómo se puede leer “El Principito”. Filosofía para
niños y jóvenes. Barcelona: Editorial Octaedro.
187
Enseñar filosofía como experiencia de transformación.
Cuando Sócrates encontró a Don Quijote
Una perspectiva neuroeducacional
VALENTÍN IONESCU*
Colegio nacional Cantemir-vodă
Resumen: La neuroeducación no es solo una moda cultural sino que impone la necesidad de
repensar los instrumentos y los métodos pedagógicos ofreciendo también una ocasión
inesperada de reevaluar el papel de la filosofía. Lo que propongo es un método de un círculo
de discusión democrático, empático y libre, que denomino método Lipman-Rogers, método
que es sostenido por elementos neuropsicológicos y de neurociencia social y afectiva y
también por una práctica pedagógica, con sus elementos fenomenológicos y existenciales que
conducen a un nuevo tipo de educador más concordante con y propicio al ser fluido y
cambiante del hombre, pero también de la sociedad misma.
Palabras clave: filosofía, neuroeducación, empatía, método Lipman-Rogers
Abstract: Neuroeducation is not just a cultural fashion, a trend, but imposes the need to
rethink the pedagogical instruments and methods and offers at the same time the chance to
reevaluate the role played by philosophy. My proposal is a method of a democratical circle,
filled with empathy and freedom, wich I call the Lipman-Rogers method, a method sustained
by elements of neuropsychology, social neuroscience and affective neuroscience and by a
pedagogical activity with its phenomenological and existential elements that lead to a new
tipe of educator, suited to the changing and fluid being of man as well as society.
Key words: philosophy, neuroeducation, empathy, Lipman-Rogers method
1. Neuroeducación y filosofía
¿Cómo crece nuestro cerebro en un medio interaccional con las condiciones de
autenticidad, ser abierto y empatía (las condiciones propuestas por Rogers con mayor
impacto en la intervención)?
La neurociencia de la toma de decisiones es muy complicada y fragmentariamente
entendida, pero la neurociencia de la decisión económica de comprar está un poco más
avanzada gracias a las aportaciones de la behavioral economics. Los dos circuitos
involucrados en la toma de decisiones, el circuito emocional y el circuito racional (el
sistema 1 y el sistema 2), dice Kahneman, no pueden sino actuar en conjunto. No existe
situación de decisión puramente racional y la perspectiva de la decisión racional
*
vallentinionescu@yahoo.com
188
calculando utilidades, utilizada por los economistas, es totalmente inadecuada y
empiricamente falsa (véase la crisis económica generada desgraciadamente por esta
representación compartida por la comunidad cientifica).
La neuroeducación1 también insiste en el carácter complementario de los dos circuitos
cerebrales. Hay que ejercitar ambos para un crecimiento sano del cerebro y una
personalidad madura. Algo que desafortunadamente no se hace en la educación
institucional. Es necesario incorporar a la pedagogía y a la didáctica la psicología y la
neurología, que aportan las condiciones del crecimiento para armonizar el educable y los
instrumentos de la educación. La contradicción entre ellos, lo decía con voz alta ya
Rousseau, es un desastre pedagógico y produce hombres incompletos, inmaduros y
inadaptables, afuncionales desde el punto de vista psicológico y cultural, en el significado
psicosocial del termino cultura.
Probablemente no es necesario asistir a una disección en la Facultad de Medicina y tener
un cerebro un tus manos para entender que es un órgano extremadamente complejo que
aprende en cada momento y modifica su conectividad, su funcionalidad y su estructura
como consecuencia del aprendizaje. Pero para mí lo es y he tenido esta experiencia 2. Es
imprescindible tomar conciencia de que la intervención didáctica no solo modifica
biológicamente el cerebro de un niño y también que este cerebro tiene cambios que esa
intervención puede facilitar o bloquear.
La filosofía —por el acto de filosofar (en el sentido kantiano), la tolerancia de los puntos
de vista opuestos y el pensamiento crítico— es un instrumento esencial para lograr las
metas de nuestro crecimiento. El diálogo filosófico modifica realmente las redes neurales
y es un ejercicio esencial para nuestra salud mental, por expresarlo neurológicamente.
Desde el punto de vista pedagógico, la construcción de un entorno constituido por la
estructura flexible del grupo e interacciones fluidas, empáticas y democráticas tiene una
fuerte correlación con la hipótesis del cerebro social utilizada por los social
neuroscientists y genera una intervención didáctica compleja y profunda. El (la)
profesor(a) y sus alumnos son cerebros inmersos en un medio interaccional positivo y
trabajando el mindsight, la construcción continua de hipótesis sobre el funcionamiento de
1
Lo que es sorprendente es que los cursos de especialización proponen para la neuroeducación meramente
las deficiencias y los trastornos del aprendizaje. Creo que la neuroeducación tiene como núcleo el desarollo
del cerebro en un entorno didáctico que sostiene este desarollo. El punto de partida puede ser la patología
neuroeducacional, pero el acento debe ponerse en las intervenciones para el crecimiento y no solo para
acceder a la normalidad.
2
Puedo nombrarlo una experiencia neuro-hamletiana.
189
los otros. Pensando en el hecho de que el area prefrontal está en pleno crecimiento,
construcción de conexiones y mielinización de sus fibras hasta los 25 años
aproximadamente, la perspectiva de la intervención didáctica Lipman-Rogers deviene
verdaderamente novedosa por su impacto sobre niños y adolescentes3.
Hay una metáfora que me gusta mucho y para mí expresa muy bien la función del profesor
en la profundidad de su acción: el profesor es como un neurocirujano que construye redes
neuronales y su instrumento es la palabra, la idea y aquello que es lo más sutil, eficiente
y impactante: la emoción...
2. Las condiciones del encuentro de Rogers y el círculo de discusión de Lipman.
Elementos del método
¿Por qué la combinación de los métodos mencionados, aparte de la adhesión subjetiva de
mi parte a ambos por separado?
El método dialógico-socrático era inherente al modo de filosofar como ejercicio lógico y
de pensamiento crítico en la clase. La igualdad y la cooperación del círculo en la
comunidad de indagación son, en mi opinión, los únicos instrumentos para alcanzar la
tolerancia de los puntos de vista y el escepticismo sano de la filosofía al mismo tiempo
que el ejercicio de las competencias lógicas del alumno.
Pero esto no es suficiente, porque hay algunas condiciones previas del diálogo,
condiciones de la comunicación en la clase, para lograr la meta que consiste en la
competencia lógica. No puedes contraargumentar si no escuchas al otro; no lo escuchas
si no lo respetas desde el primer momento, y no puedes escucharlo si no empatizas con
tu interlocutor(a). De esta manera, está claro que necesitas algunos elementos, que con
el ejercicio en la clase y fuera de la clase devienen competencias, elementos no lógicos,
elementos interaccionales y afectivos que hacen posible el acto de comunicar. Y el
carácter abierto de la empatía puede ser la base de un entendimiento real, profundo, de un
punto de vista diferente4.
En este contexto semántico resulta válido preguntarnos: ¿cómo estan conectadas las tres
condiciones de Rogers (la empatía, la autenticidad, la interacción positiva) y el método
3
No es relevante solo el desarrollo cerebral, sino también el coraje, la creatividad y la exploración de nuevos
contextos, experiencias e interacciones presentes ya en la adolescencia.
4
Entiendo por empatía la comprensión que es sostenida por una transposición afectiva, por ponerse en el
lugar del otro y sentir y entender su mundo fenomenológico.
190
socrático de Lipman? Una hipótesis puede ser que la empatía (recibirla y ejercerla, pero
siempre una hipótesis extendida a los tres elementos del encuentro) es como una
condición del buen funcionamiento de nuestro cerebro. Es la hipótesis de Rogers5 con sus
condiciones de la fully functioning person.
Tomamos la siguiente metáfora como punto de partida de lo que voy a decir a
continuación: la motivación es el motor de la personalidad, la afectividad su combustible
y las relaciones sociales sanas son el oxígeno que alimenta la combustión. La motivación
real es intrínseca y también es natural, es la necesidad de aprender para sobrevivir; es una
necesidad adquirida por la evolución, que tiene sus implicaciones también en el
funcionamiento y en la estructura del cerebro. Por eso, aprender debe ser autoiniciado y
existencial. No debemos construir la motivación para aprender porque ella es innata, es
la curiosidad. Debemos solo fomentarla correctamente6.
Los estoicos, los cínicos, los escépticos y los epicúreos sabían que la síntesis orgánica de
estos elementos es el equilibrio, la paz interior, ataraxia, el suelo donde crecen las raíces
de la sabiduria.
La estructura de las necesidades que sostiene todas las metas es innata, lo decía ya
Maslow con fuerza7. Pero tu funcionamiento depende también de cuatro elementos más.
En primer lugar, tu yo y tu imagen de tí mismo: cómo te sientes contigo mismo y cómo
te ves a tí mismo. En segundo lugar, cómo quieres ser, en una interacción complicada con
cómo te ven los otros que son significativos para tí.
Aquí la dicotomía de Kahneman se rompe. El sí ideal no es una construcción racional, la
adhesión al sí ideal no es racional tampoco. Y de esta manera los sistemas 1 y 2 cooperan
íntimamente8.
La hipótesis es que el modelo puede ser generalizado. Es, dicho correctamente, un metamodelo: un esquema paradigmático que puede ser indirectamente testado con métodos
estadísticos, si elegimos como variables, por ejemplo, estado de ánimo (parcialmente la
5
He transladado la hipótesis de Carl Rogers al nivel neuropsicológico. Esto me permite no solamente
conectar íntimamente su método con el método de Matthew Lipman, sino validar ambos y por tanto validar
mi método.
6
Por esto hacemos la propuesta del concepto de profesor como facilitador.
7
En su conocido libro Motivación y personalidad. Creo que la perspectiva neuropsicológica puede
ayudarnos a entender no solamente el carácter innato de la pirámide de las necesidades, sino también la
combinación de las necesidades básicas con las afectivas-interaccionales y culturales y así profundizar su
meta-necesidad de autoactualización.
8
Es el motivo de proponer una renovación y una reinterpretación de los dos conceptos de Daniel Kahneman.
191
medición de la ansiedad y de la depresión puede indicar cómo te sientes contigo mismo),
motivación, eficiencia en lograr metas.
3. Dignidad y responsabilidad de ser (el coraje pedagógico)
El acto pedagógico es esencialmente una interacción que tiene consecuencias, algunas
como objetivos pedagógicos, con efectos en la existencia del alumno, en la existencia
actual o la del futuro adulto. Pero los efectos más fuertes son generados por el encuentro
mismo y por el clima relacional del grupo. El profesor es una variable importante que
tiene un gran impacto en la interacción, en la atmósfera del grupo, en la actitud, no
solamente en la transmisión de los contenidos.
La dignidad del pedagogo no es solamente formal, la de respetar las reglas de su
profesión; no es una mera dignidad académica, sino la dignidad existencial de ser el
facilitador del crecimiento del ser de su alumno. Y esto significa una manera de ser de su
propio ser. Son las condiciones de Rogers mencionadas antes: ser auténtico y abierto,
empático y presente en la interacción para fomentar el crecimiento del alumno. Y esto
tiene detrás un entrenamiento existencial continuo. No puedes ser auténtico en la clase
sin ser auténtico en la vida, sin fomentar tu propio crecimiento y autenticidad
continuamente, cada dia y cada hora.
Creo que el término que corresponde a esta actitud existencial es el coraje. Coraje de
cambiarte y de ayudar a otros a cambiarse, coraje de descubrirte y ayudar a otros a
descubrirse, coraje de ser humano para ayudar a otros a crecer como humanos. Y no es
solo el sano coraje escéptico de reconocer que no conoces todo, porque esto es
imprescindible. Solo alguien que tiene un bloqueo enorme de su ser, por no decir algo
patológico, puede creer que lo sabe todo. Se trata del coraje de cambiarte y cambiar lo
que piensas y sientes, de cambiar la referencia, de cambiar la perspectiva, de ser una
fluidez lúcida y sensible.
El descubrimiento de sí mismo, el encuentro y la colaboración procuran una experiencia
de distanciarse menos de tí, una experiencia de amistad contigo mismo, como decía
Seneca: ʺY ahora, para pagar la merced que te debo, voy á lo que hoy me ha agradado en
Hecaton. «¿Preguntas, dice, qué he adelantado? ser amigo mio.» Mucho ha adelantado
192
sin duda; ya nunca estará solo. Ten presente que este amigo lo es de todos. Adiósʺ.9 Es
una experiencia profunda que te enriquece.
Sabemos que la incidencia de la depresión y de la ansiedad es tremenda. Consideramos
como causa la sociedad con sus presiones y olvidamos que la educación tiene su parte
importante en este asunto. Prepararnos para la vida es su meta esencial. Los datos
estadísticos mencionados dicen, en efecto, que no logramos esta meta. Bromeando, digo
a mis alumnos que vamos a reducir el número de clientes de los psicoterapeutas mediante
los efectos a largo plazo de la comunidad de indagación.
Lo más importante, no solamente en el aula sino en la vida, es para el pedagogo ser
auténtico, ser él mismo, estar presente y escuchar a sus alumnos, porque sus otros
objetivos son imposibles de realizar sin la autenticidad. Y seguramente su principal meta
es hacer crecer la autenticidad de sus alumnos y ¿cómo va a lograrlo sin ser él mismo
auténtico?
4. Conclusiones: la libertad y la autenticidad del ser como metafinalidades de la
filosofía10
Hemos olvidado sistemáticamente el caracter antiguo de la filosofía, que no era una
disciplina rígida que perseguía llenar el alma con verdades absolutas incuestionables, sino
una manera de vivir guiada por ideas, actitudes y valores asumidos con firmeza, un modo
de sentir y vivir, no un cuerpo doctrinal a defender con armas argumentativas y retóricas.
La libertad y la autenticidad, que están íntimamente unidas, necesitan ejercicio y
autodescubrimiento, cambio, curiosidad y paciencia empática. Y también un
distanciamiento mínimo de uno mismo, un yo transparente y próximo con el que podemos
alimentar —por su openess, su carácter abierto— el encuentro con el otro.
Por estos argumentos está claro que, en efecto, la educación ya tiene metas: la fully
functioning person11. Y esto nos conduce al último elemento: el carácter
fundamentalmente democrático de la filosofía.
Nos hemos acostumbrado a enseñar la democracia de manera teorética, descriptiva (qué
es la democracia), o prescriptiva (cuáles son los principios, los derechos o las reglas del
9
Seneca (1884), Epistolas morales, Madrid, Luis Navarro, Colegiata, Núm. 6, epistola VI, pag. 12-13.
10
Véase Ionescu (2017).
11
Véase C. Rogers, On becoming a person, concretamente el subcapítulo que detalla la concepción de un
psicoterapeuta sobre la vida buena.
193
sistema político democrático). Pero esto no puede ser sino algo insuficiente, porque la
democracia no es un sistema ideal, sino primeramente un conjunto de reglas y derechos.
La democracia, decía muy bien Karl Popper, no tiene metas en sentido propio, no es el
sistema mejor; la democracia no tiene más que una sola finalidad: guardarnos del peligro
del autoritarismo. Y, para completar, los valores no vienen de la democracia, que es
solamente un conjunto de reglas del juego; los valores vienen del liberalismo, y me refiero
al liberalismo clásico olvidado de John Stuart Mill y de su maravilloso libro On liberty.
La democracia no se puede enseñar directamente, sino únicamente mediante actos
democraticos y equilibrando la competición con la cooperación. Esto solo es posible
dentro de la participación en un grupo democrático, como por ejemplo el grupo de
encuentro y la comunidad de indagación.
Hemos olvidado, con consecuencias tremendas, que la democracia es una modalidad de
encuentro, de interacción con los otros y no un sistema que nos da algo. El humanismo
detrás de la democracia es el elemento que falta hoy y el humanismo está justamente en
crisis porque hemos formalizado todo y cada praxis debe tener su procedimiento, su
algoritmo. Hemos olvidado que solo los hombres actúan, interaccionan, deciden, viven,
mueren, son felices o tristes, lloran o rien. El verdadero recurso social, cultural y
economico, es el recurso humano, su modalidad de pensar y de sentir. Estos son
moldeados y desarrollados por la educación. Lo sabemos desde hace miles de años, pero
parece que no hemos aprendido la lección de la historia.
Podemos ser auténticos solo por la educación, pero por una educación inspirada en
valores como la sinceridad, la empatía, el pensamiento crítico, la tolerancia, la interacción
positiva, la competición con fair-play, incluso lo que yo denomino fair-play marketing,
paciencia, vivir el presente significativo y además abrirte al otro y al mundo. Pero los
valores no se enseñan, se practican y se descubren en la interacción educacional.
Para esto creo que es muy importante que Don Quijote encuentre a Sócrates. ¡Cada dia y
en cada aula! Este encuentro decidirá el futuro de la filosofía.
Bibliografía
Bernhardt, Boris C. y Singer, Tania (2012). The neural basis of empathy. Annual Review
of Psychology, 1-23, doi: 10.1146/annurev-neuro-062111-150536.
194
Cacioppo, John T et al. (Eds.) (2002). Foundations in Social Neuroscience. Cambridge
MA: Massachusetts Institute of Technology.
Dănăilă, Leon y Golu, Mihai (2017). Tratat de neuropsihologie (2 tomos). București: Ed.
Medicală.
Fernandez-Pinto, Irene et al. (2008). Empatía: medidas, teoria y aplicaciones en revisión.
Anales de psicología, 24, 2, 284-298.
Gold, Joshua y Shadlen, Michael N. (2007). The neural basis of decision making. Annual
Review of Psychology, 535-574, doi: 10.1146 /annurev.neuro.29. 051605.113038.
Hadot, Pierre (2001). La philosophie comme manière de vivre. París: Albin Michel.
Immordino-Yang, M. H. y Faeth, M. (2009). The role of emotion and skilled intuition in
learning (pp.66-81) en David Sousa (Coord.). Mind, Brain and Education. Bloomington:
Solution Tree Press.
Ionescu, Valentin (2017). ¿Filosofía de los molinos de viento? Don Quijote, filosofía y
neurociencias, Tehura, 10, 93-103.
Kahneman, Daniel (2014). Pensar rápido, pensar despacio. Barcelona: De Bolsillo.
Laercio, Diógenes (2003): Vidas de los filosofos ilustres. Barcelona: Omega.
Mill, John Stuart (1991): On liberty. Oxford: Oxford University Press.
Pascual-Leone, Alvaro et al. (2005). The plastic human brain cortex. Annual Review of
Psychology, 377-401.
Phelps, Elizabeth et al. (2014). Emotion and decision making: multiple modulatory neural
circuits. Annual Review of Psychology, 263-287, doi: 10.1146/annurev-neuro-071013014119.
Portellano, Jose Antonio (2005). Introducción a la neuropsicología. Madrid: McGrawHill.
Revista Crear mundos (2011). Homenaje a Mathew Lipman, verano-invierno, 9,
Barcelona.
Rogers, Carl Ransom (1994). Freedom to learn. A view of what education might become.
New Jersey: Prentice Hall.
195
Rogers, Carl Ransom (2004). On becoming a person. A therapists's view of psychotherapy. London: Constable&Robinson.
Rogers, Carl Ransom (2012). Client Centered Therapy. Little: Brown Book Group.
Squire, Larry et al. (Coords.) (2008). Fundamental neuroscience. Amsterdam: Elsevier.
196
El filósofo en pijama
Una aproximación actual a la filosofía desde el aula invertida
MIGUEL ÁNGEL JIMÉNEZ LEÓN
Fundación Colegio Bérriz (FCB)
Resumen: El proyecto “el filósofo en pijama” usa el enfoque pedagógico de aula invertida
para poder llegar al máximo número de alumnos de la manera más efectiva posible. Para
conseguir este propósito plantea ganar tiempo de calidad dentro del espacio colectivo a través
del uso de metodologías activas y traslada al ámbito individual la carga de aprendizaje
mecánico. El formato usado para el desarrollo de las explicacion es el de vídeos cortos a los
que se asocian unas actividades telemáticas que producen una retroalimentación del proceso
y nivel de adquisición del temario. Con la información obtenida el docente puede tomar
decisiones pedagógicas que afectan a todo el grupo, a grupos homogéneos o incluso a
individuos particulares.
Palabras clave: innovación, Filosofía, Flipped Classroom, flipped learning, aula invertida,
metodologías activas, neurociencias, TIC
Abstract: “The philosopher in piyama” project uses the flipped classroom as pedagogical
aproach to reach the highest possible number of students in the most effective way. In order
to achieve this purpose, it brings up to gain quality time in the collective learning space by
using active methodologies and moves into the individual learning space the load of the
mechanical processes.The theory content is provided in short video format and, attached to
it, there are telematic activities which provide feedback of students’ progress and learning
acquisition level. With the obtained information the teacher is able to make pedagogical
decisions affecting the whole class, part of the group or particular cases.
Keywords: innovation, Philosophy, flipped learning, flipped classroom, neuroscience, ITC
¿Si sé que lo hago mal por qué insisto?
Todo profesor que se precie, en general, y el de filosofía en particular, quiere llegar a
todos sus alumnos1, o al menos al mayor número posible. La responsabilidad del docente
es observar si su práctica profesional está a la altura de las circunstancias y cumple con
este propósito. Esto no quiere decir, que uno deba entregarse de forma irreflexiva a las
modas del momento sacrificando las esencias de la disciplina, pero sí exige del docente
que haya una continua puesta al día, tanto en la materia filosófica como en el soporte de
los procesos de enseñanza-aprendizaje. En el primer caso, se han producido ya
importantes avances en ese sentido en el momento que se ha dado el paso del
conocimiento como contenido al conocimiento como competencia. En cuanto a la
1
Declaración de intenciones hecha por Jon Bergmann en el III Congreso Europeo de Flipped Classroom
que tuvo lugar en Zaragoza el 9 y 10 de noviembre de 2018.
197
didáctica de la filosofía, no se puede ignorar por más tiempo las ya no tan recientes
aportaciones desde los distintos campos de las neurociencias, que están aportando
información valiosa de cómo funcionan los procesos cerebrales y cognitivos en el
aprendizaje humano. Gracias a muchas y fecundas investigaciones sabemos que el
cerebro aprende más y mejor cuando se hace a través de las emociones, colaborando con
otros alumnos, creando sus propios productos y artefactos, evaluando y monitorizando
sus propios procesos de aprendizaje. La capitalización de dichos hallazgos científicos se
traduce en una mejora de los procesos de aprendizaje en cantidad, calidad y durabilidad,
que no pueden ser ignorados.
1. ¿Cómo pasa el alumno de oyente pasivo a protagonista de su propia acción
educativa?
La práctica docente, en filosofía especialmente, no puede ya basarse en enfoques pasivos
que han demostrado ser ineficaces. Una de las pruebas más demoledoras es la que ofrecen
(Santiago & Bergmann, 2018) en su pirámide de aprendizaje, donde demuestran que
actividades propias de las metodologías pasivas solo superan una retención por una parte
bastante minoritaria del alumnado, más allá de las 24 horas siguientes a su producción en
el aula. Así pues, los aprendizajes producidos por escucha de la explicación del docente,
por brillante que ésta sea, solo se recuerdan en el 5% de los casos, en el caso de la lectura
llega al 10%, la utilización de medios audiovisuales alcanza un 20% de los alumnos y la
demostración se mueve en un porcentaje del 30%. Sin embargo, el uso de metodologías
activas, tales cómo hacer que los propios alumnos realicen argumentaciones, prácticas o
que enseñen a otros alumnos, alcanzan el 50%, 70% y 90% respectivamente.
Estos datos llevan a la reflexión sobre si la utilización de los tiempos del aula está siendo
provechosa. La estructura tradicional más frecuente puede ser resumida en:
1. Aclaración de dudas de la sesión anterior.
2. Corrección de los ejercicios realizados en casa.
3. La explicación de contenidos nuevos, normalmente a través de la
exposición por parte del profesor en la mayoría de los casos, ocasionalmente
una lectura y, en menor medida, una introducción audiovisual.
4. Aclaración de dudas sobre los contenidos nuevos.
5. La realización de algún ejercicio en clase.
198
6. La realización de ejercicios de forma individual, sin supervisión del
docente por parte del alumno en su casa.
El enfoque didáctico del aula invertida ha identificado dos espacios diferenciados y
complementarios. En primer lugar, se halla el espacio colectivo, el que se da propiamente
en el aula, y en el que según el esquema que hemos reproducido anteriormente se vienen
aplicando la mayoría de las metodologías pasivas. Es aquí donde, de manera generalizada,
se trabajan las habilidades de pensamientos de orden inferior (LOTS)2 según la taxonomía
de Bloom (Bloom, Engelhart, Furst, Hill, & Krathwohl, 1956), mientras que, en el espacio
individual, se deben desarrollar las habilidades de orden superior (HOTS)3. La acción
docente acompaña al alumno en los procesos de pensamiento de menor calidad y menor
valor añadido, dejando al alumno hacer frente a actividades más complejas y de mayor
dificultad en la soledad de su hogar.
2. La explicación 24*7 que posibilita la diversificación.
La práctica del flipped learning evacúa una gran parte de las metodologías pasivas del
aula, ofreciendo las explicaciones en soporte de vídeo a sus alumnos. Las explicaciones
teóricas son condensadas en vídeos de una duración comprendida entre los 3 y 9 minutos
y le son facilitadas al alumnado a través de las múltiples herramientas digitales que
permiten la compartición, interactuación y monitorización. Los vídeos pueden proceder
de la producción propia del profesor o de la curación de contenidos ajenos. Según la
experiencia de la FLGI4 suelen tener mayor acogida los de producción propia, al
reforzarse el vínculo entre docente y alumno, aunque esto presuponga unas ciertas
competencias digitales y requiera dedicar mayor tiempo de elaboración. Los contenidos
curados, sin embargo, proceden de la selección de fuentes previas disponibles en bruto o
editadas, y que son puestas a disposición del alumno.
Una de las ventajas que ofrece la grabación audiovisual es que está disponible a demanda
del alumno, y que éste puede marcar su propio ritmo de aprendizaje al poder retroceder,
adelantar o repetir, en función de sus propias necesidades. Por otro lado, el vídeo conecta
2
Low Order Thinking Skills: recordar, comprender y aplicar
3
High Order Thinking Skills: analizar, evaluar y crear
4
Flipped Learning Global Initiative
199
con la propia idiosincrasia de los jóvenes, que conectan perfectamente y de manera
natural con este medio de comunicación, ya que coincide con su canal habitual de
expresión. El uso de las herramientas audiovisuales, además, ayuda a aquellos alumnos
con necesidades educativas especiales, sobre todo en los casos en los que esas necesidades
van ligadas a dificultades en lecto-escritura, ya que los problemas de aprendizaje no van
necesariamente asociados a los contenidos propios de la materia, sino al canal por el que
son transmitidos. La introducción de recursos audiovisuales puede contribuir, por un lado,
a simplificar los procesos de descodificación de los mensajes educativos y al refuerzo en
la memorización y evocación de la información recibida al utilizar estímulos variados.
Estos hallazgos originados en el mundo empresarial han sido fecundamente explotados
por las técnicas de visual thinking como muestran (de Pablo & Lasa, 2015) y el uso de
organizadores mentales, tal como se defiende desde el enfoque de las rutinas de
pensamiento, según indican (Swartz, Costa, Beyer, Reagan, & Kallick, 2017).
La transformación de la práctica docente, sin embargo, no se puede limitar a poner a
disposición del alumno una serie de grabaciones audiovisuales de las explicaciones,
puesto que, de ser así, se seguiría operando en un entorno de metodologías pasivas. Todo
vídeo debe tener asociada una tarea que provoque una intervención activa del alumno con
el producto audiovisual ofrecido. Esta interactuación puede ser tradicional, unos deberes
escritos, por ejemplo, o puede estar articulada a través de una de las numerosas
aplicaciones y herramientas que ofrece la web 2.0. La ventaja que ofrece el uso de las
herramientas basadas en las nuevas tecnologías es que muchas de ellas permiten el
seguimiento de las tareas asignadas. De esta forma, el docente puede conocer, antes de
empezar la siguiente sesión en el aula, si el alumno ha visionado los contenidos, si ha
realizado las tareas asignadas, cuáles son los errores más frecuentes y el nivel de
comprensión alcanzado por cada alumno. Disponer de esta información posibilita al
profesor tener un nivel de conocimiento del grupo difícilmente alcanzable en un contexto
de metodologías pasivas. En este marco se presenta un amplio abanico de oportunidades
de intervención, ya sea para toda la clase, para grupos concretos o de forma individual.
3. ¿Qué ocurre en el aula si el profesor ya no explica?
La transformación más radical que tiene lugar con la aplicación del aula invertida sucede
propiamente en el espacio colectivo, puesto que el docente deja de consumir tiempo en el
aula ofreciendo disertaciones de contenidos teóricos, que hacen que el alumno sea un
200
mero espectador pasivo, y ahora puede aplicar metodologías activas, que de forma
práctica involucran plenamente a los alumnos. Esto, por supuesto, no quiere decir que no
haya lugar para ningún tipo de explicación o aclaración en el aula, sino que se hacen solo
aquellas exposiciones o correcciones que, después de haber recabado la información
sobre el estado de aprendizaje de los alumnos, se consideran oportunas. De esta manera
se trabaja sobre las necesidades específicas de cada alumno y esto no solo afecta al
alumnado que tiene dificultades, sino también a aquel que está en disposición de
profundizar y ampliar los contenidos mínimos y que rara vez puede ser tomado en cuenta
por la vorágine de la programación y la secuenciación de las evaluaciones.
Cuando entra en juego el conjunto de metodologías activas que descentralizan la acción
docente, para otorgar el protagonismo de los procesos enseñanza-aprendizaje al alumno,
surge también la necesidad de un mayor grado de planificación, puesto que no
necesariamente todos los alumnos del grupo están realizando las mismas tareas a la vez.
El rol del profesor en clase pasa de ser correa de transmisión exclusiva de conocimientos
al de guía y consejero del alumnado, que facilita entornos de aprendizaje activos a través
de actividades como aprendizaje basado en problemas, aprendizaje basado en proyectos,
design thinking, el estudio de casos, la simulación, los relatos en primera persona, la
gamificación o el aprendizaje cooperativo. Como fenómeno colateral del cambio
performativo metodológico, aparece una mutación muy favorable a la disciplina
filosófica, como es el de la mutación de un ambiente de clase estático, unidireccional y
silencioso a un estado dinámico, multidireccional y vivo, que sin embargo choca con la
conceptualización tradicional del orden y disciplina.
Hasta que no se comprueban los resultados del nivel de aprendizaje alcanzado por el
alumno y se constata, de forma satisfactoria, si se ha producido el progreso esperado, la
percepción de desorden y laxitud disciplinaria suele hacer cuestionar al docente el sentido
y la utilidad de los cambios metodológicos puestos en marcha. Esto, que indica un proceso
de aclimatación, es necesario tanto por parte del profesorado como por parte de los
alumnos. La percepción generalizada, no obstante, al final de los nuevos escenarios de
aprendizaje muestra que el clima del aula ha mejorado. Y esta mejora no solo se detecta
en el espacio colectivo que comienza a ser un lugar donde se trabaja la cooperación y la
responsabilidad personal, sino que también se manifiesta en el espacio individual y en la
conexión entre ambas esferas. Tal como indica el propio Jon Bergmann, flippped
classroom no es una metodología en sí, sino más bien una meta-estrategia didáctica que
funciona como soporte de las distintas metodologías activas.
201
4. Las metodologías activas implican el cambio en las tareas y la evaluación.
Para garantizar una mínima coherencia, el docente tiene que asumir que una vez que se
ha dado el paso hacia metodologías activas ya no es viable seguir manteniendo, al menos
íntegramente, las tareas que se venían desarrollando tradicionalmente. Si el alumno en
casa debe visionar el material facilitado por el profesor, ya sea de producción propia o
procedente de la curación de contenido, el tiempo necesario para llevar a cabo dicha labor
debe ser tenido en cuenta y no ser sumado a otras tareas que se venían desarrollando
tradicionalmente. Lo mismo ocurre con la cuestión de la evaluación. Ésta debe reconocer
de forma proporcional los esfuerzos realizados valorando el peso específico y el grado de
dificultad de las actividades realizadas. Por ejemplo, no resulta coherente eclipsar los
esfuerzos realizados y los progresos alcanzados en un proyecto (ABP), que se ha llevado
a cabo tanto de forma grupal como individual, en el espacio temporal de dos semanas con
un examen que se produce de forma puntual en una sesión. En primer lugar, ya se ha visto
que la evaluación tradicional solo contempla aspectos de contenidos y no puede recoger
de forma eficaz los progresos competenciales adquiridos. Por otro lado, se resiente el
aspecto motivacional del alumno, ya que una vez que es conocedor del poco impacto que
tiene su desempeño en las actividades, va a priorizar sus esfuerzos en superar
exitosamente la evaluación tradicional.
Las herramientas de evaluación que se emplean para medir aprendizajes activos tienen
que completar el examen tradicional que, por otro lado, no tiene por qué desparecer, pero
el peso específico del mismo debe ser recalibrado desde la perspectiva de la taxonomía
de Bloom. El enfoque metodológico activo facilita una mayor transparencia recurriendo
a la multilateralidad de la evaluación e incluyendo otras aportaciones, como la
autoevaluación o la evaluación entre pares. Esta multilateralidad, para ser más efectiva,
debe estar basada en rúbricas o dianas de evaluación, que ofrecen desde el primer
momento al alumno una clara visión de cuáles son los aspectos sobre los que va a ser
evaluado, tanto en cantidad como calidad. Esta transparencia fomenta la reflexión sobre
la propia actividad de aprendizaje, cimentando destrezas profundamente filosóficas como
la metacognición o el análisis crítico con las categorías de la evaluación.
202
5. El filósofo en pijama
Durante el curso 2016/17 fueron expulsados durante 15 días, por motivos disciplinarios
muy graves, dos alumnos de 2º de Bachillerato que cursaban la asignatura Historia de la
Filosofía. Esa ausencia prolongada en mitad del segundo trimestre, unida a las exigencias
del apretado programa marcado por el estricto guión de las pruebas de acceso a la
universidad, me llevaron a tomar la decisión de facilitar los contenidos previstos en las
sesiones a los alumnos afectados. El formato elegido fue el de grabar explicaciones en
audios con una grabadora digital. Inicialmente solo seguía el orden del libro de texto
ampliando los conceptos y cuestiones que consideraba de mayor complejidad o dificultad
para los alumnos. Finalmente decidí compartir los contenidos creados con toda la clase,
en vez de hacerlo solo con los alumnos expulsados.
La acogida por parte de la clase, no solo fue muy positiva, sino que además se tradujo en
que los alumnos se sintieran más involucrados en la materia según manifestaron, incluso
demandando mantener el sistema de grabación y compartición de contenidos. Se registró
un aumento en la participación en cuanto a número de preguntas, a la vez que se pudo
constatar que la profundidad de las mismas era mucho mayor.
Esta experiencia impulsó la investigación sobre el enfoque didáctico del flipped
classroom que en la actualidad se centra en cuatro puntos fundamentales.
En primer lugar, el objeto de estudio es el espacio de aprendizaje individual. Los
esfuerzos se centran en la creación de un repertorio audiovisual de producción propia,
combinado con el uso de contenidos curados, repertorio que pretende abarcar los temarios
contemplados en las asignaturas de Filosofía de 1º de Bachillerato e Historia de la
Filosofía de 2º de Bachillerato.
En segundo lugar, en el ámbito del espacio grupal, el trabajo del filósofo en pijama
pretende combinar varias de las metodologías activas para desarrollar de la forma más
completa posible el ámbito competencial de la materia filosófica. En la actualidad, se ha
abordado ya el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje basado en proyectos, la
gamificación y el visual thinking. El proyecto contempla en un futuro cercano facilitar el
acceso a un canal YouTube que sirva para fomentar la difusión y discusión.
El tercer ámbito que está siendo objeto de investigación y desarrollo es el que se refiere
a la diversificación, para lo cual se está observando la práctica de aprendizaje entre pares.
En concreto se está observando el impacto que tienen las intervenciones de los alumnos
con dominio manifiesto de la asignatura sobre los que muestran dificultades.
203
El cuarto foco de investigación está siendo el de la evaluación y su retroalimentación
sobre los propios aprendizajes. La prioridad del estudio en torno a la evaluación se
concentra específicamente sobre la evaluación competencial.
El proyecto el filósofo en pijama ha surgido como una iniciativa particular, pero tiene
pretensiones de transcender más allá de un aula concreta, por lo que está abierto a
cualquier aportación.
Bibliografía
Bloom, B., Engelhart, M., Furst, E., Hill, W., & Krathwohl, D. (1956). Taxonomy of
Educational Objectives: Handbook I: Cognitive Domain. New York: McKay.
de Pablo, F., & Lasa, M. (2015). ¡Dibújalo! Madrid: LID Editorial Empresarial.
Santiago, R., & Bergmann, J. (2018). Aprender al revés. Barcelona: Paidós.
Swartz, R. J., Costa, A. L., Beyer, B. K., Reagan, R., & Kallick, B. (2017). El aprendizaje
basado en el pensamiento. Cómo desarrollar en los alumnos las competencias del siglo
XXI. Madrid: SM.
204
Aplicabilidad del Proyecto PEACE a Filosofía de 1º de Bachillerato
IRENE LAFUENTE-ALIAGA
Colegio Calasanz Escolapios de Pamplona
ADOLFO RODRIGUEZ-AGUNDEZ
Université du Québec á Montréal
Resumen: En la presente comunicación se describe y analiza una experiencia didáctica para
la enseñanza de la Filosofía en 1º de Bachillerato en un centro de la Comunidad Foral de
Navarra. Se trata de un breve estudio exploratorio sobre la aplicabilidad de los materiales del
currículo PEACE en dicha asignatura, los cuales se elaboraron siguiendo los principios del
programa de Filosofía para Niños como resultado del proyecto de investigación PEACE
(Philosophical Enquiry Advancing Cosmopolitan Engagement) (COMENIUS, 2012-2015).
Se planificó, ejecutó y evaluó una Unidad Didáctica en el marco del Bloque sobre la
Racionalidad Práctica del currículo de Filosofía de 1º de Bachillerato, con un grupo de 34
estudiantes de la modalidad de inmersión lingüística en inglés.
Palabras clave: Filosofía, currículo PEACE, Bachillerato, innovación educativa.
Abstract: This paper describes a didactic experience in Philosophy in 1º of Baccalaureate in
a school in the Foral Community of Navarre. This is a brief exploratory study on the
applicability of PEACE curriculum materials in this subject. This curriculum was developed
following the principles of Philosophy for Children and as a result of the research project
PEACE (Philosophical Inquiry Advancing Cosmopolitan Engagement) (COMENIUS, 20122015). A Didactic Unit about the Practical Reason was planned, executed and evaluated with
a group of 34 students of the English language immersion program.
Key words: Philosophy, PEACE curriculum, Baccalaureate, educational innovation.
1. Introducción
La materia de Filosofía tiene como objetivo, según el DECRETO FORAL 25/2015, de
22 de abril, del Gobierno de Navarra, por el que se establece el currículo de las
enseñanzas del Bachillerato en la Comunidad Foral de Navarra, “que el alumnado sea
capaz de (…) centrarse en aquello que caracteriza específicamente a la Filosofía, esto
es, reflexionar, razonar, criticar y argumentar, utilizando el modo de preguntar radical
y último que le es propio, sobre los problemas referidos a la totalidad de la vivencia
humana, y ello sin dejar de lado su capacidad de transformación y cambio tanto del
individuo como de la sociedad.”
205
De esta manera se pretenden desarrollar habilidades propias del pensamiento filosófico,
como el análisis crítico de la realidad, y actitudes que favorezcan el diálogo respetuoso
y la ciudadanía activa.
Los contenidos de la asignatura se organizan en seis bloques: el saber filosófico, el
conocimiento, la realidad, el ser humano y la razón práctica.
Por su parte el Currículo PEACE, que es parte del proyecto educativo Philosophical
Enquiry Advancing Cosmopolitan Engagement (PEACE), tiene como pretensión
“proporcionar las competencias necesarias para pasar de un cosmopolitanismo acrítico a
otro crítico y reflexivo”, para lo cual propone la metodología propia del programa
Filosofía para Niños.
La experiencia educativa que se presenta a continuación se llevó a cabo en el último
bloque de contenidos del currículo, la Razón Práctica, el cual introduce al alumnado en
los fundamentos de la Ética y la Política.
2. Didáctica de la Filosofía
Tal y como expresa Tozzi (2007) la metodología empleada en las asignaturas de Filosofía
ha cambiado muy poco en las últimas décadas y “los alumnos, generalmente motivados
a principio de curso con la esperanza de poder expresarse sobre cuestiones existenciales,
pierden rápidamente el interés frente a la aridez de la clase magistral” (Tozzi, 2007). El
docente dirige al alumnado preguntas cerradas, de forma que no se da un verdadero
intercambio (Álvarez, 2008), ya que las clases se entienden como espacios “para escuchar
y absorber, en donde se deja poquísimo sitio para la deliberación, el escrutinio y la
resolución de problemas” (Esquivel & Rodríguez, 2016).
Podemos decir que estamos centrándonos en enseñar contenidos, en transmitir un
conjunto de doctrinas de relevancia filosófica a lo largo de la historia, pero ¿qué hay del
desarrollo de las habilidades y actitudes propias del pensamiento filosófico? ¿Estamos
dejándolo de lado?
La didáctica de la filosofía tiene “la tarea de vincular la voluntad de respuesta filosófica
a la pregunta ‘¿qué es enseñar filosofía?’ con una práctica específica de enseñar” (Cerletti,
2014) y “debe haber coherencia entre las actividades didácticas propuestas por un docente
y el significado que éste atribuye a enseñar filosofía”. Dado que el currículo establece
entre sus objetivos el desarrollo de la capacidad de filosofar, las actividades que se
206
realicen “deberán confluir en esa meta” (A. J. R. N. E. Cerletti, 2005) para lo cual parece
que la clase magistral no debería ser la única estrategia empleada en el aula.
Como afirma (Obiols, 2008) aprender filosofía (contenidos) y aprender a filosofar
(procedimientos) no son cuestiones contradictorias, sino “dos caras de una misma
moneda”.
3. Filosofía para Niños
En los años 60, Matthew Lipman, profesor de Filosofía, constata las carencias cognitivas
del alumnado y llega a la conclusión de que el sistema educativo transmite conocimientos
pero no desarrolla destrezas de pensamiento. Con la intención de remediarlo, escribió una
serie de novelas protagonizadas por jóvenes que discuten y dialogan sobre diversas
cuestiones filosóficas que se les plantean en el día a día. Son relatos que tratan problemas
filosóficos adaptados a los diferentes niveles de desarrollo intelectual y emocional de
niños y jóvenes, y que están acompañados por manuales para los docentes, donde se
proponen actividades y guiones de discusión para trabajar los textos. Lipman y su equipo
elaboran así el currículo IAPC, un currículo filosófico que abarca toda las etapas
educativas desde educación infantil hasta la enseñanza postobligatoria. El fin de este
currículo es crear comunidades de indagación filosófica, en las que, a través del diálogo
cooperativo, el alumnado haga filosofía, ejercitando el pensamiento complejo, entendido
como pensamiento crítico, creativo y cuidadoso.
El diálogo cooperativo propuesto por Lipman constituye en sí mismo, más que una forma
de comunicación, una forma de relación y una pedagogía (Aguirre, 2012). Además,
podemos decir que en sí mismo supone una innovación educativa porque rompe con la
inercia escolar tradicional y tiene, a su vez, “una dimensión política relevante, porque
cuestiona la continuidad conservadora del estado de las cosas, convirtiendo a quienes
intervienen en una situación de enseñanza programada, en reales partícipes de su propia
formación” (A. Cerletti, 2014).
El programa de Lipman y su equipo se ha extendido ampliamente por diferentes países y
sus novelas y libros han sido traducidas a más de cuarenta lenguas. Existen adaptaciones
de las novelas y del currículum de Lipman, así como revisiones del mismo y nuevos
enfoques que, aun partiendo de él, tienen un carácter diferente y novedoso (Arnaiz, 2007:
50).
207
El currículo PEACE se basa, precisamente, en los principios del programa de Filosofía
para Niños, fue desarrollado por un equipo internacional de innovación docente como
resultado del proyecto de investigación PEACE (Philosophical Enquiry Advancing
Cosmopolitan Engagement) (COMENIUS, 2012-2015). Consta de seis relatos cortos que
favorecen la reflexión y la discusión sobre temas presentes en el plan de estudios de
Filosofía de 1º de Bachillerato, como son la diversidad cultural y el medio ambiente.
1. Objetivo general
El objetivo de este trabajo fue valorar la posibilidad de aplicación de los materiales
PEACE al bloque de contenidos sobre la Razón Práctica en la materia de Filosofía de 1º
de Bachillerato.
La actividad se llevó a cabo con un grupo de 34 estudiantes de la modalidad de inmersión
lingüística en inglés del Colegio Calasanz Escolapios de Pamplona.
2. Metodología
Se realizó una investigación exploratoria y para ello se elaboró una unidad didáctica del
bloque de ‘La Razón Práctica’ de Filosofía de 1º de Bachillerato con los materiales del
proyecto PEACE. La metodología empleada fue la observación sistemática del desarrollo
de la unidad por parte de la docente y un breve cuestionario de evaluación contestado por
el alumnado.
3. Resultados
Entre los resultados del estudio se encuentra la Unidad Didáctica elaborada, que evidencia
la aplicabilidad del Proyecto PEACE a la asignatura de Filosofía de 1º Bachillerato y la
valoración del alumnado acerca de la misma.
A continuación se presentan los aspectos fundamentales de la Unidad Didáctica.
3.1. Unidad Didáctica
Objetivos de aprendizaje:
-
Leer comprensivamente el relato Hanadi del proyecto PEACE.
-
Formular preguntas de carácter filosófico acerca de cuestiones ético-
políticas.
-
Argumentar y razonar los propios puntos de vista con coherencia y
claridad.
208
-
Emplear habilidades propias del pensamiento filosófico, concretamente
los silogismos hipotéticos.
-
Apreciar el papel de la filosofía como reflexión crítica acerca de
cuestiones medioambientales actuales.
Contenidos comunes y específicos del bloque de contenidos de ‘La Razón Práctica’:
-
Composición escrita y oral de argumentos de reflexión filosófica
manejando las reglas básicas de la retórica y la argumentación.
-
La ética: principales teorías sobre la justicia.
-
Filosofía política: principales interrogantes de la Filosofía política.
-
Conceptos y nociones: efecto mariposa, lo global y lo local, relación
entre las partes y el todo.
-
Habilidades de pensamiento: silogismos hipotéticos.
Secuenciación didáctica:
•
Primera sesión:
-
Explicación de la actividad
-
Lectura conjunta de pautas y normas para el diálogo
-
Revisión conjunta de las características de las preguntas filosóficas
(pautas del Libro de texto de Filosofía de 1º de Bachillerato de la editorial SM y de
Pensar por sí mismo de Michel Tozzi)
•
•
Segunda sesión:
-
Lectura compartida del relato Hanadi de los materiales PEACE
-
Aclaración de nociones: efecto mariposa, partes-todo, global-local
-
Ejercicio de silogismos hipotéticos
-
Identificación individual de ideas sugerentes en el texto
-
Problematización y formulación de preguntas individualmente
Tercera sesión:
-
Formación de grupos heterogéneos y negociación y selección de una
pregunta por grupo
•
-
Reformulación conjunta y categorización de preguntas
-
Votación conjunta para seleccionar las dos preguntas a discutir
Cuarta sesión:
209
-
Formación de dos grupos heterogéneos: contertulios y observadores (se
turnan los roles)
-
Se entrega una plantilla de observación de habilidades de pensamiento a
las y los observadores
•
Se realizan los diálogos con guion de discusión preparados por la docente
Quinta sesión:
-
Autoevaluación de la participación en la actividad y valoración de la
actividad general con preguntas abiertas
Criterios de evaluación:
•
Leer comprensivamente el capítulo “El encuentro con el pastor” del relato
Hanadi.
•
Identificar planteamientos e ideas sugerentes en el texto.
•
Formular preguntas de carácter filosófico a partir del texto.
•
Argumentar y razonar los propios puntos de vista con coherencia y claridad.
•
Apreciar la importancia de la reflexión ética y política.
•
Valorar las cuestiones medioambientales como asuntos de interés ético y político.
•
Explicar las siguientes nociones: efecto mariposa, lo global y lo local, relación
entre las partes y el todo.
•
Formular silogismos hipotéticos.
Materiales: Para la presente actividad, como ya se ha mencionado, se emplearon los
materiales propios del currículo PEACE. Se llevó a cabo la lectura del capítulo número 6
de la novela Hanadi, titulado “El encuentro con el pastor”.
En esta novela se narran las vivencias de un grupo de amigos en un campamento de verano
y se tratan temas relacionados con el medio ambiente, el cosmopolitismo, la justicia, la
democracia, etc., que coinciden en interés y temática con el tercer bloque de contenidos
del currículo de Filosofía de 1º de Bachillerato en la Comunidad Foral de Navarra.
Concretamente, en el capítulo empleado se relata el encuentro entre un grupo de
adolescentes que se encuentran pasando las vacaciones en un campamento y un pastor
del pueblo, quien les explica que un vecino ha vendido su finca a una empresa que está
extrayendo gas del suelo para producir energía, empleando la técnica conocida como
Fracturación Hidráulica. Surge en ese momento entre las adolescentes la misma
210
controversia presente entre los vecinos del pueblo, de forma que los diálogos reflejan las
posturas habituales en torno a este tema.
Sistema de evaluación y calificación: En la asignatura en la que se ha llevado a cabo
esta actividad el sistema de evaluación establece lo siguiente: el 50% de la nota final de
la evaluación corresponde al resultado del examen global, un 20% al del examen parcial,
20% a dos disertaciones filosóficas, y 10% al perfil del alumno. La evaluación de esta
actividad se incluyó en este 10%, donde se atiende a los siguientes aspectos:
responsabilidad y tarea, esfuerzo y estudio, colaboración y trabajo en equipo, convivencia
y creatividad. Esto se evalúa con una rúbrica propia del centro.
En esta actividad se emplearon varias estrategias de evaluación: por un lado la
observación durante las sesiones en el momento de formulación de las preguntas y en la
participación en el diálogo; por otro, la plantilla de observación de destrezas de
pensamiento y una ficha de autoevaluación, atendiendo a la realización de todas las tareas.
Atención a la diversidad: En el grupo no hay ningún estudiante con indicación de
necesidad específica de apoyo educativo, pero existe una gran variedad de estilos de
aprendizaje, conocimientos previos, intereses, etc. Esta Unidad Didáctica atiende a dicha
diversidad recurriendo a tres prácticas inclusivas:
-
propone una estrategia de aprendizaje activo, lo que posibilita la
participación del alumnado
-
se ponen en práctica técnicas propias del aprendizaje cooperativo
-
se emplea el agrupamiento heterogéneo flexible que se lleva a cabo tanto
en los grupos de formulación de preguntas como en el momento del diálogo.
3.2. Valoración del alumnado sobre la Unidad Didáctica
211
Perciben su participación en la actividad como
negativa o insuficiente
20%
Perciben su participación en la actividad como
positiva
60%
El diálogo ha enriquecido su reflexión
Su opinión ha cambiado gracias al diálogo
76%
16%
Figura 1: Percepción del alumnado acerca de su propia participación en la Unidad Didáctica
Clarificación de
ideas 5%
Nuevas
interrogantes 21%
Nuevas
reflexiones
16%
Mayor perspectiva
37%
Argumentos
para defender
su postura 21%
Figura 2: lo que les ha aportado el diálogo filosófico
212
Figura 3: Razones que señalan como causa de insatisfacción con la Unidad Didáctica
4. Análisis de resultados
-
Se han hallado en el relato Hanadi contenidos también presentes en el
curriculum de la asignatura Filosofía de 1º de Bachillerato en la CFN.
-
Se ha confeccionado una unidad didáctica para el sexto bloque de
contenido de la materia de Filosofía de 1º de Bachillerato en la CFN
empleando los materiales del currículo PEACE.
-
El relato de Hanadi, al igual que se ha constatado en otros estudios sobre
las novelas de los diversos currículums basados en los principios de Filosofía
para Niños, ha suscitado la reflexión y propiciado el diálogo filosófico entre
estudiantes.
-
Se ha observado que la aplicación de la metodología FpN ha favorecido
la cooperación entre el alumnado, la atención a la diversidad presente en el
grupo, y la puesta en práctica de destrezas propias del pensamiento
filosófico.
-
El uso de la metodología FpN ha favorecido que aquel alumnado que
habitualmente pasa desapercibido en el aula tome la palabra realizando
intervenciones útiles para el grupo.
-
La mayoría de estudiantes perciben su participación en el desarrollo de la
unidad didáctica como positiva, y un número muy elevado afirma que el
diálogo le ha resultado enriquecedor. Las principales razones por las que
algunos estudiantes consideran que su participación no ha sido satisfactoria
son: en el caso de la labor de contertulio, la timidez, la dificultad para
expresarse en inglés y la falta de costumbre; en el caso de la labor de
213
observador: la dificultad para identificar destrezas de pensamiento en las
intervenciones de sus compañeros y para entender el inglés.
-
El total de las y los estudiantes del grupo coincide en afirmar que la
metodología empleada en la unidad didáctica desarrollada les ha resultado
atractiva e interesante.
-
Respecto a la atención a la diversidad, esta actividad tiene un especial
interés porque constituye una innovación respecto a las metodologías
empleadas habitualmente en el aula, con lo cual se diversifican las
estrategias de enseñanza y de aprendizaje de la materia ampliando el abanico
de posibilidades de acceso y favoreciendo así la inclusión de todas y todos.
Es, además, una estrategia de aprendizaje activo, lo que posibilita la
participación activa del alumnado, resultando en una mayor motivación y en
un aprendizaje más significativo y consciente. Se ponen en práctica técnicas
propias del aprendizaje cooperativo, y se emplea el agrupamiento
heterogéneo flexible que se lleva a cabo tanto en los grupos de formulación
de preguntas como en el momento del diálogo.
5. Conclusiones y futuras líneas de investigación
El uso de los materiales del proyecto PEACE en el contexto de la materia de Filosofía de
1º de Bachillerato ha resultado útil por diversos motivos. Por un lado existe un gran
paralelismo entre sus contenidos y los que establece el curriculum de la Comunidad Foral
de Navarra para dicha materia. Además, las actividades que propone permiten ejercitar
destrezas como la lectura comprensiva y el análisis crítico de textos breves de temática
filosófica, así como argumentar y razonar los propios puntos de vista a través del diálogo
filosófico. Por último es un currículo atractivo que genera un gran interés entre el
alumnado. La lectura del relato Hanadi provoca interrogantes de carácter filosófico y
suscita la reflexión y la discusión.
Las actividades propuestas son motivadoras para la participación e inclusión de las y los
estudiantes de la muestra, favoreciendo la intervención de todo el alumnado en la clase.
Esto viene a confirmar lo planteado por Campuzano, Campagne y Rueda (2012), y
Romero y Caballero (2008) en sus artículos acerca del potencial de Filosofía para Niños
para crear espacios de inclusión.
214
Asimismo el posible desarrollo futuro de este trabajo conllevaría la evaluación de la
compatibilidad del currículum completo de PEACE con el de las materias de Filosofía de
4º ESO y de 1º de Bachillerato, pudiendo incluir, quizás, discusiones grupales para valorar
la percepción del alumnado respecto al mismo.
Bibliografía
Decreto Foral 25/2015. Anexo I. Comunidad Foral de Navarra.
Aguirre, M. L. (2012). El diálogo con los textos filosóficos en el aula de enseñanza media.
Estudio sobre las buenas prácticas en la enseñanza de la filosofía. Cuadernos de
investigación educativa, 18 (3), 65-97.
Agúndez-Rodríguez, A., Camhy, D., Crespo, A., García, F., García, I., Claser, J., Gruber,
K., Lago, C., Miraglia, M., Pitterà, M., Oliverio, S., Pettiti, M., Sainz, L., Schiff, J. y
Striano, M. (2012). Reflective cosmopolitanism. PEACE – Philosophical Enquiry
Advancing Cosmopolitan Engagement.
Álvarez, C. (2008). La construcción de la ciudadanía en el aula a través del diálogo:
debilitando algunos tópicos. Con-ciencia social, (12), 63-72.
Arnaiz, G., (2007). Evolución de los talleres filosóficos: de la filosofía para niños a las
nuevas prácticas filosóficas. Childhood & Philosophy, 3 (5), 35-57.
Campuzano, A., Campagne, J. y Rueda, E. (2012). Inclusión escolar y Filosofía para
Niños: un diálogo a tres voces. Tabanque Revista Pedagógica, 25, 103-126.
Cerletti, A. (2014). Didáctica filosófica, didáctica aleatoria de la filosofía. Educação, 40
(1). doi:10.5902/1984644415910
Cerletti, A. (2005). Enseñar filosofía, de la pregunta filosófica a la propuesta
metodológica. Revista de novedades educativas, 16 (169), 8-14.
Esquivel, E. y Rodríguez, P. (2016). El método socrático en los programas educativos
actuales: una propuesta de Martha C. Nussbaum. La Colmena, (91), 79-90.
García Moriyón, F., Miranda Alonso, T., y Sainz Benítez de Lugo, L. (2015) Filosofía 1
Bachillerato. Madrid: SM.
Obiols, G. (2008). Una introducción a la enseñanza de la filosofía: Libros del Zorzal.
215
Romero, G. y Caballero, A. (2008). Convivencia, clima de aula y filosofía para niños.
Revista interuniversitaria de Formación del Profesorado, 11 (3), 23-31.
Tozzi, M. (2007). Sobre la didáctica del aprendizaje del filosofar. Diálogo filosófico, 68,
207-215.
Tozzi, M. (2008). Pensar por sí mismo. Madrid: Popular.
216
Coeducación para el desarrollo humano
Una propuesta de intervención docente coeducativa para las asignaturas de
Filosofía en ESO y Bachiller
AIDA LEYDA DOMÍNGUEZ*
Universitat de València (UV)
Resumen: La desigualdad de género es un importante problema sociocultural y un obstáculo
para una educación que tenga como fin el desarrollo humano. Por ello, trataré de fundamentar
y desarrollar una propuesta de intervención docente coeducativa. La coeducación es un
modelo educativo que promueve la igualdad de género. Esto exige analizar el contexto
sociocultural y, sobre todo, plantearse la pregunta por los fines de la educación en las
sociedades democráticas actuales; esto lo haré a través de una revisión de la reflexión sobre
educación de M. Nussbaum.
Palabras clave: innovación, Filosofía, Nussbaum, coeducación
Abstract: Gender inequality is an important sociocultural problem and an obstacle to
education for human development. Therefore, I will try to justify and develop a proposal of
coeducational teaching intervention. Coeducation is an educational model that promotes
gender equality. This requires analysing the sociocultural context and, above all, considering
the question of the purpose of education in our democratic societies. I will do this through a
review of M. Nussbaum’s reflection about education.
Keywords: innovation, Philosophy, Nussbaum, coeducation
Este artículo tiene un doble objetivo: establecer los fines de la educación en las sociedades
democráticas actuales y diseñar una propuesta de intervención docente desde un modelo
pedagógico realmente comprometido con estos propósitos. Para abordar la pregunta por
los fines de la educación realizaré una revisión de la reflexión sobre eduación de la
filósofa norteamericana Martha Nussbaum (1947), quien establece que en una sociedad
democrática el fin de la educación es el desarrollo humano y enumera una serie de
objetivos con los que la educación actual debería comprometerse.
Ahora bien, este compromiso exige pensar los problemas de la sociedad actual, pues
dificultan e incluso pueden llegar a imposibilitar el cumplimiento de los quehaceres de la
educación. Las instituciones educativas contemporáneas han de hacer frente a tres
grandes desigualdades sociales: socioeconómicas, étnicas y de género (Merino, 2003:
358). Me centraré en la desigualdad de género, un importante problema social y un
*
aileydo@alumni.uv.es
217
obstáculo para una educación que tenga como fin el desarrollo humano. Por tanto, una
educación auténticamente comprometida con la democracia tiene que plantearse, aunque
no solo —me refiero, por ejemplo, a la escuela intercultural—, como coeducación,
entendida como aquel modelo educativo que busca promover la igualdad de género,
partiendo del reconocimiento de la diversidad. Su objetivo es, entre otros, eliminar los
estereotipos de género y las situaciones de desigualdad por motivo de sexo, género u
orientación sexual.
Cualquier propuesta educativa necesita tener en cuenta su contexto sociocultural. Uno de
los problemas más importantes a los que la educación tiene que hacer frente es la
desigualdad de género. Es una realidad social y un obstáculo para la formación de una
ciudadanía reflexiva, crítica, autónoma y, en definitiva, capaz de participar efectivamente
en las sociedades democráticas contemporáneas.
Las desigualdades de género son resultado de un sistema sociocultural que convierte las
diferencias biológicas en desigualdades sociales. Aunque en las instituciones educativas
actuales ha desaparecido la desigualdad formal, la enseñanza mixta se ha generalizado en
las instituciones educativas públicas, muchos docentes están sensibilizados ante la
desigualdad de género, las mujeres son mayoría en los niveles postobligatorios y su
rendimiento académico es mayor en todas las etapas, la creencia de que la igualdad de
género se ha alcanzado en el ámbito educativo es solo un espejismo (Moriana, 2017: 11).
Las relaciones entre los géneros siguen siendo asimétricas; las capacidades, actitudes y
comportamientos están todavía vinculados al género y en el currículo las mujeres no están
visibilizadas. De hecho, según una investigación realizada por Ana López en 2014, la
presencia de las mujeres en los libros de texto de la ESO es de un 12,8% en relación con
los hombres; aparecen citadas solo un 7,5%. Las cifras disminuyen a medida que se
avanza de curso (López, 2014).
Las instituciones educativas son un importante agente de socialización. Por tanto, también
de transmisión de valores, normas y prácticas culturales (Ruiz, 2017: 168). En nuestro
sistema educativo todavía hay elementos que reproducen y perpetúan la desigualdad de
género, así como la violencia de género —la expresión más grave de esta desigualdad
(Moriana, 2017: 282). Según los datos de la Delegación del Gobierno para la Violencia
de Género, en España hubo 49 víctimas mortales de violencia de género en 2016, 51 en
2017 y 47 en 2018. Además, según la Macroencuesta de Violencia Contra las Mujeres de
2015, el 10,3% de las mujeres residentes en España de 16 o más años ha sufrido violencia
física y el 8,1% violencia sexual de alguna pareja o expareja. Es necesario, por tanto,
218
apostar por un modelo educativo realmente comprometido con la igualdad de género. Este
modelo es la coeducación.
A continuación, trataré de responder a la pregunta por los fines de la educación, siguiendo
la reflexión de M. Nussbaum en Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las
humanidades (2010). Uno de los puntos clave de esta reflexión es la relación entre vida,
educación y democracia. Según Nussbaum, la crisis mundial en educación o crisis de las
humanidades es perjudicial para el futuro de la democracia, pues las humanidades son
necesarias para la formación de una ciudadanía reflexiva, crítica, imaginativa y empática,
capaz de participar de manera efectiva, informada y responsable en la sociedad. Se trata
de asegurar una forma de organización política donde los miembros de una sociedad
puedan construir una vida que merezca ser vivida (Nussbaum, 2010: 20-28).
Así, la educación en humanidades permite al individuo desarrollar capacidades
intelectuales y morales fundamentales para la construcción de relaciones humanas,
basadas en el respeto y la comprensión. Esto significa reconocerse a uno mismo y a los
otros como personas o fines en sí. Lo contrario, relacionarse con los otros en términos de
manipulación y utilización, pone en peligro el futuro de la democracia. Pero estas
capacidades no son solo necesarias para la continuidad de la democracia, sino también
para la construcción de una cultura internacional capaz de afrontar de forma inteligente
los problemas más urgentes del mundo (Nussbaum, 2010: 25).
La crisis de la educación para la ciudadanía democrática responde —sostiene
Nussbaum— al irreflexivo acercamiento de los sistemas educativos de todo el mundo al
paradigma de la educación para el crecimiento económico, que intenta fomentar la
rentabilidad económica a corto plazo sin reflexionar críticamente sobre las desigualdades
socioeconómicas, étnicas o de género (Nussbaum, 2010: 42). Este acercamiento impide
el desarrollo de las capacidades propias de una ciudadanía democrática crítica y
responsable; pero es, además, deshumanizador, porque implica potenciar las tendencias
de dominación y violencia, en detrimento de la igualdad y el respeto (Nussbaum, 2010:
189). En oposición al paradigma de la educación para el crecimiento económico,
Nussbaum presenta el paradigma de la educación para el desarrollo humano. Lo
importante serían las capacidades de cada persona para participar de forma efectiva en
cada ámbito de la sociedad; se parte del presupuesto de que toda persona tiene “una
dignidad humana inalienable que debe ser respetada por las leyes y las instituciones”
(Nussbaum, 2010: 47).
219
Asímismo, según Nussbaum, la educación tiene tres objetivos: preparar al individuo para
la ciudadanía, para el trabajo y para dar sentido a la propia vida (Nussbaum, 2010: 28).
Esto significa transmitir las capacidades propias de la ciudadanía auténticamente
democrática, que son: la capacidad para reflexionar críticamente sobre las cuestiones
políticas, desde una idea realista y fundada; la capacidad para reconocer a los otros como
personas y respetar la diferencia y la diversidad; la capacidad para interesarse por los
otros y comprender las consecuencias que cada política tiene en su vida; la capacidad para
imaginar y comprender la experiencia de los demás; y la capacidad para concebirse como
ciudadano de una nación y del mundo (Nussbaum, 2010: 48-49).
Estas capacidades se basan en las tres capacidades que las humanidades potencian: 1.
Capacidad de imaginar y comprender la experiencia del otro. La imaginación narrativa o
empática es la capacidad de imaginar y comprender la experiencia del otro, lo que es
necesario para la construcción de relaciones basadas en el reconocimiento y la
reciprocidad (Nussbaum, 2010: 131-132). 2. Capacidad de concebirse como ciudadano
del mundo. Consiste en desarrollar una actitud de responsabilidad y respeto por la
diferencia y la diversidad, a fin de ser capaz de participar en el diálogo internacional
(Nussbaum, 2010: 114-119). 3. Capacidad de desarrollar un pensamiento crítico. La
pedagogía socrática es un modelo de educación humanística que promueve la reflexión y
argumentación autónoma del alumnado, lo que le permite desarrollar capacidades como
la autonomía, la responsabilidad personal y el respeto mutuo (Nussbaum, 2010: 76-84).
Todo esto significa apostar por una metodología activa, centrada en el alumno. La práctica
docente tiene que consistir en el diseño de experiencias de aprendizaje significativas, a
partir de las cuales los estudiantes puedan “desarrollar (…) su capacidad para el ejercicio
de la ciudadanía y la interacción política respetuosa” (Nussbaum, 2010: 85). Tal como
afirma Donald Finkel (s.f.-1999) en Dar clase con la boca cerrada (2000), las auténticas
experiencias de aprendizaje son experiencias de autogobierno que desarrollan el carácter
democrático (Finkel, 2008: 189). Para Finkel, el aprendizaje significativo ocurre en
experiencias educativas interesantes, estimulantes, en las que el alumnado tiene el poder
de construir el conocimiento por sí mismo.
Con todo, Nussbaum, teniendo en cuenta las capacidades de la ciudadanía democrática y
tomando como base las tres capacidades fundamentales para el futuro de la democracia
que las humanidades potencian, elabora una lista con los objetivos de la educación
contemporánea. Se trata de desarrollar en el alumnado la capacidad de ver el mundo desde
la perspectiva del otro; de reconocer la debilidad humana como una ocasión para la
220
cooperación y la reciprocidad; de sentir un interés genuino por los otros; de desmontar
las tendencias de dominación, jerarquización y estigmatización y los estereotipos que
impiden la comprensión mutua, lo que implica enseñar en la diversidad étnica y de
género; de responsabilidad personal y de pensamiento crítico (Nussbaum, 2010: 73-74).
El planteamiento de Nussbaum incluye el género como una importante categoría de
análisis. Las desigualdades de género son, como afirma, un importante obstáculo para la
comprensión mutua y, por tanto, para la construcción de relaciones basadas en la
reciprocidad y no en la dominación, que son clave para la continuidad de la democracia
y el desarrollo humano. Por ello, Nussbaum crítica reiteradamente la noción de
masculinidad, pues puede llevar a una cosificación y dominación de las personas de
género femenino (Nussbaum, 2010: 61, 66, 72, 149-150). Este elemento de la reflexión
filosófica de Nussbaum permite dar cuenta de la importancia de la coeducación dentro
del paradigma de la educación para el desarrollo humano.
Por ello, presentaré a continuación una propuesta de intervención docente coeducativa,
para hacer frente a la desigualdad de género y promover una educación para el desarrollo
humano, pensada para las asignaturas de Filosofía en ESO y Bachiller. Asímismo,
articularé la propuesta a partir de una innovadora corriente pedagógica conocida como
Educación Mediática, enfocada desde la perspectiva de género. Tiene como objetivo
hacer que los consumidores se distancien de los mensajes discriminatorios trasmitidos
sistemáticamente por los medios de comunicación de masas y construyan una actitud
reflexiva y crítica ante ellos. Esta elección parte de dos supuestos: a. los medios de
comunicación de masas son un importante agente de socialización, con una gran presencia
en la vida contemporánea; y b. estos medios transmiten estereotipos socioculturales, sobre
todo de género, lo que justifica y promueve la desigualdad de género y, con ello, la
violencia de género.
El objetivo de la propuesta es, por tanto, dar al alumnado las herramientas teóricoprácticas necesarias para deconstruir los mensajes discriminatorios de los medios de
comunicación. Pretendo que el alumnado revise sus nociones de identidad y violencia de
género y que se comprometa con la igualdad de género. También que desarrolle un
pensamiento crítico y su capacidad para el diálogo. Considero fundamental utilizar una
metodología activa, donde sea el alumnado quien construya el conocimiento en común, a
través de su participación en actividades grupales, como seminarios. También el uso de
las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
221
La propuesta consta de diferentes actividades. La primera consiste en un taller conceptual
sobre las nociones de ‘sexo’, ‘identidad de género’, ‘orientación sexual’ y ‘expresión del
género’. El alumnado se distribuye de forma heterogénea en grupos reducidos; cada grupo
elabora conjuntamente definiciones, que luego se ponen en común. La actividad finaliza
con la proyección de un corto sobre diversidad sexual. La segunda actividad consiste en
un seminario sobre violencia de género, que comienza con una breve explicación teórica
realizada por el docente sobre cómo funciona la publicidad. Se trata las diferencias entre
la representación masculina y femenina a través del análisis de varias imágenes
publicitarias, propuestas por el alumnado. Esta actividad finaliza con un taller de
producción de imágenes no sexistas (collages) y una micro-campaña contra la publicidad
sexista a través de las redes sociales. La tercera y última actividad consiste en un
seminario sobre la violencia de género, introducido por varios cortos sobre violencia de
género y micromachismos. Esta actividad finaliza con una sesión de revisión de
contenidos, donde el alumnado ha de relacionar la violencia de género con los mensajes
sexistas de los medios de comunación, primero participando en un debate y luego
redactando individualmente una redacción (texto expositivo-argumentativo).
Tuve la oportunidad de aplicar la propuesta durante el Prácticum del Máster de
Professor/a de Educación Secundária de la Universitat de València, en un IES de la
Comunidad Valenciana. Lo apliqué en la asignatura optativa ‘Filosofía’ de 4t de la ESO,
donde había matriculados 12 estudiantes. Comencé y finalicé las actividades con unos
cuestionarios semipresenciales, donde el alumando tenía que responder a cuatro
preguntas: ¿qué es la identidad de género?; ¿qué son los estereotipos de género?; ¿qué es
la violencia de género?; ¿qué relación hay entre los medios de comunicación (cine,
publicidad…) y estas nociones? Estos cuestionarios me permitieron medir los
conocimientos previos del alumnado y comprobar si, tras la realización de las actividades,
habían tenido una experiencia de aprendizaje significativo.
En definitiva, con el analisis de los cuestionarios y las observaciones en el aula, considero
que, tras las diferentes actividades que conforman esta propuesta de intervención docente,
el alumnado adquirió una comprensión más amplia de la noción de identidad de género y
tomó conciencia de la importancia de la violencia de género, así como de lo complejo del
concepto. También desarrolló un pensamiento crítico y autónomo desde el que poner en
cuestión los estereotipos de género, el sistema binario de géneros, etc. Además, mejoró
sus habilidades filosóficas de razonamiento, argumentación y diálogo respetuoso y se
222
comprometió con la igualdad necesaria para la construcción y continuidad de una
auténtica democracia. Sin embargo, el alumnado irá desarrollando estas capacidades
progresivamente a lo largo de su vida, a través de su educación formal e informal.
La propuesta que he diseñado busca que el alumnado tenga una experiencia educativa
significativa, que le permita poner en cuestión y ampliar sus ideas y nociones previas
sobre los diferentes temas abordados y, sobre todo, que esta reformulación ampliativa
tenga un impacto en su experiencia vital. De este modo, he buscado combatir desde la
base el problema de la desigualdad de género, a fin de que no sea un impedimento para
el desarrollo del alumnado.
Por otro lado, pienso que trabajar el currículo apostando por metodologías activas e
innovadoras es especialmente valioso en las asignaturas de Filosofía en ESO y Bachiller,
sobre todo si su principal objetivo es desarrollar el pensamiento crítico del estudiantado.
Además, son este tipo de metodologías las que permiten el eficaz desarrollo de las
capacidades democráticas fundamentales.
Asímismo, me parece que, desde estas asignaturas, debería considerarse importante
trabajar la igualdad de género mediante el diseño de experiencias de aprendizaje
significativas coeducativas. Esto es así, además de porque el género es una categoría
fundamental en las reflexiones filosóficas contemporáneas, porque la formación de
ciudadanos reflexivos, críticos, autónomos y libres pasa necesariamente por la
deconstrucción de los estereotipos de género, que dificultan la comprensión mutua y, por
tanto, la construcción de relaciones interhumanas basadas en el respeto y la solidaridad.
Por ello, opino que una educación en y para la igualdad de género es necesaria para llegar
a ver a los otros, independientemente de su sexo, género y orientación sexual, pero
también etnia y clase social, como personas o fines en sí, lo que puede considerarse un
objetivo pedagógico de raíz filosófica. Dar los instrumentos teórico-prácticos necesarios
para la deconstrucción de estereotipos discriminatorios —el objetivo de la propuesta—
se impone como una exigencia ética y política para la educación de las sociedades
democráticas contemporáneas.
223
Bibliografía
Delegación del Gobierno para la Violencia de Género (2015). Macroencuesta Violencia
Contra la Mujer. Madrid: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Finkel, D. (2008). Ensenyar amb la boca tancada. Valéncia: Publicacions de la
Universitat de València.
Fueyo, A. y De Andrés, S. (2017). Educación mediática: un enfoque feminista para
deconstruir la violencia simbólica de los medios. Revista Fuentes, 19(2), 81-93.
López, A. (2014). Análisis de la ausencia de las mujeres en los manuales de la ESO: una
genealogía del conocimiento ocultada. Revista de Educación, 363, 282-308.
Merino, R.; Sala, G. y Troiano, H. (2003). Desigualdades de clase, género y etnia en
educación. En Fernández, F. (Coord.), Sociología de la educación (357-385). Madrid:
Pearson Educación.
Moriana, G. (2017). Educación en igualdad de género para prevenir la violencia machista.
Cuestiones de género: de la igualdad y la diferencia, (12), 267-286.
Nussbaum, M. (2010). Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las
humanidades. Madrid: Katz.
Ruiz, C. (2017). Estrategias para educar en y para la igualdad: coeducar en los centros.
ATLÁNTICAS-Revista internacional de estudios feministas, 2(1), 166-191.
224
La importancia del texto en la materia de Historia de la Filosofía
JOAN LLUIS LLINAS BEGON*
Universitat de les Illes Balears (UIB)
Resumen: Se defiende la importancia de articular la materia de historia de la filosofía a partir
de los textos filosóficos. Se abordan tres aspectos relacionados con el texto, su pimacía, sus
límites, y su verdad, para a continuacion presentar una propuesta en relación al tipo de
historia de la filosofía que hay que efectuar, definiendo sus objetivos a partir de otorgar al
texto el papel central en la clase.
Palabras clave: texto filosófico, historia de la filosofía, objetivos curriculares.
Abstract: This comunication advocates the importance of articulating the history of
philosophy from philosophical texts. It addresses three issues related with the text: The
primacy, the limits, and the truth of the text, then it presents a proposal in connection with
the type of history of philosohy to deal with, in order to defining the objectives from giving
the centrality to the text.
Keywords: philosophical text, history of philosophy, curricular objectives.
La presente comunicación pretende reflexionar sobre el papel del texto en las clases de
historia de la filosofía. Para ello, sin embargo, hay que abordar, siquiera brevemente, una
cuestión previa, la de qué tipo de historia de la filosofía realizar. Si efectuamos un
recorrido histórico de las historias de la filosofía, podemos comprobar que, ya desde las
primeras doxografías, se hace bien una historia de problemas, bien una de autores, o bien
una de sistemas, y que estos tres procedimientos, aunque ya no se considere la filosofía
como la búsqueda de la verdad, conviven actualmente1. Hay buenas razones para llevar a
cabo cada uno de estos tres procedimientos. A favor de la historia de los problemas se
puede argüir que nuestra aproximación a la filosofía se debe a nuestra búsqueda de
comprensión. Los problemas existen, y una manera de abordarlos adecuadamente
consiste en reflejar cómo en el pasado han sido abordados. Aunque los problemas
cambien, esto no invalida en principio una historia de los problemas, si entendemos por
tal la consideración del pasado filosófico en función de su relación con los problemas que
a nosotros ahora nos preocupan. A favor de los autores puede alegarse que el pensamiento
*
jlluis.llinas@uib.es
1
Véase, para una historia ligada a las vidas, a Abbagnano (1978); una historia de problemas es la de Cassirer
(1953). Para una historia de sistemas –escuelas‒ véase Hottois (2003).
225
no puede desvincularse de los hombres que lo producen, que el valor de una filosofía del
pasado no reside en la verdad o el error que posee sino en que encarna la persona del
filósofo, tanto por lo que hace a la singularidad de su vida como por lo que se refiere a su
relación con el mundo que le rodeó. Una historia de los sistemas atendería a
interpretaciones del mundo estructuradas y coherentes, en la que todos los ámbitos de
problemas que se plantea la filosofía (las partes de la filosofía, por decirlo de otra manera),
están bien engarzados. Una historia de las escuelas sería una variación bien de la historia
de vidas, bien de la historia de los sistemas, ya porque cada escuela representaría una
opción de vida, una manera de afrontar la existencia, ya porque los distintos sistemas
generarían escuelas que los desarrollarían o perfeccionarían.
Nos encontramos, pues, que hemos de decidir qué tipo de historia vamos a presentar a los
estudiantes de Historia de la Filosofía. Para ello debemos tener en cuenta el material con
el que en principio parece trabajar el historiador de la filosofía. En este sentido, el
humanismo contribuyó decisivamente, con su tarea histórico-filológica, a la aparición de
la moderna historia de la filosofía, por cuanto que, al dar más importancia al texto que a
sus comentarios, proporcionó una cierta cientificidad que la alejaba de la simple intención
personal del historiador2. El historiador de la filosofía trabaja con textos del pasado, y es
a partir de ellos que elabora una historia de las doctrinas, de las vidas, de los sistemas o
de las escuelas. En el texto está el origen y el fundamento de toda construcción, ya que es
el dato experiencial inicial cognoscitivo (Lledó, 1992: 95). Pero esta dependencia del
texto establece el marco de qué tipo de historia de la filosofía podemos llevar a cabo.
Veamos, entonces, cuál es este marco.
El primer aspecto a considerar es el de la primacía del texto. El hecho de tener al texto
como base lleva a cuestionar al autor, y parece descartar la historia de la filosofía
entendida como vida de filósofos. El texto, una vez puesto en circulación, es autónomo
respecto de su autor. Platón, en el Fedro, ya señaló la problemática de la escritura: a
diferencia de la oralidad, la escritura refleja lo muerto, pues no contesta cuando le
preguntan, sino que repite una y otra vez lo mismo (Platón, 2004: 274c). Esto es, no
podemos interpelar al autor en caso de duda, pues éste ya no existe si no es en el texto.
En el siglo XX, esta problemática ha desembocado en la sacralización del texto, en
2
Aunque fue Roberto de Melun en el siglo XII quien, a propósito de la interpretación del texto sagrado,
sostiene la primacía del texto frente a las glosas que le acompañan y que, frecuentemente, no tienen
importancia para la interpretación justa (Lledó, 1992: 39).
226
considerar que nada hay fuera de él (Barthes, 1973; Derrida, 1971). Y en cierto modo es
así, pero eso no implica la muerte del autor, pues, aunque sólo esté presente a través del
texto, no debemos olvidar que en el origen del texto está el autor, es decir, están unas
experiencias previas externas al texto y que lo originan. Dicho de otra manera, que el
texto sea considerado como tal pasa por suponer al autor (Lledó, 1992: 96). En suma,
tenemos las Meditaciones Metafísicas, pero no a Descartes, aunque no podamos
prescindir de él, pues hay que atender, a partir de la suposición del autor, tanto al contexto
de producción de la obra como a otras obras del mismo autor. Es decir, debemos tener
presente que el texto, en cierto sentido, no es autosuficiente, pues se origina en una
experiencia ajena a él. La cuestión radica en el valor que, como historiadores de la
filosofía, hemos de dar a esta exterioridad (que resumimos con la palabra “autor”). La
información filosóficamente relevante la obtenemos del texto: no sabemos qué pensaba
realmente Descartes, pero tenemos sus obras, y ellas transmiten información. Sin
embargo, parece que el objetivo no debe ser averiguar qué dijo verdaderamente Descartes,
o qué quiso decir, aunque no dijo. No podemos penetrar en la mente de una persona –
especialmente si lleva mucho tiempo muerta. Y aunque fuese posible, esta tarea parece
que correspondería más bien al historiador que al filósofo. Por otra parte, eliminar
completamente al autor supone olvidar la temporalidad del texto, su origen histórico que
condiciona su lenguaje y que enmarca su potencial contenido. En conclusión, si bien la
base de la tarea del historiador de la filosofía es el texto, no hay que descuidar la
información que del contexto (el autor y sus circunstancias) podamos obtener en vistas a
enriquecer la interpretación que del texto hagamos.
El segundo aspecto a considerar es el de los límites del texto. No parece admisible,
escudándonos en la imposibilidad de conocer el auténtico pensamiento de un autor, hacer
decir cualquier cosa al texto. Parece que no todas las interpretaciones son igualmente
válidas, y que, por ejemplo, nos costará aceptar una lectura de la Metafísica donde se
sostenga que Aristóteles defiende la existencia de las Ideas separadas. El texto, por tanto,
nos impone unos límites. Las palabras y expresiones que conforman un lenguaje son
flexibles, pero no pueden significar cualquier cosa, porque entonces perderían
significatividad y, en último término, el lenguaje perdería sentido.
Por tanto, nos encontramos con un texto que establece un marco. Pero este marco varía
con el paso del tiempo. El lenguaje no es estático, las palabras cambian su significado, lo
que crea una distancia con los textos del pasado. En un sentido, estos textos ya no
pertenecen a nuestro universo lingüístico. Pero, en otro sentido, no son absolutamente
227
extraños, los podemos seguir leyendo y entendemos algo, aunque posiblemente no lo
mismo que entendían sus coetáneos. Lo que nos diga un texto, pues, depende también del
lenguaje de quien lo lea. El sujeto lector, en este caso, es activo, aporta al texto sus
conocimientos, su lenguaje, su mundo. Todo esto condiciona la interpretación que del
texto haga. De este modo, las interpretaciones que se han hecho de un autor, como por
ejemplo Montaigne, han cambiado en función de la época en que ha sido leído (Michel,
1969). Dicho de manera más contundente: no existe texto sin lector. Sólo el lector puede
evitar que el texto esté muerto, puede revivirlo en ese extraño contacto entre pasado y
presente que en lenguaje gadameriano podemos denominar fusión de horizontes.
El tercer aspecto que quiero abordar es el de la verdad del texto. Cuando leemos un texto,
lo leemos desde el presente. Esto significa que nos dirigimos a él porque pensamos que
tiene algo que decirnos ahora, y no sólo cuando fue escrito. En el texto buscamos
encontrar unos problemas, que son los nuestros, los que nos interesan. O, también,
encontrar la génesis de nuestros problemas. Esto no quiere decir que falseemos el texto.
Falsear no significa decir otra cosa de lo que el autor quiso decir, porque no hay manera
de saber lo que el autor quiso decir. Falseamos un texto cuando violentamos su
flexibilidad significacional, cuando, por decirlo de otra manera, imponemos una
ampliación de significado que contradice nuestro mundo. No es desde la época del texto
que declaramos falsa una interpretación, sino que la verdad-falsedad se resuelve en
nuestro mundo. Abordamos un texto, pues, porque nos puede enriquecer para reflexionar
sobre nuestros problemas. Por ejemplo, una ojeada a los textos generados en los inicios
de la modernidad puede ser muy útil para reflexionar mejor sobre nuestros problemas,
que son en gran parte fruto del desarrollo del pensamiento moderno.
La propuesta que presento es que la historia de la filosofía debe superar la clásica división
entre problemas, autores, sistemas escuelas. Es menester una solución ecléctica, que no
puede obviar ninguna de las propuestas anteriores. De este modo, debe estructurarse en
torno a unos textos fundamentales, considerados como tal porque nos dicen algo respecto
de problemas que nos ocupan, y que configuran a menudo un sistema. Por ello,
estudiaremos los sistemas, y mostrando así cómo una doctrina determinada responde a
una visión del mundo y da lugar a escuelas filosóficas. Finalmente, no podemos olvidar
la experiencia anterior y ajena al texto, y del cual es su origen, esto es, el autor, y las
228
circunstancias que lo condicionan, por cuanto que es un elemento que aumenta nuestra
capacidad comprensiva y reflexiva3.
Ahora bien, la opción por la que opto, dentro de esa mezcla, consiste en partir de los
problemas. La historia de la filosofía puede ser vista como una historia de problemas.
pero no entendida como una serie de problemas que siempre se han dado a lo largo de la
historia, y que lo único que cambia, debido a los condicionantes históricos, es la manera
de abordarlos. Un recorrido histórico por la historia de la filosofía revela que algunos
problemas son nuevos de una época, otros desaparecen con otra época. Es difícil
establecer un catálogo fijo y definitivo de problemas filosóficos, más bien observamos
que los problemas filosóficos de una época están en relación con la misma, y son de difícil
comprensión si no los ubicamos en su tiempo. Aplicado a la historia de la filosofía, esto
explicaría las variaciones del canon. En una época determinada pueden interesar
determinados problemas, que son los que se consideran filosóficamente más importantes,
y desde ellos se estructura y se organiza el pasado. Pareciera, pues, que según esto los
cánones pudieran variar según cada época y cada historiador de la filosofía.
A menudo, sin embargo, no sucede así. Suele haber coincidencia en el canon, o al menos
en su mayor parte. Y esto es así debido a la tradición. La filosofía, recordemos, no se
construye únicamente teniendo en cuenta el presente, sino que todo filósofo se vuelve al
pasado para “dialogar” con él. Esa tendencia al pasado que, como hemos visto, se
problematiza en los inicios de la modernidad, significa que la filosofía es un saber que se
construye con la tradición. Si bien reflexionamos sobre nuestros problemas, éstos se
ubican dentro de una tradición reflexiva. Unos problemas se han construido a partir de
otros, esto es, hay una continuidad procesual. El filósofo es, ante todo, lector, y es desde
la lectura que reflexiona y construye. Sin tradición la riqueza reflexiva disminuiría
considerablemente.
Así pues, la historia de la filosofía que defiendo está condicionada por nuestros
problemas, pero esto no significa llevar a cabo una historia de problemas. Esto significaría
desgajar la unidad de los textos. Además, desde un punto de vista didáctico, dificultaría
al estudiante la percepción del discurrir temporal de los textos, los autores y las épocas.
Un texto no está aislado. Forma diversos conjuntos, en primer lugar, con el resto de textos
de un mismo autor, luego con el resto de textos de una misma época, y también con los
3
De este modo, según sea lo más adecuado, los títulos de los temas del programa se pueden referir bien a
autores, bien a corrientes, bien a situaciones problemáticas.
229
textos que se han producido a partir de él o que han contribuido a su origen. El estudio de
este último conjunto de textos permite agrupar obras y autores en escuelas, en maneras
comunes de abordar los problemas, y permite observar su evolución. ¿Qué utilidad tiene
esto y cómo se relaciona con la historia de los problemas y de los autores? Principalmente,
sirve para determinar el discurrir de los problemas, observar su temporalidad, los matices
que van apareciendo, y, sobre todo, para darnos cuenta que un determinado conjunto de
textos que se agrupan en torno a un autor y en torno a una escuela suponen, en el afán por
dar respuesta a determinados problemas, una manera de ver el mundo.
En conclusión, el material primero con que trabaja el historiador de la filosofía son los
textos de los filósofos. Por tanto, los objetivos de una asignatura de historia de la filosofía
debe articularse en base a textos. Por eso, no se trata meramente de explicar una serie de
autores del pasado, sino de poner en contacto al alumnado con los textos del pasado que
consideramos básicos para la reflexión filosófica de hoy. Por tanto, el primer objetivo
será:
1. Conocer y reflexionar sobre una serie de textos filosóficos, considerados
fundamentales dentro de nuestra tradición filosófica, además de importantes para
nuestra reflexión actual.
En este objetivo, recordemos que no existe un solo canon posible. Pero la tradición no se
compone sólo de textos. Los textos de Platón, por ejemplo, nos hablan, se hacen actuales,
pero no sólo los textos forman parte de nuestra tradición. El conjunto de textos de Platón
conforma un sistema de pensamiento que ha condicionado y condiciona pensamientos
posteriores. Se trata de ver a los textos no desligados sino formando un conjunto que da
pie a referirnos a la filosofía de Platón. Por tanto, el segundo objetivo es:
2. Conocer y valorar la filosofía de los autores más relevantes, esto es, obtener una
visión del pensamiento del autor en su totalidad, teniendo en cuenta los problemas
que plantea, así como la coherencia entre los diversos textos de un autor.
Los textos se sitúan en un contexto socioeconómico y cultural desde el cual se comprende
mejor su aparición y los problemas que plantea. Todo texto es fruto de un tiempo
determinado, y nuestra capacidad interpretativa pasa primero por entenderlo en su
contexto, por entender, por ejemplo, cómo son usadas determinadas palabras en una época
determinada. Se entiende así nuestro tercer objetivo:
3. Conocer el contexto histórico –socioeconómico y cultural- en que se han producido
los principales textos y sistemas filosóficos.
230
Además, es importante, a la hora de abordar un texto, conocer la diversidad de
interpretaciones a que ha dado lugar, así como a su importancia histórica. Así pues,
nuestro cuarto objetivo es:
4. Conocer y valorar la fortuna de los principales textos y filosofías, así como las
interpretaciones más importantes a que han dado lugar.
Hemos hecho referencia antes a la historia de la filosofía como historia de problemas. En
este sentido, otro objetivo es:
5. Familiarizar al alumno con los principales problemas de cada época histórica,
poniendo especial énfasis en la problemática y los planteamientos de la filosofía
contemporánea.
Todos estos objetivos se refieren al contenido de la asignatura, pero deberemos tener en
cuenta también la adquisición de procedimientos necesarios para llevar a cabo la tarea
filosófica. De este modo, añadimos un objetivo procedimental:
6. Adquirir y desarrollar técnicas de comprensión, análisis, síntesis…, de los textos
filosóficos, así como técnicas habituales en la actividad filosóficas, como la
exposición oral de un tema prefijado, la reseña de libros o el trabajo de investigación.
A partir de ahí, habría que ver cómo trabajar con los textos, y ahí me remito a la
comunicación presentada en este mismo congreso con Pau Frau, en la que se plantea la
aplicación del proyecto educativo de Lipman y Sharp al trabajo con textos filosóficos en
el grado de filosofía.
Bibliografía
Abbagnano, Nicolás (1978). Historia de la filosofía, Barcelona: Montaner y Simón. Trad.
J. Estelrich y J. Pérez Ballestar.
Barthes, Roland (1973). Ensayos críticos, Barcelona: Seix Barral. Trad. C. Pujol.
Cassirer, Ernst (1953). El problema del conocimiento, México: FCE. Trad. W. Roces.
Derrida, Jacques (1967). De la grammatologie, Paris: Du Minuit.
Hottois, Gilbert (2003). Historia de la filosofía del Renacimiento a la Posmodernidad.
Madrid: Cátedra. Trad. M.A. Galmarini.
Lledó, Emilio (1992). El silencio de la escritura, Madrid: CEC.
231
Michel, Pierre (1969). Montaigne, Bordeaux: Ducros.
Platón (2004). Fedón, Banquete, Fedro, Madrid: Gredos. Trad. C.García Gual, M.
Martínez, E. Lledó.
232
Expectativa debida, experiencia de vida
Reflexiones sobre el memorialismo digifilosófico como recurso de innovación
docente universitaria
JOSÉ ANTONIO MARÍN-CASANOVA*
Universidad de Sevilla (US)
Resumen: Este capítulo reflexiona, desde un enfoque metodológico hermenéutico, sobre el
sentido del memorialismo digifilosófico en la enseñanza superior actual. En particular,
presenta las conclusiones sobre un proyecto de innovación docente en Filosofía de la
Universidad de Sevilla, “El diario autobiográfico como recurso experiencial en el aula”
(2017). Se parte de la crítica al “metodologismo” que pretende imponer un solo método
válido de conocimiento. Se problematiza el dualismo método/objeto, para innovadoramente
reclamar la obligada atención a la expectativa debida a la especificidad gnoseológica de la
Filosofía, y reivindicar así la experiencia de vida de su práctica docente en las aulas
universitarias.
Palabras clave: (ciber)diario de clase, expectativa, experiencia, innovación
Abstract: This chapter is intended as a reflection, from a hermeneutical methodology, on the
meaning of digiphilosophical memorialism in today’s college education. It presents the
conclusions about a teaching innovation project in Philosophy at the University of Seville,
“The autobiographical diary as an experiential resource in the classroom” (2017). It is based
on the criticism of “methodologism” that aims to impose a single valid method of knowledge.
The method/object dualism is problematized, in order to innovatively demand the obligatory
attention to the expectation due to the gnoseological specificity of Philosophy, and to
vindicate thus the life experience of its teaching practice in university classrooms.
Keywords: class (cyber)diary, expectation, experience, innovation
Justificación: el autor ha participado en el último proyecto de innovación docente en la
Facultad de Filosofía de la Universidad de Sevilla liderado por José Barrientos Rastrojo,
“El diario autobiográfico como recurso experiencial en el aula” (2017), con el encargo de
la parte más teórica.
Objetivo: el presente texto tiene por finalidad particular la presentación de sus
conclusiones, elaborando una reflexión sobre el sentido de la experiencia memorialismo
digifilosófico (Marín-Casanova, 2019) en la hodierna educación superior.
Metodología: El método empleado es hermenéutico. La opción por esta metodología es
plenamente consciente, pues deliberadamente se parte de la crítica al huero
“metodologismo”, que pretende imponer, con independencia de su ámbito de aplicación,
*
jamarin@us.es
233
un solo método válido de conocimiento. Se problematiza la separación dualista entre
metodología y objeto de conocimiento, para innovadoramente reclamar, primero, frente
a la vacuidad de formalistas recetas pedagógicas, hinchadas de aire presuntamente
científico, la obligada atención a la expectativa debida a la especificidad gnoseológica de
la Filosofía; y, segundo, reivindicar así la experiencia de vida de su práctica docente en
las aulas universitarias.
Resultados: De las distintas contribuciones se desprende una paradójica conclusión
valorativa relativa al actual papel innovador de la Filosofía, en particular, y de las
Humanidades, en general. A saber: que los diarios digifilosóficos de clase, como ya ha
sido estudiado con respecto a los TFEs (Marín-Casanova, 2016a), pueden interpretarse
como una respuesta ralentizadora de la prisa del tiempo actual, que hace obsoleta la
experiencia casi antes de producirse, con la consiguiente pérdida de realidad. La práctica
filosófica del ciberdiario discente constituye una réplica a la amenaza del apresurado
mundo contemporáneo, que a menudo se nos vuelve tan extraño (Marquard, 1986)
cuando, por el frenesí de tanto afán innovador, la expectativa ante el porvenir se separa
de la experiencia de nuestro provenir (Marquard, 1994; 2000). Las biografías
digifilosóficas hacen cotidiano el pensamiento velando por que en la cotidianeidad la
debida expectativa no vele -disociándose de ella- la experiencia de vida.
1. Desarrollo
Si la “realidad” no es natural ni tampoco la razón, tampoco un método puede pretenderse
“natural”. Por más que nuestras autoridades tecno-científicas y sus agencias evaluadoras
y acreditadoras atiborren su teoría y praxis propias de metodología científica “natural”,
ésta ya no puede pasar por natural legítimamente. Más bien, al contrario, pretensión
semejante sería un gesto retórico que escondería una cierta voluntad de poder: lo natural
se invoca para enmascarar la complicidad de lo “real” con aquel código cuya univocidad
hace que la elección no se dé entre “textos diversos”, sino entre palabras ya escritas,
prescritas, las del “texto único” metodológico, y hacer pasar por “natural” lo que sólo es
legal. Y esa voluntad, que no entendimiento, “quiere” con menor o mayor intencionalidad
la superación de los saberes humanistas, en general, y, en particular, de la Filosofía. O lo
que es igual: si la Filosofía y demás humanidades se uncen a un Método, el “científiconatural”, repeliendo como repelen la idea misma de método, o, cuando menos, la de
“método científico”, tales saberes quedan, incluso en el mejor caso, “desnaturalizados”.
234
La consecuencia necesaria es la consunción del pensamiento plural, entrañablemente
plural, de la koiné hermenéutica, y la paralela imposición del pensamiento único, de una
Filosofía “oficial”, la del univocista “metodologismo” (Marín-Casanova, 2018a; 2018b;
2018c).
Ahora bien, una cosa es el molde de una rígida metodología, que las Humanidades
rechazan, y otra es el hecho de que los saberes todos no precisen una cierta disciplina.
Una disciplina científica es una práctica ordenada, una praxis organizada, lo que requiere
una cierta habitualidad, el uso consuetudinario o frecuente, y eficaz además, de reglas
sobre un dominio objetual, aun cuando los cánones reglamentarios en el caso de la
Filosofía sean múltiples, incluso heteróclitos, y su objeto tenga por característica mayor
su inespecificidad. Y un dominio cualquiera de objetos es representado por conceptos,
que precisamente son descripciones de objetos, fijos al respecto de los objetos designados,
pero oblicuamente móviles. En el movimiento conceptual el mismo objeto designado
incorpora un significado diverso. Por ello no se puede divorciar lo propiamente cognitivo
de un concepto de su (“impropio”) vehículo metafórico. No se puede inteligir la logística
de las disciplinas sin la co(i)mplicación del rol migrante de los conceptos. Esta
prerrogativa excluye todo intento de unificación jerárquica del saber, y toda
interdisciplinariedad que pretenda dejar intacto el perfil disciplinar (Natoli, 2016).
Frente a lo que cree el fijismo “metodologista”, que empieza por el final, por lo que no es
sino resultado, confundiendo lo que es instrumento, el medio, con el fin, las disciplinas,
a la cabeza la Filosofía, modifican sin solución de continuidad su perfil, por contigüidad
metonímica o metafórica con lo otro de sí. La creatividad innovadora se localiza
“metódicamente” en la efectiva circularidad heurística entre metáforas y conceptos, ya
enfatizada por Vico o Nietzsche (Marín-Casanova, 2006), donde las metáforas no son un
medio expresivo por asintótico acercamiento, sino expresión directa de esa experiencia
inmediata que en el lenguaje mantiene la modalidad específica con que nuestra
corporeidad obtiene relevancia. Y es que no se tienen objetos sin lenguaje. Y si el lenguaje
es objetivo, lo es por estar hecho de signos. No hay significado, sino mediante la materia
de los signos. Y la materia sígnica está inserta en el evento de la significación, igual que
todo objeto está incluido en una relación. Todo ello por el simple hecho de que “el
contenido del aparecer siempre es algo distinto del aparecer del contenido” (Natoli, 2016:
67). “Cada ver esconde un cadáver” (Marín-Casanova, 2016b: 310). Todo signo se revela
como evento metafórico y revela al lenguaje, custodio de las cosas, como dispositivo
metafórico (Marín-Casanova, 2015).
235
Con el superlativo esfuerzo paciente del método “disciplinar” se libera el instinto de la
razón. En esa liberación consiste precisamente educar. No se trata de dirigir la razón
contra el instinto, sino de modificar el instinto. Así venía a ser la lógica a la que apelaba
Nietzsche. Nada más instintivo que la racionalidad. Y de esto es buen crédito el dietario
digifilosófico, innovador recurso didáctico, “método” que nunca es “preparatorio para”,
que no es el método del método del método del método…, “método” que nunca llega a
la “cosa”, que no llega a nada como le ocurre al “metodologismo”, que hace de la
metodología la finalidad sin fin. Con los “métodos” filosóficos, métodos “mínimos”, se
procura llegar heurísticamente a la cosa del pensar, que, tal cual se experiencia en el
telecuaderno filosófico, no es ninguna cosa.
En efecto, la cibermemoria como experiencia del pensamiento muestra el pensamiento
como experiencia, como experiencia no cósica de las cosas, de las cosas en relación, en
esa relación en que son vistas como tales cosas. El pensamiento no se ve como cosa, pues
es en el pensamiento que se ve la cosa. En su condición de dejar ver está la de no dejarse
ver. Es experienciado ausentándose: muestra el contenido del mundo sustrayéndose a
todo contenido. Sólo se “ve” en su sustracción y ausencia. El pensamiento se hace
presente sólo al volverse ausente. El ciberportafolio discente no son los apuntes de clase,
mas apunta a la clase cuando aquella ya ha sido dada. Es lo que queda de la clase
universitaria de Filosofía cuando de la clase universitaria de Filosofía ya nada queda: es
el futuro de una clase que ya es pasado. Permanece entonces la apertura del pensamiento,
el retículo de reenvíos enlazados por el lenguaje, de un despliegue de relaciones plurales.
Esa promiscuidad es el excipiente del pensamiento.
El ciberdiario del aula viene a ser un “encefalograma filosófico”, el significado de la clase
tras el hecho de la clase: el sentido de la clase. Etimológicamente el encéfalo es el lugar
de lo que está dentro del cráneo, de lo contenido en el continente de la cabeza. Pero no
únicamente eso. El encéfalo asimismo designaba para los aqueos capitalmente la frente,
el rostro, la cara. Es decir, lo que se muestra o enseña, lo que se da a ver. O sea, el lugar
del encuentro de uno con otro. Enseñar es dar la cara. La faz (de facies, que reenvía a
facio, antonomasia verbal de la praxis), un espacio que, como indica el nombre, se hace,
es una construcción que el cuerpo plasma con la mirada. He ahí el pensamiento que se
afronta, que no es la mente como cerebro, sino como expresión. La experiencia del
pensamiento, también en la memoria filosófica registrada en la interfaz del cerebro
electrónico, es experiencia de lenguaje.
236
Ahora bien, no hay lenguaje alguno que no sea relación o relato. El memorialismo
digifilosófico como “método minúsculo” innova propulsando el carácter peregrino del
pensamiento, su condición de camino, camino de experiencia genuinamente finita,
temporal y plural. Abrir un dietario reticular es abrirse a un tramo recorrido de experiencia
incompleta de pensamiento. El camino es infinito siempre, mas nunca el recorrido: la
experiencia del pensamiento, cumplida en el ciberdiario filosófico, es experiencia de
finitud, de la propia finitud. El recorrido de cada discente en su meditación es limitado,
cada uno hace su camino, diferente del recorrido por el otro. Pero el pensamiento
únicamente se explora así, en el camino de cada cual, aunque pueda y deba acompañarse
de la encrucijada de los demás, cuyos caminos también recorren su finitud en el tiempo.
No está al alcance de quien peregrina entre renglones electrónicos la perspectiva del
Significante Supremo. Sólo hay perspectivas en los cuadernos digifilosóficos,
perspectivas todas del pensamiento como ciberespacio por donde circula en su recurso
cada memoria.
Cada experiencia del portafolio es un errar donde no hay distinción fuerte o contradicción
entre su doble acepción posible. La experiencia cibermemorialista acusa el entreverado
semántico tanto de cometer un error como de deambular de un sitio a otro sin un destino
predeterminado. El errar puede ser tanto “error” como “erranza”. Ahora bien, el carácter
errático de la meditación digifilosófica como espacio electrónico de la experiencia no
escapa, como ningún tanteo o ensayo, al error demostrando que el futuro es plural (Serna,
2017: 51). Pero tampoco escapa a la verdad. A una errante verdad distendida como malla
polinodal.
El recurso del pensamiento como errática memoria, un itinerar sin itinerario, no empece
su capacidad de verdad. Eso sí, de una verdad cuya forma se liga a su pragmaticidad, pues
es el uso lo que en red distingue lo verdadero de lo falso. El pensamiento es lenguaje,
lenguaje que es el acontecer del mundo, lenguaje sin el que no acontece el mundo. El
lenguaje es uso, praxis que es conjugación de signos, signos para un intérprete,
interpretación para cada signo. Es en la apropiación hermenéutica (Mariscal, 2018) de un
uso donde se da la verdad de un lenguaje. Y una verdad que es discursiva, producida en
el juego del lenguaje, y propia de un yo que la cuenta mientras lo cuenta, de un yo
narrativo, deja de ser absoluta y asertiva, para pasar a reconocerse revocable, conjetural,
pasajera y lábil, temporal y contextual. Sí, el error/erranza del pluralismo, antes que
contraponerse a la verdad del “metodologismo”, como contrario suyo, fomenta su rotura,
la ruptura conceptual de la verdad unívoca y monolítica, universal y eterna.
237
En términos del pragmatismo, como “teoría de la verdad”, no cabe preterir nada de la
contribución humana en lo decible de la realidad, pues en un mundo que es plástico y
donde la verdad es producto de elaboración humana, “humanizar” no es más que encajar,
asimilar o adaptar, incluir, en definitiva, en lo ya previamente humanizado (James, 1995:
92-104). Las verdades en el memorialismo digifilosófico se identifican con y por la
“corrección”, la corrección de una praxis. Se trata de coherencia con los regímenes de
orden que son los discursos de la asignatura, como engranaje ilimitado del decir con el
hacer, de la teoría de las clases con la praxis de la escritura del ciberdietario. Su verdad
se muestra en sus efectos, vale en referencia a su nivel de realidad discente. Sin
consistencia con su correspondiente nivel de realidad experienciada, necesariamente
distinto del docente, deja de ser una verdad. Por eso la verdad será interpretación, será
construida en clase.
En los antípodas de la lógica experiencial diaria, y sus plurales verdades por congruencia
con la existencia biográfica, la lógica “pura” fungiría como mente incontaminada de
experiencia. Esa lógica es la forma independiente de todo ese contenido que “merced a
ella” es conocido en su verdad, un lenguaje “perfecto”, que se supone único, uni-versal,
uno y terminado desde el origen, universo de todo lo enunciable. Lo que se contempla es
entonces la Verdad absoluta, universal y necesaria, la verdad eterna, preexistente y
resistente. Así es la verdad “metodologista”, vista como algo que se des-cubre, verdad
contemplativa, teórica, que está ahí, “objetivamente” idéntica para todos.
Mas tal verdad sin pecado concebida del esquematismo “metodologista” sólo puede ser
así para un mundo dado definitivamente de una sola vez, isomórfico con la mente, mundo
“natural” en función del cual habría que depurar metódicamente al meramente fáctico, o
sea, si asumimos un mundo “puro” autorrecortable en hechos autosubsistentes. Habría
tantos hechos extralingüísticos cuanto conciencia extralingüística. Y esto obligaría a creer
en el “dogma de la inmaculada percepción”. Ahora bien, para una interpretación
puramente doctrinal o teórica de la clase de Filosofía es necesario sostener que la verdad
es anterior y exterior a su expresión lingüística, verdad que obraría en poder del
todopoderoso profesor, funcionario suyo, antes del juego del lenguaje de la clase. Y para
la verdad del “metodologismo” es necesario, mas no obvio, asumir una correspondencia
no problemática, comprobable metodológicamente, entre interpretación y referente,
proposición y “realidad”. Demasiado suponer, pues no hay pensamiento fuera de la
palabra que lo expresa: sólo habitando el mundo de la palabra puede el pensamiento
hacerse palabra...
238
2. Conclusión
Que la verdad digifilosófica sea faceta no comporta ser arbitraria, pero sí explica que los
distintos dietarios digan cosas distintas de una misma clase, que siendo una la “verdad
docente” ésta se refleje coralmente en tantas verdades discentes como cibercuadernos,
cuadernos que las “construyen” interpretativamente más que exponerlas “objetivamente”.
Y ello hasta el punto de que la innovadora divisa del portafolio digifilosófico sea quizá,
invirtiendo el lema “metodologista”, que “el error es uno y la verdad múltiple”. Al
interactuar en los ciberportafolios, no es la correspondencia lo que garantiza la verdad. Si
queremos seguir hablando de “verdad”, entonces será asunto de una verdad antes bien por
caleidoscópica coherencia, será cuestión de qué verdades son más coherentes con otras
en red. Sí, la verdad de los diarios digifilosóficos es intrínsecamente plural, una verdad
de carnaval.
Bibliografía
James, William (1995). Pragmatism. Toronto: Dover.
Marín-Casanova, José A. (2006). Las razones de la metáfora. Sevilla: GNE.
Marín-Casanova, José A. (2015). La pragmática productividad conceptual de la metáfora.
Lo Sguardo, 17(I), 2015, 207-226.
Marín-Casanova, José A. (2016a). Innovación y continuidad. Prolegómenos a la
oportunidad de los trabajos académicos finales en Humanidades. En Manuel Barrios y
José Barrientos (Eds.), El trabajo de fin de grado. Teorías y prácticas (pp. 29-58).
Madrid: Visión.
Marín-Casanova, José A. (2016b). Ser persona culta en el siglo XXI en poco más de mil
palabras. En Francisco Rodríguez-Valls, F. y Juan J. Padial (Eds.), Hombre y Cultura (pp.
307-310). Sevilla: Thémata.
Marín-Casanova, José A. (2018a). Heurística pluralista frente a inercia metodologista. El
portafolio digital como innovación docente universitaria en Filosofía. En José Barrientos-
239
Rastrojo y José A. Marín-Casanova (Coords.), El pensamiento diario. La biografía
filosófica en el aula universitaria (pp. 21-76). Madrid: ACCI.
Marín-Casanova, José A. (2018b). Vida y método: el ciberdiario filosófico en la
innovación de las aulas universitarias de Humanidades. En Olga Buzón-García, José
Antonio Fernández-Rincón y Esther Mena-Rodríguez (Coords.), Presente y futuro de la
educación. Planteamientos teóricos, experiencias y nuevos modelos (pp. 49-66). Sevilla:
Egregius.
Marín-Casanova, José A. (2018c). TIC e innovación universitaria en Filosofía. En
REDINE (Ed.), Conference Proceedings EDUNOVATIC 2017. 2nd Virtual International
Conference on Education, Innovation and ICT (pp. 234-240). Eindhoven: Adaya Press.
Marín-Casanova, José A. (2019). Ciernes de la Digifilosofía. El desafío onto-gnoseoaxio-lógico de la disrupción neotecnológica. ArtyHum. Revista Digital de Artes y
Humanidades. Monográfico1: Desafíos epistemológicos, técnicos y educativos para las
Humanidades Digitales, 48-68.
Mariscal, Sara (2018). La condición hermenéutica del diario de clase. El portafolio en la
docencia universitaria de Filosofía. En José Barrientos-Rastrojo y José A. MarínCasanova (Coords.), El pensamiento diario. La biografía filosófica en el aula
universitaria (pp. 77-96). Madrid: ACCI.
Marquard, Odo (1986). Zeitalter der Weltfremdheit. Apologie des Zufälligen (pp. 76-97)
Stuttgart: Reclam.
Marquard, Odo (1994). Krise der Erwartung–Stunde der Erfahrung. Skepsis und
Zustimmung (pp. 70-92). Stuttgart: Reclam.
Marquard, Odo (2000). Zukunft braucht Herkunft. Philosophie des Stattdessen (pp. 6678). Stuttgart: Reclam.
Natoli, Salvatore (2016). L’arte di meditare. Milano: Feltrinelli.
Serna, Julián (2017). El tiempo en zigzag. Barcelona: Anthropos.
240
Filosofía para Niños como aprendizaje activo y experiencial
De la educación como ciencia a la conciencia de la educación
SARA MARISCAL VEGA*
Universidad de Cádiz (UCA)
Resumen: Ante los actuales retos pedagógicos y cognoscitivos incrementados con el hecho
de la innegable globalización y el aumento expansivo de las TIC como modo inmediato de
acceso a la realidad, la educación apuesta por una renovación de su sistema con visos
prácticos y pluralistas. Paralelamente, en el ámbito de la Filosofía queda obsoleto el
pensamiento metafísico univocista y se establecen relaciones más prácticas con la realidad.
En este sentido, la Filosofía para Niños se desarrolla como una estrategia activa de
aprendizaje, donde los protagonistas son los discentes, estableciendo como horizonte la
experiencia, esto es, el aprendizaje significativo.
Palabras clave: Filosofía para Niños, metodología activa, práctica, experiencia
Abstract: Given the current pedagogical and epistemological challenges, increased by the
fact of the undeniable globalization and the expansive increase of ICT as immediate way of
accessing reality, education is betting on a renewal of its system from practical and pluralist
points of view. At the same time, in the field of Philosophy, the univocal metaphysical
thinking becomes obsolete and more practical relations are being established with reality. In
this sense, the Philosophy for Children is developed as an active learning strategy, where the
protagonists are the learners, establishing as a horizon the experience, that is, the meaningful
learning.
Keywords: Philosophy for Children, active methodology, practice, experience
1. Introducción
No es ningún secreto que la Filosofía ha sido entendida ya desde la configuración
presocrática como una búsqueda contemplativa de fundamentos primero y últimos, como
la necesidad de una teoría del mundo que, en la mayoría de los casos, lo olvida para
abstraerse mediante pequeñas parcelaciones de un saber metafísico. Con la incorporación
de Platón y su ansia de inteligibilidad se inaugura la faceta académica de la Filosofía
donde, manteniendo el escindido ideario parmenídeo, el pensamiento se relaciona con el
mundo y sus descripciones de forma dicotómica, despreciando la oscuridad de las
sombras de lo sensible y abogando por la claridad de una Razón con mayúsculas que huye
del carácter más práctico de la vida. Aunque podemos intuir una vocación práctica en las
* sara.mariscal@uca.es
241
escuelas helenísticas y romanas, no será hasta la ruptura del mundo moderno, liquidado
ya en soluciones caleidoscópicas, cuando la Filosofía no sólo pueda ocuparse de la
realidad más práctica, sino que sienta directamente la exigencia de una razón ya
pragmática ante una realidad que se ha fragmentado en miles de perspectivas. Hasta tal
punto que Richard Rorty declarará que “la filosofía ya no puede ser más que filosofía
aplicada” a la vez que nos mostrará la realidad como narrativa exitosa.
Esta concepción pluralista del mundo irrumpirá también en el ámbito educativo, donde
nacerán instituciones de aire renovador, metodologías activas y técnicas innovadoras que
comenzarán a abordar el proceso de aprendizaje de modo sistémico. Así, con el
debilitamiento del carácter univocista de la razón, se atenuarán también las concepciones
culturales supremacistas para dar paso a una comprensión más comprometida con la
diversidad.
De esta forma, ya en el siglo XXI los retos pedagógicos y cognoscitivos se incrementarán
con el hecho innegable de la globalización y el incremento expansivo de las TIC como
modo inmediato de acceso a la realidad. De esta forma, ante la indiscutible existencia de
lo que llamamos realidad virtual (donde, precisamente, la sombra ocupa el lugar de lo
único evidente a lo que podemos acceder), la filosofía metafísica clásica no encuentra
acomodo, dejando entonces espacio a lo que hemos convenido en llamar posverdad, una
verdad interina que tiene más que ver ya con la pragmática que con el paradigma teorético
de la razón suficiente.
2. Filosofía para Niños como estrategia activa de aprendizaje
En el contexto educativo se ha hecho uso de las metodologías activas para conseguir
mantener atento y focalizado al estudiante, desarrollando sus habilidades colaborativas a
través del trabajo en equipo. (Lazzari. 2014). Si bien en el esquema pasivo se establecen
las relaciones a través de la recepción directa del conocimiento, en la Filosofía para Niños
como metodología activa lo que encontramos es construcción tanto de los conceptos
como de los espacios de intercambio. El aprendizaje en el aula tradicional es individual,
pero no autónomo, pues depende únicamente de la información que se recibe del profesor.
Por su lado, el aprendizaje activo es circular, peripatético, incluye a todos, pero de forma
autónoma, no simplemente individual, y el conocimiento, aunque reflexionado de forma
comunitaria, se traduce, precisamente, en herramientas personales.
242
En este sentido, la Filosofía para Niños deberá cumplir tres ideas imprescindibles que
aporta la metodología activa, a saber: 1. El estudiante es un protagonista activo de su
aprendizaje. 2. El aprendizaje es social, aprendiendo mucho de la interacción. 3. Los
aprendizajes deben ser significativos. El aprendizaje requiere ser realista, viable y
complejo (Bernal y Martínez, 2009: 272).
De esta forma, la Filosofía para Niños cumple estos requisitos a través de un instrumento
imprescindible: el diálogo socrático. Y esta herramienta dialógica establece la pregunta
como guía investigadora, entendiendo “il domandare come «rivoluzione permanente» del
dialogo educativo, non come traccia o come conferma dialettica di una tesi” (Irritano,
2018:476). No otra cosa pretende la Filosofía para Niños en su ejercicio activo de
aprendizaje, revolucionar los modos de pensar de los participantes, cuestionando
permanente los supuestos aparentemente indiscutibles que sujetan cualquier creencia. En
esta línea presenta Edward de Bono su pensamiento lateral y sus estimulantes actividades
donde todo supuesto puede revisarse. También encontramos aquí a Gianni Rodari y su
grammatica della fantasia como ejemplo claro de esa “rivoluzione permanente” que
supone pensar crítica, cuidadosa y creativamente.
¿En qué sentido podemos decir entonces que el pensamiento impulsado por la Filosofía
para Niños tiene que ver con la enseñanza activa?
-
La dimensión crítica del pensamiento se relaciona con el carácter activo
del aprendizaje en tanto que no se prevé un conocimiento vertical, sino
lateral, esto es, entiende que el pensamiento es en sí mismo movimiento,
debe desplazarse continuamente de lo supuesto a lo dialogado, de la
evidencia al consenso, de lo necesario a lo preferible. Y todo ello se
consigue a través del diálogo compartido, crítico y pluralista.
-
La dimensión creativa del pensamiento es innegablemente activa, en
tanto que reivindica la comprensión de lo otro y la reivindicación a la vez del
hacer propio. De nuevo, vemos como se huye de una concepción fijista y
pasiva del aprendizaje para apostar por un flujo continuo de ideas y
proyectos.
-
La dimensión cuidadosa del pensamiento reivindica el pensamiento
activo a través de la lucha activa de creencias (De Puig, 2018: 82).
En este sentido, nos planteamos cómo llevar a cabo esta enseñanza activa con base en la
Filosofía para Niños. Podríamos establecer varias herramientas para fomentar la
implicación del alumnado con la consecuencia de la triple vocación del pensamiento
243
(crítica, creativa y cuidosa): uso de textos filosóficos, periodísticos o literarios,
imposición de respuestas, división de grupos, teatralización, definición de conceptos…
Cuando se trabaja con textos en una sesión de Filosofía para Niños es recomendable
leerlos en clase y asegurarse de que se comprenden todas las palabras y expresiones. En
general, es interesante plantar una pregunta general, abierta, sobre el sentido del texto e
ir problematizando sobre los conceptos intervinientes. También es posible proponer la
creación en clase del propio texto, para ello son muy recomendables las estrategias
creativas del libro de Gianni Rodari Grammatica della fantasia. Introduzione all’arte di
inventare storie.
En cuanto a la imposición de respuestas, nos resulta una herramienta sumamente útil. Se
trata de plantear una pregunta sobre algún aspecto controvertido, dividir la clase en dos o
más grupos e imponer a cada uno una respuesta a la pregunta, que deberán argumentar.
En primer lugar, se pretende que realicen un esfuerzo reflexivo y, en la medida de lo
posible, adopten una argumentación ajena, consiguiendo que adquieran elementos
comprensivos con el otro. Y, en segundo lugar, a través de la problematización de las
respuestas, se refuerzan habilidades dialécticas, retóricas y lógicas.
Así, cualquiera de las herramientas planteadas ahonda sobre la necesidad del discente de
esforzarse por crear un discurso coherente y, a la vez, pluralista y crítico.
3. Experiencia y educación
A finales del año pasado Girl with balloon, una obra del artista urbano Bansky, fue
destruida tras venderse como la obra más cara del autor por 1,04 millones de libras. ¿Qué
significa que un autor venda una creación que será destruida automáticamente? Aún más,
¿qué significa que la obra se revalorice inmediatamente tras su destrucción? ¿Qué nos
muestra que una obra personalizada en el monarca de un país cuyas condiciones de
compra son la destrucción posterior de la misma reciba múltiples ofertas? El arte, antaño
muestra de formas, se convierte en “momento conceptual”, en experiencia pura.
Esto se debe a un cambio social, científico, estético, político y filosófico absoluto. Con la
cesión del mundo al pluralismo nace la crisis de identidad como modo de existir, el
cambio como única forma imperecedera de ser, la ruptura en dos del mundo con la
mecánica cuántica, donde abundan los fenómenos contraintuitivos y el determinismo
cede su lugar al probabilismo (Serna, 2018: 63).
244
Lejos queda el universo platónico, de sombras y luces, lejos las diferencias intransigentes
entre realidad y ficción, forma y contenido, pensamiento y lenguaje. “Reducido el
universo a información, a intercambios de información más exactamente, no existiría la
cosa en sí, menos aún sería posible distinguir la copia del original” (Serna, 2018: 64).
Toda vez que la realidad no se sustenta bajo una cosa, que los hechos se transforman en
interpretaciones, el arte, la política, la filosofía, la educación no podrán sino virar hacia
una concepción más pragmática de sus aportes. El arte se hace plural con el cambio de la
perspectiva a las facetas, el discurso universalista político se transforma en aparente
diálogo retórico dirigido ahora a un auditorio siempre particular, la filosofía pasa de
pensar el mundo como algo externo a pensarse a sí misma, la educación se transforma en
actividad dejando atrás el paradigma clásico de la clase magistral y haciendo hincapié en
la enseñanza como proceso. En este contexto, la experiencia, antaño recluida en los
sótanos de la ciencia, emerge como modo de acceso a la verdad, ya pragmática.
Así, la práctica educativa que aporta la Filosofía para Niños pone de manifiesto dos
modos de entender el conocimiento, a saber, “el científico-positivista-analítico frente al
poético-experiencial-intuitivo, el que define y objetiva la realidad frente al que se funde
con ella” (Barrientos, 2017:271). De este modo, la Filosofía para Niños no se contenta
con imprimir un carácter dialógico a las clases, sino que consigue mostrar que nuestro
modo de estar en el mundo es eminentemente hermenéutico, es decir, que cada
interpretación de la realidad supone una visión concreta, una creencia, que diría Ortega,
un modo concreto determinado por múltiples aspectos, culturales, políticos, existenciales.
Conseguir que los niños comprendan al otro como un yo es tan importante como que se
experimenten a sí mismos como un otro. La dinámica de los Nacirema, utilizada en
Ciencias sociales y referida en otros escritos de la autora, consigue, precisamente, ese
momento de extrañamiento, donde el grupo no se reconoce en lo descrito. Sentirse
caricaturizado, en este caso culturalmente, hace que el grupo se replantee qué aspectos ha
asumido como propios sin tener conciencia de ello, cómo el lenguaje puede elegir la
perspectiva de antemano y cómo nosotros, en tanto que descriptores, también
reinterpretamos la realidad al nombrarla.
Así, podemos decir que el horizonte de Filosofía para Niños, en tanto que herramienta
activa, es la experiencia, o, al menos, conseguir respuestas experienciales más que, o
además de, asimilación de conceptos, comprensivas más que explicativas, extraídas todas
más de la con-ciencia que de la ciencia.
245
Que la educación sea un proceso experiencial no significa que ésta quede despotenciada
en tanto que ámbito para el aprendizaje concreto y conceptual, sino que el proceso de
asimilación (también teórica) debe ser experiencial, significativo, esto es, debe suponer
una relación directa con el ser concreto que es el discente, imprimirse sobre el carácter
del aprendiz. Y es que, aunque hayamos olvidado quién lo dijo exactamente, “cultura es
lo que queda después de haber olvidado lo que se aprendió”, esto es, que la educación
significativa deja una huella más allá del aprendizaje epistemológico.
4. Conclusiones
Como se puede deducir, la Filosofía para Niños no se ha presentado aquí como una
herramienta al margen del proceso educativo ni de la realidad concreta de cada alumno,
al contrario se ha definido como una forma abierta de acceso al diálogo en clase, donde
las circunstancias y condiciones que permiten dicho diálogo son muy relevantes. En esa
línea, se ha defendido el carácter práctico de la educación y su conexión con la
vinculación experiencial entre el alumno y su aprendizaje. De esta forma, podemos
concluir que la Filosofía para Niños reivindica relaciones más dialógicas, pero también
más críticas; más personales, pero también más pluralistas.
La con-ciencia de la educación supone un recorrido comprometido con la realidad y la
diversidad, con la práctica y el aprendizaje significativo, un paso más allá de la tímida
huella que deja la mera acumulación de datos. La con-ciencia de la educación es también
eso que queda en la mente colectiva sobre aspectos sociales, políticos, humanos en
definitiva, y que, lejos de pretender adoctrinar sobre temáticas concretas, reivindica el
pensamiento como movimiento, esto es, la crítica como vía más justa hacia la
composición de eso que nos empeñamos en llamar mundo.
Bibliografía
Barrientos-Rastrojo, J. (2017). “Entender con palabras o con la experiencia. ¿Es posible
un abordaje experiencial de la analogía beuchotiana?”, Ideas y Valores, 66 (165), 267296.
246
Bernal, M. y Martínez, M. (2009). “Metodologías activas para la enseñanza y el
aprendizaje”. Saberes y quehaceres del pedagogo, 14, 101-106.
De Puig, Irene. (2018). “Filosofía para niños”. Voces De La Educación, 3(6), 77- 84.
Irritano, M. (2018). “Fare filosofia con i bambini. Un percorso utopico da Socrate ad
Hannah Arendt”. Childhood & Philosophy, 14 (30), 471-482.
Lazzari M. (2014). “Combinación de Aprendizaje Cooperativo e Individual en una
Asignatura de Química de Materiales”. Form. Univ., 7(4), 39-46.
Rodari, G. (1983). Grammatica della fantasia. Introduzione all’arte di inventare storie.
Trieste: Ediciozi EL.
Serna, J. (2018). El mamífero infeliz. Barcelona: Anthropos.
247
La adquisición de la competencia ética a través de la literatura1
MARGARITA MAURI, MISERICORDIA ANGLÈS, ISABEL VILAFRANCA
Universitat de Barcelona (UB)
Resumen: La propuesta docente que se presenta está generada por el grupo GIDETICA,
acreditado como grupo de investigación estable por el ICE de la UB y al que pertenecen,
además de las autoras de esta comunicación, Francisco Esteban, Carles José y Begoña
Román. El objetivo del proyecto es generar una propuesta docente concreta y ajustada que
permita trabajar transversalmente las competencias éticas en las materias en que, por la
naturaleza de sus contenidos, aparezcan estas competencias o bien las problemáticas que
estén vinculadas a ellas; y, singularmente, una propuesta que permita trabajarlas también en
las materias de deontología de cada Facultad.
Palabras clave: Competencia ética, literatura, ficcionalismo
Abstract: The teaching proposal presented is generated by the GIDETICA group, accredited
as a stable research group by the ICE of the UB and to which they belong, in addition to the
authors of this communication, Francisco Esteban, Carles José and Begoña Román. The
project objective is to generate an accurate and specific teaching proposal which allows to
work across ethical competences in subjects which, by nature of their content, these ethical
competences appear or issues related to them, and, particularly, a proposal that will allow
them to work well in deontological subjects of each Faculty.
Keywords: Ethical competence, literature, fictionalism
Procedimentalmente se parte de la ficción literaria porque en ella se pueden encontrar,
materializadas mayormente en la novela y el teatro, todo tipo de problemáticas
deontológicas susceptibles de análisis. De un análisis que en ningún caso es literario, sino
de naturaleza moral. Podría considerarse, hasta cierto punto, un análisis de «ética aplicada
narrativa», en el sentido amplio que a esta última palabra le otorga Paul Ricoeur en Temps
et récit, y, en general, la filosofía narrativa.
Hay que tener en cuenta que estos análisis probablemente no tendrán la solidez del
especialista en deontología, pero esta no puede ser en absoluto la condición (porque la
mayoría de estudiantes no tienen por qué tener una formación en este ámbito) y, todavía
menos, el objetivo. Aun así, este tipo de trabajo tiene grandes virtudes o, por decirlo de
otro modo, es de alta rentabilidad pedagógica. ¿Por qué motivos? Al menos, por los
siguientes:
1
Las autoras están en deuda con Josep Temporal Oleart, que formó parte del grupo GIDETICA.
248
(1). Son reflexiones que se infieren, más bien «inductivamente», partiendo de uno o unos
episodios singulares, para llegar a generalizaciones posibles; o, bien se puede proceder
(evidentemente sólo hasta un cierto punto,) partiendo de principios aceptados por el
colectivo profesional para intentar encontrarlos reflejados en el episodio o los episodios
considerados. No nos referimos a los resultados, claro está, sino a la significatividad
puramente procedimental y, en definitiva, racional, de estos análisis.
Por su parte, las ciencias sociales y humanas encontrarán sin dificultad, en los usos
racionales de cariz más hermenéutico, un camino idóneo de análisis, de acuerdo con su
método. Por su naturaleza, son ciencias mucho más acostumbradas a la concepción de un
saber menos causal y mucho más interpretativo, completamente deudor de las
servidumbres y la problematicidad epistemológica que comporta implícita de establecer
los límites ontológicos precisos en el ser humano como objeto de estudio científico.
Pongamos un ejemplo aclaratorio, aunque sea de manera sumamente esquemática,
susceptible de este triple enfoque racional: el ejemplo de la breve pero jugosa novela del
sueco Hjalmar Söderberg (1869-1941), Doctor Glass (1905), en la que un médico decide
eliminar a un hombre porque maltrata y causa la infelicidad de su esposa; y lo elimina sin
más consideración racional que el convencimiento de la bondad instrumental de su acción
y de su arbitrio. Los principios morales están prácticamente ausentes. El resultado de la
acción es el asesinato de un sujeto, la felicidad de otro y la impunidad de la acción del
médico (que, además, no tiene remordimiento). Un episodio muy interesante para la
deontología médica, con un conjunto de aspectos morales implicados. Veamos los
diferentes enfoques que puede darse al caso, aunque sea tan solo esbozándolo de manera
rudimentaria, como mera sugerencia:
a) Se pueden analizar las circunstancias que conducen a la decisión del
médico de eliminar a un sujeto humano y ponderar la justificación, o no, de las
circunstancias en relación a las decisiones de esta naturaleza. ¿Se justifican por
la sumisión, erróneamente interpretada, de la felicidad como bien absoluto, tal
como directamente parece sugerir la novela? Si el análisis sigue el camino que
va desde las circunstancias a los principios deontológicos y, finalmente, los
acaba justificando (o no), desde las circunstancias, entonces, este análisis se
aproximará a ser inductivo.
b) Se puede partir del principio de la inviolabilidad del respecto a la vida al
que se debe un médico o profesional de las ciencias de la salud y, a partir de
aquí, analizar el episodio desde la perspectiva de las circunstancias que
249
concurren en un caso tan especial y singular; finalmente, confrontando
principios y circunstancias, se puede concluir lo que proceda sobre la validez
de los principios. Si se sigue este camino, entonces, este análisis se aproximará
a ser deductivo.
c) Se puede partir de la confluencia más o menos agregativa (aunque se
puedan jerarquizar) de varios de los elementos que se consideren necesarios
para comprender la determinación del médico. Este análisis, por ejemplo, se
cuestionaría las interferencias entre acción profesional y felicidad; las
interferencias entre felicidad y legalidad, o bien el peso de la psicología o la
moral (o inmoralidad) en las determinaciones profesionales. Si no se vinculan
mecánicamente las circunstancias al principio al cual remiten, ni, al contrario,
no se consideran las circunstancias que concurren como meros epifenómenos
que no quebrantan los principios (o sí, si finalmente el principio o principios
considerados se revelan como moralmente malos), entonces, este análisis, que,
sobre todo, persigue la comprensión de la acción humana en el caso concreto
de este episodio, se aproximará a ser hermenéutico.
Evidentemente no se trata de realizar un triple análisis de cualquier episodio, sino tan solo
de poner en evidencia que hay enfoques diferentes que pueden aplicarse a obras teatrales
o a novelísticas con resultados satisfactorios para quienes los practiquen.
(2). Veamos ahora la segunda razón que justifica el entronque entre la ética y la literatura
en una propuesta de innovación docente. En este tipo de trabajo de dan reflexiones que
no persiguen el despliegue teórico, ni mucho menos la fundamentación de este
despliegue, sino la confrontación, más o menos práctica, del futuro profesional con
episodios directamente vinculados o muy afines al ejercicio de su profesión. Precisamente
la carencia de tramoya conceptual técnica hace accesible esta reflexión a cualquier
alumno que lo haga siguiendo este procedimiento y sobre el principio del ficcionalismo.
No por eso su reflexión será menos filosófica, si resulta ser una reflexión profunda y de
calidad. Y, sobre todo, puede ser útil a los alumnos en el ejercicio futuro de las respectivas
profesiones.
(3). Las propuestas son reflexiones que fácilmente puedan dejar trazo en el transcurso del
tiempo y mantenerse relativamente abiertas, vivas, madurando a lo largo del tiempo y de
la experiencia profesional adquirida. Vistas con perspectiva, pueden ser reflexiones de las
cuales se pueda seguir la «trazabilidad». Si esto llega a suceder, la ganancia de una
250
experiencia de análisis deontológico habrá sido enorme. No olvidamos que como
elemento añadido al análisis deontológico, estas reflexiones, por el hecho de hacerse a
partir de obras teatrales y novelísticas, se edifican sobre un entramado estético con el que
puede disfrutarse mucho.
En relación a la manera didáctica de plantear el trabajo de análisis de las competencias
éticas y de profundización deontológica, merecerá la pena inclinarse por alguna forma de
trabajo cooperativo por los muchos valores que lleva asociados: de potenciación del
trabajo en equipo (un aprendizaje, además, imprescindible para el futuro profesional de
los alumnos); de profundización de modelos reflexivos más dinámicos, gestados a partir
del diálogo; de potenciación de la responsabilidad individual aunada con su trascendencia
horizontal y, finalmente, un aprendizaje de buena lectura que otorgará a los alumnos la
familiaridad necesaria para poder desvelar interrogantes en el ejercicio de la profesión.
Naturalmente, existen formas diversas de este tipo de trabajo; aun así, la que proponemos
hace del trabajo cooperativo una acción intelectual que puede resultar enormemente
creativa. Es innecesario decir que las posibilidades son muchas y seguramente siempre
válidas si cumplen bien el objetivo perseguido de realizar una reflexión deontológica seria
y profunda. Cada docente, de acuerdo con las circunstancias del grupo, deberá decidir, y
atendiendo a la traza didáctica, la manera más válida en cada caso. Sin embargo, vamos
a proponer una forma de trabajo
que parece creativa desde buen comienzo y
fomentadora de mentes más dinámicas, abiertas y más habituadas a la reflexión
antropológico-ética. Nos referimos a la elaboración de itinerarios asociados a las ventajas
del trabajo cooperativo.
¿Qué se entiende por «itinerario» intelectual? En principio, aquella propuesta intelectual
que, en torno a un eje central (aquí serían preferentemente competencias éticas), se
proponga articular el argumentario de un mensaje coherente y, necesariamente, de unas
conclusiones, pero que se lleve a cabo con recursos literarios, filosóficos y científicos
interrelacionados, que tendrían que ser descubiertos por los alumnos, y no simplemente
ofrecidos pasivamente por el docente. Por eso nos hemos referido a la idea de itinerario
como a una actividad creativa: porque, sobre todo, tendría que satisfacer los intereses
intelectuales y las inquietudes (a propósito, está claro, de las problemáticas
deontológicas) que lleguen a ser formuladas por los alumnos; y se construirían a partir de
sus conocimientos previos significativos —no sobre conocimientos explícitamente
deontológicos, que son exclusivos de esta materia. Puede concederse mucha libertad en
el uso de recursos que los alumnos deseen desarrollar pero, eso sí, dirigidos por el docente
251
que tendría que velar tutorialmente por la solvencia intelectual de cada propuesta.
Contando con este factor motivacional, podría decirse que un trabajo sobre competencias
éticas a partir del ficcionalismo tendría que ser una buena experiencia personal y, ¿por
qué no?, ambiciosa, por más que su naturaleza sea la que corresponde a un riguroso
trabajo intelectual. Un aspecto no cuestiona el otro y, ambos pueden converger en una
buena experiencia personal y de calidad docente.
No cabe duda de que el emparejamiento de gozo estético (la fuente literaria) y la reflexión
(sobre las competencias éticas) tendrían que facilitar mucho esta tarea. No pretendemos
expansionar exageradamente los argumentos, está claro, pero quizá sea conveniente
recordar que cuando Homero inventó la literatura, con la hipóstasis del relato y con su
gusto por el relato, y cuando Platón ofreció el primer ejemplo de una forma abstracta de
pensar la realidad, ambas formas convergían al menos en un punto: eran accesos
diferentes, pero no incompatibles, a pensar la realidad. Platón mismo lo acreditó en
diversos lugares de sus diálogos en los que mantiene un acceso reflexivo abierto a la
poesía, singularmente homérica, que apreciaba con profundidad; además de expresarse
también en muchísimas ocasiones con moldes simplemente «narratológicos» y literarios.
«Narratológicos»,
y
no
simplemente
«narrativos»,
porque
Platón
elabora
subrepticiamente una teoría del discurso narrativo a propósito de sus mitos... algo que, a
su manera, anticipaba el ficcionalismo posterior. En el origen del ficcionalismo
(concebido aquí, procedimentalmente, como la capacidad de expresar adecuadamente
ideas filosóficas a través de la literatura) hay, pues, el convencimiento de la fecundidad
de la aleación entre la filosofía y la literatura. Los narratarios de la época homérica
difícilmente se podían dar cuenta, de esta aleación; pero los alumnos universitarios, como
narratarios actuales del relato literario (y el discurso de ideas que lo puede acompañar),
pueden ser perfectamente conscientes de esta aleación y pueden explotar a fondo esta
fecundidad. Es esta exactamente la herramienta que la comunicación propone. Un
itinerario intelectual que fusione la reflexión de competencias éticas y la fuente literaria.
Es una concreción sencilla, pero didácticamente útil, de esta noción filosófica y, a la vez,
didáctica, que es el ficcionalismo ad usum paedagogico, por decirlo de forma sintética.
El modelo formal de este tipo de trabajo sería el de un mapa conceptual que dibujara una
constelación de puntos de vista y recursos argumentativos muy trabados, combinado con
una flecha que lo traspase; una flecha que expresa la idea de que toda reflexión tiene que
estar conscientemente orientada a un objetivo que le dé sentido si no quiere caer en la
pura banalidad de especulaciones que no conducen a nada. El mundo futuro no reclamará
252
a los estudiantes especulaciones más o menos fantasiosas sino argumentos sobre lo que
defiendan y razones por las decisiones que tomen. Un itinerario, pues, es una concreción
académica posible, y el dibujo de este planteamiento.
1. Desarrollo
(A). Objetivos
Se proponen tres objetivos, cada uno de los cuales incide y, modestamente, pretende hacer
una aportación, a tres niveles diferentes: a la institución universitaria (objetivo 1), a los
docentes (objetivo 2) y a los estudiantes (objetivo 3):
1.
Objetivo 1: articular el panorama de las competencias éticas de las
asignaturas de todos los grados de las facultades de la UB. Por esta razón, el
Grup GIDETICA ha presentado su propuesta de competencias éticas
transversales con la finalidad, entre otras, de complementar la propuesta
docente que aquí se presenta. De todas formas, la propuesta docente que
presenta esta comunicación tiene vida autónoma como instrumento pedagógico
al margen de como quede definido el mapa final de competencias éticas
transversales.
2.
Objetivo 2: generar una propuesta docente concreta y ajustada que permita
trabajar transversalmente las competencias éticas en las materias en que, por la
naturaleza de sus contenidos, aparezcan estas competencias o bien las
problemáticas que les estén vinculadas; y, singularmente, una propuesta que
permita trabajarlas también en las materias de deontología de cada Facultad.
Esta propuesta docente es precisamente la que presenta esta comunicación
sobre el ficcionalismo.
3.
Objetivo 3: proporcionar a los docentes un instrumento pedagógico de
análisis textual fundamentado en el ficcionalismo literario que al menos
favorezca estos dos aspectos: (1) la potenciación de las habilidades cognitivas
relacionadas con la comprensión de cariz más hermenéutico (con
independencia del modelo argumentativo que se prefiera priorizar, tal como se
ha mencionado antes); y (2) la adquisición de una noción más elaborada e
integrada entre el ejercicio profesional y las problemáticas éticas y
deontológicas. Una propuesta docente de este tipo práctico, como la descrita
en esta comunicación, permite que el alumno relacione significativamente la
253
praxis profesional (la profesión como punto de llegada a la que se dirige su
formación universitaria), la dimensión ética y deontológica (los contenidos que
explícitamente son analizados en cada propuesta didáctica) y la dimensión
estética (la metodología requiere de obras literarias de calidad y temáticamente
ajustadas al propósito docente).
(B). Descripción del trabajo
La propuesta docente se centra, pues, en cómo lograr o, al menos, trabajar reflexivamente,
las competencias éticas en los alumnos con el uso de la literatura. La formulación teórica
moderna de esta doctrina es debida sobre todo a Vaihinger, pero, en realidad, ya está
completamente contenida en la Poética de Aristóteles cuando asevera que la tragedia es
una mímesis moral de la acción humana. Según este punto de vista, el ficcionalismo es la
doctrina que reconoce a la ficción una función positiva en cuanto a la expresión de juicios
correctos sobre la realidad». Un instrumento válido, pues, para la plasmación de las ideas
éticas. La historia de la literatura universal, de facto, ha avalado con contumacia esta
intuición.
Al margen de la aportación de Vaihinger, considerada solo desde el punto de la aplicación
literaria, se pretende dar cuerpo a esta idea de una manera articulada y práctica (y con
tanta libertad como nos parezca oportuna), hasta el punto de convertirla en una «estrategia
docente estructurada y muy fundamentada», y centrada en la ética y la deontología.
Ejemplos de uso de la literatura para la expresión de ideas ha habido siempre; e
igualmente muchos literatos, sin considerarse filósofos en el sentido estricto de la palabra
o simplemente pensadores, han formulado preciosos contenidos de valor filosófico y
moral, que la docencia de la ética y la deontología haría bien de tener en cuenta.
Llegados hasta este punto, la propuesta de innovación docente prevé la posibilidad de ir
a fondo con un solo autor que se ajuste a las necesidades temáticas de la programación o
bien a un tipo de trabajo con diversidad de textos. En ningún caso, pero, se trata de
confeccionar trabajos monográficos sobre autores concretos (cosa a todas luces
inconveniente en las facultades que no son humanísticas), sino de aprovecharlos como
punto de partida concreto para argumentar a favor del ficcionalismo y la manera de
llevarlo a la práctica articulada y eficazmente como análisis filosófico ético.
Finalmente, hay que tener en cuenta que esta propuesta docente no pretende establecer
un tipo de selección de textos literarios o de autores que simplemente sean adecuados
254
para trabajar conceptos morales en el aula. En realidad, solo se trata de conseguir la
aplicación práctica del ficcionalismo pero con una finalidad didáctica; una aplicación que
resulte viable, como instrumento de análisis, a otros docentes (de la ética y la deontología,
sobre todo) y al alumnado, una vez este haya hecho el aprendizaje de la virtualidad
reflexiva del instrumento y haya adquirido la habilidad de utilizarlo.
(C) Textos literarios.
Son muchos los textos literarios que cumplen el requisito de ser adecuados para la
adquisición de competencias éticas; aquí nos limitaremos a nombrar algunos2:
J. Austen, Orgullo y prejuicio
E. Balzac, Pasión en el desierto
L.A. Clarín, La regenta
J.M. Coetzee, En el corazón del país
Joseph Conrad, El agente secreto
Dante, La divina comedia
G. Elliot, Adam Beda
H. James, Daisy Miller
I. MacIwan, Amor perdurable
O. Wilde, El retrato de Dorian Grey
E. Zola, Germinal
Bibliografía
Aristóteles (1007), Poética. Barcelona: Icaria.
Donlin-Smith, Thomas (1993). Short Stories for Ethics courses. Thinking, 10, 46-48.
Ricoeur, Paul (1983). Temps et récit. Paris: Seuil.
Söderberg, Hjalmar (1968). El Doctor Glas. Barcelona: Seix Barral.
Vaihinger, Hans (1935). The Philosophy of "as if": a System of the Theorical, Practical
and Religious Fictions of Mankind. London: Routledge.
2
Una lista de textos literarios relacionados con los temas éticos pueden encontrarse en: Donlin-Smith, Th.,
Short Stories for Ethics courses; Thinking, 10(1993)4, p. 46-48.
255
Una experiencia docente desde la mentorización
Programa de Mentoring en el Grado de Humanidades: Estudios Interculturales
MARIA MEDINA-VICENT*
Universitat Jaume I (UJI)
Resumen: La realización de los Trabajos Fin de Grado supone un gran reto para el alumnado,
que, a punto de acabar sus estudios de grado, se enfrenta por primera vez a un trabajo de
investigación con altas exigencias. En el transitar de este camino el alumnado cuenta con el
asesoramiento y guía de la figura del/la tutor/a, no obstante, consideramos que es importante
considerar otra figura a la que llamaremos mentor/a. Existen diferencias entre ambas figuras,
pero en su confluencia se encuentra la oportunidad para que el alumnado pueda realizar un
buen trabajo de investigación con calidad académica y sustentado en los principios de la ética
de la investigación. En la presente comunicación exploraremos dicha confluencia desde una
experiencia de innovación docente concreta.
Palabras clave: Trabajo Fin de Grado, mentorización, tutorización
Abstract: The completion of End-of-Degree Project is a great challenge for students, who
are about to finish their university years, facing for the first time a research project with high
demands. The students are accompanied by the advice and guidance of the tutor; however, it
is important to consider another figure: the mentor. The differences between both are
important, but we believe that at their confluence there is an opportunity for the students to
carry out a good research work with academic quality and based on research ethics. In the
present communication, we will explore this confluence from an experience of concrete
teaching innovation.
Keywords: End-of-Degree Project, mentoring, tutoring
Los Trabajos Fin de Grado son el punto culmen de finalización de los estudios de grado,
y al mismo tiempo, puede ser considerados como la puerta de inicio al mundo de la
investigación académica. Es decir, si bien la realización del TFG supone un gran reto para
el alumnado, que a punto de acabar su estancia en la universidad se enfrenta por primera
vez a un trabajo de investigación con altas exigencias, consideramos que también puede
ser una óptima oportunidad para despertar en dicho grupo la curiosidad propia de la
investigación humanística y filosófica. Nuestra experiencia concreta se inscribe en el
Grado en Humanidades: Estudios Interculturales, que tiene ciertas particularidades que
nos permiten entrever la necesidad de establecer programas de seguimiento del alumnado
y apoyo para la realización de los TFG. Se trata de una titulación que se ocupa del estudio
de los seres humanos y de sus actividades partiendo de una amplia concepción de la
*
medinam@uji.es
256
cultura. Así pues, se tratan diferentes aspectos del ser humano como son: el pensamiento,
el lenguaje, la historia, la geografía, la capacidad artística, las culturas clásica y
contemporánea, las dimensiones filosóficas, éticas, políticas o sociales, el análisis de los
conflictos actuales y sus soluciones: la paz, la ciencia y la tecnología, los valores... En
concreto, la interdisciplinariedad entre la historia, la filología y la filosofía se convierte
en la base central sobre la que se construye dicho grado de la Universitat Jaume I.
Dicha interdisciplinariedad supone un caldo de cultivo excelente para iniciar al alumnado
en la investigación humanística y filosófica. Y a su vez, supone un reto, ya que nos
encontramos con perfiles muy interdisciplinares y con intereses diversos. Este reto, sin
duda apasionante, se traduce en grandes dudas a la hora de acometer la tarea del TFG.
¿Qué tema investigar? ¿Desde qué teoría aproximarnos al objeto de estudio? Estas son
algunas de las preguntas que pueden surgir al alumnado. De este modo, al tratarse de
perfiles interdisciplinares, resulta central saber guiar y sobretodo, acompañar al alumnado
en el descubrimiento de los temas de investigación concretos que les pueden resultar de
interés. Se trata pues, de transitar de buen grado y de forma equilibrada esa lucha entre el
carácter interdisciplinar de las Humanidades y la exigida especialización del mundo
académico. Así pues, en todo momento deberemos tener en cuenta que el equilibro entre
ambas dimensiones es central para no perder de vista el objetivo central de unos estudios
como los humanísticos, esto es, encontrar soluciones a problemáticas humanas globales,
tal y como indica la profesora Sonia Reverter-Bañón en la siguiente cita:
Esto nos lleva a comprender que si bien la especialización ha posibilitado la
eficiencia del conocimiento científico está impidiendo la posibilidad de conectar
los conocimientos, así como fomentar la imaginación, formas no-disciplinadas de
conocimiento, o simplemente conocimientos fronterizos, interdisciplinarios o
multidisciplinarios. Y esto indica, a su vez, que puede haber muchos
conocimientos perdidos y una imposibilidad de horizontes a la hora de poder
encontrar soluciones a las problemáticas globales del mundo actual (ReverterBañón, 2018: 150).
Desde nuestra perspectiva, es en esta confluencia donde encontramos el espacio para
aportar una medida de innovación docente en filosofía, sin olvidar las dificultosas
relaciones que ambos campos suelen sostener (Marín-Casanova, 2017). Y es que, innovar
en el campo de la enseñanza filosófica y humanística resulta quizás más importante en
los tiempos que corren, ya que “el valor de la filosofía radica precisamente en generar y
crear el humus desde el que es posible el cultivo de las personas y de los ciudadanos”
257
(Gracia Calandín, 2017: 17). En este sentido, en el transitar este camino, el alumnado
además de contar con el asesoramiento y guía de la figura del/la tutor/a, contará con el
apoyo de otra figura a la que llamaremos mentor/a. En su confluencia se encuentra la
oportunidad para que el alumnado pueda realizar un buen trabajo de investigación con
calidad académica y sustentado en los principios de la ética de la investigación. Además
de poder incorporar las competencias transversales asociadas a la realización de un TFG
en el campo humanístico y filosófico (Rullán et al., 2010).
1. Principales problemas en la realización de un TFG
Desde la implantación del Plan Bolonia y la incorporación de los Trabajo Fin de Grado
en el currículo de las titulaciones españolas (Rekalde Rodríguez, 2011: 180), el
profesorado ha ido identificado ciertas limitaciones o problemas a la hora de realizar los
TFG. En vistas a identificar cuáles eran los principales problemas y/o dificultades del
alumnado del Grado en Humanidades: Estudios Interculturales a la hora de enfrentarse a
un trabajo de investigación de tal envergadura, realizamos una encuesta online mediante
formularios de google al profesorado tutor de TFG. Las principales preocupaciones que
encontramos entre el profesorado tutor se comentan a continuación.
En primer lugar, de forma generalizada se identifican dificultades a la hora de realizar el
planteamiento del tema. El alumnado no sabe cómo transformar el interés por algún tema
en un objeto de estudio a analizar. Es decir, como se ha comentado anteriormente, se trata
de alumnado con intereses diversos, fruto del propio carácter interdisciplinar del grado.
Dicho carácter abre muchas y diversas puertas a la investigación, el reto está en ayudar y
guiar al alumnado para “centrar” dichos intereses en un tema de investigación que no
sobrepase los límites de un TFG. Al mismo tiempo, otras de las limitaciones identificadas
por el profesorado tienen que ver con las dificultades para definir las fases de exploración
del tema, planificar sus tiempos y estructurar el trabajo en diferentes partes. En este
aspecto el/la mentor/a puede realizar una definición de fases, seguimiento y recordatorio
con el alumnado para que se cumplan los tiempos estipulados por el/la tutor/a.
En segundo lugar, encontramos una preocupación respecto a las cuestiones formales,
tanto de búsqueda como de citación bibliográfica. El profesorado se muestra preocupado
por el desconocimiento de las Normas de Citación del grado por parte del alumnado y sus
grandes dificultades a la hora de aplicarlas en la redacción y así identificar cuándo están
utilizando las ideas de otros/as autores/as. Dicha cuestión es una problemática central a
258
la hora de abordar los TFG, ya que debido a este desconocimiento de las Normas de
Citación y del correcto tratamiento de la bibliografía, en muchas ocasiones los/as
alumnos/as pueden acabar incurriendo en plagio, algo que hay que evitar a toda costa en
el marco de una ética de la investigación. La figura del/a mentor/a viene aquí a aportar
claves e instrumentos que permitan al alumnado conocer las normas y aplicarlas de buen
grado, así como hacer ejercicios de citación para identificar las diferentes voces que
intervienen en el texto correspondiente a un trabajo de investigación.
En tercer lugar, y en cuanto a la profundidad de la reflexión filosófica que debe haber tras
todo buen TFG en el campo de las Humanidades, el profesorado señala que existen
dificultades a la hora de contraponer ideas. Los/as alumnos/as tienen dificultades para
trabajar con bibliografía variada y que plantee argumentos contrarios; así como en dar
profundidad a la argumentación ético-filosófica sobre el tema que están tratando. A su
vez, esta problemática también la encontramos en la síntesis de las ideas. Al alumnado le
cuesta desarrollar las ideas que desea plantear, así como establecer una clara
argumentación. Una de las vías para abordar esta problemática la encontramos en el
tratamiento de investigaciones previas en el campo de las Humanidades y la Filosofía que
permitan al alumnado identificar cómo se argumenta filosóficamente. Además, el espacio
del mentoring debe configurarse como un espacio donde compartir los avances en la
investigación de cada TFG, para que al exponer las ideas centrales, se pueda comprobar
su interés así como si su formulación es comprensible y correcta para el resto del grupo.
Por último, la defensa oral del TFG también emerge como una de las preocupaciones a
tener en cuenta. Se afirma que el alumnado tiene problemas para saber transmitir de forma
eficaz el trabajo que han hecho, y que desconocen cómo hacer una exposición pública
académica formal. Una de las actividades que puede abordar el/la mentor/a es la de
practicar dichas defensas en un contexto recreado pero ficticio con las mismas
características que el de una defensa de TFG real. Esta tarea se desarrolla con el objetivo
de que el resto del grupo pueda dar feedback productivo a sus compañeros/as, así como
una especie de entrenamiento para que el alumnado pierda el miedo y los nervios.
Teniendo en cuenta todas estas problemáticas identificadas por el profesorado tutor,
respecto a la realización de los TFG por parte del alumnado, se identifica la necesidad de
una actuación que vaya más allá de la labor de dicha figura y de las diferentes asignaturas
del grado. Por esta razón, durante el curso 2017/2018 el vicedecanato del Grado en
Humanidades: Estudios Interculturales decidió establecer un programa de mentorización
para ayudar al alumnado a establecer las bases de sus TFG, al tiempo que se establecía
259
un seguimiento y acompañamiento que liberase al profesorado tutor de cuestiones
netamente formales, en mayor o menor medida. Dicho programa pretende crear el espacio
para la confluencia entre la figura del/la tutor/a y la del/la mentor/a.
2. Una propuesta de mentorización de TFG
El sentido central de la creación de este programa es llevar a cabo una tarea de
acompañamiento, guía y motivación por parte del/la mentor/a hacia el estudiantado que
se encuentra en los últimos años de sus estudios. Con el desarrollo del programa se ha
pretendido fortalecer el compromiso de los estudiantes con unos estudios de calidad y la
realización de una tarea de investigación adecuada en sus TFG. A su vez, dicho programa
se ha pretendido construir como un lugar de encuentro entre el propio alumnado para
presentar proyectos, compartir experiencias, inquietudes y miedos respecto a la tarea de
la investigación, así como de recibir feedback constructivo por parte de sus compañeros/as
y la profesora encargada.
Así pues, los objetivos principales de este programa se han centrado en la mejora de la
labor del alumnado en dos líneas principales de actuación como son los estudios generales
del grado y la realización del TFG. Estos objetivos se han subdividido de la siguiente
manera. En primer lugar, desarrollar hábitos de estudio y trabajo adecuados teniendo en
cuenta sobre todo los siguientes aspectos: planificación del estudio y el trabajo, tener en
cuenta el calendario de exámenes y entrega de trabajos, incorporar nuevos hábitos de
estudio, resolución de dudas, y posibilidad de acudir a tutorías para organizar asignaturas.
En segundo lugar, la orientación del alumnado de cara al Trabajo Final de Grado,
abordando los puntos siguientes: conocimiento de la normativa del TFG, elección del
tema de investigación, definición del objeto de estudio concreto, contactar con la
coordinación y los/as tutores/as asignados si es preciso, consejos de redacción y
ortografía, conocimiento de las normas de citación establecidas por el grado, tratamiento
de técnicas y herramientas de investigación, realización de una prueba final en clase de
la defensa del TFG (técnicas de exposición oral), presentación de la propuesta inicial del
TFG, hacer un seguimiento en clase y en las tutorías, y resolución constante de dudas.
A lo largo de todo el programa el alumnado cuenta con el asesoramiento individual en
tutorías con el/la mentor/a; al tiempo que se han organizado talleres con otros servicios
de la universidad en función de las necesidades expresadas por el alumnado, así como de
un Aula Virtual donde se disponen todos los materiales utilizados.
260
Dentro de este programa la figura del/la mentor/a resulta esencial, ya que es el enganche
entre el alumnado que empieza una tarea de investigación y la figura del profesorado con
la que van a tratar en su realización y defensa. En este sentido, los compromisos de esta
figura respecto al desarrollo del programa son los siguientes: atender online de manera
individualizada a los estudiantes mentorizados en un tiempo breve, rellenar una ficha de
cada reunión grupal y realizar un informe de seguimiento, programar actividades en
función de las necesidades del alumnado, fomentar en los/as mentorizados/as una mayor
independencia y autonomía, y contribuir a desarrollar hábitos de estudio efectivos.
Así pues, cabe señalar que las tareas o atribuciones del/la mentor/a en este contexto no
deben entrar en conflicto con las del/la tutor/a, sino más bien, deben confluir. Por tanto,
algunas de las diferencias que podemos encontrar entre ambas figuras se centran en los
siguientes aspectos. En primer lugar, la tarea del/la mentor/a focaliza en los aspectos
formales del TFG. En segundo lugar, el/la mentor/a no entra a considerar el contenido de
los TFG, esta es tarea del/la tutor/a, que será especialista en el tema de investigación y
podrá guiar al alumnado. Por esta razón, durante las sesiones deberán quedar claras cuáles
son las atribuciones de cada figura para que el alumnado no confunda sus tareas.
3. Conclusiones
Una de las principales conclusiones que se pueden extraer de la realización de este
programa destinado al alumnado de Humanidades: Estudios Interculturales, es que existe
una carencia respecto al conocimiento y la aplicación de los criterios formales para la
realización de los trabajos de investigación. Realidad que nos remite directamente a la
falta de reflexión crítica general sobre lo que implica llevar a cabo dicha investigación y
reconocer en el texto las voces y aportaciones de los/as autores/as empleados. Esto se
plantea como un aspecto importante a seguir trabajando mediante ejercicios de citación,
redacción y formulación de ideas.
En relación, otra de las dimensiones que se debe seguir trabajando en el marco del
programa es la elección del tema de investigación del TFG. Y es que, cuando llegan al
programa, los/as alumnos/as tienen muchas dudas en este sentido y les cuesta trazar la
línea sobre aquello que pueden abarcar con el tiempo y recursos de los que disponen para
realizar el TFG. Después de compartir los miedos e inquietudes del alumnado en el seno
del programa, se realizaron diversos ejercicios en este aspecto como, por ejemplo,
redactar un posible título para el TFG y reflexionar sobre las posibilidades reales de llegar
261
a desarrollarlo. La reflexión crítica conjunta ayudó a comprender qué podemos llegar a
hacer y qué temas resultan en gran medida inabarcables para un TFG.
Por otro lado, de los aspectos a trabajar que han quedado pendientes en función
de las respuestas del profesorado tutor es la de incorporar herramientas y técnicas para la
mejora de la redacción del alumnado en sus TFG y trabajos en general. Esta cuestión
podría integrarse en el programa en próximos años, aunque también podría plantearse en
forma de talleres o cursos fuera del marco del programa. Al mismo tiempo, se ha
comprobado que al crear espacios de encuentro más informales entre alumnado y
profesorado, los primeros tienen menos miedo a plantear dudas y trabajar conjuntamente
para resolverlos.
En conclusión, consideramos que los resultados del programa son positivos,
atendiendo a los avances y mejoras del alumnado implicado en el mismo. Sin embargo,
existen diferentes retos que se abren ante nosotros/as. En primer lugar, afianzar la figura
del/la mentor/a como figura encargada de acompañar al alumnado sobre todo por lo que
respecta a las cuestiones formales. En segundo lugar, falta conseguir una mayor
implicación del alumnado respecto a su inscripción en el programa y seguimiento, tarea
que iremos trabajando en los siguientes años. Además, deberemos mantenernos al tanto
de las buenas prácticas docentes en materia de TFG que se desarrollan en otras
universidades con el objeto de incorporar aquellos elementos que puedan contribuir a la
mejora de la calidad académica de los TFG (Hernández-León et al., 2013).
Bibliografía
Gracia Calandín, Javier (2017). “Repensando la innovación educativa en y desde la
filosofía. Estudio introductorio”. Quaderns de Filosofia, IV(1), 11-23. doi:
10.7203/qfia.4.1.10208
Hernández-Leo, Davinia; Moreno Oliver, Verónica; Camps, Irene; Clarisó, Robert;
Martínez Monés, Alejandra; Galindo, María Jesús y Melero, Javier (2013).
“Implementación de buenas prácticas en los Trabajos Fin de Grado”. Revista de Docencia
Universitaria, 11 (Número especial), 269-278. doi: 10.4995/redu.2013.5556.
Marín-Casanova, José Antonio (2017). “La filosofía como descarga de la sobrecarga de
innovación”. Quaderns de Filosofia, IV(1), 27-45. doi: 10.7203/qfia.4.1.9209.
262
Rekalde Rodríguez, Itziar (2011). “¿Cómo afrontar el trabajo fin de grado? Un problema
o una oportunidad para culminar con el desarrollo de las competencias”. Revista
Complutense de Educación, 22(2), 179-193.
Reverter-Bañón, Sonia (2018). “Pensar (no sólo) las Humanidades”. Cuadernos
Salmantinos de Filosofía, 45, 145-165.
Rullán, Mercedes; Fernández, Mónica; Estapé-Dubreuil, Glòria y Márquez, M. Dolores
(2010). “La evaluación de competencias transversales en la materia Trabajo Fin de Grado.
Un estudio preliminar sobre la necesidad y oportunidad de establecer medios e
instrumentos por ramas de conocimiento”. Revista de Docencia Universitaria, 8(1), 74100.
263
Proyecto Ágora
Una concreción de “Project Zero” y “Visible Thinking” en Filosofía de ESO
MARC MERCADÉ SERRA*
IES Berenguer d’Anoia
Resumen: “Proyecto Ágora” vertebra una determinada praxis filosófica aplicada en un
Instituto de Secundaria de Mallorca haciendo posible una coherencia metodológica de las
materias relacionadas con la Filosofía en Secundaria, tanto de Valores Éticos como de la
optativa de Filosofía. La experiencia del “Proyecto Ágora” es fruto de la práctica docente
como profesor de Filosofía en secundaria y bachillerato, aplicando principios metodológicos
que unen aspectos de la “Filosofía 3/18” con los fundamentos expuestos por “Project Zero”
y “Visible Thinking” de Harvard. Dicho enfoque pretende introducir a los alumnos de ESO
en continua i progresiva experiencia filosófica.
Palabras clave: Innovación, Filosofía 3/18, “Project Zero”.
Abstract: "Agora Project" is the backbone of a certain philosophical practice applied in a
Secondary School in Mallorca, making a methodological coherence of the subjects related to
Philosophy in Secondary possible, both Ethical Values and the optional subject of
Philosophy. The experience of the "Agora Project" is the result of the teaching practice as a
Philosophy teacher in secondary and highschool education, applying methodological
principles that unite aspects of the "Philosophy for Children" with the foundations exposed
by "Project Zero" and "Visible Thinking" of Harvard. This approach aims to introduce ESO
students in continuous and progressive philosophical experience.
Keywords: Innovation, Philosophy for Children, Project Zero
El traspaso de la educación filosófica más allá de una asignatura propia de Filosofía ya
fue iniciado exitosamente por Matthew Lipman (1985) con su programa "Phylosophy for
children", implementado en nuestro entorno como Filosofía 3/18 por el grupo IREF. Las
concreciones que se presentan siguen y abundan en la metodología que durante tantos
años nos ofrece el grupo IREF. Lipman resaltaba la importancia que la lógica tiene y ha
tenido en la formación de personas reflexivas y críticas. Para él, educar filosóficamente
significa aplicar una metodología pedagógica específicamente filosófica. Esta educación
filosófica busca desarrollar en los alumnos la capacidad de reflexionar, razonar y exponer
críticas y argumentos. La cuestión que a menudo nos planteamos los docentes es cómo
hacerlo concretamente en el aula. La respuesta se nos presenta como una selección de
materiales. Lo que Lipman nos ofreció no fue solamente unos materiales para hacerlo
*
mmercade@iesberenguer.net
264
sino un cambio de perspectiva. El planteamiento de esta comunicación resalta la
importancia de realizar un giro "copernicano" del "qué" al "cómo" y relacionarlo con las
investigaciones de “Project Zero” de Harvard.
1. El "como" también importa
A menudo encontramos en los currículos un extenso y detallado elenco de contenidos a
tratar (que enseñar) y muy pocas y genéricas indicaciones de cómo hacerlo (como
enseñar). Es por ello, que debemos incidir en la importancia de concretar cómo convertir
el aula en una comunidad de investigación. El objetivo es, por encima de cualquier otro,
aprender cooperativamente a pensar por sí mismo. El aula de filosofía no sólo debe
enseñar los contenidos que le son propios sino también una "manera de hacer" que le es
propia y que, como ha demostrado la "Filosofía 3/18" se proyecta más allá de una materia.
Una metodología donde los otros no sean vistos como una amenaza al propio éxito
personal, sino como la condición del propio ejercicio de acción moral y racional.
Este cambio ya fue iniciado por la "Phylosophy for children", resaltando la
importancia del pensamiento lógico y la capacidad de argumentar como característica
principal de una educación filosófica. Como afirma Lipman la filosofía se ha
caracterizado por ser un ejercicio de pensamiento riguroso y crítico. Es por ello que el
objetivo de educar filosóficamente en Secundaria no es tanto que los alumnos almacenen
grandes cantidades de conocimientos teóricos, sino que, por medio de estos, aprendan a
someter la existencia humana a las tres "c": capacitándolos para un pensamiento
cuidadoso, crítico y creativo. Por ello, el enfoque sobre las grandes cuestiones de la
humanidad que se encuentran en el currículo deben ser trabajados según unos criterios
metodológicos claros y concretos, como mínimo tanto como los contenidos. Solamente
de esta manera se puede conseguir que los alumnos aprendan a pensar de forma
cuidadosa, dialogando entorno a los problemas filosóficos que la vida nos plantea a todos.
Para que los alumnos se comprendan a sí mismos y comprendan su mundo, hay
que ayudarles con determinadas herramientas cognitivas, tanto teóricas como prácticas.
La parte teórica de las asignaturas sirve para que los alumnos conozcan los grandes
interrogantes, los conceptos especializados y algunas teorías que intentan dar respuesta a
estas cuestiones. Pero esta parte se convierte fácilmente en un aprendizaje superficial de
los jóvenes si no se implementa con una determinada práctica filosófica. La parte práctica
debe permitir adquirir habilidades como saber pensar, razonar y argumentar con
265
fundamento y coherencia, y de forma autónoma. La actitud crítica y reflexiva, que enseña
a los alumnos a no admitir ideas que no han sido rigurosamente analizadas y evidenciadas,
la habilidad discursiva para dialogar y convencer evitando el pensamiento único y
dogmático, la capacidad de discernir lo que es evidente de lo que es arbitrario es una parte
fundamental de la educación filosófica. Pero esta se reduce a enfrentar los alumnos a
determinados textos filosóficos o materiales diversos que no desvelan sus capacidades.
2. Una nueva y vieja metodología
"Project Zero" y "Visible Tkinking" son dos concepciones pedagógicas que permiten un
acercamiento a la Filosofía que no sea meramente teórico. Con este enfoque se trabaja
filosóficamente a partir de la utilidad de sus contenidos en la vida futura del alumno y se
favorece las comprensiones de determinadas concepciones filosóficas en la vida real.
Project Zero es un proyecto de investigación desarrollado en la Universidad de Harvard,
sobre la naturaleza de la inteligencia, la comprensión, el pensamiento, la creatividad y la
ética. Las investigaciones realizadas por el equipo del Project Zero establecen que la
mayoría de las personas tienen habilidades, actitudes y valores (lo que en la nomenclatura
pedagógica actual se denomina "competencias") sin desarrollar. Según estas
investigaciones, este es el motivo por el que muchos de los alumnos se muestran pasivos
e indiferentes ante unos currículos excesivamente teóricos, e insensibles ante los
materiales que los invitan a reflexionar. Transitan en gran parte de su etapa educativa sin
cultivar actitudes de pensamiento profundo. En este sentido la materia de Valores éticos
y Filosofía son imprescindibles para despertar estas capacidades si se pone un especial
énfasis en la forma, el cómo se trabajan los contenidos. Por ejemplo, se pueden articular
los extensísimos y desmesurados contenidos del currículo de la optativa de 4º de ESO
entorno a una propuesta de investigación concreta, proponiendo a los alumnos una
investigación sobre la causas de la muerte de Sócrates. Una sentencia de muerte
incomprensible permite la recreación de una inquietud que desarrolló la filosofía
occidental.
Jenofonte: "A menudo me he preguntado, sorprendido, con qué razones los que
acusaban a Sócrates de merecer la muerte a los ojos de la ciudad pudieron convencer
a los atenienses. Porque la acusación pública formulada contra él decía:
266
«Se acusa Sócrates de no honrar los dioses que la ciudad honra
y de introducir dioses extraños; y también de corromper la juventud.
Pena de muerte. »"
Platón: "Sócrates fue, sin duda, el hombre más sabio, justo y bueno que ha visto
nacer Atenas"
Una investigación como ésta permite a los alumnos aprender a cuestionar las
evidencias, ir más allá de lo obvio, ver el lado oculto de las situaciones, pensar diferente
-al menos por un tiempo- y aprovechar todas las oportunidades de hurgar en el pasado
incitando a la reflexión. La finalidad principal es un aprendizaje que tenga repercusión en
el futuro de los alumnos para que se establezcan conexiones con su vida real. Como
considera David Perkins (1998), uno de los impulsores de Project Zero, «los jóvenes
deben aprender a enfrentarse a lo desconocido y a lo inesperado» para habituarse a
manejarse en un mundo que cambia continuamente.
3. Las rutinas como estrategias de aprendizaje y de pensamiento
David Perkins fundó Project Zero, junto a Howard Gardner en la Escuela de Educación
de la Universidad de Harvard. Inicialmente era un centro de investigación para el
desarrollo cognitivo. Actualmente, sus estudios se centran en el diseño de investigaciones
sobre la naturaleza de la inteligencia, la comprensión, el pensamiento, la creatividad, la
ética, y otros aspectos esenciales del aprendizaje humano. Sus investigaciones
demuestran la importancia de que los jóvenes aprendan determinadas actitudes,
habilidades y valores promotores del pensamiento. Actitudes que no pueden desarrollarse
de forma espontánea ni genérica, como se pretende cuando de afirma que los contenidos
de Valores éticos pueden ser tratados de forma “transversal” sin una preparación
específicamente filosófica del profesorado.
Project Zero propone desarrollar este pensamiento a partir de unas determinadas
rutinas. Son procedimientos o patrones para la reflexión, que se aplican repetidas veces
en las actividades de aula. Las rutinas de pensamiento (Ritchhart, 2008) juegan un papel
muy importante en la organización y sistematización de la manera de pensar, pudiendo
convertirse en parte integral del proceso de aprendizaje en una determinada investigación.
Reproduciendo y adaptando un cuadro sobre las rutinas, básicamente son:
267
Ver-Pensar-Preguntar
Afirmar-Fundamentar-Preguntar
1. ¿Qué ves?
1. Hacer una afirmación sobre el tema.
2. ¿Qué piensas?
2. Identificar la base de la afirmación.
3. ¿Qué preguntas te haces?
3. Hacer una pregunta relacionada con tu
afirmación.
Conectar-Extender-Desafiar
Mirando: 10 x 2
1. ¿Cuáles son tus ideas sobre el tema? 1. Mira la imagen u objeto en silencio durante
¿Tienes
información?
¿Qué
conexiones al menos 30 segundos. Deja que tus ojos
tienen?
vaguen.
2. ¿Qué nuevas ideas obtuviste que extienden 2. Haz una lista de 10 palabras o frases sobre
tu pensando en nuevas direcciones?
cualquier aspecto del mismo.
3. ¿Qué es todavía desafiante o confuso para 3. Repite los pasos 1 y 2: mira la imagen u
ti? ¿Qué preguntas o rompecabezas tienes objeto de nuevo y trata de enumerar 10
ahora?
palabras más o frases a tu lista.
Percibo-Conozco-Pregunto
Pensar-Recomponer-Explorar
1. ¿Qué percibes de la persona o cosa? 1. ¿Qué crees que sabes sobre este tema?
2.
¿Qué
puedes
saber? 2. ¿Qué preguntas o rompecabezas tienes?
3. ¿Qué podría importarle?
3. ¿Qué quieres saber (explorar) del tema?
Titular
¿Qué te hace decir eso?
1. Si tuviera que escribir un título para este 1. ¿Qué está pasando aquí?
tema o problema que expresase lo más 2. ¿Qué ves que te hace decir eso?
importante. Aspectos he de tener en cuenta,
¿cuáles serían? ¿Qué título pondría?
Rirchhart: 2006, 8-9
Estas sencillas rutinas, introducidas de forma constante en la dinámica del aula,
colaboran a focalizar la atención del alumno en la movilización de su pensamiento y en
generar una fuerte estructura mental para desarrollar la comprensión. Estas "rutinas de
pensamiento" se definen como estrategias cognitivas que facilitan los procesos de
enseñanza-aprendizaje. En el día a día, se traducen en una serie de preguntas o
afirmaciones abiertas que promueve el pensamiento de los estudiantes. Pero para que
268
estas vertebren un proceso constante de crecimiento en el pensamiento profundo es
necesario un paso más: visualizar.
En el campo educativo, la posibilidad de captar con nuestros sentidos el objeto de
aprendizaje facilita mucho el proceso. Por ejemplo, cuando un niño aprende a escribir,
visualizar las diferentes letras ayuda a reproducirlas. Cuando un estudiante de secundaria
está estudiando la célula, al tener la oportunidad de observarla en un microscopio es
posible que se forme más fácilmente una imagen mental y que esta imagen colabore con
la construcción de futuros conceptos abstractos. Para un estudiante que aprende la
ejecución de una pieza musical en un instrumento, al escuchar la interpretación de un
músico experimentado, se forma una idea sobre la cadencia con la que tiene que trabajar.
En definitiva, en el proceso de aprendizaje inciden mucho las percepciones: la
observación del objeto de aprendizaje de manera directa o indirecta, nos permite imitar,
reproducir, evocar, adaptar y transformar esta percepción y construir un conocimiento
propio, un conocimiento que tiene una huella personal. El problema surge cuando el
objeto de aprendizaje es el pensamiento humano, como se puede ver en el extenso
currículum de cualquier materia relacionada con Filosofía. El objeto de estudio de estas
asignaturas es imperceptible o al menos, en primera instancia, son imperceptibles también
las circunstancias que lo provocan. ¿Cómo enseñar a nuestros estudiantes un objeto de
aprendizaje tan intangible? ¿Cómo describir y trabajar con lo imperceptible? ¿Cómo
hacer perceptibles las situaciones que provocan nuestros pensamientos abstractos? En
definitiva: ¿Cómo aprender a pensar? ¿Cómo enseñar a pensar a nuestros estudiantes?
4. La representación dialéctica
Ron Ritchhart (2014), afirma que el pensamiento y las situaciones provocadoras por éste,
las oportunidades para activar la reflexión, no tienen por qué ser invisibles. La filosofía
es una manera especial de preguntar y de saber, de entender la realidad que nos rodea y
las circunstancias en que vivimos y de enfrentarse a ellas. Estas, en buena parte, nos hacen
ser como somos y comprender lo que somos. Si hablamos de Filosofía debemos
remitirnos a la "Cultura" que originó esta peculiar forma de mirar (theorein). Para que los
estudiantes aprendan, hay que asegurarse que desarrollan -reproduciendo visualmente- en
el aula la cultura que originó este tipo de pensamiento. De esta forma se pueden trabajar
disposiciones universales del pensamiento como son la indagación, la curiosidad, el juego
de ideas y el análisis de temas complejos. Por tanto, la concreción curricular pasa también
269
por hacer visible el objeto de aprendizaje, que no es otro que el propio pensamiento
cuidadoso, crítico y creativo, porque el objeto de estudio debe ser perceptible. Por
ejemplo, a un grupo de alumnos que pretenden introducirse en el mundo de la Filosofía
se les propone una ejecución similar con una representación teatral de la vida de Sócrates
que permite imitar, reproducir, evocar, adaptar y transformar la experiencia filosófica y
construir un conocimiento compartido de reflexión personal.
Una muerte injusta de hace dos mil años puede motivar una investigación sobre
las causas reales i el contexto –la cultura- que origina la filosofía occidental. O una
selección de materiales visuales: pequeños vídeos, imágenes y dibujos, metáforas visuales
como la del carro alado de Platón,... o datos biográficos pueden representar físicamente
actitudes, habilidades y valores que son promotoras del pensamiento. Para educar
filosóficamente hay que plantearse como desarrollar patrones de conducta de
pensamiento e interacción. Pero para que esto suceda es necesario saber visualizar el
pensamiento. Este es, seguramente, el reto más interesante y fructífero que plantea esta
perspectiva pedagógica.
Según las investigaciones de Ritchhart (2002) los mejores docentes son aquellos
que establecen a través de su práctica una fuerte «cultura del pensamiento». Los
estudiantes aprenden de la clase, pero también aprenden de las culturas que forman parte
del contexto de los nuestros conceptos y teorías. Estas culturas, pasan a formar parte del
currículo oculto y emergen en las expectativas y concepciones que facilitan u obstaculizan
el aprendizaje de los alumnos. Este es un cambio necesario para que, como afirma
Perkins: «en la actualidad no hay ningún compromiso más importante que educar la
próxima generación para este mundo tan complejo» (1998).
Bibliografía
Lipman, M., (1985) "La Utilidad de la Filosofía en la educación de la juventud." A Revista
de la Filosofía y Didáctica de la Filosofía, n.3, 7-12. Madrid.
Perkins, D., Tishman, S., Jay, E. (1998). Un aula para pensar: Aprender y enseñar en
una cultura del pensamiento. Buenos Aires: Aique.
Rirchhart, R. (2002). Intellectual Character. What It Is, Why It Matters and How to Get
It. San Francisco: Jossey Bass.
270
Rirchhart, R. et al. (2006). Thinking Routines. Establishing Patterns of Thinking in the
Classroom. Papel Prepared for the AERA Conference.
Rirchhart, R., Church, M., Morrison, K. (2014). Hacer visible el pensamiento. Buenos
Aires: Paidós.
271
Por una educación moral democrática
Cognitivismo, deontologismo y liberalismo político
CÉSAR ORTEGA ESQUEMBRE*
Universidad de Valencia
Resumen: El presente trabajo pretende reflexionar, desde el marco de una ética mínima
respetuosa con el pluralismo axiológico y la vida democrática, sobre los fundamentos
filosóficos de la educación moral. Para ello esbozaré primero los peligros de adoctrinamiento
a que pueden conducir los programas de educación moral si no se tienen las precauciones
suficientes en el nivel de la fundamentación. Tras ello realizaré un recorrido por algunas de
las fuentes fundamentales que, partiendo todas ellas de la misma raíz kantiana –John Rawls,
Jürgen Habermas, Karl Otto Apel o Adela Cortina–, pueden contribuir a esclarecer cuál es el
modelo más adecuado de ética para la educación moral. Por último, examinaré si este modelo
consigue realizar con éxito la tarea de evitar los riesgos de adoctrinamiento.
Palabras clave: educación moral, cognitivismo, deontologismo, liberalismo político
Abstract: The aim of this paper is to reflect, from within the framework of a minimum ethics
which is respectful of axiological pluralism and democratic life, on the philosophical
foundations of moral education. To this end, I will first outline the potential risk of
indoctrination to which moral education could lead if the necessary precautions at the level
of moral and political philosophy are not taken. I will then reconstruct some of the main
theoretical sources that, based all of them at the same Kantian root –John Rawls, Jürgen
Habermas, Karl Otto Apel or Adela Cortina–, can help to clarify which is the most suitable
ethical model for moral education. Finally, I will examine if this model manages to avoid
successfully the risks of indoctrination.
Keywords: moral education, cognitivism, deontologism, political liberalism
A riesgo de quedar reducida a una capciosa arma arrojadiza en las campañas electorales,
la educación moral está obligada a reflexionar sobre sus propios fundamentos filosóficos.
Estos fundamentos están atravesados por dos grandes paradigmas de filosofía moral
recogidos en lo que en Alemania se ha llamado la “disputa” entre Moralität (moralidad)
y Sittlichkeit (eticidad). Mientras los unos abogan por la reconstrucción de un “punto de
vista moral” universalista desde el que enjuiciar imparcialmente las cuestiones de
“justicia”, los otros tratan de escudriñar, en la propia realidad social, formas de “vida
buena” y valores sustanciales institucionalizados. Aunque no son pocos los autores que
han tratado de quebrar esta maniquea comprensión del fenómeno moral, desde la “crítica
reconstructiva” de Jürgen Habermas hasta la “eticidad democrática” de Axel Honneth
*
cesar.ortega@uv.es
272
(2011), pasando por el “ideal de la autenticidad” de Charles Taylor (1991) y por la ética
de la razón cordial de Adela Cortina (2007), lo cierto es que en el fondo de cada uno de
estos autores subsiste un núcleo que, aunque de forma matizada, puede decantar su
programa hacia uno u otro lado de la disputa.
Sobre la base de esta constatación, el presente trabajo persigue defender la
pertinencia del paradigma ético minimalista, es decir, de la Moralität, para la educación
moral, así como presentar algunos peligros de la comprensión maximalista. Las posibles
sospechas de adoctrinamiento a las que pueden enfrentarse los proyectos de educación
moral sólo pueden rebatirse si se insiste en que dicha educación en modo alguno tiene
que ver con contenidos sustanciales –esto es, con “éticas de máximos” (Cortina, 1986),
“doctrinas comprehensivas del bien” (Rawls, 1993) o “ideales de vida feliz” (Habermas,
1983)–, sino únicamente con aquellas normas y valores que pueden ser en rigor
universalizables, así como con los principios y procedimientos de justificación que están
a la base de esta universalización. O, dicho de otra forma: semejante educación ha de
enmarcarse dentro de una “ética de la justicia” (García-Marzá, 1992) comprometida con
dar salida al que constituye el auténtico desafío ético de la Modernidad: conservar al
mismo tiempo el contenido universalista de la moral y el respeto por el pluralismo
axiológico.
Para dar cuenta de esta tarea esbozaré primero los peligros de adoctrinamiento a
que pueden conducir los programas de educación ética si no se tienen las precauciones
suficientes en el nivel de la fundamentación. Tras ello realizaré un recorrido por algunas
de las fuentes fundamentales que, partiendo todas ellas de la misma raíz kantiana, pueden
contribuir a esclarecer cuál es el modelo más adecuado de ética para la educación moral.
Por último, examinaré si este modelo consigue evitar los riesgos de adoctrinamiento.
1. La educación moral y sus riesgos
Sin necesidad de recurrir a elaborados trabajos sobre filosofía moral y teoría de la
educación, es sencillo ofrecer una definición tentativa y fácilmente aceptable de la
llamada educación moral. Por lo pronto, quisiera precisar que no me refiero al sentido
intrínsecamente ético de la tarea educativa (Gracia, 2018), sino a la educación particular
en competencias morales. La educación moral tiene como objetivo, en este sentido,
diseñar programas pedagógicos referentes a la conducta moral.
273
Así definida, la tarea de la educación moral está siempre amenazada de un riesgo
que, no por casualidad, ha ocupado el debate político contemporáneo sobre el diseño
curricular en materia de ética y educación cívica. Si la educación moral ha de ayudar a
conformar el carácter de los niños y adolescentes en una dirección éticamente
conveniente, lo cierto es que en ningún caso puede ser el propio educador el que
determine, por sí solo y de acuerdo a sus propios criterios, qué sea lo éticamente
conveniente. Como señala Adela Cortina, “el educador no tiene derecho a inculcar como
universalizable su modo de ser feliz” (Cortina, 1993: 215), pues en las democracias
liberales apoyadas en el principio del pluralismo sólo los mínimos éticos universalizables
pueden ser obligatorios para todos los individuos. Si no se reflexiona suficientemente
sobre los contenidos que el educador puede legítimamente transmitir, se corre el riesgo
de que la educación moral degenere en adoctrinamiento. Apoyándome en la comprensión
marxiana del fenómeno de la ideología, voy a defender que el adoctrinamiento moral en
las escuelas puede ser entendido como una forma de inculcar ideales de vida buena o
felicidad como si fueran mínimos de justicia; esto es, como una forma de dar a lo
particular la forma de lo general. Mientras que en el plano de la filosofía moral son las
corrientes deontológicas las que logran ofrecer una solución más convincente a este
problema, en el plano de la filosofía política es el llamado liberalismo político.
2. Cognitivismo, deontologismo y liberalismo político
Desde el punto de vista de una comprensión no cognitivista de la ética, es decir, de una
comprensión escéptica según la cual no es posible hablar de corrección o incorrección
normativa en el mismo sentido en el que hablamos de verdad o falsedad proposicional, el
problema del posible riesgo de adoctrinamiento resulta ciertamente difícil de resolver. Si
no estamos dispuestos a reconocer la existencia de normas morales que no sólo poseen
vigencia fáctica en un determinado “contexto de justificación” (Rorty), sino más bien
validez universal para una “comunidad ideal de comunicación” (Apel, 1976), entonces
no se ve cuáles habrían de ser aquellos contenidos de la educación moral sobre los que
todos podríamos convenir a la hora de diseñar los planes educativos. La postura del
cognitivismo ético, que ha enfrentado este problema oponiéndose a las tesis relativistas,
ha estado representada por los diversos modelos de filosofía moral y política heredados
de Kant, desde Apel hasta Cortina pasando por Rawls, Kohlberg o Habermas. La idea
nuclear de esta tradición, al margen de las evidentes diferencias entre las posturas, es que
274
las normas morales son susceptibles de validez o racionalidad en un sentido similar al que
lo son los enunciados científicos.
La ética del discurso trata de justificar esta tesis ofreciendo un procedimiento para
la fundamentación de normas moral-jurídicas (corrección normativa) análogo al
procedimiento
de
justificación
de
enunciados
científicos
(verdad).
Ambos
procedimientos se basan en la idea de un discurso racional que, orientado a la búsqueda
de consenso, tiende a abarcar la totalidad de posibles pretensiones de validez susceptibles
de crítica. En oposición no sólo al contextualismo rortyano, sino también a modelos
comunitaristas de filosofía moral como el de MacIntyre y a programas decisionistas de
filosofía jurídica como los de Niklas Luhmann o Carl Schmitt, autores como Habermas,
Wellmer, Cortina o García-Marzá se esfuerzan por mostrar cómo la idea de “legitimidad
normativa” contiene una referencia a la idea de “verdad”. El consenso normativo
argumentativamente alcanzado en las condiciones de un discurso exento de coacciones
expresa una voluntad racional, cuya racionalidad queda asegurada por las propiedades
formales del propio discurso. Las cuestiones prácticas son generalizables, y de igual
forma que los enunciados falsos pueden distinguirse de los verdaderos, las normas
justificables en que quedan generalizados los intereses de todos los afectados pueden
distinguirse de las normas meramente fácticas.
Si el discurso teórico, con su actitud hipotetizadora, logra disolver aquellas
certezas científicas que no pueden pasar la exigente prueba de la refutación en una
comunidad de investigación máximamente inclusiva, el discurso práctico se comporta
asimismo críticamente con respecto a la forma ingenua de existencia que adoptan las
normas, y que nosotros llamamos “vigencia social”. De igual forma que en la teoría
consensual de la verdad (Habermas, 1973) la pretensión de validez de un enunciado, y la
posibilidad de desempeñar esa pretensión en un discurso que tiende a ser irrestricto,
otorga a la idea de “verdad” un carácter incondicionado, en la ética discursiva el discurso
práctico otorga a la idea de “corrección normativa” un carácter universalista: justamente
ese carácter que ya Kant trató de hacer valer con su noción de “punto de vista moral”, y
que Kohlberg intentó apresar más tarde en su idea de un “nivel posconvencional” de la
conciencia moral (1984).
Por otro lado, el liberalismo político de Rawls fundamenta el cognitivismo ético
recurriendo al constructo de una “posición original” que satisface las condiciones
formales para producir acuerdos racionales (Rawls, 1990). Como la ética discursiva y la
ética de la razón cordial (Cortina, 2007), Rawls se esfuerza por ofrecer una justificación
275
racional de los principios morales de justicia. Una vez desbancadas las cosmovisiones
religioso-metafísicas, la objetividad de las normas morales ya no puede depender de una
presunta correspondencia con un orden objetivo de valores. Antes bien, el
constructivismo político, tal es la categoría que utiliza Rawls, entiende que los principios
de la justicia política son el resultado de un procedimiento de construcción entre agentes
racionales y razonables. La corrección normativa sólo puede reposar entonces en la
posible aceptabilidad racional de todos los afectados, que Rawls dramatiza con su
impresionante operativización del contractualismo clásico en la figura de una “posición
original”. Las propiedades formales de esta posición original, que se caracteriza por el
hecho de que ninguno de los participantes en la deliberación tiene conocimientos sobre
la situación que le correspondería en la sociedad –el llamado “velo de la ignorancia”–,
garantizan que los acuerdos obtenidos en ella posean un carácter racional, es decir, que
definan intereses universalistas (Rawls, 1990; 1993).
Ahora bien, este cognitivismo ético nada dice todavía sobre el tipo de normas o
principios morales que pueden ser en rigor universalizables. Para que sus propuestas
tengan sentido, tanto Habermas, Apel y Cortina, por una parte, como Rawls, por la otra,
establecen una separación entre mínimos morales universalizables y máximos
particulares de vida buena. Por eso el modelo que buscamos como candidato para resolver
el riesgo de adoctrinamiento en la educación moral no sólo tiene que ser cognitivista, sino
también deontológico, en el plano filosófico-moral, y liberal, en el filosófico-político.
A diferencia de otros enfoques, como el utilitarismo o el comunitarismo, la ética
discursiva se propone desarrollar un principio procedimental de universalización que
posibilite la resolución de conflictos de justicia, y no de felicidad. El discurso práctico no
tiene la función de generar normas válidas, sino la de verificar o rechazar la validez de
aquellas normas estrictamente morales que en realidad existen ya en el mundo de la vida.
En tanto punto de vista moral, el discurso práctico constituye un instrumento para
seleccionar, de entre el conjunto de las cuestiones evaluativas, aquellos problemas que se
pueden solucionar por referencia a un interés generalizable. El enjuiciamiento moral está
destinado a cuestionar la validez o invalidez de las normas morales, no el éxito o fracaso
de una forma de vida (Habermas, 1981).
Por su parte, Rawls parte del “hecho del pluralismo razonable”, es decir, de la
existencia de una diversidad de doctrinas comprehensivas razonables incompatibles entre
sí, y trata de contestar a la pregunta fundamental del liberalismo político: “¿cómo es
posible la existencia duradera de una sociedad justa y estable de ciudadanos libres e
276
iguales que no dejan de estar profundamente divididos por doctrinas religiosas, filosóficas
y morales razonables?”. Para dar respuesta a esta pregunta, Rawls diseña una concepción
política liberal de la justicia, que encarna en los dos famosos principios de la justicia como
equidad. La razonabilidad de estos ciudadanos significa que, aun abrazando doctrinas
diferentes, reconocen que su propia doctrina no tiene por qué ser impuesta coactivamente
al resto de sujetos. Así pues, el liberalismo político trata de buscar aquellos “términos
equitativos de cooperación” que todos los sujetos, independientemente de las doctrinas
comprehensivas que abrecen, puedan reconocer como legítima. Para explicar cómo es
posible que este proceso acontezca de forma pacífica, Rawls recurre a la idea de un
“consenso entrecruzado” por el cual cada doctrina comprehensiva acepta la concepción
política acordada, si bien lo hace desde su propio punto de vista.
3. Minimalismo ético: un antídoto contra el adoctrinamiento
Este sucinto recorrido por los elementos cognitivistas, deontológicos y liberales de la
ética y la filosofía política heredera de Kant tal vez pueda ofrecer una salida convincente
al problema planteado al comienzo. Semejantes elementos definen exactamente, esto es
lo que quisiera defender, el tipo de contenidos éticos que un proyecto de educación moral
puede asumir sin temor a quebrar el principio del pluralismo axiológico. Sustentados en
las tesis del cognitivismo moral, podemos defender la siguiente idea: de forma similar a
lo que ocurre con el resto de saberes culturales –es decir, con la ciencia, el derecho y el
arte–, los contenidos correctos de la moral pueden perfectamente ser transmitidos por
medio de programas educativos. Si la verdad científica se fundamenta en lo que, al menos
por ahora, la comunidad científica reconoce como verdadero, la corrección de las normas
morales se fundamenta en lo que, en las condiciones de una situación argumentativa que
tienda a ser máximamente inclusiva, todos los afectados por dichas normas –es decir,
todos los seres humanos– pueden reconocer como correcto. Naturalmente que semejante
acuerdo universalista sólo puede darse sobre cuestiones muy concretas: justamente sobre
aquéllas que el deontologismo considera susceptibles de universalización, y el liberalismo
político considera legítimamente asumibles por el Estado sin riesgo de violar el principio
de neutralidad axiológica.
El corte entre “lo justo” y “lo bueno”, entre los mínimos éticos que fundamentan
normativamente el Estado de derecho y los máximos de vida buena sobre los que dicho
Estado no puede pronunciarse más que negativamente, evita los peligros de
277
adoctrinamiento, pues el adoctrinamiento no es sino la tentativa de introducir inadvertida
e ideológicamente cuestiones de vida buena como si fueran cuestiones de justicia. Adela
Cortina ha señalado a este respecto que “la educación ha de ir encaminada a capacitar a
los niños para distinguir entre normas comunitarias, convencionales, y principios
universalistas, que nos permiten criticar incluso las normas comunitarias” (1993: 217).
La proposición anterior resulta muy significativa para nuestros propósitos, por cuanto
pone el acento en la agencia del sujeto educado. Aunque efectivamente las normas
morales correctamente fundamentadas pueden y deben ser transmitidas mediante la
educación, lo cierto es que existe algo cuya transmisión resulta todavía más apremiante:
el principio procedimental mediante el cual puedan ser los propios afectados los que se
pronuncien sobre el contenido de las normas. Sólo una educación de este tipo, es decir,
una “educación liberadora” (Conill, 2011) regida por los principios de la autonomía y la
crítica, puede esquivar los peligros estudiados en este trabajo.
En una sociedad radicalmente racionalizada, en la que ya nadie puede atribuirse
justificadamente autoridad epistémica para definir los contornos de una vida feliz, los
procesos de educación moral han de tomar todas las precauciones para desprenderse de
ese irritante halo elitista que acompaña a la aún más irritante figura del “filósofo rey”. La
educación moral ha de tener que ver con la inculcación de una sencilla, pero irrenunciable,
intuición moderna: la idea de una desfronterización de la comunicación que posibilite,
por así decirlo sólo de forma negativa, que sean los propios afectados por las normas
morales los que se pongan de acuerdo sobre su validez.
Bibliografía
Apel, Karl Otto (1976). Sprechakttheorie und transzendentale Sprachpragmatik zur Frage
ethischer Normen. En K.O. Apel (Ed.), Sprachpragmatik und Philosophie (pp. 10-103).
Frankfurt a.M.: Suhrkamp.
Apel, Karl Otto (1991). Teoría de la verdad y ética del discurso. Barcelona: Paidós.
Conill, Jesús (2011). “Educación liberadora”. Pensar y educar: anuario del Instituto
Superior de Filosofía “San Juan Bosco", 4, 19-30.
Cortina, Adela (1986). Ética mínima. Madrid: Tecnos.
278
Cortina, Adela (1993). Ética aplicada y democracia radical. Madrid: Tecnos.
Cortina, Adela (2007). Ética de la razón cordial. Oviedo: Nobel.
García-Marzá, Domingo (1992). Ética de la justicia. Madrid: Tecnos.
Gracia, Javier (2018). El desafío ético de la educación. Madrid: Dykinson.
Habermas, Jürgen (1973). Auszug aus «Wahrheitstheorien». En H. Fahrenbach (Ed.),
Wirklichkeit und Reflexion (pp. 211-265). Pfüllingen: Neske
Habermas, Jürgen (1981). Theorie des kommunikativen Handelns. Frankfurt a. M.;
Suhrkamp
Habermas, Jürgen (1983). Moralbewußtsein und kommunikatives Handeln. Frankfurt
a.M.: Suhrkamp
Habermas, Jürgen (1996). Eine genealogische Betrachtung zum kognitiven Gehalt der
Moral. En J. Habermas (Comp.), Die Einbeziehung des Anderen. Frankfurt a. M.:
Suhrkamp, 1996
Honneth, Axel (2011). Das Recht der Freiheit. Berlin: Suhrkamp
Kohlberg, Lawrence (1984). The psychology of moral development: the nature and
validiy of moral stages. Harper & Row
MacIntyre, Alasdair (1981). After virtue: a study in moral theory. London: Duckworth
Rawls, John (1990). A theory of justice. Oxford: Oxford University Press
Rawls, John (1993). Political liberalism. New York: Columbia University Press
Rorty, Richard (1989). Contingency, irony, and solidarity. Cambridge: Cambridge
University Press
Taylor, Charles (1991). The ethics of authenticity. Cambridge: Harvard University Press
Wellmer, Albrecht (1986). Ethik und Dialog. Frankfurt a. M.: Suhrkamp
279
Cine y filosofía
El cine como aliado en la jornada de puertas abiertas de la Facultat de Filosofia de
la UB
MARTA PALACÍN MEJÍAS
Universitat de Barcelona
Resumen: Entendida bajo el principio heraclíteo del cambio como constante, Cine y filosofía
de la UB ha devenido un espacio abierto e intenso mediante el cual la facultad abre sus puertas
y no sólo a futuros alumnos. A continuación revisamos el recorrido de un lustro de actividad
a lo largo de las diferentes ediciones y enunciamos algún reto pendiente.
Palabras clave: cine, filosofía, innovación, Heráclito
Abstract: Under the Heraclitean principle of change as constant, Cinema and philosophy has
become an open and intense space through which the faculty opens its doors and not only to
future students. Next we review the course of a five-year activity throughout the different
editions and we enunciate some pending challenge.
Keywords: cinema, philosophy, innovation, Heraclitus
Así como bajo el término tradición a menudo hallamos una construcción que se ampara
en la antigüedad y la autoridad para resistirse a la revisión permanente y a integrar
cambios, innovación resulta igualmente un vocablo problemático. Si bien no toda
innovación es sinónima de mejora, en las próximas líneas y en la actividad que éstas
presentan, es con esa acepción, con esa intención, que la usamos; incluyendo el matiz de
laboratorio, de experimento.1
No es en fusionar cine y filosofía donde radica la innovación de esta actividad
sino en su constante revisión. En lugar de tratarse de una excepción y entendida en
negativo, es decir, como corrección, el cambio, el movimiento, son inherentes al
mantenimiento de la actividad. Se preserva, se perpetúa, en tanto se repiensa. La
etimología de los términos, además, nos brinda su apoyo: cine -cuyo origen hallamos en
el término griego κίνησις- refiere a movimiento. Ese término lo encontramos pronto en la
filosofía; en Heráclito cuando advierte que lo único inmutable, constante, es el cambio.
1
La actividad de Cine y filosofía nace con la doctora Isabel Méndez Lloret, responsable de la actividad, y
de su compromiso con el vínculo entre la Filosofía y los estudiantes de secundaria. Aprovecho esta ocasión
para agradecerle su confianza para que lo coordine.
280
Así, Cine y filosofía incorpora año tras año sugerencias que proponen los
participantes, desde organizadores y ponentes hasta asistentes. Ciertamente, si se quiere,
puede entenderse como innovación –hasta donde nos es conocido- el hecho de organizar
este tipo de actividad como presentación de los estudios de Filosofía en su jornada de
puertas abiertas; pero, por lo demás, la innovación aquí afecta especialmente al talante, a
la actitud. Inclusive, el hecho de organizarse para las fechas de puertas abiertas fue
producto de innovar, pues inicialmente la actividad se programaba para finales de junio.
Y pese a celebrarse para las fechas de puertas abiertas ello no implica que únicamente
puedan asistir aquellos potenciales universitarios que salgan de Bachillerato, sino que son
bienvenidos los alumnos del Grado y de la Universitat de l’experiència, y también
asistentes ajenos a la universidad.
En este punto es pertinente preguntarse el porqué de presentar la filosofía con cine,
o por qué no invitar a una clase a los alumnos u organizar una conferencia para ellos. La
conferencia sobre las bondades de estudiar filosofía puede crear la reticencia de que se
está vendiendo un producto, cuando en realidad la intención es la de presentar una
actividad. El que se sumen a una clase de una asignatura ya iniciada no invita a los
alumnos de bachillerato a seguir con facilidad el contenido, y tampoco beneficia la
dinámica de las clases. En cambio, participar de inicio a fin en una actividad que integra
la filosofía mediante un soporte de acceso simultáneo, narrativo y visual como es el cine
permite al alumnado seguir el contenido, y observar el tono y las especialidades del
profesorado, además de estar menos cohibidos a la hora de participar.
1. Cuando lo inmutable es el cambio
Incluyendo la edición de 2019 son seis las ediciones hasta el momento de Cine y filosofía.
Y ninguna de ellas ha repetido la fórmula de la anterior. Lo que se consolida, pues, son
los cambios y, con ellos, la calidad de la actividad; ya sea moviendo la época del año en
que se realiza, concentrando el horario, volviéndose gratuita o ampliando el número de
sesiones. Recogemos a continuación su evolución, esto es, los principales cambios que
ha incorporado esta actividad, con los que se ha ido transformando.
Las tres primeras ediciones consistieron en un formato intensivo de target muy
claro: tres días seguidos en los que por la mañana se ofrecía la charla dando herramientas
281
filosóficas acerca de la película y luego su visionado y, por la tarde, el taller donde
conjugar ambos elementos. Era una actividad de pago (20 euros que incluían la
expedición del título de asistencia y participación) pensada para alumnos que sopesaban
matricularse en la carrera de Filosofía y que o bien estaban terminando la ESO o bien
cursaban Bachillerato. Algunos de ellos nos dijeron que pretendían verificar la
correspondencia entre lo que se trabajaba en Filosofía en el instituto y lo que luego era la
carrera, esto es, su contenido y la forma de abordar los problemas filosóficos. Y
observamos que dos terceras partes de los asistentes iniciaron el Grado.
El primer año (2014) se pasaron tres capítulos de la serie Black Mirror. El segundo
año (2015) fueron tres películas: Malpertuis, La invasión de los ultracuerpos y En la boca
del miedo. Conformaban un ciclo que bautizamos Dioses, monstruos y locos. Visiones del
ser humano. Y el tercer año (2016) contamos con Yo robot, Frankenstein y Ágora para
abordar El cuerpo como espacio de reflexión. Si bien los capítulos de la serie al ser
autoconclusivos funcionaban como unidades autónomas, es cierto que todos ellos giran
en torno a la cara oscura de la tecnología; por tanto, el salto de los capítulos de la serie a
películas permite ampliar las cuestiones filosóficas que tratar. De la segunda a la tercera
edición, la actividad se tornó gratuita.
Y a partir de la tercera edición se quiso ampliar el número de asistentes dado que
se ofrecían sesiones muy elaboradas y completas y, a su vez, accesibles a un público
amplio. Con lo que permitir a un mayor número de personas que lo disfrutase pasaba por
acortar y concentrar las horas de la actividad y separar los días. Y eso hicimos. En 2017
retomamos películas trabajadas anteriormente ahora combinadas de modo que
permitiesen abordar tres épocas históricas distintas y las repusimos, permitiendo que
mucha más gente lo conociese y trasladando parte de la labor del taller al cineforum que
seguía a la charla y al pase de la película. Las elegidas fueron Ágora, Frankenstein y En
la boca del miedo. Corporalidad y locura se conjugaban, y permitían presentar el
pensamiento clásico, el moderno y el contemporáneo. El hecho de liberar las tardes hacía
coincidir el horario del ciclo con el de los institutos cuyos profesores ahora podían
programar una salida cultural a nuestra actividad en vez de que únicamente pudiesen
asistir a título individual algunos de sus alumnos.
282
Notícies
Inici > Notícies > El cinema, un bon aliat per acostar la filosofia als alumnes de batxillerat
El cinema, un bon aliat per acostar la filosofia als alumnes de batxillerat
30/03/2017
Acadèmic
L’activitat, que consisteix en una breu xerrada
introductòria, la projecció d’una pel·lícula i un debat
posterior, inclou tres sessions, independents entre elles i
centrades en èpoques filosòfiques diferents.
Amb el doble objectiu d’oferir als alumnes de primer i segon de
batxillerat una experiència filosòfica diferent de la que coneixen a
l’institut i, alhora, dotar el professorat de més eines per ensenyar
filosofia, la Facultat de Filosofia ha programat el cicle Filosofia i
Cinema, que tindrà lloc durant el mes d’abril. L’activitat, que consisteix
en una breu xerrada introductòria, la projecció d’una pel·lícula i un
debat posterior, inclou tres sessions, independents entre elles i
centrades en èpoques filosòfiques diferents. Les sessions es faran a la
sala gran de la Facultat de Filosofia de la Universitat de Barcelona,
amb capacitat per a cent persones.
Cada sessió és a càrrec d’un professor de la Facultat. Montserrat
Crespín dinamitzarà la del 3 d’abril, centrada en la filosofia antiga, en què es projectarà Agora (2009), d’Alejandro Amenábar;
Nemrod Carrasco coordinarà l’activitat el dia 19 d’abril, que se servirà del film Frankenstein, dirigida per James Whale i estrenada
el 1931, per acostar els alumnes a la filosofia moderna. Per últim, el 24 d’abril, Sergi Oms centrarà la sessió en la filosofia
contemporània amb l’ajuda de la pel·lícula In the mouth of madness (En la boca de la por) (1995), de John Carpenter.
Les pel·lícules —que s’han triat en funció del moment històric que es vol abordar perquè els assistents puguin veure com van
evolucionant o canviant els problemes que afecten l’home, i com i per què en sorgeixen de nous— permeten fer una lectura des
dels estudis de gènere, la filosofia política i la filosofia del llenguatge, respectivament, a partir de la condició dels seus
protagonistes i de les situacions en què es troben.
«La relació entre cinema i filosofia té un llarg recorregut», assegura la vicedegana Maria Isabel Méndez, organitzadora del cicle.
«El cinema és un marc d’aprenentatge excel·lent, que fora de l’aula permet treballar de manera molt immediata l’anàlisi, la reflexió i
el judici crític. A més, tot i que el cinema té un valor en si mateix com a art, també ens possibilita llegir-lo en clau filosòfica i
relacionar-lo amb altres manifestacions artístiques: obres literàries, pintures, etc. És a dir, establir interconnexions que faciliten el
marc del treball reflexiu», afegeix.
Comparteix-la a:
|
Més |
Imagen del artículo que publicaron desde comunicación UB para la edición de 2017 de Cine y filosofía
Sobre este nuevo formato sacamos adelante la edición de 2018, que trabajó clásicos como
Delitos y faltas de Woody Allen, La soga de Alfred Hitchcock o Los cronocrímenes de
Nacho Vigalondo. Fueron bienvenidos por un alumnado joven que desconocía en su
mayoría la obra de estos directores. Y fue en esta edición cuando se consolidaron dos
©
prácticas que habían sido anécdota hasta entonces. En primer lugar, se invitó activamente
a alumnos del Grado y de la Universidad de la experiencia. Por ejemplo, alumnos de
283
·è
primero de carrera en la asignatura de Antropología Filosófica agradecieron trabajar
mediante las películas las cuestiones filosóficas del bien y el mal que encontraban en el
temario cuando se distinguía entre naturaleza y cultura y, dentro de ésta, la moral. Y, en
segundo lugar, se ofreció a los ponentes diseñar la distribución del tiempo según las
necesidades de su presentación. Esto es, si por el misterio o la estructura de la película
consideraban que convenía concentrar la charla y el cineforum al final, no había
inconveniente en organizar de ese modo los tempos.
Imágenes de los
carteles de las dos
últimas ediciones.
Muestran la
transición de tres a
un mayor número de
películas por ciclo;
cinco en este 2019.
284
Este 2019 pasamos de tres a cinco sesiones y con la vista puesta en hacer de la
actividad un ciclo anual. Las películas seleccionadas son Deux jours, une nuit, Cléo de 5
à 7, Disobedience, Enemy y The Lobster.
La innovación que practicamos incluye también apertura, es decir, la posibilidad
abierta de pensar cada sesión de forma aislada; esto es, cada ponente elige qué película
desmenuzará y cómo lo hará. De ese modo, el entusiasmo, y el vínculo entre la película
y la especialidad del docente garantizan la calidad y la intensidad de la sesión. Aunque
somos conscientes también de que esa particularidad puede dar como resultado que el
ciclo de un año no permita o bien un nexo entre las películas que lo integran o bien que
la selección sea compensada en términos de procedencia de las películas, época, u otros
elementos. Y, si bien es cierto que nuestra dinámica es más de evaluar el recorrido, no
deja de haber un reto en quizá lograr que de manera atómica cada ponente elija película
y la trabaje a su gusto pero sin renunciar a que ésta se integre en un ciclo temático. Un
reto más.
De entre los muchos retos que nos quedan, el ciclo de 2019 ya ha abordado alguno,
como es la dirección femenina, atendiendo al género no ya con la mujer como
protagonista como se hizo con Ágora sino también ofreciendo la obra de directoras como
sucede con Agnès Varda en la edición de este año de la mano de José Martínez y Cléo de
5 à 7. Conscientes de ello, y también de muchos otros retos pendientes, no renunciamos
a enumerar algunas cuestiones que se han trabajado a partir de algunas películas.
2. Sesiones talladas a mano. Algunos casos
La alianza entre el cine y la filosofía permite muchas otras; entre ellas, con la
literatura, algo que se ha llevado a cabo con Frankenstein, Yo robot o En la boca del
miedo. Aunque desde diferentes épocas y seres, todas ellas permitieron hablar de los
límites de la ficción, del trabajo con las fuentes y del privilegio ontológico que se otorga
el ser humano al quedar desplazado como protagonista en estos films.
Malpertuis invitó a Begoña Román a hablar de la divinidad, concretamente de
cómo la tan característica temporalidad y finitud humanas llevarían a los dioses a estar
pendientes de nosotros, de lo trepidante y trágico de nuestras vidas, para escapar de su
sopor por su condición ya perfecta, ya hecha. Esta producción belga lo plantea situando
a los dioses griegos olvidados en una mansión.
285
Los cronocrímenes permitió a José Díez tratar dentro de la Filosofía de la Ciencia
los pormenores de los posibles viajes en el tiempo y de los bucles que a partir de éstos se
crearían.
Montse Crespín inauguró la huida de lo colonial en lo cultural cuando en su
presentación de Ágora no sólo habló de Hipatia como filósofa sino que se basó en la
pensadora nigeriana Oyèronké Oyewùmí para denunciar como partimos de que lo
incorpóreo, lo despojado del cuerpo, es la precondición para el logos –la racionalidad.2
Y como a Hipatia, las fuentes antiguas la presentan como cuerpo cuando destacan que es
mujer y que es bella en vez de centrarse en sus aportaciones intelectuales.3
Y con estos pocos ejemplos se atisba como frente a la pantalla y de forma
distendida pero precisa nos sumergimos en la estética, la metafísica, la filosofía de la
ciencia y el pensamiento feminista y postcolonial.
3. La sala de proyección como embajada
A la hora de hablar de resultados, en primer lugar, destacamos como los cambios han
logrado una mayor participación en la actividad así como mayor diversidad entre los
asistentes. Así, de entre los diferentes colectivos que pueden encontrarse entre el público
podemos afirmar que (a) interesados en estudiar el Grado de Filosofía, tras participar en
la actividad, se matriculan; (b) alumnos de instituto participan con soltura en el cineforum
cómodos con el formato de plantear los problemas filosóficos ayudados por las
situaciones y los personajes que brinda toda película; (c) alumnos de la Universitat de
l’experiència o de los primeros cursos del Grado pueden comprobar su adquisición de
conocimientos y ampliarlos; y (d) asistentes ajenos a la filosofía nos han comentado que
gracias a este formato han superado ciertos prejuicios alrededor de la filosofía por los que
la consideraban lejana e inaccesible.
Es por ello que podemos concluir que, en la actualidad y gracias a la innovación
esencial de Cine y filosofía, la actividad funciona como embajada para diferentes
Oyewùmí, Oyèrónké (2008) 163-177: “La incorporeidad (Bodylessness) ha sido una precondición del
pensamiento racional. Mujeres, primitivos, judíos, africanos, los pobres, y todos aquellos que han sido
calificados con la etiqueta de diferentes en diversas épocas históricas han sido considerados como los
encarnados, por tanto, dominados por el instinto y los afectos, quedando la razón más allá de ellos. Son el
Otro, y el Otro es un cuerpo.”
2
3
Sócrates Escolástico en Cano Villanueva, Lena (2010) 236-242.
286
colectivos y como refuerzo entre otros. Por tanto, una misma propuesta vale para
colectivos y objetivos diferentes y se convierte, además, en un punto de encuentro. Un
punto de encuentro que lo es también para los ponentes: diferentes profesores que nos
hemos podido conocer o conocer mejor a partir de preparar con mimo cada sesión
alrededor de una pasión compartida que se suma a la filosofía como es el cine. Gracias a
todo ello hemos podido observar qué intereses, dudas o dificultades pueden darse en los
primeros contactos con la filosofía en la facultad.
Bibliografía
Cano Villanueva, Lena (2010). ‘Hipatia en el Ágora’, Contraluz Asociación Cultural
Cerdá y Rico, 7, 236-242.
Oyewùmí, Oyèrónké (1997). ‘Visualizing the Body; Western Theories and African
Subjects’. En Alison Bailey, y Chris Cuomo, The Feminist Philosophy Reader (163-177).
New York: McGraw-Hill.
287
El debate sobre la educación cívico-moral en la era post-metafísica
Consideraciones pedagógicas y morales
MARTA POSTIGO ASENJO
Universidad de Málaga
Resumen: La educación cívico-moral sigue planteando controversias en las democracias
liberales contemporáneas, a pesar de las recomendaciones explícitas de algunos organismos
internacionales sobre la necesidad de educar para el ejercicio de la ciudadanía democrática
en el siglo XXI. El presente texto tiene un doble objetivo: primero, abordar el debate sobre
los valores en la filosofía y en la educación. En segundo lugar, señalar algunas de las
aportaciones fundamentales de la ética en el currículo educativo de grado medio, centrándose
en la reforma educativa española de la LOMCE, y contrastando cuatro enfoques
metodológicos: el pensamiento crítico, la clarificación de valores, la ética de la virtud o el
ethos, y el clásico enfoque cognitivo-evolutivo de la justicia.
Palabras clave: Educación, ética, valores, ciudadanía.
Abstract: In spite of the international community’s recommendations encouraging civic
education and philosophical training in the 21st century, the introduction of moral and civic
courses at secondary school are still controversial in most liberal democracies. This article
pursues a twofold aim. Firstly, to address the debate on ethical values in school programs
and Philosophy. Secondly, to offer some reflections on Ethics courses at secondary level,
focusing on the Spanish debate, and contrasting four main methodological strategies in moral
education: critical thinking, value clarification, virtue ethics and Kohlberg’s cognitiveevolutive perspective of justice.
Keywords: Education, ethics, values, citizenship.
1. Filosofía y ética: ni ciencia experimental, ni religión
El presente texto aporta una breve reflexión sobre la reforma educativa española
(LOMCE) y el reto que afrontan las materias de filosofía y de ética. A pesar de que los
organismos internacionales como la UNESCO (2007) y el Consejo de Europa (2010) han
puesto de relieve la relevancia de la filosofía y de la educación cívica en las sociedades
liberales y democráticas, lo cierto es que, en España y en otros países, las materias de
filosofía, y en particular Educación Ético Cívica y Educación para la Ciudadanía y los
Derechos Humanos, han estado marcadas por la polémica, hasta el punto de ser
eliminadas del currículo educativo general (Postigo, 2018: 79-187)1.
1
En el año 2012, el efímero Real Decreto 1190/2012, de 3 de agosto (BOE Num. 186, de 4 de agosto de
2012) modificaba (insustancialmente, cabe señalarlo) los contenidos de tales materias que cursaban con
carácter común y obligatorio los estudiantes del tercer ciclo de Primaria y en la ESO. Un año después, en
288
Dicha controversia parece deberse a dos razones fundamentales. Primero, a que
las asignaturas de filosofía y de ética se perciben como materias menos relevantes y que
no tienen una clara vinculación con la empleabilidad y el crecimiento económico. En
segundo lugar, a que tales asignaturas filosófico-morales carecen, al parecer, de
objetividad y de consenso. Se reprocha, en definitiva, a la educación para la ciudadanía y
a los valores éticos su falta de neutralidad axiológica; o por decirlo de otra forma, en los
estados liberales, pluralistas y no confesionales, las escuelas deben proporcionar saberes
científicos, objetivos y útiles, y mantenerse neutrales en cuanto a la educación cívicomoral que afecta a las nociones comprehensivas de la vida buena (Alnes, 2014: 70-90;
Mulhall, 1998: 161-176; Toscano, 1998: 231-257; Rawls 1993).
¿Se imaginan ustedes que fuera aprobada una reforma educativa que convirtiera a
las matemáticas en una asignatura alternativa a la religión, de forma que unos alumnos
aprendieran álgebra, geometría, ecuaciones y funciones, y otros el Antiguo y el Nuevo
Testamento, la vida y el mensaje de Jesucristo, los orígenes y los fundamentos del
cristianismo y de la Iglesia católica?
Pues precisamente esto es lo que ha sucedido en España con la ética cívica (o
valores éticos)2. Algunas de las razones las he expuesto previamente: además de inútil, la
formación cívica y moral se considera terreno fértil para el adoctrinamiento, de forma que
se la equipara, a nivel curricular, a la religión.
Tal equiparación, además de tendenciosa, refleja una profunda ignorancia acerca
de las características epistemológicas y pedagógicas de la filosofía, así como de las
virtudes cívicas que requieren los ciudadanos y ciudadanas de los Estados liberales y
pluralistas. Como ustedes saben, la filosofía es una forma de conocimiento racional y
2013, la LOMCE dejaba sin efectos dicho Real Decreto y eliminaba definitivamente tales asignaturas del
currículo educativo. En su lugar, la LOMCE introduce la asignatura específica Valores Éticos en todos los
cursos de la ESO, como una asignatura optativa y alternativa a la Religión. Asimismo, la Historia de la
Filosofía ha dejado de ser una asignatura común en segundo de Bachillerato y ha pasado a ofertarse como
optativa (troncal) en las modalidades de Humanidades, Ciencias Sociales y Arte. Algunas Comunidades
Autónomas han tomado medidas para mantener la obligatoriedad de cursar tales materias en el ámbito de
la Libre Configuración Autonómica. Pueden seguirse las iniciativas y debates en la página web de la REF:
http://redfilosofia.es.
2
Algunos profesores y autores consideran que la enseñanza de valores éticos y cívicos debería sustituirse
por materias propiamente filosóficas, como la ética. No me resulta posible profundizar aquí en esta
relevante cuestión para el debate curricular y pedagógico de la filosofía. De forma general, utilizo la
expresión ética cívica, que recoge, a mi modo de ver, esta doble dimensión filosófica y cívica de la ética y
de la filosofía moral. Véase, por ejemplo, el artículo de Víctor Bermúdez, “Educación ética y valores
cívicos”,
elPeriodicoextremadura,
del
18
de
julio
de
2018,
https://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/educacion-etica-valores-civicos_1102549.html
(05/05/2019).
289
argumentativo, que se aproxima a la realidad mediante el uso de conceptos y del lenguaje,
es decir, que conceptualiza la realidad. Como destaca la UNESCO, la filosofía
proporciona competencias racionales y argumentativas que son fundamentales para
ejercer las libertades cívico-políticas en las sociedades liberales y democráticas3. El
ejercicio de la ciudadanía implica valores, saberes y virtudes cívicas compartidas, cuya
enseñanza deben proporcionar las instituciones educativas públicas y no las familias o
comunidades culturales y religiosas.
A esta confusión entre ética y religión se añade, a mi modo de ver, otra no menos
significativa, como es el progresivo arrinconamiento de las humanidades por parte de la
tecnociencia. En ambos casos –en los que se sustituyen la filosofía y la ética o bien por la
religión o bien por la tecnociencia, a uno u otro extremo– de lo que se trata es de una
errónea comprensión del papel que juegan los valores; se confunde la dimensión
axiológica de la filosofía –esto es, la pregunta los fines últimos y la vida buena– con el
subjetivismo (falta de objetividad) y el dogmatismo (Cortina, 1986).
El siglo XX supuso la consolidación de un cientificismo que acabó por impregnar
a los filósofos más ilustres. La asunción de que la filosofía debía ceñirse a la lógica,
librarse de metafísica y de los juicios de valor, limitándose a depurar al lenguaje de los
(pseudo)problemas, se hico explícita a través del Círculo de Viena y del positivismo
lógico más extremista (Círculo de Viena 2002; Postigo, 2016: 34-40; Postigo, 2018: 79187).
Sin embargo, como hubo de reconocer Max Weber, sobre las cuestiones
ineludibles de la vida –“qué debemos hacer y cómo debemos vivir”—, no hay verdades
objetivas, ni método científico empírico-experimental apropiado para abordarlas. A tales
cuestiones trascendentales y vitales, admitía Weber, no puede responder la ciencia. Esta
última puede, como mucho, ofrecer un análisis crítico y técnico que ayude a “ponderar
las consecuencias previsibles de la acción y su coste” (Weber, 2009: 151), pero no es
tarea de la ciencia deliberar hasta la toma de decisiones, pues “una ciencia empírica no
puede enseñar qué debe hacer (una persona), sino sólo qué puede hacer, y en algunos
casos, qué es lo que realmente quiere hacer” (Weber, 2009: 152; Postigo, 2016: 34-40).
Por tanto, si la ciencia, que tantos frutos aporta al progreso tecnológico y a la
calidad de vida, está incapacitada para hacer frente a las cuestiones vitales sobre el deber
3
UNESCO, Humanities and Philosophy http://www.unesco.org/new/en/social-and-humansciences/themes/most-programme/humanities-and-philosophy/ (02/05/19).
290
ser y la vida buena, es preciso recurrir a la filosofía –al pensamiento conceptual—, para
cubrir el vació axiológico y argumentativo que dejan las metodologías empíricas al
descubierto, antes de que lo hagan las religiones o los partes meteorológicos.
“En la vida humana”, señalaba Aristóteles, “los que actúan rectamente alcanzan
las cosas buenas y hermosas; y la vida de éstos es por sí misma agradable” (Aristóteles,
2007: 1099a 5-10). La ética es la ciencia de la vida buena, y por tanto, un tipo de saber
práctico común y necesario para los seres racionales y libres que somos los animales
humanos. En tanto que a casi nadie le resulta posible eludir la responsabilidad de elegir y
de tomar decisiones, es relevante entrenarnos, desde jóvenes, y en clase si es posible, en
la sabiduría práctica, el juicio prudencial y la justificación racional de las propias
decisiones y valores.
La ética tiene su razón de ser, pues, en la libertad humana, en la capacidad de
tomar decisiones y de justificarlas racionalmente. En tanto que podemos elegir bien o
mal, mejor o peor para lo que resulta de conveniencia para la vida individual y colectiva,
es deseable detenerse a pensar los fines últimos y los valores. Una vida examinada
contribuye además, como diría Martha Nussbaum (1997), a combatir prejuicios, tópicos
y actitudes sectarias o chovinistas, que son frutos, generalmente, de la desconfianza, del
desconocimiento, del temor a lo diferente, y también de la pereza mental (Arteta, 2009:
15-32).
Por tanto, me atrevo a sostener que la ética conlleva, como primera característica
y función pedagógica, que los jóvenes (y también los adultos) comprendan el desafío que
plantea la libertad (la condición) humana, esto es, el valor de elegir y la responsabilidad
que tenemos ante la vida como seres libres, racionales y políticos. Y ello pueden
descubrirlo y practicarlo mediante actividades que les permitan justificar sus creencias,
valores y actitudes.
¿Qué debo hacer? y ¿cómo debo vivir? son preguntas ineludibles que, tarde o
temprano, todos hemos de afrontar. A justificar las elecciones, valores y opiniones
argumentativamente, pueden dedicarse las metodologías y las actividades planteadas en
las asignaturas de ética. Veamos algunas consideraciones didácticas.
2. Algunas propuestas didácticas para la educación moral en la era postmetafísica
¿Hasta donde puede llegar la filosofía en la formación moral y en cuestiones de valores
en sociedades liberales pluralistas? Para abordar tentativa y sucintamente tan amplia
291
cuestión, y hacerlo en conexión con el debate pedagógico de la filosófica, concluiré
contrastando, resumidamente, cuatro enfoques o metodologías didácticas para la
educación moral en el grado medio que me parecen significativas y provechosas, sin la
pretensión de asentar magisterio, ni que sean las definitivas4. No me cabe duda de que en
el presente volumen se proponen y discuten otras muchas propuestas didácticas de igual
o mayor relevancia.
En primer lugar, deseo detenerme en los enfoques didácticos de la ética y de la
filosofía que se aproximan al llamado “pensamiento crítico”, y se centran en la lógica
informal y en la buena argumentación. Dicho enfoque se interesa fundamentalmente por
la corrección formal del lenguaje y del discurso, evitando los argumentos falaces.
A mi modo de ver, la ventaja de tales enfoques argumentativos y retóricos –que
pueden ponerse en práctica en el aula mediante actividades de detección de falacias en
los medios de comunicación y en los discursos orales y escritos, a través de ejercicios de
debate y del estudio de las obras clásicas de la retórica y la oratoria– es que contribuyen
a la enseñanza y al aprendizaje de las técnicas del buen debate y de la argumentación, y
con éstas, a reconocer y a prevenir las falacias, sin pretensiones de establecer jerarquías
axiológicas o verdades normativas últimas. Se trata, a mi juicio, de una enseñanza más
sofística, que socrática y ética.
Sin embargo, conviene tener en cuenta que la formación en el pensamiento crítico
y en la lógica informal, si bien puede ser útil para combatir el adoctrinamiento y ejercitar
la retórica y la oratoria, no previene el relativismo, y puede tener como resultado que un
estudiante argumente igual de bien (o de mal), desde el punto de vista estrictamente
formal, en defensa y en contra de la invasión de un país como Irak para prevenir su
desarrollo de armamento nuclear sin el aval del Consejo de Seguridad de la ONU (y por
tanto, en contra de la legalidad internacional), o en defensa y en contra de la
complementariedad natural de los sexos y de los roles diferenciados entre mujeres y
hombres, según le toque por sorteo, como he tenido el honor de presenciar en los torneos
de debate que se organizan en la Universidad de Málaga.
En segundo lugar, puede destacarse el método conocido como “clarificación de
valores” que, bien entendido, se acerca al magisterio socrático y a la vida examinada
4
Junto a estas propuestas, es preciso tener en cuenta la historia de la filosofía, la perspectiva históricoconceptual y el estudio de las éticas normativas, que por razones de espacio, no menciono en este texto, y
que se dan por supuestas.
292
(Nussabaum, 1997). Aunque, en principio, la mera función de clarificar pueda parecer
una excusa para pensar los valores sin apostar por ninguno de ellos, creo que las técnicas
que clarifican los valores, si se acompañan de actividades que permiten justificar
(oralmente o por escrito) dichas actitudes, creencias y opiniones, son herramientas aliadas
para potenciar la autonomía moral y también el auto-examen. Ello tiene como ventaja, a
mi juicio, que estimula la revisión crítica de las propias creencias, (pre)juicios, valores y
actitudes, en beneficio, no sólo de la autonomía y de la autoconciencia axiológica, sino
que también puede favorecer actitudes cosmopolitas. La clarificación de valores puede
llevarse a cabo planteando preguntas, argumentando, estudiando textos que permitan
debatir casos y circunstancias concretas (como novelas u otros géneros literarios) y
planteando dilemas.
En tercer lugar, en las últimas décadas, se ha producido un renovado interés por
la ética de la virtud y del carácter (ethos). La formación del ethos y el cultivo de las
virtudes cívicas, mediante los buenos hábitos, como la disciplina, el esfuerzo y el
autocontrol, puede complementarse con el desarrollo del juicio crítico y autónomo que
permite comprender por qué son necesarias y deseables las virtudes cívicas y cuáles son
las consecuencias de la mala praxis cívico-política y profesional.
En este sentido, la ética de la virtud no es sólo un medio para fomentar la
convivencia cívica y la vida buena, sino un complemento, creo, excelente para el resto de
las metodologías que se discuten aquí.
Por último, una de las propuestas que han tenido impacto y reconocimiento en la
educación moral es el enfoque cognitivo-evolutivo de Piaget y Kohlberg, que pone el
énfasis en el tránsito de los juicios morales convencionales a los juicios postconvencionales y a una moralidad imparcial de la justicia (Kohlberg, 1969; Kohlberg,
1971; Kohlberg, 1981-1984; Kohlberg, 1982; Piaget, 1932; Rubio-Carracedo, 2000: 481533).
Resulta conocido, por todos, el uso de dilemas morales hipotéticos en los trabajos
de Kohlberg. A este respecto, los dilemas morales pueden contribuir a lograr objetivos y
competencias fundamentales de la formación ética que señalábamos antes, como son la
exposición de las opiniones y de las posturas morales argumentativamente, y con ello, a
la clarificación de los valores y de las actitudes morales. El sentido del método
kohlbergiano sería trabajar en clase dilemas con el fin de potenciar el juicio autónomo y
la imparcialidad, que puede ser contrarrestado, asimismo, con la perspectiva de la ética
del cuidado (López de la Vieja, 2004: 39-58; López de la Vieja, et. al., eds. 2006). Queda
293
pendiente, lógicamente, un estudio más amplio sobre las técnicas pedagógicas que
contribuyen a desarrollar tales habilidades morales y argumentativas de los estudiantes.
Al fin y al cabo, si la filosofía y las clases de ética no contribuyen a evitar el
dogmatismo y la pereza mental, pero tampoco el relativismo moral, ni logran desarrollar
algunas virtudes éticas o cívicas en quienes las atienden, cabe poner en cuestión sus
planteamientos metodológicos. En este sentido, quizás valga la pena recuperar un cierto
intelectualismo socrático, junto a las destrezas retóricas.
Espero que no reprochen a esta autora el no haber incluido otros muchos enfoques
y matices que, sin duda, merece la pena tener en cuenta y llevar a la práctica.
Bibliografía
Alnes, J. H. (2014). Democratic Education and Reasonable Pluralism, en Jan Harald
Alnes y Manuel Toscano, (Eds.) Varieties of Liberalism: Contemporary Challenges (pp.
70-90). Newcastle upon Tyne: Cambridge Scholars Publishing.
Aristóteles. (2007). Ética Nicomáquea. Julio Pallí Bonet y Tomas Calvo Martínez, (Trs.)
Madrid: Gredos.
Arteta, A. (2009). Tópicos fatales. O las peligrosas perezas de la ciudadanía, en José
Rubio-Carracedo, José María Rosales y Manuel Toscano Méndez, (dirs.), Democracia,
ciudadanía y educación (pp. 15-32). Akal/Universidad Internacional de Andalucía.
Círculo de Viena. (2002). La concepción científica del mundo. El Círculo de Viena,
publicado en Redes. Revista de Estudios sobre la Ciencia y la Tecnología, Vol. 9, Num.
18 (junio), 103-151. (Versión original 1929).
Consejo de Europa. (2010). Recomendación CM/Rec (2010)7, del Comité de Ministros
de los Estados Miembros sobre la Carta del Consejo de Europa sobre la educación para
la ciudadanía democrática y educación en los derechos humanos. Madrid: Consejo de
Ministros.
Cortina, A. (1986). Ética mínima. Introducción a la filosofía práctica. Madrid: Tecnos.
Kohlberg, L. (1969). Stage and Sequence: The Cognitive-Developmental Approach to
Socialization, Handbook of Socialization Theory and Research, (pp. 347-480). Chicago:
Rand McHally College Pub. Co.
294
Kohlberg, L. (1971): “From Is to Ought: How to Commit the Naturalistic Fallacy and Get
Away with it in the Study of Moral Development”, Cognitive Development and
Epistemology. Nueva York: Academic P.
Kohlberg, L. (1981-1984). Essays on Moral Development. Vol. I y II. Nueva York:
Harper and Row.
Kohlberg, L. (1982). “El enfoque cognitivo-evolutivo de la educación moral”, en J. A.
Jordán y F. Antolaría, eds. La educación moral hoy. Barcelona: PPU.
López de la Vieja, M. T. (2004). La mitad del mundo. Ética y crítica feminista.
Salamanca: Universidad de Salamanca.
López de la Vieja, M. T., et. al. Eds. (2006). Bioética y feminismo. Estudios
Multidisciplinares de Género. Aquilafuente 9, Salamanca: Universidad de Salamanca.
Mulhall, S. (1998). Political Liberalism and Civic Education: The Liberal State and its
Future Citizens, Journal of Philosophy of Education, 32, 161-176.
Nussbaum, M. (1997). Cultivating Humanity. A Classical Defense of Reform in Liberal
Education. Cambridge, MA: Harvard University Press.
Piaget, J. (1965). The Moral Judgement of the Child. Nueva York: Free Press. (Versión
original 1932).
Postigo, M. (2016). La filosofía ante la “concepción científica del mundo”, Ariel. Revista
de Originales de Filosofía, Num. 19 (Noviembre), 34-40.
Postigo, M. (2018). Filosofía, ética y educación en España: el reto de las humanidades en
el mundo tecnificado y globalizado”, Voces de la educación, Vol. 3. Num. 5, 79-187.
Rawls, J. (1993). Political liberalism. Nueva York: Columbia University Press.
Rubio-Carracedo, J. (2000): La psicología moral (de Piaget a Kohlberg), en V. Camps,
(ed.), Historia de la ética. Vol. 3. La ética contemporánea, (pp. 481-533). Barcelona:
Crítica, 481-533.
Toscano, M. (1998). El liberalismo político y la educación de los ciudadanos en una
Sociedad pluralista. Acerca de la autonomía y la tolerancia, Contrastes. Revista
Internacional de Filosofía, Vol. 3, 231-257.
UNESCO. (2007). Philosophy. A School of Freedom. Teaching Philosophy and Learning
Philosophize. Status and Prospects. París: UNESCO.
295
Weber, M. (2009). La ‘objetividad’ del conocimiento en la ciencia social y la política
social. Madrid: Alianza Editorial. (Versión original 1904).
Weber, M. (2015). La ciencia como vocación, en El politico y el científico, edición
española preparada por el Programa de Redes Informáticas y Productivas de la
Universidad Nacional de General San Martín (UNSAM).
296
Metodologías y experiencias de innovación docente en el Grado de
Filosofía
GEORGINA RABASSÓ*
Universidad de Barcelona
Resumen: Este texto reúne tres experiencias de innovación docente en el Grado de Filosofía
de la Universidad de Barcelona y propone formas de renovación en la formación universitaria
a partir de un enfoque metodológico. Estas actividades son la tutorización de trabajos
académicos de investigación, proyectos culturales y proyectos de creación; la práctica del
comentario y el metacomentario de textos filosóficos; y la introducción de la idea de
innovación docente y metodológica en las actividades de enseñanza-formación
protagonizadas por los y las estudiantes. Cada una de estas propuestas está orientada a
fomentar la participación activa del alumnado en su proceso de aprendizaje.
Palabras clave: innovación metodológica docente, metacomentario filosófico, investigación
y creatividad, aprendizaje activo.
Abstract: This paper brings together three experiments in teaching innovation on the
Philosophy Degree at the University of Barcelona and proposes ways of modernizing
university teaching through a specific methodology. The activities were: tutorizing academic
research assignments and cultural and creative projects; developing commentary and
metacommentary on philosophical texts; and introducing methodological and practical
innovation in the form of teaching-learning activities in which students themselves are the
main protagonists. All these strategies aim to promote students’ active participation in their
own learning process.
Keywords: Teaching methodology innovation, philosophical metacommentary, research
and creativity, active learning
Esta propuesta de innovación docente en el Grado de Filosofía nace de la reflexión acerca
de la necesidad de adaptarse a un tipo de pedagogía que está tomando fuerza en el ámbito
educativo. Una formación que sitúa al alumno en el centro y que consiste en darle
herramientas para que protagonice su aprendizaje. En este escenario, en el que los niveles
educativos de primaria y secundaria llevan años trabajando, ¿en qué punto se sitúa la
formación universitaria? ¿Qué tipo de docencia encuentra, por ejemplo, una alumna que
se han formado en el programa de Filosofía 3/18 y que llega a la Facultad para cursar el
Grado de Filosofía? En términos generales, clases expositivas unidireccionales en las que
se dedica, sobre todo, a recibir contenidos. Esta situación no está asociada a una única
universidad ni a una única disciplina, sino que considero que define un panorama mucho
*
E-mail: georginagonzalezrabasso@ub.edu
297
más amplio. Sin embargo, ¿sigue siendo esta la mejor opción didáctica en los estudios de
Grado de Filosofía? ¿Cómo podemos convertir al estudiante en agente de su aprendizaje
en el contexto universitario sin reducir el nivel de una clase en la que el profesorado
imparte los contenidos? ¿Qué estrategias didácticas podemos desarrollar para que el
alumnado adquiera competencias propias de la disciplina filosófica mediante
metodologías que sean innovadoras?
Concretamente, este texto expone tres experiencias de innovación docente en el
Grado de Filosofía de la Universidad de Barcelona basadas en metodologías innovadoras.
En primer lugar, una metodología eficiente para la tutorización de trabajos de
investigación, proyectos culturales y proyectos creativos. En segundo lugar, la
combinación de dos metodologías docentes para aprender y practicar la técnica el
metacomentario de textos filosóficos. Y, finalmente, la incorporación del concepto
mismo de metodología docente en la actividad realizada por parte de los y las estudiantes.
Los dos aspectos que el alumnado ha valorado de forma más positiva han sido el trabajo
en grupo (aprender unos de otros, unas con otras) y el hecho de aprender de forma activa,
en vez de pasiva, implicándose directamente en la comprensión y la exposición de los
contendidos.
Explicaré cada una de estas tres experiencias, empezando por la tutorización de
trabajos y proyectos. Esta experiencia de innovación docente ha tenido lugar en una
asignatura obligatoria de primer curso del Grado de Filosofía que cuenta con setenta
alumnos matriculados, y en una asignatura obligatoria de tercer curso con cuarenta
estudiantes. Debido a los contenidos de las asignaturas, Historia de la Cultura y Filosofía
de la Cultura, resulta difícil delimitar el espectro de los posibles temas de trabajo, puesto
que el alumnado puede justificar fácilmente la adecuación del tema con el pretexto de una
definición amplia del concepto de “cultura”. Por tanto, los temas que se les permite
escoger son prácticamente todos los que proponen. En cambio, la metodología a seguir
está orientada y pautada por la profesora, y es distinta según el tipo de trabajo o proyecto
que el alumno quiere llevar a cabo.
El primer tipo de trabajo consiste en una iniciación a la investigación académica,
y la tarea docente se plantea estos objetivos concretos: remarcar la importancia de las
hipótesis en el desarrollo de los contenidos, señalar la necesidad de trazar un estado de la
cuestión tratada, sugerir que la metodología se enfoque des de su potencial innovador,
subrayar el papel del diálogo con las fuentes y la literatura crítica, e insistir en cuán
relevante es que el/la estudiante intente mostrar, aunque pequeña, su aportación original.
298
En cuanto a los proyectos, pueden ser de dos tipos. La elaboración de un proyecto cultural
pretende iniciar al alumno en este amplio sector profesional en el que parece incrementar
la demanda de personas de perfil humanístico, como los graduados en Filosofía. Para ello,
tras exponer las pautas necesarias para su elaboración, los estudiantes deben pensar una
idea original y desarrollarla en un anteproyecto que incluya la conceptualización y la
estructuración de un proyecto cultural. El diseño de este anteproyecto debe incluir:
análisis del público destinatario, objetivos concretos, finalidad del proyecto y resultados
esperados; contenidos que definan los temas o aspectos conceptuales de los que trata y
vinculados a los objetivos y a la finalidad del proyecto; líneas estratégicas que coordinen
las acciones para alcanzar esos objetivos; y un listado de actividades que concreten el
conjunto de operaciones previstas en el proyecto. Esta última parte es la más visible, la
que llega al público, y su éxito o fracaso depende, en buena medida, de las fases
anteriores. Esta actividad sirve para que el alumno tome conciencia del proceso complejo
(reflexión, articulación teórica y práctica, expresión, comunicación…) mediante el cual
puede materializar una idea o un conjunto de ideas abstractas, y transmitirlas. Finalmente,
en el caso del trabajo creativo el estudiante propone un tema y una metodología a la
profesora. Se trata de un trabajo más libre, pero también más exigente, en el que se ponen
en juego no solo la indagación y la reflexión filosóficas, sino también la creatividad y la
experimentación con otros lenguajes. Los resultados obtenidos han sido realmente
interesantes y sorprendentes: fotolibros filosóficos, cortometrajes experimentales,
audiovisuales con propuestas culturales y comisariado de exposiciones de arte de
trasfondo filosófico, entre otros.1
Las distintas fases de elaboración del trabajo se tutorizan en las sesiones teóricoprácticas (una hora a la semana) del siguiente modo. En dos sesiones iniciales conjuntas
se explica el formato de cada tipo de trabajo o proyecto, se ofrecen ejemplos, se comentan
recursos y se facilitan unas pautas generales para su elaboración. En las sesiones
siguientes el grupo se divide en tres subgrupos para poder trabajar de forma individual y
por parejas. En la primera sesión del subgrupo cada estudiante realiza un esbozo inicial
del trabajo a partir de una plantilla que se le facilita antes de la sesión. Este esbozo sirve
tanto para que sitúe el punto de partida de la investigación como para comentar con él/ella
aquellas cuestiones de formulación y de enfoque en las que tiene más dificultad. En la
1
Muestra de proyecto creativo realizado por Alba Mas Sala, alumna de primero de Grado de Filosofía de
la Universidad de Barcelona: Identitats, https://cartesalalba.wixsite.com/identitats [Consulta: 08/03/2019].
299
segunda sesión de cada subgrupo (al cabo de tres semanas) el alumno recibe comentarios
y sugerencias del primer esbozo por parte de la profesora, y realiza un segundo esbozo
del trabajo: algunos apartados de la plantilla se mantienen y otros requieren más
información y articulación. Esta segunda sesión se dedica a resolver dudas y dificultades,
una vez el trabajo ha avanzado, mediante la colaboración tanto de la profesora como del
resto de alumnos del subgrupo. En la tercera sesión exponen el trabajo, antes de la entrega
final, de forma oral e individual delante de los compañeros y de dos evaluadores. Las
exposiciones orales se organizan en forma de workshop, de modo que este paraguas les
permite introducirse en la organización de actividades académicas [Fig. 1]. Todas estas
actividades forman parte de la evaluación continua y tienen los siguientes objetivos
concretos: realizar un seguimiento más individualizado del proceso de aprendizaje de
cada alumno/a, cohesionar el grupo, introducir al alumnado en la investigación como
forma de aprendizaje característico de la indagación filosófica y como herramienta para
construir su propio aprendizaje.
La segunda experiencia de innovación docente es la práctica del comentario y el
metacomentario de textos filosóficos, entendiendo por ‘metacomentario’ el comentario
de un texto filosófico que comenta, a su vez, otro texto filosófico. Este tipo de análisis es
muy habitual en el campo de la filosofía: por ejemplo, al comentar un texto de Tomás de
Aquino que comenta uno de Aristóteles. Se podrían mencionar numerosos ejemplos. En
particular, la actividad la han llevado a cabo unos treinta y cinco estudiantes de tercer
curso, y su desarrollo ha constado de dos fases: la primera dedicada a la síntesis y el
comentario de El concepto y la tragedia de la cultura de Georg Simmel y la segunda
dedicada al metacomentario del texto que Ernst Cassirer escribió sobre aquel. La duración
total de la actividad es de 5-6 horas lectivas, requiere un trabajo autónomo por parte de
los estudiantes y con ella se imparten dos temas del programa de la asignatura —
prácticamente el mismo tiempo que requeriría tratar el tema mediante clases expositivas.
El diseño de esta actividad ha surgido de la combinación de dos metodologías docentes:
la técnica del puzle y la red sistémica.
La fase del comentario adopta la forma de un maratón filosófico: una vez dividido
el texto de Simmel en cinco tramos (equitativos en número de páginas y distribución de
contenidos), cada alumno/a debe leer el texto entero y analizar detenidamente uno de los
tramos. Aplicando la técnica del puzle, cada tramo del texto queda asignado a un grupo
de estudiantes: cada alumno/a elabora un mapa conceptual o un esquema que sintetice los
contenidos de ese tramo, y la semana siguiente en clase se reúnen por grupos en función
300
del tramo analizado. Disponen de dos horas para discutir sobre los contenidos del tramo
del texto y para consensuar un mapa conceptual o esquema conjunto [Fig. 2]. Cada grupo
copia su mapa conceptual en el tramo correspondiente sobre un rollo de papel que cuelga
en la pizarra [Fig. 3]. En la hora siguiente, cada grupo dispone de diez minutos para
explicar, basándose en el mapa conceptual trazado, el tramo analizado. Empieza el primer
grupo y acaba el quinto, de modo que los grupos se van pasando el testigo de los conceptos
tratados, en forma de maratón. Así, los estudiantes intentan resolver de forma colaborativa
las dificultades del texto, toman decisiones sobre qué explicar y cómo hacerlo, y practican
la transmisión oral de estos contenidos ante la clase. Enseñan a, y aprenden de, sus
compañeros. El rol docente es garantizar que aquello que se ha entendido del texto y lo
que se explica no sea incorrecto y, en el caso que fuera así, rectificar o matizar algún
aspecto de la explicación. El nivel de detalle que alcanza el análisis del alumnado es muy
satisfactorio y, por tanto, aprehenden los contenidos de un modo más significativo y lo
analiza desde tres perspectivas distintas: descriptiva, interpretativa y crítica.
De cara a la semana siguiente leen de forma autónoma el texto de Cassirer, La
“tragedia de la cultura”, e identifican tres conceptos que les permitan establecer vínculos,
matices, desplazamientos, contrastes, críticas…, del texto de Cassirer respecto al de
Simmel. Por ejemplo, Cassirer trata del “drama de la cultura” y efectúa un desplazamiento
conceptual significativo respecto al planteamiento de Simmel. También existe una
distancia crítica de la relación entre sujeto y objeto, en el seno de la cultura, que propone
cada uno. Tras el trabajo autónomo, se dedica media hora de clase a la puesta en común,
en grupos pequeños, de los conceptos y las ideas que articulan el metacomentario
filosófico. A continuación, cada grupo expone esos 3 conceptos o ideas, y en caso de
repetición, se matiza algún aspecto o se hace alguna aportación adicional. Esto da pie a
la discusión del texto de una forma más participativa por parte del conjunto de estudiantes
[Fig. 4]; además, hablan más alumnos de los que habitualmente intervienen, sus
intervenciones son más elaboradas y enriquecen la discusión. Los conceptos clave del
texto de Cassirer se sitúan junto a los de Simmel, en otro color, en el rollo de papel de la
pizarra. Así queda constancia de forma visual de la estructura a partir de la cual se ha
desarrollado el metacomentario. Finalmente, las fotografías del mapa conceptual que ha
resultado de la actividad [Fig. 5] están disponibles en el campus virtual para que les sirva,
también, para estudiar.
En la tercera actividad de innovación docente se analiza un conjunto de textos de
la Escuela de Frankfurt en torno al tema de la industria cultural: “Tiempo libre”, “La
301
televisión como ideología” y selecciones de “La industria cultural”, entre otros. Los
estudiantes hacen una lectura en común (“Resumen de la industria cultural”) y analizan
otro de los textos propuestos, el que elijan según sus intereses. Forman grupos en función
de esta selección y ponen en común sus interpretaciones. El resultado final de la actividad
es exponer al grupo clase los contenidos de su texto teniendo en cuenta un factor: su
presentación tiene que partir de una propuesta de innovación metodológica docente. Es
decir, tienen que diseñar una exposición que sea informativa, didáctica e innovadora, y
para ello tienen que decidir cuál es la manera más idónea de exponer unos contenidos.
Los recursos que los estudiantes utilizaron para sus exposiciones fueron variados:
gamificación, interpelación a los compañeros/as, presentaciones interactivas, propuestas
de debate, actualización del tema mediante paralelismos con el presente, etc. La docente
interviene como un grupo más, exponiendo su propuesta. En esta ocasión, mi propuesta
consistió en tratar la cuestión de la filosofía de la nueva música de Adorno a partir de una
metodología que se regía por los principios fundamentales del dodecafonismo. Uno de
estos principios es que no existe un orden preestablecido ni una jerarquía en los tonos.
Para ponerlo en práctica, entregué a cada estudiante una imagen o un texto sobre el tema
tratado y los comentaba sin seguir el orden discursivo del texto y mostrando que, aun así,
se podía entender lo que el texto decía por la relación entre parte y totalidad. Los alumnos
iban situando en el pentagrama dibujado en la pizarra esos fragmentos de textos e
imágenes de la sesión, de modo que trazamos la partitura del tema, incluyendo piezas
musicales de Theodor Adorno, Igor Stravinsky, Luciano Berio… y también de jazz,
género que Adorno detestaba. Nina Simone y su canción Ain’t Got No, I Got Life
aportaron el apunte crítico en la intervención [Fig. 6]. Esta actividad fue un ejercicio tanto
de reflexión como de creación y sirvió para que el alumnado tome consciencia de que la
metodología es, en realidad, no solo un medio de trabajar con rigor académico, sino que
también puede ser un campo de experimentación. Esta es, asimismo, una forma de
propiciar que el/la alumno/a se dé cuenta de que adoptar una metodología de forma
consciente y poner el énfasis en la innovación docente, transforma completamente la
transmisión de los contenidos.
302
Fig. 1. Cartel del workshop de las exposiciones orales.
Fig. 2. Uno de los grupos debate sobre el texto de Simmel para elaborar el mapa
conceptual conjunto. Fotografía: Georgina Rabassó, 2018. Con autorización.
303
Fig. 3. “Maratón Simmel”: los tramos del mapa conceptual.
Fotografía: Georgina Rabassó, 2018. Con autorización.
Fig. 4. Discusión conjunta durante el metacomentario del texto de Cassirer.
Fotografía: Georgina Rabassó, 2018. Con autorización.
304
Fig. 5. Detalle del mapa conceptual del metacomentario. En azul, Simmel;
en negro, Cassirer. Fotografía: Georgina Rabassó, 2018. Con autorización.
Fig. 6. La partitura resultante de la sesión dodecafónica sobre la filosofía de
la nueva música de Theodor Adorno. Fotografía: Georgina Rabassó, 2018.
305
Despatriarcalizar la enseñanza de la filosofía en la universidad
SONIA REVERTER BAÑÓN*
Universitat Jaume I (UJI)
Resumen: No hay duda de que la filosofía se ha construido bajo el marco patriarcal que ha
dominado el conocimiento hasta muy recientemente, de forma que podemos decir que el
canon filosófico que ha imperado en la mayor parte de la filosofía que hoy se enseña-aprende
en las aulas universitarias es un canon patriarcal. Por ello, es ineludible, no sólo realizar la
tarea de denuncia y crítica, sino practicar esa crítica en la enseñanza. Se impone así una tarea
de des-patriarcalización de la filosofía en las aulas. Este escrito se centra en explicar cómo
llevar a cabo esa tarea. El objetivo principal es transformar la filosofía para que esta pueda
transformar el mundo.
Palabras clave: feminismo, canon filosófico, perspectiva de género en filosofía, didácticas
de la filosofía.
Abstract: There is no doubt that philosophy has been constructed under the patriarchal
framework that has dominated knowledge until very recently, so we can say that the
philosophical canon that has prevailed in most of the philosophy that is taught-learned today
in the university classrooms is a patriarchal canon. For that reason, it is unavoidable, not only
the task of denunciation and criticism, but to practice a new way of doing philosophy in
teaching. Thus, a task of de-patriarchalization of philosophy in the classrooms is needed. This
paper focuses on explaining how to carry out this task. The main objective is to transform
the philosophy so that it can transform the world.
Keywords: feminism, philosophical canon, gender perspective in philosophy, didactics of
philosophy.
A nadie escapa que la filosofía se ha construido bajo el marco de construcción patriarcal
que ha dominado el conocimiento hasta muy recientemente. Al enseñar y aprender
filosofía nos encontramos con “perlas misóginas”, como las denomina Celia Amorós, que
van dejando un rastro que sólo hasta hace poco han sido señaladas como líneas
estructurales. Es decir, no son excepciones, son parte del canon filosófico que ha
dominado la mayor parte de la filosofía que hoy se enseña-aprende en las aulas
universitarias. Por ello, es ineludible hoy, no sólo hacer tarea de denuncia y crítica, sino
practicar esa crítica en la enseñanza. Se impone acometer una des-patriarcalización de la
filosofía, que si en buena parte se está haciendo fuera de las aulas, ha de entrar en ellas.
*
reverter@uji.es. Profesora de Filosofía y Directora del Instituto Universitario de Estudios Feministas y de
Género Purificación Escribano (UJI). Miembro del grupo de innovación educativa “Prácticas Educativas
para la Igualdad” (PEPI), de la UJI. Este trabajo ha recibido la ayuda de la Unitat de Suport Educatiu de la
UJI a través del proyecto 18G002-252.
306
Y ello, no sólo por justicia entre humanos, sino por aspirar a un mejor conocimiento, a
una mejor filosofía. Ha de ser una auto-exigencia epistemológica, ética y cultural que
puede servir para transformar a la misma filosofía.
Antes de entrar en cómo hacerlo, me gustaría introducir un aspecto problemático
y de gran debate en la actualidad al respecto de si es conveniente o no introducir mujeres
en el currículum de la materia de Historia de la Filosofía en Bachillerato.
Daniel Innerarity (2018) recientemente escribía un artículo titulado “El género de
la filosofía”. Innerarity establecía lo equivocado que sería hacer una lista de filósofas a
incluir en el currículo escolar. La razón fundamental, esgrime, es que sería equivocado
desatender “formas de pensar más horizontales y compartidas” y desaprovechar el
momento tratando de hacer un mero “listado”. La cuestión, con la que estoy plenamente
de acuerdo, es que así desatendemos la oportunidad de hacer tarea crítica, que es el
objetivo fundamental de la filosofía y de su enseñanza. La propuesta que a cambio
Innerarity realiza, es la de aprobar el listado convencional y aprovecharlo para mostrar
“la parcialidad de un mundo pensado solo por los hombres”.
Creo que tiene razón en que hay que mostrar el pensamiento patriarcal con
aquellos que lo protagonizaron. Pero, creo, no tiene razón en que eso no necesita incluir
mujeres para mostrar que lo que algunos hicieron mal necesitaba de la invisibilización de
las mujeres, así quedaba como propuesta universal. Si desmontamos la filosofía patriarcal
sin incluir las voces de las mujeres filósofas invisibilizamos nuevamente al pensamiento
feminista. En mi propuesta parto de la idea de que no es suficiente, como también
Innerarity parece apuntar, solamente con la tarea de visibilización (o listado) de mujeres
filósofas; sino que es necesario criticar el canon y proponer la organización y construcción
de un canon nuevo (y con ello a la vez visibilizaremos otras filosofías y otras voces, y ahí
aparecerá un “listado” nuevo imprescindible).
Una vez argumentado este debate, que sirve de punto de partida, mi propuesta se
centrará en explicar cómo llevarlo a cabo.1 La idea clave es que una filosofía patriarcal,
como la que en gran parte se sigue enseñando-aprendiendo en las aulas universitarias,
incumple dos de los principales fines de la reflexión filosófica: ser crítica y ser
transformadora del mundo.
1
Un trabajo más completo en este sentido y que sirva de guía didáctica puede verse en Reverter-Bañón
(2018).
307
1. Metodologías y buenas prácticas
Los estudios en el campo de la filosofía introducen normalmente la capacidad crítica
como uno de sus objetivos más importantes. Pues bien, no hay forma de desarrollar esta
capacidad crítica sin deshacerse de los prejuicios de género que impregnan la producción
de conocimiento humanístico y filosófico, desde sus orígenes hasta la actualidad. Por ello,
la perspectiva de género deberá ser introducida como una competencia transversal en las
diferentes asignaturas y materias. Esto afecta, por tanto, a todas las competencias
generales: instrumentales cognitivas, instrumentales metodológicas, interpersonales
individuales, interpersonales sociales, sistémicas de organización, sistémicas de
emprendimiento, y sistémicas de logro.
Todas las competencias generales mencionadas más las competencias específicas
están en buena medida relacionadas con el objetivo de preparar e incentivar al
estudiantado de filosofía para que juegue, como establece el Libro Blanco para el Título
de Grado de Filosofía de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación
(ANECA, 2005: 16), “un papel determinante en la configuración y vertebración de un
espacio europeo constituido sobre bases de proyección como son el pensamiento racional
crítico, la libertad de conciencia o el reconocimiento de la dignidad y de derechos de los
seres humanos, además de la génesis y el desarrollo de la ciencia moderna y de la
tecnología a ella asociada”. Esto implica necesariamente la introducción de la perspectiva
de género.
Es importante tener en cuenta que según la descripción que hace la ANECA
(2005: 93) graduados/as en filosofía son “profesionales del conocimiento”, entendiéndose
como “personas capaces de analizar, evaluar y ponderar críticamente argumentaciones
tanto de carácter teórico como de carácter práctico, y de construirlas”. Estas capacidades
implican necesariamente la inclusión de las mujeres y la perspectiva de género en la
construcción de conocimiento, en los sistemas de pensamiento y en la argumentación
filosófica. El objetivo será, por tanto, no sólo poder ver en qué medida los conocimientos
están tramados por las relaciones de género, sino poder sacar a la luz las estructuras que
han permitido y permiten, también actualmente, pensar, crear, saber, leer o hablar desde
un a priori que coloca a unos seres humanos en una precariedad y en un
desempoderamiento que los deslegitima, como sujetos y como saberes.
Como ejemplo de desarrollo de las competencias mencionadas tendremos que
interrogarnos constantemente por los otros, los que no están: ¿quiénes son los/las que no
308
están en el pensamiento? ¿Quiénes son los/las que no están en los procesos de reflexión
sobre lo que somos y lo que queremos? ¿Quiénes son los/las que no aparecen en los
manuales de historia de la filosofía? ¿Quiénes son los/las que no tienen palabra ni
autoridad como referentes del pensamiento en la historia?
El objetivo, sin embargo, no será reescribir la historia lineal para tener un nuevo
“listado”. El objetivo es entender cómo se ha disciplinado (normalizado) el ámbito de la
filosofía. Es decir, entender que se ha hecho integrando saberes que niegan otros saberes.
Tan importante es enterrar estos saberes y sujetos negados como ir creando un nuevo
espacio para la filosofía con un conocimiento crítico que nos permita alejarnos de un
conocimiento adocenado.
2. Revisión de contenidos del currículo actual
A continuación, ofrecemos un ejemplo de cómo la perspectiva de género se puede integrar
en el contenido de las asignaturas de Filosofía, en concreto de la materia de Filosofía
Política y Social (también presente en la materia de Historia de la Filosofía). Se trata del
debate sobre el concepto de ciudadanía. En la actual idea de educar para contribuir a
conformar un Estado democrático e igualitario hay que enseñar a reflexionar
filosóficamente sobre el sentido de lo que esto significa. Es en este marco de pensamiento
crítico que el feminismo se convierte en un instrumento muy valioso a la hora de
desenmascarar los privilegios que esconden detrás las prácticas culturales tradicionales.
Será imprescindible, en consecuencia, comenzar con una deconstrucción de los mismos
conceptos de ciudadanía, derechos y democracia.
Por ejemplo, al explicar el concepto de “contrato social” que está en el origen de
las sociedades modernas explicaremos que aquí reside el inicio de una nueva sociedad
civil y una nueva forma de derecho político. Esto explica la relación de la autoridad del
Estado y de la ley civil, y también explica la legitimidad del gobierno civil moderno en
tratar nuestra sociedad como si hubiera tenido origen en un contrato. A partir de este
modelo se entiende que las relaciones sociales libres tienen una forma contractual. Pues
bien, como ha asegurado Carole Pateman (1995), el contrato originario es un pacto no
sólo social, sino también sexual-social; donde la parte sexual del pacto ha sido silenciada.
La tesis es que la historia del pacto social es una historia sobre el derecho político como
derecho patriarcal o sexual; es decir, referido a un poder que los hombres ejercen sobre
las mujeres. El contrato social se basa en la idea de que los habitantes del Estado de
309
naturaleza cambian las inseguridades de la libertad natural por una libertad civil, que es
protegida por el Estado. En la sociedad civil la libertad es universal, y todos los
ciudadanos disfrutan la misma situación civil y pueden ejercer su libertad. En esta usual
interpretación no se menciona que hay mucho más en juego que la libertad de la
ciudadanía. Pateman nos indica que la dominación de los hombres sobre las mujeres y el
derecho de aquellos a disfrutar de un igual acceso sexual a las mujeres es uno de los
puntos clave en la firma del contrato original. Por ello, mientras que el contrato social es
una historia de libertad, el contrato sexual es una historia de sujeción y subordinación. El
contrato original constituye así simultáneamente la libertad y la dominación, la libertad
para los hombres y la sujeción para las mujeres. Por ello podemos afirmar que la
diferencia sexual es una diferencia política, pues es la diferencia entre libertad y sujeción.
Explicar el contrato social de esta forma crítica ayuda a comprender cómo se mantiene el
orden Patriarcal en las sociedades modernas.
3. Ejemplos de dinámicas docentes
El paradigma organizador de la enseñanza de filosofía se ha centrado tradicionalmente
en: la clase magistral, los grandes textos filosóficos como modelos de pensamiento
acabado, y la disertación por escrito.
Es necesario desarrollar métodos de enseñanza más activos para incorporar la
perspectiva de género, ya que es un aspecto innovador que no se encuentra en los textos
filosóficos tradicionales. Así, se hace necesario tener en cuenta la argumentación del
alumnado en sus diferentes formas: clase dialogada, exposición, y trabajo en grupo. Esto
conlleva organizar las dinámicas docentes atendiendo a prácticas filosóficas que se
vinculan directamente con los nuevos escenarios que la realidad actual plantea. El
objetivo más importante de la enseñanza de la filosofía es que el alumnado aprenda a
“pensar por sí mismo”, filosofar como método para construir un pensamiento propio que
pueda devenir en una visión crítica y transformadora del mundo. Este tipo de “cultura
filosófica” se irá construyendo en el aula con la exposición a problemáticas reales, siendo
la desigualdad de género una de las más persistentes. Así, pues, el paradigma clásico
organizador de la docencia se deberá completar, como señala Tozzi (2007, 2008), con el
paradigma democrático-discutidor y con el paradigma praxeológico-ético. El objetivo del
paradigma democrático será intentar aprender con una pretensión democrática. Por otra
310
parte, el objetivo del paradigma praxeológico-ético es orientarse reflexivamente en la
acción, esforzándose en la clarificación y jerarquización de los valores.
La importancia en los estudios de filosofía de la interpretación, la intersubjetividad
y aprendizaje a través del diálogo hará necesario que la dinámica docente cuente con una
comunicación muy abierta. Es fundamental, por tanto, vigilar especialmente las preconcepciones en referencia al sexo/género y sexualidad, dado que están naturalizadas
incluso en el lenguaje, tanto cotidiano como filosófico. Habrá, por ello que promover la
autocrítica como herramienta docente esencial. El autoanálisis será una parte necesaria
de las prácticas en el aula. En este se habrá de revisar la comprensión y expresión de los
conceptos filosóficos en relación a los prejuicios más comunes alrededor del sexo/género
y sexualidad. Este ejercicio constante de autoanálisis (también del profesorado) ayuda a
mejorar la reflexión filosófica y a hacerse más consciente de las relaciones de poder de
género y dominio existentes. Esta comprensión puede significar el compromiso ético
necesario para cambiar las realidades injustas. Así pues, una pedagogía filosófica
feminista conlleva una revisión constante del pensamiento filosófico, de los sistemas de
creencias y valores.
En el diálogo es imprescindible que profesorado y alumnado sean capaces de
examinar el subtexto de género que aparece en las diferentes teorías y reflexiones
filosóficas. El desarrollo de la capacidad crítica permitirá formular alternativas
normativas libres de prejuicios. En concordancia con esto será necesario seleccionar
temáticas docentes que puedan establecer relaciones de sentido con todos los individuos
y grupos humanos. No vale, como en otros momentos se ha podido hacer, proponer un
“sujeto neutral” que por voluntad de ser universal acabe negando diferencias respecto al
modelo propuesto. Solo teniendo en cuenta la totalidad de las diferencias humanas
podemos llegar a un consenso sobre lo que es un ser humano, en sentido general o
universal.
También deberemos tener en cuenta que las temáticas planteadas en la reflexión
filosófica deberán ser temáticas que recogen intereses de todos los grupos humanos, y no
sólo de aquel grupo hegemónicamente legitimado por una ideología determinada de
poder, como la patriarcal. Así, será necesario integrar cuestiones que la filosofía
tradicionalmente ha excluido de su ámbito de reflexión, como el cuidado, el cuerpo, la
sexualidad, relaciones familiares o la intersubjetividad, por ejemplo.
En el aula será necesario mantener un ambiente de cordialidad que muestre que la
visibilización del género no es en ningún caso una “guerra de sexos”, sino una deuda del
311
pensamiento filosófico al más alto nivel. Una filosofía que integre la perspectiva de
género es una filosofía que aspira a la excelencia. En este sentido, será importante que el
debate y el diálogo, tan característicos de la enseñanza de la filosofía, puedan fluir
respetando el tiempo y las palabras, y con una exigencia máxima de respeto a las
diferencias que cada uno/a pueda relatar.
4. Evaluación
Una evaluación sensible al género en las diferentes asignaturas de filosofía debe tener en
cuenta, en primer lugar, la capacidad de utilizar un lenguaje que no incorpore el sujeto
masculino como universal. Más allá de utilizar un lenguaje no sexista, el conocimiento
filosófico requiere una constante reflexión crítica. Esto se traduce en una exigencia clara
a la hora de incorporar una mirada no androgénica y patriarcal cuando se realice una
reflexión a modo de ensayo o examen. El alumnado deberá mostrar su habilidad para
poner en duda teorías o propuestas filosóficas que asumen un sujeto y una razón
universales. A la hora de evaluar será pertinente apreciar los intentos del alumnado para
replantear conceptos desde una mirada no androcéntrica. Esta motivación es conveniente
que se incentive con fórmulas de evaluación que permiten la reflexión abierta, con
expresión de interrogantes y dudas y con cuestionamientos eficaces que puedan conducir
el alumnado a estadios de comprensión superior, es decir, a un razonamiento
verdaderamente crítico que ponga en duda las propias convicciones.
Si bien la filosofía avanza característicamente a base de preguntas, a la manera de
un diálogo socrático, no será ya pertinente forzar que estas preguntas sean de naturaleza
meramente teórica o abstracta. Entendemos que como la situación, las circunstancias
culturales e históricas y las diferencias son fundamentales para entender los conceptos,
será necesario, por ello, evaluar tanto la capacidad de referirse a situaciones concretas
como la de hacer grandes abstracciones. La evaluación debería tener en cuenta las dos
capacidades, ya que mantenernos en un solo nivel puede reflejar una grave carencia en la
comprensión filosófica.
Al mismo tiempo, es importante que el aprendizaje de la filosofía se realice de
forma que suponga un compromiso ético para la acción. En este sentido, no sólo
evaluamos al alumnado en cuanto a conocimiento de autores, teorías, conceptos y
capacidad de argumentar; sino también en su competencia para interrogar todo ello desde
312
el concepto de igualdad como principio rector. Si este aprendizaje se combina con una
exigencia al alumnado para que lo relacione con testimonios reales del contexto histórico
del autor/a estudiado/a y de la actualidad, tendremos la oportunidad de evaluar también
la capacidad crítica y el compromiso ético con la igualdad.
Bibliografía
ANECA (2005). Libro Blanco para el Título de Grado de Filosofía. Madrid: Autor.
Innerarity, Daniel (2018). “El género de la filosofía”, El País (recuperado de
https://elpais.com/cultura/2018/12/17/babelia/1545063946_645737.html).
Consulta:
26/04/2018
Pateman, Carole (1995). El contrato sexual. Barcelona: Anthropos.
Reverter-Bañón, Sonia (2003). La perspectiva de género en la filosofia. Feminismo/s,
Universtat d’Alacant, 1, 33-50.
Reverter-Bañón, Sonia (2018). Filosofia. Guies per a una docència universitària amb
perspectiva de gènere. Barcelona: Xarxa Vives d’Universitats (descarga libre en
https://www.vives.org/serveis/guies-per-a-una-docencia-universitaria-amb-perspectivade-genere/). Consulta: 26/04/2018
Tozzi, Michel (2007). Sobre la didáctica del aprendizaje del filosofar. Diálogo filosófico
68: 207-215.
Tozzi, Michel (2008). Pensar por sí mismo. Iniciación a la pedagogía de filosofia. Madrid:
Editorial Popular.
313
Periodeia: escenarios y textos de la filosofía
Guía sobre el pensamiento de Hildegarda de Bingen
CARLES RIVERO* Y GEORGINA RABASSÓ**
Universidad de Barcelona
Resumen: Este texto trata sobre el proyecto de innovación docente Periodeia: escenarios y
textos de la filosofía, desarrollado por un grupo de docentes del Departamento de Filosofía
de la Universidad de Barcelona. Su objetivo principal es mostrar a los alumnos universitarios
la metodología de trabajo del historiador de la filosofía, metodología que consiste en analizar
los textos filosóficos y autores estudiados en una íntima conexión con su momento histórico,
su cultura, sus lugares y otros elementos contextuales que a menudo se dejan de lado, aunque
enriquecen la pura concepción filosófica. Periodeia pone a disposición del alumnado un
conjunto creciente de recursos en línea: referencias bibliográficas, bases de datos digitales,
imágenes… En particular, este texto expone el proceso de elaboración de los contenidos de
la guía dedicada al pensamiento, el contexto histórico y la vida de la pensadora germánica
medieval Hildegarda de Bingen.
Palabras clave: Periodeia, historia de la filosofía, humanidades digitales, innovación
docente
Abstract: This paper presents the teaching innovation project Periodeia: philosophical
scenarios and texts, developed and carried out by a group of teachers at the Philosophy
Department of the University Barcelona. The project’s main objective is to teach students the
working method of the historian of philosophy; a method which consists of analysing the
philosophical texts and authors studied in close connection with their historical times, their
culture, their geographical locales and other contextual factors which are often ignored but
which enrich the study of purely philosophical ideas. Periodeia provides students with a
growing range of online resources: bibliography, databases, images, etc. The present text
explains how the contents of the guide to the thought, historical context and life of the
medieval Germanic thinker Hildegard of Bingen were developed.
Keywords: Periodeia, History of Philosophy, Digital Humanities, teaching innovation
Como ya fue mostrado en el anterior Congreso Internacional sobre Innovación Educativa
en Filosofía, celebrado en Valencia, y como recoge el artículo de las doctoras Mª Isabel
Méndez y Núria Sara Miras (2017) publicado en las actas del mismo, PERIODEIA nace en
2015 como un proyecto de innovación educativa llevado a cabo por algunos profesores
del Grado de Filosofía de la Universidad de Barcelona como respuesta a una inquietud de
mejora de la comprensión de textos en la enseñanza de las materias de historia de la
filosofía. Dicho proyecto, consolidado ahora como un grupo de investigación, formado
*
carlesrivero@hotmail.com
**
georginagonzalezrabasso@ub.edu
314
por los doctores Mª Isabel Méndez, Rosa Rius, Miguel Ángel Granada, Salvi Turró y
Núria Sara Miras, ha ido evolucionando en estos últimos cuatro años hasta hallar su
plasmación tangible en la creación de una página web (www.ub.edu/periodeia) que reúne
y resume las motivaciones e intenciones principales del proyecto.
El alumnado que ingresa en el Grado de Filosofía, y parece ser algo común en las
universidades del Estado, se acerca a los contenidos de Historia de la Filosofía desde un
punto de vista escolar, esto es, considerando que el pensamiento de un autor se
corresponde con un conjunto de afirmaciones que aparecen, sin más, originadas por el
mismo personaje. El estudio del pensamiento filosófico, así, empieza y acaba en los textos
del mismo autor. Esta perspectiva, fomentada seguramente por la estructura de las
pruebas de acceso a la Universidad y por un enfoque similar en el curso de Bachillerato,
dista mucho de ser la más adecuada para un verdadero análisis histórico del pensamiento
filosófico. La intención de PERIODEIA es, precisamente, tratar de incorporar en los
primeros estadios de formación del futuro filósofo una metodología más adecuada para
el estudio de la Historia de la Filosofía. Dicha metodología, a grandes rasgos, se basa en
considerar que los autores y los textos filosóficos estudiados mantienen una íntima
conexión con el momento histórico en el que se producen, la cultura imperante y en la
que se enmarca el autor, los lugares, en un sentido puramente geográfico, en los que se
producen los textos y un conjunto muy amplio de otros elementos contextuales. Son, a
fin de cuentas, rasgos que influyen decisivamente en el autor y, por ello, en las distintas
creaciones textuales que desarrolla y que, sin embargo, en la mayoría de las ocasiones
quedan relegados al olvido o dejados de lado, eliminando así la posibilidad de enriquecer
y, aún más, trabajar los escritos desde una dimensión más completa y comprehensiva.
Por ello, PERIODEIA se ha propuesto poner a disposición del alumnado una base
creciente de recursos que permitan al estudiante iniciarse en la forma de trabajar
contextual, facilitándole el acceso a elementos tales como referencias bibliográficas,
bibliotecas digitales, informaciones referentes a la cultura de distintas épocas históricas…
Y, como señalábamos al inicio, todo ello aprovechando la potencialidad de la nueva era
digital y la posibilidad de acceder a la información de la red. De este modo, no solo se
facilita y universaliza el acceso a la información, sino que, dotando al alumnado de un
criterio de discriminación de las fuentes fiables, se le educa a hacer uso de la vastedad de
recursos disponibles en Internet. Y, como forma de incentivar y fomentar el uso de este
conjunto de elementos, el proyecto se nutre también de las producciones que los mismos
alumnos generan, siguiendo la metodología indicada, en las distintas asignaturas de
315
carácter histórico que existen actualmente en el Grado de Filosofía de la Universidad de
Barcelona y que están bajo la responsabilidad de los distintos miembros del grupo.
Teniendo todo esto en cuenta, hemos intentado construir una estructura web que
refleje los distintos puntos señalados. Los apartados que contempla el portal web son los
siguientes: Topos filosóficos, Itinerarios y Recursos. El último de los apartados, que
constituye el núcleo de la propuesta, es, precisamente, donde se muestran los distintos
elementos contextuales y recursos virtuales que pueden ayudar al alumno a analizar el
texto filosófico desde una mirada más global y comprehensiva. Los distintos contenidos
están organizados por las clásicas edades de la historia (antigua, medieval, moderna y
contemporánea) que, si bien presentan problemáticas conceptuales suficientemente
conocidas, pragmáticamente son útiles para facilitar la navegación entre la información
ofrecida. Además, se añade un espacio de recursos de carácter general, transversales a
toda la historia, en los que los contenidos son clasificados por tipología: fondos
digitalizados de las principales bibliotecas del mundo, diccionarios en red y acceso a las
exposiciones virtuales de algunos de los museos más importantes, que contienen obras
fundamentales para comprender determinados momentos históricos.
Los otros dos apartados principales son los llamados Topos filosóficos y los
Itinerarios filosóficos, seguramente el recurso más interesante para los estudiantes. En los
Topos hemos incluido materiales, tanto de profesores como de alumnos, que se centran
en el análisis de un lugar geográfico concreto, normalmente ciudades, en un determinado
momento y establecen conexiones con el tipo de pensamiento que se está desarrollando
en aquel contexto. Un posible ejemplo es el estudio de la ciudad de Florencia a finales
del siglo XV y la interrelación entre la organización política y las producciones de
personajes como Pico della Mirandola, Maquiavelo y Savonarola. En los Itinerarios,
también llamados guías filosóficas, en cambio, en vez de centrar la vista en un punto
geográfico concreto, hemos querido focalizar la atención en un personaje determinado.
De este modo, se recorren los distintos puntos geográficos por los que transcurre la
biografía del personaje, intentando ligar sus textos a diferentes puntos e influencias. Estos
dos apartados, Topos e Itinerarios, responden a una doble motivación que ya ha sido
mencionada. Por un lado, constituyen en sí mismos materiales contextuales que pueden
servir de base para la realización de investigaciones posteriores y, por lo tanto, pueden
ser calificados como recursos. Por el otro, abren la posibilidad a que el alumnado participe
de forma activa, más allá de la mera recepción pasiva de contenidos, poniendo en práctica
y cooperando en el fomento de la metodología del historiador de la Filosofía.
316
A continuación, expondremos una muestra de la elaboración de uno de los
recursos señalados anteriormente: los itinerarios filosóficos. Su implementación consta
de tres fases: en primer lugar, se recopilan los materiales y se elaboran los contenidos de
la guía sobre un/a filósofa/a o una ruta filosófica particular. En segundo lugar, estos
contenidos se adaptan al formato requerido por la plataforma en línea de PERIODEIA.
Finalmente, se facilita el acceso de los estudiantes a los contenidos, ya sea de manera
autónoma, ya sea mediante la utilización de la guía como material docente de una
asignatura. En particular, para la elaboración de la guía sobre la figura, el pensamiento,
la obra y las conexiones históricas y geográficas de Hildegarda de Bingen (1098-1179),
magistra y pensadora germánica benedictina, los contenidos de la guía se basan en un
amplio conocimiento tanto de la autora como de su contexto histórico-geográfico. Parte
de la documentación de la guía se ha hecho in situ, recopilando información durante
estancias de investigación realizadas en las regiones de Renania-Palatinado y Hesse.
Fig. 1. Hildegarten, en el Museum am Strom, Bingen. © Georgina Rabassó, 2018.
En el caso de Hildegarda, existe una iniciativa local que tiene como objetivo
difundir el legado cultural del Rheingau y del Rheinhessen vinculado a esta figura: Land
der Hildegard (http://www.landderhildegard.de)1. El sitio web pone a disposición de los
usuarios varios recursos y contenidos para facilitar el acceso a un conocimiento general
sobre la vida y los lugares de interés vinculados a Hildegarda. A diferencia de aquel web,
cuya finalidad es la divulgación cultural, la guía de PERIODEIA ofrece recursos y
1
En el Museum am Strom, situado en Bingen (https://www.bingen.de/tourismus/kulturelle-einrichtungenund-museen/museum-am-strom), gran parte a la exposición está dedicada a reconstrucción de objetos y a
la recreación virtual de los entornos en los que vivó Hildegarda. En el exterior del museo de encuentra el
Hildegarten (Fig. 1), un espacio que recrea el huerto botánico al que remite la Physica de Hildegarda. Este
mismo libro ha inspirado también la recreación del huerto medieval del Real Monasterio de Pedralbes de
Barcelona. Estos materiales han sido también inspiradores para la elaboración de la guía de Hildegarda.
317
contenidos académicos que permiten profundizar y abrir vías de formación e
investigación para los estudiantes universitarios. Por otro lado, existen iniciativas
académicas dedicadas a cartografiar el pensamiento de figuras filosóficas medievales; por
ejemplo, el proyecto Ramon Llull Database (http://www.ub.edu/llulldb) de la
Universidad de Barcelona y el Cusanus Portal (http://www.cusanus-portal.de) de la
Universität Trier y el Institut für Cusanus-Forschung. Ambos sitios web sí tienen un
carácter académico y su objetivo consiste en ser una herramienta para los investigadores;
sin embargo, se centran la obra y el análisis del pensamiento del autor y no lo sitúan en
su contexto histórico-geográfico. Además, estos contenidos pueden resultar de utilidad
para alumnado predoctoral, pero su especialización lo hace de difícil dominio para los
estudiantes de Grado. Estas serían las principales características distintivas de la
propuesta de innovación docente de PERIODEIA.
La organización de la guía sobre Hildegarda de Bingen toma como eje principal
la biografía intelectual de la autora. Cada período de su longeva vida se asocia con un
territorio concreto que contribuye a explicar aspectos de su pensamiento. Mencionaremos
dos ejemplos al respecto: el primero relativo a los distintos espacios y territorios en los
que vivió Hildegarda y el segundo sobre la presencia de comunidades judías y cátaras en
zonas próximas y lo que ello pudo significar en términos de convivencia.
Hildegarda ingresa siendo niña en la abadía benedictina de Disibodenberg, situada
en Odernheim am Glan, a unos 40 quilómetros de Bingen. El cenobio femenino de esta
abadía mixta fue creciendo hasta acoger a una comunidad de unas 18 mujeres, de las
cuales Hildegarda se convierte en mater y magistra sponsarum Christi en 1136. La abadía
de Disibodenerg está estrechamente vinculada a la redacción de su primera obra de
visiones, Scivias, que termina de redactar en 1151, casi al mismo tiempo en el que funda
su propio monasterio en Rupertsberg (Bingen) y se desplaza hacia allí con su comunidad.
Esta escisión espacial y simbólica respecto a la abadía de Rupertsberg y al abad Kuno,
significa una gran apertura en su vida y en su obra. Al menos en dos aspectos muy
relevantes. En primer lugar, consiste en la creación de un espacio propio, un espacio casi
íntegramente femenino que permite una fluctuación y un intercambio de los saberes
mucho más amplio (Pereira, 2017; Gouguenheim, 1996). En segundo lugar, esta nueva
ubicación se ha interpretado como un desplazarse “de la periferia hacia el centro”, ya que,
respecto a la abadía de Disibodenberg, el nuevo monasterio de Rupertsberg, situado en el
cruce del Rin con el Nahe, estaba mucho mejor conectado (Haverkamp, 2000). De hecho,
en la actualidad este monasterio no se conserva y en su lugar se emplazó una estación
318
ferroviaria bastante importante en la zona. En época de Hildegarda, por los ríos no solo
circulaban mercancías, sino también libros y personas con las que intercambiar
conocimientos y puntos de vista (Fig. 2). Bingen, además, se encontraba más cerca de
municipios como Maguncia, Colonia, Coblenza e Ingelheim. Finalmente, las imágenes
que conservamos de los recintos en los que vivió Hildegarda (fundó un segundo
monasterio en Eibingen, en la otra orilla del Rin, en 1165), aunque posteriores, permiten
visualizar la presencia en el territorio de una institución de este tipo (Fig. 3).
Fig. 2. Vistas de Bingen desde el Rin, llegando a la otra orilla, donde se
encuentra Eibingen (en Rüdesheim am Rhein). © Georgina Rabassó, 2018.
Fig. 3. Vista de los viñedos, de Rüdesheim am Rhein y del Rin desde Eibingen.
© Georgina Rabassó, 2018.
319
En segundo lugar, si analizamos la relación entre el pensamiento de Hildegarda
de Bingen y el judaísmo, y la influencia que este podría haber tenido en la formación de
aquel (Carlevaris, 2000), es necesario tener en cuenta la presencia de una importante
comunidad judía en Worms, tal como da testimonio de ello el extenso cementerio judío
del siglo XI (Fig. 4), situado a 60 quilómetros de Bingen. En su teorización Hildegarda
alinea a los judíos junto a los paganos como integrantes de los estadios previos a la fe
cristiana, durante los cuales “estallaron muchos cismas” (Hildegarda de Bingen, 1999,
pp. 466-467). Sin embargo, a diferencia de algunos de sus coetáneos, ella no muestra una
actitud beligerante en contra de estos u otros “infieles” o “herejes”, aunque su posición
teórica es clara al respecto: los cismas de su tiempo son causados por ellos, tanto como
por aquellos que corrompen la Iglesia desde dentro de la institución eclesiástica. En
cuanto la “herejía cátara”, es necesario tener en cuenta la proximidad de Bingen con
Colonia, Bonn y Magúncia, importantes sedes del catarismo.
Fig. 4. Cementerio judío de Worms, siglo XI. Imagen libre de derechos. 2
En particular, durante su tercer viaje de predicación, Hildegarda pronunció en
Colonia un sermón público en contra de la disidencia cátara (Kienzle, 1998),
precisamente en aquella ciudad donde se habían intensificado los procesos y las hogueras
en contra de cátaros y cátaras. No obstante, en su prédica (cuyo contenido se conserva en
forma de epístola) Hildegarda sitúa la raíz del problema en los clérigos que propician este
tipo de “herejías”, es decir, la culpa de ello se encuentra en la corrupción que existe en el
2
Imagen disponible [a día 24/03/19] en https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Worms_juedischer_
Friedhof_Heiliger_Sand_028_(fcm).jpg
320
seno de la propia Iglesia. Asimismo, establece una equivalencia entre el clericato de
costumbres laxas y los herejes, y a estos los vincula con el Anticristo. Por tanto, para
teorizar sobre la concepción escatológica de la autora (uno de los temas principales de su
obra visionaria), es fundamental referirse a un pensamiento históricamente y
geográficamente situado.
Hildegarda vivió 81 años, de modo que recorre prácticamente todo el siglo XII, y
su biografía se puede poner en relación con los principales acontecimientos que tuvieron
lugar en el centro de la Europa medieval. Pero, más allá de la muestra específica de esta
guía, el modelo metodológico que subyace está presente en la propuesta de innovación
docente del proyecto PERIODEIA: proporcionar tanto contenidos como modelos de praxis
de calidad al historiador de la filosofía durante su período de formación universitaria,
procurando establecer una transición más sencilla entre el microcosmos del Grado y el
mundo académico de la investigación.
Bibliografía
Carlevaris, Angela (2000). Sie kamen zu ihr, um sie zu befragen. Hildegard und die Juden.
En Alfred Haverkamp (Ed.), Hildegard von Bingen in ihrem historischen Umfeld (pp.
117-128). Maguncia: Verlag Philipp von Zabern.
Gouguenheim, Sylvain (1996). La sibylle du Rhin. Hildegarde de Bingen, abbesse et
prophétesse rhénane. París: Publications de la Sorbonne.
Haverkamp, Alfred (2000). Hildegard von Disibodenberg-Bingen. Von der Peripherie
zum Zentrum. En Alfred Haverkamp (Ed.), Hildegard von Bingen in ihrem historischen
Umfeld (pp. 15-69). Maguncia: Verlag Philipp von Zabern.
Hildegarda de Bingen (1999). Scivias. Conoce los caminos. Trad. Antonio Castro Zafra
y Mónica Castro. Madrid: Trotta. (Versión original 1141-1151).
Kienzle, Beverly Mayne (1998). Defending the Lord’s Vineyard: Hildegard of Bingen’s
Preaching against the Cathars. En Carolyn Muessig (Ed.), Medieval Monastic Preaching
(pp. 163-181). Leiden: Brill.
Méndez Lloret, Mª Isabel; Miras Boronat, Núria Sara (2017). PERIODEIA. Escenarios y
textos de la filosofía. Un proyecto de innovación y mejora docente de la filosofía en la
321
educación superior. En Javier Garcia Calandín et al. (Ed.), La aventura de innovar en la
filosofía. Proyectos y experiencias educativas (pp. 18-29). Albolote (Granada): Comares.
Pereira, Michela (2017). Ildegarda di Bingen. Maestra di sapienza nel suo tempo e oggi.
Verona: Gabrielli Editori.
322
La intervención artística como herramienta educativa en el aula de
Valores Éticos
JAUME RUIZ I PEIRÓ*
Sección de l'IES Massamagrell en Museros
Resumen: A lo largo del segundo trimestre del curso académico 2017-2018, mis alumnos de
4º de ESO de Valores Éticos y yo mismo, como profesor responsable de la materia, llevamos
a cabo una intervención artística, de carácter reivindicativo, en uno de los pasillos del centro
educativo.
Palabras clave: Valores Éticos, Filosofía, Educación Secundaria
Abstract: Throughout the second quarter of the 2017-2018 academical year, 4th ESO students
of Ethical Values and myself, as the responsible teacher for the subject, carried out an artistic
intervention, of a demanding nature, in one of the corridors of the school.
Keywords: Ethical Values, Philosophy, Secondary Education
La intención principal de esta breve intervención es compartir con ustedes una de las
experiencias académicas que organicé y llevé a cabo durante el curso académico 20172018, es decir, el anterior al presente. Considero que se trata de una actividad fácilmente
trasladable a otros centros educativos, tremendamente poderosa y con un planteamiento
suficientemente abierto y flexible como para llevarla a cabo desde otras materias o desde
otras sensibilidades.
En primer lugar, me presentaré y les pondré en antecedentes: mi nombre es Jaime
Ruiz Peiró y soy profesor interino e itinerante de Valores Éticos y Filosofía en distintos
centros de educación secundaria del País Valenciano. El curso pasado (al igual que el
presente) estuve ejerciendo la docencia en la Sección de Educación Secundaria que el IES
Massamagrell tiene en Museros, una localidad sita en la comarca de l'Horta Nord, y
relativamente cercana a València capital. Allí me asignaron un magnífico grupo de
alumnos de cuarto curso de ESO de Valores Éticos, con los que participé en el II Simposio
de Jóvenes y Humanistas de la Comunidad Valenciana. De manera muy resumida, el
Simposio de Jóvenes Filósofos y Humanistas de la Comunidad Valenciana es una reunión
anual en la que participan distintos centros de enseñanza secundaria del territorio (un total
*
jaumeruizprofe@gmail.com
323
de 16, en la segunda edición) cuyo objetivo es promover en los y las jóvenes estudiantes
el interés por la filosofía en particular y por las Humanidades en general, así como poner
en relieve el papel fundamental que pueden jugar estas asignaturas en la formación de la
juventud. Por tanto, el Simposio no tiene en ningún caso un carácter competitivo, sino
que básicamente consiste en presentar y compartir proyectos de reflexión preparados por
un grupo de alumnos y alumnas, coordinado por el profesorado de filosofía, que serán
expuestos de la manera más amena y dinámica posible.
Dado que organizo mis clases en torno a una asamblea soberana formada por
alumnado de la materia y profesor en pie de igualdad, aproveché la primera asamblea de
clase del segundo trimestre para plantear a mis alumnos la oportunidad de participar en
el Simposio. Se mostraron entusiasmados y todos aceptamos, por unanimidad, el
compromiso de dedicar el segundo trimestre a desarrollar un proyecto que pudiéramos
presentar ante el resto de los centros. La primera tarea, pues, fue decidir en qué podía
consistir dicho proyecto. Hubo distintas propuestas por parte del alumnado y vimos que
en varias de ellas se repetía un motivo común: reivindicar el papel fundamental de las
mujeres en nuestra sociedad y más concretamente en nuestro centro, dada la poca
visibilidad con que contaban dentro del currículum escolar y la poca atención que recibían
por parte de los libros de texto.
Partiendo de ese germen embrionario, hubo voces dentro de la asamblea de clase
que propusieron, precisamente, llevar a cabo un proyecto que precisamente sirviese para
visibilizar, dentro del centro, el papel crucial que muchas mujeres han jugado a lo largo
de la historia en ámbitos muy distintos como el de la matemática, la ecología, el deporte,
la ingeniería o la carrera espacial, por poner solo algunos ejemplos. A toda la asamblea
nos pareció una idea fantástica, así que nuevamente la aprobamos por unanimidad.
En este punto, mi rol como profesor paso de ser el de un miembro más o menos
indiferente de la asamblea a retomar una cierta autoridad sobre mis alumnos: les exigí
que, llegados a este punto, debíamos concretar más los términos del proyecto. Lo hice a
través de una propuesta en positivo: les señalé que el pasillo que conduce a la biblioteca
y al patio, jalonado de amplias columnas cuadrangulares, estaba absolutamente
desaprovechado y que constituía, por eso mismo, un magnífico lienzo en blanco para
nuestro proyecto. Les sugerí que una posibilidad sería dedicar cada una de las columnas
a una mujer destacada de la historia, dándola a conocer a través de su imagen, su trabajo
y su obra, su biografía... Bajamos al pasillo, estudiamos las medidas de cada columna, y
finalmente decidimos que dividiríamos la columna en dos mitades y dedicaríamos cada
324
una de sus caras laterales a una mujer distinta: así, en vez de 6 mujeres (una por columna,
como yo propuse inicialmente) serían 12 mujeres.
El proyecto iba cogiendo forma. El siguiente paso consistió en pedir a mis
alumnos que buscasen información sobre posibles candidatas y que las defendiesen ante
sus compañeros de manera razonada y argumentada. Les exigí, eso sí, un requisito previo
que todos ellos aceptaron de buena gana: les pedí que, entre el grupo de candidatas,
hubiese variedad racial, étnica, histórica, cultural y socioeconómica. Es decir, que sus
candidatas compartiesen tan solo el hecho de ser mujeres, pero que las hubiese no solo
blancas, de clase alta y occidentales, sino también africanas, asiáticas, sudamericanas,
gitanas, de clase baja... Además, como ya hemos dicho, era importante que quedasen
asimismo representados una amplia variedad de ámbitos e intereses: que hubiese
científicas, soldados, deportistas, astronautas, poetas, activistas sociales, filósofas...
Quizás les parezca increíble, pero la avalancha de candidatas propuesta por mis
alumnos fue maravillosamente abrumadora: de hecho, tuve que cortar por lo sano dado
que el proceso de elección se alargaba peligrosamente. Finalmente, la lista de candidatas
quedó así:
•
Valentina Tereshkova, cosmonauta soviética. Fue la primera persona civil (no
militar) en viajar al espacio.
•
Wangari Maathai, ecologista keniata. La asociación que ella misma fundó y
que preside ha plantado 60 millones de árboles alrededor del mundo.
•
Benazir Bhutto, política pakistaní. Se convirtió en la primera mujer en
presidir un país musulmán. Fue asesinada por defender la igualdad entre
hombres y mujeres.
•
Papusza, poetisa gitana. Fue la primera persona de la etnia romaní en publicar
un libro.
•
Ángela Ruiz-Robles, profesora e inventora española. Diseñó y construyó una
enciclopedia mecánica considerada el precursor del libro electrónico.
•
Comandanta Ramona, mando insurgente en Méjico. Se convirtió en la líder
más destacada de las milicias revolucionarias zapatistas en Chiapas.
•
María Zambrano, filósofa española. La primera persona en conseguir el
premio Cervantes, el premio Príncipe de Asturias y la Medalla al Mérito.
•
Venus Williams, tenista norteamericana. Una de las deportistas más laureadas
de la historia, ostenta el récord de potencia en saque: 257 km/h.
325
•
Jane Addams, activista política norteamericana. Fundó la primera casa de
acogida del mundo, en Chicago, donde se alimentaba y daba refugio a
colectivos marginados.
•
Miriam Makeba, cantante sudafricana. Fue la primera compositora que
consiguió que una canción de ritmos africanos llegase al número 1 en las
listas de ventas de EE.UU.
•
Ada Lovelace, matemática e informática británica. Desarrolló el primer
código de programación informático conocido.
De manera extraordinaria, la asamblea de clase aprobó incluir entre las candidatas
la figura de un hombre: John Stuart Mill, filósofo británico, quien se convirtió en uno de
los primeros y más firmes defensores de los derechos de la mujer en la Inglaterra del siglo
XIX. Por tanto, teníamos 11 mujeres y 1 hombre, de distintas nacionalidades y etnias
(norteamericanas, españolas, mejicanas, sudafricanas, británicas, soviéticas...), de
distintos extractos sociales (Tereshkova, Papusza, Maathai, Makeba y Ruiz-Robles
provenían de familias muy humildes, por ejemplo) y que destacaron en ámbitos muy
diversos (política, ingeniería, poesía, música, deporte...). Ahora había que ponerse manos
a la obra.
Los alumnos de clase se dividieron en 6 grupos, cada uno de los cuales se
encargaría de dos candidatas. El trabajo se realizaba sobre dos paneles de cartón pluma
de 60 x 70 centímetros cada uno, en los que figuraría: (a) una imagen de gran formato de
la mujer en cuestión; (b) una frase destacada e inspiradora atribuida a esa mujer; y (c) una
brevísima biografía del personaje, en la que se destacasen sus logros más notables y que
concluyese con alguna pequeña anécdota sobre su figura. Cada panel se forraría con papel
de celofán de un color (amarillo, verde, rojo, violeta, naranja o azul), que correspondería
con el color con que se forraría la columna en la que iría dispuesto. Gracias a la aplicación
informática en línea BlockPoster, ampliamos, troceamos e imprimimos las imágenes de
las candidatas en gran formato y buena resolución. Luego, sobre los paneles de colores,
cada grupo de alumnos solo tuvo que recomponer los retratos y pegarlos sobre el cartón
pluma, a modo de puzle. Por lo que respecta a las citas destacadas y a la biografía, cada
grupo se encargó de buscar información sobre las candidatas que le habían tocado.
En la clase, cada grupo realizaba su labor de manera autónoma y en un buen clima
de trabajo. Establecimos unas fechas de seguimiento del progreso y de entrega límite del
trabajo. Se cumplieron con creces.
326
Una vez tuvimos los paneles preparados y terminados, debíamos montar la
instalación el pasillo. Así pues, con manteles de papel de los distintos colores
mencionados (los repito nuevamente: rojo, naranja, verde, amarillo, violeta y azul),
forramos los pilares del pasillo de arriba a abajo, creando una suerte de arcoíris en el
pasillo. Seguidamente, ayudados con cinta de doble cara, dispusimos sobre cada columna
los paneles con las imágenes, las citas célebres y las biografías de cada personaje. El
resultado fue más que satisfactorio.
Quería compartir con ustedes esta experiencia educativa porque, como he dicho
al principio, considero que es muy poderosa como herramienta y, a su vez, muy flexible
y abierta en su aplicación. En definitiva, sugerente como idea, como pista de despegue
para otros docentes. Espero haberles sido de ayuda.
327
328
Cursos de orientación para universitarios de primer y segundo ciclo
WENDY R. SIMON*
Universitat Abat Oliba CEU
Resumen. Al no haber estudios de contenido filosófico en cada carrera universitaria, la
mayor parte de los alumnos que estudian en la universidad, no participan en la labor de la
universidad como formadora de pensadores críticos. Falta también en el estudiante
universitario medio, un cierto grado de introspección necesario para poder conducirse en la
vida universitaria. Esta propuesta trata de encontrar la fórmula para poner a disposición de
todos los alumnos técnicas y herramientas para acceder al conocimiento de su área específica,
pero con las características propias del saber filosófico, válidas y necesarias para todos.
Palabras clave. Papel de la universidad, mejoras aprendizaje, saber filosófico.
Abstract. Since all university degrees do not necessarily include philosophically oriented
contents, most students that attend university do not partake in the university’s task of
training of critical thinkers. Moreover, the average student lacks the degree of introspection
necessary to navigate the university life. This proposal attempts to find the formula that will
offer all students techniques and tools which will enable them to access the knowledge of
their own specific areas but with the characteristics of the philosophical knowledge, those
which are valid and necessary to all.
Keywords. Role of university, improve learning, philosophical knowledge.
1. Introducción a la situación
La Universidad debe hacer un esfuerzo por informar y explicar qué hace, por qué y para
qué1. Este es un propósito que se marcaban en 2018 rectores de todo el mundo. Pues bien,
ellos se referían a la labor de la universidad con respecto a la sociedad, pero sostenemos
que es primordial realizar esta labor también con los propios estudiantes. Más aún, no
basta con explicarles lo que hace uno en la universidad, por qué y para qué. Es necesario
explicarles también el cómo lo deben hacer.
Hace años que nos venimos topando con el obstáculo que supone intentar
transmitir conocimientos y metodologías de trabajo universitarios a alumnos académica
y vitalmente desorientados, los cuales, abrumados por la incerteza, se vuelven poco
reactivos, cuando no apáticos.
*
wsimon@uao.es
1
Declaración de Salamanca. IV Encuentro Internacional Universia de Rectores. Universia Holding,
Salamanca, 2018.
329
Identificamos a la raíz del problema en el hecho de que, al no haber estudios
filosóficos en cada carrera universitaria, la mayor parte de los alumnos que estudian en la
universidad no participan en la labor de la universidad como formadora de pensadores
críticos. Les faltaba también cierto grado de introspección necesario para poder
conducirse en la vida universitaria. Era necesario, pues, encontrar la fórmula para poner
a disposición de todos los alumnos técnicas, herramientas para acceder al conocimiento
de su área específica, pero con las características propias del saber filosófico, válidas y
necesarias para todos.
Es en este contexto en el que desarrollamos varios encuentros con los alumnos en
forma de charlas periódicas, espontáneas e informales, cuyo contenido giraba alrededor
de:
•
Qué es y cómo adquirir pensamiento crítico.
•
Cómo manejar los recursos a su alcance, buscar, gestionar y aprender un
gran volumen de información.
•
Técnicas de productividad y cómo organizarse eficientemente el trabajo.
•
Cómo estructurar y redactar un buen trabajo.
•
Qué actitud/comportamiento adoptar ante las situaciones que se
presentan en el ámbito universitario (problemas con el grupo, un
profesor, …)
•
Leer y escribir como actividades fundamentales en su formación.
•
Cómo orientarse hacia su futuro: elegir una carrera profesional, decidir si
estudiar un posgrado, cuál elegir…
•
Cómo cuidar de uno mismo para ser lo más eficaz posible de forma
sostenida en el tiempo (salud física, mental, emocional, social)
2. Propuesta
La propuesta que aquí se plantea, pues, es la siguiente. Partimos de la base de que la
universidad -cada universidad en particular- tiene que responsabilizarse de educar a sus
alumnos en lo que significa ser universitario. El universitario debe comprender que se
halla en una de las sedes punteras en el desarrollo del conocimiento humano. Lo primero
que ha de comprender es que es un privilegiado por ello, pero lo segundo, es que ese
privilegio acarrea una gran responsabilidad, ya que depende en parte de él que este
330
conocimiento humano progrese o no. Sobretodo, esto es especialmente cierto, en el
ámbito de las facultades de filosofía, por la transcendencia que tiene su particular
conocimiento, ya que engloba dentro de sí la totalidad de la realidad humana de un modo
muy directo y su impacto es, pues, mucho más profundo que el de otros conocimientos
en tanto que éste los orienta.
Esta necesaria co-responsabilización en el progreso del conocimiento humano
tiene su origen en ciertos deberes en que ha incurrido el alumno universitario por el solo
hecho de serlo. El primero de ellos es el deber moral de devolverle a su familia y a su
comunidad, la inversión que en ellos han hecho — y en muchos casos siguen haciendo,
— para lograr que se encuentren en la situación de privilegio en la que se encuentran.
(Agradecimiento)
El segundo deber es hacia sí mimos; tienen la oportunidad de colaborar en el
proyecto que puede mejorar su propia existencia humana, sería inexcusable que no la
aprovecharan en su propio beneficio. (Purpose/ Finalidad)
El tercero es un deber hacia la sociedad en su conjunto. La sociedad juega un papel
altamente significativo en la definición del comportamiento aceptable para los individuos
de la comunidad. Aunque es cierto que las sociedades están formadas en última instancia
por personas, por individuos, que son moralmente responsables de sus propios actos, y
así debe ser, la universidad, y por extensión, el universitario, tienen una responsabilidad
especialmente crucial en el apoyo y desarrollo del sistema ético que adopta la sociedad
para estructurarse, ya que la universidad es la que guía el conocimiento de la sociedad.
(Responsabilidad= responder= reciprocar)
Como medio para concienciar al alumno de su posición y de auxiliarle en la
consecución de sus deberes, se ha ido configurando este curso, así como para dar pautas
concretas de actuación que fuesen gestionables, adaptables, pero sobretodo que pudiera
ofrecer resultados medibles a los alumnos.
Surgió pronto la necesidad de distinguir entre: (i) alumnos de primer ciclo, los
cuales necesitan aprender a usar los recursos universitarios y cuyo objetivo será obtener
el apoyo y la orientación necesarias para su transición de secundaria a la universidad; y
(ii) alumnos de tercer y cuarto año que, en cambio, necesitan una orientación enfocada
hacia su futuro personal y a diseñarse un plan para continuar siendo eficaces, una vez
terminado el grado.
Esta propuesta estructura el material didáctico para la consecución de los objetivos
en cada etapa de un modo experiencial y práctico. Se persigue ante todo mantener en cada
331
sesión un enfoque activo por parte de los alumnos ya que la orientación que se les propone
no es teórica, sino que se pretende equiparles con una serie de herramientas que deben
aprender a usar in situ y a llegar a dominar en casa.
3. Objetivos
El objetivo que se persigue alcanzar en cada sesión, pues, es ofrecer herramientas
empleables, útiles y sencillas con las que los alumnos ya universitarios, o futuros alumnos
de universidad, puedan mejorar su eficiencia, aumentar su productividad, estar más
motivados, gestionar su tiempo mejor y aprovechar al máximo su experiencia
universitaria.
Los objetivos específicos son que los alumnos consigan:
•
Mejorar de forma substancial sus resultados académicos (notas).
•
Descubrir sus intereses y puntos fuertes y definir la carrera profesional
que desean seguir.
•
Sacar el máximo provecho de los recursos y servicios que su universidad
les ofrece.
•
Ser significativamente más eficientes en el uso de su tiempo.
•
Incrementar sus niveles de productividad.
•
Discernir cuáles son sus metas en los distintos ámbitos de su vida.
•
Encontrar la motivación para alcanzar sus metas.
•
Tener una idea definida de quiénes quieren llegar a ser en su vida.
•
Poder redactar un buen trabajo.
•
Sentirse cómodos realizando algún tipo de pensamiento crítico.
4. Formato
El curso trata de 10 encuentros de unas 3 horas cada uno, preferiblemente una vez por
semana, o cada 15 días. Cada sesión trata uno de los temas mencionados anteriormente
como objetivos, subdivididos en aspectos adaptados completamente a las necesidades de
cada grupo. En el aula/sala se trabaja directamente con un cuaderno de actividades
suministrado por el profesor y a través de medios audiovisuales, juegos o dinámicas de
grupo. En todos los casos, se mandan tareas de auto superación, de autoconocimiento o
332
de reflexión para que los alumnos realicen individualmente antes de la siguiente sesión.
El fin de estas tareas individuales es profundizar en aquello que sea estrictamente personal
y/o conseguir dominar una herramienta concreta.
El grupo pude oscilar entre los 6 a 10 alumnos, pero no deben ser muchos más ya
que es imprescindible la atención personalizada y la participación por partes de todo el
grupo, cosa difícil si se supera la docena.
5. Estructura sesión
Las sesiones están diseñadas para durar tres horas; según el número de participantes, la
profundidad con que se ve el material, o el tiempo de que se disponga, se puede alargar o
acortar una sesión.
Cada sesión debe contener:
(a) Se les da el contexto, se pone de relieve el tema a tratar ese día. Se
explica el significado exacto del título de la sesión, cómo se va a enfocar,
y sobretodo se expone porqué es importante para los alumnos esa
cuestión en su día a día.
(b) Con la ayuda de un soporte audiovisual, se ponen de relieve los aspectos
fundamentales a tratar. Puede ser una entrevista, un testimonio, una
conferencia, un clip de una película, etc.
(c) Se busca el diálogo, se lleva a cabo una conversación en donde los
alumnos expresen su postura sobre lo que acaban de ver/oír. Aquí salen
cosas como: cuáles han sido sus experiencias con este tema, cosas que les
han ayudado o han empeorado su situación, qué sentimientos tienen al
respecto, etc.
(d) Se plantean las herramientas concretas pensadas específicamente para
ellos. Se les explica brevemente cuáles son y cómo se usan.
(e) Por último, se les sugiere un ejercicio (normalmente individual y por
escrito) donde deben de aplicar lo que acaban de ver o, si no es posible
dada la naturaleza del tema, al menos preparar una estrategia concreta
para implementar las herramientas en su vida, a partir de ese mismo día.
333
Los alumnos deben terminar cada sesión con una o dos ideas muy claras respecto de un
problema que desconocían que tenían (a veces ya lo intuían, pero no lo conocían así
planteado) y con dos o tres estrategias concretas que tienen ya preparadas para
implementar, y cuyos resultados son fácilmente medibles.
6. Contenidos
Sesión 1: Conócete a tí mismo
•
Tema: Los “Big 5”. Cuáles son los cinco grandes rasgos de personalidad
(APA) y las CSV (Character Strenghts and Virtues)
•
Herramientas: Realizar auto-tests para poder definirse a uno mismo con
criterio.
•
Ejercicio: En base al ejercicio anterior, tratar de identificar cuáles son tus
valores y tus prioridades en distintos ámbitos de tu vida.
Sesión 2: Marcarse objetivos
•
Tema: Qué es un objetivo. Porqué son importante los objetivos. Tipos de
objetivos (medios y fines: transformación personal versus metas
concretas).
•
Herramientas: Cómo definir un objetivo válido, cómo gestionar los
objetivos, como integrarlos en el día a día, cómo medirlos…
•
Ejercicio: Hacer una lista de objetivos según las pautas anteriores.
Armonizar los valores y prioridades de uno con los fines que pretende
conseguir.
Sesión 3: Gestión del tiempo
•
Tema: Qué significa “gestionar el tiempo”. Reflexiones sobre la
brevedad de la vida y el mal uso que le damos al tiempo que tenemos.
Ejemplos prácticos de negligencias con nuestro tiempo.
•
Herramientas: Estrategias para comprobar en qué pasa uno su tiempo.
Mecanismos de concienciación de en qué empleamos el tiempo.
•
Ejercicio: Diseñar una estrategia personalizada que nos permita emplear
el tiempo de la forma más beneficiosa posible para nuestra situación.
334
Sesión 4: Herramientas de productividad
•
Tema: Qué significa ser productivo y cuáles son los mayores obstáculos.
•
Herramientas: Los hábitos más importantes para aumentar la
productividad (conocerse uno mismo, tener objetivos, gestionar bien el
tiempo, tener un buen horario, medir todas las variables, …)
•
Ejercicio: Propuestas de rutinas para el éxito.
Sesión 5: Estrategias de eficiencia
•
Tema: Lo que nos impide llegar a donde queremos estar. Porqué resulta
tan complicado acceder a lo que se quiere.
•
Herramientas: Cómo identificar nuestros obstáculos: procrastinar, falta
de orientación, distracciones, …
•
Ejercicio: Hacer una lista de los obstáculos que uno se encuentra con más
asiduidad. Diseñar acciones concretas para superarlos en cada instancia
concreta.
Sesión 6: Motivación
•
Tema: Existe o no la “motivación”. Tipos de motivación, superación,
lucha…
•
Herramientas: Distinguir motivación, de sentido de deber. Qué es cada
uno.
•
Ejercicio: Identificar en la vida de uno cada concepto. Reordenarlos
adecuadamente y corregir lo que sea necesario (cambiar prioridades,
replantearse alguna decisión, pausar una actividad, etc.).
Sesión 7: Estrés y ansiedad
•
Tema: Qué son clínicamente el estrés y la ansiedad. Qué no son.
•
Herramientas: Pautas prácticas para identificarlos.
•
Ejercicio: Cómo gestionar y prevenir el estrés y la ansiedad.
Sesión 8: Escribir es pensar
•
Tema: La importancia esencial de dominar la escritura.
•
Herramientas: Qué pasos hay que seguir para escribir un trabajo perfecto.
335
•
Ejercicio: Escribir un trabajo corto siguiendo las herramientas
aprendidas.
Sesión 9: Leer es conocer
•
Tema: Fuentes de conocimiento. Formas de aprender conocimiento. La
importancia de leer libros.
•
Herramientas: Listado de los grandes clásicos de la literatura universal y
porqué son relevantes.
•
Ejercicio: Realizar un ejercicio de pensamiento crítico de una obra.
Sesión 10: El futuro: y después de la universidad ¿qué?
•
Tema: Qué es un trabajo y qué significa para nosotros el trabajo. Modos
de afrontarlo según cada persona (personalidad, situación personal,
visión del mundo, etc.).
•
Herramientas: Qué pasos concretos podemos dar desde la universidad
para orientarnos hacia el éxito profesional en cualquier ámbito.
•
Ejercicio: Poner en común el ejercicio de pensamiento crítico.
7. Resumen de la experiencia
Este curso es el resultado de mis muchos años guiando personalmente a mis propios
alumnos universitarios. El curso pretende cubrir en gran medida las cuestiones con que
mis alumnos más recurrentemente se han encontrado en necesidad de apoyo: vencer la
procrastinación, aumentar su productividad, encontrar motivación, discernir qué quieren
en su vida y cómo orientarse para conseguirlo. En este curso ofrezco a los alumnos
sencillas herramientas cuya disciplinada y constante implementación les garantiza, ya
desde el primer día, una mejora personal y de su rendimiento académico.
Con el paso de los años, a pesar de lo precario de la organización y de lo
rudimentario de los contenidos, los alumnos han respondido de forma muy positiva al
proyecto e incluso han ido solicitando la continuidad de los encuentros, (incluso en varias
ocasiones, habiendo ya comenzado su etapa profesional o iniciado estudios de posgrado).
Interpretamos este hecho como un indicativo bastante fiable de que este proyecto de
incorporar técnicas de pensamiento filosófico como complemento base para los estudios,
336
responde a unas necesidades reales que los propios alumnos están exigiéndole a la
universidad.
337
La filosofía en mi entorno. Aprender a pensar juntos
ISABEL TAMARIT LÓPEZ
IES Massamagrell
Resumen. En el siguiente escrito se presenta una experiencia educativa basada en actividades
de aprendizaje servicio y la metodología de filosofía para niños orientada al alumnado de
enseñanza secundaria y en el marco de un proyecto educativo entre centros de educación
infantil y primaria y el instituto de enseñanza secundaria de la misma localidad. Se pretende
abrir un espacio de interacción dialógica para la filosofía en la vida del alumnado y de su
entorno, creando una comunidad de aprendizaje que va más allá de las aulas. El objetivo
último es que el alumnado piense dialógicamente, aprenda a partir de las interacciones con
otros que le permiten desarrollar un pensamiento crítico, crecer siendo alumno y maestro a
la vez. Así los problemas y preguntas filosóficas cobran sentido en tanto que se enmarcan en
el contexto real de proximidad.
Palabras clave: diálogo, entorno, filosofía para niños, aprendizaje servicio.
Abstract: The following article presents an educational experience based on service-learning
activities and the methodology of philosophy for children aimed at secondary school students
and within the framework of an educational project between kindergarten and primary
education centers and the high school at the same locality. The aim is to open a dialogical
interaction space for philosophy in the life of students and their social environment, creating
a learning community that goes beyond the classroom. The ultimate goal is that students think
dialogically, learn from interactions with others that allow them to develop a critical thinking,
growing up as a student and teacher at the same time. Thus problems and philosophical
questions make sense as they are framed in the real context of proximity.
Keywords: dialogue, social environment, philosophy for children, service learning.
1. Presentación y justificación de la experiencia educativa.
La experiencia educativa que presentamos se enmarca en la programación de la asignatura
de 4º ESO de Filosofía, una materia optativa que cuenta con tres horas lectivas a la semana
y en la que el alumnado se inicia en filosofía por primera vez en su currículum.
Previamente puede haber cursado materias relativas a la ética, como valores éticos o
educación ético-cívica, pero en este caso se produce por primera vez el contacto con
cuestiones filosóficas propiamente dichas, más allá del ámbito de la filosofía moral y que
le ponen en contacto con lo fundamental de los problemas filosóficos.
En este caso consideramos que es importante que el alumnado tenga un buen
comienzo y se aproxime a esta materia de manera atractiva y al mismo tiempo rigurosa.
Un aprendiz de filosofía puede verse abrumado en un primero momento por la jerga
específica de ese conocimiento y por la dificultad de los textos y los planteamientos que
338
hacen los autores clásicos. Sin embargo, tampoco consideramos que sea pertinente
renunciar a la lectura de los mismos y alejarnos de los textos clásicos para refugiarnos
permanentemente en manuales y libros de texto que desdibujan finalmente la esencia del
problema o la cuestión filosófica, a la que hay que enfrentarse en definitiva.
Por ello resulta imprescindible dotar al alumnado de las herramientas suficientes
para que se sienta seguro ante la lectura y el trabajo con los textos, y esto requiere
competencias en el ámbito lingüístico y dialógico. Por otro lado, es necesario que el
alumnado aprenda a expresar aquello que piensa, que tenga la capacidad de decir o
escribir un discurso que recoja las razones que le permiten defender y argumentar sus
ideas acerca de un tema o problema concreto que se le plantee.
Así pues, presentar de un modo atractivo aquello que se va a trabajar y hacer de
la clase un espacio de reflexión en el que el alumnado interactúa, dialoga, sintiéndose
motivado para indagar las cuestiones que se le presentan, y adoptando así un rol activo
en el proceso de aprendizaje resulta fundamental para el éxito educativo.
Se propone de esta manera una metodología de aprendizaje dialógico basada en
las interacciones que se generan en el aula, siendo cada uno de los participantes alumnado
y profesorado los agentes promotores de esas interacciones. Pues se entiende que tanto
unos como otros tienen que aportar mucho al proceso de aprendizaje y que el rol principal
en cuanto a participación activa lo deben asumir precisamente los alumnos, siendo el
profesorado quien acompaña, promueve y dirige las interacciones, pero limitando sus
intervenciones, pues le consta que debe aprender a dar clase con la boca cerrada, para
lograr que el aprendizaje resulte relevante. (Don Finkel, 2008)
Asimismo se fundamenta en la introducción de prácticas educativas de éxito de
innovación educativa, como el aprendizaje servicio y el trabajo cooperativo, en el que se
van a formar y trabajar los alumnos de manera sistemática. Esto requiere un cambio en el
enfoque de la escuela y en la mirada de quienes la componen, pues el aprendizaje ya no
se restringe al espacio que conforma el aula o el centro educativo, sino que se amplía al
entorno, a la comunidad, aprovechando la potencialidad que tiene esta apertura para que
las experiencias fluyan en uno y otro sentido. Se transita de este modo hacia una escuela
de corte humanista y global, basada en el aprendizaje crítico-dialógico, que entiende que
la educación es un elemento transformador de la sociedad, de aquellas estructuras
injustas, que dificultan una convivencia democrática basada en la igualdad para todos y
todas.
339
2. Los retos de la propuesta.
Esta experiencia educativa en filosofía se basa en proponer al alumnado un reto para cada
una de las evaluaciones. El reto está relacionado con la materia que se trabaja y está
programada para ese tiempo, pero asimismo dejándoles libertad para que puedan escoger
qué orientación y en qué puntos quieren profundizar, de tal manera que se apropien del
tema y sientan interés por aquello que van a trabajar.
La clave del reto está en el paso del conocimiento a la acción. Esto es, conectar el
conocimiento con la propia vivencia, dando las claves para entender el mundo y actuar
en él. Así se puede generar el espacio en el que se presente la oportunidad para generar
reflexiones y construir una ciudadanía más crítica, responsable y solidaria.
Los retos se le plantean al alumnado son los siguientes:
•
Día Mundial de la Filosofía. Elaboración de trípticos informativos para su
divulgación acerca de qué es la filosofía, qué caracteriza a este conocimiento
respecto a otros, qué cuestiones son fundamentales en filosofía y qué autores
clásicos son más relevantes en nuestro contexto cultural. El alumnado diseña y
elabora los trípticos en pequeños grupos y de forma cooperativa en el aula y
luego los distribuye entre las asociaciones cívicas del municipio, comercios,
ayuntamiento, vecinos…
•
Taller de filosofía para niños y niñas en las escuelas. El alumnado trabaja en la
metodología de filosofía para niños, conoce sus principios y metodología y
posteriormente en grupos de 4-5 personas elaboran una sesión de una hora y
treinta minutos de filosofía para niños de 5-6 años, con los materiales del
proyecto Noria de Angélica Sátiro. Presentan y realizan los talleres en las
escuelas del municipio, prestando el servicio e introduciendo en la filosofía a los
más pequeños.
•
Clase de filosofía en la calle. En la última evaluación el alumnado prepara una
clase para impartir en la calle sobre un tema filosófico que se escoge
previamente de manera consensuada y sobre el que se invita a reflexionar al
resto de la población que se suma a la invitación ese día.
340
3. Objetivos de la propuesta.
•
Fomentar el pensamiento crítico, libre y creativo.
•
Aprender y reflexionar entorno a los valores ético-cívicos y democráticos.
•
Dotar de sentido y significado a los contenidos del temario de filosofía.
•
Compartir el conocimiento y las preguntas filosóficas fundamentales con otros
interlocutores y fuera del aula.
•
Presentar en público y divulgar el trabajo realizado en el aula.
•
Abrir espacios de pensamiento, diálogo y reflexión.
•
Concebir la comunidad educativa y de aprendizaje en un sentido amplio,
traspasando las fronteras del aula y del propio centro.
•
Establecer vínculos entre el alumnado, los centros y equipos educativos de la
localidad.
4. Día mundial de la filosofía: compartiendo las cuestiones fundamentales.
Centrar el interés en un día que se puede celebrar y tomar como punto de partida para
extender la filosofía más allá de las aulas es una de las claves para presentar de manera
atractiva el programa. El alumnado comienza las clases y su introducción a la filosofía
con la perspectiva puesta en el momento en que ha de transmitir su conocimiento al resto
de la comunidad, de una forma atractiva y sintética, con la claridad y la sencillez que
puede contener un tríptico informativo dirigido a un público lego en el asunto y muy
diverso en cuanto a muestra poblacional.
El diseño del tríptico cuyo contenido debe ser una introducción a la filosofía, sus
cuestiones fundamentales y algunos autores clásicos, forma parte del ejercicio que han de
realizar por grupos de 4 alumnos como máximo y que de manera cooperativa trabajan
aportando información, ideas sobre la composición del tríptico, exposición del trabajo
realizado, elección tras valoración y discusión de los trabajos expuestos de los trípticos
más adecuados para su difusión, divulgación y aproximación a vecinos, asociaciones,
ayuntamiento.
Este reto no resulta sencillo en tanto que el alumnado expone su trabajo de manera
espontánea a personas a quienes directamente desconoce y sobre cuyas reacciones cabe
esperar cualquier cosa, aunque normalmente la acogida es amable e interesada. El
341
reconocimiento del trabajo realizado y la oportunidad de mostrarlo abiertamente les
permite experimentar el sentido que cobra lo estudiado y trabajado en clase cuando se
proyecta más allá del aula, hacia un espacio compartido de conocimiento, en el que la
palabra cobra especial protagonismo como medio para la transmisión de ideas y el
aprendizaje relevante.
Es importante no perder de vista la evaluación de la experiencia. Dedicar una
sesión a autoevaluar el trabajo realizado y expuesto, la propia experiencia de divulgación,
las dificultades que han surgido y los logros que han podido suceder. La posición crítica
respecto a lo que se ha realizado, se ha aprendido y se ha vivido, también en el nivel
emocional resulta fundamental para ajustar intereses, motivaciones y prácticas.
5. Taller de filosofía para niños y niñas. Aprendizaje servicio.
Cuando se incorporan prácticas de innovación educativa se produce una transformación
en distintos niveles, que afecta no solo al aprendizaje sino a cuestiones muy diversas que
tienen que ver con la organización de las aulas, los espacios, los horarios y los recursos.
Se gana en perspectiva respecto al proceso de aprendizaje, porque realmente se vislumbra
el sentido y la aplicación de lo aprendido, se adquieren competencias que posibilitan
poner en práctica lo que se trabaja en el aula, aunque esto puede ensombrecer los fines de
la educación que van más allá de lo útil o práctico. Esto supone un riesgo para la
formación humanista y las disciplinas que invitan a la reflexión y la crítica pero que no
conectan directamente con fines estratégicos. Consideramos que este es el peligro que
corre la filosofía si la instrumentalizamos para que sirva a fines prácticos y abandone la
formación de personas críticas y autónomas. Por eso, aunque presentamos la materia de
forma atractiva e intentamos que el alumnado aprenda y viva las virtualidades y
potencialidad del saber filosófico, no abandonamos por otra parte el rigor ni la
importancia del gusto de aprender por aprender, y del propio amor al saber y la verdad.
De esta manera los talleres de filosofía para niños pretenden convertirse en el
elemento que posibilita al alumnado conocer la potencialidad del aprendizaje dilógico y
del aprendizaje servicio. La conexión con las preguntas fundamentales de la filosofía en
su formulación más sencilla pero a su vez más pura, al tiempo que se reconocen tanto
como alumnos como maestros, pues asumen el doble rol, de aprender de y enseñar a,
compartiendo a través del diálogo el interés por la pregunta y el problema filosófico. Las
cuestiones filosóficas planteadas a los niños a partir de relatos cortos adaptados a su edad,
342
o la visión de obras de arte, posibilitan una interacción dialógica que promueve el
aprendizaje relevante, asimismo la adquisición de competencias como aprender a
aprender, social, dialógica.
El alumnado prepara los talleres en grupos pequeños de 4-5 personas orientados a
niños y niñas de 5-6 años y a partir de los materiales de Angélica Sátiro, proyecto Noria.
Esto les facilita el trabajo porque los materiales ya vienen pautados, sin embargo, los
deben organizar con una temporalización y una estructura, respondiendo a un valor ético
clave que escojan según el relato u obra que quieran trabajar. Deben incidir en la
dimensión del juego como clave para el aprendizaje y la participación de los sentidos y
la creatividad para la expresión de las ideas.
El equipo debe coordinar su trabajo, preparar actividades y recursos para
responder a las necesidades del potencial alumnado con el que trabajará durante una
sesión. El alumnado siempre presentará el producto final a los niños y niñas acompañados
por el profesorado, tanto de infantil-primaria que dirige al grupo participante como por el
profesorado de filosofía que organiza la actividad.
Asimismo el equipo docente de infantil y primaria que participa en la actividad y
el profesorado de filosofía de secundaria deben coordinarse y planificar los talleres, en el
horario lectivo del alumnado receptor. Este trabajo de coordinación también es interesante
y muy fructífero en tanto que se comparte un espacio de diálogo entre comunidades
educativas que trabajan en un mismo municipio, contexto y con el mismo alumnado pero
en sus distintos niveles. Contribuye a que se produzca un mayor conocimiento entre
equipos docentes, sus necesidades y sus formas de hacer, de enfocar el aprendizaje. Este
tipo de actividad permite abrir espacios de diálogo y coordinación, generando el humus
para que la comunidad de aprendizaje se amplíe más allá del propio centro educativo, y
se establezca una red solidaria y de conocimiento entre centros muy próximos pero su a
vez con pocas oportunidades por la idiosincrasia del sistema de trabajar juntos.
La evaluación de la experiencia, de la actividad por parte del alumnado y el
profesorado, resulta fundamental para avanzar en el aprendizaje. Los niños y niñas
participantes evalúan el taller de manera figuro-analítica y se les ofrece también la
posibilidad de evaluar las emociones experimentadas. El alumnado de 4º ESO que
imparte el taller se autoevalúa y es evaluado por el profesorado mediante rúbrica, diseño
del taller y práctica.
343
6. Una clase en la plaza: la filosofía sale definitivamente de la academia y toma la
calle.
Esta actividad de trabajo cooperativo trata de abrir espacios de diálogo y pensamiento
fuera del aula, promoviendo interacciones con un público profano e indeterminado al que
se le invita a pensar en voz alta y discutir sobre un tema de calado filosófico e
implicaciones socio-políticas.
Es importante en este caso que el alumnado trabaje previamente en clase y como
actividad inicial la elección del tema que van a preparar y que después volcarán en una
de las plazas de la población, impartiendo una clase al aire libre ante el vecindario. Para
ello el debate sobre los temas de interés que pueden promover más interacciones es
imprescindible, tanto por la motivación como por el juego que luego que pueda dar en la
sesión práctica.
Una vez escogido el tema, el profesorado dota de herramientas y materiales para
que el alumnado distribuido en pequeños grupos y de forma cooperativa se encargue de
preparar las distintas partes de la sesión para su exposición en público. La búsqueda de
información, el modo de presentación y su secuencia constituyen el fundamento del éxito
de la clase en la calle.
Esta oportunidad de aprendizaje aprovecha las interacciones espontáneas y a su
vez enriquecedoras que el alumnado va a tener con un público profano pero asimismo
interrogado y movido por la cuestión. Un público interesado por el diálogo que puede
contribuir a una mayor investigación y a una búsqueda de respuestas conjunta que alienta
a un pensamiento dialogado y compartido.
Suponen asimismo una tarea de sensibilización, puesto que el alumnado invita a
la ciudadanía a reflexionar conjuntamente, a parar por un momento su actividad y a hablar
en la plaza, como los antiguos hacían, sobre aquellos asuntos que nos preocupan y que
merecen nuestra atención, más allá de la mera discusión que ofrecen los medios de
comunicación.
Supone, por tanto, este tipo de actividad una oportunidad de transformación
individual y social a partir de la educación entendida como aprendizaje dialógico llevado
más allá del aula, democratizando el espacio de pensamiento e indagación.
También en esta actividad la evaluación es fundamental, la autoevaluación que
conlleva una autocrítica por parte del alumnado, como la evaluación del profesorado en
lo que respecta a la preparación de materiales como a su exposición. Asimismo, se valoran
344
las interacciones que se realizan en el trabajo en grupo como en la calle/plaza en la que
se desarrolla la actividad.
Bibliografía
Bisquerra, R. (2005). La educación emocional en la formación del profesorado. Revista
Internacional de Formación del Profesorado, 19 (3), 95-114.
Caurín, C. (2010). Propuesta de medidas en los centros educativos para promover la
convivencia y resolver de forma pacífica los conflictos. En Lloria, P. (Dir.). Convivencia
ciudadana: mediación, conciliación y técnicas de prevención y resolución del conflicto
ciudadano (pp. 133-58). Madrid: IUSTEL
De Paz, D. (2009). Pistas para cambiar la escuela. Barcelona: Intermón Oxfam.
Extremera, N. y Fernández, P. (2003). La inteligencia emocional en el contexto educativo:
hallazgos científicos de sus efectos en el aula, Revista de Educación, 332, 97-116.
Finkel, D. (2008). Dar clase con la boca cerrada. Valencia: PUV.
García, R. et al. (2010). Repensando la educación: cuestiones y debates para el siglo XXI.
Valencia: Brief.
L’Ecuyer, C. (2012). Educar en el asombro. Barcelona: Plataforma Editorial.
Nussbaum, M. (2005): El cultivo de la humanidad. Una defensa clásica de la reforma en
la educación liberal. Barcelona: Paidós.
Nussbaum, M. (2010). Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las
humanidades. Buenos Aires, Madrid: Katz editores.
Rosenberg, M. (2006). Comunicación no violenta. Un lenguaje de vida. Buenos Aires:
Gran Aldea Editores.
Serna, J. (2017). El tiempo en zig-zag. La crisis de las certezas en el nuevo milenio.
Barcelona: Anthropos.
Teruel, Mª P. (2000). La inteligencia emocional en el currículo de la formación inicial
de los maestros. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 38, 141-152.
345
UNESCO (2010). Replantear la educación en el siglo XXI: ¿hacia un bien común
mundial? Publicaciones de la UNESCO.
Vaello, J. (2007). Cómo dar clase a los que no quieren. Madrid: Santillana.
346
El rap como instrumento didáctico para la enseñanza de la filosofía
Una propuesta para el desarrollo del pensamiento
JOSÉ MARÍA TARAMONA TRIGOSO Y ANDRÉS ESPINOZA VELÁSQUEZ*
Pontificia Universidad Católica del Perú y Universidad de Lima
Resumen: Este artículo presenta una propuesta didáctica que busca acercar la reflexión
filosófica a los adolescentes utilizando el rap, un género cercano al lenguaje de estos. Este
trabajo es parte de un proyecto mayor que viene trabajando esta metodología en un colegio
privado de Lima, Perú. Por otro lado, el rap es un género crítico que plantea reflexiones sobre
la realidad social y el ser humano. La propuesta parte del análisis de canciones que abordan
temas filosóficos que detonan el diálogo y la reflexión. Posteriormente, se utiliza el rap como
medio de expresión de las reflexiones de los estudiantes. Este proceso tiene como objetivo el
desarrollo del pensamiento complejo.
Palabras clave: Rap, Filosofía, Pensamiento Complejo
Abstract: This article presents a didactic proposal that seeks to bring philosophical reflection
to adolescents using rap, a genre close to their language. This work is part of a larger project
that has been working on this methodology in a private school in Lima, Peru. On the other
hand, rap is a contestatary genre that raises reflections on social reality and the human being.
The proposal is based on the analysis of songs that address philosophical themes that trigger
dialogue and reflection. Subsequently, rap is used as a means of expressing students
reflections. This process aims to develop high order thinking.
Keywords: Rap, Philosophy, High Order Thinking
El proyecto nace con el fin de explorar alternativas didácticas que puedan acercar la
reflexión filosófica a los adolescentes, respondiendo a diversas problemáticas particulares
tanto
del
Perú
como
del
Siglo
XXI,
que
se
abordarán
líneas
abajo.
En primer lugar, el espacio de la filosofía en la escuela es escaso o nulo. En el Perú se
impulsó una política de liberalización en el sector educativo por el cual se permitía el
lucro en la provisión privada de educación (Decreto legislativo Nº 882, 1996), lo cual
volvió aún más elitista el acceso a educación de ‘calidad’ y dejó el rumbo de la educación
a expensas de los intereses de los grandes grupos económicos. Asimismo, la globalización
y la lógica consumista han traído como consecuencia una educación que responde a las
necesidades del mercado laboral, restando importancia a las humanidades y dando énfasis
al desarrollo de habilidades técnicas. Esto se puede evidenciar en la eliminación la
filosofía del Currículo nacional de educación básica en el Perú. Este último documento
*
josemaria_t@leboulch.edu.pe; aespinoza@leboulch.eu.pe
347
curricular presenta cambios significativos acordes a las nuevas tendencias mundiales en
el rubro y que la fundamentación teórica para la formación de los alumnos presenta
argumentos y temas propios de la filosofía, como el desarrollo de la autonomía, el respeto
por la diversidad cultural, el enfoque de género y la promoción de la educación cívica y
ciudadana (MINEDU, 2016).
En segundo lugar, la razón instrumental y el aparente desinterés de los
adolescentes. Lo expuesto líneas arriba acerca de la educación al servicio de los intereses
del mercado deriva en una lógica instrumental, donde la educación secundaria tiene por
objetivo proveer los recursos necesarios para ingresar a las universidades y
posteriormente convertirse en profesionales. Esto se puede evidenciar en la proliferación
de escuelas de preparación preuniversitaria, cuyo principal fin son el entrenamiento para
rendir los exámenes de ingreso a las universidades basados en un aprendizaje
memorístico. Pero esta lógica instrumental no sólo se queda en el ámbito del mercado,
las escuelas privadas que proveen un servicio y los padres que lo consumen, sino que
también se traslada a los adolescentes que incorporan esta creencia en la necesidad de
entrenarse para la universidad (Tenti, 2009). De esta forma, prepararse para la universidad
implica cursar asignaturas que tengan utilidad para ingresar a esta, que brinden los
contenidos que serán tomados en los exámenes, y excluye a todo ámbito de la formación
que no tenga utilidad directa o práctica para esto. Asimismo, existe una tendencia por
parte de la tecnocracia económica a dar un status de superioridad a los ingenieros, basado
en la idea de la aplicación de las matemáticas y las ciencias exactas como único método
concebible por la ciencia para el progreso (Horkheimer, 1972). Entonces, ¿hay lugar para
la filosofía como espacio de reflexión y diálogo? Parece ser que la respuesta es negativa,
teniendo en cuenta que la filosofía parece no tener tal utilidad como saber ecuaciones
cuadráticas, funciones trigonométricas, la Guerra del Pacífico, la tabla periódica, etc. Al
tener los adolescentes instalada esta creencia se genera un aparente rechazo o desinterés
ante las disciplinas ligadas al pensamiento. Asimismo, otra característica que afecta este
desinterés estaría ligada al multitasking, técnica de administración del tiempo y la
atención, que para Han (2017) representa una regresión del ser humano a sus estados
primarios. El multitasking, así como actividades como los juegos de video, generan una
atención amplia pero superficial que se parece al estado de vigilia de un animal salvaje.
Esta característica de los seres humanos en la posmodernidad, dificulta sin duda el
desarrollo de actividades que requieren del pensamiento como la filosofía, ya que estas
precisan de una atención profunda y contemplativa (Han, 2017).
348
De este modo, para combatir las problemáticas arriba planteadas, se hacen
necesarias nuevas alternativas que puedan acercar la reflexión filosófica a los
adolescentes. Pero, ¿por qué el rap sería una alternativa viable en este sentido?
1. Una extraña y estrecha relación
Filosofía y rap, a primera vista, generan la impresión de difícilmente tener vínculo alguno.
Por un lado, se encuentra el peso de paradigmas que atan el cuestionamiento natural de la
filosofía con un mundo académico, y, por otro, la suma de estereotipos que acompañan
un género musical callejero que a partir de ritmos monótonos propone líricas pegajosas.
Sin embargo, detrás de ambas propuestas hay diversos aspectos colindantes. A
continuación, se desarrollará los cuatro aspectos que permiten se emplee el rap en clases
de filosofía.
En primer lugar, se debe reconocer al rap como una extensión de la cultura hip
hop que, desde sus inicios, en los años sesenta, se instaló en las comunidades
afroamericanas y latinoamericanas que se encontraban en barrios populares de Nueva
York (Tijoux, Facuse y Urrutia, 2012). Ahí, los elementos que la componen (MC, DJ,
graffiti y breakdance), dieron paso al rap como manifestación musical que comprendía
principalmente los dos primeros (Camargo, 2007). Sin embargo, no fue hasta los años
ochenta que el rap, como propuesta, cuajó y adoptó una postura social y política definida.
Las canciones contaban con letras cuyo contenido buscaba principalmente cuestionar de
manera crítica lo establecido y derrocar ideologías que promuevan la discriminación y el
odio. Esta corriente donde la protesta social y la lucha popular son pilares, llevó de
nombre “rap consciente” (Shaw, 1994). Algunos de los intérpretes más relevantes de esta
línea son KRS One, Public Enemy, Kendrick Lamar y Common, dentro del ámbito
angloparlante. Por otro lado, en habla hispana, hay raperos como Nach, Canserbero,
Residente, PedroMo, etc. Es justamente a partir de este aspecto del rap que, por naturaleza
lo define como crítico y contestatario, encaja como una excelente plataforma sobre la cual
trabajar conceptos ligados al cuestionamiento adolescente. La construcción perenne de
ideas y nociones, a partir de la composición de letras, permitirá una retroalimentación
importante entre los alumnos al momento de registrar auditivamente cada propuesta.
En segundo lugar, cabe resaltar que el rap es el género que lidera
indiscutiblemente como el más consumido e influyente de los últimos años (Nielsen,
349
2017). Por tanto, no debería sorprender que gran parte de esta masa está compuesta por
jóvenes, quienes lo consumen día a día, adoptando nuevos hábitos dentro de los cuales se
encuentra un lenguaje que por convención integra fácilmente nuevos términos en su
vocabulario. En consecuencia, dentro de todas las alternativas musicales que existen, el
rap presenta un perfil idóneo para los objetivos de este proyecto, puesto que es una
plataforma de fácil reconocimiento para los adolescentes.
En tercer lugar, existe una cercanía innegable por parte de este género musical con
los adolescentes (Cunha, 2014). El lenguaje coloquial, sin algún obstáculo en cuanto a la
legibilidad del discurso expuesto en los distintos textos auditivos, permite que las
temáticas que aborda hayan permitido el desarrollo y, a la fecha, consolidación de un
vínculo que convierte al rap en un aliado invaluable al momento de considerarse un
instrumento didáctico en diversas propuestas pedagógicas (Fernández, 2017).
Finalmente, se encuentra la accesibilidad. El rap es un género musical de fácil
entendimiento y puesta en práctica. Su patrón rítmico de cuatro cuartos y ritmos
monótonos, donde el protagonismo recae en la voz y no en los instrumentos que
acompañan, no demandan mayor conocimiento musical previo para iniciar el proceso de
composición. El mismo formato que, por lo general, permite una mayor cantidad de
palabras por minuto que cualquier otro género (lo cual nos resulta de colosal interés pues
la construcción de ideas y conceptos pueden desarrollarse libremente) a su vez, no
propone ningún tipo de exigencia que, a nivel de recursos técnicos o logísticos, dificulte
llevar a cabo la sesión. No hace falta más que una computadora, un micrófono y unos
auriculares para grabar.
2. Antecedentes educativos del rap
El hip hop se instaló en latinoamérica a inicios de los años ochenta, dando lugar a diversos
procesos de construcción cultural (Brick, 2005). Sin embargo, debido a la vigente brecha
entre la propuesta artística y el formato académico, se tiene escasos registros de iniciativas
educativas en las cuales se permita evidenciar y medir resultados de los procesos que
involucra un modelo educativo donde el rap ocupe rol de herramienta didáctica.
En Latinoamérica se puede destacar el proyecto Club Juvenir Activos en Bogotá,
que mediante el hip hop buscaba crear un espacio de toma de conciencia y edificación de
testimonios referente a problemáticas sociales como la violencia familiar o el pandillaje
350
(Torres, 2009). Por otro lado, en España se ha difundido mucho más la cultura hip hop en
el ámbito educativo, realizándose proyectos que mediante la creatividad y el lenguaje
urbano promueven hábitos saludables, convivencia y participación ciudadana, así como
combatir la exclusión social y la violencia callejera (Tablón, 2014; Herrero, 2017). No
han sido pocos los emprendimientos educativos que utilizaron estas herramientas; sin
embargo, hay poco seguimiento y medición y muchos de ellos han perdido continuidad o
se han limitado a un ámbito educativo no formal.
3. Rap y pensamiento
Esta propuesta tiene como finalidad desarrollar en el estudiante las tres dimensiones
transactivas del pensamiento: crítico, creativo y cuidadoso (Lipman, 2016). La filosofía,
entendida en un modo socrático de investigación y búsqueda del sentido a partir del
diálogo, es un instrumento potenciador del pensamiento crítico ya que potencia la
capacidad de reflexión, la capacidad de autoevaluación y autocorrección, de respeto y de
convivencia para buscar construir el conocimiento de manera conjunta a través de la
discusión en grupo (Lago, 2006). La práctica de la filosofía requiere de argumentación y
no existe esta sin diálogo, incluso cuando la reflexión fuera individual, para que fuera una
reflexión filosófica se necesita ‘dialogar’ con uno mismo, que hace referencia al concepto
de Vygotsky del pensamiento como ‘diálogo interiorizado’ (Santiago, 2003). Es por esto
que esta propuesta tiene a las canciones de rap como un elemento potenciador del diálogo,
ya que presenta temas problematizantes tanto de la sociedad como del individuo que
permiten generar una discusión, tomar posturas, argumentar y clarificar conceptos.
Además, para Lipman (2016), el pensamiento crítico supone la producción de juicios y
son estos juicios que nacen del diálogo las piedras angulares dentro de la composición de
canciones de los estudiantes.
Asimismo, esta reflexión crítica sobre el entorno de una forma no convencional
supone el desarrollo de un pensamiento creativo que busca repensar la realidad por sí
mismo y verla a través de los propios ojos para construir una idea propia y luego actuar
sobre la realidad para modificarla (Lago, 2006). Las canciones son producto de los juicios
que realizan los alumnos y la construcción de un mensaje que busca transmitir la idea de
un cambio razonable en torno al problema abordado. Se hace necesario el pensamiento
creativo no sólo para proponer alternativas de solución sino también para que estas
puedan traducirse al lenguaje y formato del rap.
351
Por otro lado, esta actitud cuestionadora de la realidad, requiere un constante uso
de habilidades de pensamiento crítico y creativo que se complementan constantemente
(Lago, 2006). El pensamiento creativo necesita de una concretización, delimitación y
estructuración que brinda el pensamiento crítico, sino no podría llegar a ser productivo;
mientras que el pensamiento crítico requiere de una apertura que se la da el pensamiento
creativo, sin la cual no conseguiría encontrar nuevas soluciones, ni tener en cuenta el
contexto ni las diferentes perspectivas y puntos de vista, con lo cual se convertiría en una
mera repetición (Lago, 2006).
Finalmente, se considera que el desarrollo del pensamiento cuidadoso es parte
inherente de la propuesta, ya que el rap como género plantea temas cargados de
moralidad, por lo que la discusión en torno a esto es parte indivisible del proceso. El
aspecto valorativo y el aspecto afectivo se trabajan a partir de que la naturaleza del género
implica un pacto con el otro y el respeto de los derechos humanos, por lo que desarrolla
la capacidad de valorar la relación con los otros, reconocerlos como personas, empatizar
con ellos e indignarse ante las injusticias. Además, se pone énfasis en el compromiso de
actuación que realicen los estudiantes más allá de la reflexión, que constituye el aspecto
activo (Lago, 2006).
4. Metodología
Una sesión regular de filosofía y rap consta de ocho momentos. Se recomienda
trabajar con 12 alumnos como máximo para poder cumplir satisfactoriamente los
objetivos planteados para el grupo.
•
Presentación de la canción: los estudiantes escuchan una canción de rap
que aborde el tema filosófico de la sesión. Es importante que tengan la
letra a la mano, ya sea impresa o en lyric video para asegurarse que
comprendan la totalidad del contenido.
•
Clarificación del tema y formulación de preguntas filosóficas: el profesor
realiza preguntas para dilucidar los temas o problemas que plantea la
canción. Posteriormente, se invita a los alumnos a formular preguntas
que cuestionen lo que propone la canción.
•
Elección de preguntas: se presentan las preguntas al grupo y se discute la
pertinencia de estas y se elige democráticamente una o varias que
aborden determinado aspecto del tema a trabajar.
352
•
Diálogo: los estudiantes buscan dar respuesta a la pregunta, emitir
juicios, posicionarse y argumentar. El profesor genera preguntas que
problematicen y contextualiza los conceptos abordados en situaciones
particulares e invita a la asunción de roles. El diálogo no tiene como
objetivo llegar a consensos ni obtener conclusiones, por lo contrario, se
debe buscar abrir más preguntas que sirvan de guía para plasmar sus
ideas en la composición.
•
Elección de instrumental: los estudiantes eligen una pista de uso libre en
YouTube. La pista puede ser elegida entre una serie de alternativas que
plantea el docente o se puede invitar a los alumnos a que presenten sus
propuestas.
•
Composición: a partir del diálogo se define el tema y las preguntas sobre
las que tratará la canción, los alumnos plasman sus reflexiones en
composición, de un mínimo de 8 rimas. Las estructuras básicas de
composición son con terminaciones AABB, ABAB y ABBA; lo que
significa la última palabra de cada verso debe rimar con la siguiente.
•
Grabación: una vez que terminaron de escribir las rimas se realiza el
registro de audio.
•
Discusión y retroalimentación: los estudiantes escucharán la canción
grabada y analizarán las ideas planteadas, se genera un diálogo de cierre.
Esta propuesta se posiciona como un recurso de acercamiento al cuestionamiento
y desarrolla las distintas dimensiones del pensamiento. Además, resulta ser un medio
valioso para que los adolescentes se expresen y se den cuenta que su voz puede ser
difundida para que sus ideas lleguen a otros adolescentes o incluso a los adultos.
Bibliografía
Brick, A. (2005). Investigación del Hip Hop Latino. Berkeley: Universidad de California,
Berkeley.
Camargo, L. (2007). De la protesta a la cesta: resistencias y mercantilización en la escena
del rap. Viento Sur, 91, pp. 50-58.
353
Cunha, L. (2014). La «cultura hip hop»: revisión de sus posibilidades como herramienta
educativa. Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria, 26(2), pp. 163-171.
Decreto legislativo Nº 882. Ley de Promoción de la Inversión en la educación. Diario El
Peruano, Lima, Perú, 9 de noviembre de 1996.
Fernández, S. (2017). El rap: lenguaje (in)dependiente. TEDx Zaragoza.
Han, B. (2017). La sociedad del cansancio. Barcelona: Editorial Herder.
Herredo, L. (2018). Actas del II Congreso Internacional de Liderazgo y Mejora de la
Educación. En: II Congreso Internacional de Liderazgo y Mejora de la Educación.
[online] Madrid: Murillo, Javier, pp. 250-253. Consulta : 24/02/19. Recuperado de:
http://buscandofortuna.es/wp-content/uploads/2018/10/RILME_057.pdf
Horkheimer, M. (1972). Crítica de la razón instrumental. Buenos Aires: Editorial Sur.
Lago, J.C. (2006). Redescribiendo la comunidad de investigación. Pensamiento complejo
y exclusión social. Madrid: Ediciones de la Torre
Lipman, M. (1997). Pensamiento complejo y educación. Madrid: Ediciones de la Torre.
Ministerio de Educación [MINEDU]. (2016). Currículo Nacional de la Educación Básica.
Consulta : 17/02/19. Recuperado de: http://www.minedu.gob.pe/curriculo/pdf/curriculonacional-2016-2.pdf
Nielsen. (2017). 2017 Year-End Music Report. Consulta : 01/03/19. Recuperado de:
https://www.nielsen.com/content/dam/corporate/us/en/reports-downloads/2018reports/2017-year-end-music-report-us.pdf
Shaw, S. (director). (1994). Looking for the Perfect Beat [Cinta cinematográfica]. Estados
Unidos: LWT Productions.
Tablón, D. (2014). Proyecto de intervención social a través de la música. La Rioja :
Universidad Internacional de la Rioja.
Tenti, E. (2009). La enseñanza media hoy: masificación con exclusión social y cultural.
En G. Tiramonti & N. Montes (Ed.), La escuela media en debate: problemas actuales y
problemas desde la investigación. (pp. 53-72). Buenos Aires: Editorial Manantial.
Tijoux, M., Facuse, M. y Urrutia, M. (2012). El Hip Hop: ¿Arte popular de lo cotidiano
o resistencia táctica a la marginación?. Polis, 33, pp. 1-16.
354
Torres, C.(2009). El Hip Hop: Instrumento de Transformación Social. Bogotá : Gimnasio
Josefina Castro de Escobar.
355
Lectura del texto kantiano ¿Qué es la Ilustración?
Análisis de texto filosófico y desarrollo de la comprensión lectora
RICARDO TERUEL DÍAZ*
Universidad de Murcia (UM)
Resumen: Esta ponencia expone el diseño, implementación y resultados de un proyecto de
innovación educativa llevado a cabo en la asignatura de Filosofía de 4º de la E.S.O. en el
I.E.S. Pedro Ibarra de Elche durante el curso 2016/2017. Al comienzo del curso detecté,
mediante una prueba diagnóstica inicial, una deficiencia generalizada entre el grupo de 29
alumnos de su capacidad de comprensión lectora. Debido al caracter básico y transversal de
la competencia en comunicación ligüística, puse en marcha un proceso de enseñanzaaprendizaje basado en una doble metodología educativa de clase magistral y aprendizaje
cooperativo en pequeño grupo; en el cual se emplearon procedimientos y contenidos
propiamente filosóficos: el texto kantiano ¿Qué es la Ilustración?, y la metodología de
análisis de texto filosófico; y cuyo objetivo de aprendizaje fue la mejora de la capacidad de
analizar textos filosóficos. De los resultados obtenidos mediante un instrumento de medida
diseñado a tal efecto se concluye la consecución del objetivo propuesto.
Palabras clave: innovación, Filosofía, comentario de texto, análisis de texto, comunicación
lingüística.
Abstract: This paper presents the design, implementation and results of an educational
innovative project, that was performed in the subject of Philosophy of the four year of the
secondary school in the public school Pedro Ibarra from Elche (Alicante) during the academic
year 2016/2017. At the beginning of the school year I detected a lack of reading skills in the
29 students of the classroom by means of a initial diagnostic test. Due to the basic status of
the linguistic communication skill in secondary school curridulum, I set up a learning process
with these features: i) it was based on the didactic methodology of the lesson and the
cooperative group work; ii) its procedures and contents were specifically philosophic: the
Kantian text Was ist die Aufklärung? and the textual analysis methodology; and iii) its
learning objective was the improvement of philosophic textual analysis skill. From the results
obtained by means of a designed measuring test I can conclude that the learning objective
was achieved.
Keywords: innovation, Philosophy, textual criticism, textual analysis, linguistic
communication skill.
1. Introducción: planteamiento de un problema práctico
En esta ponencia pretendo exponer el diseño, implementación y resultados de una
experiencia de innovación educativa llevada a cabo en la asignatura de Filosofía de 4º de
la E.S.O. durante el curso académico 2016/2017 en el I.E.S. Pedro Ibarra de Elche.
*
rtd1@um.es
356
La idea de llevar a cabo esta experiencia de innovación surgió a raíz de la
detección de un problema de comprensión lectora entre el grupo de 29 alumnos y alumnas
a comienzos del curso, mediante una prueba diagnóstica inicial. A través de la lectura de
un texto filosófico adaptado al nivel de 4º de la E.S.O., descubrí graves deficiencias en la
capacidad de comprensión lectora del alumnado. Los y las estudiantes podían leer el texto
presentado, bien en voz baja, bien en voz alta, pero eran incapaces de identificar las ideas
principales del texto, distinguirlas de las ideas secundarias y extraer un esquema mental
de sus relaciones jerárquicas. Ante esta situación me planteé el siguiente problema
práctico: ¿qué puedo hacer yo, como profesor de la asignatura de Filosofía para solucionar
las graves carencias detectadas en el alumnado?
Para solucionar este problema lo primero que cabía hacer era atender a las bases
legales que regulaban la E.S.O. y el Bachillerato para informarse con mayor precisión
acerca de los fundamentos y prescripciones pedagógicas establecidas por el legislador. Y
es que había un elemento que resultaba fundamental con respecto al problema planteado:
las competencias básicas. El Real Decreto 1631/2006, de 29 de diciembre, que establecía
las enseñanzas mínimas correspondientes a la educación secundaria obligatoria de la Ley
Orgánica 2/2006, de 3 de mayo de Educación (L.O.E) fijaba 8 competencias básicas en
su anexo 1: competencia en comunicación lingüística, competencia matemática,
competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico, tratamiento de la
información y competencia digital, competencia social y ciudadana, competencia cultural
y artística, competencia para aprender a aprender y autonomía e iniciativa personal. Por
otra parte, el Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, que establecía el currículo
básico de la educación secundaria obligatoria y el bachillerato de la nueva Ley Organica
de Mejora de la Calidad Educativa de 2014 (L.O.M.C.E), redefinía las competencias
básicas planteadas por la L.O.E., fijándolas en 7, según reza su artículo 2: comunicación
lingüística, competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología,
competencia digital, aprender a aprender, competencias sociales y cívicas, sentido de
iniciativa y espíritu emprendedor y conciencia y expresiones culturales. Lo que cabe
destacar de todo esto es que, tanto la L.O.E., como la L.O.M.C.E, establecen la
comunicación lingüística como competencia básica. Y esto resulta clave, pues tales
competencias son de carácter transversal y, por tanto, todas y cada una de las asignaturas
del currículo, dentro de sus posibilidades, deben promoverlas.
Una vez expuesta la justificación legislativa para desarrollar un proceso de
enseñanza-aprendizaje con vistas al desarrollo de la comprensión lectora entre el
357
alumnado, quedaba por plantear una metodología propiamente filosófica a través de la
cual realizarlo, es decir, faltaba una justificación disciplinar. Y la encontré en una de las
partes componentes de la práctica del comentario de textos filosóficos, a saber, el análisis
de texto. El comentario de textos filosóficos es el modelo de examen para las Pruebas de
Acceso a la Universidad (P.A.U.) en las distintas Comunidades Autónomas, de tal manera
que orienta indirectamente todo el currículo de filosofía de la E.S.O. y del Bachillerato
hacia su práctica y desarrollo competencial. Poner en marcha la (sub-)compentecia de
análisis de texto filosófico en Filosofía de 4º de la E.S.O. para fomentar el desarrollo de
la competencia en comunicación lingüística se presentaba así como adecuado a todas las
circunstancias.
2. El comentario de texto filosófico
a) Modelos de comentario de texto filosófico
No existe unanimidad a la hora de fijar un modelo normativo de comentario de texto
filosófico. Así, podemos encontrar publicada a nivel internacional una gran variedad de
esquemas y procedimientos: las normas de la Universidad de Oxford (Aguilar y Vilana,
1996: 97-98), el esquema de César Tejedor Campomanes (Tejedor, 1984), el esquema de
Ignacio izuzquiza (1982), el esquema de Gustavo Bueno (Bueno, Hidalgo e Iglesias,
1987), el esquema de Klaus Langebeck (Langebeck, 1985), el esquema de W. D. Rehfus
(Rehfus, 1981), el esquema “BAC” (Aguilar y Vilana, 1996: 105-106) y el esquema
Folscheid-Wunenburguer (Folscheid y Wunenburger, 1992). La falta de unanimidad no
es, sin embargo, un impedimento para tomar decisiones. Y es que lo relevante para el
caso era tomar un modelo de referencia útil con vistas al objetivo de aprendizaje
planteado. Por ello, tomé como modelo el planteado por Rodriguez Estacio y López
Baroni (Rodríguez y López, 2011), que viene a recoger los aspectos comunes de todos
los esquemas anteriores. Este modelo presenta una estructura dividida en tres partes
principales —análisis, interpretación y crítica—, tal y como puede observarse en el
siguiente esquema:
358
ANÁLISIS
COMENTARIO DE TEXTO
INTERPRETACIÓN
FILOSÓFICO
CRÍTICA
Esquema 1: Estructura del modelo de comentario de texto de Rodríguez y López
Fuente: Rodríguez y López, 2011
Cada una de estas tres subestructuras puede desplegarse, a su vez, en otras más concretas
que acaban por dar forma y significado específico a las tareas a las que corresponden:
ANÁLISIS
1.1. Análisis del texto
1.1.1. Estructura material (o temática):
* Identificar: Tema, Tesis, Problema.
* Resumen
1.1.2. Estructura formal:
* Nivel externo: estructura lógica y argumentativa
* Nivel interno: análisis semántico y estilístico:
- Definición y aclaración de las expresiones
- Recursos retóricos, ejemplos, metáforas, alegorías, etc.
1.2. Análisis del contexto
1.2.1. Biografía del autor
1.2.2. Obra a la que pertenece el texto
1.2.3. Conjunto de la obra del autor
1.2.4. Contexto cultural, social, económico y político
1.2.5. Contexto filosófico
INTERPRETACIÓN
2.1. Significación del texto respecto al problema planteado y a la intención del autor
2.2. Relevancia del texto: vigencia actual, influencias posteriores, etc.
2.3. Elementos implícitos y lagunas del texto
CRÍTICA
3.1. En función de criterios internos
3.1.1. Crítica del contenido:
* De la idea central
359
* De las ideas secundarias / implícitas
* De las consecuencias
3.1.2. Crítica formal:
* Incongruencias
* Contradicciónes
* Trasposiciones o generalizaciones indebidas
* Peticiones de principio
* Ambigüedad terminológica
3.2. En función de criterios externos
3.2.1. Crítica a partir del contexto cultural, etc.
3.2.2. Crítica a partir de los nuevos conocimientos
* Datos científicos
* Nuevas perspectivas filosóficas
3.2.3. Valoración personal
Esquema 2: Esquema de la estructura del comentario de texto filosófico
Fuente: Fuente: Rodríguez y López, 2011
b) La competencia «comentario de texto filosófico»
Una forma de abordar la enseñanza-aprendizaje de filosofía basada en el comentario de
texto filosófico es haciendo de ella, no sólo una metodología, sino también una
competencia a adquirir por parte del alumnado, en consonancia con la exigencias
pedagógicas y sociales del momento histórico en el que vivimos. La competencia puede
definirse como el conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes que una persona ha de
ser capaz de movilizar de forma integrada para actuar eficazmente ante las demandas de
un determinado contexto (Perrenoud, 2004). En cualquier caso, la competencia
comentario de texto filosófico podría descomponerse en 4 subcompetencias o
capacidades, como muestro en el siguiente esquema:
Capacidad de análisis
Capacidad de síntesis
COMPETENCIA:
Comentario de texto filosófico
Capacidad de contextualizar
Capacidad de opinar críticamente
Esquema 3: Estructura de la competencia comentario de texto filosófico
Fuente: elaboración propia
360
Podemos definir las distintas subcompetencias o capacidades del comentario de
texto filosófico así:
1. Capacidad de análisis: consiste en identificar con claridad y precisión tanto el
tema, tesis y problema principales del texto como las ideas secundarias y en analizar
el sentido que tienen los principales términos e ideas del texto.
2. Capacidad de síntesis: consiste en reconstruir coherente y simplificadamente el
argumento principal del texto y en mostrar con claridad y precisión la relevancia que
para el mismo tienen las ideas secundarias.
3. Contextualización: consiste en relacionar de forma clara y precisa las ideas
principales del texto con la obra del autor, con su sistema de pensamiento, con su
biografía y con el contexto filosófico e histórico.
4. Opinión crítica: consiste en desarrollar una opinión crítica del problema y del
argumento principales del texto, así como del sistema de pensamiento del autor y en
reflexionar crítica y creativamente sobre las premisas que están a la base.
c) Nivel cognitivo del comentario y análisis de texto filosófico en la taxonomía de Bloom
En la segunda mitad de la década de 1950 el psicólogo de la educación Benjamin Samuel
Bloom realizó una investigación con el objetivo de conseguir una herramienta que sirviera
al profesorado de cualquier área de conocimiento para diseñar adecuadamente los
objetivos de aprendizaje de sus asignaturas. Bloom distinguió entre tres grandes dominios
mentales: un domínio afectivo, vinculado con las emociones; un dominio psicomotor,
relativo al manejo y control del cuerpo; y un dominio cognitivo, relacionado con la
actividad mental en orden al conocimiento. En este último dominio, que es el que
propiamente interesa aquí, Bloom estableció una serie de niveles cognitivos jerarquizados
entre sí y vinculados a los procesos de aprendizaje de los estudiantes que habrían de servir
para elaborar los objetivos de aprendizaje. Estos niveles serían útiles al profesor para
saber qué actividad cognitiva debería ejercitar el estudiante al alcanzar determinado
objetivo educativo planificado previamente. Los niveles cognitivos establecidos por
Bloom fueron seis, en orden ascendente de menor a mayor complejidad: recordar,
entender, aplicar, analizar, evaluar y crear. El uso de cada uno de ellos presupondría el
manejo del estudiante en todos los niveles jerarquicamente inferiores.
361
d) La (sub-)competencia de análisis de texto
Hemos visto como la competencia comentario de texto filosófico puede descomponerse
en cuatro subcompetencias distintas: capacidad de análisis, capacidad de síntesis,
capacidad de contextualizar y capacidad de opinar críticamente. De todas ellas, es la
capacidad de análisis la que ha formado parte del proyecto de innovación desarrollado
con los alumnos de 4º de la E.S.O. Y aunque habría que situar la competencia completa
de comentario de texto filosófico en el nivel más alto de la taxonomía de Bloom —crear—
, el de la capacidad de análisis de texto se situa en el cuarto nivel —analizar—. Una vez
situado el nivel cognitivo en el que se va a exigir que trabajen los alumnos, pasé a
establecer el objetivo, el contenido y los procedimientos que ellos deben realizar en clase.
Desde una metodología didáctica basada en la lección magistral y el trabajo de análisis
de texto filosófico de forma cooperativa en pequeños grupos (4 alumnos), hay que señalar
que el objetivo principal que los alumnos debían cumplir era el de obtener el tema, la tesis
y el problema principales del texto; que el texto, como vamos a ver en el siguiente
apartado, era el Immanuel Kant ¿Qué es la Ilustración?; y que los procedimientos venían
descritos en la siguiente ficha, que se entregaba a los alumnos1:
1
En esta experiencia de innovación educativa se proporcionó también a los alumnos una tabla de conectores
lógicos clasificados por tipología.
362
Procedimiento de análisis de texto
TEM A: es el título que debe tener el texto, aquello de lo que trata
BUSCAM OS
TESI S: es la idea principal que defiende el autor del texto
PROBLEM A: es la pregunta a la que el autor trata de responder
en el texto mediante la TESI S
1. Leer detenidamente el texto
2. Buscar el significado de las palabras desconocidas
3. Análisis de los párrafos
3.1. Delimitar las oraciones e identificar y subrayar los conectores
lógicos
3.2. Extraer la idea principal de cada párrafo
3.3. Relacionar la idea principal del párrafo con las ideas
secundarias
4. Seleccionar las ideas fundamentales e imprescindibles del texto de
entre las ideas principales de los párrafos. Esta selección nos dará lo
que hemos llamado el “tema” del texto.
5. Relacionar las ideas principales de cada párrafo entre sí. Esta
relación nos dará lo que hemos llamado la “tesis” y el “problema”
Esquema 4: Ficha de objetivos y procedimientos del análisis de texto filosófico
Fuente: elaboración propia
3. Análisis del texto: I. Kant, «Contestación a la pregunta: ¿Qué es la
Ilustración?»
El diseño del proceso de análisis del texto kantiano incorporó también un procedimiento
de medida del desarrollo de la competencia de análisis. Los alumnos fueron sometidos a
dos ejercicios de análisis de texto separados en el tiempo y mediados por entrenamiento
en esta misma competencia en pequeños grupos cooperativos. El primer ejercicio
consistió en el análisis de los dos primeros parágrafos del texto kantiano; el segundo, en
el del parágrafo quinto. El periodo intermedio se centró en un entrenamiento con los
parágrafos tercero y cuarto. Ambas pruebas fueron evaluadas con tres criterios disintos,
363
cada uno de los cuales contaba 1/3 de la nota: identificar y separar las oraciones
independientes del texto, subrayar y clasificar sus conectores lógicos y extraer el tema, la
tesis y el problema del texto.La primera prueba resuelta queda así:
§1
Ilustración significa el abandono por parte del hombre de una minoría de edad cuyo
responsable es él mismo. // Esta minoría de edad significa la incapacidad para servirse de su
entendimiento sin verse guiado por algún otro. // Uno mismo es el culpable de dicha minoría de edad
cuando su causa no reside en la falta de entendimiento, sino (1) en la falta de resolución y valor para
servirse del suyo propio sin la guía del de algún otro. // Sapere aude! // ¡Ten valor para servirte de tu
propio entendimiento! // Tal es el lema de la Ilustración.
§2
Pereza y cobardía son las causas merced a las cuales tantos hombres continúan siendo con gusto
menores de edad durante toda su vida, // pese a (2) que la Naturaleza los haya liberado hace ya tiempo
de una conducción ajena (haciéndoles físicamente adultos); // y por eso (3) es ha resultado tan fácil a
otros el erigirse en tutores suyos. // Es tan cómodo ser menor de edad. // Basta con tener un libro que
supla mi entendimiento, alguien que vele por mi alma y haga las veces de mi conciencia moral, a un
médico que me prescriba la dieta, etc. // para que (4) yo no tenga que tomarme tales molestias. // No me
hace falta pensar, // siempre que (5) pueda pagar; // otros asumirán por mí tan engorrosa tarea. // El que
la mayor parte de los hombres (incluyendo a todo el bello sexo) consideren el paso hacia la mayoría de
edad como algo harto peligroso, además de muy molesto, es algo por lo cual velan aquellos tutores que
tan amablemente han echado sobre si esa labor de superintendencia. // Tras (6) entontecer primero a su
rebaño e impedir cuidadosamente que esas mansas criaturas se atrevan a dar un solo paso fuera de las
andaderas donde han sido confinados, // les muestran luego el peligro que les acecha cuando intentan
caminar solos por su cuenta y riesgo. // Mas (1) ese peligro no es ciertamente tan enorme, // puesto que
(3) finalmente aprenderían a caminar bien después de dar unos cuantos tropezones; // pero (1) el ejemplo
de un simple tropiezo basta para intimidar y suele servir como escarmiento para volver a intentarlo de
nuevo.
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
sino, mas, pero: conectores adversativos / opositivos
pese a: conector concesivo
por eso, puesto que: conector causativo
para que: conector de finalidad
siempre que: conector condicional
tras: conector temporal
Cuadro 1: Primera prueba de análisis de textos
Fuente: Kant, 2004: pp. 83-84, reelaboración propia.
Con respecto a las ideas principales del texto habría que señalar lo siguiente. El
tema de ámbos parágrafos es la Ilustración. Con respecto al §1, cabe señalar que el
problema consiste en la pregunta ¿qué es la Ilustración? y la tesis es: la Ilustración es el
364
abandono por parte del hombre de una minoría de edad de la que él mismo es
responsable y que consiste en la incapacidad de servirse del propio entendimiento para
guiarse en la vida. Respecto al §2, habría que señalar como problema: ¿cuáles son las
causas de la falta de Ilustración?, problema al que respondería la tesis: pereza y cobardía
son las causas de que los hombres sigan siendo menores de edad y faltos de Ilustración.
§5
Para (1) esta ilustración tan sólo se requiere libertad y, a decir verdad (2), la más inofensiva de
cuantas pueden llamarse así: el hacer uso público de la propia razón en todos los terrenos. // Actualmente
(3) oigo clamar por doquier: ¡No razones! // El oficial ordena: ¡No razones, adiéstrate! // El asesor fiscal:
¡no razones y limítate a pagar tus impuestos! // El consejero espiritual: ¡No razones, ten fe! // (Sólo un
único señor en el mundo dice: razonad cuanto queráis y sobre todo lo que gustéis, mas (4) no dejéis de
obedecer). // Impera por doquier una restricción de la libertad. // Pero (4), ¿cuál es el límite que la
obstaculiza y // cuál es el que, bien al contrario (4), la promueve? // He aquí mi respuesta: el uso público
de su razón tiene que ser siempre libre // y (5) es el único que puede procurar ilustración entre los
hombres; // en cambio (4) muy a menudo cabe restringir su uso privado, sin que por ello (6) quede
particularmente obstaculizado el progreso de la ilustración. // Por uso público de la propia razón
entiendo aquél que cualquiera puede hacer, como alguien docto, ante todo ese público que configura el
universo de los lectores. // Denomino uso privado al que cabe hacer de la propia razón en una
determinada función o puesto civil, que se le haya confiado. // En algunos asuntos encaminados al interés
de la comunidad se hace necesario un cierto automatismo, merced al cual (6) ciertos miembros de la
comunidad tienen que comportarse pasivamente para verse orientados por el gobierno hacia fines
públicos mediante una unanimidad artificial o, cuando menos, para (1) que no perturben la consecución
de tales metas. // Desde luego, aquí no cabe razonar, sino (4) que uno ha de obedecer. // Sin embargo
(4), en cuanto (7) esta parte de la maquinaria sea considerada como miembro de una comunidad global
e incluso cosmopolita y, por lo tanto (8), se considere su condición de alguien instruido que se dirige
sensatamente a un público mediante sus escritos, entonces (7) resulta obvio que puede razonar sin
afectar con ello a esos asuntos en donde se vea parcialmente concernido como miembro pasivo.
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
para: conector de finalidad
a decir verdad: conector reformulativo explicativo
actualmente: conector temporal
mas, pero, bien al contrario, en cambio, sino, sin embargo: conectores adversativos / opositiv.
y: conector aditivo
por ello, merced a: conector causativo
en cuanto…, entonces: conector condicional
por lo tanto: conector consecutivo
Cuadro 2: Segunda prueba de análisis de textos
Fuente: Kant, 2004: pp. 85-86, reelaboración propia.
365
Desde luego, el tema del §5 sigue siendo la Ilustración. En §4 Kant ha defendido
que la libertad conduce a la Ilustración. El problema de este §5 es ¿qué tipo de libertad
es la que conduce a la Ilustración?; la tesis consiste en en la respuesta a esta pregunta.
Kant considera que la falta absoluta de libertad conduce a la dictarura, mientras que una
libertad absoluta nos lleva a la revolución. Ambas opciones son inaceptables para el
filósofo de Königsberg. La cuestión es entonces encontrar alguna forma de libertad que
se situe entre ellas. He ahí la tesis del §5: la libertad que conduce a la Ilustración es
aquella que permite hacer uso público de la propia razón en todos sus terrenos, al mismo
tiempo que restringe su uso privado. Para aclarar esta tesis conviene acudir a dos ideas
secundarias del §5: las definiciones de uso público y privado de la razón. El uso público
de la razón es aquel que qualquiera puede hacer, como alguien docto, ante todo ese
público que configura el universo de los lectores. En cambio, por uso privado de la razón
se entiende aquel que cabe hacer en una determinada función o puesto civil que se le
haya confiado a uno.
4. Conclusiones
Los resultados de la realización de las 2 pruebas de análisis de texto arrojaron una nota
media de 4,695 para la primera prueba y de 8,116 para la segunda. A ello hay que añadir
que todos y cada uno de los alumnos mejoró sus resultados de la primera a la segunda
prueba.
A la luz de estos resultados queda claro que se ha producido entre ellos un
progreso general en la capacidad de analizar textos filosóficos y, por tanto, una mejora de
su capacidad de comprensión lectora. El proyecto de innovación educativa ha tenido, por
tanto, efectos reales importantes y medidos en la mejora de la capacidad lectora de los
alumnos. En base a ello, creo que puede y debe reivindicarse la asignatura de Filosofía y
la metodología del comentario y análisis de textos filosóficos como una herramienta
apropiada y útil para el fomento de la competencia básica y transversal del currículo
comunicación lingüística. Una realidad que cabe poner en valor ante el gremio de los y
las filosofas, ante el sistema educativo y ante la sociedad en general, para colocar la
disciplina filosófica en el lugar curricular, académico, social y político que le
corresponde.
366
Bibliografía
Aguilar Jiménez, C. y Vilana Taix, V. (1996). Teoría y práctica del comentario de texto
filosófico. Madrid: Síntesis.
Bloom, B. S. (ed.) (1956). Taxonomy of Educational Objectives: The Classification of
Educational Goals. New York, NY: David McKay Company.
Bueno, G. Hidalgo, A. e Iglesias, C. (1987). Symploké. Filosofía de 3º de BUP. Madrid:
Júcar.
Folscheid, D. y Wunenburger, J. J. (1992). Methodologie Philosophie. Paris: PUF.
Kant, I. (2004). «Contestación a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración». En I. Kant, ¿Qué es
la Ilustración? Madrid: Alianza, pp. 83-93.
Izuzquiza, I. (1982). La clase de filosofía como simulación de la actividad filosófica.
Madrid: Anaya.
Langebeck, K. (1985). “Verfahren der Texterschließung im Philosophieunterricht”.
Zeitschrift für Didaktik der Philosophie, 1.
Perrenoud, P. (2004). Diez nuevas competencias para enseñar. Barcelona: Grao.
Rehfus, W. D. (1981). Didaktik der Philosophie: Grundlage und Praxis. Düsseldorf:
Pedagogischer Verlag Schwann.
Rodríguez Estacio, C. y López Baroni, M. J. (2011). Filosofía. Volumen práctico. Sevilla:
MAD.
Tejedor Campomanes, C. (1984). Didáctica de la filosofía. Perspectivas y materiales.
Madrid: S.M.
367
El uso didáctico del cine. Un espejo de la deshumanización en el
Holocausto
MIGUEL TRO MORATÓ*
Resumen: En este escrito defiendo que el cine puede ser utilizado como material didáctico
en el aula de Filosofía en Bachillerato. Para ello, propongo una experiencia educativa en la
que, mediante el uso de una serie de películas sobre el Holocausto, se pretende que los
estudiantes de primero de Bachillerato comprendan en qué consistió el proceso de
deshumanización que sufrieron los presos de los campos de concentración. Además,
reivindico que el cine puede servir para concienciar a la sociedad de que la barbarie no debe
volver a suceder.
Palabras clave: educación, cine, Holocausto, deshumanización
Abstract: In this paper I argue that cinema can be used as instructional materials for
Philosophy classes at A levels. To this purpose, I present an educative experience aiming at
making pupils understand the dehumanization process that prisoners suffered in
concentration camps, particularly by watching a series of films about the Holocaust.
Furthermore, I defend that cinema might be useful for making people aware that
barbarousness must not be repeated.
Keywords: education, cinema, Holocaust, dehumanization
1. Introducción
En este escrito propongo una experiencia educativa para ser aplicada en la asignatura de
Filosofía de primero de Bachillerato. Mediante esta propuesta, pretendo demostrar que el
cine es un recurso didáctico muy útil para exponer a los estudiantes en qué consistió el
proceso de deshumanización que sufrieron las víctimas del Holocausto. Las secuencias
de las películas sobre el Holocausto que he escogido permiten que los estudiantes vean
reflejadas las tesis que Primo Levi y Tzvetan Todorov presentan en la Trilogía de
Auschwitz (Levi, 2018) y en Frente al límite (Todorov, 1993). Dicho esto, cabe señalar
que esta propuesta educativa la puse en práctica, en el curso académico 2017-2018, con
los dos grupos de primero de Bachillerato del IES Campanar de Valencia durante la
realización de las Prácticas del Máster Universitario en Profesor/a de Educación
Secundaria de la Universitat de València.
*
miguel.tro.morato@gmail.com
368
Además, con esta propuesta educativa pretendo romper con la noción que
lamentablemente se sigue teniendo sobre el uso del cine en las aulas, ya que este es
concebido como un medio destinado a entretener a los estudiantes en las últimas clases
de cada trimestre. A mi modo de entender la enseñanza de la filosofía, el cine debe ser
concebido como un arte que cabe leer, interpretar y utilizar del mismo modo que un texto
filosófico.
Las películas que propongo para ser utilizadas como materiales didácticos son La
lista de Schindler (1993), El hijo de Saúl (2015) y Campos de esperanza (2005). Estos
filmes actúan como un espejo que permite que los estudiantes puedan observar la barbarie
(Kracauer, 2001: 373-374). Así pues, las cuatro películas, junto con la Trilogía de
Auschwitz (Levi, 2018) y en Frente al límite (Todorov, 1993), conforman los materiales
con los que se construye la propuesta educativa.
2. El debate sobre la representación del Holocausto. El cine como espejo del
horror
Antes de centrarme en la exposición de la propuesta educativa, me gustaría
señalar, brevemente, el debate que existe en referencia con la representación del
Holocausto. El Holocausto ha sido concebido, por un lado, como un suceso inimaginable
e irrepresentable (José Antonio Zamora, 2011: 92-97) y, por otro, como un inimaginable
que, como sostiene Georges Didi-Huberman, nos insta a imaginar “pese a todo” (DidiHuberman, 2004: 67).
Por un lado, Jacques Rancière defiende que un acontecimiento como el
Holocausto, por muy horroroso e inimaginable que sea, “no impone ni prohíbe ningún
medio del arte” (Rancière, 2011: 137). Con esto, Rancière sostiene que no hay “límites
intrínsecos a la representación, no hay límites a sus posibilidades” (Rancière, 2011: 143).
Para Rancière, existe un “uso inflacionista del concepto de lo irrepresentable” que “rodea
de un mismo aura de terror sagrado toda una suerte de fenómenos, procesos y conceptos”
(Rancière, 2011: 119).
En el otro extremo del debate se encuentra Claude Lanzmann, director del filme
Shoah (1985). Lanzmann sostiene que el Holocausto es impensable e incomprensible y,
por tanto, irrepresentable (Todorov, 1993: 282-283). Lanzmann defiende que tanto las
fotografías de archivo del Holocausto como los intentos de representar la barbarie
mediante el uso de imágenes deben ser rechazados (José Antonio Zamora, 2011: 98).
369
En relación con este debate Georges Didi-Huberman defiende que las imágenes
de archivo del Holocausto, concretamente las cuatro fotografías tomadas en agosto de
1944 por un miembro del Sonderkommando de Auschwitz-Birkenau (Didi-Huberman,
2004: 29-33), son un instrumento con el que podemos empezar a “darle forma a ese
inimaginable” (Didi-Huberman, 2004: 28). Según Didi-Huberman, las imágenes de
archivo de la barbarie nazi “están dirigidas a lo inimaginable, y lo refutan de la manera
más desgarradora que existe” (Didi-Huberman, 2004: 37). Didi-Huberman sostiene que
estas imágenes, al permitirnos contemplar una pequeña parte del horror que
experimentaron las víctimas, refutan el “inimaginable fomentado por la propia
organización de la «Solución Final»” (Didi-Huberman, 2004: 37).
La postura que sostengo es que las imágenes del Holocausto nos conciencian de
que la barbarie no debe volver a suceder. Siegfried Kracauer defiende que el cine es una
especie de “espejo” (Kracauer, 2001: 205) que nos permite contemplar una serie de
sucesos horrorosos que, si los observáramos en la vida real, nos dejarían petrificados
(Kracauer, 2001: 374). Kracauer sostiene que el cine nos permite rescatar “el horror de
su invisibilidad, de los velos del pánico y la imaginación” (Kracauer, 2001: 374). Para
Kracauer, el cine es un espejo que, al igual que el escudo que empleó Perseo para asesinar
a Medusa sin ser petrificado, nos permite observar el horror y enfrentarnos a él (Kracauer,
2001: 373-374).
Siguiendo el pensamiento de Kracauer, se puede sostener que el cine educa al
espectador debido a que le insta a evitar que la barbarie vuelva a suceder. Esta tesis es el
punto de partida de la propuesta educativa que presento.
3. El cine como espejo de deshumanización. Una propuesta educativa
La deshumanización de las víctimas del Holocausto fue un proceso complejo por el cual
los presos de los campos de concentración dejaron de ser vistos como personas a ojos de
los oficiales de las SS. Las víctimas fueron concebidas como una “plaga” que debía ser
exterminada o como meras piezas del engranaje de producción de los campos cuya vida
no tenía ningún valor más allá de su valor productivo (Todorov, 1993: 186-206). Este
hecho ayudó a que los victimarios pudieran llevar a cabo sus crímenes (Todorov, 1993:
188).
En este apartado presento una propuesta educativa destinada a ser aplicada en la
materia de Filosofía de primero de Bachillerato. La finalidad de esta propuesta radica en
370
presentar a los estudiantes en qué consistió el proceso de deshumanización que sufrieron
las víctimas del Holocausto y, más concretamente, en mostrarles la importancia que tuvo
el lenguaje y la música para deshumanizar física y psicológicamente a dichas víctimas.
Deshumanización mediante el lenguaje
A pesar de la dificultad que comportaba llevar a cabo una despersonalización completa
de las víctimas, el Tercer Reich encontró en el lenguaje un instrumento idóneo para que
los oficiales de las SS olvidaran la humanidad de los presos de los campos de
concentración. Ahora bien, debido a que este tema es bastante complejo, propongo que
se exponga a los estudiantes, por un lado, cómo se privó del derecho a hablar a las
víctimas y, por otro lado, cómo se consiguió que los verdugos deshumanizaran a los
presos mediante el uso del lenguaje.
En referencia al primer proceso, cabe decir que la palabra de los presos de los
campos de concentración no tenía ningún tipo de valor. Este hecho ocasionó que las
víctimas se convirtieran en seres cuya humanidad se iba extinguiendo día a día, ya que,
como indica Joan B. Llinares Chover, al secárseles la lengua se les secaba también la
mente (Llinares Chover, 2016: 95). Esto provocó que algunos presos se convirtieran en
una especie de “máquinas autómatas” que trabajaban sin pensar y en silencio (Levi, 2018:
76).
Además, los presos de los campos de concentración fueron desprovistos del
derecho a hablar. Como señala Primo Levi, este fue uno de los factores que provocó que
las diferencias existentes que se daban, en un principio, entre los presos de los campos de
concentración y los animales fueran desapareciendo a medida que las víctimas iban
experimentando la vida en los campos (Levi, 2018: 549).
Para mostrar a los estudiantes qué valor tenía la palabra de las víctimas para las
SS propongo utilizar la escena del minuto 36:20 de El hijo de Saúl (Nemes, Rajna y Sipos,
2015). En esta escena se puede observar cómo un soldado de las SS impide que un
miembro del Sonderkommando de Auschwitz explique por qué ha tenido un altercado
con el protagonista de la película. Aquí, el soldado de las SS afirma, en referencia a los
trabajadores del Sonderkommando, que “estos cerdos no saben ni hablar” (Nemes, Rajna
y Sipos, 2015: 00:36:20).
Esta secuencia evidencia el proceso de deshumanización que sufrieron las
víctimas del Holocausto. Mediante esta escena se puede exponer a los estudiantes la
importancia que tuvo el lenguaje a la hora de deshumanizar psicológicamente a las
371
víctimas de la barbarie nazi. De esta forma, la secuencia muestra cómo el uso del lenguaje
fue crucial para que las SS se convencieran de que los presos de los campos de
concentración no eran personas (Todorov, 1993: 186-206).
En lo concerniente a la segunda técnica de deshumanización a través del lenguaje,
cabe decir que las SS eliminaron del lenguaje cualquier calificativo que humanizara a sus
víctimas (Todorov, 1993: 188). Esta “deshumanización lingüística” provocó que se
animalizara y cosificara a las víctimas, ya que estas pasaron a ser concebidas, por un lado,
como animales e insectos que debían ser exterminados y, por otro lado, como meras
piezas de producción industrial cuyo valor dependía, únicamente, del poder “productivo”
que tuvieran.
Con el fin de que los estudiantes comprendan el proceso lingüístico con el que se
deshumanizó a las víctimas, se les puede mostrar una escena de La lista de Schindler
(Spielberg, Lustig y Molen, 1993) en la que un soldado de las SS se dirige a una prisionera
del campo de concentración de Płaszów, mientras esta está exhumando algunos de los
cuerpos de las víctimas de la matanza del gueto de Cracovia, para decirle lo siguiente:
“¡Recoge solo las piezas grandes, no las verduras!” (Spielberg, Lustig y Molen, 1993:
02:09:27).
Con esta escena los estudiantes pueden ver reflejado en el espejo cinematográfico
(Kracauer, 2001: 373-374) el ejercicio lingüístico al que los soldados de las SS tuvieron
que “someterse” para deshumanizar a sus víctimas a fin de poder asesinarlas.
Dicho esto, cabe señalar que además de deshumanizarlas a través del lenguaje, los
soldados de las SS transformaron físicamente a las víctimas en unas no-personas
(Todorov, 1993: 188). Entre otras cosas, a las víctimas se les obligó a desnudarse en
público, se les rapó el pelo y vistió con trajes a rayas a fin de igualarlas y conformarlas
como una masa anónima, se les marcó con unos números que se convirtieron en los únicos
factores identificativos que tenían dentro de los campos (Levi, 2018: 48-49), y se les
transportó a los campos de exterminio como si fuesen ganado.
Otro de los objetivos que se persiguen es que los estudiantes comprendan cómo
se deshumanizó físicamente a las víctimas. Para ello, propongo que se les muestren dos
escenas en concreto, una de La lista de Schindler (Spielberg, Lustig y Molen, 1993) y
otra de El hijo de Saúl (Nemes, Rajna y Sipos, 2015). En primer término, la secuencia de
La lista de Schindler que se propone muestra cómo una serie de presos del campo de
concentración de Płaszów son introducidos en un tren para ser transportados a un campo
de exterminio y tratados como si fuesen animales destinados al consumo humano
372
(Spielberg, Lustig y Molen, 1993: 02:01:36-02:04:49). En segundo término, en la escena
de El hijo de Saúl (Nemes, Rajna y Sipos, 2015) se observa que el protagonista del filme,
un miembro del Sonderkommando de Auschwitz llamado Saúl Ausländer, es cosificado
por un soldado de las SS que se burla de él y lo maneja como si fuese una marioneta
(Nemes, Rajna y Sipos, 2015: 00:41:40-00:42:56).
Ahora bien, también es importante señalar a los estudiantes que el proceso de
deshumanización alcanzó tal extremo que provocó que las víctimas llegasen a cosificarse
entre ellas (Levi, 2018: 49). La cosificación entre las víctimas se hace patente en la
Trilogía de Auschwitz (Levi, 2018) cuando Primo Levi afirma que un preso, dependiendo
del número con el que fuera marcado, podía llegar a ser visto a ojos de los otros presos
como un medio a partir del cual se podía llegar a obtener un beneficio (Levi, 2018: 4849).
En esta línea, se pretende mostrar a los estudiantes cómo los presos se cosificaron
entre ellos, concretamente a través de una escena de Campos de esperanza (Koltai et al.,
2005). En dicha escena, el protagonista del filme, Gyurka Koves, cosifica y engaña a otro
preso del campo de concentración de Zeitz para obtener más comida a fin de sobrevivir
(Koltai et al., 2005: 01:18:24-01:20:04).
La música como instrumento de deshumanización
La música tuvo una importancia crucial en los campos de concentración. Este arte era
utilizado por los soldados de las SS para deshumanizar a los presos de los campos de
concentración y provocar que trabajasen como autómatas, siguiendo el ritmo de las piezas
musicales que sonaban casi en todo momento (Levi, 2018: 76).
La música fue utilizada para deshumanizar física y psicológicamente a las
víctimas del Holocausto puesto que les impedía pensar y acallaba sus conciencias
(Llinares Chover, 2016: 103). Además, la música recordaba a los presos los momentos
de sus vidas en libertad y, por tanto, servía para “patentizarles su desgracia” (Llinares
Chover, 2016: 103).
Primo Levi sostiene que la música lograba aniquilar la voluntad de los presos de
los campos de concentración debido a que hacía que estos trabajaran sin pensar, siguiendo
el rito de las canciones (Levi, 2018: 76). Para Levi, la música lograba “matar el
pensamiento” y calmar el dolor que ocasionaba la experiencia de la vida en el campo
(Levi, 2018: 76). Además, la música conseguía que las víctimas se concibieran como
perfectamente sustituibles e irrelevantes.
373
Dicho esto, cabe señalar que Primo Levi sostiene que los soldados de las SS
jugaban con la ventaja de que, si algún preso lograba sobrevivir, el recuerdo de la música
que sonaba en los campos de concentración le atormentaría durante el resto de su vida
(Levi, 2018: 77). Como es bien sabido “las orejas no tienen párpados” (Llinares Chover,
2016: 103). Es decir, los presos podían elegir cerrar los ojos en algunos momentos a fin
de evadirse, pero no podían vencer el poder que la música ejercía sobre sus mentes, una
música que nunca, ni al haber sido liberados, pudieron dejar de escuchar (Levi, 2018: 77).
Para que los estudiantes logren entender hasta qué punto la música fue crucial para
deshumanizar a los presos de los campos de concentración, propongo utilizar una escena
de La lista de Schindler (Spielberg, Lustig y Molen, 1993) en la que se puede observar
cómo un grupo de niños presos en el campo de concentración de Płaszów desfila cantando
tranquilamente una canción sin saber que el camino que siguen los lleva a unos
transportes que les conducirá hacia la muerte (Spielberg, Lustig y Molen, 1993: 01:57:5502:00:29). En esta escena se evidencia que la música acallaba la conciencia de un gran
número de presos de los campos de concentración (Llinares Chover, 2016: 103).
4. Resultados y conclusiones
En referencia a los resultados que tuvo la aplicación de esta propuesta didáctica en el IES
Campanar de Valencia, he de decir que el uso del cine permitió que los estudiantes se
hicieran una idea de la complejidad del proceso de deshumanización que sufrieron las
víctimas del Holocausto.
Dicho esto, cabe señalar que vivimos en una sociedad en la que la imagen tiene
un papel primordial a la hora de conformar el imaginario colectivo. Por tanto, el cine se
presenta como un arte que puede ser utilizado como un material didáctico con el que
podemos lograr que los estudiantes lleguen a comprender mejor los textos filosóficos que
deben leer y analizar.
Para concluir, y en referencia a la propuesta educativa sobre el Holocausto que he
presentado, me gustaría señalar que considero que el cine es un instrumento que puede
ser muy útil para que los estudiantes se interesen por la literatura sobre los campos de
concentración, ya que las películas citadas muestran una parte de los hechos demoníacos
que fueron llevados a cabo por el nazismo hace menos de un siglo. Unos hechos que cabe
recordar para que no vuelvan a suceder.
374
Bibliografía
Buckler, R.; Hamori, A.; Hellthaler, B.; Kemeny, I.; Koltai, L.; Olsberg, J. y Vincze, L.
(Productores), Koltai, L. (Dirección). (2005). Campos de esperanza (Sorstalanság)
[Película].
Didi-Huberman, G. (2004). Imágenes pese a todo. Memoria visual del Holocausto.
Barcelona: Paidós.
Kracauer, S. (2001). Teoría del cine. La redención de la realidad física. Barcelona:
Ediciones Paidós.
Levi, P. (2018). Trilogía de Auschwitz. Barcelona: Ediciones Península.
Llinares Chover, J. B. (2016). "Silencio y música en los Lager. Lectura de la Trilogía de
Auschwitz de Primo Levi". Quaderns de filosofia, 3 (1), 91-106.
Rajna, G. y Sipos, G. (Productores), Nemes, L. y Royer, C. (Escritores), Nemes, L.
(Dirección). (2015). El hijo de Saúl (Saul fia) [Película].
Rancière, J. (2011). El destino de las imágenes. Buenos Aires: Prometeo.
Spielberg, S.; Lustig, B. y Molen, G. (Productores), Zaillian, S. (Escritor), Spielberg, S.
(Dirección). (1993). La lista de Schindler (Schindler's list) [Película].
Todorov, T. (1993). Frente al límite. México: Siglo Veintiuno.
Zamora, J. A. (2011). "Shoah: entre el deber de memoria y la prohibición de imágenes".
En F. Oncina Coves y M. E. Cantarino Suñer (Edits.), Estética de la memoria (pp. 85104). Valencia: Publicacions Universitat de València.
375
¿Cómo enseñar realmente a cultivar el pensamiento reflexivo?
Una posible estrategia docente al respecto
AARÓN VÁZQUEZ PEÑAS*
Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Resumen: El escrito parte de una inquietud relativa a los métodos de evaluación, llamando
la atención sobre algunos inconvenientes del examen tradicional. A ese respecto se aportarán
algunas ideas en torno al sentido específico de la actividad filosófica en su dimensión
educativa y la naturaleza de las asignaturas de Filosofía mismas, sólo en función de lo cual
cabrá apostar por la propuesta didáctica y de evaluación que se planteará finalmente.
Palabras clave: actividad filosófica; educación; métodos de evaluación
Abstract: The paper is based on a concern regarding evaluation methods, drawing attention
to some handicaps of the traditional exam. In this regard, some ideas will be given about the
specific meaning of the philosophical activity in its educational dimension and the nature of
the Philosophy subjects themselves, only in function of which it will be possible to bet on the
proposal of didactics and evaluation that will be finally posed.
Keywords: philosophical activity; education; innovation; evaluation methods
1. Fundamentación teórica: apuntes sobre filosofía y educación.
Hándicaps del examen tradicional
Existen razones para impugnar o, como mínimo, poner en tela de juicio el recurso al
examen tradicional para evaluar las asignaturas de Filosofía. Para decirlo de una vez:
colocar un sobresaliente a un alumno por plasmar en el examen más o menos textualmente
lo que ha leído en algún apartado de los apuntes, en el fondo resulta a todas luces un
verdadero despropósito, por cuanto en la mayoría de las ocasiones significa
recompensarle simplemente por ser una suerte de neurótico obsesionado con eso que
llama «estudiar» (por lo demás, si se tratara de eso, la labor docente y la clase magistral
estarían prácticamente de sobra, más allá de leer los apuntes en alto e indicarles que
subrayen tal o cual párrafo del libro de texto para incorporarlo a esas hojas de apuntes
que tendrán que resumir y “aprenderse”).
Claro que, lo anterior es cierto siempre y cuando se admita que la función de la
asignatura no es sólo ni fundamentalmente procurar que el alumnado adquiera cierta
*
aaronvaz@ucm.es
376
“cultura general” (vale decir, que retenga en la memoria datos varios como nombres de
filósofos, fechas, anécdotas, hechos históricos, frases célebres, etc., en cuyo caso
estaríamos ante un capítulo de la Historia universal tal y como suele ser entendida; así
como, abundando en esto mismo, tampoco puede tratarse simplemente de darles a
conocer algunos relatos, mitos y párrafos inconexos que se ven obligados a memorizar
casi robóticamente porque no alcanzan a comprender qué tienen de relevante, en cuyo
caso el contenido y el cometido de la asignatura se solaparía con el de disciplinas como
la Literatura universal: de hecho, es habitual que el alumnado describa el contenido de la
materia como el estudio de “cosas que han dicho unos escritores que se diferencian de los
otros literatos en que no cuentan historias como tales sino que se inventan teorías muy
extravagantes y abstractas”). La labor docente en filosofía, insistimos, ha de consistir en
algo más que en transmitir “cultura general”. Repárese, por otro lado, en que si esto no
fuera así no habría razón para dar prioridad a esta materia frente a Cultura clásica, Latín
(o cualquier otra lengua), Historia del arte o Historia de la ciencia (sin por ello decir que,
en caso de que la enseñanza de la filosofía sea cualitativamente diferente a la de estas
disciplinas ―que podrían traducirse en eventuales asignaturas, y así ha sucedido ya en el
caso de las tres primeras―, no tenga relación alguna con ellas o se pueda permitir el lujo
de no tomarlas en consideración).
Así pues, si bien es cierto que resulta posible y hasta cierto punto pertinente
defender la inclusión de las asignaturas filosóficas en el sistema educativo por constar
éstas de ciertos contenidos que todo ciudadano culto de una sociedad moderna debería
conocer con independencia de su vocación particular, creemos que con ello no se atrapa
la función esencial de la filosofía en materia educativa. Por nuestra parte, diríamos que
se trata más bien de enseñar y exhortar a razonar, de contagiar al discente cierta actitud
crítica, bajo el supuesto (que, obviamente, no podemos explicitar analíticamente aquí) de
que ello puede ser beneficioso para los jóvenes que se encuentran atravesando una fase
crucial del desarrollo de su personalidad y de forja de su identidad, y, por extensión,
eventualmente positivo también para la sociedad de la que forman parte. El profesor,
ciertamente, ha de proponerse ante todo estimular y lograr la implicación activa de la
capacidad racional de los alumnos. Por ello, en ningún caso la memorización irreflexiva
habría de ser una tarea evaluable, so pena de cometer fraude.
377
Contra el vaciamiento de los contenidos
Como venimos sosteniendo, el objetivo del trabajo docente en cuestión sería dotar a los
alumnos de una serie de recursos conceptuales básicos, de que interioricen un
determinado modo de abordar los temas, de promover un cierto gusto por la
argumentación y la discusión racional, etc. Se trata, en definitiva, de proporcionarles
ciertos instrumentos analíticos y de darles a conocer una determinada actitud que podrán
aplicar o adoptar en ciertas situaciones de su vida y a propósito de casi cualesquiera
asuntos, y no tanto de que atesoren —como un fin en sí mismo— información sobre la
obra de algunos autores.
Ahora bien, lo que conviene subrayar a continuación es que a pensar por uno
mismo sólo se puede aprender tras el estudio y la consideración de lo que piensan o han
pensado otros, tomando conciencia de los problemas conceptuales y las relaciones
polémicas entre las distintas posturas respecto del tema de que se trate. En este sentido
valga poner de relieve la idea de que los problemas filosóficos no se “inventan” o se
“crean”, sino que se detectan. Así, contra el subjetivismo narcisista imperante y el
relativismo total tendencialmente dominante (que, en el límite, disuelve toda posibilidad
de crítica racional e inteligibilidad mutua), interesa rechazar sin ambages la quimera
solipsista de un pensamiento estrictamente individual, “creativo” y pretendidamente
intransferible. De este modo, lo dicho en el anterior epígrafe (que resumíamos en el
párrafo precedente) no significa en absoluto entregarse la tesis, tan característica de la
ideología pedagógica dominante, del enaltecimiento de las competencias en detrimento
de los contenidos. A este respecto, y en aras de la brevedad que impone el formato de este
trabajo, es necesario establecer que a aprender se aprende aprendiendo, y que las
cacareadas competencias, en este caso eso que se denomina “pensamiento crítico y
autónomo”, solamente pueden adquirirse por mor de la asimilación de ciertos contenidos
cognoscitivos y no antes: la actividad reflexiva sólo puede tener lugar en torno a o
suscitada por la consideración de ciertos contenidos por los que necesariamente hay que
pasar.
Actividad teórico-crítica frente a un estudio meramente historiográficofilológico
Mas, ¿qué contenidos han de ser esos? La tercera idea que me gustaría poner sobre el
tapete es que no pueden consistir —como viene siendo costumbre— únicamente en los
extraídos de las obras de los filósofos del canon dialogando entre sí. A este respecto
378
sostendré de manera sucinta que es preciso ir más allá de eso a lo que Manuel Sacristán
(1984: 365) llamó “filosofía pura” y de toda perspectiva exclusivamente historiográfica,
máxime en los grupos de primero de bachillerato, donde la asignatura está diseñada para
un abordaje más temático que propiamente histórico. Recordemos que se trata de hacer
pensar y no tanto de procurar un mero almacenamiento información (la mayoría de las
veces en buena medida efímero), y, además —lo cual no es menos importante— de
hacerlo en cuanto ciudadanos de la España del siglo XXI y no en tanto que algo así como
“seres-racionales-en-general”. Con lo cual, frente a una concepción cerrada, hermética o
autorreferencial de la practicidad de la filosofía: a) se habrían de establecer conexiones
directas con los problemas que plantea la actualidad social; b) los contenidos a considerar
críticamente habrían de incluir, además de las líneas maestras de las doctrinas de los
principales autores integrantes de la llamada Historia de la Filosofía, referencias a las
diversas ciencias positivas, a fenómenos políticos contemporáneos, y, por supuesto, a
diversos contenidos “culturales” en boga: modas musicales, hábitos sociales, ideologías
políticas, películas y series de televisión, el discurso de este o aquel youtuber, etc. En
suma, no estamos apostando sino por aplicar a su vertiente expresamente educativa eso
que Gustavo Bueno presentaba en términos de concepción abierta y recurrente (1979:
64-73) de la practicidad de la filosofía o filosofía inmersa (1999).
Consideraciones finales
Como conclusión provisional de estas breves reflexiones diría que, si bien es preciso
diseñar y explorar nuevos modos de plantear la asignatura en pro de lograr de la mejor
manera posible el objetivo nuclear de la misma (es decir, promover entre el alumnado el
hábito de la consideración crítico-racional de los de nuestras diversas creencias y
costumbres), al mismo tiempo convendría arrojar una sospecha crítica respecto de todo
eventual ensalzamiento de la innovación como un valor en sí mismo. Así, en relación con
la temática vertebradora del congreso, encuentro pertinente apostar por una superación
de la alternativa maniquea u oposición binaria entre los modelos tradicional y progresista
de enseñanza, para rescatar lo más valioso de ambas tradiciones en relación con el tema
que nos ocupa.
En ese sentido, contra el denominado paradigma disciplinario de la clase-cuartel,
parece más que obvio que el modelo de profesor autoritario y dogmático, cuyo método
principal es la imposición y la amenaza, resulta absolutamente disfuncional, al menos si
de lo que se trata es de contribuir a que los alumnos entiendan la importancia de pensar
379
por sí mismos y de coadyuvar en lo posible a capacitarles para ello. Sin embargo, no es
menos necesario distinguir el autoritarismo de la autoridad. La figura del docente, en
cuanto se le presuponen años de estudio y reflexión (lo cual es una obligación moral
indiscutible por su parte, a modo de elemento constitutivo de su capacitación profesional
efectiva), prima facie es una autoridad en su materia y como tal debe ser respetada. No
obstante, nos vemos tentados añadir que esa autoridad ha de ser demostrada, en tanto que
el/la profesor/a tiene que ganársela día a día en el aula exhibiendo públicamente los
conocimientos que efectivamente posee y, sobre todo, constituyendo un auténtico ejemplo
vivo de esa actividad crítico-reflexiva que trata de despertar y desarrollar en el
alumnado.
De otro lado, no podemos dejar de reivindicar las virtudes de una clase magistral
bien impartida, frente a ciertos métodos o procedimientos de pseudo-participación —de
estructura análoga a las tertulias de televisión— que constituyen una auténtica pérdida de
tiempo, además de una cierta discriminación hacia aquellos alumnos que están
capacitados y dispuestos a adquirir conocimientos realmente. Debido a las limitaciones
de espacio a las que este escrito ha de atenerse, apuntaré de manera muy esquemática dos
consideraciones muy generales relativas a la naturaleza de la mencionada clase magistral.
En primera instancia, sostendré sin tapujos que no parece en absoluto viable tratar de
partir de los intereses inmediatos de los alumnos tal y como ellos mismos se los pueden
representar, sino que, antes bien, habría que intentar conseguir que entiendan la
necesidad, en tanto que individuos encaminados hacia una mayoría de edad digna de ese
nombre, de ampliar el estrecho círculo de los mismos (en definitiva, intentar que se
interesen o que al menos tomen en consideración asuntos y puntos de vista a los que de
otra manera jamás prestarían atención, que entren en contacto con cierta manera de
abordar los problemas, con un léxico más amplio y riguroso del que suelen manejar
normalmente, etc.). En segundo lugar, a través de la clase magistral es posible contribuir
a poner freno a esa inclinación tan popular a pronunciarse categórica e irreflexivamente
(en nombre de no-se-qué-derecho-de-todos-a-expresar-su-opinión) sobre temáticas que
no han sido estudiadas con detenimiento previamente. No nos resistimos en este punto a
citar las siguientes palabras escritas por Hegel, de las cuales no haría mal en tomar nota
más de un pedagogo contemporáneo: “En general, podemos afirmar que este deber de
abstenerse de charlatanerías es condición esencial (…) de todo aprendizaje; es necesario
empezar por saber asimilarse los pensamientos de otros, renunciando de momento a tener
ideas propias” (Hegel, 1979:186).
380
2. Propuesta didáctica y de evaluación.
Únicamente en base a lo anterior es posible justificar la propuesta de ciertos modos
concretos de evaluación, acaso relativamente infrecuentes y no exentos de impedimentos
varios, pero sólo de la mano de los cuales el profesor de filosofía podría cumplir el
cometido por antonomasia de su asignatura, a saber: suscitar procesos de pensamiento
reflexivo en el alumnado acerca de cuestiones que no debieran resultarle indiferentes. He
aquí un ejemplo:
La estrategia docente en cuestión se estructuraría en cuatro momentos. 1)
Explicación del profesor, que su vez se divide en dos fases: 1.1. Planteamiento el
problema, procurando que esté vinculado a un asunto socialmente relevante, por el cual
los alumnos no puedan dejar de sentirse interpelados en tanto que personas adultas,
racionales y miembros de pleno derecho de una sociedad democrática (pongamos por
caso, el concepto de violación sexual, la condición moral y jurídica de la práctica del
aborto, los estereotipos de género, la legitimidad del poder político, el fenómeno de las
clases sociales, el concepto de ciencia, la pregunta por la existencia de Dios, la naturaleza
humana y el transhumanismo, la centralidad social del trabajo, los derechos de los
animales no humanos, el concepto de religión, la idea de justicia y sus aplicaciones varias,
etc.); 1.2. Presentación de las diferentes posturas al respecto subrayando sus relaciones
polémicas y los puntos concretos de conflicto entre las mismas; 2) Interrogarles sobre el
tema, a fin de promover una discusión razonada en virtud de la cual cuando se quieran
dar cuenta ya estarán filosofando; 3) Prueba escrita donde desarrollen en clase una breve
disertación libre sobre la temática, teniendo en cuenta y haciéndose cargo de todo lo
previamente discutido y explicado en el aula.
El tipo de propuesta didáctica y de evaluación sugerido responde a diversos
objetivos. En primera instancia, y, antes que nada, uno de signo negativo: evitar la
exigencia de memorización mecánica e irreflexiva. En su lugar, entiendo que este modo
de plantear la acción docente está llamado a fomentar: a) el cultivo de la atención y la
concentración (punto 1), la participación y la capacidad argumentar en público,
haciéndose cargo de lo que aportan los demás (punto 2), estimular la creatividad,
posibilitar que los que menos hablan se puedan expresar, mostrando su capacidad de
análisis y síntesis, etc. (punto 3). El planteamiento en cuestión pretende garantizar un
aprendizaje eminentemente significativo, así como trata de combinar diversos modelos
de enseñanza y fomentar la adquisición de toda una serie de competencias generales y
381
complementarias: capacidad de expresión y comprensión lingüística, razonamiento,
capacidad de asimilar argumentos ajenos y adoptar perspectivas diversas, etc.
Es importante señalar que el contenido de la disertación no ha de consistir
forzosamente en un pronunciamiento unilateral en defensa de alguno de los puntos de
vista considerados en clase u otros posibles, sino que lo que se les demandará más bien a
los alumnos es que simplemente traten de plasmar por escrito lo que han aprendido sobre
el tema en cuestión y que antes ignoraban. Algunos de los principales criterios docentes
para evaluar la prueba serían el grado de claridad y de distinción en la exposición
razonada de las ideas propias y en la comprensión de las ajenas, así como la medida en
que el estudiante demuestra haberse hecho cargo de la complejidad y la relevancia de la
problemática de que se trate.
Bibliografía
Bueno, Gustavo (1970). El papel de la filosofía en el conjunto del saber. Madrid: Ciencia
nueva.
Bueno, Gustavo (1999). Qué es filosofía. Oviedo: Pentalfa.
Hegel, Georg Wilhelm Friedrich. (1979). Lecciones sobre Historia de la Filosofía, Tomo
I. México: Fondo de Cultura Económica.
Sacristán, Manuel (1984). “El lugar de la filosofía en los estudios superiores”, en Papeles
de Filosofía. Barcelona: Icaria.
382
La filosofía y su labor alfabetizadora
Digital, de género, audiovisual y ético – estética
AMPARO ZACARÉS PAMBLANCO
Universitat Jaume I
Resumen. La enseñanza-aprendizaje de la filosofía, en una época de aceleracionismo
tecnológico e hiperconectividad global, ha de conservar toda la carga emancipadora de sus
orígenes. Las nuevas tecnologías bien usadas pueden ser una herramienta pedagógica muy
potente para un futuro posthumano que logre corregir algunas de las deficiencias que el ser
humano no ha podido solventar. De este modo la innovación educativa en filosofía ha de
prestar atención a cuatro tipos de alfabetización: digital, de género, audiviosual y éticoestética y velar por no cerrar los problemas que se dan por superados.
Palabras clave: alfabetización de género, alfabetización audiovisual, alfabetización éticoestética.
Abstract. At a time of technological accelerationism and global hyperconnectivity, the
teaching and learning of philosophy ought to preserve the emancipatory onus of its origins.
Properly used, the new technologies can act as a powerful pedagogical tool for a posthuman
future, one that can correct some of the deficiencies that human beings have not been able to
transcend. This way, educational innovation in philosophy ought to take into account four
types of alphabetisation –digital, gender-based, audiovisual, and ethico-aesthetical– and to
keep questions open-ended.
Keywords: alphabetisation –digital, gender based, audiovisual, and ethico-aesthetical
La relación entre filosofía y educación tendría que resolverse en ser un saber complejo
que ayude a orientarse ante las vicisitudes, paradojas y contradicciones de la vida diaria.
Por este motivo no hay que perder de vista que se filosofa siempre desde el presente y
que cuando se recurre a las grandes temáticas filosóficas del pasado no es con afán
arqueológico o erudito sino para responder a las exigencias de una verdad o una realidad
contextualizada. Al respecto, la enseñanza de la filosofía ha de alejarse de las ciencias
que han desarrollado una autocomprensión cientifista y no debe introducir los contenidos
de estudio como si fueran un cosmos a parte y objetivo, desligado del tiempo presente al
que pertenecieron. En consecuencia, hay que recordar al alumnado que el pensamiento se
constituye desde el presente y que desde ahí decidimos su sentido. Sabiendo que lo que
ocurre en la escuela es el reflejo de la sociedad en la que se vive, no es posible obviar el
actual contexto globalizador, donde no parece tener cabida el cuestionamiento mismo de
una razón instrumental empeñada en consolidar el poder de los mercados y en anular el
papel de la filosofía como pensamiento crítico. De ahí que la sociedad actual haya
383
devenido en una sociedad postfilosófica, en donde sólo parece existir para la humanidad
un futuro elaborado por unas élites económicas trasnacionales que defienden sus propios
intereses. Es entonces cuando más preciso se hace interrogarse sobre si estamos en un
proceso de regresión o de extinción como recientemente denuncia Marina Garcés (2017)
o bien si estamos ante el fin de la historia y ante el fin del mito del progreso. En esta
disyuntiva, la enseñanza de la filosofía es hoy más necesaria que en otras épocas y tiene
la función de alertarnos de una geopolítica construida sin ideales, sin justicia ni
solidaridad (Muñoz, 2011).
1. Alfabetización digital
La filosofía, en esta época de hiperconectividad global, tiene que presentarse en los
programas de estudio como un saber que ha de conservar toda la carga emancipadora de
sus orígenes. En todo lo dicho, no hay un discurso contra las nuevas tecnologías que son
una herramienta más de la pedagogía. Desde hace ya varias décadas Internet ha
modificado nuestra manera de entender la comunicación aportando un nuevo concepto de
desarrollo que se conoce como TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación).
Actualmente no podríamos entender nuestro entorno sin esa filosofía del conocimiento
interconectado, basado en la capacidad de compartir todo tipo de información mediante
la difusión acelerada que propicia la red. A resultas de ello, es prioritario utilizar en las
aulas los múltiples recursos de las TIC con el fin de enseñar a leer, escribir y utilizar el
nuevo código digital. Este proceso de alfabetización digital concentró la atención de las
administraciones educativas que programaron cursos de formación en centro para reducir
la brecha digital entre el personal docente que debía dirigirse a una población joven que
cumplía cada vez más el perfil de ser nativo digital, según terminología acuñada por Marc
Prensky (2011).
Según el informe Sociedad Digital en España 2017 de la Fundación Telefónica, la
juventud española consume entre el 90% y el 100% de su tiempo en la red con sus
teléfonos inteligentes. Son jóvenes que tienen acceso a las redes a través de las pantallas
del móvil. Son jóvenes tecnomonopolistas, también llamados “mobile only”, que están
expuestos a un entorno digital que ofrece una «hiperinformación» sesgada, orientada a la
consecución de los objetivos programados por una industria de la cultura en un sistema
globalizado. Es en esta actualidad digital donde se produce exaltación de una razón cínica
(Sloterdijk,1989) que la sociedad interioriza en una serie de conductas sin principios
384
éticos. Lo real y lo virtual conviven en las psicologías colectivas donde el sujeto es ya lo
posthumano, un sujeto con una serie de artilugios incorporados (tableta, ordenador,
smartphone, etc.) que le permiten acceder a todo tipo de información, pero sin llegar a
comprender el potencial que ello supone y la exposición a la manipulación que conlleva.
Y todo ello se está produciendo dentro de un aceleracionismo tecnológico que no
podemos ignorar. Biotecnología, robótica y nanotecnología emergen como nuevos
ámbitos para la reflexión ética y para plantear cuestiones relativas a un futuro que se
anuncia entre utópico y distópico según donde caiga la balanza. No hace mucho la filósofa
Rosi Braidotti (2015) alertaba de cómo la humanidad podría estar en el umbral de una
nueva etapa evolutiva: la posthumana, donde las nuevas tecnologías bien usadas pueden
ser una herramienta muy potente para conseguir un futuro posthumano que logre corregir
muchas deficiencias y problemáticas que el ser humano no ha podido solventar.
2. Alfabetización de género
En estos momentos el proceso de alfabetización digital puede decirse que está implantado
y aceptado. De este modo cualquier propuesta de actualización para implementar sistemas
de gestión digital en el aprendizaje escolar, es bien recibida. No ocurre lo mismo cuando
se trata de alfabetizar en género pues no se han superado del todo las reticencias por
aprender este concepto académico. Sin embargo, comprendernos y relacionarnos en clave
de igualdad de género es igual de importante para el desarrollo social. Hay que saber que
el género es un concepto, una categoría de análisis, que se refiere a la construcción social
y cultural de dos formas distintas de ser humano en base a las diferencias genitales que
se tienen al nacer y que nos inscriben en sexo masculino o femenino. En este sentido lo
importante es conocer que la idea de los dos sexos diferenciados (masculino/femenino),
ha servido para naturalizar erróneamente qué es ser hombre o ser mujer, asignándoles
roles diversos con el consiguiente reparto desigual de poder. Entender que las relaciones
sociales entre los sexos se han construido culturalmente desde la desigualdad porque a lo
largo de la historia se ha atribuido más poder y estatus al sexo masculino que al femenino,
es tener perspectiva de género. Tomar consciencia de cómo tal desigualdad es la causa
última con la que se legitima la violencia que se ejerce sobre las mujeres, es tener enfoque
de género. Para llevar al aula este planteamiento hay que saber que el concepto de género
alude al sistema de dominación que el patriarcado ha extendido a todas las mujeres y que
lejos de ser algo anacrónico, aún pervive en nuestro siglo. Este tipo de alfabetización
385
debe programar como objetivo didáctico esa otra Ilustración que, más allá de Voltaire y
Rousseau, visibiliza como las mujeres después de contribuir a forjar los principios
políticos de la modernidad (libertad, igualdad y fraternidad), han tenido que luchar por sí
mismas para conseguir unas condiciones que hicieran sus vidas dignas de ser vividas.
Hay que llevar al nivel de concreción curricular de aula como la Ilustración que presentó
en el siglo XVIII un modelo de igualdad universal para todos, dejó fuera de esa igualdad
a los pueblos colonizados y, por supuesto, a las mujeres. Hay que hacer comprender cómo
la igualdad jurídica y social para las mujeres no se cumplió en la redacción de las
declaraciones constitucionales de las colonias americanas ni en la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789). Hay que narrar que tuvieron que ser dos
mujeres quienes criticaran esa exclusión y la expusieran en sus libros. Fueron, como se
sabe, Olympe de Gougues con su Declaración de
los derechos de la Mujer y de la
Ciudadana (1791), y Mary Wollstonecraft con la Vindicación de los Derechos de la Mujer
(1792). Desafortunadamente aún pasarían casi doscientos años para que se redactaran
textos, de valor normativo o judicial, que con la adhesión de la comunidad internacional
destacaran de manera abierta los derechos de las mujeres. Por ello es crucial conocer el
sesgo androcéntrico de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de París de
1948 y la importancia en declarar los derechos de las mujeres y de las niñas como parte
inalienable de los derechos humanos universales. Sólo así, se hace comprensible el
artículo 14 de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing de 1995 donde
se enuncia, por primera vez y de forma explícita, que «los derechos de las mujeres son
derechos humanos». Dicho esto, quisiera recalcar que en educación, la igualdad ha de ser
algo más que un principio programático al que es fácil adherirse por ser políticamente
correcto. Hay que tener muy claro que la igualdad también se aprende, como señala con
acierto Elena Simón (2011).
Si, como señalé antes, en las últimas décadas la
alfabetización digital copó la atención de la política educativa, es hora de demandar el
mismo interés para la alfabetización de género con la que aminorar la brecha de la
desigualdad. Solo si se comprende que la escuela, como institución social, puede o no
perpetuar inercias discriminatorias entre los sexos y que la violencia que experimentan
las mujeres en todo el mundo (mutilaciones genitales, abusos sexuales, matrimonios
forzados, servidumbre por deudas, feminicidios, abortos selectivos y violaciones como
arma de guerra) tiene su origen en la desigualdad histórica entre los sexos, podrá
concederse
un lugar preeminente a la pedagogía coeducativa
Secundaria y Bachillerato.
386
en los centros de
Por lo demás, de igual manera que en la era digital tenemos que aprender a no
ser tecnófobos, asimilando de forma positiva las nuevas tecnologías que bien usadas
pueden ser unas poderosas herramientas para el cambio social, del mismo modo en la
era de la ciudadanía inclusiva es preciso aprender la igualdad y no discriminar por razón
de sexo, incorporando conceptos como empoderamiento, violencia de género,
androcentrismo en el conocimiento, techo de cristal o sistema sexo/ género, que
trasmitidos en el sistema educativo pueden ser muy eficaces para la reconstrucción de
una imaginación colectiva respetuosa con los derechos de las mujeres. Sólo desde la
convicción de una nueva revolución humanista, que alerte a las mujeres de no caer en la
mimetización de modelos masculinos prepotentes y que, al mismo tiempo, enseñe a los
varones la corresponsabilidad doméstica y familiar, se invertirá la tendencia a infravalorar
las tareas, destrezas y virtudes adjudicadas por imperativo patriarcal a las mujeres. En
consecuencia, ambos ámbitos, el digital y el de género, forman parte de la innovación
educativa y, por tanto, hay que subrayar su labor alfabetizadora para sacar de la ignorancia
a las generaciones futuras que ya no podrán excusarse con no saber lo que debe saberse.
Algo que no resulta baladí cuando nos va en ello que el cambio social sea más evolutivo
que regresivo.
3. Alfabetización audiovisual y ético-estética
Cuando en estos momentos el material multimedia y audiovisual copa el ámbito docente,
hay que estar alerta y ser conscientes que ver y entender no son lo mismo. En el contexto
educativo la distinción kantiana entre conocer y pensar es determinante, ya que mientras
el intelecto es capaz de ofrecer un cierto conocimiento verificable, la razón ansía
comprender y distinguir lo bueno de lo malo. En estrecha conexión con esta distinción,
no hay que perder de vista que los valores y los códigos de comportamiento se nutren hoy
de mensajes iconográficos que alientan las conductas más irreflexivas entre la juventud.
Esta forma de estar en el mundo que difunden y crean los mass media, se adopta sin
reflexión, sin ser consciente de los intereses específicos de los grupos mediáticos y
políticos que la sustentan. Por todo ello, ha de haber una apuesta por la ética y la estética
como esencia del saber filosófico. Al respecto no puedo dejar de mencionar, siguiendo a
Adorno, que la filosofía ha de incorporar una actitud radicalmente negativa frente a la
lógica instrumental dominante, no con ánimo de desestabilizar lo real sino para hacer
sospechar de las interpretaciones que las estrategias técnicas del poder imponen sin dar
387
lugar a reflexión. En este sentido, la praxis docente tendría que seguir una dialéctica
negativa consistente en negar los aspectos irracionales de la sociedad industrialiazada
contemporánea. En efecto, la dialéctica negativa exige nombrar lo que nadie nombra y
negar la razón positiva imperante que produce las injusticias. Y como la razón negativa
se vincula al arte, por ser el dominio de la creatividad y de todo aquello que no está
integrado por una racionalidad instrumental, la alfabetización ético-estética es una de sus
metas. De ahí que Adorno animara a que la filosofía dirigiera su atención hacia los
fenómenos artísticos y tuviese en cuenta una formación estética alejada del circuito de
una cultura fabricada por la industria del espectáculo. Algo similar demandaba Marcuse
(1981) al referirse a una educación que formara de acuerdo con la condición humana y la
idea de humanitas.
En definitiva. para no dar lugar a confusión, conviene señalar que la educación
ético-estética no guarda aquí relación con la tradición idealista que mantenía una visión
abstracta y canónica de la belleza. Se trata más bien de un modelo que lejos de centrarse
en cuestiones estéticas formales, se inclina por defender la experiencia del arte como un
tipo de conocimiento hermenéutico con el que acceder al mundo humano del sentido.
Liberar al arte de la preocupación por la belleza y situarlo en medio de una realidad
antropológica primigenia, son motivos suficientes para mostrar que la educación estética
en filosofía guarda mayor conexión con algunas vanguardias artísticas del siglo XX que
con la filosofía moderna de lo bello. Las aportaciones e innovaciones artísticas son
interesantes y valiosas en la media que nos activan psíquica y corporalmente, y nos hacen
pensar. De hecho, solo si se comprende que las creaciones artísticas se han desplazado
hacia el ámbito de la verdad más que de la belleza, se entiende cómo pueden ayudarnos
a replantear nuestra evolución en tiempos de poshumanidad y, a la vez, motivarnos a
indagar en qué hemos transformado nuestra humanitas.
4. Ejemplo de propuesta metodológica
En todo ello resulta destacable cómo el proyecto educativo de centro denominado
FOTOFEST reúne la alfabetización digital, de género, audiovisual y ético-estética a la
que me he referido. Fue diseñado para la reconstrucción de la conciencia ciudadana ligada
a una mirada coeducativa y crítica con la oferta cultural y de ocio que habitualmente
consumen los y las adolescentes. Este proyecto conectó el IES Balears de Valencia con
la Facultad de Sociología de la Universitat de València dentro de la convocatoria
388
«Comprender la Sociedad con las Ciencias Sociales».
El objetivo principal fue
sensibilizar en valores éticos y estéticos inclusivos a través de la fotografía, mediante
propuestas artísticas alejadas de la estética planificada del circuito comercial habitual. El
diseño del proyecto utiliza la trasmisión matricial de la información a partir del alumnado
dinamizador del concurso (un total de 10). Cada uno de estos estudiantes se convierte
en un punto de enlace –en un puente tendido- entre el alumnado que quiere participar con
sus producciones en el concurso fotográfico. Los agentes sociales implicados fueron el
mismo IES Baleares, la escuela de fotografía Espai d ´Art fotogràfic y la Associació per
la Coeducaciò. En su desarrrollo se plantearon una serie de acciones (estructuradas en
diferentes fases relacionadas entre sí y concebidas como un diálogo abierto con la
fotografía como arte visual, entendida como una forma de documentar la realidad social
y como un instrumento de conocimiento sociológico.
Las diversas fases de actuación fueron:
•
Fase de contextualización dominada por charlas tertulias con
especialistas y el visionado de cortos para la igualdad.
•
Fase de divulgación y presentación de las bases de Fotofest a todos los
grupos del IES a cargo del alumnado dinamizador según horario
establecido por Jefatura de Estudios.
•
Fase de participación que completó la recogida y subida de las
fotografías realizadas por el alumnado a la plataforma digital creada para
la ocasión. De este proceso se seleccionaron un total de veinte
fotografías para su exposición física en el centro.
•
Fase de dinamización donde un jurado compuesto por especialistas en
arte, fotografía, igualdad y coeducación decidieron los tres primeros
premios y un Accesit.1
La fotografía ganadora del primer premio fue la titulada “Peso soportado”
presentado por un grupo de estudiantes de 2º de Bachillerato, en la que quisieron expresar
el peso que las mujeres soportan a diario debido a todos los actos machistas que, aunque
en un principio pueda parecer que no tienen importancia, cuando se suman impiden llegar
a una igualdad real.
1
Todas las fotografías se pueden consultar en https://fotofestiesbaleares.wordpress.com/
389
Título : Peso soportado - Autoría : Naled, Alejandro & Katherine – 2º Bachillerato
5. Conclusiones
La innovación educativa en filosofía no debe olvidar que el alumnado ha de hablarse a sí
mismo para reflexionar sobre las situaciones vitales en las que se encuentra. Dejar esa
simiente reflexiva cuando por lo general ni se plantean los problemas o, como mucho, se
dan soluciones demasiados simples y fáciles, sería todo un logro educativo. Tarea que
por lo demás no resulta nada fácil cuando la lucha contra la ignorancia, las injusticias y
los prejuicios que enarboló la Ilustración, ha devenido dialécticamente en la reaparición
de nuevas mitologías dentro de una realidad ficcionalizada. Por eso mismo, inocular la
necesidad de pensar y hacer brotar la curiosidad de querer saber, resulta acuciante. Así, a
modo de una pedagogía antropológica y de la finitud, a decir de Joan Carles Mèlich
(2006), la filosofía ha de buscar la narración más que la información tan en auge en esta
época de nuevas tecnologías. En ese sentido las clases de filosofía han de ser espacios de
reflexión para reconstruir un nuevo humanismo y aprender a vivir desde una situación
concreta a la que hay que dar sentido. Por encima de todo innovar en educación es, a mi
entender, no separar sino complementar la razón con la pasión, la ciencia con el arte, la
ética con la estética. Estos cuatro tipos de alfabetización que he tratado (digital, de género,
audiovisual y ético-estética) responden a las exigencias de los tiempos que corren. Solo
así se comprende que en nuestra labor docente tengamos que recuperar las cuestiones
390
relativas al sentido y al no sentido de la existencia y ser, a la manera que dejaron dicho
Horkheimer y Adorno, tanto «pesimistas teóricos» como “optimistas prácticos”.
Bibliografía
Braidotti, Rosi (2015). Lo posthumano. Barcelona: Gedisa.
Foucault, Michel (2006). Sobre la Ilustración. Madrid: Tecnos
Jamenson, Francis (1995). La estética geopolítica. Barcelona: Paidós,
Habermas, Jürgen (2002).
Conocimiento e Interés. La filosofía en la crisis de la
humanidad europea. Valencia: SPUV
Horkheimer, Max y Adorno, Theodor (1994). Dialéctica de la Ilustración. Madrid: Trotta
Horkheimer, Max (1976). Sociedad en transición. Estudios de filosofía social. La teoría
crítica de ayer y hoy. Barcelona: Península.
Marcuse, Herbet (1981). La agresividad en la sociedad industrial avanzada. Madrid:
Alianza.
Mélich, Joan Carles (2006). Transformaciones. Tres ensayos de filosofía de la educación.
Buenos Aires: Miño y Dávila
Muñoz, Blanca (2011). ¿Es real la realidad en tiempos de postmodernidad?. En La imagen
mundializada ¿una iconicidad global? Valencia: Publicacions de la Universitat de
València, Col.lecció: Creativitat & Recerca, nº2. Coordinador editorial: Ricard Silvestre,
pp. 51-67
Prensky, Marc (2011).
Nativos digitales. Buenos Aires: SM, Biblioteca Innovación
Educativa
Simón, Elena (2011). La igualdad también se aprende. Madrid: Narcea
Sloterdijk, Peter (1989). Crítica de la razón cínica. Madrid: Siruela
391
392